La esposa de un mafioso (Capitulo 27) (30/06/14)(+18)

Navidad estaba cerca… Me recordé ignorando el sonido de la patrulla entre las calles ¿Cuál era la justicia en el mundo? Claro, siempre gana el de mayor peso en oro. ¿Por qué no puede ser verdaderamente justo el mundo? Siempre, aquel honesto es prisionero de la voluntad del más rufián. ¿Pero por qué me sorprende? Así es la vida, y así ha sido siempre. Si lo sabré yo, después de todo, soy policía.

Estuve callada de camino a la comisaria de interrogación, donde se llevaría el primer paso para encerrarnos a todos. Primero, nos interrogarían por separado con el fin de sacar información y encerrarnos entre nuestro propio  juego de engaños, después, nos llevaría ante un juez para dar a conocer nuestra condena, ya sea inocente o culpable con un abogado barato que cualquiera compraría que te ofrece el mismo gobierno, y por último, cumplir la condena.

Si lo pienso bien, estamos con un punto a nuestro favor, tenemos más testigos (contando que somos Ino y yo, dos policías honestas) de que Orochimaru no es una moneda en oro del todo limpia, sin embargo, es tratar contra un gran político, que seguramente tiene a más de un amigo e incluso me atrevo a decir, que ya soborno al juez que nos condenara. Vaya gobierno banal.

Cuando llegamos a la comisaria de la cuidad, nos separaron inmediatamente, ni tiempo medio de hablar con ninguno de mis amigos culpables, simplemente fue un silencio incomodo. Después, tras encerrarnos en una cabina blanca--conocida como la sala de interrogatorio—Un abogado, con aspecto vendido, llego con una sonrisa para decirme “Seré tu abogado, tranquila” ¿Por qué tranquila? Se como es esto, mandan al peor abogado del mundo a defenderte contra el mejor… ¡Vaya!   Lo único que hice, fue sonreí ante sus palabras, como decía mi madre “a mal tiempo buena cara” aunque no tengo ni idea en que ayudara eso, estoy segura que de algo será bueno. Entonces, un grito y el abrir de la puerta, me sobresalto. Allí estaba Tsunade, con la mirada furiosa, las manos en la cintura y la voz fuerte y firme.

--¿¡Por que encerraron dos agentes míos?!—Gruño entrando a la sala de interrogatorio, donde yo me encontraba, con esposas en las manos.
--Por que son sospechosas, se les vio en la escena del crimen, comandante Tsunade.
--¿Serán idiotas o qué?—Grito mirando fijamente al hombre frente sus ojos--. ¡Estaba secuestrada! ¿Qué querían? ¿Que se fuera? ¡Se supone que fue un secuestro!

Mire los ojos del policía que cuidaba la entrada de la sala de interrogatorio. Estaba asustado, sus ojos saltones y el temblar de sus manos con cierto nerviosismo muy familiar. La verdad, era que Tsunade es una mujer muy ruidosa, que asustaría hasta al más temible soldado militar del mejor gobierno, con esa voz tan fuerte y esa seguridad para hablar. Sin duda, se la estaba pasando mal aquel hombre, por tenerme a mí y  Ino encerradas.

--¿Por qué tantos gritos?—Pregunto un hombre canoso, al entrar en la sala de interrogatorio. Al parecer, el jefe del área de interrogatorio.
--¿Por qué?—Exclamo Tsunade con Ironía--. ¿Le parece poco que tengan a dos agentes encubiertos míos encerradas? Dígame señor. ¿Qué mierda piensan? ¡Una estaba secuestrada y la otra tenía la orden de salvarla! ¡Haciendo el trabajo que ustedes no son capaces de hacer! ¿Entiende? ¡Ahora mismo quiero que las dejen libres!
--Pero comandante Tsunade ella…
--¡Ellas hacían su trabajo! ¡Y si no las dejan libres yo misma me encargare de encerrarlos a ustedes por exceso de poder y por tomar decisiones que no son correspondidos! ¿Entendieron?

Sonreí. Evidentemente, Tsunade tiene un carácter fuerte y sin duda, le tenían miedo. Lo supe cuando el jefe de la sala de interrogatorios afirmo alzando la mano a  su frente y ordenando que me dejaran en libertad…

Al salir de aquel lugar, con las manos sin esposas y libre de todo delito, me encontré con Ino, sentada sobre la sala de espera con un café—muy cargado—entre sus manos. Estaba triste y preocupada ¿Qué le pasara? Inmediatamente, me encamine juntos de ella y tome asiento. Al menos, teníamos un momento a solas desde que todo este enredó comenzó, por primera vez, en horas, y días, podía hablar bien con mi mejor amiga, menos mal que Tsunade se fue por un momento para arreglar papeleos de nuestra libertad.

--¿Qué sucede?
--Sakura… ¿Por qué estamos libres?
--Por que Tsunade es muy persistente—sonreí--. ¿Qué te molesta?
--Tsunade nos saco a nosotras, solo a nosotras. Y eso, porque piensa que en verdad no tenemos nada que ver con todo el gran problema.

Lo entiendo, quise decir con amargura, pero las palabras simplemente no salieron de mis labios. Es verdad, yo é Ino estamos libres gracias a Tsunade, una mujer muy justa y sincera que cree que en verdad hacíamos nuestro trabajo. Ahora Ino, sufre lo que yo sufrí hace mucho. Culpa. Culpa por mentirle a una persona que confiar, igual, que el sentimiento triste, de saber que todos los demás, seguirán presos… ¡Naruto! Oh no…

Me levante de golpe, mis ojos se abrieron como nunca antes y mis manos comenzaron  temblar. ¡Atraparon a Naruto!  Él… Él sin duda será encerrado. Tengo que hacer algo.

--Ya están totalmente libres—Comento Tsunade, entrando con una sonrisa--. Ahora podemos retirarnos y…
--¡No!—Grite bruscamente--. No puedo irme… Yo tengo que…
--Sakura… --susurro Ino, levantándose a mi lado y tomando mi hombro--. No lo digas.
--Tsunade, lo siento… --Baje la mirada--. Yo no soy tan honesta con usted, y tengo que confesarle que Naruto es mí…
--Dije—Tsunade me interrumpió bruscamente--. Que hay que regresar para buscar un buen abogado. No puedo dejar que mi esposo sea encerrado—sonrió mientras caminaba hacia la salida--. Los hombres son tan idiotas ¿verdad Sakura? Necesitas de nosotras para ser salvados…

Me quede un poco asombrada… ¿Qué quiso decir? Rápidamente me gire sobre mis talones y alcance a Tsunade para mirarla con la típica mirada de “¿Qué?”

--Lamento no decirlo antes---Dijo tras salir y dirigirse a su auto negro--. Jiraiya me convenció de darte la sorpresa hasta navidad, y eso, que solo faltan algunos días ¿No crees?

Ahora lo entiendo… Hace, medio año, Jiraiya nos anuncio de su esposa una mujer que lo enamoro asombrosamente  con la que ha bromeado estos últimos días. Al principio creí que sería una joven avara de solo está con él por dinero aprovechando su juventud, Típico de algunas mujeres. Pero ahora… No lo podía creer. ¿Cómo sucedió? ¿Cuándo? Trate de engañar a quien me engañaba…

Al subir al auto de Tsunade, Ino alzo los brazos y los movió como loca.

--¡No entiendo anda! ¿La capitana Tsunade como conoce a Jiraiya? ¿Y qué es eso de esposo?

Tsunade comenzó a reír con cierto toque burlón, mientras ponía en marcha su auto con dirección a la oficina, el departamento de policías encubiertos. Su área.

--Tsunade es la esposa de Jiraiya—Dije encogiendo mis hombros--. No lo sabía… Pero Jiraiya estuvo presumiendo su nuevo matrimonio. Se supone que esta navidad, en la cena familiar que tenemos cada año nos la presentaría…
--¿A caso toda la policía tiene algún parentesco con un delincuente?  ¡A la mierda!  Me casare con un asesino y así estaré a la par de todos.

Sonreí sinceramente. La verdad, es que la noticia me altero y me asombro, sin embargo, eso me quitaba un gran peso de encima, al menos, ya no engañaba a Tsunade.

Viajamos de regreso ya más relajadas, Tsunade nos exigió contarle la situación verdadera con lujos de detalles—con el pretexto de ayudarlo, pero yo sé que es curiosa—En cuanto a mi historia, decidí contarle exactamente todo, incluso, mi futuro plan de divorcio contra Naruto. Tal vez, parezca  infantil con todo esto, sin embargo, el encontrarlo en su habitación de hotel con ella me causo una grande impresión. Si decía amarme tanto ¿Por qué serme infiel?  Y ni siquiera es capaz de disimular ¡Ay! Ese es otro tema.

Al  llegar, vimos a varios de nuestros compañeros asombrados, entre ellos Sai. Al parecer Sasuke tenía el día libre ¡Y eso es un alivio! Así me olvidaría de sus preguntas, sabiendo que la noticia ya se hizo presente en todo el mundo.

Primero, Tsunade hizo algunas llamadas de los abogados más famosos e la cuidad, alguno de sus amigos y compañeros que decidieran tomar el caso por una buena suma de dinero—que al fin y acabo, es lo único que les importa—pero ninguno acepto. Al principio se animaban ante la suma, pero al escuchar al culpable “Naruto” contra el gran político “Orochimaru” todos se negaba.

¿Qué es tan difícil? Aunque, si lo vemos de un punto judicial, si era un caso perdido y eso… Me asustaba. Teníamos a Naruto, un asesino, mafioso buscado por todo el mundo ¿Y querían hacerlo Inocente?  Del otro lado teníamos a Orochimaru, un político que ante los ojos de todo, seria quien mejoraría la economía en el país con firmes palabras de aliento ¿Y lo queríamos meter a la  cárcel? Si… Me estoy desanimando.

--¡Maldición! ¿Por qué no acepta nadie el caso?—Gruño Tsunade.
--¿Por qué no estudie de abogada?—Me pregunte con amargura.
--¡Ya se!—Grito Ino sonriendo--. Hay un abogado de Francia, es muy famoso por la fama de no perder ningún caso.
--Si, lo sé, pero él busca sus casos. No es una persona que puedas contratar, él tiene que buscar el caso—Dijo Tsunade bajando la mirada--. Además esta en Francia y nosotros aquí.

Tenía razón, el gran abogado francés. Mr. R.  Pocos lo conocían, sin embargo, se volvió muy popular por resolver cualquier caso legal, que para nuestra mala suerte, solo atendía en Francia y solo si el caso le parecía entretenido… ¡Diablos!

Mi cuerpo se hizo más pesado, los ojos se me cerraban tratando de contener las lágrimas ¿Por qué? Sentía enojo, impotencia ante Orochimaru. Ahora mismo, mi esposo, y más de mis amigos estaban encerrados por mi culpa ¡Si no me hubiera secuestrado! Si yo hubiese sido más fuerte… Nada de esto habría pasado ¡Yo los metí en este problema! Y yo debo sacarlos. Pero no puedo, no se… Me siento entre la espada y la pared, atada de manos y siendo la culpable ¿Por qué fui tan tonta? Tal vez, yo soy la culpable de todo. Si lo soy…

--Tenemos que regresar--Susurro Tsunade--. Quiero hablar con Jiraiya, a ver si él conoce a un abogado.

Afirme con la mirada perdida. Me sentía perdida en mis pensamientos al encontrar un holló sin salida, ni una respuesta a lo que siempre temí. Mi mayor miedo se hizo realidad y yo solo… Yo solo pensaba.

Al regresar, Tsunade mostro su placa y le permitieron una visita a uno de los presos. Ino esta vez no nos acompaño, ella decidió ir al hospital donde se encontraba Shikamaru de gravedad. La noticia más feliz que recibimos fue saber que se salvara, sin embargo, estará varios días en reposo.

Me alegraba saber que Ino sentía algo mas, se preocupada y él igual… Un amor mutuo siempre es hermoso, como el que yo alguna vez tuve.

Espere algunos segundos, de pronto, Tsunade regreso con una mirada confundida, a lo cual, pregunte si le sucedía algo y su respuesta me sorprendió… ¡Naruto ya tenía abogado! Una joven,  había llegado con un abogado que llevaría el caso para él y todos sus amigos…

--¿Quién habrá sido?—Me pregunte en voz alta.
--Yo contrate un abogado por él—Dijo una voz a mis espaldas.

Esa voz imposible de olvidar  ¡Pero claro!  ¿Quién más?

Me gire sobre mis talones y mire a la mujer frente de mí. Con su vestido elegante color morado pegado a su cuerpo, las joyas entre sus dedos y en su cuello, el cabello lacio y bien peinado con el aroma del perfume más caro del mundo y el maquillaje de toda modelo de televisión. Se veía bien, tengo que admitir. Solté un suspiro resignado. Hinata Hyuga me saca de quicio.

--¿Qué has dicho?—Dije con cierta brusquedad y enojo.
--Que no tienes de que preocuparte—sonrió--. Yo me encargare de la libertad de Naruto y sus amigos.

Sentí que la sangre me hervía ¿Qué se cree? Sin embargo… Era de esperarse, pues su amante jamás dejaría que el hombre que quiere se vaya a la cárcel y conociendo a la mimada hija de un presidente, está claro tenía el dinero que sea para sacarlo, a parte, de a influencia política que ha de tener su padre. Algo que yo no… ¿Qué tenía yo? Si, a la capitana de policía, y a un fuerte mafioso—Naruto—Que ahora… Me dejaba por una mujer más bella, es comprensible, pero todo eso me dolía. ¿Quién no amaría a Hinata? Es una chica de buena familia con muy buen físico y una personalidad tranquila, tal vez un poco desesperante para mi gusto, pero es buena en algunos aspectos, es muy guapa en cambio yo, jamás vestí con semejantes joyas, a pesar de tener el dinero para comprarlas, jamás me arregle tanto  como para llamar la atención de Naruto. Siempre me fie del sincero amor… Y ahora lo perdí.

--¿Conseguiste un abogado?—Pregunto Tsunade exaltada.
--Al mejor… --susurro con una sonrisa tímida--. ¿Quieren conocerlo?
--Seria un placer… --Conteste con enfado y a la vez agradecía.
--Él es un gran amigo, ¡El mejor abogado! , por cierto—Me miro--. Me entere que te quiere divorciar así que, él también llevara tu divorcio para que en cuento este libre Naruto—sonrió—Este libre de todo…

¡La mato! ¡Yo la mato! Si antes me sentía mal y enojada, ahora era peor… Pero me contuve cuando vi al abogado salir de la sala de interrogatorio… No puede ser…

--Hola preciosa—Me dijo alzando la mirada.
--Tú… --susurre con asombro y palabras cortantes, entonces sonreí. No sé porque, pero ese chico me hacía sentir alivianada.
--¿Quién es?

--Soy un gran amigo de Hinata, vine de Francia para visitarla y me pidió llevar este caso—Me miro con una sonrisa--. Y sin duda hare lo mejor para dejar a todos libres. Me conoce por Mr. R.  Pero me llamo Rock Lee…

Mis manos temblaban… Mi cuerpo se estremeció de golpe, mientras mi mirada se fijo firmemente en Naruto. Allí estaba él, calmado como siempre, sus manos sobre sus piernas y la mirada fija en el hombre frente de él, de barba larga y en una silla y mesa de madera más alta conocido como: el juez.  Lee estaba junto de Naruto, con un esmoquin negro y un portafolio del mismo color. Orochimaru estaba a la contraria, al otro extremo, sentado y con una sonrisa hipócrita que me aturdía… Junto de él, su abogado: Kabuto Yakushi, un joven entre los veinte y veintiuno máximo, conocido por ser la mano derecha de Orochimaru en Multi fases: Pues a su joven edad ya tiene un doctorado y es abogado profesional.

Junto de mí esta Kushina, helada y seria, con un sombrero de moda muy grande y un hermoso vestido: Después de todo es modelo… Su ceño fruncido es signo de su molestia y su mano apretada a la de su esposo, es otro signo que claramente entiendo. Minato, con su traje esmoquin gris y su corbata roja, miraba fijamente el escenario, los reporteros buscando la noticia y la multitud.






Regresaba de tomar un café con Lee, cuando me entere de su repentino puesto como defensa de mi esposo, decido tomar un pastelillo para calmar mis nervios: Después de todo, ya hace más de dos días que Naruto está encerrado y no puedo hablar con él. Ni siquiera lo he visto, pues Hinata se la pasa todo el tiempo con él y como Rock Lee es su abogado y ella paga… Me es prohibido entrar a ver a Naruto.

Habíamos conversado varios temas. Pero el principal siempre fue uno: ¿Cómo llegue a esto?, le conté a Lee mi relación amistosa con Naruto, después nuestro noviazgo, incluso i relación con Sasuke y finalmente como Naruto se volvió Mafioso y porque, él me sonrió, me regalo otro pastelillo y me dijo con ternura que él se encargaría de todo… Por primera vez, me sentí segura en estos dos días.  

Y justo, en ese momento, cuando regresamos al departamento para arreglar unos papeles de Naruto, Jiraiya, Kiba, Shikamaru y Chouji—Que seguían encerrados--  la encontré… Con lentes negros, un pañuelo en la mano y un hermoso vestido rojizo: Kushina Uzumaki.

--¡Oh, Sakura!—Dijo acercándose a toda velocidad y tomándome entre sus brazos--. ¿Estás bien?
--Claro...
--En cuanto nos enteramos de que había detenido a Naruto… Tomamos un vuelo—Dijo Minato, levantándose del asiento junto al de Kushina y encaminándose hacia mí.
--¿Qué sucedió?—Pregunto Kushina, separándose de mí.
--Bueno… --susurre bajando la mirada--. Fue mi culpa… ¡Me metí en tantos enredos como policía! Que al final, me secuestraron y Naruto fue por mí…

Y es cuando… Por primera vez, deje salir todo dentro de mí, todo el peso que venía aplastándome bruscamente desde días atrás. Abrace a Kushina y comencé a llorar: Porque lo que Naruto está pasando, es únicamente mi culpa, incluso, lo que estaba a futuro de pasar… Es mi culpa.

--Tranquila… --Me susurró Kushina--. Yo también estoy angustiada  ¿Sabes lo que es para mí todo esto?  Siempre tuvimos miedo de que lo atraparan…

La mire a los ojos. Azules y profundos… Pero rojizos y agotados, tal parece que días atrás estuvo llorando. Y lo entiendo, claro… ¿Ahora como le diré que me voy a divorciar de Naruto? ¿Y a Minato? Ellos han venido desde Inglaterra, los negocios que firmarían y contratos… Por Naruto… Naruto… Ahora preso y encerrado por hacer un bien de otra manera. Si bien dicho es, que un héroe no siempre tiene que ser visto así.

--Naruto saldrá—Dice Minato con una sonrisa--. ¡Por favor!  No ha hecho nada malo realmente, y si les muestran todo como es… Seguro lo dejaran.

Entonces, Lee, con una sonrisa, me tomo de la mano y provoco que mi mirada se fijara en él—Igual que Kushina y Minato--.

--Yo hare que lo dejen libre… ¡Te lo prometo, Sakura!
--¿Quién es él?—Pregunto Kushina, cruzándose de brazos.
--Me llamo Rock Lee… Y soy abogado.
--Es el abogado de Naruto—Dije fríamente--. Es el mejor en…
--Lo sé—interrumpió Minato. Después, me miró--. ¿Has visto a Naruto?
--No—Dije encogiéndome de hombros.
--¿Por qué, no?—Pregunto frunciendo el ceño--. Deberían dejarte verlo…
--Me dejan verlo, pero… --respire profundo y mire hacia el pasillo que conducía a las celdas--. Hinata siempre está con él en los horarios de visita y no me deja verlo…
--¿Quién es Hinata?—Preguntó Kushina, frunciendo el ceño--. ¡Pero si tú eres la esposa! ¡Ese Naruto me va a escuchar cuando salga de aquí!
--Tranquila—Le dije en un gesto amargo--. Es una amiga de Naruto…

Por un momento, quise contarle de nuestro futuro divorcio… De los engaños e infidelidades de Naruto, pero ¿Quién soy yo para decirle semejante cosa en un momento así?, eso, seria después… Por ahora hay otra prioridad.

--¡Amiga o no, me importa un bledo!—Gruño Kushina--. ¿Y tu dejas que haga eso? Te estas ablandado Sakura… ¡Yo entraría a la de si, o si!

De pronto… Hinata aprecio por el corredor, con una canasta y una sonrisa muy notable. Se detuvo de golpe al vernos y movió un poco sus hombros, siguió caminando y freno a un lado de Kushina.

--Ustedes deben ser los padres de Naruto… --Susurró Hinata amablemente--. Yo soy Hinata Hyuga, una gran amiga de…
--¿Así que tu eres Hinata?—Gruño Kushina--. ¿Se puede saber porque, motivo, razón y circunstancia, no dejas a mi nuera ver a nuestro hijo?
--Yo… Es que yo…
--Con todo respeto—Dijo Minato, cruzándose de brazos--. Eres solo una amiga, y si lo quieres apoyar esta bien, sin embargo, Sakura es la esposa y no deberías tomar otra atribuciones, porque es mal visto.

Hinata se encogió de hombros, sus mejillas se coloraron—seguro de la vergüenza—y sus dedos se movieron de un lado a otro nervioso. Sentí la necesidad de burlarme… Pero tampoco estaba de humor.

--¿Pero qué pasa aquí? ¿Y qué hace ella aquí?—Dijo una voz al fondo…
--Karin…--susurré.
--Y tú, Sakura,  ¿Por qué no has llegado a dormir desde hace día?  ¡Pero no entiendo nada!—Grito molesta--. Te vas por días sin decir y cuando prendo la televisión ¡Esta mi primo detenido judicialmente!  Ahora… Vengo a ver qué sucede… ¡Y me encuentro con la amante de mi primo!
--¿Amante?—Pregunto Kushina y Minato, en un mismo tono y muy asombrados…
Baje la mirada… Me encogió de hombros y el nudo en la garganta volvió.




Es como un trago amargo… una sensación terrible. Me sentía fatal… El simple recuerdo de ayer, tras ver a Karin: Simplemente, tras ver a la familia de Naruto.

Ese mismo día, nos llego la cita, de que  el juicio de Naruto sería el viernes por la tarde…Y ahora. Venos en él.

No había visto a Naruto desde que nos atraparon… Muy independiente de que Hinata ocupara la mayoría del tiempo de visitar, estaba Kushina y Karin, quienes contantemente entraban a verlo igual que Minato, mientras yo decía:”Tengo cosas que hacer” o algún pretexto como, “Tsunade necesita de mi para ordenar unos papeles” también, junte las pruebas que necesitábamos, aunque, realmente, era ese miedo… ¿Qué le diré? ¿Cómo reaccionare?  Sentí miedo… Entre en pánico y realmente, me siento fatal.

--¡Orden en la sala!—Grito el juez, golpeado algo con su pequeño martillo de madera--. ¡Orden!

Todos se callaron.

--Bien…--agrego acomodándose--. Tenemos a dos culpables. Orochimaru, acusado de ser un mafioso corrupto en la política, de atacar y ser testigo de un secuestro, trabajar con Sasori, un asesino y de traficar y violación de siete mujeres…Y Naruto Uzumaki, un mafioso reconocido por asesinar a más de diez hombres a lo largo, se tiene en cuenta que la mayoría eran políticos importantes de diferentes países y, especialmente, por su asociación con una peligrosa organización de terroristas llamada: Akatsuki….

El juez siguió hablando.  Pero yo… Centre mi mirada a Naruto. Quieto, tenso pero tranquilo… ¿En que estará pensando? ¿Qué pasara por su mente? ¿Estará preocupado? De pronto, la necesitad de ir y abrazarlo me capturo con gran fuerza que por unos segundo dude en quedarme sentada y no correr…Sin embargo, también el remordimiento me controlaba, me hundía en querer verlo mal… ¿Sera por saber que me fue infiel? Tal vez, pero es más grande mi preocupación que me agobia.  Todos estaban ahí, Karin, Hinata, Kushina, Minato, Tsunade, Ino… ¿Pero Sasuke?, Karin me conto, que tras a ver sabido de la captura de Naruto, se había enojado mucho… Y había desaparecido estos días, ahora tengo una televisión destrozada en mi departamento por su culpa. Shikamaru estaba en recapacitación, pues a pesar de que está a salvo, necesitara algunos días más para su salud. Y los demás… Si Naruto sale libre, todos quedan libres. Esto es un alivio.

--Muy bien, señor Orochimaru—Pregunto Kabuto, levantándose en tonos supremos--. ¿Qué hacía allí el día del incidente?
--Recién había sido secuestrado… Me habían traído encerrado en una camioneta blanca y cuando logre escapar—sonrió--. Vi a Naruto y a Sasori juntos…
--¡Objeción!—Grito Lee.
--Renegada—interrumpió el juez--. Continúe.
--No entiendo muy bien… Pero trate de escapar, y Naruto me sujeto con fuerza. Allí es cuando vi a todos sus aliados… La mujer policía que está libre, es su aliada igual que todos.
--Muy bien… ¿Qué relación tiene con Sasori?

--Ninguna… Solo soy candidato al puesto político en mi país ¿Eso en que se relaciona con Sasori?—Dijo Orochimaru--. A menos… Que Sasori quisiera algo y me secuestrara… Ahora estoy aquí, siendo culpado y eso arruina mi reputación y me hace perder automáticamente… Y justo, cuando planeaba terminar algunos malos tratos de mi país—concluyo.

La teoría de Orochimaru, fomenta muchas cosas… Si un político a punto de quitar el mal en su país es secuestrado, es comprensible… y eso, no me agrada.  Después de un rato, en que Kabuto entrevisto a su cliente… Llegaron testigos: Sasori.

--Así que… --dijo Kabuto--. Usted es culpable de muchos delitos sin objeción ¿Tiene algo que decir?
--No.
--Si coopera… Su condena será menor—Dijo Kabuto--. Cuéntenos de su relación con Naruto.
--No es amorosa—Dijo con una sonrisa, entonces agrego--. Pero si social… ¿No, socio?, es un gran vendedor en Akatsuki, además, que cabe mencionar a su esposa… ¿No la han visto? Es hermosa… Así que ese día me la pase muy bien con ella y en un arranque de enojo, Naruto fue a mi casa y discutimos ¡Es todo!—sonrió victoriosamente, tras agregar--. Lamentablemente cancelamos el trato.

--¿Qué trato?—pregunto Kabuto.
--El secuestro de Orochimaru—Concluyo.

Mentiras… ¡Puras mentiras! Mire claramente… como los músculos de Naruto se tensaron de golpe, como fruncía el celo hacia Sasori. Todo, o al menos casi todo… estaba en contra de Naruto. El juez golpeo con fuerza su martillo de madera y dijo”Descanso”, eso significaba, que en la siguiente mitad de juicio, iba a Naruto como testigo para contar su versión y llegar a una conclusión de condena… o salvación.

Naruto se levantó y se encaminó hacia a fuera, iba a estar vigilado por muchos policías durante los siguientes diez minutos, mientras el juez daba una pausa. Rock Lee lo seguía por detrás y Kushina se levantó de golpe para abrazarlo, Minato golpeo su espalda y Karin se le aventó con ternura muy preocupada. A fuera, todos los saludaron, todos le dieron su apoyo y le expresaron mucho cariño. Todos menos yo. Para mi suerte, Hinata había tenido que salí de urgencia el día de su juicio, al  menos, no estaría aquí para fastidiarme y abrazarlo.

--¿Por qué no vas?—Me dijo Karin--. Te necesita más a ti.
--¿A mí?—Pregunte con ironía--. ¿Por qué no va con su dulce Hinata? ¡Ah! Lo olvide… Ella no está aquí.
--No seas dura…. –me susurró--. Al menos, no hoy. Pueden condenarlo a cadena perpetua ¿Estarás feliz con eso?

Y sin decir más, se fue con él para seguir abrazándolo. Él no me miro ni una vez… No giro su cabeza para si quiera verificar que este allí. Nada. Y lo entiendo… Días atrás, Minato me conto que estaba molesto conmigo, ya que, después de todo, Hinata lo visitaba más que su propia esposa, y aunque, les había explicado todo a Minato y a Kushina sobre nuestro divorcio—Ya que pidieron explicaciones forzosas—insistieron en que hablara con él. Supongo que le creen más a él que a mí, pues es su hijo y es comprensible…Pero no me atreví. Soy cobarde.

Pasaron algunos minutos, realmente no se cuanto… Pero mi cabeza daba vueltas y no sé porque, pero algo dentro de mí se rompía lentamente. El remordimiento me ataco, más cuando vi a Naruto y a Minato abrazados, sus padres… Realmente estaban preocupados y yo estaba preocupada ¿Y si no salía libre de esta? Orochimaru y Sasori hablan puras mentiras muy convincentes… ¿Y si lo pierdo? Aunque, técnicamente, ya lo perdí.

No lo pensé… Como pocas veces, no pensé en nada más que en lo que sentía, y sin darme cuenta… Ya estaba caminando en dirección a Naruto. Kushina dejo sus ojos fijos en mí, después Minato y Karin, y cuando estaba a un paso de llegar junto de Naruto, él también me miro…Sus ojos azules, profundos y tristes, e inmediatamente, me sentí estúpida y culpable. Alce mis brazos y lo abrace con fuerza, pegue mi cuerpo a su cuerpo y él no tardo ni dos segundos n reaccionar, rodeo sus brazos a mi cintura y me abrazo de la misma manera.

Quería decir algo… Saber que puede contar conmigo—A pesar de todo—y que todo saldría bien, pero simplemente las palabras no salieron de mi boca y solo hice lo único que me nació del corazón hacer.

Lo bese.

¡Soy una idiota! Por caer una vez más en su juego…  Pero siendo sincera, lo necesitaba. Tome sus labios entre los míos, sentí el calor de su cuerpo y su rostro contra el mío. Sentí sus manos aferrarse a mi cintura y su lengua luchando contra la mía. Resumiendo, sentí maripositas.

El me separo y yo me sonroje… ¿Ahora qué le diré? ¿Soy una idiota y te extrañe? ¿Te perdono todas las infidelidades? ¿O qué?, sin embargo, solo me miró… Me beso los labios una vez más y me dijo: “Te amo”, entonces el juez volvió y llamo a Naruto, lo esposaron de nuevo y el juicio siguió…

Orochimaru se sentó en la silla de testigo para ser entrevistado por Rock Lee. Él se levanto, aclaro su garganta y dijo suavemente.

--Señor Orochimaru, usted es acusado de muchas cosas, sin embargo, dice ser inocente de todo. Dígame, ¿es verdad?, porque está a tiempo de que su condena sea menor.
--Soy inocente—dijo muy seguro con una sonrisa.
--Perfecto—dijo Lee-. Porque resulta… Que tengo un video, donde usted, claramente… está golpeando a Shikamaru Nara en la casa de Sasori.

Y entonces la sonrisa de Orochimaru desapareció…

Shikamaru estaba llamando por un celular, en la sala de cámaras de la casa de Sasori, hablaba en un tono que no lograba escuchar desde mi lugar, de repente, Orochimaru apareció golpeándolo en la cabeza con un bat de beisbol  derribándolo con fuerza al suelo, este se levanto y golpeo la mejilla de Orochimaru, sin embargo, él, con su cabello largo y negro, tomo a Shikamaru por el cuello y lo pateó con tanta fuerza… Que un hueco se formo con mi corazón, la crueldad del suceso, la amistad con Shikamaru y todo en un segundo. Es fatal.  

El video termino y fije mi mirada en Rock Lee.

--Vaya que Inocente eres—Dijo Lee, tomando un folder y mirándolo con una sonrisa--. Y no solo eso, ya que estoy de buen humor… Quiero agregar las llamadas que el señor Orochimaru interactuaba con Akatsuki por el tráfico de blancas. Tengo las grabaciones que entregare,  y bueno… También, el hotel donde fue secuestrada la señorita Haruno, tiene grabaciones que comprueban efectivamente el secuestro de ella—suspiro y miró al juez--. Además, el solo hecho de mentir cuando se le pitio la verdad absoluta a merita un enceramiento y falta de palabra, comprobando que todo lo que dijo de mis clientes… es falso.

--Pero yo…
--Así que son inocentes—Interrumpió Lee ignorando a Orochimaru--. ¿Alguna duda?

No sé si el juez se quedo sin palabras, o realmente no quería hablar. El caso, es que cerró sus ojos lentamente y golpeo con fuerza aquel martillo de madera sobre una tablita.  Guardo silencio hasta que uno de los del jurado se levanto y con mirada severa dijo: Orochimaru se declara culpable.

Sonreí, a más no poder… Mire a Naruto, tranquilo sobre la silla de madera con tantas ganas de…

--Y Naruto Uzumaki se declara culpable, no por el secuestro ni la violencia en contra del acusado. Sino, por sus delitos anteriores que lo culpan como mafioso.

¿¡QUE?!...

…

Estaba desesperada… ¡Eufórica!, enojada, frustrada y triste. Desde el mandato del Juez, todo el salón se había vuelto un desastre, Kushina lanzo su bolso al rostro de un policía para llegar al Juez y seguramente, romperle el cuello por la decisión de su Hijo, por suerte, Minato la sostuvo.

Pero allí estábamos todos… Karin, Kushina, Minato, Jiraiya--abrazadito a Tsunade-- Ino, Hana, Kiba y yo. Sin mencionar algunos policías. Esperando el plan de Lee… ¡No lo entiendo!, cuando el juez había acabado de sentenciar a Naruto y a Orochimaru, Lee había ido hasta mi asiento, para abrazarme y susurrarme al ido que todo estaría bien…

¿Pero desde cuándo que encierren a Naruto es estar bien?

¡No lo entiendo!, ahora, en la sala de la policía, estamos todos esperando el plan de Lee… ¿Pero que hará? ¿Cómo consiguiera que Naruto salga libre?, solo… No entiendo a Lee.


Narra Naruto


Mire fijamente a el jefe en policía, frente mis ojos con un abogado de cabellera negra, el café e su mano que seguramente ya estaba frio, el bolígrafo dando pequeño golpes sobre la mesa y un folder negro al otro lado.

--Quiero un trato—Dijo Rock Lee, con tanta tranquilidad que me asustaba.
--¿Un trato?, disculpe abogado, pero ahora estamos aquí para encerrar a Naruto en tres cadenas perpetuas por sus crímenes cometidos, con cientos de evidencia en su contra… ¿Y usted quiere un trato?

El policía soltó una carcajada, mientras se acomodaba  en el asiento y rechinaba sus dedos.

--Primero que nada—Comentó Lee con mucha seguridad y una sonrisa--. Naruto es… digamos que un policía encubierto.
--¿Esta de broma? Como abogado, debería saber que Naruto no tiene remedio. Es un mafioso, asesino corrupto que será encerrado ¿Qué puede ofrecernos usted a cambio de su libertad?

El abogado a la derecha del policía, soltó una carcajada, demostrando toda la evidencia que tenían para darme por culpable y encerrarme, como había sugerido el Juez, aunque, en realidad mi juicio se llevara a cabo en un mes, pues en realidad el juicio fue sobre el secuestro y el trato con Sasori  y no de mí… Si embargo ¿Qué podría hacer Lee para ayudarme?, se que es de los mejores Abogado de todo el mundo… ¿Pero habrá manera de salvarme de la cárcel?

Yo creo que si… Pues desde que llegamos no has dejado de sonreír  ¿Y eso es bueno, no?

--Mire—Dijo Lee dejando su portafolio de golpe en la mesa del interrogatorio--. Usted eliminara toda evidencia y borrara el expediente de Naruto. Le dará a mi cliente la garantía de no ir a la cárcel y protección, aparte, lo integrara como agente encubierto y eso le dirá a la prensa, para que acepten a Naruto no como un mafioso, sino, como un agente encubierto. Y así cerraremos el trato.
--¿Y por qué haría eso?—Susurró el policía con una sonrisa burlona.
--Por que mi cliente tiene los números, direcciones, la confianza y los tratos con Akatsuki… Cosa, que ustedes no consiguen ni en mil años. Haremos un cambio, todo lo que pedí, por la cabeza de Akatsuki y… La del mismo Madara.

La sonrisa del policía desapareció, dejando a un hombre serio.

--Muy bien, abogado—Dijo finalmente el policía--. Es un trato. Pero quiero agregar algo…--Me miró--. Como él es el que hace los tratos con ellos y es de confianza… Tendrá que ser él, el que los atrape. La policía le dará el equipo que necesite tanto en dinero, armería y ese tipo de cosas.
--Si es así… --musitó Lee--. Entonces agregare más cosas a mi petición. Si mi cliente tomara tal riesgo atrapando a once asesinos peligrosos, menos  Sasori que ya está encarcelado, quiero que su contrato sea permanente. En otras palabras, que Naruto sea desde ahora agente encubierto borrando todo lo que ha sucedido—Lee sonrió--. Si usted acepta, sino… Encierre a Naruto ahora mismo.

¿Qué me encierren ahora? ¿Qué le pasa? ¿Pero en qué piensa este tipo?

El silencio se esparció por la habitación, El jefe en policía del país, me miró durante muchos segundos. Por otro lado, Lee jugaba con sus dedos mirándolos por debajo de la mesa con una sonrisa. Entonces él se levanto y se dirigió a la puerta.

--Tarda mucho—Dijo Lee al borde de la puerta--. Así que encierre a Naruto y dejemos el trato…
--¡No, espere!—Gritó el policía en jefe, encogiendo sus hombros--. Es un trato…--Me miró--. Bienvenido, detective Uzumaki.

“WOW”, soy el detective Uzumaki...

…

Al salir de la sala, mire a mi madre… Cruzada de brazos, mirando a su alrededor con los ojos hinchados de tanto llorar, su esbelto cabello rojo cubría su vestuario, pero conociéndola será algo de moda y no es que ella sea modesta en ese tipo de cosas, sin embargo, siempre le gusta lucirse para mi padre… Lo cual, me parece tierno y algo gracioso. ¿Sera que alguna vez Sakura haya hecho por mí?, no lo  sé…

--¡Naruto!—Dijo ella, tomándome de los hombros y abrazándome con fuerza. Mucha fuerza--. ¡Pero qué alivio!  ¡Ese maldito Juez me las pagara!
--Ya madre… --dije con una sonrisa--. Suficiente el susto que le diste cuando golpeaste al policía para ir por él.

Ella soltó una risita, se separo de mí y acaricio mi mejilla… Tengo que admitir, que ese tipo de afectos me intimidan, pues ya soy un hombre y no un niño, sin embargo ¿Cómo decirle eso a mi madre? Mejor, que haga lo que quiera.  Mi padre tocó mi hombro y me sonrió con alivio, sacudió mi cabello rubio y tomo a  mi madre de la mano. Karin se aventó a mis brazos y me jaloneo llenado de besos mis mejillas y lagrimas. Después Kiba y Chouji chocaron mis manos y me empujaron con sonrisas de felicidad, después de todo, ya era libre…

Libre, una palabra que hace mucho no recordaba. Libre, de ser el mismo Naruto al que tachaba de corrupto…

--¡Hey Chico!—Gritó Jiraiya, abrazado al cuerpo de… ¿Quién es ella?--. ¿Cuándo salimos a divertirnos otra vez?
--¡Tu no saldrás en mucho tiempo!—Dijo la mujer rubia de… Grandes, sí… Muy grandes pechos a los que Jiraiya estaba abrazado--. De eso me encargo yo.
--Bonita y mandona—dijo burlándose Kiba--. ¿Eso no te recuerda algo, Naruto?

Todos soltaron una carcajada, mientras yo me encogía de hombros…

--Cállate Kiba—Dijo Sakura a mis espaldas…

Gire un poco mi mirada para verla… ¿Seguirá enojada conmigo? ¿Qué debería hacer? ¿Abrazarla? ¿Besarla?  ¿Ignorarla?, no lo  sé… Cuando me beso con el juez, podría a ver sido un acto de tristeza ¿Pero ahora que sabe que no iré a la cárcel? ¿Seguirá con el divorcio? ¿O me escuchara?, no lo sé…

--Que a ti nadie te quiera—agrego ella con una sonrisa--. No es culpa de Naruto.

Y entonces, corrió y me abrazo con mucha fuerza… Me rodeo con sus brazos sobre mi cuello y me besó. Yo me aferre a su cadera y  la bese… acaricie aquellos labios suaves y dulce entre los míos, acaricie su abdomen con una mano y cerré los ojos saboreando con cariño. Recuerdo lo mucho que la extrañe, lo mucho que quise tenerla a mi lado como siempre, como antes… Y ahora, me siento emocionado, porque mi esposa ha regresado.  Seguí besándola durante un rato mas, acaricie su espalda y ella bajo sus brazos por mi espalda, mordí su labio y ella me golpeo en las costillas… Solté una risita traviesa mientras me separaba de ella.

--Lo siento—dije, mirándola--. Por darte tantos malos entendidos…
--Olvídalo—me dijo bajando la mirada--. No sé si dices la verdad, pero… Te extraño—se sonrojo--. Y creo, que debo creer en ti… Me comporte un poco inmadura, pero es que yo…

Y no la deje terminar, porque la volví a besar. La atrape entre mis labios y acaricie su mejilla, sentí unas lagrimas rodar por sus ojos, pero las ignore, abrazándola y besándola. Después la acurruque en mi pecho  y besé su cabeza. Ella soltó un suspiro y me miro, con una sonrisa.

--Eres un Baka—Me dijo, girándose y volviendo a besarme--. Pero te extrañe… Te extrañe tanto.
--¿Y crees que yo no?—Le dije--. Mas esas noches en las que…--sonreí y me acerque a su oído--. En las que jugábamos…
--¡Oh no!—Dijo Jiraiya--. ¡Esperen a llegar a su apartamento! Yo no quiero saber sus intimidades.
--Déjalos—Comento Karin con una risita--. No es nada que no hayas hecho con tu esposa.
--¿Con mi esposa?—Jiraiya soltó una carcajada--. ¡Ustedes no quieren saber lo que hago con mi esposa! Con decirles que usamos fresas para…

Pero no término, porque la rubia lo golpeo con fuerza en las costillas, con las mejillas rojas y los ojos furiosos. Todos soltaron una carcajada.

--Si de eso hablamos… --dije con una gran sonrisa--. ¡Seguro que Sakura-chan y yo les ganamos! Nosotros usamos la tina de baño y…

Y no termine, porque Sakura me golpeo con fuerza en la cabeza…

--¡Cállate, Baka! ¡No tienes por qué decir lo que hacemos en la tina de baño!—Me regaño, con sus mejillas rojas.
--¡Basta!—Dijo mi padre con seriedad--. Dejen de decir eso… ¡Porque si hablamos de eso, Kushina y yo…!

Pero tampoco termino… Mi madre le aventó su bolso a toda velocidad, derribándolo de golpe. El caso, es que Jiraiya, mi padre y yo, estábamos en el suelo…

--Bien—dijo Jiraiya levitándose con seriedad--. ¿Y ahora que haremos? Naruto… ¿Cuál será tu equipo para atrapar a Madara y Akatsuki?, el abogado me dijo… que tendría que atraparlos.
--¿Qué?—Preguntó Sakura, tomándome de la mano y abrazándome de lado--. ¿Iras por Akatsuki?—Me pregunto.
--Si—Suspire--. Soy libre siempre y cuando, entre a Madara y Akatsuki… ¡Pero será fácil!, solo necesito a un gran equipo!  Y estoy pensado en varias personas…
--¿A sí?—Preguntó Kiba--. Seguro Shikamaru no, ni Ino—Soltó una risita--. El pobre se hace el enfermo para que la rubia lo consienta  ¡Vaya truco barato!
--No—Dije--. Quiero a mi padre, a mi esposa—la mire--. Aunque quisiera que ella no fuera, sé que no me haría cazo y de todos modos, iría, así que prefiero que vaya conmigo—mire a Kiba--. También quiero a Kakashi, a Gai y—sonríe--. A Sasuke…

…

Narra Sakura.

No entiendo a Naruto… ¿Sasuke?, bueno, en realidad, si lo entiendo, pero convencer a Sasuke no será fácil, él, sin mencionar la rivalidad, él quería encerrar a Naruto y, no lo sé. Pero si Naruto lo quiere en su equipo, seguro, que es por una buena razón.

Ya estábamos en casa, en el apartamento. Minato y Kushina se quedarían en un hotel cerca de mi departamento, Jiraiya en casa de la jefa Tsunade—O Tsunade, después de todo, ya somos familia--. Karin decidió vivir con Ino un tiempo, porque querían darnos tiempo a mí y a Naruto para… Recuperarnos. Kiba regreso a su casa con su hermana Hana. El apartamento estaba oscuro y frio, como si hace muchos años que no estoy… Hay un poco de polvo, un poco sucio y solitario.

--Hace mucho que no venia…--susurró Naruto a mi espalda--. Ya extrañaba este lugar.

Sonreí un poco… Aun, dudosa…. ¿Y si Naruto me vuelve engañar?, realmente, quiero creerle, quiero creer que no paso nada, pero, si Naruto me engaña, seria, lo peor… Pero, en cierto modo creo que debo confiar ciegamente él.

--¿Quieres que te prepare algo?—Le pregunte mas alivianada, como si un gran peso se fuerza de mi mente y corazón--. O podemos pedir Ramen, seguro no has comido en mucho tiempo y es tu comida favorita.
--No—dijo, acercándose a mí, tras a ver cerrado la puerta.

Me tomo de la cadera, contra el comedor, acaricio mis brazos, bajo la mirada hacia el suelo y lentamente la subió hasta mis ojos. Me miró como antes, como siempre…. Con ternura, con un brillo extraño. Mis piernas comenzaron a temblar de la emoción, el pecho me latió con fuerza, y él, mirándome con sus penetrantes ojos azules, me susurró seductoramente:

--Quiero que seas mías… Sakura-chan.

Él me tomo, y me besó lentamente, mientras metía su mano por debajo de mi camisa…

Mi cuerpo se estremeció ligeramente… Su mano, firme y suave, me tomaba por la espalda presionándome contra su cuerpo, mientras la otra, acariciaba mi abdomen. Aquello era una locura… Mi apartamento, oscuro y solitario, presenciando un acto tan exótico en medio de una guerra… ¿No deberías planear nuestra siguiente táctica?, tal parece que aquello no le importa a Naruto. Al menos, hoy no.

--Naruto yo…
--¿No quieres?—Me preguntó, alejándose de mi…

Sus ojos azules me miraban con inocencia, dulzura… Noté en su mirada aquella expresión, con la que me decía “No te lastimare”, esa mirada que cada día me enamora, suave e inocente.

--Está bien—agregó soltándome--. Entiendo que sigues un poco molesta y desconfías… Tienes razón, soy un idiota ¿Cómo pretendo decirte esto? A penas nos reconciliamos y ya quería… ¡Ah!, olvídalo… duerme, si quiere… yo duermo en el sofá.

Solté una carcajada de dulzura… Y extendí mis brazos para rodear su cuello, tan rápido que él no logró decir nada, pues lo bese… Sus labios me tomaron con tanto cariño que no dude ni dos segundos. Sus manos firmes me presionaron contra su cuerpo, provocándome una excitación… Ya hace un largo tiempo que no lo besaba, que no lo tenía cerca. Y ya no lo soportaba más…

Tiramos todo a nuestro paso: Una lámpara, cajones, fotos, libretas y ropa… ¡Todo estorbaba en aquel momento!, el caso, es que llegamos a la habitación, donde mi cama tendida y fría se volvió caliente y desordenada. Naruto acariciaba mi espalda,  besaba mis labios y me recostaba bajo su cuerpo. Ancho, fuerte y varonil…

Solté un gemido, cuando abandona mis labios y lame mi cuello, la punta de su lengua recorriendo esa delicada zona. Metí mis manos por debajo de su traje en busca de los botones de su camisa, mientras el no dejaba mi cuello. Todo se volvía más intenso y excitante.

--¡Maldita sea!—Dije, rompiendo la camisa de Naruto, pues no lograba desabrochar los tontos botones, diseñados para interrumpir.

Él soltó una risa coqueta, se separo de mi ligeramente y en un jalón dejo su torso desnudo… ¡Me sonroje!, lo sé, pues mi cuerpo ardía con solo verlo ¿Y ahora tocarlo?, no lo resistí. Inmediatamente me levante y me lance contra él. Bese sus labios, mientras mis manos tocaban su cuerpo semidesnudo y en un movimiento desesperado y excitante, metí mis manos dentro de sus pantalones en un punto débil y suave. Él se estremeció,, soltando un gruñido excitante, mientras mis manos acariciaban aquella zona entre sus piernas por arriba de la fina tela de sus bóxer. Naruto se alejo de un tirón de mí y me miró con ojos llenos de deseo… Aquello, me hacía sentir delgada y pequeña ante él, pero no tardo ni dos segundos en volver a mí. Con fuerza, quitó la blusa de mi cuerpo, y los pantalones dejándome en ropa interior, al descubierto y expuesta.

Sentí su lengua vagar por mi abdomen, sentí sus manos jugando con el encaje de mi panty y un excitante temblor recorrió mi cuerpo. Aun mas, cuando sus dedos presionaron mi zona intima con delicadeza, haciéndome gritar un gemido placentero.

Jale sus pantalones dejándolo en bóxer. Me levante de golpe y lo empuje por debajo de mí, me senté en sus piernas y lo tome de los hombros. Rápidamente, coloque mi zona en la suya y la rose varias veces con fuerza, él me tomó de las caderas y me inclino hacia su punto débil, rosándolo con nuestras prendas aun puestas… Y eso era muy excitante.

Levante mis piernas y lentamente, baje mi panty…

--¡Oh Sakura… No hagas eso!—Gruñó Naruto, por debajo de mí.
--¿Por qué no?—Dice seductoramente, mientras estiraba mis piernas por arriba de su cuerpo y tiraba mi panty a un lado.

Él sonrió y en un jalón me tiro por debajo de su cuerpo… Beso mis labios violentamente y bajó aquellos labios a mi zona íntima, húmeda y palpitante. Cerré los ojos presionándolos fuerte, mientras tensaba los músculos y soltaba gemidos casi a gritos cuando sus manos tomaron mis piernas y las enrollo en su cabeza. Arquee el cuerpo de golpe, al sentir su boca en mi interior… Su lengua, húmeda y suave moviéndose ante los pliegues de mi zona, entrando y saliendo rápidamente de mi cuerpo.

--N-Naruto… ¡Naruto!—Grite a gemidos, cuando su lengua se hizo lenta… Cuando su lengua picoteaba mi clítoris y lo removía tan lentamente al punto de la tortura.

Segundos después, mientras mi cuerpo pulsaba como nunca antes, me separe de él y avente mi cuerpo contra el suelo con la intención de hacerlo sufrir y rodándolo por el suave colchón que era acto de presencia en aquel momento.

Relamí mis labios, me puse arriba de Naruto y con mi mano derecha solté mi sostén en su rostro… él me miró con esa misma sonrisa quitándose mi prenda… Alzo su rostro y metió mi pezón en su boca para jugar con él, mientras mis manos se fueron a su zona y la comenzaron a acariciar lentamente, subiendo la velocidad en casa talle…

--S-Sakura-chan…--Dijo él, entre gemidos, mientras con mis llenas acariciaba la cabeza de su zona. Sentí su húmedo cuerpo contra el mío y solté varios gemidos y sonrisas… Más aun, cuando mordió mi pezón duro. Doloroso y excitante sensación que me doblo ligeramente.

Una vez más, lo bese con cariño… aquel beso ya no era violento ni excitante, era suave y dulce, lento y húmedo sabor a cariño.

--Te amo—Me dijo Naruto, separando sus labios y mirándome con sus ojos azules--. Te amo demasiado Sakura-chan…
--Que cursi eres—Le conteste con una sonrisa coqueta--. Y por eso te amo…

Abrace mi cuerpo al suyo, completamente desnudo y volví a besarlo con cariño… Y entonces, él me recostó por debajo y abrió mis cuernas, acomodándose en mí para entrar… Y sin dejar de mirarlo, me penetro…

Mordí mi labio inferior con deseo… Su zona dentro de la mía, arqueaba mi espalda y me hacia enloquece en segundos. Solté varios gemidos, mientras Naruto aceleraba el ritmo y mi zona húmeda se movía al contraste de la suya, como si fuéramos hechos el uno al otro para estar unidos.

Lo bese una y otra vez, lo acaricie y arañe su espalda repitiendo su nombre en mis labios, gimiéndolo y gritándolo, mientras su cuerpo me llenaba de excitación de amor en un entrar y salir… Cuando Naruto comenzó a ser más lento, lo mordí del labio, para que sufriera conmigo.

--Naruto creo que… Creo que…

Las palabras no salían de mi boca, lo único que podía emitir era su nombre y mis gloriosos gemidos. Él soltó una risita y me calló con sus labios. N siquiera le pude decir que estaba por llegar al orgasmo, pues en ningún momento dejo mi cuerpo, sus labios sobre mi cuello, sus labios sobre los míos, sus labios en mi pecho… Y su cuerpo dentro del mío.

Al cabo de un rato, bese a Naruto y  gemí dejando que mi cuerpo se desmoronara ante el orgasmo que juntos experimentamos sintiendo como mi pulsante zona palpitaba del cansancio y satisfacción. Naruto soltó su cuerpo a mi lado, y me enrollaba en su cuerpo desnudo.

--Te amo—Me susurró al oído, mientras me giraba a su pecho y me hundía en él--. Te amo demasiado…

Estaba por decir algo, pero calle mis palabras por gemidos… Cuando sus labios lamieron mis pechos una vez más y sus manos volvieron a acariciarme con tal deseo, que en medio segundo, ya estábamos otra vez besándonos…

--Si… --A duras penas logre decir con una sonrisa--. Te amo Baka…

Y volvimos a comenzar.





Los rayos de luz entraban alumbrando ligeramente mis ojos, seguro las cortinas estaban abiertas, así que, abrí los ojos y mire mi habitación muy iluminada, el sol brillaba espléndidamente y las cortinas sobre el suelo. Reí al recordar que Naruto los tiros tratando de cerrarlas la noche pasada.

La sabana cubría mi cintura, mas mis pechos quedaban al aire libre… ¿Pero eso que importaba?, me levante ligeramente y gire la cabeza. No había nadie.  El lugar vacio y frio… ¿Se habrá ido? Sentí un ligero dolor en mi pecho, una tristeza y baje la mirada mientras me levantaba completamente desnuda de la cama.

--Una ducha me haría bien—Dije desanimada, tomando mi ropa limpia y entrando a la bañera.

Di un pequeño salto al abrir la puerta del baño y ver a Naruto, con una toalla en su cintura y cerrándole al grifo de la bañera. Al verme, sonrió.

--Al fin despertaste—Me dijo, bajando lentamente la mirada por todo mi cuerpo… Me sonroje.
--Me hubieras despertado… ¡Y deja de mirarme así!
--Estas de suerte—Me contestó acercándose a mí--. Había decidido, que si no estabas despierta cuando saliera de bañarme, te iba a violar. Pero despertaste a tiempo.
--¿Violarme?—solté una risita--. Vamos…  Salte que me bañare.

Naruto soltó una risita para nada inocente y se acerco a mí, para cerrar la puerta y dejar caer su toalla frente a mí…

Abrí los ojos de asombro, sonrojándome… Mientras sus labios besaban mi cuerpo, y volvían a besarme los pechos. Me agarre con fuerza a la puerta, cuando sus manos abrieron mis piernas y hundía su cabeza entre ellas… Succionando y lamiendo cada parte mi mí.

--¡Naruto!—Gemí temblando--. Naruto vasta…  ¡Ah!... N-Nos… ¡Ahh Naruto!

Él se levantó de golpe, y tomó mi cuerpo frágil entre sus brazos, me metió a la bañera y abrió el grifo dejando caer el agua tibia en mi cuerpo excitado. Tomó el jabón y acaricio mi cuerpo con este, lentamente pasándolo por todo y besando una que otra vez mis labios….

Me tomó de la cintura y me alzo hasta enrollarme en sus piernas y enredar mis manos en su cabellera rubia. Finalmente, me penetro contra la pared, con el agua bajando por nuestros cuerpos y nuestros labios únicos… Una y otra vez, una y otra vez, mientras gemía y retorcía mi cintura en su cuerpo con evidente placer.

Cuando finalmente estuve cambiada, con un vestido floreado color melón, un suéter ligero negro y botines, me dedique a preparar el desayuno, mientras Naruto llamaba a todos para acordar un plan, una táctica o algo parecido. Prepare un delicioso  cereal con leche que comimos juntos, mientras platicábamos de cosas tribuales, junto de uno que otro beso.

De repente… El timbre de la puerta sonó, así que me levante para abrir ¿Y cuál fue mi sorpresa? Sasuke estaba allí.

Su mirada se fijó en mí durante largos segundos, su cuerpo tenso y fuerte se quedo quieto, frunció el ceño rápidamente al ver a Naruto y sentí la tención que se formó en sus miradas. De Naruto a Sasuke y de Sasuke a Naruto.

--Teme… --susurró Naruto, levantándose de golpe.
--Dobe—Contestó.

Entonces, Sasuke se abalanzó contra Naruto, con los puños cerrados y el ceño fruncido. Naruto esquivo su primer golpe, hacia su rostro y lo derribó al suelo.

--¡Eres un idiota corrupto!—Le gritó Sasuke, girando mientras trataba de golpearlo.
--¡El idiota eres tú!—Le contestó Naruto, esquivando sus golpes.

Naruto tomó las manos de Sasuke, pero este le dio un cabezazo en el rostro, probando que la boca de Naruto sangrara, después se levantó y pateo sus costillas… Y cuando estaba a punto de tirarme contra Sasuke, Naruto se levanto y me alejó con su mano, regresando para aventarse contra Sasuke y derribándolo al otro lado del sillón.

--¡Deténganse! ¡Sasuke!—Grite molesta, en dirección a mi cajón donde tenía un arma.
--¡Déjalo, Sakura-chan!—Me dijo Naruto, jadeando, mientras sujetaba a Sasuke desde las piernas--. ¡Yo lo arreglo! T-tu… Tranquila.
--¿Pero qué dices, Naruto? ¡Sasuke te esta…!
--¡Sasuke!—Gritó Karin, entrando de golpe a mi apartamento--. ¿Qué te había dicho? ¡Suelta a mi primo!

Karin me miro durante unos segundos y negó ligeramente.

--Los hombres son testarudos—Agregó cruzándose de brazos--. Déjalos pelear…
--¿Qué? ¿Pero qué pasa?... ¿Cómo que los deje pelear?
--Ayer hable con Sasuke—Me dijo Karin--. Y él vino aquí para arreglar las cosas…

El sonido del cristal llamó mi atención, cuando gire la cabeza… Sasuke había golpeado a Naruto con mi florero, después, Naruto cayó al suelo algo mareado, pero en menos de dos segundos se levantó y toma Sasuke desde el torso y lo levantó tirándolo contra la mesa, la cual se rompió recibiendo el peso y golpe de Sasuke…

Entre en pánico, cuando vi a los dos sobre el suelo y sin moverse… ¿Qué sucedió?, solté un gritó ahogado y me encamine rápidamente hacia Naruto, pero este solo soltó una carcajada junto con Sasuke dejándome muy confundida y desconcertada.

--Eres un idiota—Dijo Sasuke entre risas incrédulas--. ¿Y cuál es la misión Dobe?
--Veo que ya no estás enojado—Contestó Naruto--. Teme, hay que atrapar a Madara…
--¿Madara?—preguntó Sasuke, mientras una gota de sangre caía por su frente--. ¿Cómo en los viejos tiempo?
--Como en los viejos tiempos, amigo—concluyó Naruto…