Mi maldición [+18] (21/11/13) (Cap 59) [Final de la última temporada]

Cap 20: ¿Que debo sentir?

Tenía a Naruto peligrosamente cerca... Su aliento golpeaba en mis labios.

¿Acaso va a besarme?

¿Que se supone que tengo que sentir para hacer eso?

Esto no sería justo para Naruto...

Además, me acaba de conocer, no puedo creer que vaya a besarme.

Pero... ¿Por qué no puedo alejarme?

¿Qué me ocurre?

¿Qué es esto que siento?

Es una sensación cálida... La misma que tuve al ver a Naruto...

¿Qué está pasando?

Una lágrima recorrió mi mejilla.

¿Por qué lloro?

Puede ser... ¿Que mi deseo se haya cumplido?

¿Que pueda ser feliz?

¿Que alguien se preocupe por mí?

Pero... Si me da un beso... ¿La maldición lo mataría?

Esa visión... ¿Y si era el ojo de la maldición?

Me podría estar avisando de que me aleje de él.

O quizá...

No sé qué hacer...

¿Me deshago de todo el sufrimiento de ahora para ser feliz?

¿O sigo encerrada en esta oscuridad perpetua?

¿Qué puedo hacer?

Dos centímetros...

No necesitaba nada más para llegar hasta mis labios.

Y yo no sé ni lo que siento.

¿Por qué no puedo aclararme?

-¡Naruto-kun!

Ambos gritamos causado por el susto que nos dieron.

Gracias a eso o por culpa de eso, no sé cómo decirlo, nos separamos. Naruto me soltó y yo me levanté haciendo un grave esfuerzo. Esto no es normal... Por culpa de la visión he perdido mucha fuerza.

Lo que no entiendo es, porque ahora estoy tan cansada y antes he conseguido levantar el perro ese tan enorme.

¿Por qué ahora estoy que no puedo ni con mi alma?

Naruto tenía razón, solo por este esfuerzo estoy jadeando... Y lo peor de todo es que no me doy cuenta.

¿Por qué no mejoro?

Vi a Naruto levantarse muy enfadado.

-¿Ocurre algo Hinata?-dijo muy molesto.

-Es que como os había visto caer pensé que os habíais hecho daño.

Si hay excusas estúpidas, esta, es una de ellas.

-Gracias Hinata, pero estamos bien.

-Ya veo, me disculpo si he interrumpido algo.-dijo con una sonrisa satisfactoria.

No parecía muy arrepentida.

Quince minutos... Nos habíamos retrasado quince minutos... Tsunade tiene que estar subiéndose por las paredes o destrozándolas, directamente.

Iba a caminar pero las fuerzas me abandonaban y tuve que apoyarme en la pared.

-¿Estás bien?-preguntó Naruto acercándose a mí.

-Un poco cansada nada más.

-Te ayudo.

-Tú también estas muy débil.

-Yo me recupero pronto.

-Naruto...

-Seguro que entre los dos conseguimos mantenernos.

Es muy testarudo no voy a poder con él. En estas condiciones no.

Suspiré y asentí.

El me sonrió y pasó un brazo por la cintura.

-¡Venga, vamos!

¿De dónde sacará tanta energía?

Yo me apoyé en él ya que no podía ni mantenerme de pies.

-Sakura, estás demasiado débil, ¿Qué te pasa? Hace un momento estabas mejor.

-Tengo sueño, nada más.

Toma mentira, mira que decirle eso... No se lo va a creer...

-Acabemos rápido y así podrás irte a dormir, ¿Te parece bien?

Este niño es tonto.

-Sí, me parece muy bien.-dije con una sonrisa cansada.

No volvimos a hablar hasta que los amigos de Naruto nos rodearon.

-¿Que os ha pasado? Parece que habéis estado en una guerra.-dijo Ino preocupada.

-Sakura no se encuentra bien...

-Déjame revisarla.-le dijo la rubia a Naruto.

-Descuida estoy bien.-aclaré.

Dicho esto me desmayé.

Cuando abrí los ojos me encontraba en un sofá, miré a mi alrededor y estaba en una habitación, supongo que sigo en el edificio hokage.

Me levanté y ya me encontraba mucho mejor. Parece ser que al final sí que tenía sueño.

Pero... ¿Por qué me he sentido así?

¿Cuando me he debilitado tanto?

Ha sido...

Abrí los ojos de par en par.

¡Cuando Naruto iba a besarme!

No, no puede ser. Debo estar delirando.

Por cierto, ¿Dónde estoy?

No me sonaba para nada.

La habitación era pequeña, con un sofá y una estantería.

¿Qué clase de habitación es esta?

Me acerqué a la puerta con la intención de irme, pero escuché varias voces y me detuve.

-¿Por qué dices eso?-era la voz de Naruto.

-¿No la has visto? Sus cambios de humor no son normales.

-Shikamaru, creo que te estás apresurando en juzgarla.-esa era Ino.

-Yo pienso lo mismo.-esta vez fue Kiba.

-Hay algo en ella que no me gusta. Y tu Naruto, deberías saberlo mejor que no nadie.

-¿Yo? ¿Por qué?

-Tú has estado más tiempo con ella, recuerda cuando levantó a Akamaru sin ni siquiera pestañear, y como he dicho antes sus cambios de humor no son normales.

-A mí me parece una persona corriente.

-¿En serio? Piénsalo bien, Naruto. Es una persona desagradable, pero ¿No recuerdas como te ha tratado la última vez? Parecía una persona completamente distinta.

-¿Que quieres decir Shikamaru?-dijo Tenten.

-Creo que nos oculta algo.

Este tipo es demasiado inteligente, tengo que tener mucho cuidado con él.

Me acerqué más a la puerta para escuchar mejor pero en el momento en el que la toqué vi todo borroso y al cerrar los ojos vi una imagen atravesar mi mente.

En ella podía verse varias personas entrando a esta habitación, Naruto encabezaba la fila, conmigo en brazos, estaba desmayada.

-Ponla aquí.-dijo Ino señalando el sofá.

-Vale.

Naruto me dejó cuidadosamente. Me pareció increíble la delicadeza con la que me trataba, como si fuese... Una princesa.

¡Puaj! Nunca he soportado esa idea.

Yo no soy como una princesa y nunca lo seré.

Ino me revisó y la vi dar un suspiro de alivio.

-No le pasa nada, solo está dormida.

-Menos mal.-dijo el rubio.

Al fondo pude ver a Chouji haciendo un gran esfuerzo en no caerse de culo por culpa de Akamaru. Parece ser que aun seguía herido.

Kiba se acercó a mí.

-Entonces, ¿Solo se ha desmayado por cansancio?-dijo el dueño de Akamaru.

-Así es.

Shikamaru me analizaba con cara de sospecha. Me tengo que alejar de este sujeto.

-¿Ocurre algo Shikamaru?-dijo Hinata.

-Vamos fuera.

Dicho esto se marchó perseguido por algunas personas.

-¡¿Qué?!-gritó Naruto- ¿Y dejarla sola?

¿Por qué es tan amable conmigo?

-Solo será un momento.-dijo Shikamaru desde fuera.

Naruto accedió a regañadientes y una vez sola en la habitación una oscuridad inundo la sala. Comenzó a dar vueltas a alrededor de mí y se metió en mi interior.

-Por fin te encuentro mi pequeña portadora de la maldición.-dijo una voz apagada que retumbaba por toda la habitación.

Abrí los ojos de par en par, asustada por lo que acababa de pasar.

Me toqué todo el cuerpo sabiendo que esa oscuridad estaba dentro de mí. Observé en mi interior y me entraron ganas de matar.

Estoy segura... Ya me he recuperado y la maldición también.

Pero... ¿Que ha sido esa voz?

¿Y por qué puedo tener estas visiones?

Y lo que es más extraño... No me encuentro cansada.

Cuando tuve la de Naruto me arrebataron las energías, pero esta vez estoy bien...

¿Eso significa que la de Naruto fue especial?

Espera un momento... Si analizamos la posibilidad de que la otra visión era del futuro, en esta he visto el pasado, con lo cual, y esto es solo una hipótesis, puedo ver tanto el pasado como el futuro.

¿Por qué me pasa esto ahora?

Y lo que más me preocupa es esa voz... Sabía que estaba maldita.

¿¡Quien será!?

-Shikamaru, creó que estas siendo injusto.-la voz de Ino me sacó de mis pensamientos y puse atención a la conversación.

-No estoy siendo injusto... Solo planteo varias posibilidades.

-¿¡Varias posibilidades!?-gritó Naruto, por su tono de voz parecía muy enfadado.- ¡La estás acusando sin motivo alguno!

-Tengo un buen motivo para sospechar de ella.

-¿¡Cual!?

-Una persona como ella no creo que se ponga a llorar.

Eso me mató.

¿¡Cómo lo sabía!?

-¿Como lo has...?-dijo Naruto.

-La vi llorando en mitad del pasillo...-le interrumpió Shikamaru.- Me iba a acercar a ella para consolarla pero salió corriendo, creo que se dio cuenta de mi presencia.

-¿La viste llorar?-preguntó Ino muy preocupada.

Mierda... No necesito que se preocupe por mí.

Así solo está acercándose a la muerte.

De lo que estoy segura es de que ese tal Shikamaru es un peligro, podría descubrir mi secreto.

Él lo ha querido tendré que alejarlo.

Iba a abrir la puerta cuando otra voz me detuvo.

-¿Dices que esa chica esconde algo?-dijo Hinata, esta chica me odia... Mejor.

-Sí, y me refiero a algo muy grave...

Suficiente.

Abrí la puerta de un portazo cortando la conversación, tenía los ojos escondidos bajo el flequillo.

Todo el mundo me miraba, algunos con preocupación, otros asustados y una persona, Hinata, me miraba con furia.

Levanté mi vista y clavé mi mirada glacial en Shikamaru. Pude ver que se sobresaltaba y retrocedía un paso, los demás nos miraron sorprendidos.

Esa mirada, es como una ventana a la muerte, a mí maldición.

Es normal que se haya sorprendido es como mirar al infierno cara a cara.

Me acerqué a él sin quitarle los ojos de encima, si las miradas matasen, Shikamaru habría caído al instante.

Nos quedamos cara a cara, esta vez él intento aguantarme la mirada, debo admitir que me resulta bastante sorprendente que lo consiga, aun así se le notaba nervioso.

-¿Puedo ayudarte en algo?-me dijo ocultando su miedo.

-Por supuesto.-mi voz sonaba infernal, no quiero decir grave, más bien terrorífica.- Deja de meterte en mi vida.

-¿Me has oído?-dijo muy sorprendido.

-Perfectamente. No sé quién te has creído que eres para juzgarme así, no me conoces de nada. No sabes nada de mí, así que por tu propio bien no vuelvas a meterte en mi vida, ¿Te ha quedado claro?

-Cristalino.

-Además... Si tan sospechosa te parezco, la solución es sencilla, aléjate de mí y no habrá problemas.

-¿Sabes? El hecho de que quieras a todo el mundo lejos de ti, me da la razón. Te comportas muy extraño.

-No quiero que nadie esté cerca mío porque simplemente no os aguanto. No hay nada más.

-A mi me parece, que esta historia no acaba aquí.

-Nuestra conversación, sí.

De repente sentí un nivel de chacra increíblemente grande acercándose hacia aquí.

¿¡Que ha sido eso!?

Cerré mis ojos para concentrarme mejor, no me importaba que Shikamaru me viera.

Mi mente viajó por toda la villa, esquivando casas y más adelante los arboles, buscando ese chacra.

La imagen se detuvo en dos personas vestidas con una capa negra de nubes rojas.

Esa vestimenta yo la he visto antes...

Son Akatsuki...

Abrí los ojos de par en par.

¡Akatsuki se acerca!

Cap 21: Descubrimiento aterrador

¡No me lo puedo creer!

¿¡Que hacen esos aquí!?

Últimamente siempre los detecto, parece que me persiguen. Pero yo sé que no es así, ellos buscan a los jinchurikis por sus bijus, cosa que no van a conseguir nunca ya que Killer Bee está... Muerto.

Sacudí mi cabeza para apartar aquellos pensamientos.

Shikamaru me miró extrañado, seguíamos cara a cara.

-¿¡Donde está el jinchuriki de la aldea!?-pregunté de golpe.

Hubo un gran silencio.

-No me corresponde a mí decírtelo.-me dijo Shikamaru- ¿Por qué no se lo preguntas a él?

-Porque no sé quién es.

-¿Por qué quieres saberlo?-me preguntó Naruto... ¿Apenado?

¿Por qué estaba triste?

¿He dicho algo que no debía?

Creo que no... ¿O sí?

¿¡Pero qué diablos estoy haciendo!?

¡Akatsuki está a punto de llegar! ¡Y yo pensando en estas tonterías!

-¿Me vais a responder?

Esto me empezaba a sacar de quicio.

-¿Y tú a nosotros?-me preguntó Shikamaru, teniendo en cuenta que la pregunta la hizo Naruto. Está claro que se va a dedicar a molestarme para conseguir información.

Pues lo lleva claro.

-No voy a perder más tiempo con vosotros.

Dicho esto me largué, ahora sí que tengo que encontrar el despacho hokage.

Debería ir a detenerlos pero lo primero era avisar a la hokage para que pusiera a todo el mundo a salvo.

Por suerte, gracias a dios, Tsunade gritó y pude llegar, ¡Aleluya!

Abrí la puerta de un portazo, topándome con ese chico extravagante y otro como él, pero en grande, Tsunade me miró desconcertada.

-Sakura, ¿Que formas de entrar son esas?

Si estaba enfadada, no lo parecía.

-¿Donde está el jinchuriki de esta villa?

La hokage dibujó una mueca de sorpresa.

-¿Por qué quieres saberlo?

Está claro que no me lo quieren decir, o es algo confidencial.

Vi a los demás detrás mío, creo que me han seguido y acaban de llegar.

¡Tengo que decírselo ya!

-¡Tenemos que ponerlo a salvo!

-¿Por qué?

Su cara cada vez mostraba más sorpresa, seguramente los demás tenían la misma expresión.

-¡Akatsuki viene para aquí!

Tsunade se levantó de golpe.

-¿¡Que!? ¿¡Estás segura!?

-Completamente.

-¿¡Donde están!?

-En el bosque, cerca de aquí.

-¿Podrías ser más exacta?

Cerré mis ojos para intentar ver algo aparte de los enemigos. Me parece que Tsunade ya se ha dado cuenta de que puedo verlos y por la cara que pude apreciar, aun con los ojos cerrados, era la única que podía hacer esto.

Podía ver un arroyo, una pared de tierra con un agujero enorme y varias rocas bajo ella. Este sitio lo conozco, fue aquí la primera vez que vi a Naruto.

Eso no quedaba muy lejos de la villa.

-Están a escasos metros.

-¡Está bien, todos a sus puestos! ¡Pongamos a salvo a todos los civiles!

Me parecía muy bien pero alguien tendrá que entretenerlos, ¿No?

Todos salieron corriendo, con el despiste aproveché para irme también. Corría sin control alguno por las calles, ya era bastante saber que iban a por Gaara, para ahora ver como se llevan a otro más. Confío en Gaara y en su poder, pero he oído que son demasiado fuertes y que casi siempre van de dos en dos, así que son más difíciles de vencer.

Por suerte las puertas de salida eran tremendamente grandes y podía verlas a distancia, si no lo más seguro es que no las hubiera encontrado.

El caos comenzó a adueñarse de las calles, todo era tan parecido a mi pasado...

¡No! ¡Aquí, no! ¡No pienso dejar que eso pase!

La gente no sabía dónde meterse estaba claro, y no hacían caso a las indicaciones de los ninjas.

¡Tengo que actuar!

Reuní todo el aire que mis pulmones podían retener y lo utilicé para dar un grito escandaloso que provoco la atención de todos.

Perfecto, lúcete Sakura.

-¿¡Que os rayos os pasa!? ¿¡Estáis mal de la cabeza!?-al decir esto me gané varias miradas de ira.- ¿¡No os dais cuenta que gritando no vais a conseguir nada!? ¡¡Hay ninjas arriesgando sus vidas para poner a salvo las vuestras!! ¿¡Y vosotros que hacéis!? ¡Correr con el rabo entre las piernas y gritar a lo loco! ¿¡No os dais cuenta que así no se puede ayudar!? ¡Con este acto tan estúpido no solo ponéis en peligro vuestras vidas si no la de los demás también! ¡¿Podríais tener un poquito de consideración por la gente que se preocupa por vuestras vidas, no!?

Menudo discursito he soltado.

A ver, sé que Akatsuki es temido por todo el mundo, pero no soporto a la gente así, que lo único que hace es correr y alborotar toda la ciudad sin dejarse ayudar por nadie.

Odio a ese tipo de personas.

Todo el mundo, y cuando digo todo es toda la villa, se me quedo mirando, y para rematar la faena Naruto lo escuchó todo.

Tengo que seguir mi camino mientras la gente se ponía a salvo, que por cierto gracias a lo que les dije casi todo el mundo estaba a salvo ya, esto tiene que ser un tiempo record, yo iba hacia los enemigos.

Estaba a punto de salir cuando un gran muro de tierra me bloqueó la salida.

-¿¡Que rayos...!?

-Lo siento pero no puedes salir.

Me di la vuelta y vi a Kakashi.

-No mientas sé que no lo sientes.

-Claro que sí, no me gusta retener a la gente porque sí.

-O sea que tienes una razón.

-Ordenes.

-Ya veo.

La villa estaba completamente desierta, solo quedábamos nosotros dos.

Iba a destrozar esa pared, cuando detecté el chacra de los Akatsuki.

¡Mierda! ¡Ya están aquí!

Fui hacia Kakashi, y sin dejarle decir nada, lo empujé hacia un callejón para escondernos ahí.

-Quédate aquí.-le dije en forma de orden.

-No pienso hacerlo, además se supone que las ordenes debería dártelas yo, no al revés.-me dijo sonriendo, o eso creía ya que con la máscara costaba averiguarlo.

Me parece increíble que sonría en un momento así.

-Está bien, pero ten cuidado.

-Lo mismo te digo.

Nos sonreímos y nos fuimos por caminos distintos. Yo salté al techo de la casa y él se fue por otro callejón.

-Espero estar preparada para esto.

Los Akatsuki destrozaron la pared con mucha facilidad.

No podía verse quienes eran, a parte de las capas también tenían la cabeza y cara tapadas con un sombrero.

Aun así podía ver una enorme espada en la mano de uno, supongo que la utilizó para destrozar la pared.

Y en la mano del otro me dio la impresión de ver una lengua.

Creo que fue mi imaginación.

Kakashi, saliendo de la nada los atacó.

¿¡Es que está loco!?

¡Son dos!

Algo extraño había en Kakashi y era que ya no tenía el ojo tapado.

No tenía ni idea que Kakashi pudiera utilizar el sharingan.

¿¡Que hago aquí quieta!?

¡¡Voy a ayudarlo!!

Salté hacía los enemigos y estampé mi puño en uno de ellos, empotrándolo contra el suelo y destrozándolo completamente.

Kakashi y, creo que, el Akatsuki también, se quedaron de piedra al ver lo que acababa de hacer.

Seguro que no se imaginaban que tuviera tanta fuerza.

Kakashi siguió con su batalla, parece ser que a mí me ha tocado el de la espada.

Está bien, voy a darlo todo. No me voy a contener.

El sujeto me atacó empuñando la espada, lo esquivé y esta, al estamparse contra el suelo, lo destrozó al igual que mi puño.

La espada también tiene mucha fuerza. No creo que eso lo haya hecho él.

Aprovechando su fallo, contraataqué, él se defendió con la espada y no le hice ni cosquillas. Me apoyé en el suelo, con una mano y le golpeé por debajo con la pierna. Le di de lleno y calló así que una vez en el suelo le golpeé con fuerza, destrozándolo más. Iba a ayudar a Kakashi cuando lo vi levantarse sin ningún rasguño.

¿Cómo lo ha logrado?

De reojo pude ver un fulgor rojo, creo que Kakashi ha utilizado una técnica de fuego.

¡Tengo que seguir luchando!

El sujeto este no habla, casi no ataca... ¿Que pretende?

Un momento... ¿Y si no fueran los verdaderos Akatsukis?

¿¡Y si esto es una distracción!?

Me acerqué a Kakashi mientras le lanzaba kunais a mi enemigo.

-Kakashi, ¿Puedes tu solo con ellos?

-¿Por?

-Necesito comprobar algo.

-Si lo haces... ¿Podremos vencerlos?

-Espero.

-Está bien confió en ti. Date prisa.

-Gracias, pero primero tengo que saber quién es el jinchuriki, seguro que van a ir por él.

-No te preocupes por Naruto, él es fuerte, estará bien.

Eso fue como una balde de agua... Fría no, helada.

Naruto... ¿¡Es el jinchuriki!?

¡Se suponía que a los jinchurikis los tenía que alejar más que a los demás!

¡Y Naruto es la persona que más cerca he tenido! ¡Si por poco me besa!

¡No puede ser!

Lo siento Naruto, pero especialmente contigo voy a tener que ser muy desagradable.

-Ahora vuelvo ten cuidado.-le dije a Kakashi.

-Yo te cubro.

Kakashi creó un dragón de agua para facilitarme la huida.

Fui corriendo hasta Naruto, me costó encontrarlo pero lo logré.

-¡Naruto!

Se dio la vuelta de golpe.

-¡Sakura! ¿¡Donde diablos estabas!?

No me digas que estaba preocupado por mí...

-Peleando, ¿Tú estás bien?

-Sí... ¿¡Como que peleando!? ¿¡Es que te has vuelto loca!?

-¡Claro que no! ¡¡Y tú no eres nadie para gritarme!!

En ese momento sentí el mismo chacra que antes.

¡Están aquí!

¡Tenía razón!

¡Van a por Naruto!

Voy a tener que hacerlo.

Me quité los guantes deprisa y le cogí la mano a Naruto.

No sé qué cara puso porque como supuse tuve otra visión, no sé el motivo de estas pero me vienen muy bien, y estoy aprendiendo a usarlas, solo espero que no me debilite.

En la visión vi a Naruto atravesado por la espada del enemigo que llegó volando desde su espalda.

Abrí los ojos para volver a la realidad, y pude comprobar, que por suerte, no estaba debilitada.

Aparté a Naruto y me puse a esperar a la espada que llegaría volando. La visión no falló en lo más mínimo, por ahí venía.

La detuve con mis propias manos, pero era como si estuviera viva y quisiese atravesarme. De la fuerza que hice clavé los pies en el suelo y aun así consiguió arrastrarme un poco. Los demás me miraban sorprendidos y aterrados, seguramente porque había detenido esto con mis propias manos.

-¿Quién eres mocosa?

Levantamos la vista y vi a un hombre con cara de tiburón y la vestimenta de Akatsuki.

-¡Kisame!-gritó Tsunade, que estaba ahí y ni me había enterado.

-¿Cómo es posible que hayas podido detener mi Samehada?

Me supuse que se refería a la espada.

No respondí, la espada seguí tirando hacía mí, pero yo no se lo permitiría.

-Deja de resistirte niña, no podrás con ella, date por muerta.

-¡De eso nada!-grité con todas mis fuerzas.

Ese fue el momento en el que esta vez era yo la que empujaba la espada.

El tal Kisame ese, abrió sus ojos como platos, bueno él y todos.

-¡Sakura!

Sentí como si el gritó de Naruto me diera fuerzas y empecé a hacer fuerza para romperla.

Me parece que Kisame se dio cuenta.

-No te esfuerces, Samehada es invencible.

-Eso lo veremos.

Aunque no me lo creyera ni yo, la conseguí romper en dos.

La tiré contra el suelo viendo como Kisame abría la boca de par en par.

Menudo Akatsuki más payaso.

-¿A esto lo llamas invencible? ¡Por favor! ¡He estornudado cosas más fuertes!

Se enfadó hasta sus límites.

-¡Mi objetivo era el jinchuriki!-dijo señalando a Naruto.

Este agachó la cabeza como si hubiera descubierto su mayor su secreto, si supieras...

-¡Pero antes te destrozaré!-terminó su frase.

Me puse delante de Naruto en señal de defensa.

-No le vas a tocar un solo pelo.

No sé que hizo Naruto ya que estaba a mi espalda.

-Yo no estaría tan seguro de eso.

Hizo varios sellos con la manos y de su boca salió una oleada de agua tremenda.

Me parece que esta vez la batalla no va a ser tan fácil.