[+18]Spiritus tenebrae[Capítulo 9] [22-Enero-2014]

Aviso: Este fic contiene escenas de gore y  palabras malsonantes explícitas, si eres menor de edad, lo que leas a partir de aquí será bajo tu propia cuenta y riesgo. Se que muchos ya están acostumbrados a la sangre y etc. Pero me veo en la obligación moral de avisar antes de empezar siquiera el fic.

Pese a que este fic esté dentro del universo de Naruto, en este fic las cosas, al menos todas, no habrán sucedido como sucedieron en la serie u en el manga.



Monstruo, ¿Alguna vez te han llamado así? A mi desde que tengo memoria es la palabra con la que más se me ha denominado. Se me ha insultado, agredido, menospreciado y finalmente desterrado por mis superiores junto a un ninja traidor. A mi corta edad de los cinco años he sido víctima de tratos que a más de uno le habría llevado al suicidio, las cicatrices de mi cuerpo son las que delatan dichos tratos hacia mi persona. ¿Sabes el rencor que provoca el simple hecho de despertar con un kunai enterrado en el estómago por culpa de tu propio vecino? ¿Lo que es encontrar tu casa en llamas más de una vez? No, seguro que no, porque siempre se basa todo a una estupidez como puede ser las coincidencias, pero se perfectamente porqué era todo esto, era por algo que tengo en mi interior. Me habló cuando iba a suicidarme y me dio un motivo, logré no caer bajo su influencia pero algo dentro de mi se había vuelto muy poderoso... El rencor, el odio, la ira... Todo aquello iba siendo alimentado por ese ser que estaba dentro de mí, corroyendo mi alma de forma que me había convertido en algo parecido a lo que había sido él... Una masa hecha de odio con una forma de carne y hueso, lo único que me mantenía bajo control era la sombra de ese ninja que había desertado de Konoha por una razón que todavía era desconocida para mí. Aquél ninja se llamaba Uchiha Itachi, uno de los mejores shinobis que tenía la aldea así como el mismísimo clan Uchiha y que había aprovechado la noche en la que arrasó con su clan para llevarme con él.

Durante varios años he vivido a base de matar, algo así como un mercenario, varios han caído bajo mi sombra y han encontrado un lugar en el mundo de las tinieblas, a donde pertenecen todos los shinobis, a un lugar junto a la misma muerte. Desde mis ocho años hasta mis veinte he sido entrenado para matar de distintos modos, y gente como Zabuza Momochi, Nagato y los akatsukis, el Sannin Jiraiya, entre muchos otros que como simples cucarachas no recuerdo ni sus rostros, han caído.

Actualmente el mundo ninja se ha buscado ellos solos una guerra, Uchiha Itachi se encontró con su hermano y por alguna estúpida razón terminó matándose por culpa de su enfermedad, yo en cambio sigo vivo al igual que mi sed de venganza hacia el mundo, porque el mundo es cruel y fue él quien me crió, me rechazó, y ahora yo tomaré parte en el mismo dejando huella en la historia por generaciones enteras.


Era por la tarde, casi de noche ya, el sol estaba poniéndose a la par que un grupo de veinte ninjas salían de las puertas de la aldea de la hoja a una velocidad bastante elevanda, una hora antes habían sido avisados de que las fuerzas de la aldea de la arena habían sido vistas por los alrededores, la misión de dichos ninjas era nada más y nada menos que la de asesinar a dichos intrusos dentro de sus fronteras antes de que pudiesen cruzar siquiera los muros, dichos ninjas de la hoja iban todos con una máscara de proporciones felinas y encapuchados para evitar así la posibilidad de ser vistos.

El paso al que corrían y saltaban entre los árboles era bastante rápido, tanto que apenas se podía ver una sombra de ellos, además de eso eran mortalmente silenciosos en sus avances hasta el punto que entre los bosques de los alrededores de Konoha no parecían nada mas que ráfagas de viento el sonido que salía de sus capas. Las primeras gotas de lluvia empezaron a golpear sus máscaras, eso en cierto modo era raro, puesto que el cielo no estaba precisamente nublado, si que encima suya tenían una nube, pero a simple vista no era suficiente para que aquello desprendiese agua de la forma que lo estaba haciendo, por otro lado, era bastante improbable de que aquello se tratase de algo preparado por los ninjas de la arena.

-Estad alerta, este fenómeno no es normal.- Comentó la figura que encabezaba la marcha, este descendió al suelo y corrió hacia uno de los árboles para ocultarse, haciendo un gesto con la mano alzada y la palma abierta para que los otros ninja se ocultasen en una posición atrasada a la de él. -Ya deberíamos estar cerca, pero no hay rastro del enemigo.- Susurró para sí mismo.

-Taichô*, detecto un chakra débil justo delante a cuatrocientos metros, parece que está armado.- Dijo una de las figuras atrasadas, este se movió con velocidad a la posición de la figura que había estado liderando la marcha. -Tal vez se trate de un centinela enemigo Kakashi-Taichô-

-En tal caso será mejor que lo capturemos.- Kakashi fue desenvainando una katana desde su espalda al tiempo que dejaba la capa en el suelo. Asintió con la cabeza levemente y los otros diecinueve ninjas lo imitaron.

De repente todos empezaron a correr a modo de oleada hacia la posición en la que estaba la figura, algunos dispersándose para acorralar a la figura que había mencionado el ANBU, el primero en salir fue Kakashi, quien en principio se quedó mudo por lo que estaba viendo.

Era cierto que solo había una figura, pero a su alrededor estaba todo lleno de sangre y de restos humanos, era imposible diferenciar que parte era de que parte, parecía que el individuo que estaba en medio sosteniendo un mandoble se había ocupado de triturar los cuerpos de sus víctimas, a su campo visual entró a varios pasos hacia la derecha una bandana con el símbolo de Suna en él, se suponíea que aquél "chakra débil" acababa de hacer pedazos a un escuadrón de Jônins entero.

-Identifícate.- Ordenó el líder del escuadrón ANBU mientras la figura se giraba hacia él, dicha figura estaba envuelta en la oscuridad del bosque, apenas se le podía ver claramente, pero algo que si que pudo ver con total claridad fueron unos ojos tan rojos como los de la misma sangre, y no eran precisamente los de un sharingan, eran unos ojos rasgados, parecían los de una bestia. Entre aquellas sombras le pareció percibir algo más que una simple mirada, así que con un sello delante de su ojo izquierdo desató su sharingan y lo único que pudo ver fue un chakra rojizo que se adhería al cuerpo de la figura. Apenas pudo diferenciar rasgos, solo pudo ver que aquella figura vestía con ropas parecidas a las que habían vestido los akatsukis, solo que sin ningún tipo de nube roja, y que la espada que portaba había pertenecido a Zabuza Momochi, básicamente aquél que tenía delante se la había arrancado al cadáver de dicho ninja.

-¿Debería hacerlo? Normalmente no suelo darle mi nombre a una veintena de cadáveres.- La voz de la figura retumbó por los alrededores, haciendo entender que aquella emboscada iba a ser inútil contra él. -¿Queréis información? Os toca sacarla de mi cadáver.- Fue todo lo que dijo, la única señal que Kakashi necesitaba para lanzarse junto a los ANBU, mas todo cambió cuando la figura pasó también a la acción.

Fue un movimiento tan rápido que ni su sharingan pudo seguirlo, dicha figura había  tomado el mandoble con ambas manos y se había avalanzado hacia Kakashi, pero no con una carrera normal, aquello había ido mucho más allá de aquello, de repente Kakashi cayó al suelo por su propia inercia, sangrando de forma abundante por el costado, literalmente el ninja copia no había tenido ninguna oportunidad contra la figura.

De repente un tornado salió disparado hacia dicha figura, quien fue golpeado con fuerza en su torso y acabó estampado contra un árbol, una vez dicha figura cayó al suelo, desapareció en una nube de humo y apareció por encima de la figura que se había lanzado hacia él hecho un torbellino, agarrándolo por la cabeza y haciendo que se estrellase contra el suelo de forma violenta, haciendo que la máscara literalmente se hiciese añicos.

-¡Kiba-kun!- Gritó una figura detrás del agresor del Inuzuka, esta se avalanzó hacia dicho agresor y empezó a golpear... Al aire. -"No para de moverse, a este ritmo encontrará una apertura ¡Pero no puedo acertar!"- Pensó dicha figura.

Como bien había pensado, la apertura llegó, y junto a ella no llegó un simple golpe, una esfera de color azul rojiza apareció en las manos de dicha figura haciendo que el suelo prácticamente se estremeciese, acto seguido, de un impulso impactó con esta esfera en el torso de la atacante haciendo que saliese volando, pero antes de que pudiese llegar a caer del todo una masa de insectos amortiguó su caída.

-Os crearé tiempo, curad a los heridos equipo médico.- Varios shinobis detrás de aquella figura empezaron a moverse para curar a los heridos como bien había dicho el ANBU que estaba encarando al desconocido. -No pasarás de aquí... Mushidama.-

Tras decir eso, una esfera gigantesca de insectos junto con dos tornados de los mismos empezaron a avanzar hacia el desconocido, este no hizo nada por evitar a los susodichos y acabó atrapado entre estos. Cuando el Aburame cantaba victoria por dentro algo pasó, de repente una luz rojiza empezó a manifestarse donde estaba el desconocido haciendo que los insectos cayesen fulminados al suelo. La figura empezó a realizar sellos con una mano y aspiró aire.

-Katon: Gôkakyu no jutsu.- Y tras soplar en el aire, una gigantesca bola de fuego salió disparada hacia el Aburame y el grupo médico, al menos hasta que una mano todavía más gigantesca que la bola de fuego dio un golpe descendente haciendo que las llamas se dispersasen.

-Gracias, Choji.- Dijo secamente el Aburame, para luego volver a encarar al desconocido.

-Parece que si quiero destruir Konoha tendré que sudar un poco.- Comentó, de repente una oleada de chakra rojo empezó a salir de él hasta que una tos se apoderó de su cuerpo. -"Parece que he usado demasiado chakra... He de salir de aquí rápido"- Pensó el desconocido. -Parece que no será hoy... Al menos os daré que pensar, ¿Queríais un nombre, cierto? Podéis llamarme Kyubi.- Acto seguido lanzó un kunai justo delante de Kakashi, uno que lo dejó completamente atónito, se trataba de un kunai con tres puntas en el que se podía leer claramente Hiraishin. -Y vuestro sufrimiento no ha hecho más que empezar, la guerra no será el mayor de vuestros problemas, Konoha.-

Y sin más, con un destello completamente rojo, desapareció.


Os preguntareis ¿Para qué una batalla nada mas empezar? Simplemente para crear tensión entre los personajes, creo que todos sabemos quienes estaban en el equipo médico xD

No he puesto descripciones puesto que todos estaban tras máscaras y sombras, pero más o menos se sobreentiende quienes son cada uno.

Por si no ha quedado claro, están en la edad de los 20 años, próximamente saldrá la situación de konoha etc etc etc. Se puede decir que era más un capítulo de introducción que cualquier otra cosa.

Un saludo, espero críticas y comentarios y sobre todo, que os haya gustado ^^

Tiene buena pinta la historia, del principio vemos que naruto ya les declaro la guerra a konoha, y tubo su primer encuentro con kakashi y su grupo, veremos que saco de esta pelea kakashi y cual sera su reporte.

me gusto mucho espero la conti


saludos

Me gusto el mundo alternativo que creaste, un Naruto totalmente diferente al que hemos visto, tenga ciertas dudas que con los siguientes capítulos se aclararan estoy segura. Por el momento se ve interesante (no me quejo de tu narración ha sido muy pulcra y detallada).

Espero con ansias la pronta actualización.

 

Muchísimas gracias por los comentarios, como siempre, suben el ánimo bastante. Desgraciadamente no es un fic que pueda continuar cada día, las responsabilidades me llaman y tal, pero pienso continuarlo de forma frecuente cada vez que pueda.

Ahora bien, pasaré a explicar el porqué de algunas de las cosas, que creo que han quedado un poco colgando en cuanto a víctimas. Ya que excepto algunas no explicaré mucho aunque si que aparecerán.

-Zabuza Momochi: Todos sabemos que Zabuza murió de forma que Naruto pasó a ser el buenazo de la serie y etc. Pero no en este caso. Próximamente explicaré porqué Naruto tiene la espada de Zabuza y no al contrario, y porqué Naruto no ha sido el buenazo que conocemos (Haku estuvo con Zabuza y no era precisamente malo para como se crió).

-Akatsuki: Si acorralas a una bestia, la bestia se defenderá con un mordisco, en caso de Naruto fue a la yugular.

-Jiraiya: Eso viene en el capítulo. xD

Ahora pues, ahí vamos.


La noche había caído en Konoha, el equípo médico había hecho su trabajo con una eficiencia más que notoria, Kakashi se encontraba despierto en la habitación del hospital en la que le habían designado, una bastante vacía menos por sí mismo, la cama y una mesa en la que habían colocado sus pertenencias. En sus manos el peliblanco tenía el kunai que aquél tal "Kyubi" había dejado caer delante de él, un kunai de tres puntas, de hecho era uno demasiado conocido para él. Sabía que si aquél desconocido era listo podía usarlo para teleportarse hacia él con solo desearlo, era por ello por lo que había deshecho el sello del Hiraishin, por precauciones más que nada.

De todas formas, el Kunai no era lo que le afectaba, lo que le afectaba era la identidad de aquél luchador. Años atrás habían recibido una misión que había resultado ser más difícil de lo que debería haberlo sido, una en la que cuando llegaron, el grupo de mercenarios al que debían eliminar había sido asesinado tan brutalmente que ninguno de los tres genins que él había llevado había podido soportar la sola impresión de cuerpos mutilados, algunos colgados por sus intestinos en el techo con vigas de madera y el que había sido hasta aquél entonces conocido mercenario Zabuza Momochi no estaba en un estado precisamente mejor... Todavía recordaba aquél cadáver con el pecho abierto a modo de agujero, solo había quedado dentro de esa zona los huesos, ni los órganos ni la sangre que podría haber chorreado del cuerpo había quedado para darles una escena un poco más macabra, si es que se podía hacer de dicho modo.

Pero ese no era el único caso, una organización criminal había desaparecido de la noche a la mañana y había seguido un patrón bastante simple, los líderes habían muerto primero y tres de los miembros simplemente habían desaparecido, uno de ellos se trataba de uno de los Sannins, Orochimaru, otro se trataba del traidor Uchiha Itachi y el tercero era de origen desconocido, no era alguien que tuviesen fichado, alguien desconocido para el libro del bingo, pero no tenía sentido que aquella persona fuese la que estaba antes en Akatsuki, después de todo los Akatsuki tenían un modo de actuar, y una de ellas eran si supervivientes.

Pese al dolor de su herida, Kakashi se levantó de la cama y se vistió, con cuidado se dirigió hacia los archivos de Konoha por si había algún tipo de antecedente, un registro...Lo que fuese.


En la torre del Hokage, en una sala totalmente aislada del resto, solo una puerta, sin ventanas ni decoraciones, solo un sello en el suelo, en tres extremos de este se encontraban tres mujeres, una de ellas rubia, vestida con un traje de médico, la frente totalmente iluminada de color verde. Otra de ellas iba con un kimono negro, justo del mismo color de su pelo, en su hombro llevaba un cerdito que miraba con atención al centro, en el otro extremo había una tercera persona, justo entre ambas figuras, formando un triángulo perfecto, dicha figura llevaba el pelo rosa, tan largo que le llegaba hasta la altura de la cintura, esta llevaba el típico traje de Jonnin. Todas tenían las manos sobre el suelo.

-¡Shizune! ¡Estabiliza el jutsu y concentralo en la estructura ósea, no quiero perder a una paciente!- Vociferó la rubia, mientras empujaba un poco más hacia el suelo. -¡Sakura! ¡Aplica chakra a los órganos vitales, restauraré el tejido del corazón!-

En el centro de las tres se encontraba una chica de pelo negro largo, todo su torso estaba gravemente quemado, como si le hubiese explotado una bomba, obviamente, el corazón y otros órganos habían quedado hechos una porquería, habían estado toda la noche intentando restaurar el cuerpo de la mujer. Se trataba de Hinata Hyuuga, quien había sido gravemente herida con la técnica de "Kyubi", aunque ese asunto no era el que les ponía en alerta, la vida de Hinata pendía de un hilo y el más mínimo fallo haría que muriese.

Tras dos horas las tres estaban prácticamente tiradas en el despacho de Tsunade, las tres agotadas. La rubia estaba sentada en su sillón tras su escritorio y Shizune y Sakura en un sillón sentadas... Pero en el fondo estaban bastante satisfechas y orgullosas.

-Buen trabajo ahí dentro.- Dijo con voz cansada la Hokage, sufriendo los efectos del desgasde de chakra, su jutsu para mantenerse joven estaba medio deshecho.

-Debería irse a dormir Tsunade-sama.- La morena, obviamente estaba preocupada por la Hokage, su amiga desde hace muchos años. -Del resto nos ocupamos nosotras.-

-Antes quiero saber, ¿Cómo es que tres de mis mejores ANBU han llegado tal y como han llegado? Inuzuka Kiba: Mandíbula partida, una fractura en el cráneo y aún no sabemos cuanto daño ha sufrido en la columna. Hinata Hyuuga: Ha llegado más muerta que viva con un monstruoso daño interno y Kakashi casi cortado por la mitad. Esos ninja de la arena no tendrían que haber sido para tanto. Quiero respuestas y las quiero ya.- Lo cierto es que el hecho de que ninjas de clanes tan prestigiosos hubiesen llegado en aquél estado le preocupaban. Tenía varias teorías sobre algún tipo de arma secreta, pero Sakura interrumpió aquellos pensamientos.

-Cuando llegamos, estaban todos muertos, despedazados.- Tsunade ante la pausa, se apoyó con los codos sobre la mesa, atenta a su alumna. -Nos encontramos a una persona, se hizo llamar "Kyubi", no sé que usó con nosotros pero Kakashi no pudo seguirlo ni con el sharingan.-

-Se llama Hiraishin no jutsu.- La puerta se abrió, dejando pasar a un Kakashi que luchaba por mantenerse de pie. -Sea quien sea, es de Konoha, estaba usando los Kunai de mi maestro.- Acto seguido enseñó el kunai de tres puntas.

-Todos esos kunai fueron enterrados con Minato, tienen que ser una imitación.- Estaba negando la realidad, pero no cualquiera podría haber abierto aquella tumba, tenía varios sellos sobre ella y según sabía Minato y Kushina no habían tenido descendencia.

-Y el Kyubi fue derrotado... No sería la primera cosa rara que se ve, así como las técnicas para romper sellos son complejas.- Murmuró Shizune mientras acariciaba el estómago de de Ton Ton. -Podrían haber sido robados.-

-Entonces lo sabríamos.- Dijo Kakashi, pensativo. -Usamos técnicas de sellado del clan Uzumaki.-

-Se nos avecina un golpe de estado por parte del consejo, la guerra y este personaje me van a terminar matando...- Murmuró con pesadez Tsunade de forma que solo los presentes pudiesen escucharla.


A cientos de kilómetros de Konoha, en algún lugar entre la frontera entre los paises del fuego y del viento, una gruta dentro de una montaña iluminada por antorchas. Una simple y enorme sala en la cual había una estatua gigantesca en forma de una llama rodeada por tres soles, una figura se encontraba sentada justo en medio, se trataba de un joven de veinte años, rubio, ojos rojos y tres bigotes muy marcados a cada lado de la cara. Estaba vestido con una chaqueta parecida a la de los Jonnin de color negra y unos pantalones negros, a su lado tenía un mandoble muy característico, se trataba del de Zabuza Momochi y justo colgada en la empuñadura, la túnica que había llevado horas atrás. El olor a ceniza dentro de la gruta era lo que más se hacía notar, era por una simple razón.

Dentro de esa cueva habían antes que el joven varios mercenarios, ahora no eran más que espectros de lo que una vez fueron. El rubio se encontraba comiendo un trozo de carne de conejo que había logrado freír con una técnica de elemento fuego hasta el momento en que una figura cruzó el umbral de las sombras de aquella cueva.

-¿Quién eres? ¿Donde está el resto?- Se trataba de una joven de cabello blanco y ojos azules, vestida con un chaleco de color marrón sin mangas, pantalones rojos y una especie de manto que llegaba hacia los tobillos en la parte derecha de su cintura. Rápidamente ante la mirada burlona del rubio se colocó en defensa. -¡Habla!-

-¿Amenazas cuando tiemblas de miedo? Allá tú.- Poco a poco el joven se empezó a levantar, hasta que vio algo que le llamó la atención, la joven empezó a realizar una esfera de color azul en su mano derecha. -Vaya, conoces el Rasengan.-

-Me la enseñó mi tío, el gran Jiraiya.- Siseo en total alerta.

-Entonces podrás vengarte, yo lo maté.- Comentó con algo de diversión en su tono de voz mientras realizaba aquella misma esfera. -¿Sabes que esa técnica era de mi padre, novata?-

-¡No te burles de mi!- Gritó lanzándose hacia el joven.

Realmente, parecía que los fantasmas de su pasado iban a perseguirle en el presente. Tal vez la dejaría viva para que su existencia fuese una agonía en una espiral de venganza, había matado a su tío y a sus compañeros, o tal vez la mataría de una forma lenta y tortuosa.


Como extra, dejaré como se verían los personajes:

Naruto (imaginad la túnica negra y sin la sonrisa) : [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Sakura: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Sobrina de Jiraiya: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Mas o menos son así.

Un saludo.

muy bueno me intriga como se va a desarrollar el narusaku

seguí así espero la conti con ansias

saludos

Buenos vemos, que las cosas en konoha se pondrán movidas, ya que seguramente algunos trapitos saldrán a la luz, mas que seguro muchos se sorprenderán.

Veremos quien se la persona que se presento frente a kyubi, ya que al parecer tendrá alguna conexión con el.

Leon: Te respondo las preguntas antes de poner el siguiente capítulo.

-Sobrina de Jiraiya? quien será esa joven y que conexión tendrá con Naruto?-

R.- Ninguna, hasta ahora y no es precisamente buena según podemos ver xD

-Y en Konoha no saben que MinaKsuhi tuvo hijos? ósea que no saben que Naruto existe?-

R.- Obvio que no, si no habrían sabido quien ha sido, lo de Naruto murió con Jiraiya y con el 3º Hokage e Itachi. Nadie vivo tiene conocimiento dentro de su cabeza sobre los hechos de lo que pasó con el Kyubi etc etc.

Con respecto al narusaku, va a haber de por medio una etapa de mucha rivalidad antes, pero lo habrá, por eso no os preocupéis.

Así pues, ahí vamos.


En la frontera del pais del hierro, habían ruinas de pueblos que habían dejado las avanzadillas ninjas que se habían enfrentado a los samurai, aunque aún seguía viviendo gente en ella habían llegado a un punto en el que el salvajismo era algo que se evitaba por el simple hecho de que las patrullas samurai habían estado rondando por la zona de forma constante evitando altercados, aunque a veces eran altercados contra ellos mismos y se veían bastante involucrados en dichos altercados de una forma bastante involuntaria, sus enseñanzas les prohibían atacar a gente desprotegida y desarmada, pero no defenderse de ellos.

Entre las ruinas de una de las casas se encontraba una figura de pelo negro al igual que sus ojos, alto, pálido, y vestido con un traje samurai sin armadura. Se encontraba recostado sobre la pared, pensativo, si, pensando en lo que antes había sido su hermano, el sacrificio que hizo para poder protegerlo. A su lado sentada en el suelo había una mujer pelirroja vestida con unos pantalones holgados largos verdes y una camisa sin mangas negra que parecía estarse peleando con algo, una mancha húmeda en el suelo que se movía de un lado a otro para evitar los golpes que estaba asestando contra este la pelirroja, justo en la entrada de la casa se encontraba una cuarta figura de pelo anaranjado, vestido de una forma bastante simple comparado a sus compañeros, este solo llevaba unos pantalones y camisa azules cortos.

-Sasuke, deberíamos movernos antes de que se den cuenta de que estamos aquí, aunque tus heridas no estén del todo recuperadas.- Dijo la figura de pelo naranja sin siquiera mirar a su compañero de pelo negro, sabiendo el carácter que gastaba seguramente le había enviado una mirada de odio. -Por más que te obsesiones con lo ocurrido hace cinco años no podrás remediarlo, supéralo de una vez.-

-Callate.- Siseó el Uchiha mientras se le encendían los ojos de un color rojizo, por su parte la figura de pelo naranja empezó a girarse al tiempo que unas manchas iban apareciendo por su cara. -No quieras desafiarme Juugo.- Dijo tomando su katana con una mano.

-Con tus heridas no me planteas ningún tipo de reto, podría aplastarte fácilmente.- De nuevo, miró hacia la puerta sabiendo que hablar con el Uchiha no iba a servir para nada.

Por su parte Sasuke se separó de la pared, dejando la katana quieta, pero obviamente seguía enfadado con Juugo, aún así en vez de dirigirse hacia el chico se fue hacia una silla y se sentó allí soltando un largo suspiro. "Aquél día..."


El cuerpo muerto de Itachi permanecía en el suelo, totalmente quieto, pálido, envuelto en sangre por la propia tos que lo había destrozado y se había llevado los últimos alientos de su vida. Las ruinas de la fortaleza que antaño había sido Uchiha estaban envueltas en fuego negro, los relámpagos caían desde el cielo una y otra vez. La cara desencajada del Uchiha se encontraba puesta sobre su hermano. Un último trueno retumbó en el cielo que hizo que Sasuke reaccionase pestañeando un par de veces, situando su rostro justo delante de sí mismo.

-Espero que estés contento, debería felicitarte por matar a tu hermano.- Dijo una figura que se acercaba paso a paso hacia él, tapado por una túnica, incluido su rostro, aunque lo que si que pudo diferenciar fueron unos ojos rojos que empezaron a dibujarse debajo de esa oscuridad. -Pero debería matarte por haber asesinado a mi maestro...Si, eso haré.- Dicha figura empezó a desprender un chakra completamente rojo y brillante, parecido a una especia de masa líquida burbujeante de la cual salían nueve colas. La presión ambiental se volvía casi insoportable, ya por no decir el calor que estaba empezando a hacer, el agua de la lluvia estaba dejando de caer al suelo formando una neblina lo suficientemente densa como para hacer que el Uchiha tuviese problemas para ver.

-¿Q-quien eres?- El miedo era más que notorio para Sasuke, pues él solo podía ver una cosa saliendo de aquella masa de color rojo. La figura de un zorro gigantesco de color rojo por detrás de la figura.

-A partir de hoy...Tu peor pesadilla.-

A partir de ahí, solo recordaba dolor y su visión completamente oscura, al tiempo supo que Suigetsu le había sacado de allí mientras que Juugo enfrentaba al encapuchado, que por cierto, Juugo quedó con la espalda completamente marcada de por vida.


Un escalofrío muy humano recorrió la espalda de Sasuke, aún recordaba aquellos ojos como si fuese lo único que pudiese recordar, ni el cuerpo de su hermano había provocado tal efecto en él como el miedo que sintió por primera vez en su vida. Ni siquiera cuando llegó al país de las olas para su primera misión y se encontró a un montón de mercenarios prácticamente destripados de una forma bastante...Pintoresca. Las heridas de los recientes combates que había estado librando con los samurai estaban muy presentes en su cuerpo, le hicieron inclinarse hacia adelante haciendo que su visión se volviese borrosa, solo pensó en una cosa antes de caer de cara al suelo y fue en la horrible muerte que le iba a dar a aquél encapuchado.


-¡Rasengan!- En una gruta de una cueva a bastantes kilómetros de allí resonó una voz femenina, acto seguido una explosión consecuente del choque de dos técnicas, se trataba de la que decía ser la sobrina del sannin Jiraiya que había chocado aquella técnica con la del joven, este tenía una sonrisa burlona en su rostro, al menos hasta que empujó con su rasengan añadiendo más chakra en el último momento haciendo que este creciese varios metros.

La explosión no se hizo esperar, la muchacha salió disparada y de forma inevitable empezó a rodar por el suelo por culpa de la inercia al menos hasta que sus pies tocaron el suelo, de repente mientras su cuerpo se alejaba del de el joven empezó a realizar sellos, de forma que su cuerpo empezó a rodearse de electricidad, de repente varias armas ninja empezaron a flotar en el aire hasta que juntó sus palmas.

-Ninpo, railgun.- De repente un área trasparente empezó a rodear a la joven, provocando un fuerte estallido en las armas haciendo que estas saliesen volando a una velocidad más que elevada hacia el rubio, el filo de las dichas, entre las que habían únicamente kunais y shuriken, empezaron a desintegrarse por la fiereza del estallido y del aire siendo cortado por los mismos, pero las puntas estaban intactas y peligrosamente rodeadas por chakra.

Naruto por su parte realizó un gesto con su mano y una ráfaga de chakra rojizo salió a modo de ráfaga de viento caliente que desvió las trayectorias de dichos proyectiles.

Sin mediar palabra, tomó el mandoble de Zabuza y empezó a avanzar poco a poco hacia la chica, quien desenvainó una ninjato y se avalanzó sobre Naruto con un corte hacia su cuello, el rubio sin embargo detuvo completamente el golpe con el lateral de la espada con un golpe hacia el exterior, la fuerza que usó Naruto fue tal que la chica salió volando hacia la pared, rompiéndola con su espalda haciendo así que soltase todo el aire de sus pulmones. No le dio tiempo a tomar aire, de hecho en menos de un segundo Naruto apareció arremetiendo con su pierna derecha contra el estómago de la chica.

-¿Me odias?- Siseo Naruto cerca del oido de la semiconsciente chica que estaba intentando respirar. Esta simplemente miró de forma desafiante al rubio quien saltó hacia atrás y abrió los brazos en cruz. -¡Me gusta esa mirada! ¡Me dan ganas de matarte solo con mirarte!-

Entonces la chica comprendió, aquello no era una persona normal y corriente, era un monstruo, pero no un monstruo cualquiera pues en sus gestos había un algo que lo hacían ver como un psicópata, además aquella sonrisa de disfrute que estaba teniendo no dejaba más que ver que aquél hombre era un enfermo que disfrutaba haciendo daño, si no ya la habría matado, ocasiones había tenido y ahora iba a darle una razón por la que no debería haber retrasado su muerte. La chica cerró los ojos y dejó caer su cabeza, su respiración se volvió más calmada.

-Ahora solo me das pena...- Al levantar su cabeza se pudo ver claramente un rombo sobre su cabeza y unas lineas rojas alrededor de sus ojos, los cuales se habían vuelto parecidos a los de una rana. -Porque dentro de poco te unirás a mis compañeros y se encargarán de hacer que tu muerte sea más desagradable.-

Sin mediar más palabra se lanzó hacia Naruto con un puño listo para dar un puñetazo, el rubio alzó una mano e interceptó el puño a la par que aquella mano empezaba a verse más y más como una garra carente de pelo. Nueve colas con pelaje rojo empezaron a aparecer tras su espalda y sus colmillos empezaron a crecer, por su rostro empezaron a aparecer varios sellos y el globo ocular de sus ojos se volvieron negros, su pelo creció levemente dejando en la parte superior de su cabeza un par de zonas que parecían orejas, aunque no se trataba de nada más que de pelo.

-Te presento mi modo sennin.- Y tras esas palabras, la joven acabó estampada en el suelo de nuevo, pero esta vez parecía que no se iba a mover más. -¿Ya ha muerto? Que porquería...- Cuando Naruto andó, notó algo raro, bajo su pié había una especie de papel que lo había dejado pegado al suelo.

-Te tengo...- Susurró la chica haciendo un sello, tras eso, lo único que vio Naruto después fue una explosión. La chica por su parte, fue llevada por la oscura parte en su mente de la inconsciencia.


Espero que el capítulo sea de vuestro agrado =P

Sasuke Uchiha: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Un saludo.

solo una palabra Increíble

Me leí los tres capítulos de corrido y quede mas que fascinada ojalo lo continúes pronto, muero de la intriga de como surgirá el NaruSaku
Ademas esta Sobrina de Jiraiya Que mas trucos bajo la manga se trae

Porfa conti pronto 10.14.2013:_sierra: 

simplemente buenísimo me encanto espero la conti

saludos

Vaya  muy buenos capítulos esa personaje que pelea contra Naruto me intriga (si Jiraiya le enseño el rasengan fue por algun motivo ademas de ser su "sobrina") Tambien tengo curiosidad de como habra NaruSaku y si Naruto matara al emo vengador (Sasuke).

Una historia muy interesante, y agradable (;

Tienes un Lector, que si sigues llevando la historia así.
te sera siempre fiel.

gracias por el trabajo realizado.
salu2

Siento la tardanza, he estado bastante ocupado con ciertas cosillas, me estoy preparando para trabajar como guardia de seguridad y entre eso y las artes marciales, papeleos etc. Me están dejando con poco tiempo.

Así pues, no sin antes dar un "Gracias" por esos comentarios, que suben los ánimos, paso a colgar el siguiente capítulo.


Todo era oscuridad para su rango de visión, no sabía cuanto tiempo llevaba encerrado en aquello que se llamaba inconsciencia, no había podido recuperarse, no había podido siquiera conectar su mente con su espíritu, no había podido siquiera entablar conversación con la otra entidad que estaba encerrado en su cuerpo, el Kyuubi. Naruto estaba sumido en un estado letárgico en el que no había podido tener ningún tipo de conexión con el mundo desde aquella explosión que había provocado la chica mercenaria. Algo si que podía notar, pero era un sentimiento muy alejado de lo que se podía llamar una sensación, era una mezcla entre frío y humedad, como si estuviese encerrado en algún tipo de técnica de agua o de hielo... Simplemente no sabía cuanto tiempo llevaba ahí, hasta que una gran oleada de dolor le recorrió el cuerpo, para luego desvanecerse.

Poco a poco movió su cabeza mientras abría los ojos, no había movido más porque estaba literalmente colgado de la pared con cadenas que le presionaban la yugular, las muñecas, la cintura y los tobillos anclado contra la pared, el sitio era oscuro pero claramente estaba hecho de piedra, varios barrotes eran lo único que llegaba a su rango de visión junto a una luz exterior a aquella celda. Lo último que recordaba era aquél fatídico sello explosivo que lo habría matado de no haber realizado una técnica de viento para proteger su cuerpo con una cúpula que provoco que el rubio saliese disparado hacia el techo dándose un fuerte golpe, en cuanto a la chica no podía decir que supiese que había pasado con ella, no había tenido tiempo para nada, pero deseaba que se hubiese muerto allí mismo.

-Parece que ha despertado, los sellos se han activado.- Dijo una voz de hombre desde fuera de la jaula, una voz aspera y ronca, de alguien mayor. La celda se abrió, dejando ver la silueta de alguien visiblemente mayor que flotaba en el aire, este se quedó quieto justo a la entrada. -¿Quién eres, mocoso?-

-Que te importa...- La respuesta de Naruto fue dificultosa, débil, pero algo que salió con fuerza de él fue un grito cuando aquella figura decidió que sería interesante usar de blanco el torso del rubio para sus técnicas de tierra.

-Eso han sido dos costillas machucadas, no te aconsejo hacerte el valiente.- Poco a poco se fue acercando a Naruto, mientras tres rocas de un tamaño considerable empezaban a volar a su alrededor. -Te lo volveré a preguntar, ¿Quién eres?-

-Tu peor pesadilla, viejo.- Tras sus palabras, Naruto escupió a la figura una mezcla de sangre y saliva. Aunque la reacción del anciano no tardó, las tres piedras fueron detenidas por nueve largas y gruesas colas que incluso brillaban en la oscuridad. -Deberíais haberme matado cuando me encontrasteis.-

Y tras eso, simplemente desapareció en un rayo rojizo, dejando helado al anciano quien por su soberbia no había podido siquiera imaginar quien demonios habría sido su prisionero, de hecho hasta que no vio las nueve colas no pensó que se podría tratar de un Jinchuriki, como tampoco habría podido nunca pensar que estaba con precisamente el Jinchuriki del bijuu más poderoso, el Kyuubi, incluso parecía que había podido derrotar a dicha bestia sin ningún problema y ahora no sabía donde había ido. Un temblor de tierra fue el único aviso que tuvo para saber que el techo iba a romperse sobre él. El anciano realizando unos sellos salió disparado hacia atrás, casi rompiendo los barrotes con su espalda mientras el techo caía donde antes había estado su posición, entre los escombros y el humo salí la figura que antes había estado encadenada, como si segundos atrás no le hubiesen roto las costillas.

Dos figuras más se unieron a la pequeña, desde su posición Naruto no podía ver nada pero había una figura gorda y otra bastante más pequeña y estilizada, seguramente la de una mujer, aunque estos no atacaron por orden de la figura más pequeña, el anciano.

-Esa técnica que has usado...- Por la voz y su timbre, casi se podía decir que aquella figura había visto a algo parecido a un fantasma, uno no precisamente bueno para él y para sus ninjas. -¿De donde la has sacado? Obviamente no eres el Yondaime Hokage-

-Cada cosa a su tiempo anciano, primero, creo que voy a destruir este lugar.- En menos de un segundo, la figura de la mujer se avalanzó sobre él dispuesta a asestarle un rodillazo en la cara, pero solo se quedó en eso, en la intención, pues algo hizo que su pierna fuese más allá de su cuerpo junto con el sonido de un trozo de carne cayendo al suelo y de un metal cortando algo. De un segundo a otro, los gritos de la ninja empezaron a escucharse mientras la sangre empezaba a salpicar hasta fuera de la oscura celda. -Aunque tú serás la primera voluntaria.-

-¡NO!- Vociferó el anciano haciendo que su voz retumbase por el lugar, incluso intentó acercarse, pero era demasiado tarde, los gritos cesaron y junto con ella, un nuevo alarido se creó en el ambiente, el del anciano gritando, fuera de control, Naruto por su parte sonrió de forma enigmática creando aún más ira en el anciano. -No saldrás vivo de aquí... Te lo juro.-

Un cubo translúcido salió de las manos del anciano y creció hasta el punto en el que las paredes se empezaron a evaporar, Naruto evitó aquel cuadrado hasta el último momento colocándose en la esquina hasta que el acorralamiento fue tal que se obligó a sí mismo volver a usar el Hiraishin para salir de aquél sitio. Conocía las técnicas de Tsuchikage a la perfección, a la vez le daba un gran respeto aquella habilidad, pero algo era seguro, aquél orgullo, aquél descontrol que había creado en el anciano había sido suficiente para haberle hecho caer en su trampa, había realizado aquella técnica sin pensar en sus subordinados, todos habían quedado atrapados en ella y Naruto se había logrado escapar sin siquiera un rasguño, solo el Tsuchikage había quedado en medio del cráter, con la mirada perdida y arrodillado.

Naruto se acercó al cráter aplaudiendo varias veces, sus ojos completamente rojos fijados en la espalda del anciano como si fuese una atracción de feria que acababan de poner delante de un niño un tanto...Psicópata.

-Bravo, braaaavo. ¿Qué se siente el matar a tus personas más allegadas? A mi no me puedes culpar, la chica seguía viva.- El anciano no reaccionaba, el rubio por su parte tras soltar una pequeña risilla se dio la vuelta a la vez que lanzaba sobre la cabeza de Oonoki una bolsa llena de sellos explosivos que al abrirse crearon una lluvia de papeles, Naruto no esperó mucho, quería que aquella onda expansiva que le sabía a victoria retumbase sobre sus oidos, aunque por desgracia se tendría que ir lejos bastante rápido puesto que la explosión seguramente, incluso estando dentro del bosque que estaba, llamaría la atención de algún explorador y sinceramente no estaba completamente recuperado, de hecho la falta de chakra ya estaba siendo visible en él como por ejemplo ojeras del propio cansancio.

La explosión fue colosal, música para los oidos del Jinchuriki que parecía disfrutar de la sensación térmica y de los escombros cayendo a su alrededor.

(Nota: No se porqué pero Naruto aquí me ha recordado a Kimblee de FMA.)


En ese mismo momento a cientos de kilómetros del sitio, en el hospital de Konoha, Kakashi en su cama del hospital revisaba documentos sin parar, desde que se había encontrado con aquél misterioso que se había llamado a sí mismo Kyuubi habían pasado dos semanas. En ese tiempo apenas había tenido contacto con el exterior, los documentos eran lo único que se había acercado a aquello que se hacía llamar "mundo" a parte de las visitas de su alumna. Por mucho que leía sobre el incidente del Kyuubi, sobre las generaciones Namikaze y Uzumaki, sobre la traición de los Uchiha, absolutamente todo acababa en un único punto: Uzumaki Kushina y Minato Namikaze, su maestro y la mujer del mismo, pero no decía nada de que hubiesen tenido un hijo, así mismo nadie sabía de la relación de ambos, solo unos pocos y cualquiera que pudiese saberlo, estaba muerto. Tal vez si hubiese buscado a Jiraiya antes hubiese tenido oportunidad de relacionar a "Kyuubi" con algo más de lo que vivieron en la aldea años ya atrás.

De los médicos había podido escuchar que en Konoha se encontraba la que era la sobrina de Jiraiya, aunque esta había estado completamente bajo la custodia de la godaime hokage en una celda de máxima seguridad, por mucho que había preguntado no le habían dicho porqué se la habían llevado allí, solo sabía lo justo dado su estado de salud y le habían dicho más de una vez que aquello no sería un problema cuando saliese pero que hasta el momento iba a estar retirado del asunto por su propio bien, pero su propio bien era amenazado constantemente por una persona, aquél que lideraba a la raiz de ANBU, pese a él mismo participar dentro de dicho escuadrón de acción, era del bando de la Hokage mientras que la raiz era contraria a la misma, ahora que estaba hospitalizado, asesinar a uno de los máximos oficiales de dicha unidad iba a ser bastante fácil para cualquiera de los ANBU de la raiz...Al menos si no se tratase de Hatake Kakashi, cada mañana los médicos que se encargaban de él se encontraban al menos cuatro muertos alrededor de la cama de Kakashi mientras este leía o bien el Icha Icha o bien los documentos.

La puerta se abrió, dejando paso a una mujer vestida con una bata de médico y traje jonin debajo y pelo rosa recogido, sus ojos estaban pegados a unos documentos médicos de otro paciente, cuando terminó de entrar dejó estos documentos sobre la mesa y se acercó a su maestro.

-¿Ha logrado encontrar algo Kakashi-sensei?- Preguntó la mujer con ambos brazos cruzados, viendo los informes, levantando de vez en cuando algún folio u alguna carpeta. De vez en cuando distinguía algunas fotos, el rostro de dos personas en concreto, el tercer Hokage y el cuarto. -¿Qué tiene que ver "él" con los kage?-

-Es lo que estoy tratando de averiguar.- De reojo miró a su alumna y supo de inmediato que no era la respuesta que buscaba. -Las técnicas que uso...Las técnicas con las que nos derrotó ya las había visto antes. Mi maestro las creó, el cuarto hokage.-

-Pero eso no es razón suficiente para que estés mirando informes antiguos y documentos clasificados, ¿Verdad?-

-Cierto, la verdad es que estas técnicas estaban selladas, así que nadie podría haberlas tomado sin que nos hubiesemos dado cuenta, solo el propio cuarto Hokage o su esposa tenían la habilidad para hacerlo.- Por unos momentos se perdió en sus pensamientos. -Es por ello por lo que esa persona me resulta tan enigmática, no se trata de una versión "falsificada" de las técnicas, son justo como las recuerdo, no puede ser una coincidencia.-

Un gran revuelo empezó a formarse por los pasillos, de repente Shizune entró en la habitación con cara alarmada.

-¡Sakura, la Suna está atacando Konoha!-


Espero que os haya gustado, si no, se aceptan las críticas xDDD

Un saludito.

Pdta:Que bueno que te reportaste ya te creí secuestrado por los aliens XD Ah por cierto enseñame artes marciales XD.

Mil perdones por la tardanza, pero entre una cosa y otra como para ponerse a escribir.

Salamandrahansuko : Solo te voy a responder a una cosa, puesto que el resto sería spoilear. Naruto no es todopoderoso, de hecho para vencer al Tsuchikage se puede decir que no ha luchado directamente, ha sido el Tsuchikage quien se ha encargado de destrozar la zona, él solo ha usado sellos explosivos y unos Hiraishin que no consumen demasiado chakra si es unicamente para sí mismo, y aun con esas ha salido cansado porque obviamente no estaba a su 100%. Una cosa es ser todopoderoso y otra ser tonto, hay bastante diferencia, y a diferencia del Naruto inocentón que conocemos, este se las ha apañado para sobrevivir dentro de Akatsuki, hay que tener eso muy en cuenta. =)

Así pues, gracias por el comentario, y de nuevo perdón por la tardanza.


Su visión era prácticamente nula, solo sabía que estaba en una habitación oscura y que tenía una mesa justo delante por el hecho de que había una vela a punto de apagarse justo delante, se encontraba sentada en una silla bastante húmeda para su gusto y es que como mercenaria pocas veces había tenido el lujo y mucho menos la incomodidad de sentarse en una silla llena de moho y humedad, casi tenía que estar haciendo fuerza, o la poca que le quedaba, para no caer de culo en el suelo por culpa de una silla partida, y podía decir de sobras que no quería tener ni un arañazo provocado por aquella madera no al menos hasta que hubiese escapado de aquél sitio, pero claro, el problema era escapar de allí. Si las prisiones ninjas eran poeligrosas por los tipos que las habitaban, más peligroso era el hecho de que si usaban alguna técnica, unas criaturas hechas de tinta que habían sido dibujadas por su cuerpo parecidas a serpientes entrarían a través de sus ojos y acabarían con su mente en menos de un segundo, no quería acabar de esa forma, y desde luego el pintor que había hecho aquello lo había hecho a conciencia puesto que se podía decir que aquellas serpientes estaban literalmente por todo su cuerpo.

Sus ropas, que antes habían sido parecidas a unas túnicas moradas ahora no eran más que harapos que se habían estropeado en apenas unas semanas desde que encontró a aquél asesino en la cueva, lo cierto es que de no ser por los médicos de Konoha habría podido perder la mitad de su cuerpo por culpa de su idea suicida de los sellos explosivos, pero la verdad es que al haber perdido a su grupo había perdido toda esperanza de sobrevivir en aquél mundo tan cruel lleno de guerras por sus propios medios. Finalmente la luz terminó por apagarse justo en el momento en que una puerta se abrió y dos figuras se acercaron a ella para tomarla por ambos brazos obligándola a levantarse, pocas horas atrás había estado inconsciente, pero en aquél poco tiempo le había dado tiempo a analizar la situación. Aún no podía controlar bien su cuerpo, seguramente por algún calmante que le habrían dado para el dolor. Al salir, pudo comprobar que en lo que estaba era en una celda de aislamiento, porque fuera había un pasillo lleno de celdas del mismo tipo con múltiples sellos en las puertas. Vamos, que en el extremo caso de que lograse deshacerse de las serpientes, los sellos harían el resto para no poder escapar echando la puerta abajo, y las paredes... Aquello por la humedad parecía demasiado un subterráneo como para intentar destrozar el techo o cualquier pared.

Durante dos minutos, arrastrando los pies, la obligaron a recorrer los interminables y monótonos pasillos de piedra de la prisión, únicamente iluminados por antorchas, una imagen demasiado medieval para tratarse de un mundo en el que existía la electricidad... Desde luego que le parecía algo demasiado retrógrado pero era mejor que una de las de el país del arroz donde acostumbraban a hacer experimentos con los prisioneros, o al menos había oído hablar de un científico majareta que había estado haciendo eso durante bastante tiempo.

Cuando llegaron, tres personas la esperaban, a una de ellas la reconocía sin problemas, la había visto más d euna vez con su tío, se trataba de Tsunade, una de las tres Sannin, pero los otros dos no le sonaba para nada, uno era un hombre alto cuyo rostro estaba lleno de cicatrices, el cuerpo se lo cubría con una gabardina negra y un chaleco jonnin de la hoja y la otra era una mujer cuyo pelo era casi negro, pero con una tonalidad azul bastante extraña, ella al contrario que su compañero no reparaba en ocultar su cuerpo, cierto era que llevaba una chaqueta pero debajo solo llevaba la típica maya ninja y una minifalda... "Guarra" fue lo primero que apareció en su mente.

-Podeis dejarnos solos.- Dijo la Hokage, haciendo que los dos escoltas que la habían acompañado se fuesen. -Todos.- La mujer y el hombre asintieron.

La sala no era muy grande, pero al menos estaba más o menos limpia, estaba bien iluminada por luz eléctrica, casi se podía decir que incluso por la sensación de humedad habían ascendido varios metros mientras andaban por los pasillos,pero aquello no quería decir que la decoración cambiase, las paredes y el suelo eran piedras, al menos las sillas que habían eran de hierro.

-Siéntate.- Tsunade sonó tan firme que incluso aunque hubiese intentado quejarse, la prisionera no tuvo más que aceptar, aunque también había que decir que tras todo ese tiempo inconsciente tenía el cuerpo entumecido. -¿En qué pensabas...?- Un tono oscuro que pocas veces había escuchado salió de la Hokage, no pudo evitar tragar saliva. -Te escapas de tu casa... Sin decir nada y a las semanas nos advierten que te han visto con un grupo de mercenarios... ¿¡EN QUE COJO PENSABAS, AYA!?- De un puñetazo de la rubia, una de las sillas salieron volando contra la pared, agrieteando la misma y espachurrando al mismo tiempo la silla.

-Yo... - No sabía lo que responder, ¿Cómo iba a decir que había sido por un amorío adolescente y por ganas de aventura por el mundo en plena guerra? Parecería una demente.

-Mejor no lo digas, o la siguiente cosa que vuele será tu cabeza.- Y sabía que decía la verdad, tal vez la Tsunade que había conocido fuese una borracha y una perdedora, pero también sabía que sus amenazas eran muy a tomar en cuenta. -Ahora empieza a hablar sobre lo que pasó en la cueva antes de que me piense lo de hacer que vueles.-

Al principio no supo si negarse, después de todo el hecho de no temer la fuerza de la Hokage era algo bastante imprudente por su parte, pero no, no la temía, sabía en cierto modo que a ella la veía como una hermana pequeña, pero claro, después de todo no sabía hasta qué punto eso seguía siendo así, así que empezó a hablar de lo que había pasado, lo que había ocurrido en la pelea, el hecho de que aquél que había matado a sus compañeros había logrado aprender por su cuenta una técnica que requería tanto tiempo como el rasengan, el hecho de que incluso con el modo que le habían enseñado los sapos no había servido para nada en aquella ocasión, y bien eran conocidas por la rubia las katas de los sapos como para saber que ni ella podía hacer frente con su fuerza a aquellas técnicas de combate cuerpo a cuerpo, que tenía que usar ella también un par de trucos para poder contrarrestarlas.

-¿Dijo algún nombre?- Preguntó la Hokage, mientras asimilaba la historia dando vueltas alrededor de su prisionera.

-No, no dijo nada, solo se burlaba de mí y de mi tío... Si de verdad él lo mató... He de tener venganza Tsunade, no puedo quedarme de brazos cruzados mientras el asesino de mi tío anda suelto.- En su mirada, la rubia podía ver voluntad, la voluntad que Jiraiya había mostrado tiempo atrás al ir a investigar lo que  estaba pasando dentro de Akatsuki y porqué el parón que habían sufrido las filas de aquella organización.

-No.- Fue todo lo que dijo la Godaime Hokage. -Llevadla a la celda y removed los sellos. Quiero que la vigiléis las veinticuatro horas del día, si hace falta, quiero que me digáis hasta cuándo va al servicio.-

Los ninja rápidamente entraron y se llevaron a Aya, Tsunade por su parte se  quedó pensativa, en cierto modo pensaba también en la venganza, pero era mejor que pensase en la justicia, si llegaba el momento, arrestarían al que había provocado todo aquello y lo sellarían de por vida en una caja metálica más pequeña que su propio cuerpo, tal vez era una medida poco humana, pero aquello a lo que perseguían tampoco era humano, o al menios, no estaba dispuesta a tratarlo como a uno.


-No puede ser...-

Aprovechando la salida de la Hokage a la prisión y que los ninjas habían partido a enfrentar a las fuerzas enemigas, Kakashi se había colado dentro de los archivos secretos de Konoha, todo lo que no estaba redactado en documentos estaba allí, todo lo que no se quería que se supiese, la verdad del ataque de Itachi Uchiha, la verdad de lo que había pasado con Orochimaru, y ahora el informe del que había sido el día en que el Kyubi atacó, ya no solo las pautas de defensa que se habían seguido, sino algo que era lo que realmente le llamaba la atención a Kakashi, el hecho de que había encontrado lo que había estado buscando tanto tiempo, incluso con su cuerpo ya recuperado, había algo que no se había sanado y había sido la recuperación de su mente, sobre lo que había visto, sobre lo que había enfrentado en su último combate, y ahora estaba todo claro. Su maestro, Namikaze Minato y su mujer definitivamente habían tenido un hijo, y no solo eso... Había sido el último contenedor del Kyubi.

Y no solo eso, durante los primeros años de su vida había estado siendo un habitante de Konoha como otro cualquiera, pero a parte, había una gran cantidad de archivos sellados permanentemente sobre incidentes relacionados con el hijo de ambos, era fácil reconocer esos archivadores, para Kakashi, el apellido Uzumaki era inconfundible para él y Uzumaki Naruto aparecía en demasiados archivos.

-Su propio hijo está intentado destruir lo que él defendió...- Nada tenía lógica, ya sabía lo importante, aquél que se había hecho llamar Kyubi tenía un verdadero nombre, y un apellido dentro de otro... Puesto que Uzumaki había sido un clan, sin duda, pero lo que le daba miedo era la sangre de su padre, si aquello era así seguramente el contenedor del Kyubi tendría alguna que otra sorpresa por ahí escondida que realmente podría ser desagradable de ver.

Una puerta se abrió de repente, se trataba  de Tsunade, quien había vuelto a la torre del Hokage, al ver el reloj vio que realmente se había pasado bastante tiempo recopilando información y la verdad, no estaba en condiciones de desaparecer.

-Era cuestión de tiempo que supieses toda la verdad.- Dijo Tsunade abriendo uno de los archivos en los que se había puesto un sello para que Kakashi pudiese leer.

-¿Lo sabía y no dijo nada?- De un momento a otro, la situación lo descolocó. Tsunade, la Godaime, sabía quien era aquél individuo y sin embargo se había mantenido de brazos cruzados y había actuado como una verdadera profesional.

-Si él quisiese ya estaríamos muertos, odio reconocerlo pero os dejó vivir la otra vez... Además no podemos negar que él estuvo implicado en el fin de Akatsuki... Pero por ahora lee, entenderás el porqué de sus acciones.- Dijo Tsunade entregándole a Kakashi los archivadores.

Se quedó completamente congelado, el trato que había recibido Naruto, las fotos del niño con la cabeza literalmente abierta por culpa de una roca. Otra foto de otro día distinto todo ensangrentado... Era raro que siguiese vivo, pero todo se podía  achacar a la misma cosa, exactamente lo que le había mantenido vivo había sido lo que le habia condenado a un sufrimiento casi diario. Puesto que algunas veces quedaba aislado por unos días en el hospital hasta que le daban el alta.

-Si lo hubiese sabido...-

-No habrías podido hacer nada, nadie podía, ni siquiera Jiraiya. Más de una vez exigió la tutela del chico y sin embargo el consejo lo denegaba una y otra vez, hasta que desapareció junto a Uchiha Itachi.- Y de nuevo, otra gran verdad que chocaba en la cabeza de Kakashi, el consejo... Todo había sido por culpa del consejo, quienes habían ocultado las cosas al no saber qué hacer para controlar el poder que tenía el ahora adulto contenedor del Kyubi, y ya era demasiado tarde. -No llegué a conocer al niño, pero Jiraiya si y mira lo que le ha hecho.-

Prácticamente, ir allí había sido como abrir la caja de Pandora.


Lo se, corto el capítulo y sin acción, pero tengo intención de colocar el siguiente capítulo pronto y este si que tendrá acción.

Si ha gustado o no hacédmelo saber.

Un saludo.

muy bueno me encanta tu fic espero la conti con ansias


saludos

me gusta el fic , un dark naruto me parece interesante   ; estas llevando bien la trama .
Quiero ver mas encuentros explosivos XD; me muero de curiosidad por saber como sera este narusaku.  

Muchisimas gracias gente por los comentarios, aunque digan que no, realmente suben los ánimos. xD

Una cosa que he leído varias veces sobre la intriga de como se desarrollará el narusaku, y aviso para que no pille desprevenido de primeras reacciones y tal, es que por ahora lo más cercano que puede haber entre ambos es el odio, pero eso es algo lógico y obvio debido la situación. Pasarán cosas, cosas que no diré, pero cosas al fin y al cabo. Narusaku habrá, pero no será nada fácil, como se dice "Si fuera fácil, no tendrá gracia."

Así pues, tras mi momento filosófo/cupido/intentodeescritorcabrón cutre, paso al siguiente capítulo.


El sonido de la carne desgarrándose era lo único que se podía escuchar en el estrecho camino que había entre dos montañas casi desérticas, solo pequeños arbustos hacían de decoración en el paisaje, normalmente servían para anidar, pero ese día no había pájaros por los alrededores tal vez incluso por instinto.

En el centro del camino había una figura vestida completamente de blanco, pelo negro y ojos rojos, se trataba de Sasuke, quien había sido asaltado en su camino hacia una pequeña aldea de Suna, tan pequeña que no podía ser considerada ni siquiera pueblo. Sus razones eran incluso desconocidas para sus compañeros de viaje, quienes estaban al margen de la situación por orden del propio Uchiha, este por lo visto, según había dicho Suigetsu, se había levantado de mal humor. Los asaltantes, menos el que estaba en el suelo con la mitad de su cuerpo separada del resto estaban rodeando al Uchiha, eran ocho en total y al menos tres de ellos tenían más brazo de lo que podía ser el cuerpo del Uchiha al completo, este por su parte se mantenía sosteniendo su katana con su diestra mientras que su izquierda se mantenía inmóvil a su costado, casi no había guardia, era como si para él aquellos bandidos suponiesen el menor de los peligros, y él sabía que aquello era una realidad, no le hacía falta tener activado el sharingan para adivinar que aquellos tipejos no habían tenido una instrucción militar, que solo eran fuertes porque seguramente habían estado levantando pesas... Desde luego no tenían cicatrices, ni magulladuras, y sus ropas estaban en perfectas condiciones, sus manos apenas si tenían durezas de las espadas así que podía decir que estos habían luchado poco en su vida, y por el rostro de una cuarta parte al ver a su amigo en el suelo podía decir que mucho menos habían matado, al menos unos cuantos.

-¡Maldito crío!- La voz sonó a las espaldas de Sasuke, este por su parte poco tuvo que hacer para evitar aquél golpe, se trataba de un sablazo en vertical, que, si no llegase a ser por lo lento que era el bandido, uno de esos musculosos, le habría podido partir por la mitad... Si no fuese un Uchiha. Simplemente dio un paso hacia la izquierda, haciendo que la espada pasase por su derecha, solo fue un movimiento, un destello plateado que hizo que la cabeza del bandido saliese practicamente volando. Antes de que esta cayese, un rayo hizo que literalmente acabase reventada, lo que antes había sido un rostro ahora era solo un agujero sanguinoliento de lo que solo había quedado la lengua y un poco de masa cerebral.

Por su parte, la mente de Sasuke estaba en otro lugar, en otro tiempo, estaba pensando en lo que haría cuando encontrase a aquél que le había humillado de aquella forma.

Los bandidos simplemente no daban crédito, y además lo que había hecho con su compañero solo les decía que aquél simple mocoso estaba jugando con ellos, ninguno se atrevía a lanzarse por este hecho. A algunos les temblaba el pulso, pero mucho más cuando el Uchiha se hartó de esperar y empezó a moverse, prácticamente desapareció de sus alcances visuales, pero para los que si estaban entrenados en las artes shinobi, no les era muy dificil ver de vez en cuando al Uchiha entre aquellos rápidos movimientos, tanto así que podían ver a la perfección cuando el filo de la espada de Sasuke hacía estragos con sus enemigos... Kusanagi... Un arma terrible en manos de una persona cuanto menos igualmente terrible. Lo único que se pudo percibir con claridad fue el sonido de un relámpago, para luego, simplemente quedar con la vista de los bandidos cayendo cortados, o mejor dicho, descuartizados.

Mientras la sangre terminaba de caer al suelo, el pelinegro empezaba a temblar mientras soltaba una risa gutural casi enfermiza, temblando en su totalidad... Sus ojos brillaban más que nunca en sed de venganza, en odio puro. Se llevó la mano izquierda a la cara como si esta se le fuese a desprender por la propia risa. Suigetsu y Juugo no podían, pero Karin estaba viendo en el chakra de Sasuke la propia representación de un demonio, el odio le había consumido y envenenado tiempo atrás, y prácticamente del Sasuke que conocían los tres no había quedado absolutamente nada, ni cuando su hermano estaba vivo había sido tan grande sus ansias de matar a alguien en concreto.

-Sigamos...- Fue casi un siseo, Juugo fue el único que consiguió moverse, pero ni Karin ni Suigetsu parecían tener el instinto preparado para lo que estaban presenciando, incluso Suigetsu, quien no podía sentir nada estaba recibiendo un mal presentimiento sobre Sasuke, Juugo por su parte lo sabía perfectamente, pero en el estado en el que Sasuke se encontraba, podía derrotarlo con bastante esfuerzo si es que a sus compañeros les daba por moverse.

La actitud de Karin cambió completamente, se quedó callada, casi muda, Suigetsu por su parte simplemente sacó de su mochila una botella de agua y empezó a beber mientras avanzaban, aunque no podía sacarse de la cabeza de Sasuke riéndose de aquella forma... Si, era cierto que él disfrutaba matando, y era también cierto que disfrutaba de un buen combate... Pero no era un carnicero, muy al contrario de lo que era Sasuke en aquellos momentos. Sin duda, en aquél sitio no habrían más pájaros que anidasen... Solo quedaban los buitres.

-Es hora de ir a Konoha...- Gruñó Sasuke, dejando de reir y volviendo a la seriedad de siempre, como si nada hubiese pasado allí, un verdadero témpano de hielo... Manchado de sangre.


En medio de los bosques a la entrada del pais del fuego, en una de las múltiples cuevas, se extendía una gran cantidad de cuerpos tirados al azar y sin delicadeza. Esa era la estampa que se había encontrado el grupo de exploración de Konoha. Entre ellos estaban Kiba, quien a kilómetros había logrado reconocer el hedor. Sakura, que había ido como apoyo médico, Hinata, Shino y Rock Lee. Los tres últimos por si pasaba algo inesperado y entablaban combate... Pero desde luego no se esperaban que el combate ya hubiese terminado.

De la cueva Hinata estaba percibiendo algo que no le gustaba para nada, un sentimiento de muerte demasiado fuerte. Seres sensibles, como Akamaru y los insectos de Shino estaban totalmente alarmados, incluso alterados, Shino por su parte no tenía problema al controlar a los insectos, pero Kiba era ya otra historia, Akamaru no podía acceder al chakra de Kiba por lo que no podía transmitir tranquilidad a través de su energía, de ahí que pudiese controlar a los insectos con una precisión absoluta incluso en las peores situaciones.

-¿Qué hay ahí?- Preguntó Sakura mientras se colocaba los guantes por si de verdad había algo ahí.

-N-no lo se... Pero... Apesta a muerte.- Y Kiba obviamente no se refería al olor de la sangre, era un olor más allá del que podrían haber imaginado cualquiera de los del clan Inuzuka. Miró a sus compañeros, estos lo miraban. -No pienso entrar ahí.- Dijo adivinando las intenciones de los cuatro.

-¡Entonces entraré yo!- Vociferó Lee, colocando aquella posición de combate tan característica suya y de su maestro.

-Sea lo que sea o vamos juntos o acabaremos como estos ninjas.- Dijo por primera vez Shino en todo el viaje. -Sea lo que sea, no lo podemos dejar vivo.-


Dentro de la misma cueva, el que estaba dentro se trataba nada menos que de Naruto, quien costosamente se había logrado deshacer del escuadron de Jonnins de Sunagakure. Por su parte no había sido herido...Mucho. Las heridas aún estaban sanando, y era en aquellos momentos más vulnerable de lo que había podido serlo en mucho tiempo. Los segundos le parecían horas, el cuerpo le ardía y las heridas no hacían más que empeorar las cosas y por si fuera poco, a su olfato llegaba el olor de varias personas que se acercaban.

-Kurama... Date prisa...- Gruñó Naruto intentando erguirse. De vez en cuando lo conseguía, pero las costillas rotas no eran para nada algo que no perdiese importancia en las heridas que sufría, de hecho era todo lo contrario, eran las que más le lograban sacar de la tranquilidad.

-Hago lo que puedo, mocoso.- Kurama rugió dentro de la cabeza de Naruto debido al trato que había recibido, la actitud de Naruto con el tiempo había envenenado más si podía su espiritu de odio y ahora era simplemente una masa que había sido subyugada a base de castigos por parte de su contenedor, este había llegado a un punto en el que para extraer su poder ya no le hacía falta practicamente luchar, simplemente pensarlo y extraer su poder debido a su primera derrota por culpa de Itachi Uchiha, un nombre que quedaría grabado a fuego dentro de sus memorias... Literalmente, era el esclavo de Naruto y estaba a punto de desaparecer dado que ya apenas le quedaba chakra... Naruto ahora mismo era más Bijuu que él mismo.

-Tch... Puto zorro...- Sabiendo que estando en aquél lugar sería una presa fácil para las técnicas que delimitasen una zona, al no saber a que se enfrentaba, la cueva le empezó a parecer un mal lugar en el que estar, era por eso que poco a poco, paso a paso, empezó a salir de la propia cueva, de vez en cuando chocándose con algún que otro cuerpo que había dejado a medio despedazar y que había quedado practicamente irreconocible, como todo aquél que osaba enfrentarse a él, normalmente era su marca personal, le gustaba hacer estragos con el cuerpo de su enemigo y dejarlo que ni sus familias pudiesen reconocerlo.


-Se acerca...- Dijo Hinata dando un par de pasos hacia atrás.

No sabía que pensar, pero el chakra que empezaba a desprender la cueva era inmenso... Tanto que incluso los ojos le dolían.


Espero que os haya gustado, lo cierto es que este capítulo está escrito con sueño, cansancio y dolor corporal, así que unos comentarios ya sean de bombas contra el fic o de "me ha gustado" es de muy agradecer ^^

Un saludito y gracias por leer.

como siempre el capitulo estuvo espectacular seguí así espero la conti con ansias


saludos

este capitulo me sorprendió  ; tu forma de narración es muy buena
  quizás se encuentre con   y en el mejor de los casos tengan una pelea.  
Tienes razón en :
Narusaku habrá, pero no será nada fácil, como se dice "Si fuera fácil, no tendrá gracia."
Ese Sasuke siempre buscando venganza  
Esperare con ansias el narusaku; que seguro sera muy bueno.
Gracias por la conti; quiero mas  

Hace tiempo que me queria pasar a leer tu fic, pero hasta ahora he podido leerme los capitulos, me gusta que sea una historia alterna a lo que ya estamos acostumbrados a saber de Naruto, y que sea un Naruto diferente, interesante todo hasta ahora y tengo muchas preguntas pero prefiero a que la historia las vaya respondiendo conforme avance y que me sorprenda. He visto ya varios comentarios acerca de como se dara el Narusaku y creo que para que llegue ese momento va a pasar buen tiempo y estara algo complicado, pero eso lo hace mas emocionante. Lo que si me gustaria saber es un poco mas acerca del equipo de Kakashi, seguramente eran Sasuke, Sakura y esta tal Aya la sobrina de Jiraiya, y tambien sobre esta tal Aya.

Espero la proxima actualizacion no tarde demasiado, porque el capitulo a quedado en una situacion muy fuerte.

Conti!