Mi maldición [+18] (21/11/13) (Cap 59) [Final de la última temporada]

Cap 22: No son ellos...

El ataque iba directos a Naruto y  a mí. Ambos saltamos para esquivarlo. Una vez en el aire, Kisame apareció de la nada y me golpeó en la espalda tirándome al suelo. Por suerte antes de caer me enderecé y tras pisar di un salto tremendo y me puse enfrente de él.

Le pegué una patada y al no tener su querida espada no consiguió esquivarlo, me curé la herida que me había hecho para evitar que empeorara.

-¡Sakura cuidado!

Ese grito era de Tsunade que estaba debajo nuestro. Me giré y vi un gran dragón de agua, por suerte Naruto que había saltado conmigo antes, le golpeó con una esfera hecha de chacra.

Consiguió destruirlo y saltamos a la azotea de una de las casas.

-¿Estás bien?-me preguntó muy preocupado.

-Sí, gracias.-dije sin ningún sentimiento.

Ahora más que nunca tengo que alejar a Naruto.

Kisame se puso en la casa del frente.

-No escaparéis de mí, mocosos.

-Nadie está escapando, payaso.-le solté de mala manera.

Creo que todos, y cuando digo todos no exagero, pusieron la misma cara, de terror mortal.

Ya sé que decirle eso a un Akatsuki es firmar tu sentencia de muerte y eso visto por otros ojos es una locura, en cambio yo, si conseguía que me matasen acabaría con la maldición así que no perdería la oportunidad.

-¿¡Que me has llamado!?-me dijo más que molesto.

-¿Quieres que te lo repita amargado?

Kisame saltó hacía mi literalmente e intentó darme un puñetazo, creo que no sabía de mi fuerza, ya que hacer una batalla cuerpo a cuerpo conmigo era la peor elección que podía tomar, teniendo en cuenta mi fuerza sobrehumana.

Detuve su puñetazo con una mano, me sigue dando la impresión de que este tampoco es el verdadero y una visión que tuve al tocar su mano, cuando detuve el puño, me lo aseguró.

En esta se veían a Kisame y otro hombre con la cara tapada como los primeros. Estaban sentados tranquilamente en una roca.

-¿Crees que se darán cuenta?-preguntó Kisame a su compañero.

-No es posible, el jutsu es casi perfecto.

-Tú lo has dicho, casi.

-Lo único que vamos a hacer va ser analizar sus habilidades.

-¿Crees que ese jinchuriki será muy fuerte?

-A mí me preocupa más otra cosa.

-¿El qué?

-Esa energía maligna que emana de Konoha, no es la de él Kiubi, es otro tipo de chacra.

-¿Puedes calcular su potencial?

-Estamos demasiado lejos para poder hacerlo.

-¿Y no podemos acercarnos más?

-Recuerda que las ordenes son atacar desde lejos.

-Lo sé y eso no me gusta nada, quería divertirme un poco.-dijo Kisame mostrándole su espada.

-¿Para ti todo es un juego, no?

-A veces.

-Prepárate, vamos a empezar a ejecutar la técnica.

Ejecutaron varios sellos y concentraron su chacra, vi aparecer a varias personas que seguramente eran controladas por ellos, estos les pasaron un tercio de su chacra y tomaron su apariencia.

-Ir a Konoha y destruirlo todo, que no os vean.

-Sí, mi señor.-dijo el falso Kisame.

Abrí los ojos cuando la visión ceso y por lo que pude comprobar no había pasado ni un segundo, estas visiones son verdaderamente útiles, sobre todo si no me arrebatan las energías, aunque esa que tuve de Naruto atravesado por una espada no me quito ni una parte de mi chacra.

Entonces, ¿Por qué cuando vi aquel ojo acabé tan mal?

Decidí dejar mis pensamientos para otro día y ataqué al supuesto Kisame, que por cierto estaba muy sorprendido de ver que había detenido su ataque.

Cargué la chacra en mi puño y se la estampé en el estomago, acto seguido atravesó el suelo creando un cráter enorme, por culpa de esto varias casas cayeron destruidas.

Esta vez sí que me miraron asustados, me estaba empezando a sentir bastante molesta, ¿Cada vez que haga algo me van a mirar sorprendidos?

Lo que me faltaba que Shikamaru sospeche más de mí.

Kisame se levantó bastante destrozado y a punto de caer rendido, o de que se le disipe la técnica. Creo que soy la única que lo sabe.

Naruto ya había podido comprobar de mi fuerza pero me supongo que no pensaría que dispongo de tanta.

En ese momento me di cuenta de algo.

¡Kakashi seguía peleando!

No puedo dejarle solo, no quiero que muera por mi culpa.

-Naruto.

-¿Qué pasa?-dijo saliendo de su asombro.

-¿Puedes encargarte de él?

-¿Por qué? ¿Qué piensas hacer?-vi que fruncía el ceño.

-No es de tu incumbencia.

Me dolía ser así con él, pero a Naruto es la persona que más debo alejar, por su bien.

-Si no me lo dices no te dejare marchar.

¿¡Perdona!? ¿¡He oído bien!?

-Mira niñato, estamos en mitad de una batalla, no tengo tiempo para tus caprichos.

Observé que los demás ninjas estaban preparados para luchar, incluyendo a la hokage. Pero el falso Kisame no paraba de mirarme.

-Maldita mocosa.

No le hice ni caso y salté hacia abajo. Donde estaban los demás.

-¿Podréis con él?-pregunté en general.

-¡Claro que sí!-dijo Kiba contento.

Pude sentir que la mirada de enfado de Naruto se clavaba en mi.

Que haga lo que le dé la gana.

-Tener cuidado.-dije preparada para irme.

-No te dejaré marchar, sufrirás la ira de Kisame.

-Pues dile que venga aquí y me la enseñe.

En su rostro pude notar la sorpresa.

-¿¡Que dices mocosa!? ¿¡Es que no me ves!?

-A ti sí, a quien no veo es al verdadero Kisame, ¿Está muy lejos de aquí, verdad?

Lo que me habría gustado tener una cámara para fotografiarle la cara que se le quedó.

-¿Cómo lo has...?

-Es un secreto.-le interrumpí.

-¿Que quieres decir Sakura?-esa voz es de Shikamaru, te he pillado, si piensas que acercándote a mi conseguirás más información vas listo.

-¿Qué pasa? ¿Qué vamos de listo y luego no sabemos nada?

-Si piensas que con eso puedes ofenderme estás muy equivocada.

-Tengo mejores cosas que hacer, no te creas que eres tan importante en mi vida como para que tenga que molestarte.

-¿Entonces Naruto si es importante para ti?

La pregunta de Sai me dejó helada, ¿¡A que venía eso!?

-¿Por qué lo dices?-le pregunté tratando de entender que es lo que pretendía con aquella pregunta.

-Le has dicho a Shikamaru que no es importante en tu vida porque no le molestas... Y siempre que te visto estás metiéndote con Naruto.

Pude observar, sin que él se diera cuenta, que la sonrisa del rubio se agrandaba.

-¿Es importante para ti?

-No.-dije secamente.

Di por zanjada la conversación. Y fijé mi vista en Kisame, había quedado tan herido que no podía ni moverse, dentro de poco el jutsu se romperá.

-No le queda mucho tiempo.-dije mirándole fijamente.

-¡Sakura!-Tsunade se puso al lado mío en guardia.- Yo lo entretengo, vete ya.

-¿Eh?

Me había pillado de sorpresa. ¿Por qué me dice eso?

-No te ibas a marchar hace poco, ¡Yo te cubro!-dijo regalándome una sonrisa.

-Gracias, Tsunade, ten mucho cuidado.

-Descuida, no creo que nos dé mucho trabajo.

Antes de que saliera corriendo Naruto bajó del tejado poniéndose delante mío.

-Ten mucho cuidado.

¡Maldición! ¿¡Por qué es tan amable conmigo!?

Así me será imposible alejarlo, pero bueno, ahora lo que cuenta es que esté a salvo, van
a por él.

-Al contrario, él que tiene que tener cuidado eres tú.

-No te preocupes, estaré bien.-dijo bastante sorprendido por mi respuesta.

-No cometas ninguna locura, ¿Está claro?

Dicho esto me fui sin darle tiempo a responder, me preocupaba la salud de Kakashi.

Y no me equivocaba, cuando llegué Kakashi estaba muy herido, normal, por mucho que no le ataquen si ellos nunca caen, nadie podría aguantar tanto como lo ha hecho él.

Para mi sorpresa, uno de ellos estaba tan herido como Kisame, así que deduje que si hieres al supuesto Kisame también herirás a estás copias. Creo que son copias.

Kakashi estuvo a punto de caer así que lo recogí y le obligué a pasar su brazo por mi hombro. Le ayudé a levantarse.

-Sakura, has vuelto...

-No pensarías que te dejaría tirado, ¿No?

-Claro que no, ya te dije que confiaba en ti.

¡¡Alarma!!

Hora de engañar a la maldición.

Yo no confío en él.

No lo soporto.

Lo detesto.

Hala, creo que con eso ya lo tiene claro.

Otra vida que he conseguido salvar, de momento.

La copia que al parecer sí que tenía lenguas en las manos nos lanzó pájaros blancos hechos de arcilla.

Saltamos para esquivarlo y en el aire el otro nos atacó con un tiburón de agua.

Con el chacra que poseía cree un escudo.

Esto lo aprendí gracias a un pergamino que encontré en una de las ciudades que la maldición destruyó.

-¿Estás bien?

Tenía miedo de que el escudo no fuera suficiente y le hubiera llegado algún ataque.

-Estoy bien.

Nos atacaban por ambos lados y con Kakashi aquí, no podíamos escapar así que solo me queda confiar en mi fuerza y rezar para que el escudo aguante.

Estuvieron varios minutos atacándome y no consiguieron hacerme caer, pero me estaba debilitando rápidamente.

-Sakura, deja de protegerme o a ti también te lastimarán.

-¿Y dejarte aquí tirado? Ni de broma.

-Pero Sakura...

-No me vas a convencer.

Una vez en el suelo salí corriendo aguantando el escudo, tengo que llevar a Kakashi a un sitio seguro.

Una explosión delante mío me detuvo, por lo que veo no me van a dejar escapar.

Atacaban constantemente, con técnicas de agua y explosiones. No voy a poder aguantar mucho más.

Cuando lo creía todo perdido, un remolino gris se llevó por delante a Kisame y después pude ver al otro envuelto en una esfera de chacra que se agrandaba con el tiempo. Ese ataque me suena.

Disipé el escudo de chacra al ver que ya no había peligro. No puedo desperdiciarlo a lo loco.

No me equivocaba, Naruto nos ha ayudado. Se acercó a mí y cuando vio a Kakashi por poco se cae para atrás.

-¿Que le ha pasado?

-Ahora lo soluciono.

-Voy a llevarlo con Ino.

Como si le hablara a una pared... Lo mismo.

Antes de que pudiera replicar, cargó a Kakashi y se preparó para ir.

-No se te ocurra pelear con ellos, ¿Está claro?

Dicho esto se fue, dejándome  muy sorprendida.

-Lo siento Naruto, pero yo no acepto ordenes.

Puede que caiga en el intento sin embargo lo haré con la cabeza alta, me dejaré la piel si hace falta para destrozarlos.

No podré acabar con ellos, pero si los puedo retener hasta que caiga inerte en el suelo. Y no pienso detenerme hasta que eso ocurra, así que, más les vale que se preparen voy a ir a por todas.

Embestí a Kisame y lo empotré contra la casa del fondo. El otro me atacó con una bomba de arcilla que no pude evitar. Menos mal que soy ninja curativo y aunque mi capacidad para curar no sea infinita sí puedo hacer que estos se arrepientan de haber nacido.

Kisame se levantó e intercambió golpes conmigo, su amiguito se unió a la batalla. Los golpes provocaron que innumerables olas de chacra se desplegaran por toda la villa. Agujereábamos el suelo por la potencia de nuestros golpes.

Conseguí lanzar volando a uno de ellos de un puñetazo y el otro intentó atacarme, pero otra vez, el remolino gris se lo llevo por delante. Cuando el remolino se detuvo pude ver que eran Kiba y Akamaru.

Veo que su perro está bien.

-¿Qué hacéis aquí?

-Ayudarte.

-El perro aun seguirá herido.

Una excusa muy poco creíble pero deseaba que se fueran, no quiero ponerlos en peligro.

-No, no lo está. Y él quiere ayudarte al igual que yo.

No es tonto el chico.

-Está bien, todos a uno.-dije poniendo en guardia.

Nuestro objetivo era el de las explosiones.

-¡Vamos Akamaru!

Kiba y Akamaru comenzaron a ejecutar su técnica. Que consistía en girar a una velocidad impresionante junto con Akamaru para conseguir crear un tornado que puede perforar al enemigo.

Para que fuese más letal, los cogí cuando ya habían formado el remolino y los lancé con toda la fuerza del mundo. Gracias a esto se vieron envueltos en fuego de la velocidad que llevaban, si no he oído mal creo que Kiba ha gritado, me imagino que no se lo esperaba.

Menos mal que al cogerlos no he tenido ninguna visión, quizás solo ocurran cuando hay algo importante de por miedo.

Una subida de chacra detrás mío me alertó. Me di la vuelta y vi a un dragón de agua a punto de impactarme, con una rapidez que no sabía ni que tenía lo destrocé completamente.

Cogí varios shurikens y se los lancé.

-¡Elemento agua cinco tiburones hambrientos!-gritó esquivándolos.

Creo varios tiburones que se lanzaban contra mí a unas velocidades increíbles. Golpeé al primero provocando su desaparición, el segundo lo esquivé, el tercero consiguió alcanzarme pero no me tumbó, el cuarto lo aplasté contra la acera, el quinto pude retenerlo y devolvérselo al amo, el segundo volvió a atacarme. Y así constantemente.

Conseguí derrotarlos pero acabé bastante herida, si os preguntáis porque no me cure fue porque aun me preocupaba Kakashi y quería guardar el poco chacra que me quedaba para él.

También quería curar a Kiba por si salía herido.

Lo observé, seguía envuelto en su técnica, creo que le di demasiado empuje.

Mejor, mientras este ahí dentro estará a salvo.

Se me escapó un grito de dolor y me dirigí la mano a la cintura. Ese estúpido tiburón me ha herido más de lo que esperaba.

Aun así seguiré luchando.

Me abalancé sobre él y comencé a pegarle puñetazos sin tener en cuenta que las heridas de mi piel se abrieran.

Pero al séptimo golpe otra visión me vino a la mente.

En ella podía ver a Tsunade muriéndose mientras protegía a un ninja, como la hokage que es. Naruto perdía el control y una gran explosión azotaba el lugar...

No pude ver más...

Fue como si me hubieran echado de mi propia visión...

No tengo tiempo que perder aquí.

Salí corriendo rezando en que Kiba estuviera bien.

Llegué donde estaban los demás y mi visión estaba a punto de realizarse.

¡Me tengo que dar prisa!

Cap 23: ¿Muerta?

Es hora de poner a prueba mi velocidad.

Vi al falso Kisame lanzando una lanza de agua, y creo que eso fue lo que mató a Tsunade.

No estoy muy segura, porque en esta visión ha sido muy extraño.

Lo he visto todo muy rápido como si lo viera desde fuera. Encima cuando Naruto enloqueció sentí que tiraban de mí para que volviera a la normalidad.

¿Por qué ha sido tan extraña esa visión?

No importa, salvaré a Tsunade aun a costa de mi vida.

Corrí con todas mis fuerzas y las pocas personas que estaban allí, entre ellas Naruto un poco herido, me vieron llegar.

No pensaba detenerme, cargué el chacra que me quedaba en los pies y aumenté mi velocidad.

Kisame me vio llegar y tras lanzar el ataque a un ninja herido empezó a lanzarme bombas de agua para retenerme.

Pues lo tienes claro.

Las esquivé saltando a una pared, luego al suelo, desapareciendo, desviándolas, repeliéndolas...

Cuando hay alguien en peligro parezco otra persona.

Estaba a punto de llegar cuando los ataques se hicieron más constantes.

Esta vez me lanzo un tiburón tremendamente grande, no voy a poder esquivarlo, pero para mi  sorpresa vi a Naruto correr junto a mí, bueno en realidad a dos... Uno a cada lado así que supuse que eran copias.

Me cogieron de los brazos y me impulsaron con todas sus fuerzas hacia delante, gracias a su ayuda conseguí esquivar el tiburón sin tener que pararme.

Pude observar a Tsunade que estaba dispuesta a proteger al ninja.

-¡Por encima de mi cadáver!

Cuando llegué empujé a Tsunade y espero no haberle hecho daño y cuando quise darme cuenta...

La flecha me atravesó el abdomen.

En mi boca nació un hilo de sangre y comenzó a derramarse hasta morir en el suelo.

Esto sí que ha sido patético.

¿Que esperaba?

No soy tan fuerte como creo.

Al menos estoy feliz de haber salvado a Tsunade.

Y con un poco de suerte moriré, llevándome a la maldición conmigo.

Sonreí ante este último pensamiento.

Por fin habría paz en el mundo.

-¡Sakura!

Ese gritó era de Naruto y Tsunade.

Levanté mi vista y comencé a ver borroso, pronto me desmayaría. Aun así pude ver a Tsunade levantándose y a Naruto sujetándome el brazo para evitar caerme.

Los otros ninjas que estaban ahí me miraban asustados y Kisame sonreía satisfecho.

-¿Estás bien?-pregunté al ninja que acababa de salvar.

Él solo atinó a asentir, creo que aun sigue en shock.

Escupí más sangre.

-¡Sakura! ¡Aguanta! ¡Ahora te llevamos al hospital!-me gritó Naruto.

¿Hospital?

Malo.

Quiero morir y terminar con la maldición.

Si lo consigo no me importaría reencarnarme y poder estar con Naruto...

¿¡PERO QUE DIABLOS ESTOY DICIENDO!?

Es evidente que estoy divagando.

-¿Por qué no habéis acabado con él?-pregunté.

-No es fácil atraparlo.

-¿Atraparlo? ¿Para qué?

-Para interrogarle.-dijo Tsunade con cara de preocupación, acababa de llegar.- Dijiste que el de verdad estaba lejos, ¿No? Queremos averiguar donde están.

-No lo vais a conseguir, esa persona está controlado por ellos, lo más seguro es que lo maten si los capturáis.

-¡Maldición!-por un momento sentí que me estaba llamando.- ¿Y qué hacemos ahora?

-¡Un momento!-dijo Tsunade sin hacer caso omiso a lo que acababa de decir Naruto.- ¿Capturáis? ¿Hay más?

-Así es... Hay dos para ser exactos.

-¿¡Donde está el otro!?

-Naruto, tranquilízate...-dijo Tsunade.

-¡Pero...!

Las piernas me comenzaban a fallar y Naruto pudo darse cuenta de eso. Se posicionó detrás mío me mantuvo de pie agarrándome fuertemente por la cintura.

Le habría gritado, pero estoy demasiado herida...

-¿Sabes dónde está el otro?-me preguntó Tsunade sonriente, aunque no ser porque tengo la sensación de que esa sonrisa es provocada por el abrazo que me está dando Naruto.

-Lo siento, no dispongo de esa información...

-¡No pasa nada! ¡Nos has avisado de que hay otro más! ¡Ahora no podrán atacarnos por sorpresa!-dijo Naruto intentado animarme.

-Pero...-al oírme hablar pusieron atención.

-¿Qué ocurre?

-Hay dos enemigos iguales a ellos en la entrada de Konoha, no se pueden matar, ni siquiera herirlos...

-¿¡Cómo que no se pueden matar!? ¿¡Entonces como acabamos con ellos!?-gritó Naruto sin tener en cuenta que estaba al lado de mi oído.

Hice una mueca de incordio, no es agradable que te griten al oído, ahora entiendo lo que ha tenido que sufrir Naruto cuando lo hice...

Aun así lo hice por el bien de su vida...

Pero nada...

No lo conseguí...

No pasa nada, tengo muchos intentos más para alejarlo de mí.

¡Tengo que salvarlo cueste lo que cueste!

-¡Naruto! ¡Acabas de gritarle a Sakura en el oído!

-¿¡Queeee!?-me apretó más fuerte hacia él.- ¡Perdona! ¡Es que cuando me enfado no controlo y...! ¡Lo siento mucho!

-No tienes porque disculparte...

-Perdón.

Ni caso.

La lanza hecha de agua comenzó a perder fuerza y ahora es un bonito charco en el suelo.

-La única forma de vencerlos es... Terminar con los falsos Akatsukis...-dije señalando al falso Kisame.

-Pero entonces no podremos interrogarles ni aunque los dejaran vivos.-reprochó Naruto.

-Son inteligentes...-dijo Tsunade.- Así se aseguran de que no revelen su posición.

-Ellos se encuentran lejos de aquí, este ataque es solo para analizar las habilidades de Naruto.

-¿Como lo sabes?-preguntó Naruto.

-Una corazonada.

Sé que estoy pareciendo muy misteriosa y con eso lo único que voy a conseguir es que me investiguen por mi extraño comportamiento, pero estoy herida y ha sido lo primero que se me ha ocurrido.

¡Ni loca les voy a decir que puedo ver visiones!

¡Lo que me faltaba! Para que Shikamaru sospeche más de mi...

-Eso significa que van a por Naruto...-dijo Tsunade.

-¡Entonces tenemos que pararles los pies!-grité.

Intenté moverme pero mi cuerpo no pensaba igual y no pude hacer nada más que gritar de dolor.

-¡Sakura! ¿¡Pero qué rayos estás haciendo!?-gritó Naruto, esta vez tuvo cuidado con mi oído.- ¡¡Estás herida!! ¡¡No puedes moverte!!

-¡Claro que puedo! ¡Ahora lo vas a ver!

Intenté moverme, otra vez, pero el resultado fue el mismo.

-¡Mira que eres terca! ¿¡Te quieres estar quieta!?-dijo apretándome más fuerte contra su cuerpo.

-¡No!

-Sakura, estás herida, no te muevas.-me dijo Tsunade.

-Si hokage...-dije escondiendo mis ojos en el flequillo mientras me calmaba un poco.

-Gracias...

¿Eh? ¿Me lo ha dicho a mí?

-Naruto... ¿Me lo has dicho a mí?

-Sí, gracias por defenderme.

-¿Eh? Yo no te he defendido.

-Claro que sí, cuando Tsunade ha dicho que iban a por mí tú has querido acabar con ellos.

Debo admitir que por primera vez un leve sonrojo se hizo presente en mi rostro, algo que no pasó desapercibido por Tsunade.

-No... No lo he hecho por ti.

-¡Un momento! ¿Quién está luchando contra los enemigos de la entrada?-me preguntó Tsunade preocupada.

-Kiba, antes estaba ayudándole pero he tenido que venir aquí.

-¿Por?

-Ibas a arriesgar tu vida por este ninja, ¿No?-dije señalándole con la cabeza.- Me alegro de haberlo evitado.

-¿Cómo sabías que yo...?

-No lo sé, solo lo presentía.

-Entonces... ¿Cuándo venías corriendo era para salvar a Tsunade?-esta vez fue Naruto el que hablo.

-Así es.

-Sakura...-vi a Tsunade a punto de llorar.- No deberías haberte sacrificado por mí.

-¿Y dejar que la hokage de Konoha muera? De eso nada, no si yo podía evitarlo.

Intenté regalarle una sonrisa pero no podía, estaba llegando a mí límite. Los parpados se me cerraban solos y ya no sentía el brazo izquierdo.

-Por favor, prometerme una cosa...-dije casi en un susurro.

-Dinos.

-No muráis, por favor...


Dicho esto me desmayé, perdí el sentido y lo único que pude oír fue que alguien gritaba mi nombre.

¿Voy a morir?

¿Será este mi fin?

Cap 24: Pensando en él...

Sentí un pinchazo agudo en la cabeza provocando que abriera los ojos lentamente.

No sé dónde estoy...

Lo que es seguro es que no hay mucha luz...

Conseguí incorporarme con el cuerpo un poco dolorido.

Observé mi habitación, la luz de la luna no ayudaba mucho pero pude comprobar que era una habitación blanca con un camilla vacía al lado, un baño al fondo y un jarrón con flores en una mesita contra la pared.

Un momento... ¿Luz de luna?

Abrí las ventanas de par en par y pude comprobar que era de noche, si no recuerdo mal me desmayé de día...

¿Cuánto tiempo llevo durmiendo?

Aunque si te soy sincera pensé que iba a morirme.

¡Qué alivio! Podré ver a Naruto de nuevo.

Abrí los ojos como platos.

¿¡QUEEEEEEE!?

¿¡CÓMO QUE VOLVER A VER A NARUTO!?

¿¡ES QUE ME HE VUELTO LOCA!?

Creo que me han echado algo en el suero...

Sí, tiene que ser eso...

Lo más extraño es que ese último pensamiento me ha venido solo, no he podido evitarlo. Me pasó lo mismo la primera vez que me acorraló contra la pared, no pude evitar apoyarme en su hombro.

Sacudí mi cabeza para alejar esos pensamientos.

No entiendo que me pasa, creo que no he dormido lo suficiente...

Eso es... Estoy cansada... Eso lo explicaría todo...

Giré a mi derecha y vi otra camilla que aparentemente había estado ocupada hasta hace poco. Estaba revuelta y la almohada estaba a punto de caerse.

Me acerqué a ella y vi la hoja de datos. Todos los pacientes tienen una, que han tenido que rellenar los médicos previamente.

Era de Kakashi y le habían dado el alta hace unas horas.

Suspiré aliviada, al menos sé que está bien.

Ahora es mi turno, tengo que saber si ya me han dado el alta, observé mi hoja y sí, tenía permiso para marcharme, menos mal...

Suspiré y estuve a punto de salir, pero en ese momento me percaté de algo, ¡Estoy con la bata del hospital!

Ya sabéis, esa bata azul que se abre por detrás y tienes que andar pegada a la pared para que no se te vea nada... Sí, esa bata.

Busqué por toda la habitación y no había rastro de mi ropa.

¿Naruto no habrá sido capaz de quitármela para que ande desnuda por la calle?

No, el no es así...

¿¡POR QUE NO PUEDO DEJAR DE PENSAR EN EL!?

Sakura cálmate, lo único que pasa es que estas muy cansada...

Además si no recuerdo mal me desmayé en sus brazos, así que creo que por eso pienso tanto en él.

Me sentiré culpable...

Por cierto... ¿Qué pasó con Akatsuki?

¿Se libraron de ellos?

¿Y qué tal estará Kiba?

¿Y Naruto?

¿Y si dejo de pensar en él?

Si creo que será lo mejor.

Al final le voy a dar una diana a la maldición, y es lo último que me faltaba.

A lo que iba...

¿A que iba?

Si ni siquiera tengo una casa, ya que aun no he llegado a ella. Esto es un poco irónico.

Tampoco tengo ropa.

¡Qué remedio!

Me toca salir así, y a quien no le guste que verme así, que no mire.

Mejor para mí.

Salí de la habitación y estuve una hora, lo calculé por el reloj, buscando la salida.

Se me ha olvidado que tampoco tengo sentido de la orientación...

En serio necesito un mapa...

Y ver a Naruto.

Me golpeé mentalmente.

¡¡YA ESTÁ BIEN!!

Creo que me ha tenido que hacer algo mientras dormía...

Si no esto no es normal...

¿Me habrá violado?

No... El no es capaz.

¿Y si fuera por qué necesito tener una visión?

Tal vez, mi mente me esté avisando.

Bueno, no pruebo nada por probar.

O tengo razón, o he perdido la cabeza.

Cuando salí al exterior el viento fría golpeó suavemente en mi rostro.

La noche era perfecta.

Me encanta la luna llena...

¡Atención!

Estoy semidesnuda en la calle y yo pensando en la luna.

Creo que lo más lógico sería ir al despacho hokage, supongo que mis maletas seguirán ahí.

Como no quería perder más tiempo fui saltando de tejado en tejado. Desde el aire podía ver todo mejor y pude llegar antes.

Suspiré recordando el laberinto que era ese edificio.

-Toca buscar...

Debería decir: "Toca perderme".

Y no me equivoqué, para nada.

Llevaba tres cuartos de hora y ya me había perdido tropecientos veces, y para colmo no encuentro las escaleras para subir, vamos que sigo en el primer piso, aun...

No lo voy a encontrar nunca.

En ese momento sentí como tiraban de mí. Dirigí mi mirada abajo y vi a Akamaru.

¡Sí! ¡Mi salvación!

Y encima está bien, así que supongo que Kiba también...

Qué bien, al final no han habido heridos.

-Akamaru, ¿Me llevas hasta la hokage?

El perro ladró como si me hubiera entendido y salió corriendo.

Los seguí sin intentar no perderle de vista.

Por fin, llegamos al segundo piso, me guió hasta el despacho hokage pero cuando estuve a punto de tocar la puerta...

-¿Otra vez Shikamaru?-era la voz de Ino.

-Shikamaru, no deberías acusar a nadie sin prueba alguna.-dijo Tsunade firmemente.

-Tengo varias pruebas.

-¡Que tenga cambios bruscos de humor no significa que sea una enemiga!-gritó Naruto furioso.

Perfecto, están hablando de mí.

¡A poner la oreja!

Me acerqué todo lo que pude y por suerte no tuve ninguna visión cuando toqué la puerta. De reojo pude ver a Akamaru imitándome.

Me tuve que aguantar una carcajada.

¿Os imagináis a un perro pegado a una puerta para espiar? Pues eso estaba haciendo.

Me pareció algo adorable

La conversación Sakura, la conversación.

-Naruto, cálmate...-ese era Sai.

-No solo son sus cambios de humor, ¿La habéis mirado a los ojos? Es como ver a la muerte en persona.

-Eso no es verdad...-dijo Ino.- Yo la he mirado y no he visto eso.

-Yo sí.-esta vez contestó Hinata. ¿Ella sí? Que yo sepa no me ha visto con la mirada glacial.

-Ino, digo cuando pone esa mirada fría como el hielo, como si no tuviera sentimientos.-siguió Shikamaru.

Tengo que tener mucho cuidado con este sujeto.

-Yo también lo vi.-me sorprendí al oír la voz de Jiraiya, parece que todo el mundo está contra mí.- Le envió esa mirada a Naruto, justo cuando la acorraló contra la pared. Lo vi desde la ventana.

-¿Y qué hacías ahí Jiraiya?-preguntó Tsunade con ese tono que da mucho miedo.

-¡Comprobaba la calidad de las ventanas!

Toma excusa tonta.

-¿No tienes nada mejor?

-Tsunade, yo solo... Es que esa niña me preocupó y me quedé vigilándola.

-Eso suena más creíble.

-Y encima...-siguió Shikamaru. ¿Que tiene más? ¿Es que nunca se le acaban los argumentos?- Ella ya sabía que esos no eran los verdaderos, también sabía por dónde iban a atacar a Naruto y consiguió partir a Samehada en dos.

-Shikamaru, eso no tiene nada que ver.-Ino al menos me defiende pero no debería hacerlo, aunque si consigue quitármelo de encima, mejor.- Tsunade también consiguió romper la espada de Kisame.

-Tsunade es la hokage, ella no.

-He podido comprobar que tiene la misma fuerza que Tsunade.-dijo Jiraiya.

-¿Y no os extraña?

-¿Por qué debería hacerlo? Yo a su edad también era así de fuerte.-respondió la hokage.

-Y para colmo.-dijo Shikamaru evitando la respuesta de Tsunade, supongo que se vio acorralado.

-¿Aun ahí más?-dijo el rubio claramente molesto.

-Sí.-hizo una pausa para tragar saliva.- Además sabía que Tsunade iba a proteger al ninja. ¿Cómo lo hizo si estaba luchando en la entrada? Y esa es otra, también sabía que los de la entrada no eran los verdaderos.

Nota mental: Matar a Shikamaru y que parezca un accidente.

Vale, no creo que haga eso, pero más le vale estar bien lejos de mí si no quiere acabar surcando el espacio.

-No creo que eso tan grave para estar juzgándola.-no sabía que Kakashi también estaba ahí.

Yo estoy perdida... ¿De qué se me acusa?

-Y encima...-¡Dios! ¿¡Dónde tiene el botón de apagado!?- La manera en la que le hablo a Kisame fue un poco... ¿Cómo decirlo? Suicida.

-¡Ya está bien, no!-gritó Naruto con furia.- ¡No la conoces y ya la estas juzgando! ¿¡No crees que al menos deberías conocerla mejor!?

-Lo mismo te digo Naruto... ¿Tú la conoces?

Hubo un gran silencio y yo me pegué más a la puerta, Akamaru me imitó. Me pareció extraño que estuviera tan callado, pensé que iba a ladrar, menos mal que es un perro tranquilo...

Bueno, eso cuando no está aplastando a su amo.

-No puedo decir que la conozca del todo, pero no voy acusándola así sin más.

Cierto, la conversación.

Debería dejar de despistarme tan fácilmente.

¡Un momento!

¿¡Por qué Naruto sigue defendiéndome!?

Tenía las esperanzas de que Shikamaru le hiciera creer que soy mala persona o algo así.

-No puedes decir ni que la conozcas Naruto, lo único que has hecho ha sido cruzar algunas palabras con ella, y no han sido de cortesía, precisamente.

-Yo... Sigo creyendo que no deberías juzgarla porque quieras.

-No lo hago porque quiera, estoy siendo precavido.

-Yo estoy con Naruto.-dijo Ino.- No me parece normal que andes acusando así a Sakura, sobre todo tu Shikamaru que siempre dices que no hay que juzgar un libro por su portada.

-No la juzgo por sus apariencias si no por sus acciones.

¿He cometido algún delito? Porque entonces no entiendo a que se refiere Shikamaru.

-Yo estoy con Shikamaru.-la fastidiosa voz de Hinata tuvo que hablar.

-¿Hinata?-esta vez hablo Tenten. Mira que bien, en vez de estar durmiendo están debatiendo sobre mí.- ¿Tu también piensas que Sakura no es de fiar?

-No, no es eso. Quiero decir que apoyo lo que ha dicho Shikamaru, es mejor ser precavidos.

-¿¡Ser precavidos para que!?

-Para evitar cualquier sorpresa Naruto.-Shikamaru parecía no querer darme tregua.- Podría ser miembro de Akatsuki.

¿¡Perdón!?

¿¡Miembro de Akatsuki!?

¡Es que ni muerta!

Como siga así, aquí va a arder Troya.

Que se metan conmigo me importa un pimiento pero que me confundan con esos asesinos no lo consiento.

Eso lo tengo más que claro.

-¿¡De Akatsuki!? ¡¡Venga ya, Shikamaru!!

-Naruto baja el volumen.-ordenó Tsunade que hasta ahora se había mantenido excluida de la conversación.

-Ahí te equivocas.-dijo Kakashi.- Si fuera miembro de Shikamaru no habría puesto su vida en peligro para protegerme.

-Podía haberlo hecho para ganarse nuestra confianza.

-Eso lo veo absurdo.-dijo Jiraiya.- Si fuera de Akatsuki habría unido fuerzas con ellos, ¿Para que pondría su vida en peligro si podía haber acabado con todos nosotros ahí? Además, si no me equivoco, creo que fue ella la que nos aviso del ataque sorpresa. ¿No?

-Así es.-siguió Tsunade.- Vino corriendo solo para preguntarme donde estaba el jinchuriki
de la aldea y así poder ponerlo a salvo.

-¿Estás tan seguro de que una espía de Akatsuki haría eso?-dijo Ino.- No creo que haga todo eso para ganarse nuestra confianza y luego atacarnos a todos pudiendo matarnos antes, eso sería un suicidio y una estupidez.

-Y para colmo...-dijo Tsunade repitiendo el tono de voz de Shikamaru.- Me salvó la vida.

Más silencio.

-Yo lo vi todo, venía corriendo muy herida solo para proteger a Tsunade sin importarle si acababa atravesada por el ataque de Kisame.-dijo Naruto.

-Lo sé, pero... ¿Cómo lo sabía?

-No lo sé...-esta vez habló Kiba. Ahí está su dueño, tenía miedo porque pensé que Akamaru ladraría y me descubriría pero no hizo nada, menos mal...- Yo la vi salir corriendo muy herida sin importarle nada. No supe porque lo hizo hasta que me contaron lo que pasó.

Mucho más silencio.

-Por cierto... ¿Cómo estará? Lleva dormida mucho tiempo...-susurró Ino, fue un milagro que pudiera oírlo.

Bien... Creo que se ha acabado la "investigación".

Miré a Akamaru y me dio la sensación de que me asentía.

-Nos toca entrar.-le susurré al perro.

Él movió la cola en señal de respuesta.

Sí que es inteligente este perro.

Me gusta mucho.

Toqué la puerta tímidamente, y no sé por qué.

Supongo que la razón ha sido el que hayan estado hablando de mí.

-Adelante.

Abrí la puerta y esperé a que Akamaru pasara, después entré yo.

Todo el mundo se me quedó mirando, creo que es porque voy en bata, solo en bata, y encima la del hospital.

A Naruto no pareció importarle o no se dio cuenta, ya que se me abalanzó encima. Me cogió de la cintura y me apretó hacia él.

Me estaba dando... Un abrazo...

Mejor dicho... Otro abrazo...

Puso una de sus manos en mi cabeza y me acarició el cabello.

-Menos mal que estás bien.

¿Por qué me siento así en sus brazos?

Esta sensación tan cálida y este sentimiento de seguridad.

Me siento protegida en sus brazos.

Pero... ¿Por qué?