Una Historia de Muerte [Capítulo 21: 07/05/2013]

Naruto se quedó mirando un momento a todos. Siempre le habría gustado que ya que estaba en el ejército acabar como capitán o algo así. Pero esto era diferente, no se había imaginado acabar liderando una especie de lucha contra unos pirados.

Se relajó un poco tras lograr poner en orden sus pensamientos, fue hacia su camión. Las seis personas que iban a ir con él le siguieron. Abrió la puerta y se quedó mirando sus armas.

- ¿Son muchos? – Preguntó mirando a Hanabi.
- Si, y están dementes. Les vi matar a bastantes personas… y por poco… - Dijo la castaña apretándose con un poco de rabia una zona debajo de su camiseta.

Naruto se subió un segundo a su camión. Cogió varios fusiles, pistolas y una de las cajas de munición. Naruto los miró a todos un segundo. Se pudo fijar que aunque se notaba que Sakura seguía nerviosa y preocupada, se estaba concentrando mucho. Algo normal en realidad, no iba a dejarse llevar por esas cosas, quería ayudar. Debía hacerlo.

El rubio le dio un fusil de asalto a Yuta y a Kizashi. A cada uno de ellos les dio cuatro cargadores extra. Mas ya pesarían demasiado. Después se quedó mirando a Hanabi.

- Yo iré con mi arco. – Dijo la chica sin dejar hablar a Naruto.

Después miró a Sakura y estiró su brazo entregándole el tercer fusil a la chica, que sintiéndose bastante halagada, lo cogió. Naruto había estado revisando siempre el tronco que casi había talado la chica a disparos. Y es cierto que estaba cogiendo ya mucha práctica. Además que con lo concentrada y decidida que estaba lo haría aún mejor.

- Los demás coged una pistola de las mías. No se atascan, tienen más balas en el cargador y disparan más rápido. – Dijo dándose un momento la vuelta.
- Parece que nos preparemos para una guerra… - Dijo Eita mirándole.
- ¡¡Esos tíos se comen a la gente!! – Dijo Hanabi alterada. – Yo no pienso pararme a hablar con ellos.
- Hanabi estas un poco alterada… entenderé si te quieres quedar. – Dijo Naruto mirándola, para ella parecía algo personal.
- No, de eso nada. No pienso dejar que maten a uno de los nuestros. – Dijo la chica decidida.
- Bien pues… al coche. – Dijo Naruto mirando el monovolumen que en el pasado era de la familia Haruno.

Kizashi se subió al asiento del conductor. Todos pensaron que ya que Hanabi era quien sabia la posible localización de esos sectarios debía sentarse en el asiento del copiloto para guiarse.

En los tres asientos centrales se puso Sakura a la derecha, Naruto en el centro y Yuta en la izquierda. Cuando vieron que Naruto colocaba su fusil de asalto entre las piernas aprendieron que era la forma más cómoda de llevarlo en el coche, así que lo imitaron.

Eita e Ino se sentaron atrás. Kano les ayudó abriendo la valla mientras les deseaba suerte. Hanabi le dijo a Kizashi que siguiese yendo hacia la autopista.

Yuta estaba muy resentido con Naruto. En realidad Naruto no le había hecho nada directamente, pero era lógico. Sin embargo Satoshi era su amigo y si o si tenía que reconocer que Naruto tenía experiencia de combate y entrenamiento militar.

Todos estuvieron callados cerca de medio minuto mientras Kizashi iba conduciendo. Fue algo incómodo, pero todos estaban tan serios que hablar de otra cosa habría sido raro.

- Oye Naruto… - Le llamó Ino desde atrás, se notaba que estaba algo nerviosa.
- Dime. – Contestó girando un poco la cabeza.
- No deberías… ¿Darnos algún consejo o algo? O al menos decidir cómo haremos las cosas. – Dijo la chica, al fin y al cabo Naruto era quien lideraba esta escaramuza.
- Si… tienes razón. – Dijo el chico pensando. - ¿Hanabi como es el sitio donde están? – Preguntó el rubio mirando al frente.
- ¿Sabes la zona de acampada que hay junto a un lago? – Dijo Hanabi mirándolo.
- No me suena… - Contestó Naruto.
- Yo sí... es el camping que hay al norte de Konoha, está casi metido en el bosque pero tiene un camino para llegar. – Dijo Kizashi sin dejar de mirar la carretera.
- Si ese es. – Dijo Hanabi mirando al conductor.
- ¿Y cómo es? – Preguntó Naruto de nuevo.
- Bueno, tiene unas vallas metálicas. Nada muy resistente pero detendrían a unos zombies. Es un bien sitio para asentarse la verdad. Tiene el lago cerca para el agua y seguro que había muchas latas de comida. – Dijo Kizashi recordando.
- ¿Son más que nosotros? – Preguntó Naruto de nuevo.
- Bastantes más… - Dijo Hanabi seria.
- Bien, entonces creo que lo mejor es que en lugar de ir por el camino vayamos por el bosque. Deberíamos intentar colarnos por la valla metálica y no por la puerta. Mientras más tiempo pasemos desapercibidos mejor. – Dijo Naruto recordando su instrucción básica de combate.
- Recuerdo que a los que iban a… comerse. – Dijo Hanabi trabándose en la parte final. – Los llevaban a una especie de edificio de administración. Era un edificio de una sola planta. Mientras, nos metían en una especie de jaulas para animales grandes. Supongo que de alguien que llevaba perros de acampada. – Dijo Hanabi sonando algo perturbada.
- Deberíamos intentar por lo menos llegar a esa zona sin que nos vean. – Añadió después el rubio.
- ¿No vamos a intentar hablar? – Preguntó Eita algo consternado.
- Eita… - Dijo Kizashi no queriendo ser borde.
- No voy a pararme a hablar con unos tíos que comen gente. Han cogido a uno de los nuestros… para comérselo. Y no son el primero al que se comen… - Dijo Naruto mirando a Hanabi. – Ni será el último si nos paramos a hablar con ellos. Esos no son seres humanos. Si creéis que estoy equivocado… entonces no debería ser yo quien os liderase en esto. – Añadió al final.
- Yo no creo que te equivoques Naruto. – Dijo Kizashi.
- Si nos vamos a parar a hablar yo me bajo aquí mismo. – Dijo Hanabi sin mirar a nadie.
- Yo ni siquiera me sentiría cómoda sabiendo que están por ahí. – Dijo Ino algo preocupada.
- ¿Entonces que nos diferencia de los Zombies? – Preguntó Eita tratando de convencerles.
- Los zombies matan por hambre… esos tíos por su locura… y nosotros… para defendernos. – Dijo Naruto mirando por la ventana perdido en el horizonte.
- Naruto, ¿A cuanta gente has matado ya? – Preguntó Eita sin pelos en la lengua.
- Eita déjalo ya. Sabes que normalmente te apoyo en estas cosas. Pero Naruto tiene razón, esos dementes han cogido a Satoshi. Y podrían haber cogido a Sakura. También cogieron a Hanabi que por suerte escapó. Si no vamos a allí el chico morirá. Si nos paramos a hablar seguramente alguno de nosotros morirá también. Y como dice Ino… yo no me sentiría cómodo con ellos de vecinos. – Dijo Kizashi algo molesto por el interrogatorio a Naruto.
- A mí no me gusta matar. – Dijo Naruto hablando, todos pensaron que el ya no diría nada más. – Pero no pienso dejar que nadie me mate… ni un animal o un zombie ni tampoco una persona. Y ahora que estoy con vosotros… tampoco dejare que os maten. – Dijo sonando muy protector. – En estos seis meses… solo una vez estuve a punto de morir. Y fue por dudar… - Añadió muy crípticamente y sin decir nada más.
- Siempre haciéndote el héroe. – Dijo Hanabi negando con la cabeza.
- No es eso… es que… me gusta tener amigos. – Dijo Naruto dando por acabada la conversación.
- Gracias, Naruto. – Dijo Sakura mirándole, se sentía agradecida de contar con el ahora mismo.
- No te preocupes, si Hanabi dice que tenían más gente en ese sitio seguramente se… los coman… por orden. Así que no le pasará nada a Satoshi. – Dijo tratando de sonar lógico. Sakura asintió con la cabeza sin decir nada más.

Como Kizashi sabia el camino ya no dijeron nada más. Salieron de la autopista a una comarcal y después siguieron hasta una salida que era un camino de tierra.

- En esa dirección… medio kilometro. – Dijo Kizashi señalando.
- Creo que deberíamos ir a pie desde aquí. – Dijo Naruto mirando el camino.
- Pero ese dificulta la huida después. – Dijo Yuta muy ágilmente.
- Alguien debería quedarse en el coche y venir a buscarnos si es necesario. – Sugirió Kizashi.
- Es buena idea… ¿Ino sabes conducir? – Preguntó Naruto mirándola.
- Si, no muy bien pero si… ¿Es por qué no confías en mí? ¿Por qué soy la que peor dispara? – Preguntó algo molesta.
- No es por eso. – Dijo Naruto sin mirarla. – Es porque eres la que más nerviosa esta… y más asustada. – Dijo Naruto mientras los demás se quedaban callados. – Y no te culpes por ello… lo que no entiendo es como tus amigos no están igual que tú. – Dijo después sonriendo un poco.
- ¿Y cómo sabré como tengo que ir a buscaros? – Preguntó la chica que se había calmado.
- Si todo sale bien entraremos y saldremos sin liarla. Así que volveremos a pie por el bosque. Pero si no… te haré una señal y conducirás hasta la entrada del camping, espéranos allí. – Contestó mirando hacia ella.
- ¿Y cómo será esa señal? – Preguntó Ino mirando a Naruto.

El rubio se metió la mano en el bolsillo y tras rebuscar un poco, sentado era difícil, sacó una granada. Todos se impactaron un poco como teniéndole cierto respeto. Naruto la cogió por si acaso.

- Si escuchas esto ven. – Dijo Naruto volviéndosela a guardar.
- Pero si está a medio kilómetro. –Contestó la rubia dudando.
- Tranquila… lo oirás. – Dijo Naruto mirando hacia los demás. – Vamos. – Terminó de decir viendo como todos empezaban a abrir las puertas.

Cuando salieron Ino lo hizo también. Pero para ponerse en el asiento del conductor. Kizashi le había dejado la llave en el contacto. Yuta se acercó a su ventanilla.

- Cierra las ventanillas y… si por ese camino viene gente y no somos nosotros… vuelve a la perrera. – Dijo el chico mirándola.
- Pero… - Dijo la chica antes de que la cortasen.
- Yuta tiene razón. – Dijo Naruto sin mirarla y comprobando que su arma estuviese bien.

Naruto les dijo a todos que como el lago quedaba a la derecha del camping lo mejor sería ir por la izquierda. Ya que haría pendiente hacia abajo y era mejor estar arriba de los enemigos. Empezaron a caminar lentamente por el bosque. Vigilaban bien si había vigías.

- Si no hay objetivos las armas apuntando al suelo. – Dijo Naruto, los demás solo escuchaban. – Cuando estemos en un tiroteo nunca os pongáis delante del campo visual de un amigo… es fácil pensar que nunca os darían pero… no sería la primera que muere alguien por un accidente así. – Dijo después tratando de darles algunos consejos. – Como no son zombies no hace falta apuntar a la cabeza… con darles por encima del abdomen bastara… dos o tres balas para asegurarse. – Naruto no sabía muy bien que más decir.
- ¿Deberíamos usar el modo automático de los fusiles? – Preguntó Kizashi mirando al rubio.
- Solo habéis practicado el semi, así que probablemente no podríais controlar el retroceso y las balas perdidas son un problema… creo que no es una buena idea. – Dijo Naruto, el si había puesto su arma en modo automático. – Yuta… ¿Tú si sabes usar armas automáticas verdad? – Preguntó Naruto haciendo que por un segundo todas las miradas cayesen en él.
- Si… - Dijo el chico, ahora solo le importaba ayudar a su amigo.
- Entonces tú hazlo… ira bien por si hay que dar fuego de supresión. – Dijo Naruto sin mirarle.
- ¿Qué es fuego de supresión? – Preguntó Sakura con curiosidad.
- Disparar sin parar a un enemigo, aunque este cubierto. Solo con la intención de que él no pueda dispararte a ti. – Dijo Hanabi mirándola.

A menos de cien metros ya tenían la valla metálica. Desde allí podían ver algunas tiendas de campaña. Esos hijos de puta parecían de acampada. Naruto les hizo una señala para que se detuviesen todos.

- Entraremos por la parte situada atrás y a la izquierda. . – Dijo Naruto medio agachado.
- Pero las jaulas están más bien hacia la derecha. – Dijo Hanabi recordando.
- Lo dije antes. El terreno hace pendiente hacia la derecha. Así que es mejor ir desde la parte más alta primero. – Dijo Naruto mirándoles a todos. – Intentaremos no hacer ningún disparo hasta que al menos aseguremos a Satoshi. Aunque si podemos no hacer ni uno solo mejor todavía. – Dijo Naruto.
- Deberíamos aprovechar y matarlos a todos. – Dijo Hanabi muy seria.
- Esto es una misión de rescate… lo otro habría que planearlo y pensarlo con más calma. – Dijo el rubio tratando de quitarle de la cabeza su idea de una masacre gratuita. – Si cuando vayamos a salir no nos han descubierto… nos iremos por la parte de la derecha hacia el lago. Y si nos metemos en un tiroteo intentaremos ir a donde entramos. Y si la cosa se pusiese realmente chunga deberíamos esforzarnos por ir a la entrada y que Ino venga a buscarnos. – Dijo Naruto tratando de terminar los últimos detalles del plan.
- Deberíamos planificar que hacer si hay algún herido. O incluso pensar que es posible que Satoshi lo este. – Dijo Kizashi mirando al rubio.
- Tienes razón. Sakura y Hanabi tendrían problemas para cargar con Satoshi o con vosotros. – Dijo Naruto mirando a Yuta y Kizashi. – Debería ser Kizashi el primero en cargar a un herido. Y luego Yuta. Y si hubiese un tercero pues yo. Lo bueno es que por muchos que sean no creo que tengan muchas armas, o no mejores que las nuestras al menos. – Naruto se quedó callado unos segundos, y después suspiro. – Si alguien va a dudar a la hora de disparar a otra persona. Lo mejor es que se vaya con Ino a esperarnos. – Dijo Naruto muy serio. Alguien dudando en medio de la batalla era un blanco fácil.

Nadie dijo nada. Así que Naruto volvió a caminar, rodeando el recinto vallado y poniéndose en el lugar en el que había dicho que entrarían. Dentro había algunas personas a las cuales podían ver haciendo una vida de lo más normal. Pero entre tantas tiendas, árboles y maleza habían pasado desapercibidos por los de dentro.

Si no fuese por las historias de Hanabi pensarían que eran supervivientes normales y corrientes. Una vez llegaron a la parte más atrás del recinto, pudieron ver el edificio de administración del que habló Hanabi. Esa parte sería la mejor para hacer un agujero en la valla ya que habría menos gente por la parte de detrás del edificio.

Naruto había traído unos alicates que tenía en su camión. Sabía muy bien que en una misión muy fácilmente podrías necesitar herramientas como un destornillador o cosas así. Poco a poco, y desgastando cada vez más las cuchillas de los alicates, fue rompiendo varios de los hilos metálicos que entrelazaban la valla. Cuando cortó unos cuantos se guardó los alicates de nuevo y por medio de su propia fuerza hizo un agujero lo suficientemente grande como para que pasase una persona.

- Yuta tu delante. – Dijo Naruto quedándose en el suelo con una rodilla hincada en la tierra y apuntando con su arma en una posición vigilante.

El hombre le hizo caso y entro el primero. Dándose cuenta de las intenciones de Naruto lo imitó colocándose en la misma posición defensiva, así vigilaría y podría proteger a sus compañeros mientras estaban ocupados entrando.

Cuando ya todos habían pasado el rubio lo hizo también mientras eran los demás quienes cubrían que nadie le viese. Una vez se reunieron todos Naruto volvió a ponerse a la cabeza.

- ¿Hacia allí? – Preguntó Naruto mirando a Hanabi.
- Si, ¿Ves la carpa esa azul grande? Allí tenían al menos cuatro jaulas. Era donde yo estaba. – Dijo la chica recordando su captura de la que logró salir con vida.

Toda la actividad estaba en el centro del campamento. De nuevo parecía una comunidad de lo más normal y corriente. En realidad por algún motivo se habían imaginado aborígenes en taparrabos bailando al son del fuego mientras metían personas en una olla hirviendo.

Dieron la vuelta al edificio de administración y pasaron por detrás de varios árboles. Pudieron ver a un hombre y una mujer echando una partida a las cartas. Luego otros estaban simplemente con algunas tareas de limpieza y cosas así. Ninguno de ellos podía imaginar que tenían intrusos.

Avanzaron hasta colocarse de espaldas a la carpa azul de la que hablaba Hanabi. Como había una pequeña separación entre el suelo y la tela Naruto vio una sombra moverse, probablemente un guardia.

- Hanabi… - Susurró Naruto, ella llevaba el único arma que no hacia ruido.
- Voy. – Dijo la chica sacando una flecha.

No podían ver a la persona que había dentro. La carpa era rectangular y tenía una entrada por uno de los lados cortos. Hanabi dio un paso hacia delante tratando de ir hacia la puerta, no sabía que encontraría así que iba con cuidado.

Sin embargo Eita se levantó del suelo y empujo a Hanabi haciendo que se le cayese la flecha y también desequilibro a Naruto. Con cierta prisa se acercó a la entrada girando la esquina y perdiendo el contacto con Naruto y los demás.

- Escucha, deberíamos hablar. – Escucharon Naruto y los demás de la boca de Eita, probablemente con el guardián.

En cuanto Naruto se recuperó fue también corriendo hacia la entrada. Yuta y Kizashi le siguieron los más rápidos. Cuando giraron y dirigieron su vista hacia el interior de la carpa vieron a un hombre bastante alto y delgado que tenía atravesada la cabeza de Eita con una especie de machete bastante largo.

- ¡Eita! – Gritó Kizashi.

Con mucha soltura y agilidad Naruto alzó su fusil de asalto y disparó una solitaria bala que atravesó la cabeza del hombre que acababa de matar a Eita. Los dos cayeron sin vida al suelo.

- Viejo idiota… - Musitó Yuta algo frustrado por la situación.

Luego llegaron Hanabi y Sakura que se quedaron muy impactadas al ver a un hombre muerto y a un conocido con un cuchillo más largo que un antebrazo saliendo de su cabeza. Se quedaron algo paralizadas.

Sin embargo Naruto estaba escuchando ya mucho ajetreo en el campamento. Su disparo y el grito de Kizashi no habían pasado desapercibidos.

- ¡No os paréis ahora! – Dijo Naruto examinando las jaulas.

Había seis, tres a cada lado. En algunas pudieron ver manchas de sangre, orina y también restos de excrementos. Daba verdadero asco pensar en las pobres personas que estuvieron allí esperando para morir. Todas las jaulas estaban vacías, menos una en la que había un chico.

- ¡Ayudadme! – Suplicó esperanzado.
- No es Satoshi… - Dijo Naruto mirando a los ojos del chico encerrado.
- ¿¡Y donde esta!? – Preguntó Sakura muy preocupada.

La mirada de Naruto se fue en dirección hacia el edificio de administración. Pero no podía evitar recordar que todo el mundo ya sabía de su presencia. Todo se estaba complicando demasiado.

CONTINUARA… (Del puño y letra de Layla-Chan)

Tardaron cerca de veinte minutos en matar a todos los zombies que quedaban. No quería hacer ruido así que entre Hanabi y Naruto, que usaba el machete con el que mataron a Eita, los mataron a todos.

Mientras tanto Kizashi estuvo revisando los pedazos de valla arrancados. Los zombies habían arremetido bien contra las defensas de la perrera.

- “No tiene buena pinta…” – Pensó el pelirrosa.

Yuta había tenido que entrar al coche donde estaban Ino y Sasuke. Le dolía mucho la pierna en el lugar en el que le habían disparado.

- ¿Estas bien? – Preguntó Ino mirándole.
- No te preocupes… solo es un rasguño. – Dijo el chico quitándole importancia.
- No te hagas el duro. – Dijo la rubia.
- ¿La bala sigue dentro? – Preguntó Sasuke uniéndose a la conversación.
- No lo sé… - Dijo Yuta que no tenía mucha confianza con el chico.
- Eso es fácil de saber. – Dijo Ino levantando un poco la pierna de Yuta.

Se quejó un poco por el movimiento, le había dolido. Ino empezó a tocar un poco por la parte de atrás del muslo. Si había también herida por allí la bala habría salido.

- No, sigue dentro. – Dijo la chica mirando a Yuta.
- ¿Tenéis a alguien que sepa de medicina? – Preguntó Sasuke mirándoles.
- Si… Sakura… pero ahora… - Dijo la chica mirando hacia el interior del edificio.

La pelirrosa se había encerrado en su habitación. Le apetecía estar sola ahora. Como la puerta había estado cerrada no había entrado ningún zombie, así que estaba intacta. Estaba inmóvil en su cama, como si ni llorar pudiese ya.

Recordó que al entrar en aquel edificio Naruto la agarró con mucha fuerza. Al principio se le hizo extraño pero al poco pudo entenderlo. La sensación de frustración que sintió en aquel momento no tenía límites. Después recordó como Yuta prácticamente describió el estado de Satoshi, no quería pensar en eso, pero ahora no podía evitarlo.

Pero fue sacada de sus pensamientos cuando alguien llamó a su puerta, y sin esperar una respuesta se abrió. Por ella pudo ver entrar a Naruto, que parecía algo preocupado.

- No quiero hablar ahora. – Dijo ella distante y sin dirigirle la mirada.
- Solo quería… saber cómo estabas. – Dijo Naruto algo triste.
- ¡¡Que no quiero hablar contigo!! – Gritó ella haciendo énfasis en el contigo.
- Yo… se lo que se siente cuando pierd… - Dijo antes de ser cortado por Sakura.
- ¡¡Que te calles!! – Gritó ella de nuevo, no quería escucharle. No a él. – Te odio… - Dijo ella después con la voz rota.
- ¿Por qué? – Preguntó Naruto que podía sentir su dolor solo escuchándola.
- Cuando… estábamos yendo a rescatarle… - Dijo refiriéndose a Satoshi. – Yo ya estaba preparada para lo peor. Pero… fueron tus palabras las que me hicieron ser optimista… fuiste tú quien me convenció de que le salvaríamos sí o sí.
- Yo solo pretendía… - De nuevo Sakura le cortó.
- Me importa una mierda… lárgate… no quiero ni verte. – Dijo ella tumbándose en su cama.

Naruto no tenía nada más que decirle. Sakura no tenía nada que escuchar. No pintaba nada allí. Cuando cerró la puerta marchándose de nuevo las lágrimas brotaron de sus ojos. No olvidaría este día.

Probablemente nadie del grupo lo haría. Había sido la jornada más nefasta desde hace muchos meses. Probablemente superada solo por los primeros días desde que comenzó todo.

Naruto salió al patio de nuevo, allí estaba Kizashi vigilando, ahora que no tenían vallas era algo bastante peligroso. Además estaba anocheciendo. Hanabi estaba encargándose hoy de preparar la cena, mientras que Ino seguía vigilando a Sasuke y cuidando un poco de Yuta.

- Con la bala dentro puede infectarse… - Dijo Sasuke mirando a los dos.
- Supongo que debería ir a buscarla. – Dijo la rubia.
- No la molestes… no ahora. – Dijo Yuta pensando en su amigo muerto.
- Sakura lo entenderá. – Dijo Ino saliendo del coche, Yuta suspiró. Era como si todo el enfado que había tenido con la rubia se hubiese esfumado.

Mientras tanto Naruto se acercó a Kizashi. La situación estaba algo tensa, habían muerto muchas personas. Había sido algo horrible.

- ¿Qué haremos? – Preguntó Naruto.
- No lo sé… pero este lugar… ya no es seguro. Sin las vallas los muertos pueden rodearnos fácilmente. Y además están los locos esos… creo que… deberíamos irnos de aquí. – Dijo Kizashi.

Naruto iba a responder. Pero en ese momento apareció Ino junto con Sakura. Por respeto nadie dijo nada, como para no romper el silencio. Sabían que Sakura solo había salido a ayudar a Yuta. Que alguien muriese de una infección sería algo muy estúpido ahora, la pelirrosa llevaba a su espalda la mochila de las medicinas.

Sasuke e Ino ayudaron a Yuta a salir del coche. Al acabarse la adrenalina en su cuerpo empezaba a notar que andar le costaba. Le apoyaron en el suelo y Sakura se puso de cuclillas delante de él empezando a sacar algunas cosas.

La pelirrosa advirtió a Yuta de que esto le dolería, el asintió sin decir nada más. Lo más parecido unas pinzas quirúrgicas era unas pinzas que Sakura tenía en su neceser.

Con la ayuda de un mechero y alcohol lo esterilizó. Por fortuna la herida de bala de Yuta había sido con una 9mm y el proyectil era muy pequeño, fue fácil sacarlo. Yuta se esforzó por no quejarse. Por respeto a Sakura y bueno, porque estaba Ino delante también.

Después le curó la herida y le dio antibióticos. Sakura no había tenido tiempo a terminar la carrera de medicina, pero obviamente ya sabía bastante más que el resto. Hanabi ya había preparado algo para comer para todos.

Naruto les dijo que el haría guardia en la zona del agujero de la valla, por si acaso. Se llevó su plato. En verdad lo hizo porque sabía que si se quedaba con ellos Sakura no querría cenar hoy, y prefería que estuviese con sus padres y sus amigos. Ya estaba acostumbrado a estar solo.

El rubio se quedó en silencio mirando la valla, Kizashi tenía razón era irreparable. No podía evitar preguntarse qué habría podido llamar la atención de tantos zombies. Por fortuna ahora ninguno le estaba molestando, así podía cenar con tranquilidad.

Tras unos cuantos minutos un ruido llamó su atención detrás de él, obviamente se giró y pudo encontrarse cara a cara con los ojos azules de Ino. Por un segundo se había llevado un buen susto.

- Eres tu… - Suspiró aliviado.
- No quería asustarte. – Dijo ella sentándose a su lado.
- Tranquila. – Dijo el chico mientras seguía comiendo. - ¿Querías algo? – Preguntó con curiosidad.
- Es, bueno. Lo he estado pensando mucho… y es sobre lo que hablamos esta mañana. – Dijo la chica frotándose las manos.
- ¿Y qué has pensado? – Preguntó Naruto mirándola.
- Después… de lo de hoy me he dado cuenta de que no estamos tan seguros como creíamos. – Dijo pensando en todos los que habían muerto.
- Ya… todos nos hemos dado cuenta. – Dijo Naruto triste.
- Después, de ver a Sakura. – Dijo Ino recordando cómo se la había encontrado en su habitación cuando fue a pedirle ayuda para Yuta. – Me he dado cuenta de que no quiero volver a sufrir como cuando empezó todo esto… no quiero… cogerle un cariño especial a nadie… no quiero enamorarme de nadie. – Dijo la chica muy triste.

Ella no estaba enamorada de Naruto, pero dicen que el roce hace el cariño y si hubiesen continuado con el plan que habían trazado la mañana de aquel día su relación se habría intensificado bastante. Eso era justamente lo que quería evitar.

- Te comprendo… hoy… yo también he revivido algunas cosas. – Dijo Naruto recordando el pasado.
- Como tú, yo también tenía pareja cuando empezó todo esto… y también murió. – Dijo la chica bastante triste. – Y no sé si estoy preparada para volver a vivirlo. – Dijo Ino mirándole.
- Entendido, me parece bien. – Dijo Naruto tratando de animarla.
- Pero no me malinterpretes… no es que crea que tú vas a... morir. – Dijo costándole al final. – Probablemente tú serias el último de todos nosotros… pero es solo… que no me quiero implicar a nivel sentimental con nadie. – Dijo Ino tratando de explicarse mejor.
- Entonces, seamos buenos amigos. – Dijo Naruto sonriendo, parecía una fuente de optimismo.

En realidad Naruto estaba tan deprimido como todos los demás, o puede que más. Pero no quería que se notase, no quería empeorar la situación. No más de lo que ya lo había hecho.

- Claro. – Respondió ella sonriendo también.

Aquella noche decidieron que harían guardia por parejas. Uno cubriendo la entrada y otro cubriendo la zona del gran estropicio de la valla. Por “casualidad” Yuta y Sakura se libraron de hacer guardia. El primero por su herida y la segunda por darle un pequeño respiro. Al amanecer se despertaron todos casi a la vez y Kizashi organizó una pequeña reunión en la entrada.

Allí les contó lo que había estado hablando con Naruto. La perrera ya no era segura, la valla era irreparable y una segunda horda de zombies podría llegar igual que la que se había llevado por delante a Kano y Yuki.

- ¿Y qué haremos ahora? – Preguntó Yuta que era el único que estaba sentado.
- Deberíamos buscar un nuevo refugio… pero lejos de Konoha, al fin y al cabo… no me gustaría tener una visita de nuevo de esos… tipos. – Dijo Kizashi tratando de no herir ninguna sensibilidad.
- Tenemos mucha comida y cabe casi toda en mi camión. – Dijo Naruto mirándoles. – Tiene que haber algún otro sitio igual de seguro o más que este. – Añadió al final.
- ¿Cuándo te has vuelto el segundo al mando? – Preguntó irónicamente Sakura. El rubio tragó saliva y no dijo nada, como todos los demás. Pero ya no volvería a decir nada.
- Si creéis que es lo mejor… - Dijo Ino, le daba algo de miedo volver a estar sin un lugar al que llamar refugio. Pero el de ahora tampoco lo era ya.
- ¿Puedo pediros una cosa? – Preguntó Sasuke acercándose al grupo.
- ¿El qué? – Preguntó Kizashi algo distante.
- Antes de que me capturasen estaba con mi propio grupo, están también cerca de Konoha. Me preguntaba si podríais acercarme antes de marcharos… me da algo de miedo ir hasta allí solo y a pie. – Dijo mirándoles a todos.
- ¿Y nos aceptarían en tu grupo? – Preguntó Ino sin preguntar a los demás que opinaban.
- Normalmente, con personas que van solas no tienen problemas… pero no solemos acoger a grupos enteros. – Dijo Sasuke tratando de negarse sutilmente.
- Yo tampoco lo haría. – Dijo Naruto notando la lógica del grupo del moreno. Una fusión entre dos grupos, puede ser un asunto espinoso.
- Nadie te ha preguntado… - Dijo Sakura de nuevo haciendo que Naruto se volviese a callar, sin duda no quería escuchar su voz.
- Bueno, me parece bien. No perdemos nada si dices que están cerca. – Dijo Kizashi. – Pero a cambio nos ayudaras a cargar las provisiones en el monovolumen y el camión. – Dijo Kizashi entrando en el edificio. – Ino y Sakura haced guardia en la puerta. Los demás a trabajar.

Guardar ahora todas las provisiones en el camión de Naruto sería algo pesado. Pero tenían que hacerlo, no iban a dejar la comida. También pusieron algunos de los colchones que usaban para dormir. Aunque estos los atacaron a la baca del monovolumen. Yuta se quedó en su sitio, no estaba como para transportar bultos ahora.

- ¿Cómo estás? – Preguntó Ino acercándose.
- Mejor, pero aún me duele. – Dijo contento. Todo lo que había ocurrido había opacado del todo el enfado que tenía con Naruto y con Ino.

Tardaron una media hora en terminar de cargar todas las cosas. Después se quedaron cerca de un minuto sin hacer nada, casi parecía que se despedían de aquel lugar. Era normal, habían estado en él varios meses. Menos Hanabi y Naruto.

- Sasuke. – Le llamó Naruto desde lo lejos.
- ¿Si? – Preguntó el chico.
- Sube en el asiento del copiloto de mi camión, ya que iré delante. – Dijo Naruto que no quería dejarlo con los demás.
- Entendido. – Dijo el chico de manera muy servicial.

Sasuke le hizo caso y se subió en el asiento del copiloto. Después Naruto fue a donde estaba Yuta sentado. Los demás estaban ultimando los preparativos.

- Deberías tumbarte en el colchón que tengo en el camión. Estarás un poco apretado, pero mejor que sentado en el coche. – Dijo Naruto mirándole.
- … - Una cosa era dejar de estar enfadada con Ino fácilmente, pero con Naruto aún le costaba. – Esta bien… - Dijo después dándose cuenta de que realmente solo se estaba preocupando por él. Llevaba todo el día haciéndose el duro, le apetecía poder relajarse de una maldita vez.
- ¿Necesitas ayuda? – Preguntó viendo como le costaba levantarse.
- No, puedo solo. – Dijo empezando a caminar.

Naruto le abrió la puerta de atrás del camión, se tumbó en lo que fue la casa de Naruto durante seis meses, al dejar de estar en contacto con el suelo notó rápidamente el alivio. Después todo se quedó un poco oscuro cuando Naruto la volvió a cerrar, menos mal que tenía dos pequeñas ventanas en las puertas traseras.

- ¡Si pasa algo toca el claxon! – Gritó Naruto a Kizashi que estaba subiéndose al coche.

Kizashi se puso delante y su hija en el copiloto. Hanabi e Ino estaban en los asientos centrales. Y ya está, nadie más. Se les hacía raro ser tan pocos. Naruto empezó a conducir siguiendo las indicaciones de Sasuke.

- Te dejaré a un kilómetro de donde este tu grupo… por si acaso. – Dijo Naruto que no se fiaba.
- Me parece bien. – Dijo Sasuke. – Oye… - Le dijo después.
- ¿Si? – Preguntó Naruto.
- Antes dije que no acogeríamos a un grupo entero… pero… tú y la pelo chicle si podríais venir conmigo… un soldado y una doctora… no habría ningún problema. – Dijo Sasuke mirándole.
- No, gracias. – Dijo sin dejar de mirar la carretera. – Esta gente son mis amigos, y no les dejaré. – Dijo decidido.
- Vaya… veo que no te podre convencer. – Dijo el moreno negando con la cabeza.

No dijeron nada más hasta llegar al lugar al que Sasuke le había guiado. Estaba cerca de Konoha pero no del lugar en el que estaban, habían tenido que rodear casi toda la ciudad.

- Ten… - Dijo Naruto entregándole el machete con el que mataron a Eita, tampoco tenía mucho interés en guardarlo.
- ¿Y esto? – Preguntó cogiéndolo por el mango.
- Puede ser un kilómetro movidito si no tienes suerte. – Dijo mirándole a los ojos.
- Entiendo, pues gracias. – Dijo Sasuke, Naruto no supo si lo decía de verdad o irónicamente.

Sasuke se bajó del camión, con un pequeño gesto se despidió de los cuatro que había en el coche de atrás. Después Naruto emprendió de nuevo el rumbo en dirección contraria.

- Ese tío no me cae bien. – Dijo Yuta, la puerta que conectaba la cabina con la parte de atrás estaba abierta y lo había escuchado todo.
- Ni a mi… - Dijo Naruto acelerando de nuevo.

CONTINUARA…