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FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
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NaruSaku v2.0 :: :: Fan Fic
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FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Una nueva historia comienza, para su rostro de presentación, he tenido el hermoso diseño para esta portada a cargo de Zule-chan. Vaya el prologo dedicado para ella y por supuesto, todo el crédito para la imagen que tienen ante sus ojos.
PROLOGO: EN UN PRINCIPIO…
“Se cuentan muchas historias sobre cómo el mundo, y la vida que contiene en su seno, fueron finalmente creados. Los rumores, las antiguas historias, las especulaciones. Los relatos que ancianos venerables repiten, sobre historias escuchadas hace décadas por otros ancianos venerables. Y en conjunto dan forma a la nada misma. Porque el comienzo no determina el final, aunque ciertamente, puede terminar dando pistas eventuales sobre este.
Entre los ninja, siempre se prefirió contar la historia de Rikudou Sennin. El “dios Shinobi”. Un relato popular que dicta de un hombre que se trasformó en dios. De un ninja que venció al mal encarnado en una criatura grotesca. Un ser mitológico, que todos conocieron en persona gracias a la última guerra ninja. El Biju de diez colas, o también anunciado como Juubi.
¿De dónde surgió el Juubi?
Se conoce por pocos un relato más antiguo. Un dios árbol, el origen del chakra en nuestro mundo. Dicho dios tenía una fruta, que una princesa humana comió para adquirir sus poderes. Esa princesa tuvo un hijo, el cual fue mucho tiempo después Rikudou. El primer hombre nacido capaz de manipular chakra naturalmente. Del sabio surgieron las nuevas generaciones de usuarios del chakra. Del sabio se converge el origen que por siglos, ha constituido un camino. El sendero del Shinobi.
Pero si retrocedemos solo un poco más en el tiempo, encontraremos al “Dios árbol”. Establecer su nacimiento, y definir su origen, sería la prioridad de todo investigador ávido de comprender los siglos de guerras y conflictos sin fin. Existe una historia, una teoría que hasta lo más sabios entre los sabios desconocen. Dicho cuento no tiene pruebas, dicho relato fue narrado por un loco que adoctrina a otros locos en post de trasmitir sus incoherencias. Palabras perdidas en el tiempo, el principio del principio, antes que la tierra existiera, antes que el verdor tuviera sus primeros brotes y que la naturaleza se balanceara.
El dios árbol…..no es originario de nuestro mundo. Porque nuestro mundo, no es el único que existe en el cosmos”
******************************************
En algún lugar de los países elementales. Un pequeño poblado abandonado fue ocupado por un grupo de hombres y mujeres. Dicho culto, vestía con togas negras y había peregrinado por el bosque de lugar en lugar, reclutando adoradores por cada aldea que encontraron en el camino a su destino.
Adoshi Nagata su líder, había sido un hombre común. Un trabajador en los campos del país del Arroz. Pero cierta noche, cuando toda la agitación de la pasada guerra mundial Shinobi había concluido, este aldeano sin origen especial, comenzó a tener sueños. En sus visiones, recorrió el cosmos. Conoció una historia, una que dio origen a la materia misma.
Por las mañanas, se dispuso a contar a algunos amigos sus fascinantes descubrimientos, pero todos rieron de él. Nadie comprendía porque la humilde condición de los aldeanos, estaba lejos del misterioso origen del todo. Algunos meses después, soñando casi todas las noches con haber recorrido esos mundos tan variados y fascinantes, diferentes de la siempre aburrida y corriente tierra. Adoshi decidió seguir un camino. Salió de su casa, olvidó el trabajo, y se marchó siguiendo esos sueños. Fue claro desde el principio lo que ocurría para ese hombre. Un ente superior le enviaba un mensaje.
Durante semanas, recorriendo lugares extranjeros conoció a otros que tenían visiones. Todos con versiones incompletas, fracciones diferentes de una misma historia. Poco a poco, comenzaron adorando al gran señor del conocimiento. Aquel que noche a noche enviaba a sus sueños la verdad universal. Poco a poco, este grupo peculiar que pasaba desapercibido en las ramas militares y políticas de los países elementales, fue tomando número y poder. Se trasportaban de poblado en poblado, esparciendo la palabra Apocalíptica del “supremo”. Avisando a todo aquel que deseara escuchar, los días contados del mundo.
Asesinando….
Una noche Adoshi tuvo que matar a un seguidor que gritaba incoherencias sobre demonios. Seguramente las visiones lo enloquecieron y miró adonde no debía.
Robando….
Lo que fuera necesario para comer o viajar. Un barco para trasportarse por agua, comida para subsistir sin el mundano dinero como tenencia del intercambio. Lo que fuera que tuvieran que hacer, porque el supremo los estaba llamando y el sabría perdonar estas pequeñas faltas en post de la obediencia. Finalmente, ingresaron al país del demonio. Un lugar salvaje con un significado más profundo que su nombre mismo. Adoshi condujo a sus seguidores por un sendero perdido. Hasta un pueblo fantasma.
La villa de no más de 40 casas derruidas, estaba encallada al pie de una montaña. Nadie había estado allí en mucho tiempo. Abandonada por razones desconocidas, el lugar tenía en su plaza central todo el sitio necesario para comenzar la ceremonia de sabiduría. Sobre el altar improvisado de madera que construyeron, Adoshi Nagata tomó la palabra observando a los 67 individuos elegidos por sus visiones propias y las ajenas. Todos con edades dispares, orígenes distintos y realidades opuestas. Había ricos, y pobres, genios y tontos, hombres y mujeres, ancianas y niños. Un grupo especial….de personas por demás comunes. Aparentemente comunes.
Las únicas luces del atardecer se extinguieron tras los bosques. Se encendieron las antorchas encalladas en estacas alrededor del improvisado campamento. Las luces tenues, y la oscuridad que parecía una manada de lobos, esperando saltar sobre esos extraños peregrinos de promesas vacías.
-En un principio….eran el Círculo de los tres. –Inició el autoproclamado sacerdote mayor Adoshi- Buscaron ordenarlo todo, moralidad y dioses; esperaban acabar con la aniquilación, las opciones y la libertad. Este “Círculo de Tres” luchó contra el Caos, esperando derrotarlo estableciendo límites en el Cosmos.
Caos, era una palabra fuerte de los últimos años. Tantos millares de muertos por las guerras de ninjas, habían tocado con helado pavor, los corazones particulares de cada uno. Tal vez por eso fueron seducidos, por encontrar paz interior. Aquella, que ya no lograban conciliar en sus vidas civiles particulares.
-Sin embargo, los Tres no consiguieron ponerse de acuerdo en el más importante aspecto del Cosmos: el Centro. La definición del Centro, la manifestación física de la realidad última, de la Verdad Absoluta, hubiese sido el componente final para asegurar la victoria de la Ley y la derrota del Caos para toda la eternidad. Mientras que los Tres se pusieron de acuerdo en los elementos ordenados de la realidad, no pudieron hacer lo mismo con los elementos morales. Uno decidió orar por la honestidad, verdad e integridad, creyendo que la Ley debería hacer a todos iguales en felicidad y bondad. El otro quería eliminar el bien y la maldad, viéndolos irrelevantes, en favor de pura lógica y orden inalterable. Pero el último, el silencioso, deseaba ver la sumisión de todo ser y concepto a su voluntad. Llegando a una barrera por primera vez, el Círculo de Tres se enfrentó, y ese enfrentamiento desembocó en guerra. En su lucha, el Caos volvió a alzarse, y cuando parecía que finalmente se alzaría triunfante, lo impensable ocurrió. Los Tres se separaron.
Hace algunos meses, todas estas palabrerías no habrían significado nada para la mayoría de los oyentes. Pero ahora, como hechizados por un poder más allá del entendimiento, veían con los ojos perdidos cada movimiento del Sacerdote mayor describiendo la historia de los Dioses supremos. El hambre, la sed, el frio en esa villa abandonada nada importaban. Solo escuchar.
-La separación no estuvo exenta de dolor. –Anunció Adoshi- Explotando los unos de los otros, los Tres fueron repelidos en diferentes direcciones. La personificación de la Justicia y Verdad ascendió a los Reinos Superiores y se convirtió en el bien, el viento lacerante que liberó a su paso creó las montañas de los Siete Cielos, su sangre el Mar de Plata. El Progenitor del Nirvana se detuvo pronto tras la separación, cayendo en la Oposición Concordante, su cuerpo estallando en miles de pedazos, creando los primeros elementos del Nirvana. Fue convertido en el dios de lo neutral. Mientras que la personificación de la Tiranía y la Opresión cayó violentamente en las Profundidades Inferiores, creando a su paso la montaña invertida del Infierno, su sangre el Lago de Fuego. Ese caído….se trasformó en el mal absoluto.
Hablaba de mundos y seres inalcanzables. Por qué los sueños habían sido un sendero para verlos con tanto detalle que hasta parecían poder tocarlos. Fue cuando la realidad se mescló con lo abstracto, y la locura ganó invariable terreno en cada mente atrapada de ese grupo singular.
-No se sabe cuánto tiempo yació el Padre Infernal en el Foso que creó su caída. Se sabe que, como sus iguales, sufrió una gran pérdida de poder, viéndose atrapado en una prisión creada por él mismo, el Infierno. Ha dormido en su lecho por miles de años. Ese lecho construido por su propio poder y como consecuencia de su caída abrupta, es en sí mismo su prisión particular. ¡Pero señoras y señores!….-elevó la voz causando un respingo en su improvisado auditorio- ese ser del mal, el puro mal, el padre de todo lo malo, ha despertado….
Les propuso un trato, un acuerdo que en su mente ya había firmado. Adoshi tenía los ojos llenos de locura, su mirada denotaba que la razón había sido extraviada para siempre de su ser. Los sueños eran ahora su realidad, y la vida real, solo una pesadilla de la que deseaba escapar. Les dijo, que el supremo dios de la sabiduría les salvaría. Que debían obsequiarle una ofrenda para que llegara al mundo y los protegiera del mal.
-la elegida…. ¡tráiganla! –bramó el líder señalando a la muchacha de entre medio del grupo.
Esa niña, de 15 años recién cumplidos, sin haber conocido varón alguno. Fue tomada bruscamente de los brazos por dos hombres que aun por sus gritos y resistencias la llevaron hacia el altar. Ella había unido su destino al grupo esperando encontrar la respuesta a sus sueños, pero lo que encontraría seria perdición.
-¡no maestro! –Dijo la bella joven cuando la subieron a una improvisada plataforma de madera- no me haga esto, yo lo adoro….-suplicó entre lágrimas.
-Mi joven doncella, -señaló sonriendo Adoshi, mostrándose estéril a los lamentos de la chica que era desnudada por la fuerza y amarrada a la plataforma- tu sacrificio será la salvación de tus hermanos y hermanas aquí presentes. Honramos tu valentía, tu pureza y el camino que has tomado.
La muchacha no dejaba de llorar, al saber de su inminente muerte, parecía ser la única que había despertado del letargo en el que todos los adoradores habían caído. Sentía que todos la miraban, pero incluso los hombres que podían sentirse atraídos a sus dotes físicas expuestas, no parecían ser apenas conscientes de su vulnerabilidad. Su belleza no la salvaría, su pureza la condenaba. Los sujetos que la había arrastrado contra su voluntad, dibujaron un círculo de sangre alrededor de donde ella yacía. Formando una estrella invertida y completando el preparativo con 5 velas negras, ubicadas en los puntos donde la estrella se encontraba con la circunferencia.
-tu viaje empieza ahora mi niña pura….-anunció Adoshi extrayendo una daga que tomó hace mucho de una casa asaltada- eres la ofrenda al supremo dios de la sabiduría. Él nos protegerá de las guerras ninja. El dará equilibrio, a todo lo que los ninja han destruido de nuestro mundo. Se valiente mi doncella, -le acarició el rostro de la joven que lloraban desconsolada mientras los hombres que la amarraron bajaban del altar- acepta tu parte de culpa. Tu padre fue un Shinobi, su sangre maldita esta en tus venas. Tu santa madre sufrió su muerte durante años antes de fallecer por terrible enfermedad.-el sacerdote Adoshi, uso un preparado especial que guardaba entre sus ropas, y dibujó en cuerpo de la joven 9 símbolos antiguos.- Te quedaste sola, hasta que por la gracia del supremo te encontré.
Fue cuando la muchacha comenzó a recuperarse, enumeradas sus desgracias, sus “crímenes” sin ser la estricta culpable. Había odiado a los ninja, había odiado a su padre por abandonarla con su muerte. Había llorado a su madre que la tristeza y enfermedad arrastró al final. Ahora moriría, ahora sería su final. Y las palabras que alguna vez escuchó sobre su padre Shinobi vinieron a su mente. “un ninja, debe ver atraves de las decepciones”. Al fin encontró el sentido de esa frase. La decepción era no regresar con vida, de la misión asignada. Pero la misión era lo importante, en la misión estaba lo realmente vital. Si su padre murió cumpliendo su deber, lo hizo para mantener segura a su familia, aunque no regresara con ellas a vivir feliz.
La luna llena apareció de entre las nubes nocturnas, la muchacha elevó su bello rostro al cielo y observó la luz plateada colorear todo el paisaje. Se permitió abrazar a su amada madre en deseo, y perdonar a su perdido padre. Nadie vendría a salvarla, era el final de su vida.
-ábrete…..sendero de la luz…..-anunció Adoshi empuñando el arma contra la joven- ¡salva a tus seguidores!
Una daga tiño su filo del floreciente rojo sangriento….
Una puerta de luz se abrió cerca del altar….
La última puerta….
El comienzo y el fin de todo….
Última edición por arminius el Dom Mar 27, 2016 1:43 pm, editado 32 veces
arminius- Clan Seiryuu
- Mensajes : 763
Edad : 40
en los prados verdes de mi imaginacion.
55827
Top :
Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Interesante comienzo y algo sangriento jeje.
No sé porque pero creo que el sacrificio no va a funcionar y me dá curiosidad de quien será la chica del sacrificio aunque tengo mis sospechas.
Espero conti pronto !!!
Saludos
No sé porque pero creo que el sacrificio no va a funcionar y me dá curiosidad de quien será la chica del sacrificio aunque tengo mis sospechas.
Espero conti pronto !!!
Saludos
Estefi chan- Sannin
- Mensajes : 700
Edad : 30
En el mundo shinigami....
4108
Posesiones :
Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Y Armin se viste de sotana, se coloca un bastón en la mano derecha y comienza a predicar como una biblia, en la mano izquierda, el comienzo del apocalipsis del mundo ninja
Ahora armin a evolucionado, ya no es escritor es sacerdote??? XD
Bueno adoro estas cosas apocalipticas, así que te deseo la mejor de la suertes amigo evolucionado XD
¿Así que estas es la historia de sangre sudor, lagrimas, gritos y dolor que me decías? Bueno sera mejor echarle un ojo, ya que si tiene todos esos ingredientes DEBO LEERLO
Me gusto eso de que la mujer fuera acuchillada, me recordó a los viejos funerales y rituales vikingos y los aztecas ¿Solo falto que escribieras que le arrancaron el corazón, mientras las gotas de sangre comenzaban a teñir el piso y la mano ensangrentada del sacerdote que se encargo de hacer el acto sagrado, mientras los gritos de la chica comenzaban a ser apagados mientras sus pulmones se llenaban de sangre y perdía las fuerza?
OH POR DIOS ESO ME SALIO BASTANTE BIEN
Pero leerlo de ti hubiese sido mejor XD
Bueno amigo te deseo lo mejor y le echare un ojo a este fic C: vale la perna leerlo
PD: No se si es idea mía, pero los dos estamos tomando el tema de Odio a los ninjas en nuestros nuevos proyectos XD Eso me parece interesante y divertido de comentar XDDD
Nos vemos amigo!!!
Ahora armin a evolucionado, ya no es escritor es sacerdote??? XD
Bueno adoro estas cosas apocalipticas, así que te deseo la mejor de la suertes amigo evolucionado XD
¿Así que estas es la historia de sangre sudor, lagrimas, gritos y dolor que me decías? Bueno sera mejor echarle un ojo, ya que si tiene todos esos ingredientes DEBO LEERLO
Me gusto eso de que la mujer fuera acuchillada, me recordó a los viejos funerales y rituales vikingos y los aztecas ¿Solo falto que escribieras que le arrancaron el corazón, mientras las gotas de sangre comenzaban a teñir el piso y la mano ensangrentada del sacerdote que se encargo de hacer el acto sagrado, mientras los gritos de la chica comenzaban a ser apagados mientras sus pulmones se llenaban de sangre y perdía las fuerza?
OH POR DIOS ESO ME SALIO BASTANTE BIEN
Pero leerlo de ti hubiese sido mejor XD
Bueno amigo te deseo lo mejor y le echare un ojo a este fic C: vale la perna leerlo
PD: No se si es idea mía, pero los dos estamos tomando el tema de Odio a los ninjas en nuestros nuevos proyectos XD Eso me parece interesante y divertido de comentar XDDD
Nos vemos amigo!!!
the.grim.reaper- Sannin
- Mensajes : 941
Edad : 31
perdido tocando guitarra
20225
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Armi satánico! Hehehehehehehe XD :-P sólo quería decirlo, la verdad este prólogo si fue muy sangriento y por un momento crei estar leyendo a Grim y por otra a Septi con esto deL cosmos, el Nirvana, etc y luego ya volvíamos a Armi fue extraño, culpare al echo que en este momento los leo a los 3.
Entonces va ser en el mundo ninja apocalíptico y como entrará Naruto y el Narusaku en esto? Mmmhhhh! Interesante se me vienen muchas ideas locas pero creo que es mejor esperar a los primeros capítulos. Pobre chica de quien sería hija? Aunque esa frase es más célebre de Kakashi igual la aplican todos los shinobis por igual.
Por cierto como fue que empezó todo este loco asunto de los sueños, visiones y gente loca no creo que haya sido nadamas porque si y sin un propósito en especifico.
Me gusta esta nueva faceta tuya o sólo nos trolleaste para picarnos con el fic. Bueno espero más sangre y locuras y por supuesto la aparición de nuestros protagonistas.
Conti!
P.D. Me he visto la imágen (muy buena por cierto que le quedo a Zule-chan) más detenidamente y pude alcanzar a precisar 2 personas a Naruto con Kurama y a una chica con ojos muy locos, primero creí que era Sasuke porque también alcancé a ver el símbolo uchiha (creo) pero al final me convencí de que es mujer. La garra que sale de Naruto da a ella en especial a uno de sus ojos y no se ve que sea una buena chica a pesar de que da la impresión que Naruto es el malo. Más bien creo que es todo lo contrario y que esta chica podría ser nuestra doncella sacrificada (que podría ser uchiha o de algún otro clan importante). Naruto más bien viene a ser todo esto del título del fic por tener a Kurama, el árbol y esas cosas extrañas que tiene a su alrededor que sale y posiblemente se enfrente a esta chica.
Entonces va ser en el mundo ninja apocalíptico y como entrará Naruto y el Narusaku en esto? Mmmhhhh! Interesante se me vienen muchas ideas locas pero creo que es mejor esperar a los primeros capítulos. Pobre chica de quien sería hija? Aunque esa frase es más célebre de Kakashi igual la aplican todos los shinobis por igual.
Por cierto como fue que empezó todo este loco asunto de los sueños, visiones y gente loca no creo que haya sido nadamas porque si y sin un propósito en especifico.
Me gusta esta nueva faceta tuya o sólo nos trolleaste para picarnos con el fic. Bueno espero más sangre y locuras y por supuesto la aparición de nuestros protagonistas.
Conti!
P.D. Me he visto la imágen (muy buena por cierto que le quedo a Zule-chan) más detenidamente y pude alcanzar a precisar 2 personas a Naruto con Kurama y a una chica con ojos muy locos, primero creí que era Sasuke porque también alcancé a ver el símbolo uchiha (creo) pero al final me convencí de que es mujer. La garra que sale de Naruto da a ella en especial a uno de sus ojos y no se ve que sea una buena chica a pesar de que da la impresión que Naruto es el malo. Más bien creo que es todo lo contrario y que esta chica podría ser nuestra doncella sacrificada (que podría ser uchiha o de algún otro clan importante). Naruto más bien viene a ser todo esto del título del fic por tener a Kurama, el árbol y esas cosas extrañas que tiene a su alrededor que sale y posiblemente se enfrente a esta chica.
Última edición por hikari uzumaki el Sáb Feb 22, 2014 12:07 pm, editado 1 vez
hikari uzumaki- Sennin
- Mensajes : 1432
en mis pensamientos
10924
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Secta loca, loca sin remedio ( )
Armenius querido amigo (?) Como haces para perturbar tan descaradamente al lector ? (dame la receta y copio los ingredientes) Tengo dudas:
1. Tendra algun crossover?
2. Quien sera el que le da las visiones a ese grupo (secta) desquiciada?
3. Esa chica es hija de Kakashi? (sobrevivira del sacrificio?)
4. Naruto sera la reencarnación del mal?(el que pertenecia a los tres) o sera el que peleara con ese ser liberado del infierno?
5.Como habra Narusaku? (O.o me tiene cabezuda)
5. Despues de la tormenta vendra la calma?
Eres cruel?!!!!! Lo dejas en lo mas bueno! estoy ansiosa por saber que pasará (¬¬ es la primera vez que siento amor-odio por el/la autor (a))
Armenius querido amigo (?) Como haces para perturbar tan descaradamente al lector ? (dame la receta y copio los ingredientes) Tengo dudas:
1. Tendra algun crossover?
2. Quien sera el que le da las visiones a ese grupo (secta) desquiciada?
3. Esa chica es hija de Kakashi? (sobrevivira del sacrificio?)
4. Naruto sera la reencarnación del mal?(el que pertenecia a los tres) o sera el que peleara con ese ser liberado del infierno?
5.Como habra Narusaku? (O.o me tiene cabezuda)
5. Despues de la tormenta vendra la calma?
Eres cruel?!!!!! Lo dejas en lo mas bueno! estoy ansiosa por saber que pasará (¬¬ es la primera vez que siento amor-odio por el/la autor (a))
Sonnie- Aprendiz
- Mensajes : 81
recorriendo la selva XD
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Vaya, por un momento pensé este es Arminius mi proveedor de drogas, es cambio muy drástico a lo que estoy acostumbrada a leer de ti, y es genial si lo que quisiste es sorprender a tus fieles lectores. Bueno vayamos a la historia que es lo que me atrajo, un mito o una leyenda se transmite por el boca a boca o por escritos y eso es lo que convenció a este sujeto de que lo que él pensaba era real, y muchas personas buenas o no también creían en las mismas.
Y nos damos cuenta de la capacidad humana de degradar sus ideales cambiando tan drásticamente solo por la codicia y la locura.
Queda mucha historia y me dejas con innumerables preguntas que sé que se revelarán a su debido tiempo.
Pd; Grim si que sabes ser gore cuando quieres xDD
Y nos damos cuenta de la capacidad humana de degradar sus ideales cambiando tan drásticamente solo por la codicia y la locura.
Queda mucha historia y me dejas con innumerables preguntas que sé que se revelarán a su debido tiempo.
Pd; Grim si que sabes ser gore cuando quieres xDD
eliannar- Moderador
- Mensajes : 631
Edad : 35
La vida es muy corta para desperdiciarla con malas practicas pero como el sedentarismo es malo y el dinero escasea pues debo cumplir con obligaciones....de lo contrario estaría encerrada en mi cuarto leyendo cuanta imaginación tienes tú para entretenerme. Saludos desde Luque, Paraguay, al valiente que lee este perfil
17799
Posesiones :
Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
gran inicio me encanto el prologo
el apocalipsi esta llegando al mundo ninja
me pregunto como se desarrollara la historia
ya quiero el primer capitulo
conti
el apocalipsi esta llegando al mundo ninja
me pregunto como se desarrollara la historia
ya quiero el primer capitulo
conti
riu- Novato
- Mensajes : 41
Edad : 32
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
inmensamente agradecido de cada palabra y cada comentario. como habran notado, existen ciertos aspectos diferentes al tipico fic del mundo ninja. ¿habra ninjas? desde luego. pero los enemigos no seran precisamente humanos. espero que les agrade y puedan continuar acompañandome.
CAPITULO 1: AL FIN SONREIR
Algunos años después de los sucesos del prólogo:
Caminando con paso tranquilo por el sendero entre los bosques. La tarde casi había caído y el majestuoso sol dejaba sus últimos destellos naranja a los que invariablemente, les seguiría el manto nocturno de sombras. El hombre caminaba sin prisa y con cuidado, respirando la pureza del oxígeno como solo un bosque de verde vida puede otorgar. No tenía un rumbo fijo, no tenía un destino programado o un sendero determinado por recorrer. Simplemente caminaba, mientras su espíritu enfocaba cada rama, pájaro y brisa del viento buscando el balance apropiado.
Con paciencia….
Porque su función era una tarea de precisión. Porque rápido y atolondrado, no llegaría a ningún lugar. Tenía que lograr encontrar algo específico. Las fluctuaciones de la energía natural que contaminaban los variados ecosistemas de todos los países. Se estaban intensificando. Tenía que encontrar la epidemia de energía caótica, y purificarla.
Ya llevaba varios años con esta tarea….
Y no parecía tener un final cercano, porque siempre detrás de un equilibrio logrado, estaba el siguiente viaje, y las lejanas tierras donde se necesitaría su presencia. Pero él estaba dispuesto. Nunca nadie le podría acusar de no haberlo dado todo por la causa. Nunca el viento, la tierra o la lluvia le podrían decir que no ponía su mejor semblante ante el problema venidero. Hubiera sido una mentira afirmar tal cosa, hubiera sido injusto.
De pronto, una pequeña explosión antecedió a la aparición de un anfibio cortando su camino. El anciano sapo Fukusaku. Uno de los antiguos maestros de las artes del ermitaño. El viejo había pasado meses buscándolo, pero aun con la capacidad de rastreo residida en las artes Sennin, hasta minutos antes, le había resultado imposible ubicarlo. Tal vez la suerte, más que la habilidad.
-¡Naru-chan! –Exclamó el viejo entre nervioso y sorprendido- ¡creí que nunca volveríamos a verte! ¡¿Dónde te habías metido?! No sabes la angustia que hemos pasado.
El hombre detuvo su marcha ante la pequeña criatura. Su cuerpo robusto y bien formado, estaba ataviado con la ropa que supo usar hace tiempo. Aunque vieja y en pésimas condiciones. Todo cubierto por una capa gris hecha de piel de animal, además de la capucha que cubría su cabeza junto con casi todo el rostro.
-¿Qué quieres? –respondió con voz neutral Naruto, y el viejo sapo se sorprendió de la frialdad en su gesto.
-¡Konoha está bajo ataque! ¡Todas las aldeas ninja están en estado de guerra! ¿Dónde has estado Naru-chan? ¡¿Por qué no has regresado?!
El Uzumaki no pareció estar a tono con la preocupación del anciano. Más bien parecía difuso y distraído. Era como si no lo estuviera escuchando. Mirando a un costado, donde los frondosos árboles formaban casi una barrera infranqueable, si es que alguien quisiera abandonar el camino e internarse en el bosque.
-Creí que había terminado todo….-anunció disperso Naruto- pero sigo sintiendo el caos, por donde quiera que voy. Aunque la sensación ahora, se ha vuelto más específica.
-¿De qué hablas? –consultó el anciano mirando a los arboles sin comprender- ¿Qué puedes sentir?
-Siento….-dijo el hombre- como si algo no perteneciente a la tierra hubiera llegado. Sea lo que sea, está causando corrupción con su mera presencia. Esta desnivelando….lo que me ha tomado años componer. A unos…2 kilómetros hacia allá. –señaló con un cabeceo leve.
Fukusaku no lo podía creer, si acaso Naruto estaba detectando la presencia de los demonios, su poder de rastreo era incomparable. Las criaturas no usaban chakra, por esa razón los ninjas no podían ubicarlas. Solo los Sennin lo podían hacer, pero concentrándose exclusivamente para la tarea. Era por tanto impresionante que hubiera podida ubicar a sus enemigos con esa facilidad.
-son 5….-anunció cerrando los ojos levemente Naruto- rápidos, agiles, persiguen como perros de caza a una presa. Una mujer…
Fukusaku se le quedó mirando sin saber que decir. Todo el discurso había sido como una explicación lógica sobre lo que no le interesaba en lo más mínimo a Naruto. Su serenidad era angustiante, en contrapartida de una situación mundial lejos de estar en paz.
-¿volverás a Konoha? –consultó el anciano aferrándose a su pequeño bastón y viendo como Naruto se internaba en el bosque con parsimonia. ¿Volverás a la aldea?
-Depende…
-¿De qué puede depender?
-Si hay de esas criaturas… que ahora estoy rastreando…..-se alejó más y más hasta desaparecer- tendré que ir.
********************************************
Corriendo al máximo, durante todo el tiempo que pudo. La noche había llegado y durante 4 horas no había hecho más que correr. Conocía el terreno, porque la zona de bosque había sido descripta por su competente compañero de equipo. Aun así, con la ventaja de casi una hora de marcha, esas horrendas versiones de perros enormes que venían del infierno, la perseguían de manera incansable.
Podían sentir que se acercaban, aunque siguiera corriendo a la misma velocidad y saltara entre las ramas de los árboles. Esas criaturas la seguían y cada vez se acercaban más. La muchacha dio uno de tantos saltos, para caer en un claro del bosque. El sonido de gruñidos en su espalda le dio la pauta que a pesar de sus esfuerzos por huir, había sido atrapada. Una acometida de la primera bestia, y la joven se agachó justo a tiempo para evitar su muerte. Estas criaturas tenían la apariencia de un perro grande y de constitución fuerte, con un pelo corto de color rojo oxido; sus manchas, dientes y lenguas eran negros como el hollín, y poseían unos ojos rojizos y brillantes.
Esos canes gruñeron amenazadores y se posicionaron a su alrededor. El primero que saltó sobre ella había adelantado su posición para evitarle seguir huyendo, Ino Yamanaka estaba atrapada. Solo el valor, un ninjato y algunos kunai extra serian su única defensa.
Nunca había sido una luchadora, era más bien un brillante tercio del trio más compacto de Shinobi en el país del fuego. InoShikaChou estaba catalogado como el mejor de los familiares que antecedieron en esos clanes. Pero en la actualidad, tal cosa no era suficiente. Los ninjas estaban enredados en una clara lucha por sobrevivir. Una lucha, que estaban perdiendo.
Los sabuesos del infierno recorrían con sus cuatro patas los alrededores de Ino. Rodeándola, esperando que bajara la guardia, tal vez tomando un respiro antes de la cena. La muchacha suponía que intentarían atraparla inicialmente. Las mujeres humanas, sobre todo las más hermosas, eran utilizadas como esclavas sexuales por los demonios. Pero Ino jamás se permitiría caer a ese nivel. Se había juramentado morir, antes que ser presa de esos animales.
Los sabuesos no tenían más función que la de un perro. Eran los dueños de esas criaturas a los que había que temer. Demonios sanguinarios que gustaban de torturar a los humanos como quien disfruta de una caminata, o de una cena. La brutalidad había tomado una nueva dimensión desde que los demonios llegaron a la tierra. La brutalidad, era su modo de vida.
Ino jadeaba muy cansada, pero su ninjato desplegado por el antebrazo derecho esperaba firme. No se entregaría sin pelear, y la misión que había completado era primordial para las fuerzas ninjas rebeldes. Tenía que trasmitir ese conocimiento, tenía que encontrar el momento, de enviar un mensaje mental a Shikamaru o Chouji, sus conexiones más sencillas.
-¡Vamos criaturas! –Chilló rabiosa la mujer dándose ánimo para no enseñar miedo- ¡no tengo toda la noche para esperar! ¡ATAQUEN MALDITOS PERROS!
El asunto se complicaba cada vez más. Esperaba encontrar ayuda de otros ninja luego de haberse alejado bastante de Konoha. Pero evidentemente el escape no le había permitido ubicarse correctamente. O simplemente faltaban algunos kilómetros para alcanzar el punto de encuentro acordado. Como fuera, esos veloces sabuesos la tenían rodeada, y la batalla por no ser capturada o devorada daría inicio en cualquier instante.
De pronto un sonido….
Primero bajo, para luego elevar su nivel conforme quien lo generaba se acercó a la zona. Un silbido, surgido como una melodía, equilibrado y armonioso. Los sabuesos infernales se vieron distraídos por esa música del bosque. Ino vio su oportunidad, lanzó 4 kunai con sellos explosivos en el suelo frente al grupo de 4 que la aguardaban en el frente, y girando envistió contra el único can que había cortado su retirada. El perro de piel rojiza salto sobre la joven que se detuvo para no ser atropellada por las fauces de la bestia. Al instante, un tronco ocupó el lugar que correspondía al cuerpo de Ino. La rubia, habiendo ganado la posición con ese jutsu oportuno, decidió continuar huyendo perseguida por la confusa jauría que había sido desorganizada por las explosiones de los sellos en el suelo, más el tronco de madera usado en el reemplazo. Ino Yamanaka tenía que seguir huyendo, y cuando estaba por dar un salto para internarse entre las ramas del bosque, vio de frente una figura envuelta en una capa y cubierta por capucha misteriosa.
-A un lado….-dijo la clara voz profunda de un hombre, y la joven se quedó parada frente al avance rápido del sujeto contra los sabuesos.
El hombre se movió a una velocidad anormal, y dos perros saltaron sobre él de diferentes ángulos. Cuando casi pareció que lo tenían, ambos chocaron sus morrudas cabezas entre sí, sin haber atinado más que al aire. El sujeto avanzó hasta posicionarse en centro del grupo, frente al más grande de los canes, y en un movimiento que Ino no pudo seguir con su mirada, le enterró hasta el mango un kunai en el cráneo. Matando a la criatura instantáneamente. Otro perro saltó por su diestra a continuación, pero el hombre apuñaló con un nuevo kunai salido de sus ropas en 3 puntos diferentes del cuerpo. El perro pasó de largo al sujeto y tambaleándose cayo como fulminado. Los 3 canes restantes, acometieron enloquecidos de rabia, pero antes que Ino comprendiera lo que había pasado, dos de ellos perdieron la cabeza por sendos cortes limpios.
-rápido….-fue lo único que ella pudo pensar- tan rápido…
El hombre no pareció especialmente preocupado por el último sabueso. Ino apenas pudo preguntarse por la razón, cuando la criatura se desplomó al suelo chillando de dolor recostándose de lado. La sangre manaba de sus patas traseras y delanteras. Sin temor a equivocación, aquel brutal sujeto le había cortado los tendones al perro. Lo último que Ino pudo ver, fue como aquel hombre apoyaba su pie izquierdo en el cuello del animal, y de un solo corte lo abatía definitivamente. Luego Ino sintió arder su brazo izquierdo, tenía una uña de esos perros clavada cerca del codo, y las tres marcas de un zarpazo que pudo matarla. A pesar de haber usado el jutsu de reemplazo, aun así había sido herida. Su cuerpo comenzó a debilitarse, aun veía la espalda de ese hombre que la salvó acabando con el enemigo. Pero el cansancio de la huida, las píldoras de soldado ingeridas, y esa herida que ardía como el fuego, la hicieron caer al suelo y desmayarse. Sin saber que le esperaba más allá de la oscuridad.
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La sala improvisada de inteligencia, acumulaba una buena provisión de mapas e informaciones variadas. Una veintena de personas rondaban por las mesas de trabajo, las bibliotecas y las pizarras con dibujos de distintos talantes. Un solo hombre observaba el mapa del país que yacía abierto sobre la mesa central. Su mirada fría y centrada parecía querer atravesar la madera del mueble, más que encontrar una respuesta en el pergamino extendido. Shikamaru Nara, había permanecido casi 10 minutos en esa posición, su mejor amigo Chouji lo sabía por qué había estado mirándolo sin perder detalle. El Akimichi estaba sentado en un rincón del cuarto gracias a un pequeño banco. Esperando, esperando que su compañero Nara hiciera lo que siempre hacia. Resolver el problema. El gran interrogante que toda la alianza Shinobi tenía. ¿Cómo obtener la victoria?
Concentrado, aunando profundo en los infinitos senderos de su mente. Diagramando un centenar de estrategias basado en lo que sabía al detalle, luego aplicando variables cuasi conocidas. Para finalmente aventurar conjeturas probables sobre lo que no tenía pruebas. Era una tarea de precisión matemática. Por qué un error grave podía concluir en la aniquilación de las últimas fuerzas Shinobi del mundo. Y un reinado de tiranía eterna comenzaría, por parte del enemigo cruel.
Shikamaru pensaba. ¿Cómo pudo suceder esto? ¿Cómo pudieron esas criaturas de pesadillas invadir el mundo humano? ¿Cuál era su origen? ¿tenían un propósito superior a “destruirlo todo”? la raza que todos denominaban “demonios”, eran una fuerza de batalla muy intimidante basada en la potencia física de su infantería, la velocidad y agilidad de los sabuesos y una jerarquía bien organizada basada en la estabilidad de un ejército veterano consumado. Esas criaturas no le temían a nada, ni a la guerra, ni a la muerte. ¡A nada! Eran violentas y salvajes, no podían manipular chakra pero algunas de ellas conducían el elemento fuego con técnicas que a falta de mejor definición, se podrían denominar “magia”.
Pero lo peor, no era lo que esas fuerzas enemigas podían realizar en el frente de combate. Lo más peligroso sucedía cuando no había batalla por pelear. Algunos demonios tenían la habilidad de ingresar a los sueños de los humanos. Allí dentro, corromper sus mentes y obligarlos a hacer cosas que no debían. Incrementando su avaricia, adornando la lujuria, estimulando la desesperanza. Hubo muchos humanos que tomaron el insensato camino de pactar con un demonio. Y generalmente, los términos de esos contratos fueron perjudiciales para todos los habitantes de la tierra. En especial para ese humano.
Lo único positivo que se había logrado desde el comienzo mismo del Armagedón. Era que todas las aldeas ninja, y todos los líderes poderosos e incluso los renegados que no pertenecían a ninguna villa por sus crímenes pasados. Vieron en la unión completa, la única esperanza para salvar a la humanidad. Si tan solo lo hubieran sabido antes. Si tan solo hubieran tomado conciencia de lo que podía ocurrir desde el inicio. Muchísimas vidas se hubiesen salvado.
-Shikamaru…-consultó Chouji, ansioso por la espera- ¿Qué tanto estás pensando?
El moreno no le atendió, el hilo de sus pensamientos lo llevaba al recuerdo de la caída de Konoha. Habían pasado 2 años desde que Suna fue incendiado hasta los cimientos. Pocos en la aldea de la arena habían muerto con su villa, pero del Kazekage y sus tropas nadie tenía ni noticia. Unas fuerzas llegaron a los muros de Konoha sin que los rastreadores estuvieran apenas enterados. No se les podía detectar, esos demonios no usaban chakra y las capacidades de rastreo se basan en encontrarlo principalmente. Atacaron el muro Este con un ariete hecho de piedra. 6 criaturas que asemejaban a gorilas de color rojo, con fauces feroces y las dos garras delanteras anormalmente poderosas. Embistieron con el ariete tratando de forzar la entrada. Los ninjas iniciaron la defensa desde las torres y muros. Pero criaturas con aspecto humanoide lanzaron poderosas bolas de fuego comenzando a incendiarlo todo. Había otros, delgados como un cadáver y cuyos cuerpos parecían huesos expuestos. Que usaron sus lanzas para aprovechar la ruptura del portón e ingresar a la villa. Algunos más con alas, atacaron desde el cielo causando el pánico en las filas humanas.
La lucha fue feroz, calle por calle, casa por casa. La Hokage ordenó la evacuación cuando los demonios ya habían llegado a la mitad de la villa. Pero a pesar de haber cumplido las tareas de evacuación correctamente. Cuando los ninjas quisieron iniciar el contraataque, una fuerza de casi 4000 criaturas había irrumpido por otro de los portones y las tropas de Konoha fueron atrapadas entre dos fuegos. Miles murieron, y cientos más se rindieron para quedar prisioneros de los nuevos amos de la villa.
Tsunade fue herida de gravedad y Kakashi ordenó la retirada junto a Sasuke para salvar de la aniquilación a las 4 divisiones de Shinobi que aún quedaban en pie. Los civiles fueron ocultos en los pasajes de las montañas, pero los demonios los encontraron y pasaron a engrosar el número de esclavos o victimas para esas horrendas criaturas.
2 años después, Shikamaru Nara observaba el mapa del antiguo país del fuego y trataba de encontrar una solución. ¿Kumo? Increíblemente arrasada hasta los cimientos. ¿Kiri? Había informaciones dispersas por su lejanía. Se suponía que aguantó el asedio su villa durante 6 meses completos. Fue casi tomada la aldea, aun al coste de 15000 demonios muertos. Y cuando todos creían que sería el final de ese pueblo, las fuerzas de Lord Tsuchikage conduciendo a su pueblo por el lejano territorio del agua, aparecieron para obtener la mayor victoria de los humanos en lo que iba de guerra. Kiri e Iwa se organizaron para resistir. Y constituían en la mayor fuerza militar del mundo. Protegidos por su aislamiento del continente en el país del agua, subsistieron a los intentos de exterminio. O al menos eso se creía en los campamentos del país de fuego.
Las fuerzas de Konoha, se organizaron con rebeldes de varios países y los restos del ejército de Kumo. En tres refugios perfectamente separados, intentaban no ser ubicados y destruidos. Pero el centro del mapa mundial, ahora pertenecía a los demonios. Los países pequeños, parecieron no ser tomados en cuenta por el enemigo inicialmente. Su objetivo era acabar con las fuerzas militares. O al menos eso parecía.
-Shikamaru….-volvió a insistir Chouji- tenemos que ir a buscarla. Aún no ha regresado.
-Ese es trabajo de Sai y su equipo. –Indicó el Nara- también me preocupa Ino, pero ella pueda cuidarse sola.
-No, no puede….-amonestó Chouji- no contra esas criaturas. Deberíamos estar con ella.
-¡Deberías cerrar la boca y dejarme pensar! –Le gritó el moreno molesto ante la sorpresa del Akimichi- ¡deja de ver a Ino como si fuera una princesa indefensa! ¡Es nuestra compañera, merece nuestro respeto y sin ella, no tendríamos ni una maldita idea de lo que sucede en Konoha!
Chouji se sintió mal, jamás Shikamaru le había gritado de esa forma. No pretendía molestarlo, tampoco pensaba que Ino fuera débil. Pero tenía miedo por ella, temía no volver a verla. Chouji había visto así como otros, los horrores que sufrían las mujeres capturadas. Eran violadas, mutiladas, ultrajadas en todo sentido posible. Hasta que solo quedaban como un cuerpo inerte, incapaz de sentir nada. Como si fueran basura. Chouji no quería eso para Ino, ni siquiera podía pensar que alguno de esos….esos…. “monstruos” le pusiera un solo dedo encima.
-no puedo quedarme aquí sin hacer nada….-señaló poniéndose de pie el castaño- no sirvo para nada en este lugar.
-Chouji….-dijo el moreno con voz leve, y agachando su cabeza entre los hombros- lo siento.
-no tienes por qué. –Sonrió el corpulento Shinobi- sé que tienes muchas responsabilidades. Muchos confían en ti, y yo más que ninguno. Pero no puedo perderla también a ella. Perdí a mis padres, a mis hermanos y muchos amigos. Pero a Ino no, eso no puedo permitirlo Shikamaru.
Y salió del lugar. Seguramente alguien le impediría escapar del campamento. Seguramente le recordarían que estaba fuera de servicio por sus heridas y el cansancio acumulado. Algunos de los médicos lo detendría, o una orden de un superior. No se podían desperdiciar más vidas de guerreros. Esos demonios eran muy fuertes, incluso su tropa más básica. Fuertes de una fuerza arrolladora. Chouji por su estilo de combate era de los que mejor podía ayudar a derrotarlos. Fuerza brutal, ideal para detener a los más grandes y pesados.
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El carro de piedra era arrastrado por media docena de criaturas similares a gorilas. Eran los diablos astados, una tropa de segundo nivel en jerarquía, de fuerte y sólida constitución. Eran usadas como fuerza de choque, para arrastrar cargas o como guardianes de ciertos sitios. No tenían mucha inteligencia, solo la suficiente como para comprender que eran esclavos de un diablo más poderoso. Y que si no obedecían, sus muertes serian lentas y repletas de agonía.
Seis tirando del carro, que por un sendero trasportaba una gata gigante de colores mesclados entre azul y negro. Nibi, el demonio de las dos colas había sido capturado. Estaban trasportándola hacia un indeterminado lugar, luego de una cruenta batalla que le costó la vida a 300 diablos de variadas especies. No sabía adonde la llevaban, pero por extraño que pareciera estaba más concentrada en escuchar el dialecto de esas criaturas, en lugar de pensar como escapar de las espinas de hierro que la tenían clavada contra la plataforma del carro.
-¡adelante pedazos de basura! –Gritó un diablo que hizo chasquear un látigo de púas sobre el lomo de las bestias de tiro, que gruñeron con dolor- ¡DIRECTO AL PORTAL!
Nibi estudiaba al líder del grupo. Un diablo de 1,70 tal vez, un cuerpo humanoide, cubierto casi completo por cadenas. Su rostro incluso, apenas los ojos se le podían ver. Parecía una masa de cadenas vivientes, cuando caminaba. De un mal genio consagrado, y un lenguaje que extrañamente, Nibi entendía a la perfección. Aunque no fuera la de los humanos precisamente.
-señor….-dijo una voz femenina descendiendo de los cielos- estamos en camino a la puerta, no hay novedades que reportar.
Ahora Nibi prestó atención a esa mujer que había aterrizado junto a humanoide de cadenas. Una hembra de 1,75, cabello oscuro y ojos rojos como si fueran de sangre. Tenía alas emplumadas de color negro, que las usaba para volar por sobre la caravana y así conseguir alertarlos de cualquier obstáculo. Un cuerpo perfecto, más perfecto que cualquier humana que Nibi hubiera visto. Estaba solo ataviada con un conjunto de correas que apenas si cubrían sus partes nobles. Era claro que esa diablesa no tenía como especialidad la guerra. Era más bien….una… “tentación”. Una espía.
Durante días habían viajado y Nibi no sabía adonde, pero tampoco le importaba demasiado. Después de tantos años de luchar contra humanos por ser libre. Cuando al finalizar la anterior guerra se había acordado no volver a formar Jinchuriki, Nibi por fin creyó que sería libre para siempre. Pero justo ahora, volvía a ser prisionera. Aunque en esta ocasión, eran diablos los que la tenían entre sus manos.
Después de un largo recorrido, por fin llegaron a un poblado humano abandonado. No había nadie, a excepción de algunas sombras que pululaban por todo el lugar. El carro sin más preámbulos siguió avanzando hasta encontrarse en el centro de la plaza, una puerta de luz roja que no tenía ningún marco para sostenerla. Dicha puerta, se hacía más y más grande. Poco a poco, como su una piedra cayera en el centro de un lago y las ondas se esparcieran a razón del impacto. Así la puerta vibraba desde su centro dando la impresión de estar haciéndose aún más grande. De estar expandiéndose.
Una última mirada a la oscuridad de la noche, Nibi iniciaba un viaje de que seguramente no regresaría. Atrás, quedaba el mundo de los humano. ¿Y Adelante? .Teniendo en cuenta quienes la habían capturado, y de la forma salvaje como fue arrastrada, no podía esperarse nada bueno.
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El crepitar de la fogata otorgaba calidez al lugar. La luz producida, sumada al delicioso aroma que aportaban 3 pescados asándose en palos individualmente clavados cerca, hizo que la mujer abriera sus bellos orbes color del cielo. Estaba recostada, cubierta por una capa de piel de animal increíblemente cálida. Protegida, resguardada junto a una apacible fogata y con apetecible comida al alcance de la mano.
Enseguida el hambre que había contenido por muchas horas se hizo presente con voraz reclamo. A riesgo de tener problemas con quien había pescado el alimento, alargó la mano y sentándose de piernas cruzadas comenzó a comer sin ningún tapujo. ¡Estaba delicioso! La carne del pescado era una exquisitez cocinada en su punto adecuado. El hambre era tan voraz en su ser, que por algunos minutos olvidó donde había caído y como había despertado. Principio y final de una historia que no conocía. Casi sin pensarlo, acabó con los tres pescados saciando su hambre. El alma le había vuelto al cuerpo. Tenía vida. ¡Estaba viva! Se abrazó a su abrigado atuendo, para notar que no le pertenecía. Era una piel gris, gruesa y casi impermeable al frio del bosque. Ella estaba completamente a salvo por ese manto. Pero su dueño, tal vez debía necesitarlo.
¿Dónde estaba? ¿Cómo había llegado ahí? Enseguida por la luz de la fogata comenzó a mirar en los alrededores, tratando de ubicar la zona de bosques. Era difícil, ya estaba bastante lejos de Konoha y de la zona que antes perteneció a los Nara. Pero aun así, escapar por esos lugares fue una gran ventaja sobre sus perseguidores. Fue por esa razón y no otra, que pudo escaparles durante tanto tiempo. Aunque al final la hubieran alcanzado.
-¿Quién era ese sujeto? –se preguntó en un susurro- a menos que me haya vuelto loca, acabó con 5 de los sabuesos infernales como si fueran conejos.
Se puso de pie, nunca debían mantener una fogata encendida en los bosques. No desde que los demonios comenzaron a ser tan numerosos como los ninjas y armaron grupos de rastreo para cazarlos. Había que tener mucho cuidado, y eso incluía acercarse a los ríos o cazar alimento. Los demonios estaban al acecho. En todos lados, en cualquier momento. Como fantasmas que veían en la oscuridad.
-el rio….-susurró Ino de pronto- si él ha pescado para traerme comida. Debe estar ahí. ¡Debo advertirle que es peligroso!
Caminó con dificultad, los músculos de sus piernas pagaban un precio al esfuerzo del escape, y tributo general a las píldoras de soldado. Los efectos secundarios no debían ser tan potentes, pero había comido dos, en lugar de obedecer al límite de una. Avanzó no obstante, y fue acercándose al rio. Él estaba ahí. Se podía ver que traía un pantalón y camiseta de colores oscuros. Estaba acumulando algunos cadáveres de criaturas que seguramente lo encontraron luego de haber asesinado a los 5 que perseguían a Ino. Esos sabuesos no eran los únicos que la rastreaban desde el comienzo. Era lógico que los demás se haya guiado por el fuego, y el olor de los humanos a la intemperie.
Ino se acercaba cautelosa, hasta que a pocos metros, pudo distinguir las facciones del hombre. A la luz de la luna, el rostro inconfundible de Naruto Uzumaki. Increíblemente similar al Yondaime Hokage. Era imposible de confundir.
-¿Naruto? –consultó la joven acercándose a al Shinobi que amontonaba los cadáveres de casi 20 demonios asesinados por él.- ¿realmente eres tú?
-espero que el escandalo no te haya despertado. -asintió de manera leve como un saludo.
-no….no realmente….-admitió ella, que ni se había enterado de esa batalla- fue el aroma del pescado. Tenía hambre.
Se permitió mirarlo detenidamente. Estaba increíblemente guapo a como lo recordaba. Alto, de casi 1,80. Mismas marcas características en las mejillas, ojos extrañamente amarillos, rodeados por las sombras de los parpados. Y un físico entrenado de una manera demencial seguramente. Desarrollado, musculado perfectamente. Aunque no con el exceso de sujetos como el Raikage. La cabellera de Naruto sin embargo, era larga y espinada en extremo. Hasta casi la base de su espalda llegaban los rubios cabellos. Su torso apenas resguardado por la remera, aunque el frio fuera algo cruel por esa madrugada, no parecía reportarle problemas.
-¿Qué fue lo que ocurrió? –Consultó Naruto, mientras alzaba por los cuernos a un enorme diablo astado y lo lanzaba a la pila de cadáveres- ¿de dónde salieron estas bestias?
Ino estaba demasiado aturdida por la imagen masculina como para hilar pensamientos. Pensaba en ella, y en la gloriosa suerte de haber encontrado por el camino de su muerte, a Uzumaki Namikase Naruto. Tal vez el hombre más poderoso sobre la tierra. Sin dudas, viendo a los enemigos derrotados y a la falta de heridas que el Uzumaki debería portar. Su nivel se había incrementado más aún.
-Veo que te has recuperado...-Añadió Naruto ante el silencio de Ino- ¿Tienes un lugar adonde ir?
La rubia sonrió levemente. Si cabía la posibilidad de que esto fuera un sueño, o algún otro demonio haciéndose pasar por Naruto. Ahora mismo esa pregunta le indicaba a la joven que tenía ante sí al original. Siempre pensando en el bienestar de los demás. La maldita frentona de Sakura tenía una suerte colosal con los hombres. Al menos si ese espécimen en particular, seguía interesado en ella.
-Sakura está bien por si quieres saber…-dijo Ino- y gracias a tu llegada, eso es algo que ambas tenemos en común.
-ya veo…-definió apenas el muchacho- pero no has respondido a mis preguntas. ¿Qué son estas cosas? –señaló a los cadáveres apenas.
Ino abrió la boca para ensayar una breve explicación. Pero unos ruidos la alertaron que no estaban solos. Ambos giraron hacia el otro extremo del rio. Había unas sombras allí, 3 sombras, tal vez los malditos refuerzos de los refuerzos.
-Son humanos….-anunció Naruto apenas- un grupo de 4. Aunque uno se oculta bien.
-Ellos venían por mí, -anunció la joven con alivio- tengo que apresurarme para dar mi infor…
Intentó girarse para ir por sus cosas en el improvisado campamento detrás. Pero fue el preciso momento cuando sus piernas le dijeron “basta” y trastabilló hasta desplomarse torpemente. Hubiera sido un gran golpe, pero Naruto reaccionó de una manera extraordinaria y la tomó entre sus brazos evitándole caer. Ella se sorprendió, había sido demasiado rápido, eran increíbles sus reflejos. Aun así, esa parte femenina y de picardía que siempre poseía Ino Yamanaka. Le hizo pensar en aprovecharse de la situación:
-¿Podrias….llevarme? –Dijo suavemente en el oído de Naruto.- ¿hasta nuestro refugio?
-desde luego….-anunció el con una voz grave y sexi- no te fuerces, apenas te has recuperado.
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La improvisada sección del hospital, tenía una de las tareas más titánicas que se recuerde en su historia. Miles de heridos, que debían ser cuidados y recuperados en la menor cantidad de tiempo posible, bajo las más duras circunstancias jamás pensadas. Todos los médicos, e incluso muchos que no lo eran en la realidad, se abocaban a esta tarea de reabastecer a las fuerzas Shinobi de una nueva oportunidad. Si hubieran estado en la villa de la hoja, los cuidados hubieran sido más rápidos y efectivos. Pero aquí, en una cueva perdida entre los bosques del país del fuego. Todos hacían lo máximo posible con lo único que tenían a mano. Plantas medicinales y chakra.
Era una carrera contra el tiempo, contra el clima, la muerte y la derrota.
La desesperanza había cundido en muchos niveles del inconsciente colectivo. Era algo que se podía ver a simple vista. Miradas bajas, silencios sepulcrales, la pesada sensación de la inutilidad en cada esfuerzo por realizar. Sin embargo, había una barrera que se interponía entre la humillante sensación de rendirse, y el coraje para recuperarse nuevamente. Esa barrera, eran los planteles de médicos ninja comandados por Tsunade Senju.
La Godaime Hokage de Konoha tal vez no fuera la más poderosa líder considerando a sus predecesores. No tenía el Mokuton de su abuelo Hashirama, tampoco el talento para crear jutsu o la velocidad del Nidaime y Yondaime Hokage. Y sin dudas, sus rabietas le hacían imposible conservar la calma y tener la sabiduría del Sandaime. Su maestro, Hiruzen Sarutobi.
Pero Lady Tsunade, era un talismán para sus guerreros. Ella y sus estudiantes dilectas, eran los puntales en los que se sostenía la esperanza de una recuperación. El ninjutsu medico jamás fue tan necesario en los derruidos ejércitos ninja. Y estaba aquí, dando la cara por el mundo. Tratando de renovar y refrescar las líneas de la alianza. Tratando de recuperar la aldea de la hoja.
Una joven había terminado de atender al paciente número 50 de su lista de trabajo. En una pequeña fuente con agua, se lavó las manos y convirtió el líquido limpio, en un color rojo sangre. Estaba agotada, completamente agotada. Y lo único en lo que podía pensar, era en sostener su cuerpo el suficiente tiempo para haber atendido al siguiente paciente. Una enfermera voluntaria le trajo toallas limpias, y Sakura Haruno, con su traje ninja ataviado de una bata sucia de manchas variadas, se dio cuenta que su cansancio era lo menos importante del lugar.
Todos se esforzaban, todos luchaban hasta más allá del límite. Lavando sabanas, vendas y toallas, atendiendo heridos, tratando de sanarse rápido para estar disponibles y volver a luchar. Todos se esforzaban y ella no podía ser menos. Hace pocos días, había tenido un mejor ánimo. Igual de agotada, igual de tapada en el trabajo. Pero más animada. Sin embargo, cuando los grupos de combate regresaron del frente de batalla esa noche. Trajeron con ellos a un Shinobi poderoso prácticamente muerto.
Un comandante de tropas, un Shinobi que era respetado y glorificado por su participación en la anterior guerra. Aun así, regresaba al campamento en sus últimas horas. Sasuke Uchiha lo había dado todo en una batalla. Contra una clase de demonio que no estaba en los planes. Un gigante, lo describieron los demás guerreros. Una criatura tan alta como un edificio de dos plantas. Con su cuerpo ardiendo por las llamas que despedía. Piel roja, fuego en su boca y ojos. Portaba una especie de enorme hacha envuelta en llamas, con la que arrasó las tropas que se le opusieron de manera insensata.
Sasuke lo enfrentó, y acabó venciéndolo aunque eso le costara casi la vida. Fue una victoria, pero con la posible muerte de uno de los Shinobi más fuertes que le quedaban a la alianza. Casi tenía el aroma de una derrota. Los grupos de ninjas que aun sobrevivían lo sacaron del campo donde habían luchado contra los demonios. Alcanzó a vivir hasta su retorno al campamento. Ahora Sasuke estaba en terapia intensiva. Todos los cuidados de las mejores Kunoichi médicos habían sido dados. Pero sin casi medicamentos, ocultos en una ruinosa cueva y a merced del enemigo. La esperanza era como arena, que poco a poco se escurría entre los dedos.
Sakura atendió a 9 pacientes más. Los que veía más graves, los que necesitaban con más urgencia su cuidado. Tsunade-sensei les había dado por categoría de medico una lista de cantidad de pacientes que debían atender. Pasar de esa lista, era arriesgar la vida del propio medico por la falta de chakra. Sakura siempre pasaba los 50 de su lista. Cada vez un poco más. No lo hacía como un desafío y tampoco por que quisiera enfermarse. No quería desobedecer a su maestra, y entendía que perder la salud de un médico, era perder muchos pacientes atendidos en los sucesivos días. ¡Pero todos se esforzaban tanto! ¿Cómo podía ella no hacer lo mismo? Era indigno no arriesgar un poco, para ayudar a tantos que apostaban sus vidas contra los demonios.
Con el paciente número 60, ya no pudo. Se tomó la cabeza y tuvo un mareo que la obligó a sentarse. La enfermera que conocía el número de pacientes atendidos por Sakura le entregó un poco de agua para que bebiera. Era una anciana que a pesar de su avanzada edad, daba todo su tiempo y esfuerzo para ayudar en el hospital. La señora acarició el cabello de Sakura, y en silencio le hizo pararse para que dejara su bata de trabajo y se retirara a descansar. Tenía 8 horas de descanso. Debía comer, y debía dormir. Ya no podía quedarse más tiempo en la zona de hospital, Sakura era valiosa para Tsunade, no podía permitirse perderla y la anciana enfermera lo sabía.
-Mitono-sama….todavía tengo que…
-No Sakura-san….-le corrigió la anciana- tienes que comer y dormir. No quiero verte caer enferma. Todos aquí te necesitamos demasiado. Shizune-san se va encargar. Ella y nosotras desde luego. –finalizó con una leve sonrisa.
Sakura observó a la anciana y su valor se renovó. Incluso esa amable viejita tenía su orgullo y lo daba absolutamente todo. Ella y las más de 200 voluntarias trabajaban día y noche sin pedir nada. Sin tregua, sin casi descanso. Lavando, cocinando, atendiendo, abrigando. ¿Cómo perder las esperanzas de un mañana, cuando veía a esos civiles luchar tan duramente? Pero lo cierto era, que habían sido expulsados de Konoha y combatían al máximo para tan solo sobrevivir. No tenían fuerzas suficientes para enfrentar a los demonios, tampoco poder de fuego para tomar una mejor posición entre los bosques que permitiera la menor comunicación con otras aldeas ninja. Estaban atrapados, como ratas, y peleando tan solo por comer o dormir. ¿Cómo podía haber victoria en ese brutal panorama? De pronto, como cuando su mente le exigía un descanso a todo volumen, pudo recordarlo a él. Siempre, durante esos años que estuvieron separados sucedía lo mismo. Los momentos de más dolor, los instantes de más miedo, aquellas circunstancias que prometían la muerte. Y siempre Naruto Uzumaki regresaba a sus pensamientos como una estela en la noche.
Durante los primeros meses que él se había ido de Konoha, Sakura estuvo furiosa con su partida. Cierta noche habían hablado sobre sentimientos y ella le pidió tiempo. Le dijo, que no lo rechazaba, pero no se sentía lista para iniciar nada más allá de la amistad. Naruto pareció tomarlo bien, pareció tenerle paciencia. Pero un par de semanas después desapareció de Konoha para siempre. Sakura lo buscó, molesta por pensar que Naruto hubiera abandonado la aldea por una tontería tan grande. Furiosa por que no comprendía lo importante que parecía ser ella para él. Como fuera, cuando más furiosa se encontraba, tuvo una charla con Tsunade-sensei. La Hokage le confió una información secreta. Para el resto de la aldea, Naruto Uzumaki estaba entrenando en el monte sagrado de los ermitaños. Solo para volverse más fuerte. Pero la verdad, era que Naruto había dejado su bandana en la oficina de Tsunade y había marchado de la villa sin autorización.
-¿Por qué razón lo hizo?- Fue la pregunta de Sakura. Y Tsunade solo pudo decirle lo poco que entendía de sus motivos.
-El clima está más violento cada día, Naruto marchó a un lugar secreto para usar su chakra y lograr recuperar el equilibrio natural, que Madara destruyó invocando al Juubi. Me opuse a que partiera, y se fue de todas formas.
No le dijo más, pero Sakura tuvo la impresión que Tsunade estaba convencida de que no lo volverían a ver. Que se sacrificó, una vez más, por todos y cada uno en Konoha. Por el mundo entero. Por supuesto que las tormentas eléctricas, el granizo, el calor extremo, la nieve congelante y demás fenómenos inexplicables eran un problema. Pero Sakura no pudo evitar sentirse culpable. Si ella le hubiera dicho que sí, si ella hubiera aceptado los sentimientos de Naruto aun cuando no estaba segura. El Uzumaki no se habría ido para siempre. Él hubiera estado cuando los demonios invadieron. Su valor, su fuerza hubieran permitido tener esperanzas justo ahora. Por no tomar el riesgo de sus sentimientos, Sakura había condenado a Konoha sin Naruto. Por supuesto, era solo teoría. Nunca Naruto regresó para dar cabida a esos pensamientos. Ahora el mundo estaba sin su protector, y ella estaba sin su mejor amigo. ¿Cómo tener esperanza?
De pronto…..unos gritos.
Primero fueron unos pocos, como centinelas anunciando un ataque. Pero no había desesperación en esas voces, sino algarabía. Luego muchos más, las voces eran estruendos que se multiplicaban conforme la razón de ese griterío avanzaba hacia el centro del campamento. Sakura dejó todo y salió de la zona de hospital. Su curiosidad por el escándalo pudo más que el cansancio. Salió y vio un montón de ninjas rodear a unos pocos. Vio lo que no observaba hace mucho tiempo. Sonrisas, risas, alegría, esperanza. Avanzó entre la gente para tomar mejor posición. La cabellera de Ino era evidente entre el grupo rodeado. Luego entre dos personas pudo notar a Sai. Aun así no entendía tanto festejo. De pronto, Lady Tsunade y el Lord Raikage se apersonaron desde las oficinas creadas en un montículo de piedra. La sonrisa de la Hokage le dio a Sakura la máxima razón de felicidad. Solo existía un ser en la tierra que podía hacerla sonreír así.
Solo uno, solo él….
Entonces, entre el tumulto de gente que por primera vez en años no se preocupaba por generar ruidos en exceso por el campamento. Pudo ver la alta figura de un hombre. Sus cabellos largos, espinados y rebeldes como el difunto Sannin Jirayja. Ojos poderosos, llenos de la vida que siempre había derramado en cada ser que conoció.
Allí estaba él, en ese lugar se encontraba la esperanza. El valor de todos, las razones de luchar. Todo depositado en un héroe legendario. Todos lo miraban, y solo una mujer podía nombrarlo pese al conocimiento general de su nombre. Solo una, aquella que siempre lo había llevado en sus recuerdos.
-Naruto….
Fue el susurro que se escurrió entre los labios de Sakura Haruno, y por primera vez en años….
Pudo al fin sonreír.
Fin del capítulo.
CAPITULO 1: AL FIN SONREIR
Algunos años después de los sucesos del prólogo:
Caminando con paso tranquilo por el sendero entre los bosques. La tarde casi había caído y el majestuoso sol dejaba sus últimos destellos naranja a los que invariablemente, les seguiría el manto nocturno de sombras. El hombre caminaba sin prisa y con cuidado, respirando la pureza del oxígeno como solo un bosque de verde vida puede otorgar. No tenía un rumbo fijo, no tenía un destino programado o un sendero determinado por recorrer. Simplemente caminaba, mientras su espíritu enfocaba cada rama, pájaro y brisa del viento buscando el balance apropiado.
Con paciencia….
Porque su función era una tarea de precisión. Porque rápido y atolondrado, no llegaría a ningún lugar. Tenía que lograr encontrar algo específico. Las fluctuaciones de la energía natural que contaminaban los variados ecosistemas de todos los países. Se estaban intensificando. Tenía que encontrar la epidemia de energía caótica, y purificarla.
Ya llevaba varios años con esta tarea….
Y no parecía tener un final cercano, porque siempre detrás de un equilibrio logrado, estaba el siguiente viaje, y las lejanas tierras donde se necesitaría su presencia. Pero él estaba dispuesto. Nunca nadie le podría acusar de no haberlo dado todo por la causa. Nunca el viento, la tierra o la lluvia le podrían decir que no ponía su mejor semblante ante el problema venidero. Hubiera sido una mentira afirmar tal cosa, hubiera sido injusto.
De pronto, una pequeña explosión antecedió a la aparición de un anfibio cortando su camino. El anciano sapo Fukusaku. Uno de los antiguos maestros de las artes del ermitaño. El viejo había pasado meses buscándolo, pero aun con la capacidad de rastreo residida en las artes Sennin, hasta minutos antes, le había resultado imposible ubicarlo. Tal vez la suerte, más que la habilidad.
-¡Naru-chan! –Exclamó el viejo entre nervioso y sorprendido- ¡creí que nunca volveríamos a verte! ¡¿Dónde te habías metido?! No sabes la angustia que hemos pasado.
El hombre detuvo su marcha ante la pequeña criatura. Su cuerpo robusto y bien formado, estaba ataviado con la ropa que supo usar hace tiempo. Aunque vieja y en pésimas condiciones. Todo cubierto por una capa gris hecha de piel de animal, además de la capucha que cubría su cabeza junto con casi todo el rostro.
-¿Qué quieres? –respondió con voz neutral Naruto, y el viejo sapo se sorprendió de la frialdad en su gesto.
-¡Konoha está bajo ataque! ¡Todas las aldeas ninja están en estado de guerra! ¿Dónde has estado Naru-chan? ¡¿Por qué no has regresado?!
El Uzumaki no pareció estar a tono con la preocupación del anciano. Más bien parecía difuso y distraído. Era como si no lo estuviera escuchando. Mirando a un costado, donde los frondosos árboles formaban casi una barrera infranqueable, si es que alguien quisiera abandonar el camino e internarse en el bosque.
-Creí que había terminado todo….-anunció disperso Naruto- pero sigo sintiendo el caos, por donde quiera que voy. Aunque la sensación ahora, se ha vuelto más específica.
-¿De qué hablas? –consultó el anciano mirando a los arboles sin comprender- ¿Qué puedes sentir?
-Siento….-dijo el hombre- como si algo no perteneciente a la tierra hubiera llegado. Sea lo que sea, está causando corrupción con su mera presencia. Esta desnivelando….lo que me ha tomado años componer. A unos…2 kilómetros hacia allá. –señaló con un cabeceo leve.
Fukusaku no lo podía creer, si acaso Naruto estaba detectando la presencia de los demonios, su poder de rastreo era incomparable. Las criaturas no usaban chakra, por esa razón los ninjas no podían ubicarlas. Solo los Sennin lo podían hacer, pero concentrándose exclusivamente para la tarea. Era por tanto impresionante que hubiera podida ubicar a sus enemigos con esa facilidad.
-son 5….-anunció cerrando los ojos levemente Naruto- rápidos, agiles, persiguen como perros de caza a una presa. Una mujer…
Fukusaku se le quedó mirando sin saber que decir. Todo el discurso había sido como una explicación lógica sobre lo que no le interesaba en lo más mínimo a Naruto. Su serenidad era angustiante, en contrapartida de una situación mundial lejos de estar en paz.
-¿volverás a Konoha? –consultó el anciano aferrándose a su pequeño bastón y viendo como Naruto se internaba en el bosque con parsimonia. ¿Volverás a la aldea?
-Depende…
-¿De qué puede depender?
-Si hay de esas criaturas… que ahora estoy rastreando…..-se alejó más y más hasta desaparecer- tendré que ir.
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Corriendo al máximo, durante todo el tiempo que pudo. La noche había llegado y durante 4 horas no había hecho más que correr. Conocía el terreno, porque la zona de bosque había sido descripta por su competente compañero de equipo. Aun así, con la ventaja de casi una hora de marcha, esas horrendas versiones de perros enormes que venían del infierno, la perseguían de manera incansable.
Podían sentir que se acercaban, aunque siguiera corriendo a la misma velocidad y saltara entre las ramas de los árboles. Esas criaturas la seguían y cada vez se acercaban más. La muchacha dio uno de tantos saltos, para caer en un claro del bosque. El sonido de gruñidos en su espalda le dio la pauta que a pesar de sus esfuerzos por huir, había sido atrapada. Una acometida de la primera bestia, y la joven se agachó justo a tiempo para evitar su muerte. Estas criaturas tenían la apariencia de un perro grande y de constitución fuerte, con un pelo corto de color rojo oxido; sus manchas, dientes y lenguas eran negros como el hollín, y poseían unos ojos rojizos y brillantes.
Esos canes gruñeron amenazadores y se posicionaron a su alrededor. El primero que saltó sobre ella había adelantado su posición para evitarle seguir huyendo, Ino Yamanaka estaba atrapada. Solo el valor, un ninjato y algunos kunai extra serian su única defensa.
Nunca había sido una luchadora, era más bien un brillante tercio del trio más compacto de Shinobi en el país del fuego. InoShikaChou estaba catalogado como el mejor de los familiares que antecedieron en esos clanes. Pero en la actualidad, tal cosa no era suficiente. Los ninjas estaban enredados en una clara lucha por sobrevivir. Una lucha, que estaban perdiendo.
Los sabuesos del infierno recorrían con sus cuatro patas los alrededores de Ino. Rodeándola, esperando que bajara la guardia, tal vez tomando un respiro antes de la cena. La muchacha suponía que intentarían atraparla inicialmente. Las mujeres humanas, sobre todo las más hermosas, eran utilizadas como esclavas sexuales por los demonios. Pero Ino jamás se permitiría caer a ese nivel. Se había juramentado morir, antes que ser presa de esos animales.
Los sabuesos no tenían más función que la de un perro. Eran los dueños de esas criaturas a los que había que temer. Demonios sanguinarios que gustaban de torturar a los humanos como quien disfruta de una caminata, o de una cena. La brutalidad había tomado una nueva dimensión desde que los demonios llegaron a la tierra. La brutalidad, era su modo de vida.
Ino jadeaba muy cansada, pero su ninjato desplegado por el antebrazo derecho esperaba firme. No se entregaría sin pelear, y la misión que había completado era primordial para las fuerzas ninjas rebeldes. Tenía que trasmitir ese conocimiento, tenía que encontrar el momento, de enviar un mensaje mental a Shikamaru o Chouji, sus conexiones más sencillas.
-¡Vamos criaturas! –Chilló rabiosa la mujer dándose ánimo para no enseñar miedo- ¡no tengo toda la noche para esperar! ¡ATAQUEN MALDITOS PERROS!
El asunto se complicaba cada vez más. Esperaba encontrar ayuda de otros ninja luego de haberse alejado bastante de Konoha. Pero evidentemente el escape no le había permitido ubicarse correctamente. O simplemente faltaban algunos kilómetros para alcanzar el punto de encuentro acordado. Como fuera, esos veloces sabuesos la tenían rodeada, y la batalla por no ser capturada o devorada daría inicio en cualquier instante.
De pronto un sonido….
Primero bajo, para luego elevar su nivel conforme quien lo generaba se acercó a la zona. Un silbido, surgido como una melodía, equilibrado y armonioso. Los sabuesos infernales se vieron distraídos por esa música del bosque. Ino vio su oportunidad, lanzó 4 kunai con sellos explosivos en el suelo frente al grupo de 4 que la aguardaban en el frente, y girando envistió contra el único can que había cortado su retirada. El perro de piel rojiza salto sobre la joven que se detuvo para no ser atropellada por las fauces de la bestia. Al instante, un tronco ocupó el lugar que correspondía al cuerpo de Ino. La rubia, habiendo ganado la posición con ese jutsu oportuno, decidió continuar huyendo perseguida por la confusa jauría que había sido desorganizada por las explosiones de los sellos en el suelo, más el tronco de madera usado en el reemplazo. Ino Yamanaka tenía que seguir huyendo, y cuando estaba por dar un salto para internarse entre las ramas del bosque, vio de frente una figura envuelta en una capa y cubierta por capucha misteriosa.
-A un lado….-dijo la clara voz profunda de un hombre, y la joven se quedó parada frente al avance rápido del sujeto contra los sabuesos.
El hombre se movió a una velocidad anormal, y dos perros saltaron sobre él de diferentes ángulos. Cuando casi pareció que lo tenían, ambos chocaron sus morrudas cabezas entre sí, sin haber atinado más que al aire. El sujeto avanzó hasta posicionarse en centro del grupo, frente al más grande de los canes, y en un movimiento que Ino no pudo seguir con su mirada, le enterró hasta el mango un kunai en el cráneo. Matando a la criatura instantáneamente. Otro perro saltó por su diestra a continuación, pero el hombre apuñaló con un nuevo kunai salido de sus ropas en 3 puntos diferentes del cuerpo. El perro pasó de largo al sujeto y tambaleándose cayo como fulminado. Los 3 canes restantes, acometieron enloquecidos de rabia, pero antes que Ino comprendiera lo que había pasado, dos de ellos perdieron la cabeza por sendos cortes limpios.
-rápido….-fue lo único que ella pudo pensar- tan rápido…
El hombre no pareció especialmente preocupado por el último sabueso. Ino apenas pudo preguntarse por la razón, cuando la criatura se desplomó al suelo chillando de dolor recostándose de lado. La sangre manaba de sus patas traseras y delanteras. Sin temor a equivocación, aquel brutal sujeto le había cortado los tendones al perro. Lo último que Ino pudo ver, fue como aquel hombre apoyaba su pie izquierdo en el cuello del animal, y de un solo corte lo abatía definitivamente. Luego Ino sintió arder su brazo izquierdo, tenía una uña de esos perros clavada cerca del codo, y las tres marcas de un zarpazo que pudo matarla. A pesar de haber usado el jutsu de reemplazo, aun así había sido herida. Su cuerpo comenzó a debilitarse, aun veía la espalda de ese hombre que la salvó acabando con el enemigo. Pero el cansancio de la huida, las píldoras de soldado ingeridas, y esa herida que ardía como el fuego, la hicieron caer al suelo y desmayarse. Sin saber que le esperaba más allá de la oscuridad.
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La sala improvisada de inteligencia, acumulaba una buena provisión de mapas e informaciones variadas. Una veintena de personas rondaban por las mesas de trabajo, las bibliotecas y las pizarras con dibujos de distintos talantes. Un solo hombre observaba el mapa del país que yacía abierto sobre la mesa central. Su mirada fría y centrada parecía querer atravesar la madera del mueble, más que encontrar una respuesta en el pergamino extendido. Shikamaru Nara, había permanecido casi 10 minutos en esa posición, su mejor amigo Chouji lo sabía por qué había estado mirándolo sin perder detalle. El Akimichi estaba sentado en un rincón del cuarto gracias a un pequeño banco. Esperando, esperando que su compañero Nara hiciera lo que siempre hacia. Resolver el problema. El gran interrogante que toda la alianza Shinobi tenía. ¿Cómo obtener la victoria?
Concentrado, aunando profundo en los infinitos senderos de su mente. Diagramando un centenar de estrategias basado en lo que sabía al detalle, luego aplicando variables cuasi conocidas. Para finalmente aventurar conjeturas probables sobre lo que no tenía pruebas. Era una tarea de precisión matemática. Por qué un error grave podía concluir en la aniquilación de las últimas fuerzas Shinobi del mundo. Y un reinado de tiranía eterna comenzaría, por parte del enemigo cruel.
Shikamaru pensaba. ¿Cómo pudo suceder esto? ¿Cómo pudieron esas criaturas de pesadillas invadir el mundo humano? ¿Cuál era su origen? ¿tenían un propósito superior a “destruirlo todo”? la raza que todos denominaban “demonios”, eran una fuerza de batalla muy intimidante basada en la potencia física de su infantería, la velocidad y agilidad de los sabuesos y una jerarquía bien organizada basada en la estabilidad de un ejército veterano consumado. Esas criaturas no le temían a nada, ni a la guerra, ni a la muerte. ¡A nada! Eran violentas y salvajes, no podían manipular chakra pero algunas de ellas conducían el elemento fuego con técnicas que a falta de mejor definición, se podrían denominar “magia”.
Pero lo peor, no era lo que esas fuerzas enemigas podían realizar en el frente de combate. Lo más peligroso sucedía cuando no había batalla por pelear. Algunos demonios tenían la habilidad de ingresar a los sueños de los humanos. Allí dentro, corromper sus mentes y obligarlos a hacer cosas que no debían. Incrementando su avaricia, adornando la lujuria, estimulando la desesperanza. Hubo muchos humanos que tomaron el insensato camino de pactar con un demonio. Y generalmente, los términos de esos contratos fueron perjudiciales para todos los habitantes de la tierra. En especial para ese humano.
Lo único positivo que se había logrado desde el comienzo mismo del Armagedón. Era que todas las aldeas ninja, y todos los líderes poderosos e incluso los renegados que no pertenecían a ninguna villa por sus crímenes pasados. Vieron en la unión completa, la única esperanza para salvar a la humanidad. Si tan solo lo hubieran sabido antes. Si tan solo hubieran tomado conciencia de lo que podía ocurrir desde el inicio. Muchísimas vidas se hubiesen salvado.
-Shikamaru…-consultó Chouji, ansioso por la espera- ¿Qué tanto estás pensando?
El moreno no le atendió, el hilo de sus pensamientos lo llevaba al recuerdo de la caída de Konoha. Habían pasado 2 años desde que Suna fue incendiado hasta los cimientos. Pocos en la aldea de la arena habían muerto con su villa, pero del Kazekage y sus tropas nadie tenía ni noticia. Unas fuerzas llegaron a los muros de Konoha sin que los rastreadores estuvieran apenas enterados. No se les podía detectar, esos demonios no usaban chakra y las capacidades de rastreo se basan en encontrarlo principalmente. Atacaron el muro Este con un ariete hecho de piedra. 6 criaturas que asemejaban a gorilas de color rojo, con fauces feroces y las dos garras delanteras anormalmente poderosas. Embistieron con el ariete tratando de forzar la entrada. Los ninjas iniciaron la defensa desde las torres y muros. Pero criaturas con aspecto humanoide lanzaron poderosas bolas de fuego comenzando a incendiarlo todo. Había otros, delgados como un cadáver y cuyos cuerpos parecían huesos expuestos. Que usaron sus lanzas para aprovechar la ruptura del portón e ingresar a la villa. Algunos más con alas, atacaron desde el cielo causando el pánico en las filas humanas.
La lucha fue feroz, calle por calle, casa por casa. La Hokage ordenó la evacuación cuando los demonios ya habían llegado a la mitad de la villa. Pero a pesar de haber cumplido las tareas de evacuación correctamente. Cuando los ninjas quisieron iniciar el contraataque, una fuerza de casi 4000 criaturas había irrumpido por otro de los portones y las tropas de Konoha fueron atrapadas entre dos fuegos. Miles murieron, y cientos más se rindieron para quedar prisioneros de los nuevos amos de la villa.
Tsunade fue herida de gravedad y Kakashi ordenó la retirada junto a Sasuke para salvar de la aniquilación a las 4 divisiones de Shinobi que aún quedaban en pie. Los civiles fueron ocultos en los pasajes de las montañas, pero los demonios los encontraron y pasaron a engrosar el número de esclavos o victimas para esas horrendas criaturas.
2 años después, Shikamaru Nara observaba el mapa del antiguo país del fuego y trataba de encontrar una solución. ¿Kumo? Increíblemente arrasada hasta los cimientos. ¿Kiri? Había informaciones dispersas por su lejanía. Se suponía que aguantó el asedio su villa durante 6 meses completos. Fue casi tomada la aldea, aun al coste de 15000 demonios muertos. Y cuando todos creían que sería el final de ese pueblo, las fuerzas de Lord Tsuchikage conduciendo a su pueblo por el lejano territorio del agua, aparecieron para obtener la mayor victoria de los humanos en lo que iba de guerra. Kiri e Iwa se organizaron para resistir. Y constituían en la mayor fuerza militar del mundo. Protegidos por su aislamiento del continente en el país del agua, subsistieron a los intentos de exterminio. O al menos eso se creía en los campamentos del país de fuego.
Las fuerzas de Konoha, se organizaron con rebeldes de varios países y los restos del ejército de Kumo. En tres refugios perfectamente separados, intentaban no ser ubicados y destruidos. Pero el centro del mapa mundial, ahora pertenecía a los demonios. Los países pequeños, parecieron no ser tomados en cuenta por el enemigo inicialmente. Su objetivo era acabar con las fuerzas militares. O al menos eso parecía.
-Shikamaru….-volvió a insistir Chouji- tenemos que ir a buscarla. Aún no ha regresado.
-Ese es trabajo de Sai y su equipo. –Indicó el Nara- también me preocupa Ino, pero ella pueda cuidarse sola.
-No, no puede….-amonestó Chouji- no contra esas criaturas. Deberíamos estar con ella.
-¡Deberías cerrar la boca y dejarme pensar! –Le gritó el moreno molesto ante la sorpresa del Akimichi- ¡deja de ver a Ino como si fuera una princesa indefensa! ¡Es nuestra compañera, merece nuestro respeto y sin ella, no tendríamos ni una maldita idea de lo que sucede en Konoha!
Chouji se sintió mal, jamás Shikamaru le había gritado de esa forma. No pretendía molestarlo, tampoco pensaba que Ino fuera débil. Pero tenía miedo por ella, temía no volver a verla. Chouji había visto así como otros, los horrores que sufrían las mujeres capturadas. Eran violadas, mutiladas, ultrajadas en todo sentido posible. Hasta que solo quedaban como un cuerpo inerte, incapaz de sentir nada. Como si fueran basura. Chouji no quería eso para Ino, ni siquiera podía pensar que alguno de esos….esos…. “monstruos” le pusiera un solo dedo encima.
-no puedo quedarme aquí sin hacer nada….-señaló poniéndose de pie el castaño- no sirvo para nada en este lugar.
-Chouji….-dijo el moreno con voz leve, y agachando su cabeza entre los hombros- lo siento.
-no tienes por qué. –Sonrió el corpulento Shinobi- sé que tienes muchas responsabilidades. Muchos confían en ti, y yo más que ninguno. Pero no puedo perderla también a ella. Perdí a mis padres, a mis hermanos y muchos amigos. Pero a Ino no, eso no puedo permitirlo Shikamaru.
Y salió del lugar. Seguramente alguien le impediría escapar del campamento. Seguramente le recordarían que estaba fuera de servicio por sus heridas y el cansancio acumulado. Algunos de los médicos lo detendría, o una orden de un superior. No se podían desperdiciar más vidas de guerreros. Esos demonios eran muy fuertes, incluso su tropa más básica. Fuertes de una fuerza arrolladora. Chouji por su estilo de combate era de los que mejor podía ayudar a derrotarlos. Fuerza brutal, ideal para detener a los más grandes y pesados.
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El carro de piedra era arrastrado por media docena de criaturas similares a gorilas. Eran los diablos astados, una tropa de segundo nivel en jerarquía, de fuerte y sólida constitución. Eran usadas como fuerza de choque, para arrastrar cargas o como guardianes de ciertos sitios. No tenían mucha inteligencia, solo la suficiente como para comprender que eran esclavos de un diablo más poderoso. Y que si no obedecían, sus muertes serian lentas y repletas de agonía.
Seis tirando del carro, que por un sendero trasportaba una gata gigante de colores mesclados entre azul y negro. Nibi, el demonio de las dos colas había sido capturado. Estaban trasportándola hacia un indeterminado lugar, luego de una cruenta batalla que le costó la vida a 300 diablos de variadas especies. No sabía adonde la llevaban, pero por extraño que pareciera estaba más concentrada en escuchar el dialecto de esas criaturas, en lugar de pensar como escapar de las espinas de hierro que la tenían clavada contra la plataforma del carro.
-¡adelante pedazos de basura! –Gritó un diablo que hizo chasquear un látigo de púas sobre el lomo de las bestias de tiro, que gruñeron con dolor- ¡DIRECTO AL PORTAL!
Nibi estudiaba al líder del grupo. Un diablo de 1,70 tal vez, un cuerpo humanoide, cubierto casi completo por cadenas. Su rostro incluso, apenas los ojos se le podían ver. Parecía una masa de cadenas vivientes, cuando caminaba. De un mal genio consagrado, y un lenguaje que extrañamente, Nibi entendía a la perfección. Aunque no fuera la de los humanos precisamente.
-señor….-dijo una voz femenina descendiendo de los cielos- estamos en camino a la puerta, no hay novedades que reportar.
Ahora Nibi prestó atención a esa mujer que había aterrizado junto a humanoide de cadenas. Una hembra de 1,75, cabello oscuro y ojos rojos como si fueran de sangre. Tenía alas emplumadas de color negro, que las usaba para volar por sobre la caravana y así conseguir alertarlos de cualquier obstáculo. Un cuerpo perfecto, más perfecto que cualquier humana que Nibi hubiera visto. Estaba solo ataviada con un conjunto de correas que apenas si cubrían sus partes nobles. Era claro que esa diablesa no tenía como especialidad la guerra. Era más bien….una… “tentación”. Una espía.
Durante días habían viajado y Nibi no sabía adonde, pero tampoco le importaba demasiado. Después de tantos años de luchar contra humanos por ser libre. Cuando al finalizar la anterior guerra se había acordado no volver a formar Jinchuriki, Nibi por fin creyó que sería libre para siempre. Pero justo ahora, volvía a ser prisionera. Aunque en esta ocasión, eran diablos los que la tenían entre sus manos.
Después de un largo recorrido, por fin llegaron a un poblado humano abandonado. No había nadie, a excepción de algunas sombras que pululaban por todo el lugar. El carro sin más preámbulos siguió avanzando hasta encontrarse en el centro de la plaza, una puerta de luz roja que no tenía ningún marco para sostenerla. Dicha puerta, se hacía más y más grande. Poco a poco, como su una piedra cayera en el centro de un lago y las ondas se esparcieran a razón del impacto. Así la puerta vibraba desde su centro dando la impresión de estar haciéndose aún más grande. De estar expandiéndose.
Una última mirada a la oscuridad de la noche, Nibi iniciaba un viaje de que seguramente no regresaría. Atrás, quedaba el mundo de los humano. ¿Y Adelante? .Teniendo en cuenta quienes la habían capturado, y de la forma salvaje como fue arrastrada, no podía esperarse nada bueno.
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El crepitar de la fogata otorgaba calidez al lugar. La luz producida, sumada al delicioso aroma que aportaban 3 pescados asándose en palos individualmente clavados cerca, hizo que la mujer abriera sus bellos orbes color del cielo. Estaba recostada, cubierta por una capa de piel de animal increíblemente cálida. Protegida, resguardada junto a una apacible fogata y con apetecible comida al alcance de la mano.
Enseguida el hambre que había contenido por muchas horas se hizo presente con voraz reclamo. A riesgo de tener problemas con quien había pescado el alimento, alargó la mano y sentándose de piernas cruzadas comenzó a comer sin ningún tapujo. ¡Estaba delicioso! La carne del pescado era una exquisitez cocinada en su punto adecuado. El hambre era tan voraz en su ser, que por algunos minutos olvidó donde había caído y como había despertado. Principio y final de una historia que no conocía. Casi sin pensarlo, acabó con los tres pescados saciando su hambre. El alma le había vuelto al cuerpo. Tenía vida. ¡Estaba viva! Se abrazó a su abrigado atuendo, para notar que no le pertenecía. Era una piel gris, gruesa y casi impermeable al frio del bosque. Ella estaba completamente a salvo por ese manto. Pero su dueño, tal vez debía necesitarlo.
¿Dónde estaba? ¿Cómo había llegado ahí? Enseguida por la luz de la fogata comenzó a mirar en los alrededores, tratando de ubicar la zona de bosques. Era difícil, ya estaba bastante lejos de Konoha y de la zona que antes perteneció a los Nara. Pero aun así, escapar por esos lugares fue una gran ventaja sobre sus perseguidores. Fue por esa razón y no otra, que pudo escaparles durante tanto tiempo. Aunque al final la hubieran alcanzado.
-¿Quién era ese sujeto? –se preguntó en un susurro- a menos que me haya vuelto loca, acabó con 5 de los sabuesos infernales como si fueran conejos.
Se puso de pie, nunca debían mantener una fogata encendida en los bosques. No desde que los demonios comenzaron a ser tan numerosos como los ninjas y armaron grupos de rastreo para cazarlos. Había que tener mucho cuidado, y eso incluía acercarse a los ríos o cazar alimento. Los demonios estaban al acecho. En todos lados, en cualquier momento. Como fantasmas que veían en la oscuridad.
-el rio….-susurró Ino de pronto- si él ha pescado para traerme comida. Debe estar ahí. ¡Debo advertirle que es peligroso!
Caminó con dificultad, los músculos de sus piernas pagaban un precio al esfuerzo del escape, y tributo general a las píldoras de soldado. Los efectos secundarios no debían ser tan potentes, pero había comido dos, en lugar de obedecer al límite de una. Avanzó no obstante, y fue acercándose al rio. Él estaba ahí. Se podía ver que traía un pantalón y camiseta de colores oscuros. Estaba acumulando algunos cadáveres de criaturas que seguramente lo encontraron luego de haber asesinado a los 5 que perseguían a Ino. Esos sabuesos no eran los únicos que la rastreaban desde el comienzo. Era lógico que los demás se haya guiado por el fuego, y el olor de los humanos a la intemperie.
Ino se acercaba cautelosa, hasta que a pocos metros, pudo distinguir las facciones del hombre. A la luz de la luna, el rostro inconfundible de Naruto Uzumaki. Increíblemente similar al Yondaime Hokage. Era imposible de confundir.
-¿Naruto? –consultó la joven acercándose a al Shinobi que amontonaba los cadáveres de casi 20 demonios asesinados por él.- ¿realmente eres tú?
-espero que el escandalo no te haya despertado. -asintió de manera leve como un saludo.
-no….no realmente….-admitió ella, que ni se había enterado de esa batalla- fue el aroma del pescado. Tenía hambre.
Se permitió mirarlo detenidamente. Estaba increíblemente guapo a como lo recordaba. Alto, de casi 1,80. Mismas marcas características en las mejillas, ojos extrañamente amarillos, rodeados por las sombras de los parpados. Y un físico entrenado de una manera demencial seguramente. Desarrollado, musculado perfectamente. Aunque no con el exceso de sujetos como el Raikage. La cabellera de Naruto sin embargo, era larga y espinada en extremo. Hasta casi la base de su espalda llegaban los rubios cabellos. Su torso apenas resguardado por la remera, aunque el frio fuera algo cruel por esa madrugada, no parecía reportarle problemas.
-¿Qué fue lo que ocurrió? –Consultó Naruto, mientras alzaba por los cuernos a un enorme diablo astado y lo lanzaba a la pila de cadáveres- ¿de dónde salieron estas bestias?
Ino estaba demasiado aturdida por la imagen masculina como para hilar pensamientos. Pensaba en ella, y en la gloriosa suerte de haber encontrado por el camino de su muerte, a Uzumaki Namikase Naruto. Tal vez el hombre más poderoso sobre la tierra. Sin dudas, viendo a los enemigos derrotados y a la falta de heridas que el Uzumaki debería portar. Su nivel se había incrementado más aún.
-Veo que te has recuperado...-Añadió Naruto ante el silencio de Ino- ¿Tienes un lugar adonde ir?
La rubia sonrió levemente. Si cabía la posibilidad de que esto fuera un sueño, o algún otro demonio haciéndose pasar por Naruto. Ahora mismo esa pregunta le indicaba a la joven que tenía ante sí al original. Siempre pensando en el bienestar de los demás. La maldita frentona de Sakura tenía una suerte colosal con los hombres. Al menos si ese espécimen en particular, seguía interesado en ella.
-Sakura está bien por si quieres saber…-dijo Ino- y gracias a tu llegada, eso es algo que ambas tenemos en común.
-ya veo…-definió apenas el muchacho- pero no has respondido a mis preguntas. ¿Qué son estas cosas? –señaló a los cadáveres apenas.
Ino abrió la boca para ensayar una breve explicación. Pero unos ruidos la alertaron que no estaban solos. Ambos giraron hacia el otro extremo del rio. Había unas sombras allí, 3 sombras, tal vez los malditos refuerzos de los refuerzos.
-Son humanos….-anunció Naruto apenas- un grupo de 4. Aunque uno se oculta bien.
-Ellos venían por mí, -anunció la joven con alivio- tengo que apresurarme para dar mi infor…
Intentó girarse para ir por sus cosas en el improvisado campamento detrás. Pero fue el preciso momento cuando sus piernas le dijeron “basta” y trastabilló hasta desplomarse torpemente. Hubiera sido un gran golpe, pero Naruto reaccionó de una manera extraordinaria y la tomó entre sus brazos evitándole caer. Ella se sorprendió, había sido demasiado rápido, eran increíbles sus reflejos. Aun así, esa parte femenina y de picardía que siempre poseía Ino Yamanaka. Le hizo pensar en aprovecharse de la situación:
-¿Podrias….llevarme? –Dijo suavemente en el oído de Naruto.- ¿hasta nuestro refugio?
-desde luego….-anunció el con una voz grave y sexi- no te fuerces, apenas te has recuperado.
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La improvisada sección del hospital, tenía una de las tareas más titánicas que se recuerde en su historia. Miles de heridos, que debían ser cuidados y recuperados en la menor cantidad de tiempo posible, bajo las más duras circunstancias jamás pensadas. Todos los médicos, e incluso muchos que no lo eran en la realidad, se abocaban a esta tarea de reabastecer a las fuerzas Shinobi de una nueva oportunidad. Si hubieran estado en la villa de la hoja, los cuidados hubieran sido más rápidos y efectivos. Pero aquí, en una cueva perdida entre los bosques del país del fuego. Todos hacían lo máximo posible con lo único que tenían a mano. Plantas medicinales y chakra.
Era una carrera contra el tiempo, contra el clima, la muerte y la derrota.
La desesperanza había cundido en muchos niveles del inconsciente colectivo. Era algo que se podía ver a simple vista. Miradas bajas, silencios sepulcrales, la pesada sensación de la inutilidad en cada esfuerzo por realizar. Sin embargo, había una barrera que se interponía entre la humillante sensación de rendirse, y el coraje para recuperarse nuevamente. Esa barrera, eran los planteles de médicos ninja comandados por Tsunade Senju.
La Godaime Hokage de Konoha tal vez no fuera la más poderosa líder considerando a sus predecesores. No tenía el Mokuton de su abuelo Hashirama, tampoco el talento para crear jutsu o la velocidad del Nidaime y Yondaime Hokage. Y sin dudas, sus rabietas le hacían imposible conservar la calma y tener la sabiduría del Sandaime. Su maestro, Hiruzen Sarutobi.
Pero Lady Tsunade, era un talismán para sus guerreros. Ella y sus estudiantes dilectas, eran los puntales en los que se sostenía la esperanza de una recuperación. El ninjutsu medico jamás fue tan necesario en los derruidos ejércitos ninja. Y estaba aquí, dando la cara por el mundo. Tratando de renovar y refrescar las líneas de la alianza. Tratando de recuperar la aldea de la hoja.
Una joven había terminado de atender al paciente número 50 de su lista de trabajo. En una pequeña fuente con agua, se lavó las manos y convirtió el líquido limpio, en un color rojo sangre. Estaba agotada, completamente agotada. Y lo único en lo que podía pensar, era en sostener su cuerpo el suficiente tiempo para haber atendido al siguiente paciente. Una enfermera voluntaria le trajo toallas limpias, y Sakura Haruno, con su traje ninja ataviado de una bata sucia de manchas variadas, se dio cuenta que su cansancio era lo menos importante del lugar.
Todos se esforzaban, todos luchaban hasta más allá del límite. Lavando sabanas, vendas y toallas, atendiendo heridos, tratando de sanarse rápido para estar disponibles y volver a luchar. Todos se esforzaban y ella no podía ser menos. Hace pocos días, había tenido un mejor ánimo. Igual de agotada, igual de tapada en el trabajo. Pero más animada. Sin embargo, cuando los grupos de combate regresaron del frente de batalla esa noche. Trajeron con ellos a un Shinobi poderoso prácticamente muerto.
Un comandante de tropas, un Shinobi que era respetado y glorificado por su participación en la anterior guerra. Aun así, regresaba al campamento en sus últimas horas. Sasuke Uchiha lo había dado todo en una batalla. Contra una clase de demonio que no estaba en los planes. Un gigante, lo describieron los demás guerreros. Una criatura tan alta como un edificio de dos plantas. Con su cuerpo ardiendo por las llamas que despedía. Piel roja, fuego en su boca y ojos. Portaba una especie de enorme hacha envuelta en llamas, con la que arrasó las tropas que se le opusieron de manera insensata.
Sasuke lo enfrentó, y acabó venciéndolo aunque eso le costara casi la vida. Fue una victoria, pero con la posible muerte de uno de los Shinobi más fuertes que le quedaban a la alianza. Casi tenía el aroma de una derrota. Los grupos de ninjas que aun sobrevivían lo sacaron del campo donde habían luchado contra los demonios. Alcanzó a vivir hasta su retorno al campamento. Ahora Sasuke estaba en terapia intensiva. Todos los cuidados de las mejores Kunoichi médicos habían sido dados. Pero sin casi medicamentos, ocultos en una ruinosa cueva y a merced del enemigo. La esperanza era como arena, que poco a poco se escurría entre los dedos.
Sakura atendió a 9 pacientes más. Los que veía más graves, los que necesitaban con más urgencia su cuidado. Tsunade-sensei les había dado por categoría de medico una lista de cantidad de pacientes que debían atender. Pasar de esa lista, era arriesgar la vida del propio medico por la falta de chakra. Sakura siempre pasaba los 50 de su lista. Cada vez un poco más. No lo hacía como un desafío y tampoco por que quisiera enfermarse. No quería desobedecer a su maestra, y entendía que perder la salud de un médico, era perder muchos pacientes atendidos en los sucesivos días. ¡Pero todos se esforzaban tanto! ¿Cómo podía ella no hacer lo mismo? Era indigno no arriesgar un poco, para ayudar a tantos que apostaban sus vidas contra los demonios.
Con el paciente número 60, ya no pudo. Se tomó la cabeza y tuvo un mareo que la obligó a sentarse. La enfermera que conocía el número de pacientes atendidos por Sakura le entregó un poco de agua para que bebiera. Era una anciana que a pesar de su avanzada edad, daba todo su tiempo y esfuerzo para ayudar en el hospital. La señora acarició el cabello de Sakura, y en silencio le hizo pararse para que dejara su bata de trabajo y se retirara a descansar. Tenía 8 horas de descanso. Debía comer, y debía dormir. Ya no podía quedarse más tiempo en la zona de hospital, Sakura era valiosa para Tsunade, no podía permitirse perderla y la anciana enfermera lo sabía.
-Mitono-sama….todavía tengo que…
-No Sakura-san….-le corrigió la anciana- tienes que comer y dormir. No quiero verte caer enferma. Todos aquí te necesitamos demasiado. Shizune-san se va encargar. Ella y nosotras desde luego. –finalizó con una leve sonrisa.
Sakura observó a la anciana y su valor se renovó. Incluso esa amable viejita tenía su orgullo y lo daba absolutamente todo. Ella y las más de 200 voluntarias trabajaban día y noche sin pedir nada. Sin tregua, sin casi descanso. Lavando, cocinando, atendiendo, abrigando. ¿Cómo perder las esperanzas de un mañana, cuando veía a esos civiles luchar tan duramente? Pero lo cierto era, que habían sido expulsados de Konoha y combatían al máximo para tan solo sobrevivir. No tenían fuerzas suficientes para enfrentar a los demonios, tampoco poder de fuego para tomar una mejor posición entre los bosques que permitiera la menor comunicación con otras aldeas ninja. Estaban atrapados, como ratas, y peleando tan solo por comer o dormir. ¿Cómo podía haber victoria en ese brutal panorama? De pronto, como cuando su mente le exigía un descanso a todo volumen, pudo recordarlo a él. Siempre, durante esos años que estuvieron separados sucedía lo mismo. Los momentos de más dolor, los instantes de más miedo, aquellas circunstancias que prometían la muerte. Y siempre Naruto Uzumaki regresaba a sus pensamientos como una estela en la noche.
Durante los primeros meses que él se había ido de Konoha, Sakura estuvo furiosa con su partida. Cierta noche habían hablado sobre sentimientos y ella le pidió tiempo. Le dijo, que no lo rechazaba, pero no se sentía lista para iniciar nada más allá de la amistad. Naruto pareció tomarlo bien, pareció tenerle paciencia. Pero un par de semanas después desapareció de Konoha para siempre. Sakura lo buscó, molesta por pensar que Naruto hubiera abandonado la aldea por una tontería tan grande. Furiosa por que no comprendía lo importante que parecía ser ella para él. Como fuera, cuando más furiosa se encontraba, tuvo una charla con Tsunade-sensei. La Hokage le confió una información secreta. Para el resto de la aldea, Naruto Uzumaki estaba entrenando en el monte sagrado de los ermitaños. Solo para volverse más fuerte. Pero la verdad, era que Naruto había dejado su bandana en la oficina de Tsunade y había marchado de la villa sin autorización.
-¿Por qué razón lo hizo?- Fue la pregunta de Sakura. Y Tsunade solo pudo decirle lo poco que entendía de sus motivos.
-El clima está más violento cada día, Naruto marchó a un lugar secreto para usar su chakra y lograr recuperar el equilibrio natural, que Madara destruyó invocando al Juubi. Me opuse a que partiera, y se fue de todas formas.
No le dijo más, pero Sakura tuvo la impresión que Tsunade estaba convencida de que no lo volverían a ver. Que se sacrificó, una vez más, por todos y cada uno en Konoha. Por el mundo entero. Por supuesto que las tormentas eléctricas, el granizo, el calor extremo, la nieve congelante y demás fenómenos inexplicables eran un problema. Pero Sakura no pudo evitar sentirse culpable. Si ella le hubiera dicho que sí, si ella hubiera aceptado los sentimientos de Naruto aun cuando no estaba segura. El Uzumaki no se habría ido para siempre. Él hubiera estado cuando los demonios invadieron. Su valor, su fuerza hubieran permitido tener esperanzas justo ahora. Por no tomar el riesgo de sus sentimientos, Sakura había condenado a Konoha sin Naruto. Por supuesto, era solo teoría. Nunca Naruto regresó para dar cabida a esos pensamientos. Ahora el mundo estaba sin su protector, y ella estaba sin su mejor amigo. ¿Cómo tener esperanza?
De pronto…..unos gritos.
Primero fueron unos pocos, como centinelas anunciando un ataque. Pero no había desesperación en esas voces, sino algarabía. Luego muchos más, las voces eran estruendos que se multiplicaban conforme la razón de ese griterío avanzaba hacia el centro del campamento. Sakura dejó todo y salió de la zona de hospital. Su curiosidad por el escándalo pudo más que el cansancio. Salió y vio un montón de ninjas rodear a unos pocos. Vio lo que no observaba hace mucho tiempo. Sonrisas, risas, alegría, esperanza. Avanzó entre la gente para tomar mejor posición. La cabellera de Ino era evidente entre el grupo rodeado. Luego entre dos personas pudo notar a Sai. Aun así no entendía tanto festejo. De pronto, Lady Tsunade y el Lord Raikage se apersonaron desde las oficinas creadas en un montículo de piedra. La sonrisa de la Hokage le dio a Sakura la máxima razón de felicidad. Solo existía un ser en la tierra que podía hacerla sonreír así.
Solo uno, solo él….
Entonces, entre el tumulto de gente que por primera vez en años no se preocupaba por generar ruidos en exceso por el campamento. Pudo ver la alta figura de un hombre. Sus cabellos largos, espinados y rebeldes como el difunto Sannin Jirayja. Ojos poderosos, llenos de la vida que siempre había derramado en cada ser que conoció.
Allí estaba él, en ese lugar se encontraba la esperanza. El valor de todos, las razones de luchar. Todo depositado en un héroe legendario. Todos lo miraban, y solo una mujer podía nombrarlo pese al conocimiento general de su nombre. Solo una, aquella que siempre lo había llevado en sus recuerdos.
-Naruto….
Fue el susurro que se escurrió entre los labios de Sakura Haruno, y por primera vez en años….
Pudo al fin sonreír.
Fin del capítulo.
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arminius- Clan Seiryuu
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Al parecer Naruto a madurado y cambiado que pasaría en ese tiempo que intentó volver a poner todo en equilibrio, lo que se me hizo más extraño fue como le contestó a Pa.
Se he que todos lo han pasado mal, espero qe Gaara no haya muerto, es difícil luchar con algo que no pueden percibir y esos demonios son horribles. Para que querrán a los Bijuus no creo que Nibi sea la única que buscarán, tal vez para corromper y utilizarlos.
Todos tienen esperanza y fe en Naruto pero será que él quiera ayudar o de la forma en que se lo pidan? Quisiera saber que tanto a cambiado. Aunque Sakura no lo rechazó y pidió tiempo tal ved las cosas ya han cambiado. Habrá sólo Narusaku o existe la posibilidad de harem?
Conti!
Se he que todos lo han pasado mal, espero qe Gaara no haya muerto, es difícil luchar con algo que no pueden percibir y esos demonios son horribles. Para que querrán a los Bijuus no creo que Nibi sea la única que buscarán, tal vez para corromper y utilizarlos.
Todos tienen esperanza y fe en Naruto pero será que él quiera ayudar o de la forma en que se lo pidan? Quisiera saber que tanto a cambiado. Aunque Sakura no lo rechazó y pidió tiempo tal ved las cosas ya han cambiado. Habrá sólo Narusaku o existe la posibilidad de harem?
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hikari uzumaki- Sennin
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
WoW demonios y bestias del infierno. Mini creaturas parecidas a cerberus, que con sus colmillos devoran las entrañas de los ninjas como si fuera el mejor manjar del universo
The grim reaper aprueba esto XD
Este fic me esta recordando un poco a un manga llamado Claymore que me lei el mes pasado, solo porque los demonios me recordaron a los yoma (antagonistas de ese manga) intentare no hacer mas paralelismos en esta ocasión, aunque mi mente loca es rebelde y tal ves no hacerlo sea inevitable
El detalle de Naruto con el pelo largo, un fisico marcado y muy poderoso después de años de entrenamiento. Vaya es algo que he leído tantas veces que sinceramente amigo no le encuentro nada de original XD Pero veremos que pasa mas adelante, ojala salga alguien que le de una buena paliza y le de mas emoción a este fic tan misterioso, ya que si es Naruto el que reparte puñetes sin recibir, seria muy aburrido, y un cannon sue claro esta XD
Y tu negativa con Sasuke sale a flote nuevamente dejándolo K.O. en el primer capitulo del fic, pobrecito, realmente me gusta ver a Sasuke en acción, tiene tantos trucos bajo la manga XD Espero verlo y que no lo tengas en coma todo el fic
Tambien vi que volviste a usar el viejo clishe de que NAruto se va de la aldea por pelear con Sakura, aunque bueno técnicamente no pelearon, pero fue un mal entendido sentimental claro esta. Y de nuevo Sakura comienza a extrañarlo. Por dios, amigo, espero mas sorpresas para los proximos capitulos
Y todo termina con Naruto entrando a la aldea, como si fuese un mesias o algo. Bueno al parecer lo es, pero estoy seguro que los antagonistas no han mostrado todas sus cartas, después de todo están capturando bijus. Veremos que pasa
¿Sera que estas bestias legendarias son las fuerzas contrarias al dios árbol y este existía para mantenerlas bajo control? Puede ser, después de todo dijiste que Madara rompió todo equilibrio natural
Ademas asumo que el poder de Naruto se debe a un control extremadamente exagerado y perfecto del modo sennin, si no es así corrígeme XD
Espero que Sakura muestre trucos nuevos, detesto ver a una Sakura pasiva y que deje que solo Naruto haga todo el trabajo, te dejo esa mision C:
Bien creo que esas son todas mis dudas, criticas, aportes y especulaciones
Espero que la conti este pronto, después de todo tus tiempos de actualización son mas largos que los míos XD
Nos vemos amigo
The grim reaper aprueba esto XD
Este fic me esta recordando un poco a un manga llamado Claymore que me lei el mes pasado, solo porque los demonios me recordaron a los yoma (antagonistas de ese manga) intentare no hacer mas paralelismos en esta ocasión, aunque mi mente loca es rebelde y tal ves no hacerlo sea inevitable
El detalle de Naruto con el pelo largo, un fisico marcado y muy poderoso después de años de entrenamiento. Vaya es algo que he leído tantas veces que sinceramente amigo no le encuentro nada de original XD Pero veremos que pasa mas adelante, ojala salga alguien que le de una buena paliza y le de mas emoción a este fic tan misterioso, ya que si es Naruto el que reparte puñetes sin recibir, seria muy aburrido, y un cannon sue claro esta XD
Y tu negativa con Sasuke sale a flote nuevamente dejándolo K.O. en el primer capitulo del fic, pobrecito, realmente me gusta ver a Sasuke en acción, tiene tantos trucos bajo la manga XD Espero verlo y que no lo tengas en coma todo el fic
Tambien vi que volviste a usar el viejo clishe de que NAruto se va de la aldea por pelear con Sakura, aunque bueno técnicamente no pelearon, pero fue un mal entendido sentimental claro esta. Y de nuevo Sakura comienza a extrañarlo. Por dios, amigo, espero mas sorpresas para los proximos capitulos
Y todo termina con Naruto entrando a la aldea, como si fuese un mesias o algo. Bueno al parecer lo es, pero estoy seguro que los antagonistas no han mostrado todas sus cartas, después de todo están capturando bijus. Veremos que pasa
¿Sera que estas bestias legendarias son las fuerzas contrarias al dios árbol y este existía para mantenerlas bajo control? Puede ser, después de todo dijiste que Madara rompió todo equilibrio natural
Ademas asumo que el poder de Naruto se debe a un control extremadamente exagerado y perfecto del modo sennin, si no es así corrígeme XD
Espero que Sakura muestre trucos nuevos, detesto ver a una Sakura pasiva y que deje que solo Naruto haga todo el trabajo, te dejo esa mision C:
Bien creo que esas son todas mis dudas, criticas, aportes y especulaciones
Espero que la conti este pronto, después de todo tus tiempos de actualización son mas largos que los míos XD
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the.grim.reaper- Sannin
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Nooooooooooooooo que mal la muchacha del ritual esta muerta (T.T o eso creo ¬¬)
Me desconcierta la actitud de Naruto como si le importara un bledo lo que pase con los ninjas (creo que no va aliarse con sus demás compañeros aunque aun tengo la esperanza de que queda algo de su antigua personalidad, una muestra haber ayudado a Ino), los cliches no pueden faltar, la descripción de él fisicamente, la razón de que se haya ido tiene nombre y apellido Sakura Haruno (aunque puede ser que la Konoha no lo haya reconocido despues de la cuarta guerra, tenga el mismo rango sinvergüensura de Tsunade y el concejo de no darle el nivel que se merece, de todo lo que ha hecho por la aldea, además de por supuesto haberse ido con otro objetivo que fue y es limpiar la tierra de la esencia del Jubi) lo primero puede ser hipotesís mía o no, otro cliche que siempre se ha leído por la "creatividad" de algunos autores, puede ser que hayan otras razones.
Espero ver que hará Naruto si se alia con la causa ninja o se ira otra vez valiendole las leyes que aun mantienen los shinobis.
Pdta: Ojala Gaara se encuentre vivo al igual que sus hermanos.
Me desconcierta la actitud de Naruto como si le importara un bledo lo que pase con los ninjas (creo que no va aliarse con sus demás compañeros aunque aun tengo la esperanza de que queda algo de su antigua personalidad, una muestra haber ayudado a Ino), los cliches no pueden faltar, la descripción de él fisicamente, la razón de que se haya ido tiene nombre y apellido Sakura Haruno (aunque puede ser que la Konoha no lo haya reconocido despues de la cuarta guerra, tenga el mismo rango sinvergüensura de Tsunade y el concejo de no darle el nivel que se merece, de todo lo que ha hecho por la aldea, además de por supuesto haberse ido con otro objetivo que fue y es limpiar la tierra de la esencia del Jubi) lo primero puede ser hipotesís mía o no, otro cliche que siempre se ha leído por la "creatividad" de algunos autores, puede ser que hayan otras razones.
Espero ver que hará Naruto si se alia con la causa ninja o se ira otra vez valiendole las leyes que aun mantienen los shinobis.
Pdta: Ojala Gaara se encuentre vivo al igual que sus hermanos.
Sonnie- Aprendiz
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Apoteótico!!!! El desequilibrio de la tierra es lo que llevo a Naruto a salir de la aldea, el mundo ninja y natural es un tremendo caos y esas criaturas demoniacas un verdadero misterio.
A Naruto no lo siento frio sino más bien maduro, también muy guapo , tiene un trabajo que hacer y lo estaba cumpliendo todo este tiempo. Es lógico que no exista esperanza por que no saben de donde salieron esos demonios, ni como detenerlo.
Es raro encontrar a Shikamaru sin su temple en momentos de crisis pero cuando no hayas una explicación es normal estar tan alterado.
Pobre Sakura esta extenuada son tantos heridos y muy pocos médicos, no creo que Naruto este resentido con ella, ni sea frio o despiadado, solo que pasa algo y sintió el desequilibrio.
(Veremos si el lado sannin de Sakura aparece y pueda ayudar a Naruto)
Espero el próximo capítulo amigo
A Naruto no lo siento frio sino más bien maduro, también muy guapo , tiene un trabajo que hacer y lo estaba cumpliendo todo este tiempo. Es lógico que no exista esperanza por que no saben de donde salieron esos demonios, ni como detenerlo.
Es raro encontrar a Shikamaru sin su temple en momentos de crisis pero cuando no hayas una explicación es normal estar tan alterado.
Pobre Sakura esta extenuada son tantos heridos y muy pocos médicos, no creo que Naruto este resentido con ella, ni sea frio o despiadado, solo que pasa algo y sintió el desequilibrio.
(Veremos si el lado sannin de Sakura aparece y pueda ayudar a Naruto)
Espero el próximo capítulo amigo
eliannar- Moderador
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La vida es muy corta para desperdiciarla con malas practicas pero como el sedentarismo es malo y el dinero escasea pues debo cumplir con obligaciones....de lo contrario estaría encerrada en mi cuarto leyendo cuanta imaginación tienes tú para entretenerme. Saludos desde Luque, Paraguay, al valiente que lee este perfil
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
agradecido por los comentarios. tengo que aclarar algunas cuestiones de sus preguntas para que vayan sabiendo mas o menos como avanzara el asunto.
*es importante aclarar, que la personalidad de naruto asi como de otros personajes, no esta modificada por simple capricho mio. existen razones, creo que para los que quieran estar atentos al detalle seria bueno que lean con cuidado su forma de hablar o pensar en ciertos momentos. les dara alguna pista de la situacion.
el tema de los demonios. habra mas datos sobre ellos, asi como su origen. este fic tiene una convinacion del mundo natural de naruto. (el mundo ninja) con el infierno establecido por el juego Dungueon and dragons. sino saben de que hablo, no te inquieten que tendran todos los datos en su debido tiempo.
*sakura tendra su participacion destacada. al comienzo, parece un monologo unilateral de naruto. pero poco a poco comenzaran a ver como todo cambia.
*sasuke no es un personaje que me agrade, pero no permanecera vegetal, tambien participara en su momente.
CAPITULO 2: PLANES Y ESTRATEGIAS
Naruto estaba confundido. Tanta alegría por su presencia en un grupo de personas que casi no recordaba, era algo que no terminaba de gustarle. Ino Yamanaka lo atrajo al campamento Shinobi con la promesa de información sobre los demonios. Pero en lugar de eso, todos parecían empeñados en saludarlo o corear un nombre que Naruto reconocía como propio. Pero hasta le sonaba extraño en boca de otros.
Ino lo pudo notar enseguida. Naruto miraba a su alrededor sin interés mínimo en ningún rostro. ¿Estaría cansado? ¿Le parecía poca cosa el cariño de la gente? No, era algo más. Se veía impermeable al resto de las personas. Estaba como aislado. Decidió esperar la mujer, tenía que estar segura de lo que ocurría antes de decir nada.
Mientras tanto Sakura lo miraba a la distancia, pero reuniendo las manos frente a su pecho, a pesar de querer hablar con Naruto desde hacía mucho tiempo, no pudo. Algo en su interior le prevenía que está feliz reunión, traería a su vida más dolor que satisfacción. Ese presentimiento, le hizo desistir de ir a verlo. Se dio la vuelta antes que Naruto la pudiera ubicar, y fue a la zona de descanso. Se sentía confundida, pero tranquila. Él había vuelto, la esperanza había regresado. Naruto los ayudaría, Naruto siempre los había protegido.
En otro lugar del campamento, cerca de las instalaciones donde los líderes se reunían. La Godaime Hokage sonreía de entera satisfacción. Ver bien a Naruto, verlo vivo, era lo poco que había deseado desde el comienzo de esa cruel guerra.
-ha vuelto… -susurró Kakashi junto a los Kage- es como…
-una señal….-dijo el comandante de Kumo de nombre Darui.- tal ver sea nuestra hora de devolver el golpe. O al menos…
-una oportunidad…-indicó el Raikage siempre pensando en el conflicto.
*******************************
La sala principal de reuniones para los líderes. Era una casa de piedra levantada sobre un montículo rocoso, justo en el centro del campamento. Los Shinobi con especialidades en el manejo del Doton, tuvieron una ardua tarea para levantar estructuras rusticas en el improvisado cuartel ninja. Ocultos por bosques y colinas. La base militar del país del fuego se erigía tratando de sobrevivir a la guerra.
El lugar para los Kage, era una sala de tamaño medio con una mesa redonda en el centro y bancas a su alrededor. Todo construido con roca y moldeado por los manipuladores de tierra. Había pocos muebles de madera, todos saqueados de refugios secretos u obtenidos de pueblos pequeños, aledaños en el país del fuego. Los Shinobi para sobrevivir habían tomado todos los recursos necesarios. En los pueblos de civiles, encontraron alta colaboración de las personas entregando comida y toda clase de implementos. Las buenas relaciones que Tsunade había creado siendo Hokage, ahora mismo se hacían notar de manera resaltante. La Hokage sin embargo, hablando con los aldeanos de cada pequeño pueblo. Les indicó que no se resistieran al enemigo. Que les sirvieran como los dueños del país. Así evitarían muertes innecesarias y las personas civiles estarían a salvo de momento. Tal vez los demonios pensaban esclavizar a todo humano vivo. Pero por el momento, no tenían suficientes fuerzas para dejar Konoha sin sufrir ataques fulminantes. Los Shinobi los emboscaban en los caminos y bosques. Era por eso que esas aldeas pequeñas aún se conservaban intactas en su mayoría. Mientras los demonios se “acuartelaban” detrás de los muros de la villa de hoja, los Shinobi se ocultaban en los bosques aledaños esperando su oportunidad.
La reunión actual, era vital por la información obtenida por Ino Yamanaka. Fueron enviados 4 espías además de la joven Kunoichi. Pero solo Ino parecía haber regresado sana y salva. Sus habilidades de manipulación mentales y las capacidad de esconderse reemplazando a elementos enemigos, le habían otorgado éxito en su tarea. Aunque también pudo ser su buena cuota de suerte. Muchos espías habían sido descubiertos por disfrazarse del demonio equivocado. Ya que algunos de ellos no hablaban el mismo idioma que los humanos. Ino había elegido con sabiduría, y tal vez solo por eso estaba con vida. De regreso al campamento de la alianza Konoha-Kumo.
Como lo más natural, la joven Yamanaka comenzó a detallar su informe sobre la situación. Había tenido la misión de infiltrase en Konoha y averiguar sobre los conquistadores. La mujer había usado sus jutsu mentales y disfraces para recorrer la aldea en búsqueda de todo lo que fuera útil a la causa. Identidad de los líderes, nivel de fortificación, numero de demonios acuartelados, estado de los prisioneros. Por un momento dudó de empezar a hablar. Orochimaru también estaba presente en el lugar y buena parte de los Shinobi no confiaban en él. Pero el antes renegado más peligroso de los 5 países, era el jefe de la división de investigación científica actual. Realizaba experimentos y buscaba las respuestas que nadie tenía sobre los demonios. No estaba dispuesto a luchar, pero su obsesión por el conocimiento le permitió entender que colaborar con la alianza era una buena forma de seguir acumulando datos sobre el extraño fenómeno mundial. El origen de los demonios. De momento, era un valioso cerebro al servicio de la causa.
-están obligando a muchos aldeanos y también a los ninjas capturados a construir los nuevos muros de Konoha. Ya no lo hacen con madera, están haciendo muros y torres de piedra. Para obtener el material, despliegan parte de sus fuerzas por el camino hacia el valle del fin. De ahí traen la piedra con una caravana de trabajadores humanos. Tienen una estricta vigilancia sobre los esclavos y usan toda clase de torturas para hacerlos obedecer. –La muchacha trataba de no traicionar su objetividad pero era difícil, sus gestos así lo indicaban- la otra mitad de los aldeanos, son obligados a atender a esas criaturas. Utilizan los bares y algunas mansiones grandes como lugares de prostíbulo. Obligan a los ancianos a servirles, y las mujeres son usadas como rameras. Las exponen en esos lugares y las alquilan a otros demonios. No quiero ni pensar lo que esas chicas sufren bajo el dominio de esos monstruos. Otra parte de la población es obligada al cultivo. La cacería la realizan ellos mismos.
Todos guardaban silencio. Estaban evaluando a un enemigo que a pesar de su aspecto, tenía muchas funciones similares al humano. Comían, dormían, tenían necesidades sexuales. También gran gusto por el sadismo y la dominación. Muchos de ellos eran simples bestias usadas para la batalla. Pero los de más alto rango, portaban cuerpos humanoides. Hubieran pasado como hombres o mujeres de no contar con piel rojiza, cuernos o alas. Había diferentes razas de los mismos demonios. Todos con características y habilidades distintas. Ino describió algunos, y también ayudada por Sai, pudo dibujar algunos más. Algunos parecían salidos de una pesadilla horrorosa, otros tenían características más cercanas a la humanidad. Al menos en sus aspectos físicos.
-¿Quién está al mando? –consultó el Raikage.
-todos los demonios de bajo rango, las bestias que se parecen a perros o gorilas, tienen un lenguaje que no comprendo. Pero las mujeres con alas emplumadas o como murciélago, hablan nuestro idioma. Me hice pasar por una de ellas durante algunas horas. Y el nombre del general es….Azazel. Al menos así lo nombraban. Nunca lo pude ver. No ha salido de la torre Hokage.
-¿número de enemigos? –preguntó Tsunade impasible.
-al menos 20.000 – continuó Ino- tiene una jerarquía estricta de mando. Las faltas son brutalmente castigadas. Y hasta hubo ejecuciones entre sus filas, en la plaza principal. También cadáveres humanos fueron expuestos, como sacrificios de obediencia.
“20.000” ese número dejó paralizados a varios. ¿Cómo podían tener tantas tropas luego de 2 años de conflicto abierto? los Shinobi del campamento apenas si sumaban 4000. Y tal vez podían conseguir entre ninjas recuperados de heridas y demás guerreros de los otros campamentos, unos 2000 más. La matanza en la última guerra ahora se hacía sentir con mayor profundidad. Todas las aldeas ninjas habían estado debilitadas para encarar esta guerra. Y los demonios parecían tener tropas suficientes para conquistar el mundo. Sobre todo considerando que las tropas en Konoha no eran las únicas en todos los países. Ino había arriesgado muchísimo al infiltrarse en la antigua Konoha. Pero su informe colocaba un manto de seriedad a toda futura estrategia. Si acaso los Kage estuvieran pensando en un ataque frontal para retomar el control de la aldea, ahora mismo tenían conocimiento de lo inútil de esa línea de pensamiento.
-nos superan 4 a 1 cuando menos, -dijo Darui de brazos cruzados- no sabemos nada de su logística y tampoco las habilidades de los demonios líderes.
-el número no sería tanto problema, -apuntó el Raikage con orgullo- mis Shinobi y los de Konoha son fuerte. Podríamos vencer aun en desventaja numérica.
-Pero nuestra dificultad esta en las provisiones. –Indicó Tsunade continuando el argumento- no tenemos medicina, casi no queda comida y escasean las armas. Ya hemos vaciado todos los refugios que Konoha tenía fuera de la villa. Nos faltan guerreros, armas y también comida. La situación es crítica.
-un punto importante….-indicó Shikamaru Nara señalando en el mapa central de la mesa- ellos controlan todas las vías de escape hacia país del agua. No podemos retirarnos para reunir nuestras tropas con Iwa y Kiri. Incluso las comunicaciones fueron cortadas. Estamos aislados de nuestros aliados. Si presumo correctamente, el siguiente movimiento del enemigo será enviar sus rastreadores para dar con nuestros campamentos.
-los cuales podemos cambiar de sitio…-interrumpió el Raikage.
-Solo una vez más, -continuó el joven Nara- con tantos heridos y sin muchos caminos por elegir para reforzar nuestras posiciones, la situación total está pendiendo de un hilo. Nuestras posibilidades de retirada tienen un límite estrecho.
-¿Qué tiene para informa la división de investigaciones? –consultó el Raikage firme.
-los cadáveres traídos nos han entregado valiosa información –dijo Orochimaru sonriendo de manera torcida- los sabuesos tiene un gran sentido del olfato y sus cuerpos son resistentes al fuego y veneno. El daño físico es muy efectivo contra ellos, ya que sus músculos no son poderosos sino flexibles. Distinta es la situación de los demonios con aspecto de gorilas. Sus cuerpos son altamente resistentes al daño físico. Aunque lentos, también se presentan casi inmunes al fuego o veneno. Ambas criaturas tienen un cerebro pequeño con escasa actividad. Solo son peones, incapaces de planear ninguna estrategia.
-no nos has dicho nada nuevo o útil….-argumentó Tsunade seria- ¿acaso tu sonrisa tiene algún motivo?
Orochimaru no lo pudo evitar, sentía una increíble sensación de poder cuando sabía algo que los demás ignoraban. Siempre lo había sentido, y aunque lo suyo en la actualidad no era luchar, al menos se divertiría intelectualmente.
-Tsunade….ku ku ku….pensé que podías ver atraves de mi informe con más…“luminosidad”. –Añadió divertido- esto es bueno, porque demuestra que ambos tipos de tropas, son vulnerables moralmente. Lo que significa es….
-Que matando a los líderes que los controlan….-Apuntó Kakashi con equilibrio- se desorganizaran. Son numerosos, pero sin líder….tendremos una oportunidad.
-Hatake Kakashi ha dado justo en el clavo. –Indicó Orochimaru- cortar las cabezas, creara en estos monstruos una falta de brújula. Lucharan por sobrevivir, y divididos son candidatos a morir. Romperán filas en cuanto no tengan quien les castigue por ello.
-¿algo más que agregar?-interrogó el Raikage al Hebi Sannin- ¿Qué ha pasado con el resto de las investigaciones?
-está confirmado que no se puede usar técnicas que atraigan espíritus del otro mundo. –anunció un poco molesto el Sannin- Edo tensei hubiera sido increíblemente útil contra rivales que no parecen conocer de artes en sellado. Pero todo intento de convocar espíritus es anulado de alguna forma. Presumo que tiene alguna relación con la llegada de estas criaturas. Pero no puedo definir exactamente cuál.
Eso tenía aspectos buenos y malos. Lo muy malo era la imposibilidad de invocar a poderosos Shinobi del pasado. Útiles por su inmortalidad en el estado Edo. Pero también tenía algo positivo, eliminaba las sospechas de futura traición en Orochimaru. Ya no podía usar su jutsu de traspaso espiritual a otro cuerpo. Sin dudas tener a un peligroso sujeto que podía tomar el cuerpo de alguien muy fuerte mientras duerme, era motivo de peligro antes. Pero justo ahora, brindaba la valiosa ayuda de uno de los hombres más inteligentes y didácticos que supo tener el mundo ninja. Capaz de desentrañar el misterio de los demonios, capaz de encontrar sus debilidades. Orochimaru se sentía y afirmativamente era muy importante para la alianza. Tal vez por eso sus ambiciones individuales habían quedado en segundo plano. Al menos de momento.
-¿Alguna otro aspecto que informar Orochimaru? –consultó Tsunade.
-la llegada de Naruto Uzumaki nos presenta con una buena oportunidad, -sonrió apenas el Sannin- el asunto clasificado puede tener generosos avances gracias a su sangre, y chakra.
-será para otro momento, -anunció el Raikage serio- ahora lo necesitamos para que encabece nuestra ofensiva. Nuestra posición nos obliga a actuar. Debemos tomar Konoha y establecer una base de aprovisionamiento sí que es vamos a sobrevivir esta guerra. Es todo….pueden retirarse.
Los Shinobi comenzaron a retirarse, a excepción de Ino. Todos y cada uno de los comandantes, más los encargados de las divisiones de investigaciones y estrategia. Solo Ino Yamanaka, y los Kage terminarían esta reunión en privado.
-bien Yamanaka…-señaló Tsunade de brazos cruzados- ahora danos las malas noticias.
La moral estaba frágil, Ino lo entendía bien, por eso había recibido órdenes específicas de no delatar los aspectos negativos a oídos de los comandantes generales. Solo los Kage debían saberlo todo, los demás era mejor tenerlos dentro de cierta “ignorancia”.
-escuche una conversación, donde se mesclaban las lenguas de demonios con la nuestra. –Indicó la joven sentándose en una banca como agotada- hablaron de la llegada de alguien. No pude saber quién o qué. Y también hablaron de 50 veces 1000. Tengo que pensar, por los gestos y el rumbo de la charla, que estaban mencionando algo sobre refuerzos.
“50.000”. En camino podían estar llegando todo ese número de enemigos. Ahora entendían por qué Ino consideraba no haberlo dicho frente a todos. Enfrentaban el exterminio. Un líder tal vez, con un ejército detrás para aplastar toda la rebelión. Había poco para hacer ante esas noticias, pero Ino aún no lo había dicho todo.
-No sé qué esperan obtener de Naruto Uzumaki, -dijo con cierta pena- pero hace algunas horas estuve hablando con él. Y créanme cuando les digo que no es ni la sombra de lo que supo ser.
-¿Ha perdido nivel de combate? –preguntó Tsunade.
-No, de hecho creo que es mucho más poderoso.
-Entonces dime, ¿porque piensas que no sería de ayuda Yamanaka? –dijo el líder de Kumo.
-Porque no quiere serlo, -anunció sorprendiendo la joven- hable con él, simplemente no tiene ningún interés en volver a ser un Shinobi de Konoha.
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Había pasado casi 4 horas desde que arribó al campamento de los humanos. Luego de presentarse ante los líderes del lugar, y de pedir con cortesía que lo ayudaran a encontrar el camino hacia esa aldea llamada Konoha, Naruto Uzumaki se sentó bajo la custodia de un árbol frondoso y se dispuso a meditar. Cruzando sus piernas, las manos en los muslos, la espalda recta afirmada en el tronco.
Las miradas de incertidumbre que varios le arrojaban no eran importantes. Tampoco que los lideres no entendieran su motivación o misión. Lo vital, lo realmente fuera de disputa, era encontrar el equilibrio. El centro, el momento donde la energía natural se nivelara y con ella el clima. Lograr que los ecosistemas del mundo volvieran a tener una regularidad, encontrar en el siclo de lluvia una materia estable. Esa energía, la más primitiva y brutal que jamás había sentido, lo llenaba desde el interior como si todo el mundo yaciera dentro de su cuerpo. Tratando de volver a renacer.
Ino, Shikamaru y otros compañeros de Naruto lo miraban desde lejos. Nadie tenía el valor para ir a molestarlo al ver como esa energía impresionante lo rodeaba. Era fascinante espectáculo, ver todo el esplendor del modo ermitaño. Sakura no había podido dormir pese a su cansancio. Necesitaba verlo, necesitaba hablar con Naruto. Vio al grupo de amigos reunidos alrededor de una fogata, y se acercó a ellos por instinto. Saludó a todos, y los vio demasiado serios para la buena noticia del regreso. Fue cuando pregunto por el Uzumaki.
-Naruto está allí….-señaló Kiba con un brazo- aunque solo puedo saberlo por mis ojos. Mi nariz y el resto de mis sentidos no lo pueden captar.
-¿Qué quieres decir con eso Kiba? –consultó Shikamaru.
-Es como si me pidieras que rastreara agua, tierra, o un simple árbol. –Anunció el Inuzuka- está ahí, pero lo que me hace reconocerlo como Naruto, ha desaparecido. Y si lo perdiera de vista ahora, no podría encontrarlo jamás.
De pronto, aunque Naruto no le tomara importancia al extraño fenómeno visual, las ramas de aquel árbol que le servía de apoyo se doblaron. Levemente al principio, pero como los brazos de un anciano venerable e imponente, dos grandes ramas con sus hojas verdes, se fueron doblando hacia abajo y terminaron por rodear a Naruto. Era increíble, como si el árbol lo estuviera abrazando cálidamente. Como si le protegiera, como si le amara. Como un padre a su único hijo.
El pasto verde comenzó a florecer a su alrededor. Algunos pájaros antes sobrevolando dispersos el campamento, fueron a sentarse sobre ese árbol. Era como una reunión, como un vínculo donde la naturaleza se regeneraba apaciblemente. Su chakra aumentaba, lo hacía paulatinamente pero sin lugar a dudas aumentaba. Ese increíble poder, estaba dedicado a reestablecer los lazos del mundo salvaje. La flora y la fauna coexistiendo en un balance perpetuo. Naruto Uzumaki estaba en otro mundo, aunque estuviera a pocos metros de sus amigos del pasado.
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Sentado, en una silla de madera instalada en un rincón del salón para reuniones de líderes. Naruto Uzumaki apoyaban pesadamente un codo en su rodilla derecha. Su cuerpo reposaba, descansando el mentón sobre su puño derecho. Miraba a Tsunade Senju de manera neutral, sin esa cercanía que siempre habían tenido desde que la fue a buscar junto a Jirayja hace años.
-¿Dónde estuviste? –consultó la mujer firme, esperando tener algunas respuestas antes que llegara al lugar el Raikage- ¿Por qué rayos te fuiste de la aldea aun cuando te lo prohibí?
-porque era necesario, -argumentó pesadamente Naruto- no tengo tiempo para perder con tonterías del pasado. Solo dime lo que me tienes que decir, y me marcho por donde he venido.
-¿lucharas en la guerra?
-soy un renegado ¿verdad?
-todos los Shinobi Gatana fueron indultados y puestos bajo el comando de los Kage. Buscamos sobrevivir a los demonios. –Anunció Tsunade firme, con voz poderosa como de costumbre- ¿lucharas en la guerra?
-no….-admitió el joven sin inmutarse- ya no pertenezco a Konoha. Mi tarea me lleva a otro destino. Pero si preguntas de parte de quien estoy….mi respuesta es….debo acabar con todos los demonios del mundo.
-¿Por qué?
-es parte de lo que no les importa, y de lo que no entenderían aunque me molestara en explicarlo.
-Pruébame. –dijo Tsunade molesta- por que vendrá el Raikage y está furioso contigo por tu supuesta deserción en tiempos de necesidades.
-Hace años, fui obligado a prestar mi poder y vida para salvar al mundo. –Indicó Naruto como si fuera una trivialidad- debería haber muerto en el intento. Pero aparentemente no estaba preparado para eso. Mi vida ya no era mi vida, mi existencia ya no existía. Pero al parecer el mundo no había acabado de morirse, que vinieron monstruos a por el nuevamente. Ahora, fui enviado de regreso a la tierra, a concluir esta tarea.
-¿Quién te envía? ¿Quién ha ordenado que regreses? ¿De dónde has regresado?-bombardeó a preguntas la mujer ante el silencio pasivo del joven- ¿Por qué deberías estar muerto ahora?
-eso no importa. –Dijo fríamente el rubio, aunque se pudo notar un leve disgusto- lo vital aquí, es que tal como prometió Yamanaka, se me informe sobre la cantidad y calidad de las fuerzas de demonios que gobiernan Konoha.
-¿y qué harías con esa información?
-saber a lo que me enfrento. –Añadió cansado de tanto cuestionario- iré a esa villa, y me encargare de purgar el problema. Esa es mi misión. Es lo que da significado a mi existencia.
Tsunade no sabía que pensar. Naruto había aclarado que no volvía a Konoha, pero al mismo tiempo que tenía la función de asesinar a los demonios. Su estado de calamitosa frialdad era material de sospechas variadas. Al mismo tiempo, parecía no estar cómodo en el campamento de los Shinobi. Prueba de esto era que no había desactivado el modo ermitaño en todo el tiempo que había estado en la zona.
-hay todo un ejército detrás de los muros de Konoha. –Dijo Tsunade seria- fuimos informados por Ino Yamanaka al detalle. Nadie puede enfrentar a tantos enemigos en soledad.
-¿Yamanaka eh? –sonrió apenas Naruto poniéndose de pie- en fin, iré con ella para saberlo todo. Así que esta es mi despedida Tsunade. Les deseo suerte en su guerra.
En ese momento, antes que la mujer pudiera hacer nada, el Raikage se apersonó en el lugar. Ingresó a la sala seguido por Kakashi y Darui. Todos habían sido informados de la presencia de Naruto, pidiendo información a la Hokage. Era el momento de saber a qué atenerse con respecto al jinchuriki.
-Niño….-declaró con voz intimidante el líder de las fuerzas de la nube- tu desaparición fue muy desafortunada para este país. No me importan tus razones para fugarte de Konoha, tampoco como llegaste aquí. Lo único que quiero es ganar esta guerra, lo único que quiero es vengar a mi pueblo. Espero que hayas regresado más fuerte de lo que eras en la pasada guerra. Por qué te necesitamos al frente.
Naruto no pareció demasiado atento a las palabras del irritable gigante. De hecho, todo lo que le interesaba, ya sabía que lo encontraría hablando con Ino. La reunión con esas personas de la sala era una pérdida de tiempo. Intentarían imponer una autoridad que Naruto no lo interesaba obedecer. Ya no era ninja de Konoha, ya no era nada de lo que supo ser.
-supongo que tienen trabajo por aquí, -dijo el joven Uzumaki despreocupado y mirando de lado- yo tengo que caminar mi sendero nuevamente. Buenas noches….
Comenzó a retirarse pasando junto a los Kage que aún no reaccionaban. Pero el líder de Kumo dio uso a su único brazo para intentar bloquearle el paso estirándolo frente al rubio. Tal como intentara atacarlo con un Lariat. Aunque solo quería retenerlo en el lugar. Su objetivo fue vano, porque Naruto eludió el intento de pararlo agachándose levemente sin detener su marcha. Había pasado sobre la posición del Raikage sin siquiera interrumpir su caminar. El líder se sorprendió mucho, era como si Naruto hubiera conocido su movimiento, aun antes que el moreno Shinobi se atreviera a realizarlo. Esa capacidad de previsión era espantosa. Aunque no había sido un ataque con su correspondiente esquive, ¿acaso Naruto podía hacerlo en batalla? Todos recordaban los informes de Ino sobre cómo fue salvada por Naruto. De la manera rápida y efectiva que el Uzumaki asesinó a todos esos demonios. A veces dando un solo golpe, sin recibir ni un rasguño.
-Naruto debemos hablar… ¡espera! –le gritó Tsunade tratando de pararlo.
-no hay nada que hablar, -le apuntó el Uzumaki- ustedes se quedan aquí en el bosque lamiendo sus heridas, y yo me encargo de todo. No se metan en mi camino.
Nadie sabía exactamente que pensar. Naruto se retiró con la misma frialdad que había sobrado en cada una de sus acciones hasta el momento. Y todo se resumió en las palabras de comandante Darui al decir:
-fue mi impresión, pero creo que acaba de hacer notar que somos un estorbo para su cacería. Y… que me parta un rayo a la mitad, pero la forma que eludió ese movimiento….creo que…..le creo.
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Luego de buscarla por las estancias de descanso. Naruto decidió utilizar su rastreo de chakra para por fin ubicar con exactitud la posición de Ino Yamanaka. Al ingresar a esa zona de las cuevas, pudo ver camas y más camas a lo largo de un ancho pasillo. Muchos ninja-médico y enfermeras trabajaban a destajo para mantener a flote el lugar. El olor a muerte y podredumbre era pesado, el aire estaba viciado. Naruto además podía sentir el fortísimo sabor del miedo. Había terror reposado en esa zona. Miedo a morir, dolor en cantidades palpables. Toda la sensación era desagradable. Ino Yamanaka no estaba herida de gravedad. ¿Qué hacía en ese lugar?
La buscó entre las enfermeras y los pacientes. Finalmente, al fondo de todo el complejo rústicamente erigido. Halló a la joven Yamanaka junto a su amiga de toda vida Sakura Haruno. Ambas parecían estar hablando, junto a la cama de un paciente grave. La mujer pelirosa parecía muy desmejorada, su palidez era notoria y se notaba agotada al punto de quiebre. Ino estaba un poco mejor, tal vez por haber logrado ingerir algún alimento, tal vez por no estar usando chakra a mansalva para curar enfermos. Esa palidez de Sakura, era también resaltante en todos los ninjas-médicos del lugar. El agotamiento y la enfermedad eran dueños de la zona. Como sangre, en un campo de batalla.
-Ino….-señaló Naruto acercándose a las jóvenes- necesito que me digas con detalles todo lo que viste en Konoha.
Sakura se puso muy rígida ante la cercanía de Naruto. Pero en un movimiento casi mecánico, se aferró al cuello del rubio abrazándolo. Tal como aquella vez, luego de la batalla contra Pein. Naruto no cambio de expresión, seguía mirando a Ino que sonreía por el gesto de su amiga. Pero aun así, se aferró a la cintura de la joven pelirosa y se mantuvieron juntos algunos segundos reconfortantes.
-creí….creí…que jamás volvería a verte…-susurró en su oído Sakura- no sabes la angustia que he pasado.
-me satisface verte bien Sakura. –respondió el joven bajo- deberías ir a descansar, estas visiblemente agotada.
Se separaron levemente, para mirarlo a los ojos. Él tenía un gesto completamente pasivo. El cuerpo de Sakura se estremecía, su corazón bombeaba rápido, estar con Naruto nuevamente le había devuelto algo de vida. Pero al mismo tiempo, enseguida pudo notar que no era el joven alegre de siempre. Simplemente había correspondido a la muestra de afecto por mera formalidad. Aún seguía observando fijamente a Ino. Aun quería hablar con ella de lo que fuera. Sakura tan solo había estado en ese lugar por casualidad.
-no puedo irme….-dijo ella- quisiera hablar contigo, es importante.
-será en otra ocasión. Necesito información de tu amiga, y no puedo esperar más. –le soltó Naruto acercándose a Ino y tomándola del codo- ven Ino, habla para mí. Quiero saber, todo lo que tú sabes sobre Konoha.
Sakura se sintió mal. Antes, solo esa insinuación hubiera bastado para que Naruto dejara atrás el mundo entero, solo por hablar con ella. Ahora, ya no le importaba. Y no tenía que sorprenderse luego de 4 años. ¿Qué había estado esperando? ¿Que siguiera amándola como siempre? ¿Que pusiera todo a sus pies para era costumbre? Sakura sabía que aquel Naruto no volvería. Que se había perdido en el bosque de la vida. Ahora, solo quedaba un viejo amigo. O tal vez menos, porque ese abrazo fue de tal frialdad como si lo hubiera otorgado por obligación solamente.
La rubia no estaba dispuesta a facilitarle nada. Sabía que Naruto probablemente conociéndolo todo, se lanzaría solo a rescatar a esas personas. Además, Tsunade-sama no lo aprobaría de ninguna manera. Así que empezó a darle vueltas tratando de distraerlo. Tenía que lograr que se quedara más tiempo en el campamento. Había visto en los ojos y gestos de Sakura el dolor. Tenía que lograr que el antiguo Naruto regresara. No ese sujeto frio que parecía estar usándolo como disfraz.
-tenemos muchos heridos como podrás ver. –Anunció Ino- mi trabajo como espía terminó, y ahora vuelvo a ser Kunoichi médico.
-Eso no me importa, -aclaró él, inmutable- solo que me digas todo lo que sabes sobre el interior de Konoha.
-puedes consultarlo con Tsunade-sama, -indicó la rubia evasivamente- Sakura y yo tenemos trabajo aquí. Pero como ella debe descansar, diría que es una buena oportunidad para que ustedes recuperaran tiempo perdido y charlaran cosas importantes fuera de aquí. Ya te llegaran las órdenes de los líderes, cuando toque avanzar sobre Konoha.
-no sigo ordenes de nadie, -señaló Naruto- no soy de nuevo parte de Konoha, ni sigo a los Kage. Sus asuntos no me interesan, sus berrinches no me importan. Solo quiero la información.
-pero yo sigo estando bajo sus órdenes, -amonestó la rubia- y las mías son claras. La información no debe exponerse. Lo siento cariño…..-sonrió compradora y tocándole el pecho como si intentara seducirlo- estas muy guapo, y todo tiene un precio el día de hoy. Pero dudo mucho que tengas un “pago” adecuado a mis necesidades.
Naruto no parecía especialmente enojado por la negativa, de hecho su rostro indicaba que esta especie de “negociación” le mantenía concentrado en el punto. Como fuera, no iba a permitir que la vieja Tsunade le bloqueara el camino. Así que entendiendo la supuesta indirecta, decidió cortar por lo sano.
-¿quieres aparearte? –declaró sorprendiendo a Ino y haciendo que Sakura escupiera el contenido de un vaso que había bebido para disimular que no escuchaba todo- si eso deseas, iremos a algún lugar apartado, y me darás lo que quiero después.
-¡INOOO! –bramó Sakura enfurecida de vergüenza, mientras la rubia no sabía dónde esconderse.
-¡sshhhhh! –Chilló roja como grana Ino- ¿Qué te hizo decir esa estupidez Naruto?-le increpó, aunque claramente sabía que lo había provocado- Solo lo dije en broma, ¡maldita sea!
El joven Uzumaki elevó una ceja indicativo. El calor que desprendía el cuerpo de la joven Yamanaka no parecía apuntarse a la supuesta “broma”. No entendía por que había negado lo que su cuerpo claramente quería. El deseo lo llevaba en su piel, eso no lo podía disimular aunque lo intentara. Después Naruto observó a Sakura, que estaba completamente avergonzada por el descaro de la conversación cercana. No entendía tampoco que le molestaba a ella de esa situación. Pero como fuera, parecía que todos en ese lugar buscaban hacerle perder el tiempo a Naruto. Y eso comenzaba a molestarle.
-Kami….-gruñó Ino apartándose del Uzumaki para disimular su turbación- pareces un pordiosero. Deberías darle algo de ropa Sakura, esa que lleva es tan vieja como la vida misma.
Naruto se miró el atuendo, su camiseta negra estaba sucia pero bien. El pantalón era un desastre de agujeros y la capa de piel no daba un buen espectáculo a la vista. Incluso las sandalias estaban rotas. Todo su atuendo lo hacía ver como un pordiosero sin dudas. Aunque a él, mucho no le interesaba a decir verdad. No es que a los árboles, el fuego o el viento le importaran como iba vestido. De hecho, sino andaba completamente desnudo era por el simple hecho de no llamar la atención. Aun así, mientras Sakura le hablaba y le guiaba por un pasillo al fondo de lugar, Naruto supuso que lo mejor que podía hacer era aceptar ropa limpia y sin roturas. Para parecer más…. “normal” digamos.
La pelirosa en tanto, estaba algo enojada con Ino por lo que pudo interpretarse como seducción. Pero también agradecida, porque impedía a Naruto irse rápido del campamento, además de darle la excusa para estar solos justo ahora. El final de la cueva tenía la zona donde los médicos descansaban. Subdivisiones de biombos, era lo único que tenían para guardar privacidad. Aunque esto no fuera suficiente en algunos casos. Sakura muchas veces se recostó en su cubículo personal, y tuvo que escuchar como de otro lado de la división, una pareja follaba. O hasta alguna vez supo que había más de dos personas ahí detrás. Todos conocían que podían morir al día siguiente, por lo tanto el sexo, era un lujo que algunos pensaban darse antes de partir a la batalla.
Incluso varias veces, recibió propuestas de hombres variados sobre ese tema. Sakura era una de las mujeres más bellas del campamento. Y varios quisieron pasar una noche con ella antes de pelear en el frente. De los conocidos, solo Kiba se le insinuó durante una cena, e incluso vino a buscarla en su descanso justo allí. Pero Sakura no accedió. No por pudor, o por considerarlo un asco, después de todo ella era mujer como todas y tenía sus deseos incumplidos. No accedió porque el sexo sin nada que lo sustente no era algo que le resultara atractivo. En eso era muy diferente a su amiga Ino. Tal vez por ello se enfadó, ante la supuesta propuesta a Naruto.
El rubio observaba caminar a la mujer por delante de él. Y si bien no entendía ciertas cosas, podía respirar el aroma del deseo en ella. Estaba muy necesitada e insatisfecha, tanto como Ino, o tal vez aún más. Pero a diferencia de la rubia Yamanaka, Sakura reprimía esos deseos de manera más efectiva. Aunque claro, sería cuestión de tiempo hasta que realmente explotaran. Como el vapor de una tetera, demasiado tiempo expuesta al fuego constante.
La joven rebuscó entre sus cosas, hasta encontrar aquello que había guardado celosamente. Esperando a que su dueño regresara. Le extendió un paquete de papel, el cual Naruto abrió ante el gesto sonriente de Sakura. Ese contenido, era nada menos que un conjunto de ropa masculina. Su ropa, uno de sus conjuntos probablemente rescatado de su apartamento en Konoha. Naruto no dijo nada, se miraban a los ojos y ella no parecía querer moverse del lugar. El rubio hizo una mueca de cansancio o aburrimiento, como fuera comenzó a desnudarse frente a Sakura sin importarle en lo más mínimo que ella lo viera de esa forma. Sakura se paralizó, él se iba sacando prenda tras prenda y si seguía así quedaría desnudo frente a ella. Finalmente, en el momento que se fue a bajar el pantalón, Sakura se dio un giro sobre si misma completamente avergonzada.
-eres un Baka….-dijo totalmente roja y hasta se cubría con una mano los ojos aunque estuviera de espaldas- te estas desnudando frente a una mujer. Idiota.
-¿y eso que? –respondió el mientras se vestía- no es como si fueras a ver algo diferente del resto. ¿Acaso no eres médico?
-¡si pero….pero….!- no supo responderle, aunque lo más correcto fuera pensar- (no es lo mismo contigo)
-como sea…-señaló el rubio, dispar- ya puedes voltear.
Sakura tomó esas palabras con pinzas a decir verdad. Se giró despacio y dejó de cubrirse los ojos lentamente. Naruto estaba de espaldas a ella, tenía puesto el pantalón naranja y negro, se acomodaba tanto la camiseta como la chaqueta, para colocarlas sobre su cuerpo. Sakura pudo ver en la espalda del rubio, una enorme herida. Una cicatriz que ocupaba prácticamente todo el ancho de la espalda. Apenas pudo avizorarla, comprender su forma y extensión cuando la camiseta ya la había cubierto de nuevo. Naruto se colocó su antigua chaqueta y tomando la piel que hasta el momento lo había cubierto, la instaló sobre su torso aumentando así su formidable abrigo.
-esa herida….-dijo ella cuando él se volteó a mirarla- la de tu espalda.
-no es una herida…-señaló el serio- no te preocupes por ello. Gracias por la ropa, es una suerte que tuvieras este conjunto mío en tu poder. ¿Puedo preguntar por qué lo guardabas?
No iba a decirlo, aunque la torturaran en el potro no lo diría jamás. No diría que cuando se sentía sola y triste, abrazar esa chaqueta de Naruto había sido la solución. Que jamás perdió la esperanza de volverlo a ver. De que el regresaría para ayudarlos. Tenían muchas cosas que decirse sobre lo pasado. Sakura sentía que no habían cerrado un capitulo entre ellos dos.
-hablemos Naruto…-dijo ella y aun contra su voluntad bostezó agotada- tenemos que aclarar lo que pasó.
-los asuntos del ayer ya no interesan. –argumentó el apenas- el tiempo ha pasado y todo es diferente. No te preocupes por mí. Me encargare de esas criaturas, y luego he de seguir mi camino. La paz llegara, y tu podrás tener una vida normal. Ser esposa y madre. No te preocupes, solo es cuestión de tiempo.
Sakura no iba permitir que ese comentario la apartara. Ya no era una niña indecisa y tenía armas para contrariarlo. Con el tiempo, las personas aprenden a apreciar lo que pierden. Es curiosa la naturaleza del ser humano. Nunca sabe cuánto quiere o extraña, hasta que ya no está el objetivo en cuestión.
-¿es una promesa? –Sonrió apenas- ¿ser esposa y madre?
El la miró con sus ojos intensamente amarillos, en la profundidad de ellos no había más que frio. Eso era algo demasiado extraño. El nunca apartaba el modo Sennin de su cuerpo. Ya no, aunque nadie supiera la verdadera razón de aquello.
-la guerra algún día ha de terminar. –Apuntó el rubio firme- se necesitan varios “fin del mundo” para hacer tambalear a nuestra tierra. Y aun así…..seguimos aquí. Si esas criaturas vienen del infierno, desearan marcharse allí para descansar, luego que terminemos con ellas.
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-¡esto es una infamia! –Bramó furioso el Lord Raikage golpeado la mesa de piedra que se partió al medio brutalmente- ¡Uzumaki es tu subordinado Tsunade, contrólalo!
La Hokage tenía frecuentes discusiones con su compañero en el liderazgo. Eran dos personalidades muy fuertes que sin embargo encontraban el complemento en la organización. El líder de Kumo era un estratega de batalla consumado, mientras que la Godaime era la mejor administrando los recursos humanos y materiales. Dada esta situación, mantenían aun una respetable fuerza bajo su mando. Pero tenían duras discusiones cuando llegaban a un punto de conflicto. Cualquiera creería que el Raikage siempre obtendría la victoria. Pero con Tsunade, su intimidante violencia no tenía ningún efecto. A esa mujer no le asustaba nada. Era dura como el mismísimo acero. El Raikage podía expresar su enojo eternamente si lo quería, pero ella mantendría su posición, si realmente la creía correcta.
-en mi experiencia….-anunció calmada y sin levantarse de su sillón junto a la despezada mesa central- no se puede detener a Naruto Namikase. Algunos creerían que esto falta contra mi liderazgo, pero de hecho, muy de niño ya era alguien incontrolable. Si él cree que debe actuar de tal o cual forma. Tenga la confianza de que pasará por sobre quien sea para lograrlo.
Utilizar el apellido de su padre, no fue adrede. Tsunade sabía que recordar quien era su antecesor, haría reflexionar al Raikage. Killer A lo había conocido, y también enfrentado. Si Naruto era la mitad de lo que su padre fue, detenerlo no era siquiera una alternativa. Aunque no contara con el genio pronto y vivo de Minato, Naruto había demostrado de sobra que su fuerza podía compararse holgadamente con el Yondaime. Y ese solo era su nivel hace 4 años. ¿Qué tan fuerte se había vuelto ahora? El Raikage aún seguía sorprendido por la forma de eludir que tuvo el joven frente a su movimiento. Eso no fue velocidad, porque el líder de Kumo pudo verlo bien, fue otra cosa. Un “algo” que no podía definir. Pero al mismo tiempo tuvo la impresión que esa habilidad seria mortal en un combate real. El instinto de Shinobi era algo fantástico, podía medir el peligro mediante la impresión inicial. Sí señor, Naruto Namikase era alguien de temer. Como lo fue su padre en sus días.
-¿y que sugieres Hokage? –Consultó tratando de controlar su ira- ¿dejarlo hacer lo que le place? ¿Dejarlo ir a morir solo? Desperdiciaríamos nuestro más valioso recurso. Sin contar que no sabemos, que demonios haría el enemigo si controlara al Kyuubi.
-Además es Uzumaki, -respondió Tsunade seriamente- las investigaciones de Orochimaru avanzarían más rápido si contara con el apoyo de Naruto.
-no confió en ese monstruo –anunció el Raikage caminando por el lugar- es al único de los renegados perdonados, que no hubiera incorporado a nuestras filas. Esa serpiente puede apuñalarnos por la espalda en cualquier momento.
-en cualquier otra situación, estaría de acuerdo. –Indicó la rubia- pero con el apocalipsis rodando por el mundo. Orochimaru no tiene más alternativa que ser leal. Lo conozco, su deseo de la inmortalidad esconde un profundo temor. Le teme a morir, porque sabe el destino de su alma.
-curioso…-señaló el Raikage sonriendo con malicia- todo Shinobi debe ir al infierno por sus acciones creo yo. Pero tipejos como Orochimaru seguramente tendrían un lugar de privilegio en el fuego. Tal vez las puertas del infierno abiertas sean un incentivo muy grande para mantenerse del lado humano. Aun así, cada vez que lo veo, todas las alarmas de mi cabeza resuenan como sirenas.
-me viene a la mente algo parecido. –Admitió Tsunade- lo cual me lleva al comienzo de asunto. Dichas alarmas, no se activan cuando de Naruto se trata. Sus acciones pueden ser tomadas como rebeldía, pero sus métodos de combate siempre han tendido a las brutales técnicas masivas. ¿Y si en su estrategia somos solo un obstáculo? He de admitir que 6000 de nosotros tal vez no sean suficientes contra lo que acuartela Konoha.
-¿sugiere dejar ir a jinchuriki? –Consultó el líder- ¿Cómo puede haber victoria en sus acciones? No importa cuánto ha crecido su nivel, enfrentar a todo un ejército es demente.
-entonces no debemos preocuparnos en decirle lo que sabemos. –Señaló la Hokage- solo ha de darse cuenta que es insensato oponerse a tantos enemigos en soledad. Debemos prepararnos para dar la batalla de nuestras vidas. Antes que los refuerzos del enemigo lleguen a Konoha.
El Raikage accedió con un gesto, luego llamaron al guardia de la puerta y le enviaron un mensaje a Shikamaru Nara de la división estratégica. Debía reunirse con su compañera Ino y juntos darles todo detalle conocido a Naruto Uzumaki. Cada pequeño trozo de información debía ser entregado al ermitaño. Tenía que saber, tenía que comprender lo insensato de irse solo atacando a lo loco. Mientras tanto, las fuerzas de la alianza debían estar preparándose para avanzar a la batalla. Sería un desesperado intento final, una última oportunidad de recuperar el control de la aldea de la hoja. Quedaba poco tiempo, el enemigo reforzaba sus posiciones y la situación seria insostenible sin más suministros.
Era el momento de prepararse para la jugada final. Y Naruto Uzumaki, por las buenas o las malas debía ser parte de ella.
Fin del capítulo.
*es importante aclarar, que la personalidad de naruto asi como de otros personajes, no esta modificada por simple capricho mio. existen razones, creo que para los que quieran estar atentos al detalle seria bueno que lean con cuidado su forma de hablar o pensar en ciertos momentos. les dara alguna pista de la situacion.
el tema de los demonios. habra mas datos sobre ellos, asi como su origen. este fic tiene una convinacion del mundo natural de naruto. (el mundo ninja) con el infierno establecido por el juego Dungueon and dragons. sino saben de que hablo, no te inquieten que tendran todos los datos en su debido tiempo.
*sakura tendra su participacion destacada. al comienzo, parece un monologo unilateral de naruto. pero poco a poco comenzaran a ver como todo cambia.
*sasuke no es un personaje que me agrade, pero no permanecera vegetal, tambien participara en su momente.
CAPITULO 2: PLANES Y ESTRATEGIAS
Naruto estaba confundido. Tanta alegría por su presencia en un grupo de personas que casi no recordaba, era algo que no terminaba de gustarle. Ino Yamanaka lo atrajo al campamento Shinobi con la promesa de información sobre los demonios. Pero en lugar de eso, todos parecían empeñados en saludarlo o corear un nombre que Naruto reconocía como propio. Pero hasta le sonaba extraño en boca de otros.
Ino lo pudo notar enseguida. Naruto miraba a su alrededor sin interés mínimo en ningún rostro. ¿Estaría cansado? ¿Le parecía poca cosa el cariño de la gente? No, era algo más. Se veía impermeable al resto de las personas. Estaba como aislado. Decidió esperar la mujer, tenía que estar segura de lo que ocurría antes de decir nada.
Mientras tanto Sakura lo miraba a la distancia, pero reuniendo las manos frente a su pecho, a pesar de querer hablar con Naruto desde hacía mucho tiempo, no pudo. Algo en su interior le prevenía que está feliz reunión, traería a su vida más dolor que satisfacción. Ese presentimiento, le hizo desistir de ir a verlo. Se dio la vuelta antes que Naruto la pudiera ubicar, y fue a la zona de descanso. Se sentía confundida, pero tranquila. Él había vuelto, la esperanza había regresado. Naruto los ayudaría, Naruto siempre los había protegido.
En otro lugar del campamento, cerca de las instalaciones donde los líderes se reunían. La Godaime Hokage sonreía de entera satisfacción. Ver bien a Naruto, verlo vivo, era lo poco que había deseado desde el comienzo de esa cruel guerra.
-ha vuelto… -susurró Kakashi junto a los Kage- es como…
-una señal….-dijo el comandante de Kumo de nombre Darui.- tal ver sea nuestra hora de devolver el golpe. O al menos…
-una oportunidad…-indicó el Raikage siempre pensando en el conflicto.
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La sala principal de reuniones para los líderes. Era una casa de piedra levantada sobre un montículo rocoso, justo en el centro del campamento. Los Shinobi con especialidades en el manejo del Doton, tuvieron una ardua tarea para levantar estructuras rusticas en el improvisado cuartel ninja. Ocultos por bosques y colinas. La base militar del país del fuego se erigía tratando de sobrevivir a la guerra.
El lugar para los Kage, era una sala de tamaño medio con una mesa redonda en el centro y bancas a su alrededor. Todo construido con roca y moldeado por los manipuladores de tierra. Había pocos muebles de madera, todos saqueados de refugios secretos u obtenidos de pueblos pequeños, aledaños en el país del fuego. Los Shinobi para sobrevivir habían tomado todos los recursos necesarios. En los pueblos de civiles, encontraron alta colaboración de las personas entregando comida y toda clase de implementos. Las buenas relaciones que Tsunade había creado siendo Hokage, ahora mismo se hacían notar de manera resaltante. La Hokage sin embargo, hablando con los aldeanos de cada pequeño pueblo. Les indicó que no se resistieran al enemigo. Que les sirvieran como los dueños del país. Así evitarían muertes innecesarias y las personas civiles estarían a salvo de momento. Tal vez los demonios pensaban esclavizar a todo humano vivo. Pero por el momento, no tenían suficientes fuerzas para dejar Konoha sin sufrir ataques fulminantes. Los Shinobi los emboscaban en los caminos y bosques. Era por eso que esas aldeas pequeñas aún se conservaban intactas en su mayoría. Mientras los demonios se “acuartelaban” detrás de los muros de la villa de hoja, los Shinobi se ocultaban en los bosques aledaños esperando su oportunidad.
La reunión actual, era vital por la información obtenida por Ino Yamanaka. Fueron enviados 4 espías además de la joven Kunoichi. Pero solo Ino parecía haber regresado sana y salva. Sus habilidades de manipulación mentales y las capacidad de esconderse reemplazando a elementos enemigos, le habían otorgado éxito en su tarea. Aunque también pudo ser su buena cuota de suerte. Muchos espías habían sido descubiertos por disfrazarse del demonio equivocado. Ya que algunos de ellos no hablaban el mismo idioma que los humanos. Ino había elegido con sabiduría, y tal vez solo por eso estaba con vida. De regreso al campamento de la alianza Konoha-Kumo.
Como lo más natural, la joven Yamanaka comenzó a detallar su informe sobre la situación. Había tenido la misión de infiltrase en Konoha y averiguar sobre los conquistadores. La mujer había usado sus jutsu mentales y disfraces para recorrer la aldea en búsqueda de todo lo que fuera útil a la causa. Identidad de los líderes, nivel de fortificación, numero de demonios acuartelados, estado de los prisioneros. Por un momento dudó de empezar a hablar. Orochimaru también estaba presente en el lugar y buena parte de los Shinobi no confiaban en él. Pero el antes renegado más peligroso de los 5 países, era el jefe de la división de investigación científica actual. Realizaba experimentos y buscaba las respuestas que nadie tenía sobre los demonios. No estaba dispuesto a luchar, pero su obsesión por el conocimiento le permitió entender que colaborar con la alianza era una buena forma de seguir acumulando datos sobre el extraño fenómeno mundial. El origen de los demonios. De momento, era un valioso cerebro al servicio de la causa.
-están obligando a muchos aldeanos y también a los ninjas capturados a construir los nuevos muros de Konoha. Ya no lo hacen con madera, están haciendo muros y torres de piedra. Para obtener el material, despliegan parte de sus fuerzas por el camino hacia el valle del fin. De ahí traen la piedra con una caravana de trabajadores humanos. Tienen una estricta vigilancia sobre los esclavos y usan toda clase de torturas para hacerlos obedecer. –La muchacha trataba de no traicionar su objetividad pero era difícil, sus gestos así lo indicaban- la otra mitad de los aldeanos, son obligados a atender a esas criaturas. Utilizan los bares y algunas mansiones grandes como lugares de prostíbulo. Obligan a los ancianos a servirles, y las mujeres son usadas como rameras. Las exponen en esos lugares y las alquilan a otros demonios. No quiero ni pensar lo que esas chicas sufren bajo el dominio de esos monstruos. Otra parte de la población es obligada al cultivo. La cacería la realizan ellos mismos.
Todos guardaban silencio. Estaban evaluando a un enemigo que a pesar de su aspecto, tenía muchas funciones similares al humano. Comían, dormían, tenían necesidades sexuales. También gran gusto por el sadismo y la dominación. Muchos de ellos eran simples bestias usadas para la batalla. Pero los de más alto rango, portaban cuerpos humanoides. Hubieran pasado como hombres o mujeres de no contar con piel rojiza, cuernos o alas. Había diferentes razas de los mismos demonios. Todos con características y habilidades distintas. Ino describió algunos, y también ayudada por Sai, pudo dibujar algunos más. Algunos parecían salidos de una pesadilla horrorosa, otros tenían características más cercanas a la humanidad. Al menos en sus aspectos físicos.
-¿Quién está al mando? –consultó el Raikage.
-todos los demonios de bajo rango, las bestias que se parecen a perros o gorilas, tienen un lenguaje que no comprendo. Pero las mujeres con alas emplumadas o como murciélago, hablan nuestro idioma. Me hice pasar por una de ellas durante algunas horas. Y el nombre del general es….Azazel. Al menos así lo nombraban. Nunca lo pude ver. No ha salido de la torre Hokage.
-¿número de enemigos? –preguntó Tsunade impasible.
-al menos 20.000 – continuó Ino- tiene una jerarquía estricta de mando. Las faltas son brutalmente castigadas. Y hasta hubo ejecuciones entre sus filas, en la plaza principal. También cadáveres humanos fueron expuestos, como sacrificios de obediencia.
“20.000” ese número dejó paralizados a varios. ¿Cómo podían tener tantas tropas luego de 2 años de conflicto abierto? los Shinobi del campamento apenas si sumaban 4000. Y tal vez podían conseguir entre ninjas recuperados de heridas y demás guerreros de los otros campamentos, unos 2000 más. La matanza en la última guerra ahora se hacía sentir con mayor profundidad. Todas las aldeas ninjas habían estado debilitadas para encarar esta guerra. Y los demonios parecían tener tropas suficientes para conquistar el mundo. Sobre todo considerando que las tropas en Konoha no eran las únicas en todos los países. Ino había arriesgado muchísimo al infiltrarse en la antigua Konoha. Pero su informe colocaba un manto de seriedad a toda futura estrategia. Si acaso los Kage estuvieran pensando en un ataque frontal para retomar el control de la aldea, ahora mismo tenían conocimiento de lo inútil de esa línea de pensamiento.
-nos superan 4 a 1 cuando menos, -dijo Darui de brazos cruzados- no sabemos nada de su logística y tampoco las habilidades de los demonios líderes.
-el número no sería tanto problema, -apuntó el Raikage con orgullo- mis Shinobi y los de Konoha son fuerte. Podríamos vencer aun en desventaja numérica.
-Pero nuestra dificultad esta en las provisiones. –Indicó Tsunade continuando el argumento- no tenemos medicina, casi no queda comida y escasean las armas. Ya hemos vaciado todos los refugios que Konoha tenía fuera de la villa. Nos faltan guerreros, armas y también comida. La situación es crítica.
-un punto importante….-indicó Shikamaru Nara señalando en el mapa central de la mesa- ellos controlan todas las vías de escape hacia país del agua. No podemos retirarnos para reunir nuestras tropas con Iwa y Kiri. Incluso las comunicaciones fueron cortadas. Estamos aislados de nuestros aliados. Si presumo correctamente, el siguiente movimiento del enemigo será enviar sus rastreadores para dar con nuestros campamentos.
-los cuales podemos cambiar de sitio…-interrumpió el Raikage.
-Solo una vez más, -continuó el joven Nara- con tantos heridos y sin muchos caminos por elegir para reforzar nuestras posiciones, la situación total está pendiendo de un hilo. Nuestras posibilidades de retirada tienen un límite estrecho.
-¿Qué tiene para informa la división de investigaciones? –consultó el Raikage firme.
-los cadáveres traídos nos han entregado valiosa información –dijo Orochimaru sonriendo de manera torcida- los sabuesos tiene un gran sentido del olfato y sus cuerpos son resistentes al fuego y veneno. El daño físico es muy efectivo contra ellos, ya que sus músculos no son poderosos sino flexibles. Distinta es la situación de los demonios con aspecto de gorilas. Sus cuerpos son altamente resistentes al daño físico. Aunque lentos, también se presentan casi inmunes al fuego o veneno. Ambas criaturas tienen un cerebro pequeño con escasa actividad. Solo son peones, incapaces de planear ninguna estrategia.
-no nos has dicho nada nuevo o útil….-argumentó Tsunade seria- ¿acaso tu sonrisa tiene algún motivo?
Orochimaru no lo pudo evitar, sentía una increíble sensación de poder cuando sabía algo que los demás ignoraban. Siempre lo había sentido, y aunque lo suyo en la actualidad no era luchar, al menos se divertiría intelectualmente.
-Tsunade….ku ku ku….pensé que podías ver atraves de mi informe con más…“luminosidad”. –Añadió divertido- esto es bueno, porque demuestra que ambos tipos de tropas, son vulnerables moralmente. Lo que significa es….
-Que matando a los líderes que los controlan….-Apuntó Kakashi con equilibrio- se desorganizaran. Son numerosos, pero sin líder….tendremos una oportunidad.
-Hatake Kakashi ha dado justo en el clavo. –Indicó Orochimaru- cortar las cabezas, creara en estos monstruos una falta de brújula. Lucharan por sobrevivir, y divididos son candidatos a morir. Romperán filas en cuanto no tengan quien les castigue por ello.
-¿algo más que agregar?-interrogó el Raikage al Hebi Sannin- ¿Qué ha pasado con el resto de las investigaciones?
-está confirmado que no se puede usar técnicas que atraigan espíritus del otro mundo. –anunció un poco molesto el Sannin- Edo tensei hubiera sido increíblemente útil contra rivales que no parecen conocer de artes en sellado. Pero todo intento de convocar espíritus es anulado de alguna forma. Presumo que tiene alguna relación con la llegada de estas criaturas. Pero no puedo definir exactamente cuál.
Eso tenía aspectos buenos y malos. Lo muy malo era la imposibilidad de invocar a poderosos Shinobi del pasado. Útiles por su inmortalidad en el estado Edo. Pero también tenía algo positivo, eliminaba las sospechas de futura traición en Orochimaru. Ya no podía usar su jutsu de traspaso espiritual a otro cuerpo. Sin dudas tener a un peligroso sujeto que podía tomar el cuerpo de alguien muy fuerte mientras duerme, era motivo de peligro antes. Pero justo ahora, brindaba la valiosa ayuda de uno de los hombres más inteligentes y didácticos que supo tener el mundo ninja. Capaz de desentrañar el misterio de los demonios, capaz de encontrar sus debilidades. Orochimaru se sentía y afirmativamente era muy importante para la alianza. Tal vez por eso sus ambiciones individuales habían quedado en segundo plano. Al menos de momento.
-¿Alguna otro aspecto que informar Orochimaru? –consultó Tsunade.
-la llegada de Naruto Uzumaki nos presenta con una buena oportunidad, -sonrió apenas el Sannin- el asunto clasificado puede tener generosos avances gracias a su sangre, y chakra.
-será para otro momento, -anunció el Raikage serio- ahora lo necesitamos para que encabece nuestra ofensiva. Nuestra posición nos obliga a actuar. Debemos tomar Konoha y establecer una base de aprovisionamiento sí que es vamos a sobrevivir esta guerra. Es todo….pueden retirarse.
Los Shinobi comenzaron a retirarse, a excepción de Ino. Todos y cada uno de los comandantes, más los encargados de las divisiones de investigaciones y estrategia. Solo Ino Yamanaka, y los Kage terminarían esta reunión en privado.
-bien Yamanaka…-señaló Tsunade de brazos cruzados- ahora danos las malas noticias.
La moral estaba frágil, Ino lo entendía bien, por eso había recibido órdenes específicas de no delatar los aspectos negativos a oídos de los comandantes generales. Solo los Kage debían saberlo todo, los demás era mejor tenerlos dentro de cierta “ignorancia”.
-escuche una conversación, donde se mesclaban las lenguas de demonios con la nuestra. –Indicó la joven sentándose en una banca como agotada- hablaron de la llegada de alguien. No pude saber quién o qué. Y también hablaron de 50 veces 1000. Tengo que pensar, por los gestos y el rumbo de la charla, que estaban mencionando algo sobre refuerzos.
“50.000”. En camino podían estar llegando todo ese número de enemigos. Ahora entendían por qué Ino consideraba no haberlo dicho frente a todos. Enfrentaban el exterminio. Un líder tal vez, con un ejército detrás para aplastar toda la rebelión. Había poco para hacer ante esas noticias, pero Ino aún no lo había dicho todo.
-No sé qué esperan obtener de Naruto Uzumaki, -dijo con cierta pena- pero hace algunas horas estuve hablando con él. Y créanme cuando les digo que no es ni la sombra de lo que supo ser.
-¿Ha perdido nivel de combate? –preguntó Tsunade.
-No, de hecho creo que es mucho más poderoso.
-Entonces dime, ¿porque piensas que no sería de ayuda Yamanaka? –dijo el líder de Kumo.
-Porque no quiere serlo, -anunció sorprendiendo la joven- hable con él, simplemente no tiene ningún interés en volver a ser un Shinobi de Konoha.
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Había pasado casi 4 horas desde que arribó al campamento de los humanos. Luego de presentarse ante los líderes del lugar, y de pedir con cortesía que lo ayudaran a encontrar el camino hacia esa aldea llamada Konoha, Naruto Uzumaki se sentó bajo la custodia de un árbol frondoso y se dispuso a meditar. Cruzando sus piernas, las manos en los muslos, la espalda recta afirmada en el tronco.
Las miradas de incertidumbre que varios le arrojaban no eran importantes. Tampoco que los lideres no entendieran su motivación o misión. Lo vital, lo realmente fuera de disputa, era encontrar el equilibrio. El centro, el momento donde la energía natural se nivelara y con ella el clima. Lograr que los ecosistemas del mundo volvieran a tener una regularidad, encontrar en el siclo de lluvia una materia estable. Esa energía, la más primitiva y brutal que jamás había sentido, lo llenaba desde el interior como si todo el mundo yaciera dentro de su cuerpo. Tratando de volver a renacer.
Ino, Shikamaru y otros compañeros de Naruto lo miraban desde lejos. Nadie tenía el valor para ir a molestarlo al ver como esa energía impresionante lo rodeaba. Era fascinante espectáculo, ver todo el esplendor del modo ermitaño. Sakura no había podido dormir pese a su cansancio. Necesitaba verlo, necesitaba hablar con Naruto. Vio al grupo de amigos reunidos alrededor de una fogata, y se acercó a ellos por instinto. Saludó a todos, y los vio demasiado serios para la buena noticia del regreso. Fue cuando pregunto por el Uzumaki.
-Naruto está allí….-señaló Kiba con un brazo- aunque solo puedo saberlo por mis ojos. Mi nariz y el resto de mis sentidos no lo pueden captar.
-¿Qué quieres decir con eso Kiba? –consultó Shikamaru.
-Es como si me pidieras que rastreara agua, tierra, o un simple árbol. –Anunció el Inuzuka- está ahí, pero lo que me hace reconocerlo como Naruto, ha desaparecido. Y si lo perdiera de vista ahora, no podría encontrarlo jamás.
De pronto, aunque Naruto no le tomara importancia al extraño fenómeno visual, las ramas de aquel árbol que le servía de apoyo se doblaron. Levemente al principio, pero como los brazos de un anciano venerable e imponente, dos grandes ramas con sus hojas verdes, se fueron doblando hacia abajo y terminaron por rodear a Naruto. Era increíble, como si el árbol lo estuviera abrazando cálidamente. Como si le protegiera, como si le amara. Como un padre a su único hijo.
El pasto verde comenzó a florecer a su alrededor. Algunos pájaros antes sobrevolando dispersos el campamento, fueron a sentarse sobre ese árbol. Era como una reunión, como un vínculo donde la naturaleza se regeneraba apaciblemente. Su chakra aumentaba, lo hacía paulatinamente pero sin lugar a dudas aumentaba. Ese increíble poder, estaba dedicado a reestablecer los lazos del mundo salvaje. La flora y la fauna coexistiendo en un balance perpetuo. Naruto Uzumaki estaba en otro mundo, aunque estuviera a pocos metros de sus amigos del pasado.
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Sentado, en una silla de madera instalada en un rincón del salón para reuniones de líderes. Naruto Uzumaki apoyaban pesadamente un codo en su rodilla derecha. Su cuerpo reposaba, descansando el mentón sobre su puño derecho. Miraba a Tsunade Senju de manera neutral, sin esa cercanía que siempre habían tenido desde que la fue a buscar junto a Jirayja hace años.
-¿Dónde estuviste? –consultó la mujer firme, esperando tener algunas respuestas antes que llegara al lugar el Raikage- ¿Por qué rayos te fuiste de la aldea aun cuando te lo prohibí?
-porque era necesario, -argumentó pesadamente Naruto- no tengo tiempo para perder con tonterías del pasado. Solo dime lo que me tienes que decir, y me marcho por donde he venido.
-¿lucharas en la guerra?
-soy un renegado ¿verdad?
-todos los Shinobi Gatana fueron indultados y puestos bajo el comando de los Kage. Buscamos sobrevivir a los demonios. –Anunció Tsunade firme, con voz poderosa como de costumbre- ¿lucharas en la guerra?
-no….-admitió el joven sin inmutarse- ya no pertenezco a Konoha. Mi tarea me lleva a otro destino. Pero si preguntas de parte de quien estoy….mi respuesta es….debo acabar con todos los demonios del mundo.
-¿Por qué?
-es parte de lo que no les importa, y de lo que no entenderían aunque me molestara en explicarlo.
-Pruébame. –dijo Tsunade molesta- por que vendrá el Raikage y está furioso contigo por tu supuesta deserción en tiempos de necesidades.
-Hace años, fui obligado a prestar mi poder y vida para salvar al mundo. –Indicó Naruto como si fuera una trivialidad- debería haber muerto en el intento. Pero aparentemente no estaba preparado para eso. Mi vida ya no era mi vida, mi existencia ya no existía. Pero al parecer el mundo no había acabado de morirse, que vinieron monstruos a por el nuevamente. Ahora, fui enviado de regreso a la tierra, a concluir esta tarea.
-¿Quién te envía? ¿Quién ha ordenado que regreses? ¿De dónde has regresado?-bombardeó a preguntas la mujer ante el silencio pasivo del joven- ¿Por qué deberías estar muerto ahora?
-eso no importa. –Dijo fríamente el rubio, aunque se pudo notar un leve disgusto- lo vital aquí, es que tal como prometió Yamanaka, se me informe sobre la cantidad y calidad de las fuerzas de demonios que gobiernan Konoha.
-¿y qué harías con esa información?
-saber a lo que me enfrento. –Añadió cansado de tanto cuestionario- iré a esa villa, y me encargare de purgar el problema. Esa es mi misión. Es lo que da significado a mi existencia.
Tsunade no sabía que pensar. Naruto había aclarado que no volvía a Konoha, pero al mismo tiempo que tenía la función de asesinar a los demonios. Su estado de calamitosa frialdad era material de sospechas variadas. Al mismo tiempo, parecía no estar cómodo en el campamento de los Shinobi. Prueba de esto era que no había desactivado el modo ermitaño en todo el tiempo que había estado en la zona.
-hay todo un ejército detrás de los muros de Konoha. –Dijo Tsunade seria- fuimos informados por Ino Yamanaka al detalle. Nadie puede enfrentar a tantos enemigos en soledad.
-¿Yamanaka eh? –sonrió apenas Naruto poniéndose de pie- en fin, iré con ella para saberlo todo. Así que esta es mi despedida Tsunade. Les deseo suerte en su guerra.
En ese momento, antes que la mujer pudiera hacer nada, el Raikage se apersonó en el lugar. Ingresó a la sala seguido por Kakashi y Darui. Todos habían sido informados de la presencia de Naruto, pidiendo información a la Hokage. Era el momento de saber a qué atenerse con respecto al jinchuriki.
-Niño….-declaró con voz intimidante el líder de las fuerzas de la nube- tu desaparición fue muy desafortunada para este país. No me importan tus razones para fugarte de Konoha, tampoco como llegaste aquí. Lo único que quiero es ganar esta guerra, lo único que quiero es vengar a mi pueblo. Espero que hayas regresado más fuerte de lo que eras en la pasada guerra. Por qué te necesitamos al frente.
Naruto no pareció demasiado atento a las palabras del irritable gigante. De hecho, todo lo que le interesaba, ya sabía que lo encontraría hablando con Ino. La reunión con esas personas de la sala era una pérdida de tiempo. Intentarían imponer una autoridad que Naruto no lo interesaba obedecer. Ya no era ninja de Konoha, ya no era nada de lo que supo ser.
-supongo que tienen trabajo por aquí, -dijo el joven Uzumaki despreocupado y mirando de lado- yo tengo que caminar mi sendero nuevamente. Buenas noches….
Comenzó a retirarse pasando junto a los Kage que aún no reaccionaban. Pero el líder de Kumo dio uso a su único brazo para intentar bloquearle el paso estirándolo frente al rubio. Tal como intentara atacarlo con un Lariat. Aunque solo quería retenerlo en el lugar. Su objetivo fue vano, porque Naruto eludió el intento de pararlo agachándose levemente sin detener su marcha. Había pasado sobre la posición del Raikage sin siquiera interrumpir su caminar. El líder se sorprendió mucho, era como si Naruto hubiera conocido su movimiento, aun antes que el moreno Shinobi se atreviera a realizarlo. Esa capacidad de previsión era espantosa. Aunque no había sido un ataque con su correspondiente esquive, ¿acaso Naruto podía hacerlo en batalla? Todos recordaban los informes de Ino sobre cómo fue salvada por Naruto. De la manera rápida y efectiva que el Uzumaki asesinó a todos esos demonios. A veces dando un solo golpe, sin recibir ni un rasguño.
-Naruto debemos hablar… ¡espera! –le gritó Tsunade tratando de pararlo.
-no hay nada que hablar, -le apuntó el Uzumaki- ustedes se quedan aquí en el bosque lamiendo sus heridas, y yo me encargo de todo. No se metan en mi camino.
Nadie sabía exactamente que pensar. Naruto se retiró con la misma frialdad que había sobrado en cada una de sus acciones hasta el momento. Y todo se resumió en las palabras de comandante Darui al decir:
-fue mi impresión, pero creo que acaba de hacer notar que somos un estorbo para su cacería. Y… que me parta un rayo a la mitad, pero la forma que eludió ese movimiento….creo que…..le creo.
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Luego de buscarla por las estancias de descanso. Naruto decidió utilizar su rastreo de chakra para por fin ubicar con exactitud la posición de Ino Yamanaka. Al ingresar a esa zona de las cuevas, pudo ver camas y más camas a lo largo de un ancho pasillo. Muchos ninja-médico y enfermeras trabajaban a destajo para mantener a flote el lugar. El olor a muerte y podredumbre era pesado, el aire estaba viciado. Naruto además podía sentir el fortísimo sabor del miedo. Había terror reposado en esa zona. Miedo a morir, dolor en cantidades palpables. Toda la sensación era desagradable. Ino Yamanaka no estaba herida de gravedad. ¿Qué hacía en ese lugar?
La buscó entre las enfermeras y los pacientes. Finalmente, al fondo de todo el complejo rústicamente erigido. Halló a la joven Yamanaka junto a su amiga de toda vida Sakura Haruno. Ambas parecían estar hablando, junto a la cama de un paciente grave. La mujer pelirosa parecía muy desmejorada, su palidez era notoria y se notaba agotada al punto de quiebre. Ino estaba un poco mejor, tal vez por haber logrado ingerir algún alimento, tal vez por no estar usando chakra a mansalva para curar enfermos. Esa palidez de Sakura, era también resaltante en todos los ninjas-médicos del lugar. El agotamiento y la enfermedad eran dueños de la zona. Como sangre, en un campo de batalla.
-Ino….-señaló Naruto acercándose a las jóvenes- necesito que me digas con detalles todo lo que viste en Konoha.
Sakura se puso muy rígida ante la cercanía de Naruto. Pero en un movimiento casi mecánico, se aferró al cuello del rubio abrazándolo. Tal como aquella vez, luego de la batalla contra Pein. Naruto no cambio de expresión, seguía mirando a Ino que sonreía por el gesto de su amiga. Pero aun así, se aferró a la cintura de la joven pelirosa y se mantuvieron juntos algunos segundos reconfortantes.
-creí….creí…que jamás volvería a verte…-susurró en su oído Sakura- no sabes la angustia que he pasado.
-me satisface verte bien Sakura. –respondió el joven bajo- deberías ir a descansar, estas visiblemente agotada.
Se separaron levemente, para mirarlo a los ojos. Él tenía un gesto completamente pasivo. El cuerpo de Sakura se estremecía, su corazón bombeaba rápido, estar con Naruto nuevamente le había devuelto algo de vida. Pero al mismo tiempo, enseguida pudo notar que no era el joven alegre de siempre. Simplemente había correspondido a la muestra de afecto por mera formalidad. Aún seguía observando fijamente a Ino. Aun quería hablar con ella de lo que fuera. Sakura tan solo había estado en ese lugar por casualidad.
-no puedo irme….-dijo ella- quisiera hablar contigo, es importante.
-será en otra ocasión. Necesito información de tu amiga, y no puedo esperar más. –le soltó Naruto acercándose a Ino y tomándola del codo- ven Ino, habla para mí. Quiero saber, todo lo que tú sabes sobre Konoha.
Sakura se sintió mal. Antes, solo esa insinuación hubiera bastado para que Naruto dejara atrás el mundo entero, solo por hablar con ella. Ahora, ya no le importaba. Y no tenía que sorprenderse luego de 4 años. ¿Qué había estado esperando? ¿Que siguiera amándola como siempre? ¿Que pusiera todo a sus pies para era costumbre? Sakura sabía que aquel Naruto no volvería. Que se había perdido en el bosque de la vida. Ahora, solo quedaba un viejo amigo. O tal vez menos, porque ese abrazo fue de tal frialdad como si lo hubiera otorgado por obligación solamente.
La rubia no estaba dispuesta a facilitarle nada. Sabía que Naruto probablemente conociéndolo todo, se lanzaría solo a rescatar a esas personas. Además, Tsunade-sama no lo aprobaría de ninguna manera. Así que empezó a darle vueltas tratando de distraerlo. Tenía que lograr que se quedara más tiempo en el campamento. Había visto en los ojos y gestos de Sakura el dolor. Tenía que lograr que el antiguo Naruto regresara. No ese sujeto frio que parecía estar usándolo como disfraz.
-tenemos muchos heridos como podrás ver. –Anunció Ino- mi trabajo como espía terminó, y ahora vuelvo a ser Kunoichi médico.
-Eso no me importa, -aclaró él, inmutable- solo que me digas todo lo que sabes sobre el interior de Konoha.
-puedes consultarlo con Tsunade-sama, -indicó la rubia evasivamente- Sakura y yo tenemos trabajo aquí. Pero como ella debe descansar, diría que es una buena oportunidad para que ustedes recuperaran tiempo perdido y charlaran cosas importantes fuera de aquí. Ya te llegaran las órdenes de los líderes, cuando toque avanzar sobre Konoha.
-no sigo ordenes de nadie, -señaló Naruto- no soy de nuevo parte de Konoha, ni sigo a los Kage. Sus asuntos no me interesan, sus berrinches no me importan. Solo quiero la información.
-pero yo sigo estando bajo sus órdenes, -amonestó la rubia- y las mías son claras. La información no debe exponerse. Lo siento cariño…..-sonrió compradora y tocándole el pecho como si intentara seducirlo- estas muy guapo, y todo tiene un precio el día de hoy. Pero dudo mucho que tengas un “pago” adecuado a mis necesidades.
Naruto no parecía especialmente enojado por la negativa, de hecho su rostro indicaba que esta especie de “negociación” le mantenía concentrado en el punto. Como fuera, no iba a permitir que la vieja Tsunade le bloqueara el camino. Así que entendiendo la supuesta indirecta, decidió cortar por lo sano.
-¿quieres aparearte? –declaró sorprendiendo a Ino y haciendo que Sakura escupiera el contenido de un vaso que había bebido para disimular que no escuchaba todo- si eso deseas, iremos a algún lugar apartado, y me darás lo que quiero después.
-¡INOOO! –bramó Sakura enfurecida de vergüenza, mientras la rubia no sabía dónde esconderse.
-¡sshhhhh! –Chilló roja como grana Ino- ¿Qué te hizo decir esa estupidez Naruto?-le increpó, aunque claramente sabía que lo había provocado- Solo lo dije en broma, ¡maldita sea!
El joven Uzumaki elevó una ceja indicativo. El calor que desprendía el cuerpo de la joven Yamanaka no parecía apuntarse a la supuesta “broma”. No entendía por que había negado lo que su cuerpo claramente quería. El deseo lo llevaba en su piel, eso no lo podía disimular aunque lo intentara. Después Naruto observó a Sakura, que estaba completamente avergonzada por el descaro de la conversación cercana. No entendía tampoco que le molestaba a ella de esa situación. Pero como fuera, parecía que todos en ese lugar buscaban hacerle perder el tiempo a Naruto. Y eso comenzaba a molestarle.
-Kami….-gruñó Ino apartándose del Uzumaki para disimular su turbación- pareces un pordiosero. Deberías darle algo de ropa Sakura, esa que lleva es tan vieja como la vida misma.
Naruto se miró el atuendo, su camiseta negra estaba sucia pero bien. El pantalón era un desastre de agujeros y la capa de piel no daba un buen espectáculo a la vista. Incluso las sandalias estaban rotas. Todo su atuendo lo hacía ver como un pordiosero sin dudas. Aunque a él, mucho no le interesaba a decir verdad. No es que a los árboles, el fuego o el viento le importaran como iba vestido. De hecho, sino andaba completamente desnudo era por el simple hecho de no llamar la atención. Aun así, mientras Sakura le hablaba y le guiaba por un pasillo al fondo de lugar, Naruto supuso que lo mejor que podía hacer era aceptar ropa limpia y sin roturas. Para parecer más…. “normal” digamos.
La pelirosa en tanto, estaba algo enojada con Ino por lo que pudo interpretarse como seducción. Pero también agradecida, porque impedía a Naruto irse rápido del campamento, además de darle la excusa para estar solos justo ahora. El final de la cueva tenía la zona donde los médicos descansaban. Subdivisiones de biombos, era lo único que tenían para guardar privacidad. Aunque esto no fuera suficiente en algunos casos. Sakura muchas veces se recostó en su cubículo personal, y tuvo que escuchar como de otro lado de la división, una pareja follaba. O hasta alguna vez supo que había más de dos personas ahí detrás. Todos conocían que podían morir al día siguiente, por lo tanto el sexo, era un lujo que algunos pensaban darse antes de partir a la batalla.
Incluso varias veces, recibió propuestas de hombres variados sobre ese tema. Sakura era una de las mujeres más bellas del campamento. Y varios quisieron pasar una noche con ella antes de pelear en el frente. De los conocidos, solo Kiba se le insinuó durante una cena, e incluso vino a buscarla en su descanso justo allí. Pero Sakura no accedió. No por pudor, o por considerarlo un asco, después de todo ella era mujer como todas y tenía sus deseos incumplidos. No accedió porque el sexo sin nada que lo sustente no era algo que le resultara atractivo. En eso era muy diferente a su amiga Ino. Tal vez por ello se enfadó, ante la supuesta propuesta a Naruto.
El rubio observaba caminar a la mujer por delante de él. Y si bien no entendía ciertas cosas, podía respirar el aroma del deseo en ella. Estaba muy necesitada e insatisfecha, tanto como Ino, o tal vez aún más. Pero a diferencia de la rubia Yamanaka, Sakura reprimía esos deseos de manera más efectiva. Aunque claro, sería cuestión de tiempo hasta que realmente explotaran. Como el vapor de una tetera, demasiado tiempo expuesta al fuego constante.
La joven rebuscó entre sus cosas, hasta encontrar aquello que había guardado celosamente. Esperando a que su dueño regresara. Le extendió un paquete de papel, el cual Naruto abrió ante el gesto sonriente de Sakura. Ese contenido, era nada menos que un conjunto de ropa masculina. Su ropa, uno de sus conjuntos probablemente rescatado de su apartamento en Konoha. Naruto no dijo nada, se miraban a los ojos y ella no parecía querer moverse del lugar. El rubio hizo una mueca de cansancio o aburrimiento, como fuera comenzó a desnudarse frente a Sakura sin importarle en lo más mínimo que ella lo viera de esa forma. Sakura se paralizó, él se iba sacando prenda tras prenda y si seguía así quedaría desnudo frente a ella. Finalmente, en el momento que se fue a bajar el pantalón, Sakura se dio un giro sobre si misma completamente avergonzada.
-eres un Baka….-dijo totalmente roja y hasta se cubría con una mano los ojos aunque estuviera de espaldas- te estas desnudando frente a una mujer. Idiota.
-¿y eso que? –respondió el mientras se vestía- no es como si fueras a ver algo diferente del resto. ¿Acaso no eres médico?
-¡si pero….pero….!- no supo responderle, aunque lo más correcto fuera pensar- (no es lo mismo contigo)
-como sea…-señaló el rubio, dispar- ya puedes voltear.
Sakura tomó esas palabras con pinzas a decir verdad. Se giró despacio y dejó de cubrirse los ojos lentamente. Naruto estaba de espaldas a ella, tenía puesto el pantalón naranja y negro, se acomodaba tanto la camiseta como la chaqueta, para colocarlas sobre su cuerpo. Sakura pudo ver en la espalda del rubio, una enorme herida. Una cicatriz que ocupaba prácticamente todo el ancho de la espalda. Apenas pudo avizorarla, comprender su forma y extensión cuando la camiseta ya la había cubierto de nuevo. Naruto se colocó su antigua chaqueta y tomando la piel que hasta el momento lo había cubierto, la instaló sobre su torso aumentando así su formidable abrigo.
-esa herida….-dijo ella cuando él se volteó a mirarla- la de tu espalda.
-no es una herida…-señaló el serio- no te preocupes por ello. Gracias por la ropa, es una suerte que tuvieras este conjunto mío en tu poder. ¿Puedo preguntar por qué lo guardabas?
No iba a decirlo, aunque la torturaran en el potro no lo diría jamás. No diría que cuando se sentía sola y triste, abrazar esa chaqueta de Naruto había sido la solución. Que jamás perdió la esperanza de volverlo a ver. De que el regresaría para ayudarlos. Tenían muchas cosas que decirse sobre lo pasado. Sakura sentía que no habían cerrado un capitulo entre ellos dos.
-hablemos Naruto…-dijo ella y aun contra su voluntad bostezó agotada- tenemos que aclarar lo que pasó.
-los asuntos del ayer ya no interesan. –argumentó el apenas- el tiempo ha pasado y todo es diferente. No te preocupes por mí. Me encargare de esas criaturas, y luego he de seguir mi camino. La paz llegara, y tu podrás tener una vida normal. Ser esposa y madre. No te preocupes, solo es cuestión de tiempo.
Sakura no iba permitir que ese comentario la apartara. Ya no era una niña indecisa y tenía armas para contrariarlo. Con el tiempo, las personas aprenden a apreciar lo que pierden. Es curiosa la naturaleza del ser humano. Nunca sabe cuánto quiere o extraña, hasta que ya no está el objetivo en cuestión.
-¿es una promesa? –Sonrió apenas- ¿ser esposa y madre?
El la miró con sus ojos intensamente amarillos, en la profundidad de ellos no había más que frio. Eso era algo demasiado extraño. El nunca apartaba el modo Sennin de su cuerpo. Ya no, aunque nadie supiera la verdadera razón de aquello.
-la guerra algún día ha de terminar. –Apuntó el rubio firme- se necesitan varios “fin del mundo” para hacer tambalear a nuestra tierra. Y aun así…..seguimos aquí. Si esas criaturas vienen del infierno, desearan marcharse allí para descansar, luego que terminemos con ellas.
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-¡esto es una infamia! –Bramó furioso el Lord Raikage golpeado la mesa de piedra que se partió al medio brutalmente- ¡Uzumaki es tu subordinado Tsunade, contrólalo!
La Hokage tenía frecuentes discusiones con su compañero en el liderazgo. Eran dos personalidades muy fuertes que sin embargo encontraban el complemento en la organización. El líder de Kumo era un estratega de batalla consumado, mientras que la Godaime era la mejor administrando los recursos humanos y materiales. Dada esta situación, mantenían aun una respetable fuerza bajo su mando. Pero tenían duras discusiones cuando llegaban a un punto de conflicto. Cualquiera creería que el Raikage siempre obtendría la victoria. Pero con Tsunade, su intimidante violencia no tenía ningún efecto. A esa mujer no le asustaba nada. Era dura como el mismísimo acero. El Raikage podía expresar su enojo eternamente si lo quería, pero ella mantendría su posición, si realmente la creía correcta.
-en mi experiencia….-anunció calmada y sin levantarse de su sillón junto a la despezada mesa central- no se puede detener a Naruto Namikase. Algunos creerían que esto falta contra mi liderazgo, pero de hecho, muy de niño ya era alguien incontrolable. Si él cree que debe actuar de tal o cual forma. Tenga la confianza de que pasará por sobre quien sea para lograrlo.
Utilizar el apellido de su padre, no fue adrede. Tsunade sabía que recordar quien era su antecesor, haría reflexionar al Raikage. Killer A lo había conocido, y también enfrentado. Si Naruto era la mitad de lo que su padre fue, detenerlo no era siquiera una alternativa. Aunque no contara con el genio pronto y vivo de Minato, Naruto había demostrado de sobra que su fuerza podía compararse holgadamente con el Yondaime. Y ese solo era su nivel hace 4 años. ¿Qué tan fuerte se había vuelto ahora? El Raikage aún seguía sorprendido por la forma de eludir que tuvo el joven frente a su movimiento. Eso no fue velocidad, porque el líder de Kumo pudo verlo bien, fue otra cosa. Un “algo” que no podía definir. Pero al mismo tiempo tuvo la impresión que esa habilidad seria mortal en un combate real. El instinto de Shinobi era algo fantástico, podía medir el peligro mediante la impresión inicial. Sí señor, Naruto Namikase era alguien de temer. Como lo fue su padre en sus días.
-¿y que sugieres Hokage? –Consultó tratando de controlar su ira- ¿dejarlo hacer lo que le place? ¿Dejarlo ir a morir solo? Desperdiciaríamos nuestro más valioso recurso. Sin contar que no sabemos, que demonios haría el enemigo si controlara al Kyuubi.
-Además es Uzumaki, -respondió Tsunade seriamente- las investigaciones de Orochimaru avanzarían más rápido si contara con el apoyo de Naruto.
-no confió en ese monstruo –anunció el Raikage caminando por el lugar- es al único de los renegados perdonados, que no hubiera incorporado a nuestras filas. Esa serpiente puede apuñalarnos por la espalda en cualquier momento.
-en cualquier otra situación, estaría de acuerdo. –Indicó la rubia- pero con el apocalipsis rodando por el mundo. Orochimaru no tiene más alternativa que ser leal. Lo conozco, su deseo de la inmortalidad esconde un profundo temor. Le teme a morir, porque sabe el destino de su alma.
-curioso…-señaló el Raikage sonriendo con malicia- todo Shinobi debe ir al infierno por sus acciones creo yo. Pero tipejos como Orochimaru seguramente tendrían un lugar de privilegio en el fuego. Tal vez las puertas del infierno abiertas sean un incentivo muy grande para mantenerse del lado humano. Aun así, cada vez que lo veo, todas las alarmas de mi cabeza resuenan como sirenas.
-me viene a la mente algo parecido. –Admitió Tsunade- lo cual me lleva al comienzo de asunto. Dichas alarmas, no se activan cuando de Naruto se trata. Sus acciones pueden ser tomadas como rebeldía, pero sus métodos de combate siempre han tendido a las brutales técnicas masivas. ¿Y si en su estrategia somos solo un obstáculo? He de admitir que 6000 de nosotros tal vez no sean suficientes contra lo que acuartela Konoha.
-¿sugiere dejar ir a jinchuriki? –Consultó el líder- ¿Cómo puede haber victoria en sus acciones? No importa cuánto ha crecido su nivel, enfrentar a todo un ejército es demente.
-entonces no debemos preocuparnos en decirle lo que sabemos. –Señaló la Hokage- solo ha de darse cuenta que es insensato oponerse a tantos enemigos en soledad. Debemos prepararnos para dar la batalla de nuestras vidas. Antes que los refuerzos del enemigo lleguen a Konoha.
El Raikage accedió con un gesto, luego llamaron al guardia de la puerta y le enviaron un mensaje a Shikamaru Nara de la división estratégica. Debía reunirse con su compañera Ino y juntos darles todo detalle conocido a Naruto Uzumaki. Cada pequeño trozo de información debía ser entregado al ermitaño. Tenía que saber, tenía que comprender lo insensato de irse solo atacando a lo loco. Mientras tanto, las fuerzas de la alianza debían estar preparándose para avanzar a la batalla. Sería un desesperado intento final, una última oportunidad de recuperar el control de la aldea de la hoja. Quedaba poco tiempo, el enemigo reforzaba sus posiciones y la situación seria insostenible sin más suministros.
Era el momento de prepararse para la jugada final. Y Naruto Uzumaki, por las buenas o las malas debía ser parte de ella.
Fin del capítulo.
arminius- Clan Seiryuu
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
muy interesante, asi que tiene que ver con D & D o al menos algo , Naruto parece que esta en conexion con el mundo de alguna forma mas profunda y creo que su misión es por un bien superior
me da pena Sakura pero Naruto ya no esta interesado en ella o tal ves esta pensando en cosas mas importantes y trasendentales que preocuparse por una relación mundana
creo que la decisión de los Kages a espaldas de Naruto será contraproducente (o sea que Tsunade y A la van a cagar) muy buena me enganchaste como siempre.
Una cosa que me llamo la atención fue la forma en que le contesto Naruto a Ino "apariarce" como si fuera un animal y como si no fuera gran cosa con tal de obtener la informacion
me da pena Sakura pero Naruto ya no esta interesado en ella o tal ves esta pensando en cosas mas importantes y trasendentales que preocuparse por una relación mundana
creo que la decisión de los Kages a espaldas de Naruto será contraproducente (o sea que Tsunade y A la van a cagar) muy buena me enganchaste como siempre.
Una cosa que me llamo la atención fue la forma en que le contesto Naruto a Ino "apariarce" como si fuera un animal y como si no fuera gran cosa con tal de obtener la informacion
orochi- Jounin
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Por momentos sentí que hablaba más Kurama que el humano, la cuestión es si Naruto sigue siendo un humano completamente, además de su conexión con la naturaleza y eso que dijo a Tsunade es muy inquietante. A mi pensar él necesita el modo ermitaño no sólo para sobrevivir y mantenerse así, sino que es como sino tuviera otra opción, es uno por completo con el medio, como si su propia vida no le perteneciera sólo a él. Lo que me lleva a que en caso de que Kurama si siga en él es una especie de fusión, lo que lo hace ser diferente, que hable así y sea así, porque efectivamente no es el Naruto de antes sino uno nuevo con cierto propósito a cumplir si o si, pero aún así debe haber cierta parte del de antes en él por este sentido del deber, de traer paz y esas cosas. Él tiene una misión que cumplír lo demás es irrelevante por el momento.
Los kage no se pero creo que si van a terminar dejándola y no será nada bueno. Sakura es otra cosa como dije en este momento no creo que ella sea algo relevante para el rubio, tal ved más adelante.
Hay que ver que decide hacer con la información que requiere y para que. A pesar de ser más fuerte aparentemente tampoco es que sea un dios, debe tener sus puntos débiles.
Conti!
Los kage no se pero creo que si van a terminar dejándola y no será nada bueno. Sakura es otra cosa como dije en este momento no creo que ella sea algo relevante para el rubio, tal ved más adelante.
Hay que ver que decide hacer con la información que requiere y para que. A pesar de ser más fuerte aparentemente tampoco es que sea un dios, debe tener sus puntos débiles.
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hikari uzumaki- Sennin
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
entiendo que tendran pocas perspectivas de lo que realmente se viene, hasta ahora les di pocas pistas mas alla del problema que han captado en naruto. sobre el asunto sakura, se perfectamente que esperan mucho de ella y lo tendran. aunque llevara un poquito mas de tiempo.
CAPITULO 3: EL DIA DE LA SANACION
Las lenguas de fuego bailoteaban entre los leños de la fogata. Alrededor de ella, un grupo de Shinobi trataba de cenar la poca ración que entregaban para ese fin desde los almacenes. En la reunión silenciosa, Shikamaru y Naruto había sumado su presencia luego de una intensa charla informativa junto a Ino, sobre los pormenores de lo que se hallaba en Konoha.
Kiba y su perro Akamaru se instalaron casi por instinto cerca de Naruto. Había algo extrañamente pacifico en el rubio Uzumaki que hacía a ambos compañeros estar en calma. Shikamaru del otro lado, cenaba sin mucha emoción un trozo de pescado y algo de arroz. Naruto había denegado hablar demasiado, simplemente se comió lo que le dieron y mantenía prudente concentración en el crepitar de las llamas. Varios de los reunidos quisieron arrancarle una charla trivial, pero poco a poco se encontraron con nulas respuestas. Naruto parecía aislado, como sometido a un largo confinamiento que le había hecho perder cierta capacidad de socializar. Sus ojos estaban fijos en el fuego frente a él, como si la real conversación estuviera sucediendo en el interior del ermitaño.
-¿Y bien? –Consultó Shikamaru un poco sorprendido del monótono silencio instalado en Naruto- ¿nos ayudaras a recuperar la aldea?
-Definitivamente.
-¿entiendes que debemos obtener la victoria? ¿Qué no queda otro camino si es que queremos sobrevivir?
-siempre se trata de eso…
-¿de qué hablas Naruto-san? –preguntó sorprendido Sai que apenas si entendía lo que estaba aconteciendo.
-Sobrevivir…..-anunció al unísono tanto Naruto como Kiba, y mirándose levemente sonrieron.
Ambos entendían el reino animal. Sobrevivir era la ley máxima de todo ser vivo. El humano podía doblarla, y algunas veces hasta romperla por un ideal. Pero los animales nunca abandonaban ese primario instinto. Era una compensación, por diferencia de inteligencia con los hombres.
-¿Cómo se encuentra tu madre Kiba? –consultó Shino interviniendo por primera vez en la charla junto al fuego.
-Mal….sin medicina sufre dolores intensos. –indicó el castaño, apretando sus dientes con frustración- Shizune-san dice que no durará mucho en ese estado.
El ambiente se volvió lúgubre, todos tenían penas, todos tenían personas fallecidas o convalecientes por recordar. A veces los padres, o hermanos, o parejas. Simplemente compañeros o amigos. Civiles o Shinobi. Todos tenían motivos para llevar flores a una tumba en el futuro.
-¿dónde está Ino? –preguntó Chouji mirando a su alrededor.
-Se fue a dormir, -le dijo Shikamaru- me dijo que de no hacerlo, Sakura tampoco lo haría y pone en riesgo su salud. Todos los médicos están desbordados, no duraremos otro mes en esta condición.
-¿les falta medicinas? –interrogó Naruto neutro.
-el chakra y medicinas. –indicó el joven Nara encargado siempre de conocer todos los recursos de cada sector- básicamente el chakra puede solucionar cualquier cosa, pero el gasto es terrible cuando no existen las drogas para apoyarlo. Pudimos combatir los faltantes con plantas medicinales. Pero los médicos no dan abasto con tantos heridos. Hokage-sama hace lo que puede con los recursos que tiene. A veces me pregunto… ¿Cuánto hubiéramos durado sin tener a Godaime y sus médicos con nosotros?
Todos asintieron apoyando la consulta. Cada uno, como mínimo había dependido un par de veces de la medicina ninja para continuar viviendo. Había sido años de cruel guerra, a veces solo escaramuzas, a veces batallas generales. Pero siempre las heridas pasaban factura, y hasta el momento, las Kunoichi como Shizune o Sakura pagaban las cuotas con sus conocimientos.
Naruto no dijo nada más. Simplemente se dedicó a escuchar las historias de cada ninja presente. Muchos contaron de las batallas sucedidas hace años, otros hablaron del asalto a Konoha, alguno más refirió a la muerte con valor de ciertos compañeros. Había un ambiente diferente en el campamento y todos los notaban. Se podía sentir en la piel, pronto habría una batalla de las grandes. Tal vez sería la última vez que podrían estar junto a un fuego, con los amigos.
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La luz del día le despertó. Había dormido pesadamente durante toda la noche, aun cuando dijo hasta último momento que no tenía sueño. Ino casi la obligó a recostarse, y el resultado fue quedar fuera de combate hasta el día siguiente. Sakura abrió sus bellos ojos esmeralda, y la primera imagen que surgió ante ella, fue la figura de Naruto. Se sintió sorprendida, pero al mismo tiempo en un sueño hermoso. Lo sucedido en la noche no había sido una fantasía.
Se sobresaltó, sentándose en la improvisada cama del suelo, en un rincón del fuego ya extinto hace horas. Sus manos tomaron con rapidez la manta para cubrirse levemente, tal como si hubiera estado desnuda. Ino mientras tanto había ido por algo para el desayuno y justo cuando regresaba con una ración entre sus manos, vio que Naruto estaba sentado muy cerca de una recientemente despierta Sakura. Enseguida la rubia dio un medio giro gracioso, y se regresó por donde venía. Para evitar la interrupción. La pelirosa que observó todo el movimiento detrás de la figura de Naruto, no pudo evitar sonreír. Su mejor amiga no perdía su picardía ni bajo una lluvia de papeles explosivos.
-te ves muy pálida….-anunció Naruto mirándola fijamente- ¿has conseguido dormir?
-estoy bien gracias…-soltó rápidamente con cierta dureza- no soy una niña indefensa.
-desde luego… -dijo seriamente el hombre- Solo venía a decirte que pienso ayudarles un poco con los problemas del hospital.
-¿ayudarnos? –Preguntó Sakura bostezando pesadamente y se cubrió con una mano con delicadeza- ¿a qué te refieres?
-chakra…..principalmente.
Fue como un milagro.
Poca cosa más podría describir lo que muchos testigos vieron con sus propios ojos. Tsunade, Shizune, Sakura y los 10 mejores médicos incluida Ino, se dedicaron a recorrer el hospital atendiendo a todos los pacientes por orden de riesgo. Tras cada doctora, un clon de Naruto Uzumaki les seguía administrándoles cantidades exorbitantes de chakra que las Kunoichi usaban para sanar a todos en cuestión de minutos.
No se contuvieron, usaban todos los recursos de los jutsu médicos para cerrar heridas, bajar la fiebre, anular los efectos de venenos, acomodar los huesos y acelerar los procesos de recuperación naturales de cada convaleciente. 10 malditos clones que otorgaron una cantidad brutal de chakra limpio y perfectamente manipulable al cuerpo de cada médico ninja.
Tsunade comenzó por uno de los casos más graves de todo el lugar. Inició su trabajo por Sasuke Uchiha. En cuestión de 10 minutos había estabilizado todos los sistemas dañados, reparó los aspectos más graves del cuadro clínico y puso a Sasuke al punto de recuperación inmediata. Cuando terminó de curarlo, se dirigió al siguiente objetivo, sabiendo que en cuestión de horas probablemente, Sasuke habría de despertar definitivamente. Su vida estaba a salvo, y las fuerzas de la alianza aumentaban considerablemente por su inminente recuperación.
En el centro del lugar, el Naruto original estaba sentado de piernas cruzadas en el suelo. Su cuerpo exudaba una poderosa aura que se propagaba a sus clones repartidos por el seguimiento a cada médico. Sentado cómodamente, de ojos cerrados parecía no estar sufriendo absolutamente nada el gasto terrible de poder que estaba sucediendo. Como fuera, su inestimable ayuda en este aspecto, le grajearía una admiración aún más pronunciada entre las líneas Shinobi. Todos recordarían ese día, todos lo pasarían a nombrar…
Como el día de la sanación.
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Estaba dormido, preciosamente dormido. Vulnerable como un angelito.
Lord Orochimaru le había avisado a la Kunoichi sobre le grave condición de Sasuke, varios horas después de todo lo ocurrido. Y Karin dejó todo lo que estaba investigando para ir a curarlo. Desesperada, corrió los 400 metros que separaban el laboratorio de investigaciones con el hospital. ¿Cómo pudo no sentirlo? ¿Cómo pudo descuidar que Sasuke-kun se estaba muriendo? Seguramente su capacidad de detección se estaba arruinando. O no habría más explicación que estar entregada a un trabajo de hormiga. Que exigía la máxima concentración y todo su tiempo.
Como fuera, llegó al hospital y vio algo extraordinario. Más de la mitad de las camas ocupadas, estaban vacías. Los pacientes estaban curados en su mayoría y habían abandonado el refugio para ponerse a las órdenes de batalla. El campamento respiraba el oxígeno del optimismo, inyectado por vaya a saber que fenómeno extraño. Karin se adentró a la zona donde solían tener a los pacientes graves, y se encontró a Sasuke Uchiha recostado en una cama y dormido.
Aun dormido, pero curado. El moreno tan solo descansaba sin más impedimentos que el sueño. Shizune-sempai solo hacia revisiones de rutina. Más allá, Sakura Haruno vigilaba el sueño de otro paciente. Karin tuvo curiosidad, porque Sasuke no se veía malherido como Orochimaru había anunciado con su malicia característica. Y el otro hombre tendido a pocos metros, era nada menos que Naruto Uzumaki.
-¿Cómo ha llegado aquí? –Se preguntó en voz baja Karin sorprendida por qué no lo captaba con su chakra- ¿Cuándo ha llegado Naruto?
-anoche….-susurró Shizune apenas pasando junto a la pelirroja- está descansando por que ha consumido enormes cantidades de chakra para que nosotras tuviéramos la oportunidad de curar a casi todos. 800 pacientes fueron dados de alta enseguida, aún quedan otros 347. Pero con descanso recomendado generalmente. Es un milagro.
Karin se acercó a Sasuke luego de mover un poco la cortina que dividía las estancias para también poder observar a Naruto. Estiró su mano, y acarició el rostro del moreno que respiraba tranquilamente. Estaba dormido, preciosamente dormido pero bien de salud. Karin se acercó del otro lado, para ver mejor a Naruto Uzumaki. Estaba más alto, se veía más hombre y menos niño. Sakura sentada junto a él, apenas si presto atención a la nueva visita. Pero aun así le dijo:
-usó demasiado chakra….-mientras tomaba entre sus pálidas manos la del joven- se encuentra muy agotado. Nos dio el poder para curar a muchísimos pacientes, no nos dimos cuenta que se debilitaba tanto. –Dijo como si ella misma tuviera la culpa- había tantos enfermos…..que lo olvidamos a él.
-¿está en peligro? –consultó la pelirroja ajustando sus gafas- por que por alguna razón no puedo casi sentirlo.
-no…solo muy cansado. El nunca detuvo su provisión de energía a los médicos, no supimos que estaba sin chakra hasta que los clones desaparecieron. Fue demasiado…..descuidado.
-estará bien….-anunció la pelirroja pasando una mano por sobre el cuerpo de Naruto, parecía estarlo acariciando, pero no lo tocaba para nada ya que la mano recorría el alrededor solamente- su energía se recupera mucho más rápido que cualquiera. Los Uzumaki somos difíciles de matar.
-Sasuke está bien…-le dijo Sakura para corresponder al apoyo- Tsunade-sama se encargó de él casi al inicio de todo. Dijo que despertaría en cualquier momento.
-Lord Orochimaru me dio permiso de que descansara. –Indicó Karin neutral- creo que me quedaré por aquí. Si no es molestia.
Sakura negó apenas, se puso de pie para ir a dar una revisada a los demás pacientes teniendo en cuenta no solo su trabajo, sino que Karin estaría para vigilarlos a ambos. Había estado preocupada cuando vio a Naruto tirado en el suelo desmayado. Pero luego de la alarma inicial, Tsunade-sama comprobó que no había peligro a su vida. Simplemente estaba muy cansado. Debía dormir y comer bien en cuanto despertara. Estaría a salvo.
En otras partes del campamento, se vivía una algarabía y excitación difíciles de superar. La mayoría de los médicos y los civiles dedicados por completo a la atención del hospital habían sido relevados y estaban en descanso. Tenían mucho tiempo para recuperarse a comparación con los guerreros. Tsunade les había dado el día libre y ración extra de comida. Muchos habían estado casi esclavizados al trabajo del hospital y merecían reconocimiento por ello. El Raikage en tanto, organizaba con el resto de los comandantes las nuevas fuerzas recuperadas. Casi un millar de nuevos Shinobi se unía a las tropas. Era una noticia alentadora ciertamente.
Si alguno entre los ninjas de Kumo había tenido sus dudas por Naruto Uzumaki, ahora mismo era tanto héroe de Konoha como de Kumo. Casi 400 hombres y mujeres sanados, pertenecían a esa villa. Naruto los había salvado a todos, mediante el trabajo de los médicos por supuesto.
-el resto de los campamentos debe tener centenares de heridos también. –Anunció el Raikage al alto mando reunido- si repetimos esta operación, contaremos con al menos 1000 efectivos más recuperados. Estaríamos cerca de los 8000 Shinobi de combate.
-casi reduciendo nuestra desventaja a 2 por 1. –Añadió Kakashi pensativo- buenos números. Sugiero que comencemos a diagramar las estrategias para tomar Konoha. Las puertas estarán fuertemente custodiadas.
-y es posible que todas las entradas secretas hayan sido derrumbadas por el enemigo. –Indicó Shikamaru- nuestro pueblo está siendo esclavizados por ellos, pero al menos saldrán vivos si tenemos éxito en nuestro ataque.
-es vital atacar y vencer, -prosiguió el Raikage- usaremos la villa para proveernos de comida, medicinas, armas y refugio. Se acerca el verano, y cuando el frio haya mermado lo suficiente, sus ataques se hacen más fuertes.
-exactamente, -se sumó Orochimaru que había hecho este descubrimiento hace tiempo- el calor es favorable a ellos. El frio si bien no los mata, les desanima bastante. Cuando el calor sea demasiado alto, vendrán a cazarnos aquí al bosque. No debemos darle esa oportunidad.
-no confiaba en la rebeldía de Uzumaki Naruto, -admitió el Raikage- pero sus acciones hablan mejor que sus palabras. Arriesgó su vida para aumentar nuestros efectivos de combate. Su impertinencia, no parece estar acompañada de imprudencia.
-sorprender, -sonrió Kakashi- es un don que siempre Naruto ha tenido a raudales. Y créame cuando le digo que es más útil de lo que parece.
-Darui….-ordenó el líder- envía mensajeros a los restantes campamentos. En una semana enviaremos una partida de médicos para ayudar a sus heridos. En 15 días, deben estar listos para marchar hacia Konoha.
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Había pasado casi doce horas desde que todo el hospital recibió los cuidados generales. En la cueva donde aún se conservaban los que restaban establecer, yacía Sasuke Uchiha en el fondo mismo, en una zona apartada por divisiones de madera y los mejores cuidados que se tenían a la mano. El joven y último integrante vivo del clan Uchiha, abrió sus ojos levemente dando su regreso a la tierra de los vivos. Durante varios días había estado en peligro mortal, teniendo pesadillas que volverían loco al más fuerte. Pero las amenazas del fuego demoniaco no alteraban a sujetos como Sasuke. El, que había dominado la magnificencia del Tsukuyomi, podía encontrar los senderos necesarios para salir de las pesadillas creadas por esas mujeres demonio de terrible poder y mágica belleza. Las sucubos, eran consortes de poderosos demonios y seductoras de mortales lo suficientemente desesperados o débiles, como para caer en la tentación.
Pero esas ilusiones para un maestro del sharingan, era inútiles. Los demonios no tenían nada que pudiera tentarlo, no podían leer su corazón, no podían indagar en los pasajes de su mente donde yacían las llaves de su ánimo. Aun así, había estado al borde de la muerte por derribar a uno de esos monstruos de gran tamaño y poder espeluznante. Aun se figuraba estar viendo esa criatura. Un cuerpo de al menos 10 metros de alto, robusto y musculoso. Piel roja, flamas que despedían de su cuerpo como si estuviera incendiándose. Tanto odio, tanta violencia en sus gestos. Unos ojos que asustarían al mismísimo Shinigami.
Ese fue el recuerdo que pudo venir a sus ojos cuando los abrió de nuevo al mundo. El techo de la cueva, la semi oscuridad que solo era atacada de tanto en tanto por las velas. Se sentía cansado, pero increíblemente vivo a pesar de todo. Miró a su alrededor, Karin yacía sentada a 4 metros de su cama. Dormida, cansada seguramente de vigilar su sueño. Intentó acomodarme mejor en la cama, tan solo para poder sondear de buena manera lo que le rodeaba. Fue cuando Shizune apareció por el lugar. Le miró con esa amabilidad en los ojos que jamás se extinguían, revisó delicadamente su pulso tocando la muñeca de Sasuke, y finalmente puso la mano sobre la frente del moreno para conocer su temperatura.
-estarás bien…-dijo sonriendo apenas- pudimos ayudarte a tiempo.
Dicho esto, se fue. Dejando a Sasuke pensativo sobre lo que había ocurrido en su última pelea y lo que se perdió del tiempo después. El monstruo estaba muerto, la batalla había sido ganada. Pero el Uchiha debió morir. Y sin embargo parecía que tenía otra chance más, de volver al fuego del combate. Y aun se estaba preguntando sobre los recursos utilizados para sanarlo, cuando al voltear su cabeza a su izquierda, se encontró con un viejo conocido durmiendo en la cama siguiente.
-imposible….-pensó sorprendido y balbuceó- ¿Naruto?
-así es….-dijo Karin parándose de su silla y notando que Sasuke había despertado tal como ella- Naruto Uzumaki regresó para poner su chakra al servicio de los médicos. –Luego hizo un gesto de admiración al observar al rubio y definió- debo admitir que fue impresionante.
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Sasuke se conservó en cama por el resto del día. Dormir bien, y recibir alimento eran las premisas para terminar su recuperación de manera completa. Karin estuvo varias horas cuidándolo, también Ino y Shizune pasaron de tanto en tanto. Sin embargo, fue Sakura quien por cuidar de Naruto se pasó el mayor lapso de tiempo cerca de las dos camas. Revisaba los signos vitales del rubio, hablaba con Sasuke informándole los eventos que se le habían pasado en su estado de inconsciencia.
-me está preocupando….-dijo Sakura tocando con una mano la frente de Naruto- está demasiado frio. Y ya debería estar despierto.
-no te preocupes, -señaló Sasuke- hace rato despertó, y luego de ver donde estaba, el muy Dobe se volvió a dormir.
Sakura sonrió, se sentía más tranquila de saber aquello. Luego una de las enfermeras le vino a informar que Tsunade-sama la requería en el cuartel principal. Para dar reportes sobre la situación del hospital. La joven pelirosa revisó una vez los signos, estaba estable. Naruto solo dormía pero su energía no parecía sufrir. La pelirosa le dejó descansar, y fue a realizar su trabajo. Sasuke tan solo con una mirada le pidió algo. Ella enseguida pudo entender lo que ocurría:
-trataré de averiguar todo lo que pueda. –le sonrió la joven apenas para relajar el asunto- te informaré lo que está pasando, para que la espera no sea tan terrible.
Sasuke le provocó sonreír. Su ex-compañera sabía que el odiaba estar en cama. Sabía que estaba ansioso por regresar a la actividad y sobre todo por volver a saber lo necesario del trascurso en la guerra. Después de todo, seguramente se preparaba una gran operación luego de obtener los refuerzos venidos del hospital. Y el Uchiha participaría también a como diera lugar. Cuando Sakura Haruno abandonó la zona de la “habitación” seguida por Karin, Sasuke se movió un poco para acomodar su cuerpo y así mirar de fijo a Naruto.
-ya se ha ido….-señaló el moreno apenas- deja de fingir que duermes o te golpearé.
Naruto abrió sus ojos levemente, se miraron serios y el rubio decidió sentarse en la cama para charlar un poco. Sakura le había estado vigilando bastante de cerca, pero Naruto había contado con la ventaja del cansancio y el trabajo acumulado en la chica. De no, ella lo habría descubierto con el mero análisis a través del chakra. Sasuke no tenía ese problema, con usar el sharingan se había dado cuenta del engaño.
-tus clones son demasiado buenos, -admitió secamente el Uchiha- solo por un análisis de tiempo en tiempo pude darme cuenta. El nivel de tu chakra se mantiene estable, y no aumenta por más descanso que finjas.
-eres un fastidio como siempre teme….-respondió el rubio- aun así agradezco que no me delataras hace horas. Me ha dado el tiempo necesario para actuar.
-¿Qué piensas hacer?
-acabar con los demonios.
-esto no es juego Dobe…-anunció el Uchiha- ellos tienen un lenguaje extraño, inteligencia y más habilidades de lo que parece. Son muy fuerte, y engañosos. Realmente nos veremos obligados a luchar juntos si queremos vencer.
-seguro que si….-dijo Naruto acomodándose como para dormir- solo cierra la boca el tiempo suficiente. Cuando sea el momento, ya todo habrá terminado.
Sasuke le miró con seriedad, y aunque estaba sorprendido trató de no demostrarlo. Era cierto que el Naruto que tenía enfrente era solo un clon, pero aun así, tenía que preguntar.
-¿Por qué te fuiste hace años? –Consultó parco, como casi siempre- ¿fue por qué regresé a la villa?
-me fui porque era necesario. –Respondió Naruto- existen muchos momentos de la vida donde parece que tienes una elección frente a ti, pero en realidad, estas obligado. Ahora descansa, y prepárate para la futura lucha que les aguarda.
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Por el medio de los bosques, en la noche donde nada podía verse más allá de algunos metros. El hombre caminaba dueño de un instinto que haría envidiar a las criaturas más salvajes. No necesitaba siquiera saber adónde iba, tampoco los árboles en su camino o las rocas que de tanto en tanto maquillaban un paisaje de día. En la profunda oscuridad, el viento aun soplaba consejos en su oído. La tierra humedecida por el rocío de la madrugada le prometía sostener cada paso que diera hacia adelante. Le prevenía, de cada obstáculo, de cada razón que pudiera bloquearlo.
-“despójate de todo” –susurraba el viento- “olvida el camino detrás de ti”.
Naruto lo sabía, los recuerdos de cuando vivía en Konoha, no eran más que pesadas rocas en su espalda. No guardaba rencor, pero la urna de su espíritu no tenía espacio para sentimientos o recuerdos. Debía ser llenada con la energía más brutal y primitiva que jamás había conocido. Era por tanto, que su pasado ya no tenía importancia. Era por cierto, que su futuro tampoco le auguraba una vida larga y feliz. Era en todo sentido una herramienta del destino. Debía actuar para defender la paz. Ese equilibrio entre hombres y bestias, entre flora y fauna. Que los vientos no arrasaran las praderas, que la tierra no temblara agrietándose y tragando la vida como se conocía. Que el fuego nunca explote cual lava durmiente en los volcanes. Y finalmente que el agua no atraiga al rayo para que como hermanos de la destrucción, acaben por matar toda forma de vida sobre la faz de la tierra.
Era su misión, aquella que lo liberó al mundo, luego de haber entregado su existencia para reestablecer el balance de la naturaleza. Ya no era Naruto Uzumaki, no al menos de forma total o completa. Era algo más, era mucho más. Y quisiera como broma de la vida darle tan extraordinario poder, que esa misma fuerza lo terminaría destruyendo tarde o temprano.
Se acercaba a la aldea, y las nubes en el cielo se reunían respondiendo al llamado realizado. Cargadas de humedad, de energía natural, el banco de precipitaciones fue poniendo sitio al cielo de Konoha. El cuerpo de Naruto comenzó a brillar, una luz tenue que se fue apagando hasta formar un color similar al fuego. Sus ojos se perdieron, las pupilas amarillas desaparecieron y solo que el blanco de un estado parecido al trance.
Lluvia primero tenue, pero acompañada por su amante el rayo envolvieron a toda la zona del país en un espectáculo extraordinario. Más allá del bosque, dentro de los muros en la aldea de la hoja, las criaturas venidas del averno seguramente observaban el fenómeno como algo normal pero molesto. Porque aquel liquido tan abundante en este mundo, era una cosa antinatural en el de ellos.
Muchas cosas útiles habían aportado Ino y Shikamaru a los oídos de Naruto. La lluvia evitaría a ciertos demonios oler al rubio. El ambiente húmedo reduciría las capacidades sobre el fuego del enemigo y para completar la idea, Naruto podría disponer del agua cayendo como si se tratara de armas. La manipulación de la naturaleza había alcanzado en su cuerpo un nivel que hacía ver al modo Sennin, como un truco barato. Aun así, había un precio por pagar ante tanta magnificencia.
Estando a pocos kilómetros de Konoha, Naruto comenzó a sentir en su caminar el llamado del dolor. El sufrimiento, los gritos, las muertes. Todo venia hacia el cómo ondas de viento alertándolo. El ermitaño avanzó hasta entrar a un sendero donde se llegaba directamente a las puertas. Los relámpagos iluminaban la noche cerrada de tanto en tanto, y su estallido estridente hacia parece a Konoha un paisaje sin sonidos. Sus ojos regresaron poco a poco a la normalidad, la lluvia continuaba aunque más tenue de cuando el Sennin se había mantenido concentrado. Aun así, estaría la cortina de agua constante para incomodar al enemigo.
Naruto pudo ver en la entrada varias criaturas. Los que parecían gorilas, y algunos humanoides con perros infernales anudados a un árbol. Era sin dudas los encargados de custodiar el portón. Aun así, no solo de demonios era notoria la presencia. Varios hombres y mujeres, acarreaban pesadas rocas al interior de la villa. Los látigos de algunos capataces de aspecto feroz, hacia mella en las encorvadas espaldas de los desdichados esclavos. Naruto se fue acercando, oculto siempre por las sombras de los árboles, contando con la virtud de esconderse en la lluvia para evitar las capacidades olfativas del enemigo. Finalmente, en un movimiento calculado por instinto, Naruto se disfrazó perfectamente como uno de los prisioneros (con cabellos largos y barba, ropa destrozada y piel desnuda) y ayudó a 6 esclavos débiles a empujar el carro que ingresaba a Konoha. Los hombres no dijeron nada, el sujeto recién aparecido entre ellos, tenía una fuerza descomunal y prácticamente el peso del trabajo lo estaba llevando él. Los sujetos se alegraron, y pensando que seguramente era un espía, siguieron fingiendo hacer el esfuerzo en empujar la carga, permitiéndole infiltrarse al ninja en cuestión.
La táctica funcionó a la perfección, ni siquiera el capataz pudo notar la diferencia. Denotaba con esto poco interés en su trabajo, o una falta completa de inteligencia. Sea como sea, Naruto agradeció el acceso rápido y se limitó a esperar que estuvieran lo suficientemente adentro de Konoha como para dejar un clon de señuelo y desaparecer. Los demonios podían ser muy rápidos y fuertes, pero indudablemente no conocían mucho de técnicas ninja. Eso era una ventaja, otro punto que Ino supo aclararle a Naruto en su momento.
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-se ha marchado….
Las palabras de Sakura quebraron el silencio del lugar. Tsunade había venido a revisar la situación de Naruto, para encontrarse con un clon en su lugar. Sasuke no demostraba emoción alguna al respecto, pero su falta de sorpresa en el hallazgo de la copia, les hizo pensar a las mujeres que al menos lo sabía desde hace horas.
-Uchiha, ¿Por qué no dijiste nada?
-qué más da, -anunció el moreno- ese idiota ya debe estar en Konoha ahora.
Las palabras de Sasuke podían considerarse una locura, pero tanto Sakura como Tsunade por alguna extraña razón tenían la misma impresión. Naruto les había dado el esquinazo sin siquiera dejarlas pestañear por la sorpresa. Apareció, obtuvo la información que quería, se aseguró que nadie lo seguiría fingiendo que estaba descansado, y terminó yéndose tan misteriosamente como había regresado. Sin palabras, sin adioses, siempre exponiendo su vida para salvar a todos. Era un vicio bastante molesto para las personas que lo querían, y Naruto jamás supo reconocerlo.
-¡Tsunade-sama tenemos que ir tras él! –gritó Sakura enervada de preocupación.
-es una locura…-anunció la Godaime- mover tropas masivamente sin cuidado, solo delataría nuestras posición ante los demonios.
-tiene razón…-definió Sasuke de brazos cruzados en la cama- además, por lo que sabemos de esas criaturas, ese idiota de Naruto ya debería estar muerto. Sugiero preparar las tropas para la batalla, -añadió sentándose de lado en la cama dispuesto a levantarse- me temo que la hora del descanso se ha terminado.
Tsunade asintió, el Uchiha tenía razón. Como fuera la situación, aun si Naruto no estuviera a la altura de la locura que había realizado, seguramente causaría un gran alboroto en Konoha. Sea como sea, con el tiempo en contra y las provisiones casi agotadas, los Shinobi debían jugarse todo por todo en un asalto final. No por nada el Raikage ya había preparado a la mitad de las fuerzas para partir a una simple señal. El aire estaba pesado, la lluvia anunciaba una señal inequívoca de combate. Era a todo o nada, no había tiempo para más preparativos.
-iré a reportar la estupidez de ese Baka…-manifestó Tsunade molesta- prepárense ambos, los necesitare al frente.
Sasuke la vio salir a paso rápido por el lugar, y como si fuera rutina se puso de pie para buscar sus ropas y quitarse la bata que lo vestía hasta el momento. Sakura salió de la habitación para correr a la suya, donde estaban su traje de combate, su chaleco, sus armas y todos los más valiosos recursos que había guardado para una emergencia. Estaba consternada, estaba furiosa por las acciones de Naruto. ¡Otra vez se había fugado! ¡Otra vez la había dejado atrás! Sentía sus puños picantes de la rabia, ese idiota ya vería lo que era bueno en cuanto le pusiera las manos encima. Solo era una cubierta, solo preocupación por que no muriera, de que no desperdiciara esta segunda oportunidad de regresar a la aldea. Sakura, así como casi todos en el campamento estaría preparándose para la batalla de sus vidas. No cabía buscar nada menos que la victoria, acuciados por la situación. Era un auténtico escenario límite de matar o morir. Tal vez la cúspide que todo Shinobi esperaba enfrentar algún día.
La noticia se esparció rápido, el Raikage extrañamente no presentó queja por las acciones de Naruto. Emitió una sonrisa fría y dio a entender que sus preparativos rápidos se habían basado en suponer algo como eso. Los mensajeros enviados a los campamentos aledaños, llevarían órdenes de sacar a todas las fuerzas posibles y trasladarlas al punto de encuentro designado “sector hierro” a 10 kilómetros de la aldea de la hoja. Los hombres y mujeres se movían por todo el campamento frenéticamente. Los batallones se alistaban bajo mando de los capitanes y eran designados por equipos de especialidades aquellos que habían perdido a sus compañeros de equipo anteriormente. En 4 horas estarían partiendo del campamento.
Kakashi, Darui, Sasuke, y la capitana Karui de Kumo, eran los que tendrían las responsabilidades primordiales de las divisiones. El Raikage iría a la vanguardia con su elite por el centro. La Hokage protegería la retaguardia con la división médica apoyando. Flancos para los invocadores y las tropas especiales de estrategia dirigidas por Shikamaru, en el centro neural de todo el ejército. Los refuerzos, serian a cargo de las tropas venidas de otros campamentos. Los mismos serian organizados por Tsunade y distribuidos por el frente a disposición de lo que la batalla requiera. Era clave las primeras 3 horas. Si los Shinobi se agotaban en el uso del chakra, el enemigo no contaba con ese impedimento. Era primordial entonces, haber puesto un pie firme dentro de la villa.
Era a todo o nada.
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“sin sus líderes, las tropas más básicas se perderán” eso había dicho Shikamaru a Naruto. El rubio estaba recorriendo el interior de la villa ocultándose en un disfraz. Había visto ciertos humanoides que tenías solo rasgos de demonio. Parecía como la cruza entre humanos y criaturas del averno. Algunos paseaban armados con variados implementos muy curiosos. Armaduras con dibujos y formas muy extrañas en diseño. También armas bastante peculiares a ojos de Naruto. El rubio decidió mezclarse entre ellos, y para eso tomo prestado la identidad es uno de esos sujetos.
Lo asaltó en un callejón oscuro. Luego de matarlo y esconderlo, se colocó las armas del caído. Ropajes de piel extraña. Una espada larga y pesada sobre su espalda, pequeños cuchillos con aspectos de medias lunas o variantes similares. Un cinturón de un raro material, pero sin duda útil. En él había tres pequeños compartimentos con monedas. Extrañas monedas de oro que por su forma, Naruto jamás había visto en su vida.
Luego de armarse con todos los pertrechos que pertenecían al difunto, le observó con detenimiento para adoptar su forma física. Ino había sugerido que solo las mujeres demonio con alas emplumadas o tipo murciélago, podían hablar el idioma común. Pero Naruto había escuchado a ese hombre preguntar a una aldeana sobre el burdel más cercano. Tal parecía que Konoha no solo era el cuartel de un ejército demoniaco. También estaba llamando a esa especie de raros “mercenarios” para trabajos especiales. Había una especie de comercio entre las criaturas, y los humanos solo eran esclavos que proveían servicios básicos.
Naruto ya oculto por su jutsu camino algunas cuadras en completo silencio. Había pasado junto a varios grupos distintos sin que nadie en particular volteara siquiera a verlo. Pudo observar su falso rostro en un charco de agua cristalina. Tenía piel roja, rasgos afilados y un par de cuernos largos y finos, con una curvatura pronunciada. Su físico era parecido al original, humanoide y musculoso. El truco de colocarse las armas y echar sobre sus hombros algunas de las prendas del muerto funcionó perfecto para mezclarse entre los enemigos. Así, luego de media hora andando por los puntos clave marcados por Ino Yamanaka, Naruto evaluó que el líder de los demonios debía encontrarse en la antigua torre Hokage. Era el mejor punto para mantener control visual sobre la aldea. Además, era el único de los edificios públicos que había sido reconstruido luego de la invasión. Allí debía estar el jefe de todos.
-¡oye tú!….- sintió que alguien le llamaba con celo- ¡te hablo a ti, idiota!
Naruto se giró levemente, miro a la criatura ataviada con lanza y dirigiendo un grupo de 5, tan horripilantes como su jefe. Esta criatura parecía esquelética y demacrada, casi la cascara de una figura humanoide, con una piel seca tan estirada que perfilaba y señalaba cada hueso. Poseía una espantosa cabeza con forma de calavera y una cola parecida a la de un escorpión. Además, portaba un olor asqueroso a putrefacción infestaba el aire a su alrededor. Delgados y altos, casi parecían esqueletos con movilidad. Su función parecía ser estar patrullando por esa calle. Sin dudas eran los encargados de vigilar a los esclavos y sus movimientos por el interior de la aldea.
-te hablo a ti bestia….-prosiguió ese huesudo sujeto y ahora varios trasuntes armados le miraban a Naruto- dime tu nombre, y a que has venido a nuestro territorio.
El Uzumaki echo una ojeada general. No podía matar a esos guardias sin que toda la villa se enterara de su llegada. Debía responder y dar razones que no conocía. Si hablaba en idioma común, podía ser tomado como espía, a menos que supiera exactamente que responder.
-si vuelves a llamarme bestia….-dijo firme y mirándolo con dureza- solo los sabuesos podrán hacer uso de tus restos. Mi nombre no te importa, y mis razones de estar aquí tampoco. Ahora ¡piérdete!, antes que decida abrirte a canal, como a uno de estos estúpidos esclavos.
Efectivamente sirvió. Ya que les hizo pensar a esos guardias que Naruto era todo menos humano. Pudo el rubio evadir un combate que hubiera alertado a 20000 demonios de su presencia, cuando todavía no estaba listo para esos menesteres. Los guardias demonio lo miraron fieramente pero ninguno se atrevió a continuar la rencilla. Así Naruto se dedicó a proseguir su camino sin que nadie más tratara de contrariarlo. Avanzó por las calles de Konoha comprobando el grado de destrucción que residía adentro. Pudo ver la parte este y norte de los muros totalmente erigida a base de roca. Traídas desde muy lejos, trasportadas por prisioneros de guerra y levantada por miles de personas esclavizadas. Hombres, mujeres, niños. Los demonios no realizaban ninguna distinción para castigar e imponer cargas de trabajo.
También destacaba en la nueva Konoha, un gran taller para armas y maquinarias de asedio. Que parecía trabajar incluso a deshoras. forjando, creando, armando y reforzando. Enorme catapultas iban poco a poco surgiendo de ese lugar, así como variadas herramientas de misteriosas formas y funciones. Era indudable que los ninjas habían encontrado al final, la medida adecuada de su sed de guerra en los demonios.
-oye cariño….-le dijo una mujer con alas y ojos negros sin pupilas- pareces perdido. ¿Acaso buscas diversión?
-desde luego…-sonrió apenas el rubio disfrazado- ¿Qué tienes para ofrecerme en este asqueroso pueblo?
Naruto había oído que los mercenarios parecían odiar Konoha. Siempre nombraban el lugar por horripilante. Era indudable que en gustos, los demonios tenían por muy diferente lo que agradaba al humano promedio. Tal vez la lluvia los tenía en ese estado de nervios. Esa mujer estaba cubierta apenas por unas cintas de cuero que la cubrían obscenamente, y en un cuerpo sensual, las grandes alas de murciélago se distinguían en su espalda al avanzar.
-ven mercenario…-le guiño el ojo la mujer- te llevare al burdel que controlamos. Ahí encontraras raros especímenes femeninos. Ideales para toda clase de perversiones. Solo si tienes con que pagar, desde luego.
Naruto la siguió por las calles. Ella cada tanto iba hablando con una u otra de sus iguales. Todas ataviadas de igual manera y siempre ofertando el mismo producto. Su dichoso burdel. Avanzaron durante un rato bajo la lluvia, Naruto estaba muy alerta por si lo habían descubierto y era trampa. Pero la mujer apenas si volteaba para comprobar que el la seguía. Hasta el momento donde se pudo notar una gran zona de barrio. Las mansiones Hyuuga, según creía recordar Naruto.
Naruto se concentró en el lugar donde esa criatura lo había llevado. Esa mujer señalo con su brazo el acceso a una gran puerta, el bullicio del interior mesclado con una especie de música, indicaba que al parecer había una fiesta. Naruto se acercó a la entrada, y lanzando una mirada de advertencia sobre la mujer guía, avanzó al interior para encontrarse con un espectáculo increíble.
Lo que vio en ese lugar, lo que pudo atestiguar en esa cantina llena de demonios asquerosos y humanos sometidos, tal vez no podría olvidarlo por el resto de su vida. Aunque hiciera un esfuerzo brutal por no comenzar una carnicería, tuvo que apelar a todo su autocontrol para no delatarse. Ese lugar, era una buena muestra de lo que el infierno tenía para ofrecer. Y Naruto lo despreciaba por ello.
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En la oscuridad de la noche era débil. Ellos podían ver atraves de la sombras como cualquiera lo hace a plena luz de día. Durante muchos días les había escapado con éxito, pero ya no más. Gobi comenzó a notar que el cerco de sus perseguidores se iba estrechando en torno a si mismo. Al principio, pensó que eran humanos rompiendo el tratado que los Biju habían acordado con los ninjas. Pero luego, habiendo ocultado su rastro y desaparecido su olor mediante técnicas con uso de chakra. El gran perro de 5 colas se internó en las montañas más inaccesibles de las tierras de Iwa, y esperó a su enemigo.
Demonios o monstruos, seres que nunca el Biju había visto en su larga existencia. No eran invocaciones, no había humanos controlando a esas criaturas. Tampoco hablaban en idioma natural. Tenía un extraño lenguaje que combinaba siseos, gruñidos y ronquidos que helarían la sangre de quienes no comprendieran. Pero el can les podía descifrar completamente. Había diablillos. Parecían ratas con alas de murciélago. Eran escurridizos y buscaban para sus compañeros más grandes a la presa en cuestión. Luego venían los “jefes” de esos grupos. Criaturas con aspecto de un humanoide, pero cubiertas de púas afiladas hasta la punta de su larga cola y carnosa. Sus ojos cambiaban y se movían rápidamente, por lo que parecían siempre nerviosas o agitadas.
Cuando esos escuadrones de demonios ingresaron a los senderos de montañas, Gobi dejo caer sobre ellos un derrumbe de rocas que aplastó a muchos. 60…..tal vez unos 90 murieron. Pero los diablillos pequeños escaparon volando y algunos ubicaron al perro en cordones montañosos de más altura. Por lo tanto, no paso mucho tiempo para comenzar a recibir otras “visitas” desagradables.
Pasaron 7 horas desde el derrumbe, y un número de 180 presentó batalla al Gobi con plena intensión de capturarlo. Pero el perro no permitió que lo tomaran. Asesinó con disparos de chakra a todos y volvió a darle el esquinazo a los diablillos rastreadores ocultándose en la neblina las avalanchas de la alta montaña.
Pasaron dos días, tal vez tres. Y Gobi comprendió que su enemigo particular no se rendiría. Sean quienes fueran esas criaturas. Jamás claudicarían en su empeño de capturarlo. Por algún momento el Biju pensó que buscaban matarlo concretamente, pero luego, cuando hubo escondido su presencia de un tercer grupo de demonios buscando sus rastros. Pudo escuchar más de su extraño lenguaje y entenderlo a la perfección.
-¡encuentren a esa bestia! –Grito uno de esos demonios de púas que parecía el jefe- ¡no se detengan hasta que la llave de Estigia sea dominada!
“llave de Estigia” eso no tenía mucho sentido para Gobi, pero era lo suficientemente inteligente para comprender, que solo sería útil hasta que ese objeto o sitio llamado “estigia” fuera abierto. Luego, tendría un peor destino que simplemente estar dentro del cuerpo de un humano. Sus instintos hablaban por él, sus instintos le decían que no era conveniente seguir buscando lugares aislados para refugiarse de ellos. Si consentía en alejarse más de los territorios poblados, estaría dando mejores oportunidades a sus cazadores para atraparlo. Así que, casi seis meses después de haber rechazado el primer ataque por parte de demonios, Gobi el Biju de las 5 colas, decidió dirigirse a la aldea escondida entre las rocas para buscar alianza con los ninjas.
Era cierto que no terminaba de confiar en los humanos. Pero sin dudas esos demonios asquerosos no serían parte de la lista de amigos entre los ninjas. Por esa razón, Gobi resolvió adoptar una forma menos comprometedora de la normal. Se dedicó a comprimir su chakra para reducir el cuerpo de perro gigante. Y 3 días después de su último avistamiento de enemigos, estuvo a poco de la aldea de la roca.
Le faltaba nada para llegar, solo tenía que atravesar una zona boscosa en el corazón de una meseta entre las colinas. Era de tarde, y su olfato le alerto que algo andaba muy mal. La temperatura no era correcta, tampoco los aromas tradiciones de las poblaciones humanas. Gobi presintió que había llegado en busca de aliados demasiado tarde. Sin embargo, a riesgo de caer en una trampa tuvo que aprovechar su viaje para enterarse del destino de Iwagakure. Conocía bien esos territorios, había estado dentro de dos ninjas de esa villa. Conocía sus bosques templados, las tundras heladas que se extendían hacia el oeste hasta el mar. También las montañas bajas y altas de todo el lugar. Fue por esta razón, que tomo la determinación de adquirir y transitar una ruta con más “discreción”.
Rodeó los bosques en lugar de atravesarlos y llegar de frente a Iwa. Ingresó en unas cuevas y usó chakra para cubrir su retaguardia con nieve o piedras. Pequeño como un perro ninja, Gobi se hizo invisible entre la oscuridad de los pasadizos y tomando altura desde ese recorrido lo analizó todo. Un panorama bastante preocupante pudo atestiguar desde muy arriba de Iwa.
Casas reducidas a escombros, el muro exterior vulnerado en varios puntos, la torre principal del Kage convertida en un mero cráter donde antes estuvo un edificio. Mucha nieve, pocos movimientos de animales. Todo el carácter de un lugar completamente abandonado. Había habido una batalla, una dura batalla, pero el pueblo de Iwagakure sin lugar a dudas había perdido. El olor a sangre seca era tan penetrante como si ahora mismo estuvieran muriendo o sangrando. Gobi entendió que sus perseguidores no solo venían por él. Comprendió que el enemigo con el que había luchado también era rival de los seres humanos. Tenía que buscar a sus hermanos Biju, lo que quisieran hacerle a él, seguramente intentarían con los otros. Pero por sobre todo, debía forjar una alianza con los ninja.
Tal vez en el pasado no pudiera confiar completamente en los hombres. Pero por su libertad, y las vidas de los humanos. Ahora más que nunca debía buscar pelear, lado a lado con ellos.
Fin del capitulo.
CAPITULO 3: EL DIA DE LA SANACION
Las lenguas de fuego bailoteaban entre los leños de la fogata. Alrededor de ella, un grupo de Shinobi trataba de cenar la poca ración que entregaban para ese fin desde los almacenes. En la reunión silenciosa, Shikamaru y Naruto había sumado su presencia luego de una intensa charla informativa junto a Ino, sobre los pormenores de lo que se hallaba en Konoha.
Kiba y su perro Akamaru se instalaron casi por instinto cerca de Naruto. Había algo extrañamente pacifico en el rubio Uzumaki que hacía a ambos compañeros estar en calma. Shikamaru del otro lado, cenaba sin mucha emoción un trozo de pescado y algo de arroz. Naruto había denegado hablar demasiado, simplemente se comió lo que le dieron y mantenía prudente concentración en el crepitar de las llamas. Varios de los reunidos quisieron arrancarle una charla trivial, pero poco a poco se encontraron con nulas respuestas. Naruto parecía aislado, como sometido a un largo confinamiento que le había hecho perder cierta capacidad de socializar. Sus ojos estaban fijos en el fuego frente a él, como si la real conversación estuviera sucediendo en el interior del ermitaño.
-¿Y bien? –Consultó Shikamaru un poco sorprendido del monótono silencio instalado en Naruto- ¿nos ayudaras a recuperar la aldea?
-Definitivamente.
-¿entiendes que debemos obtener la victoria? ¿Qué no queda otro camino si es que queremos sobrevivir?
-siempre se trata de eso…
-¿de qué hablas Naruto-san? –preguntó sorprendido Sai que apenas si entendía lo que estaba aconteciendo.
-Sobrevivir…..-anunció al unísono tanto Naruto como Kiba, y mirándose levemente sonrieron.
Ambos entendían el reino animal. Sobrevivir era la ley máxima de todo ser vivo. El humano podía doblarla, y algunas veces hasta romperla por un ideal. Pero los animales nunca abandonaban ese primario instinto. Era una compensación, por diferencia de inteligencia con los hombres.
-¿Cómo se encuentra tu madre Kiba? –consultó Shino interviniendo por primera vez en la charla junto al fuego.
-Mal….sin medicina sufre dolores intensos. –indicó el castaño, apretando sus dientes con frustración- Shizune-san dice que no durará mucho en ese estado.
El ambiente se volvió lúgubre, todos tenían penas, todos tenían personas fallecidas o convalecientes por recordar. A veces los padres, o hermanos, o parejas. Simplemente compañeros o amigos. Civiles o Shinobi. Todos tenían motivos para llevar flores a una tumba en el futuro.
-¿dónde está Ino? –preguntó Chouji mirando a su alrededor.
-Se fue a dormir, -le dijo Shikamaru- me dijo que de no hacerlo, Sakura tampoco lo haría y pone en riesgo su salud. Todos los médicos están desbordados, no duraremos otro mes en esta condición.
-¿les falta medicinas? –interrogó Naruto neutro.
-el chakra y medicinas. –indicó el joven Nara encargado siempre de conocer todos los recursos de cada sector- básicamente el chakra puede solucionar cualquier cosa, pero el gasto es terrible cuando no existen las drogas para apoyarlo. Pudimos combatir los faltantes con plantas medicinales. Pero los médicos no dan abasto con tantos heridos. Hokage-sama hace lo que puede con los recursos que tiene. A veces me pregunto… ¿Cuánto hubiéramos durado sin tener a Godaime y sus médicos con nosotros?
Todos asintieron apoyando la consulta. Cada uno, como mínimo había dependido un par de veces de la medicina ninja para continuar viviendo. Había sido años de cruel guerra, a veces solo escaramuzas, a veces batallas generales. Pero siempre las heridas pasaban factura, y hasta el momento, las Kunoichi como Shizune o Sakura pagaban las cuotas con sus conocimientos.
Naruto no dijo nada más. Simplemente se dedicó a escuchar las historias de cada ninja presente. Muchos contaron de las batallas sucedidas hace años, otros hablaron del asalto a Konoha, alguno más refirió a la muerte con valor de ciertos compañeros. Había un ambiente diferente en el campamento y todos los notaban. Se podía sentir en la piel, pronto habría una batalla de las grandes. Tal vez sería la última vez que podrían estar junto a un fuego, con los amigos.
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La luz del día le despertó. Había dormido pesadamente durante toda la noche, aun cuando dijo hasta último momento que no tenía sueño. Ino casi la obligó a recostarse, y el resultado fue quedar fuera de combate hasta el día siguiente. Sakura abrió sus bellos ojos esmeralda, y la primera imagen que surgió ante ella, fue la figura de Naruto. Se sintió sorprendida, pero al mismo tiempo en un sueño hermoso. Lo sucedido en la noche no había sido una fantasía.
Se sobresaltó, sentándose en la improvisada cama del suelo, en un rincón del fuego ya extinto hace horas. Sus manos tomaron con rapidez la manta para cubrirse levemente, tal como si hubiera estado desnuda. Ino mientras tanto había ido por algo para el desayuno y justo cuando regresaba con una ración entre sus manos, vio que Naruto estaba sentado muy cerca de una recientemente despierta Sakura. Enseguida la rubia dio un medio giro gracioso, y se regresó por donde venía. Para evitar la interrupción. La pelirosa que observó todo el movimiento detrás de la figura de Naruto, no pudo evitar sonreír. Su mejor amiga no perdía su picardía ni bajo una lluvia de papeles explosivos.
-te ves muy pálida….-anunció Naruto mirándola fijamente- ¿has conseguido dormir?
-estoy bien gracias…-soltó rápidamente con cierta dureza- no soy una niña indefensa.
-desde luego… -dijo seriamente el hombre- Solo venía a decirte que pienso ayudarles un poco con los problemas del hospital.
-¿ayudarnos? –Preguntó Sakura bostezando pesadamente y se cubrió con una mano con delicadeza- ¿a qué te refieres?
-chakra…..principalmente.
Fue como un milagro.
Poca cosa más podría describir lo que muchos testigos vieron con sus propios ojos. Tsunade, Shizune, Sakura y los 10 mejores médicos incluida Ino, se dedicaron a recorrer el hospital atendiendo a todos los pacientes por orden de riesgo. Tras cada doctora, un clon de Naruto Uzumaki les seguía administrándoles cantidades exorbitantes de chakra que las Kunoichi usaban para sanar a todos en cuestión de minutos.
No se contuvieron, usaban todos los recursos de los jutsu médicos para cerrar heridas, bajar la fiebre, anular los efectos de venenos, acomodar los huesos y acelerar los procesos de recuperación naturales de cada convaleciente. 10 malditos clones que otorgaron una cantidad brutal de chakra limpio y perfectamente manipulable al cuerpo de cada médico ninja.
Tsunade comenzó por uno de los casos más graves de todo el lugar. Inició su trabajo por Sasuke Uchiha. En cuestión de 10 minutos había estabilizado todos los sistemas dañados, reparó los aspectos más graves del cuadro clínico y puso a Sasuke al punto de recuperación inmediata. Cuando terminó de curarlo, se dirigió al siguiente objetivo, sabiendo que en cuestión de horas probablemente, Sasuke habría de despertar definitivamente. Su vida estaba a salvo, y las fuerzas de la alianza aumentaban considerablemente por su inminente recuperación.
En el centro del lugar, el Naruto original estaba sentado de piernas cruzadas en el suelo. Su cuerpo exudaba una poderosa aura que se propagaba a sus clones repartidos por el seguimiento a cada médico. Sentado cómodamente, de ojos cerrados parecía no estar sufriendo absolutamente nada el gasto terrible de poder que estaba sucediendo. Como fuera, su inestimable ayuda en este aspecto, le grajearía una admiración aún más pronunciada entre las líneas Shinobi. Todos recordarían ese día, todos lo pasarían a nombrar…
Como el día de la sanación.
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Estaba dormido, preciosamente dormido. Vulnerable como un angelito.
Lord Orochimaru le había avisado a la Kunoichi sobre le grave condición de Sasuke, varios horas después de todo lo ocurrido. Y Karin dejó todo lo que estaba investigando para ir a curarlo. Desesperada, corrió los 400 metros que separaban el laboratorio de investigaciones con el hospital. ¿Cómo pudo no sentirlo? ¿Cómo pudo descuidar que Sasuke-kun se estaba muriendo? Seguramente su capacidad de detección se estaba arruinando. O no habría más explicación que estar entregada a un trabajo de hormiga. Que exigía la máxima concentración y todo su tiempo.
Como fuera, llegó al hospital y vio algo extraordinario. Más de la mitad de las camas ocupadas, estaban vacías. Los pacientes estaban curados en su mayoría y habían abandonado el refugio para ponerse a las órdenes de batalla. El campamento respiraba el oxígeno del optimismo, inyectado por vaya a saber que fenómeno extraño. Karin se adentró a la zona donde solían tener a los pacientes graves, y se encontró a Sasuke Uchiha recostado en una cama y dormido.
Aun dormido, pero curado. El moreno tan solo descansaba sin más impedimentos que el sueño. Shizune-sempai solo hacia revisiones de rutina. Más allá, Sakura Haruno vigilaba el sueño de otro paciente. Karin tuvo curiosidad, porque Sasuke no se veía malherido como Orochimaru había anunciado con su malicia característica. Y el otro hombre tendido a pocos metros, era nada menos que Naruto Uzumaki.
-¿Cómo ha llegado aquí? –Se preguntó en voz baja Karin sorprendida por qué no lo captaba con su chakra- ¿Cuándo ha llegado Naruto?
-anoche….-susurró Shizune apenas pasando junto a la pelirroja- está descansando por que ha consumido enormes cantidades de chakra para que nosotras tuviéramos la oportunidad de curar a casi todos. 800 pacientes fueron dados de alta enseguida, aún quedan otros 347. Pero con descanso recomendado generalmente. Es un milagro.
Karin se acercó a Sasuke luego de mover un poco la cortina que dividía las estancias para también poder observar a Naruto. Estiró su mano, y acarició el rostro del moreno que respiraba tranquilamente. Estaba dormido, preciosamente dormido pero bien de salud. Karin se acercó del otro lado, para ver mejor a Naruto Uzumaki. Estaba más alto, se veía más hombre y menos niño. Sakura sentada junto a él, apenas si presto atención a la nueva visita. Pero aun así le dijo:
-usó demasiado chakra….-mientras tomaba entre sus pálidas manos la del joven- se encuentra muy agotado. Nos dio el poder para curar a muchísimos pacientes, no nos dimos cuenta que se debilitaba tanto. –Dijo como si ella misma tuviera la culpa- había tantos enfermos…..que lo olvidamos a él.
-¿está en peligro? –consultó la pelirroja ajustando sus gafas- por que por alguna razón no puedo casi sentirlo.
-no…solo muy cansado. El nunca detuvo su provisión de energía a los médicos, no supimos que estaba sin chakra hasta que los clones desaparecieron. Fue demasiado…..descuidado.
-estará bien….-anunció la pelirroja pasando una mano por sobre el cuerpo de Naruto, parecía estarlo acariciando, pero no lo tocaba para nada ya que la mano recorría el alrededor solamente- su energía se recupera mucho más rápido que cualquiera. Los Uzumaki somos difíciles de matar.
-Sasuke está bien…-le dijo Sakura para corresponder al apoyo- Tsunade-sama se encargó de él casi al inicio de todo. Dijo que despertaría en cualquier momento.
-Lord Orochimaru me dio permiso de que descansara. –Indicó Karin neutral- creo que me quedaré por aquí. Si no es molestia.
Sakura negó apenas, se puso de pie para ir a dar una revisada a los demás pacientes teniendo en cuenta no solo su trabajo, sino que Karin estaría para vigilarlos a ambos. Había estado preocupada cuando vio a Naruto tirado en el suelo desmayado. Pero luego de la alarma inicial, Tsunade-sama comprobó que no había peligro a su vida. Simplemente estaba muy cansado. Debía dormir y comer bien en cuanto despertara. Estaría a salvo.
En otras partes del campamento, se vivía una algarabía y excitación difíciles de superar. La mayoría de los médicos y los civiles dedicados por completo a la atención del hospital habían sido relevados y estaban en descanso. Tenían mucho tiempo para recuperarse a comparación con los guerreros. Tsunade les había dado el día libre y ración extra de comida. Muchos habían estado casi esclavizados al trabajo del hospital y merecían reconocimiento por ello. El Raikage en tanto, organizaba con el resto de los comandantes las nuevas fuerzas recuperadas. Casi un millar de nuevos Shinobi se unía a las tropas. Era una noticia alentadora ciertamente.
Si alguno entre los ninjas de Kumo había tenido sus dudas por Naruto Uzumaki, ahora mismo era tanto héroe de Konoha como de Kumo. Casi 400 hombres y mujeres sanados, pertenecían a esa villa. Naruto los había salvado a todos, mediante el trabajo de los médicos por supuesto.
-el resto de los campamentos debe tener centenares de heridos también. –Anunció el Raikage al alto mando reunido- si repetimos esta operación, contaremos con al menos 1000 efectivos más recuperados. Estaríamos cerca de los 8000 Shinobi de combate.
-casi reduciendo nuestra desventaja a 2 por 1. –Añadió Kakashi pensativo- buenos números. Sugiero que comencemos a diagramar las estrategias para tomar Konoha. Las puertas estarán fuertemente custodiadas.
-y es posible que todas las entradas secretas hayan sido derrumbadas por el enemigo. –Indicó Shikamaru- nuestro pueblo está siendo esclavizados por ellos, pero al menos saldrán vivos si tenemos éxito en nuestro ataque.
-es vital atacar y vencer, -prosiguió el Raikage- usaremos la villa para proveernos de comida, medicinas, armas y refugio. Se acerca el verano, y cuando el frio haya mermado lo suficiente, sus ataques se hacen más fuertes.
-exactamente, -se sumó Orochimaru que había hecho este descubrimiento hace tiempo- el calor es favorable a ellos. El frio si bien no los mata, les desanima bastante. Cuando el calor sea demasiado alto, vendrán a cazarnos aquí al bosque. No debemos darle esa oportunidad.
-no confiaba en la rebeldía de Uzumaki Naruto, -admitió el Raikage- pero sus acciones hablan mejor que sus palabras. Arriesgó su vida para aumentar nuestros efectivos de combate. Su impertinencia, no parece estar acompañada de imprudencia.
-sorprender, -sonrió Kakashi- es un don que siempre Naruto ha tenido a raudales. Y créame cuando le digo que es más útil de lo que parece.
-Darui….-ordenó el líder- envía mensajeros a los restantes campamentos. En una semana enviaremos una partida de médicos para ayudar a sus heridos. En 15 días, deben estar listos para marchar hacia Konoha.
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Había pasado casi doce horas desde que todo el hospital recibió los cuidados generales. En la cueva donde aún se conservaban los que restaban establecer, yacía Sasuke Uchiha en el fondo mismo, en una zona apartada por divisiones de madera y los mejores cuidados que se tenían a la mano. El joven y último integrante vivo del clan Uchiha, abrió sus ojos levemente dando su regreso a la tierra de los vivos. Durante varios días había estado en peligro mortal, teniendo pesadillas que volverían loco al más fuerte. Pero las amenazas del fuego demoniaco no alteraban a sujetos como Sasuke. El, que había dominado la magnificencia del Tsukuyomi, podía encontrar los senderos necesarios para salir de las pesadillas creadas por esas mujeres demonio de terrible poder y mágica belleza. Las sucubos, eran consortes de poderosos demonios y seductoras de mortales lo suficientemente desesperados o débiles, como para caer en la tentación.
Pero esas ilusiones para un maestro del sharingan, era inútiles. Los demonios no tenían nada que pudiera tentarlo, no podían leer su corazón, no podían indagar en los pasajes de su mente donde yacían las llaves de su ánimo. Aun así, había estado al borde de la muerte por derribar a uno de esos monstruos de gran tamaño y poder espeluznante. Aun se figuraba estar viendo esa criatura. Un cuerpo de al menos 10 metros de alto, robusto y musculoso. Piel roja, flamas que despedían de su cuerpo como si estuviera incendiándose. Tanto odio, tanta violencia en sus gestos. Unos ojos que asustarían al mismísimo Shinigami.
Ese fue el recuerdo que pudo venir a sus ojos cuando los abrió de nuevo al mundo. El techo de la cueva, la semi oscuridad que solo era atacada de tanto en tanto por las velas. Se sentía cansado, pero increíblemente vivo a pesar de todo. Miró a su alrededor, Karin yacía sentada a 4 metros de su cama. Dormida, cansada seguramente de vigilar su sueño. Intentó acomodarme mejor en la cama, tan solo para poder sondear de buena manera lo que le rodeaba. Fue cuando Shizune apareció por el lugar. Le miró con esa amabilidad en los ojos que jamás se extinguían, revisó delicadamente su pulso tocando la muñeca de Sasuke, y finalmente puso la mano sobre la frente del moreno para conocer su temperatura.
-estarás bien…-dijo sonriendo apenas- pudimos ayudarte a tiempo.
Dicho esto, se fue. Dejando a Sasuke pensativo sobre lo que había ocurrido en su última pelea y lo que se perdió del tiempo después. El monstruo estaba muerto, la batalla había sido ganada. Pero el Uchiha debió morir. Y sin embargo parecía que tenía otra chance más, de volver al fuego del combate. Y aun se estaba preguntando sobre los recursos utilizados para sanarlo, cuando al voltear su cabeza a su izquierda, se encontró con un viejo conocido durmiendo en la cama siguiente.
-imposible….-pensó sorprendido y balbuceó- ¿Naruto?
-así es….-dijo Karin parándose de su silla y notando que Sasuke había despertado tal como ella- Naruto Uzumaki regresó para poner su chakra al servicio de los médicos. –Luego hizo un gesto de admiración al observar al rubio y definió- debo admitir que fue impresionante.
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Sasuke se conservó en cama por el resto del día. Dormir bien, y recibir alimento eran las premisas para terminar su recuperación de manera completa. Karin estuvo varias horas cuidándolo, también Ino y Shizune pasaron de tanto en tanto. Sin embargo, fue Sakura quien por cuidar de Naruto se pasó el mayor lapso de tiempo cerca de las dos camas. Revisaba los signos vitales del rubio, hablaba con Sasuke informándole los eventos que se le habían pasado en su estado de inconsciencia.
-me está preocupando….-dijo Sakura tocando con una mano la frente de Naruto- está demasiado frio. Y ya debería estar despierto.
-no te preocupes, -señaló Sasuke- hace rato despertó, y luego de ver donde estaba, el muy Dobe se volvió a dormir.
Sakura sonrió, se sentía más tranquila de saber aquello. Luego una de las enfermeras le vino a informar que Tsunade-sama la requería en el cuartel principal. Para dar reportes sobre la situación del hospital. La joven pelirosa revisó una vez los signos, estaba estable. Naruto solo dormía pero su energía no parecía sufrir. La pelirosa le dejó descansar, y fue a realizar su trabajo. Sasuke tan solo con una mirada le pidió algo. Ella enseguida pudo entender lo que ocurría:
-trataré de averiguar todo lo que pueda. –le sonrió la joven apenas para relajar el asunto- te informaré lo que está pasando, para que la espera no sea tan terrible.
Sasuke le provocó sonreír. Su ex-compañera sabía que el odiaba estar en cama. Sabía que estaba ansioso por regresar a la actividad y sobre todo por volver a saber lo necesario del trascurso en la guerra. Después de todo, seguramente se preparaba una gran operación luego de obtener los refuerzos venidos del hospital. Y el Uchiha participaría también a como diera lugar. Cuando Sakura Haruno abandonó la zona de la “habitación” seguida por Karin, Sasuke se movió un poco para acomodar su cuerpo y así mirar de fijo a Naruto.
-ya se ha ido….-señaló el moreno apenas- deja de fingir que duermes o te golpearé.
Naruto abrió sus ojos levemente, se miraron serios y el rubio decidió sentarse en la cama para charlar un poco. Sakura le había estado vigilando bastante de cerca, pero Naruto había contado con la ventaja del cansancio y el trabajo acumulado en la chica. De no, ella lo habría descubierto con el mero análisis a través del chakra. Sasuke no tenía ese problema, con usar el sharingan se había dado cuenta del engaño.
-tus clones son demasiado buenos, -admitió secamente el Uchiha- solo por un análisis de tiempo en tiempo pude darme cuenta. El nivel de tu chakra se mantiene estable, y no aumenta por más descanso que finjas.
-eres un fastidio como siempre teme….-respondió el rubio- aun así agradezco que no me delataras hace horas. Me ha dado el tiempo necesario para actuar.
-¿Qué piensas hacer?
-acabar con los demonios.
-esto no es juego Dobe…-anunció el Uchiha- ellos tienen un lenguaje extraño, inteligencia y más habilidades de lo que parece. Son muy fuerte, y engañosos. Realmente nos veremos obligados a luchar juntos si queremos vencer.
-seguro que si….-dijo Naruto acomodándose como para dormir- solo cierra la boca el tiempo suficiente. Cuando sea el momento, ya todo habrá terminado.
Sasuke le miró con seriedad, y aunque estaba sorprendido trató de no demostrarlo. Era cierto que el Naruto que tenía enfrente era solo un clon, pero aun así, tenía que preguntar.
-¿Por qué te fuiste hace años? –Consultó parco, como casi siempre- ¿fue por qué regresé a la villa?
-me fui porque era necesario. –Respondió Naruto- existen muchos momentos de la vida donde parece que tienes una elección frente a ti, pero en realidad, estas obligado. Ahora descansa, y prepárate para la futura lucha que les aguarda.
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Por el medio de los bosques, en la noche donde nada podía verse más allá de algunos metros. El hombre caminaba dueño de un instinto que haría envidiar a las criaturas más salvajes. No necesitaba siquiera saber adónde iba, tampoco los árboles en su camino o las rocas que de tanto en tanto maquillaban un paisaje de día. En la profunda oscuridad, el viento aun soplaba consejos en su oído. La tierra humedecida por el rocío de la madrugada le prometía sostener cada paso que diera hacia adelante. Le prevenía, de cada obstáculo, de cada razón que pudiera bloquearlo.
-“despójate de todo” –susurraba el viento- “olvida el camino detrás de ti”.
Naruto lo sabía, los recuerdos de cuando vivía en Konoha, no eran más que pesadas rocas en su espalda. No guardaba rencor, pero la urna de su espíritu no tenía espacio para sentimientos o recuerdos. Debía ser llenada con la energía más brutal y primitiva que jamás había conocido. Era por tanto, que su pasado ya no tenía importancia. Era por cierto, que su futuro tampoco le auguraba una vida larga y feliz. Era en todo sentido una herramienta del destino. Debía actuar para defender la paz. Ese equilibrio entre hombres y bestias, entre flora y fauna. Que los vientos no arrasaran las praderas, que la tierra no temblara agrietándose y tragando la vida como se conocía. Que el fuego nunca explote cual lava durmiente en los volcanes. Y finalmente que el agua no atraiga al rayo para que como hermanos de la destrucción, acaben por matar toda forma de vida sobre la faz de la tierra.
Era su misión, aquella que lo liberó al mundo, luego de haber entregado su existencia para reestablecer el balance de la naturaleza. Ya no era Naruto Uzumaki, no al menos de forma total o completa. Era algo más, era mucho más. Y quisiera como broma de la vida darle tan extraordinario poder, que esa misma fuerza lo terminaría destruyendo tarde o temprano.
Se acercaba a la aldea, y las nubes en el cielo se reunían respondiendo al llamado realizado. Cargadas de humedad, de energía natural, el banco de precipitaciones fue poniendo sitio al cielo de Konoha. El cuerpo de Naruto comenzó a brillar, una luz tenue que se fue apagando hasta formar un color similar al fuego. Sus ojos se perdieron, las pupilas amarillas desaparecieron y solo que el blanco de un estado parecido al trance.
Lluvia primero tenue, pero acompañada por su amante el rayo envolvieron a toda la zona del país en un espectáculo extraordinario. Más allá del bosque, dentro de los muros en la aldea de la hoja, las criaturas venidas del averno seguramente observaban el fenómeno como algo normal pero molesto. Porque aquel liquido tan abundante en este mundo, era una cosa antinatural en el de ellos.
Muchas cosas útiles habían aportado Ino y Shikamaru a los oídos de Naruto. La lluvia evitaría a ciertos demonios oler al rubio. El ambiente húmedo reduciría las capacidades sobre el fuego del enemigo y para completar la idea, Naruto podría disponer del agua cayendo como si se tratara de armas. La manipulación de la naturaleza había alcanzado en su cuerpo un nivel que hacía ver al modo Sennin, como un truco barato. Aun así, había un precio por pagar ante tanta magnificencia.
Estando a pocos kilómetros de Konoha, Naruto comenzó a sentir en su caminar el llamado del dolor. El sufrimiento, los gritos, las muertes. Todo venia hacia el cómo ondas de viento alertándolo. El ermitaño avanzó hasta entrar a un sendero donde se llegaba directamente a las puertas. Los relámpagos iluminaban la noche cerrada de tanto en tanto, y su estallido estridente hacia parece a Konoha un paisaje sin sonidos. Sus ojos regresaron poco a poco a la normalidad, la lluvia continuaba aunque más tenue de cuando el Sennin se había mantenido concentrado. Aun así, estaría la cortina de agua constante para incomodar al enemigo.
Naruto pudo ver en la entrada varias criaturas. Los que parecían gorilas, y algunos humanoides con perros infernales anudados a un árbol. Era sin dudas los encargados de custodiar el portón. Aun así, no solo de demonios era notoria la presencia. Varios hombres y mujeres, acarreaban pesadas rocas al interior de la villa. Los látigos de algunos capataces de aspecto feroz, hacia mella en las encorvadas espaldas de los desdichados esclavos. Naruto se fue acercando, oculto siempre por las sombras de los árboles, contando con la virtud de esconderse en la lluvia para evitar las capacidades olfativas del enemigo. Finalmente, en un movimiento calculado por instinto, Naruto se disfrazó perfectamente como uno de los prisioneros (con cabellos largos y barba, ropa destrozada y piel desnuda) y ayudó a 6 esclavos débiles a empujar el carro que ingresaba a Konoha. Los hombres no dijeron nada, el sujeto recién aparecido entre ellos, tenía una fuerza descomunal y prácticamente el peso del trabajo lo estaba llevando él. Los sujetos se alegraron, y pensando que seguramente era un espía, siguieron fingiendo hacer el esfuerzo en empujar la carga, permitiéndole infiltrarse al ninja en cuestión.
La táctica funcionó a la perfección, ni siquiera el capataz pudo notar la diferencia. Denotaba con esto poco interés en su trabajo, o una falta completa de inteligencia. Sea como sea, Naruto agradeció el acceso rápido y se limitó a esperar que estuvieran lo suficientemente adentro de Konoha como para dejar un clon de señuelo y desaparecer. Los demonios podían ser muy rápidos y fuertes, pero indudablemente no conocían mucho de técnicas ninja. Eso era una ventaja, otro punto que Ino supo aclararle a Naruto en su momento.
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-se ha marchado….
Las palabras de Sakura quebraron el silencio del lugar. Tsunade había venido a revisar la situación de Naruto, para encontrarse con un clon en su lugar. Sasuke no demostraba emoción alguna al respecto, pero su falta de sorpresa en el hallazgo de la copia, les hizo pensar a las mujeres que al menos lo sabía desde hace horas.
-Uchiha, ¿Por qué no dijiste nada?
-qué más da, -anunció el moreno- ese idiota ya debe estar en Konoha ahora.
Las palabras de Sasuke podían considerarse una locura, pero tanto Sakura como Tsunade por alguna extraña razón tenían la misma impresión. Naruto les había dado el esquinazo sin siquiera dejarlas pestañear por la sorpresa. Apareció, obtuvo la información que quería, se aseguró que nadie lo seguiría fingiendo que estaba descansado, y terminó yéndose tan misteriosamente como había regresado. Sin palabras, sin adioses, siempre exponiendo su vida para salvar a todos. Era un vicio bastante molesto para las personas que lo querían, y Naruto jamás supo reconocerlo.
-¡Tsunade-sama tenemos que ir tras él! –gritó Sakura enervada de preocupación.
-es una locura…-anunció la Godaime- mover tropas masivamente sin cuidado, solo delataría nuestras posición ante los demonios.
-tiene razón…-definió Sasuke de brazos cruzados en la cama- además, por lo que sabemos de esas criaturas, ese idiota de Naruto ya debería estar muerto. Sugiero preparar las tropas para la batalla, -añadió sentándose de lado en la cama dispuesto a levantarse- me temo que la hora del descanso se ha terminado.
Tsunade asintió, el Uchiha tenía razón. Como fuera la situación, aun si Naruto no estuviera a la altura de la locura que había realizado, seguramente causaría un gran alboroto en Konoha. Sea como sea, con el tiempo en contra y las provisiones casi agotadas, los Shinobi debían jugarse todo por todo en un asalto final. No por nada el Raikage ya había preparado a la mitad de las fuerzas para partir a una simple señal. El aire estaba pesado, la lluvia anunciaba una señal inequívoca de combate. Era a todo o nada, no había tiempo para más preparativos.
-iré a reportar la estupidez de ese Baka…-manifestó Tsunade molesta- prepárense ambos, los necesitare al frente.
Sasuke la vio salir a paso rápido por el lugar, y como si fuera rutina se puso de pie para buscar sus ropas y quitarse la bata que lo vestía hasta el momento. Sakura salió de la habitación para correr a la suya, donde estaban su traje de combate, su chaleco, sus armas y todos los más valiosos recursos que había guardado para una emergencia. Estaba consternada, estaba furiosa por las acciones de Naruto. ¡Otra vez se había fugado! ¡Otra vez la había dejado atrás! Sentía sus puños picantes de la rabia, ese idiota ya vería lo que era bueno en cuanto le pusiera las manos encima. Solo era una cubierta, solo preocupación por que no muriera, de que no desperdiciara esta segunda oportunidad de regresar a la aldea. Sakura, así como casi todos en el campamento estaría preparándose para la batalla de sus vidas. No cabía buscar nada menos que la victoria, acuciados por la situación. Era un auténtico escenario límite de matar o morir. Tal vez la cúspide que todo Shinobi esperaba enfrentar algún día.
La noticia se esparció rápido, el Raikage extrañamente no presentó queja por las acciones de Naruto. Emitió una sonrisa fría y dio a entender que sus preparativos rápidos se habían basado en suponer algo como eso. Los mensajeros enviados a los campamentos aledaños, llevarían órdenes de sacar a todas las fuerzas posibles y trasladarlas al punto de encuentro designado “sector hierro” a 10 kilómetros de la aldea de la hoja. Los hombres y mujeres se movían por todo el campamento frenéticamente. Los batallones se alistaban bajo mando de los capitanes y eran designados por equipos de especialidades aquellos que habían perdido a sus compañeros de equipo anteriormente. En 4 horas estarían partiendo del campamento.
Kakashi, Darui, Sasuke, y la capitana Karui de Kumo, eran los que tendrían las responsabilidades primordiales de las divisiones. El Raikage iría a la vanguardia con su elite por el centro. La Hokage protegería la retaguardia con la división médica apoyando. Flancos para los invocadores y las tropas especiales de estrategia dirigidas por Shikamaru, en el centro neural de todo el ejército. Los refuerzos, serian a cargo de las tropas venidas de otros campamentos. Los mismos serian organizados por Tsunade y distribuidos por el frente a disposición de lo que la batalla requiera. Era clave las primeras 3 horas. Si los Shinobi se agotaban en el uso del chakra, el enemigo no contaba con ese impedimento. Era primordial entonces, haber puesto un pie firme dentro de la villa.
Era a todo o nada.
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“sin sus líderes, las tropas más básicas se perderán” eso había dicho Shikamaru a Naruto. El rubio estaba recorriendo el interior de la villa ocultándose en un disfraz. Había visto ciertos humanoides que tenías solo rasgos de demonio. Parecía como la cruza entre humanos y criaturas del averno. Algunos paseaban armados con variados implementos muy curiosos. Armaduras con dibujos y formas muy extrañas en diseño. También armas bastante peculiares a ojos de Naruto. El rubio decidió mezclarse entre ellos, y para eso tomo prestado la identidad es uno de esos sujetos.
Lo asaltó en un callejón oscuro. Luego de matarlo y esconderlo, se colocó las armas del caído. Ropajes de piel extraña. Una espada larga y pesada sobre su espalda, pequeños cuchillos con aspectos de medias lunas o variantes similares. Un cinturón de un raro material, pero sin duda útil. En él había tres pequeños compartimentos con monedas. Extrañas monedas de oro que por su forma, Naruto jamás había visto en su vida.
Luego de armarse con todos los pertrechos que pertenecían al difunto, le observó con detenimiento para adoptar su forma física. Ino había sugerido que solo las mujeres demonio con alas emplumadas o tipo murciélago, podían hablar el idioma común. Pero Naruto había escuchado a ese hombre preguntar a una aldeana sobre el burdel más cercano. Tal parecía que Konoha no solo era el cuartel de un ejército demoniaco. También estaba llamando a esa especie de raros “mercenarios” para trabajos especiales. Había una especie de comercio entre las criaturas, y los humanos solo eran esclavos que proveían servicios básicos.
Naruto ya oculto por su jutsu camino algunas cuadras en completo silencio. Había pasado junto a varios grupos distintos sin que nadie en particular volteara siquiera a verlo. Pudo observar su falso rostro en un charco de agua cristalina. Tenía piel roja, rasgos afilados y un par de cuernos largos y finos, con una curvatura pronunciada. Su físico era parecido al original, humanoide y musculoso. El truco de colocarse las armas y echar sobre sus hombros algunas de las prendas del muerto funcionó perfecto para mezclarse entre los enemigos. Así, luego de media hora andando por los puntos clave marcados por Ino Yamanaka, Naruto evaluó que el líder de los demonios debía encontrarse en la antigua torre Hokage. Era el mejor punto para mantener control visual sobre la aldea. Además, era el único de los edificios públicos que había sido reconstruido luego de la invasión. Allí debía estar el jefe de todos.
-¡oye tú!….- sintió que alguien le llamaba con celo- ¡te hablo a ti, idiota!
Naruto se giró levemente, miro a la criatura ataviada con lanza y dirigiendo un grupo de 5, tan horripilantes como su jefe. Esta criatura parecía esquelética y demacrada, casi la cascara de una figura humanoide, con una piel seca tan estirada que perfilaba y señalaba cada hueso. Poseía una espantosa cabeza con forma de calavera y una cola parecida a la de un escorpión. Además, portaba un olor asqueroso a putrefacción infestaba el aire a su alrededor. Delgados y altos, casi parecían esqueletos con movilidad. Su función parecía ser estar patrullando por esa calle. Sin dudas eran los encargados de vigilar a los esclavos y sus movimientos por el interior de la aldea.
-te hablo a ti bestia….-prosiguió ese huesudo sujeto y ahora varios trasuntes armados le miraban a Naruto- dime tu nombre, y a que has venido a nuestro territorio.
El Uzumaki echo una ojeada general. No podía matar a esos guardias sin que toda la villa se enterara de su llegada. Debía responder y dar razones que no conocía. Si hablaba en idioma común, podía ser tomado como espía, a menos que supiera exactamente que responder.
-si vuelves a llamarme bestia….-dijo firme y mirándolo con dureza- solo los sabuesos podrán hacer uso de tus restos. Mi nombre no te importa, y mis razones de estar aquí tampoco. Ahora ¡piérdete!, antes que decida abrirte a canal, como a uno de estos estúpidos esclavos.
Efectivamente sirvió. Ya que les hizo pensar a esos guardias que Naruto era todo menos humano. Pudo el rubio evadir un combate que hubiera alertado a 20000 demonios de su presencia, cuando todavía no estaba listo para esos menesteres. Los guardias demonio lo miraron fieramente pero ninguno se atrevió a continuar la rencilla. Así Naruto se dedicó a proseguir su camino sin que nadie más tratara de contrariarlo. Avanzó por las calles de Konoha comprobando el grado de destrucción que residía adentro. Pudo ver la parte este y norte de los muros totalmente erigida a base de roca. Traídas desde muy lejos, trasportadas por prisioneros de guerra y levantada por miles de personas esclavizadas. Hombres, mujeres, niños. Los demonios no realizaban ninguna distinción para castigar e imponer cargas de trabajo.
También destacaba en la nueva Konoha, un gran taller para armas y maquinarias de asedio. Que parecía trabajar incluso a deshoras. forjando, creando, armando y reforzando. Enorme catapultas iban poco a poco surgiendo de ese lugar, así como variadas herramientas de misteriosas formas y funciones. Era indudable que los ninjas habían encontrado al final, la medida adecuada de su sed de guerra en los demonios.
-oye cariño….-le dijo una mujer con alas y ojos negros sin pupilas- pareces perdido. ¿Acaso buscas diversión?
-desde luego…-sonrió apenas el rubio disfrazado- ¿Qué tienes para ofrecerme en este asqueroso pueblo?
Naruto había oído que los mercenarios parecían odiar Konoha. Siempre nombraban el lugar por horripilante. Era indudable que en gustos, los demonios tenían por muy diferente lo que agradaba al humano promedio. Tal vez la lluvia los tenía en ese estado de nervios. Esa mujer estaba cubierta apenas por unas cintas de cuero que la cubrían obscenamente, y en un cuerpo sensual, las grandes alas de murciélago se distinguían en su espalda al avanzar.
-ven mercenario…-le guiño el ojo la mujer- te llevare al burdel que controlamos. Ahí encontraras raros especímenes femeninos. Ideales para toda clase de perversiones. Solo si tienes con que pagar, desde luego.
Naruto la siguió por las calles. Ella cada tanto iba hablando con una u otra de sus iguales. Todas ataviadas de igual manera y siempre ofertando el mismo producto. Su dichoso burdel. Avanzaron durante un rato bajo la lluvia, Naruto estaba muy alerta por si lo habían descubierto y era trampa. Pero la mujer apenas si volteaba para comprobar que el la seguía. Hasta el momento donde se pudo notar una gran zona de barrio. Las mansiones Hyuuga, según creía recordar Naruto.
Naruto se concentró en el lugar donde esa criatura lo había llevado. Esa mujer señalo con su brazo el acceso a una gran puerta, el bullicio del interior mesclado con una especie de música, indicaba que al parecer había una fiesta. Naruto se acercó a la entrada, y lanzando una mirada de advertencia sobre la mujer guía, avanzó al interior para encontrarse con un espectáculo increíble.
Lo que vio en ese lugar, lo que pudo atestiguar en esa cantina llena de demonios asquerosos y humanos sometidos, tal vez no podría olvidarlo por el resto de su vida. Aunque hiciera un esfuerzo brutal por no comenzar una carnicería, tuvo que apelar a todo su autocontrol para no delatarse. Ese lugar, era una buena muestra de lo que el infierno tenía para ofrecer. Y Naruto lo despreciaba por ello.
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En la oscuridad de la noche era débil. Ellos podían ver atraves de la sombras como cualquiera lo hace a plena luz de día. Durante muchos días les había escapado con éxito, pero ya no más. Gobi comenzó a notar que el cerco de sus perseguidores se iba estrechando en torno a si mismo. Al principio, pensó que eran humanos rompiendo el tratado que los Biju habían acordado con los ninjas. Pero luego, habiendo ocultado su rastro y desaparecido su olor mediante técnicas con uso de chakra. El gran perro de 5 colas se internó en las montañas más inaccesibles de las tierras de Iwa, y esperó a su enemigo.
Demonios o monstruos, seres que nunca el Biju había visto en su larga existencia. No eran invocaciones, no había humanos controlando a esas criaturas. Tampoco hablaban en idioma natural. Tenía un extraño lenguaje que combinaba siseos, gruñidos y ronquidos que helarían la sangre de quienes no comprendieran. Pero el can les podía descifrar completamente. Había diablillos. Parecían ratas con alas de murciélago. Eran escurridizos y buscaban para sus compañeros más grandes a la presa en cuestión. Luego venían los “jefes” de esos grupos. Criaturas con aspecto de un humanoide, pero cubiertas de púas afiladas hasta la punta de su larga cola y carnosa. Sus ojos cambiaban y se movían rápidamente, por lo que parecían siempre nerviosas o agitadas.
Cuando esos escuadrones de demonios ingresaron a los senderos de montañas, Gobi dejo caer sobre ellos un derrumbe de rocas que aplastó a muchos. 60…..tal vez unos 90 murieron. Pero los diablillos pequeños escaparon volando y algunos ubicaron al perro en cordones montañosos de más altura. Por lo tanto, no paso mucho tiempo para comenzar a recibir otras “visitas” desagradables.
Pasaron 7 horas desde el derrumbe, y un número de 180 presentó batalla al Gobi con plena intensión de capturarlo. Pero el perro no permitió que lo tomaran. Asesinó con disparos de chakra a todos y volvió a darle el esquinazo a los diablillos rastreadores ocultándose en la neblina las avalanchas de la alta montaña.
Pasaron dos días, tal vez tres. Y Gobi comprendió que su enemigo particular no se rendiría. Sean quienes fueran esas criaturas. Jamás claudicarían en su empeño de capturarlo. Por algún momento el Biju pensó que buscaban matarlo concretamente, pero luego, cuando hubo escondido su presencia de un tercer grupo de demonios buscando sus rastros. Pudo escuchar más de su extraño lenguaje y entenderlo a la perfección.
-¡encuentren a esa bestia! –Grito uno de esos demonios de púas que parecía el jefe- ¡no se detengan hasta que la llave de Estigia sea dominada!
“llave de Estigia” eso no tenía mucho sentido para Gobi, pero era lo suficientemente inteligente para comprender, que solo sería útil hasta que ese objeto o sitio llamado “estigia” fuera abierto. Luego, tendría un peor destino que simplemente estar dentro del cuerpo de un humano. Sus instintos hablaban por él, sus instintos le decían que no era conveniente seguir buscando lugares aislados para refugiarse de ellos. Si consentía en alejarse más de los territorios poblados, estaría dando mejores oportunidades a sus cazadores para atraparlo. Así que, casi seis meses después de haber rechazado el primer ataque por parte de demonios, Gobi el Biju de las 5 colas, decidió dirigirse a la aldea escondida entre las rocas para buscar alianza con los ninjas.
Era cierto que no terminaba de confiar en los humanos. Pero sin dudas esos demonios asquerosos no serían parte de la lista de amigos entre los ninjas. Por esa razón, Gobi resolvió adoptar una forma menos comprometedora de la normal. Se dedicó a comprimir su chakra para reducir el cuerpo de perro gigante. Y 3 días después de su último avistamiento de enemigos, estuvo a poco de la aldea de la roca.
Le faltaba nada para llegar, solo tenía que atravesar una zona boscosa en el corazón de una meseta entre las colinas. Era de tarde, y su olfato le alerto que algo andaba muy mal. La temperatura no era correcta, tampoco los aromas tradiciones de las poblaciones humanas. Gobi presintió que había llegado en busca de aliados demasiado tarde. Sin embargo, a riesgo de caer en una trampa tuvo que aprovechar su viaje para enterarse del destino de Iwagakure. Conocía bien esos territorios, había estado dentro de dos ninjas de esa villa. Conocía sus bosques templados, las tundras heladas que se extendían hacia el oeste hasta el mar. También las montañas bajas y altas de todo el lugar. Fue por esta razón, que tomo la determinación de adquirir y transitar una ruta con más “discreción”.
Rodeó los bosques en lugar de atravesarlos y llegar de frente a Iwa. Ingresó en unas cuevas y usó chakra para cubrir su retaguardia con nieve o piedras. Pequeño como un perro ninja, Gobi se hizo invisible entre la oscuridad de los pasadizos y tomando altura desde ese recorrido lo analizó todo. Un panorama bastante preocupante pudo atestiguar desde muy arriba de Iwa.
Casas reducidas a escombros, el muro exterior vulnerado en varios puntos, la torre principal del Kage convertida en un mero cráter donde antes estuvo un edificio. Mucha nieve, pocos movimientos de animales. Todo el carácter de un lugar completamente abandonado. Había habido una batalla, una dura batalla, pero el pueblo de Iwagakure sin lugar a dudas había perdido. El olor a sangre seca era tan penetrante como si ahora mismo estuvieran muriendo o sangrando. Gobi entendió que sus perseguidores no solo venían por él. Comprendió que el enemigo con el que había luchado también era rival de los seres humanos. Tenía que buscar a sus hermanos Biju, lo que quisieran hacerle a él, seguramente intentarían con los otros. Pero por sobre todo, debía forjar una alianza con los ninja.
Tal vez en el pasado no pudiera confiar completamente en los hombres. Pero por su libertad, y las vidas de los humanos. Ahora más que nunca debía buscar pelear, lado a lado con ellos.
Fin del capitulo.
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
para empezar dire que en un inicio no me gusto la historia, odio los fanfic en los que mesclan demonios y otras cosas asi, pero al final me termino encantando y ahora no quiero dejar de leerlo.
tengo una idea loca del por que naruto camina todo el tiempo con el modo sennin activado, pero espero que me equivoque ya que es muy triste....... y ni se te ocurra hacer que le pase algo malo a anko, ella es demasiado sexy como para merecer el tipo de cosas que hay en tu fic saludos, sigue asi ya espero con ansias un nuevo capitulo
tengo una idea loca del por que naruto camina todo el tiempo con el modo sennin activado, pero espero que me equivoque ya que es muy triste....... y ni se te ocurra hacer que le pase algo malo a anko, ella es demasiado sexy como para merecer el tipo de cosas que hay en tu fic saludos, sigue asi ya espero con ansias un nuevo capitulo
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
muy buen capítulo vamos conociendo más de estas criaturas, del propio Naruto que me mantiene en que algo tuvo que hacer o pactar para poder dar equilibrio a todo y su modo ermitaño me sorprende cada vez más pero siento que aún no lo tema visto todo. Y se agregan nuevos hechos ahora sabemos de Gobi será que pueda encontrar a sus demás hermanos, Ninbi ya fue capturada y puede que no sea la única, que será esa tal Estigia que necesitan a los Bijuus?
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Me quedo sin palabras, estos dos capítulos fueron muy instructivos con respectos a ciertos aspectos físicos de estos demonios y sus ordenes de mandos.
Yo veía a Naruto diferente como una cascara sin vida, solo cumpliendo su tarea, la de mantener el equilibrio de la tierra, pero sin saber muy bien como llego a convertirse en lo que es hora.
La fuerza descomunal de energía que posee Naruto es maravillosa poder recuperar a tantos ninjas incluyendo al moribundo Uchiha es impresionante.
La forma de eludir a todos para escapar libremente a Konoha fue genial, me extrañaba que durmiera tanto.
Gobi me dejo con un buena impresión, así que los bijus tienen algo que los demonios buscan, Gobi sabe que tienen que aliarse con los ninjas. "el enemigo de mi enemigo es mi amigo".
Todavía queda mucho misterio en el fic espero que sigas trabajando para darme más dosis XD
Yo veía a Naruto diferente como una cascara sin vida, solo cumpliendo su tarea, la de mantener el equilibrio de la tierra, pero sin saber muy bien como llego a convertirse en lo que es hora.
Todavía esta la pregunta, ¿cómo y quién? lo convirtió en eso.Arminius escribió:
-“despójate de todo” –susurraba el viento- “olvida el camino detrás de ti”.
Era en todo sentido una herramienta del destino. Debía actuar para defender la paz. Ese equilibrio entre hombres y bestias, entre flora y fauna. Que los vientos no arrasaran las praderas, que la tierra no temblara agrietándose y tragando la vida como se conocía. Que el fuego nunca explote cual lava durmiente en los volcanes. Y finalmente que el agua no atraiga al rayo para que como hermanos de la destrucción, acaben por matar toda forma de vida sobre la faz de la tierra.
La fuerza descomunal de energía que posee Naruto es maravillosa poder recuperar a tantos ninjas incluyendo al moribundo Uchiha es impresionante.
La forma de eludir a todos para escapar libremente a Konoha fue genial, me extrañaba que durmiera tanto.
Gobi me dejo con un buena impresión, así que los bijus tienen algo que los demonios buscan, Gobi sabe que tienen que aliarse con los ninjas. "el enemigo de mi enemigo es mi amigo".
Todavía queda mucho misterio en el fic espero que sigas trabajando para darme más dosis XD
Última edición por eliannar el Jue Mar 20, 2014 10:18 am, editado 1 vez (Razón : cambiar Gabi por Gobi)
eliannar- Moderador
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La vida es muy corta para desperdiciarla con malas practicas pero como el sedentarismo es malo y el dinero escasea pues debo cumplir con obligaciones....de lo contrario estaría encerrada en mi cuarto leyendo cuanta imaginación tienes tú para entretenerme. Saludos desde Luque, Paraguay, al valiente que lee este perfil
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
gracias por los comentarios. un aviso, las continuaciones pasaran de ser cada 7 dias a cada 14. saludos.
CAPITULO 4: RESISTENCIA
A millones de kilómetros de Konoha. Atravesando bosques, pasando montañas, ríos y lagos. Mucho más allá de una puerta que separa a dos mundos. Existe una tierra árida, donde el cielo es solo profunda oscuridad. Esta tierra está muerta. Tiene tanta maldad en sus extrañas, que con solo poner un pie en ella, la vitalidad se escapa del aliento. Solo caminar por ese desierto sin luz, hace que el brillo en los ojos más claros, se vuelva solo tinieblas.
En ese agujero de infinita perdición, existe un castillo.
Es el pozo más profundo del Baator. En su agrietado territorio casi deshabitado, se puede hallar la gran fortaleza de Malsheem alzándose sobre un lago negro helado, alimentado por el río Lethe. Inmenso, con incontables habitaciones este castillo. Salones señoriales, forja de armas, salas de torturas y todo lo que un dios pueda desear. Y es aquí donde reside Asmodeus, el rey de los Nueve Infiernos. Allí se acuartela un innumerable ejército de diablos. Preparados por su rey, esperando la orden para el comienzo de la batalla apocalíptica que su señor aguarda.
-eres parte de una guerra antigua… -dijo el rey a su invitado forzado- aunque no más arcaica que el cosmos mismo. Veras….en un principio fuimos el circulo de tres. Los más grandes, los únicos dioses capaces de derrotar al caos para siempre.
El prisionero yacía arrodillado en una plataforma circular de amatista, tenía grilletes en piernas y brazos de su cuerpo humanoide que se aferraban a la base inmovilizándolo totalmente. Aquel hombre exhibía cabello rubio espinado, matizado con algunos mechones de naranja. Los ojos del atrapado sujeto de un verde intenso, que no dejaban de vigilar a su “anfitrión” con recelo.
-Oh….-dijo el rey caminando alrededor de la prisión primitiva.- ¿adónde se han ido mis modales? Me presento ante ti como Asmodeus, el soberano absoluto de todo Baator. Y Tu señor también….-señaló afirmando el dominio- ¿Cómo te llamas esclavo? –consultó el diablo con una afilada sonrisa.
-mi nombre es… “vete al carajo”. –gruñó el prisionero rabioso.
La forma del rey, era como un humanoide con poco atractivo de cabello rojo. Barba de chivo y ojos en llamas. Tenía cuernos que sobresalían de su frente, asemejando enormes pinzas de un cangrejo. Su cuerpo delgado, estaba cubierto de una toga color sangre, con arreglos de oro y de exquisita factura. Una piel rojiza, y la crueldad en cada gesto que se atrevía a realizar.
-tal vez no entiendas lo que te ha pasado…-dijo el diablo a su interlocutor- tu forma antigua, fue trasformada en cuanto llegaste aquí. No la recuperaras, porque no la recuerdas.
-¿Por qué ahora… tengo este cuerpo? ¿Y dónde rayos estoy para empezar?
-estas en el plano del cosmos conocido como “los nueve infiernos de Baator”. –respondió Asmodeus sonriendo maligno- tu nuevo cuerpo, es el resultado de un intento en recuperar la forma que realmente tuviste en algún momento de la existencia. Veras, hace muchos siglos atrás, decidí iniciar la recuperación de mis antiguos poderes. Tenía y aún tengo la ambición de retornar a mi primera forma, la de uno de los tres dioses absolutos.
-si vas a seguir parloteando sobre lo que no me importa un carajo, -admitió el prisionero bruscamente- mejor será que me mates, así podrás terminar tu historia para quien le importe.
-tenemos tiempo Kyuubi, -se divertía el rey ante los intentos nerviosos de su prisionero por aflojar las cadenas- las otras siete llaves aun no atravesaron el portal hacia este mundo. Te tengo a ti, y al dos colas. Cuando por fin los tenga a todos, lograré ser libre. Invadiré el territorio de mis dos hermanos. Los acabaré, como no pude hacerlo hace milenios. Y por fin el caos será exterminado, la ley regirá a todo el cosmos. Mi ley.
Kurama gruñía furioso, se sentía impotente. Había sido atrapado sin siquiera tener la chance de resistirse. Solo recordaba una cosa, que se había alejado de Naruto definitivamente. Tenía partes de su memoria nublada, pero se recordaba a sí mismo en su forma de zorro andando por un sendero. Luego debilidad, sentir como su todo su chakra era absorbido por un ente invisible. Trató de avanzar lo suficiente para encontrar un escondrijo, una cueva lo bastante grande que lo ocultara hasta recuperar su fuerza. Pero fue atacado, fue doblegado y arrastrado durante kilómetros. Finalmente, atravesó una puerta de luz roja. No podía recordar nada más. No tenía idea como había llegado a esa sala enorme, ni porque tenía un cuerpo solido de tipo humano. Con la forma y rasgos característicos de Naruto.
Un diablillo apareció en el salón donde Asmodeus charlaba con Kyuubi. La criatura era de color negro y con aspecto horrible. Se inclinó ante su amo y declaró:
-mi señor….-agachando su cabeza de tipo serpentina- los señores generales, los ocho oscuros están en la sala 14. Comenzará la reunión para delinear los avances de la guerra de sangre.
-iré en algunos minutos….retírate…-anunció con un gesto de su mano Asmodeus, y luego se volvió hace Kyuubi para decir- acostúmbrate al lugar zorro. Cuando las criaturas restantes que habitan en el mundo humano sean traídas a mi mundo. Tú volverás a ser solo energía que he de recuperar para alcanzar mi máximo poder. Solo eres parte de mi poder, con una conciencia que será extinguida.
-no si te asesino primero….-declaró Kurama furioso en la lengua de los diablos.
-no serás el primero en intentarlo, ni el último en fracasar. –se burló el rey saliendo de la sala con una risa maligna como coro de su partida.
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Las tropas se alistaron formando los escuadrones compactos. El Raikage había elegido una vanguardia poderosa. Los mejores irían al frente, tenía velocidad y potencia de fuego. Había echado mano a sus mejores Shinobi de Kumo, el rayo oscuro de Darui estaba entre ellos. De Konoha, el Sharingan de Kakashi y Sasuke eran los destacados. También tenía media docena de integrantes del clan Akimichi como fuerza arrolladora.
Tsunade por su parte, alineó varios escuadrones médicos protegidos por especialistas en ninjutsu de largo alcance. El objetivo era reciclar rápidamente los ninjas que cayeran por heridas menores en el frente, para reunirlos en el centro táctico manejado por Shikamaru y dos de los mejores estrategas de Kumo.
El “sector hierro” estaba acumulando mucha cantidad de tropas y vendrían aún más de los campamentos aislados en los bosques. La idea era un ataque profundo por la puerta sur (la más vulnerable según los informes de Ino) seguido por la llegada masiva de las fuerzas ninja para apuntalar la entrada. Era vital evitar que los demonios cerraran filas antes de traspasar los muros. Y para esto, a la avanzada inicial de los más fuertes Shinobi, les seguirían 3 escuadrones que combinaban invocadores y médicos, protegidos en sus flancos por lanzadores de jutsu a largo alcance.
Shikamaru además, previno otra situación que contó con aprobación secreta de ambos Kage. Preparó un grupo de 4 ninjas eligiendo con cuidado entre los más aptos para la misión particular. Sai comandaría esta expedición, y su misión era nada menos que aprovechar la batalla en Konoha para infiltrarse en la vigilancia de los demonios en la frontera del país. Y así partir a tierras de Kiri en busca de contactar a las fuerzas humanas en ese sector. Era importante darles algún tipo de aviso sobre lo que ocurría en el continente y planear alguna maniobra en conjunto para contrarrestar las fuerzas de los demonios. Hubiera Shikamaru preferido realizar esta tarea marchando hacia las tierras de Suna. Pero desde la destrucción de esa villa no se había sabido nada del Kazekage, sus hermanos o siquiera parte de los ninjas de la arena. Para fines prácticos, se los creía muertos.
En la reunión de todos los capitanes y líderes en el valle del fin. Organizaron los detalles finales de la batalla por venir:
-Shikamaru, -le dijo la Hokage cuando preparaban todas disposiciones y órdenes para los escuadrones- es vital la toma de Konoha. Cualquier táctica que arriesgue la vida de nuestras fuerzas pero obtenga el fin indicado, debe ser tomada en cuenta. No podemos darnos el lujo de fallar.
“no seas precavido” fue el mensaje implícito. Tenían que arriesgarlo todo y lo harían. Perder era fallar definitivamente. Ya no tendrían fuerzas o provisiones para recuperarse e intentarlo otro día. Naruto había aportado una gran recuperación de fuerzas con el chakra que donó a los médicos. Pero dicho milagro no volvería ocurrir.
-¿Qué informes tienen de los movimientos del enemigo en Konoha? –consultó Shikamaru a Kakashi que esperaba ordenes de despliegue.
-aún no tenemos prueba de que Naruto haya empezado un ataque. –Anunció el ninja copia- los rastreadores de avanzada nos informaran cuando la guardia de los muros se muevan. Tampoco ha habido explosiones o grandes movimientos de tropas. Casi parece que Naruto no ha llegado a la aldea.
-O tal vez se ha vuelto más listo de los que pensábamos, -apuntó el Raikage y todos en la reunión lo miraban concentrados- nos inclinamos a pensar que entraría al lugar atacando de frente y destrozándolo todo. Pero probablemente se haya infiltrado para atacar desde el interior.
-en cualquier caso, -interrumpió Darui- deberíamos esperar a que haga su jugada para empezar nuestra ofensiva.
-¿y si Naruto-sama está adentro esperando nuestro ataque para actuar? –preguntó sugiriendo algún capitán.
-lo dudo….-apuntó Tsunade- ese Baka se ha adelantado para evitar nuestra intromisión. Lo conozco, no quiere arriesgar nuestras vidas, pero al mismo tiempo no parece saber contra quienes está luchando.
-solo espero que su poder este a la altura del enemigo. –Indicó Shikamaru- no sé cuánto habrá mejorado sus habilidades, pero en cualquier instancia tendremos que atacar en el momento que comience el alboroto en el interior de Konoha. Será nuestra mejor oportunidad, no debemos retroceder. Solo esperar.
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Naruto se sentó pesadamente en una silla, junto a una mesa redonda en medio del salón. Estiró sus piernas sobre otra de las sillas y cómodamente dio aviso al camarero con una palmada a la tabla ondulada por la humedad. Era consiente que varios le miraban, aun sin fijarse en ninguno de los monstruos que bebían o comían en esa taberna. A su derecha, un mostrador de madera que usaban como servicio para los que solo bebían licor. Bien a la izquierda, era el cerrado acceso a la cocina, donde seguramente hombres y mujeres trabajaban preparando comida para el negocio. Y al frente, una especie de escenario armado con madera. Sobre esa plataforma. Un grupo de mujeres de variadas edades y clanes distintos portaban diminutos trajes, batas, apenas ropa interior o simplemente harapos destrozados.
Todas ellas, eran ofertadas noche a noche para todos los placeres que los demonios requirieran. Las mujeres eran todas Kunoichi, Naruto reconocía algunos rostros. Aunque los maltratos sufridos por ellas, el paso de los años y su memoria nebulosa conspiraban para que en general tuviera poca conciencia de quienes eran ellas en su mayoría. Todas mujeres ninja eso si, por que las civiles no habían sobrevivido demasiado en su tortura de rameras. No tenían la fuerza, ni la resistencia, tampoco el entrenamiento para soportar los horrendos dolores y las heridas infringidas.
Los placeres de esas criaturas no tenían solo una relación sexual. Algunas habitaciones de las mansiones Hyuuga ahora eran auténticas salas de torturas. Lugares donde la mujer alquilada, sufría noches de dolor extremo. Atadas y desgarradas con látigos o flagelos. Tratadas con venenos, fuego o hierro ardiente. Violadas, u obligadas a otras atrocidades que en la tierra no conocían nombre. Todo el lugar era un santuario al pecado. El mal, el maldito y puro mal. Naruto apenas pudo soportar las visiones de ese lugar. Había cuerpos colgados de las paredes, cabezas de personas como trofeos.
-¿qué le sirvo señor? –dijo un anciano acercándose a Naruto con gesto de temor.
El Uzumaki lo reconoció enseguida, era alguien que había visto casi todos los días de su vida desde los 4 años. El viejo cocinero Teuchi, el anciano que antes era dueño de Ichiraku ramen. Tenía una enorme cicatriz que surcaba su cara, y un gesto que narraba extensos años de dolor. Ser esclavo, ser sometido a trabajar con el único beneficio de conservar la vida. En los ojos del pobre Teuchi, no brillaba ninguna esperanza.
-me han dicho…-dijo Naruto con voz firme- que eras cocinero.
-si señor…-susurró el viejo dolido- hace tiempo. ¿Qué desea?
-quiero algo de comida, y bebida fuerte. –Anunció Naruto despreocupado- luego voy a elegir alguna de estas…. “criaturas” –indicó refiriéndose a las mujeres- para pasar una noche agitada y violenta. ¡Ahora retírate!
Al finalizar su parlamento, Naruto depositó sobre la bandeja que traía el viejo las dos bolsas con monedas de oro. Sin dudas era una cantidad exorbitante de dinero, porque el viejo le miró sorprendido.
-¿Cómo debo llamarlo señor? –interrogó el viejo retrocediendo alarmado.
-mi verdadero nombre, es un condimento para tu mejor platillo. –sonrió apenas ocultando el gesto con su mano. Y aun con el rostro cambiado, tuvo la impresión que Teuchi sabía quién era por dentro- pero por ahora llámame… Kurama.
-mi señor Kurama –balbuceó el viejo y en sus ojos había una luz de esperanza- sus deseos serán órdenes esta noche.
Era consiente que muchos le miraban, pero había logrado captar el espíritu despectivo y violento de todo mercenario con sangre demoniaca. Un truco fácil por cierto, uno que se basaba en absorber un poco de esa energía caótica que desprendían los monstruos. Naruto recibió comida y bebida, el viejo cocinero decidió hacer una pequeña prueba del presentimiento que había tenido. Un tazón de ramen, bebida que ignoró y esa comida que le lleno de satisfacción. De solo verlo comer, Teuchi supo que era un jutsu esa apariencia. Y que efectivamente era Naruto. De alguna forma lo era. Pasaron algunas horas en ese lugar. El espectáculo de decadencia, dolor y sangre le producía asco al ermitaño. El olor, ingresaba por su piel. Tenía ganas de matar y eso no era común. Ellos atentaban contra la naturaleza, su sola presencia, sus acciones, su modo de pensar o sentir. Atentaban contra todo lo que Naruto sentía.
-de acuerdo, -se dijo luego de pensar en lo que haría- hora de sacar la basura.
Volvió a llamar al servicio de los humanos. Le dijo al viejo Teuchi, en voz fuerte y para que ningún oído indiscreto sospechara, que deseaba pasar la noche en la mansión. Quería un cuarto, bien grande y 3 de las más hermosas mujeres para su placer personal. Teuchi accedió, indicando que podía elegir de entre las 19 allí presentes.
-elige por mi humano….-declaró “Kurama”- quiero hembras fuertes, que me den pelea, no niñitas traumadas y sin alma.
El viejo lo entendió, mientras los demonios pensaban que ese mercenario quería sexo violento, el anciano sospechaba que Naruto quería contacto con el interior de Konoha. Mujeres que conservaran un mínimo de equilibrio mental, mujeres que aún se resistían a esos demonios. No las pobres chicas que ya tenían la voluntad totalmente quebrada.
Teuchi señaló a 3 mujeres luego de pensarlo rápidamente. Aunque su piedad pudo más que su cerebro. Eligio a dos jovencitas de apenas 15 o 16 y la tercera si fue más grande. Rondaba por los 19 o 20. Las chicas más jóvenes eran conocidas por Naruto. El cabello de fuerte color naranja y esa expresión de inocencia extrema. Un cuerpo fino, y debilitado por las torturas o el hambre. Naruto supo que se trataba de Moegui. A la otra pequeña no la recordaba, pero era parte del clan Hyuuga. Tal vez Teuchi la eligió por alguna razón especial. Naruto no veía en ella signos de rendición como en Moegui. Se mantenía impasible, aunque no menos agotada que cualquiera de sus desafortunadas compañeras de actual ocupación.
-oye bruto….-acusó una criatura acercándose a la mesa del Uzumaki- la niña de ojos blancos es mía.
Fue leve, pero la mirada de la chica Hyuuga sufrió un colapso, luego trato de recuperarse. Naruto se puso de pie, se giró levemente de lado y observó a su interlocutor. Era de altura baja, (apenas le llegaba al pecho a Naruto) todo de color verde y con una barba bastante fastuosa. Parecía un anciano entre los diablos presentes, pero su aspecto no dictaba de la edad, solo de lo horripilantes que todos estos monstruos podían ser.
-soy un diablo barbado….-añadió como si esa definición le diera poder- tu un simple mestizo. Ella es mía.
Naruto observó la afilada alabarda que ese diablo tenía bajo el brazo derecho. Quería imponer su criterio o simplemente matar. Como fuera, era una prueba, y solo había una respuesta que un simple diablo podía darle a otro. Naruto asintió levemente, y realizó el movimiento de darle la espalda como retirándose. Solo para girar más violento y rápido de lo que ninguno pensaría. Cuando se dieron cuenta de esta acción, Naruto simplemente recogió la botella de sake en la mesa y su abrigo en el espaldar de la silla. El diablo que estaba a pocos pasos no se movía ni hablaba. Naruto fijó su atención en el viejo Teuchi y le dijo que quería comida abundante en su habitación, además de bebida.
-que lo lleven todo esas tres esclavas…-finalizó con mirada feroz- y no quiero ser molestado bajo ningún concepto. Si alguien interviene en mi diversión….-no necesitaba aclararlo en detalle.
Cuando hubo salido del salón, la cabeza del inmóvil diablo barbado se desprendió del cuerpo y quedo rodando por el suelo. La mayoría de los que veían la escena sonrieron. Fue brutal, efectivo y despiadado. Había sido un asesinato perfecto. Sin dudas ese mercenario encontraría rápidamente trabajo en este mundo donde abundaban esos extraños humanos con magia poderosa. Sería un buen cazador, para una esquiva presa.
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Sachibi y Yombi se reunieron en los territorios del país del Té. Ambos habían sufrido extraños ataques y decidieron comunicarse con sus hermanos espiritualmente. Quedaron de reunirse, ya que no tenían idea de si esa comunión de los Biju, era captada de alguna manera por sus enemigos. Sachibi indicó a su hermano el gran Simio que lo más prudente era andar silenciosos y ocultarse.
-esas criaturas reciben refuerzos con sorprendente rapidez. –Anunció la criatura de siete colas- son amigos del veneno y otras técnicas extrañas.
-ellos no me preocupan. –Dijo el Yombi- solo la desaparición de Kyuubi y Nibi. ¿Crees que es cosa de los humanos? No podemos comunicarnos con ellos.
-Gobi fue muy claro, -le recordó Sachibi- la aldea escondida entre las rocas está completamente arrasada. Y no he visto ninjas en ningún donde recibimos ataques. Esos demonios están en contra nuestra, pero no con aliados humanos.
-¿entonces donde podrían estar nuestros hermanos? ¿Tal vez fueron sellados otra vez?
-será mejor moverse y averiguarlo. –Añadió la Biju de siete colas- nos reuniremos todos los que quedan menos Ichibi.
-ese estúpido dijo que no saldría de donde se oculta. –Declaró enojado el simio- ¿siempre ha de causarnos problemas por hacerse el rebelde?
-lo noté preocupado, -apuntó Sachibi- sobre todo porque Kurama no aparece.
-como si le importara mucho. –Gruñó el Yombi- siempre se han vivido peleando como dos cachorros.
Ambos Biju atravesaron un bosque con dificultad. El lugar era muy frondoso y sus cuerpos enormes eran difíciles de escurrir entre la arboleda. Finalmente llegaron a una sola más plana y deshabitada. De ahí, tenían que rodear una colina e internarse en las montañas. La zona donde los Biju harían una reunión para discutir el tema de los ataques estaba rodeada de grandes estructuras montañosas. Gobi lo había elegido, justo en una parte fronteriza del país de la Roca.
Sachibi y Yombi llegaron al lugar indicado, allí estaban Hachibi y Rokubi. El gran perro blanco de 5 colas estaba oculto entre la nieve. Cuando sus hermanos se presentaron, y nadie más los había seguido, se dio a ver por los demás.
-Gobi… ¿estabas aquí? –Consultó sorprendido el Hachibi que no lo había sentido- tus habilidades para ocultarte han mejorado.
-el cazador debe ser invisible a la presa. –Dijo el perro a sus hermanos- y si somos la presa, inteligencia, velocidad, y fuerza. De cualquier forma no saldremos de la guerra con las patas limpias.
-¿alguien más ha recibido la visita de pequeños monstruitos molestos? –consultó el Hachibi sentándose entre sus tentáculos.
-definitivamente todos….-apuntó Yombi- esto no es algo aislado.
-¿alguien tiene idea de porque entiendo ese extraño lenguaje que usan los demonios? –preguntó Rokubi.
-todos podemos entenderlo….-indicó Sachibi delicadamente- y esto indica que al menos existe una relación indirecta con estas extrañas “apariciones”. ¿Qué quieren? Obviamente capturarnos. ¿Para qué? Nada bueno.
-¿alguien sabe que ha pasado con el resto de nuestros hermanos? –Interrogó preocupado Gobi- sabemos que Ichibi no vino por estar oculto. No nos consta que ha pasado con Sambi, cuando hicimos contacto hace semanas dijo que vendría aquí. Pero…
-tal vez también lo capturaron. –Añadió Yombi- ¿Qué vamos a hacer?
-Kyuubi no está tampoco, -dijo Hachibi- y sin Kurama nuestra fuerza se reduce mucho. ¡Ni siquiera sé cómo rayos lo atraparon!
-eso no importa, no por ahora –añadió Gobi pensativo- la aldea de la roca no existe ya. ¿Qué hay de las aldeas de Kumo y Kiri?
-¡escuchen! –Advirtió Sachibi, haciendo que los Biju comenzaran a mirar alrededor.
En lo más alto de las montañas había pequeñas sombras. Por cada ladera, en grupos de aproximadamente 20. Algunos desplegaron sus alas y rodeaban la zona área tratando de comenzar a organizar el ataque. Eran decenas, tal vez cientos. Los Biju tenían una posición de total desventaja táctica.
-tranquilos….-susurró Hachibi- vamos a separarnos. Si Ichibi no puede venir, sugiero encontrarnos con él, en el país de viento. Me encargare de distraerlos. ¡Salgan de aquí ahora!
-calor extremo…..-gruñó Gobi- mala idea.
-ya perdimos a Kyuubi, Nibi y tal vez Sambi. –Anunció molesto el Rokubi- esto se acaba aquí y ahora. Vamos por Ichibi y luego, nos convertiremos en los cazadores.
Mientras Hachibi elevaba sus ocho tentáculos preparando disparos de chakra contra los picos de las montañas, el resto de los Biju tomaron direcciones dispares saliendo de la zona. Los demonios actuaron, cayendo desde sus posiciones pero el toro de chakra fue más rápido. Y lo último que vieron los demonios que habían intentado llevar a cabo la emboscada, fue como los derrumbes de los más altos picos aplastaban a todos para siempre.
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La habitación era espaciosa. Naruto tenía una gran sección en el suelo preparada como cama. Una mesa y silla individual. Una ventana clausurada, o notablemente reducida por maderas. El cuarto era ideal. Incluso habían instalado dos troncos de madera enterrados en un espacio sin el piso de tatami. ¿Su función? Allí los demonios ataban a sus víctimas. Allí las espaldas, las nalgas o los muslos quedaban al desnudo para ser cortados, golpeados o fustigados. Naruto estaba un poco impaciente por la espera. En cuanto las mujeres y él se quedaran a solas, empezaría la maniobra inicial de su ataque a Konoha.
-mercenario….-dijo una de las diablesas corriendo la puerta de entrada a la habitación- lo que has pagado, viene a complacerte.
Se hizo a un lado, y las tres mujeres aparecieron en una fila. Cargaban bandejas con manjares y bebidas. Moegui primero, la joven Hyuuga a continuación y finalmente la mujer de cabellos castaños. Naruto se le quedó mirando concentrado, tenía la impresión de que la había conocido. Pero su memoria estaba algo confusa.
Luego que ellas acomodaran todo, la mujer demonio agitó sus alas levemente. Dedicaba miradas duras a las esclavas. Como corrigiéndolas, como censurándolas. Era un control cercano y estricto. Naruto entendía en las miradas de las chicas, que habían cultivado el miedo bajo el dominio de esas perversas diablesas. Las tres se inclinaron, quedando de rodillas ante Naruto. Fue cuando la Súcubo volvió a hablar:
-será una buena noche para ti mercenario…-señaló sonriendo la demonio, y sus ojos rojos brillaban- y en la mañana, tal vez puedas hallar trabajo con el amo Azazel.
-lo que quieras preciosa…-sonrió Naruto alargando una mano y acariciando de la barbilla a la demonio con suavidad- ahora largo de aquí y no quiero molestias mientras me divierto con estas esclavas.
La demonio pareció muy atraída por el trato del mercenario. Aun así, le dejó solo con las humanas, cerrando la puerta corrediza. Naruto deshizo la sonrisa perversa apenas la criatura se fue. Se giró hacia las tres mujeres y les dijo:
-espero que tengan muchas ganas de gritar.
La mujer de más edad, fue la única en elevar la vista ante la puerta cerrándose y esas duras palabras. Y cuando lo hizo, vio que el maléfico mercenario demonio, había sido reemplazado por un hombre. Los ojos color avellana recorrieron con sorpresa la figura en frente. Y al mirarlo al rostro, por más que el largo cabello y los años convirtieran a Naruto en una versión más varonil de sí mismo, la mujer lo reconoció al instante.
-¿Naruto? –Balbuceo apenas- ¿eres Naruto Uzumaki?
-de pie chicas…-sonrió apenas el rubio para aligerar la tensión- necesito que me informen todo lo que puedan sobre estos demonios que dominan Konoha.
Las más jóvenes estaban aterrorizadas, ambas dejaron la postura de rodillas para retroceder y tomar distancia prudente de esa nueva imagen. Pero la mujer madura, la de largo cabello castaño y mirada firme, se lanzó sobre el abrazándolo con una fuerza nacida de la esperanza.
-Naruto….tienes que ser Naruto….-decía con nerviosismo al oído- regresaste a salvarnos. Tú has regresado.
Luego se separó, tan rápido como lo había abrazado. Las otras jóvenes redujeron sus gestos de miedo al notar que efectivamente era humano. La joven Hyuuga utilizó el Byakugan, y los canales de chakra revelaban su identidad como hombre humano. Pero los ojos de Naruto exploraban en la mujer más grande, sin encontrar quien era. O de donde la conocía. Ella se dio cuenta, y lentamente, se dispuso a enrollar su cabello formando dos rodetes pequeños sobre su cabeza. Como las orejas de un oso.
-Tenten….-susurró Naruto recordándola por fin- ¿Tenten, eres tu realmente?
Ella sonrió, tal vez como hacía años no ocurría. Luego todo fue tranquilidad. La sonrisa de la mujer castaña aligeró la situación. Naruto solo les hizo una leve insinuación sobre la comida y ellas se lanzaron sobre los alimentos como voracidad. Tenían hambre, sobre todo las más jóvenes. Naruto les permitió cenar, mientras encontraba un lugar en el rincón más alejado del cuarto. No utilizaría la cama, tenía poco tiempo y dormir no era lo indicado.
Moegui se veía mal, Tenten actuando casi como una hermana la condujo a recostarse. Naruto comprendió que el viejo Teuchi, había designado esa pobre chica para que descansara. Para que estuviera a salvo al menos por una noche, de los abusos de otros clientes. Tenten le quitó la bata a la niña de cabellos naranja, y se podía apreciar los signos de torturas impiadosas. Una larga cicatriz que cruzaba todo su cuerpo en diagonal. Y solo era el daño más notable, no el único.
-está bien, que descanse. –admitió el hombre apenas- pero por alguna razón también el viejo las eligió a ustedes dos. ¿Qué pueden decirme que sea de utilidad?
-yo no puedo decirle nada, -dijo la pequeña Hyuuga- fui atrapada y desde entonces no me han permitido salir de aquí. No sé, de que puedo servirle Naruto-sama.
-te puedo dar información de las patrullas, -anunció Tenten dejando a Moegui recostada y acercándose a la charla- también he visto al líder de los demonios. Un monstruo llamado Azazel. Como 2,30 de altura. Unos 150 kilos. Lo reconocerás enseguida, porque su cuerpo está completamente cubierto por una armadura muy fuerte. También su rostro, ya que el casco que completa su defensa, apenas si permite que se vean sus ojos.
-¿habilidades?
-no lo sé, -indicó Tenten sentándose en la silla junto a la comida- pero siempre lleva en su mano un enorme martillo. Tan largo como una lanza, tan pesado como una pieza para las armas de asedio. Y él lo mueve de un lado a otro como si se tratara de papel.
-¿Qué puedes decirme de la guardia en la torre Hokage?
-El acceso no está muy restringido. Tal vez porque tienen la seguridad de que nadie penetrara hasta ese punto desde el exterior. En caso de ataque, esta aldea cuenta con las suficientes tropas como para resistir.
-¿el líder suele llevarse chicas para su placer?
-no…-señalo la joven Hyuuga- pero escuche de algunos demonios, que su amo guarda para sí a las mejores esclavas. Significa que las mujeres prisioneras que no cayeron aquí en el burdel, deben estarlo en la torre. Mi hermana…tal vez se encuentre ahí.
-entonces no tengo opción. –añadió el rubio cómodamente sentado y apoyando la espalda contra una pared- iré a esa torre, y me encargare de cortar la cabeza del líder.
-¿entonces por qué viniste aquí en primer lugar? –consultó Tenten.
-distracción…-dijo Naruto sonriendo apenas.
La joven Hyuuga lo entendió. Al fin pudo comprender por qué Teuchi la había puesto en esa habitación. Se puso de pie, luego de limpiar su boca con una servilleta que había venido con la comida, y se dirigió al muro opuesto adonde estaba Naruto. Comenzó a palpar con sus manos, buscando más en su memoria que esa pared la respuesta. Segundos después, un panel se movió en el piso. Revelando una salida secreta.
-mi nombre es Hanabi Hyuuga…-dijo con una delicada sonrisa- Naruto-sama puede salir por aquí. Mientras tanto, nos encargamos de simular que aún se encuentra en la habitación.
-supongo que tendrán que gritar…-apuntó el rubio apenas y dejando el cinturón con todas las dagas a un costado, finalizó su movimiento de ponerse en pie quitando de su espalda, la espada del mercenario- estas armas no son mi estilo. ¿Crees que puedes hacer algo con ellas Tenten?
-algo se me puede ocurrir Naruto…-sonrió animada la mujer tomando la espada con naturalidad– cuando empiece el ruido….tendrás a muchas de nosotras…con ganas de vengarnos.
-cuento con ello, -sonrió el Uzumaki apenas- dejare un par de clones para apoyar las acciones. Pero no comiences nada, hasta que todo el mundo este enterado del ataque.
-pocas armas, para tantas manos dispuestas a usarlas. –Añadió Tenten fríamente- al menos una veintena de las mujeres aquí, están en condiciones de ayudar.
-he visto demasiados civiles, y pocas Kunoichi. –Dijo Naruto pensativo- si les conseguimos armas, ¿Dónde están para usarlas?
-de eso me encargo yo….- apuntó Hanabi, y tanto Naruto como Tenten le miraban atentos- Moegui-san y otras Kunoichi….sufrieron muchísimo para armar el mapa que ahora tenemos, sobre sus depósitos de armas y celdas.
-nos haremos cargo….-añadió Tenten sin ocultar su orgullo por la dureza que mostraba la niña- encárgate del líder, y danos la oportunidad de recuperar nuestro honor.
Naruto no pudo evitar sonreír, esas mujeres estaban enteras moralmente. Sedientas de sangre, llenas de ese orgullo como Kunoichi. Los demonios ni se imaginaban con quienes se habían metido. Sin lugar a dudas, esas criaturas habían tomado la delantera en la guerra contra el mundo humano. Pero el contraataque estaba a punto de suceder. Y seria fulminante.
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Aun llovía, la noche de Konoha era cerrada y eso podía favorecerlos. Pero también la noche traía una desventaja para los demonios. El frio, el agua que caía incesante. Todos conspiraban para que las calles estuvieran prácticamente despobladas. Los bares y burdeles estaban llenos. Los cuarteles y los campos de entrenamiento cobijaban a las bestias de infantería. Naruto sentía una gran contradicción espiritual. Parte de sus sentimientos, le impulsaban a soltar todo su poder y arrasar con cuanto monstruo se cruzara en el camino. Y otra sección de su ser, le imploraba que se quedara parado en la lluvia.
Quieto, estático, parado y sin moverse.
Era extraña esa sensación, pero no era la primera vez que la sentía. Hace algunos años, fue tan intensa que Naruto fue doblegado completamente. Pero ahora, si bien no carecía de fuerza, se colocaba en conflicto con la necesidad de purgar a todos los demonios que corrompían la naturaleza. Era por ello, que el ermitaño llegó disfrazado como aquel mercenario ya muerto previamente, directo a las puertas de la torre Hokage. Dos guardias lo interceptaron apenas cruzó la entrada. Ambos eran del mismo tipo de criatura verde con la barba y el aspecto horrible del burdel.
Naruto se detuvo frente a las alabardas entrecruzadas. Ellos gruñeron hablando en su idioma extraño. Pero el rubio ya había soportado demasiadas visiones horribles. Chicas violadas. Heridas y cicatrices brutales. Muertos y esclavos. Media Konoha destruida, y la otra mitad trasformada en una versión horrible de sí misma. Los diablos no reaccionaron, Naruto aprovechó las armas cruzadas frente a su cuerpo quebrándolas con el impulso de un golpe preciso imbuido de Futon. Ellos se sorprendieron, y ya empezaban a reaccionar cuando Naruto uso los filos de sus propias armas para apuñalarlos en el centro de sus cráneos.
Sangre de color verde, similar a una pasta olorosa surgió de ellos. Naruto tuvo que descartar parte de la ropa que había tomado del mercenario. Sin embargo, en los cuerpos de los guardias encontró sendos cuchillos muy interesantes. Los recordaba de algún lugar, aunque las fugas de su memoria ya no le sorprendían. Poco a poco, terminaría por olvidarlo todo. Aun así, las armas que había arrebatado a los muertos le serian útiles. Eran un tipo de daga gruesa y de filo terrible. El mango de ambas dos, tenía una agarradera donde los dedos podían acomodarse y dar un poderoso puñetazo sin necesidad de utilizar la parte afilada. Ideal para un especialista en Tayjutsu con familiaridad en el Futon.
Ascendió en silencio, y piso a piso encontró resistencia variada. Pero sus instintos de animal estaban en completo descontrol. Los mataba, cazándolos como si de trofeos se tratara. No se detuvo, no importando el número, el aspecto o la ferocidad de esa oposición. Naruto ascendió paso a paso y terminó ingresando a la zona donde antes había estado la oficina del Hokage y tres secciones más para la secretaria, el archivo y la sala de reuniones del consejo. Ahora, todo el lugar era una sola estancia. Donde la criatura llamada Azazel, esperaba sentado en una especie de trono forjado de piedra o hierro.
En una zona apartada de la puerta, había unas celdas construidas con puro hierro. Se veían mujeres en cada resquicio individual. Naruto también observó varias planchas de madera, usadas como estante para sostener armas. Espadas, lanzas, alabardas, arcos, ballestas, martillos, hachas y tantas variantes como para estar orgulloso de la colección. Todo el maldito lugar era una decadencia de un pervertido guerrero. Mujeres esclavas por su lujuria, cadáveres de hombres destrozados por la sed de sangre. Parte del lugar también oficiaba como una habitación. En resumen, la bestia había encontrado un nido y se sentía muy cómoda ahí.
-argonumi recatu boderi….-gorjeó el monstruo con los muslos cruzados. -¡raconius raconius!
-no importa lo que digas, ni si me entiendes. –Señaló Naruto mostrando su verdadera forma, con el modo ermitaño activado- tu cruzada de conquista se termina aquí y ahora.
El demonio con lentitud se puso de pie. Naruto pudo calcular su altura ya que le superaba por al menos 4 cabezas de distancia. Cuerpo tan grande como el del Raikage. Pero cubierto cada centímetro por una gruesa armadura de hierro. El casco completaba la defensa de su figura, solo se podían ver dos luces de color rojo brillante e intenso. Aunque el rubio estaba más atento al imponente martillo gigante que ese demonio hamacaba en su mano derecha como si nada pesara.
-tu lenguaje es detestable, -dijo con una voz cavernosa y profunda- pero útil cuando quiero divertirme con las pequeñas humanas deliciosas.
-has elegido mal tus últimas palabras…
El ruido y las explosiones anunciaron el comienzo del fin. Humanos y demonios salieron a las calles cuando la mitad superior de la torre Hokage explotó en mil pedazos. Buena parte del techo se desprendió. Los capitanes del ejercito infernal miraron con cierta fascinación perversa como su líder abanicaba su arma desprendiendo parte del edificio con su accionar. A su alrededor un hombre, que lo atacaba con velocidad y se movía evitando que Azazel diera en el blanco.
Como todo caos que se precie de tal, pocos podía tener una visión global de lo que en realidad ocurría. En las mansiones Hyuuga, algunos clones en modo ermitaño y un número pequeño pero decidido de Kunoichi, irrumpía en cada habitación del complejo asesinado a cada diablo que encontraban. Las súcubos también murieron, sorprendidas desde el interior, apuñaladas en el lugar donde más seguras se sentían. Aun así, en la zona del bar había armas y la respuesta de las criaturas fue hostil. Pero Tenten, Hanabi y tres mujeres más, salieron por los pasajes secretos en la mansión para tomar rumbo a la zona donde los esclavos humanos eran encerrados. Los clones de Naruto se encargaron de las armerías, las Kunoichi de liberar a los presos. En poco más de media hora, una furiosa resistencia humana daba inicio a la contienda más sangrienta desde los tiempos de la conquista.
Y en lo más alto de la torre Hokage, el líder del ejército infernal luchaba mano a mano contra una fuerza de la naturaleza.
Fin del capitulo.
CAPITULO 4: RESISTENCIA
A millones de kilómetros de Konoha. Atravesando bosques, pasando montañas, ríos y lagos. Mucho más allá de una puerta que separa a dos mundos. Existe una tierra árida, donde el cielo es solo profunda oscuridad. Esta tierra está muerta. Tiene tanta maldad en sus extrañas, que con solo poner un pie en ella, la vitalidad se escapa del aliento. Solo caminar por ese desierto sin luz, hace que el brillo en los ojos más claros, se vuelva solo tinieblas.
En ese agujero de infinita perdición, existe un castillo.
Es el pozo más profundo del Baator. En su agrietado territorio casi deshabitado, se puede hallar la gran fortaleza de Malsheem alzándose sobre un lago negro helado, alimentado por el río Lethe. Inmenso, con incontables habitaciones este castillo. Salones señoriales, forja de armas, salas de torturas y todo lo que un dios pueda desear. Y es aquí donde reside Asmodeus, el rey de los Nueve Infiernos. Allí se acuartela un innumerable ejército de diablos. Preparados por su rey, esperando la orden para el comienzo de la batalla apocalíptica que su señor aguarda.
-eres parte de una guerra antigua… -dijo el rey a su invitado forzado- aunque no más arcaica que el cosmos mismo. Veras….en un principio fuimos el circulo de tres. Los más grandes, los únicos dioses capaces de derrotar al caos para siempre.
El prisionero yacía arrodillado en una plataforma circular de amatista, tenía grilletes en piernas y brazos de su cuerpo humanoide que se aferraban a la base inmovilizándolo totalmente. Aquel hombre exhibía cabello rubio espinado, matizado con algunos mechones de naranja. Los ojos del atrapado sujeto de un verde intenso, que no dejaban de vigilar a su “anfitrión” con recelo.
-Oh….-dijo el rey caminando alrededor de la prisión primitiva.- ¿adónde se han ido mis modales? Me presento ante ti como Asmodeus, el soberano absoluto de todo Baator. Y Tu señor también….-señaló afirmando el dominio- ¿Cómo te llamas esclavo? –consultó el diablo con una afilada sonrisa.
-mi nombre es… “vete al carajo”. –gruñó el prisionero rabioso.
La forma del rey, era como un humanoide con poco atractivo de cabello rojo. Barba de chivo y ojos en llamas. Tenía cuernos que sobresalían de su frente, asemejando enormes pinzas de un cangrejo. Su cuerpo delgado, estaba cubierto de una toga color sangre, con arreglos de oro y de exquisita factura. Una piel rojiza, y la crueldad en cada gesto que se atrevía a realizar.
-tal vez no entiendas lo que te ha pasado…-dijo el diablo a su interlocutor- tu forma antigua, fue trasformada en cuanto llegaste aquí. No la recuperaras, porque no la recuerdas.
-¿Por qué ahora… tengo este cuerpo? ¿Y dónde rayos estoy para empezar?
-estas en el plano del cosmos conocido como “los nueve infiernos de Baator”. –respondió Asmodeus sonriendo maligno- tu nuevo cuerpo, es el resultado de un intento en recuperar la forma que realmente tuviste en algún momento de la existencia. Veras, hace muchos siglos atrás, decidí iniciar la recuperación de mis antiguos poderes. Tenía y aún tengo la ambición de retornar a mi primera forma, la de uno de los tres dioses absolutos.
-si vas a seguir parloteando sobre lo que no me importa un carajo, -admitió el prisionero bruscamente- mejor será que me mates, así podrás terminar tu historia para quien le importe.
-tenemos tiempo Kyuubi, -se divertía el rey ante los intentos nerviosos de su prisionero por aflojar las cadenas- las otras siete llaves aun no atravesaron el portal hacia este mundo. Te tengo a ti, y al dos colas. Cuando por fin los tenga a todos, lograré ser libre. Invadiré el territorio de mis dos hermanos. Los acabaré, como no pude hacerlo hace milenios. Y por fin el caos será exterminado, la ley regirá a todo el cosmos. Mi ley.
Kurama gruñía furioso, se sentía impotente. Había sido atrapado sin siquiera tener la chance de resistirse. Solo recordaba una cosa, que se había alejado de Naruto definitivamente. Tenía partes de su memoria nublada, pero se recordaba a sí mismo en su forma de zorro andando por un sendero. Luego debilidad, sentir como su todo su chakra era absorbido por un ente invisible. Trató de avanzar lo suficiente para encontrar un escondrijo, una cueva lo bastante grande que lo ocultara hasta recuperar su fuerza. Pero fue atacado, fue doblegado y arrastrado durante kilómetros. Finalmente, atravesó una puerta de luz roja. No podía recordar nada más. No tenía idea como había llegado a esa sala enorme, ni porque tenía un cuerpo solido de tipo humano. Con la forma y rasgos característicos de Naruto.
Un diablillo apareció en el salón donde Asmodeus charlaba con Kyuubi. La criatura era de color negro y con aspecto horrible. Se inclinó ante su amo y declaró:
-mi señor….-agachando su cabeza de tipo serpentina- los señores generales, los ocho oscuros están en la sala 14. Comenzará la reunión para delinear los avances de la guerra de sangre.
-iré en algunos minutos….retírate…-anunció con un gesto de su mano Asmodeus, y luego se volvió hace Kyuubi para decir- acostúmbrate al lugar zorro. Cuando las criaturas restantes que habitan en el mundo humano sean traídas a mi mundo. Tú volverás a ser solo energía que he de recuperar para alcanzar mi máximo poder. Solo eres parte de mi poder, con una conciencia que será extinguida.
-no si te asesino primero….-declaró Kurama furioso en la lengua de los diablos.
-no serás el primero en intentarlo, ni el último en fracasar. –se burló el rey saliendo de la sala con una risa maligna como coro de su partida.
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Las tropas se alistaron formando los escuadrones compactos. El Raikage había elegido una vanguardia poderosa. Los mejores irían al frente, tenía velocidad y potencia de fuego. Había echado mano a sus mejores Shinobi de Kumo, el rayo oscuro de Darui estaba entre ellos. De Konoha, el Sharingan de Kakashi y Sasuke eran los destacados. También tenía media docena de integrantes del clan Akimichi como fuerza arrolladora.
Tsunade por su parte, alineó varios escuadrones médicos protegidos por especialistas en ninjutsu de largo alcance. El objetivo era reciclar rápidamente los ninjas que cayeran por heridas menores en el frente, para reunirlos en el centro táctico manejado por Shikamaru y dos de los mejores estrategas de Kumo.
El “sector hierro” estaba acumulando mucha cantidad de tropas y vendrían aún más de los campamentos aislados en los bosques. La idea era un ataque profundo por la puerta sur (la más vulnerable según los informes de Ino) seguido por la llegada masiva de las fuerzas ninja para apuntalar la entrada. Era vital evitar que los demonios cerraran filas antes de traspasar los muros. Y para esto, a la avanzada inicial de los más fuertes Shinobi, les seguirían 3 escuadrones que combinaban invocadores y médicos, protegidos en sus flancos por lanzadores de jutsu a largo alcance.
Shikamaru además, previno otra situación que contó con aprobación secreta de ambos Kage. Preparó un grupo de 4 ninjas eligiendo con cuidado entre los más aptos para la misión particular. Sai comandaría esta expedición, y su misión era nada menos que aprovechar la batalla en Konoha para infiltrarse en la vigilancia de los demonios en la frontera del país. Y así partir a tierras de Kiri en busca de contactar a las fuerzas humanas en ese sector. Era importante darles algún tipo de aviso sobre lo que ocurría en el continente y planear alguna maniobra en conjunto para contrarrestar las fuerzas de los demonios. Hubiera Shikamaru preferido realizar esta tarea marchando hacia las tierras de Suna. Pero desde la destrucción de esa villa no se había sabido nada del Kazekage, sus hermanos o siquiera parte de los ninjas de la arena. Para fines prácticos, se los creía muertos.
En la reunión de todos los capitanes y líderes en el valle del fin. Organizaron los detalles finales de la batalla por venir:
-Shikamaru, -le dijo la Hokage cuando preparaban todas disposiciones y órdenes para los escuadrones- es vital la toma de Konoha. Cualquier táctica que arriesgue la vida de nuestras fuerzas pero obtenga el fin indicado, debe ser tomada en cuenta. No podemos darnos el lujo de fallar.
“no seas precavido” fue el mensaje implícito. Tenían que arriesgarlo todo y lo harían. Perder era fallar definitivamente. Ya no tendrían fuerzas o provisiones para recuperarse e intentarlo otro día. Naruto había aportado una gran recuperación de fuerzas con el chakra que donó a los médicos. Pero dicho milagro no volvería ocurrir.
-¿Qué informes tienen de los movimientos del enemigo en Konoha? –consultó Shikamaru a Kakashi que esperaba ordenes de despliegue.
-aún no tenemos prueba de que Naruto haya empezado un ataque. –Anunció el ninja copia- los rastreadores de avanzada nos informaran cuando la guardia de los muros se muevan. Tampoco ha habido explosiones o grandes movimientos de tropas. Casi parece que Naruto no ha llegado a la aldea.
-O tal vez se ha vuelto más listo de los que pensábamos, -apuntó el Raikage y todos en la reunión lo miraban concentrados- nos inclinamos a pensar que entraría al lugar atacando de frente y destrozándolo todo. Pero probablemente se haya infiltrado para atacar desde el interior.
-en cualquier caso, -interrumpió Darui- deberíamos esperar a que haga su jugada para empezar nuestra ofensiva.
-¿y si Naruto-sama está adentro esperando nuestro ataque para actuar? –preguntó sugiriendo algún capitán.
-lo dudo….-apuntó Tsunade- ese Baka se ha adelantado para evitar nuestra intromisión. Lo conozco, no quiere arriesgar nuestras vidas, pero al mismo tiempo no parece saber contra quienes está luchando.
-solo espero que su poder este a la altura del enemigo. –Indicó Shikamaru- no sé cuánto habrá mejorado sus habilidades, pero en cualquier instancia tendremos que atacar en el momento que comience el alboroto en el interior de Konoha. Será nuestra mejor oportunidad, no debemos retroceder. Solo esperar.
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Naruto se sentó pesadamente en una silla, junto a una mesa redonda en medio del salón. Estiró sus piernas sobre otra de las sillas y cómodamente dio aviso al camarero con una palmada a la tabla ondulada por la humedad. Era consiente que varios le miraban, aun sin fijarse en ninguno de los monstruos que bebían o comían en esa taberna. A su derecha, un mostrador de madera que usaban como servicio para los que solo bebían licor. Bien a la izquierda, era el cerrado acceso a la cocina, donde seguramente hombres y mujeres trabajaban preparando comida para el negocio. Y al frente, una especie de escenario armado con madera. Sobre esa plataforma. Un grupo de mujeres de variadas edades y clanes distintos portaban diminutos trajes, batas, apenas ropa interior o simplemente harapos destrozados.
Todas ellas, eran ofertadas noche a noche para todos los placeres que los demonios requirieran. Las mujeres eran todas Kunoichi, Naruto reconocía algunos rostros. Aunque los maltratos sufridos por ellas, el paso de los años y su memoria nebulosa conspiraban para que en general tuviera poca conciencia de quienes eran ellas en su mayoría. Todas mujeres ninja eso si, por que las civiles no habían sobrevivido demasiado en su tortura de rameras. No tenían la fuerza, ni la resistencia, tampoco el entrenamiento para soportar los horrendos dolores y las heridas infringidas.
Los placeres de esas criaturas no tenían solo una relación sexual. Algunas habitaciones de las mansiones Hyuuga ahora eran auténticas salas de torturas. Lugares donde la mujer alquilada, sufría noches de dolor extremo. Atadas y desgarradas con látigos o flagelos. Tratadas con venenos, fuego o hierro ardiente. Violadas, u obligadas a otras atrocidades que en la tierra no conocían nombre. Todo el lugar era un santuario al pecado. El mal, el maldito y puro mal. Naruto apenas pudo soportar las visiones de ese lugar. Había cuerpos colgados de las paredes, cabezas de personas como trofeos.
-¿qué le sirvo señor? –dijo un anciano acercándose a Naruto con gesto de temor.
El Uzumaki lo reconoció enseguida, era alguien que había visto casi todos los días de su vida desde los 4 años. El viejo cocinero Teuchi, el anciano que antes era dueño de Ichiraku ramen. Tenía una enorme cicatriz que surcaba su cara, y un gesto que narraba extensos años de dolor. Ser esclavo, ser sometido a trabajar con el único beneficio de conservar la vida. En los ojos del pobre Teuchi, no brillaba ninguna esperanza.
-me han dicho…-dijo Naruto con voz firme- que eras cocinero.
-si señor…-susurró el viejo dolido- hace tiempo. ¿Qué desea?
-quiero algo de comida, y bebida fuerte. –Anunció Naruto despreocupado- luego voy a elegir alguna de estas…. “criaturas” –indicó refiriéndose a las mujeres- para pasar una noche agitada y violenta. ¡Ahora retírate!
Al finalizar su parlamento, Naruto depositó sobre la bandeja que traía el viejo las dos bolsas con monedas de oro. Sin dudas era una cantidad exorbitante de dinero, porque el viejo le miró sorprendido.
-¿Cómo debo llamarlo señor? –interrogó el viejo retrocediendo alarmado.
-mi verdadero nombre, es un condimento para tu mejor platillo. –sonrió apenas ocultando el gesto con su mano. Y aun con el rostro cambiado, tuvo la impresión que Teuchi sabía quién era por dentro- pero por ahora llámame… Kurama.
-mi señor Kurama –balbuceó el viejo y en sus ojos había una luz de esperanza- sus deseos serán órdenes esta noche.
Era consiente que muchos le miraban, pero había logrado captar el espíritu despectivo y violento de todo mercenario con sangre demoniaca. Un truco fácil por cierto, uno que se basaba en absorber un poco de esa energía caótica que desprendían los monstruos. Naruto recibió comida y bebida, el viejo cocinero decidió hacer una pequeña prueba del presentimiento que había tenido. Un tazón de ramen, bebida que ignoró y esa comida que le lleno de satisfacción. De solo verlo comer, Teuchi supo que era un jutsu esa apariencia. Y que efectivamente era Naruto. De alguna forma lo era. Pasaron algunas horas en ese lugar. El espectáculo de decadencia, dolor y sangre le producía asco al ermitaño. El olor, ingresaba por su piel. Tenía ganas de matar y eso no era común. Ellos atentaban contra la naturaleza, su sola presencia, sus acciones, su modo de pensar o sentir. Atentaban contra todo lo que Naruto sentía.
-de acuerdo, -se dijo luego de pensar en lo que haría- hora de sacar la basura.
Volvió a llamar al servicio de los humanos. Le dijo al viejo Teuchi, en voz fuerte y para que ningún oído indiscreto sospechara, que deseaba pasar la noche en la mansión. Quería un cuarto, bien grande y 3 de las más hermosas mujeres para su placer personal. Teuchi accedió, indicando que podía elegir de entre las 19 allí presentes.
-elige por mi humano….-declaró “Kurama”- quiero hembras fuertes, que me den pelea, no niñitas traumadas y sin alma.
El viejo lo entendió, mientras los demonios pensaban que ese mercenario quería sexo violento, el anciano sospechaba que Naruto quería contacto con el interior de Konoha. Mujeres que conservaran un mínimo de equilibrio mental, mujeres que aún se resistían a esos demonios. No las pobres chicas que ya tenían la voluntad totalmente quebrada.
Teuchi señaló a 3 mujeres luego de pensarlo rápidamente. Aunque su piedad pudo más que su cerebro. Eligio a dos jovencitas de apenas 15 o 16 y la tercera si fue más grande. Rondaba por los 19 o 20. Las chicas más jóvenes eran conocidas por Naruto. El cabello de fuerte color naranja y esa expresión de inocencia extrema. Un cuerpo fino, y debilitado por las torturas o el hambre. Naruto supo que se trataba de Moegui. A la otra pequeña no la recordaba, pero era parte del clan Hyuuga. Tal vez Teuchi la eligió por alguna razón especial. Naruto no veía en ella signos de rendición como en Moegui. Se mantenía impasible, aunque no menos agotada que cualquiera de sus desafortunadas compañeras de actual ocupación.
-oye bruto….-acusó una criatura acercándose a la mesa del Uzumaki- la niña de ojos blancos es mía.
Fue leve, pero la mirada de la chica Hyuuga sufrió un colapso, luego trato de recuperarse. Naruto se puso de pie, se giró levemente de lado y observó a su interlocutor. Era de altura baja, (apenas le llegaba al pecho a Naruto) todo de color verde y con una barba bastante fastuosa. Parecía un anciano entre los diablos presentes, pero su aspecto no dictaba de la edad, solo de lo horripilantes que todos estos monstruos podían ser.
-soy un diablo barbado….-añadió como si esa definición le diera poder- tu un simple mestizo. Ella es mía.
Naruto observó la afilada alabarda que ese diablo tenía bajo el brazo derecho. Quería imponer su criterio o simplemente matar. Como fuera, era una prueba, y solo había una respuesta que un simple diablo podía darle a otro. Naruto asintió levemente, y realizó el movimiento de darle la espalda como retirándose. Solo para girar más violento y rápido de lo que ninguno pensaría. Cuando se dieron cuenta de esta acción, Naruto simplemente recogió la botella de sake en la mesa y su abrigo en el espaldar de la silla. El diablo que estaba a pocos pasos no se movía ni hablaba. Naruto fijó su atención en el viejo Teuchi y le dijo que quería comida abundante en su habitación, además de bebida.
-que lo lleven todo esas tres esclavas…-finalizó con mirada feroz- y no quiero ser molestado bajo ningún concepto. Si alguien interviene en mi diversión….-no necesitaba aclararlo en detalle.
Cuando hubo salido del salón, la cabeza del inmóvil diablo barbado se desprendió del cuerpo y quedo rodando por el suelo. La mayoría de los que veían la escena sonrieron. Fue brutal, efectivo y despiadado. Había sido un asesinato perfecto. Sin dudas ese mercenario encontraría rápidamente trabajo en este mundo donde abundaban esos extraños humanos con magia poderosa. Sería un buen cazador, para una esquiva presa.
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Sachibi y Yombi se reunieron en los territorios del país del Té. Ambos habían sufrido extraños ataques y decidieron comunicarse con sus hermanos espiritualmente. Quedaron de reunirse, ya que no tenían idea de si esa comunión de los Biju, era captada de alguna manera por sus enemigos. Sachibi indicó a su hermano el gran Simio que lo más prudente era andar silenciosos y ocultarse.
-esas criaturas reciben refuerzos con sorprendente rapidez. –Anunció la criatura de siete colas- son amigos del veneno y otras técnicas extrañas.
-ellos no me preocupan. –Dijo el Yombi- solo la desaparición de Kyuubi y Nibi. ¿Crees que es cosa de los humanos? No podemos comunicarnos con ellos.
-Gobi fue muy claro, -le recordó Sachibi- la aldea escondida entre las rocas está completamente arrasada. Y no he visto ninjas en ningún donde recibimos ataques. Esos demonios están en contra nuestra, pero no con aliados humanos.
-¿entonces donde podrían estar nuestros hermanos? ¿Tal vez fueron sellados otra vez?
-será mejor moverse y averiguarlo. –Añadió la Biju de siete colas- nos reuniremos todos los que quedan menos Ichibi.
-ese estúpido dijo que no saldría de donde se oculta. –Declaró enojado el simio- ¿siempre ha de causarnos problemas por hacerse el rebelde?
-lo noté preocupado, -apuntó Sachibi- sobre todo porque Kurama no aparece.
-como si le importara mucho. –Gruñó el Yombi- siempre se han vivido peleando como dos cachorros.
Ambos Biju atravesaron un bosque con dificultad. El lugar era muy frondoso y sus cuerpos enormes eran difíciles de escurrir entre la arboleda. Finalmente llegaron a una sola más plana y deshabitada. De ahí, tenían que rodear una colina e internarse en las montañas. La zona donde los Biju harían una reunión para discutir el tema de los ataques estaba rodeada de grandes estructuras montañosas. Gobi lo había elegido, justo en una parte fronteriza del país de la Roca.
Sachibi y Yombi llegaron al lugar indicado, allí estaban Hachibi y Rokubi. El gran perro blanco de 5 colas estaba oculto entre la nieve. Cuando sus hermanos se presentaron, y nadie más los había seguido, se dio a ver por los demás.
-Gobi… ¿estabas aquí? –Consultó sorprendido el Hachibi que no lo había sentido- tus habilidades para ocultarte han mejorado.
-el cazador debe ser invisible a la presa. –Dijo el perro a sus hermanos- y si somos la presa, inteligencia, velocidad, y fuerza. De cualquier forma no saldremos de la guerra con las patas limpias.
-¿alguien más ha recibido la visita de pequeños monstruitos molestos? –consultó el Hachibi sentándose entre sus tentáculos.
-definitivamente todos….-apuntó Yombi- esto no es algo aislado.
-¿alguien tiene idea de porque entiendo ese extraño lenguaje que usan los demonios? –preguntó Rokubi.
-todos podemos entenderlo….-indicó Sachibi delicadamente- y esto indica que al menos existe una relación indirecta con estas extrañas “apariciones”. ¿Qué quieren? Obviamente capturarnos. ¿Para qué? Nada bueno.
-¿alguien sabe que ha pasado con el resto de nuestros hermanos? –Interrogó preocupado Gobi- sabemos que Ichibi no vino por estar oculto. No nos consta que ha pasado con Sambi, cuando hicimos contacto hace semanas dijo que vendría aquí. Pero…
-tal vez también lo capturaron. –Añadió Yombi- ¿Qué vamos a hacer?
-Kyuubi no está tampoco, -dijo Hachibi- y sin Kurama nuestra fuerza se reduce mucho. ¡Ni siquiera sé cómo rayos lo atraparon!
-eso no importa, no por ahora –añadió Gobi pensativo- la aldea de la roca no existe ya. ¿Qué hay de las aldeas de Kumo y Kiri?
-¡escuchen! –Advirtió Sachibi, haciendo que los Biju comenzaran a mirar alrededor.
En lo más alto de las montañas había pequeñas sombras. Por cada ladera, en grupos de aproximadamente 20. Algunos desplegaron sus alas y rodeaban la zona área tratando de comenzar a organizar el ataque. Eran decenas, tal vez cientos. Los Biju tenían una posición de total desventaja táctica.
-tranquilos….-susurró Hachibi- vamos a separarnos. Si Ichibi no puede venir, sugiero encontrarnos con él, en el país de viento. Me encargare de distraerlos. ¡Salgan de aquí ahora!
-calor extremo…..-gruñó Gobi- mala idea.
-ya perdimos a Kyuubi, Nibi y tal vez Sambi. –Anunció molesto el Rokubi- esto se acaba aquí y ahora. Vamos por Ichibi y luego, nos convertiremos en los cazadores.
Mientras Hachibi elevaba sus ocho tentáculos preparando disparos de chakra contra los picos de las montañas, el resto de los Biju tomaron direcciones dispares saliendo de la zona. Los demonios actuaron, cayendo desde sus posiciones pero el toro de chakra fue más rápido. Y lo último que vieron los demonios que habían intentado llevar a cabo la emboscada, fue como los derrumbes de los más altos picos aplastaban a todos para siempre.
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La habitación era espaciosa. Naruto tenía una gran sección en el suelo preparada como cama. Una mesa y silla individual. Una ventana clausurada, o notablemente reducida por maderas. El cuarto era ideal. Incluso habían instalado dos troncos de madera enterrados en un espacio sin el piso de tatami. ¿Su función? Allí los demonios ataban a sus víctimas. Allí las espaldas, las nalgas o los muslos quedaban al desnudo para ser cortados, golpeados o fustigados. Naruto estaba un poco impaciente por la espera. En cuanto las mujeres y él se quedaran a solas, empezaría la maniobra inicial de su ataque a Konoha.
-mercenario….-dijo una de las diablesas corriendo la puerta de entrada a la habitación- lo que has pagado, viene a complacerte.
Se hizo a un lado, y las tres mujeres aparecieron en una fila. Cargaban bandejas con manjares y bebidas. Moegui primero, la joven Hyuuga a continuación y finalmente la mujer de cabellos castaños. Naruto se le quedó mirando concentrado, tenía la impresión de que la había conocido. Pero su memoria estaba algo confusa.
Luego que ellas acomodaran todo, la mujer demonio agitó sus alas levemente. Dedicaba miradas duras a las esclavas. Como corrigiéndolas, como censurándolas. Era un control cercano y estricto. Naruto entendía en las miradas de las chicas, que habían cultivado el miedo bajo el dominio de esas perversas diablesas. Las tres se inclinaron, quedando de rodillas ante Naruto. Fue cuando la Súcubo volvió a hablar:
-será una buena noche para ti mercenario…-señaló sonriendo la demonio, y sus ojos rojos brillaban- y en la mañana, tal vez puedas hallar trabajo con el amo Azazel.
-lo que quieras preciosa…-sonrió Naruto alargando una mano y acariciando de la barbilla a la demonio con suavidad- ahora largo de aquí y no quiero molestias mientras me divierto con estas esclavas.
La demonio pareció muy atraída por el trato del mercenario. Aun así, le dejó solo con las humanas, cerrando la puerta corrediza. Naruto deshizo la sonrisa perversa apenas la criatura se fue. Se giró hacia las tres mujeres y les dijo:
-espero que tengan muchas ganas de gritar.
La mujer de más edad, fue la única en elevar la vista ante la puerta cerrándose y esas duras palabras. Y cuando lo hizo, vio que el maléfico mercenario demonio, había sido reemplazado por un hombre. Los ojos color avellana recorrieron con sorpresa la figura en frente. Y al mirarlo al rostro, por más que el largo cabello y los años convirtieran a Naruto en una versión más varonil de sí mismo, la mujer lo reconoció al instante.
-¿Naruto? –Balbuceo apenas- ¿eres Naruto Uzumaki?
-de pie chicas…-sonrió apenas el rubio para aligerar la tensión- necesito que me informen todo lo que puedan sobre estos demonios que dominan Konoha.
Las más jóvenes estaban aterrorizadas, ambas dejaron la postura de rodillas para retroceder y tomar distancia prudente de esa nueva imagen. Pero la mujer madura, la de largo cabello castaño y mirada firme, se lanzó sobre el abrazándolo con una fuerza nacida de la esperanza.
-Naruto….tienes que ser Naruto….-decía con nerviosismo al oído- regresaste a salvarnos. Tú has regresado.
Luego se separó, tan rápido como lo había abrazado. Las otras jóvenes redujeron sus gestos de miedo al notar que efectivamente era humano. La joven Hyuuga utilizó el Byakugan, y los canales de chakra revelaban su identidad como hombre humano. Pero los ojos de Naruto exploraban en la mujer más grande, sin encontrar quien era. O de donde la conocía. Ella se dio cuenta, y lentamente, se dispuso a enrollar su cabello formando dos rodetes pequeños sobre su cabeza. Como las orejas de un oso.
-Tenten….-susurró Naruto recordándola por fin- ¿Tenten, eres tu realmente?
Ella sonrió, tal vez como hacía años no ocurría. Luego todo fue tranquilidad. La sonrisa de la mujer castaña aligeró la situación. Naruto solo les hizo una leve insinuación sobre la comida y ellas se lanzaron sobre los alimentos como voracidad. Tenían hambre, sobre todo las más jóvenes. Naruto les permitió cenar, mientras encontraba un lugar en el rincón más alejado del cuarto. No utilizaría la cama, tenía poco tiempo y dormir no era lo indicado.
Moegui se veía mal, Tenten actuando casi como una hermana la condujo a recostarse. Naruto comprendió que el viejo Teuchi, había designado esa pobre chica para que descansara. Para que estuviera a salvo al menos por una noche, de los abusos de otros clientes. Tenten le quitó la bata a la niña de cabellos naranja, y se podía apreciar los signos de torturas impiadosas. Una larga cicatriz que cruzaba todo su cuerpo en diagonal. Y solo era el daño más notable, no el único.
-está bien, que descanse. –admitió el hombre apenas- pero por alguna razón también el viejo las eligió a ustedes dos. ¿Qué pueden decirme que sea de utilidad?
-yo no puedo decirle nada, -dijo la pequeña Hyuuga- fui atrapada y desde entonces no me han permitido salir de aquí. No sé, de que puedo servirle Naruto-sama.
-te puedo dar información de las patrullas, -anunció Tenten dejando a Moegui recostada y acercándose a la charla- también he visto al líder de los demonios. Un monstruo llamado Azazel. Como 2,30 de altura. Unos 150 kilos. Lo reconocerás enseguida, porque su cuerpo está completamente cubierto por una armadura muy fuerte. También su rostro, ya que el casco que completa su defensa, apenas si permite que se vean sus ojos.
-¿habilidades?
-no lo sé, -indicó Tenten sentándose en la silla junto a la comida- pero siempre lleva en su mano un enorme martillo. Tan largo como una lanza, tan pesado como una pieza para las armas de asedio. Y él lo mueve de un lado a otro como si se tratara de papel.
-¿Qué puedes decirme de la guardia en la torre Hokage?
-El acceso no está muy restringido. Tal vez porque tienen la seguridad de que nadie penetrara hasta ese punto desde el exterior. En caso de ataque, esta aldea cuenta con las suficientes tropas como para resistir.
-¿el líder suele llevarse chicas para su placer?
-no…-señalo la joven Hyuuga- pero escuche de algunos demonios, que su amo guarda para sí a las mejores esclavas. Significa que las mujeres prisioneras que no cayeron aquí en el burdel, deben estarlo en la torre. Mi hermana…tal vez se encuentre ahí.
-entonces no tengo opción. –añadió el rubio cómodamente sentado y apoyando la espalda contra una pared- iré a esa torre, y me encargare de cortar la cabeza del líder.
-¿entonces por qué viniste aquí en primer lugar? –consultó Tenten.
-distracción…-dijo Naruto sonriendo apenas.
La joven Hyuuga lo entendió. Al fin pudo comprender por qué Teuchi la había puesto en esa habitación. Se puso de pie, luego de limpiar su boca con una servilleta que había venido con la comida, y se dirigió al muro opuesto adonde estaba Naruto. Comenzó a palpar con sus manos, buscando más en su memoria que esa pared la respuesta. Segundos después, un panel se movió en el piso. Revelando una salida secreta.
-mi nombre es Hanabi Hyuuga…-dijo con una delicada sonrisa- Naruto-sama puede salir por aquí. Mientras tanto, nos encargamos de simular que aún se encuentra en la habitación.
-supongo que tendrán que gritar…-apuntó el rubio apenas y dejando el cinturón con todas las dagas a un costado, finalizó su movimiento de ponerse en pie quitando de su espalda, la espada del mercenario- estas armas no son mi estilo. ¿Crees que puedes hacer algo con ellas Tenten?
-algo se me puede ocurrir Naruto…-sonrió animada la mujer tomando la espada con naturalidad– cuando empiece el ruido….tendrás a muchas de nosotras…con ganas de vengarnos.
-cuento con ello, -sonrió el Uzumaki apenas- dejare un par de clones para apoyar las acciones. Pero no comiences nada, hasta que todo el mundo este enterado del ataque.
-pocas armas, para tantas manos dispuestas a usarlas. –Añadió Tenten fríamente- al menos una veintena de las mujeres aquí, están en condiciones de ayudar.
-he visto demasiados civiles, y pocas Kunoichi. –Dijo Naruto pensativo- si les conseguimos armas, ¿Dónde están para usarlas?
-de eso me encargo yo….- apuntó Hanabi, y tanto Naruto como Tenten le miraban atentos- Moegui-san y otras Kunoichi….sufrieron muchísimo para armar el mapa que ahora tenemos, sobre sus depósitos de armas y celdas.
-nos haremos cargo….-añadió Tenten sin ocultar su orgullo por la dureza que mostraba la niña- encárgate del líder, y danos la oportunidad de recuperar nuestro honor.
Naruto no pudo evitar sonreír, esas mujeres estaban enteras moralmente. Sedientas de sangre, llenas de ese orgullo como Kunoichi. Los demonios ni se imaginaban con quienes se habían metido. Sin lugar a dudas, esas criaturas habían tomado la delantera en la guerra contra el mundo humano. Pero el contraataque estaba a punto de suceder. Y seria fulminante.
******************************************************
Aun llovía, la noche de Konoha era cerrada y eso podía favorecerlos. Pero también la noche traía una desventaja para los demonios. El frio, el agua que caía incesante. Todos conspiraban para que las calles estuvieran prácticamente despobladas. Los bares y burdeles estaban llenos. Los cuarteles y los campos de entrenamiento cobijaban a las bestias de infantería. Naruto sentía una gran contradicción espiritual. Parte de sus sentimientos, le impulsaban a soltar todo su poder y arrasar con cuanto monstruo se cruzara en el camino. Y otra sección de su ser, le imploraba que se quedara parado en la lluvia.
Quieto, estático, parado y sin moverse.
Era extraña esa sensación, pero no era la primera vez que la sentía. Hace algunos años, fue tan intensa que Naruto fue doblegado completamente. Pero ahora, si bien no carecía de fuerza, se colocaba en conflicto con la necesidad de purgar a todos los demonios que corrompían la naturaleza. Era por ello, que el ermitaño llegó disfrazado como aquel mercenario ya muerto previamente, directo a las puertas de la torre Hokage. Dos guardias lo interceptaron apenas cruzó la entrada. Ambos eran del mismo tipo de criatura verde con la barba y el aspecto horrible del burdel.
Naruto se detuvo frente a las alabardas entrecruzadas. Ellos gruñeron hablando en su idioma extraño. Pero el rubio ya había soportado demasiadas visiones horribles. Chicas violadas. Heridas y cicatrices brutales. Muertos y esclavos. Media Konoha destruida, y la otra mitad trasformada en una versión horrible de sí misma. Los diablos no reaccionaron, Naruto aprovechó las armas cruzadas frente a su cuerpo quebrándolas con el impulso de un golpe preciso imbuido de Futon. Ellos se sorprendieron, y ya empezaban a reaccionar cuando Naruto uso los filos de sus propias armas para apuñalarlos en el centro de sus cráneos.
Sangre de color verde, similar a una pasta olorosa surgió de ellos. Naruto tuvo que descartar parte de la ropa que había tomado del mercenario. Sin embargo, en los cuerpos de los guardias encontró sendos cuchillos muy interesantes. Los recordaba de algún lugar, aunque las fugas de su memoria ya no le sorprendían. Poco a poco, terminaría por olvidarlo todo. Aun así, las armas que había arrebatado a los muertos le serian útiles. Eran un tipo de daga gruesa y de filo terrible. El mango de ambas dos, tenía una agarradera donde los dedos podían acomodarse y dar un poderoso puñetazo sin necesidad de utilizar la parte afilada. Ideal para un especialista en Tayjutsu con familiaridad en el Futon.
Ascendió en silencio, y piso a piso encontró resistencia variada. Pero sus instintos de animal estaban en completo descontrol. Los mataba, cazándolos como si de trofeos se tratara. No se detuvo, no importando el número, el aspecto o la ferocidad de esa oposición. Naruto ascendió paso a paso y terminó ingresando a la zona donde antes había estado la oficina del Hokage y tres secciones más para la secretaria, el archivo y la sala de reuniones del consejo. Ahora, todo el lugar era una sola estancia. Donde la criatura llamada Azazel, esperaba sentado en una especie de trono forjado de piedra o hierro.
En una zona apartada de la puerta, había unas celdas construidas con puro hierro. Se veían mujeres en cada resquicio individual. Naruto también observó varias planchas de madera, usadas como estante para sostener armas. Espadas, lanzas, alabardas, arcos, ballestas, martillos, hachas y tantas variantes como para estar orgulloso de la colección. Todo el maldito lugar era una decadencia de un pervertido guerrero. Mujeres esclavas por su lujuria, cadáveres de hombres destrozados por la sed de sangre. Parte del lugar también oficiaba como una habitación. En resumen, la bestia había encontrado un nido y se sentía muy cómoda ahí.
-argonumi recatu boderi….-gorjeó el monstruo con los muslos cruzados. -¡raconius raconius!
-no importa lo que digas, ni si me entiendes. –Señaló Naruto mostrando su verdadera forma, con el modo ermitaño activado- tu cruzada de conquista se termina aquí y ahora.
El demonio con lentitud se puso de pie. Naruto pudo calcular su altura ya que le superaba por al menos 4 cabezas de distancia. Cuerpo tan grande como el del Raikage. Pero cubierto cada centímetro por una gruesa armadura de hierro. El casco completaba la defensa de su figura, solo se podían ver dos luces de color rojo brillante e intenso. Aunque el rubio estaba más atento al imponente martillo gigante que ese demonio hamacaba en su mano derecha como si nada pesara.
-tu lenguaje es detestable, -dijo con una voz cavernosa y profunda- pero útil cuando quiero divertirme con las pequeñas humanas deliciosas.
-has elegido mal tus últimas palabras…
El ruido y las explosiones anunciaron el comienzo del fin. Humanos y demonios salieron a las calles cuando la mitad superior de la torre Hokage explotó en mil pedazos. Buena parte del techo se desprendió. Los capitanes del ejercito infernal miraron con cierta fascinación perversa como su líder abanicaba su arma desprendiendo parte del edificio con su accionar. A su alrededor un hombre, que lo atacaba con velocidad y se movía evitando que Azazel diera en el blanco.
Como todo caos que se precie de tal, pocos podía tener una visión global de lo que en realidad ocurría. En las mansiones Hyuuga, algunos clones en modo ermitaño y un número pequeño pero decidido de Kunoichi, irrumpía en cada habitación del complejo asesinado a cada diablo que encontraban. Las súcubos también murieron, sorprendidas desde el interior, apuñaladas en el lugar donde más seguras se sentían. Aun así, en la zona del bar había armas y la respuesta de las criaturas fue hostil. Pero Tenten, Hanabi y tres mujeres más, salieron por los pasajes secretos en la mansión para tomar rumbo a la zona donde los esclavos humanos eran encerrados. Los clones de Naruto se encargaron de las armerías, las Kunoichi de liberar a los presos. En poco más de media hora, una furiosa resistencia humana daba inicio a la contienda más sangrienta desde los tiempos de la conquista.
Y en lo más alto de la torre Hokage, el líder del ejército infernal luchaba mano a mano contra una fuerza de la naturaleza.
Fin del capitulo.
arminius- Clan Seiryuu
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Primer comentario WIIIIII ahahahahahahaha esta genial el capitulo, aunque cada ves vas confirmando mi teoria auqn asi esta buenisimo, algo cortito a mi parecer pero no importa sigue asi muchacho te deseo lo mejor!
arckangelblack- Clan Suzaku
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Vaya sigo con mi teoría loca acerca de lo que le pudo suceder a Naruto, pero igual es mejor que espere a que avance más. Los Bijuus no tienen otra que protegerse entre ella mismos y pactar nuevamente con los humanos. Lo que no me queda claro es como Kurama terminó separándose de Naruto y ni chance le dieron a reaccionar, además de tener la forma de Naruto.
Ahora ya sabemos que había sido de los demás muy lamentable la forma en que fueron esclavizados.
Conti!
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hikari uzumaki- Sennin
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Como siempre un trabajo excelente, una idea original en cuanto a fics narusaku con un naruto muy distante, eso me gusta que se haga de rogar jaajaaja pero no mucho anda xD aunque conociendote, costará.
Espero la conti cuánto antes (aunque eso tambien suele costarte, merece la pena, siempre un trabajo excelente y muy coherente).
Espero la conti cuánto antes (aunque eso tambien suele costarte, merece la pena, siempre un trabajo excelente y muy coherente).
Solrac_namizake- Aprendiz
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Uzushiogakure
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Mmm se viene lo mas bueno, que cruel!! lo dejaste en la parte mas importante la pelea de Naruto contra el líder (se sabe de sobra que ganara Naruto) ¬¬ que los ninjas de konoha y kumo no tarden en llegar (u.u no seas malito queremos saber que le paso a Gaara me da desespero por no saber lo que le sucedió)
Sonnie- Aprendiz
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recorriendo la selva XD
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Re: FUERZAS DE LA NATURALEZA [+18] Capitulo 31 26/03/16
Genial historia, me recuerda a warcraft xD. Sabes como dejar las expectativas por las nubes. Salud.
Koba- Aprendiz
- Mensajes : 58
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