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Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
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NaruSaku v2.0 :: :: Fan Fic :: FF Terminados
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Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
Holas Les traigo Capitulo Nuevo
moi-06yoyo: Sasu-Gay Salvo el dia, Yei, a decir verdad cosas malas pasaran con Deidara en su Futuro o si va a sufrir
Esbeiidy Sakuu: Jajaja pronto se juraran amor eterno, pero les falta varios Obstaculos
mio-chan: Bueno tenia que poner a alguien gay y se me vino a la mente , Deidara recibira mas de eso te lo aseguro
Hana-Sakura: En mi defensa alguien tenia que ser gay, si naruto no siempre peleara las peleas por sakura, pero ya veras lo que ella hara
sakuraforever_24: Jajaja nadie supera lo de Sasuke person tenia que poner a alguien gay, si Ella e Ino haran mas cosas para que sakura este segura
dohnarukoto_17: Hola bienvenido y gracias , descuida con tal de que lo lean y les guste me conformo , O shi esos hijos de ·"$·(/Y(/ pagaran por lo que hicieron diferente ,pero pagaran
aduzumaki: Si venganza a Deidara al Maldito le pasaran mas cosas
mariland: Pues para saber si les afecta las tutorias tendras que seguir leyendo y que genial que te fascino
Naoko-Chan: Hola y bienvenida , no importa que no comente ,me siento feliz que aunque solo lo lean les guste. Si descuida a ese le dare con todo, pero le faltan mas maldades por cometer upss di spoiler
Panchis-Chan: Hola nueva lectora , que asombroso que te gusto el fic, y con respecto a deidara ese pagara caro lo que hizo
Nos vemos
moi-06yoyo: Sasu-Gay Salvo el dia, Yei, a decir verdad cosas malas pasaran con Deidara en su Futuro o si va a sufrir
Esbeiidy Sakuu: Jajaja pronto se juraran amor eterno, pero les falta varios Obstaculos
mio-chan: Bueno tenia que poner a alguien gay y se me vino a la mente , Deidara recibira mas de eso te lo aseguro
Hana-Sakura: En mi defensa alguien tenia que ser gay, si naruto no siempre peleara las peleas por sakura, pero ya veras lo que ella hara
sakuraforever_24: Jajaja nadie supera lo de Sasuke person tenia que poner a alguien gay, si Ella e Ino haran mas cosas para que sakura este segura
dohnarukoto_17: Hola bienvenido y gracias , descuida con tal de que lo lean y les guste me conformo , O shi esos hijos de ·"$·(/Y(/ pagaran por lo que hicieron diferente ,pero pagaran
aduzumaki: Si venganza a Deidara al Maldito le pasaran mas cosas
mariland: Pues para saber si les afecta las tutorias tendras que seguir leyendo y que genial que te fascino
Naoko-Chan: Hola y bienvenida , no importa que no comente ,me siento feliz que aunque solo lo lean les guste. Si descuida a ese le dare con todo, pero le faltan mas maldades por cometer upss di spoiler
Panchis-Chan: Hola nueva lectora , que asombroso que te gusto el fic, y con respecto a deidara ese pagara caro lo que hizo
- capitulo 15:
Sasuke colocó un dedo bajo mi barbilla.
—Um. Estoy captando la distintiva sensación de que hay algo de fraternización sucediendo —suspiró al ver la expresión en mi rostro
—. Mira, si nunca has asistido a una sesión de tutoría y ninguno de sus alter egos te dijo que era el mismo chico, ¿cómo es, exactamente,
que se supone que debías saberlo?
La tensión en mis hombros se esfumó un poco.
—Supongo que tienes razón.
—Por supuesto que la tengo. ¿Ahora qué?
Mi mandíbula se tensó.
—No tengo idea. Pero una cosa si es segura, no le voy a decir que lo sé.
Sasuke sacudió la cabeza, con un brazo alrededor de mis hombros mientras marchábamos de nuevo hacia la ola de estudiantes.
Cuando me registré para economía, no tenía idea de que presenciaría este nivel de drama perteneciente
al estilo reality show. Era como un extra súper gigante.
* * *
Ino: Nos inscribí para una clase de defensa personal
Sakura: ¿¿Qué??
Ino: Hecha por los oficiales del campus. Los sábados desde las nueve hasta el mediodía, comenzando esta semana, saltando el fin de semana de acción de gracias y luego dos más.
Sakura: De acuerdo.
Ino: ¡¡¡Podremos sacarles la mierda a los chicos en esos grandes trajes bombachos!!! Siempre he querido sacarle de verdad las entrañas a algún tipo grande. ¡Ahora puedo hacerlo sin ninguna culpa!
Sakura: Estás enferma, chica.
Ino: Completamente culpable.
* * *
El viernes, no miré en dirección a Minato/Naruto Ni una sola vez. Ya había pasado una semana desde nuestro besuqueo prohibido por la universidad. ¿Eso era lo que le gustaba? ¿Qué era la fruta prohibida? Yo iba a mostrarle lo prohibido.
Cuando estábamos guardando todo, Sasuke miró por encima de mi hombro, con las cejas levantándose hacia su cabello estaba cayendo sobre su frente.
—Hola,Sakura.
Kiba no me había hablado en más de un mes, las últimas palabras entre nosotros involucraban un trillado cliché y el mismo libro de textos que me encontraba sosteniendo en ese momento.
Exhalé firmemente por la nariz y me giré.
—Kiba —Esperé, segura de que tenía una razón para acercarse a mí, aunque no sabía exactamente cuál era.
—¿Vas a casa para Acción de Gracias? Si lo harás, deberíamos irnos juntos. Ya sabes, hacer ese viaje de cuatro horas menos monótono.
—¿Quieres que conduzcamos a casa… juntos?
Se encogió de hombros y lanzó su cabeza a un lado con una suave sonrisa, mostrando sus hoyuelos. Que Kiba lanzara su cabello fuera de sus ojos era una señal de atracción y lo sabía jodidamente bien.
Aunque en ese momento, como que me molestó un poco.
Sasuke se aclaró la garganta y tocó mi codo.
—Te veo el lunes, Sakura.
Le sonreí.
—Ten un buen fin de semana, Sasuke.
Me guiñó un ojo y chocó contra Kiba sin disculparse.
—¿Cuál es su problema? —gruñó mi ex.
—¿Qué es lo que quieres de verdad, Kiba? —
cambié mi mochila de hombro y lo miré fijamente, en ese momento, en conflicto con mis deseos
contradictorios.
Quería golpearlo en el rostro. Quería caer a sus brazos y despertar de esa pesadilla donde me echaba a un lado.
—Me gustaría que seamos amigos al final de todo esto. Significas mucho para mí. —La caballerosidad en sus ojos eran casi como caricias físicas. Lo he conocido tan bien, desde hace tanto.
Su discurso no era esperado, era muy, demasiado pronto. Mis ojos se llenaron de lágrimas.
—No sé si alguna vez podré hacer eso, Kiba. Y no quiero viajar contigo la semana que viene. Disculpa —
pasé a su lado y me dirigí por el pasillo hasta la puerta.
—Cerezo.
—Es Sakura —dije sin voltearme, dejándolo atrás.
* * *
“Minato,
Te envío esto un poco temprano, aunque por supuesto, no me imagino que te encuentras sentado, un viernes por la noche, esperando que aparezcan los proyectos de economía. Pero estaré ocupada mañana en la mañana, así que pensé en adelantarme y enviártelo.
Gracias de nuevo por revisármelo antes de que lo entregue.
SH.”
“Sakura,
En realidad, me distrajiste/salvaste (al menos, temporalmente) de una exasperante búsqueda de un error de software en algún lugar de al menos cientos de líneas de códigos que no funcionan del todo. Prefiero mucho más revisar tu proyecto de economía. Te lo enviaré de nuevo el domingo por la tarde, si no antes.
NU.”
Observé la N de su firma, imaginándomelo como el chico que sabía que era: Naruto. Como Minato, su coqueteo había sido sutil; como Naruto, era súper evidente. ¿A qué estaba jugando? No tenía manera de saber si la situación era una primera vez para él, o si frecuentemente se salía de esos límites de tutorestudiante.
La noche en que nos conocimos, esa horrible noche, había sabido quién era yo. Me había llamado Cerezo, el nombre por el que me llamaba Kiba, quizá lo escuchó de él. Cuando le envié el correo por primera vez, pidiendo ayuda para economía, también lo debió haber sabido, pero no me dio
ninguna pista.
De acuerdo con el sitio web de la universidad, las restricciones en la socialización eran para proteger —o prevenir— que los estudiantes hicieran favores sexuales a cambio de notas, o la aparición de algún caso como ese. Pero Minato me ayudaba a aprenderme el material, y yo era la que hacía el trabajo.
Cuando se trataba de mis notas en la clase del Dr. Hatake, no había nada impropiosucediendo. Él lo sabía. Yo lo sabía.
Pero incluso la fraternización consensual, como Sasuke la llamaba,teóricamente iba en contra de las reglas.
Podría meter a Minato Uzumaki en serios problemas. Cuando vino a mi habitación, pensé que sólo era otro estudiante más en la clase, y Minato había continuado con ese engaño.
Me había besado, tocado y yo se lo había permitido. Había querido que lo hiciera.
Cerré mi laptop y miré hacia mi teléfono.
Ya hacía una semana desde que nos habíamos besado. Aquí, en mi habitación. Y no me había escrito ni una vez desde entonces. Quería saber la razón.
Sakura ¿Hice algo mal?
Esperé varios minutos, mirando las fotos en mi teléfono —muchas de las cuales incluían a Kiba. Me pregunté si era debilidad lo que me impedía
borrarlas o si simplemente quería mantener la evidencia de que parecíamos vernos enamorados. Que nos veíamos enamorados, incluso cuando todo se había derrumbado.
Naruto: No. He estado ocupado. ¿Qué pasa?
Sakura: Supongo que no has tenido tiempo de rehacer los bosquejos.
Naruto: De hecho, hice uno de ellos. Me gustaría que lo vieras.
Sakura: Me gustaría verlo. ¿Está pegado a tu pared?
Naruto: Sí.
Naruto: Escucha, estoy ocupado en este momento, ¿hablamos después?
Sakura: Seguro.
De acuerdo con su email, se encontraba trabajando en lo que parecía ser un enorme proyecto de computación y de acuerdo a sus textos, estaba afuera parrandeando. No tenía idea de cuál era la verdad.
Se me hacía que me ignoraba… excepto por esto: Me gustaría que lo vieras. Leí de nuevo el mensaje, abrí mi laptop y leí de nuevo su email, pero no pude ni comenzar a descifrarlo.
* * *
A la 1:00 de la madrugada, Ino entró violentamente a la habitación hablando por teléfono. —¿Sabes qué? Pienso que no respetas mi opinión sobre muchas cosas.
Por suerte, me encontraba despierta viendo videos en línea de clases de autodefensa. A pesar del afán de Ino por patear traseros y mi propia necesidad de aprender toda esa cosa, lo último que quería hacer en la mañana era despertarme e ir a golpear y patear a algún tipo usando un traje pomposo.
No podía entender la relación que existía entre eso e intentar escapar de alguien como Deidara. Si hubiese tenido la oportunidad de soltar su agarre sobre mí, sin mencionar patearlo, lo hubiese hecho.
La puerta se cerró detrás de mi, claramente, furiosa compañera de cuarto, mientras lanzaba su bolso en la cama, y pateaba sus tacones para quitárselos.
Bueno, yo no puedo estar con alguien que decidió quedarse de lado de un jodido violador.
Oh, Dios. Cerré YouTube y me quité la laptop de las piernas.
—Sí, Shikamaru, eso es lo que en verdad pienso —desabotonó su blusa con tanta fuerza, que creí que arrancaría algunos de sus botones
—. De acuerdo. Piensa lo que quieras. Se acabó —golpeando su teléfono, le gruñó y lo lanzó hacia su cama antes de girarse hacia mí, y arrancarse la camisa
—. Bueno. Supongo que ya eso terminó.
Abrí la boca, y me quedé ahí de pie sin poder decir una palabra, mientras deslizaba su falda negra por sus caderas y la pateaba en dirección a la cesta para lavar.
Quitó los brazaletes de sus brazos y retiró sus pendientes, lanzándolos en una parte del escritorio lleno de joyería, cartas del tarot, paquetes de goma de mascar y novelas de bolsillo.
—Ino, ¿acabas de… terminar con Shikamaru? ¿Por mí?
Se colocó una camisa que le llegaba hasta la mitad de sus muslos y que claramente pertenecía a Shikamaru. Gruñendo, se la sacó de nuevo por la cabeza, la arrugó y la lanzó.
—No. Rompí con Shikamaru porque es un jodido idiota.
—Pero.
—Sakura —levantó una mano, como oficial de tránsito haciendo señas para detenerse
—. Ni lo digas. Rompí con Shikamaru porque demostró lo que era importante para él. Los hermanos antes que las mujeres. Siempre. Bueno, que se joda. No vendré de segunda luego de un puñado de sus estúpidos amigos, y definitivamente no vendré de segunda de algún imbécil que les pase por encima a las mujeres. Además… nunca iba a ser algo permanente, ¿verdad? ¿Quién
hace eso en la universidad, de todas formas?
Se giró y comenzó a rebuscar en la primera gaveta de nuestro pequeño closet, buscando posensivamente alguna camisa que previamente no hubiese pertenecido a Shikamaru. Escuché un lloriqueo ahogado y supe que estaba llorando.
Maldito Shikamaru. Maldito Deidara. Maldito Naruto/Minato quienquiera que demonios
sea.
La Clase de Autodefensa para Mujeres del campus era dada en uno de los salones, en el primer piso del edificio de actividades. Encontramos la habitación y tiré mi vaso de café en el bote de basura del pasillo, con Ino bostezando luego de una noche sin descanso, lo cual sabía perfectamente, ya que su incansable inquietud y lloriqueos me habían mantenido despierta.
Alrededor de las cuatro de la madrugada había gateado hasta mi cama, enroscándose contra mí mientras yo le apartaba el pelo de la cara. Por suerte, se quedó dormida casi
inmediatamente, y yo la seguí casi al instante.
—Oye. ¿No es ese…? —Ino habló sin mover sus labios, como un ventrílocuo.
Naruto se encontraba de pie en medio de la habitación con dos hombres
mayores, vestía unos pantalones de tela negros y una franela también de ese color.
—Sí —siseé al tomar nuestros asientos, mientras bajaba la mirada hacia el manual del material del curso, el cual mostraba en la portada a un hombre atacando a una mujer que se encontraba en posición de defensa
—. Ino, no creo que pueda hacer esto.
—Sí que puedes —contestó, tan rápido que debió haber anticipado mi respuesta.
—Buenos días, damas —comenzó el hombre más pequeño y mayor, silenciando cualquier otro tipo de respuesta por mi parte
—. Soy Jiraya , el Jefe de Policía Asistente en el campus. Este tipo endeble a mi izquierda es el Sargento Nagato, y el feo es Naruto, uno de nuestros oficiales de vigilancia del estacionamiento. —Todas rieron, ya que Nagato y Naruto eran totalmente lo opuesto a endeble o feo
—. Nos alegra que hayan renunciado a las mañanas de sus sábados para incrementar sus conocimientos en seguridad personal.
Miré a Ino cuando me golpeó con su rodilla.
—¿Oficial de vigilancia en el estacionamiento? Jesús, ¿Cuántos trabajos tiene? —murmuró por la esquina de su boca.
—No jodas —murmuré de vuelta. Y ni siquiera sabía del trabajo como tutor.
—Podría ser ardiente… —murmuró—. Especialmente si usa uniforme. O esposas.
Suspiré.
Mirando alrededor del semicírculo de sillas desplegables, noté que sólo habían como una docena de nosotras —algunas estudiantes, profesoras y personal administrativo. La mayor era una señora de color con el cabello canoso que debía tener la edad de mi abuela.
Me dije a mi misma que si ella podía venir aquí a aprender cómo patearles el trasero a potenciales violadores, entonces yo también podía hacerlo.
Incluso si Naruto se encontraba del otro lado de la habitación, alternándose entre mirarme y evitar completamente mi mirada.
La primera hora y media, discutimos los principios básicos de la defensa personal. Jiraya nos dijo que el noventa por ciento de aquello consistía en reducir
el riesgo de ataque, en primer lugar.
—En un mundo ideal, todos podríamos caminar hacia nuestros trabajos sin el miedo de ser asaltados.
Desafortunadamente, ese ideal no representa la realidad.
Mi rostro se calentó al recordar como Naruto me regañaba por caminar enviando textos por el oscuro estacionamiento, detrás de la casa de la fraternidad, en vez de prestarle atención a mi alrededor.
Hice círculos en el “90%” con tinta azul hasta que oscurecí las palabras en cada lado. Pero luego recordé
la última cosa que me dijo esa noche: No fue tu culpa. Nos animaron a hacer
sugerencias para una segura prevención y que las escribiésemos todas; cerrar
con seguro las puertas, caminar o ejercitarse con algún amigo, usar zapatos que
no sean molestos para correr.
La sugerencia de Ino que consistía en “Evitar a los imbéciles” fue muy
popular.
—Tres cosas son necesarias para un asalto: un asaltante, una víctima y una oportunidad. Remueve la oportunidad y te quedas con un chance enorme de
reducir la probabilidad del ataque —
Jiraya aplaudió una vez
—De acuerdo,
vamos a tomarnos un corto descanso, y cuando regresemos, es hora de hacer algo de esa pateadura de traseros por las que ustedes, damas, se inscribieron
para infligir en Nagato y Naruto.
—Muchas de ustedes probablemente están convencidas de que sin un arma, no tienen ninguna esperanza en contra de un hombre agresivo.—
Habló Jiraya desde el lado opuesto de un conjunto de esteras en las cuales Naruto y Nagato se enfrentaban entre sí.
El resto esparcido hacia fuera, a lo largo del borde de las alfombras, preparado para ver lo que estaban a punto de hacer.
Naruto todavía no había reconocido mi presencia.
—La verdad es que, tienen varias armas a tu disposición y vamos a mostrarles como utilizarlas a su mejor ventaja. Grande, vil, Nagato aquí será el agresor y Naruto, con todo ese pelo bonito, va a ser la víctima.
Risitas estallaron de varias chicas que estaban cerca de Naruto cuando puso sus labios juntos en irritación de buen carácter y se apartó su cabello fuera de la cara.
—Sus armas son sus manos, pies, rodillas y codos, la cabeza y no me refiero sólo a lo que hay dentro de ella, a pesar de que entra en juego. La frente y la parte de atrás de su cabeza, cuando entran en contacto con las áreas sensibles de su agresor, puede dejarle viendo estrellas —Usando a Nagato como ejemplo,
señaló los puntos vulnerables obvios (Sí, susurró Ino cuando indicó la ingle) y, a continuación los lugares menos obvios, como la parte superior del pie y el antebrazo.
Jiraya nombró los movimientos que Naruto empleaba para defenderse mientras él y Nagato actuaban una media docena de ataques coreografiados, yendo lentamente para demostrar claramente lo que estaban haciendo.
Me sentía más desesperada, no menos, como los observaba. El musculoso cuerpo de Naruto estaba entrenado para ejecutar aquellos bloqueos y golpes, para absorber los porrazos de un asaltante. Lo había visto darle una paliza a Deidara; cuando apenas pude desprenderlo lo suficiente como para gritar y mucho menos causar algún daño.
—El objetivo aquí no es ganarle al tipo de arriba —Jiraya sonrió ante la queja decepcionada de Ino
—. Nuestro objetivo es darles tiempo para escapar. Salir lo más rápido posible es su meta.
Nos dividimos en parejas para practicar los bloqueos de la muñeca y movimientos defensivos.
Los tres instructores rodearon la habitación, asistiendo y reubicando. Me sentí aliviada cuando Nagato se acercó a vernos a Ino y a mí mientras nos turnábamos tratando de en cámara lenta abofetearnos entre sí
—Mantén tus ojos en el atacante —me recordó. Se volvió a Ino
—. Pon un poco más de empuje en ese ataque. Lo puede bloquear.
Me quedé muy sorprendida al descubrir que tenía razón. Ino casi me golpea por segunda vez porque estaba muy sorprendida de haber bloqueado por completo su primer intento.
Nagato asintió —Buen trabajo.
Nos sonreímos estúpidamente y cambiamos las funciones de agresor y víctima
—Entonces, ¿cuándo llegamos a las patadas rastreras? —preguntó Ino.
Nagato negó con la cabeza y suspiró
—Te lo juro, hay una en cada clase. Las patadas serán la próxima vez —Señaló hacia ella—. Y estoy completamente seguro de que estás en la fila de Naruto para eso.
Puso una cara de inocente.
—¿No todos ustedes usan esos acolchados trajes de hombre Michelin?
—Sí... pero esas almohadillas no bloquean todas las sensaciones.
—Je, je —dijo Ino y Nagato arqueó una ceja.
Miré alrededor de la sala durante este intercambio, viendo a Naruto con un par de las chicas risueñas
—¿Te gusta esto? —preguntó una de ellas, parpadeando hacia él como si no supiera que había colocado la mano incorrectamente.
—No... —Le dio la vuelta a su palma y ajustó su codo—. De esta forma —Su
voz era casi inaudible, con todas las manotadas, bloqueos y las risas esparcidas por la habitación totalmente abierta. Aún así, sentía sus palabras como una suave caricia por mi espalda. Apenas podía conectar a este tipo —su cabello enmarañado, sus tatuajes, la sexualidad pura en su forma de caminar y el suave
repiqueteo de su voz— con Minato, un senior de ingeniería que dijo, o escribió, que mi ex era un idiota y se burló de mí, acerca de la orquesta de estudiantes de 14 años de edad enamorados de mí.
Todo al mismo tiempo que me ayudaba a pasar una clase en la que he fallado sin él.
Me sentía atraída por su totalidad —cada lado incongruente con el otro. Pero todo él era también una mentira. El hecho de que nuestro profesor lo llamó por otro nombre que el subjefe de la policía fue desconcertante, también.
El prefacio de su dirección de correo electrónico oficial era LMaxfield. Ninguna
ayuda allí.
Levantó la mirada y me sorprendió mirándolo, y por primera vez en esa mañana, ninguno de los dos apartó la mirada hasta que Ino dijo:
—¡S… presta atención! Sólo trata de golpearme —Rompí la mirada y me volví hacia ella. Se
movió hacia mí, de espaldas a Naruto y puso los ojos en blanco.
—¿El concepto de hacerse del rogar totalmente se te escapa? —susurró
—. Deja. Que. Él. Te. Persiga.
—No voy a jugar ese juego por más tiempo.
Miró por encima del hombro y de vuelta
—Amiga, no creo que él lo sepa.
Me encogí de hombros.
Practicamos posturas defensivas y ataques simples de mano, y aunque me sentí tonta al principio, Ino y yo estuvimos muy pronto gritando: “¡NO!” Junto con nuestros compañeros de clase y empujando los talones de nuestras manos en las barbillas de la una a la otra o golpeando un puño (muy lentamente) hacia abajo en la nariz de la otra.
—Lo último de hoy va a ser la defensa terrestre. Vamos a observar a Nagato y Naruto ilustrar la primera posición y defensa y después cada par venga a tomar una estera y vamos a circular mientras practican.
Naruto yacía boca abajo sobre la colchoneta y Nagato se arrodilló sobre él, sosteniéndolo hacia abajo con su peso.
Mi ritmo cardíaco se disparó y mis respiraciones se hicieron irregulares, simplemente observando. No quería estar en esa posición otra vez. No podía hacerlo delante de un aula de personas. No
podía hacerlo delante de Naruto.
Ino estiró mi puño con sus dedos y me tomó la mano.
—S, tienes que hacer esto. Serás primero el atacante. Todo irá bien.
Negué con la cabeza
—No quiero. Es demasiado parecido a… —me atraganté.
—La cual es exactamente la razón por la que tienes que hacerlo —Antes de
que dijera otra cosa, me apretó la mano
—. Oye, ayúdame a hacerlo, ¿de acuerdo? Y luego vamos a ver cómo te sientes.
Asentí con la cabeza
—Está bien.
Ayudé a Ino, pero sólo pude jugar a la víctima una vez. Hice los movimientos, y me la quité de encima con relativa facilidad. Como una exporrista, Ino era fuerte, pero no era Deidara. No tenía fe en que esta medida podría quitarme de encima a alguien de su tamaño y fuerza.
No podía mirar a Naruto, no durante este último ejercicio, y no cuando salimos por la puerta.
Nos vemos
Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
jaja que bien que Ino inscribo también a Sakura en defensa personal, aunque lastima que termino con Shikamaru y pobre de Sakura ya que piensa que fue por su culpa ademas maldito Kiba, va con Sakura y le habla como si no hubiera pasado nada jaja me encanto cuando Sasuke choco con el y no le pidió disculpas y ahora también esta Naruto en defensa personas hace dibujos, es tutor, esta en defensa personal, es guapo, trabaja vendiendo cafes , hay algo que no haga este chico?
Espero que pronto subas el siguiente capitulo
Espero que pronto subas el siguiente capitulo
mio-chan- Sannin
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Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
Muy buen capitulo!!!
Me alegra tanto que Ino y Sakura se ayan inscrito a clases de defensa personal...
Wau Naruto es una persona multifacetica ase de todo tutor,trabaja,dibuja y ahora enseña defensa personal jajaja es increíble...
Que bien que Sakura no acepto la invitación de Kiba encima le pide que sean amigos creo que es un poco tarde pedirle eso
que bien que Sasuke sea el buen amigo de Saku jajaja me agrado que le aya empujado a Kiba jajaj se lo merece....
Shikamaru maldito como pudo ponerse del lado del HDP de Deidara y encima dejar a Ino en segundo plano .....
Me pregunto cuando Naruto y Sakura van a poder hablar de persona a persona no por medio de mensajes????
Quiero contiiiiiiiiiiiiiiiiiii
Me alegra tanto que Ino y Sakura se ayan inscrito a clases de defensa personal...
Wau Naruto es una persona multifacetica ase de todo tutor,trabaja,dibuja y ahora enseña defensa personal jajaja es increíble...
Que bien que Sakura no acepto la invitación de Kiba encima le pide que sean amigos creo que es un poco tarde pedirle eso
que bien que Sasuke sea el buen amigo de Saku jajaja me agrado que le aya empujado a Kiba jajaj se lo merece....
Shikamaru maldito como pudo ponerse del lado del HDP de Deidara y encima dejar a Ino en segundo plano .....
Me pregunto cuando Naruto y Sakura van a poder hablar de persona a persona no por medio de mensajes????
Quiero contiiiiiiiiiiiiiiiiiii
sakuraforever_24- Chunnin
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Posesiones :
Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
excelente que se hallan metido a clase de defensa personal ya quiero ver a sakura patear le el trasero a deidara , ojala sakura ya se saque de una vez a kiba de la cabeza , que va a pasar con shikamaru e ino van a volver o todo quedo ahí espero conti pronto saludos
aduzumaki- Sennin
- Mensajes : 1026
Edad : 30
Omnipresente :D
0
Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
chica continuala pronto!!! quiero matar a naruto!! mira que no hacer nada de nada en 1 semana!! en que piensa me frustra me dan ganas de ir yo y decirle mira baka ve a donde sakura jajajaja bueno esta muyyyy buena continuala prontooo o morire!! saludos besos ja ne!
Hana-Sakura- Aprendiz
- Mensajes : 86
Edad : 30
perdida en el camino de la vida...
0
Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
Ino es un gran apoyo para sakura, adora la misteriosa personalidad de naruto, pero Un HOMBRE tan perfecto, es inteligente, atento fuerte guapo... digo nadie es perfecto.... ¡Verdad!
Sakura tiene que aprender a superar sus miedos, y que mas que con ayuda de quien la quiere.... Que Kiba sufra un poquito talvez...
Sakura tiene que aprender a superar sus miedos, y que mas que con ayuda de quien la quiere.... Que Kiba sufra un poquito talvez...
mariland- Clan Suzaku
- Mensajes : 336
Edad : 30
En mi pequeño mundo feliz
0
Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
vaya naruto es como una navaja suiza, es multi-usos wn chico y me gusto la forma en que jiraya les dice a el y nagato jejeje
bueno sikamaru que decepción de el, primero un hermandad de idiotas machista a mi parecer, que tu novia..... ahora creo que ino quiere sacar ese enojo en las clases de auto defensa con eso de que quiera llegar a las patas, y derrotar al adversario......
bueno que mal que sakura aun conserve su miedo al primer ataque.. pero tarde o temprano lo tendrá que enfrentar..
y con lo de el problema relación estudiante.tutor espero que sakura no le de tanto rollo y piense que naruto no le dijo por que así poder relacionarse con ella
PD: que bueno que explicaste en el prologo que minato es naruto por que sino imagínate el embrollo de comentario de que minato es un pedo filo o por que le roba a la chica a su hijo etc.
bueno sikamaru que decepción de el, primero un hermandad de idiotas machista a mi parecer, que tu novia..... ahora creo que ino quiere sacar ese enojo en las clases de auto defensa con eso de que quiera llegar a las patas, y derrotar al adversario......
bueno que mal que sakura aun conserve su miedo al primer ataque.. pero tarde o temprano lo tendrá que enfrentar..
y con lo de el problema relación estudiante.tutor espero que sakura no le de tanto rollo y piense que naruto no le dijo por que así poder relacionarse con ella
PD: que bueno que explicaste en el prologo que minato es naruto por que sino imagínate el embrollo de comentario de que minato es un pedo filo o por que le roba a la chica a su hijo etc.
moi-06yoyo- Sennin
- Mensajes : 1677
Edad : 33
cuarto de sakura en su cama con ella
102064
Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
Si antes amaba a Naruto ahora me trae por los cielos!!!!! *--* es único jodidamente estoy enamorada!!! jajajajaja ok yaaaa *--* me encanto!!! sii e.e... pero me gustaría que esos obstáculos sean de pareja aww y que ella diga "Si lo amo" a la vida!!!! jajajaj ok yaa perdón amor el Narusaku.. y mas Naruto, entonces es así de WTF *--* que bello, ok ya muy bueno, saludos de tu admiradora de "Operación chico malo"
Uno- Sannin
- Mensajes : 526
Edad : 27
¿Qué te importa?
15400
Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
Holas les traigo Nuevo Capitulo y quería Agradecerles sus Comentarios a mio-chan, sakuraforever_24, aduzumaki, Hana-Sakura, mariland, moi-06yoyo, Esbeiidy Sakuu. Les iba a contestar, pero no sabia que ponerles y en vez de poner mensadas les agradezco sus comentarios
Nos Vemos
- capitulo 16:
- —¿Segura que no quieres ir? Podría usarte para evitar que pruebe esos movimientos que hemos aprendido esta mañana en Shikamaru, si es que tiene las bolas para aparecer en esta fiesta.
Levanté la vista de la novela que estaba leyendo, porque Minato todavía no me había enviado mi proyecto de economía de vuelta (es gracioso como seguía pensando en él en términos de Naruto y Minato), y estuve capturada extrañamente en la tarea.Mi compañera de cuarto no había entendido mi compulsión a leer cuando tenía tiempo libre, especialmente si había eventos sociales en el campus por asistir—No, Ino, realmente no quiero ir a una cosa de hermandad, aunque no lo creas. Por no mencionar el hecho de que nadie estaría encantado de verme allí.
Con las manos en las caderas, frunció el ceño hacia mí—Probablemente tienes razón. Pero vas a venir conmigo a la Fiesta de la Hermandad en un par de semanas, ¿verdad? Las perras no tendrán nada que decir de mí por llevarte entonces, se aplican las normativas de fraternidad, más alcohol y chicas bienvenidas.
—Aww, que dulce y para nada un sentimiento humillante.
Se echó a reír mientras se ponía sus tacones de plataforma—Lo sé, ¿verdad? Qué montón de idiotas —Su sonrisa cayó—. Aunque, hablando en serio,
me vendría bien un intermediario entre Shikamaru y yo esta noche. No es que, ya sabes, me molesta.Pero sé que algunas chicas han estado esperando a que esté fuera del camino. Van a estar encima de él como garrapatas en un perro campestre y yo realmente no quiero verlo.
Asentí con la cabeza—Entiendo… y asco por esa imagen... aunque es asquerosamente apropiada. ¿Simplemente no puedes faltar a la cosa de la hermandad? Podrías tener la gripe asiática. O la Malaria. Yo atestiguaré.
Echándose el cabello por encima de su hombro, tomó su bolso y se dirigió a la puerta como una modelo de pasarela, sin la más mínima oscilación—Nop. Es un gran asunto. Además, tengo que enfrentarlo alguna vez. Aparte de que ya
respondí por las dos. Y tengo un par de semanas para prepararme mentalmente para ello.
Abrió la puerta de un tirón—Aunque, vamos a ir de compras a lo grande después de las vacaciones. Voy a hacer que ese imbécil se muerda su propia mano esta noche, maldita sea.
Cuando la puerta se cerró detrás de ella, mi teléfono trinó una alerta de texto.
Naruto: ¿Todavía quieres ver el retrato a carboncillo?
Sakura: Sí.
Naruto: ¿Esta noche?
Sakura: Ok.
Naruto: Estaré fuera de tu lugar en ¿10? Amarra tu cabello hacia atrás y lleva algo de abrigo.
Sakura: ¿Vas a traerlo hasta aquí?
Naruto: Lo pensaba llevar. A menos que no desees.
Sakura: Bajaré, pero necesito 15 minutos.
Naruto: Esperaré. No hay prisa.
Arranqué por la habitación como una loca, despojándome de mis pijamas de franela y robando un sujetador y bragas limpias de la pila de ropa limpia-perono-para-guardar. ¿Ropa abrigada... una sudadera? No. Jeans. Unas botas UGG negras. El suéter suave zafiro que hizo a Ino decir: —Ese hace que tus ojos estallen
—Después de lavarme los dientes, me cepillé el cabello y lo aseguré en mi nuca, aunque no estaba segura por qué.
Agarrando mi chaquetón de lana negro en el camino hacia la puerta, salí del edificio por la salida principal. No había estado en el hueco de la escalera desde que Deidara me pilló allí, incluso cuando significaba pasos adicionales.
Naruto estaba en la acera, apoyado contra una motocicleta, con los brazos cruzados sobre el pecho. Junto con sus ya conocidas botas y jeans, llevaba una chaqueta de cuero marrón oscuro Me miraba con esos ojos claros, su mirada no vaciló de mí, sin importar los ruidos distractores de los residentes de un sábado por la noche yendo y viniendo. No ocultó la lenta evaluación de arriba abajo que dejó partes de mí fundidas y anhelando que me tocara como había hecho en mi cuarto.
Tragando el nudo en mi garganta, me recordé de su engaño en un fallido intento para sofocar el deseo difundiéndose a través de mí como lava: moviéndose lento, pesado y caliente. Mi inquietud acerca de su motocicleta ayudó a enfriarlo en algún grado.Nunca había estado en una antes y no podía decir que jamás había intentado cambiar ese hecho. Cuando me le acerqué, me tendió un casco extra.
—Supongo que esta es la razón de las directrices del cabello —le dije,
tomando el casco y examinándolo vacilante.
—Te lo puedes soltar cuando lleguemos a mi casa, si lo deseas. No me imagino que no quieras meterlo bajo el casco... o déjalo suelto y deja que se enrede en el viaje.
Negué con la cabeza, preguntándome si necesitaba deshacer completamente las correas o simplemente aflojarlas.
—¿Nunca has estado en una motocicleta antes? Desde la esquina de mi ojo, vi a Rona y Olivia salir del edificio detrás de un grupo de muchachos. Las dos chicas se detuvieron y miraron a Naruto, y después a mí, mientras yo fingía no darme cuenta—Um. No...
—Entonces, deja que te ayude con eso.
Después de poner la correa de mi bolso sobre mi cabeza y colocarla cruzada sobre mi pecho, tomó el casco y lo colocó en mi cabeza, asegurando las correas debajo de mi barbilla.
Me sentí como una figura de muñeco cabezón. Una vez que los dos estábamos con casco y en la moto, envolví mis brazos a su alrededor y junté las manos sobre su abdomen, asombrada de cuán firme era.
—Sostente —dijo, empujando la parte de la pata de cabra hacia atrás. Su sugerencia fue innecesaria a medida que el motor rugió a la vida, tenía un apretón de muerte en su espalda, mi mentón agazapado y mis ojos cerrados.
Traté de imaginar que estaba en una montaña rusa, perfectamente segura y conectada a una pista en lugar de ir a toda velocidad por las calles en unas endebles quinientas libras o menos de metal y goma, esperando que algún borracho en una camioneta no se pasara una luz roja y nos aplastara.
El trayecto hasta su lugar —un apartamento por encima de un garaje individual— tardó menos de diez minutos. Mis manos estaban entumecidas por la combinación del agarre que cada una tenía en la otra y el frío aire de noviembre corriendo sobre ellas. Mientras estuve frotándolas entre sí, aparcó la moto en un tramo pavimentado entre el garaje y los escalones abiertos antes de girar y tomar mis manos entre las suyas, de una en una y masajeándolas para calentarlas
—Debería haberte recordado usar guantes.
Saqué mi mano de la suya y señalé a la casa no más de cincuenta metros
de distancia
—¿Tus padres viven allí?
—No —Se volvió para subir la escalera de madera y yo lo seguí
—. Alquilo el apartamento.
Abrió la puerta a un estudio enorme con una pared, pero sin puerta, definiendo lo que supuse que era la habitación en la esquina derecha. Una cocina pequeña abierta estaba a la izquierda; un cuarto de baño entre los dos. En el sofá, un enorme gato atigrado de color naranja me miró con característica apatía felina antes de saltar hacia abajo y acechar a la puerta.
—Este es Kyiubi —Naruto abrió la puerta y el minino deambuló perezosamente al exterior, parando en el rellano para limpiar una pata.
Me reí, moviéndome hacia el centro de la habitación.
—¿Kyiubi? Se parece más a un... Max. O tal vez un Rey.
Cerró con llave la puerta, su sonrisa fugaz elevando su boca a un lado.
Confía en mí, es superior, lo suficiente, sin un nombre de macho que lo respalde.
Se sacó la chaqueta mientras cruzaba la habitación hacia mí y lo miré fijamente, empezando a desabrocharme el abrigo.
—Los nombres son importantes —dije.
Asintió, bajando sus ojos a mis dedos
—Sí —Empujé los botones de gran tamaño a través de las rendijas lentamente, de arriba abajo, como si no hubiera nada debajo. Deslizando sus pulgares en el interior de las solapas, arrastró el
abrigo fuera de mis hombros, sus pulgares deslizando hacia abajo los brazos de mi suéter
—. Suave.
—Es cachemira —Mi voz sonaba casi sin aliento, y aunque quería continuar con mi declaración acerca de los nombres, quería presionarlo para que me dijera por qué me estaba engañando, no pude sacar las palabras de mi garganta.
El abrigo cayó más allá de mis dedos y lo apartó del camino, lo arrojó en la parte superior de su chaqueta
—Tenía un motivo ulterior para traerte hasta aquí.
Parpadeé.
—¿En serio?
Con una mueca, tomó mis manos
—Quiero mostrarte algo, pero no te quiero asustar
—Dejó escapar un suspiro
Esta mañana, esa última cosa, la defensa terrestre...
Me miró de cerca y traté de mirar hacia otro lado, a cualquier lugar menos a sus ojos, porque mi rostro ardía, humillada, pero no podía apartar los ojos de los suyos
—Sé que no crees que iba a funcionar. Quiero mostrarte que sí lo hará.
—¿Qué quieres decir, mostrarme?
Sus manos apretaron las mías
—Quiero enseñarte exactamente cómo ejecutarlo. Aquí. Sin nadie más mirando.
No fue la réplica de la propia posición en sí, sino también el pensamiento de él viendo que había sido tan desconcertante esta mañana, pero Naruto no podía saber eso.
—Confía en mí,Sakura. Funciona. ¿Vas a dejar que te enseñe?
Asentí con la cabeza.
Me llevó al centro del espacio en el piso, me llevó hasta mis rodillas a su
lado.
—Acuéstate. Sobre tu estómago.
Con el corazón palpitando fuerte, obedecí.
—La mayoría de los hombres no tienen entrenamiento en artes marciales como tal, por lo que no serán capaces de contrarrestar los movimientos correctamente. E incluso aquellos quienes sí no
esperarán lo que vamos a hacer. Recuerda lo que dijo Jiraya, la clave está en salir del lugar.
Asentí con la cabeza, mi mejilla en la alfombra, mi corazón golpeando contra el suelo.
—¿Te acuerdas de los movimientos?
Negué con la cabeza, cerrando los ojos.
—Está bien. Me di cuenta de que estabas asustada en clase. Tu amiga hizo lo correcto, no obligándote. No quiero forzarte, tampoco. Sólo quiero ayudarte a sentirte más en control.
Tomé una respiración profunda.
—Está bien.
—Si te encuentras en esta posición, querrás hacer estos movimientos de forma automática, sin perder tiempo ni energía tratando de quitártelo de encima.
Me puse rígida ante su uso inadvertido del nombre Deidara.
—¿Qué?
—Ese es su nombre. Deidara.
Le oí respirar por la nariz, como si estuviera tratando de mantener el control.
—Me acuerdo de eso —
Se quedó en silencio por un momento
—. El primer paso parece contraproducente ya que no ofrece ninguna ventaja. Pero esa es la cosa, estás tomando su impulso. Elije el lado hacia el que deseas girar, y pon este brazo
directo hacia arriba y hacia fuera, como si estuvieras de pie y tratando de alcanzar el techo.
Puse mi brazo izquierdo hacia arriba como describió.
—Bien. Ahora, con el brazo opuesto, te das a ti el impulso, y le quitas a él el equilibrio que ya era precario. Con la palma plana en el suelo, el codo hacia arriba. Empuja hacia abajo y rueda a tu lado, arrojándolo fuera.
Seguí sus instrucciones… fáciles de hacer, sin ningún peso encima de mí.
—¿Podemos probarlo? Voy a empujar tus hombros hacia abajo y utilizar mi peso para mantenerlos allí. Si tienes problema, dímelo y me quito. ¿De acuerdo?
Luché con mi pánico.
—Está bien.
Su gentileza, como se puso de rodillas sobre mí, la celebración de los hombros al suelo, era tan contraria a la violencia de Deidara que casi lloré. Se tendió sobre mí, su aliento en mi oído.
—Brazo derecho hacia arriba —Obedecí—. Palma plana, y empuja, duro y
rueda en tu costado.
Hice lo que me dijo y cayó fuera.
—Perfecto. Vamos a intentarlo otra vez. Fuimos a través de los movimientos una y otra vez, y otra vez, y cada vez era más fuerte y más difícil de desplazar, pero aún así, lo arrojé fuera, en todo
momento.
Hasta que por error empujé con mis caderas, tratando de levantarme. Exhaló con dureza.
—Eso no funcionará, Sakura aunque es la respuesta natural a algo no deseado encima de ti. La única manera segura para despojar a un hombre en esta posición está rodando a un lado. Soy demasiado fuerte para que me muevas presionando hacia arriba. Tienes que luchar contra esa inclinación.Por último, intentamos que sea más real que cualquier otra vez. Me empujó hacia abajo y mi brazo se disparó en lo alto y fuera, pero tuve un momento difícil en conseguir que mi mano libre hiciera palanca.Finalmente, cambié los brazos y conseguí colocar la palma de la mano opuesta al suelo, empujé y rodé, lanzándolo fuera a un lado.—¡Mierda! —Se rió, frente a mí mientras yacía en el suelo—¡Me intercambiaste de lado!
Sonreí ante su alabanza y su mirada descendió ardiente a mis labios.
—Esta es la parte en la que te levantas y corres como el infierno. —Su voz
era ronca.
—¿Pero no me perseguirá? —Yacimos en nuestros costados, a dos pies de
alfombra entre nosotros, ninguno haciendo un movimiento de sentarse. Asintió con la cabeza—. Podría hacerlo. Pero la mayoría de estos sujetos no quieren una presa difícil. Sólo un puñado irán tras de ti, si te escapas gritando.
—Ah.
Extendió la mano y tomó la mía.—Se suponía que te mostraría tu retrato, creo.
—¿Así no va a parecer que me trajiste hasta aquí con pretextos completamente falsos?
Sus ojos se encendieron y contuve el aliento.—Sí quiero que veas el carboncillo, pero admito que eso era secundario a lo que acabo de hacer. Te sientes más segura ahora, ¿funcionará?
—Sí.
Se apoyó sobre el codo, cerrando la distancia entre nosotros, empujando su mano entre mi cabello y moviéndola hasta acunar mi cara.—Tenía otro motivo oculto para traerte aquí —Inclinándose poco a poco, sus labios se encontraron con los míos y el fuego que había sido brasas desde que salió de mi habitación más de una semana flameó.Abrí la boca y su lengua presionó dentro, acarició la mía y se retiró. Girando su cabeza, movió su boca sobre la mía, chupando mi labio inferior en su boca, acariciándolo con su lengua y liberándolo para prestar atención a la parte superior. Su lengua corrió por encima del espacio sensible de mis dientes superiores y jadeé.
Luego sus manos empezaron a moverse. Acuné mi cabeza contra su hombro, las manos rozando mis caderas, impulsándome más cerca hasta que no quedaba espacio entre
nosotros.Sus labios siguieron moviéndose contra los míos, implacables y dulces, mi cabeza daba vueltas mientras barría su lengua en mi boca, su mano agarrando mi muslo, dibujándolo con el fin de que nuestras piernas quedaran juntas. Me apoyé en él y se quejó, una mano amasando mi cadera y la otra acariciando por debajo de mi suéter, con los dedos calientes extendidos a través de mi espalda.
Uno de mis brazos estaba aplastado entre nosotros, el otro lo puse en su pecho, tocando la abertura de su camisa de franela, deslizando los botones de los ojales, sintiendo la variación entre la superficie lisa de la franela y la textura desigual de la camisa de punto térmico debajo de ella. Una vez desabotonada la camisa, la moví a un lado y deslicé mi mano por debajo de ella, en su duro abdomen.Su respiración se cortó y me aparté para apoyarme en mi codo y mirarlo hacia abajo.
—Quiero ver tus tatuajes.
—Tú, ¿eh? —Sus ojos quemaron los míos. Cuando asentí, él retiró su mano de debajo de mi suéter y se sentó, doblando su ceja hacia mí, cuando veo hacia la camisa desabotonada. Mi cara se calentó y se rió entre dientes, quitándose la camisa y arrojándola a un lado.
Alcanzándose detrás del cuello, quitó la térmica blanca del modo que los chicos lo hacen —tirando hacia adelante sobre la parte posterior de la cabeza— despreocupado por el rímel arruinado, o que el colorete manche la tela. Dejó caer esta camisa, al revés, en la parte superior de la franela, y se recostó en el piso, ofreciéndose a sí mismo para mi inspección.
Su piel era suave y hermosa, su torso dividido con las definiciones de
músculo y adornado por dos tatuajes que había visto en mi dormitorio —un diseño
intrincado octagonal sobre su lado izquierdo, y cuatro líneas escritas sobre su derecho.
Había otro —una rosa sobre su corazón, los pétalos de color rojo oscuro, el tallo de color verde oscuro ligeramente curvada.En sus brazos eran en su mayoría diseños y dibujos, delgado y negro como el hierro forjado.
Pasé los dedos sobre cada uno de ellos, pero no se volvió y no podía leer el poema —como líneas que serpentean alrededor de su lado izquierdo.Se veía como un poema de amor, y estaba celosa de quienquiera que lo haya inspirado, el tipo de devoción que debió sentir para hacer aquellas palabras tan permanentes. Me pregunté si la rosa la representaba a ella también, pero no podía preguntar.
Cuando mis dedos se arrastraron bajo su abdomen hacia la línea de pelo debajo de su ombligo, él se sentó.—Tu turno, creo.
Confundida le dije:—No tengo tatuajes.
—Me lo imaginé —Se puso de pie y estiró una mano hacia mí—. ¿Te gustaría ver el dibujo ahora?
Me pedía que fuera a su dormitorio. Pensé que debería devolver con algo inteligente, como ¿Te debería llamar Naruto o Minato en la cama? Pero no podría manejarlo. Me acerqué y tomé su mano, él me levantó sin esfuerzo. Sin soltarme la mano, se dirigió hacia el dormitorio y lo seguí.
La luz tenue de la habitación externa iluminaba los muebles y la pared al lado de su cama, donde al menos veinte o treinta dibujos estaban clavados.
Encendió una lámpara y vi que toda la superficie de la pared estaba cubierta de
corcho. Me pregunté si él lo había instalado, o si estaba aquí, y cuando fue en busca de un lugar para vivir, supo de inmediato que este iba a ser suyo.
Las dos paredes descorchadas fueron pintadas en marrón terroso, y su mobiliario estaba oscuro y no del típico chico-universitario —desde la cama de plataforma muy grande al escritorio sólido y el aparador.
Me moví en el estrecho espacio entre la cama y la pared de dibujos, buscando por mí misma, pero distrayéndome con los otros —dibujos de escenas conocidas como: el horizonte de la ciudad y desconocidas como: niños y ancianos, y una pareja de Franceses en reposo.
—Son increíbles.Vino a pararse junto a mí justo cuando mis ojos se encontraron con mi propio rostro entre los demás. Había optado por el carbón, uno de mí sobre mi espalda, mirando hacia él. Su colocación era baja sobre el lado derecho de la pared.Aparentemente, este espacio indicaría una menor importancia, pero era muy consciente en donde se encuentra con relación a su cama —justo enfrente de la almohada.
¿Quién no quisiera despertar con esto? Él había dicho. Me senté en su cama, mirando fijamente, y se sentó también.Estaba repentinamente consciente de su pecho desnudo, y su declaración en la otra
habitación: Tu turno, creo. En cuanto a él, vi que estaba mirándome.
Había estado tan segura que este tipo del momento convocaría las memorias debilitantes de Kiba —de su beso, de nuestros años juntos. Pero la verdad era, que no lo eché de menos. No podía sacar a relucir una sola punzada de dolor. Me pregunté si estaba anestesiada por el dolor de perderlo —lo cual sería preocupante— o si ya había llorado tanto y tan profundamente afligida en las últimas semanas que ya estaba sobre de ello. Sobre él.
Naruto se inclinó hacia mí y la burbuja de Kiba estalló por completo. Su aliento en mi oído, se pasó la lengua a lo largo del borde curvo, chupando el lóbulo carnudo y mi pequeño perno de diamante en su boca, y mis ojos fueron a la deriva cerrados mientras balbuceaba un débil sonido de deseo. Acariciando mi cuello, él rodó besos suaves por el costado, con la mano acercándose a la cuna del peso de mi cabeza, que había caído a un lado.
Su peso dejó la cama cuando él se arrodilló en el suelo y sacó las botas de mis pies antes de volver a su asiento y quitarse las suyas.
Sus labios jugaron sobre los míos, y me atrajo hacia el centro de la cama, tendiéndome. Abrí los ojos cuando él se echó hacia atrás y me miró.—Dime que pare, cada vez que lo quieras. ¿Entiendes?
Asentí con la cabeza.
—¿Quieres parar ahora?
Mi cabeza se movió hacia adelante y hacia atrás en la almohada.
—Gracias a Dios —dijo, con su boca regresando a la mía, su lengua hundiéndose en mi interior mientras yo clavaba mis dedos en sus brazos sólidos.Le acaricié su lengua con la mía, chupando hasta el fondo de mi boca, y él gemía, puse la
distancia suficiente, para levantarme un poco y quitarme el suéter. Burlándose, puso la yema del dedo sobre la curva de mi pecho, él siguió el arco con sus labios.
Cuando me empujé contra su hombro se detuvo, sus ojos estaban desenfocados. Lo empujé sobre su espalda y me senté sobre él a horcajadas, sintiéndolo duro y listo, a través de nuestros pares de jeans. Sus manos se
suavizaron hasta mi cintura y me jaló hacia abajo, y nos besamos profundamente
mientras me mecía contra él.
Minutos más tarde, sacudió los ganchos libres en la parte posterior de mi sostén y tiró de las correas de mis brazos. No había salido por completo, antes de que se deslizara hacia arriba y tomara un pezón en su boca.
—Oh —jadeé, quedando floja en sus brazos.
Rodamos otra vez y yo estaba debajo de él, sus manos rastreándome y
dando vueltas, seguido por su boca. Entonces él desabotonó mis vaqueros y tocó
la cremallera y todo se estrelló alrededor de mí.
Arranqué mi boca de la suya.—Espera.
—¿Qué pare? —jadeó, mirándome.
Me mordí el labio y asentí.
—¿Dejo todo o solamente no voy más lejos?
—Sólo... sólo no vayas más lejos —le susurré.
—Hecho —Él me tomó en sus brazos y me besó, con una mano enredada
en mi pelo y la otra acariciando mi espalda, nuestros corazones latiendo a una
cadencia que el músico en mí tradujo como un concierto de lujuria.
Nos Vemos
Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
Primera!!!!! *--* creo... jajajaja bueno no es nada, me gusta, así que es un gusto leerlo jejejeje adoro el Narusaku y se me hace tierno... jaja ademas Naruto 6.6... hay dios!! jajaj ok yaaaaa sigue así .... yo bueno.. tambien escribo y se que es lindo que lo lean.. *--* y mira que no todos leo... por que unos me da flojera ¡pero el tuyo voy a la par! por que me gusta mucho... Un dia sube doble capítulo para tus fans ¿No?
Uno- Sannin
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¿Qué te importa?
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Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
yeiii ya llegaron mas lejos que solo besos, y ahora Sakura ya se olvida de Kiba cuando esta cerca de Naruto
Espero que pronto subas el siguiente capitulo
Espero que pronto subas el siguiente capitulo
mio-chan- Sannin
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Posesiones :
Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
buen cap jessi por fin sakura esta olvidando a kiba espero conti pronto saludos
aduzumaki- Sennin
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Omnipresente :D
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Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
Me encanta este naruto es tan considerado y lindo, sakura merece alguien que la quiera y apoye , porque al parecer su vida dependía mucho de kiba y dejo a un lado la suya...... Es hora de recuperarla
mariland- Clan Suzaku
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En mi pequeño mundo feliz
0
Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
Hola les traigo Nuevo Capitulo y Una sorpresa para el siguiente
- Capitulo 17:
- Mantuve mis ojos abiertos en el viaje a casa. Echando un vistazo por encima del hombro de Naruto, viendo el paisaje al pasar —y fue estimulante, no espantoso. Confiaba en él. Lo he hecho desde aquella primera noche cuando dejé que me llevara a casa.
Kiba nunca se habría detenido así. No es que nunca me hubiera forzado o intentar acercarse. Cuando le pedí que parase, él se detuvo y se puso
hacia atrás, una mano sobre su cara, calmándose y diciendo:
—Dios Sakura, vas a matarme —
Después de eso, no hubo más actividad física; no más besos, no tocarnos. Y siempre me sentí culpable.
Pensé que la culpa se marcharía una vez que nosotros en realidad durmamos juntos, porque era raro cuando yo pediría un indulto del sexo, pero en todo caso, mi auto-reproche fue peor. Él se apartaba, de repente, como si le doliera. Era todo o nada. Él tomaría unas cuantas respiraciones profundas, jugaría a un juego, navegaría por un canal, o iríamos a comer algo.
Y me sentiría como la peor novia del mundo.
Naruto había continuado haciéndolo por otra hora.
Antes de que todo terminara, había deslizado su mano entre mis piernas, sobre mis jeans.
—¿Esto esté bien? —
preguntó, y en mi respuesta afirmativa sin aliento, él acarició sus dedos allí, besándome profundamente, y de algún modo me hizo venir a través de una capa de tela vaquera. Me quedé muy sorprendida y un poco avergonzada, pero una mirada a su rostro me dijo que él saboreó la
respuesta de mi cuerpo, y su capacidad de provocarlo. Él no me dejaría devolver el favor.
—Déjame algo para esperar —Me había susurrado.
Ahora que me estaba dejando en el frente de mi edificio, completamente despierta del paseo frío, aunque él hubiera colocado mis manos bajo su chaqueta durante el paseo, para que no se estuvieran congelando.
Se puso el casco y los guantes a un lado y tiró de mí más cerca, con las manos debajo de mi chaqueta, por encima de mi jersey.
—¿Te gustó el carbón?
Asentí con la cabeza.
—Sí. Gracias por mostrarme tus dibujos… y el movimiento de defensa.
Descansando su frente en la mía, él cerró los ojos.
—Mmm-hmm. —Besó la punta de mi nariz, y luego movió sus labios a los
míos.
Casi dolió besarlo, casi. Suspiré en su boca.
—Es mejor que entres antes de… —
Él me besó de nuevo, más hambriento, y encogí mis manos entre nosotros contra su pecho duro.
—¿Antes de…?
El inhaló y exhaló por la nariz, su boca una línea apretada, con las manos agarrando mi cintura.
—Sólo. Antes.
Le besé el borde de la mandíbula y se apartó.
—Buenas noches, Naruto.
Se quedó apoyado en la Harley y me miró.
—Buenas noches, Sakura.
Caminé por las escaleras de mi edificio, y no fue hasta que llegué a la puerta que levanté la mirada y vi a Kiba de pie en un escalón arriba, sus ojos estrechados y curiosos chasqueaban entre Naruto y yo.
—Sakura—
Él me miró cuando me acerqué a su lado
—. Vine aquí, pensando que podríamos hablar. Pero Ino me dijo que estabas fuera, y ¿no estaba seguro si regresarías? —
Le había dejado una nota a Ino diciéndole dónde me encontraba. Ella debe haber disfrutado restregando mi noche de paseo en la cara de Kiba. Él volvió a mirar a la acera, pero no me volví para ver si Naruto seguía allí o ya se había ido.
—¿Por qué no me mandaste un mensaje? ¿O llamaste?
Se encogió de hombros, peinando el cabello de la frente hacia atrás con
una mano, y la otra metida en el bolsillo delantero de sus pantalones.
—Yo estaba en el edificio.
Enfoqué mi cabeza.
—¿Estabas en el edificio y pensaste en pasar por aquí y quedarte en mi habitación? —Había planeado estar sola en mi habitación, pero era inútil.
—No, por supuesto no asumí que estabas aquí. —
Dio marcha atrás
—. Tenía la esperanza de que fueras a estar allí —Miró hacia la acera otra vez
—. Es… ¿Ese chico está esperando por ti o algo así?
Entonces me volví y vi a Naruto, con los brazos cruzados sobre el pecho, todavía apoyado en su motocicleta. No podía distinguir sus rasgos faciales desde esta distancia, incluso con las luces de inundación que rodean la residencia.
Sin embargo, su lenguaje corporal lo decía todo. Levanté una mano y lo saludé, para
hacerle saber que no estaba siendo amenazada.
—No, él solamente me dejaba. Después de una sonrisa satisfecha de desdén en la dirección de Naruto, Kiba volvió sus ojos verdes fuertes hacia mí.
—A mí parecer, no entiende el concepto de “dejarte”, si me preguntan.
—Bueno, no te pregunté. ¿Qué quieres, KIba?
Algún chico que entró, gritó:
—¡K-Inuka! —Y KIba lo saludó con la barbilla levantada antes de contestarme.
—Te lo dije, quiero hablar.
Me crucé de brazos, comenzando a sentir el frío en el aire que no había sentido presionada a Naruto.
—¿Sobre qué? ¿No has dicho todo lo que hay que decir? ¿Quieres devaluarme más? Porque tengo que decirte, no soy realmente susceptible a ello.
Él suspiró, como si tolerará algún tipo de arrebato loco, una consecuencia
familiar de mí ser inflexible —su palabra— que yo había visto muchas veces en los
tres años pasados. Me había olvidado de esto hasta ahora, que lo vi otra vez.
—No hay necesidad de ser inflexible —dijo entonces, como si leyera mi
mente.
—¿En serio? Creo que hay un montón de razones por mi falta de flexibilidad.
O terquedad. U obstinación. O terquedad...
—Lo entiendo, Cerezo.
Mis manos se apretaron en puños en mi cadera.
—Es Sakura.
Se acercó, sus ojos quemaban. Por una fracción de segundo, pensé que él estaba enojado —pero eso no era ira en sus ojos. Era deseo.
—Lo entiendo, Sakura. Te he hecho daño. Y me merezco todo lo que estás diciendo, y todo lo que sientes —Levantó su mano a mi cara y retrocedí un paso, fuera de su alcance, y mis pensamientos caóticos. Dejó caer la mano y añadió—: Te extraño.
Cerrando mi boca fuertemente, me giré para deslizar mi tarjeta y entré al dormitorio, Kiba me siguió por la puerta. Di vuelta para decirle que no quería hablar y vi a Naruto agarrando la puerta justo antes de que esta se cerrara. Pasando junto a mí, fulminó con la mirada a mi ex, el aire estaba cargado entre ellos en el momento que Kiba giró y lo notó.
—¿Estás bien, Sakura? —preguntó Naruto, sus ojos nunca se desviaron de mi ex.
—Naruto… —comencé a reiterarle verbalmente que Kiba no era ninguna amenaza física para mí, cuando él resopló una risa arrogante, mirando detenidamente a Naruto.
—¿Espera… tú no eres el tipo de mantenimiento? El que repara el aire acondicionado a las casas —Él me miró y de vuelta a Naruto.
—¿Qué pensaría la administración de ti husmeando alrededor de los estudiantes? —La mirada de Kiba sobre el rostro de Naruto era feroz, pero él se mantuvo firme sin reacción, ignorando la pregunta de Kiba como si no le hubiera preguntado nada. Él giró sus ojos a mí, esperando mi respuesta.
—Estoy bien. Lo prometo —Contuve mi aliento, esperando que él me creyera. La gente cerca de la puerta se estaba empujando entre sí y susurrando
—¿Estás enganchándote con este tipo, también? —lanzó Kiba.
—¿También? —pregunté, pero yo sabía lo que él quiso decir antes de que él lo confirmara.
—Además de Deidara.
Los bordes de mi visión se cerraron
—¿Qué? —KIba tomó mi brazo solamente encima del codo, como si él pretendiera escoltarme lejos, y la mano de Naruto se extendió, agarrando su muñeca y quitando su mano de mí
fácilmente.
—¿Qué carajo? —La voz del KIba era un gruñido bajo mientras él sacudía su brazo del agarre de Naruto.
Se puso ligeramente delante de mí, enfrentándose con Naruto, mientras todos miraban el desarrollo del espectáculo, completamente inmóviles y con la boca abierta.
Los dos se veían muy parejos, pero yo sabía de la habilidad de Naruto de primera mano. KIba perdería y Naruto sería expulsado.
Di un paso alrededor de mi ex y puse una mano sobre su antebrazo. Era duro como una piedra bajo mis dedos.
—Kiba, déjalo.
—No te voy a dejar con este…
—Keiba, déjalo.
—Él es el encargado de mantenimiento, Sakura…
—Él es un estudiante, Kiba. —Decidí no indicar que Naruto estaba en nuestra clase de Economía, en caso que él lo reconociera como el tutor de clase y lo delatara por salir conmigo. Kiba inclinó su cabeza, su expresión transformándose en preocupación, la frente ligeramente fruncida, sus ojos
buscando los míos.
—Hablaremos la próxima semana. Cuando estemos en casa —
Su significado era claro y dirigido hacia Naruto. Los dos estábamos a punto de pasar varios días en nuestra ciudad natal, donde él tendría acceso sin restricciones a mí, sin el fastidio de interferencias. Quise decirle que yo no tenía nada para decirle, no ahora o entonces, pero mi mandíbula estaba apretada tan fuerte que no podía hablar.
Todavía insegura de lo que debería hacer, incluso en las vacaciones de Acción de Gracias. Ignoré su implicación de que nosotros estaríamos entonces solos. Juiciosamente, él no trató de tocarme otra vez, aunque su expresión letal competía con la de Naruto cuando ellos se enfrentaron. No exhalé hasta que él atravesó la puerta.
La decepción de los espectadores era palpable. Unos cuantos se quedaron alrededor para ver si había un bono de pelea entre Naruto y yo. La adrenalina estaba claramente todavía bombeando a través de él, su cuerpo estaba tenso, como el alambre duro de las cuerdas de mi bajo, cuando extendí una mano a su antebrazo, éste era granito bajo capas de piel y franela.
—Honestamente, estoy bien. —Suspiré pesadamente. —Bueno, tan bien como puedo estar después de esto. —Entrecerré los ojos hacia él—. ¿Exactamente cuántos empleos tienes, de todos modos? ¿Barista, gurú de defensa propia, chico-arréglalo-todo, oficial de estacionamiento?, a propósito, ¿eso significa que me diste la papeleta que conseguí la primavera
pasada por estacionar en doble fila, por dos miserables minutos cuando entré corriendo a la biblioteca para devolver un libro?
Sus hombros se relajaron con mi tono de broma y fui recompensada con la sonrisa fantasma.
—Me acojo a la quinta enmienda sobre eso. Escribo muchas multas de estacionamiento. El, hum, chico-arréglalo-todo es una cosa rara. Y soy voluntario a tiempo para autodefensa. Lo que yo había dejado de esta lista y lo que él no añadió: Tutor de Economía.
—¿Creo que deberíamos añadir uno más, huh? —dije, mirándolo de cerca.
Él tenía una cara de póker magnífica. Ninguna reacción en absoluto.
—¿Defensa personal de Sakura Haruno? —La débil sonrisa apareció otra vez.
—¿Otro empleo voluntario, Naruto? —Pregunté con timidez, levantando las cejas
—. ¿Cómo tienes tiempo para estudiar? ¿O algo de diversión?
Sus manos se aproximaron a mí, sujetando los huesos de mis caderas y tirándome hacia adelante. Bajó la mirada hacia mí, y el tono de voz
—Hay algunas cosas para las que haré tiempo Sakura.
Inclinándose hacia mí, besó el punto exacto delante de mi oreja, el punto que hacia mi respiración superficial. Y luego, él dio la vuelta y corrió hacia su motocicleta, dejándome de pie en la puerta de entrada. Una vez que él estuvo fuera del fondo de luz que rodea el edificio, yo no podía verlo. Di vuelta y caminé a mi habitación en las nubes.
“Sakura,
Tu documento está bien. Investigación sólida. Pienso que el Dr. H estará complacido con ello. Noté un par de pequeñas inconsistencias y un lugar en el que puedes haber excluido una citación. Aparte de eso, pienso que es un argumento válido, bien sostenido. He adjuntado la hoja de trabajo para la sesión de mañana. Estás inmersa ahora y pareces tener un buen conocimiento sobre el
nuevo material, pero seguiré enviándote las hojas de trabajo para las dos últimas
semanas de clase, si lo deseas.
¿Asumo que irás a casa durante las vacaciones? Me dirigiré a casa el miércoles por la mañana. No hay Wi-Fi allí, entonces estaré sin dinero hasta el domingo.
NU”
“Minato,
Parece que puedo conseguir entregar ese documento antes, lo que es un alivio. Gracias por tu ayuda. Sí, por favor continúa enviándome las hojas de trabajo.
Mis padres están esquiando durante las vacaciones, pero yo prefiero irme a casa durante unos días y pasar el rato con los viejos amigos que quedarme aquí en el campus. Ellos alojarán a Coco, el malgeniado pequeño perro de mamá, entonces debería estar pacífico y tranquilo.
¿Volarás a casa? te recuerdo diciendo que eras despreocupado.
SH”
“Sakura,
¿Tus padres están esquiando y no te llevaron? ¿Estarás en casa el día de Acción de Gracias sola? Pediré que alguien con un automóvil me dé un aventón. La casa no está lejos, aunque parezca otro mundo de vez en cuando.
NU”
“Minato,
Mis padres pensaron que yo estaría con mi ex. Hemos comprometido el último par de años en lugar de tratar de unir las comidas de ambas familias, este era su año. La familia de mi mejor amiga estará en la cabaña de sus abuelos fuera de Boulder y no estoy de humor para cargar a alguien más.
Preferiría estar sola. ¿Esto es extraño, huh?
SH”
“Sakura,
No es raro para mí. Pero quizás soy simplemente raro, también, y no lo sabía.
Extrañaré tus correos electrónicos.
NU”
“Minato,
Lo mismo, Que tengas unas buenas vacaciones.
SH”
***
No podía mirar hacia atrás a Naruto durante la clase el lunes, sin pensar acerca del sábado por la noche. Su mirada encubierta me hizo pensar que él tenía el mismo problema. Después de que lo sorprendí mirando fijamente la parte posterior de la cabeza de Kiba, no volteé de nuevo. Cuando la clase se terminó, KIba se dio vuelta y me sonrió.
Forcé mis labios en una línea y giré mi espalda para empacar.
Esta clase, este semestre no podía terminar tan pronto, por muchos motivos para contarse.
—Yo solamente puedo decir, que tu ex es magnífico, pero él parece un idiota engreído. —
Sasuke metió a la fuerza su espiral dentro de su mochila que se veía como si esta pudiera estallar con papeles flojos en cualquier momento. Cerré rápidamente mi mochila.
—Sí, él lo es totalmente. —Esperamos a que Kiba pasara antes de movernos hacia el pasillo, evité cuidadosamente el contacto visual. Yo estaba más que preocupada sobre su afirmación de que nosotros hablaríamos cuando ambos estuviéramos en casa; no podía imaginar lo
que él podría tener que decirme que yo querría escuchar.
Seguimos a nuestros compañeros por las escaleras, todos animados con la anticipación del fin de semana largo que venía, Sasuke me dijo que él volaría a casa a Georgia y saldría con su padre, el único miembro de su familia al que él no le había dicho.
—Mamá sabía que yo soy gay desde que tenía trece años.
Estaba preocupada en su lugar
—¿Tu papá estará… molesto?
Él sonrió.
—Pienso que él lo sabe. Él solamente no está seguro si esto quiere decir que voy a aparecer en un vestido o algo así —
El pensamiento de Sasuke en un vestido no era una linda imagen y yo no podía contener mi risa. Él se rió también,
agregando:
—¿Lo sé, correcto?
Naruto se fue, o eso pensé, hasta que Sasuke y yo salimos al transitado vestíbulo y lo vi apoyado en la pared del fondo, cerca de la puerta lateral que por lo general yo tomaba para salir del edificio. Él nos vio acercarnos, pero parecía sumamente consciente de que todos los demás también.
Lo imaginé buscando al Doctor Hatake.
—No le has contado todavía que tú sabes, ¿verdad? —Sasuke preguntó, hablando de un lado de su boca.
Negué con mi cabeza.
—No lo hagas sufrir demasiado.
Él se ve medio vulnerable. Reí entre dientes.
—Correcto. Un chico fuerte y musculoso como él —
quien está entrenado para golpear a la gente y miente sobre quién es él a las chicas
—,es tan vulnerable.
Él apretó mi brazo por encima del codo y sonrió.
—Él tampoco es un idiota para rivalizar con todos los idiotas delante de él, o hay una razón para esas mentiras.
Suspiré.
—Desearía poder leer los pensamientos.
—Puede que no quieras, una vez que sepas que hay allí.
—Si alguna vez lo hago.
Sasuke se encogió de hombros en acuerdo y viró hacia el largo vestíbulo que
conduce a la salida sur, girando para decirme:
—Ten unas buenas vacaciones, Sakura.
—Tú también.
Alcancé a Naruto y él dio vuelta para seguirme, inclinándose cerca para empujar la puerta abierta. —¿Puedo verte esta noche? —
murmuró.
Me pregunté si me estaba convirtiendo en alguien para una cita sexual. O si esto es todo lo que alguna vez había sido para él, si esta fuera su razón para no decirme que él era Minato Uzumaki. —Tengo una prueba mañana en astronomía. Tenemos el grupo de estudio en nuestra habitación esta noche.
Eché un vistazo hacia él, andando al lado mío con sus manos metidas en los bolsillos delanteros de sus vaqueros. Su mirada fija continuamente escaneando sobre la multitud de gente, como si él estuviera en guardia.
—¿Mañana por la noche? —
Bajó la mirada hacia mí cuando nos acercábamos al edificio y noté que él parecía saber exactamente a dónde iba yo.
—Tengo un ensayo de conjunto mañana. Por lo general paso las mañanas del domingo en la sala de música, pero ayer falté.
Yo no le había contado a Naruto que tocaba el bajo. Se lo había dicho a Minato.
—¿Dormiste hasta tarde?
Asentí.
—Yo, también.
Alcanzamos la entrada y nos paramos al lado de la puerta.
—Tengo que empacar mi bajo, también, ya que lo voy a llevar a casa conmigo —
Esperando para ver si él reaccionaba, miré sus ojos, que hacían juego con el gris azul del
cielo nublado, mientras su mirada se desvió sobre los rostros alrededor de nosotros.
—Tendré mucho tiempo para ensayar durante las vacaciones.
—¿Cuándo dejarás la ciudad? —
Él apartó de un empujón el cabello de sus ojos, evitando el tema de mi instrumento completamente.
—El miércoles por la mañana. ¿Tú?
—Igual —
Él cambió el borde de su labio inferior atrapado entre sus dientes, luego de repente, resuelto y calmado. Sus ojos se encontraron con los míos, firmes
—. Envíame un mensaje si terminas temprano. O si cambias de planes. De
otra manera, te recogeré después de las vacaciones.
Él sacudió el hombro sobre el cual lanzó su mochila y añadió:
—Hasta luego, Sakura. —Antes de girar y mezclarse con el flujo de estudiantes, su
cabeza alzándose por encima de la mayor parte de ellos.
***
—Detente. ¿Entonces el tutor, Minato y el chico caliente OBBP Naruto son la misma persona? —Los ojos de Ten ten estaban tan redondos por el shock que yo podía ver el blanco alrededor de sus irises marrón claro.
—Lo que no entiendo, es por qué no le reclamaste sobre aquella mierda inmediatamente. —
Ino tenía su cara de participante de talk-show. En cualquier momento, ella me llamaría chicaaa y comenzaría a relatar las patadas en el culo que ella estaría dando si estuviera en mis zapatos. Después de que ella había terminado con Shikamaru, era mucho menos tolerante con chicos saliéndose de la línea. O aparentando.
Suspiré enojada y deseé nunca haberle contado.
—¿Que ocurrió con bromear con él y agarrarlo y el rebote y la operación fase chico malo?
Las tres nos sentamos en un edredón sobre el piso del dormitorio, bebiendo café y comiendo Oreos, con los textos de astronomía y apuntes todos extendidos alrededor de nosotras, sin haberlos tocado durante la última media hora mientras hablábamos de Minato/Naruto en vez de gigantes planetas de gas y la navegación celestial.
—Él se supone que sea una cita sexual. Y no al revés. —
La voz de Ino resonó con autoridad.
—Sí —Ten ten intervino—. ¿Por qué no le envías un mensaje para que
ustedes se reúnan más tarde? Hice rodar mis ojos.
—Porque tengo un examen a las 9:30 de la mañana, para el cual, se supone estamos estudiando ahora mismo. Y también, pienso que necesito una pequeña distancia…
Ino me miraba.
—Oh, no, infiernos, ¿te estás involucrando emocionalmente, no es cierto? —
Me recliné con mis manos cubriendo mi rostro. ¡Ughhhh!
—Por la manera, en que hablas de cita sexual, ¿qué es eso que escuché sobre Deidara y tú?
—Él definitivamente es mal material de novio —
reflexionó Ten ten
—. ¿Lo agregaste al cuadro OBBP sin decirnos?
Le di una mirada suplicante a Ino entre mis dedos.
—Deidara está lleno de mierda. Tú lo sabes, Ten ten
—se mofó ella. Ten ten asintió.
—Cierto… además, me enredé con él, el primer año. Él no era muy bueno, de lo que recuerdo. Demasiado baboso. —
Ella se estremeció.
—¿Qué pasa con los besadores babosos? ¿Ellos están intentando ahogarnos en saliva? Quiero decir, Jesús, traga de vez en cuando. —
Su mano apretando mi hombro, Ino se rió, mientras yo podía escuchar el tono forzado, Ten ten no lo hizo. Sabía a dónde estaba yendo la mente de Ino. Yo no le había dado muchos detalles y ella no había pedido ninguno. Era bastante difícil hablar de aquella noche con generalidades. El punto era que había pasado y lo que casi sucedió, no los por menores de ello.
—¿Entonces no estás enganchada con él? —Ten ten presionó.
Ella estaba sólo curiosa, pero dolió tener mi nombre unido con el de Deidara de cualquier modo.
—Al igual que Ino dijo, él está lleno de mierda. Tenía curiosidad. Morbosamente así que, quizás. ¿Por qué, él está diciendo algo de mí?
Ella se encogió de hombros.
—Trisha dijo que el novio de su hermana pequeña le dijo que Deidara fue a hostigar a Kiba sobre ello. Esos dos son como las cabras grandes que topan cabezas para conseguir a las cabras hembras. Creo que Deidara todavía está molesto de que él fuera el legado y Kiba aun así
le ganara por postularse como presidente de la clase.
Esta era la complicación que yo no podía recordar antes, el importantísimo conflicto inicial entre ellos. El principio de su extraña rivalidad fraternal. Tortuosa.
—Pero Kiba era legado, también.
Ten ten se lamió las migajas de Oreo de sus dedos.
—Sí, pero Deidara era legado y su padre fue candidato a la presidencia de la clase. Él pensó que lo tenía resuelto.
Me senté, enfureciéndome mientras las motivaciones de Deidara se volvían más claras. Sus razones para lastimarme eran nada más que molestar a mi ex.
-¿Y eso se traduce en la necesidad de Deidara para difundir mentiras de que yo me acosté con él?
Por no mencionar el hecho de que realmente él me había agredido.
—No dije que esto tenía algún sentido.
Ino tiró sus apuntes en su regazo.
—¿Muy bien damas, qué constelaciones creemos que tendremos que trazar en la parte del mapa estelar de esta prueba?
—Dando a mi mejor amiga una mirada agradecida por el cambio de tema, empujé los pensamientos de Deidara tan lejos de mi consciencia como pude conseguir hacerlo.
Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
que lindo naruto defendiendo a sakura de kiba aun no lo soporto por lo que le hizo a sakura espero conti pronto y quiero ver ya la sorpressa saludos
aduzumaki- Sennin
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Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
o yeahhhh te quedo espendo el capi pues claro me morii pues crei que naruto le daria sus pataditas a kiba joderr esto se esta poniendo buenoo
bueno espero la conti prontooooo saludos besos ja ne!!
bueno espero la conti prontooooo saludos besos ja ne!!
Hana-Sakura- Aprendiz
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perdida en el camino de la vida...
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Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
Kiba cada vez me cae peor, va a buscara Sakura como si no hubiera ocurrido nada, pero lo bueno es que estaba Naruto para defenderla
jaja y me dio risa lo que estaban platicando Sasuke y Sakura, yo también me lo imagine con vestido
Espero que pronto subas el siguiente capitulo
jaja y me dio risa lo que estaban platicando Sasuke y Sakura, yo también me lo imagine con vestido
Espero que pronto subas el siguiente capitulo
mio-chan- Sannin
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Mi casa :3
9475
Posesiones :
Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
¿Cual sera la sorpresa? *--* jajaja ok ya 6.6 Naruto es todo un protector jaja y me gusta cuando se reta con Kiba.. ¡aparte e smulti usos! tiene muchos trabajos o bueno... su tiempo ocupado *--* aww que lindo <3 jajajja y Kiba por tarado ahora seguro ah de pedir perdon para regresar NAAAAAA que lo mande por un tubo bien grande ¬¬ jajaja
Uno- Sannin
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¿Qué te importa?
15400
Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
Hola les Traigo la Conti y la Sorpresa es que Le traigo Doble Capitulo espero y Les guste
aduzumaki: Si Kiba merece sufrir por lo que le hizo a saku y naruto tambien protegera mas adelante a sakura mas
Hana-Sakura: Ojalas se las ubiera dado , pero Naruto no puede defender siempre a Sakura
mio-chan: Si siempre naruto tratara de estar con sakura
Esbeiidy Sakuu: Si Naruto es como una Navaja suiza y siempre tratara de proteger a Sakura.
Espero Y les Guste
aduzumaki: Si Kiba merece sufrir por lo que le hizo a saku y naruto tambien protegera mas adelante a sakura mas
Hana-Sakura: Ojalas se las ubiera dado , pero Naruto no puede defender siempre a Sakura
mio-chan: Si siempre naruto tratara de estar con sakura
Esbeiidy Sakuu: Si Naruto es como una Navaja suiza y siempre tratara de proteger a Sakura.
- Capitulo 18:
- Después de tres meses lejos, la casa olía gracioso. Como a perro... combinado con la colonia Chanel que mamá siempre usaba, además de algún otro aroma indefinible que mi mente clasifica
como hogar. Aún así era algo extranjero. Ya no pertenecía aquí, y mi cuerpo lo sabía.
Conecté mi bajo, todavía acurrucado con seguridad dentro de su estuche de viaje con ruedas. Sin padres y sin Coco, había pocas razones para llevarlo más allá de la sala. Lo recargué contra la pared, donde permaneció como otro mueble más. Las luces de la casa estaban programadas, ya que mamá y papá se habían ido.
Decidí dejarlas encenderse y apagarse a su voluntad, con la excepción de la iluminación de la cocina y las lámparas en mi dormitorio, las cuales probablemente no se encenderían de otra manera.
Había comida en la despensa y el congelador, pero casi nada en el refrigerador. Mis padres se habían deshecho de todas las cosas perecederas antes de su viaje, sin saber que yo vendría a casa esta noche, ya que nunca les dije. Mamá me mandó un mensaje antes de que abordaran su avión, agregando:
Diviértete con Ino. Nos vemos el próximo mes. Sin dudar jamás de mis planes, ella de alguna manera llegó a la conclusión de que me iría a casa con mi compañera.
Calenté una caja de Lasaña vegetariana orgánica para cenar y transferí una hamburguesa de pavo molido del congelador a la nevera, para mi almuerzo de acción de gracias. También había una mitad de un paquete de Ttater Tots en el congelador, y encontré una botella sin abrir de cóctel cranberry en la despensa. La pasé a la nevera. Tah-dah! Acción de gracias para uno.
Después de ver un par de programas de comedia, apagué la televisión, moví la mesa para el café de nogal desde su lugar, perfectamente centrada sobre la alfombra tibetana hecha a mano y desempaqué mi bajo.
Cuando no pude encontrar mi atril, improvisé con un soporte para masetas, tocando los inicios de una pieza de preludio, que había comenzado a componer para mi solo de fin de año.
Lo último que esperaba escuchar, mientras garabateaba notas era el
timbre de la puerta. Nunca había tenido miedo de estar en casa sola, pero hasta entonces, nunca había estado tan completamente sola aquí. Me debatí entre pretender que no había nadie en casa, pero claro, quien fuera que era me había escuchado tocar y me escuchó dejar de hacerlo. Coloqué el bajo a un lado y me acerqué a la sólida puerta y me pare de puntitas para ver a través de la mirilla. Kiba se encontraba allí, sonriendo directamente hacia mí, iluminado por el resplandor de las luces duales del porche.
No podía verme, por supuesto, pero había abierto esta puerta muchas veces y sabía casi tan bien como yo la vista desde el interior.
Quité el cerrojo y abrí la puerta, pero no me moví de la entrada.
—¿Kiba? ¿Qué estás haciendo aquí?
Miró detrás de mí y escuchó el silencio absoluto de la casa.
—¿Salieron tus padres?
Suspiré.
—No están aquí.
Él frunció el ceño.
—¿No están aquí esta noche, o no están aquí durante las vacaciones?
Me había olvidado de lo fácil que Kiba podía concentrarse en lo que no fue dicho. Esa característica probablemente representaba la mayoría de sus victorias en debate.
—No están en absoluto… pero ¿Por qué estás tú aquí?
Recargó un hombro en el marco de la puerta.
—Te mandé un mensaje pero no contestaste —Probablemente no escuché la alerta de texto. Poco se podía escuchar sobre el sonido de mi bajo, una vez que comenzaba a tocar
—.Durante la cena, mamá me recordó de asegurarme de que vinieras mañana a la 1:00… y sí, lo que significa que nunca les dije que rompimos. Comencé esta noche, y entonces pensé que esto podría ser un escape bienvenido de Hanna y Trent. ¿Dónde están, de todos modos?
Hice caso omiso a su pregunta. No pude evitar notar que dijo rompimos, como si nuestra ruptura hubiera sido una decisión mutua. Como si yo no hubiera sido la idiota ciega de la ecuación.
—¿Quieres que vaya al almuerzo de acción de gracias y pretenda que estamos bien, para que no tengas que decirle a tus padres que rompimos?
Sonrió lo suficiente como para hacer que apareciera el hoyuelo.
—No soy tan cobarde. Puedo decirles si lo deseas y decir que te he invitado a venir como
una amiga. Pero no tenemos que revelarles nada, si no quieres. Confía en mí, son
demasiado distraídos para enterarse de algo. Mi hermano menor consume marihuana desde hace más de un año… las fiestas son tan grandes que ponían la mayor parte de la hermandad en vergüenza, y no tienen ni idea.
—¿No te preocupas por él?
Se encogió de hombros.
—Sus calificaciones todavía son decentes. Él simplemente esta aburrido. Además, él no es mi hijo.
—Pero es tu hermano menor —
Sólo entendía las relaciones de hermanos en teoría, ya que nunca había tenido uno, pero asumí que por lógica, dictaría un sentido de responsabilidad. Kiba no parecía sentir ninguno.
—Él no escucha nada de lo que tenga que decir.
—¿Cómo lo sabes? —Insistí.
Suspiró.
—No lo sé. Tal vez porque él nunca lo ha hecho. Vamos. Ven mañana. Te recogeré justo antes de la 1:00. Será mejor que... cualquier cosa congelada que habías planeado para hacer en el microondas.
Rodé mis ojos y él rió.
—Todavía no entiendo por qué no les dices. Ha sido más de un mes.
Se encogió de nuevo.
—No lo sé. Tal vez porque sé cuánto te ama mi familia
—Eso era una mierda.
Levanté una ceja y se rió
—. Bien, se acostumbraron a ti… a nosotros. ¿Imagino que les dijiste a tus padres?
Encogí los dedos de mis pies en el suelo de frío mármol, el fresco del exterior penetraba en la entrada.
—Le dije a mamá. Supongo que ella le dijo a papá. Parecía vagamente molesta, aunque no sé si la molestia era dirigida a ti por dejarme o a mí por no lograr retenerte —
Quería pellizcarme por decir esas palabras que sonaron como si estuviera suspirando por él.
En la actualidad, mamá y yo habíamos revisado, la disputa que tuvimos cuando le dije mis planes para la universidad. No los había aprobado, alegando que las niñas inteligentes forjen sus propios caminos educativos; no siguen a sus novios de secundaria hasta la Universidad.
“Pero haz lo que quieras. Siempre lo has hecho” dijo ella, acechándome desde mi habitación. No volvimos a discutir hasta que Kiba rompió conmigo.
“Supongo que no te hace ningún bien ahora señalar que tenía razón acerca de él.” Ella había suspirado por teléfono.
“Y tu imprudente decisión de seguirlo allí.”
Siempre que aparentaba haber ganado una discusión, mamá decía algo como, “Incluso los relojes rotos aciertan dos veces por día.” Había arrojado este poco de sabiduría en su rostro, y al igual que lo había hecho, cuando anuncié mis planes de colegio, ella daría un suspiro como si irremediablemente fuera un caso perdido y dejaba el tema. Poco sabía ella que en ese momento, estuve completamente de acuerdo, por una vez.
Ir tras mi novio ha sido posiblemente la cosa más torpe que había hecho.
Kiba se encontraba parado con sus pulgares enganchados en su pantalón, luciendo arrepentido. —Supongo que no tienes planes para la cena de acción de gracias con la familia de Dahlia, o de Jillian, o ya lo habrías dicho.
Prefiriendo esperar hasta que terminaran las fiestas de vacaciones, aún no había llamado a mis amigas del instituto para dejarles saber que me encontraba en casa. Jillian había reprobado al final del primer año, después de lo cual se había mudado a casa para capacitarse para la gestión de Forever 21 y comprometerse con algún chico que tenía una joyería en el centro comercial.
Dahlia estaba en segundo año de su programa de enfermería en Oklahoma.
Habíamos crecido separadas desde la graduación. Fue extraño, lo inconexas que las sentía a cada una de ellas ahora, cuando habíamos sido inseparables durante cuatro años de escuela secundaria.
Dahlia tenía su bola de amigos universitarios de enfermería en un estado vecino y Jillian tenía una franja azul en su cabello, un trabajo de tiempo completo y un novio. Ambas se sorprendieron cuando Kiba y yo rompimos.
Fueron las primeras a las que les mandé mensaje y llamé, lamentándose… o intentándolo, aunque nosotras no habíamos sido cercanas en más de un año. Esperaba que pudiéramos salir y ojala no discutir sobre Kiba hasta el cansancio.
—No tengo planes con nadie. Pensé que sería bueno estar en casa sola. —
Subrayé la última palabra, mirándolo fijamente.
—No puedes estar aquí sola en acción de gracias.
Odiaba la lastima subyacente de su exaltación, y le lancé una mirada
asesina.
—Sí, sí puedo.
El verde oscuro de sus ojos analizó mi cara.
—Sí, si puedes —aceptó—. Pero no hay ninguna razón para que lo hagas. ¿Podemos ser amigos, correcto? Siempre vas a ser importante a mí. Lo sabes.
Y no sabía eso. Pero si decía que no, si insistía en quedarme en casa de mis padres sola y comer una hamburguesa de pavo calentada en el microondas para acción de gracias, se vería como si no pudiera superarlo. Como si estuviera tan lastimada que no pudiera estar a su alrededor.
—Muy bien —dije, casi lamentándolo instantáneamente.
***
—Así que tú y el idiota de mi hermano nuevamente están juntos, ¿O qué? —
preguntó Carter, en voz baja.
Si no fuera tan grande, Carter habría sido una copia de su hermano mayor: mismos ojos y mismo pelo.
Pero cuando Kiba era alto y esbelto, Carter había adquirido la misma altura, pero con la circunferencia y el músculo de atleta. Ya que lo conocía desde que era un nervudo de catorce
años, cuando Kiba todavía era más alto que él, su transformación fue alucinante. Lo recordaba como un muchacho tranquilo, taciturno, eclipsado por
su hermano mayor. Claramente había terminado con esa fase.
Miré detrás de nosotros mientras poníamos la mesa, aliviada de que nadie
más pudiera escuchar.
—No.
Siguió detrás de mí, colocando los tenedores sobre las servilletas que había doblado.
—Que mal por él.
Mis ojos se ampliaron un poco con esto, y cuando lo miré, sonrió
burlonamente.
—¿Qué? Cualquiera puede ver que eres demasiado buena para él. Así que ¿por qué estás aquí?
—Hum, gracias. Y mis padres salieron a Breckenridge.
Retrocedió, asombrado.
—Joder ¿Hablas en serio? Y pensé que mis padres eran los idiotas más grandes en esta ciudad.
No pude evitar sonreír, aunque lo reprimí tanto como me fue posible. Carter siempre parecía indomable y emocional junto al resto de su lógica familia de mentalidad fría. Nunca había considerado que tan extraño se ha de haber sentido con ellos —el impetuoso niño de en medio entre Kiba y su hermana Hanna..
—Lenguaje, Carter —dijo Kiba, dando vuelta en la esquina.
—Jódete, Kiba —replicó Carter, sin perder un segundo.
Contener completamente mi reacción era imposible. Mi mandíbula se volvía como una roca en el intento, pero un pequeño bufido se me escapó, lo que valió una gran sonrisa de Carter. Él me guiñó un ojo, antes de arrastrarse fuera a la cocina para ayudar a su madre. Parpadeé, imaginando que las pobres muchachas en mi antigua escuela secundaria debían de colapsar contra sus casilleros cuando él pasaba caminando.
Kiba frunció el ceño.
—¿Que sucedió con “él no es mi hijo”? —
Pregunté, colocando la última cuchara antes de girarme hacia él
—. ¿Está bien regañarlo por dejar caer la bomba S, pero te lavas las manos para ayudarlo a patear un problema de drogas?
—Definitivamente pedía aquello. Ganar un debate contra Kiba era imposible.
Él inclinó su cabeza.
—Buen punto. Parpadeé nuevamente, pensando que los chicos Inuzuka iban a dejarme en un estado de shock hasta matarme, para el momento que me fuera de la
ciudad. Grant y Bev Inuzuka fueron tan ajenos a todo como Kiba había prometido. No parecieron detectar el aire tenso entre su hijo y yo en las cuatro horas que pasé con ellos, o la ausencia de nuestra habitual demostración de afecto.
Él pasó un brazo por la espalda de mi silla durante la comida, y aunque impulsó mi silla en cuanto me senté —como había sido planteado— él no besó mi mejilla o tomó mi mano. Cuando Hannah redujo sus ojos afilados sobre nosotros, pretendí no notar su observación. Carter, por supuesto, me acosaba y coqueteó conmigo escandalosamente, tratando de hacerme reír y molestar a su hermano. Tuvo éxito en ambos casos, mientras sus padres no discernían nada.
Sin tocarnos, excepto por la presión que ejercía su pierna contra la mía, Kiba y yo nos sentamos lado a lado durante el juego de fútbol de pantalla plana del tamaño de la pared, lo cual puso a Carter tan furioso que se levantó y maldijo a la pantalla un par de veces, para que su familia entera —cuatro de ellos— tranquilamente le reprendieran. En el segundo tiempo, salió de la sala dando fuertes pisadas y desapareció durante varios minutos.
Por la manera en que flexionaba su mano cuando regresó, me dio la sensación de que fue a su dormitorio y golpeó algo.
Tan pronto como Kiba se detuvo frente a mi casa para dejarme, salí del coche, le di las gracias por invitarme y dejé en claro que iba adentro sola. Sonrió abiertamente.
—Debemos salir el sábado. Te llamaré —
Afortunadamente, no hizo ningún movimiento para salir del coche.
Como si él no hubiera propuesto nada, le di las gracias nuevamente y me dijo adiós. Una vez dentro, lo miré desde una ventana. Miró fijamente la puerta cerrada durante un minuto, antes de sacar su teléfono y llamar a alguien mientras volvía a la calle.
***
Después de hacer planes el viernes por la noche con Dahlia y Jillian, practiqué mi bajo en el salón hasta que el temporizador de la lámpara hizo clic afuera justo antes de las 11 pm en la oscuridad, dejé mi instrumento contra la pared a tientas y coloqué el arco en una estantería del librero. Mi teléfono se encendió, señalando un mensaje, y me paré en la oscuridad, leyendo y contestando.
Naruto: ¿Cuándo regresaras al campus?
Sakura: Probablemente el domingo. ¿Tú?
Naruto: El sábado.
Sakura: ¿Drama familiar?
Naruto: No. El que me dio el aventón debe irse en ese entonces.
Naruto: Quiero saber si vas a volver temprano. Quiero verte.
Naruto: Necesito dibujarte de nuevo.
Sakura: ¿Oh?
Naruto: He hecho un par de memoria pero no son lo mismo.
Naruto: No se puede lograr hacer la forma de tu mandíbula. La línea del cuello.
Naruto: Y tus labios. Necesito pasar más tiempo mirándolos fijamente y menos tiempo saboreándolos.
Sakura: No puedo decir que estoy de acuerdo con esa idea.
Naruto: Más de ambos, entonces. Mándame un mensaje cuando vuelvas.
Bien, así que dormir se descarto.
Releí el mensaje mientras recuerdos discretos de sus labios sobre los míos me atravesaban, encendiendo pequeñas llamas de un deseo que crecía y se fusionaba con mis recuerdos de la noche del sábado, se reproducían con detalle gráfico. De pie en la oscuridad, cerré mis ojos.
Debería estar furiosa, o al menos preocupada acerca de dónde Naruto/Minato se encontraba, pero intenté indignarme acerca de su pecado de omisión, pero simplemente no podía. Razonaba que era la sobrecarga de resentimiento entre Kiba y Deidara y en comparación, Naruto parecía más un acertijo que un riesgo. Mi plan para él, después de todo, había sido usarlo como un rebote, operación fase chico malo, y no era como si hubiera estado completamente próxima acerca de eso.
Intentando controlar mis pensamientos volátiles, agarré una botella de agua de la nevera y subí a mi dormitorio, la única habitación que puede encender luces en toda la casa.
Cuando revisé mi correo, vi que había uno de M. Uzumaki en medio de las ofertas de crédito e información de servicios, y mi ritmo cardíaco dio un salto. Él lo había enviado esta tarde, horas antes de nuestro intercambio de mensajes. Lejos de la escuela, empezaba a conectar a mi tutor con Naruto —el Naruto que me hablaba por detrás de este alias Minato. Quería saber por qué, pero no quería preguntar: quería que él me dijera.
“Sakura,
Descubrí que el Bait & Tackle ha añadido un café y wifi, junto con un nuevo nombre para promover estas características innovadoras. Joe (el propietario) no se molestó en hacer un letrero nuevo —él simplemente lo agregó al antiguo original. Ahora el pintado a mano señala y se lee: Bait & Tackle & Coffe, y en "Coffe" que dice "& wifi."
Tienen tres mesas pequeñas y un par de forales y grumosas sillas mullidas — como un Starbucks, si este hubiera sido decorado con los muebles de la venta de patio de la abuela de alguien. Es el único lugar en la ciudad que abre hoy, por lo que está abarrotado de gente. El café en realidad no es horrible, pero esa es la mejor recomendación que honestamente puedo darle. Y como era de esperarse, todo el lugar huele a pescado, lo cual como que denigra el ambiente previsto de bar.
¿Tu día va como lo previsto? ¿Te encierras y pones alarmas en tu casa cada noche, cierto? No quiero sonar insultante, pero dijiste que ibas a estar sola en la casa.
NU”
“Minato,
Sí, estoy ampliamente capacitada en encerrarme por la noche. El sistema de alarma participa plenamente. (Y no me siento insultada. Agradezco la preocupación).
Pasé el día en la casa de mi ex. Sus padres no tienen ni idea de que rompimos —nunca les dijo, por alguna razón. Fue incomodo. No sé por qué lo dejé hablarme de ir. Él quiere verme el sábado para "hablar". Puede que me vaya al campus temprano. Aún no lo he decidido. Veré a mis amigas mañana, así que eso debería ser más divertido.
¿Qué pasa con tu familia? ¿Qué hiciste?
SH“
No podía estar segura cuándo recibiría mi respuesta, ya que necesitaría el wifi de Bait & Tackle & Coffe para conectarse. Después de una noche inquieta — una que sigue arrastrándose, dejándome más agotada de cuando comencé— hice café y entré a mi correo de la escuela. Como era de esperar, no había nada nuevo desde M. Uzumaki en mi bandeja de entrada. Pensé en mandarle un mensaje a Naruto, ¿Pero qué le diría? ¿Que había estado dando vueltas en la cama toda la noche, pensando en sus manos sobre mí?
- Capitulo 19:
- Cuando me detuve por gasolina a mitad de camino al campus, le envié a Kiba un mensaje diciéndole que había decidido regresar temprano.
Mi teléfono sonó, antes de que incluso regresara a la carretera interestatal. Kiba.
Tomé una respiración profunda y apagué el estéreo antes de contestar.
—¿Ya te fuiste? Pensé que te irías mañana. Pensé que íbamos a hablar esta noche.
Suspiré, queriendo golpear mi cabeza contra el volante, lo cual no era la mejor idea mientras conduces a ciento diez kilómetros por hora.
—No entiendo qué es lo que quieres hablar, Kiba —
Me preguntaba si había sido ciego a la cantidad de veces que había estado preparada y dispuesta a hablar y la multitud de posibilidades que él había ignorado descuidadamente.
—Creo que cometí un error, Sakura —
Malinterpretando mi silencio atónito, añadió
—. Digo, sakura. Lo siento, creo que va a tomarme un tiempo…
—¿Qué quieres decir, con que cometiste un error?
—Nosotros. Romper.
Guardé silencio otra vez, las palabras se pegaban mientas intentaba entenderlas, digerirlas. Había evitado chismes en campus tanto como me fue posible, pero había escuchado y visto lo suficiente como para saber que Kiba no había sido ningún santo en las semanas que habíamos pasado separados.
Tampoco había tenido ninguna escasez de participantes dispuestas. Pero las chicas dispuestas a compartir su cama no eran iguales a las chicas dispuestas a aguantar sus cambios de humor de mierda, escuchar sus opiniones jurídicas exhaustivas o apoyar las metas de tu vida de la manera en que lo haría alguien que te ama. No… ése había sido mi papel. Y había sido despedida.
—¿Por qué?
Él suspiró y me imaginé lo que hacía, miraba hacia al techo, peinando el cabello de su frente y dejando allí su mano, apoyando el codo. Él no podía ocultar su habitual manierismo de mí, incluso por el teléfono.
—¿Por qué cometí un error, o por qué creo que fue un error? —
También lo sabía, que contestar una pregunta con una pregunta era su manera de comprar tiempo, mientras razonaba la manera de salir de una situación problemática
—. Esta conversación habría sido más fácil en persona…
—Estuvimos juntos casi tres años, y tú sólo rompiste conmigo… sin siquiera… no había… — Tartamudeaba. Me paré y tomé una respiración profunda
—. Tal vez no fue un error.
—¿Cómo puedes decir eso? —
Tuvo el descaro de sonar herido.
—Oh, no sé —
espeté
—. Tal vez de la misma manera que tú tan fácilmente rompiste en primer lugar.
—Cerezo…
Mi dietes rechinaron juntos.
—No. Me. Llames. Así.
Guardó silencio, y todo lo que escuché fue el ruido de la calle mientras mi camioneta comió los kilómetros de nada entre el último pueblo y el siguiente. La mayoría de los campos a ambos lados de la carretera se encontraban inactivos, dada la época del año, pero un enorme selector verde hacía su camino a través de un campo de algodón, y me quedé viendo. No importaba lo que le sucedía a alguna persona individual, la vida pasaba en otros lugares. La primera vez que
KIba me besó, estaba a la razón de que al mismo tiempo, otras personas se separaban. Y la noche que Kiba rompió mi corazón, en algún lugar —tal vez justo allí en mi dormitorio, otras personas se enamoraban.
—Sakura. No sé qué es lo que quieres que te diga.
En cuestión de segundos, había pasado a través de una ciudad que contaba con un centro comercial de tamaño considerable a las afueras. Cada milla me llevaba más lejos de Kiba. Cerca de Naruto. Me estremeció la noción de que Naruto era alguien al cual ir, antes de darme cuenta de que él había sido esa zona de seguridad para mí desde el momento en que nos conocimos.
—Nada —
respondí
—no quiero que digas nada.—
Mi ex tenía el sentido para saber cuando había alcanzado un punto muerto. Él me dio las gracias por haber ido el jueves y dijo que estaría en contacto una vez que consiguiera volver a la escuela, lo cual no concordé.
“Sakura,
Parece que él quiere hacer una copia, o al menos, quiere algo más que amistad. La pregunta es, ¿tú qué quieres? Mi familia sólo somos mi papá y yo. Tuvimos viejos amigos para el día de
acción de gracias, así era más conversacional que él habría sido lo contrario.
Cuando somos sólo nosotros dos en esa casa, tendemos a pasar horas sin hablar.
Sin contar "perdón" y "pásame la sal", ese tipo de cosas, el silencio puede abarcar días enteros.
Papá es propietario de un barco de pesca. No pasa mucho en esta época del año en la bahía, aunque organiza viajes de pesca en alta mar o tours de observación de aves nativas durante el invierno. Él había programado uno para hoy, así que nos despedimos a las 5am, y aquí estoy, en mi lugar justo después del mediodía.
NU”
Naruto se encontraba a diez minutos de mí. Luché con las ganas de mandarle un mensaje y decirle que también había vuelto. Sabía que no ganaría esta batalla por mucho tiempo.
Desempaqué y lavé mi ropa sucia. Las máquinas en nuestro piso eran de fácil acceso con tan pocos de nosotros de vuelta, pero no sería el caso mañana, cuando todos regresaran.
Había elegido ropa que no me exigiera ir arriba o abajo. Evitando la escalera totalmente se había convertido en uno de mis caprichos. No iría por ningún motivo, incluso en un grupo. Mi subterfugio
funcionaba con todos excepto Ino, que se me quedó viendo con los ojos
entrecerrados la segunda vez que lo usé:
—Se me olvidó algo en mi habitación… te veo abajo.
Una noche, me preguntó directamente:
—Te da miedo de entrar en el hueco de la escalera, ¿Cierto?
Pintaba mis uñas de un rojo sangre, y miré el cepillo pequeño y trataron de mantener mi mano en movimiento. Desde la cutícula, deslizar. Desde la cutícula, deslizar.
—¿No lo tendrías tú?
—Sí —
respondió.
La siguiente vez, fue Ino la que dijo:
—Oh mierda, dejé mi bolso en mi habitación. S, ábreme, ¿Si? —
En cuanto a los demás, dijo
—: Oigan, nos vemos abajo en cinco minutos ¿Vale?
—Sí —
respondieron.
Sakura: Ya estoy de regreso.
Naruto: No pensaba que estarías de regreso sino hasta mañana.
Sakura: Cambié de idea.
Naruto: Así lo veo. ¿Estás libre esta noche?
Sakura: Sí.
Naruto: ¿Cena?
Sakura: sí.
Naruto: Te recojo a las 7.
—Nunca he tenido a un chico cocinando para mí antes.
Sonrió desde el otro lado del mostrador, picando verduras crudas y rociando algo sobre ellas que él sólo había mezclado.
—Bien. Eso efectivamente debe bajar tus expectativas. —
Vació los ingredientes sobre un pedazo de papel de aluminio, lo enrolló y lo puso en el horno con el resto de la cena. Inhalé a través de mi nariz.
—Mmm, no, huele bien. Y parece que sabes lo que estás haciendo allí. Tengo miedo de que mis expectativas sean anormalmente altas.
Ajustó un temporizador, lavó y secó sus manos y dio vuelta a la esquina, tomando mi mano y llevándome al sofá.
—Tenemos quince minutos.
Nos sentamos lado a lado, y examinó mi mano, sus dedos se sentían fríos mientras trazó las uñas cortas que no interferían con mi bajo, su pulgar acariciaba el dorso de mi mano. Girándola suavemente, su dedo índice pasaba hacia arriba y abajo, dentro de los valles sensibles entre mis dedos.
Dibujó una espiral en mi palma, moviéndose lentamente hacia el centro y era hipnotizante verlo y sentirlo tocándome tan suavemente.
Sus dedos se deslizaban entre los míos, palma con palma, y me jaló para que me tirara sobre su regazo, presionando sus labios en la base de mi garganta. Cuando el temporizador sonó unos minutos más tarde, estaba más allá de mi capacidad el poder escucharlo.
La comida que él había preparado se encontraba encerrada en paquetes individuales de papel aluminio: verduras, papas al horno y pargo rojo que había capturado hace dos días. Kyubi maulló como una alarma de incendios hasta que le dio su propia porción de este último.
—Así que supongo que ¿Estás acostumbrado a cocinar para uno? —
le pregunté mientras nos trasladamos a la mesa pequeña empujada contra la blanca pared.
Él asintió.
—Durante los últimos tres años, más o menos. Antes de eso, cocinaba para dos.
—¿Tú cocinabas? ¿No tu mamá o tu papá?
Él aclaró su garganta, recogiendo papa con su tenedor.
—Mi mamá murió cuando tenía trece años. Antes de eso, sí, ella cocinaba. Después... bueno, o bien era aprender a cocinar o a vivir de pan y peces… lo cual sospecho que hace
papá cuando no estoy en casa, aunque intento hacerlo comprar fruta o algo verde ocasionalmente.
Oh. Su historia se ajustaba con la de Minato
—viviendo con su padre, no hermanos— y debe haber sido consciente de ello. También había sido un chico que había perdido a su madre, y era demasiado consciente de acusarlo de duplicidad en ese momento.
—Lo siento.
Él asintió una vez, pero no ofreció nada más. Después de comer, dejó salir al gato, volvió a la mesa y tomó mi mano y me llevó a su dormitorio. Nos acostamos sobre nuestros costados, en el centro de su cama, uno frente al otro, sin decir nada. Su toque era casi insoportablemente
suave, susurrando sobre mi mandíbula, bajando por un lado de mi cuello, antes de soltar los botones de la blusa blanca que había escogido, uno por uno.
Deslizándola de mi hombro, tocó con sus labios mi piel desnuda, y cerré mis ojos y suspiré. Mis manos lo empujaron por debajo de su camiseta hasta que se sentó, sacándola por sobre su cabeza y arrojándola en un sólo movimiento, se recostó sobre mí y me besó.
Su boca era demandante, sus labios separaron los míos y su lengua entró en mi boca. Creí sentir un temblor pasar a través de él cuando mi mano se apoderó del lugar en su costado donde se encontraban inscritas las palabras. Me hizo rodar hasta estar sobre él y empujó la camiseta de mi hombro opuesto, dejándola allí, a la mitad, mientras trasladó su atención a la piel por encima del sujetador, mi cuerpo entero se estremecía como si una carga estática me atrajera hacia él.
Sin ninguna duda o explicación, se detuvo en la línea que había dibujado la semana pasada. Hablando se limitaba allí y Dios y oh. Y entonces nada excepto gemidos y sonidos ininteligibles que sólo podrían interpretarse como sí, sí, sí.
—Debo regresarte. —
Su voz fue brusca. No habíamos hablado en al menos una hora. El reloj de su escritorio mostró que el tiempo se había colado cerca de la medianoche.
Me entregó el sostén y se volvió a poner su camisa. Cuando me puse de pie, sostuvo mi blusa mientras metía mis brazos por las mangas, y luego me dio vuelta, abrochó los botones y se inclinó hacia abajo para besarme cuando terminó, sus manos enmarcaban mi cara.
De pie junto a su moto, me ponía los guantes cuando la puerta trasera de la casa se abrió y surgió un hombre, sosteniendo una bolsa de basura. Abrió el cubo de basura con ruedas y la arrojó adentro.
Cuando se dio vuelta para entrar, me di cuenta de que Naruto aún no se movía, quedó congelado, viéndolo. Como si hubiera sentido nuestros ojos sobre él, el hombre se volvió bajo el foco de la
puerta de atrás. Era el Dr. Hatake.
—¿Minato? —
dijo, y ninguno de nosotros se movió o respondió
—.¿Sakura? —
añadió confundido. Al mismo tiempo, pareció registrar qué hora era y el hecho de que los dos habíamos acabado de salir del apartamento de su inquilino. No podría haber ninguna tutoría como excusa… no es que fuera apropiado que nos reuniéramos en el apartamento para tutoría, sin importar la hora del día.
Nadie habló durante un largo momento, y luego los hombros del Dr. Hatake cayeron. Él suspiró antes de aclararle a Naruto con una expresión decidida.
-Necesitó que me encuentres en la cocina cuando regreses. No más de treinta minutos, por favor.
Las manos de Naruto se apretaban alrededor del casco. Dio un guiño al Dr. Hatake antes de ponérselo. Cuando se volvió para asegurarse de que el mío había sido atado correctamente, nuestros ojos se encontraron una vez pero él no dijo nada y tampoco yo. Durante el paseo de diez minutos de regreso, ninguna claridad llegó. Ni palabras mágicas, ni exoneración de sus mentiras. No podía pensar en nada qué decir o hacer más que esperar a que me dijera por qué.
Llegamos y me bajé de detrás de él, torpemente retiré el casco y arreglé mi cabello con los dedos enguantados. Todavía sobre la moto, retiró su casco también y los encajó juntos como si no tuviera planes de ponerse el suyo otra vez.
Cuando me puse frente a él, miraba sus manos, sujetando con fuerza el manubrio.
—Ya lo sabías, ¿Verdad? —
Su voz era baja, pero no podía deducir su estado de ánimo.
—Sí.
Levantó la vista, frunciendo el ceño y buscando mis ojos.
—¿Por qué no dijiste nada?
—¿Por qué no lo hiciste tú? —
contraataqué. No quería responder preguntas. Quería respuestas a mis preguntas, y tenía la impresión de que iba a hacerme preguntarlas
—. ¿Por lo que tu nombre es Naruto, pero te Kakashi llama Minato? Y esa chica… otras personas también te llaman Naruto. ¿Cuál es?
Su mirada volvió a sus manos por un momento, y mi ira se expandió como un globo inflado debajo de mis costillas. Parecía estar decidiendo qué decirme y qué guardarse.
La Harley se encendió suavemente, lista para salir disparada como un cohete en cualquier momento.
—Es ambos. Naruto es mi primer nombre, Minato es el segundo. Voy por
Naruto... ahora. Pero Kakashi, el Dr. Hatake, me ha conocido durante mucho tiempo. Él todavía me llama Minato —
Sus ojos oscilaron hasta los mío
—. Ya sabes, creo, lo difícil que es conseguir que algunas personas dejen de llamarte como siempre te han llamado.
Muy lógico. Todo. Excepto la parte donde pretendió ser dos chicos
diferentes conmigo.
—Pudiste habérmelo dicho. No lo hiciste. Me mentiste.
Apagó la moto y pasó sus piernas por un lado, parándose delante de mí y sujetándome por mis hombros.
—Nunca te mentí. Hiciste suposiciones… basadas en como Ka… Dr. Hatake me llamó. Mira nuestros correos. Nunca me llamé a mi mismo Minato.
Me zafé de su alcance.
—Pero me permites llamarte Minato.
Sus manos cayeron pero me miró fijamente, impidiéndome mover.
—Tienes razón, esto fue mi culpa. Y lo siento. Te quería, y esto no podía suceder como Minato. Cualquier cosa entre nosotros es contra las reglas, y las rompí.
Tragué pesadamente, luchando para no ahogarme. Escuché lo que no dijo, sin embargo. Me decía que había terminado, simplemente así. La terrible realidad de la traición que Kiba había comenzado semanas antes de que regresara corriendo, como si una presa se rompiera, y sin notar que me ahogaba en ella. Mis padres me habían abandonado, Kiba me había abandonado,
mis amigos, excepto por Ino y Ten ten, me habían abandonado. Y ahora Naruto/Minato. Dos relaciones diferentes, las cuales se habían convertido en importantes.
—Así que se terminó.
Él me miró y no pude haberlo sentido más si sus dedos hubieran recorrido mi rostro.
—De lo contrario tus calificaciones podrían estar en juego. Aceptaré la responsabilidad de ello, esta noche, cuando regrese. Dr. Hatake no te tomara como responsable.
—Así que se terminó —
repetí.
—Sí —
dijo.
Me di la vuelta y caminé hacia el edificio y no escuché el motor de la Harley retumbar a la vida hasta que mi pie estuvo en la escalera de la parte inferior.
—Srta. Haruno, por favor véame un momento después de la clase.—
Alcé la vista para cumplir con la mirada el Dr. Hatake al final de la conferencia del lunes, y asentí con la cabeza mi aprobación.
—Ooohhh —
dijo Sasuke
—. Tú pequeña problemática —
Su sonrisa se cayó cuando vio mi cara
—. ¿Qué pasa? No estás realmente en problemas ¿verdad? —
Él miró a la parte posterior del salón de clases, enfocándose en la única razón por la que podría estar en agua caliente con el profesor
—. ¿Acaso él descubrió… ya sabes? —
Inclinó la cabeza en la dirección de Naruto.
—Sí.
Sus ojos se abrieron y bajó la voz.
—Oh, mierda, ¿en serio? ¿Cómo?
Negué con la cabeza.
—No importa. Él se enteró, y se acabó.
Fijando sus labios, metió su cuaderno en la mochila y suspiró.
—Oh, hombre. Lo siento. —Sus ojos negros se mostraban llenos de simpatía.
—¿Puedo hacer algo?
Negué con la cabeza otra vez, necesitando redirigir la conversación.
—Voy a estar bien. ¿Cómo estuvo la salida?
Con una amplia sonrisa, mantuvo los brazos abiertos.
—Como puedes ver, todavía estoy en una sola pieza, con todas las partes esenciales en su sitio—Él movió las cejas, arrojando su mochila sobre el hombro después de que le di un empujón
—. Fue bueno. Conseguir sacar todo fue un alivio para los dos, creo.
—Bien. —
Me sentía feliz por él, aunque no había tenido la misma experiencia con las recientes revelaciones públicas. No miraría hacia atrás a Naruto. Él había mirado su cuaderno de dibujo, cuando entré en el salón de clase, resueltamente en contra de siquiera mirarme.
—Oye, Sakura. —
Kiba sonrió al pasar en el pasillo, como si estuviera orgulloso de sí mismo por finalmente recordar mi nombre.
—Hola —
repliqué, deslizándome de él en mi camino hasta la parte delantera de la sala de conferencias.
Cuando me detuve en el escalón más bajo, el Dr. Hatake miró por encima de las cabezas de los estudiantes agrupados en torno a él y me pidió que vaya durante horas de la tarde a su oficina a recoger mi papel. Su expresión firme dijo que no era una invitación tanto como una directiva. Con mi cara caliente, le dije que estaría allí.
***
—No has hecho nada malo, así que no tienes nada de qué preocuparte.
Probablemente, sólo quiere asegurarse de que Naruto-Minato-Bob Patiñoquienquiera carajo que sea, no se aprovecha de ti.
Aprecié las palabras tranquilizadoras de Ino, aunque podrían ser equivocadas.
Tendida de espaldas sobre la cama, colgando las botas al final, miré el cuadrado de cielo plomizo visible desde nuestra sencilla ventana de cuatro por cuatro. Incluso en nuestro cuarto extremadamente caliente, me estremecí. Ino y yo descubrimos el pasado invierno que la antigua calefacción central podía bombear aire caliente en nuestra pequeña habitación hasta que era un sauna, tan sólo apagar y reanudar un lento descenso de vuelta al frío antes de reiniciarlo
de nuevo al sauna. Fue un milagro que no hubiera terminado con neumonía en febrero.
—Minato fue el tutor perfecto. Lo que hay entre Naruto y yo, no es asunto de nadie.
—Excepto mío —bromeó Ino.
Volví la cabeza y sonreí a medias.
—Excepto tuyo.
Ella añadió los toques finales a una cubierta de purpurina, un cartel temático de la hermandad.
—¿A qué hora se supone que debes estar allí?
—Entre las 3:30 y las 4:30.
—Es mejor que te largues. Me estoy yendo a trabajar tan pronto como termine esto. Envíame un texto y hazme saber si tengo que patear el culo de alguien. No olvides, mañana vamos a conseguir vestidos para la Fiesta de este fin de semana.
La capacidad de cambiar de tema rápidamente de mi compañera de
cuarto era legendaria.
—Lo recuerdo.
***
El Dr. Hatake me miró desde el otro lado de la mesa por segunda vez en este semestre, y yo luchaba por no retorcerme en la silla. Nunca había sido una niña que se ganaba la desaprobación de los docentes; encontrarme en esta posición dos veces en cuestión de semanas era increíble.
Él no me había mirado desde que me invitó a tomar asiento.
Rebuscó en un montón de carpetas y papeles, sacó mi trabajo de investigación murmurando:
— Ah, ja.
Espero Y les Guste
Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
genial que hayas puesto dos caps ambos estuvieron geniales pero porque el Dr. kakashi tubo que descubrir la relación de naruto y sakura parece que todo termino , ojala sakura no vaya a ser tan tonta de caer otra vez con kiba el no se la merece después de lo que hizo espero conti pronto saludos
aduzumaki- Sennin
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Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
yeiii me encantaron los 2 capítulos
Te juro que me encanto el hermano
de Kiba, ahora es uno de mis personajes
favoritos , porque Kakashi tuvo
que descubrir lo que estaba pasando
entre Naruto y Sakura, ahora por su culpa
todo se acabo , espero que
Kiba no vaya a aprovechar esta ocasión
y que no intente nada con Sakura
Espero que pronto subas el siguiente capitulo
Te juro que me encanto el hermano
de Kiba, ahora es uno de mis personajes
favoritos , porque Kakashi tuvo
que descubrir lo que estaba pasando
entre Naruto y Sakura, ahora por su culpa
todo se acabo , espero que
Kiba no vaya a aprovechar esta ocasión
y que no intente nada con Sakura
Espero que pronto subas el siguiente capitulo
mio-chan- Sannin
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Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
ahhhhhhhhhhh me he perdido 4 increíbles capítulos!!!!!!!!
perdón perdón perdón soy una mala seguidora ....
Me encanto en la parte en el que Naruto y Kiba casi casi se agarran a golpes jajajja
Kiba esta tratando de volver con Sakura pero a ella ya no interesa en lo absoluto estar con el .....
Kakashi se esta volviendo un gran problema interviniéndose en la relación de Minato y Sakura....
Espero que se arreglen las cosas....
Quiero contiiiiii espero con ansis.....
perdón perdón perdón soy una mala seguidora ....
Me encanto en la parte en el que Naruto y Kiba casi casi se agarran a golpes jajajja
Kiba esta tratando de volver con Sakura pero a ella ya no interesa en lo absoluto estar con el .....
Kakashi se esta volviendo un gran problema interviniéndose en la relación de Minato y Sakura....
Espero que se arreglen las cosas....
Quiero contiiiiii espero con ansis.....
sakuraforever_24- Chunnin
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Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
me encanto el doble capi!!!!! pero me mori en el cap 19, maldito kakashiii porque separas un amor tan grande !! lo mato!! bueno espero con ancias la conti besos saludos ja ne!!
Hana-Sakura- Aprendiz
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perdida en el camino de la vida...
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Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
Conti porfa ^.^!!
SakuNaru Haruno- Aprendiz
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Re: Operacion Chico Malo (Capitulo FINAL :( ) 06/09/2013
Hola Les traigo Nuevo Capitulo
Nos Vemos
- Capitulo 20:
- Mis manos se crisparon en mi regazo, mientras él lo examinaba, hojeando las páginas grapadas. Me pregunté si ya había escrito una nota, o si lo que dije o no diría en los próximos minutos influiría en él.
Se aclaró la garganta y me estremecí.
—He hablado con el señor Uzumaki, lo que supongo sabes.
Tomé una respiración nerviosa.
—No, señor. No hemos hablado.
Alzó las cejas, los ojos muy abiertos.
—Ya veo —
Él frunció el ceño como si estuviera confundido
—. Bueno. Te preguntaré lo que le pregunté a él, y me gustaría tu honestidad, por favor. ¿Le ayudó en la producción de este trabajo?
Le devolví una mueca perpleja, sin saber qué, exactamente, me preguntaba.
—Él me dio algunas pistas sobre las fuentes de investigación. Y leyó el artículo terminado y señaló algunos errores que necesitaba corregir antes de entregarlo. Pero el trabajo es mío.
Él asintió con la cabeza y suspiró.
—Está bien. ¿Existe también una cuestión sobre un examen en el que pudo haber dado algunos... digamos un aviso... por adelantado a los otros estudiantes?
Tragué.
—Me sugirió que haga la hoja de cálculo que él había enviado —
El Dr. Hatake me examinó con una mirada directa y unas elevadas, cejas tupidas, y corregí
—. Sugirió muy firmemente que lo haga. Pero nunca me dijo que iba a ser un examen, y, francamente, pensé que estaba siendo mandón, ni siquiera detecté cualquier indicio. —
Mierda.
—Él ha asumido la completa responsabilidad por su error de criterio, Srta. Haruno.
No podía respirar, mis pensamientos revueltos. Desde el primer momento que lo vi —enfrentando a Deidara en el estacionamiento y, tirarlo lejos de mí— había estado protegiéndome. ¿Se encontraba en peligro de ser despedido de su trabajo debido a nuestra relación, lo que sea que haya sido?
Me acerqué, mi mano sobre el escritorio.
—Naruto no lo hizo, no se aprovechó de mí de ninguna manera. Fue muy servicial, como tutor. Tengo otra clase durante sus sesiones de grupo, así que no podía asistir a ellas, pero él me
envió por correo electrónico las hojas de trabajo —
Sin aliento, me detuve, no quería hacer esto peor de lo que ya era. No podría parecerme a una chica enamorada o mis declaraciones no tendrían ningún peso en absoluto
—. No debería estar en problemas por mi culpa.
Mi profesor se quedó mirando mi trabajo, todavía en sus manos. En todo caso, parecía más preocupado que hace unos momentos. Con la frente arrugada, levantó los ojos y me miró un momento.
—También dijo que usted no era consciente del hecho, de que el chico que... veía... era su tutor. Que su relación académica se llevó a cabo a través de correo electrónico solamente.
Asentí, no queriendo contradecir nada de lo que Naruto dijo.
Suspiró de nuevo, recostado en sus pensamientos, tapándose la boca con una mano. Por último, deslizó el papel encima de la mesa para mí.
—Su investigación y las conclusiones fueron impresionantes para una estudiante universitaria. Buen trabajo, Srta. Haruno. Si lo hace bien en el final, la calificación en el curso no debería sufrir de los, eh, trastornos emocionales a los que se enfrentó a mitad de semestre. Un consejo, sin embargo. Esta no será la última vez que tenga que lidiar con algo en la vida que la lanza fuera de su juego. En los próximos cursos, así como en el mundo real—tal como es—los profesores y
empleadores no siempre serán complacientes. Todos tenemos que, ¿cómo es la terminología de mi hija? aguantar y tratar.
Me resistí de voltear a la última página para ver mi calificación.
—Sí, señor—
Sabía que debería ponerme de pie, agradecerle, y salir de su oficina, mientras
todavía esté sobre su lado bueno. No podía hacerlo
—. ¿Y Naruto? ¿Está en problemas? ¿Él...va a perder su trabajo?
Él negó con la cabeza.
—No parece que se haya hecho ningún daño real, aunque he recordado a Minato—er, Naruto—que a veces, cómo es percibida una situación, carga más peso que la realidad de la cuestión. Con esto en mente, le sugerí que se limite a adecuadas interacciones de tutoría para la duración del
semestre.
Naruto no había mencionado la posibilidad de futuras interacciones. Su respuesta acerca de si habíamos o no terminado fue concluyente, y no me había enviado correos electrónicos o mensajes de texto que lo contradigan, ni había mirado mi camino en la clase de hoy, que yo sepa.
—Gracias, Dr. Hatake. —
Esperé hasta que estuve fuera para comprobar la calificación que había recibido, un 94. Sin lugar a dudas mejor de lo que lo hubiera hecho en el parcial, si hubiera estado presente durante el mismo. Ignoré a Naruto en mi camino a mi asiento antes de la clase del miércoles y el viernes, y lo ignoré una vez más al salir, especialmente cuando encontré a Kiba esperando en el pasillo para acompañarme en los dos días. El miércoles, mi ex me preguntó cómo iba la tutoría.
—¿Qué? —
Me tropecé en el siguiente paso y él agarró mi codo.
—¿Eran dos estudiantes de octavo grado o dos en el noveno grado que tuvieron un gran enamoramiento contigo? —
Se rió, volviendo las cabezas de dos chicas que pasaban por el camino externo, típico de Kiba, él no parecía darse cuenta
—. ¿O es que todos tienen un flechazo contigo ahora?
Ah… las lecciones de bajo, no las tutorías de economía. Metí mi barbilla en mi bufanda peluda y tiré de la cremallera de mi abrigo hasta mi garganta cuando doblamos la esquina del edificio y una ráfaga de aire helado nos golpeó, y él se subió el cuello y metió sus manos en los bolsillos del abrigo.
—No tengo ni idea de lo que están pensando, la mayor parte del tiempo. Son todos un poco hoscos.
Me miró y sonrió, ese hoyuelo cautivando mi atención, que ya la tenía desde la primera vez que lo vi y desde allí, sus hermosos ojos . Me golpeó con el codo ligeramente.
—Mal genio es evidencia sólida de que todos están enamorados de ti.
Con el ceño fruncido, me enfrenté hacia adelante y tomé el ritmo. No me podía imaginar a dónde iba con eso, pero no lo seguí.
—Te veré más tarde, Kiba. Tengo que llegar a español.
Él me tomó del brazo.
—¿Ten ten dijo que ibas a venir a la Fiesta el sábado?
Asentí con la cabeza. Ino y yo pasamos cuatro horas de compras para los vestidos y los zapatos la noche del martes. Ella daba lo máximo en su intención de hacer a Shikamaru lamentar cualquier decisión que él había hecho que no incluía la adoración a sus pies.
—¿Qué pasó con 'Me encanta la caza'? —
Yo le había pedido que descarte el décimo o undécima vestido de coctel no-del-todo-perfecto antes de que baile dentro en un poco de tela plateada con un tajo en el muslo alto.
Sonriendo en el espejo con resolución depredadora, ella había esperado a que le subiera el cierre y examiné su cuerpo en el traje reflectante que hacía resaltar su pelo rojo como si estuviera en llamas.
—Oh, estoy cazando ¿Bien? —
ronroneó.
Me separé de Kiba sin mirar atrás, y él llamó:
—Te veo más tarde, Sakura.
Consideré y rechacé todas las excusas que pude inventar de porqué necesitaba retirarme, tardíamente, deseando nunca haber accedido a acompañar a Ino a la fiesta anual. Mi compañera de cuarto normalmente sana, se había decidido a hacer la vida de su ex novio un infierno por lo menos durante una noche.
En la cena del viernes, dijo:
—Tengo que hacer esto. Por el cierre. —
Ten ten arqueó una ceja hacia mí desde el otro lado de la mesa. Entre el drama Ino/Shikamaru, los intentos de Kiba para revertir nuestra separación, y la probable presencia de Deidara, la noche del sábado no podía estar tan cerca sobre mí.
***
Evitar el contacto visual durante la clase de defensa personal de la mañana del sábado resultó más difícil que esquivarnos durante la de economía, pero Naruto y yo lo conseguimos durante la primera hora. La parte más rara de la semana pasada fue las hojas de trabajo que continuó enviando, pero sin ninguna nota más allá. El correo electrónico completo, consistió en: Nueva hoja de cálculo adjunta NU.
—Donde una patada es más probable que sea mal calculada por la víctima o evadida por el perpetrador, un golpe de rodilla es de corto alcance y ejecutado con mayor facilidad, así que nos vamos a centrar en esta primera defensa —La voz de Jiraya me trajo de vuelta a la clase de defensa personal
—. Y supongo que ustedes señoras saben a lo que están apuntando con la rodilla.—
Divididos en dos grupos, como estábamos hace dos semanas, fui a pararme en el grupo de Nagato y siguió Ino. Él sostuvo un cojín grueso con correas en su antebrazo muscular para mantenerlo en su lugar, explicando lo básico del golpe de rodilla y pidió un voluntario para ayudar a demostrar, al que Ino fácilmente respondió. Me sentí orgullosa de su rotundo ¡NO! mientras ella agarró los hombros de Naruto y estrelló su rodilla contra la almohadilla. Reconocí el movimiento de Naruto por haberlo usado en Deidara —aunque lo había golpeado en la barbilla en lugar de la ingle. Deidara había ido directamente al suelo. Y se quedó allí.
Cuando llegó mi turno, mis vacilaciones autoconscientes desaparecieron con el estímulo vocal de mi grupo y los "¡Otra vez!" de Nagato entre cada ataque.
Estimulada, me dirigí de nuevo a Ino con los ojos abiertos y temblando de adrenalina. Ella se rió y dijo:
—Lo sé, ¿verdad?
Progresamos a patadas, y cada vez que di una, oí un gruñido gratificante de Nagato, mi temor de que nunca podría replicar esto en la vida real disminuyó. Vickie —la mujer de pelo blanco, que sin saberlo, me había dado el coraje para permanecer en la clase hace dos semanas— preguntó cómo, incluso si golpeamos el lugar correcto con la fuerza suficiente, podríamos ganar contra un
hombre de su tamaño.
Nagato nos recordó que no tenía que ganar una pelea, sólo tenía que escapar.
—Cada segundo te compra tiempo para correr.
Cuando Jiraya anunció un breve descanso, miré de reojo a Naruto. Sobre las cabezas de dos chicas, una de las cuales hablaba con él, sus ojos se encontraban puestos en mí, su glacial azul a través del cuarto brillante. Después de la actividad física de la mañana, mi respuesta fue abrumadora. Mi respiración pasó a superficial y rápida, ninguno de los dos se dio la vuelta hasta que Ino enganchó su brazo con el mío y tiró de él.
—Vamos, amante —
murmuró, inaudible para nadie más que yo. Me sonrojé y dejé que me llevara al pasillo, hacia el vestuario. Inclinada sobre el fregadero, me eché agua en la cara y miré al espejo, preguntándome
qué vio Naruto cuando me miró. Lo que Kiba vio. Lo que Deidara vio.
—¿Estás muy enamorada, no es cierto? —
Ino me entregó una toalla de papel y frunció los labios, inclinando la cabeza mientras observaba mi rostro en el espejo, también. Sus ojos encontraron los míos
—. Debería haber sabido que la terapia de consuelo no iba a funcionar contigo. Si te hace sentir mejor, él no se ve menos interesado que tú.
Rodé mis ojos, acariciando el agua de mis mejillas.
—Lo creas o no, eso no hace que me sienta mejor.
Arqueó una ceja, su mirada se trasladó a su propio reflejo, mientras se alisó una imperfección imaginaria en el labio y se ajustó su salvaje cola de caballo.
—Mmm-hmm.
***
—Estamos listos para aprender los últimos movimientos durante la siguiente hora más o menos, la defensa contra agarres y estrangulaciones. La próxima semana, vamos a integrar lo que han aprendido en todos los escenarios posibles
Aplaudiendo con sus manos juntas, Jiraya añadió
—. Divídanse y vamos a empezar.
Después de que doce de nosotros se habían automáticamente separado en nuestros grupos anteriores, Jiraya se dirigió a los hombres, que se encontraban acolchados parcialmente, incluyendo el casco.
—Nagati, Naruto, vamos a tener que desconectar dos para esta parte. Mezcle las tácticas de los atacantes un poco.—
Oh, Dios. Tanto para evitarnos entre sí.
Aunque yo sabía que no evitaba esto, mi cerebro trató de buscar cualquier manera de tener los brazos de Naruto cerrados a mí alrededor en frente de todos.
El primer ataque fue llamado el abrazo de oso, y la intrépida, de pelo blanco Vickie se ofreció a ayudar, para demostrar la defensa en cámara lenta en su contra. Miré con Ino y las otras tres damas de mi grupo, mi respiración irregular y mi corazón palpitaba como si estuviera tratando de salir de mi caja torácica.
Él ni siquiera me había tocado.
La necesidad de casco se hizo evidente cuando él explicó el uso de cabezazos —la nuca de la víctima, impactando en la boca o la nariz del agresor.
También hubo en el empeine pisando fuerte (todo el mundo se rió cuando Naruto pidió que se abstengan de pisar fuerte sus pies sin protección —con mucho gusto él iba a reaccionar como si lo hubiéramos hecho con fuerza), el codo a la cintura, y un movimiento llamado por Jiraya la cortadora de césped, que se acercó para comprobar nuestro progreso.
Moviéndome para pararme frente a Naruto, dijo:
—Esto va a ser otro paso que preferiríamos que nadie intente en serio sobre nuestros valientes instructores—
Él se volvió y golpeó el hombro de Naruto
—. No queremos dejar a nuestros niño incapaces de paternidad —
Mientras las mujeres se echaron a reír, Naruto se sonrojó ligeramente de color rosa y se quedó mirando el suelo, sus labios
atornillados en una sonrisa desconcertada
—. En un ataque de la vida real, si tienen una mano libre y baja, alcanzarán atrás y agarrarán los bienes, girando y tirando hacia fuera como si estuvieran dando arranque a una cortadora de
césped.
Demostró, completo con un efecto de sonido del arranque de una cortadora de césped, e incluso el grupo de Nagato veía y reía. Naruto se mordió los labios y sacudió la cabeza.
Uno por uno, los seis de nosotros fuimos a pararnos frente a él, enfrentando al grupo, esperando a que los agarre para que pudieran practicar las técnicas.
La cortadora de césped fue un favorito de las señoras mayores, y todas ellas lo utilizaron, junto con el efecto de sonido. Con ojos brillantes, Ino usó toda la defensa individual que acababa de aprender, una tras otra, cabezazo, pisar los pies, rasguñar las canillas, el codo en el abdomen con un brazo y el arranque de la cortadora de césped con el otro. Las señoras de nuestro grupo aplaudieron y Naruto dijo:
—Buen trabajo. Él va a estar en el suelo rogándote que huyas en este momento.
—¿Primero debo darle una patada? —
preguntó completamente seria.
—Uh... si él no está haciendo un movimiento hacia ti, entonces, corre. No
quieres que agarre tu pie y te derribe —
Ino asintió con la cabeza y se dirigió de nuevo a mí, apretándome la mano cuando llegó a mi lado.
Me miró a los ojos mientras me acercaba. Miré hacia atrás, dándole la espalda a él cuando lo alcancé, tratando de concentrarme en lo que se suponía debía hacer a continuación.
De repente, sus brazos se encontraban a mi alrededor, como bandas, pero más suave que lo que cualquier atacante sería nunca. Sus brazos musculosos eran sólidos y rígidos. Desconcertada, me olvidé de todas las defensas que acababa de aprender y luché inútilmente contra su fuerza.
—Golpéame, Sakura —
dijo en mi oído
—. Codo.—
Le di un codazo a su cubierto abdomen acolchado y gruñó.
—Bien. Písame.
Lo actué, con cuidado.
—Cabezazo.
La parte superior de mi cabeza apenas le llegaba al mentón acolchado, pero lo embestí.
—La cortadora de césped —
Su voz era suave y entrecortada, y no pude, ni siquiera recurriendo a cada pedacito de imaginación que poseía, verme tocándolo allí para hacerle daño.
Hice el movimiento, sin el efecto de sonido, ruborizándome por completo, y él me soltó. Tropezando hacia Ino, me habría sentido tonta, pero por el hecho de que todas las mujeres en la sala estaban haciendo exactamente lo que yo acababa de hacer. Excepto que no con un hombre cuyo contacto, hacía que sus entrañas se tornaran calientes y líquidas.
No con un tipo que la hacía querer girarse y envolverse en esos brazos.
Mi grupo sonrió y me palmeó en los hombros y me elogió como si no me hubiera congelado por completo al principio.
El abrazo de oso frontal, fue peor, pero por la forma en que los ojos de Naruto se dilataron ligeramente cuando me miró, mi pecho presionado contra el suyo. Como Ino dijo, no se veía sin afectar—un conocimiento que me hizo sentir mejor y peor.
Las estrangulaciones fueron más fáciles, y las hice sin sus indicaciones verbales.
Y luego la clase había terminado, con Jiraraya animándonos a la práctica
—La próxima semana los chicos estarán cubiertos de cuerpo entero, y serán capaces de molerlos a palos, sin tabúes. Ino y Vickie chocaron los cinco, y Jiraya les sonrió a las dos, frotándose las
palmas de las manos.
—Sanguinario y despiadado. Exactamente lo que quiero ver.
No había asistido a ningún evento de hermandad desde la fiesta de Halloween, y apenas había visto Deidara desde nuestro incidente en el hueco de la escalera —siempre dentro de un grupo, y siempre en público. Cuando él se acercaba, yo me alejaba, como si su mismo ser me repugnara, lo cual era cierto.
El mero pensamiento de él todavía hacía que mi boca se secara y creaba un nudo en mi estómago.
En nuestra habitación, Ino se volteó, tras su verificación final en el espejo.
—Será mejor que él se quede lo más lejos posible de ti, o voy a probar la cortadora de césped en su trasero —
declaró.
—Ese movimiento no es para usar en un trasero —
bromeé, odiando el temblor que me provocaba la idea de Deidara con los brazos en bandas alrededor de mí. Tenía la esperanza de que Ino estuviera lista para tener una sombra, porque no pensaba alejarme de su lado en toda la noche.
Con su brazo rodeando mis hombros, nos puso a ambas frente al espejo de cuerpo entero.
—Estamos ardientes, amiga —
Sus ojos se encontraron con los míos en la reflexión
—. Gracias por hacer esto. Las chicas han sido un gran apoyo, pero ellas no son tú. Me siento más fuerte sabiendo que estarás conmigo.
Sonreí y la abracé, acercándola más a mi lado. De verdad nos veíamos ardientes. En aquel vestido plateado con brillo, y con sus tacones de tiras de plata, Ino tenía su propia bola de discoteca.
Mi vestido verde —cortado simplemente en el frente y del tono exacto de mis ojos— se veía básico, y hasta aburrido, junto a Ino. Pero eso era hasta que me daba la vuelta. La combinación
de tocar el bajo y practicar yoga me había dado una espalda tonificada, y el vestido se lucía con una "V" casi hasta la cintura. Las zapatillas de charol en mis pies, de un negro que se asemejaba a la sangre que solía salirte por la nariz, se negaban a ser opacadas.
Ino hizo un par de movimientos de baile.
—Vamos a hacer que Shikamaru desee nunca haber nacido.
Rodeé los ojos y ella se rió.
—Oh, Ino. Estoy tan contenta de que estés a mi lado.
—Eso es, zorra —
Golpeó mi trasero, y ambas tomamos nuestros abrigos. Por acuerdo tácito, nos saltamos la puerta de la escalera y bajamos por la amplia escalinata del frente para cumplir con nuestro viaje. Todos quedaban boquiabiertos tras nuestros pasos —un escuálido estudiante de primer año tropezó
en un escalón, mientras sus ojos se movían entre Ino y yo. Por suerte, él subía,
aterrizó en sus dos manos, prácticamente a los pies de Ino.
—Whoa —suspiró tomándola.
Ella le acarició la cabeza mientras pasaba, cantando suavemente:
—Aww, qué dulce —
como si fuera un cachorro. La expresión de adoración con la que él respondió a su toque indicaba que allí había un hombre dispuesto a ponerla en un pedestal y tratarla como a una diosa. Yo sospechaba que Ino no quería eso de un chico casi tanto como ella insistía en que sí lo hacía.
***
Los chicos de la fraternidad de Shikamaru habían hecho todo lo que había estado a su alcance, colgando una verdadera bola de discoteca y contratando a una banda.
Equipados con trajes, corbatas, y un nivel peligroso de confianza, todo parecía más caliente que el infierno, y cada uno de ellos lo sabía. Dos voluntarios se encontraban en la puerta, uno de ellos colgando abrigos, mientras que el otro se ocupó de tomar la invitación que Ino le entregó, y nos dio a ambas una tira de boletos para el "bar" creado en la cocina, y una rifa para la tabla de premios ofrecida por los miembros a prueba.
Los premios eran en su mayoría electrónicos, desde iPods hasta consolas de video y pantallas planas de 42 pulgadas.
—Chicos —
se burló Ino
—. ¿Dónde está el día de spa? ¿O la orden de compras de Victoria Secret? —
los ojos del guardia de la tabla se ampliaron en una aprobación evidente a la última idea.
—Hola, Ino —
dijo una voz profunda. Nos dimos la vuelta, y allí estaba Shikamru, luciendo increíble en un traje gris oscuro de corte intachable, y una corbata roja que, de alguna manera, combinaba perfectamente con el cabello de Ino.
Él me miró, sus ojos eran cálidos y acogedores
—. Hola,Sakura —
No sentí ningún reproche por el hecho de que su relación había detonado luego de que Ino me
defendiera.
—Hola, Shikamaru. El lugar se ve impresionante —
respondí por las dos, mientras Ino se balanceaba con la música y saludaba a sus amigos, como si su ex no existiera. El tema de la Fiesta de ese año era Fiebre del Sábado por la Noche. La
banda pasó de tocar un cover de Keith Urban a una canción de los Bee Gees, algo muy popular cuando mis padres estaban en la escuela primaria, tal vez. Shikamaru miró a su alrededor, sólo superficialmente, y sus ojos regresaron a mí.
—Gracias —
dijo, y entonces él sólo tenía ojos para Ino. Mirando a la gente que ya estaba bailando, ella tomó una copa repleta de un líquido rojo, de las manos de un tipo que pasó con un puñado de ellos. Él empezó a protestar, pero Shikamaru lo fulminó con la mirada, desafiándolo a decirle una palabra. El tipo se mordió el labio y se mantuvo en movimiento.
Mientras ella bebía y fingía permanecer ajena a su presencia, él la miró fijamente. Era obvio que quería que aquello continuara, y el hecho de que Ino estuviera evitando su mirada, me dijo que ella era cualquier cosa menos inmune.
No se movieron de sus respectivas órbitas durante el resto de la noche, pero él no intentó hablar con ella de nuevo, tampoco.
Sabía que Shikamaru era un buen tipo, aunque mal aconsejado y crédulo. Se había tragado la historia de Deidara sobre lo que pasó entre nosotros, le había dicho a Ino que tal vez yo estaba borracha esa noche, y no me acordaba de todo con claridad.
Probablemente era uno de esos chicos para los que los violadores eran hombres feos que saltaban de los arbustos y agredían a niñas al azar. Los violadores no eran para él los chicos buenos de tu trabajo, o tu hermano de fraternidad, o tu mejor amigo.
Tal vez nunca se le ocurrió que su mejor amigo era capaz de desgarrar la confianza de una chica en un lapso de cinco minutos. Que podría lastimar a alguien inocente, sólo para herir a un rival. Que podría violarla en un retorcido intento de destruir su propia impotencia. Que podría hacerla sentir constantemente amenazada, sin importarle una mierda.
La única vez que me sentí completamente segura fue cuando estaba con Naruto.
Maldita sea.
Diez minutos más tarde, estaba observando a Deidara bailar con una chica de alto rango de la hermandad de Ino. Él sonrió y se echó a reír, ella lo imitó. Se veía tan... normal. Por primera vez, me pregunté si yo había sido la única chica a la que él había aterrorizado, y si era así, por qué.
Salté cuando escuché la voz de KIba en mi oído.
—Te ves despampanante, Sakura —
Mi trago se derramó sobre el borde de la copa hasta mi mano, por suerte, sin tocar mi vestido. Él me quitó la bebida
Ah, lo siento, no quería sobresaltarte. Vamos, te voy a buscar una toalla.
Estaba lo suficientemente desconcertada como para evitar que su brazo me dirigiera a través de la multitud, y su mano se ubicara sobre mi espalda desnuda. No fui consciente de que me había separado de Ino, sino hasta que estuvimos en la cocina, con mi brazo sobre el lavabo, como si tuviera una herida mortal en lugar de una mano empapada de cerveza. Kiba enjuagó y palmeó mi mano seca, y yo me solté de su agarre cuando él no lo hizo de inmediato.
Haciendo caso omiso a mi retiro, me sonrió.
—Como estaba tratando de decir antes… luces hermosa esta noche. Me alegro de que hayas venido.
La música estaba muy alta, y la conversación nos obligó a estar más cerca de lo que yo quería estar.
—Vine por Ino, Kiba.
—Lo sé. Pero eso no disminuye mi satisfacción de que estés aquí.
Llevaba su habitual colonia Lacoste, pero ya no me daban ganas de inclinarme contra él y respirarla. Una vez más, lo puse en contraste directo con Naruto, cuyo olor no era cualquier cosa —era su chaqueta de cuero y su loción para después de afeitarse, la comida que había cocinado para mí y el olor sutil pero agudo de grafito en sus dedos después de dibujar, el tubo de escape de su Harley y el olor a champú de menta de su almohada.
Con la frente inclinada, Kiba me miró de cerca, y me di cuenta de que probablemente había dicho o preguntado algo.
—Lo siento, ¿qué? —
incliné mi oído hacia él, tomándome un segundo para sacar a Naruto de mi mente.
—Dije: 'Vamos a bailar".
Incapaz de deshacerme de aquellos pensamientos, estuve de acuerdo y dejé que mi ex me llevara a la pista de baile designada, justo en frente de la banda. Una zona que había sido despejada de mobiliario, justo debajo de la bola de discoteca motorizada que colgaba peligrosamente baja para algunos de los chicos más altos. Girando lentamente, su superficie espejada lanzaba destellos de
luz en ondas alrededor de la habitación, iluminando los rostros y los cuerpos, girando y haciendo brillar cualquier superficie reflectante, desde los pomos de las puertas, hasta el vestido color plata de Ino. Sus manos estaban entrelazadas por detrás del cuello de un alto Pi Kappa Alpha, y una copa vacía colgaba de sus dedos. Su pareja de baile fue, sin saberlo, el extremo receptor de una mirada mortal por parte de Shikamaru. Ino se había dado cuenta, sin embargo, y se apretó
más a él, mirándolo a los ojos con gran atención.
Pobre Shikamaru. Debería estar enojada con él, también, pero él ya era claramente miserable.
—Me enteré de Shikamaru y Ino. ¿Qué pasó? —
Kiba siguió mi mirada.
—Deberías preguntárselo tú —
quería saber lo que Kiba habría pensado del comportamiento de Deidara. Eran civilizados el uno con el otro, pero aquella competitividad había existido entre ellos desde siempre.
—Lo hice. Más o menos. No parecía querer hablar de ello. Dijo que habían tenido una gran pelea, que estaba siendo irracional, blah, blah, ya sabes, los chicos dicen cosas estúpidas cuando encontramos algo bueno.
Justo en ese momento, la música cambió a algo rápido, permitiéndome restablecer mi burbuja de espacio personal y, afortunadamente, hechar la conversación acerca de rupturas y metidas de pata. Me sentí tan aliviada de poner fin a ese intercambio que no presté atención hacia dónde se dirigió Ino.
Tampoco presté atención a donde estaba Deidara.
En una pausa entre canción y canción, él caminó detrás de mí.
—Oye, Sakura —
dijo, y yo salté por segunda vez esa noche
—. ¿Has terminado bailando con este perdedor? Ven a bailar conmigo —
El vello de mis brazos se crispó, cada nervio de mi cuerpo se puso en alerta máxima, y me
acerqué a Kiba, quien colocó su brazo alrededor de mis hombros. Yo no quería su brazo sobre mí, pero dada la elección entre ellos, no había otra opción.
Sonriendo, Deidara tendió una mano.
La observé, incrédula, y me acerqué más a Kiba, cuyo cuerpo se puso rígido, en consonancia con el mío.
—No.
Con su habitual sonrisa insolente, Deidara miró hacia mí, como si mi ex no estuviera allí. Como si estuviéramos solos.
Nos Vemos
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