Re: Love me [Incesto][+18] NaruSaku 12/04/14 C15

por NaruSaku-12 Miér Jun 19, 2013 6:05 am

Wao.Esto se pone interesante. xD
A Naru-kun se le ve un poco celoso…No sé yo. xD
A Saku-Chan le gusta Sai,¿WTF?
Veremos qué pasará.
Espero la Conti Ansiosísísísíma.

Saludos,besos y abrazos.

por Althair Miér Jun 19, 2013 7:36 am

Apenas me llamo la atención pero es muy buena la historia, espero que pronto publiques la continuación

por saku-naru984 Miér Jun 19, 2013 8:26 am

A decir verdad esta sakura no se parece a nada a la original, pero en fin es tu fic

INNER: Sí, aunque enserio me encantaria que Sakura le rompiera toda la cara de un solo puñetazo

Siii... etto ...bno espero la conti como siempre con muchas ansias

por mio-chan Miér Jun 19, 2013 9:17 am

Al parecer a Sakura le gusta Sai
y jajajja me gusta cuando usa a
Naruto como escudo humano y
maldita Shion solo quiere a una victima
y me pregunto si a Sai también le gusta Sakura
espero que no tardes para el próximo capitulo

por Dattennaro Miér Jun 19, 2013 9:55 am

saku-naru984 escribió:
A decir verdad esta sakura no se parece a nada a la original, pero en fin es tu fic
INNER: Sí, aunque enserio me encantaria que Sakura le rompiera toda la cara de un solo puñetazo

Yo También pensé eso u.u, Sakura merece sacar toda esa super Furia que todo el mundo sabe que tiene.
Ejem Sakura solo tiene 14? No puede ser, sigue siendo chiquita, cuantos años tiene Naruto? por que si Shion fue su ex y estudia con Sakura ejem ...
Buaanooo, Espero con ansias la conti ^^
Nos leemos~

por **when21** Miér Jun 19, 2013 12:47 pm

Avanzo un poco lento de lo que esperaba en realidad, pero bueno...
Es cierto que debe cuidarse mas que nunca con esta situación
Pero se nota a leguas los celos del rubio
Pero Sai la provoca o.o
Espero la conti

por beluchi_chan Vie Jun 21, 2013 11:08 am

Capitulo 9: Inesperado

Sin darme cuenta mis días se había vuelto una rutina, ir a colegio, esconderme, escapar de los problemas, llegar a casa y ver a Naruto marcharse de fiesta; sobre Sai. Desde que la rubia estaba viniendo a esta casa más seguido, más antisocial me estaba convirtiendo.

Todas las noches el pelirubio venía con una mujer distinta, los días se habían ido rápido y ya casi eran mediados de febrero. Entre tanta rutina monótona, ya no tenía idea ni de la importancia de estar aquí y pasaba la mayor parte del tiempo triste, pensando en que si mi madre siguiera viva sería feliz y mi vida sería sencilla… en una casita pequeña, con lo necesario, estudiando con mis amigos y sonriendo al lado de Tenten, Temari y Hinata..

El día de hoy, más que nunca, parecía una gata enjaulada. Dentro de poco más de un mes sería mi cumpleaños, el número quince. Para ser exacta con los días, el veintiocho de marzo. Se preguntarán, qué tiene que ver eso con que me estrese tanto tiempo antes, nada. La verdad es que la mayor parte de mi estrés es porque… pues pasado mañana será el cumpleaños de mi madre, el dieciséis de febrero. Deseara irle a dejar flores a su tumba, pero está tan lejos que me tomaría todo el día en bus y a pie no llegaría nunca, además de que ese día tengo colegio.

Deseara sólo por ese día abandonar la rutina, tratar de hacer algo distinto, al menos pronto me desharé de las vendas y la costilla rota. Tal vez luego tome unas clases de karate o algo así, sino usaré mi actitud de psicópata intelectual.

Seguí el otro día como es la rutina, ni vale la pena repetir que hago tantas veces lo mismo. Sin embargo me quedé una gran parte de la noche pensando en qué haría mañana, busqué un poco de dinero y alisté mi ropa del colegio, vacié mi bolso y coloqué un poco de ropa en él. Mañana iba a ser un día largo, sin duda alguna… Probablemente pasaría toda la noche sin dormir, estaba nerviosa y trataba de hacer un plan ingenioso, pero luego pensé en que Naruto se iba cuando le venía en gana y regresaba cuando le hacía feliz. Eso me relajó un poco, aunque seguía con las manos frías y el cuerpo tembloroso. ¿Acaso me daba miedo romper la estúpida rutina?

Miles de pensamientos rodeaban mi cabeza, el corazón me latía muy rápido y yo daba vueltas por la cama. Al no lograr calmarme, empecé dar vueltas por todo el cuarto como si eso me ayudara en algo. Gruñía diciendo entre dientes cosas inentendibles, sin embargo por mi expresión se notaba a leguas que no eran halagos.

Caminé y caminé hasta quedarme cansada, busque un lugar donde sentarme, encontré una silla la acerqué al marco de la ventana, disfruté un rato la vista, seguro que eso me relajaría un poco. La luna y las estrellas en una noche impecablemente oscura, sin nubes. El ambiente tan tranquilo podía ponerle los pelos de punta a cualquiera, menos a mí. Por el resto de la noche me dediqué observar la noche, hasta que fui cerrando lentamente los ojos y me dejé llevar por Morfeo hasta caer en un ávido sueño.

Algunos rayitos de sol me golpeaban los ojos, intenté taparlos con una mano y, como era lógico, no funcionó. No tenía más opción que levantarme, estaba somnolienta y sentía el cuerpo pesado. Me dirigí al baño, me desnudé y me metí a la ducha, la piel se me erizaba al tocar el agua y el cabello lo tenía completamente alborotado, me dolía la espalda por haber dormido incómoda.

Me alisté a la velocidad de la luz, pues me puse el uniforme en menos de cinco minutos y el no tardé ni tres en atarme el cabello con dos colitas bajas. Era mucho más temprano de lo normal, eso me hacía tener un poco de frío así que agarré un abrigo negro y me lo coloqué encima. Agarré el bolso, bajé las escaleras; algo me tomó por sorpresa, no era nada más ni nada menos que Sai. El día de hoy me encontraba tan mal, que ni si quiera me sonrojé o le sonreí, él lo notó y prefirió que me fuera a estar incomodándome.

Tenía una mala leche, ese día y tal vez unos días más andaría así; me fui de la casa, caminé como si fuera hacia el colegio y luego de bajar dos cuadras, doblé en la esquina. Sin embargo choqué contra “algo” que me sujetó de las muñecas para que no callera, seguidamente me jalara hacia sí y un molesto hedor a alcohol me diera directamente en la cara. Elevé mi rostro, esperando encontrarme a cualquier ebrio pervertido que se paseara por las aceras, pero lo que me encontré no fue muy diferente… aunque sí muy inesperado…

— ¿A dónde vas? —consultó Naruto con la típica voz de un borracho, eso sí, sin perder esa horrible sonrisa arrogante.

—Al colegio —contesté con naturalidad.

—Vas por el camino equivocado —susurró el pelirubio al tiempo que me alzó con su mano el mentón, me miró a los ojos y acercó sus labios a sólo centímetros de los míos.

— ¿A ti por qué te interesa? —gruñí, tratando de liberarme y sólo logré quedar aun más cerca, su aliento etílico me mareaba.

—Mocosa… —sonrió un poco, pero siempre con ese tono de alcohólico— te ves más bonita por las mañanas… —intentó besarme y mi defensa fue darle una patada por donde más les duele a los chicos, me soltó de inmediato, se retorció un poco e hizo una mueca rara.

— ¿Estás bien? —pregunté un poco asustada al ver la mala cara que tenía, pero él sólo tenía energía suficiente para quejarse del dolor.

Por culpa de la resaca que se traía vomitó varias veces, terminó cansado y deshidratado, para cuando me di cuenta estaba dormido. Así tuve que llevármelo a una farmacia, la doctora lo examinó y llegó a la conclusión lógica: estaba completamente ebrio. Me dio algunas instrucciones, pensé en llevarlo a casa y dejarlo ahí, también pensé que ya no podía irme a ver mi madre y luego una idea fugaz surcó mi mente…

Dejarlo por ahí, después de todo él no era mi responsabilidad ni nada mío, sin embargo fue descartada de inmediato, ya que igual no tenía más dinero que el que gasté pagándole a doctora de la farmacia.
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Espero que les guste y desde ya les digo que esta Sakura no es como la de siempre, es especial no me gusta hacer que todo sea igual a otras historias, me disculparan pero es mi idea de sorprenderlos, disfruten y comenten. Beso.

por mio-chan Vie Jun 21, 2013 12:49 pm

Me da tristeza lo de Sakura
es el cumpleaños de su mama y su tumba esta muy lejos para darle flores y ademas no tiene dinero
y Naruto llego todo ebrio y por que Sakura tuvo que llevarlo con una doctora se gasto todo su dinero

por Black-chan Vie Jun 21, 2013 1:08 pm

ME ENCANTOOOOOOO~~~~~

Todos los capitulos T_T al fin me puse al día, y SAKURA DEBÍAS BESARLOOO!!

Quieroo conti

¿Qué queremos?
Contiiiii

¿Qué queremoos?
Contiiiii

XD

Espero la continuación, sigue así que la llevas genial.

No te preocupes con Sakura, en mi fic la pobre chica le hacen mucho bulling u_ú XD pero ya no más, lloraba mucho por eso.

por NaruSaku-12 Sáb Jun 22, 2013 12:57 pm

Me da tristeza Sakura…
Debe ser horrible lo de su mamá.
Gracias a Dios tengo a la mía viva y felíz.
Naru-kun ebrio…No me sorprende aquí.
Saku-Chan gastó todo su dinero en él
Tal como hizo él con ella.Es lindo eso.
Espero la Conti Ansiosísísísíma.

Saludos,besos y abrazos.

por Dattennaro Sáb Jun 22, 2013 2:24 pm

Pobre Sakura... pero se ve que es un Buena persona, mira que dejar de ver a tu madre por una persona como el meh~
En fin, Espero la conti♥ c:

por LIGHTDX Mar Jun 25, 2013 5:10 pm

Bastante interesante, me encanta éste tipo de fics. Espero la conti.

por saku-naru984 Miér Jun 26, 2013 8:58 am

Vaya en serio Naruto esta vez lo estropeo

INNER: *Desepcion total*

Diablos enserio espero la conti para animarme

por beluchi_chan Miér Jun 26, 2013 9:38 am

Capitulo 10:

Destiny.

Habían pasado algunos minutos, tal vez una hora, ya estaba acomodada en uno de los rincones alejados del parque. Naruto seguía durmiendo como una piedra y yo tenía sueño porque me levanté temprano para poder ir la tumba de mi madre. Empecé a cerrar un poco los ojos, bostecé ligeramente y traté de relajarme. No supe en qué momento me quedé dormida, tan sólo que al abrir mis ojos el pelirubio me estaba gritando miles de cosas al mismo tiempo y por eso no lograba entenderle nada.

— ¿Qué demonios hago aquí? —fue lo primero que logré entender, al parecer una pregunta, el chico tenía una mala cara mientras me miraba con sus enormes ojos azules expectantes.

—Dormías —respondí de una manera sencilla y amable, estaba tan cansada que no tenía ánimos para pelear, y me estiré imitando a un gato.

—No me digas que ayer… —hizo una mueca de asco— ¡Me acosté contigo por culpa del alcohol!

Antes sus palabras le receté una buena patada por sus partes nobles, se quejó e intentó golpearme, pero fui más rápida.

—Tengo una jodida sed, me duele la cabeza…

— ¿Qué esperabas?, —cuestioné con ironía— despertar de las mil maravillas si estabas tan ebrio que hasta vomitaste en media acera y luego caíste desmayado. —Gruñí al oírlo quejarse.

—Espera… que hacías tú caminando en dirección contraria del instituto.

—Lo mismo que hacías tú en estado etílico en las calles. —Vociferé con perspicacia, sabía que a él no le debía importar lo que hacía como a mí no me interesaba saber dónde anduvo él.

Se quedó en silencio, pero yo aún quería acabar la conversación. Sin embargo me quedé mirándolo unos segundos, si lo veía bien Naruto y Sai parecía tener la misma edad. Tal vez, hasta ahora no me había hecho esa pregunta, pero son casi igual de altos, sus rostros son casi idénticos, lo único que los hace verse diferentes es su cabello y sus diferentes colores de ojos… ¿Serán gemelos? Nunca había hecho la pregunta, es más ni se había dignado en investigar un poco sobre ellos.

—Mocosa, ya me voy —rezongó Naruto con su tono normal, sin el tonillo de borracho que tenía antes.

— ¿Son gemelos? —consulté de la nada, él me miro apunto de partirse de la risa.

—No, no somos gemelos… Soy tres años mayor que tú, tengo dieciocho y Sai apenas dieciséis. —Soltó unas cuantas carcajadas—. Lo haz pensado porque nuestras hermanas menores son gemelas, si serás estúpida.

Tenía las mejillas infladas y un poco sonrojadas, realmente no era muy listo de mi parte preguntarle a Naruto algo así, debí haberlo preguntado a Sai.

—Si no tienes algo más que decir… —canturreó él con una “dulce” mueca malvada y arrogante adornando su cara.

—No, ya puedes irte.

Empezó a alejarse a paso lente, pensé que se iría y que no vería a mi madre en mucho tiempo, no obstante se volteó y abrió su boca como si fuera a decir algo

Naruto me miró con sus enormes ojos azules, para ser exacta me escudriñó con ellos, y sonrió de manera arrogante:

— ¿A dónde ibas? —cuestionó con un tono burlón.

—¡Qué te importa! — gruñí, pero luego me tapé la boca con las manos, yo sola me había tirado de cabeza— ¿Cómo sabías eso?

—Revisé tu maleta —dijo con tranquilidad, al tiempo que esquivó una roca que le lancé—. Eso de escaparse está mal —dijo haciendo una mueca extraña mientras movía el dedo índice de su mano derecha de izquierda a derecha y sus labios parecían susurrar: <>.

—No necesito pedirte permiso para ir a ver a mi madre. —Contraataqué.

— ¿No que estaba muerta? ¡¿Dónde se escondió?!

—Bajo la tierra —dije con una sonrisa malévola— y si sigues molestando pronto tú vas a ir a hacerle compañía.

—Ni esperes que trate distinto a nadie porque se haya muerto tu madre.

—Ni por un segundo esperaría eso… Te odio Naruto —sonreí de una manera tan encantadora que mis palabras parecían desentonar con mi cara.

Nos quedamos en silencio unos segundos, enviándonos miradas sádicas, hasta que Naruto soltó un largo suspiro. No supe en qué momento me agarró y me arrastró al lugar donde estaba su moto, me colocó su casco y me subió. Admito que no puse resistencia, pues aunque hubiera querido no podía, él era más fuerte de lo que parecía.

Empezó a acelerar la moto, luego la arrancó y me preguntó con toda la naturalidad, aun manteniendo ese tonillo sutil de arrogancia:

— ¿A dónde ibas?

—A un lugar que tú no conoces. —Vociferé con voz calmada, sin embargo no estaba nada contenta de que me llevara como una simple muñeca hasta su vehículo y creyera que me podía llevar a donde le viniera en gana, sin embargo no tenía ni un céntimo en mi bolsillo y no podía desperdiciar el aventón.

—Para eso existen rótulos y demás señalizaciones, anormal.

—Naruto… —Susurré y una enorme venita se marcó en mi frente, sin ser notada por el enorme objeto que llevaba cubriéndome la cabeza.

— ¿Si?

—Eres un maldito bastardo —le insulté—; ¡Bájame de esta estúpida cosa! ¡Maldito seas!

No supe la razón, tan sólo que frenó de pronto y de no ser porque me rodeó con uno de sus brazos la cintura, hubiera salido volando.

— ¿Por qué mierda no se fijan por dónde van? —Gritó Naruto al dueño de un auto deportivo, color sangre.

—¡Maldito crío! —Le respondió el conductor, un joven de mala cara y cabellos negros ligeramente largos, tenía unos ojos negros como la noche y una cicatriz en la ceja derecha, que por alguna extraña razón se me hacía conocida.

—¡Sasuke! —Dije, luego de unos segundos me llevé una mano a la boca e intenté bajarme de la moto contra la voluntad de Naruto

Sasuke aparcó el auto y salió de él, me abrazó hasta alzarme los pies del suelo; solté un lánguido suspiro, él sólo me acariciaba la espada. Algunos se preguntarán: ¿Quién pude ser tan íntimo como para no estar destrozado en este momento? Sasuke, sin duda.

—¡Pequeña! ¡No has crecido ni un centímetro! —me despeinó el cabello con una de sus manos y me dedicó una dulce sonrisa, ni comparada con la mueca de enojo que traía antes.

Nos quedamos en silencio un rato, no recordaba la sensación de calor que tenía un abrazo de ese tipo. La gente nos miró como si fuera una escena rara de esas que pasan en las telenovelas viejas, cuando el protagonista regresa por su amante o cuando dos hermanos se reúnen luego de años sin verse, si algo así de antiguo como la ciencia misma.

—En cuanto a ti —Dijo Sasuke, con voz áspera y alzando su mano hecha un puño— ¡La próxima vez te haré volar en esa moto! ¡Agradécele a Dios que Saku está bien, grandísimo salvaje!

— ¿Conoces a esa bestia? —preguntó Naruto de mal modo.

—No, Sasuke no es ninguna bestia, él no es como tú. —Expliqué con naturalidad.

Al cabo de un rato, Naruto se había marchado alegando que era una mal agradecida y un trol, además de algunas malas palabras en contra de mi madre, por las cuales se ganó un puñetazo por parte de Sasuke, quién no sólo era mucho más alto, sino que le ganaba en edad.

—¡Joder ese idiota! — bufó el pelinegro de ojos oscuros— ¡Debiste dejarme darle una lección! —tronó sus dedos cuando acabó su reproche.

—No valía la pena —Me encogí de hombros y agarré a Sasuke de la mano— ¡Vamos, vamos! ¡Llévame a casa! —susurré con un deje de nostalgia en mi voz.

—¿Saku? — consulto — ¿Por qué estás en este lugar?

—¡Nada, nada!

— ¿Acaso ahora sales con aquél tipejo? —hizo una mueca llena asco que me resultó muy graciosa, como consecuencia una ligera risa brotó de mis labios.

— ¡No! —chillé con una expresión horrorizada y llena de dramatismo.

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Perdón por la tardanza es que estoy mal de la cintura como una vieja y no me he podido sentar a editar el capitulo disfrútenlo y comenten los quiero.

por Black-chan Miér Jun 26, 2013 9:55 am

la primera oh yeaaah!!!!!!!!!!!

Me había preguntado por Sasuke y pataan aparece >:]

Me ha encantado, espero el nuevo capitulo

por Hana-Sakura Miér Jun 26, 2013 4:52 pm

OMG!!! he leido el los capi y me ha capturado la historia!!! Onion *o*

es hermoso como dos seres tan opuestos vallan a sentir algo entre sii!! ademas de que no se soportan y que para el colmo estan viviendo juntos y son medio hermanos !! me encanta las historias de amor incesto ejeje!! espero al cinti con ansiasss!! bye bye Onion bye

por Leon Miér Jun 26, 2013 5:02 pm

pues Naruto y Sakura tienen una relación de cómplices, más por necesidad que por gusto, porque sí Naruto cae muy mal la forma como se comporta y trata a Sakura, afortunadamente sabe como defenderse de él la mayoría de las veces

y sasuke ha escena, eso le traerá muchos dolores de cabeza a Naruto y no por la cruda

espero la conti

por aduzumaki Miér Jun 26, 2013 7:12 pm

Buen fic me lo he leído todo de un tiro espero ansiosa la continuación Onion bye

por beluchi_chan Lun Jul 01, 2013 3:21 am

Capitulo 11: La flor que se quiebra.

Él accedió a llevarme a casa, no se asombró en lo más mínimo al no ver a mi madre en ella. Sin embargo empezó a notar las caras de la gente del pueblo, me miraban con lástima, odiaba sus miradas casi tanto como a Naruto. Sí, así de desesperante puede llegar a ser una persona.

El recorrer cada parte de la casa podía recordar a mi madre. Sus caricias, sus besos, sus lágrimas, los gritos, sus sonrisas. Un sinfín de recuerdos que me taladraban el corazón; ya no recordaba desde cuando había enterrado todo sentimiento triste, tal vez desde que empezó la monotonía de esconderme de Shion temiendo por mi vida. Si es probable que eso, sin darme cuenta, sosegara los sentimientos dolorosos que había creado en mí la muerte de mamá. ¿Tan viles somos los seres humanos…? El temor a mi muerte había escondido momentáneamente el dolor de ida de un ser querido, como lo era, y siempre será, mi madre.

Trepé por las escaleras hasta llegar a su cuarto, me tiré sobre la cama y aspiré el olor de sus sábanas. Aún tenían su olor: miel, almendra y menta. Solté un grito ahogado, entonces unos grandes brazos m rodearon el cuerpo hasta acomodarme en los regazos del dueño. Cerré con fuerza los ojos y ahogué el llanto, para poder decir con voz quebrada:

—Fue mi culpa.

—No, no fue tu culpa. —Musitó con una voz tierna y acogedora con la timidez de las flores primaverales.

—¡Maldita sea! —gruñí dejándome segar por el enojo, no por la impotencia.

Estuve así un largo rato, en silencio, afrontando las cosas que había querido olvidar. No lloré, contuve mi llanto, luego de unos minutos más me levanté, no digo que estuviera mejor pero quería irle a comprar unas flores a mi madre.

Ambos salimos de la casa, nos subimos a su auto y me llevó a una floristería, insistió en pagar y al principio me negué, aún a sabiendas que no andaba ni un céntimo. Sin embargo, él no se cansó de insistir y terminé aceptando su ofrecimiento. Le compré un enorme ramo de sakuras, él pagó y yo me acomodé en el asiento del copiloto con sumo cuidado mientras me quedé a esperarlo.
Algunas veces había sentido dolor, pero no como lo sentía hoy. Es que todo me parecía tan fresco, al estar ahí sofocado por mis miedos. ¡Me sentía un asco de persona! ¡Estaba tan decepcionada de los seres humanos! ¿Cómo había podido guardarme el dolor y acallarlo con mis temores? Eso era algo que seguro no se olvidaría, no hoy y tampoco mañana. Tal vez eso duraría más que un año, podría durar lo mismo que durará en desvanecerse ese sentimiento de vacío, pues sentía un hueco donde debía tener corazón.

El ruido de la puerta al cerrarse me hizo regresar en mí, dejar de estar metida en mis pensamientos, sé que Sasuke sabía cuándo callarse y cuándo conversar, eso lo había aprendido hace mucho. Por eso colocó una emisora en el radio, ninguno quería ser absorbido por un largo silencio que ninguno de los dos iba a romper. Una voz grave sonó con fuerza:

—¡Son la dos con seis de la tarde! ¡Vamos gente a animarse, esto es la radio refugio! ¡soy el “DJ” K-su! —Una música movida y pegajosa comenzó a sonar en la radio, casi podría jurar que no estar tan depresiva y triste me hubiera puesto a vitorear el coro de la cancioncilla.

—Sakura. —Sonó por encima de ruido de la radio la voz Sasuke, pero con un tono un poco apagado y áspero.

—Dime. —Dije cabizbaja mientras posé mis ojos en las flores y un lánguido suspiro se escapó de mis labios temblorosos.

— ¿Por qué no me llamaste? ¿Por qué demonios no me dijiste nada? —Gruñó, se le notaba el enojo, a pesar de su personalidad dulce y pacífica, sin embargo podía comprender el enojo.

El sonido de la radio se desvaneció, él tenía el dedo índice de su mano derecha sobre el botón de apagar. Lo miré, por unos segundos sus ojos me infundieron cierto miedo, nunca pensé verlo tan enojado y justo cuando creí que iba a obligarme a darle una respuesta el motor de auto dejó de rugir.

Al pasar unos segundos de largo silencio, lo primero que percibieron los oídos fue el golpe mudo de la puerta del piloto abrirse, la cual se volvió a cerrar en menos de un minuto e inmediatamente noté que tenía los ojos llenos de lágrimas, apenas mi cuerpo reaccionó a moverse las limpié con el dorso de mi mano; abrí la puerta despacio, luego estiré una de mis piernas y me salí de auto.

No pude evitar quedarme completamente estática, pues era la primera vez que venía a visitar la tumba de mi madre. Sentí un extraño escalofrío recorrerme la espina dorsal y como acto de reflejo me aferré con fuerza al ramo de sakuras, casi pude sentir como una brisa helada me llegaba hasta los huesos.

—Sakura. —Los grandes brazos de Sasuke me rodearon y por unos instantes me sentí insignificante.

—Sabes… —La voz que brotó de mis labios era quebradiza— no sé si soporte esto…

—Lo harás, sé que lo harás.

Sus palabras resonaron un largo rato, tal vez era la ausencia de sonidos en el lugar o que inconscientemente estaba tratando de llenarme de ánimos, siendo sincera no encuentro razones, pero no quise darle importancia y menos en ese momento, por ahora sólo quería desfrutar un poco de calor y cariño.Luego de un largo abrazo, nos dirigimos en un completo silencio hasta la tumba de mi madre, estaba recubierta de cemento flores marchitas, una enorme cruz con su nombre grabado, no lo había notado hasta hoy, pero entre los grandes adornos de papel sobresalía un portarretratos, en el cual se encontraba la foto de una mujer hermosa y sonriente de cabellos rosas, piel palida y ojos verdes..

El cuerpo se me puso rígido, parecía no responder a mis órdenes. Al pasar unos segundos, casi por inercia, flexioné las rodillas y coloqué el ramo sobre la plana superficie que componía la tapa de la tumba e inconscientemente pasé mi dedo índice por encima del vidrio que protegía la foto, dibujando minuciosamente la silueta de mi madre.

Sin darme cuenta una risilla, que bien podía confundirse con un sollozo, escapó de mis labios temblorosos. Dejé que mi cuerpo se fuera hacia adelante, colocando mis rodillas en el frío y áspero suelo, coloqué ambas manos en mi pecho, entrelazando una con la otra, y comencé a rezar. He de decir que no soy una apasionada por las oraciones, sin embargo tenía la pequeña esperanza infantil de que mi madre escucharía mis oraciones… “Padre nuestro que estás en el cielo…” Fue la primera, seguida por un ave María y algunas palabras personales: “Querida madre, lamento haberme comportado como una idiota durante mucho tiempo, también estoy muy arrepentida de haber huido la otra vez. Estoy segura de que no querrás verme triste todos los días, sin embargo debe haberte dolido que el dolor de muerte fuera opacado por el miedo. Te ofrezco una disculpa por eso, además me arrepiento mucho de que haya llegado mi padre y se hiciera cargo de mí, siendo sincera hubiera preferido morir de hambre o ir a parar al orfanato. Bueno, eso al principio, pero ahora estoy un poco mejor, no me ha faltado dinero y tampoco amor, de hecho su esposa me trata con mucho cariño. ¡Estoy segura que hubieras querido conocerla!”.

Un fuerte sollozo resonó por todo el lugar, tenía el cuerpo tembloroso y apretaba mis manos cada vez con más fuerza. Un largo y sonoro lamento se dejó oír con mucha más fuerza que el anterior, sin embargo seguí con hablando con mi madre: “Estoy muy triste, no soporto estar siempre con esa estúpida sonrisa en la cara y siento miedo ¡Madre, siento mucho miedo! ¡Ya no soporto está maldita soledad! Ya no la quiero, no quiero, no quiero”.

Sin darme cuenta había terminado gritando de una manera desgarradora: ¡No quiero! ¡Madre! ¡Ya no quiero esto! Mientras mis manos golpeaban con fuerza y desesperación la superficie de la tumba; no supe como pero fui a para al pecho de Sasuke, quién me abrazaba en silencio, para mí el tiempo iba tan rápido que simplemente no podía dejar de mover mis extremidades, por lo cual le di unos tres o cuatro puñetazos a mi pobre amigo. Fue en ese momento que me di cuenta que no podía hacer nada y empecé a llorar, lloré hasta que mi pecho me dolía y mis ojos se quedaran sin lágrimas.
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Espero que les aya gustado comenten pronto subo el siguiente capitulo besos.

por belivexangel1 Lun Jul 01, 2013 5:09 am

que triste, pobre Sakura:( es mas me puse a llorar yo que lindo es Sasuke en hacerle compania:'3 espero conti:'(

por aduzumaki Lun Jul 01, 2013 7:38 am

Que triste capítulo pobre sakura todo lo que se ha guardado por la muerte de su madre y no poder expresarlo Onion TT

espero continuación

por mio-chan Lun Jul 01, 2013 12:35 pm

Pobre Sakura, ella no merecía eso pero porque esta diciendo que es su culpa?
espero que subas pronto el siguiente capitulo

por Rubí Jaquez narusaku Mar Jul 02, 2013 4:40 am

hola soy nueva aqui pero me encanto tu historia porfa no me dejes con la intriga porfa porfa continua me encanta esta histori aaa y sobre todo me encanta tu forma de relatar y muy buen DESCRIPCION Very Happy

por Dattennaro Mar Jul 02, 2013 7:22 am

:'c, Sakura no llores tu eres bella T_T, aw que lindo Sasuke su preocupación y su apego con Sakura... Malvado Naruto tu deberias haber estado con ella en momentos asi.
Espero la conti de verdad, me gusta cada vez más tu Fic :3

por beluchi_chan Mar Jul 02, 2013 9:43 am

Capitulo 12

Al abrir los ojos me di cuenta de que ya no estaba en el cementerio, pero me encontraba en un lugar igual de silencioso y frívolo: un hospital. No era la primera vez que veía uno, sin embargo seguía sintiendo miedo.

—¡Buenos días pequeña! —Dijo una voz bastante conocida, pero mi cabeza era una gran hoja en blanco y no podía identificar quién la persona que me habló.

—¿Hola? —Pregunté con cierto tono dudoso y elevé mi mirada, entonces me topé con unos ojos color negros.

—No luces muy bien, ¿te sientes bien, Saku? —Inquirió el muchacho mientras alzó una ceja y se pasó una mano por su cabellera negra.

Por mi turbia mente surcó un ligero recuerdo, recordaba estar en el cementerio junto a ese hombre, pero no lograba entender el por qué. Hasta que algo llegó de golpe a mis pensamientos: “Saku”. Él me había llamado así, ¿por qué?

—Disculpe. ¿Cómo dijo usted que me llamo?

Él hizo una mueca extraña, se disculpó conmigo y salió del cuarto, al poco rato entró un joven pelirubio, muy alto, de ojos azules peculiarmente fríos. Atrás de él venía un chico pelinegro de orbes negras, me miraron por un segundo como si verme vestida con esa larga bata blanca fuera una gran vista de una persona.

—¡Hola! —chillaron dos niñas pequeñas que acaban de entrar a la habitación, eran una versión pequeña de mí.

—Buenos días. —Saludó una mujer peliroja con un bebé en sus brazos, un moño mantenía recogido su melena roja y una sonrisa llena de preocupación se pintó en su rostro.

—Demonios. —Una voz fuerte que me atemorizó resonó por todo el cuarto— ¿A dónde demonios te habías ido? —Sus palabras fueron fuertes y concisas, ante su acción me lleve ambas manos a la boca y me quedé en silencio— ¡Responde de una buena vez! —Insistió y de mis labios sólo salió un pequeño sollozo, las demás personas del sitio se alarmaron.

Un fuerte portazo interrumpió al hombre imponente, un tipo pelirrojo de ocelos verdes con uno de esos trajes blancos que usan los médicos.

—Por favor señor, le pido que se comporte, este lugar en un hospital. —Ordenó el recién llegado— La señorita acá presente sufrió un desmayo, además según dijo el chico que la trajo fue debido al estrés y a una impresión fuerte.

—Será mejor que no la hostiguen con preguntas. —Pidió el mismo tipo que vi poco después de despertarme, sus palabras fueron amables, pero claramente un tono amenazante se dejó percibir.

—Bien, ¿podría abrir la boca unos segundos? —Consultó con un tono suave que me calmó, entonces asentí con la cabeza y entreabrí los labios; hizo una revisión rápida de mi estado de salud, por alguna extraña razón había cosas que no podía recordar, mi mente era una laguna de ideas confusas.

El lugar se quedó en un fino silencio, yo miré con cierta curiosidad a todas partes y me topé con unos fríos ojos azules escrutándome, desvié ágilmente la mirada. Al rato el médico volvió abrir la boca:

—Tiene un ligero cuadro de amnesia temporal, no deben provocarle emociones fuertes ni tampoco forzarla a recordar, será mejor que lo haga de a poco.

— ¿Amnesia? —Repetí con torpeza las palabras y sacudí la cabeza en forma de negación— ¡Yo no tengo eso! —Inflé las mejillas reprochando.

—Dígame su nombre. —Ordenó el de las vestimentas blancas con un rostro serio.

—Saku.

—No quiero un apodo, ¿cuál es su nombre completo?

—Saku… —titubeé— Saku…

—No lo sabe. —Dijo como si fuera lo más lógico— No se esfuerce —pidió—, que sólo sería peor.

— ¿Qué debemos hacer? —Consultó la mujer peliroja y el ligero llanto del bebé que llevaba en brazos resonó por todo el lugar, por unos segundos tuve el recuerdo de haber visto antes a ese niños de cabellos negros y piel tostada, pero no fue hasta ver sus ojitos celestes verdosos llenos de lágrimas.

—Por ahora esperar. —Explicó el médico.

— ¿Cómo se llama el bebé? —Pregunté con dulzura y delicadeza, la señora miró al doctor y él asintió con la cabeza.

—Menma.
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Ya se muy cortito jajaja sorry estoy bastante ocupada pero no quería dejarlos sin capitulo mañana nos leemos besos

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