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El Don de la Diosa - Acto Final
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NaruSaku v2.0 :: :: Fan Fic :: FF Terminados
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El Don de la Diosa - Acto Final
Buenas a todos. Queria traeros una nueva idea que he tenido. Quiero avisar de antemano que sera un fic corto con menos de una decena de capitulos. Sin embargo intentare que sean capitulos bastante larguillos todos. Este me ha ocupado 15 paginas de word y es solo el prologo. Asi que espero que los demas sean un poco mas largos. Espero que os guste.
Por una sucia y gris calle de un pequeño pueblo caminaba con paso firme y seguro un joven de no más de veinte años. Llevaba unas botas negras bastante grandes y gruesas, luego unos pantalones también negros. Por encima tenía una chaqueta negra de cuello alto. Solo que esta era de manga corta y bajaba hacia las piernas como una capa.
También tenía unos guantes negros cubriendo sus manos así que en resumen las únicas partes visibles de su cuerpo eran los antebrazos y su rostro. Un rostro adornado por dos ojos azules y una cabellera rubia algo alborotada. Tenía exactamente 21 años y era bastante atractivo.
Atada con correas tenía a su espalda una ancha y larga espada que hacía que se ganase la mirada de todos los hombres. Las mujeres lo miraban por otro motivo más evidente y primario.
La ropa es exactamente así. Ignorad la espada y el color de pelo.
Esta es la espada.
Llevase su vista a donde la llevase solo podía ver la clara decadencia en la que estaba sumida el país. Aquel pueblo estaba al lado de la costa y como era lo más habitual trataba de mantenerse con la pesca.
Sin embargo todo el mar ya estaba contaminado por completo por tantas fábricas militares y por tantas batallas en alta mar que lo habían llenado todo de combustible y todo tipo de productos químicos que hacía que capturar un pez fuese de lo más difícil. Y que comérselo luego fuese un deporte de riesgo.
Aquel pueblo también trataba de subsistir gracias a la minería. Sin embargo todas las minas fueron confiscadas por el ejército cuando la guerra empezó hace ya más de diez años. Así que con las minas expoliadas para fines militares y los mares contaminados era muy sencillo imaginarse la vida en el pueblo.
Rondando el 90% de la población desempleada el crimen estaba a la orden del día. Casas ocupadas, ningún alquiler pagado. El crimen estaba a la orden del día robar y asesinar para comer ya no era nada extraño. Y todo esto trajo una ola de decadencia y ya casi que reinaba la ley del más fuerte. Violar para satisfacer las necesidades físicas se había convertido en algo normal también.
Los únicos que más o menos podían tirar para adelante eran los dueños de los pocos bares. Sin embargo tener que pagar la seguridad a las bandas callejeras para poder mantenerse les dejaba poco beneficio. Y el riesgo de que un día algún idiota te destrozase la tienda y matase a algún cliente o al propio dueño era demasiado alto.
Pero todos hacían lo que podían para tratar de subsistir en aquella ciudad. ¿Por qué no se iban a otra ciudad? Pues porque todos los pueblos y ciudades del país estaban en las mismas condiciones. La guerra solaba aquellas tierras desde hacía ya 10 años y la pobreza extrema y la violencia era el pan de cada día en aquel país. No, en todo el mundo.
Alistarse en el ejército era una opción viable sin embargo miles de soldados eran enviados cada día a la muerte en misiones suicidas planeadas por opulentos generales en sus asientos de cuero. Muchos soñaban con poder ganarse la vida en la capital. Lo que no sabían es que la capital era incluso peor.
Había un barrio donde Vivian los directivos de las empresas y los altos mandos del ejército con su familia. El único lugar de prosperidad en todo el país. Sin embargo para la clase baja era imposible llegar a allí.
Después ese barrio estaba rodeado por la más absoluta miseria. Lo mejor de todo es que eran trabajadores que se pasaban 12 horas al día en fábricas y oficinas para poder llevar un mendrugo de pan a la mesa de su familia. La clase media ya no existía en el país.
Estaba la clase baja viviendo en la capital. Y la clase muy baja en los demás pueblos y ciudades. Sin embargo muchos dudaban si trabajar 12 horas al día valía la pena para poder tener algo más que comer. Aunque obviamente los que lo hacían era por cargas familiares.
Los pequeños granjeros estuvieron bien más tiempo sin embargo entre los militares robando las cosechas para poder comer y los delincuentes que ya no tenían freno acabó por ser igual de desagradable. Parecía que no había ninguna buena opción. Parecía que ya no había luz al final del camino.
Y la vista que tenía nuestro protagonista del pueblo era sin duda lo que se podía esperar del mundo. Mirando a la izquierda podía ver dos niños pidiendo comida a un hombre que no tenía ni para él.
Mirando a la derecha pudo ver en un callejo como un hombre violaba a una chica que no llegaría ni a la mayoría de edad. Ah, luego los niños que pedían acabaron por apuñalar a aquel hombre para robarle la cartera y los zapatos y dejarlo desangrando en el suelo.
Negó con la cabeza ante tal espectáculo y por fin llego a su destino. Un decadente antro donde poder tomarse alguna copa. Aunque el interior parecía demasiado peligroso no se amedrentó ni un segundo.
Había un hombre en una mesa que parecía muerto por intoxicación etílica. A nadie le importaba. Otros dos se estaban peleando bastante seriamente y todos parecían divertidos.
Las pocas mujeres que se atrevían a adentrar allí parecían prostitutas que aspiraban a poder encontrar alguna copa gratis, algo de comer y una cama en la que poder pasar la noche después de soportar a algún asqueroso encima durante diez patéticos minutos.
Aunque sin duda las pocas que había se fijaron rápidamente en el apuesto chico que había entrado en aquel lugar. Era el chico más joven del lugar y sin duda el más guapo. Y el único que parecía haberse duchado en la última semana.
Siguió caminando ante la atenta miradas de todos. Ganándose el amor y el odio de unos cuantos. Se sentó en la barra del local haciendo que la joven mujer que allí estaba le atendiese. Tendría unos 17 años y el miedo la delataba. Tenía el pelo corto y marrón. Los ojos del color de su pelo también. Era realmente guapa.
- ¿Qué va a tomar? - Preguntó tímidamente la chica mirando al forastero.
- Whisky. Saca una botella. - Dijo el chico mirándola rápidamente.
- El dinero… por adelantado señor. Son… 100 Ryus. - Dijo ella mirando hacia un lado.
El joven comprendió que más de uno se marchaba sin pagar. Quizás por una sola copa no le habrían cobrado por adelantado pero toda la botella ya era otro asunto. Llevó su mano a una de las bolsas de su cinturón y saco un pequeño fajo de billetes. Tras seleccionar cuatro de ellos se los entregó a la chica.
Cuando extendió la mano, la chica lo cogió. Sin embargo cuando su delicada piel tocaron los ásperos guantes del joven se sonrojo profundamente y lo miro a los ojos notando como el los fijaba en ella severamente. Luego se recompuso, sin duda había sido raro ver a un chico así, tan diferente a los demás.
- Aquí hay 150. - Dijo ella mirándolo.
- Trae también algo de comer. - Respondió el joven mirándola a los ojos.
- Enseguida señor. - Dijo la joven sonriendo por primera vez en todo el rato.
La joven se adentró en la cocina a pedirle a su madre que preparase algo para cenar. Después fue a la despensa donde cogió la botella encargada por el rubio. Tras coger un vaso y limpiarlo personalmente para variar volvió a la barra.
Sin embargo se asustó un poco cuando al volver vio que aquel joven que la había encandilado estaba rodeado por dos sujetos con malas pintas. Sin embargo ella no estaba en situación de defender a nadie así que se quedó callada como le aconsejo su padre cuando empezó a trabajar en el negocio familiar.
- Forastero. Tienes que pagar el peaje por estar en nuestro pueblo. - Dijo uno de ellos poniendo su mano en el hombro del chico.
- Son 50 Ryus por estar aquí en nuestro territorio. - Dijo el otro acercándose al chico de los profundos ojos azules.
- ¿Y si me niego? - Preguntó con una voz muy seria y con los ojos cerrados.
- Entonces tienes un problema. - Dijo uno de ellos metiendo su mano en el bolsillo.
El chico giró su cabeza con velocidad y abriendo los ojos mirando fijamente a uno de ellos. En aquel momento sus pupilas se habían vuelto rojas y emanaba una extraña aura invisible que amedrentó a aquellos dos hombres.
- ¿Qué problema? - Preguntó serio.
- Ninguno… da… igual. - Dijo el otro alejándose de él y siendo imitado por su compañero.
El chico cerró los ojos y devolvió su vista hacia la chica. Cuando los abrió eran de nuevo azules. La joven dejó la botella y el vaso en la barra.
- Gracias. - Dijo el rubio dedicándole una sonrisa.
- De nada. - Dijo ella sonrojada mirándolo sonriendo también.
Cogió el vaso y la botella y ser sirvió la primera copa del a noche. Tras probarla pudo ver que la chica le había una de las mejores botellas que tenían guardada.
- ¿Cómo te llamas? - Preguntó el rubio sorprendiendo a la bella joven.
- Me… lla… me llamo Satsuki señor. - Dijo ella sonrojada y tartamudeando. - ¿Y usted? - Preguntó sonrojada mirando hacia un lado.
- No me llames señor ni me trates de usted por favor. Me llamo Naruto… así que simplemente llamase así. - Dijo el chico sonriendo y tendiendo su mano.
- Encantada… Naruto. - Dijo ella cogiendo su mano algo sonrojada pero feliz.
A los pocos minutos apareció una mujer de unos treinta años. Su rostro se veía muy cansado como si le pesase toda la vida en los hombros. En sus manos llevaba una bandeja con un plato de comida que probablemente llevase el nombre de Naruto.
Se lo dio a su hija y esta se lo colocó a Naruto al lado de su botella. Él se lo agradeció y comenzó a comer después de un largo día de viaje que había tenido que soportar. Sin embargo en aquel momento entraron cuatro hombres con algunas espadas y hachas haciendo bastante ruido. Alardeaban de haber matado a alguna persona hoy y que ahora les apetecía divertirse. Naruto los ignoró y siguió comiendo.
Pasaron unos cuantos minutos hasta que un grito femenino hizo que se diese la vuelta. Satsuki había ido a llevar unas copas a una mesa pero al dejarlas había sido abordada por un enorme hombre que la había rodeado con su musculoso brazo mientras sujetaba su trasero.
- Suélteme señor… por… por favor. - Dijo ella con una lágrima asomando por su rostro.
Un hombre salió rápidamente de detrás de la barra. Era el padre de Satsuki que veía a su hija siendo acosada por uno de sus peores clientes.
- Señor por favor suelte a mi hija. - Dijo el hombre tratando de calmarle.
- Vamos si no le hare nada malo… solo… nos vamos a divertir. - Dijo después llevando una mano al pecho de la joven.
- Por favor… - Suplico ella asustada.
- ¡Suéltala! - Gritó su padre tratando de agarrar el brazo del hombre.
Sin embargo con la mano libre le dio un fuerte golpe en la cabeza abriendo una brecha en su frente y tirándolo al suelo. Naruto negó con la cabeza y se terminó su trago. Después se levantó y tras darse media vuelta se acercó hacia aquella mesa.
- ¿y tú qué quieres? - Preguntó divertido aquel hombre.
- 400 Ryus… y te quito tus problemas. - Dijo mirando al padre de Satsuki.
- ¿Cómo? - Preguntó hombre tapándose su herida de la frente.
- Dame 400 Ryus… y te quitare tus problemas. - Dijo señalando al hombre que iba a violar a su hija.
- ¡Eres un mercenario! - Dijo sorprendido el dueño del bar.
- ¿Hay trato? - Preguntó Naruto mirándolo.
Nada más llegar esos hombres ya habían roto algunas cosas. Además eran bastante habituales por el lugar y las broncas que armaban de manera diaria molestaban mucho a la pobre familia que luchaba por salir adelante. Y ahora además estaban a punto de violar a su única hija.
- Hecho. - Dijo el hombre mirando a Naruto.
Naruto esbozó una pequeña sonrisa y comenzó a caminar hacia el hombre que estaba metiendo mano a Satsuki. Le dio una pequeña advertencia de que se quedase quieto pero el rubio la ignoró.
Levantó su mano poco a poco y el hombre fue a levantarse para darle un puñetazo. Este fue detenido por la mano desnuda de Naruto. Después con su otra mano agarró su cabeza y con fuerza la estampó contra el suelo haciendo un pequeño agujero y dejándolo fuera de combate.
Al verse liberada Satsuki corrió tras su padre y los otros tres hombres se levantaron sacando sus armas de sus vainas. Naruto solo los miro sonriendo confiado en sus habilidades.
Uno de ellos fue a darle un espadazo vertical pero lo esquivó dando un paso hacia el lado. Rápidamente le cogió del brazo y con un suave movimiento le desencajo el hombro para después darle un rodillazo en la cara rompiendo su nariz.
El segundo hombre empezó a lanzar estocadas por todos lados pero Naruto las evitaba con mucha facilidad. Cuando vio una brecha en su ataque le dio un puñetazo en el pecho haciendo que escupiese sangre y después lo agarró por el brazo haciéndole una proyección con la que lo lanzó fuera del local por la puerta.
El otro hombre lo miraba temblando con la espada en la mano. Todos estaban en silencio sorprendidos por la fuerza de aquel joven.
- ¿Ni usaras tu gran espada? - Preguntó el hombre temblando.
- ¿Esta? - Preguntó Naruto cogiendo el mango. - No… solo la usó con oponentes que valgan la pena. - Dijo después llevando su mano a una espada del suelo.
A gran velocidad Naruto apareció detrás de aquel hombre y su espada se cortó en dos igual que un profundo corte en su pecho que mancho de sangre la madera que hacía de suelo en aquel bar. Luego lanzó la espada por la puerta para no ensuciar o romper más cosas.
Entre el dueño del bar y unos clientes más llevaron los cuerpos inconscientes de los cuatro hombres fuera de aquel lugar. Sin embargo al hacerlo comprobaron que aquellos cuatro estaban muertos. El del espadazo todavía era normal pero eso significaba que había matado a los otros tres a golpes. Con pocos golpes mejor dicho. Sin embargo era lo mejor porque si los dejaba vivos volverían a buscar venganza y eso habría sido contraproducente.
Naruto volvió a la barra y siguió comiendo como si no hubiese pasado nada. Todo el mundo se quedó en silencio y por una noche no habría más broncas allí. Satsuki se acercó por detrás de Naruto y tiró de su chaqueta.
- Gracias… Naruto… - Dijo la chica sonrojada pero aun con restos de miedo.
Naruto sonrió y paso una mano por la espalda de Satsuki acercándose hacia ella y colocando su rostro junto a la oreja de la chica.
- No se lo digas a tu padre pero te habría ayudado igual aunque no me pagase. - Dijo Naruto haciendo que la chica sonriese.
- Gracias. - Dijo ella sonriendo y volviendo al trabajo.
La noche terminó con bastante tranquilidad realmente. Él era un Mercenario y quizás eran los que mejor se ganaban la vida en este mundo. Esto era la ley del más fuerte. Pero a veces los más fuertes vendían su fuerza a los débiles por unos cuantos billetes.
Bueno, era lo mejor que podías hacer si eras lo suficientemente bueno como para sobrevivir en esas condiciones. Y a Naruto eso se le daba realmente bien ya que podía ganarse bien la vida de pueblo en pueblo.
Ya casi todo el mundo se había marchado y solo quedaba Naruto en el interior donde el dueño del bar le estaba pagando los 400 Ryus.
- ¿Tenéis alguna habitación para pasar la noche? - Preguntó Naruto mirando al hombre. - Solo serán un par de noches. - Dijo después.
- Sí. Son 50 Ryus la noche. - Dijo el hombre volviendo tras la barra.
- Toma. - Dijo dándole 50. - Lo de esta noche. - Dijo Naruto.
- Satsuki por favor… ¿Le acompañas a su habitación? - Preguntó el padre mientras barría el suelo.
- Claro papa. - Dijo la chica mirando a Naruto. - Sígueme. - Dijo ella después mirándolo.
La joven miró a Naruto sonriendo y el chico se limitó a seguirla. Ella subió por unas escaleras que había después de la cocina y que llevaban al piso de arriba. Era una habitación de invitados normal y corriente pero si el cliente parecía de fiar era una tontería renunciar a un dinero extra.
- Si necesitas algo estoy en la habitación de al lado. - Dijo la chica mirándole desde la puerta.
- Gracias Satsuki. - Dijo el chico poniéndose cómodo.
- De nada… y gracias de nuevo… por lo de antes Naruto. - Dijo ella sonrojada mirándole.
- No tienes que darlas. - Contestó después el rubio tumbándose en la cama mirando el techo.
La chica se mordió el labio inferior y se marchó de la habitación cerrando la puerta. Naruto dejo su exageradamente grande espada en el suelo y se quedó mirando el techo un rato. Cuando pasaron los minutos se levantó y se sentó en una silla sacando un fajo de billetes y colocándolos encima de la mesa.
Empezó a contarlos. Era todo el dinero que tenía ahorrado y que había ganado haciendo el trabajo sucio de los demás. Matar a otros mercenarios, acabar con secuestradores o venganza por violadores o todo tipo de crímenes. Bueno todo se podía limitar a matar y poco más. Aunque Naruto se había auto-impuesto una norma y era que jamás aceptaría un trabajo en contra de alguien que no mereciese morir.
Donde más dinero sacaba era en los pueblos donde mataba a grandes bandas organizadas que oprimían a todo el pueblo. Aunque no había habido suerte en este pueblo si había podido sacar algo.
- “7.350 Ryus… supongo que no está mal. Con esto ya tendré para poder vivir unos cuantos meses sin trabajar.” - Pensó guardándolo en unos de los bolsillos de nuevo.
Se quitó la chaqueta y la dejó en la silla quedándose en camiseta corta. También se quitó las botas liberando por fin sus pies que necesitaban un descanso. Apagó la luz y se tumbó dispuesto a dormir un rato.
Ya había pasado casi una hora en la que había logrado dormir un poco. Sin embargo escuchó un ruido que venía de la puerta y se alarmó lo suficiente como para despertar y coger el mango de su espada levantándola del suelo.
Sin embargo relajó todos sus músculos cuando vio a quien había entrado en su habitación. Era la joven Satsuki, la hija del dueño, que lo miraba desde la puerta. Sin pedir permiso la chica entró en el cuarto cerrando la puerta. Naruto volvió a dejar la espada en el suelo.
La chica se agarró el brazo izquierdo con su mano derecha mientras se mordía el labio y poco a poco se acercó a Naruto que se la quedo mirado sentado en la cama. Cuando llegó al lado de Naruto se sentó encima de él colocando sus rodillas en la cama dejando a Naruto entre sus piernas. El rubio la miraba a los ojos directamente sin dejar de hacerlo con las manos aun apoyadas en el colchón.
Satsuki fue a poner sus manos sobre el pecho de Naruto. Pero estas fueron rápidamente interceptadas por las del rubio que la miro ahora con más dedicación.
- Satsuki… - Susurró Naruto mirándola. - Yo no puedo ofrecerte mi amor. No puedo ofrecerte huir de este lugar conmigo. Solo puedo… ofrecerte una buena noche con mi compañía. - Dijo con voz seductora que sonrojó a la chica. - Quiero ser sincero porque no me gusta engañar a las chicas con las que me acuesto. - Dijo después cogiendo sus antebrazos con delicadeza.
- Soy una chica inteligente Naruto. No espero que te enamores de mí. Ni yo estoy enamorada de ti. Pero por primera he sentido una buena oportunidad para hacer esto por primera vez. ¿Qué puedo hacer? ¿Esperar al chico perfecto? Eso es estúpido… los chicos buenos ya están todos muertos. Y los chicos que valen la pena ya se han marchado de esta ratonera. Lo único que puedo hacer es esperar a que algún asqueroso borracho me viole o acabe convertida en la prostituta de alguna banda. Entonces… ¿Por qué rechazar lo que me parece sin duda una buena oportunidad? - Dijo la chica sorprendiendo a Naruto por su madurez ya que el la veía más como una niña.
La verdad es que en este mundo el sexo era una de las mejores opciones para pasar el rato y entretenerse. No había deportes ni dinero para gastar en ocio. Ni si quiera los niños ya tenían energías para divertirse jugar.
Así que entonces. ¿Por qué rechazar una buena oportunidad? Era sin duda una mentalidad bastante aceptable y acertada por parte de la chica. Y sin duda también era así para Naruto. Aunque a diferencia de muchos otros hombres de aquellos lugares nunca usó la fuerza o el dinero para conseguirlo. No le hacía falta pero tampoco lo habría hecho. Por eso le gustaba ser siempre sincero.
Naruto la cogió con fuerza por la espalda y la levanto para después tumbarla en la cama. Se quitó los guantes para poder acariciarla con sus propias manos y después tocó su suave rostro con sus manos. Los ojos color café de la chica lo miraban con expectación y sonrojo.
Algo sorprendió a Satsuki de aquel rudo y fuerte mercenario era la suavidad con la que la estaba tratando en esos momentos. Sin embargo eso era algo que le gustaba bastante. Naruto la miro a los ojos y después le sonrió.
- No puedo ofrecerte mi amor… pero si te puedo ofrecer el trato que mereces. El de una mujer que debe ser tratada con respeto y con delicadeza. - Dijo Naruto besando su cuello. - Porque es tu primera vez… mes esforzare al máximo para que nunca olvides esta noche. - Le susurró dulcemente al oído.
Después de decir esto Naruto no volvió a hablar simplemente se limitó a hacer lo que le había prometido. Y sin duda fue una gran noche para ambos. Cuando todo terminó la chica se despidió de el bastante satisfecha y contenta y se fue a su habitación con la excusa de que no quería que su padre se enterase.
Después del que sin duda había sido un día agotador el rubio se marchó a dormir plácidamente en una cama cómoda para variar.
Pero después de la noche viene el día y tocaba despertar de nuevo. Naruto bajó a desayunar a la barra del lugar. Allí se dedicó una mirada de complicidad con Satsuki. Sin embargo mantuvieron el silencio y el rubio tomó una leche caliente con una tostada de pan.
Justo en ese momento se abrió la puerta del local. Naruto no lo vio por qué estaba de espaldas pero había entrado un hombre bastante corpulento con una coraza de metal grisácea, unas hombreras y unas rodilleras del mismo material. Después tenía un pantalón negro.
Tenía bastante barba y parecía tener unos 30 años. Llevaba una Katana atada a su cintura y dio unos cuantos pasos en el local.
- Aun no hemos abierto señor. - Dijo Satsuki mirándole.
Aquellas palabras de la chica hicieron que el padre saliese de la cocina para ver a su visitante. Aunque pareció bastante asustado al verle. Naruto notó esta reacción así que instintivamente se dio la vuelta mirando por primera vez al hombre.
- ¿Quién es? - Preguntó Naruto mirando al tendero.
- Es… es… Zato… el… líder de la banda de los lobos negros. - Contesto el dueño de la posada asustado.
- ¿Y qué quieres? - Preguntó Naruto vacilante.
- Has matado a cuatro de mis hombres. Y tengo entendido que además fuiste contratado por el dueño de este lugar. Vengo a mataros a todos como penitencia. - Dijo el hombre con una voz bastante grave y seria.
Naruto esbozo una pequeña sonrisa. Sin duda había sido su día de suerte. Se levantó del taburete mirándolo desafiante.
- Sabía que no había sido buena idea. - Dijo el dueño del bar arrepintiéndose por lo hecho ayer.
- No te preocupes viejo. Lo echaré gratis de tu bar. - Dijo Naruto dando un paso hacia delante.
El hombre sacó su Katana de la vaina y la apuntó hacia Naruto que se quedó quieto mirándolo. Eso irritó un poco al líder de la banda.
- A pesar de todo soy un hombre de honor. Desenvaina tu espada. - Dijo con su misma voz seria.
- Esta espada… solo la sacó de su funda cuando mi oponente merece el honor de ser derrotado con ella. - Dijo Naruto haciendo enfadar al hombre. - Solo con mirar a un hombre a los ojos puede conocer su fuerza… y te aseguro que tú no eres un rival digno. - Dijo haciéndolo enfadar notablemente.
Naruto cerró los ojos con una sonrisa en su rostro. El hombre comenzó a correr hacia el a gran velocidad. Naruto media 1.82 pero aquel hombre llegaba casi a los dos metros. Alzó la espada preparando un golpe vertical.
Sin embargo Naruto abrió los ojos y se movió a una velocidad tan enorme que pudo golpear con contundencia el estómago de su rival antes de que este bajase diez centímetros su espada. Y aunque tenía una armadura de hierro esta se abolló hiriendo a Zato. Con la otra mano cogió su antebrazo y lo retorció hasta hacerle soltar la espada.
Después le golpeo con fuerza su rostro para aturdirlo. Con la Katana en la mano derecha y agarrando al hombre por el pelo lo arrastró hasta fuera del local. Allí había más de veinte hombres que lo miraban algo asustados. Eran los miembros de la banda del lobo.
Satsuki y sus padres salieron rápidamente a ver a Naruto. Allí también había muchos más curiosos que no se podían creer que Zato hubiese sido derrotado. Naruto lo dejo caer al suelo y señalo con la Katana a los veinte hombres.
- ¡Por 2.500 Ryus mataré a este hombre y a toda su banda! Podéis pagarlo entre todo el pueblo. Y adiós a vuestros problemas por una temporada. - Dijo Naruto mirando a todos los habitantes de aquel costero lugar.
Durante unos segundos todos se quedaron en silencio como si estuviesen meditando aquella oferta. La verdad estaban ya cansados de la soberbia de todos esos hombres y de tener que aguantar que hiciesen todo lo que querían.
- ¿¡Hay trato!? - Preguntó Naruto viendo que no se decidían.
Primero se escuchó la voz de una mujer gritando que sí. Otros más se sumaron pidiendo que acabase con ellos. Sin duda el pueblo había aceptado. Era el día de suerte de Naruto.
- Ya lo habéis oído. - Dijo Naruto mirando a los veinte.
Levantó la Katana y la clavó en el pecho de Zato que estaba en el suelo jadeando de dolor. Su vida expiró rápidamente al destrozar su corazón con gran habilidad. Y a pesar de estar protegido por el metal la Katana se abrió paso fácilmente al ser empuñada por Naruto.
La desclavo y dirigió su mirada hacia los veinte hombres. Cuatro de ellos salieron corriendo hacia Naruto sacando sus espadas. A pesar de enfrentarse a cuatro a la vez era capaz de detener y esquivar todos sus golpes buscando el momento perfecto para atacar.
Su estilo era muy simple contra estos veinte hombres. Estaba rodeado por todos tratando de parar y esquivar todos los espadazos. Y cada vez que veía la defensa de alguno flojear lo asesinaba de un solo golpe. Fue bastante sencillo acabar con todos. Y todos perdieron la vida sin que a Naruto se le escapase una sola gota de sudor o perdiese el aliento.
Dejo caer la Katana y volvió a introducirse en el local. Ya le pagarían luego cuando reuniesen el dinero. Todavía tenía que acabarse el desayuno.
- “Es realmente bueno.” - Pensó Satsuki tragando saliva cuando Naruto pasó por su lado.
Se le hacía muy extraño pensar en un Naruto capaz de matar a 21 personas sin un solo esfuerzo. Y que después fuese capaz de hacer lo que ocurrió por la noche con tanta delicadeza como si fuese todo un caballero. Naruto se sentó a terminarse las tostadas.
- Nos has dejado secos… - Dijo el hombre mientras lo miraba. - Pero tengo que reconocer que al menos has hecho bien tu trabajo. - Dijo después algo satisfecho mientras volvía al trabajo.
- No iría por ahí ofreciéndome si no fuese a hacerlo así. - Dijo Naruto terminándose la bebida.
- Ahora estaremos unos meses en paz hasta que otra banda se dé cuenta de que nos sentimos solos por aquí. - Dijo riendo irónicamente el dueño.
- He viajado por todo el país. Y la situación es la misma en todos los lugares. Tampoco te lamentes de manera especial. Sin duda a ti te va mejor que los demás en este pueblo. - Dijo Naruto terminándose las tostadas.
- Y aun así es demasiado frustrante. ¿Y que buscas viajando tanto? - Preguntó el hombre.
- Ningún lugar merece la pena en este país. Así que prefiero no atarme a ninguno. Además que al final los problemas de una única ciudad se acaban haciendo pocos para un hombre que vive de solucionarlos. - Dijo Naruto mirándole a los ojos.
- ¿Ya sabes cuándo te marcharas? - Preguntó después mientras seguía limpiando unos vasos y preparándolo todo para el momento de la apertura.
- Mañana me marcharé. - Dijo Naruto levantándose.
- Te envidio… - Dijo el hombre triste.
- No envidies a alguien que solo sabe matar. Eres una buena persona… no dejes que este mundo te aplaste. - Dijo Naruto dándose la vuelta y yendo a dar un paseo por el pueblo.
Naruto salió a estirar las piernas un rato. Cuando pisó la calle ya habían recogido todos los cuerpos y los habrían llevado a algún vertedero. Paseó por toda la ciudad en realidad recogiendo la paga de todos los aldeanos que ya habían llegado a un acuerdo para ver que pondría cada uno. Sin duda les valía la pena para librarse de aquella escoria.
Naruto tenía la fuerza y quería dinero. Ellos tenían algo de dinero y necesitaban desesperadamente la fuerza. Sin duda era una buena relación. Cuando ya había llegado el mediodía Naruto volvía a su posada favorita a comer.
Allí fue saludado por la familia encargada del local. Casi como si le hubiesen cogido cariño a aquel extraño que les había provocado más gastos que ganancias a pesar de haber estado ya un día entero en él.
Naruto se sentó en la barra de nuevo y pidió algo para comer. Sin embargo antes de que trajesen los platos pudo sentir como alguien entraba en el lugar. Tuvo un extraño presentimiento y se giró rápidamente encontrándose con unos ojos negros que lo miraban fijamente.
- Sasuke… - Dijo Naruto sorprendido.
- Naruto. - Respondió el hombre esbozando una sonrisa.
Era un chico que más o menos tendría la misma edad y altura que Naruto. Su pelo era negro completamente como sus ojos. Vestía unos pantalones negros con unas botas parecidas a las de Naruto. Luego tenía una camiseta negra que era cubierta por una chaqueta roja bastante larga que llevaba abierta.
Esa es la ropa. Ignorad la espada y el pelo. De hecho Sasuke ni siquiera lleva una espada o ningún tipo de arma encima.
- ¿Qué demonios haces aquí? - Preguntó Naruto levantándose efusivamente y dando unos cuantos pasos hacia él.
- Pasaba por este pueblo y me pareció ver a alguien parecido por la calle. Te seguí y te vi entrar en este sitio. La verdad me he sorprendido tanto como tú. - Dijo el moreno acercándose a Naruto.
Naruto sonrió y estiró su mano y rápidamente fue estrechada por el hombre que respondía al nombre de Sasuke. Luego se acercaron un poco más y se dieron un fuerte abrazo. Hacía tres años que no se veían.
- Eres la última persona que esperaba encontrarme aquí tío. - Dijo Naruto contento.
- Ha pasado mucho tiempo Naruto. - Respondió el chico divertido también.
- ¡Satsuki! - Dijo Naruto dándose la vuelta. - Nos vamos a sentar en una mesa. Preparad el doble de lo que pedí. - Dijo Naruto sonriendo.
- Claro. - Respondió la chica devolviéndole la sonrisa y entrando a la cocina.
Naruto fue el primero en sentarse en una silla de una de las mesas más apartadas del local. Sasuke le imitó colocándose delante de él. Como al estar sentado en la silla la espada le molestaba la dejo apoyada en el suelo.
- Bueno no se… cuéntame. ¿Qué es de tu vida? - Preguntó Naruto feliz por el reencuentro.
- Pues nada muy especial. Solo voy de aquí para allá tratando de sobrevivir. - Dijo el chico apoyándose sobre la silla.
- Te entiendo… yo hago lo mismo. - Dijo Naruto. - Todo está bastante jodido.
- Eso es cierto. Da bastante lastima ver el estado del país. - Dijo el Uchiha recibiendo una bebida por parte de la joven del local. - ¿Cuándo empezó todo? ¿Hace ocho años? - Preguntó Sasuke recordando el pasado.
- Diez… la guerra con Arcadia empezó hace diez años. Y desde entonces parece que nos hayan estado dando por el culo durante todo este tiempo. - Dijo Naruto recordando el día que estalló la guerra cuando tenía solo 11 años.
El padre de Naruto era capitán en el ejército del país. De hecho vivía en la capital cuando todavía había barrios considerados de clase media. Su infancia fue bastante buena pero todo cambió radicalmente cuando su padre fue enviado a la muerte a la frontera y cuando expoliaron su casa y todas sus pertenencias familiares en nombre del presidente y por el bien de la nación. Su traslado a las barriadas periféricas no fue tan bueno como lo planteaban los funcionarios.
El caso de Sasuke fue muy similar. Decenas de miles de personas perdieron prácticamente todo en menos de un año. Y para cuando ya habían pasado diez años desde el inicio de aquella guerra no quedaba un solo sueño o esperanza en pie fuera del barrio pijo de la capital.
- Bueno que recuerde no se te daba mal sobrevivir. - Dijo el Uchiha mirando a su amigo de la infancia.
- En ese sentido no puedo quejarme. Pero sin duda preferiría poder vivir otra vida. - Dijo Naruto recostado sobre sus propias manos.
- Veo que no has cambiado nada… Naruto. - Dijo Sasuke mirándolo.
- ¿Te sorprende? - Preguntó Naruto divertido.
- En realidad no. No creo que tú llegues a cambiar nunca. - Dijo después Sasuke haciendo que Naruto no supiese si le estaba elogiando o insultando.
Satsuki llevó una bandeja con la comida y los dos estuvieron comiendo mientras se ponían al día con algunas cosas de su vida. Todo fue bastante amigable. Era casi como volver a la infancia. Cuando terminaron Sasuke insistió en pagar.
Cuando sacó su cartera el rubio pudo ver como un trozo de papel cayó. Con mucha curiosidad lo abrió y pudo ver un pequeño texto escrito.
- “Cuando la guerra de las bestias traiga el fin del mundo, la Diosa descenderá del cielo. Con sus alas de luz y oscuridad extendidas, nos guiara hacia la dicha y su Don será eterno.” - Leyó Naruto en su interior.
- Dame eso Naruto. - Dijo Sasuke algo serio.
- ¿Todavía sigues creyendo en esa leyenda? Tú tampoco has cambiado mucho ¿No? - Preguntó Naruto medio riendo y devolviéndole el papel.
- No juegues con eso. - Dijo Sasuke algo… ¿Ofendido?
- Vamos Sasuke… debes aceptar que no existe ninguna Diosa. Ni su Don ni la Dicha eterna. - Dijo Naruto.
Naruto se refería a una pequeña canción infantil que había existido siempre desde que tenía memoria. En la que hablaba de que cuando el mundo llegase a su fin la verdadera Diosa del mundo bajaría desde el cielo para ayudar a los débiles a superar la oscuridad del fin del mundo. Era algo muy bonito sin duda. Pero solo un cuento en los oídos de Naruto.
- Puedes decir lo que quieras. - Dijo Sasuke guardándolo.
- ¿Es un poco pervertido no? Supongo que soñar con una Diosa inmortal de infinita belleza que no ha sido nunca tocada por otro hombre es bastante sexy ¿No? - Preguntó Naruto medio riendo.
Sasuke se levantó de su silla golpeando con fuerza la mesa. Su rostro estaba bastante serio y ensombrecido. Naruto se puso serio de repente.
- Vamos Sasuke… no te pongas así. - Dijo Naruto tratando de quitar importancia.
- ¡Calla! Naruto… vamos a luchar ahora mismo. - Dijo Sasuke haciendo que Naruto sudase frio.
- Vamos Sasuke… no creo que sea buena idea. Ya sabes como acaba siempre todo cuando peleamos. - Dijo Naruto recordando su último encuentro.
- Podemos salir pacíficamente a fuera… o empezamos aquí mismo. Te dejo elegir. - Dijo Sasuke muy serio.
Naruto conocía bien a Sasuke y ya veía que no había otra opción. Se levantó de su silla y comenzó a caminar hacia las afueras del lugar. A la salida del local estaba la plaza más grande del pueblo así que era perfecto. Naruto camino diez metros más que Sasuke y se dio media vuelta para mirarlo.
Por algún motivo todos podían notar los instintos de aquellos dos así que se apartaron de ellos pero expectantes porque iba a suceder. Así que prácticamente actuaban de público. Naruto llevó su mano al a funda de su enorme espada.
------------------------------------------------------------------------------------------------- Hace 10 Años.
- Naruto… hijo mío… como ya sabes tengo que marchar a la guerra. - Dijo un hombre rubio abrazando a Naruto cuando tenía 11 años.
- Lo se papa… - Dijo Naruto asustado.
- Toma… tienes que tener esto. - Dijo el hombre dándole una enorme espada que siempre le había acompañado.
- Pero la necesitaras en ella. - Dijo Naruto preocupado.
- En esta guerra no hay honor. Y esta espada no merece mancharse con la sangre de soldados inocentes. Solo mis manos podrán mancharse. - Dijo Minato muy serio mirando a su hijo que trataba con todas sus fuerzas de levantar la espada. - Recuerda hijo… esta espada ha estado siempre en nuestra familia. Es un signo de nuestro honor y solo debes usarla cuando tu oponente realmente lo merezca. - Dijo Minato mirando serio a su hijo.
- Así lo hare… papa. - Dijo Naruto con lágrimas en los ojos.
- Estoy orgulloso de ti. - Dijo el hombre levantándose. - Y recuerda… yo te quiero… y siempre te querré hijo mío. Adiós. - Dijo después saliendo por la puerta corriendo.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
En un rápido movimiento Naruto desenvaino la espada sujetándola con solo una mano. La verdad todos se sorprendieron de que aquel joven fuese capaz de sujetar tal gigantesca espada son la fuerza de un solo brazo. Después la movió apuntando hacia Sasuke.
El Uchiha sonrió y levanto su mano. Una corriente de energía oscura bastante alargada surcó su mano formando una figura. Era una Katana con la funda totalmente negra igual que el mango. Era realmente larga, la Katana más larga que se podían imaginar aquellos aldeanos.
Sasuke la cogió por la funda y por el mango y la desenvaino en un rápido movimiento para después dejar caer la funda al suelo y sujetar también su espada con una sola mano.
Espada de Sasuke. Sabed que la espada es mas alta que Sasuke. Mide exactamente dos metros solo la hoja. Mas 30 centímetros la empuñadura.
Los dos se quedaron mirando fijamente sujetando sus armas. Una era extremadamente larga y la otra parecía no poder ser levantada por un humano. No eran armas corrientes eso sin duda.
Naruto ahora sujetaba la espada con las dos manos delante de su cuerpo mientras que Sasuke tenía una actitud más vacilante sujetándola con una sola mano. Sin embargo la tensión parecía poder cortarse con un cuchillo.
CONTINUARA…
PROLOGO
Cuando la guerra de las bestias traiga el fin del mundo,
la Diosa descenderá del cielo.
Con sus alas de luz y oscuridad extendidas,
nos guiara hacia la dicha y su Don será eterno.
Cuando la guerra de las bestias traiga el fin del mundo,
la Diosa descenderá del cielo.
Con sus alas de luz y oscuridad extendidas,
nos guiara hacia la dicha y su Don será eterno.
Por una sucia y gris calle de un pequeño pueblo caminaba con paso firme y seguro un joven de no más de veinte años. Llevaba unas botas negras bastante grandes y gruesas, luego unos pantalones también negros. Por encima tenía una chaqueta negra de cuello alto. Solo que esta era de manga corta y bajaba hacia las piernas como una capa.
También tenía unos guantes negros cubriendo sus manos así que en resumen las únicas partes visibles de su cuerpo eran los antebrazos y su rostro. Un rostro adornado por dos ojos azules y una cabellera rubia algo alborotada. Tenía exactamente 21 años y era bastante atractivo.
Atada con correas tenía a su espalda una ancha y larga espada que hacía que se ganase la mirada de todos los hombres. Las mujeres lo miraban por otro motivo más evidente y primario.
La ropa es exactamente así. Ignorad la espada y el color de pelo.
- Spoiler:
Esta es la espada.
- Spoiler:
Llevase su vista a donde la llevase solo podía ver la clara decadencia en la que estaba sumida el país. Aquel pueblo estaba al lado de la costa y como era lo más habitual trataba de mantenerse con la pesca.
Sin embargo todo el mar ya estaba contaminado por completo por tantas fábricas militares y por tantas batallas en alta mar que lo habían llenado todo de combustible y todo tipo de productos químicos que hacía que capturar un pez fuese de lo más difícil. Y que comérselo luego fuese un deporte de riesgo.
Aquel pueblo también trataba de subsistir gracias a la minería. Sin embargo todas las minas fueron confiscadas por el ejército cuando la guerra empezó hace ya más de diez años. Así que con las minas expoliadas para fines militares y los mares contaminados era muy sencillo imaginarse la vida en el pueblo.
Rondando el 90% de la población desempleada el crimen estaba a la orden del día. Casas ocupadas, ningún alquiler pagado. El crimen estaba a la orden del día robar y asesinar para comer ya no era nada extraño. Y todo esto trajo una ola de decadencia y ya casi que reinaba la ley del más fuerte. Violar para satisfacer las necesidades físicas se había convertido en algo normal también.
Los únicos que más o menos podían tirar para adelante eran los dueños de los pocos bares. Sin embargo tener que pagar la seguridad a las bandas callejeras para poder mantenerse les dejaba poco beneficio. Y el riesgo de que un día algún idiota te destrozase la tienda y matase a algún cliente o al propio dueño era demasiado alto.
Pero todos hacían lo que podían para tratar de subsistir en aquella ciudad. ¿Por qué no se iban a otra ciudad? Pues porque todos los pueblos y ciudades del país estaban en las mismas condiciones. La guerra solaba aquellas tierras desde hacía ya 10 años y la pobreza extrema y la violencia era el pan de cada día en aquel país. No, en todo el mundo.
Alistarse en el ejército era una opción viable sin embargo miles de soldados eran enviados cada día a la muerte en misiones suicidas planeadas por opulentos generales en sus asientos de cuero. Muchos soñaban con poder ganarse la vida en la capital. Lo que no sabían es que la capital era incluso peor.
Había un barrio donde Vivian los directivos de las empresas y los altos mandos del ejército con su familia. El único lugar de prosperidad en todo el país. Sin embargo para la clase baja era imposible llegar a allí.
Después ese barrio estaba rodeado por la más absoluta miseria. Lo mejor de todo es que eran trabajadores que se pasaban 12 horas al día en fábricas y oficinas para poder llevar un mendrugo de pan a la mesa de su familia. La clase media ya no existía en el país.
Estaba la clase baja viviendo en la capital. Y la clase muy baja en los demás pueblos y ciudades. Sin embargo muchos dudaban si trabajar 12 horas al día valía la pena para poder tener algo más que comer. Aunque obviamente los que lo hacían era por cargas familiares.
Los pequeños granjeros estuvieron bien más tiempo sin embargo entre los militares robando las cosechas para poder comer y los delincuentes que ya no tenían freno acabó por ser igual de desagradable. Parecía que no había ninguna buena opción. Parecía que ya no había luz al final del camino.
Y la vista que tenía nuestro protagonista del pueblo era sin duda lo que se podía esperar del mundo. Mirando a la izquierda podía ver dos niños pidiendo comida a un hombre que no tenía ni para él.
Mirando a la derecha pudo ver en un callejo como un hombre violaba a una chica que no llegaría ni a la mayoría de edad. Ah, luego los niños que pedían acabaron por apuñalar a aquel hombre para robarle la cartera y los zapatos y dejarlo desangrando en el suelo.
Negó con la cabeza ante tal espectáculo y por fin llego a su destino. Un decadente antro donde poder tomarse alguna copa. Aunque el interior parecía demasiado peligroso no se amedrentó ni un segundo.
Había un hombre en una mesa que parecía muerto por intoxicación etílica. A nadie le importaba. Otros dos se estaban peleando bastante seriamente y todos parecían divertidos.
Las pocas mujeres que se atrevían a adentrar allí parecían prostitutas que aspiraban a poder encontrar alguna copa gratis, algo de comer y una cama en la que poder pasar la noche después de soportar a algún asqueroso encima durante diez patéticos minutos.
Aunque sin duda las pocas que había se fijaron rápidamente en el apuesto chico que había entrado en aquel lugar. Era el chico más joven del lugar y sin duda el más guapo. Y el único que parecía haberse duchado en la última semana.
Siguió caminando ante la atenta miradas de todos. Ganándose el amor y el odio de unos cuantos. Se sentó en la barra del local haciendo que la joven mujer que allí estaba le atendiese. Tendría unos 17 años y el miedo la delataba. Tenía el pelo corto y marrón. Los ojos del color de su pelo también. Era realmente guapa.
- ¿Qué va a tomar? - Preguntó tímidamente la chica mirando al forastero.
- Whisky. Saca una botella. - Dijo el chico mirándola rápidamente.
- El dinero… por adelantado señor. Son… 100 Ryus. - Dijo ella mirando hacia un lado.
El joven comprendió que más de uno se marchaba sin pagar. Quizás por una sola copa no le habrían cobrado por adelantado pero toda la botella ya era otro asunto. Llevó su mano a una de las bolsas de su cinturón y saco un pequeño fajo de billetes. Tras seleccionar cuatro de ellos se los entregó a la chica.
Cuando extendió la mano, la chica lo cogió. Sin embargo cuando su delicada piel tocaron los ásperos guantes del joven se sonrojo profundamente y lo miro a los ojos notando como el los fijaba en ella severamente. Luego se recompuso, sin duda había sido raro ver a un chico así, tan diferente a los demás.
- Aquí hay 150. - Dijo ella mirándolo.
- Trae también algo de comer. - Respondió el joven mirándola a los ojos.
- Enseguida señor. - Dijo la joven sonriendo por primera vez en todo el rato.
La joven se adentró en la cocina a pedirle a su madre que preparase algo para cenar. Después fue a la despensa donde cogió la botella encargada por el rubio. Tras coger un vaso y limpiarlo personalmente para variar volvió a la barra.
Sin embargo se asustó un poco cuando al volver vio que aquel joven que la había encandilado estaba rodeado por dos sujetos con malas pintas. Sin embargo ella no estaba en situación de defender a nadie así que se quedó callada como le aconsejo su padre cuando empezó a trabajar en el negocio familiar.
- Forastero. Tienes que pagar el peaje por estar en nuestro pueblo. - Dijo uno de ellos poniendo su mano en el hombro del chico.
- Son 50 Ryus por estar aquí en nuestro territorio. - Dijo el otro acercándose al chico de los profundos ojos azules.
- ¿Y si me niego? - Preguntó con una voz muy seria y con los ojos cerrados.
- Entonces tienes un problema. - Dijo uno de ellos metiendo su mano en el bolsillo.
El chico giró su cabeza con velocidad y abriendo los ojos mirando fijamente a uno de ellos. En aquel momento sus pupilas se habían vuelto rojas y emanaba una extraña aura invisible que amedrentó a aquellos dos hombres.
- ¿Qué problema? - Preguntó serio.
- Ninguno… da… igual. - Dijo el otro alejándose de él y siendo imitado por su compañero.
El chico cerró los ojos y devolvió su vista hacia la chica. Cuando los abrió eran de nuevo azules. La joven dejó la botella y el vaso en la barra.
- Gracias. - Dijo el rubio dedicándole una sonrisa.
- De nada. - Dijo ella sonrojada mirándolo sonriendo también.
Cogió el vaso y la botella y ser sirvió la primera copa del a noche. Tras probarla pudo ver que la chica le había una de las mejores botellas que tenían guardada.
- ¿Cómo te llamas? - Preguntó el rubio sorprendiendo a la bella joven.
- Me… lla… me llamo Satsuki señor. - Dijo ella sonrojada y tartamudeando. - ¿Y usted? - Preguntó sonrojada mirando hacia un lado.
- No me llames señor ni me trates de usted por favor. Me llamo Naruto… así que simplemente llamase así. - Dijo el chico sonriendo y tendiendo su mano.
- Encantada… Naruto. - Dijo ella cogiendo su mano algo sonrojada pero feliz.
A los pocos minutos apareció una mujer de unos treinta años. Su rostro se veía muy cansado como si le pesase toda la vida en los hombros. En sus manos llevaba una bandeja con un plato de comida que probablemente llevase el nombre de Naruto.
Se lo dio a su hija y esta se lo colocó a Naruto al lado de su botella. Él se lo agradeció y comenzó a comer después de un largo día de viaje que había tenido que soportar. Sin embargo en aquel momento entraron cuatro hombres con algunas espadas y hachas haciendo bastante ruido. Alardeaban de haber matado a alguna persona hoy y que ahora les apetecía divertirse. Naruto los ignoró y siguió comiendo.
Pasaron unos cuantos minutos hasta que un grito femenino hizo que se diese la vuelta. Satsuki había ido a llevar unas copas a una mesa pero al dejarlas había sido abordada por un enorme hombre que la había rodeado con su musculoso brazo mientras sujetaba su trasero.
- Suélteme señor… por… por favor. - Dijo ella con una lágrima asomando por su rostro.
Un hombre salió rápidamente de detrás de la barra. Era el padre de Satsuki que veía a su hija siendo acosada por uno de sus peores clientes.
- Señor por favor suelte a mi hija. - Dijo el hombre tratando de calmarle.
- Vamos si no le hare nada malo… solo… nos vamos a divertir. - Dijo después llevando una mano al pecho de la joven.
- Por favor… - Suplico ella asustada.
- ¡Suéltala! - Gritó su padre tratando de agarrar el brazo del hombre.
Sin embargo con la mano libre le dio un fuerte golpe en la cabeza abriendo una brecha en su frente y tirándolo al suelo. Naruto negó con la cabeza y se terminó su trago. Después se levantó y tras darse media vuelta se acercó hacia aquella mesa.
- ¿y tú qué quieres? - Preguntó divertido aquel hombre.
- 400 Ryus… y te quito tus problemas. - Dijo mirando al padre de Satsuki.
- ¿Cómo? - Preguntó hombre tapándose su herida de la frente.
- Dame 400 Ryus… y te quitare tus problemas. - Dijo señalando al hombre que iba a violar a su hija.
- ¡Eres un mercenario! - Dijo sorprendido el dueño del bar.
- ¿Hay trato? - Preguntó Naruto mirándolo.
Nada más llegar esos hombres ya habían roto algunas cosas. Además eran bastante habituales por el lugar y las broncas que armaban de manera diaria molestaban mucho a la pobre familia que luchaba por salir adelante. Y ahora además estaban a punto de violar a su única hija.
- Hecho. - Dijo el hombre mirando a Naruto.
Naruto esbozó una pequeña sonrisa y comenzó a caminar hacia el hombre que estaba metiendo mano a Satsuki. Le dio una pequeña advertencia de que se quedase quieto pero el rubio la ignoró.
Levantó su mano poco a poco y el hombre fue a levantarse para darle un puñetazo. Este fue detenido por la mano desnuda de Naruto. Después con su otra mano agarró su cabeza y con fuerza la estampó contra el suelo haciendo un pequeño agujero y dejándolo fuera de combate.
Al verse liberada Satsuki corrió tras su padre y los otros tres hombres se levantaron sacando sus armas de sus vainas. Naruto solo los miro sonriendo confiado en sus habilidades.
Uno de ellos fue a darle un espadazo vertical pero lo esquivó dando un paso hacia el lado. Rápidamente le cogió del brazo y con un suave movimiento le desencajo el hombro para después darle un rodillazo en la cara rompiendo su nariz.
El segundo hombre empezó a lanzar estocadas por todos lados pero Naruto las evitaba con mucha facilidad. Cuando vio una brecha en su ataque le dio un puñetazo en el pecho haciendo que escupiese sangre y después lo agarró por el brazo haciéndole una proyección con la que lo lanzó fuera del local por la puerta.
El otro hombre lo miraba temblando con la espada en la mano. Todos estaban en silencio sorprendidos por la fuerza de aquel joven.
- ¿Ni usaras tu gran espada? - Preguntó el hombre temblando.
- ¿Esta? - Preguntó Naruto cogiendo el mango. - No… solo la usó con oponentes que valgan la pena. - Dijo después llevando su mano a una espada del suelo.
A gran velocidad Naruto apareció detrás de aquel hombre y su espada se cortó en dos igual que un profundo corte en su pecho que mancho de sangre la madera que hacía de suelo en aquel bar. Luego lanzó la espada por la puerta para no ensuciar o romper más cosas.
Entre el dueño del bar y unos clientes más llevaron los cuerpos inconscientes de los cuatro hombres fuera de aquel lugar. Sin embargo al hacerlo comprobaron que aquellos cuatro estaban muertos. El del espadazo todavía era normal pero eso significaba que había matado a los otros tres a golpes. Con pocos golpes mejor dicho. Sin embargo era lo mejor porque si los dejaba vivos volverían a buscar venganza y eso habría sido contraproducente.
Naruto volvió a la barra y siguió comiendo como si no hubiese pasado nada. Todo el mundo se quedó en silencio y por una noche no habría más broncas allí. Satsuki se acercó por detrás de Naruto y tiró de su chaqueta.
- Gracias… Naruto… - Dijo la chica sonrojada pero aun con restos de miedo.
Naruto sonrió y paso una mano por la espalda de Satsuki acercándose hacia ella y colocando su rostro junto a la oreja de la chica.
- No se lo digas a tu padre pero te habría ayudado igual aunque no me pagase. - Dijo Naruto haciendo que la chica sonriese.
- Gracias. - Dijo ella sonriendo y volviendo al trabajo.
La noche terminó con bastante tranquilidad realmente. Él era un Mercenario y quizás eran los que mejor se ganaban la vida en este mundo. Esto era la ley del más fuerte. Pero a veces los más fuertes vendían su fuerza a los débiles por unos cuantos billetes.
Bueno, era lo mejor que podías hacer si eras lo suficientemente bueno como para sobrevivir en esas condiciones. Y a Naruto eso se le daba realmente bien ya que podía ganarse bien la vida de pueblo en pueblo.
Ya casi todo el mundo se había marchado y solo quedaba Naruto en el interior donde el dueño del bar le estaba pagando los 400 Ryus.
- ¿Tenéis alguna habitación para pasar la noche? - Preguntó Naruto mirando al hombre. - Solo serán un par de noches. - Dijo después.
- Sí. Son 50 Ryus la noche. - Dijo el hombre volviendo tras la barra.
- Toma. - Dijo dándole 50. - Lo de esta noche. - Dijo Naruto.
- Satsuki por favor… ¿Le acompañas a su habitación? - Preguntó el padre mientras barría el suelo.
- Claro papa. - Dijo la chica mirando a Naruto. - Sígueme. - Dijo ella después mirándolo.
La joven miró a Naruto sonriendo y el chico se limitó a seguirla. Ella subió por unas escaleras que había después de la cocina y que llevaban al piso de arriba. Era una habitación de invitados normal y corriente pero si el cliente parecía de fiar era una tontería renunciar a un dinero extra.
- Si necesitas algo estoy en la habitación de al lado. - Dijo la chica mirándole desde la puerta.
- Gracias Satsuki. - Dijo el chico poniéndose cómodo.
- De nada… y gracias de nuevo… por lo de antes Naruto. - Dijo ella sonrojada mirándole.
- No tienes que darlas. - Contestó después el rubio tumbándose en la cama mirando el techo.
La chica se mordió el labio inferior y se marchó de la habitación cerrando la puerta. Naruto dejo su exageradamente grande espada en el suelo y se quedó mirando el techo un rato. Cuando pasaron los minutos se levantó y se sentó en una silla sacando un fajo de billetes y colocándolos encima de la mesa.
Empezó a contarlos. Era todo el dinero que tenía ahorrado y que había ganado haciendo el trabajo sucio de los demás. Matar a otros mercenarios, acabar con secuestradores o venganza por violadores o todo tipo de crímenes. Bueno todo se podía limitar a matar y poco más. Aunque Naruto se había auto-impuesto una norma y era que jamás aceptaría un trabajo en contra de alguien que no mereciese morir.
Donde más dinero sacaba era en los pueblos donde mataba a grandes bandas organizadas que oprimían a todo el pueblo. Aunque no había habido suerte en este pueblo si había podido sacar algo.
- “7.350 Ryus… supongo que no está mal. Con esto ya tendré para poder vivir unos cuantos meses sin trabajar.” - Pensó guardándolo en unos de los bolsillos de nuevo.
Se quitó la chaqueta y la dejó en la silla quedándose en camiseta corta. También se quitó las botas liberando por fin sus pies que necesitaban un descanso. Apagó la luz y se tumbó dispuesto a dormir un rato.
Ya había pasado casi una hora en la que había logrado dormir un poco. Sin embargo escuchó un ruido que venía de la puerta y se alarmó lo suficiente como para despertar y coger el mango de su espada levantándola del suelo.
Sin embargo relajó todos sus músculos cuando vio a quien había entrado en su habitación. Era la joven Satsuki, la hija del dueño, que lo miraba desde la puerta. Sin pedir permiso la chica entró en el cuarto cerrando la puerta. Naruto volvió a dejar la espada en el suelo.
La chica se agarró el brazo izquierdo con su mano derecha mientras se mordía el labio y poco a poco se acercó a Naruto que se la quedo mirado sentado en la cama. Cuando llegó al lado de Naruto se sentó encima de él colocando sus rodillas en la cama dejando a Naruto entre sus piernas. El rubio la miraba a los ojos directamente sin dejar de hacerlo con las manos aun apoyadas en el colchón.
Satsuki fue a poner sus manos sobre el pecho de Naruto. Pero estas fueron rápidamente interceptadas por las del rubio que la miro ahora con más dedicación.
- Satsuki… - Susurró Naruto mirándola. - Yo no puedo ofrecerte mi amor. No puedo ofrecerte huir de este lugar conmigo. Solo puedo… ofrecerte una buena noche con mi compañía. - Dijo con voz seductora que sonrojó a la chica. - Quiero ser sincero porque no me gusta engañar a las chicas con las que me acuesto. - Dijo después cogiendo sus antebrazos con delicadeza.
- Soy una chica inteligente Naruto. No espero que te enamores de mí. Ni yo estoy enamorada de ti. Pero por primera he sentido una buena oportunidad para hacer esto por primera vez. ¿Qué puedo hacer? ¿Esperar al chico perfecto? Eso es estúpido… los chicos buenos ya están todos muertos. Y los chicos que valen la pena ya se han marchado de esta ratonera. Lo único que puedo hacer es esperar a que algún asqueroso borracho me viole o acabe convertida en la prostituta de alguna banda. Entonces… ¿Por qué rechazar lo que me parece sin duda una buena oportunidad? - Dijo la chica sorprendiendo a Naruto por su madurez ya que el la veía más como una niña.
La verdad es que en este mundo el sexo era una de las mejores opciones para pasar el rato y entretenerse. No había deportes ni dinero para gastar en ocio. Ni si quiera los niños ya tenían energías para divertirse jugar.
Así que entonces. ¿Por qué rechazar una buena oportunidad? Era sin duda una mentalidad bastante aceptable y acertada por parte de la chica. Y sin duda también era así para Naruto. Aunque a diferencia de muchos otros hombres de aquellos lugares nunca usó la fuerza o el dinero para conseguirlo. No le hacía falta pero tampoco lo habría hecho. Por eso le gustaba ser siempre sincero.
Naruto la cogió con fuerza por la espalda y la levanto para después tumbarla en la cama. Se quitó los guantes para poder acariciarla con sus propias manos y después tocó su suave rostro con sus manos. Los ojos color café de la chica lo miraban con expectación y sonrojo.
Algo sorprendió a Satsuki de aquel rudo y fuerte mercenario era la suavidad con la que la estaba tratando en esos momentos. Sin embargo eso era algo que le gustaba bastante. Naruto la miro a los ojos y después le sonrió.
- No puedo ofrecerte mi amor… pero si te puedo ofrecer el trato que mereces. El de una mujer que debe ser tratada con respeto y con delicadeza. - Dijo Naruto besando su cuello. - Porque es tu primera vez… mes esforzare al máximo para que nunca olvides esta noche. - Le susurró dulcemente al oído.
Después de decir esto Naruto no volvió a hablar simplemente se limitó a hacer lo que le había prometido. Y sin duda fue una gran noche para ambos. Cuando todo terminó la chica se despidió de el bastante satisfecha y contenta y se fue a su habitación con la excusa de que no quería que su padre se enterase.
Después del que sin duda había sido un día agotador el rubio se marchó a dormir plácidamente en una cama cómoda para variar.
Pero después de la noche viene el día y tocaba despertar de nuevo. Naruto bajó a desayunar a la barra del lugar. Allí se dedicó una mirada de complicidad con Satsuki. Sin embargo mantuvieron el silencio y el rubio tomó una leche caliente con una tostada de pan.
Justo en ese momento se abrió la puerta del local. Naruto no lo vio por qué estaba de espaldas pero había entrado un hombre bastante corpulento con una coraza de metal grisácea, unas hombreras y unas rodilleras del mismo material. Después tenía un pantalón negro.
Tenía bastante barba y parecía tener unos 30 años. Llevaba una Katana atada a su cintura y dio unos cuantos pasos en el local.
- Aun no hemos abierto señor. - Dijo Satsuki mirándole.
Aquellas palabras de la chica hicieron que el padre saliese de la cocina para ver a su visitante. Aunque pareció bastante asustado al verle. Naruto notó esta reacción así que instintivamente se dio la vuelta mirando por primera vez al hombre.
- ¿Quién es? - Preguntó Naruto mirando al tendero.
- Es… es… Zato… el… líder de la banda de los lobos negros. - Contesto el dueño de la posada asustado.
- ¿Y qué quieres? - Preguntó Naruto vacilante.
- Has matado a cuatro de mis hombres. Y tengo entendido que además fuiste contratado por el dueño de este lugar. Vengo a mataros a todos como penitencia. - Dijo el hombre con una voz bastante grave y seria.
Naruto esbozo una pequeña sonrisa. Sin duda había sido su día de suerte. Se levantó del taburete mirándolo desafiante.
- Sabía que no había sido buena idea. - Dijo el dueño del bar arrepintiéndose por lo hecho ayer.
- No te preocupes viejo. Lo echaré gratis de tu bar. - Dijo Naruto dando un paso hacia delante.
El hombre sacó su Katana de la vaina y la apuntó hacia Naruto que se quedó quieto mirándolo. Eso irritó un poco al líder de la banda.
- A pesar de todo soy un hombre de honor. Desenvaina tu espada. - Dijo con su misma voz seria.
- Esta espada… solo la sacó de su funda cuando mi oponente merece el honor de ser derrotado con ella. - Dijo Naruto haciendo enfadar al hombre. - Solo con mirar a un hombre a los ojos puede conocer su fuerza… y te aseguro que tú no eres un rival digno. - Dijo haciéndolo enfadar notablemente.
Naruto cerró los ojos con una sonrisa en su rostro. El hombre comenzó a correr hacia el a gran velocidad. Naruto media 1.82 pero aquel hombre llegaba casi a los dos metros. Alzó la espada preparando un golpe vertical.
Sin embargo Naruto abrió los ojos y se movió a una velocidad tan enorme que pudo golpear con contundencia el estómago de su rival antes de que este bajase diez centímetros su espada. Y aunque tenía una armadura de hierro esta se abolló hiriendo a Zato. Con la otra mano cogió su antebrazo y lo retorció hasta hacerle soltar la espada.
Después le golpeo con fuerza su rostro para aturdirlo. Con la Katana en la mano derecha y agarrando al hombre por el pelo lo arrastró hasta fuera del local. Allí había más de veinte hombres que lo miraban algo asustados. Eran los miembros de la banda del lobo.
Satsuki y sus padres salieron rápidamente a ver a Naruto. Allí también había muchos más curiosos que no se podían creer que Zato hubiese sido derrotado. Naruto lo dejo caer al suelo y señalo con la Katana a los veinte hombres.
- ¡Por 2.500 Ryus mataré a este hombre y a toda su banda! Podéis pagarlo entre todo el pueblo. Y adiós a vuestros problemas por una temporada. - Dijo Naruto mirando a todos los habitantes de aquel costero lugar.
Durante unos segundos todos se quedaron en silencio como si estuviesen meditando aquella oferta. La verdad estaban ya cansados de la soberbia de todos esos hombres y de tener que aguantar que hiciesen todo lo que querían.
- ¿¡Hay trato!? - Preguntó Naruto viendo que no se decidían.
Primero se escuchó la voz de una mujer gritando que sí. Otros más se sumaron pidiendo que acabase con ellos. Sin duda el pueblo había aceptado. Era el día de suerte de Naruto.
- Ya lo habéis oído. - Dijo Naruto mirando a los veinte.
Levantó la Katana y la clavó en el pecho de Zato que estaba en el suelo jadeando de dolor. Su vida expiró rápidamente al destrozar su corazón con gran habilidad. Y a pesar de estar protegido por el metal la Katana se abrió paso fácilmente al ser empuñada por Naruto.
La desclavo y dirigió su mirada hacia los veinte hombres. Cuatro de ellos salieron corriendo hacia Naruto sacando sus espadas. A pesar de enfrentarse a cuatro a la vez era capaz de detener y esquivar todos sus golpes buscando el momento perfecto para atacar.
Su estilo era muy simple contra estos veinte hombres. Estaba rodeado por todos tratando de parar y esquivar todos los espadazos. Y cada vez que veía la defensa de alguno flojear lo asesinaba de un solo golpe. Fue bastante sencillo acabar con todos. Y todos perdieron la vida sin que a Naruto se le escapase una sola gota de sudor o perdiese el aliento.
Dejo caer la Katana y volvió a introducirse en el local. Ya le pagarían luego cuando reuniesen el dinero. Todavía tenía que acabarse el desayuno.
- “Es realmente bueno.” - Pensó Satsuki tragando saliva cuando Naruto pasó por su lado.
Se le hacía muy extraño pensar en un Naruto capaz de matar a 21 personas sin un solo esfuerzo. Y que después fuese capaz de hacer lo que ocurrió por la noche con tanta delicadeza como si fuese todo un caballero. Naruto se sentó a terminarse las tostadas.
- Nos has dejado secos… - Dijo el hombre mientras lo miraba. - Pero tengo que reconocer que al menos has hecho bien tu trabajo. - Dijo después algo satisfecho mientras volvía al trabajo.
- No iría por ahí ofreciéndome si no fuese a hacerlo así. - Dijo Naruto terminándose la bebida.
- Ahora estaremos unos meses en paz hasta que otra banda se dé cuenta de que nos sentimos solos por aquí. - Dijo riendo irónicamente el dueño.
- He viajado por todo el país. Y la situación es la misma en todos los lugares. Tampoco te lamentes de manera especial. Sin duda a ti te va mejor que los demás en este pueblo. - Dijo Naruto terminándose las tostadas.
- Y aun así es demasiado frustrante. ¿Y que buscas viajando tanto? - Preguntó el hombre.
- Ningún lugar merece la pena en este país. Así que prefiero no atarme a ninguno. Además que al final los problemas de una única ciudad se acaban haciendo pocos para un hombre que vive de solucionarlos. - Dijo Naruto mirándole a los ojos.
- ¿Ya sabes cuándo te marcharas? - Preguntó después mientras seguía limpiando unos vasos y preparándolo todo para el momento de la apertura.
- Mañana me marcharé. - Dijo Naruto levantándose.
- Te envidio… - Dijo el hombre triste.
- No envidies a alguien que solo sabe matar. Eres una buena persona… no dejes que este mundo te aplaste. - Dijo Naruto dándose la vuelta y yendo a dar un paseo por el pueblo.
Naruto salió a estirar las piernas un rato. Cuando pisó la calle ya habían recogido todos los cuerpos y los habrían llevado a algún vertedero. Paseó por toda la ciudad en realidad recogiendo la paga de todos los aldeanos que ya habían llegado a un acuerdo para ver que pondría cada uno. Sin duda les valía la pena para librarse de aquella escoria.
Naruto tenía la fuerza y quería dinero. Ellos tenían algo de dinero y necesitaban desesperadamente la fuerza. Sin duda era una buena relación. Cuando ya había llegado el mediodía Naruto volvía a su posada favorita a comer.
Allí fue saludado por la familia encargada del local. Casi como si le hubiesen cogido cariño a aquel extraño que les había provocado más gastos que ganancias a pesar de haber estado ya un día entero en él.
Naruto se sentó en la barra de nuevo y pidió algo para comer. Sin embargo antes de que trajesen los platos pudo sentir como alguien entraba en el lugar. Tuvo un extraño presentimiento y se giró rápidamente encontrándose con unos ojos negros que lo miraban fijamente.
- Sasuke… - Dijo Naruto sorprendido.
- Naruto. - Respondió el hombre esbozando una sonrisa.
Era un chico que más o menos tendría la misma edad y altura que Naruto. Su pelo era negro completamente como sus ojos. Vestía unos pantalones negros con unas botas parecidas a las de Naruto. Luego tenía una camiseta negra que era cubierta por una chaqueta roja bastante larga que llevaba abierta.
Esa es la ropa. Ignorad la espada y el pelo. De hecho Sasuke ni siquiera lleva una espada o ningún tipo de arma encima.
- Spoiler:
- ¿Qué demonios haces aquí? - Preguntó Naruto levantándose efusivamente y dando unos cuantos pasos hacia él.
- Pasaba por este pueblo y me pareció ver a alguien parecido por la calle. Te seguí y te vi entrar en este sitio. La verdad me he sorprendido tanto como tú. - Dijo el moreno acercándose a Naruto.
Naruto sonrió y estiró su mano y rápidamente fue estrechada por el hombre que respondía al nombre de Sasuke. Luego se acercaron un poco más y se dieron un fuerte abrazo. Hacía tres años que no se veían.
- Eres la última persona que esperaba encontrarme aquí tío. - Dijo Naruto contento.
- Ha pasado mucho tiempo Naruto. - Respondió el chico divertido también.
- ¡Satsuki! - Dijo Naruto dándose la vuelta. - Nos vamos a sentar en una mesa. Preparad el doble de lo que pedí. - Dijo Naruto sonriendo.
- Claro. - Respondió la chica devolviéndole la sonrisa y entrando a la cocina.
Naruto fue el primero en sentarse en una silla de una de las mesas más apartadas del local. Sasuke le imitó colocándose delante de él. Como al estar sentado en la silla la espada le molestaba la dejo apoyada en el suelo.
- Bueno no se… cuéntame. ¿Qué es de tu vida? - Preguntó Naruto feliz por el reencuentro.
- Pues nada muy especial. Solo voy de aquí para allá tratando de sobrevivir. - Dijo el chico apoyándose sobre la silla.
- Te entiendo… yo hago lo mismo. - Dijo Naruto. - Todo está bastante jodido.
- Eso es cierto. Da bastante lastima ver el estado del país. - Dijo el Uchiha recibiendo una bebida por parte de la joven del local. - ¿Cuándo empezó todo? ¿Hace ocho años? - Preguntó Sasuke recordando el pasado.
- Diez… la guerra con Arcadia empezó hace diez años. Y desde entonces parece que nos hayan estado dando por el culo durante todo este tiempo. - Dijo Naruto recordando el día que estalló la guerra cuando tenía solo 11 años.
El padre de Naruto era capitán en el ejército del país. De hecho vivía en la capital cuando todavía había barrios considerados de clase media. Su infancia fue bastante buena pero todo cambió radicalmente cuando su padre fue enviado a la muerte a la frontera y cuando expoliaron su casa y todas sus pertenencias familiares en nombre del presidente y por el bien de la nación. Su traslado a las barriadas periféricas no fue tan bueno como lo planteaban los funcionarios.
El caso de Sasuke fue muy similar. Decenas de miles de personas perdieron prácticamente todo en menos de un año. Y para cuando ya habían pasado diez años desde el inicio de aquella guerra no quedaba un solo sueño o esperanza en pie fuera del barrio pijo de la capital.
- Bueno que recuerde no se te daba mal sobrevivir. - Dijo el Uchiha mirando a su amigo de la infancia.
- En ese sentido no puedo quejarme. Pero sin duda preferiría poder vivir otra vida. - Dijo Naruto recostado sobre sus propias manos.
- Veo que no has cambiado nada… Naruto. - Dijo Sasuke mirándolo.
- ¿Te sorprende? - Preguntó Naruto divertido.
- En realidad no. No creo que tú llegues a cambiar nunca. - Dijo después Sasuke haciendo que Naruto no supiese si le estaba elogiando o insultando.
Satsuki llevó una bandeja con la comida y los dos estuvieron comiendo mientras se ponían al día con algunas cosas de su vida. Todo fue bastante amigable. Era casi como volver a la infancia. Cuando terminaron Sasuke insistió en pagar.
Cuando sacó su cartera el rubio pudo ver como un trozo de papel cayó. Con mucha curiosidad lo abrió y pudo ver un pequeño texto escrito.
- “Cuando la guerra de las bestias traiga el fin del mundo, la Diosa descenderá del cielo. Con sus alas de luz y oscuridad extendidas, nos guiara hacia la dicha y su Don será eterno.” - Leyó Naruto en su interior.
- Dame eso Naruto. - Dijo Sasuke algo serio.
- ¿Todavía sigues creyendo en esa leyenda? Tú tampoco has cambiado mucho ¿No? - Preguntó Naruto medio riendo y devolviéndole el papel.
- No juegues con eso. - Dijo Sasuke algo… ¿Ofendido?
- Vamos Sasuke… debes aceptar que no existe ninguna Diosa. Ni su Don ni la Dicha eterna. - Dijo Naruto.
Naruto se refería a una pequeña canción infantil que había existido siempre desde que tenía memoria. En la que hablaba de que cuando el mundo llegase a su fin la verdadera Diosa del mundo bajaría desde el cielo para ayudar a los débiles a superar la oscuridad del fin del mundo. Era algo muy bonito sin duda. Pero solo un cuento en los oídos de Naruto.
- Puedes decir lo que quieras. - Dijo Sasuke guardándolo.
- ¿Es un poco pervertido no? Supongo que soñar con una Diosa inmortal de infinita belleza que no ha sido nunca tocada por otro hombre es bastante sexy ¿No? - Preguntó Naruto medio riendo.
Sasuke se levantó de su silla golpeando con fuerza la mesa. Su rostro estaba bastante serio y ensombrecido. Naruto se puso serio de repente.
- Vamos Sasuke… no te pongas así. - Dijo Naruto tratando de quitar importancia.
- ¡Calla! Naruto… vamos a luchar ahora mismo. - Dijo Sasuke haciendo que Naruto sudase frio.
- Vamos Sasuke… no creo que sea buena idea. Ya sabes como acaba siempre todo cuando peleamos. - Dijo Naruto recordando su último encuentro.
- Podemos salir pacíficamente a fuera… o empezamos aquí mismo. Te dejo elegir. - Dijo Sasuke muy serio.
Naruto conocía bien a Sasuke y ya veía que no había otra opción. Se levantó de su silla y comenzó a caminar hacia las afueras del lugar. A la salida del local estaba la plaza más grande del pueblo así que era perfecto. Naruto camino diez metros más que Sasuke y se dio media vuelta para mirarlo.
Por algún motivo todos podían notar los instintos de aquellos dos así que se apartaron de ellos pero expectantes porque iba a suceder. Así que prácticamente actuaban de público. Naruto llevó su mano al a funda de su enorme espada.
------------------------------------------------------------------------------------------------- Hace 10 Años.
- Naruto… hijo mío… como ya sabes tengo que marchar a la guerra. - Dijo un hombre rubio abrazando a Naruto cuando tenía 11 años.
- Lo se papa… - Dijo Naruto asustado.
- Toma… tienes que tener esto. - Dijo el hombre dándole una enorme espada que siempre le había acompañado.
- Pero la necesitaras en ella. - Dijo Naruto preocupado.
- En esta guerra no hay honor. Y esta espada no merece mancharse con la sangre de soldados inocentes. Solo mis manos podrán mancharse. - Dijo Minato muy serio mirando a su hijo que trataba con todas sus fuerzas de levantar la espada. - Recuerda hijo… esta espada ha estado siempre en nuestra familia. Es un signo de nuestro honor y solo debes usarla cuando tu oponente realmente lo merezca. - Dijo Minato mirando serio a su hijo.
- Así lo hare… papa. - Dijo Naruto con lágrimas en los ojos.
- Estoy orgulloso de ti. - Dijo el hombre levantándose. - Y recuerda… yo te quiero… y siempre te querré hijo mío. Adiós. - Dijo después saliendo por la puerta corriendo.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
En un rápido movimiento Naruto desenvaino la espada sujetándola con solo una mano. La verdad todos se sorprendieron de que aquel joven fuese capaz de sujetar tal gigantesca espada son la fuerza de un solo brazo. Después la movió apuntando hacia Sasuke.
El Uchiha sonrió y levanto su mano. Una corriente de energía oscura bastante alargada surcó su mano formando una figura. Era una Katana con la funda totalmente negra igual que el mango. Era realmente larga, la Katana más larga que se podían imaginar aquellos aldeanos.
Sasuke la cogió por la funda y por el mango y la desenvaino en un rápido movimiento para después dejar caer la funda al suelo y sujetar también su espada con una sola mano.
Espada de Sasuke. Sabed que la espada es mas alta que Sasuke. Mide exactamente dos metros solo la hoja. Mas 30 centímetros la empuñadura.
- Spoiler:
Los dos se quedaron mirando fijamente sujetando sus armas. Una era extremadamente larga y la otra parecía no poder ser levantada por un humano. No eran armas corrientes eso sin duda.
Naruto ahora sujetaba la espada con las dos manos delante de su cuerpo mientras que Sasuke tenía una actitud más vacilante sujetándola con una sola mano. Sin embargo la tensión parecía poder cortarse con un cuchillo.
CONTINUARA…
Última edición por Namikaze_Minato el Dom Feb 03, 2013 12:54 pm, editado 6 veces
Namikaze_Minato- Baneado
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Re: El Don de la Diosa - Acto Final
wow y eso fue el prologo, ya me imagino lo demas
muy interesante, me gusto mucho todo y ahora pelean
Naruto y Sasuke hehe, espero la conti....
muy interesante, me gusto mucho todo y ahora pelean
Naruto y Sasuke hehe, espero la conti....
Ezra Namikaze Dragneel- Chunnin
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Entre Konoha y Magnolia
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Re: El Don de la Diosa - Acto Final
Estuvo Bueno El Prologo, Muy Interesante El Trama. La Verdad, Cuando Empece A Leer No Me Convenció Mucho Pero Ya De Rato Me Engancho La Historia, Y Solo Te Puedo Pedir Que Lo Continues...
Invitado- Invitado
Re: El Don de la Diosa - Acto Final
Ok si ese fue el prologo no puedo esperar para el primer capitulo ......... este fic se ve de lo mas interesante espero ver conti pronto este, fic promete ser un best - seller a mi pareser claro jejeje ...................me intriga algo la leyenda del principio ya quiero saber que significa ........mmmmmm.......SIP definitivamente voy a estar muy pendiente de este fic.............bye ..............
UZUMAKI SAKURA- Genin
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perdida entre las locuras de mi madre y las de mi hermana(cuando estan muy contentas) ...dios! realmente me pregunto como es que aun concerbo la cordura...
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Re: El Don de la Diosa - Acto Final
pues bastante interesante, un inicio magnifico
apuesto que es "leyenda" es real y quien es la diosa, y supongo que habrá un triángulo amoroso
bueno, son simples conjeturas, espero la conti
apuesto que es "leyenda" es real y quien es la diosa, y supongo que habrá un triángulo amoroso
bueno, son simples conjeturas, espero la conti
Leon- Sennin
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Re: El Don de la Diosa - Acto Final
WOOO Y SI QUE ES LARGO EL PROLOGO Y ahora a ver que nos trae la historia
moi-06yoyo- Sennin
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cuarto de sakura en su cama con ella
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Re: El Don de la Diosa - Acto Final
Me encanta. Me lo he leído dos veces. O quizá debería decir 3 xD
En serio, esa manera tuya de escribir hace que sea todo tan natural. ¿Un universo paralelo? ¿Un anti-NS? ¿Un fin del mundo? aquí tiene xD Gracias por escribir y publicarlo, la verdad es que con los buenos ratos que (al menos hablando por mí) me has hecho pasar, por lo menos hay que agradecerlo xD
Así que el poema que pusiste al principio era la creencia de Sasuke, por decirlo así. Y qué rápido se ha mosqueado, debe ser realmente muy importante para él.
¿Serán esas espadas especiales de alguna manera? ¿O quizá lo son ellos?
Me ha hecho gracia Naruto hablando tan tranquilamente con el tendero después de acostarse con Satsuki. "Y ahora, si me disculpa, me voy a tirar a su hija" xDD
Pero son unas circunstancias extremas después de todo. Y viendo el planteamiento de Satsuki, tenía bastante razón.
Ahora a esperar a la lucha entre Naruto y Sasuke, parece que va a ser algo épico. Y a ver si Sakura sale en el siguiente capítulo... ¿será la hija de otro tendero? xDD
En serio, esa manera tuya de escribir hace que sea todo tan natural. ¿Un universo paralelo? ¿Un anti-NS? ¿Un fin del mundo? aquí tiene xD Gracias por escribir y publicarlo, la verdad es que con los buenos ratos que (al menos hablando por mí) me has hecho pasar, por lo menos hay que agradecerlo xD
Así que el poema que pusiste al principio era la creencia de Sasuke, por decirlo así. Y qué rápido se ha mosqueado, debe ser realmente muy importante para él.
¿Serán esas espadas especiales de alguna manera? ¿O quizá lo son ellos?
Me ha hecho gracia Naruto hablando tan tranquilamente con el tendero después de acostarse con Satsuki. "Y ahora, si me disculpa, me voy a tirar a su hija" xDD
Pero son unas circunstancias extremas después de todo. Y viendo el planteamiento de Satsuki, tenía bastante razón.
Ahora a esperar a la lucha entre Naruto y Sasuke, parece que va a ser algo épico. Y a ver si Sakura sale en el siguiente capítulo... ¿será la hija de otro tendero? xDD
Layla- Consejo de escritores
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Re: El Don de la Diosa - Acto Final
Que ah estado laargo Cx . Al principio no me convencía realmente , pero después conforme seguí con la lectura , descubrí que era un Fic que promete y sin duda lo seguiré leyendo. Me fascino la trama de la historia y esa forma de narrar el ambiente que logra que me lo imagine todo.
La pelea entre Sasuke Naruto pinta emocionante , sin mas .... Contii
La pelea entre Sasuke Naruto pinta emocionante , sin mas .... Contii
Fanny△- Aprendiz
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Re: El Don de la Diosa - Acto Final
joder q buen fic espero q lo continues pronto
Kazuto-kun- Clan Byakko
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Re: El Don de la Diosa - Acto Final
buen capitulo me gusta este fic me parece interesante un guerra devasta to un pais
supongo que los bijus son las bestias no???
oye la katana que tiene sasuke se parece a yamato
espero la conti sigue asi
saludos
supongo que los bijus son las bestias no???
oye la katana que tiene sasuke se parece a yamato
espero la conti sigue asi
saludos
Zero_storm- Sannin
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Re: El Don de la Diosa - Acto Final
que prologo ten largo
ete fic promete ser mi favorita me encanta la trama que pusiste tu forma de ecribir tan claro y ya estoy anciosa de que pongas la continuacion de esta obra
ete fic promete ser mi favorita me encanta la trama que pusiste tu forma de ecribir tan claro y ya estoy anciosa de que pongas la continuacion de esta obra
orihime-chan- Aprendiz
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Re: El Don de la Diosa - Acto Final
Parece que sera un fic bastante interesante, si solo con el prologo me has dejado bastante enganchada. No puedo esperar para leer el 1er. capitulo que promete mucho ya que veremos de que realmente es capaz Naruto contra un oponente que le da la talla.
Espero con muchas ansias el próximo cap.
nos lemos
Espero con muchas ansias el próximo cap.
nos lemos
Mariam Namikaze- Genin
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Por aquí... por allí... por donde se me antoje XD
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Re: El Don de la Diosa - Acto Final
SOOOO WHAT!!!!!??????????
Noctis o mas bien Naruto xD con la espada de Zabuza!!!??? simplemente epico el pelirrojo a simple vista me suena mucho pero no lo acabo de identificar y la espada de Sephiroth?? este fic ya lo e catalogado de
"simplemente epico"
ya kiero contiiii
Noctis o mas bien Naruto xD con la espada de Zabuza!!!??? simplemente epico el pelirrojo a simple vista me suena mucho pero no lo acabo de identificar y la espada de Sephiroth?? este fic ya lo e catalogado de
"simplemente epico"
ya kiero contiiii
Hawk- Genin
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defendiendo el abismo de helm con Gimli..Llevo 25!!!
1900
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Re: El Don de la Diosa - Acto Final
Muy interesante...
Algo me dice que esa Diosa es Saku-Chan xD
Espero la Conti
Saludos,besos y abrazos.
Algo me dice que esa Diosa es Saku-Chan xD
Espero la Conti
Saludos,besos y abrazos.
NaruSaku-12- Sannin
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Uhm ~ Con Naru-kun en el inframundo visitando a Jiraiya y Mina&Kushi
4394
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Re: El Don de la Diosa - Acto Final
Zero_storm escribió:buen capitulo me gusta este fic me parece interesante un guerra devasta to un pais
supongo que los bijus son las bestias no???
oye la katana que tiene sasuke se parece a yamato
espero la conti sigue asi
saludos
La Katana de Sasuke se llama Murasame. Y es el arma de Sephiroth en Final Fantasy VII.
http://www.pobladores.com/data/pobladores.com/va/an/vaan07/channels/clan_ivalice/images/3687634sephirothenkh.jpg
Hawk escribió:SOOOO WHAT!!!!!??????????
Noctis o mas bien Naruto xD con la espada de Zabuza!!!??? simplemente epico el pelirrojo a simple vista me suena mucho pero no lo acabo de identificar y la espada de Sephiroth?? este fic ya lo e catalogado de
"simplemente epico"
ya kiero contiiii
El pelirrojo es Genesis. Uno de los personajes protagonistas de Final Fantasy VII: Crisis Core para PSP. Aunque repito que no tiene nada que ver con Sasuke. Solo la ropa. Y como dije arriba si, es la espada de Sephiroth xD
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Tomaoslo con calma por que ocupa 20 hojas. Si cuando vayáis a empezar a leer no tenéis mucho tiempo dejadlo para otro momento xD Gracias por los comentarios y espero que este primer capitulo tambien os guste.
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Acto I - El Infinito Misterio
Infinito Misterio es el Don de la Diosa,
busquémoslo para poder alcanzar los cielos.
Formará ondas en la superficie del agua,
y el alma errante sosiego alcanzará.
Acto I - El Infinito Misterio
Infinito Misterio es el Don de la Diosa,
busquémoslo para poder alcanzar los cielos.
Formará ondas en la superficie del agua,
y el alma errante sosiego alcanzará.
Naruto ahora sujetaba la espada con las dos manos delante de su cuerpo mientras que Sasuke tenía una actitud más vacilante sujetándola con una sola mano. Sin embargo la tensión parecía poder cortarse con un cuchillo.
Sin embargo todo comenzó a una velocidad prácticamente imperceptible para los que miraban. De repente ambos desaparecieron y volvieron a aparecer el uno delante del otro chocando sus enormes espadas a una fuerza que hizo vibrar el aire y a más de uno le obligó a taparse los oídos.
Separaron sus espadas y luego venia otro espadazo. Y así otro, y otro y otro en una lucha incesante demasiado rápida para ser seguida y demasiado ruidosa para ser escuchada. La velocidad y la fuerza de aquellos dos chicos parecía desmedida.
Ahora Sasuke ya portaba su espada con las dos manos igual que Naruto. Utilizaba su larga pero fina espada con maestría. Cualquiera podría pensar que una espada tan larga sería contraproducente de manejar ya que perderías velocidad y movilidad sin embargo parecía que eso no era problema alguna para el que podía moverla a gran velocidad y hacer movimientos impensables como cambios de manos o de dirección en su empuñadura.
Y lo de Naruto ya parecía más algo imposible como manejar a tal velocidad una espada que pesase por lo menos un cuarto de tonelada. Además podía hacer rápidos giros con ella o cambiar de una mano a otra y sujetarlo solo con una cuando hacía falta.
Dieron un pequeño saltó hacia atrás cada uno sujetando sus armas con ambas manos y cargando un fuerte golpe desde detrás de su cabezas. Luego chocaron sus armas con toda la fuerza que podían. En el momento en el que estas chocaron pudo parecer a simple vista que se generaba una corriente de viento como si fuese una pequeña onda expansiva levantando todo el polvo alrededor de los chicos.
- Vamos Naruto… sé que lo puedes hacer mejor. - Dijo Sasuke vacilante.
Durante un pequeño segundo los ojos de Sasuke se volvieron rojos. Sus pupilas mas bien. Empezó a preparar un corte horizontal con toda su fuerza y Naruto coloco su espada sujetándola sobre su cabeza con la hoja hacia abajo.
La hoja estaba tocando el suelo así que era como si la hubiese colocado formando un muro delante de él. El espadazo de Sasuke impacto en la espada pero tal era la fuerza con la que le había dado que Naruto fue elevado del suelo con sus setenta kilos más los doscientos sesenta de la espada. Y a pesar de eso salió despedido hasta que su espalda chocó violentamente contra una pared de una casa cercana.
Naruto sintió una presencia asesina erguirse por encima de él y cuando se fijo pudo ver unos ojos rojos que lo miraban con sed de sangre preparando un nuevo golpe horizontal. Naruto levanto la espada con toda su fuerza desde el suelo desviando así el golpe de Sasuke.
Cuando la larga espada de Sasuke toco la pared el resultado fue bastante impredecible. Toda la casa de dos pisos recibió un corte en diagonal de lado a lado. Y esta comenzó a derrumbarse hacia el lado en el que estaba desequilibrado.
Era como si la espada de aquel chico pudiese cortar más allá de los límites de su filo. Y todo un edificio partido en dos como si fuese de mantequilla lo corroboraban. Naruto enfadado dio un golpe en horizontal hacia que Sasuke tuviese que dar un salto mortal hacia atrás para evitarlo.
- ¡Mierda Sasuke! Mira que te he avisado. Por eso no me gusta luchar contigo. Al final acabamos destrozándolo todo. - Dijo Naruto recordando.
---------------------------------------------------------------------------------------------------- Hace dos años.
Naruto y Sasuke estaban de pie el uno delante del otro jadeando tratando de sostener sus espadas como podían. Llevaban ya tres horas peleando.
A su alrededor ya no quedaba nada. Habían estado en una pequeña ciudad del interior de las montañas pero todos sus edificios ahora eran escombros y ceniza.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
- ¿Desde cuándo te importa tanto esas cosas? - Preguntó Sasuke mientras sus ojos volvían a ser negros y se limitaba un poco.
- Esta gente no nos ha hecho nada. - Dijo Naruto levantándose.
- Bueno… entonces tendrás que detener mejor mis golpes para evitar que les pase nada. - Dijo Sasuke vacilante.
- “Mierda Sasuke… no has cambiado nada.” - Pensó Naruto sujetando su arma con firmeza.
Naruto salió corriendo con rabia hacia su amigo y rival de toda la vida sujetando con fuerza su arma y lanzando un corte en diagonal desde arriba a la derecha. Sasuke se agachó inclinándose hacia la izquierda y luego fue a contraatacar lanzando un golpe desde abajo.
El rubio tuvo que mover su espada hacia su derecha para poder bloquear el golpe. Era la ventaja de una espada tan grande que la podía usar como una pared prácticamente. Aunque de nuevo los golpes de Sasuke eran bastante más fuertes y el rubio fue empujado hacia el lado.
Cuando se desequilibró el Uchiha aprovecho para dar un salto hacia arriba y lanzar un corte en horizontal hacia el suelo. Naruto puso su arma delante de él. El resultado fue Naruto chocando contra el suelo. Sin embargo a los lados de Naruto se podía ver como se habían hecho dos profundos cortes en el suelo.
Si Naruto no hubiese colocado la espada delante de el probablemente habría acabado cortado en dos como la piedra que asfaltaba el suelo. A pesar del duro golpe Naruto dio una voltereta hacia atrás levantándose rápidamente sin soltar su arma y lanzó al contraataque un espadazo vertical que Sasuke detuvo colocando su arma en horizontal sobre su cabeza.
El Uchiha quedo ileso pero a su alrededor se formaron varias grietas debidas a la increíble fuerza con la que Naruto había atacado al Uchiha.
- Sigues sin mostrarme todo tu poder. - Dijo Sasuke sonriendo.
El moreno movió su arma hacia un lado haciendo que Naruto tuviese que saltar hacia atrás para evitar la estocada.
- Bien… te ayudaré a ponerte serio. - Dijo Sasuke mientras sus ojos volvían a tornarse rojos por segundos.
La hoja de Sasuke se rodeó por una extraña aura negra bastante sutil que había que fijarse bien para verla. Naruto se maldijo y tuvo que ver como Sasuke movía su espada al viento donde no había nada.
Sin embargo una especie de línea negra se formó en el aire moviéndose a gran velocidad hacia su cuerpo. Cuando estaba a punto de llegar hacia él le dio un espadazo haciendo que se formasen ahora dos líneas que continuaron tras su cuerpo chocando una en el piso de arriba de un edificio y la otra en el suelo.
La que chocó con el edificio hizo un enorme agujero en el piso de arriba y la que acabo en el suelo hizo un corte como los anteriores. Sasuke había concentrado parte de su poder en el filo de la espada y lo había lanzando todo en forma de una Hoz Cortante más afilada que la propia espada. De nuevo Naruto hubiese acabado partido en dos si no fuese por su espada.
- ¡¡Mierda es peligroso!! - Gritó un aldeano alarmando a los demás.
Poco a poco el pánico cundió entre el público y empezaron a correr alejándose del lugar. Naruto se sintió algo más aliviado al saber que al menos ya no había riesgo de matar a nadie. Pero seguía sin querer destruir su pueblo y mucho menos el bar de Satsuki y sus padres. No le parecía justo algo así por eso había evitado colocarse de espaldas hacia su local.
- ¿¡Por qué luchamos Sasuke!? - Preguntó enfadado Naruto.
- ¿Por qué luchamos? Es sencillo… porque solo tú puedes luchar conmigo. - Dijo Sasuke dejando a Naruto intrigado.
- ¿Es una especie de obsesión tuya por la lucha? - Preguntó Naruto dando un paso hacia adelante.
- He viajado por todo el mundo buscando a alguien que fuese más fuerte que yo. O que pudiese serlo más bien… pero… no lo he encontrado. Naruto después de mi viaje supe claramente que el único con un poder parecido al mío eres tú. - Dijo moviendo su espada apuntando hacia Naruto. - Y por eso… deseo medir mi poder con el tuyo sobre nadie más. - Dijo después moviendo la espada hacia abajo.
- ¡Que cosa más estúpida! - Gritó Naruto mientras sus ojos se volvían rojos por un momento.
Agitó su espadón y esta comenzó a brillar en un aura azul parecida a la de Sasuke antes pero en otro color. El Uchiha sonrió divertido volviendo negra la hoja de su espada de nuevo. Corrieron el uno contra el otro y chocaron las espadas.
Cuando lo hicieron se formó una poderosa onda expansiva azul y negra que creo un cráter sobre sus pies, destrozo una estatua cercana que había allí y quebró todos los cristales que daban a la plaza. Pero ellos seguían intactos gracias a sus armas.
Naruto gruñó con fuerza y movió la espada haciendo que Sasuke saliese despedido hacia atrás haciendo un agujero en una casa por la que entró destrozando la pared. Naruto no se lo pensó dos veces y lo siguió al interior dando rápidas estocadas que Sasuke detenía con su espada.
- Empiezas a mostrar tu fuerza. - Dijo Sasuke mirándole a sus rojos ojos.
Obviamente la casa estaba quedando destrozada pero ahora mismo eso importaba poco. Sasuke dio un salto hacia el techo dando un corte hacia el abriendo un camino a su paso. Salió al exterior subiéndose al tejado del hogar de alguien. Naruto hizo lo mismo pero nada más tocar el suelo Sasuke le atacó haciendo que cayese de espaldas contra la plazo. Aunque como si nada volvió a levantarse.
- ¿¡Y por que necesitas ganarme!? - Preguntó Naruto levantando su arma hacia él.
- Porque necesito saber si soy la persona más fuerte del mundo. - Dijo Sasuke quedándose al filo del tejado.
- ¿Y esa obsesión? - Preguntó Naruto haciendo sonreír a Sasuke.
- Cuando la guerra de las bestias traiga el fin del mundo… la Diosa descenderá del cielo. - Recitó el Uchiha mirándolo fríamente.
- ¿Qué cojones tiene que ver eso? - Preguntó Naruto mientras sus ojos volvían a ser azules.
- Naruto es evidente para cualquiera que el mundo está llegando a su fin. Miles de personas mueren cada día mientras que los ciudadanos ya están al borde de la extinción. No queda esperanza ni luz. El mundo está en clara decadencia. Las bestias somos nosotros los humanos y nuestra guerra ha traído el fin del mundo. - Dijo Sasuke con los ojos rojos mirando a Naruto.
- ¿Y crees que la Diosa descenderá ahora del cielo? ¿Me parece patético pero que tiene eso que ver conmigo? - Preguntó Naruto enfadado.
- Cuando la Diosa llegue a nuestro mundo. Deberá escoger a un mortal de entre todos los que lo habitan para entregarle su Don. El Don de la Diosa. Y con el poder traer la salvación al mundo. - Dijo el Uchiha.
- ¿Y tú quieres salvar el mundo? - Preguntó Naruto extrañado.
- La verdad es que eso me da igual. Solo me interesa poder tener parte de su poder y alcanzar el cielo. Y estoy convencido de que escogerá al guerrero más fuerte que habite esta tierra. Y tengo que asegurarme de que ese soy yo. - Dijo Sasuke mientras todo su cuerpo se rodeaba con la misma aura negra de antes. - ¡Me convertirá en el Sanador del Mundo y con ese poder conquistaré el cielo! - Gritó el Uchiha estremeciendo a Naruto.
El rubio sabía muy bien lo que estaba por llegar al ver toda esa energía acumulándose alrededor de Sasuke. Naruto miró hacia atrás y pudo ver como estaba el bar de Satsuki detrás de él. Naruto clavó su espada en el suelo y desde detrás de ella sus ojos se volvieron rojos otra vez y un aura azul lo rodeó.
Sasuke agitó su espada al viento y una increíble ola de energía que arrasó el edificio que tenía a sus pies avanzaba hacia Naruto. Pero este colocó sus manos delante de el extendiendo su aura todo lo que pudo. El ataque de Sasuke chocó contra esta extraña barrera deteniéndose. Pero esto estaba saliéndole caro a Naruto que estaba sudando. Pero pudo bloquearlo por completo.
- Vamos Naruto… no gastes energía para proteger estúpidos edificios. - Dijo el Uchiha cayendo al suelo de pie.
- Que tengas el poder para destruirlos no te da derecho a hacerlo. Estos edificios son por lo que tanto han luchado las familias de aquí. No puedes arrebatárselos por capricho. - Dijo Naruto.
- No me importa si este pueblo desaparece o no. No es que lo vaya a hacer por gusto ni nada. Es solo que no me importan los daños colaterales. - Dijo Sasuke viendo como Naruto cogía su espada de nuevo.
- ¿De verdad haces todo esto por un cuento para niños? - Preguntó Naruto mirándolo extrañado.
- La verdad Naruto es que me da completamente igual lo que pienses. No me importa si compartes o no mi creencia en este asunto. Solo necesito saber que nadie es más fuerte que yo. - Dijo el Uchiha mirándolo con frialdad.
- ¿¡Sasuke reacciona!? Ni siquiera sabes que es ese poder del que hablas. - Gritó Naruto algo enfadado.
- Infinito Misterio es el Don de la Diosa, busquémoslo para poder alcanzar los cielos. Formará ondas en la superficie del agua y el Alma Errante sosiego alcanzará. - Dijo el Uchiha extrañando a Naruto.
- ¡Estás loco! - Dijo Naruto algo irritado ya.
- Tienes razón no sé qué es ese poder. Por eso es un misterio infinito. Pero tengo que buscarlo si quiero alcanzar el cielo. Debo hacerlo si quiero que mi alma encuentre la paz. - Dijo Sasuke empuñando de nuevo su arma con dos manos. - Naruto necesito haberte derrotado antes de que Ella venga. Porque obviamente Ella escogerá al guerrero más fuerte. - Dijo comenzando a correr hacia Naruto.
Naruto muy enfadado cogió su arma con fuerza y volvió a intercambiar golpes con el Uchiha. Sin embargo a diferencia de antes ahora de vez en cuando sus espadas brillaban en azul o en negro y cada golpe formaba ondas expansivas y hoces cortantes que viajaban de un lado para otro destrozándolo todo.
El rubio lanzó con fuerza a Sasuke contra una de las callejuelas y lo siguió a gran velocidad sin darle respiro. Después fue el Uchiha el que lo elevo del suelo lanzándolo por encima de una casa de un único piso. La batalla fue moviéndose por toda la ciudad rápidamente hasta que para sorpresa de Sasuke se vio en un determinado lugar.
- Vaya… esta era tu intención llevándome por todo el pueblo. - Dijo el Uchiha sorprendido.
- Aquí… podremos luchar de verdad. - Dijo Naruto colocándose de pie y recuperando el aliento.
Habían llegado a la playa del pueblo. Estaban rodeados de arena y estaba más cerca del mar que de los edificios. Estaba bastante sucia y el agua no incitaba a bañarse pero eso no importaba mucho vamos.
- Entonces… ¿Me mostraras tu verdadero poder? - Preguntó Sasuke con satisfacción.
Naruto levantó su arma solo con un brazo mientras todo su cuerpo se rodeaba de un aura azul bastante intensa. Y esta se extendía hacia su espada mientras sus ojos permanecían rojos como la sangre. Sin duda Sasuke sonrió con mucha satisfacción.
- Que honor… poder ver por fin tu verdadero poder. - Dijo el Uchiha imitándolo mientras su aura se volvía negra y oscura.
Naruto corrió hacia Sasuke a mayor velocidad que antes y ambos chocaron sus espadas. Ahora la explosión de energía fue diez veces mayor levantando una pequeña tormenta de arena. Siguieron chocando sus espadas decenas de veces en pocos segundos haciendo cortes en el suelo, barriendo toda la arena e incluso el mar se agitaba con sus golpes.
- ¡Sabia que escondías un poder como el mío! - Gritó Sasuke con satisfacción.
- ¡¡Cállate!! - Gritó Naruto enfadado moviendo su espada con mucha fuerza.
Lanzó una hoz cortante como hico antes Sasuke pero horizontal levantando toda la arena. EL Uchiha la evito cortándola en dos con su espada. Ahora ambos aunque habían elevado su poder todo lo que podían estaban ya jadeando por el combate pero mirándose decididamente a los ojos sujetando sus armas con las dos manos.
Naruto le dio la vuelta a su espada sujetándola hacia atrás por la espalda mientras levantaba su mano izquierda suelta apuntando hacia Sasuke. Una gran cantidad de energía azul comenzaba a arremolinarse sobre su mano creando una esfera del tamaño de un balón de futbol.
Sasuke chasqueo la lengua y clavo su espada en la arena para levantar sus dos manos sobre el pecho y formando una esfera parecida a la de Naruto delante de él. El aura que emanaba de ambos era básicamente su fuerza interior. Todos los seres vivos tenían de esa fuerza pero solo los más poderosos podían hacer lo que Naruto y Sasuke.
Y aquellas esferas no eran más que la materialización pura de esa energía utilizada como arma de ataque. Con entrenamiento todos los seres vivos podrían utilizar su energía interior como arma. Sin embargo la fuerza de sus ataques y el tiempo que durasen con las auras potenciando su cuerpo sería muy limitado.
Sin embargo Naruto y Sasuke eran especiales. Desde los doce años estuvieron entrenando duramente cuando decidieron marcharse de la capital. Y lo hicieron hasta que el templo en el que entrenaban fue arrasado por el ejército de su propio país cuando los monjes se negaron a luchar en la guerra.
Eso ocurrió cuando tenían dieciséis años. El caso es que Naruto y Sasuke tenían un poder interior muy superior a la media. Si pudiese medirse en una escala ellos estarían cien o mil escalones por encima de la media.
Las esferas salieron despedidas de sus manos chocando en el centro. Durante un pequeño instante pareció que luchaban la una con la otra. Sin embargo al poco tiempo colapsaron explotando violentamente y lanzando a Naruto y a Sasuke hacia atrás con fuerza.
Sin embargo Naruto se levantó rápidamente todavía le quedaba mucha energía. Pero para su mala suerte su rival hacia lo mismo. Corrieron el uno contra el otro y chocaron sus armas de nuevo. Sus poderes estaban muy parejos.
Dieron una pequeña vuelta y Naruto lanzó un espadazo detenido por Sasuke. Detrás del Uchiha estaba el mar y el efecto del golpe hizo que este pareciese abrirse por momentos. Si hubiesen mostrado este poder en medio del pueblo ya no quedaría edificio en pie. Por eso Naruto lo llevó hasta la playa donde podría luchar sin problemas.
Llevaban ya 40 minutos luchando pero parecía que todavía les quedaba energía para rato. Era hasta agobiante para ambos la sensación de empatar sin descanso una y otra vez. O al menos lo era para Naruto que ya estaba cansado.
- ¿Y no puedes hacerlo mejor Naruto? - Preguntó Sasuke vacilante.
- ¿Te parece poco? - Preguntó Naruto agitando su arma con fuerza y haciendo que Sasuke saliese volando hacia la orilla.
- La verdad… me decepcionas Naruto. - Dijo el Uchiha sonriendo.
De repente el aura de Sasuke comenzó a crecer sin control duplicando o triplicando su poder. Naruto dio un paso hacia atrás abrumado por toda la fuerza que estaba mostrando su amigo de toda la infancia.
- Esta es la diferencia Naruto. Yo me he pasado todos estos años entrenando sin parar y perfeccionando mi técnica para poder ser digno del Don del a Diosa. Mientras que tú… has ido de pueblo en pueblo gastando tú poder en matar patéticos pandilleros. - Dijo Sasuke caminando hacia Naruto y viendo como este retrocedía con sus pasos.
Sasuke sonrió satisfecho y apareció a gran velocidad detrás de Naruto con su arma apuntando hacia el horizonte. Toda el aura azul de Naruto desapareció al instante cayendo de rodillas a la arena.
- “¿Cómo ha mejorado tanto? La última vez… empatamos…” - Pensó Naruto ver las olas romper contra la orilla.
- No has mejorado nada desde la última vez. - Dijo Sasuke sin mirarle. - Pensaba que tu también habrías entrenado. - Dijo Sasuke todavía a su espalda.
Se quedaron espalda contra espalda unos segundos pero Naruto de rodillas. Sasuke redujo toda su aura volviendo a la normalidad y comenzó a caminar hacia el pueblo.
- Naruto… puede que no me creas pero me alegro de haberte visto. Siento haber aparecido así pero era algo que necesitaba. Espero que podamos vernos en el futuro de nuevo…. - Dijo el Uchiha con sinceridad en sus palabras.
- ¡¡Espera!! - Gritó Naruto levantándose con fuerza y gruñendo de dolor sujetándose el estómago.
Naruto levantó su espada con las dos manos y por primera en vez desde los diez años parecía pesarle entre sus brazos. Pero ahora mismo tenía una determinación implacable. Naruto se llevó su espada al espalda mientras su aura azul volvía con mucha mayor fuerza que antes.
- “Ha aumentado su poder… en medio del combate… increíble.” - Pensó Sasuke mirando el chico que corría hacia él. - “Eres mi mayor rival Naruto… no mereces algo tan horrible como mi compasión.” - Pensó después sacando su Katana de nuevo.
Chocaron sus espadas con gran violencia en una explosión que parecía no tener final y aumentaba y aumentaba sin parar. El mar se agitaba con violencia en dirección contraria a su curso natural.
Algunas de las casas más cercanas a la playa estaban temblando y agrietándose solo con el choque de las espadas. Un edificio abandonado en bastante mal estado acabó por colapsar y caer derrumbado.
Sin embargo tras estar varios segundos con las fuerzas enfrentadas el Uchiha aumento aún más su aura moviendo con fuerza su espada hacia Naruto y haciendo que toda la energía contenida y generada por el choque se liberase hacia el golpeándolo con fuerza y dejándolo inmediatamente inconsciente en la arena.
- Me ha gustado luchar contigo. - Dijo Sasuke al desmayado Naruto. - Nuestros enfrentamientos siempre acaban por satisfacerme. Somos guerreros al fin y al cabo. ¿Cómo habría sido nuestra batalla si hubieses entrenado lo mismo que yo? Espero que nos volvamos a encontrar en el futuro. - Dijo dándose la vuelta al decir la última frase. - Me alegro de haberte visto amigo mío. - Dijo para después desaparecer de allí caminando.
Sin embargo para Naruto todo se había vuelto negro ya que había perdido el conocimiento y no pudo escuchar las últimas palabras de Sasuke al despedirse. Pero todo se iluminó de nuevo cuando abrió los ojos de nuevo. Pero ya no estaba en la playa. Estaba tumbado en la cama donde pasó la noche anterior.
No llevaba puesto nada encima más que sus pantalones. Pero estaba tapado por una sabana. Cuando la quito pudo ver que tenía varias vendas cubriendo su pecho. Llevó la vista a la habitación y pudo ver su espada apoyada en la pared y su chaqueta y camiseta tendidas en una silla.
Naruto se llevó la mano a la cabeza tratando de recordar sin embargo en ese momento la puerta se abrió entrando una bella joven de pelo moreno y ojos de color café que sonrió tiernamente al verle despierto.
- Por fin despiertas dormilón. - Dijo la chica que tenía una jarra de agua en la mano.
- ¿Cuánto llevo durmiendo? - Preguntó Naruto mirándola.
- Cuatro días. - Dijo Satsuki entrando en la habitación.
- Vaya… eso me saldrá caro. - Dijo Naruto haciendo reír a la chica. A 50 Ryus la noche.
La chica dejó la jarra de agua en una mesa mientras Naruto trataba de recordar todo lo ocurrido y como fue derrotado por Sasuke.
- ¿Cómo he llegado aquí? - Preguntó Naruto.
- Cuando vimos que aquel chico se marchaba fuimos a buscarte mi padre y yo. - Dijo Satsuki sonriendo.
- Gracias… - Dijo Naruto.
- Y luego entre varios hombres del pueblo y yo intentamos llevar tu espada… - Dijo la chica con los brazos aun doloridos. - Pesaba mucho. - Dijo después con una voz muy cómica que hizo reír a Naruto.
- Pensaba que después de echar a bajo una parte del pueblo no pensé que me ayudaríais. - Dijo Naruto triste.
- Todos vimos que tú te esforzabas por evitar justamente que se destrozase por completo. - Dijo Satsuki animándole.
Naruto se levantó de la cama y se puso su camiseta. Después la chaqueta negra. Se colocó los arneses con los que sujetaba y se puso la espada a la espalda.
- Tengo que reconocer que es algo bastante sexy verte levantar la espada tan grande con una mano. - Dijo Satsuki sentada en la cama de Naruto.
- ¿Tú crees? - Preguntó el rubio algo serio.
- ¿Estas bien? - Preguntó Satsuki algo extrañada.
- Si… tranquila. - Dijo Naruto yendo hacia la puerta.
Salió por la habitación y bajo por las escaleras hasta el local. Era ya medio día así que estaba algo lleno. Se acercó al tendero colocando su mano en el bolsillo.
- Toma. - Dijo Naruto dándole un rollo de billetes.
- ¿Y esto? - Preguntó extrañado.
- Son 7.000 Ryus… para que cubráis los desperfectos de la ciudad. - Dijo Naruto dándoselo. - “Maldito Sasuke… al final solo me quedan 2.500 para mí.” - Pensó Naruto algo hastiado.
- Gra… gracias. - Dijo sorprendido el hombre cogiéndolo.
Aunque el dinero era para todo el pueblo y sobre todo para recuperar los edificios destrozados. Sin duda vendría muy bien.
- Me marchare ya… no quiero causar más problemas. - Dijo Naruto levantándose.
- No, por favor. Quédate por lo menos hasta mañana. Para recuperarte del todo. Todo correrá a cuenta de la casa. Creo que ya has pagado bastante. - Dijo el hombre insistiendo.
- Si por favor… aun estas herido. - Dijo Satsuki bajando por las escaleras.
- Bueno… pero mañana me marcharé. Ya ha pasado demasiado tiempo. - Dijo Naruto volviéndose a sentar.
La mente de Naruto sin duda estaba en otro lugar. Sasuke estaba demasiado extraño hasta algo obsesionado. Le daba hasta algo de pena pensar así en su amigo. Pero lo que más le dolía es que se hubiese vuelto más fuerte que él.
- ¿Seguro que estas bien Naruto? - Preguntó la chica alcanzándole algo de comer al verlo tan pensativo.
- Si… tranquila. - Respondió el chico forzando una sonrisa.
- Ven conmigo. - Dijo la chica sonriendo y cogiéndole por el brazo.
Tiró de el hasta sentarlo en una de las mesas donde estarían más cómodos. No era bueno estando herido tener que mantenerse erguido en el taburete así que se sentó en frente de él.
- ¿No trabajas? - Preguntó Naruto.
- Hoy es mi día libre. Tengo un día libre a la semana. - Dijo la chica sonriendo.
Con 17 años y tenía que trabajar seis de siete días a la semana desde las 6 hasta altas horas de la madrugada. Bueno casi se podía sentir afortunada por tener un día libre a la semana.
- ¿Quién era ese chico? - Preguntó rápidamente Satsuki con curiosidad.
- Es un viejo amigo… - Dijo Naruto sin querer hablar mucho.
- “No lo parecía…” - Pensó después la chica recordando su pelea.
- Es una larga historia. - Dijo Naruto forzando una sonrisa y cerrando el tema.
- ¿Te importa si como contigo? - Preguntó Satsuki viendo que su madre había terminado la comida.
- No… claro. - Dijo el chico mirándola.
Satsuki fue a la cocina a buscar una bandeja con los platos y después volvió a la mesa de nuevo dejándolo en la mesa. Y comenzaron a comer sin hablar mucho ni de nada importante. El día pasó más o menos tranquilo. La verdad toda la decadencia que se mostraba cuando Naruto llegó se estaba frenando.
Entre que mato a la banda más peligrosa y que ahora los raterillos y los maleantes estaban un poco asustados por su presencia las cosas se habían relajado bastante. Casi que daba gusto salir un poco a la calle. Aunque todo volvería a su cauce a los pocos meses de que Naruto se marchase claro.
El día volvió a terminar y la noche se cernía sobre la ciudad. Naruto estaba sentado en la cama mirando por la ventana. A su lado estaba Satsuki desnuda y durmiendo tapada al lado de Naruto. El rubio estaba pensando en todo lo que estaba pasando.
- “¿Cuándo acabará esta guerra?” - Se preguntó Naruto. - “¿Cambiara algo el mundo cuando acabe?” - Pensó después. - “Puede que las leyendas no existan pero… el mundo está acabándose y no hace falta ser muy listo para verlo… “ - Pensó después mirando a la chica que dormía a su lado.
El día siguiente llegó y Naruto estaba en las afueras del pueblo. Satsuki le había acompañado hasta el final. El chico ya estaba listo para seguir su camino.
- Naruto. - Dijo ella seria mirándolo.
- Dime Satsuki. - Respondió Naruto dándose la vuelta.
- Me alegro de haberte conocido. - Dijo la chica haciendo una pequeña reverencia.
- Eh… dijiste que no te enamorarías de mí. - Dijo Naruto algo divertido.
- No seas creído… no es eso. Simplemente me caes bien. - Dijo la chica sonriendo.
- Igualmente. - Dijo Naruto poniéndose serie y tendiendo su mano a la chica.
- Que serio te has puesto. - Dijo ella sonriendo y estrechando su mano.
- Nos vemos Satsuki… cuídate. - Dijo Naruto dándose la vuelta
- ¿Nos volveremos a ver? - Preguntó ella que había hecho un buen amigo.
- Quien sabe… quizás cuando le dé la vuelta al país. - Dijo Naruto sin mirar atrás.
La chica se quedó sonriendo por donde Naruto se marchaba. Obviamente no se había enamorado de él. Pero le había caído bastante bien y lo pasaron bien juntos. Luego se dio media vuelta hacia su hogar que ahora respiraba paz.
Puede que Naruto no lo supiese pero a su paso había dejado calma y tranquilidad. Puede que no fuese a ser perpetuo. Que solo durase unos cuantos meses. Pero para sus habitantes ya era algo por lo que agradecerle todo lo que había hecho.
Mientras tanto muy lejos de aquel lugar estaba Sasuke Uchiha en la frontera con Arcadia. Allí era donde sin duda se podía ver la profunda decadencia del mundo. A su alrededor había varios soldados muertos. De ambos bandos asesinados por él.
Desde allí podía ver como los generales de su país habían mandado a 5.000 soldados a tomar un fuerte de Arcadia que tenía en la frontera. Lo que esos soldados no sabían es que estaba siendo usados como señuelo. Habían sido mandados a morir como cucarachas solo para crear una pequeña distracción.
Las vidas humanas ahora mismo solo eran números en manos de los generales, los altos empresarios y el presidente del País. Era bastante triste en realidad. Un jodido fuerte en una asquerosa montaña valía más que 5.000 vidas. Era realmente repulsivo. Sasuke estaba viendo el espectáculo desde un alto en una montaña.
- “Patético…” - Pensó el Uchiha.
Todos los hombres estaban siendo masacrados por la artillería pesada de Arcadia. Algunos armados con escasos rifles. La gran mayoría con espadas o afiladas lanzas. No podían hacer nada mientras trataban de escalar la montaña. Solo caer por decenas ante cada disparo. Y antes de que un solo soldado pudiese llamar a la puerta sus vidas ya se habían extinguido.
Aunque la operación fue todo un éxito ya que otro pequeño regimiento pudo entrar descendiendo por la montaña haciendo rapel. Tomaron la base aprovechando el descuidado. Los 1.000 soldados de arcadia también asesinados.
Allí no había culpables. Solo hombres y mujeres luchando. Pero ya no luchaban por sus países. El sentido del patriotismo se había acabado en el mundo. Solo luchaban para poder llevar algo de dinero a sus familias. Familias que ahora mismo lo habían perdido todo.
- “En esta guerra no hay buenos ni malos… solo soldados inocentes muertos brutalmente. Civiles privados de todo tipo de felicidad… y personas que rigen el mundo sentados en sus mesas viviendo en la más absoluta riqueza mientras su pueblo se muere de hambre.” - Pensó el Uchiha viéndolo todo.
Sasuke negó con la cabeza y se marchó del lugar con el rumbo fijo a un pequeño lugar llamado el Faro de la Esperanza. Fue construido hace miles de años en el lugar donde ambas fronteras chocaban y fue símbolo de la paz ya que fue construido para que los navíos de un país pudiesen cruzar el mar hacia el otro con facilidad.
Pero lo que tenía más especial es que era considerado el centro del mundo. Las localizaciones mediante coordenadas y las diferencias horarias partían de ese justo lugar.
- “No temas porque cuando la oscuridad amenace con colapsar nuestro mundo definitivamente, la Diosa bajara desde el cielo para traernos su luz y la esperanza de un mañana mejor. - Pensó Sasuke recordando las últimas palabras de esperanza que su madre le dedicó antes de morir en sus brazos. - El fin del mundo esta ceca… - Susurró Sasuke al viento.
Había pasado un largo mes de todo aquello. Naruto había llegado a una nueva ciudad. Esta vez estaba en una zona más del interior. Estaba en el centro de una gran llanura de hecho. Ni montañas ni mar lo rodeaba. Era una ciudad algo más grande que la anterior. Sin embargo presentaba el mismo estado.
Aquí subsistían de una pequeña fábrica que se dedicaba a hacer todo tipo de cosas satisfaciendo las necesidades de la ciudad y algunos pueblos vecinos. También había varios bares, prostíbulos y posadas. Sin embargo nada del otro mundo.
El 65% de la población estaba en paro. Ya era una tasa algo inferior a la del pueblo anterior. Sin embargo era lo suficientemente desesperante como para que la vida en la ciudad fuese un infierno para la gran mayoría. Los que no tenían nada sufrían. Y los que lo tenían lo sufrían cuando eran asaltados periódicamente.
Naruto esperaba poder ganar algo de dinero en aquel lugar. Ya que ahora mismo empezaba a quedarle poco por haber tenido que vivir un mes de viaje sin hacer ningún encargo. Pero en una ciudad tan grande habría algo que hacer sin duda.
El rubio se detuvo cuando notó que algo tiraba de su ropa por atrás. Naruto se giró rápidamente pero vio a una pequeña niña de no más de 6 años tirando de su chaqueta.
- Señor… - Le llamó ella con voz cansada.
- … - Naruto se limitó a mirarla.
- ¿Me puede dar algo de comer? - Preguntó con una voz que destrozaría el alma de más de uno.
Naruto elevó su vista hacia el panorama. Empezó a buscar lo típico. Más críos buscando intentar matarle para robarle. Algún padre o madre con pocos escrúpulos que usase a aquella niña para conseguir algo. Sin embargo no vio nada sospechoso y Naruto tenía muy buena vista para esas cosas. Realmente esa niña estaba sola.
El ojiazul se agachó y metió su mano en un bolsillo. De ella sacó una solitaria manzana verde que había comprado aquella mañana. Luego aprovecho para meterle 200 Ryus en el bolsillo sin que ni ella lo notase. Más de un desalmado podría robar a la niña si viese que un desconocido le daba dinero. Por eso le dio la manzana primero ya que nadie haría nada por eso.
- ¡Muchas gracias señor! - Dijo la pequeña niña con una amplia sonrisa. Solo la manzana ya parecía complacerle bastante.
- De nada. - Dijo Naruto levantándose rápidamente y siguiendo su camino.
Naruto continuó caminando hacia el centro de la ciudad donde lo primero que pretendía seria encontrar algún lugar donde descansar un rato. Aunque bueno luego los bares de copas siempre acababan siendo el mejor sitio donde encontrar algún trabajo.
Cuando había llegado a uno de las peores áreas de la ciudad pudo ver como dos hombres cogían de los brazos a una niña que debería tener unos 15 años y empezaban a sujetarla con fuerza.
- ¡No, por favor! - Gritó la niña mientras entre los dos la llevaban a un callejón.
Naruto negó con la cabeza asqueado ante tal espectáculo. Sin embargo se forzó a sí mismo a pasar de largo igual que hacían todos los que lo habían visto.
- Por favor… otra vez no. - Suplicó la niña desesperada entre lágrimas.
Naruto se detuvo al escuchar eso y ya no pudo dejarlo pasar. Llevó su mano a la parte trasera de su cinturón mientras sacaba una pequeña Katana cuya hoja seria de 30 centímetros mientras caminaba con la mirada ensombrecida hacia el callejón.
Uno de los hombres la sujetaba por la espalda mientras que el otro trataba de desvestirla. Joder era una niña de quince años. Eso resonaba en la mente de Naruto. Cogió al hombre que estaba de espaldas a él y sin dudarlo un solo segundo rasgó su garganta haciendo que comenzase a desangrarse.
El otro hombre soltó a la niña y saco un hacha que tenía sujeta a su espalda. Naruto partió el mango en dos con la pequeña Katana y después la clavó repetidas veces en su pecho a gran velocidad. Cayó muerto al suelo a los pocos segundos.
Naruto limpio la Katana en las ropas del que ya estaba muerto en el suelo. Luego la guardo de nuevo en la parte de detrás de su cinturón. Fue a darse la vuelta sin embargo se detuvo al notar que aquella niña a la que le llegaba la cabeza por debajo de su pecho le abrazó.
- Gracias… - Dijo ella dejando de llorar.
Por un extraño momento a Naruto se le hizo muy rara aquella muestra de afecto. Quizás también estaba bien ayudar a otra persona sin cobrarle nada a cambio. Aunque tampoco era algo que pudiese permitirse el lujo de hacer mas de vez en cuando.
- De nada. - Dijo Naruto separándose de ella.
La chica se quedó mirando como aquel extraño hombre vestido todo de negro y cargando una espada que pesaba el triple que él seguía con su camino hacia adelante. Naruto continuó caminando hasta llegar a un bar que parecía bastante animado.
Había unas cuantas chicas metidas en unas jaulas bailando. En realidad las jaulas no eran para encerrarlas si no mas bien para protegerlas de los de fuera. Había mucha gente bebiendo. La verdad para el poco dinero que ganarían y se lo gastaban en eso. Bueno… ¿Qué otra opción había?
Naruto se relajó sentándose en un taburete junto a la barra. Esta vez no se sentía con suficientes fuerzas y pidió simplemente un refresco que le sirvieron rápidamente. Comenzó a beber cuando escuchó a dos hombres.
- ¿Lo has oído? Los hombres de Tryon han vuelto a atacar hoy. Esta vez ha sido un almacén y han robado todo lo que han querido. Es inaceptable hacen lo que quieren en esta ciudad. - Dijo uno de ellos.
- Y que lo digas… y el alcalde no hace nada. Dios la ciudad cada vez va de mal en peor por culpa de esos idiotas. - Dijo el otro bastante ofendido.
- “Bingo.”- Pensó Naruto terminándose su bebida y dejando 10 Ryus en la barra para marcharse rápidamente.
Naruto se marchó rápidamente del lugar a un ritmo más o menos alto buscando el ayuntamiento. Por fin una buena noticia y una posible buena fuente de ingresos. Naruto tenía buen ojo para los trabajos.
En la plaza principal de la ciudad vio un edificio de dos plantas con la bandera del país y un reloj en la parte del centro. Que tópico sin duda. Entró en el con la misma prisa y se dirigió hacia el despacho del alcalde.
- Señor necesita una cita para hablar con el alcalde. - Dijo una mujer saliendo de detrás del mostrador.
Naruto le dirigió una mirada que la paralizó de miedo. No tenía ganas de hablar con ella ahora. Siguió hasta pasar por una puerta y llego al despacho principal bastante rápido. Allí había un hombre que se sorprendió y asustó de Naruto. Era el alcalde.
- ¿Qué… quiere? - Preguntó algo tembloroso.
- Vengo a proponerle un trato. - Dijo Naruto sentándose en una silla delante del a mesa del alcalde.
- ¿Qué clase trato? - Preguntó ahora un poco asustado.
- Por casualidad he escuchado que tienen varios problemas con unos bandidos que han asaltado esta mañana un almacén. - Dijo Naruto sacando el tema nada más sentarse.
- Si pero… eso pasa cada día. No ha sido solo esta mañana… desde el último año… - Dijo el alcalde recordando el día que aquella banda llegó.
- Bien… es muy sencillo. Yo mataré a esos hombres en tu nombre y en el de tu ciudad. - Dijo Naruto calmado como si fuese lo más sencillo del mundo.
- ¿Por amor al arte? - Preguntó irónicamente el hombre.
- Obviamente no. - Dijo Naruto esbozando una sonrisa. - Le saldrá a tu ciudad por 15.000 Ryus.
- ¿¡15.000!? - Preguntó alarmado.
- Vamos ¿Qué perdidas tenéis al mes por esos hombres? ¿Qué te costaría contratar un ejército paramilitar para acabar con ellos? Yo creo que es un buen precio. - Dijo Naruto poniendo sus pies sobre la mesa.
- ¿Pero puedes hacerlo? - Preguntó el alcalde.
- Si no pudiese no te lo diría… - Dijo Naruto mirándole. - Mira… hagamos una cosa. Tú me dices donde están. Y si vuelvo con sus cabezas me pagaras los 15.000. Si no, no has perdido nada. - Dijo Naruto mirándole.
- ¿Y si luego no te pago? - Preguntó el alcalde que no sabía por que confiaba así.
- Si tengo la fuerza para acabar con ellos… la tengo para coger 15.000 o todo lo que haya en la ciudad por la fuerza. Así que te convendrá pagar si aceptas el trato. - Dijo Naruto haciendo que el hombre tragase saliva. - ¿Trato hecho? - Preguntó Naruto bajando los pies.
- … Si… - Dijo después el alcalde ya cansado por los saqueos. Además que será una buena medalla para las próximas elecciones.
El alcalde comenzó a describir a Naruto todo el asunto. Tenían una base a medio kilómetro del pueblo. Había por lo menos 50 hombres y su objetivo era el cabecilla. Un hombrecillo sin escrúpulos llamado Tryon.
Decían que habían estado asentados en otra ciudad pero se tuvieron que marchar cuando ya no dejaron nada. Bueno, ni a nadie. Así que la suerte para esta ciudad iba a ser la misma con el paso del tiempo. Muchos almacenes y algunas fábricas cerraron justamente por culpa de los saqueos. Pero sin duda para Naruto esto era una mina de oro. Y lo mejor es que pasaba lo mismo en todas las ciudades y pueblos.
Mientras tanto a centenares de kilómetros de allí estaba Sasuke Uchiha que llevaba quince días asentado en el Faro de la Esperanza. Bueno había matado al señor que lo vigilaba para poder quedarse sin problemas. Pero nada que le costase demasiado.
El Uchiha sentía una extraña agitación en su interior. Como si su poder interno vibrase por algún motivo. Eso le hacía sentir bastante eufórico y expectante con lo que estaba a punto de suceder. Salió del faro escudriñando los cielos.
Por su parte Naruto estaba caminando por la llanura del lugar buscando la base de la banda a la que tenía que matar. Sin embargo se detuvo colocando una mano en su pecho. El también estaba notando como toda su energía interna estaba agitada en su interior.
De hecho todos los humanos del mundo podían notar algo extraño. Sin embargo era algo muy sutil. Lo suficiente como para no notar nada en realidad. Pero para las personas excepcionales como Naruto y Sasuke esa sensación era algo realmente a tener en cuenta.
- “Algo va a ocurrirle al mundo…” - Pensó Naruto sin saber muy bien porque lo pensó. Simplemente fue una premonición.
Naruto se sacudió la cabeza dejando de pensar en ello y siguió su camino por la dirección que le fue indicada por el alcalde. Continuó caminando durante diez minutos con la extraña sensación de que cada vez su energía estaba más y más agitada.
Llegó a su destino. Una pequeña fortificación construida con madera. Naruto destrozó la puerta con el puño y entró llamando la atención de todos. Más de 50 hombres habían salido a buscarle. Bueno, para el solo era otro día en la oficina.
Dos minutos de aburrida pelea bastaron para que Naruto acabase con todos los hombres de la banda. Luego entró en el edificio más grande de todos donde estaba un hombre de cuarenta años rodeado por cuatro guardaespaldas.
Naruto llevaba una espada en cada mano. Que les había quitado a los soldados de fuera. Rápidamente se deshizo de aquellos cuatro. Y sin mediar una sola palabra rodeó su cuello con las dos hojas y lo desprendió de su cuerpo.
Arrebatar una vida nunca era sencillo. Hablar con ellos solo lo hacía más difícil. Sin embargo para Naruto matar a personas que lo merecían se había vuelto demasiado rutinario. Por eso jamás aceptó matar a nadie que no lo mereciese. Ya que se habría odiado a si mismo si se hubiese acostumbrado a hacerlo. Y por suerte para el había mucha gente que merecía morir en el mundo. Y mucha gente dispuesta a pagar por librarse de ella.
Naruto abrió la puerta de nuevo para salir dejando caer las dos espadas. Sin embargo la extraña sensación que lo embriagaba desde hacía veinte minutos alcanzo un punto crítico que hizo que no pudiese moverse y cayese arrodillado al suelo sujetándose el pecho.
Sin embargo todo de repente desapareció en un pequeño segundo donde pareció que el mundo se había detenido y con él, el tiempo que los rodeaba y los ataba. Naruto no sabía por qué pero su vista se fue hacia el horizonte hacia el norte. Lo que no sabía es que su vista estaba yéndose hacia el Faro de la Esperanza donde allí estaba Sasuke con la misma sensación que Naruto.
El Uchiha también había sentido como el mundo se detenía y como toda la agitación de su energía se calmaba dejando paso a la expectación. Mirando al cielo todavía pudo ver como las nubes parecían alejarse abriendo una puerta entre el cielo y el mundo.
Una radiante figura que deslumbró al Uchiha por unos segundos empezó a descender del cielo. Pero pronto se acostumbró a la luz y se forzó a sí mismo a mirar. Era una silueta femenina descendiendo desde las nubes. Llevaba una armadura blanca y dorada que cubría todo su cuerpo. Las hombreras eran bastante grandes y parecían pesar bastante.
La coraza parecía estar tallada con los metales más preciosos y tenía filigranas de oro dibujando exquisitos dibujos. En la parte inferior llevaba una falda larga que consistía en placas del mismo metal entrelazadas con un poco de tela que le daba algo de flexibilidad a la falda.
En la cabeza llevaba una preciosa diadema de oro blanco que tapaba su frente mientras que una larga melena rosada cubría su espalda hasta llegar a la mitad de la armadura. De su espalda sobresalían dos enormes alas blancas más grandes que ella misma.
Cuando había llegado al suelo se quedó como levitando a diez centímetros de él. Su rostro era el de una mujer joven bastante pálida y extremadamente bella. Sasuke comenzó a acercarse a ella con una sonrisa de satisfacción en su rostro. Cuando estaba a medio metro de ella comenzó a hablar. Aunque aquella mujer seguía con los ojos cerrados.
- Cuando la guerra de las bestias traiga el fin del mundo, la Diosa descenderá del cielo. Con sus alas de luz y oscuridad extendidas, nos guiará hacia la dicha y su Don será eterno. - Recitó Sasuke de memoria mirándola.
CONTINUARA…
Namikaze_Minato- Baneado
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Re: El Don de la Diosa - Acto Final
sinceramente al ver las ropas los parecidos a Noctis y Sephiroth (Sasuke encima con esa obsesión como sephiroth) pensaba que la diosa seria Jenova xD y que vendría a destruir el mundo xD
y lo de Genesis me dejo de piedra como no puede verlo a la primera que era el ya la cabeza empieza a fallarme xD
la pelea muy epica me recordava a la pelea entre Sephiroth y Cloud en la peli de advent childen sera por lo de Noc, Genesis y Sephiroth xD
ya kieroooo contiii :3
y lo de Genesis me dejo de piedra como no puede verlo a la primera que era el ya la cabeza empieza a fallarme xD
la pelea muy epica me recordava a la pelea entre Sephiroth y Cloud en la peli de advent childen sera por lo de Noc, Genesis y Sephiroth xD
ya kieroooo contiii :3
Hawk- Genin
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defendiendo el abismo de helm con Gimli..Llevo 25!!!
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Re: El Don de la Diosa - Acto Final
Muy bueno el fic , así que por la descripción que diste al parecer Sakura es la Diosa , interesante a ver que sucede !!
Conti pronto !!!
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Estefi chan- Sannin
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Re: El Don de la Diosa - Acto Final
Te he dado +1 a ti y al anterior comentario de Hawk, porque piensa como yo xD Fic épico, sin duda.
Ahí se nota la diferencia, con Naruto tratando de proteger a la gente y el pueblo. Si ya pelearon en medio de otro pueblo una vez y terminaron arrasándolo, sabe que las consecuencias serían muy graves para los habitantes de ese pueblo.
Pero a Sasuke parece que se la suda bastante. Y eso que cuando contempla la batalla no parece malo del todo. Aunque... ¿quizá podrían hacer algo? pero por mucho poder que tengan, en una batalla de dos ejércitos sería un poco un suicidio xD
No sé, es complejo, pero está muy bien.
Me ha gustado el detalle de Naruto dándole comida y dinero sin que se note a una niña. Parece imposible que pueda ser buena persona en medio de todo eso. Pero es Naruto, después de todo xD
¡Y al fin apareció Sakura! Así que la diosa era real después de todo. Aunque con el título del fic, tenía pinta xD ¿Y se presenta ante Sasuke? Debe estar que no cabe en sí en ese momento. Aunque lo de matar al farero para afincarse allí no parece un método muy limpio, pero parece que ha sabido escoger el lugar.
Interesante.
20 páginas en un día. Y también hay conti de tu otro fic. Te va a salir club de fans xD
Ahí se nota la diferencia, con Naruto tratando de proteger a la gente y el pueblo. Si ya pelearon en medio de otro pueblo una vez y terminaron arrasándolo, sabe que las consecuencias serían muy graves para los habitantes de ese pueblo.
Pero a Sasuke parece que se la suda bastante. Y eso que cuando contempla la batalla no parece malo del todo. Aunque... ¿quizá podrían hacer algo? pero por mucho poder que tengan, en una batalla de dos ejércitos sería un poco un suicidio xD
No sé, es complejo, pero está muy bien.
Me ha gustado el detalle de Naruto dándole comida y dinero sin que se note a una niña. Parece imposible que pueda ser buena persona en medio de todo eso. Pero es Naruto, después de todo xD
¡Y al fin apareció Sakura! Así que la diosa era real después de todo. Aunque con el título del fic, tenía pinta xD ¿Y se presenta ante Sasuke? Debe estar que no cabe en sí en ese momento. Aunque lo de matar al farero para afincarse allí no parece un método muy limpio, pero parece que ha sabido escoger el lugar.
Interesante.
20 páginas en un día. Y también hay conti de tu otro fic. Te va a salir club de fans xD
Layla- Consejo de escritores
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Re: El Don de la Diosa - Acto Final
wow q lucha, lastima que Naruto perdio pero igual
fue una gran lucha aunque si me lo preguntan Naruto tiene
un corazon mas puro que Sasuke que solo busca el poder
para otros objetivos
ahora haber que pasa con Sasuke y la diosa
conti...
fue una gran lucha aunque si me lo preguntan Naruto tiene
un corazon mas puro que Sasuke que solo busca el poder
para otros objetivos
ahora haber que pasa con Sasuke y la diosa
conti...
Ezra Namikaze Dragneel- Chunnin
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Re: El Don de la Diosa - Acto Final
joder por q lo dejaste en la mejor parte espero el siguiente capitulo
Kazuto-kun- Clan Byakko
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Re: El Don de la Diosa - Acto Final
ESO estuvo genial me encanto esa batalla naruto es muy fuerte pero se descuido pero estoy segura que es muchisimo mas fuerte que sasuke que por cierto lo ha hecho muy bien , no es mi personaje favorito pero tiene lo suyo, me intriga lo que pasara ahora no creo que la diosa le de su don a sasuke no se lo merese el solo quiere el poder para ser el mas fuerte no para mejorar las cosas , como deveria de ser ......... estoy de lo mas curiosa espero ver la conti pronto...........bye...........
UZUMAKI SAKURA- Genin
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perdida entre las locuras de mi madre y las de mi hermana(cuando estan muy contentas) ...dios! realmente me pregunto como es que aun concerbo la cordura...
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Re: El Don de la Diosa - Acto Final
termino la guerra ? y sakura es la diosa que decenderia ? o un mensajera o guardián ?
moi-06yoyo- Sennin
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cuarto de sakura en su cama con ella
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Re: El Don de la Diosa - Acto Final
sasuke es el mismo imbécil de siempre, solo le importa el poder y su propia satisfacción y porque tuvo que ser él, quien se topará con Sakura, eso no se vale
en fin, empieza la historia y se pone muyyyy interesante, a que vino la diosa, a salvar o a destruir un mundo más que corrompido
espero la conti
en fin, empieza la historia y se pone muyyyy interesante, a que vino la diosa, a salvar o a destruir un mundo más que corrompido
espero la conti
Leon- Sennin
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Re: El Don de la Diosa - Acto Final
Hawk escribió:sinceramente al ver las ropas los parecidos a Noctis y Sephiroth (Sasuke encima con esa obsesión como sephiroth) pensaba que la diosa seria Jenova xD y que vendría a destruir el mundo xD
y lo de Genesis me dejo de piedra como no puede verlo a la primera que era el ya la cabeza empieza a fallarme xD
la pelea muy epica me recordava a la pelea entre Sephiroth y Cloud en la peli de advent childen sera por lo de Noc, Genesis y Sephiroth xD
ya kieroooo contiii :3
¿Lo de Jenova habría sido un plagio descarado no crees? XD
Y la verdad es que mentiria si dijese que no me he inspirado en la pelea entre Cloud y Sephiroth de Advent Children xD
Sobretodo en el estilo de pelea entre espadones y como se veia el aura azul de Naruto rodeandole. Sobretodo queria que se viese como un combate muy agil a pesar de estar usando espadas tan pesadas.
- Spoiler:
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Gracias a todos por los comentarios. De nuevo dire lo de la otra vez. Son 25 paginas de Word asi que si no tienes mucho tiempo ahora dejalo para mas adelante y leetelo con calma xD Saludos.
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Acto II - El Amado por la Diosa
Aquí no hay odio, solo dicha,
por qué tú eres el Amado por la Diosa.
Héroe del Amanecer, Sanador de Mundos.
Mis sueños en la madrugada.
Con el alma destrozada,
el orgullo está perdido.
Las alas se alejarán,
el final está cerca.
Acto II - El Amado por la Diosa
Aquí no hay odio, solo dicha,
por qué tú eres el Amado por la Diosa.
Héroe del Amanecer, Sanador de Mundos.
Mis sueños en la madrugada.
Con el alma destrozada,
el orgullo está perdido.
Las alas se alejarán,
el final está cerca.
Una radiante figura empezó a descender del cielo. Era una silueta femenina descendiendo desde las nubes. Llevaba una armadura blanca y dorada que cubría todo su cuerpo. Las hombreras eran bastante grandes y parecían pesar bastante.
La coraza parecía estar tallada con los metales más preciosos y tenía filigranas de oro dibujando exquisitos dibujos. En la parte inferior llevaba una falda larga que consistía en placas del mismo metal entrelazadas con un poco de tela que le daba algo de flexibilidad a la falda.
En la cabeza llevaba una preciosa diadema de oro blanco que tapaba su frente mientras que una larga melena rosada cubría su espalda hasta llegar a la mitad de la armadura. De su espalda sobresalían dos enormes alas blancas más grandes que ella misma.
Cuando había llegado al suelo se quedó como levitando a diez centímetros de él. Su rostro era el de una mujer joven bastante pálida y extremadamente bella. Sasuke comenzó a acercarse a ella con una sonrisa de satisfacción en su rostro. Cuando estaba a medio metro de ella comenzó a hablar. Aunque aquella mujer seguía con los ojos cerrados.
- Cuando la guerra de las bestias traiga el fin del mundo, la Diosa descenderá del cielo. Con sus alas de luz y oscuridad extendidas, nos guiará hacia la dicha y su Don será eterno. - Recitó Sasuke de memoria mirándola.
Sasuke se detuvo por completo cuando aquella mujer abrió los ojos abruptamente observando los suyos. Eran verdes como el jade y tenía una profunda mirada que parecía estar escudriñando su alma y todo su ser. Tampoco se equivocaba mucho con lo que estaba pasando en realidad.
Cuando terminó de observarlo volvió a cerrar los ojos y con un gesto de negación en el rostro agitó su cabeza con una mueca de rechazo y decepción. Sasuke no sabía muy bien que pasaba y levantó su brazo como pretendiendo ganarse la mirada de la chica.
Sin embargo ella empezó a brillar violentamente en una exagerada aura dorada que cegó a Sasuke, lo abrumó e hizo que diese varios pasos hacia atrás. Aprovechando toda aquella energía volvió a elevarse al cielo y a gran velocidad desapareció del lugar dirigiendo su vuelo hacia el sur.
- ¡¡Espera!! - Gritó Sasuke irritado, decepcionado y triste a la vez.
El Uchiha cayó arrodillado al suelo. Nada había pasado como esperaba. Por fin había llegado el día que había esperado desde la muerte de su madre. El motivo por el que sacrificó tanto y tanto se entrenó. Y nada había ocurrido como esperaba.
Tras el lapsus de tiempo que vivió Naruto se levantó del suelo sacudiendo su cabeza tratando de alejar sus extraños pensamientos. Por fortuna aquella extraña sensación ya había cesado. Se terminó de levantar y tomó rumbo hacia la ciudad de nuevo.
Sin embargó no pudo dar ni unos pasos cuando escucho un fuerte ruido a su espalda. Se giró y pudo ver como desde el cielo lo que parecía una esfera que emitía una luz dorada. Naruto podía sentir como aquello era algo bastante poderoso.
Pero se asustó bastante al ver que comenzaba a inclinarse en diagonal como si fuese a caer cerca de él. Pero iba tan rápido que no podía reaccionar. Al estar a punto de arrollar a Naruto se detuvo por completo y toda la energía se disipo en todas direcciones como una onda expansiva que hizo que Naruto retrocediese unos cuantos pasos.
Cuando volvió la mirada al frente pudo ver como flotando en el aire delante de el había una chica que aparentaba tener poco más de veinte años. Llevaba una exagerada armadura blanca y dorada y… tenía alas. Sin duda era lo que más llamó la atención de Naruto.
Sin embargo, como si estuviese hipnotizado comenzó a caminar hacia ella. No podía dejar de mirar su rostro porque era la chica más guapa que había conocido en toda su existencia después de vagar por todo un país.
Pero no era solo su belleza. Naruto podía contenerse a algo así. Era algo más que lo había atrapado por completo y no podía evitar que lo dominase. Pero se detuvo asustado cuando ella abrió los ojos y los fijo en sus azules pupilas.
Por un segundo notó como si aquella mujer estuviese hurgando en su alma con tan solo mirarle a los ojos. Naruto se quedó paralizado con su mirada. Pero todo termino cuando ella cerró los ojos de nuevo.
Sus pies tocaron en el suelo por primera vez y después volvió a abrir los ojos fijando su vista en Naruto. Aunque esta vez era solo una mirada normal. Pero lo mejor de todo fue cuando ella sonrió complacida mirando hacia el rubio. Naruto sintió como su corazón dio un vuelco al verla sonreír.
Mientras tanto a varios días de viaje de allí estaba Sasuke que se acababa de levantar con una mueca de enfado en su rostro.
- ¡¡Maldita!! ¡¡Vuelve!! - Gritó mirando hacia el sur.
Dio grito de odio puro e invocó su espada en su mano izquierda. Después dio una vuelta lanzando una ráfaga de energía hacia el faro que había a su espalda. Este comenzó a derrumbarse cayendo hacia el mar. Después la dejó caer al suelo donde desapareció de nuevo y empezó a caminar lentamente hacia el sur.
Mientras tanto Naruto seguía delante de aquella mujer a la que no podía dejar de mirar. Por un lado estaba asustado por su presencia y su mirada. Por el otro estaba maravillado por su belleza y una extraña aura de magnificencia que la rodeaba.
Ella dio un paso hacia delante y Naruto uno hacia atrás impactado por su abrumadora presencia. Sin embargo en el momento en el que ella camino sus alas comenzaron a desvanecerse hasta desaparecer por completo.
- ¿Quién… eres? - Preguntó Naruto entrecortado. Estaba muy nervioso.
Ella se detuvo cuando Naruto habló observándolo como si no entendiese muy bien su pregunta. Pero no habló ni mostró ninguna otra reacción. Solo se quedó allí quieta a un metro de él.
La chica le dio una rápida ojeada mirando la ropa de Naruto. Sus botas, su pantalón y la chaqueta negra. Luego llevó la vista a su llamativa armadura que le resultó extraña comparada con las normales ropas de Naruto.
Devolvió la mirada a los ojos del rubio mientras su armadura comenzó a desvanecerse también poco a poco hasta dejar simplemente una camiseta de manga corta negra que dejaba libres sus brazos, un pantalón negro parecido al de Naruto solo que iba descalza.
En un principio a Naruto le había parecido que ella había imaginado esa ropa al ver a Naruto y ya está. No, pero eso era demasiado extraño. Debería ser alguna especie de extraño conjuro usado para invocar una armadura y ahora lo había cancelado.
Sí, claro. Inventarse un conjuro mágico era menos raro que pensar que había imaginado en su mente su nueva ropa. Fuese como fuese era algo demasiado extraño que dejo a Naruto de piedra. Aunque por algún motivo ahora ya no sentía tanta presión y tampoco le resultaba peligroso todo aquella.
La chica mediría diez centímetros menos que Naruto. Su camiseta y el pantalón no eran precisamente ajustados sin embargo a través de la ropa holgada era capaz de vislumbrarse una silueta femenina bastante sexy que la armadura no había dejado apreciar.
Naruto al perder aquella imagen de inferioridad ante ella se sonrojo ante la proximidad de la chica. Y también porque para que negarlo, le parecía una mujer demasiado guapa y sexy para existir. Y mira que a lo largo de todos sus viajes había visto a muchas mujeres en cada ciudad y pueblo.
Todo aquello era demasiado raro pero Naruto trató de recuperar la normalidad y actuar como un ser humano. Y no como una criatura unicelular.
- ¿Estas bien? - Preguntó Naruto mirándola.
Ella simplemente se limitó a observarle detenidamente con una mirada curiosa en su rostro. Eso extrañó mucho a Naruto porque cuando ella llegó hacia el parecía que buscaba algo. Y sus ojos de ahora distaban mucho de la primera mirada que le lanzó.
Naruto llevó sus manos a los hombros de la chica y comenzó a agitarla un poco tratando de hacerla reaccionar pero ella se quedó quieta completamente. Naruto volvió a separar sus manos.
- “¿Sera retrasada mental?” - Se preguntó Naruto mirándola. - “La verdad es que de cerca es aún más guapa… Argh calla… no pienses en eso ahora.” - Pensó Naruto sonrojado mirándola.
La chica notó el sonrojo de Naruto y lo miró extrañada sin comprender muy bien su reacción. Solo sabía que ahora estaba algo extraño. A Naruto lo que le resultó extremadamente raro fue cuando ella dio un paso hacia adelante y lo abrazó.
Al principio se sonrojo pero al poco tiempo comprendió que lo estaba abrazando para intentar calmarlo y que se relajase. Y extrañamente lo había conseguido. Como si el abrazo de la chica fuese capaz de hacerle olvidarlo todo y relajarse. Era una sensación bastante cálida.
Después ella se separó de él y lo miro entendiendo que Naruto ya volvía a estar bien de nuevo. Ella volvió a sonreír. Pero en ese momento Naruto reparó en que el sol se estaba ya poniendo y la luna se estaba alzando sobre sus cabezas.
- “Mierda se ha hecho tarde…” - Pensó Naruto.
El rubio la volvió a mirar muy extrañado pero se dio media vuelta en dirección a la ciudad de nuevo. Solo tuvo que andar dos pasos para notar que ella le estaba siguiendo. Naruto giró la cabeza algo extrañado pero siguió caminando.
Cuando habían pasado diez minutos volvió a girarse y se la encontró tan solo a dos metros de él. Cuando ella se quedó a un metro se detuvo observándolo con la misma mirada curiosa de antes.
- ¿Por qué me sigues? - Preguntó Naruto mirándola.
De nuevo ella no volvió a responder y se quedó observándolo hasta que resignado se volvió a girar rumbo a la ciudad. La chica como era de esperar continuo detrás de el a poco más de un metro.
Continuaron caminando unos cuantos minutos hasta llegar a la ciudad de nuevo. Allí había demasiada gente. O eso pasó por la cabeza de la chica del pelo rosa que se sintió algo abrumada y decidió caminar un poco más rápido para ponerse directamente al lado de Naruto.
Naruto volvió a sonrojarse un poco cuando la chica se puso a su izquierda. Podía notarla bastante cerca. La verdad estaba todo siendo muy extraño si lo pensaba bien. Desconcertado era el adjetivo que mejor definía ahora a Naruto.
- “¿Quién diablos será? ¿Y por qué me sigue?” - Pensó Naruto mirándola de reojo.
Cuando la miró pudo ver como ella observaba atentamente todo lo que ocurría a su alrededor con mucha curiosidad por descubrirlo todo. A Naruto se le hizo algo raro aquella actitud. Era como si bajo la protección de Naruto ella estuviese descubriendo todo aquello por primera vez.
- “Parece que nunca haya estado en una ciudad.” - Pensó después Naruto.
De repente Naruto notó como ella perdió el equilibrio. Giró su cabeza y vio que un hombre la había agarrado por su brazo izquierdo agarrando la muñeca de la chica.
- ¿Por qué no vienes conmigo guapa? - Preguntó el hombre con una actitud un poco babosa.
Naruto dio un cuarto de vuelta hacia la izquierda llevando su mano a la empuñadura de su gran espada sin pensárselo un solo segundo. Sin embargo la pelirrosa se deshizo del agarre y luego levantó su brazo hasta ponerlo delante del pecho del hombre. A Naruto no le dio tiempo ni a coger la espada.
El cuerpo del hombre salió volando a gran velocidad hasta chocar con una pared de piedra dejándolo inconsciente de la fuerza con la que había salido despedido. Naruto tragó saliva al ver aquella muestra de poder.
Sin embargo rápidamente notó como todo el mundo estaba mirando hacia aquella chica y lo que había ocurrido. Eso nunca era bueno.
- “Estamos llamando la atención.” - Pensó Naruto.
El rubio llevó su mano al antebrazo de la chica y tiró de ella cómo tratando de empezar a caminar de nuevo para salir de aquel lugar. Ella lo miro fijamente a los ojos y Naruto recordó que había atacado a aquel hombre cuando la cogió de la misma manera que ahora el la estaba agarrando.
Pero ella no hizo nada solo se limitó a quedarse junto a él mirándolo a pesar de que estaba siendo agarrada por él. Naruto suspiró y comenzó a caminar rápidamente arrastrándola un poco para acelerar el ritmo.
- “¿Por qué a mí no me ha atacado? ¿Quién diablos es y de donde ha sacado esa fuerza? ¿Qué quiere de mí?” - Demasiadas preguntas rondaban por la cabeza de Naruto.
En realidad parecía un quebradero de cabeza y un peligro para el rubio. Pero por algún motivo no podía dejarla sola. Seguía teniendo algo que atrapaba a Naruto en su órbita y también quería descubrir de qué se trataba.
A los pocos metros Naruto vio una posada. No le parecía la más bonita pero quería encontrar ya un sitio donde refugiarse. Era bastante cutre pero parecía que los dueños la trataban con cariño. No estaba sucia ni había insectos como en muchas otras.
Al entrar en el edificio Naruto soltó el brazo de la chica que de nuevo se limitó a seguirle poco a poco. De nuevo miraba hacia todos lados sorprendida pero estar en un lugar más pequeño y cerrado le resultaba más reconfortante y no parecía estar abrumada como en la calle.
- Una habitación para dos. - Dijo Naruto mirando al recepcionista.
- ¿Una habitación de matrimonio? - Preguntó el hombre buscando las llaves.
- No, no. - Dijo Naruto negando con la cabeza. - Con dos camas individuales. - Dijo después sacando su cartera.
- Ah vale perdona. Pues será 150 Ryus la noche. - Dijo el hombre cogiendo unas llaves.
- Tenga. - Dijo cuándo le dio los billetes.
- Aquí tienes la llave. Segundo piso, la habitación 13. No tiene perdida. - Dijo el hombre entregándole una llave que tenía una etiqueta: “2.13”
Naruto miró a la chica y se dio cuenta de que ella estaba mirando un feo cuadro de la pared. Pero como si ella supiese que la miraba giró su rostro y miró a los ojos a Naruto. Él le hizo un pequeño gesto indicándole que lo siguiese. Total ya que ella se había pegado a el pues al menos lo haría bien.
Subieron hacia el primer piso y después hacia el segundo. Había un único pasillo con las habitaciones pares a la derecha y las impares a la izquierda. Y tras recorrer siete puertas llegaron a la habitación 13. Naruto la abrió con la llave.
La habitación era muy simple. Un pequeño televisor que funcionaba a monedas. Había una cama pegada a una pared y la otra cama pegada a la pared de la otra punta. Una estaba al lado de la puerta y la otra debajo de la ventana que daba a la ciudad.
En medio una alfombra algo polvorienta y al lado del a cama pegada a la puerta, al otro lado. Había una puerta que llevaba a un simple baño con una ducha, un pequeño grifo para lavarse las manos y para hacer las necesidades pertinentes.
Cuando la chica entró tras Naruto el cerro la puerta con llave y la dejó en una pequeña mesita que había pegada a la pared entre las dos camas. Al lado de la tele. Naruto se giró hacia la pelirrosa y vio que se había quedado al lado de la puerta mirándolo.
- Puedes quedarte esa cama. - Dijo Naruto señalando hacia la que estaba al lado de la puerta, la que era más cercana a ella.
La chica dio un cuarto de vuelta y tras dar dos pasos se quedó sentada en la cama. Naruto se dio media vuelta y se sentó en la cama delante de ella observándolo tratando de descifrar lo que ocurría. Le hecho una mirada de arriba abajo y al terminar recordó que la chica no llevaba calzado.
Naruto entró al cuarto de baño. La chica se lo quedo mirando pero solo pudo escuchar el agua salir del grifo. Naruto salió al poco rato con una toalla mojada entre las manos. La chica tenía los pies bastante negros y parecía haberse clavado algo ya que tenía manchas de sangre. Aunque en ningún momento la escuchó quejarse.
Se arrodilló delante de ella y cogió su pierna derecha con el brazo izquierdo y usando la derecha con la toalla comenzó a limpiarle el pie. No sabía muy bien por qué pero aquella chica le parecía tan inocente que no le gustó verla con los pies ennegrecidos.
Ella se limitó a dejarse hacer mientras lo miraba atentamente. Aunque se le escapó sin querer una pequeña risa debido a las cosquillas. Cuando el pie estuvo completamente limpio se pudo ver un trozo de cristal clavado en la planta. Naruto lo desclavó con cuidado pero de nuevo ella no parecía inmutarse.
Naruto presionó la herida con la toalla y cuando la soltó parecía que ya se había curado. Su piel era bastante fina, eso lo pudo notar Naruto con facilidad. Y bastante agradable de tocar. Aunque como tampoco quería quedar como un pervertido se limitó bastante. Luego repitió el proceso con el otro pie.
El rubio se levantó y después lanzo un suspiro al aire. Se dirigió hacia la mesita de noche donde estaba la lámpara. Se giró un segundo y miro a la chica.
- Durmámonos… que hoy ha sido un día largo. - Dijo Naruto apagando la luz.
Naruto se tumbó en su cama y ella lo imitó poniéndose en horizontal. Parecía contenta con la sensación de tumbarse en una superficie blandita como el colchón. O al menos eso parecía con su pequeña inocente y estúpida sonrisita en el rostro.
- “Que chica más rara… la opción del retraso mental empieza a parecer cada vez más viable…” - Pensó Naruto mirándola.
El rubio se durmió con bastante presteza. Matar a 60 personas siempre te da algo de sueño. Cuando se había dormido, la chica del pelo rosa se inclinó desde su cama y se sentó en el colchón mirando el rostro de Naruto.
--------------------------------------------------------------------------------------------- Hace tres horas.
Tras la apertura de las nubes ella pudo ver la tierra por primera vez. Haciéndose cada vez más grande y más cercana. Cuando estaba a punto de alcanzar el suelo sintió una increíble fuente de poder así que al llegar a la superficie del planeta fijo su atención en el chico pelinegro que la estaba esperando.
- Cuando la guerra de las bestias traiga el fin del mundo, la Diosa descenderá del cielo. Con sus alas de luz y oscuridad extendidas, nos guiará hacia la dicha y su Don será eterno. - Recitó Sasuke de memoria mirándola.
Abrió los ojos y los fijo en Sasuke. Como si de una ventana se tratase para ella comenzó a ver toda su vida desde el nacimiento hasta el final. Pero sobre todo fijándose en algunos detalles.
Algunos como cuando mató al pobre habitante del faro nada más verle. O cuando mató a veinte soldados del país que le vio nacer solo para que no le molestasen. Su nula preocupación por la vida humana y su desmedida obsesión por el poder. Sin embargo en medio de todo su caos pudo ver una pequeña fuente de luz que había en sus recuerdos.
- “¿Naruto?” - Se preguntó ella en su cabeza.
Cuando ya había terminado de examinar la vida de aquella persona con tan inconmensurable poder movió su cabeza con negación. No, aquella no era la persona que estaba buscando. Demasiado oscura era su alma.
Tras negar con la cabeza se rodeó con su propio poder que parecía ser infinitamente mayor que el del Uchiha y partió el vuelo para buscar a la persona que había visto en los recuerdos de Sasuke. Una persona con un poder similar al del chico pero con un alma que no parecía estar corrompida.
En pocos segundos recorrió, o sobrevoló mejor dicho, más de 2.000 kilómetros guiada por la energía de Naruto. Ella podía sentir el poder interior de las criaturas vivas y al haberlo visto en los recuerdos de Sasuke pudo rastrearlo con facilidad.
Cuando pudo sentirlo cerca empezó a descender y cuando estaba a punto de llevárselo por delante frenó en seco. Antes de que el chico recuperase su mirada hacia ella ya había hecho desaparecer su aura dorada. Pudo sentir como él se acercaba hacia ella. De nuevo abrió los ojos.
Los azules orbes de Naruto dejaron paso a toda su vida y su existencia ante la mirada de la visitante del cielo. Empezó a verlo todo. Pero se centró en cosas como cuando le dio comida a la pobre niña. O cuando ayudo a aquella adolescente librándola de ser violada de nuevo. O cuando le dijo a Satsuki riendo que la habría salvado igual. Volvió a cerrar los ojos y después lo miró viendo por fin a la persona que tenía delante y no toda su vida.
Sonrió complacida. Si, aquel chico era perfecto. Tenía un poder increíblemente grande. Y además su alma era cálida y atrayente. Quizás incluso podía decir que le gustaba estar cerca de él y sentir su aura. Si tienes la habilidad de sentir esas cosas sin duda lo mejor es rodearte de las que te gusten.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Desde la cama volvió a sonreír. Ahora estaba recordando cuando él hizo el intento de defenderla de aquel hombre. Aunque no hiciese falta. Luego recordó cuando le limpió los pies. Algo tan estúpido e insignificante era sin duda lo que lo convertía en una persona de buen corazón.
- “Si… he escogido bien.” - Pensó ella sonriendo.
Tras estos pensamientos se tumbó en la cama sonriendo y dejando paso a la que sería la primera vez que dormiría en toda su vida. La noche terminó rápidamente y el día llegó. Con los primeros rayos de sol la chica comenzó a despertar. Fue una sensación muy extraña para ella. Aquella terrible sensación de querer seguir durmiendo pero a la vez el placer interminable de estirar sus extremidades. Aunque lo mejor fue cuando bostezó por primera vez y una lagrima salió por su ojo izquierdo.
Ella giró su cabeza hacia la cama de Naruto pero pudo ver que no estaba en ella. Sin embargo la puerta se abrió rápidamente y por ella entró el rubio al que buscaba. Cuando vio que la chica lo estaba mirando levanto sus brazos.
Había traído unas zapatillas y calcetines para la chica. Se las dejo en las manos. Ella muy extrañada los cogió y comenzó a mirarlos. Sin embargo parecía aprender rápido y abrió la boca con un gesto como diciendo: “Entendido.”
Primero se puso los calcetines. Bueno aunque la parte del talón le quedo por arriba. Naruto negó con la cabeza y se lo giró. Ella ya había captado la idea pues el siguiente se lo puso bien. Luego fue a ponerse la primera zapatilla.
- Esa va en la izquierda… - Dijo Naruto alucinando.
Se la puso pero notó que le quedaba demasiado holgada. Se le hacía raro. Naruto se dio cuenta y le hizo un nudo. Ella se fijó muy bien en como lo había hecho. Después se puso la otra y ella se hizo un nudo perfecto que había quedado aún mejor que el de Naruto. Eso extrañó bastante al chico.
De repente ella notó como salía un sonido de su estómago. Naruto también pudo escucharlo. Ella se llevó la mano hacia esa zona.
- ¿Tienes hambre? - Preguntó Naruto mirándola.
Ella puso una mueca extrañada y se llevó las manos a la parte de debajo de la camiseta y empezó a levantarla como tratando de buscar el motivo por el que sonaba su estómago. Naruto, bastante sonrojado, la detuvo cuando ya se podía ver la silueta de la parte de debajo de sus pechos.
- ¡No hagas eso! - Dijo el rubio tratando de controlar su sonrojo. - Ven… - Dijo después levantándola al agarrar sus manos. - Iremos a desayunar juntos.
Naruto la sacó de la habitación y ella como era costumbre lo siguió. Bajaron hacia el comedor del hostal y se sentaron en una mesa para dos. Se acercó una chica que tendría cerca del os treinta años.
- ¿Qué vais a querer? - Preguntó ella.
- Ponme un café y tostadas. - Dijo Naruto mientras la mujer tomaba nota.
- ¿Y tú? - Preguntó mirando hacia la pelirrosa.
- … - Ella se limitó a mirarla extrañada.
- Lo mismo para ella. - Dijo Naruto rápidamente.
- … Entendido… - Dijo la mujer algo extrañada.
Se quedaron callados un buen rato. Bueno ella llevaba callada todo el día y el día anterior. Pero Naruto no sabía que hacer o decir así que se limitó a esperar mirando hacia otra dirección. La mujer volvió con una bandeja. Dejó los dos cafés y se marchó diciendo que ahora traía las tostadas.
Instintivamente ella cogió la taza y fue a llevársela a la boca.
- Espera… no. - Dijo Naruto tarde.
Ella dio un pequeño sorbo y rápidamente su rostro cambio. Dejo la taza en la mesa y se llevó las manos a la boca mientras una pequeña lagrima salía de su ojo derecho. Naruto rió un poco. Era bastante cómica la situación.
- Tienes que tener cuidado. - Dijo Naruto cogiendo la taza de la chica. - Quema mucho y tienes que esperar a que se enfríe. - Dijo después mientras ella lo miraba.
Comenzó a soplar un poco hacia el café y tras unos pocos segundos se la devolvió a la chica. Ella la cogió con sus manos.
- Prueba ahora. - Dijo Naruto mirándola.
Ella dio un segundo sorbo con miedo. Sin embargo al separar la taza de sus labios sonrió contenta. Parecía que le había gustado. Al poco llegó la camarera con dos platos con dos tostadas cada uno.
Empezaron a desayunar. Naruto tenía hambre ya que ayer al final no cenó. Y ella parecía bastante feliz satisfaciendo una necesidad básica como era el hambre. Tras acabar de desayunar fueron hacia el cuarto de nuevo. La chica se sentó en la cama otra vez.
- Voy a darme una ducha… no tardo ¿Vale? - Dijo Naruto entrando en el cuarto de baño.
Tras quitarse la ropa, la espada la había dejado encima de su cama, se metió en la ducha y dejo correr el agua caliente sobre su piel. Tras unos segundos suspiró.
- “¿Qué voy a hacer con la chica esta? No puedo llevarla pegado a mi todo el día… pero… ¿Quién es?” - Se preguntó Naruto en su mente.
Pero de repente todos sus pensamientos se esfumaron cuando la puerta de la ducha se abrió. Naruto muy asustado se llevó sus manos a tapar su zona intima cuando sus ojos se toparon con los verdes de la chica.
- ¡Eh! ¡Tienes que esperar tu turno! - Dijo Naruto rojo como un tomate. - Luego te duchas tú. - Dijo después más relajado.
El rubio llevó su mano, solo una, hacia la puerta y la cerró suspirando. Era como una niña pequeña pensó después. Sintiéndose un poco acosado decidió enjabonarse rápido y terminar cuanto antes la ducha.
Abrió la puerta algo receloso poco a poco y vio que ella estaba sentada en el retrete mirándolo. Naruto suspiró y llevó su mano hacia una toalla y se rodeó de cintura para abajo tapando lo más importante.
Ella miró su cuerpo. Se centró en su torso y brazos desnudos. Por un segundo ella se puso algo sonrojada. Pero lo más curioso es que parecía muy sorprendida por aquella reacción en su cuerpo. Se llevó una mano hacia su mejilla que estaba colorada.
- Ya puedes ducharte tú. - Dijo Naruto llamando su atención.
Ella se levantó de su asiento improvisado y dio unos cuantos pasos hacia la ducha y parecía que quería entrar en ella como hizo Naruto antes. Sin embargo Naruto la detuvo.
- Tienes que quitarte la ropa primero. - Dijo mirando su espalda.
De repente toda su ropa empezó a volverse traslucida y acabo por desaparecer acabando totalmente desnuda. Naruto cerró los ojos sonrojado.
- “La verdad es que tiene un buen culo.” - Pensó Naruto recordando el pequeño instante que la había visto antes de cerrar los ojos.
Cuando escuchó que ella ya había entrado llevó su mano hacia la puerta y la cerró un poco. Luego dejó un pequeño hueco por el que cabría un brazo.
- Pégate al otro lado. - Dijo Naruto desde el otro lado.
Ella le hizo caso y se pegó al lado contrario de la apertura de la puerta. Introdujo su brazo y abrió primero el grifo del agua fría. Por un segundo pudo escuchar como ella dio un pequeño salto sorprendida y chocándose contra el cristal.
- ¿No te gusta el agua fría? - Preguntó Naruto algo divertido y riendo.
Abrió también el del agua caliente formando una combinación perfecta que hizo que ella estuviese bastante más cómoda. Naruto cerró la puerta al sacar el brazo.
La primera impresión de la chica había sido bastante mala con la ducha. Sin embargo después del agua fría pasó el agua caliente, pero no muy caliente y era bastante agradable sentirla sobre su piel. Cerró los ojos sintiéndose muy bien con aquella sensación que estaba experimentando por primera vez en su vida. Aunque Naruto no lo supiese claro.
- “Quizás haya perdido la memoria… parece lo más plausible.” - Pensó Naruto saliendo del cuarto de baño.
Naruto se vistió con la misma ropa de siempre solo que no se puso la chaqueta todavía. La dejó en la cama y se sentó después al lado. Se pasó un rato esperando a que ella terminase. De repente se abrió la puerta del baño e instintivamente llevó su vista hacia allí.
Lo primero que pudo ver fue a la pelirrosa completamente desnuda con una mirada de inocencia como si no hubiese roto un plato en su vida. Luego le sonrió. Pero Naruto se sonrojo demasiado y cerró los ojos. Primero por atrás y ahora por delante. Bueno, ya la había visto totalmente desnuda.
- Haz que aparezca tu ropa… o eso que haces. - Dijo Naruto mirando al suelo.
Ella se quedó algo extrañada pero le hizo caso. Igual que se había desvanecido la ropa volvió a cubrir su cuerpo. Las zapatillas que le había comprado, el pantalón negro y la camiseta negra bastante holgada.
- “Al menos ahora sé que su pelo rosa es natural…” - Pensó Naruto volviendo la mirada hacia ella. - “¿Cómo le puede quedar tan bien una ropa tan poco femenina?” - Pensó después cuando la había visto.
Naruto se levantó y se puso su chaqueta. Después se rodeó con los arneses pertinentes y se colocó la enorme espada a la espalda ante la atenta mirada de la chica. Se puso también sus guantes negros. Después tendió la mano hacia ella.
- Tengo que hacer un recado… ¿Quieres venir? - Preguntó Naruto sonriendo.
La chica sonrió también feliz y le cogió la mano por un pequeño segundo. No es que fuesen a ir cogidos de la mano por la calle ni nada por el estilo ya que se soltaron al cruzar la puerta. Solo había sido un símbolo de que el chico aceptaba cuidar de ella un tiempo.
Fueron por toda la ciudad hasta llegar al ayuntamiento. De nuevo sin decir nada se metió en la habitación del alcalde, seguido de su misteriosa acompañante.
- Buenos días. - Dijo Naruto sonriendo.
- Has vuelto… - Dijo el alcalde sorprendió.
- ¿Y qué esperas? - Pregunto Naruto vacilante sentándose.
- ¿Los mataste a todos? - Preguntó el alcalde.
- ¿Ha habido ataque hoy? - Preguntó Naruto.
- No, por primera vez en un año. - Dijo después el alcalde satisfecho.
- Espero que tengas el dinero. Yo he cumplido mi parte del trato. - Dijo Naruto poniéndose serio.
- Si, si… tranquilo. - Respondió el alcalde sudando frio.
Abrió un cajón y de el sacó un fajo de billetes ya contado previamente y se lo entregó. Naruto lo contó rápidamente. 15.000 Ryus. Si, sin duda había sido un buen día. Ahora podría vivir sin hacer nada una buena temporada.
- Has hecho un buen trabajo… lo reconozco. - Dijo el alcalde mirándolo. - ¿Tienes pensado quedarte en la ciudad?
- No, me marcharé en unos días. - Dijo Naruto poniéndose de pie.
- Podrías quedarte aquí… podría contratarte como jefe de seguridad… podría pagarte bastante… visto lo visto saldría rentable. - Dijo el hombre bastante serio.
- No me interesa… pero gracias. - Dijo Naruto dándose la vuelta.
La chica que venía con él se levantó también de su asiento y siguió a Naruto hasta fuera del ayuntamiento. No era la primera vez que le proponían algo así. Pero Naruto no podría considerar un lugar tan asqueroso como su hogar. Y como todos los lugares eran así no podía llamar hogar a ningún sitio. Por eso iba de ciudad en ciudad.
Naruto paseó por toda la ciudad acompañado por la chica. Muchos hombres miraban a Naruto por su enorme espada a la espalda. Aunque luego siempre posaban sus ojos en la chica que casi todos los hombres por la calle se paraban a mirar unos segundos. Ella podía sentir como todos la miraban y le hacía sentir algo cohibida así que se acercó un poco hacia el lado de Naruto para sentirse algo más protegida.
- “Pero si puede mandarlos a volar con mover la mano…” - Pensó Naruto recordando cómo se defendió del hombre de anoche.
Cuando llegó el mediodía se adentraron a un pequeño restaurante. Eso sí, Naruto busco la zona más cara de la ciudad. Hoy tenía dinero y no quería ir a algún lugar asqueroso. Entraron los dos juntos y Naruto pidió una mesa para dos.
- A mí me vas a poner una Pizza Cuatro Quesos. - Dijo Naruto mirando la carta cuando llegó el camarero.
- ¿Y tú qué querrás? - Preguntó el camarero mirando a la pelirrosa.
La chica miro a aquel hombre y después a Naruto. En aquel momento el recordó el pequeño detalle de que ella no hablaba.
- Es muda… - Dijo Naruto haciendo sentir mal al camarero.
- Ah… lo siento no quería decir nada inapropiado. - Dijo el hombre sintiéndose algo mal.
- Ella querrá una Jamón y Queso. - Dijo Naruto tratando de quitar importancia a que aquel hombre se sentía mal por una mentira. - “Jamón y queso le gusta a casi todo el mundo… espero acertar.” - Pensó Naruto mirando a la chica.
Se quedaron quietos y en silencio unos cuantos minutos. Él se quedó mirándola fijamente. Sin embargo la mirada de la chica parecía vagar por toda la habitación mirando todos los cuadros, todas las caras y cada detalle. Al cabo de un rato volvió la mirada a Naruto y ya no dejo de mirarlo.
- “Ahora que lo pienso… cada vez que entramos en algún sitio nuevo hace lo mismo. Lo mira todo detenidamente como si estuviese analizándolo… y después ya se queda mirándome como si no hubiese nada más.” - Pensó Naruto mirándola algo extrañado.
Pasaron diez minutos más y apareció el camarero con los dos platos. Naruto miró con algo de hambre lo suyo y empezó a partirla en ocho trozos. Ella observo como lo hacía el y tras una breve demostración práctica cogió sus cubiertos y lo imito partiéndola en ocho trozos.
- “Parece… que la geometría se le da bien… los ocho trozos han quedado iguales…” - Pensó Naruto algo sorprendido. - “De hecho… cada vez que aprende a hacer algo… lo hace a la perfección a la primera…” - Pensó recordando algunas cosas más.
Cuando ella se llevó el primer trozó a la boca pareció bastante contenta. Parecía que le había gustado la Pizza ya que la estaba devorando literalmente.
- Deberías comer más lento. - Le propuso Naruto.
Fue bastante cómico cuando de repente parecía que ella estaba comiendo a cámara lenta ya que también movía sus brazos y su boca lentamente.
- Tampoco tanto. - Dijo después Naruto riendo.
Un poco en el fondo tenía que admitir que hasta se lo estaba pasando bien con ella. Era bastante divertido todas las extrañas situaciones generadas. Terminaron de comer y siguieron recorriendo toda la ciudad. A Naruto siempre le gustaba verlo todo ya que a lo mejor había algo interesante que comprar o ver.
Pero esta vez no pudo ver nada que valiese la pena. Ya que habían comido bastante Naruto vio conveniente cenar más suave y compro algo de fruta en una tienda. Luego volvieron al hostal donde tuvieron una cena ligera.
Naruto fue un momento al baño a limpiarse las manos y hacer aguas menores. Al salir se sorprendió bastante de ver a aquella chica de frágil apariencia levantar su espada de 260 kilos con su mano izquierda.
Sin embargo su mente rápidamente se recompuso de aquella imagen impactante y se molestó un poco caminando rápidamente hacia ella y cogiendo la espada con brusquedad.
- No puedes hacer lo que quieras… nadie puede tocar esta espada. - Dijo el chico algo ofendido mirando hacia la pared donde estaba dejando recostada su arma.
Naruto se giró con una mueca de reproche mirando hacia ella. Pero todo se desmorono cuando la vio en el centro de la habitación con un rostro muy triste. No estaba llorando ni haciendo pucheros. Pero tenía un rostro muy triste mientras se sujetaba el brazo izquierdo con la mano derecha. Quizás la chica no podía hablar pero Naruto había entendido perfectamente el mensaje: “Lo siento.”
Sintiéndose bastante mal caminó unos cuantos pasos hacia ella y la abrazó por instinto. No le hacía sentir bien haberla puesto tan triste si tampoco era para tanto en realidad. Ella se dejó abrazar por el sintiéndose bastante mejor por segundos. Realmente le gustaba estar junto a él. Tras unos cuantos segundos se separaron.
- Siento haberte hablado mal. - Dijo Naruto haciendo que la chica se animase bastante.
El rubio fue hacia su cama pero al ir a tumbarse pudo ver como ella lo había seguido. Era algo extraño. Como si, aquel abrazo hubiese hecho que ahora quisiese seguir estando cerca de él. Sin pedir permiso ni nada por el estilo ella se tumbó a su lado y se lo quedó mirando estando bastante cerca de él. Naruto tragó saliva sonrojado.
La cama no era muy grande y ella no parecía estar muy cómoda ya que tenía medio cuerpo en el filo. Naruto se fue un poco más hacia atrás indicándole que podía adentrarse un poco más en la cama. Naruto suspiró.
-¿Quieres dormir esta noche conmigo? - Preguntó el chico.
Ella sonrió complacida. Era una respuesta expresada con lenguaje no verbal bastante fácil de entender. Se acercó un poco más a Naruto colocando su frente en el pecho del rubio.
Naruto tenía los brazos demasiado aprisionados y total para la situación en la que estaban tampoco era para cortarse tanto. Los estiró un poco y después la abrazo por la espalda. Si, ahora sus brazos ya estaban mejor. Ella pareció feliz cuando pudo acercarse un poco más hacia él.
Se quedaron así abrazados un buen rato más sin decir nada. Bueno la intención era dormir pero estaba resultando bastante complicado. Al cabo de unos minutos Naruto se movió un poco ya que estaba algo incómodo. Ella lo notó y se separó un poco.
En ese momento se quedaron mirando unos segundos. Ella parecía bastante contenta pero Naruto se sonrojó mucho al mirarla.
- “¿Por qué me gusta tanto mirarla? ¿Por qué tiene que ser tan guapa?” - Se preguntó Naruto en su mente.
Sin pensarlo si quiera, sin haberlo reflexionado, su cuerpo empezó a moverse solo y la besó. Al principio ella abrió los ojos sorprendida pero no hizo nada. A los pocos segundos empezó a mover sus labios y su lengua tratando de igualar el ritmo de Naruto.
Cuando había pasado cerca de medio minuto se separaron. Naruto estaba avergonzado pero a la vez se sentía mal por lo que acababa de hacer.
- Yo… - Naruto se detuvo al verla.
Ella se había vuelto a sonrojar como por la mañana en la ducha. De nuevo aquella extraña sensación por su cuerpo que no comprendía pero que era bastante agradable. El asunto es que no parecía estar molesta. Ahora a Naruto le daba la sensación de que a ella no le molestaba nada que el hiciese.
SI un hombre la agarraba por el brazo casi lo mataba. Pero si era el quien lo hacía no pasaba nada. Era como si aquella extraña chica tuviese una rara fijación en él y se dejase llevar por todo lo que él hacía. Tratando siempre de estar a su ritmo después.
Pero para empeorar las cosas a Naruto le resultó que cuando se sonrojaba estaba mucho más guapa de lo habitual. Si aquello ya era posible. Ahora Naruto volvió a moverse sin embargo lo hizo algo mas poco a poco para darle tiempo a ella a rechazarlo.
Pero aquello no ocurrió. Todo lo contrario ya que ella imitó sus movimientos haciendo que el beso llegase antes. Y con cada segundo que se besaban esa extraña sensación por su cuerpo, el ardor en las mejillas y la placentera sensación se incrementaban en ella.
Ella no entendía por que se sentía así. Ni que provocaba que se sintiese así. Pero Naruto lo sabía muy bien. Sabía muy bien porque ahora mismo le apretaban los pantalones y por qué no podía dejar de besarla una y otra vez.
Se pasaron cerca de media hora besándose y nada más. Naruto había notado que ella siempre se ponía a su ritmo pero nunca sobrepasaba sus acciones. Pero no solo en este beso si no en todo. En su mente intentaba luchar por controlarse pero le era imposible.
Desde el primer momento en que la viese levitando delante de el ya le pareció la mujer más guapa del mundo. Desde el momento que la viese sin armadura ya le pareció la mujer más sexy del mundo. Tenía algo que lo atrapaba y no le dejaba pensar con claridad.
Sus manos comenzaron a moverse. Una de ellas fue a parar al trasero de la chica que había visto por la mañana y que tanto había deseado durante casi todo el día. La otra se movió por debajo de su camiseta hasta agarrar uno de sus pechos.
Que no llevase ropa interior y llevase puesta una camiseta holgada hacia fáciles las cosas. En aquel momento ella soltó un pequeño gemido. Había sido uno de los pocos ruidos que había emitido por su boca en todo este tiempo.
Solo un pequeño grito en la ducha con el agua fría. Luego con el café cuando se quemó y poco más. Pero ahora la sensación en su cuerpo estaba llegando a un límite que ya empezaba a desbordarla. No sabía que sentía ni por qué lo sentía. Solo sabía que le gustaba.
Naruto continuó explorando el cuerpo de la chica. Sin embargo de nuevo ella estaba igualándolo y todo empeoró cuando noto sus manos sobre su cuerpo. Aquello ya se había convertido en una rueda imposible de parar si ahora ella contribuía a hacer que Naruto estuviese más excitado todavía de lo que ya estaba.
Ahora mismo estaba el uno frente al otro de lado en la cama. Sin embargo Naruto cambió pronto aquello. Dejo que ella se quedase boca arriba completamente. Después él se colocó a su lado pasando su brazo izquierdo por detrás de su cabeza. La volvió a besar con bastante pasión.
Luego su mano derecha continúo jugando con sus pechos un rato más. Pero a los pocos minutos su mano ya estaba descendiendo por su torso poco a poco hasta llegar al único sitio que todavía no había tocado.
Se separó de ella dejando de besarla para mirarla. Era algo perverso reconocerlo pero quería ver su preciosa cara retorcerse de placer. Y ya era un total espectáculo ver su rostro tan sonrojado y con una mirada tan preciosa fijándose en él.
Pero cuando su mano se filtró por su pantalón todo tomo un nuevo significado para ambos. Para ella fue como multiplicar por diez todo lo que estaba sintiendo. Hasta ahora estaba sintiendo un intenso placer que le resultaba torturante. Pero ahora se había convertido en un increíble placer que la aliviaba. Para Naruto tomó otro nivel por que ver la reacción de la chica soltando un ahogado grito de placer había hecho que no aguantase ni un segundo más.
Sin embargo se había propuesto que ya que no podía controlarse al menos lo haría bien. Estaba bastante equivocado ya que un poco más y explotó cuando la mano de la pelirrosa se escurrió entre sus pantalones sin previo aviso y se agarró a él suavemente.
Naruto no pudo evitar gemir con una voz bastante ronca y sexy. Para ella se le hacía raro ya que ahora el hecho de mirarle o escucharlo hacia que aquella sensación que no entendía aumentase. Sentía que su cuerpo estaba a punto de explotar completamente. Era algo que su mente no era capaz de asimilar del todo.
El rubio en aquel momento se dio cuenta de que jamás había deseado tantísimo estar con alguien en una cama. Daria todo su dinero, todo su ser y firmaría un pacto con el diablo si hiciese falta para no tener que marcharse de aquella cama.
Estaba notando que el frágil movimiento de su mano. Bastante descoordinado por cierto estaba a punto de hacer que explotase. Algo que lo dejo bastante sorprendido ya que ella no había sido capaz de seguir un ritmo fijo y precisamente no lo hacía muy rápido. Pero era la suave piel de su mano y toda la situación los que hacían el 95% del trabajo.
Y precisamente aquello era lo que lo asustó. Por dios no acabaría aquella noche así. Sin embargo también pudo reconocer por los movimientos de la chica que también estaba a punto de desmoronarse.
Así que con una sonrisa pícara en su rostro separó su mano del interior de la chica. Durante un segundo le pareció precioso su rostro cuando lo miraba con una cara que se entendía perfectamente. Sin duda no necesitaba hablar: “¿Por qué te paras?”
Sin embargo Naruto hizo que ella lo soltase también. Y luego levantó dejando de estar a su lado para colocarse encima de ella. La chica solo lo miraba con una cara de curiosidad, infinito sonrojo y placer a la vez. Dios, solo mirarla ya era lo más sexy que había hecho en su vida.
Colocó sus manos en el pantalón de la chica y con un rápido movimiento se lo quitó. Después las llevó hacia su camiseta y le ayudo a desprenderse de ella. Al verlos no pudo evitar que sus manos volviesen a los pechos de la chica. Ella movió sus manos hacia la ropa de Naruto imitando lo que acababa de hacer y le ayudo a quitarse la camiseta y ver de nuevo el torso que la excitó, sin saberlo, por la mañana.
Trató de quitarle los pantalones pero por cómo estaban no podía. Naruto se lo quito levantándose un poco. Pero de nuevo volvió a colocarse encima de ella. Se recostó sobre la chica y la besó mientras llevaba sus manos hacia las rodillas de la chica separándolas.
En cuanto terminó se situó estratégicamente entre las piernas de la chica más guapa del mundo, o al menos lo era para él. Le dirigió una mirada como buscando su rechazo para detenerse. Pero mirarla solo hacía que la desease más. Y como ella no mostró ningún síntoma de negación no pudo evitar continuar.
Comenzó a entrar en ella con delicadeza y cuidado. El hecho de haber estado una hora tocándose y besándose ayudó bastante a facilitar aquel momento. Aun así Naruto lo hizo lentamente sobre todo al ver que ponía una pequeña cara de dolor.
- “Era su primera vez…” - Pensó Naruto fugazmente en su cabeza. Bueno, ya no había vuelta atrás en realidad.
Cuando había entrado del todo en ella. Abrió la boca como pretendiendo gritar. Sin embargo parecía que su voz había desaparecido ya que no salía ningún sonido de ella. Parecía que se estaba muriendo de placer. Pero aquello todavía no era nada ya que una vez Naruto empezó a moverse toda aquella sensación se incrementaba exponencialmente yendo a mas cada vez.
Como Naruto ya la había dejado a las puertas del clímax hacia bien poco. Y se había encargado de mantenerlo así tocándola de vez en cuando, sin dejar de besarla ni de recorrer su cuerpo ella se vino abajo la primera en cerca de veinte segundos. En aquel momento su voz volvió de nuevo y tras varios gemidos previos comenzó a gritar literalmente de placer.
Durante el corto rato en el que duraron las embestidas la chica estaba bastante excitada y Naruto lo podía notar. Sin embargo cuando estuvo a punto de terminar su rostro cambio de repente muy sorprendida. Para ella aquello ya era increíble pero lo que se le estaba viniendo encima le estaba resultando imposible de creer y se notaba en su rostro lleno de placer y sorpresa.
Naruto por norma general se enorgullecía de poder aguantar largas decenas de minutos en la cama. Sin embargo entre su excitación previa, lo que le gustaba su pareja de cama, el infinito placer que estaba sintiendo y lo indescriptiblemente excitante y precioso que era ver a aquella chica teniendo su primer orgasmo hizo que no pudiese aguantar ni treinta segundos y explotase completamente en el que sin duda se había coronado como el más placentero de todos los orgasmos que el rubio había tenido. Y con amplia diferencia sin duda.
Ella estaba jadeando por el cansancio provocado por todo aquello. Naruto igual sin duda ya que había caído rendido sobre ella. Intentó no aplastarla colocándose a su lado pero su cuerpo ya no le respondía. Logró, con esfuerzo, colocarse a su lado y pasar su brazo por su desnudo vientre abrazándola. Ella estaba completamente igual, se había quedado boca arriba y no tenía ninguna fuerza para moverse. Solo se dejó abrazar por el mientras llevaba su mano derecha a la de Naruto cogiéndola con cariño y con fuerza.
Naruto solo pudo mirarla unos últimos segundos antes de caer rendido completamente y dormirse al instante. Ella se quedó mirando el techo unos cuantos segundos más tratando de recomponerse y asimilar todo lo ocurrido. Aquella sensación había sido completamente increíble. Era lo que ella pensaba sin duda. Pero también estaba cansada. Lo que le resultó curioso es que cuando se tumbó con Naruto estaba bastante bien y no tenía nada de sueño. Había pasado poco más de una hora y ahora parecía que iba a morirse si no cerraba los ojos y se dejaba llevar.
La mañana llegó bastante rápido y el primero en despertarse fue Naruto. Se despertó tal cual se había dormido. Tumbado al lado de la chica con una pequeña parte de su cuerpo encima de ella y su brazo derecho abrazándola.
Lo primero que hizo fue poner la mano izquierda encima de la cama para usarla de apoyo para levantarse. Cuando se separó del colchón lo primero que vio fue a la chica con la que se había acostado aquella noche durmiendo plácidamente boca arriba.
Por instinto Naruto movió su mano derecha hacia el rostro de la chica. Por un lado se sentía un poco mal. Si aquella mujer había perdido el conocimiento o tenía alguna especie de enfermedad mental extraña era casi como si hubiese abusado de ella. Peor tampoco podía dejar de pensar en lo guapa que era y lo que le encantaba estar junto a ella así en ese momento.
Con el contactó ella abrió los ojos. Naruto separó la mano y poco a poco ella se sentó en la cama quedándose al lado de Naruto mientras se miraban fijamente. Naruto puso una mano en el hombro desnudo de la chica y después se acercó a ella para besarla.
Ella se quedó esperando sentir lo mismo que anoche, sin embargo la sensación fue muy diferente. Ahora había aprendido que se podía besar de formas diferentes y provocar reacciones diferentes. No sentía un ardor y placer como ayer. Aquel beso le había provocado una sensación de bienestar bastante agradable. Se sentía bien con aquello. Lo que no sabía es que Naruto la estaba besando con todo el cariño que podía.
Cuando se separaron ella volvió a mostrar su bella sonrisa. Naruto pasó su mano izquierda por la espalda de ella y la abrazó con delicadeza. Ella correspondió el abrazo. Cuando pasaron unos segundos el rubio se separó.
- Oye… yo… hoy me marcharé de la ciudad... ¿Querrás… venir conmigo? - Preguntó Naruto muy extrañado.
Jamás se había imaginado ofrecerle a una mujer que viajase con él. También es verdad que ninguna mujer la había considerado lo suficientemente importante para el como para quererla a su lado durante una larga temporada.
Y todo eso sumado a que parecía que aquella chica no conocía a nadie en la ciudad le sabia mal dejarla a la deriva. Y más por que daba la sensación de que estaría bastante perdida. Ella sonrió y asintió con la cabeza.
- Bien… pues voy a darme una ducha. No tardaré. - Dijo Naruto levantándose de la cama.
Ella se quedó sentada. Seguía desnuda. A Naruto ya no le daba tanta vergüenza mirarla pero si seguía encantándole hacerlo. Se metió en la ducha de nuevo como el día anterior y se duchó. Al terminar se secó y se vistió allí mismo para salir de nuevo a la habitación.
Cuando salió pudo ver que ella seguía sentada en la cama en la misma posición. Solo que ahora estaba mirando fijamente hacia la ventana. Ella ya había notado que el estaba allí pero aun así siguió mirando hacia allí.
- Está viniendo… - Dijo la chica con una suave y dulce voz bastante femenina.
Naruto comenzó a abrir la boca poco a poco hasta que prácticamente se le desencajo de la impresión.
- ¡¡Puedes hablar!! - Gritó de una forma bastante cómica.
- Claro. - Dijo ella después girándose y mirándolo a los ojos.
- ¿Y por qué no lo hacías? - Preguntó Naruto algo enfadado después de sus patéticos intentos de comunicación con ella.
- Porque solo quería limitarme a observarte. - Dijo ella extrañando a Naruto.
El rubio se quedó unos segundos en silencio. ¿A qué se refería con que quería limitarse a observarle? Pero lo más importante.
- ¿Quién está viniendo? - Preguntó Naruto mirándola a los ojos.
Ella giró su rostro hasta volver a mirar la ventana.
- El chico del alma oscura. - Dijo después mientras su vista se perdía en el horizonte.
CONTINUARA…
Namikaze_Minato- Baneado
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Re: El Don de la Diosa - Acto Final
He visto que habías puesto capítulo nuevo, he mirado la hora, he pensado "ya seguiré estudiando luego", me he hecho un café y a leerlo xD
Muy bueno. La verdad de primeras no imaginaba que sería Sakura la diosa (hasta el final del capítulo anterior), pero me gusta mucho su personalidad. Aunque puede que no haya sacado completamente aún, porque estaba en modo "observación", pero de todas formas se nota que de entrada con Naruto es diferente. Se han atraído el uno al otro como polilla a la luz xD
Aunque Naruto no sabía la verdad, no creo que fuera que se aprovechase, ya había demostrado que tonta no era y que podía defenderse sola si no hubiera querido nada con él. Además, igual sabiendo que es la Diosa, hubiera dado más corte hacer nada, ¿no? xD
Me ha parecido todo muy tierno y cómico (: y eso que es más un fic de aventura/acción xD
El lemon en un fic suele repelerme más que gustarme, pero te ha quedado bastante natural. Eso se agradece mucho.
Y ahora tiene que llegar Sasuke, en modo que-estoy-muy-loco. ¡Se va a liar!
Espero conti^^
Muy bueno. La verdad de primeras no imaginaba que sería Sakura la diosa (hasta el final del capítulo anterior), pero me gusta mucho su personalidad. Aunque puede que no haya sacado completamente aún, porque estaba en modo "observación", pero de todas formas se nota que de entrada con Naruto es diferente. Se han atraído el uno al otro como polilla a la luz xD
Aunque Naruto no sabía la verdad, no creo que fuera que se aprovechase, ya había demostrado que tonta no era y que podía defenderse sola si no hubiera querido nada con él. Además, igual sabiendo que es la Diosa, hubiera dado más corte hacer nada, ¿no? xD
Me ha parecido todo muy tierno y cómico (: y eso que es más un fic de aventura/acción xD
El lemon en un fic suele repelerme más que gustarme, pero te ha quedado bastante natural. Eso se agradece mucho.
Y ahora tiene que llegar Sasuke, en modo que-estoy-muy-loco. ¡Se va a liar!
Espero conti^^
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