¿Como perder a un hombre en 10 días? (TP)(26/02/14)(Capitulo final.)

Ella caminó de un lado a otro, con un café caliente en la mano derecha y su móvil en la izquierda. Sus pasos, firmes y confiados, sonaban por el tacón negro de su zapatilla, a juego con la falda formal y la blusa del mismo, mientras por su espalda caía el cabello rosa hasta los hombros. Toda una empresaria.  Alzó la mirada ligeramente y embosco una radiante sonrisa a la joven pelinegra frente a sus ojos.

--Hola Hinata—Dijo, sacando un sobre entre sus manos--. ¿Adivina quien vera el partido esta noche?

Hinata, nombre de la joven de pelinegro, alzó la mirada y sonrió mirando el sobre y rodando los ojos.

--¿Y en verdad quieres ir?—Dijo en un resople--. Ver a cinco hombres pasarse una pelota naranja con las manos… No es muy divertido.
--¡Oh vamos Hinata! ¿No te gusta ni un poquito?—Suspiro la pelirosa--.  Pero me acompañaras ¿Verdad?
--¿Tengo de otra?—Susurró con una sonrisa tierna--. Sabes que si…

La chica, de cabello rosa, dio un giro pequeño junto de un salto, miró a su amiga y la abrazo tras decir “Gracias”.

Se encontraban en un edificio grande, lleno de ventanas con limpieza extrema y un gran número de mujeres. La mayoría con tacones y peinados elegantes, labiales llamativos y ricos aroma a perfumes. Se trataba del gran edificio de una revista muy famosa llamada “Moda y belleza”, donde se publicaban aquellos artículos, consejos, historia, noticias, recomendaciones y todo acerca del cuerpo y mente femenina.

--¿Dónde está Ino?—Pregunto la joven, frunciendo ligeramente el ceño--. No me digas que…
--¡Sí!—Contesto Hinata--. Sai la dejo ayer…
--¿Otro?—Refunfuño asombrada—Y seguro se ha encerrado…

Hinata afirmo con la mirada y se encogió de hombros.

--Bien… entonces—suspiro--. Te veo en la sala, yo iré por Ino.

Y tras decir aquello, se fue.  Caminó algunas calles, aun en zapatillas, no era algo realmente costoso. Atravesó algunos edificios y finalmente subió a uno de ellos, lleno de departamentos cómodos y acogedores, lindos y elegantes. Tomó el elevador y subió en el piso cinco para dirigirse al cuarto 25. Tocó repentinamente, hasta que finalmente se abrió la puerta y una… Desvelada joven rubia, con una pijama azul, el cabello enredado en un chongo   y ojos azules, se asomo ligeramente.

--Oh Sakura… --dijo la rubia abriendo ampliamente sus brazos--. ¡Sakura!

Ella se enrolló en su amiga y comenzó a llorar de manera desgarradora, mientras le explicaba la rotura de su novio el día anterior y lo mucho que lo extrañaba. Sakura, ridícula-mente, rodo los ojos en ironía y sonrió formando un todo dulce en su garganta.

--¡Pero Ino! A penas lo conocías… ¿Cómo es que llorar si solo fue una semana de relación?
--¡Él era el indicado! Pero… Y-Yo creí que todo iba bien—Volvió a llorar--. ¡Hasta que termino conmigo!
--¡Nada, Ino!—gruñó Sakura, empujándola hacia el sillón de su casa--. ¡Vístete que vamos a trabajar!—La miró, y se sentó a su lado--. Vamos, no vale la pena. Conocerás a alguien más.
--Pero él…
--¡Pero ya es tarde!




Mientras tanto… Una motocicleta negra, se escabullía entre los autos de Nueva York  hasta parar frente a un edificio negro, de ventanas grandes y gran vista hacia la carretera. Él, con un casco negro, bajo de ella y acomodo su chaqueta negra de cuero, alzó la mirada y sonrió al ver a una rubia mujer, junto de una castaña. Vestida como toda mujer elegante y vanidosa.

--Hola Shion—Dijo él, quietándose aquel casco--. ¿Qué hacen aquí? ¿Envenenando a mi jefe?
--Hola, Naruto… --susurró en un tono molesto--. ¿Pero de que hablas?--Preguntó ella con ironía y burla. Incluso, un poco de desprecio--. Solo vine a firmar un contrato—Sonrió--. ¿Pero qué dices? ¿Qué te has quedado sin palabras?
--¡Oh por favor!  ¿Así son las mujeres siempre?

Shion lo miró durante algunos segundos—El cabello rubio y los ojos azules que sobresalía de él-- después, se dio media vuelta y camino junto de su amiga rápidamente, ignorándolo.  ¿Pero eso importa?, seguro que no, pues él soltó una carcajada y entro en el edificio.  Al subir, muchos pisos por el elevador, entro a unas grandes oficinas, la mayoría, llena de hombres con pantalones de vestir y camisas blancas con cortaba. Él camino sin discreción y entró a una de cristal, con su nombre grabada a la puerta y un subtitulo que dice: Jefe de publicidad.  Rápidamente, un hombre, sentado sobre su mesa con una pelota naranja, lo miró y corrió para tomarlo de los hombros:

--¡Shion estuvo aquí!
--Lo sé—contestó--. Lamentablemente me la encontré en la salida… ¡Que peor manera que comenzar el día!
--Eso no es lo peor—Dijo el castaño--. Estuvieron hablando con Jiraiya sobre la campaña de diamantes y ella hará la publicidad…
--¡QUE!—Gruñó Naruto.
--Es verdad… Dobe.

Él, cambio la vista de sus ojos azules y los dejo en otro hombre al final de su oficina, cruzado de brazos y cabello negro largo, ojos oscuros y piel clara.

--Hola Sasuke—Dijo él, entonces, agrego con un tono retador--. ¿Así que ellas harán la publicidad para los diamantes? ¡Ha! No hay mejor empresa publicitaria que la mía…  ¡Una mujer no puede manejar con esto! Y menos Shion.
--¡Pero ya es tarde, Naruto!—Dijo el castaño--. Se reunirán esta noche para cerrar el trato.
--No, Kiba—Contesto con una sonrisa--. No si yo… Llego antes.




Sakura, tomando la mano a Ino, subió rápidamente por el elevador y llego a un lugar lleno de oficinas, con paredes rosa y piso impecable.  En cuestión de segundos, ya estaban en una habitación de reuniones, con sillones color crema y postres dietéticos a su alrededor. Rápidamente, miro a Hinata, quien ya estaba sentada sobre uno de los sillones y se acomodo a su lado jalando a Ino, triste y decaída con muy poco maquillaje. Había más mujeres, la mayoría, con una libreta y lapicero entre sus manos. Entonces, la puerta se abrió de golpe y una rubia alta, delgada, entro a paso firme y tomó asiento frente a todas.

--Muy bien chicas—Dijo en un tono dulce--. ¿Qué tenemos para la revista  de la próxima semana?
--Tsunade—Dijo una joven del fondo, cabello negro y un tono suave--. Esta semana tengo un especial de dietas en los postres para la sección de comida.
--Yo tengo un tratamiento con mango—agrego otra--. Puedo investigar algunos productos viables de belleza si usted los desea…
--Bien—Giró la mirada y vio a Ino--. ¿Qué has investigado, Ino?
--Tsunade, y-yo… Eh tenido problemas, bueno, vera… Mi novio me dejo y no pude investigar nada… --Contesto Ino, incómodamente.
--¿Te dejo? ¡Ha!—Bufo Tsunade--. Es un idiota como casi todos los hombres, no llores cariño… ¿Qué te parece si publicamos tu vida?—Sonrío--. ¡Sí, eso es! Un artículo especial  de la tragedia…
--P-Pero es mi vida… Y-Yo no quiero que todos sepan que me ha dejando—Exclamo Ino, algo preocupada--. ¡No quiero escribir de mi vida!
--Entonces—Dijo Tsunade--. Alguien más escribirá de tu vida… ¿Quién está disponible?
--Pero yo no…
--¡Yo tengo una mejor idea!—Intervino Sakura, a la defensa de su amiga--. Yo… Este…
--¿Sakura?—Pregunto Tsunade con una sonrisa--. Tus artículos son los mejores, dime ¿Qué planeas?
--Yo… Bueno—Sakura giro los ojos y trato de pensar algo rápido… Pero original, entonces, una pequeña idea le llego--. ¡Yo  quiero hablar de las cosas que  hacen que un hombre termine a una mujer!
--Interesante… --Susurró--. Explícamelo bien.
--Bueno yo… Yo planeaba hacer un reporte, como un diario… de bueno… Un diario, bueno… ¡Por ejemplo! Tener una relación y hacer las cosas que usualmente hacen las mujeres que causan que sus novios las dejen… ¡Si eso!
--Oh, ya entiendo. Me gusta… ¡Se llamara: ¿Cómo hacer que un hombre te termine en diez días?!—Exclamo Tsunade con una radiante sonrisa--. Perfecto, en diez días quiero el reporte en mi oficina.
--Pero… ¿Por qué diez días?
--Por que faltan diez días para la publicación de la revista, así que… ¡Tienen trabajo por hacer! ¡A trabajar chicas!

Todas se levantaron, arreglaron sus faldas y salieron de la sala de juntas. Sakura se fue a un lado de Tsunade, seguida por Ino y Hinata, para afirmar detalles de su nuevo trabajo… Entonces, Tsunade se detuvo de golpe y saludo a dos de sus grandes amigas de publicidad: Shion y Ten Ten.

--¡Oh queridas!  ¿Qué creen?—pregunto abrazándolas--.  ¡Mi mejor escritora hará una columna de “¿Como terminar a un hombre en diez días?”!  Se hará novia de un chico y será  ¡Insoportable hasta que él la termine!
--¿Enserio?—Pregunto Shion con una sonrisa--. Eso suena muy interesante, sin duda, comprare la revista en la siguiente edición— Miro a Sakura y extendió su mano--. Encantada, soy Shion.
--Sakura Haruno—Contesto con una sonrisa--. Si… será un buen artículo…






La música resoplaba en los oídos de cualquiera, las luces rojas, verdes y azules se movían por todo él lugar, con las personas saltando y bailando. Aquel era el famoso restauran, un lugar elegante y de ambiente, con un lado, para las personas que prefieren un lugar tranquilo y tomar alguna copa, y con el otro lado, donde la música y las parejas bailando no faltaban.

--Así que ahora tienes que buscar un novio por diez días—Dijo Ino--. ¡Gracias Sakura! Me salvaste…
--No es nada—Contesto la pelirosa --. Ahora, solo tengo que buscar al soltero que me aguante diez días.
--Ya veo—susurró Hinata, tomando una copa de wisky--. Así que buscaras un novio, serás la típica novia insoportable… y finalmente harás que él te termine y todo lo anotaras en la revista  ¿No?
--Claro chicas—dijo Sakura--. Solo hay que buscar a un chico   ¡Y para mañana seré su novio!

Mientras tanto… En ese mismo lugar, pero en el lado más tranquilo, sobre una mesa pequeña, se encontraba Shion y Ten Ten, con vestidos elegantes y adornos, frente a ellas, un hombre de cabello blanco, edad mayor y esmoquin negro. Los tres conversaban, y un papel junto de un lapicero y bebían una ligera copa.

--Así que… --susurró Naruto abriéndose paso entre las personas--. ¿Hay una reunión y no me invitaron?
--¿Qué haces aquí?—Pregunto Jiraiya, mirándolo con una sonrisa.
--Me entere que estabas a punto de firmar el peor error de tu vida—Contesto Naruto, tomando asiento y recargando su espalda--. Y vine a evitarlo.
--¿Error?—Pregunto Shion frunciendo el seño--. ¡Por favor, Naruto!  Sabes perfectamente que mi empresa de publicidad es mucho mejor… Y, para un asunto de diamantes… Las mujeres somos mejores.
--¿Qué? ¿Mejores?—Naruto soltó una carcajada--. Este trabajo es para profesionales… No principiantes princesas.
--Mira, Naruto—Dijo Shion acercando su rostro en un tono frio--. Tú no sabes nada de las mujeres… ¿Y quieres llevar una publicidad para miles de mujeres?  ¡No bromees!
--Shion tiene razón, Naruto—Interrumpió Jiraiya--. Eres bueno con la publicidad de deportes, pero son diamantes…
--¡Brilla como diamantes!—Dijo Naruto, alzando las manos--. Al alcance de tu mano…
--Eso suena bien, Naruto.
--¡Suela tonto! Como si los diamantes fueran cualquier cosa, y el caso, es hacerlos ver únicos—Exclamo Shion—. Si cualquiera pudiera, ya no tendría caso.
--Entonces… Glasea tu belleza—Mascullo Naruto--. Suena llamativo, con el toque plateado que se busca  ¡Las mujeres adoran lo brilloso y elegante!
--¡Tú no sabes lo que las mujeres quieren!
--¿Qué no?   ¡Oh, por favor! Yo conozco más a las mujeres que tú a ti misma—Se defendió Naruto, con una sonrisa, entonces agrego de forma retadora--.  Que no te haya hecho caso justifica tu odio por mí, pero esto es trabajo… Preciosa.
--¡Ya dejen de pelear!—Exclamo Jiraiya--. Naruto…--. Lo miró--.  Me gusta tu idea. Imagínate una elegante cena con joyas… ¡Todas plateadas! Perfecto.
--Pero Jiraiya… Naruto no conoce a las mujeres más que para una cosa.
--¡Wow! Te equivocas princesa… Las conozco muy bien, incluso, se lo que quieren y por eso se enamora de mi—Susurro Naruto son una sonrisa.
--¿Así?—Shion lo miró, burlona y engreída--. Entonces hagamos una apuesta.  Si logras enamorar a una chica que yo escoja, de aquí a la cena de publicidad, dejare que hagas la publicidad de diamantes y admitiré que eres mejor…
--¿De aquí a la ceda de publicidad?... Son diez días—Suspiró y giro la mirada--. Perfecto…  ¡Ponme a cualquier chica y en diez días caerá enamorada!
--Si pierdes, la publicidad de diamantes y frente a todos, en la cena, dirás que soy mucho mejor que ¿Te parece?—Pregunto Shion, extendiendo su mano hacia Naruto.
--Perfecto—Contesto tomando su mano y cerrando el trato--. Ahora… No seas dura y escógeme una sexy chica.

Shion alzo la mirada y buscó entre la multitud… Vio varias opciones, desde jóvenes, hasta mujeres de la tercera edad que podrían ser graciosas, al menos, ver a Naruto seria gracioso. Sin embargo, todas son objetivos fáciles.

Entonces la vio… Recargada sobre una de sus amigas con un vestido verde: Sakura Haruno.

--Ella—Contesto Shion, indicándole a Naruto--. Quiero que enamores a esa chica, de cabello rosa y vestido verde.
--¿Ella?—Pregunto Naruto, entonces, soltó una carcajada--. Es hermosa… ¡Sera muy fácil!  Muy bien, en diez días caerá enamorada…
--Perfecto—Concluyo Shion, tomando un poco de su copa y emboscando una sonrisa--. Tienes diez días… Naruto Uzumaki.

--¡Esto no va a funcionar!
--¡Claro que si, Sakura!—Dijo Ino, bebiendo un poco--. Eres sexy y cualquier chico se fijaría en ti.

La música resonaba en los oídos de Sakura… Sus ojos, se movían con gran velocidad, buscando a un hombre joven, un poco guapo, al cual engañar, alguien, que la ayude con su trabajo. Entonces, entre la multitud, vio a un hombre, cabello desordenado, castaño de ojos miel, delgado sobre la mesa, con una cerveza en su mano.

--Ese—Dijo ella con una sonrisa--. Prepárense chica ¡Voy por él!
--¡Tú puedes, Sakura!—La animaron con una sonrisa.

Sakura, decidida, tomo un poco de vino de su copa y a paso firme se dirigió a aquel hombre. Se recargo de la mesita, miro coquetamente al hombro, y con voz seductora dijo:

--Hola…
--Hola—contesto él, sonriendo.
--Soy Sakura—Dijo Sakura, colocando su rostro entre sus  manos--. ¿Y tú?
--Soy Haru… --La miró--. ¿Estás de fiesta?
--Si—Sakura lo miró, parpadeo lentamente y agrego--. Oye, que te parece si tu y…
--Hola mi amor—Dijo una mujer alta, castaña y joven, con una margarita en la mano--. ¿Quién es ella?
--Es Sakura—contesto. Él miró a Sakura y después regreso la mirada--. Sakura, ella es mi esposa, Grace…
-Oh, tu esposa… --Dijo Sakura apenada--. Lo siento—Agregó dándose la vuelta.

Ella, inmediatamente, se marcho a carcajada… ¡La vergüenza de su vida!, rápidamente, le conto a sus amigas y con pequeñas burlas, siguieron en la fiesta. Ino bebió un poco, alzo la mirada y con un codazo en el brazo de Sakura, señalo a un pelinegro en la puerta, solo y guapo… El perfecto anzuelo.  Sakura respiro hondo, suplico que estuviera soltero, y se encamino hacia él. Sin embargo, justo cuando estaba por llegar, un hombre alto, rubio de ojos azules, se coloco frente a ella, con dos copas en la mano y una sonrisa… Coqueta.

--Hola… -Dijo él, sonriendo y dándole la copa--. Yo invito.
--Hola—Contesto Sakura, tomando la copa y sonriendo--. Soy Sakura…
--Lindo nombre, yo… Soy Naruto—Miró hacia la puerta--. ¿Qué hace una bella mujer sola?
--¿Qué hace un guapo hombre solo?—Pregunto ella con una sonrisa.
--Buscando a una bella mujer sola—Constató coquetamente.
--Muy buena respuesta—Se burlo Sakura bebiendo un poco--. Inusual.
--Igual que tú—le dijo Naruto, extendiendo su brazo--. Te importaría ir a un lugar más… Privado. Podríamos ir a comer.
--Perfecto.

“Si… Perfecto”, se repitió Sakura, mientras enroscaba su brazo en el de él y salía del Club. Naruto la encamino a su motocicleta—negra con franjas naranjas muy delgadas—Y al llegar, se sentó sobre ella, coloco el casco y encendió el motor.

--¿Sueles llevar a todas las chicas en moto?—Pregunto Sakura con una risita.
--Solo si son muy bellas—Contestó él, dándole el casco.
-- ¿Y esas palabras te funcionan en tu conquista?
--A veces… ¡Pero para eso hay un plan B!

Ella negó burlonamente con la cabeza, se subió a la moto colocándose el segundo casco y cubrió sus piernas con el vestido verde jade que llevaba puesto. Al cabo de unos minutos, tras a ver pasado algunas manzanas de distancia, Naruto paró en un  restauran de comida rápida.

--Lamento que no sea elegante… Pero es noche y…
--Y es perfecto—concluyó Sakura--. Me gustan las hamburguesas.
--¿Enserio?

Sakura afirmo y entró al restauran… “Woow”, pensó Naruto, apagando su moto y siguiéndola en el interior. Comieron hamburguesas, platicaron por un largo rato…Compartieron algunos temas para conocerse mejor, hasta que, finalmente, terminaron y Naruto llevo a Sakura a su apartamento.

Esa, era la oportunidad de los dos para seducir y/o enamorar al otro… Naruto, le mostró aquel apartamento grande, elegante y varonil en el que vivía, le invito una cerveza y volvieron a platicar de cosas. Por otro lado, Sakura no tenía tiempo para tonterías y jueguitos de citas ¡ella tenía que ser su novia pero a la de ya!, pues para mañana ya solo tendría diez días, para que él la termine. Así que, mientras recostaba su cuerpo, sensualmente, en la cama de Naruto, le preguntaba cosas  más relajantes, acortando la distancia entre ellos dos. Naruto trataba de ir más despacio—Como se supone que toda mujer quiere—sin embargo, sin darse cuenta, ya estaba a pocos centímetros de Sakura. Y sin decirse más, se besaron.

Un beso suave, pero para nada apasionado ni dulce, basta decir que para los dos, únicamente fue un beso por compromiso. Un beso por trabajo.

--Vamos muy rápido—Dijo Sakura, separándose de golpe--. Mejor… Nos vemos luego.
--Estoy de acuerdo—concluyo Naruto.

…

--Así, que es estupenda… ¿No?—Dijo  Kiba, rebotando una pelota entre sus manos--. ¿Y qué? ¿Le propondrás matrimonio y te olvidaras de la apuesta?
--Jamás dije eso—Negó Naruto con una sonrisa--. Solo dije… Que no es tan mala la chica y será fácil enamorarla. Tengo que admitir que disfrutare esta apuesta.

Kiba sonrió nerviosamente. Era temprano de un martes, día de trabajo. Naruto, recién había llegado a su oficina, se dirigió hacia sus amigos y contó con cada detalle lo sucedido, desde la apuesta, hasta la chica… Y claro, anuncio globalmente, que el diseño de publicidad de diamantes seria suyo.

--¿Y dejo su bolso en tu cuarto?—Pregunto Sasuke, alzando una ceja.
--Lo hizo al propósito--.Contesto Naruto--.  Ya sabes… Finge que olvido su bolso, y ahora yo le tengo que llamar para devolverlo… ¡Es un juego de chicas!—Y entonces, accidentalmente, tiró el bolso negro de Sakura.
--Un juego de chicas… --Susurró Kiba--. Dicen que una mujer se conoce por el contenido de su bolso.
--¡Oh no amigo!—Interrumpió Sasuke--. Un bolso es una dimensión alterna donde caben miles de cosas, y tú, no quieres ver que—Dijo levantando las cosas que habían tirado del bolso.
--Esto es… --Susurró Naruto, con los ojos abiertos e iluminados--. Oh no… ella tiene…




--¿Entonces le dejaste tu bolso al propósito?—Pregunto Ino, sentándose junto de Hinata en el escritorio de Sakura, con ropas elegantes y un vaso de fruta.
--¡Claro!—contestó Sakura, burlona--. Le hago creer que quiero que me llame… Además, se que revisara mi bolso por curiosidad…
--Oh no—Dijo Hinata--. No me digas que dejaste los boletos del partido…
--Exacto—Contestó la pelirosa--. Cae en mi anzuelo.  No tardara en llamarme.

Y como fue, en cuanto Naruto vio los boleto ¡Del partido del año de su equipo favorito! No dudo ni dos segundos en llamar a Sakura…

--¿A lo?—Dijo Sakura traviesa.
--Hola Sakura, soy Naruto… --Dijo por el teléfono--. Olvidaste tu bolso.
--¿Oh, enserio?... ¡Lo siento!, soy despistada, no me había dado cuenta.
“Si, como no…”, Pensó Naruto, rodando los ojos, mientras sus amigos se burlaban en silencio.
--Y… por pura casualidad—Menciono Naruto en tono coqueto--. Vi… unos boletos, por accidente, del juego de esta noche y me  preguntaba… ¿Iras con alguien?
--No lo sé… Planeaba tirar el boleto que me sobra, no tengo con quien ir—Dijo ella en tono falso.
--Ya veo—Contestó sonriendo y brincado en su oficina--. ¿Qué te parece si vamos juntos? También es mi esquipo favorito.
--Perfecto.
Y colgó.
--Eres terrible, Sakura—río Hinata.
--¿Terrible? No… Soy una chica—se burlo Sakura.

…

El estadio lleno, varias personas gritando, con sus rostros pintados y letreros de sus equipos favoritos. Era, el primer tiempo, mientras Sakura gritaba, su chamarra roja de su equipo y su mejilla maquilada de la bandera. “¡Mete!” ¡Pase! “¡Atrás! “¡Adelante!, gritaba Sakura, moviendo sus manos  con rabia… La pasión de su equipo como ganador dominaba su cuerpo, la verdad, era que realmente adoraba ver un partido de basquetbol. Naruto, asombrado, con los ojos bien abiertos, miró a Sakura… ¿Qué clase de chica es?, se pregunto, pues era una extraña sensación, que al verla se producía, después de unos segundos, él también gritaba y apoyaba a su equipo con entusiasmo.

Ya faltaba poco, tres minutos, y había un terrible empate… Naruto y Sakura, en sus más emocionantes momentos, gritaban apoyando a su equipo. Entonces, ha Sakura se le ocurrió una maravillosa idea.

--Oye Naruto—Dijo casi gritando--. Tengo Sed ¿Podría traerme una bebida?
--¿Una bebida?—Pregunto un poco a tonteado el rubio--. Claro…

Naruto corrió, desde su asiento, hasta el interior en busca de una bebida, no podía tardas mucho… ¡Ya eran los últimos dos minutos del partido!, la parte más emocionante. Rápidamente, tomo la bebida y corrió de regreso a su lugar para no perderse ni un minuto más.

--Oye Naruto… --Volvió a decir con Sakura--. No es de dieta ¡Yo no tomó nada que no sea de dieta!

Naruto la miro… ¡Estaba que explotaba!, quería ver el partido.. ¡Ya solo quedaba un minuto! Y no podía, pero, a pesar de todo… Tenía que ser amable ¡Un príncipe para ella!, así que, con pocas ganas, tomo la bebida y  dijo con una sonrisa falsa.

--Claro.

Y sin decir más… Salió corriendo.  Sakura soltó una carcajada, miró al chico de su izquierda y con entusiasmo comenzó a gritar el nombre de su equipo, a  brincar y  a disfrutar del partido, que claro, Naruto se perdería. Por otro lado, Naruto corrió velozmente por el cambio de bebida de Sakura. Llegó, la pitio y casi a gritos pago dejando el suelto y justo cuando iba a regresar para ver el último segundo de su partido. Escucho que todos gritaron “Canasta”, y así, él se perdió la última canasta de su equipo favorito…

“Fase uno”, repitió Sakura con una sonrisa malévola.

--¿Y después de eso no te termino?

Ino, sobre el escritorio de Sakura, cruzada de piernas con un plato de fruta sobre su mano y un tenedor, miró a Sakura, sonriendo con victoria y frustración.

--¡No!—exclamó Sakura, dejando caer su cuerpo a la madera del escritorio--. Es un hombre fuerte… ¿Lo puedes creer?, al final tire la soda de dieta… ¡Y él no se molesto en absoluto! ¿Qué clase de hombre me busque?
--Uno muy enamorado… O muy idiota—Dijo Hinata, entrando con un folder azul.
--Idiota—se burló Sakura, levantando su rostro--. Es el tercer día… ¡Y no ha terminado conmigo!, tendré que usar la fase dos.
--¿Fase dos?—Preguntó Ino.
--Si, la fase dos… ¡Amigas!—Contestó--. Necesito su ayuda, ¿Qué debo hacer? No soy bueno en esto…
--¡Córtaselo!—Dijo Ino muy animada--. Así te odiara…
--¿Estas de broma?—Preguntó Hinata.
--¡Claro que sí!—corrigió Ino con una risita--. Es juego, solo se dulce…
--Muy dulce—Concluyó Sakura con una risa traviesa.





--¡Te lo dije!
--Demasiado perfecta para ser verdad—Dijo Sasuke con una sonrisa interrumpiendo las burlas de Kiba.
--¡Sakura es de lo peor!—Contestó Naruto, tirando una pelota hacia el canasto vacio de basura de su oficina--. Pero no perderé… ¡Oh no!, desde el primer momento en que se cruzo en mi vida, Sakura Haruno perdió todo uso de la razón…
--Y por eso hoy saldrán ¿No es así?—Kiba soltó una risita y miró por la ventana--. Hoy serás el chef de la cita… Quien te viera, te han atado.
--¿Atado?—Naruto soltó una carcajada--. No olviden que todo esto lo hago por nuestro trabajo… Si la chica quiere un príncipe, tendrá un príncipe…
--Como quieras—Susurró Sasuke--. Solo no olvides que el domingo es día de chicos. Nos vemos.
--¡Nos vemos el domingo!—Contestó el rubio con una sonrisa picara.





Naruto, con un mandil blanco puesto, un sombrero alto de chef y una ligera canción en su estéreo, preparo la cena. ¡El horno puesto! La estufa encendida calentando una deliciosa salsa que había aprendido de su madre, y acomodando dos platos de cristal blanco, copas, vino sobre una cubeta plateada con hielos, cubiertos finos sobre servilletas elegantes. La cena perfecta.

Aquel miércoles, por la noche, pasaría un partido nacional de su equipo favorito contra los ganadores más recientes, Naruto había llamado a Sakura la mañana del mismo día, acordando una cena para ver juntos el partió y disfrutar de una deliciosa comida que él prepararía con amor para ella, como todo príncipe… Después de todo, eso tenía que ser.

El timbre sonó minutos después, Naruto zangoloteo su cabello y se quito todo indicio de chef, apagando la llama de la estufa y el horno, dio una vuelta juguetona y abrió con una sonrisa en sus labios. Sakura llevaba una blusa negra, elegante de ligero escote, con una falda del mismo y una chaqueta rosa claro, resaltando sus ojos y su cabello corto, suelto y rizado levemente de las puntas.

--Buenas noches, preciosa—Dijo él, tomando su mano y besando un poco sus labios.

Sakura contestó con una sonrisa radiante, miró a su alrededor… El sillón más grande estaba frente al televisor de Naruto, con dos mesitas pequeñas individuales para comer, los platos sobre esta. “Así que quieres ver el partido en una cena conmigo”, pensó Sakura, dejando su bolso sobre una mesita junto de la puerta.

Naruto sirvió las cosas sobre las mesitas, tomó asiento y prendió el televisor con una gran sonrisa, había esperado el partido dos largos días desde que vio el anuncio en su televisión, y ahora, con la compañía de Sakura, que a pesar de a verle jugado mal el día anterior, era bella y amigable, no podía evitar decir que no le gustaba… Disfrutaría.

--Naruto… --susurró Sakura, fingiendo malestar e incomodidad, con un esplendido plan en su mente--. ¿Qué preparaste?
--Es un delicioso platillo de bistec con…
--¿Carne?—Preguntó Sakura haciendo cara de asco--. Soy vegetariana…

“No me digas…” pensó Naruto, quedándose helado con la mirada abierta.

--¡Lo siento!—Agregó Sakura, fingiendo querer llorar a lo exagerado--. Odio la carne… Creo, creo que voy a vomitar… ¡Oh Naruto llévatelo de mi vista!, pobre animal indefenso que murió por esto…

Inmediatamente Naruto tomó los platos, un poco atónito y alarmado… ¿Cómo que no le gusta la carne? ¿Era posible? ¿O Dios lo odiaba y la convirtió vegetariana?

--No te preocupes por eso—Dijo Naruto tomando su chaqueta--. Mejor salgamos a comer…. ¿Qué quieres comer?

Sakura miró su rostro un poco molesto, más bien frustrado, y sonrió para decir el nombre de un restauran… “Este día terminaras conmigo”, pensó Sakura tomando su bolso y saliente de edificio de departamentos donde Naruto vive. En la motocicleta de Naruto, los dos viajaron hasta llegar a un restauran pequeño, color verde con el nombre de “Naturalice”.

“Tengo que ser un príncipe… Solo quedan siete días” pensó Naruto… Cerrando sus puños sobre su pantalón y metiendo un gran trozo de lechuga a su boca. ¡No lo soportaba!, aquel restauran, era uno de pura comida para vegetarianos, pura verdura con mas verduras con salsa de alguna verdura molida ¿Podía ser verdad?, a pesar de eso, él jamás soltó la sonrisa forzada en sus labios. Sakura por otro lado, fruncía los labios… “Me pierdo el partido, como pura verdura que no llena ¡Y este no me termina!”, pensó enrollando la lechuga en su tenedor “Tengo que hacer otra cosa”.

--Necesito ir al tocador—Dijo ella, levantándose.

Rápidamente, Sakura salió en dirección a la cocina del restauran, para salir a escondidas por la puerta de servicio y entrar al primer restauran pequeño, donde compró una aburguesa y junto con los chef de este, ver el partido, o al menos, un pedazo, como iba el marcador. Cuando creyó que era el tiempo suficiente, regreso al restauran vegetariano donde se encontraba Naruto, recargado sobre la silla y mirando su plato con tristeza… “Pobre sito”, pensó Sakura, con un poco de ternura… Después recordó que era su trabajo y tiro aquellos pensamientos para regresar, fingiendo una vez más.

--Tardaste mucho—Dijo Naruto, mirándola con una sonrisa--. ¿Te sientes bien? Tal vez, deberías pedir otra cosa porque puede que…
--¿Me estas diciendo gorda?—Pregunto Sakura, fingiendo estar ofendida--. No lo puedo creer…
--¿Sucede algo?—Preguntó la camarera del lugar muy amable.
--N-No… Nada—musitó Naruto.
--¿Cómo que nada?—Gritó molesta Sakura sobre su asiento--. Sucede… ¡Que mi novio me ha dicho gorda!
--P-Pero yo… --susurró Naruto, asustándose.
--¿Tú qué?—Gruñó Sakura, llenando sus ojos en lagrimas fingidas--. ¿Qué por tu culpa soy vegetariana? ¡Que no puedo comer nada sin sentirme una obesa!  ¡Estoy obesa!

Naruto entro en pánico, mas, cuando vio la mirada de los demás comensales y en especial, la mirada fastidiosa y destructiva de la camarera, quien, seguramente… Apoyaba a Sakura. Rápidamente, tomó a Sakura del hombro y se retiro con ella, mientras le susurraba palabras dulces, para calmar a la desesperada y triste Sakura, quien lloraba por sentirse gorda.





--Vaya Naruto, te vez fatal… --Susurró Kiba, entrando de lado--. Y apenas es viernes ¿Y qué ha sucedido ahora amigo?
--No puedo…--musitó el rubio sin levantar la mirada del escritorio--. ¿Sabes lo que ha sucedido? ¡Sakura me llama cuatro veces al día! ¡Sakura cambio sus cosas a mi departamento! Y pinto mi baño de color rosa… ¡No la soporto!
--¡Lo sé, lo sé!—Interrumpió Kiba, sentándose a su lado sobre sus rodillas--. ¡Pero no le des victoria a Shion! Tienes que enamorarla y llevarla a la fiesta de elegancia de este miércoles… ¡Solo cinco días más!  Además—agregó con una sonrisa--. ¿Enserio es tan mala Sakura?

De repente, las puertas del elevador de la oficina de Naruto se abrieron y Sakura, con un vestido color miel, y dos grandes bolsas en su muñeca, entró con una fuerte y chillona voz femenina dando los buenos días…

--Invocaste al diablo—Musitó Naruto al verla entrar.

Sakura alzó la mirada en busca de Naruto, al encontrarlo, tomó una gran ola de aire y camino a paso veloz y muy femenino.

--¡Oh mi amor!—Dijo ella en voz aguda y muy dulce--. Corazón mío, cariño… ¡Cosita linda!—musitó moviendo sus manos--. Te he venido a visitar ¿No te encanta?
--Si preciosa… --susurró helado Naruto, levantándose automáticamente-- ¿Ya te presente a mis amigos? Él es Kiba—Dijo señalando a Kiba--. Y él es Sasuke…
--¡Así que ustedes son los amigos de mi Osito precioso!—Interrumpió Sakura, extendiendo sus manos para saludarlos--. Espero que le den buenos consejos a mi caramelito.
--¿Caramelito?—Preguntó Kiba, con una mirada burlona y conteniendo lo risa en sus labios.
--Si—contestó Sakura, mirando a Naruto con ternura fingida--. Él es mi caramelito, lindo dulce y hermoso… ¡Cosita linda!—dijo presionando las mejillas de Naruto.
--Cosita linda… --Se burlo Sasuke girando la mirada para evitar soltar una carcajada--. Naruto… Un osito. Vaya…
--¡Por cierto!—Agregó Sakura, dejando sus bolsos sobre el escritorio de Naruto--. Te traje algunos regalos bombón mío.

Naruto respiro hondo y miró las bolsas de Sakura. Abrió los ojos, aterrorizado, cuando vio a un perro pequeño, de orejas caídas y ojos grandes.

--Es Bili—Dijo Sakura con una sonrisa--. Nuestro hijo… ¡Nosotros cuidaremos de él! ¿No es hermoso caramelito?

La voz desapareció en su garganta… Segundos después, Sakura saco una gran planta, con una flor en medio, de aroma tan dulce que embriagaba la nariz de Naruto.

--¡Este es nuestro helecho de amor!—Dijo ella soltando risitas tonta--. Lo cuidaremos como nuestro amor… ¿Verdad cosita linda? ¡Mi caramelito dulce! Pastelito de vainilla.

Naruto afirmó con las mejillas levemente rojas de pena, pues a sus espaldas estaban Kiba y Sasuke, burlándose en silencio igual que todos en la oficina. Aquello tenía que ser una gran y larga pesadilla…

--Me tengo que ir mi cielo—Masculló Sakura, tomándolo de las mejillas, para besarlo en los labios--. No vemos mañana, pastelito…
--Si preciosa… --susurró Naruto… ¡Cansado! ¡Irritado!, pero con una sonrisa fingida.
--¡Adiós chicos!—se despidió mientras la puerta del elevador se cerraba. Y una vez que desapareció de la vista de todo. Kiba y Sasuke soltaron una carcajada.
--Es terrible… --dijo Naruto dejando caer su cuerpo en la silla de su escritorio--. Esto es terrible…
--¡Pastelito de vainilla!—Dijo Kiba a carcajadas--. ¡No me lo creo!
--Recuerdo que una vez dijiste que era linda y que si no fuera una apuesta, si la hubiera invitado a una verdadera cita—se burlo Sasuke--. ¿Es enserio?
--No se que le paso… Cuando la conocí, parecía linda.