Antes de morir

HOLA! me presento, me llamo paula :3 bueno, después de luchar aaaarto rato pa poder inscribirme (me muero de sueño por eso) aprovecho publicar esto al tiro, la historia ya la tengo terminada y es cortita, así q no me voy a demorar mucho en subirla; pido disculpas de antemano por los tildes, son mi debilidad máxima, ojalá les guste  

prologo:

No me estoy muriendo, no me estoy muriendo, no me estoy muriendo, ¿cuántas veces tengo que repetirlo para que empiece a ser cierto?. Tengo frío, demasiado frío, aunque estoy sobre algo tibio, es espeso y rojo, se lo que es, lo tengo en la punta de la lengua, pero no lo recuerdo. Estoy desvariando, ya no puedo evitarlo. No quiero morir, no estoy muriendo; huele mal, ¿a que huele?, húmedo, todo esta húmedo y oscuro; tengo frío, pero ya deje de temblar, mi cuerpo se esta rindiendo, ya no puedo moverme, ya no duele.  Algo gotea, marcando los segundos que sigo tirado acá, creo que ya no me moveré mas de aquí; no voy a morir, no aquí, no ahora.
-¿por qué? –si hubiera podido, me hubiera sobresaltado cuando la sombra por fin habló, pero ya no podía hacer casi ningún movimiento, ha estado parada al lado de mi cuerpo moribundo hace rato, viéndome perder el sentido poco a poco, perdiéndolo todo, mientras ella solo aguarda. Las alas negras que le vi al llegar ya no se le ven, ¿las habrá escondido o fueron un sueño?, ¿será ella totalmente un sueño?, quizás todo esto es un sueño, quizás no me estoy muriendo; no me voy a morir
-¿por qué, que?- intente decir, pero me salió solo un gimoteo, aun así pareció entenderme
-¿por qué sigues luchando contra mi?
¿De que hablaba?, la sombra no había intentado de hacerme nada, ha estado parada ahí inmóvil desde que llegó, y yo tampoco he podido moverme
-no mueres- dijo
No voy a morir, pensé
-tu cuerpo ya no agentará más
No me estoy muriendo, no lo aceptó
-da igual si lo aceptas
Esta vez intente hablar de nuevo, gritarle, golpearlo, algo. Pero solo podía gimotear en silencio
-¿me ves?
Claro que lo veía, aunque cada vez su imagen se me hacia más borrosa, pero la sombra negra seguía ahí
-si me ves significa que ya no puedes evitarlo, solo pueden verme los que deben morir, normalmente es rápido, las personas no resisten mucho; pero tu sigues aferrándote a ese cuerpo inútil, al dolor, a la vida. Suéltalo
NO
-ven conmigo
NO
-descansa en paz
NO!, NO!, NO!. No me estoy muriendo, no te estoy viendo, ¡sigo vivo!
-¿quieres vivir?
SI!
-solo puedes vivir si alguien arregla tu cuerpo, pero estas solo
Tu estas aquí
-en realidad no, no estoy aquí; por lo menos no de la manera en la que tu entiendes el estar en un lugar
Alguien puede venir
-no vendrán
Haz que vengan
-no lo haré
Yo los traeré
-con suerte sigues respirando, no puedes traer a nadie
No moriré

La sombra se quedo en silencio lo que me parecieron horas, creo que espera a que muera de una vez por todas. ¡Me niego!, aun me queda algo por hacer, y no puedo hacerlo muerto. Solo quiero hacer eso y luego puedo morir.

-¿qué quieres hacer antes de morir?
Venganza
-¿contra quien?
Contra el que me traicionó, el que me disparó, el que me quería muerto
-¿cuál es su nombre?
-madara- logre decir en voz alta, marcando cada silaba bañada en odio
-¿una vez que lo mates vendrás conmigo donde yo te lleve?
SI
-tu cuerpo no puede matar a nadie, y nadie vendrá a arreglarlo, tu no podrás traer a nadie para que lo haga y yo tampoco lo haré. ¿aun así seguirás aferrándote a este mundo?
¡No moriré!
-¿qué me darás a cambio de permitir tu venganza?
Todo
-un favor
Todo
-quiero un favor, cuando venga a buscarte, te pediré algo, y tu lo cumplirás sin importar nada
SI
-tienes 3 días para traer a alguien que arregle tu cuerpo, luego tendrás otros 3 días para lograr tu venganza. A las 12 de la noche del sexto día vendré a buscarte , ¿comprendes?
SI
-humano; yo, un mensajero de la muerte te concedo 6 días
y yo, lo que sea que me pidas

y así la oscuridad se volvió luz otra vez.

holiwi, aquí esta la segunda parte

Dia 1:

¿dónde estoy? Todo esta oscuro y algo huele horrible. Una cabaña se levantaba triste al frente mío, bastante vieja y maltratada, con suerte manteniéndose en pie. La madera se veía oscura y húmeda; terriblemente maltratada por la humedad en el aire. Me zurraba en los oídos el viento que la golpeaba sin piedad. La arena me hacia cosquillas en los pies, se escuchaba el mar a mi espalda, deseaba verlo, pero no logro darme vuelta para hacerle frente. Coloque las manos encima de la falda de mi vestido para evitar que la brisa siguiera levantándola.
-tienes que venir para acá- ordenó una imponente voz a mi lado

Había un muchacho mirándome a mi izquierda, ¿por qué no lo había visto antes?.
Era simplemente hermoso, aunque había algo extraño en el, casi despiadado. Era más alto que yo por un cabeza, de cuerpo firme y musculoso, pero sin ser excesivo; cabello abundante y rubio hasta el cuello, el viento parecía acariciar esos mechones dorados logrando un aspecto perfectamente desordenado, se veía suave, me cosquillearon los dedos por tocarlo; piel morena, quizás bronceada por el sol, nariz afilada y rasgos masculinamente marcados, tenía tres extrañas marcas horizontales en cada mejilla, como si fueran bigotes, le daban un aspecto felino. Pero lo que me hizo temblar con fuerza fueron sus ojos, del azul mas intenso que hubiera visto nunca, con verlos ya no era necesario que me diera vuelta para mirar el mar a mi espalda, era como si guardara al mismo espíritu del océano en esos iris, enmarcados en unas oscuras pestañas.

-¿quién eres?- pregunte con la voz ahogada
-encuéntrame
-pero si estas acá conmigo
-tienes que encontrarme – si aire despiadado desapareció con su suplica
-¿cómo?
-encuéntrame
-¿dónde?

El extraño abrió sus hermosos labios para contestar cuando la canción “bleeding love de leona Lewis” empezó a sonar desde el cielo, el ojiazul miró hacia arriba confuso mientras yo desaparecía

Closed off from love, i didnt need the pain, corte la canción al apretar la opción “apagar alarma” en mi celular, sentí que no había dormido nada, me restregué los ojos mientras bostezaba para terminar de despertarme mientras retiraba las sabanas de mi cuerpo a patadas. Con toda mi fuerza de voluntad me levante del extrañamente mas suave de lo normal colchón hasta quedar sentada al borde de la cama.

Que sueño más extraño había sido ese, ¿de donde saqué al tipo rubio?, ¿lo habré visto por la calle alguna vez?, ¿puede ser que olvidara un rostro como ese?, no lo creo. Mi mente debería ganar un premio por haber creado un ser como ese, pensé sonriendo somnolienta.

-en realidad tu mente no tiene el mérito de mi cara, fue mi madre la que creo este milagro

El grito me salió del alma despertándome completamente, caí al suelo de trasero horrorizada mirando al muchacho rubio que estaba muy campante acostado al otro lado de la cama, utilizando los brazos como almohada y con una sonrisa que aguantaba una carcajada. ¡era el muchacho del sueño! No es posible, debo seguir soñando. Me pellizque fuertemente la piel de mi hombro, pero nada sucedía, no lograba despertar. El tipo seguía acostado ahora mirándome confuso

-¿qué haces?
-cállate, me estoy volviendo loca – dije al ver que no despertaba, me levante con ayuda de la muralla sin poder apartar mi mirada del extraño
-no estas loca, y esto no es un sueño
-¡si esto no es un sueño entonces sí estoy loca!- le grite señalándolo acusadoramente con el dedo- desaparece, esto no es posible- me lleve las manos a los ojos y los restregué fuertemente, al retirarlas el sujeto seguía ahí, exactamente como antes y de nuevo tenia esa mirada divertida en el rostro. Asustada al punto del infarto tome la lámpara del velador y la lance a la cabeza del hombre con toda la fuerza que logré reunir, grite de nuevo al ver que esta solo lo atravesaba- no es posible, no es posible- dije mientras corría horrorizada del cuarto, cayéndome un par de veces logré finalmente llegar al teléfono de la sala. Marque la seria de números que ya sabia de memoria
-yo que tu no lo haría- la garganta ya empezaba a arderme de tanto gritar tan temprano en la mañana, ahora el tipo estaba parada al lado mío, y por supuesto, no llego caminado ahí, no!, él solo apareció a mi lado. De nuevo caí de trasero y me arrastre tratando de alejarme de el.
-¿aló?- contestó un voz ronca por el sueño al otro lado de la línea
-aló! Ino! Ayúdame! Estoy alucinando
_¿sakura?, ¿qué te pasa? ¡¿estas loca?!, son las 6 de la mañana, no es hora de bromas
-idiota, no es una broma, hay un hombre en mi casa que atraviesa lámparas
-pues lánzale otra cosa- contestó ino sin mostrar demasiado interés  
-por favor ven
-¿es guapo?
-¡¿y eso que importa?!
-tomare eso como un si, disfruta de tu amigo imaginario y déjame dormir, adiós –se despidió colgando, colgó!!!!, esa perra me colgó. La mato, es que yo la mato
-¿y viene tu amiga?- preguntó el extraño completamente despreocupado

Colgué el teléfono lo mas dignamente posible y me levante del suelo lentamente

-he dormido demasiado poco esta semana, es insomnio, la falta de fase REM puede causar alucinaciones- me dije tratando de tranquilizarme de a poco
-estabas en perfecta fase REM hace 5 minutos, así que no soy una alucinación
- una alucinación que dice que no es una alucinación, que sorprendente, ahora, desaparece- dije casi desesperada aplaudiendo al frente de su cara
- no hagas eso, es molesto- hasta que al fin se le fue la molesta sonrisita- soy un espíritu, de una persona, como tú
- los fantasmas no existen

Todo aspecto divertido desapareció en ese momento, me contesto enfadado

-no estoy muerto
-pero si fuiste tu el que dijo…
-dije que soy un espíritu, mi cuerpo esta en alguna parte, en un estado donde el tiempo no pasa por él, esperando a que llegues tu y lo arregles para que pueda volver a meterme ahí
-bien, mi alucinación esta más loca que yo, ja ja- dije intentando procesar lo que había dicho- no puedo seguir hablando contigo, tal vez si hago como si no estuvieras desparezcas, ya se debe estar haciéndome tarde, tengo que  ir a trabajar
-oh mierda, vamos! Que tengo que hacer para que entiendas que soy real, no tengo mucho tiempo, necesito que me arregles
-a ver señor espíritu, y ¿donde estaría su cuerpo?- le pregunte empezando a cansarme de esta situación, debo verme una lunática hablando sola
-no lo sé- contestó derrotado
-perfecto, yo busco en el lado derecho del planeta y tu en el izquierdo, ¿cuánto tiempo tenemos?
-tres días y contando, tu  viste donde estaba, esta en una playa
-oh eso reduce nuestro rango de búsqueda enormemente, haberlo dicho antes- conteste sarcástica,  debe ser apnea del sueño, últimamente aunque duermo sigo con sueño, la falta de ondas delta del sueño puede inducir alucinaciones. Voy a tener que hacerme un examen cuando llegue a la clínica
-no es apnea del sueño, sea lo que sea eso! –grito el rubio molesto- soy real y te exijo que me ayudes

Su expresión demandaba obediencia, mi mente creó un hombre que puede llegar a lucir bastante amenazante.

-si lo que dices es cierto, porque no vas y buscas a otro medico que te ayude, quizás alguno más aventurero o algún desempleado con tiempo libre, yo no puedo- estaba cansándome seriamente de esta situación, solo deseaba despertar de una vez de esta pesadilla
-ya no puedo, ya te elegí a ti, la regla es que debo encontrar a una sola persona, no puedo cambiarte, o eres tu o nadie
-pues hiciste una muy mala elección, ahora vete
-eres doctora, se supone que salvas vidas, ¿de verdad me vas a dejar morir así?
-mira, anda a la clínica de konoha donde trabajo, y pide una hora conmigo, ahí podremos ver que puedo hacer por ti, ahora vete
-no eres chistosa
-tu me horrorizas
-no era lo que pensabas de mi en el sueño- contesto con una sonrisa presuntuosa que me hizo sonrojar, solo yo me sonrojo con mi propia alucinación, rápidamente de nuevo lucio enfadado – ya te dije que soy real

Se quedo pensativo unos segundos y luego se dio vuelta dirigiéndose a la puerta de la entrada, ¡si!, se va a ir

- acompáñame- demandó deteniéndose un segundo
-claro que no

Se volvió para mirarme, pero esta vez con la expresión mas fría que había visto nunca, un escalofrío me recorrió de abajo hacia arriba

-vendrás
-s-si- lo seguí a paso lento mientras abría la puerta y salía hacia el pasillo, miro a su alrededor, y luego se puso al frente de la puerta de mi vecino- ¿si soy una alucinación no puedo tocar un timbre cierto?- pregunto sin dirigirme la mirada, acerco la mano hacia el timbre y sorprendentemente lo toco haciéndolo sonar un par de veces
-creí que atravesabas las cosas –dije sin voz
-atravieso lo que quiero atravesar

Entonces, la puerta se abrió, dejando ver una un viejito de unos 70 años en piyama con expresión somnolienta

-sakura, niña, ¿ocurre algo?

Yo estaba completamente muda del asombro, ¿como era posible que el anciano escuchara el timbre presionado por una alucinación?, seria esto también un desvarío de mi mente? ¿se puede perder completamente la cabeza de una día para otro?

-¿sakura?, ¿estas bien?- pregunto preocupado el vecino ante mi largo silencio
-eh… si, yo, bueno yo, disculpe, no se, yo…
-ya di algo- me apuro el rubio
-lo siento, es que… bueno… se me cortó la luz y quería saber si a usted igual- dije recordando la razón por la que otras veces he tocado su timbre
-pues no hija, quizás se te quemo la ampolleta
-si, eso debe ser, disculpe por molestarlo señor
-no te preocupes, adiós- se despidió el anciano cerrando la puerta tras de si
-¿ya te convenciste?- preguntó el rubio

Lo ignore y volví a entrar a mi casa, cerré la puerta antes de que él entrara, aunque eso daba igual ¿no?. Me senté en el sillón y me quede ahí mirando a la nada intentando ordenar las cosas en mi cabeza. ¿podía ser real? De verdad había un espíritu buscando mi ayuda?, dijo que su cuerpo estaba fuera del tiempo ¿cómo es eso posible?, ¿por qué yo?, no entiendo nada. La desesperación me recorrió, me había vuelto completamente loca, y ni siquiera me había dado cuenta cuando paso.

-escucha , se que es muy difícil de creer, pero es cierto, sakura haruno, te necesito- dijo el rubio parado al frente mío, casi tocando mis rodilla con sus piernas, ¿sentiría si me tocara?- solo si quisiera que me sintieras
-no lo hagas- le conteste con un un hilo de voz, si me tocara terminaría por perder la cabeza, si no lo había hecho ya
-escucha sakura- dijo el espíritu sentándose al lado mío- no estas loca, lo juro, solo podrás verme 3 días, luego desapareceré para siempre de tu vida, y todo volverá a la normalidad. Por favor, ayúdame
Normalidad… deseaba eso.
-¿cómo?
-ayúdame a encontrar mi cuerpo y sánalo
-¿cómo?
-tengo que recordar donde estoy, por alguna razón cuando llegue a tu cabeza lo olvide
-no se como ayudarte a hacer eso
-lo averiguaremos

Tenia la cabeza hecha un verdadero lío, ¿de verdad si lo ayudaba desaparecería?, ¿seria tan simple?, quizás debería ir directamente a un psiquiátrico, se me formo un nudo en la garganta, ya podría ejercer la medicina así, mi carrera estaba arruinada.

-sakura escúchame por favor, llama a tu jefe y dile que faltaras 3 días, que estas sumamente enferma, ayúdame, y si cuando los 3 días pasen me sigues viendo, haz lo que quieras. Anda a un psiquiátrico, pero te aseguro que esto es real.

Lo pensé  unos minutos en silencio, quería normalidad, quería que se fuera; para que se fuera solo me tengo dos opciones; hacer lo que el dice y confiar en que funcione, o ir a un psiquiátrico. Si no funcionaba ayudarlo igual terminaría en un psiquiátrico. Que dios me ayude!, pero la mejor opción parecía hacer lo que él pedía, e ignorar lo enfermizo que suena todo esto.

-bien, lo haré