Dos tiempos (+18) [4/12/2014] Capítulo 26

Todos estaban asustados, ¿habían ido a buscar a Naruto?, no era que todos lo conocieran, pero temían porque quisieran secuestrar a un adolescente. Aunque lo que más sorprendía a la gente era que los dos secuestradores hubieran llamado la atención de todos en lugar de llevárselo en un momento en el que estuviera solo y apartado. A pesar del temor que mostraban todos, había tres personas que estaban más preocupadas que nadie, se trataba de la familia Haruno.

-Naruto, ¿que quieren esos de ti?.- preguntó Mebuki.

-No puede ser...

-¿Los conoces?.

-Si Sakura-chan, el del pelo rojo se llama Sasori, y el rubio es Deidara, ya me he enfrentado a ellos.

-¿Entonces son ninjas?.

-Si, pero me temo que son de los malos, y son muy fuertes. El ultimo recuerdo que tengo antes de llegar aquí es de estar luchando con Deidara.

-Entonces ¿el que te dejó en tan mal estado fue el?.

-Es muy probable.

-¿Pero porque te quieren a ti?.

-Lo cierto Satoshi-san, es que no me quieren a mi, lo que quieren es lo que tengo dentro.

-El kyubi.- dijo Sakura entendiendo parte de lo que el rubio decía.

-Exacto, pero hay dos problemas, uno, que si se lo doy moriré en el proceso de extracción, y dos y más importante aun, es que lo usarán para conquistar el mundo, y no lo puedo permitir.

-Pero los dos son más fuertes que tu, como vas a defenderte.

-No lo se, pero no voy a permitir que hagan daño a nadie por mi culpa, bajaré y me enfrentaré a ellos, si pelea es lo que quieren pelea es lo que tendrán.

-Yo voy contigo chico, si somos dos lo tendrán más difícil.

-No Satoshi-san, son mucho más fuertes de lo que parecen, y no te lo tomes a mal pero si vienes conmigo te matarán antes de que te acerques, y no puedo concentrarme en atacar si tengo que defender a otra persona, lo mejor será que vaya yo solo.

Sin mediar más palabra el rubio se decidió a bajar desde donde estaba hacia sus enemigos, abriéndose paso lentamente entre la gente que miraba asombrada como un chico tan joven se dirigía sin un atisbo de miedo en la mirada hacia sus secuestradores. Lo que no sabían era que no bajaba a entregarse si no a luchar, y que esa lucha sería la más intensa que hubieran visto hasta el momento.

-Vaya vaya, Sasori, mira quien viene por ahí.

-Parece que por fin te vas a rendir muchacho, así nos ahorrarás la molestia de capturarte.

-No estés tan seguro, vengo a luchar no a entregarme.-cuando dijo eso se escucharon murmullos entre la gente.

-Si es lo que quieres así será. Sasori, déjame pelear a mi, la última vez el jefe no me dejó acabar con el, quiero que pruebe todo el poder de mi arte.

-Como quieras, pero no tardes mucho, no me gusta esperar.

Naruto termino de acercarse y se puso justo frente a su atacante, Sasori se retiró hacia atrás para dejarle espacio a su compañero mientras que Satoshi, Mebuki y Sakura se acercaban para ver más de cerca lo que hacía el chico.

-No creas que esta vez te será tan fácil como la última Deidara, en aquella ocasión estaba intentando rescatar a Gaara, ahora tienes toda mi atención para ti.

-Y tu no creerás enserio que la otra vez te estaba mostrando mi verdadero arte, ¿o si? Jajajajajaja esta vez pelearé con todo.

Sin cruzar ni media palabra más empezaron la batalla, Naruto comenzó a correr hacia su adversario, mientras este creaba varias arañas de arcilla explosiva que se pegaron a su cuerpo y explotaron, cuando se disipó el humo de la explosión se pudo ver al chico tirado en el medio de un cráter, todo el mundo quedo paralizado, ¿lo había matado sin contemplaciones?.

-¡¡¡ Naruto !!!.- se escuchó el grito de una pelirrosa que estaba arrodillada en el suelo.

Ante la sorpresa de todo el mundo tras Deidara apareció el rubio dándole con un rasengan, y en ese mismo momento el otro Naruto del cráter desapareció en una nube de humo.

-No te preocupes Sakura-chan, eso a lo que dio era solo un clon.

¿Había dicho un clon?, la gente no entendía nada, ni como el de la capa negra había hecho explotar esas arañas ni como el chico había aparecido tras el ni que era la bola que tenía en la mano ni nada.

Tras el golpe el akatsuki se levantó sin mayor rastro del impacto recibido que su capa destrozada.

-No creas que eso me ha hecho nada, y por cierto, no deberías descuidarte cuando luchas contra criminales sabes.

Antes de poder reaccionar escucho un grito, se trataba de Sakura, en el intercambio de golpes con Deidara había descuidado a Sasori y este aprovechó para atrapar a la chica sin que nadie se diese cuenta, con la ayuda de los tentáculos de una de sus marionetas.

-Ahora jinchuriki, si quieres que tu noviecita viva será mejor que te quedes quietecito sin hacer ningún movimiento hasta que Deidara te mate.

-Naruto..... no hagas caso..... de lo que te dicen.... no te preocupes por mi-Sakura decía esto entre gemidos de dolor porque la marioneta le apretaba sin compasión.

Por otro lado los padres de la chica se habían acercado aun más para intentar ayudar a su hija, pero no fueron solo ellos, sin que nadie la viera Ino y sus padres se acercaron también para ayudar a la amiga de la rubia porque no podían soportar ver como ella y su familia sufrían.

-Esta bien,-dijo Naruto- haced lo que queráis conmigo pero dejad en paz a los demás.

-Naruto no.

-Lo siento Sakura-chan, te lo prometí y yo siempre cumplo mis promesas.

Cuando terminó de hablar recivió el primer golpe de Deidara, ni se molestó en usar su arcilla porque sabía que el chico no se iba a defender. Naruto recibía un golpe tras otro y así estuvo aguantando durante unos 10 minutos, hasta que con todo su cuerpo amoratado y dolorido se levantó una vez más.

-Eres resistente, eso tengo que admitirlo,-Deidara estaba jadeando por el esfuerzo de pegar tanto tiempo seguido a alguien- pero esto se acaba ahora, te mostraré lo que es el auténtico arte.

En ese momento comenzó a crear un pájaro de arcilla enorme, casi tan grande como un coche, y cuando terminó se lo lanzó al rubio que estaba frente a el. Se produjo una explosión tremenda, la mayor parte de la gente que miraba se cayó al suelo por la onda expansiva, Sakura ya no podía ni gritar ni llorar, estaba shockeada mirando la macabra escena. Su familia y la de su amiga estaban igual y Sasori miraba sin expresión alguna el “arte” de su compañero esperando que acabase pronto.

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Interior de Naruto

-¿Estoy...estoy muerto?.

-Casi, te he protegido en el ultimo momento pero no he podido absorber todo el golpe a tiempo, no creí que te dejases matar enserio por esa chica.

Ante el estaba el zorro de nueve colas sentado en su jaula mirándole.

-¿Porque me has protegido de el?.

-No quiero que mueras, así de simple.

-¿A que viene este cambio de actitud tan repentino?.

-Es por que te quiero prestar mi poder.

-Lo siento, pero ahora no puedo aceptarlo, no puedo arriesgarme a perder el control y hacer daño a la gente inocente.

-Esta vez no será así, no me sobrepondré a tu conciencia, colaboraré contigo.

-¿Porqué este afán repentino de cooperación?.

-Es por lo que dijiste.

-¿Que es lo que dije?.

-Dijiste que a pesar de todo lo que yo te quité no me odiabas, que esperabas que fuésemos amigos alguna vez, y después de pensarlo mucho creo que podríamos intentarlo.

-¿Hablas enserio?, no parecen palabras propias del zorro de nueve colas.

-Créeme, no ha sido nada fácil para mi decir esto y reconocer que hubo un momento en el que un hombre del que me vengaré me controló y me obligo a atacar a Konoha. Pero es cierto, he estado toda tu vida observándote y te he visto sobreponerte a muchas cosas, podrías llegar a caerme bien y todo. Aun así para que pueda compartir mi poder contigo debes quitar el sello y liberarme.

-¿Como se que no es un truco para escapar?.

-No lo sabes.

Durante unos minutos ninguno de los dos dijo nada, se quedaron mirándose, evaluándose, Naruto no estaba seguro de que hacer pero finalmente tomó una decisión, una decisión tan trascendental que aun no llegaba a comprender hasta que punto iba a cambiar su destino.

Comenzó a caminar, se acercó hasta el sello con su mano extendida bajo la atenta mirada del zorro, lo cogió por una esquina y justo antes de quitarlo dijo algo.

-Tu...ya no eres un zorro malvado, a partir de ahora eres mi amigo y mi compañero...Kurama de Konohagakure no sato.

-¿Como...como sabes mi nombre?.-dijo el zorro impactado.

-No estoy seguro pero, lo se. Es importante conocer el nombre de los que cuidan de ti ¿verdad?.

Fue al decir eso cuando quito el sello del todo y la jaula se abrió para siempre, forjando un vinculo entre ambos, un vínculo que les acompañaría hasta el final de sus días.
Cuando Kurama estuvo libre del todo un chakra dorado envolvió al rubio.

-¡ Ahora Naruto, ahora les demostraremos a esos akatsukis que no pueden meterse con nosotros y salir airosos !

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Exterior de Naruto

Mientras esta conversación se llevaba a cabo Deidara daba por muerto al chico que estaba tirado boca abajo en un cráter humeante aun más profundo que el anterior. Mebuki lloraba , Sakura también y los Yamanaka estaban en el medio de todos sin saber muy bien que hacer.

-Ya he acabado con el Sasori, ¿que hacemos con la chica ahora?.

-Solo era el señuelo, la mataremos y volveremos a casa.

-¡ No te atrevas a tocar a mi hija bastardo !- Satoshi iba corriendo hacia Sasori cuando fue interceptado por un golpe de Deidara que lo lanzó varios metros hacia atrás.

-Ya estoy harto, la voy a matar ya.- el pelirrojo hizo que la marioneta que sostenía a la chica apretase más y más haciéndola gritar de dolor, Mebuki estaba inmóvil debatiéndose entre si ayudar a su marido que tenía un golpe muy feo en un costado que sangraba bastante o a su hija.

Todo parecía perdido cuando de repente sin saber como o de donde un rayo amarillo cruzó entre todos y de un único pero enorme rásengan mandó a volar a Sasori matándolo en el acto y rescatando así a Sakura.

-¿Estas bien Sakura-chan?.

-Na...Naruto...¿eres tu?.

-Claro que soy yo.

-¿Pero por que brillas tanto?. -Naruto tenía todo el cuerpo rodeado por un manto dorado y una capa, ambos llenos de lineas negras, y sus ojos eran rojos, pero no como la última vez, ahora parecían irradiar bondad.

-Digamos que tengo un compañero nuevo.

Llevó a Sakura junto con los Yamanaka y se giró encarando a Deidara que lo miraba aterrorizado.

-¡ Maldición, esta vez se ha adelantado, tengo que huir !.- comenzó a hacer unos sellos muy extraños y cuando terminó toda la zona en la que se encontraban tanto el como Naruto, los Haruno y los Yamanaka se iluminó, y los hizo desaparecer del colegio ante la mirada aun impactada de todos los demás presentes.
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Todos se encontraban inconscientes, el primero en despertar fue Naruto, vio que estaban en un bosque y tras un rápido examen de la zona pudo ver quienes estaban con él y que Deidara ya no se encontraba allí. Fue despertando a todos, que se alegraron de encontrar a los demás sanos y salvos, a todos menos a Satoshi.

-Mamá, ¿papá esta bien?.

-No lo se, podría tener un pulmón perforado, su respiración es muy irregular y parece tener varias costillas rotas, hay que llevarlo de inmediato a un hospital.

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Interior de Naruto

-¿Sabes donde estamos Kurama?.

-Si, pero ahora que nuestros chakras están unidos deberías ser capaz de sentirlo por ti mismo.

Naruto se concentró y enseguida respondió

-Estamos en.....

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Exterior de Naruto

-No te preocupes Mebuki, lo llevaremos, pero antes deberíamos averiguar hacia donde ir, estamos en medio de ningún sitio.-dijo Inoichi, padre de Ino.

-Creo que yo puedo ayudar en eso.

-¿Sabes donde estamos Naruto?.

-La pregunta no es donde, si no cuando.

-Me estas diciendo que...

-No se como Sakura-chan, pero estamos en el bosque norte de Konoha, en mi tiempo.


CONTINUARÁ...

-¿Que quieres decir con “en tu tiempo” chico?- preguntó Inoichi sin entender del todo que estaba ocurriendo.

-Pueees...

Naruto explicó toda su historia a los Yamanaka, que por supuesto no tenían ni idea de nada, al principio no creyeron ni una sola palabra pero teniendo en cuenta todo lo que habían visto esa tarde y que en un abrir y cerrar de ojos habían viajado a dios sabe donde no tuvieron más opción que ceder, aunque un poco recelosos.

-¿Hacia donde dices que estaba la aldea Naruto?

-Hacia el sur Sakura-chan, a unos diez kilómetros.

-¡ Diez kilómetros ! Satoshi no aguantará un viaje tan largo en su estado.

-No te preocupes Mebuki-san, yo os llevaré, puedo estar allí en diez minutos.

-Aun suponiendo que pudieses ir tan rápido ¿como nos vas a llevar a todos?, somos seis y tu solo uno.

-No se preocupe señor Yamanaka, eso se arregla fácilmente. ¡ Kage bunshin no jutsu !.- al hacer esto aparecieron cinco clones del rubio alrededor suyo.

-¿Como has hecho eso?.

-Una de las ventajas de ser shinobi jajajajaja, pero ahora dejemos de hablar y dirijámonos a la villa, subid cada uno a un clon.

Los Narutos se repartieron y uno de ellos cargó al inconsciente Satoshi con cuidado, una vez estuvieron en camino el rubio que iba en cabeza abriendo la marcha habló, pero lo hizo en un tono bajo para que solo su pasajera lo escuchase.

-¿Sabes una cosa Sakura-chan?, yo soy el real, me reservé el derecho de llevarte yo mismo.- dijo el chico sonriendo.

-Gra...gracias Naruto.-la pelirosa se había sonrojado.

Siguieron la marcha a todo lo que daban las piernas del Uzumaki, que para sorpresa de todos era lo mas rápido que habían visto nunca moverse a nadie. En poco más de lo que había dicho llegaron a la puerta de la villa, y allí los guardias los detuvieron.

-Alto, identificáos, espera... ¡ Naruto !, ¿eres tu?, ¿donde has estado estos seis meses?.

-¿Seis meses?, no llevo fuera ni uno, pero eso ahora no es importante, estas personas vienen conmigo y uno está herido, debo llevarlo al hospital.

-Está bien, pero en cuanto lo dejes allí sera mejor que vayas a ver a la Hokage, seguro que se alegra de verte, y creo que los que no estén heridos deberían acompañarte para presentarse.

Cuando Izumo y Kotetsu les dieron paso fueron directos al hospital, dejaron a Satoshi al cuidado de los ninjas médicos y fueron directos a la torre Hokage.

Llegaron al enorme edificio, el rubio dejó a todos en el suelo y deshizo los clones. Entraron y se dirigieron al despacho de la líder, cuando estaban en la puerta todos esperaban que Naruto llamase o algo así, pero sin ningún tipo de respeto entró sin llamar al grito de ¡ oba-chan ya he vuelto !, todos quedaron con la boca abierta, ¿a caso se dirigía así a la líder de su villa?

El chico esperó el típico golpe de escritorio volador que caracterizaba sus reuniones con la Hokage pero no llegó, en cambio lo que recibió fue un abrazo, uno que se parecía mucho al que le dio Mebuki. Se trataba de Tsunade que sin pensarlo dos veces saltó su escritorio para encontrarse con el rubio cabezahueca al que llevaba buscando seis meses sin parar.

-¿Donde has estado pedazo de burro?, me tenías preocupadísima, creía que te había pasado algo en la misión de rescate, Kakashi no te encontró por ningún sitio y nos temimos lo peor.

-No te preocupes oba-chan, he estado a salvo con ellos, me han cuidado muy bien.

Ya separados del abrazo Tsunade miró a sus acompañantes.

-¿Y de quienes se trata?, ¿a shinobis de que aldea debemos que hayas vuelto sano y salvo?.

-Etoooo... es un poco difícil de explicar, en realidad no son shinobis, y son de Konoha, pero no de esta Konoha.

-Me estas liando, ¿como que de esta Konoha pero no de esta Konoha?.

-Pues verás....

Naruto le contó toda su historia, desde que despertó en el hospital hasta que aparecieron en el bosque. La líder estaba asombrada, pero lo creyó a la primera, conocía muy bien al rubio y sabía que no solía mentir.

-En ese caso gracias Mebuki y Sakura Haruno por cuidar a este desastre.

-No hay de que Tsunade-samma, ha sido un placer, Naruto es un cielo, y bueno... el y Sakura han hecho buenas migas jijijiji- a Mebuki se le escapó una risita al decir esto último.

-Luego seguiremos hablando de todo esto, por el momento me iré a ocupar de todo con tu marido, yo misma lo atenderé. Por otro lado necesitaréis un sitio en el que quedaros. Con vosotros no hay problema- dijo mirando a la familia de Ino- vengáis de donde vengáis sois Yamanaka, os quedaréis en la mansión del clan, con esta carta no deberíais tener problemas para que os acepten. - Inoichi la recibió con una frase grabada en su mente “mansión del clan Yamanaka” - en cambio con vosotros no se que hacer, no hay casas disponibles en la villa para que os quedéis.

-No hay problema oba-chan, se quedarán conmigo, se que mi piso no es el más lujoso ni el más grande pero ellos me acogieron sin conocerme de nada así que les quiero devolver el favor.

-El piso es tuyo así que puedes hacer lo que quieras, si ellas están de acuerdo...

-Lo estamos.

-No se hable más entonces, mañana discutiremos que podéis hacer en la villa hasta que encontremos una manera de devolveros a vuestro tiempo, mientras tanto instalaros, comprad ropa y lo que necesitéis, yo misma lo pagare en agradecimiento por haber aguantado a este cabezahueca.

-Muchas gracias.

Todos agradecieron la hospitalidad de la rubia y se dirigieron a la salida pero una vez en la puerta Naruto les pidió que esperasen fuera un minuto, que tenía algo que hablar con la Hokage a solas. Una vez estuvieron solos comenzó.

-Oba-chan, tengo algo muy importante que contarte, algo que no solo nos concierne a nosotros si no también al consejo y los líderes de los clanes de la villa.

-Muy importante debe de ser si tu mismo pides una ausencia de semejante calibre.

-Créeme, lo es.

-¿Y puedo saber de que se trata?.

-Aun no, lo siento, pero si lo organizas todo para reunirnos mañana lo contaré, me gustaría que ero-sennin estuviera presente también.

-Esta bien, no es habitual en ti estar tan serio así que lo tomaré como una petición formal.

-Lo es, ahora me voy, tengo que ayudar a todos a instalarse.

-Vete entonces, pero hazme un favor, vete a saludar a tus compañeros, todos te han estado buscando desesperados estos seis meses.

-Lo haré, gracias.

Sin hablar más salió del despacho y se fue con sus compañeros de viaje, que le esperaban en el pasillo. Llevó a los Yamanaka a la mansión del clan y durante el camino se fue encontrando con varios compañeros de generación como Shikamaru, Choji, Shino y Kiba, además de con Shizune y algún conocido más, todos se alegraban de verlo y le habían dado una calurosa bienvenida.
Cuando terminó de hablar con la última persona que lo paró en la calle, recorrió con Mebuki y Sakura el camino que les quedaba para llegar a su piso y entraron.

-Bueno, ya estamos aquí, no es muy grande pero es lo que tengo.

-No te preocupes Naruto, es suficiente.

-Mebuki-san, tu y Satoshi-san podéis dormir en mi habitación, tiene una cama grande, Sakura-chan puede dormir en el futón que tengo guardado en la sala y yo dormiré en el sofá.

-Pero Naruto, me siento incómoda sabiendo que vas a dormir en el sofá por dejarnos a nosotros la cama.

-Sería yo el que se sentiría incómodo si fuese de otra manera, después de todo me habéis tratado muy bien estas últimas semanas. De todas formas solo os he traído para que supierais donde vivo y para coger algo de dinero, ahora vamos a salir a comer, invito yo.

Así los tres salieron y se fueron directos al restaurante predilecto del rubio, como no, Ichiraku-ramen.

-Hola viejo, tres especiales marchando por aquí.

-¡ Naruto ! ¿donde has estado?, hacía mucho que no venías.

-Digamos.... que estaba lejos jajajaja.

-Pues marchando tres especiales, esta vez corren a cargo de la casa para celebrar que has vuelto, pero no te acostumbres.

-¡Gracias viejo!, eres el mejor.

-Ayame hija ven a ver quien ha venido.

-¿Quien es papá?... ¡Naruto has vuelto!- la chica se lanzó a los brazos del rubio con una actitud que no le gustó nada a la pelirosa sentada al lado suyo- ¿quienes son las que vienen contigo?.

-Pues mira, esta es Mebuki-san, que me acogió en su casa mientras estuve fuera, y esta es...

-Su novia- se apresuró a decir Sakura mientras se aferraba al brazo del chico- soy la novia de Naruto.

Se notaba que entre ambas había tensión, pero pronto Ayame se fue a la trastienda dejando solo a su padre con los tres clientes.

Terminaron de comer pronto y volvieron al piso donde, al no tener televisión ni radio no había mucho que hacer, así que decidieron irse a dormir. Mebuki fue a la cama, Sakura al futón y Naruto al sofá al lado de ella con algunas mantas. Pasaron unos minutos y cuando el chico estuvo seguro de que todos dormían decidió hablar con su compañero.

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Interior de Naruto

-Kurama, le he pedido a oba-chan una reunión con el consejo para hablar sobre nosotros.

-Me parece adecuado, es el momento de que esos viejos del consejo se den cuenta de que ya no pueden hacer lo que quieran ni contigo ni conmigo. Pero si vas y les sueltas eso lo más probable es que no te crean y no te dejen mostrar nuestros nuevos poderes.

-¿Que propones entonces?.

-Propongo que antes de decir nada sobre mi hables sobre quienes son tus padres, para darte credibilidad y que luego les muestres lo que podemos hacer.

-¿Mis...mis padres?, ¿tu sabes quienes fueron mis padres?.

-Si, lo sé, pero no es a mi a quien le corresponde decírtelo, lo más conveniente es que mañana antes de la reunión hables con el sannin y le preguntes sobre ello, estoy seguro de que se mostrará reacio pero si le insistes cederá.

-Está bien, hablaré con el. Prepárate amigo porque mañana les vamos a dar un buen repaso a los consejeros.

CONTINUARÁ...

Era por la mañana, aun faltaban algunas horas para la reunión del consejo, pero Naruto ya estaba preparado para salir a hablar con Jiraya. Estaba a punto de salir por la puerta cuando le llamaron.

-Naruto... ¿a donde vas tan temprano?.

-Buenos días Sakura-chan, pensé que un dormías. Voy a hablar con mi maestro de algunas cosas y después tengo una reunión muy importante.

-Entiendo, ¿te importaría si ...bueno... si voy contigo?.

-Me encantaría que me acompañases pero no quiero que te aburras. No se lo que puede durar, las momias del consejo suelen enrollarse mucho hablando jajaja.

-No importa, si voy contigo seguro que buscas la manera de que pase algo divertido.

Ante el comentario el rubio no pudo evitar sonreír y decidieron que le acompañaría, Sakura se fue a cambiar (había dormido con un pijama de Naruto por que aun no tenía ropa) y le dejaron una nota a Mebuki para que no se preocupase. Salieron del piso y decidieron irse a desayunar a algún sitio, que a petición de la chica, no tuviera ramen. Naruto, muy a su pesar aceptó y fueron a una cafetería normal y corriente, cuando terminaron se fueron directamente a la casa del sannin. Al llegar llamaron a la puerta y al poco tiempo les abrió el hombre.

-¡ Vaya chico ! Tsunade me dijo ayer que habías vuelto a la villa pero no tan bien acompañado.

Con lo que dijo, Sakura se sonrojó y Naruto le llamó una y mil veces por su odiado mote para que se callara.

-¿Que es lo que te trae por aquí tan temprano?, la reunión no es hasta dentro de unas horas.

-Es que... para poder argumentar con fuerza en la reunión, bueno... me han dicho que te preguntase sobre algo que ayudará a que los líderes de los clanes me escuchen.

-¿A si?, ¿y de que se trata?.

-Pues tiene que ver con quienes son mis padres.

Jiraya estaba sorprendido, habría esperado cualquier pregunta excepto esa, y Sakura no estaba mejor, no sabía que había ido a hablar con aquel hombre por eso y mucho menos a preguntar de forma tan directa algo que le causaba tanto dolor.

-¿Porque me preguntas eso?, ¿y quien te ha dicho que lo hagas?, lo siento pero no te puedo contestar, será mejor que te vayas, nos veremos en la reunión.

-No.

-¿Como has dicho?.

-No me voy a ir sin una respuesta, es de mi familia de quien estamos hablando, tengo derecho a saber quienes fueron mis padres y si tu lo sabes me lo tienes que decir, tengo que saberlo, ¡ necesito saberlo ! - las súplicas del chico fueron demasiado para el hombre que acabó por ceder, él tenía razón, era su derecho conocer sus orígenes.

-Quiero que sepas que lo que te voy a contar es alto secreto de la villa y solo lo sabíamos el fallecido tercero, Tsunade y yo.

-Está bien.

-Para empezar, no es casualidad que de todos los maestros que hay en Konoha yo haya sido el tuyo, más allá de protegerte de akatsuki.

-¿Que quieres decir?.

-Tus padres... bueno, tus padres eran buenos amigos míos, de echo fui el sensei de tu padre y cuando tu madre se quedó embarazada me pidieron que fuese tu padrino, por eso pedí que me asignasen como tu tutor después de Kakashi.

-Así que tu eres... de mi familia...

-Así es chico, por decirlo de alguna manera soy como tu abuelo jajaja.

-¿Y quienes eran mis padres?.

-Pues verás, tu madre es esta – de uno de los cajones de un escritorio sacó una foto de una mujer pelirroja con el pelo largo casi hasta los tobillos y con un vestido verde. El chico estaba asombrado de lo guapa que era su madre y Sakura también tuvo que reconocer que lo era.

-¿Y como se llamaba?.

-Su nombre era Kushina Uzumaki, originaria de Uzushiogakure no sato, la villa del remolino. Se mudó aquí cuando era una niña y conoció a tu padre en la academia.

-¿Tienes alguna foto de el?.

-Claro, mira.- dijo Jiraya tendiéndole una foto de la misma mujer abrazada a un hombre rubio de ojos azules que sonreía a su lado.

-¿Es mi padre?, me resulta familiar.

-No me extraña, mira por la ventana, hacia el monte.

Naruto hizo lo que le dijo, al principio no entendió el por que de hacer eso pero en un momento dado se fijó en la cuarta figura esculpida, no podía ser cierto, no se lo acababa de creer, alternaba nervioso la vista entre el monte, la foto y el sannin.

-El es...es

-Tu padre es Minato Namikaze, cuarto maestro Hokage de Konoha.

-Pero no puede ser, ¡ no puede ser !, si era mi padre porqué encerró a un bijuu en su propio hijo.

-Se que es duro tener a una bestia encerrada en tu interior pero lo hizo porque confiaba en ti y en que derrotarías al zorro para controlar su poder algún día.

-En eso te equivocas, es cierto que fue duro tenerlo pero ahora las cosas han cambiado no voy a derrotarle nunca y nunca controlaré su poder.

-No Naruto, no te desanimes, se que es fuerte pero si entrenamos, juntos podremos hacerlo.

-No lo has entendido, no me he desanimado, estoy diciendo que no voy a atacarle. Será mejor que ahora me vaya, tengo cosas en las que pensar antes de ir a la reunión, gracias por sincerarte conmigo, realmente lo necesitaba.

-No hay de que pero ¿que es eso de no atacarle?.

-Lo sabrás en la reunión, hasta luego.

No hablaron más, Naruto y Sakura se fueron y dejaron solo a un pensativo Jiraya. Estuvieron andando un rato largo, la chica no sabía a donde iban, solo se limitaba a a seguir al rubio. Poco a poco abandonaban la zona urbana de la villa, estaban subiendo al monte de los Hokages, cuando llegaron arriba se sentaron en un banco y estuvieron unos minutos sin decir nada, hasta que la pelirosa cortó el silencio.

-Estoy segura de que el confiaba en ti, y que no quería que sufrieras, seguro que te quería mucho.

-No lo dudo, pero aunque ahora las cosas han cambiado es duro saber que uno de los responsables de todo lo que he sufrido fuese mi propio padre, aunque no fuese su intención.-al decir esto empezó a llorar, descargó todo lo que había guardado desde que estaba en casa de su maestro, y Sakura fue su paño de lagrimas, a ella le daba mucha pena verlo así, era la primera vez que lo veía llorar y le dolía.

Cuando el llanto disminuyó de calibre y los ánimos se calmaron pudieron hablar un poco más.

-Sabes Sakura-chan, me alegra que vinieras, este ha sido un momento muy importante y que lo hayas compartido conmigo ha sido algo muy importante para mi.

-Para eso estoy- dijo sonriendo- te tengo que cuidar, al fin y al cabo soy tu novia ¿no?.

-Si... mi novia, mi Sakura-chan.

A ella estaba empezando a gustarle que la llamase así, la hacia sentir especial porque no se refería a ninguna otra chica de ese modo, sin darse cuenta, se acercaron el uno al otro, despacio, disfrutando del momento, con la suave brisa de la mañana acariciándoles, el momento era perfecto, el lugar también, y cuando ya no pudieron más se unieron en un profundo beso que demostraba todo aquello que todavía no sabían que sentían el uno por el otro, algo que iba más allá de la atracción física de la que si eran conscientes. No sabrían decir cuanto tiempo duró, solo que cuando se separaron se sonrieron y se quedaron mirándose a los ojos como lo que eran, como dos tontos enamorados por primera vez aunque ninguno lo supiera aun.

Sin que se dieran cuenta ya casi era la hora de la reunión, así que emprendieron el camino de vuelta hacia la torre Hokage. Al llegar a la puerta del despacho Naruto hizo algo que no hacia hace mucho tiempo, llamar a la puerta. Le dieron paso y allí se encontraban todos los líderes de clanes (entre ellos los padres de los compañeros de generación de Naruto), los consejeros, la Hokage y Jiraya.

-Esta bien Naruto Uzumaki, tu has pedido esta reunión, más vale que sea importante, el tiempo del consejo no se puede desperdiciar- dijo Koharu con aires de grandeza.

-No se preocupen, seré breve, pero antes de comenzar me gustaría presentarme con mi nombre completo, yo soy Naruto Uzumaki Namikaze, hijo de Kushina Uzumaki y Minato Namikaze.

Los gritos de indignación no se hicieron esperar, por toda la sala se escuchaban improperios de todos los tipos, los únicos que no decían nada eran los líderes que conocían al chico a través de sus hijos y que querían ver lo que ocurría.

-Orden, orden.-dijo la Hokage.- Naruto, continua por favor- la rubia le lanzó una mirada al sannin y este solo asintió confirmándole que había sido él el que se lo había contado todo.

-¡ Como te atreves mocoso insolente a manchar el nombre de nuestro mayor héroe diciendo que tu , BASTARDO, eres su hijo !.- Koharu no cabía en si de la rabia que recorría su cuerpo.

-Yo no miento.

-¿Acaso puedes demostrar tal blasfemia?.

-El no pero yo si.- intervino Jiraya.

-Explícate.

-Como todos en este consejo sabrán yo fui el maestro del cuarto, y fui nombrado  por él padrino de este chico antes de que naciera. Poco entes del ataque del kyubi Minato me entregó una caja con una copia de todas sus técnicas, escrituras de propiedades y algo de dinero, para que yo lo guardase en caso de que algo le sucediera, era consciente de que en su cargo de Hokage le podía pasar algo en cualquier momento y no quería que su hijo perdiera su herencia.

-¡ Quieres decir que has guardado todo este tiempo una copia de las técnicas del cuarto y no nos lo has comunicado !, ¡ sabes el poder militar que nos daría eso !.

-No te sulfures consejera, y recuerda con quien estás hablando, soy un sannin de Konoha, no tengo por que dar explicaciones de nada y mucho menos aguantar tus faltas de respeto- Koharu volvió a su asiento y no dijo nada más.- Además, aunque os la hubiera dado no hubiera servido de nada, tiene un sello de sangre y solo el hijo del cuarto puede abrirla, es la manera perfecta de que comprobéis que no miente. Por favor Naruto, si no te importa.- dijo tendiéndole una caja que previamente sacó de un pergamino que tenía guardado.

El chico la cogió, con cuidado se hizo un corte en el dedo y dejó caer una gota de sangre sobre la caja que se abrió con un destello de luz amarilla que cegó a todos por un momento.

-Lo veis, la ha abierto, no miente.

Todos los que antes gritaban indignados ahora lo hacían asombrados, los padres de sus compañeros sonreían, el era de verdad el hijo del rayo amarillo de Konoha. Los únicos que no estaban contentos eran los consejeros y un hasta ese momento muy callado Danzo, que no había intervenido hasta el momento y se limitaba a observar.

-Bien-siguió el rubio- ahora que con esto he llamado vuestra atención me gustaría hablaros sobre el verdadero tema de esta reunión.

-Adelante Naruto.

-Gracias Tsunade-samma- la rubia quedó sorprendida ante el trato que le daba el chico, se notaba que sabía cuando no debía hacer el payaso.- el verdadero motivo de que haya solicitado esta reunión es que durante mi estancia fuera de la villa ocurrió algo que creo incumbe a todos.

-¿Y de que se trata?.

-Se trata de que he desatado todo el poder de mi bijuu.

-Eso es ridículo, ¿pretendes hacernos creer que tu has conseguido controlar a la bestia más poderosa de todos los tiempos sin ayuda?.

-Por supuesto que no consejero, sería ridículo intentar enfrentarse a el, lo que ha ocurrido es que ahora somos compañeros y comparte voluntariamente su poder conmigo.

Nuevamente volvieron los gritos y los improperios dirigidos al rubio. Pero ahora Tsunade y Jiraya también estaban sorprendidos, la cosa se había puesto muy interesante.

-¡ El kyubi es una bestia llena de odio y rencor no se puede colaborar con el, eso ya se ha intentado durante generaciones sin éxito!.

-Perdone que le corrija, otra vez, señor Homura, pero eso no es cierto, nunca se ha intentado colaborar con un bijuu.

-¿Como que no? ¿y como llamas a lo que se ha hecho con los jinchuriki?

-Eso solo tiene un nombre, y es horror, ¿como se puede siquiera comparar la colaboración con un compañero con encerrar contra su voluntad a un ser vivo dentro de una persona y tener la conciencia tranquila?.

-¡Esos monstruos no son seres vivos son aberraciones de la naturaleza sin sentimientos que solo pueden ser usados como armas!.

-Se lo advierto consejero, por la cuenta que le trae más le vale no volver a hablar así de mi amigo en mi presencia.

-¿Amigo? ¡JA!, ¿estas amenazándome chico?

-Tómeselo como quiera, pero esta avisado.

-Llamaré a ese ser como me plazca, si quiero llamarlo monstruo lo llamaré así y si lo quiero llamar abominación lo haré igualmente porque es lo que es.

Homura no sabía hasta que punto se arrepentiría de sus palabras, al acabar de decir esa frase Naruto se transformó ante todos en el modo bijuu y desató todo su poder. Su aura dorada era tremenda, mucho más grande que la vez anterior, ocupaba casi toda la sala, su capa ondeaba descontrolada por la descomunal oleada de chakra que provenía de él y sus ojos rasgados y rojos como la sangre se fijaron en los del consejero. El despliegue de poder fue tal que Homura se cayó de su silla con una mueca de terror en la cara, había logrado infundir temor con la sola presión de su chakra en el aire, y no solo al consejero, también a los demás presentes incluidos los dos sannin.

-Esta será la última advertencia, habéis visto mi nuevo poder, así que al que vuelva a llamar monstruo, abominación, kyubi o alguna otra cosa similar a mi amigo se las verá conmigo.

-¿Como quieres que nos refiramos a el entonces?.

-Simple Tsunade-samma, por su nombre, Kurama.

CONTINUARÁ...

Todos y cada uno de los presentes en la reunión estaban con la boca abierta, ninguno podía creer que ese chico de 16 años hubiera conseguido que el kyubi colaborase con él, y lo que es más, que tuviese el poder suficiente como para amedrentar no solo al consejo de clanes si no también a los dos sannin. Una vez el chico volvió a la normalidad Tsunade intervino de nuevo.

-Bueno Naruto – dijo la Hokage – ¿hay algo más que quieras decir o mostrar en esta reunión?.

-Yo no, pero Kurama tiene algo que decir. - El rubio cerró los ojos y al volver a abrirlos eran nuevamente rojos y rasgados como en su transformación, con la diferencia de que el único cambio físico era un ligero alargamiento de las uñas y los colmillos y el que las marcas de su cara estaban algo más marcadas.

-Buenos días, yo soy Kurama, o como me conocen mejor, Kyubi. - la voz de Naruto ya no era la misma, ahora era mucho más grave y seria que antes.

-¿Es cierto que el chico ha hecho un trato contigo? - preguntó el sannin.

-No, no hemos hecho ningún trato, simplemente se ha ganado a pulso mi respeto. En todos los años que llevo pasando de cuerpo en cuerpo, el único shinobi que se ha preocupado por lo que yo pensaba y que ha intentado relacionarse conmigo más allá de usar mi chakra ha sido Naruto, y por eso ahora lo considero mi igual. Quiero agregar también, que el que esté junto a él no significa que no odie a esta villa por como se me ha tratado desde hace décadas, y si se le intenta hacer algún daño al cachorro o si por “accidente” muriese, atacaré a Konoha y la reduciré a cenizas.

Sin decir nada más el bijuu se retiró volviendo a la normalidad los rasgos del chico.

-Bien, por mi parte y por la de mi compañero esta reunión ha terminado, si no tienen nada más que agregar me gustaría irme a mi casa, tengo invitados.

-Espera Naruto – dijo la Hokage – me gustaría proponerte para un examen especial.

-¿Que clase de examen?.

-Un examen para evaluar tu nivel actual, mediremos tu velocidad y tu poder enfrentándote con varios adversarios.

-¿Con que fin?.

-Darte el rango que mereces acorde con tu nuevo nivel.

El rubio asintió y sin más se dio la reunión por terminada, todos fueron abandonando la sala excepto el chico, Sakura y el sannin a petición de la rubia. Cuando se encontraban solos la expresión de los mayores cambió de seria a divertida y luego estallaron en carcajadas.

-Naruto has estado genial jajajajaja me has dado miedo hasta a mi, deberías haber visto las caras de esos viejos, eran un poema. - dijo el sannin muerto de risa.

-Jiraya tiene toda la razón, me ha encantado, estoy segura de que no volverán a molestarte en un tiempo.

-Me alegro de escuchar eso, era exactamente mi intención.

-Aunque sigo sin creerme del todo que el kyu... digo kurama realmente esté de tu lado.

-Bueno ero-sennin, yo tampoco creía que fuera posible pero aun así lo intenté, de todas formas tengo mucho que entrenar, su poder es muy difícil de controlar y aun no puedo usarlo durante mucho tiempo.

-Todo se puede entrenar, pero cambiemos de tema, ¿has visto lo que te ha dejado tu padre?.

-No oba-chan, no lo he visto, no me ha dado tiempo, además aun estoy digiriendo la noticia de quienes eran mis padres.

-Sácalo y veamos lo que contiene la caja.

El rubio cogió la caja que había dejado momentáneamente en una estantería del despacho y repitió la operación de abrirla con la sangre, cada vez que se cerrase tendría que volver a abrirla de esa manera, era un sistema de seguridad. Cuando le quitó la tapa todos pudieron ver un pergamino de pequeño tamaño, y al abrirlo encontraron un sello.

-Aplícale chakra, es un sello contenedor. - dijo Jiraya.

Naruto hizo lo que su padrino le indicó y del sello salieron otros pergaminos, el chico cogió el que estaba más a su derecha y vio que era una carta... una carta dirigida a él.

“Naruto, si estás leyendo esto es porque yo y probablemente tu madre ya no estemos a tu lado, y también porque según las instrucciones que dejé ya eres un hombre adulto y maduro. No se como te sentirás al leer estas lineas pero quiero que sepas que mi mayor deseo y el de Kushina hubiera sido estar a tu lado para poder decirte y enseñarte en persona todo lo que hay en los pergaminos que están aquí. Encontraras algo de dinero y algunas de nuestras pertenencias, pero lo más importante es, sin duda, nuestro legado para ti, tus técnicas familiares tanto de los Uzumaki como de los Namikaze, y algunas técnicas que yo no he completado aun y que espero tu consigas terminar. Dejando de lado todo lo referente al contenido de tu herencia me gustaría dedicarte unas palabras como padre que supongo que ahora necesitarás. Tanto yo, como Kushina, ya estamos orgullosos de ti incluso antes de que nazcas, porque sabemos que serás un gran hombre y que heredarás nuestra voluntad de fuego. Antes te dije cual era nuestro mayor deseo, y ahora te diré cual es nuestro sueño. Nuestro sueño es que algún día te conviertas en un gran hombre que se ponga al frente de la aldea como maestro Hokage y que guie a las futuras generaciones, que seas un hombre respetado pero sobre todo amado por todos, que consigas la paz para el mundo y la felicidad para ti, se que puede sonar ambicioso pero yo se que lo conseguirás por que tu eres mi hijo. Con todo esto espero que nos perdones por no estar ahí contigo y por último me gustaría decirte que te queremos con todo nuestro corazón, y eso ni la mismísima muerte lo podrá cambiar.”

Minato Namikaze. Yondaime Hokage.

Naruto estaba llorando a lagrima viva pero tenía una ligera sonrisa en la cara, los demás no sabían que era lo que ponía en la carta pero a juzgar por las reacciones del chico debía ser algo que le había emocionado. Fueron abriendo los pergaminos uno por uno, en varios había dinero ¡¡¡ vaya si había dinero !!!, Minato se había quedado corto con lo de “algo de dinero”, había suficiente como para vivir una vida acomodada sin mover un dedo, se trataba de su herencia familiar como último miembro del clan Uzumaki. En otros pergaminos encontraron objetos como algunos kunais del Hiraishin y unos manuales que explicaban las codiciadas técnicas de sellado del clan de su madre, además de una copia de la llave de la mansión de sus padres a las afueras de la villa. Y por último, en otros encontraron técnicas de todo tipo, de sellado, de ataque, de defensa, el Hiraishin no jutsu, y otras, pero lo curioso fue que el rasengan estaba en el apartado de técnicas inacabadas, eso fue algo que Naruto acordó investigar con Jiraya.

Cuando terminaron de ver el contenido lo guardaron todo y se despidieron, la joven pareja se fue al piso del chico para recoger a Mebuki e ir a visitar a Satoshi al hospital.

-Hola mama.

-Hola hija, ¿donde habéis estado?.

-Naruto tenía una reunión con la Hokage y le pregunté si no le importaba que le acompañase.

-A muy bien hija, por cierto Naruto, como no estabais me he tomado la libertad de preparar algo para comer, espero que no te moleste que haya usado tu cocina.

-En absoluto Mebuki-san, es más, me gusta que te sientas como en casa.

Comieron todos juntos y al terminar lo recogieron todo rápido y se dirigieron al hospital. Al llegar les indicaron la habitación del hombre y fueron a verle.

Estaba sentado en una silla con la bata de hospital y leyendo un libro, a Mebuki le sorprendió que su marido se hubiera recuperado en un día escaso, estaba segura de que quería aprender cosas del chakra. Hablaron un rato y al irse la enfermera les dijo que después de un par de días en observación le darían el alta médica.

Cuando estuvieron fuera decidieron ir a ver la casa de los padres del rubio, a todos les comía la curiosidad pero al que más era a él. Caminaron un rato y al final la vieron, cerca del monte de los Hokages, en las inmediaciones de un pequeño bosque. Desde fuera parecía imponente, tenía un portón de entrada con unas puertas de madera con unos símbolos grabados, en una el remolino, símbolo del clan Uzumaki, y en la otra un rayo, símbolo del clan Namikaze.

El pórtico tenía un sello parecido al de los pergaminos así que Naruto repitió el proceso de poner una gota de sangre y aplicar chakra, y se abrió. Más allá estaba la puerta de entrada que abrieron con la llave que el chico consiguió en la herencia, al entrar en el recibidor vieron que estaba todo lleno de polvo por todas partes, y es que 16 años de no limpiar daban para mucha porquería jajaja.

Fueron recorriendo una a una las estancias, vieron fotos en las paredes y en los armarios, y una decoración elegante en toda la casa en general.

Había un comedor amplio, una cocina enorme, una sala de estar, un despacho con muchos libros y pergaminos, un amplio dojo con armas de todo tipo... pero lo que más atrajo al rubio fue la planta superior, tenía varias habitaciones, pero dos de ellas llamaron su atención sobre las demás. La primera fue la de sus padres, en ella había una amplia cama de matrimonio, un baño en un lateral y encontró la capa de Hokage de su padre colgada en un perchero en una esquina, y varias prendas de su madre regadas por la habitación, seguramente fuera la ropa desechada al hacer la maleta para ir al hospital a dar a luz, nadie lo había tocado.

La otra estancia que le interesó fue la que supuso era la suya, había una cuna con una “N” grabada en el cabecero, muchos juguetes, una cama para cuando creciera y un armario lleno de ropa para bebé. Naruto estaba al borde del llanto, ver todo eso le recordó la infancia que se le había negado, y todos los momentos de soledad y dolor que había pasado a lo largo de su vida, pero todo esto se le olvidó cuando notó como dos personas lo abrazaban. Se trataba de Sakura y Mebuki, que al ver que tenía los ojos acuosos no dudaron un segundo en consolarle, sabían que estar ahí debía ser duro pero ellas le ayudarían a sobrellevarlo, al fin y al cabo, eran como una familia ¿no?.


CONTINUARÁ...

Habían pasado dos días, y Naruto, Sakura y Mebuki se encontraban en la puerta del hospital esperando a que Satoshi saliera, acababan de darle el alta. Al salir iba vestido con la misma ropa con la que había llegado, así que después de pasar por el piso del rubio y comer todos juntos fueron a comprar ropa para el hombre, cosa que las dos mujeres ya habían hecho.

Fueron de tienda en tienda pero, a diferencia de su mujer e hija, Satoshi era muy simple y cogía lo primero que encontraba que fuera de su talla, por lo que el día de compras se transformó en “la media hora de compras” para alivio de Naruto.

Flashback

-Vamos Naruto que te quedas atrás, aún tenemos muchas cosas que comprar.

-Pero es que no puedo más Sakura-chan – decían el rubio y 5 clones al mismo tiempo cargando una cantidad ingente de bolsas llenas de ropa y cosméticos.

-Oye hija... ¿no crees que te estás pasando?, no se... hacerle cargar todo a el solo...

-No te preocupes mamá, el lo hace encantado, a que si Naruto-kun. - al escuchar ese apelativo acompañado de la sonrisa de su novia al chico le dio un escalofrío que le recorrió toda la espalda.

-Sss...si..si Sakura-chan.

Fin flashback

Cuando terminaron de cogerlo todo, volvieron al piso de Naruto, el chico tenía algo que anunciarles.

-Bueno, tengo algo que deciros.

-¿De que se trata?.

-Verás Sakura-chan, como somos muchos para vivir apretados en mi piso, y si os parece bien, me gustaría que nos mudásemos a la casa de mis padres.

-Pero Naruto, ¿estas seguro de eso?.

-Si, no te preocupes Mebuki-san, además, ayer envié unos cuantos clones a limpiar toda la mansión, ya deberían haber terminado. También con una parte del dinero de la herencia compré los muebles que faltaban en algunas de las habitaciones y he llenado la despensa para unos cuantos meses, no nos faltará de nada.

-Creo que eso es abusar de tu hospitalidad Naruto.

-Al contrario Satoshi-san, aun creo que estoy en deuda con vosotros por acogerme en vuestra casa siendo un completo desconocido, y no puedo dejar que mi novia y sus padres estén viviendo en un pisito tan pequeño. No aceptaré un no por respuesta, así que recoged vuestras cosas y vámonos.

Las palabras del chico no dejaban lugar para discusión, así que recogieron todo lo que habían comprado, con ayuda de unos cuantos clones que Naruto tuvo que hacer, cerraron el piso y se dirigieron a su nueva casa.

Cuando llegaron estaba todo totalmente recogido, el jardín estaba arreglado y en el interior del edificio no quedaba ni una sola mota de polvo. Los clones hacía tiempo que habían desaparecido pero lo habían dejado todo hecho, la despensa estaba llena hasta los topes y los muebles nuevos montados y en su sitio. Todo estaba listo para que los nuevos habitantes entrasen a vivir.

-Bueno, ¿donde podemos dejar las cosas?.

-Por aquí Satoshi-san, compre una cama de matrimonio para ti y Mebuki-san y la puse en una de las habitaciones de invitados.

Naruto llevó a la pareja hasta una habitación en la segunda planta donde había una cama para la pareja, así como varios de los muebles nuevos, la habitación contaba también con un baño interior para mayor comodidad de los padres de la chica.

-Esta es vuestra habitación, mientras os acomodáis llevaré a Sakura-chan a la suya.

Fueron un poco más allá por el pasillo y se detuvieron al lado de la habitación del rubio que ya había acondicionado quitando la cuna y todos los muebles de bebe guardándolos en el trastero, aunque le gustaban ya no le eran funcionales por razones obvias, así que los guardó.

La habitación de la chica estaba decorada de forma muy parecida a la de su casa de verdad, estaba claro que Naruto se fijaba bien en los detalles, compró los muebles más parecidos que encontró en la ciudad para que la estancia le gustase lo más posible a la pelirosa.

-Quería que te sintieras como en casa, así que compré lo más parecido que encontré, espero que te guste.

-Naruto... me encanta, es igual que la de mi casa.

-Lo mejor para mi Sakura-chan.- dijo el chico sonriendo.

-Te lo tendré que agradecer... ven, acércate.

-¿Para que?.

-Tu ven.

Naruto se acercó inocentemente cuando de golpe sintió los labios de la chica sobre los suyos haciendo presión, cada vez les empezaba a gustar más esa sensación, la sensación de querer fundirse en uno solo a través de sus besos, era fantástico pero todo tiene que acabar, porque escucharon los pasos de alguien por el pasillo y no sería conveniente que los padres de la chica los vieran de esa forma. Como pudieron se separaron acalorados y sonrojados y vieron a Mebuki acercarse por el fondo del pasillo.

-Nuestra habitación te ha quedado preciosa Naruto, ¿que tal está la tuya hija?.

-Bien, me gusta mucho- dijo como pudo la chica controlando su tono de voz todo lo que pudo.

-A ver- Mebuki entró a la habitación y se quedó sorprendida con el parecido de la habitación de su hija en su casa- ¡madre mía Sakura, es igual a la tuya!.

-Si mamá, fue idea de Naruto, me quiso dar una sorpresa.

-Se lo tendrás que agradecer.

-Ya lo ha hecho Mebuki-san.

-Ya me lo imaginaba... pero la próxima vez que os deis un beso cerrad la puerta, o el que llegue por el pasillo podría ser Satoshi, y no creo que le haga gracia la escena jajajaja.

Sin decir más la mujer se marcho de nuevo con su marido riéndose y dejando a dos chicos avergonzados en el pasillo.

Cuando terminaron de guardar todas las cosas de las chicas, que eran una barbaridad todo hay que decirlo, ya era tarde y decidieron salir a comer, y como no conocían ningún restaurante y el que pagaba era Naruto les tocó, como no, una visita a Ichiraku.

-¡Hola viejo! Pon cuatro raciones por aquí.

-Marchando Naruto.

En eso salió la hija del dueño de la cocina.

-Hola Naruto.

-Hola Ayame, ¿como estas?

-Muy bien, ¿y tu?.

No le dio tiempo a contestar porque una celosa pelirosa se aferró al brazo de su rubio marcando su territorio y contestando por él.

-El se encuentra muy bien.....eeeem Ayame ¿no?.

-Si, ahora os traigo el pedido.-dijo lléndose de allí notablemente enfadada.

Los cuatro se sentaron en una mesa, y como ese día eran los únicos clientes del local el dueño y su hija se quedaron con ellos hablando mientras comían.

-Parece que se lleva bien con Naruto señor Teuchi.

-Lo cierto señora es que al principio no le dejaba entrar a mi local por su... condición, pero un día vi como unos aldeanos le golpeaban en la calle y a aún sabiendo lo que era  lo saqué de ahí, lo traje a mi casa, le di de comer y hablando con el me di cuenta de que no era como todo el mundo decía, solo se trataba de un niño solo y asustado. Desde entonces siempre es bien recibido aquí y se ha convertido en mi mejor cliente.

-No solo vengo por eso, también porque el ramen de aquí es el mejor de todo el país del fuego.- dijo el chico devorando su noveno tazón.

-Es increíble, nunca pensé que una sola persona pudiera comer tanto...- dijo Satoshi.

-Porque no lo habéis visto en la competición del año pasado – dijo Ayame – le ganó al chico de los Akimichi, que solo pudo con 30 tazones, Naruto comió 45 y no siguió porque no quedaban ingredientes.

-Es que había estado entrenando con Ero-sennin y no había desayunado... tenía hambre...

Con ese comentario todos estallaron en carcajadas. Cuando terminaron de comer tuvieron que hacer frente a la única parte que a Naruto no le gusta del ramen, y es que hay que pagarlo. Salieron del local y tras dar un paseo para bajar la cena se fueron a la mansión, habían pasado un buen día en familia.

Más tarde cuando todos ya estaban en sus camas a Sakura se le pasó algo por la cabeza y un escalofrío le recorrió la espalda, hacía días que no se le pasaba por la cabeza y estaba segura de que se arrepentiría... se había olvidado completamente de Ino.

CONTINUARÁ...

-Perdón, perdón perdón – imploraba una pelirosa de rodillas delante de su amiga.

-Te olvidaste de mi por estar con tu novio, y yo sola en esa mansión llena de supuestos familiares míos que no han dejado de hacernos pruebas para ver si mentíamos.

-¿Pruebas?, ¿que clase de pruebas?.

-De sangre en unos pergaminos raros, pero las más extrañas fueron aburridísimas con uno de ellos tocándonos la frente con los ojos cerrados durante horas, creí que me moría. Pero no me cambies de tema que yo sigo enfadada contigo.

-Naruto ha insistido en darme algo de dinero, ¿si te compro algo me perdonas?.

-¿Algo como que?.

-Eeeeeeeee pueeees... ¿ropa?.

-Vamos, solo han sido  unos días, no hay que ser rencorosa con las amigas ¿verdad Sakura?.

-Si...- dijo la pelirosa con una gotita en la frente por lo fácilmente influenciable que era su mejor amiga.

Mientras tanto en uno de los campos de entrenamiento más alejados de la aldea se encontraban Naruto y Jiraya.

-Bueno chico, ya es hora de que completemos la técnica de tu padre.

-El rasengan ya me parece suficientemente fuerte como para mejorarlo, ¿por qué no intentamos hacer otra cosa?.

-¿Y tu por que no usas de vez en cuando lo que tienes debajo de ese grueso cráneo tuyo?.

-¡HEY!

-Piénsalo por un momento, has dicho que el rasengan por si solo ya es muy fuerte ¿no?, pues si Minato decía que estaba incompleto imagina lo poderoso que puede llegar a ser, ¿ves a donde quiero ir a parar?.

-Me parece que si.

-Veamos, he estado indagando un poco en viejos archivos y he descubierto un escrito en el que el cuarto decía que el rasengan era una técnica polifacética.

-¿Qué es una técnica policíaca Ero-sennin?.-dijo el rubio antes de recibir dos coscorrones brutales.

-Presta más atención, y ¡no me llames así!....ejem.... por donde iba.... a si, el rasengan es una técnica polifacética, esto quiere decir que el chakra que usas para crearlo es neutro y que por lo tanto puede recibir chakra de cualquier naturaleza para incrementar su fuerza.

-¿Quieres decir que se puede hacer un rasengan con cualquier naturaleza de chakra?.

-Exacto.

-¿Y yo que chakra tengo?.

-No hace falta preguntarlo, eres un Uzumaki, tu chakra es de viento sin duda, pero he traído estos papeles de chakra para comprobarlo.

-¿Que son?.

-Pues verás, si tienes chakra de fuego el papel arderá, con el viento se cortará, con el rayo se arrugará, con la tierra se desintegrará y con el agua se mojará.

-¿Y que tengo que hacer?.

-Solo cogerlo, haremos esto un par de veces para confirmar los resultados.

Así, Naruto cogió un papel, y como Jiraya esperaba este se cortó, pero no esperaba lo que sucedió con el segundo, se desintegró por completo, un tercero se arrugó, el cuarto se prendió fuego y un quinto tuvo una reacción muy extraña, se transformo en metal, siguieron haciendo pruebas pero los resultados que obtuvieron a partir del quinto se repetían así que lo dejaron, pero el hombre no cabía en su asombro.

-Es increíble Naruto, tienes 5 naturalezas de chakra, los jounin mas experimentados solo llegan a descubrir 3.

-¿Y de donde los he sacado?.-preguntó el chico emocionado.

-El viento sin duda de tu madre, eso es característico de los Uzumaki, y supongo que el rayo y la tierra son de tu padre, pero en cuanto a los otros dos, el fuego no se de donde lo has sacado y lo otro no se que es.

En ese momento el rubio sintió la llamada de su compañero interior así que avisando a Jiraya de lo que iba a hacer se concentró para hablar con el zorro.

Interior de Naruto

-¿Que ocurre Kurama?

-Me parece que le puedo solucionar las dudas al pervertido de tu maestro.

-¿Cambiamos como en la reunión del consejo y se lo dices?.

-Será mejor que me invoques, así podremos hablar con el los dos a la vez.

-¿Estas loco?- dijo el rubio de manera escandalosa – como crees que reaccionarán los aldeanos si te ven paseándote por ahí a tus anchas, además, ¿eso se puede hacer?.

-Ahora que el sello no nos molesta me puedes invocar cuando quieras y yo puedo elegir la cantidad de colas con las que aparezco, cuantas menos colas use menor será mi tamaño y más difícil será que me detecte un ninja sensor. Si aparezco con una cola tendré un chakra como el tuyo y el tamaño de un perro grande.

-Está bien, te invocaré, ¿como son los sellos?.

-Como los de los sapos, pero en lugar de pensar en el contrato que tienes con ellos piensa en mi chakra, así apareceré yo.

Exterior de Naruto

-Ero-sennin, Kurama dice que te lo puede explicar el todo.

-¿Vais a cambiar?.

-No, algo más divertido.

En ese momento Naruto hizo los sellos correspondientes y en una nube de humo apareció el zorro de nueve colas, y aunque estuviese usando solo una, la impresión del hombre fue suficiente como para que su mandíbula llegase al suelo.

-¿Como has....?,¿como puedes....?.

-Luego te lo cuento, ahora Kurama dice que te puede explicar lo que ha pasado con los papeles.

-Bueno, como bien has dicho tu antes, el cachorro tiene el viento por su madre y el rayo y la tierra por su padre.

-Eso ya lo sabíamos, ¿que hay de los otros dos?.

-Es sencillo, el fuego es gracias a mi. Al ser liberado el sello, mi chakra y el del chico se han unido, el tiene libre acceso al mio y yo al suyo.

-Ya entiendo por donde quieres ir – dijo Jiraya pensativo – tu eres considerado el dios del fuego y tu chakra obviamente es de esa naturaleza, si lo compartes con Naruto eso significa que pasa a ser también su naturaleza y por eso tiene afinidad con el elemento.

-Exacto.

-¿Y que hay del otro Kurama?. - dijo curioso Naruto.

-Veréis, cuando hace 16 años luché contra el cuarto y su esposa, tus padres, - dijo mirando a Naruto – me di cuenta de que Kushina usaba unas técnicas que no estaban al alcance de un Uzumaki corriente, era capaz de utilizar el elemento metal.

-¿El que se dice que solo los miembros más fuertes de la familia Uzumaki principal son capaces de usar?.

-El mismo.

-Me estoy perdiendo, ¿que es eso del elemento metal?.

-Es normal que te pierdas – dijo Jiraya – la familia principal del clan Uzumaki era la rama más poderosa de toda la aldea del remolino, no eran como los Hyuga que abusan de las ramas menores, todo lo contrario, las protegían, y eso lo conseguían gracias a un rarísimo kekkei genkai, el elemento metal. Solo los individuos más fuertes de esa rama eran capaces de despertarlo y dominarlo, a los que no lo conseguían, aun siendo de la rama principal, se les sellaba para evitar que se hiciesen daño a ellos mismos o a otros.

-¿Y yo tengo eso del elemento metal?.

-Si, lo tienes y eso solo significa una cosa, tu madre, y por extensión tu, sois de la rama principal del clan.

-¿Eso influye para algo?.

-Por supuesto, eso significa que no solo eres el último miembro del clan Uzumaki, si no que eres el último miembro de la rama principal, eso te da derecho a reclamar como tuyas todas las propiedades del clan ante el señor feudal.

-¿Y que propiedades son esas?.

-Toda la aldea del remolino... con todo lo que contiene.  

CONTINUARÁ...