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La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por arminius Miér Mar 06, 2013 8:26 am
me huele que hinata tuvo algo que ver con la separacion de naruto y sakura. sobre todo por los cambios que naruto recuerda sobre sakura.
es obvio que emperazon bien y algo sucedio. no me huele bien la "amistad" de hinata con ambos integrantes de la pareja.
siguelo que esta bueno.
es obvio que emperazon bien y algo sucedio. no me huele bien la "amistad" de hinata con ambos integrantes de la pareja.
siguelo que esta bueno.
arminius- Clan Seiryuu
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por Estefi chan Miér Mar 06, 2013 8:37 am
Jojojo y los celos comienzan eso es bueno xDD
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por harunoakatsuki Miér Mar 06, 2013 9:00 am
muy buen capitulo
encerio que si
pobre saku hace lo posible para esatr bien y naruto termina da~anso todo
sakura ya esta sospechando algo y tambien tiene celos.
pero ella tiene que seguri tiene que hacer ese cambio que dijo kabuto,
que lo haga por ella y no por naruto por que sino se va a seguir sintiendo
mal
muy bueno el cap
espero conti
encerio que si
pobre saku hace lo posible para esatr bien y naruto termina da~anso todo
sakura ya esta sospechando algo y tambien tiene celos.
pero ella tiene que seguri tiene que hacer ese cambio que dijo kabuto,
que lo haga por ella y no por naruto por que sino se va a seguir sintiendo
mal
muy bueno el cap
espero conti
harunoakatsuki- Sannin
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Edad : 32 "¿Cordura? Para empezar, no recuerdo haber tenido nunca algo tan inútil…" 16850
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por NaruSaku-12 Miér Mar 06, 2013 9:41 am
Waaa la consulta de Kabuto fue un poco tranquilizante.
¿Sakura…Está sintiendo celos de Hinata? Uhm…Interesante.
Espero la Conti Ansiosísísísíma.
Saludos,besos y abrazos.
¿Sakura…Está sintiendo celos de Hinata? Uhm…Interesante.
Espero la Conti Ansiosísísísíma.
Saludos,besos y abrazos.
NaruSaku-12- Sannin
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Edad : 31 Uhm ~ Con Naru-kun en el inframundo visitando a Jiraiya y Mina&Kushi 4394
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por hikari uzumaki Miér Mar 06, 2013 2:36 pm
Celosita?! No me gusta esa "relacion" de hinata con naruto, sera que tuve que ver para que naruto y sakura se distanciaran tanto?
Kabuto a estado haciendo un gran y trabajo y apoyo para con sakura
Veamos que pasa en la dichosa exposicion ya que por lo visto sakura a decidido hacer acto de presencia
Kabuto a estado haciendo un gran y trabajo y apoyo para con sakura
Veamos que pasa en la dichosa exposicion ya que por lo visto sakura a decidido hacer acto de presencia
hikari uzumaki- Sennin
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por Rikara Jue Mar 07, 2013 1:27 am
Kya!!!!! Me encanto el capi!!!!
Ya quiero ver que va a pasar en esa fiesta!!!!!!
Espero que Saku-chan haga olvidar a Naruto la opinión sobre ella!!!![b][b]
Ya quiero ver que va a pasar en esa fiesta!!!!!!
Espero que Saku-chan haga olvidar a Naruto la opinión sobre ella!!!![b][b]
Rikara- Novato
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por Yukio834 Jue Mar 07, 2013 9:52 am
¿Que tal?
Agradezco mucho sus comentarios, sinceramente pensé que este fic no iba a gustar mucho, pensé que después de mi fic anterior Misión de Doble Traición (obviando el final) este no iba a obtener buenos resultados, como ya dije gracias por sus opiniones.
CAPÍTULO 7
Arminius pensé que te gustaban más las historias con acción, no sabia que te gustaran este tipo de fics
Agradezco mucho sus comentarios, sinceramente pensé que este fic no iba a gustar mucho, pensé que después de mi fic anterior Misión de Doble Traición (obviando el final) este no iba a obtener buenos resultados, como ya dije gracias por sus opiniones.
CAPÍTULO 7
- Spoiler:
- La amnesia, como Sakura estaba descubriendo con bastante rapidez, era una enfermedad muy rara.
No podía recordar nada de lo que había hecho en su vida. Pero cuando Asuki le dijo que ella compraba en las mejores tiendas, enseguida se le vino a la mente los nombres.
Aunque, a juzgar por su ropero, sólo compraba vestidos de color oscuro y muy modernos, seguro que tendrían otras cosas. Tendrían que vender también vestidos de colores, con un corte que no la hiciera parecer lo que Naruto había dicho, un saco de patatas.
Y sólo había una forma de averiguarlo.
Sakura se vistió, sin pensar mucho en lo que se ponía. ¿Para qué iba a molestarse, si sólo tenía vestidos oscuros? Incluso la ropa interior era negra.
Ni siquiera se molestó en peinarse de manera especial. Desde que llegó del hospital, Asuki se había encargado de peinarla, pero era su día libre. No obstante estaba muy impaciente, como para ponerse en esos momentos a arreglarse.
Se acordó de los comentarios que hizo su marido sobre los vestidos y su peinado. Recordó las palabras del médico, de que dejase de intentar averiguar el pasado y se concentrase en el momento presente.
Se acordó de Hinata y de la fiesta a la que iban a ir esa noche.
Suspiró hondo y se preparó para enfrentarse a Nueva York.
Le dijo a Eiji que la llevara a una tienda y que esperara.
Aquella orden no pareció gustarle mucho.
–Pero, señora...
–Venga, Eiji. Vete al parque o a dar una vuelta por ahí. –le dijo riendo.
–Pero, señora...
–Mira, prefiero ir de compras sola.
Una vez dentro, sintió pánico. Aquella tienda era inmensa. ¿Para qué habría ido? Nada le resultaba familiar.
No tenía ni idea por dónde empezar, ni qué buscar.
–¿Puedo ayudarla en algo, señora?
Sakura volvió la cabeza y vio a una joven muy elegante que se materializó a su lado.
–Sí. –contestó ella. –Quisiera comprar un vestido: Algo especial, para llevar a una fiesta esta noche.
–Si me acompaña, le puedo enseñar algo...
A los pocos segundos se encontró rodeada de vestidos.
–¿Lo prefiere de algún color especial?
–No sé qué elegir, si todos los vestidos son negros.
La chica sonrió.
–El negro siempre está de moda.
Sakura se miró. Llevaba lo primero que había sacado del armario. Un vestido con las mangas muy largas, por debajo de la rodilla y naturalmente negro.
–Pero no siempre es interesante. ¿No tiene otros colores? Algo amarillo, o azul clarito. –se fijó en un maniquí que había en la sección de al lado. –Algo como eso, por ejemplo.
–¿Eso? –le preguntó extrañada la dependienta.
Sakura se dirigió hacia el maniquí y la chica la siguió.
–Yo creo que no es eso lo que usted está buscando. –le dijo la chica. –Tiene demasiado escote.
–Muchísimo.
–Y la falda muy corta.
–Tiene razón.
–Yo pienso que no es un vestido apropiado para la señora.
–¿Y cómo lo sabe, señorita Miyoshi? –le dijo, fijándose en el nombre que llevaba en su tarjeta identificativa.
–Mi trabajo es escuchar a los clientes y satisfacer sus necesidades.
–Pues eso es lo que yo quiero. –le contestó Sakura, sonriendo. –Quiero este vestido, para ir a una fiesta esta noche. Tráigame uno de mi talla al probador. ¿Qué talla cree que uso? ¿La diez?
–No sé. Eso es lo que estoy intentando averiguar. Es difícil saberlo, con el vestido que lleva puesto.
Sakura sonrió.
–Ya me lo habían dicho antes.
La talla diez era muy grande.
La ocho le quedaba perfecta. Y perfecto le quedaba el vestido, pensó Sakura, mirándose en el espejo.
El color era precioso, casi del mismo tono de sus ojos.
–Está guapísima. –le dijo la dependienta.
Sakura se dio la vuelta, frunció el ceño y se miró otra vez en el espejo.
–No sé. –dijo Sakura. –A lo mejor tiene razón. El vestido es un poco...
–Le sienta muy bien. Con un peinado diferente y otros zapatos...
–Me lo llevo. –le dijo, antes de cambiar de opinión.
El resto fue fácil.
Encontró los zapatos que iban con el vestido en la misma tienda. Compró unas sandalias plateadas de tacón bajo y un bolso con una cadena plateada, que hacía juego con los zapatos. También compró ropa interior.
Tan sólo le faltaba una cosa.
Sakura se fue a un salón de belleza. En su agenda había visto que iba a aquel sitio tres veces por semana. Abrió la puerta y le llegó el olor a laca para el pelo y colonia de la más cara.
Sakura, muy decidida, entró.
La recepcionista la saludó:
–Hola, señora Uzumaki. –dijo con una voz bastante chillona. –¡Qué alegría! Nos dijeron que había tenido un accidente.
Sakura admitió aquel hecho, le aseguró que se encontraba muy bien y le dijo que había ido a peinarse.
–Ya sé que no me toca venir hoy, pero me gustaría que me arreglaran un poco.
La chica sonrió.
–Claro, claro. Takagi está terminando. Si espera un par de segundos...
Sakura miró en la dirección en la que apuntaba el dedo de la chica. Al parecer Takagi era el peluquero que la atendía, a juzgar por cómo la saludó. Era un hombre de pelo gris, cincuentón.
–No me importa que me peine cualquier otra persona.
–Le prometo que Takagi sólo tardará un par de segundos.
–¿Y por qué no ese?
La chica la miró con cara de sorpresa. El hombre que había indicado Sakura era joven, con el pelo largo hasta los hombros y un pendiente en la oreja. Le estaba cortando el pelo a una mujer de unos veintitantos, haciéndole un peinado muy femenino y sensual.
–Pero señora Uzumaki. –le dijo la recepcionista, nerviosa. –No creo que Hattori sea la persona que...
–Creo que es el más indicado. –dijo Sakura, sin hacer caso del cosquilleo que sentía en el estómago. Sonrió, se sentó en una silla y puso todas las bolsas que llevaba a su lado. –Esperaré hasta que se quede libre.
Se fue a casa en taxi y cuando llegó, se encerró en su habitación. Una vez dentro, empezó a desnudarse y ponerse la ropa que había comprado.
Primero la ropa interior, después el vestido, los zapatos. Gracias a Hattori, llevaba el pelo suelto. Tan sólo tenía que peinárselo un poco, para estar arreglada. La habían pintado los labios y maquillado en la peluquería.
Se miró al espejo. Hacía tan sólo unas semanas había despertado en la habitación de un hospital. Y en aquel momento parecía una mujer completamente diferente.
Sakura sonrió.
Naruto estaba sentado, detrás de la mesa de roble de su espaciosa oficina de Manhattan, mirando por la ventana y dando la espalda a la puerta. Estaba mirando las aguas del río Hudson y maldiciendo su estupidez.
¿De qué otra forma podría llamar a su actitud, por la que iba a terminar aburrido toda la tarde?
Ya había asistido a muchas fiestas como la que iba a ir aquella noche. Sakura pertenecía a todos los comités del mundo. Siempre le llevaba de una gala a otra, en nombre de alguna buena causa, como ella lo denominaba. Pero siempre se encontraba con la misma gente aburrida que hablaban siempre de las mismas cosas aburridas y que bebían champaña.
Con cierta ironía, decidió extender cheques para salvar a los caracoles somalíes, o a los artistas andróginos de América.
No tuvo más remedio que admitir que se había casado con una mujer que había cambiado tanto que no la entendía. Al principio parecía tan joven e inocente, que incluso le llegó a preocupar que ella se asustara por la intensidad de su amor.
Se lo tuvo que admitir a Hinata, que era una mujer que había trabajado con él durante los últimos cinco años y que lo conocía mejor que nadie.
–Yo creo, Naruto, –le había dicho. –que Sakura es una niña. Sólo tiene veintidós años y tú veintisiete. Tienes que tener mucho cuidado, para no hacerla sentirse atrapada.
Hizo un gesto con la boca. No tendría que haberse preocupado. Porque durante todo el tiempo que él había intentado que su mujer no se sintiera atrapada, ella le había estado organizando la vida, hasta la noche en que fueron a una de esos bailes a los que ella iba, y se dio cuenta de que era él, el que estaba atrapado, en un matrimonio, en el que no había amor y en el que no tenían nada en común.
Hasta lo del accidente. Hasta que Sakura se dio un golpe en la cabeza y perdió la memoria.
Aquel accidente la había cambiado. Pero cuando recuperara la memoria, la vida volvería a ser igual que antes, y volverían a encontrarse en la misma situación en la que habían estado meses atrás, a punto de divorciarse. Para él, aquello suponía la libertad.
–¿Naruto?
Volvió la silla. Hinata había abierto la puerta de la oficina, lo justo para mirar si estaba dentro.
–Perdona que te moleste. Llamé a la puerta, pero... – Naruto se estiró en la silla, sintiéndose culpable, porque le habían pillado distraído en sus pensamientos, en vez de estar trabajando. –Pasa.
–Si estás ocupado...
–No seas tonta. Nunca estoy ocupado para hablar contigo. Además, no estaba trabajando. Estaba pensando en la fiesta a la que vamos esta noche. ¿Llamaste para decirles que cambié de opinión y que voy a ir?
–Sí. Y la señora Capshaw me ha dicho que están encantados de que vayas.
–Qué amabilidad. –dijo, sonriendo.
–Me preguntó si iba a acompañarte Sakura. –le comunicó. Hinata, muy seria. –Le dije que quizá era pronto todavía para que asistiera a fiestas. Por cierto, se me había olvidado decirte si crees que puedo ir a verla.
–Eres muy amable, Hinata, pero...
–No me molesta en absoluto. Siempre me ha gustado Sakura. Y sé que esta situación debe ser muy difícil para vosotros dos –hizo una pausa, para humedecerse el labio inferior. –¿Ha logrado recordar algo?
–No. –respondió Naruto.
–Seguro que le alegrará saber que vas a ir a una fiesta que ella planificó.
–No sabe que ella planificó esa fiesta.
–Pues yo pensé que por eso habías decidido asistir.
Naruto frunció el ceño. Hinata era su secretaria, pero también su amiga. Y desde el momento en que se casó, también se convirtió en la amiga de Sakura. Pero no estaba dispuesto a contarle que asistía a aquella fiesta sólo para que su esposa supiera que vivían vidas diferentes.
Pero fue una estupidez tremenda, porque podía haberlo dejado lo mismo de claro, yéndose a casa y diciéndole a la señora Aoki que le sirviera la cena en su estudio.
–La verdad, –le dijo sonriendo. –no sé por qué voy a ir. Odio ese tipo de fiestas, en las que bebes champaña y miras los cuadros de un artista cualquiera...
–Pero si es Tico el Chimp.
–¿Qué es Tico el Chimp?
–El artista. Salió en la portada del Times, hace un par de semanas. La fiesta es en su honor.
–Magnífico. –Naruto empezó a reír.
–El crítico del Times dijo que tenía un gran talento.
–Mira Hinata, me lo he pensado mejor. Llama a la señora Capshaw, pídele disculpas y...
–El alcalde también va a ir. Y el senador, y el Secretario General de las Naciones Unidas. Sé que son todos amigos suyos pero...
–Conocidos.
–Da igual. Además, no te vendría nada mal salir un poco. Estoy segura que estas últimas semanas han sido bastante tensas.
Naruto asintió. Hinata era la única persona, aparte de su abogado y el de Sakura, que sabía que estaban a punto de divorciarse, cuando pasó lo del accidente. Por supuesto, no conocía todos los detalles. Pero por lo menos no tenía que fingir.
–Sí. –contestó él. –Ha sido bastante duro. –respiró hondo. –Y también para Sakura.
–Seguro.
Hinata se sentó en el borde de la mesa, como hacía de costumbre, y la falda de color amarillo clarito se le subió unos centímetros por encima de la rodilla.
A Naruto casi se le escapó una sonrisa. Cada vez que se concentraba mucho en algo, la falda se le subía, o se olvidaba que llevaba escote, al inclinarse para enseñarle algo.
Al principio, Naruto pensó que aquello lo hacía deliberadamente. Cualquier otra mujer lo habría hecho, pero no. Hinata. Era incapaz. Era una mujer muy profesional.
Cuando la contrató, Naruto había admirado su energía. Era una mujer con las ideas muy claras, distinta a las mujeres que habían estado en su puesto antes, que movían mejor las pestañas, de lo que hacían su trabajo.
Y no era que no tuviera sentimientos. Cuando Naruto fue a la oficina y le dijo que se iba a casar con la chica que había conocido sólo hacía diez días, se quedó tan sorprendida como los demás de sus amigos. Pero no se lo demostró. Lo que hizo fue ir a conocer a su joven esposa y facilitarle el acceso al mundo sofisticado en que él se movía.
Poco sabía Hinata que ella estaba más que preparada para hacerlo por sí misma.
Desde que Sakura tuvo el accidente, Hinata se olvidó completamente de que tenía una vida propia. Se quedó en la oficina todo el tiempo que fue necesario, mientras él estaba ausente. Y sabía que Hinata le estaba obligando casi a que fuese a la fiesta, porque allí se encontraría con gente que le abrirían muchas puertas en su negocio.
–¿Sabes una cosa? –le dijo Naruto. –Podrías venir tú también.
–Eres muy amable, Naruto, pero...
–¿Por qué no vienes?
–No sé. La verdad es que sí podría ir.
–Pues entonces, ven.
–Eres muy generoso. Gracias, Naruto.
–Toma. –le dijo, abriendo el cajón de su mesa y sacando las invitaciones. –Toma.
–No, guárdalas tú. –Hinata se puso de pie. –Me iré a casa a cambiarme. No tardo mucho. Si quieres, nos podemos ver en la galería. ¿De acuerdo?
–Hinata. –le dijo. –No es necesario...
–Eres muy amable, Naruto, pero no puedo ir a una fiesta vestida así. Te prometo que estaré allí a las ocho en punto.
–Espera. Te acompaño a tu casa, en taxi. Esperaré mientras te cambias.
–¡Gracias, Naruto! Ya verás que bien nos lo pasamos.
–Seguro.
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La comida que dieron estaba asquerosa. Y el champaña horrible.
Y Tico el Chimp... El artista se paseaba por la galería, vestido con chaleco y una pajarita.
Aquello era un espectáculo grotesco, desde los cuadros que colgaban de las paredes, hasta la gente que preguntaba muy seria, cosas al artista. Incluso Hinata.
Pero ella era demasiado inteligente como para tragarse una basura como aquella. No obstante ponía cara de asombro y miraba con mucho interés los cuadros. La observó estrechar la mano de Tico. O la garra.
Era difícil imaginarse a Naruto en el comité que había organizado todo aquello, a pesar de saber, como él sabía, que a su mujer le gustaba muchísimo rodearse de gente adinerada que no hacía nada en esta vida. Una y otra vez, sin saber bien por qué, recordaba la primera vez que asistieron juntos a un acto de ese tipo.
Tan sólo llevaban casados un par de meses y decidió ir a una fiesta, porque estaba ansioso por presumir de su mujer.
–¿Tenemos que ir de etiqueta? –le había preguntado ella, mientras le daba un beso en la frente. Él le había contestado que daba igual lo que se pusiera, porque estaba guapa de todas maneras.
Se puso un vestido rosa, muy adecuado para la ocasión. Llevaba el pelo suelto y toda la noche estuvo agarrada de su brazo.
La exposición consistía en una serie de cajas de cartón, algunas en el suelo, otras en las paredes, todas con etiquetas, de las que indican el precio. Recorrieron toda la sala y él se había acercado a Sakura y le susurró al oído que tenían que volver a Connecticut, firmó todas las cajas y las donó al museo.
Naruto sintió una punzada en el corazón. ¿Por qué se le venían todas aquellas imágenes a la cabeza? Aquello había sucedido hacía muchos años. Y en realidad había sido una ilusión, como la misma Sakura.
Ojalá pudiera olvidarse de ella, de su cara, del sonido de su voz...
–Hola, Naruto.
Se quedó sin respiración. Se volvió y allí estaba ella.
No iba nada artificial. Poco maquillada, con el pelo suelto sobre los hombros. Llevaba un vestido del mismo color que sus ojos, ceñido al pecho y justo por encima de las rodillas, resaltando sus bonitas piernas.
¿Estaría soñando? No, era real. Aquella era Sakura, la mujer por la que una vez perdió la cabeza.
–Ya sé que debía haberte llamado por teléfono y decirte que iba a venir, pero...
Tenía que decir algo. ¿Pero qué?
–Espero no haberte molestado. Es que he mirado la agenda y he visto que se suponía que tenía que estar aquí esta noche. Así que decidí venir y... y...
Sakura se mordió el labio. Antes de llegar a la galería se había repetido una y otra vez que no tenía que ponerse nerviosa. Y nada más ver a Naruto, empezaba a tartamudear.
–Y aquí estoy. –finalizó. –¿Te molesta?
Naruto se quedó mirándola. Estuvo a punto de agarrarla por los hombros e indicarle el camino de vuelta a casa. Al mismo tiempo deseó abrazarla y besarla.
–No. –dijo, muy tranquilo. –No me importa.
–Sakura. ¿Pero crees que estás preparada?
¿Estaba preparada para tener un marido que deseaba que desapareciera de su vista cuanto antes? ¿Estaba preparada para ver la cara que ponía la gente al verla?
Sakura intentó no empezar a reírse a carcajadas. O a llorar. O a hacer las dos cosas.
–Estoy más que preparada. –le contestó. –De hecho creo que me hará bien estar aquí.
–¿Sakura? ¿Eres tú, Sakura?
La voz procedía de una mujer que surgió detrás de Naruto. Era una mujer alta y delgada, de pelo negro y largo, que resaltaba la forma de su cara. Tenía los ojos de un color perla, muy claros. Su boca, rosada y gruesa. Llevaba puesto un vestido de seda blanco, con un diseño que resaltaba su cuerpo.
Sakura sonrió, dubitativa. Miró a Naruto, quien estaba serio como una piedra.
–Lo siento. –dijo Sakura a la mujer. –Pero creo que no...
–Soy Hinata.
Hinata. La asistente personal de Naruto. Una diosa noruega, con un rostro inmaculado. Sakura sintió pánico.
–Hinata. –dijo, y le ofreció la mano. –Encantada de saludarte de nuevo.
Hinata pareció dudar unos segundos. A continuación le estrechó la mano, se acercó a ella y le dio un beso en la cara.
–Qué sorpresa. –se retiró, miró a Naruto y sonrió. –No me dijiste que Sakura iba a venir.
–No. –le contestó, manteniendo su mirada. –Para mí también ha sido una sorpresa.
Sakura se sonrojó y retiró la mano de la de Hinata.
–Decidí venir en el último minuto. –mintió. –Le estaba diciendo a Naruto que tenía que haberle avisado...
–Hola a todos. Tico esta es la mujer a la que le tenemos que agradecer la fiesta de esta noche.
Sakura se volvió y miró con asombro a un hombre acompañado de una especie de chimpancé, los dos con chaleco y a los que seguían todo un cortejo de personas.
–¿Es usted la señora Uzumaki? –preguntó el hombre.
–Sí, sí, yo...
–¡Hola Sakura! ––alguien la saludó.
Sakura miró hacia donde procedía la voz. Una mujer, con unos pendientes de diamantes, la estaba saludando con la mano.
–Lo siento. –dijo Sakura. –Mucho me temo que no...
–Tico insistía que no era la señora Uzumaki. –dijo el hombre. –Pero yo le dije que sí. Y tenía razón. A veces Tico se pone muy terco.
–¿Sakura? Aquí. Qué alegría verte de nuevo. ¿Te acuerdas de mí?
–No. –respondió Sakura. –Me temo que no...
–De todas maneras, Tico quería conocerte.
–¿Te refieres al chimpancé? –dijo Sakura, mirando al hombre con chaleco.
–No le llamamos así. No en su cara. Ya sabes que los artistas son un...
–Oh, Sakura. –se oyó una voz chillona. –No sabía que te hubieran dejado salir del hospital.
–Nadie me ha dejado salir de ningún sitio. –contestó Sakura. –No estoy enferma. Ni tampoco loca.
–...ego muy delicado.
Sakura se dio la vuelta.
–¿Egos?
–Egos. –repitió el hombre, asintiendo con la cabeza. –Muy delicados. Todos los artistas son igual, ¿no cree? –se acercó a Sakura y le echó el aliento en la cara. –Tico en particular. Le molesta mucho que la gente le llame mono.
–Le molesta que le llamen mono. –repitió Sakura, como un autómata.
–Eso es. Perdone que no me haya presentado. Me llamo Chico.
–Chico. –repitió Sakura. –Él es Tico y usted es...
–Señora Uzumaki. –un hombre joven, con el pelo echado para atrás y un micrófono en la mano se acercó a ella. –Me llamo Kanda Kazehaya. ¿Le importaría decir algunas palabras para la televisión WBQ? ¿Qué tal está?
–Pues en realidad...
–¿Es verdad que ha perdido la memoria y que ha estado en coma dos días?
–No, quiero decir, sí, pero...
De pronto apareció una rubia con minifalda, con una grabadora.
–Me llamo Iwase Akira, de The Sun. ¿Es verdad que se ha roto todos los huesos del cuerpo?
–Eso no es cierto.
–¿Y qué le han tenido que hacer la cirugía estética?
–¿Algún comentario?
–En realidad, yo...
–Señora Uzumaki. –le llamó el hombre llamado Chico. –A Tico no le gusta esperar. Si quiere conocerlo, tendrá que...
–Ya está bien. –dijo Naruto, con brusquedad. –Mi esposa no tiene nada más que decir.
–Claro que puede. –dijo la rubia. –Las mujeres son capaces de expresarse sin ayuda de nadie. ¿No es verdad, señora Uzumaki?
–Por favor. –susurró Sakura. –No puedo...
Sakura sintió que se le saltaban las lágrimas y escondió su cara en el pecho de Naruto.
–Ya está bien –dijo él, al tiempo que la abrazaba.
Ella lo rodeó con sus brazos.
Alguien disparó una foto.
–Cerdos. –gritó Naruto, y sin disculparse de nadie empujó, para abrirse paso.
Sakura no levantó la cabeza hasta que no sintió el aire frío de la noche.
–Dios mío. –se quejó.
La gente los había seguido, con Chico y Tico a la cabeza.
–¡Señora Uzumaki! –gritó indignado Chico. –¡Si no habla con Tico ahora mismo, se va a enfadar mucho!
–Pues dale un plátano. –murmuró Naruto. –¿En qué has venido? ¿Te ha traído Eiji?
Ella asintió.
–Me ha dicho que me esperaba en la esquina.
–Por lo menos has hecho algo bien. –le espetó.
A los pocos segundos, estaban sanos y salvos en el Bentley, con el cristal que les separaba del conductor, subido, camino a casa, Naruto todavía la tenía abrazada.
El corazón de ella latía con fuerza. Él estaba muy enfadado. Más que enfadado, furioso. Ella notaba la rigidez de su cuerpo. La abrazaba con tanta fuerza, que casi no podía respirar.
–Naruto, lo siento. –tragó saliva.
En aquella oscuridad, sólo veía el brillo de sus ojos.
–De verdad que lo siento. Nunca imaginé que...
–No. –gruñó él. –Claro que no. Tú nunca te imaginas nada. Lo único que piensas es en ti misma.
–Eso no es verdad. Nunca se me ocurrió que...
–¿Pero tú qué crees que pasa, cuando los tiburones huelen la sangre?
–Intento decirte que yo no pensaba que...
–¿Para qué he intentado yo mantenerlos alejados, mientras estabas en el hospital?
–Naruto, estoy intentando decirte que...
–¿Y para qué has venido aquí, con esa pinta?
Sakura se sonrojó.
–Está bien. Supongo que me lo merezco. Es que la otra noche, cuando me dijiste que no te gustaba el vestido que llevaba, pues yo... yo...
–Por Dios, Sakura, nunca tenías que haber venido.
–Ya lo has dejado muy claro. –le dijo ella. –Y te prometo que no os volveré a molestar a ti y a tu amiga.
–¿Qué amiga?
–Hinata. –le dijo ella. –Suéltame, Naruto, Si no me sueltas...
–¿Qué harás, si no te suelto?
Intentó contestarle, pero no se le ocurrió nada. Ni tampoco hubiera servido de mucho, porque él la estaba abrazando con fuerza y de pronto acercó su cara y la besó, como si el mundo se fuera a acabar en cualquier momento.
Sakura dudó. Pero a continuación, le puso la mano en la nuca y le devolvió el beso.
---------FIN DEL CAPITULO---------
arminius escribió:me huele que hinata tuvo algo que ver con la separacion de naruto y sakura. sobre todo por los cambios que naruto recuerda sobre sakura.
es obvio que emperazon bien y algo sucedio. no me huele bien la "amistad" de hinata con ambos integrantes de la pareja.
siguelo que esta bueno.
Arminius pensé que te gustaban más las historias con acción, no sabia que te gustaran este tipo de fics
Última edición por Yukio834 el Jue Mar 07, 2013 11:47 am, editado 1 vez
Yukio834- Chunnin
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por harunoakatsuki Jue Mar 07, 2013 11:03 am
muy bueno el cap
me gusto, que bien que sakura ya empeso a cambiar su forma
de vestir, jejee si por lo menos espero que siga asi
naruto ps, al parecer el no quiere que sakura no haga nada , ( creo que naruto tiene miedo de aceptar que el estara~a a a que lla sakr aque conosio y como a hora en poco palabras la esta volviendo haber poco a poco , siente miedo de volver a enamorarse )
al parecer a la sakura de ahora hinata no le esta callendo bien .
muy buen el cap
espero conti
me gusto, que bien que sakura ya empeso a cambiar su forma
de vestir, jejee si por lo menos espero que siga asi
naruto ps, al parecer el no quiere que sakura no haga nada , ( creo que naruto tiene miedo de aceptar que el estara~a a a que lla sakr aque conosio y como a hora en poco palabras la esta volviendo haber poco a poco , siente miedo de volver a enamorarse )
al parecer a la sakura de ahora hinata no le esta callendo bien .
muy buen el cap
espero conti
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por when21 Jue Mar 07, 2013 12:35 pm
Ando pensando lo mismo que arminius U_U
Hinata tiene que ver algo aquí, sospecho algo e.é
Me gusto mucho el cap, aunque naruto la siga tratando un poco mal :/
Ahora se besaron... Quiero saber que pasara luego n.n
Conti!!!
Hinata tiene que ver algo aquí, sospecho algo e.é
Me gusto mucho el cap, aunque naruto la siga tratando un poco mal :/
Ahora se besaron... Quiero saber que pasara luego n.n
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por hikari uzumaki Jue Mar 07, 2013 1:12 pm
Por Dios ! Estos dos me vuelven loca! Que si tu, que si yon, etc, ya que se dejen de cosas y dejen de jugar tan infantilmente!
Bueno ya que saque mi frustracion el capitulo me partecio bueno ya que sakura se ha decidido por ser ella misma como es y se siente en este momento y no como era antes; la reaccion de naruto es de esperarse ya que el miedo por ser decepcionado y enga~ado nuevamente y mas volver hacer feliz para que despues le den la pu~alada por la espalda se nota demasiado. Al igual de que tambien se ve que la sigue amando y deseando a pesar de todo.
Sigue sin gustarme hinata no me convence esa actitud "amable" se que hay algo obscuro en todo esto.
Espero que al menos naruto ya no la trate tan mal, que le de el beneficio de la duda.
Conti...
Bueno ya que saque mi frustracion el capitulo me partecio bueno ya que sakura se ha decidido por ser ella misma como es y se siente en este momento y no como era antes; la reaccion de naruto es de esperarse ya que el miedo por ser decepcionado y enga~ado nuevamente y mas volver hacer feliz para que despues le den la pu~alada por la espalda se nota demasiado. Al igual de que tambien se ve que la sigue amando y deseando a pesar de todo.
Sigue sin gustarme hinata no me convence esa actitud "amable" se que hay algo obscuro en todo esto.
Espero que al menos naruto ya no la trate tan mal, que le de el beneficio de la duda.
Conti...
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por NaruSaku-12 Jue Mar 07, 2013 1:16 pm
Sakura empezó a cambiar su forma de vestir.
Realmente es algo complicado que no recuerdes nada y que no seas capaz de hablar bien.
Cuando uno o varios periodistas están enfrente tuyo preguntándote cosas a la vez.
Pienso lo mismo que Arminius y When,Hinata aquí es muy sospechosa.
Espero la Conti Ansiosísísísíma.
Saludos,besos y abrazos.
Realmente es algo complicado que no recuerdes nada y que no seas capaz de hablar bien.
Cuando uno o varios periodistas están enfrente tuyo preguntándote cosas a la vez.
Pienso lo mismo que Arminius y When,Hinata aquí es muy sospechosa.
Espero la Conti Ansiosísísísíma.
Saludos,besos y abrazos.
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por arminius Jue Mar 07, 2013 2:32 pm
Yukio834 escribió:arminius escribió:me huele que hinata tuvo algo que ver con la separacion de naruto y sakura. sobre todo por los cambios que naruto recuerda sobre sakura.
es obvio que emperazon bien y algo sucedio. no me huele bien la "amistad" de hinata con ambos integrantes de la pareja.
siguelo que esta bueno.
Arminius pensé que te gustaban más las historias con acción, no sabia que te gustaran este tipo de fics
este.....¿es una invitacion a que me vaya? XD
je je je mira yukio, es cierto que me gustan los fic de accion. pero leo comedia con mi amigo mat y tambien romance con cataluna. shot originales y muy estretenidos con Kaiser y asi puedo seguir hasta el infinito. a mi particularmente me gustan las historias en mundo ninja, es cierto. pero aprecio por sobre todas las cosas dos cuestiones que a ti te sobran en tus trabajos:
un escrito armonioso y facil de leer, palabras simples y con buen contenido. orden y parrafos separados que nunca encontraran horrores de gramatica u ortografia. no pido perfeccion, pero se nota que cuando publicas le has puesto ganas a tu capitulo y eso me da fuerzas para seguirte.
y la segunda cosa es tu originalidad. historias de narusaku que aprovechan buenos argumentos y no se repiten. el fic del FBI pudo no tener un gran final, pero es experiencia para ti y seguramente ahora lo podras hacer muchisimo mejor. te leo por que lo mereces, te comento por que generas meritos para lograrlo.
saludos y fuerza para continuarlo.
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por Estefi chan Vie Mar 08, 2013 6:55 am
Esa Hinata tiene demasiadas confianzas con Naruto y supuestamente es solo su secretaria , creo que es muy sospechosa 
Y pobresita Sakura quiere hacer algo bien y le sale todo fuera de control xD espero que el beso sea para algo bueno...
Y pobresita Sakura quiere hacer algo bien y le sale todo fuera de control xD espero que el beso sea para algo bueno...
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por Yukio834 Sáb Mar 09, 2013 8:22 am
arminius escribió:Yukio834 escribió:arminius escribió:me huele que hinata tuvo algo que ver con la separacion de naruto y sakura. sobre todo por los cambios que naruto recuerda sobre sakura.
es obvio que emperazon bien y algo sucedio. no me huele bien la "amistad" de hinata con ambos integrantes de la pareja.
siguelo que esta bueno.
Arminius pensé que te gustaban más las historias con acción, no sabia que te gustaran este tipo de fics
este.....¿es una invitacion a que me vaya? XD
je je je mira yukio, es cierto que me gustan los fic de accion. pero leo comedia con mi amigo mat y tambien romance con cataluna. shot originales y muy estretenidos con Kaiser y asi puedo seguir hasta el infinito. a mi particularmente me gustan las historias en mundo ninja, es cierto. pero aprecio por sobre todas las cosas dos cuestiones que a ti te sobran en tus trabajos:
un escrito armonioso y facil de leer, palabras simples y con buen contenido. orden y parrafos separados que nunca encontraran horrores de gramatica u ortografia. no pido perfeccion, pero se nota que cuando publicas le has puesto ganas a tu capitulo y eso me da fuerzas para seguirte.
y la segunda cosa es tu originalidad. historias de narusaku que aprovechan buenos argumentos y no se repiten. el fic del FBI pudo no tener un gran final, pero es experiencia para ti y seguramente ahora lo podras hacer muchisimo mejor. te leo por que lo mereces, te comento por que generas meritos para lograrlo.
saludos y fuerza para continuarlo.
Arminius por el contrario, en realidad es un honor que leas y comentes en mis fics, y por sobre todo que te tomes el tiempo de analizar, apreciar y que notes el entusiasmo y empeño que le pongo a la historia, sinceramente estoy muy agradecido por tu comentario y por lo que has dicho, no pensé que alguna vez fuera a recibir un comentario así y menos de un escritor de un calibre como el tuyo.
Como has dicho, mediante todas estas experiencias aprendo, cada uno de esos detalles generan conocimientos. La verdad podría haber cambiado el final de la historia de FBI, pero como dije al principio de ese fic, fue uno de los primeros y lo quería dejar tal como estaba, para así poder ver los pasos que he dado y el camino que he recorrido hasta ahora.
A todos los demás (Estefi chan, naruto\giratina-99, harunoakatsuki, NaruSaku-12, when21, Eva2.0, MerryMoon, el santo pegaso, SALAMANDRAHANSUKO, LSussy-chan, hikari uzumaki,) gracias por sus comentarios y opiniones, cada palabra de cada uno de ustedes también me hace seguir adelante, aprender y querer seguir escribiendo.
Sin mas que decir, aquí esta el capitulo nuevo.
CAPÍTULO 8
- Spoiler:
- Tenía la boca caliente, igual que su boca.
Ella ardía. No estaba bien lo que estaban haciendo.
¿Cómo no iba a estar bien, si los besos de Naruto provocaban aquella reacción en ella?
Sakura susurró el nombre de él y se apretó más, agarrándose de los hombros, mientras se besaban en la boca.
–Abre la boca. –le susurró él, y ella obedeció, quejándose cuando él le mordió un labio y se lo acarició con la lengua.
Naruto le desabrochó el vestido y se lo empezó a quitar por los hombros.
–No. –dijo ella, sujetando la tela de seda. –No podemos, Naruto...
–¿Por qué no?
–Eiji...
–Está subido el cristal. Eiji no nos puede ni ver, ni oír. –en la oscuridad sus ojos tenían un brillo feroz. Se acercó y la besó hasta que tembló en sus brazos. –Nadie nos puede ver aquí. Ni siquiera nadie sabe que estamos aquí. –la volvió a besar. –Además, eres mi esposa.
Su esposa.
Sakura se quedó casi sin respiración. Aquellas palabras eran demasiado eróticas. Tenía razón. Por la noche, rodeados por el anonimato de la ciudad, se sintió como si estuvieran solos en el universo.
Cuando él le besó el cuello, ella suspiró.
–Nunca se me ha olvidado tu sabor. –le susurró él.
Sus besos eran suaves como la lluvia, cálidos como la luz del sol–. Sabes a miel, a leche, a...
Le puso los labios en el pezón, cubierto por la tela de seda y ella se quejó y arqueó el cuerpo hacia él.
–Sí. –dijo, mientras ella decía su nombre y le ponía las manos en el cuello.
Naruto la levantó y se la puso sobre él, de rodillas sobre el asiento de cuero, con la falda sobre sus piernas, como si fueran pétalos de una rosa.
Le metió la mano por debajo de la falda, sintiendo la humedad de su sexo.
Sakura suspiró y echó la cabeza para atrás.
–Estamos sólos. –susurró Naruto. –Sólos tú y yo. Y te quiero, más de lo que he querido jamás a ninguna otra mujer.
La besó y ella respondió con un ardor igual al de él. Eso era lo que ella quería también. Sin juegos preliminares. Sin dulces palabras. Sólo una pasión que quería satisfacer.
¿Cómo podría haber estado tan ciega? Amaba a aquel hombre. Siempre había amado a aquel extraño que era su marido.
Era posible que por el accidente se hubiera olvidado de él, pero su alma lo recordaba. Era y siempre había sido parte de ella. Mientras, él esperaba su respuesta. Y ella se la dio, ofreciéndole la boca, para que le metiera la lengua, agarrándole la cara y acercándosela hacia la de ella.
–Quítame el pantalón. –le pidió él, y ella obedeció de inmediato, temblándole las manos de puro deseo. Sintió la palpitante dureza de su erección.
–Sakura. –le dijo él, mientras que con la mano le buscaba y acariciaba su sexo.
–Naruto. –suspiró ella, apretando su mano contra la cremallera de su pantalón.
El Bentley dio un bandazo. Se oyó una bocina y el coche volvió a dar otro bandazo.
–¿Qué ha sido eso? –preguntó Sakura.
–No lo sé. –la abrazó. –Ni me importa.
–No, no, espera... –le puso las manos en su pecho. –Naruto, espera.
–¡Vuelve aquí! –su voz estaba cargada de deseo. Le puso una mano en la cara y la besó. –No puedo aguantar más. Quiero estar dentro de ti, oírte gritar mi nombre.
Sakura se sintió como si estuviera despertando de un profundo sueño. El Bentley había reducido la marcha. Sakura volvió la cabeza y miró a través de la ventanilla oscura del coche. Estaban atravesando una zona en construcción, las luces amarillas intermitentes advertían del peligro.
Nadie los podía ver. Ella lo sabía. Aquellos cristales oscurecidos lo impedían. Pero no pudo evitar sentirse observada.
–Naruto. –dijo. –Por favor...
Le besó el pecho.
–No. Para. –empezó a intentar separarse de él. –Naruto. ¡Para!
Él levantó la cabeza. Tenía los ojos casi desenfocados. En aquel momento, su marido era un completo extraño para ella.
–Naruto. –le dijo, mientras le apartaba. –Déjame.
–¡No seas tonta! Tú lo estás deseando tanto como yo. Ven...
–¡No! –intentó separarse, pero no pudo. –Tú no sabes lo que yo quiero.
–Sé perfectamente lo que quieres.
Sakura le pegó una bofetada. Se quedaron mirándose y Naruto la soltó, se dio la vuelta y apoyó la frente contra el cristal.
¿Qué diablos estaba ocurriendo? Allí estaba él, un hombre ya crecido, en una limusina, con su mujer sobre las piernas, desnuda de medio cuerpo para arriba y la falda subida hasta la cadera, y si ella no le hubiera detenido, él habría hecho el amor allí mismo, en el asiento de aquel coche, como si fuera la primera vez que se conocieran.
Y encima estaba enfadado con ella, cuando no había hecho nada. Lo único que había hecho era aparecer de pronto en su vida otra vez, como él siempre la había recordado y, como la primera vez que la conoció, había vuelto a perder la cabeza, dándose cuenta que amaba a la mujer con la que se había casado.
Pero cuando ella recuperara la memoria, todo volvería a ser como antes de que tuviera el accidente. Dos personas que no tenían nada en común y que estaban a punto de divorciarse.
¿Pero, cómo le iba a decir que su pérdida de memoria la había convertido en una persona mejor?
Hacer el amor con Sakura sería como hacer el amor con un sueño.
–¿Sakura? –estiró la mano y ella se la retiró. –Escucha, Sakura. Sé cómo te sientes...
Ella se volvió hacia él. Esperaba ver una cara angustiada, boca temblorosa. Pero estaba equivocado.
En vez de angustia vio ira.
–Es increíble. –dijo ella. –Primero dices que sabes lo que quiero, y ahora me dices que sabes cómo me siento.
–Sakura, estoy intentando disculparme. Nunca debería haber...
La limusina se detuvo. El motor se paró. Sakura lo miraba en la oscuridad.
–No se te ocurra volver a tocarme otra vez, o... o...
No pudo terminar la frase. La puerta se abrió y Eiji miró sorprendido cómo Sakura salía y se marchaba corriendo hacia la casa.
A las cinco de la mañana, Naruto seguía sentado en la oscuridad del salón.
Llevaba allí más de tres horas. Se había quitado la chaqueta, la corbata y tenía desabrochados los tres primeros botones de la camisa. Había dejado los zapatos al lado de la silla. En la mesa había una botella abierta de coñac. Él tenía un vaso en la mano. No estaba borracho, aunque había bebido lo suyo.
Se oyeron pasos en las escaleras.
Se levantó y se pasó la mano por el pelo. Caminó hacia la puerta y se asomó al recibidor.
–¿Sakura? –llamó, muy bajo.
Ella se detuvo a mitad de camino. Llevaba puesto un camisón amarillo, tenía el pelo recogido y aunque le sorprendiera verlo allí, no lo demostró en la cara.
–Hola, Naruto. –le dijo, en un tono neutro.
–¿Estás bien?
–Sí, estoy bien.
Pero no era cierto. Tenía unas ojeras muy pronunciadas.
–Estaba bebiendo una copa de coñac... ¿Te apetece una?
–No, no. Gracias. –levantó sus manos y se las puso en las sienes. –La verdad es que he bajado para buscar una aspirina. No, he encontrado ninguna en mi cuarto de baño.
–Iré a buscarlas.
–No te preocupes, iré yo.
Naruto suspiró, volvió al salón y se sentó, con la copa en la mano, esperando su regreso, intentando averiguar cómo decirle que de verdad lo sentía.
–Con respecto a lo que ha pasado en la limusina...
Sus mejillas se sonrojaron, pero tenía fija su mirada.
–No soy una niña, Naruto. Yo soy tan responsable como tú. No debería haberte permitido...
–¿Me quieres escuchar, por favor?
–¿Por qué? No hay nada que discutir, a menos que hablemos de una separación.
Naruto se echó para atrás, como si le hubieran dado un golpe. No podía reprochárselo. Incluso a ella le sorprendió lo que acababa de decir. Ni siquiera se le había ocurrido hablar de una separación, aunque fuera lo que le había estado rondando por la cabeza durante las últimas horas.
–¿De qué estás hablando?
–Sería lo mejor. –respondió ella. –No podemos seguir así.
–¡No digas tonterías!
–Déjame sóla un par de días y encontraré un sitio donde...
Naruto le puso las manos en los hombros.
–¿Estás loca? ¿Dónde diablos vas a ir?
–No lo sé. –levantó el mentón. –Ya encontraré algún sitio. Sólo necesito un poco de tiempo.
–¿No comprendes que estás enferma?
–No lo estoy. Yo sólo...
–Sí, lo sé. Lo que te ocurre es que no puedes acordarte de nada. –dijo Naruto. –Olvídalo, Sakura. Tú no te vas de aquí.
–Yo no necesito tu permiso. Ya soy mayorcita, para decidir por mí misma.
–Pues te estás comportando como una niña.
Se quedaron mirando el uno al otro.
Sakura dejó en la mesa el vaso de leche que había llevado y se marchó a su habitación.
–¿Sakura? –Naruto la siguió. –¿Dónde vas?
–Deja ya de utilizar ese tono conmigo. –le dijo muy enfadada. –Me voy a mi habitación. ¿O es que necesito pedirte permiso?
–Lo único que quiero es que te metas en la cabeza que no va a haber separación.
–Dame sólo una razón.
–Porque lo digo yo.
–Magnífico. Como no puedes ganar la pelea, tienes que recurrir a la típica tiranía machista... –por un momento vaciló y puso cara de asombro. –Típica tiranía machista. –susurró. Lo miró. –¿Naruto? ¿No he dicho yo ya eso antes?
Naruto subió lentamente las escaleras y se puso a su lado.
–Sí. –respondió.
–Eso pensaba. –dudó. –Por un momento casi he logrado recordar algo. ¿Te llamé yo algo así, discutiendo una posible separación?
Naruto sonrió. Estiró la mano y le acarició la barbilla.
–No fue en una discusión. –le dijo. –Habíamos estado montando a caballo...
–¿En Connecticut?
Naruto asintió.
–Yo te había amenazado con tirarte a un estanque y tú lo pusiste en duda...
–Y entonces lo intentaste, yo me aparté y tú te caíste en el agua.
–¿Te acuerdas de eso?
Los ojos de Sakura se llenaron de lágrimas.
–Sólo de eso–susurró. –Nada más. Es como si hubiera visto sólo unos fotogramas de una película.
Naruto le puso las manos en la cara.
–Yo salí del agua y tú te estabas partiendo de risa. Saliste corriendo, yo te perseguí y cuando te alcancé, te agarré y te iba a tirar al agua, cuando dijiste...
–Típica tiranía machista.
–Eso es. Y no te tiré.
–¿Y qué hiciste?
–Pues te llevé a un prado.
–Un prado muy verde. –dijo Sakura. –Con muchas flores.
–Y allí te desnudé e hicimos el amor, rodeados del dulce aroma de las flores, el sol calentando nuestros cuerpos. ¿Te acuerdas de eso?
Ella negó con la cabeza.
–No. –susurró. –Ojalá me acordara...
Se quedaron en silencio. Naruto suspiró.
–Ve a tu habitación. –le dijo.
–Allí es donde iba, antes de que tú...
–Y vístete y mete en la maleta lo que necesites para un fin de semana.
–¿Por qué?
–O mejor no te preocupes. –le dijo, sonriendo. –Creo que dejaste tu segunda piel en la habitación de Connecticut.
–¿De qué estás hablando?
–De que nos vamos a ir allí el fin de semana. Confía en mí. –le dijo él, cuando vio que ella abría la boca para protestar. –Es algo muy civilizado en nuestro entorno.
–Me importa un bledo. Yo no voy a ningún sitio contigo. Me niego en redondo.
–¿Aunque si vas puede que empieces a recordar cosas?
–¿Tú crees?
–No sé. –admitió él.
–¿Pero crees que...?
–Venga. –le dijo, invitándola a que se fuera a su habitación. –Te concedo sólo diez minutos, ni un segundo más.
–¿Naruto?
–¿Qué ocurre ahora?
–¿Por qué me llamas algunas veces gitana?
–Ya te lo contaré en otro momento.
Inclinó un poco la cabeza y ella fue consciente de que la iba a besar. Pero sólo fue un beso muy suave. Cerró los ojos, suspiró y se acercó a él. Y así se quedaron un rato, besándose, hasta que Naruto se apartó. Cuando Sakura abrió los ojos, vio una expresión en su cara que no había visto antes.
–¿Naruto?
–Venga. –dijo él. –Ve a ver si encuentras algunas zapatillas y algo cómodo para ponerte y no tardes más de diez minutos.
Sakura sonrió. Era una estupidez, pero se sentía feliz como una chiquilla.
–Que sean quince. –dijo ella.
Se acercó a él y le dio un beso. Y después se marchó a su habitación y cerró la puerta.
----------FIN DEL CAPITULO---------
PD: (Espero no parecer muy acaramelado, jajajaja solo quería darles las gracias por el tiempo que se toman en leer mi historia)
Yukio834- Chunnin
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por harunoakatsuki Sáb Mar 09, 2013 8:39 am
KYAAAA este cap, fue lindo siiii
sakura recordo solo un poco, y a hora naruto ,
se esta poniendo blando, espero que siga asi .
por ya me imagino que algo va apasar y va a da~ar
ese lindo momento ( espero que no sea a hora )
PD : per tengo mis duda no se si seria buen saku esta feliz por esto pero despues como se pone naruto ( la ofenda de nuevo ) o algo que se ponga frio de nuevo con ella
muy bueno el cap
espero conti
te cuidas
sakura recordo solo un poco, y a hora naruto ,
se esta poniendo blando, espero que siga asi .
por ya me imagino que algo va apasar y va a da~ar
ese lindo momento ( espero que no sea a hora )
PD : per tengo mis duda no se si seria buen saku esta feliz por esto pero despues como se pone naruto ( la ofenda de nuevo ) o algo que se ponga frio de nuevo con ella
muy bueno el cap
espero conti
te cuidas
Última edición por harunoakatsuki el Sáb Mar 09, 2013 9:05 am, editado 1 vez
harunoakatsuki- Sannin
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por NaruSaku-12 Sáb Mar 09, 2013 8:52 am
Awwwwww me encantó.
Saku-Chan recuerda poco a poco,pero muy poco…¿Soy yo o eso rimó?
En fin,quiero que pase algo…-Pervert on-
Espero la Conti Ansiosísísísíma.
Saludos,besos y abrazos.
Saku-Chan recuerda poco a poco,pero muy poco…¿Soy yo o eso rimó?
En fin,quiero que pase algo…-Pervert on-
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por Estefi chan Sáb Mar 09, 2013 9:02 am
Por fin algo de amor por parte de estos dos !!! soy feliz xD ya me estaba desesperando la actitud de ambos .....
A ver que pasa en Connecticut , espero que sea algo bueno ...
sigo pensando que Hinata tiene algo que ver con la separación de Naruto y Sakura , apuesto a que ella le dió ideas raras a Sakura o algo así
Espero conti !!!
Saludos
A ver que pasa en Connecticut , espero que sea algo bueno ...
sigo pensando que Hinata tiene algo que ver con la separación de Naruto y Sakura , apuesto a que ella le dió ideas raras a Sakura o algo así
Espero conti !!!
Saludos
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por Eva2.0 Sáb Mar 09, 2013 10:13 am
A ver si me he enterado...
Hinata.
Yo no creo que ella sea culpable. Igual me equivoco, pero por lo que se sabe de ella, es una persona noble. Puede que esté enamorada de Naruto, pero quizás se mantiene al margen por prudencia y honradez. Si en vez de ella, ese personaje (con la misma actitud) fuese Ino, nadie sospecharía nada. Es Sakura la que por su inseguridad puede que la vea como rival.
Yo voy a apostar por su inocencia. Me gusta mucho Hinata (en el manga también). Solo es eso. Quiero que sea buena XD
Sakura.
No termina de quedar claro el motivo de porqué cambió. Si era una chica tan encantadora e inocente, ¿porqué acabó siendo tan artificial? Hasta ahora solo se ha dado a entender que la relación se enfrió por el mundo tan hipócrita en el que viven, que transformó a una joven e inexperta Sakura en otra persona, quizás por que su marido se pasaba el día en la oficina. Pero da la sensación de que falta algo. O Yukio da una razón concreta para esto más adelante o no termina de cuadrar.
Que sí, que posiblemente el motivo sea Hinata.... (aunque me gustaría que fuese otra cosa).
Y Naruto a ver si se aclara, que está cada vez más ambivalente... ahora parece que se alegra de que recuerde. Me estoy liando.
Esto no es una crítica, eh??? que quede claro!! Me encanta el fic !
El problema soy yo, que a veces soy muy lentita para entender las cosas .... y no sé si es que aún falta información o que yo voy perdida. (Lo segundo, casi seguro...XD)
chao!
Hinata.
Yo no creo que ella sea culpable. Igual me equivoco, pero por lo que se sabe de ella, es una persona noble. Puede que esté enamorada de Naruto, pero quizás se mantiene al margen por prudencia y honradez. Si en vez de ella, ese personaje (con la misma actitud) fuese Ino, nadie sospecharía nada. Es Sakura la que por su inseguridad puede que la vea como rival.
Yo voy a apostar por su inocencia. Me gusta mucho Hinata (en el manga también). Solo es eso. Quiero que sea buena XD
Sakura.
No termina de quedar claro el motivo de porqué cambió. Si era una chica tan encantadora e inocente, ¿porqué acabó siendo tan artificial? Hasta ahora solo se ha dado a entender que la relación se enfrió por el mundo tan hipócrita en el que viven, que transformó a una joven e inexperta Sakura en otra persona, quizás por que su marido se pasaba el día en la oficina. Pero da la sensación de que falta algo. O Yukio da una razón concreta para esto más adelante o no termina de cuadrar.
Que sí, que posiblemente el motivo sea Hinata.... (aunque me gustaría que fuese otra cosa).
Y Naruto a ver si se aclara, que está cada vez más ambivalente... ahora parece que se alegra de que recuerde. Me estoy liando.
Esto no es una crítica, eh??? que quede claro!! Me encanta el fic !
El problema soy yo, que a veces soy muy lentita para entender las cosas .... y no sé si es que aún falta información o que yo voy perdida. (Lo segundo, casi seguro...XD)
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por arminius Sáb Mar 09, 2013 2:28 pm
lo de hinata fue una especulacion mia Eva, por ahora no hay pruebas pero es evidente que sakura comenzo a comportarse superficialmente por algo que paso en el medio del matrimonio. ahora que perdio la memoria comienza a ser ella misma de nuevo (me refiero a esa persona sin filtros) naruto parece no saber que puso a sakura a cambiar de personalidad en el medio de su matrimonio y cree que ella lo utilizo para casarce para luego dejarlo tirado. sakura debe haber cambiado por alguna razon, y esa razon puede ser otra mujer.
cuando Yukio escribio sobre la amistad de hinata con ambas partes de la pareja, a mi se hizo extraño. por que si no son amigos de la infancia, hinata pudo estar llevando agua a su molino de alguna forma. (repito que es especulacion mia y nada mas)
pero lo que hasta ahora tenemos en claro es:
-naruto y sakura se iban a divorciar antes del accidente.
-naruto recuerda que su esposa no era superficial antes de casarce y cambio sobre la marcha. el sospecha que nunca ella lo amó. cosa que quedo negada por sakura siente deseos instintivos por su marido (demostrado en el auto)
-sakura era una mujer superficial. pero no por gusto al parecer. demostrado por que ahora que perdio la memoria parece estar completamente en contra de la forma de vida que todos le indican que ella tenia. (no le gustan sus vestidos, los baños, el spa, correr sola, etc)
-algo cambio de la sakura original, a esa sakura superficial antes del accidente. una mujer en busca de un divorcio. y yo diria que los celos o el rencor son un factor que puede herir el orgullo de una mujer. (del tipo de..."me engañaste con tal mujer y por eso ahora hago lo que quiero y te ignoro y te rechazo hasta el divorcio")
esto es lo que tengo hasta el momento, puede que la cosa cambie con el tiempo y los capitulos. pero sigo sospechando la intervencion de otra persona entre la pareja. (dije hinata pero puede ser otro personaje mas)
veremos lo que sigue.
cuando Yukio escribio sobre la amistad de hinata con ambas partes de la pareja, a mi se hizo extraño. por que si no son amigos de la infancia, hinata pudo estar llevando agua a su molino de alguna forma. (repito que es especulacion mia y nada mas)
pero lo que hasta ahora tenemos en claro es:
-naruto y sakura se iban a divorciar antes del accidente.
-naruto recuerda que su esposa no era superficial antes de casarce y cambio sobre la marcha. el sospecha que nunca ella lo amó. cosa que quedo negada por sakura siente deseos instintivos por su marido (demostrado en el auto)
-sakura era una mujer superficial. pero no por gusto al parecer. demostrado por que ahora que perdio la memoria parece estar completamente en contra de la forma de vida que todos le indican que ella tenia. (no le gustan sus vestidos, los baños, el spa, correr sola, etc)
-algo cambio de la sakura original, a esa sakura superficial antes del accidente. una mujer en busca de un divorcio. y yo diria que los celos o el rencor son un factor que puede herir el orgullo de una mujer. (del tipo de..."me engañaste con tal mujer y por eso ahora hago lo que quiero y te ignoro y te rechazo hasta el divorcio")
esto es lo que tengo hasta el momento, puede que la cosa cambie con el tiempo y los capitulos. pero sigo sospechando la intervencion de otra persona entre la pareja. (dije hinata pero puede ser otro personaje mas)
veremos lo que sigue.
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por moi-06yoyo Sáb Mar 09, 2013 2:41 pm
MMMM ni yo lo pude explicar mejor jejje e
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por hikari uzumaki Sáb Mar 09, 2013 7:14 pm
Fue mi imaginacion o el capitulo me parecio algo corto? Pero bueno parece que naruto intenta ceder un poco aunque se sigue notanto cauteloso, espero que este fin de semana les sirva mas que par recordar un acercamiento sincero y mas solido para ambos y mas confianza y muchas ganas de amarsem
Por Dios quiero la conti! Y saber como iran las cosas
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por when21 Dom Mar 10, 2013 4:57 am
Me has sorprendido ^^
Al menos ya se besan
-haciendo puchero- Me fuera gustado que hicieran el amor en la limusina xD
Espero recuerde mas cosas saku
Nos vemos!
Conti pliz ^^
Al menos ya se besan
-haciendo puchero- Me fuera gustado que hicieran el amor en la limusina xD
Espero recuerde mas cosas saku
Nos vemos!
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por Yukio834 Dom Mar 10, 2013 12:02 pm
CAPÍTULO 9
- Spoiler:
- Hubo un tiempo en que Naruto habría dicho que podría conducir hasta Fenton Mills con los ojos cerrados.
No tenía que mirar las señales para saber la salida de la autopista, ni los desvíos por las carreteras secundarias.
Lo que le sorprendió fue que todavía era capaz de recordarlo. Después de todo el tiempo que había pasado, parecía que el Jaguar se conocía el camino a su hogar.
Aunque la verdad, desde hacía tres años no había sido su hogar.
Una joven pareja, que cultivaban una tierra cerca de la casa, se encargaban de su cuidado. Limpiaban el caminó, cuando nevaba y cortaban el césped durante el verano, aunque Naruto nunca iba allí, casi nunca.
A veces se preguntaba por qué tenía una propiedad allí. Esa misma pregunta se la había hecho su contable, hacía sólo unos meses.
–No obtienes ningún beneficio de aquella propiedad. –Le había dicho Yukimaru–. Además, me dices que nunca vas. ¿Por qué no la vendes?
Naruto le contestó que por las condiciones del mercado, que las propiedades se habían depreciado y una docena de razones más, después de lo cual Yukimaru no tuvo más remedio que dejarlo.
–No sé cómo se me ocurre darte consejos financieros. –le había dicho, y los dos se echaron a reír y hablar de otros asuntos.
Las razones que le había dado a Yukimaru estaban tan argumentadas, que casi se convenció a sí mismo.
Pero no eran ciertas.
Seguía conservando aquella casa por una sola y estúpida razón.
Porque le recordaba la vida que una vez había soñado vivir con una mujer que había amado.
Con Sakura.
Había comprado aquel lugar hacía años, con el primer dinero que ganó. En aquel momento no supo bien por qué. No era la parte más solicitada de Connecticut, aunque era una zona bastante bonita. Y la casa tenía más de doscientos años. Incluso el agente inmobiliario se extrañó que le interesara aquel sitio.
Pero Naruto, en uno de sus viajes de vuelta de esquiar durante el fin de semana, había visto el cartel de que se vendía y supo que aquella casa estaba destinada para él. Y había extendido un cheque, firmado los documentos necesarios y la casa fue suya.
Al principio había ido todos los fines de semana, con un saco de dormir, y había acampado en el destartalado salón, compartiéndolo con un par de ratones, un murciélago y una vez con una inofensiva serpiente.
Cuando mandó llamar a los carpinteros, estos aparecieron, se frotaron el mentón y le dijeron que para arreglar aquello hacía falta mucho trabajo. También llamó a los pintores, cristaleros y profesionales que nunca jamás sabía que existieran.
Pero cuando más tiempo pasaba Naruto en aquella casa, más le apetecía hacer los arreglos él mismo. Se compró libros de carpintería y se los leyó en su casa de Manhattan, que se había comprado como inversión, nunca para que fuera su hogar de verdad.
Al principio hizo trabajos sencillos y pidió consejo cuando lo necesitó. Si aquello lo hubiera hecho en la ciudad, la gente le habría dicho que estaba loco, pero allí nadie le prestó mayor atención.
Descubrió que le gustaba hacer trabajos con sus manos. Aprendió a cepillar la madera y a hacer trabajos de albañilería.
La gente del lugar, los que le vendieron los tablones de roble que necesitó para construir la mesa de la cocina, miraron la casa y expresaron su admiración. El editor del periódico local se enteró de lo que estaba haciendo y un día lo llamó por teléfono y le pidió que escribiera un artículo sobre el trabajo que estaba haciendo. Pero él se negó.
Aquella casa, que estaba restaurando con sus propias manos era su hogar. Una casa que no quería compartir con nadie.
Hasta que conoció a Sakura.
La llevó allí un fin de semana, a las dos semanas de conocerse. Por desgracia las viejas tuberías se rompieron y terminó con la cabeza debajo del fregadero. Sakura se agachó con él, y le daba las herramientas para reparar todo lo necesario.
–No es necesario que me ayudes. –le dijo Naruto, y ella se reía, diciéndole que se lo estaba pasando en grande.
Aquel fin de semana, se dio cuenta de que, quería a Sakura, no sólo en la cama, sino en su vida y para siempre. A los pocos días se casaron.
Al principio, todo fue felicidad. Las horas que pasaba en la oficina eran menos importantes que las que pasaba junto a su nueva esposa.
Hinata incluso llegó a sentir pánico.
–No sé qué decirle a la gente cuando llama por teléfono, Naruto. –se quejó Hinata.
Naruto pensó en el problema y se fue a ver a los clientes y lo solucionó.
A los pocos días, vino un equipo de electricistas, que instalaron en el ático de la casa, ordenadores, módems e impresoras, conectando la casa con la oficina de Nueva York.
Desde allí podía hacer su trabajo, sin moverse del sitio, aunque iba los jueves y los viernes, siempre acompañado de su bonita esposa, para reunirse con algunos clientes. Algunas veces las reuniones terminaban tarde. Sakura nunca se quejó. Hinata la entretenía el tiempo que duraban las reuniones.
Pero las cosas empezaron a cambiar.
Todo empezó muy lentamente, casi sin notarlo.
Un día Sakura sugirió quedarse a pasar un día en la ciudad.
–Me gustaría ir a la ópera. –dijo.
Por correo había llegado una invitación. Naruto iba a tirarla cuando Sakura se lo impidió, diciendo que nunca había asistido a la ópera.
Antes de que él se diera cuenta, se pasaban cinco días a la semana en Nueva York y, al poco tiempo, toda la semana. Sakura empezó a salir con gente, hacer amigos y formar parte de algunos comités.
Connecticut, y la vida sencilla que allí disfrutaban, se fueron alejando cada vez más.
Hinata, que lo conocía muy bien, vio que no era feliz, así que intentó ayudarle.
–No debes ser tan posesivo. –le dijo ella. –Una mujer tan joven como Sakura necesita espacio para desarrollarse.
Así que él cedió. Pero aquello no sirvió de nada. La distancia entre ellos se convirtió en un abismo. Sakura dejó de fingir que le gustaba el campo. Le dijo claramente que prefería el lujo de Manhattan y antes de que Naruto se diera cuenta, la casa de campo se llenó de muebles horribles.
La chica de la que se había enamorado había cambiado y se había convertido en una mujer que no le gustaba.
Sakura cambió de los vaqueros y la franela, a la seda. Se reía de las hamburguesas a la parrilla y prefería los filetes de ternera, servidos en platos de china.
Y dejó claro que prefería un café en la cama, servido por un criado, que un marido con un delantal, especialmente si ese marido estaba dispuesto a endulzárselo con besos, en vez de azúcar.
Naruto apretó el volante del Jaguar. Aquello fue lo más duro de todo. El darse cuenta de que a su mujer no le gustaban sus manifestaciones de cariño.
¿Habría estado fingiendo todo el tiempo? ¿O era que el dinero y su posición social la habían convertido en una persona diferente?
Al cabo de un cierto tiempo, dejó de tocarla, o de quererla. Había cometido un error, e iba a darle solución.
El divorcio parecía que era la única salida...
Hasta la noche anterior, en la que los besos habían encendido de nuevo el amor que había sentido por ella.
¿Era esa la razón por la que había decidido ir allí ese fin de semana?
No, por supuesto que no. No estaba dispuesto a hacer el amor con Sakura, ni aquel fin de semana, ni ningún otro. La llevaba a Connecticut para ver si empezaba a recordar cosas.
Cuanto antes empezara a recordar, mejor. Antes podría dejar de fingir que eran marido y mujer y podría continuar su vida.
–¿Falta mucho para llegar?
La voz de Sakura tenía un tono de duda. Naruto la miró. El sol le iluminaba el pelo.
–Sólo unos kilómetros. –dijo. –¿Por qué? ¿Te suena algo?
Ella negó con la cabeza.
–No. Es una carretera preciosa.
–Sí, lo es.
–Me encantan los muros de piedra que hay al lado de la carretera. ¿Son muy antiguos?
–La mayoría de ellos son de la época colonial. Los campesinos los hicieron con las piedras que se encontraban cuando araban las tierras.
–¿Tantas piedras se encontraron? Debió ser una tierra muy difícil de cultivar.
–Y todavía encuentran. Algunos dicen que aquí lo único que se puede cultivar son piedras.
Sakura sonrió.
–Me lo creo. ¿Y cómo es la casa?
–Pues una casa que espero que te encante. –le contestó él. –Es una casa vieja. La parte principal fue construida en mil setecientos sesenta, por un campesino llamado Hiramaru Kazuya. Su hijo, construyó otra ala, cuando la heredó y cada una de las generaciones siguientes la fueron modernizando.
–Entonces siempre ha sido la casa de la familia Hiramaru. –suspiró Sakura. –Qué bonito, todas esas generaciones compartiendo el mismo sueño. Debe ser maravilloso.
Naruto se quedó mirándola. Había hecho el mismo comentario la primera vez que fue allí. Un comentario que la primera vez fue un tanto venenoso, viniendo de una chica que había sido criada por un padre viudo que se había dedicado más al whisky que a ella. Y él le quiso dar todo el amor que a ella le había faltado...
–No creas que todo es tan romántico, Sakura. –le dijo, sonriendo. Miró al espejo retrovisor y se metió por el camino por el que se iba a la casa. –Las casas viejas son bastante incómodas. La calefacción casi nunca funciona, están siempre llenas de arañas y ratones en la bodega...
–¿Es esa?
Naruto miró a la casa con contraventanas de color negro que había en lo alto de una colina. Era una casa pequeña, comparada con las que habían visto en el camino. Tenía un aspecto de abandonada. El invierno había sido muy duro y las tormentas habían soltado algunas tejas.
Sintió un sabor amargo en su boca.
¿Qué era lo que habría visto en aquel sitio, para parecerle mágico?
–Sí. –dijo él. –Esa es. Siento mucho que esperaras algo más, pero...
–¿Algo más? ¿Qué más podría esperar? Es preciosa.
¿Qué diablos era aquello? Eso mismo había dicho la primera vez que la vio. Más tarde descubrió que sólo lo había dicho para complacerle.
Naruto se enorgullecía de ser un hombre al que sólo se le podía engañar una vez. .
–¿De verdad te gusta? –le preguntó.
Sakura asintió.
–Sí. Es perfecta.
Y familiar.
No lo dijo, pero lo pensó. Era muy pronto para saber si aquel fin de semana iba a poder recordar cosas. Pero tenía la sensación de que lo iba a lograr. Porque de no ocurrir nada, su desilusión iba a ser difícil de soportar.
–¿Sakura?
Ella parpadeó y lo miró. Naruto había aparcado el coche y había salido. Le había abierto la puerta.
–¿Quieres que entremos?
Lo miró a los ojos. Tenía una mirada fría. Tuvo la sensación de que él esperaba que ella le dijera que no, que quería volver a la ciudad. Pero habían llegado muy lejos, para volverse atrás.
–Sí. –le contestó. –Vamos dentro.
Naruto no estaba seguro de cómo iba a reaccionar Sakura cuando entrara en la casa. ¿Se daría un golpecito en la cabeza y diría que se acordaba de algo? ¿O echaría un vistazo por las habitaciones y diría que no se acordaba de nada y que quería volver a casa?
No hizo ninguna de las dos cosas. Hizo lo que había hecho años atrás. Se fue de habitación en habitación, diciendo que eran preciosas y suspiró sobre el pasamanos de la escalera, que juntos estuvieron barnizando.
Antes de ir, había llamado a los que se encargaban de cuidar la casa. Habían pasado por allí, porque los muebles estaban limpios y las ventanas abiertas. Les habían hecho café y habían dejado algunos pasteles en la mesa de la cocina. También dejaron mermelada de fresas y una docena de huevos, mantequilla y leche en el frigorífico.
Sakura dijo que aquello era maravilloso, en especial la chimenea. Y además dijo que le alegraba ver que también había gas y agua corriente.
Naruto pensó que aquella mujer vestida con un jersey de lana de cachemira, pantalones de nylon y zapatillas, sin maquillar, con el pelo recogido, era la mujer que él una vez había amado.
–¿Qué te pasa, Naruto?
–Nada. Vamos arriba. Te enseñaré tu habitación. Anoche no dormiste mucho y después de este viaje, seguro que querrás echar una cabezada.
–Pero... –estuvo a punto de decirle que no estaba cansada.
Pero lo que estaba claro era que se la quería quitar de en medio, pensó ella. Seguro que se arrepentía de haberla llevado allí.
Sakura asintió.
–Está bien. Enséñame la casa.
En la parte de arriba había tres puertas cerradas. Una daba a un baño, otra daba a una escalera por la que se subía al ático y la tercera a una: espaciosa habitación, en la que las vigas estaban a la vista. Había una chimenea y en el centro de la habitación una cama con dosel. ¿Una habitación? ¿Sólo una?
Sakura se quedó en la puerta.
–Yo pensaba que...
Naruto entendió al instante.
–No te preocupes. –le dijo. –Hay otra habitación abajo. Yo me quedaré allí. Tú puedes quedarte en esta a dormir un poco. Cuando te levantes te enseñaré New England. ¿Quién sabe? A lo mejor ves algo que te refresca la memoria.
Salió y cerró la puerta. Ella se quedó en la habitación y se fue a mirar por la ventana, desde donde se veían unas colinas cubiertas del manto verde de finales de primavera. Se quedó pensando por qué no le había preguntado la razón por la que no compartían cama o habitación.
Y si alguna vez lo habían hecho.
Sakura durmió la siesta y al cabo de un rato se despertó. La habitación estaba casi en sombras.
Se levantó, se fue al cuarto de baño y se lavó las manos y la cara. Mientras estaba adecentándose se miró al espejo.
Tenía un aspecto horroroso. Estaba despeinada y un poco de lápiz de labios no le vendría nada mal. Además llevaba una ropa ridícula. En la habitación había visto un armario. Además Naruto le había dicho que no tenía que llevar nada. A lo mejor encontraba algo en aquel armario.
Cuando lo abrió, se quedó boquiabierta. Estaba repleto de ropa. Cosas que seguro que ella había comprado, con un estilo completamente diferente a la que tenía en Nueva York. Había pantalones vaqueros y de pana, camisas de algodón y jerséis, zapatillas, botas de cuero y de goma.
Y, además, también estaba la ropa de Naruto. Vaqueros tan viejos como los de ella, botas y zapatos y camisas de franela...
¡Habían compartido aquella habitación y aquella cama!
–¿Sakura? ¿Estás despierta?
Se dio la vuelta hacia la puerta.
–Sí. –dijo y se aclaró la garganta. –Sí, Naruto, lo estoy. Bajaré en un minuto.
–Tranquila.
Se puso unos pantalones vaqueros, una camisa de algodón de color rosa y unas botas de cuero, en las que se encontró muy cómoda, nada más ponérselas. Se puso un suéter de color azul marino, se peinó y bajó a la parte de abajo.
–Hola. –le saludó, muy animada, cuando llegó al salón.
Naruto se dio la vuelta.
–Hola. –respondió, con una sonrisa en sus labios al verla. –Ya veo que has encontrado tu ropa.
–Oye Naruto, ¿por qué me dijiste aquello de que dejé mi piel en Connecticut?
–Fue una estupidez.
–¿Pero qué era lo que querías decir?
–Pues que yo sabía que tenías el armario lleno de ropa...
–Sí, pero...
–¿Dónde te apetece ir a cenar?
–¿Qué? Pues no sé, no había pensado en nada...
–Hay un sitio a media hora de aquí, un restaurante de cocina francesa.
–¿Cocina francesa por aquí?
Naruto sonrió.
–No estamos en la luna, Sakura.
–Ya lo sé. Lo que quería decir... Ya sé que vas a pensar que estoy loca, pero...
–¿Qué?
–No, nada. Vamos a ese restaurante. –le dijo. –Con tal de que no tengan sólo queso de cabra.
Naruto se echó a reír, se apoyó en la pared y se metió las manos en los bolsillos traseros del pantalón.
–Te aseguro que tienen otras cosas aparte del queso de cabra. –le dijo. –Dime lo que me ibas a decir.
Sakura suspiró y antes de que pronunciara una sola palabra, él sabía lo que iba a salir por su boca.
–Te vas a reír, pero he echado un vistazo al frigorífico, y lo que de verdad me apetece para cenar es una hamburguesa.
------------------------------------------------------
Todo había sido una equivocación.
Desde el momento en que salieron de Manhattan, hasta ese momento, en que estaba sentado en la alfombra, frente a la chimenea del salón, junto a su esposa, su bella esposa, viéndola comer una gigantesca hamburguesa, escuchando la música de la radio.
¿A qué diablos estaba jugando? ¿Por qué fingía estar escuchándola, cuando en realidad tan sólo estaba concentrado en el reflejo del fuego en su rostro tan encantador?
Trató de concentrarse en lo que decía. Le estaba contando una historia de una mujer que había conocido en Bright Meadows, que estaba convencida de que vivía en Plutón.
–Sé que no tenía que haberme reído. –le estaba contando, mientras se comía la hamburguesa. –Pero si hubieras oído lo seria que lo contaba...
Naruto se echó a reír, porque era lo que ella esperaba de él. Pero no sentía lo mismo por dentro. Lo que en realidad deseaba era que Sakura no fuera capaz de recordar nada, después de aquel fin de semana. Porque se estaba enamorando otra vez de ella, de la Sakura que tenía delante de sus ojos.
–... me preguntó dónde había nacido y yo no pude contestarle, porque… ¿Naruto? ¿Qué te pasa?
Naruto se puso de pie.
–Escucha Sakura...
«Escucha Sakura, nos vamos». Eso era lo que le hubiera querido decir. «Nos vamos de aquí, mientras estemos a tiempo».
Pero no fue lo que dijo.
–Sakura. –dijo y estiró la mano. –¿Quieres bailar conmigo?
Se miraron a los ojos. Sakura se sonrojó, sonrió y se puso también de pie.
Naruto se la llevó al centro de la habitación y la rodeó con sus manos. Ni siquiera intentó fingir que sólo quería bailar con ella. La apretó contra su cuerpo. Ella se puso muy tensa y por un momento pensó que se iba a resistir. Pero entonces, suspiró, le puso las manos alrededor del cuello y se dejó llevar por la música.
Fue una sensación maravillosa sentir sus pechos, la calidez de sus muslos. Le puso las manos en el trasero y la apretó contra su endurecido miembro.
Sakura sintió que la deseaba, no de la forma que la había deseado en el coche, sino de otra manera. En esos momentos era amor.
Estaba segura de ella. Ella también lo amaba, con todo su corazón., Y él a ella. Lo sabía por sus caricias.
Se echó un poco para atrás y miró los ojos de su marido.
–¿Naruto? –susurró ella.
–Gitana. –le dijo él. –Mi gitana. –y empezó a besarla. Le puso las manos en los pechos. La echó en la alfombra y frente al fuego de la chimenea se dejaron llevar por la pasión.
-----------FIN DEL CAPITULO------------
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por when21 Dom Mar 10, 2013 12:27 pm
Dios!!!!!!!!!!!
Espero que está vez si haya lemon, lemon, lemon!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Me encanta como se están enamorando de nuevo, quiero ver que mas hacen *w*
Como están cada vez mas juntos
Exijo la conti!!!
Espero que está vez si haya lemon, lemon, lemon!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Me encanta como se están enamorando de nuevo, quiero ver que mas hacen *w*
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Re: La Esposa de Siempre [18+] [15/03/13]
por arminius Dom Mar 10, 2013 1:33 pm
buen capitulo, naruto esta enamorado de esta sakura original. aun no sabemos de la otra o por que cambio tanto. pero la historia siempre es interesante, por donde se la lea.
buen trabajo.
buen trabajo.
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