Mi verdadera felicidad +16 NS Capitulo 3 19/11/2014

Hola a todos, quiero presentarles este fic en el que he estado trabajando desde que se dio el final del manga de Naruto, del cual tomé algunas cosas positivas y analicé las negativas para convertirlas en algo a favor, este fic es NS puro, se desarrolla cuando Naruto ya es Hokage, específicamente, desde el punto en el que queda el manga que es la reunión de los Kages.




La reunión en general fue aburrida, los Kages hablaron sobre diferentes puntos como las políticas territoriales nuevas que empezarían a regir para evitar los roces entre las naciones, el Kazekage incluso había preparado un testamento completo en el cual estipulaba todos los artículos de la nueva ley. Mientras todo esto sucedía, la Tsuchikage observaba pero en el fondo ignoraba todo lo que el pelirrojo decía, el Mizukage prestaba atención pues era una de sus primeras reuniones después de que Mei Terumi habia dejado el cargo, el Raikage de vez en cuando bostezaba y se cubría la boca con cuidado pero sin mucha prisa, quería mantener el respeto aunque sintiera que lo que hacia el Hokage no fuese algo muy digno de ellos.

-Naruto-kun…-- Llamó el pelirrojo.

En una hoja de papel estaba dibujado casi con la precisión de un dibujante profesional el pelirrojo, con nubes a los lados con “Blablabla” escrito. El rubio Hokage reia para si mismo mientras el llamado del Kazekage se hizo notar con un poco más de firmeza.

-¿Ehm? – Preguntó un poco sorprendido por el llamado.

-Quería preguntarte si estás de acuerdo con la política de no dejar entrar a ninjas con dinosaurios en otras aldeas – Dijo con voz pasiva el pelirrojo.

-¡Claro que estoy de acuerdo! ¡Sabes que siempre estoy de acuerdo contigo, Gaara! – Dijo firmemente, esto causó que la Tsuchikage tuviera que ahogar la risa con su mano y que el Mizukage se mordiera el labio inferior para evitar reír.

-¡No estás prestando atención! – Dijo Gaara enfadado, poniendo los ojos como platos y hasta ahí llegó la seriedad de la reunión, todos rieron.

El rubio se disculpó y se vio obligado a deshacerse de su “obra de arte” echándola a la basura, el Raikage había dejado de bostezar y ahora parecía un poco más animado. La reunión prosiguió sin más, luego de esto, los Kages se levantaron de sus asientos y sus acompañantes acomodaron sus respectivos papeles.

-Naruto-kun, ¿Puedo hablar contigo? – Pidió Gaara.

-Por supuesto, Gaara – Contestó un poco sorprendido, si bien se llevaba de maravilla con Gaara, no era de los que se quedaban a hablar mucho después de reuniones oficiales.

Gaara envió a Kankuro a casa de Temari a que guardara los papeles de la reunión y se fue junto con Naruto a caminar por la Torre del Hokage, ambos permanecían en silencio mientras el rubio se preguntaba que quería de él Gaara.

-¿Qué sucede Gaara? – Preguntó Naruto

-Eso también quisiera saber yo, Naruto-kun – Dijo el Kazekage, mientras se sacaba el sombrero distintivo.

-¿A que te refieres? – Preguntó Naruto ya con idea de que iba la cosa.

-Últimamente has estado distraído en las reuniones, aunque fuiste tu quien hizo que acordáramos que de cada dos semanas hariamos una – Dijo el Kazekage.

-Ya sabes como son esas reuniones, a veces son aburridas y…-- Gaara comenzó a negar y el rubio se quedó callado.

-No solo son las reuniones, recuerda que nos vemos por lo menos 5 veces al mes que vengo a visitar a mi hermana, pareciera como si algo en tu vida te estuviera molestando – Declaró el líder de la arena.

Hubo unos cuantos segundos de silencio, el rubio sonrió de manera un poco forzada, iba a intentar dejar de lado el asunto pero se dio cuenta de que aquello no era lo correcto ni para su amigo ni para él, debía contarle lo que le sucedía a alguien.

-Es Bolt – Dijo Naruto soltando un suspiro – Pareciera como si estuviese decepcionado de mi, tal vez no he sido un buen padre…

Gaara agachó la cabeza, pues tampoco sabia que decir, él no tenia hijos de los cuales pudiera presumir ni tenia el más mínimo conocimiento de lo que era criar a alguien si a penas estaba saliendo con Matsuri. Pensó en algunas charlas que había escuchado de compañeros en la cámara de Sunagakure de dos hombres que hablaban sobre sus hijos y como sus esposas influían en ellos.

-¿Has hablado con su madre? – Preguntó un poco quedado, pues sabia que el matrimonio del séptimo Hokage había terminado hacían ya tres años, un poco antes de asumir el cargo que tenia en ese momento.

-¿Hinata? No, ella no tiene que ver en esto, creo que ver a su madre y a su padre separados es algo que afecta a Bolt, incluso se parece a mi en los tiempos en los que no tenia a nadie, amigos, familia, a veces es mejor estar solo que estar con personas que te hacen sentir así – Dijo Naruto, pensando en su pequeño hijo.

-Si, de eso tu y yo sabemos bastante – Dijo Gaara, mientras se recostaba en una de las paredes del edificio y empezaba a recordar su infancia.

-Pienso que tal vez él siente que todo es culpa mía, pues nunca pude amar a su madre como ella me amó a mi, por eso no podía seguir junto a ella – Dijo mientras se recostaba al lado de Gaara, ambos miraban al techo como dos adolescentes castigados frente a la dirección.

-Deberías hablar con él – Propuso Gaara, que no quería meterse mucho en ese campo.

-Lo se, pero cada vez que voy a hacerlo, un compromiso me sale y tengo que atenderlo – Dijo suspirando fuertemente – En un principio pensé que lo hacia todo por preservar los tiempos de paz y que mis hijos crecieran en un mundo sin violencia, pero me di cuenta de que esa violencia contra la que yo luché nació del odio por la soledad.

-Ellos nunca han estado solos, siempre te han tenido – Dijo el pelirrojo – Han tenido amor constante, gente que los quiere, no han sufrido las perdidas que nosotros sufrimos, tu, yo… Uchiha Sasuke.

-Sasuke… -- Pensó Naruto, que ahora recordaba que su viejo rival y amigo volvería dentro de dos días a la villa de una misión, ahora vivía en uno de los edificios cercanos a la torre – Supongo que tiene los mismos problemas.

-Tiene una hija con Haruno Sakura, ¿No? – Preguntó el Kazekage, segundos después, se arrepintió de lo que dijo, al ver la cara de un Naruto un tanto deprimido.

-Si, creo que se llama Sarada… -- Dijo un poco desinteresado en el tema – Aunque no es hija de ambos.

-¿No es de ambos? – Preguntó Gaara, que no conocía del todo bien lo que sucedía en Konoha, de no ser por los chismes que le contaba Temari cada vez que iba a visitarla.

-No, es de Sasuke y de una chica que antes formó grupo con él, creo que se llamaba Karin y tiene que ver algo con el clan Uzumaki – Dijo rascándose la oreja, sonriendo un poco al saber que Sakura y Sasuke no tenían ese tipo de relación.

Aquella historia todavía impresionaba a Naruto y a la vez le daba un poco de tristeza, pues cuando Sasuke volvió de su largo viaje, lo hizo con una pequeña bebé en brazos, la cual Sakura tomó como hija y cuidó mientras Sasuke servia a la hoja y realizaba sus viajes.

-Ella lo ama de esa manera…-- Dijo Naruto, que hizo que Gaara se diera cuenta de que había algo en el asunto que no terminaba de convencerlo.

Hubo unos momentos de reflexión en la mente del pelirrojo, que se debatía entre preguntar o no hacerlo, al final, decidió que lo mejor que podía hacer como amigo era tocar el tema para ver si podía ayudar.

-¿La sigues queriendo? – Preguntó de la misma manera como cuando estaban en la reunión.

-Igual que el primer día…-- En ese momento Naruto reaccionó y vio a Gaara sorprendido.

Entre ambos hubo un momento de sorpresa mutua, Gaara había sacado una gran verdad que incomodaba a Naruto y el rubio había confesado todo con la primera pregunta del tema.

-¡No preguntes las cosas de esa manera! – Gritó el Hokage poniendo los ojos como platos.

-Entonces tenía razon… -- Afirmó Gaara, mientras asentía.

-Mira, Gaara, nadie debe saber de esto, sé que eres alguien que nunca me delataría, pero por favor, nunca llegues a tocar el tema ni con Kankuro ni con Temari.

-¿Por qué no con Kankuro? – Preguntó.

-¡Es el doble de chismoso! – Aquella reacción infantil hizo reír un poco a Gaara, cuando hablaba de Sakura Haruno, Naruto volvía a ser el mismo de antes.

-Esta bien, Naruto-kun, no diré nada – Dijo Gaara haciendo un ademán de juramento.

Naruto suspiró y Gaara lo miró por un lapso de tiempo corto antes de volver a atreverse a preguntar.

-Si tanto la amas, ¿Por qué nunca se lo dijiste seriamente? – Preguntó curioso.

-Es obvio, ¿no? Ella siempre amó a Sasuke, después de la guerra, para mi era imposible hacerle mención de mis sentimientos – Describió el rubio, que volvía a mirar al techo un tanto sonrojado – Luego de eso, las cosas siguieron su curso natural, un dia Sasuke volvió a la aldea con esa bebé y yo ya tenia una relación con Hinata, ahí supe que debía olvidarme de ella totalmente y concentrarme en lo que ya tenia, hasta que hace tres años me di cuenta que solo le hacia daño a Hinata y a los niños.

-Ya veo… --Dijo Gaara – Escucha, Naruto.

El séptimo Hokage volteo y miró atentamente al joven Kazekage, este tenia una expresión seria en su rostro.

-Creo que todo esto tiene una clave, tu vida gira en torno a cosas que no has sabido determinar – Declaró Gaara – No sé mucho de estas cosas, pero hay algo en tu vida que debes arreglar y todo pasa por Haruno Sakura y los sentimientos que nunca le confesaste.

-¿Qué quieres decir, Gaara? – Preguntó Naruto, curioso por lo que decia su amigo.

-Para que resuelvas tu situación actual, primero debes ser sincero contigo mismo – Dijo señalando al pecho de Naruto – Siempre quieres cargar con todo, esta villa, tus hijos, los sentimientos de Sakura, su hija, Sasuke, pero nunca has sabido ser egoísta en ciertas cosas.

-Nunca me imaginé que fueras a decirme esto… -- Naruto no podía creer lo que veía, aquel chico pelirrojo con ojos de asesino que en el pasado causó varios problemas a su villa y no parecía tener emociones, ahora le señalaba los errores en su vida.

-Ya tenemos cierta edad, ¿O no? – Dijo poniendo de lado su sombrero de Kazekage nuevamente – Lo que quiero decirte con todo esto es que para que puedas volver a vivir tranquilo y que tus hijos también puedan hacerlo, es que tienes que ser feliz y solo lo serás de una forma.

-¿Cómo? – Dijo Naruto, queriendo saber la respuesta a todos sus problemas.

-Tienes que estar junto a Sakura Haruno, solo asi serás feliz – Dijo el pelirrojo.


Bueno, con esto vuelvo oficialmente a escribir fanfics, ya tenia unos tres años que no escribía uno y se siente de maravilla volver a hacerlo, espero que les haya gustado y que me den sus sinceras opiniones.

Vemos que gaara puede ser un buen consejero, realmente naruto si quiere darle luz a su vida tendrá que confrontar a sakura y decirlo todo lo que callo, así poder terminar con todo ese peso que carga.

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Muy genial, me encanto y no puedo esperar mas para la continuación es una fantástica manera de continuar y arreglar el final que se dio

Te apoyo completamente (:

gran inicio me gusto mucho este fic veo q todos estan triste por el final del manga de naruto pero e escuchado q habla continuacion no sera tan larga pero se tratara de bolt pero bueno ese no es el punto aca pero te felicito por gran trabajo q vas haciendo

Hicistes un buen prologo y me gusto mucho y veo que casi todo el foro esta haciendo Shot o Fics del final de Naruto y creo que eso es lo mejor para olvidar el final tan horrible del Manga , Espero la conti

¡Saludos!

Es interesante como todos los fics que están escribiendo basados en el maldito ""final" del manga, te aviso que tienes a un fiel lector

Es interesante como todos los fics que están escribiendo basados en el maldito ""final" del manga, te aviso que tienes a un fiel lector

No me sorprende que hagan otro fanfic basado en el final absurdo del manga.
Por cierto me gusto tu historia esta muy bien escrita y detallada. Tiene razón Gaara la Felicidad de Naruto es Sakura (ademas de sus hijos)


Espero ver que hará Naruto para estar con Sakura.

Va,vaya... Otro bn Fic q me encuentro debido al "Grotesco Final" de Naruto..... Ya ienes a un lector mas Compañero(a).

Espero pronto la Conti; Suerte y Ja-Ne.

Eso se me hace mas creíble que el final que lei :V
Estaré muy pendiente de tus actualizaciones, me gusto como abordaste la historia, definitivamente quiero saber mas

Hola otra vez, he vuelto con la continuación de “Mi verdadera felicidad”, fic que he creado a partir del “final” que nos terminó dando Kishimoto. Quiero decir que leer sus comentarios me ha animado a seguir con más ganas el fic y escribir otros, gracias por su apoyo y aquí está el capitulo.


Naruto todavía pensaba en las palabras que le había dicho Gaara, si bien consideraba que era un poco extraño recibir un consejo de amor de parte del Kazekage, debía de admitir que tenia mucha razón en lo que decía, pues aunque no quisiera admitirlo, Sakura Haruno era muy importante en su vida. Era curioso pensar en aquella chica cuando en sus manos llevaba un ramo de flores, se sentía extraño a pesar de que ese viaje lo hacia casi todas las semanas cuando iba al cementerio de Konoha.

-Debo dejar de pensar en eso, por lo menos aquí – Dijo para si mismo, mientras apretaba el ramillete. Cruzó la puerta y saludó a un grupo de niños que sin desprenderse de lo que hacían ovacionaron al séptimo Hokage.

A lo lejos se encontraban las tumbas de los guerreros más formidables de Konoha, debía entrar a un panteón de selectos luchadores que la aldea había honrado dándoles sepultura eterna en un lugar específico. En aquel lugar se encontraban las tumbas del primer y segundo Hokage, el tercero y su padre estaban un poco más allá debido a la diferencia entre el tiempo de las muertes de estos, en ese momento Naruto pensó que algún día estaría también descansando eternamente en ese lugar y le dio un escalofrió.

-Era mejor cuando pensaba en lo otro…-- Dijo para si mientras soltaba un suspiro, siguió caminando hasta que encontró la tumba del Cuarto Hokage y al lado de la suya, la de su esposa Kushina. Después de la guerra, Tsunade la había confesado que ambos estaban enterrados en aquella ala del cementerio, para que Naruto tuviese un lugar donde visitar los cuerpos de sus padres.

Sin hacer ni un sonido, dividió el grueso ramillete de flores en dos y las colocó en los jarrones que tenían las tumbas, cambio el agua con una botella que tenia guardada en la chaqueta y luego de dejar todo completamente listo, se preparó para rezar y hablar con ellos, una vez finalizado lo primero, empezó a hablar.

-Que difícil es ser Hokage, ¿Eh, papá? – Dijo mientras soltaba un pequeño suspiro y sonreía – Ahora resulta que no puedo ser ni un buen padre…

Aquello le dolió un poco, pues lo dijo sin pensar y sabia que aunque había sido así, era verdad lo que había dicho. Trago fuertemente y siguió hablando.

-Mis hijos… Ellos merecen una mejor versión de mi – Dijo mientras apoyaba su cabeza en la lapida de Kushina, esperando que fuese como cuando puso su cabeza sobre su regazo, esperando consejo – No puedo dejar que mi vida personal afecte sus vidas y que mi posición me distancie de ellos… Si tan solo pudiera tener tiempo para organizar mi vida…

Se quedó unos segundos en silencio, por supuesto, ni por obra del más allá alguien respondió, solo hubo un silencio que le calaba profundamente, no tenia a nadie con quien hablar después de la partida de Gaara hasta su tierra ni podía contarle a nadie lo que le sucedía pues seria delatar lo que sentía hacia Sakura, en unos pocos segundos alguien inexpresivo como Gaara había descubierto la razón por la cual se encontraba tan triste, cualquiera podría saberlo con tan solo mirarlo y preguntarle dos cosas, pero solo un amigo como Gaara podía decirle cual era la solución a su problema y que debía hacer, ahora estaba solo como en un principio.

-Y pensaba que ser Hokage era solo sentarse en una silla a hablar y firmar papeles, es mucho más que eso, debo proteger a todos en la villa, incluso le he dicho a mi hijo que a veces no puedo ser su padre… ¿Como puedo proteger a todos cuando no estoy para mi hijo cuando me necesita?... ¿Cómo puedo permitir que digan que soy un ejemplo para todos cuando ni siquiera puedo controlar mi vida?.

-Eres humano – Escuchó una voz detrás de él, una voz que conocía muy bien, suave y calida, como la palma que se situaba en su hombro – Todos nos equivocamos.

Naruto volteó, solo para verla una vez, quería ver a la pelirosada, a su compañera de aventuras y al amor de su vida, de quien siempre estuvo enamorado y nunca pudo confesarse, ahí estaba ella, llevaba un vestido rojo de un tono suave, llevaba el pelo sujetado con una horquetilla y se veía muy madura, hacia casi un año que el Hokage no la veía, era tan preciosa como el ultimo momento en que la vio.

-Cuanto tiempo… Sakura-chan – Dijo Naruto, que intentaba mantener la compostura, un poco más y tal vez hubiese empezado a hablar de lo que sentia por ella.

-Es un placer verlo de nuevo, señor Hokage – Dijo ella con una sonrisa calida, madura y sincera, parecía contenta de verlo.

Ella fue con iniciativa y abrazó firmemente durante unos instantes a Naruto, podía ser golpeado mil veces por Kaguya Ootsutsuki y no sentiría nada, la felicidad que experimentaba no tenia medida, incluso tuvo que contenerse durante los instantes del abrazo, para no delatar unas lagrimas de felicidad.

-¡¿Cómo estás muchacho tonto?! – Preguntó ella mientras con su fuerza abrumadora casi lo cargaba, aquella seria una imagen curiosa para cualquier aldeano que pasara, pero solo ninjas de cierto grado tenían permiso para entrar en aquel lugar.

-No puedo quejarme… -- Dijo con todas las ganas del mundo de contarle lo que le sucedía y que ella era el eje de todo.

Naruto se unió al abrazo y así se quedaron por un tiempo, hasta que ambos se separaron y se miraron fijamente.
-Hace un bastante tiempo que no nos vemos, es increíble, ¿No? – Preguntó la pelirosa, mientras sonreía – Después de todo, hemos pasado cosas increíbles juntos.

-Si, es increíble que no nos hayamos visto todo este tiempo – Se percató de que la mujer había escuchado todo lo que había dicho antes – Sakura-chan, tu… Escuchaste lo de…

-Muy poco – Negó con la mano y se disculpó – Pero supongo que debió haber sido algo muy fuerte para que perdieras la sonrisa.

El rubio pensó las cosas un momento, aquello era algo que solo alguien que lo conociera muy bien podía decir.

-Últimamente hay cosas que ni yo puedo soportar – Dijo en un tono bajo y un tanto triste, aquello sorprendió un poco a la pelirosa que lo miró fijamente.

-Vaya… ¿Qué tal si vamos al parque y me lo cuentas? – Le propuso ella, el chico la miró y por alguna razón que no fue pensada, asintió, sin darse cuenta ya iban saliendo del cementerio.

Todo parecía algo de fantasía, el día anterior había tenido esa conversación tan profunda con Gaara y al día siguiente se encontraba con la persona en la que se centraba todo. Cuando llegaron al parque, Naruto dejó escapar una expresión de sorpresa, pues era el parque donde ambos habían tenido su “primera cita” luego de haber llegado tras dos años de entrenamiento con Jiraiya.

-Este lugar… Me trae recuerdos – Dijo el entre alegre y sorprendido, nunca se imaginaria que el destino los traería a los dos al mismo lugar, era un nuevo comienzo, una nueva oportunidad desde aquel momento.

-Si, a mi tambien – Dijo ella, mientras con una sonrisa le decia que se sentaran en los columpios.

Así lo hicieron, aunque Naruto se veía un poco chistoso sentado en el columpio, con la mitad de la capa colgando y se dio cuenta de que era muy corta la distancia entre el y el piso, tuvo que echar sus piernas un poco para atrás para no quedar en una posición extraña. Sakura empezó a reír al verlo de esa manera.

-Sakura-chan…-- Se quejó y sin darse cuenta, infló los mofletes, lo que provocó una carcajada en la mujer.

-¡Nunca cambias, Naruto! – Decía entre risas.

-¡Aww! – Bufó Naruto, que luego comenzó a reír también por la situación.

-Vaya, extrañaba estos momentos, deberíamos reunirnos más seguido, ¿No crees? – Preguntó Sakura.

-Si… Ojala nos viéramos más seguido – Dijo él, con cierta nostalgia en su voz, cosa que no pasó desapercibida para la pelirosa.

-¿Qué te pasa? Te ves desanimado de repente…-- Dijo ella, mientras lo miraba mejor.

-Últimamente en mi vida las cosas no marchan como me gustaría – El rubio suspiró – Mi hijo, esto de ser Hokage, la vida que llevaba y la que llevo ahora… Todo es tan difícil…

-Debe serlo, muchos no podrían aguantar la carga que tu llevas… ¡Prácticamente el mundo shinobi se mantiene por ti! – Dijo ella, mientras golpeaba el hombro del séptimo.

El chico se quedó callado, pensaba en aquellos años de juventud junto al equipo 7, junto a la pelirosa, el maestro Kakashi y el tiempo que pasaron junto a Sasuke. En aquel tiempo todavía existía una rivalidad entre ambos, principalmente por el amor que Naruto sentía hacia Sakura que el Uchiha eclipsaba con su presencia.

-Mi hijo… Bolt, creo que es el primer afectado – Dijo mientras exhalaba – No tengo tiempo para él y el poco que tengo, me la paso regañándole, es como si yo fuera un hombre que le da ordenes y nunca está para compartir los buenos momentos.

-No eres un mal padre, Naruto – Dijo ella firmemente – Eres una gran persona, un buen hombre y apuesto que un estupendo padre.

Ella cruzo el brazo sobre su hombro, ambos terminaron sonriendo tímidamente, como si aquellos momentos cuando algo pasaba a uno de los dos y se apoyaban mutuamente, esos momentos de juventud que tanto anhelaban revivir.

-Vaya que estos momentos son los mejores – Dijo Naruto para si, mientras suspiraba – Ojala un día de estos pudiera traer a Bolt a este parque.

La pelirosada se levantó del columpio con una sonrisa que le cubría toda la cara, junto las dos manos y las puso al lado de su mejilla en plan maternal, Naruto pensó en que si pudiera tomar una foto de aquel día, esa expresión de Sakura seria perfecta para retratar.

-¡Me diste una idea! – Dijo alegre, mientras recogía su bolso -- ¿Qué te parece una cita de juegos?

-¿Cita de juegos? – Preguntó Naruto con cara de confusión – Sakura-chan, ¿No estamos un poquito viejos para eso?

Sakura le dio un coscorrón a Naruto y por un momento entre el dolor de recibir un golpe de semejante bestia, se sintió feliz, creía que nunca volvería a ser golpeado por ese puño.

-Tonto… ¡Me refería a los niños! – Gritó con un poco de impaciencia, pero terminó por reír al ver la expresión de dolor de Naruto – ¡Vaya que extrañaba eso!

-Aunque suene raro… Yo tambien – Confesó Naruto.

Luego de eso, ambos quedaron en silencio, hubo un breve enrojecimiento en la cara de la kunoichi, pero lo supo disimular enderezando su bolso.

-Escucha, tengo una hija, ¿Sabes? – Dijo ella, mientras se arreglaba el cabello un poco nerviosa.

-Sarada, ¿No? – Preguntó Naruto, un tanto avergonzado.

-Si, ella creo que tiene la misma edad que Bolt – Empezó a decir ahora un poco más calmada – Podemos traerlos aquí mañana que es sábado a que jueguen.

Naruto empezó a hacerse cuenta del itinerario que debía ocuparlo el día siguiente, entre todo estaba una reunión del comité de defensa de la aldea y de las nuevas implementaciones que utilizarían para el sistema de transporte territorial, de todo aquello Naruto pensó, que podía ocuparse Shikamaru como su consejero. Aquella parecía una oportunidad perfecta para él, pues tendría un día libre el cual compartir con su hijo y acercarse más a la pelirosada.

-¡Suena fantástico! – Dijo Naruto – Mañana mismo tengo el día libre y se supone que Bolt queda bajo mi cuidado hoy.

-¡Muy bien! Entonces nos vemos aquí mañana – Dijo Sakura, mientras se arreglaba el pelo, pues la horquetilla no estaba perfectamente colocada -- ¿A las 9:00 am?

-Dalo por hecho ¡De veras! – Gritó feliz, Sakura no podía para de reír con las expresiones del séptimo Hokage, que ahora parecía el adolescente de 12 años con el que iba a misiones y se emocionaba por lo más mínimo.

-Bien, pues… Me tengo que ir – En ese momento, Naruto sintió que su cuerpo se ponía frío – Tengo que hacer algunas compras e ir a recoger a Sarada a la academia.

-Entiendo…-- Dijo un tanto triste, la pelirosa se acercó a el y se inclinó, él solamente se quedó callado mientras sentía que su cuerpo iba perdiendo el frío con la calidez de Sakura, de pronto, un beso corto golpeó con suavidad su mejilla.

-Bueno, nos vemos – Dijo mientras se alejaba corriendo – ¡Hasta mañana, Naruto!

Tras el corto beso, se quedó sentado ahí, dándose cuenta de lo que había sucedido y se sintió el hombre más feliz del mundo por un momento, cuando reaccionó se levantó del columpio y gritó.

-¡Nos vemos mañana, Sakura-chan! – Con todo el aire que había en sus pulmones, con toda la fuerza que sus cuerdas vocales le permitían, la mujer de cabello rosado solamente pudo sonreír ante lo que había hecho.

Naruto lo sabia, el destino le estaba marcando un camino a seguir y no iba a desperdiciar la oportunidad que ahora le estaban dando, las palabras de Gaara resonaban en su cabeza, sabia que eran verdad, que Sakura Haruno era la única que lo podía hacer feliz en todos los sentidos y esta vez tendría el valor para decírselo.

-Nos vemos mañana… Sakura-chan – Dijo para si mismo mientras tocaba su mejilla.


Bueno, eso fue el primer capitulo oficial, espero que les haya gustado y no olviden dejar sus sinceras opiniones sobre el fic. Tengo que avisar que pronto empezaré los exámenes de mi facultad la semana que viene así que tal vez las contis no sean tan frecuentes, pero prometo que siempre tendrán una, por lo menos cada dos días. Hasta luego, ¡Saludos!

gran capitulo me gusto mucho espero con ansias el proximo avances

me encanto, continua.

De todas las versiones que se pueden hacer al final que se dio en el manga, con orgullo puedo decir que no hay mejor no halla leído hasta ahora que la tuya -sin duda- el realismo y las situaciones acopladas de ésta ¡theos! ¡es perfecta!


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-Ignora lo de "sister"-
La verdad que esta imagen me había imaginado una posible -hum, ¿cómo llamarlo?- ¿teoría -bueno, pongamoslo así- que paso para el "dichoso" desenlace.
Pero el hecho de Salada, digo, Sarada -nah, sólo bromeo, no tengo nada contra la pequeña- no sea hija de Sakura, me es muy convincente -además de la justificación que le das a la "unión" entre ella y Sasuke que ahora si lo pusieron de emo.
Bueno, la verdad es que desde hoy no te deshaces de mí y me tienes aquí cada vez que postees.
¡Saludos!

Ya quiero ver lo que pasara con Bolt y Sarada, espero la conti
¡Saludos!

Interesante Cap.... Sin duda parece q Sakura tiene un "Gran Cariño" x el Rubio Hokage, pero como se desarrollara esta "Cita de Juegos" tanto para Bult/Sarada como para el Naru/Saku.

Espero ansioso la Conti; Suerte y Ja-Ne.

Este es el Naruto que yo tanto quise, me encanto enserio eres genial escribiendo y como narras todo y escribes, nos das la esencia del personaje de esos 698 mangas que todos quisimos, espero con ansias el siguiente capitulo
Ay y me hiciste llorar de felicidad.

Bueno, después de creo que dos días sin postear, me agrada volver a escribir para ustedes la segunda parte de este fic que he creado a partir del “final” del manga de Naruto. Sin decir nada más, aquí la conti.

Capitulo 2: Un dia en el parque

Después de su reunión con Sakura, Naruto caminaba hacia la academia ninja como todos los viernes cuando le llegaba su turno de quedarse con Bolt, pues no podía cuidar bien de Himawari que era más pequeña y necesitaba de los cuidados de su madre.

-Bien, tengo que conseguir hablar con Bolt – Decía para si mismo, pues necesitaba darse ánimos si quería lograr que su hijo lo acompañase al día siguiente al parque.

Entró en el viejo edificio de la academia ninja, aquel lugar definitivamente no cambiaba, parecía ayer el día en que Naruto Uzumaki no era más que el perdedor niño monstruo al que los demás estaban prohibidos acercarse. En ese lugar conoció a quien fue un padre para él, Iruka.

-Debería pasar por la oficina del director de la academia a saludar a Iruka-sensei – Pensó, pero luego recordó que el devoto maestro estaría dando una conferencia en Iwagakure sobre la educación ninja y las técnicas para mejorar la experiencia del estudiante.

Últimamente Naruto notaba que no solo él, sino todos estaban cada vez más ocupados, todos tenían problemas como la pobre Tenten que había montado una tienda de armamento ninja en tiempos de paz o el buen Sai, que tenia que lidiar con los berrinches de Ino.

-Debe ser este…-- Pensó Naruto viendo el salón 203 de la academia, al cual nunca había entrado pues nunca había visto clases ahí, tampoco había entrado nunca a buscar a su hijo directamente, sino que esperaba afuera como otros padres.

Tocó la puerta y notó que un zumbido se producía, lentamente la puerta se empezó a abrir, dejando ver una pila de insectos formados como si fueran una mano gigante abriéndola. Esto no sorprendió al rubio, pues sabia de antemano que el profesor de su hijo era el misterioso Shino Aburame.

-Vaya, tenemos una visita interesante…-- Escuchó al profesor de la unidad decir al verlo entrar.

En el momento en que cruzó la puerta, algunos niños se levantaron de sus asientos, otros simplemente ovacionaron, las pequeñas se quedaron con la boca abierta, pero tan solo un niño rubio abrió los ojos como platos.

-Buenos días, Naruto-kun – Dijo Shino poniendo el libro del cual estaba leyendo sobre la mesa.

-Buenos días, Shino – Dijo casi con desinterés, algo que mosqueó un poco al Aburame.

-¿Se puede saber el motivo de tu visita? – Preguntó todavía con una expresión de molestia que se detectaba a través de sus abrigos.

-Bueno, vengo a buscar a mi hijo, Bolt – Contestó mientras se rascaba la oreja.

-Ya veo, bueno, en vista de las circunstancias… Creo que te puedes llevar a Bolt-kun – Dijo el ahora maestro

-Gracias, Shino – Dijo sin expresión alguna, había ciertos roces con los compañeros de Hinata después de haberse divorciado de ella, con quien más se notó esto fue con Kiba, que fue a quejarse directamente a su oficina y le ofreció pelear.

-¡¿Se puede saber que diablos haces aquí?! – Gritó un pequeño y rubio niño.

-Vengo a buscarte, Bolt – Contestó el padre mientras suspiraba.

-¡Estoy en clases! – Gritó, mientras veía al profesor, este suspiró también y empezó a guardar sus insectos dentro de su cuerpo.

-Creo que es todo por hoy clase, mañana retomaremos el tema – Dijo Shino, al ver que la mayoría de los niños seguían embelesados viendo a Naruto.

-¡Pero sensei…! – Decía Bolt, que se veía sin escapatoria.

Así, finalmente terminó la clase y todos los alumnos eventualmente se fueron con sus padres que les esperaban afuera, algunos de ellos todavía seguían comentando sobre la visita del Hokage al salón de clases y otros como cualquier niño, habían puesto su atención en alguna nimiedad.

-¿Qué tal van las cosas, hijo? – Preguntó Naruto, mientras sonreía y agitaba el pelo de su hijo.

-¿A ti que te importa? – Preguntaba este, mientras recibía un coscorrón del rubio

-¡No hables así! – Ordenó Naruto.

-¡¿Qué te traes entre manos?! ¡Nunca me vienes a buscar! – Gritó el niño señalándole.

-Solo quiero pasar un poco de tiempo contigo Bolt – Contestó Naruto mientras se agachaba y lo miraba a los ojos.

El niño se quedó callado y siguió caminando delante de su padre, Naruto de vez en cuando suspiraba y se preguntaba porque su hijo había llegado prematuramente a la adolescencia, pues la actitud que tomaba no era típica de un niño., En cierto punto, Naruto vio a un vendedor de helados y ofreció comprarle uno a Bolt, ahí fue donde el pequeño rubio accedió a algún ofrecimiento.

-¡Que bueno! ¿No? – Comentaba Naruto que comía un helado con dos paletas.

-Si, bueno…-- Decía el pequeño un poco sonrojado, estaban sentados en una banca y sus pies no llegaban al piso. Si algún compañero pasaba por ahí, su reputación se iba al piso – Papá…

Aquella palabra hizo alegrar a Naruto, porque muy poco el niño la usaba, se dirigía a el como “señor Hokage” o “séptimo” de manera irónica, solo lo llamaba de esa manera cuando bajaba su guardia.

-Dime hijo...—Sonrió y el niño frunció un poco el ceño.

-¿Por qué haces esto? – Preguntó el padre.

-Bueno, hijo, últimamente he sentido que nos distanciamos más y más…-- Empezaba a decir mientras comía el helado – No quiero que pasen los años y haya perdido la oportunidad de disfrutar con lo que más quiero…

En ese momento el helado de Bolt cayó al piso, que era un cono, lo miró fijamente pero sin comentar nada, luego miró a su padre.

-¿Lo que más quieres? ¿Tu titulo? – Preguntó curioso.

-No…-- Cortó el helado que tenia en dos y le dio un lado de la paleta a Bolt – Lo que más quiero en este mundo eres tu, hijo.

El niño se sonrojó un poco y comenzó a comerse el helado, Naruto entonces le miró fijamente y sonrió, revolvió un poco el cabello del pequeño y comenzó a hablar con él.

-Mañana te llevaré al parque – Le dio una mordida a su paleta y el niño con los ojos brillosos como una bola de cristal lo miró.

-¿Estas de broma? – Preguntó

-No, iremos al parque que está al lado del cementerio de Konoha, un lugar muy bonito donde yo solía pasar mi niñez – Dijo Naruto contento de que le niño se sintiera emocionado.

-¿Tu niñez? Debe de ser un parque viejisimo…-- Naruto puso los ojos como platos.

-¡Hey!,!Te hablo de hace 20 años, no un siglo! – Dijo indignado.

-Bueno, un quinto de siglo…-- Dijo el pequeño sonriendo por la cara que habia puesto el padre.
En ese momento Naruto por fin podía sentir que algo en su vida se había movido de su lugar y por lo menos estaba mejor ubicado.

-¿Qué me dices? ¿Vienes? – Preguntó el séptimo Hokage.

-Pues ya que insistes…-- Decía mientras sus ojos empezaban a brillar cada vez más.

-¡Ese es mi hijo! – Gritó el rubio levantándose del la banca, el niño tuvo que disimular para reír un poco.

Luego de eso, ambos terminaron sus helados y se fueron a casa del rubio, había mejorado su vivienda desde que se había casado y tenido hijos, ahora era un lugar digno de vivir y tenia ciertas comodidades que le permitían criar a un revoltoso Bolt sin muchos problemas. Luego de preparar dos tazones de la comida favorita de padre e hijo, ambos se fueron a dormir, esperando con ansias al día siguiente.

-¡Vamos Bolt! – Decia el padre mientas se acomodaba los guantes.

-¡Espera! ¡Mi bufanda se desacomoda rápido! – Chillaba el niño.

Se la acomodó y finalmente la puso dentro del sweater que llevaba, tenia un rayo en el centro y en las mangas el símbolo del clan Uzumaki. El padre llevaba una gabardina negra y unos pantalones del mismo color, debajo de esto, un sweater naranja con el mismo símbolo que el hijo en el centro.

-¡Llegamos! – Le dijo Naruto al pequeño, este solo podía sonreír al entrar en el parque.

-¡Si! ¡Columpios! – Gritó el niño, mientras corría hacia ellos, se percató de que había una pequeña niña de cabello negro sentada en uno y se detuvo en seco.

A lo lejos estaba lo que Naruto buscaba con la vista desde hace rato, Sakura Haruno, sentada en una banca cerca del columpio donde estaba la niña, se veía aun más hermosa que en su anterior reunión, Naruto se acercó tímidamente, pero se dio cuenta de que su hijo se había quedado estático.

-¿Bolt? – Llamó, pero el niño se quedó impávido -- ¿Qué te sucede?

-Esa niña…-- La cara del pequeño rubio estaba roja, Naruto podia recordar esa expresión, pues era la misma que el solía tener cada vez que se encontraba con una joven pelirosada.

El padre sonrió y le hizo una seña a su hijo para que se acercara a él, el niño miró otra vez a la pequeña de cabello negro y asintió, Naruto puso una mano sobre el hombro de Bolt y comenzó a hablar.

-Mira, se lo que sucede…-- Dijo un poco sonrojado también – Es algo normal, son niños y relacionarse puede ser difícil.
-Es que… Esa niña… -- El chico apretó fuertemente los puños y le gritó al padre -- ¡No oigas nada de lo que te diga!

Naruto quedó confundido y sorprendido, Bolt se mostraba ahora apenado, trataba de evitar la mirada de la niña que permanecía en el columpio, con un rostro expectante pero sereno, si Naruto fuese a tener que adivinar entre un monto de niños, diría sin dudas que era hija de Sasuke Uchiha.

-¿Qué te sucede Bolt? – Preguntó Naruto – Puedes contarme lo que sea, soy tu padre y estoy para ti.

El niño dudó unos cuantos segundos, miró al suelo e infló sus cachetes, de manera que parecía estar haciendo un puchero, pero sin levantar la mirada comenzó a susurrar algunas cosas.

-Me venció… En un duelo…-- Dijo de manera tan baja y tan rápida que para cualquiera hubiese sido difícil escuchar.

Naruto se quedó callado unos cuantos segundos, parpadeó un par de veces y luego suspiró.

-¿Te venció en un duelo? – Preguntó el rubio Hokage.

-Si… -- Contestó el niño, aun avergonzado – En la ceremonia del aniversario de la Cuarta Guerra.

Aquella ceremonia había sido creada en honor a la batalla que habían librado Sasuke y Naruto, era más algo que simbolizaba la amistad y el espíritu de lucha justa, pero los niños lo tomaban enserio pues se trataba de algo que llevaba cierto honor consigo.

-¿Eso es todo? Hijo, no tienes que preocuparte por eso, todavía eres joven y la academia recién empieza para ti – Dijo el padre sonriendo – Antes había una ceremonia parecida en la academia cuando yo era niño.

-¿Si? – Preguntó el niño, mientras se rascaba su cabeza, un poco más relajado.

-Por supuesto, como tu, también perdí – Contestó el padre, el niño se quedó asombrado.

-¿Con quien? – Preguntó sin poder creerlo todavía.

-Con mi mejor amigo…-- Respondió y agitó los cabellos de su hijo, que miraba a su padre sonriente – Algún día te harás más fuerte.

Luego de esto, padre e hijo caminaron hacia donde se encontraban madre e hija, ambas se levantaron ante la llegada de ellos, Sakura llevaba un abrigo marrón y una camiseta fucsia bajo este, también llevaba una falda rosa pálido y unas botas.

-Hola – Dijo ella, ruborizándose un poco -- ¿Cómo estás Naruto?

-Mejor que nunca, Sakura-chan – Dijo el rubio, luego de esto su rostro comenzó a tornarse un poco rojizo -- ¿Y tu?

-Bien, gracias – Dijo ella, acomodando el mechón de su cabello que se escapaba de la horquetilla, a Naruto ese gesto le pareció algo hermoso.

Los niños estaban parados justo al lado de cada uno de sus padres, la niña se sujetaba de la mano de Sakura y Bolt se aferraba al abrigo de su padre fuertemente mientras inflaba sus cachetes.

-E-este es mi hijo, Bolt – Dijo Naruto, estirando el brazo, dejando ver un poco más al pequeño rubio.

-Hola, Botl-kun, ¿Cómo estás? – Preguntó Sakura.

-Bien, gracias señora – Dijo inclinando un poco la cabeza en señal de respeto.

-Vaya, eres muy educado Bolt-kun, Hinata-san te ha criado muy bien – Dijo Sakura juntando las palmas de sus manos junto a su mejilla.

-Ejem…-- Carraspeó Naruto un poco indignado, la pelirosa sonrió, en ese momento sintió un jalón de Bolt a su abrigo.

-Hey, papá… Esa señora es muy linda – Susurró de manera que solo su padre lo escuchó.

-Lo sé hijo, lo sé – Dijo felizmente.

-Bueno, esta es mi hija, Sarada – Dijo mientras señalaba a la pequeña al lado suyo, la niña en cambio parecía inexpresiva.

-Se parece mucho a Sasuke – Dijo Naruto con algo de nostalgia.

-Si, después de todo es su hija…-- Dijo Sakura algo triste, Naruto notó esto y se sintió un poco mal, porque sabía que no era hija de la pelirosa y esto le pesaba.

Naruto presentó a Sakura a su hijo y ella hizo lo mismo con él, ambos parecian más felices que los niños del momento, pero no significaba que los niños no disfrutaran, pues cuando Bolt sonreía Sarada se sonrojaba un poco y cuando ella lo miraba fijamente, el se ponía nervioso.

-Hey niños, ¿que tal si van a jugar un rato en la resbaladilla? – Instó Naruto mientras guiñaba el ojo de Bolt y con la cabeza señalaba a la pequeña, el niño se sonrojó un poco pero lentamente fue caminando hacia donde estaba Sarada.

-Emn… Sarada-chan…-- Empezaba a decir un poco nervioso mientras juntaba los dedos índices -- ¿Quieres jugar en la resbaladilla conmigo?

La niña miró a su madre y esta asintió, se sonrojó un poco pero hizo la misma mueca que su madre, fue entonces cuando Bolt demostró coraje y tomó su mano, la niña se ruborizó y los dos padres se quedaron callados al ver las reacciones de sus hijos, luego de esto, Bolt jaló a Sarada a donde quería que jugaran y la niña fue corriendo detrás de el.

-Vaya… Supongo que Bolt-kun heredó de su padre esa iniciativa – Dijo la pelirosa una vez sentada de nuevo en la banca.

-Si, supongo que tiene coraje – Acertó Naruto un poco asombrado de cómo su hijo llevaba las situaciones.

-Sabes, eso fue algo que siempre admiré de ti, esa capacidad tuya para imponerte en lugares donde muchos no se atreverían a destacar – Dijo la mujer mientras volvía a acomodar su cabello.

-Simple estupidez, creo – Repuso el mientras jugaba con la bufanda de Bolt, que se la había entregado poco antes de irse a jugar.

-No, yo creo que era tu valentía lo que sacaba al grupo adelante, tu y Sasuke siempre fueron fuertes -- Volvió a decir mientras rebuscaba en su bolso.

-¿Tu crees? – Preguntó un poco dubitativo – Se que Sasuke fue siempre fuerte, pero… Yo no estaría tan seguro de mi.

-No, aunque a veces parecieras asustado, siempre te las arreglabas para hablar y convencer a los demás de seguir adelante – Respondió ella sacando una pequeña bolsa de papel.

-Sakura-chan… -- Empezó a decir Naruto un poco más tranquilo – ¿Recuerdas la ultima vez que hablamos? Te dije que algo no estaba bien en mi vida…

-Si, lo de Bolt-kun, pero mírate, estás haciendo lo posible por solucionarlo – Dijo ella sonriente.

-No es solo eso… Yo, he estado pensando – Dijo Naruto, mientras su rostro se empezaba a tornar rojo – Y hay algo más que falta en mi vida…

-¿Qué es… Naruto? – Preguntó la pelirosa sonrojada.

-Es…-- En ese momento, de la nada salieron dos sombras que llegaron hasta el séptimo hokage, por un momento se preguntó si eran enemigos, pero se trataba de Konohamaru y Moegi.

-¡Naruto-niichan! – Gritó Konohamaru -- ¡Es una emergencia!

-¿Konohamaru? ¿Qué haces…? – El jounin lo levantó de un jalón de la banca.

-¡Es Udon! ¡Ha tenido una pelea con el representante de Iwagakure! – Gritó Konohamaru mientras señalaba la torre Hokage a lo lejos.

-¡No! ¡Estamos en negociaciones con ellos para las nuevas leyes de traslado ninja! – Gritó Naruto un poco asustado.

De aquella reunión no dependía nada importante, pero si era cierto que los roces entre las aldeas era algo fuerte, pues no todos los ninjas se habian ido felices a sus aldeas y olvidado todo el rencor entre las naciones, una pelea entre los representantes de las aldeas podría causar inestabilidad entre los países ninja.

-¡Debemos ir a la reunión! ¡Solo usted puede calmar la situación! – Chilló Moegi nerviosa.

Naruto miró a su hijo a lo lejos, este lo estaba observando, por un segundo dudó, pero sabia cual era su deber, el niño miró al suelo decepcionado al saber de antemano de lo que se trataba, pues su padre lo había dejado embarcado en más de una situación.

-¡Bolt! ¡Te juro que te compensaré hijo! – Gritó mientras empezaba a correr junto a Konohamaru y Moegi -- ¡Sakura-chan, por favor, lleva a Bolt a casa de Hinata!

La pelirosa aun sonrojada asintió con la cabeza, el pequeño rubio seguía mirando al piso y Sarada ponía una mano sobre su hombro, Naruto sentía de todo en ese momento, impotencia, rabia y amargura, en cuestión de segundos el día había pasado de ser magnifico a un total fracaso, atrás dejaba una confesión a medias otra vez, a su hijo solo otra vez y otra vez eso en su vida que se había recompuesto un poco volvía a su lugar.

CONTINUARA…

Bueno, espero que les haya gustado el capitulo, no olviden postear con sus opiniones y criticas sobre el fic, lamento no haber posteado antes pero fue por cuestiones de tiempo en las que me encontraba estudiando para mis exámenes parciales.

Muy bueno muy interesante esperomla continuación

Acabo de leer toda tu historia y solo puedo decirte que está quedando perfecta:) es curioso como todo encaja a la perfección con el final del manga, ojalá nos des muchos capítulos más de esta historia porque me enganche mucho con la trama:D
Sigue así!
Espero conti pronto!
saludos

Me encanta tu fic..

Creo que has sacado lo mejor del 700 y has planteado situaciones bastante razonables... Me parece muy creativa tu narración, incluso me sacaste algunas sonrisas.

Gracias.

Espero la conti

¡Saludos!

espero la continuación esta increible