Amnesia.. (+16)(20/05/14)(Epilogo)

--Lo siento Sakura… --Logró decir Naruto--. Pero realmente soy feliz, la quiero.

Ella sintió un escalofrió recorrerla, tan profundo que llegaba al dolor más que a una sensación sencilla.  Naruto la miraba, con una muralla invisible, separándolo como dos objetos desconocidos y totalmente diferentes, con un gesto serio, sincero y calmado. No había un sonrojo en sus mejillas al escucharla, no había una batalla en sus ojos que le dijera lo difícil que es para él rechazarla. Tal parece que el tiempo dio fruto al olvido. A olvidarla a ella.

Con el corazón hecho trisas, palpitando lo poco que puede, Sakura había dicho aquellas palabras. De todo corazón. No esperaba que Naruto se sonrojara y se asombrara ante su declaración de amor como la última vez, no esperaba que corriendo hacía sus brazos y le dijera que también la amaba.

Que dejaría todo por ella…

Porque eso, no era un cuento de hada.

Naruto era un hombre casado, tenía dos hijos, una esposa hermosa y tierna. Una mujer que desde el inicio siempre le dio un amor incondicional. El amor que ella jamás dio… O no supo ver. ¿Qué podía esperar? ¿Qué él dejara una familia por una chica como ella?

No, claro que no…

--No, Naruto—Dijo rápidamente Sakura, secando las lagrimas caer por sus blancas mejillas--. Perdóname a mí, solo he sido egoísta… Ni siquiera sé en qué pensaba.

Y por un segundo… Un pequeño segundo, Sakura vio esa misma mirada que alguna vez Naruto le dedicó, solo para ella. Llena de amor, cariño y ternura, brillosos y alusivos… Uno ojos azules realmente hermosos y llenos de miles de sentimientos.  Pero rápidamente la mirada se esfumó, para mostrar de nuevo, su rostro serio y vacío. Vacío para ella.  Sakura sintió un gigantesco hueco en el corazón, jamás creyó que una mirada doliera tanto.

--No te preocupes—Dijo Naruto, moviendo la cabeza y formando una sonrisa--. Solo espero, que podamos ser amigos, Sakura… Nada me haría más feliz.

Su sonrisa causó una en ella, tan falsa como nunca lo imaginó…Naruto rascó automáticamente su nuca y se levantó de la silla de madera aun lado de la camilla. Él no sabía cómo reaccionar ante ello, una situación incómoda y extraña.

--¿Sabes?—Dijo Sakura, bajando lentamente la mirada--. Ahora te entiendo… Perfectamente.
--Sakura, lo siento, de veras… Te prometo que Hinata y yo seremos muy cuidadosos cuando…
--Vete.

Sakura no lo miró... No quería verlo, no quería perderse en esos ojos tan profundos, no quería parecer débil. Él ya era feliz, muy feliz… ¿Quién era ella para arrebatarle esa felicidad con sus tristezas?, Solo necesitaba tiempo, tiempo para acostumbrarse a todo lo que viene, tiempo para aceptar todo eso. Tiempo a solas.

--Vete Naruto.

Su voz sonó rígida, tan fría y dura como una roca seca. Naruto no la cuestionó, tal vez entendía por todo lo que Sakura pasaba… ¿Y cómo no?, él lo había vivida muchos años antes, demasiado: Cuando la veía con Sasuke, con su mejor amigo y su mayor rival…  Sin duda alguna, Naruto la entendía perfectamente. Entendía ese sentimiento triste, lento y agonizante, que a pesar de todo, se trasformaba en felicidad. Porque ella era feliz.

Finalmente, Naruto giró su cuerpo y se encaminó hacia la puerta de salida de la habitación. Sus pasos sonaban ligeramente en el profundo silencio. No había sol, de un momento a otro, el cielo se había nublado, como si cada nube fuera un trozo del corazón de Sakura. A punto de llover. Y justo cuando estaba por irse, para cerrar la puerta y marcharse, Naruto giró la cabeza sobre su hombro y dijo con mucho cariño y comprensión:

--Si sirve de algo…  Te amé como a nadie, Sakura-chan.

Y tras esas palabras, la puerta se cerró…

Un profundo silencio, eso lo fue lo único que quedo. Sakura alzó la mirada lentamente, dirigiendo sus ojos verdes al marco y a la puerta cerrada, como si aun la figura de Naruto estuviera allí, mirándola sobre su hombro y repitiendo cada palabra.

--Yo también—Logró decir Sakura, con la voz quebrada--. Te amo…

Un gran hueco se formó en su estomago, tan duro y lleno de dolor. Sakura no entendió lo triste que ahora era su vida, desde que despertó solo había recibido noticias que la lastimaban,  y para acabarla, era la misma noticia. Se sentía feliz, por sus amigos, la mayoría habían logrado cosas grandes, lograron ser realmente felices. Se sentía orgullosa, más de Naruto, ahora un Hokage hecho y derecho. Siempre debió ser así, tan fuerte y decidió. Casado… Con una linda familia, Hinata lo quería, lo amaba desde ya hace mucho. Ahora juntos, realmente feliz.

Sin embargo, en el fondo, Sakura se sentía vacía… Completamente vacía.  Miraba su futuro, y solo veía soledad, se veía en unos cinco años más ¿Qué sería de ella?, sin Naruto, por algún motivo todo era realmente triste. Cuando Sasuke se fue hace ya un tiempo, ella pensaba que el futuro sería difícil, lleno de dolor y que nada dolería más que su perdida, pero no era así… No. Porque estaba Naruto, tan alegre, a  su lado, maravillando sus días y haciendo que la tristeza se esfumara como jamás lo pensó… ¿Pero ahora? ¿Ahora quien llenara su vació y la hará sentir bien? Quien le dedicara una mirada tan tierna y comprensible…

Nadie.

Porque no había nadie que realmente la comprendiera y se sacrificara por ella. Porque nadie la amaba como él alguna vez la amó. Pero todos aquellos gestos, no los vio, no lo vio como debía.  A cambio solo disfrutaba, sintiéndose plena y completa. Sintiéndose de alguna manera amada.

Si lo pensaba, la tristeza la invadía como un fuerte golpe a la cara. El estar solo le daba la oportunidad de recordar y pensar en sus errores, ¿Pero qué podía hacer?, es humana, tiene errores, no es perfecta… Se equivocó, y con lágrimas pagó cada uno de ellos.

Los ojos le ardían, los sentía tan hinchados de tanto llorar, ella juraba que su rostro debía estar tan espantoso ante su malestar, sus manos le temblaban y sentía su cuerpo tan frágil, a punto de romperse como el cristal. Pero no se comparaba con su malestar emocional.

Aun así, no lo podía creer… Ella sabía que en muchas ocasiones no valoró el amor de Naruto, sabía perfectamente y lo recordaba, pero aun su pasado en esos ocho años le parecía imposible, tan imposible que juraría que todo era un sueño.  ¿Ella hacer eso?, por alguna extraña razón, la Sakura que salió con Sasuke y fue a declarársele a Naruto un día antes de su boda, no sonaba con ella. Tal parecía que le hablaran de otra persona, pues ella sabía que sería incapaz. Si salió con Sasuke, era porque había tomado una decisión, si salía con Naruto, era lo mismo… Ella misma se desconocía entre todo ese enredo.

--¿Ya terminaste de pensar?

Sakura dio un fuerte brinco en su camilla, para alzar la mirada y encontrar los ojos, profundos y oscuros de…

Sasuke.

Él la miraba serenamente, con un pie recargado sobre la pared en la esquina más oscura de la habitación, estaba recargado y con los brazos cruzados.  Su cabeza ladeada ligeramente, y una pequeña casi invisible sonrisa se figuraba en sus labios. Vestía como todo Ambu, protegido con placar plateadas y un traje oscuro que lo hacía casi imperceptible en la oscuridad de la habitación.

--¿Sasuke?... Sasuke… --Sakura se asombró…

Sasuke, pensó… Pues desde que había despertado, en tantos problemas y tantos pensamientos, ni por un momento, le pasó por la cabeza el saber de Sasuke ¿Qué era de él? ¿Cómo había interferido?, a pesar de que él fue el motivo por el cual perdió a Naruto, Sakura no se sentía molesta, al contrario, sentía un toque de alivio y paz en su cuerpo. Él era su amigo, un amigo sincero y directo, tal vez podría aconsejarle o calmar su inquietud con unas palabras.

Tal vez.

--¿Estás mejor?, escuché que perdiste la memoria.

Sakura tomó un gran bocado de aire, fresco aire… Oxigeno que llenó sus pulmones de un poco de paz. Un poco de distracción ante tanta presión y malestar. Tal vez eso debía hacer… Distraer su mente para no pensar, para olvidar lo viva que esta su cuerpo y lo muerto de su alma.

--¿La verdad?, nada bien… Estoy, perdida.

Sasuke soltó un suspiro, despegando su cuerpo de la pared y encaminándose hacia la camilla a un lado de Sakura. Despegó los brazos y sin sonreír o hacer ningún gesto, dijo:

--¿Perdida? ¿Por qué?
--¿Por qué?—Sakura soltó una risa amarga y poco creíble--. Despierto de un maldito golpe en mi maldita cabeza para enterarme de que todo es diferente a lo que recuerdo, todo, excepto mis estúpidos sentimientos…  

Enojo.

¡Sakura estaba muy enojada! con ella, con Sasuke, con todo, con el cielo, con su vida… La tristeza se había desvanecido como vapor de agua, ahora sentía las ganas de gritar y golpear cualquier cosa, lo primero que fuera. Sentía una ráfaga de adrenalina recorrerla, tan fuerte que era capaz de dar un fuerte salto de la cama hacía el suelo y comenzar a destrozar el hospital en miles y miles de pedazos con sus puños desnudos.  Gritar, llorar a gritos y sacar todo el enojo, la tristeza, el miedo y el malestar a de su cuerpo. Así fuera a golpes.

Quería gritar lo estúpida que fue.

--Tranquila—Susurró Sasuke--. Pronto todo acabará… ¿Qué es lo que piensas?

--¿Qué es lo que pienso?—Musitó Sakura--. ¡Que esto es una pesadilla!, que no es real… No quiero que lo sea, y si lo es… Que fui la estúpida más grande en el mundo.

Por alguna extraña razón, a un lado de Sasuke sentía furia, sentía las tremendas ganas de tomarlo por el cuello y golpearlo hasta romperse los huesos de la mano y cambiar el dolor de su corazón al físico en sus manos. ¿Por qué le preguntaba esas tontería? y a todo eso… ¿Cómo entró?, Sakura era cuidadosa, y nunca se percató de sus pasos, o de la puerta abriéndose. Como un fantasma.

Como si hubiera aparecido de la nada.  Sin embargo, de Sasuke, ya nada le asombraba a Sakura.

--Sasuke—Sakura lo miró--. ¿A qué vienen esas preguntas?... No lo entiendo…

Sakura mantuvo la mirada… No lo entendía, ella no entendía su comportamiento, su mirada, incluso su pose, tan sereno y tan extraño… La mayoría vendría y le preguntaría sobre ella, sobre sus recuerdos, sobre la situación. Pero Sasuke le preguntaba sobre  algo más profundo, sobre lo que pensaba… ¿Pensaba de qué? ¿De su amnesia? ¿Qué podía pensar de ello?

--¿Qué es lo que no entiendes?, solo, me aseguro de tu estado.

Nada concordaba… Pero aquel sentimiento lo desechó, cuando Sasuke dijo lo siguiente.

--Hablé con Naruto antes de venir. Me dijo todo.

Entonces sabe todo… Pensó Sakura. Ella se encogió de hombros y recargó su cuerpo en la almohada de la camilla. Todo parecía tan irreal y triste, pero lo era, Sakura tenía que acostumbrarse a tantos sentimientos atacándola como estacas en la piel.  Después de todo, así sería su vida a partir de ese mismo día…

--Tienes los ojos hinchados, ¿Has llorado mucho? ¿Por Naruto?... Sakura, te has dado cuenta que solo han pasado algunas horas desde que despertaste ¿Verdad?

Maldito Sasuke, se dijo mentalmente Sakura… ¿Cómo le decía aquello?, si buscaba un amigo en quien dejar salir su tristeza, sin duda alguna, no debía ser Sasuke. Sus palabras firmes y serenas solo la hacía enojar, y a la vez, querer gritar y huir de esa maldita realidad. Pero tenía razón, apenas el día estaba acabando, apenas la noche había llegado a Konoha.

A penas habían pasado algunas horas desde que despertó… Y ya agonizaba.

--Lo sé, Sasuke…. No sé que deba hacer. Solo quiero…

Sakura guardó silencio… Como si las palabras, que estuviera a punto de decir fueran totalmente estúpidas ¿Pero qué más podía hacer? ¿Qué más?, solo encontraba una solución instantánea para todo aquello. Sentía una bruma de sentimientos fríos y tristes a su alrededor, que la agobiaban, la cansaban. Se sentía bajo presión y tremendamente cansada. De un momento a otro, sus parpados le comenzaron  arder y a pesar.

--¿Qué es lo qué quieres, Sakura?—Dijo Sasuke, acercándose a ella, hasta la camilla--. No me burlare, no soy de ese tipo de personas y lo sabes.

--Dormir—Dijo finalmente Sakura, recostando su cuerpo sobre su camilla y mirando a la pared de la habitación--. Me siento muy cansada, me siento mal… Muy mal. Quiero olvidar todo por un segundo.  Llorar y dormir…

Y tal vez, solo tal vez, soñar…

--Hazlo.

Sakura cerró los ojos… La actitud de Sasuke era realmente extraña, pero agradecía esas breves y pequeñas palabras que de alguna manera la consolaban y la hacía sentir bien. Entonces, todo la atacó como un fuerte golpe y sin darse cuenta, Sakura ya estaba llorando a mares sobre la almohada, con los ojos cerrados. No veía a Sasuke, pero sabía que estaba allí, mirándola o escuchándola. Sakura dejó que las lágrimas borraran sus tristezas, que vaciaran esa presión sobre su pecho, tan fuerte que dolía. Ya mañana arreglaría todo, ya mañana que todo esté mejor… Que su corazón ya se haya vaciado del dolor y se sienta lista para afrontar la realidad.

Y entonces, justo antes de quedarse profundamente dormida, entre tantas lágrimas, Sakura escuchó decir a Sasuke:

--Ya todo estará bien…

--¡Naruto, suéltame!...

Sus parpados pesaban, como plomo atraídos como imán.

--¡Es tu culpa Teme, me las pagaras! ¡No te soltaré hasta que vea que está bien!

Su corazón latía… ¿Dónde estaba ella?

--¿Mi culpa?, fuiste tú quien la golpeo… Idiota.  

Su cuerpo entumecido comenzó a reaccionar.

--¡No fue mi intención!, solo espero que este bien… No sé qué haría… ¿No hay que llevarla con Tsunade? ¿Y si no despierta? ¡No, no, no! ¡Cállate Sasuke ni digas estupideces!

Poco a poco sus ojos se fueron abriendo…

--¡No es para tanto! solo fue un golpe, ya despertara… Idiota.

El césped en su piel…

--¿No es para tanto?... Eres un idiota Sasuke, no sabes lo que dices, Sakura es… Ella es… Ella es especial.  Muy, muy especial.

Muy especial…






La cabeza le dolía ligeramente y el cuerpo… El cuerpo le pesaba, como si las sabanas que la cubrían la sujetaran firmemente contra la camilla. Un aroma suave y exquisito de fresas llegó a su olfato, como si pudiera saborear la azúcar, deliciosa y fresca. El sol iluminaba poco, las nubes bellas y esponjosas decoraban el cielo, azul, profundo azul. Como un día hermoso.

Era un día hermoso.

Sakura lentamente comenzó a abrir sus parpados… No entendía nada, realmente nada, su mente era un revoltijo lleno de dudas, y miles de sentimientos, entre ellos, el miedo ¿Es qué a caso otro accidente? ¿O algo peor?.... ¿Qué podía ser peor?

Era su misma habitación… La misma, pero diferente, ¿Qué había diferente?, tal vez las girasoles sobre su mesilla, tal vez el plato de fresas a un lado, un poco comido. Tal vez era la bella luz que entraba por la ventana abierta, con vista al cielo. O tal vez era Naruto…

Naruto…

Estaba dormido, profundamente dormido, con los parpados cerrados, y el cuerpo recargado de la camilla, su cuerpo colgaba de la silla de madera a su lado, y su mano, su mano un poco polvorienta, sujetaba firmemente la suya.

La sujetaba…

Parecía cansado, muy cansado, parecía haber estado ahí tal vez por días, o tal vez toda la noche. Pero allí estaba, su cabeza dormía tranquilamente sobre su estomago, subiendo y bajando en cada respiración suya.

Sakura no supo que decir, ni cómo reaccionar… ¿Es que acaso había pasado algo?, su mente ahora era un gigantesco plato de sentimientos, su cuerpo vibraba emocionado y alusivo… ¿Es que a caso era un sueño? ¿Es que a caso él estaba allí a su lado?, no lo podía creer.

No lo podía creer.

Sakura apretó su mano, asegurándose de que no fuera un sueño, o un reflejo, un recuerdo entre su delirio de tristeza. Y no lo era. Su mano era firme y cálida, tan real como la piel que la rodeaba, tan real como su corazón acelerándose. Con un suave brinco, Naruto abrió los ojos, azules y penetrantes, e inmediatamente, sin pensarlo, sin asegurarse de nada más, miró a Sakura… Y ella lo miró.

--¿Eh?—Musitó Naruto reaccionando ante su vista borrosa… --. ¡Sakura-chan! ¿Estás bien? ¿No te duele nada? ¡Dime, dime! ¿Te has olvidado de mi?, Tsunade dijo que tal vez sufrirías de pérdida de memoria… ¡Dime, dime! ¿No te has olvidado de mi verdad?, puedes olvidarte de Sasuke… ¡Pero no de mi, Sakura-chan!

Sakura escuchó su voz… como si fuera mágica, única y extraña. Ella miró sus ojos, azules, cristalinos y llenos de un sentimiento dulces, envuelto en… ¿Preocupación?, Sí, ese gesto tan preocupante en su mirada, en sus ojos. Naruto hablaba y hablaba… él la tomó con sus dos manos, su piel cálida rosó la suya y calmando su voz, le sonrió.

--¿Me escuchas, Sakura-chan? ¡No te preocupes!, si te sientes mal, yo te cuidare día a día… ¿Me entiendes?, además ya le di su merecido a Sasuke… ¡Para que no te vuelva a golpear con una pelota!, tal vez te molestes conmigo… Un ojo morado no le queda muy bien… Pero no importa, ¿verdad?.... ¿Sakura-chan?

Naruto ladeó la cabeza y le dedicó un gesto gentil… Suave y dudoso, buscando un respuesta del silenció de Sakura. Ella se quebró por dentro, pero no de tristeza, no de miedo… Algo en ella se quebró profundamente como una capa de dolor. Y es que aquel gesto era tan tierno, que no podía creerlo.

--Naruto… --Logró decir Sakura.

Su corazón se aceleró… Palpitando, tan fuerte que saldría de su pecho.

--¿Eh? ¡Sakura-chan no has olvidado mi nombre! ¡Lo sabía!... Qué alivio creí que me olvidarías.

Naruto formó una gran sonrisa y apretó sus manos, dirigiendo una de ellas a su nuca y rascándola, mientas su blanca sonrisa decoraba aquel rostro gentil y tan suyo.

--Naruto… --Volvió a decir Sakura.

Pero esta vez sus ojos se llenaron de lágrimas… No sabía realmente qué sucedía, o el motivo o si solo duraría unos segundos, pero ella sentía que una ola de alivio y alegría golpeaban su cuerpo. Pues Naruto volvía a ser el mismo… El mismo. Lo supo en su mirada. Y por ninguna razón no quería que se fuera, solo quería escuchar esa voz tan dulce y cariñosa pronunciando su nombre,  y ver ese rostro tan preocupado por ella…

--¿Si, Sakura-chan?—Naruto abrió sus ojos y la miró… --. ¿Eh? ¿Qué tienes, Sakura-chan? ¿Te duele algo?  ¡¿Por qué lloras?!  ¿Fue porque le deje el ojo morado a Sasuke?... ¡Nah aun así se ve bien para ti!  ¡Te lo aseguro…!

Sakura soltó una risa… ¿De alegría? ¿De alivio?, más bien de miedo, miedo a perder esas palabras en el viento tan dulces, tan graciosa y optimistas… Tan de Naruto.

Y sin pensarlo, ni siquiera meditarlo, Sakura abrió sus brazos y atrapó el cuerpo de Naruto, enrollándolo con fuerza en su cuerpo… Sujetándolo y pegándose a él, acurrucando sus frágiles brazos, su frágil cuerpo. Su frágil corazón en su pecho, y con un fuerte nudo en la garganta, soltó un fuerte sollozo para así comenzar a llorar. A tirar toda su tristeza…

Llorar… Sus lagrimas humedecían el cuello de Naruto, su cabello golpeaba su mejilla y sus brazos lo oprimían hacía ella con fuerza. ¡Naruto no entendía nada!, estaba realmente preocupado… ¿Es que a caso le había pasado algo malo?, pero tampoco dijo algo más. Solo la abrazo y escuchó sus sollozos… Ya después de un tiempo, tal vez uno o dos minutos, Sakura secó las lágrimas de sus ojos cansados con la camisa blanca de Naruto y dijo, sin despegar su cuerpo.

--No lo sé Naruto… Solo no te vayas ¿Quieres?, no quiero que te vayas… No quiero. Quédate  ¿SÍ?

--¡Pero Sakura-chan!... ¿A dónde voy a irme?, si aquí estás tú…

Dulce… No había nada más dulce que aquellas palabras con aquella voz de aquel hombre.

--No lo sé—Susurró Sakura cerrando los ojos--. Podrías querer irte… Y soy egoísta, porque no quiero… Quiero que te quede conmigo.

--¿Contigo? ¡Pero si aquí estoy, Sakura-chan!... –Naruto la tomó de la frágil cintura y soltó una risita--. Ya no llores… Te prometo, que jamás te dejare ¿De acuerdo?... No podría.

De acuerdo… Pensó Sakura, formando una sonrisa en sus labios. Sincera y dulce.  Tal vez eso era un sueño, un pequeño sueño que tuvo en toda su tormenta la noche cuando se quedó dormida de tanto llorar. Tal vez una pequeña ilusión que le dejo Sasuke antes de dejarla en aquella habitación oscura, donde no había la radiante luz que le daba Naruto. Tal vez solo alucinaba con su querido amigo, con volverlo a tener como siempre.

Tal vez.

Solo tal vez…

Sus manos recorriendo los brazos de Naruto, quien ahora la abrazaba contra su pecho firme y fuerte. La yema de sus dedos tocó la piel de él… Naruto soltó una risita y Sakura alzó la cabeza para mirarlo a los ojos.

Estaba rojo.

Sus mejillas coloradas, sus ojos brillosos y temerosos, mirando a todas partes como si estuvieran en pánico de verla y sonrojarse aun más. Que no era posible. Finalmente la miró… Un segundo, una luz ligera y brillosa los rodeó. Y Sakura supo que era real. Lo supo en esa mirada tan cariñosa y alegre. Lentamente ella se levantó de rodilla en la camilla y balanceó su cuerpo hacía él con una misma intención, un único deseo, un anhelo que pedía agritos su corazón roto y herido.  Y entonces, cerró sus ojos para… Para entregarle todo su cariño en un gesto.

En un beso…

Sus labios eran suaves y un poco salados, Sakura posó sus manos en sus mejillas y presionó sus labios, disfrutando cada segundo… Viviendo cada segundo. Él parecía atónito, rígido y helado ante aquel gesto, pero en pocos segundos sus labios cooperaron abriéndose paso entre los suyos y saboreando cada zona, suave y cariñosa. Ella no pensó en nada, ni en que sucedía  si aquello era real, solo cerró sus ojos y dejo que su corazón latiera tan rápido a como su cuerpo se erizaba del sentimiento. Una ola de paz, cariño y alegría…Sus labios eran tan suaves y esponjosos, Sakura no sabía besar, jamás en su vida había besado, pero parecía como si estuvieran hechos, el uno al otro, encajando perfectamente.

--Si bueno, lamento interrumpir…

Tanto Sakura como Naruto abrieron sus ojos a la par y giraron la cabeza tan rápido a como su cuello se lo permitió.  Tsunade soltó una risita y golpeo ligeramente  su pierna con unos papeles en la mano. Junto de ella estaba Shizune, sonrojada y con los ojos bien abiertos. Y hasta atrás, al fondo sobre el marco de la puerta de la habitación estaba Sasuke… Tenía un ojo morado y algunos raspones en el rostro.

--¡Abuela! ¡¿Qué no sabes tocar?!... –Naruto soltó una risita tan nerviosa, para así dirigir su mano a su nuca--. Bueno yo…. Es que Sakura-chan estaba y yo… y ella… y…

--Se estaban besando, así se le llama, idiota—Dijo Sasuke rodando los ojos.

--¡Hey, tú cállate! ¡Si se como se le llama a eso!... Sakura-chan y yo… Sakura-chan y yo… ¿Nos besamos?... ¡Nos besamos! ¡Abuela nos besamos!

Naruto dio un fuerte brinco, abriendo sus ojos  a más no poder… Una fuerte, potente y grande ráfaga de entusiasmo y alegría lo atacó como nunca había pensado. Miró a Tsunade y depuse devolvió la mirada de Sakura para abrazarla con fuerza y pegarla a su pecho. Después dio otro brinco y le besó la nariz….

--¡Si, si, si, Naruto! todos lo vimos… ¿Ahora puede acompañarme? Supongo que te harás responsable de Sakura y debes firmar algo, ya sabes, sus padres están de viaje.

¿De viaje? ¿Sus padres?... ¿A caso Tsunade aun controlaba todo?, Sakura recibió un ligero golpe, que casi, por un segundo lo olvida…Una ligera sensación de… De que su memoria regresaba.

¿Qué mierda había pasado?.... Todo parecía, como si en realidad nada hubiera pasado.  Pero ella estaba segura de lo vivido.

--Sakura—Agregó Tsunade--. Me robaré a Naruto un momento… Ya lo regreso ¿Te sientes bien?

--Ella se siente de maravilla, ¿No es así Sakura?---Sasuke la miró y le dedicó una sonrisa--. ¿Ya todo está bien, no?

Ya todo estará bien… Recordó Sakura, con la voz de Sasuke aquella noche antes de quedarse completamente dormida. Ya todo está bien, se repitió en su cabeza…

--Como sea, ahora regreso… ¡Hey Naruto vámonos!

--¡Ya, ya voy!

Naruto giró su cuerpo y sin previo aviso besó la frente de Sakura... fugas y desprevenido. Y entonces, dijo:

--No vemos pronto… Te extrañaré… Sakura-chan.

Y se marchó corriendo muy rápido.

Ella estaba confundida… ¡Mucho!, pero no podía evitar sentirse tan… Tan liberada y feliz, ¿Es qué a caso todo había sido un sueño?, No… Claro que no. Sakura giró rápidamente su mirada  hacía Sasuke y le frunció el ceño. Todo, todo tenía el nombre de Sasuke escrito en tinta roja y fría.

Y si era así… lo molería a golpes.

--- ¿Qué sucedió?—Preguntó ella…

--Te golpeé con una pelota y te desmayaste por cinco segundos, luego despertaste y te volviste a desmayar, por una noche. Creo que te golpeé más de lo debido y…

--No… Sabes a lo que me refiero—Sakura quería sonar dura ¡Molestas! ¡Golpearle la cara con el puño o con el florero! con lo que sea--.  ¿Qué es lo que hiciste? ¿Cuál es la realidad? ¿a caso me mostraste algún futuro…?

Sasuke la miró, directo a los ojos… Fijamente, y de pronto, formó una sonrisa.

--Ah… No—Sasuke tomó un poco de aire y se giró hacía la puerta para marcharte--. Fueron los tres segundos más largos de tu vida… ¿No es así, Sakura?

--Lo sabes… ¿Genjutsu? ¿Usaste tu Sharingan? ¿Creaste todo eso para lastimarme...?

Una ligera llama de furia la recorrió… En menos de dos segundos, s e convirtió en una hoguera de enojo. Sin duda alguna, Sasuke era el culpable de todo ¿Quién más?, aun la confusión la atacó, el enojo y la sensación de que aquel sueño era real… Tal real como sus lágrimas.

--¿Crear?—Sasuke negó--. Tú lo creaste, yo solo te puse el espacio…

--¿A qué te refieres…?

--Tu mayor miedo, yo solo hice que por tres segundos pensaras en tu mayor miedo—Sasuke encogió su cuerpo y siguió su camino--.No te enseñé el futuro, ni una dimensión paralela… Solo tu temor, es más escondido en tu corazón… Yo no hice nada, tú creaste tu propia pesadilla, y reflexionaste en ella misma. Yo solo… te llevé y te traje de regreso…

Ahora todo tenía sentido…. ¡De repente! ¡Como un ataque fugas, todos los recuerdos regresaron!, el final de la guerra… El día de campo de esa mañana y el juego de pelota entre Naruto y Sasuke mientras ella acomodaba la comida… La realidad y lo falso….

Cerró el puño…. Masacraría a Sasuke.

--¿Así que me golpeaste con la pelota?.... ¡Eres un…!

--Ódiame, enójate… Haz lo que quieras Sakura, a mi me da igual.

Sasuke continuó caminando, como si esa situación le importara menos que a una hormiga, con esa pose orgullosa y seria…entonces, justo antes de salir e irse, escuchó decir a su espalda…

--¿Por qué?... ¿Por qué lo hiciste?

Y  él, si mirarla o retroceder, contestó:

--Porque me ayudaste a abrir los ojos… ¿Y tú ya los abriste?  

Sí… Pensó Sakura, formando una sonrisa en sus labios, tan grande y reluciente…

Quería golpear a Sasuke, y tal vez en un futuro lo haría ¡Molerlo a golpes!, pero ya habría tiempo… Aquella pesadilla, aquel miedo latente desde que vio a Hinata amar a Naruto, era solo eso, un miedo, no una realidad….Y ahora, con cada célula de su piel solo quería hacer una cosa, ocupar su tiempo y demostrar lo que no habría podido…

Demostrar lo que sentía, en cada latino.

--Oye Sakura-chan vi a Sasuke salir como rayo, a caso…

--Naruto te amo…

--¿Eh?... S-Sakura-chan… ¿Qué? es que creo que yo no te escuché…

--¡Te amo, te amo! ¡Baka te amo!

Sakura saltó de su camilla… La piernas le temblaran demasiado, sentía que se caería en cualquier instante y se rompería como el cristal, tenía un fuerte moretón en la frente por el golpe y le dolía un poco. Pero aun así, tomó gran parte de su fuerza y se aventó contra Naruto, quien estaba en el marco de la puerta… Mirándola, con las mejillas sonrojadas y los ojos brillosos, parecía nervioso y emocionado… Y rápidamente abrió los brazos para cargarla.

La atrapó… y ella lo besó, una y otra vez, lo abrazó y le dijo mil veces que lo amaba. Porque era verdad, lo amaba con locura, lo amaba sin darse cuenta, se sentía apenada de reconocerlo cuando pensó perderlo… Pero ahora no dudaba nada. Absolutamente.

Y solo para escuchar de sus labios decir…

--Yo también te amo, Sakura-chan… Siempre lo he hecho.