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EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
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NaruSaku v2.0 :: :: Fan Fic :: FF Cerrados
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EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
Hace más de tres años que escribí esto (qué vieja me siento de repente, T.T ).
Mi nick en el otro foro era Misae.
Estaba escribiendo una tercera historia pero por falta de tiempo la he tenido que cerrar hasta que pueda retomarla. Puñetero mundo real, siempre interfiriendo... >.<
Me había olvidado por completo de este fic, pero en vista de que de vez en cuando alguien lo sigue leyendo (23.000 visitas????? WTF???) lo subo aquí porque algo debe tener, además de virus... También tiene muchas cosas que ya no me gustan así que cambiaré varias partes para intentar mejorarlo. Me cuesta mucho menos esfuerzo y tiempo hacer esto que escribir otro fic desde cero.
Está ambientado en la época de antes de la invasión de Konoha por Akatsuki. Orochimaru aún estaba vivo y todo…Yo no leo el manga, por lo que no sabía nada de la historia de Itachi etc. No seais muy duros conmigo, eh? ^^ Tened en cuenta que era mi primera historia.
Aviso a los moderadores: no solicité cambio de Nick. Entré a este foro con un email nuevo, un nombre nuevo y ya está. No teneis forma de comprobar si yo soy yo…estoy violando mi propio copyright XD
Espero que lo disfruteis, y si ya lo leísteis, que os traiga buenos recuerdos y os gusten los cambios !
PRÓLOGO
CAPÍTULO 1 : EL REGALO
Mi nick en el otro foro era Misae.
Estaba escribiendo una tercera historia pero por falta de tiempo la he tenido que cerrar hasta que pueda retomarla. Puñetero mundo real, siempre interfiriendo... >.<
Me había olvidado por completo de este fic, pero en vista de que de vez en cuando alguien lo sigue leyendo (23.000 visitas????? WTF???) lo subo aquí porque algo debe tener, además de virus... También tiene muchas cosas que ya no me gustan así que cambiaré varias partes para intentar mejorarlo. Me cuesta mucho menos esfuerzo y tiempo hacer esto que escribir otro fic desde cero.
Está ambientado en la época de antes de la invasión de Konoha por Akatsuki. Orochimaru aún estaba vivo y todo…Yo no leo el manga, por lo que no sabía nada de la historia de Itachi etc. No seais muy duros conmigo, eh? ^^ Tened en cuenta que era mi primera historia.
Aviso a los moderadores: no solicité cambio de Nick. Entré a este foro con un email nuevo, un nombre nuevo y ya está. No teneis forma de comprobar si yo soy yo…estoy violando mi propio copyright XD
Espero que lo disfruteis, y si ya lo leísteis, que os traiga buenos recuerdos y os gusten los cambios !
PRÓLOGO
- Spoiler:
La aldea está siendo atacada por Akatsuki y de momento Konoha va perdiendo. Para poder secuestrar a la mayor cantidad de civiles posibles, los invasores han reclutado un montón de mercenarios de tres al cuarto, así que son ciento y la madre. Han atacado por sorpresa cuando estaba anocheciendo y Tsunade no ha podido organizar una estrategia porque todo el mundo andaba por ahí, así que cada cual lucha como puede y con el primer amigo que encuentra. El ataque va muy en serio, por lo que están todos bastante acojonados.
CAPÍTULO 1 : EL REGALO
- Spoiler:
Naruto aún tenía la mano humeante por el último rasengan que acababa de utilizar. En el suelo, su enemigo, antes de quedar inconsciente, confesó que él y los demás habían sido contratados por unos tipos extraños que llevaban túnicas negras bordadas de nubes rojas.
- Akatsuki….qué cobardes…contratan a esta inmundicia para no ensuciarse las manos… - gruñía el rubio.
- ¡Naruto! ¿Estás bien?
Naruto levantó la vista. Era Sakura quien le llamaba mientras corría hacia él.
- Claro que sí, ¿te crees que unos maleantes de poca monta pueden hacerme algo? – respondió con su sonrisa característica, la que infunde valor y tranquilidad en todo el mundo. Su compañera de equipo le sonrió también.
- Son luchadores mediocres, sí… - respondió echando un vistazo al cuerpo en el suelo - pero la aldea está plagada de ellos. Están por todas partes.
- Lo sé. Lo que me preocupa no son ellos, sino Akatsuki. Seguro que vienen por mí. – murmuró apretando el puño - Quieren cabrearme y hacer que me descontrole… para que yo mismo le haga daño a mis amigos…
Al decir esto miró con seriedad a Sakura y se quedó en silencio un momento, pensando. Después buscó algo en su bolsillo.
- Quiero darte una cosa. – dijo finalmente. Ella lo miró con curiosidad.
- ¿Y qué es? – le preguntó. Naruto extendió su mano hacia ella y la abrió, mostrándole su contenido.
- Naruto, eso es un…- Sakura estaba asombrada. – Parece un… rubí…pero es imposible….valdrá una millonada… - Le miró desconfiada, levantando una ceja. – Es falso, ¿no?
Naruto comenzó a reírse.
- Qué poco te fías de mí Sakura-chan… - suspiró - No, no es falso….Bueno, la verdad es que no sé lo que es en realidad….antes solo era una piedra normal y corriente.
- ¿Antes de qué? – preguntó ella sin entender nada.
- Antes de aprender este truco para controlar el chakra del Kiuubi.
- ¿De qué narices hablas?
Naruto daba vueltas a la joya entre sus dedos mientras le explicaba.
- Verás, mantener la fuerza del Kiuubi en el cuerpo a veces me hace daño. Yiraia me enseñó una manera de liberar esa energía para cuando me descontrolara o necesitara estar tranquilo. Resulta que si me concentro, puedo pasar parte de ese chakra a algunos objetos. Cuando me lo explicó, yo intenté hacerlo en una piedra, y al presionarla entre las manos usando esa técnica…. Se quedó así.
Le volvió a ofrecer la reluciente gema. Sakura la cogió esta vez y la observó. Era redonda, de un color rojo sangre, y parecía tener una llamita bailando en su interior.
- Es preciosa Naruto…pero…¿por qué me la das? – Le miró a los ojos un tanto insegura - Quiero decir…que no entiendo porqué me haces un regalo precisamente ahora que estamos rodeados de enemigos…
Naruto se sonrojó un poco.
- Estoooo…bueno…- Se había puesto nervioso - Contiene un poco de chakra del kiuubi, así que creo que puede ser útil…no sé muy bien cómo…Piensa que es como un amuleto o algo así, para protegerte…
Sakura sonrió complacida y miró su regalo.
- Además – continuó Naruto – creo que estoy conectado a esa piedra de alguna manera, pero tampoco lo sé seguro…es raro de explicar…
- Muchas gracias- respondió ella mirándole con una ternura fugaz. - La llevaré siempre encima.
Acto seguido abrió su mochila y sacó una cuerdecita delgada y una bolsita de cuero minúscula de las que usaba para guardar muestras. Metió en ella la piedra roja, la cerró y se la colgó al cuello.
– No nos entretengamos más – dijo- hay que buscar a los otros.
- ¡Hai!
Se pusieron en marcha. El panorama daba mala espina, las calles por las que corrían ahora estaban vacías y no se oían más que ruidos lejanos de golpes y kunais. Ya era de noche cuando encontraron a Sai. Les informó de que Kakashi estaba peleando contra Itachi Uchiha más abajo, en el río, y le había enviado a buscarlos. Salieron disparados para allá. Cuando llegaron, Kakashi estaba tendido en el suelo, con Itachi de pie a su lado, aparentemente con la guardia baja. El combate a todas luces había terminado. Cuando Naruto y Sakura vieron la escena frenaron en seco.
- ¡No le miréis a los ojos! – gritó Sakura. Pero era tarde. Itachi los había oído llegar y ya les había atrapado en su mirada asesina.
Sai, que llegaba algo más retrasado, oyó la advertencia y se escondió tras un muro antes de poder ver a Itachi siquiera. Sacó su pincel y dibujó serpientes de tinta negra que se dirigieron sigilosamente hacia su enemigo nadando por el fondo del río.
Naruto y Sakura estaban ya, sin saberlo, inmersos en una pesadilla; aunque sus cuerpos realmente estuvieron todo el tiempo parados como estatuas en mitad del camino. Un grupo de tres mercenarios los divisó a lo lejos y comenzó a acercarse silenciosamente hacia ellos.
Entretanto, una de las serpientes de Sai salió del río y se escondió tras el cuerpo de Kakashi. Itachi estaba concentrado, disfrutando en hacer sufrir a sus dos víctimas de la forma más retorcida posible, cuando sintió de repente que se ahogaba.
La serpiente había subido muy lentamente por un arbusto cercano sin que él lo notara, y con un rápido movimiento se lanzó hacia su cuello rodeándolo y comenzó a apretar. Antes de que pudiese arrancársela, otras muchas le atacaron, lanzándose a sus brazos y piernas. En realidad se estaba liberando de ellas sin apenas esfuerzo, pero del río emergió un último y gigantesco ofidio que rodeó todo su cuerpo y le dejó inmovilizado. Mientras, Sai se había desplazado con rapidez para poder atacarle por la espalda y se abalanzó sobre él con el kunai. Itachi le oyó venir y pudo esquivar el golpe rodando cuesta abajo por el suelo, lo que le libró de la gran serpiente y le permitió contraatacar. Sai se defendía como podía, intentando no mirar a la cara del Akatsuki mientras que con cada golpe se alejaban más y más de Naruto y Sakura, que seguían sumergidos cada uno en su particular infierno.
Los tres hombres llegaron hasta la infeliz pareja y comprobaron que estaban en trance. Observaron a Sakura de arriba a abajo y sonrieron obscenamente, mirándose entre sí. Uno de los mercenarios cogió una gran piedra del suelo y golpeó a Naruto en la base del cráneo dejándolo inconsciente. Después le ató las manos a la espalda mientras los otros dos agarraban a Sakura de brazos y piernas.
- Jeje, vaya suerte… - gruñó el más corpulento – Ya no me acuerdo de la última vez que estuve con una mujer. Y ésta es jovencita…seguro que hasta es virgen.
Sacó un chuchillo y comenzó a rasgar sin miramientos toda la ropa de Sakura mientras los otros dos la sujetaban con ansiedad.
- Veamos qué tenemos aquí…
Última edición por Eva2.0 el Dom Mar 17, 2013 7:10 am, editado 16 veces
Eva2.0- Genin
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Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
CAPÍTULO 2 : PESADILLAS
- Spoiler:
Le arrancaron la falda, el chaleco y la malla que cubría su pecho en un instante, y observaron cómo su blanca piel contrastaba con el negro de su pantalón y su sujetador.
- ¡Vamos, sigue! – dijo el que la agarraba por los brazos. – ¡Quiero verlo todo! – Estaba excitándose tanto que apretó con demasiada fuerza el brazo de Sakura. Ella comenzó a sentir dolor y debido a eso despertó sin saber bien qué estaba pasando.
De repente se vio desnuda y sujeta por tres delincuentes que sonreían con perversión.
- Buenos días, princesa… Tenemos una sorpresa para ti…- canturreó el que sostenía el cuchillo, mientras cortaba los tirantes de su sujetador. Levantó la parte de la prenda que unía las dos copas y pasó el kunai por debajo. A Sakura se le cortó la respiración y tensó todo el cuerpo, intentando zafarse, sin conseguirlo. Forcejeó en vano unos segundos, se dio cuenta de que no podía escapar y comenzó a entrarle el pánico. Por un momento pensó que quizás seguía en una de las pesadillas de Itachi, pero al moverse, el filo del cuchillo le hizo un pequeño corte que comenzó a sangrar. No…aquello era real…era peor que cualquier pesadilla…
- Vaaamos, sé una buena chica y déjanos ver qué mas tienes…-dijo el primer hombre con voz calmada pero mirada cruel. Comenzó a cortar el sujetador hasta que éste se rasgó y cayó bajo el cuerpo de Sakura. Ella temblaba presa del miedo mientras los tres hombres observaban lujuriosamente su pecho desnudo.
- Ohhh siiii…..- murmuró el del cuchillo. Sakura sintió asco y desesperación.
- Esta noche vamos a pasarlo muy bien juntos, ¿verdad nena?- dijo mientras la agarraba violentamente con una mano.
Sakura no pudo más y el terror se apoderó de ella por completo. Gritó y pateó al aire, intentando escapar, pero inmediatamente le taparon la boca y le sujetaron las piernas, manteniéndoselas abiertas. Lloró, sollozó, siguió retorciéndose, intentó gritar... pero no había nada en absoluto que pudiese hacer. Su único pensamiento era “¡No!” “¡No!” mientras sus captores seguían rasgando el pequeño pantalón negro.
- Estate quieta o te haremos daño de verdad, niñata– gruñó cabreado el que le tapaba la boca, y que hasta ahora había estado en silencio. Tenía el rostro lleno de cicatrices.
Ella se quedó paralizada por la gélida voz mientras las lágrimas seguían corriendo por sus mejillas. El tipo del cuchillo le arrancó la poca ropa que le quedaba. Comenzó a desabrocharse el pantalón con ansiedad mientras observaba a la muchacha, que completamente desnuda e indefensa, apretó los párpados con fuerza intentando no ver aquella horrible imagen.
“¡No!¡¡No!!¡Es imposible! Esto no puede estar pasando…" pensó desesperada "Por favor, que alguien me ayude…”
Cuando vino a su mente el nombre de quien podía evitar aquella salvajada, sus suplicantes ojos verdes se abrieron de golpe hacia el cielo nocturno, y cada fibra de su ser gritó:
“¡¡¡NARUTOOOOO!!!”
En ese instante, una descarga eléctrica sacudió violentamente el cuerpo del rubio.
Despertó de golpe, jadeando, como en una pesadilla.
“¡¡¡¡NARUTOOOO!!!!” escuchó de nuevo.
El grito venía desde dentro de su propio cuerpo, zarandeándole bruscamente otra vez. Antes de tomar conciencia de donde estaba, de porqué estaba allí, tuvo la certeza de que Sakura estaba aterrorizada. Sabía que estaba en peligro. Podía sentirlo.
Miró hacia un lado, y vio cómo a tan solo unos cuantos metros de él, tres miserables manoseaban a su compañera desnuda, que suspendida en el aire por brazos y piernas, se retorcía y sollozaba sin esperanza.
Le costó un segundo asimilar la escena. Ella, su Sakura, aprisionada por esos desgraciados. Uno de los cuales ya se había bajado el pantalón además.
Se le erizó el pelo de la nuca y no pudo evitar que el odio le invadiera. Un aura roja le envolvió en un instante y abrasó la cuerda que sujetaba sus manos.
De un potente salto se lanzó contra el tipo que tenía el cuchillo, y antes de que éste supiese qué o quién le atacaba, su cabeza ya había chocado violentamente contra el suelo, partiéndole el cráneo. Naruto emitió un gruñido mientras lo que quedaba de la cabeza de aquel tipo empezaba a inundar el suelo de sangre, y después se giró lentamente hacia los otros dos. Ninguno de los hombres se movió, paralizados de miedo al ver esa aparición que más parecía un demonio que un ser humano.
- Soltadla – gruñó.
Inmediatamente los dos liberaron a Sakura, que cayó al suelo con los ojos cerrados. Cuando los abrió, vio como Naruto había agarrado a cada uno de sus captores por la cabeza y, ciego de ira, aplastaba una y otra vez los sesos del uno contra el otro, sin importarle que hubiesen muerto ya en el primer golpe.
Sakura emitió un grito entrecortado. Naruto se giró bruscamente hacia ella, y al ver su expresión se dio cuenta de que lo que la atemorizaba ya no eran esos hombres, sino él mismo…Dejó caer los dos cuerpos y el aura del kiuubi comenzó a desaparecer. Tomó conciencia de que acababa de matar a tres personas. Aunque eso no le importaba mucho en realidad. “Esos desgraciados se lo tenían merecido”, pensó, apartando un mínimo remordimiento. Lo único que le interesaba era ella.
- Sakura-chan… ¿estás bien? – preguntó mirándola con preocupación mientras se acercaba lentamente.
La muchacha comprendió por el tono de su voz que había recobrado el control de sí mismo.
- Ya ha pasado todo… - dijo intentando tranquilizarla. Abrió los brazos y Sakura se echó de golpe en ellos. Se agarró a su amigo con todas sus fuerzas, con todos los músculos de su cuerpo. Y cuando Naruto la abrazó, rompió a llorar una vez más.
Última edición por Eva2.0 el Dom Ene 13, 2013 11:14 pm, editado 1 vez
Eva2.0- Genin
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Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
CAPÍTULO 3. EL DOLOR DEL OTRO.
- Spoiler:
Sai trataba de esquivar desesperadamente los golpes de Itachi, pero pronto comprendió que como rival le quedaba muy grande y cualquier error podía ser fatal. Tan concentrado estaba en la pelea que no se dio cuenta que un segundo ninja se acercaba a ellos a la velocidad del rayo, blandiendo una espada.
Por suerte para Sai, el nuevo enemigo solamente tenía interés en pelear contra Itachi.
De hecho, era el único interés que tenía en la vida.
Sí, era Sasuke.
Cargó contra su hermano pero este bloqueó su golpe. Se quedaron mirando fijamente, el mayor con cierta desgana y el menor con aspecto furioso. Sai retrocedió sorprendido por la intromisión, y después de pensarlo un instante, saltó a esconderse en un árbol cercano.
- Vas a morir – dijo Sasuke mientras de su espada brotaban un sinfín de chispas que iluminaron el lugar donde estaban.
- Oh, ¿si? – sonrió malicioso el mayor. – Creo que has precipitado. Pero no importa porque de todos modos nunca estarás a mi altura.- Se puso serio de nuevo y se esfumó sin más, dejando a Sasuke solo.
Naruto continuaba abrazado a Sakura, que aún lloraba en silencio con la cabeza hundida en su pecho, cuando vio destellos a lo lejos. Al levantar la mirada creyó que sus ojos le engañaban. ¿¿Era Sasuke?? ¿Qué demonios hacía allí?
El menor de los Uchiha reparó en su presencia y los miró con desprecio. Acto seguido se esfumó también.
- ¿Sa…? - empezó a pronunciar Naruto. Ni siquiera estaba seguro de lo que había visto.
Sai bajó del árbol y corrió hacia ellos.
- Naruto-kun, ¿estais bien? – preguntó.
- ¿Eh?- Naruto giró la cabeza hacia él - Ah, eres tú…sí estamos bien. Bueno…eso creo…- murmuró mirando a Sakura.
Ella se encogió y se apretó aún más contra su pecho, avergonzada de que también el otro chico la viese desnuda. El rubio se quitó la chaqueta y la colocó sobre sus finos hombros. La pobre estaba helada y seguía temblando, aunque ahora era por el frío. Sai observó en silencio cómo ella se aferraba al cuello de su amigo y quiso preguntar qué había pasado, pero por la actitud apesadumbrada de Naruto comprendió que no era un buen momento para averiguarlo. Después se acercó al lugar donde Kakashi yacía inconsciente. Comprobó que todavía respiraba y lo cargó a su espalda.
- Hay que llevarle al hospital enseguida – informó regresando con ellos.
- Si, deberíamos irnos de aquí antes de que venga alguien más – dijo el rubio – Sakura-chan necesita descansar.
Naruto se incorporó despacio y la cogió en brazos. Ella se dejó hacer, como un peso muerto, con los brazos anclados en su cuello, la cara escondida en el hueco bajo su hombro y los ojos cerrados con fuerza para no ver los cadáveres ensangrentados de los tres desgraciados que habían estado a punto de violarla. Los dos chichos comenzaron a correr en silencio.
Naruto estaba absorto en sus pensamientos, dudando de si lo que había visto era real o no. Tenía que ser Sasuke, era inconfundible, pero había sido todo tan extraño aquella noche...ya no sabía que pensar. Sí que se dio cuenta de que por dondequiera que pasaran, el pueblo estaba desierto. ¿Qué narices estaba pasando?
- Sai, voy a llevar a Sakura a mi casa –dijo - No hay ningún sitio seguro en el pueblo, pero probablemente Akatsuki ya me ha buscado allí y no me creerán tan tonto como para volver.
El moreno asintió con la cabeza. Esconderse era mejor opción, pero con la fuerza bruta del rubio no hacía falta mucha estrategia evasiva. Si se encontraban algún mercenario no sería un problema. De todas formas, empezaba a amanecer y no se veía ni un alma por las calles. También habían cesado los ruidos de lucha.
- Está bien. - dijo Sai -Yo iré a llevar a Kakashi al hospital y luego buscaré a Tsunade-sama.
-De acuerdo. Entonces nos veremos luego para ver qué hacer. Después de que Sakura descanse un poco.
-Hai. – respondió pausadamente. Se marchó echando antes un último vistazo a la pelirrosa. Se la veía muy vulnerable y con aspecto agotado, pero no tenía lesiones físicas. ¿Qué podían haberle hecho unos mercenarios que no poseían técnicas ninja a una kunoichi de Konoha tan fuerte como ella? se preguntaba mientras corría con Kakashi sobre su espalda.
(II)
Naruto llegó a casa sin cruzarse con nadie durante el trayecto. La aldea parecía un pueblo fantasma con la luz del alba. Abrió la puerta de su apartamento con cautela y exploró el interior de su casa. No parecía haber nada fuera de lo normal, así que entró. Dejó a Sakura sentada sobre su cama y le cerró totalmente la cremallera de la chaqueta. Le perturbaba verla casi desnuda en ese estado. Ella tenía la mirada perdida. No había dicho ni una palabra en todo el camino, y Naruto tampoco sabía qué decir. Se sentó a su lado en silencio, lamentándose de no poder hacer más por consolarla. Sus ojos verdes tenían la expresión más insondable que había visto nunca: miraban más allá de las paredes de la habitación y parecían cubiertos por un velo gris, como nubes de lluvia. Suspiró y se quedó allí junto a ella, mirando el suelo cabizbajo.
- No podía gritar…- susurró la muchacha al cabo de un rato de silencio sepulcral.
Naruto la miró. Ella poco a poco elevó la cabeza e hizo lo mismo, como buscando en sus vivos ojos azules las fuerzas que le faltaban.
- No podía gritar…- repitió aún más débilmente.- Me taparon la boca… y…me agarraron…las piernas…me quitaron todo…- murmuraba mientras sus manos hacían gestos cansados señalando sus labios, sus muslos, su pecho. Estaba un poco ida. Su mirada cambiaba de Naruto al infinito cada dos por tres. Hablaba sin mucho tino.
– Quería gritar... pero no podía…- repitió.
Naruto acarició su mano tímidamente, intentando que con su tacto se centrara un poco en la realidad.
- Pero me llamaste. – le dijo suavemente. Sakura lo miró intrigada, sin terminar de comprender.
- No gritaste, pero yo te escuché llamarme. Estabas chillando mi nombre. – intentó explicar el chico, sin llegar tampoco a entender del todo lo que había ocurrido. – Me desperté oyendo tus gritos.
- ¿Me oíste?- preguntó ella, entre sorprendida e incrédula. – Es imposible…
Naruto sostuvo entre sus dedos, con su otra mano, la bolsita que colgaba del cuello de Sakura.
- Debe de ser por esto. Ya te dije que estaba conectado a mí.
Sakura pareció por fin comprender. Acarició ligeramente la bolsita, pensativa.
-Dijiste que era un amuleto…- recordó con una sonrisa helada.
Naruto asintió en silencio y se la quedó mirando. Seguía ensimismada. La percibía tan frágil, en contraste con la determinación que irradiaba siempre…Recordó el momento en que le despertó su desgarrador chillido. Casi volvió a sentir la misma sacudida en su cuerpo. “Hijos de puta…” pensó para sí. Ni siquiera Itachi era tan cruel. Menos mal que reaccionó a tiempo. Menos mal que se le había ocurrido regalarle la piedra aquella tan solo uno rato antes. Se imaginó lo que podía haber pasado y sintió náuseas.
- Te oí gritar tan fuerte que casi se me para el corazón...- le dijo. – Pude sentirte. Y supe lo que te estaban haciendo.
El rostro de ella pareció por fin centrarse en él. Naruto la miraba intensamente. Le sonrió con agradecimiento, y poco a poco la expresión de sus ojos comenzó a parecerse más a la de siempre.
- No pudieron hacerme nada. – dijo en un cansado susurro. Luego apretó suavemente su mano - Porque tú no se lo permitiste…
Naruto cogió la mano de Sakura entre las suyas con fuerza.
- Si esos cerdos te hubiesen hecho daño, yo… yo… no podría soportarlo.- dijo sintiendo que le invadía la cólera de nuevo. - Jamás dejaré que te ocurra nada malo, Sakura. Te lo juro.
Ella lo abrazó despacio, pasando las manos alrededor de su cuello. Deslizó todo su cuerpo suavemente hacia él hasta sentarse en sus rodillas como una niña. Él la rodeó con sus brazos, mudo y con el corazón en un puño.
- Lo sé, Naruto… tú siempre me proteges…- le murmuró al oído. - Gracias….- cerró los ojos y se relajó, acurrucándose sobre él. Naruto acarició su pelo y la estrechó un poco más contra sí, escuchándola respirar suavemente. Estuvo meciéndola hasta que ella se quedó dormida. Luego la recostó en la cama y se quedó observándola un buen rato. Miró su cara, que por fin estaba libre de miedo y tensión; miró su delgado cuerpo cubierto por la chaqueta; miró sus piernas desnudas…sus muslos… y apartó la mirada, sintiendo que aquello no estaba bien. Le quitó los zapatos con cuidado y la cubrió con la sábana. Después se sentó en el suelo, recostado contra la pared, y siguió observándola dormir en su cama. En otras circunstancias...esa imagen quizás hubiese significado que ellos....
Sacudió la cabeza para alejar pensamientos que solo le hacían daño. Decidió hacer guardia hasta que llegara Sai, pero al cabo de un tiempo, él también se quedó dormido.
Última edición por Eva2.0 el Dom Ene 13, 2013 11:40 pm, editado 1 vez
Eva2.0- Genin
- Mensajes : 238
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8475
Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
¡Aquí tienes una nueva lectora!
¡Genial fic! Me encantó
Buena idea con eso de la piedra
Que gran trauma para Sakura. Menos mal que no le hicieron nada más....
¡¡¡Y Naru es un tierno!!!
Sai pobre, no sabe lo que le pasó a Saku
Y la parte de Sasuke e Itachi estuvo muy buena
¡Sigue así! Conti pronto
¡Genial fic! Me encantó
Buena idea con eso de la piedra
Que gran trauma para Sakura. Menos mal que no le hicieron nada más....
¡¡¡Y Naru es un tierno!!!
Sai pobre, no sabe lo que le pasó a Saku
Y la parte de Sasuke e Itachi estuvo muy buena
¡Sigue así! Conti pronto
Lauri-chan- Clan Suzaku
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Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
Hijos de…¡¡Se merecían eso y más!!
Pobre Saku-Chan,menudo trauma tuvo que pasar.
Menos mal que Naru-kun siempre está ahí para ella.
Muy tierno Naru-kun al darle el ‘rubí’ a Saku-Chan,siempre así. =3
Espero la Conti
Saludos,besos y abrazos.
Pobre Saku-Chan,menudo trauma tuvo que pasar.
Menos mal que Naru-kun siempre está ahí para ella.
Muy tierno Naru-kun al darle el ‘rubí’ a Saku-Chan,siempre así. =3
Espero la Conti
Saludos,besos y abrazos.
NaruSaku-12- Sannin
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Uhm ~ Con Naru-kun en el inframundo visitando a Jiraiya y Mina&Kushi
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Posesiones :
Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
¡¡ Gracias por comentar, chicas !!
Os dejo el capítulo cuatro. Rehecho completamente.
Os va a gustar...
CAPÍTULO 4: NO SÉ COMO AGRADECÉRTELO
Os dejo el capítulo cuatro. Rehecho completamente.
Os va a gustar...
CAPÍTULO 4: NO SÉ COMO AGRADECÉRTELO
- Spoiler:
Naruto estaba dormitando un rato ya cuando Sakura comenzó a revolverse en la cama. Agitaba las manos como intentando defenderse de algo invisible, mientras soñaba que varios hombres sin rostro y fríos como cadáveres le arrancaban la ropa y le obligaban a abrir las piernas. Se despertó sudando, sintiendo que le faltaba el aire. El corazón le latía con fuerza.
“¿Dónde estoy?” fue su primer pensamiento. Giró la cabeza y vio al rubio descansando contra la pared. Seguía dormido.
Los recuerdos de las horas anteriores la inundaron enseguida. Miró su propio cuerpo indemne, cubierto por la chaqueta y la sábana. “Si él no hubiese estado ahí…” pensó, sintiendo un escalofrío. A través de la ventana vio los rostros de los Hokages tallados en la roca. Le pareció que ésa aparentaba ser una mañana normal, sin indicios de lucha. ¿Qué habría pasado con el ataque? ¿Era seguro quedarse allí?
Observó cómo Naruto dormía. Se le veía relajado. Respiraba lenta y profundamente, con la cabeza caída hacia un lado, y se tranquilizó al verlo. A su lado no le podía pasar nada malo, eso lo sabía desde el fondo de su corazón. Ahí estaba otra vez para protegerla incluso en sueños, su amigo de siempre, su compañero de mil peleas. Sentía tanta gratitud…tantísima… ¿Cuántas veces le había salvado el cuello? Había perdido la cuenta. “Pero ninguna como anoche…nunca había tenido tanto miedo” pensó, y se sintió afortunada por tenerle cerca.
Naruto se revolvió un poco, acomodó nuevamente la cabeza y siguió durmiendo. Sonreía.
“¿Qué estará soñando mi héroe?” pensó bromeando consigo misma. Se incorporó despacio en la cama para verle mejor. “Quizás sueña conmigo” siguió pensando medio en broma al observar su expresión de satisfacción. Se puso más seria al intuir que podía ser cierto. “¿Por qué no? Él está enamorado de mí, ¿verdad? Eso es lo que ha dicho siempre. Es lo que dice todo el mundo. Es lo que sospecho a veces cuando me mira de lejos.”
El rostro de Sakura se ensombreció ligeramente.
“Siempre está ahí para mí, ¿y qué hago yo por él? Rechazar su amor y pedirle ayuda para recuperar a Sasuke. Pues vaya amiga estoy hecha…”
Se sintió egoísta.
“¿Y por qué le rechazo? ¿Por tonto? ¿Por infantil? ¿Por Sasuke?”
Volvió a mirar hacia la montaña con un suspiro, recordando que el Uchiha ya no estaba y que probablemente no volvería nunca. Por no mencionar que, por supuesto, no la quería…ni siquiera la consideraba una persona de utilidad.
“Y si llega a ocurrirme algo anoche, ¿qué? Me expongo al peligro constantemente sin pensar en que puedo salir mal parada...”
Volvió a mirar a su amigo.
“…porque él siempre está junto a mí…”
Continuó reflexionando en silencio mientras observaba a Naruto. Al cabo de un rato, retiró la sábana y colocó suavemente los pies juntos en el suelo. Al hacerlo, un muelle del colchón chirrió despertando al rubio, quien parpadeó sonmoliento un par de veces, entornó los ojos y la miró con calma, sin moverse ni un milímetro.
- Hola… – saludó la pelirrosa con una sonrisa.
Naruto no dijo nada, pero sonrió como respuesta. Se la veía muy recuperada y eso le alegró. Era una chica de mente fuerte.
- ¿Cómo te encuentras? – murmuró él.
- Estoy bien – contestó. Se miraron en silencio un tiempo.
- No sé cómo darte las gracias por lo de anoche… si no fuera por ti… - comenzó a decir la muchacha mientras se ponía en pie. Él se quedó mirando sus largas piernas. Sakura se dio cuenta y el rubio desvió la mirada al suelo inmediatamente, avergonzado.
- Eres como un ángel de la guarda, ¿sabes? – rió ella, cosa que sorprendió al chico e hizo que volviera a mirarla. Caminaba lentamente en su dirección con gestos relajados, pero le pareció que también… con cierta…sensualidad.
Naruto continuó sentado en el suelo, sintiendo que comenzaba a sonrojarse. Las atractivas piernas de Sakura se le estaban acercando mucho. Se paró frente a él, y poco a poco se arrodilló a su lado, apoyando las manos a ambos lados de su cintura y encarándole de cerca. El muchacho estaba sorprendido, pero aún se asombró más cuando ella le dio un beso lento en la mejilla y le susurró al oído con voz enigmática:
- Acabo de tomar una decisión.
El rubio tragó saliva, rojo como un tomate ya.
- ¿Qué… qué significa eso? - fue lo único que acertó a decir. Estaba de los nervios por aquella actitud engatusadora. Ella volvió a reírse y le miró a los ojos con determinación.
- Quiero que hagamos el amor, Naruto...
Se quedó de piedra al escucharla.
Sakura se puso en pie y comenzó a bajar lentamente la cremallera de su chaqueta mientras él la observaba alucinado.
- Sa-Sa-Sakura-chan….creo que aún no te encuentras bien…- tartamudeó, sintiendo que comenzaba a sudar.
Sakura, negó despacio con la cabeza sin dejar de mirarlo, mientras la cremallera bajaba más y más.
- Te equivocas - dijo con tono tranquilo. - Me encuentro perfectamente.
La chaqueta se deslizó por sus finos brazos y cayó a sus pies. Naruto casi se desmaya al ver el sublime cuerpo de su compañera ofreciéndose desnudo frente a él. La miró de arriba abajo muy despacio, sin poder moverse aún.
- ¿Hablas en serio, Sakura? - consiguió pronunciar.
Ella no lo dudó ni un segundo.
- Completamente.
Naruto comenzó a ponerse poco a poco en pie, observando con avidez cada palmo de aquella maravilla que se erguía a escasos centímetros de su cara. Al mismo tiempo fue rozando a Sakura con una mano, solo con la punta de los dedos, como comprobando que era real… acarició suavemente sus interminables piernas de abajo arriba… llegó a su cintura… de su cintura subió por el costado hacia su hombro…hasta ponerse en pie delante de ella.
Sakura sintió que un escalofrío le recorría en cada punto donde él le tocaba y no se atrevió a moverse. Buscó sus ojos con la mirada, y al encontrarlos se le formó un nudo en el estómago. En ellos pudo leer con la claridad del día que su mejor amigo tenía unas ganas insoportables de besarla.
- Sakura-chan, nunca creí que tú…quisieras hacer esto conmigo. – murmuró él con un leve temblor en la voz. Su resistencia se estaba viniendo abajo. Desde que se conocían la había amado y, durante todos esos años, ella solo le había dado las migajas de lo que sentía por Sasuke. Con el tiempo él se había forjado una coraza a base de repetirse que se conformaba con quererla desde lejos. Pero esa frase que aún retumbaba en su cabeza …hagamos el amor, Naruto…había abierto una fisura en el acero, por la que de repente entraba el viento y se le escapaba el alma.
Llevó las manos a su cintura y la atrajo un poco contra su cuerpo.
- ¿Pero… por qué ahora? – preguntó confuso y excitado.
Ella sonrió, enredó los dedos en su pelo y respondió pausadamente.
– Porque me he dado cuenta de que no viviremos para siempre. Así que no quiero perder más el tiempo. Contigo me siento segura, nunca me has fallado. Y sé que me quieres mucho.
Naruto la observó en un tórrido silencio.
-No sabes cuánto, Sakura. – susurró después - No te imaginas cuánto…
La besó como si fuese la última cosa que hacía en su vida.
Había sentido tantas veces la necesidad de besarla, de sentir su calor… anhelaba tanto ese instante que le pareció que lo había deseado siempre. Pero se había convencido a sí mismo de que eso nunca llegaría, que simplemente era imposible. Y ahora tenía a la chica de sus sueños desnuda entre sus brazos. Caray, si estaba soñando le importaba poco…la cuestión era no despertarse nunca. La abrazó con tanta fuerza que casi la levantó del suelo. Ella quedó de puntillas, suspendida en su impulso y sintiendo que flotaba.
Naruto recorrió cada rincón de su boca, se movió explorando sus labios. Se sintió vivo, feliz, colgado de ella y de su beso. Aquella era su patria y su bandera, su anhelo… Se dejó envolver por su aliento cálido, su dulce perfume, su sabor a fresa y a cerezas maduras. El resto del mundo dejó de existir. Todo lo que había era ella. Ella. Y era suya.
Acarició su espalda sedosa y tibia. Se movía bajo sus caricias, se arqueaba, respondía. Él quería ir despacio pero…estaba tan desnuda…su piel blanca como el arroz, su olor…era irresistible.
Besó su mentón, su mandíbula, hundió la cabeza en su cuello. Siguió besándola hacia abajo, acariciándose la cara contra la suavidad de su cuerpo. Quería comérsela a besos.
Ella era pura excitación. Naruto besaba tan bien...No sentía vergüenza, ni nervios. Solo se le ocurrió pensar que había sido una idiota por no haberle dejado tocarla antes. Aquellos labios impacientes se abrían camino por su cuerpo incendiándolo donde quiera que pasaran. Le dejó hacer lo que quisiera. Cualquier movimiento del rubio la hacía sentir de maravilla.
Él hundió la boca en su pecho. Lo besó. Lo lamió. La hizo gemir. Aquello era increíble... Acarició uno de sus pezones con una mano y se metió el otro en la boca. Sakura cerró los ojos y se apretó más contra él, jadeando con las mejillas encendidas.
Sintió las manos de Naruto bajar hasta el final de su espalda. La sujetó por el trasero con firmeza y la condujo casi en volandas hasta la cama. Se tumbaron juntos. El muchacho volvió a besarla con fuerza, apoyando la lengua entre sus dientes. Sakura entreabrió la boca y le dejó entrar. Empezaron a lamerse el uno al otro como dos locos.
Los dedos de ella buscaron debajo de la ropa. Acariciaron la espalda y el pecho del rubio. Le subieron la camiseta, le ayudaron a quitársela. El rubio se arrodilló un instante para sacársela por la cabeza. La chica no podía creerlo cuando vio aquél cuerpazo. ¿Cuándo se había hecho un hombre Naruto? ¡Estaba como un tren! Se incorporó hacia él y lamió su torso desnudo mientras sus dedos jugueteaban con la cinturilla de su pantalón. Una mano firme envolvió la suya y la condujo hacia dentro de la prenda. Le mostró cómo quería que le acariciara y luego la dejó sola. Sakura le miró a los ojos con cierta timidez. Ahí abajo estaba muy duro… pero el chico pronto le disipó las dudas. Volvió a besarla mientras le agarraba por las caderas, y comenzó a acariciarlas hasta deslizar una mano entre sus piernas.
- Ah… - gimió al sentir los dedos de él moverse hacia su interior. De pronto notó que estaba empapada.
Naruto retiró la mano un poco y volvió a introducir sus dedos en ella, una vez, y otra vez, y otra. Sakura gemía cada vez más fuerte. Estaba perdiendo completamente el control de sí misma. Era incapaz de mantenerse erguida. Se dejó caer hacia atrás mientras él continuaba avanzando con los dedos en la profundidad de su cuerpo. Con la otra mano el rubio se quitó el pantalón, y en cuanto acabó comenzó a separar lentamente sus largas piernas. Sus dedos retrocedieron y Sakura abrió los ojos para ver porqué se detenía. La cabeza de él fue bajando hasta desaparecer entre sus muslos, y entonces la muchacha emitió un gemido mucho más largo y húmedo que los anteriores. Le parecía imposible que pudiera excitarse más, pero esa lengua tenía vida propia y no daba tregua: le lamía rápida y salvaje, provocando que ella jadeara hacia el éxtasis sin intención de resistirse.
Pero no la dejó llegar. De súbito, Naruto ascendió hasta encararla. Con una mano se bajó los bóxer, apretó su sexo contra ella y la miró, quedándose inmóvil durante un pesado instante. Su expresión era salvaje.
La penetró despacio, profundamente. El dolor fue dulce. Sakura apretó los párpados y se agarró su cuello. Se contrajo un instante y él se retiró un poco. Volvió a avanzar, suave, lento. Lo hizo otra vez. Poco a poco.
- Ah…- gimió la chica con los ojos cerrados, mientras el dolor se iba mezclando con el placer. Sintió su frente presionándose contra la de ella. Sintió su sexo recorrerla cada vez más rápido. Hubo más gemidos. Naruto cabalgaba más y más fuerte. No se podía contener.
- Ah, ah, ah… - dejaba escapar ella entrecortadamente con cada empuje. Sus pezones estaban duros, sus pies se retorcían, sudaba, apretaba la cara contra la almohada, creyó que le iba a estallar el corazón.
Pero lo que estalló fue todo su cuerpo.
Naruto la sintió temblar bajo su peso, extasiado. Se dejó ir también, hundiéndose con furia en ella una y otra vez hasta llegar a la cima más alta que hubiera escalado jamás.
Última edición por Eva2.0 el Miér Ene 16, 2013 3:27 am, editado 2 veces
Eva2.0- Genin
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Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
Nuevo lector!!!!, me gusta mucho tu fic!!!, mas que nada porque muestra narusaku desde el principiooo!!! , sigue asi que,esta geniaaaal!!
Espero conti con ansias!!!
Saludos!!
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Saludos!!
Obito_Madara- Sannin
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Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
Hola Obito! Gracias por comentar ^^
Ahí va otro cap.
CAPÍTULO 5 : NO ES LO QUE PARECE
Ahí va otro cap.
CAPÍTULO 5 : NO ES LO QUE PARECE
- Spoiler:
Naruto se había quedado dormido con una sonrisa en los labios. Cuando despertó encontró a Sakura mirándole divertida.
- Buenos días…- le dijo ella.
- Pmfff..díassss…
Bostezó, se incorporó lentamente y volvió a mirarla.
- ¿Qué es tan chistoso? – preguntó.
- ¿Sabías que se te cae la baba cuando duermes? – rió ella.
- ¿Sabías que eres una graciosilla? – le contestó, y le pegó un pellizco en el brazo.
- ¡Ay! ¡Era una broma! – dijo riéndose aún. – No te enfades…- pidió con voz melosa. - Oye…me gustó mucho lo de antes…- Naruto le sonrió con complicidad.
- Y a mí… me gustó muchísimo…- Dijo mientras le acariciaba el hombro. Sakura se le acercó un poco más y le dio un beso lento. Naruto deslizó sus manos bajo la sábana y la sujetó por las caderas para colocarla encima de él. Se sentía feliz.
- La verdad es que no me imaginaba el sexo así…. - murmuró ella.
-¿No? ¿Y como lo imaginabas?
- No sé… no pensé que fuera tan…intenso… - dijo mirándole pensativa. Luego sonrió. – Desde luego, lo que nunca imaginé es que mi primera vez sería contigo.
Aquello le dolió un poquito al rubio. Pero qué más daba.
- Pues yo lo había imaginado mil veces. Lo había deseado un millón de veces - respondió acariciando su cara.
- Bueno, entonces hemos hecho realidad tu deseo, ¿no? Tu primera vez y la mía, juntos…
Naruto bajó la mirada y no contestó. Ella lo observó extrañada.
- ¿Qué pasa, Naruto?
Él continuó en silencio con aire preocupado. Sakura intuyó la respuesta. Naruto se sentía culpable por algo.
- Es que…esta no… ¿no ha sido tu primera vez?
Naruto negó con la cabeza sin levantar la mirada. Sakura abrió los ojos como platos. No podía creerse aquello.
Su primera reacción fue apartarse de él y cubrirse el pecho con la sábana.
- Naruto…pero… ¿cuándo?.... ¿con quién…?
- Lo siento, sakura-chan…no es lo que parece… es complicado de explicar….
La miró con tristeza. Ella estaba ofendida y confusa.
- Tú… me has engañado…. – replicó en tono acusador.
- ¡No!- contestó él inmediatamente - Sakura, ¡yo no pretendía ocultarte nada! Tú te has desnudado de golpe y no me has dado tiempo a decirte que…- Naruto se mordió el labio.
- ¿Qué? ¡Vamos dilo!- Sakura seguía muy molesta- ¿Que hay otra chica, no? ¡Te cansaste de esperar a que me olvidara de Sasuke y te tiraste a la primera golfa que se te insinuó!
Naruto le clavó la mirada dolido de verdad.
- No tienes derecho a enfadarte -le dijo muy serio- Tú nunca me diste ninguna esperanza. Yo no soy de piedra…y sí. Me cansé de estar solo, de que tú siempre miraras a otro lado. No me enorgullezco, Sakura, pero no puedes culparme de nada.
Suspiró.
Sakura se quedó callada y bajó la mirada. Empezaba a arrepentirse por haberle hablado así. Naruto continuó:
- Solo fue una noche, y además …
Iba a decir “no significó nada para mí”, pero no pudo pronunciar las palabras. Porque eso hubiese sido mentir.
- ¿… y qué? -preguntó ella al ver que se quedaba en silencio.
Pero no pudieron terminar aquella conversación porque en aquél momento llamaron a la puerta.
Se miraron un segundo y mientras Sakura se cubría con la camiseta de Naruto, él se puso el pantalón y fue a abrir. Era Sai.
- Acabo de hablar con Tsunade-sama sobre el ataque de anoche y me ha pedido que venga a buscaros. Quiere que vayamos los tres a su despacho.
- Vale Sai, ahora vamos.- dijo Naruto comenzando a cerrar la puerta.
- Eh… una cosa más.- dijo Sai, extrañado de que no le invitara a pasar.
- ¿Sí?
- ¿Qué le ha pasado a Sakura-san? – preguntó mirando al suelo. Llevaba intrigado desde que ocurrió todo. – Verás…ella es una chica muy valiente y nunca la había visto tan asustada como anoche. Lo que no me explico es…¿qué le hicieron? ¿Qué pasó?
Naruto suspiró con fastidio y compasión. Sai había estado tan desconectado del mundo que a veces no comprendía ni los instintos más básicos del ser humano. En algunos aspectos, era muy ignorante, así que no sabía muy bien como explicárselo.
- Pues lo que pasó fue… que aquellos brutos querían hacerle daño.
Sai le miró pensativo. Eso era obvio.
- Entonces- dijo- ¿porqué la desnudaron?
Naruto apretó el puño al recordar la imagen de Sakura en manos de aquellas bestias.
- La desnudaron porque…porque eran unos cerdos.
Sai siguió sin comprender, pero dedujo que no iba a obtener más información.
-¿Ella ya está bien? – preguntó.
- Si, ya está mejor.
Sakura apareció por el hueco de la puerta. Se había puesto un bañador de Naruto también.
- Gracia por preocuparte por mí, Sai- le dijo. – Ya estoy recuperada.
Naruto la miró pero ella esquivó su mirada.
- Voy a buscar algo de ropa – continuó- Después me reuniré con vosotros en el despacho de Tsunade.
- Sakura-chan, no deberías ir tú sola- dijo Naruto – es probable que la aldea aún esté en peligro. Déjame acompañarte.
Pero Sakura echó a correr sin mirar atrás.
Ambos la miraron alejarse en silencio. Cuando la perdieron de vista, Sai se giró hacia Naruto.
- ¿Puedo preguntarte una cosa más? – dijo.
- Joder Sai, te estás poniendo pesado, ¿sabes?– contestó de mal humor. – A ver,¿ que quieres ahora?
- Pues… es que he leído algunos libros que me dio Kakashi… hablan sobre lo que hacen los hombres y las mujeres cuando se quedan solos…. Y …bueno…. Como vosotros habeis pasado la noche juntos… quería saber…si habeis hecho algo de lo que he leído. – dijo sonriendo como si no fuera una pregunta personal. Más bien tenía curiosidad científica. O algo así.
Naruto resopló. Qué tipo más inoportuno….
- Lo que hemos hecho Sai – respondió con cara sombría metiéndose en casa- ha sido complicarnos la vida.
Y cerró de un portazo.
(II)
Sakura se había cambiado de ropa y corría hacia el despacho de Tsunade. Se sentía bastante aturdida. Por un lado estaba molesta porque Naruto no le hubiese dicho nada antes de acostarse juntos…pero por el otro se sentía como la idiota de siempre, que anteponía su orgullo a todo lo demás. ”Quizás tenga razón” pensó, “yo nunca le dí ninguna esperanza, es injusto exigirle nada…Pero si me lo hubiese dicho antes…quizás no me hubiese molestado… me sorprendió tanto…”
Sacudió la cabeza para despejarse.
“Soy una estúpida. Después de lo que hizo anoche por mí…Tengo que hablar con él”
Al pensar esto aceleró y pronto estuvo frente a la puerta de la oficina. Llamó con los nudillos dos veces.
- Adelante - escuchó. Al abrir vio que Naruto y Sai ya estaban allí. Tsunade la miró severamente.
- Llegas tarde, Sakura – le reprendió.- Eso no es propio de ti. Estamos perdiendo un tiempo vital.
Sakura agachó la cabeza avergonzada.
- Bien, esta es la situación – prosiguió la hokage. – El ataque de anoche ha causado muchísimos heridos y el hospital está colapsado, así que tú y todos los demás ninjas médicos os quedareis conmigo para atender a los que podamos.
Sakura asintió sin decir nada.
- Sin embargo, la mayor parte de la población pudo ser evacuada a tiempo gracias a los túneles, así que la casi todos los heridos son ninjas.
- Oba-chan…digoooo….Tsunade-sama… - interrumpió Naruto - ¿a qué túneles te refieres?
Tsunade lo miró levantando las cejas.
- Ah, claro, tú has estado fuera y no lo sabes… Verás, hace unos meses estuve entrenando y excavé unos túneles con mis propios puños… Pensé que así podríamos aprovecharlos en una situación como ésta – dijo despreocupadamente.
- ¡Aaaaah! ¡Eres genial, vieja! ¡Siempre pensando en proteger la aldea incluso cuando entrenas! ¡Eres una gran hokage!
Tsunade miró al techo.
- Sí bueno, tengo que pensar en todo…
Sakura observaba la escena con una ceja levantada y la típica gota manga recorriendo su frente. “¡Qué tía más mentirosa!” pensó “Es verdad que ella hizo los túneles a base de puñetazos…¡pero no fue un entrenamiento! Un día le llegó un mensaje de Jiraiya y cuando lo leyó se puso a gritar como una posesa. Después se fue por ahí a darle de hostias a todo lo que encontró… Nunca me atreví a preguntarle nada sobre aquello…”
Tsunade continuó hablando:
- En fin, lo que cuenta es que la población está a salvo y Akatsuki de momento ha retrocedido al ver que los mercenarios no consiguieron hacer rehenes para negociar. Por la información que he podido recopilar, parece que se han escondido en varios lugares del bosque, supongo que para atacar de nuevo esta noche… Debemos aprovechar que nosotros conocemos mucho mejor el terreno y atraparles mientras están separados. Ya he mandado a todos los equipos disponibles tras de ellos… excepto a vosotros, que sois los que más habeis tardado en aparecer. – dijo mirando acusadoramente a la parejita en cuestión. Ambos agacharon la cabeza sin responder.
- En fin…Sakura tiene que quedarse conmigo, la necesito en el hospital. En su lugar, Shikamaru irá con vosotros dos. Os está esperando en la entrada del pueblo.
- ¿A qué miembro de Akatsuki estamos persiguiendo, Tsunade-sama? – preguntó Sai.
- Ireis por Itachi. – contestó dirigiéndose a él. – Anoche demostraste tener bastantes recursos luchando solo contra un adversario muy superior. Creo que lo harás muy bien en esta misión, Sai.
- Gracias…- respondió él – pero la verdad es que… estaba en desventaja… menos mal que llegó Sasuke…
A Sakura se le abrieron los ojos como platos
- ¿¿Sasuke?? – exclamó - ¿Anoche viste a Sasuke?
El moreno se giró hacia ella:
- Sí…pensé que vosotros dos también le habíais visto…- contestó tranquilamente y mirando al otro chico.
Naruto se llevó la mano a los ojos para no mostrar su enfado “Cuando salgamos de aquí te voy a patear la bocaza esa que tienes, Sai…”
Sakura le miró inquisitiva:
- ¿Tú…viste a Sasuke anoche, Naruto?
Él asintió con la cabeza.
- ¿Y por qué no me dijiste nada? – le preguntó con una nota triste en la voz.
- Porque estabas en shock, Sakura…y porque tampoco estaba seguro de lo que ví…- intentó explicar.
- Eso no importa – les interrumpió Tsunade – cuando encontréis a Itachi encontrareis a Sasuke. Por lo visto se separó de Orochimaru cuando se enteró del ataque a Konoha y vino por libre para matar a su hermano.
- ¿Seguro que Orochimaru no estará también rondando por aquí? – preguntó Sai.
- Esa rata… no lo creo… preferirá que Akatsuki haga el trabajo sucio. Pero ya basta de cháchara. Debeis marcharos inmediatamente.
- ¡Hai! – respondieron los dos chicos.
- Espera un momento, Tsunade... – dijo Sakura – Naruto apenas ha dormido y no ha comido nada desde ayer… dame un minuto para preparar un reconstituyente antes de que se marchen.
La maestra miró a su alumna un momento en silencio y después miró a Naruto.
- No pasa nada, Oba-chan. Estoy perfectamente.- dijo con su sonrisa de siempre. Pero la hokage advirtió que efectivamente tenía aspecto cansado.
- Está bien – suspiró – prepárale algo, pero date prisa.
Sakura salió de la habitación y Naruto la siguió. Un par de puertas más adelante había una habitación que solían utilizar para estudiar y hacer sus experimentos. Buscó aquí y allá, hasta que finalmente sacó de una vitrina varios frascos con líquidos y comenzó a mezclarlos con cuidado. Mientras lo hacía iba murmurando las fórmulas en voz baja. Naruto la observaba trabajar apoyado en la pared.
Ella terminó la mezcla y la puso un vaso de cerámica. Se lo ofreció al rubio.
- Tómatelo de un trago.
Naruto obedeció.
- ¡Puagh! ¡Qué malo está esto! – gritó en cuanto dio el primer sorbo. Vio la ceja levantada de Sakura y una vena en la sien que se le empezaba a marcar - Digo…je,je,qué amargo…¿No te habrás equivocado con la fórmula? Sabe extraño de verdad.
Sakura no dijo nada, pero su inner gritaba “!!Desagracecido!!¡Baka!¿¡Qué sabrás tú de reconstituyentes!?” .
Naruto terminó de beberse el mejunje aquél. Cuando dejó el vaso en la mesa comenzó a sentir náuseas.
- Disculpa, con las prisas no le he puesto nada para endulzarlo…- dijo finalmente Sakura mirando al suelo.
- No pasa nada…seguro que me sienta bien… - dijo con una sonrisa, aunque realmente tenía ganas de vomitar.
- Naruto… quería pedirte disculpas- dijo ella sin levantar la vista.
- ¿Disculpas?
– Sí… por lo que te dije antes…Tenías razón. Yo no puedo enfadarme contigo porque hicieras eso. Es tu vida. Puedes hacer lo que quieras. – continuó con todo apesadumbrado.- Es solo que… me sentí confusa… porque daba por supuesto que tú ibas a quererme siempre. Ahora veo lo mal que he tratado. Después de todo lo que haces por mí…soy una idiota.
Naruto la miró aliviado.
- Qué bien que ya no estés enfadada.
Ella levantó la mirada con alegría mientras el rubio seguía hablando.
- No me importa lo que has dicho esta mañana. No necesito que me trates bien. Necesito que estés bien tú.
Sakura sintió que la fuerza y la bondad de aquellos ojos azules la dejaban clavada a suelo.
- No… eso no es justo Naruto…- dijo mientras se le acercaba. Se abrazó a su cuello. Él le rodeó suavemente la cintura con sus brazos.
- Yo…- siguió ella - esta mañana no encontraba palabras que expresaran mi agradecimiento... Ninguna palabra era suficiente. Quería hacer que te sintieras bien, igual de bien que yo me he sentido al despertar de una pesadilla y darme cuenta de que estabas ahí, como siempre, cuidando de mí… Quería demostrarte que eres especial para mí... que nadie está a tu altura…Por eso quería que el primero fueses tú… y cuando me has dicho que ya lo habías hecho con otra chica… he sentido que yo ya no era especial para ti. - terminó en voz baja.
- Sakura, yo te quiero igual que te he querido siempre.- le susurró al oído.
- Perdóname, estaba hecha un lío. – pidió ella. Sonaba aflijida.
Naruto se separó un poco para mirarla a los ojos.
- Hay algo que necesito preguntarte – Su rostro estaba serio. – Acabas de decir que nadie está a mi altura…
Ella asintió afirmativamente.
- ¿Ni siquiera Sasuke? – preguntó mirándola con preocupación.
Ella bajó la vista y se quedó en silencio.
- Me lo imaginaba.- suspiró cabizbajo.
- No sé qué contestarte… han pasado tantas cosas… cuando estaba contigo me olvidé de Sasuke por completo…
- Pero es posible que después de esta misión yo lo traiga de vuelta a la aldea.
- Lo sé.
Se quedaron en silencio, abrazados todavía.
- Sé que no puedes decidirlo ahora, Sakura. Pero me gustaría que para mi vuelta tuvieras una respuesta. Tienes que hacer una elección… porque si no… solo conseguiremos hacernos daño.
Aquellas últimas palabras sonaron amargas. Sakura finalmente volvió a mirarle a los ojos.
- Está bien – respondió. – Pero… cuando vuelvas... ¿me contarás lo de esa otra chica…? Sé que no tengo derecho a pedirte nada pero…
Naruto la interrumpió:
- Te lo contaré todo – dijo con firmeza, sin atisbo de mentira en su expresión. Sakura suspiró levemente.
- Si vuelves de una pieza, claro.- Dijo acariciando su cara con el dorso de la mano. - Ten mucho cuidado, por favor.
A Naruto le entraron ganas de besarla, pero se contuvo. Miró su boca y acercó dos dedos a sus labios. Los acarició rozándolos apenas. ¿Entonces, ella le quería o no? La había desvirgado y ni siquiera le había preguntado eso. Probablemente Sakura tampoco lo tenía claro.
- No te preocupes. Volveré muy pronto - dijo sonriéndole para tranquilizarla. La soltó con suavidad, y ella sintió cómo empezaban a temblarle las rodillas. El chico se dirigió a la puerta y la cerró tras de sí, dejándola sola en la habitación y pensando que no estaba para nada seguro de que esa última frase fuese cierta.
Última edición por Eva2.0 el Vie Ene 18, 2013 7:12 am, editado 1 vez
Eva2.0- Genin
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Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
Me encanto el capp!!!, quien habra sido la otra que iso el,amor con narutoo???, y espero que vuelva rapido a konoha narutoo, me encanta como llevas la historia, sigue asi!!!
Espero conti con ansias!!
Saludos!
Espero conti con ansias!!
Saludos!
Obito_Madara- Sannin
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Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
Hola!
Os dejo medio capi. Ando escasa de tiempo....
CAPÍTULO 6
Os dejo medio capi. Ando escasa de tiempo....
CAPÍTULO 6
- Spoiler:
Sakura se dirigió de nuevo al despacho de la Hokage, donde ésta la esperaba.
- Si estás lista vámonos ya – le dijo su maestra – tenemos mucho trabajo que hacer.
Comenzaron a correr hacia el hospital. Tsunade advirtió que su alumna estaba sumida en sus pensamientos.
- ¿Ocurre algo, Sakura?
- ¿Eh? – respondió ella volviendo a la realidad. – No, sensei. – Intentó sonreir tranquilizadoramente.
Pero la hokage era mucho más perspicaz que eso.
- ¿Qué tal la noche con Naruto? – preguntó a quemarropa.
- ¿¡Qué!? – la kunoichi dio un gritito y se sofocó por la sorpresa.
- Sai dice que habeis estado juntos desde el ataque.
Sakura colgó una nota en algún rincón de su mente “Nunca jamás contarle a Sai un secreto personal” y simplemente asintió con la cabeza apartando la mirada. Su maestra percibió que había tocado un asunto delicado.
- No supo explicarlo bien, pero parece que intentaron violarte. ¿Es cierto?
La muchacha volvió a asentir con un leve gesto de dolor y asco.
- Y si Naruto no hubiese estado ahí, lo habrían conseguido. – replicó rápidamente. – Pero no te preocupes, Tsunade. Estoy bien. No me hicieron nada.
La líder de la aldea inspeccionó a su mejor alumna. Su mirada verde irradiaba seriedad y decisión. La misma mirada de siempre, solo que más dura.
- Esa es mi chica. – sonrió. – Me alegro de que solo haya sido un susto. Necesito que estés al cien por cien. Hay mucho por hacer.
- Hai. – contestó secamente, y volvió a quedarse ensimismada.
Pero llegaron al hospital y al entrar en la sala de urgencias a Sakura se le olvidó todo lo demás. Había compañeros heridos por todas partes, con vendas empapadas de sangre y gimiendo de dolor. Muchos yacían inconscientes, en camillas o en el mismo suelo. Otros miraban a su alrededor en silencio, llevándose las manos a las heridas con aspecto derrotado y ajeno a la realidad. Médicos y enfermeros corrían de un lado para otro en lo que era un caos evidente. Tsunade habló con uno de ellos y emitió varias órdenes intentando imponer algo de control.
- ¡Sakura, espabila y ven aquí! – le gritó por encima del ruido.
Sakura obedeció y siguió a su maestra hasta el quirófano.
Dentro estaban Ino y Sizune alrededor de la mesa de operaciones. Sobre ella estaba Hinata, conectada a varias máquinas. Sizune levantó la vista al entrar Tsunade.
- Tenemos que operarla de inmediato o la perderemos. – informó rápida y neutral.
- ¿Le habeis hecho una transfusión? – preguntó la Hokage tras analizar la palidez mortecina de la paciente.
- No hemos podido. Nos hemos quedado sin bolsas de su grupo sanguíneo. Es cero negativo…
- Ya veo – dijo mirando a Sakura.
- Igual que yo… – murmuró la pelirrosa.
- Sí. Vas a tener que donarle parte de tu sangre. Si le damos de otro tipo su cuerpo la rechazará.
Sakura miró la cara de Hinata. Tenía puesta una mascarilla y respiraba con dificultad a pesar de la anestesia.
- Está bien – resolvió decidida. – Hagámoslo ya. Ino, ponme una vía.
Sakura se sentó en una silla y apretó el puño. Su amiga introdujo la aguja bajo su piel y la sangre comenzó a correr a través del tubo transparente, llenando una bolsa estéril. Mientras observaba su propia sangre salir de su cuerpo no pudo evitar pensar “¿Será ella?¿Será Hinata la que se acostó con Naruto?”. Sacudió la cabeza inmediatamente. “Qué importa eso, imbécil…Ahora es tu paciente”.
Cuando la bolsa se llenó con casi medio litro del vital líquido y le retiraron el tubo, Sakura intentó levantarse, pero al hacerlo se mareó y tuvo que volverse a sentar.
- Descansa un momento – le dijo Ino – ya nos encargamos nosotras.
Ino conectó la bolsa al brazo de Hinata mientras Tsunade se quitaba la toga verde y se ponía unos guantes que le cubrían hasta el codo. Cogió un bisturí e hizo una incisión larga en el abdomen.
Introdujo las manos en el vientre caliente de Hinata buscando el origen de la hemorragia.
- Viene del hígado – concluyó la Hokage, y separó el intestino para inspeccionarlo mejor. – La puñalada ha destrozado el lóbulo accesorio. Habrá que quitarlo.
Comenzó a diseccionar y retirar las partes dañadas del voluminoso órgano. Había sangre por todas partes. Ino la asistía en silencio, pero al cabo de unos minutos dio un par de pasos atrás, tambaleándose.
- No me encuentro bien…- murmuró. Se apoyó contra la pared para no caer al suelo.
- Sakura, levanta de ahí.- dijo su maestra – Shizune tiene que encargarse de la anestesia y los goteros. Ayúdame.
Sakura se levantó y se colocó los guantes, colocándose enfrente de Tsunade para continuar auxiliándola en su tarea. Casi todo estaba listo cuando al retirar tejido muerto apareció una gran arteria palpitante.
- Tendremos que suturarla. – explicó Tsunade fastidiada. - Coge las pinzas de hemostasia y sujétala. Asegúrate de cerrarla bien.
Sakura lo hizo pero le temblaba el pulso. Tsunade levantó la masa ennegrecida que tapaba la hemorragia, agarró una sutura y la pasó alrededor. Después la anudó y repitió la operación para mayor seguridad. Después suturó uno a uno todos los cortes del hígado, de la pared muscular y finalmente de la piel. La alumna observaba su destreza y su velocidad admirada. Al finalizar, se quitó los guantes y comenzó a aplicar chakra en los puntos vitales del organismo, para que la sangre fluyera a los riñones y el corazón.
- Así estimulas el cerebro. - le explicó a Sakura. - Shizune, ¿Cómo están sus constantes? – preguntó sin inmutarse.
- Aumentando poco a poco. – respondió sonriente la morena. – Enhorabuena, jefa. La hemos salvado.
Sakura suspiró aliviada y volvió a mirar la carita pálida de Hinata, dormida.
- Ino y tú iros a descansar un rato. Lo has hecho muy bien.
- Gracias, Tsunade-sama.
- Dentro de un rato os volveré a llamar para seguir atendiendo a más heridos.
Las dos chicas salieron por el quirófano hasta otra pequeña sala donde había una camilla vacía. Se sentaron en ella, apoyándose la una en la otra.
- Buf, qué mal rato he pasado… - dijo Ino – con tanta sangre me he mareado…
Sakura no contestó. Estaba cansada y distraída. Agarró con una mano la bolsita que colgaba de su cuello y sacó la piedra roja, pensativa. Mientras le daba vueltas entre los dedos Ino exclamó:
- ¡Arrea Sakura, vaya pedrusco! – y se lo quitó de las manos en una fracción de segundo.
- ¡Devuélveme eso!
- ¡Ni hablar! Déjame verla…es una pasada… ¿de dónde la has sacado?
- Es un regalo…
- ¿¿Quéee?? ¿Quién te ha regalado una cosa así? – le preguntó mirándola incrédula.
- Pues…Naruto…- contestó un poco sonrojada.
Ino la miró con la boca abierta.
- ¿Ese patán tiene tanta pasta? No me lo creo…
- No la ha comprado…y no es una joya normal… es otra cosa…
Ino sonrió maliciosamente y la miró de soslayo.
- ¿Es… una demostración de amor para su novia?
- ¡Pero qué barbaridades dices!
- ¡Aaah!¡Te has picado!¡Seguro que es eso!
Y salió corriendo con la piedra en la mano.
- ¡Ino imbécil, como te pille te mato! – gritó corriendo tras ella.
Salieron hacia otra habitación donde había varios enfermos en sus camas. Cuando Tsunade las vio aparecer corriendo y gritando se la llevaron los demonios.
- ¿¿¡¡Se puede saber qué estais haciendo, niñatas!!??
Ambas se quedaron mudas y quietas como estatuas en medio de la habitación. Todo el mundo las miraba.
- Estáis en un hospital, espero que no se os olvide. – Bramó la hokage con aspecto glacial.
Las dos agacharon la cabeza. Ino le devolvió la piedra a Sakura sin dejar de mirar el suelo.
- ¡A trabajar las dos!¡¡Ya!!
Eva2.0- Genin
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Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
y la segunda parte....
- Spoiler:
- (II)
Naruto avanzaba entre los árboles junto a Sai y Shikamaru. Este último les había explicado que habían visto a Itachi rondando cerca del templo del fuego. Mientras los tres corrían en silencio, Naruto estaba absorto en sí mismo. Hacía mucho tiempo que no pensaba en aquello…
FLASH-BACK
Llevaba entrenando con Jiraiya casi dos años. Había mejorado mucho, estaba comenzando a dominar el poder del Kiuubi y sentía que había crecido: además de ser más fuerte como ninja, tenía mejor control de sí mismo. Pero una cosa no había cambiado: cada noche al acostarse recordaba los ojos verdes de Sakura. Se preguntaba cómo estaría y si se acordaría de él…Llegado a este punto, a veces pensaba que sí, y a veces que no. Dependía un poco de su estado de ánimo: cuando se sentía alegre, con confianza, estaba seguro: Sakura le echaba de menos porque era su mejor amigo. Pero había días malos, en los que no avanzaba en su entrenamiento, y entonces extrañaba Konoha, el Ichiraku y a todos en general. Esos días pensaba en que Sakura solo tenía ojos para Sasuke. Al principio no le entraba en la cabeza que ella estuviese tan colada por una persona que nunca le haría el más mínimo caso…pero con el tiempo comprendió que a él le pasaba exactamente lo mismo. Iba a seguir queriéndola aunque nunca llegaran estar juntos. Era algo que no podía cambiar, y se acabó resignando.
Los días en que pensaba así se sentía solo y un poco más vacío. Aquél era uno de esos días. A lo largo de la tarde, Jiraiya había notado que Naruto no ponía el mismo interés que siempre en mejorar su técnica y decidió terminar el entrenamiento más temprano, suponiendo que su alumno estaba cansado.
- Vamos al pueblo, Naruto, hoy cenaremos allí. – le dijo.
- ¡Biieeen! – gritó él con una sonrisa de oreja a oreja – ¡Me muero por un poco de ramen!
“Qué simple es a veces este muchacho…” pensó el sannin “de la depresión a la alegría de vivir solo hay unos fideos de diferencia…”
Caminaron hasta la entrada de la aldea, donde había un puestecillo ambulante que ya conocían, y cenaron allí mismo. Cuando terminaron la comida estaba atardeciendo, pero aún había bastante luz.
- ¿Damos un paseo, Naruto? Hace mucho que no vengo a este lugar y me apetece visitar a alguien…
Naruto le miró con curiosidad.
- ¿Tienes algún amigo en este pueblo, Ero-senin?
- Una amiga, más bien.- contestó con una sonrisa mientras empezaba a caminar.
- Eehhh… espera…. No será una….una de esas…de esos sitios a los que vas siempre…
- Pues mira, sí. De hecho, es la dueña del local. –contestó de buen humor.
- ¡Pues yo no voy! ¡Estoy harto de que me arrastres siempre contigo!¡Solo soy un niño! – estalló de repente el muchacho a grito pelado. Jiraiya soltó una carcajada.
- ¿Un niño, tú? Lo eras hace dos años, cuando salimos de Konoha… pero dos años es mucho tiempo… así que deja de patalear y sígueme.
- ¡Te he dicho que yo a esos sitios no voy!¡No me interesan!
- A ver, chaval – su maestro se puso un poco más serio - Sé que últimamente te has hecho alguna pajilla…
Naruto enrojeció hasta el pelo de repente. No podía negarlo.
- ¡No me gusta que me espíes, pervertido! – chilló avergonzado.
- ¡Ja,ja,ja!...¿ves como estás creciendo? No te culpo, chico, si es normal a tu edad…Anda, vamos y no des más el follón.
Naruto le siguió a regañadientes, protestando durante todo el camino. Al llegar a la puerta de un discreto local de alterne, varias mujeres ligeras de ropa salieron a su encuentro.
- ¡Jiraiyaaa! ¡Cuánto tiempo sin verte! – canturreó una de ellas mientras le abrazaba efusivamente. Al maestro se le puso una sonrisa entre boba y pervertida (ya sabeis cuál digo) en la cara.
- Oohh… ¿y quién es este hombrecito que te acompaña? Qué mono es….- dijo otra acercándose a Naruto y alborotándole el pelo. - ¡Ah! No será tu hijo, ¿verdad?
- No, no, por Dios…- contestó Jiraiya sin apartar la mirada del pecho de la mujer que lo abrazaba – es mi alumno, ha estado entrenando muy duro.
Naruto estaba colorado perdido.
- ¿Cómo te llamas, chico? – Le preguntó una tercera fémina agachándose hacia él, de forma que Naruto tuvo una visión muy cercana del tremendo escote.
- Na…na….na…Naruto…- consiguió articular.
- Eres un encanto… tan tímido y tan jovencito…– dijo ella acercándose más y sonriendo como si se lo quisiera comer. Naruto apartó la mirada nerviosísimo y la dirigió hacia su maestro.
- Ero-senin… ¿no habíamos venido a visitar a alguien? – dijo agobiado.
- Ah, sí, claro…- contestó el sannin, y se puso un poquitín más serio. – Chicas, ¿está Keiko adentro?
- Vaya, como siempre, solo vienes a verla a ella…- se quejó la del abrazo, y lo soltó. – Está arriba, ya sabes dónde.
Entró al local y ambos la siguieron hasta una estancia con poca luz y mucho humo. En ella había hombres y mujeres sentados en sofás y bebiendo sake. Casi todos reían o charlaban y algunas parejas subían por las escaleras hacia el primer piso. Jiraiya caminó detrás de una de ellas. Naruto le seguía un par de escalones más atrás, bastante incómodo. No pudo evitar mirar cómo la pareja que estaba delante de ellos se besaba sin parar, y como las manos del hombre acariciaban el trasero de la mujer. Volvió a apartar la vista, sintiéndose un poco violento.
Jiraiya llegó a una puerta al fondo del pasillo y llamó un par de veces. Se escuchó un sosegado “ Adelante” con voz femenina. Entraron en un dormitorio enorme y en penumbra, donde una mujer se cepillaba lentamente el pelo frente a un tocador. Vestía un kimono de seda negro que llevaba bastante suelto, por lo que podían entreverse muchas curvas de su cuerpo bajo la fina tela. Les habló sin dejar de mirarse en el espejo.
- Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que viniste a visitarme, Jiraiya.
- Pero parece que el tiempo no pase para ti, Keiko. Sigues igual de hermosa. – repuso el viejo maestro en un tono de galán seductor que hizo que Naruto sintiera vergüenza ajena.
La mujer se levantó y se dirigió hacia ellos. Su brillante melena azabache caía sobre sus hombros. Desde luego se movía con elegancia. Era pálida y voluptuosa. En su cara llevaba un maquillaje discreto que resaltaba su profunda y oscura mirada. El rubio no pudo evitar mirarla de arriba abajo. La encontraba verdaderamente atractiva a pesar de tener unos veinte años más que él.
- Por favor, Jiraiya, siéntate…- ofreció ella señalando la cama. Él obedeció y Naruto se quedó de pie donde estaba.
La hermosa mujer se sentó con movimientos felinos muy cerca del maestro, mientras éste se servía un poco de sake. Después de una sonrisa y una larga mirada cómplice, ambos comenzaron a charlar en voz baja. El rubio no pudo escuchar su conversación. Además, apenas quería mirarlos por la actitud tan íntima de ambos. Estaba allí como un pasmarote sintiéndose cada vez más idiota por haber consentido en ir a aquél lugar. Finalmente Keiko le dedicó una mirada que sintió que le desnudaba lentamente.
- Está bien. Creo que tengo lo que buscas. – le dijo la mujer al sannin en un susurro. Se incorporó y se dirigió con calma hacia Naruto. Cada movimiento de ella, por sutil que fuera, iba cargado de un erotismo innato. El muchacho tragó saliva cuando la tuvo cerca.
-Sígueme. – le ordenó con una misteriosa sonrisa. Y mirando a Jiraiya añadió – Ahora mismo vuelvo.
Naruto miró al sannin sin comprender. El ermitaño simplemente levantó su copa hacia él en señal de brindis y le guiñó un ojo.
- Nos vemos luego… – dijo sonriente.
El chico quiso preguntarle qué pasaba, pero la mujer le cogió autoritaria por los hombros y lo dirigió a la puerta. Naruto caminó con ella dejando atrás las oscuras habitaciones de citas hasta llegar a una cocina ubicada en una zona más privada de la casa, donde vivían las chicas. Se escuchaban sonidos de cacharros metálicos y agua. Olía bien, a comida y productos de limpieza. Nada que ver con la parte pública del local, saturada de humo y alcohol.
- Satsuki, escúchame – dijo Keiko dirigiéndose a una joven que fregaba la vajilla.
La chica se giró al oír su nombre y les miró con una sonrisa que iluminó toda la estancia.
- ¡Keiko-sama!¿Qué puedo hacer por ti? – preguntó diligentemente. Naruto observó resguardado detrás de la otra mujer. La tal Satsuki debía tener unos tres o cuatro años más que él. Llevaba una cola alta que recogía su abundante melena larga y pelirroja. Tenía unos alegres ojos verdes, pero no pálidos como los de Sakura, si no de un tono intenso. “Cristalinos” pensó Naruto al mirarlos. Y en cierto modo sí eran como el agua, vibrantes y vivos. Su kimono corto, en verde y blanco, dejaba ver sus esbeltas piernas y sus brazos de piel clara. “Es guapa. Guapísima.” Se dijo a sí mismo dejando escapar un suspiro para calmar los nervios.
- Quiero que acompañes al chico esta noche. – pidió Keiko. -Se llama Naruto y es el alumno de un viejo amigo. Trátale bien.
- Descuida, Keiko-sama, déjalo en mis manos. – Respondió Satsuki mirándolo con expresión divertida. Solo esa mirada burlona ya bastó para sonrojar al rubio.
- Enseguida estoy contigo. – le dijo en tono jovial mientras terminaba de fregar los platos. Naruto agachó la cabeza avergonzado. Empezaba a tomar conciencia de lo que se le venía encima de forma inminente. Keiko echó a andar de nuevo por el pasillo y el muchacho miró de reojo por última vez hacia la cocina, observando como Satsuki, de espaldas, terminaba de fregar mientras tarareaba una canción. Luego siguió a la mujer de negro hasta que se paró delante de una puerta.
- Entra y espera aquí. – dijo en tono autoritario. – Ponte cómodo y no te preocupes por nada.- Añadió al ver la expresión angustiada del chico. Le sonrió maternalmente y acarició su cara con el dorso de la mano – Me recuerdas tanto a él… - susurró.
Naruto miró a Keiko dar media vuelta y marcharse. “¿Se referirá al Ero-sennin?” se preguntó mientras entraba a la pequeña habitación y se sentaba en la cama a esperar, cada vez más nervioso. Por hacer tiempo comenzó a observar la estancia, mucho más pequeña y modesta que la anterior. Había un tatami y una mesita baja, con un arreglo de pequeñas flores amarillas y blancas, dispuestas como un sencillo ikebana. Todo irradiaba frescura. Se sintió mejor al mirar aquellas alegres florecitas. “¿Qué estoy haciendo?” pensó en un momento de claridad. ”¿Esto está bien? ¿Y Sakura…? ”. La puerta se abrió interrumpiendo sus dudas y apareció Satsuki con una bandeja en las manos.
- ¡Hola! traigo un poco de sake. ¿Te gusta?- dijo mientras entraba con su sonrisa permanente.
Naruto se puso de pie de un respingo sin responder, otra vez colorado perdido. Ella no pudo evitar reírse a carcajadas y eso todavía le hizo sentir peor. Satsuki se controló enseguida.
- Perdona, no me río de ti….
- No que va…. – replicó molesto mirando a un lado.
La muchacha volvió a reírse abiertamente. Pero su risa era tan franca, tan libre de prejuicios, que el chico tuvo que acabar sonriendo también. Ya no se sentía ridículo. Solo nervioso.
La observó mientras dejaba los vasos del sake junto al ikebana. Satsuki recolocó un par de flores con mimo y sonrió.
- Así estais mejor. – dijo complacida.
- ¿Lo has hecho tú? – preguntó Naruto débilmente.
- ¿Qué?
Él carraspeó.
- El ikebana. ¿Lo has hecho tú? - repitió.
- ¡Sí! – respondió ella como muy orgullosa de sí misma. Le miró con la alegría e inocencia de una niña - ¿Te gusta?
- Sí… - y era verdad, aunque Naruto normalmente no se fijara en esas cosas. “Y tú también me gustas…” pensó en silencio mientras volvía a admirar su bello cuerpo, más maduro que el suyo.
La muchacha era joven pero experta en miradas masculinas, y aquella no le pasó desapercibida. Comenzó a acercársele lentamente. De repente se movía igual de elegante y sensual que Keiko. Naruto tensó los puños en un acto reflejo.
- Calma, calma… - sonrió con un poco de malicia la pelirroja. - Es tu primera vez, ¿verdad?
Eva2.0- Genin
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Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
woooooow, pobre naruu, entonces su primera vez fuee alli???!!, y sakura que pensaba que habia sido con hinata, igual,me alegra un poco que no sea con ella jejeje, sigue asi que vas genial!!
Espero conti con ansias!!!
Saludos!!
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Saludos!!
Obito_Madara- Sannin
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Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
Hola! perdón por la tardanza!
En breve subo el resto del cap.
CAPÍTULO 7
En breve subo el resto del cap.
CAPÍTULO 7
- Spoiler:
- Calma, calma… - sonrió la pelirroja con un poco de malicia - Es tu primera vez, ¿verdad?
Naruto asintió con la cabeza repetidamente, sintiendo que empezaba a sudar presa de los nervios. Sin darse cuenta, estaba dando pequeños pasos hacia atrás conforme ella avanzaba. Era más alta que él, y su piel pálida asomaba un poco aquí y allá bajo el kimono con cada movimiento. El pecho voluptuoso animaba a seguir mirando, y sus labios rojos ahora se curvaban en una seductora sonrisa. Le acorraló implacable contra la pared y le acarició la solapa de la chaqueta. Comenzó a bajar despacio la cremallera hasta abrir la prenda y le acarició suavemente el pecho. Una mirada burlona y provocativa asaltó a Naruto a pocos centímetros de su cara.
- ¿Listo…? - le susurró.
El rubio estaba paralizado y no contestó. Respiraba agitadamente y sudaba a mares.
- Hmmm…. Creo que alguien necesita una copa antes de entrar en faena. – dijo Satsuki separándose un poco de él y tomándole por ambas manos. Lo condujo hasta la mesita y le obligó a sentarse de rodillas a su lado. Sirvió dos vasos y le ofreció uno.
- Yo…nunca…- tartamudeó Naruto – yo nunca he tomado alcohol…
- Oh, bueno, para todo hay una primera vez… – replicó la chica guiñándole un ojo y dejando escapar una alegre risilla. El rubio se sonrojó una vez más. Se sentía como un crío. Bajó la vista a su vasito y bebió más por evitarla a ella que porque le apeteciera probar el sake. La muchacha le observaba en silencio sonriendo aún. Le hacía gracia aquél chico, así que decidió darle un poco de tiempo y relajar la tensión. No había prisa.
- Entonces vienes de muy lejos, ¿No, Naruto-kun?
Él se sorprendió de la confianza con que lo trataba. Aunque, bien mirado, si iban a acostarse juntos, era lógico que le tuteara así.
- Sí…llevo fuera de casa un par de años… - respondió mirando el vaso.
- ¿Oh, y por qué?
- Porque estoy entrenando…tengo que mejorar mucho para ser un buen ninja.
- Seguro que eres muy fuerte – sonrió abiertamente ella. Naruto la miró. Parecía decirlo en serio, sin pretender halagarle. Se llevó la mano a la cabeza y se rascó la nuca.
- Tsk… no lo suficiente… - suspiró honesto.
- Bueno, pero eso sólo es cuestión de esfuerzo y tiempo…- replicó Satsuki tomando otro traguito. – Si tienes determinación, serás fuerte. Ten paciencia. – rió. Hablaba con confianza sobre temas que no conocía, pero al rubio le agradaba su actitud despreocupada. - Y dime, Naruto-kun ¿echas de menos a tu familia?
El rubio se puso serio antes de responder.
- Bueno, yo… soy huérfano. No sé quiénes eran mis padres y no tengo más parientes…
La muchacha enarcó las cejas.
- ¡Igual que yo! – exclamó sorprendida. – Mis padres murieron hace años, cuando yo era una cría. Unos bandidos atacaron mi aldea… Yo sobreviví gracias a que a mi madre se le ocurrió esconderme dentro de un baúl.
Por su rostro cruzó una ráfaga de tristeza. Naruto la miró interesado en su historia, un poco extrañado de que fuera tan sincera con un desconocido.
- Lo escuché todo… - murmuró ensimismada. – Yo sólo tenía cuatro años, pero no lo olvidaré nunca… si solo querían el dinero no hacía falta ser tan cruel… – continuó con expresión sombría. - Aquella noche la pasé metida allí dentro porque me daba pánico salir. Y al día siguiente Keiko-sama me encontró deambulando por las calles, muerta de hambre y de frío… y me trajo aquí con ella. – miró a Naruto y sus ojos volvieron al presente, recuperando su expresión de alegría inquebrantable. - Desde entonces se ha portado muy bien conmigo…pero claro…yo ya he crecido y tengo que ganarme el pan…
- ¿Te refieres a… a acostarte con hombres? – preguntó Naruto mirando al suelo.
- Sí, claro…je, je, je – rió ella. - ¿Cómo gana dinero una puta si no?
El muchacho levantó la vista hacia aquella sorprendente chica. Le chocaba que utilizara esa palabra tan cruda consigo misma.
- Pero no solo me dedico a eso… Lo que más hago es cocinar y limpiar. Las chicas de aquí nos cuidamos unas a otras, como una familia. A muchas las vendieron sus padres para pagar deudas, otras, como yo, son huérfanas. Yo soy la más joven. ¿Cuántos años dirías que tengo? – preguntó con coquetería.
- Etto…¿veinte?
- ¿¡Veinte!? – gritó haciéndose la disgustada. - ¿Tan vieja me ves?
Naruto tragó saliva. No pretendía ofenderla, pero antes de que pudiera rectificar, ella volvió a reír enseguida.
- Estoy de broma. Todavía tengo diecinueve. ¿Y tú?
El rubio se sentía como un niño cada vez más pequeño.
- El mes que viene diecisiete.
- ¡Qué chiquitín! – rió a carcajadas la chica, haciendo que la moral del muchacho acabara de hundirse hasta el subsuelo. Estaba empezando a mosquearse incluso.
- No te enfades…- murmuró ella acariciando cariñosamente su barbilla y obligándole a mirarla – Soy un poco borde, ya lo sé… Keiko-sama siempre me regaña por eso. Perdona.
El rubio suspiró y se dejó envolver sus brillantes ojos verdes. Aquella pelirroja le tenía completamente descolocado.
- No parece que estés triste por trabajar aquí… - dijo. Ella se encogió de hombros.
- No tengo elección. – respondió un poco seria. – Pero no es tan malo como parece. Puedo negarme a acostarme con hombres, aunque generalmente no lo hago, porque Keiko-sama me reserva para personas especiales.
- ¿Especiales? – preguntó él, sintiéndose halagado.
- Quiero decir, hombres de mucha confianza…amigos…
- O gente de mucho dinero. – apuntó Naruto.
- ¡No! – exclamó ella con expresión dura. - ¡No tiene nada que ver con el dinero!
El chico no entendía nada.
- Pero, cobrais por… por esto, ¿no?
- Claro que sí, tonto. Además, yo soy de las chicas más caras. – prosiguió con cierto orgullo. – Pero Keiko siempre decide a qué clientes admite en su local. Aunque sean ricos, si nota que son violentos les echa enseguida.
- ¿Y si ellos no quieren marcharse?
Satsuki sonrió con malicia y guardó silencio durante un segundo antes de responder.
- Entonces saca el kunai.
Antes de acabar la frase, Naruto tenía un cuchillo en la garganta. La muchacha lo había sacado de un pliegue de su manga con la agilidad de un gato. Una gota de sudor recorrió su frente, había sido culpa suya por bajar la guardia. A los dos segundos Satsuki estalló en risas y dejó el cuchillo en la mesa. Tomó un trago de sake observando al patidifuso rubio, que pensaba “Qué loca está esta mujer…”
- Keiko-sama tiene un amante que le enseña técnicas de defensa personal. Y luego ella nos las enseña a nosotras. Es curioso, ese hombre…un tal Jiraia.
El rubio levantó una ceja, incrédulo.
- ¿Jiraia…?
Satsuki asintió complacida, y Naruto sonrió.
- ¿Le conoces? – preguntó el rubio.
- Claro que sí… visita a Keiko-sama desde hace muchos años…
- Mi maestro nació pervertido…- suspiró Naruto sacudiendo la cabeza.
- Ja, ja, ja…. ¿es tu maestro? – rió ella divertidísima. – Pues no creas que es más pervertido que otros…A mí me parece una buena persona.
Naruto observó a la chica mientras le rellenaba el vaso. Brindaron y bebieron en un cómodo silencio. Le resultaba muy agradable estar con ella. Era natural, despreocupada e impulsiva. En eso se parecían bastante. Le miró a los ojos y se sonrieron. El rubio no pudo evitar fijarse en su escote. El kimono de seda parecía acariciar con sus pliegues aquella piel suave que se curvaba generosamente, insinuando más que enseñando.
- Así que por eso yo soy especial… - murmuró el rubio como para sus adentros. – Por ser alumno de Yiraia...
Satsuki se acercó un poco más a él y le habló con dulzura.
- Y cuéntame… ¿hay alguien a quien tú quieras de forma especial? ¿Alguna chica...?
Naruto se quedó en silencio un momento, sin dejar de mirarle el pecho. Se sentía culpable por hacerlo, pero incapaz de apartar la vista.
- Sí, hay alguien…
- Oh, vaya, una chica con suerte… - esa frase hizo sonreir distraídamente al rubio.
- ¿Y la has besado ya? – indagó la pelirroja.
- Eh…. No. – contestó algo triste. Había un deje de amargura en el tono de su voz. – Verás, ella está enamorada de otra persona. Solo soy su amigo.
- Ah, vaya… ya comprendo… pobre Naruto-kun…- dijo mirándole con ojos tiernos - ¿Entonces nunca has besado a una chica?
- Pues… la verdad es que no.
Ella le miró directamente a los ojos.
- Bueno, ¿y a qué esperas? – dijo resuelta.
Naruto levantó las cejas. “¿Así? ¿De sopetón?” pensó.
- Es que… me da vergüenza… - balbuceó todo rojo.
- Vamos, ¡no voy a morderte! – le provocó ella sin dejar de mirarlo – Tienes que tener más decisión, si no, cuando te llegue la oportunidad, no serás capaz de besar a la chica que amas.
Naruto miró sus ojos verdes. Eran bonitos… le recordaban a los de Sakura cuando estaba contenta.
- Te explicaré algo, Naruto-kun – dijo ella – Las chicas suelen ser tímidas para dar el primer paso, porque no quieren parecer unas frescas…
- Aaahhh….- respondió asintiendo, que nunca se había parado a pensar en eso.
- Así que tienes que besarla tú, ¿entiendes?
- Sí.
- Pues vamos, inténtalo. – replicó ella cerrando los ojos.
Naruto miró la roja boca que se le ofrecía sin reparos y siguió dudando.
- ¡Que me beses te digo! – chilló malhumorada Satsuki.
- Vale, vale… no te pongas así…
“Tiene el mismo genio que Sakura…” pensó. Cerró los ojos y tomó aire, aproximando sus labios poco a poco a los de ella, hasta tocarlos suavemente. Los saboreó despacio, sintiendo por primera vez el dulce y húmedo contacto proveniente de otro cuerpo. Le gustó mucho. Era muy dulce. Le pareció que Satsuki besaba realmente bien, aunque no tuviera con quien comparar. Siguió besándola tímidamente, y al cabo de unos segundos ella se separó de él.
- Ha estado bien, pero un poco flojito – analizó la chica. Naruto se sonrojó por la crítica a su primer beso. – Puedes empezar así, pero después tienes que ponerle más ganas.
Él asintió.
- Vamos, otra vez. – le animó la muchacha.
Eva2.0- Genin
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Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
Segunda parte (lemmon).
- Spoiler:
(II)
Naruto respiró hondo, un poco avergonzado y decidido a hacerlo mejor en el segundo intento. Volvió a besarla con más intensidad, echándose un poco sobre ella, que correspondió a su beso abriendo la boca. Al sentir los reparos del chico, fue la pelirroja quien metió su lengua entre los labios de él. Le lamió incitándole a que reaccionara. Naruto comenzó a excitarse con aquél juego y contraatacó enseguida con todas sus ganas, inexperto y hambriento de cariño.
Ella le rodeó el cuello con sus brazos y Naruto la abrazó por la cintura. La sujetó con fuerza contra él y luego sus manos quisieron recorrer el resto de su sensual cuerpo cubierto de seda. Ella dejó que la explorara y siguieron besándose hasta que el rubio separó un momento su boca para recuperar el aliento. Jadeaba, y en su interior se había despertado un feroz deseo que aún no sabía controlar.
- Mucho mejor, Naruto-kun…- murmuró Satsuki mientras acariciaba su pelo.
- Quiero desnudarte… - gimió acercándole la cara para besarla otra vez. La bella muchacha sonrió provocativamente.
- Oh…qué valiente…¿pero sabes desnudar a una mujer?
- No puede ser difícil. – replicó llevando las manos con rapidez hacia el cinturón del kimono.
- Desnudar no es solo quitar la ropa…- repuso ella poniéndose en pie. Se giró poco a poco hasta darle la espalda. Le miró por encima del hombro mientras comenzaba a abrirse el escote y deslizaba la fina tela hacia abajo, descubriendo sus hombros.
- Haremos una cosa, porque me has caído bien… - dijo con calma mientras se giraba hacia él de nuevo. El Kimono estaba medio abierto y el muchacho sintió a su masculinidad reaccionar en cuanto vislumbró la delicada ropa interior femenina.
- Además de darte placer – prosiguió Satsuki – voy a mostrarte cómo hacer disfrutar a esa chica tuya. Después de que te enseñe a seducirla seguro que cae rendida en tus brazos. – sonrió engatusadora mientras desanudaba el cinturón. Abrió lentamente el verde kimono y lo dejó bajar lentamente por su piel mientras se acariciaba con la tela. La prenda cayó sobre el tatami y Naruto contempló extasiado el deslumbrante cuerpo de la joven. Tenía los pies diminutos, largas y esbeltas piernas, y unas caderas redondeadas y firmes que solo estaban cubiertas por unas minúsculas braguitas de encaje blanco y transparencias. Su fina cintura continuaba hacia arriba con un torso delicado y unos pechos bastante grandes para lo estilizado del conjunto de su físico. A través del sujetador, también de encaje, se entreveían los pezones rosados y exquisitos. En su cadera izquierda, justo encima de las braguitas, podía verse un pequeño tatuaje: un pez de aletas desplegadas, una valiente carpa roja que remontaba el río de su cintura.
- Y ahora te toca a ti… - murmuró la chica colocándose lentamente a gatas sobre él. Naruto se tumbó en el suelo y dejó que Satsuki le quitara la ropa con sus dedos finos y entrenados hasta dejarle sólo con los bóxer. Miraba como el generoso pecho de la muchacha se balanceaba sobre él y cada vez estaba más excitado. La acarició por todas partes y la besó otra vez, profundamente. Aquello era el paraíso.
- Desnúdame… – dijo ella sensualmente.
Naruto obedeció la orden de inmediato, deseando verla sin ropa, pero su excitación se transformó en rabia después de pelearse torpemente contra el sujetador durante más de un minuto.
- ¡Esto no sale! – protestó enfadado.
- Ja, ja, ja… - se burló ella - ¿Ves? Si no lo haces bien se puede romper el encanto…Concéntrate en el corchete.
Volvió a intentarlo y al final consiguió abrir la prenda. Ella terminó de quitárselo despacio, ante los atónitos ojos de él., que tragó saliva cuando vio su pecho descubierto.
- Bien, esto ya es más fácil…- sonrió Satsuki, acercándose hasta que uno de sus pezones rozó los labios del rubio. Naruto abrió la boca y lamió, lamió y lamió hasta notar cómo se endurecía, lo que todavía le excitó más. La muchacha arqueó la espalda ofreciéndose y gimiendo suavemente.
- Así, Naruto…sí…así…
Le cogió de las manos y las dirigió a sus braguitas.
- Quítamelas… - susurró.
Él acarició sus caderas y sujetó la prenda entre sus dedos, deslizándola y resbalando por su sedosa piel. Se las bajó hasta las rodillas, y después subió una mano para acariciar su pubis ardientemente, con los dedos entre sus piernas.
- ¿Jugamos a eso? – preguntó Satsuki sonriendo mientras acariciaba lo más masculino de él. Lo desnudó del todo en un segundo y bajó la cabeza hasta su entrepierna. Naruto contuvo el aliento al sentir su lengua acariciarle tan íntimamente. Cerró los ojos y dejó escapar un profundo suspiro. La roja boca de la muchacha marcaba el ritmo de su pulso, de su respiración, de su deseo. Era para perderse en el puro placer. Cada vez tenía menos control de sí mismo. Su sexo era el que mandaba ahora, y Satsuki quien controlaba su dura excitación.
La chica se relamió y acercó la cabeza a su oído.
- Antes de darte lo que quieres, voy a enseñarte lo que te abrirá el camino para que puedas tomar a cualquier mujer. Si lo haces bien, ninguna chica podrá resistirse a ti.
- No te entiendo... – jadeó, incapaz de pensar en nada. Ella volvió a reírse.
- Digo que si quieres diamantes, hay que bajar a la mina a cavar, tonto…
Se colocó a gatas sobre el rubio en la posición del 69. Meció su sexo sobre la boca de Naruto mientras ella continuaba marcando el ritmo de la felación y luego frotó el miembro de él contra su pecho y sus pezones. Dirigió al chico con el movimiento de su cuerpo hasta que éste encontró con su lengua el punto más sensible del interior de la muchacha.
- Ahí….ahí…justo ahí…. – gemía ya húmeda y apretándose contra él. - Así…hmmm…sí….
Naruto lamía cada vez más rápido, respondiendo a la boca de Satsuki, que cada vez se deslizaba más profundamente sobre su erección. Estaba cercano a abandonarse del todo, pero la chica se levantó y, ayudándole a incorporarse, lo llevó hasta la cama, se tumbó con movimientos felinos y se soltó la melena, dejando su rojo pelo inundar la almohada. Acarició con un pie la cintura del chico y le atrajo hasta quedar tumbado sobre ella.
- La hora de la verdad, Naruto-kun... – murmuró con su sonrisa retadora. Y acercando los labios a su oído gimió:
- Fóllame…
El rubio la penetró con la intensidad y el ansia de la primera vez. Empujó como un animal, tal y como le mandaba su instinto, jadeando y gimiendo al sentir el empapado interior de la apasionada muchacha. Satsuki también gemía, y aún le provocaba más susurrándole “No eres tan pequeño después de todo…” y algunas frases obscenas. Lo estaba volviendo loco completamente.
Luego se puso encima, a horcajadas sobre él y volvió a marcar el ritmo. Se elevó lentamente y descendió despacio, cambiando el compás por uno contenido, más pausado, consiguiendo llevar a Naruto al borde del abismo y así frenarlo un poco.
- El orgasmo femenino es más lento… - susurraba balanceándose profundamente sobre el rubio. – Para que ella llegue… tú tienes que esperar… ser paciente…
Naruto tuvo paciencia. Y bastante resistencia, para ser la primera vez, gracias a que Satsuki le enseñó cómo prolongar el sexo, acelerándole y frenándolo a su antojo. El chico se sentía como una marioneta, entregado durante horas a la indescriptible delicia que le regalaba aquella preciosa sirena, hasta que al final le fallaron las fuerzas, apretó los dientes, los puños, los párpados y se dejó ir, exhausto y libre, dentro de ella.
Satsuki, sin sacarle de su cuerpo, se tumbó sobre él. Ambos sudaban y jadeaban entre las sábanas revueltas, recuperando el aliento y la noción de la realidad.
- Bueno, ¿qué tal? – preguntó ella al cabo de un rato.
- Increíble… - fue lo único que pudo responder con un suspiro. No encontraba las palabras. La abrazó por la cintura y la besó en la boca de nuevo.
- Satsuki… - dijo con voz tímida.
- Dime.
- ¿Puedo pasar aquí la noche?
- ¿Aquí? ¿conmigo?
- Sí… - dijo abrazándose contra su pecho. - Por favor… no quiero estar solo…
Ella le acarició el pelo y sonrió.
- Tendré que avisar a Keiko-sama porque no es lo habitual, pero no creo que haya problema. – luego soltó una risilla. – A tu maestro le va a costar más dinero de lo que esperaba…
Naruto también rió.
-Que le den, al viejo. Ha sido idea suya, así que se tendrá que aguantar.
Satsuki se incorporó y caminó hasta donde había dejado el kimono. El muchacho la observó moverse desnuda por la habitación. Quizás fuera por el sexo, pero Naruto sintió que podía ver su interior, como si fuera transparente. Vio su alegría y su solidez como un aura que resplandecía a través de su perfil delicado, y sintió el corazón contento solamente con mirarla. Cuando la vio salir del cuarto cerró los ojos, se tumbó extendido en la cama y respiró profundamente. Aún olía su aroma en las sábanas. De golpe recordó a Sakura y abrió los ojos mirando al techo. Se sentía distinto. Raro. Culpable. La echaba de menos, sí, pero no tan desesperadamente como siempre. La puerta se abrió y Satsuki volvió al dormitorio. Se desnudó y se metió en la cama con él, y Naruto se quedó dormido en sus brazos como en una tibia cuna.
Última edición por Eva2.0 el Lun Ene 28, 2013 9:52 pm, editado 1 vez
Eva2.0- Genin
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Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
Me encanto el,caaap!! Muy buenooo el lemon!!, y pobre naru, no queria quedarse solo!! Jejeje
Espero conti con ansias!!!
Saludos!!
Espero conti con ansias!!!
Saludos!!
Obito_Madara- Sannin
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Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
Me encanto el,caaap!! Muy buenooo el lemon!!, y pobre naru, no queria quedarse solo!! Jejeje
Espero conti con ansias!!!
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Obito_Madara- Sannin
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Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
Gracias por comentar otra vez Obito !!
A este paso te voy a dedicar el fic porque eres el único que me anima a seguir, jejeje...
La verdad es que estoy particularmente satisfecha con cómo me está quedando así que no entiendo muy bien porqué no hay comments...imagino que el tema del burdel no es del agrado de todo el mundo. Pero es que le cogí tanto cariño a Satsuki que he querido darle más protagonismo en la historia.
En fin, medio capi más. En breve el resto.
Matta neee !!
CAPÍTULO 8: CANTOS DE SIRENA
A este paso te voy a dedicar el fic porque eres el único que me anima a seguir, jejeje...
La verdad es que estoy particularmente satisfecha con cómo me está quedando así que no entiendo muy bien porqué no hay comments...imagino que el tema del burdel no es del agrado de todo el mundo. Pero es que le cogí tanto cariño a Satsuki que he querido darle más protagonismo en la historia.
En fin, medio capi más. En breve el resto.
Matta neee !!
CAPÍTULO 8: CANTOS DE SIRENA
- Spoiler:
Llegó la mañana y Naruto despertó solo en la habitación. Se escuchaba actividad a través de las paredes, y también voces femeninas que charlaban animadamente. Le gustó aquello, esa sensación de lugar habitado. Normalmente Jiraia y él dormían y entrenaban en el bosque sin pisar la civilización más que de vez en cuando, así que amanecer escuchando voces de mujeres era agradable para variar. Se puso en pie y se miró al espejo, desnudo. Hacía mucho que no observaba el reflejo de su cuerpo y se sorprendió un poco de la imagen que apareció ante él. No pensaba que había cambiado tanto. Se veía más adulto, más…hombre. Poco a poco se estaban desvaneciendo sus facciones de niño. Debido a su inquebrantable determinación de luchar y defender a todos los que amaba, comenzaban a aparecer por toda su anatomía músculos entrenados y atléticos. El cuerpo de un joven guerrero.
“Bueno, pues ya no soy virgen” pensó con un suspiro de aceptación. “¿Debería haber esperado mi oportunidad con Sakura…?” Dudaba para sus adentros. “Pero si la oportunidad nunca llega… ¿tengo que aguantar por algo que no sé si ocurrirá?”
Satsuki entró de repente a la habitación con una bandeja y canturreando con su habitual energía positiva.
- ¡Buenos días! Servicio de habitaciones, Naruto-k… ¡Eeehhh! ¿Es que quieres el segundo asalto, semental? – exclamó al verlo girarse hacia ella como su madre le trajo al mundo.
Naruto se cubrió sus nobles partes con ambas manos inmediatamente en un acto reflejo y se sonrojó sin poderlo evitar. Para colmo, su estómago rugió al olor de la comida, y la muchacha volvió a reírse de él a carcajadas.
- Pero tranquilo… no es nada que no haya visto antes… - dijo guiñándole un ojo mientras colocaba en la mesilla el desayuno y algunas flores. El rubio aprovechó para ponerse los bóxer. Se sentía más cómodo con ellos. Tomó asiento de rodillas en el suelo al lado de Satsuki, le dio las gracias por la comida y empezó a comer con voracidad. Las horas de sexo nocturno le habían despertado más apetito que la más extenuante sesión de entrenamiento con el viejo. Mientras engullía el arroz observaba a la chica confeccionar de nuevo el ikebana. Primero eliminó las flores amarillas, que empezaban a marchitarse, y luego las cambió por las que había traído, de color rosa pálido. Flores de cerezo. Naruto dejó suspendidos los palillos a medio camino de su boca y se quedó mirando los pequeños pétalos.
- Sakura- chan… - murmuró pensando en voz alta.
- ¿Sakura-chan? – repitió distraídamente la pelirroja. - ¿Es tu amiga? – preguntó mirándole de soslayo con media sonrisa. - ¿La que está enamorada de otro?
El rubio asintió con semblante serio y dejó los palillos en el cuenco, sin dejar de mirar las flores.
- Yo…no sé si debería haber…bueno, haberlo hecho…
- ¿El sexo?
Naruto asintió de nuevo.
- Es una sensación muy rara… - dijo.
Satsuki le miró creyendo comprender.
- Es por esa chica, ¿verdad?
- Sí…
- Pero dijiste que no es tu novia ni nada de eso…
- No, no… solo es mi amiga. Realmente, es una sensación un poco estúpida, porque no tengo que guardarle fidelidad. A decir verdad, como ella ni siquiera me quiere, no creo ni que le importara todo este asunto… pero siempre imaginé que mi primera vez…sería con ella.
La muchacha continuó colocando delicadamente una flor tras otra.
- Ya veo… ¿entonces te arrepientes de haber tenido sexo conmigo? – preguntó sin mirarle. Su tono era neutral, pero entornó los ojos para ocultar un tonto pensamiento romántico y triste. Naruto permaneció en silencio durante un rato, y finalmente contestó:
- La verdad es que no…No me arrepiento nada en absoluto…
Satsuki le miró entonces, y no pudo evitar una sonrisa. El rubio tenía la vista clavada en ella con una mezcla de vergüenza y deseo que la enterneció.
- Pero no puedo dejar de pensar en Sakura ahora… - dijo aflijido. – No sé qué me pasa…
Ella dejó su tarea y acarició la cara del muchacho suavemente.
- Lo que pasa, Naruto-kun, es que esa mujer controla tu corazón. Le has otorgado el poder de hacerte feliz o miserable…y por lo que parece, ella ni siquiera se ha dado cuenta.
Él no respondió. Simplemente continuó mirándola.
- No creo que ningún chico imagine perder la virginidad en un sitio así…- prosiguió Satsuki sonriendo. Casi nada ocurre realmente como imaginábamos, pero eso no tiene porqué estar mal…hay que vivir el presente lo mejor que podamos. Y tener esperanza en el futuro, confianza en nuestros sueños ¿no crees?
Naruto asintió despacio, sonriendo calladamente.
- ¿Tienes algún sueño para el futuro? – preguntó ella.
- ¡Claro! – se emocionó enseguida él - ¡Algún día oirás hablar de mí porque voy a ser Hokage!!
- ¿Ho-qué? – la chica frunció el ceño.
- ¡Hokage! – repitió molesto el rubio. - ¿¿No sabes lo que es??
- Ni idea…
- ¡Es el líder de la aldea de la Hoja! ¡El shinobi más fuerte y más respetado de todo el país del fuego! – exclamó apretando el puño.
Satsuki aplaudía entusiasmada.
- ¡Ah! ¡Fantástico! ¡Qué sueño tan increíble! ¡Espero que lo consigas pronto, Naruto-kun!
- Je,je – sonrió halagado mientras se rascaba la cabeza – Bueno…aún queda mucho camino para eso…tengo que entrenar duro…je,je…¿y tú, con qué sueñas?
- Yo quiero ser como mi maestra. – contestó ella con decisión.
A él le chocó aquella respuesta.
- ¿No piensas en dejar esta vida?
Ella negó firmemente con la cabeza y habló con una gran sonrisa.
- Algún día dirigiré este sitio y ayudaré a chicas sin familia, como hizo Keiko-sama conmigo. Las enseñaré a valerse por sí mismas y a ser valientes. Este trabajo puede ser duro, pero es mejor que estar muriéndote de hambre en la calle.
Naruto la miraba sonriendo. El entusiasmo de Satsuki era contagioso. Tenía una forma de encarar jovialmente los desafíos que le resultaba muy familiar. Se dio cuenta además de que ese sueño trataba sobre ayudar a otras personas, no de querer nada para sí misma.
- Pero Satsuki…¿no quieres vengar la muerte de tus padres tampoco?
Ella se puso seria y tardó un poco en volver a hablar.
- Nada de lo que yo pueda hacer traerá a mis padres de vuelta. Además, ni siquiera vi las caras de quienes los mataron. Hace años que decidí olvidar y dejar de guardar rencor, así que ¿para qué la venganza? Ojo por ojo, y el mundo acabará ciego…
Tras sus meditadas palabras, se hizo el silencio durante un rato.
- Conozco a un ninja… - murmuró finalmente Naruto con la vista perdida –… que se cree un tipo duro, y resulta que todavía no ha aprendido esa lección. – suspiró. – Hace falta ser muy fuerte para perdonar algo así. – dijo mirándola detenidamente, y había admiración en sus ojos. Ella sonrió agradecida.
- Sólo me esfuerzo en ser feliz… - susurró, volviendo de nuevo a sus flores.
Alguien llamó al otro lado de la puerta.
- ¡Adelante! – respondió alegremente Satsuki.
Keiko abrió la puerta con suavidad, pero no hizo ademán de entrar. Vestía un kimono rojo oscuro y se había recogido el pelo. Cuando posó sus negros orbes sobre el rubio éste pudo sentir una quietud insondable habitando dentro de aquella bella mujer. Sus largas y oscuras pestañas caían elegantemente sobre su rostro como imponiendo silencio.
- Yiraia te está esperando abajo. Será mejor que te vistas. – dijo calmadamente.
- Hai.- respondió él en voz baja. De repente se sentía tímido.
Ella se marchó con la misma tranquilidad con la que había llegado. Cuando cerró la puerta tras de sí, Naruto siguió mirando al mismo punto, como si todavía estuviese allí su aura o su fragancia.
- ¡Tengo que aprender a hacer eso! – exclamó Satsuki.
- ¿El qué?
- Esa…presencia que ella tiene. ¿A que la has notado?
- Sí…es muy refinada.
- ¡Claro! Es que antes era geisha. No es como las demás fulanas. ¡Es toda una señora! Y yo algún día seré igual. – dijo con determinación.
- No me cabe duda… - murmuró el chico, mirando intensamente a la pelirroja. Ella le sonrió halagada y paseó sus ojos traviesamente por todo el cuerpo de Naruto.
- Anda, vístete ya. – contestó mientras comenzaba a recoger los enseres del desayuno. – O acabarás costándole una fortuna a tu maestro… - bromeó.
Naruto sonrió y obedeció la orden. Unos segundos más tarde estaba listo, pero por alguna razón, le costaba mucho marcharse. Sentía en las sienes los latidos de su corazón aturdido. Parecía que éste dudaba si debía quedarse allí con la sirena valiente, pero la muchacha se puso en pie para acompañarle a la puerta y con aquél gesto le empujó a marcharse. Quedaron frente a frente, muy cerca el uno del otro, mirándose en silencio.
- Gracias, Satsuki. – murmuró con un suspiro - Me has tratado muy bien.
- Y tú a mí. – contestó la pelirroja con una gran sonrisa.
Él abrió un poco la puerta y se quedó pensando sin moverse. Sentía que le quedaban cosas por decir, pero no acertaba a encontrar las palabras.
- Te prometo que algún día volveré a visit… - comenzó, pero la chica le tapó la boca con ambas manos.
- No, Naruto.
El rubio enarcó las cejas sin comprender. Satsuki negaba despacio con la cabeza. De repente sus verdes ojos tenían un brillo triste, como un valle después de la fría lluvia.
- Nada de promesas. – susurró acariciando sus labios con la punta de los dedos. – Te lo agradezco, de veras…pero yo funciono al revés que las mujeres corrientes. Sin promesas no hay cadenas, ¿entiendes?
Naruto asintió despacio.
- Pero yo siempre cumplo lo que prometo. – dijo besando ligeramente los dedos de ella mientras hablaba. Satsuki sonrió amargamente.
- Y seguro que siempre prometes cosas antes de pararte a pensar en lo que dices. – respondió neutral. El rubio se tuvo que callar, porque ella tenía razón.
- ¿No te das cuenta de que si me prometes que volverás yo te creeré y entonces comenzaré a esperarte? ¿Quieres que me convierta en una puta tonta que suspira por un hombre? Además… si consigues enamorar a tu amiga y estar con ella, no estaría bien que vinieras a un burdel. – pronunció la última frase en voz baja.
- ¿Y si ella no me quiere? – preguntó el rubio con media sonrisa. Intentó abrazarla pero Satsuki le paró suavemente las manos por las muñecas.
- Entonces iré personalmente a darle una paliza por idiota. Me lanzaré sobre ella, le arañaré la cara y le arrancaré los ojos, ¡para que aprenda!
Naruto se rió a carcajadas al imaginar la escena.
- Esa pelea me gustaría verla… - dijo sonriendo, halagado en su amor propio.
Después se quedó unos segundos en silencio. La pelirroja le sujetaba todavía por ambas manos.
- ¿Puedes…darme un beso de despedida…? – pidió con voz de niño bueno. Ella suspiró sacudiendo un poco la cabeza.
- Vale. Pero no te enamores de mi, ¿eh? – accedió divertida.
- ¿No puedo? - bromeó él sonriendo también.
- No.
- ¿Ni un poco…?
- Te iba a salir muy caro.
- En ese caso tendré que empezar a ahorrar… - susurró aproximando su cara a la de ella.
Satsuki sonrió, unió poco a poco sus rojos labios contra los de Naruto y le besó dulce e intensamente. Dejó que el chico acariciara apenas sus caderas, pero cuando sintió que sus manos la atraían con más fuerza, se separó de él.
- El corazón tiene más cuartos que una casa de putas, Naruto-kun… - dijo alejándose mientras le daba la espalda. Al llegar al hueco de la puerta se giró, llevó su dedo índice a los labios haciendo la señal de silencio y cerró tras de sí. Naruto se quedó unos segundos parado allí, sintiendo cómo su alegre presencia se desvanecía lentamente en el aire.
Eva2.0- Genin
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Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
Cuantas cosas que ah aprendido naruto con satsuki, jajaja, y no se si sentirme alagado porque me dediques el fic, porque esta genial, nose porque no ai comentarios, aunque yo tambien tengo mis malas rachas en mi fic jejeje,asi que no te desanimes, que lo estas haciendo genial, no tienes nada que envidiarle a nadie!!!
Espero conti con ansias!!
Saludos!!
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Saludos!!
Obito_Madara- Sannin
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Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
Este es de los primeros 3 fics que habia leido
y me encanto, lo de Naruto, bueno creo que
aprendio no de buena forma pero ahi podemos
culpar a Jiraiya-sensei por eso, no esta demas
volverlo a leer y esperar el desenlace ^^
y me encanto, lo de Naruto, bueno creo que
aprendio no de buena forma pero ahi podemos
culpar a Jiraiya-sensei por eso, no esta demas
volverlo a leer y esperar el desenlace ^^
Ezra Namikaze Dragneel- Chunnin
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Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
Muchas gracias a los dos por vuestros comentarios !!
Obito, definitivamente te dedico el fic. ^^ Mil gracias por los ánimos.
Ezra, me hace mucha ilusión encontrar un antiguo lector todavía! Me sentía como un dinosaurio, jajaja...
y en cuanto al tema del burdel, sigo defendiendo lo que defendí entonces:
el que está soltero puede acostarse con quien le dé la real gana. Más todavía si la otra persona no te da más que calabazas constantemente. Pero bueno, ahora os dará explicaciones Jiraia (porque al fin y al cabo todo es culpa suya... XD ).
Ahí va el final del flashback y algo más.
Perdón por escribir poco y con retraso, voy muy liada.
Matta ne!
Obito, definitivamente te dedico el fic. ^^ Mil gracias por los ánimos.
Ezra, me hace mucha ilusión encontrar un antiguo lector todavía! Me sentía como un dinosaurio, jajaja...
y en cuanto al tema del burdel, sigo defendiendo lo que defendí entonces:
el que está soltero puede acostarse con quien le dé la real gana. Más todavía si la otra persona no te da más que calabazas constantemente. Pero bueno, ahora os dará explicaciones Jiraia (porque al fin y al cabo todo es culpa suya... XD ).
Ahí va el final del flashback y algo más.
Perdón por escribir poco y con retraso, voy muy liada.
Matta ne!
- Spoiler:
(II)
Naruto recorrió al revés el camino de la noche anterior. Deambuló sin prisa hasta llegar frente a la puerta donde había dejado a Jiraia y llamó con los nudillos.
- Adelante – escuchó decir a Keiko.
Al entrar pudo ver al viejo sannin tumbado boca arriba sobre la cama, con la mujer sentada a su lado. El maestro sonrió y se incorporó inmediatamente. Se le acercó para darle un par de palmaditas en la espalda.
- Bueno, campeón, ¿qué tal ha ido? – exclamó de muy buen humor.
Naruto se sintió violento de repente y se sonrojó con una mezcla de vergüenza y rabia, así que le dio la espalda y se puso a caminar como un rayo en dirección a las escaleras. El viejo había conseguido molestarle con aquellas simples palabras. El maestro se quedó perplejo, parado en mitad del cuarto.
- ¿Se ha enfadado? – murmuró como para sí mismo.
Keiko observó al chaval alejarse.
- Solo es un crío… - dijo suavemente – Y tú eres un bruto.
Jiraiya sonrió de mala gana.
- Bueno, los ermitaños no entendemos mucho de berrinches adolescentes, la verdad. – se defendió.
- Pues intenta tener más tacto entonces. – replicó la mujer sin variar su calmado tono. - Acaba de perder la virginidad con una puta. ¿Crees que con su edad eso era lo que había imaginado? Necesita tiempo para asimilar la experiencia.
El sannin no contestó. Simplemente asintió en silencio y luego se encogió de hombros con un suspiro de resignación.
- Pensaba que por lo menos me daría las gracias…
Keiko rió por lo bajo.
- Tienes la misma sensibilidad que una suela de zapato. – se burló.
- Anoche no parecías pensar eso… - respondió él sin molestarse mientras comenzaba a caminar hacia la salida.
La mujer sonrió con picardía. A pesar de su edad, el sannin seguía siendo el mejor de todos los amantes que la visitaban. Pero en lugar de reconocérselo abiertamente, disfrutaba martirizando un poco su ego masculino.
- Tienes un gran corazón, Jiraia… - admitió dulcemente – pero las palabras delicadas no son tu fuerte.
El viejo se giró hacia ella haciendo con su mano una señal de despedida.
- Entonces estoy igual que él… - suspiró – supongo que por eso congeniamos.
- Adiós… - dijo Keiko con una sonrisa tranquila.
- Hasta pronto. - respondió pausadamente el ermitaño, saliendo habitación.
En la calle, frente al local, encontró a Naruto. El muchacho estaba mirando hacia las ventanas del edificio intentando adivinar cuál de ellas sería la de Satsuki. Al ver a su maestro bajó la vista avergonzado y frunció el ceño.
- ¿Volvemos al entrenamiento? – preguntó el Sannin.
- Hai. – respondió el rubio de forma seca.
Los dos comenzaron a caminar despacio y poco a poco se alejaron del ajetreo matutino de la aldea, en dirección a su pequeño campamento. No pronunciaron palabra durante largo tiempo. La verdad era que el ermitaño sentía que había metido la pata llevando al muchacho a aquel lugar: a Naruto no se le veía más contento. Quizás era demasiado joven para haberle llevado a un sitio así. Tal vez hubiera sido mejor preguntarle antes si quería ir…
Pero Naruto ya no estaba molesto con su sensei. Simplemente le había violentado su despreocupación al preguntarle sobre algo tan íntimo. Más aún, cuando no sabía cómo sentirse al respecto. Evidentemente lo había pasado en grande, pero ciertos pensamientos que no podía enfocar con claridad le remordían la conciencia y no le dejaban tranquilo. Miró de soslayo a Jiraia mientras caminaban.
- Ero-sennin… - comenzó tímidamente.
- ¿Hum?
- ¿Cuándo fue la primera vez que tú….? No… lo que quiero decir es… ¿porqué fuiste a un burdel por primera vez? – preguntó mirando al suelo.
- Pues para buscar compañía femenina, evidentemente… - sonrió abiertamente el ermitaño.
- Eso ya lo sé…. – resopló Naruto fastidiado. – Lo que te pregunto es…si tu primera vez fue en un burdel.
- Sí, lo fue. – asintió en voz baja.
- Pero… ¿no había nadie en tu corazón? – murmuró el chico con semblante ligeramente ensombrecido.
- Aaaaahhhh…. – comprendió el ermitaño por fin. – Con que eso es lo que te preocupa.
El alumno alzó la vista hacia su maestro. Jiraia sonreía mirando al frente, pero sus ojos tenían aspecto cansado y triste.
- A veces pensamos que lo que ha sido bueno para nosotros también lo es para los demás… pero cada uno interpreta lo que le ocurre de forma diferente, supongo.
- No me estás contestando. – replicó el rubio.
- Te estoy diciendo que para mí los burdeles han sido mi consuelo, y pensé que a ti también te vendría bien. – suspiró al expresar su culpa. - Pero puede que haya sido un error. Debí preguntarte si querías ir. – dijo mirándole de medio lado.
Naruto se rascó la cabeza mientras pensaba. Algunas ramas secas crujían bajo sus pies mientras se adentraban sin prisa en el bosque. Comenzaba a disiparse una ligera niebla que ocultaba el camino y que parecía ilustrar a la perfección su estado de ánimo.
- Yo…etto… bueno…la verdad es que lo pasé bien. – dijo sonrojándose.
- ¿Sólo bien? – sonrió pervertidamente el viejo.
Naruto le miró a los ojos con complicidad y dejó escapar un hondo suspiro al recordar el cuerpo de infarto de Satsuki.
- No lo había pasado tan bien en mi vida…. – confesó con una nerviosa sonrisa.
Jiraia soltó una carcajada y le dio una fuerte palmada en la espalda.
- ¡Eso es lo que quería oír, muchacho!
El rubio sonreía pero tenía una especie de nudo en el estómago.
- No quiero ser desagradecido, Ero-sennin, y seguro que este asunto te ha costado un buen dinero, pero es que…ahora… no me siento...tranquilo.
Jiraia subió la mano hasta el hombro de Naruto y le apretó levemente mientras asentía.
- Comprendo a qué te refieres…. Por eso digo que no sé si ha sido buena idea.
Naruto siguió concentrándose en lo que intentaba decir.
- Esas chicas…esos lugares… - el chico volvió a mirar al suelo frunciendo el ceño. – Los hombres las utilizan, y luego…se van y siguen con sus rutinas. Se desahogan con ellas…como un pasatiempo….- dijo con tristeza, recordando a la exuberante pelirroja y sus alegres ojos verdes – Es asqueroso. – sentenció.
Ambos caminaron calladamente algunos pasos más antes de que Naruto siguiera hablando.
- Satsuki es una chica preciosa. Pero también es simpática, amable, decidida… y tiene que…que hacer… eso… con cualquier tipo que la venga buscando… - apretó los puños casi inconscientemente. Le invadía la rabia al imaginar a otros hombres encorvados como animales encima de ella, invadiendo ansiosamente su cuerpo sin prestar ni un segundo de atención a su brillante personalidad.
- No creo que todos los hombres se paren a mirar lo especial que es… - continuó apenado. – Mientras que ella… tiene que darle su cuerpo a todo el mundo… y lo hace con generosidad…incluso con … alegría… no soy capaz de entender cómo consigue ser feliz en una situación así…
Jiraia contestó con la mirada ausente, como hablando consigo mismo.
- Porque esas mujeres tienen el corazón a prueba de terremotos, miserias y decepciones. Su voluntad se ha forjado con derrotas y promesas incumplidas… Siempre entregan su cuerpo, pero nunca su corazón. – sonrió al recordar algo. - ¿Sabes que Keiko antes era geisha?
- Sí. Satsuki me lo dijo.
- Oh. ¿Y te contó porqué dejó de serlo?
- No.
- Pues verás: las geishas son propiedad de la nobleza, y se las entrena como espías, por lo que saben mucho de venenos, drogas y otras artes. Pero Keiko se negaba a matar a nadie o ser cómplice de asesinatos, así que a través de sus encantos engatusó a un importante samurái. Éste acabó tan enamorado de ella que le dio ciertos datos de alto secreto sobre el curso de la guerra. Gracias a esa información, ella pudo negociar su libertad y establecerse por su cuenta.
Naruto rió por lo bajo.
- Me gustaría ver la cara que se le quedó al pobre samurái…. – dijo divertido.
El viejo sonrió también.
- Y a mí…. Un tal Mifune, creo…
Siguieron caminando de mejor humor. Ya casi habían llegado.
- Hay mucho de verdad en lo que has dicho antes, Naruto – continuó el sannin - pero no creo que ir a un burdel sea algo asqueroso. Yo no me siento mal por ir a esos lugares: no tomo nada por la fuerza, no prometo nada, no juego con las ilusiones esas chicas. Aunque en esta ocasión… bueno, quizá era un poco pronto para llevarte a ti…- dijo con un suspiro.
- Aún no has contestado a mi pregunta. – señaló el rubio. - ¿Por qué empezaste a ir a burdeles?¿No te gustaba ninguna chica como novia? – preguntó inocentemente.
Jiraia sonrió amargamente al recordar aquél pasado lejano.
- La chica a la que yo he amado durante toda mi vida nunca sintió lo mismo por mí.
Naruto levantó inmediatamente la cabeza hacia él. Jiraiya continuaba hablando con calma y nostalgia:
- Pero que no pueda estar con ella no significa que esté obligado a estar siempre solo. Me gustan mucho las mujeres, no puedo evitarlo…y no le debo fidelidad a nadie, puesto que mi amada no quiere estar a mi lado. Yo no deseo tener una relación seria con ninguna otra mujer, así que… - se encogió de hombros. - ¿Qué tiene de malo satisfacer mis instintos y calmar mi soledad de vez en cuando?
Naruto le escuchaba ahora atentamente.
- Pero… Ero-sennin… - dijo - ¿Por qué te rendiste? Seguro que todavía puedes hacer algo para que esa persona te reconozca y quiera estar contigo…
Jiraia miró a su alumno, conmovido por su ilusión juvenil, y le puso la mano en la cabeza, alborotándole el pelo.
- Ya lo hice…- dijo con una sonrisa de resignación – Hice todo lo que pude: me declaré mil veces, me sacrifiqué por ella, soporté sus bofetadas, sus humillaciones… hasta que un día la ví caminando de la mano junto a otro hombre. Y estaba tan feliz…tan radiante… que entonces entendí que debía aceptar la situación. Yo deseaba estar con ella, pero más que eso, deseaba su felicidad por encima de la mía. Así que dejé de molestarla. Me emborraché, lloré como un chiquillo, y buscando calor acabé en un burdel…
Naruto le observaba en silencio con expresión sombría. A cada palabra de su maestro su corazón se había hecho más pesado, y ahora ya no podía pronunciar palabra.
- Ya no me queda nada por intentar… - sonrió el ermitaño para infundirle ánimos al ver su expresión. - pero eso no significa que sea tarde para ti…
Aquella conversación calmó la inquietud del chico, y el duro entrenamiento de la mañana le obligó a ocupar su mente en otros asuntos. Pero aquella noche soñó con Sakura. Le miraba amargamente mientras él tenía en sus brazos a una desnuda Satsuki. La pelirrosa se alejó con lágrimas en los ojos y Naruto despertó con el brazo extendido hacia ella y pronunciando su nombre en sueños.
FIN DEL FLASHBACK
- ¡Ey, Naruto! – dijo Shikamaru dándole un capón al rubio. - ¡Espabila, atontao!
Naruto volvió a la realidad de golpe, rascándose la cabeza…
- Ittai-ttebayo…
- Vamos a ver si nos centramos…- suspiró el de la coleta – que por tu culpa estamos yendo muy lentos, se nos van a escapar.
- ¿¿Por mi culpa?? ¿Pero qué dices? ¡Soy veinte veces más rápido que tú! – gritó Naruto, y acto seguido se lanzó hacia adelante de un gran salto y los dejó atrás.
Shikamaru le sonrió a Sai.
- ¿Ves lo que te decía? Es de lo más simple…provócale y se olvidará inmediatamente de lo que estaba haciendo…- dijo, y comenzó a correr más rápido también. Sai sonrió y les siguió hacia su inminente encuentro con los hermanos Uchiha.
Eva2.0- Genin
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Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
¿Cómo fui capaz de leer tú historia hasta ahora? Me declaro culpable. Si, porque eres de mis escritoras favoritas. Mari se disculpa y de ahora en adelante lo leeré a conciencia. Vamos, que no será complicado.
El fic esta muy interesante. Al principio casi me da algo con la situación de Sakura, pero por dicha todo salió bien gracias a Naruto. Jamás pensé que llegarían al siguiente nivel, solo por el miedo al mañana. No es que este mal del todo, pero me preocupa que la Haruno solo haya sido egoísta y no entregara en igual medida su corazón, como lo hizo el rubio.
Por ello, con todo esto que puedan traer de vuelta a Sasuke me temo que él pobre sufrirá más. El cómo reaccionará la pelirosa me preocupa.
Yo, estaré muy pendiente de tus actualizaciones y sabes, aunque no te escriban un ejército de gentes, eres de las mejores. Se nota en cada frase y sentimiento expresados en tú historia.
Dejo mis adulaciones y mejor me voy, que me he excedido. Cuídate. Nos leemos.
El fic esta muy interesante. Al principio casi me da algo con la situación de Sakura, pero por dicha todo salió bien gracias a Naruto. Jamás pensé que llegarían al siguiente nivel, solo por el miedo al mañana. No es que este mal del todo, pero me preocupa que la Haruno solo haya sido egoísta y no entregara en igual medida su corazón, como lo hizo el rubio.
Por ello, con todo esto que puedan traer de vuelta a Sasuke me temo que él pobre sufrirá más. El cómo reaccionará la pelirosa me preocupa.
Yo, estaré muy pendiente de tus actualizaciones y sabes, aunque no te escriban un ejército de gentes, eres de las mejores. Se nota en cada frase y sentimiento expresados en tú historia.
Dejo mis adulaciones y mejor me voy, que me he excedido. Cuídate. Nos leemos.
marifa- Sannin
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Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
Genial el cap!!, al parecer jiraya no quiere que naruto pierda las esperanzas con sakura como a el le paso con tsunade (supongo), ademas de lo bruto que es para decir las cosas jejeje, siguelo pronto porfa!!
Espero conti con ansias!!
Saludos!!
Espero conti con ansias!!
Saludos!!
Obito_Madara- Sannin
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Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
Hooooola !!
Bienvenida Marifa! ya me extrañaba que no hubieras comentado nada...un placer tenerte por aquí.
Gracias x los ánimos, Obito! De verdad!
Os traigo un poco de acción, que ya tocaba...
En breve la segunda parte!
Gracias por leer!!
Bienvenida Marifa! ya me extrañaba que no hubieras comentado nada...un placer tenerte por aquí.
Gracias x los ánimos, Obito! De verdad!
Os traigo un poco de acción, que ya tocaba...
- Spoiler:
- CAPÍTULO 9 : ALTERED BEASTS
Los tres ninjas atravesaron el bosque en silencio hasta llegar finalmente a las proximidades del templo del fuego. Shikamaru se cobijó bajo unos grandes árboles y se quedó inmóvil. Los otros dos le imitaron inmediatamente.
- Bien – dijo – este es el plan: primero, localizar a Itachi y Sasuke. Cuando les encontremos, Sai y yo vamos a combinar nuestras técnicas para crear una nueva. Hay que mantenerse ocultos mientras la preparamos porque nos llevará un tiempo ponerla en marcha. Mientras tanto, Naruto nos cubrirá por si el enemigo nos detecta. Del resto me encargo yo.
- ¡Vale! – respondió Naruto enérgicamente. - ¿Y yo que más hago?
- Tú…- contestó Shikamaru con cara de preocupación “cuanto menos hagas, mejor” pensó, pero en lugar de eso dijo – Tú te esconderás en otra parte y esperarás acontecimientos...
- ¿¿Quéee?? – gritó Naruto indignado - ¿pero quién te has creído que eres para dejarme al margen? ¡Vosotros solos no podeis con Sasuke!¡Os va a machacar!¡Es evidente que no has visto cuánto ha mejorado!¡Si tú supieras lo que…!
- ¿¿¡¡Por qué no te callas!!?? – bramó aún más fuerte Shikamaru perdiendo la paciencia - ¡No me dejas ni explicar el plan completo, joder!
Naruto siguió protestando en voz baja.
- A ver… - suspiró el Naara - Como decía, tú estarás escondido en otra parte, porque si todo va según creo, cuando lleguemos nosotros el combate ya habrá empezado, y tenemos que utilizar eso en nuestro beneficio.
El rubio y el moreno asintieron.
- Debemos aprovechar la fuerza de Sasuke y dejar que sea él quien debilite a Itachi. Incluso le ayudaremos si es necesario. – prosiguió.
- Pero él no va a querer nuestra ayuda…- apuntó Naruto.
- Si, eso es lo más probable. – aceptó Shikamaru asintiendo– Si Sasuke va ganando, no nos entrometeremos. Pero si vemos que está acorralado…le salvaremos el pellejo aunque no quiera. ¿Entendido?
- ¡Hai! – contestaron los dos.
- ¡Ah!, otra cosa…- recordó el rubio mientras buscaba algo en su mochila, y al momento sacó unas cuantas píldoras de soldado.
- Esto me lo ha dado Sakura antes de salir – explicó ofreciéndoselas. Sai puso una sonrisa falsísima y dijo que daba igual, que se encontraba bien, que no hacía falta…Shikamaru les miró extrañado.
- ¿Qué pasa con eso? - preguntó.
- Son píldoras que ha preparado Sakura. Te dan energía o algo así…Tengo muchas, así que deberíamos repartirlas por si acaso.
- ¿Pero? – sospechó Shikamaru mientras miraba la cara de asco disimulado que ponía el tercer shinobi de su improvisado equipo.
- Pero están tan malas que te dan ganas de vomitar. – confesó Naruto con pesar.
- Yo de verdad que no quiero, muchas gracias… - seguía sonriendo Sai, que ya las había probado ingenuamente en un entrenamiento. Hacía gestos de rechazo con las manos desesperado.
- Por favor, coged algunas… - suplicó el rubio - Si vuelvo con todas y Sakura se da cuenta me dará un palizón… - estaba preocupado de verdad.
- Está bien…si insistes…no creo que sea para tanto…- contestó Shikamaru cogiendo un par.
- Bueno, yo me llevaré algunas también... pero no creo que las use.- aceptó Sai finalmente. – Pero solamente lo hago para que no te peguen…
- Gracias amigos… - sonrió aliviado y apretando los dientes. – Os debo una…
Después de repartirlas se pusieron nuevamente en marcha con sigilo. Para inspeccionar todo el templo, Naruto se separó dirigiéndose a la izquierda y los otros dos cubrieron la zona contraria. Pronto escucharon sonidos de golpes y metal chocando. El rubio se acercó al lugar de donde provenía el sonido y pudo ver como Itachi había arrinconado a su hermano contra un muro medio derruído. Sasuke se defendía con ferocidad de cada golpe, pero era incapaz de contraatacar. Se le veía cansado y en clara desventaja. Parecía que en cualquier momento su hermano mayor podía darle el golpe definitivo.
“¡Tengo que ayudarle ya o será demasiado tarde!” pensó impulsivamente y se lanzó a la carrera hacia ellos.
Mientras, Sai se afanaba rápidamente en realizar un enorme dibujo de tinta sobre el terreno. Utilizaba un gran pincel que manejaba con ambas manos, y como lienzo, simplemente cualquier cosa: piedras, troncos, ramas… procurando que las pinceladas contactaran con todas las zonas oscuras que tenía cerca, aprovechando las sombras rayadas que los árboles proyectaban.
Shikamaru espiaba a los hermanos cuando vio aparecer a Naruto en mitad de la pelea, corriendo y gritando como un energúmeno.
-¡Ese idiota! – masculló -¡Ya está echándolo todo a perder!¡Teníamos que atacar nosotros primero!¡No se ha enterado de nada!
Itachi escuchó el grito de alguien que se acercaba a toda velocidad. Levantó la vista un momento y vió a Naruto lanzarse sobre ellos. Se sorprendió solo un instante. Inmediatamente después se dibujó en su rostro una maléfica sonrisa. Saltó hacia atrás separándose de su hermano y clavó sus ojos en los del rubio, que esquivó su mirada y centró la vista en sus piernas, sin dejar de correr hacia él. Sasuke no se detuvo a ver porqué su enemigo retrocedía, sino que aprovechó la ocasión para huir rápidamente y ocultarse jadeando al otro lado del muro. Estaba malherido. De su costado brotaba abundante sangre debido a un corte profundo de katana, y estaba perdiendo fuerzas con suma rapidez. Al levantar pesadamente la cabeza descubrió la inconfundible imagen de su antiguo y molesto amigo de infancia. Naruto se lanzaba en ese momento contra Itachi gritando a pleno pulmón.
- Ese imbécil…- pensó – Siempre tiene que entrometerse… ¿cuándo me dejará en paz?
Aunque no quisiera reconocerlo, la verdad era que él a solas no hubiese aguantado mucho más tiempo el intenso ataque de su hermano. Naruto lanzó un puñetazo con todas sus fuerzas, pero el mayor de los Uchiha fue más rápido y le bloqueó sin dificultad. El recién llegado siguió descargando toda su violencia en cada uno de sus golpes: sin estrategia, sin estudiar al adversario, sin pensar, y el Akatsuki sonreía tranquilo mientras esquivaba todo lo que el rubio tenía para atacarle. Esperaba paciente su momento. Tras unas cuantas patadas fallidas de Naruto, consiguió agarrarle por el cuello y comenzó a estrangularlesin piedad. Fue fácil hacer que el jinchuriiki le mirara mientras luchaba por respirar.
- Ya eres mío… - susurró – ahora sí que nos vamos a divertir …
Comenzó a sumir a Naruto en una nueva pesadilla.
……………
El rubio se encontró de repente en mitad de su aldea, que se hallaba completamente destrozada por un incendio con llamas de color negro. Le rodeaban solamente casas humeantes. Creyó que corría de un lado a otro buscando supervivientes. Al llegar a un edificio pequeño escuchó un grito de mujer y tiró la puerta abajo. Dentro había montones de cuervos que graznaban y aleteaban amontonándose sobre un cuerpo femenino que intentaba defenderse de los sanguinarios pájaros. Sakura estaba en medio de todos ellos, arrodillada en el suelo. Respiraba con dificultad. Levantó la vista hacia él, con un hilo de sangre saliendo por su boca. Intentó pronunciar su nombre, pero se ahogaba al hacerlo. Naruto se dio cuenta de que tenía un gran kunai clavado en el pecho, y de la herida brotaba sangre a raudales, formando a sus pies un charco cada vez más extenso.
- ¡Sakura! – gritó, mientras se acercaba a ella.
Decenas de cuervos le cerraron el paso. Al mismo tiempo, una de las aves comenzó a crecer y adoptar forma humana. Se transformó en Itachi. Blandiendo una gran katana se dirigió hacia la chica, que era incapaz de moverse y se mantenía a duras penas encorvada apoyando ambas manos sobre el suelo, víctima de cientos de picotazos que arrancaban la carne ensangrentada de su espalda. El Uchiha colocó la espada sobre la nuca de la muchacha.
- Observa atentamente…- murmuró.
- No te atrevas Itachi…. – masculló el rubio mientras trataba de avanzar entre la bandada de pájaros negros, sintiendo que la furia se apoderaba rápidamente de él.
Pero éste levantó la espada igualmente, y sin preámbulos, de un solo golpe frío y limpio, decapitó a la muchacha ante los horrorizados ojos de Naruto.
- ¡¡¡ Noooooo!!! – gritó fuera de sí al ver la rosada cabeza caer ante él. El cuerpo de la chica se desplomó sobre el suelo mientras él se llevaba las manos a las sienes.
- ¡¡¡¡ CABROOOOOOON!!! – Bramó con todo su odio.
……………..
- Ya está – sonrió Itachi muy satisfecho, viendo como en la realidad el cuerpo de Naruto comenzaba a ser invadido por un aura roja – Qué poquito me ha costado. Muéstrate ya, perro viejo… veamos lo que puedes hacer…
El rubio había perdido el control del Kyubi, pero su mente continuaba bajo el genjutsu de su oponente. Así las cosas, podía decirse que ahora el Uchiha controlaba al demonio, y observaba con curiosidad cómo se obraba la transformación en el cuerpo del desgraciado jinchuriiki.
Mientras tanto, Sai había terminado el gran dibujo, y se había colocado junto a Shikamaru, quien sentado meditando en la posición del loto, había hecho acopio de toda su concentración. La iba a necesitar.
- Ahora repite estos sellos – dijo el Naara mientras comenzaba a mover las manos a toda velocidad. Sai le imitó habilidosamente, y finalmente ambos estamparon las palmas en el suelo al mismo tiempo.
- ¡¡ IRASUTO-REESHON KAGE NO JITSU!! (Técnica de la ilustración de sombras ) – gritaron a la vez, y un enorme animal comenzó a cobrar vida.
La carne de Naruto destilaba cierto olor a quemado conforme el chakra demoniaco le iba invadiendo. Ya solo quedaba del muchacho cierta forma humanoide, de color negro y con cuatro colas desplegándose ante el complacido Itachi.
- Ahora tú y yo iremos a buscar a mi hermanito… - dijo soltando su cuello.
El medio demonio emitió un gruñido lleno de odio pero se quedó parado a su lado mansamente. En ese momento ambos vieron una gran silueta rayada emerger de la espesura. Un gigantesco tigre de tinta y sombras, con más de cuatro metros de altura, levantó la cabeza y se dirigió hacia ellos.
- Vé por él – ordenó Itachi cambiando de opinión. Él mismo tendría que ocuparse de su hermano por el momento.
Lo que quedaba de Naruto obedeció, corrió hacia su presa y saltó fieramente sobre su enorme enemigo. El tigre reaccionó con rapidez y antes de que le alcanzara se lo sacó de encima con un ágil zarpazo. Como quien se sacude una mosca, lo lanzó violentamente contra el suelo. El demonio aulló de dolor y rabia, rodó por la arena, se puso a cuatro patas y sin frenar un instante cargó de nuevo, esta vez hacia el flanco. Impactó contra el lomo del felino con tal fuerza que éste cayó de lado, arrancando varios árboles en su caída, pero enseguida giró sobre su costado poniéndose boca abajo y así aprisionó al pequeño demonio entre sus zarpas como si fuese un ratón. El Kiuubi estaba furioso y comenzó a bramar con todas sus fuerzas, mientras intentaba zafarse.
Gotas de sudor recorrían la frente de Shikamaru mientras mantenía la concentración necesaria para controlar a aquella grandísima bestia. No sabía cuánto tiempo podría aguantar ya que nunca había intentado algo así antes, pero estaba comprobando que manejar algo tan enorme era más difícil de lo que había imaginado. Además él pretendía usar aquél jutsu contra Itachi para no caer en su genjutsu, pero no contaba con utilizarlo frente al Kiuubi …”joder, qué problemático” pensó.
Pero sus problemas iban a ser mayores aún, porque el diablo estaba comenzando a liberarse aún más. Se escuchó un aullido estremecedor, y luego un aura roja y negra envolvió al demonio, que se hizo más y más grande. El tigre retrocedió de un salto, encarando a lo que ya era casi un zorro negro de cinco colas del mismo tamaño que él.
- Excelente… - dijo Itachi complacido, mientras corría para ponerse a cubierto.
El demonio-zorro se puso en pie sobre sus cuatro patas y observó atentamente a su rival, que ahora solo le parecía un gato grande. Abrió la boca hacia el cielo, concentró su chakra en un siniestro aullido y expulsó por sus fauces una gran bola de energía negra. Shikamaru consiguió a duras penas que el tigre se alejara corriendo hacia un lado justo antes de que el descomunal ataque impactara sobre la base del templo y lo destruyera para siempre.
.........................................
En el hospital de Konoha, Sakura estaba cambiándole el vendaje a Hinata cuando notó que algo le ardía en la entrada del pecho. Era el colgante que llevaba al cuello. Dejó lo que estaba haciendo y sacó la piedra roja, pero al tocarla con los dedos desnudos se quemó, y sin poder evitarlo la dejó caer.
- ¡Ay!- exclamó. Luego miró la joya rodar por el suelo. Parecía que tenía vida propia y emitía un brillo incandescente, como un ascua. Como una llama.
Hinata estaba un poco atontada todavía por la anestesia, y al escuchar a Sakura se despertó a medias:
- ¿Qué ocurre…? – preguntó suavemente.
Sakura, sin poder apartar la vista de la piedra que ardía por sí misma, respondió:
- Algo no va bien…
En breve la segunda parte!
Gracias por leer!!
Eva2.0- Genin
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Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
Hola lo acabo de leer entero de tirón y me a encantado espero la conti
Bye
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Girati-kun- Genin
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En Konoha con Naruto y compañía
0
Re: EL REGALO. Capítulo 10 - segunda parte - (+18) - 16/03/13
Yo ya me había leído este fic en el viejo foro. Recuerdo que me gusto hasta casi el final cuando empeze a perder un poco el interés tengo que reconocer. No lo recuerdo muy bien pero creo que fue un combate con Itachi o algo así, tampoco lo recuerdo al 100% la verdad.
Pero como has dicho que vas a modificarlo pues he decidido volver a releerlo.
Quiero añadir que no entiendo por que la gente se queja de que Naruto se acostase con Satsuki. (Cabe decir que me cae bastante simpatica esta chica). Pero fuera de que ella me cayese o no bien... como si Naruto se hubiese tirado a cien mil prostitutas.
No creo que nadie pueda reprocharle nada vamos xD Y aunque no hubiese sido medio forzado por Jiraiya creo que Naruto estaba en todo su derecho. Vamos ¿Que creeis que habria hecho Sakura con Sasuke si este la hubiese correspondido? De hecho creo que Naruto tendria mas motivos para quejarse de Sakura. Las cosas que haya hecho o dejado de hacer uno en el pasado no deberian ser reprochadas en el presente. Y muchisimo menos en el caso de Naruto que tenia esperanza 0 con Sakura.
PD: No te desanimes por los pocos comentarios. Yo he subido al foro nuevo fics del viejo foro que tenian centenares de comentarios y decenas de miles de visitas que aqui luego han comentado una o dos personas tambien. Es el efecto resubida xD
Pero como has dicho que vas a modificarlo pues he decidido volver a releerlo.
Quiero añadir que no entiendo por que la gente se queja de que Naruto se acostase con Satsuki. (Cabe decir que me cae bastante simpatica esta chica). Pero fuera de que ella me cayese o no bien... como si Naruto se hubiese tirado a cien mil prostitutas.
No creo que nadie pueda reprocharle nada vamos xD Y aunque no hubiese sido medio forzado por Jiraiya creo que Naruto estaba en todo su derecho. Vamos ¿Que creeis que habria hecho Sakura con Sasuke si este la hubiese correspondido? De hecho creo que Naruto tendria mas motivos para quejarse de Sakura. Las cosas que haya hecho o dejado de hacer uno en el pasado no deberian ser reprochadas en el presente. Y muchisimo menos en el caso de Naruto que tenia esperanza 0 con Sakura.
PD: No te desanimes por los pocos comentarios. Yo he subido al foro nuevo fics del viejo foro que tenian centenares de comentarios y decenas de miles de visitas que aqui luego han comentado una o dos personas tambien. Es el efecto resubida xD
Namikaze_Minato- Baneado
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