Primer Beso [TP] (03/4)16/05/15

–  No – Respondí mirando mis uñas muy cortas y limpias.
–  ¡Me tienes que estar jodiendo Sakura!
–  Lo digo en serio, ni una sola vez en mi vida –Solté sonriéndo sinceramente.

Temari me inspeccionó durante unos segundos, limitándose a mirar mis labios y mis ojos, no pude evitar reír tiernamente, ninguna de mis ex-compañeras del instituto universitario ahora amigas creían la verdad sobre mí. A su vez, mis otras amigas trataban de buscar una mínima pizca de mentira o nervios en mí mientras que yo revolví mi cabello, lo recogí con una liga y me levante del suelo.

–  Sabes bien que no me agrada que me mientan pelo chicle –Gruño Temari lanzando en mis manos su libro de propiedades unitarias– Tuviste que haberle dado un beso a tu primer novio al menos.
–  Temari tiene razón Sakura, ¡O al menos con Voldemort debiste de haberte dado un pequeño beso! –Chillo Tenten jalando mi brazo para levantarse del suelo– Duro muy poco la relación pero tuvo que haber pasado algo ¿No?

“Voldemort” El nombre del villano de la saga de Harry Potter, un hombre pálido sin rastro de una nariz y con una gran malicia dentro.

Totalmente diferente a la persona a la que nos referíamos, mi ex novio Naruto, a pesar que en ningún momento mostro ser un villano conmigo hasta ahora, solo decir su nombre al comienzo de este periodo de “Sanar el corazón” era molesto, y gracias a nuestra gran imaginación así le llamábamos la mayoría de las veces, tal vez para no torturarme tanto.

–  Ni un solo beso, ni nada más allá de eso. No sigan buscando las 5 patas del gato –Regañe caminando delante de todas ellas hacia la cancha de mi viejo instituto universitario.
–  Que impresionante… Eso quiere decir que eres totalmente ¿Pura? –Murmuro Hinata con asombro, ella era  la más joven e “inocente” de todas, pero la verdad ella ya había vivido mucho más que yo en toda mi vida.
–  Creo que no les he contado que Naruto fue mi primer novio ¿Cierto? –Pregunte Saltando entre las grietas de la acera.

Escuche gran estruendo a mis espaldas, cuando di media vuelta sobre mí, mis cuatro amigas estaban todas en el suelo una sobre otra, con las bocas abiertas hasta donde sus quijadas les permitían. Reí de sus caras y camine hasta ellas, levantándolas del suelo, mientras tomaba sus libros entre mis manos y seguía mi oficio de caminar entre las grietas, dicen que es de mala suerte, pero no tengo peor suerte ahora.

–  ¿Entonces no has dado tu primer beso? –Preguntó con asombro Hinata.
¿Mi primer beso?

Siempre soñé con que pasara en algún lugar muy romántico, en algún momento de cuento de hadas o la escena de una película de esas que me río tanto cuando no dejan de decir cursilerías sin sentido, pero nunca le guste lo suficiente a algún muchacho para que buscase estar conmigo, por alguna razón Voldemort-Naruto fue mi primer novio, a los 17 años.

¿Existe alguna razón por la que no he tenido novio hasta tanta edad? Para mí, esa era la mejor edad para tener una relación, con un poco de madurez y ambientes más experimentados como la universidad, pero existe una razón más grande que esa. Nunca le he gustado mucho a los muchachos ni ellos a mí, una muchacha sin muchas curvas y con un gran temperamento no es algo que buscan en estos tiempos los hombres, mi inteligencia no basta, mis pocas ganas de usar faldas, escotes, tacones y coloretes en toda mi cara me hacen ver menos femeninas que mis amigas, por lo que, ella siempre resaltan y llaman más la atención, sin olvidar mi extrema timidez que suelen ser más comportamientos chocantes con las personas que no conozco muy bien.

El único hombre que se ha fijado en mi y decidió dar un paso más allá fue Naruto, pero él como todos, no me conocía del todo. Pero fue el único que me enamoro y nunca lo supo.

––––––––  (Un año atrás) ––––––––  

Hacia dos meses había comenzado clases en el Instituto Universitario de Konoha, en una carrera técnica, al salir de la preparatoria no había conseguido entrar en ninguna universidad que me agradase en carreras siquiera guiadas a la medicina, así que mi padre intercedió por mí con sus contactos y termine parada aquí, en la sección B de Ingeniería Química, con los mejores compañeros de clases jamás vistos, mientras en la universidad central de Tokio mi carta de re-consideración a inscribirme en la carrera la juntan con otras mil del montón.

– ¡Buenos días hermosa! –Grito desde el otro lado del comedor un rubio, refiriéndose a mí, caminando lentamente hacia mi mesa y envolviéndome en sus brazos cálidos y fuertes.
– Cállate Naruto, deja tus cursilerías –Murmure abrazándole también, mientras le daba un ligero beso en la mejilla.
– Que mala eres conmigo Sakura-Chan –Hablo el sentándose a mi lado mientras yo proseguía explicando un problema de matemáticas a algunos compañeros– Solo quiero algo de cariño.
– Déjate de hacer sebo Naruto, estas en público ¿Qué no ves? Guárdate tus muestras de afecto para cuando estén en un hotel –Regaño Sasuke a la vez que yo me sonrojaba y me reía, mientras Naruto solo sonreía y le sacaba la lengua.
– Ya quisiera Naruto ser al menos mi “peor es nada” –Explique yo mientras que miraba a Sasuke a la cara y reía con él, evite mirar a Naruto– Prosigamos con esto, ya va a ser hora de entrar a clases con Sasori y aun no termino.

No escuche la risa de Naruto, supuse que hacia alguno de sus pucheros que no tenían ningún efecto sobre mí, las muecas infantiles en un hombre de 19 años no suelen hacer mucho sobre una muchacha de 17 años, o eso creía yo. Luego de que explicara el problema de matemáticas subimos a clases, en todo el día Naruto no parecía querer estar despegado de mí, me agarraba la mano mientras más desconcentrada estaba, me abrazaba, me besaba la frente y la cabeza, no pensé que estuviese extraño, según me contaba el, siempre era de esa forma tan cariñosa con todas sus amigas, “Comportamiento de Gay” le decía yo que se le llamaba a eso, pero el solo se limitaba a decir que no era así, mientras yo pedía que me demostrase eso, que se consiguiera una novia.

Luego de clases le pedí a Naruto estudiar en la biblioteca camino a casa, pues en mi casa algunas habitaciones estaban en remodelación y solo vivía allí con mi hermano, los trabajadores se irían de la casa a partir de las 6 de la tarde y yo no deseaba estar en casa encerrada con 7 trabajadores en mi casa. Ya en la biblioteca seguimos estudiando para un parcial de Física Básica que tendríamos en unos días.

– Ya me canse de estudiar –Suspiro Naruto guardando en su morral todos sus cuadernos y lapiceros.
– Vamos Naruto no seas flojo, solo hagamos algunos ejercicios mas y volvemos a casa ¿Está bien? –Regañe mientras seguía copiando problemas en mi libreta y los resolvía.
– Pero si ya mi mente no da para más Sakura-Chan, ¿Por qué no descansas tu también? –Tomó mis cuadernos los cerro y los guardo en su morral– Hablemos mi querida Sakura.
– Cállate tonto y dame mis cosas –Me cruce de brazos y le mire molesta.
– ¿Tu quieres casarte algún día Sakura? –Lo mire, estaba algo serio, parecía que para recuperar mis cosas debía tener al menos algo de conversación con él.
– Pues sí, quisiera conocer a algún hombre en su momento, enamorarme, salir un tiempo, casarme y tener hijos – Respondí mirando al horizonte como si mirase a ese sueño no muy lejano.

Pasamos un largo rato hablando de cosas triviales, el amor, parejas, lo que queríamos en un futuro. La verdad disfrute algo la conversación, pude hablar libremente con él sobre cómo me sentía yo con respecto a una relación, por lo cual nunca tuve una y que yo no era de esas chicas exhibicionistas que les encanta dar “cariño” en plenas calles o que buscan algo de un mes y no para toda su vida. Naruto era mi mejor amigo en el instituto, con el podía hablar de todo, incluso llamarlo mi amigo Gay, a pesar de que fuese tan cariñoso e inclusive molesto a veces.
Luego de un largo rato conversando, volví a insistir para tomar mis libretas de su morral, empecé a jalar  su morral darle pequeños golpes en las manos, Naruto cada vez estaba más serio y se limitaba a decirme que no mientras que tomaba incluso mis manos y las apresaba. Sin más, en un movimiento rápido se acerco a mí e intento besarme…

Mis manos acabaron frente la boca y el pecho de Naruto, justo en el momento en que su respiración rozo mis labios, mientras mi cara dirigía la mirada hacia cualquier otro lugar, no sabía que había pasado, no comprendía ningún detalle de la situación, solo tome mi libreta de su morral y seguí anotando, como si nada nunca hubiese ocurrido, pero desde ese momento todo cambio. Naruto ya no era solo mi mejor amigo de la universidad, ya no era “mi amigo Gay”, era el muchacho que quiso besarme mientras estudiábamos Física y yo solo no supe que hacer.

–––––––– Dos Semanas Después ––––––––  

Hace más de 10 días que Naruto y yo no nos dirigimos palabra alguna, en nuestros grupos de estudio nos ignoramos, en las presentaciones en grupo solo nos escribimos en notas que debe de hacer cada uno. La noche en que ocurrió el atentado contra mi Naruto evadió el tema como si lo hubiese soñado, eso jamás ocurrió, pero la mañana siguiente lo enfrente. El se declaro, yo le gustaba a Naruto.

¿Qué clase de cosas le dices a tu mejor amigo cuando se te declara? No conozco nada sobre el tema de las relaciones, mucho menos sobre qué hacer cuando se te declaran así que seguimos con nuestras vidas, pero con rumbos diferentes. Al salir de clases me dirigí a Tokio en tren a visitar por el fin de semana a mi Madre que se alojaba con mi Madrina mientras nuestra casa seguía en remodelación, pues mi padre decidió el remodelar toda la casa justo acabaron su habitación, y mi habitación ahora era inhabitable. La casa de mi madrina era lo suficiente grande para mis padres y  mi hermano mayor pues vive de casa en casa de sus “novias”.

– ¡Sakura! ¡Me alegro tanto de que vengas a visitarnos estos dos días! Vivir en esa casa tu sola justo ahora debe ser un infierno –Grito mi Madrina Tsunade abriéndome el paso de las cercas de seguridad de su casa y corriendo a abrazarme.
– Es un gusto verte igual Tsunade, les he echado mucho de menos a ti y a Shizune –Respondí el abrazo con entusiasmo.

Caminamos hasta la casa luego de cerrar nuevamente las cercas de seguridad, hablaba con mi madrina abiertamente sobre las materias que cursaba en el Instituto, pues ella conocía algo del tema, Tsunade era Licenciada en Química de la Universidad Central de Tokio. Al llegar salude a mi madre y fui directo a la habitación de Shizune, hija de Tsunade, pero yo la consideraba mi segunda madre a pesar de que solo me llevase 3 años de diferencia. Shizune estudiaba en la Universidad Central de Tokio en Administración, y solo ella conocía bien todo lo ocurrido con Naruto, ella era mucho más experimentada que yo en muchas cosas, Tsunade es más abierta con ella que mi madre lo podrá ser conmigo algún día.

– No nos hablamos Shizune –Solté, esperando algún consejo, a la ve que ordenaba mi cama a un lado de la de ella.
– ¿Mebuki y tú? –Pregunto ella refiriéndose a mi madre, le arroje un almohadón– Bien bien, entonces ¿Kizashi? –Esta vez le arroje mi camisón de dormir– Me rindo Sakura, ¿De quién me hablas?
– De Naruto, ¿De quién más te hablaría?
– No lo se... ¿Gaara? ¿Tu prima no te ha hablado más sobre él? –La mire a los ojos dando a entender que Kurotsuchi y yo no tocábamos mucho ese tema últimamente– Entiendo ¿Es que acaso es un inmaduro? Él es quien te busco y ahora te está alejando. Pero eso no debería de importarte a ti ¿No? Espera un tiempo seguro su amistad vuelve a ser la misma.
– ¿Y si no? No quiero perder su amistad, odio que no me hable o no me trate. Me encariñe mucho con Naruto –Hable abrazando una almohada, me sentí frustrada por primera vez en mi vida con algo que no eran números.
– Te encariñaste, Sakura ¿Estás segura que él no te gusta también?
…
– ¿Sakura? Oye te estoy hablando.
….
– ¡Joder responde Haruno! ¡Estoy Hablando contigo!

…. “Te gusta también”. ¡He ahí la respuesta a todo! ¿Es que yo soy tan tonta como para no darme cuenta de lo que yo misma siento? Claro, después de que él decide no hablarme es que yo me doy cuenta, el me gusta. Pero tal vez ya sea muy tarde para hacer algo, desde que él se declaro yo solo le he dicho, que quería seguir siendo su amiga, creo que fue un golpe muy duro para su orgullo y el es muy orgulloso por no decir que yo también. Mientras estaba ensimismada en mis pensamientos una almohada se estampo en toda mi cara, volviéndome a la realidad.

– ¡Shizune! –Grite molesta devolviéndole la almohada.
– ¡Carajo! Hasta que decides responder niña, ¿Es que toque un punto que no debía tocar? Pensé que habías entrado en estado de coma –Se sentó a mi lado y la abrace, tenía miedo.
– Estaba pensado en lo que me dijiste Shizune – Tengo miedo a querer otra vez.
– Entonces ¿Si te gusta Sakura? ¿Te gusta Naruto? –La abrace más fuerte y ella me abrazo a mí.
– Si me gusta, pero ya es muy tarde ¿No es así? –Después de mucho tiempo, mis ojos se empañaron, pero no por felicidad como el dia de mi graduación de preparatoria o cuando supe que pude entrar en el Instituto Universitario de Konoha, esta vez era por miedo a perder a alguien otra vez.
– ¡Si que te gusta! Sakura, el no es Kakashi y si de verdad tú le gustas, si es hombre, querrá estar contigo–Suspire y la mire, no sabía que estaba ocurriendo dentro de mí con mis sentimientos– ¿Por qué no le envías un mensaje? Escribe lo que sientes, que pueden intentar tener algo, tal vez se dé, y si no ninguno saldrá lastimado. No perderán su amistad.

Escuche cada palabra que decía Shizune es las analice de una a una, no tenía nada que perder ciertamente, pero seguía teniendo miedo a que mis sentimientos me jugasen en contra y perderlo a él. Pero como decía Naruto muchas veces “El que no arriesga no gana”, esta vez me arriesgaría, si no gano, no perderé nada, rebajare mi orgullo por una vez, por el.

Con algo de ayuda de Shizune logre escribir un mensaje, lo leí y releí unas cien veces, expresaba gran parte de mis sentimientos ahí. Tomé mi móvil y le escribí palabra a palabra el mensaje, solo no esperaba que no me respondiera y siguiéramos como si nunca lo hubiese enviado. Respire dos veces, mire la pantalla de mi móvil y lo envié, inmediatamente guarde el aparato fuera de mi alcance o el de Shizune.

“Naruto, estas dos semanas he tenido la Cabeza hecha un lio. Espere alguno días para ver como seguiría nuestra amistad, ya casi imposible y que ambos podemos perder; como nos estamos tratando justo ahora solo lograra alejarnos más de la amistad tan linda que teníamos. Dadas las circunstancias, pensé en vista que ambos sentimos algo el uno por el otro y no tengo deseos de perder la corta pero linda amistad que estábamos creando en este tiempo. Podemos intentar el conocernos mejor poco a poco parecido a una relación de salir, y solo el tiempo dirá según nos conozcamos si podemos llegar a ser algo mas allá de una amistad, o nos evitaremos el alejarnos como ahora.” –Sakura H.

Shizune salió de la habitación para buscar nuestras cenas, cuando regreso con los cereales, el teléfono sonó avisando un mensaje. Salte a buscar el escondite de mi teléfono y lo encontré, solo leí el remitente del mensaje. “Naruto”.

–––––––– (Presente) ––––––––  

–  ¿Por qué preguntas eso Hinata? ¿Quieres que yo te de un besito? –Pregunté a la vez que reía y caminaba lentamente hacia ella, empinando mis labios de forma muy graciosa.

Corrí detrás de Hinata estirando mis brazos, mientras ella huía de mí. Los recuerdos del pasado cruzaron mi mente mientras corría detrás de mi amiga, tal vez sea una muchacha de 18 años pero llego a ser muy infantil con ciertas personas y en ciertos momentos, pero me siento muy liberada en esos momentos.

Como un grupo de niñas empezamos a correr hacia una de las canchas del instituto, yo corría tras ellas riendo, recordando los momentos en que comenzando el primer semestre no éramos mas que los nuevos del Instituto, los más pequeños, los mas niños, a veces aun me creo una niña.

– ¡Ino suelta mi camiseta! –Tenten hacia el intento de escapar de sus manos.
– ¡Es tu culpa por pisar mis zapatos estúpida! –Respondió sentándose en medio de la cancha junto a mí.
– Que agresivas se han vuelto, no las veo durante seis meses y mírense –Me recosté del hombro de Ino y reí.
– Yo no sé de que hablas, no soy así Sakurita, tú lo sabes –Respondió Temari recostándose del suelo y mirando las nubes.
– Tiene razón Sakura, Temari es muy cariñosa. Recuerda que ella es lesbiana –Dijo Tenten mientras se recostaba de mi espalda y Temari se quitaba una zapatilla para lanzarla a la cara de Tenten.

Recordar como nos tratábamos en los tiempos que estudiaba en el IUK, y lo infantiles que éramos me hacía sentir muy bien, a la vez vieja. Mi teléfono sonó mientras mis amigas seguían jugando, Hinata hablaba conmigo a la vez que respondía unos mensajes de mi prima, que estaba de visita en Japón.

– ¿Te vas a ver con Gaara? –Pregunto Hinata a la vez que leía uno de mis mensajes– ¿No tienes clases a la 1 pm hasta las 7pm?
– Gaara me llevara y buscara a la Universidad cuando salga, vamos a vernos con Kurotsuchi. Quieren hablar con mis padres y yo los llevare.

Luego de hablar durante un largo rato con las muchachas yo solo me acosté junto a ellas en la cancha mirando al cielo, ya era hora de que ellas entraran a clases de Termodinámica II, y Gaara ya estaba en camino para el IUK.

– Entonces ¿Te vas? –Mire a Ino a los ojos y la abrace.
– Ya es hora de que entren a clases, si no Deidara les quitara puntos en algún parcial.
– ¿Quién mas sabe de esto Sakura? –Pregunto Tenten tomando una de mis manos.
– ¿A quién mas piensas decirle? –Hinata me abrazo fuertemente y yo a ella.
– No le digan a nadie más, hay cosas que es mejor, nadie sepa.

No seguimos con la conversación y bajamos hasta el edificio central, decidí el no acompañarlas hasta su salón, la verdad quería evitar hablar con cualquier persona de mi antigua sección de Ingeniería, llame a Gaara y mientras me distraía admirando con melancolía el edificio.

Hacía más de un año que no miraba esos pasillos, los pilares o las puertas mal decoradas por festividades pasadas. Al momento que Gaara me devolvió la llamada para avisar que ya estaba entrando al instituto, escuche de lejos mi nombre, a la ve que contesté mire sobre mi hombro a quien me llamaba, era Shion, una vieja amiga que también compartió clases conmigo en ingeniería, le veía muy feliz y me disponía a saludarla hasta que vi una cabellera alborotada, un par de lentes y un hombre alto tomado de su mano. Voldemort.

Descortésmente desaparecí de allí y corrí a la entrada a ver a Gaara.

– Sigue siendo cierto que nombrar al innombrable trae problemas –Susurre a mi misma corriendo a la entrada del IUK, hasta encontrar a Gaara.

––––––––  (Un año atrás) ––––––––  

Llevo un mes y medio saliendo con Naruto, y hace unos días hablamos sobre tal vez enseriar nuestra supuesta relación que como yo sigo diciendo a todos, no somos nada. Aunque poco a poco me he ido enamorando de Naruto, la verdad no existe algo que pueda decir cómo me siento con él, nunca me ha gustado alguien de esta forma y el no es nada parecido a Kakashi. Tal vez he sido bendecida y conseguí a alguien que me hará feliz, que le gusto tal como soy.

Arreglaba mi ropa antes de salir, en mi interior muero de nervios mientras que mi padre busca alguna excusa para que solo no salga de casa, pero hoy quede con Naruto en salir ambos antes de vernos con los demás a jugar pool, aunque no me guste nada ese juego a pesar de que mi hermano y yo lo juguemos cada vez que salimos en un viaje familiar en los centros de juego; Naruto no sabe nada de que alguna vez he jugado pool, me causa mucha gracia y se me hace tierno sus ganas de explicarme como hacer algo así que prefiero no decirle nada.

“Mi padre no puede llevarme aun a la parada del Bus mi Sakura-Chan, espérame cuando llegues, ¡No me dejes plantado! ¡Hoy he amanecido con muchas ganas de verte! Espero que hayas dormido muy bien y soñado con angelitos, yo soñé con muchas cosas bonitas” – Naruto<3.
“Que gay eres con tus mensajes de buenos días Naruto jajaja, ¿Qué cosas soñaste?” –Sakura H.
“Contigo mi Sakura-Chan, ¡Saldré de mi casa y no tendré señal, nos vemos en unos treinta minutos!” –Naruto<3.

Di una última arreglada a mi ropa antes de salir, pero tuve un inconveniente y corrí al baño, solo a mi me pasaban estas cosas minutos antes de salir. Solo a Haruno Sakura le baja el periodo una semana antes y se mancha su pantalón favorito. Me cambie de ropa y corrí a tomar un bus que me dejara en la parada de buces en la que quede verme con Naruto, un niño se le ocurrió comer helado de chocolate a un lado de mi, y mancho mi camisa… Solo yo tengo tanta mala suerte un dia tan especial, solo yo…

Luego de esperar alrededor de una hora a Naruto tomamos un bus hasta un centro comercial y nos sentamos a hablar seriamente sobre esas ideas de “ser algo mas” y en una hora ya éramos novios, simplemente tenia que contener mi felicidad, no podía explotar y abrazarlo a mares, mucho menos darle un beso… Esperaba algo mas romántico mi primer beso, que el intentase dármelo pero no sucedió… Pasamos la tarde con nuestros amigos hasta que en algún momento mi tensión bajo, no dije nada y solo deje de jugar y los veía, realmente me sentía mal. Cuando quedamos sin dinero suficiente decidimos dejar el pool y tomarnos un helado.

–  ¿Estás bien mi Sakura-Chan? ¿Segura que quieres un helado? Aunque no tengo mucho dinero puedo comprarte cualquier otra cosa –Naruto tomaba mi mano y sintió que mi temperatura era más fría de lo normal.
–  Tengo mucho frio Naruto, ya sabes, lógica pura “Frio y Frio da calor” – Repetí la frase de un viejo libro que recordé haber leído y sonreí.
–  ¡Sakura-Chan sabes que eso es malo! Tu queriendo ser doctora y mira lo que te auto recetas –Hizo un gesto gracioso y apretó con afecto mi mano–  Mal, mal Señorita Haruno.
–  Cállate Idiota, esas automedicaciones a mi me han hecho mucho bien, tú fuiste una  –Reí al responderle y el siguió mi risa luego de abrazarme con fuerza y dejar su mano sobre mi abdomen algo abultado… Necesito una dieta ya.
–  ¡Eso puede ser malo cuando tengamos a nuestros hijos! No quiero que mi Sakura-Chan enferme y nuestros hijos también  –Le mire con gracia y le seguí el juego.
–  ¿De cuantos estamos hablando?
–  ¡De ocho! ¡Si son todos como tu serán hermosos!  –Caí en shock mientras el acariciaba algo mi abdomen–  ¿Te imaginas cuando estés embarazada? Te veras más hermosa aun.
–  ¡Dios Santo Naruto! ¡¿Estas Loco?! ¡No pienso tener tantos hijos! ¡No soy una maquina de bebes! – Le regañe quitando con brusquedad y timidez su mano de mi abdomen–  Ya estas delirando, vamos a comer.

Luego de tomarnos un helado juntos volvimos juntos hasta la parada de mi bus a casa, me despedí con un gran abrazo, la verdad no tenía intención de separarme de Naruto pero mi orgullo y mis impulsos de timidez solo dejaron que él me abrazara hasta que me subió al bus. ¿Debí quedarme algo más y darle un beso? Posiblemente.

Llegando a casa llame a mi doctor, me sentía muy mal y no tenía nada que ver con mis problemas discales en la columna. A demás, tenía que hablar muy seriamente sobre un tratamiento nuevo… Tal vez solo tenga probabilidades de dar a luz tres hijos, pero hay mujeres que han tenido doce hijos, en un futuro con una buena economía y títulos, ocho hijos no estarían tan mal…  

––––––––  Cinco semanas después ––––––––  

Treinta y nueve días de novios, ya tenemos un mes. Según pasan los días me enamoro mas y mas de Naruto, se que me encuentro muy extraña últimamente, tal vez sea culpa del “amor”, he dejado de ser tan objetiva con los demás, y he llegado a ser muy tímida con Naruto, ya es normal ver mis mejillas en punto de ser unos tomates gracias a él pero, me encanta.

Desde que hemos hecho nuestra relación algo “Serio” Naruto ha decidido esperar ser algo más concreto para hablar con mi padre y mi hermano a pesar de que ellos ya saben que somos pareja, y como las festividades de navidad han caído justo después de comenzar el noviazgo no le he visto mucho. Naruto es mas sociable de lo que yo creía cuando hablábamos y estábamos juntos, se ha ido de viaje a las costas tres veces en cuatro semanas pero no quiero ser una de esas novias que se montan un lio por eso, mas bien, le he molestado diciéndole cosas sobre conseguirse una amante que pueda llevar con sus amigos veinteañeros a la costa cada que se le venga en gana pues yo aun soy menor de edad y no tengo tanta libertad.

–  Sakura, tienes una llamada del doctor Yamato –Mi madre toco mi puerta y entro a mi habitación.
–  Atiéndele un momento por favor, me veré con Naruto en una hora y ya casi estoy lista –Mire a mi madre y le sonreí mientras cepillaba mi cabello, sus ojos se apagaron un poco y sonrió, una sonrisa falsa.
–  ¿Cómo te sientes hoy?
–  Me ha vuelto a venir con una semana de adelanto… Empiezo a creer que cada vez que salga con Naruto para algo importante me pasara esto –Reí mientras miraba mi reflejo en mi espejo de estuche–  Espero que sea la señas de que hoy será un gran dia con él.
–  ¿Y si no? Debes sacarte esas supersticiones de la cabeza Sakura. Sabes bien porque pasa esto cada mes –Mire a los ojos a mi madre, una señal para no hablar más de ese tema por hoy, no cuando vería a Naruto.
–  Déjame ser feliz mientras pueda Mamá –Murmure tomando entre mis manos mi chaqueta negra–  Iré a contestarle a Yamato, ya estoy lista.
–  Esta bien… ¿Cuándo le darás la pintura?
–  Cuando consiga como llevarme el amplificador del bajo–Sonreí para mi–  Se la daré con las canciones.

Luego de esa conversación, tome el teléfono y hable con mi doctor alrededor de media hora, quería que fuese rápido, pero le preste mucha atención, no importaba lo que me hubiese dicho para mí sería un gran día, trataría de pasarla de lo mejor con Naruto. Hoy tenía la intención de darle un beso o pedirle uno, dejar de un lado mi timidez y hablar más abiertamente cara a cara con él.

Camino a nuestra recurrente parada del bus mi tensión subió, me senté un rato a esperarle, hacia un sol terrible y yo con chaqueta. Para cuando Naruto llego ya no estaba de buen humor, aunque quería abrazarlo y decirle cuanto lo había extrañado porque así fue, un gran dolor de cabeza pudo más que yo, y solo le regañe durante un largo rato.

–  Es la quinta vez que quedamos para salir y me dejas esperando más de una hora, a la próxima me devuelvo a casa–  Murmure en el bus, mirando por la ventana, sintiendo escalofríos.
–  Entonces hazlo –Respondió el mirando su teléfono y mirándome con una sonrisa retadora–  Se que no lo harías Sakura-Chan.
–  Sabes que si, y lo hare, ya verás idiota  –Mire a otro lado con las mejillas rojas y escuche como Naruto saludaba a unos amigos de él, como dejo de hacer hace una semana, no me presento y hablo con ellos hasta que llegamos al centro comercial.    

Caminamos un largo rato por el centro comercial, le note extraño algo le pasaba, decidí darme una vuelta por el baño antes de seguir con lo que esperaba de este dia… Estaba manchada, no se notaba, ni podía verse a simple vista, pero era horrible, mi humor término por los suelos; quería volver a casa y rehacer el día que se suponía sería estupendo con mi novio.

En media noche le envié un mensaje a Naruto, quería disculparme por mi comportamiento.

“Lo siento Naruto hoy me sentía muy mal, el día no me ha caído bien” –Sakura H.
“Está bien Sakura, igual hoy no teníamos dinero suficiente para hacer algo divertido” –Naruto<3.
“No se trata de eso tonto, igual ya comenzaremos clases el lunes, podremos divertirnos con los muchachos” –Sakura H.
“Supongo que si” –Naruto<3.
“Naruto has estado extraño hoy… ¿Te pasa algo?” –Sakura H.
“No lo sé Sakura-Chan, ¡Desde que comenzó navidad todos me han dicho exactamente lo mismo!, pero no tengo nada, estoy igual que siempre” –Naruto<3.
“Pues es la verdad, estas extraño. ¿Te ha pasado algo?” –Sakura H.
“Claro que no Sakura no seas tonta” –Naruto<3

Me tome un tiempo para meditar sobre su comportamiento, pues esa misma tarde se comporto como siempre lo hacía con sus amigos en el bus, pero cuando estuvimos solos era una persona diferente, tal vez era yo o…

“¿Eres feliz siendo mi novio Naruto?” –Sakura H.
“Mmmm… Si y no” –Naruto.
“¿Cómo es eso Naruto? No te entiendo…” –Sakura.
“Bueno… ¿Podemos hablar de eso el lunes?”–Uzumaki.

––––––––  Tres días después ––––––––  

Caminaba junto a Naruto hacia la parada de mi bus, en todo el día no le hable, no solo por el hecho de que para hablar debía ser a solas y de algo a su parecer serio. Desde que desperté mi circulación estaba dándome problemas, me dolía la espalda y mis piernas, tenía dolores de cabeza terribles sin mencionar que mi visión me había estado fallando en todo el día además de la suerte que tengo de tener el periodo justo. Naruto decidía volver mi vida un desastre cuando mis desordenes hormonales actúan.

–  ¿De qué vamos a hablar Naruto?  –Paré en seco y mire a los ojos a Naruto y luego a la calle.
–  Ah si eso… Bueno Sakura veras, tu eres una gran persona, de verdad que eres excelente, tienes unas notas increíbles, eres inteligente y además muy bella. Tienes tantas habilidades y eres tan esplendida en tantas cosas, que y creo que de verdad no soy para ti, no es que no quiera pero siento que vamos a terminar de una mala forma y no quiero perder tu amistad, simplemente siento que no soy para ti, que te mereces a alguien mejor que yo…

Deje de escuchar lo que decía, todo se resumía a dos palabras “Quiero Terminar” la verdad lo aceptaba, pero desde muy adentro quería decirle que yo no quería terminar. Entendía muy bien sus razones, no era ninguna de esas, solo que yo no era la chica con la que podría salir a cualquier lado por mi edad, mis ideales sobre ser pareja era ser formales en ambas partes, no quería estar oculta como todas mis amigas tenían novios escondidos a sus padres en la secundaria. Naruto quería a una chica que lo abrazara, que lo besara cada que podía y quería, pero sus ojos me intimidaban, me derretían y solo no podía abrazarlo tanto, ni besarlo, recurría a mi timidez extrema y peleaba con el, le llevaba la contraria. Mi forma de querer es una forma extraña, y él no quería ese tipo de afecto, lo entendía muy bien.

No dije nada, lo deje hablar, no tenía muchas intenciones de decirle todo lo que tenia dentro, esa era su decisión y yo la respetaría por su bien. Mientras él seguía hablando y adulándome y adulándose a si mismo mis dolores se intensificaron y tuve que recostarme de una reja, estaba perdiendo algo de estabilidad y traté de despertar mis brazos apretándolos con mis dedos. Cada vez que estaba con Naruto parecía que algo me hacía daño, y no precisamente daño físico.

–––––––– (Presente) ––––––––  

–  ¿A qué se debe que vengas a tanta velocidad?  –Gaara acababa de aparcar el coche, le mire y le sonreí.
–  Un mal encuentro, solo eso  –Lo escuche reír una sonora carcajada.
–  Eres la ostia Sakura ¿Lo sabías?  –Tomo mi mano y la beso.
–  Cállate Gaara y vámonos, Kurotsuchi debe estar desesperada  –Arrebate mi mano de Gaara y le sonreí.
–  Yo también te quiero Sakura. Ella está bien, la deje hace poco en casa de su novia  –Tomo una pastilla de mi bolso y me la dio–  Tenemos tiempo  –Suspire.
–  Lo menos que yo tengo es tiempo Gaara  –Me acerque y bese su mejilla.