A Última Hora [TP]

—Entonces… ¿Qué nos falta? —Preguntó en un susurro Lau.

Movió sus ojos hacia la mayor de sus compañeras dando a conocer la fe que le tenía a la misma.

Lima suspiró aceptando el desafío. Ante la expectante mirada de sus compañeras cogió el papel de las manos de Ferrari, todo gastado y quemado los bordes para darle un aspecto cúl. Se acomodó los lentes gashers y frunció el entrecejo. Hacía tiempo no veía un código tan difícil de descifrar. “Letras” con formas de Pony’s y barney’s, o quizás una araña deforme… Nadie sabe lo que son en realidad.

Poniendo todo su esfuerzo, tomó una libreta  y comenzó a traducir los jeroglíficos que solía escribir el jefazo con las instrucciones de lo que debían comprar para comer “sanamente”.

—Sam aun no entiende que no entendemos ni estudiamos en hebreo… —Replicó Kim comenzando a preocuparse… casi era la hora.

—Pensé que era egipcio —Dijo Lau en un suspiro.

—Definitivamente, debemos hacerle caligrafía —murmuró Nathi recibiendo una afirmación de parte de sus amigas, corrigió algunas cosas dejando lo más coherente que pudo salir de ese criptograma—. Ya está, es leche de gallina de chocolate.

Todas se encogieron de hombros y siguieron con su búsqueda en el supermercado.

—¿Eso existe?

—Llevémosle una leche, una gallina y el chocolate nos lo dejamos nosotras —Sentenció Kim con una sonrisa malvada—. Hasta el momento no se ha descubierto ese tipo de leche, supongo.

—Chocolate… —Murmuraron Nathi y Lau al mismo tiempo lamentando estar a dieta mientras cascaditas rodaban por sus ojos y las tripas les rugían salvajemente con la sola mención del dulce.

—¡Hala! Otro cumpleaños más —Dijo Ferrari apuntando hacia el MC Donald’s que estaba del otro lado, todo lleno de globos y comida por doquier.

Comida…

Unos cuantos babeos después.

—¿Qué le pasa a la gente? ¡Ya hemos visto cuatro cumpleaños en solo 8 minutos! —Exclamó Kim fastidiada—. ¿Es que acaso Mayo es el mes de la natalidad?

Lima negó con la cabeza. —Gracias al cielo no tenemos un cumpleaños que nos incluya por ahora.

Caminaron un poco más recolectando lo que pedía la lista, fueron a la caja que curiosamente está al lado de la sección de pastelería, lo que les permitía comer, quiero decir, ver algunas tortas y cosas dulces.

—Mira, hay una torta que dice: “Feliz cumpleaños Emma” Y esta pedida para la dirección de Sam…—Dijo Lau señalándola.

Todas se miraron asustadas, un escalofrío les recorrió la espina dorsal.

—Dios… Olvidamos…

—Olvidamos las gaseosas… —Susurró Kim mirando el carrito de supermercado.

—¡Lo sabia! No importa, hay jugo en casa.

Y pasaron la tarjeta de crédito a nombre de Rey Gravemind.

.-*

Papita suspiró golpeando suavemente el hombro de su amiga que lloraba desconsoladamente mirando la tv. —Lima… la película…

—¡¿CÓMO ES POSIBLE TANTA EMOTIVIDAD EN UNA PELICULA?! —Exclamó con unas cascadas saliendo por sus ojos y moviendo las manos para agregarle drama al asunto.

—Nathi… —Fue interrumpida nuevamente.

—¡LOS ANIMALES! ¡SU AMOR ES TAN GRANDE! —Tomó una hoja de papel para usarla de pañuelo (Culpen al presupuesto) y secarse las lágrimas.

—Nathi… —Reiteró con un tic en la ceja.

—¡MADRE DE DIOS QUE ES TAN TRISTE! ¡Y EL PERRITO SE- hmmmph phh! —Una mano calló su hablar repentinamente, Lau apareció con un aura demoniaca rodeándola. Lima tragó grueso.

—Nathalie, la película aun no empieza. Como me sigas spoileando, se acaban las galletas Marías, ¿ok? —La aludida asintió y se quedó como roca esperando el comienzo de Hachiko.

Kim rodó los ojos. Sacó su celular y respondió unos cuantos wassap antes de ver las novedades en el feisbuk. —Creo que olvidamos algo… además de las gaseosas, claro.

—También tengo ese presentimiento… —Confirmo Lau—. ¿Trajeron la comida para Sunshain?

—Claro… Esperen un momento… —Dijo psicopateando el perfil de Emma sin piedad. Sus compañeras miraron atentas—. Emma subió una foto de la torta que vimos en el supermercado…

Todas se quedaron pensativas y el horror las invadió.

—Santos gatos… Nunca creí que fuera capaz de robársela… —Murmuró Lima.

—“Agradezco a mi amor, Sam, que gracias a él tengo este delicioso regalo. ¡Te Amooo Toti!” —Narró Kim leyendo la descripción de la foto.

—Encima Sam la robó para ella… —Susurró Lau negando con la cabeza decepcionada.

—C-chicas… —Tartamudeó Lima al recibir un papel que trajo Sunshain en su boca.

El puma venia malhumorado y con una gota de sudor bajándole por detrás de la oreja, a veces solía pensar que era el más cuerdo de esa casa.

—¿Si?

—¿Hoy estamos a…?

—06 de mayo, faltan unas dos horas para que sea 7… ¿Por qué?

Ferrari y Papita se acercaron curiosas, vieron el papel con una fecha y un nombre marcado… Gritaron por toda la habitación mientras corrían en círculos.



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Hace seis meses

—Lau, recuérdate del cumpleaños de Emma, es el 06 de mayo —Dijo Lima mientras corrían escapando de una turba de mamuts. La aludida asintió corriendo con más fuerzas.

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En navidad

—Recuerden el cumpleaños de Emma, es el 06 de mayo —Dijo Lau tomando jugo de durazno con sus amigas.

—Nunca se me podría olvidar —Afirmó Nathi junto a Kim.

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En el cumpleaños de Mikel

—06 de mayo…

—Cumpleaños de Emma —Completo la frase Papita haciendo un guiño.

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Jugando a adivina el animal

—Emma’s birthday —Habló como toda una gringa Zule.

—Of course. 06 of mayou —Respondió Lau sin saber cómo decir “Mayo” en inglés.

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Hace dos días

—Creo que teníamos que recordar algo…

Todas se miraron.

—Naaah —Y siguieron psicopateando a cualquier chica a que se le ocurriera mirar lindo al jefazo.

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El suelo comenzaba a gastarse debajo de sus pies, no paraban de correr en círculos hacía ya diez minutos, ya no corrían en suelo plano, si no en un agujero circular.

—¿¡Que vamos a hacer?! —Gritó Kim aun corriendo en círculos.

—¡No sé! ¡Solo sigue corriendo!

—¡Amazonas! ¡No entren en pánico! —Dijo Nathi dejando de correr. Sunshain se le acercó para pasarle un micrófono de quien sabe dónde—. Gracias lindo gatito —Agradeció al puma que se iba a echar a la alfombra—. ¡Escuchen!

Lau y Kim seguían corriendo en su fosa circular haciéndola cada vez más profunda, la agente N suspiró y les arrojo un balde de agua fría para que le tomaran atención.

—¡Que violencia! —Alegó Kim saliendo del círculo toda empapada.

Lima se aclaró la garganta y prendió el micrófono. —¡Amazonas, es el cumpleaños de nuestra idola so-

—Fue querida… fue… —Susurró Ferrari.

—Todavía ES —Le corrigió Nathi sentenciando con el dedo índice para puntualizar sus palabras—, así que… ¡Haremos como si todo fuera parte de nuestro majestuoso, nada improvisado y épico plan y Ta-daaa!

—Por eso es que te loveamos sou mucho… Tus planes siempre son osoms.

—¿Y cómo lo vamos a lograr en menos de dos horas? —Preguntó Lau preocupada, el tiempo se les venía encima.

—Es hora de aplicar el plan de contingencia —Respondió Nathi muy seria y sus amigas imitaron su gesto. Ninguna sabía muy bien qué significaba pero sonaba cúl.

.-*Veinte minutos después

Frente a ellas se encontraban tres chicos que las miraban con una gota rodando por su nuca.

—Muy bien chicos, los hemos reclutado con tanta premura porque estamos en un estado de emergencia —Habló Kim como toda una militar con una fusta en su mano caminando de un lado a otro frente a los chicos que la veían nerviosos.

—¿Otra vez las agarraron bebiendo jugo de durazno? —Preguntó Ventus en broma, arrepintiéndose de inmediato porque recibió un golpe en la cabeza que lo hizo llorar—. ¡Eso duele!

—¡No estamos para bromas Viento! —Le cortó Kim seria y todos callaron.

—Fue buena idea que ella fuera la que hablara —Le susurró Lau a Nathi y esta asintió.

—¿Qué sucede chicas? —Preguntó Armin con su tono relajado y algo más dulce para evitar recibir un golpe.

—Hoy es el cumpleaños de nuestra ídola.

—¿Y eso en qué me incumbe a mí? —Preguntó Rey fastidiado, recibiendo un golpe por parte de Kim—. ¿¡Y eso por qué fue!?

—¡¡Porque quise!! —Exclamó con una vena en la frente y una mirada que espantaría al mismo diablo, los tres chicos volvieron a callar y a estar firmes—. Queda alrededor de una hora y media para prepararle a ídola algo supah especial.

—En vista del poco tiempo disponible debemos aplicar el plan de contingencia el cual es muy delicado —Habló Nathi seria acomodando sus lentes que brillaron, todos tragaron seco.

—¿P-Por qué es delicado? —Se atrevió a preguntar Ventus.

—Porque debemos separarnos, y solo los gatos saben lo que somos capaces de hacer si las otras no están para retenernos —Explicó Lau y todos sudaron frío.

—¿Se supone que estando juntas son cuerdas? —Volvió a hablar Rey llevándose otro golpe por parte de Kim que le provocó un chichón.

—En teoría —Murmuró Lau mirándose las uñas que estaban sepsimente pintadas.

—Entonces deberemos darnos prisa —Habló Arminius nuevamente.

—Bien. Armin, tú irás con Lau a buscar todos los adornos que hagan falta para hacer lucir espectacular el lugar. Viento, tú irás conmigo a buscar MUUUUUCHA comida. Y como no podíamos dejar a Lima foreveralonius, Rey, tú irás con ella a organizar todas las cosas.

—Zule ya está en movimiento avisando a todos para que asistan —Lau tomó sus cosas lista para salir.

—¿Y dónde será? —Preguntó Arminius siguiendo a la agente L con curiosidad.

—En la casa de Viento/Ventana por supuesto —Respondieron las tres chicas sin dudar.

—¿¡Cómo!? —Preguntó el aludido con incredulidad, e iba a replicar pero las miradas de advertencia desesperada que recibió por parte de Armin y Rey (que aún tenía lágrimas en los ojos por el chichón) le hicieron reflexionar a tiempo, así que suspiró resignado—. Bien, pero ¿no debería ser yo quien organice allá?

—Nathi es la mejor organizadora entre las tres… y créeme, no querrás estar con ella mientras lo hace —Habló Kim con simpleza.

—¡Hey! No soy una obsesa del control —Se quejó la aludida cruzándose de brazos.

Kim y Lau fingieron una tos y comenzaron a caminar.

Ventus y Arminius miraron con lástima a Rey.

.-*

—Fue todo muy hermoso Toti —Sonrió Emma oliendo el ramo de rosas que Sam le había regalado como todo un cursi caballero.

El jefazo le correspondió la sonrisa complacido aunque en el fondo estaba algo extrañado. Emma que conocía la más mínima célula de su sometido… es decir, novio, lo notó de inmediato.

—¿Sucede algo? —Preguntó algo preocupada.

—Es que las chicas no enviaron ni siquiera un mensaje —Le dijo confesó él algo apenado.

—Bueno, la verdad es que no esperaba nada de su parte —Aunque era mentira, muy en el fondo (más tirando a la superficie) ella esperaba alguna locura de parte de las chicas.

—Tal vez si las llamo —Opinó Sam preocupado porque empezaba a verla algo decepcionada, sin embargo no tuvo tiempo de hablar porque una pequeña figura le cayó encima tipo tacleada.

—¡Toti! —Exclamó Emma preocupada, Sam con espirales en los ojos a los pocos segundos recobró la conciencia.

—¿Zule? —preguntó al verla con cara decidida sobre él.

—Una cincuenta y nueve minutos. Por la ventana donde sopla el viento —Y con ese críptico mensaje, la pequeña Zule salió corriendo como alma que persigue un gato-patata.

—Eso fue extraño —Murmuró Sam, ya que las chicas habían olvidado un minúsculo detalle.

Él era el amo en el juego de no entender ninguna indirecta.
.-*

—¿No era enviarle un mensaje? —Preguntó Maykel al lado de Zule, ambos respirando de forma agitada por la carrera que habían pegado.

Ella lo lepeó.

—¡ESO NO SERÍA ÉPICAMENTE AMAZÓNICO! —Le gritó como si fuera lo más obvio del mundo y siguió con su camino.

.-*

Kim pasaba analizando cada estantería con ojo crítico y audaz, casi como un halcón en la caza de su pequeña e indefensa presa, casi se podían ver la diversidad de chocolates alcoholizados de forma animada huyendo por su vida o resignándose a una muerte cercana cada vez que uno caía en manos de la chica y era arrojado a uno de los dos enormes carritos de mercado que llevaban tanto ella como Ventus.

—Cuanta comida —Murmuró el muchacho con los ojos como platos.

Kim solo asintió enfocada en su tarea.

—Sabes muy bien qué buscar, ¿No? —Preguntó observándola algo divertido obteniendo la misma respuesta de ella.

Era mentira, sencillamente agarraba lo primero que se le antojara.

—¿Cuánta gente irá? —Volvió a hablar Ventus algo fastidiado por el dramático silencio de la agente K y su mirada de concentración.

—Solo lo más allegados a Emma…

.-*

Lau por su parte corría de un lugar a otro llenando a velocidad ultrasónica la canasta que Armin cargaba parado en medio del lugar, dificultándosele la tarea a medida que ella colocaba cosas al punto de casi tener que hacer malabares por la gran montaña que le ocultaba hasta el rostro.

—Lau, linda… —La llamó y su voz sonó algo ahogada debido al montículo de cosas que llevaba encima en precario equilibrio. Dios no le permitiera dejar caer ni una partícula de polvo de aquellos objetos—. Creo que con esto podrán hacer un gran trabajo.

—¡No lo entiendes Armin! ¡¡Es el cumpleaños de Ídola y todo debe quedar PERFECTO!!

—Y lo entiendo —Afirma él con la cabeza solemnemente—. Pero…

.-*

Zule y Maykel, quienes habían llegado de su ajetreada tarea de repartir las millones de invitaciones… que en realidad solo habían sido unas cuatro… el punto es que ellos junto con Rey trabajaban limpiando y organizando la casa de Ventus bajo el yugo dictatorial de la Agente N.

—¡Movimiento esclavos! El jefazo deberá estar llegando en menos de una hora —Dijo Nathi consultando la hora en su reloj, luego se dio cuenta que no cargaba así que revisó en su celular.

—¿Qué tal si nos ayudas un poco? —Murmuró Rey de mala gana mandándole una mirada asesina.

—Eso hago querido —Sonrió ella de forma angelical mostrando disimuladamente un látigo por detrás de su espalda haciendo sudar frio a todos los presentes—. De no ser porque los tengo perfectamente coordinados Zule se estaría acabando los chocolates de puerconejos, tú te beberías todo el alcohol de la casa y Maykel sería un parásito inservible.

—¡Hey! —Se quejó Maykel, todos lo observaron así que un sonrojo cubrió sus mejillas aceptando la verdad y guardó silencio.

—Esta es nuestra oportunidad de mostrarles a todos…

.-*Kim

—…lo tiernas, dulces, cariñosas…

.-*Lau

—…amorosas, loveables y diabéticas que somos.

.-*Armin, Rey y Ventus

—¿No crees que estás exagerando?

.-*Dividir la pantalla en tres partes iguales mostrando a unas Kim, Lau y Nathi furiosas con venas sobresaliendo de sus frentes y un puño en alto.

—¡SILENCIO UKE!

.-*

Un escalofrío le recorrió el cuerpo.

—¿Qué sucede? —Preguntó Emma intrigada

—Nada, es que sentí que las chicas abusaban de su poder de convencimiento —Dijo restándole importancia pagando los helados que comían en un centro comercial.

Gracias a sus sexys cuerpos no necesitaban cuidar las calorías, ellos eran sencillamente sepsualos.

Caminaron un rato más tomados cursimente de la mano dejando diabéticos a las personas que pasaban por su lado, al tiempo que ella lanzaba un gritito emocionado cada vez que veía a un animal poniéndole nombres como Pancracio , Jimmy o incluso Moneda (así ya tuvieran uno), todos con diminutivos.

—¡Aaaw Toti este día ha sido perfecto! —Suspiró ella con ilusión jalándole una mejilla al jefazo.

—Em, tu helado —Sonrió el muchacho con la mejilla toda roja riendo al ver como ella se apresuraba a impedir que llegara a empalagarle la mano.

Sam sonrió más amplio. Estar con Emma era una de las mejores cosas que le podía pasar.

—Me alegra que te haya gustado… —Murmuró rojo como un tomate amazónico.

Emma lo besó. Un beso corto, pero lleno de feels y cosas cursis. Gracias al cielo la farmacia estaba cerca, la gente comenzó a amontonarse desesperados por una dosis de insulina.

—Sam… —Susurró la ídola de las amazonas mirando de frente al jefazo.

—¿Si?

—Has pensado en… —Dudó un momento—. ¿Lo de Zule?

Jefazo rio nerviosamente, sabía que algo debía significar, algo importante, quizás algo que tiene que ver con una fiesta épica o cosas cúls, pero nah, si fuera eso hubieran insistido.

—Por la ventana donde sopla el viento… —Repitió Emma—. Ventana… viento… ¿Ventus?

—Él debe saber algo… —Dijo esperanzado.

.-*

—RUUUUUN BITCH RUUUUUN! —Gritó Zule a todo el mundo.

—¡JODER! ¡QUE ES LO MÁS RÁPIDO QUE PUEDO!

—¡TIRAME LA PIÑATA! —Gritó Lau en la cima de una escalera a Armin.

—Ten cuidado —Dijo Armonius intentando no caer en las redes de la hiperactividad.

Kim corría por todos lados, los vasos llenos hasta el tope con “jugo” estaban en una bandeja. Se tropezó con una de las tantas bolsas de supermercado del piso, vio su vida pasar en dos segundos. Gatos, gatos, miau, cosos e incoherencia.

—¡Cuidado! —Lau saltó de la escalera como Indiana Jones colgándose de una cuerda que nadie supo de donde salió para evitar que papita se cayera. La escalera se tropezó con Armin y cayó haciendo un gran estruendo. Las mesas también querían ser populares y todas se rompieron al mismo tiempo.

Ferrari alcanzó a la agente K salvando su vida, pero para la vida de los vasos y su contenido ya era demasiado tarde.

—Gracias Lau… —Dijo Kim abrazando a su salvadora.

—C-chicas… —Tartamudeó Lima apuntando hacia el nortesurestemiau de la casa.

Voltearon y lo que vieron hizo que sus almas salieran de sus cuerpos. Ventus tenía la mirada oculta por la sombra, a su lado, se cayó un florero colmando su paciencia.

Todos tragaron en seco.

—V-Ventus… n-nosotros… —Murmuró Rey que estaba delante de todos porque lo habían elegido como el representante para aquella batalla que se libraría.

—Creo que la fiesta ya no podrá ser aquí… —Murmuró—. ¿Y si vamos al parque de diversiones? —Dijo con una sonrisa angelical.

Todos se miraron nerviosos y asintieron. Hicieron fila y fueron saliendo uno a uno por la puerta.

Viento detuvo a Lima antes de salir. —Que no se les olvide que me ayudaran a limpiar.

Nathi asintió velozmente y se dispuso a caminar cuando de pronto….

—¡YUKIO Y EMMA VIENE ATRÁS DE NOSOTROS! —Exclamó Mari corriendo junto a Obi-nigga.

Y todos explotaron.

—¡¡RÁPIDO!! ¡PLAN B! —Gritó Nathi y todos corrieron en círculos gritando histéricos, ella se palmeó la frente y suspiró—. ¡Ese no! ¡El otro! Zule, sabes qué hacer. Ferrari, tú y Kim vayan por “él”

.-*

—Creo que ya estamAGH —Sam volvió a ser tacleado por una pequeña figura que lo dejó en el suelo.

—¡JEFAZO!

—Zule —Dijo él a duras penas con remolinos en los ojos.

—¿Qué hacen acá? —Preguntó Zulechuga.

—¿Por qué no deberíamos estar acá? —Preguntó Emma con curiosidad.

—¿Acá?

—Sí, acá

—¿Acá dónde?

—¡Pues acá!

—¿De dónde habrá salido la palabra acá?

Y así se mantuvo distrayéndola sin dejar de espatillar al jefazo, hasta que un sonido familiar llegó a sus oídos.

—Ese… es… —El jefazo miró hacia su derecha donde las luces de un vehículo con bocina de gato se acercaba a toda velocidad, frenando a pocos metros de ellos dando vueltas y sacando un humo espeso del que salieron dos figuras en cámara lenta quitándose unos cascos luciendo cúl.

—Gracias por el efecto ventilador Zuleche —Agradeció Kim, Zule luego de hacer un saludo militar salió huyendo.

—¿Chicas? —Preguntó Sam arqueando una ceja.

—¡¡Suban!! —Apremió Lau mientras cada una empujaba a uno de los chicos haciéndolos subir al auto, y luego de unos pocos minutos llegaron a su destino.

—¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS EMMA!! —Gritaron todos haciéndola saltar del susto pero a la vez sonreírles muy feliz.

—¡No lo olvidaron!

—Por supuesto que no —Respondieron con una sonrisa nerviosa y un gesto de mano tratando de quitarse la culpa de encima.

—Todo estaba perfectamente planificado.

—Solo se nos pasó media hora, pero comenzar la celebración a las 12:30 no está nada mal —Sonrió Lau con emoción.

—¿Alquilaron el parque de diversiones Gato-Patata? ¡Debió haberles costado carísimo! —Exclamó Emma abrazando a las chicas con fuerza—. Muchísimas gracias.

—No hay ningún problema. Eres la que hace feliz a nuestro jefazo y una gran amiga —Respondió Nathi con una sonrisa.

—Por eso te lo mereces y mucho más —Agregó Kim.

—¡¡A LA MONTAÑA RUSAAAAAAAAAAA!! —Gritó Zule y todos corrieron a dicho juego con emoción excepto el jefazo que se quedó con sus amazonas.

Se acercó lentamente a ellas, las miró amenazante haciendo que las chicas sudaran frío.

—¿Ahora qué tarjeta usaron? —Les preguntó y todas sonrieron con culpa.

—Digamos que le debemos a los tres.

Sam negó con la cabeza pero luego las abrazó.

—Ustedes nunca cambian... —Susurró apretujandolas—. Gracias chicas.

—¡¡Vengan chicos!! —Llamaron a lo lejos Mikel y Eli haciéndoles gestos con las manos.

Y se fueron todos a disfrutar de aquella mágica noche, que aunque fuera a última hora (o media hora), había salido de las mil maravillas.