Te Odio [TP]

Siempre creyó que odiaría a las niñas, siempre.

Pero nunca contó con que el destino lo pusiera en el mismo equipo que ella, Sakura Haruno.

Un ser rosa, gritón y ojos verdes. Para nada encantador.

Llegó el momento de trabajar en equipo, y descubrió que no solo era un ser de apariencia horrible, también uno que poseía un humor de los mil demonios. También supo que sólo intentaba llamar la atención de Sasuke-kun, como todas las demás.

Después de que Kakashi aplicara ese tipo de “técnica” en él, y que lo amarrara a un poste. No sabía cómo sentirse; humillado, maniatado, tonto, bruto, o simplemente tan Naruto. No creyó que su odio por ella aumentaría en todo el día, pero al ver como imitaba a Sasuke, dándole un poco de su obento; el odio incrementó. Y antes de que siguiera pudiera argumentar palabra contra aquello, Kakashi hizo acto de presencia.


Una misión juntos, en equipo; después de aquella extraña manera en la que Kakashi les había dicho que ya eran un equipo.

Sencilla, así parecía y así lo era. Después de llevar al señor Tazuna, y de dejarlos quedarse en agradecimiento por un par de días –y también debido al desmayo de Kakashi–. Éste finalmente despertó y decidió entrenarlos.

– Bueno muchachos, empecemos con el entrenamiento – Y sin decir más Kakashi subió por el tronco de un grueso árbol, quedando colgado de una rama, pero con los pies. – Esto les servirá para que aprendan a controlar su chakra. Vamos, inténtenlo.

Cuando Kakashi había terminado de decir aquello. Naruto , con toda la emoción a flor de piel, ya se había adelantado a sus compañeros e intentaba escalar un gran árbol.

No supo cuándo ni cómo. Pero cuando puso su mirada en la cima de un árbol, Sakura se encontraba ahí. Ahora estaba seguro, su odio por ella se había incrementado de una forma enorme. La miró, tan sonriente y rosa. Felicidad, sí, eso es lo que tenía tatuado en aquella enorme frente. Al verla tan sonriente, algo dentro de él hizo estragos. No sabía que era, ni tampoco quería averiguarlo. Sin dar importancia a ése sentimiento raro, volvió a intentar subir al árbol, nuevamente falló.

Miró hacia un lado, el Uchiha tampoco la estaba pasando genial. Vaya que aquel entrenamiento era difícil. Naruto miró por un momento hacia la nada, pensando –algo muy raro en él– Llegó a una conclusión no muy deductiva, estaba claro que necesitaba ayuda.

El problema sería a quién pedírsela. Sasuke… Estaba claro que no podría ayudarle, además de ser un tanto tajante con él, tampoco dominaba aquella “técnica”, Kakashi… por supuesto, él le ayudaría, sin contar que es su maestro y con que había desaparecido hace unos minutos.



Solo le quedaba una opción, Sakura.

– Nee, Sa-Sakura-chan… ¿Podrías ayudarme ah… em… controlar mi chakra? – Su cerebro lo traicionó, no estaba listo para hablar con ella, o tal vez ya ansiaba hacerlo, otra vez con ése tonto gentilicio “chan”… ¿No se suponía que la detestaba, la odiaba?

– Esta bien, lo haré con gusto – aquellas palabras salieron de sus labios rosados, no creía que ella le ayudaría. Nuevamente algo dentro de él se removió.


Sintió una mirada de odio dirigida hacia él, no supo dónde mirar, así que la ignoró.Se concentró en las palabras de Sakura, al poco tiempo ya lo había logrado de forma exitosa, y se sentía genial.


Con la misión concluida, regresaron a Konoha.

Su tiempo para otra misión no se hizo esperar. Tenían que estar preparados para el examen chunnin, que ya estaba cerca.


Creyeron que serían el único equipo joven ahí, pero tal fue su sorpresa al ver que no era así. Estaban junto al equipo 8 y 10, y el equipo de Maito Gai. Juntos, además de otros gennins de aldeas remotas que los acompañaban.

Tras el examen teórico y casi tras un colapso mental por parte de Naruto, sin contar que éste hizo saber a todos que jamás se rendiría. Tocaba la prueba de supervivencia en “El bosque de la muerte” La más difícil y ruda sin duda alguna, también un desafío enorme; tener que estar cinco días con sus compañeros, trabajando en equipo, juntos… como uno solo.


Naruto miró como Sakura e Ino intentaban pelear, no estaba dispuesto a separarlas, después de todo siempre era una pelea tonta… Sasuke. Decidió mirar hacia otro lado, encontrándose con una enorme roca en el campo. Una roca rectangular y enorme, para ser exactos.

– Pero qué…– de la nada tres pequeños niños salieron de ahí, uno muy reconocible para él. Konohamaru.

– Éa, Naruto nii-chan, ¿Tienes tiempo para darnos una entrevista? – los otros tres niños, contando a Konohamaru, tenían la mirada llena de ilusión… Cómo podría decirles que no, además de que su lado ególatra había salido a flote.

– Por supuesto, tienen el permiso para hacerle una entrevista al grandioso Naruto Uzumaki – una enorme sonrisa adornaba su rostro, sin más empezaron con las preguntas. Moegi entrevistó a Sakura, Udon a Sasuke ; todo iba bien, hasta que Konohamaru le soltó una pregunta que precisamente no iba al tema.

– Bien Naruto nii-chan, ¿Preparado para convivir con Sakura durante estos cinco días? – la sonrisa de Konohamaru se tornó de una manera más… felina.

– ¿De qué hablas?... Naaahh, estoy preparado si, ya nací preparado. Pero qué más da Sakura, ne. Solo es una compañera de equipo, solo eso – Naruto se apresuró a decir.

– Vaaaamos Naruto nii-chan, se nota que la quieres. Además es muy bonita.

– No, es mentira. No es bonita, no la quiero… Es más no me gustan las niñas.

– ¿Hablas en serio?... Bueno, para ser un gran ninja, y además el mejor Hokague sólo debe concentrarse en su objetivo ¿verdad? – no lo dejó responder– Yo sé que sí, muy bien Naruto nii-chan, la entrevista estuvo genial. Garigatou por su tiempo.

Sin más los tres niños de fueron, tenían que armar bien los temas de su pequeña entrevista.


Empezó a reír a carcajadas muy fuertes, todos lo asumían al nerviosismo por entrar al bosque, después de todo aún era un novato.


Todo se complicó cuando Orochimaru apareció, ninguno sabía qué hacer. El miedo los recorría, pero no lo demostrarían.

Sucedió tan rápido, el chakra liberado, la mordida, el sello maldito, todo. Todo para unirlos como grupo, como compañeros, como hermanos; todo para seguir enfrentándose a los demás ninjas en las pruebas preliminares.


Durante la prueba de Sakura, Naruto pudo observar un gran cambio, aún con lo despistado que era, sabía que algo había cambiado en ella. Algo que hizo que su odio por ella, disminuyera.


Sentía las manos húmedas, tenía fuertemente agarrada la barra de metal. Podía ver todo desde ahí, como Ino utilizó ése jutsu, que solo era especial de su clan. Se sentía nervioso, el sudor de las manos ahora había pasado al cuerpo, sentía que iba a explotar.

– ¡Vamos Sakura-chan! ¡Tú puedes, demuestra que eres la mejor! – todo aquello lo había dicho de corazón, no esperaba a que sus palabras surgieran efecto. Pero al saber que estaba equivocado, una alegría enorme recorrió todo su ser, veía como Sakura había reaccionado ante esas palabras. Por primera vez pensó que Sakura era alguien realmente genial y se le hacía menos detestable.


Un ataque a la aldea, Gaara había huido junto a sus hermanos, Sasuke fue tras él. Kakashi dio la orden de seguirlo. Naruto, Sakura, Shikamaru y Pakkun fueron tras él –también un infiltrado Shino–. Cuando llegaron, Naruto y Sakura, vieron una escena escalofriante. Gaara era un semi-shukaku.

Los nervios los recorrían, pero no lo demostrarían.



Miró hacia un lado, pudo ver como Sakura yacía atrapada entre la garra de un semi-shukaku, algo dentro de él se apretó fuertemente, sintió una punzada cerca del corazón.

–Ve Naruto… Vete con Sakura, váyanse de aquí. Yo lo detendré… No quiero ver morir a la gente que… realmente aprecio.

Ante esas palabras Naruto reaccióno, ya había invocado a Gamakichi por accidente, ahora lo haría bien, lo haría para proteger a Sasuke, pero sobre todo a Sakura.


–Oh por Kami-sama. No me iré de aquí, no sin antes luchar… Por cierto Sasuke la fuerza viene de querer proteger a aquellos que son queridos, en eso estoy de acuerdo… hermano.


Después de la derrota del Shukaku, y de saber la triste historia del portador, la aldea tuvo que enfrentarse a una terrible realidad, el tercero había fallecido, pero de una manera digna, protegiendo a su aldea, a su pueblo.

Konoha se sentía tan desprotegida ahora.


La encontraron, durante su viaje, mientras Naruto disfrutaba de la ciudad junto a su nuevo maestro, Jiraiya. El rubio no tenía ni idea de quién era esa mujer, y tampoco le importaba. Hasta que Jiraiya dijo las palabras mágicas.

–Konoha quiere que seas la próxima Hokague. – Tsunade miraba atentamente a Jiraiya.

– No estoy interesada en ser un Hokague… Es más, cualquiera que tome el puesto sería un grandísimo tonto.

Naruto explotó, de rabia.

– ¿Cómo puedes decir eso? Es una falta de respeto, para la aldea y para los Hokagues.

Ahora encontró otra razón más para odiar a las niñas, o en éste caso. Mujeres.

– ¿Por qué te importa tanto? Sólo es un tonto puesto.

– Me importa demasiado, y no es sólo un tonto puesto. Esas personas han sido y serán reconocidas por ser los mejores. Además de que yo seré el próximo Hokague, ese es mi máximo sueño – Eso la mantuvo callada por un par de minutos, su mirada estaba fijada hacia la nada, con los muy abiertos, como si tuviera alguna especie de recuerdo doloroso.


Después de que aceptase ser la Hokague –para la mala o buena suerte de Naruto– el equipo 7 ahora tendría que enfrentarse a otra gran pueba. La partida de un miembro.


Llegaron juntos. Últimamente la compañía de Sakura no parecía desagradarle del todo, ya empezaba a tolerarla, con sus ataques de histeria cuando lastimaban a Sasuke, o cuando peleaba con Ino o cualquier otra persona del sexo femenino que se sentía atraída hacia Sasuke, solo para llamar la atención de éste. Incluso ya llegaba a tolerar sus golpes, no del todo fuertes, pero vaya que a Naruto le encantaba exagerar. Si, después de todo era su compañera y tenían que llevarse bien, quisieran o no.


Una pelea. Sasuke con poderoso chidori en la mano, Naruto con un no tan poderoso rasengan en la otra. Se enfrentaban en aquel balcón, Sakura los miraba expectante, esperando a que alguno de ellos se dé cuenta de lo tonto que era pelear. Pero ninguno quería ceder, al menos no Sasuke.

Sus miradas eran intensas, cada una representaba el odio puro. El aire se sentía pesado, no tardarían mucho en atacar a su oponente, las manos de Sakura sudaban y se sentía muy nerviosa; no sabía a quién o qué mirar, o si no mirar. Decidió ser fuerte, se quedó observando aquel espectáculo, con miedo, con temor, y hasta cierto odio.

– ¡Basta ya! No tienen por qué hacer esto, ustedes son compañeros, amigos… hermanos. No lo hagan solo saldrán lastimados. – por fin había podido decir algo, intentado hacer que ellos recapacitaran la situación, pero al parecer ambos muchachos se hicieron los sordos. No la escucharon, no la miraron; en vez de eso, la ignoraron de una manera monumental.

En un parpadeo pudo ver como esos poderosos ataques se acercaban más al oponente, no estaba consciente de lo que hacía, sólo su cuerpo reaccionó. Sakura corrió, lo más rápido que pudo, lo más rápido que sus piernas le permitían.

Un destello, Sakura ya estaba lo suficientemente cerca para que ambos ataques chocaran en ella; por primera vez desde la pelea, Naruto y Sasuke se dieron cuenta de ello, pero ninguno –aunque quisieran, y si lo querían– podía frenar el ataque. Por suerte, Kakashi llegó. Pudo desviar los ataques del cuerpo de Sakura.


Había sido tentado, Sasuke había sido tentado, y todo indicaba que había caído en la tentación.

Todo estaba bien, perfectamente. Pero algo raro estaba pasando. Naruto tuvo ganas de invitar a Sakura a comer un poco de ramen, muy raro en él invitarla, aún más raro fue que ella aceptase de una manera amigable.


Compartieron unos momentos juntos, luego de mucho tiempo. Naruto aún seguía con su odio hacia las niñas, pero con Sakura había disminuido, más de lo habitual. Pero sin embargo seguía ahí, así que intentó apartarse de ella después de la cena. Así que intentó acompañarla a casa, consciente de que ella no aceptaría.

– ¿Quieres que te acompañe a tu casa? – dijo con ése tono inocente sólo de él. Ya sabía qué diría que no, estaba más que claro, pero a último momento y cuando ella dio su respuesta, algo dentro de él hizo que se golpeara mentalmente por haber ideado ese tonto plan para apartarse de ella tan pronto.

– Muchas gracias, pero no. Estaré bien, gracias por la cena, estuvo bien – sus palabras salieron dulcemente de sus labios, tanto, que Naruto sintió un subidón de azúcar en su interior y terminó con un ligero sonrojo.

– E-está bien, te veré mañana Sakura-chan – Vaya que fue raro, nunca había tartamudeado; o si alguna vez lo había hecho, jamás fue en frente de una chica.

Se despidieron, cada uno dispuesto a volver a su hogar, todo tranquilo, demasiada paz, demasiada tranquilidad. Demasiada.

No fue hasta la mañana siguiente cuando se enteró de que Sasuke había dejado la aldea, y a una inconsciente Sakura en aquella fría banca.


Su llanto fue tan horrible, le dolía, le quemaba. No le gustaba verla así, tan vulnerable, tan femenina y llorona. Lo odiaba, la odiaba. Estaba desesperado, no sabía qué hacer. Había ido con él apenas despertó y se levantó de la banca. Sasuke la había abandonado, a ella y a la aldea. La había dejado tirada, botada.

Ya se había enterado que Sasuke había abandonado la aldea, ahora un grupo de ninjas –Shikamaru, Neji, Choji y Kiba– tendrían que ir con él para traer a Sasuke de vuelta, antes de que pudiera partir tras él con su nuevo grupo, Sakura se paró en frente de él, llorando y pidiendo.

– ¡Por favor! Naruto, tráelo de vuelta a casa, a su hogar. Él pertenece aquí, por favor – Su llanto no la dejó continuar, se conformó con aquellas palabras; mas no le importaba, Naruto la había escuchado, sólo esperaba a que él lo cumpliera.


Naruto volteó hacia Sakura, con una enorme sonrisa y su pulgar en alto. Estaba más que claro que aceptó la promesa.

Pero nadie sabía el dolor que pasaba Naruto, esa sonrisa sólo demostraba lo fuerte que era su alma. Cuando se acercó a él, llorando, algo dentro de Naruto se rompió, sintió un dolor punzante cerca del corazón, el dolor más grande que jamás había sentido en su corta vida, más doloroso que aquellas palizas cuando era pequeño y no sabía el por qué. Su dolor aumentó cuando Sakura dijo aquellas tortuosas palabras, otra vez hablando de Sasuke, pero así como su dolor aumentó, su casi nulo odio por ella dio un subidón muy rápido. Y cegado por el dolor e intentando engañarse a él mismo, dijo que lo traería, porque era su hermano, porque lo apreciaba, porque era su compañero, porque el dolor que sentía involuntariamente se debía a la partida de su hermano Sasuke.

Así que sin más emprendió marcha junto a los demás, todos en silencio, no decían nada. Sólo Shikamaru pudo ver cierto dolor en los ojos de Naruto al hacer esa promesa.


Naruto y Sasuke se enfrentaron, sus ataques más poderosos habían sido utilizados, sería la batalla final, después de eso Naruto regresaría con Sasuke a la aldea, para que esté con Sakura y fueran el equipo 7 otra vez. Pero aun así, Naruto no tuvo la suficiente fuerza para traerlo y Sasuke no tuvo la suficiente voluntad para matarlo. Así que volvieron a la aldea, sin Sasuke.

Naruto se sentía tan culpable, no quería ver a Sakura, no después de haber sido tan débil y no haber cumplido la promesa. Se sintió aún más culpable cuando inconscientemente una parte de él se alegró de no haber logrado traer de vuelta a Sasuke; ahora o sabía cómo mirar a Sakura a los ojos, sentía vergüenza y culpa. Pero tendría que enfrentarla.

– Perdón Sakura-chan, perdóname por ser tan débil, por no haber traído de vuelta para ti – Su odio por ella había disminuido, tan solo un poco. No le gustaba pedir perdón y menos a ella, después de todo era un chico de 13 y no le gustaba pedir perdón, sentía que su orgullo había sido lastimado.

Sólo Sakura pudo mirarlo de aquella manera, por primera vez después de mucho tiempo sintió cosas revoloteándose en la boca del estómago, rápidamente se hizo la idea de que debía ser porque Sakura lo había perdonado.


Dos años y medio de entrenamiento. Esperaba que el tiempo pasara lentamente, últimamente estaba sintiendo cosas raras cuando estaba cerca de Sakura, cosas que definitivamente no tenían nada que ver con el odio que sentía para con ella, pero sin embargo esos sentimientos estaban ahí. Se tomaría su tiempo, entrenaría con Jiraiya, se haría más fuerte, traería a Sasuke de vuelta; y esta vez, esta vez volverían a ser el equipo 7, el verdadero equipo 7.

Durante su viaje aprendió muchas cosas; pero lo que más aprendió – gracias a Jiraiya, cabe decir– fue sobre un tema que era casi un tabú para él, las mujeres.

Aprendió como tratarlas, como alagarlas, como coquetear sin sobrepasarse… como ser un verdadero caballero, lo cual le pareció algo extraño viniendo de Ero-senin, Jiraiya. Pero, queriendo o no aprendió sobre ellas, tal vez mucho más de lo que deseaba. Pasó de darles poca importancia y odiarlas, a tratar de entablar una conversación o inclusive, hacer un lazo de amistad con ellas. Le pareció divertido tratar con ellas, después de todo ya no era aquel niño que se quejaba de ellas por andar tras de Sasuke, había madurado, a su manera, pero lo había hecho.

Después de pasar dos años y medio con aquel viejo pervertido, tuvieron que volver. A Konoha, su hogar.


Su reencuentro con Sakura había sido algo extraño. Cuando la volvió a ver, luego de aquel largo tiempo, volvió a sentir esas cosas en el estómago, pero las ignoró olímpicamente. Durante su viaje con Jiraiya la había extrañado, algo así como un hermano que extraña a una hermana, o al menos eso intentaba decirse, lo cierto es que el sentimiento de hermandad que sentía por ella era algo casi nulo.

– ¡Naruto! – la escuchó llamándolo, la miró directamente a los ojos.

– ¿Si, Sakura-chan?

– ¿Qué piensas, crees que me he vuelto más femenina? – esa pregunta lo descolocó completamente.


Se quedó mudo, sin saber que responder. Su cerebro quedó en blanco y él quedó mudo, apartó la vista de ella, tratando de pensar la respuesta adecuada; y cuando sus ojos nuevamente se dirigieron hacia sus ojos, otra vez quedó mudo porque notó un sonrojo– casi ligero– en el rostro de ella.

– Te… te ves igual que antes Sakura-chan, no has cambiado nada – Bien, el rostro de Sakura había cambiado a uno de completamente decepcionado. Naruto no sabía por qué, así que lo que mejor pudo hacer fue mirar a Jiraiya, y también notó que éste tenía una mano en la frente y su expresión claramente era de “no-sabes-tratar-a-una-mujer”


Mágicamente sobrevivió al golpe que Sakura le dio al tratar de competir con Konohamaru con el sexy no jutsu. Después de enterarse que aún era un gennin y hacer un berrinche, se había vuelto a encontrar con Kakashi. Todo era felicidad, al menos hasta ese momento.

Era hora del entrenamiento con Kakashi, ésta vez serían sólo Naruto y Sakura, sólo ellos dos, juntos. La prueba había sido la misma de años atrás, tratar de quitarle los cascabeles a Kakashi. Idearon un plan, lo estaban haciendo muy bien, hasta que Naruto vio algo que lo sorprendió. Sakura utilizó su súper fuerza para partir el piso y distraer a Kakashi, Naruto se quedó mirándola detenidamente, un escalofrío lo recorrió, ella se había vuelto más fuerte, más decidida; ahora más que nunca tuvo miedo de que ella lo golpeara otra vez. Miro hacia otro lado, tratando de encontrar a Kakashi.


El plan salió a la perfección, ahora cada uno tenía los cascabeles en la mano, mientras Kakashi los miraba de una forma aterrorizada luego de abrir los ojos y haber soltado sus orejas. Naruto iba a lanzar una enorme carcajada por la cómica cara de Kakashi, pero sin querer desvió la mirada hacia Sakura. La luz de la luna hacía que su blanco tono de piel brillara, más aún con el sudor que tenía ésta después de aquel enfrentamiento y ahora tenía una hermosa y gran sonrisa, sintió que su pulso se aceleraba y su corazón latía rápidamente; intentó apartar la mirada rápidamente, pero no pudo, había caído en su encanto.

– Bien, muchachos, ésta vez sí pasaron la prueba – Kakashi lo había sacado de su ensoñación y se lo agradeció mentalmente, lo miró y pudo ver, por la forma en que su ojo se curveaba, que sonreía a través de la máscara.

Ahora estaban listos para salir a cumplir misiones, pero le faltaba algo sumamente importante, un compañero más.


A quien primero recurrió fue a Kiba, lo cual lo dejó medio chocheado al ver lo grande que Akamaru había crecido.

– ¿En serio? Yo lo veo del mismo tamaño – bien, ésa respuesta de parte de Kiba no le había ayudado y era justamente lo que necesitaba en ese instante. Y al parecer Kiba tampoco quería ayudarlo en su misión, así que tuvo que recurrir a otro miembro del mismo equipo. Hinata.

Cuando se acercó rápidamente a ella.

– Hinata, ven conmigo. No le digas a ellos que saldrás en una misión conmigo – después de que Naruto pronunciara esas palabras, vio como el rostro de Hinata se ponía totalmente rojo, totalmente.


Mientras más la miraba, más roja se ponía –si es que eso se podía– Así que decidió apartar la mirada. Ella era una de las pocas, o tal vez la única, féminas que en verdad le agradaba. No iba tras Sasuke, era tan tranquila y callada; tanto que a veces le ponían los nervios de puntas. Decidió no preguntarle más, tal vez le daría un colapso o algo por el estilo así que se paró para dirigirse a otro lugar a buscar quien lo apoye, pero vio que un chico encapuchado lo miraba a través de esos lentes oscuros.

– Eh… si… ¿Y tú quién eres? – vio como un aura negra y depresiva se posaba encima del desconocido.


Ya no tenía que buscar, el equipo Gai iría con ellos a la aldea de la arena. Se asustó y se sorprendió que de tanto Neji como Shikamaru fueran jounins, mientras que él era tan sólo un gennin. Armó todo un escándalo, como era de suponerse, pero rápidamente se calmó. Ya encontraría tiempo para hacer el examen chunnin o jounin.


El veneno en el cuerpo de Kankuro lo hacía retorcerse del dolor, casi ni podía respirar, le costaba y mucho.

Naruto no sabía qué hacer, sólo se quedó ahí, mirando como Sakura hacía su magia. Si antes con el entrenamiento de Kakashi creía que se había fortalecido, ahora no tenía dudas de que Sakura se había hecho una habilidosa kunoichi.


Abrió los ojos de sobremanera, no porque le asustara lo que veía en frente, sino porque ése pensamiento lo descolocó por completo, además de que se había sonrojado. Miro hacia otro lado para evitar mirar a Sakura y su paciente, no quería volver a tener esos pensamientos.


Después de enterarse de que Sakura, con ayuda de Chiyo, había derrotado a Sasori, un enorme orgullo lo recorrió de pies a cabeza. El odio mínimo, nulo que sentía por ella, ahora, definitivamente había sido reemplazado por el cariño y el orgullo. Eso es lo que sentía, por primera vez sintió algo diferente al odio por una mujer.


Y sin darse cuenta, ya había caído en el amor.

Se enamoró perdidamente de Sakura, no lo sabía hasta que decidió preguntarle a Jiraiya el porqué de sus acciones torpes cuando estaba al lado de ella.

– Estás enamorado Naruto, completamente perdido en el amor – una enorme sonrisa era la que tenía ero-sennin, que contrastaba perfectamente con la cara de desprecio que tenía Naruto en esos momentos.

– ¡Deja de decir estupideces, Ero-sennin! No sé ni para que vine aquí si vas a estar molestándome – Naruto desvió la mirada, sus mejillas estaban poniéndose algo rosas, tal vez Jiraiya tenía razón, tal vez.

– Yo no digo ninguna estupidez. Aquí el único tonto eres tú que no quieres notar como babeas por… Espera ¿quién es la afortunada? – una mirada de picardía se dirigió a Naruto, lo cual hizo que éste se sonrojara más.

– ¡¿Qué?! N-nadie… No sé de qué rayos hablas ero-sennin, yo… enamorado de una mujer… –soltó una risa nerviosa– No.

– Oh vamos muchacho, no te me hagas el desentendido. Yo sé bien que es una mujer, o al menos eso quiero creer… o por favor no me decepciones – dijo en tono dramático, fue cortado por un Naruto protestante.

– ¡Hey! Yo no soy de ese tipo, simplemente que aún no encuentro a alguien especial– oyó como Jiraiya lanzaba un suspiro.

– Menos mal Naruto, ya me estabas preocupando. En fin, dime quien es; vamos no se lo diré a nadie.

– No es nadie, ya te lo dije.

– Dime.

– No.

– Dime.

– No te lo diré porque no es nadie.

– Naruto Uzumaki, te ordeno que me lo digas.


– No ero-sennin, no lo haré, no es nadie.

– Oh ya veo, tienes miedo a que te la quite. No te preocupes Naruto, no me gustan las niñas… a menos que estén bien proporcionadas.

– ¡Ero-sennin!

– ¿Qué?... Oh vamos, que era una broma. Ahora sí, dime.

– Oh vamos, que contigo no puedo. Es alguien cercana a mí, o algo por el estilo.

– Sakura ¿cierto?... La mini Tsunade. Ay hijo, no sabes en lo que te has metido – Naruto lo miro con duda.

– ¿De qué hablas ero-sennin?

– ¿He? No, nada. Pensaba en voz alta… Qué pena, ya no podré ir a los baños termales y verla mientras se…– sintió la mirada asesina de Naruto encima de él – Se… Se… amm ¿Despide de Ino? Sí, eso – sonrió de manera forzada, Naruto rodó los ojos.


Sentía la impotencia recorrerle, no pudo hacer nada. Al enfrentarse a Orochimaru había liberado 4 colas del Kyubi, al cegarse por el poder de éste no supo diferenciar a Sakura, la había lastimado. Se sintió peor al recordar como Sasuke se había ido con Orochimaru y Kabuto, no pudo hacer algo por detenerlo, sólo le quedo claro que Sasuke había roto sus lazos con él, y que iría tras su hermano.

Suspiró fuertemente. No quería rendirse tan fácilmente, Sasuke aún era su hermano, no le importaba lo que dijo, aún tenía lazos con él; sobre todo también estaba la promesa que le hizo a Sakura un día, estaba más decidido a traerlo de vuelta más que nunca.


Sentía tanto dolor, como nunca lo sintió en su vida, estaba devastado. Era como si una roca cayera sobre su pecho, pero con miles de kilos extras. No lo podía creer, y se negaba a hacerlo.


La noticia le llegó como un baldazo de agua fría, no... Peor, uno caliente, que hacía que su piel se quemara y le doliera ha horrores. El dolor era tan horrible. Estaba seguro de que si no tuviera la suficiente fuerza de voluntad, ya habría liberado al Kyubi y hubiera ido tras Pain para buscar venganza. Salió del lugar, no sin antes dirigir una mirada de odio a los que estaban presentes, ellos entendieron que no quería ser molestado.

Salió a toda prisa, cuando estuvo a solas recordó la batalla que tuvo con Sasuke, si tan solo él no hubiera ido tras el Uchiha podría haber protegido a Jiraiya. Lloró en silencio, a solas, no quería ser molestado por nadie. Quería estar tranquilo, sólo él y las memorias de sus viajes con Jiraiya. Después de estar llorando y recordando, decidió que era suficiente; iba a entrenar el doble de lo normal, no permitiría que otro ser querido falleciera, no más. Tenía que proteger a la aldea, a sus amigos y a Sakura, cueste lo que cueste.


No podía creer lo que dijo.


Hinata estaba frente a él, hace unos pocos segundos le había dicho que lo amaba, era tan extraño. No lo podía creer, el dolor que le provocaba la técnica de manipulación de gravedad de Pain se esfumó por unos segundos, la sorpresa de la confesión de Hinata lo dejó aturdido y algo dolido, no podía corresponder su amor. Antes de que siquiera pudiera responder, Pain la había atacado, de una manera tan brutal que hasta a él le dolió. Creyendo que estaba muerta liberó 6 colas. Era la segunda muerte que en serio le dolía, era la primera vez que escuchaba el “te amo” de una chica, sin temor alguno se fue en contra de Pain para matarlo y así poder vengar dos muertes.


Cuando vuelve a la aldea, grande fue su sorpresa al ver como todos lo reconocían como un héroe, más aún se sorprendió al saber que Hinata estaba viva, gracias a los poderes de ninja médico de Sakura. Pero su sorpresa más grande fue cuando Sakura lo golpeó en las costillas, para luego darle un abrazo muy acogedor, en frente de todos; claramente Naruto se sonrojó, casi nunca –por no decir nunca– Sakura mostraba su cariño o preocupación hacia él, o si lo hacía eran mínimas sus muestras de afecto.

Lugo de aquella bienvenida emprendieron marcha hacia Ichiraku ramen, ya que a él se le había apetecido comer un poco de aquel delicioso ramen luego de haber terminado con aquella calurosa pelea, Sakura se ofreció a acompañarlo.

– Oh Naruto, que bueno que estés muy bien…Hinata estaría toda devastada si te pasaba algo – esa última frase había salido algo forzada.

– ¿Qué? ¿Por qué dices ésas cosas Sakura-chan?



– ¿Cómo que por qué? – Ella tenía el ceño fruncido – Vamos Naruto, prácticamente toda la aldea lo sabe. Además de que otros jounins y yo estuvimos muy cerca cuando ella se confesó – Naruto trago duro.

– Oh… Yo no lo sabía Sa-

– Y qué piensas hacer ¿Le corresponderás? – Naruto notó como la voz de Sakura cambió.

– No-no lo sé… La verdad es que yo, bueno, no sé qué hacer en estos momentos. Es la primera vez que alguien dice que me ama, y… No voy a negar que se siente realmente bien que a alguien le importe.

– Tú me importas – la respuesta lo dejó inmóvil por un momento.


– Quiero decir, eres mi amigo, es obvio que me importas demasiado Naruto. Pero con Hinata es diferente, ella no es tu amiga… o si es una pero no tan cercana – las mejillas de Sakura ahora tenían un bonito tono rosa que combinaba con su cabello.

– Bueno Sakura-chan, es que la verdad yo… creo que hablaré eso con ella en otro momento, aún no me siento preparado para enfrentar una situación así.

– Em… en caso de que la rechaces, o aceptes. Por favor dímelo, eres mi amigo así que te ayudaré en todo lo que puedas para que seas feliz – el tono rosa de sus mejillas había desaparecido, nuevamente su voz fue la que cambió.

– Bien Sakura-chan, te lo diré – le dio una última sonrisa para luego adentrarse en el recién reconstruido, Ichiraku Ramen. Esperaba con ansias su ramen, hace mucho que no comía uno.



Mil preguntas pasaban por su mente, nunca creyó que Sakura caería tan bajo. La miro nuevamente, ésta vez Naruto tenía el ceño fruncido. Recordó como apenas hace unos segundos Sakura le había dicho de frente, sin nerviosismo alguno, que lo amaba.
“Te amo… Ya no tienes que ir tras Sasuke, olvida esa absurda promesa”

Bien, se la podía creer hasta la parte en que le dijo que lo amaba, pero después metió a Sasuke. Era tan extraño que ella dijera eso, si después de todo ella aún amaba a Sasuke. Le dolió internamente admitirlo, Sakura aún amaba a Sasuke, y lo demostró diciéndole que lo amaba a él. Se sentía tan mal, tan confundido y tan usado.

– ¡Basta Sakura! No sigas… no sabes lo que dices, tú aún lo amas. Déjame decirte que odio a las personas que se mienten a sí mismas; y te diré algo más traeré a Sasuke para que tú y él puedan hacer una vida en común, muy hermosa. No te preocupes no renunciaré a mi promesa – Naruto dio media vuelta, las lágrimas amenazaban con salir, las palabras de Sakura y las suyas propias habían hecho que sintiera un remolino de emociones.

Le costaba creer que Sakura lo estaba engañando de esa manera, y más le dolía el hecho de haberla rechazado de esa forma tan fea. Y tal como le había dicho, la odió… La volvió a odiar como cuando era un niño, la odió aún más al saber que su amor no sería correspondido.


Se enteró de que Sakura había ido tras Sasuke, para matarlo. Otra vez sentía un remolino de emociones girando dentro de él. No le gustaba la idea de que Sakura vaya tras Sasuke, sola o acompañada. Cabía la posibilidad de que Sakura fuera herida por Sasuke en su intento de asesinarlo, aunque dudaba que Sakura lo hiciera, después de todo ella lo seguía amando.


El clon de tinta de Sai le había ayudado mucho, le contó sobre el plan, así que sabía con casi exactitud donde estaba Sakura y los demás.


Bien, había fallado otra vez a su promesa.

Lo bueno de haber fallado era que llegó en el momento exacto, cuando Sakura iba hacer asesinada por Sasuke, por segunda vez. Lo malo, es que aún le quedaba por cumplirla, un peso más para sus cansados hombros – aunque desde hace un largo tiempo ya tenía el peso de esa promesa–.


Naruto llevaba días sin poder dormir, desde que encontró a Sasuke queriendo asesinar a Sakura no podía conciliar el sueño, y si lo hacía se despertaba por culpa de una pesadilla. Estaba intolerable, ya no quedaba casi nada del Naruto sonriente e hiperactivo, ahora parecía un zombi con ojeras enormes y falta de energía. Y para empeorar las cosas no quería ver a nadie ni hablar con nadie, y ese nadie era específicamente para Sakura.


Cerró los ojos y no los volvió abrir. No hasta después de exactamente 10 minutos para escuchar como alguien tocaba su puerta. No estaba dispuesto a pararse de la comodidad de su cama, además de que ya se había hecho uno solo con su manta.

– ¡Naruto! Abre, necesitamos hablar – esa voz se le hacía tan familiar, demasiado familiar– ¡Sé que estás ahí! – Por supuesto, era Ino – ¡Maldita sea Uzumaki! Si no abres la puerta, te prometo que entraré a la fuerza y te…

– ¿Qué quieres Ino? – Naruto estaba parado en la puerta, con todo el ruido que hacia Ino no creía capaz de poder volver a dormir, así que se rindió y le abrió.

– Muy bien, así me gusta… ¿Puedo pasar? – su sonrisa de grandeza y su descaro hizo que a Naruto le resbalara una gota por la cabeza.

– Em… No. Está todo muy ordenado, así que por favor no quiero ningú-

– Oh vamos Naruto, que eso ni tú te la crees – Ino rodó los ojos y Naruto se sonrojó ante ese cumplido.

– Bien, bien. Pasa, después no estés chillando si algo de mueve por ahí – se hizo a un lado y la dejó pasar a su reducido departamento.

– Vaya… no mentías, en verdad todo está muy bien ordenado

– Te lo dije… Y bien Ino, ya te dejé pasar, ahora dime a qué has venido.

– ¿No me vas a invitar a tomar asiento?

– Bien, bien. Siéntate.

– ¿Y un vaso de agua o té?

– Por el amor a Kami-sama mujer ¡dime ya! No tengo toda la paciencia del mundo.

– ¡Argh, Naruto! Está bien, está bien. Pero ven, primero tienes que sentarte a mi lado – Eso no le sonó muy bien a Naruto.

– ¿Para qué? Estoy bien aquí parado, gracias – Sonrió de manera zorruna; irónicamente Ino le estaba invitando a tomar asiento, en su propia casa.

– Como quieras Uzumaki. Bien, a lo que vengo. He oído por ahí, de fuentes muy confiable he de decirte, que Hinata quiere hablar contigo sobre lo que pasó en la batalla con Pain – Ino lo miraba con una sonrisa de picardía, y ante esa noticia Naturo se quedó mudo. – ¿Y bien?

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– ¿Y-y bien qué?

– Ah Naruto, uno quiere ayudarte y tú… Como sea, ¿Qué le piensas decir?

– No lo sé… Espera, ¿Por qué tendría que decirte a ti lo que tengo pensado hacer con Hinata?

– ¿Entonces eso es que la aceptaras?

– ¿Qué-e? No, no me estás entendiendo yo quise decir…

– Sé perfectamente lo que quisiste decir. Bien, se me hace tarde, gracias por tu tiempo Naruto – Ino se levantó con una enorme sonrisa.

– ¡Espera Ino! Si entendiste por qué rayos no me respondes – Naruto ahora tenía más dudas.


– Lo sabrás a su momento Naruto, lo sabrás. – Ino estaba muy seria– Pero si decides rechazar a Hinata hazlo de una forma muy dulce, y si es a Sakura a quien rechazas. Oh Naruto, mejor corre antes de que te mate… Bueno, me voy adiós – salió con una bonita sonrisa en el rostro.


– Eh-e está bien, adiós – Le habló a la nada, Ino ya había desaparecido.

Ahora tenía un conflicto interno, y otra vez no podría dormir.



Oh Bien, ahora se encontraba en un gran lío. Como si la cuarta guerra ninja no fuera lo peor, ahora tenía que evitar a toda costa a Hinata y Sakura, estaba tan confundido. Se levantó de la cama con pesadez.


Ese fue su gran error. Apenas abrió la puerta una Sakura sonrojada estaba parada ahí.

– ¡Naruto! Por fin te encuentro, te he estado buscando por días… – Dejó de escucharla, ya no sabría cómo librarse de esa situación.


– Eh~… Si Sakura-chan, lo siento. Yo… em… He estado muy ocupado éstos días – Solo le dio una sonrisa cansada.

– Oh… Naruto te ves muy cansado, ¿Te sientes bien? – Era tan raro que Sakura lo mirara con preocupación, generalmente esa mirada era para otra persona.


– Eh… si, si – titubeó– Es por lo de la guerra, he estado entrenando muy duro, tú también deberías de hacerlo Sakura-chan – Le sonrió, no tenía caso volverse a enfadar con ella o incluso a odiarla; después de todo, nadie o nada manda en el corazón.

– Bueno si, debería de hacerlo… Em N-naruto quisiera hablar con-contigo – Era la primera vez que Naruto oyó a Sakura tartamudear, era tan raro.

– ¿Sobre qué?... Em, es mejor que pases Sakura-chan. Hablaremos mejor aquí – Se hizo a un lado y la dejo pasar – Toma asiento, y perdón el desorden – sonrió forzadamente – No he tenido mucho tiempo para ordenar.

– Oh, no. Está bien – Sakura se apresuró a responder mientras encontraba algún lugar para poder sentarse.

– ¡¿Y de qué querías hablar Sakura-chan?!– Su voz provenía desde la cocina.

– Yo em… primero necesito que estés aquí. No te estaré gritando, ven aquí y siéntate – La voz de Sakura tenía cierto enfado, Naruto se apresuró a ir a su lado, no le gustaba verla enfadada.

– Bien Sakura-chan, ya estoy aquí. Soy todo oídos – la miró directamente a los ojos, y ella quedó en silencio.

– Yo-o, bueno… Oh Diablos esto es muy difícil de decir – Sakura tenía un nudo en la garganta, decidió mirar hacia otro lado, la mirada de Naruto la ponía aún más nerviosa.

– Vamos Sakura-chan, no creo que sea algo tan difícil de decir – Naruto puso su mejor sonrisa, y Sakura se lamentó al volver a mirarlo, esa sonrisa hizo que se pusiera mucho más nerviosa.

– No me apures Naruto –ella frunció el ceño– Bien, a lo que vengo. Yo quería decirte… Que el día en que yo… en que yo –tragó duro– Yo te dije que te amaba… Naruto yo, en verdad, en verdad te lo dije muy en serio.


– Sé que hice mal en decir sobre la promesa de Sasuke, pero Naruto, en verdad lo dije te todo corazón. Yo en verdad…

Un pitido no la dejó continuar. La tetera olvidada estaba sonando, pidiendo a gritos un poco de atención anunciado que el agua ya estaba hervida. Naruto se paró, dispuesto a ir a callarla, pero la mano de Sakura lo detuvo e hizo que se volviera a sentar. Con una mirada ella se levantó y fue hacia la cocina.


Todo el departamento quedó en silencio, como si nada o nadie estuvieran ahí. Sakura en la cocina, Naruto en la sala y una enorme tención de por medio.

Naruto se perdió en sus pensamientos, no era tan tonto para adivinar que Sakura intentaba confesarse otra vez, pero gracias o tal vez desgraciadamente gracias a la tetera no lo hizo. Sakura tampoco estaba tan normal, se había, al igual que Naruto, perdido entre sus pensamientos; recién notó lo que iba a hacer, confesarse por segunda vez.


– Tra-traje un poco de té– con eso Naruto había despertado de su ensoñación.

– Ah, ehp… Ponlo aquí Sakura-chan–señaló una pequeña mesa en todo aquel desorden.

Gracias a los nervios que Sakura tenía en esos momentos, la pequeña bandeja donde traía ambos tés temblaba, antes de que Sakura supiera como dejar de temblar sintió la mano de Naruto rozando la suya, ésa acción de parte de él hizo que ella soltara un suspiro. Naruto se la quedó mirando intensamente, ella sólo se sonrojó.

– Neh Sakura-chan, se hace tarde. Y yo en verdad estoy muy cansado, así que por favor… ¿Me dirías a qué viniste? – ella ya había tomado asiento, otra vez, y ahora Naruto quien evitaba mirarla.

– Bien, estoy aquí porque quiero decirte que… Mi confesión de amor por ti era real.


– Como te dije hace un rato, sé que hice mal en nombrar la promesa sobre Sasuke. Pero yo… Estaba desesperada, no quise que él te matase o te haga daño. Naruto yo en verdad… Te amo.


Su silencio la mataba, hace más de diez minutos que Naruto no había dicho una palabra.

Se hubiera ido si no fuera porque Naruto la tenía sujetada fuertemente de la muñeca, mientras más se intentaba zafar, Naruto ponía más fuerza en el agarre, así que no tenía opción se quedaría ahí con él, hasta que se digne a hablar.

– Na-naruto, por favor déjame ir– tartamudeó. No podía hablar, su orgullo había hecho que no dijera o hiciera nada en esos diez minutos, pero ahora amenazaba con quebrarse.

– No – su respuesta fue muy rápida, no iba a dejarla ir, no ahora.

– Por fa-vor…– muy tarde, pequeñas gotas saladas amenazaban por resbalarse en su mejilla. Naruto aumentó el agarre, sin lastimarla.

– No Sakura-chan

– ¡Basta! No lo soporto más. Déjame ir… Por favor. Está bien, sé que perdí. ¡Pero maldita sea, acaba de una buena vez con mi sufrimiento y déjame!


– ¿Qué perdiste? – aún tenía la mirada fija en ella, no pensaba soltarla, no aún.

– A ti – Dejó completamente olvidado su orgullo, ya no tenía por qué seguir resistiéndose, así que empezó a llorar.

– ¿A mí? ¿Quién dice que me has perdido? ¿Y por qué lloras? – Naruto soltó el agarre, ya no tendría por qué agarrarla de la muñeca, ya no ponía resistencia.

– Lloro porque te amo. Maldita sea Naruto, en serio eres un tonto. Te perdí, oh diablos, te perdí. Tú de seguro amas a otra persona… y yo estoy aquí, siendo un estorbo – Sakura hipó.

– No pongas palabras en mi boca – Sakura lo miró extrañada, ése no era el Naruto tonto e inmaduro que conocía, no, ahora era todo un hombre.

Al ver la cara de confusión de Sakura, tuvo que volver a hablar.

– Quiero decir…yo…–suspiró– Oh vamos que no soy bueno con las palabras– Y sin que Sakura pudiera replicar, Naruto ya la estaba besando.

Fue el primer beso de Sakura, y el primero oficial de Naruto. Fue un beso lento, tímido; sus labios encajaban a la perfección, los labios de Sakura le sabían cómo a fresas, unas deliciosas fresas que jamás se cansaría de probar. Lamentablemente el oxígeno hizo que ambos se separasen. Naruto juntó su frente con la de Sakura. Supo desde entonces que lucharía por estar junto a ella, siempre. Ahora le daba igual todo –como siempre– pero ésta vez era diferente. Ahora no le dolía nada, todo el dolor que pudo llegar a sentir en el día desapareció, mágicamente. Lamentablemente la realidad le pegó, Naruto recordó que tenía que darle una respuesta a Hinata, con todo el dolor de su corazón –quizás la mínima parte de él– tenía que rechazarla. También recordó la guerra, tan frívola y siniestra. Ésta vez, él se prometió que daría todo de sí mismo para proteger todo lo que amaba, la aladea, sus amigos y a Sakura. No le importaba si perdía la vida en ello, sabía que la perdería, pero con honor. La protegería, cueste lo que cueste.


¿Qué tal? Estuvo ¿bien, mal? ;O; Naruto me salió medio bipolar ê-e Es que lo odio pero lo amo (?) WTF? xD Ok no, Ou~ no odien a Sakura, ella es amorsh ;3; ♥ Ésto era un regalo de cumpleaños para alguien muy especial, pero no se lo pude entregar a tiempo :c Perdón Loquilla ;A; -se patea- Espero que te haya gustado, y si es que lees ésto -aunque lo dudo- lol Otra vez perdón por demorar tanto, en fin. Te hice un dibujo para compensar mi retraso e-e Pero está feo D: Ya bueno, Gracias a los que leyeron, me siento tan alien al no publicar algo sobre Navidad lol En fin, las críticas son bien recibidas, especialmente las constructivas. Y si van a criticar algo malo, por favor sean sutiles, soy muy am~ ghei (?) xd Otra vez, gracias por leer ♥

Jacki:

*.* *.*

Lo ame, sensillamente perfecto, no tengo palabras para describir esto, sin duda es un shot de los mejores, mejores que he liedo en mi vida, eres unna exelente escritora, la verdad es hermoso

me deleite con cada parrafo y frase que leia, pese a que es un shot largo, eso no importa, se agradece, espero ver mas aportes tuyos y a decir verdad, algo como esto es increible, tienes mucho talento

nos vemos, espero ver mas aportes tuyos, sin duda te ganas mas que un 10 con este shot

adiosss

Muy Fic me gustó mucho , escribes muy bien te felicito !!!

Nyaa me gusto mucho ^^
Como expresaste los sentimientos, y esa bipolaridad la ame <3
Espero ver pronto otra historia tuya
Nos vemos!!

buen fic
me a gustado sigue asi

no se porque naru odia a las niñas si lo de las fans del uchiha-bastardo era muy normal

“dios, el señor creó al hombre para el cielo, por eso los padres tienen la obligación de educar a los hijos para el cielo”

Muy bueno vaya lio que se armo con esto jeje desde el Principio de la Historia asta que por fin se confeso todo.
Muy bueno el OS.

Saludos.

muy bueno el shot me encanto

Tu si sabes x'3

waaa que lindo ha quedado! pfff me derrite la forma en que lo has adaptado todo al canon, y esa última parte tan asldknahsdsnm *////* demasiado diabético, me ha encantado de verdad! la parte en que Sakura está celosa por la declaración de Hinata en la pelea de Pain me mató XDDD más celosa imposible, de verdad me has dejado con una sonrisa en la cara, gracias por traer este gran aporte al foro! espero seguir leyendo trabajos tuyos, tu forma de escribir está realmente genial, muy buena ortografía XD eso es suuuper importante para mí
Matta Ne!

Que... fdsafdsafdsafdsgafdgasfgadhsfgdhas *-----------*
¡Te prometo! Que me ha encantado asi so hard, la mezcla bipolarosa me produjo mariposas en el estomago y ganas de convulcionar por lo diabetica que fue la cannonizacion(?). Al principio del shot yo estaba como o.ó wtf! que mala persona D: Naruto hatea a Sakura y miau T-T... Y despues que avanzo ya estaba como-> :DD! :OO! D:! :'DDD! *----*
Muy buen shot, nunca me imagine a un naruto odia mujeres x'D y ha quedado bien, buena ortografia (como menciono mi querida amazona arribita) y redacción que agrada mucho a los lectores.
Espero leer algo mas de ti en estos lados ^^
 

excelente shot a pesar de ser extenso no aburrio o cayo en el tedio nunca, te daba mas por seguir leyendo por todo este odio-amor que Naruto siente por Sakura y como fue desarrollandose todo. Espero y sigas escribiendo que lo haces bien.