La promesa de Minato +18 06/07/2014 Capitulo 5+Extra

Cinco meses después de la guerra, en la villa de Konoha se respiraba paz, tranquilidad y felicidad. Konoha que fue totalmente reconstruida y ya estaba totalmente recuperada del ataque de Pain volvía a lucir su gran esplendor. Sasuke Uchiha volvió a la aldea y se le concedió el perdón gracias a Naruto, Sakura y Kakashi que hablaron a su favor. Naruto ahora era tratado como un héroe, como un ídolo y el ejemplo a seguir para muchos niños de la villa. En cuanto a Sakura, había sido declarada como la mejor ninja médico del mundo superando ya a su maestra y tenía una relación amorosa con Naruto.

En una noche, Naruto sorprendió a su novia Sakura llevándola a cenar a un restaurante que no era Ichiraku y la verdad era que desde que Sakura era su novia era muy atento con ella y empezó a dejar un poco de lado Ichiraku para llevar a su novia a sitios que a ella la impresionaran. Naruto y Sakura habían terminado de cenar y ya iban a pedir el postre.

-¿Te ha gustado la cena Sakura-chan? –preguntó un Naruto al que se le veía muy feliz.
-La verdad es que sí –Confesó una sonrojada pelirrosa– A decir verdad eres mucho mejor novio de lo que me esperaba.
-¿Y eso por qué? –pregunto un Naruto alagado y orgulloso.
-Bueno pensaba que si era tu novia siempre que tuviéramos que salir a cenar en una cita pues me llevarías siempre a Ichiraku y también pensaba que llegarías tarde como siempre solías hacer. –respondió una pelirrosa mirando a los ojos a su novio.
-Sabes que por ti haría o renunciaría a cualquier cosa, Sakura-chan –respondió el rubio haciendo sonrojar muchísimo a Sakura
-Baka, no me digas esas cosas que me da vergüenza –recriminó bajando la mirada y sonrojándose un poco de la vergüenza
-Pero si es la verdad Sakura-chan. Por ti lo daría todo –dijo riéndose al ver la cara de vergüenza de su novia.
-Eres increíble. Después de cómo te traté y de lo que te hice en el pasado tú me quieres de esa manera. Es algo…inverosímil, cualquier otro hombre se habría rendido –confesó Sakura ahora con un semblante triste.
-Sakura eh, mírame –Llamo Naruto a Sakura cogiendo sus manos encima de la mesa– Jamás te he guardado rencor por eso ni te he odiado. Solo olvídalo y se feliz conmigo, a mi lado.
-Haré todo lo posible para hacerte feliz Naruto –dijo Sakura ahora con una sonrisa.
-Ya lo estás haciendo Sakura-chan –respondió Naruto – Te quie… –fue interrumpido por el camarero que trajo el postre.

Ambos tomaron el postre tranquilamente y entre risas, pagaron la cuenta y se fueron a dar un paseo por la villa. Recordaron anécdotas del pasado y disfrutaron de una agradable noche hasta el momento de la despedida en la casa de Sakura.

-Bueno Sakura-chan, ya estamos –dijo haciendo referencia a la casa de su chica– Deberíamos cogernos unas vacaciones.
-No sería mala idea –respondió la pelirrosa– Podríamos hacer un viaje tu y yo a algún balneario o a cualquier otro sitio turístico.
-Sería genial pero oba-chan te tiene de aquí para allá todo el día. –Dijo algo triste– Estoy empezando a odiarla.
-Jejejej. Ya hablaré yo con ella haber si la convenzo. –dijo con una sonrisa en la cara.
-Confio en ti Sakura-chan –dijo levantando su pulgar y con una sonrisa en la cara.
-Pero tampoco te hagas muchas ilusiones. –advirtió la pelirrosa.
-De acuerdo –respondió el rubio– te quiero muchísimo Sakura-chan.
-Y yo a ti Baka –respondió muy sonrojada a la confesión del rubio.

Naruto se acercó a Sakura, la agarró de la cintura y la atrajo hacia él y la besó. Se besaron un rato hasta que la luz que daba acceso a la entrada a la casa de Sakura empezó a encenderse y apagarse muy rápidamente lo que llamo la atención de los tórtolos.

-¡Si mamá ya voy! –Grito Sakura fastidiada y la luz se apago– Recuerda que mañana tenemos comida con los chicos en BBQ, el restaurante donde solían compartir barbacoas con sus amigos.
-Te veré allí entonces. Yo iré a entrenar con Lee –respondió el rubio que seguía agarrando a Sakura de la cintura.
-¿Yo creía que te tocaba entrenar con Sasuke? –pregunto la pelirrosa.
-En teoría, pero me dijo que oba-chan le iba a dar una misión de estas puñeteras. Aún le castiga con estas misiones por lo de su traición –respondió el rubio.
-Que se aguante. Buenas noches, Naruto. Te quiero –dijo Sakura para besarlo rápidamente cosa que Naruto correspondió y se separo del agarre de Naruto
-Yo también te quiero Sakura-chan –dijo Naruto mientras veía como su chica entraba en su casa pero antes de cerrar la puerta le dedico una sonrisa. – “Aun no me creo que sea mi novia” –pensó para sí mismo y se dirigió a su casa después de una noche perfecta para él.

En las puertas de Konoha un hombre entraba en Konoha. Era bastante alto y corpulento. Tenía el pelo largo y negro con un traje también entero negro.  Se fue hacia el puesto donde estaba Kotetsu e Izumo.

-Buenas noches. Me llamo Senshi –dijo haciendo una pequeña reverencia y de forma muy amigable. –Mande una carta a la Hokage diciéndole que hoy llegaría y que me tendría preparada una habitación para hospedarme.
-Buenas noches Sr. Senshi –dijo también inclinándose un poco en señal de respeto. – Déjeme que lo consulte. Solo tardare unos segundos.
-Claro no hay problema. –dijo con una sonrisa en la cara.
-Si aquí estas. Bien ahora mi compañero Izumo le llevara a su departamento que le hemos prestado. –dijo tranquilamente.
-Eso sería genial. Muchas gracias –dijo inclinándose de nuevo.
-Bien sígame por favor –dijo Izumo en dirección al interior de la villa.
- ¿Le importa si vamos caminando? Me encantaría disfrutar de lo maravillosa que es esta villa. –rogó Senshi a lo que Izumo no puso objeción.

Caminaron durante diez minutos en los que se veía como jóvenes tenían citas, pasaron por el parque donde había una gran fuente y también pasaron por una zona bastante animada por los bares y restaurantes. Senshi caminaba con una sonrisa en su rostro y además se fijaba y observaba todo lo que había a su alrededor hasta que por fin llegaron hasta el departamento donde se hospedaría.

-Bien aquí tiene la llave y esta es su habitación. –Dijo Izumo muy cortésmente. – Si necesita algo más por favor no dude en pedirlo. –Izumo le hizo una reverencia
-Muchísimas gracias Izumo-san –respondió reverenciando a Izumo
-Bueno, me marcho. –se despidió Izumo.
-Disculpe Izumo-san –llamo el pelinegro– ¿Me podría decir si Naruto Uzumaki está actualmente en la aldea?
-Si, efectivamente. –respondió Izumo.
-Muchas gracias Izumo-san. Me gustaría pedirle un autógrafo al héroe de la guerra. –dijo con una sonrisa y entrando a su habitación.
-Que tenga suerte –dijo Izumo para darse la vuelta y marcharse.

Senshi entró en la habitación, era una habitación sencilla pero para él era suficiente.

-Espero que Naruto se dé a razones y perdone a mi hermano aunque eso es muy difícil. Por favor, Dios, –rogó juntando las manos y saliendo a la terraza– haz que mi hermano no haga ninguna estupidez y que Naruto le perdone. Te lo suplico.

Era muy temprano por la mañana y un pelinegro con su espada a la espalda iba de mala geta hacia la torre Hokage. Caminaba tranquilo y solo porque era tan temprano que ni las tiendas habían abierto todavía. El iba tranquilamente con las manos en los bolsillos aunque en su mente no hacía nada más que refunfuñar y maldecir a la Hokage. Tras una pequeña caminata llegó a la torre, subió por las escaleras y llegó a la puerta que daba acceso al despacho de la Hokage. Sasuke llamó y no escuchó respuesta, así que entró y se encontró con una Tsunade que dormía sobre la mesa y se la caía la baba. Sasuke la vio y por dentro se enfureció muchísimo pero prometió que controlaría su ira e intentaría ser más abierto a los demás.

-Hay que joderse –dijo Sasuke y eso despertó a una Tsunade.
-Sasuke ¿ES QUÉ NO TE HAN ENSEÑADO A LLAMAR ANTES DE ENTRAR? –Tsunade entró en cólera y le tiró un libro que impactó de lleno en la cabeza de Sasuke.
-¡HE LLAMADO VIEJA AMARGADA PERO ESTABAS DORMIDA! –gritó Sasuke enfurecido y sobándose la cabeza del golpe.
-¿A QUIÉN LLAMAS VIEJA AMARGADA Y QUIEN TE DIO PERMISO PARA ENTRAR? –Gritó otra vez la rubia y golpeó a Sasuke en la cara con su puño y lo estrelló contra la pared.
-Auch, Tsk –dijo mientras intentaba reincorporarse– “Ahora entiendo como Naruto es tan resistente si ha tenido que aguantar este tipo de golpes por parte de Sakura y Tsunade”

Diez minutos después de que Tsunade hubiera limpiado sus babas y Sasuke se hubiera recuperado de sus golpes se pusieron serios y ya hablaron de lo que tenían que hablar.

-Muy bien Sasuke Uchiha, tengo una misión para ti –dijo muy seria y tomando unos papeles.
-Espero que no sea una de esas misiones mierda que me mandas desde que estoy aquí
–respondió Sasuke con su tono arrogante que le caracteriza.
-Debes cuidar de un huésped que ha venido a Konoha y asegurarte de que no le falte de nada. –explicó la rubia
-En resumen, tengo que hacer de niñera a un ricachón que habrá venido a conocer a Naruto y a pedirle que se convierta en su guarda personal pero que él rechazará porque está saliendo con Sakura. Exactamente lo mismo que ha pasado durante los cinco últimos meses. –refunfuñó el Uchiha.
-Como ya te sabes todo y eres tan listo –dijo sarcásticamente– aquí tienes la dirección donde está hospedado. Se llama Senshi. Ya te puedes ir.
-Hmpf –bufó el pelinegro tomando el papel con la dirección apuntada y de mala leche salió del despacho de la Hokage.

Sasuke se paró a desayunar en un restaurante y después prosiguió su camino hasta el hotel donde estaba su “misión”. Cuando llegó toco la puerta y un hombre la abrió.

-¿Tú eres Senshi? –preguntó el pelinegro algo sorprendido porque estaba vestido y despierto cosa que los antiguos ricachones no hacían.
-Si, así es –contestó con una sonrisa Senshi.
-Yo soy Uchiha Sasuke y me encargaré de enseñarle todo sobre Konoha y ayudarle en todo lo que pueda. –se presentó de forma fría y por dentro enfadado y harto de estas misiones
-Es muy amable Sr. Uchiha –contestó Senshi tranquilamente. – ¿Podría enseñarme un poco la aldea?
-Llámeme Sasuke y no hay problema, vámonos –respondió el pelinegro.

Sasuke y Senshi recorrieron toda la aldea tranquilamente hasta la hora de comer.

-Sasuke-san. Disculpa, pero me ha entrado algo de apetito. ¿Me recomiendas un buen restaurante? –preguntó muy educadamente Senshi.
-Hay un restaurante de barbacoa muy cerca de aquí donde varios amigos míos, incluyendo a Naruto Uzumaki, van a ir a comer. Si le interesa puede venirse conmigo y comer con todos ellos. –comentó el Uchiha de forma casi inexpresiva.
-No quisiera molestar –confesó Senshi negando con la cabeza.
-No será problema. Ellos son bastante sociables, todo lo contrario que yo. –contestó el Uchiha.
-Sasuke-san –llamó Senshi captando la atención del Uchiha– Es cierto que usted parece antisocial pero si se le conoce un poco es una persona bastante agradable.
-Hmpf! Como sea. ¿Quiere venir o no? –preguntó algo nervioso el Uchiha.
-Pues no sé cómo voy a rechazar semejante honor. –respondió Senshi.

Senshi y Sasuke avanzaron por las calles hasta que llegaron al restaurante, entraron y Sasuke divisó a sus compañeros y se acercó a ellos. Allí estaban Chouji, Shikamaru, Ino, Lee, Ten-Ten, Kiba, Hinata, Shino, Sai y Sakura. Sasuke les presentó a todos y a cada uno de ellos que lo recibieron de buena manera y Senshi se lo agradeció a todos. Senshi iba a tomar asiento al lado de la pelirrosa cuando Sasuke le advirtió que el sitio de Naruto que llegaba tarde así que Senshi pidió disculpas y se sentó al otro lado de la mesa.  Apenas dos minutos después llegó Naruto.

-Hola chicos, siento llegar tarde –dijo con una mano detrás de la cabeza y con una sonrisa.

Fue al sitio libre al lado de Sakura y la besó en la mejilla. Sakura no puso objeción.

-Vamos siéntate. Por llegar tarde tú pagas Naruto. –dijo Ino muy lista por su parte.
-De eso nada, te toca a ti lista –contraatacó Naruto.
-Yo pago –dijo de la nada Senshi. Naruto desvió la vista hacia Senshi y se sorprendió al verle.
-Naruto, se me olvidaba. –Decía Sakura a su lado– Sasuke tiene que atender las peticiones de este hombre. Se llama Senshi.
-Encantado Naruto-san. Espero que nos llevemos bien –dijo con una sonrisa, muy parecida a la de Sai.

Naruto no dijo nada y su semblante cambió a uno serio.

-Sí, encantado –decía serio y rápidamente Senshi entendió que eso era una mentira. Naruto le había reconocido y casi podía ver su rencor y odio que le guardaba en sus ojos.

La comida empezó a llegar y todo el mundo comenzó a comer. Hablaron de casi todo pero, por primera vez, Naruto no decía nada. No perdía de vista a Senshi a la vez que comía pequeños trozos de carne. En un momento de la comida Sakura llamó su atención y acercó sus labios a su oído.

-Naruto, ¿te pasa algo? Estás muy serio –susurró preocupada la pelirrosa
-No es nada. No te preocupes –contestó secamente sin retirar la mirada de Senshi y este al igual solo sonreía a Naruto.

A Sakura esa contestación la preocupó bastante porque sonaba igual que las evasiones de Sasuke. Esta pequeña conversación no pasó desapercibida por el Uchiha que sospechó que Senshi y Naruto ya se conocían y no para bien. Al terminar de comer, Senshi, como había dicho, pagó la cuenta y se despidió de todos. Sasuke iba a irse también pero Senshi le agradeció su tiempo y le dijo que no hacía falta que le acompañara.

Sakura y Naruto se despidieron de sus compañeros y se fueron juntos a dar un paseo los dos juntos. Naruto estaba como ausente. Sakura no entendía lo que le pasaba a Naruto así que dedujo que había tenido una mala mañana. Aun así Sakura disfrutaba de la compañía de Naruto y fue así hasta que un Ambu llamó a Sakura porque Tsunade la necesitaba. Naruto acompañó a Sakura al hospital y se despidió de ella con una sonrisa, la primera durante todo el paseo, y la besó.

Tras despedirse de Sakura, Naruto no fue a su casa sino que se dirigió a la tumba de sus padres donde estuvo allí de pie durante una hora sin decir ni hacer nada. Después volvió a retomar su camino pero no a su casa sino a la antigua casa de sus padres. La casa era grande pero estaba totalmente cerrada y llena de telarañas y de polvo. Allí pasó de las habitaciones, de la suciedad, de los ratones y de las arañas y fue directo al desván donde entró y desenrolló un pergamino donde invocó una espada.  

-Así que esta es la espada de mi padre. Es bonita y muy ligera –dijo en voz alta donde nadie le escuchaba.

Se puso un sello en la espalda y oculto en él su espada. Salió del desván y salió de la casa y la volvió a cerrar a cal y canto. Cuando cerró la puerta de su casa soltó un largo soplido y se dirigió al campo de entrenamiento a entrenar con su espada.

En una parte de la villa una pelirrosa y una rubia hablaban, la pelirrosa parecía algo alterada y escondido detrás de unos árboles había un pelinegro que estaba escuchando toda la conversación.

-Ino, no sé qué le pasa a Naruto. Lleva una semana que está más raro que nunca. Se pasa los días entrenando con su nueva espada y casi no me dedica tiempo a mí –hablaba una pelirrosa bastante preocupada.
-No tienes que preocuparte, es Naruto. Él te ha amado desde que te conoce y tal vez le hayan dicho que para ser Hokage debe ser un maestro con todo tipo de armas o algo por el estilo.
–intentó calmar la rubia a la pelirrosa pero sin éxito.
-Naruto siempre me habla de esas cosas. Te aseguro que por lo de ser Hokage no es. Es algo más profundo, es un secreto que se ha guardado y que no lo quiere compartir con nadie.
–explicó la ojijade.
-Todo el mundo tiene secretos. Dale tiempo y tal vez, todo se solucione solo o igual él mismo te cuenta lo que le pasa. –respondió la rubia.
-¿Tú crees? Yo no estoy tan segura –replicó Sakura al borde del llanto.
-Vamos Frentona no seas así. No creo que Naruto luchara todo lo que lucho por ti para que ahora que por fin te consigue, abandonarte. –intentó picar a su amiga para alegrarla un poco y algo sí que la animó.
-Gracias Ino-cerda. Más te vale tener razón. –dijo con una medio sonrisa Sakura.
-¿Porqué no vas con él ahora a ver su entrenamiento? Que note que te preocupas y que lo ayudas en estos momentos difíciles. –aconsejó la rubia a su amiga.
-Tal vez lo haga. Si lo haré. Gracias Ino-cerda –dijo ya con una sonrisa y se marchó corriendo.

Ino la vio marcharse con una sonrisa pero su semblante cambió a uno serio y molesto.

-Sal de ahí –dijo mirando a unos árboles.
-Vaya, vaya. Me has descubierto. En verdad tienes talento Ino –dijo un pelinegro.
-Déjate de alabanzas. Se lo que intentas y como se te ocurra acercarte a Sakura ahora que su relación con Naruto no va muy bien te vas a enterar, Sasuke. –amenazó Ino muy seriamente.
-Lo que yo haga no es asunto tuyo rubia de bote. –insultó con su indiferencia Sasuke para desaparecer.
-¡ERES UN GILIPOYAS! –gritó furiosa la rubia.

Sasuke corrió hasta alcanzar a Sakura que también corría hacía el campo de entrenamiento donde estaba Naruto. Sasuke la llamó captando su atención y deteniendo el avance de Sakura.

-Sasuke ¿Quieres algo? –preguntó la pelirrosa.
-¿Qué pasa Sakura? Ya no me dices “Sasuke-kun” –dijo algo “bromista” el Uchiha cosa que extraño a Sakura.
-Qué más da eso. El “kun” se lo decía a Naruto pero me dijo que no le gustaba y que prefería que le llamase simplemente Naruto –explicó muy extrañada la pelirrosa.
-He oído que Naruto y tú tenéis problemas ¿es verdad? –preguntó el pelinegro acercándose a Sakura.
-Mi relación con Naruto no es asunto tuyo Sasuke. –dijo algo intimidada viendo como se acerca el pelinegro.
-No tienes porque ocultármelo, lo sé perfectamente. Naruto se está portando de forma fría y distante contigo como yo lo hacía. –dijo de manera autoritaria hasta quedar cara a cara con Sakura que estaba confundida por su actitud y algo intimidada por su proximidad.
-¿Qué cojones te pasa hoy Sasuke? –preguntó Sakura dando unos pasos atrás.
-Si te gustan los hombres fríos y distantes yo soy tu hombre Sakura –dijo para acercarse a ella nuevamente y agarrarla de la mano para empujarla hacia él.
-Ya te dije que ya no me interesabas Sasuke. ¡OLVIDAME! ¡SUPERALO! –dijo Sakura zafándose del agarre del Uchiha.
-Ten una cita conmigo Sakura y ya verás que soy mucho más hombre que Naruto –dijo Sasuke otra vez agarrándola fuertemente y muy cerca de sus labios.

Sakura vio lo que estaba a punto de hacer, iba a besarla. Sakura echo toda su cabeza hacia atrás para tomar impulso y con todas sus fuerzas le dio un cabezazo en la cara a Sasuke que cayó al suelo. Sasuke se sobó la nariz y vio que estaba sangrando, Sakura le había roto la nariz. Por su parte Sakura saco un pañuelo y se limpio la frente y se curó el pequeño rasguño que le había salido por culpa del golpe. Después saco otro pañuelo y se lo tiró a Sasuke. Sakura estaba muy pero que muy enfadada con él.

-Eres como las hienas. Eres un maldito carroñero que espera a que su presa esta herida para atacar. Me das asco Sasuke Uchiha. A partir de hoy tú y yo no somos amigos y cuando le cuente esto a Naruto él también dejara de ser amigo tuyo. –ahora era Sakura la que intimidaba a Sasuke.
-¿De verdad crees que amaras a Naruto más de lo que una vez me amaste a mi? Solo te estás engañando a ti misma. –contraatacó Sasuke a las palabras de Sakura.
-Pues claro que sí. Ya lo amo más de lo que una vez te amé y te diré algo: lo que yo sentía por ti cuando era pequeña me di cuenta de que no era amor sino admiración por el ninja más talentoso de aquella época pero mis amigos, mis padres y sobre todo Naruto me ayudaron a darme cuenta de lo que realmente es amar a una persona. –volvió a intimidar Sakura ante las hirientes palabras de Sasuke
-Pero… -fue lo único que llegó a responder Sasuke ante una Sakura con un rostro de mil demonios.
-Sasuke –dijo algo más calmada y viendo a un Sasuke que le daba pena. – No puedo ser tú única opción para llevar una vida normal.

Sakura se giró y volvió a correr en dirección a los campos de entrenamiento donde su novio estaba entrenando. Mientras tanto Sasuke la miraba como se alejaba y él seguía en el suelo con el pañuelo de Sakura en su nariz y tratando de asimilar las duras palabras de Sakura.

Mientras tanto en el campo de entrenamiento numero 7, un rubio, hacia rápidos movimientos con su espada. Se notaba que estaba cansado y que llevaba allí desde hace bastante tiempo. Naruto pausó su entrenamiento porque su novia llegó.
-Hola Sakura-chan –llamó Naruto a Sakura que permanecía al margen esperando a que terminara sus ejercicios.
-Hola Naruto. He venido a verte y a ayudarte en lo que pueda. –dijo con una sonrisa.
-Muchas gracias Sakura-chan. Es un bonito detalle pero no necesito ayuda en este momento
–respondió Naruto volviendo a su entrenamiento cosa que entristeció a Sakura.
-De acuerdo. Me quedaré aquí hasta que acabes –dijo muy apenada y fue hacia el pie de un árbol para sentarse a la sombra.

Naruto la miró de reojo y vio la tristeza en la cara de Sakura aunque cada vez que ella veía que Naruto la miraba intentaba dibujar una sonrisa en la cara pero le era muy difícil y Naruto se percató de ello. Naruto dejó sus movimientos, clavó su espada en el suelo y se dirigió donde Sakura.

-¿Te apetece que salgamos a cenar esta noche Sakura-chan? –preguntó con una sonrisa.

A Sakura se le iluminó la cara y se levanto rápidamente del suelo para ponerse cara a cara con Naruto. Rápidamente se percató que Naruto solo llevaba una camisa de tirantes blanca que estaba toda empapada por el sudor y vio también su pelo suelto sin que la bandana ninja y eso le hacía extremadamente sexy para Sakura al punto que enrojeció como un tomate.

- Me encantaría Naruto. –dijo totalmente roja como un tomate.
-¿Estás bien Sakura-chan? Estas totalmente roja –preguntó un inocente rubio.
-Estoy bien –respondió la chica.
-Te sonrojas a veces pero no hasta esta magnitud y tampoco he hecho nada que te haga sonrojar. ¿De verdad que estas bien? –volvió a insistir el rubio
-De verdad Naruto, estoy bien. –dijo Sakura tratando de tranquilizar al rubio y de hacerle entender que estaba perfectamente.
-Bien, iré a casa a cambiarme y a ducharme. –informó Naruto más tranquilo.
-De acuerdo, te acompaño –respondió la pelirrosa.

Naruto tomó la espada y se la guardó en su sello de la espalda. Después cogió la mano de Sakura y se fueron dados de la mano hacia el departamento del rubio.

-Dime Sakura ¿A dónde quieres ir a cenar? ¿Qué es lo que te apetece? –preguntó Naruto.
-Pues tengo antojo de Ramen. Podríamos ir a Ichiraku. –respondió con una sonrisa Sakura.
-Sabes perfectamente que no me importa ir a otro sitio que no sea Ichiraku –dijo Naruto con una sonrisa hacia Sakura.
-Lo sé –afirmó la ojijade –pero me apetece Ramen esta noche.
-De acuerdo, pues esta noche iremos a Ichiraku. –dijo con una sonrisa que imito Sakura.

Avanzaron andando tranquilamente hasta que llegaron a cierto lugar.

-Aquí hay sangre, parece que ha habido una pelea –dijo mirando en el suelo una mancha de sangre.
-Es de Sasuke –contestó Sakura bastante preocupada que sorprendió a Naruto. –Tengo que contarte algo.

Mientras tanto en otro lugar de la aldea un pelinegro llamado Senshi  se dirigía a su habitación pero cuando entro se encontró una persona en su habitación con 2 espadas a su espalda. El extraño, también pelinegro pero con el pelo corto, se giró hasta estar cara a cara con Senshi.

-Ryu. –dijo Senshi con semblante serio.
-Hola hermanito. –respondió Ryu con cara de pocos amigos. –Supongo que sabes porque estoy aquí.
-Para matar a Uzumaki Naruto –respondió a su hermano.
-Dime donde encontrarlo –amenazó Ryu a su hermano.
-No te lo diré –se mantuvo firme Senshi. – Él no es Minato. Le gente le quiere y los niños también. No lo hagas por favor hermano –suplicó Senshi a su hermano.
-Ya no hay vuelta atrás y si no quieres decírmelo entonces llamaré su atención atacando a esa pelirrosa que le importa tanto. –dijo tranquilamente Ryu mientras se encaminaba  a la salida de la habitación.
-No, espera –llamó Senshi a su hermano.
-Dile que le espero mañana por la noche frente a la tumba de Minato y de la zorra de Kushina. –dijo Ryu para salir de la habitación.

Senshi se quedó solo en la habitación y cayó de rodillas. Empezó a llorar y se tumbó en el suelo donde no paró de llorar toda la tarde.

Ya por las calles de Konoha, una chica llamada Sakura iba de la mano de Naruto contándole lo que le había pasado con Sasuke un tanto agitada y bastante preocupada.

-Y cuando Sasuke intentó besarme yo le di un cabezazo y le rompí la nariz. Después de eso le insulte llamándole carroñero que se aprovecha de los momentos de flaqueza de nuestra relación para sus propios fines –Sakura bastante preocupada se puso delante de Naruto cortándole el paso y mirándole a los ojos.
-Vaya no sé qué decir –decía Naruto anonadado por lo que acababa de decir su novia.
-Naruto, te juro que fue por culpa de Sasuke, solo es pasado pero por favor no te enfades
–suplicó una pelirrosa a punto de llorar.
-Sakura tranquila –dijo Naruto abrazando a su novia lo cual la sorprendió– No estoy enfadado. Durante todo este tiempo me has demostrado que me amas y te conozco lo suficiente para no tener que preocuparme de todas esas cosas.
-Naruto –fue lo único que pudo decir Sakura y se separó de Naruto para besarlo en los labios.
-Te quiero Sakura-chan –dijo Naruto con una sonrisa. – “Creo que me he portado bastante mal con ella por culpa de Senshi, tengo que remediarlo. Ella no tiene la culpa” –pensó Naruto mientras la abrazaba.
-Te quiero Naruto –respondió la pelirrosa– “Aun noto que algo me oculta pero parece que nuestra relación no está en problemas” –pensó a la vez que lo abrazaba.

Sakura y Naruto se separaron y siguieron su camino hasta que llegaron a un cruce.

-Bueno Sakura-chan, yo me tengo que duchar y cambiarme. ¿Nos vemos aquí en 30 minutos?
–preguntó Naruto mirándola a los ojos sin soltar su mano.
-Te dije que te iba a acompañar. Iré a tu departamento y te esperaré –contestó la pelirrosa.
-Me vas a acompañar a la ducha Sakura-chan –dijo de forma picarona y sugerente.

Buuuumm Sakura le soltó un puñetazo en la cara a Naruto por sus insinuaciones pervertidas.

-He aguantado lo inaguantable Naruto pero ya no aguanto más tus tonterías. –dijo enfadada Sakura.
-Ha sido solo una broma Sakura-chan –dijo en el suelo con un chichón enorme en la cabeza.
-Venga levántate y vámonos. Deja de quejarte. –Sakura enfadada comenzó su camino hacia el departamento de Naruto.

Sakura y Naruto llegaron a su departamento y disfrutaron de una deliciosa cena y caminaban tranquilos hasta la casa de la chica.

-Oye Naruto –llamó la chica apretando un poco su mano.
-Dime Sakura-chan –Naruto se percató de que Sakura tomo un gesto serio.
-Esta última semana has estado muy distante. ¿Puedo preguntarte que te pasa? –preguntó preocupada y curiosa la pelirrosa.
-Mira Sakura-chan lo que me pa… -de repente Naruto se detuvo porque vio un destello en un callejón oscuro.

Naruto vio el inminente peligro y empujó a Sakura a un lado, llevó su mano a su espalda y sacó su espada y rápidamente un hombre alto y con el pelo corto y negro salió con dos espadas en cruz en dirección al cuello de Naruto y este detuvo las espadas con su espada pero tal era la potencia del golpe que estrelló a Naruto contra una pared levantando una nube de polvo. La nube de polvo se disipó y finalmente Naruto y Ryu se miraron a los ojos.

-¿Me recuerdas Naruto? –Dijo con una sonrisa sádica y empezó a aumentar la fuerza de sus espadas- Seguro que sí.

Sakura se levanto y fue a golpear a Ryu pero se percató del ataque de la chica y esquivó el golpe. Sakura estrello el puño en el suelo creando un cráter y para cuando la nueva nube de polvo se disipo Ryu se había ido. Una vez que ya no había peligro Sakura se giró para ver a Naruto y lo que vio era una cara de odio puro.

-Naruto ¿estás bien? –preguntó algo temerosa la pelirrosa pero Naruto la ignoró. Naruto miraba hacia el fondo de la calle por donde había huido- Naruto, Naruto ¡NARUTO! –llamó mas fuerte Sakura para captar la atención del rubio.
-Eh Sakura-chan ¿estás bien? –preguntó preocupado el rubio.
-Estoy bien pero ¿Y tú? –preguntó preocupada la ojijade.
-Perfectamente. –respondió el rubio.
-¿Quién era ese? –preguntó Sakura mirando a Naruto.
-Sakura, es mejor que no sepas nada. Te llevaré a casa y por favor, sé que es difícil pero no te preocupes por mí y mañana no me busques. –dijo Naruto muy serio. Sakura quería rechistar pero Naruto la dejó claro que no había más que hablar.

Naruto la llevó a su casa y allí la beso y la dejó claro de que no tenía que preocuparse, que se encargaba él de todo y que se solucionaría todo muy pronto. Naruto también la prometió que la compensaría por todo esto y aunque Sakura quería rechistar Naruto no la dio oportunidad. Naruto dejó a Sakura y se dirigió a su casa donde otro hombre le estaba esperando.

-Senshi. Me he encontrado con tu hermano. –Sorprendió Naruto a Senshi.- Supongo que tienes algo que decirme.
-Mañana por la noche frente a la tumba de tu padre. –Completó el pelinegro.- Por favor Naruto-san no vayas. Ryu, de verdad, no tiene sentimientos de venganza.
-Crees que yo quiero esto. Pues no, pero ha puesto en peligro la vida de Sakura-chan y eso si que no lo perdono. Ya me era difícil después de lo que me hizo hace 3 años pero lo de esta noche no tiene precio. –Dijo Naruto bastante enfadado.- Además yo creo que tú tienes más ganas de matarme que él. ¿Me equivoco? –completó el rubio sorprendiendo muchísimo a Senshi.

Senshi de repente sacó un cuchillo de su manga y atacó a Naruto pero este invocó su espada y ambas armas chocaron.
-Lo que me suponía. Fuera de mi casa. –amenazó Naruto guardando su espada al igual que Senshi.
-¿No puedo hacer, ni decir nada, para que no vayas Naruto-san? –preguntó desesperado el pelinegro bastante triste.

Naruto no dijo nada y le abrió la puerta haciéndole entender que se fuera. Senshi salió de su casa y Naruto cerró la puerta.

A la mañana siguiente en el hospital de Konoha, un pelinegro se dirigió al área de consultas por unos cortes en su mano. Entró a una sala y se sorprendió al ver cuál era el médico que lo iba a atender.

-Sakura-san –dijo sorprendido Senshi y a la vez triste por lo ocurrido ayer.
-Senshi-san cuanto tiempo –Sakura intentaba ser agradable pero la verdad es que estaba muy preocupada por Naruto.

Sakura se acerco a Senshi y rápidamente vio que su mano estaba vendada de forma chapucera. Deshizo el vendaje y vio un montón de heridas y de cristales clavados en su mano.

-Por dios Senshi-san ¿Qué te ha pasado? –preguntó una sorprendida Sakura al ver tales heridas.
-Me he caído sobre una mesa de cristales –mintió el pelinegro. La verdad es que de la rabia había dado un puñetazo a la ventana de su habitación.
-¿Y dónde estaba Sasuke? ¿No se supone que debía ocuparse de ti? –preguntó la pelirrosa.
-Sasuke-san no ha dado señales de vida desde ayer por la tarde. –respondió el pelinegro.

Sakura retiró con cuidado los cristales y empezó con la curación pero estaba tratando más de lo normal. Senshi veía el rostro triste de Sakura que intentaba enmascarar con sonrisas falsas.

-No te preocupes Sakura-san. Esta noche Naruto solucionará todos sus problemas. –dijo el pelinegro sorprendiendo a la pelirrosa.
-¿Tú sabes que es lo que pasa a Naruto? ¡POR FAVOR DIGAMELO! –rogó la pelirrosa a punto de llorar.
-Lo siento pero si él no te lo ha querido contar no creo que yo deba hacerlo –se disculpó el pelinegro.- Y de verdad yo lo siento porque todo lo que le pasa es por culpa mía y de mi hermano.
-¿Tuya y de tu hermano? –repitió Sakura confusa.
-Sí. Mi hermano le hizo a Naruto algo terrible hace 3 años y Naruto por lo que hable con él ayer era capaz de perdonarle pero después de su encuentro violento de ayer y de querer destruir el mayor sueño de Naruto –hizo una pausa y tomo aire- No creo que haya vuelta atrás.
-¿Tu hermano va detrás del título de Hokage? –preguntó confusa la pelirrosa.
-Si de verdad crees que ser Hokage es su mayor sueño es que yo lo conozco más que tú –dijo tranquilamente Senshi pero enfado a Sakura- Tal vez deberías hablar con él.
-Lárgate de aquí. ¿Quién te crees que eres para creer que le conoces mejor que yo? Soy su novia y nadie le conoce mejor que yo. Lo que le gusta, lo que le disgusta, su sueño de ser Hokage. –se defendió del pelinegro.
-Siento decirte esto pero estas equivocada. –respondió otra vez tranquilamente el pelinegro.
-Lárgate, por favor. Te lo pido educadamente. Vete –pidió la pelirrosa enfadada y conteniendo su furia.

Senshi se levantó y se marchó de la consulta dejando a Sakura sola. Dos minutos después ella se levantó y se fue a su despacho donde se sentó en la silla y se quedó allí sumida en sus pensamientos toda la mañana hasta que su mejor amiga entró por la puerta.

-Eh Frentona ¿Dónde estabas? Hay pacientes que atender –se quejó la rubia pero rápidamente se preocupo al ver el gesto serio y triste de su amiga.- Sakura ¿Qué ha pasado?

Sakura le contó a Ino todo lo que paso ayer con el hermano de Senshi y la conversación que tuvo con Naruto y con Senshi.

-Ese Naruto. Sakura debes hacerle entender que en una relación no todo es bonito. Hay momentos de altibajos pero para eso está tu pareja para ayudarte a levantarte y no para ignorarla. –comentó Ino a Sakura.
-Pero Naruto no quiere decírmelo solo para protegerme –comentó Sakura aun triste.
-Naruto no sabe lo que es una relación. Sakura debes enseñarle en lo que se basa una relación.- aconsejo la rubia.
-¿Y en que se basa una relación? –preguntó Sakura
-En la reciprocidad. Si estás enfermo yo te curo y si yo estoy enferma él me cura, si estás triste yo te animo y si yo estoy triste tú me animas. En eso se basa una relación –explicó con una sonrisa a su amiga que pareció alegrarse un poco la cara.
-Pero eso que dijo Senshi de que “No conozco el mayor sueño de Naruto” –comentó la pelirrosa.
-¿Cuál crees que es el mayor sueño de Naruto, Sakura? –preguntó Ino.
-Ser Hokage. –respondió sin dudar Sakura.
-De verdad Sakura, yo también dudo de que ese sea su mayor sueño ahora mismo. Antes lo fue pero ahora creo que no. –dijo temerosa de la reacción de Sakura.
-¿TÚTAMBIEN LO CREES? –Preguntó impactada Sakura.- Entonces ¿CUÁL ES SU SUEÑO?

Ino se levanto del sillón donde estaban sentadas ambas chicas y cogió un boli y un papel y escribió algo. Cogió ese papel y lo metió en un sobre y se lo dio a Sakura.

-Sakura, esto es lo que creo que es el mayor sueño de Naruto. Eres libre de leerlo o no pero no te aseguro de que lo que hay aquí escrito sea cierto o no pero yo que tú antes de ver lo que hay aquí dentro escrito iría donde Naruto a preguntarle. –Dijo Ino para dirigirse hacia la puerta del despacho.- Yo te cubro Frentona.

Ino se marchó y Sakura no dijo nada y se limitó a mirar el sobre que Ino le había dado. Hizo el ademan de abrirlo y leerlo pero se lo guardó y salió de allí corriendo a casa del rubio. Sakura llegó a casa del rubio, estaba atardeciendo y estaba bastante nerviosa. Espero 10 segundos y volvió a llamar y rápidamente la puerta se abrió viendo a un Naruto serio con su espada a su espalda.

-Sakura-chan. Ayer te pedí que hoy no vinieras a buscarme. –dijo Naruto con un semblante triste.
-Me da igual lo que me dijiste ayer. Tenemos que hablar muy seriamente. –amenazó la pelirrosa.
-Está bien, pasa –se apartó el rubio de la puerta para que Sakura pudiera pasar.

Naruto la invitó a ponerse cómoda y fue a la cocina a por algo de picar y a por alguna bebida para ofrecérsela a Sakura. Sakura se lo agradeció y Naruto se sentó enfrente de Sakura para escuchar lo que tenía que decir.

-Naruto. Estos 3 meses que llevo contigo han sido maravillosos. Nuestra relación es algo precioso y una de las mejores cosas que he hecho en la vida pero desde hace una semana me doy cuenta de que tú no sabes lo que es una relación. –dijo la pelirrosa muy seria.
-No te entiendo Sakura-chan –Naruto parecía realmente confuso.
-Naruto ¿de verdad crees que una relación es solo los bonitos momentos que pasamos juntos? Una relación es todo lo bueno y todo lo malo, las pasiones y las crisis que tendremos a lo largo de nuestra relación –explicó la pelirrosa pero la expresión de Naruto seguía siendo de confusión.
-Sigo sin entenderte –respondió Naruto.
-Lo que estamos viviendo ahora mismo es una crisis y tu Naruto me apartas como si no pintara nada en esta relación. Se supone que soy tu novia, si lo estas pasando mal debería de animarte pero tú no me dejas. Estoy segura de que si yo estuviese en tu lugar harías todo lo posible por descubrir lo que me pasa y ayudarme. –explicó Sakura sorprendiendo a Naruto.
-Sakura-chan yo… -fue interrumpido por Sakura
-Se que si no me lo quieres contar es para protegerme pero no te das cuenta de que me estas lastimando y haciéndome sentir una inútil. Sé que no es tu intención, que tus intenciones son buenas pero me estas lastimando mucho. –confesó Sakura al borde del llanto ante la mirada atónita de Naruto.

Naruto se levanto y fue donde Sakura que había empezado a llorar. A Naruto se le rompía el corazón verla así y más aún por su culpa asique fue donde ella y la abrazo.

-Perdóname Sakura-chan, por favor perdóname. –suplicó el rubio a su amada.

Sakura abrazó al rubio y enterró su cara en el pecho de Naruto. Sakura se desahogó durante un rato soltando un montón de lágrimas y de sentimientos reprimidos. Sakura jamás había llorado tanto, en verdad, Naruto la había lastimado mucho. Al cabo de un rato Sakura se calmó un poco y se separó del pecho de Naruto. Sakura se llevo las manos a la cara para limpiarse las lágrimas pero Naruto se las aparto y miro fijamente a los ojos de Naruto. Naruto limpió con sus dedos las pequeñas lágrimas que aun le caían por la cara a Sakura pero sin apartar la mano de sus mejillas atrajo su rostro, sus labios hacia los suyos para darla un beso lleno de amor y de arrepentimiento. Naruto se separó de los labios de Sakura para decir unas palabras.

-Por favor Sakura-chan perdóname. Me he portado como un imbécil, como un Baka… –confesó muy arrepentido el rubio- Te quiero, te amo Sakura-chan.
-Te perdono Naruto. Te amo, te quiero mi Baka –respondió Sakura para volver a fundirse en otro beso.

El beso al principio fue de puro amor pero terminó con un sentimiento de lujuria. Las manos de Naruto recorrían el perfecto cuerpo de Sakura y ella acariciaba el alocado pelo del rubio. Los grados de temperatura fueron aumentando y Naruto empujó a Sakura hacia la cama donde ella se recostó y Naruto se situó sobre ella mientras sus manos masajeaban y acariciaban cada centímetro de piel de su novia. Sakura imitó a Naruto y empezó a acariciar los abdominales de Naruto. Sakura se harto de ese juego y tiró de la camiseta de Naruto obligándole a quitársela y después bajo sus manos a los pantalones de Naruto. Este se sorprendió y paró de besar a Sakura mientras esta le desabrochaba el botón del pantalón y le bajaba la cremallera.

-Sakura-chan si sigues yo no –fue interrumpido por un movimiento brusco de su novia que lo tumbó en la cama y le quitó totalmente los pantalones.

Sakura se puso sobre Naruto, las tornas han cambiado y ahora la chica dominaba. De forma provocativa fue deslizando la cremallera de su chaleco hasta abajo del todo dejando ver un sujetador negro. Naruto no decía palabra, estaba sonrojado y anonadado. Sakura se divertía porque el hombre que siempre tenía algo que decir estaba sin palabras y le encantaba ser ella el motivo de que estuviese callado.

-Parece que te gusta lo que ves Naruto, hay algo que está creciendo mucho y está aquí –dijo metiendo la mano en los pantalones de Naruto y empezando a masajearlo cosa que provocó que Naruto gimiera.

Naruto reaccionó, se incorporó quedando ambos cara a cara. Naruto le quitó la chaqueta a Sakura y empezó a masajear los pechos de su novia. Naruto intentó quitarle el sujetador a su novia pero le estaba costando mucho y ante la mirada divertida de Sakura consiguió por fin quitárselo para poder dejar libre los pechos de Sakura.

-Ya sé que no son muy grandes pero espero que te gusten –ahora Sakura había cambiado de actitud, se sentía avergonzada por sus pequeños pechos.

Naruto río y empezó a chupar los pezones de Sakura mientras con su otra mano jugaba con el otro pezón. La pellizcaba, le daba pequeños mordiscos y los lamía intensamente provocando los gemidos de su chica.

-Tus pechos son muy sabrosos –volvió a chupar los pezones de Sakura- Son bonitos y perfectos pero el plato fuerte viene ahora.

Naruto escurrió su mano hasta los pantalones de Sakura y metió los dedos dentro de ellos para empezar a masajear la parte íntima de Sakura. Naruto volvió a dominar y tumbó a Sakura en la cama y él le quitó los pantalones y las bragas a su chica. Luego se puso de pie en la cama para que Sakura viera como se quitaba él los bóxer que llevaba dejando ver su erecto pene.

-Esto es por tu culpa Sakura-chan –dijo Naruto de pie divertido y desnudo.
-¿Y cómo vas a castigarme? –provocaba divertida Sakura con una sonrisa.
-Ahora lo verás –Naruto se agacho y situó su cabeza entre las piernas de Sakura.

Naruto masajeó con sus dedos la intimidad de Sakura. Metía y deslizaba sus dedos por ella provocando que Sakura se estremeciera de placer y más aún cuando la lengua de Naruto entró en acción.

-Naruto, tu…Ahhh…lengua es…Ahhh…fantástica pero no puedo…Ahhh…soportarlo más…Ahhh –intentaba decir entre gemidos la pelirrosa.

Sakura agarró suavemente la cabeza de Naruto obligándole a quedarse cara a cara con ella. Naruto entendió lo que eso significaba pero había dudas dentro de la cabeza de Naruto.

-Sakura-chan ¿estás segura? ¿No tiene porqué ser hoy? ¿No quiero que te arrepientas después? –se notaba nervioso y temeroso cosa que Sakura pudo leer perfectamente en los ojos de Naruto.
-No seas tonto. Como voy a arrepentirme de esto. Estoy totalmente segura asique adelante Naruto pero hazlo con cuidado y se gentil porque es mi primera vez. –contestó Sakura disipando cualquier duda en Naruto.
-Te amo Sakura-chan. No te preocupes, seré gentil y también es mi primera vez –respondió Naruto besando los labios de Sakura.
-Yo también te amo –dijo Sakura antes de que Naruto empezase a introducir su pene dentro de su vagina.

Sakura dio un pequeño grito y agarró a Naruto entre sus piernas. Sakura se abrazó a Naruto y le clavó las uñas en la espalda de Naruto pero no rechistó. Naruto se preocupó por Sakura y la besó de nuevo y poco a poco la cara de Sakura se iba relajando hasta que le dio permiso para empezar a moverse.

Naruto empezó a moverse lentamente provocando que Sakura gimiera a un nivel más alto cosa que era como música para Naruto. Con el tiempo Sakura se fue acostumbrando y Naruto empezó a moverse más rápido pero siempre con cariño y ternura, teniendo los cinco sentidos puestos en que Sakura disfrutara y no la hiciera daño.

-Naruto…Ahhh…eres increíble…es muy grande…Ahhh –decía entre gemidos Sakura.
-Sakura…Ahhh…estas muy apretada…Ahhh…si sigues asi voy a…Ahhh –Naruto tampoco podía aguantar los gemidos.
-Hazlo Naruto… ¡HAZLO! –grito Sakura a causa de que llegó al clímax.

Naruto al mismo tiempo llegó al clímax y se corrió dentro de Sakura. Naruto se separó y se tumbó al lado de Sakura que al igual que ella respiraba fuertemente y trataba de recuperar el aliento. Se dieron la mano y no se soltaron hasta que ambos recuperaron un poco el aliento. Ambos estaban felices, ambos estaban satisfechos, ambos habían pasado la primera de muchas noches mágicas.