[Votaciones cerradas] III Torneo de Escritores. Duelo 5 - Ronda 1

Parecía ser una noche mas en la ciudad de Duna, la ciudad mas poderosa de esa región del mundo, en especial gracias a su ejercito conocidos como “La Guardia Imperial”, quienes defendían la ciudad desde que esta fuese levantada en la arena del desierto donde se encontraban, algo que destacaba a la Guardia, era el título de “invencibles”, al ser el único ejercito en el mundo conocido que no perdió en ninguno de los flancos durante la guerra que sostuvo con Tame y que le permitió conseguir “La Piedra Cristalina” la cual dejo a la ciudad con la capacidad de sobrevivir un lugar tan inhóspito como lo era el pleno desierto, ya que aquella piedra permitía llamar a la lluvia y así poder tener el agua necesaria para la existencia de la ciudad.

Pero… aquella tranquilidad que reinaba en Duna de un momento a otro se vio interrumpida, de repente se podían ver enormes llamas provenientes de algunas casas, personas gritando, corriendo por su vida y se veía algo totalmente impensado para muchos, la Guardia Imperial estaba sacando personas de sus casas para luego golpearlas, incluso a algunas llegaron a matarlas de tal forma… y otras que parecían más “afortunadas” se les veía ser llevadas a lo que serian calabozos de la ciudad, pero en una casa en especial algo pasaba.

¡Minnet! ¡Saca a nuestro hijo pronto y entrégale esto en lo que escapan! ¡Yo me quedare a defender la casa! -le decía Mujahid en lo que le entrega a su esposa un uniforme como el que usaban los de la guardia imperial y una cimitarra de mango dorado y la hoja no muy grande, pero si muy brillante- ¡sin importar lo que me pase huyan!

Es… Esposo… -Minnet veía con lágrimas en sus ojos a marido listo para morir por defenderlos a ella y a su hijo-

Minnet corrió con su pequeño hijo a una puerta secreta que conectaba con la casa de al lado, la cual tenía a unas personas lista para escapar en un carruaje fuera de la ciudad, deposito a su hijo de no más de 8 años en el carruaje y entonces contemplo sus ojos negros con lagrimas, le entrego el uniforme y la cimitarra de su padre y le dijo.

Hijo mío, quiero que escuches con atención, hay un lugar llamado el “Sobhi” en la frontera norte quiero que cuando te sientas preparado vayas y realices aquello que te preparara para cuando debas volver –esto último hizo que su hijo abriera los ojos- así es mi niño… no iré contigo –comenzando a llorar al igual que su pequeño- seré mas útil si permito tu huida a acompañarte y permitir que nos atrapen a ambos y que el sacrificio de tu padre sea en vano, ¡Hijo mío se huye ahora para ser libre y prométeme que liberaras esta ciudad a tu vuelta!.

Con esas últimas palabras tomo una cimitarra que se encontraba tirado cerca e hizo una señal de que partieran, vio por última vez a su hijo que se alejaba en el carruaje y se acerco a la puerta para evitar que los miembros de la Guardia entraran en ese momento.


Mientras en el carruaje que apenas logro escapar de la Guardia que protegía las murallas, el pequeño de 8 años lloraba en silencio y veía las cosas de su padre… aquel uniforme blanco con algunos detalles de líneas celestes en forma vertical y la cimitarra brillante como la luna de esa noche… reflexionaba de las últimas palabras de su madre y finalmente dirijo su mirada a la ciudad de Duna que quedaba ya a las distancia, prometiendo cumplir con lo pedido por su madre… un día volvería y liberaría Duna.

///////-25 Años después-///////

En una pequeña caravana que se componía de dos carruajes y tenia rumbo a Duna, en ella iban dos hombres, comerciantes por lo que se podía ver, que estaban hablando de trivialidades, pero estaban tan adentrados en su conversación que no dieron cuenta de que un hombre en ropas blancas y detalles celestes subía con gran sigilo se subió a uno de los carruajes, mientras adelante los hombres seguían su conversación.

Te lo digo amigo Yasaf, lo que te digo es cierto –intentaba al parecer querer convencer a su amigo de algo- “La leyenda del Nómada” es cierta –esto último capto la atención del hombre que había ingresado en el carruaje y que con el mismo sigilo que uso para subirse, se desplazo al siguiente carruaje para escuchar aun mejor la conversación de los hombres, si bien su oído era agudo, no quería perder detalle de lo que hablaran esos hombres-

Haber… deja ver si entiendo todo esto amigo Vylyam… -decía Yasaf rascándose su prominente barba-dices que es verdad que hay un hombre que siendo apenas un adolecente se atrevió a ir a Sobhi, entre en aquel templo maldito donde los que antes intentaron jamás volvieron, hizo una especie de rito con quien sabe que fuerzas sobrenaturales y luego hizo un viaje inmenso por todo el mundo, viajando desde Hispania pasando con los Galos y los Británicos para después volver a estas tierras para librar Duna de su actual monarca… ¿me dices que todo eso es cierto?

Es lo que te digo Yasaf, es mas dicen que le llaman el Nómada sólo por todos esos viajes que hizo, pero también le dicen el “silencio mortal”, ya que no emite ruido cuando ha tenido que asesinar a quienes lo han intentado frenar –le decía totalmente convencido Vylyam- es mas había escuchado que en realidad el era mudo por ello jamás emitiría palabra alguna.

Bien… te creeré –esto produjo una sonrisa en Vylyam- pero sólo cuando lo vea con mis propios ojos Jajajajaja.

El Nómada después de asegurarse no ser descubierto por los que serian sus transportadores al cubrirse con algunas de las cosas que se encontraban en el carruaje se puso en posición de meditar y cerros sus ojos para dormir, ya que aun quedaba mucho camino para llegar a Duna.

Pasaron varias horas hasta que finalmente la pequeña caravana formada por Vylyam y Yasaf y sin que ellos lo supieran por el Nómada llego a Duna, este último por algún presentimiento despertó de su meditación y mirando por un agujero vio la ciudad igual que antes, sólo que no parecía tener el mismo esplendor de antaño, entonces se fijo que a la entrada de la ciudad había varios miembros de la “Guardia Imperial” que mantenían el mismo estandarte de siempre, líneas blancas y celestes en forma vertical, pero con un traje distinto al que tenia él, seguro por obra de Fadi, el hombre que provoco el revuelo en la ciudad hace ya 25 años, quien fuera en algún momento miembro de la Guardia.

Alto –dijo uno de los Guardias- identifíquense.

Solo somos comerciantes que venimos con telas y otras especias a comerciar con un amigo de la ciudad –le dijo Yasaf mostrando una gran sonrisa entre su barba-

El Guardia hizo una señal para que otro revisara los carruajes, después de ver que estos no tenían nada raro se les dejo pasar, ya dentro de la ciudad y fuera de la vista de guardias Yasaf y Vylyam frenaron sus carros para dejar que sus camellos tomaran aguan en lo que bajaban la mercancía, lo que no contaron fue que al abrir el carruaje principal de este saldría el Nómada quien vestía con el uniforme ahora antiguo de la Guardia Imperial, siendo este blanco y líneas verticales celestes en algunas partes, una capa y un turbante blanco muy precioso, que resaltaba el color negro de sus ojos al ser lo único visible a parte sus manos, después de verlos por un momento simplemente hizo un gesto de agradecimiento y le paso en mano unas monedas de oro a Yasaf, para después irse y desaparecer entre unos arbustos frondosos.

¿¡Lo ves!? Te dije que era de verdad ¿no? –le empezó a recriminar Vylyam a Yasaf, en lo que este último no daba crédito de a quien había visto-

El Nómada evitando ser visto por otros Guardias logro llegar a su antiguo hogar, en el encontró lo que sería el rastro de la pelea de su padre y madre contra varios miembros de la Guardia Imperial, avanzando mas dentro de la casa o lo que quedaba de ella, encontró lo que serian los cuerpos de sus padres en la casa de junto donde había escapada en el carruaje hace ya tantos años, como señal de respeto se arrodillo y rezo por el alma de sus padres fallecidos, para finalmente llorar después de todo, fueron las personas que dieron su vida por la de él y aunque en algún momento sólo quiso vengarse de Fadi, recordaba la petición que le hizo su madre antes de partir.


///////-recuerdo-///////

¡Hijo mío se huye ahora para ser libre y prométeme que liberaras esta ciudad a tu vuelta!

///////-fin del recuerdo-///////


Y eso haría, liberaría a la ciudad de su opresor, pero antes le daría la sepultura correspondiente a sus padres. Más tarde esa noche y con el amparo de la noche llego al cementerio cavando una tumba “clandestina” por el momento para enterrar a sus padres, pero con la promesa de dejar una lapida como correspondía sólo cuando la tiranía de Fadi terminase.


///////-mientras en el palacio real de Duna-///////


El emperador Fadi quien era un tirano de lo peor se encontraba contemplando a unos ciudadanos que venían a suplicar por un poco de agua.

Se lo suplico gran emperador, por favor mi familia tiene mucho sin agua ya que hemos tenido que usar casi toda para las plantaciones, debió a que no es mucha la que se nos dio, por eso señor se lo ruego denos algo de agua –le pedía de rodillas el hombre al emperador quien también veía a su esposa arrodillada de igual manera-

Podría… pero ustedes no han pagado el tributo asignado –decía mientras tomaba agua fresca desde un vaso-

Es que… señor el agua apenas nos alcanza para las plantaciones y la familia, no podemos usar todo en uno solo, sino el otro no podría mantenerse…

Bueno… eso debieron pensarlo antes de quejarse anteriormente –poniéndose de pie- ahora largo de aquí, antes que pierda la paciencia –con aquella negativa el hombre y la mujer se retiraron, en ello Fadi susurro algo a uno de sus guardias- mátenlos y asegúrense que nadie sepa de ello más que nosotros.


///////-mientras cerca de la casa del Nómada-///////


Este después de darse un baño y limpiar en algo el lugar como para establecerse, pero sin levantar sospecha de que alguien habitaba el lugar, se acomodo para descansar hasta que escucho a alguien entrar, se armo con su cimitarra y fue hacia donde provenía el ruido el cual venia de la cocina, al asomarse un poco vio a una mujer de piel oscura, cabello de igual color atado en una coleta que llegaba hasta la cintura, fue una gran impresión para él, ya que conocía a esa persona y le sorprendía saber que estaba con vida, una vieja amiga de la infancia, Nasira, como pudo se acerco, pero para desgracia y era algo esperado, esta le ataco pensando que sería algún agresor y más aun si tenía un traje de la guardia imperial.

Si bien su amiga lo atacaba con un simple cuchillo, era muy diestra con este, al punto de casi tocarlo en varias ocasiones, pero sin tener que hacer uso de su cimitarra logro frenar el avance de esta, pero no conto con ser “desenmascarado”, dejando atónita a su amiga, a pesar del tiempo aun ese rostro le era reconocible.

No… no puede ser… yo… yo te creía muerto –abrazando casi al instante al Nómada y de paso sollozar- no sabes lo mucho que entristecí al pensar que también te habían matado y más aun me aquejaba el hecho de que no encontraba tu cuerpo… ahora –limpiándose algo las lagrimas y sentándose en una mesa cercana- cuéntame todo lo que ha pasado, pero claro, deja encontrar el esas hojas en las que siempre me escribías.

Después de un rato de “hablar” el Nómada le dejo en claro su propósito en la ciudad, pero no sin antes tener que responder a una pregunta de su amiga.

Dime… ¿Que ocurrió en Sobhi? -tomando un poco de agua- dicen que es un lugar maldito y la verdad yo lo creo como para que no recuerdes tu nombre.

El Nómada simplemente sonrió y empezando a escribir, le conto lo sucedido en Sobhi.


///////-hace 10 años-///////

El Nómada por ese entonces de 23 años, después de encontrarse preparado para entrar en el templo que se encontraba en Sobhi, emprendió camino hacia aquel lugar “maldito” según muchos, después de cerca de 2 meses de travesía llego finalmente, pero el llegar hasta el centro de aquel lugar no fue fácil, ya que debió afrontar trampas y otros peligros dentro del lugar aparte de demostrar su inteligencia y sabiduría en algunos acertijos que se le presentaban al continuar con su travesía, después de muchos peligros superados, encontró el lugar indicado, donde se podía ver un espejo el cual se decía que te mostraría las imágenes más horrendas tanto de las personas que habían estado ahí y habían fracasado, pero si era capaz de mostrar serenidad y un silencio absoluto a cambio de algo simple se le daría un poder increíble. Si bien para muchos parecería fácil el guardar silencio al ser mudo el nómada, aun así debía mostrar serenidad, cosa que a cualquiera a los pocos segundos hubiese olvidado al ver los horrores del espejo aquel, si bien en momentos hubo duda, pudo finalmente conseguir el favor del espíritu del espejo.


Después de esas palabras un destello brillante de color azul salió del espejo y entro en su cimitarra dejándole un aura azul a su alrededor, finalmente el nómada tomo la cimitarra que alguna vez perteneciera a su padre, pero sabía que si ya había cumplido con el poder ingresar y superar los desafíos del templo de Sobhi, pero aun no era momento de enfrentar a Fadi, debía esperar.

///////-devuelta al presente-///////


Así que eso es lo que ocurrió… bueno no recordar tu nombre por un tiempo nono es tanto como el que no puedas hablar, así que no es tanto, después de todo volverá apenas liberemos esta ciudad –ese “liberemos” hizo que el nómada pusiera una cara extraña- oye no me veas así, yo te ayudare, casi perdí a mi amigo por algo como esto, no dejare esta vez que te pase algo sabiendo que puedo ayudarte.

Él simplemente sonrió, sabía que sería imposible hacer que Nasira cambiara de opinión, así que después de tratar mucho el tema vieron que lo único que necesitaban hacer era derrotar a Fadi, no había necesidad de matar a personas de la Guardia después de todo ellos eran aun más controlados por Fadi que los mismos ciudadanos.

Pasaron varios días, en lo que se llego incluso a oídos del mismo Fadi que el Nómada estaba en la ciudad esperando el momento para acabar con él, para muchos de las Guardia que se veían oprimidos por Fadi era el momento perfecto como para derrocarlo, pero no lo hacían por el miedo a que aquellos que apoyaran al emperador hicieran daño a sus familias, eso hasta que muchos de estos “rebeldes pasivos” pudieron hacer contacto con Narisa y el Nómada, para decir que ayudarían, pero lo único que necesitaban era el saber que al final del día sus familias estarían bien y serian nuevamente la Guardia Imperial que protegía y servía a los ciudadanos de Duna y no aquella que aterraba y servía sólo a sus propios deseos.


///////-2 semanas después-///////


Finalmente llego el día, siendo ya de noche, al igual que hace 25 años, seria la hora de que el Tirano disfrazado de Emperador cayera y dejase libre al pueblo de Duna. Como se planeo durante aquellas dos semanas los aliados en la Guardia frenaron a sus compañeros de tal forma que no sería necesaria una batalla campal, así se dejaría al Nómada actuar sin mayores contratiempos.

En el palacio el Nómada era guiado por algunos miembros de la Guardia directo a Fadi, pero antes de entrar este les entro un papel en el que estaba escrito “esta pelea es mía, yo me hare cargo” dando por entender que ellos no debían interferir de ninguna forma, ya con los miembros haciendo guardia en la puerta el nómada entro para encontrar a Fadi con una cimitarra idéntica a la que él portaba sólo que para sorpresa del nómada esta tenía un aura de color roja.

Veo que te sorprendes ¿no? –le decía mientras hacia su cimitarra girar como esperando un ataque- no eres el único que armo para este momento, ya verás… que de nada te sirvió ese viaje a Sobhi y que caerás no importa cuanto lo intentes.

Comenzó una pelea de cimitarra contra cimitarra, cada golpe para todos hubiese sido mortal si no fuese porque las armas de acá uno tenían aquella aura especial en ellas, la pelea se hacía más intensa a cada golpe, en momentos parecía que el Nómada caería y en otros Fadi, pero ya después de 30 minutos peleando Fadi se enfureció.

¡Suficiente! –grito haciendo que de la cimitarra el aura roja se volviese negra- ahora… acabare con tu vida.

Ataco sin piedad al nómada, quien como pudo bloqueo sus ataques, pero vio que si seguía así caería, entonces recordó por quienes hacia esto, el recuerdo de sus padres vino a su mente, su amiga Narisa, los ciudadanos de Duna, los miembros y familias de la Guardia Imperial, debía detener esto, sin saber como la cimitarra paso a tener un color azul aun más brillante con el cual volvió a estar a la par de Fadi, la pelea seguía, hasta que la imprudencia y el miedo que comía a Fadi por dentro al no poder acabar con el Nómada le jugaron una mala maniobra que le permitió al guerrero de blanco y celeste golpear la cimitarra enemiga de tal forma que la rompió acabando con esta y de paso con la vida de Fadi al ser alcanzado por el filo de la cimitarra azul.


///////-2 meses después-///////


La paz volvió a Duna después de derrocar a Fadi y que se ascendiera al poder a Sayf al Din, quien devolvió a Duna y a la Guardia Imperial a su antigua gloria y de paso tener a su ahora esposa Narisa esperando un hijo que llego el mismo día en que Sayf cumpliera con su promesa de ponerle una lapida a la tumba de sus padres.

Ahora la ciudad de Duna era nuevamente la majestuosa ciudad capital del país gracias a Sayf al Din, mejor conocido para todos como El Nómada.


FIN.