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Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
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Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
no se pero mi vocesilla interna me dice que el lider de esos jinetes es...Sasuke! espero la conti, esta buenisima la historia!
CerezoIntenso- Chunnin
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Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
hola shado-sama esta muy buena es igualita a su padre hikari espero contiii
Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
Hikari es toda una guerrera me encanta la personalidad que le pusiste, me sorprende le que no guarde odio por su madre al abandonarla en cierto modo y ojala el naruto alterno despierte pronto, por ahora esperar a ver que pasa en el mundo real y que deducirán naruto y sakura de la nueva amenaza que se avecina.
aduzumaki- Sennin
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Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
Nuevamente les traigo el siguiente capitulo de los Días del Futuro Pasado, así que mejor es que se agarren los pantalones porque ya poco a poco viene lo mejor, se los aseguro, muchas gracias por el apoyo proporcionado al fic y bueno, un saludo a todos, así que vamos a darle con el capitulo.
-Ese estandarte…no puede ser- Sakura se mordía los labios algo asustada al ver el símbolo del caballo en llamas a lo que Naruto sorprendió.
-¿Qué fue lo que viste?- El Hokage miraba a su amada pelirosa pasando sus manos por el árbol en el que estaban acostados y tratando de olvidar los cadáveres de aquellas personas en esa pequeña villa pero le era imposible al ver esa gran masacre.
-Mientras fuimos a investigar los lugares para asegurarme si había renegados por suerte no hubo nada por esos lados pero al cruzar vieron algo que les llamo la atención un pequeño pueblo hecho trizas, y fuego en todas partes dejándonos helados, mujeres y adultos asesinados, algunos con heridas profundas y otros decapitados, venia lo peor mientras mi equipo encontraba más pistas encontró algo que la hizo temblar y recorrer todo mi ser, vi que estaban colgados 5 shinobis, dos eran Gennin y eran de la hoja.- Sakura sacó de su bolso el mismo estandarte como evidencia de que sus palabras eran verdad, Naruto pensó que solo él, Shikamaru, Kakashi y Sai sabían de la situación pero ahora con la explicación de Sakura, las cosas habían tomado un giro muy grande pero uno al que conducía a la muerte.
-¡Maldita sea!- El rubio estaba más que furioso por lo que Sakura había dicho que incluso había doblado con sus manos un pequeño asiento de metal en el lugar rechinando los dientes.
-¡Esos desgraciados! ¿Qué clase de masacre es esta? Pero ¿Quiénes son esos tipos? ¡Matando despiadadamente a los inocentes! Después de la guerra nunca antes se ha visto algo así.- Naruto estaba que la rabia no se le baja con nada.
-¿Qué es lo que quieren de nosotros?- EL rubio hablada para sí mismo mientras sentía las manos de Sakura en su espalda calmándolo al verlo totalmente furioso por la situación.
-Naruto tranquilízate, hay que hacer algo cuanto antes. Debemos estar preparados para que no nos tomen por sorpresa no sabemos qué tan fuertes sean.- Decía la ojiverde tratando de poner hielo a la situación, Naruto siguió hablado para él mismo sin preocupar a su amante pelirrosa.
- Primero los cambios de papeles, estos invasores y luego Hinata ¿Qué mierda está pasando?- Aun cuando Naruto no quería preocupar a Sakura, la susodicha estaba muy observadora al ver al rubio más que tenso.
-¿Hay algo más que me quieras decir Naruto? Te siento tenso- Sakura hizo voltear a Naruto para que le contara que era lo que le tenía preocupado, el rubio vio los orbes verdes de Sakura y no pudo ocultarle más la situación.
-Sakura- chan... ¿Recuerdas que te di la verdadera misión para tu equipo?-
-Sí, ¿Qué pasa con ello?- Sakura lo miro algo confundido acariciando la mano del Hokage lentamente, Naruto solo suspiro.
-Antes eso estaba en mi oficina descansando en eso llega Sai, y se me hizo raro ya que no pensé que la misión que le asigne fuera tan fácil, me comento que algo iba mal, entonces cheque el papel que me dio en ese momento supe que era un error, le di la orden que cuidara mi oficina para ir a revisar en mi residencia no encontré el documento que te debía haber entregado, descubrí que los papeles de la misión fueron cambiadas por alguien sin darme cuenta, temía que algo les pasara es por eso que quería ir antes de que algo malo sucediera.- Naruto comenzó a explicarle lo que estuvo pasando mientras ellas estaba fuera de la aldea, la ojiverde estaba sorprendida por dicha revelación, ahora tenía sentido porque su misión tenía especificaciones especiales.
-Entonces no era la única, ¿Pero quien intentaría hacer algo así?- Sakura estaba intrigada con respecto a dicha sorpresa.
-Lo mismo pregunto, de regreso a mi oficina Kakashi-Sensei quería hablar de algo importante conmigo… Sakura-chan al principio pensé que era una broma pero viendo que hablaba enserio, supe que Hinata fue la que entro a mi oficina a media noche a cambiar los papeles de la misión.- Naruto apretaba su puño con fuerza aun tratando de encontrar algo de lógica en esto pero su intuición y el consejo de Kakashi, le decía que era posible que la azabache lo había hecho.
-¡¿Qué?! Espera, Hinata sería incapaz de hacer ese tipo de cosas.- Sakura aun recordaba ese pequeño altercado que tuvo, cuando Hinata le dio una bofetada enfrente de varias personas e incluso discutiendo, aun con eso, ella tenía la idea de que Hinata no podría llegar tan lejos.
- Es lo que no me puedo quitar de la cabeza, me negaba a creerlo, no sé que hacer, y aparte ¿No pensaba en su propio hijo? ¿Qué es lo que trataba de hacer?- Naruto estaba buscándole tres patas al zorro, con la confirmación de los papeles y con el testimonio de Kakashi, no podía más que afrontar que la madre de sus hijos lo hizo, pero quería saber porque.
-Así que es cierto, ¿Y qué es lo que piensas hacer?- Sakura podía sentir la duda en Naruto, pero lo importante para ella era saber que era lo que su amado rubio iba hacer ahora, pero él ya lo tenía contemplado, mientras que Sakura estaba pensando si ella era la responsable de todo eso.
-Sigo diciendo que soy yo la que no le agrada que sea la Sensei de Bolt, esto no me está gustando.- Naruto al escuchar la voz algo entristecida de aun amada pelirrosa, pasó con su mano las mejillas suaves de Sakura para tranquilizarla un poco.
-No digas esas cosas Sakura-chan, te prometo que todo se arreglara pero antes hablare con ella creo ya es el momento de pedirle el divorcio.- La pelirrosa no había visto a Naruto tan determinado en hacer algo, era el momento en el que sus vidas estaban a punto de estar más cerca, pero ese camino estaría lleno de obstáculos, sabía que no será fácil pero si ambos querían estar junto, tendría que deshacerse de esos obstáculo, como fuera y Naruto daría el primer paso.
-Cambiando de tema…
-Ya me dio hambre, no he comido nada desde que llegue.- Naruto se tocó el estómago completamente hambriento mientras Sakura se reía en silencio al ver al mismo chico rubio actuar tal y como lo recordaba.
-Yo tampoco vamos a Ichiraku, nos caería muy bien un tazón de ramen después de un largo día de trabajo, será mejor para despejarnos después de lo sucedido ¿No es así?- Sakura le beso la mejilla al rubio con dulzura y encaminándose nuevamente hacía el centro de la aldea.
-Tienes razón Sakura-chan-El Hokage solo sonrío al ver a su amada compartiendo su idea, siguiéndola a la par y abrazándola, sabiendo de que la gente los podía ver demasiado juntos, el rubio decidió cargar a su amada y llevarla por otros caminos para ir a cenar, los dos juntos y sin interrupciones.
-Ichiraku-
-Buenas noches, ¿En qué les puedo servir? – Aun después de tantos años de servicio en el restaurante, Teuchi aún seguía atendiendo a sus clientes con alegría aun con su edad y mientras atendía a otras personas, no se dio cuenta de los distinguidos clientes que tenía.
-¡Buenas noches! ¡Quiero 2 tazones de ramen! Muero de hambre.- Decía Naruto como si fuera aun un niño con una sonrisa y saludando a las personas en el restaurante.
-Yo también, uno por favor.- Sakura se sentaba a lado del rubio mientras se reía de la actitud que estaba teniendo el Hokage, aunque para ella, seria siempre ese rubio desastroso y alegre.
‘’Naruto al fin volviste hacer el mismo’’
-¡Ah Naruto pero si eres tú! ¡Sakura! Claro que si, en 5 minutos están.-Teuchi estaba sorprendido por la presencia de ambos shinobis y héroes de Konoha, a lo cual se preparó para darles un excelente platillo.
-¿5 minutos?- Naruto comenzó a quejarse un poco mientras Sakura suspiraba pegándole con suavidad en su hombro.
-Naruto no es tanto, así que ten paciencia.- Sakura estaba muy risueña al ver como Naruto recargaba su cabeza en la mesa aguantando su hambre.
-Está bien- El rubio estaba casi que quería llorar, hace tanto tiempo que no había comido ramen y todo gracias a una dieta que su esposa le había impuesto.
-Aquí están sus órdenes- Teuchi traía los tazones calientes para ambos shinobis, lo cual hizo que a Naruto le brillaran los ojos.
-¡Gracias!- Ambos “amigos” daban gracias con una sonrisa comenzando a comer de forma tranquila, mientras algunas personas se sorprendieron de ver a la pelirrosa en público pero aun más que el Hokage estuviera aquí.
-Dime Sakura ¿Qué te trae por aquí? Es raro verte por aquí, anteriormente venias más a seguido.- Teuchi dándole la espalda a la ojiverde haciendo otro tazón le preguntaba con curiosidad a la ojiverde, Sakura solo se quedó pensando buscando una respuesta convincente y para explicar el porque estaba con el Hokage.
-Este…han sucedido muchas cosas las cuales no quiero entrar en detalles, pero después de la guerra he estado bastante ocupada con mi trabajo y estar al cuidado de mi hija, y pensé salir de mi rutina por un rato me encontré con el Hokage en el camino no pensé encontrármelo por aquí ha pasado mucho desde que se casó y no nos hemos vuelto a ver hasta ahora, ya que nos volvimos a reencontrar pensamos que no sería nada mal de hablar sobre recordar viejos tiempos.- La pelirrosa sonreía con toda naturalidad mientras el rubio estaba muy concentrado en su ramen que tuvo que pasárselo con rapidez para darle la razón a su amada Sakura-chan.
-Así es.-
-Oh, entiendo eso lleva mucha responsabilidad, eso está muy bien me alegro de volver a verlos a ustedes, y Naruto ¿Cómo está tu familia?- Naruto por otra parte, casi que ahogaba al escuchar la pregunta siendo ayudado por Sakura y que por lo menos tomara algo de aire.
-Mmm… muy bien gracias, ahorita mi esposa se encuentra con mi hija en asuntos del clan, y Bolt ha estado mejorando gracias a su Sensei- Naruto ya más tranquilo, daba su respuesta de forma “tranquila” y sin levantar sospechas de que había algo mal en su matrimonio, aun preguntándose qué era lo que Hinata hacía con la pequeña Himawari en el clan y que no le decían.
Mientras los shinobis continuaban comiendo con naturalidad, un chico rubio pasaba por ahí buscando algo que hacer, Sarada iba a hacer unas tareas en casa y Sabaku le había dicho que tendría que entrenar un poco más, dejando a Bolt Uzumaki solo, el Uzumaki pasaba caminando por el Ichiraku, su estómago le hizo el llamado para cenar y al momento de entrar, se sorprendió al ver a su Sensei junto con su padre hablando alegremente.
-¿Sensei?
-¿Bolt?
-¿Papá?
-¿Bolt? Pero que sorpresa, ¿Qué haces por aquí? – Naruto al ver a su hijo entrar, lo invito a sentarse a su lado mientras el Gennin estaba sorprendido al ver a su padre y Sensei juntos.
-Bueno, no había nada que hacer y pues me puse a caminar- El estómago de Bolt comenzó a rugir enfrente de la gente algo avergonzado, Sakura solo sonrió.
-No te preocupes Bolt, podría Teuchi-san ¿Podría darnos otro tazón más?- La ojiverde hacia un pedido extra para la sorpresa de su alumno y para el Hokage.
-No Sensei, no hay necesidad.- Decía Bolt tratando de rechazar el tazón de ramen, pero el ojiverde solo hizo caso omiso.
-Nada Bolt, además yo invito.- La pelirrosa solo sonreía muy convencida de sus palabras, Naruto se acercó a su “amiga” para los ojos de su hijo con un brillo en los ojos.
-¿Enserio Sakura?- Preguntaba con una sonrisa e ilusionado de que iba a tener comida gratis por parte de la ojiverde.
-Solo a Bolt, Hokage.- Esas palabras le arruinaron su ilusión a Naruto que se entristeció un poco pero Sakura tenía otra cosa que decirle al rubio susurrándole al oído.
-No te preocupes…para ti tengo otra cosa, Kitsune.- Con una voz sexy y una mirada con algo de lujuria, Sakura puso a un Naruto completamente rojo y trataba de disimular su sonrojo ante todos,
-¿Pica mucho padre? Porque te pusiste rojo.- Bolt miro a su padre preguntándose si el ramen era picante.
-No, no no es nada Bolt, estoy bien.- Decía con una sonrisa ya más tranquilo a la sugerencia que la pelirrosa e había hecho, afortunadamente Bolt no logro escuchar.
-Muchas gracias.- Teuchi había dejado tres platos más y los tres shinobis comenzaron a comer de forma tranquila sin interrupciones mientras pasaban un buen rato, hablando y riendo, una imagen un poco inusual entre los tres, como si se tratara de una familia, mientras los dos rubios comían disfrutando su comida, Sakura estaba mirándolos de reojo con una felicidad interna.
“Par de glotones, sin duda de tal palo tal astilla”
-Minutos después-
-¿Bolt que es lo que te pasó en el cuello?- Naruto noto algo inusual en el cuello de su hijo mientras tanto ellos como Sakura, siendo la Sensei de Bolt, estaban caminando en la aldea después de comer algo de ramen, preocupando un poco al Gennin.
-No es nada padre, solo es una pequeña herida no es lo que piensas.- Bolt trataba de ocultar la herida con su chamarra pero Naruto no estaba convencido de la respuesta.
-Es más que una herida.- Naruto observo la gran herida de su hija en el cuello algo espantado mientras Bolt sentía que estaba en problemas, Sakura al notar el cambio de expresión del rubio, a una de enojo, decidió intervenir.
-Naruto espera, creo que soy yo la responsable de esto no quise decírtelo por no preocuparte podemos hablarlo.- Sakura atrajo la atención del rubio mientras Bolt estaba más que pálido al ver a su Sensei entrar en su defensa.
-¡Sensei!- Naruto arqueaba la ceja de curiosidad y de brazos cruzados, Sakura poso su mano en el hombro del Hokage para calmarlo antes de que regañara a su hijo.
-Hablare de eso con tu padre, él entenderá, no te preocupes.- La ojiverde le sonrío de forma cálida al chico mientras este solo asentía, su Sensei le iba a salvar la vida nuevamente y esta vez contra su padre, Naruto se le quedo mirando a Sakura sorprendido por esta decisión.
-Gracias Sensei- Agradeció Bolt mientras continuaban caminando y Bolt algo delante de su padre y la ojiverde, tratando de escuchar la conversación.
-Mira Naruto, es mi culpa, durante la misión aquellos renegados nos emboscaron y a pesar de mantenerlos a raya, atraparon a los chicos y por otro poco lastiman a Sarada, Bolt la salvo del ataque pero…por un maldito veneno casi pierde la vida por un kunai que le alcanzo a rozar en el cuello, tuve que actuar rápido para sacarle el veneno salvarlo, tuve que abrir la herida y pues…afortunadamente está sano y salvo, si tienes que regañar a alguien es a mí- Sakura mostro una expresión seria y defendiendo a Bolt, Naruto solo volteo a ver a su hijo.
-¿Es verdad eso?- Naruto le pregunto a Bolt mientras el chico asentía algo seguro de su mismo. Naruto se le acerco y Bolt esperaba algo brusco de su padre como un golpe, pero solo se una acaricia en la cabeza desacomodándole el cabello de Bolt.
-Me alegro que estés Bolt, es bueno saber que tienes una Sensei que se preocupa por ti, si quiere ve a casa con tu hermana, yo iré a la oficina a hablar algunos temas con la Sensei ¿Ok?- Bolt sorprendido por la actitud de su padre asintió y haciendo una reverencia para despedirse de su Sensei el Gennin se fue directo a su casa mientras los dos shinobis caminaban en otra dirección.
-Eso fue amable Naruto, me alegro que no lo hayas regañado- Decía Sakura en una distancia adecuada para no levantar sospechas regalándole una sonrisa al rubio.
-Es bueno saber que tiene una Sensei que se preocupa por sus alumnos…gracias Sakura-chan –Ambos Shinobis comenzaron a ir directo a la torre del Hokage, sin darse cuenta que sentado en una banca solitaria, se encontraba cierto viajero de otro tiempo oculto en su capa ya desgarrada mirando de reojo a los dos Shinobis, recordando ciertas…memorias.
“Adivina mamá ¡Ya soy un ninja!”
“Estoy orgullosa de ti mi pequeño Shina, ven aquí”
“Mamá no enfrente de todos, no soy un bebé ya”
“Lo sé, pero estoy orgullosa de ti mi corazón y lo hiciste en tiempo, antes que tu padre”
“Mi pequeño Shinachiku, mamá siempre va a estar contigo siempre”
-Siempre- Unas lágrimas corrieron en las mejillas del rubio apretando los puños con fuerza y mordiéndose el labio mirando a la pareja, en secreto claro, preguntándose ¿Qué había fallado?
-¿Y porque nos abandonaste…por qué?- El joven se levantó limpiándose las lágrimas de sus ojos y yendo en otra dirección, ahora después de haber tenido una segunda lucha contra la pelirroja Uzumaki, decidió estar en las sombras nuevamente y aun vigilando al Hokage, en un callejón se metió para contemplar lo que había sacado de la casa de Naruto, siendo una foto de él y su madre en su tiempo, juntos y felices, el ojiverde no pudo aguantar más llorando en silencio y sin poder tener a nadie con quien hablar, su puño rompió una parte, mostrando algo de debilidad.
-¿Por qué nos abandonaste? ¿Por qué me abandonaste mamá? Te necesito ahora…por favor…vuelve a casa- El lamento del viajero era más que evidente, no solo el asesinato de su hermano dejó un hueco en su ser, sino la desaparición de su madre le dejo más que abierta esa herida, arreglaría la situación como fuera…por todos los medios necesarios.
-Por otro lado-
Hinata salió de su casa tranquilamente como si nada, decidió ir a visitar a su esposo en su oficina llevaba una bolsa con comida pensaba que para hacer que olvidara a la pelirosa podría pasar el día los dos conviviendo como una pareja, creyendo que su plan estaba funcionando. Al llegar, se encuentra con Shikamaru cuidando la puerta.
-Hola Shikamaru-san.- La Hyuga atrajo la atención del líder del clan Nara mientras apagaba su cigarro, el quinto del día.
-Oh, hola Hinata.- El Nara le sorprendió ver a la esposa del Hokage por aquí mientras la Hyuga hacía una reverencia.
-Disculpa, ¿Esta Naruto-kun?-Pregunto de forma dulce Hinata avanzando un poco más la puerta e la oficina del rubio.
-No, salió hace rato.- Antes de que pudiera entrar, Shikamaru se le puso enfrente y evitando que la Hyuga pudiera ingresar, sorprendiéndola.
-Lo siento Hinata, pero el Hokage me pidió que no dejara pasar a nadie a su oficina.- La instrucción de Shikamaru puso alto tensa a Hinata y se preguntaba el porqué.
-Pero…pero soy su esposa, tengo derecho de entrar, déjame pasar Shi…Shikamaru lo esperare mientras llega.- La Hyuga trato por todos los medios de que la dejaran pasar pero el Nara se mantuvo firme a la decisión del Hokage.
-Lo siento Hinata- Fue lo único que dijo Shikamaru de forma seria, Hinata después de unos intentos, se dio por vencida.
-Es...está bien- Hinata se recargo en la pared del pasillo enfrente de la oficina de Naruto a esperarlo, para Shikamaru le era raro este comportamiento de Hinata y de Naruto, en especial porque era su esposa, presentía algo, pero no se adelantaría a conclusiones, hasta que apareciera Naruto.
-Una hora después-
-Y así me la pase todo el día- Naruto le contaba la pelirrosa como paso todo el tiempo firmando papeles y papeles, lo cual le había advertido Tsunade, Sakura solo estaba riendo al escuchar de forma atenta al rubio, atrás haber perdido algo de tiempo en el camino conversando entraron a la torre del Hokage para llegar a los niveles superiores y poder hablar de los invasores sin embargo al momento de llegar al pasillo de la oficina de Hokage, el rubio dejo de sonreír para poner una de sorpresa y algo molesta tras lo que había descubierto y una pelirosa muy preocupada al ver como Hinata estaba afuera de la puerta quien lo esperaba ansiosamente, Shikamaru solo suspiro al ver la situación algo incomoda, con Sakura manteniéndose a distancia y una Hinata que sonrió al ver a su marido nuevamente pero viendo como Sakura estaba a su lado, teniendo un enojo disimulado, esto no iba a terminar bien…para nadie.
-Dentro del país del fuego-
La situación dentro de la aldea de la hoja es pacifica, aun cuando unos pocos sabían de quienes rondaban en el país del fuego por diversos ataques a pueblos pequeños, sin embargo estos invasores eran la causa de la caída de Iwa, solo que las demás aldeas a excepción de unos pocos de Konoha lo sabían, ahora dichos jinetes se encontraba en un campamento en una de las colinas para no levantar sospechas, los jinetes reían, se alimentaban, bebían y su líder preparaba la siguiente estrategia para el ataque, uno de sus principales sargentos se arrodillaba para dar la información necesaria.
-Señor, los arqueros están en posición como lo ordeno, además de dividir las fuerzas principales-
-Bien, muy bien- Contrario a lo que su sargento le había informado, él solo miraba la aldea como si nada, planeando algo especial.
-¿No atacaremos ahora?
-No, solo es cuestión de tiempo-
-¿Y los espías?- El líder de los jinetes pregunto a su fiel sargento, el jinete hizo llamar a sus exploradores para traer a tres shinobis de Konoha solo con heridas superficiales poniéndolos de rodillas a las fuerza, pero estos tres shinobis eran especiales, ya que entre ellos estaba Konohamaru Sarutobi, nieto del Tercer Hokage, solo que en esta ocasión se encontraba con su equipo en una misión de reconocimiento de alto nivel, con sus compañeros y amigos Udon y Moegi completamente derrotados y superados en número por los jinetes, a pesar de ser Jounnin, estos guerreros de tierras extranjeras los habían derrotado con facilidad, Konohamaru miraba con rabia al comandante de los jinetes.
-¡Miserables! ¡A ellos déjenlos en paz!- Konohamaru intentaba liberarse de los jinetes con fuerza en su chakra pero estos estaban atados con cadenas aprueba de chakra.
-Valientes palabras para un simple niño como tú- El líder de los jinetes se le acercó para verlo de cerca y burlarse de los esfuerzos de Konohamaru.
-Pónganlos en las jaulas, no quiero…-antes de que el líder de los jinetes pudiera terminar su frase, el clon de sombras de Konohamaru desapareció enfrente de él para que el verdadero lo sorprendiera por aire encima de los guerreros extranjeros con un Rasengan y aunque los jinetes comenzaron a disparar sus flechas, gracias a la habilidad de dicho joven Jounnin, las esquivo con facilidad estando a centímetros del líder de los invasores.
-¡Muere! ¡Rasengan!- Konohamaru creyó haber dado en el blanco, pero sus ojos no creían como el hombre lo había esquivado con rapidez para estar a solo centímetro de él con la espada desenvainada y apuntando a la luna.
-No me asustas- Y en un movimiento tan rápido como el viento…
-Arhg!-
-¡Konohamaru!
El grito de desesperación de Moegi fue en vano y Udon cerró los ojos al ver como aquel jinete le había cortado el brazo a Konohamaru con facilidad dejando al Shinobi en el suelo con la herida aun lanzando sangre, como si no le bastara, el jinete le propino una patada al rostro dejándolo noqueado, sus compañeros shinobis vieron ese acto de crueldad de su amigo.
-Ahora solo eres una vil escoria…nadie me ataca por la espalda…nadie ataca a Hanzo Khan por la espalda y es mejor que te consideres afortunado, los tres, porque muy pronto veremos al gran pilar de la Alianza arder en llamas.
Continuara…
Naruto; Días del futuro pasado
Cápítulo 43: Es el momento
Cápítulo 43: Es el momento
-Ese estandarte…no puede ser- Sakura se mordía los labios algo asustada al ver el símbolo del caballo en llamas a lo que Naruto sorprendió.
-¿Qué fue lo que viste?- El Hokage miraba a su amada pelirosa pasando sus manos por el árbol en el que estaban acostados y tratando de olvidar los cadáveres de aquellas personas en esa pequeña villa pero le era imposible al ver esa gran masacre.
-Mientras fuimos a investigar los lugares para asegurarme si había renegados por suerte no hubo nada por esos lados pero al cruzar vieron algo que les llamo la atención un pequeño pueblo hecho trizas, y fuego en todas partes dejándonos helados, mujeres y adultos asesinados, algunos con heridas profundas y otros decapitados, venia lo peor mientras mi equipo encontraba más pistas encontró algo que la hizo temblar y recorrer todo mi ser, vi que estaban colgados 5 shinobis, dos eran Gennin y eran de la hoja.- Sakura sacó de su bolso el mismo estandarte como evidencia de que sus palabras eran verdad, Naruto pensó que solo él, Shikamaru, Kakashi y Sai sabían de la situación pero ahora con la explicación de Sakura, las cosas habían tomado un giro muy grande pero uno al que conducía a la muerte.
-¡Maldita sea!- El rubio estaba más que furioso por lo que Sakura había dicho que incluso había doblado con sus manos un pequeño asiento de metal en el lugar rechinando los dientes.
-¡Esos desgraciados! ¿Qué clase de masacre es esta? Pero ¿Quiénes son esos tipos? ¡Matando despiadadamente a los inocentes! Después de la guerra nunca antes se ha visto algo así.- Naruto estaba que la rabia no se le baja con nada.
-¿Qué es lo que quieren de nosotros?- EL rubio hablada para sí mismo mientras sentía las manos de Sakura en su espalda calmándolo al verlo totalmente furioso por la situación.
-Naruto tranquilízate, hay que hacer algo cuanto antes. Debemos estar preparados para que no nos tomen por sorpresa no sabemos qué tan fuertes sean.- Decía la ojiverde tratando de poner hielo a la situación, Naruto siguió hablado para él mismo sin preocupar a su amante pelirrosa.
- Primero los cambios de papeles, estos invasores y luego Hinata ¿Qué mierda está pasando?- Aun cuando Naruto no quería preocupar a Sakura, la susodicha estaba muy observadora al ver al rubio más que tenso.
-¿Hay algo más que me quieras decir Naruto? Te siento tenso- Sakura hizo voltear a Naruto para que le contara que era lo que le tenía preocupado, el rubio vio los orbes verdes de Sakura y no pudo ocultarle más la situación.
-Sakura- chan... ¿Recuerdas que te di la verdadera misión para tu equipo?-
-Sí, ¿Qué pasa con ello?- Sakura lo miro algo confundido acariciando la mano del Hokage lentamente, Naruto solo suspiro.
-Antes eso estaba en mi oficina descansando en eso llega Sai, y se me hizo raro ya que no pensé que la misión que le asigne fuera tan fácil, me comento que algo iba mal, entonces cheque el papel que me dio en ese momento supe que era un error, le di la orden que cuidara mi oficina para ir a revisar en mi residencia no encontré el documento que te debía haber entregado, descubrí que los papeles de la misión fueron cambiadas por alguien sin darme cuenta, temía que algo les pasara es por eso que quería ir antes de que algo malo sucediera.- Naruto comenzó a explicarle lo que estuvo pasando mientras ellas estaba fuera de la aldea, la ojiverde estaba sorprendida por dicha revelación, ahora tenía sentido porque su misión tenía especificaciones especiales.
-Entonces no era la única, ¿Pero quien intentaría hacer algo así?- Sakura estaba intrigada con respecto a dicha sorpresa.
-Lo mismo pregunto, de regreso a mi oficina Kakashi-Sensei quería hablar de algo importante conmigo… Sakura-chan al principio pensé que era una broma pero viendo que hablaba enserio, supe que Hinata fue la que entro a mi oficina a media noche a cambiar los papeles de la misión.- Naruto apretaba su puño con fuerza aun tratando de encontrar algo de lógica en esto pero su intuición y el consejo de Kakashi, le decía que era posible que la azabache lo había hecho.
-¡¿Qué?! Espera, Hinata sería incapaz de hacer ese tipo de cosas.- Sakura aun recordaba ese pequeño altercado que tuvo, cuando Hinata le dio una bofetada enfrente de varias personas e incluso discutiendo, aun con eso, ella tenía la idea de que Hinata no podría llegar tan lejos.
- Es lo que no me puedo quitar de la cabeza, me negaba a creerlo, no sé que hacer, y aparte ¿No pensaba en su propio hijo? ¿Qué es lo que trataba de hacer?- Naruto estaba buscándole tres patas al zorro, con la confirmación de los papeles y con el testimonio de Kakashi, no podía más que afrontar que la madre de sus hijos lo hizo, pero quería saber porque.
-Así que es cierto, ¿Y qué es lo que piensas hacer?- Sakura podía sentir la duda en Naruto, pero lo importante para ella era saber que era lo que su amado rubio iba hacer ahora, pero él ya lo tenía contemplado, mientras que Sakura estaba pensando si ella era la responsable de todo eso.
-Sigo diciendo que soy yo la que no le agrada que sea la Sensei de Bolt, esto no me está gustando.- Naruto al escuchar la voz algo entristecida de aun amada pelirrosa, pasó con su mano las mejillas suaves de Sakura para tranquilizarla un poco.
-No digas esas cosas Sakura-chan, te prometo que todo se arreglara pero antes hablare con ella creo ya es el momento de pedirle el divorcio.- La pelirrosa no había visto a Naruto tan determinado en hacer algo, era el momento en el que sus vidas estaban a punto de estar más cerca, pero ese camino estaría lleno de obstáculos, sabía que no será fácil pero si ambos querían estar junto, tendría que deshacerse de esos obstáculo, como fuera y Naruto daría el primer paso.
-Cambiando de tema…
-Ya me dio hambre, no he comido nada desde que llegue.- Naruto se tocó el estómago completamente hambriento mientras Sakura se reía en silencio al ver al mismo chico rubio actuar tal y como lo recordaba.
-Yo tampoco vamos a Ichiraku, nos caería muy bien un tazón de ramen después de un largo día de trabajo, será mejor para despejarnos después de lo sucedido ¿No es así?- Sakura le beso la mejilla al rubio con dulzura y encaminándose nuevamente hacía el centro de la aldea.
-Tienes razón Sakura-chan-El Hokage solo sonrío al ver a su amada compartiendo su idea, siguiéndola a la par y abrazándola, sabiendo de que la gente los podía ver demasiado juntos, el rubio decidió cargar a su amada y llevarla por otros caminos para ir a cenar, los dos juntos y sin interrupciones.
-Ichiraku-
-Buenas noches, ¿En qué les puedo servir? – Aun después de tantos años de servicio en el restaurante, Teuchi aún seguía atendiendo a sus clientes con alegría aun con su edad y mientras atendía a otras personas, no se dio cuenta de los distinguidos clientes que tenía.
-¡Buenas noches! ¡Quiero 2 tazones de ramen! Muero de hambre.- Decía Naruto como si fuera aun un niño con una sonrisa y saludando a las personas en el restaurante.
-Yo también, uno por favor.- Sakura se sentaba a lado del rubio mientras se reía de la actitud que estaba teniendo el Hokage, aunque para ella, seria siempre ese rubio desastroso y alegre.
‘’Naruto al fin volviste hacer el mismo’’
-¡Ah Naruto pero si eres tú! ¡Sakura! Claro que si, en 5 minutos están.-Teuchi estaba sorprendido por la presencia de ambos shinobis y héroes de Konoha, a lo cual se preparó para darles un excelente platillo.
-¿5 minutos?- Naruto comenzó a quejarse un poco mientras Sakura suspiraba pegándole con suavidad en su hombro.
-Naruto no es tanto, así que ten paciencia.- Sakura estaba muy risueña al ver como Naruto recargaba su cabeza en la mesa aguantando su hambre.
-Está bien- El rubio estaba casi que quería llorar, hace tanto tiempo que no había comido ramen y todo gracias a una dieta que su esposa le había impuesto.
-Aquí están sus órdenes- Teuchi traía los tazones calientes para ambos shinobis, lo cual hizo que a Naruto le brillaran los ojos.
-¡Gracias!- Ambos “amigos” daban gracias con una sonrisa comenzando a comer de forma tranquila, mientras algunas personas se sorprendieron de ver a la pelirrosa en público pero aun más que el Hokage estuviera aquí.
-Dime Sakura ¿Qué te trae por aquí? Es raro verte por aquí, anteriormente venias más a seguido.- Teuchi dándole la espalda a la ojiverde haciendo otro tazón le preguntaba con curiosidad a la ojiverde, Sakura solo se quedó pensando buscando una respuesta convincente y para explicar el porque estaba con el Hokage.
-Este…han sucedido muchas cosas las cuales no quiero entrar en detalles, pero después de la guerra he estado bastante ocupada con mi trabajo y estar al cuidado de mi hija, y pensé salir de mi rutina por un rato me encontré con el Hokage en el camino no pensé encontrármelo por aquí ha pasado mucho desde que se casó y no nos hemos vuelto a ver hasta ahora, ya que nos volvimos a reencontrar pensamos que no sería nada mal de hablar sobre recordar viejos tiempos.- La pelirrosa sonreía con toda naturalidad mientras el rubio estaba muy concentrado en su ramen que tuvo que pasárselo con rapidez para darle la razón a su amada Sakura-chan.
-Así es.-
-Oh, entiendo eso lleva mucha responsabilidad, eso está muy bien me alegro de volver a verlos a ustedes, y Naruto ¿Cómo está tu familia?- Naruto por otra parte, casi que ahogaba al escuchar la pregunta siendo ayudado por Sakura y que por lo menos tomara algo de aire.
-Mmm… muy bien gracias, ahorita mi esposa se encuentra con mi hija en asuntos del clan, y Bolt ha estado mejorando gracias a su Sensei- Naruto ya más tranquilo, daba su respuesta de forma “tranquila” y sin levantar sospechas de que había algo mal en su matrimonio, aun preguntándose qué era lo que Hinata hacía con la pequeña Himawari en el clan y que no le decían.
Mientras los shinobis continuaban comiendo con naturalidad, un chico rubio pasaba por ahí buscando algo que hacer, Sarada iba a hacer unas tareas en casa y Sabaku le había dicho que tendría que entrenar un poco más, dejando a Bolt Uzumaki solo, el Uzumaki pasaba caminando por el Ichiraku, su estómago le hizo el llamado para cenar y al momento de entrar, se sorprendió al ver a su Sensei junto con su padre hablando alegremente.
-¿Sensei?
-¿Bolt?
-¿Papá?
-¿Bolt? Pero que sorpresa, ¿Qué haces por aquí? – Naruto al ver a su hijo entrar, lo invito a sentarse a su lado mientras el Gennin estaba sorprendido al ver a su padre y Sensei juntos.
-Bueno, no había nada que hacer y pues me puse a caminar- El estómago de Bolt comenzó a rugir enfrente de la gente algo avergonzado, Sakura solo sonrió.
-No te preocupes Bolt, podría Teuchi-san ¿Podría darnos otro tazón más?- La ojiverde hacia un pedido extra para la sorpresa de su alumno y para el Hokage.
-No Sensei, no hay necesidad.- Decía Bolt tratando de rechazar el tazón de ramen, pero el ojiverde solo hizo caso omiso.
-Nada Bolt, además yo invito.- La pelirrosa solo sonreía muy convencida de sus palabras, Naruto se acercó a su “amiga” para los ojos de su hijo con un brillo en los ojos.
-¿Enserio Sakura?- Preguntaba con una sonrisa e ilusionado de que iba a tener comida gratis por parte de la ojiverde.
-Solo a Bolt, Hokage.- Esas palabras le arruinaron su ilusión a Naruto que se entristeció un poco pero Sakura tenía otra cosa que decirle al rubio susurrándole al oído.
-No te preocupes…para ti tengo otra cosa, Kitsune.- Con una voz sexy y una mirada con algo de lujuria, Sakura puso a un Naruto completamente rojo y trataba de disimular su sonrojo ante todos,
-¿Pica mucho padre? Porque te pusiste rojo.- Bolt miro a su padre preguntándose si el ramen era picante.
-No, no no es nada Bolt, estoy bien.- Decía con una sonrisa ya más tranquilo a la sugerencia que la pelirrosa e había hecho, afortunadamente Bolt no logro escuchar.
-Muchas gracias.- Teuchi había dejado tres platos más y los tres shinobis comenzaron a comer de forma tranquila sin interrupciones mientras pasaban un buen rato, hablando y riendo, una imagen un poco inusual entre los tres, como si se tratara de una familia, mientras los dos rubios comían disfrutando su comida, Sakura estaba mirándolos de reojo con una felicidad interna.
“Par de glotones, sin duda de tal palo tal astilla”
-Minutos después-
-¿Bolt que es lo que te pasó en el cuello?- Naruto noto algo inusual en el cuello de su hijo mientras tanto ellos como Sakura, siendo la Sensei de Bolt, estaban caminando en la aldea después de comer algo de ramen, preocupando un poco al Gennin.
-No es nada padre, solo es una pequeña herida no es lo que piensas.- Bolt trataba de ocultar la herida con su chamarra pero Naruto no estaba convencido de la respuesta.
-Es más que una herida.- Naruto observo la gran herida de su hija en el cuello algo espantado mientras Bolt sentía que estaba en problemas, Sakura al notar el cambio de expresión del rubio, a una de enojo, decidió intervenir.
-Naruto espera, creo que soy yo la responsable de esto no quise decírtelo por no preocuparte podemos hablarlo.- Sakura atrajo la atención del rubio mientras Bolt estaba más que pálido al ver a su Sensei entrar en su defensa.
-¡Sensei!- Naruto arqueaba la ceja de curiosidad y de brazos cruzados, Sakura poso su mano en el hombro del Hokage para calmarlo antes de que regañara a su hijo.
-Hablare de eso con tu padre, él entenderá, no te preocupes.- La ojiverde le sonrío de forma cálida al chico mientras este solo asentía, su Sensei le iba a salvar la vida nuevamente y esta vez contra su padre, Naruto se le quedo mirando a Sakura sorprendido por esta decisión.
-Gracias Sensei- Agradeció Bolt mientras continuaban caminando y Bolt algo delante de su padre y la ojiverde, tratando de escuchar la conversación.
-Mira Naruto, es mi culpa, durante la misión aquellos renegados nos emboscaron y a pesar de mantenerlos a raya, atraparon a los chicos y por otro poco lastiman a Sarada, Bolt la salvo del ataque pero…por un maldito veneno casi pierde la vida por un kunai que le alcanzo a rozar en el cuello, tuve que actuar rápido para sacarle el veneno salvarlo, tuve que abrir la herida y pues…afortunadamente está sano y salvo, si tienes que regañar a alguien es a mí- Sakura mostro una expresión seria y defendiendo a Bolt, Naruto solo volteo a ver a su hijo.
-¿Es verdad eso?- Naruto le pregunto a Bolt mientras el chico asentía algo seguro de su mismo. Naruto se le acerco y Bolt esperaba algo brusco de su padre como un golpe, pero solo se una acaricia en la cabeza desacomodándole el cabello de Bolt.
-Me alegro que estés Bolt, es bueno saber que tienes una Sensei que se preocupa por ti, si quiere ve a casa con tu hermana, yo iré a la oficina a hablar algunos temas con la Sensei ¿Ok?- Bolt sorprendido por la actitud de su padre asintió y haciendo una reverencia para despedirse de su Sensei el Gennin se fue directo a su casa mientras los dos shinobis caminaban en otra dirección.
-Eso fue amable Naruto, me alegro que no lo hayas regañado- Decía Sakura en una distancia adecuada para no levantar sospechas regalándole una sonrisa al rubio.
-Es bueno saber que tiene una Sensei que se preocupa por sus alumnos…gracias Sakura-chan –Ambos Shinobis comenzaron a ir directo a la torre del Hokage, sin darse cuenta que sentado en una banca solitaria, se encontraba cierto viajero de otro tiempo oculto en su capa ya desgarrada mirando de reojo a los dos Shinobis, recordando ciertas…memorias.
“Adivina mamá ¡Ya soy un ninja!”
“Estoy orgullosa de ti mi pequeño Shina, ven aquí”
“Mamá no enfrente de todos, no soy un bebé ya”
“Lo sé, pero estoy orgullosa de ti mi corazón y lo hiciste en tiempo, antes que tu padre”
“Mi pequeño Shinachiku, mamá siempre va a estar contigo siempre”
-Siempre- Unas lágrimas corrieron en las mejillas del rubio apretando los puños con fuerza y mordiéndose el labio mirando a la pareja, en secreto claro, preguntándose ¿Qué había fallado?
-¿Y porque nos abandonaste…por qué?- El joven se levantó limpiándose las lágrimas de sus ojos y yendo en otra dirección, ahora después de haber tenido una segunda lucha contra la pelirroja Uzumaki, decidió estar en las sombras nuevamente y aun vigilando al Hokage, en un callejón se metió para contemplar lo que había sacado de la casa de Naruto, siendo una foto de él y su madre en su tiempo, juntos y felices, el ojiverde no pudo aguantar más llorando en silencio y sin poder tener a nadie con quien hablar, su puño rompió una parte, mostrando algo de debilidad.
-¿Por qué nos abandonaste? ¿Por qué me abandonaste mamá? Te necesito ahora…por favor…vuelve a casa- El lamento del viajero era más que evidente, no solo el asesinato de su hermano dejó un hueco en su ser, sino la desaparición de su madre le dejo más que abierta esa herida, arreglaría la situación como fuera…por todos los medios necesarios.
-Por otro lado-
Hinata salió de su casa tranquilamente como si nada, decidió ir a visitar a su esposo en su oficina llevaba una bolsa con comida pensaba que para hacer que olvidara a la pelirosa podría pasar el día los dos conviviendo como una pareja, creyendo que su plan estaba funcionando. Al llegar, se encuentra con Shikamaru cuidando la puerta.
-Hola Shikamaru-san.- La Hyuga atrajo la atención del líder del clan Nara mientras apagaba su cigarro, el quinto del día.
-Oh, hola Hinata.- El Nara le sorprendió ver a la esposa del Hokage por aquí mientras la Hyuga hacía una reverencia.
-Disculpa, ¿Esta Naruto-kun?-Pregunto de forma dulce Hinata avanzando un poco más la puerta e la oficina del rubio.
-No, salió hace rato.- Antes de que pudiera entrar, Shikamaru se le puso enfrente y evitando que la Hyuga pudiera ingresar, sorprendiéndola.
-Lo siento Hinata, pero el Hokage me pidió que no dejara pasar a nadie a su oficina.- La instrucción de Shikamaru puso alto tensa a Hinata y se preguntaba el porqué.
-Pero…pero soy su esposa, tengo derecho de entrar, déjame pasar Shi…Shikamaru lo esperare mientras llega.- La Hyuga trato por todos los medios de que la dejaran pasar pero el Nara se mantuvo firme a la decisión del Hokage.
-Lo siento Hinata- Fue lo único que dijo Shikamaru de forma seria, Hinata después de unos intentos, se dio por vencida.
-Es...está bien- Hinata se recargo en la pared del pasillo enfrente de la oficina de Naruto a esperarlo, para Shikamaru le era raro este comportamiento de Hinata y de Naruto, en especial porque era su esposa, presentía algo, pero no se adelantaría a conclusiones, hasta que apareciera Naruto.
-Una hora después-
-Y así me la pase todo el día- Naruto le contaba la pelirrosa como paso todo el tiempo firmando papeles y papeles, lo cual le había advertido Tsunade, Sakura solo estaba riendo al escuchar de forma atenta al rubio, atrás haber perdido algo de tiempo en el camino conversando entraron a la torre del Hokage para llegar a los niveles superiores y poder hablar de los invasores sin embargo al momento de llegar al pasillo de la oficina de Hokage, el rubio dejo de sonreír para poner una de sorpresa y algo molesta tras lo que había descubierto y una pelirosa muy preocupada al ver como Hinata estaba afuera de la puerta quien lo esperaba ansiosamente, Shikamaru solo suspiro al ver la situación algo incomoda, con Sakura manteniéndose a distancia y una Hinata que sonrió al ver a su marido nuevamente pero viendo como Sakura estaba a su lado, teniendo un enojo disimulado, esto no iba a terminar bien…para nadie.
-Dentro del país del fuego-
La situación dentro de la aldea de la hoja es pacifica, aun cuando unos pocos sabían de quienes rondaban en el país del fuego por diversos ataques a pueblos pequeños, sin embargo estos invasores eran la causa de la caída de Iwa, solo que las demás aldeas a excepción de unos pocos de Konoha lo sabían, ahora dichos jinetes se encontraba en un campamento en una de las colinas para no levantar sospechas, los jinetes reían, se alimentaban, bebían y su líder preparaba la siguiente estrategia para el ataque, uno de sus principales sargentos se arrodillaba para dar la información necesaria.
-Señor, los arqueros están en posición como lo ordeno, además de dividir las fuerzas principales-
-Bien, muy bien- Contrario a lo que su sargento le había informado, él solo miraba la aldea como si nada, planeando algo especial.
-¿No atacaremos ahora?
-No, solo es cuestión de tiempo-
-¿Y los espías?- El líder de los jinetes pregunto a su fiel sargento, el jinete hizo llamar a sus exploradores para traer a tres shinobis de Konoha solo con heridas superficiales poniéndolos de rodillas a las fuerza, pero estos tres shinobis eran especiales, ya que entre ellos estaba Konohamaru Sarutobi, nieto del Tercer Hokage, solo que en esta ocasión se encontraba con su equipo en una misión de reconocimiento de alto nivel, con sus compañeros y amigos Udon y Moegi completamente derrotados y superados en número por los jinetes, a pesar de ser Jounnin, estos guerreros de tierras extranjeras los habían derrotado con facilidad, Konohamaru miraba con rabia al comandante de los jinetes.
-¡Miserables! ¡A ellos déjenlos en paz!- Konohamaru intentaba liberarse de los jinetes con fuerza en su chakra pero estos estaban atados con cadenas aprueba de chakra.
-Valientes palabras para un simple niño como tú- El líder de los jinetes se le acercó para verlo de cerca y burlarse de los esfuerzos de Konohamaru.
-Pónganlos en las jaulas, no quiero…-antes de que el líder de los jinetes pudiera terminar su frase, el clon de sombras de Konohamaru desapareció enfrente de él para que el verdadero lo sorprendiera por aire encima de los guerreros extranjeros con un Rasengan y aunque los jinetes comenzaron a disparar sus flechas, gracias a la habilidad de dicho joven Jounnin, las esquivo con facilidad estando a centímetros del líder de los invasores.
-¡Muere! ¡Rasengan!- Konohamaru creyó haber dado en el blanco, pero sus ojos no creían como el hombre lo había esquivado con rapidez para estar a solo centímetro de él con la espada desenvainada y apuntando a la luna.
-No me asustas- Y en un movimiento tan rápido como el viento…
-Arhg!-
-¡Konohamaru!
El grito de desesperación de Moegi fue en vano y Udon cerró los ojos al ver como aquel jinete le había cortado el brazo a Konohamaru con facilidad dejando al Shinobi en el suelo con la herida aun lanzando sangre, como si no le bastara, el jinete le propino una patada al rostro dejándolo noqueado, sus compañeros shinobis vieron ese acto de crueldad de su amigo.
-Ahora solo eres una vil escoria…nadie me ataca por la espalda…nadie ataca a Hanzo Khan por la espalda y es mejor que te consideres afortunado, los tres, porque muy pronto veremos al gran pilar de la Alianza arder en llamas.
Continuara…
ShadowAuditore1992- Clan Byakko
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Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
O dios que emosioooooooon pobre konohamaru, quiero saber que pasa con shinashiku, Naruto y Sakura tan lindos con boruto, maten a esa hinata, mejor que quede viudo a divorsiado.
Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
excelente cap pero aun sigo con la duda de como shina llego al mundo real y que propósito tiene en este aunque por lo que vamos de fic ya tengo la idea me encantaría que mas adelante se vieran los sakura y naruto alternos con los reales, también me tienes en dudas sobre que hace himawari en el clan en fin espero por la conti ya que siempre nos dejas con muchas preguntas.
aduzumaki- Sennin
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Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
bueno hola estoy un poco como aduzumaki espero contiiiiiii que emocion que pasara en ese pasillo
Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
Hola comunidad, nuevamente antes de terminar con el mes de Abril, les traigo el siguiente capitulo de los días del futuro pasado y bien...creo que ya llegamos al momento de un posible...¿Divorcio? y puede que se revele un jutsu jamás creado y que incluso Madara Uchiha puede dominar pero...sera posible esto? así que vamos a darle y muchas gracias por el apoyo.
-Shikamaru ¿No te dije que no la dejaras entrar a la torre?- Naruto le susurro al líder del clan Nara al ver que su esposa estaba recargada en la pared intentando escuchar la conversación de Naruto y Shikamaru, mientras Sakura se hizo a un lado.
-No dejaba de insistir así que le dije que esperara aquí afuera de tu oficina- Dijo Shikamaru mientras el rubio miraba de reojo a su esposa, aun había cosas que discutir por el momento.
- ¿Hace cuánto que está aquí?-
-Máximo 2 horas-
-Gracias Shikamaru te puedes retirar- Naruto quedo sorprendido al escuchar el tiempo que Hinata había esperado y con la indicación correspondiente, Shikamaru se despidió de los presente en silencio sacando un cigarrillo para fumarlo al salir no sin antes mirar de reojo la situación que iba a pasar ahora.
‘’Presiento que no va ser nada bueno’’
“No puede ser, maldita zorra así que te saliste con la tuya, por esta te salvas”
-¿Qué haces aquí?- Los pensamientos Hinata fueron interrumpidos al ver a Naruto enfrente de ella con una mirada autoritaria, sorprendiendo a la Hyuga.
-N… Naruto kun- La azabache bajó los alimentos para intentar abrazar a su esposo, pero Naruto al sentir las manos de Hinata se alejó un poco de ella, sorprendiendo a la susodicha.
-No me toques- A Sakura tampoco le gusto la expresión de Naruto, era como ver una versión diferente del rubio, no era el rubio cariñoso que antes hace unos momentos.
-¿Q… Qué sucede? ¿Q…qué hice para que me trates así? ¿Acaso no estás feliz de verme aquí? Quería pasar a tu oficina P… Para comer juntos y convivir como S… Siempre lo hemos hecho, q…quería disculparme por lo sucedido en aquella noche.- Hinata trataba de no mirar a Sakura y sentirse molesta y tratando de disculparse de forma honesta, pero no podía dejar de sentir algo de celos por la ojiverde y creyendo que ella le estaba viendo la cara.
-¿Disculparte? ¿Ni siquiera preguntaras como está tu hijo?- Naruto comenzó a levantar la voz en el pasillo y Hinata se sorprendió de él porque metió a su hijo en la conversación.
-¿L… le ocurrió algo?- Hinata comenzó a ponerse pálida poniendo su mano en su boca, Naruto se le acercó más agarrando fuerte el brazo de Hinata.
-Fue herido por un kunai que tenía veneno, por proteger a la hija de Sakura casi por poco pierde la vida.- Hinata abrió los ojos de sorpresa y horror al escuchar la noticia e ignorando el dolor del brazo.
-¿¡Qué?! ¡Mi Bolt fue herido! ¡Y todo por ella! – Hinata miro a Sakura con molestia en sus ojos activando el Byakugan mientras la ojiverde estaba mirándola fijamente pero solo por defenderse,
“Maldita…y todo por tu culpa”
-¡Hinata!...ya lo sé todo- El rubio después de llamarle la atención, le susurro algo al oído y la Hyuga estaba poniéndose algo nerviosa.
-¿D…De que hablas?, ¡Auch! M…me duele.- Decía Hinata mirando como el Hokage estaba lastimando sus brazos mientras en su mente estaba más que histérica contra Sakura.
‘’Maldita víbora…tu hija casi mata a mi hijo’’
-Hablaremos de esto más tarde en la casa ¿Entendido?- Naruto soltó a Hinata con una mirada agresiva yendo directamente a su casa con Hinata solo asintiendo, pero antes de irse, Naruto solo tenía una petición para la pelirrosa quien se mantenía a distancia de la situación.
-Sakura, hazme un favor…cuida a Bolt por esta noche
-¿Yo?- Sakura se quedó sin palabras por la petición del Hokage, tratando de que esta situación incómoda se vuelva aún más complicada.
-No quiero que este en casa, no hoy- El Hokage posaba su mano en el hombro de la pelirrosa mostrando su confianza en ella.
-De acuerdo Hokage.- Sakura solo asintió mientras se alejaba de Naruto y de Hinata algo incomoda por lo que acaba de pasar, al salir de la torre del Hokage, la pelirrosa se sorprendió al ver a Bolt recargado en la pared.
-¿Bolt, pero que haces aquí?- La ojiverde se acercaba a su alumnos mientras Bolt suspiraba.
-No había nadie en casa, Himawari esta con el abuelo y no esta mamá, creo que papá va a estar ocupado como siempre y pues…no tenía nada que hacer- El rubio estaba mirando al cielo esperando saber que estaba pasando, Sakura acaricio la cabeza del chico rubio.
-Oye, tu padre me dejo una tarea para mí y quiero que me ayudes…¿Puedo contar contigo?- Al escuchar esas palabras de su Sensei, Bolt se sorprendió al ver que su padre tenía una misión para él con su Sensei.
-¡Claro Sensei! ¿Y qué es?
-Minutos después-
-¡Qué se va a quedar aquí!- Sarada había sacado su inner al saber la noticia de que Bolt se iba a quedar a dormir con ellas…y en su cuarto, Bolt solo sonreía mientras Sakura veía como su hija era una gota de agua a ella.
-Solo será por una noche hija, además el Hokage lo ordeno…es para que los compañeros de equipo tengan mejor relación entre ellos- Sakura cruzaba los dedos detrás de ella esperando que su hija entendiera “la situación”
-Pero…pero….- Sarada no sabía cómo reaccionar ante esto, Bolt solo poso su mano en el hombro de la Uchiha.
-No te preocupes Sarada, no va pasar nada, estamos en confianza ¿verdad?- Bolt le sonreía a una Sarada que parecía explotar contra él, pero mejor consiguió tranquilizarse.
-Está bien…pero si te atreves a hacer algo…te mandare a la luna- Decía Sarada con su inner nuevamente activa asustando al pobre de Bolt, mientras Sakura se reía.
-Bueno ya niños, serán shinobis y todo pero deben descansar, a dormir los dos- Les decía Sakura mientras Sarada suspirada al ver que su madre no cambiaría de opinión, por lo cual se despidió de su madre, seguido por Bolt guardando algo de distancia de Sarada, Sakura se quitaba el protector de la cabeza y sus herramientas para relajarse un poco y sentar en el sofá.
-Dios…este día sí que fue cansado, Naruto…por favor se directo con ella pero no cruel, así no te reconocería…jamás- Sakura se mordía el labio, la discusión que iba a empezar en la residencia Uzumaki sería determinante para su relación clandestina, para despejarse, la ojiverde sacó algo de su mochila, un pequeño cuaderno de notas y comenzó a apuntar algo con su pluma algo emocionada.
-Necesito comprar otro látigo…Naru lo rompió con su boca después de dejarlo en cuatro…y un poco más de cuerdas- Sakura aparentemente hablaba enserio cuando en la intimidad quería dominar al zorro y para Naruto…sería una actividad sexual que es todo menos monótona.
-Más tarde / Residencia Uzumaki-
Hinata estaba tomando una siesta en el sillón cuando escucha a alguien entrar a la sala, mira a un rubio pero con un rostro molesto. El rubio aparece con los papeles de la misión enfrente de Hinata.
-¿Qué es eso? – La Hyuga al levantarse del sillón, tomo los documentos dentro del folder en los que están los papeles, llevándose una horrible sorpresa.
"¡Ah! No puede ser"
-Los papeles de la misión, a cada equipo, ¿Y me pregunto si eso significa algo para ti?- Decía Naruto de brazos cruzados mientras Hinata comenzaba a sentirse nerviosa.
-Nada.- Decía la Hyuga respirando tranquilamente para evitar cualquier sospecha.
-¿Nada? ¿Y dime a que fuiste hacer en mi oficina en la media noche?- Naruto lanzó la primer kunai para saber si era verdad la revelación de Kakashi que le había dicho en su oficina más temprano.
-¿A media noche? S… sabes que a mí me da miedo salir a esas horas. Este… ¿No quieres algo de comer? No has probado bocado desde que llegaste.- Hinata leía cada misión que era asignada hasta llegar a la de Sakura y quedarse en blanco de pensamiento.
-No quiero nada, te hice una pregunta y no me la respondiste. ¡A que fuiste hacer en mi oficina! – Naruto ya tenía poca paciencia por este momento y continúo hablando apretando sus manos en sus brazos.
-Hace un momento me comentaron que hubo un problema con la misión y Sakura no fue la única también Sai, ahí me di cuenta que los papeles fueron cambiados por alguien.
-¿Pero quién se atrevería a cambiar los papeles de la misión para hacer algo así? – Decía Hinata preocupada sobre esta situación que parecía como si alguien quisiera perjudicar a cualquier Jounnin.
- Lo mismo quiero saber, ahora dime ¿Dónde estabas esa noche?- Naruto lentamente estaba arrinconando a Hinata esperando que ella tuviera una explicación lógica a todo esto, pero la azabache solo decía más mentiras.
-Yo... solo salí un rato al pateo de la casa a tomar algo de aire, ¡P… pero nunca entraría a tu oficina sin tu permiso!- Hinata por primera vez se ponía sería en estos momentos, Naruto ya tenía todo lo que necesitaba.
-Nunca dije que entraste a mi oficina Hinata, y que coincidencia…resulta que Kakashi Sensei me dijo que te vio entrar a mi oficina, no mientas por favor y dime ¡¿Qué hacías a esas horas de la noche?!- Naruto tenía contra la pared a Hinata mientras ella se quedaba en silencio pero mirando a Naruto con algo de incomodidad.
-Hinata no me colmes la paciencia, ¿Qué es lo que tratabas de hacer? Y te atreviste hacerlo a mis espaldas. ¡Porque lo hiciste responde! ¿Qué diría tu hijo que su propia madre intento casi acabar con su vida? ¡Contéstame! Vi como viste a Sakura con odio como si te hubiera hecho algo malo y eso no me gustó nada, ni si quiera le agradeciste por salvar Bolt, veo que ni si quiera le tienes consideración ¿Crees que no me doy cuenta?- Naruto estaba ya perdiendo la cabeza y a levantar la voz para que se escuchara en las cercanías del lugar, Hinata cerraba el puño con fuerza mientras en sus pensamientos, sabía que Sakura lo estaba embrujando y manipulando a su antojo para destruir a su familia y ella no lo iba a permitir.
"Esa zorra""
-D… debiste estar muerta, por tu culpa lo arruinaste.- Decía entre susurros Hinata y esperaba a que Naruto no lo oyera, pero el rubio y sus sentidos desarrollados le hicieron una mala jugada a Hinata poniendo la situación más incómoda y en un punto de quiebre.
-¿Cómo dijiste?- El rubio tomo a su esposa por los hombros con mucho más fuerza que en la torre del Hokage.
-¡Ah, nada!
-Vuelve a repetir lo que dijiste-
-Auch, me lastimas, n... no me dicho nada acabo de recordar algo que me había encargado mi padre.- Hinata sentía la mirada furiosa de su esposa tratando de zafarse de él, pero el rubio no cedía para nada y esperaba una explicación en estos momentos.
-Eso no dijiste, te escuche claramente decir "debiste estar muerta", ¿A quién te referías? ¿A Sakura? Así que era cierto, ¡Acaso te volviste loca! ¡COMO PUDISTE HACER ALGO ASI A MIS ESPALDAS! - Naruto tenía los ojos del Kyuubi en estos momentos y los colmillos comenzaron a salir de su boca, Hinata ya no podía ocultarlo más y ella se zafó como pudo de la fuerza de Naruto para soltar la bomba.
-¡E… está bien! ¡LO HICE PARA DESAPARECER A ESA ZORRA DE NUESTRAS VIDAS! ¡DESDE QUE HA VUELTO NO ERES EL MISMO NI SI QUIERAS ESTAS EN CASA CON TU FAMILIA! ¡SOLO QUIERO QUE VUELVAMOS HACER UNA FAMILIA FELIZ SIN QUE ELLA INTERVENGA, DESPUES DE LO QUE TE HIZO! ¡VEO QUE AUN LA SIGUES QUERIENDO SIN SABER QUE TE TRATA DE MANIPULAR PARA VOLVERTE HACER DAÑO!- Naruto ya no lo soporto y abofeteo con fuerza a Hinata tirándola al piso, la rabia del rubio estaba más allá de cualquier razón y él también estallo con una gran rabia.
-¿Estas oyendo lo que dices? ¡CUANTAS VECES TE TENGO QUE DECIR QUE ELLA ES SOLO UNA AMIGA, NO VUELVAS HABLAR ASI A LA SENSEI DE TU HIJO! ¡EN LUGAR DE AGRADECER QUE LE SALVO LA VIDA A TU HIJO, TIENES IDEA DE LO QUE OCASIONASTE! ¿QUIERES DEJAR POR ULTIMA VEZ TUS MALDITOS CELOS HINATA?- Naruto trataba de recomponerse y de no sentir más rabia, pero el hecho de pensar que su hijo casi iba a morir y como Hinata estaba actuando ya no lo podía soportar, Hinata solo se levantó para continuar con las réplicas de su esposo.
- He… hecho todo por ti para que me pudieras corresponder y aun así ¡NI SI QUIERA HE ESCUCHADO UN TE AMO DE TUS LADIOS! ¡ME RECHAZAS CADA CUANDO TE QUIERO ABRAZAR O RECIBIR UN BESO TUYO! ¿DIME QUE OCURRIO REALMENTE AQUELLA NOCHE?- Hinata ahora quería voltear la situación a su favor, mientras Naruto cerraba el puño indignado por esa pregunta, la Hyuga quería lanzar ahora su kunai contra el Hokage.
-Naruto-kun… ¿Alguna vez me amaste?- Naruto comenzó a calmarse pero aun con su enojo y sus ojos en forma de rejilla de zorro soltó la verdad, lo que sentía tras estos años.
-¿Quieres saberlo? Bien, en primer lugar ya te he dicho que no sucedió nada solamente salve a una amiga de su esposo que estaba a punto de violarla no sucedió mas ¡Y EN SEGUNDO LUGAR NO TENGO QUE DARTE EXPLICACIONES DE LO QUE HAGO SIEMPRE HE TRATADO DE ESTAR CON USTEDES PERO EL TIEMPO NO ME ALCANZA Y POR ULTIMO NUNCA Y JAMAS TE AME SOLAMENTE ME CASE POR LASTIMA, ¡TRATE DE CORRESPONDERTE COMO QUERIAS PERO NO FUE ASI SOLO BUSQUE UN REFUGIO EN TI PARA OLVIDAR A SAKURA! ME ASFIXIAS CADA CUANDO ESTAS CERCA MIO!- Naruto soltó toda su frustración, desesperación y enojo en esta situación dejando a Hinata con la boca abierta y sintiendo como su corazón lentamente comenzaba a romperse mientras las lágrimas salían pero no estaba preparada para lo que venía.
-Quiero el divorcio.- Fue el último clavo para la discusión entre el matrimonio Uzumaki, Hinata estaba sin palabras, esperando que fuera un engaño y solo un chantaje, pero el rubio aventó el anillo enfrente de ella.
-¿Q… qué? N… no es cierto Naruto, ¡No me hagas esto! ¡Te están manipulando! – Hinata trata de que Naruto entrara en razón al ver como el rubio le había dado la espalda mientras le dejaba los documentos de divorcio en la mesa con fuerza.
-Y me llevare a Bolt conmigo, no lo pienso dejar contigo después de lo que hiciste.- Naruto salió nuevamente de la residencia azotando la puerta e incluso creándole unas grietas, Hinata miraba como su esposo estaba más que enojado y la Hyuga miraba el anillo, con mucho temor lo recogió del piso para guardarlo, llorando totalmente desconsolada y para ella, solo había una culpable.
-Esto es tu culpa…Sakura Haruno… ¡Es tu culpa maldita ramera!
-En las calles-
Mientras que en las calles de Konoha, caminando sin un rumbo fijo, se encontraba el joven viajero del tiempo, mirando las calles cada vez más vacías mientras estaba pensando en algo que le tenía aun preocupado y que era de vital importancia para él, en su cinturón sacó algo de forma discreta, siendo un pergamino de color rojo con el símbolo de los estados elementales y un Kanji en el centro como sello, que decía “Tiempo” Shinachiku lo miraba con detenimiento, de todas formas…es por este pergamino que él estaba aquí.
-Ahora entiendo porque mi padre y el consejo ocultaron esto en lo más profundo de la aldea.- El ojiverde estaba recordando el viejo cuento, el mito de un Jutsu lo suficientemente poderoso, que ni siquiera los Sannin o Madara Uchiha podía manejar, siendo creado en los tiempos en donde se había descubierto el Chakra.
-Tiempo…el legendario Jutsu prohibido: Jutsu de tiempo.
Continuara…
Naruto, Días del futuro pasado
Cápitulo 44: Un matrimonio en quiebra
Cápitulo 44: Un matrimonio en quiebra
-Shikamaru ¿No te dije que no la dejaras entrar a la torre?- Naruto le susurro al líder del clan Nara al ver que su esposa estaba recargada en la pared intentando escuchar la conversación de Naruto y Shikamaru, mientras Sakura se hizo a un lado.
-No dejaba de insistir así que le dije que esperara aquí afuera de tu oficina- Dijo Shikamaru mientras el rubio miraba de reojo a su esposa, aun había cosas que discutir por el momento.
- ¿Hace cuánto que está aquí?-
-Máximo 2 horas-
-Gracias Shikamaru te puedes retirar- Naruto quedo sorprendido al escuchar el tiempo que Hinata había esperado y con la indicación correspondiente, Shikamaru se despidió de los presente en silencio sacando un cigarrillo para fumarlo al salir no sin antes mirar de reojo la situación que iba a pasar ahora.
‘’Presiento que no va ser nada bueno’’
“No puede ser, maldita zorra así que te saliste con la tuya, por esta te salvas”
-¿Qué haces aquí?- Los pensamientos Hinata fueron interrumpidos al ver a Naruto enfrente de ella con una mirada autoritaria, sorprendiendo a la Hyuga.
-N… Naruto kun- La azabache bajó los alimentos para intentar abrazar a su esposo, pero Naruto al sentir las manos de Hinata se alejó un poco de ella, sorprendiendo a la susodicha.
-No me toques- A Sakura tampoco le gusto la expresión de Naruto, era como ver una versión diferente del rubio, no era el rubio cariñoso que antes hace unos momentos.
-¿Q… Qué sucede? ¿Q…qué hice para que me trates así? ¿Acaso no estás feliz de verme aquí? Quería pasar a tu oficina P… Para comer juntos y convivir como S… Siempre lo hemos hecho, q…quería disculparme por lo sucedido en aquella noche.- Hinata trataba de no mirar a Sakura y sentirse molesta y tratando de disculparse de forma honesta, pero no podía dejar de sentir algo de celos por la ojiverde y creyendo que ella le estaba viendo la cara.
-¿Disculparte? ¿Ni siquiera preguntaras como está tu hijo?- Naruto comenzó a levantar la voz en el pasillo y Hinata se sorprendió de él porque metió a su hijo en la conversación.
-¿L… le ocurrió algo?- Hinata comenzó a ponerse pálida poniendo su mano en su boca, Naruto se le acercó más agarrando fuerte el brazo de Hinata.
-Fue herido por un kunai que tenía veneno, por proteger a la hija de Sakura casi por poco pierde la vida.- Hinata abrió los ojos de sorpresa y horror al escuchar la noticia e ignorando el dolor del brazo.
-¿¡Qué?! ¡Mi Bolt fue herido! ¡Y todo por ella! – Hinata miro a Sakura con molestia en sus ojos activando el Byakugan mientras la ojiverde estaba mirándola fijamente pero solo por defenderse,
“Maldita…y todo por tu culpa”
-¡Hinata!...ya lo sé todo- El rubio después de llamarle la atención, le susurro algo al oído y la Hyuga estaba poniéndose algo nerviosa.
-¿D…De que hablas?, ¡Auch! M…me duele.- Decía Hinata mirando como el Hokage estaba lastimando sus brazos mientras en su mente estaba más que histérica contra Sakura.
‘’Maldita víbora…tu hija casi mata a mi hijo’’
-Hablaremos de esto más tarde en la casa ¿Entendido?- Naruto soltó a Hinata con una mirada agresiva yendo directamente a su casa con Hinata solo asintiendo, pero antes de irse, Naruto solo tenía una petición para la pelirrosa quien se mantenía a distancia de la situación.
-Sakura, hazme un favor…cuida a Bolt por esta noche
-¿Yo?- Sakura se quedó sin palabras por la petición del Hokage, tratando de que esta situación incómoda se vuelva aún más complicada.
-No quiero que este en casa, no hoy- El Hokage posaba su mano en el hombro de la pelirrosa mostrando su confianza en ella.
-De acuerdo Hokage.- Sakura solo asintió mientras se alejaba de Naruto y de Hinata algo incomoda por lo que acaba de pasar, al salir de la torre del Hokage, la pelirrosa se sorprendió al ver a Bolt recargado en la pared.
-¿Bolt, pero que haces aquí?- La ojiverde se acercaba a su alumnos mientras Bolt suspiraba.
-No había nadie en casa, Himawari esta con el abuelo y no esta mamá, creo que papá va a estar ocupado como siempre y pues…no tenía nada que hacer- El rubio estaba mirando al cielo esperando saber que estaba pasando, Sakura acaricio la cabeza del chico rubio.
-Oye, tu padre me dejo una tarea para mí y quiero que me ayudes…¿Puedo contar contigo?- Al escuchar esas palabras de su Sensei, Bolt se sorprendió al ver que su padre tenía una misión para él con su Sensei.
-¡Claro Sensei! ¿Y qué es?
-Minutos después-
-¡Qué se va a quedar aquí!- Sarada había sacado su inner al saber la noticia de que Bolt se iba a quedar a dormir con ellas…y en su cuarto, Bolt solo sonreía mientras Sakura veía como su hija era una gota de agua a ella.
-Solo será por una noche hija, además el Hokage lo ordeno…es para que los compañeros de equipo tengan mejor relación entre ellos- Sakura cruzaba los dedos detrás de ella esperando que su hija entendiera “la situación”
-Pero…pero….- Sarada no sabía cómo reaccionar ante esto, Bolt solo poso su mano en el hombro de la Uchiha.
-No te preocupes Sarada, no va pasar nada, estamos en confianza ¿verdad?- Bolt le sonreía a una Sarada que parecía explotar contra él, pero mejor consiguió tranquilizarse.
-Está bien…pero si te atreves a hacer algo…te mandare a la luna- Decía Sarada con su inner nuevamente activa asustando al pobre de Bolt, mientras Sakura se reía.
-Bueno ya niños, serán shinobis y todo pero deben descansar, a dormir los dos- Les decía Sakura mientras Sarada suspirada al ver que su madre no cambiaría de opinión, por lo cual se despidió de su madre, seguido por Bolt guardando algo de distancia de Sarada, Sakura se quitaba el protector de la cabeza y sus herramientas para relajarse un poco y sentar en el sofá.
-Dios…este día sí que fue cansado, Naruto…por favor se directo con ella pero no cruel, así no te reconocería…jamás- Sakura se mordía el labio, la discusión que iba a empezar en la residencia Uzumaki sería determinante para su relación clandestina, para despejarse, la ojiverde sacó algo de su mochila, un pequeño cuaderno de notas y comenzó a apuntar algo con su pluma algo emocionada.
-Necesito comprar otro látigo…Naru lo rompió con su boca después de dejarlo en cuatro…y un poco más de cuerdas- Sakura aparentemente hablaba enserio cuando en la intimidad quería dominar al zorro y para Naruto…sería una actividad sexual que es todo menos monótona.
-Más tarde / Residencia Uzumaki-
Hinata estaba tomando una siesta en el sillón cuando escucha a alguien entrar a la sala, mira a un rubio pero con un rostro molesto. El rubio aparece con los papeles de la misión enfrente de Hinata.
-¿Qué es eso? – La Hyuga al levantarse del sillón, tomo los documentos dentro del folder en los que están los papeles, llevándose una horrible sorpresa.
"¡Ah! No puede ser"
-Los papeles de la misión, a cada equipo, ¿Y me pregunto si eso significa algo para ti?- Decía Naruto de brazos cruzados mientras Hinata comenzaba a sentirse nerviosa.
-Nada.- Decía la Hyuga respirando tranquilamente para evitar cualquier sospecha.
-¿Nada? ¿Y dime a que fuiste hacer en mi oficina en la media noche?- Naruto lanzó la primer kunai para saber si era verdad la revelación de Kakashi que le había dicho en su oficina más temprano.
-¿A media noche? S… sabes que a mí me da miedo salir a esas horas. Este… ¿No quieres algo de comer? No has probado bocado desde que llegaste.- Hinata leía cada misión que era asignada hasta llegar a la de Sakura y quedarse en blanco de pensamiento.
-No quiero nada, te hice una pregunta y no me la respondiste. ¡A que fuiste hacer en mi oficina! – Naruto ya tenía poca paciencia por este momento y continúo hablando apretando sus manos en sus brazos.
-Hace un momento me comentaron que hubo un problema con la misión y Sakura no fue la única también Sai, ahí me di cuenta que los papeles fueron cambiados por alguien.
-¿Pero quién se atrevería a cambiar los papeles de la misión para hacer algo así? – Decía Hinata preocupada sobre esta situación que parecía como si alguien quisiera perjudicar a cualquier Jounnin.
- Lo mismo quiero saber, ahora dime ¿Dónde estabas esa noche?- Naruto lentamente estaba arrinconando a Hinata esperando que ella tuviera una explicación lógica a todo esto, pero la azabache solo decía más mentiras.
-Yo... solo salí un rato al pateo de la casa a tomar algo de aire, ¡P… pero nunca entraría a tu oficina sin tu permiso!- Hinata por primera vez se ponía sería en estos momentos, Naruto ya tenía todo lo que necesitaba.
-Nunca dije que entraste a mi oficina Hinata, y que coincidencia…resulta que Kakashi Sensei me dijo que te vio entrar a mi oficina, no mientas por favor y dime ¡¿Qué hacías a esas horas de la noche?!- Naruto tenía contra la pared a Hinata mientras ella se quedaba en silencio pero mirando a Naruto con algo de incomodidad.
-Hinata no me colmes la paciencia, ¿Qué es lo que tratabas de hacer? Y te atreviste hacerlo a mis espaldas. ¡Porque lo hiciste responde! ¿Qué diría tu hijo que su propia madre intento casi acabar con su vida? ¡Contéstame! Vi como viste a Sakura con odio como si te hubiera hecho algo malo y eso no me gustó nada, ni si quiera le agradeciste por salvar Bolt, veo que ni si quiera le tienes consideración ¿Crees que no me doy cuenta?- Naruto estaba ya perdiendo la cabeza y a levantar la voz para que se escuchara en las cercanías del lugar, Hinata cerraba el puño con fuerza mientras en sus pensamientos, sabía que Sakura lo estaba embrujando y manipulando a su antojo para destruir a su familia y ella no lo iba a permitir.
"Esa zorra""
-D… debiste estar muerta, por tu culpa lo arruinaste.- Decía entre susurros Hinata y esperaba a que Naruto no lo oyera, pero el rubio y sus sentidos desarrollados le hicieron una mala jugada a Hinata poniendo la situación más incómoda y en un punto de quiebre.
-¿Cómo dijiste?- El rubio tomo a su esposa por los hombros con mucho más fuerza que en la torre del Hokage.
-¡Ah, nada!
-Vuelve a repetir lo que dijiste-
-Auch, me lastimas, n... no me dicho nada acabo de recordar algo que me había encargado mi padre.- Hinata sentía la mirada furiosa de su esposa tratando de zafarse de él, pero el rubio no cedía para nada y esperaba una explicación en estos momentos.
-Eso no dijiste, te escuche claramente decir "debiste estar muerta", ¿A quién te referías? ¿A Sakura? Así que era cierto, ¡Acaso te volviste loca! ¡COMO PUDISTE HACER ALGO ASI A MIS ESPALDAS! - Naruto tenía los ojos del Kyuubi en estos momentos y los colmillos comenzaron a salir de su boca, Hinata ya no podía ocultarlo más y ella se zafó como pudo de la fuerza de Naruto para soltar la bomba.
-¡E… está bien! ¡LO HICE PARA DESAPARECER A ESA ZORRA DE NUESTRAS VIDAS! ¡DESDE QUE HA VUELTO NO ERES EL MISMO NI SI QUIERAS ESTAS EN CASA CON TU FAMILIA! ¡SOLO QUIERO QUE VUELVAMOS HACER UNA FAMILIA FELIZ SIN QUE ELLA INTERVENGA, DESPUES DE LO QUE TE HIZO! ¡VEO QUE AUN LA SIGUES QUERIENDO SIN SABER QUE TE TRATA DE MANIPULAR PARA VOLVERTE HACER DAÑO!- Naruto ya no lo soporto y abofeteo con fuerza a Hinata tirándola al piso, la rabia del rubio estaba más allá de cualquier razón y él también estallo con una gran rabia.
-¿Estas oyendo lo que dices? ¡CUANTAS VECES TE TENGO QUE DECIR QUE ELLA ES SOLO UNA AMIGA, NO VUELVAS HABLAR ASI A LA SENSEI DE TU HIJO! ¡EN LUGAR DE AGRADECER QUE LE SALVO LA VIDA A TU HIJO, TIENES IDEA DE LO QUE OCASIONASTE! ¿QUIERES DEJAR POR ULTIMA VEZ TUS MALDITOS CELOS HINATA?- Naruto trataba de recomponerse y de no sentir más rabia, pero el hecho de pensar que su hijo casi iba a morir y como Hinata estaba actuando ya no lo podía soportar, Hinata solo se levantó para continuar con las réplicas de su esposo.
- He… hecho todo por ti para que me pudieras corresponder y aun así ¡NI SI QUIERA HE ESCUCHADO UN TE AMO DE TUS LADIOS! ¡ME RECHAZAS CADA CUANDO TE QUIERO ABRAZAR O RECIBIR UN BESO TUYO! ¿DIME QUE OCURRIO REALMENTE AQUELLA NOCHE?- Hinata ahora quería voltear la situación a su favor, mientras Naruto cerraba el puño indignado por esa pregunta, la Hyuga quería lanzar ahora su kunai contra el Hokage.
-Naruto-kun… ¿Alguna vez me amaste?- Naruto comenzó a calmarse pero aun con su enojo y sus ojos en forma de rejilla de zorro soltó la verdad, lo que sentía tras estos años.
-¿Quieres saberlo? Bien, en primer lugar ya te he dicho que no sucedió nada solamente salve a una amiga de su esposo que estaba a punto de violarla no sucedió mas ¡Y EN SEGUNDO LUGAR NO TENGO QUE DARTE EXPLICACIONES DE LO QUE HAGO SIEMPRE HE TRATADO DE ESTAR CON USTEDES PERO EL TIEMPO NO ME ALCANZA Y POR ULTIMO NUNCA Y JAMAS TE AME SOLAMENTE ME CASE POR LASTIMA, ¡TRATE DE CORRESPONDERTE COMO QUERIAS PERO NO FUE ASI SOLO BUSQUE UN REFUGIO EN TI PARA OLVIDAR A SAKURA! ME ASFIXIAS CADA CUANDO ESTAS CERCA MIO!- Naruto soltó toda su frustración, desesperación y enojo en esta situación dejando a Hinata con la boca abierta y sintiendo como su corazón lentamente comenzaba a romperse mientras las lágrimas salían pero no estaba preparada para lo que venía.
-Quiero el divorcio.- Fue el último clavo para la discusión entre el matrimonio Uzumaki, Hinata estaba sin palabras, esperando que fuera un engaño y solo un chantaje, pero el rubio aventó el anillo enfrente de ella.
-¿Q… qué? N… no es cierto Naruto, ¡No me hagas esto! ¡Te están manipulando! – Hinata trata de que Naruto entrara en razón al ver como el rubio le había dado la espalda mientras le dejaba los documentos de divorcio en la mesa con fuerza.
-Y me llevare a Bolt conmigo, no lo pienso dejar contigo después de lo que hiciste.- Naruto salió nuevamente de la residencia azotando la puerta e incluso creándole unas grietas, Hinata miraba como su esposo estaba más que enojado y la Hyuga miraba el anillo, con mucho temor lo recogió del piso para guardarlo, llorando totalmente desconsolada y para ella, solo había una culpable.
-Esto es tu culpa…Sakura Haruno… ¡Es tu culpa maldita ramera!
-En las calles-
Mientras que en las calles de Konoha, caminando sin un rumbo fijo, se encontraba el joven viajero del tiempo, mirando las calles cada vez más vacías mientras estaba pensando en algo que le tenía aun preocupado y que era de vital importancia para él, en su cinturón sacó algo de forma discreta, siendo un pergamino de color rojo con el símbolo de los estados elementales y un Kanji en el centro como sello, que decía “Tiempo” Shinachiku lo miraba con detenimiento, de todas formas…es por este pergamino que él estaba aquí.
-Ahora entiendo porque mi padre y el consejo ocultaron esto en lo más profundo de la aldea.- El ojiverde estaba recordando el viejo cuento, el mito de un Jutsu lo suficientemente poderoso, que ni siquiera los Sannin o Madara Uchiha podía manejar, siendo creado en los tiempos en donde se había descubierto el Chakra.
-Tiempo…el legendario Jutsu prohibido: Jutsu de tiempo.
Continuara…
ShadowAuditore1992- Clan Byakko
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Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
Wooo!!! Estuvo buenisimooo y me sorprendió la reacción de naruto para con hinata, la verdad no me gusto la bofetada pero bueno...hay que comprender que estaba furioso. Oye escribe sobre el narusaku del otro mundo que estoy ansiosa por saber de naruto. Contiii
CerezoIntenso- Chunnin
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Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
Hinata esta loca y mucho, estuvo genial él capitulo por fin le pidio el divorcio pero ella pares un peligro también para su hija, ya quiero saber que pasa Con shinashiku y los cambios en el tiempo espero él siguiente capitulo. “ψ(`∇´)ψ
Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
Genial conti ahora ya se sabe como llego el viajero al tiempo real haber que sucede con el divorcio de naruto porque esto no se hará con calma y ojala el próximo cap pongas algo de universo alterno.
aduzumaki- Sennin
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Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
wuooooooo..impresionante por fin le pidió el divorcio a esa lunática así estaría naruto que le dio una cachetada, espero conti
Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
Y por fin...llegue al capítulo más largo del fic en general, para todos ustedes, ya se han atado cabos como el como Shinachiku ha llegado al tiempo real, la existencia del jutsu de tiempo y más sorpresas, por ser un capitulo especial , para los lectores, además de que hay dos líneas de tiempo con fuertes problemas, una de la otra y que la existencia de un jutsu, va a causar problemas...demasiados, gracias por su paciencia y pues vamos a darle, comunidad NS
-Tiempo Actual-
-¿Estás seguro de esto muchacho? ¿Qué tal si alguien viene?- Mientras que en la oscuridad de la noche en Konoha, el joven viajero de Shinachiku Uzumaki se encontraba dentro de una pequeña casa en la aldea, afortunadamente para él, era el lugar perfecto para descansar, quitándose sus sandalias y sus cosas para recostarse en la cama sintiéndose un poco más relajado mientras hablada con Kurama.
-No te preocupes viejo amigo, nadie vive aquí en un largo tiempo, ha estado abandonado.- Decía el joven ojiverde mientras sostenía en sus manos el dichoso pergamino del Jutsu de tiempo, tenía tantas preguntas que hacerse ahora que jamás pudo contestarle su padre o él mismo descubrir las respuestas de dicho objeto.
-Nunca creí que…existiera algo como esto.- Decía Shina sin dejar de pasar con sus manos el pergamino con el símbolo de tiempo en ella.
-Jamás.- El rubio comenzó a sentir pesadez en sus ojos mientras los recuerdos lo invadían al tener en sus manos, el objeto más poderoso de todos, hasta que el sueño le venció sin embargo, su mente estaría activa toda la noche.
-Flashback-
-¿Cuál es el secreto a todo esto padre? - La aldea no tenía tiempo para repararse, sino para evacuarla ante la amenaza de un nuevo ataque de Akatsuki, mientras que los shinobis hacían la evacuación, el Hokage y su hijo mayor se encontraban en un amplio túnel debajo del monte de los Hokages, las antorchas iluminaban el camino al momento que ambos avanzaban más profundo, Naruto tenía una expresión muy serio, sabía que era lo que Nagato quería pero desconocía el como lo había descubierto. Tras varios minutos, ambos rubios llegaron a una puerta de piedra, una piedra tan dura como el acero, con el símbolo del clan Uzumaki grabado en ella con diversos sellos, Shinachiku miro la puerta sorprendido.
-Esto Shina, contiene el más grande secreto de no solo la aldea, sino del mundo Shinobi.- Naruto dejo la antorcha a un lado para hacer un movimiento de manos y sacarse algo de sangre de su dedo para pasarla sobre el símbolo Uzumaki, lentamente la sangre comenzó a recorrer el remolino lentamente mientras los sellos brillaban intensamente.
-Lleva el símbolo de la familia.- La puerta comenzaba a levantarse una vez que la sangre de Naruto cubrió el remolino mientras Shina miraba atento y curioso de lo que hubiera en la puerta escondido.
-Y solo un Uzumaki puede abrir este secreto.- La puerta estaba abierta y los sellos liberados, ambos comenzaron a entrar lentamente observando el cuarto algo vacío, pero en su centro, había seis objetos, Shinachiku los reconocía de inmediato, eran las estatuas de Hashirama el primer Hokage, su hermano Tobirama el segundo Kage, Saruroti el Hokage más longevo a la fecha de los siete, Minato Namikaze el relámpago de Konoha, Lady Tsunade la Sannin sanadora, Kakashi Hatake el ninja que copia y por último, el héroe del mundo shinobi, Naruto Uzumaki. Las estatuas rodeaban en una pose de pelea al objeto que el rubio venía a buscar caminando hacia él como si nada.
-Las estatuas de los Kages que me precedieron hijo, todas protegiendo lo más sagrado y a la vez lo más peligroso del mundo shinobi.- En una caja hecha de la mejor madera con toques dorados, tenía en símbolo de los países del mundo shinobi pero lo que había en la caja era más importante aún, sacando lo que había en ella para mirarlo con detenimiento.
-El Jutsu de tiempo- Naruto podía sentir el poder del pergamino, todo el chakra que lo recorría era inmenso, incluso sus ojos se iluminaron al sentirse honrado de conocer el famoso Jutsu de tiempo, Shinachiku se acercó a su padre mientras miraba de igual forma el pergamino.
-¿Qué? ¿Jutsu de tiempo?
-Sé que estás pensando hijo, ¿Acaso es posible de que exista ese Jutsu? Yo tampoco me lo creí, creí que eran cuentos o algo así. Sin embargo, Oba-chan me lo conto todo y después de la guerra decidí investigar, debajo del monte de los Kages, de donde estamos ahora, se encuentra el Jutsu más poderoso de todos.- Naruto recordaba cómo después de la guerra, Tsunade le había contado uno de los mayores secretos de Konoha, el rubio de forma solitaria comenzó a descubrir algunas cosas que su padre había escrito antes de morir, él también lo sabía.
-¿Sabes cuantas personas lo crearon?- Shinachiku fue sorprendido por esa pregunta de su padre mientras miraba el pergamino.
-Todo el mundo shinobi antiguo.
-¡Qué!- Shina no estaba listo para escuchar esa respuesta de su padre, parecería imposible que eso fuera posible, Naruto se rio posando su mano en el hombro de su hijo.
-La leyenda dice que hace tiempo, cuando la primera gran guerra estaba en su auge, un joven estaba creando una forma pacífica de terminar con el conflicto, sin ningún resultado, pero supo que si hubiera una forma de retroceder al tiempo, él podría cambiar los eventos de la guerra. Así que con mucho sufrimiento, pudo convencer a todas las naciones y a todos los ninjas a usar una cantidad enorme de Chakra, tan grande que no se compara ni siquiera a Madara Uchiha. El Jutsu en medio de la guerra fue creado para traer paz. Mucho tiempo y esfuerzo bastó para que el Jutsu por fin pudiera crearse y sobre todo, tener un mundo unido.- Naruto le contaba la leyenda que hacía tan poderoso al Jutsu, Shina imagino a todas la naciones creando una cantidad monstruosa de chakra para terminar con la guerra y como resultado, lo tenían a la vista.
-¿Y fracaso verdad? ¿Esa idea?
-En parte, cuando el Jutsu fue terminado, , el deseo de finalizar fue tan grande que el propio Jutsu termino con mente propia, alimentándose del deseo de aquella persona que solo quería paz y haciendo que solo él pudiera dominarla por completo.- El rubio le mostraba el reverso del sello del pergamino, mostrándole el remolino de los Uzumaki.
-Esa persona era un Uzumaki… ¿Entiendes ahora porque Nagato lo busca? él es un Uzumaki, si le pone una mano encima…no solo nuestro presente, sino pasado y futuro será a su deseo y tú sabes qué clase de mundo quiere.- Naruto se mostraba preocupado de lo que el propio Nagato hacía con el pergamino, su idea de un mundo nuevo de paz podría ser demasiado peligrosa por la inmensa purga que él había iniciado, Shinachiku entendía la preocupación de su padre, pero quería saber más.
-¿Y tú ya lo intentaste?- El ojiverde miraba a su padre fijamente, el Hokage se enfocó nuevamente el Jutsu aun sin abrir.
-Trate Shina, pero ni siquiera mi chakra en mi estado Bijju puede despertarlo, es como sí…dijera que no lo necesito.- El séptimo apretó con fuerza su puño, él incluso no podía abrirlo a pesar de ser un Uzumaki. Las antorchas comenzaron a apagarse y un aíre frío apareció de la nada inundando al cuarto de ella, haciendo que los dos rubios estuvieran con cautela.
-Fin del flashback-
-Mundo alternativo-
-Katon: Lluvia carmesí.- La batalla en el otro mundo continuaba y Sarada había lanzado un ataque de fuego contra Deidara que no baja de su ave de arcilla contraatacando todo esfuerzo de la joven de cabello negro, mientras el rubio se reía de forma desquiciada.
-Nada mal cuatro ojos ¿Es lo mejor que tienes?- Decía el Akatsuki de forme presumida, pero Sarada lo tenía en donde quería con una sonrisa, el rubio se dio cuenta que la pelirroja no estaba con su hija.
-¡Tengo esto para ti Fuuton: Halcón de montaña!- Karin hacía un movimiento de manos para lanzar un halcón de aíre contra Deidara, el rubio reacciono tarde al ataque siendo alcanzo y terminando derribado de su ave de arcilla, el Akatsuki se veía superado de forma incrédula por la madre y la hija, en un excelente trabajo en equipo.
-¿Sabes algo Hatake? Esto se puso ya aburrido…creo que tendré que matarte.- Mientras que en otra parte del combate, Kisame chocaba su espada Samehada contra la kunai electrificada del albino.
-Aun así, no es suficiente…inténtalo.- En un ataque rápido, ambos se separaron para tener más terreno de luchar, el cual, Kisame fue el primero en usar la ventaja a su lado.
-Suiton: Tiburón torpedo.-El agua surgió debajo del Akatsuki lanzando un gran tiburón contra el albino, pero él también se preparaba para atacar.
-Imbécil ¡Chidori!- El Hatake se abalanzaba contra Kisame con toda su
fuerza haciendo retumbar la tierra esquivando el torpedo de tiburón más de una vez, ambos tenían una lucha personal que ni siquiera en estos tiempos podría cambiar, hasta que uno de los dos estuviera muerto.
-¡Mamá!- Hikari observaba a su madre rodeada por marionetas de Sasori mientras ella misma las destruía una por una con su fuerza.
-Estas marionetas me aburren, son demasiadas.- Sakura incluso llegaba a partir una a la mitad y usar los retazos para destruir otras marionetas.
-Lo sé, pero llevo 23.- Hikari iba cortado con su katana a dos marionetas en un movimiento rápido, mirando de reojo a su madre.
-Y yo…34.- Sakura impacto el suelo para acabar definitivamente con las marionetas que las rodeaban, ambas kunoichi miraban a Sasori quien no estaba nada complacido con esto.
-No te reías cuando acabe contigo.- El pelirrojo sacaba su mejor marioneta del tercer Kazekage, mientras Sakura se tronaba los nudillos nada complacida con las palabras de Sasori.
-Inténtalo Sasori, no pudiste hace años, dudo que ahora lo hagas.- Sakura iba a enfrentarse a la marioneta principal de Sasori sin embargo el pelirrojo aún tenía más marionetas que saltaron como defensa en contra de Sakura.
-¡Miserable!- La pelirrosa continuaba rompiendo las marionetas con mucha fuerza mientras su hija intentaba darle apoyo con su katana.
-No puedo acercármele, sus cuerpos me lo impiden.- Decía Hikari mientras cortaban y cercenaba las marionetas como si fueran papel, pero solo fue desarmada por una de ellas retrocediendo e incinerándolas., Sakura se reunió con su hija antes de llegar a Sasori y que algo le pudiera pasar a Hikari.
-¿Estas bien?- Sakura ayudaba a levantar a su hija con una sonrisa.
-Sí…solo me desarmo.- Hikari le correspondió con mucha determinación para enfrentarse al amo de las marionetas.
-Esto va enserio.- Decía Sakura poniéndose enfrente de su hija concentrando todo su chakra en todo su cuerpo.
-Hija… ¿me concedes esta pieza?- La expresión de su madre, dejó a Hikari sorprendida, esta combinación lo habían visto nuevamente en años, la joven rubia se ponía hombro a hombro con la pelirrosa.
-La tormenta ojiazul.
-Y el cerezo inmortal.
-¡Juntas de nuevo!- La s dos mujeres acumulaban sus chakras respectivamente para lanzarse al ataque contra Sasori en un ataque combinado. El pelirrojo uso la arena de hierro de su marioneta y parar el ataque.
-¡Shannaro!- El contacto de los dos puños de las kunoichi contra la arena de hierro estaba dando a un ganador claro, la combinación de la tormenta ojiazul y el cerezo inmortal
-Patéticas, sus poderes combinados no podrán conmigo.- Sasori intentaba contraatacar con su arena de acero incluso haciendo leves cortadas en Sakura y Hikari que no dejaban de atacar l maestro de las marionetas.
-¡Arhg!
-¡Mamá!
-¡No pares Hikari!
-Creo que es tiempo de revelar nuestra arma oculta ¿No es así Sasori?- Kakuzu que se había mantenido fuera de la batalla formulando un plan, estaba revelando el plan, pero para cuando los shinobis se dieran cuenta, sería demasiado tarde.
-Así es- Sasori tenía una cuerda de chakra muy oculta en el lugar, con un leve jalón, vendría un gran espectáculo, uno de forma combinada con Deidara.
-¿Qué fue ese ruido?- Temari escuchó un ruido extraño en la fortaleza mientras descansaba en la zona de estrategia levantándose al oír el ruido cerca de la puerta.
-Estén alerta- Decía Darui con todos los demás en tomando posición, la puerta se abrió de golpe sorprendiendo a todos los presentes.
-¿Pero qué?...
Una explosión de proporciones apocalípticas ocurrió en la fortaleza desde adentro atrayendo la atención de todos los shinobis y desarticulando su estrategia y por lo tanto su moralidad.
-¡La fortaleza!- Karin miro como la fortaleza estaba siendo destruida y en un movimiento Deidara lograba conectar su ataque para fracturarle la pierna derecha a Karin, Sarada tuvo que usar su estilo de fuego para proteger a su madre y sacarla fuera del combate contra Deidara.
-¡No!- Kakashi aun sabiendo que tenía un combate demasiado complicado, la explosión estaba desconcentrándolo al saber que todos pusieron haber muerto incluyendo Shizune.
-Esto… ¡Fue una trampa!- Sakura trato de desviar un ataque de Sasori con toda su fuerza pero en el momento de distracción, Kakuzu tomo la katana de Hikari para enterrarle en el cuerpo de la pelirrosa con profundidad y sacar el arma golpeándola con fuerza en su cara.
-¡Mamá!- Hikari tuvo que interrumpir el ataque contra Sasori para tomar a su madre herida de gravedad fuera de la batalla y hacer que respirara despacio, la ojiverde estaba curándose lentamente con su Jutsu médico.
-Maldito- Sakura susurraba maldiciéndose así misma por distraerse, los dos Akatsuki observaron a las dos kunoichis desprotegidas, saboreando su victoria.
-En estos momentos, perderás más sangre de lo común por lo cual tu muerte será…lenta.- La voz de Kakuzu era siniestra y Hikari se mordía el labio muy enojada por lo que hizo el shinobi.
-Miserables, lo sabían desde un inicio.- Kakashi se había separado de Kisame para ayudar a su exalumna en recuperarse mientras Sarada protegía a su madre de cualquier ataque sorpresa que Deidara la lanzara.
-Por supuesto, tan solo era una distracción para sacarlos de su madriguera pero no creí que ustedes saldrían.- Decía el rubio contemplando la derrota definitiva de toda la alianza mientras Hikari enfocaba su energía y atención en su madre.
-¿Mamá, puedes respirar?
-Ah…si Hikari pero no puedo moverme.- Decía la ojiverde presionando la herida para evitar más el derramamiento de sangre, la rubia sacó una kunai de su bolsillo para ponerse enfrente de su madre.
-Te voy a proteger, con mi vida.- Las palabras de la ojiazul sorprendió a los de la hoja, la rubia se plantaba con fuerza y determinación enfrente de los Akatsuki sin miedo.
-No, no lo hagas.- Sakura trato de detener a su hija en lo que era un suicidio pero la herida le impedía moverse.
-Bien…tú serás la primera.- El primero en moverse fue Kakuzu con sus brazos extensibles con intensión de arrancarle el corazón.
-¡No! ¡A ella no!- El grito de agonía de Sakura al ver como su hija se había abalanzado contra el Akatsuki puso al sexto Hokage en acción aun con su máximo esfuerzo sobrehumano.
-Tengo que llegar.- Kakashi intentaría hacer retroceder a Kakuzu con su Chidori, solo para ser detenido por el tiburón torpedo de Kisame a distancia, evitando que pudiera llegar a Hikari a tiempo.
-No esta vez Hatake.-
-¡Hikari!- La chica en cuestión estaba teniendo miedo al ver como de forma peligrosa se acercaba Kakuzu y solo cerró los para espera lo mejor de su ataque pero…
-¡Pero qué!- Kakuzu. estaba sorprendido de ver dos brazos del modo Bijju deteniéndole sus brazos con fuerza, mientras el resto de las manos volaban al cielo como estandartes, la mirada furiosa del Hokage estaba haciéndose presente para luchar porque quienes ama.
-¡Aléjate de mi hija!- Naruto con toda su fuerza logro partirle los brazos a Kakuzu y lanzar bolas de energía hacía el Akatsuki haciéndolo retroceder mientras el resto estaba sorprendido de la aparición de Naruto, en especial Sakura quien lograba verlo de reojo.
-¿Naruto?
-¿Papá?
-Aléjate de mi familia…Kakuzu.- El rubio logro moverse a gran velocidad para enfrentarlo con taijutsu y a pesar de la ventaja que tenía, Kakuzu no bajaba los brazos. El Hokage logro golpear a Kakuzu con mucha fuerza mandándolo a donde estaban sus compañeros.
-¿Cómo?- Era lo que se preguntaba Kakashi al ver a su exalumno luchar como todo un demonio.
-Hace unos segundos-
-¿Pero qué?- Temari al momento de ver la puerta abrirse, una gran ráfaga de viento los rodeo a los presente y ella pudo ver apenas por unos segundo la cabellera rubia del Hokage que estaba moviendo a gran velocidad con varios de sus clones.
-¿Hokage?
-No hay tiempo.- Naruto estaba sacando a toda la alianza fuera de la fortaleza que comenzaba a estallar segundo tras segundo antes de que fuera muy tarde. Cuando la explosión fue inminente, toda la alianza se había salvado gracias al Séptimo Hokage quien ahora iría a ayudar a su familia.
-Ahora-
-Supongo que aun nuestro trabajo no está terminado.- Kakuzu y el resto de los Akatsuki se acercaban hacía el Hokage quien protegía los shinobis de la hoja.
-Alto, terminaron aquí.- Desde la sombras del lugar, una serpiente blanca aparecía en una pequeña colina mientras que su dueño miraba todo el combate con mucha paciencia. Naruto enfoco su mirada en él con mucho enojo apretando el puño y generando poco a poco una bola de energía.
-Orochimaru ¿Cuánto tiempo estuviste viendo?- Kakuzu preguntaba con paciencia mirando de reojo al Sannin sin dejar de enfocarse en el Hokage.
-Lo suficiente, ahora vámonos.- Esa expresión tomo por sorpresa a todos los presente y tomándolo de mala manera para su arte, hablando por parte de Deidara.
-¿Irnos? ¿Estás loco? Los tenemos ahora que podemos.- El rubio se mostraba más que furioso e intento confrontarlo siendo detenido por Sasori.
-No, tenemos a un invitado sorpresa aquí.- El Sannin enfocaba su mirada en Naruto y el cómo generaba la bola de energía del Kyuubi.
-Hola Naruto-kun.
-Tú.- Naruto rechinaba sus dientes muy furioso y con la intención de matarlo en el momento.
-No Naruto, Sakura está muy lastimada y Karin tiene la pierna rota, no podemos exponerlas.- Kakashi contenía la herida de Sakura con toda su fuerza mientras Naruto se resignaba mientras mirabas a la pelirrosa quejarse del dolor.
-Tienen suerte, dudo que hubieran sobrevivido a otro ataque combinado. Nagato tiene planes diferentes.- Decía Orochimaru cerrando sus ojos, solo para liberar sus afamado Sharingan.
-Kamui.- El legendario Sannin susurro algo que puso en alerta a los shinobis de Konoha mientras el Sharingan de Orochimaru iba cambiando de forma, Kakashi fue el primero en notarlo.
-Imposible ¿Cómo aprendió a usarlo?- Kakashi quedo sorprendido al ver como el propio Sannin de las serpientes estaba utilizando una técnica propia del Sharingan y ver como los Akatsuki comenzaron a desaparecer por obre del Kamui pero se debía que Orochimaru no le costaba mucho trabajo en realizarlo.
-Esto no ha terminado Hatake…nos volveremos a ver.- Esas eran las últimas palabras de Kisame antes de desaparecer por completo y en eso Orochimaru también comenzaba a desaparecer no sin antes decir unas palabras.
-Y yo cuento con eso Naruto-Kun…salúdame a Sasuke-Kun.- Orochimaru solo miraba al pequeño contingente de shinobis con una sonrisa malvada.
-¡Cierra la boca!- Naruto estaba a punto de lanzar otra bola de energía contra Orochimaru antes de que se pudiera retirar y vivir para contarlo pero el Hokage que le precedió supo que sería una mala idea.
-Naruto, tenemos que irnos ya.- Kakashi detuvo las intenciones de Naruto de seguir a Orochimaru, mientras los Akatsuki se retiraban, esto era una mala espina para ellos pero por el momento tenían que ver como estaban los demás.
-De acuerdo.- Naruto asintió y miro a Sakura en el piso conteniendo con su Jutsu medico su herida algo profundo, el rubio sin dudarlo estaba cargando a su exesposa mientras Sakura estaba avergonzada de ver a Naruto al rostro, no sabía cómo sentirse al respecto.
-Naruto…yo…
-Hablaremos después Sakura.- Naruto comenzó a correr con Sakura en sus brazos dejando sin palabras a la pelirrosa, Kakashi y Sarada se encargaría de Karin y su pierna mientras Hikari miraba a sus padres tratando de sonreír, pero aun había mucho que arreglar entre ellos.
-¿En dónde están ahora?- Se preguntaba Kakashi mientras estaba al parejo con Naruto mientras iban a una zona diferente, fuera del alcance de los Akatsuki, el Hokage los llevaba fuera de lo que era la fortaleza para irse más adentro en el bosque.
-Tuve que pensar rápido, están en una zona alejada de la fortaleza, están a salvo todos.
-¿Todos?- Kakashi arqueo la ceja sorprendido por la velocidad de Naruto mientras el rubio sonreía mostrándole detrás de un arbusto a toda la resistencia Shinobi junta, mientras creaba una sonrisa.
-Sí, todos.- Toda la alianza vio a los shinobis en cuestión acercándose, en especial los otros Kages quien iban con ellos para ver qué había pasado entre todo el caos mostrado.
-¡Séptimo! ¡Sexto!- Temari fue la primera en ir con ellos mientras Naruto ponía en sus brazos a un Sakura muy herida mientras Darui cargaba a Karin con firmeza.
-Llévenlas con los médicos, tiene una pierna rota y un sangrado profundo.- Decía Naruto con autoridad, la rubia de la arena asentía llevando a las dos kunoichis heridas con los doctores, afortunadamente estarían bien, Naruto luego enfoco su mirada a su hija menor con una mirada seria mientras la rubia buscaba una excusa para zafarse del regaño de su padre.
-¿Y dónde has estado jovencita?- El Hokage estaba enfrente de ella con los brazos cruzados, Hikari estaba mordiéndose los dedos esperando que su padre no la castigara aun en estos tiempos de guerra.
-Este papá…yo…- Lo único que recibió Hikari fue una caricia por parte de Naruto en su cabeza con suavidad, sorprendiendo a la rubia.
-Me alegro que estés a salvo.- Hikari escucho esas palabras tan bonitas de su padre que no aguanto más abrazándolo con fuerza con unas lágrimas en sus ojos.
-Papi.- Hikari estaba feliz de tener a su padre consigo nuevamente, mientras el rubio veía a su pequeña ya siendo una ninja hecha y derecha.
-Te extrañe.- Decía Naruto tratando de no llorar en el lugar, siendo observado por Kakashi que pensó que al menos una buena noticia era justo lo que necesitaba su ex alumno.
-Ambas hicieron un buen trabajo, son un gran equipo.- Naruto dejó de abrazar a su pequeña Hikari mirándola a ella con Sarada a su lado, ambas asintieron por el cumplido, mientras el Hokage se iba a hablar con Kakashi, ambas se voltearon a ver y recrearon una vieja escena.
-Plana.
-Cabeza hueca.
-Gracias.- Hikari estrecho la mano de Sarada mientras la chica de lentes hacía lo suyo.
-No hay de qué.- Ambas amigas y rivales deberían estar juntas ahora, después de lo que han visto. Mientras ambas conversaban un poco y Sakura y Karin eran tratadas, Kakashi y Naruto se alejaron un poco de la alianza para hablar entre ellos.
-¿Estas mejor?- Kakashi miraba como la recuperación de Naruto era más que extraordinaria mientras el rubio intentaba recordar que le había pasado exactamente antes de despertar.
-Sí, los efectos de esas píldoras se me pasaron pero ¿Tan mal estuve?- Decía con una sonrisa, mientras Kakashi suspiró recordando ese episodio de espanto.
-Incluso estabas teniendo un ataque cardiaco, todos estábamos preocupados y Sakura también, tuve que alejarla de ti para evitarte más problemas.- Cuando Kakashi menciono a la ojiverde, Naruto no supo cómo reaccionar, mirando a lo lejos como Shizune estaba tratando a la pelirrosa con su herida, tenía una espina que no le dejaba avanzar más y un sentimiento que aún seguía en él.
-Sakura…chan.
-¿Qué le dirás?- Kakashi interrumpió los pensamientos del rubio con respecto a Sakura.
-No lo sé- Naruto suspiraba tratando de contenerse en sus sentimientos ahora, no sabía cómo reaccionar apretando los puños, él quería respuestas
-Pero quiero saber ¿Por qué nos abandonó?- Kakashi noto la desesperación de Naruto, tenía aun el corazón vacío y lleno de tristeza y podría terminar en cuanto Sakura estuviera mejor pero aun había otro problema.
-¿Y le dirás lo de Shinachiku?- Kakashi dio en otro clavo, Sakura no sabía en donde estaba su hijo mayor y Naruto lo sabía, pero era complicado decírselo.
-No, aun no.- El rubio comenzó a recordar lo que paso esa vez, en donde por un momento tuvo a su hijo a su lado y en destello…ya no estaba ahí.
-Flashback -
-Es por eso que ese Jutsu merece ser mío.- Una voz siniestra se hizo escuchar detrás de ellos, y lo que pudieron ver, fueron los ojos de un Dios, los ojos del Rinnegan activos.
-¡Nagato!- Sin mucha reacción por ambos Shinobis, el líder de Akatsuki les lanzó una llamarada a grandes temperaturas haciendo que ambos fuerzan empujados hacía la pared tirando las estatuas.
-Mierda- El Hokage se levantó con rapidez para atacar a Nagato en su forma Biju y un Rasengan, pero con facilidad Nagato le había detenido el ataque con su palma de la mano y con el poder del Rinnegan bloquear su modo Bijju.
-¡Papá!- Shinachiku sacó una kunai para ayudar a su padre pero Nagato pudo esquivar el arma e incluso golpear en el abdomen al ojiverde con fuerza para sacarlo fuera del combate, dejando de sostener a Naruto, el pelirrojo fue con Shinachiku mientras el Hokage trataba nuevamente de activar su estado Bijju.
-¡No, no le haga daño!- Nagato escuchaba como el Hokage pedía que no le hiciera nada a Shinachiku mientras el ojiverde miraba los ojos de Nagato, el legendario Rinnegan.
-¿Así que tú eres el mayor de los hermanos del Hokage? No eres nada impresiónate- Nagato tomaba el pergamino que estaba a los pies de Shina mirándolo fijamente, por fin estaba completa su búsqueda.
-Por fin…toda esta purga, esta limpieza del nuevo mundo llegara a su fin cuando lo tenga.- Nagato podía sentir el poder del Jutsu en sus manos, Naruto logro levantarse, confiado de que él no lo supiera abrir como él lo intento.
-¡No! ¡Escúchame Nagato, no podrás manejarlo, ni siquiera yo pude!- Las palabras de Naruto atrajeron la atención de Nagato quien lo miraba de forma fría.
-Eso no será ningún problema…yo lo he manejado ya.- Nagato tiro algo al piso, lo cual dejo a Naruto frío, un viejo pergamino que el propio Nagato tenía antes, era el mismo que el líder de Akatsuki estaba sosteniendo, el propio Jutsu de tiempo.
-Imposible.-
-Aun no comprendes el poder autentico de este Jutsu- Nagato se hirió un poco la mano para intentar liberar el sello.
-¡Nagato detente!- Naruto intento atacarlo con taijutsu pero fue nuevamente empujado por el poder el Rinnegan destruyendo la pared del cuarto, Nagato se acercó al Hokage preparándose para el ataque final.
-Ya no hay nadie que me detenga…Ni siquiera tú- Sin que el mismo se diera cuenta, fue atacado por el Rasengan de Shinachiku para sacarlo fuera del cuarto soltando del pergamino, lo cual Shina aprovecho sacando una kunai.
-¿Pero qué?- El rubio con toda su fuerza y voluntad de alguna forma hizo que el mismo Nagato no creía…
-¡No!
-Pero dime ¿Qué harás con un pergamino a la mitad?- Shinachiku había partido por la mitad el pergamino de tiempo como si nada, hasta el mismo sello con mucha fuerza, Nagato estaba más que furioso de ver dicha acción que no dudo en expulsar todo su poder dentro del lugar.
-¡Aléjate de mi hijo!- Naruto pudo volver a activar su modo Bijju para atacar a Nagato que esta vez no la tuvo fácil para desviar su ataque, chocando fuerzas ambos shinobis y quería que Shina escapara con el pergamino.
-Sí esto es lo que quieres Naruto y manchar el sueño de tu maestro, dalo por hecho.- Nagato y el rubio luchaban a base de puro taijutsu esperando algún factor sorpresa de ambos para dar el primer golpe.
-¡No voy a permitir que le hagas daño a mi hijo! ¡No voy a permitir que mi familia se destruya! ¡Nada nos va a separar! ¡Nada ni nadie!- Las palabras de Naruto comenzaron a tomar efecto en Shina, quien pensaba que su padre se había rendido hacía como si nada, la verdad era diferente, lo iba a proteger con su vida si era necesario y en ese momento, un gran poder se presentó en el lugar ¿De dónde provenía? Sólo de un lugar, Shina miro debajo de sus pies, como la mitad del pergamino estaba brillando con fuerza e irradiando una gran luz pero esta luz solo rodeaba a Shinachiku y en un momento a otro un estruendo sacudió la tierra para que luego Naruto viera que…hijo había desaparecido.
-¡Shina!-
-Fin del flashback-
-Tiempo actual-
-¿Mmm?- Los rayos del sol ya estaban golpeando al joven viajero del tiempo, al igual que su padre molestándole por el sol, comenzando a levantarse lentamente con la mitad del pergamino en sus manos, sacudiéndose la cabeza.
-¿Ya es de día?- Shinachiku se levantó lentamente mirando por la ventana como en la aldea ya había amanecido y la gente comenzaba a salir.
-Si muchacho, te quedaste profundamente dormido.- En su interior, Kurama le hablaba mientras el rubio se rascaba la cabeza con una sonrisa.
-Sí…tuve un sueño raro.- Decía mientras no dejaba de sostener el pergamino tratando de recordar ese sueño.
-Tengo que guardar esto bien, no quiero sorpresas- Decía el muchacho guardando el pergamino en su bolsillo con mucha fuerza y asegurándose que no se le fuera a caer y se alistaba para irse.
-¿Qué harás?- Preguntaba de forma paternal Kurama interesando en lo que iba a ser el chico ahora.
-Mmm…comer algo.- Fue lo único que dijo mientras se ajustaba la banda del legendario Ero Sennin con una sonrisa.
-Igual que tu padre.- Kurama sin duda miraba al Shinachiku como el reflejo de Naruto, en todos los aspectos, el ojiverde tomo su capa verde pero algo no le agrado de la prensa mirándola detenidamente.
-Esta capa está más que rota, necesito algo para cubrirme.- Decía el rubio mientras pensaba en un plan para pasar inadvertido.
-Ya se.-
-Minutos después-
-¿Estás seguro de esto muchacho? Te ves…ridículo.- Kurama seguía insistiendo que era una mala idea que Shinachiku tuviera una máscara como la que tenía Kakashi hace mucho tiempo y sobre todo un sombrero ridículo como el que los Akatsuki tenían antes, haciendo que la gente se quedaba pregunta ¿Quién era el sujeto? El joven rubio solo suspiraba mirando para todos lados de que no lo siguieran.
-¿Tienes una mejor idea?- Decía en voz baja Shina mientras iba a uno de sus lugares favoritos de la infancia y juventud: El Ichiraku.
-Buenos días.- Shina entro de forma discreta tomando uno de los asientos que daban con la vista a Konoha siendo recibido por Teuchi quien miro al joven como un potencial cliente, ya que no lo había visto antes.
-¡Buenos días! Pase muchacho que hay de sobra.- Decía el dueño del restaurante mientras Shinachiku asentía.
-¿Y dígame, que va a ordenar?- Ayame se acercaba al rubio para tomar su orden mientras Shina hacía contacto con su mirada.
-Deme un tazón grande, doble picante si tiene.- Decía con seriedad, Ayame sintió como sus mejillas se ruborizaban al ver al chico rubio enfrente de ella.
-Oh…muy bien.- Ella fue con su padre para decirle cual era la orden del muchacho mirándolo de reojo antes de que su padre la viera.
"Aun no le he visto su rostro pero su voz es sexy"
"Maldición, esta máscara me pica, no hay nadie viendo así que no hay problema."
-Hmm aquí tiene.- Después de unos minutos, Ayame le dejaba la orden a un Shina que ya no tenía su máscara puesta dejando ver su rostro por completo, brillándole los ojos al ver su tazón de ramen en la mesa, cosa que hizo que Ayame pensara en otras cosas.
"Oh por los dioses…es guapo"
-Gracias.- Decía el ojiverde con una sonrisa y comenzando a comer su tazó de ramen con mucho gusto para la felicidad de Ayame que no le quitaba la mirada de encima.
-Buen provecho…guapo.- Decía guiñándole el ojo a Shinachiku mientras este la miraba de reojo con algo de comida en la boca algo nervioso, no esperaba esa reacción de la mujer en cuestión.
-Este…gracias.- Decía Shina pasándose la comida mientras daba gracias, el joven continuaba disfrutando de su comida, escuchando los sonidos de afuera en la aldea y con ella, una voz muy conocida para él.
-¿Me pregunto porque la Sensei nos llamó temprano?- Decía caminando hacía el punto de encuentro el chico Bolt Uzumaki mientras era acompañado por Sarada, que no dejaba de suspirar al ver el increíble…cinismo del rubio.
-Tonto son las nueve de la mañana.- Le gritaba Sarada al ojiazul mientras este intentaba no espantarse al ver a su compañera molesta.
-Lo sé pero…no he desayunado.- Se quejaba Bolt pasando el Ichiraku pensando en probar algo de ramen por lo mientras.
-No tienes remedio.- Decía Sarada sacudiendo la cabeza mientras eran observados por Shinachiku, esperando escuchar algo nuevo.
-¿y Sabaku?
-Creo que ya está en el punto de encuentro, me pregunto en donde vivirá, nunca nos dice eso.- Decía Sarada mirando que ya era tarde para la reunión con su Sensei y eso que ella les había dicho antes que estuvieran ahí temprano.
-Lo más probable que viva por ahí.- Bolt le contestaba a la Uchiha mientras los dos Gennin iban al punto de encuentro, mientras Shina se concentraba en su comida con una sonrisa en su rostro pero aun así preguntándose algo.
"¿A dónde irán?"
-Mientras-
-Hola chicos, llegan tarde.- Sabaku estaba sentado en un banco jugando con una piedra mirando a sus compañeros de equipo pero estos estaban sorprendidos de no ver a la pelirrosa con él.
-¿Sabaku? ¿Y la Sensei?- Pregunto Bolt confundido mirando para todos lados.
-Se fue hace unos minutos, dijo que querría corroborar unos datos con el Hokage, después del fiasco pasado.- Decía el joven azabache mientras aventaba la piedra por ahí, dejando al equipo siete con más dudas.
-Yo mismo pensé eso, no queremos más sorpresas.- Sarada se acomodaba los lentes intentando no recordar aquella villa destruida pero aún le interesaba saber que había descubierto su madre.
-Aun así me preocupa lo que vimos ¿No deberíamos avisar a los demás?- Bolt estaba esperando que sus compañeros lo secundaran, pero por el momento era mejor esperar, en su punto de vista.
-Es posible, pero puede que el Hokage tenga ya cartas en el asunto.- Decía Sabaku pensando de igual forma y con Bolt y Sarada asintiendo, se pusieron a esperar en el banco a su Sensei, quien tenía que discutir los detalles de la misión.
-La oficina del Hokage-
-Mmm…aquí no, contrólate.- Mientras que en la oficina del Hokage, después de la asignación de misiones, Naruto y Sakura estaban teniendo su momento “romántico” a base de besos y caricias contra la puerta cerrada con seguro, Sakura estaba atrapada en los brazos del rubio mientras ella se lo comía a besos mientras intentaba calmar su lujuria.
-¿Qué? Es una forma de decir buenos días.- Decía Naruto con una sonrisa dejando en claro sus intenciones mientras la pelirrosa se ponía roja.
-¿Pero tocando mi trasero? Kitsune travieso.- Sakura movía su cuerpo para deleite del Hokage mientras la continuaba besando, pero también le gustaba ver a su ángel ojiverde siendo traviesa con él
-Pues tú no dejar de acariciarlo.- Naruto le susurró al oído a la kunoichi mientras ella no dejaba de frotar con su mano el miembro del rubio.
-¿Qué te puedo decir? Quiero tentarte.- Ambos se estaban dando un baño de lujuria ahí mismo, pero después de unos minutos, Sakura decidió que era momento de hablar.
-Pongámonos serios ahora Naruto.- Sakura detuvo por un momento su pequeña entrega de besos y caricias mientras miraba a Naruto de reojo.
-¿Serios?- Pregunto el rubio mientras se dirigía a su escritorio caminando de forma pesaba, él aún tenía esa espina y Sakura lo había notado.
-Sí, cuando nos asignaste las misiones estabas muy serio, como si te molestara algo.- La pelirrosa miraba a Naruto completamente tenso y perdido, aparte de que su voz era más grave que otras ocasiones, sorprendiendo a todos en el lugar.
-¿Tiene que ver con Hinata?- La pregunta de la kunoichi dio en el clavo, Naruto se sentó en su escritorio sacando un folder rojo como el fuego apretando los puños encima de su escritorio.
-Le pedí el divorcio.- Naruto rechinaba los dientes aun enojado por la confesión de Hinata, le costaba creer que la dulce joven que conoció hace años ahora haya tomado esa actitud, todo por los malditos celos, Sakura tomo el puño de Naruto con suavidad.
-¿Y cómo reacciono?- La ojiverde trato de calmar la rabia del Hokage con suavidad pero esto era una situación seria y ella comprendía la situación en la que estaban metidos.
-¿Puedes creerlo? Ella…admitió el cambio de misiones, en mi cara lo admitió y todo por sus estúpidos celos ¿Sabes que me dijo? – Naruto comenzó a ponerse más molesto aun incrédulo de que esto hubiera pasado como si nada, Sakura solo escuchaba sorprendida de esto pero lo que parecía imposible que la propia Hinata pensara, sería una realidad.
-Qué te quería ver muerta.- El rubio hizo un pequeño agujero en su escritorio con la fuerza de su puño, sus ojos sacaron la rejilla del zorro asustando a la ojiverde pero manteniéndose firme ahora.
-¿Qué? No…eso no es posible Naruto, Hinata no es así, ella no pensaría en eso.- Sakura estaba incrédula, ella no era la Hinata que conocían, jamás pensaría algo así. Naruto suspiraba para calmarse.
-Pero me lo dijo, a la cara como si nada y yo…me moleste tanto, no pude evitarlo…
-La abofetee.- La ojiverde se quedó pálida al escuchar eso, sintiendo un escalofrió en su cuerpo, que solo le llegaba a provocar cuando Sasuke se ponía molesto con ella, pero esa sensación, que Naruto se la haya provocado era como enfrentar al mismo zorro enojado y ella sabía que era eso.
-No, tu no…Naruto.- Sakura se froto su brazo izquierdo, recordando ese coletazo que Naruto le había dado antes, cuando se habían enfrentado a Orochimaru.
-Yo no quería lastimarla pero todo lo que me dijo, sentí tanta rabia que esta me dieron ganas de…no quiero imaginarlo.- Naruto se frotaba la cabeza con su otra mano, sintiéndose mal por esa acción.
-Naruto, calma.- Sakura podía sentir como Naruto estaba en un conflicto tratando de que no se sintiera mal, reprochando eso sí, la acción que hizo conociendo su naturaleza nada violenta contra una mujer.
-Sé que tú nunca golpearías a una mujer, jamás en tu vida, no está en ti eso.- Decía la ojiverde tratando de hacerlo sonreír, pero Naruto aún se sentía algo culpable por eso y tensó.
-Tranquilo, aquí estoy para calmar tu enojo.- La kunoichi le beso con suavidad su frente para hacerlo sentir mejor, el rubio lentamente comenzó a sentirse mejor por las palabras y el beso de Sakura.
-¿Qué pasara ahora?- El susurro de la ojiverde se hizo notar en la oficina, mientras Naruto tomaba de la mano de su amada con delicadeza.
-No lo sé.- Sakura noto que el tono de voz del rubio estaba apagada y lo miro fijamente.
-¿Estás cansado? ¿No dormiste verdad?- La ojiverde lo miro a los ojos mientras el rubio solo asentía e incluso bostezaba para notar su cansancio.
-No pude, todo esto no me dejo estar tranquilo.- El Hokage soltaba una sonrisa aun con el cansancio mientras trataba de ya estar más relajado, a lo cual Sakura tuvo una idea. Ella tomo de la mano al rubio para llevarlo a un sofá que estaba ahí, ella se sentó y acostó a Naruto en el sofá poniendo la cabeza del Hokage en sus piernas como almohada, para acariciar su cabeza.
-¿Estas mejor?- Sakura decía mientras jugueteaba con los cabellos dorados del Hokage.
-Mmm…algo.- Naruto solo respondió con los ojos cerrados.
-Relájate Naruto, ya pensaremos en algo, lo que menos quiero es que sufras, tú y tus hijos. No merecen esto.- Sakura pensaba en los hijos de Naruto, ellos son los menos culpables de esto y un divorcio destruiría a su familia, Naruto escuchaba atentamente y pensaba igual ¿Pero cómo? Era la pregunta.
-Lo se Sakura-chan, por eso quiero pedirte un favor.- El rubio se encontraba con los orbes de la kunoichi curiosa de la pregunta del Hokage.
-¿Dime?
-¿Bolt puede quedarse en tu casa unos días?- Naruto comenzaba a acariciar la mejilla de la ojiverde con suavidad mientras ella estaba sorprendida del favor, no estaría hablando enserio ¿O sí?
-Pero… ¿Y Hinata? No puedes alejarlo de su madre.- Sakura se puso aún más nerviosa con dicha petición
-Yo me encargo de eso.- El rubio le regalo una sonrisa más provocando que Sakura se ruborizara mientras ponía su banda en los ojos del Hokage.
-Descansa Naruto.- Decía aun roja Sakura mientras acariciaba la cabeza de su amado rubio, su ángel de cabellos dorados.
-Mmm…eres tan bella.
-Y tú tan…risueño.
-Cuando regrese, hare que te ponga más cómodo…en mi cama.- Esas palabras que Sakura le había dicho hizo que el Hokage se levantare lentamente mirando como la pelirroja tenía una mirada pervertida pasando su dedo por sus labios.
-Oh…suena bien, mi pervertida.
-Solo contéstame esto.- Ambos amantes estaban muy cerca algo sonrojados, mientras Sakura le susurraba algo al Hokage.
-¿Te gustaría ser mi perrito, Naruto?- Naruto se puso completamente rojo por la propuesta con una sonrisa entre nerviosa y algo pervertida, únicamente respondiéndole con un beso en el propio sofá, pero con Naruto encima de la pelirrosa con una sonrisa.
-Eso es un sí.- Naruto continúo besando a Sakura, sabiendo que aún había tiempo para ambos, darse un poco de amor mientras nadie los veía, sin duda, su Sensei estaría orgullo de ellos…o más bien de Naruto
-Mientras-
-Esta misión es algo sencilla, primero iré por unas cosas y voy con mis chicos.- Mientras que en otra parte de la aldea, la líder del clan Yamanaka y a parte Jounnin de la aldea, Ino Yamanaka, la joven kunoichi iba directo al mercado para comprar unas cosas antes de encomendarse en su misión con su equipo de Gennin, mientras la rubia escogía algunos vegetales, algunas mujeres estaban conversando algo que llamaría su atención.
-Oye ¿Ya escuchaste los rumores?
-Sí, pero no me los creo para nada.
-Yo tampoco, pero dicen que paso.
-Yo la vi, caminando como zombi hacía el edificio de su clan.
-Pobrecita.- Ino había escuchado suficiente sobre la conversación y
esperaba escuchar de que estaban hablando acercándose a la vendedora, quien era una de las mujeres que estaba hablando.
-¿Disculpe? ¿Podría atenderme?- La rubia suspiraba muy impaciente atrayendo la atención de la vendedora algo avergonzada sobre la situación.
-Oh lo siento mucho, disculpe.
-No se preocupe ¿Pero de qué hablan?- Ino pregunto de forma curiosa al ver como las chicas se iban murmurando aún más sobre ese tema.
-Oh si…los rumores dicen que el Hokage y su esposa tuvieron una discusión muy fuerte anoche y que según…la agredió.
-¿Qué?- Ino al escuchar el motivo de la conversación, tiró su pergamino con la misión mientras estaba en un shock mental, no podía creerle así tan fácil pero luego al ver la cara de la vendedora completamente seria, Ino comenzó a preguntarse muchas cosas, no podría imaginar eso de Naruto.
"No…viejas chismosas, ¿Quién anda difundiendo ese chisme? Naruto jamás sería así con Hinata, es más, con ninguna mujer"
-Y sabe una cosa, yo la vi, tenía una marca roja en su mejilla, vaya golpe que se dio.- Esas últimas palabras hizo que Ino se fuera lentamente del lugar pensando detenidamente cada palabra, era imposible que algo como un mero chisme se propagara pero algo en ella le decía que algo estaba mal y todo empezó desde esa noche que aún no dejaba dormir a la rubia, mientras iba directo al punto de encuentro de su equipo, era observada en uno de los tejados por cierta pelirroja quien estaba de igual forma atenta a la situación de ese rumor quedándose en silencio pensando en si era cierto, recordando las palabras de Hinata en el día de ayer, puede que eso le diera una pista para descubrir si era verdad o una mera mentira, retirándose del lugar.
"Esto esta raro, tendré que confirmar ese chisme de una vez…y sé por dónde empezar…el clan Hyuga"
-Suna-
-¡Capitán! ¡Tiene que ver esto!- Mientras que en el interior del país del viento, en la aldea escondida en la arena, varios shinobis habían avistado algo que era de suma importancia, que el capitán del ejército del Kazekage tenía que atender con urgencia, en esos instante, Kankuro, el hermano del Kage de la aldea de la arena fue al puesto de mando de sus hombres preguntándose qué tanto estaban insistiendo en que viera.
-Véalo con sus propios ojos- Kankuro observo a lo lejos unas imágenes que ni él mismo vería en sus sueños más locos, alrededor de una fuerza inicial de 150 soldados se acercaban a Suna lentamente, sorprendido de que la arena del desierto no les había hecho nada pero lo que venía era lo peor, al ver que esa fuerza inicial de 150, se le sumaban otros 200, el capitán de la armada tuvo que actuar rápido.
-¡Llama al Kazekage!- La orden de Kankuro fue dada pero varios de sus hombres más cercanos lo encontraban en su oficina, las puertas de la aldea comenzaron a abrirse con el propio Kazekage saliendo de ella, todos quedaron boquiabiertos al ver que el shinobi más poderoso de la aldea saliera sin ninguna protección, él no la necesitaba para nada, Kankuro saltó del puesto de observación para llegar a su hermano.
-¿Es de los rumores que tanto se hablan?- Kankuro miro a su hermano con seriedad mientras Gaara seguía observando a lo lejos como los jinetes lentamente se acercaban ondeando sus estandartes en la arena.
-Así es, ellos son.
-Los jinetes del infierno.- Gaara detuvo su paso junto con Kankuro mirando el momento en el cual los jinetes harían su primer movimiento con una fuerza de ese tamaño, aun cuando no estaba su líder, su segundo al mando tomaba rienda de la situación al ver al Kazekage fuera de la aldea: La batalla comenzaría.
-Ahora.- Con una simple palabra y ondeando su estandarte la caballería principal comenzaría a recorrer el desierto a gran velocidad, el Kazekage no se movió para nada, esperando el momento adecuando.
-Dame ordenes Gaara.- Kankuro creaba hilos de chakra más extensos listo para librar una batalla más, Gaara alzo su puño al cielo, era la señal.
-¡Al ataque!- De las arenas enfrente de Gaara, una gran numero de shinobis y ANBUS experimentados saliendo ya armados para proteger a la aldea de la invasión, los jinetes estaban sorprendido pero nada intimidados, es más, estaban felices que la aldea estuviera lista para lo que se venía al ver como los shinobis corrían para enfrentarse a ellos…la batalla de Suna, comenzaría al fin.
Continuara…
Naruto; Días del Futuro pasado
Capítulo 45: El Jutsu que desafío a los ninjas
Capítulo 45: El Jutsu que desafío a los ninjas
-Tiempo Actual-
-¿Estás seguro de esto muchacho? ¿Qué tal si alguien viene?- Mientras que en la oscuridad de la noche en Konoha, el joven viajero de Shinachiku Uzumaki se encontraba dentro de una pequeña casa en la aldea, afortunadamente para él, era el lugar perfecto para descansar, quitándose sus sandalias y sus cosas para recostarse en la cama sintiéndose un poco más relajado mientras hablada con Kurama.
-No te preocupes viejo amigo, nadie vive aquí en un largo tiempo, ha estado abandonado.- Decía el joven ojiverde mientras sostenía en sus manos el dichoso pergamino del Jutsu de tiempo, tenía tantas preguntas que hacerse ahora que jamás pudo contestarle su padre o él mismo descubrir las respuestas de dicho objeto.
-Nunca creí que…existiera algo como esto.- Decía Shina sin dejar de pasar con sus manos el pergamino con el símbolo de tiempo en ella.
-Jamás.- El rubio comenzó a sentir pesadez en sus ojos mientras los recuerdos lo invadían al tener en sus manos, el objeto más poderoso de todos, hasta que el sueño le venció sin embargo, su mente estaría activa toda la noche.
-Flashback-
-¿Cuál es el secreto a todo esto padre? - La aldea no tenía tiempo para repararse, sino para evacuarla ante la amenaza de un nuevo ataque de Akatsuki, mientras que los shinobis hacían la evacuación, el Hokage y su hijo mayor se encontraban en un amplio túnel debajo del monte de los Hokages, las antorchas iluminaban el camino al momento que ambos avanzaban más profundo, Naruto tenía una expresión muy serio, sabía que era lo que Nagato quería pero desconocía el como lo había descubierto. Tras varios minutos, ambos rubios llegaron a una puerta de piedra, una piedra tan dura como el acero, con el símbolo del clan Uzumaki grabado en ella con diversos sellos, Shinachiku miro la puerta sorprendido.
-Esto Shina, contiene el más grande secreto de no solo la aldea, sino del mundo Shinobi.- Naruto dejo la antorcha a un lado para hacer un movimiento de manos y sacarse algo de sangre de su dedo para pasarla sobre el símbolo Uzumaki, lentamente la sangre comenzó a recorrer el remolino lentamente mientras los sellos brillaban intensamente.
-Lleva el símbolo de la familia.- La puerta comenzaba a levantarse una vez que la sangre de Naruto cubrió el remolino mientras Shina miraba atento y curioso de lo que hubiera en la puerta escondido.
-Y solo un Uzumaki puede abrir este secreto.- La puerta estaba abierta y los sellos liberados, ambos comenzaron a entrar lentamente observando el cuarto algo vacío, pero en su centro, había seis objetos, Shinachiku los reconocía de inmediato, eran las estatuas de Hashirama el primer Hokage, su hermano Tobirama el segundo Kage, Saruroti el Hokage más longevo a la fecha de los siete, Minato Namikaze el relámpago de Konoha, Lady Tsunade la Sannin sanadora, Kakashi Hatake el ninja que copia y por último, el héroe del mundo shinobi, Naruto Uzumaki. Las estatuas rodeaban en una pose de pelea al objeto que el rubio venía a buscar caminando hacia él como si nada.
-Las estatuas de los Kages que me precedieron hijo, todas protegiendo lo más sagrado y a la vez lo más peligroso del mundo shinobi.- En una caja hecha de la mejor madera con toques dorados, tenía en símbolo de los países del mundo shinobi pero lo que había en la caja era más importante aún, sacando lo que había en ella para mirarlo con detenimiento.
-El Jutsu de tiempo- Naruto podía sentir el poder del pergamino, todo el chakra que lo recorría era inmenso, incluso sus ojos se iluminaron al sentirse honrado de conocer el famoso Jutsu de tiempo, Shinachiku se acercó a su padre mientras miraba de igual forma el pergamino.
-¿Qué? ¿Jutsu de tiempo?
-Sé que estás pensando hijo, ¿Acaso es posible de que exista ese Jutsu? Yo tampoco me lo creí, creí que eran cuentos o algo así. Sin embargo, Oba-chan me lo conto todo y después de la guerra decidí investigar, debajo del monte de los Kages, de donde estamos ahora, se encuentra el Jutsu más poderoso de todos.- Naruto recordaba cómo después de la guerra, Tsunade le había contado uno de los mayores secretos de Konoha, el rubio de forma solitaria comenzó a descubrir algunas cosas que su padre había escrito antes de morir, él también lo sabía.
-¿Sabes cuantas personas lo crearon?- Shinachiku fue sorprendido por esa pregunta de su padre mientras miraba el pergamino.
-Todo el mundo shinobi antiguo.
-¡Qué!- Shina no estaba listo para escuchar esa respuesta de su padre, parecería imposible que eso fuera posible, Naruto se rio posando su mano en el hombro de su hijo.
-La leyenda dice que hace tiempo, cuando la primera gran guerra estaba en su auge, un joven estaba creando una forma pacífica de terminar con el conflicto, sin ningún resultado, pero supo que si hubiera una forma de retroceder al tiempo, él podría cambiar los eventos de la guerra. Así que con mucho sufrimiento, pudo convencer a todas las naciones y a todos los ninjas a usar una cantidad enorme de Chakra, tan grande que no se compara ni siquiera a Madara Uchiha. El Jutsu en medio de la guerra fue creado para traer paz. Mucho tiempo y esfuerzo bastó para que el Jutsu por fin pudiera crearse y sobre todo, tener un mundo unido.- Naruto le contaba la leyenda que hacía tan poderoso al Jutsu, Shina imagino a todas la naciones creando una cantidad monstruosa de chakra para terminar con la guerra y como resultado, lo tenían a la vista.
-¿Y fracaso verdad? ¿Esa idea?
-En parte, cuando el Jutsu fue terminado, , el deseo de finalizar fue tan grande que el propio Jutsu termino con mente propia, alimentándose del deseo de aquella persona que solo quería paz y haciendo que solo él pudiera dominarla por completo.- El rubio le mostraba el reverso del sello del pergamino, mostrándole el remolino de los Uzumaki.
-Esa persona era un Uzumaki… ¿Entiendes ahora porque Nagato lo busca? él es un Uzumaki, si le pone una mano encima…no solo nuestro presente, sino pasado y futuro será a su deseo y tú sabes qué clase de mundo quiere.- Naruto se mostraba preocupado de lo que el propio Nagato hacía con el pergamino, su idea de un mundo nuevo de paz podría ser demasiado peligrosa por la inmensa purga que él había iniciado, Shinachiku entendía la preocupación de su padre, pero quería saber más.
-¿Y tú ya lo intentaste?- El ojiverde miraba a su padre fijamente, el Hokage se enfocó nuevamente el Jutsu aun sin abrir.
-Trate Shina, pero ni siquiera mi chakra en mi estado Bijju puede despertarlo, es como sí…dijera que no lo necesito.- El séptimo apretó con fuerza su puño, él incluso no podía abrirlo a pesar de ser un Uzumaki. Las antorchas comenzaron a apagarse y un aíre frío apareció de la nada inundando al cuarto de ella, haciendo que los dos rubios estuvieran con cautela.
-Fin del flashback-
-Mundo alternativo-
-Katon: Lluvia carmesí.- La batalla en el otro mundo continuaba y Sarada había lanzado un ataque de fuego contra Deidara que no baja de su ave de arcilla contraatacando todo esfuerzo de la joven de cabello negro, mientras el rubio se reía de forma desquiciada.
-Nada mal cuatro ojos ¿Es lo mejor que tienes?- Decía el Akatsuki de forme presumida, pero Sarada lo tenía en donde quería con una sonrisa, el rubio se dio cuenta que la pelirroja no estaba con su hija.
-¡Tengo esto para ti Fuuton: Halcón de montaña!- Karin hacía un movimiento de manos para lanzar un halcón de aíre contra Deidara, el rubio reacciono tarde al ataque siendo alcanzo y terminando derribado de su ave de arcilla, el Akatsuki se veía superado de forma incrédula por la madre y la hija, en un excelente trabajo en equipo.
-¿Sabes algo Hatake? Esto se puso ya aburrido…creo que tendré que matarte.- Mientras que en otra parte del combate, Kisame chocaba su espada Samehada contra la kunai electrificada del albino.
-Aun así, no es suficiente…inténtalo.- En un ataque rápido, ambos se separaron para tener más terreno de luchar, el cual, Kisame fue el primero en usar la ventaja a su lado.
-Suiton: Tiburón torpedo.-El agua surgió debajo del Akatsuki lanzando un gran tiburón contra el albino, pero él también se preparaba para atacar.
-Imbécil ¡Chidori!- El Hatake se abalanzaba contra Kisame con toda su
fuerza haciendo retumbar la tierra esquivando el torpedo de tiburón más de una vez, ambos tenían una lucha personal que ni siquiera en estos tiempos podría cambiar, hasta que uno de los dos estuviera muerto.
-¡Mamá!- Hikari observaba a su madre rodeada por marionetas de Sasori mientras ella misma las destruía una por una con su fuerza.
-Estas marionetas me aburren, son demasiadas.- Sakura incluso llegaba a partir una a la mitad y usar los retazos para destruir otras marionetas.
-Lo sé, pero llevo 23.- Hikari iba cortado con su katana a dos marionetas en un movimiento rápido, mirando de reojo a su madre.
-Y yo…34.- Sakura impacto el suelo para acabar definitivamente con las marionetas que las rodeaban, ambas kunoichi miraban a Sasori quien no estaba nada complacido con esto.
-No te reías cuando acabe contigo.- El pelirrojo sacaba su mejor marioneta del tercer Kazekage, mientras Sakura se tronaba los nudillos nada complacida con las palabras de Sasori.
-Inténtalo Sasori, no pudiste hace años, dudo que ahora lo hagas.- Sakura iba a enfrentarse a la marioneta principal de Sasori sin embargo el pelirrojo aún tenía más marionetas que saltaron como defensa en contra de Sakura.
-¡Miserable!- La pelirrosa continuaba rompiendo las marionetas con mucha fuerza mientras su hija intentaba darle apoyo con su katana.
-No puedo acercármele, sus cuerpos me lo impiden.- Decía Hikari mientras cortaban y cercenaba las marionetas como si fueran papel, pero solo fue desarmada por una de ellas retrocediendo e incinerándolas., Sakura se reunió con su hija antes de llegar a Sasori y que algo le pudiera pasar a Hikari.
-¿Estas bien?- Sakura ayudaba a levantar a su hija con una sonrisa.
-Sí…solo me desarmo.- Hikari le correspondió con mucha determinación para enfrentarse al amo de las marionetas.
-Esto va enserio.- Decía Sakura poniéndose enfrente de su hija concentrando todo su chakra en todo su cuerpo.
-Hija… ¿me concedes esta pieza?- La expresión de su madre, dejó a Hikari sorprendida, esta combinación lo habían visto nuevamente en años, la joven rubia se ponía hombro a hombro con la pelirrosa.
-La tormenta ojiazul.
-Y el cerezo inmortal.
-¡Juntas de nuevo!- La s dos mujeres acumulaban sus chakras respectivamente para lanzarse al ataque contra Sasori en un ataque combinado. El pelirrojo uso la arena de hierro de su marioneta y parar el ataque.
-¡Shannaro!- El contacto de los dos puños de las kunoichi contra la arena de hierro estaba dando a un ganador claro, la combinación de la tormenta ojiazul y el cerezo inmortal
-Patéticas, sus poderes combinados no podrán conmigo.- Sasori intentaba contraatacar con su arena de acero incluso haciendo leves cortadas en Sakura y Hikari que no dejaban de atacar l maestro de las marionetas.
-¡Arhg!
-¡Mamá!
-¡No pares Hikari!
-Creo que es tiempo de revelar nuestra arma oculta ¿No es así Sasori?- Kakuzu que se había mantenido fuera de la batalla formulando un plan, estaba revelando el plan, pero para cuando los shinobis se dieran cuenta, sería demasiado tarde.
-Así es- Sasori tenía una cuerda de chakra muy oculta en el lugar, con un leve jalón, vendría un gran espectáculo, uno de forma combinada con Deidara.
-¿Qué fue ese ruido?- Temari escuchó un ruido extraño en la fortaleza mientras descansaba en la zona de estrategia levantándose al oír el ruido cerca de la puerta.
-Estén alerta- Decía Darui con todos los demás en tomando posición, la puerta se abrió de golpe sorprendiendo a todos los presentes.
-¿Pero qué?...
Una explosión de proporciones apocalípticas ocurrió en la fortaleza desde adentro atrayendo la atención de todos los shinobis y desarticulando su estrategia y por lo tanto su moralidad.
-¡La fortaleza!- Karin miro como la fortaleza estaba siendo destruida y en un movimiento Deidara lograba conectar su ataque para fracturarle la pierna derecha a Karin, Sarada tuvo que usar su estilo de fuego para proteger a su madre y sacarla fuera del combate contra Deidara.
-¡No!- Kakashi aun sabiendo que tenía un combate demasiado complicado, la explosión estaba desconcentrándolo al saber que todos pusieron haber muerto incluyendo Shizune.
-Esto… ¡Fue una trampa!- Sakura trato de desviar un ataque de Sasori con toda su fuerza pero en el momento de distracción, Kakuzu tomo la katana de Hikari para enterrarle en el cuerpo de la pelirrosa con profundidad y sacar el arma golpeándola con fuerza en su cara.
-¡Mamá!- Hikari tuvo que interrumpir el ataque contra Sasori para tomar a su madre herida de gravedad fuera de la batalla y hacer que respirara despacio, la ojiverde estaba curándose lentamente con su Jutsu médico.
-Maldito- Sakura susurraba maldiciéndose así misma por distraerse, los dos Akatsuki observaron a las dos kunoichis desprotegidas, saboreando su victoria.
-En estos momentos, perderás más sangre de lo común por lo cual tu muerte será…lenta.- La voz de Kakuzu era siniestra y Hikari se mordía el labio muy enojada por lo que hizo el shinobi.
-Miserables, lo sabían desde un inicio.- Kakashi se había separado de Kisame para ayudar a su exalumna en recuperarse mientras Sarada protegía a su madre de cualquier ataque sorpresa que Deidara la lanzara.
-Por supuesto, tan solo era una distracción para sacarlos de su madriguera pero no creí que ustedes saldrían.- Decía el rubio contemplando la derrota definitiva de toda la alianza mientras Hikari enfocaba su energía y atención en su madre.
-¿Mamá, puedes respirar?
-Ah…si Hikari pero no puedo moverme.- Decía la ojiverde presionando la herida para evitar más el derramamiento de sangre, la rubia sacó una kunai de su bolsillo para ponerse enfrente de su madre.
-Te voy a proteger, con mi vida.- Las palabras de la ojiazul sorprendió a los de la hoja, la rubia se plantaba con fuerza y determinación enfrente de los Akatsuki sin miedo.
-No, no lo hagas.- Sakura trato de detener a su hija en lo que era un suicidio pero la herida le impedía moverse.
-Bien…tú serás la primera.- El primero en moverse fue Kakuzu con sus brazos extensibles con intensión de arrancarle el corazón.
-¡No! ¡A ella no!- El grito de agonía de Sakura al ver como su hija se había abalanzado contra el Akatsuki puso al sexto Hokage en acción aun con su máximo esfuerzo sobrehumano.
-Tengo que llegar.- Kakashi intentaría hacer retroceder a Kakuzu con su Chidori, solo para ser detenido por el tiburón torpedo de Kisame a distancia, evitando que pudiera llegar a Hikari a tiempo.
-No esta vez Hatake.-
-¡Hikari!- La chica en cuestión estaba teniendo miedo al ver como de forma peligrosa se acercaba Kakuzu y solo cerró los para espera lo mejor de su ataque pero…
-¡Pero qué!- Kakuzu. estaba sorprendido de ver dos brazos del modo Bijju deteniéndole sus brazos con fuerza, mientras el resto de las manos volaban al cielo como estandartes, la mirada furiosa del Hokage estaba haciéndose presente para luchar porque quienes ama.
-¡Aléjate de mi hija!- Naruto con toda su fuerza logro partirle los brazos a Kakuzu y lanzar bolas de energía hacía el Akatsuki haciéndolo retroceder mientras el resto estaba sorprendido de la aparición de Naruto, en especial Sakura quien lograba verlo de reojo.
-¿Naruto?
-¿Papá?
-Aléjate de mi familia…Kakuzu.- El rubio logro moverse a gran velocidad para enfrentarlo con taijutsu y a pesar de la ventaja que tenía, Kakuzu no bajaba los brazos. El Hokage logro golpear a Kakuzu con mucha fuerza mandándolo a donde estaban sus compañeros.
-¿Cómo?- Era lo que se preguntaba Kakashi al ver a su exalumno luchar como todo un demonio.
-Hace unos segundos-
-¿Pero qué?- Temari al momento de ver la puerta abrirse, una gran ráfaga de viento los rodeo a los presente y ella pudo ver apenas por unos segundo la cabellera rubia del Hokage que estaba moviendo a gran velocidad con varios de sus clones.
-¿Hokage?
-No hay tiempo.- Naruto estaba sacando a toda la alianza fuera de la fortaleza que comenzaba a estallar segundo tras segundo antes de que fuera muy tarde. Cuando la explosión fue inminente, toda la alianza se había salvado gracias al Séptimo Hokage quien ahora iría a ayudar a su familia.
-Ahora-
-Supongo que aun nuestro trabajo no está terminado.- Kakuzu y el resto de los Akatsuki se acercaban hacía el Hokage quien protegía los shinobis de la hoja.
-Alto, terminaron aquí.- Desde la sombras del lugar, una serpiente blanca aparecía en una pequeña colina mientras que su dueño miraba todo el combate con mucha paciencia. Naruto enfoco su mirada en él con mucho enojo apretando el puño y generando poco a poco una bola de energía.
-Orochimaru ¿Cuánto tiempo estuviste viendo?- Kakuzu preguntaba con paciencia mirando de reojo al Sannin sin dejar de enfocarse en el Hokage.
-Lo suficiente, ahora vámonos.- Esa expresión tomo por sorpresa a todos los presente y tomándolo de mala manera para su arte, hablando por parte de Deidara.
-¿Irnos? ¿Estás loco? Los tenemos ahora que podemos.- El rubio se mostraba más que furioso e intento confrontarlo siendo detenido por Sasori.
-No, tenemos a un invitado sorpresa aquí.- El Sannin enfocaba su mirada en Naruto y el cómo generaba la bola de energía del Kyuubi.
-Hola Naruto-kun.
-Tú.- Naruto rechinaba sus dientes muy furioso y con la intención de matarlo en el momento.
-No Naruto, Sakura está muy lastimada y Karin tiene la pierna rota, no podemos exponerlas.- Kakashi contenía la herida de Sakura con toda su fuerza mientras Naruto se resignaba mientras mirabas a la pelirrosa quejarse del dolor.
-Tienen suerte, dudo que hubieran sobrevivido a otro ataque combinado. Nagato tiene planes diferentes.- Decía Orochimaru cerrando sus ojos, solo para liberar sus afamado Sharingan.
-Kamui.- El legendario Sannin susurro algo que puso en alerta a los shinobis de Konoha mientras el Sharingan de Orochimaru iba cambiando de forma, Kakashi fue el primero en notarlo.
-Imposible ¿Cómo aprendió a usarlo?- Kakashi quedo sorprendido al ver como el propio Sannin de las serpientes estaba utilizando una técnica propia del Sharingan y ver como los Akatsuki comenzaron a desaparecer por obre del Kamui pero se debía que Orochimaru no le costaba mucho trabajo en realizarlo.
-Esto no ha terminado Hatake…nos volveremos a ver.- Esas eran las últimas palabras de Kisame antes de desaparecer por completo y en eso Orochimaru también comenzaba a desaparecer no sin antes decir unas palabras.
-Y yo cuento con eso Naruto-Kun…salúdame a Sasuke-Kun.- Orochimaru solo miraba al pequeño contingente de shinobis con una sonrisa malvada.
-¡Cierra la boca!- Naruto estaba a punto de lanzar otra bola de energía contra Orochimaru antes de que se pudiera retirar y vivir para contarlo pero el Hokage que le precedió supo que sería una mala idea.
-Naruto, tenemos que irnos ya.- Kakashi detuvo las intenciones de Naruto de seguir a Orochimaru, mientras los Akatsuki se retiraban, esto era una mala espina para ellos pero por el momento tenían que ver como estaban los demás.
-De acuerdo.- Naruto asintió y miro a Sakura en el piso conteniendo con su Jutsu medico su herida algo profundo, el rubio sin dudarlo estaba cargando a su exesposa mientras Sakura estaba avergonzada de ver a Naruto al rostro, no sabía cómo sentirse al respecto.
-Naruto…yo…
-Hablaremos después Sakura.- Naruto comenzó a correr con Sakura en sus brazos dejando sin palabras a la pelirrosa, Kakashi y Sarada se encargaría de Karin y su pierna mientras Hikari miraba a sus padres tratando de sonreír, pero aun había mucho que arreglar entre ellos.
-¿En dónde están ahora?- Se preguntaba Kakashi mientras estaba al parejo con Naruto mientras iban a una zona diferente, fuera del alcance de los Akatsuki, el Hokage los llevaba fuera de lo que era la fortaleza para irse más adentro en el bosque.
-Tuve que pensar rápido, están en una zona alejada de la fortaleza, están a salvo todos.
-¿Todos?- Kakashi arqueo la ceja sorprendido por la velocidad de Naruto mientras el rubio sonreía mostrándole detrás de un arbusto a toda la resistencia Shinobi junta, mientras creaba una sonrisa.
-Sí, todos.- Toda la alianza vio a los shinobis en cuestión acercándose, en especial los otros Kages quien iban con ellos para ver qué había pasado entre todo el caos mostrado.
-¡Séptimo! ¡Sexto!- Temari fue la primera en ir con ellos mientras Naruto ponía en sus brazos a un Sakura muy herida mientras Darui cargaba a Karin con firmeza.
-Llévenlas con los médicos, tiene una pierna rota y un sangrado profundo.- Decía Naruto con autoridad, la rubia de la arena asentía llevando a las dos kunoichis heridas con los doctores, afortunadamente estarían bien, Naruto luego enfoco su mirada a su hija menor con una mirada seria mientras la rubia buscaba una excusa para zafarse del regaño de su padre.
-¿Y dónde has estado jovencita?- El Hokage estaba enfrente de ella con los brazos cruzados, Hikari estaba mordiéndose los dedos esperando que su padre no la castigara aun en estos tiempos de guerra.
-Este papá…yo…- Lo único que recibió Hikari fue una caricia por parte de Naruto en su cabeza con suavidad, sorprendiendo a la rubia.
-Me alegro que estés a salvo.- Hikari escucho esas palabras tan bonitas de su padre que no aguanto más abrazándolo con fuerza con unas lágrimas en sus ojos.
-Papi.- Hikari estaba feliz de tener a su padre consigo nuevamente, mientras el rubio veía a su pequeña ya siendo una ninja hecha y derecha.
-Te extrañe.- Decía Naruto tratando de no llorar en el lugar, siendo observado por Kakashi que pensó que al menos una buena noticia era justo lo que necesitaba su ex alumno.
-Ambas hicieron un buen trabajo, son un gran equipo.- Naruto dejó de abrazar a su pequeña Hikari mirándola a ella con Sarada a su lado, ambas asintieron por el cumplido, mientras el Hokage se iba a hablar con Kakashi, ambas se voltearon a ver y recrearon una vieja escena.
-Plana.
-Cabeza hueca.
-Gracias.- Hikari estrecho la mano de Sarada mientras la chica de lentes hacía lo suyo.
-No hay de qué.- Ambas amigas y rivales deberían estar juntas ahora, después de lo que han visto. Mientras ambas conversaban un poco y Sakura y Karin eran tratadas, Kakashi y Naruto se alejaron un poco de la alianza para hablar entre ellos.
-¿Estas mejor?- Kakashi miraba como la recuperación de Naruto era más que extraordinaria mientras el rubio intentaba recordar que le había pasado exactamente antes de despertar.
-Sí, los efectos de esas píldoras se me pasaron pero ¿Tan mal estuve?- Decía con una sonrisa, mientras Kakashi suspiró recordando ese episodio de espanto.
-Incluso estabas teniendo un ataque cardiaco, todos estábamos preocupados y Sakura también, tuve que alejarla de ti para evitarte más problemas.- Cuando Kakashi menciono a la ojiverde, Naruto no supo cómo reaccionar, mirando a lo lejos como Shizune estaba tratando a la pelirrosa con su herida, tenía una espina que no le dejaba avanzar más y un sentimiento que aún seguía en él.
-Sakura…chan.
-¿Qué le dirás?- Kakashi interrumpió los pensamientos del rubio con respecto a Sakura.
-No lo sé- Naruto suspiraba tratando de contenerse en sus sentimientos ahora, no sabía cómo reaccionar apretando los puños, él quería respuestas
-Pero quiero saber ¿Por qué nos abandonó?- Kakashi noto la desesperación de Naruto, tenía aun el corazón vacío y lleno de tristeza y podría terminar en cuanto Sakura estuviera mejor pero aun había otro problema.
-¿Y le dirás lo de Shinachiku?- Kakashi dio en otro clavo, Sakura no sabía en donde estaba su hijo mayor y Naruto lo sabía, pero era complicado decírselo.
-No, aun no.- El rubio comenzó a recordar lo que paso esa vez, en donde por un momento tuvo a su hijo a su lado y en destello…ya no estaba ahí.
-Flashback -
-Es por eso que ese Jutsu merece ser mío.- Una voz siniestra se hizo escuchar detrás de ellos, y lo que pudieron ver, fueron los ojos de un Dios, los ojos del Rinnegan activos.
-¡Nagato!- Sin mucha reacción por ambos Shinobis, el líder de Akatsuki les lanzó una llamarada a grandes temperaturas haciendo que ambos fuerzan empujados hacía la pared tirando las estatuas.
-Mierda- El Hokage se levantó con rapidez para atacar a Nagato en su forma Biju y un Rasengan, pero con facilidad Nagato le había detenido el ataque con su palma de la mano y con el poder del Rinnegan bloquear su modo Bijju.
-¡Papá!- Shinachiku sacó una kunai para ayudar a su padre pero Nagato pudo esquivar el arma e incluso golpear en el abdomen al ojiverde con fuerza para sacarlo fuera del combate, dejando de sostener a Naruto, el pelirrojo fue con Shinachiku mientras el Hokage trataba nuevamente de activar su estado Bijju.
-¡No, no le haga daño!- Nagato escuchaba como el Hokage pedía que no le hiciera nada a Shinachiku mientras el ojiverde miraba los ojos de Nagato, el legendario Rinnegan.
-¿Así que tú eres el mayor de los hermanos del Hokage? No eres nada impresiónate- Nagato tomaba el pergamino que estaba a los pies de Shina mirándolo fijamente, por fin estaba completa su búsqueda.
-Por fin…toda esta purga, esta limpieza del nuevo mundo llegara a su fin cuando lo tenga.- Nagato podía sentir el poder del Jutsu en sus manos, Naruto logro levantarse, confiado de que él no lo supiera abrir como él lo intento.
-¡No! ¡Escúchame Nagato, no podrás manejarlo, ni siquiera yo pude!- Las palabras de Naruto atrajeron la atención de Nagato quien lo miraba de forma fría.
-Eso no será ningún problema…yo lo he manejado ya.- Nagato tiro algo al piso, lo cual dejo a Naruto frío, un viejo pergamino que el propio Nagato tenía antes, era el mismo que el líder de Akatsuki estaba sosteniendo, el propio Jutsu de tiempo.
-Imposible.-
-Aun no comprendes el poder autentico de este Jutsu- Nagato se hirió un poco la mano para intentar liberar el sello.
-¡Nagato detente!- Naruto intento atacarlo con taijutsu pero fue nuevamente empujado por el poder el Rinnegan destruyendo la pared del cuarto, Nagato se acercó al Hokage preparándose para el ataque final.
-Ya no hay nadie que me detenga…Ni siquiera tú- Sin que el mismo se diera cuenta, fue atacado por el Rasengan de Shinachiku para sacarlo fuera del cuarto soltando del pergamino, lo cual Shina aprovecho sacando una kunai.
-¿Pero qué?- El rubio con toda su fuerza y voluntad de alguna forma hizo que el mismo Nagato no creía…
-¡No!
-Pero dime ¿Qué harás con un pergamino a la mitad?- Shinachiku había partido por la mitad el pergamino de tiempo como si nada, hasta el mismo sello con mucha fuerza, Nagato estaba más que furioso de ver dicha acción que no dudo en expulsar todo su poder dentro del lugar.
-¡Aléjate de mi hijo!- Naruto pudo volver a activar su modo Bijju para atacar a Nagato que esta vez no la tuvo fácil para desviar su ataque, chocando fuerzas ambos shinobis y quería que Shina escapara con el pergamino.
-Sí esto es lo que quieres Naruto y manchar el sueño de tu maestro, dalo por hecho.- Nagato y el rubio luchaban a base de puro taijutsu esperando algún factor sorpresa de ambos para dar el primer golpe.
-¡No voy a permitir que le hagas daño a mi hijo! ¡No voy a permitir que mi familia se destruya! ¡Nada nos va a separar! ¡Nada ni nadie!- Las palabras de Naruto comenzaron a tomar efecto en Shina, quien pensaba que su padre se había rendido hacía como si nada, la verdad era diferente, lo iba a proteger con su vida si era necesario y en ese momento, un gran poder se presentó en el lugar ¿De dónde provenía? Sólo de un lugar, Shina miro debajo de sus pies, como la mitad del pergamino estaba brillando con fuerza e irradiando una gran luz pero esta luz solo rodeaba a Shinachiku y en un momento a otro un estruendo sacudió la tierra para que luego Naruto viera que…hijo había desaparecido.
-¡Shina!-
-Fin del flashback-
-Tiempo actual-
-¿Mmm?- Los rayos del sol ya estaban golpeando al joven viajero del tiempo, al igual que su padre molestándole por el sol, comenzando a levantarse lentamente con la mitad del pergamino en sus manos, sacudiéndose la cabeza.
-¿Ya es de día?- Shinachiku se levantó lentamente mirando por la ventana como en la aldea ya había amanecido y la gente comenzaba a salir.
-Si muchacho, te quedaste profundamente dormido.- En su interior, Kurama le hablaba mientras el rubio se rascaba la cabeza con una sonrisa.
-Sí…tuve un sueño raro.- Decía mientras no dejaba de sostener el pergamino tratando de recordar ese sueño.
-Tengo que guardar esto bien, no quiero sorpresas- Decía el muchacho guardando el pergamino en su bolsillo con mucha fuerza y asegurándose que no se le fuera a caer y se alistaba para irse.
-¿Qué harás?- Preguntaba de forma paternal Kurama interesando en lo que iba a ser el chico ahora.
-Mmm…comer algo.- Fue lo único que dijo mientras se ajustaba la banda del legendario Ero Sennin con una sonrisa.
-Igual que tu padre.- Kurama sin duda miraba al Shinachiku como el reflejo de Naruto, en todos los aspectos, el ojiverde tomo su capa verde pero algo no le agrado de la prensa mirándola detenidamente.
-Esta capa está más que rota, necesito algo para cubrirme.- Decía el rubio mientras pensaba en un plan para pasar inadvertido.
-Ya se.-
-Minutos después-
-¿Estás seguro de esto muchacho? Te ves…ridículo.- Kurama seguía insistiendo que era una mala idea que Shinachiku tuviera una máscara como la que tenía Kakashi hace mucho tiempo y sobre todo un sombrero ridículo como el que los Akatsuki tenían antes, haciendo que la gente se quedaba pregunta ¿Quién era el sujeto? El joven rubio solo suspiraba mirando para todos lados de que no lo siguieran.
-¿Tienes una mejor idea?- Decía en voz baja Shina mientras iba a uno de sus lugares favoritos de la infancia y juventud: El Ichiraku.
-Buenos días.- Shina entro de forma discreta tomando uno de los asientos que daban con la vista a Konoha siendo recibido por Teuchi quien miro al joven como un potencial cliente, ya que no lo había visto antes.
-¡Buenos días! Pase muchacho que hay de sobra.- Decía el dueño del restaurante mientras Shinachiku asentía.
-¿Y dígame, que va a ordenar?- Ayame se acercaba al rubio para tomar su orden mientras Shina hacía contacto con su mirada.
-Deme un tazón grande, doble picante si tiene.- Decía con seriedad, Ayame sintió como sus mejillas se ruborizaban al ver al chico rubio enfrente de ella.
-Oh…muy bien.- Ella fue con su padre para decirle cual era la orden del muchacho mirándolo de reojo antes de que su padre la viera.
"Aun no le he visto su rostro pero su voz es sexy"
"Maldición, esta máscara me pica, no hay nadie viendo así que no hay problema."
-Hmm aquí tiene.- Después de unos minutos, Ayame le dejaba la orden a un Shina que ya no tenía su máscara puesta dejando ver su rostro por completo, brillándole los ojos al ver su tazón de ramen en la mesa, cosa que hizo que Ayame pensara en otras cosas.
"Oh por los dioses…es guapo"
-Gracias.- Decía el ojiverde con una sonrisa y comenzando a comer su tazó de ramen con mucho gusto para la felicidad de Ayame que no le quitaba la mirada de encima.
-Buen provecho…guapo.- Decía guiñándole el ojo a Shinachiku mientras este la miraba de reojo con algo de comida en la boca algo nervioso, no esperaba esa reacción de la mujer en cuestión.
-Este…gracias.- Decía Shina pasándose la comida mientras daba gracias, el joven continuaba disfrutando de su comida, escuchando los sonidos de afuera en la aldea y con ella, una voz muy conocida para él.
-¿Me pregunto porque la Sensei nos llamó temprano?- Decía caminando hacía el punto de encuentro el chico Bolt Uzumaki mientras era acompañado por Sarada, que no dejaba de suspirar al ver el increíble…cinismo del rubio.
-Tonto son las nueve de la mañana.- Le gritaba Sarada al ojiazul mientras este intentaba no espantarse al ver a su compañera molesta.
-Lo sé pero…no he desayunado.- Se quejaba Bolt pasando el Ichiraku pensando en probar algo de ramen por lo mientras.
-No tienes remedio.- Decía Sarada sacudiendo la cabeza mientras eran observados por Shinachiku, esperando escuchar algo nuevo.
-¿y Sabaku?
-Creo que ya está en el punto de encuentro, me pregunto en donde vivirá, nunca nos dice eso.- Decía Sarada mirando que ya era tarde para la reunión con su Sensei y eso que ella les había dicho antes que estuvieran ahí temprano.
-Lo más probable que viva por ahí.- Bolt le contestaba a la Uchiha mientras los dos Gennin iban al punto de encuentro, mientras Shina se concentraba en su comida con una sonrisa en su rostro pero aun así preguntándose algo.
"¿A dónde irán?"
-Mientras-
-Hola chicos, llegan tarde.- Sabaku estaba sentado en un banco jugando con una piedra mirando a sus compañeros de equipo pero estos estaban sorprendidos de no ver a la pelirrosa con él.
-¿Sabaku? ¿Y la Sensei?- Pregunto Bolt confundido mirando para todos lados.
-Se fue hace unos minutos, dijo que querría corroborar unos datos con el Hokage, después del fiasco pasado.- Decía el joven azabache mientras aventaba la piedra por ahí, dejando al equipo siete con más dudas.
-Yo mismo pensé eso, no queremos más sorpresas.- Sarada se acomodaba los lentes intentando no recordar aquella villa destruida pero aún le interesaba saber que había descubierto su madre.
-Aun así me preocupa lo que vimos ¿No deberíamos avisar a los demás?- Bolt estaba esperando que sus compañeros lo secundaran, pero por el momento era mejor esperar, en su punto de vista.
-Es posible, pero puede que el Hokage tenga ya cartas en el asunto.- Decía Sabaku pensando de igual forma y con Bolt y Sarada asintiendo, se pusieron a esperar en el banco a su Sensei, quien tenía que discutir los detalles de la misión.
-La oficina del Hokage-
-Mmm…aquí no, contrólate.- Mientras que en la oficina del Hokage, después de la asignación de misiones, Naruto y Sakura estaban teniendo su momento “romántico” a base de besos y caricias contra la puerta cerrada con seguro, Sakura estaba atrapada en los brazos del rubio mientras ella se lo comía a besos mientras intentaba calmar su lujuria.
-¿Qué? Es una forma de decir buenos días.- Decía Naruto con una sonrisa dejando en claro sus intenciones mientras la pelirrosa se ponía roja.
-¿Pero tocando mi trasero? Kitsune travieso.- Sakura movía su cuerpo para deleite del Hokage mientras la continuaba besando, pero también le gustaba ver a su ángel ojiverde siendo traviesa con él
-Pues tú no dejar de acariciarlo.- Naruto le susurró al oído a la kunoichi mientras ella no dejaba de frotar con su mano el miembro del rubio.
-¿Qué te puedo decir? Quiero tentarte.- Ambos se estaban dando un baño de lujuria ahí mismo, pero después de unos minutos, Sakura decidió que era momento de hablar.
-Pongámonos serios ahora Naruto.- Sakura detuvo por un momento su pequeña entrega de besos y caricias mientras miraba a Naruto de reojo.
-¿Serios?- Pregunto el rubio mientras se dirigía a su escritorio caminando de forma pesaba, él aún tenía esa espina y Sakura lo había notado.
-Sí, cuando nos asignaste las misiones estabas muy serio, como si te molestara algo.- La pelirrosa miraba a Naruto completamente tenso y perdido, aparte de que su voz era más grave que otras ocasiones, sorprendiendo a todos en el lugar.
-¿Tiene que ver con Hinata?- La pregunta de la kunoichi dio en el clavo, Naruto se sentó en su escritorio sacando un folder rojo como el fuego apretando los puños encima de su escritorio.
-Le pedí el divorcio.- Naruto rechinaba los dientes aun enojado por la confesión de Hinata, le costaba creer que la dulce joven que conoció hace años ahora haya tomado esa actitud, todo por los malditos celos, Sakura tomo el puño de Naruto con suavidad.
-¿Y cómo reacciono?- La ojiverde trato de calmar la rabia del Hokage con suavidad pero esto era una situación seria y ella comprendía la situación en la que estaban metidos.
-¿Puedes creerlo? Ella…admitió el cambio de misiones, en mi cara lo admitió y todo por sus estúpidos celos ¿Sabes que me dijo? – Naruto comenzó a ponerse más molesto aun incrédulo de que esto hubiera pasado como si nada, Sakura solo escuchaba sorprendida de esto pero lo que parecía imposible que la propia Hinata pensara, sería una realidad.
-Qué te quería ver muerta.- El rubio hizo un pequeño agujero en su escritorio con la fuerza de su puño, sus ojos sacaron la rejilla del zorro asustando a la ojiverde pero manteniéndose firme ahora.
-¿Qué? No…eso no es posible Naruto, Hinata no es así, ella no pensaría en eso.- Sakura estaba incrédula, ella no era la Hinata que conocían, jamás pensaría algo así. Naruto suspiraba para calmarse.
-Pero me lo dijo, a la cara como si nada y yo…me moleste tanto, no pude evitarlo…
-La abofetee.- La ojiverde se quedó pálida al escuchar eso, sintiendo un escalofrió en su cuerpo, que solo le llegaba a provocar cuando Sasuke se ponía molesto con ella, pero esa sensación, que Naruto se la haya provocado era como enfrentar al mismo zorro enojado y ella sabía que era eso.
-No, tu no…Naruto.- Sakura se froto su brazo izquierdo, recordando ese coletazo que Naruto le había dado antes, cuando se habían enfrentado a Orochimaru.
-Yo no quería lastimarla pero todo lo que me dijo, sentí tanta rabia que esta me dieron ganas de…no quiero imaginarlo.- Naruto se frotaba la cabeza con su otra mano, sintiéndose mal por esa acción.
-Naruto, calma.- Sakura podía sentir como Naruto estaba en un conflicto tratando de que no se sintiera mal, reprochando eso sí, la acción que hizo conociendo su naturaleza nada violenta contra una mujer.
-Sé que tú nunca golpearías a una mujer, jamás en tu vida, no está en ti eso.- Decía la ojiverde tratando de hacerlo sonreír, pero Naruto aún se sentía algo culpable por eso y tensó.
-Tranquilo, aquí estoy para calmar tu enojo.- La kunoichi le beso con suavidad su frente para hacerlo sentir mejor, el rubio lentamente comenzó a sentirse mejor por las palabras y el beso de Sakura.
-¿Qué pasara ahora?- El susurro de la ojiverde se hizo notar en la oficina, mientras Naruto tomaba de la mano de su amada con delicadeza.
-No lo sé.- Sakura noto que el tono de voz del rubio estaba apagada y lo miro fijamente.
-¿Estás cansado? ¿No dormiste verdad?- La ojiverde lo miro a los ojos mientras el rubio solo asentía e incluso bostezaba para notar su cansancio.
-No pude, todo esto no me dejo estar tranquilo.- El Hokage soltaba una sonrisa aun con el cansancio mientras trataba de ya estar más relajado, a lo cual Sakura tuvo una idea. Ella tomo de la mano al rubio para llevarlo a un sofá que estaba ahí, ella se sentó y acostó a Naruto en el sofá poniendo la cabeza del Hokage en sus piernas como almohada, para acariciar su cabeza.
-¿Estas mejor?- Sakura decía mientras jugueteaba con los cabellos dorados del Hokage.
-Mmm…algo.- Naruto solo respondió con los ojos cerrados.
-Relájate Naruto, ya pensaremos en algo, lo que menos quiero es que sufras, tú y tus hijos. No merecen esto.- Sakura pensaba en los hijos de Naruto, ellos son los menos culpables de esto y un divorcio destruiría a su familia, Naruto escuchaba atentamente y pensaba igual ¿Pero cómo? Era la pregunta.
-Lo se Sakura-chan, por eso quiero pedirte un favor.- El rubio se encontraba con los orbes de la kunoichi curiosa de la pregunta del Hokage.
-¿Dime?
-¿Bolt puede quedarse en tu casa unos días?- Naruto comenzaba a acariciar la mejilla de la ojiverde con suavidad mientras ella estaba sorprendida del favor, no estaría hablando enserio ¿O sí?
-Pero… ¿Y Hinata? No puedes alejarlo de su madre.- Sakura se puso aún más nerviosa con dicha petición
-Yo me encargo de eso.- El rubio le regalo una sonrisa más provocando que Sakura se ruborizara mientras ponía su banda en los ojos del Hokage.
-Descansa Naruto.- Decía aun roja Sakura mientras acariciaba la cabeza de su amado rubio, su ángel de cabellos dorados.
-Mmm…eres tan bella.
-Y tú tan…risueño.
-Cuando regrese, hare que te ponga más cómodo…en mi cama.- Esas palabras que Sakura le había dicho hizo que el Hokage se levantare lentamente mirando como la pelirroja tenía una mirada pervertida pasando su dedo por sus labios.
-Oh…suena bien, mi pervertida.
-Solo contéstame esto.- Ambos amantes estaban muy cerca algo sonrojados, mientras Sakura le susurraba algo al Hokage.
-¿Te gustaría ser mi perrito, Naruto?- Naruto se puso completamente rojo por la propuesta con una sonrisa entre nerviosa y algo pervertida, únicamente respondiéndole con un beso en el propio sofá, pero con Naruto encima de la pelirrosa con una sonrisa.
-Eso es un sí.- Naruto continúo besando a Sakura, sabiendo que aún había tiempo para ambos, darse un poco de amor mientras nadie los veía, sin duda, su Sensei estaría orgullo de ellos…o más bien de Naruto
-Mientras-
-Esta misión es algo sencilla, primero iré por unas cosas y voy con mis chicos.- Mientras que en otra parte de la aldea, la líder del clan Yamanaka y a parte Jounnin de la aldea, Ino Yamanaka, la joven kunoichi iba directo al mercado para comprar unas cosas antes de encomendarse en su misión con su equipo de Gennin, mientras la rubia escogía algunos vegetales, algunas mujeres estaban conversando algo que llamaría su atención.
-Oye ¿Ya escuchaste los rumores?
-Sí, pero no me los creo para nada.
-Yo tampoco, pero dicen que paso.
-Yo la vi, caminando como zombi hacía el edificio de su clan.
-Pobrecita.- Ino había escuchado suficiente sobre la conversación y
esperaba escuchar de que estaban hablando acercándose a la vendedora, quien era una de las mujeres que estaba hablando.
-¿Disculpe? ¿Podría atenderme?- La rubia suspiraba muy impaciente atrayendo la atención de la vendedora algo avergonzada sobre la situación.
-Oh lo siento mucho, disculpe.
-No se preocupe ¿Pero de qué hablan?- Ino pregunto de forma curiosa al ver como las chicas se iban murmurando aún más sobre ese tema.
-Oh si…los rumores dicen que el Hokage y su esposa tuvieron una discusión muy fuerte anoche y que según…la agredió.
-¿Qué?- Ino al escuchar el motivo de la conversación, tiró su pergamino con la misión mientras estaba en un shock mental, no podía creerle así tan fácil pero luego al ver la cara de la vendedora completamente seria, Ino comenzó a preguntarse muchas cosas, no podría imaginar eso de Naruto.
"No…viejas chismosas, ¿Quién anda difundiendo ese chisme? Naruto jamás sería así con Hinata, es más, con ninguna mujer"
-Y sabe una cosa, yo la vi, tenía una marca roja en su mejilla, vaya golpe que se dio.- Esas últimas palabras hizo que Ino se fuera lentamente del lugar pensando detenidamente cada palabra, era imposible que algo como un mero chisme se propagara pero algo en ella le decía que algo estaba mal y todo empezó desde esa noche que aún no dejaba dormir a la rubia, mientras iba directo al punto de encuentro de su equipo, era observada en uno de los tejados por cierta pelirroja quien estaba de igual forma atenta a la situación de ese rumor quedándose en silencio pensando en si era cierto, recordando las palabras de Hinata en el día de ayer, puede que eso le diera una pista para descubrir si era verdad o una mera mentira, retirándose del lugar.
"Esto esta raro, tendré que confirmar ese chisme de una vez…y sé por dónde empezar…el clan Hyuga"
-Suna-
-¡Capitán! ¡Tiene que ver esto!- Mientras que en el interior del país del viento, en la aldea escondida en la arena, varios shinobis habían avistado algo que era de suma importancia, que el capitán del ejército del Kazekage tenía que atender con urgencia, en esos instante, Kankuro, el hermano del Kage de la aldea de la arena fue al puesto de mando de sus hombres preguntándose qué tanto estaban insistiendo en que viera.
-Véalo con sus propios ojos- Kankuro observo a lo lejos unas imágenes que ni él mismo vería en sus sueños más locos, alrededor de una fuerza inicial de 150 soldados se acercaban a Suna lentamente, sorprendido de que la arena del desierto no les había hecho nada pero lo que venía era lo peor, al ver que esa fuerza inicial de 150, se le sumaban otros 200, el capitán de la armada tuvo que actuar rápido.
-¡Llama al Kazekage!- La orden de Kankuro fue dada pero varios de sus hombres más cercanos lo encontraban en su oficina, las puertas de la aldea comenzaron a abrirse con el propio Kazekage saliendo de ella, todos quedaron boquiabiertos al ver que el shinobi más poderoso de la aldea saliera sin ninguna protección, él no la necesitaba para nada, Kankuro saltó del puesto de observación para llegar a su hermano.
-¿Es de los rumores que tanto se hablan?- Kankuro miro a su hermano con seriedad mientras Gaara seguía observando a lo lejos como los jinetes lentamente se acercaban ondeando sus estandartes en la arena.
-Así es, ellos son.
-Los jinetes del infierno.- Gaara detuvo su paso junto con Kankuro mirando el momento en el cual los jinetes harían su primer movimiento con una fuerza de ese tamaño, aun cuando no estaba su líder, su segundo al mando tomaba rienda de la situación al ver al Kazekage fuera de la aldea: La batalla comenzaría.
-Ahora.- Con una simple palabra y ondeando su estandarte la caballería principal comenzaría a recorrer el desierto a gran velocidad, el Kazekage no se movió para nada, esperando el momento adecuando.
-Dame ordenes Gaara.- Kankuro creaba hilos de chakra más extensos listo para librar una batalla más, Gaara alzo su puño al cielo, era la señal.
-¡Al ataque!- De las arenas enfrente de Gaara, una gran numero de shinobis y ANBUS experimentados saliendo ya armados para proteger a la aldea de la invasión, los jinetes estaban sorprendido pero nada intimidados, es más, estaban felices que la aldea estuviera lista para lo que se venía al ver como los shinobis corrían para enfrentarse a ellos…la batalla de Suna, comenzaría al fin.
Continuara…
ShadowAuditore1992- Clan Byakko
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Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
guaoo increíble ya los jinetes llegaron a suna sera que resistirán o caerán con iwa espero contii parece que e rumor ya se esta expandiendo espero conti
Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
Woooooooooooooooooooooow °o° estuvo genial el capítulo tanto de tantos lugares, que me emociono.
Nooooo suna noooooooo, espero que gaara este bien.
Ya quiero que descubran a shinashiku a ver que pasa con Naruto y Sakura y su bebe de otra dimencion.
Y que naruto y sakura, los otros, se reconcilien.
Los jinetes son destructivos, quiero saber mas de ellos.
Es de las mejores historias que he leido y seguire leyendo hasta el final, espwro contii con ansia.
Nooooo suna noooooooo, espero que gaara este bien.
Ya quiero que descubran a shinashiku a ver que pasa con Naruto y Sakura y su bebe de otra dimencion.
Y que naruto y sakura, los otros, se reconcilien.
Los jinetes son destructivos, quiero saber mas de ellos.
Es de las mejores historias que he leido y seguire leyendo hasta el final, espwro contii con ansia.
Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
Me encanto. Cada vez se pone súper bueno...me encanto ver pelear a la familia uzumaki o bueno los que quedan u.u ya quiera saber que hará naruto cuando se entere de la verdad, de porque sakura los dejo y se fue de la aldea. Los narusaku del mundo real jajaja son unos pervertidos en su totalidad jajajaja me encanto...como también fue chistoso la escena entre hikari y sagrada. Plana, cabeza hueca jjajajame eencanto.... Espero la conti
CerezoIntenso- Chunnin
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Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
Hola comunidad NS, les traigo nuevamente un nuevo capítulo de la trama...vaya, dos en un mismo mes, debo ser un brujo, pero bueno, ya eche la carne al asador en el anterior capitulo ¿O aun no? Pues gracias por el apoyo y espero que les guste el capitulo de hoy
-Suna-
-¡Ataquen!- Las órdenes del capitán de Suna eran más que claras, el ejército invasor de los jinetes del infierno cabalgaban con mucha velocidad, sorprendidos de que esos caballos estaban muy adaptados al desierto, aunque para ese momento ese era la menor de sus preocupaciones.
-¡Preparen las flechas!- Los jinetes comenzaban a cargar sus flechas en el instante que iban cabalgando.
-¡Una muralla ahora!- Kankuro mandó una línea defensiva para que crearan una gran muralla hecha de arena y tierra para evitar que las flechas atravesaran el campo como si nada, en esos momentos estaban muy confiados los shinobis de Suna.
-Como lo esperaba.- Decía el general de los jinetes mirando la gran muralla que impedía el paso de sus jinetes, mientras Kankuro miraba con paciencia que era lo que pasaría.
-¡Lancen!- Tras la orden de su general en estos momentos, la primer línea de jinetes había lanzado una lluvia de flechas por encima y de frente a la gran muralla de tierra y arena en el suelo, todas la flechas quedaron clavadas como si nada, pero tanto las fuerzas de Suna como Kankuro estaban sorprendidas de dicha acción.
-¿Qué planean? Las flechas son inútiles ante las murallas.- Kankuro hablaba en voz baja aun incrédulo a su primer línea defensiva, solo que ellos no contaban con un factor sorpresa, uno de los jinetes había tomado una flecha incendiaria para dispararla muy cerca de una de las flechas con precisión, el ataque iba a comenzar realmente.
-¡Fuego!- Todas la flechas estaban empapadas con aceite muy volátil y la flecha mando una reacción en cadena con mucha fuerza y estruendo dejando atónitos a todos los ninjas que habían formado la muralla al verla caer por una explosión muy violenta, Kankuro quedo sorprendido por esa estrategia que no pudo verla venir.
-¡Imposible, lograron romper las murallas!- La primer línea avanzaba con más velocidad y no desaprovecharon su ventaja esta vez lanzando flechas normales contra cada uno de los que habían hecho las murallas, acertando uno por uno en su lluvia del infierno.
-¡Derríbenlos de los caballos!- Kankuro lanzaba una shuriken mediana para poder tirar a varios del caballo y que sus hombres atacaran para dar algo de libertad a su fuerza defensiva, al ver que varios habían sido alcanzados por la shuriken, sabía que era el momento de atacar.
-Vamos por ellos.- Los primeros shinobis de Suna fueron al ataque esquivando las flechas para combatir a los que habían sido meramente heridos y que perdieron su caballo, lanzando kunais y shuriken, para la desgracia de muchos se habían encontrado de que los invasores tenía más armas consigo que el arco y flecha, siendo una hoja corta y una espada, muy distinta a las katana matando a los que no podían reaccionar a tiempo y otros luchando de cuerpo a cuerpo.
-¿Qué? ¡Saben luchar sin caballo también!- Kankuro volvía a verse superado por los invasores que estaban viendo como la primer línea avanzaba sin temor a morir en el intento de conquistar la aldea, los shinobis y ANBU salieron al ataque con todas sus fuerza.
-¡Qué no pasen esta línea!- El hermano del Kazekage continuaba dando órdenes ante e gran conflicto que estaban viviendo muy cerca de las puertas de la aldea, con una evacuación a los niveles inferiores de la aldea, no temían por la seguridad de su gente. Desde el punto de arranque de los jinetes del infierno, su mando principal hizo llamar a la segunda la de ataque.
-Manden la segunda línea, formación salamandra.- Esta vez, la segunda división, se dividiría a la mitad tomando ambos lados con mucha velocidad, aprovechando la primer línea y evitar ser descubiertos, los jinetes prepararon diversas flechas al aire para realizar su lluvia del infierno, Kankuro miro la gran lluvia que se venía acercando y el trataba de proteger a sus hombres, aunque no fuera suficiente su escudo. Antes de que pudiera caer en cada hombre de Suna, la defensa perfecta de arena se puso encima de ellos, algunos no podían dejar de atacar a su enemigo que se acercaba más y más aumentando su posición en el campo de pelea.
-Kazekage.- Gaara como si nada, detrás de ellos mantenía el escudo para ponerse al frente con gran velocidad y esperar un plan al ver como la segunda división se había movido.
-Buscan rodearnos, una formación cerrada, traen de derribarlos y antes de que se paren mátenlos.- Kankuro intentaría realizar algo en lo que Gaara buscaba su debilidad táctica.
-Si capitán.
-¿Qué más hacemos Gaara?- Kankuro mando unas marionetas para apoyar a sus hombres, Gaara no dejaba de mirar el punto de salida de los jinetes, la mayor parte de su ejército todavía no se movía, era como si esperaba algo.
-Ocúpate de las dos líneas de jinetes, yo me encargo de lo demás.- Decía el Kazekage reforzando aún más el escudo de arena de las fuerzas de Suna haciendo mover la arena lentamente y esperar que los jinetes tuvieran que dejar sus caballos por el movimiento. A lo lejos el segundo al mando del ejército invasor de Suna miraba con una sonrisa la gran capa de arena encima de sus hombres y de los shinobis.
-El Kazekage está en la batalla, esto se puso interesante, síganme.- El general salía al campo de batalla con un nutrido escuadrón personal suyo para realizar un ataque frontal contra Gaara
-Viene otra línea de ataque.- Kankuro observaba como llegaba una fuerza de ataque más, pero con su general dirigiéndola, Gaara levantaba su mano enfocando a la nueva división para lanzar unas púas de arena contras los jinetes.
-A un lado.- Gaara lanzó no solo las púas de arena contra el ataque de los jinetes, también una tormenta de arena contra los agresores, los jinetes observaban dichas púas acercándose, el general solo sonrío, por fin había un desafío para él.
-Cúbranse los ojos.- Lo que había hacer el general en cuestión estaba dando una orden que parecía un suicidio pero los jinetes cerraron los ojos ciegamente mientras él estaba haciendo algo que era conocido para los propios shinobis: un movimiento de manos.
-Yoton: Muro de lava.- Un enorme muro de lava comenzaba a quemar las púas de arena y creando un gran muro de la sustancia mientras los jinetes se detenía mirando el gran manto de lava, Gaara observaba dicho muro sorprendido, mientras los shinobis de Suna peleaban contra los jinetes del infierno, Gaara seguía sorprendido por el Jutsu que podía aquel jinete.
-Elemento lava… ¿Cómo es posible eso?- Gaara volvió a usar una ventisca de arena esperando derribar a los jinetes y aunque lograba hacerlo, el general tuvo que saltar de su caballo haciendo que huyera en dirección contraria lanzando unas bolas de lava alrededor de algunas espinas de arena.
-No esta vez Kazekage.- El general de los jinetes tacleo con mucha fuerza al Kazekage en el campo de arena, Kankuro miro como su hermano había sido embestido e intento lanzar unas marionetas para ayudar a su hermano.
-¡Gaara!
-Nada de interrupciones.- El general lanzó de su boca un gran mar de lava en frente de Kankuro haciendo que los separaban de la batalla principal y de una lucha que sería personal entre el Kazekage y el general en turno de los jinetes del infierno.
-¿Cómo es posible? Alguien de tu tipo pueda usar el Yoton como si nada.- Gaara enfoco su mirada en aquel guerrero que se limpiaba la lava en su boca mientras sonreía.
-Kazekage, es un honor conocerlo...será un honor partirle el cráneo a la mitad.- Decía el guerrero que tenía la misma armadura que el líder de los jinetes, el Khan de los jinetes infernales, solo que tenía su armadura con toques plateados. Gaara liberaba creaba una gran ventisca de arena y moviendo la del suelo mientras el jinete sonreía mirando a sus hombres atacando a los shinobis.
-¿Qué es lo que busca?- Gaara incrementaba su chakra a grandes niveles, incluso después de la guerra.
-Ver su pequeña aldea arder.- La lava aumentaba el calor entre los dos combatientes solitarios, la arena comenzó a formar detrás de Gaara un mapache rugiendo con fuerza.
-Gracias por brindarme tu poder una vez más Shukaku.- Gaara hablaba en voz baja mientras sentía como la arena tenía una voz propia y era así, el Bijju de una cola estaba dándole algo de su chakra, incluso tras la guerra, bestia de una cola quien estaba libre, se quedó en el desierto oculto, al pendiente de Gaara, sabiendo la situación, no dudo en actuar, ahora el Kazekage debería enfrentar a una gran invasión en Suna, por todos los medios necesarios.
-¡Continúen el ataque! ¡Hay que hacerlos retroceder!- Kankuro lanzaba su mejor ataque con sus marionetas para ayudar a sus fuerzas, estaban demasiado equilibradas en ese momento, el combate de cuerpo a cuerpo media sus habilidades al máximo y los llevaba al límite.
-¡Capitán! Toda su fuerza viene a nosotros, son demasiados.- El resto del ejercito de los jinetes ya estaba cargando contra el propio ejército de Suna, el castaño tuvo que utilizar algo que había reservado para casos como este, de mayor importancia.
-¡Todos atrás!- Kankuro no solo soltó su marioneta de Sasori, sino una de las técnicas más poderosas del Akatsuki, diversos hilos de chakra salieron de sus dedos como si fuera una gran red y de todas ellas comenzaron a aparecer diversas marionetas con armas y explosivos, todas con la capa de tono verde y con el símbolo de Suna en su espalda, los shinobis veían dicho despliegue de habilidad de su capitán y muchos recordaban la historia del legendario escorpión dorado.
-Son las cien marionetas.
-El ejército invasor de Sasori.
-No.
-Es el ejército de Suna.- Kankuro no solo tenía sus marionetas de defensa, captura y ataque consigo, sino también la marioneta de Sasori y el ejército de las cien marionetas, manteniendo la calma y mandando cada marioneta hacía el enemigo junto con sus hombres hacía el ejército invasor.
-¡No dejen a ninguno vivo!- El grito de guerra de los shinobis de Suna dio un gran estruendo en todo el lugar y se abalanzaron contra el ejército invasor para por fin acabar la batalla y luego…una tercera lluvia de flechas apareció…
-Konoha-
-¿Pero qué?- En Konoha, en la residencia Nara, una mujer rubia había notado que su abanico gigante se había caído como si nada, no había corrientes de aire fuerte para tirarlo así que Temari fue a recogerlo y a dejarlo en su lugar mientras se le quedaba mirando como si nada, pero en el suelo había otra cosa, una foto de ella con su esposo y su hijo a lado, pero lo que le sorprendió fue ver que solo el vidrio de la foto estaba roto de lado de sus hermanos, ella pasaba sus dedos sobre la foto de sus dos hermanos de forma pensativa.
-Me pregunto cómo estarán, demonios, se me hace tarde, tengo que ir con los chicos- Temari dejó la foto en su lugar para alistarse y reunirse con su equipo de Gennins, la kunoichi de Suna se preparaba para su misión que el Hokage le había encomendado saliendo de su casa mientras que en otra parte de la aldea, una pelirrosa iba caminando tranquilamente tarareando una canción yendo al punto de encuentro con sus muchachos, arreglándose su cabello después de “un poco de azúcar” del Hokage. Al cabo de unos minutos vio su equipo de Gennin completamente aburridos y esperan una explicación de su Sensei.
-Vaya, creo que ahora si llegaron temprano los tres- Decía con una sonrisa Sakura mientras Bolt se levantaba del banco en donde estaba dormido.
-Sensei, llega tarde, ya me estaba muriendo de aburrimiento.- Se quejaba Bolt mientras Sarada lo miro como si fuera a regañarlo.
-Mira Bolt, la Sensei fue a hablar con el Hokage, un poco de respeto- La Uchiha no sabía qué hacer con su compañero al ser algo quejumbroso, Sabaku los observaba en silencio.
-Muy bien los dos, vamos a hacer un poco de nuestra misión del día de hoy, después de…ya saben, el Hokage nos dio algo más simple.- Sakura les explicaba la misión a los muchachos mientras escuchaban con mucha atención.
-¡Escoltar al señor feudal!- Bolt estaba impactado de la misión que se les había asignado, Sarada se quedó pensando en porque una misión de suma importancia se les era encargado.
-Es una misión de escoltar a uno de los más influyentes del País del Fuego ¿Por qué Sensei?- Sabaku fue el primero en lanzar esa pregunta.
-Veras Sabaku, el señor feudal muy pronto dejara su posición y su hijo tomara posesión, por eso, debe ir de inmediato a la ceremonia de iniciación de su hijo, en las montañas, yo pensé lo mismo, pero no se preocupen, es de escoltar al señor feudal.- Sakura terminaba la explicación con una sonrisa dejando a Bolt y Sarada pensando.
-Lo toma muy sencillo Sensei.
-Y demasiado.
-Eso me recuerda una cosa Bolt- Sakura se enfocaba en el chico rubio mientras el susodicho miraba a su Sensei sorprendido de que la pelirrosa lo llamara.
-Veras…como lo explico…tu padre me pidió que si fuera posible, te quedaras a dormir en mi casa- La noticia le cayó como balde de agua a Sarada quien se le quedo viendo a su madre ajustándose los lentes.
-¿Qué? Espere… ¿Esta bromeando?- Bolt trataba de justificar lo que su Sensei estaba diciendo fuera un chiste mientras Sarada se reía algo forzado.
-Buena broma mamá- Sarada luego se dio cuenta que su madre la miraba de forma sería mientras cruzaba los brazos.
-No es broma hija, de hecho al Hokage le pareció muy buen a idea hacer esto, así que me lo pidió de forma personal mientras hablábamos de los aspectos de la misión ¿Me entiendes?- Sakura miraba a su hija mientras Bolt y Sabaku intentaban hacer que el ambiente no se viera tensó.
-Sensei, no se preocupe, no tiene que hacer eso, con un día me basto – El joven rubio se rascaba la cabeza esperando que la ojiverde le hiciera caso.
-No pasa nada Bolt, tu padre me dio la confianza para decírtelo- Sakura le tocaba su hombro a Bolt tratando de calmar su inquietud con una Sarada que no estaba convencida de esta decisión, sin embargo en ese instante, la Uchiha se sintió observaba, sintiendo un aire frío y una sensación incomoda.
-¿Estas bien Sarada?- Sabaku notó como la chica de lentes se sentía algo nerviosa con respecto a esa sensación mientras el chico azabache miraba de reojo el lugar.
-Bien chicos ¿Nos vamos?- Sakura les llamaba la atención mientras los chicos asentían, cada uno con sus problemas en su mente, el nuevo equipo siete salieron de la puerta de la aldea directo hacía la residencia del señor feudal, Sakura entretanto estaba pensando en la situación que Naruto le había dicho hace unos minutos.
“Naruto…no sé cómo vamos a lidiar con esto, Bolt es un buen chico yo lo sé y sé que Hinata no es una mala persona pero…no sé qué nos va a pasar, pero voy a intentar guiar a Bolt, lo prometo.”
-Clan Hyuga-
-Hiashi-san- Mientras que en el clan más importante de Konoha, en la sala principal, el aún líder del clan Hyuga se encontraba meditando mientras uno de sus sirvientes le hablaba.
-Su hija y nieta están aquí.- Hiashi solo sonrío levantándose y apagando las velas con cuidado.
-Hágalas pasar.- Hiashi salió de su cuarto para recibir a su hija y nieta como todos los días en los que ellas venían, la actitud de Hiashi se había ablandado con los años mientras más crecía su confianza por el Hokage, al abrirse la puerta, la primera en entrar era su nieta Himawari quien estaba corriendo con una sonrisa hacía su abuelo con un abrazo.
-¡Abuelito!
-Mi pequeña Himawari- Hiashi comenzó a cargar a su nieta con una calidez mientras que Hinata entraba al clan era opuesta a la actitud de su hija, tenía una mirada muy vacía, caminando como su fuerza un zombi y tenía en su mejilla una mancha roja que aún le dolía, pero no más que su frágil corazón después de la discusión de ayer, Hiashi noto el comportamiento de su hija y Hinata se recargó en la puerta tapándose la boca para evitar llorar, sin embargo no pudo aguantar más su llanto.
-Himawari, puedes ir al jardín un momento, unos nuevos peces llegaron y me gustaría que los vieras- Hiashi bajó a su nieta acariciando su cabeza mientras la Uzumaki asintió con una sonrisa mientras iba directo al jardín, mientras que Hiashi se acercó a su hija algo preocupado.
-Hinata…- Antes de que pudiera decir algo, la azabache abrazó a su padre con mucha fuerza desahogándose en su tristeza mientras el líder del clan Hyuga la abrazaba lentamente.
-Papá.
-¿Dime que pasó hija?- Hiashi la miro con seriedad mientras la Hyuga seguía llorando tratando de hablar.
-Naruto-kun…me pidió el divorcio.- Al escuchar esas palabras, Hiashi se quedó sorprendido, no esperaba nada como esto en un principio y pensaba que podría ser un error, pero al mirar de reojo a su hija, en concreto con su mano, no estaba el anillo y su hija jamás se lo quitaba, al parecer podría ser cierto esto, su hija estaba llorando como nunca. Mientras eso pasaba, en un árbol a las afueras del clan Hyuga, una pelirroja seguía investigando si los rumores de una aparente disfunción matrimonial se estaban dando desde anoche, Karin no despego la vista del clan mientras se ponía pensar las cosas con más detenimiento.
-Hinata… ¿Sera cierto entonces? – Karin giro para ver a la pequeña Himawari como miraba el estanque de peces mientras a la pelirroja le daba mal espina algo.
-Su chakra es estable pero…hay algo que anda mal, no sé porque-Mientras Karin observaba en las alturas, un joven de cabellera larga y castaño se quedaba recargado en el muro del clan Hyuga apretando el puño con mucha fuerza y caminando en dirección hacia la oficina del Hokage muy molesto, lo único que se podía ver esa el sello del clan Inuzuka en su espalda completamente enojado y él, a base de lo que parecía un rumor, iría a descubrir la verdad.
-Tiempo Alterno-
-¿Y ahora que pasara? La fortaleza fue destruida como si nada y por otro poco y nos matan.- Kurotsuchi estaba caminando y dando vueltas esperando encontrar un nuevo escondite para toda la alianza, los Kages en turno y sus guarda espaldas pensaban la situación con detenimiento.
-Tendremos que movernos si no queremos un ataque más.- Darui miraba el mapa en la mesa mientras señalaba algunos puntos que Akatsuki había tomado como sus territorios.
-¿Pero dónde? Muchas de nuestras fortalezas fueron destruidas y muchas también son pequeñas.- Mei estaba de igual forma mirando el mapa esperando cualquier oportunidad que la alianza pudiera aprovechar.
-¿Naruto?- Kakashi miro como el rubio tenía su mirada enfocada a una población y posible escondite.
-Yo sé en dónde.- Naruto apunto a una parte de Konoha y a todos dejo sorprendido la decisión algo suicida del rubio.
-¡Estás loco si piensas que iremos allá!- Decía Temari haciendo azotar su abanico haciendo que la tierra tiemble en el lugar.
-¿La antigua zona Uchiha? Pero será demasiado obvio.- Gaara trataba de descifrar que era lo que su amigo estaba pensando al elegir un lugar tan obvio.
-Lo sé, pero por alguna razón, creo que Akatsuki no nos atacara.- Decía Naruto con una sonrisa mientras se levantaba de su asiento dejando a sus compañeros atónitos.
-Medítenlo por favor.- El rubio salió de la tienda caminando entre los ninjas quienes estaban conversando, recuperando fuerzas hasta llegar a la tienda medica con Shizune terminando de vendar a la ojiverde, la susodicha se quedó petrificada mirando al rubio entrando a la tienda, Shizune entendía la historia entre ellos mientras Naruto apretó su puño.
-¿Cómo esta Shizune?
-Mejor, una herida profunda pero estará mejor, su curación continua le ayudo mucho a no desangrarse más.- Decía la azabache terminando de cortar los vendajes mientras la ojiverde se sentía mejor.
-Me da gusto ¿Nos darías unos minutos?- La medico los miraba de reojo de los dos dejando sus instrumentos son un suspiro, dejando la tienda no sin decir unas últimas palabras.
-Sí, cinco minutos.- Las palabras de la azabache dejaron en claro a ambos shinobis que tendrían poco tiempo para hablar, Sakura se levantó tomándose de su herida para que no se abriera acercándose a Naruto quedando frente a frente.
-Sakura-chan.
-Naruto.
-¿Por qué nos abandonaste?- La pregunta de Naruto con mucho veneno fue lanzada haciendo que Sakura abrieron los ojos de golpe al sentir un poco el enojo del rubio.
-No era mi intención.- Sakura trató de antemano explicarle tomándolo de la mano pero el rubio comenzó a sentirse enojado.
-¡Porque me abandonaste!- El rubio la miro con sus ojos poseído por el zorro de las nueve colas, Sakura retrocedió un poco al sentir el enojo del rubio pero ella no se quedaría atrás.
-¡Porque estaba desesperada! –Sakura lo miro de forma retadora con fuerza mientras las lágrimas salían de los ojos de la ojiverde, el rubio noto el que el cuerpo de la pelirrosa estaba temblando.
-Naruto…yo quería a mi bebé de vuelta y…vendí mi alma al diablo.- Sakura recordaba el momento en el que tuvo que tomar una decisión muy difícil, recordaba las palabras de Sasuke, de que había una forma de revivir a su hijo, Sakura estaba en la desolación e intentaba por todos los medios de tener a su lado a su hijo. Recordaba cómo había tomado sus cosas en la sala, tratando de hacerlo por su cuenta sin que ninguno de sus dos hijos sufrieran, yendo a sus cuartos mientras dormían y conteniéndose sus lágrimas despidiéndose de ellos con un beso en la frente y susurrándoles que se protegieran entre ellos y no se abandonaran, que los amaba mucho y que jamás los dejaría amar. Yendo al cuarto matrimonial, donde el rubio se encontraba durmiendo, Sakura se acercó lentamente mientras le dejaba algo en su escritorio pero no tuvo el corazón para dársela y solo lo beso en sus labios con suavidad y después se alejó de él, sino de su familia y de su vida a su lado, yéndose de la aldea en la oscuridad en búsqueda de reencontrarse con hijo solo que ella estaría acompañada…por Sasuke Uchiha que tenía un solo objetivo: Revivir su clan, sea como sea.
Sakura tenía aquella nota consigo en su bolsillo y ni siquiera Sasuke lo había visto, con toda fuerza se la puso en el pecho a Naruto mientras el rubio la tomo rozando las manos de Sakura tomando la nota y abriéndola enfrente de ella.
-Sakura.- El rubio comenzó a llorar tratando de mantenerse fuerte en frente de ella solo que Sakura lo abrazo con mucha fuerza soltándose en lágrimas, ella quería que la perdonara por todo el daño que le provoco en esos años.
-Yo nunca deje de amarte.- Esas palabras de la ojiverde no quiera separarse del rubio para nada y esperaba que Naruto podía decir lo mismo, el susodicho la abrazo con mucha fuerza acariciando su cintura y su cabeza.
-Yo tampoco.
Continuara…
Naruto; Días del futuro pasado
Capítulo 46: Misiones, invasiones y verdades.
Capítulo 46: Misiones, invasiones y verdades.
-Suna-
-¡Ataquen!- Las órdenes del capitán de Suna eran más que claras, el ejército invasor de los jinetes del infierno cabalgaban con mucha velocidad, sorprendidos de que esos caballos estaban muy adaptados al desierto, aunque para ese momento ese era la menor de sus preocupaciones.
-¡Preparen las flechas!- Los jinetes comenzaban a cargar sus flechas en el instante que iban cabalgando.
-¡Una muralla ahora!- Kankuro mandó una línea defensiva para que crearan una gran muralla hecha de arena y tierra para evitar que las flechas atravesaran el campo como si nada, en esos momentos estaban muy confiados los shinobis de Suna.
-Como lo esperaba.- Decía el general de los jinetes mirando la gran muralla que impedía el paso de sus jinetes, mientras Kankuro miraba con paciencia que era lo que pasaría.
-¡Lancen!- Tras la orden de su general en estos momentos, la primer línea de jinetes había lanzado una lluvia de flechas por encima y de frente a la gran muralla de tierra y arena en el suelo, todas la flechas quedaron clavadas como si nada, pero tanto las fuerzas de Suna como Kankuro estaban sorprendidas de dicha acción.
-¿Qué planean? Las flechas son inútiles ante las murallas.- Kankuro hablaba en voz baja aun incrédulo a su primer línea defensiva, solo que ellos no contaban con un factor sorpresa, uno de los jinetes había tomado una flecha incendiaria para dispararla muy cerca de una de las flechas con precisión, el ataque iba a comenzar realmente.
-¡Fuego!- Todas la flechas estaban empapadas con aceite muy volátil y la flecha mando una reacción en cadena con mucha fuerza y estruendo dejando atónitos a todos los ninjas que habían formado la muralla al verla caer por una explosión muy violenta, Kankuro quedo sorprendido por esa estrategia que no pudo verla venir.
-¡Imposible, lograron romper las murallas!- La primer línea avanzaba con más velocidad y no desaprovecharon su ventaja esta vez lanzando flechas normales contra cada uno de los que habían hecho las murallas, acertando uno por uno en su lluvia del infierno.
-¡Derríbenlos de los caballos!- Kankuro lanzaba una shuriken mediana para poder tirar a varios del caballo y que sus hombres atacaran para dar algo de libertad a su fuerza defensiva, al ver que varios habían sido alcanzados por la shuriken, sabía que era el momento de atacar.
-Vamos por ellos.- Los primeros shinobis de Suna fueron al ataque esquivando las flechas para combatir a los que habían sido meramente heridos y que perdieron su caballo, lanzando kunais y shuriken, para la desgracia de muchos se habían encontrado de que los invasores tenía más armas consigo que el arco y flecha, siendo una hoja corta y una espada, muy distinta a las katana matando a los que no podían reaccionar a tiempo y otros luchando de cuerpo a cuerpo.
-¿Qué? ¡Saben luchar sin caballo también!- Kankuro volvía a verse superado por los invasores que estaban viendo como la primer línea avanzaba sin temor a morir en el intento de conquistar la aldea, los shinobis y ANBU salieron al ataque con todas sus fuerza.
-¡Qué no pasen esta línea!- El hermano del Kazekage continuaba dando órdenes ante e gran conflicto que estaban viviendo muy cerca de las puertas de la aldea, con una evacuación a los niveles inferiores de la aldea, no temían por la seguridad de su gente. Desde el punto de arranque de los jinetes del infierno, su mando principal hizo llamar a la segunda la de ataque.
-Manden la segunda línea, formación salamandra.- Esta vez, la segunda división, se dividiría a la mitad tomando ambos lados con mucha velocidad, aprovechando la primer línea y evitar ser descubiertos, los jinetes prepararon diversas flechas al aire para realizar su lluvia del infierno, Kankuro miro la gran lluvia que se venía acercando y el trataba de proteger a sus hombres, aunque no fuera suficiente su escudo. Antes de que pudiera caer en cada hombre de Suna, la defensa perfecta de arena se puso encima de ellos, algunos no podían dejar de atacar a su enemigo que se acercaba más y más aumentando su posición en el campo de pelea.
-Kazekage.- Gaara como si nada, detrás de ellos mantenía el escudo para ponerse al frente con gran velocidad y esperar un plan al ver como la segunda división se había movido.
-Buscan rodearnos, una formación cerrada, traen de derribarlos y antes de que se paren mátenlos.- Kankuro intentaría realizar algo en lo que Gaara buscaba su debilidad táctica.
-Si capitán.
-¿Qué más hacemos Gaara?- Kankuro mando unas marionetas para apoyar a sus hombres, Gaara no dejaba de mirar el punto de salida de los jinetes, la mayor parte de su ejército todavía no se movía, era como si esperaba algo.
-Ocúpate de las dos líneas de jinetes, yo me encargo de lo demás.- Decía el Kazekage reforzando aún más el escudo de arena de las fuerzas de Suna haciendo mover la arena lentamente y esperar que los jinetes tuvieran que dejar sus caballos por el movimiento. A lo lejos el segundo al mando del ejército invasor de Suna miraba con una sonrisa la gran capa de arena encima de sus hombres y de los shinobis.
-El Kazekage está en la batalla, esto se puso interesante, síganme.- El general salía al campo de batalla con un nutrido escuadrón personal suyo para realizar un ataque frontal contra Gaara
-Viene otra línea de ataque.- Kankuro observaba como llegaba una fuerza de ataque más, pero con su general dirigiéndola, Gaara levantaba su mano enfocando a la nueva división para lanzar unas púas de arena contras los jinetes.
-A un lado.- Gaara lanzó no solo las púas de arena contra el ataque de los jinetes, también una tormenta de arena contra los agresores, los jinetes observaban dichas púas acercándose, el general solo sonrío, por fin había un desafío para él.
-Cúbranse los ojos.- Lo que había hacer el general en cuestión estaba dando una orden que parecía un suicidio pero los jinetes cerraron los ojos ciegamente mientras él estaba haciendo algo que era conocido para los propios shinobis: un movimiento de manos.
-Yoton: Muro de lava.- Un enorme muro de lava comenzaba a quemar las púas de arena y creando un gran muro de la sustancia mientras los jinetes se detenía mirando el gran manto de lava, Gaara observaba dicho muro sorprendido, mientras los shinobis de Suna peleaban contra los jinetes del infierno, Gaara seguía sorprendido por el Jutsu que podía aquel jinete.
-Elemento lava… ¿Cómo es posible eso?- Gaara volvió a usar una ventisca de arena esperando derribar a los jinetes y aunque lograba hacerlo, el general tuvo que saltar de su caballo haciendo que huyera en dirección contraria lanzando unas bolas de lava alrededor de algunas espinas de arena.
-No esta vez Kazekage.- El general de los jinetes tacleo con mucha fuerza al Kazekage en el campo de arena, Kankuro miro como su hermano había sido embestido e intento lanzar unas marionetas para ayudar a su hermano.
-¡Gaara!
-Nada de interrupciones.- El general lanzó de su boca un gran mar de lava en frente de Kankuro haciendo que los separaban de la batalla principal y de una lucha que sería personal entre el Kazekage y el general en turno de los jinetes del infierno.
-¿Cómo es posible? Alguien de tu tipo pueda usar el Yoton como si nada.- Gaara enfoco su mirada en aquel guerrero que se limpiaba la lava en su boca mientras sonreía.
-Kazekage, es un honor conocerlo...será un honor partirle el cráneo a la mitad.- Decía el guerrero que tenía la misma armadura que el líder de los jinetes, el Khan de los jinetes infernales, solo que tenía su armadura con toques plateados. Gaara liberaba creaba una gran ventisca de arena y moviendo la del suelo mientras el jinete sonreía mirando a sus hombres atacando a los shinobis.
-¿Qué es lo que busca?- Gaara incrementaba su chakra a grandes niveles, incluso después de la guerra.
-Ver su pequeña aldea arder.- La lava aumentaba el calor entre los dos combatientes solitarios, la arena comenzó a formar detrás de Gaara un mapache rugiendo con fuerza.
-Gracias por brindarme tu poder una vez más Shukaku.- Gaara hablaba en voz baja mientras sentía como la arena tenía una voz propia y era así, el Bijju de una cola estaba dándole algo de su chakra, incluso tras la guerra, bestia de una cola quien estaba libre, se quedó en el desierto oculto, al pendiente de Gaara, sabiendo la situación, no dudo en actuar, ahora el Kazekage debería enfrentar a una gran invasión en Suna, por todos los medios necesarios.
-¡Continúen el ataque! ¡Hay que hacerlos retroceder!- Kankuro lanzaba su mejor ataque con sus marionetas para ayudar a sus fuerzas, estaban demasiado equilibradas en ese momento, el combate de cuerpo a cuerpo media sus habilidades al máximo y los llevaba al límite.
-¡Capitán! Toda su fuerza viene a nosotros, son demasiados.- El resto del ejercito de los jinetes ya estaba cargando contra el propio ejército de Suna, el castaño tuvo que utilizar algo que había reservado para casos como este, de mayor importancia.
-¡Todos atrás!- Kankuro no solo soltó su marioneta de Sasori, sino una de las técnicas más poderosas del Akatsuki, diversos hilos de chakra salieron de sus dedos como si fuera una gran red y de todas ellas comenzaron a aparecer diversas marionetas con armas y explosivos, todas con la capa de tono verde y con el símbolo de Suna en su espalda, los shinobis veían dicho despliegue de habilidad de su capitán y muchos recordaban la historia del legendario escorpión dorado.
-Son las cien marionetas.
-El ejército invasor de Sasori.
-No.
-Es el ejército de Suna.- Kankuro no solo tenía sus marionetas de defensa, captura y ataque consigo, sino también la marioneta de Sasori y el ejército de las cien marionetas, manteniendo la calma y mandando cada marioneta hacía el enemigo junto con sus hombres hacía el ejército invasor.
-¡No dejen a ninguno vivo!- El grito de guerra de los shinobis de Suna dio un gran estruendo en todo el lugar y se abalanzaron contra el ejército invasor para por fin acabar la batalla y luego…una tercera lluvia de flechas apareció…
-Konoha-
-¿Pero qué?- En Konoha, en la residencia Nara, una mujer rubia había notado que su abanico gigante se había caído como si nada, no había corrientes de aire fuerte para tirarlo así que Temari fue a recogerlo y a dejarlo en su lugar mientras se le quedaba mirando como si nada, pero en el suelo había otra cosa, una foto de ella con su esposo y su hijo a lado, pero lo que le sorprendió fue ver que solo el vidrio de la foto estaba roto de lado de sus hermanos, ella pasaba sus dedos sobre la foto de sus dos hermanos de forma pensativa.
-Me pregunto cómo estarán, demonios, se me hace tarde, tengo que ir con los chicos- Temari dejó la foto en su lugar para alistarse y reunirse con su equipo de Gennins, la kunoichi de Suna se preparaba para su misión que el Hokage le había encomendado saliendo de su casa mientras que en otra parte de la aldea, una pelirrosa iba caminando tranquilamente tarareando una canción yendo al punto de encuentro con sus muchachos, arreglándose su cabello después de “un poco de azúcar” del Hokage. Al cabo de unos minutos vio su equipo de Gennin completamente aburridos y esperan una explicación de su Sensei.
-Vaya, creo que ahora si llegaron temprano los tres- Decía con una sonrisa Sakura mientras Bolt se levantaba del banco en donde estaba dormido.
-Sensei, llega tarde, ya me estaba muriendo de aburrimiento.- Se quejaba Bolt mientras Sarada lo miro como si fuera a regañarlo.
-Mira Bolt, la Sensei fue a hablar con el Hokage, un poco de respeto- La Uchiha no sabía qué hacer con su compañero al ser algo quejumbroso, Sabaku los observaba en silencio.
-Muy bien los dos, vamos a hacer un poco de nuestra misión del día de hoy, después de…ya saben, el Hokage nos dio algo más simple.- Sakura les explicaba la misión a los muchachos mientras escuchaban con mucha atención.
-¡Escoltar al señor feudal!- Bolt estaba impactado de la misión que se les había asignado, Sarada se quedó pensando en porque una misión de suma importancia se les era encargado.
-Es una misión de escoltar a uno de los más influyentes del País del Fuego ¿Por qué Sensei?- Sabaku fue el primero en lanzar esa pregunta.
-Veras Sabaku, el señor feudal muy pronto dejara su posición y su hijo tomara posesión, por eso, debe ir de inmediato a la ceremonia de iniciación de su hijo, en las montañas, yo pensé lo mismo, pero no se preocupen, es de escoltar al señor feudal.- Sakura terminaba la explicación con una sonrisa dejando a Bolt y Sarada pensando.
-Lo toma muy sencillo Sensei.
-Y demasiado.
-Eso me recuerda una cosa Bolt- Sakura se enfocaba en el chico rubio mientras el susodicho miraba a su Sensei sorprendido de que la pelirrosa lo llamara.
-Veras…como lo explico…tu padre me pidió que si fuera posible, te quedaras a dormir en mi casa- La noticia le cayó como balde de agua a Sarada quien se le quedo viendo a su madre ajustándose los lentes.
-¿Qué? Espere… ¿Esta bromeando?- Bolt trataba de justificar lo que su Sensei estaba diciendo fuera un chiste mientras Sarada se reía algo forzado.
-Buena broma mamá- Sarada luego se dio cuenta que su madre la miraba de forma sería mientras cruzaba los brazos.
-No es broma hija, de hecho al Hokage le pareció muy buen a idea hacer esto, así que me lo pidió de forma personal mientras hablábamos de los aspectos de la misión ¿Me entiendes?- Sakura miraba a su hija mientras Bolt y Sabaku intentaban hacer que el ambiente no se viera tensó.
-Sensei, no se preocupe, no tiene que hacer eso, con un día me basto – El joven rubio se rascaba la cabeza esperando que la ojiverde le hiciera caso.
-No pasa nada Bolt, tu padre me dio la confianza para decírtelo- Sakura le tocaba su hombro a Bolt tratando de calmar su inquietud con una Sarada que no estaba convencida de esta decisión, sin embargo en ese instante, la Uchiha se sintió observaba, sintiendo un aire frío y una sensación incomoda.
-¿Estas bien Sarada?- Sabaku notó como la chica de lentes se sentía algo nerviosa con respecto a esa sensación mientras el chico azabache miraba de reojo el lugar.
-Bien chicos ¿Nos vamos?- Sakura les llamaba la atención mientras los chicos asentían, cada uno con sus problemas en su mente, el nuevo equipo siete salieron de la puerta de la aldea directo hacía la residencia del señor feudal, Sakura entretanto estaba pensando en la situación que Naruto le había dicho hace unos minutos.
“Naruto…no sé cómo vamos a lidiar con esto, Bolt es un buen chico yo lo sé y sé que Hinata no es una mala persona pero…no sé qué nos va a pasar, pero voy a intentar guiar a Bolt, lo prometo.”
-Clan Hyuga-
-Hiashi-san- Mientras que en el clan más importante de Konoha, en la sala principal, el aún líder del clan Hyuga se encontraba meditando mientras uno de sus sirvientes le hablaba.
-Su hija y nieta están aquí.- Hiashi solo sonrío levantándose y apagando las velas con cuidado.
-Hágalas pasar.- Hiashi salió de su cuarto para recibir a su hija y nieta como todos los días en los que ellas venían, la actitud de Hiashi se había ablandado con los años mientras más crecía su confianza por el Hokage, al abrirse la puerta, la primera en entrar era su nieta Himawari quien estaba corriendo con una sonrisa hacía su abuelo con un abrazo.
-¡Abuelito!
-Mi pequeña Himawari- Hiashi comenzó a cargar a su nieta con una calidez mientras que Hinata entraba al clan era opuesta a la actitud de su hija, tenía una mirada muy vacía, caminando como su fuerza un zombi y tenía en su mejilla una mancha roja que aún le dolía, pero no más que su frágil corazón después de la discusión de ayer, Hiashi noto el comportamiento de su hija y Hinata se recargó en la puerta tapándose la boca para evitar llorar, sin embargo no pudo aguantar más su llanto.
-Himawari, puedes ir al jardín un momento, unos nuevos peces llegaron y me gustaría que los vieras- Hiashi bajó a su nieta acariciando su cabeza mientras la Uzumaki asintió con una sonrisa mientras iba directo al jardín, mientras que Hiashi se acercó a su hija algo preocupado.
-Hinata…- Antes de que pudiera decir algo, la azabache abrazó a su padre con mucha fuerza desahogándose en su tristeza mientras el líder del clan Hyuga la abrazaba lentamente.
-Papá.
-¿Dime que pasó hija?- Hiashi la miro con seriedad mientras la Hyuga seguía llorando tratando de hablar.
-Naruto-kun…me pidió el divorcio.- Al escuchar esas palabras, Hiashi se quedó sorprendido, no esperaba nada como esto en un principio y pensaba que podría ser un error, pero al mirar de reojo a su hija, en concreto con su mano, no estaba el anillo y su hija jamás se lo quitaba, al parecer podría ser cierto esto, su hija estaba llorando como nunca. Mientras eso pasaba, en un árbol a las afueras del clan Hyuga, una pelirroja seguía investigando si los rumores de una aparente disfunción matrimonial se estaban dando desde anoche, Karin no despego la vista del clan mientras se ponía pensar las cosas con más detenimiento.
-Hinata… ¿Sera cierto entonces? – Karin giro para ver a la pequeña Himawari como miraba el estanque de peces mientras a la pelirroja le daba mal espina algo.
-Su chakra es estable pero…hay algo que anda mal, no sé porque-Mientras Karin observaba en las alturas, un joven de cabellera larga y castaño se quedaba recargado en el muro del clan Hyuga apretando el puño con mucha fuerza y caminando en dirección hacia la oficina del Hokage muy molesto, lo único que se podía ver esa el sello del clan Inuzuka en su espalda completamente enojado y él, a base de lo que parecía un rumor, iría a descubrir la verdad.
-Tiempo Alterno-
-¿Y ahora que pasara? La fortaleza fue destruida como si nada y por otro poco y nos matan.- Kurotsuchi estaba caminando y dando vueltas esperando encontrar un nuevo escondite para toda la alianza, los Kages en turno y sus guarda espaldas pensaban la situación con detenimiento.
-Tendremos que movernos si no queremos un ataque más.- Darui miraba el mapa en la mesa mientras señalaba algunos puntos que Akatsuki había tomado como sus territorios.
-¿Pero dónde? Muchas de nuestras fortalezas fueron destruidas y muchas también son pequeñas.- Mei estaba de igual forma mirando el mapa esperando cualquier oportunidad que la alianza pudiera aprovechar.
-¿Naruto?- Kakashi miro como el rubio tenía su mirada enfocada a una población y posible escondite.
-Yo sé en dónde.- Naruto apunto a una parte de Konoha y a todos dejo sorprendido la decisión algo suicida del rubio.
-¡Estás loco si piensas que iremos allá!- Decía Temari haciendo azotar su abanico haciendo que la tierra tiemble en el lugar.
-¿La antigua zona Uchiha? Pero será demasiado obvio.- Gaara trataba de descifrar que era lo que su amigo estaba pensando al elegir un lugar tan obvio.
-Lo sé, pero por alguna razón, creo que Akatsuki no nos atacara.- Decía Naruto con una sonrisa mientras se levantaba de su asiento dejando a sus compañeros atónitos.
-Medítenlo por favor.- El rubio salió de la tienda caminando entre los ninjas quienes estaban conversando, recuperando fuerzas hasta llegar a la tienda medica con Shizune terminando de vendar a la ojiverde, la susodicha se quedó petrificada mirando al rubio entrando a la tienda, Shizune entendía la historia entre ellos mientras Naruto apretó su puño.
-¿Cómo esta Shizune?
-Mejor, una herida profunda pero estará mejor, su curación continua le ayudo mucho a no desangrarse más.- Decía la azabache terminando de cortar los vendajes mientras la ojiverde se sentía mejor.
-Me da gusto ¿Nos darías unos minutos?- La medico los miraba de reojo de los dos dejando sus instrumentos son un suspiro, dejando la tienda no sin decir unas últimas palabras.
-Sí, cinco minutos.- Las palabras de la azabache dejaron en claro a ambos shinobis que tendrían poco tiempo para hablar, Sakura se levantó tomándose de su herida para que no se abriera acercándose a Naruto quedando frente a frente.
-Sakura-chan.
-Naruto.
-¿Por qué nos abandonaste?- La pregunta de Naruto con mucho veneno fue lanzada haciendo que Sakura abrieron los ojos de golpe al sentir un poco el enojo del rubio.
-No era mi intención.- Sakura trató de antemano explicarle tomándolo de la mano pero el rubio comenzó a sentirse enojado.
-¡Porque me abandonaste!- El rubio la miro con sus ojos poseído por el zorro de las nueve colas, Sakura retrocedió un poco al sentir el enojo del rubio pero ella no se quedaría atrás.
-¡Porque estaba desesperada! –Sakura lo miro de forma retadora con fuerza mientras las lágrimas salían de los ojos de la ojiverde, el rubio noto el que el cuerpo de la pelirrosa estaba temblando.
-Naruto…yo quería a mi bebé de vuelta y…vendí mi alma al diablo.- Sakura recordaba el momento en el que tuvo que tomar una decisión muy difícil, recordaba las palabras de Sasuke, de que había una forma de revivir a su hijo, Sakura estaba en la desolación e intentaba por todos los medios de tener a su lado a su hijo. Recordaba cómo había tomado sus cosas en la sala, tratando de hacerlo por su cuenta sin que ninguno de sus dos hijos sufrieran, yendo a sus cuartos mientras dormían y conteniéndose sus lágrimas despidiéndose de ellos con un beso en la frente y susurrándoles que se protegieran entre ellos y no se abandonaran, que los amaba mucho y que jamás los dejaría amar. Yendo al cuarto matrimonial, donde el rubio se encontraba durmiendo, Sakura se acercó lentamente mientras le dejaba algo en su escritorio pero no tuvo el corazón para dársela y solo lo beso en sus labios con suavidad y después se alejó de él, sino de su familia y de su vida a su lado, yéndose de la aldea en la oscuridad en búsqueda de reencontrarse con hijo solo que ella estaría acompañada…por Sasuke Uchiha que tenía un solo objetivo: Revivir su clan, sea como sea.
Sakura tenía aquella nota consigo en su bolsillo y ni siquiera Sasuke lo había visto, con toda fuerza se la puso en el pecho a Naruto mientras el rubio la tomo rozando las manos de Sakura tomando la nota y abriéndola enfrente de ella.
“Naruto…mi amor, si estás leyendo esto es que…no podía más, tenía que hacerlo y perdóname por lo que voy a hacer. Estoy desesperada, impotente y solo quiero que mi familia este de nuevo junta, por eso tengo que hacer esto sola, sin ti. Si Shina o Hikari saben de mi ausencia, diles por favor que siempre los ame, que los quiero con mi alma pero tengo que hacerlo sola…siempre te amé y te seguiré amando.”
-Sakura.
-Sakura.
-Sakura.- El rubio comenzó a llorar tratando de mantenerse fuerte en frente de ella solo que Sakura lo abrazo con mucha fuerza soltándose en lágrimas, ella quería que la perdonara por todo el daño que le provoco en esos años.
-Yo nunca deje de amarte.- Esas palabras de la ojiverde no quiera separarse del rubio para nada y esperaba que Naruto podía decir lo mismo, el susodicho la abrazo con mucha fuerza acariciando su cintura y su cabeza.
-Yo tampoco.
Continuara…
ShadowAuditore1992- Clan Byakko
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Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
Me encantoooo! Por fin se supo la verdad y naruto no le guarda rencor que bueno...que intrigada quede con la batalla en suma y mas por la superstición que tuvo temari. ¡oh por dios! Muero por saber que mas sucederá!. Besos y saludos!
CerezoIntenso- Chunnin
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Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
INCREÍBLE YO DECÍA NARUTO NO LA PUEDE ODIAR EL LA AMA TANTO, ESPERO CONTI
Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
no me había dado cuenta de los nuevos capítulos hasta ahora, y esta muy bueno cada capítulo se pone mejor ahora esperar que hace kiba y como reacciona el padre hinata después enterarse de el divorcio entre su hija y naruto, además de saber de como sera la reconciliación entre naruto y sakura alterna y obvio el desenlace de la batalla de suna.
aduzumaki- Sennin
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Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
Hola nuevamente comunidad, nuevamente les vengo a traer un capitulo más del fic que ya estamos para el capitulo numero 50 y creanme...sin duda sera el capitulo más largo, muchas gracias por su paciencia y esperar por el capitulo, así qe vamos a darle.
-Fuera de la aldea-
-¿Ya llegamos?- Afuera de la aldea y en camino a su misión, el joven Bolt Uzumaki junto con su equipo, continuaba preguntando si ya había llegado, siendo ignorada su pregunta por Sabaku y quien solo Sarada le contesto de forma "amable"
-¡Por quinta vez no Bolt!- Decía la Uchiha sacando su inner con mucha furia mientras el rubio se había asustado para ponerse al nivel de Sabaku y evitar que lo mandara a volar.
-Cielos, sí que eres desesperado Bolt, aun no entiendo como llegaste a ser un ninja.- Decía Sabaku manteniendo el paso suspirando por la actitud infantil de su compañero rubio.
-¡Qué dijiste!- Bolt comenzó a levantar la voz contra el azabache mientras este lo miraba de forma retadora.
-¡Lo que oíste, lávate los oídos de vez en cuando!- Mientras que Bolt y Sabaku peleaban, esa discusión llego a oídos de su Sensei quien aunque parecía estar calmada, su inner estaba a punto de estallar en cualquier momento.
-Ya los dos, dejen de pelear.- Decía Sakura con toda su calidez para mantener la armonía en su equipo, atrayendo la atención de Bolt y Sabaku deteniendo el paso rápido del equipo.
-Pero el empezó.- Bolt trato de replicar en favor suyo pero eso no fue suficiente para que Sakura rompiera una gran roca con su puño disminuyéndola en mil pedazos enfrente de los chicos.
-No me importa quien empezó ¿De acuerdo?- Les decía la pelirrosa con seriedad en su tono de voz y una mirada de miedo a los dos shinobis, Bolt tragó saliva al ver a su Sensei de esa forma mientras Sabaku sentía un escalofrío en el cuerpo.
-¡Si Sensei!- Ambos Gennin asentía para calmar el enojo de su Sensei pelirrosa, el equipo nuevamente retomo su paso a más velocidad, Sarada había notado que si madre estaba callada y algo pensativa, no dudo de ponerse a su nivel para hablar con ella.
-¿Estas bien mamá?- La pregunta de Sarada no entro en la mente de la ojiverde, ella mientras miraba al frente estaba pensando que era lo que iba a pasar, era la segunda vez que había tenido esa pesadilla, la que le hizo sudar frio y sintiendo miedo en su corazón, apenas y podía consolidar el sueño ayer, aquella pesadilla tenía rostro y su mayor temor se materializaba.
-Flasback-
-Sasuke-kun…
-¡Déjame! ¡Suéltame por favor!
-¡Dame a mi hija Sasuke, te lo ruego!
-Fin del Flashback-
-Sí hija, estoy bien, solo pensaba en unas cosas.- Sakura miraba a su hija tratando de no preocuparla, no ahora, Sakura tomo la delantera del camino para estar sola con sus pensamientos, Sarada no estaba convencida de eso, ella quería saber qué cosas estaba pensando su madre y no iba a descansar hasta descubrirlo.
"Mamá…has estado muy rara y no voy a descansar a saber qué es lo que te pasa"
Si tenemos suerte llegaremos al punto de encuentro en tres días, así que no hay que perder tiempo.- El equipo siete se dirigiría a su misión en las montañas en escoltar al señor feudal, sin que los mismos shinobis pudiera detectarlo, arriba de los árboles y con su caballo alimentándose en los pastizales como si nada, uno de los jinetes miraba como el equipo de Sakura se alejaba, este jinete sonreía mientras afiliaba su flecha.
-Esto lo tiene que saber el Khan.- Decía aquel jinete encima de la rama del árbol observando a la pelirrosa, sacando su arco para apuntar a la cabeza de la kunoichi, que incluso a una distancia muy lejana, podría atinar sin problemas, solo que esta vez no lo intentaría y bajo su flecha, aun no era el momento, aun no.
-Mientras tanto-
-Aburrido.- Mientras que en la oficina del Hokage, Naruto estaba mirando al techo jugando con su kunai mientras veía como su tiempo se alentaba y se volvía pesado si nada que hacer el rubio esperaba algo de acción o de estar con su amada pelirrosa, pero alguien tenía que firmar esos papeles, mientras que Kurama en su mente, se mostraba calmado ante el predicamento del rubio.
"Y esto lo llevas haciendo por años chico, hasta apenas unos días te has escapado del trabajo, deberías darte un descanso"
-No puedo.- Decía Naruto checando los documentos con calma pero ya harto de firmar, mientras que el asunto de los invasores le tenía sumamente preocupado.
-Esos jinetes me tienen preocupado, aun no los han encontrado y eso me pone a pensar.- Naruto miraba por la ventana como Konoha estaba en tranquilidad, sin saber nada de lo que estaba pasando allá afuera, Kurama pudo notar la preocupación del Hokage.
"¿En qué?"
-¿En realidad el mundo está en paz?- El ojiazul acariciaba el mango de su kunai pensando en realmente se encontró la paz después de muchos años, para que un grupo de invasores hiciera estas atrocidades.
"Buena pregunta"
Los pensamientos del rubio se interrumpieron cuando la puerta se abrió de golpe y un shinobi entrara con paso firme a la oficina de Naruto para ponerse frente a frente, para la sorpresa del Hokage no era ni Shikamaru ni Shizune, sino un Jounnin que lo conocía de hace tiempo.
-¿Kiba?
-¿Es cierto?- Fue lo único que dijo el miembro del clan Inuzuka algo molesto poniendo sus manos en el escritorio.
-¿De qué hablas?- Comentó Naruto esperando una explicación a este acto de rudeza de Kiba, mientras el castaño lo veía con algo de furia.
-¡Dime si es cierto o no Naruto!- El Inuzuka comenzó a gritar algo sacado de sus casillas haciendo que Naruto se levantara para confrontarlo con la mirada.
-¡Es Hokage para ti Kiba y no tengo idea de que me estás hablando!- Decía el Hokage esperando una explicación al respecto, Kiba sentía que Naruto se estaba burlando de él.
-¡Hablo de lo que le hiciste a Hinata! Apuesto que tú sabes exactamente de que hablo.- Kiba estaba incluso sacando los colmillos al escuchar los dichosos rumores de violencia familiar en el matrimonio Uzumaki, a lo que Naruto guardo silencio manteniéndose tranquilo bufando enfrente de Kiba.
-Mira, estoy muy ocupado ahora como para atenderte y además no tengo la menor idea de que hablas.- Era la última cosa que Naruto iba a decir ante este atropello mientras Kiba no lo dejaba de mirar, pasando así unos segundos para que luego el Inuzuka saliera aun con la cabeza caliente azotando la puerta. Tras eso Naruto se sentó con las manos en su cabeza pensando qué demonios le estaba pasando, aunque pudo llegar rápidamente a una conclusión.
-¿Y ahora qué hiciste Hinata? ¿Por qué a mí?- Decía el rubio quejándose, sentía que Hinata había dicho algo o que alguien los había visto pelear, cual fuera de las dos cosas, lo consideraba malo, no solo para él, sino para sus hijos y para Sakura, aunque para la pelirrosa, aun sería un secreto.
"No se…tú te casaste, yo no"
-Qué gracioso Kurama, tengo mucho trabajo como para atender este asunto del divorcio.- Mientras Naruto le replicaba a su amigo, continuaba firmando papeles esperando que este día no empeorara.
"¿Al menos tienes el documento?"- Kurama preguntaba mientras Naruto se quedaba en blanco mientras firmaba algo, el gran zorro podía interpretar eso.
-Es un no eso.- Kurama afirmando su respuesta, hizo que le rubio recostara su cabeza en el escritorio como si estuviera cansado, al cabo de unos segundo, Naruto volvió a mirar al techo para enfocar su mirada a una gaveta de su escritorio, sacando la foto de Sakura que tenía enmarcada.
-Me pregunto… ¿Cómo es que no pude hacer algo antes? Quizás si me hubiera opuesto.- Naruto se sentía algo melancólico sin dejar de ver la imagen de la pelirrosa, repasando en sus memorias: la boda de Sasuke y Sakura.
-Flashback-
-Sí alguien aquí presente tiene algún motivo por el cual esta pareja no deba contraer matrimonio, que habla ahora o que calle para siempre.- La cuarta guerra shinobi había terminar hace tiempo y ahora en un momento de paz, se celebraba quizás una ceremonia con sabor amargo, entre dos de los héroes de Konoha, siendo visto por el propio Hokage quien veía como su amigo se estaba casando con la pelirrosa, la pelirrosa estaba viviendo un cuento con final feliz mientras Sasuke en si no se veía tan feliz pero él se sentía bien consigo mismo, la ceremonia transcurría en su normalidad, el rubio no dejaba de observar a sus amigos o más bien, a la pelirrosa, había algo que le incomodaba al ver a Sakura, algo en su interior le decía "Interviene" incluso apretando su puño con fuerza y mordiéndose el labio.
-¿Naruto-kun? ¿Estás bien?- El rubio sentía como Hinata estaba tomando su mano de forma apacible, Naruto volteo a ver a su ahora novia únicamente regalándole una sonrisa mientras intentaba calmar su inquietud que de alguna forma había aparecido.
-Sí…es solo que…estoy feliz por ellos.- Tanto Naruto como Hinata sonrieron y acercándose para darse un abrazo observando al futuro matrimonio formarse a la vista de la aldea.
-Ahora los declaro marido y mujer.- Tanto Sasuke como Sakura se acercaron para darse un beso y así formalizar su relación, la mayoría estaba festejando ese momento en aplausos y felicitaciones, Naruto por otro lado sentía una gran punzada en el corazón, había algo en él que se había roto y que no volvería a armarse en el futuro, después de eso…el distanciamiento iniciaría.
-Presente-
-Si tan solo me hubiera opuesto.- Naruto estaba apretando la foto de Sakura rompiendo el vidrio algo molesto guardándola con discreción y nuevamente trabajar como si nada pero a un ritmo más rápido.
"¿Es bien muchacho?"
-Sí, es solo que…presiento que algo malo va a pasar.- Naruto miraba como el cielo se nublada y poco a poco la estaba cubriendo el sol. Mientras que otra parte de la aldea, el joven viajero, Shinachiku Uzumaki, también miraba el cielo se nublaba apresurando el paso mientras conversaba con Kurama.
"¿Así que tú también lo has sentido"
-Parece que lloverá, es mejor que termine con mi búsqueda hoy y empieza mañana.- Decía el joven rubio ojiverde dirigiéndose a un nuevo destino para terminar con su investigación y pensaba como iba a revelarse enfrente de su padre sin que las cosas salieran mal, su destino: La residencia de Sakura.
-Mientras-
-Qué raro, que yo recuerde el clima iba a estar bien, no importa eso ahora.- Sakura se preguntaba a que se decía el cambio de clima en la aldea mientras el equipo seguía avanzando a buena velocidad, creando un plan de contingencia en caso de que el clima se complicara.
-Espero que el señor feudal nos tenga un poco de paciencia, uno de los caminos por los que vamos a pasar llega a inundarme y las corrientes son muy fuertes, así que tendríamos que rodear la zona para llegar a nuestro destino.- La orden de la pelirrosa llego a oído de sus Gennin, asintiendo para que estuvieran atentos a cualquier situación que tuviera que ver con el clima, mientras tanto Bolt estaba callado lo cual sorprendía a Sabaku.
-¿Estas bien Bolt?- Los dos chicos se detuvieron cuando Sabaku había puesto su mano en el hombro del rubio como si nada, el Uzumaki se sacudía la cabeza lentamente pensando algo que le tenía preocupado.
-Nada, es solo que mi mamá esta algo rara y eso me preocupa un poco.- Decía el joven Uzumaki suspirando de brazos cruzados.
-¿A qué te refieres?
-No sé si te enteraste de que mi mamá y la Sensei se pelearon.- Mientras que los dos chicos estaban hablando, Sarada notó que sus compañeros estaban muy atrás parándose de golpe y preguntando qué era lo que estaban haciendo esos dos y que la Sensei no toleraría esto, aunque para su sorpresa Sakura lo había notado, regresando lentamente hacía donde Bolt y Sabaku estaban.
-¿Enserio?- Sabaku se recargó en un árbol escuchando con atención la historia del Uzumaki con mucho interés, mientras Bolt se rascaba la cabeza pensando en que mosca le había picado a su madre en estos días.
-Sí…mamá le dio una bofetada a la Sensei y cuando vi que estaban peleando intente ayudar a separarlas y luego…se puso algo histérica, jamás la había visto así.- El Uzumaki recordaba esas palabras que salieron de la boca de su madre sorprendido y algo temeroso.
-Desde ese entonces, mamá ha estado algo distante más de lo debido, a veces siento que ella no quiere que sea un shinobi.- El rubio bajó la mirada pensando de que si en realidad estaba listo para ser un shinobi pasando con sus dedos su bandana.
-No digas esas cosas Bolt.- Bolt se sorprendió al ver a su Sensei acercarse con una tranquilidad que pensaba que los iba a regañar nuevamente incluso cerrando los ojos, pero Sakura solo le acariciaba la cabeza al muchacho para sorpresa del equipo entero.
-Has luchado para llegar a donde estas ahora y créeme, aun te falta forjar tu camino ninja, te lo prometo.- Sakura le sonrío a Bolt dándole palabras de aliento mientras ella iba adelante para continuar con su camino seguido, pensando en esas palabras el Uzumaki y recordando que las había oído antes.
"¿Mi camino ninja? Eso siempre decía mi padre…"
-Y yo te ayudare en todo lo que pueda, vamos tenemos que seguir adelante.- Fueron las últimas palabras de la ojiverde antes de continuar con el camino, Bolt solo asintió con mucha energía tras esas palabras de aliento.
-Si Sensei.- Bolt regresaría a retomar el camino siguiendo a Sakura mientras Sabaku después de descansar en el árbol se disponía a seguirlos, notando que Sarada tenía una cara de molestia hacía el rubio Uzumaki,
-¿Y esa cara Sarada?- Pregunto con mucho interés el joven azabache de tonos rojizos.
-Nada que te incumba.- Unas palabras cortantes por parte de la Uchiha dejo a Sabaku pensando que era lo que estaba pasando entre sus dos compañeros de equipo, el equipo siete volvió a retomar el camino antes de que la lluvia los alcanzara, mientras que más a lo lejos, unos estandartes se veía acercándose lentamente hacía los shinobis de Konoha, un pequeño contingente de jinetes les estaba siguiendo el paso de alrededor unos cincuenta con una sola misión: Destruir a los equipos shinobis de la zona.
-Oficina del Hokage-
-Ya quiero irme a descansar, son muchos papeles que firmar y no llevo la mitad.- Naruto se recostó en su silla esperando tomar una siesta con la mayoría de los papeles firmados y listos para su entrega, solo que Shikamaru no le daría ese gusto mientras entraba con un mensaje urgente para el Hokage.
-¿Hokage tiene un minuto?- La voz del líder del clan Nara atrajo la atención de Naruto levantándose con calma.
-Oh si, pasa Shikamaru… ¿Hay algo de información de esos invasores?- Ese asunto los tenía muy inquietos y esperaba que Shikamaru le trajera nuevas y buenas noticias al respecto, con un sobre con la información que poseía el Nara entregándoselo al Hokage.
-Precisamente vine a eso.- Al entregarle dicho documento, Naruto lo abrió lentamente para darse cuenta que era algo que no quería saber.
-Sai y sus ANBU no los encontraron.- Shikamaru se le había adelantado en saber la información, la cara del Hokage era de sorpresa y a la vez frustración, la información corroboraba con la de Sai, los jinetes no estaban en ninguna parte y parecía que la tierra se los había tragado como si nada.
-¿Qué? Eso es imposible.- Naruto estaba arrugando los papeles con mucha fuerza caminando en círculos preguntándose qué había pasado.
-Es como si fueran unos meros fantasmas Naruto, se mandaron equipos por todos lados, sin éxito alguno.- Decía Shikamaru tomando un cigarro para calmar un poco la tensión mientras el rubio tiraba la información en el escritorio.
-Tenemos que encontrarlos, no podemos preocupar a la gente, por primera vez en la aldea y en el mundo shinobi se está viviendo una era de paz autentica, solo para que lleguen estos invasores de la nada.- Decía Naruto mirando por la ventana a toda la aldea muy preocupado, no quería un nuevo conflicto en estas tierras, tanto que le había costado traer la paz al mundo shinobi y ahora en un pequeño lapso de tiempo, todo iba a terminar por unos invasores.
-Y se está volviendo peor Naruto.- Shikamaru aun traía malas noticias para Naruto.
-Hiashi quiere una audiencia contigo, dice que tienen que discutir un asunto muy importante.- Al mencionar el nombre de Hiashi, significaba que el clan Hyuga tenía algo importante que discutir, Naruto respiraba lentamente tocándose la frente.
-Maldición… ¿Es que hay algo que pueda ser peor que esto?- Decía entre un susurro Naruto mientras se imaginaba que más podría salir mal el día de hoy.
-De hecho sí Hokage.- La prima del Hokage, Karin Uzumaki, había entrado a la oficina como si nada, de hecho, era una de las pocas personas que podía pasar sin pedir permiso a la oficina, sorprendiendo a Shikamaru mientras Karin el entregaba algo a su primo.
-Hice lo que me pediste. Ten, léelo con tranquilidad, me retiro, tengo que hacer una misión con mi equipo.- Decía con toda seriedad y siendo breve en sus palabras, Naruto observaba a su prima irse de su oficina abriendo la información que le había traído con calma.
-¿Naruto?
-¿Donde esta Hiashi ahora?
Continuara…
Naruto, Días del futuro pasado.
Capítulo 47: Un trueno cae en Konoha
Capítulo 47: Un trueno cae en Konoha
-Fuera de la aldea-
-¿Ya llegamos?- Afuera de la aldea y en camino a su misión, el joven Bolt Uzumaki junto con su equipo, continuaba preguntando si ya había llegado, siendo ignorada su pregunta por Sabaku y quien solo Sarada le contesto de forma "amable"
-¡Por quinta vez no Bolt!- Decía la Uchiha sacando su inner con mucha furia mientras el rubio se había asustado para ponerse al nivel de Sabaku y evitar que lo mandara a volar.
-Cielos, sí que eres desesperado Bolt, aun no entiendo como llegaste a ser un ninja.- Decía Sabaku manteniendo el paso suspirando por la actitud infantil de su compañero rubio.
-¡Qué dijiste!- Bolt comenzó a levantar la voz contra el azabache mientras este lo miraba de forma retadora.
-¡Lo que oíste, lávate los oídos de vez en cuando!- Mientras que Bolt y Sabaku peleaban, esa discusión llego a oídos de su Sensei quien aunque parecía estar calmada, su inner estaba a punto de estallar en cualquier momento.
-Ya los dos, dejen de pelear.- Decía Sakura con toda su calidez para mantener la armonía en su equipo, atrayendo la atención de Bolt y Sabaku deteniendo el paso rápido del equipo.
-Pero el empezó.- Bolt trato de replicar en favor suyo pero eso no fue suficiente para que Sakura rompiera una gran roca con su puño disminuyéndola en mil pedazos enfrente de los chicos.
-No me importa quien empezó ¿De acuerdo?- Les decía la pelirrosa con seriedad en su tono de voz y una mirada de miedo a los dos shinobis, Bolt tragó saliva al ver a su Sensei de esa forma mientras Sabaku sentía un escalofrío en el cuerpo.
-¡Si Sensei!- Ambos Gennin asentía para calmar el enojo de su Sensei pelirrosa, el equipo nuevamente retomo su paso a más velocidad, Sarada había notado que si madre estaba callada y algo pensativa, no dudo de ponerse a su nivel para hablar con ella.
-¿Estas bien mamá?- La pregunta de Sarada no entro en la mente de la ojiverde, ella mientras miraba al frente estaba pensando que era lo que iba a pasar, era la segunda vez que había tenido esa pesadilla, la que le hizo sudar frio y sintiendo miedo en su corazón, apenas y podía consolidar el sueño ayer, aquella pesadilla tenía rostro y su mayor temor se materializaba.
-Flasback-
-Sasuke-kun…
-¡Déjame! ¡Suéltame por favor!
-¡Dame a mi hija Sasuke, te lo ruego!
-Fin del Flashback-
-Sí hija, estoy bien, solo pensaba en unas cosas.- Sakura miraba a su hija tratando de no preocuparla, no ahora, Sakura tomo la delantera del camino para estar sola con sus pensamientos, Sarada no estaba convencida de eso, ella quería saber qué cosas estaba pensando su madre y no iba a descansar hasta descubrirlo.
"Mamá…has estado muy rara y no voy a descansar a saber qué es lo que te pasa"
Si tenemos suerte llegaremos al punto de encuentro en tres días, así que no hay que perder tiempo.- El equipo siete se dirigiría a su misión en las montañas en escoltar al señor feudal, sin que los mismos shinobis pudiera detectarlo, arriba de los árboles y con su caballo alimentándose en los pastizales como si nada, uno de los jinetes miraba como el equipo de Sakura se alejaba, este jinete sonreía mientras afiliaba su flecha.
-Esto lo tiene que saber el Khan.- Decía aquel jinete encima de la rama del árbol observando a la pelirrosa, sacando su arco para apuntar a la cabeza de la kunoichi, que incluso a una distancia muy lejana, podría atinar sin problemas, solo que esta vez no lo intentaría y bajo su flecha, aun no era el momento, aun no.
-Mientras tanto-
-Aburrido.- Mientras que en la oficina del Hokage, Naruto estaba mirando al techo jugando con su kunai mientras veía como su tiempo se alentaba y se volvía pesado si nada que hacer el rubio esperaba algo de acción o de estar con su amada pelirrosa, pero alguien tenía que firmar esos papeles, mientras que Kurama en su mente, se mostraba calmado ante el predicamento del rubio.
"Y esto lo llevas haciendo por años chico, hasta apenas unos días te has escapado del trabajo, deberías darte un descanso"
-No puedo.- Decía Naruto checando los documentos con calma pero ya harto de firmar, mientras que el asunto de los invasores le tenía sumamente preocupado.
-Esos jinetes me tienen preocupado, aun no los han encontrado y eso me pone a pensar.- Naruto miraba por la ventana como Konoha estaba en tranquilidad, sin saber nada de lo que estaba pasando allá afuera, Kurama pudo notar la preocupación del Hokage.
"¿En qué?"
-¿En realidad el mundo está en paz?- El ojiazul acariciaba el mango de su kunai pensando en realmente se encontró la paz después de muchos años, para que un grupo de invasores hiciera estas atrocidades.
"Buena pregunta"
Los pensamientos del rubio se interrumpieron cuando la puerta se abrió de golpe y un shinobi entrara con paso firme a la oficina de Naruto para ponerse frente a frente, para la sorpresa del Hokage no era ni Shikamaru ni Shizune, sino un Jounnin que lo conocía de hace tiempo.
-¿Kiba?
-¿Es cierto?- Fue lo único que dijo el miembro del clan Inuzuka algo molesto poniendo sus manos en el escritorio.
-¿De qué hablas?- Comentó Naruto esperando una explicación a este acto de rudeza de Kiba, mientras el castaño lo veía con algo de furia.
-¡Dime si es cierto o no Naruto!- El Inuzuka comenzó a gritar algo sacado de sus casillas haciendo que Naruto se levantara para confrontarlo con la mirada.
-¡Es Hokage para ti Kiba y no tengo idea de que me estás hablando!- Decía el Hokage esperando una explicación al respecto, Kiba sentía que Naruto se estaba burlando de él.
-¡Hablo de lo que le hiciste a Hinata! Apuesto que tú sabes exactamente de que hablo.- Kiba estaba incluso sacando los colmillos al escuchar los dichosos rumores de violencia familiar en el matrimonio Uzumaki, a lo que Naruto guardo silencio manteniéndose tranquilo bufando enfrente de Kiba.
-Mira, estoy muy ocupado ahora como para atenderte y además no tengo la menor idea de que hablas.- Era la última cosa que Naruto iba a decir ante este atropello mientras Kiba no lo dejaba de mirar, pasando así unos segundos para que luego el Inuzuka saliera aun con la cabeza caliente azotando la puerta. Tras eso Naruto se sentó con las manos en su cabeza pensando qué demonios le estaba pasando, aunque pudo llegar rápidamente a una conclusión.
-¿Y ahora qué hiciste Hinata? ¿Por qué a mí?- Decía el rubio quejándose, sentía que Hinata había dicho algo o que alguien los había visto pelear, cual fuera de las dos cosas, lo consideraba malo, no solo para él, sino para sus hijos y para Sakura, aunque para la pelirrosa, aun sería un secreto.
"No se…tú te casaste, yo no"
-Qué gracioso Kurama, tengo mucho trabajo como para atender este asunto del divorcio.- Mientras Naruto le replicaba a su amigo, continuaba firmando papeles esperando que este día no empeorara.
"¿Al menos tienes el documento?"- Kurama preguntaba mientras Naruto se quedaba en blanco mientras firmaba algo, el gran zorro podía interpretar eso.
-Es un no eso.- Kurama afirmando su respuesta, hizo que le rubio recostara su cabeza en el escritorio como si estuviera cansado, al cabo de unos segundo, Naruto volvió a mirar al techo para enfocar su mirada a una gaveta de su escritorio, sacando la foto de Sakura que tenía enmarcada.
-Me pregunto… ¿Cómo es que no pude hacer algo antes? Quizás si me hubiera opuesto.- Naruto se sentía algo melancólico sin dejar de ver la imagen de la pelirrosa, repasando en sus memorias: la boda de Sasuke y Sakura.
-Flashback-
-Sí alguien aquí presente tiene algún motivo por el cual esta pareja no deba contraer matrimonio, que habla ahora o que calle para siempre.- La cuarta guerra shinobi había terminar hace tiempo y ahora en un momento de paz, se celebraba quizás una ceremonia con sabor amargo, entre dos de los héroes de Konoha, siendo visto por el propio Hokage quien veía como su amigo se estaba casando con la pelirrosa, la pelirrosa estaba viviendo un cuento con final feliz mientras Sasuke en si no se veía tan feliz pero él se sentía bien consigo mismo, la ceremonia transcurría en su normalidad, el rubio no dejaba de observar a sus amigos o más bien, a la pelirrosa, había algo que le incomodaba al ver a Sakura, algo en su interior le decía "Interviene" incluso apretando su puño con fuerza y mordiéndose el labio.
-¿Naruto-kun? ¿Estás bien?- El rubio sentía como Hinata estaba tomando su mano de forma apacible, Naruto volteo a ver a su ahora novia únicamente regalándole una sonrisa mientras intentaba calmar su inquietud que de alguna forma había aparecido.
-Sí…es solo que…estoy feliz por ellos.- Tanto Naruto como Hinata sonrieron y acercándose para darse un abrazo observando al futuro matrimonio formarse a la vista de la aldea.
-Ahora los declaro marido y mujer.- Tanto Sasuke como Sakura se acercaron para darse un beso y así formalizar su relación, la mayoría estaba festejando ese momento en aplausos y felicitaciones, Naruto por otro lado sentía una gran punzada en el corazón, había algo en él que se había roto y que no volvería a armarse en el futuro, después de eso…el distanciamiento iniciaría.
-Presente-
-Si tan solo me hubiera opuesto.- Naruto estaba apretando la foto de Sakura rompiendo el vidrio algo molesto guardándola con discreción y nuevamente trabajar como si nada pero a un ritmo más rápido.
"¿Es bien muchacho?"
-Sí, es solo que…presiento que algo malo va a pasar.- Naruto miraba como el cielo se nublada y poco a poco la estaba cubriendo el sol. Mientras que otra parte de la aldea, el joven viajero, Shinachiku Uzumaki, también miraba el cielo se nublaba apresurando el paso mientras conversaba con Kurama.
"¿Así que tú también lo has sentido"
-Parece que lloverá, es mejor que termine con mi búsqueda hoy y empieza mañana.- Decía el joven rubio ojiverde dirigiéndose a un nuevo destino para terminar con su investigación y pensaba como iba a revelarse enfrente de su padre sin que las cosas salieran mal, su destino: La residencia de Sakura.
-Mientras-
-Qué raro, que yo recuerde el clima iba a estar bien, no importa eso ahora.- Sakura se preguntaba a que se decía el cambio de clima en la aldea mientras el equipo seguía avanzando a buena velocidad, creando un plan de contingencia en caso de que el clima se complicara.
-Espero que el señor feudal nos tenga un poco de paciencia, uno de los caminos por los que vamos a pasar llega a inundarme y las corrientes son muy fuertes, así que tendríamos que rodear la zona para llegar a nuestro destino.- La orden de la pelirrosa llego a oído de sus Gennin, asintiendo para que estuvieran atentos a cualquier situación que tuviera que ver con el clima, mientras tanto Bolt estaba callado lo cual sorprendía a Sabaku.
-¿Estas bien Bolt?- Los dos chicos se detuvieron cuando Sabaku había puesto su mano en el hombro del rubio como si nada, el Uzumaki se sacudía la cabeza lentamente pensando algo que le tenía preocupado.
-Nada, es solo que mi mamá esta algo rara y eso me preocupa un poco.- Decía el joven Uzumaki suspirando de brazos cruzados.
-¿A qué te refieres?
-No sé si te enteraste de que mi mamá y la Sensei se pelearon.- Mientras que los dos chicos estaban hablando, Sarada notó que sus compañeros estaban muy atrás parándose de golpe y preguntando qué era lo que estaban haciendo esos dos y que la Sensei no toleraría esto, aunque para su sorpresa Sakura lo había notado, regresando lentamente hacía donde Bolt y Sabaku estaban.
-¿Enserio?- Sabaku se recargó en un árbol escuchando con atención la historia del Uzumaki con mucho interés, mientras Bolt se rascaba la cabeza pensando en que mosca le había picado a su madre en estos días.
-Sí…mamá le dio una bofetada a la Sensei y cuando vi que estaban peleando intente ayudar a separarlas y luego…se puso algo histérica, jamás la había visto así.- El Uzumaki recordaba esas palabras que salieron de la boca de su madre sorprendido y algo temeroso.
-Desde ese entonces, mamá ha estado algo distante más de lo debido, a veces siento que ella no quiere que sea un shinobi.- El rubio bajó la mirada pensando de que si en realidad estaba listo para ser un shinobi pasando con sus dedos su bandana.
-No digas esas cosas Bolt.- Bolt se sorprendió al ver a su Sensei acercarse con una tranquilidad que pensaba que los iba a regañar nuevamente incluso cerrando los ojos, pero Sakura solo le acariciaba la cabeza al muchacho para sorpresa del equipo entero.
-Has luchado para llegar a donde estas ahora y créeme, aun te falta forjar tu camino ninja, te lo prometo.- Sakura le sonrío a Bolt dándole palabras de aliento mientras ella iba adelante para continuar con su camino seguido, pensando en esas palabras el Uzumaki y recordando que las había oído antes.
"¿Mi camino ninja? Eso siempre decía mi padre…"
-Y yo te ayudare en todo lo que pueda, vamos tenemos que seguir adelante.- Fueron las últimas palabras de la ojiverde antes de continuar con el camino, Bolt solo asintió con mucha energía tras esas palabras de aliento.
-Si Sensei.- Bolt regresaría a retomar el camino siguiendo a Sakura mientras Sabaku después de descansar en el árbol se disponía a seguirlos, notando que Sarada tenía una cara de molestia hacía el rubio Uzumaki,
-¿Y esa cara Sarada?- Pregunto con mucho interés el joven azabache de tonos rojizos.
-Nada que te incumba.- Unas palabras cortantes por parte de la Uchiha dejo a Sabaku pensando que era lo que estaba pasando entre sus dos compañeros de equipo, el equipo siete volvió a retomar el camino antes de que la lluvia los alcanzara, mientras que más a lo lejos, unos estandartes se veía acercándose lentamente hacía los shinobis de Konoha, un pequeño contingente de jinetes les estaba siguiendo el paso de alrededor unos cincuenta con una sola misión: Destruir a los equipos shinobis de la zona.
-Oficina del Hokage-
-Ya quiero irme a descansar, son muchos papeles que firmar y no llevo la mitad.- Naruto se recostó en su silla esperando tomar una siesta con la mayoría de los papeles firmados y listos para su entrega, solo que Shikamaru no le daría ese gusto mientras entraba con un mensaje urgente para el Hokage.
-¿Hokage tiene un minuto?- La voz del líder del clan Nara atrajo la atención de Naruto levantándose con calma.
-Oh si, pasa Shikamaru… ¿Hay algo de información de esos invasores?- Ese asunto los tenía muy inquietos y esperaba que Shikamaru le trajera nuevas y buenas noticias al respecto, con un sobre con la información que poseía el Nara entregándoselo al Hokage.
-Precisamente vine a eso.- Al entregarle dicho documento, Naruto lo abrió lentamente para darse cuenta que era algo que no quería saber.
-Sai y sus ANBU no los encontraron.- Shikamaru se le había adelantado en saber la información, la cara del Hokage era de sorpresa y a la vez frustración, la información corroboraba con la de Sai, los jinetes no estaban en ninguna parte y parecía que la tierra se los había tragado como si nada.
-¿Qué? Eso es imposible.- Naruto estaba arrugando los papeles con mucha fuerza caminando en círculos preguntándose qué había pasado.
-Es como si fueran unos meros fantasmas Naruto, se mandaron equipos por todos lados, sin éxito alguno.- Decía Shikamaru tomando un cigarro para calmar un poco la tensión mientras el rubio tiraba la información en el escritorio.
-Tenemos que encontrarlos, no podemos preocupar a la gente, por primera vez en la aldea y en el mundo shinobi se está viviendo una era de paz autentica, solo para que lleguen estos invasores de la nada.- Decía Naruto mirando por la ventana a toda la aldea muy preocupado, no quería un nuevo conflicto en estas tierras, tanto que le había costado traer la paz al mundo shinobi y ahora en un pequeño lapso de tiempo, todo iba a terminar por unos invasores.
-Y se está volviendo peor Naruto.- Shikamaru aun traía malas noticias para Naruto.
-Hiashi quiere una audiencia contigo, dice que tienen que discutir un asunto muy importante.- Al mencionar el nombre de Hiashi, significaba que el clan Hyuga tenía algo importante que discutir, Naruto respiraba lentamente tocándose la frente.
-Maldición… ¿Es que hay algo que pueda ser peor que esto?- Decía entre un susurro Naruto mientras se imaginaba que más podría salir mal el día de hoy.
-De hecho sí Hokage.- La prima del Hokage, Karin Uzumaki, había entrado a la oficina como si nada, de hecho, era una de las pocas personas que podía pasar sin pedir permiso a la oficina, sorprendiendo a Shikamaru mientras Karin el entregaba algo a su primo.
-Hice lo que me pediste. Ten, léelo con tranquilidad, me retiro, tengo que hacer una misión con mi equipo.- Decía con toda seriedad y siendo breve en sus palabras, Naruto observaba a su prima irse de su oficina abriendo la información que le había traído con calma.
-¿Naruto?
-¿Donde esta Hiashi ahora?
Continuara…
ShadowAuditore1992- Clan Byakko
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Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
muy bueno, se esta poniendo interesante que pasara con el clan hyuga falte que hagan un golpe de estado para completar espero contiii
Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
Wwooooooo genial capitulo, intrigante, espero el siguiente con ansias.
Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
Shan shan shaaaan ahora que otro problema se le va sumar a naruto y veremos un enfrentamiento entre sakura y los misteriosos caballero quisiera saber como ellos saben anteponerse a cualquier medida de reacción de la aldeas creo que me quedare con esa incógnita espero el próximo capitulo pronto.
aduzumaki- Sennin
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Re: Naruto, Días del futuro pasado 2da Temporada (+18) Capítulo 13: A reagruparse; la última esperanza de Konoha (09/11/2018)
esta buenisima, ¿que pasara con el equipo de sakura?
estoy de acerdo con alexd, algo traman los hyuga...espero conti8) y mucha accion!!
estoy de acerdo con alexd, algo traman los hyuga...espero conti8) y mucha accion!!
CerezoIntenso- Chunnin
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