Solo busco la verdad [+18; Terminado]

—Pe-pero... ha dicho... que esto ya está pasando... ¿no? – preguntó otro alumno. Iruka asintió, ante el asombro de los alumnos.

—¿Entonces... entre quiénes es la lucha?

—No sé quién del clan Uchiha será el oponente... —dijo Iruka.

—¡Será Itachi! —se oyó a algunos gritar.

—¡No no, será Sasuke! —replicaban otros.

—Me gustaría que no fuera ninguno de los dos... —repuso Iruka— Itachi... él no lo sabe pero siempre lo consideré mi mejor amigo... y Sasuke... uno de mis alumnos más brillantes... - agachó la cabeza.

—Sensei... ¿¿¿y quién es el descendiente del Primero??? - todos se quedaron mirando muy atentos.

—El mejor ninja de Konoha, —dijo sonriendo Iruka— y una persona increíble.... ¡Uzumaki Naruto!

—¡¡¡Halaaaaa!!!

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En el valle del Fin...

—¡Vosotros no os metáis! – exclamó Madara. Unos alambres de espinas rodearon a los de Konoha.

—¡Un momento Madara! —replicó Kakashi—¡Entonces tú tampoco puedes meterte!

—¿Yo? —rió Madara— ¡Yo soy un Uchiha dispuesto a cumplir la profecía al fin y al cabo!

—¡Entonces…—dijo Tsunade— yo también soy parte del legado del Primero!

—Está bien, —contestó Madara muy serio—¡no pensaba interferir de todos modos!

—Es nuestro turno ¿eh? —dijo Sasuke, sonriendo.

—¿Así que esto es lo que quieres? —preguntó Naruto—¿Éste es el final de la historia?

—¡Vamos Sasuke! —exclamó Madara—La profecía no dice que tenga que ser juego limpio. ¡Acaba con él mientras está atado!

—¿¿¿¿¿Qué???? —dijeron los demás de Konoha.

—¡¡Vamos Obito!! —gritó Rin—¡¡No puedes hacer eso!!

—¿Así que ahora soy Obito? —preguntó Madara—¿¿Ahora que has intentado matarme??

—¡Jamás se reconocerá a un líder que haya ganado de esa forma! —exclamó Jiraiya.

—De eso ya me ocuparé después... Vamos Sasuke. —instó Madara—¡Haz honor a tu apellido! ¡Asesínale! Además, ¡así obtendrás el sharingan completo!

Sasuke sonrió, sacó lentamente la katana y la cubrió con un Chidori, mirando fijamente a Naruto.

—¡¡¡Sasuke-kun!!! —gritó Ino—¡¡No lo hagas!!

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En la academia...

—¿Y tiene que ser Naruto? —preguntó un alumno—¡Pues estamos perdidos!

—¿Por qué dices eso? —dijo otro.

—¡Mi padre odia a ese chico! —explicó el primer alumno—¡Y si le odia será por algo! ¡¡No creo que se pueda confiar el destino de la villa a Naruto!!

—Sé lo que piensa tu padre, —interrumpió Iruka— porque es lo que ha pensado durante mucho tiempo casi toda la villa... Pero no olvidemos algo... por muchas profecías que haya... cada uno escribe su propio destino... ¡siempre podemos elegir!

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En ese momento en el Valle del Fin:

Sasuke miró un segundo su katana cubierta por chidoris.

—El chidori acabó con Zetsu... – murmuró Sasuke, y levantó la katana sobre Naruto...

—¡Eso es! —animó Madara— Éste es el final de la profecía… Sabes que siempre quisiste hacerlo. - Sasuke bajó con fuerza la katana.

—¡¡¡¡¡No!!!! —gritaron los amigos—¡¡¡¡¡¡Naruto!!!!!! - pero entonces vieron cómo lo que el Uchiha había cortado eran las rocas que aprisionaban al rubio. Éste miraba a Sasuke sorprendido. El Uchiha se dio la vuelta y apuntó a Madara con su katana.

—¡¡¡Siempre quise pelear contra Naruto, pero no así!!! —gritó Sasuke—¡No seré yo quien le mate a sangre fría!

—¡¡Así se habla, Sasuke-kun!! —exclamó Ino.

—Entonces eres inútil – sentenció Madara, mientras Sasuke ayudaba a levantarse al rubio, Madara lanzó una daga directa hacia el moreno.

—¡¡¡No!!! ¡¡Sasuke!! – exclamó Naruto, que fue a interponerse entre la daga y Sasuke, pero éste lo empujó hacia un lado, haciendo que la daga atravesara su propio pecho. Sasuke cayó de rodillas.

—¡¡Idiota!! —gritó Madara— ¿Por qué le has apartado? ¡Habríamos cumpliado la profecía de todas formas! ¡Eres la vergüenza del apellido Uchiha!

Sasuke escupió un poco de sangre.
—¡No me importa vuestra estúpida profecía! Y ya tampoco me importa reestablecer el clan, ¡si ser un Uchiha significa ser algo tan despreciable como tú! - una punzada de dolor hizo que tuviera que apoyarse sobre las manos para no desplomarse. Entonces Naruto le tomó de un brazo y le ayudó a levantarse.

—Es cierto que me sentí como un inútil en Konoha... —murmuró Sasuke—todos me despreciaban... ¡todos menos una persona! - levantó la cara y miró a Naruto - Eres el único que siempre ha confiado en mí. Siempre has contado conmigo a pesar de lo que pensaran los demás... Incluso cuando amenacé con quitarte el puesto... y a la chica que amas... ¡Tú pusiste tu vida en mis manos durante el examen de chunnin!

—¡¡Sasuke!! —exclamó Naruto.

—Basta ya de estupideces. —dijo Madara— ¡Si no me sirves para nada quítate de en medio! - la ropa de Sasuke empezó a arder. Naruto lo agarró con las dos manos y el Uchiha se "apagó", pero estaba muy grave. El rubio de un salto lo dejó con cuidado al lado de donde estaban los otros de Konoha.

—Naruto... —murmuró Sakura—¡ten mucho cuidado!

—¡No te preocupes Sakura-chan! - se dio la vuelta pero se dio cuenta de que le agarraban de la pierna - ¿Pero qué...? - era Sasuke.

—Naruto... ten esto... – dijo el moreno, dándole su katana. Naruto la cogió y sonrió.

—Recuerda que su chakra se basa en el fuego. —dijo Sai.

—Así es. —asintió Shikamaru—Aunque tengas alto nivel, el viento haría más poderoso su tipo fuego... debes utilizar el agua.

—¡Bien! —exclamó Naruto.

—No. Esta vez no – dijo Itachi, mirando muy fijamente a Naruto - Combate el fuego con fuego - todos lo miraron como si estuviera loco.

—¿Quieres decir que...? – comenzó a preguntar Naruto. Sasuke volvió a tirar de su pierna.

—Confía en él - estas palabras sorprendieron aún más a los de Konoha. Naruto asintió con decisión y se giró. Allí estaba Madara.

—¿Qué, ya has acabado de despedirte? —preguntó Madara. Naruto lo señaló con la katana.

—¡¡Éste ha sido tu último día!! —exclamó el rubio—¡Esta vez morirás de verdad! ¡¡¡Por el Primer Hokage, por el Cuarto... mi padre!!! ¡¡¡Y por todo Konoha!!!

El rubio se lanzó hacia el Uchiha y le atacaba con la katana, pero éste se defendía a gran velocidad.

—¿No puedes seguirme mocoso? —rió Madara.

—¡Debo reconocer que no está mal para un anciano! Pero veremos qué pasa si... ¡¡Kage Bushin no jutsu!! - aparecieron una docena de clones atacando a Madara con sus katanas. Era muy rápido, pero le costaba mucho esquivarlos a todos.

—Ya me he aburrido de esto... – murmuró el Uchiha, apareció en sus ojos el makengyo sharingan y miró fijamente al rubio.

—¡No! —exclamó Kakashi— ¡¡Naruto!! - pasó algo de tiempo, sólo se veía que los dos estaban inmóviles...

—¡¡Ha caído en su técnica!! —gritó Shikamaru.

—¿Significa eso que...? —preguntó Lee.

—La profecía se ha cumplido pero esta vez... —continuó Kiba.

—¿¿Konoha está perdida?? —dijo Neji, terminando los temores de todos.

Entonces un cuerpo cayó de rodillas al suelo... era Madara.

—¿¿Cómo demonios has hecho eso?? —gritó Madara.

—He tenido un buen profesor. —sonrió el rubio.

—¿Naruto ha herido a Madara dentro de su propio genjutsu? —preguntó Sai.

—¡Este chico no deja de sorprendernos! —rió Jiraiya.

—¿¿Creéis que vuestro 'héroe' os ha salvado?? —exclamó Madara—¡¡Os haré ver vuestra equivocación!! ¡¡¡Amaterasu!!! - en ese momento un aura roja cubrió a Naruto.

—¡Eso parece el manto del zorro! —observó Tsunade.

—¡¡¡¡Kyubi!!!! – gritó Itachi. De pronto una voz salió de Naruto, pero no era él quien hablaba...

—Estoy cumpliendo con mi palabra, Itachi. – aseguró el bijou. Todos miraron al Uchiha sorprendidos.

—¿¿Qué ha querido decir?? —preguntó Saku—¿¿¿Le has tendido una trampa a Naruto???

—No. —contestó Itachi— Conseguí que Kyubi prometiera no volver a apoderarse de Naruto.

—¿Ah sí? —bufó Tsunade—¿Y cómo es eso, genio?

—Kyubi no atacó la villa porque él quisiera, sino porque Madara lo controlaba. —explicó Itachi— Por culpa de Madara murió la única persona que vio a Kyubi más allá de ser un demonio... esa persona era Minato.

En ese momento se vio como las llamas negras empezaban a cubrir a Naruto... pero no podían atravesar el aura del Kyubi, de pronto este aura empezó a cambiar de color poco a poco, a un tono azul. Las llamas del amaterasu comenzaron a apagarse, ante el asombro de todos. Entonces el resto del aura que cubría al rubio cayó al suelo formando un charco a su alrededor, un simple charco de agua. Todos estaban muy sorprendidos.

—¿Qué demonios...? —preguntó Madara.

—¡Tú lo has dicho! —sonrió el rubio.

—¡¡No puede ser!! —exclamó Kakashi.

—¿Qué pasa? —preguntó Shino.

—Sí. —asintió Itachi— Naruto ha empleado su naturaleza de agua... sobre el chakra de Kyubi.

—¿¿¿Qué??? —exclamaron todos.

—El trato que hice con Kyubi…—comenzó Itachi— es que ayude a Naruto sin apoderarse de él, para ayudarle a ganar.

—Eh.... —titubeó Shikamaru— ¿y si el Kyubi viera que Naruto no gana?

—Pueeees... —Itachi se rascó la frente— entonces se apoderará totalmente de su cuerpo para vengarse de Madara, que es lo único que quiere.

—¡¡Será una broma!! —gritó Jiraiya.

—¡Si se apodera totalmente de Naruto, nunca volverá! —exclamó Sakura.

—¡¡Y es un demonio!! —añadió Rin—¿No has pensado qué haría después?

—Ah… —murmuró Itachi—pues no, la verdad — a todos les cayó una gotita por la cabeza.

—¡¡¡Idiota!!! —gritó Shizune—¡Nos mataría a todos!

—Etto.... —dijo Kakashi—¿no tendréis ninguno por ahí un manual para hacer la técnica de sellado que hizo el Cuarto, verdad?

—¡Mierda, —exclamó Sai—no lo he traído!

—¿Pero ese libro existe de verdad? – murmuró Tenten. Temari se encogió de hombros. Entonces una voz muy débil llamó la atención de todos:

—No... - murmuró Sasuke, tosiendo con dificultad- ¡¡No va a perder!!

—¡Vamos Naruto! —animó Tsunade—¡¡Demuestra de dónde vienes!!

—¡¡¡Tú puedes!!! —gritó Sakura.

—A eso se le llama combatir el fuego con fuego... —explicó Naruto, sonriendo.

—Pero ese fuego viene de Kyubi... —dijo Madara—¡y yo ya lo controlé una vez, puedo volver a hacerlo! - hubo unos momentos de tensión, y el aura de Kyubi volvió a rodear a Naruto.

—¿¿Por qué no funciona?? —preguntó el Uchiha.

—¡Parece que no lo entiendes! —exclamó el rubio—¡¡Se crearon los jinchurikis para que no se pudiera controlar el poder de los bijus!! - se veía el miedo en los ojos de Madara —¡¡Y ahora sí es cuando se cumple la profecía!!

El rubio se acercó al Uchiha, y tras unos choques de espada con espada, lo atravesó con la katana de Sasuke, dejándolo clavado al suelo. Entonces aparecieron dos clones alrededor de Naruto, en un instante habían formado el shuriken rasengan, cubierto por el aura del Kyubi. El rubio se abalanzó contra Madara, creando un remolino que los envolvió a ambos. Cuando paró, pudo verse el cuerpo incompleto del Uchiha, y a Naruto tirado en el suelo unos metros más lejos.

—¡¡¡¡¡¡¡¡Naruto!!!!!!!!! – gritó Sakura. El rubio poco a poco se levantó.

—Bueno, —dijo Kakashi— ya deberíamos deshacernos de esto ¿no? - y con un chidori destruyó el alambre que los mantenía alejados. No se dio cuenta de que Sasuke estaba apoyado sobre él, y lo chamuscó un poco más.

—¡Auuuh! —exclamó Sasuke—¡Podías tener más cuidado!

—Etto... —Kakashi se rascó la cabeza— perdona, Sasuke...

Sakura corrió hacia Naruto, pasó las manos por detrás de su cabeza y lo besó.

—Sa-Sakura-chan... —murmuró el rubio—Por favor, cuando puedas... - señalando su brazo, casi destrozado.

—¡Madre mía! —exclamó la kunoichi—¡¡Lo siento Naruto, tenía que haber empezado por ahí!! - poniendo sus manos sobre el brazo del rubio.

—De ninguna manera. —murmuró Naruto— Has empezado por donde debías - y sonrió. La kunoichi miró hacia él y se sonrojó también.

Más atrás, Sasuke estaba tendido en el suelo, y Tsunade tenía las manos sobre él.

—¡Necesito algo de ayuda! –exclamó la sannin. Shizune e Ino se pusieron al lado de Tsunade, con las manos sobre Sasuke.

—¡¡Oh no!! —exclamó Ino—¡Es muy grave! - Rin se acercó.

—Dejadme algo de sitio, conozco los ataques de Madara - y se unió a la curación del menor de los Uchiha. Poco a poco Sasuke abrió los ojos.

—Vaya... —murmuró el moreno—buscaba una chica... y ahora... hay cuatro. - Ino se sonrojó.

—¡¡Idiota!! —criticó Tsunade.

—Sasuke-san, no hables, te hemos estabilizado, pero debes ir al hospital. —aclaró Shizune.

—De acuerdo, ¿estamos todos? —preguntó el Hokage— Temari, Sai, ¿podéis llevarnos de nuevo a Konoha? - Sai asintió.

—Verá Kakashi-sama... —titubeó Temari— hay algo que...

—Queríamos pedirle permiso para ir a la villa de la Arena... —terminó Shikamaru.

—¿Ah, una visita familiar? —preguntó Kakashi—Muy bien... ¿Pero llegaréis bien, en esas condiciones?

—¡Por supuesto! —exclamó Temari, abriendo el abanico—De todas formas no se preocupe, ¡yo también soy médico!

—De acuerdo —dijo Sai—¡Dos transportes marchando!

—¿Dos? – preguntó Kakashi. Ya habían aparecido un pájaro enorme y una especie de águila, algo más pequeño.

—Claro. —asintió el moreno— El águila irá más rápido y con más estabilidad, es para los heridos.

—¿¿¿Y por qué no creas los dos así??? —criticó Sakura.

—¡No me queda chakra para eso! ¡Inténtalo tú si quieres!

—Está bien, está bien, vamos... – interrumpió Tsunade, subiendo a Sasuke al águila - Yo iré con ellos por si acaso... Kiba, trae a Hinata —que seguía inconsciente— ¡Naruto, sube tú también!

—¿Yo? —preguntó el rubio— ¡Si sólo es el brazo!

—¡¡Que subas te he dicho!! —insistió la sannin— ¡También necesitas ir al hospital! Sai, ¿esto nos aguantará a los cuatro?

—Sí, —asintió el moreno— aguantaría a una persona más. - entonces Sakura chocando los índices...

—Etto... Tsunade-sensei...

—Claro, —sonrió la exHokage— ¡sube tú también Sakura! - así lo hizo, y el águila despegó a toda velocidad. Los demás se subían al pájaro...

—Vaya, me hubiera gustado ir... —murmuró Ino.

—Tranquila, —interrumpió Sai con tristeza— esto tampoco es tan lento... No tardaremos en llegar.

—¡Sí! —sonrió Ino—¡Muchas gracias Sai! - el moreno suspiró y agachó la cabeza. Kiba se acercó a su amigo...

—¿Es que no piensas hablar con ella? —preguntó el Inuzuka.

—Podía competir contra el Sasuke traidor y prepotente... —dijo Sai—pero contra lo que he visto hoy... no.

—No es cuestión de competir, —replicó Kiba—¡sino de lo que se siente en realidad!

—¿Lo que se siente en realidad? —preguntó el moreno—¡Sabes que ella siempre le ha querido!

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En el águila, Naruto tomó la mano del Uchiha, que abrió los ojos sorprendido.

—Naruto... hemos ganado...

—¡¡Sí!! —exclamó el rubio—¡Y ha sido gracias a ti!

—Pero... esto no cambia nada... – murmuró el moreno. Naruto se sorprendió - Sigo queriendo... ¡pelear contigo!

Naruto sonrió. Enseguida llegaron al hospital:

—¡Rápido, preparad un quirófano! —ordenó Tsunade según entraban por la puerta—¡¡Vamos a operarlo de inmediato!! - varias enfermeras llevaron a Sasuke hacia un quirófano.

—¿¿Tsunade-sensei, quiere que le ayude?? —preguntó Sakura.

—Encárgate de ellos dos ¿de acuerdo? —respondió la rubia—Enseguida llegarán los demás, ¡¡pero si te necesito te llamaré!!

—¡Hai! – la pelirrosa dejó a Hinata y a Naruto en observación, y se quedó al lado de la cama del rubio.

—Sakura-chan, —dijo Naruto, sonriendo—¡estoy pensando que deberían ingresarme en el hospital más a menudo!

—¡¡No digas tonterías!! Además esa técnica es muy peligrosa... no me gusta que la uses…

—Pero Sakura-chan... ¡¡era necesario!! —se justificó el rubio—¡…Aunque me alegro de que te preocupes por mí! - ambos se sonrojaron. Pasaron un rato hablando, pero enseguida el rubio se durmió. La kunoichi se quedó mirando como dormía, pero a la vez pensaba en muchas cosas... había unas palabras de Madara que se repetían una y otra vez en su cabeza... "Que la kunoichi no llegue hasta ellos... Es la pieza que no encaja en la profecía"... La pieza que no encaja... De pronto se puso en pie de un salto.

—¡¡¡¡¡Eso es!!!!! – pensó. Se giró a ver a Naruto otra vez, lo besó con cuidado de no despertarlo y salió corriendo por la ventana.

Los demás estaban a punto de aterrizar en Konoha.

—Cuánto tiempo... —dijo Rin—¡Aunque a saber qué ha sido de mi casa!

—Es verdad, —recordó Kakashi—fue de las que se destruyeron cuando atacó Orochimaru, ¡pero como ya nadie vivía allí, no se reconstruyó! - Rin agachó la cabeza.

—¡No te preocupes Rin-san! —exclamó Shizune—¡Yo tengo una habitación de sobra!

—¿Y no te importa si yo...? —preguntó Rin.

—¡Claro que no! —dijo la morena— Ahora iremos a que conozcas la casa, dejo las cosas y vamos al hospital con Tsunade-sama ¿de acuerdo? - Rin asintió.

—Entonces os veré allí. —sonrió Ino—¡Porque yo no pienso pasar antes por casa, voy directamente a ver a Sasuke-kun!

—Vaya, ¡pues sí que son ganas de ir! —exclamó Tenten—¡Después de todo lo que has pasado! - la rubia sonrió. Entonces el pájaro sobre el que viajaban empezó a apoyarse en el suelo, y de un salto todos fueron bajando. El último en bajar fue Sai, antes siquiera de que llegara al suelo alguien se abalanzó sobre él, cogiéndole del cuello para abrazarle.

—¡¡Por fin has vuelto!! Me tenías preocupada, ¿sabes? — todos miraron intrigados. Era una chica pelirroja de pelo largo y ojos negros. Itachi se rió ante la escena.

—¿Quién es? —preguntó Neji.

—¡Ah! —exclamó Kakashi— Acaso no será...

—Sí, — asintió Itachi—es la compañera de Sai en ANBU - Kiba se acercó a la chica.

—Entonces tú debes de ser Miki ¿no? – preguntó el Inuzuka. La chica se giró y sonrió.

Spoiler:

—¡Sí! —asintió—Sai me ha hablado mucho de vosotros... tú eres Kiba ¿¿verdad?? - el chico-perro asintió —¡¡Encantada de conocerte al fin!! Por cierto... - miró alrededor - Esperaba conocer de una vez a tu famoso equipo... pero no están ¿no?

—No, —dijo Sai—Sasuke-san y Naruto fueron llevados al hospital, y Sakura-san está con ellos - la pelirroja agachó la cabeza.

—¡De todas formas cuando se recuperen lo celebraremos a lo grande! —exclamó Kiba— ¿Por qué no vienes y así les conoces?

—¡¡Síiii!! —exclamó la pelirroja, saltando de la alegría—¡¡¡ Me encanta la idea!!!

—¿Esta chica no es un poco...? —dijo Neji.

—Sí, —asintió Itachi— ¡es como una explosión de emociones! Parece el polo opuesto de Sai — rió — es extraño que se lleven tan bien...

—¿Se llevan bien? —preguntó extrañada Ino—Yo ni siquiera sabía que tenía compañera en ANBU...

—En los equipos de ANBU pasa como en los equipos normales, —dijo Itachi—muchas veces se crean parejas.

—Eso no lo dirás por ti y por mí ¿verdad? —rió Kakashi. Itachi respondió con una ligera sonrisa.

—Si me perdonáis —se disculpó el Uchiha—me voy ya, tengo prisa. Quiero ver cómo está Sasuke - y se fue.

—¡¡Sí, yo también me voy a ver a Sasuke-kun!! – exclamó Ino, y también se alejó. Los demás se dividieron: Kakashi, Kiba y Sai se dirigieron al hospital. Cuando llegaron...

—Voy a preguntar por Sasuke. —anunció Kakashi.

—Sí, yo quería ver... cómo está... Hinata-chan... – murmuró Kiba, sonrojado.

—Yo iré a la habitación de Naruto. —dijo Sai—¿Nos vemos allí? Él y Sakura-san también querrán saber cómo está Sasuke.

—De acuerdo, ahora iré por allí – asintió el hokage, y se separaron. Sai encontró la habitación de Naruto y entró, pero sólo se encontró con el rubio dormido en la cama.

—¿Y Sakura-san? Qué raro... – pensó el moreno. Al poco entró Kiba y se dejó caer en una silla.

—Le están haciendo unas pruebas a Hinata-chan... no me dejan verla de momento - entonces entró Kakashi.

—Bien, parece que la vida de Sasuke no corre peligro. ¡Despertemos a Naruto para decírselo! - entonces Kiba sacudió al rubio con fuerza, y se despertó. Naruto les miró rápidamente a todos, mientras Kakashi miraba a su alrededor.

—¿¿Dónde está Sakura?? —preguntaron Naruto y Kakashi a la vez.

—No lo sé, llevo aquí un rato y no la he visto... —contestó Sai—supuse que estaría en la operación de Sasuke-san.

—No, —negó Kakashi— ella quería quedarse con Naruto... Tsunade-sama me dijo que estaría aquí - en ese momento entraba una enfermera.

—¿Hablan de Sakura-san? —preguntó la mujer—Es extraño... entró con él en la habitación, pero al poco entré a comprobar que todo iba bien, y ella ya no estaba... Pero yo llevaba todo el tiempo en la entrada, ¡y no la he visto salir del hospital!

Los shinobis miraron instintivamente hacia la ventana.

—¿Dónde habrá ido? —preguntó Sai—Ya está anocheciendo... - a Naruto le preocupó más algo que vio en el borde de la ventana... una flor de cerezo.

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Ya estaba bastante entrada la noche, Sakura estaba avanzando de árbol en árbol rápidamente.

—¡¡Espero que no sea demasiado tarde!! —exclamó. Aceleró aún más el paso, hasta que saltó del último árbol: ahora frente a ella se veía campo abierto, así que continuó corriendo. Según avanzaba una imagen en el horizonte se iba haciendo más y más grande, hasta que la kunoichi se encontraba justo a los pies: allí estaba de nuevo, frente a la cascada custodiada por las figuras de Madara Uchiha y el Primer Hokage. Observó un instante las dos figuras, y subió a lo alto de la cascada. Allí había tenido lugar el combate de Naruto.

Lo único que se oía era caer el agua de la cascada, se veía bastante bien porque había luna llena y se reflejaba en el agua. Sakura avanzaba lentamente esta vez.

—Parece que he llegado a tiempo... –pensó. Se detuvo cuando llegó hasta el cuerpo de Madara, al lado de la estatua de él mismo, clavado a la tierra con la katana de Sasuke. De pronto el Uchiha abrió el ojo derecho y giró la cara para ver a la chica. Sakura no pudo evitar dar un paso atrás de la horrible impresión que esto le dio.

—Vaya vaya... —dijo el Uchiha— Ya pensé que no vendrías - intentó apoyarse un poco sobre una mano pero no tenía fuerzas. Al ver esto, la kunoichi se animó y se acercó.

—No podía hacerte eso... Al fin y al cabo me estabas esperando ¿no?

—Mierda... —murmuró Madara.

—No sé cómo te las arreglaste aquella vez, si alguien te ayudó a curar tus heridas... ¡Pero esta vez no podrás hacerlo de nuevo!

—Aunque yo no esté, ¡continuará el legado del Primero, y también el clan Uchiha! ¡Volverá a repetirse hasta que los Uchiha cumplan su destino, y gobernarán Konoha!

—Tal vez…—aceptó la kunoichi— Pero tú eso ya no podrás verlo. ¡No puedes saber lo que va a pasar!

—Así que no me equivocaba al querer quitarte de en medio... —Sakura sacó los guantes y comenzó a ponérselos.

—Soy la pieza que no encajaba en tu plan ¿no? – preguntó ella, y acumuló tanto chakra en su puño que brillaba.

—Un solo golpe. —pensó ella— Es casi todo mi chakra... - y en medio de un grito cruzado de ambos, la pelirrosa hundió su puño en el pecho del Uchiha. El golpe fue tan grande que cambió el paisaje: ahora al lado de la estatua de Madara había un cráter que llegaba hasta la base de la montaña. Durante muchos años, la gente que no llegó a enterarse de lo que había pasado pensó que había caído un meteorito en ese lugar...

Sakura se puso en pie. Tal golpe la había aturdido un poco a ella también. Miró a Madara, su cuerpo estaba destrozado. Sacó un pergamino en el que guardó el cuerpo del Uchiha, y ató la katana a su espalda. Echó a correr pero enseguida tuvo que parar.

—Vaya... ¡sí que me he cansado! - se giró, vio el resultado de su golpe sobre Madara, y sonrió triunfante - Bueno, supongo que es normal que esté cansada... ¡¡Pero no puedo quedarme aquí!! - hizo unos sellos - ¡Deslizamiento de tierra! - la tierra que la rodeaba empezó a deslizarse. La pelirrosa se quedó quieta, dejándose llevar.

—No sé hasta dónde podré llegar con el chakra que me queda, —pensó—pero por lo menos no tendré que hacer todo el camino andando...

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Ya era de día y nadie había averiguado nada de Sakura. Todos estaban preocupados, especialmente Naruto, que la buscaba por todas partes, aunque se suponía que no podía salir del hospital. Estaba buscando por las afueras de Konoha...

—¡¡Naruto-san!! —exclamó un shinobi—¡Hokage-sama me ha enviado a buscarte! ¡Quiere que vayas al hospital!

—¿Ha aparecido Sakura-chan?

—¡Aún no!

—De acuerdo, —asintió el rubio— voy al hospital a ver a Kakashi-sensei - y se deshizo en una nube de humo.

—¿¿Un clon?? Con este chico ya es imposible averiguar si es el de verdad...

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En el hospital...

—¿Para qué me buscabas, Kakashi-sensei? —preguntó Naruto.

—¡Vaya, no pensé que vendrías tan pronto! —exclamó sorprendido Kakashi.

—Hay 200 como yo buscando, eso no lo dudes.

—Ya veo... así que eres un clon ¿verdad? —Naruto negó con la cabeza.

—No, yo era el que estaba más cerca del hospital.

—Bien. —asintió Kakashi— Ven, hay algo que deberías ver... - Kakashi le indicó a Naruto que le siguiera. Al girar en un pasillo vio a Shizune, Tsunade, Jiraiya, Itachi, Ino y Sai.

—¿Qué pasa? —preguntó el rubio.

—Les dije a todos que salieran... —explicó Kakashi— Quiere que entres sólo tú.

—Qué quiere... —dudó Naruto—¿¿¿de quién me hablas??? - a todos les caía una gotita por la cabeza.

—¡¡Vamos, entra ya, pesado!! – exclamó Ino, señalando la puerta de una habitación, Naruto siguió la dirección y entró. Dentro vio a Sasuke, sentado en la cama. Parecía agotado.

—¡¡Sasuke!! ¿Cómo estás? —el moreno mostró una pequeña sonrisa.

—Vivo... - el rubio también sonrió.

—¡¡No puedes imaginarte lo que me alegra que vuelvas a ser tú!! —exclamó Naruto.

—Sí... —murmuró Sasuke—quiero encontrar mi lugar... ya he hablado con Kakashi-sensei de ello... Pero también quería hablar contigo...

—¿De qué? —preguntó Naruto.

—Tú eres una de las personas más importantes que ha habido en mi vida... Mi rival y a la vez mi mejor amigo...

—¡Sasuke! —interrumpió Naruto, riendo—¿Te estás declarando?

—¡¡Cállate idiota!! Sólo digo que me gustaría... que pudieras considerarme tu amigo... Aunque por supuesto sé que eso habrá que ganarlo con el tiempo, tú ahora tienes muchos amigos...

—Sí, —asintió Naruto— es cierto, en general somos todos amigos - sonrió - Y además hay un grupo que somos muy buenos amigos, ya lo sabes.

—Sí, lo sé... Por eso, sé que ha pasado mucho tiempo, habrá otra persona a la que consideres tu mejor amigo...

—Puede ser... —dijo Naruto, dudando—Bueno... Tal vez diría que mi mejor amigo es Gaara o quizá Sai... Son personas muy distintas, pero de alguna forma muy cercanas a mí.

—Claro, —continuó Sasuke— aunque me resulta raro, no espero llegar y que olvides eso...

—Sasuke, —interrumpió Naruto, serio— tú nunca perdiste tu sitio porque yo no te consideraba mi mejor amigo - el moreno lo miró extrañado - Eres mi hermano.

El Uchiha puso una media sonrisa.

—Si lo piensas, —continuó el rubio— sólo a un hermano se le puede perdonar todo lo que ha pasado, y seguir a su lado - sonrió.

—Naruto... ¿me estás intentando convencer para hablar con Itachi? - el rubio se puso rojo - No eres bueno disimulando... Pero es parte de lo que he hablado con Kakashi-sensei.

—Debo confesar que tengo curiosidad por saber qué has hablado con Kakashi-sensei... —dijo Naruto—Pero ahora que veo que estás bien, tengo que irme, ya seguiremos hablando ¿de acuerdo?

—¿A qué viene tanta prisa? - Naruto le contó que no encontraba a Sakura, y Sasuke se puso en pie de un salto.

—¡Te ayudaré! —exclamó Sasuke—¡Vamos a buscarla! - pero sintió un pinchazo de dolor y no cayó al suelo porque Naruto lo sostuvo.

—¿Estás preocupado por ella verdad? —preguntó Naruto, algo triste. Sasuke se volvió a sentar en la cama.

—Claro. —asintió el Uchiha— ¡Es normal que me preocupe por mi cuñada! - el rubio sonrió.

—De acuerdo, seguiré buscándola, ¡te mantendré informado! - se dirigía a la puerta de la habitación cuando un ruido en la ventana hizo que los dos miraran hacia allí. La pelirrosa estaba entrando por la ventana a la habitación.

—¿Así que estáis preocupados por mí? —preguntó sonriendo.

—¡¡Sakura-chan!! – el rubio se acercó y la abrazó - ¡¡Qué susto nos has dado!! ¡¡¡No sabes qué mal lo he pasado!!!

—Tienes razón... —murmuró la kunoichi—Lo siento, Naruto...

—¿Dónde fuiste? —preguntó el moreno—¡Porque imagino que alguna razón habría para que te marcharas!

—Claro. —asintió ella—Es que me acordé de que te habías dejado algo... - sacó la katana y se la tendió al Uchiha, que se quedó mirando la hoja sorprendido.

—La pieza que no encaja... —murmuró Sasuke— ¡¡No puede ser!! ¿Dónde está?

—En un rollo. —respondó Sakura—No quería venir con él a la vista, por si acaso.

—Bien pensado. —felicitó el moreno.

—¡Alto alto! —exclamó Naruto—¿Alguien me puede explicar de qué estáis hablando? ¿Y qué haces con la katana de Sasuke? - a Sasuke y Sakura le cayeron sendas gotas por la frente. Después de explicárselo, Sakura fue a contárselo a Kakashi, Tsunade y Jiraiya, dejando a los dos amigos solos de nuevo.

—¿Sigues teniendo prisa? —preguntó Sasuke.

—¡Supongo que ya no! Regresaré a todos los clones, así que cuéntame lo que has hablado con Kakashi-sensei - se sentó enfrente de Sasuke.

—Aunque aún no ha aceptado mi petición... Quiero dejar el equipo.

—¿¿¿Quéee??? —exclamó Naruto—¿Pero por qué quieres eso?

—¡Vamos Naruto! ¡No reacciones como un niño!Además Sakura, Sai y tú formáis uno de los grupos más fuertes que hay... No sería lógico que me uniera yo también...

—Pero...

—Además —interrumpió Sasuke—nosotros somos hermanos ¿no? - puso una pequeña sonrisa - Eso no va a cambiar porque no estemos en el mismo equipo. Y también lo hago por mí... quiero volver a las raíces de mi clan... quiero entrar en ANBU.

—¿¿En ANBU?? —preguntó Naruto, sorprendido— ¡Creía que no querías estar cerca de Itachi!

—Hay que aprender a afrontar las cosas, Naruto... Itachi siempre cuidó de mí, aunque yo no lo entendiera... Él es mi asunto pendiente ahora. Kakashi-sensei me ha dicho que nos van a retirar la vigilancia que nos tenía a los dos, así que le he pedido formar equipo en ANBU con él.

—¿¿¿Qué dices??? —gritó preocupado el rubio—¿¿¡¡No será esto otro plan!!??

—¡¡Imbécil!! ¿¡Cómo puedes decir eso!? – resopló con fuerza y se relajó un poco - De todas formas... me ha dicho que eso no va a poder ser posible.

.....................................................

Fuera, en el pasillo...

—Bueno ¡cuando salga Naruto se acabaron las visitas! —anunció Shizune—¡Tenemos que hacerle un par de pruebas para asegurarnos de que no corre peligro!

—¿¿¿Qué??? —exclamó Ino— ¡Yo quiero entrar!

—Ah no, ¡¡de ninguna manera!! —prohibió la morena.

—La verdad... yo también quería entrar. —murmuró Itachi.

—Itachi... - en ese momento se acercó una figura con una capa negra y la máscara de ANBU. No llevaba la capucha puesta, dejando ver una melena pelirroja.

—¿Puede ser ella? —pensó Ino—¿La compañera de Sai?

—¡Sai, Itachi-san! —llamó la recién llegada—¡El capitán Yamato quiere veros!

—Está bien... entonces vendré después – dijo Itachi, y los tres se fueron.

—Ino... tú también deberías irte, —aconsejó Shizune— ya sabes que tardaremos bastante rato en hacer las pruebas.

—Hai... - y se fue cabizbaja. Camino a casa se encontró con Sakura.

—¡¡¡¡¡Ino!!!!! —llamó la pelirrosa, sorprendida.

—¡Sakura! ¡Te hacía con el consejo!

—Sí, estuve, es que no era largo de contar... —explicó Sakura— Enseguida llegaron a las mismas conclusiones que yo. Y la verdad, ¡ya tengo ganas de pasar por mi casa!

—¡Vamos, te acompaño! - y empezaron a caminar.

—¿Has hablado ya con Sasuke? —preguntó la pelirrosa.

—No... Shizune-san me dijo que me fuera, van a hacerle pruebas... Nos fuimos todos, porque vino una ANBU a buscar a Sai e Itachi.

—Ah...

—Bueno no una ANBU cualquiera, ¡sino la compañera de Sai! —contó Ino—¿La conoces?

—¿A Miki? No, pero he oído hablar de ella.

—Pues cuando ha llegado ella se han ido. ¡¡Ni siquiera se despidió!! —exclamó molesta Ino.

—¿Que no se despidió Miki? —preguntó confusa Sakura.

—¡No, hablo de Sai!

—....

—¡Pero no es nada en comparación con lo de ayer! —continuó la rubia—¿Te puedes creer que vino a buscarle y sin dejarle llegar al suelo se echó en sus brazos a abrazarlo? ¡¡Qué poca educación!!

—¿Es que te molesta? —preguntó Sakura sonriendo.

—¡¡Idiota!! —exclamó la rubia sonrojada—¿¿¿Por qué iba a molestarme??? Yo ahora... ¡estoy con Sasuke-kun! —Sakura agachó la cabeza.

—A Sai le gustas desde hace mucho... —Ino se quedó sin palabras, sorpendida.

—Pero como dices, ahora estás con Sasuke, —explicó Sakura—Sai comprendió que no había nada que hacer... y empezó a salir con Miki.

—¿¿¿Qué??? —exclamó la rubia.

—¡Pero todo ha salido bien, la verdad! Se le ve contento, ¡parece que se llevan muy bien! Además aparte de Shikamaru y Temari, es el primero en haber pasado a mayores... - soltó una risita traviesa.

—¿A mayores?

—Sí, ya sabes, a hacerlo... —insinuó Sakura.

—¿¿Que Sai lo ha hecho con esa estúpida?? ¡Pero si parece más pequeña que nosotros! —exclamó Ino.

—No tengo ni idea, sólo te digo lo que sé...

—Bueno Sakura —interrumpió Ino, furiosa— tengo que irme ya, ¡debería ir a la floristería! - y se alejó. La pelirrosa se quedó viendo cómo se iba la rubia y sonrió.

—¡¡Lo sabía!! —pensó Sakura—¡¡¡Le ha molestado!!!

........................................

En el despacho de Yamato...

—Bueno —dijo Miki—me marcho para que hablen a solas.

—¡No Miki, quédate! —ordenó Yamato—Esto también va contigo.

—De acuerdo... —asintió la chica, extrañada.

—Si no le importa capitán... tengo algo de prisa... —apremió Itachi.

—Lo entiendo. —sonrió el castaño—Por desgracia acabo de hablar con Kakashi-sama y quiere hablar con vosotros personalmente...

—¡El caso es marearnos! —exclamó la pelirroja.

—¿¿Qué decías?? – preguntó Yamato con cara terrorífica.

—¡¡¡No no nada...!!! - Sai e Itachi rieron.

—Hay varios asuntos a tratar... —continuó Yamato— El primero es con todos los de tu generación, Sai. Por favor encárgate de que estéis los 14 esta tarde en el despacho del Sexto.

—¿¿Los… 14?? —preguntó confundido Sai.

—Los 4 equipos que hubo en un principio, más Temari-san y tú. —aclaró Yamato.

—De acuerdo pero... Shikamaru y Temari-san están en la villa de la Arena.

—Descuida, llegarán a tiempo... - el moreno asintió - Después de hablar con todos ellos, Kakashi-sama quiere hablar con nosotros tres.

—¿Qué tres? —preguntó Miki, alzando una ceja.

—Itachi, tú y yo. —respondió Yamato.

—¿¿¿Quéeee??? ¿¿¿Para qué demonios quiere hablar el Hokage conmigo??? —exclamó la chica.

—¡Tendrás que esperar a esta tarde para averiguarlo! Bueno ahora podéis iros, pero no olvidéis la cita ¿de acuerdo?

—¡Hai! – respondieron los tres, y salieron del despacho.

—Bueno, —dijo Itachi—me voy al hospital, a ver si me dejan hablar con Sasuke de una vez.

—¡Ya me hubiera gustado tener un hermano que se preocupara tanto por mí! – exclamó sonriendo Miki. Itachi se sonrojó y se fue. La pelirroja miró al moreno —¿No deberías empezar a avisar a tus amigos? ¡No creo que les encuentres a todos a la primera!

—¿Te apuestas algo a que sí? —preguntó Sai, sonriendo.

—¡Claro que apuesto! Voy contigo, el que pierda invita a comer ¿de acuerdo?

—Vale. —asintió el moreno— ¡Vamos! - y ambos salieron del edificio de ANBU.

—¡¡Además así los conoceré de una vez!! —rió la pelirroja.

—Primera parada: ¡el hospital!

—¿El hospital? Ah claro que algunos fueron ingresados ¿verdad? —recordó Miki.

—Así es - entraron al hospital, subieron un par de plantas y el moreno se acercó a una puerta — Aquí están Kiba e Hinata-san - abrió la puerta y allí estaban, tal como dijo, la Hyuga sentada en la cama, y Kiba sentado a su lado.

—Buenos días —saludó la Hyuga. Miki los miró fijamente y se giró hacia Sai.

—Vaaale, van dos.

—¡Ey hola Miki-san! —exclamó Kiba.

—Venimos a deciros que esta tarde Kakashi-sama quiere vernos a todos en su despacho, así que nos vemos allí a primera hora. —anunció Sai.

—¡Claro! ¿Quieres que se lo digamos a alguien? —se ofreció el Inuzuka.

—No... —sonrió el moreno— voy a ganar una apuesta.

—Ya veremos... –dijo Miki, y salieron de la habitación. Sai indicó que subieran un piso más, y se acercó a otra puerta - Espera, — lo detuvo la kunoichi— antes de abrir, ¿a quién se supone que encontraremos aquí?

—De los que buscamos, sólo a Sasuke-san.

—¡¡Ey qué bien!! —gritó Miki—¡¡¡Al fin voy a conocer a un miembro de tu equipo!!! - y abrió ella misma la puerta de golpe. En la habitación estaba Itachi sentado en una silla, frente a Sasuke, que estaba sentado en la cama, mientras una enfermera le cambiaba las vendas del pecho. Miki se lo quedó mirando y se puso roja.

—¿Y tú quién eres? —preguntó serio Sasuke.

—¡Miki! —exclamó Itachi— ¿Qué haces aquí... y sin el uniforme? No es algo oficial ¿no? - ella no movió un músculo, seguía roja. Sai apareció a su lado.

—Venimos a ver si Sasuke-san está en condiciones de ir a ver a Kakashi-sama esta tarde.

—Si si... —asintió Sasuke— ya me lo ha dicho Itachi. No os preocupéis, iré.

—De acuerdo, entonces nos vemos allí a primera hora - dijo Sai, saliendo por la puerta.

—OK... ¡espera Sai! – exclamó Sasuke. El otro moreno se dio la vuelta - se te olvida algo... — señalando a Miki, que seguía en la misma posición. Sai tiró del brazo de Miki, y ambos salieron de la habitación.

—¿Qué te pasa? – preguntó Sai. La pelirroja seguía igual, sus mejillas hacían juego con su pelo.

—¿Por qué me he puesto así? —pensó la chica—No es el primer chico que veo sin camiseta...

—Bueno, —suspiró Sai—llevamos 3 ¿eh? ¡No te olvides! - Miki reaccionó

—¡¡Está bien!! ¡¡Pero de 3 a 14 hay mucho!! - seguían andando, pero el moreno se detuvo en una puerta.

—¿Preparada? Vas a conocer a Naruto y Sakura.

—¿¿En serio?? —de la emoción volvió a hacer lo mismo, abrió la puerta de golpe. Allí estaba Naruto sentado en la cama, y Sakura sentada al borde de la cama, estaban hablando cogidos de la mano. Ambos se giraron sorprendidos. Sai entró corriendo detrás de la pelirroja.

—¡Miki! —exclamó Sai—¡Deja de hacer eso!

—¿¿Tú eres Miki?? – preguntó Naruto, pegando un salto en la cama. Ella asintió.

—¡¡Al fin te conocemos!! —exclamó Sakura.

—¡Qué bien! —dijo la ANBU—¡¡Ya tenía ganas!!

—Bueno chicos, venimos a deciros que Kakashi-sensei quiere vernos a todos en su despacho, así que nos vemos allí a primera hora ¿de acuerdo? —repitió Sai.

—¡Hai! —dijeron a la vez Naruto y Sakura.

—¡Entonces nos vamos! Queréis estar solos ¿verdad? – dijo Miki saliendo y guiñando un ojo. Sai salió detrás de ella dejando solos a NaruSaku.

—¿No te ibas a casa? —preguntó Naruto a la pelirrosa.

—Sí que fui, —dijo Sakura, sonrojada— pero es que... me apetecía volver...

—¿Sabes? —preguntó el rubio, sonriendo— Aún no me puedo creer que oiga ese tipo de cosa de ti.

Sakura se acercó a él y a su oído dijo:
—Pues es hora de que empieces a creerlo - el rubio se sonrojó y se separó un poco para mirarla a los ojos.

—Sakura-chan... eres preciosa, inteligente, divertida, cariñosa... además de la mejor kunoichi que he conocido. Sólo tu sonrisa tiene el poder de iluminar la habitación en la que estés.

Sakura lo miró sorprendida, y completamente roja. El rubio agachó la cabeza:

— ... así que no entiendo... que puedes ver tú en alguien como yo...

Sakura se puso seria y con las dos manos suavemente levantó la cara del rubio:
—Naruto... ¿cómo puedes decir eso? ¡Eres una inspiración para todo el mundo! Tan bueno y generoso con todos... Además de que irradias el espíritu de fuego, ¡¡y nunca te rindes!! - se puso roja - Y también...

—¿También qué?

—Bueno que... —murmuró Sakura—no estás nada mal... - Naruto se sonrojó, entonces ella se acercó y lo besó. Al separarse, Naruto chocaba los índices.

—Sakura-chan... ¿recuerdas que teníamos una cita pendiente? - ella asintió - ¿Qué te parece si la tenemos hoy después de ver a Kakashi-sensei?

—¡Me parece genial! —se quedó pensativa unos momentos y añadió— ¡Eso sí, tendrá que ser un rato después, para que me dé tiempo de arreglarme!

—¿Arreglarte?

—¡Claro! ¡Quiero estar guapa para nuestra cita! - el rubio pasó las manos por la espalda de la kunoichi y la acercó a él suavemente.

—Sakura-chan... tú siempre estás guapa - y se fundieron en un apasionado beso.

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Por las calles de Konoha, iban un chico alto moreno y una bajita pelirroja.

—Muy bien, entonces en nuestra apuesta no cuentan Shikamaru y Temari-san ¿verdad? —preguntó Sai.

—De acuerdo... ¡Pero sólo porque aún no han vuelto a la villa! ¡De todas formas aún te quedan dos! ¡¡Habrás acertado con los demás a la primera, pero en algún momento deberá cambiar tu suerte!! —desafió la kunoichi.

—¡Vas a perder, Miki! ¡Sé dónde tenemos que ir ahora! - y se adelantó. La pelirroja le siguió hasta que él paró en medio de una calle. Señaló un cartel: "Floristería Yamanaka", y entraron.

—Buenos días —saludó Ino—¿en qué puedo ayudarl...? ¿Eh? ¿Sai? ¿Qué haces aquí? - entonces vio como Miki entraba detrás del moreno.

—¿¿Vaya, tenías que estar aquí Ino-san?? —dijo la pelirroja, con cara de fastidio.

—¿Pero qué te crees niñata? —replicó Ino, enfadada—¿Quién eres tú para hablarme así?

—Eh ¿a quién llamas niñata? ¡Sólo tengo un año menos que tú! ¡¡La estatura no tiene nada que ver!!

—Etto.... dejadlo ya ¿vale? —interrumpió Sai—Venimos a decirte que Kakashi-sama quiere vernos a todos a primera hora de la tarde en su despacho.

—¿A primera hora? —repitió la rubia—No queda mucho, ya casi es la hora de comer...

—¡Y eso significa que he ganado! – exclamó Sai, dándole dio una palmada en la espalda a Miki que casi hace que caiga al suelo - Vamos a comer, ¡invitas tú!

—Eh…—la pelirroja lo miró confundida— ¿cómo que invito yo? No me salen las cuentas…, ¡¡falta uno!!

—Claro... —rió Sai— ¡¡yo!! - la pelirroja empezó a contar con los dedos a toda velocidad, cuando acabó agachó la cabeza de golpe.

—Mierda... ¡me has pillado!

—Vamos, vamos, no es para tanto... —dijo el moreno— sólo es que suelo observar a la gente, me gusta conocer su comportamiento... —se acercó hasta uno de los ramos de la tienda.

—Me quedo esto – le dijo Sai a Ino. La rubia vio como elANBU sacaba algo de uno de los jarrones de muestra. El moreno se acercó a Miki y le dio una bonita flor azul — Toooma para que no te enfades.

—¿Una flor? —pensó Ino— ¿¿Le regala flores?? - entonces vio como Sai se acercaba a ella - Viene a pagarla... tranquila Ino, ¡no pasa nada!

Entonces Sai llegó al mostrador, y dejó unas monedas.

—Pero... —dijo ella, al verlo—¡esto es el doble de lo que cuesta esa flor!

—Lo sé – asintió él, sonriendo. Levantó la mano y le dio otra flor azul a Ino — Ésta es para ti. Hace juego con tus ojos.

La rubia se puso muy roja y la tomó de las manos de Sai, que junto con Miki se dirigía a la salida. Desde la puerta el moreno giró un poco la cabeza:

—Hasta luego... Ino-chan.

—¿Ino-chan...? – pensó Ino. Miró la flor, y al poco sacudió la cabeza - ¿Qué tonterías estoy pensando? ¡¡Él está con esa Miki!!... ¡¡y yo con Sasuke-kun!!

Fuera...

—Con que... Ino-chan ¿eh? —rió Miki. Sai se puso muy rojo.

—Eh.... sólo es una forma de hablar.

—¡Sai! ¿Es que se te ha olvidado que es imposible mentirme?

—Etto... es verdad, por un momento olvidé que eres del clan Saotome…

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Poco después de comer, llamaron a la puerta del despacho del Hokage.

—¡Adelante! – la puerta se abrió y el Sexto levantó la cabeza - ¡Ah! ¡Menos mal que ya estáis aquí!

—¿Pasa algo? —preguntó Shikamaru.

—Es que quiero veros a todos, ya pensaba que quizá no llegaríais...

—¿Cómo sabía que volvíamos tan pronto? – preguntó Temari. Shikamaru puso una mano en el hombro de la kunoichi.

—Me parece que nuestro Hokage sabía perfectamente a qué íbamos a la villa de la Arena...

—¡Así es! —rió Kakashi—Bueno, no había muchas razones para que poco después de decidir ser ninja de Konoha quisieráis visitar la aldea oculta de la Arena ¿no?

—¡Nos ha pillado! —exclamó Temari, sonriendo.

—¿Y qué han dicho tus hermanos? —curioseó el hokage.

—Ya lo sabían desde que vine a Konoha. Aunque Gaara-niichan me ha pedido que hable con usted sobre la fecha...

—Vaya —interrumpió Kakashi— ¡es la primera vez que oigo referirse al Kazekage como niichan! - Temari se sonrojó - Bueno, es tu hermano después de todo. Aunque no sé porqué tenéis que hablar conmigo de la fecha de vuestra boda...

Continuará.

Mientras Kakashi hablaba con Shikamaru y Temari, se oyó la puerta del despacho, era Shino.

—¡Ah! —exclamó el hokage—Ya empezáis a llegar ¿eh? Bien, pasa, esperaremos a los demás - enseguida entraron Tsunade y Jiraiya, y poco a poco fueron apareciendo los demás. Sakura, Naruto, Hinata y Kiba llegaron juntos, y poco después llegó Sasuke, apoyado en Itachi para caminar mejor.

—Bueno esta reunión no es para mí. Esperaré fuera... – dijo Itachi. Kakashi asintió. Entonces llegaron Sai y Miki, el moreno entró mientras que la chica se quedó fuera con el Uchiha.

—¿Y bien? —preguntó Miki, sonriendo— ¿Qué tal te ha ido con Sasuke-san?

—No hace falta que te responda ¿verdad?

—No, claro que no – la pelirroja agachó la cabeza - Lo siento...

—No hace falta que te disculpes, Miki. —repuso Itachi— Lo llevas en la sangre, eres una Saotome al fin y al cabo... ¿Sabes que mi clan detestaba al tuyo? Pensaban que la habilidad de los Saotome era una vulgar imitación del sharingan... —contó el moreno.

—Sí, había oído algo... - en ese momento llegó Yamato y los tres esperaron en silencio.

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En el despacho...

—Bien, veo que ya estáis todos. —dijo Kakashi.

—Sí, queremos deciros algo —explicó Tsunade.

—Mostrasteis un gran valor y capacidades al luchar contra Akatsuki. —halagó Jiraiya— Es por eso que queremos nombraros...

—¡¡La "Generación de Oro"!! —dijeron los tres a la vez.

—¿¿Qué?? —preguntaron todos.

—Vaya, no quedó como habíamos ensayado... —murmuró Jiraiya.

—A partir de ahora la gente sabrá de la existencia de la Generación de Oro de Konoha. —anunció Tsunade. —Un grupo unido por la amistad desde que intentaban convertirse en chunnin, convirtiéndose en un grupo temible como enemigo.

—¡¡Eso es genial!! —exclamó Naruto.

—¿¿Verdad?? ¡¡El nombre se me ocurrió a mí!! —presumió el sannin.

—¡¡Es fantástico ero-sennin!!

—Bueno ya vale... —interrumpió la anterior hokage— Hay más cosas que queríamos deciros... Pero no a todos...

—Sí, —asintió Kakashi—aunque pensamos que sería una tontería hablaros de uno en uno, ya que en cuanto os viérais os lo contaríais todo - los chicos rieron.

—Va a haber cambios con vosotros chicos... —anunció Jiraiya.

—¿¿Cambios?? – exclamó Lee. Naruto miró a Sasuke.

—¿Esto va por ti verdad? —murmuró el rubio.

—Supongo... —respondió el Uchiha.

—Tenten, —llamó Tsunade— ya que estás al lado de la puerta, ¿puedes decirles que entren? - la kunoichi obedeció, y entraron Yamato, Itachi y Miki.

—Esto también va con vosotros – dijo el sannin. Los tres asintieron.

—He recibido varias peticiones... —informó el hokage— y curiosamente algunas se complementan con otras, y con lo que ya había pensado yo… Sasuke, como tú querías, a partir de ahora estás fuera del equipo Kakashi - todos se sorprendieron - Desde hoy entrarás en ANBU.

—Gracias, Kakashi-sensei —respondió Sasuke.

—Espera, aún hay más. Pero primero debo decir... que ya no tiene sentido que lo sigamos llamando equipo Kakashi... Porque aunque estaré siempre que lo necesitéis, no podré ejercer de Capitán todo lo que debería...

—Pero Kakashi-sensei... —protestó Naruto.

—Por suerte, —interrumpió Kakashi— los miembros del equipo son suficientemente fuertes como para no necesitar un capitán de fuera. Además, Sakura ya es jounin. A partir de ahora ella será la líder del equipo.

—¡Hai! —exclamó la kunoichi.

—Por otra parte —continuó el peligris— en ANBU también va a haber cambios... Yamato, ¿estás seguro de lo que me pediste?

—¡Completamente! —asintió el aludido.

—Muy bien, —suspiró Kakashi— ¡desde este momento dejas de ser el líder de ANBU! - todos se sorprendieron, nadie se lo esperaba.

—Veréis... Eso me quitaba demasiado tiempo y bueno... —explicó el castaño— Anko-chan y yo... estamos esperando un hijo.

—¡¡Ey Capitán!! —exclamó Naruto—¡¡Enhorabuena!! - Yamato sonrió

—Desde ahora formaras equipo con Rin, —anunció Kakashi—¿estás de acuerdo?

—¿Rin-senpai? ¡Por supuesto!

—Bien. —continuó el hokage— Claramente ANBU no puede estar desorganizada, así que es el mejor momento de darle el líder que se merece, la única persona a la que ahora le confiaría el poder policial de Konoha... Uchiha Itachi, ¿aceptas ser el líder de todo ANBU?

—Kakashi-sama... —murmuró Itachi—¿Habla en serio? - el Hokage asintió - Yo... no quiero que esto provoque desconfianza...

—¡Tonterías! —exclamó Tsunade—¡Nadie ha demostrado la lealtad a la villa que has demostrado tú!

—Si de verdad piensan eso... entonces acepto con mucho gusto - Itachi miró a su hermano, y por primera vez desde hacía mucho tiempo vio en los ojos de Sasuke... admiración por su hermano mayor, lo que llenó de felicidad a Itachi.

—Bueno por dónde seguimos... – Kakashi se quedó pensando un momento - Ah sí, ¡Sai! - todos se sorprendieron de que algo fuera a cambiar con él. —Sé que has estado demasiado ocupado entre ANBU y el equipo... Me parece lógico que quieras quedarte sólo con una de las dos cosas.

—¿Sai, tú también quieres cambiar? – preguntó triste Naruto, pero el moreno sólo le sonrió.

—Así que ya estás oficialmente fuera de ANBU. —anunció Kakashi— ¡A partir de ahora eres enteramente un miembro del equipo Sakura!

—¡¡"Equipo Sakura"!! —pensó Naruto—¡Me gusta como suena! – y añadió, en voz alta - ¡Genial, Sai!

—Pero Sasuke debe ser entrenado en las técnicas de ANBU, y las personas indicadas tendrán otras cosas que hacer... Itachi, Sai, Yamato o Rin... – suspiró Kakashi - Así que ahí es donde entras tú, ¡Saotome Miki! - todos se giraron para mirar a la pelirroja, que se sonrojó.

—¿Qué? —pensó Sasuke— Genial, otra vez con una inútil fangirl... - de pronto Miki parecía enfadada.

—¿¿Cómo voy a formar equipo con un estúpido prepotente?? —exclamó la kunoichi.

—¿A qué viene eso? —protestó el moreno.

—¡Acabas de llamarme "inútil fangirl"! ¿Te parece poco?

—Pero... ¡¡si no he dicho nada!!

—¡Idiota! —criticó Miki—¡¡Basta con que lo pienses!!

—¿Cómo... que... con que lo piense...? —titubeó Sasuke.

—Sasuke-niichan... —llamó Itachi—¡Miki es la última del clan Saotome! ¿No recuerdas lo que nos contaba padre?

FLASH BACK

—¡Sasuke! —exclamó Fugaku—¡Ya has empezado la academia, así que espero que tardes tan poco como tu hermano en despertar el sharingan!

—¡Sí, padre!

—Los Saotome se creen mejor que nosotros... ¡eso es porque su técnica aparece casi al nacer!

—¿Y qué técnica es esa? —preguntó Sasuke.

—Es una vulgar imitación del sharingan... por supuesto no hay punto de comparación, además ellos lo tienen casi por nacer, ¡mientras que nosotros para alcanzar el sharingan tenemos que demostrar nuestro poder! ¡Así que date prisa en hacerlo Sasuke, para demostrarles quién tiene poder aquí!

END FLASH BACK

—Una Saotome... —murmuró Sasuke.

—Etto... —interrumpió Naruto—¿soy el único que no había oído nunca eso?

—Naruto... ¡debiste estudiar más! —criticó Sakura— Los Saotome eran un poderoso clan en Konoha, mirando a alguien podían leer su mente, pero esa técnica no se controla, quisieran o no, leían los pensamientos de aquel a quien miraban... Eso provocó que se volvieran unos contra otros, porque todos alguna vez pensamos algo malo... así que terminaron desconfiando todos de todos, eso fue a más hasta que finalmente se aniquilaron ellos mismos... Lo que no sabía... es que quedase un miembro del clan.

—Sí... —dijo Miki, cabizbaja.

—¿Aceptas a Sasuke a tu cargo? —preguntó Itachi.

—Está bien...

—¡Muy bien, entonces formaréis equipo! —exclamó Itachi.

—Eh, ¡un momento! —intervino la pelirroja—Una cosa es enseñarle cómo se trabaja en ANBU, ¡y otra tenerle de compañero!

—¿¿Tienes algún problema?? —preguntó Sasuke.

—Es que... como Sai estaba sólo la mitad de tiempo en ANBU... la otra mitad del tiempo trabajaba sola. ¡No pensaba volver a formar equipo otra vez!

—¡Venga ya! —exclamó Sasuke—¡Eso es mentira! ¡Nadie trabaja solo en ANBU!

—Desde luego no es lo habitual... pero es verdad —aclaró Yamato.

—Sí, —asintió Itachi—con el poder que tiene, ha ido sola a misiones, y no hemos temido ni un momento por ella. Por cierto Sasuke-niichan... no habrá dudas de que ella es la líder del equipo ¿no?

—¿¡Qué!?

—¡Vamos Sasuke-san! —dijo Sai—Es muy buena líder, ¡y es jounin desde mucho antes de que tú fueras chunnin!

—Así que la mocosa esta... —pensó Ino—¿¿¡¡encima es jounin!!??

—De acuerdo, —convino Kakashi—entonces hemos acabado con ANBU... ¡los demás! Ya sabéis que un grupo estará formado por Sakura, Naruto y Sai. Los demás grupos quedáis igual, pero a partir de ahora sois independientes de vuestros capitanes, de momento seréis grupos de dos chunnin y un jounnin.

—Perdone Kakashi-sensei... Pero... ¿qué pasa conmigo? —preguntó Temari.

—Sí, también hemos pensado en ti. —explicó Kakashi—Como eres nueva en Konoha no te asignaremos a un grupo de nivel jounnin, irás a un grupo de tres chunnin. Ellos ya lo saben, ¡formarás equipo con Zotetsu e Izumo!

—¿Ts, con esos dos inútiles? —se burló Sasuke.

—¡¡¡Deja de llamar inútil a todo el mundo!!! —gritó Miki.

—Además darás clase en la academia, como ya hacen Ino, Shikamaru, Neji o Sai. —anunció el hokage.

—¡Hai!

—Sai, ¿también das clase? —preguntó Naruto—Y yo que pensaba que estaba muy ocupado... - Sakura y Sai se rieron.

—Hokage-sama... —llamó Shikamaru— ha dicho que formaremos grupos de un jounin y dos chunnin... ¡pero nuestro equipo es de tres chunnin!

—Esto ya lo pensaba cuando era la Hokage... —sonrió Tsunade.

—Así es. —asintió Kakashi— Por unanimidad, el consejo ha decidido ascenderte a jounnin, Shikamaru.

Un rato después de concretar cosas...

—¡Y aún nos queda un asunto de que hablar! —anunció Jiraiya.

—¿¿Algo más??... —protestó Chouji—¡Tengo hambre...!

—Cualquiera diría que han dejado todo el trabajo para hoy... – murmuró Sakura. A Kakashi, Jiraiya y Tsunade les cayó una gota por la cabeza.

—Naruto, esto va por ti. —avisó Kakashi—Ya ha pasado el mes que te di de plazo. ¿Quieres hacer la prueba para convertirte en jounin?

—¡¡Claro que quiero!! —exclamó decidido.

—Muy bien. ¡Entonces mañana harás la prueba! —anunció Jiraiya—Ven aquí a las 10 de la mañana para saber en qué consiste.

—Es que no me lo vais a decir ya??? - los tres negaron con la cabeza - Vaya...

—Si a alguien le surge algún problema con las decisiones que hemos tomado, hacédnoslo saber. —añadió Kakashi—¡Ya podéis iros!

—¡Hai! – exclamaron todos, y se fueron. Bajaban todos juntos de la torre...

—¡Eh Shikamaru! —exclamó Sai—¿Vamos a celebrar que ya eres un jounin?

—Verás... esta noche... mejor no... - cogiendo la mano de Temari. Los demás sonrieron

—Creo que mañana es mejor día para celebrarlo, porque habrá que celebrar otro ascenso a jounin, ¿eh Naruto? – preguntó Sasuke. Naruto mostró una gran sonrisa.

—¡¡No adelantes acontecimientos!! —rió Kiba—¡Aún está a tiempo de cagarla!

—Vamos... Kiba-kun... no seas malo con Naruto-kun... —dijo HInata.

Sakura agarró a Naruto del brazo.
—¡Venga, venga! ¡Todos sabemos que mañana haremos una doble celebración! Pero hoy... hoy no... - y tirando del rubio se separaron del grupo.

—¡Eh! —exclamó Lee—¿Por qué se van?

—Parece mentira que no entiendas esas cosas... – dijo Shino. Todos se quedaron callados un momento, que Miki interrumpió agarrando del brazo a Sai.

—¡Mierda Sai! ¡Te voy a echar de menos!

—Pero sólo me pierdes como compañero—sonrió Sai.

—¡Y menos mal! —exclamó la pelirroja—¡No sabes el alivio que es para alguien que lee la mente, hablar contigo, que dices lo que piensas!

—Ya está la mocosa esta... —pensó Ino.

—¿¿Y ésta es la líder a la que tengo que obedecer?? —pensó Sasuke.

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—La verdad es que sí estoy nervioso... —admitió Naruto.

—Es normal, —sonrió Sakura—¡aunque yo estoy segura de que lo vas a conseguir!

—¡¡Haré mi mejor esfuerzo!! - ambos sonrieron, y al poco se separaron para ir a prepararse para la cita. El rubio fue a su casa y se duchó, después fue a su habitación y se quedó pensando

—Sakura-chan decía que se iba a arreglar... ¡tengo que dar buena impresión cuando llegue a su casa! - después de pensarlo un poco, se puso una camisa blanca y unos pantalones negros con las costuras naranjas. Algo nervioso por su primera cita se dirigió a casa de Sakura. Cuando llegó allí llamó a la puerta...

—¡Hola Naruto! —saludó la madre de Sakura—¡Qué puntual eres!

—¡Hola! Gracias... entonces, ¿sabían que iba a venir?

—¡Claro! —asintió la mujer—Pasa, Sakura casi está lista - el rubio entró, y vio de frente al padre de la pelirrosa.

—Espero que sepas tratar bien a mi única hija, ¿eh muchacho?

—¡Sí ,señor! —exclamó Naruto, sonrojado— ¡Yo sólo quiero lo mejor para Sakura-chan!

—Muy bien, ¡así se habla! —rió el hombre—¡Anda, ven a sentarte! - los padres de Sakura se sentaron en la salita, y le indicaron al rubio que se sentara en un sillón.

—¿Y qué planes tenéis? —preguntó la madre de Sakura.

—Etto... pues no sé decirle... iremos a cenar, supongo...

—¡¡Pues vaya preparación!! —pensó la mujer, y continuó: —Quiero que sepas chico, que cuando Sakura habló con nosotros no me gustó la idea de que saliera contigo... — Naruto agachó la cabeza — Pero eres el hijo del Cuarto, además has demostrado tu valía varias veces... y aunque no estuviera de acuerdo, conociendo a mi hija... ¡daría igual lo que yo dijera!

—Claro, —sonrió su marido—así que mejor que nos llevemos bien ¿no?

—Eh... ¡sí, supongo que sí! – exclamó el rubio, sorprendido. En ese momento se abrió la puerta de la salita, y entró Sakura. Llevaba un vestido rojo ajustado de manga corta, cruzado en el pecho dejando ver algo de escote. Naruto se tapó la nariz porque le dio la sensación de que podía tener una hemorragia nasal y no quería que los padres de la pelirrosa lo vieran. Entonces se puso de pie de golpe.

—¡¡¡Sakura-chan!!! ¡¡¡Estás preciosa!!! - ella se sonrojó

—¡¡Muchas gracias Naruto!! ¡Tú también estás muy bien! - le tomó del brazo y ambos salieron de la casa.

—¿Qué te parece si vamos a cenar Sakura-chan?

—¡Muy bien! Es la mejor hora para eso. —sonrió la pelirrosa.

—Pero no puedo llevarla a Ichiraku... —pensó Naruto—¡se supone que es una cita formal! - caminaron hasta un elegante restaurante, y el rubio se detuvo.

—¿Te gusta este sitio? —preguntó Naruto.

—¿De verdad? ¡¡Es fantástico!! - y entraron. Se sentaron en una mesa pequeña, con una vela en medio y flores a los lados. Comieron la especialidad del restaurante, "nouvelle cuisine", Naruto pagó la cuenta y salieron algo callados, hasta que la pelirrosa se echó a reír.

—¡Vamos Naruto, dilo! ¡Si sé perfectamente lo que piensas!

—¿De qué me hablas?

—¡De que no te ha gustado nada! —exclamó ella, sonriendo—¡Y sales con el mismo hambre con el que entraste! - Naruto se sonrojó - Pero sabes qué... ¡yo también! - y ambos se echaron a reír.

Naruto la tomó de la mano y echó a correr.
—¡¡Vamos Sakura-chan!! ¡Te voy a invitar a una cena de verdad! - y fueron a Ichiraku.

—¡¡Dos de ramen con todo!! —exclamó Naruto.

—Vaya Naruto, ¡qué elegantes venís! —dijo el dueño de Ichiraku.

—¡Es que es una cita! —respondió el rubio, guiñando un ojo.

—¡Entendido! —exclamó el cocinero— ¡¡Entonces me esforzaré!! - al cabo de un momento tenían un par de platos de ramen frente a ellos. Comieron y hablaron alegremente. Cuando terminaron...

—¿Sabes por qué prefiero esto al restaurante? – preguntó la kunoichi. El rubio la miró extrañado, y ella acercó su banqueta a la de él, se abrazó a su brazo y apoyó su cabeza sobre el hombro de Naruto — Allí no podía hacer esto. — al cabo de un rato la pareja salió del puesto de ramen, y estuvieron un rato paseando.

—Sakura-chan... hay algo que me gustaría enseñarte... si tú quieres...

—¡Claro que sí Naruto! - el rubio guió a la pelirrosa, hasta que llegaron al edificio en el que él vivía.

—Etto... Naruto... ¡¿qué es exactamente lo que me quieres enseñar?! - el rubio se rió, dijo —"Quiero que conozcas mi mundo" —y tomándola de la mano subieron al tejado. Ella lo miró extrañada.

—¿Qué hacemos aquí? —preguntó Sakura, extrañada—¿Es que el tejado es tu mundo?

—Aquí reunía mis dos sueños - ella lo miraba extrañada. Él señaló hacia el horizonte, se veía la montaña con los rostros de los Hokages.

—Entiendo. —sonrió la kunoichi—¿Así que subes aquí a dejar volar la imaginación?

—Me gusta verlo un poco siempre que puedo... pero es mejor lo que viene después. Haz lo mismo que yo, anda - y se tumbó sobre el tejado. Ella no lo entendía pero lo imitó, ambos se quedaron viendo las estrellas — Soy incapaz de dormir si no las he podido ver.

—¿Y eso por qué? —preguntó ella.

—Porque esto representa el mayor sueño de todos... tú. Las estrellas son lo único comparable con el brillo de tus ojos. Estuviera donde estuviera, me sentía feliz cuando las veía, porque por un segundo parecía que te estuviera viendo a ti — suspiró — Sakura-chan... — no pudo seguir porque la pelirrosa se acercó a besarlo tiernamente

—Eso es lo más bonito que he oído… y más aún sabiendo que lo dices de verdad - ambos sonrieron

—Sakura-chan... hay algo que quería preguntarte...

—¡Claro, pregúntame lo que quieras, Naruto!

—¿Quieres... quieres ser mi novia? - la miró muy decidido, con una sonrisa nerviosa. A ella le cayó una gota por la cabeza y se rió. El rubio agachó la cabeza — Perdona... no tenía que haber dicho eso... —Sakura levantó su cara suavemente.

—Entonces… ¿No lo estás diciendo en broma? Naruto... si todo el mundo lo da por hecho, ¡es por algo!

—¿Lo dan por hecho? —preguntó el rubio. Sakura asintió sonriendo.

—Claro... Incluso he convencido a mis padre para que les pareciera bien - rió - ¡y pegué a Sasuke! - el rubio también se rió al recordarlo - Y eso es porque tú eres el único...

—... el único...?

—Eres el único que me hace sentir que las pequeñas cosas pueden ser maravillosas si estoy a tu lado… ¡El único que hace que se dibuje una sonrisa en mi cara sólo con verte! Porque en mi corazón…, hace mucho que soy tu novia. - al rubio le brillaron los ojos.

—Y sólo esa sonrisa tuya es la que hace que me sienta realmente feliz – dijo él, haciéndola sonrojar. El rubio se acercó y se besaron un rato largo, abrazados. Cuando se separaron, Naruto volvió a tumbarse sobre el tejado, y la pelirrosa hizo lo mismo, apoyando la cabeza sobre el pecho de su rubio. Pasaron así algún tiempo, hasta que...

—Venga, vámonos ya —sugirió Sakura.

—¿¿Es que no estás a gusto??

—¡Por supuesto que sí! —sonrió ella—Pero se hace tarde, y debes estar descansado para la prueba de mañana.

—¡¡Tienes razón!! —exclamó Naruto—Vamos, te acompaño a casa - y así lo hizo, pero apenas habló en el camino. En la puerta de la casa de la pelirrosa, ella miró fijamente al rubio.

—No debes estar nervioso, Naruto. ¡Sé que lo vas a hacer muy bien! ¡Y yo estaré allí para animarte! - esto alegró mucho al kitsune

—¿¿De verdad?? ¡¡¡Entonces no puedo fallar Sakura-chan!!! - le dio un suave beso en los labios y empezó a alejarse. Ella fue rápido hasta su habitación y se asomó a la ventana. Naruto se volvió, la vio en la ventana, y los dos se echaron a reír. Cuando ya no conseguía verlo, la pelirrosa alzó la mirada y vio de nuevo las estrellas, aún con una gran sonrisa.

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Por la mañana, Sakura fue a casa de Naruto para asegurarse de que no se quedaba dormido. Le convenció para levantarse tan pronto invitándole a ir a desayunar a Ichuraku otra vez.

Ino se dirigía a la academia una mañana más. Ya estaba en la misma calle de la academia, cuando...

—¡Buenos dias, Ino! – saludó Sai.

—¡¡Buenos días!! —respondió la rubia—¿Vienes ya a dar tu clase?

—No, aún no es hora. ¿Y tú?

—También es pronto para mi clase. Vengo pronto porque quería cuidar de las flores de la academia - el moreno sonrió - Si no vienes a clase, ¿qué haces por aquí?

—Pensaba pasarme antes por ANBU a devolver el uniforme - le enseñó a la rubia que en la bolsa que llevaba estaba el uniforme.

—Ya veo... Vas a echarlo de menos ¿verdad?

—Ha sido casi toda mi vida, —explicó Sai— pero sin dudarlo, prefiero estar en el equipo con Naruto y Sakura. Sí echaré de menos a algunos compañeros... al capitán Yamato, a Itachi... pero sobre todo a Miki, claro - en ese momento Ino, que había estado tan tranquila y tan a gusto hablando con él hasta ese momento, estalló al oir de nuevo ese nombre, ese nombre que volvía a estropearle el día.

—¡¡Bueno vale ya!! —gritó Ino—¡¡Miki, Miki, Miki!! Que parece que no hay nadie más de quien hablar ¿no?

—¿Pasa algo? —preguntó el moreno, extrañado.

—¡¡Pues sí!! ¡Que no entiendo porque te tienes que haber liado con esa mocosa!

—Nunca entenderé algunas reacciones... Pero si tú estás enamorada de Sasuke-san ¿no? —preguntó el moreno. En ese momento Ino se empezó a poner muy roja.

—Y si estoy enamorada de él… ¿por qué no dejo de pensar en ti? - el moreno abrió mucho los ojos. Ella continuó, ya no podía callarse - ¿Por qué casi no he podido dormir, pensando que estabas con ella? - sus ojos se humedecieron, y a Sai se le cayó la bolsa de la mano de la impresión - ¡¡No quiero volver a pensar todo lo que pensé anoche!! Quiero que tus labios sólo besen los míos, que tus manos sólo toquen mi piel... Y entonces, ¿tú crees que estoy enamorada de Sasuke? - agachó la cabeza, una lágrima caía por su mejilla .

—No, claramente no. Ino-chan... - puso una mano en su cara y secó la lágrima - No estoy con Miki, nunca lo he estado. A mí sólo me gustas tú... - y sonrió.

—¿No estás con ella? —Sai negó dulcemente con la cabeza, pero para su sorpresa, la rubia explotó en un ataque de ira—¡¡¡¡Que no estás con ella!!!! Ahhh!! Voy a matar a Sakura!!!! - y echó a correr. Sai se quedó en medio de la calle, con una gota cayéndole por la frente. Ino no tardó en encontrar a Sakura y Naruto desayunando en Ichiraku.

—¡¡¡Sakuraaaa!!! —gritó Ino.

—¡Hola Ino! —saludó la pelirrosa—¿Qué tal?

—¿¿¿¿Cómo que qué tal???? ¿¿¿Cómo me dijiste que Sai-kun estaba con Miki, si era mentira??? - Sakura se rió, haciéndole enfurecer más aún - ¿¿¿De que te ríes???

—Lo dije porque sabía que sentías algo por Sai. ¡Sólo quería que te dieras cuenta antes de que fuera tarde!

—¡¡Pero eso no es razón suficiente!! —exclamó la rubia—¿¿Tú sabes el ridículo que acabo de hacer?? Acabo de decirle que no soporto que esté con ella porque sólo quiero que esté conmigo... ¡¡y resulta que no era verdad que estaban juntos!! - entonces se acercó Naruto, aún comiendo.

—Etto... —interrumpió el rubio—a ver si lo he entendido... te le has declarado, él te corresponde... y lo que has hecho tú ha sido... ¿¿salir corriendo a buscar a Sakura-chan?? - Ino abrió mucho los ojos y se fue corriendo por donde había venido.

—¡Qué chica esta! —exclamó Naruto—Pero bueno, no todos pueden ser como nosotros ¿verdad? - dijo lleno de orgullo

—Anda calla, ¡que lo nuestro nos ha costado! - y se echaron a reír

Ino volvió al lugar donde vio a Sai, pero ya no estaba. Un poco triste, arregló las flores y después fue a dar una de sus clases. En medio de la clase se oyó como llamaban a la puerta.

—¡Adelante! – exclamó Ino. Para su sorpresa, se abrió la puerta y entró Sai.

—¡Buenos días, Sai-sensei! —saludaron los alumnos.

—¡Buenos días chicos! —respondió el moreno, sonriendo—Hoy vais a aprender una cosa nueva.

—Sai, —llamó Ino—perdona, estaba en medio de una lección...

—Chicos, —interrumpió Sai—¿a que queréis aprender algo más que las lecciones?

—¡¡¡¡Síii!!!! —exclamaron todos.

—Muy bien, —continuó él—entonces tengo una cosa muy importante que enseñaros. Leí en un libro que cuando tengas la felicidad casi al alcance de la mano, tienes que estirarte a por ella. ¿Entendéis lo que os digo?

—No... —murmuraron los chicos.

—Ya, —asintió Sai— yo tampoco lo entendía antes. Pero las cosas se entienden mejor con ejemplos, ¿verdad? Pues para que veáis, esto es a lo que me refiero — entonces miró con decisión a Ino, caminó hasta ella y la besó. La rubia al principio ni se movió, pero enseguida abrazó el cuello del moreno y correspondió el beso. Cuando se separaron los alumnos se estaban riendo, y los dos se pusieron muy rojos.

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En el edificio de ANBU, Miki estaba mirando unos papeles, cuando se abrió la puerta de la sala.

—¡Ya era hora! —exclamó Miki.

—¿Cómo sabes que soy yo? —preguntó Sasuke—Si no me estás mirando no puedes saber lo que pienso ¿no?

—Lo he sabido por el sonido. Cada uno nos movemos de una manera diferente, sonamos diferente. Es una de las cosas que aprenderás aquí — lo miró y se rió — A ti nadie te ha dicho qué es lo primero que se hace al entrar en ANBU, ¿verdad?

—¡Pues no!

—¡Ya veo! —rió la pelirroja.

—¿Y ella qué sabrá? —pensó el Uchiha.

—Sí, ¡sí lo sé! —exclamó la kunoichi— Vienes en manga larga... ¡y lo primero es que la persona que esté a tu cargo te haga el tatuaje!

—¡¿Tú!? ¿Tú vas a hacerme el tatuaje? —preguntó, y pensó: —¡Con lo inútil que parece o lo hace mal o estaremos aquí todo el día!

—Quítate la camiseta y siéntate – dijo ella, sacando una cajita con lo necesario para hacer el tatuaje —¡Y deja de llamarme inútil! Además puedes estar tranquilo, creo que soy la que más tatuajes ha hecho...

—¿Eso significa que es la que más ANBUs ha tenido a su cargo? —pensó Sasuke.

—Más o menos —dijo la pelirroja.

—¿¿¿Tienes que leerme siempre el pensamiento??? —exclamó el moreno enfadado.

—Lo siento, ya sabes que no se puede controlar. Creéme que quisiera poder hacerlo — ya estaba empezando a hacerle el tatuaje. Un par de minutos después... — Ya está. ¿A que no te ha dolido?

—¿Cómo? ¿Tan rápido? Si apenas he notado…

—Te dije que tenía práctica. —interrumpió ella—Y justo a tiempo, ¡vienen a buscarnos!

—¿Qué dice...? - en ese momento se abrió la puerta y apareció un ANBU

—Itachi-teicho les espera en su despacho. —anunció el recién llegado.

—¡Gracias, ahora vamos! —exclamó Miki.

—¿Por qué le da las gracias si ella tiene mayor rango? —pensó Sasuke.

—Hay cosas que no las enseñan en la academia ¿eh? —rió la pelirroja— Bueno, ahí tienes el uniforme. Te espero fuera, póntelo y vamos a ver a Itachi-tencho.

—¡Qué raro me suena Itachi-tencho....! – pensó Sasuke, mientras la pelirroja salió y se apoyó en la pared, completamente roja.

—¡Madre mía! —pensó—Menos mal que no es él el que lee el pensamiento, porque cuando se quitó la camiseta... - entonces salió Sasuke

—Espero que vaya todo bien... —pensó Sasuke—hoy no estoy para aguantar tonterías... ¡¡hoy no!!

—¡Vamos! – exclamó Miki. Llegaron al despacho de Itachi y entraron. Itachi estaba de pie al lado de unos ficheros.

—¡Sí, pasad, pasad! —dijo Itachi—Bueno ya sé que ni siquiera habéis comenzado vuestro entrenamiento juntos, pero acabo de llegar al cargo y hay un gran problema... Y como os conozco bien, he pensado en vosotros.

—¿De qué se trata? —preguntó Sasuke.

—Veréis, un grupo nocturno ha creído ver a un criminal de rango S por las afueras de Konoha. —explicó Itachi.

—¿Y qué han hecho? —insistió Sasuke.

—Aún debes aprender cómo se hacen las cosas aquí, Sasuke-niichan—dijo Itachi en tono condescendiente.

—¡¡¡Grrr hoy no le aguantaré más contestaciones!!! —pensó Sasuke—¡¡No!! - a Miki le asustó este pensamiento.

—Era un grupo de observación. —continuó Itachi—Quiero que vayáis a comprobarlo. Si fuera verdad, estoy seguro de que podréis derrotarlo vosotros dos. Aquí tenéis la ficha - los dos miraron la ficha detenidamente - Muy bien, ¡espero vuestro informe cuando haya noticias!

—¡Hai! – dijeron los dos, y se fueron.

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10 am, en el despacho del Hokage...

—¡¡Muy bien ya estoy aquí!! —exclamó Naruto.

—¡Bien Naruto! ¡Veo que vienes con ganas! —observó Kakashi.

—¡Lo que me extraña es que esté aquí a la hora, Kakashi-sensei! – rió Sakura. Tsunade y Jiraiya entraban también por la puerta.

—¡No te extrañes Sakura! —exclamó Tsunade—En realidad acaba de llegar, ¡¡pero debería haber estado aquí desde hace un par de horas!! - Kakashi agachó la cabeza

—Bueno bueno como sea... ¡Vas a averiguar en qué consiste tu prueba!

—Síiii ¿¿qué es, qué es?? —preguntó el rubio.

—Tu prueba es....................... ¡¡una lucha!! – exclamó Kakashi, mientras a Naruto y Sakura les cayeron unas gotas por la frente, y un pájaro pasaba al lado de la ventana... "ton.. to... ton.. to.."

—¿¿Una lucha?? —preguntó Naruto—¿Y por eso tanto misterio?

—¡No te apresures chaval! —advirtió Jiraiya—¡No será una lucha cualquiera!

—Eso es. Será un combate manejando la naturaleza del chakra. —explicó Tsunade.

—Bah, eso no es nuevo. —dijo Naruto, indiferente.

—Tu chakra es de tipo viento y agua. —añadió Kakashi—Esos elementos son débiles frente al fuego y la tierra, así que te verás con la persona que mejor utiliza esos dos elementos a la vez.

—¿Quiere decir que alguien combina el fuego y la tierra? —preguntó Sakura—¿Hay alguien así en Konoha?

—Sí…- asintió Jiraiya. Naruto y Sakura se quedaron algo sorprendidos. En ese momento llamaron a la puerta.

—Ah, son las 10:05, —observó Tsunade—¡justo cuando le dijimos que viniera!

—¡¡Adelante!! – exclamó Kakashi. Naruto y Sakura miraron a la puerta y abieron mucho los ojos. Al ver entrar a esa persona, ambos exclamaron:

—¿¡Tú?!

Continuará.

Sasuke y Miki avanzaban por las afueras de Konoha. De pronto...

—¿Sientes eso? —preguntó Sasuke. La pelirroja asintió.

—Viene de varios puntos a la vez. No debemos actuar precipitadamente.

—¡No! —exclamó el moreno—¡Puedo con todos!

—Puede que sean varios, o que sea un Kage Bushin. —advirtió Miki—Espera a que hagan algún movimiento que los delate.

—¡¡Y una mierda!! – gritó el moreno, y sacando su katana se lanzó al ataque. Se movió muy rápidamente y acabó con varios enemigos - ¡¡Es un Kage Bushin!!

Miki no se había movido de su posición.
—Ya lo sé - frente a ella había tres cuerpos idénticos. Era un tipo enorme. Ella hizo sellos muy rápido, y las ramas de los árboles de al lado aplastaron a los tres cuerpos.

Sasuke saltó y se puso a su lado.
—¿Cómo has hecho eso? – preguntó el Uchiha mientras una docena de clones los rodeaban.

—Lo aprendí del capitán Yamato gracias a mi técnica. —explicó Miki—Así es como sé quién es el verdadero...

—¿Qué dices, niña? —dijo el enemigo.

—Activa el sharingan – ordenó Miki a Sasuke. Él lo hizo, mirando al criminal - No Sasuke... mírame a mí.

—¿Qué? —preguntó su compañero.

—Este tipo ya ha perdido. —dijo la kunoichi—Pero tú vas a aprender una técnica que te será útil.

—¡Ja! —exclamó el criminal— ¿Crees que puedes conmigo? - la pelirroja formó sellos y juntó las palmas de las manos. Las separó poco a poco, entre sus manos se formaba un rayo. Con una mano lo controló y lo lanzó rápidamente contra uno de los cuerpos, que acabó en el suelo, y todos los demás se deshicieron en una nube de humo.

—¿Entonces ya está? —preguntó Sasuke—¡Tsk, qué aburrido! - Miki se quitó la máscara de golpe, muy enfadada.

—¡¡¡Joder, Sasuke!!! ¡¡Te dije que esperaras!! ¡¡¡Ya sé que te cuesta aceptar que estoy al mando, pero es así!!!

—Eh, tranquilízate—dijo, y pensó: — Después de todo lo que he pasado ¿qué me tiene que decir esta niñata?

—¿Y tú qué sabes por lo que he pasado yo? ¡¡Mi clan se destruyó a sí mismo!! ¡Si yo sigo viva es porque tuve miedo y huí! - Sasuke se sorprendió - ¿Sabes lo que es saber lo que piensa la gente en ese momento? ¿Escuchar lo que está pensando tu madre en el momento exacto en el que decide matar a tu hermano, o en el que realmente lo hace? ¿Y escuchar lo que pensaban los demás de mí después, día tras día? ¡Que éramos monstruos! ¡Que estaría mejor muerta...! ¿¿Has pasado por eso, dime??

—Pero ahora eres la niña mimada de ANBU ¿no? —dijo con desdén el moreno.

—¿¿La niña mimada?? ¡Eso es porque tienen miedo de lo que sé! ¡¡Nadie puede guardar un secreto si estoy delante!! Si no me hubiera vuelto fuerte, ¡ya estaría muerta por eso! — entonces el criminal empezó a incorporarse. La pelirroja movió la mano y unas ramas se desprendieron de dos árboles cercanos para atarlo

—¡¡Tú no te metas!! – exclamó Miki. Enseguida agachó la cabeza, dio unos pasos y se echó el criminal al hombro - ¡Venga, volvamos! - Volvían hacia la villa en silencio. Por puro masoquismo, Miki miró directamente a Sasuke para saber lo que pensaba:

—Sigo sin entender porqué se comparaba el sharingan con esa técnica de los Saotome, que parece sólo para cotillear... Bah ni que me importara... ¡Sólo quiero que pase este día!

—¡Otra vez igual! —pensó ella—¿Qué demonios pasará hoy?

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En el despacho del Hokage, Naruto y Sakura miraban sorprendidos hacia la persona que acababa de entrar.

—¿Así que tienes ese poder? —preguntó Sakura.

—Hombre, ¡no cualquiera podría infiltrarse solo en Akatsuki! —sonrió Kakashi.

—Gracias... —dijo Rin, sonrojada.

—¿Entonces voy a luchar contra ti? —preguntó Naruto—No te ofendas, pero no me pareces una rival dura...

—Mejor para mí si piensas así. —respondió la castaña— ¡Más fácil será ganarte!

—¡Vosotros dos, tranquilos! —intervino Tsunade—Si estáis preparados comenzaremos la prueba - Rin y Naruto asintieron

—Muy bien, entonces vamos al estadio de los exámenes – dijo Kakashi. Se puso de pie y todos juntos salieron de la torre rumbo al estadio. Por el camino se cruzaron con Lee

—¡¡Naruto!! ¡¡Sakura-san!! ¿Ha pasado algo?

—¡No qué va! —exclamó Naruto—¡Vamos al estadio, la prueba es luchar contra Rin!

—Tú... —murmuró Lee, sorprendido— ¿¿¿¿vas a luchar con... la que fue compañera de Kakashi-sama???? - NaruSaku asintieron - Y... ¿es privado?

—Puedes venir a verlo si quieres —sonrió Kakashi.

—¡¡Genial!! ¡¡Ahora voy!! - y salió corriendo en otra dirección a toda velocidad.

—Este chico es muy raro... —murmuró Tsunade.

Lee llegó enseguida a la academia, entró corriendo y frenó en un pasillo, abrió la primera puerta de golpe. Era una sala de profesores, estaban allí Neji y Shikamaru, el Hyuga tomaba un café y el Nara estaba mirando un libro.

—¡¡¡Naruto va a pelear contra Rin-san en el estadio!!! —gritó Lee—¡¡Rápido!! - a los dos shinobis se les cayó lo que tenían en la mano, y salieron los tres corriendo. Shikamaru se detuvo en una puerta, y abrió de golpe. Allí estaban Ino y Sai intentando explicarles a los alumnos lo que había pasado.

—¡¡Naruto contra Rin-san en el estadio!! – exclamó Shikamaru. Todos se sorprendieron, y salieron corriendo detrás del castaño (los alumnos incluídos). Por la calle iban todos corriendo con ganas de ver el combate, la gente les preguntaba con curiosidad qué pasaba, y muchos se unieron al grupo. En el estadio, aún no se habían sentado Sakura, el Hokage y los consejeros, cuando empezó a entrar tanta gente que parecía la final de un examen chunnin. Kakashi, Tsunade y Jiraiya abrieron los ojos como platos, asombrados. Sakura se rió:

—No pensarían que Lee iba a venir solo ¿verdad?

—Bueno, es igual. —suspiró Kakashi—¡Naruto, Rin! Las normas son sencillas: el combate se acabará cuando uno de los dos no pueda continuar, pero puedo detener el combate en cualquier momento si me parece oportuno, ¿de acuerdo?

—¡Hai! —exclamaron ambos.

—¡Una cosa más, Naruto! —continuó Kakashi—¡Ganar no significa que hayas superado la prueba! - Naruto agachó la cabeza.

—¡Ayyy! ¿por qué siempre tienen que complicar las cosas?

—¡¡Podéis empezar!! – exclamó Kakashi. Los dos se miraron decididamente.

En el público, un gordito avanzaba entre la gente con patatas fritas y palomitas, hasta que llegó hasta sus amigos.

—¿Llego tarde? —preguntó Chouji.

—No, aún no ha empezado —dijo Shino.

—Bien - abrió una bolsa - ¿Queréis? ¡He traído de sobra por si os apetecía!

—¡Vaya Chouji! —sonrió Shikamaru— ¡Parece que has madurado!

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En el despacho de Itachi...

—Lo habéis hecho muy bien, ¡y en un tiempo récord! —felicitó Itachi— ¿Qué tal en vuestra primera misión juntos?

—Aún tenemos que entendernos como equipo—respondió Miki.

—Pero hemos cumplido con el objetivo, ¿no? —dijo Sasuke.

—Sí, así es. —asintió el capitán—Bueno, pues podéis iros para entrenar, pero Miki éstate alerta, puede que Ibiki-san te necesite para el interrogatorio - el emo ya estaba camino de la puerta.

—¡Ni siquiera se acuerda de qué día es! —pensaba Sasuke. En ese momento Miki frenó en seco y se dio la vuelta.

—Itachi-teicho, ¿puedo hablarte en privado un momento?

—Sí, por supuesto. —aceptó él, exrañado—Sasuke, ¿te importa esperar fuera? - el otro moreno soltó como un gruñido mientras salía.

—Genial, —pensó Sasuke—ya le va a decir que no obedecí sus órdenes...

—No es eso – replicó Miki. Sasuke se giró un momento y salió del despacho.

—¿Y bien? —preguntó Itachi.

—Sasuke está muy raro – anunció Miki. Itachi frunció el ceño.

—Hasta donde yo sé... Sasuke ES raro.

—No, ya... no me refiero a eso... —sin ganas de dar rodeos, la kunoichi preguntó directamente— ¿Qué pasa hoy?

—¿Hoy? —preguntó Itachi, extrañado— No entiendo

—Lleva todo el día dándole vueltas al día que es hoy, y se pone de peor humor - el mayor de los Uchiha se quedó pensando unos momentos. De pronto se dio cuenta de algo y se levantó de golpe.

—¡Hoy! Es... es el aniversario de aquel día...

—¿Qué día? —preguntó la pelirroja. Itachi agachó la cabeza.

—El día que maté a nuestra familia...

—Ya veo...

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En el estadio...

—Así que tú eres Uzumaki Naruto... ¡Bueno puede que esto sea interesante! - el rubio sonrió – Venga chico, ¡enséñame qué sabes hacer!

—¡Cometes un grave error al dejarme atacar tan fácilmente! - hizo unos sellos - ¡¡Dragón de hielo!! - el dragón se acercaba hacia la kunoichi a toda velocidad, que no se movía.

—No está mal - hizo sellos muy rápido y una ola de lava deshizo el hielo - ¡Pero te has confiado demasiado! - todos quedaron sorprendidos.

—¡No es todo lo que tengo! - haciendo sellos - ¡Técnica del bocado de serpiente! - un rayo acuático se dirigía a Rin.

—Me estoy aburriendo... Río de Tierra - una corriente de lodo deshizo la técnica del rubio, llegó hasta él y lo tumbó - ¿Por qué crees que tu prueba es enfrentarte a mí? ¡Debes hacerlo mejor!

—¡¡Tú lo has querido!! Kage Bushin no Jutsu! - más de una docena de clones aparecieron rodeando a la kunoichi.

En el público:

—¡Bien! —exclamó Lee. — ¡¡Esto se pone interesante!!

En el palco...

—Parece que ya se lo va a tomar en serio—dijo Jiraiya.

—¡¡Bien Naruto!! —exclamó Sakura.

—Sakura, no te confíes... —advirtió Kakashi—Rin también es capaz de mucho más...

—¡Je! ¡Se nota que eres hijo de Kushina! – dijo Rin. Naruto abrió mucho los ojos, sorprendido - Vamos a cambiar de estilo... - y sacó su katana. Los Narutos sacaron dos kunais cada uno y se lanzaron sobre ella. La kunoichi se defendía muy bien de los ataques, pero al cabo de un rato se notaba que se estaba cansando.

—¿Demasiado vieja para esto? – rió Naruto. Los clones formaron un círculo que dejaba a Rin en el centro - ¡Vamos a acabar con esto!

Todos los Narutos a la vez: ¡¡Técnica del gran soplo de viento!! - fuertes corrientes de viento se dirigían hacia la kunoichi por todas partes

—¡¡Llamas del fénix!! –exclamó ella, moviéndose rápidamente. Unas llamas deshicieron las corrientes de viento, y chocaron contra los que las emitían, los clones se deshicieron en una nube de humo y Naruto quedó un poco chamuscado.

—¡Mierda! —exclamó el rubio—¡¡Pero esto sí que no puedes evitarlo con la ventaja que te da la naturaleza de tu chakra!! - creó un clon y empezaron a formar un rasengan.

—Esa técnica me es familiar... —sonrió Rin.

—¿¿¿Estás loco??? —gritó Jiraiya—¿¿¿Vas a usar un rasengan contra ella???

—¡¡¡No voy a perder este combate!!! —exclamó Naruto.

—Está bien, Jiraiya-sama. No podrá darme con él —dijo Rin.

—¿Qué dices? —preguntó Naruto—Ahora ve...

—¡¡Pantano del más allá!! - un pequeño pantano se creó a los pies de Naruto

—¿Qué pasa? ¡¡No puedo moverme!!

—¿Esa técnica...? —murmuró Jiraiya.

—Sí Jiraiya, ¡esa técnica! —asintió Tsunade—Tú se la enseñaste ¿verdad?

—Sí…, ¡pero es la primera vez que veo utilizarla para inmovilizar sólo a una persona!

—¿Y eso qué significa? —preguntó Sakura.

—Parece que Rin ha usado una medida desesperada para evitar que Naruto pudiera usar el rasengan. —explicó Kakashi—Y ahora está inmovilizado... parece que Naruto ha perdido. Creo que debería detener el combate.

—¡¡Parece que no lo conocieras en absoluto!! - los tres miraron a la pelirrosa sorprendidos - ¡¡Vamos Naruto!! ¡¡Puedes hacerlo!! - él miró a la kunoichi y sonrió.

—Siento tener que llevar la contraria a tu novia, —dijo Rin— pero desde que has caído en el pantano, has perdido el combate. Eres duro, así que tendré que utilizar mi técnica más potente para que no puedas continuar. Tranquilo, enseguida te curaré - el rubio se puso pálido, y la castaña empezó a hacer sellos - ¡¡Dragón de lodo!! - un dragón de lodo se dirigía hacia Naruto

En el público...

—¡¡¡Oh no!!! —exclamó Tenten.

—¡¡Está perdido!! —dijo Kiba.

El dragón se acercaba al rubio, que no podía moverse.

—¡¡Allá va!! – exclamó Rin mientras la técnica casi llegaba a rozar a Naruto — Pero debo reconocer... que esperaba algo más del hijo de Minato-sensei...

En ese momento la cara de Naruto mostraba que estaba totalmente tranquilo, incluso miraba desafiante a la kunoichi. Un segundo antes de que el dragón de lodo se lo llevará por delante, Naruto desapareción entre destellos dorados.

Tsunade, Kakashi y Jiraiya se pusieron de pie de un salto.

—¡¡¡¡No puede ser!!!! —gritó Tsunade.

—Esa técnica es........ —murmuró atónito Kakashi.

—¡¡¡El Hiraishin no jutsu de Minato!!! —terminó Jiraiya.

Sakura les miró impresionada y murmuró:
—La técnica del Cuarto Hokage...

Rin estaba en medio del estadio, en estado de shock. Entonces el rubio apareció a su espalda y de una patada la tiró al suelo, dos clones la sujetaban con fuerza. Naruto sacó un kunai y lo puso encima del cuello de Rin.

—¿Es suficiente así? —preguntó el rubio.

—¡Es más que suficiente! —exclamó Jiraiya.

—No hace falta que pensemos nada Naruto... —dijo Kakashi—a partir de ahora tu rango es el de jounin de Konoha.

Todo el público se puso de pie a aplaudir. Naruto miró a su alrededor, vio a sus amigos gritando muy contentos, vio a los sannin y a Kakashi sonriendo, a Sakura emocionada... pero siguió mirando. Allí estaba casi toda la villa, aplaudiendo su ascenso. No era por nadie más, solo estaban allí aplaudiendo por él. En ese momento a Naruto le invadió una sensación que no había notado en su vida, se sentía más reconocido que nunca. Un par de lágrimas cayeron por sus mejillas.

—Aunque me hayas vencido, —dijo Rin, incorporándose—ha sido un honor luchar contra ti.

Los amigos de Naruto bajaban corriendo para felicitarle. Kakashi los vio.

—Sakura, baja tú también si quieres - se oyeron unas risas - ¿Eh? ¿Qué pasa? - se dio la vuelta y miró a los sannin, que se estaban riendo.

—¡Sakura no esperó a que le dieras permiso! ¡Mira! – Tsunade señaló hacia la arena del estadio, la pelirrosa corría hacia Naruto, y se lanzó a sus brazos.

—¡¡Enhorabuena cariño!! Lo has conseguido!! - el rubio la abrazó más fuerte.

—¡¡¡Muchas gracias Sakura-chan!!! ¡¡Sin tu apoyo no lo hubiera logrado!! - sus amigos ya habían llegado abajo, se unieron al abrazo de la pareja y empezaron a saltar gritando a coro:

—¡Na-ru-to! ¡¡Na-ru-to!!

—¡Así que esta noche tenemos una doble celebración!—exclamó Shikamaru. En eso, bajaron el Hokage y los sannin. Naruto se separó de los amigos para hablar con ellos.

—Enhorabuena Naruto. —dijo Kakashi—No lo había dudado en ningún momento - tendiendo la mano hacia el rubio. A Sakura le caía una gota por la frente

—Mentiroso... —pensó la pelirrosa.

Naruto estrechó la mano del Hokage, y entonces Tsunade lo abrazó.

—Gracias, Naruto - al separarse, el rubio vio que la sannin tenía los ojos humedecidos.

—¡Oba-chan! ¿¿Qué sucede??

—Es que ha sido... como volver a verlo... – murmuró Tsunade. Una lágrima cayó por su mejilla, Jiraiya lo vio y la abrazó para calmarla.

—¿Volver a ver a quién? —preguntó Naruto, confundido. Sakura tomó su mano suavemente:

—Naruto... esa técnica... era el Hiraishin no jutsu del Cuarto - el rubio se sorprendió muchísimo, ni él se había dado cuenta.

—Kakashi-sensei, oba-chan, ero-sennin, Rin-san.... Vosotros... ¿podríais hablarme de mis padres?

—¡Por supuesto que sí! —exclamó Jiraiya.

—Ven con nosotros, —dijo Kakashi—vamos a mi despacho y hablaremos lo que quieras.

—¡¡Genial!! – exclamó el rubio sonriendo, se fue con ellos, y durante unas horas unió algunas de las piezas que faltaban en su vida.
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Esa noche todos los amigos, incluyendo a Temari y a Miki, se reunieron para celebrar el ascenso de Shikamaru y Naruto. Llevaban un rato en el bar, cuando...

—Bueno, —dijo Shikamaru—que sepáis que esto es una triple celebración - todos miraron sorprendidos - Temari-chan y yo... vamos a casarnos.

—¡¡Eso es genial!! —exclamó Naruto.

—¡Enhorabuena! —dijo Sai.

—Qué callado lo teníais ¿eh? – se rió Kiba.

—¿Y ya sabéis cuándo? —preguntó Sakura. Temari se sonrojó:

—En una semana

—¿¿¿Quéeeee???? —exclamaron todos.

—Teníamos que hacerlo cuando Gaara pudiera dejar la villa durante unos días... —explicó Temari—Y si no era ahora, ¡tendríamos que esperar meses!

—Vamos a hacerlo según las costumbres de la villa de la Arena —dijo Shikamaru.

—¿Y eso qué significa? —preguntó Chouji.

—Pues el novio tiene dos padrinos, y la novia 3 damas de honor, además de que un miembro de su familia debe llevarla al altar. —explicó Temari.

—Sí si dime, —apremió Ino—¿quiénes serán las damas de honor?

—Pues quería pedíroslo a Sakura-san y a ti

—¿En serio? —preguntó la pelirrosa.

—¡¡Genial!! —exclamó Ino.

—Eh... —murmuró Hinata— ¿y la tercera?

—Será una amiga mía que viene de la villa de la arena —aclaró Temari.

Shikamaru iba a empezar a hablar, pero de repente Sasuke se levantó.

—Si me disculpáis, me voy ya a casa - todos lo miraron extrañados.

—Hoy no puedo aguantar tanta celebración, —pensó el moreno—¡y encima esto!

Y sin decir más, se fue.

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Algo después, el menor de los Uchiha estaba sentado en el suelo de su habitación, llorando. Como solo se puede llorar cuando estás seguro de que nadie puede verte. De pronto oyó un ruido y miró hacia la ventana.

—¿¿Qué haces aquí???


Continuará.

Sasuke se secó rápido las lágrimas con la manga.

—¿A qué has venido tú aquí? – preguntó, alterado. Miki lo miraba desde el borde de la ventana.

—No entiendo cómo alguien como tú puede llorar así...

—¿Qué has querido decir con "alguien como yo"?

—Sí. —sonrió la kunoichi— Alguien que tiene a tanta gente preocupada por él.

—¿Qué tonterías dices?

—¡No son tonterías! —replicó ella— Cuando te fuiste...

FLASH BACK

—Estoy preocupado por Sasuke... ¡Voy a ir a verle! – dijo Naruto poniéndose de pie

—¡Pero Naruto! —exclamó Kiba—¡¡Es tu celebración!!

—¡Pero es mi amigo y estoy preocupado por él!

—No, Naruto, tú tienes que quedarte – dijo Miki, levantándose - Voy yo.

—¿¿Tú?? —preguntó Lee, extrañado.

—Sí. —asintió la chica— Naruto no puede dejar su fiesta y... al fin y al cabo ahora soy la compañera de Sasuke ¿no? - guiñó un ojo

—Pero... – murmuró Naruto. Sai puso el brazo delante del rubio para detenerlo

—Deja que vaya ella —recomendó el moreno.

—¡Muchas gracias, Sai-kun! – exclamó Miki, y salió del bar. Ino y Sai se miraron y sonrieron.

END FLASH BACK

—¡Je! —dijo Sasuke, mirando hacia abajo—Naruto siempre igual... —y pensó: — ¿Quién si no se iba a preocupar por mí?

—Eso no es verdad. —repuso Miki— Según me acercaba... por cierto hay que ver qué mal rollo da esta zona ¿eh? ¡No sé cómo puedes vivir aquí! ... Bueno, que según me acercaba me he encontrado con alguien más...

Sasuke miró extrañado a la kunoichi.

—A Itachi-tencho, tu hermano.

Sasuke se puso de pie enfadado:
—¿¿Y qué hacía por aquí??

—También estaba preocupado por ti... - se giró y miró por la ventana - Pero le dije que era mejor que hoy no viniera por aquí...

—Tú... ¿sabes qué día es hoy?

—Sí, sí lo sé. —dijo ella, dándose la vuelta para mirarlo— Sasuke... yo entiendo tu dolor - un par de lágrimas cayeron de los ojos del Uchiha, aunque estaba algo lejos, la kunoichi pudo verlo.

—¿Ah sí? —preguntó él, irónicamente— Este día siempre estaba centrado en mi venganza, pero ahora... ¡¡ni siquiera me queda eso!! Me arrebataron todo lo que quería, ¡y ahora resulta que era todo mentira! ¿¿Qué se supone que debo sentir??

—Rabia... y tristeza... —murmuró la pelirroja— además de un enorme vacío en tu interior - el moreno se quedó sorprendido.

—Es que... —pensó Sasuke—¿puede ver también mis sentimientos?

—No. —respondió ella sonriendo— Es que es lo que siento yo.

—¡¡Deja de actuar como si lo supieras todo!! —exclamó enfadado —¡No sabes nada! ¡No tienes ni idea…! ¡¡No quiero hablar contigo!! ¡Vete de aquí!

—¡Menos mal! —exclamó aún sonriendo Miki— No quería tener que hablar de tus sentimientos... me recordarían demasiado a los míos... - el Uchiha abrió mucho los ojos, sorprendido. La pelirroja se dio la vuelta para irse, pero en ese momento sintió una mano en su estómago que la detenía, entonces notó el cuerpo del Uchiha pegado a ella.

—No... —susurró el moreno—no te vayas...

—¿En qué quedamos? - el moreno agachó la cabeza, rozando su mejilla con el pelo de la kunoichi. Ella se sorprendió mucho y se giró. Los ojos del moreno estaban empañados, en ese momento parecía la persona más frágil del mundo.

—Ahora mismo... —pensó Sasuke— vuelvo a ser aquel niño pequeño... que tenía tanto miedo y sólo podía llorar — Miki se puso de puntillas y lo abrazó con fuerza. Él se quedó paralizado un momento, entonces ella agarró los brazos del moreno, los cerró detrás de su espalda, y volvió a abrazarlo. En ese momento Sasuke rompió a llorar.

Estuvieron un rato así abrazados, y cuando la kunoichi notó que el Uchiha se había relajado, se separó.

—¿Mejor? —preguntó la pelirroja.

—Creo que sí... lo siento... hacía mucho tiempo que nadie me abrazaba...

—Tranquilo. ¡Me alegro de que estés mejor! Mañana seguro que ya eres el de siempre — se quedó pensativa un momento — Normalmente eres inaguantable, ¡pero no tanto! — el moreno la miró mal. Ella se acercaba a la ventana…

—¿Te vas ya? - ella se giró y lo miró

—No quiero estar solo ahora... —pensó el shinobi.

—No, —contestó Miki— no tengo porqué irme ya. Al fin y al cabo nadie me espera en casa ¿no? — y se rió, lo que sorprendió mucho al Uchiha. Volvió a sentarse en un rincón, y ella lo imitó, sentándose al lado. Estuvieron un rato callados hasta que...

—Se llama Soredemo —dijo la kunoichi.

—¿Eh? ¿De qué hablas?

—La técnica por la que puedo ver y oír los pensamientos de los demás. Y no, no es mejor que el Sharingan para el combate. —explicó Miki— Tú al ver una técnica puedes hacerla al mismo nivel que al que se la has visto hacer, o incluso mejor. Sin embargo, yo veo lo que piensa un ninja al hacer una técnica, así que puedo comprenderla, pero para hacerla yo misma tengo que practicar desde cero.

—¿Entonces no es un doujutsu? —preguntó el moreno.

—¡Ah, no! Yo diría que es más bien una técnica mental...

—¡Pero entonces tienes que haberte esforzado muchísimo para alcanzar el nivel que tienes! —exclamó sorprendido Sasuke. Había dado por hecho que era todo por la herencia de la técnica de su clan.

—Bueno... lo necesario... —dijo ella, sonrojada, totalmente desacostumbrada a los halagos — De todas formas, tengo mucho tiempo libre. Es lo que ocurre al no tener familia ni amigos... Bueno ahora sí, está Sai...

—Pero alguien como tú debería tener muchos amigos ¿no?

—Ya ves... —murmuró cabizbaja— la gente no aguanta durante mucho tiempo estar con alguien que sepa lo que piensa... Es una de las razones por las que he cambiado tanto de equipo en ANBU.

—Así que por eso había entrenado a tantos... —pensó Sasuke.

—Así es... - sonrió - Pero ya me he acostumbrado, así que no te preocupes, cuando no lo aguantes, dilo y te cambiarán de compañero, no pasa nada — el moreno abrió mucho los ojos, sorprendido. Entonces tomó una mano de la kunoichi.

—Miki... —dijo muy serio— yo no quiero otro compañero — se acercó y besó suavemente a la pelirroja, que sintió como le daba un salto el corazón. Se quedó callada y totalmente quieta unos momentos.

—¡Estaría bien que ahora dijeras algo! – exclamó Sasuke. La pelirroja miró al suelo

—¿Por qué has hecho eso?

—No lo sé... - la kunoichi lo miró para conseguir una respuesta

—No sé qué me ha pasado... —pensó Sasuke—¡simplemente no he podido evitarlo! - ella se sorprendió, se esperaba escuchar algún nuevo plan para rehacer el clan Uchiha...

—¡Sasuke! ... —exclamó ella— Bueno, seguro que no soy la primera chica en estar en la habitación del "guapo de la villa" ¿verdad? Pero por otros motivos, claro – dijo riendo.

—La verdad es que sí lo eres. En realidad… eres la primera chica a la que he besado.

—¡Madre mía! ¡Es verdad! —dijo ella, mirándolo. Entonces agachó un poco la cabeza, sonrojada —Si te sirve de algo... yo nunca... — el moreno solo sonrió. Ella se puso nerviosa y se levantó de golpe — Bueno… ¡creo que lo mejor es que me vaya! Sí, sí, ¡lo mejor…! Mañana nos vemos a primera hora para entrenar ¿ok?

—Claro... – asintió Sasuke, y ella salió por la ventana, aún nerviosa. El Uchiha seguía sentado en el suelo, con las piernas separadas y dobladas, y los brazos apoyados en las rodillas. Agachó la cabeza pensando:

—Creo que no debí haber hecho eso... — entonces la pelirroja volvió a entrar por el mismo sitio, él la miró extrañado.

—¿Pasa algo? —preguntó el Uchiha.

—Es que hay algo que no me ha quedado claro — se acercó al moreno, quedando de pie entre las piernas de él. Entonces se puso de rodillas y para sorpresa del Uchiha, empezó a besarlo apasionadamente, abrazándolo por el cuello. Él correspondió tanto al beso como al abrazo, y al cabo de un rato se separaron.

—Sí, —dijo ella, sonriendo—¡creo que ya lo he entendido! ¡Hasta mañana! - y se fue de nuevo. Sasuke se quedó mirando hacia la ventana aún sorprendido. Dejó escapar un suspiro.

—Miki... - y se echo a reír, por primera vez en todo el día. O quizá por primera vez en mucho tiempo.

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Mientras, en el bar los amigos ya se estaban despidiendo...

—¡Ino-san, Sakura-san! —llamó Temari—¿Mañana nos vemos a primera hora para los empezar con los preparativos?

Ino/Sakura: ¡Claro!

—Entonces vamos Sakura-chan, te acompaño a casa —dijo el rubio.

—¡¡Eh espera, Naruto!! – exclamó Shikamaru. El rubio lo miró intrigado — ¡Ya sabes que yo tendré dos padrinos! Chouji, a ti no es necesario ni que te lo pregunte, ¿verdad? — el gordito asintió sonriendo — ¿Y qué me dices Naruto? ¿Quieres ser también mi padrino?

—¡Por supuesto! —exclamó Naruto—¡Eso es genial!

—Vaya vaya así que Sakura y Naruto serán dama de honor y padrino... —dijo Kiba—¿Será una señal? - todos se rieron, menos Naruto y Sakura que se pusieron muy rojos.

—Tenemos que organizarlo todo en poco tiempo, —avisó Shikamaru— así que será mejor que nos vayamos a descansar un poco ¿verdad? - Chouji y Temari se levantaron, igual que Naruto y Sakura. Se despidieron y salieron del bar.

—Creo que yo también debería irme... —dijo entonces Ino.

—De acuerdo, —asintió Sai— vamos.

—No hombre, quédate, ¡tú no tienes que levantarte temprano!

—¡Ah no, te acompaño! – exclamó el moreno. Ambos se despidieron y se fueron también.

—Bueno… —dijo Neji—si alguien tiene alguna idea para el regalo de bodas, ¡es un buen momento para hablarlo!

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Por el camino...

—Vaya, —dijo Naruto con cara de fastidio—¡parece que vamos a estar unos días muy ocupados!

—Venga Naruto, ¡vamos a ayudar a nuestros amigos para su boda! —exclamó la pelirrosa— Es lo normal, ellos algún día también harán lo mismo — el rubio miró sorprendido a la pelirrosa, que se había puesto roja y se tapaba la boca sin saber porqué había dicho eso.

—Naruto... yo no quería decir... - Naruto la interrumpió besándola, cuando se separaron tenía una gran sonrisa, la pelirrosa se extrañó — ¿Qué pasa?

—Oba-chan me dijo que al vernos juntos a nosotros dos le recordamos a mis padres — ella sonrió. Siguieron caminando hasta que llegaron a la casa de la kunoichi.

—¡Gracias por acompañarme Naruto! Mañana no te quedes dormido ¿eh? ¡No hagas esperar a Shikamaru y a Chouji, que hay mucho que hacer!

—Ayy Sakura-chan... ¿crees que me podría quedar dormido? - a la pelirrosa le cayó una gota por la frente, y ambos se rieron. De pronto el rubio se puso serio y la miró mientras ella aún se reía. Entonces empezó a besarla, ella lo correspondió abrazándolo por el cuello. Se escuchaba el sonido que producía el contacto de sus labios. Fue el beso que más había durado de todos los que se habían dado hasta entonces. Al rato se separaron.

—Vaya eso ha sido... —murmuró Sakura.

—Sakura-chan... ¡algún día no voy a poder separarme! - ella le sonrió.

—Me alegro… porque ese día querré que no te separes - se dieron un beso muy suave y la kunoichi entró en casa. El rubio se fue hacia su casa muy pensativo.

A la mañana siguiente, una pelirrosa se despertaba antes de tiempo...

—Genial, —pensó al ver la hora—¡así puedo pasar por casa de Naruto para despertarlo! - entonces se giró y vio que al pie de su cama estaba sentado aquel en quien estaba pensando. Se inclinó un poco sobre ella y acarició su pelo suavemente

—¡Buenos días Sakura-chan! - la kunoichi se sonrojó

—Na...Naruto... qué haces aquí?

—Me desperté temprano. Vamos a estar ocupados estos días... ¡quería aprovechar la ocasión de verte! - la pelirrosa se sentó en la cama y lo besó.

—Ha sido una sorpresa maravillosa. —sonrió ella—¿Quieres que desayunemos juntos?

—¡Claro! ¡Ahora nos vemos! – exclamó Naruto, y abrió la ventana

—¿Dónde vas?

—Entré por aquí... No creo que a tus padres les gustara saber que estaba en la habitación de su hija ¿no? - y se rió, mientras salía. Ella se vistió y salió de la casa para encontrarse con él.

La kunoichi lo convenció de ir a desyunar a otro sitio que no fuera el Ichiraku, así que entraron en una cafetería. Desayunaron y hablaron animadamente, y antes de irse...

—Sakura-chan…—murmuró sonrojado—quería preguntarte una cosa…

—Naruto... —sonrió ella—¡sabes que puedes preguntarme lo que sea! —Naruto comenzó a chocar los índices, nervioso.

—Etto... ¿quieres que vayamos a la boda... como pareja? - ella puso su mano entre las de él, sonriendo.

—¡Pues claro que sí! ¡Qué cosas preguntas! - y ambos rieron. Al poco salieron de la cafetería, y se separaron cada uno en dirección de donde habían quedado.

Ino/Temari: ¡¡Hola Sakura!!

—¡Buenos días! —respondió ella.

—¡Pues ya estamos todas! —exclamó Ino—¡Cuéntanos lo que tenemos que hacer, Temari!

—Bien. —asintió la futura novia— Como son bastantes cosas y hay poco tiempo, Shikamaru-kun y yo nos lo hemos repartido. Nosotras tenemos que encontrar el lugar para celebrar la boda, encargarnos de la decoración, de los regalos para los invitados y de los vestidos.

En esos momentos:

—¡Ah Naruto! —exclamó Chouji—¡Ya has llegado!

—¡Hola chicos!

—A ver…—dijo Shikamaru— a nosotros nos toca encargarnos del banquete, de repartir los asientos para los invitados, de las invitaciones, y de la música.

Incluso sin verse, Ino, Sakura, Chouji y Naruto pensaban —¡Pues vaya! ¡¡Sí que hay que hacer cosas!!

—Bueno bueno démonos prisa. —apremió Shikamaru—Temari-chan y yo sabemos a quiénes invitaremos, pero lo primero es hacer las invitaciones para que nos puedan confirmar cuánta gente irá. Deberían estar listas esta misma tarde... ¡tsk qué problemático!

—De acuerdo, —sonrió Naruto— id haciendo vosotros otra cosa, ¡yo me encargo de que esta tarde estén listas y enviadas!

—¡Muchas gracias, Naruto! Aquí tienes la información que tiene que aparecer en las invitaciones, y lista de invitados que hicimos Temari-chan y yo — el rubio la cogió y se marchó.

—Bueno entonces vamos a elegir el menú ¿no? —propuso alegremente Chouji— ¡¡Yo probaré los que hagan falta hasta encontrar el mejor!!

Naruto llegó corriendo a un edificio, subió unas escaleras y empezó a golpear la puerta. Nadie respondía, así que el rubio insistió.

—¡Vamos, abre! ¡Sé que estás en casa! - al poco se oyó ruido dentro y se abrió la puerta. Un moreno estaba del otro lado, en pijama.

—Ay Naruto... —bostezó Sai— Para un día que te levantas pronto... - el rubio entró de golpe.

—¡Venga Sai, échame una mano con esto!

—¿Con qué...? —preguntó perezosamente el moreno.

—Le dije a Shikamaru que me encargaría de las invitaciones. ¡Y se me ocurrió que con tu ayuda iban quedar muy bien!

—¿Se te ocurrió...?

—Venga hombre, desayuna algo y empezamos, ¿vale? - el moreno le hizo caso y fue a la cocina. Luego volvió a la sala y vio a su amigo sentado en el suelo, con la lista de invitados en la mano, y con varios montones de hojas a su alrededor.

—¡Vaya! —exclamó Sai— ¡sí que te lo has tomado en serio!

—¡Claro! —asintió el rubio— He pensado que yo pongo sólo la letra y tú las adornas con tus dibujos. ¡Al fin y al cabo es lo más importante de la invitación!

—Me parece bien –sonrió Sai, y se pusieron a trabajar. Descansaron un rato para comer, y después siguieron. A media tarde habían terminado.

—¡Genial! —exclamó Naruto—¡Voy a enseñárselas a Shikamaru antes de enviarlas! ¿Vienes?

—No, gracias. Voy a pasarme por la academia antes de que se haga tarde - el rubio se fue y enseguida encontró a Shikamaru y Chouji, saliendo de un restaurante. Chouji se agarraba la barriga con las dos manos.

—¡Tsk Chouji vas a terminar explotando! —dijo Shikamaru.

—¡Lo que sea por ayudarte! —contestó Chouji, relamiéndose.

—¡¡Eh Shikamaru!! —exclamó Naruto, acercándose a ellos.

—¡Naruto! ¿Qué tal va?

—¡Ya está! - los otros dos miraron asombrados - Entre Sai y yo lo hicimos bastante bien, ¡mira! - el de la coleta tomó una al azar y empezó a leer: "Enlace: Nara Shikamaru y Sabaku no Temari. Tenemos el placer de invitarles a nuestro enlace matrimonial, que tendrá lugar el viernes, 20 de octubre a las 18:00 horas. Invitación para: Hatake Kakashi y acompañante. Por favor confirmen la asistencia lo antes posible."

—¡Me gusta! —exclamó Shikamaru—¡Además Sai hizo un buen trabajo con los dibujos! - el rubio sonrió.

—¡Muy bien! ¡Entonces voy a enviarlas! ¡Enseguida vuelvo!

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Esa noche, Sasuke volvía a su casa, y sobre la entrada de su casa vio un sobre. Lo abrió, leyó rápidamente la hoja y mostró una pequeña sonrisa.

—Así que Uchiha Sasuke y acompañante…


Continuará.

A la mañana siguiente, cuando Sakura se despertó otra vez estaba allí Naruto.

—Parece que se está convirtiendo en una costumbre —dijo Sakura, sonriendo.

—¿Te molesta? —preguntó el rubio.

—No. ¡Al revés, me encanta! - y lo besó

Naruto sonrió y se acercó a la ventana:
—Te espero abajo. Por cierto... - se sonrojó - estás preciosa cuando duermes - y salió, dejando sonrojada también a la pelirrosa.

...............................................

En ANBU, un moreno llegaba temprano, quería llegar antes que su compañera, pero al abrir la puerta de la sala que tenían asignada como equipo...

—¡Qué pronto has venido hoy! —exclamó Miki.

—¿Ya estás aquí? —preguntó Sasuke, sorprendido—¿Cómo es posible que siempre llegues antes? — ella borró la habitual sonrisa de su cara, y agachó la cabeza.

—Siempre sé si lo que me dice la gente es verdad o mentira... así que no es justo que mienta, ¿no?

—No te entiendo, —dijo Sasuke—¿por qué ibas a mentir?

—Sasuke... yo vivo aquí — el moreno se sorprendió muchísimo — Cuando entré en ANBU me quedé... le di permiso al Tercero para convertir las casas de mi familia en algo útil para la villa.

—¿¿Tú vives aquí?? —exclamó el Uchiha— ¿Pero cómo...

—Pues últimamente mucho mejor, —interrumpió la pelirroja—¡porque ya no vivo sola!

—¿Alguien más vive aquí? —pensó Sasuke—¿Quién podría ser?

—¡Vamos, estoy segura que sabes de quién hablo! - él abrió mucho los ojos

—¡¡No... no puede ser!! –titubeó el moreno. Ella asintió — ¡Itachi!

—Yo le di la idea. —comentó Miki—Él estaba seguro de que si intentaba ir a vuestra antigua casa, lo rechazarías.

—Seguramente hubiera sido así —pensó Sasuke.

—Pero ya no, —sonrió la kunoichi—¿verdad? - el moreno puso media sonrisa.

—Una cosa es leer mis pensamientos —dijo el moreno— y otra, ir un paso por delante de ellos...

—Lo siento... – susurró cabizbaja. El Uchiha levantó suavemente la cara de la kunoichi.

—Pero como siempre…,—continuó él— tienes razón. — los dos sonrieron — Por cierto Miki... ¿irás a la boda de Shikamaru y Temari?

—¡Pero si no estoy invitada, ya sabes que apenas los conozco! — el moreno se acercó a ella.

—Lo imaginaba, —repuso Sasuke— pero me refería a si quieres ir conmigo — ella se sonrojó.

—Vaya, —dijo Miki, riendo—¡no es fácil pillarme por sorpresa y tú siempre lo consigues!

—Bueno, ¿qué me dices?

—Creo que es un día para que lo pases con tus amigos, y yo apenas los conozco, sólo a Sai... — sonrió la pelirroja— Te lo agradezco, pero no tienes porqué hacerlo, ¡no te sientas obligado por lo del otro día!

—Ni me siento obligado, ni me importaría ir solo. —repuso Sasuke— Pero me gustaría que vinieras conmigo. De todas formas... aún no hemos hablado de lo que pasó — ella lo miró nerviosa.

—No puedo culparla por arrepentirse... —pensó el moreno. Miki se puso muy seria ante ese pensamiento.

—Ir de víctima no te va nada Sasuke, que lo sepas. Yo no he dicho que me arrepienta — sonrió — Es más, sí que quiero ir, si sigue en pie la invitación — él sacó la invitación del bolsillo y la puso sobre la mesa, la hoja se sostenía apoyada sobre el canto.

—Parece que sí está en pie ¿no? — ella sonrió, y miró la hoja

—¡¡Eh!! —gritó la chica— ¡¡Estos dibujos son de Sai!!

....................................................................

El resto de la semana pasó más o menos normal para la villa. Estaba amaneciendo, era el día antes de la boda, cuando cierta pelirrosa abría los ojos. De pronto sintió unos dedos acariciando su rostro.

—Schh... —susurró Naruto— aún es pronto... puedes dormir un poco más - ella lo miró sorprendida.

—¡Naruto! ¡Si casi no es de día! ¿Qué haces aquí en vez de estar durmiendo?

—He descubierto algo mejor... - la kunoichi se sonrojó, y él se acercó a besarla. Al separarse, bostezó.

—¡Pero si estás muerto de sueño! —dijo Sakura, riendo— Anda vez, quédate aquí un poco... — y se movió, haciendo sitio para que el rubio se tumbara a su lado. Él se quitó las botas y se tumbó sobre las sábanas, al lado de su pelirrosa. Ella tomó un brazo del shinobi y lo utilizó como almohada, quedaron los dos de lado, ella apoyando su espalda sobre pecho del rubio. Enseguida la pelirrosa volvió a notar el sueño, y después de hacer un ruidito que a Naruto le pareció adorable, se quedó dormida. El rubio no pudo ni pensar en dormir: tenía allí lo que más quería en el mundo, tan cerca que podía notar la espalda de ella contra su pecho, podía oler su aroma, y sentir el roce de su cabello... así que empezó a acariciar con suavidad el pelo y el brazo de la kunoichi, que era a todo lo que podía llegar sin moverse demasiado para no despertarla. Así estuvo un rato largo, entonces miró el reloj que había en la habitación de la pelirrosa, y se movió un poco para acercarse a besar en la mejilla a la kunoichi. Según se acercaba, ella sonreía.

—¿Ya es hora? —preguntó Sakura, con los ojos cerrados.

—¿Estabas despierta? - ella abrió los ojos y giró la cara para mirarlo.

—Sí... estaba tan a gusto... - él sonrió, terminó de acercarse y la besó.

—Te espero abajo ¿vale? - ella asintió, y él salió por la ventana. En poco rato la pelirrosa salió de su casa a encontrarse con su novio, y al verlo lo abrazó fuertemente.

—¿Y eso? —preguntó él, divertido— ¡Parece que hiciera mucho que no nos viéramos!

—Sólo es que tenía ganas de abrazarte – se justificó ella, entre sonrojada y enfadada por hacerla decir esas cosas. Él puso una gran sonrisa, de parecerle impensable antes, se estaba acostumbrando a estar así con ella y a oír ese tipo de cosas de labios de Sakura.

—¿Bueno y qué nos toca hoy? —preguntó finalmente el rubio— ¿Ichiraku o cafetería?

—¡¡¡Cafetería!!!

—Vaya qué pena... – dijo Naruto agachando la cabeza. Ella se rió.

—¡Vamos Naruto! Si también te gusta ¿verdad? - los dos sonrieron, y fueron a la cafetería a desayunar. Llevaban un rato allí cuando Shizune entró.

—¡Shizune-san! – exclamó Sakura. La morena los vio y se acercó rápidamente.

—¿Desayunas con nosotros? —invitó Naruto.

—No gracias. Os estaba buscando. Tsunade-sama, Jiraiya-sama y Kakashi-sama me han pedido que os diga a todos que mañana a primera hora de la mañana tenéis que ir al despacho del Hokage.

—¿¿Mañana?? —preguntó el rubio—¡Pero mañana es la boda!

—Sí, —asintió Sakura— habrá mucho que hacer...

—Ya... —interrumpió Shizune—No puedo deciros más, sólo que es cuando está previsto que llegue el Kazekage...

—¡Es verdad! —exclamó Naruto—¡Ya era hora de que viniera Gaara! - la morena asintió.

—Perdonadme, pero tengo que avisar a los demás. ¡Mañana nos vemos!

................................................

Un rato después, una morena andaba apresuradamente por las calles de Konoha. Se detuvo en la puerta de un edificio

—Bueno, —pensó Shizune—¡al fin es la última parada! - y entró. Se detuvo en el mostrador de la entrada.

—Por favor, quería ver al capitán —solicitó Shizune.

—¿Shizune-san verdad? –preguntó el ANBU de la entrada. Ella asintió — Un momento por favor — el ANBU desapareció en una nube de humo, y volvió a aparecer en unos momentos — Puede seguir, es el úlimo despacho de la 3ª planta.

—Gracias — dijo la morena, y avanzó. Cuando llegó al lugar indicado, llamó a la puerta, y al escuchar una voz diciendo "Adelante", ella abrió y entró. Allí estaba Itachi, pero no sólo él, sino también el otro Uchiha y su compañera de equipo. La morena se sorprendió.

—¡Buenos días Shizune! —saludó Itachi. —¿Quieres que les pida que se retiren?

—No, no es necesario, —repuso ella—al revés, me ahorras trabajo - ellos se extrañaron.

—¿De qué se trata? —preguntó el capitán.

—Sólo puedo deciros que mañana a primera hora el Hokage quiere veros a todos en su despacho — Miki miró a la morena y abrió muchos los ojos.

—¡¡¡¡No puede ser!!!! —gritó la pelirroja.

—Tú eres Miki Saotome ¿verdad? —preguntó Shizune—Sï, me hablaron de ti. Puede que hayas leído mi pensamiento, pero si yo no puedo decir nada... tú tampoco, ¿de acuerdo?

—De acuerdo... – aceptó Miki, de mala gana. La morena se disculpó y salió de la sala.

—¿Sabes qué pasa? – preguntó Itachi a Miki. Ella asintió.

—Pero no nos lo vas a decir —añadió Sasuke—¿verdad?

—¡He dado mi palabra! —exclamó ella, sonriendo.

...................................................

Esa noche parecía no terminar nunca, todos estaban nerviosos, o bien por la boda o por no saber qué les diría el Hokage, o por las dos cosas a la vez.

Ya por la mañana, cierta pelirrosa se despertó, y recordando los días anteriores sonrió, y sin mirar sólo estiró la mano. Así pasó unos segundos, y al no sentir nada, se incorporó muy rápido, y vio al rubio sentado al pie de la cama, se había quedado dormido. Ella lo miró unos momentos y después se puso a su lado y le dio un tierno beso en los labios. El rubio abrió los ojos despacio, y lo primero que vio fueron los verdes ojos de la kunoichi.

—Buenos días —murmuró Sakura.

—¡Empezando así nunca podrían ser malos! — ella se rió, pero él la miraba decididamente — Sakura-chan…, te quiero.

Sakura sonrió y acarició la cara del rubio:
—Lo sé. Y yo también a ti, no lo olvides — él la abrazó con fuerza y le dio un beso en la cabeza.

—Bueno, —dijo él al separarse— te espero abajo. ¡Y hoy no se me ha olvidado, toca ramen!

—Sí, ¡sí ya lo sé! — cuando bajó, fueron a desayunar, y al poco ya estaban camino de la torre del Hokage cuando oyeron una voz...

—¡Vaya, vaya… así que era verdad! ¡Toda una pareja de jounins de Konoha!

—Esa voz... – Naruto se giró sonriendo - ¡¡Gaara!! ¡Amigo! - se juntaron y los tres fueron al despacho del Hokage. Allí les esperaban ya Kakashi y los dos sannin, entonces vieron que algunos de sus compañeros ya habían llegado.

En esos momentos, fuera de la torre...

—¡Bueno, os espero aquí! —exclamó Miki.

—¿No subes? – preguntó Sasuke, extrañado. Ella negó con la cabeza — ¿No tienes curiosidad?

—Yo ya sé lo que vi en la mente de Shizune-san... y el resto me lo contaréis en un rato vosotros ¿verdad? — rió la kunoichi.

—Claro que sí—asintió Itachi— De todas formas, ¡a ti no haría falta que te lo contásemos! —añadió, a modo de broma.

—No, ¡es verdad! – respondió ella, sonriendo. Los Uchiha entraron en la torre. Sasuke estaba muy serio.

—¡No hay porqué recordarle todo el tiempo que aunque no quiera va a escuchar lo que pensemos! —exclamó el pequeño de los hermanos.

—¿Por qué lo dices? —preguntó sorprendido Itachi—¡No veo qué hay de malo!

—Puede que no lo diga... puede que sonría... pero lo detesta. Sé que si pudiera dejaría de hacerlo, para ella es como una enfermedad… La gente la reconoce por eso, y no por lo que verdaderamente es... — Sasuke decía estás palabras muy triste, mientras su hermano sonreía — ¿Esto te parece divertido?

—No, de ningún modo. Pero me alegra comprobar que sí podías ser capaz de amar después de todo — estas palabras hicieron que Sasuke abriera mucho los ojos, y se quedara muy sorprendido unos segundos. Luego siguió a su hermano sonriendo. Para Itachi ese fue un momento muy feliz, parecía que volvían a ser como aquellos hermanos que jugaban juntos. Cuando llegaron...

—¡Por fin llegáis! —exclamó Jiraiya. —Muy bien, ya estamos todos.

—Bueno, —suspiró Kakashi— lo primero que quiero que sepáis es que no puedo deciros lo que yo quería, porque a los consejeros no les parecía una buena idea.

—Kakashi, —llamó Tsunade— ya sabes que eso que querías no era bueno para la estabilidad política de la villa...

—Sí, si... ¡ya lo sé! —interrumpió el Hokage— Pero acordaos de lo que hablamos cuando me nombrásteis Hokage, ¡y pienso cumplirlo!

—Entonces al final te convencieron, ¿Kakashi? —preguntó Gaara. Kakashi solo agachó la cabeza — Lástima...

—¡Bueno, ya! —exclamó Naruto—¿De qué se trata?

—Por lo que os llame en un principio... — Jiraiya puso un brazo delante del Hokage para interrumpirlo.

—¿¿Estás loco?? —preguntó el sannin—¡Es mejor que no lo sepan! - ya todos tenían mucha curiosidad, cuando la anterior Hokage continuó:

—Está bien. Entonces lamentamos el malentendido, sentimos haberos hecho perder el tiempo a todos, esto sólo va con unos pocos de vosotros... - Kakashi y Jiraiya asintieron.

—Exactamente, queremos hablar sólo con los jounin. —explicó Jiraiya— Pero los demás podéis quedaros si queréis, al fin y al cabo ya os hemos hecho venir... — todos se quedaron allí, por lo menos se enterarían de algo. Dieron un paso adelante los jounin: Shikamaru, Shino, Neji, Itachi, Sakura, Naruto y Yamato.

—Bueno... Itachi y Yamato al ser parte de ANBU, tampoco os regís por las mismas reglas – aclaró Tsunade. Los dos nombrados dieron un paso atrás otra vez, dejando sólamente a los más jóvenes.

—A ver, —continuó Kakashi—ya sabéis que valoramos muchísimo la formación a los shinobis más jóvenes ¿verdad? — ellos asintieron — Muy bien, pues esa es la cuestión. Queremos que participéis en la formación.

—Así es. —asintió Tsunade— Y como ya sabéis, hay tres opciones: dar clases avanzadas en la academia, tomar a su cargo a un equipo de gennin, o tomar a un chunnin o gennin avanzado para entrenarlo.

—Etto... esto no afectará a nuestros equipos, ¿verdad? —preguntó Naruto.

—¡Claro que no! —exclamó Tsunade— De todas formas sólo hay un par de gennin avanzados que han solicitado este tipo de entrenamiento…

—Pero por supuesto, —interrumpió Jiraiya— esto significaría apadrinar a un único alumno. Es una gran responsabilidad. Está en vuestra mano escoger una opción.

—Yo querría seguir dando clase en la academia —dijo Neji.

—Sí, —asintió Shikamaru— yo también.

—Muy bien. —dijo Tsunade, sonriendo—¡No querríamos perder a buenos profesores con experiencia como vosotros!

—¡Yo ya tenía ganas de entrenar a un grupo de recién licenciados en la academia! —exclamó Shino.

—Entonces te será asignado un equipo adecuado a ti cuando se hagan los próximos exámenes, ¿de acuerdo? - propuso Kakashi. Shino asintió.

—La verdad —comenzó Naruto— es que lo de entrenar a un grupo suena muy bie...

—No te aceleres Naruto. —interrumpió Kakashi— Hay dos shinobis que buscan un buen entrenador para hacerse mucho más fuertes. Y Sakura y tú me parecéis los mejores candidatos.

—¿Nosotros? – preguntaron Naruto y Sakura, sorprendidos. Se miraron sin comprender nada.

—Sí. —asintió el Hokage— El primero... mejor dicho, la primera, una kunoichi. Hyuga Hanabi.

—Vaya —suspiró Hinata— qué pena no ser jounin para entrenarla... - a todos (menos a Kiba e Hinata) les caía una gota por la frente, pensando "¡casi es ella la que debería entrenarte a ti!".

—Verás, —continuó Kakashi—Hanabi ha pedido que si ella quiere, sea Sakura quien la entrene — Sakura abrió mucho los ojos

—Hyuga Hanabi quiere que yo... - Kakashi y los consejeros asintieron.

—¿Qué dices Sakura? —preguntó Kakashi—¿Aceptas? - la pelirrosa miró muy decidida

—¡Claro! ¡¡Enseñaré a esa mocosa lo que es una auténtica kunoichi!! - de repente se quedó pálida y giró un poco la cabeza - Etto... perdona, Hinata...

—Tranquila... —murmuró Hinata.

—¡Vaya, qué envidia! —exclamó Naruto con cara de fastidio— ¡Hanabi es muy fuerte! ¡A saber si el otro es un "rarito"!

—Júzgalo tú mismo – dijo Tsunade sonriendo, y le extendió la ficha del otro gennin. El rubio la tomó y pegó un salto de la impresión.

—¿¿Quéee?? – gritó el rubio. Entonces puso la hoja encima de la mesa y sonrió — ¡Por supuesto que quiero entrenarlo! ¡Ya tendré tiempo de entrenar a un equipo!

—Sabía que dirías eso. —dijo Kakashi— ¡Ese chico tendrá una gran suerte de que lo entrenes!

Después de eso, los shinobis salieron del despacho, hablaban entre ellos mientras bajaban por la torre. A su vez, los consejeros hablaban con los dos Kages. Entonces...

—¡Shizune! —llamó Tsunade—¿No dijiste que cuando fuiste a ANBU estaba también Saotome Miki?

—¡¡Oh no!! – exclamó Shizune, y echó a correr escaleras abajo.

—¿Qué es lo que pasa? —preguntó Gaara.

—Cuando Shizune fue a avisarles, aún no me habían convencido para no hacer lo que habíamos hablado —explicó Kakashi.

—Eso quiere decir que esa kunoichi... ¿sabe lo que pensabas hacer? – preguntó el Kazekage. Los otros asintieron, y el pelirrojo sonrió - Bien...

Los shinobis ya abrían la puerta de la torre, salían delante Sasuke y Naruto, entonces la pelirroja se puso delante de ellos con una gran sonrisa.

—¿Y bien? —preguntó Miki— ¿Qué se siente?

—¿Con quién hablas? —preguntó Sasuke.

—¡Hombre, está claro! —exclamó la kunoichi— Digo... — entonces una mano tapó su boca. Era Shizune que había llegado a la carrera. La morena pensó en la conversación que habían tenido unos minutos antes, y quitó la mano de la boca de la pelirroja.

—¡Entendido! —asintió la ANBU. Los demás le quitaron importancia. Al fin y al cabo, así tampoco se iban a enterar.

—Bueno, ¡debo irme! —exclamó Ino— ¡Las flores tienen que ponerse el mismo día de la boda, hay mucho que hacer!

—Sí, —asintió Shikamaru— aún hay algunas cosas que hacer...

—Temari, —dijo Sakura— ¿le dijiste a la tercera dama de honor que se pasara por mi casa a probarse el vestido?

—¿A Matsuri? Sí – Temari miró la hora — ¡no debería tardar en ir!

Los amigos se dividieron, hoy era un día importante y había mucho que hacer.


Continuará.

Después de comer, cada uno fue por su lado, pero ya todos dieron por concluídos los preparativos. Así que los novios se fueron a aprenderse sus votos, los padrinos sus discursos, y los demás, a asegurarse de tener los regalos y a vestirse. A las 16:45 Sakura estaba ya completamente preparada, estaba algo nerviosa y se había dado prisa. De pie en su habitación, miró una antigua fotografía que tenía ya olvidada.

Spoiler:

—¡Vaya! —exclamó, sonriendo—¡Sí que han cambiado las cosas! - se vio a si misma agarrando a Sasuke — Menos mal que enmendé mi error... — entonces una voz la sacó de sus pensamientos:

—¡Sakura, vienen a buscarte! – al oir la voz de su madre, la pelirrosa fue hacia la puerta, y vio a Naruto, de traje, bien peinado y con la mejor de sus sonrisas. Sakura pensó que no podía existir nadie más guapo en el mundo, y con este pensamiento simplemente se quedó inmóvil, sonrojada.

—Si normalmente estás preciosa… —dijo Naruto— ¡pareces una princesa!— se acercó y la besó suavemente. Entonces la vio, estaba tan roja que parece que fuera a explotar. Él se preocupó.

—¡Sakura-chan! ¿Estás bien? – la kunoichi asintió

—Sólo es que... estás muy guapo, Naruto. ¡¡Pero mucho, mucho!! - él se sonrojó

—¿Y me lo dices tú? - recorrió con la vista a la pelirrosa: llevaba un vestido largo rosa, ajustado hasta el principio de las piernas, sin tirantes, y el pelo ondulado — eres lo más bonito que he visto nunca.

Esto hizo que la pelirrosa se sonrojara de nuevo. El rubio tomó la mano de la kunoichi

—Vamos, —dijo Naruto—¡así podremos ir tranquilamente! - ella sonrió y empezaron a pasear. Al poco llegaron al lugar donde secelebraría la boda de Shikamaru y Temari.

Ya estaba todo decorado con muchas flores y varios adornos.

—¡Ino hizo un gran trabajo! – Sakura miró al rubio - Oye Naruto, ¿venimos todos, verdad?

—¿Quiénes son todos? —preguntó confundido.

—Sí, ya sabes, todos los amigos

—Ah pues sí, venimos todos – Naruto sacó la lista de los invitados, había varias marcas al lado de los nombres. La pelirrosa lo miró.

—¿Qué significan estas marcas?

—Ésta —dijo Naruto, señalando una marca— indica que el invitado no viene... ésta es confirmación y ésta... es para los que traen acompañante — la kunoichi asintió, seguía mirando la lista.

—Se nota que hay varias parejas dentro del grupo… Porque apenas hay acompañantes... —observando que al lado de los nombres de sus amigos había marcas de “asistencia sin acompañante”.

—Claro, —asintió Naruto— nosotros, Ino y Sai, Kiba e Hinata, Neji y Tenten... como ya estábamos todos invitados, no hace falta traer acompañante — de pronto la chica puso cara de asombro, y el rubio guiñó un ojo — Creo que ya has visto lo mismo que me sorprendió a mí... ¡Kakashi-sensei viene con alguien!

Sakura negó con la cabeza:
—¡No es eso! —exclamó— ¡Es que también Sasuke viene con alguien!

—Ah, ¿eso? – preguntó Naruto con desdén - Es normal, Itachi no estaba invitado, y ahora se llevan mejor...

—Ah claro, debe ser eso - poco a poco fue llegando gente al lugar. Sakura y Naruto vigilaron que no se pusiera nadie en primera fila, para que la ocuparan los más cercanos a la pareja.

La hora prevista eran las 18:00, y cuarto de hora antes llegó el novio, Shikamaru. Los amigos fueron corriendo hacia él.

—¡Eh Shikamaru! —llamó Naruto.

—¡¡Hola!! —saludó el Nara, sonriendo.

—¡¡Pero Shikamaru!! —exclamó Ino— ¡¡Ponte corbata!! - el de la coleta sacó la corbata del bolsillo.

—Es que no fui capaz de atarla... —dijo, sonrojado—Tsk, ¡qué problemático! - entonces Ino se acercó a él y se la puso.

—¿Ves? ¡Si era fácil!

—Gracias, Ino… ¡¡Y gracias a todos por venir!! Pero no estamos todos aún, ¿no? —preguntó Shikamaru.

Sakura negó con la cabeza:
—Falta Gaara, que vendrá con Temari... Además aún no han llegado ni Sai ni Sasuke ni Itachi.

—¿Itachi? —preguntó Shikamaru, sorprendido.

—Bueno, —asintió Naruto—Sasuke dijo que vendría con acompañante... — en esos momentos se acercaba una figura pálida y morena, era Sasuke.

—¡¡Sasuke!! – llamó el rubio. El Uchiha se acercó a ellos, y en ese momento llegó también Sai.

—¡Qué pronto habéis llegado! —exclamó Sai—¿O es que a este tipo de cosas hay que venir antes de la hora…? Es que nunca había ido a una boda, ¡perdonad!

—Tranquilo, —contestó Shikamaru—aún es pronto.

—Además parece que no eres el único... —dijo Sasuke, mirando el reloj.

—Pero Itachi sí que habrá ido a alguna boda ¿no? —preguntó Sakura— Ya sabes, hace tiempo, pero...

—¿Itachi? — preguntó Sasuke, extrañado. Todos miraron al moreno muy sorprendidos. Entonces alguien más se aproximaba al grupo, una kunoichi bajita y pelirroja. Se acercó y se puso al lado del Uchiha.

—¡Hola a todos! — saludó Miki, sonriendo. Sasuke la tomó de la mano y la pelirroja miró a los amigos — ¡Sasuke! ¿No les dijiste que venía contigo?

—Que... —titubeó Ino—venís... ¿¿¿¿juntos????

—Sí. —asintió Sasuke— No sé qué hay de raro — a todos les cayó una gota por la frente, con un pensamiento común: "¿el emo este dice que no sabe que hay de raro?", entonces Miki se rió a carcajadas.

—Creo que no quiero saber lo que han pensado... —dijo Sasuke.

Al poco, todos se sentaron, menos las tres damas de honor, los padrinos y el novio, que se pusieron a esperar frente al altar.

—Espero que no tarde mucho, —murmuró Matsuri— como tenga que estar demasiado tiempo de pie con estos zapatos, ¡mato a Temari! - la rubia y la pelirrosa se reían.

—Entonces, ¿eres amiga de la infancia de Temari? —preguntó Ino.

Matsuri miró a Kankuro, que estaba en primera fila:
—Eh... no, no es eso.

—¿Estás con Kankuro-san? —preguntó Ino, sorprendida.

—¡Schh! Ino, ¡baja la voz! —susurró Sakura—Además, no es asunto nuestro.

—No importa. – dijo Matsuri, sonrojada — Y no, no es con él con quién estoy saliendo...

—Eso quiere decir... — murmuró Sakura, y entonces gritó: - ¿¿¡Estás con Gaara!?? — todo el mundo las miró. Ino aplaudió irónicamente.

—¡Menos mal que era yo la que tenía que bajar la voz!

Naruto se acercó a ellas.
—¿Es verdad? —le preguntó a Matsuri— ¿¿¿Estás con Gaara??? - la castaña asintió - ¡Pues no me había dicho nada! ¡¡Ya verás cuando lo pille!! - y se rió. En esos momentos, en el público...

—¿A que Ino-chan está muy guapa? —preguntó Sai.

—Que sí, pesado, ¡¡¡deja de repetirlo!!! —exclamó Kiba. En el otro extremo del banco…

—Entonces a ver si lo he entendido: —dijo Miki, muy despacio— en una boda los invitados llegan pronto, el novio llega a la hora, y la novia un poco tarde, ¿no? – Sasuke asentía — ¡Pues no le veo mucho sentido! - el Uchiha se rió, mientras la pelirroja miraba con inseguridad a su alrededor — Por cierto... ¡todo el mundo va muy elegante aquí! no me siento muy cómoda, me parece que no voy bien...

Sasuke miró a la Miki, llevaba un vestido cruzado gris y negro por encima de las rodillas, dejando ver su figura. Acarició la cara de la kunoichi.

—¡Qué tontería! —exclamó el moreno— ¡Tú eres lo más bonito que hay aquí! Y estás preciosa… — los amigos vieron esta escena algo extrañados. En ese momento, se oyó ruido fuera, y la atención de todo el mundo se situó en la puerta: estaba entrando Temari, del brazo de Gaara. La música sonó, avanzaron hacia el altar, y comenzó la ceremonia. Cuando tocaba ponerse los anillos, el hijo de Asuma y Kurenai se acercó al altar, apenas había aprendido a andar, y cuando llegó le dio los anillos a Shikamaru con una gran sonrisa como si fuera una gran aventura. El castaño los cogió y continuaron. En pocos minutos ya eran marido y mujer.

Después todos salieron de la iglesia, camino al restaurante donde iban a cenar y a celebrarlo. Cuando entraron, lo vieron todo perfectamente adornado, con muchas flores y varios dibujos.

—Antes de nada, —avisó Ino— las flores deben de hacer juego con la situación. Así que toma, Temari, cambia de ramo - dándole un ramo distinto a la recién casada

—¡Qué perfeccionista! —rió Temari— Por cierto, ¡¡quedó muy bonito!!

—¡Muchas gracias! —exclamó Ino—Se nota que Sai me ayudó ¿verdad? – Ino y Sai sonreían.

—Vaya Sai, —dijo Naruto— parece que has trabajado bastante tú también ¿eh?

—Bueno teníamos que encontrar la forma de pasar algún rato juntos estos días—explicó Sai. NaruSaku sonrieron y recordaron las primeras horas de las mañanas que habían pasado juntos ellos. Se sentaron en las mesas, ya estaban todos los asientos repartidos. En la mesa de los novios se sentaban también los padrinos, las damas de honor, Gaara, Kankuro, los padres de Shikamaru, Kurenai y su hijo. Las demás mesas las habían repartido: en una estaban los más altos cargos de Konoha (y Rin, acompañando a Kakashi) y la aldea de la Arena, en otra el resto de familiares, en otra el resto del grupo de amigos, y en las siguientes otros conocidos de la pareja. Cuando se habían sentado les sirvieron las bebidas (vino para todos, menos para los pequeños). Y de pronto el Hokage se puso en pie.

—Me gustaría brindar por los recién casados - todos alzaron sus copas - Es un placer ser el Hokage en una villa contando con vosotros, excelentes shinobis y personas, me alegro mucho de que ahora seáis marido y mujer. ¡Por Shikamaru y Temari!

—¡Por Shikamaru y Temari! – exclamaron todos. Pero antes de que pudieran volver a dejar las copas, Gaara se puso en pie.

—Yo también quería hacer un brindis – el pelirrojo se quedó pensativo unos momentos - La primera vez que vine a Konoha nunca hubiera creído que este día podría llegar. No hubiera podido imaginar que mi hermana mayor iba a enamorarse y a marcharse de la villa de la Arena. Podría decirse que Konoha me ha quitado una hermana, pero aún siento que estoy en deuda con ella, porque me ha dado un magnífico cuñado - mirando a Shikamaru - Y a mi mejor amigo - mirando a Naruto - Así que esta villa es para mí un segundo hogar. Estoy muy orgulloso de que mi hermanita se haya convertido en una mujer, y que haya escogido vivir en esta villa. ¡Muchas gracias Temari, por darme otra excusa para venir por aquí! ¡Cuidadla bien! - todos brindaron, pero tampoco tuvieron tiempo de apoyar la copa, porque alguien más se levantó... Naruto.

—Si me perdonáis, —empezó el rubio— sé que yo no soy Kage, pero también querría brindar. Conozco a Shikamaru de toda la vida, siempre pensé que era tan vago como yo, y no me quería creer cuando me dijeron que es que era un genio - a todos les caía una gota por la cabeza - Aunque siempre ha sido un buen amigo, especialmente durante los últimos años que nos hemos conocido mejor. Te has convertido en el mejor estratega, en un shinobi inteligente, valiente y nada perezoso, que siempre está cuando se le necesita. Y eso en parte hay que agradecérselo a Temari. Pero no sólo a ella... en este día creo que no podría faltar mencionar a Asuma-sensei — todo el mundo miró al rubio muy serio — Porque entiendo cuando un sensei se convierte en algo más, se hace parte de nuestra familia y de nosotros mismos. Porque un alumno excelente tiene un sensei excelente. Por el recuerdo de un gran hombre que no sólo sigue vivo en su hijo. ¡Muchas gracias por todo Asuma-sensei! — alzó la copa, parecía que señalaba al cielo. Todos se habían emocionado con el brindis del rubio, y aplaudieron. Una lágrima de emoción caía por la mejilla de Konohamaru.

—Muchas gracias, Naruto—dijo Shikamaru.

—Sí... —asintió Kurenai— ¡muchas gracias!

Kakashi miró a Tsunade: —¿Ves lo que te digo? Sé que es tu nieto y le sigues viendo como un niño, pero ya no lo es... Ha madurado

—Puede que tengas razón... —dijo Jiraiya— me ha recordado a Minato - Tsunade asentía.

Después de esto cenaron, y después de la cena...

—Muy bien, ¡ahora habrá barra libre de bebidas para todos los que queráis quedaros! – exclamó Temari. Varias personas se despidieron y se marcharon, pero los amigos seguían. Naruto y Sakura hablaban y vieron que Sasuke estaba solo en la mesa, así que fueron a sentarse con él.

—¡El equipo 7 al rescate! —rió Naruto

—¿Te han dejado solo las parejitas? —preguntó Sakura

—Sí bueno... —musitó el Uchiha— estaba aquí con Miki, pero ha ido a por bebidas

—¿Y con Miki qué tal? —preguntó el rubio, guiñando un ojo— No habrás venido con ella sólo por ser tu compañera ¿no?

—No. —contestó tajantemente el moreno— La verdad es que nos besamos... pero no sé en qué punto estamos, no hemos hablado de ello - se sonrojó, aunque intentaba aparentar frialdad. Naruto y Sakura se sorprendieron mucho

—¿Pero qué te gustaría a ti que pasara? —preguntó Naruto. Sasuke se encogió de hombros.

—Nunca entendí todas esas tonterías que decíais sobre el amor. Y ahora estoy aquí... ella ha ido a por bebidas y ya estoy deseando que vuelva... yo... — se inclinó hacia adelante, parecía algo nervioso — yo la quiero, ¿sabéis?

—Tú... —murmuró Sakura, atónita— has dicho... ¿La quieres?

—Ni siquiera sé cómo ha pasado... ¡pero cuando estoy con ella es como si no existiera nada más! - en ese momento la pelirroja se acercaba, y los tres amigos se callaron.

—Vaya, —se lamentó Miki— ¡sólo traje dos bebidas! ¿Queréis que vaya a por unas para vosotros?

—No gracias, nosotros las tenemos aquí – dijo Sakura, señalando dos copas. Entonces se acercó Konohamaru

—¡Naruto-neechan!

—No Konohamaru, ¡ahora debes llamarme Naruto-sensei! - el castaño asintió

—¡¡Claro, Naruto-sensei!! - los dos se rieron - ¿Sabes? ¡Sabía que serías mi sensei! ¿Quien mejor para entrenar a un futuro Hokage, que el próximo Hokage?

Al oír eso, algo se activó en la mente de la pelirrosa:

FLASHBACK -> esa mañana en la torre del Hokage

—Kakashi, —llamó Tsunade— ya sabes que eso que querías no era bueno para la estabilidad política de la villa...

—Sí, si... ¡ya lo sé! —interrumpió el Hokage— Pero acordaos de lo que hablamos cuando me nombrásteis Hokage, ¡y pienso cumplirlo!

—Entonces al final te convencieron, ¿Kakashi? —preguntó Gaara. Kakashi solo agachó la cabeza — Lástima...

FLASHBACK -> Cuando eligieron Hokage a Kakashi:

—Naruto, siéntate. —dijo Tsunade. Hizo una pausa y Naruto se sentó frente a ellos — Naruto, todos estamos impresionados por cómo has cambiado, ahora eres un ninja muy poderoso, y además un gran chico con un espíritu envidiable. Por supuesto que ha salido tu nombre. — Naruto estaba a punto de saltar de la alegría — Estamos seguros de que algún día serás un magnífico Séptimo Hokage.

FLASHBACK -> durante los brindis

Kakashi miró a Tsunade: —¿Ves lo que te digo? Sé que es tu nieto y le sigues viendo como un niño, pero ya no lo es... Ha madurado

—Puede que tengas razón... —dijo Jiraiya— me ha recordado a Minato - Tsunade asentía.

END FLASHBACK

—Eso quiere decir… —murmuró Sakura nerviosa—¿¿¿¿ que lo que nos iban a decir esta mañana....???? - no pudo seguir porque Miki le puso la mano en la boca, y la separó de los otros. Cuando estaban algo lejos, la soltó

—Sí. —asintió la ANBU, muy seria— Lo que Kakashi quería era nombrar ya Hokage a Naruto

—¿Quéee? ¿¿Entonces es verdad??

—Sí, es verdad, pero no quieren que se entere nadie... Nunca un Hokage ha sabido que lo iba a ser antes de su nombramiento. Pero tú ya te has dado cuenta de lo que pasaba... eso no es una buena señal — y dejando a una sorprendidísima Sakura, fue hacia donde estaban los consejeros y los Kages, y les contó lo que acababa de pasar. Después volvió con Sasuke, Naruto y Sakura. Entonces el Hokage llamó la atención de todos, haciendo sonar una cucharilla contra la copa.

—Esta mañana —comenzó Kakashi— os llamé a muchos de vosotros para anunciaros algo, que al final decidimos no hacer, por lo menos de momento. Sin embargo, parece que hay gente que ya ha atado cabos y sabe de qué se trataba...

—Por eso es mejor que os lo digamos antes de que saquéis vuestras propias conclusiones —explicó Tsunade

—Así es. —asintió el hokage— El punto era... mi dimisión como Hokage

—¿¿¿Quéeeee??? —exclamaron todos

—Considero totalmente obvio que hay alguien que ya está preparado para asumir ese cargo, alguien que está destinado a él —explicó Kakashi. En esos momentos el rubio abrió mucho los ojos, tenía el corazón que se le salía del pecho

—Pero... Kakashi lleva poco tiempo como Hokage, y cambiar demasiado de líder no es bueno para la estabilidad política de la villa —aclaró Jiraiya

—Exactamente. —continuó Tsunade— Eso es lo que pensábamos... hasta ahora. No es una situación normal, porque no se trata de una persona normal. Ha sido el mismo Kakashi el primero que ha querido hacer esto. Así que mañana mismo resolveremos el tema

—¡Menos mal! —exclamó Gaara— Ya creía que no iba a poder verlo

—¿¿¿Pero de qué demonios estáis hablando??? —exclamó Naruto muy nervioso

—Del nombramiento del Séptimo Hokage —anunció Kakashi. Pasaron unos segundos que parecían eternos — Uzumaki Naruto — se produjo un silencio absoluto, cuando de repente se oyó un aplauso. Naruto miró a su lado, era Sasuke quien lo aplaudía. Entonces todos los demás siguieron su ejemplo, y todo el mundo aplaudía. El rubio aún ni podía reaccionar con lo que acababa de pasar...

—¡¡Naruto!! —exclamó Sakura, muy emocionada— ¡Lo has conseguido! - y se abrazó a él. Entonces él también se echó a llorar de la emoción. Cuando se separaron todo el mundo fue a felicitarlo, cuando...

—¡Viva el Nanadaime! —exclamó Konohamaru

—¡¡¡Que hable!!! – pidió Lee. Todos lo apoyaron, así que el rubio empezó a hablar

—Bueno... —murmuró, sonrojado— ¡No sé ni qué decir!

—Vamos amigo, seguro que encuentras las palabras – animó Gaara. Entonces el rubio asintió con decisión. Por un momento a Tsunade le daba la impresión de estar volviendo a ver a su hijo Minato.

—Cuando era pequeño todo el mundo me trataba como a un demonio al que odiaban. Durante bastante tiempo ni siquiera sabía porqué era así, y quizás eso fue lo mejor para no tomar un camino equivocado - Gaara se sintió reflejado en estas palabras - Mi única meta era convertirme en Hokage, porque era la persona a la que más respetaba todo el mundo. Y eso era lo que quería en realidad, el respeto. Para convertirme en Hokage necesitaba llegar a ser muy fuerte, así que una vez que conseguí convertirme en ninja - miró sonriendo a Iruka - Ocurrió lo que sin duda más me ha marcado en la vida: me convertí en un miembro del equipo 7. Puede cada año haya un nuevo "equipo 7", pero para mí fue algo más que un equipo. Cada miembro del equipo se convirtió en una parte de mí. Después, encontré a grandes personas... grandes ninjas... y grandes amigos. Descubrí mi propio camino del ninja, y más tarde, algo que en cierto modo me completó: la verdad. Por fin supe de dónde venía... pero no supe guardar rencor - sonrió a Tsunade - Supongo que nunca he podido hacer tal cosa... Hoy sé mucho más de lo que sabía ese niño al que todos odiaban. - mirando a Sasuke - Sé que las personas pueden sorprenderte, y que un hermano siempre será un hermano, da igual lo que te haya hecho pasar - el Uchiha miraba sorprendido, y asintió - Sé que un sensei puede enseñarte mucho más que ninjutsu. Puede convertirte en la persona que llegarás a ser. Puede ser el mejor padre que has conocido - mirando a Jiraiya, que se sonrojó - Sé que una sola persona puede cambiarlo todo - miró a una sonrojada Sakura -, con el poder de una sonrisa o una simple mirada. Sé que cuando tu sensei te considera un inútil, tienes que hacer tu mejor esfuerzo - mirando a Kakashi - y que cuando él mismo, siendo Hokage, lucha por nombrarte Nanadaime... No puede haber mayor reconocimiento. - Todos sonreían - No, ya no soy aquel niño que quería ser Hokage para que le respetaran, sino para proteger y hacer lo mejor por Konoha, y por lo que significa: la fuerza, la fraternidad - mirando a Gaara - la amistad, el amor... -mirando a Sakura. Entonces cerró los ojos y volviéndolos a abrir, sonreía - la voluntad de fuego. Eso es por lo que verdaderamente debe cuidar un Hokage.

Entonces dejó de hablar, todos le miraban con los ojos y la boca muy abiertos, estaban atónitos. El rubio de sonrojó, pensaba que había dicho alguna tontería...

—Y... piensas... —titubeó Miki—¿que has dicho algo malo? - todos se sorprendieron aún más.

—Eso que has dicho... —dijo Kakashi— verdaderamente son palabras de un gran Hokage — entonces todos empezaron a aplaudir, todos menos uno, el Uchiha, que muy serio se acercó a un sorprendido Naruto. Al llegar frente a él, sin cambiar la expresión, lo abrazó. Se separaron y estaban los dos un poco sonrojados

—Es un abrazo de hermano ¿eh? —dijo Sasuke

—¡Sí claro! —rió el rubio—¡Me parece a mí que te quedaste con ganas! - el moreno lo agarró de la camisa

—¡¡¡No digas tonterías!!! – exclamó Sasuke, y ambos se rieron. A la pelirrosa le caía una lágrima por la mejilla.

—Sakura, —llamó Kakashi, al verla—¿estás bien? - ella puso la mano sobre el hombro de su sensei, para tranquilizarlo

—Es que es algo que no creía posible... - Kakashi le sonrió. La fiesta se alargó mucho más de lo previsto, había mucho que celebrar.

—Chicos, no quiero aguaros la fiesta, pero van a cerrar, ¡así que tenemos que irnos! – anunció Shikamaru. Todo el mundo empezaba a recoger, cuando...

—¡Un momento! —gritó Ino—Temari, ¿no deberías seguir la costumbre?

—¿Qué costumbre? - la Yamanaka señaló hacia el ramo, encima de la mesa. Temari sonrió - Muy bien chicas, ¡entonces poneos en fila! ¡Ha llegado el momento de saber quién será la siguiente en casarse! - unas con más ganas que otras, se colocaron. La rubia se puso de espaldas y lanzó el ramo. Un momento después escuchó fuertes risas, se dio la vuelta para ver qué había pasado: ¡el ramo le había caído a Sakura! Naruto y Sakura estaban muy sonrojados, sin decir nada.

—No sé porqué no me extraña, —rió Tenten —¿eh, Sakura?

—¡Esperad! —interrumpió Ino— Temari, ¿has olvidado que tenías dos ramos?

—¡Es verdad! —exclamó Temari—¡Venga, volveos a poner! - cogió el otro ramo, mientras pensaba "espero que Ino no me haga seguir así hasta que le caiga a ella..." Cuando lo lanzó, esta vez no escuchó nada en absoluto, y se dio la vuelta más intrigada que la otra vez. El ramo lo tenía Miki, que tenía cara de pánico, y gritó:

—¿¿Es esto una maldita broma?? - al Uchiha le caía una gota por la frente, entonces todos se echaron a reír. Recogieron sus cosas y salieron del lugar. En la calle...

—¡Maldición! —exclamó Sakura—¡Es tardísimo! Si despierto a mis padres me matarán... ¡pero con este vestido no voy a poder entrar por la ventana! - Ino, Hinata y Tenten se miraron a sí mismas y dijeron:

—¡Mierda, es verdad! - Naruto, Sai, Kiba y Neji sonrieron, y tomándolas de la mano, se despidieron de los demás y cada pareja tomó un rumbo.

—¿Qué es lo que pasa? —preguntó Chouji

—¿No es obvio? Ellas cuatro no pasarás esta noche en su casa... – explicó Shino. El gordito se echó a reir. Entonces todos los demás se despidieron y se fueron.

—Vamos, —dijo Sasuke— te acompaño a casa

—Ah gracias, pero no hace falta — sonrió Miki — Soy fuerte, ¿sabes?

—Es que quiero hacerlo - la pelirroja se sonrojó y asintió, y ambos empezaron a caminar hacia ANBU.

—¿Qué tal estáis Itachi y tú? Ya sabes... ahora que ha vuelto a casa

—No ha vuelto exactamente a casa, está en la de al lado. —explicó el moreno— Nos pareció una buena idea...

—Claro, —interrumpió Miki— así si hay algún problema tenéis cada uno vuestro espacio. — el moreno la miró muy serio y ella sonrió — He vuelto a hacer eso tan molesto ¿verdad? — agachó la cabeza. El Uchiha con una caricia levantó la cara de la chica

—No hables así. Es algo que no puedes evitar, lo que lo convierte en una parte de ti. Y no puede haber una parte de ti que sea molesta — ella se quedó shockeada. El moreno se acercó y le dio un suave beso, apenas un roce en sus labios, que hizo que la kunoichi se sonrojara. En ese momento se dio cuenta de que ya habían llegado al edificio de ANBU. Ella se quedó mirando el símbolo de ANBU de la puerta, el mismo que el del clan Uchiha. El moreno notó tristeza en la mirada de la chica

—Ahora soy yo el que puede ver lo que piensas — ella lo miró sorprendida — Aquí ya no hay nadie...

—Sí... —asintió la pelirroja— Me alegro de que te reconciliaras con Itachi-tencho pero... me gustaba no ser la única aquí... - el Uchiha la tomó de la mano y empezó a andar — ¿Qué haces?

—No tienes porqué quedarte aquí sola. Ya sabes que nosotros tenemos sitio de sobra — ella sonrió y ambos fueron hacia el "barrio" de los Uchiha.

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Algo lejos de allí...

—¿Seguro que no te importa que pase la noche en tu casa? —preguntó Sakura, mientras Naruto abría la puerta

—¡Por supuesto que no Sakura-chan! - haciéndose a un lado para que pasara. Ambos dejaron los zapatos en la entrada.

—¡Madre mía! ¡Nunca entenderé cómo puedes vivir entre tanto desorden!

—¡Ay... Sakura-chan...!

—¡Como tengas así el despacho, seguro que te llevas más de un golpe de Tsunade-sensei! —rió la pelirrosa

—Es cierto... —murmuró muy serio— Mañana... - ella se acercó y acarició las marcas de su mejilla con ternura

—Mañana serás el Nanadaime, Naruto. El mejor Hokage de todos los tiempos - al oír esto, el rubio la besó suavemente. Ella correspondió el beso haciéndolo más intenso agarrándose al cuello de él, que hizo lo mismo agarrando a la pelirrosa de la cintura. Se fundían en un más que apasionado beso, apretando más el abrazo. Ella movió las manos, mientras que con una mantenía el abrazo, apoyada en la cabeza del shinobi, con la otra acariciaba suavemente su cuello y el comienzo de su pelo. Esto animó al rubio, que antes de darse cuenta estaba bajando las manos, apoyándolas sobre el trasero de la kunoichi. Cuando fue consciente de lo que estaba haciendo, la soltó y se apartó, muy sonrojado.

—Lo... lo siento Sakura-chan - Sakura se acercó sonriendo - Pero cómo... ¿no me pegas?

Sakura tomó las manos del rubio.
—No podría pegarte... por algo que me gusta - se acercó a él y le dio un corto pero intenso beso. Entonces la respiración de Naruto se aceleró

—Sakura-chan... Sabes que si empiezo... no voy a poder separarme de ti... - ella volvió a rozar sus labios

—Por eso quiero que empieces... porque no quiero que te separes de mí - el rubio empezó a besarla apasionadamente, volvieron al punto en el que estaban antes. Entonces ella retiró una mano del cuello de Naruto, recorrió su pecho sobre la camisa, y al llegar al pantalón sacó la camisa del rubio por fuera, metiendo la mano bajo la camisa para acariciar su torso. Él separó su cara unos pocos centímetros de la de la pelirrosa, mirándola serio

—¿Sabes lo que haces? - ella asintió

—He dicho que no quiero que te separes de mí... y ahora mismo siento que esto nos está separando - dijo mientras le quitaba la chaqueta al rubio, que se sonrojó un poco, pero terminó de quitarse la chaqueta y aprovechó para sacarse también la corbata. Entonces siguieron besándose, el puso las dos manos en la cara de la kunoichi, mientras ella pasaba su mano por el vientre de él. Entonces Sakura se separó un poco, y rozando lentamente por encima de la camisa, puso sus manos en el cuello del rubio para empezar a desabrochar los botones. Entonces él aprovechando que el vestido de ella no tenía tirantes, empezó a besarla suavemente por el cuello y los hombros. Cuando la kunoichi acabó de desabrochar la camisa, cerró los ojos para disfrutar de los besos del rubio, pero al cabo de un rato, volvió a abrirlos y le quitó del todo la camisa al chico, observando sonrojada su trabajado torso. Entonces empezó a acariciarlo con suavidad, recorriendo sus músculos. Él tomó una de las manos de la chica, y la llevó a sus labios, tras besar su mano se inclinó un poco y volvió a besarla. Al poco, ella tomó sus manos y las condujo por su espalda, hasta la cremallera del vestido. Entonces él se separó, y acariciando suavemente los brazos de la pelirrosa dijo, sonriendo:

—Ven - la tomó de la mano y entraron en su dormitorio. De pie al borde de la cama continuaron besándose abrazados, ella recorría con caricias los músculos de su rubio, que buscó de nuevo la cremallera del vestido de la kunoichi, y la bajó lentamente. Entonces ella se separó un poco y dejó caer el vestido al suelo, mientras él se sentaba en la cama. El rubio se la quedó mirando unos momentos, ella estaba bastante sonrojada.

—Es increíble... —mumuró Naruto— es increíble lo preciosa que eres - Entonces la pelirrosa se apoyó en la cama, con una rodilla a cada lado de Naruto, y siguieron besándose mientras se acariciaban. Un poco después ella llevó las manos al cierre del pantalón del rubio, pero no acertó a desabrocharlo, así que lo hizo él mismo. Ella empujó suavemente el pecho de Naruto, dejándolo tumbado en la cama, mientras le quitó el pantalón. Fue en ese momento en el que se fijó en un gran bulto en los boxers del chico, y ambos se sonrojaron.

—Me alegra comprobar que provoco esa reacción en ti – sonrió ella. El rubio se incorporó y la besó

—Esa reacción... la provocas con sólo mirarte a los ojos. Esa, y otra aquí - tomó la mano de la kunoichi y la llevó a su pecho, indicando su corazón. Continuaron besándose, cada vez más apasionadamente, el roce de sus labios y sus lenguas cada vez hacían más ruido, y ellos emitían pequeños jadeos de placer. Entonces él pasó sus manos por la espalda de la chica, desabrochó su sostén y lo retiró, dejando ver el busto de la pelirrosa.

—Sin duda alguna, es el "paisaje" más hermoso que he visto nunca - volvieron a besarse, pero esta vez el rubio centraba sus caricias en los pechos de la kunoichi. Entonces la abrazó fuertemente por la espalda y la dejó tumbada en la cama, quedando él encima de ella. Los dos sonreían, y el rubio empezó a besarla en los labios, para después ir bajando. Recorrió con besos el cuello y los hombros de la pelirrosa, bajó hasta encontrar los pechos de la chica, empezó a besarlos suavemente, primero uno y luego el otro, pero después empezó a lamer con más intensidad sus pezones, masajeaba el pecho mientras lo lamía, provocando unos pequeños gemidos de placer a la kunoichi. Unos minutos después, continuó besando el vientre de la pelirrosa, y siguió bajando, pero se saltó la intimidad de la chica para seguir por sus piernas. Ella levantó un poco la cabeza sorprendida

—El postre es lo último ¿no? – murmuró él. Ambos sonrieron, y cuando el shinobi hacia cubierto de besos todo el cuerpo de la chica, se dirigió hacia su "postre". Tiró un poco de la ropa interior de la chica, que levantó las piernas para facilitárselo. Cuando terminó de sacarla, el rubio suavemente separó las piernas de la chica. Primero fue hasta su cara para volver a besarla en los labios, intercambiaron una sonrisa cómplice, y después él fue hacia la intimidad de la kunoichi. Primero con un dedo empezó a acariciarla, pero enseguida empezó a recorrerla con la lengua, mientras la pelirrosa se estremecía ante una sensación desconocida para ella. El chico al principio lo hacía tímidamente y apoyando las manos en las caderas de la chica, pero poco a poco cogió confianza y a la vez masajeaba los pechos de su compañera, mientras él jugaba con su lengua en el punto que adivinó que era el clave, por la intensidad de los gemidos de la kunoichi. Ella no podía evitar emitir jadeos y gemidos de placer, cada vez más...

—¡Ahh! ¡Naruto! ¡Entra! - él sonrió y se bajó los boxers

—¿Estás preparada?

—Sí, hazlo – pidió ella muy excitada. Entonces él la besó suavemente, mientras introducía poco a poco su miembro en la pelirrosa. Se movía despacio, recordaba que el ero-sennin le había contado que la primera vez era doloroso para la chica y no quería hacerla daño, pero se iba excitando cada vez más y no pudo evitar subir el ritmo, hasta que se fijó en que en la cara de ella ya no se reflejaba ese placer, sino un poco de dolor

—¿Sakura-chan, estás bien? —ella solo asintió

—Es necesario romper el himen... Hazlo rápido por favor - él asintió y aumentó la fuerza de las embestidas. Enseguida ella soltó un pequeño grito: el himen se había roto. Pero al cabo de unos momentos el dolor fue dejando paso al placer, y regresaron esos jadeos y gemidos que volvían loco al rubio, haciendo que fuera cada vez más rápido, uniendo sus jadeos y gemidos a los de la pelirrosa. Al poco ella acarició la cara del rubio, pensando:

—¡Kyaa! ¡¡Me ha tocado la lotería!! ¿¿Será por haber sido alumno del ermitaño pervertido?? - lo abrazó fuertemente con brazos y piernas

Cada momento que pasaba, más les daba la sensación de que sólo existían ellos dos en el universo, hasta que rozaron el cielo y terminaron a la vez, con un grito de placer de ambos. Entonces él se dejó caer en la cama, y ella se apoyó en su pecho, acariciándolo mientras el rubio jugaba con los cabellos de la kunoichi.

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Al mismo tiempo en el piso de un ex-ANBU, una rubia miraba los dibujos que decoraban las paredes mientras un moreno la miraba sonriendo desde el sofá. Ella le hacía preguntas sobre alguno de los dibujos para que le contara su historia. Al cabo de un rato...

—Ino-chan - ella se giró para mirarlo - Tú quisiste estar conmigo cuando creíste que yo estaba con Miki, ¿verdad? - la kunoichi sonrió con culpabilidad

—Puede ser...

—¿Y eso por qué? – preguntó él, bastante serio. La rubia se giró fingiendo mirar los dibujos otra vez, para disimular que se había sonrojado

—Podría decirse que tuve celos de ella...

—¿Celos? —preguntó el moreno, confundido

—Sí ya sabes, creía que se interponía entre nosotros...

—Eso quiere decir que... lo que hizo que quisieras estar conmigo fue que pensaste que ella se interponía entre nosotros... - ella seguía mirando hacia la pared (no prestaba ya atención a los dibujos, sino a las palabras del moreno), entonces él se levantó, se acercó a ella para tomar su brazo y voltearla con suavidad. En ese momento vio la cara de la rubia, sonrojada y con los ojos humedecidos.

—Si es así... —continuó Sai— ¿Ahora qué pasa, si no se interpone nadie? - unas lágrimas traicioneras cayeron de los azules ojos de la kunoichi, sorprendiendo mucho al moreno

—¿Cómo puedes decir eso? - el dibujante intentó abrazarla para calmarla pero ella se quitó - Crees que fue un capricho? Es cierto que fui una estúpida, pero el haber tenido celos me sirvió para darme cuenta de mis verdaderos sentimientos! - otra lágrima cayó por el rostro de la rubia. Entonces el moreno sin darla tiempo a reaccionar la abrazó muy fuerte y acariciando su pelo murmuró en su oído:

—Lo siento... Tú no eres estúpida, ¡el único estúpido aquí soy yo! No quiero hacer nada que te lastime... Lo siento tanto... - la rubia se sorprendió por la ternura de estas palabras, y lo besó. Después de eso apoyó frente con frente y le miró fijamente a los ojos desde muy cerca, empapándose de la inocencia del chico, que se sonrojó e hizo lo único que sabe hacer para salir de situaciones que no comprende: sonreír. La kunoichi se dio cuenta y se rió mientras él la observaba atónito

—Verdaderamente eres preciosa... - la kunoichi acarició el pálido rostro del moreno, que puso ambas manos en las mejillas de la rubia y la besó con mucho cariño. Después volvió a sentarse en el sofá.

—¿Quieres preguntarme por algún dibujo más? – preguntó Sai, sonriendo. Ella se acercó al sofá y al llegar frente a Sai, se sentó sobre él, apoyando sus rodillas sobre el sofá a cada lado del moreno. Ambos se sonrojaron y ella negó con la cabeza

—Sólo quiero hacerte una pregunta —susurró Ino

—Dime —dijo él, bastante nervioso

—¿Tú... me amas?

—Yo fui entrenado para no tener emociones, ¿sabes?... — ella agachó la cabeza — Pero intenté aprender todo lo que pude gracias a los libros, aunque siempre hubo algo que no conseguía entender... Ahora... ahora puedo decir que si existe el amor, es lo que siento por ti — ella se sonrojó. Lentamente tomó las manos del moreno entre las suyas y se quedó unos momentos mirando hacia un lado, parecía que estuviera nerviosa e intentara tranquilizarse, cuando empezó a negar con la cabeza

—No... —murmuró Ino

—¿No? ¿Qué pasa?

—¡Ya no me voy a contener más! – Ino empezó a besarlo apasionadamente. Al separarse, el moreno besó suavemente las mejillas de la kunoichi, luego la barbilla, nariz, y finalmente levantó su flequillo y besó su frente. En esa posición se detuvo, a menos de un centímetro de la piel de la rubia, que sentía su respiración.

—¿Estás bien? – preguntó la kunoichi, extrañada. Él bajó la cabeza, mirándola a los ojos y sonrió

—Mejor que nunca - volvieron a besarse, cada vez más apasionadamente. Él mientras la acariciaba se detuvo en la cremallera del vestido de dama de honor - ¿Quieres que pare? - ella en un instante con facilidad le quitó la corbata

—De ninguna manera - bajó la cabeza y empezó a cubrir el cuello del moreno de besos, mientras él bajaba lentamente la cremallera del vestido.
Cuando acabó, deslizó un poco hacia abajo el vestido de la rubia dejando ver su sostén. Entonces ella guió las manos del shinobi para ayudarle a desabrocharlo, y al retirarlo ambos quedaron inmóviles un momento, sonrojados, hasta que Sai comenzó a besar los pechos de su compañera, lamiéndolos y masajeándolos, haciendo que la rubia echara la cabeza hacia atrás entre gemidos de placer. Al rato la kunoichi empezó a separarse, y se puso de pie.
Frente a él terminó de quitarse el vestido, entonces se agachó un poco y desabrochó el pantalón del chico, quitándoselo de varios suaves pero certeros tirones. En ese momento ella se puso roja, y se quitó la última prenda que le quedaba, para volver a la posición en que estaba antes, sentada con una pierna a cada lado del moreno. Continuaron besándose, aumentando la intensidad tanto del beso como de las caricias. La rubia desabrochó poco a poco la camisa del chico, acariciando su trabajado torso. Entonces él bajó una mano para sacar su miembro y lo introdujo en la kunoichi, que poco a poco fue cogiendo al ritmo mientras su compañero acompañaba el movimiento con las manos en el trasero de la chica.

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En esos mismos momentos el aún Hokage y su antigua compañera de equipo estaban tomando una ducha, en la que lo único que no estaban haciendo era ducharse...


En una habitación habilitada para invitados importantes, un joven y pelirrojo Kage y su castaña novia estaban dando rienda suelta a la pasión sobre la cama...


En otra parte de la villa, los recién casados no habían ido a su casa, sino que se habían tumbado a ver las estrellas de su primera noche como marido y mujer. Pero en unos minutos, mientras que Shikamaru seguía tumbado, su ahora mujer se movía gimiendo sobre él, habían cambiado las estrellas por el amor y el placer...


En casa Shizune, una consolidada pareja también se había dejado llevar por la pasión...

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Al otro lado de la aldea, en la casa de la rama secundaria de los Hyuga, una pareja se había guiado por sus sentimientos y lo hacían por primera vez. Él aún llevaba la camisa, aunque abierta, y ella con la falda levantada [ya ni quitarse la ropa... qué prisas!] abrazaba al castaño con brazos y piernas, que la sujetaba contra la pared mientras entraba en ella cada vez más rápido. La kunoichi lo animaba a ello con el movimiento de sus piernas, mientras que los jadeos de ambos se iban sincronizando...

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Cerca de allí, en el piso que compartía el menor de los Inuzuka con su inseparable Akamaru, detrás de una puerta cerrada [una cosa es que sean inseparables y otras que interrumpa ciertos... momentos! xD] podía verse en el suelo un vestido azul con la cremallera rota, y siguiendo el camino marcado por una camisa, chaqueta, pantalones... y prendas íntimas, se encuentra también en el suelo una pareja desahogando el deseo reprimido. Kiba tendido sobre el suelo, y sobre él Hinata llevando el ritmo mientras el chico masajeaba sus pechos...

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En otra parte de la villa, dos ninjas caminaban por una calle desierta. Casi habían llegado a su destino, pero el moreno se detuvo antes.

—Aquí es donde duerme Itachi — entonces ambos entraron en la casa de al lado, en la que siempre había vivido Sasuke. El moreno se sentó en la entrada, cruzando sus manos y apoyando su cara sobre ellas, postura frecuente en él que siempre le ha dado un aire distante. La kunoichi se sentó a su lado, esperó unos momentos y agarró las manos del Uchiha, que la miró sorprendido, y la vio con esa característica sonrisa suya

—¡¿Cómo es posible... cómo puedes no perder la sonrisa?! Con todo lo que has pasado... no lo entiendo... - llevó una mano a la cara de la kunoichi, que la agarró con dulzura

—Siempre hay una razón para sonreír. Incluso cuando no encontraba ninguna razón, siempre he querido pensar que existía. Mi familia tomó una decisión que acabó con ellos, pero yo sobreviví. Yo puedo seguir viendo y aprendiendo cosas, he podido ver los cambios que ha habido, la grandeza que va tomando Konoha... puedo estar aquí contigo - mostró una gran sonrisa, el moreno se sonrojó y la besó, rodeándola con sus brazos. Ella se separó riendo, fue hacia las escaleras seguida por el chico, se cruzaban de escalón en escalón intercambiando algunos besos y caricias. Al llegar arriba la kunoichi corrió hacia la habitación del Uchiha, cuando él llegó no la vio, ella salió de detrás de él, lo giró pillándolo por sorpresa y lo besó. Entonces el Uchiha la levantó tomándola de la cintura, y así dio un par de vueltas mientras la pelirroja reía.

—¿Por qué me siento así contigo? – preguntó Sasuke, pero la única respuesta que obtuvo fue un más que apasionado beso, con el que estaba todo dicho. Entonces Sasuke apretó un poco el trasero de la pelirroja contra él, haciendo que ella lo rodeara con las piernas mientras él la sujetaba con fuerza. El Uchiha cargó a la chica hasta dejarla tumbada en la cama, y él sobre ella se quitó con un rápido movimiento la chaqueta y se aflojó la corbata. La kunoichi terminó de quitarle la corbata, pero la volvió a pasar por detrás de la cabeza del moreno, utilizándola para acercarle y volver a besarlo. Luego Sasuke bajó un tirante del vestido de la chica y besó su hombro y su cuello, hasta llegar a la oreja de la pelirroja donde se detuvo un poco entre besos y pequeños mordiscos. Cuando Miki reaccionó sacó la camisa de él fuera de los pantalones, entonces lo empujó un poco hacia atrás y terminó de sacarle la camisa como si fuera una camiseta. Se miraron sonriendo y luego ella se incorporó y moviéndose rápidamente empujó con firmeza al Uchiha, dejándolo apoyado en la cama y quedando ella encima. Empezó a acariciar y besar el pálido torso del chico, que al cabo de un rato se incorporó y volvió a cambiar el orden, quedando encima de ella. Entonces bajó lentamente los tirantes del vestido de la pelirroja, que al notarlo se incorporó para ayudarle a sacar el vestido, pero el shinobi con suavidad la llevó de nuevo contra la almohada

—Sch... déjame a mí - y así lo hizo, ella simplemente movió los brazos para que pudiera bajar el vestido, y el Uchiha lo hizo con ternura y sensualidad, aprovechando para acariciar todo el cuerpo de la pelirroja, acelerando la respiración de ambos. Quedaron a la vista los pechos de la kunoichi, y el Uchiha enseguida fue hacia ellos para masajearlos y lamerlos, arrancando unos gemidos a la ANBU. Después rápidamente se quitó los pantalones y volvió a ponerse encima de ella, siguieron besándose mientras acariciaban sus cuerpos. Entonces las caricias de él le condujeron hasta la intimidad de la chica, introduciendo un par de dedos hasta que sintió la humedad en la pelirroja. En ese momento ella llevó sus manos hacia los boxers del chico, sacó el miembro de Sasuke masajeándolo con firmeza, hasta que él agarró con una sola mano las dos manos de la kunoichi, y con la otra se ayudó para llevar su miembro al interior de ella, que dejó escapar un gemido. Entonces el Uchiha tomó las manos de la pelirroja, juntándolas con las suyas contra la cama, y empezó a moverse suavemente al principio, animándose poco a poco y haciéndolo con más energía, "quizá demasiado" pensó

—¿Demasiado fuerte? - ella negó con la cabeza - ¿No te hago daño?

—¡Ah! —exclamó ella, muy sonrojada— ¡Todo lo contrario! - y libró sus manos del agarre del moreno para abrazarlo y acariciar su cuerpo. En pocos minutos notó que el Uchiha frenaba, y lo miró a los ojos

—Estoy llegando al límite... —pensó Sasuke— debo salir, no quiero que piense que la utilizo para rehacer mi clan... sólo quiero estar con ella - entonces la pelirroja sonrió ampliamente y cruzó sus piernas por detrás del moreno impidiéndole salir, por lo que él la miró sorprendido

—Eso... —dijo la chica— es todo lo que necesitaba saber — él sonrió y en poco tiempo terminó en el interior de la chica, provocando un grito de placer de la pelirroja. Entonces el moreno se dejó caer cansado al lado de la kunoichi y se miraron, el Uchiha acarició unos momentos el cabello rojo de la chica

—Te quiero – murmuró Sasuke, en cuyos ojos apareció algo nuevo, algo que ni el mayor poder del sharingan hubiera podido darle. Entonces ella se rió

—Me imaginaba cómo sería... Y es verdad, suena aún mejor al escucharlo en voz alta - él se sorprendió

—¿Ya lo sabías? — sonrió, al darse cuenta de que lo habría podido ver varias veces en su pensamiento — Claro... — entonces ella se levantó un poco y lo besó en la mejilla. Luego se acercó a su oído y dijo:

—Uchiha Sasuke... yo también te quiero — ese preciso instante es el que Sasuke recordaría toda su vida como el momento en que comprendió que había algo mucho más grande que el odio y la venganza...

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En la torre del Hokage, una figura miraba por la ventana, cuando inesperadamente la puerta se abrió.

—¿Qué haces por aquí? —preguntó Tsunade

—Observar – respondió Jiraiya. La médico se acercó a la ventana

—¿Y qué observas?

No llegaba a oírse, pero en esos momentos en puntos distintos de la ciudad, se producían varios gritos de placer por parte de varias parejas.

—Creo que dentro de poco conoceremos a la próxima "Generación de Oro" —sonrió el sannin

—¿Eso qué es, tu poder de pervertido? - y rió, mientras el ero-sennin agachaba la cabeza - Sólo hay una cosa que no entiendo...

—Ya Tsunade, ¡no hace falta que te rías más de mí!

—No... —murmuró ella— Lo que no entiendo... es que no estemos haciendo lo mismo tú y yo - el hombre abrió mucho los ojos y la boca, sorprendido. Al poco volvió a la normalidad

—Ah ya ya... Buen chiste - ella se puso frente a él y rozó sus labios con los del sannin

—¿Y eso también te parece un chiste? - el peliblanco agachó la cabeza algo triste, parecía muy vulnerable

—Por favor, Tsunade... Tú sabes lo que siento. Después de tanto tiempo… No juegues conmigo... No podría soportarlo...

—No estoy jugando

—Pero yo sé que Dan fue el hombre de tu vida... - ella le hizo callar poniendo un dedo en sus labios

—El verdadero "hombre" de mi vida... fue mi hijo, Minato. Es verdad que Dan siempre estará en mi corazón... Pero también es cierto que tú lo has estado siempre - al decir esto se abrazó a su cuello y lo besó suavemente. Esta vez él correspondió el beso, abrazando con fuerza a la Godaime.

—Te amo Tsunade... siempre lo he hecho

—No está mal, ¡solo has tardadocasi 40 años en conseguir decirlo! - volvió a besarlo más intensamente, hasta que finalmente pasó lo que había estado latente tantos años.

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Al día siguiente, todos los amigos estaban sonrientes en el despacho del Hokage. Después de unos momentos de charla, el rubio tendió un papel hacia Kakashi y los consejeros.

—¿Qué es esto? —preguntó Tsunade

—No por nada llevo tanto tiempo queriendo ser Hokage – sonrió Naruto. Eso despertó la curiosidad de todos. El actual Hokage y los consejeros empezaron a leer el papel, entonces se dieron cuenta de que era una especie de programa:

"Solucionar la situación de los Hyuga - el orden del nacimiento no debe determinar toda la vida - posible líder Neji?
Comenzar entrenamiento ninjas médicos en la academia - conocimientos de ténicas médicas en las misiones de gennins.
Estrechar lazos personalmente con los demás Kages y señores feudales - fomentar las buenas relaciones por la paz

URGENTE: Encontrar a Nagato" esto último escrito con distinto color, se notaba que había sido escrito hace poco.
Después de leerlo miraron sorprendidos al rubio. Tsunade le pasó el papel a Shizune, que después de leerlo, lo pasó entre el grupo de amigos. La primera que rompió el silencio fue la pelirrosa

—Naruto... tú... ¿ya habías pensado esto? —preguntó Sakura

—Sí. – asintió él, en pose pensativa - Además me parecería buena idea crear un sistema de seguimiento continuo del entrenamiento de gennins y chunnins... Es muy importante tener información sobre todos los recursos de la villa...

—Creo que no hay nada más que hablar – dijo Kakashi, y estiró la mano tendiéndole algo al rubio — Realmente superarás incluso a tu propio padre, el Yondaime — todos salieron hacia el balcón, dejando a Naruto solo con lo que le había dado Kakashi. Entonces vio que eran unas ropas muy parecidas a las que había visto en los dibujos sobre Minato. Sonrió y se las puso, enseguida salió al balcón, provocando gritos y aplausos entre la gente que estaba abajo. Echó un vistazo, parecía que estaba toda la villa. Escuchó una voz familiar entre la multitud, era el dueño de Ichiraku:

—¡Chico! ¡No volverás a pagar por comer ramen! - una señora que estaba a su lado le miró mal

—¿Le parece esa forma de dirigirse al Hokage? - en ese momento Naruto llegó al borde del balcón, al lado de Kakashi, que le puso la mano en el hombro y dio un par de pasos hacia atrás. Entonces Naruto tenía el corazón latiendo a toda velocidad, y disfrutó cada una de las palabras que pensaba decir:

—Desde hoy... - pero en ese momento le interrumpió una voz que venía de detrás de él

—¡Mentira! —exclamó Konohamaru—¡¡Tú lo has hecho siempre!! - todos rieron, pero Shikamaru se acercó al Sarutobi

—Deja que acabe, es el último paso... el que siempre quiso dar y hoy lo da con todo el derecho... - Naruto sonrió agradeciendo al castaño y volvió a mirar hacia la gente de la villa, que seguía entre gritos y aplausos, lo que obligó al rubio a subir el tono de voz más de lo normal

—¡¡Desde hoy juro proteger la aldea oculta de la Hoja con mi vida, porque soy el Séptimo Hokage!! - en ese momento se hizo el silencio entre la gente, y comenzaron a hacer una reverencia. Poco a poco se fue extendiendo, hasta que hasta donde alcanzaba la vista, toda la villa parecía estar arrodillada frente a Naruto. Era una reverencia para reconocerlo, para darle la confianza que él se había ganado, para devolverle una pequeña parte de todo lo que había hecho desinteresadamente por la villa durante tanto tiempo. El rubio se sorprendió muchísimo, no sabía cómo debía reaccionar y se dio la vuelta para mirar a sus amigos. Lo que vio entonces es lo que más le emocionó: sus amigos, uno a uno también se arrodillaban ante él (todos). En ese momento toda la emoción reprimida por el rubio caía por sus mejillas en forma de lágrimas.

—Sakura-chan... Kakashi-sensei... Ero-sennin... Oba-chan... ¡¿Gaara!? - el Kazekage sonreía. Entonces la sensación más cálida del mundo invadió al rubio, y se dio la vuelta.

—Levantaos aldeanos, porque soy yo el que tiene que arrodillarse ante vosotros — todos miraron y vieron que realmente el Nanadaime estaba arrodillado — Vosotros sois la fuerza y la voluntad de Konoha — levantándose — Y yo espero estar a la altura de ambas — entonces todo el mundo empezó a aplaudir, y el rubio sintió que unos brazos lo rodeaban, enseguida se dio cuenta de que era su pelirrosa.

—Eres increíble, Naruto - se dieron un tierno beso, que Konohamaru interrumpió

—A ver si ahora me das misiones interesantes ¿eh?

—¡Voy a hacer algo mejor que eso! —exclamó el rubio—¡Te enseñaré todo lo que sé! - el pequeño Sarutobi rió

—Realmente es casi como volver a ver a Minato... —dijo Tsunade— pero tú marcas tu propio camino, Naruto

—Muchas gracias oba-chan... sin duda alguna lo que consigue que marque ese camino... es el amor — sonriendo tomó de la mano a Sakura, y en ese momento todas las parejas hicieron lo mismo con una sonrisa. En medio estaba Konohamaru, que no entendía nada — Pero debo decir que la imagen que no olvidaré jamás... ¡será la de Sasuke arrodillado frente a mí!

Sasuke muy serio solo achachó la cara.
—Hmp...

—Vaya, —rió Naruto— ¡qué pronto te cambió la actitud!

—No, de ninguna manera. Nunca fuiste un perdedor, Naruto. Serás el mejor Hokage, lo sé. Pero espero que podamos seguir midiendo nuestras fuerzas ¿eh? ¿Qué mejor entrenamiento que ése? - el rubio se quedó muy sorprendido unos segundos, pero después mostró una gran sonrisa

—¡¡Dalo por hecho!!

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FIN