Mi gran noche con ella. (16/02/15)(único)

Hoy era mi gran noche. Hoy, ella y yo, solos.

Hoy tenía que ser perfecto.

Por eso, desde temprano tomé una ducha fresca, me vestí elegantemente y de la mejor manera. Peiné mi cabello y lo desordené como siempre. Compré chocolates, una película y palomitas. Sodas y otras bebidas para no tener pretexto alguno, después de todo, hoy ella tendría que admitir que soy el mejor. ¡El mejor!

Limpie el sillón, dónde todo debía pasar. Dónde la llevaría y la haría sonreír como nunca. También eliminé toda cita o llamada. Avisé que nadie ¡Absolutamente nadie, podía interrumpirme esta noche!, ni la mañana siguiente, porque esta noche era para mí, y ella.

Sólo para ella.

Cuando el reloj marcó las 7:00 pm, me levanté del sillón y repasé con la mirada una vez más mi casa; todo perfectamente ordenado, aunque tras ésta noche, seguro eso no importaría, porque ella era traviesa, ella era desordenada y un caos, y eso en realidad no importaba. Hoy todo era para ella.

Cuando marcaron las 8:00 pm, froté mis manos una contra la otra, ansioso porque ella llegara y la pudiera abrazar, como casi todos los días. Porque ella es lo que más amo, y a decir verdad sólo hay tres cosas que amor.

De repente, la puerta sonó con delicados golpes que me dieron a entender que era ella, y con un gesto veloz salí corriendo a abrir. Y entonces, la vi.

La linda, con aquel vestido verde a juego con sus ojos; las mejillas sonrojadas y regordetas mirando hacia arriba, pues yo era evidentemente más alto. Con la cara de un ángel pequeño. Una mochila colgaba por su espalda, de tono café.

Sus labios curvaron una sonrisa igual que los míos y sentí que nada me hacía más feliz que verla allí, parada frente mí. ¡Todo lo había preparado especialmente para esa noche!

Mi hermosa hija.

--¡Papi!—Dijo Kasumi, extendiendo sus pequeños brazos de toda niña de seis años para abrazarme. Detrás de ella, estaba Sakura, la segunda cosa que más amo en esta vida, porque aunque se enoje, la primera es mi pequeña Kasumi.

--¡No se duerman tarde!—Advirtió Sakura, mientras se acercaba a mí y me daba un suave beso en los labios—Y recuerda Naruto, mañana es mi noche con Kasumi ¡Día de hija y madre! Si necesitan algo estaré en casa de Ino.

-¡Sí mami!—Contestó Kasumi con una risita. Luego avanzó y tomó mi mano--. ¡Hoy es noche de papá y yo!

Sakura soltó una risita y me miró.

--Y el lunes, es día de papá y mamá, ¿Vale?

--Vale—Le dije, sonriendo tímidamente mientras entraba tomando de la mano a mi adorable hija.

Para así comenzar mi gran noche con ella.