VERDADEROS SENTIMIENTOS [CAPÍTULO CUATRO: 17/01/13]

En el campo de entrenamiento acababa de llegar Tsunade, esta nunca llegaba a la hora exacta pero nunca llevaba más de 15 minutos de retraso. Cuando llegó se percató de que la pelirrosa todavía no había venido y por más que podría haber esperado sin problemas decidió darle una lección a Sakura ya que Hokage-sama era bastante exigente como maestra. Pero además del compromiso de maestra ella tenía algo más con la pelirrosa, era como si fuese la hija que nunca tuvo. Desde que comenzó a hacerse cargo de su entrenamiento le gustó su determinación, estaba dispuesta a hacer de todo para hacerse más fuerte ya que no podía quedarse atrás; Naruto se había ido a entrenar con Jiraiya, y Sasuke… Bueno... Sasuke ya era muy fuerte y se había vuelto aun más después de irse con Orochimaru.

Hacerse ninja médica sin duda se le daba muy bien a Sakura, aprendía las técnicas con gran facilidad y luego de un tiempo ya las dominaba igual que su maestra y Shizune; pero eso no era lo más difícil del entrenamiento que le impartiría Tsunade, la más difícil tarea de un ninja médico era defenderse de todos los ataques del enemigo y lograr un contraataque rápido y efectivo. Claro, si el ninja médico del equipo muere todos los heridos en la batalla también corrían gran riesgo ya que las heridas de batalla incluso las menores pueden agravarse si no se las asiste a tiempo, y teniendo en cuenta de que las misiones muchas veces se las dan en lugares muy alejados de la villa con días de viaje era muy probable que una simple infección causada por el corte de un kunai llegara a matar a un desafortunado shinobi.

Muchas veces Tsunade le arrancaba toda la energía durante el entrenamiento, era de esperarse que una niña no puediera defender de todos los ataques de una sannin. Durante el primer entrenamiento Sakura se había roto varios huesos y tuvo que esperar bastante tiempo para que se diera el segundo entrenamiento; Tsunade no le tenía piedad, atacaba como si fuera a matarla, Sakura llegó a pensar que la odiaba pero luego entendió que eso era exactamente lo que haría el enemigo: tratar de matarla.


__Flash Back__


- ¡¡Vamos, Sakura!! – Gritaba la rubia. – ¿¿ya te rindes?? ¿¿Vas a dejar que todo tu equipo muera porque no has podido esquivar un golpe??.

Sakura estaba tendida en el suelo, todavía era muy debilucha y además de fuerza y experiencia le faltaba algo muy importante: seguridad en sí misma. Siempre eran Sasuke, Kakashi o Naruto los autores de las grandes victorias, ella simplemente había colaborado con ellos un par de veces y se pasaba el resto de la pelea simplemente mirando, eso si es que el enemigo no la había dejado inconsciente. En esos segundos muchas cosas pasaron por su cabeza, definitivamente quería ser más fuerte y ser más útil en el equipo, esta era su oportunidad de aprender las mejores técnicas con una de los Legendarios Sannins.

- No… no perderé Tsunade-sama!! – Su mirada cambió.

- Entonces ven por mí, Sakura. – Dijo Tsunade muy confiada de sí.

- SHANAROO!!! - escuchó Tsunade detrás de ella, la pelirrosa le había sorprendido con la guardia baja.

En un segundo era Tsunade la que estaba en el suelo con algo de sangre y una sonrisa en su rostro.

- Lo haces bien, Sakura.

En ese instante la pelirrosa cayó al suelo agotada, había concentrado todo su chacra en su puño y esto la debilitó muchísimo. La Hokage se acercó y le hizo los primeros auxilios, se veía satisfecha, ella sabía que Sakura era una buena alumna y tarde o temprano sabría contraatacar con éxito al enemigo, pero todavía no esperaba que lo hiciera.

- Mañana seguiremos - Le dijo con satisfacción.

- Hai… Tsunade-sama- dijo la pelirrosa con una voz que apenas llegaba a escucharse.


__End Flash Back__


En ese entonces llegó Sakura, había pensado todo el camino qué decir.

No podría mentirle a su maestra ya que era como una segunda madre para ella.

-*Se lo contaré, ella lo entenderá*- Pensó la joven pelirrosa.

-Sakura!! Dónde has estado?? Llevo 20 minutos esperándote- Dijo a gritos (era mentira, solo había llegado hace 5 minutos…)

- Ehm, verá Tsunade-sama, puedo contarle un secreto?

Sakura se había sonrojado un poco y esto hizo que Tsunade pensara que se trataba de un chico.

Tsunade siempre que estaba algo borracha y por lo tanto “alegre” le había dicho a la pelirrosa que se dejara de lamentar porque Sasuke se había ido y se buscara a alguien que la hiciera olvidar del trabajo en el hospital y del entrenamiento por un rato, pero Sakura solo inventaba excusas.


__Flash Back__


- Vamos Sakura! Dime quién te gusta y te pondré en un equipo y los enviaré lejos para que tires tu anzuelo..! – Decía Tsunade, tomando un poco más de sake.

- Nadie en realidad, Tsunade-sama. – dijo sonrojándose.

- No es posible Sakura, hay tantos chicos en la aldea, o es que te gusta alguno de otra eh?? Gaara está muy guapo. Te podría enviar a una misión a la Arena.. Qué te parece? – Sonriendo – Ay, si tuviera como 30 años menos – Lanzando un suspiro.

- *Tsunade-sama es una pedófila después de todo…* - pensó la pelirrosa. – No, no me gusta Gaara, Tsunade-sama, es que… bueno… verá… me gusta otro chico, un chico de la aldea, pero en algún momento se lo diré, es tarde, debo apresurarme por llegar a mi casa, mis padres estarán preocupados. – mintió la pelirrosa para poder zafar – Adios Tsunade-samaaa!!! – Dijo mientras salía del despacho.

- Sakura – suspirando - nunca cambiarás – dijo mientras tomaba algo más de sake.


__End Flash Back__


- Es hora de entrenar! – Refunfuñando – Luego me contarás, Ahora empecemos! – dijo mirándola con un rostro que a Sakura le hizo temblar.

- Ha.. Hai!

Luego empezaron a sentirse temblores cerca del campo de entrenamiento, sin duda fue una tarde muy dura para Sakura.

- *Solo espero que Tsunade-sama no me desfigure o mi plan de conquistar a Naruto se va a venir abajo* - pensó nerviosa mientras se escondía detrás de un árbol con la respiración agitada.

- Te encontraré donde sea que estés, Sakura!

Los ojos de Sakura se pusieron en blanco, luego se oyó como un gran árbol caía al suelo acompañado de un grito de socorro.

- Muajajajajaja – rió la rubia – Nunca más me harás esperar después de esto. – Dijo con una mirada diabólica.

Mientras que en el puesto de ramen de Ichiraku…

- Gracias, viejo Ichiraku!!

- Por nada, Naruto!! Vuelve luego!!

Naruto claramente se hallaba mucho más tranquilo, (siempre está tranquilo después de comer su ramen) además de haber llenado su panza con su comida favorita hace unos momentos había decidido espiar a Sakura, lo haría dentro de poco tiempo ya que sabía que Sakura entrenaba con Tsunade a esa hora y no le apetecía ser descubierto por la Hokage. Pero no tardaría mucho, empezaría esa misma noche.

……………………..

El sol se ocultaba en Konoha y cierta pelirrosa estaba acostada en su cama más agotada que nunca. Había tenido suerte esa tarde, había recibido varios golpes de su maestra sannin, pero no había rastros de la crueldad de su maestra en su cuerpo.

Su rubia maestra le había pedido que se fuera al día siguiente a primera hora a su despacho, obviamente quería saber cuál era el secreto que su alumna iba a confiarle y como sabemos tenía la esperanza de que Sakura llegara a destiempo al entrenamiento de esa tarde por haber estado con un chico.

Luego de estar un rato así se levantó y sacó una bolsa y de la bolsa unas ropas, las colocó sobre la cama y se dirigió al baño con una toalla y un conjunto de ropa interior.

A esas horas, si ambos estaban en la aldea, venía Naruto a visitarla y ella ansiaba por que hoy no fuese diferente, a pesar de estar agotada sabía que estando con el rubio era imposible sentirse mal, siempre terminaban riéndose de algo, la sonrisa de Naruto sin duda lo curaba todo.

Después de un tiempo salió del baño y se vistió, esta vez no había nadie espiándola pero se veía muy bella (qué es lo que espera Naruto para empezar a espiarla??!!).

Se había puesto la ropa que colocó sobre la cama y empezó a mirarse en el espejo desde todos los ángulos, le gustaba lo que veía pero sabía que se sentiría incómoda al usarla ya que es diferente a lo que ella estaba acostumbrada.

Por debajo llevaba una camisa de malla y encima una blusa de color rojo con un cierre adelante, pero al contrario de lo que ella usaba este cierre estaba mucho más abajo dejando ver la malla que también era escotada, lo suficiente como para darse cuenta de que tenía bonitos pechos, la blusa no le cubría toda la cintura dejando ver así como la malla se ajustaba a su cuerpo en su parte más estrecha. Tenía una falda también de color rojo que le llegaba hasta la mitad del muslo, pero esta se abría totalmente hacia uno de los costados dejando ver todo el muslo de la kunoichi, debajo llevaba pantalones muy cortos de color negro y por debajo de estos traía puesto leotardos de malla que también le llegaban hasta la mitad del muslo. También traía puestas sus tradicionales botas negras y en su espalda se podía ver el característico círculo de color blanco.

Por más que la ropa no mostrara demasiado se podía distinguir cada una de las curvas de la kunoichi. Esta había usado ropas holgadas casi siempre y con ellas no mostraba mucha feminidad, ahora parecía toda una mujer, más que eso, una mujer dispuesta a seducir aunque no sabía muy bien cómo lo haría.

- Sakura! Es Naruto – Decía su mamá.

- Ya bajoooo… - Dijo mientras daba una última mirada en el espejo y puso una cara de decidida. No se había decidido a decirle nada todavía, todo sería muy repentino. Pero pensaba dar los primeros pasos para que Naruto pudiera confesarle sus sentimientos. Bajó deprisa.

- Hai, Naruto! – dijo con una sonrisa – Mamá, voy a dar una vuelta con Naruto en el parque…- dijo mientras cerraba la puerta y empujaba a Naruto que apenas se movía hacia afuera de la casa.

- Cómo estás… Sakura-chan? – decía el rubio maravillado.

- Muy bien, y tú? – seguía con la sonrisa.

- Bien.. Eee… - decía el rubio vacilando - Ehm, Sakura-chan no me pegues pero estás muy bonita hoy – lo dijo mientras cubría su rostro preparado para recibir un golpe.

- Gracias Naruto – dijo tranquila mientras lo tomaba del brazo – qué te parece si vamos por un helado?

Naruto no podía decirle que no, así que solo caminó.

- Y a qué viniste Naruto? Perdón por no haberte preguntado, es que me muero de ganas por el helado – Sakura sonreía sin parar, mientras que el rubio seguía confundido.

- Ahh, este… Es que, todo este tiempo estuve entrenando solo, así que me preguntaba si no quisieras hacerlo conmigo a veces… Entrenar! –Dijo titubeante – Obviamente… quisiera saber si no entrenarías conmigo cuando estés libre… - Le dijo con una sonrisita tímida- Y qué dices?

- Así que era eso… No tienes por qué ponerte tan nervioso - dijo bromeando – Claro que sí! – respondió la pelirrosa – Me encantaría recordar los viejos tiempos, pero no creas que porque eres más fuerte ahora debes tener piedad de mi, voy a dar mi mayor esfuerzo! – Dijo segura de sí misma.

- Pero tú sí trata de tener un poco de piedad, no me gustaría acabar con todos los huesos rotos – dijo el rubio con una sonrisa, se le notaba ya mucho más tranquilo - Dos de chocolate – dijo Naruto al llegar al puesto donde vendían los helados, los pagó y le dio uno a Sakura.

- Gracias! Es mi favorito – dijo la pelirrosa.

- Sí, lo sé – dijo el rubio con una sonrisa pícara. – ¿Qué tal empezar mañana mismo?

- Eh?
- Con el entrenamiento… No hay tiempo que perder.
- Por mi está bien, por la mañana tengo turno en el hospital, pero por la tarde estoy libre. – Dijo
Los dos se sentaron en un banco del parque mientras tomaban su helado, en realidad Naruto se lo tragaba mientras pensaba feliz.

-*Al fin podré pasar más tiempo con Sakura-chan.*

Entonces miró hacia la kunoichi, la vio justo cuando lamía su helado con los ojos cerrados. Esto repercutió en Naruto y sin darse cuenta solo con ese gesto había excitado al chico.

-*No, por favor. No arruines la noche.* Pensó.

En ese momento volvió a mirar a la pelirrosa y no pudo evitar recorrer sus curvas con sus ojos, esto lo dejó peor.

-*No, no, no. Esto está mal! Si Sakura se da cuenta pensará que solo soy un pervertido y no querrá ni siquiera verme.*

- Naruto… pasa algo? – Preguntó la pelirrosa – te pusiste azul de repente.

-Es.. Es que no me siento muy bien.. – tratando de disimular.

- Quieres que te revise? – dijo Sakura acercando con una voz sensual.

- No... No te molestes Sakura-chan, estaré bien. – dijo mientras se levantaba totalmente sonrojado. – Creo que debería llevarte de regreso a casa, es tarde y tu madre ya estará algo preocupada. – Habló más rápido que de costumbre.
Sakura quedó confundida, pero después pensó que sería normal que Naruto se sintiera incómodo al ser seducido de repente por su amiga. Ella se habría puesto histérica en su lugar.

Regresaron a su casa y luego de que Naruto se haya ido, Sakura se puso a leer unos pergaminos que le había dado Tsunade. Hablaban sobre una técnica médica muy rara y tendría que estudiarlos todos para la mañana siguiente.

Mientras tanto Naruto estaba en su cama acostado mirando al techo como la noche anterior, la excitación en sí se le había pasado, pero estaba fascinado de recordar a Sakura en esa noche.

Luego de un momento de dudas se decidió. Se colocó una remera negra y unos pantalones negros para que no se lo pudiera distinguir entre las sombras y emprendió su trayecto hacia la casa de Sakura saltando de tejado en tejado ansioso por volver a verla aunque sea de lejos.

-*Espero que aun no haya dormido*-