Escrito en tu piel [+18] ---CAPÍTULO XlV --- Actualizado [22/09/14]

CAPÍTULO 13 (PARTE 2/2)



El aura de la habitación era espeluznante. No había ninguna luz encendida, excepto la emitida por un portátil situado en la única mesa de la habitación, colocada en el centro de la misma. El rostro de la persona situada enfrente de la maquina no se podía distinguir debido a la falta de luminosidad, apenas se podía distinguir un fragmento de su cara, el cual era ocultado por sus manos que se sujetaban la barbilla.

La persona que acababa de entrar a la habitación se encontraba respirando entrecortadamente, y de su rostro se podían distinguir pequeñas gotas de sangre, que caían precipitándose contra el suelo, siendo esto esto el único sonido que se escuchaba en toda la sala. Acompañando al sujeto, dos personas se encontraban a ambos lados del mismo sujetándolo por los brazos, aparentemente evitando que este cayera de bruces contra el suelo.

El hombre que estaba enfrente del portátil hizo un gesto con los dedos, e inmediatamente los dos hombres arrastraron al ensangrentado hombre hasta unos pocos pasos más atrás de la mesa. El sujeto fue obligado a arrodillarse mientras que uno de los hombres le sujetaba los cabellos, haciendo que el hombre alzara la cabeza.

-¿Dónde están... los otros?- Su tenebrosa voz se escuchó de forma calmada y serena, apenas en un suspiro-

El sujeto tosió varias veces, provocando que de su boca escupiera junto a la saliva un pequeño rastro de sangre.

-¡No... no lo sé señor... yo hace mucho tiempo que no los veo!- El miedo se apoderó de su voz-

El hombre situado detrás de la mesa se levantó pausadamente fijando sus ojos en el muchacho ensangrentando que se postraba enfrente a él. Se  agachó hasta llegar a su posición sin que su rostro denotara ningún cambio a su expresión, y después de eso le pasó una de sus manos por los cabellos.

-La muchacha, la de antes- Dijo mientras que el sujeto agachaba la mirada- ¿Qué sabes de ella?-

-¡Solo sé que es novia de un tío moreno... y alto, y creo que se llama...!- Cierra los ojos intentando recordar- Empezaba por la s... pero no me acuerdo, de verdad que no-

El extravagante hombre sonrió aparentemente mientras se levantaba.

-¿Y Kakashi?- Preguntó dándoles la espalda a los tres hombres-

-No... no lo sé... de verdad- Su voz se transformó en una súplica agónica, que al parecer no tuvo ningún efecto para ninguno de los hombres-

El que les daba la espalda volvió a mirarlo profundamente mientras volvía a su posición.

-¿Y Naruto?-

Los ojos del ensangrentado rodaron durante unos segundos sin respuesta, y ante esto, el extravagante hombre chasqueó los dedos. Este estímulo provocó que los dos hombres situados a los lados de el muchacho lo tomaran arrastrándolo hasta afuera de la habitación mientras que el sujeto gritaba y pedía compasión sin cesar, cosa que no resultó de nada para aquel frío y siniestro personaje, el cual observó la escena imperturbable.




**********




El ambiente en la casa de Naruto acababa de caldearse de una forma súbita y torrencial. Aún Naruto esperaba algún movimiento de aprobación por parte de la de cabellos rosados, la cual se había quedado estática observando el atrevimiento del rubio. El muchacho era capaz de inspirar la excitación de la joven con la que estaba literalmente pegado a la pared, pero era incapaz de comenzar con este juego a pesar de su tan conocida estima en este tipo de situaciones.

Su respiración era entrecortada, y sus ojos reflejaban lujuria e indecisión, pero en ningún momento mostró iniciativa, por lo cual la mirada de Naruto se tornó un poco más calmada y tranquila, y mostrándole una sonrisa a la pelirosa, comenzó a acariciarle el cabello a esta.

Sakura se encontraba en aquellos momento en un punto de indecisión, ella quería hacerlo, pero alguna parte de ella aún seguía muy herida, y esa herida le impedía realizar aquel acto que aunque lo deseaba con todas sus fuerzas, no se creía capaz de realizar en aquellos precisos momentos.

De un momento a otro de sus preciosos ojos esmeralda comenzaron a salir lágrimas, que recorrieron su rostro hasta encontrarse con las manos del rubio, el cual se las limpió acariciándole las mejillas. El rubio al ver a la muchacha en ese estado, le besó la frente cariñosamente y la tomó por los muslos, arropándola en sus brazos en una posición digna de una novia, y la llevó con el hacia uno de los sofás, en el cual ambos se reposaron.

Sakura ocultó su rostro en los pectorales de Naruto, el cual la mantenía abrazada a él mientras depositaba algún que otro beso en sus mejillas y en su frente, y apartaba en alguna que otra ocasión los cabellos de su cara.

La lluvia aún seguía sonando de una manera bastante acentuada, y debido al silencio de la estancia se podía distinguir aún con más fuerza.

-¿Por qué te levantaste?- Dijo Naruto rompiendo el silencio, pero aún continuando con su lavor-

Sakura no alzó la mirada para verlo, ya que aún seguía intentando controlar sus lágrimas.

-Prométeme que no te vas a reír...- Su voz sonó como un suspiro-

-Te lo prometo- Le dijo firmemente-

Esta pensó durante unos segundos su respuesta.

-Desde pequeña me dan mucho miedo los truenos- Después de una confesión rápida y sin explicación esta cerró los ojos como una niña pequeña y se tapó ambos oídos-

Naruto ante esto soltó una sonrisa cariñosa.

-Bueno... el miedo es algo que no podemos evitar, a no ser que te enfrentes a él- Dijo mientras los ojos esmeralda de la de cabellos rosados volvían a encontrarse con los azules de este-

-¿Qué quieres decir con eso?-

-Que deberías salir allí fuera y esperar a que te cayera un rayo, así superarías tu miedo- Dijo sarcásticamente soltando una risa, lo que provocó que esta comenzara a golpearle el pecho y a intentar zafarse de su agarre, cosa que no pudo hacer-

-¡Tu si que sabes estropear un momento!- Dijo cruzándose de brazos- Sabía que te ibas a reír de mi-

Este le acarició el pelo mientras intentaba que esta volviera a mirarlo.

-Bueno... tenerle miedo a las tormentas no es tan malo- Dijo mientras se acariciaba el cabello pensativo- Yo... también le tengo miedo a algo-

La muchacha observó su rostro volviendo a recargarse sobre el torso de este.

-¿A qué?- Preguntó curiosa-

-Bueno...- Miró hacia otro lado- ¿Me prometes que no te vas a reír- Dijo sonriendo el mismo ante su proposición-

-No te prometo nada- Dijo esta sonriendo-

El rubio agachó la mirada.

-Mi psicólogo lo explica mejor... pero para que lo entiendas no puedo soportar estar solo durante mucho tiempo- Dijo  mirando hacia otro lado- Mi doctor cree que es a consecuencia de que perdí a mis padres muy pequeño, y que, al darme en adopción y al estar recorriendo tantas casas de acogidas, nunca he recibido el cariño que necesita un niño pequeño... así que es por eso que desde siempre he sido muy autosuficiente, y nunca me ha gustado demasiado la compañía, pero aún así, no soporto estar sin nadie a mi alrededor... sé que suena contradictorio pero- Divagó en sus pensamientos durante unos segundos- Bueno, no espero que lo entiendas...-

La muchacha escuchó la historia mientras se le encogía el corazón.

-¿No recuerdas que nadie te haya dado un abrazo nunca de verdad... con amor?-

-En algunos de mis sueños sí, pero era muy pequeño, y ni siquiera sé si eso pasó de verdad o es simplemente mi consciencia que juega conmigo para aminorar el dolor que me provoca el no haber tenido nunca una referencia paterna o materna que me guiara en el sentido emocional... y... bueno, en todos los sentidos- Dijo mientras la observaba sonriendo- Así que no, no recuerdo que nadie nunca me haya dado un abrazo... con amor-

Sakura al escuchar esto lo abrazó bien fuerte tomándolo del cuello. Naruto, ante el sorprendente acto de la mujer se mantuvo estático intentando asimilar lo que estaba ocurriendo.

-Yo te he abrazado, con amor.- Dijo mientras mantenía su rostro muy cerca del suyo-

El rubio aún sorprendido le acarició el pelo cariñosamente mientras sonreía.

-Para que me hubieras abrazado con amor me tendrías que amar-

-Bueno, yo te quiero, a mi manera-

-A sí que me quieres eh- Dijo mientras que se acercaba peligrosamente a su boca- Yo también... a mi manera-

-Pues yo pensaba que solo querías acostarte conmigo-

-Aún sigo queriendo hacerlo- Sonrió pícaro mientras la tomaba del rostro, otra vez se había sonrojado ¿tan atrevido era?- Pero me conformo con ser tu amigo-

-Yo no he estado a punto de hacer el amor con ninguno de mis amigos- Confesó mientras que se acercaba a la boca del rubio, la cual pedía a gritos que algo lo callara mientras volvía a esbozar una pícara sonrisa-

-Bueno... pues entonces será porque somos más que amigos ¿no?- Le dijo al oído, provocando que un escalofrió por parte de esta lo volviera a hacer sonreír-

Esta se quedó pensando en lo que dijo el rubio... y si tal vez sintiera algo por él, algo que en aquel momento no podía explicar...

-A veces hablas demasiado- Dijo la muchacha intentando contener las ganas inmensas que tenía de besarle-

-¿Yo? Eres tu la que siempre me corta el rollo- Dijo mientras sinuosamente se acercaba de nuevo a su rostro- ¿Por qué te muerdes el labio?-

Su pregunta la descolocó, lo que provocó que un sonrojo volviera a teñir sus mejillas de un intenso rojo pasión. El rubio sonrió ante esto.

¨Maldito, se está haciendo el tonto¨

-Lo hago siempre sin querer- Mintió-

-Yo también quiero morder ese labio- Comentó divertido mientras contemplaba como esta abría los ojos sin creer lo que acababa de decir sonrojada- ¿Puedo?-

Más que pregunta sonó a respuesta, porque aunque esta no se encontraba en posición de responder debido a su excitación, este la tomó del rostro y comenzó a besarla lentamenta, siendo correspondido por esta, la cual arrojó sus brazos en torno a su cuello, alborotando su pelo y tirando de él hasta su boca.

Sakura disfrutó de aquel beso que lo supo a poco, ¿dónde estaba el Naruto pasional y atrevido que le acababa de decir todo aquello?

-¿Quieres?- Su pregunta sonó seria, aunque fue apenas un suspiro de su boca, la cual aún se encontraba rozándose con sus labios sensualmente-

Esta divagó por unos instantes mientras intentaba regular su respiración, la cual se había disparado con aquel beso que el rubio le acababa de proporcionar. El muchacho la sostenía por las caderas, mientras que las piernas de la muchacha se encontraban rodeando las de este. Esperando una respuesta el joven recorrió lentamente con sus dedos el contorno de su espalda, mientras que respiraba pesado sobre su cuello. Esta por su parte soltó algún que otro suspiro cuando el muchacho llegó con sus dedos hasta su nuca, provocándole un escalofrío que la recorrió enteramente. Cerró los ojos ante aquella sensación y sin quererlo soltó un leve gemido al notar como las manos del rubio se habían posado en sus senos y se encontraban apretujándolos.

-No me respondiste...- Dijo acariciando cada una de sus palabras mientras lamia el contorno de su cuello- No haré nada si tu no me lo pides- Sonrió ante su confesión- ¿Qué me dices?...-

-No me des demasiado tiempo para pensar- Soltó de golpe tomándolo con ambas manos por la cara y besándolo rudamente-

El rubio sonrió ante la confesión de esta mientras respondía el beso de esta con igual o más fiereza de la que esta estaba demostrando. Sin pensárselo mucho el rubio tomó a la chica por los muslos sorprendiéndola, obligándola a que rodeara con sus piernas su cintura mientras que estos continuaban besándose.

De un momento a otro el beso se volvió más exigente, delineando una maravillosa danza para demostrar quien dominaba a quien. A trompicones Naruto la llegó hasta su dormitorio, pegándola contra una de las paredes de la estancia provocando que esta soltara un gemido ante el contacto de sus dos entrepiernas tan cercanas. Ante esto el rubio sonrió pícaramente aún con la frente pegada a la de la chica.

-¿Tanto te pone que te la roce contra tu cuerpo?- Dijo incrementando los roces de su entrepierna con el bajo vientre de esta mientras pegaba su boca a los labios de Sakura sin besarla, mirándola a los ojos profúndamente-

La muchacha luchaba por mantener el control de su cuerpo, pero le resultaba imposible con Naruto haciéndole ese tipo de cosas. Cerró los ojos fuertemente mientras posaba sus manos en el pecho de este y echaba su cabeza hacia atrás chocando contra la pared.

Naruto sonrió orgulloso ante la reacción de esta a sus estímulos mientras que la tomaba por ambos lados de su cara obligándola a mirarlo fijamente.

-Me gusta ver tus ojos llenos de placer, no me niegues ese gozo para mi vista- Dijo mordiéndole el labio inferior y atrayéndolo hacia ella-

La chica gimió ante el repentino ataque del rubio y respondió besándolo rudamente mientras envolvía con sus manos el cuello de este hasta que Naruto rompió repentinamente el contacto con sus labios y descendía su mirada hacia sus menudos senos, que ascendía y descendían constantemente acompasados a su alocada respiración.

Su miembro dio un respingón ante dicha visión, sentir sus pechos apretarle el torso cada vez que la tenía cerca era algo que simplemente no podía ignorar.

-¿Alguna vez te he dicho lo sexy que eres?- Dijo mientras que sus manos cubrían por completo sus senos por encima de la tela de la camiseta que llevaba puesta- Cuando te veo siento la necesidad de abalanzarme contra ti y devorarte entera.

Sakura soltó un sonoro gemido ante su confesión y ante los casuales roces que este provocaba en sus pezones aún cubiertos por la tela de la camiseta. Observó profundamente la determinación de sus ojos cuando los abrió momentáneamente para después volver a cerrarlos y sentir como este rasgaba la camiseta desde el centro de su escote hasta llegar a abajo del todo y le arrebataba de su cuerpo los despojos de la misma. Su sonrojo se hizo más notoria al recordar que se hallaba sin sujetador, ya que el único que traía puesto se encontraba en la secadora como el resto de su ropa. Alzó entonces la mirada hacia el rubio que la miraba divertido y pícaro, sintiendo como un escalofrío recorría su cuerpo enteramente ante el contacto de las manos de este en sus desnudas caderas.

-Tienes unos pechos perfectos- Dijo coqueto y expectante a su reacción mientras acercaba sus labios hasta uno de sus pezones y lo besaba tiernamente-

Ante esto la muchacha soltó un sonoro gemido y con desesperación llevó sus manos inertes que hasta hace poco habían permanecido a ambos lados de su cuerpo hasta la cabellera del rubio, el cual volvió a ascender hasta su rostro, bridándola con un casto beso en una de sus mejillas y ascendiendo hasta el lóbulo de su oreja izquierda, el cual fue mordido en aquel mismo instante.

-Quiero probar cada trozo de tu inmaculada piel...- Susurro mientras que sus manos acariciaban sus muslos y ascendían traviesas por sus ingles, posándose en el núcleo de su cuerpo, aún cubierto por las dos últimas telas que cubrían su cuerpo- Estoy dispuesto a arrancarte los gemidos de placer más intensos que hayas experimentado nunca...- Dijo mientras comenzaba a acariciar su entrepierna de una forma tan lenta que casi resultaba dolorosa para la pelirosa-

Esta soltó una cadena de abruptos gemidos cuando sintió que sus dedos acariciaban aquella parte tan vulnerable de su cuerpo. Era incapaz de controlar su cuerpo, el cual se negaba a responder ante la influencia del hombre que se postraba junto a ella. Su consciencia le jugó una mala pasada y se deshizo en gemidos incontrolables ante tal acto mientras notaba como este la volteaba, quedando su espalda contras su torso y su miembro ya erecto clavado muy cerca de su trasero.

Aún con una de sus manos en la intimidad de la chica, tiró de sus pantalones de deporte provocando que estos cayeran al suelo, y seguidamente hizo que sus dedos deslizaran la tela de sus braguitas hacia un lado, permitiéndole entrar en contacto con la ya húmeda zona de ella.

-Vamos... quiero ver como tu cuerpo se retuerce entorno al mio mientras te masturbo...- Dijo mientras que con su otra mano tomaba la barbilla de esta y la obligaba a alzar su cabeza, permitiéndole poder besar y morder su ya amoratado cuello-

Esta intentaba reprimir los sonidos que de su boca querían salir cuando este comenzó a jugar con su clítoris, era una sensación que esta nunca había experimentado antes, ya que ni ella ni nadie la había nunca masturbado, pero que desde luego la estaba disfrutando enormemente.

-No... para...- Dijo armándose con todas las fuerzas que hasta ahora tenía- Yo... a mi nunca...-

El rubio la hizo callar cuando de repente introdujo fácilmente dos de sus dedos dentro de ella, lo que provocó que esta soltara un sonoro grito cargado de placer ante la repentina intrusión de este en su cuerpo. El rubio sonrió divertido y orgulloso al sentir la excitación de esta en su interior, estaba tan húmeda que incluso podría haberle metido un tercer dedo sin problema y apenas lo habría notado.

-Así que... ¿nunca te has masturbado?- Aunque esta no podía responder tampoco era su intención que lo hiciera, solamente lo estaba haciendo para excitarla más, y al parecer lo estaba consiguiendo- Entonces me voy a divertir mucho contigo...-

Después de su confesión comenzó a mover más fuerte los dedos que este tenía en su interior, provocando que esta soltara una cadena de gemidos que eran melodía para sus oídos, junto a algún que otro suspiro cuando este le daba algún que otro descanso.

-Naruto...- Escucho de un momento a otro al notar como su cuerpo se tensaba y sus dedos notaban como su cuerpo se convulsionaba entorno a ellos debido a su cercano orgasmo

La de cabellos rosados entonces se aferró con ambos brazos al cuello de Naruto rodeándolo como podía a pesar de que se encontraba de espaldas, y echó su rostro hacia atrás chocando con el torso del rubio. Sus piernas flaqueaban constantemente, y por instinto, Sakura intentó cerrar sus piernas al notar como recientemente llegaría el orgasmo, acto que fue impedido por el rubio, el cual al sentir esto le separó ambas piernas insertando entre estas la suya propia.

La chica sintió como su cuerpo se tensaba de un momento a otro al ya tener cerca el orgasmo, provocando que más y más gemidos de placer salieran por su boca mientras que aún se aferraba al cuello y cabellera del rubio, pero de un momento a otro, este paró de estimularla sacando de su intimidad ambos dedos mientras que la volteaba de nuevo contra la pared, quedando sus miradas profundamente entrelazadas y sus cuerpos intensamente pegados.

La mirada de Sakura mostraba una profunda frustración, y su rostro se encontraba totalmente sonrojado, debido en parte también al enfado. Este ante esto solo pudo esbozar una sonrisa traviesa mientras que llevaba ambos dedos que había introducido en su interior hasta su boca sin apartar su vista de ella, y entonces este se los metió a su boca, chupándolos gustosamente ante los ojos sorprendidos de la muchacha, la cual no terminaba de creer lo que este acababa de hacer.

-Tienes el sabor más jodidamente dulce que he probado...- Le confesó mientras volvía a descender hasta su cuello mordiéndolo bruscamente y una de sus manos volvía a su entrepierna, provocando que esta misma tomara dicha mano y la guiara por su recorrido- ¿Ansiosa... Sakura?- Delineó cada una de sus palabras mientras de nuevo ascendía hasta sus labios, los cuales fueron besados intensamente haciéndola probar su propio sabor, aquel que esta nunca había probado-

Cuando este rompió el contacto con su boca, de nuevo una sonrisa atravesó su rostro al volver a estimular la entrepierna de la muchacha, lo cual tuvo consecuencias inmediatas en esta, la cual comenzó a gemir de nuevo y a susurrar su nombre... demonios, le encantaba ese sonido.

Sorprendiéndola nuevamente y ante su mirada expectante se arrodilló frente a esta mientras que llevaba sus manos hacia ambas piernas de esta, ascendiendo lentamente en una deliciosa tortura para la chica hasta que llegó a sus caderas. Fue entonces cuando este acercó su rostro hasta su ya palpitante intimidad y aspiró el perfume de su excitación alzando su mirada hacia esta, que lo miraba entre excitada y sorprendida por lo que iba o quería que hiciera.

Mirándola a los ojos y sonriendo tomó con sus dientes uno de los extremos de sus braguitas y comenzó a tirar de ellas lentamente, provocando que esta gimiera ante aquel acto del rubio hasta que llegó hasta sus pies. Ascendió entonces de nuevo hacia su intimidad relamiéndose los labios mientras que le observaba los ojos.

Repentinamente los labios de Naruto se abrieron cavidad por el núcleo de su ser. El gemido fue instantáneo por parte de la muchacha, la cual buscó algo con lo que aferrarse mientras la olas de placer la atravesaban sin piedad, y lo único que encontró fue la rubia cabellera de Naruto.

El rubio escuchó enfervorecido como Sakura gemía sin parar y empujaba con sus manos en una súplica de que no se detuviese lo que estaba haciendo, cosa que el no tenía pensado hacer. Aceleró entonces el ritmo de su lengua ascendiendo por un momento los ojos hacia esta, cuyo estado reclamaba por fin acabar con esto, así que casi inminentemente notó como toda su intimidad se convulsionaba y este como se corría en su cara con un potente gemido.

Escuchó como esta jadeaba ante los restos de su primer y no último orgasmo de la noche mientras él ascendía de nuevo hasta su rostro, besando su frente delicadamente mientras sentía sus candentes brazos rodearlo débilmente.

La besó profundamente mientras la tomaba de ambos muslos y avanzaba hasta su enorme cama, en la cual la reposó posándose este encima. Acarició su rostro en toda su extensión dirigiendo después su mano por el contorno de su senos hasta su vientre mientras observaba con determinación sus preciosos ojos jade brillantes y ansiosos, al igual que esta podía observar los suyos, hambrientos febriles.

Llevó su boca por todo su cuerpo repartiendo besos y mordiscos por toda su extensión hasta que sintió que no podía continuar con su labor, si seguía escuchando sus gemidos de placer acabaría de una forma que no le gustaría, así que volviendo hasta su rostro y mientras la besaba logró quitarse los boxer que llevaba puestos, dejando escapar su erecto y receptivo miembros, que se encontraba listo y preparado para la acción.

Ante esta visión la de cabellos rosados alzó sus ojos hasta los azules de Naruto, nublados por el placer y las ansias mientras que de su mesilla sacaba un condón cuyo envoltorio rasgó ansioso con los dientes sin quitar los ojos del rostro de Sakura. Cuando se lo hubo puesto miró con determinación el rostro de Sakura, y sin hallar resto alguno de negación le besó la frente mientras que le separaba las piernas con ambos brazos comenzando a penetrarla dejando que un ronco gemido acompañase al de Sakura.

Los movimientos y las embestidas rápidas y profundas no se hicieron esperar, y con cada golpe Sakura sentía que este la acabaría partiendo en dos. En aquellos momentos el cielo dejó de ser un imposible, atravesándolo y llegando hasta el paraíso, donde pronto llegaría después de alcanzar su más placentero lugar, el clímax no tardaría en llegar y Naruto hizo que las estocadas fuesen cada vez más profundas y certeras hasta que sintió como el cuerpo de Sakura temblaba y se liberaba en un potente orgasmo. Este no tardó mucho también en acabar mediante un ronco gemido de placer, y entonces comenzó a salir de ella jadeando sin control y quedando encima de ella, dejando caer casi completamente todo su peso en esta.

Cuando su respiración casi se había regulado se posó al lado de la muchacha mientras le acariciaba los cabellos acercándola más hasta su persona, abrazándola intensamente mientras sentía como esta hacía lo mismo, y sin decir una palabra este alzó su manos hasta el interruptor de la luz, apagando la misma y cayendo en el mejor de los mejores sueños del mundo, y es que aquella noche, había sido la mejor noche de su vida, y en aquellos momentos... solo en aquel preciso momento fue el único en toda su vida en el que no se sintió... Solo.

RESPUESTAS DE COMENTARIOS


-Oni: Pues no me había dado cuenta de que la escena lemon más escrita era esa...   me diste que pensar y decidí quitar el lemon (hubiera sido una buena troleada... pero créeme, no soy tan mala... Emm... sí)  Ha sido un tiempo de espera largo pero por fin acabé la escena (que conste que no estoy orgullosa del resultado, creo que no se me da bien escribir este tipo de escenas... pero bueno, he intentado hacerlo lo mejor posible)
Sin más qu edecir, espero que te guste mucho. Chauu




-Leon: Mi filosófico lector...   Naruto es un patán porque yo quiero que sea así... o por lo menos por ahora, la historia lo requiere, pero después ya veremos como cambia la situación... Solo hay que dejar que pase un poco el tiempo.  
PD: Ya me ocuparé de Sasuke juasjuasjuasjuas
Chauu




-TemariAckerman: Hago a un Sasuke tan odiosa que hasta lo odio yo misma al escribirlo jajajaja (¿increible no?)
Bueno... no diré nada del ShikaTema porque es secreto... (lo amo... ejem, ¡nada nada!)
A la pobre Sakura le robaron el móvil... ¿quién habrá sido?
PD: Yo también querría servirle de inspiración  




-Mairys-chan: ¡Bienvenida nueva lectora! Llegaste justo cuando me tiré un tiempo sabático para pensar en la historia (y todo hay que decirlo, me costó escribir este capítulo... mucho, más de lo que os pensáis)
Espero que te guste la continuación y que juntos hayemos entre todos un destino lo suficientemente cruel para Sasuke, ya que veo que muchos le habéis cogido mucho cariño.
Un saludo. Chauu

CAPÍTULO 14:



Un sonoro cacareo la despertó, haciendo que levantara de debajo de la sábana su cabeza sobresaltada. Su visión era borrosa, pero en la mesilla que se encontraba cerca de su lado de la cama podían distinguirse claramente los números en fosforitos pertenecientes a una alarma parpadear constantemente mientras transcurrían los segundos.

¨Las siete y media...¨ Pensó mientras que de nuevo volvía a reposar su cabeza contra la almohada sin ser consciente siquiera de donde se encontraba.

Notó como unas manos la abrazaban por el abdomen y la atraían hacia alguien, que seguidamente lanzó un potente bostezo y acercó su rostro a los cabellos de esta. Sakura entonces aún con los ojos cerrados se dio la vuelta, quedando su rostro muy cerca del masculino, tanto que hasta podía sentir su aliento chocar una y otra vez contra su frente, cosa que la hizo sonreír, haciendo que abriera los ojos, encontrándose con la visión más tierna que había podido presenciar.

Naruto se encontraba profundamente dormido, tanto o igual como un bebé, con la boca semiabierta y su rostro completamente relajado mientras de vez en cuando soltaba algún que otro suspiro y la abrazaba con más fuerza. Se dejó envolver por sus brazos mientras que cerraba los ojos alzando sus manos hacia este, abrazándolo ella también. En aquel momento se encontró totalmente relajada, con un profundo regocijo ante la situación, la calidez del cuerpo masculino la arropaba de una forma casi embriagadora mientras que su mente comenzaba a recordar lo sucedido en la anterior noche.

En ese mismo instante se sentó en la cama sobresaltada y alzó con cautela las sábanas dirigiendo sus ojos hacia el interior de estas. Sí, claramente se encontraba desnuda. Tenía que encontrar su ropa y vestirse, no podría soportar el bochorno de pedirle de nuevo un ato de ropa al rubio, que seguía durmiendo profundamente. Cuando se levantó de la cama un punzante pero efímero dolor la atravesó entera quedándose en su espalda durante unos segundos mientras sentía sus piernas flaquear y sus músculos débiles y quejantes.

¨Hombres... son unos animales¨ Admitió mientras acariciaba su nuca haciendo una mueca de dolor y se dirigía ya un poco más recuperada por los pasillos de la vivienda.

Se dirigió rápidamente al cuarto de la colada, donde se encontraba la secadora ya apagada con su ropa dentro. La abrió y fugazmente buscó y sacó sus prendas para después estirarlas observando el estado en el que se encontraban: totalmente arrugadas, a excepción de su ropa interior.

¨Bueno Sakura... en estos momentos no puedes planchar, así que confórmate con esto¨ Se dijo a si misma mientras se ponía lo más rápido que podía la ropa en cuestión.

Cuando ya hubo acabado se dirigió a salir de la sala, pero por un momento se detuvo en un espejo que se encontraba en mitad de la sala, y en el cual había podido observar algo fuera de lo común en su cuerpo. Debido a que se acababa de levantar no podía observar bien los numerosos moratones que le cubrían en lo general todo su blanco cuello abriéndose paso por su clavícula y perdiéndose en su escote. Abrió la boca consternada reprimiendo un grito con sus manos ¡Pero cómo podía haberla marcado así!

Se sulfuró mientras trataba de esconder inútilmente con sus prendas los moratones, cosa que le resultó prácticamente imposible, así que optó por acomodar su pelo de tal manera que cubriese lo más posible aquellas marcas en su cuerpo.

Aún algo enfadada salió de  aquella habitación dispuesta a recriminarle al rubio por dicho acto, pero al entrar al dormitorio y verlo aún tan dormido solo pudo sonreír y dar media vuelta tratando de hacer el menor ruido posible.

Cuando se dirigió a la sala de estar se dio cuenta que su portátil aún seguía encima de la mesa, ya apagado por la falta de batería, y sonrió al ver aquel enorme sofá totalmente deshecho…

¨Sakura, no empieces ya…¨ Se dijo a sí misma cuando de un momento a otro comenzó a ordenarlo, colocando los cojines en su sitio de nuevo.

Cuando terminó con la tarea comenzó a sentir como su estómago le recriminaba con un estruendo rugido que debía comer algo rápidamente. Se dirigió a la cocina del rubio abriendo el frigorífico desesperadamente y también un pequeño armario colocado a su lado. Del pequeño armario sacó unas magdalenas embolsadas que tenían una buenísima pinta, mientras que del frigorífico sacó unos cuantos huevos y algo de beicon que consiguió tras una ardua investigación por todas las bandejas de la máquina. Tenía mucha hambre, así que decidió hacerse un ostentoso desayuno, después de todo, se encontraba cansada, y esto le ayudaría a reponer fuerzas.

Comenzó a abrir armarios intentando localizar una sartén, y después de abrir uno o dos armarios consiguió su objetivo. De uno de los armarios que inspeccionó anteriormente logró encontrar el aceite y la sal, junto a otros condimentos que en aquellos momentos no le eran necesarios
Situando la sartén en la vitrocerámica comenzó a derramar un poco de aceite de oliva en esta, comenzando a encender el fuego de la misma, el cual fue puesto a fuego lento para que comenzara a calentarse el aceite.

Comenzó a moverse hábilmente por la cocina, calentando en el microondas también una taza de café que tomó de una cafetera puesta supuestamente ayer por la tarde. Mientras preparaba el desayuno comenzó a tararear una alegre canción, lo que dio pasó a que los movimientos de su cuerpo comenzarán a acompasarse con la misma, y sin quererlo empezara a bailar de una forma no muy notable ni sobresaliente, pero si animada y divertida… por lo menos para cierto rubio que desde hace un tiempo se encontraba apoyado a uno de los marcos de la puerta de la cocina observando los movimientos de la pelirrosa sin que esta se percatara siquiera de su presencia.

Mientras esbozaba una sonrisa traviesa y pícara pudo deleitarse con su despistado y divertido bailoteo, el cual no estaba marcado por ningún patrón, eran simples pasos desordenados, que para él eran jodidamente perfectos. La miraba sonreír mientras cantaba y cocinaba, tan inocente e ingenua de su presencia que le transmitía una ternura capaz de serenarlo.

Caminó tranquilo hacia ella mientras que esta apagaba el fuego, encontrándose de espaldas a este, y mientras contemplaba los huevos y el beicon ya listos en la sartén este aprovechó para poner ambas manos en la encimera de la mesa, pegando su cabeza hasta su cuello.

La chica se sobresaltó enormemente cuando notó por fin la presencia del rubio, que se encontraba apresándola contra la encimera de la cocina mientras notaba su erección clavada en lo bajo de la espalda. Casi suelta un gemido ante esta reacción entretanto este llevó su boca hasta su oreja lamiéndola lentamente, acto que consiguió excitarla y subirle los colores, sintiendo cada vez más como el cuerpo del rubio apretaba al suyo propio.

-Me ha encantado el recital, y el baile por supuesto- Dijo mientras que dejo guiar sus manos hasta el vientre de esta- Y eso huele que alimenta…- Sus manos se posaron en sus caderas, y su boca se abrió paso por su cuello, provocándole a esta un escalofrío que la recorrió entera- Y es curioso… porque me está empezando a dar… hambre-

Cuando pronunció esa última palabra la volteó provocando que el pecho desnudo del rubio rozara el suyo cubierto por la camiseta que llevaba puesta.  Por unos segundos la muchacha logró abrir los ojos, encontrándose con los del rubio, que se encontraba bañados de deseo en su plenitud, oscurecidos como lo noche ante la situación, y con decisión comenzó a besarla tomándole ambas mejillas en un beso dulce pero a la vez carnal, cargado de deseo y de propuestas.

Sus lenguas comenzaron a danzar en una batalla de dominación mientras la pelirrosa tiraba de los cabellos de este desordenándolos más aún, mientras que Naruto arrastró su cuerpo contra el suyo apegándolo de nuevo contra la encimera clavando su erección en el bajo vientre de esta. La muchacha ahogó un gemido ante esta acción ¨ ¿Tú no estabas enfadada con el Sakura?¨

Su subconsciente le hizo ver la realidad mientras que trató de zafarse del agarre de este, cosa que se le hizo imposible mientras duró el beso, que no tardó en culminar debido a la resistencia de esta, no sin antes recibir un mordisco del muchacho en su labio inferior, lo que le hizo soltar un gritillo de dolor.

-¡Suéltame imbécil!- Dijo pegándole en el torso mientras que este la apretaba por las caderas hacia él divertido ante la situación-

-¡Buenos días!- Comentó este gracioso mientras soltaba una risilla pícara ante los intentos de esta de zafarse de su agarre- ¿A qué se debe su repentino cambio de humor señorita Sakura? ¿Acaso el beso que le acabo de proporcionar no ha satisfecho sus expectativas?-

¨Ooh por supuesto que sí…¨ Alejó dicho pensamiento negando con su cabeza.

-¡Mira lo que me hiciste imbécil!- Dijo alejando su cabello y mostrando las vistosas manchas moradas que adornaban su cuello- ¡Eres un maldito bruto! ¿Cómo has podido marcarme así?- Le recriminó mientras que este ante la visión soltó una risilla, cosa que fue correspondida por un nuevo ataque contra su torso-

-Mi mordida es una de las más fuertes del reino animal- Le dijo mientras notaba como su enojo iba aumentando conforme su color se iba enrojeciendo- Además, estás preciosa así…- Dijo intentando acercarse a ella, lo que provocó que esta le soltara un manotazo alejándolo un poco de su persona-

-¡No te me acerques!- Dijo señalándolo con el dedo- ¿Y ahora como me cubro yo todo esto? ¿Cómo salgo a la calle así? No hace frió, así que no me puedo poner manga larga ni cuello vuelto- Le dijo recriminarte al rubio, que aún observaba divertido la escena-

-Bueno… siempre puedes quedarte aquí hasta que se te pase eso…- Dijo insinuante mientras volvía a acercarse a esta mientras que lo observaba con los ojos muy abiertos- Además… tu tampoco te quedaste atrás… toca mi espalda- Dijo mientras tomando sus manos las llevó hasta su espalda, pudiendo notar unas marcas de arañazos que sobresaltaban por toda su extensión- Sigue bajado…- Conforme recorría su espalda se iban notando las marcas de sus uñas- Y ahora observa mi pecho- Le dijo haciendo que sus ojos rodaron por toda su anatomía, pudiendo observar la verdad en sus palabras.

No recordaba haberlo arañado, pero esas marcas eran tan ciertas como las suyas propias… Por Dios, si que eran profundas.

-Eres una gatita mala…- Le dijo mientras volvía a acercar su boca hasta su oreja, provocando que los vellos de la fémina se erizaran por su repentina cercanía-

De nuevo trató de empujarlo, pero le fue imposible.

-Naruto… tengo prisa, y el desayuno se nos va a enfriar…- Le dijo tratando que este dejara de morderla el cuello… si no paraba no podría responder a sus actos-

-Hmp…- Soltó mientras que pegaba su frente contra la de ella, provocando que su cuerpo dejara de estar en tensión por un momento- ¿A dónde tienes que ir?-

-A recoger mis cosas Naruto, las de mi apartamento, me iba a acompañar Ino-

¨INO¨ Pensó inmediatamente. ¨Me habrá llamado unas quinientas veces…¨

-Está bien…- Dijo frustrado mientras que se alejaba prudencialmente de ella- Vamos a desayunar y a lo mejor te dejo que te vayas- Le dijo guiñándole un ojo… ¨ ¿Lo dirá enserio?¨ Pensó la muchacha.



**********



Sasuke se encontraba en un bar, alejado de su casa donde había pasado la noche en una de las tantas habitaciones que el servicio de posadas tenía. Esperaba paciente con una copa en la mano a alguien, se le notaba porque cada minuto observaba el reloj impaciente,  mientras que tocaba con las yemas de sus dedos la dura madera de la mesa donde se encontraba y tapaba su boca con la otra mirando hacia la puerta del bar.

De repente se abrió, dejando paso a un hombre alto, de cabello largo hasta las costillas recogido por una coleta baja y de ojos azabache al igual que él. Sasuke entonces se levantó abrazando a aquel tipo, que iba vestido muy elegante, de traje con corbata roja. Se sentó a su lado sin decir ninguno una palabra.

-Itachi, me alegro de verte- Dijo por fin Sasuke- Te necesito, eres el mejor abogado que conozco, además de ser mi hermano-

Este lo miró fríamente mientras le decía al chico de la barra que viniera a ponerle una copa.
-Me alegro de poder ayudar Sasuke, es sobre tu novia ¿no?- Le dijo-

-Sí, descubrió que la engañaba y me dejó-

-Bueno, este juicio lo podemos ganar fácilmente, la casa será tuya, pero tenemos que usar algún que otro argumento que encubra tu relación con tu amante, sería perjudicial para tu imagen en el juicio-

En aquel momento un hombre irrumpió en el bar mientras observaba a ambos Uchihas. Era alto también, moreno y de ojos azabache, vestido con una gabardina negra y unos pantalones oscuros. Sasuke e Itachi sonrieron ante esto. El hombre se acercó a estos posando su mirada oscura en sus dos sobrinos.

-Tío- Le dijo Sasuke cariñosamente-

-Madara…- Dijo Itachi educadamente mientras que este posaba una fría mirada en ambos-

-Recibí tu llamada Sasuke, te ayudaré a hundir a tu chica en el juicio- Le dijo claramente, sonando autoritario y firme-

Este asintió sonriendo cínicamente, mientras que Itachi simplemente sonrió fríamente.



*********



Sakura corrió rápidamente por todo el parque embarrado alzando sus ojos hacia el suelo. Sabía que había tirado su móvil la anterior noche por allí, y aunque dudaba que aún estuviera comenzó a buscarlo con ahincó tras los matorrales que rodeaban el mismo.

El joven rubio, el cual la acompañaba, comenzó también a buscarlo aún sabiendo que posiblemente alguien se lo hubiera llevado ya, o que se hubiera enterrado en el barro a consecuencia de la tórrida lluvia que sacudió Konoha la noche anterior.

La pelirrosa miró un momento hacia el banco donde estuvo sentada, pudiendo observar un pequeño bulto sobresalir a pesar de estar agachada. Se levantó dirigiéndose al banco, en el cual estaba, perfecto e impoluto su móvil. Esta lo tomó aún sin creerlo, y comenzó a trastear la información que este contenía: sus fotos, contactos y demás estaban allí.

-Es mi móvil…- Dijo sin poder creérselo reprimiendo un saltito de alegría- No me lo puedo creer… juraría que lo tiré hacia allí- Dijo señalando uno de los árboles situados al frente del banco-

-Bueno… me parece bastante raro que nadie haya sufrido la tentación de quedárselo, y desde luego si es cierto que alguien lo ha dejado ahí quiere decir que aún siguen habiendo personas buenas en este mundo- Confesó mientras se rascaba la cabeza-

Esta simplemente solo observó su móvil embelesada, como si hubiera encontrado un tesoro, un tesoro en el cual entre su espléndido resplandor se escondía una trampa.



**********


……….
……….


Era ya de noche, aquel mismo día, en aquella misma casa, pero no era lo mismo. Naruto se encontraba escribiendo en su ordenador solo, en la total oscuridad. Se podía observar como la luz de la máquina hacía brillar su rostro descuidado y sus ojos profundamente inundados de un rojo como la sangre.

Escribía a gran velocidad, mimando cada palabra que de sus dedos salía, mientras aún así miraba indiferente en la pantalla. Sus pulsaciones se habían elevado, y un temblor invadía todo su cuerpo. Podía notarlo.

El sonido de sus dedos al rozar las teclas del ordenador… eso era lo único que se escuchaba en toda la casa. Respiraba con dificultad, mientras daba alguna que otra calada al cigarro de María que posado recaía en el cenicero de la mesa.

Sakura se había quedado en casa de Ino, ella había insistido… La echaba de menos. Todo en ella lo cautivaba, desde lo más simple a lo más complejo. Necesitaba tenerla entre sus brazos, y sentir su calor en aquella noche tan fría en la cual la lluvia volvía a estar presente… Y esta noche… ¿Quién apartaría su miedo a los truenos?
Se llevó las manos a la cabeza revolviéndose el pelo mientras echaba un vistazo al calendario. Mañana tendría que salir a Suna, y sabía que no la vería en un tiempo.

Apagó el ordenador con los ojos plantados en el suelo recostándose en el sofá en el cual se encontraba sentado, y mientras se dormía miró al techo por unos momentos, escuchando la lluvia caer fuera, en la calle. Fue entonces cuando sintió esa horrible sensación… Volvía a estar solo…

RESPUESTAS DE COMENTARIOS:




TemariAckerma: Nunca podría hacerle a Shikamaru algo así, así que sacatelo de la cabeza jajaja. Muchas gracias, aunque no creo que haya sido para tanto, de todas formas se agradece que os guste tanto la historia.
El insti mola





León: No sé que responder al primer párrafo, así que nos pasaremos al segundo
Efectivamente, es Akatsuki, pero al que están torturando no es más que un pobre diablo... no influirá en la historia (¿ o sí?)




mairys-chan: Muchas gracias por el cumplido, no se merecen. Me alegra que te este gustando el fanfic, y que hayas disfrutado el lemón.
PD: Está para eso, para que te lo imagines.




Oni: Oh... muchas gracias, vais a hacer que me sonroje. Yo lo leí, y tampoco lo vi para tanto, pero supongo que no es lo mismo escribirlo que leerlo pero en fin... Me alegro de que te haya gustado el lemon, y sí, siempre mantengo la personalidad de mis personajes ante todo jajaja.
PD: Me gusta trolear, es uno de mis patiempos favoritos. No te prometo nada