Amnesia.. (+16)(20/05/14)(Epilogo)

…

Sakura no sabía que decir, o si quiera, como reaccionar ¿Cómo se supone que debía reaccionar?, era una enferma con amnesia, sobre una camilla en el hospital con ocho años de su vida borrados, y frente a ella, dos… Dos enamorados.

Las palabras dolieron en su mente.

Sintió el agudo pinchazo del dolor, tan profundo y agonizante, igual que la ola de tristeza, Sakura no puedo evitar girar la mirada y ver a un lado de la ventana, mientras Naruto tomaba la mano de Hinata y le susurraba algunas palabras dulces… Suaves y melosas. Hinata soltaba risitas y apretaba su mano. Sakura no los veía, pero podía sentir cada mirada, tan penetrante y dolorosa en ella misma, que tuvo que contener un mar de lágrimas, gruesas y llenas de dolor, para no levantar sospechas, para no verse tan frágil y débil. Tan asustada y lastimada.

--Lo siento, Sakura… --Habló Hinata, llamando la atención de Sakura--. En cuanto me enteré que habías despertado, decidí traerte un poco de fruta  ¿Ya estás mejor?

Sakura la miró… Se trataba de una Hinata muy diferente, más grande y hogareña, con el cabello largo y el vestido primaveral, su sonrisa tan simple y tal vez sincera. Sostenía una canasta pequeña, cubierta por una manta amarilla con flores blancas y rosas.

--¿Sakura?—Agregó Hinata, ladeando la cabeza--. ¿Aun sigues enojada conmigo?, lo siento…-- Hinata rápidamente se giro hacía Naruto y le susurró algo en el oído.

Sakura no pudo escuchar  el susurro, pero no hacía falta, pues leyó sus labios con una ligera mirada… “¿No había perdido la memoria?, parece la misma…” le había dicho Hinata a Naruto. Y por algún motivo, Sakura tuvo un ataque de curiosidad, tan grande que la invadió como un golpe. Vio la expresión de Naruto, al escuchar esas palabras, tensando los músculos de  su rostro… Segundos después, negó con la cabeza y miró a Hinata para darle un beso, fugas, rápido, en los labios.

Sakura trató de no mirar.

--Solo está un poco confundida… ¿Verdad Sakura?—Dijo Naruto, con un tono casual y alegre--. No recuerda los últimos ocho años, y tal vez se siente cansada.

Sakura seguía sin mirarlos, solo se dedicó a ignorar sus palabras, a dejarlas pasar como un sueño, o una pesadilla.

--¡Oh, entiendo!—Hinata sonrió y miró a Sakura--. Bueno, me alegro y espero que te mejores.
--¡Papi, papi!... ¿Y si vamos por un helado? ¿Si mami?

Sakura se mordió su labio inferior, con tanta fuerza, que logró saborear el sabor metálico de la sangre. Aquel niño, su voz, su rostro… Todo él la molestaba mucho, tanto que ni el mismo dolor de sus labios roto podía remplazar el de su corazón. Algo como un agujero, duro como la roca, suprimiendo su garganta y su pecho, escurriendo un líquido que ardía por toda la garganta… Que la hacía querer llorar. Por qué eso quería. Llorar.

Pero no frente a él.

--Lo siento Hayato, no puedo dejar a Sakura… Está enfermita—Escuchó decir a Naruto.
--¿Sakura? ¿Ella?—El niño giró su mirada y vio a Sakura sobre la camilla, mirando a la ventana--. ¿Y porqué debes cuidarla si a ella no le caes bien, papá?
--¡Hayato!—Le regañó Hinata, tan rápido, que no le dio tiempo de hablar más--. Eso no es verdad… además, ella ahora está pasando por algo, realmente difícil…

Sakura giró la cabeza y miró al pequeño… Trató de mirarlo con el gesto más simple, sin expresas su tristeza, o su enojo, después de todo, el pequeño solo era un niño chiquito que no tenía la culpa de nada de lo que pasara. Pero sus palabras, sus palabras eran tan poco creíbles, por un momento Sakura deseo no haberlas escuchado… Pero lo hizo, y supo, que algo no le decían.

Y ella debía saber qué era eso…

--Entonces… --Susurró Sakura, llamando la atención de Naruto y Hinata, con una suave voz--. Entonces… ¿Están casados?, bueno…  no recuerdo nada…

Sakura tomó fuerza, mucha fuerza de voluntad para pronunciar cada palabra, y aunque temía a la respuesta, quería escucharla. Quería estar segura de lo inevitable… Y tal vez, saber un poco más.

Hinata soltó una risita tierna y se sonrojó notablemente… Acto, que de alguna manera, enfureció a Sakura como nunca antes.

--Si—Contestó Naruto, tomando la mano de Hinata--. Desde hace cinco años… ¿No es fantástico, Sakura?, soy Hokage y…
--Si, muy bien—Interrumpió Sakura, para cortar las palabras que ya no quería escuchar.

Naruto hizo un gesto confundido… Como si un recuerdo regresara a su mente y se asombrara de verlo una vez más en ella. Sakura notó esa expresión vaga, pero creíble y algo en el fondo le decía, que eso no era toda la verdad… Claro que no.

--¡Papá, vamos por un helado! ¡Quiero un helado!—Hayato, el nombre del pequeño, jaló el pantalón de su padre--. ¡Mamá, convence a papá!

Hinata soltó una risita y arrulló al bebé entre sus brazos, entonces, se giró hacía Naruto y le besó su mejilla.

--Vamos un ratito, ¿Quieres mi amor?, Hayato quiere un helado… Puede venir en una hora o dos.
--Lo siento, dije que la cuidaría—Susurró Naruto, girando su cuerpo y tomando a Hinata por la cintura--. ¿Podrías?, solo, hasta que recupere su memoria…Sabes lo importante, es que esté aquí… hace tiempo que ya no…

Hinata se separó de Naruto y caminó hacia la puerta.

--Solo son unos minutos… Ella estará bien—Hinata miró a Sakura y le sonrió--. ¿Me lo puedo robar unos minutos?

No, pensó Sakura con rabia… ¿Pero a caso su opinión importaba? ¿Realmente importaba?, Hinata era su esposa… La madre de sus hijos. Y ella solo la enferma de amnesia sobre una camilla. Sakura apretó las sabanas, a pudo de hablar, a punto de decir que no quería… Que se sentía sola y perdida y quería saber toda la verdad. Quería estar con él y que él le dijera lo que pasó. Pero antes de que hablara, Naruto dijo:

--No tienes que robarme, siempre estaré contigo, mi dulce princesa.

Naruto se acercó a ella, como si Sakura no existiera sobre la camilla con amnesia, como si nadie estuviera a su alrededor, y la besó… Sakura vio los labios de Naruto chocar con los de Hinata, vio su mano tomarla y apretarla contra su cuerpo.  Vio, como frente a ella se destrozaban todas y cada una de sus esperanzas.

--Sakura—Agregó Naruto, girando rápidamente para verla--. Regreso en unos minutos… ¿Estarás bien?
--Si…

Y sin decir nada más… Se fueron.

Sakura sintió rabia ¡Demasiada!, se sintió acabada y triste, inundada por la desesperación y la tragedia… Odia, odiaba su vida en esos momentos, odiaba no recordar nada y sentirse tan estúpidamente sola. Se sentía sin nada… Y es que, Naruto lo era todo.

Así de simple… Cuando ella se sentía vacía, quien llenaba cada especio, era él.

¿Y ahora?

Sus ojos se llenaron de lágrimas, tan rápido que en menos de medio segundo ya escurrían por sus blancas mejillas, sus labios temblaban y no pudo evitar soltar un chillido lleno de desesperación y dolor. Lleno de algunas partes de su corazón, destrozados, uno a uno.

Y en cada gota, su amor.

Entonces, la puerta sonó y alguien entró. Sakura secó sus lágrimas tan rápido a cómo puedo con las palmas de sus manos, y alzó la mirada, para ver a la persona deseando que fueran todos, menos Naruto. Cualquiera.

Era Ino.

--Sakura ya vine… ¡Dios! ¿Qué pasó?

Ino la miró durante algunos segundos, con un ramo de flores en la mano, las cuales tiró al suelo y salió corriendo a su lado. Y Sakura, al ver a su amiga, a un lado, tan preocupada por ella, preocupada de verdad, se arrancó a llorar en sus brazos.

A dejar lo que la presionaba en el pecho…

Ino la abrazó, no preguntó, solo la abrazó con mucha fuerza, acurrucando su rostro en su cuello y escuchando los gemidos llenos de dolor de Sakura. Sakura sintió la calidez de su cuerpo y se abrazó al poco cariño que sentía desde que despertó, aferrándose a lo que sucedía.  Aferrándose a tal vez la única persona que la entendería, y le explicara todo.

Así pasaron algunos minutos, Ino había cerrado la puerta y había ordenado cancelar las visitas, después de todo, ella era la subdirectora del hospital, y sin decir algo, calmó a su amiga, acariciando su cabello y acurrucando su frágil cuerpo, suave y triste. Como si en cualquier momento se fuera a romper de tanto llorar. Entonces, cuando la vio más calmada, se separó de ella y la miró.

--¿Qué paso?, creí que habían dicho que…
--¿Que no recordaba nada?—Interrumpió Sakura, bajando la mirada--. Pues no recuerdo nada…

Ino negó y ladeó la cabeza, tratando de entender algo en cada una de las palabras de Sakura.

--¿Te sientes mal por eso? ¿Por no recordar?, supongo que es duro… Pero tranquila, ya recordaras.

Sakura alzó la mirada y le dedicó un gesto triste. Porque no tenía realmente otro gesto que expresar más que ese.

--No es eso… --Logró decir--. Es que… ¡No entiendo nada! ¡No recuerdo! y es tan… y no lo sé… No sé quien soy ahora…
--Eres Sakura Haruno, mi mejor amiga, una de las Kunoichis más fuertes del mundo. No llores querida… Todo estará bien.
--¡No, no! ¡Nada está bien!, y nada… Estará bien ya nunca.

Sakura apretó su puño e instantáneamente, sus ojos se llenaron de lágrimas tan rápido como la primera vez.  Y es que eso no era nada comparado con lo que sentía. Tal vez jamás dejará de llorar. Tal vez.

--Sakura… Es por Naruto ¿Verdad?

Y como si Ino hubiera leído su mente, Sakura la miró, confundida y asombrada… ¿Por qué no solo lo decía? ¿Por qué no solo decía que era por Naruto?, pues esa era la verdad.

Y lo sabía… Sakura sabía que no era el no recordar, realmente, después de todo, si lo pensaba, cuando despertó no se sintió tan mal, no hasta que Hinata entró, no hasta que supo que Naruto estaba casado y con familia.  Tal vez el perder la memoria no sonaba tan mal, perder ocho años de su vida tampoco, no si Naruto estaba allí para cuidarla y contarle todo. Pero no era así, Naruto no estaba. Y eso la ponía muy mal, eso era lo que movía sus sentimientos de un lado a otro… Realmente era Naruto.

--Si… Ino, Naruto está…
--Casado—Dijo Ino bajando la mirada--. Lo sé, y tal vez te afecte porque no lo recuerdas.

Sakura dejó de llorar y miró, confundida, a Ino. Ino lo notó, y rápidamente negó con la cabeza.

--Esto es difícil, lo sé, pero Sakura eso ya no te importaba… No sé por qué lloras…
--¿Q-Que?...

Sakura negó… Confundida… ¿Cómo era que ya no le importaba?, entonces, rápidamente, se puso a pensar. Ella había olvidado ocho años de su vida… ¿Cómo había vivido durante esos ocho años? ¿Cómo era que podía estar sabiendo lo de Naruto y Hinata? ¿Ella lo había aceptado? ¿Ella habría estado de acuerdo? , No lo entendía…. Nada de eso tenía coherencia.

--Sakura… No… Ya entiendo…

Ino hizo un gesto triste, como si se enterara de una mala noticia. O recordara una muy mal noticia.

--Ino…--Susurró Sakura--. Cuéntame todo, cuéntame lo que pasó y por qué pasó…Necesito saberlo.
--¡Oh Sakura!, han pasado muchas cosas… ¿Por dónde quieres empezar?

Sakura susurró:

--¿Por qué parece que Naruto y yo somos desconocido?

Ino encogió su cuerpo, y tomó las manos frías de Sakura. La historia era corta, pero difícil, muy difícil de contar lo vivido. Aun así, tomo un poco de aire y dijo:

--Sakura, es que tú y Naruto no se hablan desde hace ya cuatro años…

Imposible, pensó Sakura, dejando caer su fina boca ante el asombro… Y es que eso en verdad era imposible, podrían pelear, podrían discutir e incluso molestarse con él, pero jamás alejarlo de su vida de esa manera ¿Qué habrá pasado?, por alguna razón Sakura sintió que todo giraba y que era una maldita mentira de mal gusto.  No lo podía creer, una frase tan falsa y latente, sin embargo, el rostro serio y entristecido de Ino le confirmó su temor. Era verdad, ella y Naruto hace ya más de cuatro años que no se hablan.

Ahora todo era más claro para Sakura, ahora entendía esa muralla invisible entre ellos dos, esa mirada de asombro y temor en Naruto. Tal vez tenía miedo de que ella recuperara la memoria y le dijera algo, o volviera a pelear… ¿Habrían peleado? ¿Por eso se dejaron de hablar? ¿O fue algo mucho peor?

Algo que ella tal vez le hizo… Tal vez.

Eso la asustaba.

--No lo puedo creer… --Logró decir Sakura, tras unos segundos de silencio.
--Nadie lo podía creer, hasta que se dejaron de hablar… --Musitó Ino.
--¡No, no, no!—Dijo Sakura, negando con un tono más alto--. Es que no puede ser… ¡¿Qué nos pasó?! Ino, necesito que me lo cuentes todo.

Ino encogió sus hombros y bajo levemente la mirada, preparándose para una larga charla. Y tal vez muchas explicaciones.

--Todo comenzó cuando termino la guerra hace ocho años, estábamos en días de celebración y restauración de todo. Allí Naruto dijo, que te amaba…

Las palabras de Ino eran suaves, pero en cierto modo,  con un toque de temor y temblor en cada silaba. Sakura escuchaba atentamente. Aquel día en el campo de batalla, entre escombros de la guerra se encontraba Naruto, siendo alabado, con una sonrisa de oreja a oreja, tan grande y radiante llena de felicidad. Según Ino, ella estaba a un lado, entre el montón de personas riendo. Perfecto, divertido y con paz… Pero fue justo entre esos días, cuando Naruto decidió que era el momento de decir la verdad, de expulsar ese peso en su pecho. Era momento de decirle a ella que la amaba incondicionalmente…

--No lo vi, tú me lo contaste con el tiempo—Argumentó Ino--. Me dijiste que te lo había dicho y le pediste tiempo para aclarar tus sentimientos.
--¿Aclarar mis sentimientos?

Ino le tomó las manos.

--Aun pensabas en Sasuke, Sakura… Aun sentías algo, y querías estar segura de aceptar a Naruto, así que le pediste tiempo.
--¿Y?...
--Y te dio tiempo…

¿Entonces qué pasó?, pensó Sakura, ladeando la cabeza… Ya las lágrimas habían secado en sus blancas mejillas con un rastro de que algunas vez, estuvieron allí. Y como si Ino hubiera leído su mente, agregó:

--Pero jamás pasó. No sé en qué pensabas, ni como sucedió realmente… Yo solo te escuchaba, Sakura—Ino la sujetó más fuerte de la mano--. Con el tiempo, comenzaste a salir con Sasuke, a relacionarte más con él… Y dejabas a un lado a Naruto. Muchas veces hablé contigo, pero igual me ignoraste. Finalmente pasaron dos años… Y aun no pasaba nada. Jamás diste una respuesta… Y supongo que Naruto entendió que no eras para él. Así que él comenzó a Salir un poco con Hinata, como amigos…

Sakura se sintió culpable y extraña, en ese momento, no podía creer que ella era capaz de hacer tal cosa, o de comportar de una manera… Tan estúpida, porque si lo pensaba muy bien, eso era. Era como si hablara de una Sakura que ni ella misma reconocía como persona.

--Con el paso de los meses, Naruto y Hinata se unieron más como amigos, supongo que se fueron conociendo, y cuando menos lo esperaba, sostuvieron una relación… --Ino soltó las manos de Sakura--. Cuando te enteraste, te pusiste un poco triste, pero no fuiste hablar con Naruto, al contrario, comenzaste a salir más con Sasuke como… Molesta. Finalmente, pasó un largo tiempo, y Naruto anunció su boca, su futura boda con Hinata… Ahí, en ese momento, explotaste.

¿Explotar?, esa palabra vagaba, por algún motivo, en la mente de Sakura.

--Te molestaste, jamás te vi tan enojada…  Rompiste varios árboles y luego, te pusiste a llorar, me dijiste que no querías, que no entendías por qué… Y yo solo te abracé y traté de hablar contigo. Una vez más, me ignoraste. Y realmente no sé qué pasó contigo Sakura… Solo sé que un día antes de la boda de ellos dos, fuiste a hablar con Naruto. Estuvieron horas  y horas… Y al día siguiente, Naruto se casó. Lloraste todo el día, pero después de eso, jamás le volviste a dirigir una palabra a Naruto…

Sakura miró a Ino.

--¿Qué? ¿Cómo?.... ¿P-Por qué?

Ino soltó un fuerte suspiro.

--No lo sé, Sakura, jamás me lo contaste… De un día para otro, dijiste que no querías saber nada de él y que lo dejarías. Naruto varias veces intentó hablar contigo, vino a verte al hospital… Pero tú solo le decías, algo como: “Sé feliz…” y lo ignorabas como si no estuviera.

Mentira… Pensó Sakura, atónita, incapaz de creer vaya tontería suya, ¿Por qué habrá estado tan enojada? en la boca de Ino, sus acciones sonaban estúpidas e irrelevantes, sin algún motivo fijo más que la idiotez. Sonaba tan falsa e irreal, pero viendo su situación, supo que era realmente real.  De alguna manera, lo que habló con Naruto era importante, debía saberlo, debía comprender aquel agujero negro en su mente y en su corazón. Ella sabía, que si hizo eso, fue por algo, una razón potente. Tal vez de no ser así sufriría mucho y prefirió cargar con otro asunto, a la verdad. Tal vez le dijo algo realmente malo, o él se lo pidió… Tal vez. Ahora todo podía pasar.

Sakura ya no sentía las tremendas ganas de llorar, por algún motivo la curiosidad había cubierto el dolor que jamás pensó cubrirse ¿O a caso era la culpa? ¿El saber que fue ella quien tomó tan drástica decisión? sea uno o sea otra, daba gracias que su mente pensara en infinitas cosas, menos los labios de ellos dos juntos… Eso, eso realmente era duro de recordar.

Ino trató de cambiar el tema, al ver su rostro pálido y triste, decaído sin motivación… Le dijo el acenso de Shikamaru, los gemelos de Lee y TenTen, incluso le comentó de su vida amorosa con Shikamaru, sus apasionados encuentros. Le peló un poco de fruta, y le comentó asuntos de el hospital, los nuevos medicamentos… Pero simplemente nada de ello le importaba a Sakura, nada le llenaba el vació de la duda. Ella realmente necesitaba saber.

Ella necesitaba hablar con Naruto.

Y justo como si el cielo la escuchara, la puerta sonó con un toque ligero, suave… Y de ella, entró Naruto. Ino giró la mirada, dando un pequeño brinco de asombro. Sakura permaneció quieta, sabía que era él, lo sabía por el aroma tan fresco que lo describía, ese aire tan natural. Tan de él.

--¿Llegué en un mal momento?—Preguntó--. ¿Hablan de cosas de chicas?
--No, solo le contaba algunas novedades—Contestó Ino, bajando cada vez más la voz--. Ella, no está muy bien…

Naruto entró, a pasos ligeros, colocando su cuerpo sobre la camilla vacía de un lado. Sakura no lo miró, no quería mirarlo y mostrarle sus ojos tristes, cristalinos y perdidos entre ese mundo desconocido y doloroso para ella.  

--Bien… --Musitó Ino levantándose--. Creo que los dejaré… Tengo asuntos que arreglar—caminó hacia la puerta--. Naruto, cuida bien de ella, ¿Quieres?
--Siempre.

Ino se fue.

Se produjo un largo silencio, algunos segundos que parecían horas, sin mirarse, sin dar alguna señal. Solo dos cuerpos encerrados en una misma habitación, como dos desconocidos. Pero eso acabó, cuando Naruto tomó un fuerte bocado de aire, y dijo:

--¿Te sientes bien?, te vez pálida… Bueno, tu piel siempre es blanca, pero ahora es… Más blanca.
--Si.
--Am… ¿Y qué te contó Ino?, tardé un poco porque Hayato quiso jugar un rato, lo siento.
--Un poco de cómo es ahora. Nada más, está bien.
--Si bueno… ¿Quieres comer algo, Sakura?

Sakura alzó la mirada, para verlo… Cruzó sus ojos verdes penetrantes contra los suyos, suaves y totalmente expresivos. Sakura sintió una ola de ternura y cariño, pues Naruto la miraba de lo más casual, con ese mismo gesto de temor ¿Será de temor por perderla?, se preguntó, o algún otro temor… De igual manera, Sakura se encontraba fascinada con verlo, con saber que ahora, en ese momento, solo estaban ellos dos, solos. Para hablar de cualquier asunto.  Para eliminar toda pena, toda duda.

--Te vez mayor a lo que recuerdo… --Dijo finalmente Sakura--. Ahora pareces un hombre, no un chico tonto, como siempre.

Naruto soltó una risita y rascó su nuca. Sakura notó que sus facciones se relajaron, suavizando su rígido rostro.

--Vaya… Eso no me lo esperaba. Supongo que es extraño verme.
--Mucho. Quiero que sepas… Que me siento orgullosa de verte así.

Sakura sintió su voz quebrarse al pronunciar esas palabras, aun más, al ver el gesto de Naruto ante el asombro. Naruto la miró y formó una sonrisa que jamás había visto desde que despertó, ni aun cuando estuvo Hinata, o su pequeño hijo. No, ese era del tipo de sonrisa única y poco visible. De esas que alguna vez le dedicó a ella…. Y de alguna manera, eso le dio valor para continuar y no llorar.

--Siempre quise escucharte decir eso—Dijo Naruto--. Es… Extraño.
--¡Oh vamos, Naruto!... Me haces sentir una rarita con amnesia.

Naruto sonrió y ladeo la cabeza.

--¿Y no lo eres?
--¡Baka!—Sakura tomó su almohada infantilmente y se la lanzó a Naruto con fuerza.

Naruto soltó una pequeña risa, cerrando sus ojos y rascando su nuca, entonces, la almohada lo golpeó tan fuerte que fue a chocar contra las  paredes del hospital… Sakura cruzó sus brazos y giró la mirada en un gesto molesto, tan falso como pudo hacerlo.

La tensión se rompió… Naruto soltó una carcajada por el suelo y dijo de la manera más simple “¡Ya te sientes bien!”, acto seguido, se levantó y se dirigió a ella para entregarle la almohada. Sakura, por un segundo, una milésima de segundo, se sintió la misma, como si ocho años no hubieran pasado, como si fuera una falsa mentira todo el enredó y ella y Naruto tuvieran dieciséis años, una vez más.

Pero no, esa no era la verdad.

--Hace mucho tiempo, no te escuchaba decirme así—Susurró Naruto.
--¿No?, ya veo…
--¡Suena tonto!, pero a veces lo extrañaba…

Sus palabras sonaron tan llenas de dulzura, que Sakura no puedo evitar sentir el mismo nudo en la garganta. Así que se armó de valor y con un suave susurro, dijo:

--¿Qué nos pasó, Naruto?
--¿Eh? ¿Hablas de accidente…?
--No, no… ¿Qué nos pasó a nosotros?, Ino me contó, que nos dejamos de hablar desde hace cuatro años… ¿Por qué?

Sakura vio un ligero brillo de tristeza pasar por los ojos de Naruto, tan rápido que podía pasar por desapercibido. Pero ella lo notó.

--Ya lo sabes… --Musitó Naruto, sentándose sobre la camilla a un lado--. No lo sé, Sakura, no lo sé. Ya fue hace mucho tiempo, discutimos… Será mejor no recordarlo. Creo que estamos mejor así, podemos volver a ser amigo, podemos salir como antes… Puedes llevar a Hayato a comer helado…

Sakura negó con la cabeza, y tan fuerte como su boca se lo permitió dijo un rotundo “No”.  Naruto la miró, buscando en sus ojos alguna respuesta ante ese No.  Pero Sakura no quito su mirada seria, tan simple, aquel momento feliz había pasado por un hecho casi inexistente. ¿Cómo podían volver a empezar?, la idea le agradaba, pero no de esa manera, ella no quería verlo así ni sentir así cada vez que lo vea juntos.

Entonces, tan rápido como un rayo, Sakura entendió el por qué se dejaron de hablar.

--Naruto—Dijo suavemente--. ¿No lo entiendes? no puedo…
--¿Por qué no?, ¡Podemos volver a ser amigos!, no tiene que ser como la ultima vez… No tenemos que dejarnos de hablar solo porque… --Naruto se cayó y bajo la mirada--. Solo por que alguna vez te amé, eso quedo en el pasado…. Siempre debimos ser amigos.
--¿Es que a caso no lo entiendes?—Preguntó Sakura, ladeando la cabeza y tomando sus manos entre las suyas--.  ¿Qué pasó esa noche, Naruto? ¿Por qué…?

Naruto alejó las manos… Eso le dolió a Sakura.

--Sakura… ¿No recuerdas por qué nos dejamos de hablar, verdad?, a nadie se lo dijiste—Naruto se encogió de hombros.
--No.
-- Esa noche, antes de mi boda fuiste a mi casa y me dijiste que me amabas… Qué habías tardado mucho en descubrirlo y que por fin estabas segura de lo nuestro.

Sakura se encogió de hombros.

--Pero te rechacé… --Agregó Naruto, bajando la mirada--. ¿Sabes por qué?, porque entendí que nunca sería así, y que también era feliz… Soy feliz, con Hinata, ella me enseñó a volver a querer a una persona, y aunque no la ame, como alguna vez te amé… La quiero como a nadie en esta vida, y quiero pasar mi vida con ella.

Sakura sintió un pinchazo… Profundo e hiriente sobre su pecho.

--Entonces me dijiste que tenía razón—Continuó Naruto, girando su cuerpo y mirando por la ventada--. Me dijiste que siempre eras tú la que me lastimaba y decidiste hacerte a un lado completamente.  Me deseaste que fuera feliz y te alejaste completamente. Solo una vez te pregunté ¿por qué te alejaste?, pero jamás me volviste hablar.

Sakura tomó aire y como por magia, sus ojos se llenaron de lágrimas. Ya no lo soportaba, tenía que dejar ir ese nudo en su garganta… Tenía que decirlo, aunque sea una vez. Solo una vez.

Aunque supiera que no valía nada su palabra…

Aunque lo hecho, hecho está.

Aunque era muy tarde.

Ella tenía que decirlo, una vez, aunque sea.

--Yo sé porque… --Susurró con los ojos cristalinos--. Ahora lo entiendo, sé por qué te deje de hablar…

--¿Por qué?

--Para que me olvidaras completamente, y fueras feliz—Concluyó Sakura, derramando lágrimas--. Porque me dolía verte y saber que fue mi culpa…  Porque te amo.

Pero no lo supe ver…