FIJATE EN MI song-fic [TP] [NS] (CAPITULO FINAL: LA MEJOR DECISIÓN) (actualizado!! 23/03/2013)

El tiempo había pasado y Sakura se encontraba cursando el último mes de embarazo, sólo quedaba esperar a que el momento del nacimiento llegara. Como toda pareja, ambos jóvenes tuvieron pequeñas discusiones, que después eran totalmente olvidadas y ese día estaban teniendo una

-¡Naruto déjame hacerlo!-gritaba Sakura

-No Sakura-chan, te puedes lastimar

-¡Estoy embarazada no inválida! ¡Dame eso!

-No

-Naruto…-decía la pelirosa rechinando lo dientes, mientras le intentaba quitar al rubio
un plato de sus manos, de pronto se le ocurrió algo-¿Sabes? Si me haces caso te daré algo que no podrás rechazar…

El chico observó como su esposa se acercaba lentamente a él de forma sensual, para darle un corto beso en los labios, suspiró, ella sabía cómo provocarlo

-Resiste Naruto-dijo en su mente-No Sakura-chan, no hay nada que puedas hacer para que cambie de opinión-la chica hizo un puchero

-¡Increíble! Primero no dejas que lave ni un solo plato, luego me rechazas ¿Es porque estoy gorda verdad?-él levantó una ceja

-Deja de decir incoherencias, sabes que yo te querría aunque estés gorda…

-¡¿O sea que sí lo estoy?!

-Por Kami, las hormonas sí que hacen estragos en ti

-¿¡Qué dijiste!?

-Nada, nada-contestó nervioso

Luego de que la joven dejara de discutir, el rubio terminó de lavar los platos, que por cierto ni siquiera estaban sucios, lo que pasaba era que su esposa se sentía inútil y buscaba cualquier cosa para limpiar; lo cual no servía de mucho ya que el Uzumaki intervenía

-Listo, iré a comprar jugo al mercado y vuelvo-observó como la pelirosa lo ignoraba, suspiró-Sakura-chan…-seguía sin tener respuesta, suspiró y se posicionó frente a la de ojos jade, la chica lo observó con gesto de falso enfado-Sakura-chan no te enojes, sabes que lo hago para protegerte

-P-pero me siento inservible

-Oye-dijo tomando el rostro de la fémina entre sus manos-No eres inservible y lo sabes, sólo quiero que tú y los bebés estén bien, además, como medico tú sabes que lo que haces no está bien

-Lo sé-dijo apoyando su cabeza en el hombro del joven

-Iré al mercado, prométeme que no harás nada

-Te lo prometo

-Bien-le dio un casto beso-Ya vengo-dijo y cerró la puerta tras si

No habían pasado más de cinco minutos desde que Naruto se había marchado cuando Sakura comenzó a tener contracciones, luego sintió algo mojado y fue allí cuando se dio cuenta de que había roto fuente, de repente los dolores fueron más intensos

-¡Ah!-gemía del dolor-¡No puedo creer que tendré a mis bebés en medio de mi propia sala!

Sus ojos se nublaron no sólo por las terribles contracciones sino también porque estaba realmente asustada; para su sorpresa y suerte alguien golpeó la puerta

-¿Quién es?-preguntó tratando de sonar normal

-¡Sakura, Naruto me pidió que te viniera a ver! ¿Puedo entrar?

-¿Lee?

-¡Sí!

-¡Ay, gracias a Kami!-susurró mirando al techo

-¡¿Sakura estás bien?!-gritó un poco preocupado

-¡Entra, está abierto!-al hacerlo éste la vio en el sillón con una mueca de dolor-¡Lee estoy en trabajo de parto llévame al hospital por favor!

-¡Hai! ¡Te llevaré con la fuerza de la…!

-¡Ahora! ¡Te aseguro que no querrás hacer enojar a una mujer en éste estado!

-¡C-claro!

Él la cargo y comenzó a correr con la chica en brazos, quién respiraba un poco agitada y gritaba del dolor; casi llegando al hospital Rock Lee logró divisar a Kakashi, quién caminaba tranquilamente

-¡Kakashi-sensei!-el hombre alzó la vista, asombrándose al instante y de un segundo a
otro se encontraba corriendo al lado del muchacho

-¿Qué pasó Lee?

-¡Está en trabajo de parto, Naruto estaba en el mercado y yo fui a verla, debe avisarle!

-¡Bien, procura llegar pronto!-dijo desapareciendo en una nube de humo

A los pocos minutos llegaron al lugar, al verla las enfermeras fueron a socorrerla.

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-Volví Sakura-chan-no hubo respuesta-¿Sakura-chan?

De pronto su antiguo maestro apareció frente a sus ojos

-¿Qué hace aquí Kakashi-sensei?

-No hay tiempo Naruto, Sakura rompió fuente y Rock Lee se la llevo al hosp…

El hombre ni siquiera terminó de hablar cuando vio que su ex alumno salía de su casa como alma que lleva el diablo, él lo siguió, después de todo la chica había sido su alumna y la quería como una hija…

************

-Inhala y exhala, inhala y exhala, bien, lo estás haciendo bien-decía Shizune

-Bien Sakura, estás lista-informó Tsunade, que había salido de su oficina sólo para atender a su alumna

-¡Sakura-chan!-se escuchó desde lejos la voz de Naruto

La Hokage salió de la sala para buscar al Uzumaki, quien corría por los pasillos tratando de encontrar a su amada, de pronto vio como él se acercaba a ella

-¡Abuela Tsunade! ¿Dónde está Sakura-chan?

Cuando Kakashi logró alcanzar al rubio lo único que pudo ver era como éste salía volando, sin duda alguna aquello era el resultado de un golpe de la Senju

-¡Cuantas veces te debo decir que no me digas abuela!-se dirigió hasta donde el joven estaba-Sakura está a punto de dar a luz así que quieras o no tendrás que quedarte esperándola en la sala de espera-dijo para luego desaparecer tras una puerta

-Vamos Naruto-le habló el peliplateado pasándole una mano para que se levantara del suelo-Siéntate, lo mejor que puedes hacer ahora es tranquilizarte y esperar

El chico siguió el consejo de su sensei y luego de agradecer a Rock Lee por traer a su esposa hasta ahí, intentó serenarse. Al cabo de un rato habían llegado más personas entre ellos Ino, los señores Haruno, Gai sensei, Ten-ten y Neji con su pequeña hija, Shikamaru, Choji, Kiba, Hinata, Sai y Sasuke

-Dobe estate quieto, me pones nervioso-decía el Uchiha arto de ver al de orbes celestes caminar de un lado a otro

-No puedo teme, tú también estarías así si estuvieras en mi lugar

-Hmp

-¿Los bebés eran mellizos verdad?-preguntó Ten-ten

-Sí-se limitó a decir

-Espero que no salgan parecidos a ti, porque sino pobres de ellos-seguidamente todos rieron con el comentario fuera de lugar

-Sai, cállate-dijo sonriendo Ino

-Sí mejor cállate-contestó el rubio

*************

-¡AAHH!-gritaba Sakura

-Tranquila Sakura-le decía Shizune limpiando el sudor de ésta con un paño

-¡Juro que mataré a Naruto!

-¿No lo odiaste tanto al momento de concebir a los bebés verdad?-comentó su maestra con aires de burla, provocando un fuerte sonrojo en la Haruno

-¡Tsunade-sama!-le retó la pelinegra

-No me digas nada Shizune, es verdad-de repente se puso seria-Muy bien Sakura, ya se puede ver la cabeza, así quiero que pujes con todas tus fuerzas, esto terminará más rápido de lo que crees

*************

Media hora después todos observaron como la ojimiel salía con una expresión seria. Naruto se preocupó

-¿Qué pasó? ¿Están bien?-la mujer apoyó una mano en el hombro haciendo que se alarmara aun más

-Naruto…-sonrió-Felicidades, eres el padre de dos bellos y saludables niños, puedes entrar

Sin perder tiempo fue a verlos, al llegar se acercó a la joven, quien le sonrió, observó a los niños que ésta tenía en los brazos; era un niño y una niña, sin darse cuenta sus ojos se nublaron y comenzó a derramar lágrimas de felicidad

Lloró porque Sakura, su Sakura, había acabado de tener dos hijos de él…

Lloró porque llegó a pensar que aquello sólo sucedería en sus sueños…

Lloró porque no había otra manera de demostrar lo feliz que estaba…

De repente una pequeña mano se aferró a su dedo

-Él es tu papá, dile hola Naruto-el chico tomó a la bebé en brazos

-Mira Sakura-chan, tiene el mismo color que tus ojos, serás tan bella como tu madre

-Naruto…-susurró la joven al tiempo en que una lágrima recorría su mejilla

-No llores Sakura-chan, harás que yo también lo haga

-Lo siento, no lo pude evitar-dijo sonriendo ampliamente, el joven apoyó su frente en la de la chica

-Ya lo verás Sakura-chan, desde ahora en adelante seremos felices, los cuatro

-¿Para siempre?

-Para siempre-contestó dándole un beso en la mejilla..

Era las siete y media de la mañana y una pelirosa miraba por la ventana, dejando que una suave briza golpeara su rostro. Hace unos momentos los recuerdos de cuando tuvo a sus dos primeros hijos habían invadido su mente...

Recordaba cuando fue dada de alta y tuvieron que volver a casa…

Fueron varias noches de llantos y cambios de pañales…

En general los bebés eran tranquilos, pero si uno de ellos lloraba al instante el otro hacia lo mismo. Durante varios meses tuvo ojeras por la falta de sueño, pero no podía quejarse, ya que Naruto la ayudaba en todo momento; le cambiaba los pañales y se levantaba con ella cada vez que tenía que alimentarlos, incluso durante la madrugada, decía que su prioridad eran sus hijos y ella. Sin duda era un buen esposo…

En su rostro se dibujó una sonrisa, luego de que una imagen viniera a su mente…

Naruto tomando las pequeñas manos de su hija, en la época en la que la niña comenzaba a caminar...

El rubio estuvo presente cuando ambos niños dieron sus primeros pasos…cuando pronunciaron sus primeras palabras…

La de su hija fue “Naruto”…ya que desde que nació escuchaba que su madre lo llamaba así, tiempo después comenzó a decirle papá.

La de su hijo fue “mamá”, mientras que su segunda palabra fue “ramen”.

La joven se recargó en el marco de la ventana y recordó un día en el que había ido al mercado y al regresar no encontró ni al Uzumaki ni a los niños, salió de la casa-un poco preocupada-dispuesta a buscar a sus hijos y esposo; luego de un rato fue al parque y allí vio a Naruto tirándose del tobogán con los pequeños de tres años en sus brazos. Se veían tan contentos…

Naruto era un chico-más bien hombre-con una actitud un tanto infantil a veces, sin embargo cuando tenía que ponerse serio simplemente lo hacía, era amable, divertido y siempre tenía una sonrisa para regalar a quien más lo necesite, sin contar que aguantaba los mil y un golpes que la pelirosa le daba, pero él le decía que con tal de estar a su lado sería capaz de resistir tormentas, nevadas, incluso un golpe cargado con la fuerza sobrehumana que sólo ella tenía…simplemente era perfecto…

Durante años vivió feliz junto a él, la acompañó durante su primer embarazo, la ayudó con la crianza y educación de los niños…

Nunca olvidaría aquella noche en que se encontraban cenando y de pronto tuvo que correr al baño por las nauseas…y fue ahí cuando supieron que tendrían su tercer hijo, que resultó ser niña…

Sonrió aun más y con sus dedos acarició su vientre, eso había pasado hace cinco años atrás y ahora no podía esperar para decirle al rubio y sus tres hijos que pronto habría un nuevo integrante en la familia…

-Buen día Sakura-chan-saludó regalándole un corto beso en los labios

-Buen día Naruto

-¿Te pasa algo?-preguntó mientras se servía café

-¿Por qué preguntas?

-Es que hace varios días que estás un poco rara

-Ah…es que…-dijo dudando un poco

-¿Qué?

-Yo…debo decirte algo…

-Dilo sin problema, dattebayo

-Eehh…-no podía evitar ponerse nerviosa y más si se trataba de esa noticia, miró al rubio y éste la observaba mientras esperaba que hablara-¿Adivina quién será padre otra vez?

-¿Quién?

-Baka-pensó la joven-Alguien que tiene un par de mellizos y una niña más pequeña-respondió esperando a que el rubio reaccionara

-Déjame adivinar…-dijo pensativo

-¿Esto es broma verdad?-comentó fastidiada

-¿Por qué dices eso?-preguntó él, luego vio la mirada de su esposa y pudo comprender-Aahh…espera… ¡¿Seré papá de nuevo?!

-Sí

-¡Es genial Sakura-chan!-exclamó abrazándola-¿Cuándo se los diremos a los niños, dattebayo?

-Pensaba que en la hora del almuerzo

-Me parece bien-le dio un beso en la mejilla-Por cierto ¿Donde están?

-Kazumi y Minato están afuera esperando a Kenta

Naruto se acercó a la ventana para observar a sus hijos.

**************

En la calle los mellizos Uzumaki esperaban a su compañero de equipo, aprovechando que tenían el día libre, planeaban ir a la entrada de Konoha para esperar a un viejo amigo. De pronto, vieron a lo lejos como un chico montado en un perro blanco bastante grande, se dirigía a ellos

-¡Llegó por quien lloraban!-dijo el joven bajándose del lomo del perro

Se trataba de Kenta Inuzuka, hijo de Hinata Hyuga y Kiba Inuzuka, era de mediana altura, tez blanca y cabello castaño, con ojos de color marrón, dentro de su chaqueta traía un pequeño perro negro llamado Tobimaru

-Gracias por traerme Akamaru-el perro ladró y se marchó corriendo

-Ya era hora

-Hola a ti también, Minato-respondió el castaño sonriendo

Minato Uzumaki tenía el cabello rosa tal y como su madre, poseedor de unos ojos tan azules como los de su padre, a sus doce años ya hacía suspirar a más de una niña

-Hola-sonrió también éste

-Hola Kazumi-dijo un poco sonrojado el Inuzuka

Kazumi Uzumaki era tan rubia como su padre, tenía los ojos de color verde esmeralda como su madre, siempre sonriente, no había duda de que era hija de Naruto

-Hola Kenta-contestó sonriente

-¿Por qué tan feliz?

-¿Bromeas? ¡Vendrá Yuji! ¡No lo veo hace dos años!

-Ah sí, Yuji…-contestó un poco molesto, Minato sólo sonrió

-Bueno, supongo que tendríamos que ir ya a la entrada de Konoha si queremos recibirlo

-Tienes razón-apoyó la rubia a su hermano-No queremos llegar tarde

-Creo que no hará falta que vayamos-dijo Kenta

Los mellizos miraron en dirección a donde su amigo observaba y vieron como un joven se acercaba lentamente hacia donde se encontraban

-¡Yuji!-exclamó Kazumi echándose a correr hacia el chico, que ya estaba a pocos metros de ellos, cuando logró alcanzarlo, le dio un abrazo-Cambiaste mucho-comentó sonrojada mientras lo examinaba con la vista, se veía mucho más guapo

-Lo mismo pienso-contestó sonriendo de lado

Sabaku no Yuji era hijo del Kazekage de Suna, Sabaku no Gaara, cuya madre era Runo Tanaka, su piel era clara, tenía el cabello castaño oscuro y sus orbes eran de color verde agua, se encontraba de visita ese día

- Yuji, cuánto tiempo

-Hola Minato-dijo chocando su puño con el pelirosa

-Gusto en verte, Kenta

-Igualmente-respondió éste

-Vamos a pasear por la aldea ¿Quieren?-dijo Kazumi a los chicos-Quizás en el camino vayamos al campo de entrenamiento ¿Qué dices?-preguntó mirando a Yuji

-Me parece bien

-¡Genial! Ya verás, estoy más fuerte que la última vez

-Ya lo creo-sonrió éste, mientras comenzaba a caminar al lado de la niña, Kenta los observaba inmóvil

-No te deprimas hombre, si te rindes nunca lograrás acercarte a ella-animó Minato

-Tienes razón ¡No me daré por vencido!

-¡Así se habla! Pero recuerda que si le pones un dedo encima a Kazumi, te dejaré inconsciente de un golpe-amenazó, lo cual logró estremecer a Kenta, ya que sabía que había heredado la fuerza sobrehumana de su madre, Sakura

-V-vale-contestó, luego ambos niños se marcharon de allí corriendo, para tratar de alcanzar a la chica y al chico de Suna

*************

-Míralos, los criamos bien

-Sí, así es

-Bueno, me tengo que ir…

-¡Espera papá!

Naruto dirigió su mirada hacia la dueña de esa voz y sonrió al ver a su hija de cinco años correr hacia él. Yuri Uzumaki era la hija menor de Naruto y Sakura, tenía el cabello rojo como su abuela Kushina y los ojos de color azul, como su padre

-¿No te vas a despedir de mí?-preguntó, mientras el rubio la alzaba en brazos

-Claro que lo haré, pero ya sabes que tu padre puede ser despistado a veces-dijo
sonriendo

-Sí, pero aun así ¡Es el mejor Hokage!-Naruto rió

-¿Y quién será Hokage algún día?

-¡Yo!-respondió con una gran sonrisa

-¡Así me gusta! ¡Nunca debes rendirte, dattebayo!

-¡Sí!

-Bien-dijo bajando a la niña-No hagas enojar a mamá, nos vemos en el almuerzo, tu madre y yo debemos decirles algo-habló al tiempo en que guiñaba un ojo a Sakura, en relación a la noticia del nuevo bebé

-Lo prometo-dijo la pelirroja

-Yuri-la pequeña volteó a verla-Ve a tu habitación a cambiarte, enseguida subiré para bañarte

-Sí mamá-contestó la aludida, le dio un beso en la mejilla a su padre y se marchó, la Haruno acompañó a su esposo hasta la puerta

-Adiós Sakura-chan

Antes de que la mujer le contestara, Naruto tomó los labios de ella, brindándole uno de esos besos que lograban quitarle el aliento a la pelirosa, al separarse el rostro de ésta se encontraba teñida de rojo y es que a pesar de tener ya treinta y tres años, cuando el Uzumaki la besaba, no podía evitar sonrojarse como la primera vez que probó los labios del rubio. Él sonrió y comenzó a caminar hacía el edificio Hokage.

Sakura apoyó su mano derecha en su pecho y sonrió al sentir los acelerados latidos de su corazón

-Sin duda fuiste la mejor decisión que tomé en mi vida-susurró mientras observaba a
Naruto desde la puerta de su casa