La Ultima [TP] 16/03/13

Ambos se encontraban tumbados en la cama, Sakura dormitando recostada sobre el pecho de Naruto, y él con su brazo posesivamente sobre ella.

—Te amo—dijo él dándole a Sakura un pequeño beso en la coronilla.

Ella abrió sus ojos, pensando por un momento.

—Hola—dijo suavemente para luego dejar la posición en la que estaba y sentarse sobre la cama—¿Cuantas hubo antes de mi?—la pregunta salió de manera repentina.

—¿A qué te refieres?—Naruto estaba algo extrañado y riendo un poco.

Sakura se acercó al rubio y tomo su mano.

—¿Cuantas amaste antes que a mí?—.

—¿Amar?—preguntó algo sorprendido—Cinco… Amé a cinco mujeres antes que a ti—dijo decidido.

—Cuáles son sus nombres?—

–Quien… Qué… Cuando… Donde… Porque—.

—¿Me puedes hablar sobre ellas?—.

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Quien amé fue una chica de la universidad, yo no era exactamente cercano a ella. Pero con alguno que otro hecho superficial y algunas interacciones a través del semestre, ya sabes, como la mayoría de los hombres fantaseando sobre una chica que apenas conocen, caí ante ella como si fuera un personaje de cuentos de hadas… Y en quien se convirtió ella dentro de mi cabeza probablemente fue mejor que en la realidad. 

—Ella era de tercer año, una chica popular… Y yo era de primer año, un novato—.

Pero las pocas veces que pudimos estar juntos fuera de clases realmente me permitieron ver que ella tenía un buen corazón y un espíritu brillante… El único problema fue, que paso igual que con cualquier otro chico. Y mientras ella me rechazó de buena manera, juro que hubo momentos donde parecía que la típica chica popular quizás sentía algo por el típico extraño chico de primer año.

Que amé fue una vieja amiga, pero en realidad era mucho más que solo una amiga. Nos conocimos temprano en la universidad y nos mantuvimos en contacto años después. Nos vimos mutuamente crecer, cambiar y pasar a través de múltiples relaciones… Vi a sus diferentes novios ir y venir, y ella también estuvo ahí por cada una de mis novias y rupturas… Personalidad, humor, gozo, todo estaba allí.

—Ella y yo fuimos casi perfectos… Lo único que no perfecto era nuestra sincronización—.

Nunca estábamos solteros al mismo tiempo y lo que amábamos el uno del otro nunca fue suficiente para terminar con quien estábamos en ese momento… Eso fue algo que eventualmente tuvimos que enfrentar y aceptar, tuvimos que dejar lo que teníamos.

Cuando amé fue mi primera novia en secundaria, es algo injusto porque ese momento es una combinación de ambos, amor y juventud… sentir amor a esa edad es único e imposible de reemplazar o recrear, porque solo podemos pasar por esa edad una vez.

—La secundaria fue una época de inocencia, descubrimientos y aventura—.

Nosotros compartimos esos tres elementos juntos en cosas como nuestro primer beso, escaparnos de casa tarde por la noche e ir a ver malas películas, todo eso ahora es un amor nostálgico, preservado en un momento que ninguno de los dos podemos tocar, pero que sabemos que está ahí.

—Aunque solo éramos unos niños, en mi mente no hay ninguna duda de que en ese momento estábamos enamorados—.

Donde amé fue una chica que conocí en Los Angeles, nunca pretendí quedarme allá por tanto tiempo. Era solo una pasantía de seis meses después de graduarme, pero todo cambio cuando la conocí… Pronto un año había pasado, y de alguna u otra manera otro año después de ese también. 

—No podía dejar la ciudad, no podía dejarla a ella—.

Quizás era mi deseo valerme por mi mismo o probarle algo alguien allá en casa. Ella me ayudo a lograrlo allá, con nuestra relación reflejada en la ciudad en donde estábamos. Nuevas energías, nuevas experiencias, eso realmente me presiono a madurar más que nadie o nada en ningún otro lugar.

—.Cuando las personas me preguntan qué ciudad amo más… Yo digo Los Ángeles, la ciudad donde más amé—

Porque amé fue una cercana amiga mía que paso a mejor vida, ella me dijo después de que la diagnosticaran que la muerte no era lo que más la entristecía, sino el hecho de nunca tener el sentimiento de haberse enamorado, el nunca poder llegar a sentir esas emociones, buena y malas, de ser herido o de ser sanado.

—Después de que murió esas palabras fueron lo que más se quedaron en mí—.

Me enseñaron que uno de los mejores regalos que tenemos al estar vivos es la habilidad de dar, recibir e incluso perder amor… Hay tantas personas como ella, cuyas vidas terminan antes de poder tener alguna de esas experiencias. Que desperdicio si nosotros no tratamos de amar en nuestras vidas… Ella me hizo entender porque, porque no desperdiciar nuestras vidas no amando.

Después de todo eso, lo único que le quedaba a Sakura era dan un gran suspiro y mostrarle a Naruto lo que pensaba.

—Ahora entiendo—dijo viéndolo a los ojos y dándole un pequeña sonrisa.

Naruto la tomó de la mano.

—Tu eres la Sexta—.

—La sexta… Entonces ¿Cuál de ellas soy yo?—.

—Tú no eres una de ellas… Porque tú eres todas ellas. Tú eres quien amo, la chica en el pedestal, la fantasía que hace creer cosas que realmente son verdad… Eres que amo, profundidad, bromas, la mejor amiga… Eres cuando amo, una nueva historia empezando contigo, somos los jóvenes amantes, los viejos nosotros que recuerdan las antiguas historias… Eres donde amo, porque iría a cualquier lugar, solo para estar contigo… Eres porque amo, porque antes de ti, realmente no entendía lo que estaba buscando, pero ahora que nos encontramos el uno al otro, le has dado a mi pasado y futuro un significado…—.

Naruto tomó entre sus manos el rostro de Sakura dejándolo muy cerca del suyo, y con un pequeño susurro dijo antes de besarla.

—Tú eres la sexta… Tú eres la última—.