¡Prohibido hacer el amor! (+18)(27/02/14)(Capitulo final)

Es irresistible, pensé, mientras me susurraba palabras muy débiles, mientras la callaba con besos en el cuello y sus palabras se transformaban en gemidos placenteros. La amo, eso es lo único que tengo en mi mente, y es lo único que quiero demostrar en este momento, mientras ella se niega débilmente a mis brazos, pero yo la vuelvo a enrollar en el deseo con un simple beso en su cuello, con acariciar su abdomen que la hacen temblar cada vez que bajo mas la mano hacia la entrada de su cuerpo…

--Naruto…--gime más fuerte—Nos pueden ver…
--No importa—Le digo sin titubear—Te deseo…

Y tras decir aquello, la levanto entre mis brazos y deposito su trasero, firme, en el escritorio del hokage, para así morder su cuello e ir bajando el cierre de su blusa roja. Ella gime y acaricia  mi cuello, después noto que comienza a cooperar, cuando veo que mi chamarra naranja cae sobre el suelo. Sonrió. Desgarro su blusa y la tiro al suelo en un movimiento veloz, la miro unos segundos, su cabello corto y reluciente, suave como siempre supe que era, sus ojos verdes y su piel blanca, con un toque de sonrojo por las mordidas, y sus mejillas llenas de vergüenza y deseo.

--Sakura-chan, eres tan linda…
--¡Cállate Baka!—Me dice.

Ella sonríe, mientras acaricia mi mejilla y veo como su mano derecha suelta su sostén frente a mis ojos, dejándome ver sus pechos pequeños, duros y suaves que me tienen loco. Es la señal ¡Si! La señal de que me dejara tocarla… La señal de que también lo quiere y me desea como yo a ella.

No espero ni dos segundos, cuando ya mis labios volvieron a  su suave cuello y mis manos acarician su espalda, lentamente, bajo los besos hasta llegar a sus pechos ¡Por Kami! Esto es tan delicioso, mi cuerpo reacciona con cara caricia y sé que ella igual lo siente…

Entonces… ¡La puerta sale disparada en miles de pedazos!  Asustando a mi Sakura-chan y parando nuestro acto.

--¡Pero qué demonios hacen!—Gruñe Tsunade, entrando como fiera enojada-- ¡Por Kami! ¡No los puedo dejar ni un momento solo!

Cubro el cuerpo desnudo de Sakura, entre mis brazos y la acurruco en mi pecho para que nadie viera  ¡Ni un poco de lo que es mío!

--¡Abuela!—Me quejo, mientras dejo salir un suspiro--. ¡Porque interrumpes!
--¿Interrumpir? ¡Ha!  ¿Pero que se creen? ¡Estaban a punto de hacer el amor en mi oficina!  ¡Pero claro! ¡Ahora la culpable soy yo por venir e interrumpirlos!—Suspiro--. ¡Esto no es un hotel!  ¡Es mi oficina!

Sonrió de oreja a oreja mientras veo a la abuela Tsunade decirnos muchas cosas sobre su trabajo, regañarnos por lo que estábamos a punto de hacer, pero… ¿Qué puedo hacer? Es tan irresistible que apenas y puedo contenerme.

Ya hacia un mes que Sakura y yo estamos casados, a mis veinte años, hacer el amor es una nueva sensación que se ha vuelto una adicción, o casi una, puesto que el cuerpo de Sakura  ¡Es tan suave!  Que él no tocarlo sería un sufrimiento, el cual, tengo que vivir día tras día, para mi suerte, es solo mío…

--Lo siento, Tsunade-sama—se disculpa mi esposa, aferrándose a mi cuello y cubriendo su cuerpo semidesnudo con el mío-- ¡Pero el Baka de Naruto no se controla!—sonreí.
--¡Es la quinta vez que los descubro así en mi oficina!
--¡Y vamos por la sexta!—dije sonriendo, la cual desapareció al ver el rostro de Tsunade.
-- Solo vístanse, los Kages han llegado.

Está bien, tengo que admitir que esto de hacer el amor se me ha descontrolado un poco, cada vez me cuesta mas resistirme a ella y bueno, resulta que al final, lo hacemos o intentamos hacerlo en cualquier lugar. Aun recuerdo la semana pasada, cuando fuimos a casa de los padres de Sakura… ¡Fue tremendo!, mira que entrar en su baño y coquetear ahí… ¡Sakura-chan es una fiera!  Esa vez, ella comenzó el juego, no dejaba de coquetearme y yo... ¡Soy débil!  ¡Muy débil!  ¡Caí en la tentación!  Y el baño pago nuestro deseo ¡Hizo presencia de acto! Para nuestra suerte, nadie los vio, lo cual aumento al problema, ahora podríamos decir que somos expertos en el arte de: “Hacer el amor sin ser visto en donde sea”. Qué locura.

Hoy la abuela Tsunade estaba preocupada, puesto que los Kages se reunirían en Konoha para ver el tratado de paz y arreglar algunos asuntos pendiente, como se sabe, la guerra ya había acabado y cómo unidos, se acordó a hacer una junta cada seis meses para verificar que no haya problemas. Justo hoy era esa junta, y Sakura como directora del hospital debía asistir  ¡Y claro que yo también!, como candidato futuro Hokage ¡Estoy en entrenamiento!

--Muy bien—Dijo Tsunade moviéndose de un lado a otro-- ¡Nada de coqueteos, nada de varazos ni besos!
--¿Qué? ¿Besos? ¡Porque!
--¡Porque un beso tan ensillo lo puedes convertir en una acto!—gruño Tsunade mirándome, lo cual hizo reír a Sakura-chan.
--¡Eres un problema, Naruto!—Me dijo, mirándome con sus ojos azules—Pero hoy no habrá juegos divertidos.
--¡Pero, Sakura-chan!—hice un puchero-- ¿Ni un besito para tu enamorado?
--¡No!—Dijo Tsunade-- ¡Ni un beso para nadie! No quiero abrir la puerta del armario del salón y verlos desnudos ¡Frente a todos!

Me cruce de brazos algo molesto, está bien que a veces somos algo… Lunáticos, ¿Pero dejar que todos miren el cuerpo desnudo de mi esposa? ¡Jamás!  Me verán a mi desnudo, pero a ella ¡Nunca!

En fin, las horas pasaron lentamente, cuando mire el reloj, apenas eran las dos de la tarde y la junta apenas había comenzado ¡Que aburrido! Primero estaba Shikamaru, jefe de escuadro de inteligencia, junto a él, estaba Sasuke, de la policía de Konoha, mientras Sai frente a ellos, sonreía como jefe de Ambu. La mesa era redonda, los Kages se sentaron de un lado contrario a todos mis amigos, mientras Tsunade se sentó entre Gaara y Sasuke. A mí me tocaba sentarme junto de Sakura, y Sai, para mi suerte, lejos de Tsunade.

La junta comenzó con el mismo tema de siempre: ¿Cómo esta todos en las otras aldeas?, cada uno dio su reporte general, sus ventas, ganancias, perdidas etc. Sin embargo, yo me concentre en un solo punto… El vestido rosa de Sakura, ¡Se veía hermosa!, su cabello suelo con la banda de Konoha color rojo, su esbelta figura y aquel vestido floreado hacia un hermoso juego con sus ojos que brillaban mucho. Entonces, un deseo surgió en mí… Quería hacerle el amor ¡Ahora mismo!

Fase uno: Darle a entender que la deseo. Primero, acerque lentamente mi silla a la de ella, sin que nadie lo notara, para evitar la mirada de Tsunade, quien seguramente ya sabe lo que planeo. Cuidadosamente me acerque, cuando mi mano estuvo lo suficientemente cerca de ella, me detuve y me prepare. Sakura estaba muy concentrada en la información de la cual hablaban todos, al parecer era importante, pero mi cerebro estaba en otro mundo, por lo que, rápidamente, baje mis manos por la mesa disimuladamente y la acerque a su pierna.

Sé que ella lo sintió, puesto que dio un pequeño brinquito al sentir el tacto, pero no dijo nada, ni me miro ¡Pero yo se que sabe lo que planeo! Cuidadosamente, acaricia su piel suave, frotando mi mano con sus piernas, claramente sentí como se estremecía, pero aun seguía sin mirarme.

Fase dos: Convencerla. Esta es la fase mas difícil, Sakura tiene un gran sentido de la responsabilidad, por lo que convencerla me cuesta un poco más que todo, sin embargo, a un mes de casados, se me todos sus secretos…

Estire mi mano lo más posible, deje de acariciar su pierna y me dirigí al centro más débil de Sakura, si… Ese lugar caliente, donde se que sin duda se excitara.

--Naruto…--susurro ella, en voz baja y suave--. No, aquí no…

Pero la ignore, mientras extendía mi mano por su cuerpo y comenzaba a acariciar su zona intima cuidadosamente, rápidamente note lo húmedo que se ponía ante su libra, como su zona comenzó a palpitar y a pedir a grito amor, amor que claro yo le daría. Tome mi dedo y comencé a rodear su zona en círculos suaves e insignificantes que seguro le causaran cosquillas… como vibraciones.

--¡Ahh!—Gimió ella, en un tono más fuerte, ganándose las miradas de todo.
--¿Sucede algo, Sakura?—Pregunto Gaara, girando la mirada a mi joven esposa, la cual se sonrojo de golpe.
--¡No!—Negó rápidamente moviendo las manos--. Es solo que me lastime mi dedo, y me dolió…
--¿Segura?—pregunto Tsunade con mirada de: No te creo.
--Si---Dijo ella, acomodándose en su haciendo--. Continúen.

En cuestión de segundos, cuando todos comenzaron a hablar de nuevo, Sakura me miro.  Lo supe, especial mente, por su sonrisa… Una coqueta sonrisa traviesa, con sus labios rosa, rojos de la emoción y repentinamente, sentí como una mano, entraba a donde no debía: Mi punto débil.

Fase tres: Disfrutar de la travesura. En este momento, no hay quien de vuelta atrás, los dos estamos en un punto en el que no hay salida.  

Apreté mi puño contra la mesa, las manos de Sakura estaban tocando algo ¡Que no deberían tocar! Porque si no, entraría en grandes problemas si mi gran amigo, despierta al ataque. Trate de concentrarme en lo que hablaban los demás, sin embargo, su rose contra mi cuerpo inundaba mis pensamiento en un solo punto, en una sensación de ardor suave que dominaba mi cuerpo. Me parecía increíble lo bien que Sakura sabía disimular, si la mirabas, solo miraba y ponía cara de: Interés, en la plática, mientras yo me retorcía en mi asiento por culpa de sus manos ¡Pero estas me las pagara! Y con intereses.

--Oye Naruto—Me dijo Shikamaru--. ¿Estás bien? Estas muy rojo y estas temblando…
--S-Si…--Dije tratando de no gemir.

No quería quedarme atrás, por lo que, mis manos volvieron a su lugar y las moví de tal manera, que vi que ella también se estremecía, con aquella sensación de retorcerse sobre su silla y gemir, como yo.

--Un descanso—sugirió Tsunade--.Es hora de tomar un pequeño descanso

Todos se levantaron, afirmaron con la camisa y salieron del salón, todos menos yo, incluso Sakura se levanto y se retiro,  pero yo me quede ahí.

--¿No te vas, Naruto?—Me pregunto Sai.
--No, bueno si, ahora voy, solo que… tengo que pensar algunas cosas.
--Bueno.

Y tras decir aquello, se marcho. No me iba por qué no quisiera, si no porque Sakura-chan me dejo un problemita, ¡Despertó a mi amigo! Ohh no, eso no se lo voy a permitir.

A Clare mi mente durante unos segundos y cuando me sentí listo me levante y me dirigí en busca de mi presa ¡Se que está escondida! Yo lo sé… Entonces la vi, platicando como si nada con Gaara ¿Puede ser posible? ¡Es tan astuta! Sonreí y me acerque a ella, la tome por la cintura y le susurre al oído: “Me las pagaras”. Después mire a Gaara y extendí mi mano.

--Hola Gaara.
--Hola Naruto, hace mucho que no te veo.
--Ni yo—Contesto.

Después el Raikage llamo a Gaara, dejándome solo con Sakura. Primero, la tome de la mano y la jale sin que nadie notara, o bueno, sin que Tsunade nos viera. La lleve al armario de aquel salón grandes de juntas, donde guardaban los archivos y papeles que se utilizarían en la junta, para mi suerte, estaba casi vacío. Allí metí a Sakura y cerré tras entrar.

--¡Súbete  el vestido!—Ordene en tono alto.
--¿Qué? ¿Desde cuándo me das órdenes? ¡Baka!

Sonreí y la acorrale con fuerza contra la pared y me pecho, después toque sus muslos y comencé a deslizar el vestido hasta su abdomen.

--Desde que no te quiere subir el vestido...—susurre uniendo nuestros labios en un beso.

La necesitaba, eso lo sé, la deseaba y estaba más lleno de excitación que no la dejaría ir gasta saciar mi cuerpo en ella ¡Ese era el castigo por coquetearme durante la junta!

Baje su ropa interior, subí su vestido y comencé a desabrochar mis pantalones naranja ¡Hora de la acción! Bese su cuello y lo acaricien con mis labios, mientras ella me acariciaba y reía en mi oído con dulzura. Cuando ya estaba a punto de subirla en mi cuerpo y hacerla gozar. La puerta se abrió.

--N-Naruto… --Susurro Gaara de golpe, mirándome y colorándose.
--¡Gaara!—Dije tras cubrir a Sakura con todo lo que pude.
--¿Qué sucede aquí?—Pregunto Tsunade acercándose-- ¿Por qué no traes los papeles? Los deje en el armario…

Y entonces me vio, asomando sus ojos miel por la puerta y bueno yo… Yo me reí muy rojo, creo que esta vez, nos han pillado.

--Naruto...—musito Tsunade-- ¡NARUTO UZUMAKI A MI OFICINA AHORA MISMO!—Grito molesta.



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--¿Qué has hecho?—Regaño Tsunade--. ¡El Kazekage te vio! ¡Por Kami! ¡Estábamos en una junta importante!
--Tranquila abuela, fue una accidente—me disculpe encogiendo mis hombros—Es que Sakura-chan me coqueteo y yo…
--¿Así que Sakura tiene la culpa?
--¡No, no! Fui yo quien comenzó—Reí--. Creo que Gaara se llevo la sorpresa de su vida…

Sin duda, me parecía algo divertido ¡Una anécdota de nuestras vidas! Pero para Tsunade, creo que no era lo mismo…

--Naruto—suspiro—Tendré que tomar medidas.

De pronto, un sello se figuro en mi cuerpo, mientras la abuela Tsunade hacia sellos que nunca antes había visto, eran extraños y en cuestión de segundos, una luz se figuro en mi abdomen. No entendía nada.

--¿Qué está pasando?—Pregunto muy desconcertado.
--Desde hoy, Naruto Uzumaki—dijo Tsunade levantando la mirada--. No podrás volver a tocar a Sakura Haruno.
--¡QUEEEE!—Grite asustado…

--¡Lo siento, Naruto!—Escuche decir de Tsunade, mirándome fijamente con cierto… Enojo.
--¡No entiendo lo que dice! ¿Cómo que no podre tocar a Sakura?
--Te he puesto un sello—comento cruzándose de brazos--. Cada vez que la abraces y te excites, una corriente eléctrica recorrerá tu cuerpo y si, llegas a penetrar ¡Si quiera algo! Tu amigo explotara.
--¡QUEEE! ¿Cómo que explotara?
--Y lo he dicho, si intentas hacerle el amor a Sakura en esta semana, tu “amigo” explotara e inmediatamente te curare, pero no volverá a servir ¡Así que ya sabes!
--¡Usted no me puede hacer esto! ¡¿Qué, por qué?!
--Ya, tranquilo…
--¿¡Como quiere que esté tranquilo?!
--¡Es por tu bien!  Sé que estas molesto y que están experimentando una situación… Placentera en su relación, pero como futuro Hokage no puedes mostrar ese aspecto, no te aceptara ¡Y no me arriesgare! Así que, esta semana que los Kages se quedaran en Konoha, no podrás tener ningún tipo de uso pervertido con Sakura.
--¡Pero Abuela!
--¡Pero nada! No te quitare el sello hasta que pase una semana y—Suspiro—No podrás decirle nada a Sakura…
--¡Queee!
--Sakura tiene la capacidad de quitar el sello, como mi aprendiz lo sabe. Así que… ¡Si se lo cuentas! Igual tu amigo explotara…
--Pero…
--¡Pero nada! No podrás decir nada, y es fácil… Solo tienes que tener abstinencia por siete días.
--¡No puede!
--Ya lo he hecho, ahora, retírate, te avisare cuando necesite de tu ayuda, Naruto…

Abstinencia, me repetí con amargura… ¿¡Como diablos hare eso?! Sakura es mi vida, mi deseo y estos días has sido perfectos, con su cuerpo bajo el mío… Gimiendo mi nombre, entre susurros, con el contraste del brillo de su piel cálida y bésale entre mis labios… ¡Maldita sea!

Camine de regreso a mi hogar… ¿Qué hare? ¿Cómo podre contra todo esto?  Primero pensé en lo inevitable… ¡Sakura! Es un peligro, peor aún, a pesar del dolor de la abstinencia que tengo que vivir, ahora seré yo quien le diga a mi esposa: Nada de hacer el amor.  Si quiero que… Bueno… Ya saben, ¡No explote! Tengo que tener mucho cuidado… Pero no se lo puedo decir ¡Vaya lio!

Camine por las calles, sin rumbo, realmente no quería llegar a casa… ¡Si quería! Pero no podía ¿Cómo verla? ¿Cómo aguantar la tentación de tocarla? De hacerla mía cada minuto, lentamente mientras le decía lo mucho que la amo… Con cada beso y caricia, cuando agonizaba de ternura entre mis brazos y reíamos de las tonterías que juntos hacíamos: En el baño, la casa del Teme, en el la oficina de la abuela, la casa de sus padres e incluso, en la biblioteca. ¿Ahora qué puedo hacer? No puedo dejarla sola, debo ir y afrontar todo. Después de todo… ¿Qué puede pasar por una semana sin hacer el amor?

Toque la puerta dos veces, esperando que la puerta marrón se abriera con mi cruel destino ante ella. Y así fue.

---¿Naruto?—Dijo Sakura, con su pijama rosa, semi transparente y mirándome con aquellos ojos verdes--.¿Que te dijo Tsunade? ¿Se molesto mucho?
--Este… Bueno… --Rasque mi cabeza--. Mira que no lo tomo tan mal… -- ¡Solo que quiere explotar mi pene! Pero claro, nada grave… ¡Si Naruto! Nada grave…
--¿No lo tomo a mal? ¡Vaya! Creí que haría algo como… Prohibirte acostarte conmigo o algo peor—sonrió y se aparto de la puerta—Pero me alegra saber que no pasó nada.
--¡Oh no! ¿Tsunade? ¿La abuela? ¡Incapaz!—Chille con tristeza mientras entraba.

¡Terror! Eso me inundo en segundos, el aroma a cerezo y el delicioso sabor a su piel… ¡Ya deliro! ¡Kami ayúdame!

Al principio, creí que todo iría perfecto, Sakura solo se dedico a preparar la cena. Ramen, lo sé por el aroma que llega a mi nariz con exquisitez, después coloco los cubiertos sobre la pequeña  mesita de la izquierda, los platos y cubiertos listos para una cena tranquila, que para mí, era perfecto. Como siempre, los dos ayudábamos en la casa, ella preparaba y yo limpiaba, ella colocaba la mesa y yo lavaba ¿Un trato justo, no?

--¿Estas cansado? Te siento extraño—.Comento ella, dejándose caer sobre la silla y mirándome fijamente.
--¡Claro que no, Sakura-chan! Solo es—suspire—.Bueno… es un poco de cansancio por el trabajo, ya sabes, la llegada de los Kages.
--¡Vaya susto que recibió Gaara! ¡Baka!—sonrió--. Le has dejado un trauma.
--Solo fue un recuerdo de parte de Konoha.

Ella me dedico una sonrisa tierna, después, comenzó a comer lentamente el delicioso Ramen que preparo… Fantástico, todo va bien.

Todo cambio cuando… La volví a mirar, sus labios, succionar con cierto toque seductor la pasta, trate de no mirar concentrándome en mi comida, en bebes un poco de té y seguir comiendo con mis ojos pegados al tazón, entonces, Sakura se levanto y se dirigió a mí, me abrazo por detrás metiendo sus manos en mi... Oh… En mi camisa.

--Te siento muy preocupado—Susurro en mis oídos, sensualmente--. Despreocúpate, Naruto…

Cerré los ojos, sus labios en mi oído y sus manos en mi cuerpo, recorriéndolo con suavidad y ternura ¡Oh no!, sentí el ardor de mi cuerpo dominarme, surgir desde un punto que comenzó a pulsarme con desesperación, esperando en llanto saciar el deseo. Entonces, los labios de Sakura comenzaron a morder mi cuello, una cruel, sensual, suave y despiadada tortura.

--S-Sakura-chan…
-- Shhh, Naruto… Te hare olvidar todo.

Comento separándose un poco ¡Oh no Kami! Se quito la blusa… Me dejo ver su sostén rosa, de bordes negros, me dejo ver aquellos pezones rosados ¡Duros! Sobresaliendo de la final tela delgada que los cubría y yo… Y yo siento que explotare.

--Naruto…--Gimió en mi oído--. Hazme el amor… ¿Si?

Voz suplicante… ¡No! Una voz tierna, suave y delicada con tonos de suplica que Sakura siempre usa para convencerme de hacer algo que no quiero, y siempre termino haciéndolo, aunque ahora si quiero, no puedo, no debo ¡No, si quiero seguir con vida! De pronto, una sensación dolorosa recorrió mi cuerpo, como una corriente electriza que me lastimo ¡Ay! Grite al momento, levantándome de golpe, que claro, deje muy confundida a Sakura.

--¡Sakura-chan!—Grite nervioso--. Este… Yo, recordé que... Am… --Pensé por unos momentos—Que tengo que ir ah… ¡A la casa de Sasuke! ¡Sí!
--¿A casa de Sasuke? ¿Para qué?
--¡Ya sabes! Cosas de amigos.

La mire de nuevo, cruzada de brazos frente a mí con la ceja alzada de la confusión, su piel golpeaba el suelo en un ritmo de advertencia, mientras yo, sentí un cosquilleo en mi interior, recorriéndome de pies a cabeza. Estoy en problemas.

--Bueno—Contesto bajando la mirada--. Ve a casa de Sasuke, peor no tardes—Se dio media vuelta y camino en dirección a nuestra habitación--. Tomare un baño de espuma.

Rasque mi cabeza y me gire hacia ella.

--Sakura-chan, no te enojes.
--¡No estoy enojada!—Grito desde el baño.

Si, está enojada… ¿Por qué? Pues tengo tres teorías, primero.- No caí a sus sensuales encantos se seducción, lo cual la molesto. Segundos opción.- No le conté que saldría con Sasuke, lo que es falta de confianza entre nosotros y eso si que le molesta, y mi tercera opción.- Las dos anteriores juntas. Si, en efecto es la tercera.

Me encamine en dirección al baño, me sentí un poco culpable, puesto que, en verdad le estaba ocultando algo, y ella no tiene la culpa de… Bueno, de que Tsunade ¡Decidiera convertirse en una bruja que prohíbe algo muy maravilloso!

Al llegar, olí el aroma a jabón de coco, el favorito de Sakura, con un toque de Limón, para su cabello, aun que, en realidad no importa ya que sea lo que sea, siempre termina oliendo a cerezo. La tina estaba lista, pero ella no estaba ahí, solo el agua caliente llena de espuma. Y entonces la vi, saliendo de nuestro cuarto… ¡Desnuda! ¡No tenía nada! ¡Maldita sea! ¡Ataque al corazón! ¡Medico! ¡Diablos ella es el médico!

--S-Sakura-chan… --Tartamudeo como tonto.
--¿Qué? ¿No te ibas con Sasuke?

La mire de pies a cabeza, el cabello suelto por sus hombros y su piel blanca, descubierta completamente frente a mis ojos, con el ceño fruncido ligeramente por su enojo. Se veía hermosa. De pronto, la sensación de querer ir tras ella, abrazarla y besarle cada rincón del cuerpo con fuerza ¡Hacerla mía en la tina de baño! Con la espuma bajar por nuestro cuero mientras la penetraba y la hacía gritar mi nombre…

--Si—conteste sonrojado--. Me voy a casa de Sasuke.

Lo siento, Sakura-chan… Apreté los puños con rabia y me encamine hacia la salida, justo atrás del joven, y sensual cuerpo de mi esposa.  Pase junto de ella y me dirigí directo a mi habitación para tomar una chamarra y salir disparado del lugar.

Tengo que admitir que me siento culpable… La deje, en una tina con esposa, desnuda y con ganas de mí y yo de ella, la deje cuando deseaba que le hiciera el amor toda la noche y ahora me arrepiento ¡Pero una semana! Solo tengo que aguantar una semana…

No fui a casa de Sasuke ¿Para qué molestarlo? No quisiera que se burlara de mi situación actual, se lo que me diría “Idiota, eso te pasa por caliente, Dobe idiota!, lo sé, ya escucho su fastidiosa voz de niño serio, mientras una sonrisa se figura en sus labios y se burla. Tampoco es como que quisiera ir a visitar a alguien, justo ahora, me parece bien estar solo. Pensar las cosas y planear mi estrategia perfectamente. Algo de lo que podría hacer para evitar una situación como la de hoy, seria trabajar, decir que tengo mucho que informarles a los Kages y pasar más tiempo con Gaara, lo que es una perfecta excusa para librarme del deseo ¡Distraerme con algo! Alejar a Sakura de estar a solas conmigo y todo saldrá bien.

--¿Naruto? ¿He? ¿Eres tú? ¡Oh! ¡Naruto!

Una voz me llamo a lo lejos, cuando me gire, sonreí repentinamente mirando la figura femenina que se acercaba a mi corriendo.

--Hola Shion—Dije al verla llegar.
--Tanto tiempo sin verte, Naruto.
--Cierto… ¿Qué te trae a Konoha?
--Bueno, soy sacerdotisa y me pidieron que participara en la reunión de este mes—sonrió--. Me alegra verte. Me he enterado que te has casado… ¿Eso es verdad?
--Si ¿Quieres dar una vueltas antes de llegar a la torre hokage? hay consejos que me gustaría pedir…
--¿Enserio? ¡Claro!

Tal vez hablar con Shion me sirva de algo, algún consejo o ayuda para no lastimar los sentimientos  de nadie, para que me ayude a evitar a Sakura, o al menos, a sus manos tentadoras de mí por una semana ¡Solo una semana! Solo necesito… Aguantar una semana. Y ella es una mujer ¿Entre mujeres se entienden, no?


-------------------------------------------------- Narra Sakura-----------------------------------------------------------------------


Mire la espuma que se filtraba entre mis dedos mojados, recordando lo que sucedió hace un rato…  ¿Por qué se comporto tan raro? ¡Si no lo conociera! Baka, se que oculta algo, y se perfectamente que me evito… ¿Pero por qué? ¿Sera que de verdad urgía ir a casa de Sasuke? ¿Y si hay un gran problema que lo agobia? Oh, y yo pensando en hacer el amor… Ni siquiera me he tomado el tiempo de hablar con él y preguntarle, si hay alguna novedad, una noticia o algo que quiera contarme ¡Vaya esposa que soy!

Entonces, la puerta sonó con golpes fuertes. Que mal, alguien llama y yo en la ducha. Me levante, tome la toalla y me la amarre alrededor de mi cuerpo, respire hondo y me dirigí a la puerta para ver quién era.

--Hola Sakura.
Mire a Sasuke, con las manos en los bolsillos y un rostro algo aburrido.
--¿Sasuke? ¿Qué haces aquí?—Lo mire fijamente--. ¿No se supone que estabas con Naruto?

De pronto, mire su rostro cambiar drásticamente a uno más preocupado, extrañada y hasta confundido.

--No he visto al Dobe desde de la junta—Admitió con cierta tristeza.
--Oh, debí confundir el nombre—Mentí alejándome--. ¿Qué se te ofrece Sasuke?
--Vine a ver a Naruto, nos toca hacer tratos con Gaara, pero será mejor que regrese mañana.

Afirme con la mirada y cerré la puerta tras ver que ser macho… Después, deje caer mi cuerpo sobre  nuestro sillón que compramos juntos y mire a la nada pensando. ¿Naruto me engaño? ¿Dónde está? ¿Por qué lo hizo? Ahora estaba más confundida… Mas, enojada. Primero, me rechaza, inevitablemente usa excusas tonta e incluso, a lo que antes era verme desnuda y hacerme el amor donde fuera, ahora solo se retiro del lugar sin decir nada… Resultando otra mentira. ¿Por qué?

Me sentí mal… Comencé a sentir un poco de miedo, ¿Y si dejo de quererme? Y si… ¿No sabe como decirme que ya se canso? No lo sé…. Y no puedo permitirme pensar mal sin antes pedir un sabio consejo… Si eso ¡Necesito platicar con ella! Rápidamente tome mi ropa y me vestí, saliendo de casa con gran rapidez. Recorrí calles hasta llegar a la puerta de mi ayuda. Toque la puerta varias veces hasta que me abrió.

--¡Ino! Necesito tu ayuda…