[One-shot] Intensa noche.

Intensa noche.

No llevaban ni una hora de haberse conocido, sin embargo fue mas que suficiente. Un par de tragos en un bar y una conversación simple bastó para que ambos jóvenes simpatizaran.

Cada uno llamo inmediatamente la atracción del otro apenas se vieron, e ignorando a amigos y acompañantes se hicieron a un lado para comenzar a conocerse y hablar. Ambos con una cabellera rubia, acompañados de unos brillantes ojos y una piel algo morena.

Cabello corto algo desordenado con unas cuantas trenzas sobresalientes, cabello dorado, acompañado de un par de seductores y atrayentes ojos verdes. Una sensual piel morena la cual resaltaba en su sensual vista, labios carnosos, y unas curvas las cuales llamaban instantáneamente la atención. Vestía unos ajustados pantalones blancos con unas botas negras por encima de sus pantalones, junto a una holgada blusa blanca la cual tenía un amplio cuello sin mangas, con dibujos de una calavera algo desteñida.

Cabello rubio y desordenado, con unos azules ojos, además de tres marcas en cada mejilla. Alto y notoriamente bien tonificado, con músculos notorios. Vistiendo una polera blanca algo ajustada con una camisa negra desabotonada y de manga corta encima, con unos jeans oscuros y unas zapatillas negras. De nombre Naruto.

Fue así como llegaron al departamento del joven, llegando rápidamente hasta la cama donde la mujer quedo tendida en esta. Despojándose lentamente de su ropa sin despegar su boca de la de su acompañante.

Moviendo ambos sus manos con completa autoridad, palpando centímetro a centímetro la morena piel ya descubierta de la mujer llamada Tier.
No demoro mucho para que ambos amantes perdieran todas sus ropas, desnudos viéndose complacientes, degustando su vista con el semi perfecto cuerpo del otro. Besándose apasionadamente sin separar sus bocas salvo para respirar de vez en vez, tocando sin vergüenza o timidez cada centímetro al alcance del cuerpo del otro.

El rubio se separo levemente de la tendida mujer, concentrándose específicamente en besar el moreno cuello de la fémina la cual se dejo querer, inmóvil. Respirando agitadamente, jadeante, sintiendo la lengua y boca del rubio moverse en su cuello con eróticas caricias. Moviendo su lengua en círculos, succionando la piel de la mujer, mordiendo levemente o simplemente besar y besar la piel de la rubia.

Se separaron nuevamente, esta vez para que ella se acomodara sobre él, sentándose con sus piernas abiertas en plena entrepierna del rubio, sintiendo “algo” duro golpeando sobre su coxis.

Sonriente, inundad en lujuria y placer, viendo a los azules ojos del hombre recostado en la cama, el cual acariciaba con una de sus manos los pechos de la mujer mientras que con la otra mano sujetaba firmemente a la mujer de su cintura.

No se hicieron esperar mas, y levantando sus caderas, se acomodo sobre el erecto miembro del rubio el cual sujetándola con fuerza de las caderas, la bajo de lleno al mismo tiempo que empujo sus caderas hacia adelante.

Gimió enormemente, casi gritando. Sintiendo la pulsante sensación dolorosa y satisfactoria al mismo tiempo, siendo como su cuerpo se abría y el duro miembro del rubio se deslizaba hacia adentro de ella. Fue así como ambos comenzaron a mover sus caderas, moviéndolas en perfecta sincronía, aun besándose aunque menos, ocupando su boca esencialmente para respirar.

La rubia soltaba suspiros, jadeos y gemidos, sintiendo el fuerte golpe de su pelvis contra la del rubio. Moviendo su cadera de adelante y hacia atrás, sintiendo como cada vez más y más su cuerpo ardía, sintiendo miles de emociones al mismo tiempo, una mescla de emociones, de sensaciones, de sentimientos.

Cambiaron de posición mitad accidente y mitad apropósito, dejando a la mujer tendida en la cama con su cabeza hacia los pies de la cama, abierta de piernas, sujetándose estas. Viendo como el rubio quien estaba arrodillado en la cama, chocando su pelvis con la pelvis de la rubia, empujando con lentitud mientras fruncía el seño, entrando lentamente al interior de la mujer quien soltó un gemido el cual comenzaba aumentar sus decibeles mientras mas entraba el hombre en ella.

Los movimientos dejaron de ser suaves o delicados, eran apasionados y salvajes. Siendo el hombre quien daba fuertes envestidas, chocando su cuerpo con los glúteos de la morena la cual gemía y jadeaba rápidamente.

Cada vez los movimientos se hacían más rápidos, mas acelerados. El rubio se inclino para unir sus labios con los de la morena la cual resistía cada sensación en su cuerpo.

Dejo la boca de la rubia para concentrarse específicamente en los pechos de la mujer, apretando uno de estos con fuerza para morder el otro sin ninguna delicadeza. Así fue como cada vez las envestidas aumentaron más y más, mientras que los gruñidos grabes de parte del hombre aumentaron al igual que los gemidos de la mujer. El punto de máximo éxtasis se acercaba para ambos.

Arqueo su espalda, aferrándose con fuerza a las blancas sabanas de la desordenada cama. Sintiendo el fuerte rose de los cuerpos, sintiendo cada envestida de parte del hombre, sintiendo el choque de la pelvis contra su trasero.

Los gemidos comenzaron a hacerse gritos, gritos de completa satisfacción y lujuria. Mientras el rubio aumentaba aun más su ritmo prácticamente en un frenesí, envistiendo a la rubia morena.

Un último choque, una última envestida, deteniéndose por completo en un último choque de cuerpos los cuales exprimieron toda energía del otro. Cayendo Naruto tendido en la cama, junto a la rubia mujer quien mostraba una leve sonrisa en su rostro.

- Eso… fue intenso - susurro la mujer viendo de reojo al rubio a su lado.

- Mucho - respondió el sonriente rubio. - no me molestaría repetirlo, Tier Halibel.

- Eso… me suena bien - respondió la mujer viendo al rubio levantarse, besándola en los labios. - Naruto Uzumaki.

Fin.