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Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
este cap me dejo como medio triste... lo cierto es que una mujer cuando se le mete un tema es cosa seria por cierto sera que Sakura logra salvar al Tsuchikage?... bueno figuro esperar
Adalnal- Novato
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
me molesto mucho la actitud de sakura.. yo si fuera naruto cuando le dijo lo de sasuke la abria mandado bien a la rep......
pero bueno el es naruto xD
me gusto el capi.. espero ver la conti pronto. suerte y cuidate
pero bueno el es naruto xD
me gusto el capi.. espero ver la conti pronto. suerte y cuidate
gonmax- Sannin
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Gran capitulo aunque ya me lo imaginaba asi mas o menos y gracias por ese doble capitulo jeje lo espero con ansias
Solrac_namizake- Aprendiz
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Uzushiogakure
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Queria saber la como Sakura vivio lo de la perdida del bebe y todo eso para saber que pensar si comprenderla, si estaba justificado todo lo que le hizo y dijo a Naruto y solamente puedo decir que me ha dado mucho coraje y que yo si hubiese sido Naruto la hubiera dejado y mandado a la .... Pero al fin es Naruto, la verdad es que si se paso, se comprende lo que paso y sufrio, pero no era para que tratase asi a Naruto, aunque sospecho que el superar esto los unira mas y hay algo peor que pasara, esto solo fue para que en el futuro sigan juntos y no los pudan separar. Ahora lo del tsuchikage ya esta grande ya vivio, no tengo nada encontra pero ya que le deje el liderazgo a la siguiente generacion.
Conti!
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hikari uzumaki- Sennin
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Hola Septimo.
Mira que si lo había leído hace rato, pero ups se me olvido comentar. No tengo excusas, lo siento, soy una niña mala, muy mala.
Ha sido un capítulo con grandes revelaciones, Sakura ha tenido un pasado oscuro que casi le destruye la vida que amaba y anhelaba. Pero lejos de reclamar el haberse comportado tan mal, hay que comprender que su pérdida fue demasiado traumática y la aquejan fantasmas que no la dejan vivir en paz. Naruto me encanta, el amor que siente por la pelirosa está más allá de la simple comprensión.
Creo que viene siendo tiempo, de que el Tsuchikage abandone el poder, ya está en una edad muy avanzada y ningún jutsu médico por parte de Sakura podrá hacer mucho ¿Qué pasaría si no le salva? ¿No firmarían el tratado de anexión a la Confederación de Naciones?
Mira que si lo había leído hace rato, pero ups se me olvido comentar. No tengo excusas, lo siento, soy una niña mala, muy mala.
Ha sido un capítulo con grandes revelaciones, Sakura ha tenido un pasado oscuro que casi le destruye la vida que amaba y anhelaba. Pero lejos de reclamar el haberse comportado tan mal, hay que comprender que su pérdida fue demasiado traumática y la aquejan fantasmas que no la dejan vivir en paz. Naruto me encanta, el amor que siente por la pelirosa está más allá de la simple comprensión.
Creo que viene siendo tiempo, de que el Tsuchikage abandone el poder, ya está en una edad muy avanzada y ningún jutsu médico por parte de Sakura podrá hacer mucho ¿Qué pasaría si no le salva? ¿No firmarían el tratado de anexión a la Confederación de Naciones?
marifa- Sannin
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Hoy he terminado de leer Hakitori 1 y espero que continues este, esperare con ansias los próximos capítulos
s_k_n- Aprendiz
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Salmongakure no Sato
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Disculpa la tardanza pero al fin puedo comentar a través de mi celular jajajajajajaja
Es increible tu creatividad y todo lo que pasó con el equipo de naruto, además me gustó como expresaste todo lo que siente sakura
Es perfecto, espero la conti nos vemos
Es increible tu creatividad y todo lo que pasó con el equipo de naruto, además me gustó como expresaste todo lo que siente sakura
Es perfecto, espero la conti nos vemos
Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
debo decir que tu y grim y otros me parten el alma haciendo sufrir tanto a sakura D: son unos malvados, me voy realmente a la mier** cuando leo todo lo que sufre sakura y en especial con esas palabras de "si sasuke hubiese vivo y tu muerto" y cosas asi... es...
y bueno que mas decir... espero que sakura salve al tsuchikage, espero que no pase nada malo en ello y que de una buena vez se termine el martirio de sakura y naruto
y eso espero conti (sorry si no comento que en momentos realmente odio tener que leer todo lo mal que le haces a sakura, al menos los otros son cosas de sentimientos y lejania, pero no dejandola con un hijo perdido, sin poder tener otros y esa maldita cosa de encararle a naruto lo de sasuke muerto y todo lo otro que paso) saludos
- es como si me diesen un hachazo directo al pecho...:
- y leer todo eso de sakura sufriendo de esa manera y a naruto tambien... puff que me pasa...:
y bueno que mas decir... espero que sakura salve al tsuchikage, espero que no pase nada malo en ello y que de una buena vez se termine el martirio de sakura y naruto
y eso espero conti (sorry si no comento que en momentos realmente odio tener que leer todo lo mal que le haces a sakura, al menos los otros son cosas de sentimientos y lejania, pero no dejandola con un hijo perdido, sin poder tener otros y esa maldita cosa de encararle a naruto lo de sasuke muerto y todo lo otro que paso) saludos
Invitado- Invitado
Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Hola a todos! Muchísimas gracias por vuestros comentarios y por vuestra paciencia. Como podéis imaginar estoy de exámenes (acabo de empezar) y en un mes me temo que voy a ser algo lento, pero intento que todo sea igual de bueno así que lógicamente eso lleva más tiempo y si tengo poco se traduce en pocas contis, pero bueno, os prometo que vendrán tiempos mejores.
Como siempre, muchas gracias a todos vosotros por leer y comentar! Quiero dedicar este capítulo a mi colega y rival the.grim.reaper porque el personaje que en él váis a conocer fue creado por él. Espero que os guste.
Y ahora sí, me despido hasta la próxima (que trataré que sea lo antes posible). Disfrutad de la lectura!
CAPÍTULO 5: EL MONJE, EL FANTASMA Y EL PEREGRINO
Como siempre, muchas gracias a todos vosotros por leer y comentar! Quiero dedicar este capítulo a mi colega y rival the.grim.reaper porque el personaje que en él váis a conocer fue creado por él. Espero que os guste.
Y ahora sí, me despido hasta la próxima (que trataré que sea lo antes posible). Disfrutad de la lectura!
CAPÍTULO 5: EL MONJE, EL FANTASMA Y EL PEREGRINO
- Spoiler:
- El peregrino se despertó.
Abrió los ojos, lentamente. Estaba tumbado en un cómodo colchón. Ya no sentía el apabullante calor del desierto. Estaba en un lugar oscuro, bastante amplio, húmedo y con una temperatura algo baja. Estaba tapado con una manta y sentía la presión de unas vendas que habían sido colocadas en torno a la cabeza.´Le costó que sus ojos se adaptaran a la oscuridad del lugar, pero pronto empezó a distinguir las formas, no los colores, todo era negro oscuro, o como mucho negro claro.
“Un ninja tiene más sentidos aparte de sus ojos” pensó. Los cerró, no para dejar de emplear su vista, porque realmente la diferencia era nula, sino para concentrarse. El primero de los otros cinco sentidos en agudizarse fue el oído. Al principio sólo escuchó dos sonidos: uno grave e intermitente, el de su corazón; y otro agudo y constante, el de su sistema nervioso. Pronto dejó de escucharlos. Le llegó el sonido del silencio interrumpido por un continuo y espaciado goteo.
El olfato fue el siguiente. El olor a humedad y a cerrado lo impregnaba todo, aunque podía percibir un delicado aroma… Le parecía alguna de las hierbas que cultivaban en el País del Té. “A ella le relajaba tomar té rojo…” Esperaba que se encontrara bien. Estaban preparando té y el sonido de la tetera hirviendo le avisó de que ya estaba.
El viajero seguía con los ojos cerrados. No estaba solo.
Era un shinobi, uno de los mejores le había dicho su maestra hacía poco más de diez años, cuando se empeñó en abandonar su aldea para seguir una quimera. Al principio se había sentido orgulloso. Ese orgullo le había hecho querer conocer sus orígenes. Había estado apunto de morir en un sinfín de ocasiones, pero la última, la desesperada travesía por el desierto se había mostrado como la más cercana a la muerte.
Se concentró y empezó a reunir su chackra. Se llevó una gran sorpresa al notarlo totalmente recuperado. “O he pasado mucho tiempo aquí abajo o sorprendentemente ha crecido en poco tiempo”. No era un experto en las habilidades sensoriales, pero conocía las técnicas básicas para poder sentir al enemigo. Pudo sentir dos chackras, ambos poderosos, aunque uno lleno de luz y otro algo más oscuro. Si tuviera que definir sus colores, uno sería dorado y el otro sería gris.
Pudo escuchar una puerta abrirse. Abrió los ojos y pudo ver la débil luz de un candil. Escuchó el sonido de un bastón al caminar. Pasos cortos y lentos. El sonido de una larga túnica arrastrar le indicó que podía tratarse de una persona muy pequeña. Se acercó hasta donde se encontra él y le alumbró con la luz del candil.
- ¡Oh, despertarte veo que has! Quieto quédate, el vendaje de tu cabeza cambiar debo. Recostarte no debes. Vamos, vamos.
El peregrino le hizo caso y se incorporó. Pudo contemplarle algo mejor. Era un anciano muy arrugado, casi parecía tener los ojos cerrados debido a los innumerables surcos que recorrían su rostro. Su vocecilla era agradable, aunque parecía muy cansada.
- ¿Tu nombre cuál es? –Le preguntó mientras que empezaba a quitarle la venda.
- Izumi… - respondió con voz queda. “Un shinobi no revela su nombre” Sin embargo, sintió la necesidad de decírselo. – Izumi Shion
- Encantado, alguien como tú hacía mucho que esperaba – le saludó. Cuando la venda se despegó de la carne y de la sangre seca, Izumi sintió un dolor en la frente. No pudo evitar quejarse – Agradecido debes estar a Naruto, él fue quien te encontró.
- ¿Eres Naruto? ¿Tenía entendido que era alguien más joven que yo? – le preguntó Izumi
- Oh, no, no, claro que no. Al hijo del Yondaime Hokage no referirme era mi itención. Mi discípulo y amigo, Naruto prefiere ser llamado.
- ¿Quién es en realidad?
- Sólo saberlo de él puedes.
- Ah… ¿Cuál es tu nombre, anciano? – le preguntó.
- Oh… Pues… Tanto hace que no lo uso que olvidado lo he, pero, Lloda Naruto me llama.
- ¿Lloda? ¿Cómo el bicho de las películas?
- ¿Qué una película es?
- Ya lo entiendo… Prefiero llamarte anciano.
- Verdad es. Muchos años vivido he.
El anciano puso una de sus manos encima y empezó a dejar fluir algo de su chackra. Izumi sintió el frío y seco tacto de la madera. Reparó en que su brazo era de madera, al menos, ese brazo, el otro parecía normal. La réplica de madera era tan perfecta que no lo parecía a simple vista.
- ¿Cuándo me encontrastéis? – quiso saber Izumi.
- Recordarlo me cuesta, pero bastante tiempo pasado ha. Un par de días… ¿o semanas?
- ¿Qué ocurrió?
- Según Naruto dijo: por un escorpió atacado fuiste. Los que moran en este desierto, más grande que los normales son. Haberlo sabido deberías. Esto entre tus aposentos encontramos – dijo sacando una pluma de una funda de tela, confeccionada con los jirones de su capa - ¿Sabes lo que es?
Izumi negó… Vagamente recordaba el rostro enmascarado de quien se la había entregado.
- Un arma de doble filo es. La vida concede a cualquiera. Una a cambio de otra. Un precio por utilizarlas se ha de pagar. Una pluma de Fennisuku. ¿De quién la recibiste?
- ¿Fennisuku? ¿El ave fénix de la leyenda de los cinco hermanos?
- ¡Oh! ¡Ver puedo que la conoces! ¡En efecto, en efecto!
- Pues he de daros las gracias, entonces – reconoció. “¿Así que intentaste matarme, maldito cabrón enmascarado?” pensó enfadado.
- Aceptar debemos – se rió – Para ti esta infusión preparado he. Beberla deberías. Bien te hará.
El anciano le pasó una taza de barro. Estaba caliente y olía muy bien. Al respirar aquel vapor aromática se acordó de ella, de cuánto la quería y de lo estúpido que había sido. Sólo esperaba no haberlo estropeado todo. Sin embargo, él dejo su aldea por una misión y ahora creía estar cerca de ello. No se trataba de una misión para su hogar, sino para él. Para encontrarse a sí mismo.
- ¿Dónde estamos? – dijo tras dar el primer sorbo.
El anciano se rió.
- Donde siempre querido has: en el lugar donde las respuestas hallar
- Eres bastante enigmático en tus respuestas – le respondió, algo molesto.
- Y tú bastante certero en tus cuestiones. En el Templo de Fennisuku estamos. En uno de los tres que quedan.
- Hace años que dejé de interesarme por ellos. Creía que estábamos en Tenshikamigakure.
- Vaya, hacía mucho que ese nombre mis oídos no escuchaba… Mucha es la distancia que de tal enclave nos separa, aunque poco falta para esta fase completar.
- ¿Fase, camino? He estado a punto de morir en el desierto. Llevo buscando esa ciudad durante un año tras haber pasado otros nueve dando vueltas por el mundo intentando dar con alguna pista sobre mis orígenes. Me hablas de fases y de caminos cuando acabo de despertar. Estoy confuso.
- No aguardar preocupación debes. Este té ayudarte debe.
- ¿Es algún tipo de droga?
- No, exactamente. No perjudicial. Aportarte beneficios sólo podrá el té de la verdad. Tres días tomándolo llevas. ¿Notado algo has?
Izumi se quedó pensando durante un rato. ¿Qué había sentido en esos tres días decía el anciano? Era la primera vez que le decía que llevaba tres días tomando esa bebida. No lo recordaba. Creía haberse despertado. Quizás hubiera estado delirante, en un estado de inconsciencia. O quizás le habían drogado y le habían hecho confundirse. Todo era más confuso de lo que parecía.
De repente empezó a recordar sus sueños. Sólo eran imágenes inconexas, sin sentido, aunque de repente entendió que escondían un mensaje. El té de la verdad debía incitar al subconsciente de realizar su trabajo. Todas las ideas y todos los recuerdos y experiencias propias como de sus ancestros parecían entremezclarse. Siempre le habían dicho que uno era uno y todos los que le habían precedido.
- Sueño, he tenido sueños – respondió finalmente.
- Sí, ¿aunque muy reales para ser sueños, quizás?
- ¿Qué es esta bebida, sabio anciano? – le preguntó.
- Té de la verdad. Ya no quedan las especias y las hojas necesarias para elaborarlo poder. Tiempo ha que desaparecieron, casi tanto como nuestro sol.
- Si bebo más de eso, ¿podré recordarlo?
- No es mi cometido responder a eso, aunque sí el tuyo decidir si beberlo.
Izumi bebió, no muy convencido.
- ¿Por qué me has ayudado tanto? – le preguntó.
- No, Izumi, el que ayudarnos nos ha tú eres. Pero antes, recordar debes, sólo así, la ruta empezar podrás. Ahora dormir debes. Vendré a buscarte cuando hayas terminado
- Terminado de qué…
Pero los ojos le pesaban y volvía a tener sueño. Mucho sueño… Cerró los ojos y se recostó. Escuchó cómo el anciano le decía unas ininteligibles palabras
Izumi comenzó a revivir toda su vida, desde el último momento hasta al primero.
Había vivido durante diez años buscando un sueño, un sueño que había descubierto que se llamaba Tenshikamigakure. La idea apareció en su cabeza a raíz de la muerte de su padre, quien, en último momento, le pidió que encontrara su pasado y recuperara su legado, la herencia de sus padres. Aquella idea arraigó en él y le obligó a abandonar su aldea, poco antes de que comenzara la Cuarta Gran Guerra Ninja.
Miles de buenos shinobis lucharon al amparo de una misma causa durante aquel sangriento conflicto portando un mismo emblema. Él perdió todo su honor. Todo el mundo le juzgó como un cobarde cuando abandonó el lugar en el que nació. Únicamente su maestra, la mujer a la que amaba, a la que ahora sabía que amaba, le entendió y le concedió el permiso. Nadie más supo de su misión.
Sólo contaba con una pista cuando dejó atrás la bruma que protegía su hogar: seguir al sol. Eso era lo que decía el lema de su clan. Nunca lo había entendido, pero su madre le había dicho que durante generaciones, los hombres del clan se habían preocupado por hacerlo, que era su principal consigna. El clan Shion había quedado bastante menguado tras las purgas del anterior líder, hasta el punto en el que él se había convertido en el último. El último de un clan con una misión imposible y un objetivo inalcanzable.
Mientras que Naruto, Sakura, Sasuke, los espíritus de los revividos Hokages y los supervivientes libraban la batalla final él se encaminó al oeste: siguiendo al sol que se ponía. Antes de acabar la que pensaba una misión que no podía se eterna llegaron noticias del campo de batalla que había dejado a sus espaldas: la Alianza Shinobi había vencido, aunque había pagado un gran precio para lograr su triunfo.
Incansable, Izumi viajó hasta los confines del mundo y sólo pudo ser testigo del fin del mundo. Un gran horizonte sobre el que se elevaban nubes blancas fue lo único que encontró cuando la tierra terminó, tras haber pasado por valles, montañas, desiertos, eriales, bosques, ríos, largos, pantanos, ciénagas, ciudades, castillos, aldeas y un sinfín más de lugares. Llegó al fin del mundo y la respuesta a su búsqueda fue sencilla. Nada.
Empleó en aquella empresa más de dos años de su vida. Durante un tiempo se dio por vencido y reemprendió el camino de vuelta al hogar. No siguió la misma rutra. Decidió continuar por un camino diferente, algo que supusiera un reto, una novedad. Quizás fue la primera decisión que aceptó. Por el camino le conoció a él.
Fue su salvador. Realmente no se dio la situación que pusiera en peligro su vida como para deberle la vida a un desconocido. Él era un shinobi bastante fuerte, no en vano, ella había sido su maestra. Sin embargo, sí que la salvó la vida porque le mostró el camino. Se hacía llamar Menma y, quizás su clan tuviera razón, vestía con una túnica blanca con un sol dorado. El sol que siempre había buscado el clan Shion y que escondía la verdadera razón que su padre y todo su clan siempre habían buscado.
Menma fue quien le abrió los ojos y quién le dijo lo que debía buscar: Tenshikamigakure. En aquel lugar se encontraba el destino final. “Pero, no será fácil” le advirtió. Efectivamente no lo fue.
Tenshikamigakure o la aldea sagrada escondida entre los ángeles, con aquél pretencioso nombre, se hallaba el lugar en el que todo se inició: el Palacio de los Seis Caminos. Menma le contó una interesante leyenda que le pareció bastante improbable aunque le mostró evidencias que le hicieron creer en la existencia de aquel lugar.
Con una nueva esperanza y creyendo que lo que buscaba su padre, y el padre de su padre, y el padre del padre de su padre y así todos los hombres y mujeres del Clan Shion era algo que había escondido en aquél lugar, Izumi reemprendió el viaje. Desde el País del Hierro, dodne conoció a Menma viajó hasta el otro confín del mundo. Aunque no viajó en línea recta.
Su benefactor de desconocido rostro que siempre ocultaba con una máscara de siete rostros, le explicó que el camino a Tenshikamigakure estaba protegido. Sus moradores habían dejado el lugar protegido, hasta el punto de que para poder encontrarlo era necesario un mapa especial. Aquel mapa se convirtió en un objetivo para conseguir otras metas.
Izumi buscó aquel mapa durante unos largos seis años. Menma no le dio más información. Siempre supo que guardaba algo más, que sabía más de lo que decía, pero le ayudó mucho. Únicamente el exigió llevar consigo una pluma, una pluma roja. No tenía ningún veneno, era experto en identificarlos, y tampoco tenía ningún jutsu. Aceptó la pluma y con ella entre sus pertenencias recorrió el mundo.
Lo encontró. Aquél segundo viaje no fue tan fácil como el primero. Según descubrió, no era el único que perseguía el fantasma del pasdo. Tuvo que enfrentarse a guerreros y shinobis que también buscaban aquel mapa y daban palos de ciego, sin tener más pista que la obligación de encontrar una tumba, aunque tumba no era la palabra más adecuada para poder definir aquel lugar que visitó, porque era una ciudad cuyos únicos habitantes eran los muertos que dormían en sus lechos de piedra. La llamaban la necrópolis de los diez mil hijos del dragón.
Izumi paseó entre sus escombror, que el tiempo se había encargado de crear. Pudo ver un ejército de piedra protegiendo las calles, perfectamente alineado. Vestían armaduras clásicas, las que empleaban los shinobis de hacía miles de años. Estaban organizados en batallones perfectamente establecidos, con sus capitanes, sus estandartes. Había samuráis, guerreros, lanceros, arqueros, carros y cuerpos de caballería. Formaban a la espera de entrar en batalla, aunque eso nunca sucedería. Aquel ejército sólo protegía una ciudad de muertos, oculta en las montañas, en la cual aguardaba el mapa que tanto había buscado.
El shinobi del clan Shion allí encontró las pruebas de que Menma le había engañado, o no le había dicho la verdad. Había más buscándolo y se daba cuenta de que le había utilizado para encontrarlo. Tuvo que enfrentarse a una docena de ninjas. Izumi rememoró el combate con claridad meridiana. Había sido un duelo a muerte donde los muertos habían sido testigo de impresionantes jutsus. Sin embargo, él era discípulo de uno de los cinco kages, no en vano, era de los mejores shinobis de su aldea. Fue combate difícil pero finalmente consiguió derrotarles.
Al último de sus atacantes le sacó la verdad: aquello no era un mapa, o no uno cómo podía esperarse. Era un jutsu que mostraba el camino, pero sólo unos nómadas del desierto del sur eran capaces de emplearlo. Aquello fue lo que le movió a viajar durante dos años de norte a sur, de nuevo atravesando medio mundo.
No supo por qué, pero empezó a notarse cansado. Imaginó en ese momento que debía ser po cansancio acumulado. Anduvo durante horas, las horas se convirtieron en días, los días en semanas, las semanas en meses y los meses en dos años hasta que buscando a los nómadas cayó ante el desierto.
Después despertó en aquel lugar. Aquello diez años los revivió en sentido inverso, cayó en sentido inverso en mitad del desierto, desanduvo sus pasos recorriendo montañas, valles, ríos, lagos, bosques, llanuras, eriales, pantanos, ciénagas en el orden contrario al que lo había hecho realmente. Luchó en la necrópolis. La exploró. Viajó por medio mundo. Memma le explicó qué podía buscar. Le conoció. Escapó de la guerra. Se despidió de su maestra. Vio revivir a su padre para que éste le diera una última misión. Revivió los últimos veinte años de su vida en sentido inverso hasta que dejó de tener conciencia.
Los efectos del té de la verdad se hicieron mucho más fuertes. Desaparecieron sus recuerdos y sólo quedó una informe masa de oscuridad. Nada más que pequeñas chispas de luz. Sin embargo, empezaron a reaccionar y a interactuar. Saltaban de un lado a otro y pudo vivir los recuerdos de su padre, los recuerdos de su abuelo, de su bisabuelo y cada vez se iba remontando en su línea genealógica. Iba saltando de las vidas de hombres a las de mujeres y siempre en sentido ascendente.
Cada vez era más rápido. No comprendía ni una centésima parte de lo que vivía. Aquellas vidas que no le pertenecían pasaban a la velocidad misma de la luz. Estaba viajando en el tiempo sin cambiar de realidad. Cada vez los recuerdos eran mucho más confusos hasta que se detuvo en la vida de su primer ancestro. Escuchó un dragón rugir. Pudo ver la verdad de aquel mundo a través de seis prismas. Pudo escuchar el canto de un ave, un canto que nunca había imaginado y empezó a arder, a ser devorado por el fuego.
Izumi abrió los ojos de repente. Se levantó jadeando. Estaba completamente sudado.
- Más de lo que esperaba tardado has. Por poco obligarnos casi a llevarte todavía bajo los efectos del té de la verdad – dijo el anciano.
- ¿Cuánto tiempo ha pasado?
- Más del necesario. Retrasado nos hemos, el enemigo ventaja vuelto a sacar nos ha.
- ¿Enemigo? ¿Contra quién se supone que lucho?
- ¿Has descubierto algo? – le respondió con una pregunta.
- Sí… Creo que he descubierto lo que mi padre quería…
- ¡Oh! Eso excelente es…
La puerta se abrió de golpe. Izumi miró a la figura que se recortaba contra la luz. Debía ser el tal Naruto. Inmediatamente reparó en sus ojos y su doujutsu.
- ¡La oscuridad! ¡La osucirdad ya viene! ¡Coged vuestras cosas! ¡Hemos de irnos!
- ¿Oscuridad? ¿Qué oscuridad? ¿Qué sucede? – Izumi estaba confundido - ¿Nos atacan? ¿Son ellos el enemigo, anciano?
- Tiempo para explicaciones habrá más adelante. Apurar al máximo no debimos. Naruto, ayuda a Izumi.
- ¡Esperad, nos he dicho si quiero ir con vosotros! – exigió.
- Lo decidirás cuando hayamos abandonado este lugar – replicó severa la figura desde la puerta.
Se acercó hasta ellos. Quien respondía ante el nombre de Naruto cogió las pertenencias de Izumi. Se cargó con su mochila y con el equipo del anciano y sólo dijo: “ya”. El anciano les dio a cada uno su mano y desaparecieron entre el espacio y el tiempo.
* * *
Una figura encapuchada con una túnica blanca sin más signos que un sol dorado se inclinó ante una construcción de ébano, negra ricamente adornada. Era una especie de templete. Estaba elevado sobre una plataforma de un metro de altura a la cual se subía por dos escaleras laterales. En sus bajos había retratadas escenas del pasado. El templete era una construcción típica de todo santuario antiguo con adornos de aves, peces, tigres y fabulosas criaturas y plantas todas ellas de oro. Las columnas del santuario eran de madera negra y había cortinas azules recogidas a modo de paredes. En el centro había un gran sillón ocupado por una figura oculta entre las sombras.
- Maestro, ¿me habéis mandado llamar? – preguntó.
- Sí. ¿Has completado la ruta hacia la auténtica Fe? – le preguntó.
- No lo sé, maestro. Sólo tú puedes decididirlo.
Se hizo un gran silencio.
- Tu fé sigue sin ser auténtica. Pero ha llegado el momento de que vuelvas a rezar con acciones y no con meras palabras o la contemplación. Puedo sentir como avanzan hacia nosotros ahora que tengo el mundo en la palma de mi mano.
- ¿Naruto?
- Naruto está demasiado ocupado haciendo de maestro, cuidando con una mujer que tú has dejado estéril y jugando a la política. Si algún día descubre nuestras intenciones, será demasisado tarde para que pueda impedírnoslo… No, Hiraishin y la Maldición.
- El poder del fénix será nuestro.
- El poder del Sabio será nuestro: Juubi y Fennisuku, no lo olvides.
- ¿Qué he de hacer, mi señor?
- Distráelos mientras procedemos a la siguiente fase de nuestro plan. Seamos cautos, como siempre hemos sido y no dejes que descubran que sigues vivo.
- Se hará como ordenas, maestro.
El encapuchado se quitó aquella túnica que había estado obligado a llevar durante siete años mientras aprendía los misterios de la auténtica fe para no volver a fallar. Dejó ver a un hombre sin más ropa que unos pantalones y unas botas de cuero. Se puso una máscara de siete rostros y antes de desaparecer, le preguntaron:
- Nanaitsumi, sabes que Sakura Haruno es un peligro para mis planes. Aunque fallaste a la hora de darles muerte a ella y a Naruto, te perdoné tu error porque me dijiste que no podría traer al mundo a Kyūseishu ¿Estás completamente seguro de que está muerta por dentro, de que no podrá volver a dar a luz a ningún hijo?
- Completamente. Nadie ha escapado a la maldición de los siete rostros. Esta máscara confiere poderes ilimitados sobre la realidad. Si yo le ordeno que sea estéril, lo será.
- Bien, comienza pues con nuestor plan.
CONTINUARÁ...
Septimo Hokage- Consejo de escritores
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
esa mascara....... DEBE SER DESTRUIDA POR KAMI SAMA Y ASI TERMINAR ESE DOLOR DE LA POBRE SAKURA ... AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA MALTITO NANAITUMI ESPERO QUE TENGA AL FINAL DE LAS SAGA UN MUERTE NO HONORABLE
bueno que rayo con el nombre de el anciano y el peregrino quien sera ? hooo a donde van y este naruto 2 quien es ?
bueno que rayo con el nombre de el anciano y el peregrino quien sera ? hooo a donde van y este naruto 2 quien es ?
moi-06yoyo- Sennin
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cuarto de sakura en su cama con ella
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Nanaitsumi es Menma!!???
Disculpa, Nueva lectora nwn y sin más que decir ME ENCANTAAA!!! me duelen los ojos ;w; y no te puedo negar que no entiendo mucho ¿Hay un Naruto Hakitori antes de este? ¿Verdad? D: mis ojos no aguantaran si es largo ;w;
Pobre Sakura, así somos las chicas perder a un ser que estuvo en nuestro vientre es difícil no saben como se siente, e imaginense a la pobre Sakura que no podrá tener más hijos u.ú
Continua asi mismito como va, porque es PERFECTO!
Nos leemos ^^
Disculpa, Nueva lectora nwn y sin más que decir ME ENCANTAAA!!! me duelen los ojos ;w; y no te puedo negar que no entiendo mucho ¿Hay un Naruto Hakitori antes de este? ¿Verdad? D: mis ojos no aguantaran si es largo ;w;
Pobre Sakura, así somos las chicas perder a un ser que estuvo en nuestro vientre es difícil no saben como se siente, e imaginense a la pobre Sakura que no podrá tener más hijos u.ú
Continua asi mismito como va, porque es PERFECTO!
Nos leemos ^^
Black-chan- Sannin
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Por lo que lei segun yo el tal Izumi fue dicipulo de Mei? Porque a dicho que tenia una maestra, que era kage y que fue quien autorizo su salida, ademas de amarla, el clan Shion de donde salio y cual es su proposito en si, no entendi biem eso de buscar el sol, o se refiere al sabio y a Naruto? Y porque clan Shion, me recuerda a la sacerdotisa, solo nos trolleas o q? Hehehehe!
El anciano sigue intrigandome, pero me alegra que siga "vivo" para mi quie se ira el dia que acabe todo porque esa debe ser su mision; y el Naruto 2 quien rayos es? He pensado en muchas posibilidades, tan improbable una como la otra, puede ser Sasuke, un clon de Naruto, algun Uchiha u Uzumaki, pero no sigo en las mismas, aunque me sigo llendo por Sasuke.
Yo se que Sakura podra tener hijos y frustarle los planes a Suha. Pero lo primordial seria destruir esa mascara que ya me harto!
Conti!
El anciano sigue intrigandome, pero me alegra que siga "vivo" para mi quie se ira el dia que acabe todo porque esa debe ser su mision; y el Naruto 2 quien rayos es? He pensado en muchas posibilidades, tan improbable una como la otra, puede ser Sasuke, un clon de Naruto, algun Uchiha u Uzumaki, pero no sigo en las mismas, aunque me sigo llendo por Sasuke.
Yo se que Sakura podra tener hijos y frustarle los planes a Suha. Pero lo primordial seria destruir esa mascara que ya me harto!
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hikari uzumaki- Sennin
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Mmm esto se me hace un poco confuso XD
Ahora si no entiendo quien se hace pasar por naruto
Ojalá no pase nada malo o.o
Espero la conti muy pronto ^^
PD: menma se puso de mujer o.o XDD
Ahora si no entiendo quien se hace pasar por naruto
Ojalá no pase nada malo o.o
Espero la conti muy pronto ^^
PD: menma se puso de mujer o.o XDD
Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Uuuuu esto se esta poniendo cada vez mejor.. así que el viejo yoda esta entrenando al "Naruto"... supongo que izumi fue el amor de la mitzukage (el que la dejo traumatizada ).... porque el señor de los siete rostros y su combo le tendran tanto miedo al Kyūseishu? eso me ha dejado muy intrigado... solo espero conti
PD. espero que te vaya bn en tu semana de examenes
PD. espero que te vaya bn en tu semana de examenes
Adalnal- Novato
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
OK ya me puse al día
Capitulo 4
Te ha quedado bellisimo, debe ser mi caputlo favorito de todo lo que has escritos, estuo tan dramatico, bello y psicologico, te ha quedado hermoso y sobre todo lleno de angustia, eso me agrada, ahora si ya no me quedan dudas y todo lo que ha pasado ha sido justificado, mi escena favorita fue de Sakura acurricando a un bebe que no existe, dios mio, eso fue tan dramatico y hermoso XD MIs respetos rival, eso fue increible
capitulo 5
OK me ha dado gusto ver a mi personaje, y se ve que tiene un brollo bastante importante, aunque no tengo ni la mas misera idea de que puede ser, XD Espero saberlo pronto, ya que me causa mucha curiosidad, ademas me gusta ver que el Izumi tenga tanto protagonismo. Espero ver una escena dramatica y romantica cuando se encuentre con Mei C: y bien ese Nanatsumi veamos que planea y si ahora las cosas le salen bien, por que no las tendra barata con Naruto de ahora en adelante C:
Eso es todo nos vemos amigos
Capitulo 4
Te ha quedado bellisimo, debe ser mi caputlo favorito de todo lo que has escritos, estuo tan dramatico, bello y psicologico, te ha quedado hermoso y sobre todo lleno de angustia, eso me agrada, ahora si ya no me quedan dudas y todo lo que ha pasado ha sido justificado, mi escena favorita fue de Sakura acurricando a un bebe que no existe, dios mio, eso fue tan dramatico y hermoso XD MIs respetos rival, eso fue increible
capitulo 5
OK me ha dado gusto ver a mi personaje, y se ve que tiene un brollo bastante importante, aunque no tengo ni la mas misera idea de que puede ser, XD Espero saberlo pronto, ya que me causa mucha curiosidad, ademas me gusta ver que el Izumi tenga tanto protagonismo. Espero ver una escena dramatica y romantica cuando se encuentre con Mei C: y bien ese Nanatsumi veamos que planea y si ahora las cosas le salen bien, por que no las tendra barata con Naruto de ahora en adelante C:
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the.grim.reaper- Sannin
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
espero que naruto en todo este tiempo aya seguido entrenando xD por que si no la va a tener complicada.. el que dice ser naruto es sasuke??
espero ver la conti pronto. y ver como hace naruto para resolver el problema de sakura
suerte y cuidate
espero ver la conti pronto. y ver como hace naruto para resolver el problema de sakura
suerte y cuidate
gonmax- Sannin
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Una excelente continuación.
Más secretos y revelaciones, no estoy segura por donde va todo esto, pero me esta emocionando.
¿Entonces Sakura tiene una maldición? Ya que es eso, creo que se podría revertir, tal vez destruyendo la bendita mascara. Aunque, ante la idea de que Nanaitsumi esta muerto ¿Quien se preocuparía por buscarla?
Más secretos y revelaciones, no estoy segura por donde va todo esto, pero me esta emocionando.
¿Entonces Sakura tiene una maldición? Ya que es eso, creo que se podría revertir, tal vez destruyendo la bendita mascara. Aunque, ante la idea de que Nanaitsumi esta muerto ¿Quien se preocuparía por buscarla?
marifa- Sannin
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Hola a todos! He terminado uno de los seis exámenes que tengo en este mest y como me ha salido bien pues me he puesto a continuar y aquí lo tenéis. Me ha gustado mucho ver cómo me apoyáis. Gracias, de verdad. Este capítulo va para todos por ser buenos y fieles lectores. Muchas gracias por todo! Disfrutad de la lectura tanto como yo de la escritura
CAPÍTULO 6: EL SECRETO DE NARUTO
CAPÍTULO 6: EL SECRETO DE NARUTO
- Spoiler:
- Naruto sonrió al escuchar a Hikaru reaccionar de la misma manera que él al igual que cuando visitó por primera vez la Capital del País del Fuego.
- ¡WOW!, es increíble – exclamó asombrado su discípulo.
“Lo cierto es que sí que lo es” Tuvo que reconocer. Diez años después de la Cuarta Gran Guerra Ninja, siete tras el ataque de Nanaitsumi, la ciudad había seguido creciendo y desarrollando en prosperidad y más después de convertirse en la sede de la Confederación de las Naciones. “Sin embargo, como Konoha no hay nada”, comparó el Nanaidame Hokage.
La Ciudad Capital, como era conocida, era gigantesca. Estaba erigida en el centro del País del Fuego, a los pies de una gran montaña llamada el Monte Taiyô. En la antigüedad, los Señores Feudales habían gobernado desde su solitario castillo construido a las faldas de la gigantesca ciudad.
Sin embargo, con la fundación de Konoha y la unión de los clanes, toda la sociedad había experimentado una auténtica revolución. Había acabado la edad feudal y en torno al castillo comenzó a crearse una ciudad. Todavía quedaba parte de ese pasado en el casco antiguo de la ciudad, pero sin duda, era la gran ciudad lo que tanto impresionaba.
Construidas a horcajadas de un gran río que iba a parar al océano del este del continente, la ciudad se extendía a kilómetros a la redonda, tanto que el antiguo castillo feudal no podía verse desde el punto en el que Naruto y sus tres alumnos se encontraban. A estos parecá darles igual, era la mayor ciudad que hubieran visto en su vida. El río dividía la ciudad en dos grandes zonas: una al norte, entre el río y el Monte Taiyô y otra al sur, la más cercana a Konoha.
Había entrado por la que llamaban la puerta Sur. La ciudad contaba con siete puertas, restos de la muralla medieval que le rodeaba que había sido destruida para responder a las necesidades urbanísticas. A diferencia de lo que ocurrió la primera vez que Naruto viajó a la capital del País del Fuego, la ciudad estaba relativamente tranquila, tanto como podía estarlo una urbe así. No obstante, seguían contando con la hospitalidad del soberano y el Señor del País del Fuego los alojaría a todos en su castillo.
Les esperaba una comitiva compuesta por veinte soldados del castillo del Señor Feudal. En aquella ocasión, Shion no le recibió. A medida que habían ido pasando había ido asumiendo las tareas del gobierno. El Señor Feudal únicamente se encargaba de la política entre las naciones.
Comenzaron a andar por las calles de la ciudad. Llamaban mucho la atención entre los civiles. A pesar de que Naruto vestía el chaleco de los jounin y ningún tipo de prenda más y sus alumnos vestían con ropa bastante juvenil y moderna, las bandas de Konoha eran un indicador de su condición. Él no podía pasar inadvertido.
A Naruto le gustaba caminar por la ciudad e ir admirando sus infraestructuras y sus edificios, realmente modernos. Lo que más le llamaba la atención era una gran torre de hierro que se elevaba hasta el cielo y parecía tocarlo con su aguja. Era una gran ciudad y como tal estaba viva. Había un gran gentío por sus calles. Un sinfín de ruidos y un sinfín de olores (algunos buenos y otros malos). La gente caminaba por las calles y parecían no conocerse, al contrario que podría ocurrir en Konoha. El ambiente de la gran ciudad a la pequeña aldea oculta era muy distinto.
Anduvieron por una de sus calles hasta llegar al río. El río era gigantesco, tanto que era navegable. Varios grandes y largos puentes conectaban las dos orillas de la ciudad. Uno era de piedra, el puente viejo. Otros eran de hierro, los puentes nuevos. El olor a puerto impregnaba aquella ciudad.
A pesar del estado de tranquilidad de la ciudad, lo cierto era que su presencia no había pasado inadvertida. “El Hokage de los Dos Soles” anunciaban los ciudadanos a toda voz. “El Gran Héroe” decían otros. “El Nanadaime Hokage” vitoreaban otros. La fama le precedía. A todo hombre le gustaba su pequeño baño de fama y Naruto no era una excepción. Muchos niños le pedían autógrafos y eso entorpecía su marcha. Naruto era demasiado generoso y se detenía con todos. Ni siquiera siete años habían servido para que se acostumbrara.
Uno de los muchos puentes que unía las dos orillas del río. Otra de las cosas que también le llamaba la atención eran los extraños vehículos en los que se transportaba la gente de la ciudad. No eran los carros que podía ver en otros lugares, ni tampoco iban a pie como en el resto de los lugares que había paseado. Los llamaban tranvías y funcionaban con electricidad. No eran ni mucho menos rápido, pero era cómodo. Aunque eso explicaba, pensó Naruto, que la gente de ciudad tuviese cierto sobrepeso.
Recorrieron la zona norte de la ciudad con la misma tranquilidad, pero al final llegaron al castillo. Desde luego, se notaba la influencia de las aldeas ninja. Poco quedaba del antiguo castillo. Seguía siendo un resto del pasado, pero se había adaptado a las nuevas necesidades. Parecía ser que tras la fundación de Konoha, los Señores del País del Fuego habían reformado su hogar hasta convertirlo en un palacio. Era un reducto del pasado, que contrastaba con la gran ciudad de una forma muy especial.
En el corazón de la ciudad se encontraba el palacio imperial o simplemente conocido como el castillo, residencia desde la cual, la familia imperial dominaba el País desde siempre. Los jardines interiores y los edificios de palacio estaban obviamente cerrados al público. Solamente el veintitrés de diciembre (fecha del cumpleaños del Señor Feudal) y el uno de enero con ocasión del año nuevo se permitía el acceso a los jardines para asistir al saludo que todos los años el soberano daba.
Estaba rodeado en todo su perímetro por imponentes murallas erigidas con enormes piedras y fosos donde nadaban cisnes, patos, carpas y otras exóticas especies de río. A los pies de las murallas se extendía la amplia explanada conocida como los jardines exteriores, poblada por más de dos mil pinos que, según decían las leyendas, habían sido plantados allí por Hashirama Senju en ofrecimiento de su amistad al Señor Feudal.
Cruzaron el puente de acceso al palacio. La única zona abierta al público eran los jardines del este, los jardines ubicados en lo que antaño fueron las defensas interiores del castillo y donde se encontraba la torre principal, rodeada por las murallas que constituían el círculo principal de defensa y el segundo círculo de defensa del castillo. La construcción de la torre se completó doscientos años antes de la fundación de Konoha. Era la torre más alta de todo el País del Fuego, con cincuenta y ocho metros de altura. Allí iban a ser alojados tan honorables invitados. No obstante tanto el Señor del Fuego como su nueva heredera realizaban su vida en otras zonas del palacio.
Tenía razón al decirlo. Tras la Tercera Gran Guerra Ninja, guerra de la que Konoha había salido reforzada como una auténtica potencia militar y económica, la ciudad había crecido exageradamente. Se rumoreaba que había más de un millón de personas viviendo allí. Eran buenos tiempos y la paz hacía que las ciudades crecieran.
Las puertas de uno de los salones del Palacio se abrieron y por ellas salió Shion, escoltada por sus guardias y sus doncellas.
Al verla, Naruto la encontró especialmente guapa. Había cambiado mucho, tanto como Sakura-chan. Tenía el pelo suelto, largo y de color rubio plateado, recogido en un difícil peinado. Sus facciones se habían vuelto más angulosas, terriblemente irresistibles. Sus ojos de color índigo le daban un aire místico y misterioso muy excitante. Llevaba un largo vestido blanco e iba cubierta por una larga capa de color crema. Naruto sintió a un amigo entre las piernas, algo que le hizo saludar vergonzosamente a la princesa. Vestía con un traje propio de su rango, aunque no llevaba ninguna corona, a diferencia de lo que le ocurrió la vez pasada, cuando la conoció. Shion tenía una belleza mágica, pero Naruto sólo tenía ojos para Sakura.
La sacerdotisa corrió a darle un abrazo. Naruto se lo devolvió. No era muy frecuente que se vieran y entre ellos había muy buenos recuerdos. Naruto había tenido que ayudarla a sofocar las revueltas de sus enemigos políticos y aunque ella no lo dijera, se podía percibir que aún latían bajo ese corazón sentimientos imposibles de corresponder. Era una buena amiga y en los últimos tiempos su única fuente de lo que ocurría en Palacio. “Un Hokage debe tener amigos en todos lados”
Cuando se separaron escuchó cómo Hikaru le decía a Sora:
- ¿Adivina a quién voy a extorsionar amenazándolo con contárselo a su mujer?
Naruto sólo tuvo que mirarlo para infundirle el miedo a una represalia. Una de las cosas que más le divertían de ser el maestro de aquellos tres niños era el poder que tenía sobre ellos. Kakashi y Yamato le habían enseñado algunas técnicas para asustarles de la misma manera que lo hacían con él. Sólo con Hikaru daba resultado. “Nada es menos”. Mientras tanto, le dijo a Shion:
- Princesa, es una alegría verte de nuevo. Hacía mucho que no nos reuníamos, dattebayo.
- Lo sé. Lo he notado – respondió con una sonrisa que Naruto esperó que no entendieran sus alumnos – Esperábamos tu llegada. ¿Quiénes son estros jóvenes que te acompañan? – De sobra sabía la respuesta.
- Son mis aprendices. Ellos son Sora, Yuna y Hikaru – Los dos primeros saludaron respetuosamente. El tercero se quedó embobado mirando a Shion. Naruto sonrió para sí cuando le propinó un golpe con sus nudillos para obligarle a saludar – ¡Saluda, mendrugo, dattebayo!
- Sed bienvenidos. – Shion se dio la vuelta y miró a uno de los guardias - Koratsudo, manda preparar para nuestros invitados sus estancias en el ala de invitados. Sora, Yuna, Hijaru, me gustaría que escogieráis vosotros mismos vuestros aposentos. Acompañad a Koratsudo, por favor – “Mírala que lista, cómo se ha librado de ellos. Me lo apunto Shion” pensó Naruto.- El resto de la guardia tiene permiso, el Hokage me acompañará.
- Id con ellos, descansad. Nos veremos a la hora de la cena y no os metáis en líos, ¡dattebayo! – Por nada en el mundo Naruto quería que les pasara nada.
- Pero todavía no nos has dicho nuestra misión – protestó Yuna.
Shion intervino.
- El Hokage no la sabe. Yo soy quien solicita vuestros servicios. Esperad a que os dé instrucciones. Haced caso a vuestro sensei.
- Así se hará, Shion-sama – respondió Sora
Naruto los vio partir. Shion se despidió de sus doncellas y acto seguido le invitó a dar un paseo por el patio. El Señor Feudal había decidido demorar su audiencia una hora. Alegaba no encontrarse dispuesto. Ella le dijo que no le pasaba nada, que sólo le gustaba hacer esperar para demostrar lo importante que era.
El Nanadadime Hokage había advertido cómo en el último año, Shion había cambiado su manera de hablar y de tratar al Señor Feudal, algo que no le gustaba, si se tenía en cuenta que el soberano era un personaje que en los últimos años de su vida estaba enmedando de buena manera todo un reinado bastante lánguido.
- Son buenos chicos, sin duda, de lo mejor de su promoción. No sólo son poderosos, son buenos amigos, que es lo que más importante me parece – comentó Naruto, nostálgico.
- Sí, eso parece.
- Veo que sigues vistiendo el blanco. Se me hace extraño que una princesa tan bella como tú, heredera de una poderosa nación no haya recibido propuestas de matrimonio – El problema sucesorio se había trasladado a la Princesa. Un soberano necesitaba hijos. Ella ni se había casado. Seguía luciendo el blanco, el color del luto y de la pureza.
- Y así estaré hasta que aparezca alguien como tú.
- Oh… - sólo pudo decir eso,- pero como yo no hay muchos, dattebayo. Quizás el País necesite la estabilidad que da una línea dinástica
El Hokage se calló. Siempre que tenía la oportunidad de viajar hasta la Capital y ser invitado en el Palacio a Naruto le encantaba caminar un rato por los jardines y escuchar el lento murmullo de los estanques y los canales. Era muy relajante. Pudo escuchar el sonido del junco golpear cuando se llenaba de nuevo, “algo que Sakura ha querido siempre para casa” recordó Naruto. Fue algo dramático el silencio interrumpido por aquel sonido.
Shion continuó andando.
Siempre lo había sabido, pero no le era agradable escuchar palabras de amor de otras mujeres. Él sólo amaba a una y aquello siempre terminaba resultando incómodo. Aunque la sacerdotisa parecía haberlo asumido bastante bien.
No podía decirse lo mismo de la idea de que como futura soberana del País tenía unas repsonasbilidades que podían pasar, incluso, por encima de sus deseos, de sus propias necesidades. Naruto la comprendía. Desde que era Hokage no había podido hacer cosas que antes de serlo le encantaban. Aunque lo entendía y lo aceptaba era el precio por ser Hokage, el estar al servicio de los demás.
- No consentiré que nadie disponga de mi vida. Estoy aquí para servir al País del Fuego como soberana, pero mi vida es sólo mía. No le debo nada a nadie. He llegado donde estoy gracias a ti y a mis propias habilidades.
- Lo cierto es que te entiendo, dattebayo. Yo no dejaría que nada en el mundo me apartara de mi aldea y mucho menos de Sakura por una cuestión tan personal. Somos líderes y en nosotros hay depositado el deber de ser buenos dirigentes, pero eso no quita que nuestra vida sólo sea nuestra.
- Gracias, Naruto. – Luego preguntó – ¿Y Sakura?
- Está bien. Seguimos con nuestro pequeño problema. La solución está a un centímetro inalcanzable. ¿Sabes cuál es la sensación de tener algo en la palma de tu mano y que se te escape? Así me siento siempre que pienso en ello. Todo por culpa de esa maldito hijo de puta…
- ¿Pero no descubriste ya que eran los poderes de la Máscara de Bakemono que llevaba Nanaitsumi los que podían sumir a la persona en un genjutsu eterno indestructible?
- Sí y que con o romper la máscara o usar la máscara opuesta, la de Kami, se rompería. Es una verdadera mierda, princesa. He estado seis años estudiando la historia de mi clan y de la aldea de la que procede y sólo he encontrado palabras pero nada de las máscaras. – Naruto se deprimió algo. Shion sólo había arañado la punta del iceberg. Había mucho más- Aunque sospecho que no he sido solicitado hasta aquí para celebrar una terapia compartida, dattebayo – se rió igual que siempre.
- No… El Señor Feudal te ha solicitado por motivos políticos, como acostumbra.
Ella se quedó mirando a la torre principal y luego reanudó la marcha. No parecía estar muy tranquila y mucho menos confiada a realizar la verdadera petición que encerraba toda aquella larga conversación.
- Naruto… Tengo miedo por mi vida.
- ¿Qué sucede, Shion? - preguntó
- Creo que alguien intenta matarme.
- ¿De nuevo un problema sucesorio? Creía que la intervención de Konoha durante las luchas de la revolución de Minataro habían dejado claro que la ley era lo único que podía gobernar – Minataro fue uno de los generales del Señor Feudal que se alzó en armas abiertamente contra la Princesa Heredera. Fue la única vez en la que Konoha tuvo que sacar sus tropas al campo de batalla tras la Cuarta Gran Guerra. Había ocurrido hacía dos años.
- No, esta vez es peor… Como ya sabrás, la Confederación es joven y todavía existen numerosos que arreglar. A diferencia de la Sociedad de Naciones que se creó tras la muerte de Masamure, la Confederación busca crear una gran nación en todo el continente. Los debates se han vuelto en los últimos meses muy complejos.
- No entiendo mucho de estos temas, por favor, abrevia.
- Por supuesto. Ahora mismo en la Confederación hay dos posturas enfrentadas: por un lado, los que creen que debería imponerse por la fuerza de las armas a los otros dos grande spaíses su anexión y además propugnan por un aumento de los poderes del líder de la confederación – “el Señor Feudal”- ; y por otro lado, los que consideran que debe negociarse la paz, que la guerra no es el camino y que debe ser la democracia y la representatividad entre los países la que conforme el nuevo orden mundial.
Naruto asintió:
- Sí, esa última era la idea con la que se convenció a Suna y a Kiri para que aceptaran la anexión.
- Y formalmente lo sigue siendo. Sin embargo, existen rumores de que la situación allende los mares es mucho más peligrosa de lo que puede parecer. ¿Has oído hablar de Hashin?
- Vagamente – Pensó en Shikamaru, quien había derrotado al acólito de aquella macabra religión - ¿por qué?
Shion sacó una sombrilla para cubrirse del sol primaveral que aquel día de marzo había decidido dejar atrás a las nubes y comportarse como si fuera verano.
- Hashin parece ser una deidad un tanto oscura y tiránica – explicó - Siempre ha recibido culto en algunos países del continente más allá del océano. El problema es que esta secta se ha extendido por todo el continente y nuestros informadores nos han advertido de que los líderes de este culto comienzan a hablar de guerra santa, de guerra para extender su “fe verdadera que purificará el mundo” – dijo enfadada.
- El Señor Feudal me había pedido que enviara a algunos espías hasta este continente – recordó – De eso hace… ¿un año?
- Seis meses.
- ¿Y qué relación hay entre esta amenaza de guerra y las luchas políticas?
Shion se rió, quizás con cierta amargura.
- Naruto, no sabes jugar a esto.
- Los que defienden un mayor autoritarismo lo hacen alegando esta guerra que ni siquiera ha empezado.
- ¿Hay evidencias de que vaya a empezar? – preguntó el Hokage.
- ¡Naruto! – Exclamó la princesa alarmada – Incluso aunque la guerra llamara a nuestras puertas no podemos dejar todo el poder en mano de una persona. Eso es un grave error.
- Si hubieras vivido una guerra sabrías que la unidad de mando es indispensable para lograr defenderse. Además, el Señor Feudal es un hombre justo y bueno. Intuyo en tus palabras que recelas de él – replicó él.
- No recelo de él, sino de lo que se puede convertir. Naruto, el poder corrompe. – Luego añadió.- Aunque no coincidamos en esto, debes saber que soy de las que se oponen a esa ampliación de poderes. No estoy de acuerdo. Es el acuerdo lo que debe motivar el futuro de la Confederación. Todos los países han de ser iguales. No puede primar el más grande o el más poderoso. No te das cuenta que de hacer eso, sería dar la razón a los escépticos como el Tshuchikage o el Raikage.
- Eres una idealista – dijo Naruto mirándola con cierto cariño. Sakura y él habían hablado de política en muchas ocasiones y siempre decía las mismas cosas – En resumen: ¿crees estar en peligro por defender una posición pacifista y democrática? ¿No crees que es algo exagerado?
Ella le respondió pidiéndole que le acompañara a sus aposentos. Naruto la siguió con cierto recelo, incluso llegando a bromear sobre si era una encerrona. Cuando llegaron a los aposentos de la princesa, esta corrió la puerta y Naruto encontró acostada a una joven. Estaba hasta arriba tapada con una manta. A su lado tenía dos doncellas más que cambiaban los paños de agua fría, vestían los tradicionales kimonos que llevaban las damas de honor de la princesa. Estaba sudando y parecía estar sumida en un profundo e intranquilo sueño.
- Fue envenenada – comenzó a explicar la Pricnesa. En ese momento se arrodilló y empezó ella misma a cambiarle los paños para bajrle la fiebre - Por error confundimos las tazas de té. Hará dos días de ello El médico nos ha dado dos días más para intentar controlarle la fiebre. Si se recupera nunca volverá a ser la misma.
- ¿Tienes prueba de ello? – se interesó el Hokage.
- No, por eso necesito a tus alumnos.
- ¿Crees que tienen capacidad para investigar un intento de asesinato?
- No, pero tú sí y tú estarás con ellos. Además les vendrá bien.
- Shion, ¿cómo de peligrosa crees que es tu situación?
- A la vista está. Dentro de tres días tiene lugar la gran conferencia internacional para debatir estos temas, por eso te ha llamado el Señor Feudal, para que acudas. Yo voy a posutlarme en contra y Los que piensan lo contrario que yo temen que eso haga que los indecisos terminen apoyando mi causa. Por esa razón, intentarán acabar conmigo. Intentarán culpar a Hashin y a su secta de fanáticos. Comenzarán una guerra, que quizás no puedan ganar y todo por cuanto hemos luchado, todo por cuanto murieron tantos y tantos será en vano. Naruto he podido ver cómo van a intentar matarme. Estos ojos me ayudan a ver el futuro.
- Empiezo a pensar que no sólo el Señor Feudal quería verme…, dattebayo… Nunca me ha gustado la política, pero eres mi amiga y te protegeré. Tranquila, ellos vigilarán tus estancias. Están bien entrenados. La investigación correrá a cargo mío.
- Te lo agradezco.
- Hazlo cuando resolvamos este misterio. Antes he de avisar a Sakura. Si es un veneno, ella podrá detectarlo.
Naruto iba a salir de aquella estancia cuando Shion le preguntó:
- ¿Lo sabe?
- ¿Cómo dices?
- Sakura… digo que si ya se lo has dicho.
- Decirle el qué.
- Lo que tú sabes y lo que mis ojos han visto nada más verte. ¿Sabe que vas a morir?
Naruto cerró la puerta sin decir nada. “No, y no lo sabrá hasta que falte poco, pero antes he de curar la maldición a la que nos sometió Nanaitsumi. Ése será mi regalo. Kurama, sigue prestándome tus fuerzas.”
CONTINUARÁ...
Septimo Hokage- Consejo de escritores
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Ohh Diooos..!!!
Shion se ha vuelto popular en los fics que he leido xD
Ella solo trae la muerte o le desea la muerte a Naruto.. siempre le viene con eso... :/
Buen capitulo... n.n
Espero la conti con ansias...
Shion se ha vuelto popular en los fics que he leido xD
Ella solo trae la muerte o le desea la muerte a Naruto.. siempre le viene con eso... :/
Buen capitulo... n.n
Espero la conti con ansias...
Black-chan- Sannin
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Como sabe Naruto que va a morir?! Tiene que ver con la maldicion de los hombres Uzumaki?
Odio la politica! tal parece que el feudal quiere controlar todo.
Conti!
Odio la politica! tal parece que el feudal quiere controlar todo.
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hikari uzumaki- Sennin
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
como siempre el poder se le sube a la cabeza del hombre.. en este caso del feudal del fuego..
como es eso que naruto va a morir? aunque conociendote como lo dijiste en este capitulo o nunca pasara o pasara en las ultimas 2 lineas del fic.. cosa que seguramente me va a poner muy triste xD
y con respecto a shion... por que no haces un cap especial de un sueño de shion y naruto o algo asi xD es que me gusta y siempre me gusto ese personaje.. y aparte como lo describes mas me gusta todabia xD
como es eso que naruto va a morir? aunque conociendote como lo dijiste en este capitulo o nunca pasara o pasara en las ultimas 2 lineas del fic.. cosa que seguramente me va a poner muy triste xD
y con respecto a shion... por que no haces un cap especial de un sueño de shion y naruto o algo asi xD es que me gusta y siempre me gusto ese personaje.. y aparte como lo describes mas me gusta todabia xD
gonmax- Sannin
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
como así que Naruto sabe que va a morir que pedazo me perdí... podrá cambiar el destino??? septimo espero que no seas tan cruel y termines matando a Naruto.. ya te pareces a kishi troleandonos a cada capítulo:_calor:
Adalnal- Novato
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
A estos parecá darles igual, era la mayor ciudad que hubieran visto en su vida.
Parecía
- Lo sé. Lo he notado – respondió con una sonrisa que Naruto esperó que no entendieran sus alumnos – Esperábamos tu llegada. ¿Quiénes son estros jóvenes que te acompañan? – De sobra sabía la respuesta.
Estos
El Nanadadime Hokage había advertido cómo en el último año, Shion había cambiado su manera de hablar y de tratar al Señor Feudal, algo que no le gustaba, si se tenía en cuenta que el soberano era un personaje que en los últimos años de su vida estaba enmedando de buena manera todo un reinado bastante lánguido.
Enmendando
No podía decirse lo mismo de la idea de que como futura soberana del País tenía unas repsonasbilidades que podían pasar, incluso, por encima de sus deseos, de sus propias necesidades. Naruto la comprendía.
Responsabilidades
- Por supuesto. Ahora mismo en la Confederación hay dos posturas enfrentadas: por un lado, los que creen que debería imponerse por la fuerza de las armas a los otros dos grande spaíses su anexión y además propugnan por un aumento de los poderes del líder de la confederación
Grandes países
- Fue envenenada – comenzó a explicar la Pricnesa. En ese momento se arrodilló y empezó ella misma a cambiarle los paños para bajrle la fiebre - Por error confundimos las tazas de té. Hará dos días de ello El médico nos ha dado dos días más para intentar controlarle la fiebre. Si se recupera nunca volverá a ser la misma.
Princesa
- A la vista está. Dentro de tres días tiene lugar la gran conferencia internacional para debatir estos temas, por eso te ha llamado el Señor Feudal, para que acudas. Yo voy a posutlarme en contra y Los que piensan lo contrario que yo temen que eso haga que los indecisos terminen apoyando mi causa.
Postularme
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El capitulo me gusto mucho, menos que a naru se le pare con shion ¬¬
Te voy a castigar >.<
Allí te deje las correcciones que encontré, no se si estoy mal xD
Quiero ver que sucede, porque me puso muy interesada que quieran matar a shion XD
Conti!!!
Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
El capitulo me gusto mucho, menos que a naru se le pare con shion ¬¬
creo que no te podes enojar. a todos los hombres les pasaria xD
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Hola a todos! He regresado. Estoy muy liado con los exámenes así que bueno, como ya sabéis, se continúa cuando se puede. Muchas gracias por vuestros comentarios, de verdad y porque hayáis estado esperando este capítulo. Ah, sí! Echadles las culpas a Obito_Madara, a Layla-chan y a Willem_Danwstar por no comentar, que estaba esperándolos (?) (de buen rollo ^^)
Espero que lo disfrutéis, y prometo que habrá conti con más prontitud, de verdad Dicho esto, os deseo una feliz lectura.
CAPÍTULO 7: LA PROFECÍA
Espero que lo disfrutéis, y prometo que habrá conti con más prontitud, de verdad Dicho esto, os deseo una feliz lectura.
CAPÍTULO 7: LA PROFECÍA
- Spoiler:
- A la edad de ciento tres años, el longevo Sandaime Tsuchikage murió al alba.
Sólo Sakura y la nieta de Onooki contemplaron cómo inspiraba con agonía por última vez antes de expirar su último aliento. Durante una semana había estado en Iwagakure haciendo lo que era su deber, cuidar de su paciente, aunque por aquél, en concreto, poco se podía hacer cuando llegó. La kunoichi le cerró los ojos y murmuró unas palabras que Tsunade le había enseñado. No tenían ningún efecto. Sólo era una formula de despedida, una tradición del clan Senju, que como muchas otras cosas no quiso que se perdieran y se las legó a su aprendiz.
Sakura se levantó y dejó a la familia con su dolor. Lo que menos necesitaban era un médico que sólo había podido prolongar su sufrimiento durante siete días. Nada se podía hacer por el Tsuchikage cuando llegó, la muerte había decidido cobrarse su vida y contra ella y la edad no había ningún remedio. Sólo había hecho lo que debía hacer un buen médico: hacer más fácil el tránsito de aquella vida a la siguiente.
Salió de Konoha diez días atrás, aunque justo el mismo día en el que salió recibió una petición de Naruto. Le solicitaba que viajara a la Capital por asuntos de estado. Naruto sabía muy bien su parecer sobre la política: Sakura no quería ver nada con ello. El poco contacto que había tenido con ello al formar parte de un espectáculo como lo fue su boda le había dejado un mal recuerdo. Sin embargo, en su carta, Naruto le pedía que acudiera porque había vidas humanas en juego.
Realizó el viaje con premura. Sakura era médico y para ella una vida humana era importantísima, por esa razón, muy a su pesar regresó a la Ciudad Capital. No desperdició mucho tiempo y en menos de un día pudo volver a contemplar con inquietud los grandes edificios de la ciudad y al fondo, el gran Monte Taiyô, que seguía siendo testigo de los millares de personas que a diario daban vida a la ciudad.
Conocía bien el camino, pero Naruto envió a Yuna a buscarla mientras que Sora y Hikaru se quedaron como honorables protectores de los aposentos de la princesa. Sakura tenía muy buena relación con la pequeña. Le recordaba a ella mucho. Habá volcado sus complejos como madre en la educación de la joven, que a pesar de tener un estupendo padre, también carecía de esa figura femenina. No se podía decir lo mismo de Naruto, para Yuna Naruto no era un padre, o no en el mismo concepto que tenía Sakura del suyo propio.
Las dos caminaron por la ciudad. Los alumnos de Naruto llevaban un día más que ella en la ciudad. Apenas se habían marchado y ya había aparecido algún tipo de problema. En aquella ocasión tenía Sakura que atender a dos pacientes, ambos de bastante importancia. Ambas charlaron un poco sobre las impresiones de la joven en la ciudad. Sakura la escuchaba con atención.
Yuna era muy inteligente, aunque como todas las chicas de su edad, no podía evitar distraerse pensando en sus líos amorosos. Sakura no recordaba con cariño aquellos tiempos. A la edad de doce años creía estar enamorado de un oscuro personaje que le rompía el corazón cada vez que intentaba abrírselo. “Naruto, tú siempre has estado ahí” pensaba justo antes de arrepentirse por haber tenido con él aquellos problemas.
A Sakura le gustaba conversar con Yuna y enseñarle algunas cosas. Era cierto que Naruto y ella misma habían supervisado su función. Naruto sentía que tenía contraída una gran deuda para con ella y para con su clan. Por eso siempre era muy protector con ella, por esa razón se había encargado de enseñarle a protegerse, aunque la actitud sobreprotectora de Naruto había vuelto a Yuna algo negligetne. A Sakura, por lo que realmente le gustaba hablar con la chica era porque le gustaba aconsejarla. Era lo más parecido a ser madre y sabía que así le obraba un bien a la pequeña.
A veces las conversaciones podían ser muy fluidas, otras, sin embargo podían ser bastante secas, dependiendo si sabía escoger el tema. En aquella ocasión, la grandiosidad de la ciudad actuó por sí misma y consiguió que Yuna hablara por los codos. Le hizo una descripción detallada de todos los lugares por los que habían pasado. Le habló de su historia y de lo que más le gustaba. Le comentó los aspectos que más le encantaban de vivir en un sitio como aquel y de cómo le gustaría hacerlo.
- Shion es una gran princesa, algún día, cuando herede el mando, será responsable y diligente. Será una gran soberana para este país – coincidió Sakura al escuchar como Yuna la alababa.
La esposa de Naruto tenía que reconocer que la princesa era realmente hermosa. No había adjetivo para describir su angelical y su mística belleza. Recordaba haber estado celosa justo el mismo día en que Naruto y ella se casaron en secreto. Recordaba con cariño aquel día, ella había sido la que oficiara la ceremonia, no en vano era una sacerdotisa.
Con el tiempo, Sakura había sabido que Shion estaba profundamente enamorada de Naruto. No sabía si era por aquella razón, pero hasta el momento, a pesar de las presiones del Señor Feudal y otros líderes del País no había tomado matrimonio. “Naruto es demasiado bueno. Es normal que otras mujeres se enamoran de él. Es todo lo que se busca en un compañero… y yo estuve a punto de perderlo por imbécil” se reprochaba al pensar en su pasada actitud. Aquella era algo que todavía le preocupaba. La conciencia era sabia y una compañera de buena memoria que nunca olvidaba.
La conversación con Yuna amenizó el camino hasta los aposentos de la Princesa. Hikaru la saludó efusivamente. Sora sólo hizo un movimiento de cabeza. Sakura sonrió. Había quien decía que era como Sasuke. No tenían nada que ver. A Sora, a pesar de lo que pudiera parecer, le importaban sus compañeros, su maestro y su aldea. A Sasuke sólo le importaba la venganza. Los tres entraron en los aposentos de Sjion.
Allí pudo encontrar a su paciente. Naruto le había descrito la situación como de urgente necesidad. Eran dos palabras que no hacían justicia al preocupante estado en el que se encontraba la doncella de la Princesa Shion.
Una costumbre entre la nobleza del País del Fuego era que las mujeres de la dinastía reinante siempre estuvieran aconsejadas por una escolta de damas de honor, hijas de la más nobleza de más rancio abolengo del país. Eran las compañeras de la princesa y las que demostraban al mundo que seguía siendo pura tanto física como espiritualmente. Además eran confesoras, asesoras y velaban por su seguridad, lo que significa que cataban su comida y probaban su bebida.
Aquella chica, de piel clara y negro pelo había perdido todo color de su rostro. Respiraba en un susurro apenas audible y que daba miedo intentar escuchar. El dios de la muerte parecía estar empleando un suave cojín de muerte aterciopelada para asfixiarla. Su piel estaba adquriendo un pálido color purpureo. Tenía los ojos cerrados. Sudaba y parecía temblar de frío. El síntoma que más le preocupó a Sakura nada más verla fue las dos lágrimas de sangre de sus ojos.
- ¿Cuándo empezaron los síntomas del envenamiento?
- Un día antes de que llegara el Hokage-dono – respondió una de las doncellas.
Lo más característico de aquel grupo de mujeres consagradas en cuerpo y alma a la mujer era su peculiar atuendo. Todas vestían kimono blanco, se empolvoraban la cara hasta dejarla completamente blanca y se realizaban complejos peinados. Sólo se pintaban una franja en los labios. Le recordaron a la Geisha. Quizás intentara emular a aquellas mujeres.
Sakura se arrodilló y le tomó la temperatura. Estaba fría, fría como el hielo de la muerte que enfriaba su cuerpo y hacía que la sangre no fluyera correctamente y su piel se tiñera lenta y suavemente de un horrible color púrpura. Los temblores eran tan virulentos que habían tenido que atarla al colchón para evitar que se lastimara.
- ¿Fue por alimentos o por bebida?
- Creemos que fue a la hora del té. Aquel día la Princesa había discutido con…
- ¡Kiriko! – la mandó callar una de sus compañeras.
- No, Akime, Sakura-sama necesita saber toda la verdad – la contrarió Shion – Sakura, ese día había mantenido una, digamos, dura conversación con el Señor Feudal por motivos políticos que no voy a repetir aquí. El señor y yo siempre hemos mantenido opiniones similares menos un tema en concreto. La corte está dividida entre mis partidarios y los suyos, bastante propicios a olvidar que soy la heredera y a amenazarme.
- ¿Crees que el Señor Feudal te hubiera mandado envenenar después de lo que le costó decidirse nombrar heredera?
- No, no creo que él lo ordenara, pero sí alguno de sus partidarios. Han pasado ocho años y se me sigue viendo como una extranjera y una negada para el cargo. Sólo por el hecho de ser mujer, se creen con el derecho a decirme cómo pensar.
- Así que uno de sus partidarios intentó envenenaros mientras tomábais el té… He de suponer que los efectos fueron inmediatos, si no, habrías también caído enferma…
- ¿Podéis curarla, Sakura-sama? – preguntó otra de las doncellas.
Aquellas preguntas eran las que menos le gustaban. Comprendía perfectamente que los familiares y amigos del paciente pusieran todas sus esperanzas en la actuación del paciente, pero no le gustaba que lo hicieran. Le trasmitían demasiados sentimientos y terminaban fomentando que se implicara. Cuando las cosas salían bien la alegría era mayor pero cuando salían mal la tragedia era, sin duda, mayor aún.
- Debo intentarlo – les respondió – He de analizar más detalladamente el veneno y sus efectos. Yuna, por favor, ve y llama a Naruto, necesito su ayuda.
- Sakura-sama – dijo Sora – Naruto-sensei se encuentra con el Señor del País del Fuego reunido.
- Comprendo… Puedo apañármelas yo sola. Necesitaré que dejéis este cuarto totalmente libre. Sólo Shion se quedará conmigo para asistirme. Vosotros tres – les dijo a los discípulos de su marido – Necesito que vayáis a un herbolario y me traigáis la hoja de shinobis, es común y ayuda a preparar un brebaje con el que homogeneizar la temperatura. Lo primero es eso. ¡Vamos, no perdáis tiempo!
Sakura esperó a que se marcharan. Cuando se quedaron a solas, Shion le preguntó realmente alarmada:
- ¿Podrás curarla?
- Sí, eso creo. He identificado los síntomas y creo que podré tratarlos por separado, pero voy a requerir de ninjutsu médico. Lo que traerán los alumnos de Naruto, solo servirá para hacer que recupere fuerzas. Estos síntomas son particularmente extraños, no son de ningún veneno conocido… en estas tierras.
- ¿En este continente, quieres decir? – matizó Shion.
- Sí. Es de una especie bastante extraña. La llaman mantícora. Su veneno no deja rastro, no tiene sabor y no hay manera de pararlo por medios convencionales. Me va a costar curarla, pero si uno mi flujo de chackra al suyo puedo intentar localizar aquellas zonas que estén más dañadas por el mismo.
- ¿Lo peor no es esta falsa muerte que aparenta, verdad? – acertó la princesa.
- En efecto. El veneno infecta los glóbulos rojos y envena el oxígeno que portan a las células haciendo que éstas se destruyan. Han pasado muchos días desde que lo tomó. Aunque debes darle gracias a tus enemigos, querían hacerte sufrir y está bastante rebajado. En una situación normal, por lo que he leído, en unas horas hubieras muerto y hubiera parecido una muerte natural. Al estar tan diluido, sus efectos se retrasan y no parece tan fácil de asumir que ha sido muerte natural.
Shion juntó las manos en una plegaria sin palabras, parecía algo aliviada por su doncella.
- El auténtico motivo por el que quería quedarme era para hacerte una advertencia.
- Te escucho. Naruto y tú sois ahora los únicos en los que puedo confiar.
- Llevo poco más de una hora en esta ciudad y ya puedo ver que esto es un nido de víboras. Esta vez no va a ser la última Shion, tus enemigos no se contentarán con haberte puesto en aviso. Harán lo que sea para lograr sus objetivos.
- No les tengo miedo.
- Por lo que parece ellos a ti tampoco. Shion, ¿sabes dónde te estás metiendo? – le preguntó.
- Lo sé desde que me opongo a la guerra. ¿Naruto te lo ha contado?
- Sé de algo por su carta, aunque prefiero no saber los detalles. La política no es para mí. Shion… no deberías involucrarte tanto. Si no puedes hacer nada y te obligas a ello y arrastras a otros… puede acabar mal – le pidió Sakura.
- Sakura, si creyera que luchar no sirve de nada, no hubiera aceptado esta responsabilidad. Es mi deber servir a las gentes de este buen país siendo una gran gobernante y la guerra o dar más poderes a una persona, por muy buena que sean no es la solución. – La doncella envenenada se quejó en un suspiro – Gracias por la advertencia, pero yo también sé jugar a esto.
- ¿Vas a envenenarlos?
- Oh, no, créeme que no. Voy a hacer algo mucho peor.
- Ten cuidado, por favor – le rogó – Serás una gran líder, no deberías arriesgarte tanto.
- Hasta que lo necesites, puedes dormir en los aposentos de Naruto, una de mis doncellas te guiará luego. Por favor, Sakura, salva la vida de Kimío.
Sakura se puso manos a la obra y empleó sus técnicas curativas. Tal y como esperaba, el veneno había infectado muchos tejidos y fue realmente difícil aislarlos para poder extraerlo, además de una técnica cansada de sostener. Sin embargo, había contraído una promesa y había aprendido de su marido que las promesas siempre había que cumplirlas.
Pasó largas horas tratándola. Era una carrera a contrarreloj. Cuanto más tiempo empleara mayores serían los daños, dados los destructivos efectos del veneno. Los alumnos de Naruto vinieron en mitad del tratamiento portando consigo los ingredientes que le había pedido. Luego les indicó cómo preparar un bebedizo que debería suministrar una vez terminara la extracción del veneno cada dos horas.
Sakura imaginó que quien se había tomado la molestia de importar un veneno así tenía claro que quería eliminar a la Princesa. Aquel tipo de conjuras eran propias de la vida de palacio, que por suerte, desconocían los shinobis de Konoha, meros soldados del poder político.
Sin embargo, no la llamaban la Princesa de las Babosas por nada. No en vano, había sido Tsunade su maestra. A media noche, salió de la habitación. En las puertas se encontraban Shion, sus doncellas, Naruto y sus alumnos. Yuna hablaba con Sora. Hikaru se había quedado dormido. La joven pudo ver como adquiría un brillo totalmente distintola mirada de su marido al verla, aunque no dijo nada. Sakura imaginó que debían haber acordado protegerla.
- Kimió-san vivirá, aunque deberá tomar este bebedizo cada dos horas. – Anunció tras ver la preocupación en sus rostros. Luego continuó explicando - He extraído gran parte del veneno y he sanado los tejidos más deteriorados, pero el nivel de daños es tan elevado que hará falta este tónico. Además, deberá recibir tratamiento médico para vigilar la evolución de la joven.
Las doncellas se lo agradecieron alabándola y recordándole lo virtuosa que era por aquella obra, todo en un lenguaje formal y arcaico, propio del lenguaje de la corte. Todas la abrazaron una vez antes de permitir que Shion expresara su agradecimiento con un cariñoso abrazo. Cuando se fueron, Naruto se subió a un dormido Hikaru a la espalda y comenzaron a andar los cuatro hacia sus dormitorios.
- Fuiste rápida. Me alegro de que estés aquí – le dijo Naruto. Ambos se miraron algo sonrojados. En ese momento, les daba corte demostrat todo su amor delante de los alumnos de él.
- Tuviste suerte de pillarme en Konoha. Me disponía a abandonar durante unos días nuestra aldea – Sakura sabía que en la corte, el espionaje era una labor fundamental que todavía era una fuente de ingresos para las aldeas ninja en épocas de paz.
- ¿Por qué motivo?
Sakura le lanzó una mirada a Naruto en la que le decía que no era conveniente hablar de ello en ese momento. Naruto la entendió. Uno de los aspectos positivos del matrimonio era el elevado grado de compenetración que habían adquirido que no tenían que expresar palabras para intercambiar determinados pensamientos. Dejaron a Hikaru, a Sora y a Yuna en los aposentos que les habían asignado y se dirigieron al balcón.
- Me dirigía camino a Iwagakure cuando recibí tu mensaje.
- ¿Ha sucedido algo?
- Lo que todos esperábamos desde el último año – El Tsuchikage había quedado postrado en una cama a raíz de su edad, aunque se había negado a ceder el cargo a alguien más joven. Seguía siendo un viejo orgulloso – Parece que pronto la muerte se lo llevará. Me han pedido que asista porque alegan que se debate entre la vida y la muerte.
- Y si se va a morir de viejo, ¿para qué te quieren a ti?
- Naruto, deberías saberlo. El Señor Feudal del País de la Tierra está interesado en sumarse a la Confederación. Eso pone en peligro la viabilidad de Iwagakure. Sin embargo, no puede hacerlo. Tú también tuviste que hacerlo, ¿no lo recuerdas?
- Sí, claro, que lo recuerdo. Cuando fui nombrado Hokage, tuve que firmar un contrato de por vida con el Señor del Fuego por el que yo me comprometía a renovar la obligación de protección de la nación y él se comprometía a mantener económicamente la aldea. ¿Pero qué miedo tienen?
Sakura cerró la puerta dejando a los tres gennin metidos en sus colchas. Estaban exhaustos, aunque Yuna y Sora habían mantenido el tipo y habían aguantado la vigilia. Les había costado menos de treinta segundos quedarse dormidos. Sakura los miró con cariño. Le hubiera encantado poder hacer aquello con sus propios hijos.
- Naruto, pertenecer a esta alianza puede hacer que los países decidan reducir sus dotaciones a las aldeas. Iwa ya lo pasó mal tras el final de la Tercera Gran Guerra en la que se redujo su presupuesto, razón por la que acudió a Akatsuki. Si ahora vuelve a ocurrir, puede que la aldea desapareciera. Sin embargo, mientras que el Sandaime Tshuchikage viva, la aldea vivirá.
- Pero no podrán mantenerlo de por vida…
- Naruto, ¿y si alguien hubiera atentado contra su vida de la misma forma que ya lo han intentado contra los otros kages? Piensa que antes fuistéis tú y Mei Temuri.
- No. No – negó categóricamente – Nanaitsumi está muerto. Yo mismo me encargué de ello.
- Pero no de sus seguidores – le contrarió.
- Desaparecieron ese día. No creas que no he sido diligente. Todo lo contrario. Los he buscado con fervor. Aún dos de ellos tienen una cuenta pendiente con Izumo y Yuna-chan. Eso jamás lo olvidaré – Recordó el Hokage.
- De todas formas, han prometido unirse voluntariamente a la Confederación si yo acudía – explicó Sakura – Por eso voy.
Naruto se acercó a ella y la cogió por la cintura con fuerza y a la vez con delicadeza.
- Vaya, es la primera vez que te veo tan colaboradora con la Confederación. Tenía entendido que pensabas que era una forma preciosa de subyugar países.
- Sigo pensándolo, pero para ti es importante y para mí una vida es una vida. Si solicitan mi presencia he de ir. Además, no me molesta que los países avancen hacia un futuro en paz juntos, me molesta el cariz de esta sociedad. Aunque tú eres el Hokage.
- Yo no sería nada, sin tenerte a mi lado, sin tenerte junto a mí – se acercó más a ella.
- ¡Oh! Veo que las separaciones nos vuelven más cariñoso – dijo antes de que Naruto la besara – Te quiero, te quiero mucho – dijo antes de besarlo otra vez.
Naruto deslizó sus manos hacia abajo agarrándola con fuerza.
- Están tus jóvenes discípulos tras esa puerta.
- Un maestro debes enseñarles todo lo que sabe.
- Sí, pero hoy no.
- Últimamente no hemos…
- Te prometo que en casa te enseñaré unas cuantas cosas nuevas.
- Lo dudo, lo hemos probado todo.
- No estés tan seguro, Naruto Uzumaki, no sabes nada.
- Oh, Sakura Uzumaki, pues, enséñamelo… - Volvió a besarla – Fue en este palacio donde la primera vez concebimos a nuestro hijo.
- Lo único bueno de esta maldita capital – Dijo Sakura.
- Podremos tener hijos, sólo dame tiempo.
Sakura le abrazó, no porque creyera que fuera posible. Lo que el Señor de los Siete Rostros le había quitado jamás se lo devolvería la naturaleza, pero Sakura quería agradecerle todo lo que hacía por ella.
Al día siguiente abandonó la capital y marchó hacia Iwagakure. Sabiendo que se había retrasado un día tuvo que forzar la marcha. Sakura guardaba muy buenos recuerdos de aquel lugar, allí había sido la primera noche que durmiera con un hombre, y más concretamente con el hombre al que amaba. Siempre se acordaba de lo mejor de aquella noche. La tenía muy idealizada. No le importaban los numerosos fallos, se quedaba con la magia del momento.
Tardó menos de lo que esperaba. Siempre que había tomado aquella ruta lo había hecho avanazando con tranquilidad. En aquella ocasión la vida del Sandaime Tsuchikage estaba en juego. Sakura era realista. A diferencia de Kimío, que era joven y había sido envenenada, restándole mucha vida por delante, Oonoki era un hombre anciano. La muerte reclamaba lo que era suyo. “Es curioso, ver cómo la muerte nos hace a todos iguales. No distingue entre señores y kages y entre campesinos y ninjas” pensaba.
Naruto y ella habían discutido sobre los motivos que la obligaban a ír. Le era bastante desagradable tener que volver a ayudar en algo en lo que no creía, y le parecía bastante ineficaz intentar salvar a un hombre cuyo destino estaba ya escrito. Sin embargo, cuando pensaba en eso, no podía evitar pensar en Naruto. Para él era importante aquello. Creía en aquello y para Sakura se convertía en la única razón válida.
Sakura no había realizado muchos viajes como aquel tras su boda, pero todavía le gustaba pasar el día al aire libre, correr, saltar de árbol en árbol y estar atenta a que ningún extraño la persiguiera. El paisaje del País del Fuego había cambiado algo en los últimos años, los bosques cedían a favor de las poblaciones humanas, pero seguía siendo un país eminentemente verde, escondido entre el bosque, como la aldea que lo protegía.
La espoas del Hokage tenía cierta experiencia en aquel tipo de travesías, al fin y al cabo. Mantuvo su ruta y a los dos días se encontraba cruzando por el gigantesco puente Kanabi que había costado tantas vidas su destrucción en dos guerras mundiales. Allí, Kurotsuchi y un destacamento de ninjas de Iwa la esperaban para conducirla a la aldea.
- Es un alivio que hayáis aceptado venir a vernos, Sakura-sama.
- Sandaime Tshuchikage-dono es un gran aliado de Naruto. Además, la vida es sagrada para mí. Aunque, Kurotsuchi, mucho me temo que tu señor abuelo, es más preso de la edad que de la enfermedad.
- Lo sabemos, Sakura-sama, pero él mismo insistió en que tú vinieras.
- Me alegra ver que mantiene la consciencia… ¿Por qué motivo me requiere?
- No lo sabemos, sólo decía tu nombre y el de Naruto en el sueño febril en el que lleva las últimas semanas, hasta que despertó y lo pididó. Después ha vuelto a dormir entre agónicos sufrimientos y respiraciones.
- Creía que se solicitaban mis servicios de médico.
- Lo sé. Creo que os debemos una disculpa en Iwa, pero mi abuelo se muere y parece que sólo quiere hablar contigo. Es demasiado extraño.
- ¿Sigue en pie vuestra anexión a la Confederación?
- Sé que Naruto-dono cree en ello, pero, recelamos bastante de la idea. Hay algo en ella que nos hace sospechas. ¿No os dáis cuenta de que el Señor Feudal del País del Fuego acumula cada vez más poder de manera progresiva?
- Sí, yo sí me doy cuenta. Es mi querido esposo el que parece no querer verlo – repuso – ¿Os uniréis?
- No queda otro remedio para la supervivencia de Iwa, me temo.
- Bien, no nos demoremos más – atajó Sakura.
Viajaron con premura siguiendo caminos que sólo los guías habían transitado. Según avanzaban, Kurotsichi iba informándole de todas las novedades que habían acontecido en los últimos tiempos. Los cinco kages mantenían una línea de comunicación bastante amplia y hasta llegaban a prestarse para determinadas misiones. No obstante, la idea de la Confederación y de ahorrar y sacar beneficio de las innumerables ventajas económicas era muy atractiva, demasiado, para los señores feudales y los países forzaban a sus aldeas a formar parte.
Iwa no había atravesado buenos tiempos, tal y como Naruto y ella temían, el Señor del País de la Tierra había amenazado con recortar su dotación, cosa que no podía hacer hasta la muerte del Tsuchikage que firmó el acuerdo de colaboración. Sin embargo, si las cosas se ponían feas, podría incluso no renovarlo y acogerse a la Confederación unilateralmente. Eran batallas políticas que poco tenían que ver con el Tsuchikage, salvo que había sido su principal agente. La unidad y la paz no eran fines perversos, decía Kurotsichi, sí que lo eran las formas para conseguirlas y más cuando se disfrazaban de buenas.
En mitad de tales reuniones en la que ninguno de los líderes del país daba su brazo a torcer, Oonoki había caído gravemente enfermo. Se investigó sobre el motivo. Sus familiares creían que se trataba de algún tipo de jutsu o veneno, aunque los servicios médicos de la aldea lo habían descartado. Sin embargo, lejos de pedir ayuda lo habían mantenido en secreto, debido al temor que les inspiraba que el Tsuchikage muriese sin haber firmado la anexión. Lo habrían mantenido así hasta su muerte de no pedir la presencia de Sakura.
Un día más reco recorrieron a pie para llegar a la aldea.
Sakura se puso a trabajar nada más llegar al lúgubre cuarto donde a oscuras residía el líder de la aldea, viejo, decrépito y muy deteriorado por la enfermedad en los últimos días. Sakura estaba, en ese momento, realmente intrigada de por qué el viejo Kage había mandado llamarla a ella. Cierta era su participación en la batalla final, pero no se podía imaginar ser tan importante como para ser llamada en los últimos momentos de vida de tan alta personalidad.
Aplicó los tratamientos paliativos que por costumbre aplicaba en tales casos. La fiebre que padecía era bastante alta por lo que tuvo que prescindir de la clásica toalla empapada en agua fría para rebajarla. El anciano dormía intraquilamente respirando entre jadeos y agónicas inspiraciones acompañada de inaudibles espiraciones.
Como era su deber como paciente no se despeguó de él, al igual que la familia del Tsuchikage. Kurotsichi le había advertido que en cualquier momento podía despertarse y esperaría encontrarla. Además de la gran curiosidad que le despertaba, era lo menos que podía hacer por un líder tan importante. Sabía que su actuación sería bien recibida. El hijo del Sandaime le había confesado que no esperaba ningún milagro, algo que hacía la situación más llevadera para la kunoichi.
Los días pasaron lentamente en un ambiente cada vez más rancio y cargado de un hedor a muerte tan desagradable que era bastante difícil, pero fielmente, Kurotsichi y ella seguían al pie del cañón. El Sandaime Tsuchikage dormía como podía. Sakura le había sometido a un genjutsu curativo, aunque podía hacer salvo combatir el febril y delirante estado en el que se encontraba.
Sakura había aprovechado para verificar el informe de los ninjas médicos de Iwagakure. Era la edad lo que mataba al anciano, pero en tanto que tenía las defensas debilitadas. No era el mero paso del tiempo, era una enfermedad real la que le estaba matando. Sakura rogaba porque no fuera contagiosa. Las dos kunoichis reconstruyeron los hechos del momento en el que el Sandaime había enfermado y no podían atribuirlo a ningún ataque. La esposa del Hokage no quería atribuirlo a ningún ataque salvo a la edad y a una combinación poco favorable.
En ocasiones, el enfermo parecía recuperar la conciencia y llamaba a Miruki, que según le explicó su compañera era su abuela, la bondadoas esposa del Tsuchikage. Sin embargo, parecía no volver a querer despertarse. El resto del tiempo dormía vigiliado por Sakura y algún que otro miembro de la familia, que no paraban en deshacerse en halagos hacia ella y en ser gentiles y generosos.
Fue a partir del sexto día cuando comenzó a mejorar. La fiebre remitió. Sakura no quiso alegrarse por aquello. Aunque sus cuidados habían logrado combatir la enfermedad, aquello no era garantía de una recuperación. Todo lo contrario, Sakura sabía bien de aquellos casos de recuperación, de lucidez ajenos a la muerte.
Entre sus oscuras pensamientos, Kurotsichi la advirtió alarmada de que el viejo se despertaba. Su respiración era mucho más tranquila. Las miraba totalmente sabiendo quiénes eran, su nieta y la extraña de la que había solicitado su presencia. Se incorporó y su nieta se lanzó a sus brazos. Sakura conocía de la aparente discordia que había entre los dos. Le pareció muy tierno aquello.
- Sandaime-sama – comenzó Sakura - ¿cómo se encuentra?
- Así que eres tú… Vaya, qué curioso el destino, niña. Quién iba a decir que los mismos tres gennin que escogió el Ninja Copia iban a estar implicados…
- Veo que puede retomar el hilo de sus pensamientos… Es buena señal – le explicó a la nieta.
- Déjame mirarte a los ojos – Sakura obedió y los ojos negros y entrecerrados del anciano se juntaron con los ojos verdes y grandes de Sakura – Del mismo color que la esperanza – comentó – de la esperanza que traerás al mundo.
- Lo dudo mucho – respondió esquiva - ¿Qué era eso tan urgente de lo que necesitabais hablarme?
- Tú has estado ahí, ¿verdad?
- ¿Dónde?
- En los siente infiernos… - Cuando Sakura palideció sólo escuchando el nombre el Tsuchikage sonrió con ternura y a la vez con una extraña expresión indescriptiblemente.
- No puedes engañar a estos ojos en el último momento de vida que les queda.
- ¡Yiyi, ni se te ocurra decir eso! – le reprochó con cariño Kurotsichi.
- Niña, no vengas con remilgos. Esto es importante – volvió a mirar a Sakura – Él me lo dijo. Lo encontré ahí. Yo también he estado. He estado ahí durante todo este tiempo.
- Yiyi, estás desvariando. ¿Esto es bueno, Sakura-sama? – preguntó su nieta preocupada. La chica no respondió.
- ¡Estoy perfectamente! ¡Aún queda mucho que guerrear! – respondió intentando sonar lleno de vitalidad – Sakura te he mandado llamar porque quiero que escuches mis últimas palabras. Soy lo suficientemente viejo y consciente para saber que pronto abandonaré este mundo.
Aquellas palabras hicieron que Sakura sintiera lástima por el anciano.
- No diga eso, Tsuchikage-dono – le rogó.
- Bobadas, niña. Estoy viejo y debería agradecerle a los ancestros que me hayan permitido despertar para cumplir con una misión que se me encargó siendo joven y que ahora, con el shinigami llamando a mi puerta pienso cumplir. He estado ciego, realmente ciego. – Luego comenzó a explicar - Cuando fui joven tuve la oportunidad de viajar al este. Por aquel entonces, búscamos los secretos para dominar a los bijuu y sólo podíamos encontrarlo, eso creíamos, en el momento en el que lo hicimos. Viajamos buscando el nacer del sol hasta que lo encontramos.
- ¿El qué? – preguntó intrigada.
- Las ruinas de lo que creímos que fue la ciudad del comienzo, Tenshikamigakure. Allí queríamos encontrar el secreto para controlarlos pero encontramos otra cosa. Son unas ruinas maltratadas por el tiempo, pero que cuirosamente, cuentan con una biblioteca que ha permanecido impoulamente inalterada. Allí… no estoy delirando – aclaró – encontramos al Sabio.
- ¿A qué sabio?
- Al Sabio de los Seis Caminos, a Rikudou Sennin.
- Pero las leyendas no decían que murió.
- Creo que ahora no es momento para cuestionarlos leyendas, jovencita. Allí le encontramos. Al principio nos asustamos al pensar que seguía vivo, pero de él sólo quedaba su cuerpo, que había permanecido inalterado. En sus manos, sostenía una flor blanca, que ahora sé cuál era, la flor de un cerezo.
- ¿Y eso es lo que tiene que ver conmigo? – inquirió con cierto deje de escepticismo.
- No era una simple flor, era un artilugio de extraña tecnología que el Sabio había empleado para grabar sus últimas palabras. Kyūseishu, te dejo a ti mi legado. De la tierra nacerás para el cielo alcanzar. Tú serás quien guíes al mundo a su destrucción o hacia la paz. Tuyo será el día y tuya será la noche. Tuyos serán los elementos. Tuyos serán los hombres y sus espadas y sólo de ti dependerá lo que yo hoy he empezado.
- Yiyi, estás cansado, deberías recostarte e intencar conciliar el sueño.
- ¡Estoy perfectamente! Sakura, podré sonarte como un loco, pero sé que tú serás la madre de Kyūseishu. No sé lo que es pero desde los últimos años comencé a intentar resolver este recompensa. Mi juventud y arrogancia me hicieron pronto olvidar esto, pero hace un año tuve un encuentro con un extraño ataviado con una máscara de rostro angelical en la que dijo ser un ángel que venía advertirme de mis pecados.
Sakura sabía que debía estar hablando por efectos del delirio. Admitía la veracidad de aquella historia, aunque sabía que no habría sido tan espectacular. En aquellos momentos su mente debía estar combinando ideas, recuerdos y sueños. Para el Tsuchikage todo debería parecer real, pero Sakura sabía que aquel tipo de historias eran más propias de la imaginación que del mundo real. Lo que a ella le interesaba era quién era el personaje al que llamaba ángel.
- Tsuchikage…
- No me interrumpas, quiero dormir y quiero acabar con esta conversación. Naruto y Nagato, los dos alumnos del Jiraiya, eran el niño de la Profecía que guiaría este mundo hacia la paz o hacia la destrucción. Tú eres la esposa del niño de la profecía. Tú eres la tierra y Naruto es el cielo. Vosotros seréis sus padres.
- Está bien, debe descansar ahora.
- ¡Prométeme que educaréis a ese niño por el camino de la rectitud!
“Yo nunca traeré ningún niño al mundo”
- Lo prometo – mintió.
El anciano se volvió a recostar y poco a poco se quedó dormido. Parecía tranquilo.
- Lamento esto. Lamento haberte hecho perder el tiempo para algo tan… profético. Disculpa, Sakura-sama. Creíamos que tenía algo importante que comentar, algo sobre la situación futura de la aldea, del continente.
- No tienes por qué disculparme. Iwa y Konoha son aliadas, es lo que debía hacer. Soy la esposa de Naruto y tengo responsabilidad como tal.
Aquella noche, el Tsuchikage volvió a empeorar tras unas horas de recuperación. Sakura se encontraba en la cama descansando cuando la volvieron a sacar de la misma para que curara al anciano. Sin embargo, ni sus mejores jutsus pudieron hacer nada.
La muerte llamó a la puerta.
CONTINUARÁ...
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