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FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
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NaruSaku v2.0 :: :: Fan Fic
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
felipeo escribió:oye no seas malo esta bien que estemos feos pero no es para que nos pongas en un bestiario
XD....ayuda para que trabajen la imaginacion mas facil. en realidad trato de describir lo mejor que puedo, pero estoy seguro que las imagenes le seran muy utiles a futuro.
saludos.
arminius- Clan Seiryuu
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en los prados verdes de mi imaginacion.
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Vaya q gran capítulo, me dejó con ganas de saber q pasa con naruto, q lo está cambiado y me intriga por q olvida su pasado, será q el conocer las historias de los elementos, lo está haciendo olvidar de quien es el en realidad......
Espero q contunues pronto
Suerte
Espero q contunues pronto
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Leonardo R- Novato
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Me pongo al corriente con tu fic.
Como siempre muy buenos capítulos, y a pesar de que se contestaron algunas dudas, hiciste que surgieran más.
Gaara y compñia están vivos, ya decía yo que no podían morir, aunque mucho le deben a Shukaku. Muy buena decisión la de Sai fue mejor y esto podrá ser tanto productivo en muchos aspectos, pero también en algunos no, como todo.
Naruto uno de los 3, y los otros 2 existen? Sabremos de ellos? Ya que se le fue permitido por usar el modo sabio entrar a esa isla, quiere decir que tanto Sakura como Sasuke también? Habrá posibilidad de que puedan tener este mismo proceso? Aunque si Naruto tardó años en regresar, supongo que no sería muy conveniente para como están ahorita las cosas.
Una misión, que es restaurar el equilibrio, y ahora es contenedor de toda esa energía natural, supongo que esa voz que escucha es precisamente la propia naturaleza. Pero que fue entonces de Kurama? Donde se quedó?
Y se entiende esa pérdida de memoria y no recordar tan fácilmente, menos después de una pelea, donde el gasto de energía es demasiada. Contener tantas memorias no debe ser fácil y es como si el propio Naruto fuera cada vez más parte de ese corazón de vida, por eso lo de ser parte de los 3.
Habrá algo más adelante con Orochimaru, creo que hay que estar al pendiente del tipo, o eso es lo que percibí que nos das a entender.
Naruino?! No me desagrada y pues esta bien, al parecer abra un poco de acción y no sólo con ella. Por aquello de descargar tensiones, que el chacra fluya mejor, y todo eso que menciona Naruto, que para él sólo es aparearse y ya punto, a lo que sigue.
Pero que onda con Sakura y el Narusaku, tal parece que entre más Sakura quiere acercarse al rubío, esté se aleja más de ella, como si temiese o lo hiciera por algo en específico. Realmente recuerda lo que sentía por ella, con sus memorias tan mal que es lo que piensa o siente ahora? O tal vez no a cambiado nada y su misión es lo que lo aleja de ella?.
Sería interesante saber que es lo que sueña o ve al dolor que le desagrada, y lo que piensa al no recordar del todo, y sobre todo de la propia Sakura.
Conti!
Como siempre muy buenos capítulos, y a pesar de que se contestaron algunas dudas, hiciste que surgieran más.
Gaara y compñia están vivos, ya decía yo que no podían morir, aunque mucho le deben a Shukaku. Muy buena decisión la de Sai fue mejor y esto podrá ser tanto productivo en muchos aspectos, pero también en algunos no, como todo.
Naruto uno de los 3, y los otros 2 existen? Sabremos de ellos? Ya que se le fue permitido por usar el modo sabio entrar a esa isla, quiere decir que tanto Sakura como Sasuke también? Habrá posibilidad de que puedan tener este mismo proceso? Aunque si Naruto tardó años en regresar, supongo que no sería muy conveniente para como están ahorita las cosas.
Una misión, que es restaurar el equilibrio, y ahora es contenedor de toda esa energía natural, supongo que esa voz que escucha es precisamente la propia naturaleza. Pero que fue entonces de Kurama? Donde se quedó?
Y se entiende esa pérdida de memoria y no recordar tan fácilmente, menos después de una pelea, donde el gasto de energía es demasiada. Contener tantas memorias no debe ser fácil y es como si el propio Naruto fuera cada vez más parte de ese corazón de vida, por eso lo de ser parte de los 3.
Habrá algo más adelante con Orochimaru, creo que hay que estar al pendiente del tipo, o eso es lo que percibí que nos das a entender.
Naruino?! No me desagrada y pues esta bien, al parecer abra un poco de acción y no sólo con ella. Por aquello de descargar tensiones, que el chacra fluya mejor, y todo eso que menciona Naruto, que para él sólo es aparearse y ya punto, a lo que sigue.
Pero que onda con Sakura y el Narusaku, tal parece que entre más Sakura quiere acercarse al rubío, esté se aleja más de ella, como si temiese o lo hiciera por algo en específico. Realmente recuerda lo que sentía por ella, con sus memorias tan mal que es lo que piensa o siente ahora? O tal vez no a cambiado nada y su misión es lo que lo aleja de ella?.
Sería interesante saber que es lo que sueña o ve al dolor que le desagrada, y lo que piensa al no recordar del todo, y sobre todo de la propia Sakura.
Conti!
hikari uzumaki- Sennin
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
O_O la verdad es impresionante como escribes estas cosas. se podria hacer un libro facilmente.. es increible todo.. desde el principio hasta el fin del cap.. muy bueno.
parece que eso es lo que le pasa a naruto. ser uno de los 3.. a quien reemplazara?
me gusto mucho. a y gracias por seguir subiendo imagenes del bestiario. yo las voy guardando por si no me acuerdo como eran las criaturas..
bueno buen cap.. espero la conti pronto.. suerte y cuidate
parece que eso es lo que le pasa a naruto. ser uno de los 3.. a quien reemplazara?
me gusto mucho. a y gracias por seguir subiendo imagenes del bestiario. yo las voy guardando por si no me acuerdo como eran las criaturas..
bueno buen cap.. espero la conti pronto.. suerte y cuidate
gonmax- Sannin
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
CAPITULO 7: LOS NUEVE MESIAS
En algún lugar del infierno:
Parado sobre la extraña plataforma sellada, mirando las paredes de ese gran salón durante varios días. Sufriendo lo indecible cuando los grilletes que lo mantenían cautivo parecían cobrar vida, haciendo que durante algunos minutos al día lo mordieran para drenar su chakra. Kurama se preguntaba todavía ¿Cómo rayos había llegado ahí? Le costaba recordarlo, y la hostilidad de su prisión le hacía sentir el rigor de una dolorosa derrota.
Con el paso de tiempo, cuando Asmodeus ni siquiera se había aparecido por el lugar para seguir torturándolo, Kurama comenzó a recuperar parte de los recuerdos. Su mente encontró un poco de serenidad, y fue suficiente para saber lo que había ocurrido. Recordaba estar dentro de Naruto como siempre, y luego el humano tuvo que ir al monte de los ermitaños. Le hablaron de una visión. El mundo colapsaba por causa del Juubi desatado en la guerra pasada. Fue Naruto quien tuvo la tarea de buscar aquella isla en medio de la nada, que parecía ser el centro del mundo.
¿Cuál era el plan? ¿Cuál fue realmente el objetivo de todo ese viaje?
Naruto había sufrido mucho en Konoha. Cosas de humanos. Cuando los sentimientos lastiman por que no encuentran respuestas en las personas que se anhelan. Pero Kurama sabía, que Naruto jamás rehusaría ayudar cuanto estuviera a su alcance. Se metió en el peor de los problemas. Ese elegido especialmente para aquellos que se entregan completamente. Para los héroes.
Cuando Naruto ingresó a la base de ese árbol muerto, y una energía tan grande como el mundo mismo lo inundó completamente. Kurama intentó ayudarle, el objetivo del Uzumaki era controlar el flujo de fuerza natural para darle nuevamente equilibrio. Debió funcionar, ¡tenía que funcionar! Kurama tenía que proteger a su jinchuriki para que no se convirtiera en piedra. Cortar el flujo de energía en cuanto se volviera peligrosa. Pero entonces, sucedió algo que el zorro no esperaba. La energía tenía mente propia, no era solo chakra esparcido en los elementos. No era solo vida, tenía un espíritu individual que la guiaba. Y esa fuerza oculta, fue la que terminó por desplazar a Kurama del interior de Naruto. Lo arrancó violentamente aun cuando el zorro puso todo su esfuerzo para no ser expulsado. Temió que salir acabara con la vida de su amigo. Cuando un jinchuriki pierde a su Biju, usualmente termina muerto.
Pero Naruto no….
El Uzumaki no murió finalmente. Su cuerpo se llenó de energía bruta y generó ramas, hojas y raíces. Se volvió el corazón del nuevo árbol sagrado. Aquel que en tiempos antiguos había sido prisión del Juubi. Naruto no murió, pero cedió su libertad para estabilizar el clima de todo el mundo. Un sacrificio, uno más de tantos. Kurama fue expulsado de la zona. Luego de aquello, la debilidad que el zorro tenia por su reciente esfuerzo en la expulsión, cayó en manos de los diablos. En esas reflexiones se encontraba Kurama, cuando por las puertas de hierro atestiguó la llegada de Asmodeus.
-buen muchacho…-sonrió con dientes afilados el rey, mirando a Kurama impotente en su prisión- veo que te agrada mi hospitalidad. –Indicó sarcástico- tal vez no quieras irte nunca más. Ja ja ja.
El pequeño diablillo de color negro que lo acompañaba arrastrándose servilmente, estalló en un furioso chillido que intentaba imitar una risa. Kurama deseó por un momento estar cerca de ese ser para pisarlo y que se callara, pero Asmodeus cambió su propia diversión por propinarle una patada despreocupada a su mascota. “lárgate” le dijo en lenguaje infernal, la patética criatura huyó del salón como perseguido por la muerte.
-me disculpo…-señaló Asmodeus con un gesto elegante de su mano- a veces me repugnan mis propios esclavos. Excelentes noticias….-exclamó con entusiasmo gestual- tus hermanos de dos y tres colas, se han unido a ti en las plataformas selladas preparadas para ustedes.
-Maldito…-pensó Kurama- ya tiene a dos más. ¿Qué quiere de nosotros?
Asmodeus fue a la mesa de piedra en el centro del lugar. Allí le habían dispuesto alimentos y una botella de cristal con algo que parecía bebida. Comenzó a cenar sirviendo en un gran platón de oro, algunos trozos de los manjares que se observaban. Kurama seguía a un costado, atrapado y viendo como testigo fantasma aquella cena del rey.
-te voy a contar una historia muchacho….-dijo Asmodeus de repente- hace pocas horas, 8 de los más grandes diablos que habitan este mundo, vinieron a mi castillo a besarme las botas. –Sonrió maligno- ya sabes cómo son estas reuniones. Me odian, me temen, quieren verme enterrado. Pero siguen besando mis botas y de esto hace mil años.
Kurama lo observaba comer, y sentía su estómago retorcerse. De alguna manera podía adivinar el hambre que nunca había tenido, surgir de sus entrañas. Tenía la garganta seca, también increíblemente repercutía la sed. Esto de tener un cuerpo era más perjuicio que otra cosa.
-la historia que te narraré la conoces, pero no la recuerdas. –Dijo el rey- hace miles de años, planifiqué una estrategia para romper la tregua entre los tres dioses caídos. Invadir el mundo de mis hermanos, buscando absorber parte de sus poderes. Hacerme fuerte, no solo recuperando mis antiguas energías, sino incorporando el poder de los otros.
-ni siquiera tengo idea de lo que hablas.
-existen dos mundos aquí a nuestro alcance. –Indicó Asmodeus- ambos son habitados por hijos de mi sangre. En este lugar, conocido como “los 9 infiernos de Baator” habitan las razas de diablos. Mientras que más allá del primer infierno. Existe un portal que une este mundo con otro. Como la frontera entre dos países. El cual es conocido por “las capas infinitas del abismo”. Hogar de los demonios, unas terribles aberraciones violentas y sin noción de urbanidad. Durante eones, Diablos y demonios han luchado en las “guerras de sangre”. Un tipo de conflicto eterno que no hace más que acumular cadáveres de ambos bandos.
-¿existen dos tipos de criaturas aquí? –se preguntaba Kurama en silencio.
-los más poderosos diablos se reúnen en torno a un clan conocido como “Baatezu”. –Proseguía el rey sin apuro- mientras que los demonios, se alinean bajo la estirpe de los “Tanar´ri”. Dos clanes poderosos que han luchado desde hace milenios por el control de todos los infiernos. Así que, mientras demonios y diablos se masacran unos a otros sin éxito definitivo de ninguno. Yo recupero con sus muertes parte de mi antiguo poder. Porque todos nacieron de lo que antes era yo, al principio del cosmos.
-¿y que somos los Biju? –Consultó el zorro- ¿demonios o diablos?
-Tu eres….-dijo Asmodeus- uno de los nueve híbridos que sobrevivieron a mis experimentos. Durante siglos, he intentado cruzar el dominio de los elementos y la inteligencia superior de los diablos. Con la capacidad de magia y fuerza física superior de los demonios. Crear criaturas lo suficientemente poderosas, para que pudieran cruzar las barreras de las dimensiones que nos separan de los mundos creados por mis hermanos.
-¿Hermanos?
-No te caerían bien….-desdeñó con una mano y un gesto fastidiado Asmodeus- uno es un insufrible santurrón que siempre está en los cielos dorados jugando con angelitos y querubines. –escupió molesto como si solo recordar la diera asco- y el otro, siempre jugando al hermano mayor. Todo tiene que ser equilibrado. Ni bien, ni mal. Todo tiene que ser neutral. Es como una balanza, exacta cantidad de cada elemento del espíritu o la realidad. ¡Bah! Ni para que contarte sobre ellos. Estuviste perdido en su mundo durante muchos años. Ese lugar frio y horrendo llamado tierra.
-si dices que no podías salir de aquí….-añadió Kurama interesado- ¿Por qué razón estuve con mis hermanos en ese mundo desde hace siglos?
-mi experimento fue cruzar diablos con demonios. –Indicó el rey- porque las barreras no permitían a ninguno individualmente cruzar. Pero un híbrido, podía tener oportunidad. Así que aprisioné en mi laboratorio del castillo a los 9 más poderosos de Baator. Y los asesiné mesclando sus esencias con tantos demonios como categoría de poder tenían. En tu caso, nueve.
-Fuimos creados por ti, –Balbuceó Kurama sin creerlo completamente- eso es imposible.
-Cruzaron un portal hacia la tierra, uno que me tomó casi 3 milenios formar. –Añadió Asmodeus- consumí más de la mitad de todo mi poder. El cual me había tomado eones de guerra volver acumular. Todo para que las barreras del tiempo y el espacio establecidas por mi hermano neutral, les permitieran el acceso. Pero el efecto de tanta energía reunida, fue mejor de lo esperado. Logrando que los convirtieran en una sola criatura. Mi emisario definitivo de la muerte, mi anticristo personal.
-Juubi…-susurró Kurama apenas bajando la vista- pero yo creí...
-Juubi era demasiado para un mundo no protegido por mi hermano. O al menos eso creí. La victoria era mía al fin. Hasta que sucedió algo inesperado. La criatura comenzó a absorber colosales cantidades de energía que rondaba a su alrededor. En la misma naturaleza del lugar, Juubi devoró energía hasta hartarse. Y se quedó quieto, y se convirtió en un estúpido árbol. ¡Arruinó todos mis planes!
Kurama reflexionaba profundamente. Sabia por intermedio de los entrenamientos de Naruto, que la energía natural era extremadamente difícil de controlar. Y que las consecuencias de no dominar la combinación del chakra interno con el flujo externo, era convertirse en estatua de piedra. Entonces, entendió que Juubi tenía la capacidad de absorber energía externa. Tal y como Asmodeus había querido para tomar los poderes de su hermano. Pero el diez colas no pudo con el trabajo y se trasformó en parte del mundo que intentaba destruir. Se colocó, en equilibrio con la naturaleza que había intentado absorber.
-mi hermano si protegía su mundo. –Admitió Asmodeus al ver a su prisionero pensativo- ustedes se trasformaron, quedaron prisioneros en ese mundo al que habían sido enviados por mí para destruir. Y no fue hasta que la princesa humana hubo comido la fruta de chakra, que pudieron romper la prisión del equilibrio y desatar el mal. Ese mal que ha circulado entre humanos hasta el día de hoy.
-¡¡todo eso es mentira!! –gritó Kurama furioso agitando las cadenas chirriantes- ¡nosotros nunca! ¡Nosotros jamás! –intentó calmarse y su voz perdió algo de emoción- no recuerdo nada. Debería recordar…
-Es simple…-añadió Asmodeus- no recuerdan nada los 9 mesías y su viaje, porque antes de enviarlos al mundo humano, me asegure que perdieran su memoria lanzándolos al rio Estigia. Cuyas aguas, producen la perdida de la memoria parcial o totalmente. No me iba a arriesgar a que 9 poderosos híbridos creados por las torturas, decidieran traicionarme y no abrir las puertas desde el otro lado, una vez conquistado el mundo humano.
-¡¡maldito seas, es una mentira!! –Gritaba rabioso el zorro- ¡no pertenezco aquí! ¡Nunca perteneceré! me voy a soltar y acabare contigo. Volveré a mi mundo.
El rey lo miró divertido y maligno. Le encantaba hacer entrar en desesperación a sus víctimas, arrancarlas toda emoción y esperanza. Torturarlos hasta solo quedaban cascaras vacías de ellos. Las cadenas que ataban al Kyuubi sobre la plataforma, día con día iban devorando su poder. Llegaría un preciso momento, cuando los 9 mesías regresaran al Baator. Y entonces, Asmodeus activaría su sello para recuperar la esencia de los Biju y obtener un poder supremo. Tal vez así, podría al fin escapar de su propio mundo para conquistar el universo entero. El comienzo del Armagedón universal. El fin de todas las cosas.
Entre gritos de insultos y furias irreproducibles del Kyuubi, Asmodeus abandonó la habitación sin mirar atrás. Fue cuando Kurama cayó de rodillas al sentir que los grilletes le devoraban la energía. Miró su propio cuerpo, tenía la forma de Naruto Uzumaki. No comprendía como había adoptado ese cuerpo. Pero no era precisamente ese el mayor de sus interrogantes. Se preguntaba ¿Cómo escapar de esta prisión? ¿Cómo escapar de ese mundo? Y sobre todas las cosas, ¿hacia dónde ir si acaso lo lograba? ¿Cuál era su hogar realmente? ¿El mundo de los humanos? ¿Este mundo de diablos?
Cayó desplomado luego de sufrir el drenado de energía correspondiente a ese día. Se sentía muy confundido, muy consternado. Se debilitaba, lento pero seguro. Y Asmodeus había hablado en términos de milenios, había vivido milenios esperando su oportunidad. Kurama se sentía solo, y el vacío en su interior crecía poco a poco. Muy profundo lo estaba llevando, hacia la muerte misma.
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-el circulo de los tres ya no existe Sakura-chan….-indicó Naruto con una débil sonrisa- mente, cuerpo y espíritu de los dioses fueron divididos por la guerra. Cayeron desde las alturas, y de su poder surgieron las razas que ahora están poblando sus mundos. Los diablos y demonios, son solo hijos de otros mundos. De alguna forma encontraron una puerta entre nuestras dimensiones.
-Pero…-susurro ella apenas- ¿eso que tiene que ver contigo?
-Cuando fui a la isla donde la energía natural convergía. Tuve que absorber el chakra primario de este mundo. Tenía que equilibrarlo, tenía que tranquilizarlo. La última guerra contra Juubi había dejado muy dañado el balance de la naturaleza. Pero no me di cuenta….
-¿De que no te diste cuenta?
-Que la energía tiene mente propia. –añadió el rubio- que tiene memoria. Los antiguos recuerdos de aquel dios que creó este mundo con su cuerpo. Que nos dio vida a los humanos, con su sangre. Entonces, habiendo salvado al mundo devolviendo el orden, el comenzó a ocupar mi cuerpo. Me trasformé en su avatar.
-¿Avatar?
-Su contenedor. El cuerpo que va a tomar para revivir. No tan poderoso como cuando era un dios, pero aun así, el regidor de este mundo. Cuando el haya tomado todo lo que soy, simplemente….
-No Naruto….-dijo ella alarmada- no me digas que…
-Dejaré de existir, me va a desplazar así como lo hizo con el Kyuubi. –sonrió apenas Naruto mirándola a los ojos con sinceridad- fue el costo de salvar este mundo. El costo de usar su poder. Tengo que pagar, por haber tomado el poder de un dios. Por eso debo continuar mi misión. Debo actuar mientras aun soy dueño de mis actos. Los demonios que ingresaron a este mundo, solo causaran muerte y esclavitud. Tengo que detenerlos, tengo que encontrar la puerta por la cual ingresaron a nuestra tierra. Tengo que cerrarla para siempre.
-lo haremos juntos…-dijo ella abrazándolo y apoyando el rostro en el pecho del rubio- lucharemos juntos.
-Me voy en algunas horas, -dijo él, sin esquivar la situación- ya no soy parte de ustedes, ya no soy parte de Konoha.
-Siempre serás parte de nosotros Naruto. –dijo ella abrazándolo mas fuerte- no pierdas las esperanzas, tal vez esa energía te deje cuando ganemos esta guerra. No estás solo. Yo nunca te dejare solo. El tal vez…
-No lo hará, -apunto el rubio- quiere despertar, quiere recuperar su posición como regente del mundo. Mi cuerpo solo es un instrumento. Mi memoria se esfuma, reemplazada por la de él. Actualmente, ya no recuerdo ciertos eventos de cuando era un niño. Apenas si tengo memoria de cosas generales. No recuerdo….
-Te ayudaré a recordarlo todo…-dijo Sakura apartándose un poco y mirándolo con desesperación- aun no te has olvidado de mí ¿cierto?
-sería difícil…-respondió Naruto- has estado siempre en mi vida. Aunque poco a poco, lo más lejano se va desvaneciendo. Y también lo harán los recuerdos más próximos. No puedes hacer nada para evitarlo. Es como si mi mente se viera superada por la cantidad de recuerdos. De ahí mi conocimiento de la historia antigua, de ahí mi conocimiento sobre los elementos y los dioses. Por eso puedo conocer la historia del Juubi, el árbol sagrado y los 9 Biju cuando Rikudou Sennin decidió liberarlos. No es mi memoria, es la del dios.
Sakura retrocedió aturdida. Era demasiada información, demasiada emoción. La historia de los dioses antiguos. El asunto del árbol sagrado. La liberación de Juubi y como Rikudou junto a su hermano lo volvió a aprisionar. Finalmente la separación del diez colas, y todo lo que terminó desencadenando una prole de ninjas y guerras a lo largo de las décadas. Además, aquella sensación insoportable de estar viendo por última vez a Naruto Uzumaki. De haber escuchado las últimas palabras de un hombre muerto.
-¿Por qué me has contado todo? –Preguntó Sakura aunque por dentro lo sabía- ¿Por qué me has dicho lo que hiciste y demás cosas? No estarás pensando en irte ¿verdad? ¡No puedes irte aquí y abandonarnos otra vez!
-nunca he pensado abandonarlos…-dijo Naruto apenas- tenía que decirle todo a alguien de confianza. Alguien que pudiera entender. No sé qué ocurrirá cuando desaparezca y el tomé el control. Estoy haciendo todo lo que puedo para ayudarlos. Incluso si estoy por morir yo…
-¡NOO! No digas eso. –le grito ella acercándose y tomándolo de los hombros- tu no vas a irte, tu no vas a morir. Hallaremos la forma de sacarte a esa….a esa…. ¡cosa! Que esta controlándote por dentro.
Naruto no pareció emocionado por esa demostración. Simplemente elevó una mano y con gentileza acarició la mejilla de Sakura con gesto de ternura. Tocándola apenas, suavemente y logrando que ella cerrara los ojos por una lluvia de sensaciones que la desbordaron.
-siempre has sido tan hermosa….para mí. –Susurró el rubio- cuando ríes, cuando te enojas, incluso son hermosas tus lágrimas. Siempre me había preguntado que me atraía tanto de ti. Sinceramente nunca podía descifrarlo. Pero ahora, ya no me hago preguntas como esa. Simplemente intento mantener la promesa que te hice. Hasta que finalmente me olvide de ella….luchare…por proteger tu sonrisa. Y te puedo decir todo justo ahora….porque al curar mi cuerpo, él ha gastado parte de su influencia sobre mí. Pero es algo momentáneo.
-No tienes que hacer eso. –Respondió Sakura apenas- solo quedarte conmigo. Para siempre. No vuelvas a irte sin decir nada. No vuelvas a dejarme pensando en donde estarás, o si estás bien.
-desde un principio lo sentía Sakura-chan, y creo que tú también. Lo nuestro no tenía un buen final. Cuando era niño, soñaba con ser un héroe. Soñaba con ser Hokage y con tu amor. Pero los héroes nunca terminan sus historias de manera feliz. Siempre mueren, salvando al mundo o simplemente en batalla. No envejecen, ni tienen familia. Solo se hacen estatuas, se hacen recuerdos de los hombres. Generación tras generación. Una inspiración. Y detrás de esa fama….solo un hombre que no tuvo amor o familia. Nací solo, he vivido siempre así….y también solo he de morir.
Los sonidos fuera de la habitación musicalizaron el siguiente minuto. Solo se miraban a los ojos. Tomados de las manos. Sakura no se atrevía a decirle más. No se atrevía a causarle más pena haciéndole saber lo que sentía. ¿Lo necesitaba? Mucho. ¿Lo había extrañado? Horrores. ¿Tendría sentido seguir luchando sin él? no tenía una respuesta para eso. Quería decirle “te quiero”. Pero el significado que podían tomar esas palabras era demasiado profundo. Insoportable para ambos.
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En el centro de Konoha, Tsunade y Killer A estaban dividiendo equipos ninja y responsabilidades entre los capitanes que se aproximaban a ellos. Había mucho por hacer, y una de las principales cosas que debían tener como prioridad, era obtener información de los demonios capturados en la reconquista de la aldea.
El primer día de la nueva Konoha, seguía su curso.
Pusieron al frente de dicha división a Ibiki Morino, quien eligió a una docena de ayudantes para ocupar todas las salas de interrogatorios disponibles y comenzar los métodos para obtener información. Sería difícil, las torturas convencionales no servirían al nivel que lo harían con cualquier humano. Muchos de los demonios no parecían entender el idioma común. Y las diablesas, cuya capacidad notable les permitía hablar y entender todas las lenguas, fueron obligadas a oficiar como intermediarias para tratar de obtener toda información posible sobre los enemigos. Sin embargo, a pesar que Ibiki y los suyos se aplicaron a fondo para sacar cualquier dato de valor. Los demonios y diablos no dijeron absolutamente nada. Soportaron y murieron, incluso algunos intentaron matar a sus carceleros en cuanto bajaron la guardia parcialmente. Sería un trabajo muy duro encontrar alguno que otorgara la información requerida.
Mientras tanto, en el último piso de la derruida torre Hokage. Tsunade se encontró con un panorama aterrador. El cubil de la criatura antes llamada Azazel, arrojaba una visión de la retorcida mente que había dominado al ejército invasor durante años. Había montañas de oro, plata y gemas en un rincón. Había ropajes variados, y una colección de armas dignas de palacio de feudal. Un enorme agujero en el techo, por donde la batalla de Naruto salió en su momento, y también partes de los muros derrumbados. Sin embargo, en un rincón oscuro, fueron encontradas varias jaulas de tamaño escaso en donde algunas Kunoichi habían tenido la desgracia de habitar durante tiempo indeterminado.
Tsunade solo encontró a dos mujeres que conocía personalmente con vida. La primera de ellas, era Anko Mitarashi. La mujer estaba desnuda y encadenada en el fondo de su jaula individual. Desnuda, y su cuerpo completamente cubierto de pequeños tajos en formas de cruz. Abrieron la celda y la descolgaron. Estaba inconsciente, desangrada poco a poco, casi muerta. Las otras ocho mujeres que sacaron de sus celdas no estaba mucho mejor. Todas sufrieron algún tipo de vejación digna de peor salón de torturas. Indudablemente Azazel no solo era terrible por fuera, sino también por dentro. La otra mujer que Tsunade pudo reconocer, parecía una autentica bestia. Desnuda como todas, pero sin ninguna cadena que la retuviera dentro de su jaula. Hinata Hyuuga sin embargo, no permitió que nadie ingresara a su cubículo. Atacó salvajemente a los dos Shinobi que intentaron liberarla. La mujer les hizo daño con Junken, con ataques feroces a los canales de chakra, y volvió a cerrar la puerta de su celda acomodándose contra el lado opuesto.
Le hablaron, intentaron que ella relajara su postura, incluso Tsunade se hizo cargo de arrancar las bisagras de la reja para así tener espacio para sacar a Hinata. Ellos veían apenas el rostro entre los largos cabellos color negro que caían por su cuerpo. Tenía una postura tan agresiva e inflexible que luego de algunas horas y muchas heridas recibidas, renunciaron a doblegarla por la fuerza. Tsunade podía ver como la joven Hinata estaba a punto de desfallecer, podía notar sus heridas sangrantes, los signos de la violencia que había sufrido esa pobre chica, pero no tenía forma de detenerla sin lastimarla aún más. Incluso mandaron a llamar a sus compañeros de equipo. Shino y Kiba.
Nadie pudo hacer desistir a Hinata de su obstinada postura de mantenerse encerrada. Y quienes intentaron acercarse a ella, sufrieron ataques feroces. Fueron momentos de mucha tensión, incluso el Raikage sugirió que esa Kunoichi había perdido totalmente la razón. Tal vez lo mejor, era pasarla a retiro por la fuerza. Tsunade le contradijo, ya se habían perdido demasiadas vidas para darse el lujo de acabar con una más. Además, Hinata era una heredera de los Hyuuga, sería un golpe terrible para el futuro de Konoha perderla a ella.
-Solo nos queda algo por hacer…-anunció Shino Aburame sorprendiendo a todos al salir de su mutismo- solo una persona puede acercarse tanto a Hinata y no sufrir daño alguno.
Y Shino les explicó lo que sabía, lo que conocía del corazón de su compañera de equipo. Kiba tuvo que admitir que era un buen punto, que podía funcionar, que tenía sentido probar siquiera. Tsunade no lo pensó demasiado, si Naruto Uzumaki tenía algún tipo de ascendencia sobre la mente de Hinata Hyuuga, había que tratar de ayudar a esa chica como fuera posible.
********************************************************************************
En algún lugar del país del viento:
-¿Qué tanto me están mirando, insectos?
Algunos niños de entre los Gennin de Suna se habían quedado admirados del soberbio tamaño del Gobi, que caminaba en su flanco izquierdo. Una especie que supo ser un caballo mesclado con delfín. Pero ahora había mutado su forma desde la última guerra a un gran perro de pelaje blanco y 5 colas. En general, los Biju tenían sus formas más definidas desde la última “separación” de lo que supo ser Juubi. Nadie sabía porque, y nadie se atrevía a preguntárselos tampoco. Gobi estaba soberanamente irritado por las miradas curiosas de los humanos. Todos los Biju rodeaban al grupo proveniente del país del viento. Y el contra su propio deseo, no era la excepción.
-Se parecen a unos conejos que devoré la semana pasada….-agregó apretando los enormes dientes con una sonrisa torcida- y ya me está dando hambre de nuevo.
Los niños apartaron la vista del perro y temblaron ligeramente. Algunos Shinobi incluso se pusieron en guardia ante la amenaza, y los civiles cercanos contenían la respiración. Pero Sachibi que sobrevolaba la zona de la caravana, le corrigió severamente:
-deja de intimidar a los humanos Gobi….-le dijo entre el zumbido de sus alas de insecto- o me pasaré el resto del viaje gritando tu nombre verdadero, hasta que todos se lo aprendan de memoria.
-¡Serás maldita….!-gruñó molesto el perro, y justo Ichibi les interrumpió desde el frente del grupo.
-¡SILENCIO IDIOTAS! –Apuntó molesto, elevando una garra de arena- NO ABRAN EL HOCICO A MENOS QUE SEA NECESARIO. NO ESTAMOS SEGUROS EN ESTE DESIERTO. La arena bajo el suelo me lo está advirtiendo.
No estaban seguros en ningún lado. La sensación de esos demonios persiguiéndolos era constante. Algunos Biju podían sentir las energías antinaturales, otros tenían olfato, oído o vista superiores. Todos podían aportar algo al rastreo del enemigo. Aunque en general, estaban bastante dispersos y fuera de control por compartir viaje con la población de Sunagakure y sus ninjas particulares, encabezados por los hermanos Sabaku.
Gaara había aceptado unir fuerzas con los Biju, porque confiaba en Ichibi y había visto en Hachibi cierta forma de conciliación. Sabía que buena parte de sus ninjas no tenían igual fe. Pero por algo él era el líder. Pero hablando del viaje en particular, todo había salido bastante bien. Era un grupo fuerte y andando en formación de protección, no eran vulnerables a un ataque improvisado. Aunque avanzaran por el medio de un terreno despejado como el desierto. Gaara tenía tiempo de pensar, las conversaciones con los Biju habían desnudado un buen racimo de dudas sobre Naruto y la desaparición del Kyuubi. Los ninjas de Konoha, liderados por Sai, no podían dar demasiados datos sobre la intempestiva aparición del Uzumaki y su fulgurante poder.
“-¿Qué quieren de nosotros? –Se preguntó en un pensamiento Hachibi, comunicándose con sus hermanos, mientras seguían avanzando por el desierto hacia los bosques del sur- ¿Quiénes son estos demonios?
-no pudimos sacarle nada a ese Bálor cretino, -indicó Sachibi, que volaba por sobre todos avistando a lo lejos- empiezo a pensar que tenemos una importancia superior al simple exterminio.
-Eso significaría que Kurama, Isobu y Matatabi están vivos, –Señaló Yombi manteniendo todo en la conversación telepática- y tenemos que encontrarlos.
-Sino andamos con cuidado….-aportó a la charla Gobi- nos uniremos a los prisioneros más temprano que tarde.
-Primero lo primero…-añadió Hachibi- en Konoha encontraremos a Naruto Uzumaki. Y allí, tal vez algunas respuestas a tantas preguntas. Concentración hermanos, hasta llegar a la aldea de hoja.”
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Sentadita en la única silla sala de interrogatorios, la niña no parecía reaccionar en lo más mínimo por las amenazas o los golpes que le habían propinado sus carceleros. Tenía el cuerpo de una jovencita de 15 años. Figura fina apenas cubierta por correas de cuero, bellos ojos rojos como gemas y unos labios color sangre, en donde destacaban dos pequeños colmillitos. Sus alas de plumas negras en su espalda, estaban amarradas para que no pudiera desplegarlas. Unos grilletes apresaban sus muñecas juntas, en el frente. La diablesa no había respondido a casi nada. Parecía dispuesta a ser torturada de toda forma posible antes de dar cualquier dato.
Había dado una respuesta tímida cuando le llamaron “demonio”. Ella dijo, que era una Diablesa, no un sucio demonio. Con lo cual claramente, hizo una distinción. Algún Shinobi comentó despectivamente que ambos monstruos eran casi lo mismo. Y la niña respondió:
-la diferencia entre diablos y demonios, -con una voz aguda y tierna- es como comparar humanos con simios.
La golpearon, y algunos incluso vieron en ella una posibilidad de saciar la violencia que tenían en sangre. A pesar de tener un aspecto de niña, sus formas de mujer eran una tentación difícil de rechazar. Sin embargo Ibiki Morino tenía muchos datos sobre el poder de las mujeres demonio. Por ejemplo las Súcubos, aumentaban su poder absorbiendo la esencia de los hombres. Era peligroso violar a una de ellas. Aunque particularmente, esta niña no parecía ser un riesgo.
-Hablaras….-dijo tétrico Morino, apoyando ambas manos sobre la mesa frente a la niña- o te aseguro que tu muerte será algo parecido a una bendición.
La diablesa intentó estiras sus alas negras emplumadas, tal como si estuviera despertando de un pesado sueño. Pero las tenía amarradas de tal forma que no había forma de liberarse. Entonces, su atención se hizo foco en el hombro de uno de sus interrogadores. Tenía un vendaje manchado por la sangre seca. El sujeto había sido curado hace poco, pero el dolor no remitía. Se notaba en sus movimientos, el brazo le dolía horrores.
-¿Te duele? –consultó la niña abriendo grandes los ojos como un cachorro curioso.
-No…-respondió el Shinobi, haciéndose el fuerte.
-porque yo conozco un método para que olvides el dolor…
Morino no supo porque, pero dejo a los eventos continuar sin interrumpir para nada. Sería interesante ver lo que esa niña tenía en su mente.
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Naruto salió del improvisado hospital casi a la fuerza. Lo cierto era que hubiera querido descansar un rato más antes de salir al exterior. Pero la cercanía de Sakura era perturbadora. Apenas se hubo recuperado, su cuerpo comenzaba a absorber energía del ambiente y poco a poco la influencia del ser supremo comenzaba a regresar. Comenzaba a volverse serio y taciturno nuevamente, a gustar demasiado del silencio. Su fuerza regresaba y también la alta percepción sobre su alrededor. Sus sentidos se volvían agudos. Su oído, su vista, su gusto y tacto. Comenzaba a sentir el deseo de quietud, la necesidad por la tierra húmeda de los árboles.
Pero lo peor de todo… también regresaba su fino olfato.
El brutal instinto de los animales se hacía más y más fuerte en su ser. Así como el león, que monta a la hembra cuando su necesidad lo desborda. Así como todo macho en el reino animal, buscaría tarde o temprano saciar su sed. Recordaba que eso mismo le estaba pasando con la presencia de Ino Yamanaka hace horas. Podía oler la disposición de la mujer, casi invitándolo a tomar el control sobre su cuerpo. No era para nada conveniente enredarse con nadie, Naruto lo sabía bien, pero su instinto no tenía raciocinio alguno. Solo era como sed, que debía ser aplacaba de alguna forma.
-“No luches contra esto” –alguna vez le trasmitió el fuego en un mensaje- “Simplemente aumentara su intensidad hasta que sea insoportable. Te volverá loco, sino lo dejas salir”.
¿Qué tenía de malo un poco de placer antes de morir? ¿Qué podía reclamarle Ino, o cualquier otra mujer si Naruto ya se marchaba de nuevo y para siempre? Simplemente tenía que rastrearla, encontrarla en donde estuviera, arrastrarla al bosque y allí….convertir todo ese deseo animal acumulado, en una descarga inolvidable. Tenía que despejarse, tenía que tomar a esa mujer que no vería el asunto más allá de lo físico. Tal vez por eso Ino era ideal, porque a diferencia de cualquier otra conocida, no confundiría el aparearse con amor. Naruto lo necesitaba, era imperioso, antes de proseguir su misión de cacería.
-Naruto, que bueno que te encuentro…-le interrumpió el pensamiento Kiba, cruzándolo por la calle- tenemos problemas y necesitamos tu ayuda.
Naruto tardó medio minuto en reaccionar. Miraba a Kiba como si no hubiera escuchado absolutamente nada de lo dicho. Sin embargo, le había entendido perfectamente. Aun así, su cuerpo tenía la sensación de embotamiento propia del borracho. Lo cual tenía un parecido cercano. Ya que el Sannin, estaba en un estado de ebriedad merced de las sensaciones energéticas de la zona.
-¿Qué quieres? –Al fin pudo preguntar- ahora no es momento de…
-¡Te digo que es urgente! –le apuró Kiba molesto y los ladridos de Akamaru fueron perfectamente entendidos por Naruto. Aparentemente Hinata Hyuuga, la hermana de la niña que conoció en las mansiones del placer, había sido encontrada y tenía problemas.
Algunos minutos después, Naruto ascendían piso tras piso de la torre Hokage. Había una cuadrilla de carpinteros y albañiles tratando de rearmar de la mejor manera posible la estructura dañada. Llevaría tiempo retornarla a su días de gloria, pero lo principal seguía siendo evitar que se derrumbara bajo el peso de las batallas pasadas. Con vista a eso, todos en la aldea estaban en actividad desde entrada la madrugada para restaurarlo todo. Aun así, apenas estaban llegando a la noche siguiente a la reconquista de Konoha. No había forma de atender todas las emergencias surgidas rápidamente.
Cuando Naruto ingresó al último piso, pudo rememorar que medio día antes, había luchado brutalmente con Azazel en ese lugar. Había más luz, ya que media estructura presentaba agujeros por donde el brillo de la tarde se filtraba. También allí estaban Tsunade y Killer A, ambos esperándolo impacientemente. Le explicaron la situación de manera detallada, Kiba no había sido demasiado específico en su pedido de ayuda. Entonces fue hacia la zona de jaulas, recordaba que había evitado luchar contra la criatura cerca de ellas para evitar que sufrieran daño colateral. Fue solo, porque Hinata parecía tomar como enemigos a todos. Naruto llegó a la entrada de la jaula y podía sentir la mirada profunda de aquella mujer en la oscuridad.
-No….-gimió la voz de Hinata- tu no…..no Naruto-kun. No me engañaras de nuevo monstruo.
-Hinata…soy Naruto. –Apuntó el hombre levantando sus manos en posición de alto- sabes que no te haré daño. ¿Me recuerdas? Solo quiero ayudarte.
-¡No es cierto! –Gritó llena de angustia y apoyada contra el fondo de la jaula elevó sus manos para atacar- ¡Tú no eres! ¡No eres Naruto-kun! ¡Él se fue lejos! ¡Se fue lejos y no volverá jamás!
La mirada de Hinata le dolía. Era una mescla tan caótica de miedo, rabia y confusión como Naruto jamás había presenciado. ¿Qué le había pasado? ¿Qué atrocidades le habían hecho a una mujer tan linda y dulce como Hinata Hyuuga? Naruto tenía su mente dividida. Una parte rezaba que no tenía importancia de peso, el dolor de una sola Kunoichi. Todos habían sufrido, todos habían luchado y muchos muerto. Pero la compasión de Naruto también estaba presente. Esa parte que todavía conservaba de humano. Que quería ayudar a Konoha, que deseaba la paz del mundo. No podía abandonarlos. No podía dejarse superar por la energía natural. Era una lucha, y Naruto Uzumaki jamás había renunciado a una lucha en su vida.
-no te…acerques más….-le previno Hinata, y sus dedos estaban cargados de chakra.
El Sennin pudo comprenderlo. Al notar la desesperación de la chica, al notar el dolor que sentía y que seguramente había sentido, supo que tenía que arriesgar mucho para tratar de ayudarla. Así que, ante la mirada sorprendida de Hinata, comenzó a quitarse la chaqueta. Se desnudó de ropa lentamente, dejó por el suelo remera, capa y chaqueta. Incluso se quitó las sandalias, ya que el contacto con el suelo que le daba mayor recepción de energía natural. La muchacha se sintió paralizada. Ver el torso desnudo del Shinobi, la sorprendente corriente de chakra que surgía de su piel. Era un tipo de energía limpia, no tenía caos, odio u oscuridad. Era como si los canales del chakra en Naruto, se alimentaran intercambiando chakra directamente con todo lo que rodeaba al hombre.
-No voy a hacerte daño Hinata….-caminó lentamente acercándose a ella- mírame a los ojos, solo quiero ayudarte.
El rostro de la chica se quebró completamente. Naruto no podía verla bien, puesto que la larga cabellera le caía por delante cubriéndolo casi todo. Sus ojos blancos se desactivaron, y comenzó a llorar. Las rodillas ya no la sostuvieron producto de la debilidad y se deslizó por la reja hasta que quedarse sentada. Naruto se arrodilló cerca, y estiró su mano lentamente. La muchacha se movió rápido, casi saltando sobre él y abrazándolo con fuerza. Rompió a llorar con impotencia y gritaba por el dolor. Naruto se sintió una basura. La peor basura del mundo. Cuando la rodeó entre sus brazos, pudo notar el cuerpo desnudo de Hinata cubierto de heridas y cicatrices. Había sangre en el suelo de la celda, los muslos de la chica tenían unas manchas oscuras que el hombre pudo razonar venían de sangrado antiguo. Había sido torturada, envenenada, enloquecida y posiblemente violada en reiteradas ocasiones. Tenía una profunda mordida en su espalda, que le escocia de manera cruel. La fiebre la había superado, era altísima y le hacía alucinar. ¿Cuántas veces ese monstruo llamada Azazel se había hecho pasar por Naruto? ¿Cuántas veces le había hecho creer que estaba a salvo, solo para causarle más dolor segundos después?
-El mató a mi Nee-chan…-susurró Hinata completamente perdida en el abrazo- la destrozó frente a mis ojos. La hizo pedazos aun cuando hice todo lo que me había ordenado. –gimió destruida.
-Ayer me encontré con tu hermana…-susurro el rubio- estaba bien. Ella fue quien me pidió buscarte aquí.
-No es posible…no es posible…-se revolvió Hinata tratando de soltarse- yo…la vi morir.
-sshh….-le hizo callar él- tu mente ha sido engañada. Jamás te hice daño Hinata, jamás tu hermanita fue asesinada. Déjame ayudarte, déjame curarte. Él está muerto, jamás volverá para hacerte daño. Nunca más.
La energía espiritual comenzó a rodearlos. Tsunade se había acercado para asistir como médico a Hinata, pero los vio semi desnudos y abrazados. Llorando a ella, y sumido en una especie de transe a él. La Hokage se quedó apartada, sorprendida de la situación. Sus recuerdos volaron muchos años en el tiempo. Hacia el pasado donde alguna vez compartió algunas copas con su ex-compañero Jirayja. El viejo Sannin le había contado que existió un ermitaño hace décadas, que tenía la capacidad de curar con energía natural. Era un arte olvidado, de valiosas aplicaciones y control casi imposible. Tsunade recordaba, y veía como el cuerpo de Hinata comenzaba a brillar al compás de Naruto. Las heridas más evidentes desaparecían, la chica parecía dejar de sufrir segundo a segundo. Parecía haberse quedado dormida en brazos del rubio.
Mientras tanto, Tsunade también observó una enorme cicatriz en la espalda del Uzumaki. Parecía en carne viva, como si la herida se hubiera reabierto recientemente y cobrando intensidad segundo a segundo. Tenía la forma de un árbol, con un sello en la zona del tronco y el follaje extendiéndose por toda la espalda a cada momento. Naruto apretaba los dientes soportando el dolor, Hinata estaba dormida, arropada entre sus brazos.
Y Tsunade se apartó de ellos, sabiendo que nada podía hacer para ayudarlos. Nada podía hacer para ayudar a Naruto, una vez más. No había sensación más terrible para un médico que la impotencia de no poder curar. Pero los años, los pesares y los dolores personales, ayudaban a sobrevivir a dichas decepciones. Aun así, la Hokage se preguntaba por el destino de Naruto. Quien cada vez parecía, más lejano al de la felicidad.
-En el lugar incorrecto, en el peor momento. –Pensó Tsunade con amargura- y todos siempre dependemos de ti. Siempre de ti Naruto Uzumaki. ¿Qué será de nosotros sin tu presencia?
Era una interrogante, que ni Kami-sama podía contestar.
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Había intentado dormir. Realmente el cansancio acumulado hacia avizorar que no iba a costarle nada encaminar el sueño. Simplemente fue a la zona donde el clan Yamanaka volvió a sus hogares, y reingresó a la casa donde vivió siempre con sus padres. Su madre estaba alojada con algunas tías de Ino, y su padre muerto desde la guerra contra Madara había hecho demasiada falta. Ino organizó una habitación para recostarse algunas horas. Porque todo el lugar estaba hecho un asco entre el polvo y los restos que dejaron los salientes demonios huyendo de la aldea. En general, la casa no estaba en mal estado, había sido habitada y al menos se mantenía en pie. Ino tenía muchas preocupaciones, tenía muchas cosas en mente y solo quería dormir. Era necesario, era para despejar el imaginario de ideas siniestras.
Se recostó quitándose toda prenda. Tapada con abrigos viejos y toda cobija a la que pudo echar mano. Debía dormir y lo sabía, su capacidad como Kunoichi manipuladora de mentes le permitía necesitar menos sueño que cualquier otro ninja. Pero también resentían sus habilidades, o el control de ellas mismas.
Para un Yamanaka, el problema de control era lo más grave. Si bien la conciencia era poderosa, y la cara visible de los jutsu de familia. El subconsciente y el inconsciente de un Yamanaka guardaban un poder aún mayor. Al estar dormida, partes primitivas de sí misma tomaban su lugar de dominio y sin el reposo adecuado, causarían un gran daño. Ino recordaba las advertencias de su padre en ese aspecto. Y también tuvo en cuenta la historia de un tío-abuelo en tiempos antiguos.
Kino Yamanaka desarrolló una técnica muy particular. Bloqueaba su propia conciencia en medio del combate, dejando al subconsciente (previamente entrenado para ese fin) en un estado de asesino serial. Todo aquel que estuviera en rango de 200 metros, se convertía en enemigo del Shinobi. Cuya brutal capacidad podía destruir las mentes, obligarlos a matarse unos a otros, o simplemente ordenarse el suicidio sin posibilidad de resistencia. Lo convertían en un cuerpo inmóvil, pero un asesino despiadado. Se cuenta una leyenda sobre este Shinobi, que en la segunda guerra mundial ninja, asesinó a 123 objetivos en soledad.
Sus compañeros se retiraron por su orden directa, dejándolo solo y rodeado. Tenían que alejarse para no ser presa del ataque. Entonces Kino aplicó su técnica, y cuando los Shinobi de Konoha regresaron 3 horas después, lo encontraron dormido en el suelo. Junto a todos los enemigos muertos en los alrededores. Algunos asesinados por sus propios colegas, otros sin presentar herida alguna, y también quienes tomaron sus propias armas para terminar sus vidas de manera tajante.
Pero no era esto a lo que Ino temía. En realidad, lo que le había causado estupor hacia algunas horas. Fue su encuentro con Naruto Uzumaki. La interacción con ese sujeto, había despertado en ella los temores de un descontrol. La sola cercanía de Naruto, cuando los ojos del Sennin se concentraban de manera arrebatadora, le hacía sentir a la chica que sería una experiencia brutal si acaso llegaban a quedarse solos. Como animales, teniendo dotaciones de sexo salvaje y hasta haciéndose daño en el proceso, sin que por ello tuvieran que detenerse. Él le había parecido un depredador, y lejos de ella sentirse la presa, había experimentado la sensación de un descontrol en puerta. Podía convertirse en una hembra sin ningún sentido de la razón. Lo harían una, y otra, y otra vez. Por cualquier lugar, aunque media Konoha los estuviera mirando. Era como si Naruto, tuviera la capacidad de ver el subconsciente de Ino, aun cuando ella estaba despierta.
Eso era peligroso…
Porque Ino conocía perfectamente los sentimientos de Naruto. También tenía sus serias dudas sobre lo que su mejor amiga Sakura diría sobre la situación en cuestión. La pelirosa era ese tipo de mujer, que no admitiría ni bajo tortura los designios del corazón. Que tenía miedo, miedo a fallar de nuevo en cuanto al hombre que estaba ganando en sus sentimientos. Y sería mucho peor con Ino Yamanaka en medio de todo.
¿Pero cómo hacer para evitarlo? ¿Cómo controlar a Naruto si es que acaso efectivamente venía a buscarla? Necesitaba dormir, y podía hacerlo en un lugar rodeado de gente. También necesitaba liberar la tensión que sentía. Era como un juego de querer y no querer en un mismo paquete. Se recostó en la oscuridad de su vieja habitación, y lo primero que pudo imaginar es el cuerpo desnudo de Naruto Uzumaki. Sus músculos, su piel, su olor. Esa postura de león que había adoptado. Su cabellera salvaje.
-maldita sea….-se dijo la joven cubriéndose hasta la cabeza con las colchas- más te vale no venir Naruto. O no poder controlarme para nada. Todo va a terminar muy mal y se acabó.
El primer día desde la reconquista de Konoha ya casi entraba en su final. La oscuridad pronto caería y las fogatas por toda la aldea darían una luz especial. Se planeaba una pequeña pero necesaria celebración. Todos necesitaban liberar las sonrisas y soñar con un mañana mejor. El día de trabajo había sido muy largo, pero a Ino ya no le importaba. Aunque fuera temprano para dormir en un día corriente, para alguien que no conocía el reposo largo en casi 3 días, era demasiado tarde para todo.
Y se quedó dormida, sin que nada más le importara.
Fin del capítulo.
arminius- Clan Seiryuu
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en los prados verdes de mi imaginacion.
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Otro magnifico capitulo
Verdadereamente has revelado mas cosa y de nuevo nos dejas con dudas. Naruto esta perdiendo, literalmente, el control de su cuerpo debido a que otra conciencia lo quiere desplazar como lo hizo con Kurama D:
Me decepciona y a la vez me alegra la actitud de Sakura, lo quiere apoyar, estar a su lado y no dejarlo ir de nuevo pero no se ha dado cuenta (o no ha querido hacerlo) que ama a Naruto. Si no se apresura Ino sera la ganadora :3
Pobre Kurama, siendo torturado y todavia le revelan que loque conocia como su hogar era falso... los bijuu tendran graves problemas si acaso logran quitarles su poder.
Pasando a otro tema... Naruto si que ha alcanzado un enorme poder, "curar" a Hinata con el poder de la naturaleza a cambio de que su cerpo sufra es sorprendente y a la vez lamentable, pero ¿qué se le va a hacer? Así es su personalidad, al menos la que aun conserva...
Como dije, fue un buen capitulo, como siempre muy bien llevado y con una narrativa espectacular. Saludos y espero la conti
Verdadereamente has revelado mas cosa y de nuevo nos dejas con dudas. Naruto esta perdiendo, literalmente, el control de su cuerpo debido a que otra conciencia lo quiere desplazar como lo hizo con Kurama D:
Me decepciona y a la vez me alegra la actitud de Sakura, lo quiere apoyar, estar a su lado y no dejarlo ir de nuevo pero no se ha dado cuenta (o no ha querido hacerlo) que ama a Naruto. Si no se apresura Ino sera la ganadora :3
Pobre Kurama, siendo torturado y todavia le revelan que loque conocia como su hogar era falso... los bijuu tendran graves problemas si acaso logran quitarles su poder.
Pasando a otro tema... Naruto si que ha alcanzado un enorme poder, "curar" a Hinata con el poder de la naturaleza a cambio de que su cerpo sufra es sorprendente y a la vez lamentable, pero ¿qué se le va a hacer? Así es su personalidad, al menos la que aun conserva...
Como dije, fue un buen capitulo, como siempre muy bien llevado y con una narrativa espectacular. Saludos y espero la conti
Mixyic-Alex- Chunnin
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En mi casa :D
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Muy bueno este Cap amigo... Como siempre logras atraer la atención de los lectores con la forma de redactar e incluso la forma en la q le das su Espacio u Momento a cada Escena respectivamente.
Se vio q Naruto resguarda en su cuerpo la "Conciencia" de uno de los 3 Grandes convirtiéndose en su Avatar y este poco a poco va tomando el Control del Cuerpo de Naruto y Su Conciencia para asi poder "Resucitar" y llevar el Orden de nuevo al Mundo.
Fue muy ingeniosos la forma en la q Naruto ayudo y mas aun en como le "Curo" las heridas q esta poseía debido a los Abusos y Maltratos x parte de Azazel.
Espero ansioso la Conti y saber si Ino caerá ante las Garras del Uzumaki xq hasta ella misma Presiente q si esta con él no va a ser una simple "Cogida" con él si no algo Mucho mas Placentero para ambos.
Suerte y Ja-Ne.
Se vio q Naruto resguarda en su cuerpo la "Conciencia" de uno de los 3 Grandes convirtiéndose en su Avatar y este poco a poco va tomando el Control del Cuerpo de Naruto y Su Conciencia para asi poder "Resucitar" y llevar el Orden de nuevo al Mundo.
Fue muy ingeniosos la forma en la q Naruto ayudo y mas aun en como le "Curo" las heridas q esta poseía debido a los Abusos y Maltratos x parte de Azazel.
Espero ansioso la Conti y saber si Ino caerá ante las Garras del Uzumaki xq hasta ella misma Presiente q si esta con él no va a ser una simple "Cogida" con él si no algo Mucho mas Placentero para ambos.
Suerte y Ja-Ne.
Alex-Flyppy- Genin
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Bastante bueno, admiro la capacidad que posees para crear estas historias tan elaboradas, me gusta como haces q cada cosa encaje a la perfección, logrando por lo menos en mi caso particular, el querer saber q viene a continuación.
Y lo de ino picante muy picante para el lector, será q si, será q no Mmmmmm
Ojalá lo continues pronto
Suerte u éxitos
Y lo de ino picante muy picante para el lector, será q si, será q no Mmmmmm
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Leonardo R- Novato
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
bueno aparte del problema de los diablos y demonios el otro gran problema es como hacer que naruto siga vivo y no desaparesca.. la verdad lo veo deficil. veo a un maruto muriendo al final para salvar a los demas(cosa que no quiero) o la verdad no se como pueden hacer para salvarlo..
me gusto mucho.. ya quiero el lemon naruino!! xD
bueno suerte y conti pronto
me gusto mucho.. ya quiero el lemon naruino!! xD
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gonmax- Sannin
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
CAPITULO 8: LA RESTAURACION
-Esta curada…
La habitación en la mansión Uchiha quedó en silencio. Lady Tsunade no solía dar muchas explicaciones a sus estudiantes cuando realizaba su trabajo. Pero en pocas horas, pasó de ordenar que le que prepararan un sector para operar de manera urgente, a una simple cama en un cuarto común para que la princesa de los Hyuuga, pudiera dormir el tiempo necesario.
-Si solo supieran… si ustedes supieran estado físico de esta chica hace tan solo un par de días…
Sakura, Shizune, y tres de las enfermeras civiles más calificadas, seguían todos los movimientos de la Hokage. Ninguna había visto lo que Tsunade describía, pero a pesar de no tener sentido mentir, parecía que la líder estaba fantaseando al detallar todo el asunto.
-Tenia cortadas y cicatrices por todo su cuerpo. –Dijo la Godaime- Gritaba, y desesperada atacaba a todo aquel que quisiera acercarse. Según un rastreador, los niveles de chakra que presentaba eran mínimos y tenía daños tanto internos como externos. Pensé que moriría frente a mis ojos, en cualquier instante.
Las enfermeras se miraron entre sí con desazón. Hinata dormía cómodamente ubicada en la cama, con una suave sonrisa adornando su perfecto rostro. Shizune había ayudado a lavar el cuerpo de la princesa para cambiarla y junto a las enfermeras no notaron ni una sola cortada o herida en toda la estructura.
-Tsunade-sama…-dijo por fin una de las señoras- tal vez usted la confunde. Esta niña no presenta ni una sola marca en todo el cuerpo. Esta mejor que todas nosotras combinadas. Solo duerme, por agotamiento mental creo yo.
-Lo sé, -añadió la Hokage- se lo que ven mis ojos ahora, porque es lo mismo que ustedes están presenciando. Lo que no puedo entender es como llegó a recuperarse de esta forma tan extraordinaria en tan solo un par de horas. Desde anteayer que no hace más que dormir. Aunque esté recuperada.
-Naruto….-pensó Sakura confundida- ¿Qué has hecho? Y sobre todo, ¿Cuánto te ha costado?
La líder recibió los informes de sus estudiantes sobre la situación del hospital. Los asuntos marchaban bastante bien considerando la cantidad de deficiencias que habían sabido sortear, desde cuando estaban en los campamentos del bosque. Cada hora que trascurría, llegaban más y más Shinobi y civiles desde todas partes. Algunos habían formado parte de los campamentos de guerra, otro habían decidido cobijarse en la seguridad de la aldea ninja para evitar ser exterminados en sus pueblos. Como fuera, gracias a la eficiencia de Shizune que parecía poder sacar agua hasta de las piedras, la zona de “hospital” recibía y atendía todos los casos logrando la estabilidad parcial del asunto.
Más allá del barrio Uchiha, en las calles se vivía un clima extraño que combinaba el trabajo esforzado por recuperar los distintos servicios de Konoha, con el alivio por haber retornado al hogar. Todas las tropas de combate se habían dividido entre turnos de 8 horas comandados por el Raikage. Un turno se ocupaba de la vigilancia del perímetro y de preparar para el combate lo mejor posible en caso de sufrir un ataque de los demonios. El segundo turno tenía la tarea de asistir a las cuadrillas de albañiles, carpinteros, leñadores y proveedores para agilizar el restablecimiento de las provisiones y redificación de edificios clave. Tanto en lo civil como en lo militar. El tercer turno, era dedicado para otorgar las horas de sueño y descanso. Dichas funciones iban rotando y la aldea no detenía jamás sus actividades.
Killer A, estaba exprimiendo al máximo la capacidad de trabajo de ambas aldeas. Y nadie se lo reprochaba en lo más mínimo. Hacía falta todo el esfuerzo posible y era mejor hacerlo en esos días de paz, antes que enfrentar el fuego de la guerra sin comida, abrigo o refugios adecuados. Por la aldea, Sasuke, Karui, Kakashi, Darui y otros 4 capitanes se pasaban las horas de esos primeros días vigilando que todos estuvieran cumpliendo las ordenes designadas.
Había detalles de color en todo lo referido a esta “restauración”. La familia Yamanaka había establecido un servicio especial por pedido de Tsunade e iniciativa de los más experimentados ninjas de ese clan. Tenían en algunas de sus casas, un trabajo de consulta sobre los hombres y mujeres que necesitaran relajar sus mentes o superar sus miedos generados por el conflicto actual. Muchos habían desarrollado traumas terribles por el combate contra los demonios, otros soportaban a duras penas el miedo que los corroía y algunos más habían sido víctimas de las mujeres demonios en sus sueños. Además, la madre de Ino se había encargado junto con varias de sus parientes Kunoichi, de tratar los casos más graves de niñas violadas o torturadas. Inicialmente, colocaban barreras para bloquear los recuerdos más horribles, en una segunda etapa y pasados los meses, liberarían poco a poco los cejorros de esas mentes para que acepten lo sucedido sin quedar paralizadas por el hecho. Era como atenuar con morfina un dolor, mitigarlo, fraccionarlo para que poco a poco pudiera ser superado sin inutilizar a la persona en cuestión en estos momentos de extrema necesidad.
Cada clan de Konoha, se puso al frente de un sector específico para reforzar. Todos aportaron soluciones, todos aportaron fuerza de trabajo y voluntad. Era en cierto punto extraño. Ver Shinobi de Kumo ir y venir a sus anchas por Konoha sin que nadie se detuviera ni un segundo a considerarlos intrusos o siquiera extraños. El miedo y la guerra los habían unido a todos. Ningún humano, por más despreciable que hubiera sido o aun fuera, era peor que el más bajo de los demonios. Con las criaturas no se podía razonar, con los enemigos no habría acuerdos, influencias, treguas o cualquier herramienta correspondiente a lo humano. Con ellos, era la victoria o la muerte. Tanto Kumo como Konoha, ya no tenían tiempo para gastar fuerzas en dudar del aliado.
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La puerta de luz roja flameaba con movimientos inquietos. El pueblo abandonado entre los bosques ahora era un campamento donde se reunían todos los escuadrones de diablos y demonios mercenarios que pujaban por salir al mundo de cacería. El portal, se había trasformado en una frontera, que lindaba con el infierno como entrando a un coto de caza, en una especie de cruel diversión de las que acostumbraban a abundar por todo Baator o el Abismo. En general, venir al mundo humano era una perfecta forma para que los renegados de las ciudades diabólicas escaparan de su exterminio por encargo de los gobernantes actuales, en cada capa del infierno. La apuesta era simple, proveerse de tropas y armas, pagar con oro o almas por el derecho a traspasar el portal, y salir al verde mundo en busca de riquezas, sangre y gloria.
El pueblo abandonado, estaba cubierto por un hechizo de ocultamiento que hacía imposible verlo a la distancia. Desde allí, partían los señores diablos comprando a todo aquel esclavo o mercenario dispuesto a seguirlos. El lugar, estaba rebautizado como “nuevo Malbolge” en honor a su actual regente, el poderoso diablo de la Sima conocido como Moloch.
Moloch era una criatura de aspecto humanoide de altura no superior a los 2 metros. Piel ligeramente azulada, ojos negros sin pupilas, cuernos afilados, cola y alas de murciélago. Su cuerpo estaba perfectamente musculado y ropajes predominantemente realizados con pieles de criaturas asesinadas. Se contaban grandes hazañas de su prodigiosa habilidad en combate en las pasadas guerras de sangre. Moloch era conocido como “el estafador”, incluso sus sirvientes más cercanos le temían de una manera atroz. Para Moloch, la vida de otros era de un valor tan sobreestimado, que simplemente no alcanzaba ni para pagar un buen licor. Por eso mataba, u ordenaba la muerte de otros con la simpleza de un mal gesto.
Cuando llegó atraves del portal hace años, utilizó su fuerza, el fanatismo de sus tropas y su capacidad de previsión para atesorar la frontera por sobre el territorio. Varios diablos renegados habían partido con sus ejércitos de cacería, y en cambio Moloch levantó un gran campamento alrededor del portal proclamando el territorio como suyo. Sin dudas los demás se rieron de esa actitud tan conservadora, pero meses después comprobaron que Moloch era quien reiría de último. Cierto fue que los primeros meses de pillaje les dieron a los adelantados cuantiosos beneficios. Mientras que Moloch y los suyos padecían en ese pueblo aislado y arruinado. Pero la resistencia de los humanos, fue mellando poco a poco las tropas que inicialmente cada líder había llevado consigo por el mundo desconocido. En cuyo caso, tuvieron que enviar a emisarios para proveerse de más soldados y bestias. Allí donde todo había comenzado, estaban las fuerzas de Moloch.
El pueblo había sido restructurado por el ejército del diablo azul. Ahora era un campamento oculto por magia y bien provisto de armas, municiones, comida y pertrechos para guerra. También Moloch había usado el oro que le pagaron los mercenarios por atravesar el portal desde el infierno, para proveerse de objetos raros y caros provenientes de la famosa Ciudadela de Bronce. La más grande cuidad, que domina todo el primer infierno llamado Avernus.
-este territorio, -anunció un diablo óseo de aspecto cadavérico y cuerpo color hueso a los emisarios de otros líderes- es el dominio de mi señor Moloch. Si quieren atravesar el portal hacia el infierno, deberán pagar el precio.
Los emisarios regresaron con sus respectivos amos regados por cada país elemental, quienes luego de una furia proverbial y cuantiosos insultos al nombre de Moloch, comprendieron por fin la razón que llevó al maldito estafador a quedarse retrasado junto al portal. Ahora Moloch dominaba la única línea de aprovisionamiento que todos tenían para recuperar tropas y trasladar oro, plata o esclavos hacia el infierno. Moloch cobraría peaje, a los que iban o venían. Moloch se quedaría con la mayoría de la riqueza capturada, sin por ello, apostar a sus tropas contra los humanos.
Pasaron los meses y la posición de Moloch se fortalecía. Pero aun cuando las cantidades de oro comenzaron a fluir a raudales, el ánimo del Diablo líder comenzó a cambiar. Al principio, había sido paciente con ese mundo nuevo plagado de posibilidades. Pero Moloch no quería permanecer por siempre allí. Su misión, su deseo más ferviente era obtener más riquezas y poder para regresar al infierno, y así reclamar el puesto que le fue arrebatado en la última rebelión contra Asmodeus.
Obtener oro y otros metales preciosos, proveía la mejora en el número y calidad de sus ejércitos. Obtener almas humanas o esclavos de cualquier raza, era una buena forma de aumentar el poder de un señor diablo. Incrementaba su magia, su fuerza y habilidades. Era así como los renegados recuperaban sus poderes y preparaban rebeliones futuras para derrocar a viejos aliados de los puestos de privilegio en los nueve infiernos.
Moloch mientras tanto, utilizó la estructura de un viejo templo religioso humano para erigir su residencia en la nueva Malbolge. Las paredes fueron reforzadas y mejoradas con rocas. Los esclavos constructores usaban cadáveres humanos o demonios en la forma de mortero para unir la piedra, y así todo el lugar apestaba a podredumbre. Dentro, los mejores lujos del lugar. Seda, oro, plata y armas. Una fogata en el centro del salón que jamás dejaban los sirvientes extinguirse. Comida, la más exótica. Libros, instrumentos musicales. Curiosidades de humanos entre objetos y herramientas.
Lo único que Moloch hacía en su residencia, era dedicarse a estudiar magia y planear como regresaría a su puesto en el Baator. Cuantos cofres de oro para sobornar a este, cuantos para pagar a los asesinos que acabarían con aquel otro. De vez en cuanto, se divertía violando alguna diablesa, humana o tal vez a una demonio súcubo. Para finalmente matarla y reclamar su alma. Planos y planos de las estructuras de castillos o fortalezas de sus enemigos. Formas de atacar, numero de diablos por reclutar para tal fin. Moloch consumía las horas de su espera, planeado futuros ataques a los puestos claves de todo el Baator.
Un pequeño diablo de aspecto demacrado y piel rojiza le acercó una bandeja de plata, con jarra y copas de cristal en el centro. Moloch acababa de hacer un descubrimiento interesante sobre el castillo de la Saga condesa (su peor enemiga) cuando llenó la copa y bebió levemente, escupiendo rápidamente el contenido con molestia.
-¿Qué porquería me has dado a beber? –Dijo con voz cavernosa y el sirviente a pocos metros temblaba como una hoja- ¿acaso no fui claro con mi orden? ¡Dije sangre de hembra humana virgen! ¡No puedo trabajar con tantas estupideces!
-mi señor lo siento…-balbuceó aterrado el sirviente arrodillado –no había en la bodega, las tropas han dado cuenta de todas las humanas por orden de…
-¡y creíste que poniéndome sangre de demonio no me enteraría! ¡GUARDIAS! –Bramó Moloch – y dos soldados con armaduras negras ingresaron a la residencia rápidamente esperando ordenes- ¡llévense a ese inútil y ejecútenlo!
-Noooooo –chilló el diablo aterrorizado, cuando los guardias lo levantaron de los brazos- ¡mi señor, piedaaaad!
Moloch hizo un gesto con su mano deteniendo la salida de los guardias. Apuró el contenido de la copa, y acercándose al sirviente vertió su fría lógica que traía la muerte:
-¿Piedad? –Señaló elevando sus pobladas cejas oscuras- hoy es por sangre incorrecta, mañana por una orden que no se cumple, y luego…..traición en mi contra. No criatura no, la piedad es el peor bien que puede existir. Es la razón porque soy un exiliado. Y me insultas al pedir piedad frente a mis soldados.
El sirviente chillaba atrapado por los guardias a su lado, gemía ante la proximidad de Moloch y sus ojos negros como la noche cerrada. De pronto, el gesto del señor diablo cambió, como si por un momento lo hubiera pensado mejor:
-tienes razón…-añadió suavemente- la ejecución directa es un orden demasiado apresurada. –Luego miró a los guardias y con voz firme dijo- llévenlo a las jaulas de los Sodomitas durante una semana. Que se sacien de él. ¡Y LUEGO A LA EJECUCION!
-NOOOOOO MI SEÑOOOOOR…
Cuando los guardias se hubieron llevado al pobre desgraciado. Moloch por fin pudo sonreír. Siempre era bueno empezar el día con una orden de ejecución. Ayudaba a mantener la coerción de las tropas. El miedo, y la lealtad ciega. Así debían ser las reglas que dominaban todos los mundos. Así eran las leyes de los señores Diablos en Baator. Y Moloch, aun despojado de su título y exiliado en tierras de humanos, seguía haciéndolas cumplir.
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Con el paso de las horas en Konoha, Naruto se volvió invisible. Había tanto trabajo por hacer y tan poco tiempo que pocos podían darse cuenta de por dónde andaba el Uzumaki y que hacía con su tiempo. Tuvo una conversación privada con el Raikage y la Hokage. Si bien le agradecieron que hubiese derrotado al líder, puntualmente le criticaron su falta de compromiso con la causa de la guerra. Killer A era el más inflexible. Su entrenamiento ninja, su disciplina a lo largo de la vida, sus responsabilidades como el líder de los planteles ninjas sobrevivientes a la masacre del país del rayo, conspiraban directamente contra cualquier consideración hacia los elementos libres.
-¡nos tomaron por sorpresa! –Admitió firme en la charla privada que tenían con Naruto- ¡mi aldea, mi nación! ¡Todo reducido a escombros!
-No todo…-le corrigió Tsunade dándole apoyo- aquí está usted lord Raikage, usted y sus ninjas para demostrarle al enemigo que nunca obtendrá la victoria. Lucharemos juntos, reuniremos a la alianza para marchar hacia territorios enemigos. Y necesitamos de cada hombre disponible. Por eso debes unir tu fuerza con la nuestra Naruto….porque….
Naruto se cruzó de brazos y los dejó argumentar. No podía culparlos por sentir resistencia a sus actitudes independiente. Pero tampoco podía volver a portar la bandana de una aldea ninja. No tenía caso, no tenía futuro. Naruto esperaba con paciencia su completa recuperación. Si bien físicamente estaba optimo, sus niveles de chakra aun eran bajos. El principal problema con este asunto, era que cuanto más poder puro utilizara de la naturaleza circundante, más rápido perdería la conciencia y el control de su cuerpo. Mientras que usando su propio chakra, aunque fuera en combinación con el arte Sennin, le proveía de energía poderosa pero sin aumentar las influencias del dios en su mente.
Pero mientras se recuperaba, Naruto también esperaba con paciencia. Tenía una idea, más bien un presentimiento. Y se trataba de esperar un contraataque de los demonios sobre Konoha. La villa de la hoja tenía una posición clave en el centro del país del fuego. Tácticamente, para un ejército invasor sería importante dominarla. Además, exterminar a las fuerzas que actualmente se guarnecían allí, era una buena forma de cantar victoria. En pocas palabras, mientras el Raikage y la Hokage trataban de hacer permanecer a Naruto en seno de la aldea. El rubio se recuperaba totalmente, y esperaba a los demonios usando a Konoha en modo de carnada.
-y si no vienen a esta aldea, -pensaba Naruto mientras los lideres hablaban y hablaban- al recuperarme iré a por ellos. En cualquier caso, Konoha estará protegida.
Tsunade seguía fijamente todos los gestos y movimientos del Uzumaki. Desde la milagrosa curación sobre la princesa Hyuuga, que comenzó a temer dentro de Naruto, un elemento volátil que podía traer la muerte a todos. ¿Hasta dónde llegaban sus límites? ¿Qué buscaba en realidad? Algunas veces actuaba como el Naruto de siempre. Pero había otras, en donde demostraba una desagradable muestra de aislamiento a la causa de la guerra.
-¿y bien? –Consultó Tsunade algo molesta- ¿podemos contar con tu amable atención? Intentamos salvar la vida del mundo….tal vez sea de tu interés.
-No puedo darles lo que piden. –apuntó Naruto serio, como recién despertando de un letargo- quieren un símbolo, un arma, una bandera. Pero no voy a quedarme junto a ustedes. La aldea de la hoja debe ser defendida por sus hijos y aliados. Por mi parte, lucharé hasta el final para expulsar a los demonios del mundo. Y luego…. he de cumplir mi destino.
-¿Cuál destino?
-Regresar a la fuente de vida. Regresar a la naturaleza y fundirme para siempre con ella. Para garantizar el equilibrio del mundo, es mi deber, retornar la fuerza que me acompaña al origen.
Dicho esto, se fue de la oficina sin mirar atrás. Los líderes supieron que no contarían con Naruto bajo sus órdenes. Podía ayudar, de hecho lo había garantizado. Pero jamás seria parte de los planes de batalla, ni de las aldeas, ni del ejército. Era un elemento libre, era una energía incontrolable. Para bien o mal, una fuerza de la naturaleza.
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La manada de ciervos había avanzado con cierto cuidado. El bosque de los Nara, otrora un lugar pacifico, hacía años que tenía la invasión de cazadores despiadados. El macho de soberbia cornamenta, dirigía la expedición. Cruzando el claro manso, bebiendo del agua dulce en el pequeño rio. Se acercaban bastante a Konoha, ya que oculta entre bosques la aldea pasaba desapercibida.
Los ciervos finalmente tomaron confianza, al no oler ese espantoso y fuerte azufre que antecedía a los demonios. Fueron a comer de las tiernas hojas o hierva en la ladera del rio azul. Donde Shikamaru y otros 5 integrantes de su clan los estaban aguardando.
El joven Shikamaru descansaba recostado sobre el pasto. Sus brazos tras el cuello oficiaban de almohada y desde allí observaba a sus familiares actuar. Los Nara habían sido criadores de ciervos desde tiempos remotos, pero todas las propiedades habían sufrido a manos del anterior inquilino los destrozos de una raza brutal. Ahora, los Nara debían cumplir con los pedidos de carne y otras necesarias partes de los ciervos, y debían valerse de ciervos libres para ello.
Inicialmente, atraparon al macho alfa y a cuatro de los que lo secundaban en defender la manada. Los jutsu de sombras, proveían a los Nara de una inigualable arma para contener a sus presas sin la necesidad de correr o lastimarlas. Aun así, cuando hubieron seleccionado un candidato a la caza, se encontraron con una situación cuando menos rara. La manada se retiró hacia una posición lejana del otro lado del rio, en el momento que Naruto Uzumaki hizo acto de presenta entre los árboles. La llegada del poderoso Shinobi, hizo que los cazadores liberaran a los ciervos.
Shikamaru observaba con interés la situación. Los ciervos rodeaban al Sennin, y Naruto los acariciaba susurrando palabras suaves. Sonreía a veces, y hasta pudo cargar entre sus brazos a un pequeño cervatillo sin que por ello nadie lo atacara. Los animales parecían aceptar a Naruto como parte misma de ellos. Como un ciervo más, aunque su aspecto no fuera idéntico. Pasaron algunos minutos, donde los integrantes del clan Nara miraron la situación desde lejos y recibieron la silenciosa orden de Shikamaru para no intervenir. Finalmente, Naruto señaló hacia el bosque, y luego de algunos minutos de dudas y rodeos alrededor del rubio. La manada emprendió el camino designado con la naturalidad de estar solos y sin peligro. Fue cuando Naruto, habiendo cruzado el rio, se acercó a Shikamaru lentamente.
-necesitamos de esos ciervos….-anunció uno de los ninjas que iniciaron una especie de reclamo al Sennin- tú los has alejado y…
-está bien Kojiro…-le dijo Shikamaru a su primo- regresen a Konoha y luego nos encargaremos de este asunto.
Todos se fueron retirando entre confundidos y sorprendidos. Naruto parado frente al tendido Shikamaru, los miraba partir con gesto neutral. Cuando solo quedaron ellos dos, el moreno Nara decidió iniciar una necesaria conversación.
-¿sabes que estas en los bosques de los Nara? –le sonrió amistoso como invitándolo a sentarse- nadie excepto el clan puede estar aquí.
-el bosque no pertenece a nadie. –Respondió Naruto vacío- la naturaleza no tiene amo, ni dueño.
-desde luego, pero tenemos que delimitar el territorio para tener espacio en la cría de ciervos. No sé si sabes, pero la familia Nara siempre ha tenido ciervos y cuidado de ellos desde los tiempos de la fundación.
-no pensaban cuidarlos, sino matarlos. –Resolvió Naruto instintivamente- fue por eso que los he alejado de aquí.
-escasea la comida es cierto, -señaló el Nara- pero nuestro trabajo aquí, era recolectar cebo y cuernos. La carne era solo una consecuencia. Usualmente teníamos crías para eso, pero es un proceso largo y recién ahora hemos recuperado nuestro hogar.
-¿y qué hay de los demás humanos? –Anunció Naruto- ¿Cómo evitaras que dejen devastada a esa manada? El hambre no es amigo del equilibrio natural, y el hombre tampoco.
-es ilegal para cualquiera fuera del clan, ingresar aquí. –Sonrió Shikamaru por el extraño duelo dialectico que se estaba formando- incluso tu no deberías estar. Pero puedes estar seguro que los ciervos serán protegidos. Después de todo, este sector del bosque nos pertenece.
-este sector del bosque ya existía en el mundo, mucho antes que un grupo de humanos vinieran aquí para sentirse dueños. –Definió alejándose lentamente y mirando al rio con ausencia- en cuyo caso, ustedes le pertenecen a este bosque. Deberían hacer lo que hacen los hijos, cuidar a su señor verde y lleno de vida. Recuerda mis palabras….tu clan no es dueño de este lugar, sino al revés.
Shikamaru lo vio irse y seguía fija la mirada. Naruto tenía activado el modo Sennin, sus ojos amarillos lo delataban. Se veía extraño. Las palabras de ese hombre habían clavado una enorme espina en la conciencia de Shikamaru. Como una advertencia. No importaba si Konoha ahora tenía que sustentar un ejército o si había extranjeros de más. El bosque no podía ser dañado por ello. Los ciervos tenían que ser respetados y el sustento de su carne, era solo como recurso complementario. No debían exterminar a las manadas. Años antes, existían 3 veces más ciervos que en la actualidad. La naturaleza también había sufrido a los demonios invasores, y no tenía la culpa de esas guerras. “el bosque es nuestro dueño” se repetía en la mente del moreno. Naruto estaba muy extraño desde hacía tiempo. Mucho más que cuando apareció por el campamento en medio de la guerra. Ahora, cuando alguien le miraba solo podía encontrar vacío. Y se notaba más, porque el Naruto del pasado, siempre fue extremadamente expresivo.
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Algunos días después, los guardias avistaron la sorprendente llegada de una gran comitiva. Sai y su escuadrón se adelantaron al grupo y anunciaron el arribo de Sunagakure. Pero las novedades no terminaron allí. Al gran incremento de fuerzas ninjas propiciadas por Shinobi de la arena, se sumaba la nada despreciable fuerza de los Biju libres en el mundo. Con tan solo tres en falta, aun así Hachibi y sus hermanos estaban del lado de los humanos en este momento de gran necesidad.
Hubo pánico cuando las criaturas penetraron los muros lentamente. Pero la aparición de Gaara de la arena y sus hermanos, tuvieron un efecto conciliador. Rápidamente, las dudas se trasformaron en júbilo. 6 de las criaturas más poderosas del mundo se sumaban al ejército de la alianza contra los demonios. Habían servido como escoltas, habían venido para pactar definitivamente su participación en la guerra. ¿Era cierto? El Raikage y la Hokage tuvieron una larga reunión con Yombi e Ichibi (representando a los Biju) y el Kazekage por supuesto. Durante muchas horas, pusieron sobre la mesa dialéctica todo lo referido al pasado y futuro.
Pronto se reveló, que los Biju habían venido para encontrar a Naruto. Y también que Ichibi había estado ayudando a Suna con los diferentes combates años anteriores. Poco a poco, la noche fue cayendo y hacia casi una semana que Konoha había sido reconquistada. Había esperanzas de un mañana mejor. Había medicinas, comida y abrigo para los guerreros. Había una buena posibilidad de pacto con los Biju, y la presencia de Naruto Uzumaki le daba un impulso a la maquinaria de la guerra.
Una guerra, que parecía lejos de terminar por el momento.
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Hinata abrió sus ojos levemente. Había dormido mucho para preocupación de todos. La alimentaron con sondas intravenosas y esperaron que reaccionara. Su hermana menor Hanabi, había permanecido junto a ella prácticamente desde que fue instalada allí. Hinata dormía y dormía, pero tanto sus signos vitales como su aspecto corporal, no daban muestras de sufrimiento.
Shizune y Sakura se turnaron para mantener una cumplida vigilancia. Les sorprendía el desarrollo del asunto. Tenían órdenes específicas de Tsunade-sama para mantener cada detalle sobre el caso asentado en un informe. Así, hora tras horas fueron esperando lo que sería más interesante de analizar. ¿Cómo estaría la mente de Hinata, luego de la traumaste experiencia de su tortura y cautiverio?
-Onee-san…-sonrió Hanabi sentada al lado de la cama- que bueno es volverte a ver.
Hinata tan solo sonrió, y su hermana menor salió de la habitación para avisar a los médicos ninja que había despertado. Rato después, Shizune hacia algunos análisis de rutina para comprobar el estado perfecto de salud. Aun así, Hinata no debía abandonar el hospital durante las siguientes 24 horas. Sakura supo de esta noticia en su turno de la tarde, y decidió pasar por el lugar para hacerle una visita. Los eventos relatados por su maestra Tsunade le habían sorprendido bastante y siempre se preguntó sobre la técnica de curación que Naruto había aplicado en este caso. Luego de fingir que revisaba con chakra a Hinata, (cosa que Shizune ya había hecho y la pelirosa lo sabía) inicio una conversación aprovechando el momento que Hanabi tomaba para retirarse a su casa a comer y dormir.
-¿Qué es lo último que recuerdas Hinata-san?
La muchacha Hyuuga recibió la interrogante con algo de confusión. Se sentía relajada, nunca se había puesto a pensar en el tiempo trascurrido. Haciendo una leve revisión de sus recuerdos, podían figurarse escenas del combate en Konoha. Cuando los demonios atacaron y ella como todos combatieron para defender la villa.
Demonios…..no había sido una pesadilla.
Hinata comenzó a esforzarse, las criaturas parecían irrealmente feas. Eran rápidos y fuertes. Hanabi había hablado de la reconstrucción de la villa, y de los conocidos que murieron en el combate. No se había puesto a pensar específicamente en el combate, tampoco en el tiempo trascurrido.
-¿Cuánto tiempo he dormido? –susurro la muchacha recostada.
-algunos días…-señaló Sakura apenas- ¿Qué es lo último que recuerdas Hinata? –insistió mientras acomodaba un poco las sabanas de la cama.
-me atacaron, recibí un golpe y todo se volvió oscuro. –Rememoró la morena- luego de eso….es extraño…
-¿extraño?
-recuerdo ver a un hombre caer al mar, no quién es. –Añadió con cierto miedo al ridículo- él estaba solo, en el medio de las olas. Intentó nadar hacia la costa, aunque no podía saber dónde estaba y como había llegado allí. Él era valiente, un héroe en su pueblo. Jamás se rendía, jamás permitiría a su pueblo vivir sin su protección. Sin embargo, aun cuando era muy fuerte. Pasaron las horas, se fue debilitando, y finalmente….ya no pudo continuar. Se ahogó, hundiéndose para siempre en las aguas azules. –Desvió la vista con confusión- Me da pena.
Sakura no entendía nada. Hinata no parecía mentir en absoluto. Al menos por el momento, no recordaba cosa alguna de los años donde estuvo en cautiverio. Donde tuvo que sufrir vejámenes y violaciones. Donde la torturaron, donde le hicieron daño comparable a una guerra. Hinata no recordaba nada. Increíblemente, Naruto no solo había curado su cuerpo, sino que reemplazado los horribles traumas con una historia extraña sobre un ahogado. ¿Por qué? ¿Cómo pudo hacerlo? Luego de acomodar la habitación y charlar sobre cosas triviales, Sakura fue razonando que pensara como lo pensara no tenía otro sentido. Naruto le había salvado la vida a Hinata. Había trasferido un recuerdo reemplazando los traumas que la pobre chica sufriría de recordarlo todo. Así, curada totalmente y sin rastro del horror pasado, Hinata tendría una nueva vida sin problemas. Podría servir a Konoha nuevamente, y podría ser feliz a pesar de todo.
En otra sección del hospital, Tsunade organizaba sus médicos para atender los pacientes de manera eficaz. A su lado Shizune intentaba memorizar cada orden para estar lista ante las dudas que pudieran surgir entre los ninjas. Vio en el rostro de su maestra en agotamiento, y cayó en la cuenta que hacía muchos días que casi no dormía. Tsunade era una mujer fuerte, pero aun con píldoras de alimento, tenía un límite. Y ese margen, se estaba estrechando por culpa de la guerra, la presión, y sus responsabilidades.
Shizune jamás había contradicho a su sensei. Le tenía demasiado respeto y cariño como para hacerlo. Pero al mismo tiempo ese afecto, le hacía razonar que sería muy complicado continuar sosteniendo a Konoha si Tsunade fallecía. Ella era un pilar, así como el Raikage lo era para la fuerza militar. Era una líder, una inspiración, una persona a la que todos acudían en busca de soluciones. Y Tsunade jamás los defraudaba. Entonces, a pesar de cuanto la necesitaban en cada parte de una villa en reconstrucción, Shizune decidió a actuar para paliar un futuro percance:
-Tsunade-sama….-le dijo bajando la vista con respeto- necesito pedirle un favor.
-habla Shizune…-le ordenó la Hokage mientras firmaba unos documentos acercados por un ANBU que tenía la tarea de informar a los líderes sobre los avances de interrogatorios.- ¿Qué ocurre?
-lo que tengo que pedirle será muy difícil para usted. –Añadió la morocha- por favor, busquemos una habitación para que sea privado.
Tsunade se sorprendió. No recordaba la última vez que su estudiante y fiel compañera había pedido algo para ella. Shizune era ese tipo de mujer de la que se podía esperar todo, menos un reproche o una negativa a ayudar en algo. Debía ser muy grave el asunto. ¿Estaría herida? ¿Demasiado agotada como curarse a sí misma? Como fuera Shizune era importantísima para el hospital. Tsunade no podía darse el lujo de perderla a ella o Sakura. Ambas eran su brazo derecho, ambas eran el futuro de su legado. Así que sin más, dio un par de órdenes a los médicos y capitanes que la seguían por todo el lugar y se retiró a un cuarto privado para atender el pedido de su estudiante. Cuando llegaron, Shizune volvió a tomarla por sorpresa.
-sensei necesito que se siente aquí. –Le dijo señalándole la cama- debemos hablar sobre algo que no puede retrasarse más.
-Shizune ¿pero qué…?
-por favor….-gimió suavemente- por favor Tsunade-sensei.
La Hokage no lo entendía. Y para no mediar más retrasos se puso cómoda. Hablaron, como nunca habían hablado en los últimos años. Shizune conocía muy bien a su sensei, y sabía perfectamente que jamás accedería a recostarse y dormir por propia voluntad. Sin embargo, en algunos minutos la cama comenzó a hacer su efecto. Y luego de compartir algunas copas y charlar sobre todo lo bueno que había pasado en contrapunto con lo malo, Tsunade “decidió” recostarse un momento. Más temprano que tarde se quedó dormida. Shizune recogió las copas y el sake, cubrió con una manta el cuerpo de su maestra y le acarició su rostro con ternura, agradeciendo que el agotamiento permitiera tomar efecto al sedante que había deslizado en la copa de la Hokage.
-lo siento Tsunade-sensei…-susurró bajito cerrando la puerta y girando órdenes para que nadie ingrese a molestar- pero es lo más cercano a una familia que me queda. Si no puede cuidarse a sí misma, mi deber es hacerlo por usted. No voy a perderla.
Todos tenían debilidades en Konoha. Todos necesitaban descansar sin importar el rango. Era lo que los hacia humanos. Pero también tenían personas queridas, personas amadas que estaban dispuestas a protegerlos. No había fuerza más grande, que la fuerza de todos. Fuente de esperanza contra el mal.
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Ino Yamanaka se sentía agobiada. Después de arduo trabajo ayudando con sus traumas mentales a Kunoichi y Shinobi. Tuvo que aportar un poco de asistencia en la zona de hospital. Luego de eso, ni siquiera tuvo tiempo de comer. Que fue junto a Sakura para ayudar a poner en orden la administración de los recientemente llegados pobladores de Suna. Finalmente, cuando ya no podía más, tomó algunas horas de descanso junto a su amiga pelirosa para tratar de alimentarse y dormir.
Se sentía incomoda en el día a día. La aldea era un caos y nadie tenía tiempo para ninguna actividad que no fuera trabajar. Usualmente recordaba los buenos tiempos antes de la quinta guerra Shinobi. Momentos donde las personas no tenían más preocupaciones que pescar, pasear y cumplir misiones lejanas para mantener la economía de la aldea. ¡Cuánto había cambiado todo!
Muchos habían muerto, vecinos, amigos, gente amada. Y los que aún quedaban, a fuerza habían cambiado, habían sufrido y madurado. En sus silencios, Ino observaba a sus amigos y los que pequeños matices que los encerraban. La generación que había salido de la academia con ella, tenía algunas bajas, y muchos afectados. En su caso particular, estaba sintiendo el cansancio de manera muy profunda.
Luego de separarse de Sakura, la Kunoichi del clan Yamanaka decidió tratar de volver a su hogar para conciliar el sueño. Cada día, desde aquel desafortunado encuentro con los perros infernales en el bosque, que Ino sentía el peso físico de la guerra. Algunas líneas de fiebre, agotamiento aumentando día con día, dificultad para dormir. Sobre este último aspecto, Ino entendía que esto era mucho más peligroso que lo común. Peligroso, porque la base de su poder estaba relacionado directamente con el control de la mente.
Mientras analizaba la situación, ingresó a la casa de sus padres donde todo era oscuridad. La tarde en Konoha estaba cayendo, y las actividades de reconstrucción se limitaban a las zonas de más luz. Los albañiles y carpinteros habían hecho un gran esfuerzo, apoyados por los Shinobi y su ventaja en el uso del chakra. Ino estaba muy cansada, pero además deprimida. Cada vez que entraba a su sala, tenía añoranza de su padre. Recordaba el gesto adusto, o la sonrisa pequeña y casi siempre moderada de Inoichi Yamanaka. Cada vez que volvía a casa deprimida, cada vez que sentía desazón en su vida diaria, ver la figura de su padre sentado junto a la mesa esperando la cena, o en el patio interno bebiendo un vaso con té, era suficiente para que la joven se erigiera más firme, acomodara sus prendas y sintiera una irrefrenable sensación de seguridad.
Su padre le otorgaba un centro, un equilibrio, una seguridad. Era su padre quien corregía sus tonterías de niñas, su padre quien vigilaba sus horarios, y también su padre quien siempre le recordaba que debía estudiar muy bien la historia y los jutsu de la familia. Con la madre había cariño, abrazos y comprensión. Pero era su padre quien le otorgaba protección.
-te extraño…-susurró apenas recorriendo con su mano una empolvada mesa- me enojaba con tus cuidados. No te entendía. Pero siempre tenías la solución. Solo tenía que preguntar en tu mente.
-¿a quién? –le dijo de repente una voz entre las sombras del comedor- ¿a quién extrañas Ino? ¿Al represor idiota de nuestro padre?
-¡¿Quién eres?! –Gritó molesta la Kunoichi y en un medio giro empuñaba su kunai amenazando la zona- ¿Qué haces aquí? Es mi casa. ¡Sal adonde pueda verte!
Una joven se presentó ante Ino, tenía su mismo aspecto. Aunque la intrusa en cuestión, no estaba armada ni parecía tener intensiones de ataque. Era como mirarse a un espejo, pero con movimientos individuales y aleatorios.
-no te alarmes cariño…-sonrió la Ino que había surgido de la sombra- no estoy aquí para dañarte.
-como es….posible…-balbuceó la rubia aterrada.
-creo que sabes la respuesta. –Le sonrió maliciosa la aparición- poco a poco, voy tomando fuerza. No puedes dormir, tu chakra nunca volverá a estar estable. Conforme tu siclo de sueño disminuye, me vuelvo una parte más importante de ti. –Ino no se podía mover por el miedo, mientras la sombra caminaba por el comedor- ¿acaso creías que esas nuevas habilidades de tu mente, surgían por la gracia divina? –Soltó una risilla traviesa- ¿Qué podías seducir hombres con esos pequeños jutsu ingeniosos? ¿Qué podías ocultarte de los demonios con solo la técnica del disfraz? Muchas criaturas buscaron en tu mente mientras hacías de espía en Konoha, muchas te pudieron descubrir, pero me veían a mí. Tu lado….perverso.
-¿y tú quién eres? –solo pudo preguntar Ino apenas.
-yo soy tu subconsciente, la mitad oculta de tu ser. –Definió la sombra acercándose y tocando suavemente la mejilla de Ino- soy quien absorbe tus deseos, quien oculta tus secretos, quien podría hacerte mucho más poderosa si me alimentas adecuadamente.
-si eres mi oscuridad, -apunto la joven- no puedes salir a la luz.
-¿a qué le temes pequeña? –Sonrió la sombra- ¿no deseas que los hombres se arrastren a tus pies? ¿No quieres ser tan poderosa como el mejor de los Yamanaka? ¿Deseada, complacida, intocable, corazón de acero, belleza eterna? ¿Por qué no darme una parte importante en tu vida?
Ino guardó su kunai, las palabras de esa sombra le atravesaban. Era hermoso tener una varita mágica y obtenerlo todo. Eso pensaba de niña. Pero el mundo de los adultos, el mundo real estaba plagado de sangre y sacrificios. Todos los atajos tenían un costo, porque básicamente no había atajos. Eran ilusiones, nociones de ilusiones, un mundo de sueños y allí debían terminar. Ino miró a la sombra, ya recuperada de su pánico inicial. Posiblemente se había quedado dormida sin darse cuenta. Pero no estaba loca, solo cansada.
-buena oferta…-señaló la rubia estirando una mano y señalando el codo izquierdo de la sombra- pero esa herida me hace pensar que tu trato, está envenenado. No creas que no estoy enterada de los demonios que ingresan a los sueños.
-No soy un demonio, está herida la tuviste tú…
-pero ya fue curada, me la hizo uno de esos perros horribles.
-¿en serio fue curada? –sonrió la sombra desapareciendo de repente.
En ese momento Ino despertó. Se había quedado dormida, sentada en una silla del comedor. Entre la oscuridad y los recuerdos de su padre. Se quitó la codera de redes en su brazo. Observo con cuidado. No veía nada, ella misma se había curado con jutsu médico y no tenía ni una sola marca. ¿Qué pasaba? ¿Acaso se estaba volviendo loca? ¿O era simplemente el cansancio y la falta de sueño? Como fuera, esa breve “pesadilla” le había servido como el efecto de un balde con agua fría. Activaron sus sentidos nuevamente. Sin embargo, era consiente que debía dormir todo lo posible. Tenía que acallar ese lado oculto con descanso apropiado.
Estaba a punto de irse directo a dormir. Tenía que domar ese subconsciente rebelde y tal vez mañana hacer un análisis más profundo de esa zona supuestamente afectada. Pero justo ahí, fue cuando lo vio entrar por la puerta principal a él. Ese porte magnifico, esa forma salvaje impresionante por causa de ese cabello largo, parecido a la melena del león. Naruto Uzumaki era un bocado difícil de despreciar. Y ella estaba necesitada de apagar sus instintos. El subconsciente se estaba liberando por reprimir sus deseos, entonces hasta encontrar la solución para controlarlo, debía hallar medidas alternativas.
-al fin solos…Ino-chan…-sonrió Naruto mirándola profundamente.-te advertí que no te quedaras sola.
-no tienes idea de los problemas que tendremos, -añadió la rubia poniéndose de pie y caminando lentamente por el pasillo hacia su cuarto- si hacemos….cosas…
-tal vez…-sonrió el rubio siguiéndola- pero si tengo buenas ideas de lo que nos sucederá, si acaso nos contenemos. ¿Entonces para que arriesgarse?
Luego de eso, la oscuridad se mesclaba con las luces provenientes de la luna. Por las ventanas del traspatio, algunos haz de luz mantenían todo en la discreta penumbra en casi todas las habitaciones. Casi llegando a la puerta del cuarto, Ino se detuvo y Naruto ya estaba sobre ella. Se giró la joven y lo abrazó por el cuello hundiendo sus labios profundamente en los del Uzumaki. Se devoraban con impaciencia, como si estuvieran dispuestos a extraer todo del otro. Naruto la cargó de los muslos conduciéndola por las sombras con gran ubicación. Sin dejar de besarse, entre suspiros fueron quitándose la ropa casi a tirones. Sin palabras de mas, sin dudas o tregua.
Ino sentía algo muy extraño, sentía voracidad. Quería poseer a Naruto, quería ser poseída por él. Desde su propio cuerpo, la mescla de sensaciones la confundían totalmente. Ya no quería pensar, ya no quería preguntarse lo que pasaría después. Quería ser libre, quería dejar las responsabilidades a un costado de la cama, entre prendas de ropa sueltas.
Entre besos y caricias, cuando Ino comenzaba a utilizar las uñas como forma de marcar un pedido de dureza, Naruto la recostó boca arriba sobre la cama y arrojó sobre ella una mirada arrebatadora. Parecía una fiera, dispuesta a devorar su presa.
-¿Qué estas esperando? –susurró ella desafiante.
-espero que nadie te escuche gritar…-respondió arrodillándose entre los muslos de la joven y comenzando la noche más salvaje de sus vidas. –no quiero interrupciones esta noche…Ino-chan.
Fin del capítulo.
arminius- Clan Seiryuu
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en los prados verdes de mi imaginacion.
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
OOOhh muy bueno el Cap amigo. Se nota q Naruto de alguna forma logro Borrar o Reemplazar los recuerdos de Hinata de cuando fue Capturada y Usada como esclava a placer del Líder Demonio Azazel para su Gusto y Disfrute... Aunqe debo de decir de q me llamo la atención la "Peqeña Historia" q le relato Hinata a Sakura.
Y lo otro es saber de q parece q Ino desarrollo un "Alter Ego" q vendría siendo la "Representación de los Deseos Mas Oscuros y Lascivos de Ino"... xq en mi parecer seria q los Demonios ya sean las Sucubus, Las Diablesas o Los Demonios en si lograron ver a través de ella en su Espionaje en la aldea y vieron todos los deseos Reprimidos q esta posee.... Acaso sera q fueron ellos qienes Hicieron Surgir este Alter-Ego en ella x Reprimir sus Necesidades u Emociones.
Esperemos a ver q pasara ahora de q Ino ha decidido "Liberar Tensión" con la Ayuda de Naruto y si habrá algún Metiche (Sea Sakura o algún otra persona) x hay en dicho momento. Me despido y espero q pronto actualices; Suerte y Ja-Ne.
Y lo otro es saber de q parece q Ino desarrollo un "Alter Ego" q vendría siendo la "Representación de los Deseos Mas Oscuros y Lascivos de Ino"... xq en mi parecer seria q los Demonios ya sean las Sucubus, Las Diablesas o Los Demonios en si lograron ver a través de ella en su Espionaje en la aldea y vieron todos los deseos Reprimidos q esta posee.... Acaso sera q fueron ellos qienes Hicieron Surgir este Alter-Ego en ella x Reprimir sus Necesidades u Emociones.
Esperemos a ver q pasara ahora de q Ino ha decidido "Liberar Tensión" con la Ayuda de Naruto y si habrá algún Metiche (Sea Sakura o algún otra persona) x hay en dicho momento. Me despido y espero q pronto actualices; Suerte y Ja-Ne.
Alex-Flyppy- Genin
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Otro capitulo de altura
Vemos a un Naruto que cada vez se esta acercando mas y mas a la naturaleza y por ende perdiendo la conciencia de sus actos... pobre de él, su parte humana (Por que, por lo que leí, aun tiene parte de si mismo) debe estar sufriendo en desmedida.
Cada nuevo poder que saca es interesante, ahora hasta le borro los malos recuerdos a Hinata y los cambio por unos mas relajante, de verdad que es sorprendente como vas planteando cada detalle de la nueva personalidad y habilidad del rubio.
Los demonios no conocen el compañerismo, eso ya lo demostraste a través de Moloch. Sin duda solo estan movidos por el interes propio, seguramente ellos seran uno de los ultimos en caer por la posicion en la que estan.
Llegaron los de Suna y los bijuu No puedo esperar a leer la platica que tendran con Naruto, seguramente mas cosas seran reveladas... Y pasando a otra cosa; Ino ya sucumbió ante Naruto, porque literalmente se sintió el deseo por parte de ella x3
Esperaré a saber mas sobre su maligno subconsciente ... D:
Espero conti arminius, de verdad que me encanta el fic.
Por cierto, me gusto el mensaje que Naruto le dio a Shikamaru: Nosotros somos de la Naturaleza y no al revés... espero que algún día podamos comprender eso.
Saludos n_n
Vemos a un Naruto que cada vez se esta acercando mas y mas a la naturaleza y por ende perdiendo la conciencia de sus actos... pobre de él, su parte humana (Por que, por lo que leí, aun tiene parte de si mismo) debe estar sufriendo en desmedida.
Cada nuevo poder que saca es interesante, ahora hasta le borro los malos recuerdos a Hinata y los cambio por unos mas relajante, de verdad que es sorprendente como vas planteando cada detalle de la nueva personalidad y habilidad del rubio.
Los demonios no conocen el compañerismo, eso ya lo demostraste a través de Moloch. Sin duda solo estan movidos por el interes propio, seguramente ellos seran uno de los ultimos en caer por la posicion en la que estan.
Llegaron los de Suna y los bijuu No puedo esperar a leer la platica que tendran con Naruto, seguramente mas cosas seran reveladas... Y pasando a otra cosa; Ino ya sucumbió ante Naruto, porque literalmente se sintió el deseo por parte de ella x3
Esperaré a saber mas sobre su maligno subconsciente ... D:
Espero conti arminius, de verdad que me encanta el fic.
Por cierto, me gusto el mensaje que Naruto le dio a Shikamaru: Nosotros somos de la Naturaleza y no al revés... espero que algún día podamos comprender eso.
Saludos n_n
Mixyic-Alex- Chunnin
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Vaya q gran capítulo, y q gran final pensé q ibas a detallar más el encuentro con Ino,
Me quedo la curiosidad de por que no hubo un encuentro inmediato débiles biyus con naruto, pensé q ambas partes necesitaban de respuestas
Espero q lo contunues
Me quedo la curiosidad de por que no hubo un encuentro inmediato débiles biyus con naruto, pensé q ambas partes necesitaban de respuestas
Espero q lo contunues
Leonardo R- Novato
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
se empieza con un cunilingus.. muy bien naruto ese es mi muchacho.. siempre en accion xDD
muy buen capitulo. que la verdad me dejo mas dudas que respuestas.. espero ver el siguiente y aclararme un poco. ahora lo voy a volver a leer y sacar conclusiones..
bueno espero la conti pronto. suert5e y cuidate
muy buen capitulo. que la verdad me dejo mas dudas que respuestas.. espero ver el siguiente y aclararme un poco. ahora lo voy a volver a leer y sacar conclusiones..
bueno espero la conti pronto. suert5e y cuidate
gonmax- Sannin
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Excelente esto cada vez mejor y que deleite poder leer tu fic.
Me encantó lo que Naruto le a dicho a Shikamaru, tal vez si nosotros apredieramos también de esto las cosas serían diferente.
Me alegro por Hinata no tendrá que recordar y revivir la crueldad a.la que fue sometida por.tanto tiempo y podrá tener una mejor calidad de vida.
Naruto cada vez más va perdiendo de su conciencia. Como tomarán esto los bijuus y que será lo que hablaran y decidirán.
Ino terminó cayendo ante la necesidad y lujuria que le provoca Naruto y viceversa, bueno de Naruto ya se sabe el porque, pero de Ino? Será esa otra parte suya que también va tomando más control?
Conti!
Me encantó lo que Naruto le a dicho a Shikamaru, tal vez si nosotros apredieramos también de esto las cosas serían diferente.
Me alegro por Hinata no tendrá que recordar y revivir la crueldad a.la que fue sometida por.tanto tiempo y podrá tener una mejor calidad de vida.
Naruto cada vez más va perdiendo de su conciencia. Como tomarán esto los bijuus y que será lo que hablaran y decidirán.
Ino terminó cayendo ante la necesidad y lujuria que le provoca Naruto y viceversa, bueno de Naruto ya se sabe el porque, pero de Ino? Será esa otra parte suya que también va tomando más control?
Conti!
hikari uzumaki- Sennin
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Esto fue genial muy bien llevado y un naruto asi se me hace muy lógico había seguido tus historias y nunca me han decepcionado y esta no será la excepción ojala puedas continuarla
alech- Novato
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
nuevo capitulo gente. una disculpa por el retraso, lo hago tan bien como puedo pero ya no tengo el tiempo para continuar tan seguido, solo apunto a tratar de mantener la calidad y a su paciencia. poco a poco iremos a la zona interesante de esta historia.
saludos. y gracias por sus comentarios.
CAPITULO 9: UNO MÁS
Pasaron las horas y el salvajismo se había apoderado de Naruto. La ropa fue prácticamente arrancada, los besos se confundieron con mordidas y las caricias tuvieron demasiada participación de las uñas. Todo el acto parecía la unión del sexo, con un intento de dañar al rival. Naruto había perdido el control, el aroma de Ino era demasiado atractivo, demasiado perturbador. La energía natural, no solo le enviaba las sensaciones de los elementos. Sino también, los instintos de animales depredadores. Aquellas sensaciones primitivas que se combinaban con su propia necesidad oculta.
Pero algo estaba mal…
Ella no se comportaba de manera natural y Naruto lo presentía. Estaban enredados entre las sabanas, follando todo lo duro que les era posible, y la mujer emitía sonidos que parecían los de un animal. Sin embargo, él tampoco estaba en una situación de control. Después de un par de horas, la colocó de rodillas, con las manos afirmadas sobre el colchón. Ella sintió toda la fuerza y la presión del hombre. Las caderas de Naruto golpeaban duro tras Ino, provocando el repicar de las nalgas y haciéndole sentir un cumulo de sensaciones. Ambos estaban sudados, totalmente excitados y gastando todo el deseo que acumulaban hace tiempo.
-hazlo….hazlo duro Naruto….aahh…mételo hasta el fondo….AAAHH
Se lo había pedido, siempre ante cada venida. Para las Kunoichi no había problemas con la posibilidad de embarazo. Pero por alguna razón, Naruto nunca había acabado en el interior de la mujer. Había algo, un cierto y sutil instinto que se lo impedía. Sin embargo, lo más extraño de todo, era que dos de las tres veces ella había tomado entre sus manos la herramienta del Shinobi, y capturado con su boca el resultado de las explosiones. Parecía una criatura salvaje, tan bestial como el propio Naruto.
Tiempo después, cuando parecía que bajarían un poco el ritmo, Ino tomó el control de la situación tumbando a su pareja sobre la cama largo a largo. Lo miraba salvajemente, y se montó sobre el dominante, y dispuesta a todo para continuar. Naruto ya se sentía más recuperado, ya su mente no estaba en blanco, podía razonar mejor, podía notar los pequeños detalles.
Ino estaba sobre él, montándolo salvaje y sudando copiosamente. Ambos parecían no tener límites, ambos parecían no querer finalizar esa larga noche. Fue entonces, cuando la mujer realizó un movimiento extraño. Naruto la pudo notar entre salto y salto, los ojos azules de la joven se hicieron fríos, casi grises. Y como si fuera acto de magia, un kunai apareció en su mano derecha habiéndolo quitado de entre las sabanas.
-aaaahhh aahhhhh- se quejaba ella que sin dejar de moverse sobre Naruto, empuñó en alto su arma e intentó apuñalarlo en el centro del pecho.
Naruto detuvo el brazo de Ino reaccionado rápido, tomándola por la muñeca. Ella continúo moviendo su cadera intensamente, sin dejar de follar. Elevó su rostro hacia el techo y pareció desvincularse del ataque que había realizado. Naruto apretó la mano de Ino tratando que soltara el kunai, pero ella ni siquiera se concentró en defenderse. Era como si su excitación y su ataque viniera de dos cuerpos distintos.
-quiero más Naruto….-gruñó la mujer moviéndose sobre el más y más duro- necesito….yo necesito….ahh aahhh.
-¡Ino espera! –gritó Naruto sintiendo que ella retiraba su brazo armado e intentaba volver a matarlo.
El Uzumaki giró su cuerpo de lado haciendo perder estabilidad al ataque de la joven. Ella cayó al colchón y Naruto se incorporó para quedar sobre ella. Enseguida la capturó de la cintura con una mano, usando la otra para golpear sobre la muñeca del brazo armado y así despojarla de su intento. Estaba a punto de detenerse del todo, los intentos de matar eran claros aunque Ino no pareciera estar atenta a ellos. Simplemente al no tener más su kunai, ajustó los muslos y las manos rodeando al hombre y animándolo a continuar el sexo. Una actitud totalmente desconcertante, salvo para quien pudiera razonar el motivo que la llevaba a actuar así. Naruto en ese momento no podía.
En las siguientes horas, Naruto no se descuidó ni un segundo, cosechó arañazos por todo el cuerpo, mordidas en cuello y labios, además de algunos intentos más de ella, por beber la esencia del hombre en los momentos límites. Hasta que finalmente, ambos terminaron exhaustos y hundidos en el sopor del sueño. Recostados de lado, tapados por las sabanas y completamente sudados.
Había sido la experiencia más violenta y excitante de sus vidas. Tal vez una de las ultimas para Naruto, tal vez una de las ultimas para ambos. Y la claridad de la madrugada se hacía presente entre las rendijas de la ventana. Había follado toda la noche, y aunque placentero, pagarían por ello.
****************************************************************
Día con día, el trabajo evolucionaba. Orochimaru recorrió la aldea buscando todos los escondites donde hace años, había guardado materiales de laboratorio. La mayoría habían sido descubiertos y vaciados. Pero no todos. El Sannin fue dando provisión a la nueva zona de investigación y con la asistencia de Karin, poco a poco iba consiguiendo más y más cosas nuevas. Orochimaru además, se reía de sí mismo. Cada tanto, tenía uno o dos ninjas que lo vigilaban de cerca desconfiando de sus actividades. Shikamaru Nara, era por costumbre quien más se atrevía a ingresar en los laboratorios para “observar” que estaban haciendo. Al Sannin no le importaba.
Mientras lo dejaran tranquilo, mientras no interrumpieran sus estudios ni desorganizaran sus archivos, bien podían dormir dentro del lugar sin molestar. Incluso Karin desconfiaba de él. Orochimaru suponía que la Hokage le había dado la misión a esa chica de vigilarlo. Pero como lo realmente importante era el conocimiento, mas tardaba en generar un dato valioso que en pasarlo a la consideración de Tsunade para que supiera sobre el asunto.
-lord Orochimaru….ya he terminado…. –definió Karin acomodando una estantería.
El Sannin se quitó unas gafas finas y circulares, dejó su bata blanca sobre la mesa de autopsias y cambio de sala adonde la joven Uzumaki lo convocaba. Llevaba consigo una libreta, donde inscribía todo. Apuntaba lo vital, lo interesante, lo extraño, los misterios que se abrían ante sus ojos. En un rincón, dos estantes de madera adheridos a la pared. Con las 18 mascaras ceremoniales Uzumaki sobrevivientes.
-son muchas…-dijo la joven- apenas si conocemos algo de ellas.
-eran 50 al inicio. –Indicó el Sannin- a Konoha llegaron menos de 30. Ahora apenas 18.
-¿Por qué los Uzumaki las crearon?
-solo teorías, pero las máscaras son una forma de control. –Dijo el domador de serpientes- el clan Uzumaki siempre ha tenido problemas por sus inmensas reservas de chakra. –Su mirada adoptó la elocuencia de un profesor- se me ocurre que crearon estas mascaras con el objeto de concentrar sus energías.
-hummm…-Karin agarró una de las piezas y ayudada por sus lentes observó con más detalles- el lado interno está plagado de sellos minúsculos. Todos en secuencias.
-¿Cuántas cadenas de sellos están gravados?
-toda la cara interna Orochimaru-sama. Quienes forjaron las máscaras, fundieron en el material las cadenas de sellos trabajadas con una minuciosidad digna de un museo.
-es una técnica muy antigua, gravado de runas. La forma primera del sello escrito. Se usaba en piedra al principio, luego evolucionó. Entonces volviendo al tema, podemos establecer algunos parámetros. Existen ciertas mascaras que dependen de la sangre Uzumaki, otras de su chakra. Y las más complejas de una combinación de ambos recursos.
-también es bueno resaltar que el uso de las máscaras,- añadió Karin tomando una de ellas y estudiándola en una lente de aumento- no dependen totalmente de los Uzumaki.
-aunque en general el uso de ellas por extraños al clan, acarrea la muerte.
-un detalle notable.
-singular sin dudas, pero si pudiéramos…
Una figura apareció por el pasillo que llevaba a la entrada del laboratorio. Orochimaru y Karin detuvieron su investigación prestando atención al recién llegado. Sasuke Uchiha no era alguien esperado. Sin dudas eso no importaba a Karin que siempre agradecía la presencia del moreno, y tampoco molestaba al Sannin, porque conocía el silencioso comportamiento del Uchiha. No le molestaría que rondara por el lugar, después de todo, no tenía nada que esconder.
-Sasuke-kun…-susurró la pelirroja contenta- ¿has venido a buscarme?
Todos conocían la respuesta a esa pregunta. En realidad Sasuke jamás estaría buscándola. Lo más probable era que vigilaba las acciones de Orochimaru para asegurarse que no estuviera preparando una traición. En los altos mandos nadie confiaba en la “lealtad” del Sannin. Salvo por Tsunade, que aparentemente elegía confiar en alguien que supo ser un compañero, todos apostaban que más tarde o más temprano la serpiente mostraría alguna mala intensión alternativa.
-no Karin…-indicó el Uchiha fríamente- solo vengo a buscar datos sobre los demonios. Por ejemplo, información valiosa sobre el martillo de guerra que aun continua clavado en medio de la aldea, y nadie puede mover.
La muchacha sintió dolor por la poca ascendencia que tenía sobre el moreno. Pero lo sacó adelante sonriendo y regresando al estudio de las máscaras. Orochimaru giró sobre sus talones y acto seguido partió a una mesa apartada donde tenía varios pergaminos acumulados por el lugar.
-he copiado los gravados distribuidos en el mango de ese martillo. –apuntó el Sannin, buscando entre sus escritos algo en particular- es realmente interesante. Parece un tipo de lenguaje antiguo.
-¿lenguaje? –Preguntó Sasuke de brazos cruzados- ¿puedes descifrarlo?
-oh si…ku ku ku…-sonrió torcidamente- solo necesito algunos años de exhaustiva investigación. Todo es muy interesante aquí dentro. Solo es cuestión de…
-no tenemos tiempo para estupideces Orochimaru…-anunció Sasuke impaciente- por si no has salido del laboratorio demasiado, el mundo está muriendo.
-irónico es que te preocupe el mundo cuando como yo, jamás has mirado a tu alrededor, y siempre por ti mismo Sasuke-kun….ku ku ku.
-algunas cosas deben cambiar.
Orochimaru lo miraba sonriente. Sasuke era uno de sus objetos de estudio más interesante. Los infinitos matices que había desarrollado ante cada fase de crecimiento. Las vueltas, los avances, los retrocesos. Sasuke Uchiha tenía todo para convertirse en un gran modelo de héroe, o en el villano más temido de todos los cuentos. Todo eso en una sola persona. Y el poder de ser cualquiera según los vientos de su voluntad. O la de otros, influenciándolo.
En ese momento, varios equipos ingresaron al lugar. Sasuke solamente venía a interceder con Orochimaru. Sin lugar a dudas que le molestaría mucho la intromisión en sus áreas de trabajo. Y molestar a un sujeto como el Hebi Sannin, era como suicidarse. Cuando menos se esperaban, habría varios cadáveres más entre los ninjas.
-necesitamos acelerar los progresos de las investigaciones. –Anunció el Uchiha- los Kage ordenaron aumentar tus recursos, así como el número de personal disponible. Sabaku no Kankuro y dos de sus compañeros ayudaran aquí. –El mencionado hizo un paso al frente y tanto el Sannin como Karin asintieron- y desde Kumo, Matsui Aomaru. Trabajaba en los archivos de la aldea de la nube. También tiene experiencia en laboratorios.
-necesitamos ayuda con los archivos y los venenos, lord Orochimaru. –apuntó Karin tratando de mediar ante el problema que seguramente se venía.
Pero Orochimaru no reaccionó de manera negativa como todos esperaban. Sonrió apenas, asintiendo a las presentaciones de cada uno y simplemente definió los trabajos a seguir:
-el joven de Suna como marionetista, debe estar muy familiarizado con venenos. –Añadió la serpiente- allí en la habitación de la derecha, -señaló al fondo del salón- tienen muestras de los venenos extraídos de cada demonio. Sugiero que empiecen por tratar de descubrir algún tipo de toxico que pueda dañarlos a ellos, ya que parecen casi inmunes a los venenos más letales que conocemos. Mientras que los ninjas de Kumo, pueden quedarse aquí, en la zona de pergaminos y organizar la biblioteca. Tienen un gran trabajo por delante.
Dicho esto, ante la sorpresa de todos, caminó hacia una mesa central del laboratorio cercana a las máscaras, se colocó sus gafas circulares con su bata blanca, y regresó a la morgue para continuar las autopsias. Sasuke se sintió muy preocupado ante eso. Hacía tiempo que sospechaba de su antiguo maestro. Orochimaru nunca había sido tan trasparente con sus secretos. Nunca se habría unido a la alianza así el mundo se viniera abajo. ¿Qué le ocurría? ¿Cuál era su objetivo? Mientras le vio irse a continuar con sus autopsias, Sasuke notó que Karin se paraba junto a él.
-Sasuke-kun…
-ten cuidado con el Karin…-le susurró bajo pero firme- no te confíes de su actitud despreocupada. Lo conozco, y sé que nunca cambiara lo suficiente como para no ser una amenaza.
-tenemos muchos más enemigos de los cuales preocuparnos. –le respondió ella apenas.
Era cierto. El infierno mismo estaba enviando a sus hijos de fuego para acabar con todos. Orochimaru era el menor de los problemas en la actualidad. Aun si preparara una traición, esta vez no había bando opuesto al cual venderse. El enemigo no quería aliados, quería esclavos o muertos. Y un sujeto como Orochimaru no aceptaría jamás, ninguno de esos estatus. Preferiría estar aliado con las villas Shinobi, preferiría trabajar nuevamente para Konoha. Hasta ahí, todo lógico. Pero con la serpiente, siempre había un objetivo alterno. A la distancia, y pensado largamente.
*****************************************************************
Ibiki Morino estaba completando los informes para ser enviados ante los Kage. Las salas de interrogatorios habían arrojado resultados escasos. Los métodos de torturas habían fracasado en su mayoría. Poco se podía obtener de los demonios de infantería. Parecidos a gorilas o perros, eran tan poco inteligentes como sus homónimos de la tierra. Así, demonios astados y cancerberos estaban descartados. Luego venían los diablos barbados. Unas criaturas de color verde con aspecto de pesadilla. Oficiaban como sargentos, y podían hablar tanto el idioma común, como el del infierno para dar órdenes a las tropas básicas. De mal carácter, de pésimos modales. Nunca revelaron absolutamente nada, aun cuando las torturas eran extremadamente dolorosas. Las siguientes en lista, eran las Súcubos. Cuando tuvieron el control de la villa, actuaban como tenientes entre las tropas y como encargadas de los burdeles en la aldea.
Tenían un aspecto delicado, muchas de ellas usaban una especie de trasformación para parecerse más a las mujeres humanas. Sus ojos eran penetrantes y sus bocas tentadoras. Los hombres, aun los más desalmados, quedaban fascinados con ellas y hasta tenían los pensamientos de liberarlas dejando que se fueran. Ibiki actuó con sabiduría ante esto, pidiendo y obteniendo un grupo de Kunoichi para interrogar. Las mujeres humanas tenían más resistencia al encanto de las súcubos, aunque era menester aclarar, que para las demonio era igual que sea hombre o mujer su interrogador. Intentaban siempre seducirlo.
Había un caso sin embargo, que para Ibiki otorgaba una mayor esperanza que los regulares. La muchachita de alas emplumadas y aspecto aniñado. Aquella, que se había diferenciado de las otras al decir que era una “Erinia” en lugar de una Súcubos.
“-Las Erinias somos guerreras. –Dijo sin disimular su orgullo- mi clan en particular, sirvió a la señora del Avernus por casi 700 años. Las súcubos solo son putas. Se alimentan del semen de los machos, los encantan para que se vuelvan esclavos, trasforman a mujeres de otras razas en nuevas Súcubos. Son deshonestas, no tienen palabra. No obedecen a ninguna causa. Solo piensan en sexo”
Era indudable para Ibiki, que Erinias y Súcubos eran dos clanes enemigos. Eran de aspecto parecido a simple vista, pero con mirada de detalle, se podían apreciar sutiles diferencias. Sus alas por ejemplo. Mientras que las súcubos tenían grandes alas con aspecto de murciélago, las erinias tenían plumas negras, asemejando a los cuervos. Otra diferencia era su modo de conducirse. Las súcubos capturadas siempre habían intentado transformarse al aspecto humano, y seducir a los interrogadores para tener sexo. Eran ninfómanas, solo tenían en mente la cuestión sexual. La única erinia capturada, la jovencita que hizo la diferencia entre razas, se mantenía siempre en su original aspecto. No parecía tener la virtud de transformarse. Aunque su fuerza física era superior a sus rivales demoniacas. Si Ibiki hubiera tenido que compararlas con Kunoichi, hubiese dicho que las Erinias eran luchadoras de Tayjutsu, mientras las Súcubos expertas en Genjutsu.
En algo sin embargo, parecían cortadas con la misma tijera. Ambas razas eran de mujeres fuertes. Capaces de resistir las más aberrantes torturas como un paseo por el campo. Incluso esa niña, la Erinia que estaba más predispuesta a la charla trivial, mostraba el aspecto de una guerrera. Como cuando le habló a uno de los interrogadores sobre la herida. Ibiki no pudo evitar sonreír al recordar:
-“¿te duele el hombro? – le dijo con fingida inocencia- yo conozco un método para que olvides el dolor”.
Lo que hizo, al muy incauto del interrogador. Fue tomarlo de la mano, y quebrarle un dedo en un “trac” que se sintió por todo el cuarto. El sujeto gritó horrible, y ella reía divertida de verlo dar salto por toda la sala, tomándose la mano herida.
-“¿lo ves? –le dijo sonriente- apuesto que ya no te duele tanto el hombro”.
Ibiki recordaba algunas cosas, y una de ellas era comparar a una muy joven Anko Mitarashi actuar en los mismos términos que la Erinia. Lo cual le llevaba a razonar, que tanto diablos como ciertos demonios, compartían algunas similitudes con la raza humana. Al menos en los modos de conducirse en las guerras.
-¿Qué tienes para mí? –le sorprendió la pregunta del Raikage, apareciendo por la puerta de la habitación- habla Morino, necesito información.
-tenemos 14 muertos de los prisioneros, entre torturas y suicidios. –Anunció Ibiki al comandante- poca información específica. Pero lo que puedo afirmar, es que existen al menos tres ejércitos más, de criaturas recorriendo los países. Eliminamos a uno junto con su líder, al que conocían como Azazel. Una de las demonios nombró a otro, al que definía como “estafador”, dice que el acabara con nosotros.
-poco detallado. –Añadió el Raikage molesto- ¿no tienes nada más para darme?
-lo siento Raikage-sama, -apuntó el Shinobi- pero todos los métodos de interrogatorio están fallando. Nada que esté relacionado con la tortura puede quebrarlos. Están demasiado acostumbrados al dolor. No imagino el tipo de entrenamiento que han tenido en el infierno.
Ambos miraron por el cristal especial. Podían observar la sala donde la Erinia estaba sentada en la silla cercana a la mesa del cuarto. Ella parecía deprimida, cada tanto intentaba soltar sus alas emplumadas de las cuerdas ninja que la aprisionaban. Parecía incomoda, pero aun así para nada quebrada. Había algo diferente en ella, Ibiki no sabía cómo obtener la información, pero apostaba que ella podía darle algo importante. De pronto, la vieron jugar “lucha” con sus dedos. Daba algunas respuestas maduras, y segundos después parecía un infante.
-¿Qué me dices de esa criatura? –Consultó el Raikage- ¿piensas que mantenerla viva puede darnos algo?
-en efecto, -añadió Ibiki- ella es diferente al resto de los prisioneros.
-¿Por qué razón lo piensas?
-Porque esta niña, es la única de los venidos del infierno, que estaba prisionera y encadenada junto con los esclavos humanos.
-eso significa que no estaba con el ejercito de Azazel.
-con lo cual, no les debe fidelidad a ellos, ni a nadie. –Dijo finalmente Morino- solo debo encontrar la manera de hacerla hablar.
*********************************************************************
“avanzó a paso firme ingresando a la aldea de la hoja. Naruto elevó su mano derecha apuntando al muro y un relámpago del cielo cayo justo en ese sitio despedazándolo todo. Muchos ninjas salieron a detenerlo, pero los vientos huracanados les impedían estar de pie frente al dios.
Algunos salían volando por la presión del aire, hasta estrellarse y morir contra los edificios o muros. Otros quedaban apretados contra el suelo por el aumento brutal de la gravedad y se ahogaban mientras veían como entre ellos ingresaba el enemigo.
Naruto pudo ver todo, desde adentro del dios. Pudo ver como Tsunade, el Raikage y los mejores Shinobi cayeron derrotados por la furiosa fuerza natural. ¿Cómo pudieron enfrentarse al cielo infectado de rayos? ¿Cómo pudieron plantarse ante quien controlaba la copiosa lluvia que descendía, convirtiendo sus gotas en filosas navajas que asesinaban a todos?
Cayeron, como moscas indefensas. Como avispas intentando inútilmente penetrar una roca. El Raikage fue atrapado por la tierra, que lo fue tragando cual arenas movedizas, la Hokage fue fulminada por un relámpago, y su cuerpo carbonizado quedó tendido frente a las ruinas de su torre. Sasuke, Kakashi y muchos otros, recibieron de la lluvia una interminable cantidad de impactos. Las gotas se volvían rápidas y filosas, o golpeaban como perdigones de acero atravesaban a los ninjas de todas las aldeas que trataban de detener al enemigo.
Finalmente, cuando casi nadie parecía ponerse frente a Naruto, elevó sus manos al cielo, y la lluvia con su sonido estridente quedo completamente superada, por el terror inevitable de un monumental terremoto. Las casas se derrumbaban, las estructuras se desmoronaban, el monte de los Hokage se derrumbó sobre los restos moribundos de la antigua aldea de la hoja. Solo rocas y muerte. En el medio de toda la matanza, entre las rocas que se separaron como si tuvieran vida propia, emergió Naruto Uzumaki. Su cabello era largo y espinado, tan extenso como una capa hasta los pies. El color de sus ojos era gris brillante, sin ninguna pupila. Parecía Naruto sí, pero el rostro impasible denotaba la identidad de alguien más.
El dios camino entre cuerpos de humanos, todos ninjas en su mayoría, todos portadores de chakra. Había civiles sacrificados en el proceso, pero el objetivo concretado traería el definitivo equilibrio a la naturaleza”
Despertó exaltado…
Naruto estaba desnudo, sentado junto al cuerpo de Ino Yamanaka que dormía completamente agotada. ¿Qué había sido eso? Un sueño, tal vez un mensaje. ¿Qué quería el dios? ¿Por qué le mostraba que atacaría a los humanos? Naruto no entendía, y lo peor de todo era que este ser en su interior no se comunicaba. No era como el Kyuubi, no se podía conversar con él. No se podía negociar. Era cuestión de tiempo, día con día, aunque los esfuerzos del Uzumaki hasta el momento lo mantuvieran cuerdo, algún día cedería.
La mujer junto a él, dormía plácidamente. Estaba recostada de lado, casi dándole la espalda y sonreía. Sus cabellos dorados caían como cascada por la espalda, una figura perfecta, una piel suave y tersa. Naruto se sentía cansado y confundido. La acarició levemente en el hombro, más para comprobar que ella era real que otra cosa. Últimamente, cuando despertaba del sueño, Naruto tenía la impresión de estar volviéndose etéreo. Como si no pudiera reconocer lo solido de lo irreal.
-Ino….Ino Yamanaka…-susurró apenas el rubio.
Al menos a ella no la había olvidado. ¿Qué había pasado? Se miró a sí mismo, totalmente desnudo. Y volvió a mirarla a ella. Apetecible. No hacía falta mucho razonamiento para saber que había pasado. Además, había un detalle bastante peculiar en Ino. Había intentado matarlo, dos veces. Intento apuñalarlo de una manera casi subconsciente. ¿Qué le había pasado a esa mujer? ¿Había enloquecido? Ino se movió un poco, quedando casi boca abajo dándole la espalda a Naruto. Detrás de su hombro derecho, en medio de la blanca piel, había una marca. Como si unos carnosos labios hubieran besado justo ahí.
Naruto recorrió con dos dedos esa marca en la joven, y no se borraba. Labios carnosos parecían, labios de mujer.
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Caminó por una calle lateral de la aldea. Trataba de evitar la masa principal de gente y captar de los bosques la relajación necesaria. Había abandonado a la durmiente Ino, y pretendía tratar de rastrear hacia el exterior de Konoha en busca del enemigo. Tal parecía que su espera había sido inútil. Lo demonios no preparaban un contraataque sobre la aldea recientemente conquistada.
-¡MALDITO CRETINO! ¡¿DONDE RAYOS TE HABIAS METIDO?!
Un coletazo de pelaje blanco casi lo aplastó contra el suelo, de no haberlo esquivado moviéndose a un lado. Pronto se vio rodeado y aunque no sentía el mínimo instinto asesino en los enormes Biju, aun así recibió un certero zarpazo del Gobi que lo lanzó contra el cuerpo del Hachibi plantado a varios metros de distancia.
-hermano contrólate…-le amonestó el Yombi- recuerda que Naruto es amigo de Kurama y también de…
-ESE IMBECIL ESTA VIVO, -añadió gruñendo el perro irritado- ESTA CON VIDA, Y NUESTRO HERMANO ATRAPADO POR LAS CRIATURAS. ¿COMO PODEMOS ESTAR SEGUROS QUE NO LO HA ENTREGADO PARA SALVARSE?
Todos reaccionaron mal, aunque más de uno había pensado en la posibilidad. Pero ¿Naruto? ¿Sería un traidor? ¿El Naruto que conocían podía traicionar? Realmente el comentario de Gobi parecía demasiado fuera de lugar.
-CIERRA EL HOCICO, IDIOTA. – dijo Shukaku al perro ofuscándolo.
-¿ME LLAMASTE IDIOTA? –le desafío el can, mirando al mapache con bronca contenida.
-¡SI! ¡TE HE DICHO IDIOTA!
-calma….niños…-interrumpió el Yombi que siempre hablaba de una forma que parecía un abuelo- no es buen momento para crear nuevos enemigos. ¿Por qué no permitir a un viejo amigo que pueda explicar todo?
Naruto se levantó del suelo, como si golpe no hubiera significado nada. En realidad no llevaba demasiada fuerza, ni siquiera quiso herirlo y bien se notaba que si Gobi hubiera querido matarlo, otra intensidad se aplicaría. El Uzumaki habló, les dijo que Kyuubi ya no estaba en su interior, y que no tenía idea de dónde podía estar. Finalmente, de una manera extraña, indicó que todos reunidos perturbaban bastante la naturaleza.
-¿y eso qué? –Añadió Rokubi- no es la primera vez que estamos reunidos.
Naruto trató de recordarlo, alguna otra vez habían estado todos juntos. ¿Cuándo? ¿Quiénes faltaban? Recordó a Madara, y el desastre de la anterior guerra. Recordó al Juubi, y todos los cadáveres que se generaron por su causa. Eran 9, o al menos lo habían sido.
-Naruto necesitamos tu apoyo una vez más….-dijo Hachibi- los demonios nos están persiguiendo a cada uno de nosotros. Tienen algún tipo de interés en cada uno de mis hermanos. Sospechamos que fueron ellos los que capturaron a Matatabi, Isobu y…
-Kurama….-recordó en voz alta Naruto como perdido- se lo llevaron. Y no puedo….saber…
-tenemos que encontrarlos. –Apuntó Yombi con paciencia- son nuestros hermanos.
-estamos perdiendo el tiempo aquí….-gruñó el Gobi sentándose sobre sus colas y lamiendo una pata delantera descuidadamente. –los humanos no nos ayudaran. No son aliados confiables, son carroña.
-hubo un tiempo donde te hubiera dado la razón, -le indicó Shukaku- pero desde la guerra yo…
-basura ototo….-interrumpió el perro a su hermano menor- solo quieres creer en cuentos de hadas. Pero el Kazekage te vendería como trapo viejo si por ello salvara a su gente. No somos parte de ellos, y evidentemente tampoco parte de los demonios. Yo digo que nos larguemos de aquí, encontremos ese lugar donde tienen a Kyuubi y los demás. Para reducirlo a cenizas y liberar a los nuestros.
La mayoría guardaba silencio. Un poco por que Hachibi y Yombi eran los que solían tomar las decisiones, otro tanto por que compartían en ciertos niveles los pensamientos de Gobi. La realidad era que los humanos tarde o temprano los traicionarían. Shukaku había escuchado a la hermana del Kazekage atraves de su arena, cuando estaban escondidos en las cuevas del país del viento. Y si bien Gaara lo había defendido. ¿Cuánto tiempo tardaría en poner a su pueblo por delante de un Biju? ¿Acaso Naruto actuaria distinto de cualquier otro?
-no puedo creerlo, -dijo Yombi apenas- me niego a pensar que tú puedas haber traicionado a Kurama. –le señaló a Naruto- el jamás depositaba su confianza en nadie, y lo hizo en ti. Estoy seguro que lo aprecias tanto como a tus amigos humanos. Por eso…
-¿por eso…? –consultó Naruto fríamente, mientras analizaba sus propios sentimientos mezclándose con el ser interior.
-Por esa razón….-prosiguió el gorila- pedimos tu ayuda, una vez más. Sé que Kurama lo haría, sé muy bien que era tu amigo. ¿Nos ayudaras a encontrar a nuestros hermanos perdidos?
Naruto recorrió con la mirada a todos. Dio un giro lento, deteniéndose levemente en cada criatura que lo rodeaba. Luego, volviendo a su posición inicial de cara a Yombi, dio un leve suspiro y comenzó a relatar la historia completa. Esa historia que conocía al menos en parte. Como se separó de Kurama, porque no recordaba en donde podría estar, sus propias teorías sobre ese ente que poco a poco le estaba desplazando. Finalmente, cuando las criaturas apenas estaban comprendiendo la magnitud de lo que decía, concluyó:
-cuando entrenaba para controlar el chakra de Kurama hace tiempo, supe que utilizar su poder era posible por una trasferencia que existía entre su fuerza y la mía. Este dios, estoy usando su poder y obtiene parte de mis pensamientos. Se está quedando con mis memorias pero no puede evitar que a cambio, pueda conocer mediante sueños o recuerdos parte de lo que era o lo que quiere hacer.
-¿y que quiere hacer? –preguntó Hachibi.
-quiere recuperar el equilibrio de su mundo. –Apuntó Naruto- este mundo por el creado. Y para ello, eliminara a todos aquellos que lo desestabilicen.
-ósea nosotros…y también los demonios. –intercedió Shukaku.
-eso creía al comienzo, pero sabemos que todavía quedan algunos más, que con sus habilidades quitan de balance la tierra.
-los Shinobi, -reconoció Yombi entendiendo- todos los herederos de Rikudou Sennin. Quien controla el chakra, o siquiera quien lo tiene en sangre, posee parte del poder combinado entre el original Juubi y….
-el dios que creó este mundo.
-irónico….-sonrió Sachibi con tristeza- su héroe más grande, tiene en el interior a quien terminará por destruirnos a todos.
-aun no…-dijo Naruto con firmeza- aún tengo una posibilidad. Si logro derrotar a los demonios, y cerrar el acceso que tienen para invadir la tierra, el equilibrio de la naturaleza se volverá lo suficientemente estable como para que pueda regresar a la isla de los Sennin. Recuperaremos al resto de los Biju capturados, y luego he de sellar mi cuerpo junto con el alma del dios en las raíces de la tierra.
Iba a morir. Los Biju lo observaron sin entender. Naruto sabía que iba a morir. Estaba luchando por mantener el control de su cuerpo, con tan solo el objeto de salvar a la tierra. Luego moriría, sellado con el ser supremo que estaba conteniendo. Iba a morir joven, y no tenía queja alguna. Iba a morir y aun así no renunciaba a ayudar a todos. Yombi sonrió, fue leve pero el resto de sus hermanos lo notaron. Yombi nunca sonreía, hacia demasiado tiempo que no lo hacía. Si Kurama había confiado en Naruto Uzumaki, era digno que todos lo hicieran ciegamente. Era ese tipo de persona especial, en la que todos podían depositar sus esperanzas. Estaba preparado para morir, aun por las razones para abstractas.
-lindo, muy lindo….-dijo el Gobi siempre mostrando esa postura de dureza- bien bien. Es hora que nos larguemos de este jardín de hormigas ninja, y encontremos el cubil de los demonios. –Dio una lamida más a su pata alzada y luego se puso de pie- ya quiero encontrar a Kurama, para darle su merecido al imbécil por haberse dejado atrapar.
Dijo “Kurama”, pensaron sus hermanos. Dio el nombre real de un hermano frente a Naruto. Todos se le quedaron mirando y ni siquiera el can se había dado cuenta de lo que hizo. Era la mínima expresión de confianza, pero viniendo de Gobi, era como considerarlo uno más. Era un buen comienzo.
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Sakura repartió responsabilidades entre los médicos ninjas y las enfermeras. Luego se trasladó a las casas del barrio Uchiha que se usaban como depósitos de suministros, para contabilizar con precisión las provisiones. Llegado el mediodía, tuvo que regresar a las oficinas establecidas en ciertas zonas de la mansión Uchiha para reestructuras todas las planillas médicas y así determinar el orden y la cantidad de medicamentos que cada paciente requería.
Ino le hacía mucha falta, desde la noche anterior que no se reportaba pero Sakura no tenía corazón para reclamar su presencia. La recordaba del día anterior, completamente agotada. Totalmente gris, sin vida. Ino a diferencia de otros médicos, tenía que lidiar con su Psiquis. Un Yamanaka debía mantener un buen equilibrio mental. Sakura lo sabía, las horas de descanso eran vitales.
Pero pasadas las 16 horas, su mejor amiga se reportó en la oficina principal del hospital. Venia diferente, muy diferente. Sakura acumulaba mucho cansancio físico, demasiadas horas de concentración hacían mella en ella. Pero el aspecto de Ino era brillante, demasiado y sospechosamente deslumbrante.
-¡Sakura cielo! –Sonrió la rubia acercándose a su amiga y abrazándola calurosamente- lamento venir tan tarde pero me quedé completamente dormida.
-¿dormida? –consultó la rosa sonriendo- casi has pasado de largo un día. Y si no fuera por el insomnio que me has dicho tenías, realmente estarías en problemas.
-ya ya ya…-elevó las manos en alto Ino, aceptando el cargo- llego tarde, entendí. Pero vengo cargada de energía para ayudarte con este infierno de papeles. ¿Eso no me suma puntos de heroísmo?
Ambas miraron la improvisada habitación, y las pilas de documentos lo abarcaban casi todo. Parecían estar rodeadas y sin destino. Ambas comenzaron a reír, el buen ánimo que traía la rubia contagió a Sakura y todo parecía menos gris. Hablaron, de todo y algo más. Ino se mantenía en la versión de haber pasado una noche de sueño profundo. Jamás le diría que había gastado la mitad de su descanso follando, y menos con quien había sido. Imaginaba que a Sakura no le caería en gracia la situación. Aun no estaba segura Ino que tanto, y tan profundas estaban las cosas entre Sakura y Naruto. Pero sabía que no quería estar en medio.
-¿Qué te pasa Ino? –preguntó la pelirosa cuando la vio un poco incomoda- ¿tienes alguna molestia?
-ahora que he dormido, estoy bien. –Aclaró a rubia- aunque me preocupa un poco estar teniendo algunas líneas de fiebre, bastante seguido. Nunca he sido de enfermarme demasiado, es extraño.
Sakura sonrió apenas, vio a su amiga concentrarse en un documento y luego de dudarlo por algunos segundos, se puso de pie y también la tomó del codo para levantarla. Ino la miró sorprendida pero también se paró:
-vamos Ino, -indicó la pelirosa- voy a revisarte y despejaremos dudas. No puedo permitir que me dejes todo el trabajo a mi sola, para tomarte vacaciones por enfermedad.
Estaba preocupada. Sakura no quería arriesgar a más personas valiosas después de tantas muertes en los años pasados. No quería perder a su mejor amiga, no quería arriesgarla ni por una tonta fiebre.
Luego de convencerla que era mejor prevenir que lamentar, la joven Yamanaka se sometió a una revisión completa con chakra. Sakura fue minuciosa, le preguntaba por heridas antiguas, por dolencias pasadas. Quería saber todo, incluso lo más elemental. Así llegaron a su brazo, más precisamente a su codo. Ino recordó el extraño sueño de la noche anterior, aquel donde hablaba con una parte de ella nada amable. Una parte herida en el codo precisamente. Pero no era lógico. Ella misma se había suturado la herida con chakra, casi apenas despertó en el bosque después de haber sido rescatada por Naruto. No podía tener relación, no tenía nada que ver con el asunto de las pesadillas.
-tienes algo en el codo Ino. –le señaló Sakura hablándole suavemente.-adentro de tu cuerpo, algo.
-uno de los perros infernales me dio un arañazo hace días en el bosque. –Le dijo la rubia- me lo he curado sola. ¿Qué se supone que hice mal frentona?
No le gustaba que Sakura la corrigiera. Internamente admitía que su amiga era inmensamente mejor como médico. Era talentosa, detallista, constante. Pero no le gustaba perder en nada contra ella. Era algo que mantenían de pequeñas. Aunque se quisieran como hermanas, también peleaban como hermanas como costumbre.
-suturaste perfecto ciertamente, -añadió la pelirosa tan concentrada en emanar chakra sobre la zona, que ni disfrutaba de su pequeña oportunidad de regañar- pero no limpiaste a conciencia ni revisaste con chakra la zona herida para detectar algún agente externo.
-perdón por no tener chakra, luego de correr por mi vida durante horas. –farfulló la rubia frunciendo el ceño.
-te perdono…-sonrió divertida la rosa, ahora si disfrutando un poquito- sobre todo porque tengo la oportunidad de cortarte, cerdita.
La llevó a una sala de operaciones, la recostó en una camilla y expuso el codo sobre una pequeña mesita a su lado. Un poco de anestesia zonal, tratando de minimizar el movimiento y el dolor. Abrió con cuidado la zona del brazo y durante casi media hora exploró la situación. Sakura además de la operación, se fijó en otros detalles de su amiga mientras tenía la oportunidad. Ino estaba recostada boca abajo. Así que Sakura detrás de ella podía notar asuntos un poco extraños. Recordaba hace un par de días, cuando al encontrarse con Ino en la cueva de los campamentos Shinobi, observo que el siempre hermoso y sedoso cabello de la Yamanaka estaba muy maltratado. Quebradizo, seco, con problemas. La piel de la joven también contaba con daño. Pero ahora, apenas con una noche de buen dormir, parecía haber recuperado absolutamente toda la delicadeza de siempre. Esa belleza admirable y cuidada. Casi perfecta.
-la noche te ha sentado bien. –le dijo apenas.
-¿Por qué lo dices? –preguntó apenas la rubia algo temerosa de ser descubierta.
-no lo sé, te veo mucho mejor. (Demasiado mejor para solo una noche)
-es que tú me haces quedar bien en comparación. –sonrió adormilada Ino- cada vez más gruñona y fea.
-humm cerda…-continuó revisando el codo con cuidado- nunca olvides lo efectivos que son los bisturí de chakra. Cierra la boca.
Ino sonrió divertida, solo estaba alardeando. Sabía que Sakura era incapaz de dañarla, la quería demasiado. Después de casi una hora, con una herida abierta en la zona del brazo, Sakura usó una pequeña pinza para extraer el objeto intruso. ¿Qué era exactamente? parecía una ínfima astilla. La colocó sobre una mesita con un pequeño bol, entre las vendas blancas. Luego, habiendo limpiado la herida expuesta para evitar una infección, la suturó con la delicadeza que la caracterizaba.
-está terminado Ino, -le dijo dándole una caricia a su mejilla- siéntate con cuidado, en cuanto haya vendado la zona.
El codo estaba curado. El asunto ahora, era analizar qué cosa era ese fragmento extraído. Ambas jóvenes lo investigaron minutos después. Era una astilla de hueso. De uña para ser más precisos.
-su composición ósea es sorprendente. –Indicó Sakura viendo la muestra en el microscopio- me has dicho que fue una astilla de las garras de can, pero es demasiado…
-¿dura? –Arriesgó la rubia- ¿se supone que esa cosa me producía fiebre?
-Parece provenir de un hueso interno, por su constitución sólida. –Añadió Sakura aprovechando el intervalo para dejar espiar a Ino por la mirilla- es extraño, salvo por el evidente daño que ha tenido al separarse de la garra original….no parece ser la causa de tu fiebre. Una infección generalizada te tendría en peor estado, y tú no presentas ningún síntoma de debilidad.
-solo por los hombres….-sonrió acariciando el cabello de su amiga- y sobre todo los guapos.
-eres incorregible…-respondió sonriendo apenas Sakura- pero me alegra que pudiera sacarte esa cosa de cuerpo. Tarde o temprano se hubiera colado por tus venas al deshacerse. Y por cierto… ¿con quién te acostaste anoche?
-¿de qué hablas? –Se atajó sorprendida la rubia- yo solo…estuve durmiendo.
-¿y esa marca que tienes detrás del hombro? –Apunto la pelirosa con mirada traviesa- jamás he visto una almohada que bese tan…apasionada.
Ino la miraba atontada, trataba rápidamente de hacer un recuento de toda la noche. Naruto no la había mordido en la espalda. Nunca en esa zona. Habían hecho de todo, bastante rudo para su costumbre, pero estaba casi segura que no la había mordido ahí. Mientras la rubia lo rememoraba, (y alguna sonrisita se le escurría) Sakura se paró justo detrás, para apartar la chaqueta de Ino y mirar mejor la marca.
-dijiste que te gustaban los hombres…-añadió luego de mirar y tocar- pero esto parece el beso de una mujer. ¿No estarás ampliando tus horizontes Ino-cerda?
¿Una mujer? ¿Los labios de una mujer? Ino estaba muy confundida, comenzaba a ponerse nerviosa. Ese extraño sueño de la noche anterior, una herida que no estaba sanada. Sexo, con Naruto Uzumaki. Mucho fuego y pasión, la sensación salvaje de sentirse extasiada. Alucinaciones, como si hubiera querido matarlo en medio del acto. Y ahora esto, el beso de una mujer. ¿Cuándo? ¿Dónde?
-¿estás bien Ino? –Consultó preocupada la pelirosa- ¿Qué te ha pasado?
-no sé lo que me ha pasado….-balbuceó la rubia débilmente- pero necesito que alguien me ayude a recordarlo.
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En el pozo más profundo y oscuro del infierno….
Kurama seguía allí donde lo dejaron. Sobre la plataforma y atado con cadenas especiales. Durante días nadie ingresó al cuarto. Solo estaba el zorro y su soledad. Las cadenas absorbían parte de su chakra todos los días, manteniéndolo siempre debilitado. Le dieron alguna cosa de comer, de horrible aspecto pero sabor soportable. También le dieron de beber esos pequeños diablillos esclavos. No necesitaba hacerlo todos los días, una vez cada mucho le era suficiente. Al parecer, como un “diablo”, tenía la capacidad de soportar largo periodos de hambruna.
Asmodeus no había vuelto a aparecer en muchos días. O semanas tal vez, ya que Kurama no podía contar el tiempo de manera efectiva. Nunca sabía qué hora era, tampoco el día o la semana. Parecía que había pasado una eternidad desde que estaba caminando por los bosques del mundo humano, hasta despertar prisionero en el infierno más profundo del Baator.
En los tiempos solitarios, comenzó a pensar con más claridad su situación. Si en algo se parecía Kurama a Naruto Uzumaki, (además de la parte física desde que generó ese cuerpo) era en la capacidad de imaginación infinita. Siempre había estado solo, y siempre había sabido cuidarse. Lo primero que hizo fue un pequeño experimento. Intentó elevar su nivel de chakra para romper las cadenas. Recibió una brutal corriente eléctrica que lo puso de rodillas y casi lo dejo inconsciente. Todo su poder aumentado, fue drenado rápidamente.
Tiempo después, intentó no moverse, dejar que su energía se recuperara lo más posible antes de actuar. Pero cada tantas horas ocurridas, las cadenas igual brillaban y comenzaban a drenar la energía recuperada por el zorro, dejándolo otra vez con poco. Finalmente, optó por arriesgar un nuevo experimento. Usó las habilidades que había aprendido de Naruto y otros ninjas para ocultar su chakra. Bajar su nivel lo más posible, esconderlo, reservarlo, desaparecerlo. Tal como si quisiera ocultarse de un enemigo que lo rastreaba a lo lejos.
Para su satisfacción, este plan funcionó. Las cadenas brillaban desde la base hasta las muñecas del zorro. Era cuando exploraban su nivel de chakra, y luego de algunos minutos de rastreo, regresaban a estar quietas y sin brillo. Kurama comprendió que había logrado confundir el sistema de su cárcel, y así reservar energía extra para un futuro escape. Cuando su poder se hubiese recuperado casi totalmente, podría aplicarlo para desbordar el nivel de los grilletes haciéndolos pedazos.
Además, la falta de ataques de sus cadenas le permitió recuperar parte de su memoria pasada. Recordaba caminar por el bosque, debilitado por haber salido del interior de Naruto. Se alejó todo lo más posible de aquel lugar cargado de energía natural, y cuando comenzaba a recuperar sus poderes, fue atacado y capturado. Lo rodearon de cadenas para evitar que escapara. Y horas con horas terminó llegando un lugar desolado, rodeado de bosques donde una puerta de luz lo esperaba.
¿Y qué pasó al atravesarla?
Fue extraño, seguía teniendo su cuerpo de zorro gigante. Pero cuando ingresó por la puerta, esta se hizo flexible y le dio paso. Llegó a un lugar rojo, la tierra desértica y sin vida. La luz rojiza, como proveniente de llamas en fogatas. No había sol en el cielo negro, tampoco luna. Solo inmensas bolas de fuego que surcaban el firmamento estrellándose en todo el paisaje de montañas o llanos.
Cuando hubo atravesado la puerta totalmente, un pilar de rocas al lado del portal, soltó un chirrido estremecedor. Había espíritus de luz, atados con cadenas azules que sobrevolaban la estructura. Estaban flotando alrededor de las rocas, gritando y llorando de agonía. Eran 9, Kurama los pudo contar en sus recuerdos. Luego de eso, cuando el zorro era llevado sobre el carro de piedra entre cadenas, uno de los espíritus fue absorbido por el portal hacia la tierra. Dejando a solo 8 del lado del infierno.
Finalmente, el dolor. Un dolor como nunca había sentido. Un dolor comparable a quien le arrancan la piel tira por tira. Un dolor que lo hizo perder la conciencia de todo. Sentía que fracturado en millones de partes, sentía que lo estaban matando, para luego revivirlo y reiniciar la tortura otra vez. Todo se volvió un juego de luces y oscuridad, todo era gritos y chillidos de bestias. Siempre gritos, hasta quedar tragado por el vacío. Hasta quedar inmóvil y despertar es ese estúpido castillo, en una maldita plataforma con cadenas de porquería.
-voy a escapar…-pensó seriamente- y cuando lo haga, me asegurare que se arrepientan de intentar capturar a mis hermanos. No me detendrán, nunca podrán detenerme. Es una promesa.
Sonrió, luego de haber pensado ese discurso tan ligeramente. El final al puro estilo de Naruto Uzumaki. Formulando una promesa, que jamás iba a romper. Sabía que debía escapar, porque sus hermanos estaban en peligro, porque tal vez podían hallar la manera de exterminarlos. Tal vez solo lo necesitaban al zorro. Tal vez los demás eran piezas sacrificables. Como fuera, Kurama escaparía para evitar más esclavos. Y luego….decidir.
¿Regresar a la tierra? ¿Quedarme aquí, donde dicen que pertenezco?
Un interrogante más, uno más de tantos. Ya llegaría la hora de resolverlos, o de “convencer” por las malas a quienes supieran un poco más que Kurama, en ese maldito infierno.
Fin del capítulo.
saludos. y gracias por sus comentarios.
CAPITULO 9: UNO MÁS
Pasaron las horas y el salvajismo se había apoderado de Naruto. La ropa fue prácticamente arrancada, los besos se confundieron con mordidas y las caricias tuvieron demasiada participación de las uñas. Todo el acto parecía la unión del sexo, con un intento de dañar al rival. Naruto había perdido el control, el aroma de Ino era demasiado atractivo, demasiado perturbador. La energía natural, no solo le enviaba las sensaciones de los elementos. Sino también, los instintos de animales depredadores. Aquellas sensaciones primitivas que se combinaban con su propia necesidad oculta.
Pero algo estaba mal…
Ella no se comportaba de manera natural y Naruto lo presentía. Estaban enredados entre las sabanas, follando todo lo duro que les era posible, y la mujer emitía sonidos que parecían los de un animal. Sin embargo, él tampoco estaba en una situación de control. Después de un par de horas, la colocó de rodillas, con las manos afirmadas sobre el colchón. Ella sintió toda la fuerza y la presión del hombre. Las caderas de Naruto golpeaban duro tras Ino, provocando el repicar de las nalgas y haciéndole sentir un cumulo de sensaciones. Ambos estaban sudados, totalmente excitados y gastando todo el deseo que acumulaban hace tiempo.
-hazlo….hazlo duro Naruto….aahh…mételo hasta el fondo….AAAHH
Se lo había pedido, siempre ante cada venida. Para las Kunoichi no había problemas con la posibilidad de embarazo. Pero por alguna razón, Naruto nunca había acabado en el interior de la mujer. Había algo, un cierto y sutil instinto que se lo impedía. Sin embargo, lo más extraño de todo, era que dos de las tres veces ella había tomado entre sus manos la herramienta del Shinobi, y capturado con su boca el resultado de las explosiones. Parecía una criatura salvaje, tan bestial como el propio Naruto.
Tiempo después, cuando parecía que bajarían un poco el ritmo, Ino tomó el control de la situación tumbando a su pareja sobre la cama largo a largo. Lo miraba salvajemente, y se montó sobre el dominante, y dispuesta a todo para continuar. Naruto ya se sentía más recuperado, ya su mente no estaba en blanco, podía razonar mejor, podía notar los pequeños detalles.
Ino estaba sobre él, montándolo salvaje y sudando copiosamente. Ambos parecían no tener límites, ambos parecían no querer finalizar esa larga noche. Fue entonces, cuando la mujer realizó un movimiento extraño. Naruto la pudo notar entre salto y salto, los ojos azules de la joven se hicieron fríos, casi grises. Y como si fuera acto de magia, un kunai apareció en su mano derecha habiéndolo quitado de entre las sabanas.
-aaaahhh aahhhhh- se quejaba ella que sin dejar de moverse sobre Naruto, empuñó en alto su arma e intentó apuñalarlo en el centro del pecho.
Naruto detuvo el brazo de Ino reaccionado rápido, tomándola por la muñeca. Ella continúo moviendo su cadera intensamente, sin dejar de follar. Elevó su rostro hacia el techo y pareció desvincularse del ataque que había realizado. Naruto apretó la mano de Ino tratando que soltara el kunai, pero ella ni siquiera se concentró en defenderse. Era como si su excitación y su ataque viniera de dos cuerpos distintos.
-quiero más Naruto….-gruñó la mujer moviéndose sobre el más y más duro- necesito….yo necesito….ahh aahhh.
-¡Ino espera! –gritó Naruto sintiendo que ella retiraba su brazo armado e intentaba volver a matarlo.
El Uzumaki giró su cuerpo de lado haciendo perder estabilidad al ataque de la joven. Ella cayó al colchón y Naruto se incorporó para quedar sobre ella. Enseguida la capturó de la cintura con una mano, usando la otra para golpear sobre la muñeca del brazo armado y así despojarla de su intento. Estaba a punto de detenerse del todo, los intentos de matar eran claros aunque Ino no pareciera estar atenta a ellos. Simplemente al no tener más su kunai, ajustó los muslos y las manos rodeando al hombre y animándolo a continuar el sexo. Una actitud totalmente desconcertante, salvo para quien pudiera razonar el motivo que la llevaba a actuar así. Naruto en ese momento no podía.
En las siguientes horas, Naruto no se descuidó ni un segundo, cosechó arañazos por todo el cuerpo, mordidas en cuello y labios, además de algunos intentos más de ella, por beber la esencia del hombre en los momentos límites. Hasta que finalmente, ambos terminaron exhaustos y hundidos en el sopor del sueño. Recostados de lado, tapados por las sabanas y completamente sudados.
Había sido la experiencia más violenta y excitante de sus vidas. Tal vez una de las ultimas para Naruto, tal vez una de las ultimas para ambos. Y la claridad de la madrugada se hacía presente entre las rendijas de la ventana. Había follado toda la noche, y aunque placentero, pagarían por ello.
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Día con día, el trabajo evolucionaba. Orochimaru recorrió la aldea buscando todos los escondites donde hace años, había guardado materiales de laboratorio. La mayoría habían sido descubiertos y vaciados. Pero no todos. El Sannin fue dando provisión a la nueva zona de investigación y con la asistencia de Karin, poco a poco iba consiguiendo más y más cosas nuevas. Orochimaru además, se reía de sí mismo. Cada tanto, tenía uno o dos ninjas que lo vigilaban de cerca desconfiando de sus actividades. Shikamaru Nara, era por costumbre quien más se atrevía a ingresar en los laboratorios para “observar” que estaban haciendo. Al Sannin no le importaba.
Mientras lo dejaran tranquilo, mientras no interrumpieran sus estudios ni desorganizaran sus archivos, bien podían dormir dentro del lugar sin molestar. Incluso Karin desconfiaba de él. Orochimaru suponía que la Hokage le había dado la misión a esa chica de vigilarlo. Pero como lo realmente importante era el conocimiento, mas tardaba en generar un dato valioso que en pasarlo a la consideración de Tsunade para que supiera sobre el asunto.
-lord Orochimaru….ya he terminado…. –definió Karin acomodando una estantería.
El Sannin se quitó unas gafas finas y circulares, dejó su bata blanca sobre la mesa de autopsias y cambio de sala adonde la joven Uzumaki lo convocaba. Llevaba consigo una libreta, donde inscribía todo. Apuntaba lo vital, lo interesante, lo extraño, los misterios que se abrían ante sus ojos. En un rincón, dos estantes de madera adheridos a la pared. Con las 18 mascaras ceremoniales Uzumaki sobrevivientes.
-son muchas…-dijo la joven- apenas si conocemos algo de ellas.
-eran 50 al inicio. –Indicó el Sannin- a Konoha llegaron menos de 30. Ahora apenas 18.
-¿Por qué los Uzumaki las crearon?
-solo teorías, pero las máscaras son una forma de control. –Dijo el domador de serpientes- el clan Uzumaki siempre ha tenido problemas por sus inmensas reservas de chakra. –Su mirada adoptó la elocuencia de un profesor- se me ocurre que crearon estas mascaras con el objeto de concentrar sus energías.
-hummm…-Karin agarró una de las piezas y ayudada por sus lentes observó con más detalles- el lado interno está plagado de sellos minúsculos. Todos en secuencias.
-¿Cuántas cadenas de sellos están gravados?
-toda la cara interna Orochimaru-sama. Quienes forjaron las máscaras, fundieron en el material las cadenas de sellos trabajadas con una minuciosidad digna de un museo.
-es una técnica muy antigua, gravado de runas. La forma primera del sello escrito. Se usaba en piedra al principio, luego evolucionó. Entonces volviendo al tema, podemos establecer algunos parámetros. Existen ciertas mascaras que dependen de la sangre Uzumaki, otras de su chakra. Y las más complejas de una combinación de ambos recursos.
-también es bueno resaltar que el uso de las máscaras,- añadió Karin tomando una de ellas y estudiándola en una lente de aumento- no dependen totalmente de los Uzumaki.
-aunque en general el uso de ellas por extraños al clan, acarrea la muerte.
-un detalle notable.
-singular sin dudas, pero si pudiéramos…
Una figura apareció por el pasillo que llevaba a la entrada del laboratorio. Orochimaru y Karin detuvieron su investigación prestando atención al recién llegado. Sasuke Uchiha no era alguien esperado. Sin dudas eso no importaba a Karin que siempre agradecía la presencia del moreno, y tampoco molestaba al Sannin, porque conocía el silencioso comportamiento del Uchiha. No le molestaría que rondara por el lugar, después de todo, no tenía nada que esconder.
-Sasuke-kun…-susurró la pelirroja contenta- ¿has venido a buscarme?
Todos conocían la respuesta a esa pregunta. En realidad Sasuke jamás estaría buscándola. Lo más probable era que vigilaba las acciones de Orochimaru para asegurarse que no estuviera preparando una traición. En los altos mandos nadie confiaba en la “lealtad” del Sannin. Salvo por Tsunade, que aparentemente elegía confiar en alguien que supo ser un compañero, todos apostaban que más tarde o más temprano la serpiente mostraría alguna mala intensión alternativa.
-no Karin…-indicó el Uchiha fríamente- solo vengo a buscar datos sobre los demonios. Por ejemplo, información valiosa sobre el martillo de guerra que aun continua clavado en medio de la aldea, y nadie puede mover.
La muchacha sintió dolor por la poca ascendencia que tenía sobre el moreno. Pero lo sacó adelante sonriendo y regresando al estudio de las máscaras. Orochimaru giró sobre sus talones y acto seguido partió a una mesa apartada donde tenía varios pergaminos acumulados por el lugar.
-he copiado los gravados distribuidos en el mango de ese martillo. –apuntó el Sannin, buscando entre sus escritos algo en particular- es realmente interesante. Parece un tipo de lenguaje antiguo.
-¿lenguaje? –Preguntó Sasuke de brazos cruzados- ¿puedes descifrarlo?
-oh si…ku ku ku…-sonrió torcidamente- solo necesito algunos años de exhaustiva investigación. Todo es muy interesante aquí dentro. Solo es cuestión de…
-no tenemos tiempo para estupideces Orochimaru…-anunció Sasuke impaciente- por si no has salido del laboratorio demasiado, el mundo está muriendo.
-irónico es que te preocupe el mundo cuando como yo, jamás has mirado a tu alrededor, y siempre por ti mismo Sasuke-kun….ku ku ku.
-algunas cosas deben cambiar.
Orochimaru lo miraba sonriente. Sasuke era uno de sus objetos de estudio más interesante. Los infinitos matices que había desarrollado ante cada fase de crecimiento. Las vueltas, los avances, los retrocesos. Sasuke Uchiha tenía todo para convertirse en un gran modelo de héroe, o en el villano más temido de todos los cuentos. Todo eso en una sola persona. Y el poder de ser cualquiera según los vientos de su voluntad. O la de otros, influenciándolo.
En ese momento, varios equipos ingresaron al lugar. Sasuke solamente venía a interceder con Orochimaru. Sin lugar a dudas que le molestaría mucho la intromisión en sus áreas de trabajo. Y molestar a un sujeto como el Hebi Sannin, era como suicidarse. Cuando menos se esperaban, habría varios cadáveres más entre los ninjas.
-necesitamos acelerar los progresos de las investigaciones. –Anunció el Uchiha- los Kage ordenaron aumentar tus recursos, así como el número de personal disponible. Sabaku no Kankuro y dos de sus compañeros ayudaran aquí. –El mencionado hizo un paso al frente y tanto el Sannin como Karin asintieron- y desde Kumo, Matsui Aomaru. Trabajaba en los archivos de la aldea de la nube. También tiene experiencia en laboratorios.
-necesitamos ayuda con los archivos y los venenos, lord Orochimaru. –apuntó Karin tratando de mediar ante el problema que seguramente se venía.
Pero Orochimaru no reaccionó de manera negativa como todos esperaban. Sonrió apenas, asintiendo a las presentaciones de cada uno y simplemente definió los trabajos a seguir:
-el joven de Suna como marionetista, debe estar muy familiarizado con venenos. –Añadió la serpiente- allí en la habitación de la derecha, -señaló al fondo del salón- tienen muestras de los venenos extraídos de cada demonio. Sugiero que empiecen por tratar de descubrir algún tipo de toxico que pueda dañarlos a ellos, ya que parecen casi inmunes a los venenos más letales que conocemos. Mientras que los ninjas de Kumo, pueden quedarse aquí, en la zona de pergaminos y organizar la biblioteca. Tienen un gran trabajo por delante.
Dicho esto, ante la sorpresa de todos, caminó hacia una mesa central del laboratorio cercana a las máscaras, se colocó sus gafas circulares con su bata blanca, y regresó a la morgue para continuar las autopsias. Sasuke se sintió muy preocupado ante eso. Hacía tiempo que sospechaba de su antiguo maestro. Orochimaru nunca había sido tan trasparente con sus secretos. Nunca se habría unido a la alianza así el mundo se viniera abajo. ¿Qué le ocurría? ¿Cuál era su objetivo? Mientras le vio irse a continuar con sus autopsias, Sasuke notó que Karin se paraba junto a él.
-Sasuke-kun…
-ten cuidado con el Karin…-le susurró bajo pero firme- no te confíes de su actitud despreocupada. Lo conozco, y sé que nunca cambiara lo suficiente como para no ser una amenaza.
-tenemos muchos más enemigos de los cuales preocuparnos. –le respondió ella apenas.
Era cierto. El infierno mismo estaba enviando a sus hijos de fuego para acabar con todos. Orochimaru era el menor de los problemas en la actualidad. Aun si preparara una traición, esta vez no había bando opuesto al cual venderse. El enemigo no quería aliados, quería esclavos o muertos. Y un sujeto como Orochimaru no aceptaría jamás, ninguno de esos estatus. Preferiría estar aliado con las villas Shinobi, preferiría trabajar nuevamente para Konoha. Hasta ahí, todo lógico. Pero con la serpiente, siempre había un objetivo alterno. A la distancia, y pensado largamente.
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Ibiki Morino estaba completando los informes para ser enviados ante los Kage. Las salas de interrogatorios habían arrojado resultados escasos. Los métodos de torturas habían fracasado en su mayoría. Poco se podía obtener de los demonios de infantería. Parecidos a gorilas o perros, eran tan poco inteligentes como sus homónimos de la tierra. Así, demonios astados y cancerberos estaban descartados. Luego venían los diablos barbados. Unas criaturas de color verde con aspecto de pesadilla. Oficiaban como sargentos, y podían hablar tanto el idioma común, como el del infierno para dar órdenes a las tropas básicas. De mal carácter, de pésimos modales. Nunca revelaron absolutamente nada, aun cuando las torturas eran extremadamente dolorosas. Las siguientes en lista, eran las Súcubos. Cuando tuvieron el control de la villa, actuaban como tenientes entre las tropas y como encargadas de los burdeles en la aldea.
Tenían un aspecto delicado, muchas de ellas usaban una especie de trasformación para parecerse más a las mujeres humanas. Sus ojos eran penetrantes y sus bocas tentadoras. Los hombres, aun los más desalmados, quedaban fascinados con ellas y hasta tenían los pensamientos de liberarlas dejando que se fueran. Ibiki actuó con sabiduría ante esto, pidiendo y obteniendo un grupo de Kunoichi para interrogar. Las mujeres humanas tenían más resistencia al encanto de las súcubos, aunque era menester aclarar, que para las demonio era igual que sea hombre o mujer su interrogador. Intentaban siempre seducirlo.
Había un caso sin embargo, que para Ibiki otorgaba una mayor esperanza que los regulares. La muchachita de alas emplumadas y aspecto aniñado. Aquella, que se había diferenciado de las otras al decir que era una “Erinia” en lugar de una Súcubos.
“-Las Erinias somos guerreras. –Dijo sin disimular su orgullo- mi clan en particular, sirvió a la señora del Avernus por casi 700 años. Las súcubos solo son putas. Se alimentan del semen de los machos, los encantan para que se vuelvan esclavos, trasforman a mujeres de otras razas en nuevas Súcubos. Son deshonestas, no tienen palabra. No obedecen a ninguna causa. Solo piensan en sexo”
Era indudable para Ibiki, que Erinias y Súcubos eran dos clanes enemigos. Eran de aspecto parecido a simple vista, pero con mirada de detalle, se podían apreciar sutiles diferencias. Sus alas por ejemplo. Mientras que las súcubos tenían grandes alas con aspecto de murciélago, las erinias tenían plumas negras, asemejando a los cuervos. Otra diferencia era su modo de conducirse. Las súcubos capturadas siempre habían intentado transformarse al aspecto humano, y seducir a los interrogadores para tener sexo. Eran ninfómanas, solo tenían en mente la cuestión sexual. La única erinia capturada, la jovencita que hizo la diferencia entre razas, se mantenía siempre en su original aspecto. No parecía tener la virtud de transformarse. Aunque su fuerza física era superior a sus rivales demoniacas. Si Ibiki hubiera tenido que compararlas con Kunoichi, hubiese dicho que las Erinias eran luchadoras de Tayjutsu, mientras las Súcubos expertas en Genjutsu.
En algo sin embargo, parecían cortadas con la misma tijera. Ambas razas eran de mujeres fuertes. Capaces de resistir las más aberrantes torturas como un paseo por el campo. Incluso esa niña, la Erinia que estaba más predispuesta a la charla trivial, mostraba el aspecto de una guerrera. Como cuando le habló a uno de los interrogadores sobre la herida. Ibiki no pudo evitar sonreír al recordar:
-“¿te duele el hombro? – le dijo con fingida inocencia- yo conozco un método para que olvides el dolor”.
Lo que hizo, al muy incauto del interrogador. Fue tomarlo de la mano, y quebrarle un dedo en un “trac” que se sintió por todo el cuarto. El sujeto gritó horrible, y ella reía divertida de verlo dar salto por toda la sala, tomándose la mano herida.
-“¿lo ves? –le dijo sonriente- apuesto que ya no te duele tanto el hombro”.
Ibiki recordaba algunas cosas, y una de ellas era comparar a una muy joven Anko Mitarashi actuar en los mismos términos que la Erinia. Lo cual le llevaba a razonar, que tanto diablos como ciertos demonios, compartían algunas similitudes con la raza humana. Al menos en los modos de conducirse en las guerras.
-¿Qué tienes para mí? –le sorprendió la pregunta del Raikage, apareciendo por la puerta de la habitación- habla Morino, necesito información.
-tenemos 14 muertos de los prisioneros, entre torturas y suicidios. –Anunció Ibiki al comandante- poca información específica. Pero lo que puedo afirmar, es que existen al menos tres ejércitos más, de criaturas recorriendo los países. Eliminamos a uno junto con su líder, al que conocían como Azazel. Una de las demonios nombró a otro, al que definía como “estafador”, dice que el acabara con nosotros.
-poco detallado. –Añadió el Raikage molesto- ¿no tienes nada más para darme?
-lo siento Raikage-sama, -apuntó el Shinobi- pero todos los métodos de interrogatorio están fallando. Nada que esté relacionado con la tortura puede quebrarlos. Están demasiado acostumbrados al dolor. No imagino el tipo de entrenamiento que han tenido en el infierno.
Ambos miraron por el cristal especial. Podían observar la sala donde la Erinia estaba sentada en la silla cercana a la mesa del cuarto. Ella parecía deprimida, cada tanto intentaba soltar sus alas emplumadas de las cuerdas ninja que la aprisionaban. Parecía incomoda, pero aun así para nada quebrada. Había algo diferente en ella, Ibiki no sabía cómo obtener la información, pero apostaba que ella podía darle algo importante. De pronto, la vieron jugar “lucha” con sus dedos. Daba algunas respuestas maduras, y segundos después parecía un infante.
-¿Qué me dices de esa criatura? –Consultó el Raikage- ¿piensas que mantenerla viva puede darnos algo?
-en efecto, -añadió Ibiki- ella es diferente al resto de los prisioneros.
-¿Por qué razón lo piensas?
-Porque esta niña, es la única de los venidos del infierno, que estaba prisionera y encadenada junto con los esclavos humanos.
-eso significa que no estaba con el ejercito de Azazel.
-con lo cual, no les debe fidelidad a ellos, ni a nadie. –Dijo finalmente Morino- solo debo encontrar la manera de hacerla hablar.
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“avanzó a paso firme ingresando a la aldea de la hoja. Naruto elevó su mano derecha apuntando al muro y un relámpago del cielo cayo justo en ese sitio despedazándolo todo. Muchos ninjas salieron a detenerlo, pero los vientos huracanados les impedían estar de pie frente al dios.
Algunos salían volando por la presión del aire, hasta estrellarse y morir contra los edificios o muros. Otros quedaban apretados contra el suelo por el aumento brutal de la gravedad y se ahogaban mientras veían como entre ellos ingresaba el enemigo.
Naruto pudo ver todo, desde adentro del dios. Pudo ver como Tsunade, el Raikage y los mejores Shinobi cayeron derrotados por la furiosa fuerza natural. ¿Cómo pudieron enfrentarse al cielo infectado de rayos? ¿Cómo pudieron plantarse ante quien controlaba la copiosa lluvia que descendía, convirtiendo sus gotas en filosas navajas que asesinaban a todos?
Cayeron, como moscas indefensas. Como avispas intentando inútilmente penetrar una roca. El Raikage fue atrapado por la tierra, que lo fue tragando cual arenas movedizas, la Hokage fue fulminada por un relámpago, y su cuerpo carbonizado quedó tendido frente a las ruinas de su torre. Sasuke, Kakashi y muchos otros, recibieron de la lluvia una interminable cantidad de impactos. Las gotas se volvían rápidas y filosas, o golpeaban como perdigones de acero atravesaban a los ninjas de todas las aldeas que trataban de detener al enemigo.
Finalmente, cuando casi nadie parecía ponerse frente a Naruto, elevó sus manos al cielo, y la lluvia con su sonido estridente quedo completamente superada, por el terror inevitable de un monumental terremoto. Las casas se derrumbaban, las estructuras se desmoronaban, el monte de los Hokage se derrumbó sobre los restos moribundos de la antigua aldea de la hoja. Solo rocas y muerte. En el medio de toda la matanza, entre las rocas que se separaron como si tuvieran vida propia, emergió Naruto Uzumaki. Su cabello era largo y espinado, tan extenso como una capa hasta los pies. El color de sus ojos era gris brillante, sin ninguna pupila. Parecía Naruto sí, pero el rostro impasible denotaba la identidad de alguien más.
El dios camino entre cuerpos de humanos, todos ninjas en su mayoría, todos portadores de chakra. Había civiles sacrificados en el proceso, pero el objetivo concretado traería el definitivo equilibrio a la naturaleza”
Despertó exaltado…
Naruto estaba desnudo, sentado junto al cuerpo de Ino Yamanaka que dormía completamente agotada. ¿Qué había sido eso? Un sueño, tal vez un mensaje. ¿Qué quería el dios? ¿Por qué le mostraba que atacaría a los humanos? Naruto no entendía, y lo peor de todo era que este ser en su interior no se comunicaba. No era como el Kyuubi, no se podía conversar con él. No se podía negociar. Era cuestión de tiempo, día con día, aunque los esfuerzos del Uzumaki hasta el momento lo mantuvieran cuerdo, algún día cedería.
La mujer junto a él, dormía plácidamente. Estaba recostada de lado, casi dándole la espalda y sonreía. Sus cabellos dorados caían como cascada por la espalda, una figura perfecta, una piel suave y tersa. Naruto se sentía cansado y confundido. La acarició levemente en el hombro, más para comprobar que ella era real que otra cosa. Últimamente, cuando despertaba del sueño, Naruto tenía la impresión de estar volviéndose etéreo. Como si no pudiera reconocer lo solido de lo irreal.
-Ino….Ino Yamanaka…-susurró apenas el rubio.
Al menos a ella no la había olvidado. ¿Qué había pasado? Se miró a sí mismo, totalmente desnudo. Y volvió a mirarla a ella. Apetecible. No hacía falta mucho razonamiento para saber que había pasado. Además, había un detalle bastante peculiar en Ino. Había intentado matarlo, dos veces. Intento apuñalarlo de una manera casi subconsciente. ¿Qué le había pasado a esa mujer? ¿Había enloquecido? Ino se movió un poco, quedando casi boca abajo dándole la espalda a Naruto. Detrás de su hombro derecho, en medio de la blanca piel, había una marca. Como si unos carnosos labios hubieran besado justo ahí.
Naruto recorrió con dos dedos esa marca en la joven, y no se borraba. Labios carnosos parecían, labios de mujer.
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Caminó por una calle lateral de la aldea. Trataba de evitar la masa principal de gente y captar de los bosques la relajación necesaria. Había abandonado a la durmiente Ino, y pretendía tratar de rastrear hacia el exterior de Konoha en busca del enemigo. Tal parecía que su espera había sido inútil. Lo demonios no preparaban un contraataque sobre la aldea recientemente conquistada.
-¡MALDITO CRETINO! ¡¿DONDE RAYOS TE HABIAS METIDO?!
Un coletazo de pelaje blanco casi lo aplastó contra el suelo, de no haberlo esquivado moviéndose a un lado. Pronto se vio rodeado y aunque no sentía el mínimo instinto asesino en los enormes Biju, aun así recibió un certero zarpazo del Gobi que lo lanzó contra el cuerpo del Hachibi plantado a varios metros de distancia.
-hermano contrólate…-le amonestó el Yombi- recuerda que Naruto es amigo de Kurama y también de…
-ESE IMBECIL ESTA VIVO, -añadió gruñendo el perro irritado- ESTA CON VIDA, Y NUESTRO HERMANO ATRAPADO POR LAS CRIATURAS. ¿COMO PODEMOS ESTAR SEGUROS QUE NO LO HA ENTREGADO PARA SALVARSE?
Todos reaccionaron mal, aunque más de uno había pensado en la posibilidad. Pero ¿Naruto? ¿Sería un traidor? ¿El Naruto que conocían podía traicionar? Realmente el comentario de Gobi parecía demasiado fuera de lugar.
-CIERRA EL HOCICO, IDIOTA. – dijo Shukaku al perro ofuscándolo.
-¿ME LLAMASTE IDIOTA? –le desafío el can, mirando al mapache con bronca contenida.
-¡SI! ¡TE HE DICHO IDIOTA!
-calma….niños…-interrumpió el Yombi que siempre hablaba de una forma que parecía un abuelo- no es buen momento para crear nuevos enemigos. ¿Por qué no permitir a un viejo amigo que pueda explicar todo?
Naruto se levantó del suelo, como si golpe no hubiera significado nada. En realidad no llevaba demasiada fuerza, ni siquiera quiso herirlo y bien se notaba que si Gobi hubiera querido matarlo, otra intensidad se aplicaría. El Uzumaki habló, les dijo que Kyuubi ya no estaba en su interior, y que no tenía idea de dónde podía estar. Finalmente, de una manera extraña, indicó que todos reunidos perturbaban bastante la naturaleza.
-¿y eso qué? –Añadió Rokubi- no es la primera vez que estamos reunidos.
Naruto trató de recordarlo, alguna otra vez habían estado todos juntos. ¿Cuándo? ¿Quiénes faltaban? Recordó a Madara, y el desastre de la anterior guerra. Recordó al Juubi, y todos los cadáveres que se generaron por su causa. Eran 9, o al menos lo habían sido.
-Naruto necesitamos tu apoyo una vez más….-dijo Hachibi- los demonios nos están persiguiendo a cada uno de nosotros. Tienen algún tipo de interés en cada uno de mis hermanos. Sospechamos que fueron ellos los que capturaron a Matatabi, Isobu y…
-Kurama….-recordó en voz alta Naruto como perdido- se lo llevaron. Y no puedo….saber…
-tenemos que encontrarlos. –Apuntó Yombi con paciencia- son nuestros hermanos.
-estamos perdiendo el tiempo aquí….-gruñó el Gobi sentándose sobre sus colas y lamiendo una pata delantera descuidadamente. –los humanos no nos ayudaran. No son aliados confiables, son carroña.
-hubo un tiempo donde te hubiera dado la razón, -le indicó Shukaku- pero desde la guerra yo…
-basura ototo….-interrumpió el perro a su hermano menor- solo quieres creer en cuentos de hadas. Pero el Kazekage te vendería como trapo viejo si por ello salvara a su gente. No somos parte de ellos, y evidentemente tampoco parte de los demonios. Yo digo que nos larguemos de aquí, encontremos ese lugar donde tienen a Kyuubi y los demás. Para reducirlo a cenizas y liberar a los nuestros.
La mayoría guardaba silencio. Un poco por que Hachibi y Yombi eran los que solían tomar las decisiones, otro tanto por que compartían en ciertos niveles los pensamientos de Gobi. La realidad era que los humanos tarde o temprano los traicionarían. Shukaku había escuchado a la hermana del Kazekage atraves de su arena, cuando estaban escondidos en las cuevas del país del viento. Y si bien Gaara lo había defendido. ¿Cuánto tiempo tardaría en poner a su pueblo por delante de un Biju? ¿Acaso Naruto actuaria distinto de cualquier otro?
-no puedo creerlo, -dijo Yombi apenas- me niego a pensar que tú puedas haber traicionado a Kurama. –le señaló a Naruto- el jamás depositaba su confianza en nadie, y lo hizo en ti. Estoy seguro que lo aprecias tanto como a tus amigos humanos. Por eso…
-¿por eso…? –consultó Naruto fríamente, mientras analizaba sus propios sentimientos mezclándose con el ser interior.
-Por esa razón….-prosiguió el gorila- pedimos tu ayuda, una vez más. Sé que Kurama lo haría, sé muy bien que era tu amigo. ¿Nos ayudaras a encontrar a nuestros hermanos perdidos?
Naruto recorrió con la mirada a todos. Dio un giro lento, deteniéndose levemente en cada criatura que lo rodeaba. Luego, volviendo a su posición inicial de cara a Yombi, dio un leve suspiro y comenzó a relatar la historia completa. Esa historia que conocía al menos en parte. Como se separó de Kurama, porque no recordaba en donde podría estar, sus propias teorías sobre ese ente que poco a poco le estaba desplazando. Finalmente, cuando las criaturas apenas estaban comprendiendo la magnitud de lo que decía, concluyó:
-cuando entrenaba para controlar el chakra de Kurama hace tiempo, supe que utilizar su poder era posible por una trasferencia que existía entre su fuerza y la mía. Este dios, estoy usando su poder y obtiene parte de mis pensamientos. Se está quedando con mis memorias pero no puede evitar que a cambio, pueda conocer mediante sueños o recuerdos parte de lo que era o lo que quiere hacer.
-¿y que quiere hacer? –preguntó Hachibi.
-quiere recuperar el equilibrio de su mundo. –Apuntó Naruto- este mundo por el creado. Y para ello, eliminara a todos aquellos que lo desestabilicen.
-ósea nosotros…y también los demonios. –intercedió Shukaku.
-eso creía al comienzo, pero sabemos que todavía quedan algunos más, que con sus habilidades quitan de balance la tierra.
-los Shinobi, -reconoció Yombi entendiendo- todos los herederos de Rikudou Sennin. Quien controla el chakra, o siquiera quien lo tiene en sangre, posee parte del poder combinado entre el original Juubi y….
-el dios que creó este mundo.
-irónico….-sonrió Sachibi con tristeza- su héroe más grande, tiene en el interior a quien terminará por destruirnos a todos.
-aun no…-dijo Naruto con firmeza- aún tengo una posibilidad. Si logro derrotar a los demonios, y cerrar el acceso que tienen para invadir la tierra, el equilibrio de la naturaleza se volverá lo suficientemente estable como para que pueda regresar a la isla de los Sennin. Recuperaremos al resto de los Biju capturados, y luego he de sellar mi cuerpo junto con el alma del dios en las raíces de la tierra.
Iba a morir. Los Biju lo observaron sin entender. Naruto sabía que iba a morir. Estaba luchando por mantener el control de su cuerpo, con tan solo el objeto de salvar a la tierra. Luego moriría, sellado con el ser supremo que estaba conteniendo. Iba a morir joven, y no tenía queja alguna. Iba a morir y aun así no renunciaba a ayudar a todos. Yombi sonrió, fue leve pero el resto de sus hermanos lo notaron. Yombi nunca sonreía, hacia demasiado tiempo que no lo hacía. Si Kurama había confiado en Naruto Uzumaki, era digno que todos lo hicieran ciegamente. Era ese tipo de persona especial, en la que todos podían depositar sus esperanzas. Estaba preparado para morir, aun por las razones para abstractas.
-lindo, muy lindo….-dijo el Gobi siempre mostrando esa postura de dureza- bien bien. Es hora que nos larguemos de este jardín de hormigas ninja, y encontremos el cubil de los demonios. –Dio una lamida más a su pata alzada y luego se puso de pie- ya quiero encontrar a Kurama, para darle su merecido al imbécil por haberse dejado atrapar.
Dijo “Kurama”, pensaron sus hermanos. Dio el nombre real de un hermano frente a Naruto. Todos se le quedaron mirando y ni siquiera el can se había dado cuenta de lo que hizo. Era la mínima expresión de confianza, pero viniendo de Gobi, era como considerarlo uno más. Era un buen comienzo.
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Sakura repartió responsabilidades entre los médicos ninjas y las enfermeras. Luego se trasladó a las casas del barrio Uchiha que se usaban como depósitos de suministros, para contabilizar con precisión las provisiones. Llegado el mediodía, tuvo que regresar a las oficinas establecidas en ciertas zonas de la mansión Uchiha para reestructuras todas las planillas médicas y así determinar el orden y la cantidad de medicamentos que cada paciente requería.
Ino le hacía mucha falta, desde la noche anterior que no se reportaba pero Sakura no tenía corazón para reclamar su presencia. La recordaba del día anterior, completamente agotada. Totalmente gris, sin vida. Ino a diferencia de otros médicos, tenía que lidiar con su Psiquis. Un Yamanaka debía mantener un buen equilibrio mental. Sakura lo sabía, las horas de descanso eran vitales.
Pero pasadas las 16 horas, su mejor amiga se reportó en la oficina principal del hospital. Venia diferente, muy diferente. Sakura acumulaba mucho cansancio físico, demasiadas horas de concentración hacían mella en ella. Pero el aspecto de Ino era brillante, demasiado y sospechosamente deslumbrante.
-¡Sakura cielo! –Sonrió la rubia acercándose a su amiga y abrazándola calurosamente- lamento venir tan tarde pero me quedé completamente dormida.
-¿dormida? –consultó la rosa sonriendo- casi has pasado de largo un día. Y si no fuera por el insomnio que me has dicho tenías, realmente estarías en problemas.
-ya ya ya…-elevó las manos en alto Ino, aceptando el cargo- llego tarde, entendí. Pero vengo cargada de energía para ayudarte con este infierno de papeles. ¿Eso no me suma puntos de heroísmo?
Ambas miraron la improvisada habitación, y las pilas de documentos lo abarcaban casi todo. Parecían estar rodeadas y sin destino. Ambas comenzaron a reír, el buen ánimo que traía la rubia contagió a Sakura y todo parecía menos gris. Hablaron, de todo y algo más. Ino se mantenía en la versión de haber pasado una noche de sueño profundo. Jamás le diría que había gastado la mitad de su descanso follando, y menos con quien había sido. Imaginaba que a Sakura no le caería en gracia la situación. Aun no estaba segura Ino que tanto, y tan profundas estaban las cosas entre Sakura y Naruto. Pero sabía que no quería estar en medio.
-¿Qué te pasa Ino? –preguntó la pelirosa cuando la vio un poco incomoda- ¿tienes alguna molestia?
-ahora que he dormido, estoy bien. –Aclaró a rubia- aunque me preocupa un poco estar teniendo algunas líneas de fiebre, bastante seguido. Nunca he sido de enfermarme demasiado, es extraño.
Sakura sonrió apenas, vio a su amiga concentrarse en un documento y luego de dudarlo por algunos segundos, se puso de pie y también la tomó del codo para levantarla. Ino la miró sorprendida pero también se paró:
-vamos Ino, -indicó la pelirosa- voy a revisarte y despejaremos dudas. No puedo permitir que me dejes todo el trabajo a mi sola, para tomarte vacaciones por enfermedad.
Estaba preocupada. Sakura no quería arriesgar a más personas valiosas después de tantas muertes en los años pasados. No quería perder a su mejor amiga, no quería arriesgarla ni por una tonta fiebre.
Luego de convencerla que era mejor prevenir que lamentar, la joven Yamanaka se sometió a una revisión completa con chakra. Sakura fue minuciosa, le preguntaba por heridas antiguas, por dolencias pasadas. Quería saber todo, incluso lo más elemental. Así llegaron a su brazo, más precisamente a su codo. Ino recordó el extraño sueño de la noche anterior, aquel donde hablaba con una parte de ella nada amable. Una parte herida en el codo precisamente. Pero no era lógico. Ella misma se había suturado la herida con chakra, casi apenas despertó en el bosque después de haber sido rescatada por Naruto. No podía tener relación, no tenía nada que ver con el asunto de las pesadillas.
-tienes algo en el codo Ino. –le señaló Sakura hablándole suavemente.-adentro de tu cuerpo, algo.
-uno de los perros infernales me dio un arañazo hace días en el bosque. –Le dijo la rubia- me lo he curado sola. ¿Qué se supone que hice mal frentona?
No le gustaba que Sakura la corrigiera. Internamente admitía que su amiga era inmensamente mejor como médico. Era talentosa, detallista, constante. Pero no le gustaba perder en nada contra ella. Era algo que mantenían de pequeñas. Aunque se quisieran como hermanas, también peleaban como hermanas como costumbre.
-suturaste perfecto ciertamente, -añadió la pelirosa tan concentrada en emanar chakra sobre la zona, que ni disfrutaba de su pequeña oportunidad de regañar- pero no limpiaste a conciencia ni revisaste con chakra la zona herida para detectar algún agente externo.
-perdón por no tener chakra, luego de correr por mi vida durante horas. –farfulló la rubia frunciendo el ceño.
-te perdono…-sonrió divertida la rosa, ahora si disfrutando un poquito- sobre todo porque tengo la oportunidad de cortarte, cerdita.
La llevó a una sala de operaciones, la recostó en una camilla y expuso el codo sobre una pequeña mesita a su lado. Un poco de anestesia zonal, tratando de minimizar el movimiento y el dolor. Abrió con cuidado la zona del brazo y durante casi media hora exploró la situación. Sakura además de la operación, se fijó en otros detalles de su amiga mientras tenía la oportunidad. Ino estaba recostada boca abajo. Así que Sakura detrás de ella podía notar asuntos un poco extraños. Recordaba hace un par de días, cuando al encontrarse con Ino en la cueva de los campamentos Shinobi, observo que el siempre hermoso y sedoso cabello de la Yamanaka estaba muy maltratado. Quebradizo, seco, con problemas. La piel de la joven también contaba con daño. Pero ahora, apenas con una noche de buen dormir, parecía haber recuperado absolutamente toda la delicadeza de siempre. Esa belleza admirable y cuidada. Casi perfecta.
-la noche te ha sentado bien. –le dijo apenas.
-¿Por qué lo dices? –preguntó apenas la rubia algo temerosa de ser descubierta.
-no lo sé, te veo mucho mejor. (Demasiado mejor para solo una noche)
-es que tú me haces quedar bien en comparación. –sonrió adormilada Ino- cada vez más gruñona y fea.
-humm cerda…-continuó revisando el codo con cuidado- nunca olvides lo efectivos que son los bisturí de chakra. Cierra la boca.
Ino sonrió divertida, solo estaba alardeando. Sabía que Sakura era incapaz de dañarla, la quería demasiado. Después de casi una hora, con una herida abierta en la zona del brazo, Sakura usó una pequeña pinza para extraer el objeto intruso. ¿Qué era exactamente? parecía una ínfima astilla. La colocó sobre una mesita con un pequeño bol, entre las vendas blancas. Luego, habiendo limpiado la herida expuesta para evitar una infección, la suturó con la delicadeza que la caracterizaba.
-está terminado Ino, -le dijo dándole una caricia a su mejilla- siéntate con cuidado, en cuanto haya vendado la zona.
El codo estaba curado. El asunto ahora, era analizar qué cosa era ese fragmento extraído. Ambas jóvenes lo investigaron minutos después. Era una astilla de hueso. De uña para ser más precisos.
-su composición ósea es sorprendente. –Indicó Sakura viendo la muestra en el microscopio- me has dicho que fue una astilla de las garras de can, pero es demasiado…
-¿dura? –Arriesgó la rubia- ¿se supone que esa cosa me producía fiebre?
-Parece provenir de un hueso interno, por su constitución sólida. –Añadió Sakura aprovechando el intervalo para dejar espiar a Ino por la mirilla- es extraño, salvo por el evidente daño que ha tenido al separarse de la garra original….no parece ser la causa de tu fiebre. Una infección generalizada te tendría en peor estado, y tú no presentas ningún síntoma de debilidad.
-solo por los hombres….-sonrió acariciando el cabello de su amiga- y sobre todo los guapos.
-eres incorregible…-respondió sonriendo apenas Sakura- pero me alegra que pudiera sacarte esa cosa de cuerpo. Tarde o temprano se hubiera colado por tus venas al deshacerse. Y por cierto… ¿con quién te acostaste anoche?
-¿de qué hablas? –Se atajó sorprendida la rubia- yo solo…estuve durmiendo.
-¿y esa marca que tienes detrás del hombro? –Apunto la pelirosa con mirada traviesa- jamás he visto una almohada que bese tan…apasionada.
Ino la miraba atontada, trataba rápidamente de hacer un recuento de toda la noche. Naruto no la había mordido en la espalda. Nunca en esa zona. Habían hecho de todo, bastante rudo para su costumbre, pero estaba casi segura que no la había mordido ahí. Mientras la rubia lo rememoraba, (y alguna sonrisita se le escurría) Sakura se paró justo detrás, para apartar la chaqueta de Ino y mirar mejor la marca.
-dijiste que te gustaban los hombres…-añadió luego de mirar y tocar- pero esto parece el beso de una mujer. ¿No estarás ampliando tus horizontes Ino-cerda?
¿Una mujer? ¿Los labios de una mujer? Ino estaba muy confundida, comenzaba a ponerse nerviosa. Ese extraño sueño de la noche anterior, una herida que no estaba sanada. Sexo, con Naruto Uzumaki. Mucho fuego y pasión, la sensación salvaje de sentirse extasiada. Alucinaciones, como si hubiera querido matarlo en medio del acto. Y ahora esto, el beso de una mujer. ¿Cuándo? ¿Dónde?
-¿estás bien Ino? –Consultó preocupada la pelirosa- ¿Qué te ha pasado?
-no sé lo que me ha pasado….-balbuceó la rubia débilmente- pero necesito que alguien me ayude a recordarlo.
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En el pozo más profundo y oscuro del infierno….
Kurama seguía allí donde lo dejaron. Sobre la plataforma y atado con cadenas especiales. Durante días nadie ingresó al cuarto. Solo estaba el zorro y su soledad. Las cadenas absorbían parte de su chakra todos los días, manteniéndolo siempre debilitado. Le dieron alguna cosa de comer, de horrible aspecto pero sabor soportable. También le dieron de beber esos pequeños diablillos esclavos. No necesitaba hacerlo todos los días, una vez cada mucho le era suficiente. Al parecer, como un “diablo”, tenía la capacidad de soportar largo periodos de hambruna.
Asmodeus no había vuelto a aparecer en muchos días. O semanas tal vez, ya que Kurama no podía contar el tiempo de manera efectiva. Nunca sabía qué hora era, tampoco el día o la semana. Parecía que había pasado una eternidad desde que estaba caminando por los bosques del mundo humano, hasta despertar prisionero en el infierno más profundo del Baator.
En los tiempos solitarios, comenzó a pensar con más claridad su situación. Si en algo se parecía Kurama a Naruto Uzumaki, (además de la parte física desde que generó ese cuerpo) era en la capacidad de imaginación infinita. Siempre había estado solo, y siempre había sabido cuidarse. Lo primero que hizo fue un pequeño experimento. Intentó elevar su nivel de chakra para romper las cadenas. Recibió una brutal corriente eléctrica que lo puso de rodillas y casi lo dejo inconsciente. Todo su poder aumentado, fue drenado rápidamente.
Tiempo después, intentó no moverse, dejar que su energía se recuperara lo más posible antes de actuar. Pero cada tantas horas ocurridas, las cadenas igual brillaban y comenzaban a drenar la energía recuperada por el zorro, dejándolo otra vez con poco. Finalmente, optó por arriesgar un nuevo experimento. Usó las habilidades que había aprendido de Naruto y otros ninjas para ocultar su chakra. Bajar su nivel lo más posible, esconderlo, reservarlo, desaparecerlo. Tal como si quisiera ocultarse de un enemigo que lo rastreaba a lo lejos.
Para su satisfacción, este plan funcionó. Las cadenas brillaban desde la base hasta las muñecas del zorro. Era cuando exploraban su nivel de chakra, y luego de algunos minutos de rastreo, regresaban a estar quietas y sin brillo. Kurama comprendió que había logrado confundir el sistema de su cárcel, y así reservar energía extra para un futuro escape. Cuando su poder se hubiese recuperado casi totalmente, podría aplicarlo para desbordar el nivel de los grilletes haciéndolos pedazos.
Además, la falta de ataques de sus cadenas le permitió recuperar parte de su memoria pasada. Recordaba caminar por el bosque, debilitado por haber salido del interior de Naruto. Se alejó todo lo más posible de aquel lugar cargado de energía natural, y cuando comenzaba a recuperar sus poderes, fue atacado y capturado. Lo rodearon de cadenas para evitar que escapara. Y horas con horas terminó llegando un lugar desolado, rodeado de bosques donde una puerta de luz lo esperaba.
¿Y qué pasó al atravesarla?
Fue extraño, seguía teniendo su cuerpo de zorro gigante. Pero cuando ingresó por la puerta, esta se hizo flexible y le dio paso. Llegó a un lugar rojo, la tierra desértica y sin vida. La luz rojiza, como proveniente de llamas en fogatas. No había sol en el cielo negro, tampoco luna. Solo inmensas bolas de fuego que surcaban el firmamento estrellándose en todo el paisaje de montañas o llanos.
Cuando hubo atravesado la puerta totalmente, un pilar de rocas al lado del portal, soltó un chirrido estremecedor. Había espíritus de luz, atados con cadenas azules que sobrevolaban la estructura. Estaban flotando alrededor de las rocas, gritando y llorando de agonía. Eran 9, Kurama los pudo contar en sus recuerdos. Luego de eso, cuando el zorro era llevado sobre el carro de piedra entre cadenas, uno de los espíritus fue absorbido por el portal hacia la tierra. Dejando a solo 8 del lado del infierno.
Finalmente, el dolor. Un dolor como nunca había sentido. Un dolor comparable a quien le arrancan la piel tira por tira. Un dolor que lo hizo perder la conciencia de todo. Sentía que fracturado en millones de partes, sentía que lo estaban matando, para luego revivirlo y reiniciar la tortura otra vez. Todo se volvió un juego de luces y oscuridad, todo era gritos y chillidos de bestias. Siempre gritos, hasta quedar tragado por el vacío. Hasta quedar inmóvil y despertar es ese estúpido castillo, en una maldita plataforma con cadenas de porquería.
-voy a escapar…-pensó seriamente- y cuando lo haga, me asegurare que se arrepientan de intentar capturar a mis hermanos. No me detendrán, nunca podrán detenerme. Es una promesa.
Sonrió, luego de haber pensado ese discurso tan ligeramente. El final al puro estilo de Naruto Uzumaki. Formulando una promesa, que jamás iba a romper. Sabía que debía escapar, porque sus hermanos estaban en peligro, porque tal vez podían hallar la manera de exterminarlos. Tal vez solo lo necesitaban al zorro. Tal vez los demás eran piezas sacrificables. Como fuera, Kurama escaparía para evitar más esclavos. Y luego….decidir.
¿Regresar a la tierra? ¿Quedarme aquí, donde dicen que pertenezco?
Un interrogante más, uno más de tantos. Ya llegaría la hora de resolverlos, o de “convencer” por las malas a quienes supieran un poco más que Kurama, en ese maldito infierno.
Fin del capítulo.
arminius- Clan Seiryuu
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en los prados verdes de mi imaginacion.
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Qué gran capítulo, aunque me hubiera gustado tener un poco más de respuestas, y no tantas incógnitas más, pero bueno la historia sigue siendo buena e interesante.
Espero q lo continúes pronto
Éxitos
Espero q lo continúes pronto
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Leonardo R- Novato
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
hermoso, simplemente hermosno no se me ocurren palabras para describir todo lo que me hizo sentir este capitulo, eres un gran escritor, siento curiosidad por saber mas sobre ino y su subconsiente
arckangelblack- Clan Suzaku
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Bolivia
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Espectacular!, entre ayer y hoy me he leído los 9 capítulos, la manera en la que haz unido los demonios como tal en el mundo de naruto es grandioso escribes de tal manera de que todo tenga sentido además de realizar a portes que ayudan a imaginar a lo demonios y diablos que narras. Me leeré este fic hasta su último capitulo .
Saludos
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Apis- Novato
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Epa Saludos muy buena la conti sigue haciendo la historia Armin y espero ver tambien Narusaku pronto.
sleither45- Genin
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Indefinida, eso depende de quien me conozca.
0
Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
hola! ^^
por fin me pongo al día con este fic!! quería leer todo antes de comentar (sí, vuelvo a tener tiempo libre! wiiiiiiiii XD )
Siempre es un gustazo leer historias de este calibre, no sé que tipo de exigencias sobrehumanas te planteas como escritor para haber valorado el no continuar un fic tan excelente. Pienso que el número de comentarios no hace justicia al nivel de una historia. (Algunas de las mejores de por aquí, en mi opinión pasan desapercibidas, y otras mediocres tienen miles y miles de visitas)
En fin, tú sabrás XD me alegro infinitamente de que lo continuaras.
En cuanto a la historia, has abierto una puerta a un mundo radicalmente distinto y has conseguido combinar ninjas y demonios con la misma perfección y lógica de siempre. Lo mismo organizas la estrategia militar ninja hasta el detalle, que nos trasladas a un palacio en el infierno, al corazón de la naturaleza o a los orígenes mitológicos del mundo. Haces que parezca hasta fácil! Y todo el tiempo con esa narrativa que hace parecer que estás leyendo la obra publicada de un escritor profesional.
Yo desde luego ya no me bajo del carro hasta que la acabes. Enganchadita viva estoy XD
En cuanto a la situación actual del fic, me gusta mucho la posición en la que pusiste a Ino. La imagen de su subconsciente fue turbadora, la sentí muy real, igual que la desesperación y el pánico feroz de la pobre Hinata. Sospecho que no serán las únicas en ser torturadas mentalmente por los demonios. Ay, esa trama oscura me encanta. =3
Naruto va oscilando de un extremo a otro tratando de no perder el norte, y así nunca sabes cómo va a reaccionar en un momento determinado, eso es interesante. Me gusta que cuanto más desapego siente por Honoha y los suyos, es precisamente cuando siente la pureza de la vida fluir con más intensidad (que también es otro tipo de amor...)
De Sakura aún no hemos visto mucho, ya nos enseñarás qué guardas para ella.
Tengo la duda de si el tercer dios aparecerá a plantar batalla o si es un santurrón que repudia la violencia y no quiere mancharse de sangre.
Y tengo serias dudas de si finalmente matarás a Naruto o le buscarás un salvoconducto. Pero aún queda mucho para eso. Mientras tanto, a disfrutar de la lectura! =)
chaooo
por fin me pongo al día con este fic!! quería leer todo antes de comentar (sí, vuelvo a tener tiempo libre! wiiiiiiiii XD )
Siempre es un gustazo leer historias de este calibre, no sé que tipo de exigencias sobrehumanas te planteas como escritor para haber valorado el no continuar un fic tan excelente. Pienso que el número de comentarios no hace justicia al nivel de una historia. (Algunas de las mejores de por aquí, en mi opinión pasan desapercibidas, y otras mediocres tienen miles y miles de visitas)
En fin, tú sabrás XD me alegro infinitamente de que lo continuaras.
En cuanto a la historia, has abierto una puerta a un mundo radicalmente distinto y has conseguido combinar ninjas y demonios con la misma perfección y lógica de siempre. Lo mismo organizas la estrategia militar ninja hasta el detalle, que nos trasladas a un palacio en el infierno, al corazón de la naturaleza o a los orígenes mitológicos del mundo. Haces que parezca hasta fácil! Y todo el tiempo con esa narrativa que hace parecer que estás leyendo la obra publicada de un escritor profesional.
Yo desde luego ya no me bajo del carro hasta que la acabes. Enganchadita viva estoy XD
En cuanto a la situación actual del fic, me gusta mucho la posición en la que pusiste a Ino. La imagen de su subconsciente fue turbadora, la sentí muy real, igual que la desesperación y el pánico feroz de la pobre Hinata. Sospecho que no serán las únicas en ser torturadas mentalmente por los demonios. Ay, esa trama oscura me encanta. =3
Naruto va oscilando de un extremo a otro tratando de no perder el norte, y así nunca sabes cómo va a reaccionar en un momento determinado, eso es interesante. Me gusta que cuanto más desapego siente por Honoha y los suyos, es precisamente cuando siente la pureza de la vida fluir con más intensidad (que también es otro tipo de amor...)
De Sakura aún no hemos visto mucho, ya nos enseñarás qué guardas para ella.
Tengo la duda de si el tercer dios aparecerá a plantar batalla o si es un santurrón que repudia la violencia y no quiere mancharse de sangre.
Y tengo serias dudas de si finalmente matarás a Naruto o le buscarás un salvoconducto. Pero aún queda mucho para eso. Mientras tanto, a disfrutar de la lectura! =)
chaooo
Eva2.0- Genin
- Mensajes : 238
Listening to the wind of change
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
siempre agradecido de sus comentarios. se muy bien que existen muchisimas dudas en la trama y les pido paciencia para tener tiempo de desarrollarlas. como les anticipé al comienzo de toda la historia. tengo pensado un fic largo, tal vez el mas largo de cuantos hice. esto tiene que ver con una historia que realmente tiene mucho para desarrollar y tambien con la seguridad de que sera mi ultimo trabajo extenso. tengo otras ideas, pero ya no el tiempo para poder escribirlas. tal vez algunos shot cortos puedan surgir, pero en lo referido a fic largos, este definitivamente sera el ultimo.
P/D: gracias Eva, siempre un gran placer recibir tus palabras que dan mas fuerzas para continuar.
P/D: se que me estoy tardando mucho para las conti, pero tengan la seguridad que terminare la historia.
P/D: si tienes dudas, agreguenlas en los comentarios para que les responda o las coloque en siguientes capitulos. (a veces no me doy cuenta si dejo algo suelto y el lector no lo entiende) con gusto responderé, ya sea en el capitulo o en un comentario. muchas gracias.
CAPITULO 10: BUSQUEDAS
Abrió los ojos confundida. No esperaba encontrar a quien sentado allí cerca, aguardaba su regreso tampoco esperaba tener que estar despertando a decir verdad, después de vaya a saber cuánto tiempo. Tsunade se reincorporó en la camilla que le oficiaba de cama. Después de casi 12 horas de dormir. Le tomó varios segundos dejar de estirarse y bostezar. A un costado de su improvisado lecho, estaba Naruto Uzumaki observándola fijamente.
-finalmente has despertado….
No le dijo mas, Tsunade rememoraba estar hablando con Shizune y sentir mucho sueño. Demasiado. ¿Qué le había pasado? ¿Acaso, la tímida Shizune había sido capaz de drogarla? La copa de sake tenía algo, ahora la Hokage estaba casi segura. Shizune le había inducido a dormir. ¡Justo cuando más trabajo había en la aldea! Sin dudas tendría una profunda y nada amistosa charla con su estudiante en cuanto la encontrara.
-Tsunade…tenemos que hablar.
-¿Qué haces aquí Naruto? –Consultó la Hokage sentándose de lado en la camilla y buscando los zapatos para colocárselos- ¿Qué quieres hablar conmigo?
-He tenido una conversación con los Biju. –Prosiguió Naruto, ya parado contra la puerta de brazos cruzados- hemos decidido viajar juntos y encontrar la base de los demonios.
-Eso es imprudente. –Añadió la mujer ya calzándose- no sabes cuánto poder tienen, ni cuantas tropas acumulan.
-Eso no importa, lo realmente vital es alejar a los Biju de Konoha. Ellos son el objetivo principal de los demonios, y sería mejor que por el momento esta villa no sufra más ataques.
Tsunade le miró seriamente. Naruto estaba neutro y sin emoción. No estaba consultándole nada, simplemente le comunicaba lo que iba a hacer. No esperaba una orden, simplemente informaba.
-No puedes tomar decisiones por todos. –Advirtió la fémina poniéndose de pie- tenemos que trabajar en equipo. Con la fuerza de Kumo, Suna y Konoha; sumados los Biju…. venceremos.
-los Biju son más inteligentes de lo que ustedes creen. –añadió el rubio caminando por el cuarto- saben perfectamente que una alianza con los humanos no va a durar. Han decidido tomar la iniciativa de la guerra, y mi compañía solo se explica porque compartimos el mismo objetivo.
-¿Qué objetivo?
-terminar la guerra. Acabar con los demonios, encontrar el equilibrio. Una vez más.
Tsunade caminó hacia la puerta de la habitación y justo cuando iba a salir dijo:
-No puedo permitir que te vayas nuevamente. –susurró apenas pero claro- no puedes desaparecer otra vez, por que llevas las esperanzas de todos contigo. Sé que ahora no te importa, sé que no has obtenido nada de lo que merecías por tus logros, pero aun así….Konoha te necesita y es mi deber obligarte a permanecer aquí. ¡Ni tú, ni los Biju deben irse!
Ella abrió la puerta dando por terminada la discusión. Entonces, le vio por el rabillo del ojo sonreír. Se volteó a comprender las razones de ese gesto y Naruto le aclaró antes de desaparecer en una nube de humo:
-Sabía que dirías eso. –Indicó con un gesto de su mano que pareció un saludo final- cuídate abuela.
Desapareció. Un clon, una maldita copia para decirle lo que hace tiempo había hecho. Seguramente se habían marchado de la aldea sin dejarlos ni replicar. ¿Por qué lo hacía? ¿Por qué arriesgaba todo lo que trataban de salvar? ¿No había tenido suficiente muerte ante sus ojos? A veces, muchas veces en realidad, Tsunade perdía las esperanzas de un mañana mejor. Era un ejercicio mental muy recurrente. Un momento de debilidad, una energía renovada para buscar continuar. ¿Cuánto tiempo podrían aguantar? ¿Cuántos muertos más deberían enterrar antes que la paz retorne al mundo conocido?
********************************************************************
-¡vamos Koji! ¡Con fuerza!
-¡sí! ¡Tú puedes lograrlo!
Alrededor del enorme martillo, un grupo de Shinobi dedicaba su tiempo de descanso a divertirse. Había toda una feria por la calle principal en donde comerciantes sin hogar intentaba levantarse económicamente. La aldea había sido recuperada, pero para levantarla llevaría todavía más tiempo. Los hombres en general tenían muchas privaciones y poco entretenimiento. Las horas de descanso se la pasaban en los bares rústicos o buscando que hacer. De ese tiempo breve en ocio, descubrieron una atracción particular. Se reunían alrededor del imponente martillo de guerra, antes propiedad del demonio líder, para competir en el honor de retirarlo de su sitio.
Bebían, charlaban y trataban de encontrar un poco de relajación a los eventos de la guerra. Los hombres en general, tenían esta forma de descarga mientras que las Kunoichi preferían pasar algo de su tiempo libre visitando en el cementerio a sus personas amadas. Cada caso sin embargo, podía encontrar excepciones. Hombres en cementerios, o mujeres en tabernas.
El martillo no se movía. Ni un centímetro, ni por un instante. Lo intentaron dos, luego cinco, más allá otros diez. Algunos advertían que ese mazo del demonio parecía debilitar a quien lo tocara por demasiado tiempo, sin embargo parecía inofensivo teniendo en cuenta su estado de quietud. Tenía un peso particularmente atroz. Algunos se preguntaban cómo podía cualquier ser, luchar en buen nivel teniendo que cargar con ese peso imposible. Se debía contar con una fuerza arrolladora, y hasta sería inútil porque perdería velocidad de combate.
-evidentemente no conocemos todos sus secretos. –Le dijo Orochimaru a Sasuke, mientras observaban al grupo de borrachos tratando de sacar el arma de su sitio- puedo detectar que absorbe energía de quien lo toca, aunque en cantidades mínimas.
-pesa demasiado. –Añadió el moreno Uchiha- he visto al Raikage tratar de sacarlo, y ni siquiera se ha movido. Si ese sujeto tan fuerte no puede extraerlo del suelo, dudo mucho que alguien pueda.
-tal vez es una forma de defensa Sasuke-kun. –Sonrió el Sannin levemente- imagino que un arma con peso imposible, es poco beneficio a su dueño. Tal vez tiene un sello, o un conjuro.
-¿un conjuro? ¿Hablas de magia?
-pero no los trucos baratos que conocemos. Habló de una forma de conjurar energía espiritual. Palabras, movimientos de manos. Un conjuro que tiene componentes verbales y somáticos. Incluso puede que necesiten materiales para realizarlo.
-¿Qué clase de materiales?
-cosas mundanas, pequeños implementos que sirven para enfocar el poder. Necesito más tiempo, -sonrió nuevamente, como un niño descubriendo el mundo- todo esto es muy nuevo, y fascinante.
Sasuke observó a su antiguo maestro. No parecía mentir en nada. Estaba realmente entregado al trabajo de investigación. Estaba autista del mundo desmoronándose a su alrededor. Su insaciable ambición de poder, había sido superada por una curiosidad de conocer, infinitamente superior en comparación. Pero una cosa lleva a la otra. Llegaría el tiempo, donde Orochimaru ya no se contentara con estudiar al enemigo. ¿Qué ocurriría en ese momento?
-Sasuke-sama….-dijo un ANBU, apareciendo junto al moreno- ha sido convocado a una reunión con los Kage.
El moreno asintió, cuando la desaparición de ANBU informante se había concretado, observó a su antiguo sensei y consultó antes de irse:
-¿Crees que ese martillo nos pueda causar problemas?
-Lo dudo Sasuke-kun…-resolvió responder el Sannin- en sí mismo, solo es un arma. El problema radica en quien la usa. Siempre y cuando no caiga en manos de los demonios, estará segura aun en el centro de Konoha. Está visto que con fuerza bruta, nadie lo puede mover.
Sasuke desapareció, y Orochimaru se giró para regresar a su laboratorio. Ese martillo le interesaba mucho más de lo que aparentaba ante otros. Pero no su uso como arma precisamente. Presentía en los grabados del mango, algunos secretos más interesantes que el manejo propio de dicha herramienta. Era una tarea pendiente, descubrir cómo controlar esa arma. O llevado el caso extremo, torturar a quien sea, para que le digan cómo usarla.
******************************************************************
En una sala apartada de la casa principal del clan Yamanaka, una joven Kunoichi medico esperaba. Hacía casi 4 horas que su supuesto turno había terminado. Pero las dificultades en Konoha, de la reconquista, no parecían tomar descanso. No acababa de acomodar de manera más o menos respetable los asuntos del hospital militar, cuando Sakura Haruno recibió una noticia preocupante. Tuvo que actuar, dejando las mansiones Uchiha mientras otros médicos intentaban entre varios suplantarla.
Ino le preocupaba demasiado.
Después del examen físico que reveló la herida del brazo, luego de advertir que la rubia podía estar bajo amenaza por parte de algún demonio atacante en sueños, Sakura tuvo que llevar a su amiga para averiguar qué tan mala estaba la situación. Algunas Kunoichi de su familia, en las que destacaba Ayumi Yamanaka, se encargaron de usar sus jutsu para hacer entrar en transe a Ino. El objetivo era obtener información sobre el malestar espiritual que la joven portaba de hace días. Sakura tuvo que salir del cuarto, luego de asegurar que estaría esperando afuera en caso de necesitarse un médico, se tuvo que retirar por que las técnicas secretas del clan manipulador de mentes no debían revelarse.
Durante una hora exacta esperó con paciencia.
Su cabeza y corazón eran un gran lio. Sentía una gran impotencia. A pesar de todo lo estudiado, a pesar de todo el esfuerzo para convertirse en la mejor Kunoichi médico, siempre presentía en sus acciones la derrota inevitable. Sakura Haruno rememoraba, cuando todo era felicidad. El equipo 7, las travesuras de Naruto, los fastidios infantiles de Sasuke, la aventura que emprendieron para averiguar el rostro descubierto de Kakashi-sensei. De todo cuanto recordaba en el pasado, aun las situaciones de más dolor, ahora parecía brillantes y dignas de añoranza.
-Sakura-san….
La salida de Ayumi Yamanaka la tomó por sorpresa. Apoyada en un muro de brazos cruzados, Sakura se había perdido en su propia memoria. Pudo notar enseguida la preocupación de la tía de Ino. Realmente era algo grave, no tenía que ver con un mal presentimiento fallido. No era un delirio de persecución. Ino se dio cuenta que estaba siendo manipulada, que algo en su cuerpo o mente no estaba bien. Era impresionante que en estado de “títere”, diera cuenta de su situación.
-¿Qué sucede Ayumi-sama?
La mujer era hermosa, rubia esbelta y de cuerpo perfecto. Pensándolo bien, prácticamente todas las féminas del clan tenía una delicada belleza que las destacaba. Cualquier otra mujer, podía verse tosca junto a ellas, no era cosa de Ino solamente, todas parecían llevarlo en los genes.
-su preocupación era válida Sakura-san, -inició la mujer- Ino-chan tiene muchas dificultades. Su mente está dividida.
-¿dividida?
-alguien ha infectado su subconsciente. –Intentó explicarlo la rubia- la marca detrás de su hombro no es natural. Una de esas mujeres demonio, las súcubos precisamente, ha marcado a Ino-chan cuando ella estuvo de incognito en esta aldea hace casi una semana.
-¿Qué efecto tiene eso?
-según datos que incorporamos de los interrogatorios y de la mente de Ino-chan, las demonios tienen el poder de trasformar otras mujeres a su raza. Sus besos extraen la vida del receptor, o en el caso de las hembras, las trasforman en otras súcubos.
-¿significa que Ino, se está trasformando en esas cosas?
-normalmente, -prosiguió la Yamanaka seria- el proceso debería hacerle perder el control. Deseo sexual incontrolable, instinto asesino, cambios físicos lentos pero irremediables.
-¿Cómo podemos ayudarla?
-no lo sabemos, -anunció Ayumi- tenemos lo poco que esas demonios dijeron. Los besos absorben vida, también marcan a otras hembras para transformarlas. Las súcubos no son fuertes físicamente, pero destacan por su capacidad para “encantar” a los hombres. Tienen técnicas para controlarlos y seducirlos. Además…
-¿además?
-el semen de los machos aumenta el poder de esas demonio. –continuo la mujer, aunque se notaba avergonzada por lo que diría- lo….ingieren.
La sensación vomitiva recorrió el estómago de Sakura y casi perdió el control. Sin embargo, la situación ameritaba mantener calma. Ino estaba en problemas, de alguna manera una de esas mujeres se había acercado a la rubia y le había besado la espalda. ¿Cómo pudo descuidarse? ¿Cuándo pudieron hacerlo?
-en Konoha, Ino-chan espiaba para nosotros. –Añadió la tía argumentando- estaba disfrazada como una de ellas, y cuando el grupo de mujeres se reunió, la líder del grupo le dio un beso a cada una. Supongo que en un súcubo natural no tiene efecto alguno. Pero Ino…
Solo era un disfraz. Ino solo tenía un disfraz con un jutsu. Sakura comprendió que casi de casualidad había sido infectada su amiga. Ahora solo tenían que hallar el modo de salvarla.
-¿solo por el beso de una súcubo, se está trasformando en una de ellas? –consultó la rosa tratando de encontrar una respuesta al problema.
-No es solo eso. –Añadió Ayumi- según datos recopilados de los interrogatorios, también debe estar en contacto con la sangre maldita de esas mujeres. Por eso no entendemos como está sucediendo el cambio y…
-Ino sufrió el ataque de un sabueso, -le indicó Sakura sacando un pequeño frasco que contenía el fragmento de uña – le extirpé esta parte del codo. ¿Se supone que eso es suficiente contacto?
-en este punto no estoy segura de nada. –Aclaró la tía observando la muestra en el frasco- tenemos datos y muchas especulaciones. Solo puedo decirle que Ino está luchando contra el proceso. Eso tal vez sea suficiente, o simplemente retrasa lo inevitable. Es con profundo pesar, que recomendaré a su madre mantenerla contralada.
-¿está hablando de aprisionarla?
-estoy hablando de un control estricto. –Aclaró la mujer Yamanaka- si acaso está sufriendo una trasformación, puede estar vulnerable al control mental de alguna de esas criaturas. ¿Quién sabe lo que hará contra nosotros, aun sin darse cuenta?
En ese punto tenía razón. Por mucho que quería a Ino, si se liberaba y causaba daño desde adentro, ¿hasta dónde llegaría? ¿Cómo confiar en ella cuando admitía libremente una pérdida de control? ¿Iba a perderla? ¿Sakura iba a perder a su mejor amiga? ¿Cuántas vidas más se sacrificarían por los demonios?
-tengo que informar de esto a Tsunade-sama…-dijo la pelirosa tratando de no mostrar su angustia- será una baja importante para el hospital. Seguramente encontraremos la solución a esto.
-podemos controlar la infección mental, -añadió Ayumi- y tal vez el ínfimo contacto con sangre demoniaca haya evitado una trasformación rápida. Pero el proceso parece estar en marcha, y no creo que podamos detenerlo.
-no lo permitiré, -anunció Sakura molesta- conseguiré una cura.
****************************************************************
Desde que recuperó la conciencia en aquella cama del improvisado hospital, Hinata Hyuuga ingresó a un mundo extraño. Volver a la vida, abrir los ojos a una Konoha devastada y hambrienta de la que poco tenía memoria, hizo a la joven preocuparse mucho. La cuidaban en el hospital como si temieran su inminente deceso. Su hermanita Hanabi, muchas veces se quedaba dormida ahí sentada, junto a la cama que Hinata ocupaba casi por obligación.
Hinata se sentía perfectamente. Su cuerpo no presentaba golpe o dolencia alguna. Solo una sensación parcial de estar fuera de forma para actuar como ninja. Las nociones del tiempo también habían sido una sorpresa. Escuchar los relatos de Hanabi, y algunos comentarios de Shizune o Sakura cuando pasaban a revisarla, le hacían razonar a la princesa que partes de su propia vida habían sido “borradas”. ¿Estuvo prisionera? ¿Realmente Konoha fue conquistada por los demonios?
En las noches, cuando dormía plácidamente, Hinata tenía extraños sueños. A veces tenía la ilusión de ser un conejo. Andando por el bosque, junto a su familia tan adorable como un peluche. Comiendo la hierba, royendo algunas frutas silvestres. A veces corriendo para ocultarse en los agujeros, y así evitar a los depredadores.
En otra ocasión, tuvo el sueño de ser una flor. En una mata perdida entre desierto y desierto. Sentía la brisa matinal golpearle y balancearla suavemente. Sentía que absorbía la calidez del sol, que podía beber la humedad en sus raíces. Solo una flor, mirando con sus pétalos al mundo que se movía en sus alrededores.
Se sentía en paz. Una paz que rara vez había sentido en la vida humana. Era como si compartiera las experiencias de otras formas de vida y disfrutara los distintos puntos de vista posibles. Al principio no dijo nada. No quería preocupar a los médicos porque temía que no la dieran de alta del hospital. Pero le dijo todo una tarde hablando con Hanabi. La pequeña le traía los comentarios de lo sucedido en la aldea y empezó a interesarse en esos sueños.
Hinata comenzó a contarle historias. Relatos que no creía conocer. Ser una coneja y sus crías por un bosque perdido del mundo. Una bellísima flor de color carmesí, junto al ojo de agua que dividía dos áridas tierras extrañas. Y luego la historia, aquella extraña fabula del hombre perdido en el mar azul.
-Hinata-Nee….-sonrió Hanabi mientras charlaban un día cualquiera- escuché un rumor. Algo extraño.
-¿Es malo o bueno? –consultó la princesa mayor.
-malo…-aclaro la niña- dicen en las calles, que Naruto-sama y los Biju que vinieron junto con las tropas de Suna. –se detuvo un momento para aspirar oxigeno- se han marchado. Han desertado de la guerra.
Hanabi bajó la vista con algo de depresión. Sabía que la partida de Naruto le dolería mucho a su hermana. Hinata sin embargo, se le quedó mirando como si esperara algo más. Eso era todo, no había más que ese rumor donde las bestias de chakra partieron con el ermitaño. Luego de pensarlo un minuto, Hinata volvió a retomar la palabra:
-Está bien. –señaló sorprendiendo a su hermana- Naruto-kun tendrá sus razones.
-pero…pero…Nee-san…-dudaba la niña- ¿no es traición?
-Naruto-kun salvó a esta aldea, y a nosotras según me has dicho Hanabi-chan. –Le sonrió la mayor con tranquilidad- ¿Por qué traicionar a quienes has salvado días antes?
-si pero…-no sabía cómo decirlo Hanabi- ¿Qué vamos a hacer ahora que Naruto-sama no nos ayudará?
-haremos lo que siempre han hecho los Shinobi de Konoha. –Añadió Hinata apenas- luchar para proteger a nuestros seres queridos. Naruto-kun regresó y le debemos nuestra gratitud, pero esta aldea ha sobrevivido a muchas guerras sin él, incluso antes que todos nosotros naciéramos. Siempre hemos luchado, y recuerda lo que Oto-sama decía, seguiremos luchando.
-para eso nos entrenaron…-agregó Hanabi seria y más recuperada- tienes razón Nee-san. No es el momento de llorar. Tienes que salir de este hospital, volveremos a ser fuertes.
Ambas hermanas sonrieron y se abrazaron. Hinata al principio no comprendió de donde salieron sus propias palabras. Antes, tal vez se hubiera dejado atrapar por la desesperanza al saber de la partida de Naruto. Pero justo ahora, comprendiendo un poco el valor de la vida para otras especies. Teniendo en cuenta la historia del hombre ahogado, y como el mundo seguía existiendo aun después de su muerte, había encontrado lo que seguramente todos necesitarían. Razones para luchar. Además, no podía nunca desconfiar de Naruto-kun. Si había vuelto para salvarlos, si la había salvado a ella como todos decían, si había unido fuerzas con los Biju por la razón que fuere, todos tenían que luchar a su modo. Tal como siempre lo había hecho Uzumaki Naruto.
**************************************************
Tres meses después…
El campo de batalla se extendía por kilómetros. Durante casi 6 horas de matanza sin sentido, los Biju habían dado cuenta de un ejército compuesto por 10.000 demonios y diablos. Naruto había formado parte de la batalla, Yombi era quien delineaba los movimientos del grupo mientras que Gobi había encontrado el campamento de esas criaturas con su infalible olfato. Había sido una victoria total, aunque no exenta de heridas. Horas después del combate, los Biju y Naruto se reunieron alrededor de una pira en llamas alimentada en partes igual por troncos caídos y cadáveres de enemigos.
Los Biju presentaban varias heridas en general. Esto era sorprendente porque nunca consideraron que las armas de los demonios pudieran herirlos. Naruto sin embargo, estaba completamente ileso. El uso de clones, el Rasen Shuriken y la presencia de las criaturas con colas en combate. Le hacían pasar desapercibido al punto que no presentaba daño alguno. Aun así, se sorprendía al comprobar que lanzas, espadas y otras armas ahora tiradas por todo el campo abierto, tenían una rara capacidad de dañar a los Biju.
-maldita sea…-gruñó Gobi sentándose entre sus colas y lamiendo sus heridas- ahora sabemos porque razón lograron capturar al estúpido de Kurama.
-nunca los enfrenté en campo abierto, -admitió Shukaku- en el desierto, mi control sobre la arena era una ventaja de distancia. Al parecer…-señalo mirando su vientre para desclavar una lanza- este hierro es algo especial.
Naruto los escuchaba hablar, y mientras tanto analizaba el filo de una gran espada bastarda (un tipo de arma a dos manos y de doble filo) tratando de entender la naturaleza del metal. La noche estaba cayendo en los alrededores y la fogata era única luz para distinguir las cosas. El hierro parecía común, pero reaccionaba al chakra como un conductor. Era más duro, más resistente. ¿Qué clase de material habían usado los demonios para crear estas armas?
-debemos andar con más cuidado hermanos…-indicó Yombi pensativo, mientras observaba a Naruto estudiar las armas- todos sufrimos heridas. Confiamos que no tendrían nada para causarnos daño. Tomarlos por sorpresa, usar nuestras Biju-dama, nos dio la ventaja definitiva. Pero ahora sabemos cómo pudieron capturar a Kurama, Isobu y Matatabi.
-Ahora sabemos….que tienen los medios para vencernos. –añadió Hachibi pensativo. –así que tendremos que pensar nuestro próximo movimiento con más cuidado.
-llevamos más de dos meses teniendo cuidado. –apuntó Sachibi cuyo movimiento de alas no se detenía a pesar de estar en el suelo- demasiado tiempo, para no poder saber nada de nuestros hermanos perdidos.
Eso era lo más extraño. No se explicaban como era imposible hallar el origen del cual los demonios no dejaban de aparecer. El lugar no se podía olfatear, porque Gobi no lo hallaba. No se podía rastrear por el uso masivo de chakra, o ya lo hubieran ubicado. Tampoco causaba perturbaciones naturales de grandes proporciones, o Naruto lo hubiera sabido. ¿Cómo podían venir a este mundo? ¿Dónde estaba el portal que les permitía el paso? Los Biju además tenían un problema adicional en el campamento. Naruto Uzumaki con el trascurrir de las semanas, se hacía más y más taciturno y silencioso. Cada vez era menos Naruto, y más aquel otro que residía en su interior. Las criaturas sabían que esto era inevitable, aunque lo lamentaban de todas formas.
De pronto, el rubio se puso de pie alejándose del campamento. Los Biju no le perdieron de vista ni un instante. El hombre regresó arrastrando el cadáver de un demonio astado, el sólido cuerpo no parecía pesar nada en manos del ermitaño que lo lanzó cercano a la fogata para que todos pudieran ver a la bestia muerta. Luego, antes que nadie siquiera pensara en preguntar los porque de esa acción, colocó uno de sus kunai sobre la piel del cadáver y apenas le causó algún daño mínimo al tratar de apuñalarlo. Luego, utilizó el filo de la espada que antes perteneció a los vencidos, y el cuerpo del monstruo muerto pareció de mantequilla ante el extraño hierro forjado por los demonios. Lo cortó con demasiada facilidad, y sin usar nada de chakra.
-interesante…-dijo ante el silencio general de todos- mis kunai, los que he traído desde que me fui de Konoha, tienen poca efectividad contra los cuerpos de demonios. Pero este hierro de color negro, un metal que parece tan frio como el hielo, atraviesa la carne de los demonios sin casi resistencia.
-¿y tú punto es…? –consultó Rokubi con ciertas dudas.
-que los Shinobi tendrán mayores oportunidades de ganar, empuñando armas hechas con este material.
Y este simple comentario encendió la mecha de una discusión que traía tiempo sin resolverse. Algunos de los Biju pensaban que era una estupidez darle armas antidemonios a los Shinobi de la alianza, basándose en el hecho que ellos también eran vulnerables a esas herramientas y por lo tanto nada impediría que las usaran en un futuro para volver a capturarlos. Otros, decían que solos era muy difícil rastrear los campamentos del enemigo, básicamente porque era difícil ocultar sus presencias y las tropas demonio se movían constantemente buscando botines. Naruto permanecía en silencio, dejándolos discutir el asunto y solo pensaba.
Cada oportunidad de dormir, era un momento para aprender algo nuevo. El dios que ahora el contenía, le enviaba recuerdos enseñándole su pasado. Estos recuerdos empujaban a sus propios recuerdos, propiciando que olvidara su pasado particular. Su línea de pensamiento estaba cambiando, lento pero seguro. ¿En realidad importaba que entregara este hierro a los humanos? Los Biju no eran menos extranjeros que los propios demonios. ¿Importaban las vidas de ninjas que se sacrificarían cuando recrudeciera la guerra? el chakra en sus cuerpos era un gran problema a solucionar por el equilibrio. Cuanto menos hubiera, era mejor. Además, había algo que aún se podía hacer para encontrar la base de los enemigos. Podía regresar a la aldea con el hierro para armas, y obtener la información de los interrogatorios que hace meses se hacían. Tal vez ellos habían descubierto algo, tal vez lo sabían aunque no pudieran utilizar la información.
-¡ES SUFICIENTE! –Gritó Hachibi y todos callaron de repente- ¡NO DEBEMOS OLVIDAR DONDE ESTA EL ENEMIGO! ¡NO PODEMOS PELEAR ENTRE NOSOTROS!
Todos guardaron silencio, se miraron unos a otros y nadie se atrevía a continuar la discusión. Gobi tal vez lo habría hecho, pero estaba más concentrado en lamer sus heridas que en llevar una conversación inútil sobre un punto de vista que nunca cambiaria. Los Biju estaban divididos, y los humanos tenían en cierto sentido, la culpa de que eso pasara. Siempre los humanos. Menos horripilantes qué diablos o demonios, pero igual de dañinos.
-debemos separarnos….-anunció Naruto- si dividimos nuestras fuerzas cubriremos más terreno. Podemos comunicarnos mentalmente usando el vínculo de ustedes.
Los Biju sabían que algo andaba mal. El anterior Naruto se había quedado junto a ellos para evitar su captura. Se quedaba con ellos para ayudarlos. Ahora este sujeto sugería separar el grupo, justo cuando encontraban un tipo de arma que podía dañarlos.
-¿tú que harás? –consultó Yombi estudiándolo.
-regresaré a Konoha. –Dijo sorprendiendo a los demás- llevare conmigo estas armas que están regadas por todo el campo. Me imagino que los humanos habrán descubierto algo interesante sobre nuestros enemigos con los demonios prisioneros allí.
-en los interrogatorios….-comento Yombi asintiendo- es al menos una oportunidad, ciertamente.
-sabes que no te dejaran irte una vez regresado…-le indicó Hachibi preocupado- la primera vez escapamos casi de sorpresa.
Entonces Naruto distrajo su análisis sobre la espada, los miró a todos en silencio y con una frialdad que helaba la sangre declaró:
-¿y quién puede detenerme?
**********************************************************
Tres meses….
Sakura Haruno había padecido esos tres meses. En silencio, sufriendo su propio sufrimiento sin que nadie tuviera la oportunidad de notarlo. Se había colocado una máscara de neutralidad que enseñaba a todos. Nadie tenía porque saber, nadie debía estar consolándola. El trabajo se acumulaba, el trabajo no cesaba de aparecer por cada rincón de la aldea de la hoja. Las preocupaciones diarias, le hacían esconder sus propios dolores personales, en un sinfín de excusas para todos, incluyéndose a sí misma.
El hospital estaba reconstruido en un 80%. La planta baja, el primer piso y el sótano. Seguían las tareas de construcción hacia arriba, de una estructura que supo tener dos pisos y ahora estaba pensaba para completar un tercero. El hospital general de la alianza sería el más grande y moderno del mundo. Ingenieros de Kumo y constructores de Suna apoyaban la restauración de cada aspecto en la villa que por el momento debía dar cobijo a todos. Mientras obreros iban y venían, Sakura cuidaba de todo aspecto referido a los pacientes del hospital. Cuando se retiraba por sus horarios de descanso, Ino era su principal preocupación. Dormía y comía cuando podía. No le interesaba nada ni nadie más en toda la población.
¿Por qué te fuiste Naruto?
Usualmente se lo preguntaba. ¿No le había ofrecido acompañarlo hasta el final? ¿era poca cosa esa intensión? Naruto se había ido de su vida una vez más, al igual que Sasuke en otro tiempo. Se sentía como aquella vez, donde quedó tirada en una banca de piedra sintiéndose la más inútil del mundo.
-Sakura-sama….-le interrumpió su caminar por los pasillos una enfermera- tenemos tres pacientes graves en las habitaciones 14, 15 y 16…. ¿qué hacemos…?
La Kunoichi no respondió, simplemente le miró fijamente y la enfermera se llamó a silencio. Rápidamente la guio por los cuartos hasta ponerla de frente al problema. Una aplicación aquí, un suero allá, algún jutsu curativo al final. Las enfermeras se movían alrededor tratando con nervios asistirla. Muchas de ellas, más entradas en años y en teoría con más experiencia, no podían creer la frialdad efectiva de esa niña para atender a tantas personas con precisión milimétrica. Finalmente, cuando hubo terminado los primeros auxilios, se dedicó a diagnosticar para que supieran como tratar los distintos problemas.
-paciente de la habitación 14, aplicar 1 miligramo de antídoto número 7, cada 6 horas. Paciente de la 15, vendas limpias en su brazo y paños de agua fría en su cabeza para mantener a baja la temperatura. Paciente de la 16 -firmó varias planillas dejando indicaciones sobre otros casos- algo de morfina….traten de que pueda estar cómodo.
Las enfermeras comprendieron. El joven Shinobi tenía heridas muy profundas con un tipo de veneno imposible de curar. Le quedaba pocas horas. La muerte siempre ganaba. Tsunade-sensei se lo había dicho hace mucho. Cuando Sakura comenzó su entrenamiento, creía como todo estudiante entusiasta que salvaría al mundo entero. Pero el medico más talentoso, tenía que agachar la cabeza con humildad ante su eterno e invencible rival. Era la vida, y la perdida de ella.
Sakura abandonó la zona efectiva del hospital. Fue a las oficinas donde tenía la parte administrativa, y a una decena de hombres o mujeres archivando informes, ordenando papeles y organizando de la mejor manera posible los documentos antiguos que se iban recuperando poco a poco de toda la villa. Muestras de sangre, datos para tratamientos con medicina alternativa. Tipos de plantas útiles para preparados artesanales. Shizune se había esforzado en esos últimos meses para recuperar el auge que supo tener la aldea en su hospital.
Llegó a su oficina, acomodó sus pertenencias para dejarla libre. Había recibido un mensaje codificado del frente de batalla, donde le asignaban al campamento general. Iría muy cerca de la batalla, luego de haber quedado regazada por su importancia organizativa para Konoha. Pero ahora, se la requería donde más podía ayudar. Donde sus puños, eran igualmente necesitados a sus jutsu curativos. Pensaba, siempre pensaba en las cosas perdidas. Era una necesidad que su mente no abandonaba. Se había prometido no llorar, se había prometido no ser inútil. Había una guerra allí afuera, había gente que sufría y moría. Ella no podía darse el lujo de pensar en su corazón.
Habiendo preparado sus cosas, dejó una carta leve para Shizune-sempai avisándole donde encontraría las carpetas correspondientes a los informes de su turno. Ahora el hospital quedaría completamente bajo el control de la morocha y debía saber cada detalle. Sakura tenía otra tarea, tal vez ocuparse de tomar su puesto junto a Tsunade-sama en las tiendas medicas del frente de batalla.
Salió del hospital, apresurando el paso. Habían enviado un escuadrón a buscarla específicamente. Sin embargo no viajaría sola. No podía hacerlo aunque lo quisiera. Fue a las casas del clan Yamanaka donde Ino entrenaba solitaria en el traspatio, siempre vigilada por uno o hasta dos parientes. La joven rubia la recibió con cordialidad. Se la veía mucho mejor. Había tenido meses difíciles donde cada día se parecía más a un demonio. Un increíble incremento de deseo sexual, un extraño sarpullido en su siempre perfecta piel que simulaba las formas de la piel de las Súcubos. Pensamientos crueles, y formas de hablar muy diferentes a la original Ino Yamanaka. Sin embargo, hacia 3 semanas que Sakura Haruno había encontrado una solución.
Fue un experimento de riesgo, un último recurso. Sakura había pasado todo el tiempo posible estudiando los detalles de la trasformación, había explorado en los interrogatorios toda la información obtenida por medio de las torturas, o por los jutsu mentales. Este último recurso era peligroso ya que la familia Yamanaka había sufrido muchísimo tratar de meterse en la mente de las criaturas capturadas. Demasiada maldad, demasiado caos. Aun así, los datos claves que le permitieron a Sakura diagramar su diagnóstico para salvar a su mejor amiga, vino de varias conversaciones con la única Erinia capturada.
Ella le dijo, luego de varios pequeños acuerdos que incluían una celda más cómoda, quitarle los grilletes a sus alas emplumadas, y comida más abundante; el método exacto por el cual una Súcubo trasformaba a otra mujer:
Flash back:
-Las Súcubos son demonios perversos y asquerosos. –dijo la Erinia que reveló su nombre como Biara- primero usas sus labios para tomar contacto con el enemigo. Le llaman…”beso de Seducción”. Básicamente hechizan a su objetivo para que pierda su voluntad. Para que ellas puedan seguir tomando vida de su presa. Las Súcubo puede además trasformar a las hembras en otras Súcubos. Usan el beso primero, y obligan a su víctima a tomar un poco de su sangre.
-¿sangre? –consultó Sakura sentada del otro lado de la mesa en la sala de interrogatorios.
-es su forma de sellar el pacto. –anunció la niña asintiendo calurosamente- Oka-sama siempre dice que cualquier tipo de criatura controlada por ellas puede ser trasformada en Súcubo, y que no sea un diablo por naturaleza.
-¿Por qué no pueden trasformar a los diablos?
-nuestra sangre, y la sangre de los demonios no puede mezclarse. –Añadió la Erinia- siempre muere quien cruza ambos tipos sanguíneos.
Fin del Flash back:
Entendiendo por Lógica la asquerosa explicación de como la sangre de una Súcubo, podía terminar en las uñas de un perro del infierno. Sakura extrajo de esa conversación un posible método para detener la infección que afectaba a Ino. Primero utilizó un poco de sangre de Biara, para analizarla en el laboratorio de Orochimaru y ver sus efectos al mezclarla con sangre de demonio. (Que extrajo de los prisioneros) a nivel celular, se destruían mutuamente hasta no quedar nada.
Luego de incansables experimentos, acatando algunas sugerencias de Orochimaru y Karin que observaron todo en un discreto segundo plano. Sakura decidió jugarse todo por el todo, para tratar de salvar la vida de una amiga que consideraba como hermana. Así fue, como dos meses después de la partida de Naruto, Sakura decidió apostar a esta solución para detener la trasformación.
Había recostado a su amiga sobre una cama cómoda, mientras varios integrantes del clan Yamanaka las rodeaban en un círculo perfecto para proteger a Sakura, o al menos evitar que Ino escapara. La rubia tenía sus dientes caninos más alargados y el color de sus ojos siempre en hermoso azul, ahora era oscuro como pozo del averno. La ataron, para que no se moviera y gruñía como un animal. Era el momento, tenía que ser esa la solución, o la perderían para siempre.
“tu amiga ha estado bebiendo semen…-le advirtió la Erinia Biara, y Sakura lo recordaba bien- eso fortalece a la Súcubo que se está despertando en su interior”.
Sakura recordaba cada detalle de sus conversaciones con Biara. La niña luego de algunos tratos más amables y con cierta intensión de revancha contra las súcubos, comenzó a colaborar más y mejor con Sakura para detallar lo que la pelirosa necesitaba saber para salvar a Ino. Muchos detalles eran asquerosos para la Kunoichi médico, pero natural para los diablos o demonios. Así fue como entendiendo el efecto de un poco de sangre de diablo mesclado en el torrente sanguíneo de alguien infectado por demonio, se arriesgó a tratar de controlar la parte nociva del proceso.
Inyectó una pequeña cantidad de sangre en el brazo donde supo estar herida Ino. Ella comenzó a gritar, a retorcerse como una poseída y a tratar de que sus parientes la soltaran del cautiverio de cuerdas y brazos atrapándola.
-¡Sakura no! –Gritaba Ino con una voz más profunda que la de siempre- ¡te quiero Sakura! ¡Eres mi hermana! ¡Me estas matandoooo!
Intentaba por todos los medios no ser inyectada, pero carecía de fuerza para liberarse. Finalmente, terminada la aplicación, comenzó a retorcerse y su piel cobró una tonalidad grisácea. Sakura comenzó a usar su chakra para curar el interior de su amiga. Una batalla donde glóbulos rojos de diablo chocaban contra los de demonio destruyéndose mutuamente. Sakura curaba las partes no infectadas de esa batalla, dejando que ambos contendientes se asesinaran hasta no quedar rastro de ninguno.
Fue un experimento de riesgo. El sistema inmunológico de Ino atacaba las células de diablo tratándolas como un agente extraño. Pero lo cierto era, que también las que había adoptado de un demonio eran letales. Así que todo el sistema colapsaba a niveles básicos.
La madre de Ino lloraba, viendo toda la escena desde una distancia prudente. Le preguntó a Sakura por los gritos de su hija. Pero Sakura, aun en su concentración donde revisaba cada sector de Ino para mantenerla con vida, declaró:
-tenía un veneno en la sangre, -anunció fríamente- encontré que este veneno solo puede matarlo otro tipo de veneno. Mientras ambos se destruyen, intento que el cuerpo de Ino no muera en el proceso.
Su mente estaba en blanco. El horror, el miedo a ver morir a su mejor amiga, la adrenalina que conllevaba su máxima concentración en el trabajo, todo unidos para no dejarla sentir ni pensar nada. Solo el trabajo, uno de precisión milimétrica, uno del que nadie estaría orgulloso. Si descubrían en la aldea que había estado experimentando en humanos con sangre de monstruo. Sería su fin.
7 horas después, luego de incontables curaciones y periodos de espera para ver como evolucionaba el cuerpo de la paciente, Sakura Haruno cayó rendida en brazos de los Yamanaka que la rodeaban. Se había agotado completamente. Había descargado ínfimas dosis de chakra durante todo ese tiempo curando al detalle cada sistema donde las células comenzaban a destruirse, por acción de las dos sangres luchando. 7 horas entre la vida y la muerte.
Algunas semanas después. Ino aun encerrada en las casas Yamanaka. Presentaba una mejoría total. Sus rasgos eran humanos, su chakra estaba estable. Había tenido problemas físicos que poco a poco mejoraron. Su cuerpo había sufrido lesiones musculares y otros desperfectos por causa de la violenta operación. Pero no tenía alas, ni cuernos, ni los colmillos que antes habían crecido y hoy eran dientes blancos de su hermosa sonrisa. Su cabello, su piel, su voz. Todo regresando al cauce normal. Cuando Sakura fue a buscarla para informarle que tenía órdenes de partir hacia el campamento de la alianza en el valle del fin; Ino Yamanaka la recibió con alegría. Totalmente recuperada.
-gracias Sakura. –Le dijo cuándo se abrazaron en el comedor- nunca voy a poder pagarte esto. Salvaste mi vida.
-no podía perderte también a ti. –Le dijo la pelirosa soltando un poco de la angustia que guardaba en su interior- me alegro tanto verte bien.
-hiciste un milagro. ¿Cómo supiste que la sangre de un monstruo, acabaría con la del otro?
-hice lo que tenía que hacer. –Añadió Sakura tratando de revelar el asunto demasiado- funcionó y es todo lo que importa. ¿Cómo te encuentras?
-increíblemente bien. –Sonrió la rubia- ni rastros de sueños malos, intensiones de matar y todo lo que me rodeaba. Se fue todo frentona, -indicó aliviada- mis jutsu además son más poderosos.
-¿y eso porque? –consultó la rosa algo alarmada por cualquier cambio.
-bueno, mientras tú hacías lo tuyo investigando como salvar mi trasero, -respondió Ino- yo tenía que lidiar con una sombra interna que trataba de convencerme de la necesidad de matar a todos y esclavizar a los hombres del mundo para mi placer sexual. Trataba de hacerme olvidar quien soy, y tuve la tarea de no permitirlo.
-¿en serio? ¿Y cómo lo lograste?
-use amuletos y talismanes. –sonrió la rubia como si fuera una broma.
-cerda jum…-gruño Sakura- ahora si te reconozco.
Pero Ino no había dicho mentira alguna. Realmente había usado amuletos y talismanes. Aunque no estuvieran relacionados con aquellas piedritas milagrosas que los comerciantes embusteros vendían por mágicas. Era otro tipo de amuletos, valiosos si se sabían usar, inútiles para personas que no entendieran su origen. Pero pasando de tema, Sakura anunció que se iba, y la rubia le dijo que se presentaría al campamento también. Ya que ahora podía decirse que no estaba enferma, tal como Sakura le había hecho figurar en los informes del hospital durante estos meses.
-Tsunade-sensei me ha llamado de urgencia, -finalizó la rosa acabando la charla y despidiéndose- tengo que irme.
-espera 5 minutos y también estaré lista. –Anunció la rubia- tenía órdenes de ir al frente de batalla desde hace un mes. Ahora que no estoy… “enferma”, -bromeó acentuando la palabra- tengo que trabajar como todos.
Ambas sonrieron contentas. Era bueno contar con una amiga en esos momentos difíciles. Tal vez Sakura no había salvado la vida de Ino por interés. Pero la rubia jamás lo olvidaría. Era una deuda de por vida, y algún día iba a recompensarla por ello.
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Los 4 hombres estaban arrodillas frente al Diablo y temblaban. La muerte en los aspectos más horribles les rodeaban y la criatura frente a ellos, solamente estaba por disponer el cómo y el cuándo. En una casa erigida de cuerpos, huesos y piel humanos, el líder del campamento tenía 4 juguetes nuevos para divertirse:
-Mi nombre es Moloch, -dijo el diablo azul y su cola fina le seguía adonde fuera- soy el nuevo amo de este mundo. Me sirvo de él, así como el humano se sustenta de los animales. Sus guerreros no son nada para mí. Sus ciudades pronto serán cenizas.
Mientras su señor hablaba, la guardia personal del gran Moloch “el estafador”, estaba rodeando la estructura y había 4 de ellos tras los prisioneros, esperando órdenes para saber qué hacer. Eran criaturas de aspecto humanoide, piel roja color fuego, armaduras de acero oscuro cubriendo todo su cuerpo. Tenían escudos forjados con el símbolo de un dragón abriendo sus fauces como preparado a lanzar llamas. Sus armas, unos espadones planos alargados, y tan filosos como exóticos. Eran 20, aunque supieron ser 100. Algún día, recuperaría su reino. Algún día lleno de riquezas, tropas, y sobre todo poder, seria nuevamente el terror de los 9 infiernos. “Poder”…lo que le recordó la razón de esos 4 humanos temblando como ramas en el viento.
-bien mis desafortunados esclavos, -declaró caminando frente a ellos de lado a lado, deteniéndose cada tanto a mirarlos- están a punto de morir de la forma más horrible que puedan vislumbrar. Aunque a decir verdad, Moloch es un ser compasivo en ciertos momentos.
Los sujetos habían sido ninjas de Kiri. Formaban parte de un grupo que tenía órdenes de comunicarse en el continente con cualquier fuerza militar humana que aun estuviera en actividad. No bien desembarcaron y se internaron en el bosque, habían sufrido una emboscada mientras dormían. No los mataron a todos, sobrevivieron 6 ninjas. Las dos mujeres del grupo no llegaron con Moloch, el grupo de ejército que los capturó las habían utilizado de la forma más horrible que se pudiera imaginar, para luego matarlas en cuanto se trasformaran en pedazos de carne que ni los perros consentían comer. Estos cuatro hombres, aun siendo torturados y todo, fueron conservados con vida para ser vendidos a Moloch en el campamento del portal entre mundos. Moloch aceptaba esclavos vivos, por sus almas.
-haré un pacto con ustedes. –Dijo el diablo azul sonriendo- si aceptan mis términos, sellaremos el acuerdo y eso me obligara a cumplir. Un diablo no puede renunciar a un pacto realizado por su sangre.
Los sujetos tenían tanto miedo que no entendían nada. ¿Qué extraño juego era ese?
-les perdonaré sus vidas, vivirán en mi ejército y trabajaran aquí bajo mis órdenes. –Añadió el diablo serio- y a cambio, me entregaran sus almas en el momento de la muerte. No cumplir los términos de mi acuerdo, les va a costar la vida, y me quedare con sus almas. ¿Entendido?
Estiró su mano derecha, color azul y con uñas negras alargadas. Frente a uno de los sujetos que debía besar esa mano para entregarse a Moloch, o morir. Las opciones eran escasas. El primer sujeto estaba demasiado aterrado por la posibilidad de canjear así su alma, por lo tanto no se movió para aceptar el acuerdo.
Moloch solo espero algunos segundos, y luego observó al guardia detrás del inclinado sujeto, para ordenarle visualmente lo que debía hacer. El guerrero obedeció al instante, extrajo una daga afilada de su vaina en la cintura, y le cortó el cuello al enemigo rendido. Los demás miraron con horror como la sangre escurría en el suelo, y Moloch sonreía divertido de sus expresiones.
-¡el siguiente! –dijo con sadismo y se puso frente a otro, que esta vez no dudo en tomar la mano del diablo.
Las uñas de Moloch dañaron el dorso de su mano y esa sangre que surgió confirmó el pacto. Un pequeño sello apareció en la muñeca del esclavo, y ahora su vida pertenecía al gran estafador. Como tantos otros, los esclavos que atendían a los demonios. Los que mantenían la estructura de baja del campamento. Si morían, sus almas eran atrapadas por Moloch y lo hacía más poderoso. Si resistían, servían como esclavos a la causa del mal. Un trato envenenado.
Cuando hubo terminado ese asunto, con los 3 nuevos esclavos consolidados. Moloch pasó a otros términos. Tenía información extraña sobre las guerras del mundo. Al parecer los humanos estaban ganando terreno contra los Diablos y sus ejércitos. Además, había extrañas “magias” del mundo humano a las que se podía echar mano.
-amo…-le dijo uno de sus capitanes que ingresó tras la salida de los esclavos- tenemos informes sobre poderes extraños que rondan nuestras fronteras.
-habla…-le ordenó Moloch que se sentó en su mesa lujosa a comer y beber.
-una humana, que es princesa de su pueblo, -prosiguió el capitán- tiene el poder de ver el futuro. Uno de los torturados que teníamos en las mazmorras, confeso que ella puede ver su propia muerte y así evitarla.
-interesante habilidad…-señaló el líder- ¿la han capturado?
-aun no señor, -indicó otro capitán- su pueblo fue masacrado casi totalmente. Los que escaparon no sabemos en donde se ocultan. Pero tenemos datos sobre el aspecto de la princesa. Pronto caerá en nuestras manos.
-tráiganla ante mi…-ordenó Moloch despreocupado- lleven tropas de elite. Una tropa compacta y poderosa. Rastreen esa humana y la quiero a mi pies en una semana. Sin ninguna herida, y sin corromperla.
Los soldados se inclinaron con respeto y dispusieron a retirarse cuando el líder volvió a dedicarles la palabra por última vez:
-¿Cuál es su nombre?
-los humanos la llaman… Shion. La princesa de la aldea demonio.
Los capitanes se retiraron y Moloch sonrió. “la princesa demonio” que nombre tan conveniente.
Fin del capítulo.
P/D: gracias Eva, siempre un gran placer recibir tus palabras que dan mas fuerzas para continuar.
P/D: se que me estoy tardando mucho para las conti, pero tengan la seguridad que terminare la historia.
P/D: si tienes dudas, agreguenlas en los comentarios para que les responda o las coloque en siguientes capitulos. (a veces no me doy cuenta si dejo algo suelto y el lector no lo entiende) con gusto responderé, ya sea en el capitulo o en un comentario. muchas gracias.
CAPITULO 10: BUSQUEDAS
Abrió los ojos confundida. No esperaba encontrar a quien sentado allí cerca, aguardaba su regreso tampoco esperaba tener que estar despertando a decir verdad, después de vaya a saber cuánto tiempo. Tsunade se reincorporó en la camilla que le oficiaba de cama. Después de casi 12 horas de dormir. Le tomó varios segundos dejar de estirarse y bostezar. A un costado de su improvisado lecho, estaba Naruto Uzumaki observándola fijamente.
-finalmente has despertado….
No le dijo mas, Tsunade rememoraba estar hablando con Shizune y sentir mucho sueño. Demasiado. ¿Qué le había pasado? ¿Acaso, la tímida Shizune había sido capaz de drogarla? La copa de sake tenía algo, ahora la Hokage estaba casi segura. Shizune le había inducido a dormir. ¡Justo cuando más trabajo había en la aldea! Sin dudas tendría una profunda y nada amistosa charla con su estudiante en cuanto la encontrara.
-Tsunade…tenemos que hablar.
-¿Qué haces aquí Naruto? –Consultó la Hokage sentándose de lado en la camilla y buscando los zapatos para colocárselos- ¿Qué quieres hablar conmigo?
-He tenido una conversación con los Biju. –Prosiguió Naruto, ya parado contra la puerta de brazos cruzados- hemos decidido viajar juntos y encontrar la base de los demonios.
-Eso es imprudente. –Añadió la mujer ya calzándose- no sabes cuánto poder tienen, ni cuantas tropas acumulan.
-Eso no importa, lo realmente vital es alejar a los Biju de Konoha. Ellos son el objetivo principal de los demonios, y sería mejor que por el momento esta villa no sufra más ataques.
Tsunade le miró seriamente. Naruto estaba neutro y sin emoción. No estaba consultándole nada, simplemente le comunicaba lo que iba a hacer. No esperaba una orden, simplemente informaba.
-No puedes tomar decisiones por todos. –Advirtió la fémina poniéndose de pie- tenemos que trabajar en equipo. Con la fuerza de Kumo, Suna y Konoha; sumados los Biju…. venceremos.
-los Biju son más inteligentes de lo que ustedes creen. –añadió el rubio caminando por el cuarto- saben perfectamente que una alianza con los humanos no va a durar. Han decidido tomar la iniciativa de la guerra, y mi compañía solo se explica porque compartimos el mismo objetivo.
-¿Qué objetivo?
-terminar la guerra. Acabar con los demonios, encontrar el equilibrio. Una vez más.
Tsunade caminó hacia la puerta de la habitación y justo cuando iba a salir dijo:
-No puedo permitir que te vayas nuevamente. –susurró apenas pero claro- no puedes desaparecer otra vez, por que llevas las esperanzas de todos contigo. Sé que ahora no te importa, sé que no has obtenido nada de lo que merecías por tus logros, pero aun así….Konoha te necesita y es mi deber obligarte a permanecer aquí. ¡Ni tú, ni los Biju deben irse!
Ella abrió la puerta dando por terminada la discusión. Entonces, le vio por el rabillo del ojo sonreír. Se volteó a comprender las razones de ese gesto y Naruto le aclaró antes de desaparecer en una nube de humo:
-Sabía que dirías eso. –Indicó con un gesto de su mano que pareció un saludo final- cuídate abuela.
Desapareció. Un clon, una maldita copia para decirle lo que hace tiempo había hecho. Seguramente se habían marchado de la aldea sin dejarlos ni replicar. ¿Por qué lo hacía? ¿Por qué arriesgaba todo lo que trataban de salvar? ¿No había tenido suficiente muerte ante sus ojos? A veces, muchas veces en realidad, Tsunade perdía las esperanzas de un mañana mejor. Era un ejercicio mental muy recurrente. Un momento de debilidad, una energía renovada para buscar continuar. ¿Cuánto tiempo podrían aguantar? ¿Cuántos muertos más deberían enterrar antes que la paz retorne al mundo conocido?
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-¡vamos Koji! ¡Con fuerza!
-¡sí! ¡Tú puedes lograrlo!
Alrededor del enorme martillo, un grupo de Shinobi dedicaba su tiempo de descanso a divertirse. Había toda una feria por la calle principal en donde comerciantes sin hogar intentaba levantarse económicamente. La aldea había sido recuperada, pero para levantarla llevaría todavía más tiempo. Los hombres en general tenían muchas privaciones y poco entretenimiento. Las horas de descanso se la pasaban en los bares rústicos o buscando que hacer. De ese tiempo breve en ocio, descubrieron una atracción particular. Se reunían alrededor del imponente martillo de guerra, antes propiedad del demonio líder, para competir en el honor de retirarlo de su sitio.
Bebían, charlaban y trataban de encontrar un poco de relajación a los eventos de la guerra. Los hombres en general, tenían esta forma de descarga mientras que las Kunoichi preferían pasar algo de su tiempo libre visitando en el cementerio a sus personas amadas. Cada caso sin embargo, podía encontrar excepciones. Hombres en cementerios, o mujeres en tabernas.
El martillo no se movía. Ni un centímetro, ni por un instante. Lo intentaron dos, luego cinco, más allá otros diez. Algunos advertían que ese mazo del demonio parecía debilitar a quien lo tocara por demasiado tiempo, sin embargo parecía inofensivo teniendo en cuenta su estado de quietud. Tenía un peso particularmente atroz. Algunos se preguntaban cómo podía cualquier ser, luchar en buen nivel teniendo que cargar con ese peso imposible. Se debía contar con una fuerza arrolladora, y hasta sería inútil porque perdería velocidad de combate.
-evidentemente no conocemos todos sus secretos. –Le dijo Orochimaru a Sasuke, mientras observaban al grupo de borrachos tratando de sacar el arma de su sitio- puedo detectar que absorbe energía de quien lo toca, aunque en cantidades mínimas.
-pesa demasiado. –Añadió el moreno Uchiha- he visto al Raikage tratar de sacarlo, y ni siquiera se ha movido. Si ese sujeto tan fuerte no puede extraerlo del suelo, dudo mucho que alguien pueda.
-tal vez es una forma de defensa Sasuke-kun. –Sonrió el Sannin levemente- imagino que un arma con peso imposible, es poco beneficio a su dueño. Tal vez tiene un sello, o un conjuro.
-¿un conjuro? ¿Hablas de magia?
-pero no los trucos baratos que conocemos. Habló de una forma de conjurar energía espiritual. Palabras, movimientos de manos. Un conjuro que tiene componentes verbales y somáticos. Incluso puede que necesiten materiales para realizarlo.
-¿Qué clase de materiales?
-cosas mundanas, pequeños implementos que sirven para enfocar el poder. Necesito más tiempo, -sonrió nuevamente, como un niño descubriendo el mundo- todo esto es muy nuevo, y fascinante.
Sasuke observó a su antiguo maestro. No parecía mentir en nada. Estaba realmente entregado al trabajo de investigación. Estaba autista del mundo desmoronándose a su alrededor. Su insaciable ambición de poder, había sido superada por una curiosidad de conocer, infinitamente superior en comparación. Pero una cosa lleva a la otra. Llegaría el tiempo, donde Orochimaru ya no se contentara con estudiar al enemigo. ¿Qué ocurriría en ese momento?
-Sasuke-sama….-dijo un ANBU, apareciendo junto al moreno- ha sido convocado a una reunión con los Kage.
El moreno asintió, cuando la desaparición de ANBU informante se había concretado, observó a su antiguo sensei y consultó antes de irse:
-¿Crees que ese martillo nos pueda causar problemas?
-Lo dudo Sasuke-kun…-resolvió responder el Sannin- en sí mismo, solo es un arma. El problema radica en quien la usa. Siempre y cuando no caiga en manos de los demonios, estará segura aun en el centro de Konoha. Está visto que con fuerza bruta, nadie lo puede mover.
Sasuke desapareció, y Orochimaru se giró para regresar a su laboratorio. Ese martillo le interesaba mucho más de lo que aparentaba ante otros. Pero no su uso como arma precisamente. Presentía en los grabados del mango, algunos secretos más interesantes que el manejo propio de dicha herramienta. Era una tarea pendiente, descubrir cómo controlar esa arma. O llevado el caso extremo, torturar a quien sea, para que le digan cómo usarla.
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En una sala apartada de la casa principal del clan Yamanaka, una joven Kunoichi medico esperaba. Hacía casi 4 horas que su supuesto turno había terminado. Pero las dificultades en Konoha, de la reconquista, no parecían tomar descanso. No acababa de acomodar de manera más o menos respetable los asuntos del hospital militar, cuando Sakura Haruno recibió una noticia preocupante. Tuvo que actuar, dejando las mansiones Uchiha mientras otros médicos intentaban entre varios suplantarla.
Ino le preocupaba demasiado.
Después del examen físico que reveló la herida del brazo, luego de advertir que la rubia podía estar bajo amenaza por parte de algún demonio atacante en sueños, Sakura tuvo que llevar a su amiga para averiguar qué tan mala estaba la situación. Algunas Kunoichi de su familia, en las que destacaba Ayumi Yamanaka, se encargaron de usar sus jutsu para hacer entrar en transe a Ino. El objetivo era obtener información sobre el malestar espiritual que la joven portaba de hace días. Sakura tuvo que salir del cuarto, luego de asegurar que estaría esperando afuera en caso de necesitarse un médico, se tuvo que retirar por que las técnicas secretas del clan manipulador de mentes no debían revelarse.
Durante una hora exacta esperó con paciencia.
Su cabeza y corazón eran un gran lio. Sentía una gran impotencia. A pesar de todo lo estudiado, a pesar de todo el esfuerzo para convertirse en la mejor Kunoichi médico, siempre presentía en sus acciones la derrota inevitable. Sakura Haruno rememoraba, cuando todo era felicidad. El equipo 7, las travesuras de Naruto, los fastidios infantiles de Sasuke, la aventura que emprendieron para averiguar el rostro descubierto de Kakashi-sensei. De todo cuanto recordaba en el pasado, aun las situaciones de más dolor, ahora parecía brillantes y dignas de añoranza.
-Sakura-san….
La salida de Ayumi Yamanaka la tomó por sorpresa. Apoyada en un muro de brazos cruzados, Sakura se había perdido en su propia memoria. Pudo notar enseguida la preocupación de la tía de Ino. Realmente era algo grave, no tenía que ver con un mal presentimiento fallido. No era un delirio de persecución. Ino se dio cuenta que estaba siendo manipulada, que algo en su cuerpo o mente no estaba bien. Era impresionante que en estado de “títere”, diera cuenta de su situación.
-¿Qué sucede Ayumi-sama?
La mujer era hermosa, rubia esbelta y de cuerpo perfecto. Pensándolo bien, prácticamente todas las féminas del clan tenía una delicada belleza que las destacaba. Cualquier otra mujer, podía verse tosca junto a ellas, no era cosa de Ino solamente, todas parecían llevarlo en los genes.
-su preocupación era válida Sakura-san, -inició la mujer- Ino-chan tiene muchas dificultades. Su mente está dividida.
-¿dividida?
-alguien ha infectado su subconsciente. –Intentó explicarlo la rubia- la marca detrás de su hombro no es natural. Una de esas mujeres demonio, las súcubos precisamente, ha marcado a Ino-chan cuando ella estuvo de incognito en esta aldea hace casi una semana.
-¿Qué efecto tiene eso?
-según datos que incorporamos de los interrogatorios y de la mente de Ino-chan, las demonios tienen el poder de trasformar otras mujeres a su raza. Sus besos extraen la vida del receptor, o en el caso de las hembras, las trasforman en otras súcubos.
-¿significa que Ino, se está trasformando en esas cosas?
-normalmente, -prosiguió la Yamanaka seria- el proceso debería hacerle perder el control. Deseo sexual incontrolable, instinto asesino, cambios físicos lentos pero irremediables.
-¿Cómo podemos ayudarla?
-no lo sabemos, -anunció Ayumi- tenemos lo poco que esas demonios dijeron. Los besos absorben vida, también marcan a otras hembras para transformarlas. Las súcubos no son fuertes físicamente, pero destacan por su capacidad para “encantar” a los hombres. Tienen técnicas para controlarlos y seducirlos. Además…
-¿además?
-el semen de los machos aumenta el poder de esas demonio. –continuo la mujer, aunque se notaba avergonzada por lo que diría- lo….ingieren.
La sensación vomitiva recorrió el estómago de Sakura y casi perdió el control. Sin embargo, la situación ameritaba mantener calma. Ino estaba en problemas, de alguna manera una de esas mujeres se había acercado a la rubia y le había besado la espalda. ¿Cómo pudo descuidarse? ¿Cuándo pudieron hacerlo?
-en Konoha, Ino-chan espiaba para nosotros. –Añadió la tía argumentando- estaba disfrazada como una de ellas, y cuando el grupo de mujeres se reunió, la líder del grupo le dio un beso a cada una. Supongo que en un súcubo natural no tiene efecto alguno. Pero Ino…
Solo era un disfraz. Ino solo tenía un disfraz con un jutsu. Sakura comprendió que casi de casualidad había sido infectada su amiga. Ahora solo tenían que hallar el modo de salvarla.
-¿solo por el beso de una súcubo, se está trasformando en una de ellas? –consultó la rosa tratando de encontrar una respuesta al problema.
-No es solo eso. –Añadió Ayumi- según datos recopilados de los interrogatorios, también debe estar en contacto con la sangre maldita de esas mujeres. Por eso no entendemos como está sucediendo el cambio y…
-Ino sufrió el ataque de un sabueso, -le indicó Sakura sacando un pequeño frasco que contenía el fragmento de uña – le extirpé esta parte del codo. ¿Se supone que eso es suficiente contacto?
-en este punto no estoy segura de nada. –Aclaró la tía observando la muestra en el frasco- tenemos datos y muchas especulaciones. Solo puedo decirle que Ino está luchando contra el proceso. Eso tal vez sea suficiente, o simplemente retrasa lo inevitable. Es con profundo pesar, que recomendaré a su madre mantenerla contralada.
-¿está hablando de aprisionarla?
-estoy hablando de un control estricto. –Aclaró la mujer Yamanaka- si acaso está sufriendo una trasformación, puede estar vulnerable al control mental de alguna de esas criaturas. ¿Quién sabe lo que hará contra nosotros, aun sin darse cuenta?
En ese punto tenía razón. Por mucho que quería a Ino, si se liberaba y causaba daño desde adentro, ¿hasta dónde llegaría? ¿Cómo confiar en ella cuando admitía libremente una pérdida de control? ¿Iba a perderla? ¿Sakura iba a perder a su mejor amiga? ¿Cuántas vidas más se sacrificarían por los demonios?
-tengo que informar de esto a Tsunade-sama…-dijo la pelirosa tratando de no mostrar su angustia- será una baja importante para el hospital. Seguramente encontraremos la solución a esto.
-podemos controlar la infección mental, -añadió Ayumi- y tal vez el ínfimo contacto con sangre demoniaca haya evitado una trasformación rápida. Pero el proceso parece estar en marcha, y no creo que podamos detenerlo.
-no lo permitiré, -anunció Sakura molesta- conseguiré una cura.
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Desde que recuperó la conciencia en aquella cama del improvisado hospital, Hinata Hyuuga ingresó a un mundo extraño. Volver a la vida, abrir los ojos a una Konoha devastada y hambrienta de la que poco tenía memoria, hizo a la joven preocuparse mucho. La cuidaban en el hospital como si temieran su inminente deceso. Su hermanita Hanabi, muchas veces se quedaba dormida ahí sentada, junto a la cama que Hinata ocupaba casi por obligación.
Hinata se sentía perfectamente. Su cuerpo no presentaba golpe o dolencia alguna. Solo una sensación parcial de estar fuera de forma para actuar como ninja. Las nociones del tiempo también habían sido una sorpresa. Escuchar los relatos de Hanabi, y algunos comentarios de Shizune o Sakura cuando pasaban a revisarla, le hacían razonar a la princesa que partes de su propia vida habían sido “borradas”. ¿Estuvo prisionera? ¿Realmente Konoha fue conquistada por los demonios?
En las noches, cuando dormía plácidamente, Hinata tenía extraños sueños. A veces tenía la ilusión de ser un conejo. Andando por el bosque, junto a su familia tan adorable como un peluche. Comiendo la hierba, royendo algunas frutas silvestres. A veces corriendo para ocultarse en los agujeros, y así evitar a los depredadores.
En otra ocasión, tuvo el sueño de ser una flor. En una mata perdida entre desierto y desierto. Sentía la brisa matinal golpearle y balancearla suavemente. Sentía que absorbía la calidez del sol, que podía beber la humedad en sus raíces. Solo una flor, mirando con sus pétalos al mundo que se movía en sus alrededores.
Se sentía en paz. Una paz que rara vez había sentido en la vida humana. Era como si compartiera las experiencias de otras formas de vida y disfrutara los distintos puntos de vista posibles. Al principio no dijo nada. No quería preocupar a los médicos porque temía que no la dieran de alta del hospital. Pero le dijo todo una tarde hablando con Hanabi. La pequeña le traía los comentarios de lo sucedido en la aldea y empezó a interesarse en esos sueños.
Hinata comenzó a contarle historias. Relatos que no creía conocer. Ser una coneja y sus crías por un bosque perdido del mundo. Una bellísima flor de color carmesí, junto al ojo de agua que dividía dos áridas tierras extrañas. Y luego la historia, aquella extraña fabula del hombre perdido en el mar azul.
-Hinata-Nee….-sonrió Hanabi mientras charlaban un día cualquiera- escuché un rumor. Algo extraño.
-¿Es malo o bueno? –consultó la princesa mayor.
-malo…-aclaro la niña- dicen en las calles, que Naruto-sama y los Biju que vinieron junto con las tropas de Suna. –se detuvo un momento para aspirar oxigeno- se han marchado. Han desertado de la guerra.
Hanabi bajó la vista con algo de depresión. Sabía que la partida de Naruto le dolería mucho a su hermana. Hinata sin embargo, se le quedó mirando como si esperara algo más. Eso era todo, no había más que ese rumor donde las bestias de chakra partieron con el ermitaño. Luego de pensarlo un minuto, Hinata volvió a retomar la palabra:
-Está bien. –señaló sorprendiendo a su hermana- Naruto-kun tendrá sus razones.
-pero…pero…Nee-san…-dudaba la niña- ¿no es traición?
-Naruto-kun salvó a esta aldea, y a nosotras según me has dicho Hanabi-chan. –Le sonrió la mayor con tranquilidad- ¿Por qué traicionar a quienes has salvado días antes?
-si pero…-no sabía cómo decirlo Hanabi- ¿Qué vamos a hacer ahora que Naruto-sama no nos ayudará?
-haremos lo que siempre han hecho los Shinobi de Konoha. –Añadió Hinata apenas- luchar para proteger a nuestros seres queridos. Naruto-kun regresó y le debemos nuestra gratitud, pero esta aldea ha sobrevivido a muchas guerras sin él, incluso antes que todos nosotros naciéramos. Siempre hemos luchado, y recuerda lo que Oto-sama decía, seguiremos luchando.
-para eso nos entrenaron…-agregó Hanabi seria y más recuperada- tienes razón Nee-san. No es el momento de llorar. Tienes que salir de este hospital, volveremos a ser fuertes.
Ambas hermanas sonrieron y se abrazaron. Hinata al principio no comprendió de donde salieron sus propias palabras. Antes, tal vez se hubiera dejado atrapar por la desesperanza al saber de la partida de Naruto. Pero justo ahora, comprendiendo un poco el valor de la vida para otras especies. Teniendo en cuenta la historia del hombre ahogado, y como el mundo seguía existiendo aun después de su muerte, había encontrado lo que seguramente todos necesitarían. Razones para luchar. Además, no podía nunca desconfiar de Naruto-kun. Si había vuelto para salvarlos, si la había salvado a ella como todos decían, si había unido fuerzas con los Biju por la razón que fuere, todos tenían que luchar a su modo. Tal como siempre lo había hecho Uzumaki Naruto.
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Tres meses después…
El campo de batalla se extendía por kilómetros. Durante casi 6 horas de matanza sin sentido, los Biju habían dado cuenta de un ejército compuesto por 10.000 demonios y diablos. Naruto había formado parte de la batalla, Yombi era quien delineaba los movimientos del grupo mientras que Gobi había encontrado el campamento de esas criaturas con su infalible olfato. Había sido una victoria total, aunque no exenta de heridas. Horas después del combate, los Biju y Naruto se reunieron alrededor de una pira en llamas alimentada en partes igual por troncos caídos y cadáveres de enemigos.
Los Biju presentaban varias heridas en general. Esto era sorprendente porque nunca consideraron que las armas de los demonios pudieran herirlos. Naruto sin embargo, estaba completamente ileso. El uso de clones, el Rasen Shuriken y la presencia de las criaturas con colas en combate. Le hacían pasar desapercibido al punto que no presentaba daño alguno. Aun así, se sorprendía al comprobar que lanzas, espadas y otras armas ahora tiradas por todo el campo abierto, tenían una rara capacidad de dañar a los Biju.
-maldita sea…-gruñó Gobi sentándose entre sus colas y lamiendo sus heridas- ahora sabemos porque razón lograron capturar al estúpido de Kurama.
-nunca los enfrenté en campo abierto, -admitió Shukaku- en el desierto, mi control sobre la arena era una ventaja de distancia. Al parecer…-señalo mirando su vientre para desclavar una lanza- este hierro es algo especial.
Naruto los escuchaba hablar, y mientras tanto analizaba el filo de una gran espada bastarda (un tipo de arma a dos manos y de doble filo) tratando de entender la naturaleza del metal. La noche estaba cayendo en los alrededores y la fogata era única luz para distinguir las cosas. El hierro parecía común, pero reaccionaba al chakra como un conductor. Era más duro, más resistente. ¿Qué clase de material habían usado los demonios para crear estas armas?
-debemos andar con más cuidado hermanos…-indicó Yombi pensativo, mientras observaba a Naruto estudiar las armas- todos sufrimos heridas. Confiamos que no tendrían nada para causarnos daño. Tomarlos por sorpresa, usar nuestras Biju-dama, nos dio la ventaja definitiva. Pero ahora sabemos cómo pudieron capturar a Kurama, Isobu y Matatabi.
-Ahora sabemos….que tienen los medios para vencernos. –añadió Hachibi pensativo. –así que tendremos que pensar nuestro próximo movimiento con más cuidado.
-llevamos más de dos meses teniendo cuidado. –apuntó Sachibi cuyo movimiento de alas no se detenía a pesar de estar en el suelo- demasiado tiempo, para no poder saber nada de nuestros hermanos perdidos.
Eso era lo más extraño. No se explicaban como era imposible hallar el origen del cual los demonios no dejaban de aparecer. El lugar no se podía olfatear, porque Gobi no lo hallaba. No se podía rastrear por el uso masivo de chakra, o ya lo hubieran ubicado. Tampoco causaba perturbaciones naturales de grandes proporciones, o Naruto lo hubiera sabido. ¿Cómo podían venir a este mundo? ¿Dónde estaba el portal que les permitía el paso? Los Biju además tenían un problema adicional en el campamento. Naruto Uzumaki con el trascurrir de las semanas, se hacía más y más taciturno y silencioso. Cada vez era menos Naruto, y más aquel otro que residía en su interior. Las criaturas sabían que esto era inevitable, aunque lo lamentaban de todas formas.
De pronto, el rubio se puso de pie alejándose del campamento. Los Biju no le perdieron de vista ni un instante. El hombre regresó arrastrando el cadáver de un demonio astado, el sólido cuerpo no parecía pesar nada en manos del ermitaño que lo lanzó cercano a la fogata para que todos pudieran ver a la bestia muerta. Luego, antes que nadie siquiera pensara en preguntar los porque de esa acción, colocó uno de sus kunai sobre la piel del cadáver y apenas le causó algún daño mínimo al tratar de apuñalarlo. Luego, utilizó el filo de la espada que antes perteneció a los vencidos, y el cuerpo del monstruo muerto pareció de mantequilla ante el extraño hierro forjado por los demonios. Lo cortó con demasiada facilidad, y sin usar nada de chakra.
-interesante…-dijo ante el silencio general de todos- mis kunai, los que he traído desde que me fui de Konoha, tienen poca efectividad contra los cuerpos de demonios. Pero este hierro de color negro, un metal que parece tan frio como el hielo, atraviesa la carne de los demonios sin casi resistencia.
-¿y tú punto es…? –consultó Rokubi con ciertas dudas.
-que los Shinobi tendrán mayores oportunidades de ganar, empuñando armas hechas con este material.
Y este simple comentario encendió la mecha de una discusión que traía tiempo sin resolverse. Algunos de los Biju pensaban que era una estupidez darle armas antidemonios a los Shinobi de la alianza, basándose en el hecho que ellos también eran vulnerables a esas herramientas y por lo tanto nada impediría que las usaran en un futuro para volver a capturarlos. Otros, decían que solos era muy difícil rastrear los campamentos del enemigo, básicamente porque era difícil ocultar sus presencias y las tropas demonio se movían constantemente buscando botines. Naruto permanecía en silencio, dejándolos discutir el asunto y solo pensaba.
Cada oportunidad de dormir, era un momento para aprender algo nuevo. El dios que ahora el contenía, le enviaba recuerdos enseñándole su pasado. Estos recuerdos empujaban a sus propios recuerdos, propiciando que olvidara su pasado particular. Su línea de pensamiento estaba cambiando, lento pero seguro. ¿En realidad importaba que entregara este hierro a los humanos? Los Biju no eran menos extranjeros que los propios demonios. ¿Importaban las vidas de ninjas que se sacrificarían cuando recrudeciera la guerra? el chakra en sus cuerpos era un gran problema a solucionar por el equilibrio. Cuanto menos hubiera, era mejor. Además, había algo que aún se podía hacer para encontrar la base de los enemigos. Podía regresar a la aldea con el hierro para armas, y obtener la información de los interrogatorios que hace meses se hacían. Tal vez ellos habían descubierto algo, tal vez lo sabían aunque no pudieran utilizar la información.
-¡ES SUFICIENTE! –Gritó Hachibi y todos callaron de repente- ¡NO DEBEMOS OLVIDAR DONDE ESTA EL ENEMIGO! ¡NO PODEMOS PELEAR ENTRE NOSOTROS!
Todos guardaron silencio, se miraron unos a otros y nadie se atrevía a continuar la discusión. Gobi tal vez lo habría hecho, pero estaba más concentrado en lamer sus heridas que en llevar una conversación inútil sobre un punto de vista que nunca cambiaria. Los Biju estaban divididos, y los humanos tenían en cierto sentido, la culpa de que eso pasara. Siempre los humanos. Menos horripilantes qué diablos o demonios, pero igual de dañinos.
-debemos separarnos….-anunció Naruto- si dividimos nuestras fuerzas cubriremos más terreno. Podemos comunicarnos mentalmente usando el vínculo de ustedes.
Los Biju sabían que algo andaba mal. El anterior Naruto se había quedado junto a ellos para evitar su captura. Se quedaba con ellos para ayudarlos. Ahora este sujeto sugería separar el grupo, justo cuando encontraban un tipo de arma que podía dañarlos.
-¿tú que harás? –consultó Yombi estudiándolo.
-regresaré a Konoha. –Dijo sorprendiendo a los demás- llevare conmigo estas armas que están regadas por todo el campo. Me imagino que los humanos habrán descubierto algo interesante sobre nuestros enemigos con los demonios prisioneros allí.
-en los interrogatorios….-comento Yombi asintiendo- es al menos una oportunidad, ciertamente.
-sabes que no te dejaran irte una vez regresado…-le indicó Hachibi preocupado- la primera vez escapamos casi de sorpresa.
Entonces Naruto distrajo su análisis sobre la espada, los miró a todos en silencio y con una frialdad que helaba la sangre declaró:
-¿y quién puede detenerme?
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Tres meses….
Sakura Haruno había padecido esos tres meses. En silencio, sufriendo su propio sufrimiento sin que nadie tuviera la oportunidad de notarlo. Se había colocado una máscara de neutralidad que enseñaba a todos. Nadie tenía porque saber, nadie debía estar consolándola. El trabajo se acumulaba, el trabajo no cesaba de aparecer por cada rincón de la aldea de la hoja. Las preocupaciones diarias, le hacían esconder sus propios dolores personales, en un sinfín de excusas para todos, incluyéndose a sí misma.
El hospital estaba reconstruido en un 80%. La planta baja, el primer piso y el sótano. Seguían las tareas de construcción hacia arriba, de una estructura que supo tener dos pisos y ahora estaba pensaba para completar un tercero. El hospital general de la alianza sería el más grande y moderno del mundo. Ingenieros de Kumo y constructores de Suna apoyaban la restauración de cada aspecto en la villa que por el momento debía dar cobijo a todos. Mientras obreros iban y venían, Sakura cuidaba de todo aspecto referido a los pacientes del hospital. Cuando se retiraba por sus horarios de descanso, Ino era su principal preocupación. Dormía y comía cuando podía. No le interesaba nada ni nadie más en toda la población.
¿Por qué te fuiste Naruto?
Usualmente se lo preguntaba. ¿No le había ofrecido acompañarlo hasta el final? ¿era poca cosa esa intensión? Naruto se había ido de su vida una vez más, al igual que Sasuke en otro tiempo. Se sentía como aquella vez, donde quedó tirada en una banca de piedra sintiéndose la más inútil del mundo.
-Sakura-sama….-le interrumpió su caminar por los pasillos una enfermera- tenemos tres pacientes graves en las habitaciones 14, 15 y 16…. ¿qué hacemos…?
La Kunoichi no respondió, simplemente le miró fijamente y la enfermera se llamó a silencio. Rápidamente la guio por los cuartos hasta ponerla de frente al problema. Una aplicación aquí, un suero allá, algún jutsu curativo al final. Las enfermeras se movían alrededor tratando con nervios asistirla. Muchas de ellas, más entradas en años y en teoría con más experiencia, no podían creer la frialdad efectiva de esa niña para atender a tantas personas con precisión milimétrica. Finalmente, cuando hubo terminado los primeros auxilios, se dedicó a diagnosticar para que supieran como tratar los distintos problemas.
-paciente de la habitación 14, aplicar 1 miligramo de antídoto número 7, cada 6 horas. Paciente de la 15, vendas limpias en su brazo y paños de agua fría en su cabeza para mantener a baja la temperatura. Paciente de la 16 -firmó varias planillas dejando indicaciones sobre otros casos- algo de morfina….traten de que pueda estar cómodo.
Las enfermeras comprendieron. El joven Shinobi tenía heridas muy profundas con un tipo de veneno imposible de curar. Le quedaba pocas horas. La muerte siempre ganaba. Tsunade-sensei se lo había dicho hace mucho. Cuando Sakura comenzó su entrenamiento, creía como todo estudiante entusiasta que salvaría al mundo entero. Pero el medico más talentoso, tenía que agachar la cabeza con humildad ante su eterno e invencible rival. Era la vida, y la perdida de ella.
Sakura abandonó la zona efectiva del hospital. Fue a las oficinas donde tenía la parte administrativa, y a una decena de hombres o mujeres archivando informes, ordenando papeles y organizando de la mejor manera posible los documentos antiguos que se iban recuperando poco a poco de toda la villa. Muestras de sangre, datos para tratamientos con medicina alternativa. Tipos de plantas útiles para preparados artesanales. Shizune se había esforzado en esos últimos meses para recuperar el auge que supo tener la aldea en su hospital.
Llegó a su oficina, acomodó sus pertenencias para dejarla libre. Había recibido un mensaje codificado del frente de batalla, donde le asignaban al campamento general. Iría muy cerca de la batalla, luego de haber quedado regazada por su importancia organizativa para Konoha. Pero ahora, se la requería donde más podía ayudar. Donde sus puños, eran igualmente necesitados a sus jutsu curativos. Pensaba, siempre pensaba en las cosas perdidas. Era una necesidad que su mente no abandonaba. Se había prometido no llorar, se había prometido no ser inútil. Había una guerra allí afuera, había gente que sufría y moría. Ella no podía darse el lujo de pensar en su corazón.
Habiendo preparado sus cosas, dejó una carta leve para Shizune-sempai avisándole donde encontraría las carpetas correspondientes a los informes de su turno. Ahora el hospital quedaría completamente bajo el control de la morocha y debía saber cada detalle. Sakura tenía otra tarea, tal vez ocuparse de tomar su puesto junto a Tsunade-sama en las tiendas medicas del frente de batalla.
Salió del hospital, apresurando el paso. Habían enviado un escuadrón a buscarla específicamente. Sin embargo no viajaría sola. No podía hacerlo aunque lo quisiera. Fue a las casas del clan Yamanaka donde Ino entrenaba solitaria en el traspatio, siempre vigilada por uno o hasta dos parientes. La joven rubia la recibió con cordialidad. Se la veía mucho mejor. Había tenido meses difíciles donde cada día se parecía más a un demonio. Un increíble incremento de deseo sexual, un extraño sarpullido en su siempre perfecta piel que simulaba las formas de la piel de las Súcubos. Pensamientos crueles, y formas de hablar muy diferentes a la original Ino Yamanaka. Sin embargo, hacia 3 semanas que Sakura Haruno había encontrado una solución.
Fue un experimento de riesgo, un último recurso. Sakura había pasado todo el tiempo posible estudiando los detalles de la trasformación, había explorado en los interrogatorios toda la información obtenida por medio de las torturas, o por los jutsu mentales. Este último recurso era peligroso ya que la familia Yamanaka había sufrido muchísimo tratar de meterse en la mente de las criaturas capturadas. Demasiada maldad, demasiado caos. Aun así, los datos claves que le permitieron a Sakura diagramar su diagnóstico para salvar a su mejor amiga, vino de varias conversaciones con la única Erinia capturada.
Ella le dijo, luego de varios pequeños acuerdos que incluían una celda más cómoda, quitarle los grilletes a sus alas emplumadas, y comida más abundante; el método exacto por el cual una Súcubo trasformaba a otra mujer:
Flash back:
-Las Súcubos son demonios perversos y asquerosos. –dijo la Erinia que reveló su nombre como Biara- primero usas sus labios para tomar contacto con el enemigo. Le llaman…”beso de Seducción”. Básicamente hechizan a su objetivo para que pierda su voluntad. Para que ellas puedan seguir tomando vida de su presa. Las Súcubo puede además trasformar a las hembras en otras Súcubos. Usan el beso primero, y obligan a su víctima a tomar un poco de su sangre.
-¿sangre? –consultó Sakura sentada del otro lado de la mesa en la sala de interrogatorios.
-es su forma de sellar el pacto. –anunció la niña asintiendo calurosamente- Oka-sama siempre dice que cualquier tipo de criatura controlada por ellas puede ser trasformada en Súcubo, y que no sea un diablo por naturaleza.
-¿Por qué no pueden trasformar a los diablos?
-nuestra sangre, y la sangre de los demonios no puede mezclarse. –Añadió la Erinia- siempre muere quien cruza ambos tipos sanguíneos.
Fin del Flash back:
Entendiendo por Lógica la asquerosa explicación de como la sangre de una Súcubo, podía terminar en las uñas de un perro del infierno. Sakura extrajo de esa conversación un posible método para detener la infección que afectaba a Ino. Primero utilizó un poco de sangre de Biara, para analizarla en el laboratorio de Orochimaru y ver sus efectos al mezclarla con sangre de demonio. (Que extrajo de los prisioneros) a nivel celular, se destruían mutuamente hasta no quedar nada.
Luego de incansables experimentos, acatando algunas sugerencias de Orochimaru y Karin que observaron todo en un discreto segundo plano. Sakura decidió jugarse todo por el todo, para tratar de salvar la vida de una amiga que consideraba como hermana. Así fue, como dos meses después de la partida de Naruto, Sakura decidió apostar a esta solución para detener la trasformación.
Había recostado a su amiga sobre una cama cómoda, mientras varios integrantes del clan Yamanaka las rodeaban en un círculo perfecto para proteger a Sakura, o al menos evitar que Ino escapara. La rubia tenía sus dientes caninos más alargados y el color de sus ojos siempre en hermoso azul, ahora era oscuro como pozo del averno. La ataron, para que no se moviera y gruñía como un animal. Era el momento, tenía que ser esa la solución, o la perderían para siempre.
“tu amiga ha estado bebiendo semen…-le advirtió la Erinia Biara, y Sakura lo recordaba bien- eso fortalece a la Súcubo que se está despertando en su interior”.
Sakura recordaba cada detalle de sus conversaciones con Biara. La niña luego de algunos tratos más amables y con cierta intensión de revancha contra las súcubos, comenzó a colaborar más y mejor con Sakura para detallar lo que la pelirosa necesitaba saber para salvar a Ino. Muchos detalles eran asquerosos para la Kunoichi médico, pero natural para los diablos o demonios. Así fue como entendiendo el efecto de un poco de sangre de diablo mesclado en el torrente sanguíneo de alguien infectado por demonio, se arriesgó a tratar de controlar la parte nociva del proceso.
Inyectó una pequeña cantidad de sangre en el brazo donde supo estar herida Ino. Ella comenzó a gritar, a retorcerse como una poseída y a tratar de que sus parientes la soltaran del cautiverio de cuerdas y brazos atrapándola.
-¡Sakura no! –Gritaba Ino con una voz más profunda que la de siempre- ¡te quiero Sakura! ¡Eres mi hermana! ¡Me estas matandoooo!
Intentaba por todos los medios no ser inyectada, pero carecía de fuerza para liberarse. Finalmente, terminada la aplicación, comenzó a retorcerse y su piel cobró una tonalidad grisácea. Sakura comenzó a usar su chakra para curar el interior de su amiga. Una batalla donde glóbulos rojos de diablo chocaban contra los de demonio destruyéndose mutuamente. Sakura curaba las partes no infectadas de esa batalla, dejando que ambos contendientes se asesinaran hasta no quedar rastro de ninguno.
Fue un experimento de riesgo. El sistema inmunológico de Ino atacaba las células de diablo tratándolas como un agente extraño. Pero lo cierto era, que también las que había adoptado de un demonio eran letales. Así que todo el sistema colapsaba a niveles básicos.
La madre de Ino lloraba, viendo toda la escena desde una distancia prudente. Le preguntó a Sakura por los gritos de su hija. Pero Sakura, aun en su concentración donde revisaba cada sector de Ino para mantenerla con vida, declaró:
-tenía un veneno en la sangre, -anunció fríamente- encontré que este veneno solo puede matarlo otro tipo de veneno. Mientras ambos se destruyen, intento que el cuerpo de Ino no muera en el proceso.
Su mente estaba en blanco. El horror, el miedo a ver morir a su mejor amiga, la adrenalina que conllevaba su máxima concentración en el trabajo, todo unidos para no dejarla sentir ni pensar nada. Solo el trabajo, uno de precisión milimétrica, uno del que nadie estaría orgulloso. Si descubrían en la aldea que había estado experimentando en humanos con sangre de monstruo. Sería su fin.
7 horas después, luego de incontables curaciones y periodos de espera para ver como evolucionaba el cuerpo de la paciente, Sakura Haruno cayó rendida en brazos de los Yamanaka que la rodeaban. Se había agotado completamente. Había descargado ínfimas dosis de chakra durante todo ese tiempo curando al detalle cada sistema donde las células comenzaban a destruirse, por acción de las dos sangres luchando. 7 horas entre la vida y la muerte.
Algunas semanas después. Ino aun encerrada en las casas Yamanaka. Presentaba una mejoría total. Sus rasgos eran humanos, su chakra estaba estable. Había tenido problemas físicos que poco a poco mejoraron. Su cuerpo había sufrido lesiones musculares y otros desperfectos por causa de la violenta operación. Pero no tenía alas, ni cuernos, ni los colmillos que antes habían crecido y hoy eran dientes blancos de su hermosa sonrisa. Su cabello, su piel, su voz. Todo regresando al cauce normal. Cuando Sakura fue a buscarla para informarle que tenía órdenes de partir hacia el campamento de la alianza en el valle del fin; Ino Yamanaka la recibió con alegría. Totalmente recuperada.
-gracias Sakura. –Le dijo cuándo se abrazaron en el comedor- nunca voy a poder pagarte esto. Salvaste mi vida.
-no podía perderte también a ti. –Le dijo la pelirosa soltando un poco de la angustia que guardaba en su interior- me alegro tanto verte bien.
-hiciste un milagro. ¿Cómo supiste que la sangre de un monstruo, acabaría con la del otro?
-hice lo que tenía que hacer. –Añadió Sakura tratando de revelar el asunto demasiado- funcionó y es todo lo que importa. ¿Cómo te encuentras?
-increíblemente bien. –Sonrió la rubia- ni rastros de sueños malos, intensiones de matar y todo lo que me rodeaba. Se fue todo frentona, -indicó aliviada- mis jutsu además son más poderosos.
-¿y eso porque? –consultó la rosa algo alarmada por cualquier cambio.
-bueno, mientras tú hacías lo tuyo investigando como salvar mi trasero, -respondió Ino- yo tenía que lidiar con una sombra interna que trataba de convencerme de la necesidad de matar a todos y esclavizar a los hombres del mundo para mi placer sexual. Trataba de hacerme olvidar quien soy, y tuve la tarea de no permitirlo.
-¿en serio? ¿Y cómo lo lograste?
-use amuletos y talismanes. –sonrió la rubia como si fuera una broma.
-cerda jum…-gruño Sakura- ahora si te reconozco.
Pero Ino no había dicho mentira alguna. Realmente había usado amuletos y talismanes. Aunque no estuvieran relacionados con aquellas piedritas milagrosas que los comerciantes embusteros vendían por mágicas. Era otro tipo de amuletos, valiosos si se sabían usar, inútiles para personas que no entendieran su origen. Pero pasando de tema, Sakura anunció que se iba, y la rubia le dijo que se presentaría al campamento también. Ya que ahora podía decirse que no estaba enferma, tal como Sakura le había hecho figurar en los informes del hospital durante estos meses.
-Tsunade-sensei me ha llamado de urgencia, -finalizó la rosa acabando la charla y despidiéndose- tengo que irme.
-espera 5 minutos y también estaré lista. –Anunció la rubia- tenía órdenes de ir al frente de batalla desde hace un mes. Ahora que no estoy… “enferma”, -bromeó acentuando la palabra- tengo que trabajar como todos.
Ambas sonrieron contentas. Era bueno contar con una amiga en esos momentos difíciles. Tal vez Sakura no había salvado la vida de Ino por interés. Pero la rubia jamás lo olvidaría. Era una deuda de por vida, y algún día iba a recompensarla por ello.
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Los 4 hombres estaban arrodillas frente al Diablo y temblaban. La muerte en los aspectos más horribles les rodeaban y la criatura frente a ellos, solamente estaba por disponer el cómo y el cuándo. En una casa erigida de cuerpos, huesos y piel humanos, el líder del campamento tenía 4 juguetes nuevos para divertirse:
-Mi nombre es Moloch, -dijo el diablo azul y su cola fina le seguía adonde fuera- soy el nuevo amo de este mundo. Me sirvo de él, así como el humano se sustenta de los animales. Sus guerreros no son nada para mí. Sus ciudades pronto serán cenizas.
Mientras su señor hablaba, la guardia personal del gran Moloch “el estafador”, estaba rodeando la estructura y había 4 de ellos tras los prisioneros, esperando órdenes para saber qué hacer. Eran criaturas de aspecto humanoide, piel roja color fuego, armaduras de acero oscuro cubriendo todo su cuerpo. Tenían escudos forjados con el símbolo de un dragón abriendo sus fauces como preparado a lanzar llamas. Sus armas, unos espadones planos alargados, y tan filosos como exóticos. Eran 20, aunque supieron ser 100. Algún día, recuperaría su reino. Algún día lleno de riquezas, tropas, y sobre todo poder, seria nuevamente el terror de los 9 infiernos. “Poder”…lo que le recordó la razón de esos 4 humanos temblando como ramas en el viento.
-bien mis desafortunados esclavos, -declaró caminando frente a ellos de lado a lado, deteniéndose cada tanto a mirarlos- están a punto de morir de la forma más horrible que puedan vislumbrar. Aunque a decir verdad, Moloch es un ser compasivo en ciertos momentos.
Los sujetos habían sido ninjas de Kiri. Formaban parte de un grupo que tenía órdenes de comunicarse en el continente con cualquier fuerza militar humana que aun estuviera en actividad. No bien desembarcaron y se internaron en el bosque, habían sufrido una emboscada mientras dormían. No los mataron a todos, sobrevivieron 6 ninjas. Las dos mujeres del grupo no llegaron con Moloch, el grupo de ejército que los capturó las habían utilizado de la forma más horrible que se pudiera imaginar, para luego matarlas en cuanto se trasformaran en pedazos de carne que ni los perros consentían comer. Estos cuatro hombres, aun siendo torturados y todo, fueron conservados con vida para ser vendidos a Moloch en el campamento del portal entre mundos. Moloch aceptaba esclavos vivos, por sus almas.
-haré un pacto con ustedes. –Dijo el diablo azul sonriendo- si aceptan mis términos, sellaremos el acuerdo y eso me obligara a cumplir. Un diablo no puede renunciar a un pacto realizado por su sangre.
Los sujetos tenían tanto miedo que no entendían nada. ¿Qué extraño juego era ese?
-les perdonaré sus vidas, vivirán en mi ejército y trabajaran aquí bajo mis órdenes. –Añadió el diablo serio- y a cambio, me entregaran sus almas en el momento de la muerte. No cumplir los términos de mi acuerdo, les va a costar la vida, y me quedare con sus almas. ¿Entendido?
Estiró su mano derecha, color azul y con uñas negras alargadas. Frente a uno de los sujetos que debía besar esa mano para entregarse a Moloch, o morir. Las opciones eran escasas. El primer sujeto estaba demasiado aterrado por la posibilidad de canjear así su alma, por lo tanto no se movió para aceptar el acuerdo.
Moloch solo espero algunos segundos, y luego observó al guardia detrás del inclinado sujeto, para ordenarle visualmente lo que debía hacer. El guerrero obedeció al instante, extrajo una daga afilada de su vaina en la cintura, y le cortó el cuello al enemigo rendido. Los demás miraron con horror como la sangre escurría en el suelo, y Moloch sonreía divertido de sus expresiones.
-¡el siguiente! –dijo con sadismo y se puso frente a otro, que esta vez no dudo en tomar la mano del diablo.
Las uñas de Moloch dañaron el dorso de su mano y esa sangre que surgió confirmó el pacto. Un pequeño sello apareció en la muñeca del esclavo, y ahora su vida pertenecía al gran estafador. Como tantos otros, los esclavos que atendían a los demonios. Los que mantenían la estructura de baja del campamento. Si morían, sus almas eran atrapadas por Moloch y lo hacía más poderoso. Si resistían, servían como esclavos a la causa del mal. Un trato envenenado.
Cuando hubo terminado ese asunto, con los 3 nuevos esclavos consolidados. Moloch pasó a otros términos. Tenía información extraña sobre las guerras del mundo. Al parecer los humanos estaban ganando terreno contra los Diablos y sus ejércitos. Además, había extrañas “magias” del mundo humano a las que se podía echar mano.
-amo…-le dijo uno de sus capitanes que ingresó tras la salida de los esclavos- tenemos informes sobre poderes extraños que rondan nuestras fronteras.
-habla…-le ordenó Moloch que se sentó en su mesa lujosa a comer y beber.
-una humana, que es princesa de su pueblo, -prosiguió el capitán- tiene el poder de ver el futuro. Uno de los torturados que teníamos en las mazmorras, confeso que ella puede ver su propia muerte y así evitarla.
-interesante habilidad…-señaló el líder- ¿la han capturado?
-aun no señor, -indicó otro capitán- su pueblo fue masacrado casi totalmente. Los que escaparon no sabemos en donde se ocultan. Pero tenemos datos sobre el aspecto de la princesa. Pronto caerá en nuestras manos.
-tráiganla ante mi…-ordenó Moloch despreocupado- lleven tropas de elite. Una tropa compacta y poderosa. Rastreen esa humana y la quiero a mi pies en una semana. Sin ninguna herida, y sin corromperla.
Los soldados se inclinaron con respeto y dispusieron a retirarse cuando el líder volvió a dedicarles la palabra por última vez:
-¿Cuál es su nombre?
-los humanos la llaman… Shion. La princesa de la aldea demonio.
Los capitanes se retiraron y Moloch sonrió. “la princesa demonio” que nombre tan conveniente.
Fin del capítulo.
arminius- Clan Seiryuu
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Edad : 40
en los prados verdes de mi imaginacion.
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Muy bueno como siempre, ahora Naruto esta mas desplasado por esa entidad y ya descubrieron que las armas de demonio poder destruir a sus creadores .
Sakura pudo encontrar una cura para Ino .
Y ahora los demonios van a ir por Shion , ¿un posible rencuentro con Naruto?
Genial , como siempre Arminius , sigue asi.
Sakura pudo encontrar una cura para Ino .
Y ahora los demonios van a ir por Shion , ¿un posible rencuentro con Naruto?
Genial , como siempre Arminius , sigue asi.
orochi- Jounin
- Mensajes : 483
en la tierra de izumo donde tomo mucho sumo
5550
Posesiones :
Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
hermoso de verdad es una historia que te atrapa mucho mejor que esa cagada de harry poter ajaajaj espero la conti gaucho de oro de verdad que tus historias son lo maximo
blackoiram- Novato
- Mensajes : 28
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