Star Wars: La Guerra por la Fuerza

Naruto movió su mano y la puerta se abrió de par en par mostrando un gran pasillo blanco que llevaba al interior de la academia. Sakura pudo sentir que el lugar estaba totalmente cargado del poder del Lado Oscuro. Aquello le recordó a Korriban, retazos de su horrible adiestramiento Sith la azotaron de nuevo.

Pero de repente Sakura sintió como todos esos sentimientos estaban siendo opacados por un inusitado valor. Era como si fuese un sentimiento que naciese de ella, sin embargo no nacía de ella.

- ¿Qué es esto? – Preguntó la chica sorprendida mirando a Naruto.
- Nuestro vínculo también tiene aspectos positivos. – Dijo Naruto mirando a su alumna.
- ¿Este es… tu valor? – Preguntó Sakura sintiendo una cálida sensación.
- Permanece a mi lado, y no tendrás que temer nada. – Dijo Naruto empezando a caminar.

Era una sensación extraña, una sensación que no había sentido nunca. Eso la deprimió, pensar que nunca había tenido verdadero valor para nada. Ella se imaginaba que el valor era no sentir miedo. Pero ahora se había dado cuenta que era sentir el miedo pero no dejarse dominar por él. Era vencer al miedo, algo sin duda mucho mejor.

Ambos se adentraron juntos por los pasillos de la derruida Academia Jedi. Podían verse marcas de sables laser por las paredes. Restos de cuerpos de Jedis que nunca recibieron sepultura, aquel lugar ya no era un templo de culto. Era una enorme y gigantesca tumba.

Sakura casi perdió el control de sus emociones al encontrarse cara a cara con un espectro. Parecía un fantasma vagando sin rumbo, por su translucida ropa era un Jedi.

- ¿Un fantasma? – Preguntó Sakura mirándole.
- No, es realmente extraño que el espíritu de un Jedi permanezca en el lugar de su muerte… esto que ves… no es más que una imagen de su ira, su frustración y su miedo… - Dijo Naruto observando a alguien que le resultaba familiar. – A diferencia de los espíritus… un recuerdo no puede lastimarte si no le dejas. – Dijo Naruto infundiendo valor de nuevo en la pelirrosa a través de su unión.

Naruto y Sakura fueron de habitación en habitación recogiendo todo lo que Naruto creía esencia. Diversos archivos históricos que ayudarían a Sakura a comprender la historia de los Jedi, archivos referentes a diferentes poderes de la Fuerza del Lado Luminoso y también sobre estilos de combate. Todo lo que pudiese ayudar lo estaban cargando en mochilas que llevaban.

Al final acabaran llegando a una gran sala que tenía diversos pedestales. En ellas había diferentes figuras geométricas. La mayoría de ellas eran cubicas. Eran un poco más grandes que una mano pero algunos de ellos estaban destrozados.

- Vaya, no esperaba que algunos siguiesen en buen estado. – Dijo Naruto mirándolos.
- ¿Qué son? – Preguntó Sakura mirando al rubio.
- Son holocrones de antiguos Maestros Jedi. – Dijo Naruto observándolos.
- Nunca había visto holocrones con esta forma… - Dijo Sakura mirándoles.
- Los holocrones Sith son negros y piramidales… los Jedi son distintos. – Dijo Naruto acercándose a uno de ellos. – El del Maestro Luke Skywalker esta estropeado. – Dijo el rubio algo molesto.

Naruto cogió todos los que funcionaran, que solo eran tres. El del Maestro Yoda, el Maestro Atton Rand y el del Maestro Anavus Svag. Aquellos holocrones podrían llegar a ser realmente instructivos para Sakura y el propio Naruto.

Continuaron avanzando hasta llegar a la armería. A Naruto le complació ver que estaba más o menos intacta. En ella cogió varios recambios para sables laser. En la armería de la academia no había sables laser, solo las piezas necesarias para montarlos. Naruto cogió unas cuantas, como también se alegró de encontrar una caja con diversos cristales de distintos colores. Sin duda era una de las cosas que más necesitaba encontrar.

- Pareces un niño… - Dijo Sakura mirándole.
- ¿Por qué lo dices? – Preguntó Naruto mirándola también.
- Te noto feliz. – Dijo la chica.
- ¿También puedes sentir todas mis emociones positivas? – Preguntó Naruto, era normal que el sintiese las de ella ya que su mente estaba más entrenada. Pero una aprendiz como ella no debería ser capaz de leer las emociones de Naruto.
- Si, pero solo si me concentro. Como ahora estoy tratando de centrarme en tu valor. – Dijo la chica mirándole.
- Eso me gusta, es bueno. – Dijo Naruto recogiendo unas células de energía para sable laser.
- ¿Me harás construir un nuevo sable? – Dedujo Sakura.
- Un sable laser define a su portador. No puedes usar uno que construiste como Sith. Debes crear uno nuevo, completamente de cero. Como Jedi. – Dijo Naruto respondiéndole.
- Entiendo, aunque mi sable no lo construí yo, me lo dio mi maestro. – Dijo Sakura.
- ¿No os enseñan a construir sables laser? – Preguntó Naruto extrañado.
- No. – Dijo ella rápidamente.
- Vaya… las enseñanzas Jedi creen que el sable debe ser algo personal y único para un Jedi. A poder ser que tenga algún detalle del que lo manejará en él. Debe ser suyo y de nadie más. – Naruto parecía recitar de memoria.
- Que tontería… solo es un arma. – Dijo Sakura pensando.
- No digas eso, estas muy equivocada. Un sable laser es mucho más que un arma… no lo puedes comparar con un blaster. Es parte de ti, y tiene que tener tus emociones bien marcadas en él. Puede que te parezca extraño pero hay sables laser más fuertes que otros. Y todos dependen de las emociones que hay plasmadas en él. Y utilizar el sable de otra persona debilita tanto el arma como al portador. – Naruto parecía realmente convencido de aquello. – De hecho… un sable laser puede influir en los sentimientos de su portador arrastrándole hacia los pensamientos y sentimientos de su constructor. – Dijo Naruto mirándola.
- ¡Un momento! ¿Los Sith saben eso? – Preguntó Sakura pensando.
- Por supuesto Sakura… - Dijo Naruto mirándola.
- Por eso les dan a los alumnos sables laser ya construidos… para que… - Dijo Sakura que no sabía cómo explicarlo.
- Para que caigas al Lado Oscuro más fácilmente. – Dijo Naruto sacando de su ropa el sable de Sakura. – Lo noto… hay mucha ira en este sable. Solo empuñarlo levanta en mi cierto deseo de batalla. Tu futuro sable reflejará tu personalidad y tu forma de ser. – Dijo Naruto dejando caer el sable al suelo, después lo cortó en dos con su espada láser azul.
- ¿Por qué haces eso? – Preguntó la chica algo triste, era su arma al fin y al cabo.
- Cuando lo guardé lo hice pensando que tendríamos problemas para poder crear otros sables… pero por lo visto no. – Dijo Naruto. – Ya no lo necesitamos.

Los dos continuaron caminando un rato más por las habitaciones de la Academia buscando cosas que pudieran servirles. Cuando llegaron al vestuario Naruto encontró varias túnicas y vestimentas Jedi, así Sakura podría cambiarse su ropa Sith.

- “Me gustaba el negro…” – Pensó cómicamente. – Naruto… - Dijo la pelirrosa que se rehusaba a llamarle maestro.
- Dime Sakura. – Contestó ágilmente el rubio.
- He estado pensando… sobre nuestro vínculo. – Dijo Sakura andando a su lado.
- ¿Y qué has pensado Sakura? – Preguntó el rubio.
- Si nuestros pensamientos y emociones están conectados… ¿Cómo influye eso en nuestra forma de ser? – Preguntó Sakura.
- Tienes razón en pensarlo… es otro de los efectos de nuestro vinculo… esta unión provoca también que nuestras formas de pensar se alineen de una manera más sencilla. – Dijo Naruto. – Por ejemplo haciendo que tu llegues al Lado Luminoso de la fuerza más rápidamente. – Añadió al final.
- ¿Y si pasa al revés? – Preguntó la pelirrosa.
- Eso es más difícil por muchas razones. Una de ellas es que yo no deseo llegar al Lado Oscuro y me gusta estar en el Luminoso. Otra razón es que tu estas en el umbral entre ambos. – Naruto le estaba explicando cosas que no le hacían mucha gracia.
- Pero eso… no sé si me gusta. Es como si estuviese obligada a acabar pensando como tú. – Se defendió ella.
- No me has entendido Sakura… he dicho que esta unión provoca que sea más sencillo entendernos mutuamente y alinearnos. Pero no he dicho que lo provoque sí o sí. Si tú no quieres llegar al Lado Luminoso jamás lo harás. Si consideras que una de mis formas de pensar es errónea jamás la compartirás. Seguiremos siendo personas independientes, pero habrá cierta facilidad de comprensión mutua entre los dos. – Naruto parecía un libro a veces.
- Entiendo… eso… está bien. – Dijo la pelirrosa.

Llegaron por fin a la última habitación. Era el lugar donde se reunía el consejo Jedi. Ni ellos pudieron hacer nada contra el furtivo ataque del Emperador Kavak.

- ¿Por qué sobreviviste? – Preguntó Sakura, llevaba tiempo dudándolo.
- Yo… estaba de misión en el borde exterior cuando ocurrió… de no haber sido así… - Naruto no quería pensar en ello.

Los dos se quedaron viendo una nueva imagen espectral apareciendo. Para Sakura le resultó igual que las demás, pero Naruto se quedó gélido y de piedra. Se acercó a él y alzó su mano como tratando de tocar su rostro. Sakura se fijó y la imagen en realidad se parecía mucho a Naruto, su pelo y su cara. También su forma física, simplemente parecía más mayor.

- “Su padre…”- Pensó Sakura sintiendo la tristeza de Naruto.

Pero no pudo pensar nada más. Cuando notó la tristeza de Naruto invadiendo su mente entonces ella empezó a sentir un terrible miedo. Todo el valor de Naruto acababa de desaparecer cuando se había quedado en trance. Entonces de nuevo sintió todo el poder del Lado Oscuro de aquella tumba de Jedis.

- Sakura… - Dijo Naruto bajando su mano. - Tenemos… que irnos de aquí ya. – Dijo Naruto alterado.

Ambos empezaron a correr por los pasillos de la academia, huyendo de aquel oscuro y tétrico lugar. Al final el recuerdo de su padre había logrado vencer a Naruto, había sido derrotado por el Lado Oscuro.

Sakura podía sentir todo el dolor de Naruto arremolinándose en su interior, también notaba como intentaba concentrarse pero no podía. Sakura sentía miedo y una tensión terrible.

Sentía como todo el lugar se estaba concentrando en ellos, como si todos los recuerdos de todos los Jedis muertos estuviesen centrándose en ellos, dirigiendo sus frías miradas hacia sus intrusos. Sakura se sentía como si se estuviese asfixiando, aquella sensación le era familiar.

Por fortuna lograron salir de allí antes de acabar perdidos en las tinieblas. Al salir Naruto se dejó caer sobre la nieve, jadeando. Para Sakura quizás era una sensación familiar pero para Naruto había sido una experiencia nueva.

El rubio parecía perdido pero Sakura se serenó antes. Sobre todo porque se dio cuenta que habían sido rodeados por 10 droides HK armados con fusiles blaster pesados.

Spoiler:

Naruto se levantó de golpe sintiendo una profunda ira. Tenía ganas de aplastar unas cuantas latas. Sin embargo algo muy extraño le sucedió. Sakura había cerrado los ojos y se estaba concentrando, Naruto sintió como toda la ira estaba desapareciendo recuperando de nuevo su paz interior. Naruto se giró mirando a Sakura.

- Tu… - Dijo Naruto sorprendido.
- Yo también se usar nuestro vinculo… - Dijo la pelirrosa satisfecha de sus habilidades a pesar de ser una aprendiz.
- Gracias. – Dijo Naruto de todo corazón, Sakura pudo notar realmente su agradecimiento en sus sentimientos. - ¿Qué queréis? – Preguntó Naruto ahora que estaba más calmado.
- Nuestros amos nos programaron para vigilar esta academia y emboscar a todos los que entrasen en ella. Preparaos para ser detenidos. – Dijeron al unísono apuntándoles.
- ¿Quién es tu amo? – Preguntó Naruto.
- No estamos autorizados para responder eso. – Dijeron de nuevo a la vez, daba cosa.
- ¿Y por qué se nos detiene? – Preguntó Naruto de nuevo.
- Estáis acusados de ser Jedis. – Dijeron de nuevo.
- El Consorcio… - Susurró Naruto deduciéndolo. – No queremos luchar… pero ante todo no nos dejaremos capturar. – Amenazó Naruto sacando su sable laser.
- Estamos autorizados a usar la fuerza. – Dijeron otra vez.

Naruto llevó su mano izquierda hacia uno de ellos y después lo levanto del suelo utilizando la fuerza. Cerró su puño y todo el cuerpo del droide se comprimió en una esfera de chatarra, destrozándolo por completo y después usándolo de proyectil para destrozar brutalmente otros dos droides que tenía al lado.

Accionó su sable laser y empezó a desviar todos los disparos blaster que se estaban concentrando en él. No solo los desviaba, también los redirigía hacia los atacantes. Era un estilo de lucha distinto a todos los que había usado hasta ahora. Tenía movimientos muy fluidos y pegados a su cuerpo, como creando una defensa perfecta.

Sakura decidió ayudar a Naruto aprovechándose de sus escasos conocimientos con los poderes de empujar, atraer y mover con la fuerza. Suficiente para desarmar y derrotar a unos droides. En pocos segundos los diez estaban destrozados.

- Tendremos que irnos de Telos… si el Consorcio sabe que estamos aquí. – Dijo Naruto guardando el sable.
- ¿Por qué el Consorcio quiere muertos a los Jedi? – Preguntó Sakura con curiosidad caminando hacia la nave junto a Naruto.
- Es la organización criminal más grande de la galaxia… ellos esperan que la Republica gane la guerra al Imperio… pero que los Jedis mueran todos. – Dijo Naruto llegando a la nave.
- Para hacer lo que quieran… - Dedujo ella acertando.

Antes de seguir adelante Naruto colocó una mano en el hombro de Sakura provocando que ella se girase a mirarle.

- Gracias por lo de antes. Me diste calma y paz cuando la perdí. - Naruto estaba realmente agradecido.
- Y tu me diste valor cuando estaba aterrada. Yo también he aprendido a usar nuestro vinculo. - La chica sonaba satisfecha.

Los dos llegaron de nuevo al Halcón de Ebano II. Kiba estaba esperándoles a los mandos de la nave. Estaba un poco impaciente ya.

- Si quieres puedes dejarnos en la ciudad y cogeremos un crucero… y después ya podrás volver a casa si quieres. – Dijo Naruto mirándole.
- No es buena idea… no quiero atracar en un puerto de la república y que me pregunten que hacia aquí… mejor os llevo a vuestro próximo destino y después a casa. – Dijo Kiba tratando de no complicarse las cosas.
- Bueno, si crees que es lo mejor. Nos dirigimos a Dantooine. – Dijo Naruto mirando al piloto de la nave.
- No me digas… al enclave Jedi. – Dijo Kiba adivinando los pensamientos de Naruto.

CONTINUARA…

Naruto y Sakura estaban sentados en el suelo del dormitorio número dos del Halcón de Ebano. A cada lado tenían dos camas, sin embargo Naruto estaba más cómodo en el suelo.

- ¿Y qué querías? – Preguntó Sakura pensando en por qué le había pedido que fuesen allí.
- Creo que deberíamos aprovechar para empezar algunos aspectos básicos de tu formación. – Dijo Naruto mirándola.
- Ya… - A la chica no le apetecía en realidad.
- ¿No te apetece? – Preguntó Naruto mirándola.
- La verdad… es que no. – Contestó Sakura sin pelos en la lengua.

Naruto suspiró y se levantó, una vez de pie se la quedó mirando durante unos segundos. Sakura se sintió muy extraña con aquella reacción.

- Esta bien, si ahora no te apetece. Espero que me avises cuando creas que es el momento. – Dijo Naruto sonriendo.
- ¿No vas a obligarme? – Preguntó Sakura sorprendida.
- Claro que no Sakura. Cuando te veas cómoda lo haremos. – Naruto estaba a punto de marcharse.
- Esta bien… - Sakura lo pensó mejor. – Hagámoslo ahora. – Tras pensarlo bien recordaba que todo aquello era parte del trato por así decirlo. Él la protegería de los Siths. Luego por un segundo pensó una cosa todavía mucho mejor, él le enseñaría a protegerse de los Sith.
- ¿Segura? – Preguntó Naruto.

Ella asintió y Naruto volvió a sentarse delante de ella. Cogió las dos mochilas que habían cargado con las cosas rescatadas de la Academia Jedi.

- Todo entrenamiento Jedi tiene que empezar con la que probablemente sea la decisión más importante de toda tu vida. – Dijo haciendo que Sakura se sorprendiese mucho.
- ¿Enserio? – Preguntó Sakura un poco abrumada.
- Sí. –Naruto cerró los ojos, meditando bien como seguir a partir de ahora.
- Bueno pues… te escucho. – Sakura tragó saliva, estaba un poco nerviosa.
- Los Jedis no somos omnipotentes, no podemos hacerlo todo ni ser perfectos. Por eso al inicio del entrenamiento nos vemos obligados a elegir entre tres funciones diferentes. Y una vez escogida, tu entrenamiento ira en relación a la elección, marcando tu futuro. – Dijo Naruto mirándola, a Sakura eso se le hacía algo familiar, los Sith tenían algo parecido.
- ¿Y qué funciones son? – Preguntó Sakura mirando al rubio con curiosidad.
- Empezaré explicándote la que escogí yo: Guardián Jedi. El entrenamiento de un Guardián se centra prácticamente de forma exclusiva en el dominio y la perfección del combate con el sable laser. Obviamente también se entrena el uso de la Fuerza pero es algo más secundario. Su misión dentro de la Orden es la de ser protectores y guardianes de otros Jedis y de la Republica en general. – Dijo Naruto recordando su época de alumno, había intentado explicarlo tal cual lo hiciera su maestro en el pasado.
- Entonces siempre estáis expuestos a tener que luchar. –Sakura no parecía muy contenta con esa opción.
- Por supuesto, lucharemos antes que los demás. Iremos los primeros al campo de batalla a defender a nuestros compañeros. – Dijo Naruto haciendo énfasis en lo de la protección.
- Comprendo. – Sakura ya lo había entendido.
- Después están los Centinelas Jedi. Tiene un equilibrio entre el uso del sable y la fuerza. No dominan a la perfección ninguna de las dos pero tienen un equilibrio entre ambas que puede llegar a ser muy peligroso. Dentro de la Orden cumplen misiones de espionaje e infiltración. Son los agentes especiales que irán a recabar información de ser necesario. Y también… a asesinar de forma sigilosa de ser necesario. – Dijo Naruto, era un tema espinoso el del asesinato y los Jedi, pero a veces era necesario.
- No… me veo yo así. – Contestó Sakura, no era un estilo que le gustase mucho.
- Y por último está el Cónsul Jedi. Centran su estudio en el aprendizaje y dominio de los usos de la Fuerza. Pero igual que los Guardianes también deben entrenar el uso del sable de luz por supuesto. Dentro de la Orden cumplen la misión de estudiosos que buscan preservar la historia y también son los embajadores que buscan mantener la paz mediante el diálogo y la comprensión. – El rubio se estaba sintiendo bastante satisfecho de sí mismo y sus explicaciones.
- Pero… ¿Cómo puedo saber ahora en que aspecto de esos tres seré mejor? – Preguntó la pelirrosa dudando.
- No lo has entendido Sakura, no te pido que me digas que se te da mejor. Te pido que decidas que es lo que te gustaría que al final de tu entrenamiento se te diese mejor. – Dijo Naruto tratando de explicarse mejor.
- Entiendo… - Sakura estaba meditando la información recibida. – Entonces… creo que de los tres… el que más me gusta es Consul Jedi. – Decidió al final abriendo los ojos.
- Bien. Entonces oficialmente acaba de empezar tu instrucción. – Dijo Naruto poniéndola un poco nerviosa.

El rubio cogió la mochila y lo primero que hizo fue sacar todas las piezas que había reunido para la construcción del sable de luz. Las depositó en el suelo con delicadeza para no romperlas. Había muchas piezas la verdad.

- Voy a construir un sable laser, quiero que observes bien ya que después lo harás tú. – Dijo Naruto empezando a montarlas.
- Pero tú ya tienes uno. – Contestó ella rápidamente.
- Como mejor lucho es con dos, me entrené específicamente con ello en cuanto ascendí a Caballero. Pero perdí uno de los dos en una batalla, ahora que puedo volveré a usar dos. –Naruto seguía montándolo. Para el parecía muy mecánico, como si lo supiese de memoria. Aunque lo hacía lentamente para que Sakura lo viese bien.
- Dentro de lo que sería la Orden… ¿Cuál es mi rango? – Preguntó Sakura con curiosidad.
- Pues ahora mismo tú serias Iniciada. Técnicamente no deberías estar asignada a un maestro. Deberías estudiar junto a los demás iniciados con el Gran Maestro en la Academia. Sin embargo, el Gran Maestro está muerto y la Academia son unas ruinas infestadas por el Lado Oscuro. – Dijo Naruto sin dejar de mirar las piezas.
- ¿Y que tengo que hacer para pasar al siguiente? – Preguntó la chica con más curiosidad.
- Vaya, más muy de prisa Sakura. Deberías calmarte un poco y dejar que las cosas fluyan por si solas. – Naruto notó como se enfadaba un poco la chica. – Pero para tu información te diré que para ascender al próximo rango deberías aprender el primer estilo de combate con sable laser y demostrar cierta aptitud con los poderes básicos de la Fuerza. – Naruto había terminado de construir el sable.
- Te falta el cristal… -Dijo Sakura notando que no lo había puesto aun.

Naruto asintió y saco una pequeña caja de madera que tenía en la bolsa. Al abrirla pudo ver diversos cristales de colores variados. Había de cuatro tipos en total, los más comunes. Naruto cogió uno de color azul y lo introdujo dentro de su sable laser. Después lo ensambló y tras comprobar que funcionaba bien se lo guardó junto al otro.

El rubio le dijo a Sakura que ahora era su turno. Juntando diversas piezas cerca de ella empezó a montarlo. Naruto reconoció que la chica tenia buena memoria, lo había visto una sola vez y ya lo estaba haciendo bien. Solo fue a equivocarse una vez pero como recompensa a su atención Naruto se lo indicó antes de que fallase.

- Ahora… el cristal. – Dijo Sakura mirando la caja.
- Debes pensarlo bien… el color del cristal es algo importante para la relación existente entre tú y tu sable. El cristal debe representarte en mayor o menor medida. – Sakura no sabía de qué le hablaba Naruto.
- ¿Y cómo es eso? – Preguntó Sakura.
- Estos cristales se crean en limitadas cavernas de algunos afortunados planetas. Es la fuerza la que les da características especiales y su distintivo color. – Dijo Naruto viendo que Sakura empezaba a entender. – Yo escojo el azul, representa la habilidad y el valor. El cristal verde representa la sabiduría, el amarillo representa el equilibrio y el naranja representa la defensa. – Dijo Naruto viendo como ella estaba decidiendo.
- ¿Esto es como con mi función Jedi? ¿Debo pensar en lo que quiero ser? – Preguntó Sakura.

Naruto asintió, la pelirrosa lo había entendido. Estiró su mano y la llevó hacia un cristal verde y por fin tuvo terminado su sable laser. En realidad la gran mayoría de Cónsules como ella optaban por el verde, ya que la sabiduría es lo más importante para comprender la Fuerza y a los demás. Igual que la mayoría de Guardianes optaban por el azul.

- Pues este es tu nuevo sable laser, tuyo y de nadie más. – Dijo Naruto viendo como ella lo desactivaba.
- ¿Qué simboliza el cristal rojo? – Preguntó Sakura con curiosidad.
- El cristal rojo representa el poder y la ira. Por eso es prácticamente exclusivo de los Sith. – Naruto estaba satisfaciendo la personalidad curiosa de su alumna.
- Creo que me gusta más mi nuevo sable. – Dijo Sakura mirando al rubio.
- Me alegra oír eso. – Contestó Naruto sonriendo.

Naruto invirtió el resto del día en explicarle a Sakura las diferencias entre los Siths y los Jedis en lo que los usos de la fuerza se refiere. Los Sith utilizan la fuerza mediante la ira, el miedo u otros sentimientos negativos. Los Jedi lo hacían mediante la concentración, la meditación y la paz mental. Eso hacía que a veces la senda del Jedi fuese más compleja y difícil de dominar. Pero al menos no era auto-destructiva como la de los Sith.

Después estuvieron practicando diversos poderes a menor escala como mover, empujar y atraer con la Fuerza. Aunque eran cosas con las que Sakura ya estaba familiarizada así que más bien simplemente Naruto quería asegurarse de que las conociese, cosa que así era. Sakura ya conocía bien esos tres poderes básicos.

Como ya era por la tarde llegó pronto la hora de dormir. Entre los dos ocuparon las dos camas que había en la pared derecha de la habitación. Kiba se quedó a dormir en el otro compartimento de camas. Estaba al lado en realidad pero se sentía menos invadido mentalmente si no compartían habitación.

- Maestro… - Dijo Sakura un poco sonrojada por usar aquel termino.
- Dime. – Pregunto Naruto sorprendido.
- Gracias por la lección de hoy. – Realmente debía reconocer que había sido bastante agradable, sobretodo en comparación con su entrenamiento Sith anterior.
- No tienes nada que agradecer Sakura. – Dijo Naruto feliz de escucharla.

La pelirrosa seguía opinando que no quería aprender el Camino del Jedi. Pero no podía negar que puestos a elegir que fuese de una manera agradable era mucho mejor. Ella solo deseaba poder ser una persona normal y corriente.

------------------------------------------------------------------------------------------------- Al Día Siguiente

Ya habían llegado a Dantooine. Habían aterrizado en una enorme llanura que estaba a medio kilómetro del Enclave Jedi. Aquel Enclave fue restaurado por los Jedi separatistas hace más de cien años. Y además construyeron una tecnológica ciudad a su alrededor. Aunque ahora estaban más bien en ruinas.

Sin embargo Naruto y Sakura todavía no habían ido allí. Se habían quedado en la llanura cerca del Halcón de Ebano II. Naruto decía que quería enseñarle algo primero. Naruto tenía uno de sus dos sable laser en la mano.

- ¿Qué querías enseñarme? – Preguntó con curiosidad la pelirrosa.
- Ahora que ya tienes tu sable, antes de seguir con nuestro viaje quiero que aprendas la Forma I de sable laser. – Dijo Naruto.
- ¿Qué es una Forma de sable laser? – Preguntó Sakura extrañada.
- Es el nombre que le damos a los estilos de combate con el sable laser. Cada uno es diferente y el numero I es el más básico y el que todos los iniciados deben aprender. – Dijo Naruto mirándola.
- Entendido. – Dijo Sakura. A los aprendices Sith simplemente les daban espadas de práctica y les hacían luchar entre ellos hasta que se curtiesen en batalla.
- La Forma I: El Shii-Cho es el estilo de lucha más sencillo de todos. Y en la sencillez radica su fuerza. Al no perder el tiempo en acrobacias y florituras permite dominar la técnica pronto. Es útil cuando luchas contra varios enemigos. Ya usen pistolas, fusiles o armas cuerpo a cuerpo. Su sencillez atacando hace que nunca haya muchas brechas en tu defensa por lo cual es fácil defenderse.

Naruto encendió su sable laser y Sakura lo imitó. Naruto sujetaba la espada con las dos manos de manera vertical frente a su rostro. Era la posición inicial del Shii-Cho.

- Ataques horizontales y verticales. Bloqueos horizontales y verticales. Esa es su esencia. Sé que no suena a algo muy especial pero es mejor dominar este estilo rápidamente y después empezar a aprender los demás que centrarse en aprender los estilos más poderosos de entrada.

Naruto consideró que lo mejor a partir de aquí era realizar una clase práctica. Naruto no atacaría a herir a Sakura. Y ella hiciese lo que hiciese ahora mismo no podría alcanzarle tampoco así que no había ningún riesgo. Dedicaron cerca de dos horas al entrenamiento del sable laser.

Al principio Sakura realmente pensó que era una gilipollez todo aquello. Pero poco a poco tuvo que reconocer que defender y atacar utilizando solo las directrices de la Forma I estaba empezando a resultarle bastante cómodo, mucho más que atacar de forma errática sin ningún control.

Cuando ya Sakura había alcanzado un nivel aceptable. Cuando consideró que ella podría defenderse fácilmente de enemigos con armas a distancia y plantar cara a otros Jedis y Siths aprendices decidió que ya era hora de ir al Enclave Jedi a ver que rescataban.

CONTINUARA…

El Cazador Sith que hace unos días hiriese de gravedad a Naruto estaba vagando por el espacio siguiendo todas las pistas que podía. Su misión era acabar con el Jedi y devolver a Sakura a manos del emperador.

De repente una luz en su nave empezó a brillar. Cuando le dio a un botón vio un holograma de una Twi’Lek. No podía distinguirse el color de su piel ya que todos los hologramas son con el mismo color.

- Maestro. – Dijo la mujer a modo de saludo.
- ¿Hay noticias nuevas del Emperador? – Preguntó temiendo que se estuviese impacientando.
- No señor… es sobre otra cosa. – Contestó ella, podía vérsele de rodillas en el suelo.
- Entonces… ¿Cómo va la exploración? – Preguntó el Sith sin soltar los mandos de su nave.
- Un desastre señor… decenas de aprendices y soldados mueren cada día. Las trampas que fueron colocadas allí por nuestros antepasados son demasiado crueles… deberíamos cancelar la misión. – La mujer parecía preocupada.
- ¡Nunca! No muestres debilidad ni compasión por los peones que están muriendo. Sigue investigando. Y recuerda, cuando lleguéis a la Cámara Funeraria que no entre nadie. Avísame, solo yo podré entrar. – Dijo autoritario.
- Si… maestro. – La mujer se despidió y se apagó el holograma.

---------------------------------------------------------------------------------------------------- En Dantooine

Naruto y Sakura estaban caminando sin prisas hacía en Enclave Jedi. A lo lejos ya podían ver las ruinas de la ciudad que un día tuviese la prospera protección de los Jedi. Ahora solo podía verse la cruel consecuencia de la invasión del imperio.

- Tú estudiaste en Telos. ¿Verdad? – Preguntó Sakura.
- Si, ese fue mi hogar toda mi vida. – A Naruto le gustaba la personalidad tan curiosa de Sakura. Lo quería saber todo.
- ¿Los Jedis de Telos erais…? – Preguntó Sakura, sus amos Sith no se preocuparon en enseñarles esas cosas a los Iniciados.
- Los Jedi que fueron a parar a Telos eran los que quería continuar con las enseñanzas impartidas por el Maestro Skywalker una vez fuera derrotado el Imperio de esa época. – A veces parecía que parte del trabajo de un Jedi era también ser una biblioteca de conocimientos.
- Entonces… ¿Los Jedis que vivían aquí fueron los que provocaron la división? ¿Los que crearon la debilidad que el Imperio Sith aprovecho? – Preguntó Sakura mirando las ruinas.
- Por favor Sakura. No lo veas así. Todo el mundo tiene derecho a su propio punto de vista siempre que no haga daño a los demás. Si ellos opinaban diferente a nosotros tenían todo el derecho del mundo a hacer lo que hicieron. – Naruto sonaba a veces como un filósofo. Sakura a veces empezaba a apreciar la paz y la tolerancia que Naruto predicaba.
- ¿Qué era lo que os dividía en realidad? – Preguntó Sakura con curiosidad de nuevo.
- Bueno, la historia dice… - Sakura se maldijo por haber preguntado, esa frase sonaba a historia muy larga. – Que cuando Skywalker entrenó con el Maestro Yoda. Este le conto que durante milenios la Orden Jedi había cometido muchas imprudencias y errores que fueron los que provocaron que no fuesen capaces de ver la amenaza Sith que casi acabó con los Jedi de esa época. Así que obviamente el Maestro Skywalker trabajó para crear una nueva Orden que solucionase esos errores. – Dijo Naruto, el parecía contento con aquella forma de pensar.
- ¿Y qué errores eran? – Preguntó otra vez Sakura, parecía un niño preguntando el porqué de todo.
- Durante siglos los Jedi se volvieron arrogantes pensando que habían derrotado al Lado Oscuro. Empezaron a ser más confiados y solo creían en sus visiones sobre el futuro. Visiones que además estaban muy nubladas por el Lado Oscuro de la fuerza. No confiaron en las evidencias y en sus otros sentidos, y para cuando se dieron cuenta de que los Sith habían regresado ya era demasiado tarde. También hizo otro tipo de reformas dentro de la orden. Que fueron consideradas herejía por unos cuantos y por eso decidieron crear una nueva orden, más parecida a las de antaño.

Naruto dio por terminada la explicación y por fin llegaron al Enclave Jedi. Era un enorme edificio en lo alto de una llanura, justo al final de la ciudad. En realidad este Enclave tenía miles de años ya que fue utilizado por la Orden Jedi durante el año 4.000 A.B.Y. aproximadamente (Antes de la Batalla de Yavin.)

Sin embargo fue más sencillo reconstruir este Enclave que edificar uno nuevo. Se adentraron en los pasillos del edificio. Este lugar parecía menos cargado de odio. No había la presencia del Lado Oscuro en él.

- Alguien ha estado aquí ya. – Afirmó Naruto que sabía que Sakura estaba lo mismo. – Y lo ha limpiado… - Dijo al no notar rastro del Lado Oscuro.
- Es más agradable. – Dijo Sakura, alguien había utilizado el poder del Lado Luminoso de la Fuerza para limpiar el aura del Lado Oscuro en este lugar.
- “¿Debería hacer yo lo mismo en la Academia de Telos? – Se preguntó Naruto en su interior. – “No creo tener el suficiente poder para ello… al fin y al cabo casi sucumbí cuando estuvimos allí… podría acabar en el Lado Oscuro.” – Naruto quería hacer lo mismo en su hogar, pero no se veía con fuerzas.

Aquel día Sakura, antes de bajar del Halcón de Ébano II, se había cambiado por fin sus ropajes de Iniciado Sith. Ahora se había puesto las vestimentas típicas de un Padawan Jedi. Sin embargo había decidido no ponerse la típica túnica como Naruto ya que le parecía algo incomoda.

Sakura lleva esta ropa

Spoiler:

Continuaron caminando por todos los pasillos. Pero realmente no encontraron nada, definitivamente más gente había estado allí antes. Naruto se decepcionó un poco ya que esperaba encontrar más archivos, holocrones y piezas para sable laser. Pero nada de nada.

Al final llegaron a la sala del consejo. Una enorme sala circular con diez sillas. En todo el centro había un pequeño altar y un reproductor de hologramas que parecía totalmente intacto. Como si alguien lo hubiese arreglado hace poco.

- No os olvidaremos… - Leyó Sakura en una pequeña inscripción que había delante. - ¿Qué significa? – Preguntó mirando a Naruto.
- Creo… que esto podría ser… - Dijo Naruto acercándose y accionando el reproductor, quería ver que tenía guardado.

Lo que empezaron a ver Naruto y Sakura, tal cual. Menos las introducciones del principio claro.

Spoiler:

- Fue el día… que el Imperio Sith atacó por primera vez. – Dijo Naruto, parecía triste.

Tras ver ese video Sakura pudo realmente darse cuenta de la naturaleza de los Sith. Eran pura destrucción. Atacaron sin ningún motivo el Enclave Jedi y la ciudad destruyéndolo todo por completo sin ningún tipo de contemplación.

Ella no quería eso sin duda. No le gustaba ser Jedi, pero lo prefería mil veces antes que matar sin ningún motivo o explicación. Solo por ansiar poder y nada más. Puestos a elegir, escogería proteger y ayudar. Aunque tuviese que volverse engreída y moralista. Aunque tuviese que decirles a los demás como vivir la paz.

- El Sith que salía al principio y al final del video. El que mataba al Jedi más fuerte… - Dijo Sakura cerrando los ojos. – Era el Emperador Kavak. – Dijo Sakura recordando el día que le hicieron arrodillarse ante él.
- Lo suponía… - Naruto notaba el dolor de los recuerdos de Sakura casi cada día que pasaba a su lado. – Sakura no debes dejar que esos sentimientos te guíen.
- ¿Cómo me puedes pedir eso? ¿Cómo no puedo vengarme por todo lo que pasé? ¿Cómo no pueden los Jedis restantes vengarse de su masacre? – Preguntó Sakura, las dudas la azotaban.
- Un Jedi nunca cobrará venganza por lo que le hagan a él o a sus hermanos. Nunca habrá venganza por ningún muerto… solo… lucharemos para proteger a los que una siguen con vida. – Dijo Naruto mirando a los ojos a Sakura.
- ¡Pero no lucháis! Estáis escondidos como ratas. – Dijo Sakura enfadada.
- No lo veas así, hay que ser cauteloso. No podemos atacar frontalmente… nos aplastarían. Ya has visto el poder del Emperador. Ni el Gran Maestro Jedi de la Orden de Dantooine pudo con él. – Naruto tratando de sonar lógico.
- No te entiendo. No estas protegiendo a nada, y si seguís esperando no habrá nada que proteger. – Sakura estaba triste.

Naruto escucho con cautela cada palabra de Sakura. Después sonrió y coloco su mano en la espalda de la pelirrosa indicándole que continuasen andando.

- Eres una gran alumna Sakura. – Naruto estaba feliz. – “Hoy has sido tú la maestra.” – Pensó después.

Continuaron andando por los pasillos hacia la salida. No encontrarían nada más en aquel lugar. Naruto se sintió feliz al decirle a Sakura que conociendo los poderes básicos de la Fuerza y la Forma I de combate Jedi ya podía considerarse oficialmente Padawan. Sakura se sintió feliz al notar su progresión. Aunque solo había hecho lo fácil por supuesto.

Cuando estuvieron en la salida decidieron que se quedarían unos días en Dantooine para aprovechar y profundizar en el entrenamiento de Sakura. Era un entorno bastante agradable. Sin embargo en la salida notaron una presencia cercana y su habilidad con la Fuerza les hizo mirar hacia allí.

Pudieron ver a una mujer que los observaba. Parecía una humana. Tenía unos ropajes simples y una vendas en sus ojos. Era bastante alta llegando al 1.80. Al lado de la chica, un poco atrás de ella, había también un chico muy joven, rondaría los 16 años. El color de su pelo era rubio, lo tenía un poco en punta, y también tenía los ojos azules.

Spoiler:

- Una Miraluka… - Dijo Naruto observándola.
- ¿Miraluka? – Preguntó Sakura, no sabía que era. - ¿Y qué le pasa a sus ojos? – Preguntó después.
- Los Miraluka son ciegos de nacimiento. Sin embargo todos son Sensibles a la Fuerza y pueden ver a través de ella. – Dijo Naruto explicando.
- No es momento para clases de historia. – Dijo la mujer, tenía una voz suave. - ¿Quiénes sois? – Preguntó sonando algo enfadada.
- Solo estábamos de paso. Nos marchamos ya. – Dijo Naruto diplomáticamente.
- ¿Quiénes sois? – Preguntó de nuevo, no aceptaría más negativos.
- Soy… un Jedi, como tú. – Dijo Naruto sorprendiendo a Sakura, aquella mujer también era Jedi según Naruto.
- ¿Y ella? – Preguntó señalando a Sakura.
- Ella es mi alumna. – Afirmó rápidamente.
- ¿Tienes una Sith como alumna? – Preguntó la Miraluka.
- Ella no es una Sith. – Naruto no dudó en decirlo.
- A mí no puedes engañarme. A ella la rodea el Lado Oscuro, por lo tanto es una Sith. – Dijo la mujer sonando un poco agresiva. Aunque su voz seguía sonando bien.
- Eres un poco intransigente Miraluka. – Dijo Naruto mirándola y ganándose la mirada de desaprobación del joven que había a su lado. – No te contaré los motivos por los cuales ella esta tan cerca del Lado Oscuro. Pero ahora es mi alumna y no permitiré que le hagas nada. – Dijo Naruto sonando protector.
- Dices ser Jedi… pero no te conozco. Por lo tanto debes ser un Telosiano. – Dijo la mujer sonando despectiva. – No permitiré que una Sith y un hereje profanen mi hogar y el de mis antepasados. – Dijo sacando un Sable Laser de su ropa. Lo accionó, era de color verde como el de Sakura, pero de doble hoja.
- No deseo luchar contra ti. Solo queremos marcharnos y nada más. – Naruto no pretendía luchar con una Jedi.

Sin embargo la chica sujetaba el sable con las dos manos, y no dijo nada más. Naruto comprendió que no podría convencerla. El chico que estaba detrás de ella por fin se colocó a su lado accionando también un sable laser único, la hoja era de color azul.

- Maestra… deja que luche yo contra ellos. – Dijo muy decidido el chico que acompañaba a la Miraluka.
- No seas imprudente Kracian… luchemos juntos. – Su Maestra sonaba protectora, algo normal por supuesto.
- Sakura… déjame esto a mí. – Dijo Naruto cogiendo un Sable Laser, solo uno.
- Entendido. – Dijo Sakura alejándose unos metros hacia atrás. No estaba preocupada ya que no podía imaginarse a Naruto perdiendo un duelo.

Sakura se apartó de Naruto y pudo ver como maestra y aprendiz se lanzaron contra Naruto. La Miraluka atacó a Naruto de frente con un movimiento descendente que fue bloqueado cuando Naruto colocó su sable en forma horizontal.

Kracian, el aprendiz, atacó a Naruto por la espalda. Sakura se preocupó un poco pero pudo ver como Naruto movió su sable colocándolo detrás de él y bloqueando un mortal ataque desde un punto ciego.

Empezaron a moverse en un acrobático y rítmico combate en el que trataban de romper la defensa de Naruto. Algo que no lograron. El rubio detenida todos sus ataques, daba igual de donde viniesen.

Los movimientos de Kracian eran muy rápidos y certeros. Además eran movimientos muy pegados a su propio cuerpo que creaban una defensa especialmente buena. Usaba un estilo de combate muy defensivo.

La Miraluka tenía un estilo mucho más acrobático y agresivo. Casi parecía que uno se encargaba de atacar y otro de defender.

Naruto fue a golpear con toda su fuerza a la ciega, esta interpuso su sable laser por medio y el resultado fue que este se le escapó de las manos mientras ella era lanzada hacia atrás. Naruto pudo notar como por un segundo el temor y la ira crecían dentro del joven Padawan que tenía a su espalda a punto de atacarle.

Naruto se giró rápidamente e interceptó el ataque del chico, después movió su mano y lo lanzo con violencia hasta que su espalda chocó contra una pared del Enclave Jedi. Sakura se dio cuenta de que los movimientos de Naruto se correspondían única y exclusivamente a los de la Forma I de combate. Le estaba demostrando que podía ser un estilo poderoso a pesar de luchar contra dos enemigos que usaban estilos diferentes.

La chica se levantó del suelo y se quedó mirando a Naruto. Su sable laser aún seguía en el suelo, llevó su mano hacia él y después lo colocó en su cintura guardándolo. Naruto pensó que había logrado enfriar sus ganas de combatir.

Sin embargo la chica dirigió las palmas de sus manos hacia dos enormes columnas que pesarían cada ellas dos toneladas y las arrancó del suelo de cuajo sin mucha dificultad.

Ahora Naruto comprendió que aquella mujer era una Consul Jedi. Algo habitual entre su raza ya que eran especialmente perceptivos con la Fuerza. Ella después giró en el aire las dos columnas apuntando hacia Naruto.

Primero lanzó una a gran velocidad que por poco impacto en el cuerpo de Naruto que tuvo que dar un salto hacia mortal lateral. Sin embargo la chica lanzó la segunda columna y Naruto no podría esquivarla.

Usando la fuerza empezó a desviar la trayectoria del enorme proyectil. Sin embargo no pudo evitar recibir un golpe. Para su fortuna no fue por la punta de la columna si no por la parte del lado. Después utilizando su capacidad física y la Fuerza terminó de desviarlo para no sufrir daños.

No pudo evitar caer al suelo, sin embargo se recuperó rápidamente rodando en el suelo y poniéndose de pie. Pudo ver que la chica seguía quieta, Kracian se había recuperado y tenía su sable en sus manos. Sin embargo estaba quieto, como esperando los movimientos de su maestra.

- Eres Guardián… sin embargo tu poder con la Fuerza rivaliza con el mío… - Dijo la chica algo triste.
- Eras aprendiz todavía cuando el Imperio atacó. ¿Verdad? – Preguntó Naruto, pudo leer tristeza en los sentimientos de la ciega.
- ¿Qué más te da? – Preguntó la chica mirándole.
- Yo era Caballero desde los 16 años… puede que fuese Guardián pero también entrenaba mis habilidades con la Fuerza. – Dijo Naruto explicando por qué podía superar a la Consul también en el poder de la Fuerza.
- Pero ya no se trata solo de tu entrenamiento… puedo no tener ojos pero veo mejor que tu… puedo ver en ti un poder realmente increíble. Pero eso explicaría como lograste ser Caballero a los 16...
- No tengo nada en vuestra contra. – Dijo Naruto guardando su sable laser. – No deseo luchar con vosotros. Limpiasteis este lugar ¿Verdad? – Preguntó otra vez el Jedi.
- Si, en cuanto los Sith se marcharon. – Dijo la mujer recordando.
- Fuisteis muy valientes, y habéis hecho un gran trabajo protegiendo este lugar. Lamento mucho haber entrado sin pedir permiso. En realidad no sabía que había nadie, os pido disculpas. – A Sakura le sorprendió su capacidad diplomática.
- Siento… haberos atacado. – La chica se había relajado por fin.
- Nos marcharemos ya. – Naruto se dio la vuelta. – Vamos Sakura. – Dijo indicándole a la pelirrosa que lo siguiente.
- Sith… - Dijo la Miraluka llamando a la pelirrosa.
- ¿Si? – Preguntó la chica dándose la vuelta, aunque no le había gustado como la había llamado.
- Espero que resuelvas tus dudas y llegues al Lado Luminoso… tienes un buen Maestro, aprovéchalo. – Dijo la mujer a modo de despedida.

Sakura asintió y junto con Naruto se marcharon de las ruinas del Enclave Jedi de Dantooine. Volvieron a la explanada cerca del Halcón de Ébano II, donde Naruto planeaba avanzar un poco más en la instrucción de Sakura.

----------------------------------------------------------------------------------------------------- En Korriban

En la Academia Sith de Korriban estaba el Emperador Kavak frente a veinte aprendices arrodillados. Eran hombres y mujeres de diferentes razas. El emperador estaba hablando con uno de sus secuaces, que estaba a su lado.

- ¿Sasuke? – Preguntó con una voz fría y dolorosa el emperador. Cuando hablaba le gustaba concentrar el Lado Oscuro de la fuerza en su voz para provocar miedo y dolor a los oyentes.

La voz del emperador sonaba algo distorsionada debido a la prótesis metálica que tenía en su rostro. Se rumoreaba que había sido su maestro quien le desfigurase el rostro. Aunque nadie hablaba del tema por supuesto.

- Aun no señor, sigue con la misión de caza. – Respondió algo asustado, siempre infundía temor su Emperador.
- … - No dijo nada más, realmente el Sith esperaba que la misión fracasada de Sasuke no provocase se muerte.
- Estos son los veinte aprendices que ha superado todas las pruebas. – Dijo mirando a la veintena arrodillados.

El Emperador Kavak dirigió su vista al Sith que había a su diestra. Como indicándole que prosiguiese con los preparativos.

Vosotros. – Dijo el Sith captando la atención de todos. – Quiero que os juntéis por parejas. Pero quiero que os juntéis con aquella persona con la que más habéis compartido, la que mejor os caiga y la que más os haya apoyado en los momentos de debilidad. – Mientras el Sith hablaba el Emperador dio dos pasos al frente.

Todos presupusieron que sería para formar equipos en batalla. Estaban bastante contentos de haber aprobado. Obedeciendo se juntaron con aquella persona que consideraban su mejor amigo dentro de la Academia.

- Bien… ahora luchad con vuestra pareja. Luchad a muerte. Y los que sobreviváis… os convertiréis en Siths. – Dijo el emperador mientras esgrimía una amarga risa de satisfacción.

CONTINUARA…