Tú eres yo, y yo soy tú. (+16)(13/07/14)(Epilogo.)

Día dos (Juntos).


Sus labios eran suaves ¡Oh Dios, muy suaves!, Sakura jamás los había probado, ni tampoco tenía con qué comparar, y de alguna manera, no le importaba, sabían que sus labios eran demasiados suaves y carnosos, y cuando la besaba, como ahora mismo, sentía un  millón de sensaciones, como un cosquilleo recorriéndola por las venas… Su cuerpo se estremecía por el delicado tacto de su boca contra su suya.

Naruto ya se había comido en panquesito de chocolate, fue lo primero que hizo en unas cuantas mordidas, y después, se dirigió a Sakura. Su intención era un abrazo, aun no podía creer que ella estaba allí, en su cama, ahora… dejándose tocar, acaricias, abrazar, besar por él sin ninguna restricción. Como un sueño de hadas. Como lo anhelado y llegado. Era fantástico. Naruto se sentía demasiado emocionado como para detener su cuerpo: Su cuerpo abrazador y orgulloso por demostrar cuando la extrañaba. Y cuando la amaba.

Y ahora estaban allí, acostados en la cama de Naruto. La puestas y ventanas bien cerradas, y pequeños rayos de luz atravesando la tela como un resplandor suave. Naruto tenía rodeada a Sakura entre sus brazos aun lado, su mano en su mejilla y la otra en su cadera bajo su peso contra la cama. La miró por un momento, sólo unos segundos asegurándose de poder hacerlo y finalmente, la besó… Y aquel beso comenzó como algo suave y dulce, cariñoso lleno de recuerdos y alegría. Bastó un segundo para convertirlo en algo más pasional, más fuerte y lujurioso.

--Creo que… --Susurró Naruto, despegando su cuerpo de ella--. Creo que debemos…

--Sigue--Aseguró tomando bocanadas grandes de aire--. ¿No lo quieres?

--P-Pero… --Naruto sonrió--. ¿Seguro? Bueno, podría ser muy pronto y si te sientes…

--Naruto, tocaste mi cuerpo en la ducha--Sakura sonrió--. Digamos que… Toqué el tuyo… ¿Cuál es el problema?

Una sonrisa fue la respuesta de Naruto, y entonces, regresó a besarla contra la cama, fuerte y pasional. Una mano bajo de la mejilla de ella, a su espalda, presionando su cuerpo contra el suyo y la otra entró lentamente bajo su camisa roja. Sakura abrió sus piernas, acomodando su cuerpo bajo el de él, entrelazándola y sus caderas quedaron firmes a las de él. Pronto, los labios de Naruto pasaron a su cuello, lamiendo y succionando la piel cálida bajo la mandíbula. Sakura entre abrió su boca y cerró los ojos… Era una sensación extraña, Sakura podía sentir como el cosquilleo subía y se posaba en donde los labios de Naruto besaban, como la humedad estremecía su cuerpo y la hacía querer suspirar incontable de veces. Su cuerpo vibró en una sacudida de placer, ligera y un tanto ardiente. Inconscientemente sus caderas se movieron atrás para al frente tratando de rosar y satisfacer la pulsante zona entre sus piernas. Aquella húmeda y suplicante zona, pidiendo caricias… ¡Oh dulces caricias!

--N-Naruto… --Gimió ella, cuando sintió que el viento acariciaba su cuello húmedo. Los labios de Naruto bajaron al cierre de su blusa, y con una mano, quitó aquella blusa roja, dejando sus pechos cubierto por la fina tela del sostén rosada.

--Bonito, pero me gusta más el rojo--Susurró Naruto. Su cuerpo se levantó para que los brazos de Sakura sacaran su camisa, y su cuerpo desnudo, su torso musculoso fuera golpeado por el frio de la habitación. Él sonrió mirándola bajo su cuerpo, sus mejillas sonrojadas, sus ojos cristalinos y fijos en él, su frágil cuerpo, delgado y casi cubierto por todo él.

Y entonces, le quitó el sostén.

Ella sintió el frio rosar su pezón, pero rápidamente aquello fue cubierto por la humedad de una boca. ¡Oh Naruto!, quiso decir Sakura en voz quebrada. Su lengua jugó con sus pechos, sintió la humedad y la punta acariciar el pezón ya duro, rosado y palpitante. Como su corazón acelerado, como sus suspiros y su mente alusiva.  Sakura se aferró a su rosto, acarició su pecho y mientras el lamia sus pechos ella jugaba con su cabello y se estremecía bajo su cuerpo varonil. Sus caderas comenzaron a moverse más rápido, y cuando sintió que la cadera de Naruto la envestía bajo sus ropas, Sakura no pudo evitar soltar un gemido y morder su labio… Aquello la hizo pensar en millones de cosas, pero nada coherente realmente.

Por otro lado, Naruto disfrutaba de la calidez de su piel. Suave  y escucharla, suplicando y gimiente, sentía que se animaba más por probar más su cuerpo.  Rápidamente, Sakura lo jaló de sus pecho a su boca, Naruto correspondió abandonando sus pezones duros, los cuales rosaron su pecho varonil, y los cubrieron con ternuras, como si no quisiera que nadie los viera. Y es que realmente, Naruto no quería que nadie viera ese cuerpo, que ahora, era suyo. Y sólo suyo. Ella desabrochó sus pantalones y se los quitó de un jalón, mientras él le quitaba la licra negra, y mientras estaban sentado en la cama, se volvieron a besar pegando sus cuerpos, pero ahora, Sakura había quedado arriba. Y eso lo complació.

Ella lo miró, sus cabello caían por su espalda desnuda y su pecho desnudo--Aquellos pequeños que colgaron ligeramente--. Naruto se sentó y comenzó a darle besitos en el hombro, y bajó y bajó. Y se detuvo una vez más en sus pechos.

Sakura sentía su cuerpo un mundo de emociones, agarrar a Naruto del cabello y revolverlo con locura fue lo que su mente le decía, pues el placer nublaban lo demás. Sólo se limitó a sentir ¡Oh Dios Naruto era muy bueno! Las caderas de Naruto calmaban su humedad entre las piernas, rosándolas complacientes sin emocionarlas tanto, y sus labios, Oh sus labios mordieron sus pezones… Y esa ola de dolor, ardor y placer la enloqueció lo suficiente para empujar el cuerpo de Naruto y montarse en él, y entonces… Con la mirada fija y la sonrisa en sus labios, metió sus manos bajo el bóxer.

Naruto gruñó…

Quería tomarla, destrozarla entre su cuerpo y besarla hasta que doliera… Cuando Sakura tocó con sus manos cálidas su miembro, él perdió la conciencia por la lujuria, el placer y cualquier indicio de "delicado" desapareció por una fiera bestia que quería embestirla… Y besarla, y finalmente, Amarla. Naruto gruñó una vez más, cuando las manos de ella comenzaron a subir y a bajar con gran rapidez, sintió que su vista se nublaba y sus quejidos placentero fueron interrumpidos cuando ella lo beso voraz de placer.   Hambrienta de placer.  Y él, hambriento de placer supo que no aguantaría más si seguía así… Así que, también la haría lo mismo.

Naruto giró su cuerpo y aprisionó a Sakura entre su pecho, y la cama. No la miró, no la dejó mirarlo, hundió la cabeza en su cuello y con un poco más de fuerza la dominó con sus labios. Y su mano… Sus dedos juguetones en su cadera, se dirigieron ala zona entre sus piernas.  Sakura tensó su cuerpo por un segundo, cuando el roce la alertó de lo que venía y luego, comenzó a gemir… Naruto rosó la zona entre sus piernas, y la tela de su panty húmeda lo hizo sentir orgullosos, igual que sus gemidos y su cuerpo retorciéndose bajo el suyo. Comenzó a mover los dedos y Sakura sintió que y ano podía más, se volvería loca, explotaría y haría lo que jamás imaginó hacer, ni siquiera lo imaginaba pero de alguna manera sabía que haría algo… Lo que sea.

Suplicar…

--N-Naruto--Gimió ella cerrando sus ojos--. Por favor… N-Naruto, por favor…

Frotó la mano entre la humedad y el placer.

--¡N-Naruto por favor!--Suplicó casi en un gran gemido--. ¿Me complacerías?

--Siempre, Sakura-chan… Siempre.

Y entonces, Naruto le quitó la ultima prenda.

Y Sakura también le quitó su ultima prenda.

Parecía una fiera, Sakura miró--Era imposible no mirar--. El miembro erecto y se estremeció alejando la mirada para fijarse en los ojos azules de Naruto. Aquellos ojos llenos de ternuras, brillosos y amables que antes la miraban… Ahora no, ahora eran lujuriosos, potentes y posesivos. Ella se estremeció con sólo sus pensamientos de lo que venía. Estaba ansiosa y emocionada, nublada por el placer y la pulsante suplicas que la zona entre sus piernas le enviaba a todo su cuerpo.

Naruto se acomodó entre sus piernas, largas y blancas…Su cuerpo desnudo, fino como los pétalos de una flor, quedó bajo el varonil de él, fuerte sudoroso ligeramente y protector. Y tomando un fuerte bocanada de aire, sonrió. Naruto le sonrió a Sakura con ternura, aunque sus ojos mostraban lujuria y posesión, sus labios no, su bella sonrisa protectora y llena de felicidad, que enamoraba a Sakura. Y sólo eso así todo más bello ¿Qué más podía pedir?, el placer era evidente, y el amor, reconfortante, hermoso y latente, a la vista… Simplemente Sakura sintió que aquello era más que hermoso. Era cómo suerte, encontrar a alguien así, alguien, que a pesar de todo te ame. Y ella lo amé.

--Te amo--Le dijo finalmente Naruto, sin dejarla hablar para besarla. Callarla dulcemente con sus labios.

Y finalmente, la penetró.

Ella se estremeció y le rugió, cuando con un movimiento de cadera entró en ella. Fue fabuloso, fue mágico y entraño, lanzando varias sensaciones para los dos. Miles de emociones nuevas y cosquilleos a sus cuerpos cálidos acurrucados. Pero el cuerpo es exigente, y como siempre, quiere más. El principió fue ligeramente doloroso, como un pinchazo, pero cuando el aumentó la velocidad, no dejó espació al dolor y rápidamente el placer dominó todo. Absolutamente todo. Sakura comenzó a gemir, confundiendo sus gemidos con los gruñidos de Naruto--Tan fieros y salvajes que ella se sintió un pétalo en una tormenta de emociones placenteras--. Y cuando Naruto iba lo suficientemente rápido, ella enloqueció, y sus manos se agarraron a su torso, sus pequeñas uñas rasguñaron su cuerpo rígido y seguro y sus labios palpitaban suavidad. Naruto sujetó sus caderas y la pegó a su cuerpo con fuerza, no para lastimarla, sino para dominar y hacer todo mucho más rápido. Tanto que su voz parecían fuertes gritos de placer, y ella no se avergonzó por que alguien la escuchase. Al diablo… Ella quería descargar todo lo que sentía, su cuerpo y su voz, uno mismo. Uno mismo con él.

Y finalmente sintió que la tensión desapareció, junto con él, en una sensación única y convertida. Finamente, con un beso dulce, ya no lujurioso y una mirada cariñosa, llegaron al orgasmo.

Ahora se sentían cansados, satisfechos en cierta manera. Naruto relajó su cuerpo y dejó caer su cuerpo a su lado, tan pequeño, que lo cubría con sus brazos como una manta protectora de amor. Él la acurrucó en su pecho, entre su cuerpo y la calidez de la cama y besó su hombro, mientras al oído le susurraba alguna palabras que ella apenas entendía, saliendo de su trance de felicidad para entrar a uno más dulce.

--Hay que hacerlo otra vez--Dijo Naruto con una voz tierna--. Y otra vez, y otra vez… ¡Ahora sé por que Jiraiya era tan pervertido!

--No es lindo que menciones a tu maestro pervertido--Musitó ella cerrando sus ojos--. Pero, no me opondré sí lo hacemos muchas veces…Rogaría sí quieres.

Una risita suave escapó de los labios de él, y cuando besó su mejilla, le susurró:

--Te amo, un montón… Y complaceré todo lo que me pidas, Sakura-chan.

--¿Otra vez?

--Otra vez.


Los días ya habían pasado, y aquello parecía como renacer en un cuerpo nuevo, aunque realmente Sakura y Naruto estaban en su mismo cuerpo. Su comunicación era muy única, igual que las mirada, los besos y caricias… Ya bastante que no peleaban, incluso, aquel día Naruto acompañó a Sakura a aquel mismo restaurante vegetariano en el que todo comenzó.

Ella le había explicado: Comer vegetales es muy saludable. Naruto era un ninja fuerte, y como tal tenía enemigos muy fuertes, tenía que alimentarse y sí por lo menos una vez al mes comía cosas verdes, Sakura se sentiría aliviada. Y cuando aquello se comunicó, Naruto atendió su molestias aquel día. Y ahora todo sería diferente. Ahora, se entendían y si no, compartían sus disgustos…Aunque no era tan fácil. Nada es fácil.

--¡Ya te expliqué, ahora come!---Dijo Sakura metiendo un poco de verdura a su boca--. ¿Sí?

--¡Bien, bien!--Dijo Naruto comenzando a comer--. Pero esto amerita un castigo para ti.

--Castígame--Se burló Sakura--. Eres tan poco inspirado…  Adoro tus castigos, Naruto.

--¡Oh vamos!, sé que no te gustó complacerme toda la noche… Odias mis castigos.

--Amo tus castigos. Y tú, odias mis castigos.

--Odio tus castigos.

Ellos soltaron una risita, dulce y cariñosa, risueña entre las mesas y comiendo un poco de verdura. Entonces, la puerta, el timbre de la puerta sonó avisando la llegada de alguien. Naruto dirigió la mirada, como acto automático de curiosidad, y detuvo la mirada cuando vio quién entraba.

La chica vegetariana. Y Tsunade.

Sakura no lo había visto, ella parecía estar más sumida en su plato y su sonrisa, que mirar a otro lugar no era una opción por ahora. Naruto quiso levantarse, preguntarle a Tsunade su identidad--Y seguramente todo lo sucedido era su plan--. Pero cuando intentó levantarse, miró su ahora. Sakura frente a él, dedicándole una sonrisa única, él con ella…¿En verdad quería irse de ese momento?, tal vez la curiosidad era una gran respuesta, pero ahora, sea lo que sea que haya pasado, sea cual sea el truco, el jutsu, la magia, lo que sea… No era tan importante como para levantarse, y perder el tiempo.

Ya pasó, y eso los ayudó. Eso importaba.

Ya luego le preguntaría a Tsunade, y su historia sería como un capitulo del destino. Que locura, un día cambió de cuerpo con el amor de su vida, y en sólo unas horas, un día, prendió a comprender y entenderse.

Eso sin duda sería una buena historia pasa sus hijos.

Una muy divertida.

--¿Sucede algo?--Preguntó Sakura ladeando la cabeza.

--Nada--Contestó él, ignorando a Tsunade, Ignorando a la chica vegetariana--. Solo estoy feliz.


Fin.