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Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Hola! Muchísimas gracias a las dos por vuestros comentarios! Últimamente andamos escasos de comentarios, pero se agradece vuestra fidelidad. Quedan 3 capítulos para el final, ¿qué pasará? Cualquier cosa. Estad pegados a la pantalla, que habrá continuación muy muy pronto.
Aquí os dejo el capítulo, disfrutad de la lectura:
CAPÍTULO 28: UNA VOZ DEL PASADO
Aquí os dejo el capítulo, disfrutad de la lectura:
CAPÍTULO 28: UNA VOZ DEL PASADO
- Spoiler:
- Yuki miró con gesto preocupado cómo la guerra estaba lista.
Más de seiscientas embarcaciones esperaban para zarpar del gigantesco puerto de Doreigakure. Había calculado que si cada barco podía llevar unos doscientos tripulantes, al menos, aquél mismo día partirían hacia las tierras del País del Fuego unos doce mil soldados. No sabía cuántos más lo harían en los próximos días.
—Hay que advertir a Konoha—concluyó Konohamaru.
—Sí, puede que aún quede suficiente tiempo cómo para preparar las defensas de las cinco aldeas.
—De todas formas, el viejo y Sai-taicho sabrán qué hacer.
Siempre confiaba en su capitán y en el anciano, pero temía que llegara el día en que aquello no fuera suficiente. Siempre se le había dado bien cumplir órdenes. Tenía cierta inventiva pero siempre dentro de los parámetros de las órdenes de otros. Él no valía para ser Hokage, él servía para servir.
Habían abandonado el templo pocos días antes, cuando la oscuridad estuvo tan cerca de alcanzarlos que hubiera desatado sus oscuras consecuencias. Hiraishin les había explicado el origen de la niebla. El mundo se dividía en dos realidades, cualquiera que fuera su manifestación: luz y oscuridad, día y noche, verano e invierno, vida y muerte, etc. No podía existir ninguna sin la otra y en cada una de ellas se podía encontrar algo de la otra. El Juubi era la máxima expresión de una, pero sin su antagonista y complementario, Fennisuku, el mundo se vería dominado por la oscuridad hasta desaparecer. Yuki había oído hablar de Madara y de sus planes… ¿Había sido aquello lo que se proponía?
Fuera como fuese, tenían que impedirlo. Hiraishin tenía a dos discípulos más trabajando para él. Por un lado, estaba Sasuke Uchiha, algo que se presentaba como imposible, pues las crónicas atestiguaban su muerte. No lo había visto, pero sabía que llevaba meses en el oeste, viajando por los distintos países, sondeando los ánimos, reuniendo información e intentando frustrar los planes del enemigo. Por otro, Izumi Shion, un ninja de Kiragakure que había vuelto a su hogar para preparar a su aldea.
Konohamaru y él regresaron hasta su pequeño piso franco. Era un cuchitril vacío en el que se habían asentado mientras reunían toda la información posible sobre el enemigo. Si iba a haber una guerra, y tras la última las fuerzas de las cinco naciones habían disminuido hasta niveles de la Primera Gran Guerra Ninja, la clave para sobrevivir era saber a qué se enfrentaban.
Shino, siempre silencioso y que no parecía estar allí, Konohamaru y él habían espiado en los cuarteles de la ciudad, habían investigado en los domicilios de los magnates que financiarían la guerra y Sai se había infiltraro en el ejército enemigo. Habían llevado a la conclusión de que sus enemigos eran muchos, un total de más de doscientos mil, aunque sólo tenían noticia de que el ataque sería realizado por unos cincuenta mil hombres. Estaban bien armados aunque bastante pobres en el uso del ninjutsu.
Su objetivo era el País del Fuego. Tomar el país más rico y poderoso de la recién creada Confederación de Naciones era derrotarles. Para tomar el País era necesario antes tomar su principal defensa: Konohagakure. Sin embargo, no querían conquistar la plaza, querían arrasarla, que no quedara nada del sueño de Senjus y Uchihas.
Sabía que Nanaitsumi era el comandante en jefe de aquel ejército, aunque por debajo de él se encontraban dos generales a cuyas órdenes estaba todo el ejército. Sólo sabían sus nombres: Tayo y Gigamesh. Podían ser dos ordinarios mercenarios… o dos poderosos y terribles shinobis. Además de ellos, gracias a Kakashi y su sacrificio sabían cómo derrotar a Nanaitsumi.
Sin embargo, toda esa información sólo sería útil si ellos se la daban a los aliados. Quizás la calidad compensara al número, pero Konoha y la Alianza Shinobi necesitaban esa información. Aquello debían estar discutiendo Sai y Hiraishin cuando regresaron.
—Me he retrasado dos meses en esta situación. Naruto, Sakura y Konoha están en peligro. No debo demorarme más—se negaba Sai.
—Sólo una semana más te pido. Además, oído has por este amiguito —tenía un cuervo sobre sus hombros— que el enemigo atacando las otras aldeas encuéntrase. No a la llamada de Konoha responderán. Sin embargo, si a mi petición accedes, ganar la batalla podríamos.
—¿De qué hablais?—Preguntó Konohamaru.
—Hiraishin quiere que tomemos un desvío.
Yuki le lanzó un reproche al anciano. Sabía que no era de fíar.
—Así que era eso, estás compinchado con el enemigo. No quieres que regresmos a tiempo.
—Jejeje, precipitado en tus conlusiones te has, joven Uzumaki. Que a tiempo lleguemos quiero: ni antes ni después. Más bien a Konoha haremos llegando cuando la luz se apague que antes de ello.
—Tus palabras siempre son oscuras anciano. Siempre juegas con el lenguaje. No mientes ni dices la verdad—reprochó. Todavía había algo en él que no le gustaba.
—¡Silencio, todos!—Ordenó el capitán. No necesitaba dar una voz para imponerse. Siempre frío, tan sólo demostraba sus sentimientos cuando estaba con Naruto y Sakura.—¿Hay alguna forma de que Konoha reciba la información.
—Más que probable que Konoha siendo también atacada esté.
—¿Y para qué es todo este ejército si ya está siendo atacada?
—Para los sueños de Naruto destruir. Sin Konoha, sin sensei, sin amigos, sin Sakura… Naruto de Naruto dejará de ser. Este posible ataque que sufriendo esté para recuperar las estrellas será.
Sai se acarició la barbilla. Yuki pudo ver en su gesto preocupación. A pesar de su carácter, sólo había dos personas, que supiera, que le importaran tanto cómo para perturbar su impenetrable e impertérrito rostro. Naruto y Sakura eran sus dos únicos amigos y aunque no lo demostrara, eran las únicas personas por las que moriría. Sai era un ninja silencioso y poco dado a palabras y sin embargo, al hablar de ellos dos, sólo mostraba afecto y agradecimiento.
—Está bien. Lo haremos a tu manera. Saldremos esta misma tarde.
—¿Y a dónde vamos a ir?—Inquirió entusiasmado Konohamaru.
Cuando los viejos ojos cerrados de Hiraishin le traspasaron, Yuki supo la respuesta:
—A Uzushiogakure.
* * *
Shizuzeka había liberado a una enorme bestia: a sí misma. Al emplear el modo Tsumi todos y cada uno de los discípulos cambiaban su forma. Cada una de las personalidades de Nanaitsumi encarnaba uno de los siete pecados y cuando liberaban el modo tsumi, aquella oscura parte les dominaba y deformaba a la vista de sus oscuros poderes.
Nintai se convertía en un gigante indestructible que arrasaba todo a su paso y sin que nada ni nadie pudiera obstaculizarse. Yasashi adquiría dos poderosas alas y su cuerpo se revestía con las plumas de un cuervo como un extraño traje. Kenkkyo unía sus dos cuerpos convirtiéndose en un oscuro personaje de una fuerza sobrecogedora e inteligencia malvada. Ella se convertía en una gigantesca y amorfa criatura de dimensiones exageradas.
En aquellos momentos los cuatro discípulos estaban empleando el modo Tsumi en sus correspondientes peleas. No podía comprender cómo ni siquiera empleando tal cantidad de poder no podía superar a los siete espadachines de la niebla. Había recuperado la estrella del agua, a costa de uno de los múltiples brazos que su cuerpo desarrollaba al ser dominado por el modo tsumi. Sin embargo, encontraba el mismo problema que los otros discípulos que ya habían cumplido con su asignación. Un jutsu de Naruto les impedía usar el Hiraishin no jutsu que controlaba Menma.
Al convertirse en aquella criatura ganaba en fuerza y en chackra, pero su movilidad prácticamente se veía reducida. Para contrarrestar la velocidad de aquellos insectos armados, Shizuzeka realizó los sellos pertinentes inflándose hasta el punto de temer explotar.
Los siete espadachines la contemplaron asustados. Ella les devolvió una mirada desquiciada y de triunfo. Sentía cómo en su interior se removían cientos de pequeñas vidas. Para aquella técnica necesitaba absorber mucha energía. Por suerte, gracias a la sangre que había perdido y al modo tsumi, podría realizarla. Liberó su jutsu y empezó a vomitar un asqueroso líquido nauseabundo que contaminó las aguas del estanque de la juventud.
La niebla dejó de ser blanca y espesa para vestirse de un nocivo y asqueroso verde. Junto con aquel vómito caían pequeñas criaturas completamente amorfas de carne con número impar de brazos y piernas, algunas sin ojos, otras con múltiples bocas, pero todas ellas sabiendo que debían proteger a quién las había creado.
Shizuzeka se rió sonoramente. Los espadachines se vieron rodeadas por cientos de aquellas criaturas. Eran torpes y nada tenían que hacer contra los siete legendarios guerreros de Kirigakure, pero eran muchos. El número les daba fuerza y por más que hubieran formado un círculo para defenderse, era imposible defenderse por completo. Los primeros repulsivos seres en caer fueron suficiente motivación para los otros para aumentar su rabia.
Era una de las técnicas preferidas de Shizuzeka cuando empleaba el modo tsumi. Eran sus pequeños hijos. Recordaba haber puesto a disposición de Nanaitsumi todo un país creando una plaga lo suficientemente convincente con aquellos seres. Su peligro, además de en el número, era en el veneno que destilaba su piel, en el aliento nocivo y venenoso, en su propia sangre que era ácida.
Las magníficas armas de los ninjas de Kirigakure terminarían por no ser tan letales. Quizás podría abandonar aquel lugar escondido entre niebla por su propio bien. Sin embargo, no contó con que aparecería un octavo guerrero. No era la Mizukage, era un shinobi de unos treinta años, de pelo castaño que le caía sobre la espalda. Era un ninja de Kirigakure como pudo ver en su bandana.
Shizuzeka liberó su jutsu y empezó a vomitar más de aquellas criaturas. Sin embargo, toda su confianza desapareció cuando el shinobi alzó la mirada y pudo ver sus ojos resplandecer con un brillo dorado. Realizó unos sellos y en sus manos apareció un gigantesco abanico. Lo agitó y un poderoso viento hizo que todas sus criaturas desaparecieran. El viento la golpeó profiriéndole numerosos cortes que empezaron a sangrar.
Estaba en problemas.
* * *
La Tsuchikage retrocedió cuando un enorme gigante, tras haberse hecho paso hasta su objetivo causando la muerte y el caos por donde pisaba, destruyó el palacio del Tsuchikage, recientemente reconstruido tras el atentado. Con sus brazos aplastó el lugar hasta abrir un gran cráter en el suelo, alcanzando así la cámara de las catacumbas
El jouton que había heredado de su abuelo no había servido para deternerle y las víctimas del ataque se mutiplicaban por momentos. Nintai supo bien que le miraba con impotencia. Él mismo, cuando era Nanaitsumi, había dinamitado y saboteado el edificio irrumpiendo en el funeral de su abuelo. Había causado la distracción necesaria para encontrar al prisionero 14, cuyos secretos ya eran del control de Shin. Ahora destruiría Iwa si era necesario.
Nintai no se había contenido en emplear el poderoso modo Tsumi. Era uno dos más destructivos y poderosos. Todo su cuerpo se convertía en el de un poderoso titán de pétrea piel. A pesar de ser tal su fortaleza, también era cierto que era uno de los más débiles pues poseía un punto flaco que, para su suerte, nadie había descubierto. En aquel modo era prácticamente invulnerable. El único problema había sido hacerse con la estrella en aquel tamaño, cosa que había solventado recurriendo a un clon.
Intentaban frenar su huida, pero no podían contra él. No podía desaparecerse empleando las técnicas del Yondaime Hokage, gracias a Naruto, pero le daba exactamente igual, saldría como entró: arrasando. De ahí que insisitera en destruir Iwagakure si era necesario. Los ataques de los ANBU y de la Tsuchikage eran insignificantes sin embargo, cada movimiento, cada espigón de tierra que hacía que creciera del suelo, desfiguraba la villa y la remodelaba en un amasijo de escombros, cenizas, heridos y muertos.
Cuando sintió que su copia, que había creado para que encontrase la estrella de la tierra, volvía a formar parte de sí, como si toda Iwagakure no existiera, empezó a andar. No se paró ni por un segundo. Tenía tres estrellas. Yasashi estaba en problemas, sí, pero él ya había cumplido con su misión. Sólo tenía que salir fuera del campo de protección de Naruto y podría dar su objetivo por cumplido.
* * *
Yasashi bajó la protección que había levantado y pudo contemplar a los dos hermanos: el raikage y el Jinchuuriki del Hachibi. El duo A-B, una combinación letal. Tenía en su poder la estrella del rayo, pero no podía escapar.
Todo había ido como la seda. Había dado con su objetivo sin ningún tipo de complicación. Sin embargo, al extraer la estrella del pedestal en el que la habían dejado había activado las alertas y el propio raikage había aparecido para frenarle. Lo que en un primer momento había parecido un entrentemiento se había convertido en un problema. El Jinnchuuriki del Hachibi era realmente poderoso. Cuando ambos luchaban juntos la pelea estaba claramente decantada a su favor.
Habían ido conduciéndole hacia el interior de la aldea, al estanque donde tiempo atrás mantuvieran preso al bijuu.
Yasashi les miraba. Sus jutsus, basados en el raiton, no eran rivales para tal letal combinación Era cuestión de tiempo que fuera derrotado. Había empleado el poder de la estrella, que lógicamente al ser la estrella del rayo potenciaba el chackra de aquella naturaleza, y sólo había conseguido mejorar sus defensas, pero no poder escapar.
Era obvio que esperaban su llegada. Le habían tendido una trampa. Yasashi se sentía rodeado por los ANBU de Kumogakure y además enfrentaba al poderoso Raikage, Comandante en Jefe de la Alianza Shinobi y que, entre otros muchos méritos, había contribuido decisivamente a la derrota de Madara Uchiha. Killer Bee, por su parte, acudía al poder de su bijuu y con sus ocho espadas era un adversario al que había que vigilar.
Le habían llevado hasta tal extremo con su fuerza y su rapidez que había tenido que liberar todo el chackra de su interior y despertar el modo Tsumi. Ni siquiera recurriendo al poderoso modo Tsumi había tenido alguna protección. El modo Tsumi, el modo que trascendía del propio chackra y acudía a algo tan inmaterial como la propia maldad, podía servir para defenderse de los dos hermanos. Cuando Yasashi entraba en el modo Tsumi, todo él cambiaba. Su musculutara se hiperdesarrollaba, le bortaban dos alas negras con plumas como la de un cuervo, su visión mejoraba, al igual que sus otros sentidos y su energía se quintuplicaba.
—Estás acabado, “bakka aro, kore aro”—Sentenció rapeando el hermano del Raikage.
Había intentado desaparecer empleando la técnica del dios volador del trueno que tan útil le había servido para aparecerse en las proximidades, pero le era imposible. Como había descubierto, Naruto había protegido las cinco villas de aquella técnica. No sabía cómo pero no podía aparecer nadie que no fuera él… Si no podía entrar, lógicamente, no podía salir. Había intentado desaparecer pero le había costado una de sus alas. Al emplear la técnica de teletransporte, había sentido cómo su cuerpo empezaba a arder como si el sol le devorase. Había tenido que desprenderse de una de ellas.
Los tres estaban cansados, pero ellos eran dos y contaban con la protección de… contó hasta treinta ANBU. Si no intervenían debía ser por orden del raikage. Mientras les miraba desafiante, Yasashi pensaba una solución y la única factible era que todos desaparecieran a la vez. Sin embargo, sólo había reunido tres de las estrellas en aquellos instantes.
Tenía que resistirles Contra él se lanzaron los dos hermanos.
* * *
Los dos cuerpos de Kenkyo intentaban escapar de Sunagakure pero la tormenta que le había llevado hasta ahí ahora le impedía salir. No podía huir empleando la teletransportación ni podía salir. El Kazekage le lanzaba ataques cada vez más difíciles de esquivar. La arena de la tormenta era su aliada, casi podría decirse que hacía cuanto él quisiera.
Su hermana Temari empleaba su abanico que se veía reforzado pro la propia tormenta y Kankuro controlab todas y cada una de las trampas. Ni siquiera con su jutsu del marionetista podía defenderse. Uno de sus cuerpos estaba totalmente destrozado por el Tayton de Naruto. Había comprendido demasiado tarde que Naruto sí que había protegido a sus aliados, aún habiendo caído.
Sentía cómo Nanaitsumi le trasmitía todo su odio y con ello se hacía suficientemente fuerte, pero no tanto como para superar aquel trío. La tormenta era su peor enemigo. El Kazekage la controlaba y además, usaba la arena para crear una poderosa barrera contra su fuuton y para atacarle a la vez. Estaba desesperado y había tenido que emplear el modo Tsumi.
Recurrir al modo Tsumi no serviría. Nanaitsumi tenía cuatro estrellas. Sólo faltaba la del fuego. La protección de Naruto también se había activado al intentar desaparecer y le había consumido medio cuerpo. Se sentía mareado y al borde de dejar liberar su locura. Sin embargo, desde la Torre del Hierro desde la que le controlaba Nanaitsumi se imponía su voluntad.
Sin embargo, en el último momento cuando se encontraba alcanzando la muralla exterior, una mano de arena se agarró en torno a su cadera, donde tenía la estrella y apretó con fuerza. Kenkyo sintió el dolor del desgarramiento y de la desmembración. No pudo gritar porque una inmensa pirámide de arena le atrapó. Intentó liberarse pero la arena estaba sellada… Eran los sellos de los Uzumaki. Comprendió demasiado tarde que Naruto le había trasmitido a Gaara algunos de sus secretos.
* * *
Tadashi llegó hasta los aposentos de la Princesa, que estaba esperándole. Se había vestido con la túnica de sacerdotisa, la que había llevado al palacio el mismo día que Naruto la había presentado ante el Señor Feudal. Antes de abrir la puerta, Tadashi se detuvo. Alguien estaba cantando. Dejó que sus ojos espiaran a través de la pequeña rendija de la puerta entreabierta.
Sólo se encontraba Shon, que cantaba. Sin embargo, aquella canción le había dejado paralizado. No tenía una letra clara, sólo era un un suave arrollo, parecido a la nana que cantaba una madre a su hijo. Sin embargo, la Princesa no tenía ningún bebé al que cantar. Su voz… no era la misma. Menma la conocía. La había escuchado antes… mucho tiempo antes. No sabía dónde, ni cuándo, pero sí que la había escuchado. De repente, empezó a sentir un fuerte dolor en su pecho. No era un infarto… ¿qué era, entonces?
Abrió la puerta de golpe para que se callara y Shion lo hizo, sorprendida. Sus ojos violáceos dejaron de brillar en aquellos mágicos calidoscopios. Sin embargo, el dolor lo había dejado conmocionado. El pecho aún le dolía y su odio parecía haberse mitigado hasta desaparecer. Pudo sentir cómo en sus otros combates que mantenía empezaba a irle mal, pero le daba igual, ahora sólo quería saber cómo le había hecho aquello. ¿Era un genjutsu?
—El otro zorro viene a matarme.
Tadashi se quedó algo parado. Finalmente preguntó:
—¿De dónde has sacado esa canción? ¡Ésa no era tu voz!—Rugió enfadado.
—Porque a pesar de esa maldad que cubre tu alma, sigue siendo igual que la de él y porque… fue tu madre quien me la dio.
Shion le había reconocido y le había identificado como lo que era. Tadashi no supo bien cómo reaccionar. Se quedó mirando sus pupilas hermosas y brillantes como amatistas. “No puedes fracasar, no puedes traicionar a tu señor. Lo haces porque este mundo tenga el amanacer que se merece”. No podía dejarse llevar por esa afirmación… Él no tenía madre. La mujer que le había traído al mundo había sido asesinada esa misma noche y él había asesinado a la que le había cuidado durante su infancia
—Estos ojos no sólo me permiten ver el futuro, sino también presente y pasado y tanto a los que están aquí como a los que se fueron o vendrán.
Había sido un genjutsu, Menma estaba totalmente convencido de que era imposible que hubiera alguna relación entre él y aquella canción. Por un momento, se había visto corriendo por el patio de una gran casa hacia su madre. Por un instante, se había visto arrullado en su abrazo escuchando aquella canción.
—Perfecto, Shin-sama tiene plantes para ti y para tus ojos—respondió intentando que no sentirse conmocionado.
—Si voy contigo, Naruto vendrá a rescatarme y os terminaréis enfrentando, tal y como predije. Sabes que morirás si lo haces y quieres hacerlo. ¿Tampoco aprecias el regalo que hizo la Geisha por ti?
—¿Cómo sabes eso?—Preguntó Nanaitsumi con la voz de Tadashi, sorprendido.
—Tu camino se extiende a tus pies siendo claro y luminoso para estos ojos. Puedo ver tu pasado y puedo adivinar tu futuro… Veo arrepentimiento y veo duda. Te insistes en que tu fé debe ser auténtica, más pura… porque la estás perdiéndola. Tu vínculo con Naruto terminará destruyéndote, Nanaitsumi.
—Por el bien de este mundo, esperemos que eso sea después de que Shin-sama se convierta en amo y señor de este mundo—fue su única respuesta.
* * *
Seitiki tenía que darse prisa. Infiltrarse en Konoha había sido la prueba más difícil. Naruto había activado férreas defensas para proteger su hogar. Ya no era el mismo lugar que con tanta facilidad había espiado. Sólo podía sobrepasar las defensas de Naruto cuando actuaba como Menma… ¡como Nanaitsumi! “Recuerda que no eres nadie” pareció susurrarle la voz de Shin.
Sin embargo, había conseguido dar con un punto flaco y lo había aprovechado. Había tenido que disimular su desconcertante presencia, pues rara vez vestía algún tipo de prenda. Había empleado el soraton y el rastro dorado de la estrella del fuego la había guiado hasta la casa de los Uzumaki, la vivienda personal de Naruto.
En el interior de la casa aún se encontraban Naruto y Sakura. Podía sentir su presencia. Sentía cómo Naruto recuperaba lentamente su chackra. Había quedado extenuado y se encontraba postrado en la cama. Estaba en un coma inducido, podía sentirlo. Cuanto más cerca estaba de él, más le costaba recordarse su fe, más se incrementaban sus dudas y… mayor era la posibilidad de que le detectaran. Sólo tenía que quererlo para activar ese vínculo que le permitía sentir lo que Naruto sentía. “Tengo una misión”.
Antes de que pudiera aprovechar para invocar a Kandai, la discípulo encargado de asesinar al Hokage sintió como el frío acero de una katana le traspasaba. La obsevó con detenimiento. Reconocía la espada Kusanagi. Seitiki se dio la vuelta:
—¡Tú otra vez!—Exclamó al ver el Sharingan en sus ojos.
—La otra vez me fue difícil derrotarte. Intentar atacar a Naruto y a Sakura es algo que ya es personal. Pienso llegar hasta ti a través de esta farsa que controlas.
—Si quisieras hacerlo ya lo habrías hecho.
—Estás en lo cierto, podría haberte aniquilado. Sólo quería mirarte a los ojos e intentar ver al auténtico rostro que hay bajo esa máscara.
—Puedo ver en tus ojos que sabes la verdad. Tú has visto la oscuridad. Si no reuno esas estrellas y no liberamos a Fennisuku este mundo se destruirá.
—No se requiere la muerte de mis amigos para ello. Mataste a Kakashi. No te dejaré que les mates a ellos.
* * *
Nanaitsumi abrió los ojos como platos. Realizó los sellos y liberó su jutsu. Ante él aparecieron los cuerpos de los siete discípulos. No tenía todas las estrellas y no había matado a Naruto. El fantasma de Uchiha le había detenido. Había sentido una energía traspasarse de la espada a su cuerpo y había perdido el control.
Antes de perder el control de los otros cuerpos los había invocado. Miró el estado de sus siete discípulos. Se miró así mismo. Un escalofrío le recorrió la espalda. No había conseguido ni la estrella del viento ni la del fuego… El castigo de Shin sería terrible tanto para él como para la humanidad.
Y, sin embargo, en su corazón no dejaba de oír aquella canción.
CONTINUARÁ
Septimo Hokage- Consejo de escritores
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Esto se pone cada vez mejor, me quedo sin palabras y me intriga cada vez más Menma no se sabe en lo que pueda acabar esta demasiado confundido y los lazos lo atan cada vez más. Que es lo que haría Naruto para que se haya inducido a un coma, tendrá que ver con que con eso impidió el uso de la técnica Hiriashin. Y hablando de Hiriashin a que mandaría a Sai y los demás a Uziogakure?
Conti!
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hikari uzumaki- Sennin
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Cada capítulo que pasa se vuelve mas emocionante la historia y ahora menma no sabe que hacer después de escuchar la canción de shion quede con cara de WTF cuando leí que shion sabía toda la historia de el huu espero ansiosa la continuación haber como termina todo y que pasara cuando naruto despierte, además de que sucederá en uzushiogakure.
aduzumaki- Sennin
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Para qué luego me llames traidor séptimo:
En cuanto relea edito y comento adecuadamente.
- Spoiler:
En cuanto relea edito y comento adecuadamente.
Solrac_namizake- Aprendiz
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Uzushiogakure
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Hola a todos! Aquí traigo otro capítulo. Muchísimas gracias por vuestros comentarios, chicas. Bienvenido de nuevo, solrac. Es un agrado contar con gente tan fiel, espero no perderos hasta el final de Hakitori.
Sinceramente, hace tiempo lo hubiera dejado de no ser por vuestra lealtad. Ahora estoy muy emocionado porque cada vez la historia se pone más interesante. Puedo prometer y prometo que esta temporada termina en el capítulo 32. Serán capítulos algo más densos aunque serán el clímax de toda la tensión que hemos ido preparando, aunque la historia, como dije, no terminará hasta la temporada que viene, que será más corta.
Muchísimas gracias, os dejo con la lectura, que espero que disfrutéis.
CAPÍTULO 29: LOS CINCO MIL GUARDIANEZ UZUMAKI
Sinceramente, hace tiempo lo hubiera dejado de no ser por vuestra lealtad. Ahora estoy muy emocionado porque cada vez la historia se pone más interesante. Puedo prometer y prometo que esta temporada termina en el capítulo 32. Serán capítulos algo más densos aunque serán el clímax de toda la tensión que hemos ido preparando, aunque la historia, como dije, no terminará hasta la temporada que viene, que será más corta.
Muchísimas gracias, os dejo con la lectura, que espero que disfrutéis.
CAPÍTULO 29: LOS CINCO MIL GUARDIANEZ UZUMAKI
- Spoiler:
- Sakura acariciaba el rostro de Naruto.
Pasó sus dedos cansados por cada uno de aquellos característicos bigotes que tanto le gustaban. Le recorría las pequeñas arrugas que tenía cerca de los ojos, imperceptibles aunque testigos del estrés y las preocupaciones. De vez en cuando hacía alguna mueca. Parecía estar sumido en un extraño sueño. Se había visto obligada a inducirle un coma para que se recuperara. Llevaban juntos media vida, desde que formaron equipo con Kakashi y con Sasuke, lo había perdido una vez y había estado a punto de perderlo en dos ocasiones.
—Te quiero, Naruto—le dijo en un susurro.
Siempre que hacía aquello parecía reaccionar, pero Sakura se había encargado de que nada pudiera molestar el sueño de su marido. Había arriesgado su vida hasta tal extremo que había perdido todas sus fuerzas. Había ingerido el veneno de los Hermanos, había peleado contra Nanaitsumi y había… ¿vuelto de la muerte? No sabía bien qué era exactamente el pozo de ánimas, pero sabía que había agotado al incansable Naruto. Debía ser algo más que chackra lo que le hubiera arrebatado, porque Naruto siempre se recuperaba pronto y llevaba en ese estado más de un mes.
Shikamaru había asumido temporalmente las funciones de Hokage. Mientras que el Hokage de los Dos Soles estaba indispuesto, su más brillante asesor tenía que lidiar con los otros kage, con los asuntos cotidianos, con las presiones de la Confederación y prepararse para un eventual ataque de Shuha.
Sakura contaba con la ayuda de sus padres que se encargaban de velarlo cuando debía acudir a las reuniones con Shikamaru y el alto mando de Konoha o a trabajar en el hospital además de hacerse cargo de tutelar a los alumnos de Naruto. Si bien era cierto que sólo les daba algunos consejos, pero sabía que Naruto no querría que su entrenamiento se descuidase.
Aunque todos confiaban en que pronto se recuperaría su líder, ella estaba angustiada. Le había dejado en ese estado, pero no sabía bien cuándo debía despertarlo. Sus indicadores le decían que su chackra fluía con normalidad y con unos niveles superiores a los de los sucesos de la Casa de la Eternidad, similares a los habituales. Sin embargo, su mal era algo más que un mal médico y Sakura sólo podía aplicar el consejo que le había dado su maestra en aquellos casos: dejar al paciente descansar, pero, ¿incluso si el mundo dependía de ese paciente?
—¿En qué momento aceptaste ser el héroe que recibiría sobre sus hombros todo el peso de este mundo?—Le preguntó triste.
No había tenido mucho tiempo para ordenar sus sentimientos. Antes de que Yuna fuese secuestrada se sentía feliz. Había disimulado esa alegría delante de Naruto, dado el problema que se les había planteado con la reaparición de Shuha y porque quería que fuese definitivo y sabía que durante los primeros meses los riesgos eran muy elevados y más en su caso concreto. No sabía bien cómo había pasado, pero había pasado. Tras el secuestro de la niña, estaba asustada, por Naruto, por ella y por…
Naruto movió la mano. A Sakura le faltó tiempo para cogérsela con fuerza, deseando que aquello no fuera un amago y por fin despertara. A veces fruncía el ceño y parecía querer despertar, murmuraba algo ronco y volvía a quedar totalmente inerte. Sólo el imperceptible movimiento de su pecho al hincharse le decía que estaba vivo. Aquel estaba resultando el peor mes de su vida, o uno de los peores. Ver a Naruto en ese estado la tenía todo el día preocupada y sumida en un silencio melancólico. Sin embargo, aquella ocasión due distinta.
Abrió los ojos de par en par, aunque los tenía completamente blancos. Se retorció y empezó a moverse agitadamente. Empezó a echar espuma por la boca, una espuma rosada debido a la sangre. Se convulsionaba tanto que le fue difícil darle la vuelta y ponerle algo en la boca para evitar que se ahogara con su propia lengua. El corazón de Sakura se disparó y el miedo la invadió, aunque no por mucho tiempo. Al cabo de un momento, Naruto se quedó completamente inmóvil. Durante unos segundos temió que su corazón se hubiera parado, pero al ver cómo su pecho volvía a hincharse.
Al mirarle de nuevo tranquilo, respiró aliviada. En ese momento, Naruto abrió los ojos vagamente, molesto por la luz que Sakura dejaba entrar. El calor del sol era bueno para aquel tipo de pacientes. Era un estímulo y además la vitamina que absorbía la piel permitía que los huesos no se descalsificaran tan rápido por la falta de actividad. Con la voz ronca, de no haber hablado en un mes le preguntó:
—Sakura-chan… ¿Estás bien? ¿Te ha pasado algo?
Siempre preocupándose por ella. Desde que tenían doce años.
—No vas a cambiar nunca, idiota. Sí, eres tú el que despiertas tras un mes.
—¿Y Yuna-chan? ¿Está bien ella?
—Ella es joven y se ha recuperado pronto. Le diste parte de tu energía. No sé cómo pudiste salir de ahí. No alcanzó a comprender siquiera qnué pasó realmente…
—Ya ha pasado… ¿Hemos sido atacados ya?
—No, todavía no—respondió sinceramente.
—Sakura-chan, he tenido un sueño muy extraño. Le he visto a él…—dijo como ído.
—¿Quién es él, Naruto?
—Quien está detrás de todo, dattebayo… A Shin.
—¿Cómo es eso posible?—Preguntó ella preocupada.
—Estaba maltratándome. Me hacía sufrir. Un fuerte dolor me sacudía de piez a cabeza y veía escenas horribles. Sentía que la cabeza iba a explotarme. Todo giraba, como si estuviera en un remolino… ¡Sakura-chan, sus ojos! Sus ojos eran…
Sakura le miró extrañada. ¿Un sueño? No sabía si las personas que se encontraban en su estado podían tener sueños… ¿Podía ser todo consecuencia de una alucinación?, pero para alucinar se debía estar consciente. Disimuló su preocupación con una sonrisa.
—Ahora no es momento para eso, habrá sido un sueño producto de tu obsesión por resolver el asunto de Shuha. Debes recuperarte. Ahora que estás despierto seguro que tardas lo habitual… Un día y mucho ramen. ¡Quedáte aquí y no te vuelvas a dormir!
Sakura tenía trabajo en el hospital, pero aquel día le daba igual llegar tarde.
—Eso estaría genial, dattebayo—respondió algo cansado. Su sonrisa, agotada, hizo que Sakura sonriera también. Se levantó. Sakura tuvo que contenerse aliviada al ver que no había perdido las fuerzas. Sólo tenía que recuperarlas.
Sakura se fue hasta la cocina. En siete años de matrimonio se había convertido en una cocinera bastante aceptable. Era cierto que aún le quedaba mucho por alcanzar a su madre, pero, al menos, cuando Naruto probaba sus platos no tenía que contener las arcadas para no ofenderla. Nunca había estado entre sus prioridades ser un ama de casa modélica, pero le gustaba cocinar y poco a poco había ido aprendiendo. Desgraciadamente, los meses venideros se le antojaban muy difíciles. Se aproximaban tiempos que requerirían de kunais y jutsus, no de fogones y libros.
“¿Cómo explicarle lo que ha sucedido?” Necesitaba descansar y no preocuparse. Había pasado demasiado tiempo soportando la presión, presión a la que se veía sometido por sus problemas personales y por la que el Señor Feudal y los otros líderes políticos ejercían. Si Naruto se enteraba de que habían robado tres de las cinco estrellas actuaría como el Hokage que era y comenzaría a preparar el plan de contrataque. No dudaba de las fuerzas de Naruto, pero era humano. Todos se empeñaban en olvidar que portando la capa y el sombrero de kage había un ser humano.
Sakura se mordió el labio inferior mientras preparaba el ramen. Había intentado averigüagar cuál era el secreto del Ichiraku, pero no había podido. Naruto era muy agradecido y siempre le decía que le gustaban más porque llevaban un elemento secreto: el amor de Sakura. A veces, podía ponerse realmente cursi.
Cuando condimentó la sopa y la mezclo con los tallarines regresó hasta el dormitorio. Allí le encontró de pie (no sabía cómo podía pues una persona normal todo el día en reactivarse). Se había vuelto a poner el traje de jounin. Sakura le miró y luego miró el pequeño frasco que tenía en su mano. Lo abrió y echó unas gotas.
—¿No me estarás envenenando?—Bromeó mientras iba a abrazarla, buscando el calor de su cuerpo.
Sakura dejí la bandeja en el suelo y le abrazón, disfrutando también del calor que desprendía su cuerpo. Como médico también pudo ver que no había fiebre.
—Es un tónico para que duermas—Le explicó dándole un sonoro beso en la mejilla.
Se sorprendió de cuánto había echado de menos eso. Por unos segundos se sintió realmente feliz de estar los tres así, como una familia normal. No supo por qué pero pensó en Kushina, la madre de Naruto, mujer a la que no había conocido y a la que admiraba. No había mucha información en los registros de Konoha sobre ella como kunoichi, pero sabía por Naruto y Kakashi que había sido una excelente mujer. Naruto no había tenido madre y ella siempre había querido ser esa madre para sus hijos…
Durante unos instantes vaciló, finalmente decidió ahorrarse aquella noticia. Sakura volvió a la realidad. Otro motivo para destruir Shuha de una vez por todas y además tenía contrarreloj. Quería levantarse junto a Naruto, que los dos hablaran como antes, cuando disfrutaban de la paz, desayunar e ir al trabajo sin la incertidumbre de si iban a ser atacados.
Shuha era el nuevo obstáculo a la paz y a diferencia de Akatsuki sus raíces estaban mucho más hundidas. Cuanto más tiraban de ellas, más basura salía a la luz. Dede que Naruto había caído enfermo, Shikamaru y ella se habían encargado de recabar toda la información. Habían alertado a las otras aldeas y habían preparado a preparar un plan de evacuación. Habían visto lo que podían hacer. Trabajaban a destajo y Sakura sabía que sólo estaban esperando a ser atacados. Quizás les faltase el liderazgo de Naruto para lanzar un ataque, un ataque como el que lanzaron hacía siete años para intentar impedirles hacerse con los pergaminos… Empero aquella ocasión fracasaron.
—No lo necesito, al menos, por ahora.
—Escúcheme, Hokage-sama—dijo chochándose los nudillos,—soy su médico y usted va hacer lo que yo le diga.
Naruto la sorprendió con un beso en la frente.
—Desde que nos casamos, no has vuelto a zurrarme—se rió.
—Eres un idiota—le dijo algo enfadada—Acabas de despertar tras un mes y…—prefirió omitir aquel extraño— y quieres ponerte a trabajar.
—Pero mi sueño era tan real, dattebayo. Creo que era una advertencia de que algo malo va a pasar.
—¿No ves que estoy preocupada?—Le preguntó honestamente.— Por favor, Naruto.
—Lo sé, sé que estás preocupada. Por eso mismo, voy a hacer lo que me dices, dattebayo. Sabes que no me gusta verte preocupada. Supongo que el mundo puede esperar unos días.
—¡Bien!, entonces comamos algo. Vendrá mi madre a encargarse de ti mientras yo esté fuera, pero quiero pasar un rato más.
El Hokage olisqueó:
—Tu ingrediente secreto huele de maravilla, dattebayo.
—Eres un idiota—repitió, aunque con cariño.
Mientras comía Sakura le informó de lo que creyó oportuno que supiera. Sabía que en el fondo Naruto conocía los movimientos de Shuha. No sabía cómo ni por qué, pero podía ver en su mirada que ya poseía toda esa información.
Naruto repitió varias veces, a la vez que Sakura sacaba algunos de sus mejores recuerdos:
—Recuerdo cuando estrenamos esta casa.
—Sí… estrenamos… todos… los… cuartos—respondió sonriendo mientras seguía comiendo.—¿Por qué se te pasa eso por la cabeza ahora…?—Al comprender lo que Sakura decía—¡Dattebayo! ¡Voy a recuperar fuerzas para esta noche entonces! Sabes, tienes razón. No creo que Shuha decida destruir hoy el mundo.
Se despidió de él dejándolo acostado. Mirándolo con una expresión indescriptible, le apretó la mano con fuerza. Queía quedarse con ese momento. Tenía muchísimos más. Se sentía pesimista y sabía que no iban a tener más tiempo para los tres. Estaba asustada. Temía que Naruto se volviera más sobreprotector, quisiera encerrarla y que no corrieran riesgos. Temía echarle más responsabilidades.
Él percibió que algo la inquietaba y le preguntó:
—No tendrás algo que decirme, ¿verdad?
—Sí, sí que hay algo, pero te lo diré esta noche…—Antes de irse, agregó:—Naruto, quiero pedirte un favor.
—Lo sé, lo sé. Sólo descansar. Te lo prometo, hasta que no me pongas el medidor de energía y lo rompa no pienso moverme, dattebayo.—Bromeó. No existía ningún medidor de chackra.
—No es ése—él la miró con gesto inquisitivo—Quiero que vuelvas a sonreírme de vez en cuando de la misma forma en la que antes lo hacías.
* * *
Menma estaba tirado sobre el suelo. Aún le quedaba de aquella asquerosa y blanquecina baba que sabía igual que la bilis. Las torturas de Shin siempre le dejaban extenuado, con el único pensamiento en mente de que la muerte era mejor que la vida, sin embargo, aquellas torturas estaban hechas para recordarle que él no tenía ya ese derecho: que había muerto y se encontraba en el mundo de los vivos.
—Nanaitsumi…—dijo con su voz quebrada y frágil—no esperaba de ti que fracasaras—su voz quebrada y anciana pretendía sonar tristeza, pero Menma solo podía odiarla.
“¿Por qué tenía que resistir eso?” Ésa era la pregunta que le había lanzado el desconocido al que llamaba maestro, desconocido al que conocía desde hace un mes. Shin debía estar castigándole no solo por fallar y no traer las cinco estrellas sino porque con sus acciones había puesto en aviso a Konoha, para quien Shin tenía guardada una auténtica sorpresa.
El servidor de Shin alzó la mirada y pudo ver a Shion, inconsciente, encadenada por los brazos a dos grandes columnas. La larga melena platina le caía inherte, al igual que todo su cuerpo. No estaba muerta, pero pronto lo estaría. Sus ojos, ojos que anhelaba Shin, se cerrarían para siempre. En su cabeza, de manera imperceptible, seguían resonando los ecos de la canción que Shion había entonado.
—Nuestras tropas ya han desembarcado. En estos momentos, al igual que nosotros lo hacemos, los generales de Konoha deben estar preparando la defensa…
Lo peor de aquella tortura había sido su carácter público. Los otros miembros de Shuha habían estado presentes mientras él pedía piedad y lloraba como un niño asustado. De hecho, Tayo había tomado parte en la misma, golpeándole con fuerza mientras Shin torturaba su mente. Le había hecho sentir cómo su sangre hervía en su interior, cómo se quedaba sin oxígeno, cómo su vista se nublaba, cómo la oscuridad de la benévola y muerte le abrazaba y luego se lo había arrebatado devolviéndole a la vida.
Estaba acostumbrado a ser castigado cuando su fe no era suficiente, era la mejor manera de orar… Sin embargo, cuando tenía fe comprendía perfectamente por qué era castigado. Ahora no entendía por qué se había enseñado tanto. ¿Había perdido la fe y por tal razón ya no aceptaba todo lo que Shin hacía? ¿Por qué había perdido la fe? Era ése el motivo de su castigo.
—Mis objetivos están en peligro por vuestra necedad—les recriminó a todos—y, en especial, por la tuya—dijo señalándole desde su trono—. ¿En qué momento te fallé para que decidieras traicionarme? ¿Por qué levantaste la maldición sobre la hija de Izumo?
—Sentí… la necesidad de hacerlo. Ella sufría…
—¡Y muchos más sufrirán si nace ese niño!—Bramó con un siseo—Vuestra imprudencia permitió que Kakashi el del Sharingan y cuatro bastardos corrientes se hicieran con toda la información al respecto del ataque que tan concienzudamente preparamos. ¡Y por si fuera poco, no reuniste las 5 estrellas!
—Pero unos quince mil shinobis aguardan en las costas, preparando el ataque final contra Konoha—respondió Gigamesh, humillado en toda su altura—. No hemos de renunciar al ataque final.
—Podemos aplastar Konoha y todo lo que significa y luego hacernos con la estrella en manos del Kazekage—convino Tayo.
—Sin Konoha no hay esperanza—señaló Arimi.
—Por supuesto que Konoha será destruida y debe serlo ya…, pero…
Menma seguía tirado en el suelo, aunque pudo ver cómo cerraba los ojos, cansado.
—Yo mismo dirigiré el ataque. Hay demasiado en juego: una estrella, Naruto, su hijo… ¡No! He de ser yo quien lidere el ataque. Gilgamesh, tú y Tayo iréis a la cabeza del ataque.
—Shin-sama, todavía no hemos realizado el ritual. Vuestro último huésped no os permite llevar a cabo toda la acción. Si acudís al campo de batalla…
—Silencio, Tayo, maldita babosa—le ordenó—Arimi, ve y trae ante nosotros a nuestro hermano Nhis, es posible que pronto reciba la justa recompensa que le di. Nanaitsumi, ponte en pie.
El vasallo de Shin así le obedeció. Se puso en pie y al osar dirigirle la mirada a su señor se perdió en un remolino rojo como la sangre.
* * *
Yuki miró abatido al mar de la niebla en el que se encontraba Uzushiogakure. En aquellos momentos la niebla parecía desaparecer y el opresor sentimiento que la envolvía también. Según le había contado Sakura-sama, aquella niebla era artificial, origen de algún tipo de jutsu que nadie había paralizado.
Konohamaru le puso afectuosamente una mano sobre el hombro y le sonrió, mostrándole su apoyo. Sin embargo, la fría e impertérrita mirada del capitán Sai no parecía (ni quería) decir lo mismo. Se encontraban en Uzushiogakure, tal y como Hiraishin había pedido. Ante sus ojos veían pasar decenas de naves enemigas, rumbo al País del Fuego y… a Konoha.
—Al menos, intentado lo hemos—dijo apesadumbrado.
—Pero intentarlo no es suficiente—replicó Sai—. Hemos perdido un valioso tiempo para poner en aviso a Konoha… Aunque es muy probable que Naruto y el alto mando ya hayan sido avisados, no hemos conseguido lo que buscábamos.
“Y todo por mi culpa” se responsabilizó Yuki.
—Pensar así no debes, joven Uzumaki—señaló Hiraishin como si le hubiera leído el pensamiento—. Cuanto en tu mano estaba hecho has.
—Si os encontráis con fuerza, deberíamos reanudar el viejo. No debemos demorar más nuestro regreso, por poco que podamos aportar, servirá—intervino Shino.
—Sí… Me gustaría estar en casa antes de que la batalla comenzara—comentó algo pesaroso Konohamaru, algo raro en él.
Yuki se alejó de sus compañeros, mientras escuchó como Sai les ordenaba que lo dejaran solo durante unos momentos.
Konoha no tenía suficientes hombres para repeler un ataque de tal magnitud. Que supieran, alrededor de quince mil hombres se encontraban en las costas del País del Fuego y una nueva flota enemiga trasportaba más enemigos al campo de batalla. Konoha contaba con cinco mil efectivos. Con suerte y con el tiempo suficiente podría reunir a otros cinco mil invocando el derecho que tenía el Hokage de llamar a la guerra a los clanes que no vivían en la aldea pero le debían obediencia. La Cuarta Gran Guerra les había diezmado por completo las fuerzas de las cinco grandes aldeas. Era probable que ni entre todas sumaran más de treinta mil hombres, justo la fuerza que las naciones del este enviaban y aquello era una pequeña parte del gran ejército enemigo.
Hiraishin les había prometido que si lograban su objetivo en Uzushiogakure triplicarían en poder al enemigo. Sin embargo, no les había explicado que no dependía de ellos conseguir aquel poder.
Habían llegado un día atrás, sobrevolando las embarcaciones que habían sorteado sin dificultad alguna las débiles defensas que había enviado el País del Agua. Alguna que otra escaramuza, pero nada significativo. Kirigakure se encontraba recuperándose del ataque de Shuha, como bien sabían gracias a Izumi, uno de los discípulos de Hiraishin. No había podido (ni había querido, sospechaban todos) el Señor Feudal del País del Agua envíar su poderosa armada sin la autorización del líder de la Confederación de Naciones, del Señor Feudal del País del Fuego.
Al llegar a la antigua aldea de los Uzumaki, Hiraishin les había conducido a la llamada Sala de Justicia o, mejor dicho, a lo que quedaba de ella. En otro tiempo fue un edificio lo suficientemente grande como para ser la sede de los tribunales de la isla, donde el más anciano de los Uzumaki impartía justicia. Allí sólo encontraron ruinas y un camino a unas criptas.
Las criptas eran los restos de la primera ciudad que habitó el hermano Uzumaki. Durante sus más de mil años de historia, la ciudad se había ido remodelando, se había ido ganando terreno a la roca, construyendo canales para y creando los niveles de los que sólo quedaban ruinas. Irónicamente, las que en su día fueron las zonas marginales se habían convertido en el último vestigio de Uzushiogakure.
Las catacumbas de la ciudad conectaban con los distintos niveles pues estaban construidos en el interior de la roca. Las catacumbas estaban construidas en dos secciones: las antiguas y las modernas. Las modernas eran las que se encontraban conectadas con la gran cloaca de toda la ciudad, una red de cañerías y sistemas de depuración y evacuación de las aguas residuales, que hacía tiempo que habían dejado de funcionar y sólo eran un nido de ratas. Recorrieron las modernas hasta llegar a las más antiguas.
Las antiguas estaban excavadas en la roca primigenia, eran los restos de la primera ciudad y les habían dicho que desde hacía milenios guardaban las almas de los muertos. Habían sido utilizadas desde que se construyó la ciudad exterior como tumbas. Estaban divididas por castas. Ellos debían llegar hasta la zona en la que durante miles de años, los miembros de la casta sacerdotal habían enterrado a sus miembros. Los distintos clanes usaban distintas secciones de las catacumbas como panteones familiares. Sin embargo, aquellas tumbas eran algo más, tal y como descubrieron.
—Durante su hegemonía, los Uzumaki siempre recelaron de sus fronteras—les explicó Hiraishin—. Su isla pequeña era y temían que la niebla y el guardián no suficientes fueran. Por esa razón, a sus propios hijos en estas salas enterraron.
—¿Los enterraron en vida?—Había preguntado alarmado Konohamaru.
—No, sólo a los voluntarios escogieron… Sus almas inmortales selladas fueron y a volver a la vida cuando fueran invocados para defender la villa a cambio de una promesa de liberación fueron conminados. Aunque eso sólo durante un tiempo fue. Los longevos líderes de la isla codiciosos se tornaron por lo que obligaron a bandidos, criminales y enemigos a servir para siempre en tan fantasmal ejército de ánimas: los cinco mil guardianes uzumaki.
—¿Eso es lo que pretendes conseguir, anciano? ¿Un ejército de fantasmas?—Preguntó incrédulo Shino.
Hiraishin les condujo hasta una gigantesca sala en cuyas paredes estaban escritos los nombres de cientos de shinobis. El aire estaba cargado. Un olor a humedad y a restos en descomposición lo anegaba todo. El calor de la roca que aceleraba la putrefacción combinado con la humedad natural de un lugar así volvía el aire casi irrespirable. Aquella sala era el eje de todas las catacumbas, el punto de partida, la piedra maestra.
—Sólo un Uzumaki convocarlo puede… Sin embargo, mi joven Uzumaki buen negociador deberás ser. Se les prometió ser liberados pero nunca lo fueron. Se abusó de su poder. Es probable que de ti desconfíen—le advirtió.
—Es similar al edo-tensei—observó Sai.
—En principio no lo era. Se requería de un sacrificio voluntario y condicionado. Muy pocos lo hicieron. Los líderes de la aldea fueron quienes el sacrificio voluntario de otros ordenaron. Días oscuros donde el fin justificó cualquier medio fueron… Libertad, fama y honor se prometieron y de eso nada se concedió.
Yuki conocía bien aquella parte de la historia. Los Uzumaki dominaron a otras aldeas empleando sus poderosas técnicas de sellado hasta que dos de sus hijos se alzaron contra ellos, se les llamó los Hermanos de Plata y Oro. Si eran capaces de encerrar el alma de un shinobi y convocarlo a aquel mundo superando los inconvenientes del edo-tensei, ¿quién podía alzarse contra ellos? Aquella técnica concebida para protegerles causó la desconfianza de otras aldeas que conspiraron para conducirles a su fatal destino…
—Pero… ¿por qué proteger tanto esta isla?—Se interesó Sai.
—Porque el centro del universo era—fue la respuesta del anciano.
—Intuyo por tu respuesta que estas criptas encierran más que una poderosa técnica capaz de invocar un ejército de ultratumba… ¿no es así?
—Nada encierran que no puedas entender.
El grupo atravesó una gigantesca puerta donde había esculpido un ojo con seis circunferencias y un kanji que Hiraishin leyó cómo “sello”シール
—¿Qué deberé decirles?—Había preguntado alarmado el aludido.
—Ahí es donde tu buen parecer entra.
—¿Y cómo me dirijo a ellos? ¿Qué es lo que debo hacer exactamente? Dudo que yo pueda hacer algo—se excusó temiendo fallar. Era demasiada responsabilidad y se acercaba mucho a lo peligroso. Los mortales no debían juzgar con los muertos.
—Hablando… Si de confianza te estiman, el contrato contigo renovarán
—Espero que algún día alguien escriba sobre esto—murmuró Yuki.
—Y que lo lean—apuntilló Konohamaru, como siempre, intentando bromear.
Yuki se acercó al centro. Cogió un pergamino, lo abrió y realizó los sellos que conocía de sus ancestros. Nada le indicó que la situación hubiese cambiado. Se aclaró la garganta, le costaba hablar en público:
—Hola… ¿parientes? Al igual que todos vosotros, yo también desciendo del tercer hermano, supongo—escuchó como Konohamaru se llevaba la mano a la cabeza—¡Te quieres estar quieto pedazo de mendrugo!—Le chilló.
—¡Tú concéntrate en que “tus primos” nos ayuden!
Los caracteres de las paredes empezaron a brillar y se reordenaron formando una expresión fácil de leer.
<<¿Quién eres que nos llamas parientes?>>
Yuki se quedó completamente callado.
—Te hablan a ti—le apremió Konohamaru.
—¡Claro! Esto… Soy Yuki Uzumaki y he venido a vosotros porque os necesito.
Los caracteres volvieron a cambiar.
<< Los uzumaki murieron y desde entonces aquí encerrados hemos permanecido>>
—Necesito vuestra ayuda, Konoha, mi hogar, está en peligro.
<<¿Qué es Konoha para nosotros? Sólo ante el anciano respondemos y sólo cuando Uzushiogakure en peligro se encuentra acudimos. Vuelve por donde has venido, pariente>>.
Los nombres dejaron de brillar y volvieron a adoptar su escritura normal. Yuki estaba desesperado por Konoha. Hiraishin tenía razón: en tanto que dispusiera de sus fuerzas, Konoha podría resitir cualquier envite. Sólo un Uzumaki podía controlarlos.
—¡Por favor!—Gritó. “Yuki, Naruto-sama, Sai-taicho y todos en Konoha dependen de ti, del éxto de esta disparatada aventura”—¡Soy descendiente del tercer hermano y, por ello, os ordeno que me deis vuestra fuerza! Soy el enviado del heredero del clan: Naruto Uzumaki.
Yuki liberó su chackra y la sala entera se iluminó con la luz que proyectaron los caracteres de las paredes. Se mordió el pulgar y dejó que su sangre se plasmara en el pergamino a la par que realizaba el jutsu de invocación. De nuevo, la misma sensación que cuando bebiera el té de la verdad le invadió.
Voló sobre las aguas en dirección contraria hasta llegar a Doreigakure. Allí dio marcha atrás hasta el templo en las montañas donde la oscuridad había estado a punto de alcanzarlos. Huyó de la Necrópolis de los Diez Mil Hijos del Dragón. Peleó contra Nanaitsumi. La exploró con Konohamaru. Recorrió el camino desde el este hasta Konoha. Revivió todos sus años de servicio a Naruto. Volvió a sentir la adrenalina del combate en sus venas al pelear durante el ataque que sufrieron durante la boda de Naruto y Sakura. Se despidió de su maestro moribundo. Volvió a vivir todo su entrenamiento, desaprendiendo lo aprendido hasta nacer y ver los ojos de su hermana, a la que llevaba buscando toda la vida, como su primer recuerdo.
Los efectos del té de la verdad se hicieron mucho más fuertes. Desaparecieron sus recuerdos y sólo quedó una informe masa de oscuridad. Nada más que pequeñas chispas de luz. Sin embargo, empezaron a reaccionar y a interactuar. Saltaban de un lado a otro y pudo vivir los recuerdos de su padre, los recuerdos de su abuelo, de su bisabuelo y cada vez se iba remontando en su línea genealógica. Iba saltando de las vidas de hombres a las de mujeres y siempre en sentido ascendente.
Cada vez era más rápido. No comprendía ni una centésima parte de lo que vivía. Aquellas vidas que no le pertenecían pasaban a la velocidad misma de la luz. Estaba viajando en el tiempo sin cambiar de realidad. Cada vez los recuerdos eran mucho más confusos hasta que se detuvo en la vida de su primer ancestro, cuando Uzushiogakure aún era una aldea. Pudo ver cómo todos los shinobis de la aldea ponían su nombre en un pergamino. Comprendió qué era, a diferencia de la vez anterior. Siguió retrocediendo. Pudo ver la verdad de aquel mundo a través de seis prismas. Pudo escuchar el canto de un ave, un canto que nunca había imaginado y empezó a arder, a ser devorado por el fuego.
Escuchó cómo Hiraishin ordenaba que le dejaran, que era su misión. Pudo sentir miles y miles de vidas que clamaban por el control de su cuerpo, intentando volver a la vida de la que fueron privados. Eran demasiados los que intentaban entrar en él a través de la sangre del pergamino. Todo parecía estar dando vueltas en torno a un remolino, un remolino que era dorado como el más brillante de los soles. Exigían el pago de sus servicios: su ansiada libertad. Pero él no podía dársela. Él no había firmado ese contrato. Sin embargo, era su heredero y ellos le achacaban los errores de sus antepasados. Él le suplicaba su ayuda. Ellos insistían.
Y de repente todo pasó. Se encontró subido a las espaldas de Sai mientras corrían a toda prisa por las criptas mientras una marea de calaveras y restos humanos les perseguía desordenadamente intentado ahogarles. No sabía qué estaba ocurriendo, todo se oscurecía y nada parecía real y en mitad de tan convulsa situación perdió el conocimiento.
Konohamaru le despertó horas después explicándole qué había sucedido exactamente (las criptas se habían derrumbado) y con la desagradable noticia de los cientos de navíos enemigos que se dirigían lenta pero inexorablemente hacia su hogar. Todos querían saber cuál había sido la respuesta… pero Yuki la desconocía.
—Ahora, mi torpeza ha condenado al lugar que me acogió como a un hijo, al hombre que me reconoció como uno de los suyos—murmuró tirando una piedra al mar, con rabia.
—¡Sempai, deberías ver esto!—Gritó Konohamaru.
Yuki miró hacia sus compañeros. La niebla, que se había ido retirando, no le impidió ver cómo en el suelo se formaba una palabra:はい
Aquella era su respuesta, la que tanto habían buscado.
CONTINUARÁ...
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Séptimo querido no se leer Kanji!! TT.TT y es problemático averiguar, así que tendré que esperar.
Un capítulo con una gran carga de dolor, preocupación e incertidumbre en todos los sentidos y para todos.
La conexión Menma-Naruto creo que esta completa.
Espero y eso haya sido un si!
Conti!
Un capítulo con una gran carga de dolor, preocupación e incertidumbre en todos los sentidos y para todos.
La conexión Menma-Naruto creo que esta completa.
Espero y eso haya sido un si!
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hikari uzumaki- Sennin
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Hola a todos! Aquí traigo otro capítulo. Muchísimas gracias por tu comentario hikari. Tienes a un escritor particular (?) xDDD. ¿Os acordáis que dije hace unos días 32 capítulos? Pues eso, a ver si consigo escribir 32 y no 33, pero creo que la historia está mereciendo la pena.
Muchísimas gracias, os dejo con la lectura, que espero que disfrutéis. Prometo conti muy pronto (igual hasta antes de que haya algún comentario)
CAPÍTULO 30: KONOHA BAJO ASEDIO
Muchísimas gracias, os dejo con la lectura, que espero que disfrutéis. Prometo conti muy pronto (igual hasta antes de que haya algún comentario)
CAPÍTULO 30: KONOHA BAJO ASEDIO
- Spoiler:
- El alto mando de Konoha llamó a Sakura mientras que se encontraba en el hospital.
El ambiente era de crispación desde hacía una semana. La avanzadilla de Konoha había detectado como un poderoso ejército, que crecía cada día más, se había hecho sin ninguna resistencia con varias de las mejores playas para desembarcar. Ningún ejército extranjero desembarcaba en un país si no era para hacer la guerra. No se había enviado ningún informe al Señor Feudal y todos demandaban que Naruto despertara, algo que Sakura todavía no había hecho público. “La paz por la que tanto luchamos se ha hecho añicos” pensaba Sakura entristecida al ver cómo los sueños de Naruto se iban desmoronándose.
Sakura se quitó la bata y antes de dejar el hospital se vistió con una ceremoniosa túnica roja que abrochó con un lazo blanco en torno a su cintura para recordar al alto mando que era la representante del Hokage. Al pasar sus manos por esa zona sintió un escalofrío. Recordaba que le había dicho en una ocasión a Naruto que no quería tener hijos mientras que la sombra de una guerra planeara. No sabía cómo había ocurrido, pero era el peor momento.
Cuando llegó hasta el Palacio del Hokage se encontró a Shikamaru en la puerta, lo que significaba que era una situación grave. Durante el pasado mes, Shikamaru y ella habían colaborado para que Konoha no se resintiera de la convalecencia de Naruto. El líder del clan Nara, sin duda alguna, era un sabio y valioso consejero del Hokage, de hecho, Konoha había sobrevivido a los primeros años del mandato del inexperto Naruto gracias a sus consejos. Sakura sabía que si tenían una posibilidad de sobrevivir al inminente ataque, esa posibilidad se llamaba Shikamaru.
—Malas noticias—adivinó a modo de saludo.
—En efecto.
La invitó a pasar y echaron a andar a la sala de mando.
—¿Ha mejorado el estado de Naruto?—Le preguntó.
Sakura dudó por un momento.
Shikamaru negó con la cabeza en un discreto gesto, indicando que podían ser escuchados. En aquellos días, los espías estaban muy activos en cualquier parte del mundo donde se tomaran trascendentes decisiones. Igual que Sai y su equipo, no era nada descabellado pensar que de la misma forma que Konoha espiaba, ellos eran espiados. Que el Hokage estaba convaleciente había sido imposible de ocultar, razón por la que un extraño ejército pisaba el País del Fuego.
—Sigue estable, pero sin dar señales de reanimación.
Lo lógico sería dar señales de lo contrario, que el más poderoso defensor de Konoha estaba perfectamente, pero Sakura sabía que no lo estaba y no quería exponerlo a una guerra, o no que lo forzaran a combatir. Naruto tendría que entrar en acción si las batallas se torcían y se llegaba a poner en peligro la supervivencia de la aldea, pero si no era necesario prefería evitarlo.
—¿Hasta qué punto es grave la situación?
—Hasta el punto de que si no hacemos nada para evitarlo, seremos destruidos.
—Vienen a por la estrella—adivinó Sakura.
—Vienen a por la estrella y con la información que disponemos es posible que sólo quede Konoha como garante de esas malditas gemas.
El inteligente shinobi abrió la puerta donde se reunían los más poderosos jounnin que tenían un puesto en el alto mando. Naruto había llevado a cabo una purga del mismo tras los atentados que había sufrido de manos de Orochimaru hacía ocho largos años atrás, cuando la paz existía, aunque se tambaleara. Todos eran fuertes y poderosos ninjas y todos eran leales a Konoha, de clanes poderosos y antiguos como los Hyuga, o sin ningún nombre familiar pero cuyos méritos hablaban por ellos como Yamato o Shizune. Contando a Shikamaru, el alto mando estaba formado por siete miembros.
—Sakura-sama—la saludaron.
Se sentaron en torno a la mesa y fue Akiro Hyuga quién tomó la palabra:
—Más de treinta mil enemigos han empezado a marchar desde la costa. Es presumible que en dos, a los sumo tres, lleguen a la aldea.
—¿Qué dicen los exploradores?—Se interesó Sakura.
—Han dividido sus fuerzas en cuatro grupos. Tres ejércitos de seis mil efectivos cada uno marchan hacia Konoha y por la información que tenemos parecen conocer nuestras mismas artes de combate—respondió el miembro del clan Hyuga.
—¿Y los otros doce mil?—Restó Yamato.
—Aventuramos que constituyen la retaguardia y que avanzarán en bloque para afirmar las posiciones tomadas. A no ser que hagamos algo, no encontrarán resistencia. Durante toda esta semana hemos estado reuniendo a nuestros efectivos dispersos y apenas han regresado unos cientos.
Shikamaru estaba en silencio. Sakura ya sabía que su brillante mente de estratega ya debía haber barajado cientos de posibilidades, formulado decenas de estrategia y encontrado la mejor. Sólo quería que Sakura conociese toda la información, por escasa que fuera.
—¿Unos cientos? ¿De cuatro mil efectivos que tenemos en misiones en el exterior sólo han regresado unos cientos? Eso deja nuestras fuerzas prácticamente…
—En una décima parte de las del enemigo—respondió Shikamaru. Sacó un petate metálico de su bolsillo, extrajo de él un cigarrillo y luego lo encendió con el mismo mechero que empleaba Asuma, su maestro. No fumaba salvo cuando estaba nervioso.—Sin embargo, si no hacemos nada destruirán todo nuestro hogar y no pienso dejar caer el rey que me confió Asuma.
Sakura admiraba a Shikamaru. Naruto y él habían hecho del rey de Asuma su objetivo. Ambos darían su vida por proteger a las gentes de Konoha: a las que ya vivían en ella y a las próximas generaciones que estaban por vivir. Ella sabía que tenía que contribuir a ello.
—Una buena estrategia puede ser fundamental. A veces, los números no lo son todo.
—Aunque ayuden—dijo Shimui Kanako, otro de los ninjas que se habían hecho a sí mismo—. ¿Cuál es tu estrategia, Shikamaru?
Estuvieron durante horas discutiendo sobre todas las pensadas, buscando los puntos flacos de las mismas.
—Da igual lo que pensemos, los números juegan en nuestra contra—se quejó Shimui—. No podemos defendernos solos.
—¿Se sabe algo de la ayuda que pedimos a las otras aldeas?—Se interesó Yamato.
—Iwa sólo envió un pequeño equipo, debido a que están reconstruyéndose tras el ataque de Shuha. Kumo la imitó al enviar un pequeño equipo temiendo un ataque similar en sus fronteras. Kiri tiene sus propios problemas y dudamos que pueda enviar ni siquiera un pequeño equipo y de Suna no sabemos nada—explicó Shizune.
—Es mejor que lleguen pronto—Shikamaru le lanzó a Sakura una mirada de preocupación en la que le indicaba que su estrategia contaba con la aparición de refuerzos
—¿Y si vamos a su encuentro?—Propuso Sakura.
—¿Dices enfrentar a nuestras fuerzas directamente?
—Obviamente, el combate directo se produciría, pero no, digo emboscarles. Estas tierras son nuestro hogar. ¿Quién mejor que nosotros para emboscarlos?
—Un ataque sorpresa y luego una carga… Es muy arriesgado, pero podría funcionar—reconoció Shikamaru.
Cuando encontraron la más idónea, tardaron tanto tiempo en desarrollar hasta el más mínimo detalle: los lugares donde sería mejor combatir, qué hacer, cómo hacerlo, qué shinobis irían, cómo sería la cadena de mando, el flujo de información… Sakura se sintió abrumada en más de una ocasión, pero pensó que si Tsunade organizó la Cuarta Gran Guerra, ella podía y debía resistir aquella reunión.
Sakura tuvo que responder seriamente cuando se le preguntó si Naruto lideraría a sus fuerzas:
—Yo misma lo haré en su lugar.
—Pero el Hokage—comenzó a protestar Akiro.
—El Hokage sigue recuperándose. Si fuera necesaria su intervención, sin duda, aparecería en el campo de batalla. Sin embargo, si seguimos la estrategia prevista no debería ser necesaria su participación. Es el Hokage, ¡diablos!, debe ser el último en intervenir.
—Pero, piénsalo, Sakura, contar con el Hokage de los Dos Soles alentaría a las tropas y además, Naruto vale por diez mil hombres—intervino Shizune.
—Si necesitan de una figura legendaria para luchar no son auténticos shinobis—respondió dura—.Y si necesitan de un adalid yo misma lo haré. Yo luché en la Cuarta Gran Guerra, yo soy discípula de la Godaime Hokage y soy la Princesa de las Babosas. Creo que con eso será suficiente. —¡Bien, preparad a los hombres!
—Estoy con Sakura. No es conveniente mostrar a nuestra mejor carta, nuestro Hokage hasta que no sepamos qué se nos enviará.
—Todos los que puedan combatir, ancianos o niños, deben estar preparados antes del anochecer, partiremos con la primera luz de la luna—recordó Yamato.
—No hay tiempo que perder—dijo Sakura.
Sakura abandonó el Palacio del Hokage tras ultimar las trazas del plan de combate con Shikamaru y sobre cuál debía ser la señal para despertar a Naruto. De camino a casa escuchó cómo las campanas llamaban a todos los que pudieran pelear para el combate: gennin, chunnin o jounnin; hombres o mujeres; niños o ancianos… Konoha era su hogar y a todos los correspondía defenderlo.
Pudo sentir cómo el ambiente se volvía tenso. Las instrucciones que mandaban a todos a la guerra se habían ido repartiendo durante la tarde, casi desde el momento en que acordaron salir al encuentro del enemigo. No evitaba pensar en las madres que verían ir a sus hijos. “Da igual cuánto se haga, Madara tenía razón: mientras que el hombre exista, existirá la guerra”. Sin embargo, Naruto no lo consentiría. Mientras que le quedara un hálito, lucharía por la paz. Y ella haría lo mismo.
Al llegar a su casa y entrar en su cuarto se encontró a sus padres, tal y como esperaba. Sin embargo con quien no contaba era con los tres discípulos de Naruto. Su madre había dispuesto una pequeña merienda de la que los niños disfrutaban. Estaban sucios y con la ropa hecha jirones. Lo primero que hizo fue preguntar por la salud de su marido.
—Sigue durmiendo... Veníamos de entrenar para ver cómo estaba—explicó Yuna.
—¿Qué ocurre, hija?—Preguntó su madre—. Hemos oído todo el día las campanas.
Sus padres ya imaginaban la respuesta cuando tardó tanto en contestar. Ella miró a los alumnos de su marido, con tristeza. Era posible que no se hubieran percatado de aquella señal que los llamaba a todos a prepararse para la guerra.
—Guerra. Estamos en guerra.
Los rostros de los tres gennin se descompusieron. Recordaba cómo se sintió cuando tuvo la noticia de que iría al campo de batalla para proteger a Naruto. El miedo la invadió y estuvo tentada de abandonar la aldea. Sin embargo, aquel pensamiento desapareció en el mismo momento que aquella guerra era para proteger a los jinchuuriki. Sakura había contemplado los horrores de la guerra contra una criatura salida de las leyendas y excepcionalmente aún se veía en el campo de batalla.
—Bien, vámonos—dijo Hikaru, el que más se parecía a Naruto.
—¿A dónde, Hikaru?—Preguntó Sora.
Sakura se sorprendió al principio de ver la rapidez con la que asimilaba la noticia. Luego, sonrió al ver a Naruto entre ellos cuando Hikaru, con la mirada de determinación que siempre lucía Naruto, sin importar la adversidad a la que se enfrentara, respondió:
—Que yo sepa vivimos en Konoha, somos los discípulos del Nanadaime Hokage y nuestro hogar va a ser atacado… vamos a prepararnos para la batalla.
Hikaru miró a sus compañeros y los tres asintieron. Se despidieron con una leve inclinación de cabeza y se marcharon rápidamente.
—¡Si a penas son unos niños!—Exclamó Hizashi.—Konoha no se creó para que los niños luchasen en el campo de batalla. Ése no era el sueño del Shodaime Hokage.
La kunoichi les explicó a sus padres tan bien como pudo la situación.
—¿Cómo ha podido ocurrir todo esto?
Sakura les miró. Aquella pregunta se la harían todos los padres, maridos, esposas e hijos de quienes partirían aquella noche a la batalla. Nadie salvo Naruto y sus más allegados sabían la auténtica razón: Fennisuku.
—Lo sé, papá, pero si no hay Konoha, desde luego no habrá niños futuros que proteger—inconscientemente se llevó la mano al vientre.
Su madre la miró y por un momento abrió los ojos de par en par. Sakura le lanzó un discreto gesto afirmativo y su madre comprendió. Sakura había crecido, ya era una mujer, la esposa del Hokage. Ya no necesitaba a su madre para que la protegieran. Sin duda, Sakura entendía ahora que su madre se siguiera preocupando pero cuando escuchó a su madre decirle que machacara a esos perros supo que confiaba en ella.
—Entregadle esto a Naruto para cuando despierte.—Esperaba que lo hiciera ganada la batalla, pero aquel era un sueño estúpido— Él sabrá qué hacer cuando lo lea.
Su padre la abrazó y ella le devolvió el abrazo junto con un beso en la mejilla.
—Tienes que tener cuidado, ahora no sólo dependes de ti. Eres una ninja médico. No deberías encabezar el ataque—añadió su madre uniéndose a aquel abrazo.
—Lo sé, pero si no hiciera esto, sería Naruto y ahora él necesita descansar—“Estoy segura de que vendrán días peores donde necesitemos de la luz que él es”—.Quisiera despedirme de él.
—¡Oh, por supuesto!—Exclamó Hizashi.
Sus padres se retiraron. Sakura se cambió de ropa. Se equipó con unas cómodas botas. Se vistió con una red de metal que afianzó sus senos. Se vistió con un vestido de pelea rojo y encima se colocó el chaleco de Konoha. Se preocupó de armarse de kunais, shurikens, estrellas, venenos, antídotos y de uno de los kunais especiales del dios volador del trueno, la herencia del padre de Naruto. Cuando se hubo equipado se agachó y depositó un leve beso sobre los labios de Naruto.
—Tal y como te prometí esta mañana al decirte que esta noche te diría qué me ocurre. No sé cómo, pero la maldición se ha ido—Sakura empezó a llorar, alegre y asustada a partes iguales—Lo sé desde hace un mes y, desde entonces, no he tenido tiempo para darte esta alegría que tanto buscábamos. Voy al campo de batalla asustada, pero voy porque sé que es mi obligación: no volver a defraudarte y proteger tus sueños, porque eso fue lo que nos prometimos. Mi corazón quiere que despiertes y asumas tú el mando, pero también quiere que sea yo la que lo haga porque no estás como para vivir otra guerra.
Naruto hizo un leve movimiento, pero seguía sumido en aquel profundo sueño. El tónico que le había dado era muy potente, pero le permitiría despertarse plenamente recuperado. Se arrepentía de no habérselo dicho por la mañana.
—Amor mío, no sé si fue la promesa que me hiciste, o nuestro amor, o que tenía que pasar como profetizó el viejo Tsuchikage, pero, Naruto, vas a ser papá. Estoy embarazada.—Volvió a besarle antes de irse.
Horas más tarde, Sakura se encontraba al mando de tres mil compatriotas esperando para cargar.
CONTINUARÁ...
Última edición por Septimo Hokage el Mar Abr 01, 2014 12:34 am, editado 1 vez
Septimo Hokage- Consejo de escritores
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Me gustó mucho tu firma. Mi sueño echo realidad! Yo siempre quise un escritor particular
Siguimos muy emotivos y con los aires de la guerra a cuesta, difíciles decisiones las que se tomaron y que gran peso para Sakura. Pero tiene razón no pueden depender sólo de Naruto, son shinobis muy calificados y es su deber proteger su tierra y a los suyos.
Haber como lo toma Naruto al despertar, no creo que le guste pero era necesario que él descansará después de todo lo que pasó.
Conti!
Siguimos muy emotivos y con los aires de la guerra a cuesta, difíciles decisiones las que se tomaron y que gran peso para Sakura. Pero tiene razón no pueden depender sólo de Naruto, son shinobis muy calificados y es su deber proteger su tierra y a los suyos.
Haber como lo toma Naruto al despertar, no creo que le guste pero era necesario que él descansará después de todo lo que pasó.
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hikari uzumaki- Sennin
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Creo que soy la peor seguidora de este fic, lo que pasa que fueron muchos capítulos que no puede leer, y los cuando ya estaba por terminar, pues bueno eres rápido y me vuelvo a atrasar. Pero basta de excusas.
Todos los capítulos son bastante detallados y bien narrados, siempre con una ideas bien constituida.
Con respecto al capítulo, pues Sakura tomó una gran decisión, es difícil, pero ella sabe que además de ser la esposa del Hokague también es su mano derecha y una de las personas más capacitadas y fuertes de la aldea de la hoja.
Tanta responsabilidad solo esperar que no se lastime antes de que Naruto despierte, aunque no me gusto la forma en que le dijo a Naruto que estaba embarazada entiendo sus razones.
Quiero ver toda la acción de esta guerra, me dejo picada para ver que pasa!!!!
Todos los capítulos son bastante detallados y bien narrados, siempre con una ideas bien constituida.
Con respecto al capítulo, pues Sakura tomó una gran decisión, es difícil, pero ella sabe que además de ser la esposa del Hokague también es su mano derecha y una de las personas más capacitadas y fuertes de la aldea de la hoja.
Tanta responsabilidad solo esperar que no se lastime antes de que Naruto despierte, aunque no me gusto la forma en que le dijo a Naruto que estaba embarazada entiendo sus razones.
Quiero ver toda la acción de esta guerra, me dejo picada para ver que pasa!!!!
eliannar- Moderador
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La vida es muy corta para desperdiciarla con malas practicas pero como el sedentarismo es malo y el dinero escasea pues debo cumplir con obligaciones....de lo contrario estaría encerrada en mi cuarto leyendo cuanta imaginación tienes tú para entretenerme. Saludos desde Luque, Paraguay, al valiente que lee este perfil
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Ajajaja me costó, pero me releí Hakitori entero xD. Solrac returns (?), no ahora en serio, me encanta tu historia y yo personalmente no tengo inconvenientes en que esta temporada dure 33 en vezde 32 capítulos.
He de decir que los últimos capítulos han sido muy épicos, sobre todo me han encantado dos detalles:
- Al final del penúltimo capítulo desjaste el kanji de "sí" sin traducir, jugaste con mi mente!!!!! aaaaa corrí como loco a google traductor xD.
- Y el detalle de darle un aire de el señor de los anillos lo del ejercito uzumaki es demasiado parecido al ejército de fantasmas del sagrario y el hecho de que solo un descendiente del hermano(Isildur en el señor de los anillos) pueda convocarlos. ¿Aparecerán en barco en el último momento?, al alba del 6° día ¿quizá?.
Me gustaron mucho las decisiones de Sakura, esero el próximo capítulo con ansias y pronto pleaseeeee!
He de decir que los últimos capítulos han sido muy épicos, sobre todo me han encantado dos detalles:
- Al final del penúltimo capítulo desjaste el kanji de "sí" sin traducir, jugaste con mi mente!!!!! aaaaa corrí como loco a google traductor xD.
- Y el detalle de darle un aire de el señor de los anillos lo del ejercito uzumaki es demasiado parecido al ejército de fantasmas del sagrario y el hecho de que solo un descendiente del hermano(Isildur en el señor de los anillos) pueda convocarlos. ¿Aparecerán en barco en el último momento?, al alba del 6° día ¿quizá?.
Me gustaron mucho las decisiones de Sakura, esero el próximo capítulo con ansias y pronto pleaseeeee!
Solrac_namizake- Aprendiz
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Uzushiogakure
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Adivina quien esta aquí XD
Ya imagino lo que debes estar pensando: "Ya era hora" ¿Que han pasado desde que te dije que iba a volver y no lo hice? ¿Dos meses?... Lo sé soy un mentiroso hijo de... ya sabes el resto XD. Soy consciente de ello y lo único que puedo decir en mi defensa es que lo siento mucho =(
Ahora mismo son las 6:05 de la mañana y llevo aproximadamente 6 hora casi ininterrumpidas con la vista clavada en la pantalla del ordenador releyendo toda esta temporada de Naruto Hakitori. Espero que unos ojos tan rojos que puedan confundirse como tomates sirvan como mi penitencia pero por lo que a mi respecta a merecida totalmente la pena.
Antes de desaparecer en combate siempre he dicho que este era el fic más épico, más trabajado, más lleno de detalles y mejor escrito de todos cuantos haya leído hasta ahora. Y lo sigo manteniendo. Ahora puedes pensar que digo eso solo para quedar bien pero no podrías estar más equivocado.
¿Por qué digo esto? Pues porque hasta hoy siempre había llevado este fic en particular más o menos al día, como mucho solía quedarme atrás un par de capítulos o tres, pero tras un parón bastante grande por mi parte me he dado cuenta de que al intentar volver a leer por donde me había quedado me fue imposible. En un principio quise empezar a leer por donde lo había dejado antes de desaparecer(el capitulo en el Yuna era secuestrada) pero al empezar a leer me di cuenta de que había muchos detalles que se me habían olvidado(unos más importantes que otros) así que decidí retroceder un poco, u vaya si tuve que retroceder... hasta el primer capitulo de la temporada. Cada capitulo que retrocedía tenía algo, un detalle o un hecho que se solo tenía sentido si se conectaba con otro detalle y/o hecho de un capitulo anterior. Por lo tanto me resigne a intentar recordar cada detalle del fic y empece desde el principio.
Aun faltan un par de capítulos para llegar al final, pero queda claro que esto se esta encaminado hacía el famoso prologo de la temporada anterior, así que no cuesta demasiado hacerse una idea general sobre como acabara esta temporada. A lo que quiero llegar es que al tener que leer desde el principio hasta casi el final me he dado cuenta de que este gran y magnifico fanfic que estas escribiendo esta a la misma altura que muchas novelas de escritores profesionales y que una vez terminada una temporada merece completamente la pena volver al principio del fic y leerlo todo de un tirón para poder apreciarlo en todo su esplendor.
A lo largo de estos últimos capítulos han habido grandes revelaciones, tales como el vinculo que une a Naruto y Nanaitsumi o el porque todo el mundo quiere liberar al Feinnusuku cuando todo parece indicar que es una muy mala idea hacerlo. Pero a pesar de esa revelación a lo largo de 30 capítulos han habido pistas que apuntaban hacia eso, por lo que una persona atenta podría intuir esta cosas. Y eso es algo realmente maravilloso y que muy poca gente consigue hacer.
Al principio, cuando comenzaste a publicar esta temporada, avisaste que seria muchos más oscura y que habría más drama que en la anterior y en mi opinión lo has cumplido con creces. Ha habido momentos con una carga emocional tan grande que me han arrancando más de una lagrima, como cuando Naruto recibe la noticia de la muerte de Kakashi o imaginarse a Nanaitsumi siendo brutalmente torturado mientras observaba a Shion encadenada e inconsciente mientras recordaba aquella canción. Pero pese a todo el drama hemos tenido humor, sobretodo por parte de los alumnos de Naruto, muchísimos momentos épicos, como la batalla de la Casa de la Eternidad, y sobretodo hemos tenido momento NaruSaku preciosos, como cuando Naruto se movía en sueños cada vez que Sakura le decía que le quería o cuando Sakura le reveló a Naruto que estaba embarazada estando este último inconsciente. Sí, ese momento me llego al alma y me ha parecido realmente bonito, a ver no me parece bonito que una mujer le diga a un hombre que esta embarazada mientras este duerme, lo que me parece bonito es el porque lo dice de esa forma: viéndose obligada a hacerlo porque ella marchaba hacia la guerra para protegerle y porque se lo había prometido. eso es lo que me parece bonito.
Y si tengo que señalar algo que realmente me ha encantado de esta temporada con respecto a la anterior es el haber podido conocer más a fondo a Nanaitsumi. Realmente me ha encantado como has ido llevando toda esa lucha interna que tiene este personaje y como ha ido perdiendo la cabeza a causa de esa lucha interna que tiene. Vale que malvado y sádico de mucho cuidado y que esta como una regadera, pero siendo honestos quien no acabaría como el de haber pasado por las mismas experiencias. Ese vinculo que comparte con Naruto parece haber despertado su humanidad y creo que es exactamente eso lo que esta haciendo que su mente sea cada vez más inestable. Quizás solo sean imaginaciones mías pero me ha dado la sensación de que su locura se ha ido intensificando a medida que el vinculo que comparte con Naruto se hacia más intenso. Aunque hay algo que me ha llamado mucho la atención y para ello cito textualmente:
Lo que me ha llamado la atención es que Shion haga referencias a la madre de Nanaitsumi y a la Geisha como si fueran dos personas distintas. Sí, ya sé que son dos personas distintas, la madre biologica es Kushina y Mikono(la Geisha) es quien le crió(es más complicado que eso, pero en pocas palabras es eso), pero en dialogo que acabo de citar da la sensación de que la mujer que cantaba la canción no es Mikono sino Kushina. Parece imposible, porque Nanaitsumi nació muerto y porque Kushina murió poco después esa misma noche, pero no sé, me ha llamado la atención y creo que hasta podría tener cierto sentido, al menos para mi podría tenerlo.
Ahora me encantaría terminar este comentario con alguna deducción ingeniosa sobre que es lo que pasara en los siguientes capítulos pero estando tan cerca del prologo eso es imposible porque ya sabemos lo que pasó en el mismo. También me habría encantado entrar en más detalles de los capítulos que no he comentado pero no diría nada que no te hayan dicho ya y hay tantas cosas que decir que seguramente este comentario(ya de por si largo) se haría eterno.
Para terminar quiero decir que me alegra un montón haber vuelto a tiempo y podido comentar antes del último capitulo y que Naruto Hakitori me gusta hasta tal punto que no podría decir nada negativo al respecto.
Espero con ansias los últimos capítulos de la temporada =)
PD: Los siguientes capitulos los comentare en su dia, y aunque posiblemente no me creas esta vez va en serio.
PD2: Y sí, he tardado casi dos horas en escribir este comentario XDDDD
Ya imagino lo que debes estar pensando: "Ya era hora" ¿Que han pasado desde que te dije que iba a volver y no lo hice? ¿Dos meses?... Lo sé soy un mentiroso hijo de... ya sabes el resto XD. Soy consciente de ello y lo único que puedo decir en mi defensa es que lo siento mucho =(
Ahora mismo son las 6:05 de la mañana y llevo aproximadamente 6 hora casi ininterrumpidas con la vista clavada en la pantalla del ordenador releyendo toda esta temporada de Naruto Hakitori. Espero que unos ojos tan rojos que puedan confundirse como tomates sirvan como mi penitencia pero por lo que a mi respecta a merecida totalmente la pena.
Antes de desaparecer en combate siempre he dicho que este era el fic más épico, más trabajado, más lleno de detalles y mejor escrito de todos cuantos haya leído hasta ahora. Y lo sigo manteniendo. Ahora puedes pensar que digo eso solo para quedar bien pero no podrías estar más equivocado.
¿Por qué digo esto? Pues porque hasta hoy siempre había llevado este fic en particular más o menos al día, como mucho solía quedarme atrás un par de capítulos o tres, pero tras un parón bastante grande por mi parte me he dado cuenta de que al intentar volver a leer por donde me había quedado me fue imposible. En un principio quise empezar a leer por donde lo había dejado antes de desaparecer(el capitulo en el Yuna era secuestrada) pero al empezar a leer me di cuenta de que había muchos detalles que se me habían olvidado(unos más importantes que otros) así que decidí retroceder un poco, u vaya si tuve que retroceder... hasta el primer capitulo de la temporada. Cada capitulo que retrocedía tenía algo, un detalle o un hecho que se solo tenía sentido si se conectaba con otro detalle y/o hecho de un capitulo anterior. Por lo tanto me resigne a intentar recordar cada detalle del fic y empece desde el principio.
Aun faltan un par de capítulos para llegar al final, pero queda claro que esto se esta encaminado hacía el famoso prologo de la temporada anterior, así que no cuesta demasiado hacerse una idea general sobre como acabara esta temporada. A lo que quiero llegar es que al tener que leer desde el principio hasta casi el final me he dado cuenta de que este gran y magnifico fanfic que estas escribiendo esta a la misma altura que muchas novelas de escritores profesionales y que una vez terminada una temporada merece completamente la pena volver al principio del fic y leerlo todo de un tirón para poder apreciarlo en todo su esplendor.
A lo largo de estos últimos capítulos han habido grandes revelaciones, tales como el vinculo que une a Naruto y Nanaitsumi o el porque todo el mundo quiere liberar al Feinnusuku cuando todo parece indicar que es una muy mala idea hacerlo. Pero a pesar de esa revelación a lo largo de 30 capítulos han habido pistas que apuntaban hacia eso, por lo que una persona atenta podría intuir esta cosas. Y eso es algo realmente maravilloso y que muy poca gente consigue hacer.
Al principio, cuando comenzaste a publicar esta temporada, avisaste que seria muchos más oscura y que habría más drama que en la anterior y en mi opinión lo has cumplido con creces. Ha habido momentos con una carga emocional tan grande que me han arrancando más de una lagrima, como cuando Naruto recibe la noticia de la muerte de Kakashi o imaginarse a Nanaitsumi siendo brutalmente torturado mientras observaba a Shion encadenada e inconsciente mientras recordaba aquella canción. Pero pese a todo el drama hemos tenido humor, sobretodo por parte de los alumnos de Naruto, muchísimos momentos épicos, como la batalla de la Casa de la Eternidad, y sobretodo hemos tenido momento NaruSaku preciosos, como cuando Naruto se movía en sueños cada vez que Sakura le decía que le quería o cuando Sakura le reveló a Naruto que estaba embarazada estando este último inconsciente. Sí, ese momento me llego al alma y me ha parecido realmente bonito, a ver no me parece bonito que una mujer le diga a un hombre que esta embarazada mientras este duerme, lo que me parece bonito es el porque lo dice de esa forma: viéndose obligada a hacerlo porque ella marchaba hacia la guerra para protegerle y porque se lo había prometido. eso es lo que me parece bonito.
Y si tengo que señalar algo que realmente me ha encantado de esta temporada con respecto a la anterior es el haber podido conocer más a fondo a Nanaitsumi. Realmente me ha encantado como has ido llevando toda esa lucha interna que tiene este personaje y como ha ido perdiendo la cabeza a causa de esa lucha interna que tiene. Vale que malvado y sádico de mucho cuidado y que esta como una regadera, pero siendo honestos quien no acabaría como el de haber pasado por las mismas experiencias. Ese vinculo que comparte con Naruto parece haber despertado su humanidad y creo que es exactamente eso lo que esta haciendo que su mente sea cada vez más inestable. Quizás solo sean imaginaciones mías pero me ha dado la sensación de que su locura se ha ido intensificando a medida que el vinculo que comparte con Naruto se hacia más intenso. Aunque hay algo que me ha llamado mucho la atención y para ello cito textualmente:
Séptimo Hokage escribió:—¿De dónde has sacado esa canción? ¡Ésa no era tu voz!—Rugió enfadado.
—Porque a pesar de esa maldad que cubre tu alma, sigue siendo igual que la de él y porque… fue tu madre quien me la dio.[...]
—Estos ojos no sólo me permiten ver el futuro, sino también presente y pasado y tanto a los que están aquí como a los que se fueron o vendrán.[...]
—Perfecto, Shin-sama tiene plantes para ti y para tus ojos—respondió intentando que no sentirse conmocionado.
—Si voy contigo, Naruto vendrá a rescatarme y os terminaréis enfrentando, tal y como predije. Sabes que morirás si lo haces y quieres hacerlo. ¿Tampoco aprecias el regalo que hizo la Geisha por ti?
—¿Cómo sabes eso?—Preguntó Nanaitsumi con la voz de Tadashi, sorprendido.
Lo que me ha llamado la atención es que Shion haga referencias a la madre de Nanaitsumi y a la Geisha como si fueran dos personas distintas. Sí, ya sé que son dos personas distintas, la madre biologica es Kushina y Mikono(la Geisha) es quien le crió(es más complicado que eso, pero en pocas palabras es eso), pero en dialogo que acabo de citar da la sensación de que la mujer que cantaba la canción no es Mikono sino Kushina. Parece imposible, porque Nanaitsumi nació muerto y porque Kushina murió poco después esa misma noche, pero no sé, me ha llamado la atención y creo que hasta podría tener cierto sentido, al menos para mi podría tenerlo.
Ahora me encantaría terminar este comentario con alguna deducción ingeniosa sobre que es lo que pasara en los siguientes capítulos pero estando tan cerca del prologo eso es imposible porque ya sabemos lo que pasó en el mismo. También me habría encantado entrar en más detalles de los capítulos que no he comentado pero no diría nada que no te hayan dicho ya y hay tantas cosas que decir que seguramente este comentario(ya de por si largo) se haría eterno.
Para terminar quiero decir que me alegra un montón haber vuelto a tiempo y podido comentar antes del último capitulo y que Naruto Hakitori me gusta hasta tal punto que no podría decir nada negativo al respecto.
Espero con ansias los últimos capítulos de la temporada =)
PD: Los siguientes capitulos los comentare en su dia, y aunque posiblemente no me creas esta vez va en serio.
PD2: Y sí, he tardado casi dos horas en escribir este comentario XDDDD
Willem_Dawnstar- Genin
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Un lugar de la Mancha de cuyo nombre no me quiero acordar.
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Créeme lo que digo, te soy honesta, este es el MEJOR FANFIC que he leído desde hace tiempo, de hecho es mi historia favorita y no sabes como me encanta tu manera de escribir, este es el tipo de escritura que me atrapa y tanto yo como muchas personas esperamos ansiosa mente los últimos capítulos de esta serie tan grandiosa.
Para culminar déjame felicitarte porque eres como muchos un gran escritor (a) continua así y veraz cuan lejos llegaras.
Para culminar déjame felicitarte porque eres como muchos un gran escritor (a) continua así y veraz cuan lejos llegaras.
Crossover- Novato
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Al fin me puse al corriente con el fic, estoy desde hace semanas leyendolo y por fin lo logre.
De verdad que este fic es unico, muy original, muy bien llevado y con una trama fantastica, algunos errores de narración pero perfectamente entendible.
Te iba a comentar desde la primer temporada pero decidi comentarte cuando me pusiera al corriente y por cierto no se si ya te lo propusieron pero deberias buscar un dibujante o ilustrador y hacer de este fic un manga jaja, es en serio, a mi me atrajo mucho y ya soy fan :3
Espero conti. Saludos
De verdad que este fic es unico, muy original, muy bien llevado y con una trama fantastica, algunos errores de narración pero perfectamente entendible.
Te iba a comentar desde la primer temporada pero decidi comentarte cuando me pusiera al corriente y por cierto no se si ya te lo propusieron pero deberias buscar un dibujante o ilustrador y hacer de este fic un manga jaja, es en serio, a mi me atrajo mucho y ya soy fan :3
Espero conti. Saludos
Mixyic-Alex- Chunnin
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
hola a todos! Tras este parón, volvemos con los últimos capítulos. Ya están escritos. Así que es cuestión de días! De momento, sed bienvenidos los nuevos y los antiguos! Os quiero a todos por igual. Muchas gracias por vuestros comentarios y por favor, seguid leyendo Hakitori y todo lo que él os deparará. Ahora disfrutad de la lectura.
CAPÍTULO 31: LA BATALLA POR KONOHA
CAPÍTULO 31: LA BATALLA POR KONOHA
- Spoiler:
- Hikaru estaba bajo las órdenes de Genma Shiranui y había sido separado de Sora y de Yuna.
Sólo unos tres mil efectivos habían podido reunir para salir al encuentro del enemigo. Habían divido sus fuerzas en tres compañías de mil shinobis cada una y cada compañía la habían dividido en cuatro fuerzas: una de jounnin quienes irían al frente, dos de chunnin que cubrirían los flancos y una última de gennin de apoyo, los cuales habían sido agrupados por sus características y fuerza de combate. Sora y Yuna eran de los más prometedores y habían ido a formar parte de la compañía que peor lo pasaría, el centro.
Hikaru estaba agazapado junto con sus compañeros, otros once gennin, de entre los cuales uno de ellos era Ryu Sarutobi (cuyo padre había muerto sin conocerle luchando contra Akatsuki) y que no era del agrado de Hikaru. Al fin y al cabo eran rivales y así siempre se habían considerado en la Academia. Sin embargo, la Academia parecía un lugar tan lejano. Ahora todos eran compañeros y luchaban por Konoha.
Estaban en mitad del campo de batalla. Sentía que se cagaba de miedo, pero sabía que estaba haciendo lo correcto. Sus tíos y su familia dependían de él. Miró a sus compañeros. Había otros muchos equipos de gennin esperado órdenes. Cada uno sabía las líneas generales del plan, aunque las órdenes cambiarían en el momento en que tuvieran que lanzarse a luchar.
No era un entendido en estrategias, pero era más que obvio que estaban desesperados. Habían corrido durante toda la noche dando un gran rodeo para llevar sus fuerzas justo al flanco del ejército enemigo, solo seis mil enemigos. Ya les doblaban en número, pero esperaban acabar con aquel ejército tan rápido. El problema, según imaginaba, eran los otros ejércitos. Sakura-sama y el Alto Mando debían haber pensado en eso. “Recuerda, sobrevive y cumple las órdenes” le había aconsejado Yuna. El sol estaba surgiendo por el este, por donde venía el enemigo y pronto atacarían.
Los tres se habían separado antes de formar con un afectuoso abrazo. En tres meses sus lazos se habían convertido en auténticos lazos de amistad, casi más fuertes que los que podía tener con su propia familia.
Hikaru podía tener muchos defectos, pero no era estúpido y sabía que la razón de aquella guerra era lo que habían encontrado en el lugar donde un mes atrás habían llevado a Yuna y que había dejado a Naruto-sensei postrado en la cama durante un largo mes. “Mes que has aprovechado junto con tus amigos para no defraudar a Naruto-sensei”. Su maestro creía en él y por eso habían aprovechado aquel mes para seguir mejorando. Ahora podría ponerlo en práctica.
—No os mováis hasta que dé mi orden. No os pongáis nerviosos—Les ordenó Genma
Poco tiempo después escucharon como las primeras filas chocaban con el flanco de los escuadrones enemigos. El primer impulso fue salir corriendo para lanzarse a la batalla para a continuación salir corriendo en dirección contraria. Sin embargo, el miedo era mucho peor. Lo tenía embotado y apenas escuchaba lo que le decían. Estaba paralizado. Los ruidos de la batalla se le hacían muy lejanos.
Pasaron unos minutos más en los que Hikaru se sintió totalmente fuera de lugar, agazapado entre la hierba. Sin embargo, al oír la señal de Genma todas sus dudas desaparecieron y se lanzó contra los enemigos. Extrajo su kunai y junto con sus otros aliados cargaron por el flanco, sorprendiendo a los enemigos.
Hikaru no comprendió dónde estaba hasta que con su arma degolló a un soldado enemigo y su sangre le regó toda la cara. Fue la primera vez que Hikaru entendió el significado de la palabra ninja y no fue tan mágico como podía parecer. Ya no se encontraba con Naruto que le protegía, o en misiones donde no se jugaban la vida. En cualquier momento podía morir. La vida era algo fugaz y que en cualquier momento podía escaparse con la misma facilidad con la que la sangre brotaba del cuello de su enemigo.
“Por eso Naruto hizo todo cuanto pudo para evitar la guerra”.
Matar a los siguientes enemigos fue igual de difícil. Veía a sus compañeros lanzarse hacia el siguiente empapándose más con el rojo color de la sangre del enemigo y sabía perfectamente que era el ansia asesina que se liberaba en cada hombre al verse provisto de un arma y con libertad para matar. Había dos posibles reacciones y él tenía que seguir la que más problemas daba en el campo de batalla: valorar a sus enemigos como a sus iguales, como si fueran seres humanos.
Sin embargo, a pesar de lo que creía, no le costó tanto. Se fue acostumbrando a escapar de los golpes de sus enemigos y a aprovechar los contraataques. Era macabramente satisfactoria la sensación que le invadía cuando mataba a un hombre o mujer que quería matarle a él.
Tenía suerte porque a medida que iba llegando el día y el alba quedaba lejos, había visto caer a sus compañeros. Era cierto que su sección sólo estaba lanzando ataques puntuales y de refuerzo, que quienes llevaban todo el peso de la batalla eran los más adultos, pero era inevitable. Era demasiado triste ver caer niños de su edad. Sólo podía concentrarse en seguir vivo y pedir que Sora y Yuna también tuviesen su suerte.* * *
Los enemigos caía con rapidez y el pánico se extendía entre sus adversarios. Los capitanes no mantenían la cohesión de sus tropas que tiraban las armas al suelo. El miedo a morir acuchillado por los ejércitos de Konoha era superior al temor que inspiraban los oficiales entre sus tropas. La huida afectaba ya a buena parte de aquel flanco. Los que no estaban muertos, pronto lo estarían si no huían.
Sora retiró con rapidez su katana del pecho de un enemigo mientras que con un kunai frenaba el impacto de una gigantesca guadaña de uno de sus enemigos. Se guardó mucho de que aquella guadaña le diera. Según les había advertido el capitán Ebisu, el alto mando sabía que si aquel metal conseguía una muestra de su sangre, por escasa que fuera, estarían perdidos. Era una técnica propia de aquellos shinobis.
Retiró el brazo y mientras realizaba los sellos para disparar una bola de fuego. Su adversario retrocedió, pero no fue tan rápido como para evitar que la bola de fuego de Sora le derritiera por completo. Se dio la vuelta y pudo ver cómo su próximo enemigo ya había sido abatido por una flecha. Sora siguió la trayectoria del proyectil y pudo ver el arco que manejaba Yuna.
Poco a poco, los gennin de aquella división de apoyo estaban rematando a todos los enemigos que habían enfrentado y a los que los cuerpos más veteranos habían dejado moribundos. Sora sabía que detrás de aquella decisión de usar a los jóvenes sólo como apoyo estaba el consejo de Sakura. Ellos eran considerados el futuro. No podían prescindir de ellos, pero tampoco exponerlos. Aquello le molestaba. Era tan capaz o más que alguno de los que estaban junto a los más veteranos dejándose la vida por Konoha.
Sin embargo, agradecía que Yuna y él formaran parte de la misma división. No es que no confiara en su habilidad para protegerse, pero Sora era incapaz de imaginarse en un futuro sin ella. Aunque nunca llegara a confesarle sus sentimientos o, incluso haciéndolo, ella no le correspondiera, Yuna era la mujer de su vida. Estando junto a ella, podría evitarle algún peligro. Hasta el momento, las flechas de Yuna le habían salvado más la vida que él a ella.
Ella hizo un gesto con su cabeza y los dos, junto con los miembros de su división (habían perdido dos compañeros hasta el momento) se reagruparon bajo el mando de Ebisu. Se ajustó las gafas y se secó el sudor de su frente. Tenía una fea herida en el brazo. Parecía tenerlo inmovilizado debido a la misma.
—Las órdenes de los superiores nos mandan acudir al flanco norte. Hemos pasado esta primera batalla satisfactoriamente. Hemos perdido a pocos amigos en comparación con ellos. Ya habrá tiempo de lamentar su muerte, pero seguimos en guerra. Tomad un respiro, pero no os acomodéis. Han informado que esto sólo era una pequeña avanzadilla. Pronto estaremos ante un auténtico ejército.
Sora se acercó a Yuna rápidamente, mientras que miraba hacia el bosque. Conocían el terreno y gracia a aquél lugar podían emboscarles e igualar su reducido número. Sin embargo, también podían ser víctimas de aquel mismo bosque.
—¿Cómo te encuentras?—Le preguntó Sora. Quería abrazarla, pero no podía.
—Preocupada… Antes, escuché una voz en mi cabeza. Era una voz desgarradora, una voz que daba miedo. Parecía afilada como una cuchilla y era fría como el hielo.
—¿Fue un enemigo?
—Sí, pero sólo escuché la voz en mi cabeza y creo que sólo se dirigía a mí
Sora la miró sorprendido y adivinó:
—“Hoy veréis el auténtico amanecer, hijos de los cinco traidores”
—¿Cómo lo sabes?
—Porque yo también lo he escuchado en mi cabeza. Pensé que se trataba de algún genjutsu del enemigo… De todas formas, no dejaré que te pase nada. Quiero decir… Sé que puedes cuidarte, pero si alguien se atreve de lastimar a mis amigos, morirá.
—Sora…
—¿Qué?
No tuvieron tiempo para seguir con aquella conversación. El capitán Ebisu volvió a reunirles con celeridad. El enemigo había atacado tal y como esperaban. Se pusieron en marcha mientras recibían las órdenes de cómo afrontar su misión. Sora se pegó cuanto pudo a Yuna. ¿Qué significaba aquella voz?* * *
En el interior de su cabeza, sólo podía escuchar una canción, una canción que resonaba con fuerza, una canción harto olvidada y que ahora era su guía. Desde que estaba embarazada aquella canción no había dejado de acompañarla.
—¿A qué viene esa alegría?—Le había preguntado Naruto sorprendiéndola en una ocasión cuando ella ya sabía que dentro de ella volvía a florecer la vida. No había sabido responderle salvo con una sonrisa.
Volvió al campo de batalla cuando golpeó a un enemigo con todas sus fuerzas haciéndolo saltar por los aires y arrastrando consigo a más. El enemigo había vuelto a atacar y con una fuerza mucho mayor que la anterior. Los shinobis de Konoha se encontraban luchando desesperadamente. En su frente, un kanji hecho con su chackra parecía brillar con luz propia.
Ella era una ninja médico y debería estar en Konoha o, como mucho, en el campo de batalla cerca del campamento médico, restableciendo la salud de los que caían sin llegar a morir, no en primera línea de combate. Sin embargo, después de Naruto, ella era una de las pocas “legendarias” figuras que aún quedaban para defender su hogar. Su presencia inspiraba a muchos y aquello era importante.
Había escogido como escolta personal a Lee y a Yamato, quienes podían enfrentarse al poder ocular de Nanaitsumi y en quienes podía confiar. El ninjutsu servía de poco. Sólo el fuinjutsu, el arte del sellado, podría contrarrestar las técnicas de su enemigo, si aparecía en combate. Sin embargo, tras Naruto, Yuki y Sai eran los que mejor dominaban aquel tipo de técnicas y ninguno estaba presente. Por esa razón, el taijutsu y el poderío defensivo del moukuton podrían hacer de defensa.
En todo momento, Sakura mantenía el contacto con el cuartel general a través de Ino. Los miembros del clan Yamanaka hacían de difusores de la información y gracias a ello y a la estrategia que habían planteado y que seguían elaborando desde Konoha, la primera batalla había resultado satisfactoriamente sencilla. Sakura no había desatendido sus obligaciones como ninja médico. Parte de su chackra se encontraba curando y reponiendo el chackra y las energías de sus aliados. Era la técnica de Tsunade: usar clones de Katsuku para restablecer a los aliados. Tenía chackra de sobra gracias al poder de su hijo (heredado, seguramente, de Naruto)
Pensó en Naruto y rogó que cuidaran de ambos (de él y de su hijo). Aunque era imposible escucharse a sí misma, volvió a cantar la misma canción que llevaba evocando en su interior, para animarse de la misma forma que sentía los gritos y exclamaciones en el campo de batalla. Era como volver a las Tierras de la Luna Roja en la guerra contra Akatsuki, hacía diez lejanos años.
Una única nota larga repetida constantemente como un lamento les invitó a luchar. Pero, en esta ocasión no fue interrumpida. La canción seguía sonando en su mente mientras que se agachaba.
Los enemigos que tenían ballestas y otro tipo de armas a distancia comenzaron a cargarlas incendiando sus proyectiles mientras que sobre ellos se abalanzaban con rapidez los que portaban armas de cuerpo a cuerpo. Ninguno de los presentes se fiaba de sus semejantes pero habían hecho un frente común para enfrentarse a todo lo que simbolizaba Konoha. Sakura podía verlo en su mirada: enemigos unidos por una voluntad de hierro dispuesta a aniquilarlos: la de Shin y Shuha.
No supo bien pero mientras volvía a defenderse de las estocadas de un enemigo, comenzó a cantar en voz alta
—“Escucha, oh, hermano; nuestro tiempo ha llegado, en la vigilia del sueño de honor”.
—¡Ése es el espíritu, Sakura!—escuchó ser animada a lo lejos por Lee mientras se esforzaba por ser su escolta.
Los primeros proyectiles enemigos cayeron, aunque gracias a la mala puntería todos erraron su blanco. La joven miró hacia todos lados con rapidez, buscando algo con lo que poder defenderse. El palco real estaba lejos como para ir y volver, por no decir que en medio se interponía uno de los cuatro grupos que seguro que no les dejarían escapar. Debía haber alguna manera, pero, ¿cuál?
La luz del astro sol que se filtraba entre los nubarrones que vaticinaban tormenta ya comenzaba a iluminar el fantasmagórico rostro de aquellos enemigos. Algunos llevaban un casco y una máscara que únicamente dejaba ver su barbilla o su barba, espesa y mal cuidada. Otros solo portaban un casco y dejaban relucir su semblante pálido y marcado por la tortura. Unos pocos no llevaban nada, salvo un febril brillo en los ojos. Sin embargo, lo que más preocupaba a no era la expresión de sus rostros sino las armas que portaban, las cuales estaban todas bien afiladas y emitían metálicos reflejos a la luz.
—¡Son demasiados!—Exclamó Yamato. Se encontraban rodeados y por cada shinobi de Konoha habría diez enemigos—hemos de hacer algo.
Sakura echó un rápido vistazo y se encontró con la pared de una alta colina desde la que el enemigo apuntaba con sus armas a distancia. Pudo ver la gran pira que habían levantado Sakura encontró la solución y así se lo dijo con una señal a Yamato.
—“No tengas en tu alma miedo, pues lucharás con esmero, en la vigilia del sueño de honor” – entonó para darse ánimos.—No sabía que era “la vigilia del sueño de honor” pero aquella letra estaba escrita en su cabeza.
Se encontró con un enemigo. Ambos se sorprendieron al ver al otro. Sakura realizó una finta y con el codo le golpeó con todas sus fuerzas en el lado derecho de la cabeza. Ignoró si lo había abatido, solo siguió corriendo hasta la pira más cercana. Imaginó que sí al escuchar el grito de sorpresa proveniente de sus hombres. La animaban y se veían reforzados en su ataque.
Por fin encontró un saliente al que se agarró. Buscó otro cercano y dio un salto. Lo rozó con la punta de los dedos, pero no pudo asirse. Lo volvió a intentar y lo consiguió. Empezó a escalar. La colina debía tener menos de ocho metros, imaginó, pero se le hicieron eternos. Al llegar arriba las raíces que Yamato había hecho crecer habían aprisionado a sus enemigos.
Una vez cerca del fuego, buscó a sus enemigos más cercanos que la esperaban a los pies de la antorcha. Acercó su mano al recipiente de cobre en el que brillaba la llama dorada y pudo sentir el calor que desprendía. La tocó y se quemó la palma de la mano. Sin embargo, no gritó ni mostró signo alguno de dolor. Sólo empleó la fuerza nacida de tan extrema situación para empujar la bandera. Ésta cedió y el fuego cayó sobre sus enemigos en una cascada de carmesíes, y doradas llamas. Parecían ser escupidas por la ira de los Uchiha. Repitió aquel proceso esquivando a los enemigos que le salían al paso con todas las antorchas. No se detuvo a contemplar lo que había provocado.
Las llamas doradas cogieron por sorpresa a varios que cayeron inmediatamente. Otros pocos intentaron apartarse pero el fuego les encontró y por pequeña que fuera la llama, ésta se terminó convirtiendo en un monstruo que los devoraba. Los gritos de los moribundos eran una música estridente y descorazonada.
Se encontraba en un sitio privilegiado. Podía ver toda la batalla. Sólo vio un mar de enemigos que ahora la miraban con respeto y volvían a luchar. Pudo ver a unos cuatrocientos ninjas de Konoha siendo superados por una abrumadora mayoría. El enemigo había talado muchos de los árboles que les habían servido para emboscarles al principio del día.
Sakura giró su vista y se acercó a la pira. Se dio cuenta de que aquél no era un fuego normal. Al principio pensó que se trataba de algún tipo de mineral que le aportaba aquel color, pero un fuego normal no era capaz de seguir ardiendo. “Así que este es el fuego del Fénix del que hablaba Sai en su informe de espionaje”. Sin embargo no había llegado allí para acabar con las cuadrillas de shinobis expertos en técnicas a distancia. No. Había llegado para salvar a todo su escuadrón que se estaba viendo superado.
Cerró el puño y concentró en él tanta energía como le fue posible. Se acercó al borde y entonces lo golpeó con todas sus fuerzas. La pared de la colina, de más de diez metros, comenzó a derrumbarse en miles de escombros. Fue entonces, cuando Yamato aprovechó y empleó su douton para reforzar aquella avalancha que Sakura había creado. Una enorme marea de piedras, raíces y tierra cayó encima de sus enemigos. Los shinobis de Konoha retrocedieron, los shinobis del ejército enemigo también, aunque muchos cayeron pillados por sorpresa. Una nube de polvo se levantó y aquello fue aprovechado por las cuadrillas de apoyo para lanzarse a la batalla mientras Sakura decidió reagrupar a sus compañeros.
Sakura empezó a bajar de la pira. Sin embargo, antes de que pudiera, fue atacada por la espalada. Sólo tuvo el tiempo para saltar hacia donde la habían empujado, a la mitad controlada por los shinobis enemigos.
Cayó sobre el cadáver todavía consumiéndose por las llamas. Al lado de éste había una alabarda, que no dudó en coger. Un shinobi armado con dos hachas cargó contra ella. Sakura se tiró y rodó hacia un lado para esquivarlo. Otro la esperaba. Bajó su escudo para golpearle con el borde del mismo. ahogó un grito. Nunca recibió tan inesperado ataque. Cayó de espaldas, ensartado por la guadaña, que quería llevarse el premio al matarla. No esperó más. Empuñó su alabarda y salió corriendo, intentando escapar de aquella marea de enemigos, que comenzaron a pelear entre ellos, de manera anárquica, únicamente buscando su supervivencia para intentar matarla. Aunque no todos fueron tan estúpidos.
Sakura no comprendió que estaba pasándole, salvo que estaba rodeada. Se concentró para liberar alguna técnica que le permitiera salir. Empezaron a rodearlos y justo cuando iba
Otros muchos la siguieron. Se dio la vuelta para enfrentarlos. No podía correr de la misma forma que lo hacía siempre. Le dolía el vientre y el dolor no iba a parar o bien hasta que muriera o hasta que sobreviviera. Sintió miedo de que fuera un aborto. Le parecía más posible lo primero. Sin embargo, el dolor del vientre y de la palma de la mano quemada se mitigaba a medida que la adrenalina recorría con más intensidad su cuerpo. Ahora sólo veía a sus enemigos. Era vivir o morir y nada más importaba. Tenía miedo de poner en peligro a su hijo… o a su hija.
Fue rodeada por más enemigos.
—“Lucharás con tu alma ardiente, empuñando tu espada argéntea, al fin de la vigilia del sueño de honor”—cantó desafiándolos.
El primero de sus enemigos cargó por su flanco izquierdo. Sakura se giró interponiendo el asta de acero de la alabarda. El ruido del metal contra el metal resonó acompañado de otro grito de sorpresa de los espectadores más cercanos. Sakura alzó durante unos escasos segundos la vista buscando el palco real y lo encontró. Otro ninja le atacó con fuerza por la espalda. Sin embargo, su ataque no fue nada sutil y, aunque difícil de esquivar, previsible. La joven sacerdotisa giró sobre ella misma mientras que la hoja de la alabarda, que tenía forma de un hacha de doble filo, realizaba un corte en la armadura del primer enemigo. De nuevo el metal contra el metal chocó.
Sakura se vio inmersa en una agónica pelea en la que cada vez perdía más terreno.* * *
Sasuke echó la puerta abajo y con los ojos de los Uchiha examinó si habí algún enemigo que le esperase. Comprobó que no y, entonces, se adentró en el pasillo de aquel derruido palacio que en otro tiempo había sido la morada del llamado dios shinobi, de Rikudou Sennin. Ahora sólo quedaban ruinas y una oscura presencia, más oscura que la de Madara Uchiha.
Le había costado seguir el rastro de Nanaitsumi, pero las enseñanzas de Hiraishin habían dado su fruto. Habían sido duras y difíciles, pero había podido limpiar la oscuridad de su corazón o, al menos, gran parte de ella. Poco antes, había herido a una de las formas que empleaba Nanaitsumi para sumir en el caos a las grandes naciones: los llamados siete discípulos.
El pasillo era un largo corredor al aire libre. Debió de tener un gran techo, pero si lo tuvo sólo la historia lo sabía. No obstante, Sasuke no estaba allí para contemplar el palacio de Tenshikamigakure, la ciudad del comienzo. Había oído hablar de ella de los moribundos labios del Tsuchikage, de las anécdotas e historias de Hiraishin, en los libros y pergaminos que había buscado durante más de diez años. Había buscado y ahora había encontrado. Aunque lo que ahora había encontrado no era lo que inicialmente buscó.
Sus pasos le guiaron a una sala enorme, con un trono derruido al fondo de la misma. Era tan evidente que se sentía estúpido. Era exactamente igual que el Trono donde había visto en decenas de veces al Señor Feudal del País del Fuego. ¿Cómo no se había dado cuenta antes? Hiraishin le había dicho que la Geisha había muerto intentando dar muerte a su enemigo. Sasuke no supo identificar al enemigo hasta ese momento.
—Sé que estás ahí, será mejor que te quites ese velo que tanto tiempo has usado—exclamó.
—¿A qué se debe tu venida?—Dijo una voz anciana que pretendía esconder su abrumador poder en un terrible y desagradable siseo.
—Durante largo tiempo te busqué, busqué a aquél cuyo chackra heredé. Ahora vengo a por la única persona que puede poner orden en todo el mal que has causado.
Unos ojos tan rojos como los de los Uchiha en forma de espiral se abrieron en mitad de la oscuridad. Parecía un demonio salido del averno. Sasuke se aferró al filo de su espada. La silueta de Shin apartó las cortinas y dejó ver un cuerpo anciano, ataviado en unos ricos ropajes, los mismos que los del Señor Feudal. El que fuera llamado Indra, el primer Uchiha, el que ahora era Shin había sido siempre el Señor Feudal
—¿Has venido a por Shion? ¿Has venido a quitarme los ojos de Kaguya?
—Se te olvida decir que he venido a matarte—Sasuke activó el regalo de Itachi.
—Veo la oscuridad de tu corazón… Me deleitaré dándome un festín con ella.
La batalla se inició.* * *
Sakura estaba exhausta de pelear. Para su suerte, habían conseguido llegar junto a ella Yamato y Lee, pero su ayuda no era suficiente. Su maniobra había servido para reagrupar a sus tropas y conseguir tiempo. Sin embargo, al haber sido rodeada ella, nada había servido. Las noticias que provenían del cuartel no eran nada alentadoras: estaban siendo superados. Se sintió realmente agobiada y aquella sensación se agravó cuando vio deslizarse como una serpiente escurridiza a Nanaitsumi. La sombra del miedo apareció en su corazón.
CONTINUARÁ...
Septimo Hokage- Consejo de escritores
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Muy buen capítulo plagado de acción trepidante xD de verdad has conseguido que me olvide del resto de cosas mientras leía ya quiro laS contiS!
Solrac_namizake- Aprendiz
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Uzushiogakure
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
hace mucho que no entraba pero no manches me dejaste con la boca abierta me encanto la ultima parte naruto stoy embarazada me encanta me encanta porfis espero con ansias el proximo espero y no tardes mcho en publicarlo
LIRISECUEVAS- Novato
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Excelente capitulo como siempre! Por favor no tardes en publicar los siguientes capítulos! Esta cada vez mejor la trama! Estoy que... Pff! *-*
Crossover- Novato
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
y volví nada más que decir sino que capítulos tan WOW son impresionante me gusta como desarrollas las batallas espero lo continúes pronto para saber si naruto se despertara y que sucederá con nanaitsumi y sakura
aduzumaki- Sennin
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
ADVERTENCIA: Septimo Hokage no se responsabiliza de las subidas de tensión, infartos y otras enermedades cardiovasculare así como de otras consecuencias que pueda producir la lectura de este capítulo jodidamente épico (o, intento de ello).
Hola a todos! ¿Qué tal? Espero que os vaya muy bien. Muchísimas gracias por vuestros comentarios y bienvenidos los que estabais en pausa. Me ha hecho mucha ilusión veros de nuevo.
Espero que os esté gustando el final, he querido que sea épico, espero estar lográndolo. El próximo es el último de Naruto Hakitori Temporada 2, efectivamente, 33 capitulitos. Será un capítulo larguito y, al igual que éste, irá dividido en partes, para que lo disfrutéis mejor.
Voy a tener que cambiar el prólogo, en algunos detalles, pero no en lo ensencial. En fin, disfrutad de la lectura.
CAPÍTULO 32: JUICIO FINAL
Hola a todos! ¿Qué tal? Espero que os vaya muy bien. Muchísimas gracias por vuestros comentarios y bienvenidos los que estabais en pausa. Me ha hecho mucha ilusión veros de nuevo.
Espero que os esté gustando el final, he querido que sea épico, espero estar lográndolo. El próximo es el último de Naruto Hakitori Temporada 2, efectivamente, 33 capitulitos. Será un capítulo larguito y, al igual que éste, irá dividido en partes, para que lo disfrutéis mejor.
Voy a tener que cambiar el prólogo, en algunos detalles, pero no en lo ensencial. En fin, disfrutad de la lectura.
CAPÍTULO 32: JUICIO FINAL
- Spoiler:
- Nada parecía real y todo irreal.
Naruto no distinguía qué era real y qué no. Desconocía dónde estaba y cuanto tiempo había trascurrido. De hecho se cuestionaba si todo lo que ahora estaba viviendo era real o si tan sólo un sueño que se le estaba haciendo letalmente eterno. Con hastío pensaba que, al fin y al cabo, esos eran los efectos de la droga con la que Sakura le había obligado a dormir. Aquél era un dulce líquido que adormecía su mente y sus sentidos impidiéndole saber qué era lo que en realidad le ocurría.
Una sensación de atemporalidad y desconcierto le rondaba desde hacía tiempo. Su percepción de la realidad había cambiado drásticamente, pero su mente luchaba por sobreponerse y encontrar algo que le sirviera para volver al mundo que sabía que era real.
Se encontraba en un infinito espacio de luces y colores exóticos que jugaban intermitente. Era un universo paralelo, extraño y a la vez seductor. Era placenteramente relajante y estando así sólo sentía una quietud extraña. Podía decir que había encontrado la felicidad pues ya no sentía nada más que placer, pero él sabía perfectamente que no era más que complacencia de lo que estaba disfrutando.
Le habían pasado muchas cosas en aquel Estado: sueños, recuerdos, pesadillas y visiones de lo que estaba por venir. En todo momento, había estado suspendido, como si flotara, aunque la sensación era idéntica a la que había vivido al sumergirse en las extrañas aguas del tiempo de la Casa de la Eternidad, que el mismo había drenado por su mera voluntad. Ante él pudo ver las mismas escenas de su pasado con total nitidez, a diferencia de las pesadillas que habían marcado sus sueños en los últimos meses, su historia más reciente y un mundo lleno de posibilidades.
Vio a una mujer de cabello largo decorado con cientos de pequeñas flores rosadas recostada en una cama cantando mientras acunaba entre sus brazos un pequeño bulto. Junto a ella se encontraba un hombre alto de cabellos dorados y mirada azul. Naruto sabía que no eran sus padres, pues no habían tenido ningún momento para poder disfrutar del nacimiento de su hijo.
—Él es. Él es el elegido – le decía a la mujer mientras los abrazaba con gran afecto
—Elegido para proteger a la humanidad.
Se vio a sí mismo sentado en el trono, recibiendo el título de Rikudou Sennin. Todos acudían al Palacio de la Ciudad Capital para presentar fidelidad y poner sus hombres y sus tierras al servicio del auténtico dragón. Le gustaba experimentar tanto poder sobre tantos hombres. Sin embargo, en la escena empezaron a faltar cada vez más señores y escuchaba los cuernos de guerra por todas partes. Él sabía que no codiciaba el poder y, sin embargo, en aquel sueño lo añoraba.
—Menma… Menma… Ven, con nosotros – escucgaba en todo momento.
Aquellas raíces se levantaban y se enzarzaban provocando una guerra. Las banderas del se rasgaban y donde antes había un zorro había ahora dos enfrentados que se escaparon del blanco de la tela. Comenzaron a bailar una macabra e histriónica danza en torno a un solo trono mientras sonaban tambores de guerra. Más rápido. Más lento. Daban vueltas en torno a ella mientras que escupían su fuego, se lanzaban dentelladas con sus afilados dientes como cuchillas y se atacaban con sus zarpas y colas.
Los cielos se eclipsaban mientras que todos permanecían ajenos y enfrentados. El orden se alteraba por completo. El caballo se subía encima del jinete, el soldado raso enviaba a los generales a la batalla. Los cuernos sonaban claros y las trompetas graves y sin que nadie pudiera anticiparse a ellos y de repente, el fuego. Del cielo ya no caían ni rayos ni lluvia, sino espadas y saetas y todos seguían luchando mientras eran traspasados regando la estéril tierra. Una nube negra, más que la oscuridad del corazón de Sasuke, avanzaba por el mundo.
La tierra se volvía negra y marchita. Los árboles morían. Los cultivos se echaban a perder. Los cuervos acechaban los campos y mientras los niños morían raquíticos, estos engordaban hasta dejar de poder volar y se convertían en enormes monstruos que graznaban espantosamente para pedir más comida.
El mundo pareció cambiar de sentido. Todo comenzó a ir marcha atrás. Revivió en sentido inverso, toda su vida hasta que dejó de tener conciencia. Desaparecieron sus recuerdos y sólo quedó una informe masa de oscuridad. Nada más que pequeñas chispas de luz. Sin embargo, empezaron a reaccionar y a interactuar. Saltaban de un lado a otro y pudo vivir los recuerdos de su padre, los recuerdos de su abuelo, de su bisabuelo y cada vez se iba remontando en su línea genealógica. Iba saltando de las vidas de hombres a las de mujeres y siempre en sentido ascendente.
Cada vez era más rápido. No comprendía ni una centésima parte de lo que vivía. Aquellas vidas que no le pertenecían pasaban a la velocidad misma de la luz. Estaba viajando en el tiempo sin cambiar de realidad. Cada vez los recuerdos eran mucho más confusos hasta que se detuvo en la vida de su primer ancestro. Pudo ver la verdad de aquel mundo a través de seis prismas. Pudo escuchar el canto de un ave, un canto que nunca había imaginado y empezó a arder, a ser devorado por el fuego.
Se despertó hiperventilando. La habitación estaba oscura. Ni siquiera las cortinas descorridas mostraban una pequeña estrella que sirviera de referencia, al contrario, del exterior parecía querer entrar una oscuridad aún mayor, más profunda, más diabólica. Entornó los ojos, intentaba descifrar qué era aquello. Por un momento pudo ver en su interior a alguien que lloraba, que pedía auxilio, pero la oscuridad era inabarcable y era feroz.
Llamó a Kurama, pero la respuesta de su eterno compañero era lejana y apenas podía escuchale. Cientos de tentáculos entraron por las ventanas de aquel cuarto. Naruto sintió miedo. Nunca se asustaba y sin embargo, el miedo se poderó de él. No era la primera vez que soñaba con aquello. Sakura le había dicho que podría dormir y, sin embargo, estaba viviéndolo, igual que otras veces.
De repente, los téntaculos mutaron de forma. Delante de él apareció una de figura cubierta con su fantasmagórica capa que traslucía la luz fantasmagórica que escasamente traspasaba el agua. Su rostro estaba parcialmente oculto por la capucha, pero tenía y se dejaba intuir bajo aquella capucha, feo y retorcido. De la capa surgió una mano gris, viscosa y con apestosas pústulas, como las de un cadáver en descomposición bajo el agua.
—¡Menma…—susurró con su voz desgarrada y chillona como el metal.
—Te estábamos esperando—se le unió otra enseñando su lengua viscosa y bífida, como si fuera una serpiente.
Naruto se vio rodeado por aquellas cosas que iban siendo cada vez más y más. El miedo se apoderó de él. No tenía por qué temerles. Él había vencido a numerosos y más temibles enemigos. Sin embargo, había un rival contra el que no se podía ganar: la muerte.
—Ven con nosotros, no-muerto.
—Sí…
Escondieron la mano entre los pliegues de la negra tela. Entonces aspiró larga, lenta, ruidosamente como si quisiera succionar más que aire. Un frío aún mayor que él que la niebla había traído consigo se extendió por su cuerpo. Naruto empezó a retener el aire en el pecho. No había aire. No había frío. No había nada. Estaban en un lugar donde las leyes físicas no regían y él se sentía debilitar por aquella cosa. El frío penetraba más allá de su piel, en todos sus músculos, hasta agarrotar su propio corazón.
Naruto cerró los ojos. Juntó las manos y empezó a liberar su chackra. En su mente se formaban las palabras del anciano Hiraishin que había conocido tanto tiempo atrás. Todo en su mente estaba. Si no estaba en el mundo físico, significaba que podía llega a Nirvana, la realidad que le había mostrado Hiraishin tanto tiempo atrás. No supo por qué su mente le trajo todos aquellos recuerdos, pero se aprovechó de ellos.
Escuchó el chasquido de unos dedos huesudos y ancianos y las ventanas se cerraros, al igual que las puertas. La luz se restableció.
—Despertar tú debes, jejeje.
Naruto tenía guardándole vigilia al anciano Hiraishin, al monje que conoció y que vio morir en Arashi no shiro, tanto tiempo atrás y que le había iniciado en los misterios del Nirvana y le había desvelado cuál era su futuro. Cuando salió de su shock gritó:
—¡Tú estás muerto!. Esto no es real. Esto no está pasando. Esto solo está ocurriendo en mi cabeza, dattebayo. Tú…
—Muerto dices que estoy. Sin embargo, real esto es. Sólo porque en tu cabeza pueda ocurriendo estar, no significa que real no sea. Despertar tú debes.
—¡Claro que tengo que despertar! ¡Un sueño dentro de otro sueño! ¡Esto es de locos, dattebayo!—gritó desesperado.
—Sin embargo, tus sueños reales son.
La casa entera tembló. La oscuridad golpeaba las puertas, deseosa de entrar.
—Menma a tu puerta llama. Su locura y oscuridad entrar en ti quieren. Tu luz y tu serenidad reclama para sí… Alterado te veo. Nirvana mostrado te ha el futuro.
—No había un futuro que mostrar. Todo era destruido. Yo mismo cambiaba. No hacía nada, no podía hacer nada y la oscuridad nos tragaba.
—Mucho más tiempo permanecer no puedo. Atenderme debes. Nada puedo hacer yo salvo suerte desearte. La oscuridad que en tus sueños aparece, poder destruirla deberías.
—¿Cómo?
—Si en este sueño sigues, futuro no habrá. De proteger a Sakura has, de proteger Konoha has. Despierta, destierra esa oscuridad y a todos nos salvarás. Toda una vida protegiéndote de él. Hora ya es de enfrentar a tu destino.
—De quién protegido me… ¿De quién me has protegido?
—De quien inició toda esta guerra. La última vez que aquí entro ésta será. De ti dependerá nuestro Destino.
—¿Qué debo hacer?
—Quien eres ser. ¿Cuál tu nombre es?
—Naruto, Naruto Uzumaki, heredero de Rikudou Sennin.
—Jejeje.
Y aquellos “jejeje” fueron lo último que escuchó antes de despertar. Abrió los ojos de par en par comprendiendo todo cuanto tenía que comprender. El miedo desapareció de su corazón.* * *
- Spoiler:
- La batalla no iba bien. Sakura le había pedido a Ino que diera la orden de retirada y así había sucedido. Su chackra, repartido a través de Katsuyu, sanaba a sus aliados. Los shinobis de Konoha se habían tenido que replegarse bosque adentro, perseguidos por un ejército mucho más grande. Mientras se restablecían, Shikamaru debía estar dirigiendo sus próximas maniobras y una de ellas era despertar a Naruto.
En el campo de batalla sólo quedaban ellos cuatro: Sakura, Rock Lee, Yamato y Nanaitsumi. Su antiguo capitán y su amigo habían formado a su lado. Sakura hizo un par de signos con las manos, enseñándoles la estrategia que adoptarían. Era el momento de no desperdicir toda la información que Paku les había dado de Kakashi.
Nanaitsumi se paró y les miró a través de los siete rostros de su máscara, estudiándoles. Ya conocía a Sakura y probablemente conocería el poder de Yamato. El auténtico misterio para él era Rock Lee, quien había seguido los pasos de Maito Gai (quien debía estar en alguna parte del campo de batalla y que Sakura esperaba que estuviese bien). Era más que probable que no estuviera estudiándoles, sino sólo amenazándoles. Sakura podía sentir una presencia mucho más oscura y temible que la que había enfrentado en la Casa de la Eternidad. Parecía rezumar oscuridad por cada uno de los poros de su cuerpo.
—Tenía mucho interés en conocerte—le saludó.
Sakura no respondió, más porque estaba planeando su ataque que por desconcertante que fuera la pregunta, si se tenía en cuenta que ya se conocían.
—Siempre he sentido predilección por proteger la belleza, pero, desgraciadamente, te has entrometido demasiado en mis planes. Has impedido la caída de Naruto en mi oscuridad. Así que ahora tu muerte será la que la cause.
—Yo también he aprendido algo de mi marido… ¡Y ES EL NO HABLAR CON EL ENEMIGO COMO ÉL HACE!
Al dar la señal unas raíces que habían estado creciendo silenciosamente bajo tierra por orden de Yamato apresaron a su enemigo. Rock Lee, a la velocidad del rayo, mientras liberaba la quinta puerta golpeó con un fuerte puñetazo justo en la cara de los siete rostros. Un fuerte crack precedió a una gran grieta que terminó haciendo añicos la máscara de Bakemono.
Sakura palideció al instante, al igual que sus aliados. Lee retrocedió, confundido, mascullando el nombre de Naruto. El motivo de su confusión no era para menos. Bajo la máscara estaba Naruto. Su cabello rubio, desordenado y puntiagudo, su rostro con sus característicos bigotes de zorro y sus ojos… Aquellos ojos azules que desprendían un brillo rojo como la sangre que helaba el alma, que quitaba la respiración, que no era terrenal, que era propio de un dios. Incluso su voz era exactamente igual cuando preguntó:
—¿Sorprendidos?
Yamato intensificó la fuerza con la que sus raíces le apresaban. Rock Lee se volvió a posicionar junto a Sakura, quien dio un paso al frente. Ella no estaba estupefacta, ella estaba atando cabos. El tan fácil secuestro de Yuna, por qué nadie le había detectado, por qué su chackra había pasado inadvertido para los que controlaban la gran burbuja de chackra en el servicio de inteligencia y quién había sido el extraño que la había alejado del Palacio del Tsuchikage antes de que todo explotara y saliera por los aires. No podía ser cierto: era el propio Naruto.
—¿Naruto?—Preguntó Yamato.
Él negó con la cabeza.
—Naruto se ha ido. No queda nada de Naruto. Sólo Menma.
—¿Qué te ha pasado, Naruto-sama?—Preguntó Rock Lee.
—Por fin soy quien siempre he querido ser. Soy alguien que está vivo y que no le debe nada a la muerte. Menma o Naruto, eso es indiferente. Soy el superviviente y no el que nació muerto. Ahora he venido a por las estrellas que me faltan y después, seré el salvador que ponga en manos de su auténtico señor el dominio del mundo al que salvaré.
Sakura se resitía a creer que fuera Naruto. Era imposible. Él mismo decía que no era Naruto, que era Menma. Sin embargo, por qué razón entonces era exactamente igual. “Debes impedir que la oscuridad que le reclama le invada”. No había camino de regreso. Lo sabía bien. Lo había intentado y, sin embargo, Sakura podía sentir una insomne malicia en el fondo de su corazón. No sabía bien si era por el chackra de su hijo o por su propia técnica, pero era capaz de intuir el aura de maldad que rodeaba a ese Naruto.
—Os habéis equivocado de orden. Para matar al diablo, antes hay que matar al dios.
Las raíces de Yamato ardieron en un fuego verde. Salían del propio Nanaitsumi. Pudo ver cómo él mismo ardía, como aquel espantoso fuego verde le consumía y le liberaba. La ropa desapareció por completo haciéndose cenizas. El fuego no le impidió ver la máscara que tenía incrustada en su corazón. El asqueroso olor a carne quemada les llegó a ellos. Sin embargo aquel Naruto no gritaba preso de dolor. Sakura pudo percibir cómo realizaba unos sellos y la máscara de su pecho se iluminó.
No supo nunca decir si fue gracias a la información que ya tenía de antemano o si fue por el chackra de su hijo, pero sintió cómo el fuego desaparecía, cómo reproducían aquella parca conversación en sentido inverso, cómo Lee golpeaba la máscara dejando a la vista la faz de Naruto y finalmente se situaron el inicio de aquella conversación. No había raíces. Nanaitsumi volvía a portar su máscara.
Sin ni siquiera comprender qué había pasado, Sakura vio cómo invocaba a sus siete discípulos empleando aquella monstruosa máscara que parecía entusiasmada ante aquella situación. Los siete rostros brillaban con luz propia, se removían como si quisieran escapar al control de su amo, que con impertérrita serenidad los dominaba sin ningún problema.
Los ocho adoptaron una formación defensiva, con su señor que todo lo controlaba en el centro, dibujando una complicada figura geométrica cuyo significado sólo su señor conocía. Juntaron sus manos y Sakura pudo sentir el chackra de Kurama. Su propio hijo, pareció removerse en su interior, cuando aquello, biológicamente, era imposible. Naruto tenía razón en que aquello iba más allá de un simple loco intentando conquistar el mundo.
Empezaron a entonar una oscura plegaria en un idioma que le era totalmente desconocido. Era más que una plegaria, era una técnica. No sabía en qué consistía, pero el chackra que liberaban progresivamente, pero a gran velocidad, era oscuro y despiadado, extrañas cualidades.
—Se necesita sacrificar lo más preciado para liberar este poder. Yo sacrifiqué a mi madre. ¡Tsumi mode: Fujun'na kokoro o taberu no jutsu [Banquete oscuro de almas]!
Nanaitsumi invocó un cuerpo. Apareció una mujer de cabello rojo, o que en su día fue rojo, crucificada. El cuerpo había sido embalsamado y momificado y el deterioro y la putrefacción de la carne tan lento que se había convertido en un espantoso cadáver. Estaba prácticamente irreconocible, pero no le cupo ninguna duda de que en otro tiempo, cuando estaba viva, había sido la Geisha. Los ojos de aquel fantasma sólo eran dos cuencas oculares vacías de las que comenzaron a salir de gusanos. Su voz era gélida y cortante y su único grito, proveniente del mundo de los espectros (si lo había), le atrapó el alma. El grito comenzó a materializarse en una columna negra que salió disparada hacia el cielo.
La luz del mediodía desapareció y en su lugar una penumbra oscureció cientos de kilómetros. Miles de personas vieron eclipasada la luz del sol.
—Para forzar la venida de la luz, habrá que convocar a la oscuridad—Le explicó Nanaitsumi, desafiándola. La locura se había adueñado de él, de Naruto o de quien demonios fuese Menma. Sakura sabía que no era Naruto, pero, ¿y si lo era?
El cadáver de la Geisha empezó a vomitar una nube negra de muerte. Sakura había vivido aquello. La había martirizado en sus peores pesadillos. Su vientre se abrió y pudo ver cómo poco a poco nada quedaba de aquel cuerpo. Las llamas verdes empezaron a consumirla mientras que de aquel fuego seguía saliendo una nube negra. Poco no quedaría nada.
—¡Sakura, mírate!—La alertó Yamato.
- Spoiler:
- Eso hizo. Su cuerpo se había recubierto de un leve brillo similar al platino. Sin dar instrucción de ello, la técnica que había aprendido de su maestro se liberó y pudo sentir al máximo su chackra dibujando complicados tatuajes por su cuerpo y sintió como el diamante de su frente daba paso a un pequeño kanji que sabía bien controlar. Su cabello se volvió completamente blanco y sus ojos pasaron a ver con total nitidez la oscuridad de Nanaitsumi. Pudo sentir que aquel poder no provenía de ella y que le era prestado, prestado por su legítimo titular: su hijo.
—No podemos dejar que termne lo que ha empezado.
Quería tener miedo, pero le era imposible. “Naruto, no puedo hacer esto sola, pero no pienso ponérselo fácil”.
—Somos tres. Yo me encargo de Nanaitsumi. Vosotros encargaos de los discípulos.
—¡A la orden!—Exclamó Rock Lee.
Se lanzaron a la batalla. Yamato se quedó en la retaguardia. Rock Lee cargó contra ellos para darle una oportunidad a Sakura, quien utilizó la técnica de invocación para traer al campo de batalla a una antigua aliada, la Reina de las babosas.
En aquel estado en el que el chackra de su futuro hijo la embriagaba no necesitó decir nada para que su aliada le facilitara sus “manos” y ambas se fusionaran. La Princesa y la Reina se hicieron una sola y siguieron los pasos de Rock Lee que ya entablaba batalla como una bestia furiosa que acosaba a sus enemigos.
Rock Lee y ella nunca habían combatido juntos, sin embargo, ambos sabían de las fortalezas y debilidades del otro y cuál era su objetivo, por lo que no fue difícil coordinarse. Rock Lee era dinámico, Sakura en aquel estado era estática.
Reina y Princesa de las Babosas se quedaron quietas y empezaron a dejar fluir su chackra hacia el exterior permitiendo que el chackra natural entrar en su cuerpo. Aquello les permitió encontrarse la una a la otra y unir sus energías espirituales. El único inconveniente que tenía y que aún no habían resuelto es que debían permanecer próximas.
Los discípulos las observaban con cautela, defendiendo de la frenética ofensiva de Rock Lee. Nintai, el más recio de todos, se agachó en el suelo y abrió la boca. De ella salieron diez mil cuerpos sin rostro que comenzaron a reptar a una velocidad de vértigo. Sakura sabía de aquella técnica. La había visto otras veces, muy recurrente entre los ninjas de Iwagakure, pero que nada tenía que ver.
Avanzaron a una velocidad de vértigo mientras que abrían sus bocas y de ellas salían más de aquellos seres que volvían a repetir la misma acción y salían más y más. Cuando se encontraron muy cerca volvieron a abrir sus fauces y de ellas salieron idénticas copias del arma que siempre portaba Nintai que se alargaron mágicamente para alcanzarlas y acabar con ellas.
—¡Lee, cuidado!—Gritó ella.
—¡NIMPOU: ALIENTO DE BABOSA!—Gritaron ambas y expulsaron sus bocas una corriente de ácido que corroyó las espadas y a las serpientes. El ácido se prendió y una lengua de fuego platino comenzó a extenderse por aquellos seres.
Desde el aire cayeron con una velocidad de vértigo las espadas de Tadashi y de Seitiki. La espada de Tadashi, como ya sabía, empezó a succionar su chackra con la misma voracidad que Samehada, la espada que otrora perteneció a Kisame de Akatsuki. Sin embargo, la diferencia estribaba en que la espada de Tadashi podía emplear ese chackra contra ella. La espada de Seitiki se convirtió en una pira abrasadora.
Antes de que encontraran su destino, un gigantesco dragón de madera salió de la tierra atrapándolos entre sus fauces. No era el único. A él se unían tres de aquellas criaturas. Sakura quedó asombrada cuando vio cómo las controlaba Yamato con gran esfuerzo. Los dragones de madera se lanzaban contra los discípulos que ahora enfrentaban a aquellas criaturas. La esposa del Hokage de los dos Soles esquivó el ataque que contra ella lanzó otro de los discípulos, Yasashi dejándoselo a Rock Lee.
Desvió parte de su chackra hacia sus dos compañeros a través de Katsuyu. Kekkyo se unió a la reyerta contra ella. El poder de Nanaitsumi crecía y la oscuridad también.
Mientras que Sakura le hostigaba a golpes fuertes y contundentes que cada vez le era más difícil de esquivar, la Reina se encargaba de mantener a raya los jutsus de sus dos enemigos y con su estilo arbóreo, muy parco en comparación con el de Yamato. La Reina dominaba el douton y el suiton y decía que había aprendido de Hashirama Senju aquellos jutsus, aunque no era sino una burda imitación del poder del que era llamado dios de los shinobis.
La Princesa liberó las cadenas de chackra que poseía gracias a la sangre de Naruto. La propia Reina de las Babosas se sorprendió durante unos instantes aunque se adaptó a aquel cambio en el cuerpo de su antigua discípula
Sakura se lanzó contra Kenkkyo haciendo girar las dos cadenas que llevaba en sus manos mientras usaba parte del chackra del modo sannin que recorría de nuevo su cuerpo en perfecta armonía con la desbordante energía que salía de su interior. Mientras tanto sus glándulas salivales empezaron a segregar ácido de babosa que escupió con la precisión y la ayuda de la Reina. Uno de los dragones apareció tragándose a Kenkkyo.
Contra ella se lanzaron dos de los esbirros de Nanaitsumi: Shizuzekai, una obesa mujer que no portaba más arma que su propia malicia y Nintai un hombre gigantesco que portaba un báculo de madera que no había tenido la misma suerte que el arma de su compañera. Sakura miró a Nanaitsumi. Podía sentir como su poder se hacía cada vez más fuerte. Tenía que evitarlo.
La mujer atacó con rapidez y contundencia. Sakura saltó y se situó sobre la espada. Con una agilidad y velocidad felinas, impropias en una babosa pero necesarias en una kunoichi en una batalla de tales proporciones, la golpeó haciéndola volar por los aires.
Detrás de ella Rock Lee se las apañaba como podía contra los seres oscuros que había vomitado Nintai y contra otros dos discípulos. La ayuda de Yamato estaba siendo fundamental para ellos dos.
Antes ni siquiera de tener tiempo de preparar el siguiente ataque, el hombre llamado Nintai la atacó con un puño que relució como el acero. Sakura saltó hacia atrás realizando varias gráciles ruedas mientras que escupía parte del ácido que segregaba lanzándolo a los pies de su rival que, como era de esperar, lo esquivó.
Su retaguardia fue atacada por Kandai. A aquella la conocía bien. Era una de los dos que habían atacado con Nanaitsumi durante su boda. Ella y Tadashi que se lanzaba contra ella atacándola con su katana, habían arruinada su boda y habían matado a placer. La mujer de pálida piel y vestida con un vestido metálico que portaba una pesada lanza. Tadashi se unió contra ella.
“Sakura, voy a separarme de ti en breve. Sé lo que quieres hacer y puedo ayudarte a conseguirlo. No temas por mí” La avisó la Reina de las Babosas antes de que Tadashi se uniera a la pelea.
Rock Lee y los dragones de Yamato también lo hicieron para servirle de apoyo. Todo estaba sucediendo con la velocidad del rayo y aún así se sentía a contrarreloj. Rock Lee y Yamato la libraron de aquellas molestias. Solo Tadashi, Kandai y Nintai se interponían entre ella y Nanaitsumi.
Sakura esquivó una sucesión de mortíferos y pesados golpes. Rodó hacia la izquierda mientras que aprovechó para lanzar una de aquellas cadenas contra los pies de aquella mujer fuerte aunque lenta. Mientras tanto, Tadashi la sometió a una oleada de rápidas estocadas. Arriba. Abajo. Derecha. Izquierda. Izquierda. Giro. Arriba. Era fácil de percibir su patrón de ataque, pero era mucho más difícil hacer algo más que esquivar. Era muy rápido y aquella katana absorbía el chackra.
La kunoichi estiró de las cadenas con fuerza que ataban a Kandai, con una fuerza desmedida movida por un inconsciente sentimiento de venganza. Giró sobre sí mismo e hizo volar a Kandai por los aires para librarse de los cuatro enemigos que la estaban enfrentando. Derribó a Tadashi, no a Nintai.
Aquel fue el momento elegido por la Reina de las Babosas para detener la fusión. Lo hizo de una forma que asustó a la kunoichi. Su cuerpo entero explotó en una sustancia pegajosa que se adherió a todos los enemigos inmovilizándolos y quemándolos debido al fuerte ácido y al chackra de la dos.
Sakura tomó aire y corrió por última vez, acumulando su chackra en su puño. Nanaitsumi le había dado la pista: para matar al diablo había que matar al dios. Su enemigo estaba totalmence concentrado en controlar su oscuro jutsu. Sakura lo sintió como un poderoso centro de gravedad. No había más luz que la que emanaba tenuemente del cuerpo de Sakura, sin embargo, bien podía verle dónde estaba.
—¡TÚ NO ERES NARUTO Y NUNCA LO SERÁS!—Exclamó al golpearle.
Sin embargo, se cuidó bien de que todo su ataque fuera directo al corazón, donde había incrustrado la máscara que le permitía controlar el tiempo a su voluntad. Podía ser rápido y tener el don de la ubicuidad, pero ya no podría jugar con ellos. Liberó toda su fuerza, no todo su chackra y pudo escuchar un sonoro crack, pero no se desplazó ni un milímetro de donde estaba. Ni se inmutó, aquel jutsu le tenía totalmente paralizado. “¡Maldición!”, pensó.
Sakura cargó los cinco dedos de su mano de chackra y los lanzó hacia el pecho de su adversario. Cogió con fuerza la máscara y tiró de ella. Consiguió extraerla y no tardó ni un segundo en pisarla con el pie haciéndola añicos.
—¡Y ahora a por el diablo! ¿No?—Le preguntó su adversario—Demasiado tarde. Tantos años de odio, de soledad y de miedo han traído con rapidez esta maldición.
Su enemigo empezó a reírse desquiciadamente. No sonaba como Naruto, porque no era Naruto. Nanaitsumi la cogió por las muñecas y la tiró por los aires. El mero contacto con su adversario hizo que Sakura se quemara las muñecas y gritara de dolor. Para su suerte, uno de los dragones de Yamato la atrapó amortiguando la caída gracias a la vegetación que había hecho crecer.
Sakura se puso en pie desde el interior de la boca de uno de aquellos dragones y pudo ver horrorizada que no había luz. Sólo quedaba algo del apagado brillo que emanaba su cuerpo y los sanguinolentos sharingan de los siete rostros de Nanaitsumi.
—¿Estás bien, Sakura-sama?—Le preguntó Lee quien ahora se encontraba junto a ella.
Nanaitsumi había convocado a los siete discípulos junto a ella.
—¡Ahora Naruto tendrá que acceder a darme las estrellas! ¡Es la hora!—Gritaba y repetía constantemente.
—Sakura, esto no supera.
—Lo sé—“¿Dónde estás Naruto?” Pensaba desesperada.
Y por primera vez en mil años, se escuchó de nuevo en el mundo:
—¡Tsumi mode: Hanketsu no jutsu [Día del Juicio]* * *
Sora y Yuna escuchaban con atención las órdenes de los capitanes. El ejército de Konoha estaba reagrupado a menos de dos horas de la villa, construyendo y preparando la última defensa. Sabían que el ejército enemigo (estimaban que de los doce mil, al menos, aún quedaban otros siete mil shinobis) avanzabn y que tan solo los grupos más experimentados de jounnin y la propia Sakura se habían quedado para retrasar su avance.
No habían visto todavía a Hikaru y aquello les preocupaba. En aquellos momentos les estaban alertando de que no serían reservistas, sino que la necesidad les obligaba a usarlos como primera línea.
Sin embargo, lo que les preocupaba era que desde hacía bastante tiempo toda la luz del sol había desaparecido. Una nube de oscuridad había tapado el cielo. No era de tormenta. Sora podía sentir en Yuna aquel miedo que antes les había invadido y que seguiría haciéndolo si no lo oponían. Habían librado dos cruentas batallas, en especial la segunda, donde no habían podido evitar ver caer a más amigos que enemigos. Todos aquellos sentimientos eran los que se agolpaban en su corazón al sentir aquella nube sobre ellos.
Y de repente, todo el bosque tembló. Un viento huracanado se levantó y el cielo empezó a escupir rayos y bolas de fuego indiscriminadamente por doquier donde la sombra de aquella nube cubriera. Rayos negros y fuego negro. Sora sintió la repentina necesidad de abrazar a Yuna para protegerla y así lo hizo. ¿Qué estaba ocurriendo?* * *
Hikaru se despertó en mitad de aquel caos. Le dolía la cabeza. Se llevó una mano a ella y pudo comprobar que efectivamente estaba sangrando. Un enemigo le había propinado un fuerte golpe y había quedado inconsciente. Debían haberle dado por muerto. Se sacó del bolsillo la pequeña babosita que Sakura había obligado que todos tuvieran.
—Gracias Katsuyu. Sin el chackra de Sakura igual no habría despertado, pero, ¿qué ocurre?
—Sakura está en peligro y tú también ¡Por favor, aléjate de este lugar! Nanaitsumi, el gran enemigo, ha liberado una técnica que hacía mil años que este mundo no veía. Cuando todo pase no quedará nada salvo oscuridad.
—Entonces, el anciano del sueño tenía razón. Dijo que esto pasaría y eso solo significa que…
—¿Qué?
—He de morir.
CONTINUARÁ...
Septimo Hokage- Consejo de escritores
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Nooo!! Esta batalla va de mal en peor, Nanaitsumi usando ese jutsu de verdad es peligroso, la oscuridad es muy poderosa pero creo que el sol de Naruto lo sera aun mas...
Ese sueño o premonicion de Hikaru seguramente se lo mostro Hiraishin pero ¿Por qué él? :'(
Me gusto mucho el capitulo, lastima que ya se valla a acabar... como siempre tienes una maravillosa forma de redactarlo, de verdad espero que Naruto llegue a salvarlos antes de que sea tarde.
Saludos n.n
Ese sueño o premonicion de Hikaru seguramente se lo mostro Hiraishin pero ¿Por qué él? :'(
Me gusto mucho el capitulo, lastima que ya se valla a acabar... como siempre tienes una maravillosa forma de redactarlo, de verdad espero que Naruto llegue a salvarlos antes de que sea tarde.
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Mixyic-Alex- Chunnin
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Aaaaaaahhh! Me perdí un capítulo antes! En que momento.paso que no.me di cuenta?!!!
Septi estos capítulos han sido excelentes y este último muy épico! Me intriga la canción que cantaba Sakura-chan, Hiriashin con sus palabras y esta última técnica de Nanaitsumi!!!!!!
Se que llegará Naruto, entonces por eso Hikaru tiene que morir?!!!! Es parte de todo esto también y es necesario?!!! Nooooooooo!! Porque si es tan joven!
Que peleas y técnicas eh....No me esperaba que Shin fuera Indra!!! Pero al.parecer Sasuke tiene un plan, cuando sabrán Narusaku que esta vivo y todo lo.que a echó?!
Conti!!!
Septi estos capítulos han sido excelentes y este último muy épico! Me intriga la canción que cantaba Sakura-chan, Hiriashin con sus palabras y esta última técnica de Nanaitsumi!!!!!!
Se que llegará Naruto, entonces por eso Hikaru tiene que morir?!!!! Es parte de todo esto también y es necesario?!!! Nooooooooo!! Porque si es tan joven!
Que peleas y técnicas eh....No me esperaba que Shin fuera Indra!!! Pero al.parecer Sasuke tiene un plan, cuando sabrán Narusaku que esta vivo y todo lo.que a echó?!
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hikari uzumaki- Sennin
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
septimo como te odio como lo dejas ahí dios quiera subas pronto la continuación y mas que no voy a estar por una larga semana para entrar y ver si pusiste la conti viviré toda esta semana en desesperación por el próximo capitulo y es muy claro que vas a hacer el culpable de un ataque de ansiedad no demores mucho.
aduzumaki- Sennin
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Si no tienes la conti ya hecha ya estas tardando en escribirla por que me siento incapaz de esperar! xD
Gran capi desde vrios puntos de vista con suspense, acción, misterio, harry potter de todo vamos.
Estoy impaciente por que llegue naruto a la batalla.
FOR THE LOVE OF GOD CONTI!!
Gran capi desde vrios puntos de vista con suspense, acción, misterio, harry potter de todo vamos.
Estoy impaciente por que llegue naruto a la batalla.
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Solrac_namizake- Aprendiz
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
Septimo sube RÁPIDO el capitulo! me dejaste con los pelos de punta!! ahora si es verdad que se puso peor la situación, pobre Hikaru! se supo toda la razón de su muerte y es impactante, Sakura vs Nanaitsumi y Sasuke vs Shin !! Ya quiero que Naruto se entere que va hacer papa! awwwyy No nos dejes morir de suspenso! sube ya la conti! T_T
Crossover- Novato
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Re: Naruto Hakitori 2 (Las Crónicas del Fénix) Capítulo 34 [05/06/2014] ¡FIN TEMPORADA!
ADVERTENCIA: Septimo Hokage no se responsabiliza de las subidas de tensión, infartos y otras enermedades cardiovasculare así como de otras consecuencias que pueda producir la lectura de este capítulo jodidamente épico (o, intento de ello).
Hola a todos! ¿Qué tal? Espero que os vaya muy bien. Muchísimas gracias por vuestros comentarios y bienvenidos los que estabais en pausa. Me ha hecho mucha ilusión veros como siempre fieles a la causa. Debido a que este capítulo ha sido (aún) más largo de lo que esperaba el final os lo colgaré mañana o pasado mañana porque no tengo más ganas y quiero haceros sufrir (?)
Espero que os guste mucho, aún falta el desenlace final que será un capítulo corto (no más de dos páginas de word (espero)) y que concluye toda esta trama porque ahora conforme lo escribía se me ocurrió esa idea (que hace más épico el final) y decidí escribirla. Así que mañana lo tendréis. Disfrutad de la lectura.
CAPÍTULO 33: EL SACRIFICIO DE LA LUZ
Hola a todos! ¿Qué tal? Espero que os vaya muy bien. Muchísimas gracias por vuestros comentarios y bienvenidos los que estabais en pausa. Me ha hecho mucha ilusión veros como siempre fieles a la causa. Debido a que este capítulo ha sido (aún) más largo de lo que esperaba el final os lo colgaré mañana o pasado mañana porque no tengo más ganas y quiero haceros sufrir (?)
Espero que os guste mucho, aún falta el desenlace final que será un capítulo corto (no más de dos páginas de word (espero)) y que concluye toda esta trama porque ahora conforme lo escribía se me ocurrió esa idea (que hace más épico el final) y decidí escribirla. Así que mañana lo tendréis. Disfrutad de la lectura.
CAPÍTULO 33: EL SACRIFICIO DE LA LUZ
- Spoiler:
- Shin no era invencible.
Era poderoso, pero todavía no tant como para no poder ser derrotado por Sasuke. El último de los Uchiha le había analizado con detenimiento. Su estrategia se basaba en mantenerle alejado y atacarle a distancia usando el poder de tres de las cinco estrellas. De ahí que Nanaitsumi atacara Konoha: buscaba la cuarta, la que obraba en poder de Naruto.
Sin embargo, enfrentarse al primer Uchiha, al que fue llamado Indra, era toda una hazaña que estaba poniendo a reto su estado psíquico y físico. Tenía que ser analítico y ejecutivo y todo ello a una gran velocidad. “Las técnicas usuales no servirán” le había advertido Hiraishin cuando le comunicó su propósito de enfrentarse a él, antes de que completara su ritual.
Sasuke había permanecido en las sombras desde que se hizo pasar por muerto. No fue difícil utilizar un cuerpo de Zetsu y hacerlo irrecononible usando el fuego. No podía compartir una vida con Naruto y Sakura. De la misma forma que Itachi había vivido en las sombras, él también lo haría, protegiendo a las dos únicas personas que le importaban.
Erró durante algún tiempo, oculto en las sombras, buscando el significado de su existencia, intentando expiar los pecados de sus antepasados, los Uchiha. La feroz guerra que habían librado contra lo que Madara liberó había dejado el mundo en un estado deplorable. La reconstrucción sería una labor de todos, pero Naruto había dado el primer paso para facilitar la unión y la convivencia. En ese mundo, no había lugar para un vengador. Sólo las sombras serían su hogar, pensaba. Hiraishin se puso en contacto con él en sus sueños y le mostró una visión que no comprendió. No obstante su mensaje sí fue claro: se fraguaba una guerra y tenía que impedirlo.
Reunió información y rastreó a quien parecía manejar los hilos, la organización de Shuha. Introdujo en ella a una fiel servidora que cambió su nombre e hizo todo cuanto le pidió, como siempre había hecho. Sasuke también convenció a Mikono de que se aliara a ellos en aquella particular guerra que jugaban en las sombras antes de que la jugaran a plena luz del día. Dio los primeros pasos para que sus amigos se enfrentaran a ello. Gracias a él Mikono decidió contactar con ella y traicionar a su propio hijo, Menma.
Sasuke, tras aquéllo, decidió buscar al anciano de sus sueños y al mal que en él le mostraba. La amenaza era un Sharingan, aunque no uno normal. Era el primer sharingan. Necesitaría de Naruto, pero antes tenía que localizarlo. Mientras que él viajaba, Naruto y Sakura eran felices y disfrutaban el uno del otro e intentaban superar “su muerte”. Cuanto más tiempo pasaba cumpliendo aquella misión autoimpuesta, facilitando que la información llegara a Naruto a través de cualquier cauce y de Mikono, más sabía que quería protegerles.
Ese mal, aprendió tras conocer personalmente a Hiraishin, era Shin, el auténtico líder de Shuha, quien se escondía tras Nanaitsumi y sus siete discípulos. Shin había sido maldecido con la oscuridad que ahora pretendía devorar el mundo y de ahí que buscara la única fuente de la inmortalidad: el poder del sol que el Sabio había sellado, decían las leyendas. Había sobrevivido durante mil años cambiando de cuerpo, con una técnica similar a la de Orochimaru aunque perfeccionada pues hacía que huésped y anfitrión se fusionaran haciendo indetectable la oscura presencia de Shin. Shin trasmigraba su alma. No sabía cómo hasta él había llegado su chackra generaciones después, pero el alma y el cuerpo de Inra habían perdurado.
Sasuke, en mitad de todo el caos que Nanaitsumi había ocasionado, había ido a evitar que consumara su ritual para trasmigrar su alma usando a la Princesa Shion. Era la ocasión perfecta, sin sus perros protegiéndole, ocupados de destruir Konoha. Naruto defendería el sueño de Hashirama y de Madara directamente. Sasuke lo haría acabando con aquel mal. Si frustraba el ritual no habría Shin del que preocuparse.
La batalla estaba exigiendo de él todos sus poderes. Uno de los incovenientes que había detectado de seprararse de Naruto era que no podía emplear el Rinnegan que el Sabio le había dado, por lo que imaginaba que Naruto no contaría con su chackra tampoco. Eran la voluntad de éste último y debían estar juntos. Sin embargo, aquello no había sido obstáculo para enfrentarse a Shin.
* * *
- Spoiler:
- Nanaitsumi había convocado a sus seite discípulos y todos ellos estaban liberando un poder incontenible que concentraban en ocho gigantescas esferas negras como el alma de aquel impostor con el rostro de Naruto. La oscuridad de aquella noche que había invocado reforzaban aquel poder y toda la creación parecía haberse alterado ante aquella técnica.
—¡Ahora veréis el auténtico pavor del caos y de la destrucción! Esta técnica dará la vuelta al mundo destruyendo todo cuanto a su paso encuentre.
Y Konoha y todos cuanto dependían de ella estarían a su paso. Sakura sentía el odio de Nanaitsumi. Aquella técnica la sobrepasaba, ni siquiera usando el poder del hijo de Naruto podía pararlo. Tampoco tenía ninguna forma de escapar. Tenía que aceptar que contra aquel poder no podía hacer nada. Le rogó a Katsuyu y a la Reina de las Babosas que pusieran toda su información en conocimiento de Naruto y que le entregaran el colgante que tanto años atrás él le había regalado.
—Durante siete días y siete noches el mundo entero será sacudido por este poder y no puedes hacer nada para evitarlo—explicó Nanaitsumi—. ¡Ni siquiera con el chackra que te ha sido prestado, Sakura! ¡Te di una oportunidad! ¡Ahora el fin del mundo es mío!
—¡Si libero la octava puerta podré pararlo!—Gritó Lee preparándose.
—¡Alto…!—intentó pararlo Yamato.
Sakura quiso pedirles perdón a Lee y a Yamato por haberles conducido a su muerte, pero le fue imposible. Instantes después de que Nanaitsumi se dirigiera a ella, el enviado de Shin y sus siete marionetas liberaron aquellas potentes esferas de chackra que nada tenían que envidiar a las bijuu-dama. No se encontraban demasiado lejos y poseían tanta fuerza como velocidad y, sin embargo, nunca llegaron a impactar. El sonido de algo más poderoso desviándolas ensordeció sus oídos y, no obstante, no supieron qué ocurría.
En mitad de aquella oscuridad apareció una refulgiente estatua dorada que los iluminaba como el sol. Sakura tardó unos segundos en comprender qué había pasado. Al alzar la vista pudo ver cómo una capa volaba al viento. En ella podía leerse perfectamente: Nanaidame Hokage. Naruto les había vuelto a salvar. Naruto estaba recubierto del chackra de Kurama. Era el Hokage de los Dos Soles, quien empleando la técnica del Yondaime había aparecido.
Toda la energía que había liberado había despertado ráfadas incontroladas de aire que se unían a los huracanados vientos creados por Nanaitsumi con su oscura técnica. Sin embargo, aquel aire era un aire de esperanza que alentaba al corazón. El miedo había desaparecido por completo de su corazón. En su interior se había prendido la llama de la esperanza y de la fuerza, fuerza que Naruto tenía en su corazón y que volvía a él tras mucho tiempo.
Sakura alzó la vista al cielo y allí pudo encontrar el lugar donde se encontraba. Las nueve colas de Naruto sostenían las ocho esferas. Agudizando la vista pudo ver cómo en dichas colas había ocho clones exactos recubiertos por el mismo manto dorado de chackra sosteniendo y reteniendo aquellas esferas negras como el alma de su creador.
Su color comenzó a transformarse. Sakura notó que todo aquel poder provenía de Naruto. La oscuridad desaparecía y sólo quedaba un perfecto y controlado chackra, sin ningún tipo de connotación.
—¿Cómo era eso de que el héroe siempre llega en el último momento?
Las colas del Kyuubi desaparecieron, no sin antes catalputar a los clones de Naruto. Aquellos ocho Naruto se lanzaron portando gigantescos rasengan que al arder con la intensidad del fuego y vibrar con el impetú de un huracán se convirtieron en ocho espléndidos y candentes soles. “Tiene que lograrlo” rogó Sakura al ver cómo Naruto sobrepasaba los límites conocidos con su kekke genkai, el tayton.
Cada una de las copias del Hokage tomó un rumbo distinto: los discípulos y el amo.
—¡Oh, no, se acabó el emplear Izanagi!
Y Naruto desapareció en un parpadeo para aparecer detrás de Nanaitsumi e inmovilizar sus brazos para impedir que liberara la técnica prohibida de los Uchiha. Sakura quedó estupefacta. Izanagi sólo podía emplearse por aquellso que portaron los ojos de los Uchiha y por cuyas venas corriese la sangre de los Senju… ¿Cuántos medios más tenía Nanaitsumi para impedir su muerte? Con la máscara de Kami que ella había destruido y aquella técnica no le era extraño que pareciera inmortal.
Los siguientes segundos fueron confusos. Las ocho copias impactaron de lleno. Aunque los discípulos intentaron pararlo empleando todas sus técnicas defensivas, el ataque de Naruto era imparable. Tal era su potencia que las propias copias desaparecieron cuando impactaron su ataque en los cuerpos de los siete de Shuha. Siete enormes soles brillaron en mitad de la perpetua e impenetrable oscuridad que había. El aire, que se había ido tornando más y más gélido, se calentó con el valor de Naruto.
La octava copia de Naruto dio de lleno en la máscara de los siete rostros. En ese instante, el original apareció junto a ella y la abrazó con fuerza ordenándoles a todos que cerraran los ojos. Obtuvieron la respuesta cuando el octavo y el más grande de aquellos soles se desintegró en una explosión de ardiente luz. Sakura sintió el chackra de Naruto en forma de zorro protegiéndoles.
Tras varios minutos en el que el ensordecedor sonido de la luz y la cegadora fuerza de los soles creados por Naruto les impidió saber qué haber ocurrido, la oscuridad de la maldición de Nanaitsumi volvió a inundarlo todo. Abrazada por Naruto, pudo sentir todas las emociones que Naruto sentía. Luz, calidez, valor, la necesidad de proteger a todos en Konoha, esperanza, determinación, fuerza, pero también miedo a fracasar y ansiedad por su seguridad.
—¡Naruto-sama!—Exclamó contento al verle Rock Lee.
—¡Naruto!—Dijo también Yamato, alegre por su inesperada (aunque no tanto) reaparición
—Esto no ha terminado— Señaló a cientos de metros. Nanaitsumi se había puesto en pie.
La fuerza de la onda de choque había empujado a Nanaitsumi. Las otros siete soles que había creado con sus rasengan habían desintegrado a los discípulos. Sin embargo, la máscara había absorbido toda la potencia. No escucharon el sonoro crack por el que se fracturaron todo y cada uno de los siete rostros, pero pudieron ver cómo una luz negra (difícil de percibir dada la abrumadora oscuridad) salía de ella.
Sakura, Lee y Yamato se prepararon. Naruto les detuvo:
—Habéis luchado bien. Yamato, Lee, se os necesita en el frente. En estos momentos el ejército enemigo traído aquí por Nanaitsumi se encuentra a una hora de las defensas que han creado los shinobis de Konoha.
—¿Cómo sabes todo eso?
—Soy el Hokage. Tengo que saberlo. Es orden directa mía que acudáis a esa parte del campo de batalla y pongáis fin al ataque enemigo. Recibiréis refuerzos—explicó enigmático—.Yo os llevaré allí. No podré estar allí salvo para alentar a nuestros amigos. Los doce de Konoha acudirán al campo de batalla. A vosotros os corresponderá liderar la defensa. En cuanto a ti—se dirigó a Sakura—Te necesito a pleno rendimiento coordinando a los equipos médicos. Hay muchos de nuestros soldados que dependen de ti. Tienes que regresar a los servicios médicos.
—Sabía que me pedirías eso y mi respuesta es no. Mi lugar está donde estés tú, si es luchando contra él, lucharé. Ya hemos destrozado las dos máscaras. Estamos solos tú y yo—se opuso a su petición.
—Me has ahorrado una parte importante de la batalla, pero esto solo puedo hacerlo yo. Sakura, el mejor apoyo que puedes darme es a Katsuyu y trasmitirme tu chackra para ir regenerándome en caso de ser herido mientras que te preocupes por el bienestar de nuestros compañeros—Se acercó y la cogió por los brazos.—Soy de los que cumplen sus palabras y te aseguro que puedo con Nanaitsumi.
Sakura tuvo el impulso de besarle y así lo hizo. Cerró los ojos y juntó sus labios a los de Naruto que se fundieron en un eternamente efímero beso. Al abrir los ojos se encontró en el hospital de Konoha. Miró al clon de Naruto y le sonrió:
—Te quiero, ten cuidado.
—Lo tendrá.
- Spoiler:
- * * *
“Tengo que salvar a la Princesa Shion”
Shin invocó cientos de rayos que lanzó contra él como afiladas cuchillas. Sasuke las esquivó empleando el ancestral poder de los Uchiha: la armadura de Susanoo. Tenía que forzar a su enemigo a abandonar sus ataques a distancia y enfrentarse cuerpo a cuerpo, donde podría derrotarle con facilidad.
Los rayos enemigos cobraron vida. Se convirtieron en bestias de increíble poder creadas por la oscuridad de Shin utilizando el elemento de la naturaleza del rayo. Aquel era el poder de las estrellas al ser usadas como armas. Sin duda, era una fuerza a tener en cuenta. Aquellas bestias se lanzaron contra Sasuke y empezó una carrera en la que no se podía determinar quién perseguía y quién era perseguido.
Sasuke corría protegido por el poder ocular del Sharingan. Sin embargo era demasiado lenta, el precio de la infabilidad en el tiro. Tenía muchas armas en la manga. El rayo era fácil de derrotar con el viento por lo que usó un movimiento de su colosal protección para crear una ráfaga de viento que venciera a las bestias de rayo. Éstas se lanzaban inansablemente en mitad de los intermitentes ataques de Shin empleando el mismo ataque mientras que, de fondo, se oía su risa. Cada vez que eran expulsadas, volvían con más fuerza. El amaterasu se volvía inútil contra aquellas criaturas que sólo respondían a la voluntad y a la imaginación de quien controlaba las estrellas.
Hiraishin le había advertido que en tanto que no liberasen la luz del Fénix que había sellado Rikudou Sennin contenía un inimaginable poder del elemento al que dieran cobertura. En las manos equivocadas (las de Shin) eran armas mortíferas. No obstante, todo poder conllevaba un precio. Usar semejante cantidad de chackra (la estrella solo lo moldeaba y amplificaba, pero la base era la del usuario) agotaría pronto las reservas del anciano. Eso esperaba.
A su carrera se sumaban las grandes olas que invocaba su rival arrojándoselas sin piedad. Sasuke se detenía e intentaba pararlas usando la ballesta de aquella titánica protección. El agua era el único elemento al que no podía. Del lugar en el que había encontrado a su enemigo quedaba poco. Su combate lo había cambiado todo. Sin embargo, el lugar desde el que Shin dominaba la pelea y donde se encontraba su víctima, Shion, estaba protegido por su técnica.
Su enemigo había conseguido tres estrellas: rayo, tierra y agua. Una combinación mortal contra la que Sasuke podía hacer poco. Estas tres esferas levitaban junto a él. Cuando empleaba el poder de una, las otras se oscurecían para darle luz a aquélla. No obstante, mientras agotaba a su enemigo adoptando aquella estrategia defensiva, preparaba su técnica. No obstante, tenía que ofrecer algo que también suponía pagar un gran precio.
Los ataques de Shin se paralizaron durante un momento. Sasuke pudo percibir como había quedado en un estado de total quietud. Aquel amago de Sharingan consistente en una retorcida espiral sanguinolenta se había detenido de girar. Sasuke usó el poder del Sharingan y pudo ver cómo una parte del flujo de chackra de su enemigo se detuvo.
—Así que estás jugando a controlar la guerra. Debería haberlo adivinado antes.
Estaba enviando parte de su chackra a la batalla que mantenía Konoha contra sus fuerzas y, en concreto, contra Nanaitsumi. Otra razón para derrotarle. Derrotándole a él, acabaría con Nanaitsumi. Los ojos de Shin volvieron a girar y se enfocaron en Sasuke. Cientos de bloques de piedra, levantados por el poder de la estrella de al tierra, le fueron arrojados.
Sasuke disparó una flecha del Susanoo para esquivarlas. El proyectil destruyó aquellos bloques y siguió su rumbo hasta llegar a Shin que lo detuvo.
“Ahora es el momento”. Iba a liberar su técnica más poderosa.
* * *
Hikaru observaba escondido cómo se estudiaban Naruto y su poderoso enemigo, el señor de los Siete Rostros. No atendía a las llamadas de Katsuyu para que se alejara. El anciano de sus sueños había sido claro:
—Morir debes para que Naruto vivir pueda. El único que evitar puede el fin del mundo es. Miedo en tu corazón no has de guardar por el incierto futuro. Si haciendo lo correcto mueres, pesar tu corazón no debe registrar.
—¿Pero cómo sabré cuándo es el momento?—Protestó más asustado que enfadado.—Yo no quiero morir, no puedo morir sin despedirme de todos a los que quiero.
—De la misma forma que Nanaitsumi sacrificó a su madre para invocar esta oscuridad, tú serás el precio que Naruto pague.
—Pero él nunca me haría daño. Naruto siempre quiere protegernos a todos.
—Por eso, tú eres la pieza fundamental. Elegir el momento deberás.
Hikaru miró preocupado y pensó en todos sus seres queridos.
* * *
- Spoiler:
- Nanaitsumi se convirtió en una estatua de chakra negro y una etérea fuerza quiso empujar a Naruto lanzándolo, no lo consiguió. El Hokage fue rápido. Giró en el aire y cuando cayó lo hizo de pie. Volvió a liberar el chakra de Kurama, aunque en su versión definitiva. Podría emplear la bomba bijuu en un lugar tan alejado de algún lugar habitada.
El Señor de los Siete Rostros apareció detrás de él. Naruto pudo sentirlo y se giró propinándole una fuerte patada empleando una de las katas de rana que el sapo Fukasaku le había enseñado. Nanaitsumi salió disparado. No esperaba que Naruto hubiese liberado el modo sennin. Combinar su propio chakra, con la energía natural y con la energía del Kyuubi era muy difícil y le había costado bastante. Aunque con ese nivel de fuerza era bastante poderoso, se cansaría aún más. Necesitaba ayuda y la necesitaba ya.
Saltó hacia tierra mientras liberaba los sellos convinentes. No pudo terminar su jutsu. Nanatisumi apareció en el aire, con un rasengan. “Parece que cualquiera pude utilizar este jutsu” pensó mientras se preparaba para el contraataque.
El Hokage la esquivó y le lanzó un par de kunais con sellos explosivos. Sabía que a un nivel como aquél poco podían servir, pero eran parte de una estrategia de distracción. Liberó los sellos mucho antes de que llegaran creando una nube de humo que le permitió completar el jutsu. Nanaitsumi también le imitió y ambos terminaron gritando a la vez.
- ¡Kai!
Con esa cantidad de chakra no le fue difícil invocar a su amigo y guardián Kurama. Por su parte, el Señor de los Siete Rostros había invocado a la otra mitad de Kurama, la que supuestamente debía haber quedado con su padre. La información de Pakkun había sido estricta en ese punto: tenía la otra mitad. Sin embargo, él y Kurama eran amigos. Presentía que Nanaitsumi, independientemente de cómo lo hubiera obtenido de su padre, y la otra mitad de la bestia de nueve colas no.
Que no hubiera caído aún bajo un genjustu de su enemigo sólo era una prueba de que la suerte, por el momento le favorecía. Necesitaba a los dos sapos para contrarrestar su poder.
“Kurama, este bastardo tiene a tu otra mitad. Pienso romper el sello que debe haber creado para retenerlo en su interior. Necesito tiempo y concentración para hacerlo. Luego requeriré de toda tu fuerza para poder alojarlo en mi interior”
“Entendido, sin embargo, ten cuidado, Naruto. No eres el único que parece haber pensado lo mismo” Advirtió el zorro al ver como Nanaitsumi quedaba inmóvil encima de aquel otro zorro sin chackra.
Nanaitsumi capturó a su bestia bajo el influjo de sus siete pares de sharingan. La bestia quedó totalmente domada. Luego aprovechando la innata y mágica capacidad del bijuu para destruir, amo y criatura se lanzaron contra Gamakichi y Naruto que estaba en la cabeza de su compañero.
El zorro saltó hacia atrás esquivándolo mientras preparaba su ataque con sus zarpas. Kurama era grande y pesado, pero eso no conllevaba que fuera torpe. Era ágil, extremadamente ágil. Aunque solía emplear poco aquella forma. Naruto se sentía invadido por la sensación de libertad que experimentaba su compañero al poder correr y pelear.
Esquivó una dentellada mientras que giró sobre sí mismo moviendo sus gigantes colas con destructiva elegancia. Naruto le advertía de por dónde vendrían los ataques. Se sentía impotente pero era necesario que siguiera concentrándose. Kurama lanzó una dentellada a la bestia eneiga que lo esquivó saltando al cielo y lanzando una ráfaga de destructivas esferas de chackra, esquivadas por Kurama empleando sus colas.
Desde ahí el zorro enemigo abrió sus fauces y fueron víctimas de una infernal luvia de fuego verde que al caer al suelo explotaba en miles de llamaradas haciendo arder el bosque.
Kurama saltó hacia otra parte del campo de batalla que estaban creando para luego tomar impulso. Dio un potente salto con sus cuartos mientras que dirigía su boca abierta cargando una enorme bijuu-dama para atravesar el cuerpo del enemigo. Nanaitsumi les miró y en mitad del cielo se prendió una llama negra. Amaterasu.
Su amigo fue rápido en utilizar una de sus colas de chakra para que recibiera el impacto del ataque. El chackra no ardía, aunque la llama negra, como si fuera una serpiente empezó a perseguir a Naruto, quien tuvo que incrementar la potencia del modo control del chackra de Kurama. Se convirtió en una estatua de luz que engulló el Amaterasu. Aquélla era la únca forma posible de derrotar la más poderosas de las técnicas de los Uchiha.
De su cuerpo aparecieron nueve brazos de chakra dorado que empezaron a formar nueve rasengan. La bijuu dama de Kurama fue contrarrestada por otra del Kyuubi que controlaba Nanaitsumi, pero Naruto aprovechó para golpear con sus rasengan. La bestia rugió de dolor, aunque el control que el señor de los Siete Rostros ejercía era tal que superó su dolor y atacó a Kurama con ira descontrolada.
Ambas bestias comenzaron a caer. Naruto y su rival aplicaron su chakra en sus pies para mantenerse pegados. El líder de Shuha se lanzó hacia él. Naruto apartó su mirada y los dos se enfrascaron en una aérea lucha desigual. Naruto se percató de que la máscara de Nanaitsumi ya no contenía catorce sharingan. Había sido destruida. No obstante, sabía que su enemigo debía tener, al menos, uno original.
El suelo estaba muy próximo y la caída haría más daño al sapo que al dragón. A Nanaitsumi no le importaba el zorro al que contralaba
El zorro fue inteligente y comprendió lo que le estaba proponiendo. Se vio imbuído de una gran energía que le permitió hacer fuerza para liberarse de la presión con la que le constreñía su enemigo. No tuvo mucho tiempo para preparar la caída pero lo consiguió hacer lo suficientemente bien como para ponerse en pie poco después sin más daño que unos arañazos.
Nanaitsumi y Naruto salieron disparados. El Señor de los Siete Rostros se empezó a levantar, pero no pudo. Empezó a vomitar sangre. “Sólo un poco más” pidió. Naruto saltó para volver a subirse sobre su cabeza. Nanaitsumi estaba bastante mal, era el momento de atacarle. La oscuridad que había liberado.
- ¡Atácale ahora, Kurama! – le ordenó.
El bijuu hizo acopio de su inagotable fuerza y fue a atacarle cuando Nanaitsumi creó una gran ráfaga de aire con las colas del Kyuubi que terminó volándolos. Kurama lo cogió con una de sus zarpas mientras que con el resto edl cuerpo hacía resistencia para no salir volando. El poder que emanaba de aquella impresionante fuerza era abrumador. Naruto sólo había sentido esa fuerza cuando él ejecutaba el fuuton rasen shuriken. Su enemigo poseía tanto chackra como él y del mismo tipo.
Nanaitsumi empezó a escupir un fuego verde que fue potenciado por ele fecto del futon. Tanto Naruto como su compañero temblaron de miedo. Naruto tuvo que apresurarse. Liberó el jutsu y la energía natural acumulada de sus dedos se distribuyó por todo su cuerpo liberando el senjutsu aún más poderoso, preparado para romper la conexión entre el Kyuubi y Nanaitsumi.
Inesperadamente, antes de que pudiera hacerlo a los dos ancianos sapos, el Señor de los Siete Rostros se apareció justo detrás de Naruto le agarró por el cuello con su brazo con una fuerte llave.
—Tú y yo vamos a ser uno. Vas a sentir todo lo que yo siento.
Naruto sintió cómo en su espalda se clavaba un kunai. Gritó de dolor. Un arma tan insignificante le había ocasionado una letal herida. Sintió el chackra de Sakura a través de Katsuyu ordenando a sus células la regeneración. Sin embargo, la oscuridad de Nanaitsumi había infectado aquel arma y el proceso estaba tomando más tiempo del que era preceptivo. Sentía un veneno extenderse por su cuerpo, a través de su red de chackra hasta su corazón. Su mente se embotaba de los más oscuros pensamientos.
En cuestión e segundos quedó paralizado.
Volvía estar en la habitación que estaba oscura. Ni siquiera las cortinas descorridas mostraban una pequeña estrella que sirviera de referencia, al contrario, del exterior parecía querer entrar una oscuridad aún mayor, más profunda, más diabólica. Entornó los ojos, intentaba descifrar qué era aquello. Por un momento pudo ver en su interior a alguien que lloraba, que pedía auxilio, pero la oscuridad era inabarcable y era feroz.
Llamó a Kurama, pero la respuesta de su eterno compañero era lejana y apenas podía escuchale. Cientos de tentáculos entraron por las ventanas de aquel cuarto. Naruto sintió miedo. Nunca se asustaba y sin embargo, el miedo se poderó de él. No era la primera vez que soñaba con aquello. Sakura le había dicho que podría dormir y, sin embargo, estaba viviéndolo, igual que otras veces.
De repente, los téntaculos mutaron de forma. Delante de él apareció una de figura cubierta con su fantasmagórica capa que traslucía la luz fantasmagórica que escasamente traspasaba el agua. Su rostro estaba parcialmente oculto por la capucha, pero tenía y se dejaba intuir bajo aquella capucha, feo y retorcido. De la capa surgió una mano gris, viscosa y con apestosas pústulas, como las de un cadáver en descomposición bajo el agua.
—¡Menma…—susurró con su voz desgarrada y chillona como el metal.
—Te estábamos esperando—se le unió otra enseñando su lengua viscosa y bífida, como si fuera una serpiente.
Naruto se vio rodeado por aquellas cosas que iban siendo cada vez más y más. El miedo se apoderó de él. No tenía por qué temerles. Él había vencido a numerosos y más temibles enemigos. Sin embargo, había un rival contra el que no se podía ganar: la muerte.
—Ven con nosotros, no-muerto.
—Sí…
Escondieron la mano entre los pliegues de la negra tela. Entonces aspiró larga, lenta, ruidosamente como si quisiera succionar más que aire. Un frío aún mayor que él que la niebla había traído consigo se extendió por su cuerpo. Naruto empezó a retener el aire en el pecho. No había aire. No había frío. No había nada. Estaban en un lugar donde las leyes físicas no regían y él se sentía debilitar por aquella cosa. El frío penetraba más allá de su piel, en todos sus músculos, hasta agarrotar su propio corazón.
Por fin, pudo comprender que las pesadillas que le habían acosado durante tantas noches eran las que provenían del alma de Nanaitsumi, que respondía al nombre de Menma.
Toda aquella visión desapareció. Naruto escuchó muy a lo lejos el impacto de algo en Nanaitsumi. Creyó escuchar la palabra “rasengan”, para él carente de significado en ese estado.
Se sintió salir volando, pero alguien le agarró impidiendo que cayera. Esuchaba cómo su salvador intentaba pelear contra Nanaitsumi. Intentaba levantarse, pero se sentía totalmente desubicado y no podía hacer nada.
Sabía todo cuanto pasaba. Estaba viendo una pelea, pero sólo reconocía a Nanaitsumi quien claramente estaba ganando aquella batalla. Pudo ver cómo Nanaitsumi se desquitaba con aquel extraño al que conocía y no identificaba. Poco a poco, volvió en sí, mientras contemplaba cómo Nanaitsumi aniquilaba aquella interrupción hasta que, horrorizado, comprendió que aquel tercero era Hikaru.
* * *
- Spoiler:
- —Nirvana mode: Uchiha Hogo-sha susanoo [Modo Nirvana: Susano protector de los Uchiha]
Sasuke sintió cómo si una espada se clavara en su corazón. Sintió cómo extraían parte de su propia vida y estuvo a punto de caer desmayado. Sin embargo, se mantuvo firme y el Susanoo que le protegía cobró vida. Su característico color morado cambió y se transformó en un reluciente guerrero de impoluta e inmaculada armadura equipado con la katana Shinjitsu, la legendaria espada que permitía a su portador ver más allá de las tinieblas de la mentira. Sus ojos eran los mismos que los de Sasuke, su alma la misma que la de Sasuke, su cuerpo era el Susanoo. Sasuke había invocado a un antiguo poder de los Uchiha, perdido en el inicio de su dinastía que permitía invocar a aquel guerrero surgido del alma pura de un Unchiha.
—Vaya… Así que has logrado controlar la técnica que yo cree—Comentó Shin.
Sasuke, como siempre parco en palabras, se lanzó a muerte contra su enemigo. De la misma forma que Shin le había atacado a distancia, Sasuke se quedó quieto a contemplar como aquella suerte de divino protector se lanzaba al ataque.
—Bien, esto se pone interesante.
Shin abandonó su aislada isla en donde encontraba protección y, al igual que Sasuke, se recubrió con el cuerpo de un gigantesco samurái. Era el primer Susanoo. Sasuke le miró interesado. Imaginaba que iba a lanzarse al ataque contra el que él había invocado. Efectivamente así lo hizo. En todo momento, Sasuke pudo ver cómo seguía manteniendo junto a él las esferas.
Shin se lanzó contra él. Intercambiaron unos rápidos movimientos de katana. Shin era un enemigo formidable, de eso no cabía duda. Dos colosales titanes de chackra se enfrentaba. Uno lo controlaba Sasuke, el otro era el que en su día fue llamado Indra. La técnica de Shin, se basaba también en una forma de combate acrobática y rápida. La agilidad, la velocidad y la fuerza lo eran todo para él. Se podían reconocer muchos patrones que Sasuke había aprendido, aunque eran mucho más sutiles y mucho más potentes, lo que hacía que su enemigo fuese un maestro o no.
Sasuke cambió su estrategia y mientras dejaba que el Susanoo de libre albedrío que había invocado peleara, se dedicó a atacar a su enemigo con sus técnicas a distancia más poderosas. No resultaba muy efectivo si se tenía en cuenta que Shin empleaba para contrarrestarlo el poder de las estrellas. No obstante, Sasuke tenía una idea.
El líder de Shuha lanzó una potente estocada que el Hokage tuvo que esquivar saltando hacia atrás. Tomó impulso y de una pirueta cayó sobre Shin. Éste no se movió hasta el último segundo interponiendo su katana en la trayectoria del filo de Sasuke.
El Susanoo aprovechó para realizar una serie de golpes buscando quebrar la defensa del enemigo. No resultaron efectivos. Los paró todos y cada uno de ellos y cuando advirtió un fallo en su ataque aprovechó para lanzar una potente estocada que alcanzó a la técnica de Sasuke. De no ser porque empleó la palma de su mano para desviarla, habría ido directa al corazón. Le rozó el hombro.
El único incoveniente de emplear aquella técnica era que las heridas del Susanoo las debía pagar Sasuke. Muchos se podrían preguntar qué es lo que hacía que fuese mejor que la ordinaria técnica de los Uchiha. La respuesta es que eran dos y que la espada Shinjitsu podía acabar con cualquier enemigo, aunque dependía de Susanoo usarla o no.
Susanoo retrocedió, aunque Shin no le dio tregua. Se lanzó hacia él saltando en el aire al mismo tiempo que apuntaba con su espada. La técnica que dominaba era la más difícil de todas. Había podido reconocer movimientos, fintas, ataques y posturas básicas de otras formas de combate. Era un estilo perfecto que sólo los más grandes espadachines dominaban. Requería de mucha concentración y de gran dominio. Algo que era fácil de esperar de Shin.
Paró el ataque a duras penas, casi cayendo al suelo. Sus reflejos bien salvaron a aquel samurái de armadura blanca convocado por Sasuke la vida porque pudo ponerse en pie casi al segundo y esquivar una serie de incansables ataques, a cada cual mucho más preciso y mucho más mortal que los anteriores.
Se separaron y Shin bajó el filo de katana y empezó a rodear a Sasuke corriendo a su alrededor. Buscaba distraerle para lanzar su ataque a algún flanco descubierto. Había reconocido al instante la forma de pelear de Sasuke y sabía que era un estilo muy combativo y agresivo por lo que las técnicas defensivas casi eran desconocidas para Sasuke.
Gracias a sus conocimientos pudo anticipar el ataque, casi fue fácil de predecir. Demasiado. Cuando chocaron sus espadas, Shin giró sobre sí bajando su arma y desequilibrando a Sasuke hasta el punto de que lanzó un afilado corte al vientre del Susanoo. El Uchiha pudo sentir cómo la carne era cortada y como la sangre comenzaba a salir, por suerte, sólo era un corte superficial.
Alzó su espada y atacó. Sasuke contempló cómo su aliado esquivaba el ataque casi de milagro con una acrobacia con su espada por delante. Saltó hacia atrás y Sasuke asintió ante la mirada de su etéreo y fantasmal camarada. Miró a Shin que no parecía nada cansado y le enseñó la enfudada espada de la verdad y la desevainó.
Un último ataque de aquellos titanes. Shin atacó y Sasuke se defendió con una estocada al aire mientras saltaba hacia el techo para caer de nuevo intentando hundir su arma en el cuerpo de Shin. Éste esquivó su ataque con una velocidad sobrehumana. Sasuke tocó el suelo y giró sobre sí mismo frenando el ataque de Shin.
Volvió a emplear esa técnica y corrió hacia él esprintando. Bajó su arma, como siempre y… la espada de la verdad, Shinjitsu, dictó sentencia. Empleó la velocidad legendaria de aquel guardián mítico. Aprovechó que la defensa de su contrario estaba anulada y realizó un potente tajo cuando apareció ante él que fue de lado a lado de la cara quebrando por completo la máscara de samurái del susanoo enemigo.
Shin juntó las manos para liberar alguna técnica pero en lugar de eso, se encontró la espada Kusanagi de Sasuke atravesándole el corazón. Una distracción, el poderoso líder de Shuha había caído por una distracción.
* * *
- Spoiler:
- Nanaitsumi retiró el etéreo filo de aire de su kuntai. Sin compasión. Sin piedad. Con absoluta y e indiferencia dejó caer su cuerpo sobre el suelo que sonó pesado, como un peso en muerto.
Nanaitsumi liberó la prisión que retenía a Naruto y el chico salió corriendo hacia su discípulo. El corazón se le iba a disparar. Había pasado de la catatonía a la hiperventilación. Ahora solo tenía un pensamiento en mente. Se olvidó de Nanaitsumi y de la maldición de peremne oscuridad que les rodeaba. Se olvidó de su promesa hecha a su maestro y a sus amigos. Cogió al pequeñ niño entre sus brazos. Le incorporó, sujetando su cuerpo con delicadeza, con miedo a quebrarle.
Era tan lamentable el estado en el que se encontraba que parecía que fuera a desmoronarse. Él reparó en dos feas heridas. Su respiración era un agónico susurro que hablaba de muerte. Su pecho apenas se movía y su piel, pálida, estaba tan helada como el hielo. No comprendía cómo había ocurrido y no sabía el por quñe.
<< Le queda poco tiempo, aprovéchalo bien >> fueron las duras palabras de Nanaitsumi. Naruto estaba confundido. Un sinfín de sentimientos le embargaban. Estaba asustado porque no estaba preparado para afrontar lo que estaba por suceder. Con miedo a no obtener respuesta, le llamó
—Hikaru…
Él le escuchó. Abrió los ojos tímidamente, sin fuerzas para más. Los ojos de Naruto se llenaron de lágrimas. Empezaba a entender que aquel sería el último recuerdo que tuviera de su alumno. Su alumno alzó su mano débilmente buscando su rostro. No estaba preparado para ver aquéllo. Aquél no era el niño risueño igual a sí mismo cuando era otro colegial. El cansancio que sentía le hubiera empujado a desistir en su empeño, pero Naruto le ayudó. Con su voz apagada, sin vida alguna, le dijo:
—Sensei, tú eres el único que puede salvarnos.
—Por favor, no hables, guarda fuerzas.- le pidió sabiendo que era inútil.
Él llevó su mano a la boca de éste, rogándole que no la interrumpiera:
—Siempre… tuve… una sensación… de soledad… pero, ahora… al verte… creo que… desaparece… Perdóname, sensei por haber venido… Alguien tenía que ser… el precio.
—¿Precio de qué?
—No… tengas… miedo…
Él dejó caer su mano. Lo último que creyó ver en este mundo fueron los ojos de Naruto, azules como el cielo… Durante un eterno segundo se quedó contemplando aquella fuente de luz para él. Después de eso, cerró los ojos y dejó que su corazón se apagara. No escuchó cómo Naruto gritaba su nombre, invadido por la rabia y la impotencia del momento.
—¡TÚ! ¡TÚ LE HAS MATADO!
—Él insistió, dijo que tú nunca te rendías ante nadie y que él te salvaría. Que él era el precio.
—¿QUÉ PRECIO?
—El precio para acabar con esto. Pero no podrás hacerlo porque de la misma forma que le he matado a él, omo a todos los que se interponen en mi camino, tú morirás.
Antes de que terminara su amenaza, el Hokage se movió a la velocida del rayo, casi jugando con la propia realidad y haciendo parecer que estaba en dos lugares a la vez sin emplear el Kage Bushin No Jutsu. Con todas sus fuerzas le dio un puñetado en la cara a Nanaitsumi quien ni siquiera lo esperaba. Éste salió disparado y se pudo escuchar un “crack”.
Naruto odiaba a aquellos tipos, a los que ocultaban su rostro bajo una máscara, y aquel la ocultaba bajo siete. Un enmascarado había devastado el mundo cumpliendo el plan de un loco, no dejaría que se diera dos veces. Su enemigo comenzó a ponerse de pie. Habían vuelto a combatir en una fuerza terrible.
—¡MENMA, MUERE!
El Hokage de los Dos Soles no pudo resistirlo y en su mano se formó un rasengan con su chackra y con el de Kurama. Se lanzó contra Nanaitsumi aprovechando que estaba en el suelo. Su enemigo al verle tuvo el tiempo suficiente para crear otro y los dos rasengan, los de Naruto y Menma, los de los hermanos enfrentados por la guerra entre Shin y Hirashin, chocaron.
CONTINUARÁ...
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