Escrito en tu piel [+18] ---CAPÍTULO XlV --- Actualizado [22/09/14]

CAPÍTULO 9



Escuchó de nuevo aquel sonido, el único que era capaz de desconcertarlo en aquellos momentos.

No sabía qué hora era, ni si era de día o de noche, había perdido la noción del tiempo desde que entró en aquel lugar por el que tantas veces en estos últimos días había tenido que pasar.

Se encontraba sentado en la sala de espera, aguardando a que esa luz roja de la sala de enfrente se apagara, y la enfermera saliese de aquella habitación… pero eso no pasaba.

Abrazaba a Ino sin apenas darse cuenta, su llanto parecía no tener fin, como el tiempo que su viejo amigo Sai llevaba combatiendo con la muerte de nuevo.

No tenía ni idea de cómo habían llegado a esta situación… ni tan siquiera se acordaba de cómo tomó valor para coger a su amigo y llevarlo él mismo hacia la salida del restaurante como le habían contado que hizo, todos los recuerdos desde que entró al baño del restaurante se encuentran en un lugar muy lejano a su memoria, lo único que convalidaba dicha acción por su parte eran los severos rastros de sangre que se habían quedado marcados en la chaqueta de su traje.

Sus nervios se encontraban a punto de estallar, ya sea por la espera o por el calor que emanaba de aquel lugar, lo que fuese estaba teniendo un efecto muy negativo en él. Se encontraba sudando como nunca lo había hecho, y abriendo mucho los ojos, notó sus manos temblar severamente, lo que le impedía realizar cualquier acción. Su cabeza parecía haberse quedado bloqueada, por un momento ni siquiera sabía dónde se encontraba.

Alzó la cabeza hacia arriba, observando el techo moverse con lentitud. Un profundo mareo se apoderó de él, y en ese momento este lo vio claro: Necesitaba drogarse… urgentemente.

Se llevó las manos a sus bolsillos desquiciado, pero en estos no halló nada, puesto que eran nuevos y los acababa de estrenar. Se rascó la cabeza bruscamente. Estaba realmente… nervioso, y eso era algo que resultaba sencillo de notar en él, pero de repente, un sonido lo sacó de sus pensamientos.

Observó entonces a Ino, la cual se levantó al oír esto, dirigiéndose hacia la sala del frente, donde se encontraba Sai, y en la cual una enfermera acababa de salir con la cabeza gacha y la bata verde llena de sangre. A través de los escasos centímetros de visión que se dejaban ver del interior de la habitación debido a que la puerta estaba entornada podía observarse solamente fragmentos de las vestimentas de los doctores y enfermeros presentes en aquella sala. Se mareaba solo de verlos.

La enfermera comentó algo a Ino, lo que provocó que la rubia se llevara las manos a la cabeza, lanzando un suspiro al aire mientras unía sus manos en señal de plegaria hacia el cielo.

-¿Y… bien?- Naruto se acercó a la rubia, la cual alzó sus ojos brillosos hacia este, totalmente destrozada-

-Mal- Se limitó a decir esta. El rubio no necesitó oír nada más-

Abrazó a la muchacha muy fuerte, ahogando en sus hombros la pena y el llanto reprimidos por esta en aquel instante que duró la conversación.

-Ven, deberías tomar el aire, estás muy pálida…- Le llevó las manos a las mejillas, totalmente sofocadas por los nervios y el calor que proporcionaba esta sala- Mis médicos nos informarán de cualquier novedad. Ven por favor…-

No necesito convencerla demasiado, simplemente la condujo con sus brazos hasta fuera. Ambos se sentaron en un banco con vista a un parque, el cual había tenido el placer de visitar con cierta mujer de cabellos rosados.

¨Sakura¨ Volvió la reina de sus pensamientos.

Un sollozo de la muchacha lo hizo despertar de su fantasía, trasladándolo a la realidad.
Naruto llamó a uno de sus médicos, el cual se encontraba fuera como ellos, y le ordenó que le trajera un vaso de agua a la muchacha, la cual seguía derramando lágrimas amargas encima de sus propias rodillas, permaneciendo en posición fetal todo el tiempo.

-Escucha- Logró que esta alzara la vista hacia el- Sai es fuerte. Sé que saldrá de esta porque ha resistido cosas peores. Una bala no podrá con él. Lo sé- La abraza. Le daba mucha pena ver sufrir a la gente, y más aún a las mujeres-

-Una bala… en el corazón- Logró musitar la rubia sin despegar la mirada de Naruto- Tú… no conoces a Sai-

-Lo hago más de lo que te gustaría- Le dedicó una sonrisa cálida mientras observaba a su médico darle el vaso de agua- Tranquilízate. Sé que no podrás, pero inténtalo por favor-

El rubio se levantó acariciándole el hombro a la joven, y se plantó de pie deleitándose con las vistas que le proporcionaba el parque solitario y silencioso que se postraba ante él. Apenas unas cuantas luces iluminaban pequeños fragmentos de este, pero en su mayoría se encontraba totalmente en penumbras.

El rubio tomó aire y se pasó las manos por el cabello para intentar tranquilizarse, de verdad que esta noche era la más intensa que recordaba desde hace tiempo: Una cena de lujo, un baile precioso, casi se tira a Sakura y su amigo se encuentra a punto de morirse… de lo más variada la verdad.

Despierta de sus pensamientos al escuchar la melodía de su móvil, era obvio que alguien le estaba llamando. El número se detectaba como oculto, pero por alguna extraña razón decidió cogerlo, aunque no era muy habitual en él.

-Kyubi- Respondió seriamente antes de que la línea comenzara a hablar-

Un impenetrable silencio comenzó a inquietar al rubio, que comenzó a importunarse por la espera.

-¿Oiga? ¿Hay alguien?- Decía una y otra vez perdiendo los nervios- ¡Si es una broma no tiene ni puta gracia!-

Se escuchó la respiración de una persona. Naruto se calló.

-Cuando comience a hablarte no debes levantar sospechas, me responderás con un ¨Sí¨, ¨No¨ o ¨bien¨- Una extraña voz comenzó a darle indicaciones, era grave, de seguro era masculina, y sonaba ronca, como si le estuviera costando hablar-

-¿Quién coño eres?- Comentó el rubio sulfurándose-

-Lo comprobarás en breve. Adéntrate en el parque unos veinte pasos largos, y dirígete al arbusto que se encuentra más cerca de la farola- La voz extraña importunó al rubio, el cual se encontraba sudando frío en aquellos instantes-

¨Este tipo sabe donde estoy¨

-Bien- Se limitó a contestar este-

-No hagas ninguna tontería, te estoy observando- Cada vez el miedo iba aumentando en el rubio, por cada paso que daba-

Dio los veinte pasos, encontrándose en la mitad del parque, en una zona iluminada por una farola, de hecho la farola que se encontraba más cerca de aquellos arbustos de gran tamaño.
Aún con el móvil en la mano, se acercó a los matorrales, pero notó que el teléfono colgó. Distraído, y adentrándose en los profundos arbustos, comenzó a observar su móvil, cuando un hombre le tapó la boca fuertemente.

El rubio trató de soltarse, no antes sin que este le hubiera colocado una cinta en la boca. Tiro al rubio al suelo de un empujón, y se agachó hasta su posición: Este hombre llevaba puesta una túnica y un velo, el cual cubría su rostro.

Naruto enfureció y trató de volver a ponerse en pie, pero el hombre de negro volvió a empujarlo.

-Naruto, soy Kakashi- Aquella confesión provocó que Naruto abriera los ojos desorbitadamente-

¨Kakashi… el jefe de mi escuadrón en… en Akatsuki… ¿Qué cojones hace aquí?¨

-Sube al coche- Dijo indicándole un coche pequeño, bajo y muy discreto de color negro- Aquí nos pueden observar, y tengo varias cosas que decirte-

Ambos subieron al coche, y mientras lo ponía en marcha y comenzaba a conducir, desató la mordaza que él mismo había colocado al rubio para que no hablase.

-¿Qué haces aquí Kakashi?- Dijo mientras notaba como este se dirigía rápidamente a las afueras de la ciudad- ¿A dónde vamos?- Cogió el brazo del hombre, no muy fuerte, solo tomando posición de autoritario-

-Te lo explicaré, no estamos en posición de comentar nada, de hecho ya he corrido un buen riesgo al venir hasta aquí precisamente hoy- Comentó aquel hombre apretando más el volante- Nos dirigimos fuera de Konoha, hablaremos en una explanada, en la cual no hay luz, es en pleno campo-

-¿A qué te refieres con riesgo?-

-Trataba de evitar precisamente lo que ha pasado- Comentó tranquilamente-

El rubio lo miró con los ojos totalmente desorbitados y fuera de lugar.

-¿Sabías que iban a matar a Sai… y aún así no me dijiste nada?- Comentó dejando que la rabia se apoderara de él- ¡Tenías mi teléfono, podías haberme advertido y nada de esto hubiera pasado!-

-Como sabrás o podrás deducir, los causantes de todo esto han sido Akatsuki-

El rubio lo observó totalmente desconcertado… no podía creer que esto estuviera pasando de verdad, debía ser un sueño.

De repente el coche frenó en seco, y ambos se adelantaron un poco de sus posiciones debido al frenazo que aquel extraño hombre acababa de realizar.

-Sabes perfectamente que no se andan con chiquilladas, de hecho si he montado este numerito es para que no me pillaran transfiriendo la información que te voy a decir vía móvil, cuentan con rastreadores de alta tecnología los cuales te sorprenderían- Contestó el hombre retirando el velo que tapaba su cabeza, dejando mostrar su penetrante ojo negro, el cual lo observaba tranquilamente, mientras que el otro se encontraba tapado con un parche… aún recordaba el día que un cuchillo traspasó su rostro originando aquello…- De seguro que en  la ciudad, y sobre todo por los alrededores de la escandalosa fiesta que acababas de realizar habían más de cien miembros de Akatsuki observándote, a ti y a Sai, es por eso que he apurado nuestra aparición, ya sabes, zonas de poca luz y rodeadas de maleza, son buenas a la hora de ocultarse del ojos humano y tecnológico –

El rubio solo pudo asentir, totalmente desconcentrado. No podía captar más información, su cerebro estaba a punto de estallar… se le hacía imposible creer que su pasado estuviera tan cerca de él de nuevo, quemándolo como lo hizo en su tiempo.

-Como… ¿cómo han entrado?- Contestó sorprendido- Todo estaba… repleto de guardias de seguridad, todo el que ha pasado por recepción ha tenido que dar su identificación, no me entra en la…-

-Naruto- El rubio paró de hablar- Son Akatsuki. Pueden hacerlo tanto en un restaurante como en una reunión de directivos. Son buenos, nosotros también lo éramos, pero nuestro tiempo pasó, y ya solo somos un estorbo-

El de cabellos rubios lo miró pensativo.

-Que… ¿qué quieres decir con eso?-

Su voz se entrecortaba. Apenas podía concebir palabras con sensatez en esta situación. Su pasado está tan cerca de él que no quiere ni creerlo, no quiere enfrentarse de nuevo a eso… tiene… tiene miedo. Naruto tiene miedo.

-Si estoy aquí es para advertiros, no he recorrido kilómetros para medio secuestrarte de un hospital- Comenta acercando su mirada hacia el rubio- Te lo diré claramente: Nos quieren matar… a todos-

El rostro de Naruto palideció en ese mismo instante. No… no podía ser verdad. Todo aquellos acabó, hace tiempo que terminó, ¿Por qué ahora? ¿Exactamente ahora…?

-¨Todas las incorporaciones a la empresa Akatsuki cinco años atrás desde la actualidad, y que hayan abandonado la causa serán eliminados¨- Comentó este, observando que Naruto no dirigía palabra alguna- Al hackear uno de los ordenadores de un usuario, encontramos ese claro mensaje. Por lo que tengo entendido, de nuestra promoción, solo quedamos… nueve-

Se le descompuso el estómago. No… esto no estaba pasando. De hecho se despertaría dentro de poco, riéndose como siempre se sus descabelladas pesadillas…

-No puede ser cierto- Naruto lo observó aún más sorprendido- ¿Por qué ahora? Después de tanto tiempo…-

-Bueno, es evidente, sabemos qué es Akatsuki y cómo funciona, y saben a lo que se exponen si algún día se nos va la lengua de más. Quieren hacer limpieza, eso es todo- El peliplata lo observaba tranquilo y sereno, imperturbable-

-¿Entonces qué sugieres? No podemos hacer nada, es una organización totalmente sistematizada, con planes muy buenos, sin miedo, y con una gran profesionalidad y astucia a la hora de actuar… nosotros solo somos tres, y Sai está al borde de la muerte…  nuestros caminos se separaron hace mucho, apenas puedo hacerme a la idea de esto Kakashi, de verdad que no… no sé qué decir, no sé qué hacer… ni siquiera estoy seguro de poder con esto de nuevo…-

El de cabellos plata lo miró serio, penetrantemente. De repente sonrió, y llevando sus manos a la cabeza del rubio le revolvió el pelo.

-Me hubiera encantado que nuestro reencuentro hubiese sido de otra forma… no sé… en un bar, tomándonos unas cañas, y riéndonos de esto mismo que te estoy hablando, pero así es la vida, quiere que nos volvamos a enfrentar a esto de nuevo, y quiere que lo hagamos juntos, como el equipo que éramos- Ambos sonrieron- Siempre he sido el hermano mayor del grupo, me duele ver caer a Sai, es de los nuestros, pero sé que sobrevivirá-

El rubio se quedó pensativo… ¿Cómo podía saberlo?

-Yo no estoy del todo seguro… de hecho lo más posible es no sobreviva-

-Lo hará. No querían matarlo-

Ante la confesión este lo miró sorprendido. Esto cada vez se ponía más retorcido.

-Vamos Naruto, piénsalo, tenían una pistola con silenciador, si de verdad hubieran querido matarlo le hubieran metido una bala en los sesos- El rubio lo observaba atónito- Solo querían dar un mensaje de bienvenida, decirnos de esta manera que… ya están aquí-

El rubio se llevó las manos a la cabeza. Se estaba poniendo cada vez más nervioso.

-¿Qué vamos a hacer?- Naruto preguntó rogando al cielo que él, su líder, su jefe hace mucho tiempo le diera una solución que iluminara su mente en aquella noche tan oscura-

-Todavía no lo sé- Contestó francamente- De momento no le des información personal a nadie, ni dónde vives, ni que haces, ni a donde te diriges… nada, sé una sombra- El peliplata lo tomó de hombros- Tenemos que esperar que Kiba nos proporcione la información que necesitamos, hasta entonces no volveré a aparecer Naruto, pero cuando lo haga… estate preparado…-

Afirmo seriamente con la cabeza. Tenía plena confianza en Kakashi, puesto que el siempre había estado con él, apoyándolo y ayudándolo desde el primer momento que entró en la banda. Había sido más que un hermano mayor como un padre.

-Me alegra que Kiba también este bien… hace tanto que no lo veo-

-Fue el último en salir de vosotros Naruto, yo me fui después de él- Agachó la cabeza, afligido- Ya no me gustaba el camino que estaban llevando, era demasiado-

Naruto escuchó atento las palabras de su amigo. Siempre había estado seguro de que Akatsuki no era para nada buena para nadie ni nada, pero en aquellos momentos le ofrecieron algo que necesitaba, y que no estaba dispuesto a dejar escapar: Comida, alojamiento y ropa, no hizo falta nada más para lograr persuadirlo y llevarlo a su terreno.

-¿Y Shikamaru?-

-Escapó después de vosotros, pero antes que Kiba y yo. Estuvo en busca y captura durante mucho tiempo en Akatsuki, su cabeza alcanzó un buen premio, pero nadie logró dar con él, siempre ha sido una sombra escurridiza difícil de encontrar. Actualmente se encuentra en Suna, está casado si mal no recuerdo-

Al parecer, todos aquellos a los que llamó compañeros en el pasado se encontraban bien, eso le reconfortaba.

-Hablé con él hace tiempo, en Suna, junto a Kiba, que me ayudó a hackear un ordenador como te comenté, pero después no lo volví a ver-

-¿A Kiba sí?-

-Me está ayudando actualmente con Akatsuki, cuando estemos listos, te buscaremos-

-Ahora mismo estoy demasiado confundido- El rubio se llevó de nuevo las manos a la cabeza, dejando reposar la misma en el cabecero del coche en el que estaba montado, y cerrando los ojos soltó un suspiro-

-¿Sigues consumiendo?- Su pregunta le sorprendió. Asintió-

-Yo también. Toma- Le entregó un pequeño paquete, forrado con cinta adhesiva- Por las molestias. Ahora debemos irnos, no quiero que se percaten de tu ausencia demasiado tiempo, ahora eres famoso-

-Ya lo habrán hecho, así que no te preocupes. Gracias por el paquete, espero que sea de buena calidad-

El de cabellos plata arrancó el coche, y comenzó a conducir alcanzando grandes velocidades en poco tiempo.

-Espero que no, no me gustaría que nadie se percatara de nuestras intenciones. Sobre el paquete te diré que sigue siendo de la misma que antes- Llegó al parque en poco tiempo, dejando el coche en el mismo lugar que estaba antes de que este llegara- Nuestros caminos de nuevo se separan Naruto, pero no tardaré demasiado en regresar de nuevo, solo te diré una cosa más, en cuanto te sea posible, tapa a Sai su tatuaje de Akatsuki, la policía os interrogará a ambos, y no le gustaría ver en su hombro aquella nube tan molesta para ellos-

-De acuerdo, lo haré, es más, le diré a mis médicos que lo hagan de inmediato-

-Cuídate Naruto, ten cuidado- Este se despidió del rubio, y sin esperar respuesta de este, comenzó a conducir de nuevo. En unos instantes su coche ya era totalmente invisible para el ojo humano-

El rubio se quedó un rato más observando el horizonte. Estaba a punto de amanecer, se podía observar a través de las montañas el sol asomar pletórico en la mañana que ya comenzaba.

Caminó de nuevo hacia el hospital, totalmente destrozado, tanto físico como mentalmente, necesitaba descansar, olvidar todo esto por unos instantes… su mayor miedo acababa de regresar riendo grotescamente… su pasado.

Capítulo 10


El sol de nuevo comenzó otro día más a resplandecer desde las montañas que limitaban Konoha, dejando arrastrar una profunda paz entre los recovecos de las calles de aquel pequeño pueblo. Una fresca brisa se colaba traviesa por la ventana del piso de cierto rubio, que sentado en su cama se hallaba resoplando una y otra vez consecuencia de una pesadilla.

El muchacho se llevó las manos a la cabeza palpando su cabello mojado por consecuencia del sudor. Miró de nuevo el despertador, era la hora y ni quiera se había dado cuenta. Intentó levantarse con mucha cautela,tratando de no caer de bruces en el suelo debido a aquel dolor punzante que le atravesaba el cráneo. Los mareos eran ya algo habitual en este cada mañana. Había gastado en estas últimas semanas más de una caja de pastilla debido a sus intensos dolores de cabeza y a sus otros malestares físicos.

Fue inmediatamente a la ducha para lavarse mientras se volvía a palpar el pelo enfrente del espejo. Su torso estaba completamente desnudo, dejando ver las pequeñas gotas de sudor que recorrían su curpo llegando hasta sus apetecibles abdominales. Solamente llevaba puesto un pantalon corto de tela fina, el cual también se encontraba mojado por el sudor.

Se duchó rápidamente y acto seguido comenzó a desayunar, comiéndose un pequeño yogur el cual ya había empezado la anterior noche y que no había podido terminar. Todo lo que estaba sucediendo estaba haciendo huella en su salud. Sus pesadillas se habían incrementado inconmensurablemente, apenas era capaz de conciliar el suelo durante dos horas seguidas sin que nada lo perturbase. Algo parecido le sucedía con la comida, pues no era capaz de comer ni la mitad de lo que debería o le habían recomendado los médicos. Había perdido fondo físico, y se encontraba actualmente adelgazando de una forma hasta alarmante. La única comida del día en la cual podía cumplir el promedio era por la tarde, durante la hora de la merienda.

Durante este periodo de tiempo comprendido desde las cinco hasta las siete el rubio se dedicaba a escribir en su portátil, y puede decirse que era el único momento del día en el cual era capaz de relajarse realmente y descansar de todo lo que le importunaba.
De hecho su última novela estaba ya acabada, y actualmente se encontraba realizando otra muy distinta a sus anteriores, pero este trataba de alguna forma no indicarle al de cabellos blancos esto, no quería ir todavía a Suna, no ahora, quería ver a Sai... y a Sakura.

Habían pasado tres largas semanas desde que su amigo Sai se encontraba hospitalizado, en  las cuales no le habían permitido visitarlo por ningún motivo, pero aquella mañana estaba dispuesto a verlo y a hablar con el por fin, al igual que con Sakura.

La de cabellos rosados se había mantenido distante con el rubio durante estas tres semanas, y trataba de evitarlo en la medida de los posible. Solamente la había visto alguna que otra vez pasar fugazmente por los pasillos del hospital alguna que otra mañana, y aunque trataba de alcanzarla esta de la misma manera que venía se iba de nuevo.

Mientras pensaba en esto frustrado, como cada mañana,  lavó los platos y se vistió, saliendo a la calle con una sudadera negra con capucha la cual reposaba en su cabeza estáticamente entretanto comenzaba a correr desde la puerta de su piso.
Esta era una de las buenas costumbres que había tomado el rubio de aquel tranquilo pueblo, y de hecho le estaba haciendo mucho bien según los médicos a pesar de que este se cansaba mucho debido al tabaco... y a lo que no era tabaco.

Su recorrido era bastante extenso, se demoraba más de una hora entre ida y vuelta, pero resultaba más ameno de lo que este pensaba antes de comenzar, ya que mucha gente salía por las mañanas temprano a hacer deporte como él, así que no se aburría por el camino, ya que en muchas ocasiones se ponía a la par de unos corredores con los cuales había simpatizado bastante bien desde el primer día que comenzó.

De vuelta a su piso el sol ya se encontraba lo suficientemente arriba para que molestara e hiciese algo de calor, así que retiró la capucha de su cabeza dejando ver su rostro, el cual atrajo las miradas de todas las féminas con las que este se cruzaba. Tenía ese efecto con las mujeres, cosa que descubrió desde tempranas edades y que aprovechó desde el primer momento. Cuando llegó de nuevo a su piso se volvió a duchar, poniéndose una ropa limpia y bajó hasta la recepción de su piso, encontrándose con Jiraiya.

-Jiraiya ¿tú a estas horas levantado?- Bromeo el rubio

-Sí, venía a llamarte Naruto- Dijo haciendo una pausa- Me llamaron nuestros médicos desde el hospital, Sai al parecer ya puede recibir visitas-

El rubio apretó los puños en señal de victoria.

-Bien, voy ahora mismo a verlo- Dijo despidiéndose de este-

-¡Espera!- Lo tomó del hombro- ¿te llevo en mi coche? Te ahorrarías una buena caminata- Dijo mientras ambos avanzaban hasta la salida del piso-

Ambos montaron en un coche de color amarillo canario, del cual Naruto no pudo observar su marca.

-¿Cuando lo compraste?-

-Ayer. Me apetecía tener un coche. Vamos- Comenzó a conducir por las calles de Konoha-Me impresiona que Sai haya sobrevivido a esto... una bala en el corazón es cosa seria-

-Yo sabía que iba a sobrevivir a esto. Él es muy fuerte-

-Yo no estaba tan seguro... la cosa pintaba muy fea cuando llegamos al hospital...-

-Sí... sobre todo porque no había personal suficiente para atenderlo... Tsunade te echó una buena bronca-

El de cabellos blancos sonrió al acordarse de esto. Cuando el moreno llegó al hospital estaba casi muerto, y solo se encontraban sus médicos en este de guardia. Sai se pudo salvar gracias a la rápida intervención de los enfermeros y de Sakura, la cual se encargó de la operación con tenacidad y profesionalidad.Si Sai vive un día más es gracias a ella.

-Sí... y de las buenas- Sonrieron ambos mientras aparcaban en una plaza libre enfrente del hospital-

Ambos bajaron del coche y se adentraron por los pasillos de la clínica hábilmente. El de cabellos blancos seguía a Naruto, el cual caminaba automáticamente sin pensar hacia la sala donde se encontraba su amigo.

Entraron sin llamar a la puerta en la habitación, la cual se encontraba llena de sueros y distintos aparatos y máquinas que indicaban porcentajes que ni siquiera el entendía. Sai se encontraba reposado en una cama que se alzaba levemente hacia adelante, dándole el aspecto de un sillón. A su lado se encontraba Ino, la cual estaba sentada en una de las sillas de la sala.

Naruto sin pensárselo mucho abrazó al moreno suavemente, tratando de no dañarlo. Solo el sonido del electrocardiógrafo pitando importunaba aquel tierno momento.

-Joder tío... como me alegro de que estés vivo- Confesó el rubio soltando al paciente-

-Yo también me alegro de estar vivo- Ambos sonrieron tras la confesión-

-¿Cómo te sientes? ¿Sabes cuando te dan el alta?- Le pregunta el rubio-

-Me siento como si un elefante se hubiera sentado encima mio para comer, y después hubiese saltado sobre mi. Por lo demás, bien supongo- Los dos muchachos sonrieron. El moreno siempre tuvo un buen sentido del humor- El alta... bueno, en teoría me la pueden dar hoy mismo, pero aún quieren seguir alimentándome con sueros, mi estómago salió muy dañado, no podré tomar sólidos en mucho tiempo-

-Vaya... lo siento tío- Confesó este mientras que el de cabellos blancos se acercaba al moreno-

-Muchacho, me alegro de que estés bien- Dijo acercándose a este y dándole una suave palmadita en el hombro- Señorita- Hizo una reverencia hacia la joven rubia, la cual le sonrió amablemente- Si me disculpáis tengo que hacer una llamada, ahora hablamos Naruto-

El hombre salió de la habitación. Mientras la joven rubia se levantó de la silla y le dio un beso en la frente al moreno.

-Voy a tomarme un café, así podréis hablar más tranquilamente. También llamaré a la enfermera, tiene que mirarte la tensión- Sonrió a ambos- En seguida vuelvo- Esta también cruzó la puerta de la sala, dejando a los dos muchachos solos-

Naruto posó su mirada fija en el moreno, y a continuación se sentó en el lugar que ocupaba anteriormente su novia.

-¿Lo viste?- Preguntó Naruto sin más-

Sai no necesitó que este siguiera, sabía perfectamente a lo que se refería.

-Claro que lo vi. Me disparó a bocajarro, tuve que verlo-

-¿Te estaba esperando cuándo entraste?-

-No estoy completamente seguro... pero al parecer sí... bueno, no sé- Confesó dubitativo-

-¿Llevaba un aparato para ocultar su voz real?-

-Sin duda. Ese tío era un profesional, me cogió por sorpresa, me tapó la boca y disparó, fácil, cómodo y limpio...- Agachó la cabeza pensativo- Dijo que no me querían muerto por ahora, pero que en nuestro segundo encuentro sería diferente-

¨Justo lo que dijo Kakashi¨ Musitó este para sí mismo

-Vi a Kakashi. La noche en la que te disparon- La cara de asombro del moreno reflejaba con autenticidad su gran sorpresa-

-¿Kakashi aquí...?- Se llevó una mano a los cabellos- ¿Qué quería?-

-Avisarnos.- Se miraron penetrantemente, el moreno esperando una respuesta y el rubia atormentado por la misma- Nos quieren en la tumba Sai... Akatsuki quiere acabar con los que escapamos-

Sai abrió la boca y el terror se apoderó de él, provocando que sus pulsaciones aumentaran levemente, constatándolo por el fastidoso pitido que en cuestión de segundos se incrementó.

-No te preocupes, están trabajando en ellos Kib y él, de seguro hayarán un plan-

-¿Qué quieren de nosotros Naruto?-

-No lo sé... francamente no lo sé-

En ese momento entró por la puerta de la habitación Ino seguida por una de las enfermeras del hospital, que sin dirigir ni una mirada a los muchachos comenzó a preparar un artilugio que llevaba en su mano. La joven rubia se acercó a estos, que aún se miraban intensamente.

-Naruto, tienes que acompañarme, la policía nos quiere interrogar de nuevo- Comentó esta suspirando pesado mientras que el rubio se llevaba las manos a la cabeza-

Los habían interrogado más de cinco veces en las tres semanas que llevaban investigando, y realmente no se explicaba para que, no iban a encontrar nada, es Akatsuki, y esta nunca deja pruebas de su paso por allí a no ser que quiera.

-Sai, estás pálido ¿quieres algo de comer, o tienes frío?- Comentó esta acercándose al mismo y tocando a su novio en la cabeza-

-No, no te preocupes, no es eso- Le sonrió a ambos- Suerte con vuestro interrogatorio, e Ino, ¿llevo bien el esparadrapo?- Dijo señalándose el hombro derecho-

-Sí, no te preocupes, tu tatuaje no se ve- Dijo dándole un beso en la mejilla- ¡Qué maniático eres con el dichoso tatuaje! Solo es una nube roja- Comentó esta mientras Naruto reposaba en la parde de la habitación cercana a la puerta esperando a la joven-

-Me lo tengo que quitar, ya no me gusta-

-Bueno, primero recupérate y luego pensamos en todo esto- Se despidió del moreno saliendo por la puerta de la habitación- ¡Chao, después nos vemos!-

Naruto y Sai se miraron intensamente mientras que el rubio cerraba la puerta. Siguió entonces a la rubia, la cual comenzaba a caminar rápidamnete hacia la salida del hospital.

-¿Has visto a Sakura?- Las palabras salieron de su boca casi automáticamente, de hecho no quería decir eso, era su amiga y de seguro que le contaría toda la conversación más tarde-

La rubia lo miró sorprendida y le dedicó al rubio una sonrisa pícara.

¨¡Eh! Esa es mi sonrisa, y no me gusta verla en los demás!¨

-No sé mucho de ella, desde que estoy en el hospital con Sai no hemos salido juntas.- Miró a Naruto, el cual dirigía la mirada desinteresadamente hacia el frente- ¿Te gusta no es así?-

Naruto dirigió una mirada cargada de sorpresa hacia esta, la cual se encontraba arqueando la ceja ante su confesión.

-Me atrae. Eso es todo- Dijo todo lo fríamente que pudo-

-Déjame decirte que disimulas fatal los sentimientos, así que no lo hagas, se te nota cuando algo lo haces fingido a cuando lo haces porque sí- Sonrió ante la mirada de sorpresa que le dirigió el rubio- Pero si tú lo dices, es porque así será... pero creo que aún así te puedes ir despidiendo de ella, su novio maníaco te matará como se entere de que se le acercas-

¨¿Ha dicho maníaco?¨

Ambos llegaron hasta los aparcamiento del hospital en el que Jiraiya les estaba esperando. El de cabellos blancos los saludó a ambos.

-Yo también tengo que acudir al interrogatorio, ¿venís conmigo?- Los dos muchachos asintieron y se montaron en el coche-

Naruto miraba curioso hacia el frente, quería saber más sobre el tipo que estaba con Sakura.

-Cuéntame más del novio de Sakura- Dijo cuando el automóvil comenzó a circular por las carreteras de Konoha-

-¿Más? ¿Cómo qué?- Dijo sorprendiéndola y sacándola de sus pensamientos-

-Pues no sé... ¿cómo es?-

-Pues es serio, aburrido, agobiante, intimidante, caprichoso, celoso, obsesivo, arrogante, chulo, maníaco- Ambos sonreimos ante lo último- Violento, paranóico, taciturno y para mi gusto, muy orgulloso-

¨¿Violento?¨

-Vaya.. bonita descripción- Dijo este sonriente- ¿Qué quieres decir con violento?-

-Cuando íbamos al instituto siempre estaba metido en peleas, a pesar de que era un genio siempre se le ha tachado de camorrista, le pegaba a todo el mundo que no lo mirara bien- Dijo viendo como el rostro de Naruto se tensaba conforme iba avanzando la historia- Pero a Sakura que yo haya visto nunca le ha pegado, y ella tampoco me ha dicho nada si es a lo que te refieres...-

¨Eso espero, porque si me llegara a enterar de que eso sucedió o sucede juro que le volaré los sesos a ese tipucho¨

-¿Y cómo es físicamente?-

-Pues es moreno, con el cabello por los hombros, con los ojos como el carbón, alto, con un buen cuerpo y con la piel muy blanca- Comentó esta- Era el chico más popular del instituto-

-¿Es guapo?-

-Para que negarlo, es atractivo, tiene algo que te atrae a él, aunque para mi gusto conocerlo es odiarlo- Se sonrió ante su propia respuesta- Es totalmente diferente a ti en todos los sentidos-

El rubio sonrio ante esto. Lo cierto es que tenía razón, tanto física como mentalmente eran totalmente contrarios el uno del otro.

-¿Cuando comenzaron a sali?-

-Despues de acabar la secundaria, ambos iban destinados al mismo bachillerato. Se conocieron mejor en una fiesta de cumpleaños, ironicamente en la mia- Sonrió-

-Vaya... supongo que tendrá estudios-

-Sin duda, arquitetura, el mejor de su promoción- Dijo mirando al frente- Es insoportable, pero eso no quita que no sea un genio-

Ambos pararon de hablar cuando Jiraiya aparcó el coche cerca de la comisaría del pueblo, allí era donde le iban a realizar a los implicados y testigos del caso el interrogatorio. Bajaron del coche y comenzaron a adentrarse al establecimiento, acogiendo el saludo de unos de los policías, el cual ya conocían de los anteriores interrogatorios.

Este les indicó la sala en la que tenáin que ser interrogados y los mismos comenzaron a andar hacia esta a paso ligero, cuando antes llegaran antes se irían.

Llegaron hasta la habitación en cuestión. Era de un color negro, llena de mesas y sillas, y en el fondo una mesa de un mejor tamaño que el resto puesta justo en medio de una especia de suelo más elevado. Sin contar el color negro de la sala cualquiera diría que es una clase, una clase de una escuela.

El comisario Neji les saludó mostrándoles una agradable sonrisa. Estaba llevando muy bien la situación para tener a toda la prensa volcada en su investigación. La rubia y Jiraiya se dirigieron a la mitad derecha de la sala, posiblemente verían a alguien conocido. Naruto seguía expectante, mirando hacia el frente, cuando de repente un tirón especial recorrió su cuerpo de principio a fin. Sabía que era ese tirón, sabía quien era capaz de provocárselo.

Sin más volteó su cabeza hacia la mitad izquierda de la sala, encontrándose con la mirada esmeralda de Sakura, la cual se encontraba admirándolo desde la última butaca de la fila de atrás. Ambos se sostuvieron la mirada unos instantes, provocando que esta se sonrojara levemente. Naruto sonrió pícaro mientras se dirigía como un depredador hacia ella... por fin sus miradas volvían a encontrarse...

RESPUESTAS DE COMENTARIOS  

-Zuljin: Espero que te haya ido bien en tu viaje y que te lo hayas pasado bien. Yo a mitad de este mes tengo pensado hacer uno por Galicia... pero ya veremos como se desarrolla la cosa. Sobre tu comentario sobre el fic me mantendré al margen, no me gusta dar información gratis (si me pagarás quizá abría trato...)
Un saludo muy fuerte  


-Oni: No creo que todos los escritores sean unos drogadictos con una infancia melodrámatica la cual hizo que se convirtieran en camorristas miembros de la mejor empresa del mercado. Pero bueno, es posible, dicen que nunca se conoce lo suficientemente bien la historia de una persona.
PD: Personalmente en vez de doctora, preferiría a un doctor (tan sexy como Naruto claro...)  
Un saludo muy fuerte  


-TemariAckerman: Personalmente a mi también me intrigaría la historia de Akatsuki si no la conociera como la escritora del fic que soy (me gustan todos esos rollos de bandas y tal) En cuanto a Sasuke, dejémoslo ahí aparcadito en una esquina de momento, se está portando muy mal últimamente.
Un saludo muy fuerte  


-Leon: Haces parecer tan filosóficos tus comentarios que hasta me impresionan   no sé... es algo extraño pero suenan muy... poéticos o algo así.
En cuanto al romance haré un paréntesis en tu comentario, nada es lo que parece ser.
Un saludo filosófico León  

CAPÍTULO 11



El joven rubio avanzó hacia su presa sin apartar los ojos de esta, la cual de igual forma observaba como este se deslizaba hasta la butaca que se encontraba a su lado, sentándose en esta por lo consiguiente.

Naruto le sonrió tiernamente a Sakura, la cual mantenía su posición estática, parecía sorprendida ante la visión que le proporcionaban sus ojos.

-¿Tú por aquí Sakura?- Naruto sonrió pícaramente mientras realizaba dicha pregunta acentuando el tono de la misma-

La de cabellos rosas se acomodó en la butaca posando la vista al frente... no pintaba para nada bien la cosa.

-A mí también me tienen que interrogar Naruto- Comentó esta desinteresadamente-

-Ya... entiendo...- Dijo acomodándose él también en su asiento- No te he visto mucho en estas últimas semanas...

-He estado ocupada. Mucho trabajo-

-Siempre se encuentra un rato libre para descansar... ¿no estoy dentro de sus preferentes Sakura?- Comentó observando su reacción-

Esta lanzó un suspiro mientras se llevaba las manos a la cabeza acariciando su rostro con ambas manos.

-No Naruto, no estás dentro de mis preferentes- Dijo francamente mirándolo a los ojos- Además, esto no puede ser...-

-Me decepciona oír eso... soy un gran pasatiempo si sabes utilizarme correctamente- Sonrió abiertamente mientras observaba a esta arquear la ceja-

-El maestro de las indirectas deberían llamarte- Musitó esta volviendo a suspirar-

-Por ser tú dejaré que me llames como gustes. ¿Y qué no puede ser?-

Esta resopló. Realmente le incomodaba mucho hablar con él después de lo que pasó... pero claro, nadie la obligó a hacerlo, de hecho se encontraba muy bien cuando estaba compartiendo esos momentos con el rubio, pero su mente la torturaba profundamente cada vez que recordaba aquel encuentro furtivo con este, ya que al experimentar aquel placer tan intenso que proporciona lo prohibido había roto con uno de los valores más importantes para ella: la lealtad. Había engañado a Sasuke. Aunque no se hubiese acostado con él se había comportado de una forma bochornosa. Había engañdo a Sasuke, y eso era algo que nunca se perdonaría.

-Lo que pasó la noche de tu fiesta no volverá a pasar- Soltó fríamente mirando hacia el frente-

Este se pasó las manos por los cabellos guiñando un ojo. Muy bien, empecemos la guerra...

-Lo que usted diga- Comentó este provocando que esta volteara la vista hacia él-

-¿Primero te intentas acostar conmigo y ahora me dices de usted?- Ambos se miraron intensamente ante su declaración-

-Si no recuerdo mal no era el único que quería hacerlo- Dijo sonriendo provocando que esta volteara hacia otro lado la cabeza sonrojada-

¨¿La verdad duele, eh Haruno?¨ La voz interior de la chica habló por ella.

-No te martifiques, solo fueron un par de besos y... bueno, te toqué un poquito...- Esta lo miró con las cejas alzada y sorprendida con un amplio y colorido rojo en las mejillas mientras este describía sonriente su encuentro- Pero quitando eso no pasó nada más... así que no te sientas mal...- Sonrió sin terminar de creerse el mismo lo que acababa de decir

-Mira que tienes poca vergüenza- Dijo esta dándole una cachetada a esta en el brazo. El rubio ante esto sonrió pícaro- ¿Y si no viene a llegar Ino qué? No quiero ni pensar lo que hubiera pasado...-

-Pues es bien fácil, nos hubiéramos acostado- Soltó abiertamente provocando que esta le propinara otro golpe- Aunque bueno no sé... yo no iba preparado... ¿tomas la píldora?-

Esta vez la de cabellos rosa le propinó un buen golpe en la cabeza. Se encontraba completamente abochornada y avergonzada debido a las declaraciones de este. ¿Cómo podía ser tan franco y con tan poco tacto en estas situaciones?

-¿¡ Y a ti que mierda te importa!?- Dijo mirándolo sin terminar de creerse lo que le estaba preguntando- ¿¡Pero como puedes tener tan poca vergüenza!?-

-Solo preguntaba- Dijo levantando las manos como si fuera un arresto- ¿Ves? Aunque no hubiera interrumpido Ino no nos hubiéramos acostado- Confesó este haciendo rabiar a Sakura, la cual lo fulminaba con la mirada. Le encantaba cabrearla de ese modo-


Sakura se encontraba dispuesta a contraatacar cuando de repente el comisario Neji comenzó a hablar. Ambos se callaros y miraron fugazmente hacia el frente para después volver a mirarse de nuevo.

-Esto no termina aquí- Bufó esta golpeándolo en el abdomen, provocando que este se reorciera-

El comisario comenzó entonces a realizar preguntas a unos cuantos testigos de la fila de delante, y desde ahí fue avanzando lentamente hasta llegar a donde Naruto se encontraba.

-Muy bien señor Kyubi... usted era el anfitrión de la fiesta, e irónicamente el que encontró al caballero en los orinales- Comentó mientras daba vueltas de un lado de la sala a otro- Nos ha comentado que vio salir a una persona cuando entró ¿está seguro que no recuerda como era?-

-En absoluto... no me fijé en su cara. Lo único que puedo decir es que iba vestido con un traje negro-

Este se tomó la barbilla pensativo. Tomó de su mesa un mando con el cual encendió una gran pantalla. En esta se podían apreciar un montón de personas, todos con sus respectivos nombres y apellidos. Eran los invitados a su fiesta.

-En la entrada de su fiesta señor Kyubi unos guardias analizaron el DNI de todos los invitados. Estos convalidan que todos los invitados de esta ficha de aquí- Indicó con un dedo la pantalla encendida- acudieron a su fiesta- Este volvió a tocarse la barbilla- El caso es que hemos hablado con todos ellos y estaban en la fiesta, por lo que alguien debió de copiar del DNI de alguno de ellos, porque también aseguran que no fueron víctimas de ningún robo-

¨Akatsuki sabe como debe de actuar¨

-Por cierto- Dirigió de nuevo su mirada al rubio después de unos segundos de reflexión- Era su fiesta, y por lo visto este hombre es amigo suyo. ¿Hay alguien especialmente interesado en acabar con usted o con su reputación? Se me hace evidente la idea de querer acabar son su amigo para hundirlo a usted-

¨No te lo puedes ni imaginar madero...¨ Pensó para si mismo.

-No sé... la verdad es que nunca he tenido problemas de ese tipo- El comisario antes esto se llevó las manos a los cabellos. Su presión por resolver el caso era algo que Naruto entendía, estaba en todos los telediarios por las mañanas-

-Otro problema es que desactivaron las cámaras de seguridad- Este miró al cielo como esperando una respuesta- Aunque la policía tenemos motivos para pensar que los asesinos o el asesino en cuestión se refugiaron en la sala de la limpieza. Cuando la inspeccionamos se encontraba todo por los suelos-

El rubio sonrió pícaro al frente para después lanzarle una mirada a la de cabellos rosas, la cual se encontraba sonrojada hasta la médula, bien por lo que el el moreno acababa de decir o bien por lo enfadada que estaba en esos momentos.
Pisó el pie del rubio en un azto reflejo, provocando que este se inclinara hacia adelante aún con la sonrisa pintada en su cara.

El comisario Neji realizó un par de preguntas más tanto a Ino como a Jiraiya y Tsunade, pasando por las butacas tanto de atrás como de delante de los mismos, hasta que este indicó que se podían retirar todos de la sala. Naruto y Sakura se levantaron de la butaca al igual que el resto, pero cuando todos en la sala se encontraban a punto de retirarse el comisario los detuvo. Rápidamente tomó el mando de control que le permitía manejar la gran pantalla y dándole un botón apareció en ella un símbolo muy familiar... Una nube roja con bordes blancos y fondo negro.

Naruto observó la imagen paralizado. Auquel dibujo parecía hipnotizarlo, transportándolo a recuerdos pasados que no le gustaría revivir.

-No tiene que ver con la investigación, pero necesitamos toda la cooperación posible para esto- Comentó el comisario señalando la nube- Esto es el símbolo de una banda de criminales que se hacen llamar Akatsuki. Esta banda tuvo una de las evoluciones más impresionantes que se conocen hasta la fecha, y es que pasaron de ser una simple banda callejera a ser la mayor red de blanqueo de dinero de la cual tenemos constancia. Son muy peligrosos, y funcionan en la mayor parte de los casos de forma discreta y sin levantar sospecha. La única forma de identificarlos es por este símbolo, puesto que todos los miembros que pertenecen a Akatsuki llevan un tatuaje de este logo en uno de los hombros- Este observó a todos los presentes- Si lo ven en alguna parte porfavor haganmeló saber, los estamos buscando desde hace años y a penas pudimos capturar a uno de la banda, el cual fue asesinado antes de que pudiéramos interrogarlo por miembros de su misma empresa- Comentó apagando la pantalla- Ya no tengo más que decir, pueden retirarse-

Naruto escuchó toda la descripción anonadada, no se imaginaba que el impacto de Akatsuki hubiera llegado a tanto para que la policía de un pequeño pueblo pudiera estar al tanto de toda esa información. Sin darle demasiada importancia retrocedió la vista hacia atrás, econtrándose con la mirada de sorpresa de Ino, la cual aún con la pantalla apagada seguía mirándola con la boca muy abierta y con las manos en su rostro evitando por poco las lágrimas. Este al principio se extrañó de su reacción, pero al poco tiempo lo comprendió todo.

¨Mierda, mierda, mierda ¡mierda! ¡Ella le ha visto el tatuje a Sai!¨Pensó este observando como la muchacha salía a toda prisa del recinto.

Naruto la siguió corriendo pasando por delante de Sakura y Jiraiya, los cuales se miraron encogiéndose de hombros ante la extraña reacción de ambos, la cual era incomprensible para ellos. La alcanzó en cuestión de segundo, y entonces la tomó de uno de sus brazos y la hizo retroceder un poco, pegándola hacia una de las paredes del pasillo de la sala.

-Ino. Sé lo que has visto, pero tranquilízate porfavor, todo tiene su explicación- Comentó intentando aplacar los nervios de esta, que salieron en forma de lágrima por uno de sus ojos-

-¡Ese tatuaje lo lleva Sai en el hombro Naruto! ¡Esa nube, esa que me pidió que tapara en innumerables veces!- Comentó casi chillando aún cuando el rubio le indicaba que bajara la voz. Esta entonces lo miró sorprendida, como si acabara de comprender algo- ¿¡ Tú sabes algo verdad!? ¡Tú sabes que coño es todo esto verdad!-

El rubio posó una de sus manos en la boca de esta, y arratrándola literalmente por los pasillos la atrajo hasta el exterior de la comisaria. Esta trató de zafarse del agarre del rubio, pero en el primer momento que salieron a fuera este la soltó.

-¡Escúchame!- Comentó tomándola de los hombros antes que esta comenzara a hablar- Sé que ahora mismo muchas ideas se te pasaran por la cabeza, pero necesito que las olvides, porque no es lo que parece. No puedo decirte nada más, pero te prometo que esto no os va a perjudicar a ninguno de los dos. Todo esto ya pasó...-

-¿¡Pasó!? ¿¡Quieres decir que es cierto!?- Dijo llevándose las manos a la cabeza conteniendo las lágrimas que se amainaban en sus ojos vidriosos.

-No te puede decir nada más, lo siento. Necesito que esto no se lo cuentes a nadie, podrías poner en peligro a mucha gente, empezando pon Sai. Cuando llegue el momento te lo explicaremos todo, te lo prometo- Comentó este abrazando a la rubia-

-No me prometas nada. Desde que tú llegaste todo ha cambiado, pareces haber traido la mala suerte a este pueblo- Comentó esquiva apartándolo mientras que por la puerta de comisaria comenzaban a salir Sakura y Jiraiya, que observaron tanto la escana del abrazo como la del empujón-

Sakura puso mala cara mientras los miraba a ambos.

-Tenemos que irnos Naruto. Tu tienes que escribir y yo que trabajar- Dijo sonriéndole- Vamos- Este comenzó a caminar hasta su coche, el cual reposaba en un aparcamiento enfrente de la comisaría.

-Iré andando Jiraiya, me apetece que me de un poco el aire- Comentó mirando a ambas mujeres, las cuales lo observaban fríamente, cada cual por motivos distintos-

El de cabellos blancos asintió desapareciendo de la vista de ambos. Naruto dirigió una mirada tranquilizadora hacia la rubia, la cual seguía en posición defensiva y tirante hacia este.

-No le cuentes nada a Sai de esto, no tiene porque saberlo- Musitó en un tono para que solo esta pudiera escucharlo. La rubia haciendo caso sumiso a sus advertencias y dirigiéndole una mirada cargada de odio se marcho despidiéndose solo de Sakura-

La de cabellos rosas observó a Naruto apenado apretando los puños con la vista puesta al frente, nunca lo había visto así.

-¿Qué te pasa? Hace poco estabas abrazando a Ino como si no hubiera mañana y ahora esto- Comentó señalando a la muchacha que caminaba en dirección contraria a su posición-

El rubio la miró con el semblante lleno de pena y de tristeza. Parecía ser que todo le salía mal, y que las culpas siempre eran para él, cosa de la que estaba ya bien harto.

-No pasa nada Sakura, y no me estaba abrazando con ella por gusto, solamente era para consolarla, nada más- Confensó mirándola a los ojos, ante esto la muchacha vaciló unos instantes-

-Tú haz lo que quieras, a mí déjame en paz de una vez- Comentó esta comenzando a caminar en la misma dirección que su amiga-

El rubio posó su mirada seria y penetrante a su espalda, y avanzó hasta esta a paso agigantado hasta que tomándola del hombro la volteó hacia el suavemente, tratando de no importunarla.

-Lo siento- Soltó el rubio tomando de sorpresa a la de cabellos rosados- Me comporté como un salvaje. Espero que algún día puedas perdonarme- Comentó este agachando la cabeza- Lo que sucedió no volvera a pasar- Mientras decía esto, y sin esperar respues comenzó a caminar hacia el frente-... a menos que tú me lo pidas-

La de cabellos rosados se quedó observando como este se marchaba lentamente de escena totalmente sorprendida...

Realmente pensaba que iba a besarla cuando se acercó hasta tal distancia a ella, y aunque no quería eso, en el fondo se moría porque lo hiciera... pero ese beso no llegó nunca, ahora estaba muy lejos a pesar de que aún podía observarlo en la distancia mientras caminaba.

Naruto se aventuró caminando rápidamente por las aceras de Konoha, que ya estaban comenzando a llenarse de gente la cual se dirigía a toda prisa hacia un lugar determinado. Este entre tanto caminaba como alma en pena entre la bullicosa gente, sintiéndose extraño, porque la mayor parte de la gente caminaba en dirección contraria a la suya, y vació por lo que le acababa de decir a Sakura. Eran tantas las emociones reprimidas en ese cuerpo que vagaba entre las calles que sin nisiquiera darse cuenta se quedó parado enfrente de una gran casa.

La belleza de sus extensos jardines lo había cautivado hasta desde el exterior de la propiedad, la cual se encontraba totalmente vallada. La casa, o mejor dicho mansión, tenía unas dimensiones inconmensurables. Estaba decorada con un gusto exquisito, con colores vivos, y el olor de la madera podía notarse a través de los pinos que se podían observar a ambos costados de la misma. En el centró de el terreno reposaba una gran fuente a través de la cual caían chorros de agua sin cesar volviendo a fundirse con la misma. Sin apenas darse cuenta se había quedado totalmente expectante mirando la mansión pegado a la enorme verja negra que recubría la entrada.

Como por arte de magia asomó por su campo de visión una anciana que llevaba una regadera en la mano. La mujer era de baja estatura, con el pelo de color castaño claro recogido en un moño perfectamente hecho, con ojos claros y tranquilizadores y vestida totalmente como lo haría una criada.

La mujer se aproximó a este con paso tranquilo mientras que el muchacho la observaba, era mayor pero no tanto como este pensaba cuando la vio desde lejos. Le decicó una sonrisa tierna una vez que llegó hasta su posicioón.

-Perdone muchacho ¿puedo ayudarle en algo?- Comentó la mujer amablemente con una flamante sonrisa-

-Discúlpeme- Dijo el rubio agachando la cabeza en señal de disculpa- Me quedé amaravillado con la belleza del lugar, es una casa preciosa-

La mujer le sonrió de nuevo.

-Desde luego lo es. No hace falta que se disculpe joven, y le invitaría a pasar, pero no me está permitido- Comentó esta soltando la regadera y poniéndola en el suelo-

-No se preocupe, yo ya me iba. Un gusto conocerla señora...-

-Clara- La mujer volvió a sonreirle de forma amable mientras que al oír un sonido esta volteó hacia atrás- Tengo que irme, me llaman- Le dedicó una reverencia- Si me permite-

-Por supuesto, yo soy Kyubi, encantado- Le dedicó este también una sonrisa mientras la mujer entraba por las puertas de la enrome casa-



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Mi amiga acababa de llegar por fin. Doy un bote del sofá donde estaba sentado y voy a la puerta para intentar abrirla yo mismo, pero no puedo. Mima se acerca a mi y me acaricia el pelo mientras abre la puerta. Los papás de mi amiga hablan con Mima, y ella y yo subimos las escaleras de mi casa para llegar a mi habitación.

Enseguida nos ponemos a jugar con mis juguetes, ella con unos caballos y yo con mis coches de carreras. Me gusta jugar mucho con mi amiga.
De repente a los dos se nos ocurre una idea genial, y comenzamos a jugar a los caballeros y a las princesas escondidas en una torre a la espera de que el caballero las rescate. Nos pasamos horas y horas jugando con los dragones, los caballeros y los soldaditos. Mima de repente abre la puerta de mi habitación y nos sonríe tiernamente, aunque noto por alguna razón que está triste. Nos dice que vayamos a tomar la merienda, y mi amiga y yo nos levantamos al unísono, nos tomamos de la mano y descendemos juntos las escalares de mi casita imaginando que son como las de los castillos, que yo soy el caballero y ella... mi princesa.

Cuando bajamos Mima nos lleva hasta la sala de juegos, donde yo guardo más juguetes y allí nos coloca la merienda. Ambos comenzamos a comer mientras que nos contamos alguna que otra tontería. Cuando terminamos de comer comenzamos de nuevo a jugar. Para coger uno de mis juguetes favoritos asciendo por una silla para alcanzar mi estantería, en la cual se encuentra mi peluche de osito. Por la ventana veo que está todo muy oscuro, parece que se ha hecho de noche.

Cuando cojo mi osito comenzamos a jugar de nuevo, pero de repente llaman a la puerta. Ambos nos miramos y corremos hacia la puerta de la casa. Mima está en la despensa ocupada, por lo que mi mamá sale de la sala de estar y se dirige al recibidor para abrir la puerta. Yo y mi amiga nos paramos enfrente de la puerta mientras que mi mamá se asoma por la mirilla de la puerta para ver quien es. Noto como al mirar por esta se descompone, palideciendo cuando sin abrir la puerta llama a mi padre para que venga. Mi papá se asoma al recibidor y lo noto, está enfadado. Mamá le hace un gesto a Mima, la cual llega hasta nosotros y nos dice que subamos para arriba, a mi habitación. Los papás de mi amiga tienen tomada a mi hermana y miran a mis papás intensamente. Mi hermana llora, no le gustan los extraños. Intento ir hacia ella para besarla, pero los brazos de Mima me lo impiden. Nos toma a ambos, a mi amiga y a mí y nos conduce hasta arriba, a mi habitación. Mientras subía las escaleras veo a un hombre entrar a mi casa. Me mira sonriente. Ese hombre es que vino al parque y me acaració el pelo. Yo lo miro sorprendido hasta que mi capacidad visual no me permite verlo.

Nos dice que no nos movamos de allí, y se marcha dedicándonos una sonrisa forzada. Ambos nos miramos e intentamos abrir la pueta, pero Mima había echado el pestillo para que no pudiéramos salir. Se oye a alguien gritar, a mi papá. Está discutiendo con ese hombre, otra vez. Se oye como llaman a mi amiga, y Mima le abre la puerta para que salga. Se despide de mi dándome un beso en la mejilla, y dedicándole una sonrisa se marcha. Mima cierra la puerta tras de sí. Me acerco para intentar abrirla, pero no puedo. Oigo a mi hermana llorar a causa de la fuerte discusión que se escucha hasta dentro de mi habitación. Me pongo a jugar con mi tren intentando taparme los oídos para no escucharlos. Miro a mi alrededor confundido. Tengo frío. Abrazo a mi osito y me tapo. Suelto algunas lágrimas y cierro los ojos, y me intento dormir cantando yo mismo la nana que Mima me canta todas las noches, y en un momento ya no escucho a nadie y me duermo...

Solo...



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Naruto se levanta del sofá de su piso sobresaltado. Había tenido otra pesadilla. Para variar se encontraba sudando a causa del calor a pesar de que el aire acondicionado del piso se encontraba encendido y desde su posición le daba directamente.

Un poco confundido miró hacia la mesa de camilla que se encontraba en el centro de la sala de estar. Su portátil yacía ya apagado sobre esta, y unos cuantos papales se habían esparcido por el suelo por consecuencia de el chorro de aire que soplaba.

Puso a cargar su ordenador, y dejando los papeles en el suelo se dirigió al cuarto de baño para darse una ducha. Se desnudo enteramente apreciando su esplender en el espejo y encendió la ducha, dejando que el agua recorriera su cuerpo y que lo refrescara. Apoyó su cabeza en los azulejos de la ducha, intentando aún poner su respiración a un nivel normal. Se encontraba tan sumido en sus pensamientos que no notó como alguien llamaba a la puerta de su piso. Este entonces apagó la ducha, volviendo escuchar el golpeo de unas manos en su puerta. Cogio una toalla y la enroscó en torno a su cadera, saliendo de la ducha totalmente mojado y descalzo, dejando caer pequeñas gotitas de agua por toda la casa.

Se dirigió a la puerta, y sin molestarse en mirar por la mirilla de la puerta la abrió de golpe. Ante él apareció un hombre de cabello castaño oscuro y de ojos oscuros con una sonrisa perruna dejando enseñar sus extremadamente largos caninos. Un perro que iba con este irrumpió en su piso sentándose en el centro de su sala de estar, era  blanco y muy grande. Detrás de este hombre una silueta algo familiar se abrió paso. Kakashi se posó delante de él con una aparente sonrisa en el rostro.

-Hola Naruto- Dijo el hombre de cabellos castaños dándole una palmetada a este en su espalda desnuda- Tiempo hace que no te veo...

Naruto observó sorprendido a su viejo amigo Kiba.

-Kiba...- Dijo admirando a este como si no se lo creyese-

-No venimos solos...- Dijo Kakashi cuando de repente ambos se apartaron y dejaron paso a Sai a Ino y... a Sakura-

Este se quedó sorprendido ante la esta visió ¿qué coño pasaba aquí?

RESPUESTA DE COMENTARIOS



-Oni: En este no se salva no jajajaja. Si, la verdad es que me molestó mucho tener que volver a escribir el capítulo, más que nada porque volviendo a leer el que acababa de escribir me daba la sensación de que el otro me había quedado mejor, pero en fin...
PD: Yo pagaría por tener un doctor así...  



-León: Te sorprendería saber la de gente que está con tíos y tías así... tengo ya mis experiencias con propios amigos y amigas. A lo de las pesadillas todavía le queda un poco, aunque menos de lo muchos pensáis.
Sobre el bloc de notas diré que de momento aún sigo con el por culpa de mi ordenador que está más loco que yo...
PD: Un saludo filosófico



-*ale-chan: Por un momento pareció que estaba leyendo la Biblia, pero no, era tu comentario jajaja  
Me alegro de volver a verte por mi fanfic, y no hace falta que te disculpes, cada cual hace lo que quiere, aunque te echaba de menos, tus comentarios son muy divertidos.
Respondiendo a tus preguntas te diré:
1:Moreno de cabello, blanco de piel (quizá tendría que haber aclarado más el asunto... gracias por la anotación)
2: Yo nunca escribo de más por casualidad... solo diré eso juasjuasjuas  
Un saludo *ale-chan, encantada de volver a verte  



-Zuljin: Como ves sigo a la lima y al limón, con el ordenador loco y escribiendo con el bloc de notas, (al final le tomaré cariño, ya lo dije)
PD: Yo también evitaría a un hombre si me hiciera eso... sería muy... incómodo por así decirlo.
Un saludo muy fuerte, y gracias como siempre por leerme  



-Eri-Chan: Gracias por pasarte de nuevo en mi fic. Me alegro mucho de que te gustaran los capítulos anteriores. Sí, Akatsuki ya entró en escena... creo que os gustará su historia, pero todavía queda un poco para que la conozcáis.
Un saludo muy fuerte  

CAPÍTULO 12



El de cabellos rubios miró atónito los ojos esmeralda de la muchacha que se postraba delante de él sin apenas creérselo. Esta le respondió de igual forma sin evitar escanear su cuerpo semidesnudo en su plenitud, aún con serios rasgos que marcaban su reciente ducha. La exhalación de Naruto fue cubierta por la familiaridad despertada por el peliplata y el castaño, los cuales registraron momentáneamente el estado del piso.

-¿Podemos pasar? No nos has invitado- Dijo el de colmillos largos mirando directamente al rubio y recogiendo unos papeles del suelo- Siempre fuiste un auténtico desastre- Se limitó a echarles un vistazo mientras acariciaba el largo pelo de su perro, el cual aún permanecía sentado en el centro de la sala expectante-

-No ha hecho falta que os invite, ya lo habéis hecho vosotros mismos- Dijo contemplando al de cabellos plata, el cual se acababa de sentar en uno de los sofás junto a Sai. Las dos mujeres de la sala permanecían estáticas paradas en el salón- ¡Y deja eso de una vez!- Se aproximó al de cabellos castaño y le arrebató los papeles-

-¡Vale, vale! ¿Tranquilo eh?- Se limitó a decir mientras le estrechaba la mano sobresaltando al rubio- Me alegro de verte con vida-

El rubio entonces le sonrió. Él también se alegraba de verlo... a su manera. Siempre había sido un auténtico estorbo en la mayor parte de situaciones cuando se encontraban juntos en la banda, era un auténtico alborotador, y siempre andaba con ese perro que no mejoraba la situación, ya que ninguno de los dos conoció nunca el significado del sigilo.

-Yo también- Le sonrió devolviéndole el apretón de manos mientras se volteaba y volvía a contemplar la escena de la cual era presente- Pero... aún sigo esperando que me respondáis que significa esto- Dijo señalando a cada uno de los presentes en la sala. Sai sonrió ante esto- ¿Y tú? ¿Qué cojones haces tú aquí? Esta mañana parecías una maquina andante y ahora aquí... como si nada- Bromeó haciéndose notar la ironía del asunto-

-Se podría decir que prácticamente ha sido un secuestro- Dijo mirando a Kiba fulminándolo con la mirada- Mientras daba un pequeño paseo, el cual me es permitido desde hace poco, una bestia de un metro y más de ochenta kilos se abalanzó sobre mí como si fuese un hueso o algo así- Confesó mientras observaba a ambos: Al perro y a Kiba-

El de cabellos castaños se acarició los cabellos guiñando un ojo sonriente.

-No culpes a Akamaru, solo hizo lo que le pedí- Acarició los cabellos del perro agachándose hasta llegar a su posición- Te quejas porque estás hecho un enclenque- Le sacó la lengua al moreno mientras que este le alzaba su dedo corazón-

La de cabellos rubios entonces se adelantó con los ojos enfurecidos hasta el centro del salón.

-Lo mio se puede decir que también- Miró secamente al de cabellos plateados- Le faltó la morfina- Le soltó una mirada de odio reprimido a este, el cual le devolvió por consecuente una sonrisa afable-

Naruto escuchó ambas historias divertido. De verdad que a veces desearía tener una vida más fácil, porque sí, esto era una vida totalmente extraña, con bandas súper peligrosas al acecho y triunfos literarios... no sabía hasta que punto podría compenetrar ambas facetas de su personalidad.

Echó entonces un vistazo hasta uno de sus laterales, encontrándose directamente con los ojos de la de cabellos rosados, la cual lo observaba entre embelesada y enfada... una extraña combinación. Como respuesta a esto se aproximó a la fémina sonriéndole como de costumbre hasta llegar a su posición, mientras esta permanecía estática e impenetrable aparentemente gestionando los movimientos del rubio. Su proximidad llegó a ser tanta que algunas de las gotas que empapaban su pelo chocaron con el rostro de Sakura.

-¿Y cómo fue tu experiencia... Sakura?- Alargó la pregunta mientras sonreía- Me encantaría escucharla, necesito algo de diversión esta tarde-

Lo miró mientras fruncía las cejas en señal de enfado. Algo habitual en su comportamiento hacia el rubio.

-¡Oh! ¡Fue precioso!- Comentó dejándose llevar por lo irónico de la situación- Solamente caminaba a pocos pasos de mi casa cuando sucedió- Miró a Kiba enfurecida- Paseaba a mi perro y...- Continuó con su tono irónico hasta que fue interrumpida-

-¿Tienes un perro?- El rubio formuló la pregunta adoptando una expresión infantil en su rostro, como si realmente aquello le importara, totalmente desentendido con el resto de la situación-

Su expresión conmovió a la de cabellos rosados ¿porque a veces era tan mono?

-¿¡ Y eso que importa ahora Naruto!? De verdad, a veces pareces un crio- Formuló mientras se sentaba en uno de los sofás de la sala- ¡El caso es que aquí estoy, con dos tíos que no conozco de nada y contigo...- Echó un vistazo a la tentadora imagen en forma de hombre que aún sonreía ante la reacción de la muchacha- casi desnudo!- Terminó de decir volviendo su mirada sonrojada hacia el frente- Bien... dicho esto... ¿alguien me puede explicar que cojones pasa aquí?-

El de cabellos castaños y el peliplata se miraron mutuamente con decisión en los ojos. Ambos se pusieron de pie al unísono tomando unas cuantas sillas y rodeándolas entorno a la mesa situada en el centro de la sala. Después de esto gestualmente invitaron a los presentes a sentarse, quedando sus miradas muy cerca tanto las de unos como las de otros.

-Bien- Comentó el de cabellos plateados echando una mirada a todos los presentes- Para los que no me conocen me presentaré, mi nombre es Kakashi, y fui miembro y líder de un escuadrón de asalto en Akatsuki- Tras la confesión las miradas de ambas féminas se encontraron reflejando sorpresa- Pero como he dicho... fui... en pasado, hace tiempo que dejé aquel mundo, al igual que Sai, Kiba- Dijo mirando al castaño presentándolo sutilmente- y... Naruto-

Cuando termino de formular el último nombre la mirada de Sakura se dirigió inevitablemente a la de este, contemplando como Naruto la observaba con una mirada sincera y compareciente, sonriendo de forma serena y piadosa, pidiendo perdón solo con la expresión de su rostro.

-¿Por qué nunca me lo dijiste?- Comentó Ino a Sai dirigiendo una enfurecida mirada al moreno, rompiendo el choque de miradas entre Naruto y Sakura-

Sai agachó la cabeza resignado.

-No quería ponerte en peligro- Se limitó a decir-

-Pues lo has estado haciendo- Soltó Kakashi levantándose de la silla- Cualquier persona cercana a ti corre un grave peligro desde el momento que dejaste la organización- Este sonó implacable-

Sai simplemente continuó con la mirada clavada en el suelo esperando el perdón. Ante esto la de cabellos rosados parpadeó varias veces aún sin creer lo que estaba presenciando.

-Vale... entiendo- Comentó Sakura cerrando los ojos instantáneamente- Entiendo que vosotros estéis metidos en esa mierda, y que posiblemente os vayan buscando las autoridades y estéis condenados a muerte, a mi eso sinceramente me trae sin cuidado- Dirigió una mirada hacia Ino- Entiendo que a Ino le aviséis de esto, es la novia de Sai... lo entiendo- Soltó un suspiro- ¿¡Pero yo!? ¿¡Qué mierda pinto yo en todo esto!?- Soltó enfurecida dirigiendo sus ojos hacia Kakashi-

-Todavía no he tenido tiempo de explicar nada... pero como te has adelantado empezaré- Se limitó a decir mirando a Sakura tranquilamente- No son las autoridades casualmente lo que nos preocupan, sino el hecho de que miembros de Akatsuki nos quieren mandar a la tumba- Confesó este expectante a la sorpresa de la de cabellos rosados- y en cuanto a ti diré que mientras que hackeábamos uno de los ordenadores de la banda al que pudimos acceder encontramos en la base de datos documentos tuyos que te relacionaban directamente con Naruto-

La muchacha miró sorprendida a Naruto, el cual la observó de la misma forma.

-¿Cómo?- Esta abrió mucho los ojos-

-Bueno, al parecer piensas que eres su novia. Habían unas cuantas fotos en las cuales salís juntos. Por lo visto te han estado espiando, Naruto-

El rubio los miró a ambos, más a Sakura que a Kakashi, que aún sin creérselo observaba al peliplata como queriendo matarlo en ese mismo instante. Después lanzó una furiosa mirada a Naruto.

-¿Qué fotos encontrasteis?- Pregunto la de cabellos rosados-

-Nada comprometido la verdad- Comentó este levantándose de la silla y sacando algunos documentos del bolsillo- Pero eso es irrelevante, no me interesa con quien se acueste o se deje de acostar Naruto, he venido aquí por esto- Comentó señalando los planos que acababa de dejar en la mesa-

-¡Él no se acuesta conmigo!- Dijo un poco subida de tono la muchacha mientras que el rubio disfrutaba de la situación sonriente-

El de cabellos plateados se llevó una mano a los cabellos y sonrió.

-Como te dije no me interesa lo que hagáis. Me interesa la operación que tiene pensada hacer Akatsuki en Suna, en la cual todos parcialmente estamos involucrados- Comentó señalando unas conversación impresas en los papeles que el mismo había dejado- Dentro de una semana, en la convención literaria que da Naruto piensan actuar, y aunque no han especificado nada más, me imagino que el siguiente blanco serás tú Naruto- Comentó señalando al rubio- Sabemos que a Akatsuki siempre le ha encantado llamar la atención, y para ellos es un reto matarte delante de todos los medios de comunicación, sería la muerte del siglo: El mejor escrito del mundo...- Anunció el hombre expandiendo sus manos en el aire como presentación-

El rubio lo miró arqueando la ceja mientras este bromeaba ante la situación.

-¡Oh, perfecto, soy el primer elegido oficialmente!- Comentó el rubio levantándose de la silla dejándose llevar por la broma- ¿Sabéis una cosa? Me está dando frío- Comentó sosteniendo la toalla blanca que rodeaba sus caderas- Si os parece me vestiré- Sonrió ante esto-

-Espera. Tardaré poco en explicar el plan, así que aguántate un poco- Comentó el peliplata provocando que este volviera hasta su posición- Es muy sencillo, necesito que un miembros de nosotros tres se quede en Konoha, y ese vas a ser tú, Kiba-

Kiba dejó de mirar por un momento a Akamaru.

-¿¡Yo!? ¿¡Por qué yo!?-

-Necesitamos que alguien se quede en Konoha para informar desde allí. Además, todos sabemos que tú funcionas mejor en sitios abiertos- Sonrió irónico Kakashi intentado disminuir la rabia mostrada por el de pelo castaño-

-Bah- Se tomó los cabellos- ¡Qué os den! Me quedaré en Konoha tomando cerveza en un bar, si me necesitáis en algún momento solo llamadme- Contestó este sonriente-

El peliplata sonrió mientras que dirigía una mirada a Naruto.

-¿Sabes a que hora será la convención?-

-A las 11:30 de la noche, presentaré mi nuevo libro junto a la última novela de la saga policíaca que empecé hace tiempo, al fin encontré el final que necesitaba-

Kakashi observó a este curioso.

-¿Qué hiciste con el protagonista? ¿Lo mataste?... Dime que no... me caía bien-

-No sabía que te gustaran mis libros Kakashi- Abrió los ojos de la sorpresa

-Tampoco pensaba decírtelo, pero al parecer mi boca se adelantó a mis pensamientos- Sonrió- Cambiando de tema, Shikamaru...-

-¡Shikamaru!- Dijo Naruto sobresaltado- ¿Qué es de ese vago sin remedio? ¿Por qué no vino? Me hubiese gustado verlo-

-Tiene asuntos de los que preocuparse, y esos asuntos son pequeños y algunos de ellos aún utilizan pañales- Comentó sonriente el de cabellos plateados ante la sorpresa de Naruto-

-¿¡Shikamaru tiene hijos!?- Dijo Naruto sonriendo con los ojos muy abiertos-

-Tres nada menos, una niña y dos niños, la niña es la mayor y tiene cuatro años, luego tiene un niño de dos años y el otro si mal no recuerdo todavía no ha cumplido el año-

-Joder... pues no ha perdido el tiempo no... ¿quién es la pobre mujer que ha cargado con este vago?-

-Lo único que recuerdo de ella es que era rubia, y tenía los ojos verdes. Shikamaru me comentó que juntos mantenían a flote una empresa la cual su mujer compartía con sus hermanos. A uno de sus hermanos lo conozco, es Gaara-

Inmediatamente, al oír aquel nombre Ino interrumpió la conversación.

-¡Entonces tiene que ser Temari!- Comentó emocionada Ino mientras dirigía su mirada hacia la de cabellos rosados- ¿Te acuerdas Saku? Fuimos con ella a la universidad. Aunque cuando nosotras entramos ella ya estaba realizando el cuarto año de carrera nos hicimos grandes amigas- Lanzó una mirada melancólica hasta Kakashi- ¿Su marido también es un criminal?- Bajó gradualmente el tono de voz al formular aquella pregunta-

Kakashi sonrió afablemente a la rubia, la cual lo miraba repugnada.

-Shikamaru era el mejor disparando con el arma, por lo menos en mi escuadrón, pero si te reconforta saberlo, él no era de los que daban la cara en la calle como lo hacíamos los aquí presentes, él se dedicaba más a la tecnología, es decir, el trabajaba dentro de la organización.- Este se levantó mirando a su dirección- Además, Shikamaru es un buen hombre, un hombre trabajador el cual solo quería tener un futuro-

-Robar no es la solución, ni mucho menos es de ser un buen hombre- Recriminó Sakura provocando que este volteara. Naruto agachó la cabeza-

-Es fácil para ti decir tal cosa- Este acercó su mirada hacia la chica- Tú no has pasado nunca hambre, pero aunque te cueste creerlo- Miró a Naruto- El mejor escritor del mundo cuando era niño pasó días enteros sin comer. Cuando estás en situaciones así lo único que quieres es sobrevivir como sea- Miró hacia un punto específico de la habitación- Seguro que a ti nunca te falto de nada, pero hay gente que en su infancia le faltó todo, desde un simple juguete hasta el punto de perder a tus propios padres, o a algún familiar- La miró fijamente- El destino te plantéa situaciones que debes afrontar, y que te condicionan para el resto de tu vida, hay quien nace en la cara buena del mundo y otros en la cara mala, y en esta última lo único que puedes hacer es sobrevivir... y desde luego lo hemos hecho.

Ante la confesión de este Sakura dirigió una mirada sorprendida hacia el rostro del rubio, el cual mantenía la cabeza gacha y los ojos clavados en el suelo e inexpresivos. Jugueteaba con sus manos abatido, parecían haberle afectado las declaraciones del peliplata, era como si acabaran de dejarlo desprovisto de su confianza, volviendo a ser aquel niño asustadizo de sus sueños, el cual estaba siempre solo.

-¿Naruto?- La de cabellos rosados le tocó el hombro. Naruto levantó la vista hacia la muchacha- ¿Te... te pasa algo?-

Sakura observaba con lástima la imagen de aquel hombre encogido que se acababa de crear entorno a ella. ¿Qué tanto había tenido que sufrir este pobre mortal para llegar hasta donde está ahora?. Realmente sentía escalofríos recorrerla de solo pensarlo, un pobre niño ante el `peligro, solo y desamparado. Puede que como dice Kakashi las situaciones a las que te enfrente la vida te condicionen de tan horrible manera.

-Estoy bien- Sonrió. Pero aún así en su rostro se distinguía un ápice de pena-

El de pelo gris de repente se dirigió donde Naruto y le dio una palmadita en el hombro.

-Dentro de una semana. En Suna a las diez y media nos reuniremos en la casa de Shikamaru para iniciar el plan, no faltas- Se aproximó a la puerta de la vivienda, y mirando una vez más hacia atrás formuló- Yo me voy ya, espero que pases un semana agradable, y si necesitas algo llámame simplemente-

-¡Espera! ¿No váis a tomar nada?- Miró también a Kiba, el cual siguió a Kakashi hasta la puerta de la habitación-

-No, además, seguramente le echaré una visuta al bar en cuanto salga de aquí- Kakashi lo fulminó con la mirada-

-Gracias Naruto, pero no es necesario. Cuídate- Miró hacia la posición de Sai- Y tú cuídate más aún, quiero verte bien la próxima vez que nos veamos-

Diciendo esto y dedicándole a todos una gran sonrisa se esfumó por la puerta principal seguido de Kiba y su perro.
Todos los presentes ahora se miraron entre ellos. La tensión aún se palpaba en el ambiente.

-Amm... ¿un helado?- Naruto trató de aplacar el silencio que había impregnado la habitación-

Ino tomó a su novio de la mano.

-El ¨paseo¨ de Sai debería haber terminado hace tiempo. Debemos de irnos- Dijo Ino levantándose provocando que el moreno también lo hiciera- Encantada Naruto-

Fingió una sonrisa intentando no mantener mucho el contacto visual con Naruto. Después observó a Sakura.

-¿Vienes Saku?-

La de cabellos rosados despertó momentáneamente de la conmoción que la había apresado. Todo aquello había sido... demasiado intenso, no podía canalizar tanta información de golpe, se encontraba a punto de explotar.
Se llevó las manos a la cabeza mientras que se levantaba.

-Sí- Se dirigió hacia ellos tambaleándose levemente-

-¿Estás bien?- Dijo Naruto sosteniéndola por los hombros- ¿Quieres tomar algo? Te encuentras muy pálida-

Sakura tomó una mano del rubio y la despejó de su hombro.

-Gracias Naruto, pero estoy bien- Dijo antes de dirigir su mirada hacia la de Ino- Me voy... ya nos vemos-

Al formular aquella promesa la electricidad volvió a hacerse presente en ellos mediante un choque de miradas.

-Me gustaría acompañaros pero...- Miró su toalla, que aún permanecía enrocada entorno a su cintura- Esto...

-No importa Naruto- Sai sonrió enormemente- Espero verte mañana-

Todos los invitados salieron del piso. Sakura antes de salir dirigió una profunda mirada a este. Naruto bloqueó la puerta y se posicionó muy cerca de esta.

-La próxima vez que vayas a mi piso espero que te quedes toda la noche- Le dijo en un tono muy bajo sonriendo pícaramente-

Este ante su declaración cerró de un portazo la puerta mientras intentaba ocultar su sonrojo. Todos sus pensamientos compasivos hacia este se acababan de volver a borrar.




**********



En el exterior del piso de Naruto Kiba se encontraba fumando en la calle mientras que Kakashi observaba su móvil profundamente. El de cabello castaño dirigía su profunda mirada hacia una pareja que se estaban besando muy cerca de su posición. Akamaru también observaba la escena mientras ladraba... ¿a quién cojones le estaba ladrando?.

Ino, Sakura y Sai se reunieron con estos, lo que provocó que el de cabellos castaños dirigiera su mirada hacia el grupo. Rápidamente Kiba rodeó con los brazos a Sai.

-¡Mira, mira!- Dijo señalando a la mujer que estaba besando al hombre- ¡Diós... está buenísima! ¡Que tipo más afortunado!-

Ino al oír esto se dirigió a al posición donde estaban ellos, dejando a Sakura rezagada, la cual observaba el suelo del asfalto.

-¡A ver! ¿Quién es la que está tan buena?- Comentó lanzando la mirada hacia la mujer en cuestión-

De repente su mirada se congeló, y sus ojos se desorbitaron increíblemente. Parecía como si hubiera visto al mismísimo demonio. Se llevó una mano a la boca.

Ante la reacción de esta ambos hombres la observaron.

-¡Hey, no me vayas a venir diciendo que no está buena! Eso sería una gran mentira-

Sai se acercó a su novia tomándola de su rostro obligándola a que lo mirara.

-¿Qué sucede cariño?- Dijo mientras que esta tornaba sus ojos hacia Sakura, que lentamente y aún sumida a sus pensamientos acababa de llegar hacia su posición-

-Sakura...- Sus palabras parecieron un suspiro, aunque bastó para provocar que los ojos esmeralda de la chica se dirigieran hasta el rostro fantasmagórico de su amiga- Allí...- Señaló a la pareja-

Los miró y el tiempo se deruvo. Fue apenas un instante, un instante el cual bastó para deleitarse con la visión de su novio besándose apasionadamente con aquella mujer, con Hinata. Sus ojos, aún divagantes viajaron por toda la escena dañándose por cada segundo que pasaba. No podía llorar, ni siquiera podía mover su cuerpo ante tal escena. Como una muñeca de trapo se dejó caer al suelo de rodillas.

Y así fue como el corazón de Sakura Haruno se rompió el mil pedazos...

RESPUESTAS DE COMENTARIOS



-*ale-chan: Nunca negué que no fuera cruel (aunque luego me fastidia que otros escritores me mantengan con intriga) Pero bueno... cosas de escritores. Sobre los padres de Sakura ya aclaré lo que sucedió (error mio, eso me pasa por escribir rápida... en fin)
PD: ¿Que pensarías tu al ver a Naruto con solo una toalla en sus caderas? Yo en flores y amapolas (Obvio no)



-Oni: En mi otras historias también me decían que ponía al chico muy provocativo y seductor y tal... (tendré que cambiar de patrón) es solo que me gusta la picardía en los chicos, cosa que reflejo en mis historias (¿todo tiene su explicación no?
PD: Yo también... créeme, yo también



-León: : Mi querido y filósofo... (¿comentador de mi fanfic?)
Hasta yo misma dudé al principio sobre como encajar a Sakura en esta reunión, porque sin duda tenía que mezclarla con todo esto... pero creo que he solventado bien ese problema (si lees esto antes del capítulo puede que entiendas a posteriori porque)
PD: Yo también me muero por escribir la escena, está próxima eso seguro



-TemariAckerman: Shikamaru aparecerá pronto (por Diós, no puedo escribir un fanfic sin mi Shikamaru) Puede que este capítulo te diga porque Shikamaru no ha asistido a la fiesta en la casa de Naruto (ironía)
PD: Creo que ya lo dije, pero por volver a decirlo no se acabará el mundo: Tu firma *-* jagdyewqbkf



-Eri-chan: Muchas preguntas que no puede responder... es la responsabilidad del escritor mantener el secreto juasjuasjuas
Naruto así resulta muy apetecible sí.
Estoy casi segura que sakura era la amiga de naruto cuando pequeño, su princesa ¿Eso crees...? Yo no estaría tan segura
Su hermanita, su hermanita... pobre hermanita.
Aquí tienes la respuestas de porque están todos en el apartamento, fiesta sorpresa iuju
 (Emm... no)

CAPÍTULO 13



Llovía. Llovía muy, muy fuerte.

Las calles estaban desiertas. Solo se escuchaba el chocar de las gotas de agua al llegar al suelo, y los truenos que amainaban aquella tormenta, que comenzó hace unas cuantas horas.

El viento azotaba las fachadas de las casas e edificios, e intensificaba el furor de la tormenta, que se resistía a abatirse. Ni un coche en el asfalto, ni un peatón en la acera, aquel pueblo parecía inerte en aquellos instantes.

Se encontraba en un banco de un parque, sola. Entre sus manos se frotaban la pena y el dolor, y sus lágrimas se fundían con las gotas de lluvia. Cabizbaja fijaba su mirada en el barro que se había formado durante la tormenta a sus pies.

Era incapaz de pensar. Solo dejaba pasar el tiempo en soledad, sin esperar a que nada sucediera, y que todo llegara... sola.

Reposado junto a ella, yacía mojado su móvil, el cual no cesaba de vibrar. No quería escucharlo, no quería.


Flash-Back:

-¿¡Hace cuanto!?- Su mirada cargada de odio se clavó en los ojos del moreno a medida que se iba acercando- ¿¡¡Cuánto!!?-

Su mirada gélida otra vez, inexpresiva. Se limitó a observar como aquella mujer lloraba.

Fin del Flash-Back:

Se llevó las manos a la cabeza apretando los dientes. Estaba temblando, el frío y las circunstancias se lo ocasionaban. Trataba de serenar sus sollozos. Era imposible.


Flash-Back:

-¡¡¡Sakura!!!- Ino la rodeo con sus brazos tratando de hacerla retroceder- ¡¡¡Sakura, tranquila, Sakura!!!-

-Un año- La morena se contoneó delante de ella mientras se acercaba lentamente- Pequeña, me prefiere a mí- Su sonrisa fue la gota que colmó el vaso-

Ino no pudo reprimir el impulso de su amiga, que se avalanzó contra la morena.

Fin del Flash- Back:

Apretó los puños, y se pegó ella misma en la cabeza.

¨Estúpida¨


Flash- Back:

-¿¡Cómo has podido!?- Reprimió las lágrimas que estaban por salir- Un año... ¡¡¡ un año!!!- Le lanzó lo primero que se encontro a su alcance, rompiendo uno de los cuadros de su piso, ya que este esquivó el objeto-

-¿¡Acaso eres estúpida!?- Se acercó a esta tomándola de las muñecas- ¡Deja ya el puto brote psicótico! ¡Ella me buscó y me encontró, no tiene más!-

-¿¡Cómo puedes tener la sangre tan fría!?- Sus lágrimas salieron inminentemente- ¡Eres un hijo de puta! ¡Te juro que te lo haré pagar!- Le tiró otro de los objetos que tenía a su alcance-

Fue en ese momento cuando las manos comenzaron a actuar...

Fin del Flash- Back:

Se tocó la mejilla derecha, ligeramente amoratada, al igual que sus muñecas, su piel era tan blanca que un simple agarrón provocaba que el color morado tiñera su tez.

El móvil sonó de nuevo. Ante esto Sakura alzó sus destrozados ojos hacia el aparato y en un acto de furia lo aventó contra uno de los árboles del parque. No la volvería a molestar.


Fash- Back:

-Señora, usted y este señor estaban cometiendo un acto que va en contra del servicio público, en este pueblo no se permiten los escándalos de esta magnitud. ¿Algo que argumentar?-

-¡Está loca, comenzó a insultarme!- Los ojos esmeralda de la chica se clavaron en el moreno-

-¡¡Me has puesto los cuernos hijo de puta!!- Comentó mientras se levantaba y unos policías inmediatamente la tomaban por las manos, volviendo a sentarla-

-Señora, los insultos no la ayudaran, por su bien, trataría de comportarme de la mejor forma posible-

Fin del Fash Back:

Clavó de nuevo sus ojos en el barro, le encantaría que este le tragara en estos mismos intantes. Quería desaparecer, o simplemente despertarse, y reírse de este macabro sueño... pero aquel frío que calaba sus huesos era tan real como el dolor que sentía en su corazón cada vez que latía, más fuerte...

Las lágrimas de sus ojos volvieron a surgir cayendo en cascada hacia el suelo, pero esta vez, no cayeron en este. Algo negro interfería en su punto de visión. No alzó la vista, ni se molestó en mirar aquello o aquel que se acababa de postrar delante de ella.

De repente sintió algo calido rodearla. Parecía una manta... ¿una chaqueta?. Unas manos le rodearon el rostro obligándola a alzarlo levemente, mientras que el individuo en cuestión se arrodillaba, permitiéndole observar su rostro. Sus ojos vidriosos y nublados se encontraron con unos azules y verdaderos. El sujeto le sonreía enternecedoramente mientras que le apartaba algunos de los cabellos que le ocultaban la cara, para después acercarse a esta dándole un fuerte y tierno abrazo, y este acto de ternura fue el detonante que acabó con los últimos rastros de tristeza que iba a expulsar aquella tarde, por lo que sonoramente comenzó a llorar de nuevo.

-Tranquila. Yo estoy aquí- Dijo besándole la base de la cabeza mientras que la apretaba fuertemente contra su torso-

-¿Co-como m- me has...?-

-Shh- Con dos de sus dedos le tapó los labios, acariciándoselos- No hables, tranquila- La volvió a abrazar- Eso es lo de menos, lo importante es que te encontré- Dijo mientras el rubio apreciaba las marcas producidas en una de sus mejillas-

Sakura se dio cuenta de ello, pero este no dijo nada, solamente cargó una mirada furiosa hacia el suelo para después cerrar los ojos y volver a abrazarla.

-Ven, vamos a mi casa, te vas a resfriar- Le dijo tiernamente mientras que la ayudaba a levantarse-

-No... no es...-

-Vas a venir- Sonó posesivo, pero a la vez tierno y sereno- Vamos...-




**********




Cuando llegaron al piso de Naruto este acompañó a Sakura a la ducha, llevándole ropa suya para que esta pudiera vestirse una vez que se bañara. Después de esto Naruto llevó la ropa mojada a la lavadora para que la tuviera lista lo antes posible y le preparó una manzanilla bien caliente, la cual se la sirvió una vez que esta estaba sentada en uno de los sofás de su sala.

El rubio, después de entregarle la taza, se sentó a su lado observando a la de cabellos rosados bebiendo la manzanilla mientras miraba al limbo. Esta llevaba puesta una de sus tantas camisetas de baloncesto, en este caso una de los Chicago Bulls que le llagaba a la mitad de los muslos, y unos pantalones también de baloncesto.

Sin quererlo posó una de sus manos en la mejilla de esta, observando que la tenía muy amoratada. En ese momento la rabia se apoderó de él.

-Maldito hijo de puta-

-Naruto, yo también le pegué, quizá más que él a mi, él solo...- Se le cortó la voz- Se.. se defendió-

-¿Un tío de mas de un metro ochenta se tuvo que defender de ti?- Dijo mientras ambos se observaban profundamente- ¡Por favor!- Se levantó mientras se llevaba las manos a la cabeza intentando contener los instintos asesinos que lo acababan de recorrer en aquellos instantes-

-¿Como lo sabías?- La muchacha atrajo la mirada del rubio, que observó con cautela lo frágil que sonaba esta en aquellos momentos- ¿Como sabías que iba a estar... ahí?-

Le sonrió tiernamente mientras retrocedía hasta su posición sentándose a su lado.

-Ino me llamó, no te encontraba- Fijó la vista en el suelo- Yo... no sabía que hacer, y pensé sí... quizá- Alzó las manos- Estarías en el parque, al lado del hospital- Se sonrió- Y acerté-

Sakura casi sonrió ante esto, aunque no estaba mucho por la labor.

-Hoy te quedas a dormir aquí, Sakura- Dijo provocando que la mirada de la muchacha se clavara en la de este-

-No... yo no quiero molestar...-

-A mi no me molestas- Dijo sonriendo mientras le retiraba la taza de manzanilla y la llevaba al fregador- Además, ya va haciéndose de noche, y no quisiera que te perdieras por el camino- Dijo acercándose a ella mientras que le sonreía pícaramente- ¿Crema?- Sacó de una de sus manos ocultas en su espaldas un bote de crema-

Esta sonrió ante esto.

-¡Oh, te he hecho sonreír!- Dijo sentándose a su lado y untándose de crema una palma de su mano- Hoy no estás muy receptiva, tendré que animarte de alguna forma- Sonrió pícaramente mientras esta dejaba que el rubio aplicara la crema por su cara-

-Eres un cerdo- Dijo sonriendo-

-Bueno, puede ser- Dijo mientras terminaba de aplicar la crema en las mejillas de esta-  ¿Qué te gustaría cenar?- Dijo mientras se levantaba y guardaba la crema-

Esta se levantó del sofá sonriente dirigiéndose hasta la cocina del rubio, el cual acababa de sacar unos cuantos platos en los cuales iba a reposar los alimentos. Este entonces se dio la vuelta quedándose parado ante la visión que se le ofrecía, y es aquellas vestimentas largas y holgadas solo hacían que sus piernas se vieran más largas y apetecibles. Después de escanearla el cuerpo de arriba a abajo la miró a los ojos sonriendo pícaramente.

-No te puedes ni imaginar lo que te haría ahora mismo conforme estás- Dijo haciendo que el color de la piel de la fémina se enrojeciera levemente- ¿Arroz tres delicias?- Dijo como si nada hubiera pasado-

-Sabes... cada vez que estoy contigo me siento como una presa al lado de un depredador- Dijo acercándose al pollo de la cocina mientras observaba a este destapar los plásticos de los briks- No tenía esta faceta de ti... Naruto el chef-

-Puedo cocinar casi todo lo que venga en brik y preparado para meterlo en el microondas- Dijo sonriendo mientras depositaba el arroz en el aparato ya dicho- Una presa eh...- Le sonrió mientras le guiñaba un ojo- Lo tendré en cuenta-

Sacó un mantel de uno de los cajones que había en la cocina, y de otro sacó una cubertería de una gran calidad. Sakura tomo uno de los cuchillos de plata que acababa de poner Naruto en la mesa, eran increíblemente impolutos, debían de haberle costado mucho dinero.

Mientras miraba embelesada la cubertería Naruto volvió hacia ella mientras miraba la etiqueta de de una botella de vino que sostenía entre sus brazos.

-¿Has probado alguna vez el Imperial?- Dijo mientras lo reposaba en un cuenco con hielos que había sacado anteriormente y que había puesto en la mesa- Es de mis favoritos...-

-He oído hablar de él, muchos dicen que es el mejor vino del mundo, pero nunca lo he probado. No todos somos ricos- Dijo sonriendo mientras este servía el arroz recién salido del microondas en la mesa-

-Tampoco soy tan rico- Dijo sonriendo irónicamente mientras le retiraba la silla para que se sentara en ella- ¿No me dirás que no soy un caballero?-

Esta simplemente lo miró con la ceja levantada mientras que este retrocedía a su posición y comenzaba a abrir el vino.

-Un caballero oscuro diría yo- Dijo la mujer cargando el tenedor con un poco de su arroz y metiéndolo a su boca lentamente-

El rubio llenó la copa de la joven con aquel vino, y seguidamente la suya.

-¡Oh vamos, no me dirás que aún sigues enojada por qué...!- Se sentó mientras miraba al techo pensativo- ¿Pertenecí a una banda criminal de joven que mataba, hacía fraudes financieros, robaba a mano armada y que falsificaba billetes de quinientos?- Sonrió irónicamente- No me lo puedo creer... te enfadas tan fácilmente-

-Sí, todas esas cosas guardan un perfil en común- Dijo mientras lo miraba profundamente-

-Pues si eso es lo que crees, ahora mismo estás cenando con un criminal- Dijo bebiendo un poco de su vino- Apuesto a que soy el chico más raro con el que has estado intimando- Se sonrió-

La muchacha miró durante unos segundos melancólica a algún punto indeterminado en la habitación. Ante esto el rubio puso especial atención a donde se dirigía su mirada, hasta que comprendió que ahora mismo se encontraba pensativa.

-De hecho, yo solo había intimado con él Naruto- Dirigió sus ojos esmeralda a los suyos- Yo solo... he estado con él...-

Este alargó su mano hacia la de la mujer posándola en la suya. La acarició durante unos segundos.

-Eh... eso es muy...- Dirigió su mirada hacia otra parte- Raro... eres una mujer guapísima, apuesto a que tienes en la cola a muchos hombres esperándote, a unos que te merezcan de verdad-

Esta lo observó beberse un trago del vino que traía en la copa.

-Bueno... no soy tan popular como piensas...-

-Eso es porque nunca has levantado la vista a otro hombre que no sea tu novio- Reveló provocando que esta lo observara atentamente- Pero te aseguro que hay muchos que desearían estar contigo, entre ellos yo- Dijo sonriendo mientras acercaba su rostro al de ella- ¿Por qué crees que he cargado tu copa de vino más que a la mía?-

Sonrió pícaro provocando que Sakura se llevara ambas manos a la boca sonrojada hasta la médula.

-¡Serás cerdo!- Dijo tirándole la servilleta a la cabeza- ¡Tú si que sabes como fastidiar un momento!- Dijo provocando que este estallara a reír-

-Sabes que no sería capaz Sakura- Dijo mientras se levantaba a dejar su plato en el fregador de la cocina. Cuando pasó por su lado se acercó a su oreja y le susurró- Querría que estuvieras bien consciente si surge la ocasión-

Un tremendo escalofrió la recorrió de arriba a abajo cuando sus palabras fueron pronunciadas, en parte por el roce de sus labios en esa área tan sensible y por los pensamientos que le habían producido esa pequeña frase que ella misma esperaba que cumpliera.



**********



-Su móvil, lo tengo-

-¿Cómo lo has conseguido?- Su voz sonó difuminada-

-Jefe, estaba tirado en un parque de el área que yo rastreo, Konoha-

Se escuchó a través del teléfono una pequeña pero tenebrosa risa.

-Ya veo... quiero toda la información que contenga ese móvil. Inmediatamente.-

-Enseguida la tendrá señor-



**********



-Y entonces... ¿cuándo volverás a tu piso?-

La de cabellos rosados estaba recargada en el sofá de Naruto. Este por su parte estaba sentado en el mismo sosteniendo la cabeza de la fémina en uno de sus muslos.

-Mañana, de hecho los dos tenemos que recoger nuestras pertenencias mañana- Dijo mientras se acariciaba sus cabellos- Ninguno de los dos podemos pisarlo después hasta que el juicio sea realizado-

-Mañana te acompañaré a recoger tus cosas- Dijo mientras miraba hacia el frente-

-No, Naruto todo esto no es cosa tuya, yo iré, no pasará nada- Dijo mientras que dirigía sus ojos hacia el rubio- No intervengas Naruto-

-¿Pero y si te vuelve a pegar? Sabes que lo mataría si hiciera eso...-

-No vas a matar a nadie ¿entiendes? Te quedarás aquí. Además, Ino me acompañará, me instalaré en su casa-

-De eso nada- Dijo provocando que la muchacha dirigiera sus ojos hacia los de el rubio- Te quedarás aquí, tengo una cama libre, y allí estaría conviviendo con dos personas, con Ino y con Sai, y créeme, no te gustarán los ronquidos de Sai- Dijo provocando que esta sonriera-

-Mira Naruto...- Dijo levantándose del sofá- Te agradezco mucho tu hospitalidad, pero de verdad yo... no quiero molestarte más de verdad...-

-Que a mi no me molestas- Dijo cruzándose de brazos- No dejaré que duermas en el sofá, te quedas conmigo, y punto- Dijo levantándose el también y besándola en la frente- Deberías de dormir, ha sido un día muy intenso para ti, y debes de estar exhausta- Dijo indicándole la habitación de invitados-

-¿Ahora me tratas como una niña que a las diez tiene que estar en la cama?- Dijo siguiendo al rubi-

-Créeme Sakura, los pensamientos que tengo hacia ti no son los mismos que tengo hacia una niña- Dijo sonriendo mientras abría la puerta de mi habitación-

-Los puedo imaginar- Dijo mientras observaba la habitación por dentro-

-No, no puedes- Se dirigió hacia ella rodeándola con los brazos y susurrándole al oído- Aún sigo queriendo acostarme contigo, esto no cambia nada- Sonrió pícaramente mientras que esta se deshacía de su agarre-

-Eso no va a pasar Naruto- Dijo intentando cerrar la puerta de la habitación, cosa que el rubio impidió-

-Me encanta cuando te sonrojas, y cuando te enfadas, hace que te desee más- Dijo sonriente mientras dejaba que esta cerrara la puerta de la habitación-

Se quedó por unos segundos sosteniendo su cuerpo en la puerta de la sala, aún con las mejillas enrojecidas y su respiración entrecortada. Se llevó las manos a su pecho. Su corazón latía a un ritmo más rápido de lo normal, y es que aquel hombre siempre despertaba sus más bajas pasiones.

Dejándose caer en la cama abatida comenzó a reflexionar sobre el giro que acababa de dar su vida en apenas unas horas. Ayer mismo dormía acompañada de su novio tranquilamente, y hoy, se encontraba acostada en la cama del piso
de un hombre al que apenas conocía de unas cuantas semanas... un gran giro sin lugar a dudas.




**********




Despertó sobresaltada de la cama. El sonoro ruido de un trueno a lo lejos había conseguido despertar a la joven de cabellos rosados, la cual se sintió durante unos segundos totalmente desconcertada ante la visión de aquella habitación que solo esta vez había visto. Se llevó las manos al pecho intentando relajar sus respiración. Desde pequeña le había tenido un pánico atroz a las tormentas, y ese era un miedo que nunca había superado.

Se levantó de la cama para buscar el interruptor de la luz, que se encontraba cercano a la puerta. Después de prender la luz trató de encontrar un reloj que le indicara la hora, y lo encontró en la mesilla de noche situada a la izquierda de la cama.

¨Las tres de la mañana...¨ Susurró pensativa fijando sus ojos hacía un vaso que se encontraba reposado en la mesilla de su habitación.

Estaba lleno de un líquido naranja. La muchacha lo tomó entre sus manos y se lo acercó levemente hacia su nariz... sin duda era zumo de naranja. Se acarició sus cabellos pensativa... si había dejado el vaso ahí eso significaba que él había... entrado a la habitación. Se le pusieron los pelos de punta, y a penas sin darse cuenta un sonrojo volvió a apoderarse de su rostro.

¨Joder... ¿por qué solo el hecho de pensar en él repercutía de tal forma en su cuerpo¨ Pensó mientras comenzaba a beber el zumo ¡Está rico!¨

Una vez hecho esto volvió a acostarse para intentar conciliar de nuevo el sueño, pero esto le resultó imposible. La tormenta continuaba, y el sonar de los truenos no la dejaba tranquila ni un momento, así que decidió levantarse y dirigirse al comedor.

Lentamente, e intentando hacer el mínimo ruido posible, se dirigió de puntillas hacia la sala de estar, que se encontraba a oscuras aparentemente. Cuando llegó al final del pasillo por el cual se llegaba de las habitaciones a la sala de estar observó a ambos lados de la habitación... no había rastro de nadie en las proximidades.

Después de esto comenzó a caminar unos pasos hacia adelante.

-¿A dónde se supone que vas... Sakura?- Su voz sonó muy cercana a ella, pero no tanto para estar a su lado-

Revolvió su cabeza hacia uno de los sillones que habían pegados a la salida del pasillo, y allí estaba él, con tan solo unos bóxer negros resguardando el fruto del pecado de su anatomía. Sus cabellos estaban ligeramente revueltos, y en aquellos momentos por su torso se podía observar unas finas gotas de sudor recorrer su cuerpo. Sus piernas se encontraban reposadas en una silla que había tomado de la mesa, y entre en sus muslos reposaba un portátil, el cual se encontraba en funcionamiento.

Ante esta visión Sakura no pudo hacer más que quedarse boquiabierta observando los movimientos del rubio, el cual divertido e iluminado por el haz de luz que soltaba el portátil se levantó del sillón lentamente dirigiéndose hacia la fémina.

-¿Sabes qué Sakura? En estos momentos me disponía a escribir la escena de amor del nuevo libro que estoy escribiendo- Dijo mientras se plantaba ante ella acariciándole los cabellos- Un encuentro furtivo y salvaje entre el rudo y superviviente de guerra Clayton y su amada Rósalin...- Dijo sonriendo pícaramente observando su reacción en sus mejillas, esa que tanto le gustaba- Sucede en la casa de aquel hombre, el cual se abalanza a ella en nada más que la ve entrar por la puerta- Reveló la historia mientras que inspiraba el olor de la mujer a la que estaba abrazando, llevándola poco a poco hacia una de las paredes más cercanas, estampándola con ella y apresando su cuerpo entre el suyo y la pared-

-¿Quieres jugar... Sakura?-

RESPUESTAS DE COMENTARIOS:



-*ale-chan*: La verdad es que tardé tanto en escribir el capítulo porque estaba indecisa en si poner o no esa parte del final... pero al final me decidí en ponerle, y sí, eso le deja el camino libre a Naruto (y si les el capítulo observarás que y tan libre... jajajaja)
PD: Yo si te sigo  




-TemariAckerman : Shikamaru con bebés wii (y con Temari) Entre tú y yo, (el Shikatema es mi pareja favorita... espero que nadie se haya dado cuenta... obvio si se dieron cuenta)
A mi también me pierde Shikamaru, y teniendo en cuenta tu opinión diré que sí, a mi me daría vergüenza ser Sasuke en mi historia. ¿Ñoñerías? Lee el capítulo entero y verás... juasjuasjuasjuas (sabemos que va a pasar )
PD: Sigo enamorada de tu firma




-Leon: Buenas mi filosófico amigo. En cuanto al bochorno de Sakura créeme, me encanta avergonzarla, y sobre Akatsuki solo te diré que aunque muchas cosas fueron reveladas, aún quedan las más gordas.
Yo creo que el problema de Sasuke ya lo tengo solventado, sin lugar a duda sé perfectamente todo lo que va a pasar a cada uno de sus personajes, y en cuanto a lo de venganza...   no sé, lee el capítulo, después hablamos.