Linda y dulce venganza (+18)(08/04/14)(único capitulo)

--¡Vaya trabajo!—Se quejó Ino, sacudiendo su ropa.

Sakura y ella, caminaban cerca de la casa de Sakura, con algunos paquetes y medicamentos entre las manos. Sakura, tras a ver visitado a Naruto, se había ido a la oficina de la Hokage por un par de medicinas que necesitaba urgentemente, sin embargo, la Hokage le había dicho que ahora las medicinas las tenía Sasuke y que se apurara en su encargo.

--¡Trabajo y más trabajo!—Dijo la pelirosa con una sonrisa--. Ahora tengo que volver a ver a casa de Naruto para pedirles las medicinas… ¡Pero ya será mañana!, ahora solo quiero descansar.
--Claro, pero recuerda que Tsunade nos pidió el medicamento preparado para mañana.

Sakura afirmó con una sonrisa, mientras depositaba la llave de su casa en la puerta de madera.

--Tranquila, solo descansare unos minutos e iré por la medicina para prepararla—Susurró entrando.

Ino se despidió con una sonrisa y unos movimientos de manos, para retirarse y comenzar el medicamento con las yerbas que le dio Tsunade. Sakura, tras cerrar la puerta, soltó un suspiro y recargó su peso sobre la puerta para dejarse caer hasta el suelo y soltar una risa…

Los recuerdos rondaban su mente… ¡Aun no podía creer lo que había hecho hace unos minutos!, la sonrisa en sus labios era imborrable, los recuerdos ¡Y la vista!, igual… ¿Pero qué le había dado el valor? ¿Por qué pedirle a Naruto dejar tirar la toalla? ¿Qué hará su amigo cuando se entere de su trampa? ¿Ya se habrá enterado?, sin duda, muy ingeniosa…

--¿Estás recordando?—Dijo una voz, en el interior de su casa…

Sakura dio un brinco sobre el suelo y abrió los ojos de golpe, ante aquel tono tan conocido… “¡Oh no!”, pensó, mientras buscaba con la mirada al dueño de esa voz.

Y allí estaba… Sentado sobre el sillón, con una pierna cruzada recargando su tobillo en la contraria rodilla, su sonrisa burlona y en cierto punto atractivo, con los pantalones naranja y una playera suelta color blanca. Sus ojos azules fijo, preciso e indescriptibles en Sakura, su rubio cabello desordenado y aun un poco húmedo.

--N-Naruto… --Susurró ella atónita--. ¿Q-Que haces aquí?

Él negó con la cabeza, aun su sonrisa burlona brillaba en su blanca dentadura. Alzó la mirada y soltó un suspiro suave y lento.

--Verás Sakura-chan—Le contestó él--. Vine por venganza… ¡Oh sí!, dulce y deliciosa venganza…

El cuerpo de Sakura se estremeció ante la idea, por alguna extraña razón, aquellas palabras la recorrían de pies a cabeza y los recuerdos la abrumaban vergonzosamente. Sin embargo, no era solo su cuerpo, o solo la perversión de querer verlo esa misma mañana desnudo, sino, era un sentimiento más grande, mucho más grande, que había comenzando desde ya tiempo atrás…

--¿V-Venganza?—Preguntó en tono inocente, encogiendo su cuerpo y mirando al rubio con falsa inocencia--. Pero no se dé que me hablas…
--¡No Sakura-chan!—Le dijo--. Esta mañana me tomaste desprevenido y me engañaste… ¿Disfrutaste de la vista?

Ella parpadeó, Sakura lo había engañado… ¡Y vaya que había disfrutado de la vista!, pero entre sus planes no estaba en encontrarse a Naruto nuevamente el mismo días tras aquello. Ahora estaba nerviosa, atrapada entre Naruto y la puerta… Sakura sabía que podía huir, salir corriendo, pero no lo deseaba, claro que no… Dentro de ella, averiguar la venganza era lo bastante bueno como para dedicarse a mirarlo.

--Hasta donde sé—Agregó el rubio--. Necesitas cinco paquetes pequeños de medicina, con urgencia… Y yo los tengo.
--Pero no me los darás… ¿Verdad?—Preguntó ella con obviedad.
--Es parte de mi venganza… --Susurró Naruto un poco inquieto--. Bueno, son cinco paquetes… Cuatro de ellos los he escondido en mi cuerpo y uno en toda la casa. Cuando encuentres los cuatro paquetes… Dejare que me convenzas de que te diga dónde está el último.

Sakura casi suelta una risa excitante, sin embargo, solo se limitó callar mirándolo… ¿Buscar medicina en su ropa? ¿La medicina que ella necesitaba urgentemente? ¿Eso significaba desnudarlo?, claro… Eso ya no sería tan difícil.

--¿Es solo por el Ramen?—Preguntó formando una sonrisa--. ¿Oh es que a ti también te gusto dejar caer la toalla…?
--Es venganza… --Dijo Naruto estirando los brazos en todo el sillón--. Si las quieres, consíguelas…

Sakura dejó caer sus brazos y piernas por el frio piso, después, le miró con una sonrisa de medio lado.

Naruto dudaba un poco… Dejar caer la toalla había sido lo más vergonzoso que había hecho en su vida frente a una mujer ¡Frente a la mujer de su vida!, pero por alguna razón, aquello también le daba confianza… Una confianza que antes no sentía en sí… Se sentía capaz de hacer sentir deseo a Sakura, se sentía capaz de decirle lo que sentía…

Rápidamente, sus pensamientos fueron interrumpidos, por el sonido de la ropa caer al suelo… Para cuando Naruto alzó la mirada, Sakura ya estaba frente a él, con su falda en la mano… y su blusa sobre el suelo…

---P-Pero que… --Susurró Naruto asombrado.
--Shhh –Le calló Sakura--. Necesito esas medicinas, Naruto…

Sakura tenía su sostén, color negro, y su licra pegada al cuerpo color negra. Sabía perfectamente que ese juego era peligroso, pero también sabía que desde el momento en que le pidió dejar cae la toalla al suelo a Naruto y tomar esa decisión, se había sumergido en un gran problema… ¡Ella sabía que Naruto no se quedaría así!, sabía que algo más podía pasar… Pero igual que Naruto, dentro de ella, lo deseaba ¿Para qué negarlo? ¿Para qué ocultarlo?, deseaba a su mejor amigo y no solo físicamente, sino también emocional…

Pero todo había cambiado. Desde que Madara fue derrotado tiempo atrás, Naruto había cambiado, se había apartado de ella dándole paso a Sasuke y de una u otra manera ya no era el mismo ¡Y eso lo detestaba! ¡Vaya que Sakura odiaba eso!, se maldecía por no saber cómo decirle lo que sentía, por no poder solo ir y decirle que lo extrañaba y lo necesitaba… ¡Pero adiós mascaras! ¡Adiós vergüenza!, esa misma mañana, Sakura había decidido olvidar el pudor y el miedo y dio el primer paso… ¡Un gran paso!, pero lo dio justo en el momento, en que le pidió a Naruto, que dejara caer la toalla…

Sakura caminó, moviendo sus caderas de un lado a otro desde la puerta de entrada hasta el sillón, frenando a una distancia mínima de ella y el cuero inerte ¡El cuerpo tembloroso y asombrado de Naruto!, ella le dedico una sonrisa tierna, una sonrisa suave y llena de cariño, después de todo, tal vez Naruto era el único hombre en su vida que reaccionaria así ante su cuerpo semi-desnudo. El único que la hacía sentir, única y amada con solo una mirada… Ella se estremeció al pensar en lo que Naruto le haría sentí con caricias…

Naruto no dejo de mirarla, ni un solo segundo… Sentía como su cuerpo reaccionaba ante la cercanía, como sus mejillas se coloraba y su cuerpo temblaba ¿Pero cómo no?, Si Sakura era, es y será lo que siempre deseo y lo que no tiene, aquello que soñó… Pero tenía que dejarla ir o a atreverse a enamorarla. Justo el día de ayer, pensaba en dejarla libre para su felicidad, pero todo cambio aquella mañana, aquel momento en que la miró pidiéndole un acto vergonzoso, cuando lo miró con deseo. Entonces decidió que no la dejaría ir, y que la quería a su lado, que quería volver a ver esa mirada y experimentar ese beso en la mejilla una vez más.

Ella soltó un suspiro y se sentó en las piernas del rubio, acaricio su cuerpo por encima de la ropa y soltó respiraciones en su cuello erizado. Sus manos traviesas buscaron por la chaqueta… Por la espalda, por el cuello… La medicinas eran lo de menos, sin embargo, tenía que figurar que buscaba algo ¿No es así?

--Aquí hay una… --Susurró en el oído tembloroso de Naruto, sacando un paquete de medicina del bolsillo de su chaqueta colgando a un lado abierta--. Aquí hay otra… --Volvió a susurrar, tocando los bolsillos traseros y sacando otro paquete.

Naruto dio un respiro profundo… ¡Se sentía en sueños!, nunca pensó llegar ante aquel paso, ni por su mente paso, verse en esa situación.

--Creo que aquí hay una—Le dijo ella, metiendo las manos en sus bolsillos delanteros--. ¡Oh no!—Dijo sonrojándose inmediatamente--. Era otra cosa…
--Si—Le dijo Naruto soltando una risita--. Es mi caja de mentas—Le dijo sacando una cajita de mentas color verde--. ¿Qué otra puede ser?
--Eres un Baka… ¡Lo has hecho al propósito!
--No… Creo que estás pensando en otra cosa, Sakura-chan.

¡Al diablo la vergüenza!, pensó Sakura, negando y mirando una vez más a su querido amigo.

--Si, estaba pensando que me deseabas… --Dijo finalmente, encogiendo sus hombros--. Últimamente, estás lejos de mí…

Naruto ladeo la cabeza ante tal declaración… La miraba indefensa, semi-desnuda sobre sus piernas, acariciando su cuerpo. Pero más importante, con él, a su lado, por una u otra razón, pero allí estaba, con una mirada perdida y desanimada ante sus palabras.

--Quiero verte feliz. Sonríe Sakura-chan—Le dijo Naruto--. Es lo único que siempre he querido, tu sonrisa.
--¿Cómo lo haces?
--¿Hacer qué?—Le preguntó él extrañado.
--Hacerme sonreír…

Y sin decir más, sin darle tiempo si quiera en pensar una respuesta, Sakura lo besó… Tomó con sus manos las mejillas gorditas y rojas de él y lo besó con ternura. Saboreo sus labios, aquellos que siempre pronunciaba su nombre pero nunca tocaba sus labios. Con una mano, acaricio su mejilla y con la otra la bajo a su espalda para presionar a su amigo a su cuerpo. “No, mi amigo no”, pensó ella, mientras abría sus piernas y las enrollaba a como podía en Naruto. Él no hizo realmente nada, solo se dedico a disfrutar, a sentir y soñar… Los labios finos y suaves entre los suyos, sus manos se posaron en las caderas delgadas de ella mientras la besaba con más fuerza.

--Te quiero… --Le dijo Naruto al separarse de ella.
--No—Le dijo Sakura con una sonrisa--. No me digas eso, no me gusta… Dime que me amas… ¿Por favor?

Y ante aquellas palabras, Naruto no pudo resistir…

Levantó su cuerpo del sillón y pasó las piernas de Sakura por su espalda, la sentó frente a él y atrapó sus labios con más fuerza. Callo las palabras de Sakura llenándola de besos, pegándola a su cuerpo y embragándola en un sentimiento.

--Te amo, siempre lo he hecho—Le dijo finalmente.
--¿A pesar de que engañe con los boletos?—Preguntó en un tono inocente.
--Si—Dijo soltando una risa traviesa--. Eso lo premiare en mi venganza…

Y tras decir aquello, Naruto hundió la cabeza al cuello de Sakura, sus labios a esa delicada zona caliente. Lamió y besó mientras sus manos trabajaban en el molesto sostén de ella, que poco a poco se fue desprendiendo de su cuerpo como una hoja sin caso. Sakura se estremeció inevitablemente, cuando sintió algo surgir desde su parte baja, también cuando el poco viento golpeaba su cuerpo que momentáneamente sintió frio, pero los brazos de Naruto acudieron a las suplicas de su piel, arropándola con cariño. Ella no quería quedarse atrás, así que en un movimiento brusco arrancó técnicamente la camisa del cuerpo de Sakura, ahogando una risa. Ella pasó sus manos por el torso del rubio y soltó un gemido. Naruto la levantó con poco esfuerzo, Sakura era delgada y delicada a pesar de todo, así que la levantó para desprender su licra negro, que a pesar de ajustarse a su figura, ahora era un terrible estorbo entre sus manos y su piel.

Sakura se recostó sobre el sillón, mientras rápidamente Naruto se acomodaba arriba de ella y entre sus piernas. Sus labios se unieron una vez más salvajemente, mientras ella removía el pantalón naranja de él y él arrancaba cortando la última prenda de ella. Una vez que ella quedó completamente desnuda, Naruto bajo en un camino que recorrió de sus labios a su pecho con besos húmedos y despacio. Cuando llego a la piel suave y esponjosa del pecho, succionó con deseo y suavidad el pezón duro y rosado, como si fuera un dulce, Sakura asqueo la espalda y dejó caer la cabeza hacia atrás, la lengua de Naruto hacía magia en su cuerpo, lo hacía sufrir con cariño, agonizar en deseo a tal grado que cada célula de ella pulsaba pidiendo a gritos más y más cariño. Naruto soltó un gruñido placentero, cuando mordió el pezón de ella y ella soltó un grito excitante, un grito fuerte y suplicante.

--¡Dios, Naruto!—Le gritó tomando grande bocados de aire--. N-Naruto… Sigue... por favor…

Él obedeció, volvió a su trabajo con los labios y sus pechos, pequeño y redondos. Perfectos. Pero todo cambio, cuando las manos de Sakura entraron una zona peligrosa de él, lo descontrolo ¡Lo hizo agonizar hundiéndose en sus pensamientos!, cuando sus delicadas manos acariciaron y masajearon su miembros, una corriente eléctrica recorrió todo el cuerpo de Naruto y lo atacó en su punto débil. Sentía que iba a explotar, ya no resista más esa sensación.

Naruto tomó las manos de Sakura y con fuerza las llevó a la parte de arriba del sillón, después, con su boca volvió a besar cada pecho pasa formar otro camino que iba de allí, hacía abajo. Sakura gimió y se removió con locura al sentir los labios de Naruto cada vez más cerca de su entrada, más bien, de su punto débil y ardiente que pulsaba. Naruto abrió sus piernas y con un dedo acaricio su zona intima, Sakura soltó un grito agudo y se mordió el labio.

--N-Naruto… N-Naruto ¡Ah! ¡O dios! –Gimió inmediatamente, que él se detuvo.
--Sakura-chan...—Susurró sonrojado--. ¿Estás segura?

Ella no contestó, claro que no… Las palabras estaba de más ¡Las palabras no servían ahora!, rápidamente, se levantó de un golpe y mandó a Naruto a la contraria, quedando ahora ella arriba de él. Ahora le tocaba a ella… ¡Ahora era ella!, Sakura se colocó arriba, y comenzó a dar brincos sobre el miembro de Naruto, rosándolo y separándose probando una agonía erótica tanto en su cuerpo con en el de él. Ella soltó varios gemidos, y se recargó del pecho de él. Con una mano, volvió a acariciar su miembro dándole el placer de un cosquilleo que provocó un gruñido en él. Entonces, se acomodó y miró a Naruto, suplicante, excitada, convencida y en especial, segura.

--Hazlo, Naruto…

Él le dedicó una sonrisa, y acercó sus labios pasa besarla. Entonces, la tomó de la cintura y lentamente la penetro… Sakura sintió que su agonía comenzaba nuevamente, aquella zona comenzó a palpitarle cada vez más rápido y fue inevitable soltar un fuerte gemido al sentir el miembro erecto de Naruto entrar, penetrarla. Un delicado dolor la domino por segundos, pero cuando comenzó a bajar y subir, aquello quedó en el pasado inmediatamente, mientras todos y cada uno de sus pensamientos se dominaban por el placer. Naruto se levantó un poco y atrapó los labios de ella ahogando todo gemido, y entrando y saliendo en ella. Era imposible no mover las caderas y gruñir al mismo ritmo. Hasta que finalmente, los dos llegaron al clímax y soltaron un fuerte grito complaciente. Mientras se miraban, mientras s ¿e acariciaban y en una sola mirada, todas aquellas palabras que no existían en los labios, se transmitieron, para finalmente terminar en un suave, y profundo beso.

Finalmente Naruto se hizo a un lado y pegó el cuerpo de ella en ese pequeño espacio, en el sillón. Sakura se dejo abrazar, se dejo mimar mientras tomaba bocados de aire y sonreía. Entonces, segundos después, acaricio las manos de Naruto y le dijo con suavidad:

--No sé que piense, pero quisiera que esto dure para siempre.

Naruto se sintió feliz, sumamente feliz, y aquello era nuevo, inexplicable y sin pensarlo y sin saber que decir, se limito a contestar:

--Es para siempre.

Sakura soltó una risita y le miro sobre su hombro.

--¿Y la medicina?, créeme, te vi todo y no encontré nada…
--¡Oh!, este vera… ¿Te dije que era una venganza?
--Si…
--Bueno, solo eran dos medicinas… Así que realmente nunca ibas a encontrar las demás.
--¡Vaya engaño!, pero creo que estamos a mano—Se burló la pelirosa, abrazándolo y cerrando los ojos--. ¿Y qué haremos después de esto?
--¡Me vengare todas las noche contigo! , digo… ¿No crees?

Sakura soltó una risita tierna y beso una vez más a Naruto, para después mirarlo a los ojos y decirle.

--Mientras sea una linda y dulce venganza está bien, Naruto…