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Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
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NaruSaku v2.0 :: :: Fan Fic :: FF Cerrados
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Re: Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
Holaaa aqui el insistente pero amable Naruto-sennin preocupado por la CONTII
lo sientoo jeje es que me preocupa que no se le de continuacion a este hermoso fan fic ya que en muchos casos los FF que estoy leyendo han sido descontinuados repentinamente y no quiero que eso pase con este FF por que este es muy especiaaaaal por lo increible que eees
espero estes bien pero porfis no lo dejes a medias....eso seria catastrófico para mi y otras personas que leemos este fic con ansias
espero la contii y no sabes cuanto muero por leer el cap despues de donde lo dejaste en el foro anterior.... MUERO POR VERLOO
cuidate mucho y saludos bye
lo sientoo jeje es que me preocupa que no se le de continuacion a este hermoso fan fic ya que en muchos casos los FF que estoy leyendo han sido descontinuados repentinamente y no quiero que eso pase con este FF por que este es muy especiaaaaal por lo increible que eees
espero estes bien pero porfis no lo dejes a medias....eso seria catastrófico para mi y otras personas que leemos este fic con ansias
espero la contii y no sabes cuanto muero por leer el cap despues de donde lo dejaste en el foro anterior.... MUERO POR VERLOO
cuidate mucho y saludos bye
Naruto-sennin- Novato
- Mensajes : 19
Edad : 31
KONOHAGAKURE
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Re: Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
Heyyy, llevaba bastante tiempo sin pasar por acá, disculpas a todos los que siguen el fic, pero bueno, estoy de vuelta. A todos los que comentaron, muchísimas gracias, no puedo responder a sus comentarios porque no tengo mucho tiempo :/, gracias de nuevo.
- Spoiler:
- Algo de distancia.
El inconfundible tacto de la lengua de Maximus en su mejilla lo hizo caerse de la cama.
-¡MAXIMUS!-regañó al perrito quien salió corriendo a toda velocidad de la habitación del rubio. Él se levantó, nada mejor que la saliva de tu perro para hacerte despertar, bostezó, mientras que, sin mucha prisa buscaba algo que ponerse; sería un viaje largo y cansado así que se daría una buena ducha y luego buscaría “algo” de comer, probablemente acabando con toda la comida de la casa.
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Ella, se levantó al escuchar el despertador, era mejor que Maximus, de eso no había duda. Tenía mucha energía, sería su primer día en el trabajo y quería que todo le saliera perfecto.
-Todo saldrá bien…-se dijo a si misma. Ya Ino se había ido a su casa, estaba sola en el departamento, todo estaba en silencio, tanto silencio le resultaba molesto, así que encendió la televisión tan sólo para escuchar algo, cualquier cosa. Necesitaba salir de ahí y ocupar su mente en otra cosa-Sí, será un día genial…-sonrió.
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Cuando terminó de vestirse bajó hasta la cocina, Minato y Kushina lo saludaron con una sonrisa.
-¿Dormiste bien?-preguntó ella.
-Sí, mamá-dijo tranquilo, luego se sentó.
-¿Estás listo?-preguntó Minato serio.
-Ajá-dijo extrañado-¿Acaso crees que voy a hacerle algo malo al abuelo?-se hizo el ofendido.
-No, para nada-aclaró, ella preparaba el desayuno-Me asusta lo que puedan hacer juntos-Kushina sonrió.
-Somos muy tranquilos y maduros; probablemente jugaremos ajedrez y veremos Animal Planet, nada fuera de lo normal-sonrió.
-Ni tú te lo crees-dijo Kushina observando a su rubio hijo-No sé si el abuelo cuidará de ti o tendrás que cuidar de él; se parecen tanto…-rió.
-Y a eso le agregamos el hecho de que Sakura no está contigo, ella se encarga de que te comportes como una persona normal-Naruto levantó una de sus cejas, sus papás comenzaron a reír.
-Claro, tal vez debería llevármela-sonrió-Lo normal es aburrido…-se quejó.
-¡Claro!-afirmó Minato.
-El nene no quiere aceptar que la va a extrañar muchísimo, quizá demasiado-Kushina jugó con las mejillas del ojiazul.
-¡Mamá!-se quejó-¿Desde cuándo acá tengo que decirte a ti si la extraño o no?-Kushina rió.
-¡Lo ves! ¿No es lindo?-dijo orgullosa-¿Estás sonrojado?-lo observó divertida, él volteó su rostro hacia otra parte.
-¡No!-
-¡Claro que sí!-dijo Minato con tono de burla mientras señalaba el rostro del rubio-Naruto se sonrojó, debimos tomarle una foto-
-No se pasen-dijo molesto-¿Qué les sucede hoy? ¡RAROS!-
-Jajaja. Era broma-dijo ella besando al rubio en la mejilla-¿Llevas todo? Ropa, cepillo de dientes-comenzaba a enumerar con los dedos… Naruto se perdió desde: ¿Llevas todo? Sólo escuchaba la voz de su mamá lejos y asentía sin saber porqué-¿Me estás poniendo atención?-
-Ajá-sonrió levemente.
-Es un mes de vacaciones, espero y no estés llamando: “Mamá, olvidé mi cepillo de dientes”-
-No llamaría para eso, compraría uno nuevo-dijo tranquilo.
-¡Claro!-dijo ella. Minato leía el periódico.
-Oye… Naruto-Habló el rubio.
-¿Qué pasa?-lo observó.
-Tu abuelo está algo raro…-susurró.
-¿Cuándo no lo está?-sonrió.
-Hablo en serio, tienes que averiguar lo que le pasa ¿De acuerdo?-
-Bieeen-dijo suspirando. Kushina puso un plato enorme frente a él, los ojos del rubio brillaron como si tuviera al paraíso enfrente-Te amooo-dijo con una expresión tonta.
-Lo sé-dijo Kushina engreída mientras le pasaba el plato a Minato-Ahora, escucha-dijo seria-Te portas bien, no le causas problemas a tu abuelo, LLAMAS a Sakura-él asintió nerviosamente-Y a mí también-
-Mamá, eso de estar llamando, no es lo mío-se rascaba la nuca nerviosamente-¿Y si te envío un mensaje?-Kushina lo observó seria-COMO USTED DIGA SEÑORA, la llamaré todos los días-sonrió.
-Así me gusta-
-A ti-aclaró él-A ella… no la quiero asfixiar, no me gusta y sé que a ella tampoco. Eso de estar llamando cada minuto es tan raro y… raro-
-Bien, no cuestiono tu forma de ver las cosas-sonrió-Ahora, muévete o se te hará tarde-
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Ya estaba en el auto, Minato y Kushina irían a dejarlo a casa de su abuelo, tomó su celular y sus auriculares y se olvidó del mundo con algo de música. La pasaría bien, de eso no había duda, adoraba a su loco abuelo y quería estar con él, pero claro, la extrañaría muchísimo. Tal vez hubiera deseado tenerla cerca todas las vacaciones, por más egoísta que sonara, sí, se había vuelto un egoísta, la quería sólo para él.
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Un señor la saludó con una linda sonrisa, ella le obsequió una también.
-¡Buenos días!-dijo la chica.
-¡Hola! ¿Lista?-
-Así es-dijo ella.
-Bien, sígueme… hoy, te entregaré el uniforme, ¿Te cambias ahora? ¿O prefieres venir mañana?-
-No, comienzo hoy mismo-dijo segura.
-¡Excelente!-ella lo siguió-Bien, aquí tienes-le entregó una bolsa-Son dos camisas, una falda y un pantalón. Usa lo que te haga sentir más cómoda-sonrió-Puedes cambiarte en los baños de los empleados, es por acá-ella lo siguió, él señaló-Te esperaré acá, para presentarte y explicarte todo-ella asintió y entró.
Luego de unos minutos ella estaba frente al espejo, recogió su cabello en un moño, se observó, la falda era negra, llegaba justo arriba de la rodilla, usaba una camisa blanca, sencilla de botones, con el logo del restaurante ubicado en la parte del pecho. Dio un largo suspiro y salió.
-¿Lista?-
-Así es-
-Perfecto-comenzaban a caminar-Bien, tus cosas las puedes guardar en unos casilleros, como ya te había dicho, cerramos hasta las 10-ella sólo asentía-Trabajarás con mi hijo-sonrió-Y con Temari. ¡Chicos!-los llamó. Una chica rubia, muy bonita y con unos lindos ojos se aproximó, acompañada por un chico bastante joven rubio de ojos verdes y con una piel bastante blanca. El chico observó a Sakura idiotizado-Ella es Sakura y de hoy en adelante trabajará con nosotros-
-¡Hola! Soy Temari, mucho gusto-sonrió la rubia.
-El gusto es mío-dijo la pelirosa.
-Soy Haku-dijo él algo serio.
-Mucho gusto-el chico sonrió.
-Bien, te presentaré a los demás-Se fueron.
-¿Te coloco un frasco? Digo, para la baba-se burló, él sonrió.
-Es hermosa-observó de lejos a Sakura-¿Cuántos años tendrá?-
-¡Por favor! Tienes 16, eres un niñito-rió.
-Ni tan niñito…-
-¡Un bebé!-sonrió-Ni se te ocurra, tu padre te mataría-
-No tiene porqué enterarse-sonrió de lado.
-Como si tuvieras oportunidad… ella debe de tener… 18 ó 19 años. Busca una nenita de tu edad-
-Ya lo veremos-sonrió. Ella lo golpeó en la cabeza.
-¡Deja de soñar! Y ayúdame con las mesas, ya casi es hora de abrir y sabes que esto se pone de locos-
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-¡NARUTOOO!-gritó su mamá. Él sacudió su cabeza.
-Mamá… no grites-dijo intentando cerrar los ojos.
-Ya llegamos-
-¿Eh?-dijo abriendo un ojo. Sí era la casa de su abuelo, abrió el otro ojo-Eso fue rápido-
-Tal vez porque dormiste todo el camino-dijo Minato-Bajemos-el rubio tomó sus maletas y las sacó del auto, Minato le ayudó con una, se dirigieron a la puerta de la casa, tocaron el timbre y en cuestión de segundos un señor alto, con cabello hasta los hombros, algo despeinado y totalmente blanco abrió la puerta con una enorme sonrisa.
-¡Papá!-dijo Minato estrechándolo en un fuerte abrazo.
-¡Al fin llegan!-correspondió al abrazo.
-Jiraiya-dijo Kushina saludándolo con un dulce beso en la mejilla.
-¡Linda! Que gusto verte-dijo el señor. Se detuvo a observar a Naruto.
-¿Y este quién es?-fingió desagrado. Naruto sonrió, el peliblanco lo abrazó con fuerza.
-¿Me extrañaste?-dijo el rubio sonriendo.
-¡No! Pero bueno, es mejor que estar solo-dijo serio-¡Naah! Es broma, claro que te extrañé-sonrió, igual que Naruto-Entren, ¿Qué esperan?-
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El restaurante era sin duda muy exitoso y su primer día de trabajo resultó muy atareado, había pasado de un lado al otro. Sería cansado, pero ella lo sabía desde un principio, además, el ambiente era realmente agradable, todos eran muy amables, así que eso facilitaba muchísimas cosas. Cuando ya estaban cerrando, él se aproximó a la chica.
-Sakura… ¿Cierto?-sonrió.
-Así es…-dijo limpiando algunas de las mesas.
-¿Qué tal tu primer día?-
-Bien, de hecho, muy bien-sonrió.
-Si quieres puedes irte, yo termino-la observó.
-No, prefiero hacerlo yo misma-dijo tranquila, la forma en que él la observaba, sí, Sakura conocía esa mirada.
-¿Segura?-
-Sí-sonrió un tanto burlona. Era un niño, y ahí estaba, buscando entablar conversación.
-Bueno, entonces al menos déjame llevarte-insistió.
-¡Rayos!-susurró ella-Alguien viene por mí, ya debe estar esperándome-
-¡Ahhh!-dijo resignado-¿Tu novio?-ella rió suavemente.
-No-él parecía estar aliviado al escuchar esa simple palabra-Un amigo de mi novio-sonrió ampliamente, él asintió débilmente.
-Ahhh, bien-
-Ya acabé. Nos vemos mañana-dijo ella, luego fue por sus cosas, después de despedirse de su jefe se dirigió a las afueras del restaurante. De lejos pudo ver el auto de Shikamaru, el pelinegro se bajó y se aproximó a la chica, la tomó con cuidado del brazo, la hizo subir al auto, le hizo gestos para que se abrochara el cinturón y se fue hasta el asiento del conductor. Sakura lo observaba bastante confundida.
-¿Qué pasa?-dijo él.
-Eso justamente iba a preguntar-dijo seria-¿Te pasa algo?-
-No. Es que… cómo explicarlo. Eres… la novia de Naruto, él me encargó que te cuidara, si algo te pasa… Hulk… yo… moriré-sonrió-Sólo eso, nada importante-encendió el auto-Hay un bar justo al lado del restaurante-hizo mala cara-Estaré aquí antes, siempre… no quiero que algún borracho te haga algo, ya sabes, eres como mi hermana y además, la novia de Hulk-sonrió. Ella hizo lo mismo.
-Gracias, eres un sol-sonrió-No… le digas lo del bar ¿Si? Ya sabes-
-Bien-asintió. Condujo hasta el departamento de la chica-¿Qué tal el primer día?-preguntó lleno de curiosidad.
-Excelente-
-¡Genial! Mañana Kiba vendrá por ti… yo…-decía nervioso.
-¿Irás a casa de Ino?-rió.
-Sí… bueno…. Iré a cenar, con ella y su papá-tragó saliva. Sakura lo observó totalmente divertida.
-Suerte con eso-dijo ella, él no dijo nada, su cara de frustración lo decía todo. Al llegar al departamento, bajó del auto y se despidió del pelinegro agitando su mano. Subió con prisa las escaleras, abrió la puerta, y lo primero que hizo fue lanzarse en el sofá.
Sacó su celular del bolso, lo encendió… no había ningún mensaje de Naruto.
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-Y entonces le dije-hizo una pausa- “No”-comenzó a reír, Naruto sonrió.
-Abuelo…-se levantó-Tengo algo que hacer, ya regreso-el rubio salió disparado hasta llegar al jardín. Jiraiya lo observaba atentamente desde la ventana. Sacó el celular de su bolsillo y le marcó a la chica. Ella sonrió en cuanto escuchó el timbre.
-¿Hola?-contestó.
-Hola…-dijo suavemente. Ella sonrió-¿Qué tal el trabajo?-comenzaba a caminar de un lado a otro por el jardín. Su abuelo lo observaba más que entretenido.
-Muy bien-dijo ella-¿Qué tal tu abuelo?-
-Loco… eso quiere decir bien-aclaró.
-Entiendo-sonrió-¿Tus papás están ahí?-
-No, hace poco se fueron-suspiró-¿Estás sola?-
-Así es…-
-¡Demonios! Debí dejar a Maximus contigo-sonrió de lado-Es buen despertador-
-Lo imagino-rió suavemente.
-Puede que algún día de estos, un chico rubio increíblemente sexy, con lindos ojos azules llegue a tu casa, entre sigilosamente y… te coma a besos-ella cerró sus ojos, él sonrió-Aclaro, no soy yo-
-Jajaja, bien… te seré infiel entonces-sonrió.
-Sólo con él ¿De acuerdo? Parezco un idiota sonriendo…-se burló de si mismo.
-Deberías verme a mí-
-Debo irme o mi abuelo podría sospechar que… entre tú y yo hay algo-dijo en voz baja.
-Ahh, claro. Olvidaba que es un secreto-
-Así es-susurró-Si alguien te molesta, quien sea, me dices y lo mato ¿Bien?-dijo serio-No estoy bromeando-
-Eres increíble-sonrió-Yo…-suspiró.
-Y yo a ti-dijo tranquilo. Ella sonrió, luego colgó, él guardó su celular en el bolsillo y con prisa, entró nuevamente a la casa hasta llegar a donde estaba su abuelo-Listo…-dijo agitado.
-Ya no tienes cara de idiota-bromeó.
-Eres tan chistoso-se sentó.
-¿Quién te hace sonreír de esa forma? Y además provoca que recorras todo el jardín una y otra vez-
-Es...yo…-rió tontamente-Es mi chica-
-¿Tu chica? ¿A qué te refieres?-haciendo gestos de confusión.
-Mi novia-rodó los ojos-Mi novia-repitió como si su abuelo estuviera sordo.
-¿Tu novia? Dijo confundido, creí que eras alérgico a eso-
-Ya sabías que la hija de una amiga de mamá se vino a vivir con nosotros para poder ir a la universidad-
-¡No puede ser!-dijo sorprendido-¿Tú y ella?-
-Ella… bueno, éramos amigos-sonrió-Me costó aceptarlo… pero quería ser más que eso-dijo un tanto frustrado. No le gustaba hablar de esas cosas, pero su abuelo merecía saberlo.
-¡Rayos!-sonrió-Naruto está enamorado, Naruto está enamorado-comenzaba a cantar con voz irritante, el rubio lo observaba con el ceño fruncido. Mientras pensaba que su abuelo era casi, como un hermano menor y que de alguien había heredado los genes de la inmadurez-Estás muy cambiado-dijo serio-Esa chica es mágica-
-Así es…-
-Pues, quiero conocerla-dijo entusiasmado. Naruto sonrió.
-Claro… pero, para conocerla tendrás que irte a nuestra casa mi última semana de vacaciones-sonrió de lado.
-¿A tu casa?-
-¡Sí! Totalmente justo, pasaremos tiempo en familia y yo…-
-Claro, ella-sonrió-¡Trato hecho!-
-¡Trato hecho!-se puso serio-Abuelo… ¿Todo está bien?-
-¿Todo está bien? ¿Qué clase de pregunta es esa?-sonrió-Todo está más que bien-
-¿Seguro?-
-Completamente-dijo evasivo-¿Qué tal si comemos algo?-
-Bien-dijo Naruto algo preocupado.
-Además… tengo un gran obsequio para ti-
-¿Obsequio?-levantó una de sus cejas.
-¡Obsequiazo!-se dirigió a la cocina, Naruto lo siguió, comenzó a interrogarlo sobre el obsequio, pero el señor era una tumba y no diría nada. Era más divertido observar como el chico intentaba inútilmente sacarle algún detalle del dichoso obsequio.
Minato y Kushina aprovecharon la ausencia de Naruto para pasar más tiempo juntos y divertirse un rato, salir, era lógico que lo extrañaban pero por favor, tampoco podían desperdiciar ese tipo de oportunidades, claro que no. Sakura se durmió con una enorme sonrisa en el rostro, no podía pedir nada más.
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Aquel día, cuando Shikamaru estaba justo en frente de la casa de Ino, sintió como un escalofrío le recorría la espalda; se estacionó mientras trataba de tranquilizarse. No es tan malo_pensó. Pero la verdad, no le parecía malo, más bien lo describiría como fatal y tal vez una experiencia que marcaría su vida; tragó saliva luego practicó mentalmente un buen saludo y trató de lucir relajado.
Se acercó a la puerta, tocó, suspiró y esperó que ella abriera, tuvo suerte y así fue.
-¡Hey!-sonrió-¡Ven!-lo tomó de la mano, ella se veía muy entusiasmada, él… bueno, no creo que se sintiera feliz, pero no tenía otra opción. Lo llevó hasta la cocina donde el padre de la chica terminaba de preparar el almuerzo, el señor lo observó de arriba abajo, Shikamaru sonrió nerviosamente.
-Buenos días-saludó Nara.
-Buenos días-respondió algo serio. Y así, daría comienzo un largo día para Shikamaru.
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Gaara estaba en su departamento viendo televisión aunque en realidad no ponía nada de atención y se dedicaba a cambiar el canal con tal de mantener su mano ocupada. Cuando lastimas a alguien que aprecias es terrible; sabía que no era ningún santo y que no existía ni una sola buena razón para lo que había hecho, pero lo había hecho y ya no podía arreglarlo, no había vuelta atrás. Nunca lo imaginó, no imaginó llegar a traicionar a su, en aquel entonces mejor amigo; sin embargo no pensaba en nada cuando la tenía cerca… ¿Qué podía decir? Pues, que era un pésimo amigo, pero no se arrepentía de nada, había perdido la amistad de Naruto pero había ganado a Hinata, ¿Ganado? Tal vez, pero ya no era así.
Ahora, todo era distinto; se encontró con una Naruto irreconocible, no era aquel chico tranquilo con el que había compartido tantas cosas; de hecho, todos habían cambiado, Naruto, Hinata, él.
Con Hinata como sucede con la mayoría de cosas incluidos las relaciones, al principio todo resultaba perfecto; pero, con el paso del tiempo la rutina les jugó sucio y no hicieron nada para cambiar el sentido de su relación, monotonía, discusiones, celos, la misma historia todos los días; hasta que ella decidió detener eso y salir huyendo de los problemas, porque eso hacía siempre, huir de todo. Gaara también intentó huir, terminando, irónicamente justo donde ella estaba y no sólo eso, descubriendo que la nueva meta de la chica era recuperar a Naruto, una broma de mal gusto, eso sin duda, ahí una enorme e irritante duda surgía, ¿Por qué demonios se empeñaba en recuperar a Naruto y no a Gaara? Recuperar a Naruto era totalmente inútil, suicida, pero ahí estaba ella y sus ideas tan extrañas, “Recuperar” a Naruto no era más que alejar de su cabeza a Gaara y él le siguió el juego, hasta donde pudo.
Ahí estaban, Gaara, Hinata y Sasuke protagonizando algo además de interesante, completamente problemático, ella estaba en medio de todo este malentendido, como ya era habitual en la chica no sabía qué quería y bueno, había metido a esos dos en tremendo lío. La que había comenzado ese juego era HInata, así como sólo ella podía encargarse de darle un final ¿Qué final? ¿Podría recuperar aquello que alguna vez hubo con Gaara? O ¿Comenzaría algo nuevo con Sasuke? A Hinata le gustaba lo desconocido, era algo… bueno, traviesa por decirlo en una manera amable, así que jugaría con fuego y, probablemente… se quemaría.
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Sasuke caminaba tranquilamente por la calle, hasta que la observó acercarse.
-Lo siento-dijo dulcemente. Él la observó algo serio.
-¿Qué?-
-Como me comporté, no quise-lo observó fijamente, él comenzaba a ponerse nervioso. Y el ponerse nervioso no era una buena señal, podía simplemente aceptar las disculpas e irse, huir de esa chica loca, histérica, bipolar, malhumorada, caprichosa… y demás, pero, no quería.
-Ahh, que bueno que lo admites-trató de sonar frío.
-¿Sasuke está molesto?-
-¡Ja! Te recuerdo tu showcito, no tengo porqué estar aguantando tus berrinches de niña mimada-frunció el ceño, ella sonrió-¿De qué te ríes?-ella volvió a sonreír-Contigo no se…-los labios de Hinata sobre los suyos no lo dejaron continuar. Se dejó llevar por el momento y la tomó de la cintura, mientras se devoraban mutuamente los labios, probablemente Naruto vomitaría si los observara pero para suerte del rubio estaba muy lejos en ese momento. Y ahí estaba Hinata, jugando un poco, pensando que debía buscar una respuesta, a su manera ¡Vaya manera! ¿No?
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-¿Entonces?-la observó, ella suspiró-¿Me vas a decir?-ella le dio un trapo.
-Limpia la mesa 6-sonrió.
-¿Sabes que no me voy a cansar? ¿Cierto?-
-Claro que lo harás-dijo convencida-Pero eres insistente… por no llamarlo de otra forma-
-Desde que te vi entrar, me gustaste-sonrió de lado.
-¡Que directo!-se burló.
-Entonces, ¿Tienes o no novio?-insistió.
-Ve a limpiar la mesa. Tengo otras cosas que hacer además de evitar responder tu pregunta-él suspiró, luego se fue resignado. Ella suspiró, ¿Ambiente agradable? Ahora no lo era, tenía a un adolescente con las hormonas alborotadas detrás suyo, para tener algo más de drama, el chico era el hijo de su jefe; sí, genial.
Podría con eso, era sólo un niño, no sería nada dulce si intentaba pasarse, porque no era un angelito y no había que ser una genio para descubrir eso, además, ya se le pasaría o al menos eso quería creer.
-¿No vas a decirme?-
-Claro, más bien a repetirte-aclaró-Voy a entregar esto y aclaro tu duda-ella se fue a una mesa, él la esperó de lo más tranquilo. Cuando la pelirosa volvió lo observó seria-Como dije anoche, tengo novio-sonrió.
-¿Anoche?-
-Sí, cuando te dije que me iría con el amigo de MI novio-resaltó ella-¿Feliz?-
-La verdad, no-suspiró-Ahora será más difícil-
-¿Eh?-rió-¿De qué hablas?-
-Pues de acercarme a ti-ella rió divertida.
-Espero que esto sea una broma, ¿No hay suficientes adolescentes para ti?-suspiró.
-Oye, ya tengo-trataba de decir.
-¿15?-lo interrumpió-Y yo ya tengo novio, Haku. Y no me gustan los niños ¿De acuerdo?-dijo seria.
-Tengo 16, casi 17-se defendió.
-¡Que insistente!-se quejó-Tengo 18, casi 19-sonrió-Tengo novio y lo adoro-
-¡Baah!-dijo fastidiado-¡18! Genial-
-Madura ¿Quieres?-negó con la cabeza y luego se fue, él la observó alejarse, se mordió el labio inferior. Temari se acercó con una sonrisa enorme en su rostro.
-¿Bromeas?-lo observó-¿Tratas de seducirla el segundo día de trabajo? ¿Cuántas veces te ha rechazado?-rió.
-Ya perdí la cuenta-dijo él-Es… increíblemente sexy-
-Terminará odiándote, detestamos a los niños que juegan de hombres-lo besó en la mejilla.
-Por favor, no soy un niño-
-Ella tiene novio-susurró.
-Debe ser un idiota-dijo engreído-Tengo que al menos, robarle un beso ¿No crees?-ella lo observó burlona.
-Probablemente te quedarás sin mejilla… y lo más que vas a recibir de ella es… un apretón de manos, si tienes suerte-dijo seria-Por otro lado, aquellas chicas de allá te están comiendo con la mirada… sí, eres guapo, para las adolescentes-sonrió, luego se fue. Él hizo puso su cara de frustración, mientras observaba como Sakura atendía amablemente a todos.
-¡Hey!-dijo su padre llegando por detrás-Todos trabajan menos tú…-
-Ahh, tomaba un descanso-susurró.
-Te dije que no me ayudaras estas vacaciones, ahora que Sakura entró, pues creo que todo estará bien-
-Sí… digo, no… digo… voy a ayudarte papá, además… no tengo nada mejor que hacer-
-Bien, como quieras-sonrió-Estaré en la cocina, por si me necesitas-el muchacho sólo asintió.
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Naruto y Jiraiya estaban el jardín, jugando al fútbol, Jiraiya lanzó la pelota justo a la casa de los vecinos, golpeando en la cabeza a un niño, haciéndolo caer. En cuánto se levantó, el niño se aproximó hasta la cerca que dividía ambas casas, Naruto y Jiraiya lo obseraban sonriendo falsamente.
-Fue un accidente-dijo el peliblanco rascándose la cabeza-Naruto tiene muy mala puntería-
-¿Eh?-dijo el rubio-¿Yo qué?-
-Así que fuiste tú-dijo el niño arrojándole la pelota al rubio-¿Tienes algún problema de visión?-
-A decir verdad-decía Jiraiya-No ve con el ojo derecho-dijo “triste”. Naruto frunció el ceño.
-¿Ahh si?-dijo el niño con una expresión de molestia-Me pasa lo mismo, tal vez un día de estos… ocurra un accidente-sonrió de lado.
-¿Me estás amenazando mocoso de…?-decía el rubio. A Jiraiya sólo le faltaban las palomitas.
-¿No te quedó claro?-dijo el niño.
-¡Hey!-dijo una chica aproximándose-Compórtate-
-Él comenzó-se quejó el pequeño. Ella observó a Naruto disimuladamente-Discúlpenlo, él es algo…especial-dijo ella jalándolo.
-No hay problema, lo mismo le pasa a Naruto-dijo el peliblanco. La chica sonrió mientras se llevaba casi arrastrado a su hermano, antes de entrar a casa, observó de nuevo a Naruto.
-¡Dios!-susurró-¿Quién es ese chico tan…?-
-¿Tan idiota?-dijo el niño.
-Sí… idiota-dijo sonriendo. ¿Idiota? Por favor… está buenísimo-pensó la chica.
-ODIO LOS NIÑOS-dijo el rubio, Jiraiya estalló en risa.
-Vamos adentro-el rubio lo siguió.
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- Spoiler:
La insistencia de Haku
Observaba por la ventana como su abuelo dormía en una silla ubicada en el jardín, el peliblanco había decidido sentarse a leer algo, pero luego de algunos minutos el sueño lo había vencido y el libro había caído al césped. El rubio lo había estado observando con detenimiento durante todos los días, una semana ya había transcurrido y aún no lograba descubrir qué pasaba, pero estaba convencido de que algo sucedía, tenía ese presentimiento al verlo, al escucharlo, su abuelo había dicho un par de cosas que aún resonaban en su cabeza, le preocupaba mucho pensar que algo malo le estuviera ocurriendo y decidiera cargar con eso por cuenta propia.
Podía ver a través de esa sonrisa algo de melancolía, como si algo no estuviera bien, a pesar de que lo intentara ocultar, Naruto lo veía, algo andaba mal y su abuelo se reusaba a contarlo ¿Qué ocurría? Quería encontrar la respuesta pero su abuelo no le ayudaba en absoluto, cada vez se frustraba y confundía más, sin entender porqué aquel anciano terco insistía en camuflar lo que le sucedía, y entonces recordó, analizó… él. Naruto era de esas personas que preferían ahorrarle a los demás historias en las que él era el protagonista, pensaba que de alguna forma él podía con esas cosas, cosas que en muchas ocasiones le causaban dolor; ahí, observando a su abuelo se dio cuenta de que se parecían tanto, viéndolo desde su punto de vista, Jiraiya estaba tratando de ahorrarles dolor. El rubio abrió los ojos repentinamente, salió de la habitación como si hubiera visto un fantasma o algo por el estilo, se resbaló por la baranda de las escaleras, aún algo tambaleante, cayó de pie y prosiguió su camino hacia el jardín, el sonido de los apresurados y fuertes pasos en el césped hizo que Jiraiya abriera sus ojos aún algo adormilado. El rubio se puso de rodillas y clavó sus ojos azules en los de su abuelo, como buscando una respuesta sin que pronunciara ninguna palabra, el peliblanco lo miró con algo de confusión.
-¿Qué pasa?-dijo el señor acomodándose en la silla.
-Abuelo…-pronunció al fin luego de unos incómodos momentos de silencio-¿Qué es lo que te pasa?-sin quitarle los ojos de encima, Jiraiya esquivó la mirada, posicionando sus ojos ahora sobre las rosas plantadas en el jardín. Naruto cambió de posición, sentándose en el césped, observando, al igual que su abuelo, las rosas.
-Yo estoy bien, mocoso-lo despeinó. Naruto lo observó de reojo, con mucha resignación.
-Un terco conoce a otro terco-se dejó caer pesadamente sobre el césped, dando un largo suspiro. Jiraiya lo acompañó, haciendo a un lado la silla se recostó junto a su nieto. Convenciéndose cada vez más de lo mucho que había madurado el rubio.
-A veces tenemos que cargar con nuestras propias cruces ¿No crees?-los dos tenían sus respectivas miradas puestas en el cielo azul.
-Me suena conocido-Dijo recordando algunas conversaciones con Sakura-Una vez alguien me dijo, que cuando alguien es importante para nosotros, queremos ayudarle a cargar la cruz-seguía reproduciendo imágenes en su mente de conversaciones con ella, aunque no eran esas mismas palabras, quería decir exactamente lo mismo.
-Ese alguien debe ser muy importante-Jiraiya quitó su vista del cielo para ponerla en su nieto-No hay nada de qué preocuparse-
-Puedes decir eso un millón de veces y no voy a creerte-dijo seguro. Jiraiya observó de nuevo el cielo.
-Sólo quiero que pasemos tiempo juntos, mocoso-dijo con cariño.
-Abuelo… ¿No vas a…?-comenzaba a decir mientras miraba fijamente cada una de las expresiones en el rostro de Jiraiya.
-Estaré bien, estaremos bien-le dedicó una dulce sonrisa.
-Si tienes una mala noticia, la dices, créeme que estoy preparado para cualquier cosa… pero no me hagas esto de fingir que todo está bien, cuando sé que no es así-
-Bien-suspiró-Estoy viejo, paso mucho tiempo trabajando, hace mucho tiempo que no te veía, quiero simplemente tener un descanso… ¿Tiene algo de raro esto?-Naruto apretó sus labios algo desconcertado. Tal vez había exagerado, tal vez su abuelo sólo estaba cansado de su rutina y quería hacer cambios en su vida. Por un momento se tranquilizó, pero aún así, tenía cierta duda en su cabeza, deseaba con todas sus fuerzas que lo que Jiraiya decía fuera cierto y no se tratara de una farsa para ocultar la realidad.
-Bien… no seguiré con mi interrogación-
-Así me gusta-sonrió al fin-¿Te parece si te interrogo a ti?-el rubio arqueó sus cejas, luego hizo un movimiento de hombros algo despreocupado. Jiraiya rió levemente-¿Conoces a la familia de ella?-el rubio recordó la reunión familiar en casa de la señora Haruno y su estómago se revolvió.
-Sí-dijo secamente. La expresión en el rostro de su abuelo le pedía a gritos más detalles, dudó un momento, pero era su abuelo después de todo-Su mamá es realmente genial, me agrada muchísimo, se nota lo mucho que la adora. Su papá… no lo conozco-frunció el ceño-Ni siquiera ella-Jiraiya lo observó sorprendido-Fui a una reunión en su casa, con su familia… puro amor y con eso me refiero a amenazas de muerte y a primas odiosas...-el peliblanco lo escuchaba con mucha atención.
-Entonces…-dijo en un susurro-¿Qué pasó con su padre?-la curiosidad en las palabras del señor era más que evidente.
-Verás… las abandonó, Sakura aún no había nacido-dijo el rubio.
-Ya veo-dijo con toque de nostalgia-Pobres…-
-Ambas son fuertes, pudieron con eso y pueden con mucho más-sonrió levemente. Jiraiya trataba de formular otra pregunta en su mente, Naruto se dedicaba sólo a observar algunas nubes que comenzaban a formarse en el, antes completamente despejado cielo.
-¿Cómo es que no he preguntado esto?-dijo golpeándose la frente como si hubiera dejado escapar una pregunta totalmente obvia e importante-¿Ella aún vive con…?-Naruto negó levemente con la cabeza. Jiraiya esperó en silencio a que el chico comenzara a hablar.
-Yo…-tomó un respiro-Yo la dañé mucho-dijo para nada orgulloso-Se fue a vivir con su mejor amiga a un departamento, por más que intenté convencerla de que se quedara-
-¡Rayos!-suspiró-No ha sido fácil ¿Eh?-sonrió.
-Para nada-dijo con suavidad-Hinata, Gaara, han vuelto abuelo-el peliblanco se sobresaltó abriendo los ojos como platos.
-¿Q-qué?-titubeó.
-Para no aburrir con historias innecesarias, ella “regresó por mí”-dijo negando con la cabeza-Más bien, huía, de Gaara supongo. Luego llegó él y bueno comenzó la fiesta-rió resignado-Es como: ¿Me están jodiendo? Digo, no quería verlos… y ahí estaban, una reunión familiar-
-Conociendo a Hinata ocasionó problemas entre tú y tu chica ¿Cierto?-Naruto tenía un enorme SI imaginario dibujado en su rostro.
-No sabes cuánto-dijo Naruto con una expresión llena de fastidio.
-Bien, suficientes preguntas por hoy-se levantó con prisa-Vamos a dar un paseo por la ciudad ¿Te parece?-Naruto asintió con una pequeña sonrisa en su rostro y se levantó llenó de energía. Entraron en la casa y en cuestión a minutos ambos estaban sentados en el auto, listos para el paseo y pasar una tarde-noche un tanto distinta. Con eso, Jiraiya lograría mantener la mente de su nieto ocupada y que dejara de hacer tantas preguntas complicadas.
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Sacaba sus pertenencias de su casillero con algo de prisa. Haku entró y la observó detenidamente como para no perderse un detalle de la chica. Ella por su parte no se había percatado de la presencia del joven hasta que, al intentar salir de la oficina chocó torpemente con él quedando sólo a centímetros del rubio, ella se separó instantáneamente, más que incómoda por el incidente que acababa de ocurrir. Él la miró con una pequeña sonrisa.
-Lo siento-se disculpó ella.
-No hay problema. Más bien debería de agradecerte-ella lo observó con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
-No pierdes oportunidad… ¿Cierto?-él sonrió de lado.
-Ya lo dije, soy… algo insistente cuando me gusta algo-dijo con voz ronca.
-Tranquilo, tengo mucha paciencia-dijo totalmente despreocupada-No me cansaré de rechazarte de todas las maneras posibles una y otra vez hasta que tu cabezota por fin entienda que debería estar seduciendo a una chica de su edad en lugar de una mayor que tiene un novio al que adora con todo su ser y al cual por nada del mundo engañaría-El rostro de él no reflejaba más que decepción. El de ella seguridad y confianza-Te lo he dicho de manera amable, no busques mi lado duro, porque no quiero decir cosas feas, pero si no me dejas opción-él sonrió.
-Whoa-movió sus manos incitándola a calmarse-¿Por qué así? No voy a obligarte a nada, si no quieres-la observó a los ojos-Me estás dejando como una especie de… acosador-
-¡Oh!-dijo con una risa sarcástica-¿Acosador? Jamás, es sólo que estoy algo cansada de rechazarte a lo largo de toda mi primer semana de trabajo, sólo eso-él rió.
-¡Carajo! Envidio tanto a tu novio-susurró-Pues, ¿Sabes qué? Si te molesta tanto esto, puedes dejar el trabajo-ella sonrió, le parecía divertida la estrategia de aquel “niñito”.
-Pues, no dejaré el trabajo porque al hijo de mi jefe le hace falta una chica con la cual descargar las hormonas-
-¡Eso dolió! Me preguntó si tú y tu novio “descargan las hormonas”-Sakura lo observó, estaba claro que buscaba como molestarla. Lo asesinó mentalmente tal y como lo habría hecho el mismo Naruto, luego pensó en golpearlo pero se arrepintió a tiempo.
-Haré como que no escuché eso-dijo seria, empujándolo, él la sujetó, arrepentido.
-Lo siento-dijo el chico en voz baja. Ella le dedicó una mirada con una buena dosis de decepción, se soltó del agarre y se fue de ahí. Él golpeó la puerta lleno de frustración y enojo. Salió para disculparse nuevamente con ella, pero sólo se encontró con el bolso de la chica colocado en una de las múltiples mesas esparcidas a lo largo del establecimiento. Le preguntó a una de las empleadas que se encargaba de la limpieza dónde estaba Sakura, ella le indicó que estaba en la oficina de su padre, se alarmó un poco pensando en la posibilidad de que la chica se quejara. Si era el caso, estaba en graves problemas. El sonido de un celular lo hizo sacudir su cabeza y abandonar los pensamientos que tanto comenzaban a estresarlo de una u otra manera, se acercó hasta el bolso de la chica y tomó su celular, pensó que si Sakura lo delataba sería una buena venganza jugarle una bromita, ¿Por qué no?
-¡Heyy!-dijo Naruto quien caminaba con su abuelo por lo que parecía ser una feria.
-¿Si?-dijo Haku vigilando que Sakura no se asomara.
-¿Con quién hablo?-dijo Naruto deteniéndose lleno de confusión.
-¿Con quién desea hablar?-dijo Haku un tanto burlón y divertido. Naruto sonrió.
-No lo sé, tal vez con la dueña del celular, ¿Podría pasármela si es tan amable… SEÑORITA?-resaltó esta última palabra, logrando que Haku enfureciera en su interior.
-Creo que está equivocado, me refiero a que soy hombre-Naruto luchaba para no comenzar a reír.
-¡No puede ser!-dijo continuando con su camino, Jiraiya lo observaba un tanto entretenido y confundido al mismo tiempo-¿Qué tal si te ahorras las aclaraciones y le das el teléfono a Sakura?-sugirió.
-Creo que no-Naruto entrecerró los ojos y se generó en su rostro un gesto de desagrado total y unas ganas potenciales de asesinar a un desconocido justo en ese momento-Ella está ocupada-sonrió ampliamente-¿Algún mensaje?-
-¿Ocupada? Claro-dijo con tranquilidad-No, no le digas nada-sabía a la perfección que el tipo ese no le diría nada así que decidió ahorrar saliva. Colgó, Haku sonrió, puso el celular justo donde estaba y salió del restaurante. Naruto por su parte, guardó su celular en el bolsillo.
-¿Todo bien?-preguntó Jiraiya con tono de preocupación, él asintió con debilidad.
-Todo bien-
-Al menos ganaste eso-señalando una enorme rosa de peluche que el rubio cargaba en sus manos. La había ganado en uno de los tantos juegos-Le gustará-refiriéndose claramente a Sakura, Naruto sonrió levemente-Voy por algo de comer ¿Quieres algo?-Naruto negó con la cabeza, metió las manos en sus bolsillos y dio un largo suspiro mientras observaba como su abuelo se perdía entre la multitud. Una chica se acercó, lo cierto es que él estaba en otro mundo y no se dio cuenta.
-Hola-el rubio levantó la mirada y ahí estaba ella, era hermosa, tenía unos lindos ojos verdes el cabello negro y lacio, muy largo llegando hasta la parte baja de su espalda, usaba un diminuto short que ciertamente le recordó al rubio un par de “amigas” con las que había estado en el pasado.
-Hey…-dijo tranquilo, lo cierto es que no estaba de muy buen humor y cuando estaba así era mejor que no se le acercara nadie porque podía llegar a ser algo cortante, en el mejor de los casos. Y la verdad, no podía sacarse de la cabeza la llamadita esa.
-¿Por qué tan solo?-le dijo sin quitarle ni por un segundo la vista de encima al chico, con una mirada un tanto juguetona-¿No quieres dar un paseo?-la observó. Tomando en cuenta lo que le había pasado y el mal humor que tenía, los enormes celos que sentía, NO, por nada del mundo debía ir con esa chica.
-No lo creo-suspiró-No estoy de humor… lo siento-ella sonrió.
-Pues, con mayor razón-insistió. Como habían cambiado las cosas, el Naruto de unos meses atrás no lo había dudado dos segundos y se hubiera ido con la chica; pero las cosas ya no eran así y por la mente del chico sólo pasaba una cosa y era quién carajo había contestado el celular de su novia. Siendo claros, a la única que quería era Sakura, sólo a ella-Podríamos divertirnos un rato juntos y así te olvidas de todo-él sonrió.
-No quiero ser grosero-trató de sonar amable-Pero… no tengo ganas. Estoy seguro de que puedes encontrar a cualquier otro chico y pasarla bien un rato-ella se puso algo seria, él parecía realmente incómodo y esa no era la intención de la chica, de hecho, nunca pensó que la rechazara; aún así, la chica sonrió, se acercó lo suficiente al chico, hasta llegar a su oído.
-Si cambias de opinión… estaré justo allá-dijo con voz seductora, señalando con su dedo un puesto donde vendían algunas golosinas. Se separó, él la observó alejarse. Fue a buscar a su abuelo.
-¿Podríamos irnos?-jaló del brazo a Jiraiya, él lo observó confundido.
-¿Pasa algo?-Naruto no dijo nada. Fueron a casa, durante el camino ninguno de los dos dijo palabra alguna, se conocían lo suficiente como para saber cuando alguno no quería hablar, en esta oportunidad era Naruto el que no quería decir absolutamente nada. Al llegar a casa el rubio subió a su habitación y se tumbó en la cama, dejando de lado la enorme rosa de peluche que había ganado.
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Shikamaru estaba recostado en su auto a la espera de la novia de su amigo, llevaba algunos minutos de retraso. En un principio al escuchar a alguien salir del restaurante pensó que era Sakura, su expresión de alivio se desvaneció al ver a un joven rubio que sonreía como idiota.
Haku lo vio y se acercó algo curioso.
-¿Buscas a alguien?-dijo con un tono no muy amigable.
-Sí-fue lo único que dijo el pelinegro, puso su mirada fija en la puerta a la espera de que la pelirosa saliera y lo sacara de ese momento tan problemático con ese chico tan raro y engreído.
-¿A Sakura?-dijo aún más curioso. Shikamaru lo observó serio.
-Ajá-
-No tarda en salir, está hablando con papá-sonrió. Shikamaru suspiró algo aburrido.
-Que bien-
-¿Eres el amigo del novio de ella?-ahora Shikamaru puso sus ojos en él, tanto interés lo ponía enfermo, tantas preguntas, sí, ese chico estaba demasiado interesado en Sakura.
-Así es-bostezó.
-Me pregunto que cosas tan importantes está haciendo él que no viene por su novia-dijo con tono de burla. Shikamaru se acomodó a una postura menos relajada.
-Me pregunto desde cuando Sakura trabaja de niñera-sonrió burlón, el rubio se puso muy serio.
-¿Shika?-dijo Sakura aproximándose, por la expresión del pelinegro la conversación con Haku no era muy amena-¿Todo bien?-
-Todo bien Saku-dijo observando al rubio-Escuchando las aventuras de Peter Pan. Sube al auto-Sakura ni siquiera observó al rubio, quien entró de nuevo al restaurante con evidente molestia. Ella se ajustó el cinturón, mientras observaba a su amigo.
-¿Qué te dijo?-se puso seria.
-Es un niñito idiota…-dijo lleno de fastidio-¿Te ha estado molestando?-Sakura tragó saliva.
-Como lo dijiste, es un niño… ha intentado… seducirme si se le puede llamar de esa forma-Shikamaru negó con la cabeza.
-¿Qué le dan de comer a los adolescentes de hoy en día?-dio un largo suspiro.
-Sólo espero que se canse pronto o acabaré golpeándolo-estaba algo cansada de todo eso… ¡Carajo! Lo extrañaba, lo extrañaba tanto.
-O lo golpearé yo-encendió el auto-O peor… Naruto-
-Naruto… él iba a llamarme-revisó su celular. No vio llamadas perdidas. Revisó la lista de llamadas recibidas. Cerró sus ojos-¡Maldito Haku! Lo voy a asesinar-
-¿Eh?-dijo confundido.
-Olvídalo-dijo aún molesta-Sólo quiero llegar a casa, ya-él se asustó un poco ante la actitud de Sakura, supuso que algo había pasado con Naruto así que trató de llegar lo más rápido posible al departamento de la chica. Ella se despidió con prisa, entró al departamento se lanzó al sofá y le marcó con cierta desesperación.
-¿Hola?-dijo él entre dormido y despierto, ya llevaba varios minutos estando en la cama y casi se queda dormido justo antes de que su celular se lo impidiera.
-Hola-la voz de la chica lo hizo despertar-Dime que no llamaste antes… dímelo-
-Lo hice. Un “hombre” me contestó-se sentó en el borde de la cama mientras restregaba con una de sus manos sus azules ojos.
-No puede ser-cerró con fuerza su puño izquierdo-Haku…-
-¿Así se llama?-dijo con fastidio en sus palabras-¿Haku?-rodó los ojos.
-¿Qué te dijo?-
-Que estabas ocupada… le gusta jugar de gracioso-dijo serio-¿Trabaja contigo?-frunció el ceño.
-No sólo eso, es el hijo del dueño-la expresión de Naruto se volvió más pronunciada. Ella podía notar a kilómetros la molestia del rubio-Lo lamento…-susurró.
-No-susurró-No has hecho nada, pero… ese…-trataba de controlarse-¿Ha intentado pasarse contigo?-
-¡No!-dijo rápidamente-No lo dejaría… Yo, lo he rechazado mil veces… pero, no… Naruto, yo… te…-trataba de explicarse.
-¡Hey!-sonrió alagado al escucharla-Lo sé… cálmate ¿Si?-ella cerró sus ojos deseando que él se lo pudiera decir personalmente. Naruto no pensaba en decirle algo de la chica, para él, no había razón por la cual estarle contando cada vez que rechazaba a alguien; no tenía que estarle recordando que había cambiado por y para ella. No necesitaba felicitaciones ni nada por el estilo, porque después de todo, lo que tenían ese par era demasiado como para tirarlo a la basura en un rato; no la engañaría, porque sólo la quería a ella y había descubierto, luego de muchos tropezones, que cuando eso pasaba, no había razón para buscar ALGO de diversión más, teniendo TODO junto a esa chica.
-¿Es normal que te extrañe demasiado?-suspiró ella. Había tenido una semana muy cansada y no sabía si podría sobrevivir a la siguiente.
Él sonrió idiotizado-¿Es normal que sonría como un completo idiota con sólo escuchar tu voz? Guapa, creo que nosotros no somos normales desde hace un buen tiempo-le tocaba a ella sonreír.
-Nunca lo fuimos-afirmó un tanto divertida-Dios… debo dormir-su voz se escuchaba llena de cansancio.
-Envíale saludos a Haku de mi parte, quiero conocerlo pronto-sí, estaba celoso, muy celoso, pero sabía que ella no merecía sus ataques de celos, sabía que era la persona más confiable que podía tener y, cuando tuviera la oportunidad, descargaría su molestia con quién debía: Haku.
-Descansa…-dijo con tono dulce, luego ella colgó. Sabía que podría con Haku, después de todo era un muchacho caprichoso, de lo que no estaba segura era de poder soportar todo un mes sin siquiera verlo. Eso si que era preocupante, se había vuelto dependiente de ese chico, lo quería ahí, haciendo que cometiera estupideces, sacándole una sonrisa tras otra, quería abrazarlo, sentir su exquisito aroma, sus labios encima de los suyos… estaba cada día más enamorada de Naruto y le encantaba que así fuera.
……………………………..
Hinata había pasado varios días con Sasuke, no podía negarlo, la pasaba genial con él. Pero cuando vio a Gaara una idea se apoderó de su mente, ¿Por qué no disfrutar un poco… de ambos? No le vio nada malo, no se darían cuenta y ella, en algún momento decidiría con cual quería quedarse definitivamente.
-¡Hey!-Gaara la observó y la verdad su cara no mostraba ni una pizca de felicidad, parecía más bien algo molesto por la presencia de la chica-¿Estás molesto?-él levantó una de sus cejas y se sorprendió de cuán cínica podía llegar a ser Hinata. Pensó muy bien qué decir, buscaba las palabras correctas para lograr que ella pusiera los pies en la tierra de una vez por todas.
-No…-sonrió de lado-Creo que estás equivocada… él tiene el cabello negro-siguió con su camino, ella lo sujetó.
-Te dije que sólo era un amigo-aclaró. Él evitó mirarla, sabía que cuando la tenía en frente actuaba como imbécil.
-No te estoy reclamando ni pidiendo explicaciones-se soltó del agarre de la chica, pero ella reaccionó rápidamente y lo sujetó nuevamente.
-Puedo notar tu molestia y sé qué es por lo que pasó el otro día-lo tomó de la barbilla haciendo que la mirara directamente a los ojos.
-¿Qué esperabas?-se soltó de la chica pero permaneció sin moverse confrontándola. Ella se sintió algo intimidada ante la mirada tan intensa del pelirrojo, evitó mirarlo.
-Entre él y yo no pasa nada-Gaara la atrajo hacia él, la respiración de la chica comenzó a agitarse al igual que la velocidad con la que latía su corazón.
-No te creo-le dijo tan cerca de los labios de la chica que ella podía sentir su respiración mezclándose con la suya, formando una sola-¿Por qué me haces esto?-dijo con voz ronca desviando su rostro al oído de la chica-Yo… te amo-susurró de manera tan suave que ella apenas pudo escucharlo. Lo tenía en frente, acababa de escucharlo decir cuanto lo amaba y aún así, no sabía si eso era lo que quería, ni sabía si Gaara estaba hablando en serio o lo decía por simple costumbre. No sabía, no sabía cómo reaccionar.
-Tampoco te creo-él volvió cerca de los labios de la chica.
-¿Entonces?-le preguntó-¿Qué haremos?-
-No lo sé-lo observó a los labios. Él no pudo resistirse y acabó en la boca de la chica, besándola con tal intensidad que a Hinata le pareció que era alguien diferente, que no era Gaara.
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Kushina aprovechó el hecho de que Sakura no estaba en casa y decidió visitar a su amiga, sabía que la necesitaba así que no lo dudó dos veces y se dirigió a la casa Haruno. Cuando al fin estuvo en la puerta tocó con suavidad, ella la recibió con una sonrisa, que parecía el resultado entre una mezcla de sorpresa y felicidad.
-¡Dios!-abrazó con fuerza a la pelirroja quien correspondió al abrazo de igual forma-¿Por qué no avisaste?-la jaló, haciendo que entrara, se sentaron en el sofá.
-Quería darte una sorpresa-dijo entusiasmada.
-Y si que lo hiciste-observó a su amiga.
-¿Cómo está todo por acá?-la pelirosa dio un largo suspiro que no resultó más que una clara señal de que las cosas no estaban del todo bien.
-Ya ves. No vendrá durante las vacaciones, tal vez, con mucha suerte dos días, quizá tres-dijo con la mirada llena de tristeza-La extraño…-Kushina observó dulcemente a su amiga, comprendía por lo que estaba pasando.
-Si que tienes una hija increíble-logró sacarle una sonrisa.
-Le dije que no trabajara, pero… es muy testaruda-rió débilmente, Kushina hizo lo mismo.
-Tranquila, sé lo que es eso-hablando, evidentemente de Naruto.
-No se verán durante las vacaciones-dijo seria-Nada salió como esperaban, supongo-la pelirroja sonrió.
-Verás que él hará algo, lo conozco-la pelirosa sonrió algo esperanzada, como si Naruto fuese una especie de superhéroe. Kushina cambió su expresión a una más seria-¿Qué pasó con…?-
-Me envió dinero-cerró los ojos, no era algo de lo que se sintiera feliz-Lo necesitaba…. Y bueno, lo hice por ella-Kushina puso una de sus manos en la espalda de su amiga en señal de apoyo.
-Te entiendo. Vine acá… porque quiero ayudarte-sonrió, su amiga la observaba desconcertada al no entender a lo que se refería con exactitud-Te tengo una propuesta-
-¿Propuesta?-dijo abriendo sus ojos más de lo normal.
-¿Te interesaría trabajar en la empresa?-la mamá de Sakura no sabía cómo reaccionar ante esa pregunta, se quedó en silencio, con la misma expresión de sorpresa durante algunos segundos.
-Yo…-decía avergonzada-Kushina no es necesario-
-Claro que lo es-sonrió enérgicamente-Piénsalo bien, no sólo tendrías un trabajo en el que ganes mejor sino que además estarías más cerca de tu hija-los ojos de la pelirosa adquirieron un mágico brillo y una sonrisa se dibujó en sus labios.
-Kushina-susurró.
-No podemos apresurarnos. Hablaré con Minato, mira amiga…-la observó-Podrías poner esta casa en alquiler y vivir conmigo o Sakura mientras te adaptas-sonrió-¿Qué dices?-la señora Haruno sonrió y asintió con rápidez-Bien, entonces, yo me encargo de esto ¿De acuerdo?-no por nada Kushina era su mejor amiga, su soporte, su hermana.
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No podía esperar que llegara el momento de estar a solas con Haku y decirle tantas cosas, todo el día había pensado en que decirle. A decir verdad, dudaba que pudiera decirle todo lo que quería, pero ese muchacho la iba a escuchar y tendría que poner los pies en la tierra y dejar de hacer estupideces de niñito consentido. Él no se había acercado durante todo el día, no era que se hubiera dado por vencido, tal vez, planeaba alguna forma de lograr su cometido, lo cierto es que era un misterio andante.
Como era costumbre, en la noche ellos dos se encargaban de limpiar las mesas. Y ahí estaban limpiando las mesas en sentidos opuestos, él la observó, pudo notar como la chica lo miraba con una expresión de molestia enorme.
-¿Te pasa algo?-dijo sin colocando su vista en la mesa.
-¿Qué si me pasa algo?-rió-Es sólo que no sabía que eras mi secretaria-él abrió los ojos como platos-¿Algún mensaje para mí?-él se hizo el desentendido-¿Crees que soy idiota?-cambió de mesa a la que estaba el chico-Bien, escucha-lo observó fijamente-Espero por tu propio bien que no vuelvas a tocar mis cosas… de verdad, no me esperaba eso. Ya déjate de juegos, te lo suplico-él agachó su mirada, ella se sintió algo culpable.
-Creí que te quejarías con papá-
-¿Yo? No, no soy una niñita, te estás confundiendo. Mira, no quiero que me odies, no quiero que tengamos una relación tan estresante, de verdad me gustaría llevarme bien contigo… pero si sigues por este camino, te golpearé-él abrió los ojos como platos-Y, sabes que hablo en serio-sonrió-¿Qué tal si te comportas?-
-¿Comportarme?-dijo ofendido-Pues, fíjate que no-ella pensó que iba a funcionar pero no fue así, definitivamente le gustaba muchísimo a aquel chico-No soy un niño que quiere descargar las hormonas con una linda chica-frunció el ceño-Me gustas mucho ¿Qué parte no entiendes?-
-No, no-negó rápidamente-¿Qué parte no entiendes tú?-frunció el ceño también.
-¿Pasa algo?-dijo el papá del chico notando la tensión del ambiente.
-No-negó el rubio rotundamente-Ya me iba-ella lo observó alejarse.
-¿Pasó algo?-se acercó.
-No…-dijo ella.
-¿Segura? Si Haku está siendo grosero, sólo dímelo ¿De acuerdo?-
-No pasa nada, señor-dijo ella tratando de sonar convincente. Él asintió no muy convencido.
-Bien, ya puedes irte a casa-sonrió. Ella fue a buscar sus cosas.
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Kiba esperaba en las afueras del restaurante, caminaba de un lado a otro, un chico que pasó rápidamente por su lado lo empujó.
-¡Hey, hey!-dijo el castaño-Ten cuidado, pequeñín-el rubio se dio media vuelta y observó furioso a Kiba quien lo observaba un tanto extrañado.
-Habló el muy grande-Kiba no pudo evitar soltar una pequeña risa.
-¡Tú debes ser Peter Pan!-lo observó de arriba abajo-Claro, tu cabello… todo-rió.
-¿Eres amigo del payaso?-refiriéndose a Shikamaru.
-¡Shika! Sí, es todo un comediante ¿Cierto?-rió divertidísimo ante la actitud del rubio.
-Todos ustedes son muy chistosos, me pregunto como será él… el novio de Sakura-dijo para nada emocionado.
-Él es el mejor, es… nuestro sensei-
-Pues, dile a tu sensei que se vaya a la mierda-Kiba se hizo el ofendido. El rubio se fue caminando con un humor terrible.
-¡Oh Dios!-dijo fingiendo sorpresa-¿Eso te enseñan en la escuela?-estalló en risa, Haku lo escuchó pero decidió no responder. Sakura observó a Kiba reír, sosteniendo su estómago. Ella se acercó, él la observó aún riendo-Ho…jajaja hola-saludó, ella sonrió.
-¿Por qué tan feliz?-dijo entrando al auto, él hizo lo mismo.
-No es nada, recordé un chiste de Naruto-comenzó a reír de nuevo, ella sonrió-¿Qué tal el trabajo?-
-Bien…-susurró-¿Shikamaru fue con Ino?-el castaño sólo asintió-Que suertuda-Kiba la observó.
-Yo diría: Pobre, pero bueno…-ambos sonrieron.
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Dos semanas con Naruto.
Naruto estaba justo arriba de las escaleras. Con los patines puestos, observando detenidamente lo que sería su pista de patinaje. Sonrió orgulloso.
-Será divertido-sonrió, luego comenzó el recorrido, sin saber cómo logro mantenerse en pie y de alguna forma y chocando un par de veces con algún mueble, ahí estaba en la sala, dándole vueltas a la mesa en la que su abuelo desayunaba tranquilamente-Lo hicimos, lo hicimos-cantaba con voz molesta-Abuelo, has sobrevivido a dos semanas conmigo. We are the champions, my friend-Cantaba, Jiraiya reía al verlo hacer estupideces.
-Tengo una sorpresa para ti-el rubio se detuvo y se sentó. Apoyando su barbilla en su brazo que estaba a su vez, apoyado en la mesa.
-Odio las sorpresas-dijo, pero él disfrutaba sorprender a los demás, era algo irónico.
-Decidí que en lugar de una semana en tu casa, pasaremos dos-los ojos de Naruto cambiaron gradualmente de tamaño.
-¿Bromeas?-dijo atónito-¡Amo las sorpresas!-
-¿Por qué no? Yo también estoy de vacaciones y también quiero pasar tiempo con tus padres y… la verdad, cada día te pones peor-observando la pista de patinaje improvisada de su nieto.
-¡Abuelo!-gritó-¿Hablas en serio?-dijo entusiasmado y ahí estaba de nuevo esa sonrisita.
-Así es… mañana mismo nos vamos-el rubio lo abrazo fuertemente.
-We are the champions, we are the champions…-seguía cantando, mientras salía de la cocina aún sin poderse creer lo que acababa de escuchar-¡Carajo, abuelo! Te amo-gritó, Jiraiya pensó que la combinación entre Minato y Kushina había dado origen a un monstruo. Completamente demente, si que le agradaba ese rubio loco. Volvió a entrar a la cocina y se sentó algo serio-¿No bromeas?-frunció el ceño. Jiraiya comenzó a reír.
-No, mocoso-dijo tranquilo-Además… tengo otra pequeña sorpresa. Naruto lo miraba lleno de intriga y algo de desesperación.
-¿De… qué se trata?-lo observó entrecerrando los ojos.
-Te compré un departamento-Naruto tenía sus ojos como platos y su boca entre abierta. Jiraiya estalló en risas-Quita esa cara-
-¿Q- qué?-tartamudeó.
-Lo compré hace un par de meses, para ti-sonrió dulcemente-Oficialmente te lo entrego desde ahora, está en Konoha, cerca de tu casa. Completamente equipado con todo lo que necesites-sacó de su bolsillo un juego de llaves y con suavidad las puso en las manos del rubio, quien observaba cada uno de los gestos de su abuelo-Pienso que eres lo suficiente maduro y que así tendrás un lugar para ir con tus amigos y pasar un buen rato, un lugar para ti solo… algo de independencia pero no absoluta porque sabemos que no puedes vivir sin tus padres; pero creo que también le puedes sacar provecho al departamento-
-Abuelo… yo… no puedo-intentó devolverle las llaves, pero Jiraiya le cerró el puño de manera que el rubio las sujetara con mayor fuerza.
-No le niegues un obsequio a tu abuelo-
-Pero es que…-replicó con tono protestante. Jiraiya sonrió.
-Pero nada-lo despeinó-Es todo tuyo, te llevaré a verlo un día de estos-Naruto sujetó con fuerza las llaves, no necesitaba regalos, pero tampoco podía rechazar nada que proviniera de su abuelo-¿La llamarás?-preguntó curioso.
-No, prefiero sorprenderla-Sorprenderla era parte de su rutina, adoraba hacerlo.
-Entonces, sorprendamos a tus padres también-dijo lleno de energía.
-¡No!-dijo mientras un escalofrío recorría su espalda-No podemos llegar sin previo aviso a casa estando mis papás solos-Jiraiya asintió-¡NOOOOOOOOOOOOO!-se sujetó el cabello con una expresión de frustración.
-Tienes razón, yo les aviso-Naruto suspiró completamente aliviado.
-Por el amor de… quien sea, hazlo-se dejó caer sobre la mesa.
-¡Shika!-el pelinegro rió al escucharlo-We are the champions, my friend-
-¿Estás borracho?-se burló. Naruto rió.
-Vete al diablo-sonrió-Mañana, no vayas por Sakura. Yo me encargo ¿De acuerdo?-Shikamaru no entendía nada.
-¿Eh? ¿Tú?-
-Luego te explico, ahora no tengo ganas-dijo divertido-Yo iré por ella, adiós-colgó, Shikamaru sonrió. El rubio salió haciendo una especie de danza, pero, no calculó bien y chocó con uno de los grandes muebles de madera ubicado en la sala-¡Mierda!-se quejó-Me cago en ti, Haku-sonrió.
-¿Quién demonios es Haku?-dijo Jiraiya confundido.
-Un imbécil-
-Ahhh-dijo el peliblanco aún más confundido.
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Nayara222- Novato
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C.R.
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Re: Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
- Spoiler:
- Sorpresas.
Habían pasado dos semanas desde que la casa de su vecino le comenzó a resultar realmente atractiva, nunca pensó estar en tal situación tomando en cuenta que quien vivía a su lado no era nada más y nada menos que un señor que ya cargaba con bastantes años al hombro, pero, el repentino interés de aquella chica no se centraba en aquel risueño señor, no, quien despertaba su curiosidad era aquel rubio que lo acompañaba y que compartía la misma sonrisa. Durante todos esos días, no había podido cruzar una sola palabra con el atractivo chico, sus padres eran más que estrictos y lo cierto es que no tenía muchas oportunidades de salir de la casa, lo que le restaba posibilidades de conocer a aquel interesante muchacho; se dedicó a observarlo cuando tuvo oportunidad por la ventana de su habitación, cada gesto de ese chico le resultaba tan único, conforme lo observaba, le resultaba más atractivo, en un punto, en el que sólo esperaba una pequeña oportunidad y así, tal vez, con muchísima suerte conseguiría poder aunque fuera, cruzar algunas palabras con el rubio. Aquel día, las noticias de sus padres le parecieron caídas del cielo, cuando le dijeron que saldrían durante toda la tarde, una sonrisa instantánea se asomó en su rostro, era su oportunidad y no pensaba desperdiciarla de ninguna forma. Luego de despedirse de sus padres, sólo quedaba una cosa por hacer, deshacerse de su hermano, quien estaba más que entretenido con los videojuegos, ella se sentó junto al chico y lo besó en la mejilla, el pequeño niño, luego de limpiar su mejilla como si ese beso fuese a matarlo, la observó seriamente, asombrado por el repentino amor de su hermana hacia él.
-¿Qué quieres?-dijo el niño. Ella sonrió.
-Verás… iré donde los vecinos-él levantó una de sus cejas, era lógico que le pareciera más que extraño la afirmación de su hermana; ella con costo y saludaba a Jiraiya y ahora quería… ¿Visitarlo?
-¿Estás enferma o algo?-bufó fastidiado ¿Cómo por qué querrías hacer…?-y fue en ese momento en que recordó la cara de idiota de su hermana cuando observaba al “chico del ojo derecho dañado”-¡Ahhh!-sonrió ampliamente-Así que se trata del chico idiota-ella sonrió nerviosamente.
-¡NO le vas a decir nada a nuestros padres!-amenazó, él se echó a reír dando a entender que las amenazas de su hermana no funcionaban en absoluto. Ella cerró los ojos algo frustrada, buscando alguna buena forma de convencer a su pequeño hermano de que mantuviera la boca cerrada.
-¿Qué vas a darme?-dijo serio, cruzando los brazos.
-¡Demonios! ¿Qué quieres?-dijo con prisa y desesperación.
-Harás todas mis tareas durante un mes-ella abrió los ojos como platos-Y…-
-¿Qué?-frunció el ceño llena de molestia-¿No te parece suficiente?-
-Bueno, ¿Quieres ir donde el rubio si o no?-ella suspiró resignada-Supongo que eso es un sí… en ese caso, deberás llevarme a una fiesta… mamá no puede y me dijo que no iría solo-
-¡No puede ser! ¿Fiesta? ¿Tendré que estar con un montón de niños molestos?-él asintió.
-Bueno… sin fiesta no hay trato-se concentró nuevamente en su juego. Ella se mantuvo en silencio durante algunos segundos, finalmente habló.
-Bien-él sonrió-Si se te ocurre abrir la boca… te mato-se levantó, él se encogió de hombros. La chica fue a la cocina, tomó un pastel que su mamá había preparado, ensayó mentalmente su cuartada, acomodó su cabello y se dirigió a la casa vecina. Titubeó un momento, pero luego de un rato, se decidió y por fin tocó el timbre, fue cuestión de segundos para que la puerta se abriera y él mostrara su rostro tras la misma. Ella perdió toda concentración y olvidó cómo se hablaba, Naruto la observó un tanto confundido.
-¿Si?-dijo él. Ella al fin reaccionó, sonrió algo nerviosa.
-¡Hola!-saludó.
-¿Qué hay?-respondió al saludo con total tranquilidad.
-Mamá…-comenzaba a decir-Mamá me envió a darles esto-mostrando el pastel, Naruto sonrió.
-¡Ah!-exclamó-Que amable. Abuelo…-llamó. Lo cierto es que el chico estaba algo apurado, ella pudo observar las maletas acomodadas junto al sofá y se dio cuenta de que su tiempo había acabado y todo lo que había planeado se acababa de ir a la basura. Jiraiya se dejó ver, se terminaba de abrochar el último botón de su camisa, por lo que la chica dedujo que el chico rubio no se marcharía solo.
-¡Heey!-dijo el peliblanco.
-Te enviaron pastel-dijo Naruto. Ella le entregó el pastel a Jiraiya con una falsa sonrisa, no podía mostrar felicidad, ahora tendría que pagar un chantaje sin haber ganado absolutamente nada.
-No se hubieran molestado-sonrió-Muchísimas gracias-
-¿Se… van?-dijo algo nerviosa. Naruto observaba algo estresado su reloj.
-Me iré por unos días-aclaró.
-Ya veo-dijo ella-Siento mucho atrasarlos-se disculpó.
-No hay problema. Saludos a tus padres-el rubio no decía nada.
-Claro. Nos vemos-observó por última vez a ese encantador chico, al final, lo único que pudo hacer fue precisamente eso, observarlo. Se fue rápidamente, Jiraiya observó algo divertido a su nieto, se notaba la inquietud en el rostro del chico.
-¿Nos vamos?-el rostro de Naruto tenía un enorme: ¡AL FIIIIN! Escrito en él.
-Creo que es una buena idea-Subieron sus maletas y partieron hacia Konoha, el rubio se entretuvo con algo de música, la mejor compañía de regreso a casa.
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Kushina los esperaba con la mesa llena de todo tipo de bocadillos, observaba con ansias su reloj una y otra vez mientras cambiaba los canales en busca de algo que la entretuviera un rato. El rugido de un auto acercándose a la casa la hizo levantarse, debían ser ellos, abrió la puerta y los observó bajarse tranquilamente del auto, pudo distinguir a Naruto por sus características tenis ya que el rubio traía tantas maletas que no podía verle la cara. Jiraiya la saludó con una sonrisa.
-¡Llegamos!-dijo suspirando el abuelo.
-¡Hola, mamá!-dijo Naruto asomando sus azules ojos por encima de las maletas.
-Hola cariño-dijo ella tomando una de las maletas y besando a su hijo en la mejilla-Te extrañé-él sonrió-Vamos-entraron. Naruto fue a dejar las maletas arriba mientras Jiraiya se dejaba llevar por la pelirroja hasta la cocina, donde sus ojos se abrieron encantados ante tantas cosas deliciosas-¿Tienes hambre?-la expresión del peliblanco que dio la respuesta. Ella rió-Anda, come algo-
-¡Gracias!-se sentó y comenzó a comer. En cuestión de minutos Naruto estaba entrando a la cocina, se detuvo a observar la mesa, la boca se le hizo agua.
-¡Dios! Como extrañaba esto-se sentó con toda confianza y acompañó a Jiraiya a devorar lo que pudieran. Ella se sentó y atentamente los observó comer todas y cada una de las cosas que había preparado. El peliblanco suspiró extasiado, Naruto se sostenía el estómago con una sonrisa enorme.
-¿Qué tal estaba?-dijo ella sonriente.
-D-e-l-i-c-i-o-s-o-dijo Jiraiya-Muchísimas gracias-
-De nada. ¿Te ayudo a desempacar?-él negó con la cabeza.
-De ninguna manera-se levantó-De eso me encargo yo…-ella se encogió de hombros. Naruto ni se levantó-Iré a acomodar todo-se fue, Naruto observó a su mamá, se le acercó con un rostro lleno de curiosidad. Ella lo miraba extrañada mientras que, con una sonrisa nerviosa se separaba un poco del rubio, sabía que él preguntaría algo y la verdad, no se esperaba nada normal.
-Kushina-murmuró-¿Me extrañaste?-la besó en la mejilla. Ella sonrió.
-Claro que sí guapo-lo observó-¿Qué tal la pasaste?-preguntó ansiosa por escuchar la respuesta de su hijo.
-Muy bien-sonrió recordando-Lo cierto es que ya extrañaba pasar algo con mi abuelo; cuando estoy con él me siento… maduro-ella comenzó a reír-Es en serio-se cruzó de brazos.
-¡Lo sé! Aún así es divertido-jugó con las mejillas del rubio-¿Le dijiste que vendrías?-él sonrió nerviosamente mientras jugaba con el cabello de su mamá-¿NO?-el seguía sonriendo-Eso es cruel, Naruto-
-¡No!-dijo tranquilo-Quiero sorprenderla-sonrió ampliamente mientras se ponía junto a su madre-¿La… has visto?-dijo totalmente curioso.
-No, guapo. Supongo que pasa muy ocupada-
-¡Sí! Detesto que trabaje-y ahí estaba ese gesto lleno de fastidio.
-¡Ohh! Ella puede trabajar si así lo decide, señorito-defendió a Sakura mientras comenzaba a lavar algunos platos. Él la observó levantando una de sus cejas.
-Eso lo sé perfectamente, no es que quiera controlar lo que ella haga… es sólo que… son sus vacaciones y la verdad, me gustaría que las disfrutara-observaba el piso.
-Sé a lo que te refieres, sé que quieres protegerla de todo, de todos… pero ella puede con cualquier cosa que se proponga y lo está haciendo para ayudar a su mamá…-Naruto suspiró, su chica siempre quería ayudar a todos, así era Sakura.
-Lo sé… pero ella cree que puede hacer todo…-frunció el ceño-¿No puede aceptar mi ayuda?-
-No quiere depender de ti-sonrió, luego despeinó el ya despeinado cabello de su hijo.
-¡No entiendes!-se quejó-Voy a…-trataba de escapar de ayudarle a su mamá con los platos, sabía que ella se lo pidiría.
-¡ME AYUDAS! -gruñó, él no se movió ni un milímetro.
-Por supuesto, señora-sonrió falsamente. Su mamá comenzó a darle una charla sobre sus típicas sorpresas y el modo en que hacía las cosas, él pensaba en tantas cosas mientras la voz de su mamá se escuchaba cada vez más lejana. Maximus entró por la puerta, Naruto lo observó entusiasmado, se acercó al perrito y lo alzó en sus brazos, Maximus no tardó en lamerle la cara totalmente feliz al ver a su dueño-¡Sí! Llegó papá, dime ¿Te han alimentado?-observaba al perro-También te extrañé bola de pelos-lo puso en el piso-Ve, ataca los zapatos de Minato-dijo orgulloso. El perrito salió corriendo. Kushina lo observaba con el ceño fruncido-Mamá… -se acercó hasta besarla en la mejilla-¡Eres tan linda!-la abrazó, Kushina negaba con la cabeza totalmente resignada mientras correspondía el abrazo de su hijo.
-Sigue lavando-dijo ella.
-Bieeen-dijo aburrido.
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Buscó la manera de que la tarde transcurriera más rápidamente, manteniéndose ocupado y de esa forma, distrayendo su cabeza. Lo cierto es que, no tenía porqué negarlo, se moría por verla y eso no era ningún secreto. Le costaba recordar el chico que era, le resultaba un tanto gracioso como en cuestión de meses las cosas habían cambiado tanto, era increíble como aquella chica le había cambiado el mundo. Una sonrisa en su rostro aparecía de vez en cuando, cuando algún recuerdo de sus tontas peleas con, en aquel entonces su amiga, inundaba su mente. Ya en la noche, se observó al espejo mientras despeinaba aún más su cabello, tomó la enorme rosa que yacía en su cama y entonces, bajó hasta la sala. Su abuelo y Kushina lo observaron sonriendo.
-¿Y eso?-dijo ella divertida. Él se hizo el desentendido como si el peluche no llamara la atención.
-¿Hablas de esto?-dijo levantando levemente el objeto. Ella rió.
-Sí… apenas lo noté-Jiraiya sonrió.
-Bueno… lo gané y… voy a…-sonrió-A dárselo a alguien, es un secreto-
-No puedo imaginar a quién se lo obsequiarás-bromeó.
-Lo sé-dijo serio-¿Crees que…?-trataba de decir.
-Le encantará-dijo conmovida por la actitud de su hijo.
-Sí, de eso hablaba-dijo extrañado ante la capacidad de su mamá de adivinar lo que pasaba por su mente-Bien-se acercó hasta besarla en la mejilla-Ya debo irme-
-¡Cuídate!-dijo la pelirroja. Naruto le regaló una sonrisa a su abuelo, quien respondió con una aún más grande. El rubio se dirigió a su auto donde acomodó el peluche en el asiento del pasajero, y así, se fue a recogerla.
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Faltaba poco para terminar ese día tan largo de trabajo. Por una extraña razón, Haku no le había dirigido la palabra durante todo el día, lo cierto es que tampoco es que ella extrañara eso, al contrario, se esperanzó pensando que el chico al fin, luego de muchos intentos, había entendido que ella no estaba absolutamente nada interesada en él. Cuando ya estaba apunto de cerrar, sus esperanzas se desvanecieron, al observar que el rubio se acercaba a ella y la tomaba con suavidad del brazo, llevándola a una esquina del restaurante donde nadie pudiera escucharlos charlar, ella se soltó del agarre del chico y lo observó esperando una explicación.
-¿Qué te pasa?-dijo ella.
-¿Puedo hablar contigo?-Sakura se cruzó de brazos.
-Bueno… me jalaste hasta aquí por algo ¿No?-él suspiró.
-Lo siento…-suspiró, ella lo observó y pensó que tal vez había sido algo dura, pero entonces recordó lo de la llamada y frunció el ceño instantáneamente.
-¿Ahh si?-dijo incrédula.
-Claro…-clavó sus ojos en los de la chica-Me dejé llevar… y bueno… lo siento muchísimo-
-Sí, ya lo dijiste-dijo tranquila.
-Es que, de verdad estoy arrepentido-dijo tratando de sonar convincente. Ella sonrió.
-Que bueno… ahora, debo irme-él le impidió el paso.
-Estoy hablando en serio-aclaró.
-Sí-dijo tranquila-Bien, acepto tus disculpas y asumo de antemano que eso significa que no vas a intentar nuevamente tratar de seducirme-él sonrió.
-No exactamente-sonrió de lado-Lo cierto es que, cada vez que me rechazas, me gustas más-ella rió.
-A mí me sucede lo contrario-dijo sincera-Cada vez que insistes, me da más mal humor-él sonrió divertido.
-¡Que linda!-la observó. Ella negó con la cabeza, de verdad no entendía a aquel chico-No voy a desistir-
-Bien… hoy no tengo ganas de charlar contigo ¿Bien? Disculpas aceptadas, ahora, ve y le ayudas a tu papá-él asintió, luego se fue, obediente porque sabía que no le convenía otra discusión con ella. Sakura suspiró, dudando de que al final de las vacaciones estuviera cuerda, tomando en cuenta a ese chico y sin tener a SU chico cerca, acabaría-¡CARAJO! Como te extraño…-susurró.
Pensó que tal vez debería golpear a Haku y hacerlo reaccionar, luego se arrepintió, sin duda el cansancio le estaba jugando una mala pasada; sacudió su cabeza, fue por sus cosas, se despidió de empleados que aún no se habían marchado y entonces, se dirigió a las afueras del restaurante, cuando al fin salió no observó el auto de Shikamaru estacionado lo que además de sorprenderla, conociendo lo puntual que era su amigo, la preocupó. Caminó hasta la esquina de la acera, estando ahí sacó el celular de su bolso y le marcó al pelinegro.
-¡Maldición!-murmuró-¿Shika, dónde rayos estás?-susurró mientras el sonido de la contestadora la hacía desistir-Mier…-la chica sintió como unos fuertes brazos la abrazaban por detrás, apresándola por la cintura, observó el reloj, no podían ser otros brazos. Estaba paralizada, su corazón latía con tal rapidez como si quisiera escapar de su pecho.
-Quiero a la mesera de cabello rosa… para llevar-le susurró al oído y ella se derritió por completo al escuchar esas palabras, o mejor dicho, al escucharlo a él pronunciarlas. Con agilidad se dio la vuelta para tenerlo de frente, sin pensarlo un segundo se colgó del cuello del chico y lo abrazó fuertemente, apoyando su rostro en el cuello del chico para poder aspirar del delicioso perfume, su droga-Sorpresa…-sonrió el rubio, ella se separó un poco, con una sonrisa irremplazable en sus labios. No sabía qué decir, lo observó como tratando de comprobar de que de verdad estuviera pasando, que él estuviera ahí, con ella. Lo abrazó nuevamente provocando que él se tambaleara divertido-Parece que alguien me extrañó-ella se separó y lo observó.
-¡Pedazo de idiota! ¿Cómo me hiciste esto?-él rió-¡Que cruel!-
-Me gusta sorprenderte…-la besó en la frente para no perder la costumbre.
-Es la mejor sorpresa de todas-él sonrió como tonto al escucharla decir eso. Ella desvió su mirada de los ojos, a los labios del chico. Él sonrió, la tomó de la barbilla y acercó su rostro al de ella.
-Tienes una deuda, Haruno-acarició con su dedo pulgar el labio inferior de la chica-Y con intereses-la besó, aquel beso los llevó al cielo, ella lo sujetó de la camiseta como si él pudiera o más bien, quisiera separarse de los labios de la chica. De no ser porque de verdad, necesitan el oxígeno para vivir, probablemente ese par pasarían en una “Guerra de besos” todo el día.
-¡Dios!-dijo observando los labios de Naruto, ahora con un color más intenso-¡Te extrañé tanto!-
-Lo sé, lo sé-decía engreído, tomándola de la mano-Soy extrañable, besable, abrazable…-levantaba y bajaba sus cejas una y otra vez, haciéndola reír.
-Idiotable-dijo burlona.
-¿Disculpa?-se detuvo-Si continuas con esa actitud… verás mi lado… odiable-ella rió divertida.
-Por favor, ese lado ya me lo has mostrado muchísimas veces-él se hizo el ofendido, pero luego una sonrisa pícara se formó en su rostro.
-Tengo mucho que mostrarte…-ella trató de no sonreír, pero le resultaba una tarea imposible. Lo jaló tratando de que el rubor en su rostro pasara desapercibido. Pero eso no sucedió, no después de dos semanas en las que él no la había visto, el rubio no le quitaba la vista de encima, no dejaría pasar ningún detalle. Aún así, decidió guardarse esa broma para otro día-¿Adónde está tu auto?-dijo dándose cuenta de que lo guiaba sin ninguna dirección concreta, como si el efecto de tenerlo de vuelta no hubiera desaparecido por completo-Yo guío-se adelantó-Ehmmm, guapa…-ella lo observó indignada-Tendrás que ir en la parte de atrás del auto-ella se detuvo con brusquedad. Él permaneció totalmente serio, aunque por dentro estuviera sonriendo sin parar.
-¿Qué?-dijo pensando que había escuchado mal.
-Bueno, una amiga… vino conmigo-la boca de la chica se abrió, sorprendida y su evidente felicidad se vio opacada por cierta mezcla de sorpresa y confusión.
-¿Una amiga?-se soltó del agarre del chico.
-¡Sí!-se acercó a la chica-¿Te pasa algo?-ella observó el piso.
-No…-él sonrió. Era obvio que le pasaba algo… le pasaba TODO, ¿Una amiga? ¿Qué hacía una amiga en el auto de su novio?
-Bien, entonces, vamos-la jaló-Es una vieja amiga-sí, sin duda él sabía como hacer que la molestia en ella aumentara gradualmente. Cuando al fin llegaron al auto, ella no observó a nadie sentado en la parte delantera, lo observó a él como buscando una respuesta, pero el rubio sólo sonreía confundiéndola cada vez más. Al estar al frente de la puerta delantera, del lado del pasajero, él soltó la mano de la chica para abrir el auto, ella lo observaba extrañada. Cuando él chico sacó esa enorme rosa de peluche, la chica quedó en shock-Es toda tuya-le acercó la rosa a la chica, quien la tomó sin quitarle los ojos de encima a él. Naruto sonrió-¿Te gusta?-
-Está hermosa-dijo tomándola con fuerza.
-Menos mal-suspiró aliviado-Me costó un montón robársela a esa niña-ella sonrió, aunque quisiera estar seria, no podía.
-¡Pobre niña!-le siguió el juego-Estaba celosa… de un peluche-frunció el ceño, él rió divertido.
-Lo sé… me encanta cuando estás celosa, es tan sexy-intentó acercarse, pero la rosa le dificultaba la labor-Jodida rosa… como estorba-ella sonrió.
-Como extrañaba esto, tus bromas, todo-él la observó-Pero… lo de “tu amiguita” fue terrible-dijo seria.
-Fue divertido-se separó. Ella se veía cansada-Vamos a casa-ella lo observó confundida.
-¿A casa?-él asintió. Quería llevarla a su casa y que se quedara ahí el resto de las vacaciones; así no estaría sola. Además, tenía otra idea, quería ingeniárselas para que ella pudiera pasar aunque fuera algunos días con su mamá, sabía que la chica la extrañaba y encontraba justo que ellas pasaran algo de tiempo juntas.
-¿A tu casa?-dijo confundida.
-Sí-dijo tranquilo.
-No… no creo que sea buena idea-él sonrió.
-¿Prefieres estar sola en tu apartamento? Mis papás te adoran, viviste con nosotros, se nota que la señorita no ha estado ni comiendo ni durmiendo bien ¿Crees que no me doy cuenta?-ella evitó mirarlo-No voy a dejarte sola en el departamento y punto-dijo decidido.
-No quiero…-intentaba decir.
-¿No quieres? Bien, entonces me quedo a dormir contigo-sonrió de lado. Ella también sonrió, pero luego se puso seria.
-En ese caso…-se subió al auto-Vamos a tu casa-lo observó divertida.
-¡Que cruel! Mi imaginación estaba volando-sonrió. Ella también sonrió. Ese día, había sido totalmente único, no cambiaría absolutamente nada, ni un solo segundo. Naruto tenía razón, ella últimamente no había descansado muy bien, y, debido, en parte a su horario laboral, había afectado de cierto modo sus comidas. A veces, él le parecía tan maduro y bueno, las otras veces, le parecía… tan… Naruto-Iremos a tu departamento, por ropa y lo que necesites-ella sólo asintió-Y… ¿Qué tal el “hombresote”?-ella sabía perfectamente a quién se refería, la expresión en el rostro del rubio era indescriptible.
-Hoy se disculpó… por lo de la llamada-él rió sarcásticamente.
-¡Que tierno!-bufó fastidiado-¡Me muero por conocerlo!-la forma en como lo pronunciaba le indicaba a Sakura que el que iba a morir, era otro-No estoy celoso-bromeó tratando de hacerla sonreír, lo logró. Fueron por algunas cosas que ella necesitaba y luego se dirigieron hasta la casa del chico. Ella se bajó, con la rosa abrazada con fuerza-Vamos-la jaló hasta la puerta-Por cierto, mi abuelo está acá-
-¿No pudiste decirme antes?-dijo sorprendida. El rubio la observó burlón, abrió la puerta y se encontraron con Kushina, Minato y Jiraiya que charlaban entretenidos en la sala. Los ojos de los 2 se fijaron en la pareja, Naruto jalaba a Sakura, quien parecía algo avergonzada. Kushina y Minato sonrieron, lo cierto es que llevaban un buen tiempo sin ver a Sakura y les daba mucho gusto que ella estuviera ahí. Jiraiya la observó con detenimiento, la chica sonreía tímidamente, podía apostar a que su nieto se había encargado de convencerla de venir.
-¡Linda!-exclamó la pelirrora poniéndose de pie-¡Cuánto tiempo!-estrechó a la chica con un fuerte abrazo. Cuando se separaron, Naruto le quitó la rosa a la chica, de verdad estorbaba mucho.
-¡Hola Kushina!-sonrió dulcemente. Se separó y se dirigió a Minato. Naruto cruzaba miradas con Jiraiya, como si entre ellos no fuesen necesarias las palabras.
-¡Hey!-dijo Minato, abrazándola también-¿Cómo estás?-algo preocupado.
-Estoy muy bien-sonrió. Adoraba a ese par. Jiraiya la observó sonriente, parecía una chica muy dulce, en realidad, él estaba convencido de que así lo era. Después de todo, para haber atrapado a Naruto de esa forma, ella debía ser realmente única.
-¡Abuelo!-dijo el rubio al fin, acercándose al peliblanco-Ella es Sakura-la pelirosa observó al señor, quien sonrió y ahí estaba esa sonrisa, la misma de Naruto.
-¡Mucho gusto señor!-dijo la chica amablemente.
-El gusto es mío-respondió Jiraiya, sin duda le agradaba esa chica. Le resultaba totalmente diferente a su nieto, eso era fácil de observar.
-Ehmm-decía Naruto-Ella se va a quedar acá…-Kushina rió, Minato hizo lo mismo.
-No hay problema-dijo Minato, Sakura estaba algo avergonzada.
-Siento causar molestias-decía la pelirosa.
-¿Molestias? No digas eso…-sonrió Kushina-Mejor vamos arriba y ordenas tus cosas-Sakura la siguió. Minato y Jiraiya observaban a Naruto con la rosa en las manos. Él rubio frunció el ceño.
-¡JAJAJAJAJAJA!-estallaron en risa, padre e hijo.
-¿Qué?-dijo Naruto.
-Te ves tan divertido-dijo el peliblanco.
-Váyanse al diablo-dijo subiendo las escaleras. Minato y Jiraiyan siguieron riendo un rato más. El rubio se asomó por la puerta de la habitación donde Sakura dormiría. Ellas lo observaron, él puso el peluche en la cama mientras cruzaba miradas con ella.
-Gracias-dijo Sakura.
-Bien, vamos afuera… creo que ella necesita dormir, mañana tiene que trabajar temprano y tú la distraes-empujando al chico.
-Mamá… espera…-protestando-Quiero… quiero-trataba de decir. Sakura lo observaba divertida, le lanzó un beso en el aire. Él se puso peor-Mierda…-
-¿Qué?-dijo Kushina cruzando sus brazos, cerrando la puerta de la habitación de la chica-¿Qué dijiste?-
-TE AMO-dijo él besándola en la mejilla.
-Bien, vamos-lo llevó abajo. Él suspiró totalmente resignado.
Ella se recostó en la cama, con la rosa de peluche abrazada contra su pecho. Ahora que Naruto había regresado, las cosas darían un gran giro, ahora ella tenía una sonrisa permanente. Era complicado explicar lo increíblemente importante que era cada pequeño detalle que él hacía, lo único que podía decir era que cada detalle, por más pequeño o grande que fuera, la hacía quererlo cada vez más… Ya no existía desconfianza, porque él se había encargado de desaparecerla con cada una de sus acciones, ahora, lo que preocupaba a Sakura era el primer encuentro entre ese par de rubios, Naruto despedazaría a Haku con cada una de sus palabras.
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Se levantaron temprano, todos excepto Naruto pero eso no era una novedad. Disfrutaron de un rico desayuno acompañado por las anécdotas de Jiraiya. Minato decidió llevarse a Sakura cuando él se fue a la empresa, ella accedió sin ningún problema.
Cuando al fin Naruto decidió abrir sus ojos, medio adormilado bajó las escaleras y llegó a la cocina, donde sólo encontró a Kushina.
-¿Eh?-dijo confundido-¿Dónde está todo el mundo?-ella sonrió.
-Bueno… tu papá trabajando, igual que Sakura-él abrió los ojos como platos-Y tu abuelo, salió a caminar-el rubio se sentó y apoyó su cabeza en la mesa.
-¡Rayos! Parece que me dormí-susurró como si no fuera evidente.
-Eso parece. Tu papá la llevó, hoy sale a las 12, lo bueno es que a esa hora ya estás despierto-se burló.
-¡Genial! Al fin sale temprano-sonrió-Necesito darme una ducha-ella lo observó salir a toda velocidad, se encogió de hombros y siguió en lo que estaba justo antes de ser interrumpida por el zombie al que criaba.
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Desde que llegó al trabajo no había parado de sonreír, Haku la observaba no sólo fascinado, sino que también muy extrañado. Ella estaba de excelente humor, lo cual era más que extraño últimamente. Eran las 10 y 30 cuando decidió por fin acercarse a la chica, que seguía con esa sonrisa imborrable.
-¿Por qué tan feliz?-sonrió él-Si se puede saber-
-No tengo muchas ganas de hablar contigo… de nada-sonrió.
-Bien, no hablamos entonces. De todos modos, podemos hacer mil cosas más interesantes que eso-sonrió de lado.
-¡Sí! Por ejemplo, puedes atender aquella mesa-dijo apuntando con el dedo.
-Vamos, Sakura. ¿No te gusto ni un poco?-ella lo observó.
-¡No!-sonrió.
-No te creo-dijo serio-¿Cómo es que a mí me gustas tanto?-
-Eso ni yo lo entiendo-suspiró-Busca una chica de tu edad-
-Y si no quiero-dijo comenzando a estresarse.
-Bien, entonces busca una chica mayor que se sienta atraída por los niños caprichosos-se fue, él estaba furioso. Salió del restaurante totalmente malhumorado, necesitaba un respiro y probablemente nadie notaría su ausencia, no habían muchos cliente aquella soleada mañana.
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Naruto estaba recostado en su auto, llevaba puesto un jeans negro, una camiseta azul, sencilla, y sus conocidas zapatillas deportivas. Además, usaba unos lentes oscuros. Cuando vio salir a ese chico del restaurante a su mente vino sólo una cosa: Peter Pan. Era tal y como lo habían descrito sus amigos. El chico estaba realmente cerca del auto del rubio, se podía notar a kilómetros la molestia en el rostro de Haku, Naruto sonrió.
-¿Buscas a alguien?-dijo malhumorado observando al rubio. Era típico que hiciera eso, salir y preguntar que si buscaban a alguien, como si le incomodara que se estacionaran sin entrar al restaurante.
-No, me gusta tomar el sol acá-dijo serio, si las miradas mataran Haku además de estar muerto un millón de veces, habría sido asesinado de las peores maneras. Para su suerte, los lentes le ayudaban a Naruto a ocultar su evidente fastidio. Haku levantó una de sus cejas.
-Se nota…-sonrió burlón.
-¿Tú… buscas a alguien? ¿Tu nana, tal vez?-justo en el hígado. Haku entrecerró los ojos y observó con odio a aquel desconocido, quien no se movía de la posición en la que lo había encontrado, ahí recostado de lo más campante, en total comodidad y despreocupación. El joven rubio sintió algo de intriga, no se esperaba esa respuesta.
-Creo que mientras disfrutas de tu bronceado, estás quitándole el espacio a un cliente-argumentó notablemente fastidiado.
-Yo creo que mientras hablas conmigo, un cliente está esperando a que lo atiendas-Naruto 2, Haku 0. Para Haku, ese rubio le resultaba tan molesto-¿O eres el guarda?-sonrió de lado.
-Que gra…-una chica rubia se asomó en busca de Haku. No sin antes echarle un vistazo a Naruto, como si fuera una especie nunca vista en aquel lugar.
-¡Hey!-dijo ella al fin observando a Haku-Va…vamos, te he estado buscando-dijo nerviosa.
-Estaba hablando con este chico tan simpático-dijo con sarcasmo.
-Necesito ayuda…-dijo seria.
-¡Ya voy!-dijo regalándole la última mirada de odio a Naruto, quien sonrió divertido. Al fin tenía, “el placer” de conocer a Haku, ¿Qué podía decir? Pues, era un chico muy chistoso, eso sin duda y a eso había que agregarle su imaginación y su complejo de querer controlar todo a su alrededor. Claro que le agradaba, le agradaba asesinarlo mentalmente sin piedad alguna.
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Cuando ella salió, lo observó sonriendo, como si acabara de realizar algún crimen de esos típicos en él. Se acercó a él, el sonido de sus pasos hicieron que él reaccionara. La chica se acercó hasta estar a sólo centímetros de Naruto, le sonrió.
-¡Que guapo!-susurró.
-Son los lentes, tienen un raro poder…-ella lo despeinó. Él la tomó de la cintura y la atrajo un poco, no demasiado.
-¿Lentes mágicos?-levantó una de sus cejas.
-¡Exacto!-Asintió mientras se los quitaba-Mira-Le puso los lentes a la chica-¡Sexy!-ella rió más que entretenida-¿Me das tu número de teléfono, preciosa?-la besó intensamente, pegándola más a él. Mientras disfrutaba del beso, ella recordó algo muy importante.
-Rayos-dijo ella separando sus labios de los de él.
-¿Pasa algo?-dijo preocupado. Ella lo jaló.
-Mi celular, lo olvidé-
En el momento en que iban a cruzar la puerta del restaurante, la figura de Haku se apareció con el celular de la chica en la mano. Observó cuidadosamente la escena, ella tenía tomado de la mano a ese chico con el que había charlado de una manera para nada amistosa. Era sin duda él, el “idiota”.
-Esto…-dijo el chico-Aquí tienes-observó serio a Naruto.
-Como que a él le encanta tu celular, ¿No crees, guapa?-Ahora estaba más que confirmado para Haku, ese era “el idiota” por el que Sakura lo rechazaba una y otra y otra vez-Por cierto, tienes una hermosa voz-sonrió. Sakura tomó el celular-Me recuerda la de Ino, una amiga-Ella tomó con fuerza la mano de su novio, podía ver las miradas entre ambos, podía notar como Naruto lo despedazaba con la mirada, como si fuera un león defendiendo lo que consideraba suyo.
-Gracias-dijo ella tomando el celular y guardándolo en su bolso.
-¿Así que este es tu famoso novio?-dijo Haku entretenido. Observando de arriba abajo a Naruto como si lo evaluara.
-¿Él es la mascota del restaurante?-observó a Sakura. Ella se recostó en el hombro de Naruto, sin soltarle por nada del mundo la mano, no dijo nada. Sabía lo que seguía.
-¿Es comediante?-dijo Haku burlón-Tus amigos me dijeron que eras muy gracioso-sonrió. La expresión del rubio lo decía todo.
-Como siempre, exageraron, así como lo hicieron al llamarte: “Peter Pan”, cuando claramente eres un simulacro de “Campanita”-Haku se puso totalmente serio, Sakura comenzaba a pensar que debían irse pronto o las cosas acabarían muy mal.
-Muy gracioso tu novio, Sakura-dijo observando fijamente a Naruto-¿Qué te dan de comer? ¿Payaso?-levantó una de sus cejas.
-Todos los días, sin falta-dijo aburrido-Me pregunto que te recomendará tu pediatra para crecer grande y fuerte-Haku frunció el ceño. Se quedó en silencio unos segundos, Sakura permanecía aferrada a él esperando que Haku se fuera pronto.
-¿Nos vamos?-dijo ella. Mirándolo a los ojos.
-¿Por qué? Es tan divertido-dijo Haku cruzándose de brazos.
-Espera linda, el niño comió chocolate y está inquieto-
-No sé si no te has dado cuenta pero no soy ningún niño-se defendió. El ambiente comenzaba a tornarse cada vez más tenso. Y ella simplemente quería irse lo más pronto posible de ahí.
-¡Cierto! ¿Adolescente te gusta más?-sonrió levemente.
-¡Wow! Tu novio si que es inteligente…-sonrió burlón.
-¿Conoces el sarcasmo? Nena, saca una galletita, este niño merece un premio Nóbel y una cajita feliz-Sakura no pudo evitar sonreír.
-Supongo que Sakura te da muchas galletitas, ¿O no?-rió. Ahora fue ella la que lo observó molesta, luego sonrió.
-Le doy todo lo que me pida-dijo ella sonriendo de lado, depositando un pequeño beso en el cuello de Naruto. Haciendo que Haku enfureciera en su interior y que Naruto sonriera de lado-¿Podrías regresar al trabajo?-el fastidio comenzaba a notarse en la voz de la chica. Se sentía incómoda, no quería estar ahí.
-¡No!-dijo molesto-Quiero escuchar más al comediante-
-También soy bueno con los cuentos infantiles ¿Te cuento uno? ¿Las aventuras de Peter Pan?-sonrió ampliamente.
-Espero que no se acerque de nuevo acá-gruñó molesto. Esa fue la única respuesta que pudo pronunciar.
-¿O?-dijo el rubio levantando una de sus cejas. Haku no dijo nada, se largó más que furioso, se sentía impotente, ¿Cómo no podía responderle? ¿Por qué se había quedado callado?
-¿Podemos irnos?-dijo ella jalándolo. Tenía que aceptar que aunque no quería la posibilidad de que Naruto se metiera en problemas, adoraba la forma en que reaccionaba. Él comenzó a reír, se suponía que él era el sobreprotector pero podía notar la preocupación de ella, como si a él le pudiera suceder algo malo por poner en su lugar a Haku, como si corriera peligro. La abrazó por detrás, sabía que ella estaba incómoda por lo que acababa de suceder, la besó en el cuello, ella se estremeció.
-Tienes demasiados admiradores… amargada-le susurró al oído-Tendré que matarlos a todos y dárselos de postre a Maximus-ella rió. Lo jaló hasta el auto. Pasarían la tarde juntos.
A Naruto, lo odió a primera vista. Lo describía como un completo idiota, y tenía que aceptarlo, le resultaba intimidante, pero a pesar de esto; estaba decidido a seguir en su intento por conseguir algo con Sakura. Las cosas no serían para nada fáciles pero tampoco era imposible, sólo debía mover las piezas correctas y, en determinado momento, las cosas se darían como las deseaba. Se convencía diciéndose a si mismo, que después de muchos fracasos vendría un enorme triunfo.
- Spoiler:
- El antídoto de Naruto.
Había visitado la casa de Ino en un par de ocasiones más desde la primera vez y siendo sincero, no encontraba ninguna diferencia en la forma en como el padre de la chica lo trataba, a duras penas le dirigía la palabra y la seriedad en cada una de sus expresiones hacían que el pelinegro se sintiera cada vez más frustrado. Quería agradarle, luchaba con todas sus fuerzas para hacerlo pero todo parecía ser insuficiente.
Aquel día, la pareja disfrutaba del sol en la sombra de un árbol, el clima era excelente así que decidieron que resultaba una buena idea salir un rato a estirar las piernas. El papá de Ino no hizo protesta alguna y si la hubiera hecho posiblemente la rubia habría hecho una mayor. Ella lo observó tratando de adivinar que pasaba por la mente del chico, él llevaba ya un buen rato sin decir nada, tenía la mirada puesta en el césped.
-¿Te pasa algo?-el chico sacudió un par de veces su cabeza y posicionó su vista en ella, sonrió.
-No es nada-suspiró. Ella lo observó sin convencerse en absoluto, interrogándolo con su mirada.
-Bien-dijo ella. Pensando que sería mejor evitar hacer preguntas en ese momento-¿Sabes algo?-con esas palabras logró llamar la atención del pelinegro quien la miraba fijamente lleno de curiosidad.
-¿Qué?-se acercó un poco más a la chica. Ella sonrió levemente.
-¡Eres un chismoso!-él agachó su cabeza.
-¡Ino!-regañó-Soy curioso, hay una diferencia-trataba de explicar. Ella se puso seria, tanto que Shikamaru comenzó a preocuparse-¿Qué es?-dijo con tono desesperado.
-Creo que…-hizo una pausa aumentando la curiosidad del chico, le resultaba divertido verlo así-Le agradas a papá-la expresión del chico dio un giro de 180 grados, ahora estaba más que confundido a la espera de que ella pronunciara: “Es broma”, la chica no hizo tal cosa.
-¿Bromeas?-dijo levantando una de sus cejas-Él me detesta-ella sonrió.
-Claro que no-susurró-Creo que le caes bien-él negaba con la cabeza, pues no le encontraba ningún sentido a lo que ella acababa de decir.
-No… estás equivocada-suspiró.
-Conozco perfectamente a papá, si fueras otro chico no me habría dejado venir hoy, nunca se queja de ti y no me ha dicho nada malo tuyo. Él confía en ti…-lo observó a los ojos tratando de convencerlo.
-Si es así, que no lo creo-dijo serio-Tu papá tiene una manera extraña de expresarse-ella se echó a reír. Su novio no podía haberlo dicho mejor.
-Es verdad-dijo tranquila. Se recostó en él-¿Cómo les habrá ido a ese par?-el pelinegro sonrió.
-Conociéndolos-la besó en la cabeza-Muy bien… debió hacerla enojar un par de veces, pero sonrió mucho más. Estoy seguro-
-Típico de tu amigo-dijo ella divertida.
-Oye…-la seriedad en la expresión del chico la confundía.
-¿Si?-
-Pues, creo que es justo que conozcas a mi familia-ella sonrió, parecía feliz. Era justamente esa felicidad la que confundía al chico. Él nunca se sintió feliz de conocer al ogro de su suegro y ahí estaba ella con una sonrisa que apenas y cabía en su delicado rostro, como si lo que acabara de decir él la hiciera sentir bien.
-¿En serio?-dijo la chica aún sonriente.
-¡Sí!-ella le dio un beso fugaz en los labios.
-Gracias…-él la miró sonriente.
-¿Estás feliz?-levantó una de sus cejas sin entender.
-Claro que lo estoy, tonto-suspiró-Me encantaría conocer a tu familia-él sonrió levemente-Lo sé, soy una rara pero lo cierto es que lo que acabas de hacer es muy importante para mí…-sonrió dulcemente.
-Sí, eres una rara-se burló-¡Me encantas!-se acercó hasta poder unir sus labios con los de ella. Le agradaba la idea de presentarla como su novia, le agradaba aún más, que a ella le gustara la idea.
Pasarían el resto del día juntos, de un lado al otro, haciendo nada y todo al mismo tiempo.
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Ella podía notar con suma facilidad la molestia camuflada en la expresión del rubio y no lo culpaba; aquella charla entre su novio y Haku sería la primera de muchas y conociendo a ambos, las siguientes probablemente serían cada vez menos amables. Lo entendía, no podía imaginar a una muchachita tratando de seducirlo aún sabiendo que tuviera novia, de sólo pensarlo le resultaba molesto. Cuando llegaron a casa se encontraron con Jiraiya, él parecía estar observando una especie de libro o algo por el estilo, sonreía una y otra vez conforme pasaba de página. Naruto subió, se daría una ducha, la necesitaba. Ella se sentó en el sofá, Jiraiya levantó la mirada y la observó, la expresión en el rostro de la chica le dijo que no había tenido un buen día, la seriedad en Naruto tampoco era buena señal.
-¿Quieres ver algo divertido?-ella asintió débilmente. Él, haciendo gestos con sus manos le indicó que se sentara a su lado. Ella obedeció, entonces, descubrió que lo que él observaba tan entretenido no era un libro, se trataba más bien de un álbum-¡Mira!-señaló con su dedo índice, ella rió-Idéntico ¿Cierto?-ella asintió aún riendo, acercando su vista a la fotografía para poder apreciar mejor, era Naruto, de pequeño. Se veía totalmente molesto, no tenía camisa, usaba tan sólo un pequeño short.
-Se ve molesto-dijo divertida.
-Lo estaba. Él odiaba las fotografías-sonrió recordando como se les dificultaba conseguir una foto en la que el pequeño Naruto no estuviera haciendo mala cara o llorando, completamente molesto-Mira esta otra-ella rió nuevamente.
-¡Que sexy!-dijo burlona. Naruto tendría en ese entonces, 3 años tal vez, estaba totalmente desnudo, pero de espaldas. Ella reía sin parar.
-¡Verdad!-rió también mientras le alcanzaba el álbum a la chica. Ella lo tomó con cuidado y comenzó a observar todas las fotos, sonreía cada vez que podía.
-Minato…-observó una foto donde Minato tendría quizás 18 años-Son idénticos-era evidente el parecido entre Naruto y su papá, pero en aquella foto, era como estar observando al mismo Naruto.
-Sí-sonrió ampliamente-Es como si hubieran fotocopiado a Minato ¿No?-ella rió mientras asentía. Cuando la chica acabó su recorrido por el álbum familiar se lo entregó a él, quien lo recibió con una gran sonrisa-¿Qué tal tu día?-preguntó.
-Bien…-susurró.
-¡Ah bueno! Pensé que había ocurrido algo malo, es raro que Naruto se mantenga serio y callado-ella sonrió, era fácil ver cuando Naruto no estaba muy de buen humor.
-Es que… alguien le está dando pequeños problemas-dijo la chica. Jiraiya arqueó sus cejas algo sorprendido.
-¿Pequeños problemas?-suspiró-Pues entonces no debe ser gran cosa ese alguien-sonrió, ella hizo lo mismo.
-Es más bien un pequeño alguien que da pequeños problemas-trató de sonreír. Él rió, ¡Como le agradaba esa chica! Era sencillo hablar con ella, era una buena chica, su nieto tenía muchísima suerte al tenerla cerca.
-Pues, que le dé un pequeño golpe-ella sonrió. Al parecer el abuelo de Naruto también tenía esa habilidad de hacer sonreír a las personas.
-Tal vez yo se lo dé-dijo suspirando-¿Eso estaría mal?-
-¡Para nada! Es más, estoy seguro de que si lo hicieras, “Problemín” al fin comprendería-sonrió.
Estuvieron un buen rato charlando, Naruto los observó mientras terminaba de bajar las escaleras, se acercó al sofá y se sentó junto a ella. El peliblanco lo observó curioso-¿Se te quitó el mal humor?-
-No estaba de mal humor… sólo…-trataba de explicar-Es sólo que…-
-Voy a la cocina, le ayudaré a tu mamá con el almuerzo-dijo sonriendo. Se levantó, llevándose el álbum consigo. Ella lo observó algo nerviosa.
-Voy… a cambi…-el rubio la retuvo, sujetándola del brazo. No había hablado durante todo el camino del restaurante a casa, estaba metido en sus “Problemas internos”, lo cierto es que Haku le había arruinado el día y él, sin darse cuenta estaba siendo algo injusto con ella. La observó con detenimiento, se acercó hasta el rostro de la chica, específicamente a los labios para regalar un suave beso, permaneció algunos segundos, ahí, con sus labios tan cerca de los de ella que se rozaban de vez en cuando pero no llegaban a un beso concreto.
-¿Quieres jugar videojuegos?-susurró, ella sonrió separándose del rubio-¿Si?-la chica asintió.
-Voy a cambiarme-él asintió, ella subió hasta su habitación. El rubio se quedó en el sofá, recostando su cabeza. Tenía que cuidar mucho lo que hacía, lo que decía, porque se conocía y sabía que tenía una manía terrible de desquitarse con quién no debía y no quería discutir con la persona equivocada y menos por culpa de un muchachito que no era más que un caprichoso.
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Revisaba algunos papeles mientras tomaba algo de café. El sonido de la puerta al abrirse lo hizo poner su vista en la entrada de la oficina.
-Señor, ¿Está muy ocupado?-asomó su cabeza algo apenado.
-No… ¿Pasa algo?-
-Verá…-se adentró en la oficina para luego cerrar la puerta-Estuve averiguando y la señorita Sakura no está en su casa, se ha quedado trabajando según lo que escuché-
-Ya veo-dijo en un susurro.
-Creo entonces, que es perfecto para que usted hable con…-decía.
-Lo sé. Aprovecharé que Sakura no está y la visitaré a ella…-suspiró.
-Creo que es lo mejor que hable con ella antes de decirle todo a la señorita-dijo sincero.
-Así es. No será fácil pero… no se puede pedir tanto-cerró los ojos-Después acordamos que día iremos ¿Te parece?-lo cierto es que estaba algo frustrado con la situación, pero sabía que las cosas no podían esperar mucho tiempo más. Era hora de actuar.
-Bien, me retiro entonces-él tan sólo asintió.
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Cuando Sakura bajó, ya Kushina los estaba esperando para que comieran algo. Así que los videojuegos debieron esperar algo más. Los 4 disfrutaban del almuerzo en absoluto silencio.
-¿Qué tal el trabajo, linda?-acabó con el silencio Kushina. Sakura apenas sonrió.
-Bien-contestó suavemente.
-¡Genial! Creo que conozco ese restaurante, ¿Está al lado de un bar? ¿Cierto?-la pelirosa asintió. Naruto y Jiraiya comían sin decir nada.
-Así es-dijo la chica.
-Minato es amigo del dueño-dijo la pelirroja. Naruto observó a su mamá como si ella hubiera pronunciado un maleficio-Su hijo es Ho… Ha… Ku…-se esforzaba en recordar.
-¿Haku?-preguntó Naruto ya algo desesperado de escuchar a su mamá.
-¡Ese mismo! Haku-sonrió ella-Es un niño agradable ¿No?-ella se extrañó un poco cuando vio la cara de Naruto.
-¿Agradable? ¡Claro!-dijo el rubio sonriendo-Es un… niñito muy simpático-Jiraiya sonrió, descubriendo el nombre de “Problemín”
-¿Lo conoces?-dijo ella.
-Hoy tuve ese enorme placer-dijo Naruto. Jiraiya sonreía.
-¿Estás… molesto?-dijo Kushina totalmente confundida.
-¡No!-sonrió-Voy… arriba-dijo levantándose. Ellos lo observaron, Kushina no entendía qué había dicho para que él se pusiera así.
-¿Le pasa algo?-observó a Sakura, quién mejor que ella para contarle.
-Naruto… y Haku…-decía-Es que, Haku se me ha estado insinuando-Kushina abrió los ojos como platos-Naruto está un poco celoso-sonrió-Es que Haku se está comportando como un niño… y hoy tuvieron una plática y bueno…-
-¡Dios!-suspiró Kushina-¿Qué le dan de comer a los adolescentes de hoy en día?-golpeó su frente con una de sus manos-Ahora entiendo el… humor de Naruto. Debí imaginarlo-
-No pasa nada-habló Jiraiya-Está molesto con el chico ese y bueno… ustedes lo conocen. Pero también saben que en parte tiene algo de razón y que así es él… así es Naruto. Entonces, evitemos mencionar al niño ese y así nos evitamos ver las muecas de Naruto-sonrió-¿Qué tal si tú le ayudas con esas muecas?-observando a Sakura-Me recuerda su niñez y su odio a las fotografías-ella sonrió-Anda, dale algo de azúcar a tu amargado novio-ella rió. Lavó con rapidez su plato y se dirigió arriba con la misma rapidez.
-Y yo que pensé que ese muchacho era…-frunció el ceño-Ojalá Naruto lo despedace una y otra vez-Jiraiya la observó, cuando Kushina se ponía así no podía evitar sentir algo de miedo.
-Jejeje-se rascaba la cabeza con nerviosismo-Sí, ¡Que lo mate!-dijo entusiasmado.
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Él estaba sentado en las escaleras, Maximus estaba a su lado. Ella se sentó junto al rubio.
-¿Se nota que estoy molesto?-ella sonrió.
-Sólo un poco-susurró.
-Es que… me pudre-la observó-¿Recuerdas? Con Sai… con Joe-hizo una pausa.
-Lo sé-dijo ella. Se acercó al oído del rubio-Te adoro-le susurró, él se levantó tomándola de la mano, lo siguió sin decir nada. Entraron a la habitación del chico. Necesitaba estar con ella y dejar tantos celos de lado.
El rubio se sentó en el piso, tomó uno de los controles y la jaló, ella se acomodó en medio de las piernas del chico, apoyando su cabeza en el pecho del rubio, tomando el otro control.
-¿Qué me das si gano?-dijo él sonriendo.
-¿Qué me das tú si yo lo hago?-dijo ella observándolo de reojo.
-¡Por favor! No vas a ganar-dijo seguro y engreído.
-¿Jugamos en lugar de hablar?-dijo burlona. Conforme avanzaban los minutos jugando, el rostro de Naruto se llenaba de frustración. No recordaba lo buena que era ella en esas cosas, pero como le gustaba eso.
Luego de un rato:
-¡JAJAJAJA! ¿Quién ganó?-decía ella-Vamos, dilo-sonreía placenteramente. Él tenía los ojos entrecerrados y negaba con la cabeza-Vamos, dilo…-
-Está claro que te dejé ganar-decía buscando justificar su fracaso.
-¿Ahh si?-se movió su cuerpo hacia un lado para poder verlo al rostro. Él estaba completamente serio.
-Sí-sonrió-Es obvio-evitó mirarla.
-¡Que engreído que eres!-se quejó. Él sonrió.
-¿Jugamos de nuevo?-dijo él como si nada.
-Sí y de seguro te vas a “dejar ganar”-dijo sarcástica.
-Hay que jugar de nuevo-sonrió-Bien… a ver ¿Lista?-
-Sí-dijo seria.
-¡Bien!-sonrió totalmente entretenido. Pero una sonrisa más grande se dibujó en el rostro de la chica. Comenzaron a jugar, él estaba totalmente metido en la pantalla, ella acercó su rostro al del chico, hasta el cuello besándolo lentamente. El rubio se estremeció-Sakura…-dijo tratando de concentrarse-Eso no es muy justo-susurró.
-¿Tú hablando de justicia?-rió sarcástica, acercándose a los labios del chico, apenas rozándolos levemente.
-¡Whoa!-dijo “algo desconcentrado”. Ella rió, lo besó, él logró seguir jugando… los primeros tres segundos del beso, luego el control fue a dar al suelo, sus manos ahora estaban en las mejillas de chica, como para asegurar que por nada del mundo se separara.
-¿Quién ganó?-dijo separándose.
-Haruno ganó-dijo atrayéndola hacia él, atrapando los labios de la chica con los suyos, ella sonreía cada vez que se separaban para respirar.
-Bien-dijo empujándolo después de un buen rato-¿Seguimos?-se acomodó de nuevo. Él sonrió.
-¿Me pasas el control?-rió. Ella hizo lo mismo.
-¿Se te cayó?-se burló.
-Me empujaste… ¿Lo olvidaste?-sonrió de lado-Traté de no soltarlo pero… ¿Te muestro como sucedieron las cosas?-
-No hace falta. Te creo-dijo tranquila. Rieron juntos, el mal humor de Naruto se había esfumado.
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Un par de chicos caminaban por el centro comercial, llevaban un buen rato de ir de un lado al otro como si no supieran qué querían hacer.
-¿Estás loco?-dijo uno de ellos levantando una de sus cejas, como si lo que su amigo le acababa de decir fuese un intento de suicidio, aunque, estaba claro que así era.
-¿Por qué todos dicen eso?-dijo riendo tranquilamente.
-¿Qué esperabas? Me acabas de decir que te gusta una chica que trabaja con TU papá, que es MAYOR que tú y que tiene NOVIO-dijo golpeando levemente al rubio en la cabeza buscando tal vez, que el cerebro del muchacho funcionara de manera normal.
-Ay, no es nada malo-dijo fastidiado-Ella es…-se mordió el labio inferior-Es genial-
-¿Ajá? Sí, supongo que es única-dijo serio-¿Estás drogado? ¿Qué posibilidad crees tener con esa chica?-
-¿Por qué no? La edad no interesa… y, me encanta ella-sonrió.
-Lo sé, me lo has dicho todo el día-suspiró cansado-¿Cuántas veces tengo que decirte que te van a matar?-
-¿El novio?-dijo como si no fuera más que evidente.
-¡No! El tío… obviamente su novio, imbécil-dijo molesto.
-Jajaja, no es para tanto-recordó a Naruto-Bueno… es alto, fuerte… pero…-
-¡Dios! Te va a matar-dijo negando con su cabeza. Haku sonrió.
-No… sólo tengo que cuidar lo que hago y tú me vas a ayudar-sonrió, el otro chico abrió los ojos como platos.
-¿Qué? No amigo, a mí no me metas en esto. NO pienso morir asesinado por tu culpa-frunció el ceño.
-No te pasará nada-sonrió de medio lado-Bien. Sólo tienes que entregarle un regalo a ella.
-¿Eh?-levantó una de sus cejas.
-¡Sí! Te haces pasar por… bueno, de esos que entregan cosas-dijo con prisa-Llegas al restaurante y le entregas algo a ella-sonrió.
-No-dijo secamente.
-¿No? ¡Vamos! ¿Qué te cuesta?-dijo frustrado.
-¿Qué te cuesta a ti poner los pies en la tierra?-gruñó-Tienes a una linda chica a tus pies… y ahora haces esto-
-¿Te refieres a Hotaru?-dijo sin ningún interés.
-Claro que me refiero a ella-dijo serio-¿Por qué no la valoras un poco?-
-¿Valorarla?-dijo serio-Ella sabe que no somos nada… yo lo dejé claro-
-¡Que idiota!-bufó-Ella te…-trataba de decir.
-¿Vas a ayudarme o no?-dijo interrumpiéndolo.
-Bien…-aceptó a regañadientes.
-¡Perfecto!-sonrió ampliamente.
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Cuando ya era de noche, Kushina subió lentamente las escaleras, se aproximó hasta la habitación de su hijo, la puerta del cuarto estaba abierta. Desde lejos observó al par de chicos bastante entretenidos en la pantalla, aunque la verdad, dudaba que se pudieran concentrar completamente. Maximus los acompañaba, el perro observaba entretenido la pantalla como si pudiera entender algo de lo que sucedía en ella.
-¡Hey!-dijo la pelirroja, ellos se voltearon. Sakura se separó un poco de él-¿Tienen hambre?-Naruto asintió. Kushina sonrió-Vamos-les hizo señas, se levantaron. Kushina observó el nuevo color de los labios de su hijo y sonrió sin poder evitarlo-¿Estaban divertidos los videojuegos?-él sonrió. Sakura hizo una mueca de frustración.
-Sí-dijo despreocupado.
-Se nota-dijo ella adelantándose-Tu malhumor desapareció-se burló. Sakura ocultó su rubor detrás de él.
-¡Dios!-dijo ella-Que vergüenza…-susurró. Él comenzó a reír. Bajaron a la cocina, Minato ya había vuelto del trabajo, hablaba con Jiraiya.
-¿Te sientes mejor?-le preguntó Jiraiya a Naruto.
-¿Qué tenía?-dijo Minato totalmente preocupado.
-Una mezcla entre celitis y amarguitis aguda-sonrió el peliblanco-Por suerte tiene el antídoto-hablando evidentemente de Sakura. Kushina rió.
-¡Que novedad! Tú y tu enfermedad-dijo Minato codeando burlón a su hijo. Él no decía nada, su cara lo decía todo.
-Es un lindo-dijo Kushina dándole un sonoro beso en la mejilla a Naruto-Pero… mejor comemos-sugirió y nadie iba a llevarle la contraria a ella.
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Ellas terminaban de guardar los últimos platos, ya llevaban un buen rato juntas en la cocina, se habían entretenido hablando. Minato por otro lado, estaba en su habitación haciendo algunas llamadas del trabajo; Naruto y Jiraiya veían una película en la sala.
-¿Viste eso?-dijo Naruto emocionado. Jiraiya, con cierta dificultad asintió-¿Abuelo?-observó con sumo cuidado al peliblanco que luchaba para no dormirse-¡ABUELO!-gritó.
-¿Qué?-dijo sacudiéndose-¿Qué pasa?-
-No te duermas… te estás perdiendo la película-dijo serio.
-¿Dormirme? ¿Cómo crees? te estaba engañando-Naruto lo observó sin convencerse en absoluto.
-Claro…-suspiró.
Sakura y Kushina se aparecieron en la sala, él la observó, ella sonrió.
-Bien, ya nos vamos a dormir-dijo Kushina sonriendo.
-¿Vamos?-dijo el rubio levantando una de sus cejas.
-Sí-asintió sonriente-Estamos cansadas. Buenas noches-
-Que descansen…-dijo Sakura. Mientras tenía una lucha de gestos con su novio.
-¡Bien!-dijo el rubio clavando su mirada en la pantalla. Ellas se fueron-¡Carajo! ¿Abuelo?-observó a Jiraiya completamente dormido-Lo que faltaba…-se acercó hasta el señor, a como pudo se lo llevó hasta la habitación, lo puso en la cama y lo cubrió con una manta. Luego fue a su cuarto, se puso un buso y se quitó la camiseta, pasaría un buen rato solo viendo televisión así que la comodidad era indispensable. De nuevo, bajó hasta la sala, se tiró en el sofá y continuó totalmente metido en la película-Maximus, sólo quedamos tú y yo…-observando al perro dormir-¿Maximus?-suspiró resignado.
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Se despertó a eso de las doce, observó el reloj y luego se sentó en el borde de la cama. Restregó en un par de ocasiones sus ojos y decidió ir a la cocina a tomar algo de agua. Cuando bajaba las escaleras podía escuchar como Naruto reía como si no hubiera nadie durmiendo, como si estuviera en pleno día. Se detuvo a la mitad del camino sólo para tratar de descubrir que era tan gracioso, pero al tratar de buscar al chico en el sofá, no encontró a nadie. Siguió su camino hasta la cocina, las risas había cesado, ella trató de no pensar en ello y abrió la puerta de la cocina, cuando entró, observó a Maximus deleitándose con un enorme trozo de pastel que por la forma en que se encontraba totalmente y sin ningún cuidado esparcido en el piso, se podía adivinar que se había caído de manera no muy sutil. Él no se había percatado de la presencia de la chica, seguía riendo en silencio mientras buscaba algún tazón, ella lo observó, el rubio estaba de espaldas. El torso al descubierto del chico si que era un deleite visual para la chica, no había porqué ocultarlo. Decidió acercarse a la refrigeradora, él por fin puso su vista en ella, la chica sacó una botella de agua, bebió un par de tragos y la guardó nuevamente. Ni siquiera lo observó de nuevo, bostezó y comenzaba a caminar de nuevo hasta la sala, él, con restos de pastel en la cara, la observaba más que confundido.
Se detuvo a la mitad de la sala, como si hubiera olvidado algo importante, de regreso a la cocina casi tropieza con el rubio, que con dificultad logró esquivarla, la observaba sin entender si lo estaba ignorando o era sonámbula; él se encogió de hombros y se fue a la sala, acompañado por un enorme tazón de palomitas. Ella comía algo de pastel cuando al fin reaccionó, acababa de tener a su chico en frente y no había hecho ni dicho nada ¿Qué clase de brujería era esa?, abrió los ojos como platos, ¿Acababa de tener a su chico en frente, SIN camiseta y NO había hecho nada? ¡Que desperdicio! Se dirigió con algo de prisa hasta la sala, acercándose con cuidado por detrás del sofá, el chico sintió como dos brazos rodeaban su cuello y un beso se estrechaba en su mejilla.
-¿Me acabas de ignorar?-ella rió. Rodeó el sofá para poder sentarse junto al chico.
-Es que estaba un poco adormilada-tomó algunas palomitas.
-¿Algo?-la observó al fin-Completamente, diría yo-sonrió.
-¿Por qué no buscas otra película?-observó con asco la televisión.
-¡No! Es divertido-sonrió.
-Yo sólo veo violencia en todas partes-suspiró.
-Exacto-sonrió. Ella se recostó en el hombro del rubio.
-¡Buenas noches!-le susurró sonriente. Se levantó, él hizo lo mismo.
-Hey… ¿Adónde vas?-ella rió.
-¿Adónde crees? a dormir, mañana tengo que levantarme temprano-él la tomó del brazo.
-No tienes sueño-dijo seguro.
-¿No? ¿Cómo sabes eso?-dijo soltándose del agarre del chico. Él sonrió, la atrapó, tomándola de la cintura y la atrajo hacia él, el nerviosismo se hizo presente en la chica.
-¿Me das un beso?-susurró el rubio.
-Yo…-lo observó-Tengo que…-trataba de decir-Yo…-él sonrió. Comenzó a besarla sin prestarle atención a los intentos fallidos de la chica por decirle que se detuviera. Ella se aferró a la espalda del chico. Mientras disfrutaba del sabor de los besos de Naruto, pudo sentir las cicatrices en la espalda del chico, eran muy leves, pero ahí estaban. Se separó un poco.
-¿Te pasa algo?-dijo alarmado.
-Tu espalda…-dijo con los ojos humedecidos.
-No pasa nada-dijo el chico, ella se separó por completo y se sentó en el sofá. El le hizo compañía-Todo está bien…-le dijo en un susurró. Ella lo observó.
-Lo siento-dijo la chica. Él sonrió, le resultaba tan característico de Sakura que se disculpara por todo, hasta por lo que no era culpa de ella.
-No digas estupideces…-le acomodó el cabello. Ella lo observó unos segundos y luego, sin aviso alguno lo besó con tantas ganas, que él chico sin darse cuenta en qué momento, estaba posicionado con mucho cuidado encima de la chica, mientras seguían compartiendo besos, respirando de vez cuando para no morir, ella recorría con sus manos el torso del chico una y otra vez sin cansarse. Se detuvieron por un momento, quedando observándose el uno al otro por unos segundos, ella sabía que debían detenerse, pero en ese momento lo que menos pasaba por su cabeza era ser razonable. Él posicionó sus labios en el cuello de la chica, conocía perfectamente como hacerla estremecer con cada uno de los besos, Sakura atrapaba con sus piernas al rubio, en una especie de trampa, como para asegurar que no se moviera de ahí. El televisor encendido, Maximus en un sueño profundo y un tazón esparcido por la alfombra les hacía compañía, un tazón que ellos mismos había derramado en sin cuidado alguno mientras se acomodaban en el sofá.
Cuando Sakura escuchó el sonido de pasos bajando las escaleras y acercándose a ellos, se separó bruscamente y lo lanzó, a como pudo en el piso, el rubio no tuvo el mejor aterrizaje. Él ni siquiera había escuchado nada, todos sus pensamientos, todos sus sentidos fluían en una sola dirección: Ella.
Se quedaron tan quietos como un par de piedras, mientras Jiraiya, chocando con todo lo que tuviera en frente, se alejaba hasta perderse tras la puerta de la cocina. Naruto se quejaba en silencio, tremendo golpe se había llevado, ella lo observaba sin poder hacer o decir nada, no sin que antes Jiraiya regresara a su habitación. El peliblanco no tardó mucho en estar de nuevo en la sala, para mala suerte de la pareja, él observó con detenimiento la escena, con los ojos entrecerrados y una cara de sueño terrible, habló.
-Buenas noches Kushina-observando a Naruto. El rubio luchó inmensamente por contener las carcajadas.
-Que descanses-dijo el rubio. Sakura cubría su boca con sus manos evitando a toda costa que alguna risa traidora pudiera escapar de sus labios.
-Ajá-dijo el peliblanco, siguió su camino susurrando todo un discurso inentendible para los oídos humanos, tropezando de vez en cuando en algún escalón. Cuando al fin la figura de Jiraiya había desaparecido en la oscuridad. Ella dio un salto del sofá hasta donde estaba él, lo observó totalmente preocupada.
-¿Te lastimé?-dijo observándolo fijamente-¿Estás bien? ¡Lo siento!-lo abrazó fuertemente, él comenzó a reír.
-Vas a terminar matándome… Sakura-correspondiendo al abrazo de la chica.
-Tengo que irme-dijo separándose para poder verlo-Sabes que tengo que irme-él la observaba atentamente-Dime que tengo que irme-suplicó.
-No-trataba de decir.
-¿Te das cuenta de lo que acaba de pasar?-lo regañó-Tu abuelo… pudo ser tu mamá, o Minato-susurró-Debo irme-él sonrió levemente.
-Bien…-la observó a los ojos.
-¡Dios! No me veas de esa forma-él sonrió-Buenas noches-lo besó en la mejilla y se levantó con prisa, ella debía ser la responsable, no podía simplemente dejarse llevar, eso había sido tan… anti-Sakura, y aún así… como le había gustado.
Él, con una sonrisa en su rostro, recogió las palomitas del piso, acomodó los cojines del sofá y rió en silencio.
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Como ya habían acordado, ella se iría con Minato todas las mañanas, era más fácil y así, Naruto podría mantener su particular horario de sueño, intacto. Sakura desayunó destilando pequeñas sonrisas una y otra vez, las mismas que llevó al trabajo y que causaban mucha intriga en Haku. ¿Era “el idiota” el responsable de dichas sonrisas? Lo dudaba, ¿Qué podía hacer ese chico para mantenerla sonriente todo el día? ¿Cuál era su secreto? ¿Qué tenía de especial Naruto? cada una de esas preguntas le amargaban el día, aquel día que él mismo había decidido poner en marcha su estrategia: Enfureciendo “al idiota”
Sakura evitó, a toda costa entablar cualquier tipo de conversación con Haku, no quería por nada del mundo escuchar la voz de ese chico, no después de lo ocurrido el día anterior.
-¿Vienen
Última edición por Nayara222 el Vie Ene 04, 2013 3:47 am, editado 1 vez
Nayara222- Novato
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Re: Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
Bueno ya estamos cerquita solo de revivir estos capítulos me acuerdo que te decía.:Que Sakura mate al estúpido jejeje y que Naruto lo remate xD. Bueno para no ponerte bis espero que esta vez no desaparezcas xD que me dejas con impaciencia.
eliannar- Moderador
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La vida es muy corta para desperdiciarla con malas practicas pero como el sedentarismo es malo y el dinero escasea pues debo cumplir con obligaciones....de lo contrario estaría encerrada en mi cuarto leyendo cuanta imaginación tienes tú para entretenerme. Saludos desde Luque, Paraguay, al valiente que lee este perfil
17799
Posesiones :
Re: Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
Parece que el segundo capítulo en el segundo post quedó incompleto.
Igual me reí mucho re-leyendo todo de nuevo. xD
Espero Ansiosamente que llegues al capítulo en el que te quedaste en el otro foro.
PD:No te desaparezcas de nuevo por tanto tiempo,me preocupé. D:
Saludos,besos y abrazos.
Igual me reí mucho re-leyendo todo de nuevo. xD
Espero Ansiosamente que llegues al capítulo en el que te quedaste en el otro foro.
PD:No te desaparezcas de nuevo por tanto tiempo,me preocupé. D:
Saludos,besos y abrazos.
NaruSaku-12- Sannin
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Edad : 31
Uhm ~ Con Naru-kun en el inframundo visitando a Jiraiya y Mina&Kushi
4394
Posesiones :
Re: Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
Eliannar y NaruSaku-12, gracias
- Spoiler:
- La molestia de Naruto.
Naruto se bajó del auto y caminó con tranquilidad hasta donde estaba ella, que sólo lo observaba sin saber qué decir. Él sonrió.
-¿Para mí?-bromeó-Déjame adivinar-observó con detenimiento. Ella dejó escapar un largo suspiro.
-Un admirador “anónimo”-dijo ella formando comillas con sus dedos-Me las acaba de enviar-él no pudo evitar comenzar a reír.
-Que creativo que es este chico. Sí, va por buen camino… voy a…-un señor asomó su cabeza como si tratara de encontrar a alguien ahí afuera. La pareja tuvo que detener su conversación y a Haku se le acabó el entretenimiento, pero en realidad lo entretenido para el chico había terminado desde que Naruto en lugar de molestarse parecía burlarse en su cara.
-¿Sakura?-dijo el señor-Siento molestar, pero ¿Podrías venir un momento a la oficina?-ella asintió.
-Yo te las cuido-dijo el rubio. Ella le entregó el ramo mientras tenían un intercambio de gestos como si pudieran entenderse sin decir nada. En cuanto Haku vio a Sakura entrar a la oficina de su padre, sonrió ampliamente, fue a buscar una bolsa con basura y listo, ya tenía una excusa para salir del restaurante y fastidiar un poco al “Idiota”. Cuando Naruto lo vio salir se dio cuenta de que sí, en definitiva el chico quería que lo golpeara. Mientras ponía la bolsa de basura en una especie de canasta de metal, observaba de arriba abajo a Naruto, con evidente burla en su expresión.
-Lindas flores-Naruto sonrió.
-¿Te gustan?-el ojiazul jugaba con una de las rosas, golpeándola una y otra vez con su dedo-Un momento, claro que sí. Después de todo, tú las compraste-
-No he comprado nada-sonrió tranquilo. Naruto negaba con la cabeza.
-¿Las robaste entonces? Claro, que chico tan malo-se acercó un poco al rubio, quien se mantuvo en su lugar-Podrías haber esforzado más ese cerebro, te está haciendo daño ver tanto Dora la exploradora, amigo-lo observaba como si estuviera decepcionado. Haku gruñó para sus adentros.
-Creo que estás paranoico-dijo luego de permanecer unos segundos en silencio-Como que eres demasiado celoso ¿No crees? No puedes señalar con el dedo y decir que fui yo, te recuerdo que estaba trabajando y además… no puedes probar nada-se encogió de hombros.
-Como si estas rosas no tuvieran tu nombre por todas partes. Puedo escucharlas-se acercaba el ramo al oído-Dicen: Peter Pan, Peter Pan-sonrió alejando las rosas de su rostro.
-No tienes manera de probarlo-sonrió engreído.
-¿Quién dijo que necesito probarlo?-lo observó serio-¿Para qué? Digo, ¿Qué lograste?-se encogió de hombros-¿Qué se siente ser todo un conquistador? Anda, dame un consejo, por piedad-Haku sonreía.
-¿Qué gané?-levantó una de sus cejas-Yo no he hecho nada, pero es evidente que estás algo molesto ¿No?-Naruto sonrió.
-Sin duda no me has visto molesto-suspiró-¿Quieres jugar a esto? Porque si continuas así… te voy a partir la cara-la frialdad con que había pronunciado aquellas palabras era indescriptible. Haku dio un pequeño paso hacia atrás, permaneciendo en total seriedad como para probar que no le asustaba en absoluto la amenaza de Naruto.
-Cuidado con lo que dices, que desde que yo sé… no he hecho absolutamente nada-se defendió.
-¿Quién te crees? pretendes tratar de seducir a mi chica y me lo echas en cara… ¿Qué quieres? ¿Un trofeo por ser un completo idiota?-
-¿Idiota yo?-frunció el ceño-¿Por qué? No puedes evitar que otros chicos se fijen en Sakura, no eres su dueño… ¿O aún vives en la prehistoria?-
-¿Faltaste a clases de historia? ¿Estabas en el baño con Barney?-no le quitaba los ojos de encima-Primero, está más que claro que cualquiera se puede fijar en ella, es una chica genial… ahora, supongo que debería hacerme el mejor amigo de todos los chicos que intenten algo con ella, claro y jugar videojuegos y hacer una pijamada para hablar de lo increíble que es mi novia-se acercó hasta Haku quien seguía retrocediendo. Algunos curiosos que se encontraban en las afueras del edificio observaban atentamente la escena para no perderse ningún detalle-No soy dueño de ella, pero ¿Qué esperas? Estás restregándome en la cara que te gusta… eres un adolescente que no sabe lo que quiere, jugando al hombre por intentar tener algo con una chica que además de ser mayor, tiene novio… ¿Y quieres que esté feliz?-dejó caer las rosas para sujetarlo de la camiseta-Te voy a contar como termina esto, si sigues con tu estúpida idea de tratar de seducir a Sakura… te voy a romper todo lo que se llama cara-gruñó. Haku trató de permanecer tranquilo, o al menos proyectar eso en sus gestos.
-¿No confías en ella?-apenas pudo decir.
-Ella es la persona más confiable, te va a destrozar con sus palabras una y otra vez, te rechazará en todos los idiomas si es necesario… te golpeará si llega a su límite de paciencia, o más bien, si la haces llegar a ese punto-sonrió-Pero… me pone mal tu manera de hacer las cosas, intentando hacer trampa en un juego que no es para niños-lo soltó-Deja de jugar al seductor con ella…-Haku se acomodó la camiseta y le dedicó una mirada de molestia a Naruto.
-Si tanto confías en ella… ¿Cuál es tu problema? Si te parezco un niño idiota ¿Por qué te molesta tanto? Si dices que me rechazará una y otra vez, entonces ¿Para qué tanta amenaza? No voy a obligar a nadie pero tampoco voy a desistir porque el “chico rudo” me lo pida-dijo completamente serio, Naruto quería romperle la cara sin piedad alguna. Esa actitud de: No me importa lo que digas, seguiré actuando de igual forma, esa manera en que Haku lo desafiaba como si no le tuviera miedo, como si de verdad tuviera alguna oportunidad con Sakura, eso, lo enfermaba por completo.
-¿Cuál es mi problema? Tú eres mi problema…. ¿Cómo tengo que explicarlo?-frunció el ceño. Sakura se apareció en la puerta, observó la escena, se acercó rápidamente hasta él, sin siquiera observar a Haku, su vista se posó en Naruto
-Guapo-dijo suavemente-¿Todo bien?-el rubio se separó de Haku. Tomó las rosas del suelo, la tomó a ella de la mano y se fue para evitar cometer alguna locura impulsado por el enojo que sentía.
-Vámonos-dijo el rubio, ella observó a Haku que parecía estar en otro mundo, no dijo nada y lo siguió hasta el auto. Subieron, Naruto cubrió su rostro con sus manos por unos segundos, ella lo observó, ya podía imaginar la conversación entre esos dos, ya podía imaginar la molestia que sentía el rubio en ese momento. Él la observó, apenas sonrió tratando de mostrarle que todo estaba bien pero lo cierto es que ella había aprendido a observar a través de esa sonrisa y sabía que las cosas no estaban muy bien en la cabeza de Naruto, Haku lo estaba buscando… y lo iba a encontrar, eso sin duda.
Llegaron a casa, Jiraiya estaba en el jardín, escribiendo en una especie de cuaderno, los vio bajar y lo primero que captó su atención fueron las rosas que Sakura traía en la mano. Naruto lucía pensativo, como si no hubiera tenido un buen día y ella parecía preocupada. Los observó entrar, se perdieron dentro de la casa y él siguió en lo que estaba, imaginaba que “Problemín” había hecho de las suyas.
-Voy a cambiarme-al fin abrió al boca Naruto.
-¿Podemos hablar?-dijo ella tirando sin cuidado el ramo en el sofá.
-Claro, pero más tarde ¿Bueno?-tendrían que hablar. Ella tenía muchas preguntas, pero en ese momento, él tenía pocas ganas de hablar, quería distraerse un poco.
-Bien-él sonrió. La besó en la frente y se dirigió a su habitación. Lo observó subir las escaleras y luego observó el ramo en el sofá, ¡Odiaba ese ramo! Podía ver el rostro de Haku en él, como si no fuera evidente que todo ese jueguito había sido de aquel chico. Lo tomó, se fue a la cocina y le sonrió a Kushina, la pelirroja la observó en busca de alguna respuesta, Sakura buscaba un basurero.
-¿Y esas rosas?-dijo Kushina sonriente, detuvo a Sakura justamente antes de que ella las tirara a la basura-¿Por qué las vas a botar?-dijo confundida. Sakura se las entregó como si no quisiera de ninguna forma tenerlas cerca, como si le produjeran molestia. Kushina las puso en la mesa, para luego sentarse, la pelirosa hizo lo mismo. Estuvieron así, sentadas en silencio durante algunos minutos.
-Haku me las dio-pronunció Sakura, logrando que Kushina se sorprendiera y al mismo tiempo, comprendiera la actitud de la chica.
-¿Haku?-suspiró.
-Si bueno, digamos que fue un “admirador” pero sé que fue él, lo hizo para hacer rabiar a Naruto-suspiró fastidiada.
-¿Ahh si? Muy digno de su edad-se burló-¿Cómo se puso él?-hablando claramente de la reacción de Naruto.
-Él no estaba molesto, lo que pasa es que mi jefe necesitaba hablar conmigo-explicaba con tranquilidad y algo de resignación también.
-¿Y?-dijo meneando su cabeza con confusión.
-Pues, cuando al fin regresé ellos estaban hablando-Kushina la observó, podía notar que la pelirosa se sentía culpable, y eso no le gustaba-Si hubieras visto su cara…-hizo una pausa-Dos días, dos días y está claro que Haku lo fastidia hasta el cansancio… faltan menos de 2 semanas, lo acabará matando, lo acabaremos matando…-decía frustrada-Él no tiene paciencia, yo tampoco y detesto esto-
-No tienes la culpa-la besó en la mejilla-Linda, nada de esto es tu culpa. Él… él confía en ti… yo lo sé-
-También lo sé-habló la chica-Pero sé lo desesperante que puede llegar a ser Haku…-
-Son dos semanas, linda. No puedes dejar que un niñito te arruine todo-dijo con tranquilidad.
-No puedo dejar de trabajar, quiero hacer algo por mamá… pero él… yo…-Kushina sonrió.
-Será mejor que hables con él. Pero antes, tomemos algo de té y te das un buen baño y así te despejas un poco ¿Vale?-Sakura sonrió agradecida, Kushina era como contar con una segunda mamá. La adoraba-Dejaré esto en el sofá-observando las rosas-Tal vez Maximus se entretenga un rato-
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Bajó las escaleras, tenía puesto una camiseta blanca, sin mangas, sus zapatillas deportivas y una pantaloneta, además, en sus manos llevaba sus viejos guantes de boxeo. Salió hasta el jardín, Jiraiya lo observó pasar a su lado, lo siguió con su vista hasta que el rubio por fin se detuvo en frente de una bolsa de boxeo que colgaba de un viejo y alto árbol que estaba en el jardín de la casa desde que tenía memoria.
Se puso los guantes y comenzó la función. Jiraiya lo observó por un rato, cada una de las expresiones del chico, cada uno de los golpes que lanzaba sin piedad. Luego, cansado de sólo observar se levantó y sin mucha prisa caminó hasta quedar a sólo un par de metros de la bolsa, observando como la rama de donde colgaba, se tambaleaba con cada uno de los golpes.
-¿Tuviste un mal día?-se sentó en el césped. Naruto tardó algunos segundos en responder.
-La paciencia no es una de mis pocas virtudes-dijo al fin, sin detenerse.
-Al parecer él sabe como hacerte perder la poca que tienes-sonrió.
-Es-dijo lanzando un derechazo-Un imbécil-Jiraiya sonrió.
-Ese imbécil te está causando muchos problemas-suspiró.
-¿Crees que estoy exagerando?-se detuvo por un momento, para poder observar a su abuelo-Abuelo… ¿Crees que estoy tomando esto muy en serio?-
-Ese chico se está metiendo con la persona más importante para ti y me preguntas si estás exagerando-sonrió levemente, Naruto continuó disparando golpes-Entiendo que estés celoso, molesto y con ganas de matar a ese chico… lo único que digo es que debes cuidar que esa molestia no termine en otra parte ¿Entiendes?-
-Sí-dijo el rubio agitado-Tengo esa manía-tomó un respiro-No quiero que trabaje… -se detuvo por completo. Una gota de sudor se deslizó por su frente, haciendo un fugaz recorrido por el rostro del chico hasta estrellarse con el suelo. Jiraiya suspiró, le indicó con señas que lo acompañara, Naruto se sentó junto a su abuelo, aún agitado.
-Mejor dejas de imaginar que golpeas a Haku por un momento-El rubio rió-¿No quieres que trabaje?-Naruto asintió apenas.
-Nunca me gustó la idea, son las vacaciones y… debería de disfrutarlas. Pero bueno…. Ella es una testaruda y yo, bueno… no pude convencerla-hizo una leve pausa-Ahora, quiero que vaya con su mamá aunque sea una semana, quiero que… no vea a ese imbécil. Porque si tengo que verle la cara otra vez… lo voy a matar-dijo frunciendo el ceño. Luego se dejó caer por completo, recostándose en el césped, Jiraiya decidió hacer lo mismo mientras pensaba en una buena respuesta.
-No creo que ella quiere dejar de trabajar-el rubio concentró su vista en el cielo-No hace esto porque le encante estar con él… lo hace por su mamá y eso, vale demasiado. A eso le agregamos que es una testaruda, como ya dijiste-susurró-Aunque la verdad, tienen una competencia de terquedad muy reñida ustedes dos-sonrió.
-Tengo que intentarlo-suspiró.
-Terminarán discutiendo-advirtió tranquilo el peliblanco.
-No, no va a pasar eso-Jiraiya negó con la cabeza.
-Créeme, sé lo que digo-observó al rubio-¡Como has cambiado, mocoso!-sonrió orgulloso-Como te ha cambiado…-sonrió aún más.
-¿Crees que soy demasiado celoso?-dijo preocupado.
-Sí-dijo sincero. Naruto suspiró. Jiraiya lo observó divertido.
-Necesito una ducha muy fría-se levantó. El peliblanco se quedó ahí tumbado mientras observaba como su nieto se adentraba en la casa.
-¡Como has cambiado!-susurró para sus adentros.
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Subió los escalones con mucha prisa, mientras lo hacía logró desprenderse de los guantes. Recorría el pasillo metido en sus pensamientos, negaba con la cabeza de vez en cuando como si tratara de convencerse de algo. Ella lo observó, tratando descifrarlo, pero él era un rompecabezas en aquel momento.
La distracción en el rubio provocó un leve choque con ella.
-Lo… siento-dijo él. La chica observó, los guantes, la ropa, el sudor en todo el cuerpo del chico, sin duda se había divertido golpeando.
-¿Podemos hablar?-él se separó un poco.
-¿Puedo darme un baño antes?-pidió, ella negó con la cabeza.
-No-dijo seria.
-Entonces, ¿Quieres un abrazo sudoroso como en los viejos tiempos?-la chica sonrió.
-¡No!-dio un paso atrás, él avanzaba tratando de llegar a ella.
-Ven acá-alargaba sus brazos sonriente. Ella seguía retrocediendo hasta que la pared se lo impidió. El chico la acorraló, apoyando sus manos en la pared, a la altura de la cabeza de la chica.
-Hey… No quiero que…-entre risas la atrajo hacia él, atrapándola en un enorme abrazo, como si ella fuera un peluche. La cara de Sakura era más que divertida.
-¡Que delicia!-dijo sin soltarla, ella sonreía, aferrándose a la camiseta del rubio.
-¿Ya podemos hablar?-aún estaban abrazados. Él se puso algo serio.
-Sakura…-susurró-Detesto que trabajes-dijo sincero. Ella se separó y lo observó.
-Lo dices por…-trataba de decir.
-Lo digo por Haku, lo digo porque deberías estar descansando, lo digo porque podrías estar con tu mamá, lo digo porque te ves cansada… lo digo por todo-argumentó frunciendo levemente el ceño.
-No estoy trabajando por que disfrute pasar el tiempo con Haku, lo hago porque quiero ayudar a mamá… ella me necesita-se defendió.
-Lo sé, sé lo que haces por tu mamá-la observó-¿Por qué no dejas que yo…?-sus ojos intercambiaban miradas tan intensas, como una especie de guerra.
-Ya hablamos de esto…-susurró-Yo no quiero depender de ti… me gusta hacer las cosas por mí sola-
-¿Depender de mí?-frunció el ceño-Sólo quiero ayudarte-
-¿No crees que me has ayudado suficiente?-frunció el ceño también-Le dijiste a Shikamaru que me recogiera TODOS los días, me diste la mejor sorpresa de todas, me trajiste a tu casa…-hizo una pausa-Ya has hecho demasiado-
-Te estoy diciendo que quiero ayudarte… para que vayas una semana con tu mamá y respondes eso… como si se tratara de cuanto haga por ti, como si existiera un límite… como si me importara un carajo si lo consideras demasiado-ella clavó su mirada en el piso unos segundos, luego lo miró a los ojos.
-Es que a mí si me importa-replicó-Adoro todo lo que haces por mí, pero hay ciertas cosas que debo hacer sola… no creo que entiendas-
-¿Qué quieres que entienda?-suspiró-No entiendo absolutamente nada-
-¿Crees que no acepto tu ayuda porque quiero trabajar? ¿Crees que no desearía estar con mamá? ¿Estar contigo? ¿Crees que no sé lo mucho que haces por mí? ¿Crees que soy una egoísta?-
-Creo que eres una orgullosa-dijo él.
-¿Yo orgullosa? He soportado a ese chico durante más de dos semanas, he tenido ganas de dejar todo e irme con mamá… pero no puedo, no sabes lo importante que es ella para mí-él la observó-Estás totalmente molesto por Haku, te entiendo…-
-¿Me entiendes?-dijo molesto-Claro, por eso aceptas mi ayuda-
-¿Crees que podría engañarte?-lo observó dolida.
-Claro que no-dijo seguro-¿Crees que saber eso evita que ese estúpido me moleste? Sé que no vas a engañarme, pero deberías conocer al chico, sabe como hacerme enfadar-
-Sólo son unos días-la voz de ella se escuchaba apagada.
-Mierda…-estaba dispuesto a irse, ella lo sujetó-¿Por qué no puedes dejas el orgullo un momento?-susurró el rubio.
-¿Por qué siempre quieres hacerme las cosas más fáciles?-dijo ella.
-¿Por qué insistes en lo difícil?-respondió él.
-¿Por qué no dejas tus celos por un momento?-dijo la chica.
-No voy a dejarlos, ¡carajo!-gruñó. Ella frunció el ceño-¿Por qué no dejas que te ayude?-se soltó del agarre de la chica.
-Tal vez sea mejor que regrese al departamento-él la sujetó.
-Vas a quedarte acá-dijo molesto-Sabíamos perfectamente que tendríamos que hablar de Haku y su insistencia en que le rompa la cara. Seguirás trabajando porque es imposible convencerte de lo contrario, te quedarás en casa o te ataré, iré por ti igual que siempre al trabajo-suspiró-Y… si él sigue así, lo golpearé y me importa un carajo si te despiden por mi culpa, porque no voy a golpearlo a menos de que se lo busque y ya tengo muchísimas razones para patearle el trasero al tipo ese-la soltó. Ella lo observó alejarse totalmente malhumorado, ella se fue a su habitación y se lanzó en la cama. Habían cerrado con broche de oro aquel día, que final tan terrible, si Haku los hubiera visto hablando habría sonreído sin parar. Intentó leer algo, terminó lanzando el libro fuera del alcance de su vista, cubrió su rostro con la almohada, quería matar a Haku.
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Aquella noche al cenar, un silencio incómodo inundada la cocina. Nadie chistaba, ni siquiera Jiraiya, él estaba ocupado analizando la actitud de aquel par, que comían con una rapidez particular y que se miraban de vez en cuando, pero no eran las miradas de siempre y a Jiraiya le resultaba fácil darse cuenta.
En cuanto terminaron cada uno fue por su lado, refugiándose en sus habitaciones, tratando de dormir acompañados por algo de música. Tratando de repasar la conversación, defendiendo sus argumentos, convenciéndose que habían dicho lo correcto, que tenían la razón.
A la mañana siguiente, de vuelta a la rutina, ella se fue con Minato; Naruto iría a recogerla en la noche. El rubio se levantó con menos ganas que de costumbre, cuando llegó a la cocina los ojos de Kushina y Jiraiya estaban puestos en él como si se tratara de un fenómeno, ignoró tales miradas y buscó en el refrigerador algo de tomar, se sentó y les dedicó una mirada de: ¿Qué? A ver si los hacía reaccionar, pero ellos continuaban observándolo.
-¿QUÉ?-dijo desesperado.
-¿Qué pasó?-habló Kushina.
-¡Ay no!-se quejó-No quiero hablar, quiero comer-se levantó en busca de algo de cereal.
-¿Te importa que vaya a recoger a Sakura hoy?-dijo Jiraiya. Naruto lo observó extrañado pero no le pareció mala idea.
-Bien-la pelirroja observó sorprendida a Naruto-Voy a la sala-llevó consigo la caja de cereal, justo antes de sentarse observó aún las rosas que desde ayer adornaban el sofá-¡Maximus!-gritó, en cuestión de segundos el perrito estaba ahí-Esto es para ti, hijo mío-le entregó el ramo, poniéndolo en el piso. Maximus comenzó a jugar o más bien destrozar las rosas-¡Uppps!-sonrió de lado.
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En cuanto tuvo oportunidad, se acercó a Haku. Lo observó con tanta molestia que él se alarmó por completo. El chico la observó como si no supiera de que sería la charla que comenzaría en ese momento, como si no fuese más que evidente.
-¿Pasa algo?-dijo tranquilo.
-¡Ven acá!-lo jaló hasta llegar donde nadie los pudiera escuchar-¿Qué quieres? ¿Adónde quieres llegar?-frunció el ceño.
-No sé de qué hablas-se hizo el desentendido.
-¿No sabes? ¿Te hago un recuento? Ayer además de enviarme esas estúpidas rosas te encargaste de joderle la paciencia a Naruto-dijo molesta-¿Podrías comportarte? Me estoy cansando de todo esto-
-Los celos si que hacen daño ¿No?-susurró.
-Mira Haku, la que te puede hacer daño soy yo. ERES UN COMPLETO IDIOTA-gruñó-Me estás arruinando lo único bueno de mis vacaciones-él la observó algo dolido-¿Podrías por favor….?-casi suplicaba-Dejar de hacer esto, dejar de jugar a seducirme cuando sabes que no había comenzado la guerra cuando ya habías perdido. AMO DEMASIADO-él agachó su mirada-A ese chico, no voy a engañarlo con nadie y si insistes con esto, no sólo te va a matar él, yo también-
-¿Eso quieres?-susurró-Que los deje en paz-
-Si no lo haces, esto acabará muy mal…-dijo seria-No estoy dispuesta a soportar ninguna estupidez, ningún jueguito de niño, estoy harta de tu actitud. Si lo quieres entender por la buenas, genial, si no es así… no voy a dudar en regalarte algo de realidad y que sea doble, me importa un carajo si pierdo el trabajo. No me pagan por soportarte-dijo completamente seria. Él la observó dolido evidentemente por las palabras de la chica.
-Bien. Entonces voy a dejar las cosas así, pero… sigo detestando a tu novio,-se fue, ella lo observó extrañada. Dio un largo suspiro esperando que todo fuera cierto y esa estupidez se acabara, esperando que el día transcurriera con rapidez; deseando con todas sus fuerzas que las cosas volvieran a la normalidad.
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Kiba y Naruto estaban totalmente concentrados, nada los hacía distraerse. Jiraiya se dirigía a la puerta.
-¡Abuelo!-gritó el rubio tomando el “ramo” y arrojándoselo al señor-¿Podrías entregarle eso a mi amigo?-Jiraiya sonrió ampliamente, luego se fue. Kiba no entendía nada.
-¿Y Sakura?-preguntó curioso el castaño.
-Abuelo irá por ella-Kiba abrió los ojos como platos.
-¿Eh? ¿Te sientes bien?-levantó una de sus cejas.
-No pasa nada-dijo tranquilo.
-¡Ahh! ¿Peter Pan?-adivinó.
-Tal vez discutimos un poco. Tal vez me dejé llevar… odio a ese chico-frunció el ceño.
-¡Ni hablar! Desearía que Akamaru se lo comiera-rió, Naruto hizo lo mismo-Si me pagas lo suficiente, puedo encargarme de él-sonrió de lado, Naruto lo acompañó con una sonrisa enorme.
-¿De cuánto estamos hablando?-se mantuvieron serios por unos segundos, luego estallaron en risa.
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Haku se había marchado temprano, por lo que el ambiente tenso en el trabajo había disminuido, aunque la verdad, el chico había permanecido totalmente tranquilo durante el transcurso del día, luego de aquella pequeña conversación, la personalidad del rubio se había opacado.
Cuando observó el auto, el recuerdo de las palabras que habían cruzado la noche anterior inundó su mente, pero no se esperaba que quien saliera del auto fuera Jiraiya y mucho menos que trajera en sus manos un simulacro de un ramo de rosas.
-¡Hola!-la saludó, ella sonrió-Ya vengo, entra al auto-ella lo observó alejarse al mismo tiempo en que se subía al auto. El restaurante aún no había cerrado, él asomó su cabeza y Temari lo saludó con una sonrisa-¡Hola!-dijo él.
-Hola-respondió la chica-¿Puedo ayudarle?-
-Verás… necesito que le entregues esto a Haku-sonrió. Ella observó el peculiar encargo en las manos del peliblanco.
-¿A Haku?-rió al ver lo que quedaba de lo que parecía en algún momento haber sido un ramo de rosas-Bien-Jiraiya se lo entregó.
-Que no se te olvide, gracias-
-No se me va a olvidar-dijo divertida.
-¡Gracias! Buenas noches-ella sólo sonrió. Él salió del restaurante mientras silbaba tranquilamente, entró al auto.
-¿Qué tal tu día?-encendió el auto.
-Mejor…-dijo la chica.
-¿Mejor que ayer?-medio sonrió.
-Así es…-susurró.
-Bien, mejor vamos a casa-ella asintió.
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-Y entonces me dijo: Pues dile a tu sensei que se vaya a la mierda… JAJAJA-Naruto rió-Mi consejo es: Mátalo, digo… ¿Quién se va a dar cuenta? Saca la furia de Hulk y todo eso que es tan genial-sonrió, Naruto permanecía serio.
-No me gusta que me llamen Hulk-Kiba trató de no reír, pero terminó lanzando una carcajada-Vete al…-la puerta se abrió, ellos clavaron su mirada y ella se apareció, acompañada por Jiraiya, el peliblanco se dirigió a la cocina a buscar algo de comer.
-¡HEEEY!-dijo Kiba sonriente, ella se acercó al castaño.
-¡Hola!-saludó la chica.
-¡Saku! Dame un abrazo-ella lo abrazó, él sonrió. Sakura lo observó tratando de poder decir algo, pero lo cierto es que no sabía qué decir. Kiba los observaba-Debo irme, me duele el estómago, me siento mal…-negaba con la cabeza.
-¿Diarrea?-dijo Naruto.
-Exacto…-salió disparado de ahí, sonriendo como loco. Improvisar no era lo suyo, ellos lo sabían. Ella lo observó por unos minutos, se sentó junto al chico.
-Siento mucho…-decía la chica.
-También lo siento-replicó-Sigo pensando que…-
-Sólo trabajaré lo que queda de esta semana-lo interrumpió, él la observó sorprendido-Pasaré la última semana con mamá…-susurró. Él no le quitaba los ojos de encima-Sólo quería que lo supieras-se levantó, él pensó en detenerla pero ni siquiera sabía qué decirle, la observó subir con prisa. El rubio se recostó en el sofá y apuñó sus ojos, preguntándose quién era más orgulloso, él o ella.
Ya estaba decidido, todo lo que había pasado, todo el problema de Haku la estaba agobiando, no quería más problemas aunque eso implicara dejar de lado esa manía de querer hacer todo sola. Por aquella vez, creyó que podía dejar de ser ella misma, así poder pasar tiempo con su mamá y también… demostrarle a él, lo mucho que le importaba.
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Llevaba un buen rato de estar con ella, la chica disfrutaba de un algodón de azúcar mientras trataba de entender el porqué Haku se comportaba tan extraño.
-¿Qué es lo que te pasa?-dijo ella en un suave susurro.
-Nada-dijo serio.
-Haku…-dijo la chica.
-Sakura, no pasa nada-dijo con algo de fastidio. Ella lo observó dolida. Él ni se percató de la estupidez que acababa de hacer.
-¿Me llamaste Sakura?-él cerró los ojos totalmente frustrado.
-Hotaru… yo-ella se levantó de la banqueta, él hizo lo mismo y la retuvo, tomándola del brazo.
-¿Quién es Sakura?-él la observó.
-Una compañera del trabajo-dijo él con suavidad-Sólo eso…-
-¿Sólo eso?-dijo negando con la cabeza.
-Bien… me gusta un poco-dijo sincero.
-¿Te gusta?-los ojos de ella comenzaban a nublarse sin control.
-¿Qué pasa?-dijo extrañado.
-¿Eres idiota? Yo te adoro-gruñó. Él la observó.
-Sabes perfectamente que…-comenzaba a hablar, ella se soltó del agarre.
-Eres un imbécil-una lágrima resbaló, haciendo un corto recorrido por la mejilla de la chica, él intentó detenerla, pero cuando una chica está molesta puede que surja fuerza sobrenatural y ella no sólo estaba molesta, estaba decepcionada, triste.
-¡Que imbécil, Haku!-se dijo a si mismo, se sentó en la banqueta y se cubrió el rostro con las manos. La había cagado enormemente.
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Jiraiya y Minato observaban la televisión, eran los únicos que quedaban despiertos. Sakura ni había cenado y Naruto estaba en otro mundo, en un universo paralelo.
-Papá…-habló Minato.
-¿Ajá?-sonrió.
-¿Todo está bien?-preguntó preocupado.
-Claro que sí. Todo está perfecto ¿Por qué la pregunta?-
-Pues… casi nunca dejas de trabajar en la empresa por más de una semana… ¿Pasa algo?-
-Jajaja, no pasa nada-rió-Es sólo que no quiero que el trabajo me vuelva una máquina, un esclavo-suspiró-Además, estoy trabajando en un libro-
-¿Un libro?-preguntó curioso-Hace mucho tiempo que no escribes uno-sonrió.
-Creo que este es el momento perfecto para hacerlo-
-Papá, si algo está pasando… sólo lo dices y listo. No seas Naruto-sonrió.
-¿No seas Naruto?-rió-¿Ahora le dicen así?-
-Pues, Kushina y yo lo llamamos así, es que él es… bueno ya sabes, un poco extraño-el peliblanco rió de nuevo.
-Sí que lo es-afirmó-Todo está bien-
-¿Seguro?-
-Así es-suspiró-Voy por un refresco-Minato asintió. Jiraiya se fue a la cocina sumido en sus pensamientos.
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Se movía de un lado al otro tratando de encontrar una posición en la que al fin pudiera dormirse de una buena vez. Ella por su parte, permanecía abrazada a la enorme rosa de peluche que se había convertido en su compañera todas las noches, sus ojos seguían abiertos, sus pensamientos no la dejaban dormir, necesitaba algo de comer, no había cenado y como consecuencia se moría de hambre.
El chico bajó rápidamente, observó como tanto su padre como su abuelo producían un concierto de ronquidos increíble, apagó el televisor, observó a Maximus quien parecía una piedra, totalmente dormido como si los ronquidos en lugar de despertarlo le sirvieran de canción de cuna. Rodó los ojos y se fue a la cocina, recorrió toda la refrigeradora, sacando provisiones de todo tipo, como si no hubiera comido en una semana.
-Creo que estoy listo-sonrió, la puerta se abrió y ella se dejó ver, en cuanto lo vio, se arrepintió de haber bajado pero no podía ser tan cobarde, así que caminó hasta la refrigeradora y le echó un vistazo rápido, él la observaba una y otra vez. Mientras se repetidas veces se decía a sí mismo que debía abrir la boca aunque fuera para decir una estupidez, se acercó a la chica que trataba de no ser interrumpida por la cercanía del rubio, pero eso era demasiado difícil. Tomó algo de jugo, se dispuso a darse la vuelta pero ahí estaba él, observándola sin quitarle ni un segundo la vista de encima-¿Puedo hablar contigo…?-susurró.
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Temari llevaba en sus manos aquel peculiar ramo, no podía evitar reír, llegó hasta casa de Haku, tocó el timbre y el rubio mostró su cara que no decía nada bueno.
-¡Que carita!-dijo ella, quien mantenía el ramo escondido detrás de su espalda.
-Larga historia-dijo él, ella sonrió-¿Qué pasa?-
-Me dieron un obsequio para ti-él levantó una de sus cejas, sospechando de que su compañera de trabajo y además vecina, le estuviera jugando una de sus típicas bromas.
-¿Un obsequio?-dijo confundido.
-Así es-sonrió mostrando el peculiar regalo, si la cara de Haku estaba terrible, en cuanto vio aquello, empeoró. Ella rió-Tiene una tarjeta-señaló-Buenas noches-se alejó, él miró incrédulo la transformación que había sufrido el ramo, abrió la tarjeta.
“Para: Haku
De: Dora
Lo siento, pero amo a Botas”
-Este hijo de….-gruñó furioso.
- Spoiler:
- Al carajo el orgullo.
Se movía de un lado al otro tratando de encontrar una posición en la que al fin pudiera dormirse de una buena vez. Ella por su parte, permanecía abrazada a la enorme rosa de peluche que se había convertido en su compañera todas las noches, sus ojos seguían abiertos, sus pensamientos no la dejaban dormir, necesitaba algo de comer, no había cenado y como consecuencia se moría de hambre.
El chico bajó rápidamente, observó como tanto su padre como su abuelo producían un concierto de ronquidos increíble, apagó el televisor, observó a Maximus quien parecía una piedra, totalmente dormido como si los ronquidos en lugar de despertarlo le sirvieran de canción de cuna. Rodó los ojos y se fue a la cocina, recorrió toda la refrigeradora, sacando provisiones de todo tipo, como si no hubiera comido en una semana.
-Creo que estoy listo-sonrió, la puerta se abrió y ella se dejó ver, en cuanto lo vio, se arrepintió de haber bajado pero no podía ser tan cobarde, así que caminó hasta la refrigeradora y le echó un vistazo rápido, él la observaba una y otra vez. Mientras se repetidas veces se decía a sí mismo que debía abrir la boca aunque fuera para decir una estupidez, se acercó a la chica que trataba de no ser interrumpida por la cercanía del rubio, pero eso era demasiado difícil. Tomó algo de jugo, se dispuso a darse la vuelta pero ahí estaba él, observándola sin quitarle ni un segundo la vista de encima-¿Puedo hablar contigo…?-susurró. La chica permaneció en silencio unos breves segundos, poniendo el jugo donde primero pudo-¿Sakura?-dijo algo frustrado-Guapa…. Yo, de verdad…-apenas pudo terminar de pronunciar aquellas palabras, cuando la sintió pegada a su pecho-Sakura…-susurró, correspondiendo al abrazo de la chica.
-Lo lamento…-dijo ella apoyando su rostro en el hombro del rubio. Él sonrió.
-Lo lamento también… lamento ser tan…-buscó algún adjetivo que calzara, que completara la frase pero no pudo encontrarlo.
-También lamento ser tan…-dijo ella sonriendo levemente.
-Sakura…-se separó para poder verla cuando le hablaba-No quiero imponerte nada… lo que dije, lo dije porque estaba realmente molesto. Si quieres trabajar… pues, yo… yo no voy a impedirte nada-hizo una pausa-No debí decirte eso, es sólo que… no me doy cuenta de que quiero protegerte de todo, de todos. Es como si no lo pudiera controlar-explicaba con dificultad.
-Yo te entiendo-susurró, él la observó sorprendido-Sé que Haku sabe como hacerte enojar-ella ya había tenido una buena dosis de Haku y sabía de antemano lo irritante que podía llegar a ser, a esto había que agregarle que el ojiverde odiaba a Naruto y veía en él, una especie de obstáculo, entonces las cosas eran aún peor. Ella tomó un respiro-Sé que quieres ayudarme, es sólo que… me gusta hacer las cosas por mi cuenta y… bueno…no lo sé. Creo que haces demasiado, no quiero convertirme en una especie de…-
-Ni lo digas, Haruno-sentenció serio.
-¡Como te adoro!-susurró, provocando una sonrisa en el rubio que apenas cabía en su rostro-Creo que es hora de dejar el orgullo y aceptar que es mejor que pase los últimos días de las vacaciones en casa, extraño a mamá y… estoy algo cansada-agachó su mirada. Él la tomó del mentón y la hizo observarlo.
-Sé lo que haces por tu mamá y no sabes cuanto lo aprecio-dijo sincero-Tienes complejo de heroína, quieres ayudar a todos…-la besó en la frente-Y yo quiero ayudarte a ti-apoyó su barbilla en la cabeza de la chica, ella cerró los ojos.
-Gracias-dijo en un susurro apenas audible para el chico.
-Voy a comportarme ¿De acuerdo?-se separó un poco-No voy a golpearlo… bueno, a menos de que…-frunció el ceño. Ella sonrió.
-Te aseguro que si hace algo que merezca un golpe, los golpearemos juntos-él sonrió divertido con tan sólo imaginar la escena.
-Entonces… ¿Todo bien?-la observó, ella asintió sonriente.
-No más discusiones… de verdad te necesito-él la observó fascinado. Ella se sonrojó levemente-Necesito comer algo-tomó de nuevo el jugo y se sentó aún nerviosa. El rubio se sentó junto a la chica, ella devoraba un trozo de pastel, él la observaba un tanto divertido.
-¿Qué? Tengo muchísima hambre-dijo observándolo-No cené…-agregó la chica.
-¿Para evitar verme?-ella se detuvo y lo asesinó con la mirada.
-Te recuerdo que me disculpé primero-dijo ella. Como si se tratara de una competencia para probar quién apartaba su orgullo para buscar remediar las cosas.
-¡Ahh!-suspiró-¿Y quién era la que casi no entra a la cocina porque cierto rubio sexy estaba ahí?-dijo victorioso, haciendo un movimiento con las manos como si le acabaran de entregar un premio muy importante. Ella lo observaba negando con la cabeza.
-¿Disculpa?-dijo seria-Primero, no vi ningún rubio sexy en la cocina-él entrecerró los ojos y medio abrió la boca haciéndose el ofendido-Segundo, pues… yo me disculpé primero y además, me tragué el orgullo y acepté que sería buena idea pasar la última semana de vacaciones con mamá-sonrió, él permanecía serio, con los brazos cruzados y los ojos fijamente colocados en ella, tratando de intimidarla.
-Eso dolió-suspiró mientras negaba con su cabeza-Por otro lado, yo también hice algo bueno… tomé las rosas, se las di a Maximus y se las envié a Haku, y no sólo eso… saqué de mi tiempo y le escribí una nota-sonrió encantadoramente, provocando una sonrisa en ella, como si fueran contagiosas.
-¿Ahh si?-bebió algo de jugo-¿Qué hiciste Naruto?-lo observó seria-¿Qué le escribiste?-lo observaba sonreír casi inocentemente, como un niño que trata de ocultar alguna travesura.
-Le rompí el corazón, es mejor que romperle la cara ¿No?-jugaba entretenido con el cabello de la chica.
-Bueno… se podría decir que sí-dijo confundida. Apartando la comida, centrándose en él. El chico intercambió miradas, tratando de adivinar que pasaba por la mente de la chica, ella se levantó y comenzó a lavar lo que había utilizado para comer. Pasaron pocos segundos y él estaba recostado en el mueble, junto a ella con los brazos cruzados, como si esperara algo.
-¿Una película?-habló él. Ella negó con la cabeza.
-La sala está ocupada-sonrió tranquilamente mientras guardaba algunos platos.
-Cierto, la sinfónica de los ronquidos-suspiró-¿Me…?-se acercó a los labios de la chica, ella habilidosamente esquivó al chico, quien fue a parar en la mejilla de la pelirosa-Hey…-apoyó su frente en la de ella, la chica se perdía en los ojos del chico, pero no lo dejaba avanzar a los labios-¡Hey!-dijo logrando apenas un leve roce que lo hizo desesperarse más. Ella rió. Él se separó resignado-No es gracioso-dijo serio.
-Sí que lo es-replicó ella divertida-Mañana-se puso seria-¿Podrías ir a dejarme al trabajo?-él la observó confundido.
-Eso implicaría levantarme temprano-dijo sin muchas ganas. Ella sonrió
-Las personas lo hacen de vez en cuando-el chico levantó una de sus cejas.
-Tal vez… yo no sea una persona-dijo suavemente. Ella permanecía completamente seria-Bien, lo haré-dijo resignado. Una sonrisa de la victoria se asomó en el rostro de la chica
-Gracias-susurró, se acercó a él e intentó besarlo. Su intento fracasó, ella lo observó seria, él sonreía. Como disfrutaba la venganza.
-Buenas noches-la besó en la mejilla, la mueca en el rostro de la chica no era de felicidad, Naruto se marchó con una enorme sonrisa en el rostro; ella, por su parte salió de la cocina con el ceño fruncido y un proyecto de beso sin completar atrapado en los labios, maldijo en silencio. Al pasar por la sala observó como Minato le servía de almohada a su padre, se coló por las escaleras hasta llegar a su habitación y tratar de dormir un poco, aunque, estaba claro de que dormiría muy bien.
Ambos necesitaban aquella charla, necesitaban arreglar las cosas porque se necesitaban mutuamente y no era justo que por terceros existieran ese tipo de peleas. Tenían una ventaja y era que sabían cómo solucionar los problemas con relativa facilidad; pequeñas peleas siempre habrían, celos, orgullo, el secreto estaba en que esos problemas en lugar de separarlos, los unieran con más fuerza.
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Aquella mañana, él los acompañó, todos excepto Sakura lo observaban como si el hecho de que estuviera levantado tan temprano fuese un milagro. Él comía tranquilo, ignorando las miradas de asombro de su familia.
-¡Los milagros existen!-dijo Jiraiya burlón. El rubio sintió como una indirecta en forma de hacha le pasaba encima de la cabeza.
-¿Pudiste ver la película sin dormirte?-el peliblanco entrecerró los ojos. Los demás sonrieron.
-¿Dormirme yo?-dijo engreído-No será que andabas recorriendo los pasillos a altas horas de la noche-Kushina y Minato rieron, Sakura trataba de lucir tranquila.
-Tal vez el concierto con los ronquidos de Minato y Jiraiya llegaba hasta mi habitación-Minato y Jiraiya se miraron entre sí y luego observaron a Naruto.
-¿Roncar nosotros?-dijo Minato ofendido-De seguro te lo soñaste-sonrió.
-Como si Naruto tuviera ese tipo de sueños-bromeó Jiraiya. Naruto frunció el ceño. Kushina Y Sakura trataban de sostener la risa. Minato reía sin restricción alguna.
-¿Ustedes qué sueñan? Que son una mezcla entre gatos y cerdos y producen una especie de cruzamiento entre ronroneos y ñoñoño-dijo divertido. Ellas no pudieron contenerse.
-¡Que barbaridad!-exclamó Jiraiya negando con la cabeza-Se ha perdido el respeto-le dio un sorbo a su café.
-Eso no fue gracioso, jovencito-dijo Minato seriamente-Y… hasta que no tengas pruebas, no puedes decir que nosotros roncamos-se defendió.
-¿Quieren pruebas?-rió-¡Bien! No será difícil, después de todo apuesto a que los vecinos pueden escucharlos-sonrió.
-Otra más y…-decía Jiraiya.
-Guapa…-observó a Sakura-Mejor nos vamos-ella asintió. El rubio besó en la mejilla a Kushina, quien le susurró un “Cuídate”-Sin resentimientos-observó a su papá y a su abuelo que a su vez,lo observaban con los ojos entrecerrados y la boca en una especie de puchero lleno de molestia.
-Cada año se vuelve más odioso tu hijo-Jiraiya negó con la cabeza justo después de que Naruto abandonara la cocina acompañado por su novia.
-Es un algodón de azúcar-dijo Kushina dulcemente.
-No sé de dónde aprende esas cosas-decía Minato. Ella rió sonoramente.
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Ya estando en el auto, ella lo observó por unos minutos.
-¿Podemos pasar antes al departamento?-sonrió dulcemente mientras se abrochaba el cinturón. Él la observó extrañado.
-¿Eh?-dijo sin entender nada.
-Necesito recoger algo-dijo tranquila.
-¿Justo ahora?-ella asintió sonriente.
-Bien-dijo tranquilo, justo antes de encender el auto. Partieron, ella llevaba una sonrisa que no cabía en su boca, él la observaba cuando tenía oportunidad.
Cuando ya estaban ahí, la acompañó hasta la puerta, ella tardó unos minutos, cuando al fin salió, no llevaba puesto el uniforme del trabajo, en su lugar vestía un short y una camiseta sencilla, con cuello en forma de “V” él la observó cuidadosamente, no entendía absolutamente nada, ella sonrió completamente divertida mientras cerraba la puerta, para luego tomarlo de la mano y jalarlo escaleras abajo. Él se detuvo y la detuvo a ella-¿Podrías explicarme…?-ella sonrió, continuó caminando hasta el auto, entró, puso su bolso en el asiento trasero y se abrochó nuevamente el cinturón. Él aún estaba afuera del auto, observando con sumo cuidado la actitud de su novia, tratando de entender lo que pasaba, lo que ella hacía, pero fracasaba inútilmente; entró al auto completamente resignado, la observó de nuevo buscando quizás una señal, ella volvió a sonreír como si le encantara la cara de confusión que portaba el chico en ese momento y así era.
-Al restaurante-indicó ella. Él titubeó por un momento, observó como estaba vestida y negó con su cabeza, ella comenzó a reír completamente divertida-Al restaurante-repitió-Por favor…-sonrió. Naruto no dijo nada, no quiso hacer preguntas porque sabía de antemano que la repuesta que tendría sería esa sonrisa que lo confundía aún más. No dijeron nada, ella lo observaba entretenida, él se concentraba en el camino, haciendo gestos que demostraban su esfuerzo por entender aunque fuera un poco. Estando frente al edificio, cuando el auto se detuvo, el rubio la observó en busca de una merecida respuesta-¿Me acompañas?-dijo librándose del cinturón para tomar con mayor facilidad su bolso. Bajaron, se acercó a ella.
-¿Qué demonios…?-dijo el chico. Desde adentro del restaurante, Haku los vio llegar, sin evitar observar con rabia al rubio, recordando el “hermoso” detalle de la noche anterior. Sin pensarlo dos veces, se dirigió a la puerta, sabía que entrarían y ya tenía un plan para devolverle la broma a Naruto.
-¡Vamos!-dijo jalando al ojiazul hasta la puerta donde los esperaba Haku con los brazos cruzados-¿Pasa algo?-dijo ella sin ocultar sus pocas ganas de conversar.
-Te enojarás por esto Sakura, pero él no puede entrar-ella lo observó incrédula, esperando que todo fuera una broma, una broma de muy mal gusto.
-¿Bromeas, cierto?-frunció el ceño. Haku no se movió, Naruto sonrió un tanto burlón.
-Para nada-observó a Naruto-¿Has escuchado eso de: Nos reservamos el derecho de A-D-M-I-S-I-Ó-N?-frunció el ceño. Ella no podía creer lo que escuchaba-Será mejor que… salgas-sonrió Haku.
-Haku esto es ridículo…-dijo ella frustrada.
-¿Ridículo?-se cruzó de brazos-No, es gracioso. Casi tan gracioso como tu novio-observó furioso a Naruto-Gracias por la nota, las palabras… me llegaron-dijo sarcástico. Naruto sonrió a más no poder.
-Estaba inspirado-sonrió-Yo, no niego lo que hago. ¿Un mensaje para Dora?-
-¡Largo!-gruñó Haku.
-Bueno… técnicamente no estoy adentro-señaló la acera donde estaba parado junto a ella quien parecía aún no creer lo que Haku estaba haciendo-Pero, si quieres-retrocedió hasta quedar después de la acera, jalando a la chica por la cintura, con cuidado-¿Vas a llorar?-sonrió.
-Haku, déjate de estupideces-dijo molesta.
-No, déjalo-dijo Naruto tranquilo-Te espero acá guapa…-le susurró.
-Esto es increíblemente estúpido-bufó molesta. Casi llevándose a Haku al pasar, el chico se adentró en el restaurante, observando con molestia a Naruto, quien lo observaba divertido a través de la ventana, el ojiazul agitaba su mano, logrando acabar con la paciencia de Haku, quien lo asesinaba con su mirada. Naruto estalló en risas.
Ella le entregó los libros a Temari, tenía algo de prisa.
-¡Dios! Muchísimas gracias-dijo la rubia. Sakura sonrió.
-De nada. Debo irme-
-Gracias y que la pasen genial-Sakura agitó su mano mientras salía del restaurante. Temari se divirtió un rato con el malhumor de Haku.
-¡Hey!-dijo él al verla acercarse-¿Me puedes explicar que fue todo esto?-
-Tengo el día libre-dijo de lo más tranquila. Él abrió los ojos como platos.
-¿Por qué no me dijiste?-protestó. Ella sonrió-Todo ese teatro… -suspiró.
-Está claro que no soy tan buena como tú-suspiró resignada-Pero me divertí mucho con tu cara-se burló-Quiero pasar el día contigo-lo señaló.
-¿Ahh si?-dijo divertido-No sé si pueda perdonarte todo este jueguito-ella subió al auto.
-Si de jueguitos hablamos eres el campeón-
-Gracias, gracias-dijo como si fuera un honor-Entonces dime, ¿Qué haremos hoy?-dijo lleno de curiosidad.
-Bien, de acuerdo con la agenda-dijo seria-No lo sé… -la verdad no lo había pensado, sólo tenía clara una cosa y era que no quería despegarse de él.
-Comenzamos bien-se burló.
-De hecho comenzamos fatal, con tu cara-suspiró.
-¿Eh? ¿Mi cara está fatal?-ella asintió-Te la estás ganando, preciosa-ella sonrió.
-¿Qué me estoy ganando exactamente?-dijo sonriente. Él encendió el auto-¿Adónde vamos?-dijo confundida.
-A pasar el día juntos-fue la única respuesta que recibió la pelirosa.
-¿Adónde?-dijo confundida.
-A un lugar genial-sonrió
-¿Un museo?-bromeó, la palabra museo estaba prohibida para el rubio. Se alejaron de la ciudad. Ella reconoció el paisaje, sólo que esta vez podía apreciarlo con mayor detenimiento. Claro, después de todo había muchísima diferencia entre una motocicleta y un auto, ella prefería el auto, eso sin duda.
-¿Recuerdas?-sonrió el chico.
-Claro que sí, ¿Cómo olvidarlo?-sonrió idiotizada. El auto se detuvo a la orilla de la carretera. Ella se bajó con prisa, ´se detuvo a observar cada detalle del lugar, sonrió. Él salió un momento después, se acercó a la chica, poniéndose de pie junto a ella, recorriendo con su vista el lugar, como si corroborara que cada árbol, estuviera tal y como lo recordaba, ella, parecía no dejar de asombrarse con aquel lugar, como si hubiera embellecido con el paso de los meses-No me canso de decir lo hermoso que es esto-sonrió.
-Hermosa usted, señorita-la besó sonoramente en la mejilla, ella se sonrojó como si todavía no se acostumbrara a los ataques tan únicos de aquel chico; de más está decir que amaba todos y cada uno de esos ataques. Lo tomó de la mano, localizó una sombra debajo de un árbol y lo dirigió justo ahí, se sentó, jalándolo para que la imitara. Pasaron ahí, horas, hablando de cualquier cosa, haciéndola enojar, luego reír, siendo ellos.
-Adoro este lugar-dijo suavemente.
-Lo sé-dijo tranquilo-¿Vas a… dejar?-
-¿De trabajar?-sonrió-¡Sí! Y no sólo fue por lo que dijiste, de verdad quiero un descanso-lo despeinó-¿Dejaste alguna chica con el corazón roto?-lo observó seria. Él rió.
-Sólo un par-dijo tranquilo-No tenían el cabello rosa-suspiró.
-Te dije que podías ponerles una peluca o algo-sonrió.
-Lo sé. Tuve que usar la imaginación, cerré los ojos y…-sonreía de lado.
-No más detalles, con eso es suficiente-amenazó.
-Alguien está molesta…-comenzaba a jugar con las mejillas de la chica-Ven acá-dijo hablando como si ella fuera una bebé.
-¿Podrías dejar de hablar así?-dijo molesta.
-¿Así como, linda?-seguía hablando de la misma forma.
-¡Idiota!-se levantó, él hizo lo mismo.
-¿Quién es la amargada?-comenzaba a rodearla en una especie de danza de la victoria, haciendo un movimiento con sus manos.
-¿Quién es el inmaduro?-atravesó su pie cuando él pasaba a su lado, provocando que el chico cayera al piso-¿Te caíste?-sonrió, él la observó negando con la cabeza.
-No, el césped es mi amigo-sonrió.
-¡Genial! Yo voy a ir a caminar un poco, quédate con tu amigo ¿Vale?-sonrió divertida, en cuanto intentó dar el primer paso, sintió como las manos de Naruto la tomaban de las piernas y la hacían caer.
-Mejor me acompañas tú-sonrió de lado, apresando a la chica con sus brazos.
-¡Ouch!-se quejó-¿Estás cómodo?-él le quitó algunos mechones de cabello que cubrían parte de su rostro.
-Sí, la vista es buena-la observó detenidamente.
-La verdad sí-observó como los músculos en los brazos del rubio se hacían más notorios al estar flexionados-¿Podrías quitarte o piensas quedarte ahí todo el día?-
-¿Es una opción?-dijo despreocupado. La chica envolvió con sus manos el cuello del chico para lograr acercarlo a ella, movilizando su boca hasta el hombro de Naruto, él la observó algo desconcertado. Ella sonrió.
-¡Te amo!-dijo mordiendo con todas sus fuerzas al chico, él se quitó lo más rápido posible de encima de la chica.
-¡Ayy!-se quejó mientras pasaba sus manos una y otra vez por su hombro-¡CARAJO!-ella se levantó e hizo una mueca de arrepentimiento.
-¿Te dolió?-rió tontamente.
-Esto no se va a quedar así… Haruno-ella abrió los ojos como platos. Comenzó a correr sin tener una dirección concreta. Él le dio ventaja, mientras observaba la evidente marca en su hombro.
-Naruto-gritó mientras apresuraba el ritmo, escuchando como los pasos del chico se acercaban con rapidez-Oh… mierda-dijo agitada. No tardó mucho en sentir los brazos de él abrazándola por detrás.
-Como siempre, lentaaaa-se burló. Ella intentó inútilmente deshacerse del agarre, un escalofrío recorrió su espalda, al sentir los labios del chico rozando levemente su cuello-Vamos a dar un paseo-susurró en el oído de la chica. En cuestión de segundos, la llevaba cargada en su espalda, como si fuera un costal, ella le lanzaba golpes en la espalda, atinando de vez en cuando. Como último recurso, recurrió a la diplomacia.
-Naruto… ¿Me bajas?-susurró.
-¿Ves aquel lago?-sonrió-Ahh, no puedes-sonrió.
-Sí, es que estoy de cabeza y tu sexy espalda no me deja ver… ¿Ya te dije que eres demasiado sexy?-dijo aferrándose al chico.
-Si sexy implica tener una cara fatal, entonces sí-
-Eso fue una broma…-decía sintiendo como el paso del chico se volvía más lento, como si llegara a su objetivo.
-Esto también es una broma-argumentó, dio un suspiro, se detuvo por completo-Te va a encantar esto-ella se aferró a la camiseta del chico, que al final acabaría llena de agujeros pero a él no le importaba, lo había logrado, ella fue a dar al agua. Se echó a reír mientras se sentaba con tranquilidad en la orilla y observaba entretenido el espectáculo.
Ella se observó completamente empapada, luego lo observó a él reírse a más no poder. Salió del agua, sin siquiera mirarlo, él a diferencia de la chica, la observó hasta el cansancio, la dejó alejarse, esperando a ver qué haría ella.
Llegó hasta el auto, abrió la puerta y trató de buscar algo con que secarse, buscó en su bolso, pero no había nada que le fuera útil, cuando se dio la vuelta él estaba ahí, apoyado en la puerta con una enorme sonrisa en el rostro. Ella trató de no sonreír, pero acabó haciéndolo, había sido una buena jugada.
-Ganaste…-dijo resignada-¿Contento?-lo quitó de la puerta, empujándolo débilmente, la cerró y se recostó en el auto, observándolo con sed de venganza.
-We are the champions my friend-cantaba acercándose a ella-Ehm, considero justo que se me sea entregado un premio-su seriedad buscaba convencerla.
-¿Agua, te gusta?-dijo escurriendo su camiseta dejando ver una parte del abdomen, él sonrió.
-Sí… me gusta mucho. ¿Puedo ayudarte?-se acercó más.
-NO-dijo seria.
-Bien, entonces-se quitó la camiseta, ella lo observó. Él comenzó a secarle el cabello a la chica con lo que quedaba de su camiseta-Soy un buen chico-
-Eres un maldito-susurró.
-Ajá-dijo sin detenerse-Te mojaste un poco-sonrió. Ella pensaba, por qué demonios se veía tan bien sin camiseta, posó su vista en el hombro del chico y entonces, quitó con cuidado la mano de Naruto que seguía trabajando en secarle el cabello.
-¡Dios!-dijo sorprendida-Mira como…-él se observó de reojo el hombro-¡Que delicia!-dijo orgullosa-Eso si es una mordida, ¿Cierto?-
-Edward es mierda comparado contigo… un momento, es mierda de todos modos-sonrió. Ella lo observó sonriente.
-¿Abrazo mojado?-lo observó-Claro que sí, se colgó del cuello del chico. Él sonrió, la chica lo besó varias veces donde estaba la enorme marca.
-¿Mi premio?-sonrió, ella permaneció sin quitar sus brazos del cuello del chico. Lo observó a los ojos.
-¿Te puedo dar un beso?-él sonrió.
-¿Qué esperas?-ella rió, sus labios se amoldaban a la perfección, se desató una batalla de besos, en la que ninguno quería detenerse.
-Sabes a gloria-dijo ella tomando aire.
-¿Tienes hambre? Y mi hombro no será tu cena, por si acaso-aclaró-Por cierto, también sabes a gloria-ella sonrió
-¿Tu hombro será el postre?-rió.
-No puedes llegar y simplemente comerte mi hombro. O haces el trabajo completo o… no haces nada, no puedes darme una mordida nada más, como una probada. No puedes dejar el trabajo a medias-ella sonreía sin poderlo evitar. El celular del rubio sonó, el chico contestó sin muchas ganas-Mamá… no, estoy bien-sonrió-Lo siento, lo olvidé… si, mamá… bueno, es que… sí, lo sé mamá. No, no le he hecho nada malo, ¿Cómo crees? ¿Crees que todo es una broma para mí?-ella sonreía-No, ya vamos… ¿Nos preparas algo de comer? ¡DIOS! TE AMAMOS-colgó-Creo que necesitas un baño-puso la camiseta en el asiento donde ella se sentaría-Así papá no me matará tanto-sonrió, ella subió al auto
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Describir el rostro de Kushina, Minato y Jiraiya resultaba imposible, analizaron de arriba abajo la apariencia de aquel par. Él llevaba su camiseta al revés, rota en múltiples partes entre ellas el hombro dejando ver tremendo… era difícil describirlo, su pantalón tenía césped y algunas sustancias no identificadas; ella, estaba aún bastante mojada, su cabello era un desastre, con algunos trozos de césped como adorno. El rostro de Sakura se tiñó de rojo, totalmente avergonzada, el rubio, al contrario sonreía como si nada.
-Al parecer se divirtieron…-habló por fin Minato.
-Tengo que decirlo-suspiró Jiraiya-Ustedes son unos novios muy extraños. ¡Me agradan!-sonrió ampliamente.
-¿Habían vampiros ahí?-el agujero traicionero le permitió a Kushina observar la evidencia del crimen. Tampoco había que ser muy observador, era fácil de notar. Naruto rió, amaba a su familia-Eres muy vengativo, guapo-sonrió-Vamos linda, sube a darte un baño… necesitas estar lejos de este chico por un rato-dijo divertida. Sakura apenas podía sonreír, subió con velocidad las escaleras, ahora, ellos lo observaban a él.
-¿Qué tal?-dijo sonriente.
-¿Te divertiste?-preguntó Minato.
-Sí-dijo tranquilamente.
-Genial-sonrió-Ustedes dos acabarán matándose-sonrió.
-No quiero imaginar a este par cuando…-decía Jiraiya riendo. Naruto dejó escapar una sonrisa.
-Cierra la boca abuelo-se dirigió a la escalera. Minato, Kushina y Jiraiya se observaron entre sí.
-¡JAJAJA!-rieron.
-Deberías ponerle orden al niño-dijo el rubio poniéndose serio.
-Guapo, te recuerdo que también es tu hijo-dijo ella sonriendo.
-¡Como si pudieran controlarlo!-se burló de ambos.
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Ella caminaba distraída, estaba perdida escuchando música como si esta le brindara una llave para desconectarse del mundo y escapar, de sus problemas, de todo, de Haku. Era precisamente de él que quería escapar, como le dolía, como lo adoraba, extraño y contradictorio que el dolor y el amor muchas veces vayan de la mano, mala combinación sin duda.
No era atracción, no podían señalarla y decirle que era una aventura juvenil porque no lo era; ella estaba dispuesta a dar cualquier cosa por ese chico, no era un jueguito, ella no era una niña, a diferencia de él, que andaba por el mundo como si nada tuviera importancia. Trataba de imaginarse a Sakura, pero no lo conseguía; sabía de antemano que ella no tenía nada que ver con sus problemas, con su dolor, ese era el lugar de Haku, aunque a él no le importara o no descubriera aún lo que realmente importaba.
Navegaba en un mundo alternativo, imaginando cualquier cosa que la hiciera dejar de pensar en él por un rato, mantenía sus pensamientos en una dirección contraria a la del chico, hasta que sintió como una mano la sujetaba del brazo y supo, que tendría una charla con él.
-Hotaru…-susurró. Ella lo observó dolida, se quitó los auriculares.
-¿Qué quieres?-respondió secamente.
-¿Podemos hablar?-se acercó.
-Preferiría que no-la sinceridad en sus palabras le dolió, aunque él no lo aceptara.
-No quiero lastimarte-susurró.
-¿No quieres? ¡Ja! Claro, se nota-evitó mirarlo.
-Creí que las cosas estaban claras entre ambos-ella se soltó del agarre del rubio.
-Están más que claras-lo observó fríamente-Si supieras que eso no anula el daño-él la observó-Si entendieras un poco lo que siento, pero no… no entiendes nada, no quieres entender nada-
-Yo te quiero-dijo él. A ella, aquellas palabras le habían parecido una especie de burla.
-Así como yo quiero a mi hermano-volvió a colocarse los auriculares. Él la dejó ir sin siquiera poder decir una sola palabra, de su boca no salió más que un suspiro lleno de resignación. Ella se alejó lentamente, sin prisa, tal vez porque sabía que no tenía que huir de nadie, sabía que él no intentaría detenerla. Luchó inútilmente con evitar que una lágrima traicionara rodara por su mejilla, la secó rápidamente, debía dejar de derramar lágrimas por alguien que no valoraba su sonrisa, necesitaba abrir los ojos, poner los pies en la tierra y dejar de esperar a que aquel chico reaccionara. Ese problema que tienen muchas personas, de esperar mucho de quien no ha dado nada por ellos.
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Se mantenía en un vaivén que resultaba emocionante, o al menos así lo describía. Uno funcionaba como complemento del otro, uno le daba lo que el otro no y ahí estaba, jugando a probar del cielo y del infierno simultáneamente. Sabía las reglas del juego mejor que nadie, lo que comenzó como una simple diversión, una salida, el alto a sus dudas, en lugar de ayudarla a tomar al fin una decisión, la hacía tambalearse en la cuerda floja sin ser capaz de aclarar su mente.
Ella había llegado a tal punto, en que no le interesaba en absoluto escoger entre ese par de chicos, sino que los quería a ambos, confiaba en que sabía como ocultarse, ellos no la descubrirían y todos felices, sin ningún compromiso, en total tranquilidad. Ellos participaban de la obra que ella misma había creado, un triángulo amoroso en el que ella jugaba el papel principal y los manejaba como si fueran un par de marionetas, pero… las cosas no eran tan sencillas como ella creía, no todo era tranquilidad y diversión, él la quería para cosas serias, no quería jugar a los amigos.
La observó por unos segundos, tomando fuerzas para poder decirle aquellas palabras. Ella lo observó confundida por el evidente nerviosismo que proyectaba él, con cada una de sus acciones.
-¿Te pasa algo?-levantó una de sus cejas.
-Tengo algo que decirte-dijo con más rapidez de lo normal, ella rió.
-¿Si?-dijo curiosa.
-Hinata…-susurró-Quiero estar contigo-ella sonrió.
-¿Eh? Sasuke… estás conmigo-
-No…-ella se puso algo seria-No quiero seguir en esto de los amigos que la pasan genial… quiero estar contigo, quiero que seas mi novia-los ojos de la chica expresaban la sorpresa que se acababa de llegar, no sabía de qué manera reaccionar, no se esperaba nada de eso.
-Sasuke-susurró-No sé… no sé si esto sea una buena idea-dijo la chica.
-Podemos intentarlo-le acarició la mejilla-Quiero intentarlo… No tenemos nada que perder-le aterraba que ella lo rechazara, pero tenía más miedo de callar lo que sentía y luego, arrepentirse de no haberlo confesado.
-Yo… no sé qué decir-dijo confundida. No podía, no quería involucrarse más, tenía sus límites, no estaba permitido.
-¿Qué tal si lo piensas?-dijo él acercando su rostro al de la chica. Le dio un pequeño beso-Te quiero…-ella cerró los ojos. El chico se fue sin decir nada más, lo que debía decir, lo había dicho. Ahora, todo estaba en manos de Hinata. Tomó con fuerza su bolso y se perdió en la oscuridad de la ciudad, esa confesión, propuesta, esas palabras, le había dado un giro a la historia. Ahora, Sasuke había hecho una jugada que afectaba por completo el juego de Hinata… ¿Qué debía hacer? ¿Qué demonios quería?
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Después de la conversación con Hotaru, comer hasta decir basta con sus amigos había sido una buena elección. No lo aceptaba, pero le dolía lastimar a Hotaru, en lugar de tratar de arreglar lo que había estropeado terriblemente, estaba ahí, rabiando por sus fracasos con respecto a Sakura. Su más reciente fracaso, provocar risas en Naruto, cuando lo que verdaderamente buscaba era hacerlo enojar.
-¿Hablaste con ella?-preguntó uno de los dos chicos que lo acompañaban.
-Es inútil, está muy mal-dijo suspirando el rubio.
-¿Qué querías?-negaba con la cabeza, Haku hacía cada tontería, como usarlo a él de repartidor-¿Qué tal te fue con las rosas?-el otro chico sólo observaba atentamente. Haku sacó un papel de su bolsillo, se lo entregó y el chico estalló en risas, el otro, curioso se acercó hasta poder leerlo. Las sonoras carcajadas no parecían gustarle a Haku, le arrebató de
Nayara222- Novato
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Re: Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
Bien, y con esto terminamos, al fin
- Spoiler:
- Haku al descubierto.
Comían en silencio, él estaba totalmente tranquilo como ya era costumbre; ella aún seguía avergonzada, había llegado hecha un desastre a la casa de sus suegros, había dejado la marca de sus dientes en el hombro de su novio, definitivamente cuando estaba con aquel rubio su cabeza no funcionaba del todo bien.
Naruto la observaba de vez en cuando, como para asegurarse que la chica saliera de su trance, ambos a su vez eran vigilados por Kushina, quien parecía entretenida con la actitud de la pareja; la pelirroja se encontraba frente a una Sakura notablemente apenada y con algo de arrepentimiento, después de dejarse llevar por la particular forma de pasar el rato de Naruto; por otro lado estaba Naruto, quien no se preocupaba en absoluto por lo que había hecho, no, él se preocupaba porque a su novia le preocupara demasiado.
Una sonrisa se dejó ver en el rostro de Kushina.
-¿No van a hablar?-Sakura sacudió con ligereza su cabeza, como si tratara de poner sus pensamientos en el lugar indicado. Naruto se encogió de hombros.
-¿Eh? Lo siento… es que-decía ella, ordenando sus ideas.
-Quiero aclarar-hablaba Naruto una seriedad poco característica de él-Que yo tuve la culpa, ella se me cayó en el lago… no sé cómo pasó. ¡Zas! Y ahí estaba, mojada-la seriedad de su expresión desapareció para darle lugar a una sonrisa, que pareció provocar que ellas también sonrieran.
-Que tú eres el responsable, de eso no me queda ninguna duda-hablaba Kushina-Todos sabemos que tú forma de demostrar cariño es un poco particular-Naruto entrecerraba los ojos como si lo que ella decía fuera ofensivo-Lo de tu hombro, fue lo que me sorprendió-Sakura abrió los ojos como platos, y deseó, nuevamente que la tierra la tragara, como en las 1000 ocasiones anteriores en las que no sucedió. Kushina sonrió al ver el sonrojo en la pelirosa y la manera cómo intentaba ocultarlo.
-¿Esto?-señaló el chico como si fuese difícil de notar-Fue Maximus-sonrió.
-Claro, claro-dijo ella divertida-Linda, no te avergüences…-le sonrió-Eres parte de la familia y no tienes la culpa de tener a un novio tan…-observó al rubio, mientras buscaba una palabra que lo describiera-Poco común-dijo al fin. Naruto no sabía si alagarse u ofenderse, o ambas.
-Mamá… no ayudas en absoluto-se sinceró el rubio.
-Te recuerdo que yo no la lancé en el agua-dijo victoriosa. Sakura los observó, olvidándose de la vergüenza para ocupar su atención en algo más interesante, una discusión entre ese par. ¿Discusión? No, era más bien una charla familiar, más divertida de lo común, con una guerra de gestos incluida.
-Ya expliqué eso-decía tranquilo-Yo la llevaba cargada porque estaba muy cansada y soy todo un caballero, estaba un poco distraído y no me di cuenta de que caminaba en dirección al lago-narraba la historia moviendo sus manos como para darle efectos especiales-Y fue entonces cuando una piedra se atravesó en mi camino y Sakura salió volando, cuidadosamente-aclaró-De mis brazos y bueno, se mojó un poco-sonrió como toque final. Kushina lo observaba seria.
-¿Has pensado en escribir ciencia-ficción?-sonrió burlona-Te voy a decir qué ocurrió. La verdad, mi historia es mil veces mejor y mis efectos, claro está, también lo son-respiró hondo. Sakura sonrió-Bien, supongo que hiciste algo que a ella la enojó, tuvo que morderte como último recurso ya que eres muy fuerte-rió-Luego, usando esa fuerza de vengaste tirándola al lago, sin ningún cuidado alguno y… para terminar te burlaste sin parar-Naruto negaba con la cabeza.
-¿Quién ganó, guapa?-ambos clavaron sus ojos en Sakura que había pasado a convertirse en una especie de juez-¿Eh? Dilo, sabemos que mi historia es mejor-sonrió encantadoramente.
-¿Ves esa sonrisa? Linda, es la sonrisa del anticristo-dijo Kushina-Vamos, no dijo ni una cosa que fuera cierta-suspiró.
-Tienes muchísima imaginación, Naruto-dijo la chica. Kushina sonrió completamente victoriosa. Naruto hizo una especie de puchero, como si estuviera decepcionado.
-¡Naruto!-entró con prisa Minato-¿El auto, le hiciste algo?-dijo preocupado.
-No, no le hice nada a tu bebé… como si yo fuera tan irresponsable-dijo ofendido.
-¿Qué hiciste?-dijo frunciendo el ceño.
-Nada-dijo levantándose-Iré… a secarlo, es que… le cayó un poco de agua… ¿Quieres escuchar la historia?-Minato negó completamente serio-Bueno, más tarde hablamos-decía con una sonrisita tonta, mientras se rascaba la cabeza y salía de ahí. Minato le sonrió a las chicas como si estuviera feliz, luego se fue de nuevo a la sala.
-Sakura-dijo la pelirroja-Relájate, no sé si lo has notado pero nosotros estamos acostumbrados a las particularidades de Naruto-sonrió dulcemente-De hecho, somos muy parecidos, todos y… te adoramos, así que no te preocupes ¿De acuerdo? Quita esa cara, fue divertido-Sakura sonrió.
-¡Dios, Kushina!-susurró Sakura-Eres un ángel-la pelirroja sonrió alagada.
-¡Nada de eso!-susurró-Me alegra que se hayan arreglado las cosas-Sakura la observó sin entender cómo lo había descubierto. Kushina rió divertida-Los conozco demasiado-afirmó, sí que los conocía.
-Discutimos-dijo Sakura-Él no quería que siguiera en el trabajo, yo no quería aceptar su ayuda… estaba molesto por Haku, yo… estaba frustrada de verlo así-suspiró-Pero… los dos tuvimos que aceptar parte de la culpa y arreglamos todo-
-Par de orgullosos-susurró Kushina mientras negaba con la cabeza.
-Sí…-dijo resignada-Creo que es justo que esta sea la última semana de trabajo-Kushina arqueó las cejas, bastante sorprendida-Quiero ayudar a mamá, pero también quiero verla-
-Ya hablamos de esto en otro momento, cualquier cosa que necesites, estamos acá-sonrió-Además, ella también te necesita-
-Lo sé-sonrió levemente. Extrañaba a su mamá, quería verla pronto.
-Tengo algo que contarte-susurró. La chica la observó curiosa.
-¿De qué se trata?-Kushina sonrió.
-Le conseguiré un trabajo a tu mamá-La reacción de Sakura fue una sonrisa gigante.
-Kushina… tú-susurró increíblemente feliz.
-¿Te gusta la idea?-la chica asintió enérgicamente-En un par de semanas, tu mamá tendrá un nuevo trabajo-
-¡Dios! Eso es genial-seguía sonriendo-Muchísimas gracias-
-No hay nada qué agradecer-dijo tranquila-Ella… tendrá que venirse a vivir acá-Sakura sonrió-Será difícil en un principio, pero todo es cuestión de adaptarse y ella lo hará fácilmente-
-Si que lo hará-afirmó la chica.
-Le dije que podía quedarse aquí mientras…-trataba de decir.
-De ninguna manera, lo que haces es más que suficiente… se quedará conmigo. Luego, tal vez busquemos algo más grande-el entusiasmo en la chica se notaba a kilómetros. Le producía una inmensa felicidad el saber que su mamá tendría un nuevo trabajo, aún mejor, estarían cerca. La amistad entre Kushina y su madre le parecía tan única, le recordaba que si existían los verdaderos amigos y Kushina, era una amiga increíble.
-¡Mucho mejor!-sonrió Kushina-Te debe extrañar muchísimo, menos mal que vas a pasar unos días con ella-la pelirosa sonrió.
-Así es-
-¿Y qué tal las cosas con Haku?-frunció el ceño, como si estuviera protegiendo a una hija de una especie de villano, aunque, de cierto modo era cierto, Kushina veía en Sakura a la hija que nunca tuvo, el complemento perfecto para Naruto, el antídoto a la hiperactividad del rubio.
-Dijo que iba a comportarse, pero… de verdad detesta a Naruto. Tu hijo le envió una nota, no tengo idea de qué decía… pero Haku no lo supera aún-soltó una risita, tratando de imaginar qué podía haberlo echo enojar tanto.
-¿Ahh si? No puedo ni imaginarlo-suspiró-Pero parece que el celoso de tu novio cambió la estrategia y en lugar de amargarse y amargarte a ti, usó su creatividad para molestar a quien de verdad lo merece, Haku-No era un mal plan, de hecho, era el mejor. Era fácil para Naruto fastidiar a aquel adolescente caprichoso, los papeles se habían invertido y la estrategia de Haku en la que intentaba molestar a Naruto se había vuelto en su contra.
-Pronto acabará todo esto, es cuestión de días-suspiró con cierto alivio. No estaba dispuesta a soportar ataques de Haku, ya no tenía paciencia para esas cosas.
-Así será-dijo convencida.
Pasó el resto del día ayudando a Kushina con la cocina, charlando con total confianza. Naruto, dejó el auto como nuevo, para evitar ser asesinado por Minato.
Ya en la noche, Jiraiya, Minato y Naruto estaban reunidos en la sala, viendo un partido de fútbol.
-Cuidado se duermen-bromeó Naruto.
-¡JA-JA-JA!-decía Minato totalmente serio-Cada día más gracioso-
-De hecho, me pregunto qué hace en la universidad cuando podría triunfar en esto del humor-dijo Jiraiya serio-¿No te lo han dicho antes?-Naruto asintió como si lo estuvieran alagando.
-De hecho, muchísimas veces-decía engreído-Nací con este don, me gusta compartirlo con la humanidad-decía serio.
-Y el premio “Chistín” es para…-decía Minato-Redoble de tambores…. Naruto-decía sonriendo.
-¿Yo?-le seguía el juego-Muchas gracias… bueno, primero quisiera agradecer a mi Sakura, a mi mamá… y por último a… mi Maximus. ¡Los amo!-sonrió.
-¡Y un tomate salvaje aparece!-dijo Jiraiya lanzándole un cojín en el rostro.
-Como siempre, un envidioso-se quejó el rubio.
-Yo opino, que también te mereces un Óscar-dijo Minato intercambiando una mirada burlona con su padre, quien la descifró de inmediato.
-Ahhh-suspiró-Claro. Y el Óscar es para: Naruto, por su actuación estelar en la saga: Crepúsculo-Naruto frunció el ceño-Como podrán ver, él se toma muy enserio el papel-señalaba la marca en el hombro del rubio.
-¡JAJAJA!-estalló en risas Minato-Y dice así, vamos papá, canta conmigo-sonreía. Minato los observaba con una ceja levantada.
-We are the champions, my friend-cantaban a dúo, Naruto los imitaba hacienda gestos divertidos, como un niño.
-¡Maduren!-bufó molesto, como si él fuera alguien levemente maduro.
-Como si conocieras la madurez-se burló Minato. Esa noche, se estaban vengando, Naruto estaba pagando todas las que les debía y con intereses.
-Abuelo, yo soy maduro, ¿Cierto?-dijo serio. Jiraiya sonrió.
-Claro-hizo una pausa como si recordara algo importante-Hablando de eso-sonrió.
-¿Eh?-habló Minato confundido.
-Se me había olvidado decirles-se dirigía a Minato-A ti y a Kushina, que le regalé un apartamento a Naruto-Minato abrió los ojos como platos. Pero no fue el único, Kushina y Sakura tenían la misma expresión; habían escuchado claramente, cuando venían de la cocina.
-¿Un apartamento?-dijo Kushina, Jiraiya se volteó y asintió.
-¿A Naruto?-el aludido fruncía el ceño.
-¡Sí!-Jiraiya se mantenía sonriente-Creo que se lo merece, quería regalarle algo y bueno, me pareció una buena idea-explicó.
-A mí no me parece tan buena-dijo Kushina cruzándose de brazos-Mira por unos segundos a tu nieto-Naruto sonreía-¿No crees que le acabas de dar una bomba a un terrorista?-Jiraiya se echó a reír.
-Vamos, Kushina. No es nada malo que tenga un lugar para si solo-Naruto y Sakura se mantenían al margen de la conversación, sin decir nada.
-Bueno…-habló al fin Minato. Luego de un rato en silencio-Es sólo un apartamento, ¿Qué podría hacer?-Naruto sonrió de lado observándola a ella, quien lo fulminó con la mirada, pero también sonrió levemente.
-Permiso para hablar-dijo Naruto, ellos lo observaron.
-Concedido-dijo la pelirroja.
-Bueno-suspiró-Yo le dije al abuelo que era demasiado, pero él insistió-Jiraiya asintió-Si no quieren que lo tenga, pues bien-se encogió de hombros.
-Claro que lo tendrás-dijo Jiraiya decidido.
-Bien-dijo Kushina-Cuidarás de ese departamento como cuidas de Maximus o mejor, como cuidas de Sakura ¿De acuerdo? Porque no es un simple regalo, le debió de costar mucho dinero a tu abuelo-
-Bieeen-dijo Naruto.
-Como dijo tu mamá-decía Minato-Eres responsable del departamento, así que… te tocará hacerte cargo-sonrió.
-Bieeen-dijo nuevamente el rubio.
-Si él no se comporta como debe, yo mismo me encargaré de quitárselo ¿De acuerdo?-dijo Jiraiya-Piénselo de esta forma, descansarán de vez en cuando de este tormento-observando a Naruto. Kushina y Minato rieron, Sakura sonrió.
-Pensándolo bien, podría irse a vivir allá-bromeó Minato.
-¡JA-JA-JA!-dijo Naruto completamente serio.
-Y de paso te llevas a Maximus, guapo-Kushina le sonrió burlona a su hijo, al que no le pareció muy gracioso.
-¿Hoy la tienen todos en contra mía?-se hizo la víctima.
-Te lo mereces-repuso Jiraiya.
-Ya déjenlo, creo que es suficiente venganza ¿No creen?-dijo Kushina despeinando a su hijo-¿Quieren helado?-
-Me vengaré…-murmuró Naruto-¡Sí! Quiero helado-sonrió.
-¡Ahhgh!-bostezó Jiraiya-Yo, me iré a dormir-lo observaron extrañados-Discutir con un mal perdedor es agotador, ¿Cierto, Minato?-el aludido asintió sonriente.
-Sin duda. También estoy cansado… pero, quiero helado-se dirigió a la cocina. Sakura y Kushina hicieron lo mismo, luego de obsequiarle una sonrisa a Jiraiya. Naruto se quedó de último.
-Voy a vengarme-le dijo en voz baja a su abuelo. Jiraiya rió.
-¡También te quiero!-comenzó a subir las escaleras. Naruto caminó hasta la cocina. Sakura y Kushina servían el helado. Se sentó, observando a Minato esperar ansioso, he ahí una de esas etapas infantiles de su padre.
-¡Listo!-dijo Kushina sentándose, pasándole un tazón a Minato y a Naruto respectivamente. Sakura se sentó, al lado de él.
Comieron en total tranquilidad, Naruto y Minato se abstuvieron a seguir su lucha.
-Bueno… Naruto te encargas de lavar esto ¿Vale?-dijo Kushina dándole un beso en la mejilla. Se levantó y jaló a Minato, quien agitó su mano, despidiéndose de Sakura y Naruto.
-¿Eh?-dijo el rubio desconcertado-¡Genial!-comenzó a recoger los tazones, ella le ayudó-¿Ya no estás avergonzada?-sonrió. La chica lo observó, fulminándolo con la mirada.
-¡Muy gracioso!-dijo seria, comenzando a lavar su tazón-¿Debería de avergonzarme? ¡Ohh, no! Digo, llegué hecha un desastre a la casa de tus papás y no, no hay razón para avergonzarme, ¿Cierto?-él rió. La abrazó por detrás.
-No es para tanto…-le susurró al oído para luego besarla en el cuello. Una sonrisa se asomó en el rostro de la chica.
-A veces te envidio-suspiró-Muy pocas veces… claro-él rió.
-Yo diría que siempre….-pronunció sin separarse de la chica.
-Remotas veces. Me gustaría lucir tan despreocupada luego de hacer una estupidez-susurró-Como tú-
-¿Una estupidez?-le dijo al oído, queriendo sonar ofendido-Discúlpame, ¿Quién mordió a quién?-ella sonrió.
-¿No fue Maximus?-se dio la vuelta, quedando en frente de él. Recostándose en el mueble.
-No-movió su camiseta de manera que la linda marca pudiera ser vista por la chica-¿Te parece conocida?-
-¡Guapo!-se colgó del cuello del chico, cruzando sus brazos alrededor de éste. Apoyó sus labios en el hombro, específicamente donde había dejado la huella de su dentadura.
-¿Cuándo vas a visitarme al apartamento?-ella lo observó a los ojos, intentando lucir seria.
-No lo sé…-él la observaba tan intensamente que la chica no podía permanecer mucho tiempo mirándolo. La tomó de la barbilla para que lo tuviera que ver obligadamente, el sonrojo la traicionó, dejándose ver en sus mejillas.
-¿Vas a ir?-dijo entretenido con la actitud de la chica. La besó en los labios, ella sonreía cuando podía.
-Buenas noches-mordió levemente el labio inferior del chico, él sonrió fascinado, después de todo, no siempre se podía observar a su chica actuando de esa forma. Sakura se apartó del lado del chico, sonrió.
-¿Me das otro de esos?-sonrió de lado.
-Tal vez otro día…-sonrió.
-¿En mi apartamento?-ella negó con la cabeza, pero una sonrisa se escapó de sus labios y eso le bastó al chico. La pelirosa salió de la cocina y se dirigió a su habitación. Él, terminó de lavar, pero no parecía nada molesto, una sonrisilla ladina permanecía intacta en sus labios, imborrable.
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Naruto, Kiba y Shikamaru yacían recostados en el sofá mientras devoraban golosinas sin control alguno.
-Que milagro que no estés con Ino-dijo Kiba.
-Por favor, ni que pasara…-decía el pelinegro. Lo pensó bien-Yo…-
-La buena noticia es que tu suegro te adora-bromeó Naruto.
-¿Ahh si?-dijo Kiba curioso observando a Shikamaru-¿Es eso verdad?-
-Bueno. Sólo puedo decir, que ya dejó de usar únicamente monosílabos al hablarme-se burló de sí mismo.
-¡JAJAJAJA!-estalló en risa Kiba-Sin duda, están avanzando-palmeó a Shikamaru en el hombro.
-Al menos conozco al papá de mi novia-dijo engreído. El semblante de Kiba era serio.
-Ella me llevará… Karin… ya me lo dijo-Naruto sonrió.
-Pues, suerte con eso-dijo el rubio.
-No es tan malo…-decía Shikamaru tratando de alentar a su castaño amigo.
-Shika, si que eres optimista-el pelinegro asesinó con su mirada a Naruto-¿A qué no adivinan qué?-cambió abruptamente de tema.
-¿Qué?-dijo Kiba con entusiasmo.
-Mi abuelo… me regaló un apartamento-ellos abrieron los ojos como platos.
-¡NO INVENTES!-dijo Kiba incrédulo.
-Sí invento-sonrió.
-Ya tenemos una nueva guarida-dijo Shikamaru. Sus amigos sonrieron ampliamente.
-¡Genial!-exclamó Kiba lleno de emoción-Vamos a… jugar un simulacro de baseball. Hace mucho que no lanzó algunas bolas rápidas y esas cosas-ellos se encogieron de hombros.
Llevaban un buen rato jugando, ya era tarde. Naruto estaba de pie, algo aburrido. Kiba jugaba solo, con un bate, lanzando pelotas a la nada y Shikamaru yacía en el césped.
-¡Shika!-decía Kiba fastidiado-No seas perezoso-
-Kiba, no seas problemático-replicó.
-¡Maximus! Ven con papá-decía Naruto.
-¡Maximus!-dijo Kiba-¡Sigue esto!-el perrito se acercó hasta el castaño. Naruto los observó con el ceño fruncido-¡Con los ojos cerrados!-el castaño cerró los ojos y lanzó, con todas sus fuerzas la bola. Cuando al fin abrió los ojos, se encontró con Shikamaru riéndose sin parar y Naruto revolcándose en el césped.
-¡En el blanco!-dijo Shikamaru sosteniéndose el estómago.
-¿Qué pasó?-
-¡Ahhgggg!-dijo el rubio.
-Sí, le diste ahí-exclamó Shikamaru. Kiba comenzó a reír.
-¡Dios! Naruto, lo siento… jajajajaja-se acercó a su amigo. Que se retorcía en el suelo.
Sakura llegaba a casa, la habían dejado marcharse más temprano y decidió irse caminando, estirar las piernas de vez en cuando no era nada malo. Cuando observó a Shikamaru y a Kiba rojos de tanto reír y a Naruto en el suelo, con sus manos en su entrepierna y los ojos cerrados, no supo qué pensar, bueno, en realidad sí. Se acercó, al verla, ellos se pusieron serios.
-¿Naruto?-lo observó.
-G-gguapa-dijo levantándose-¿Tt-todo bien?-
-¿Qué te…?-observó a Kiba y a Shikamaru.
-Nada. Es sólo que Kiba acaba de matar a nuestros futuros hijos…-se arrastró un poco, luego, con algo de dificultad se levantó y comenzó a caminar hacia la casa-¡GRACIAS KIBA!-Kiba tragó saliva. Ella los observó, luego lo observó a él, caminaba realmente extraño, rió burlona. Y luego, se dio cuenta de lo que había dicho el rubio y lo repitió para sí misma…”nuestros futuros hijos”, ella sonrió.
-Lo siento Saku, no quería matar a mis sobrinos, fue un accidente-se disculpó Kiba. Ella rió, la siguieron hasta la casa.
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Gaara la besaba sin restricción alguna, mientras recorría con sus manos la espalda de la chica, levantando la blusa que había pasado a ser un estorbo. Ella permanecía acorralada contra la pared, totalmente entretenida con el pelirrojo. El chico se iba a deshacer de la blusa, esa prenda ya era más que inútil, pero la chica lo empujó, Gaara la observó confundido, ella misma había comenzado, ella lo había buscado y ahora se detenía de aquella forma.
-¿Pasa algo?-dijo agitado.
-No puedo…-susurró.
-¿No puedes?-dijo confundido. Y así era, ella no podía, porque estaba pensando en Sasuke, en su propuesta.
-No…-se acomodó la blusa-Yo… Gaara-
-¿Qué tal si me explicas?-dijo algo desesperado.
-Es que… no puedo seguir así-dijo al fin.
-¿Así?-dijo con algo de cinismo-¿Así? Hinata, tú decidiste que así… era como debíamos estar, te lo recuerdo-
-Lo sé. Y yo, decido que no quiero continuar de esta forma-él frunció el ceño.
-¿Tú decides? ¿Y yo? ¿Cómo crees que me siento?-la frustración en él era evidente.
-Gaara… no estoy para tu drama-dijo molesta.
-¿DRAMA?-dijo molesto-¿Cómo te atreves?-casi gruñó.
-Mira…-
-No…-la interrumpió-¿A qué juegas? ¿Quién te crees? vienes, me buscas para pasar un buen rato y luego un día se te ocurre que ya no es divertido-la observó decepcionado-¿Y yo? ¿Crees que sólo me acuesto contigo y ya? ¡No cambias!-ella agachó la mirada.
-Tú y yo no estamos bien-dijo ella.
-Eso no decías… hace unos escasos minutos-estaba realmente molesto-¿Estás con alguien más?-esa pregunta taladró la conciencia de la chica.
-Gaara…-susurró.
-¡Que idiota que soy!-se fue lo más rápido que pudo. Furioso consigo mismo, se había vuelto débil cuando se trataba de ella, y mantenía una esperanza de que ella reaccionara y que, juntos comenzaran de nuevo. Pero, estaba solo en aquella idea, ella no estaba dispuesta a recordar viejos tiempos. Ya nada era igual.
-Gaara-dijo de nuevo. Y sintió, que todo se había acabado justo en ese momento. Porque, ya no podía seguir con Gaara, no, quien ocupaba su mente ahora era Sasuke, había descubierto que ya no podía seguir en aquel juego. Ya no. Ahora, se daría una oportunidad, le daría una oportunidad a Sasuke, se darían una oportunidad. Quiso convencerse de que era lo mejor, de que estaba haciendo lo correcto, para ella, para ellos, para todos.
Necesitaba encontrarlo cuánto antes, necesitaba hablar con Sasuke y dar un paso de una buena vez, lo necesitaba. Tomó su celular y marcó el número del pelinegro.
-¿Si?-
-Necesito hablar contigo-dijo con rapidez, casi desesperación.
-¿Ahora?-
-Justo ahora… ¿Nos podemos ver en el mismo parque de siempre?-él asintió.
-Bien…-dijo al fin y colgó. La chica salió de su casa, que estaba totalmente sola-Voy a salir-dijo Sasuke. Itachi lo observó extrañado.
-¿Con la chica bipolar?-se burló.
-¡Muy gracioso Itachi!-dijo molesto.
-¡Lo sé!-sonrió.
-Me largo…-el Uchiha menor se fue molesto. Itachi sonrió, le divertía fastidiar a su hermano, y la verdad, eso no era muy difícil, Sasuke se enojaba por cualquier cosa.
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Lo esperaba impacientemente, cuando al fin el chico se apareció, ella le dio un caluroso abrazo de bienvenida. A Sasuke le sorprendió mucho, después de todo, ella llevaba varios días sin hablarle, luego de la confesión del pelinegro las cosas habían cambiado y mucho. Cuando ella se separó, él la observó lleno de intriga, esperando alguna palabra, el silencio se apoderó de ambos. Hinata sabía lo qué debía decir, sin embargo no sabía cómo.
-Sasuke…-luego de un rato en silencio, la voz de la chica al fin salió-Quiero…-
-¿Quieres…?-dijo casi desesperado.
-Quiero intentarlo-dijo apuñando los ojos.
-¿Estás bromeando?-pregunta tonta.
-¡No!-
-Entonces…-decía nervioso-Tú y yo…-ahí estaba el Sasuke nervioso.
-Sí… quiero ser tu novia-él desembozó una sonrisa tan grande como pudo y la besó con intensidad, ella se aferró a él, con su mente llena de tranquilidad. Ahora, el juego era sólo entre dos o, al menos eso creía Hinata.
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Era el día antes de, luego de tres semanas, abandonar por completo su trabajo en el restaurante. Haku, desde hace algunos días no le hablaba a menos de que fuera necesario, esto le resultaba extraño a la pelirosa, pero, del mismo modo, era mucho mejor que las cosas fueran de esa forma.
Ella se disponía a entrar a la oficina, a recoger sus cosas, un cuchicheo la hizo detenerse justo en frente de la puerta, el escuchar su nombre la hizo interesarse en la conversación, más aún cuando éste fue pronunciado por Haku.
-¿Crees que sea una buena idea?-sonrió. Ella lo miró negando con la cabeza.
-¿Robarle un beso a Sakura?-ella lo había escuchado claramente. Sus ojos se abrieron como platos, apretó con fuerza los puños-¿Estás demente?-Temari frunció el ceño.
-Mañana, el idiota no se dará cuenta-
-¿Qué te fumaste? ¿No entiendes que ella no tiene NINGÚN interés en ti? ¿No entiendes que va a matarte si haces eso?-
-Ay Temari, por favor…-suspiró-Mejor no te hubiera contado nada-Sakura estaba realmente molesta.
-Espero que ambos de partan la cara-se sinceró. Él frunció el ceño.
-¿Qué clase de amiga eres?-dijo él ofendido.
-De las que te dicen que lo que vas a hacer es completamente estúpido, para evitarte un tremendo problema. ERES UN IDIOTA-dijo fastidiada.
-¿Idiota? Estoy tratando de conseguir algo… aunque sea un beso-sonrió.
-No puedo hablar contigo, terminaré golpeándote. Espero y el golpe que recibirás te acomode las neuronas, si es que aún te queda alguna-Sakura se alejó rápidamente, con algo más que claro, el plan de Haku se iba a ir por un caño, ¿Quién se creía? ¿Robarle un beso? Estaba muy mal, no iba a conseguir nada parecido a un beso. Esperó a que el chico saliera de la oficina, luego de Temari, para recoger su bolso y salir del restaurante.
Naruto la esperaba ahí, afuera del auto, ella se acercó al rubio y se paró frente a él. El ojiazul analizó a su novia, parecía estar algo molesta.
-¿Estás…?-los labios de la chica justo encima de los suyos le impidieron continuar. Pero él no se quejó en absoluto. Haku fue testigo de eso, para su mala fortuna tuvo que observar la escena y bueno, de más está decir que al ojiverde no le pareció muy conmovedor. Sakura tendría que olvidarse de golpear a aquel chico por un rato, mientras tanto había algo más importante y era comerse a besos a Naruto. Haku no iba a quedarse a ver el espectáculo, se escabulló por la acera y se esfumó del lugar.
-Estoy bien-dijo al fin. Ambos tuvieron que tomar una buena porción de aire, él la observó totalmente sorprendido, no era normal que su chica se acercara de la nada y le disparara besos sin piedad, dejándolo apenas respirar. Ese había sido un excelente saludo, como ningún otro. Ella sonrió-No te esperabas eso. ¿Cierto?-dijo la chica.
-No… ¿Podrías repetirlo? Pero, antes, dime… ¿Te pasa algo?-ella sonrió.
-Me pasas tú…-él sonrió.
-Debería pasarte más a menudo ¿No crees?-
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Huía de esa imagen de Sakura y Naruto besándose. Huía de la realidad. Huía y se refugiaba en una delgada y débil capa de esperanza, una última oportunidad. Lo había pensado muchísimo, no tenía nada que perder, después de todo, con ella no había ganado más que rechazo y por partida doble. Entonces, ¿Por qué no? ¿Qué podía pasar? Una cachetada, ella se enojaría, pero, ¿No estaba siempre enojada con él? ¿Qué importaba entonces? Así funcionaba su cabeza, esa era, claramente, su forma de ver las cosas; no escuchó a nadie más que a si mismo, aconsejándose tomar un riesgo, ganar muchísimo, porque un simple beso de esa chica significaba un triunfo, aunque fuera robado. Ya estaba decidido, lo haría al despedirse de la chica. Todo estaba planeado.
Caminaba con una sonrisa en su rostro, pero dicha sonrisa no permanecería mucho tiempo con el chico, cuando vio a Hotaru caminando acompañada por un tipo, riendo juntos, se detuvo bruscamente, un balde de agua fría le había caído justo en ese momento. Ella lo observó y se detuvo, así como lo hizo su acompañante. Haku se acercó, la molestia en su expresión se notaba a kilómetros.
-¿Quién es este tipo?-casi gruñó.
-Haku…-dijo ella-¿Qué demonios te pasa?-frunció el ceño.
-¿Lo conoces?-dijo el otro chico.
-Creo que mejor… te vas-le susurró ella-Luego… luego hablamos-
-No pienso dejarte sola con este…-lo miró despectivamente, obteniendo una mirada más despectiva por parte de Haku.
-¿Este qué?-dijo el rubio. Ella se interpuso entre ambos chicos.
-No va a pasarme nada-dijo ella tranquila-Mañana hablamos ¿De acuerdo?-él asintió no muy convencido. Le dio un pequeño beso en la mejilla y se alejó, volteando de vez en cuando, como para asegurarse de que ella estuviera bien. La chica observó dolida a Haku-¿Podrías explicarme que fue eso?-
-No. ¿Podrías explicarme quién es ese imbécil?-
-¿Yo? ¿Darte explicaciones a ti? ¿Desde cuándo te interesa?-
-Por favor Hotaru, sabes perfectamente que me interesas-dijo serio. Se acercó a ella.
-Como te gusta jugar conmigo…-susurró.
-No… yo…-
-Deja de hacer esto… te lo suplico-ella contenía las lágrimas, se esforzaba, pero un par escaparon recorriendo sus mejillas. Él intentó secarlas, ella no lo dejó-Por favor… no me hagas esto-
-Hey…-se acercó a la chica. Ella se quedó inmóvil-No quiero… lastimarte-
-Debo irme-ella se separó. Él la sujetó-Haku…-dijo apenas.
-Hotaru… yo…-
-Debo irme-se soltó del agarre del chico y se marchó lo más rápido que pudo. No podía ser tan débil, no podía ser el juguete de aquel rubio, ya no. Aún tenía algo de dignidad, ya había agachado la cabeza en múltiples ocasiones, dejando el orgullo de lado por él y Haku ni lo había notado. Él nunca había doblado su orgullo, ella era siempre la que cedía, la que lo buscaba ¿Y qué había obtenido a cambio? Lágrimas.
Él se quedó ahí estático durante algunos minutos. Sin entender porqué se había dejado llevar tan fácilmente por el simple hecho de haberla visto con ese chico; no quería perderla, pero tampoco luchaba por no hacerlo. Al contrario, cada paso quedaba lo alejaba más de ella, la estaba perdiendo y su ceguera no lo dejaba darse cuenta. No aceptaba lo importante que era ella, ni la dejaba ir, ni luchaba por ella.
Última edición por Nayara222 el Sáb Ene 12, 2013 1:04 am, editado 3 veces
Nayara222- Novato
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Re: Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
Gracias por fin llegamos donde nos quedamos estoy tan feliz que voy a dar saltos
Y ahora estoy más solo espero que te mantengas firme que el capitulo siguiente ya sabes que quiero
Nos leeremos
Y ahora estoy más solo espero que te mantengas firme que el capitulo siguiente ya sabes que quiero
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eliannar- Moderador
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La vida es muy corta para desperdiciarla con malas practicas pero como el sedentarismo es malo y el dinero escasea pues debo cumplir con obligaciones....de lo contrario estaría encerrada en mi cuarto leyendo cuanta imaginación tienes tú para entretenerme. Saludos desde Luque, Paraguay, al valiente que lee este perfil
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Re: Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
¡Ahora es que viene lo bueno!¡Jujuju!
Si alguien interrumpe,¡Juro por lo más sagrado que lo mato!
Oye Naty,los capítulos al final salen incompletos,algo bastante raro... O_o
Espero la Conti
Saludos,besos y abrazos.
Si alguien interrumpe,¡Juro por lo más sagrado que lo mato!
Oye Naty,los capítulos al final salen incompletos,algo bastante raro... O_o
Espero la Conti
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NaruSaku-12- Sannin
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Re: Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
por fin!!!
llegamos donde nos quedamos y viene lo mejor de la historia
conti, conti, conti!!!
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Leon- Sennin
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Re: Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
genial
Última edición por jimena17-chan el Vie Ene 18, 2013 6:30 am, editado 2 veces
jimena17-chan- Novato
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Re: Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
¡Aleluya! Ya llegamos a donde queriamos ¿a que si?
Hemos estado esperando este glorioso momento por tanto... -suspiro- ...tanto tiempo
¡No te atrevaz a dejarlo de nuevo! Porque juro que te mato ¡TE MATO!
¡Quiero el lemon! ¿habra lemon verdad? ¡No puedo esperar pon la conti ya!
¡Vera-Adios!
Hemos estado esperando este glorioso momento por tanto... -suspiro- ...tanto tiempo
¡No te atrevaz a dejarlo de nuevo! Porque juro que te mato ¡TE MATO!
¡Quiero el lemon! ¿habra lemon verdad? ¡No puedo esperar pon la conti ya!
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Vera-chan- Clan Seiryuu
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Re: Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
Por fin ya sigues la historia!! *--*
Espero la conti!! wiii!! ._. Quiero seguir por donde me quede
en el otro foro *---* Casi llegas c:
contii!
Saludo~~
Espero la conti!! wiii!! ._. Quiero seguir por donde me quede
en el otro foro *---* Casi llegas c:
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Saludo~~
Re: Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
Vale.. Ikari... Tranquiliz...AIIII DIOOOS! QUE NOS QUEDAMOS AQUI! CONTI POR DIOS, CONTI.
Ahora que me he tranquilizado... Solo puedo decir que quiero... necesito continuación rápida... ¿Sí?
Bueno linda, nos leemos :3
-Huye feliz haciendo la croqueta-
Ahora que me he tranquilizado... Solo puedo decir que quiero... necesito continuación rápida... ¿Sí?
Bueno linda, nos leemos :3
-Huye feliz haciendo la croqueta-
Re: Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
Nayi-Chan se volvió a morir.¡Recusita!¡Hazlo por nosotros! TT.TT
Cuando regreses,más te vale que N-A-D-I-E interrumpa,¡Por que te mato! -Aura asesina-
Nah,broma.Pero que no los vuelvan a interrumpir,¿Si? -junto las manos,puchero-
Espero quevuelvas a la vida y traigas contigo la Conti
Saludos,besos y abrazos.
Cuando regreses,más te vale que N-A-D-I-E interrumpa,¡Por que te mato! -Aura asesina-
Nah,broma.Pero que no los vuelvan a interrumpir,¿Si? -junto las manos,puchero-
Espero que
Saludos,besos y abrazos.
NaruSaku-12- Sannin
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Re: Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
Estoy por acá de nuevo, estoy viva bueno, ya que el último capítulo no sale completo, a pesar de que ya lo he editado... pues nada, voy a enviarlo, separado del otro! y listo!
- Spoiler:
- Verdad.
Los azules ojos del rubio se abrieron de par en par al observar con detenimiento el lugar. Su abuelo lo observó divertido, cerrando la puerta del apartamento. Aquel lugar, era todo lo que podía desear un joven, no era ni muy grande ni muy pequeño, simplemente perfecto. Era sencillo, no caía en demasiados lujos, un buen lugar para pasar el rato, con todo lo que se necesita para sobrevivir. Una gran sala, con un sofá grande y dos individuales, equipada a la perfección, no se aburriría ahí, ni un segundo. Tenía una sola habitación, esta era bastante grande, así como la cama que adornaba la misma, un ropero pequeño, después de todo, no se iría a vivir ahí o al menos no por el momento. Una pequeña cocina, totalmente proporcionada para un chico, Naruto no cocinaría nada, todos lo sabían. Y por último un amplio baño, ¿Qué más se podía pedir? Era un lugar perfecto, su lugar.
-¡Abuelo! Está increíble-dijo agradecido.
-¿Te gusta? No es muy grande-se rascaba la cabeza.
-¡Es perfecto!-se lanzó en el sofá. El peliblanco se sentó junto a él-¡GRACIAS!-
-De nada-sonrió-Cuídalo mucho ¿De acuerdo?-
-Claro que sí-
-¿Y? ¿Contento? Hoy es el último día de trabajo de Sakura-Naruto sonrió.
-Sí bueno, creo que ya le hace falta un descanso…-
-La verdad, también lo creo-suspiró, recostando su cabeza.
-¿Te vas a quedar con nosotros?-dijo curioso y esperanzado. Jiraiya cerró con suavidad sus ojos.
-Naruto… tengo una empresa y mucho trabajo-rió-Pero, espero quedarme un poco más, un par de semanas para terminar con mi nuevo libro y luego…-hizo una pausa.
-Cierto, el trabajo. Creí que huías de eso-
-Claro. Pero tampoco puedo dejar todo… ¿Comprendes?-el rubio asintió.
-Sí, entiendo. Abuelo… todo esto. ¿Te pasa algo?-esa duda seguía ahí, sin apartarse, era como una nube gris y no lo dejaba en paz. Temía que a su abuelo le estuviera pasando algo, le daba terror.
-¿Crees que hago todo esto porque estoy… mal?-sonrió.
-Creo que escondes algo-
-¿Algo malo?-repuso.
-Si no fuera así, no habría razón para esconderlo-Jiraiya sonrió, había sido una excelente respuesta.
-Te preocupas demasiado por este viejo-lo despeinó-Todo está bien. Ahora, oficialmente-sacó un juego de llaves de su bolsillo-Todo esto es tuyo-Naruto suspiró tomando las llaves.
-De nuevo, gracias-sonrió levemente.
-De nuevo, de nada-se levantó, Naruto lo acompañó-Mejor nos vamos, pronto irás por Sakura ¿Cierto?-
-Sí-asintió, siguiendo a su abuelo escaleras abajo.
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El gran día al fin había llegado para Sakura. Pero, no podía irse de ahí sin antes darle una pequeña lección a cierto muchacho que parecía no entender los límites, más bien, no entendía nada. No podía disimular algo de enojo al observarlo ¿Y cómo no? Había soportado muchos de los berrinches de aquel rubio, sus caprichos, había dejado claro desde un principio que tenía novio, que lo adoraba y, como consecuencia no lo iba a engañar de ninguna manera. Pero, eso no bastaba cuando de Haku se trataba, ella tenía un límite y ya lo había cruzado.
-Sakura…-dijo el rubio. Ella lo observó tratando de no demostrar lo molesta que estaba.
-¿Pasa algo?-dijo lo más amable posible.
-Antes de que te vayas… me gustaría hablar contigo-y el plan del chico había comenzado.
-¿Hablar?-sonrió algo sarcástica-Claro. Tengo mucho tiempo, Naruto no vendrá por mí hoy-los ojos de Haku adquirieron un nuevo brillo. Acababa de recibir la mejor de las noticias y si existían algunas dudas, se habían esfumado.
-Ahhh-trató de lucir indiferente-Bueno. Da igual… yo…entonces ¿Si?-ella asintió lentamente-Bien-dijo él alejándose sonriente. Ella suspiró estresada.
-Claro que hablaremos…-susurró.
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Luego de despedirse de todos los compañeros de trabajo, ella salió, acompañada por el rubio. Se acercaron hasta el parqueo, donde ella se detuvo, provocando que él hiciera lo mismo.
-Sakura…-dijo con voz temblorosa-Me quiero disculpar por todo…-la miró a los ojos.
-¿De nuevo?-dijo con sarcasmo.
-Sé que estás molesta y bueno… lo merezco pero yo sólo quería…-
-Sé lo que querías. Me lo dijiste muchas veces-dijo secamente. Él estaba algo frustrado.
-No quiero que te vayas molesta-ella sonrió, no podía creer lo que estaba escuchando, ¡cinismo en su máxima expresión!
-No… yo no estoy molesta-dijo tranquila.
-Mira… me gustaría que fuéramos… amigos tal vez-se acercó un poco. Ella permanecía alerta.
-¿Estás seguro de que quieres ser mi amigo?-dijo seria. Él asintió.
-Claro-sonrió-¿Puedo darte un beso en la mejilla, de despedida?-ella preparó su puño y embozó una sonrisa. Asintió, él podía sentir el dulce sabor de la victoria, así como el dulce sabor de los labios de la chica, se acercó lentamente, ella sabía lo que venía y justo antes de que él hiciera su movimiento, lo esquivó y le regaló un golpe en la boca. Haku la observó consternado sin entender cómo ella lo había anticipado, un hilo de sangre escurría de su boca.
-¡Que maldito!-gruñó.
-Sakura…-se limpió la sangre.
-¿Te gusta ese beso?-frunció el ceño.
-Yo… ¿Cómo…?-dijo totalmente frustrado.
-Te escuché alardeando con tu gran plan-dijo realmente molesta, acercándose hasta él y propinándole un rodillazo en la entrepierna. Él cayó al piso, adolorido-De verdad… me decepcionas cada vez más…-le pareció escuchar un sonido conocido. Ese motor. Era la motocicleta de Naruto, no sabía porqué, pero el rubio había llegado mucho más temprano de lo acordado. Ella retrocedió un poco.
Naruto se bajó de la motocicleta, se quitó el casco y observó la escena del crimen. Haku en el piso, ella al lado, sí, no había duda. Apresuró el paso, ella lo detuvo.
-¿Qué demonios… hizo?-frunció el ceño. Haku se levantó, la marca en la boca del ojiverde tenía el nombre de Sakura por todos lados.
-Técnicamente nada…-dijo sin soltar ni un momento la camiseta de Naruto.
-Bueno, en ese caso. Lo golpearé técnicamente…-gruñó. Haku retrocedió un par de pasos-¿Por qué no eres un poco más valiente y me cuentas?-
-Yo…-decía-Yo… quería besar a tu chica-dijo sincero.
-¿QUÉ?-Sakura no pudo sostenerlo, el rubio se abalanzó sobre Haku y le dio tremendo golpe, haciéndolo caer al piso, indefenso.
-Naruto…-lo sujetó del brazo-No me besó-
-Porque no lo dejaste-frunció el ceño-Oye, ¿No quieres besar mi puño?-se lanzó de nuevo encima de Haku que yacía tirado en el piso-¡Un besito!-dijo el rubio golpeando al ojiverde que fallaba en sus intentos tanto de golpear como de esquivar a Naruto. No habían testigos, el restaurante estaba mejor dicho cerrado y las personas en el bar de al lado estaban ocupadas en otros asuntos. Temari iba saliendo del restaurante, observó y con prisa, fue a llamar a su jefe.
-Cálmate…-pidió Haku.
-¿Qué está pasando acá?-dijo el dueño del restaurante que se acercaba lo más rápido posible. Sakura no pudo decir nada, el señor, con bastante dificultad logró despegar a los chicos, apenas y podía sostener a Naruto. Haku aún no se levantaba-¿Qué les pasa a ustedes dos?-dijo esperando que su hijo le explicara aquel espectáculo.
-Papá…-dijo levantándose. Su rostro tenía varios golpes, su boca tenía labial con sabor a sangre y su ceja izquierda emitía un hilo del líquido rojo que no cesaba.
-¿Por qué este muchacho te estaba golpeando?-dijo consternado. Preocupado.
-Señor…-dijo Sakura-Lo que pasa es que…-
-Yo quería besar a Sakura-el señor abrió los ojos como platos-Desde que llegó yo he estado intentando algo con ella…-se sinceró. Naruto continuaba con el ceño fruncido, pero ya no intentaba soltarse.
-¿Qué?-dijo soltando a Naruto, que decidió calmarse un poco-Sakura… ¿Por qué no me dijiste?-ella agachó la mirada.
-Yo… no quería problemas-explicó la chica.
-Supongo que tú eres el novio de ella…-Naruto asintió-De más está decir que… te mereces esos golpes-dijo decepcionado.
-Papá…-dijo Haku-Yo…-
-A casa, ahora-ordenó.
-Papá…-
-No quiero escuchar nada más. Vete ahora, tenemos mucho de qué hablar-el rubio se fue sin decir absolutamente nada. No había qué decir. El señor los observó apenado-Sakura… que pena. Yo… lamento todo esto, él… él… bueno-suspiró.
-No… no es su culpa-dijo ella. Naruto no decía nada.
-No sé qué decir-suspiró-Lamento que todo haya terminado así-
-No pasa nada-dijo la pelirosa.
-Debo irme… tengo una larga charla con mi hijo-dijo notablemente decepcionado.
-Nos vemos, señor-dijo la chica.
-Lo lamento…-fue lo último que dijo él. Naruto se acomodó la camiseta. Ella lo observó.
-Ese pedazo de imbécil…-gruñó, ella se acercó-Me debía tantas…-
-Lo lamento…-susurró la chica, él sonrió.
-¿Por qué? ¿Por atraer a adolescentes?-se burló-Eso te pasa por ser tan guapaaa-ella sonrió y lo abrazó fuertemente.
-Creo que estoy mejorando, le dolió más que a Sai, estoy segura-
-No sé si estar feliz o asustado-rió.
-Definitivamente asustado-se burló la chica.
-Por favor, entiéndeme no es cualquiera el que tiene una novia vampira-boxeadora-ella se echó a reír, sin soltarse del cuello del rubio-Que quede claro que sólo me puedes morder a mí y golpear a los demás ¿Bien?-ella lo observó.
-De acuerdo-dijo aburrida.
-Así me gusta-sonrió-Iré a dejarte mañana-se separó. Ella asintió-Espero que no llores… es sólo una semana-la tomó de la mano y la llevó hasta la motocicleta, alcanzándole el casco.
-¿Llorar por ti? Por favor, ponte serio-se acomodaba el casco.
-Creo que alguien va a caerse de la motocicleta-dijo con voz molesta.
-¡NARUTO!-
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Nada de lo que había planeado funcionó correctamente. Un fracaso tras otro, nada había resultado como lo esperaba. ¿Qué había conseguido? Un rubio furioso lo odiaba, de Sakura, no había recibido más que rechazo y para darle un buen final un buen golpe y estaba seguro que, de no ser por el hecho de que su padre se había aparecido en el momento justo, probablemente Naruto lo habría despedazado sin menor problema. El discurso de su padre fue largo, venía acompañado por un castigo, pero sabía que lo merecía. ¿Por qué no se había detenido? Sin Sakura, con la cara hecha un desastre y… sin Hotaru. Sí, necesitó varios golpes para recordar que ella había estado siempre, que la necesitaba.
Tuvo que ir al supermercado, su padre le había prohibido regresar al restaurante. Y, necesitaba algo de comer. Caminaba de un lado a otro por los pasillos sin decidir qué comprar.
Cuando vio el rostro de Haku, ella se acercó y lo observó detenidamente.
-¿Qué… te pasó?-dijo preocupada. Él la observó, negando con la cabeza.
-Hotaru… te necesito-la tomó de la mano. Ella no supo qué hacer.
-Haku… yo-
-Por favor…-suplicó. La abrazó y ella no pudo negarse, no podía.
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Mitad de semana. Más aún, mitad de la última semana de vacaciones. Era un viernes bastante soleado, él, luego de varios días sin verla, se había dejado convencer de darle una vuelta. La mamá de la chica estaba en la sala, ellos “cocinaban” en realidad, él sólo la sacaba de quicio.
-¿Podrías pasarme eso?-le indicó. Él se puso detrás de la chica, besándola en el cuello.
-¿Mmm?-sonrió.
-¡Carajo, Naruto! deja de hacer eso, trato de cocinar-sonrió.
-¡Como diga, señorita!-se separó-¿Esto?-ella asintió, él le lanzó el frasco-Esto es tan… aburrido-
-Si mantuvieras tus manos ocupadas en algo, no sería tan aburrido-
-Mi pregunta es… ¿Tú cuentas como algo?-sonrió. Ella se esforzó por parecer seria.
-¡No!-
-Bien… entonces paso-
-¡NARUTOOO!-gruñó.
-Cuando comienzas así… me asustas-sonrió.
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El sonido del timbre la sorprendió, no esperaba a nadie. Se acercó hasta la puerta y deseó, nunca haber escuchado aquello. Deseó que todo fuera un mal sueño y mil recuerdos inundaron su mente y viejas heridas cobraron vida.
Él la observó, y también, revivió su pasado en sólo segundos. Atravesó su pie en la puerta, anticipando el inútil movimiento de ella, sabía que intentaría evitarlo a toda costa.
-¿Qué quieres?-dijo suavemente. No quería que ellos escucharan, quería deshacerse lo más rápido posible de él, no iba a permitir un encuentro entre Sakura y él, no ahora.
-Lo sabes… necesito hablar contigo-
-Elegiste un muy mal momento-dijo dolida-¿Podrías irte?-
-¿Ella está aquí?-dijo él.
-¿Mamá? ¿Quién está ahí?-Sakura se asomó, Naruto aún estaba en la cocina. La pelirosa mayor sintió que el mundo se le venía encima. No podía describir lo que sentía en aquel momento, no existían palabras y se dio cuenta, de que era inútil y aquel día, todo saldría a la luz.
-No es nadie-dijo ella. Él se armó de valor y se adentró en la casa, Sakura lo observó más que sorprendida
-¿Doctor?-dijo la chica sin entender que hacía él ahí-¿Ustedes se conocen?-sonrió inocentemente. Pensando que se conocían de algún lugar, tal vez que eran amigos o, que estaban saliendo.
-Sakura…-dijo la mamá de la pelirosa.
-¿Pasa algo?-Sakura no entendía por qué el humor de su mamá había cambiado por completo.
-Sí-se adelantó el doctor-Creo que necesitas saber la verdad-
-¿Qué pasa acá?-dijo Sakura comenzando a desesperarse-¿De qué habla él, mamá? ¿Cuál verdad?-
-Sakura él…-
-¿Mamá?-
-Hay algo que debes saber-dijo él sabiendo que lo que diría desencadenaría múltiples reacciones-Yo… vine hasta aquí por ti-Sakura abrió los ojos como platos-Sakura… soy tu papá- El señor apuñó los ojos y la mamá de la pelirosa comenzó a producir una cantidad increíble de lágrimas que resbalaban sin cesar por sus mejillas.
-¿Qué? Usted debe estar… bromeando… ¿Mamá?-la señora simplemente negaba con la cabeza.
-Sakura…-dijo él-Esta es la verdad-la chica retrocedió un par de pasos, algo aturdida.
-Mamá… ¿es verdad?-apenas pudo decir.
-Linda-sollozó.
-¿Es verdad?-la señora apenas y asintió débilmente. Sakura observó a aquel señor, sus ojos se humedecieron.
-Necesito que me escuches…-dijo él intentando acercarse, ella retrocedió-Por favor…-
-No se me acerque-amenazó-Quiero que se vaya…-la chica observó a ambos, frente a ella. Una mamá que lloraba sin parar, que no pronunciaba nada más que sollozos y un señor que había pasado de ser un conocido, casi podía decirse amigo a una figura borrosa que había tratado de olvidar.
-Guapa… creo que hice algo mal…-Naruto atravesó la puerta con una sonrisa un tanto burlona, su sonrisa desapareció cuando vio a la mamá de su novia derramando lágrimas y al nuevo doctor de la universidad, ¿Qué hacía él ahí? La tensión en el ambiente era evidente-¿Pasa algo?-se acercó a la chica.
-Señor… no voy a escuchar nada que venga de usted-cerró con fuerza los ojos-Quiero que se largue de mi casa, ahora-el rubio entendió todo. No había fallado aquella vez, sus sospechas eran ciertas.
-No voy a descansar hasta que me escuches…-susurró.
-Entonces no va a descansar…-
-Por favor…-suplicó él.
-Doctor, no empeoremos las cosas-habló Naruto-Salga o tendré que sacarlo-el señor asintió, susurró un “lo siento” y salió con un nudo en la garganta, con un peso menos en su espalda, pero con un dolor tremendo al ver las consecuencias de sus acciones. Él la buscaría y la haría escucharlo y odiarlo aún más, si odio era lo que recibiría, lo aceptaría con gusto, pero quería ver a su hija y poder decirle lo que había pasado durante todos estos años oculto entre sombras. Él insistiría en ser escuchado.
Sakura observó a su mamá que mantenía su mirada puesta en el piso, pérdida. El rubio se acercó a la chica, ella lo abrazó con fuerza y todas las lágrimas que había mantenido reprimidas salieron una tras otra, la camiseta del rubio las absorbía todas, él, apoyaba su barbilla en la cabeza de la chica. La mamá de la chica se acercó a su hija.
-Sakura… traté de evitar esto-susurró.
-¿Hace cuánto ha estado buscándome?-pronunció aún sin soltarse del chico.
-Linda…-
-Mamá… ¿Hace cuánto?-levantó su vista poniéndola en dirección a su mamá.
-Hace mucho… pero no pensé que vendría-dijo con voz apagada.
-¿Por qué no me dijiste?-dijo entrecortadamente. Su mamá la observó dolida.
-Precisamente por esto…-hizo una pausa-No quería verte así-Sakura se separó del rubio y se secó las lágrimas.
-¿Qué quiere?-
-Quiere intentar hablar contigo…-
-No quiero hablar con él… mamá-
-Lo sé linda, lo sé-la señora se acercó a la chica y la abrazó con fuerza-Lo lamento… no quise-
-Mamá… necesito irme de acá-
-¿Irte?-dijo alarmada.
-Quiero…-tomó un respiro y ahí estaban de nuevo las lágrimas queriendo salir-Quiero estar sola mamá-frunció levemente los labios-Estoy segura de que vendrá de nuevo a hablar… y no pienso hablar con él-
-Pero… yo…-trataba de decir-¿Dónde irás?-
-No lo sé… yo… esto…-cerró los ojos-¿Podrías darme algo de espacio? Mamá… sólo quiero… poner todo esto en su lugar y que cuando lo vea no quiera salir corriendo, necesito algo de tiempo. Es que yo… yo…-Naruto la observaba-Necesito asimilar todo esto, no te culpo por nada, sabes qué eres la mejor… sólo quiero… no sé si me entiendes-dijo frustrada-Ni siquiera yo lo hago… estaré acá pronto, gracias…-
-Lo siento…-susurró.
-No es tu culpa…-la besó en la mejilla-Debo irme-observó a Naruto quien entendió de inmediato, se despidió de su mamá y salió. Él se acercó a la señora.
-Estará bien, yo la cuido-ella asintió-Sólo necesita… pensar-
-Gracias-el rubio alcanzó a su chica y ambos desaparecieron del lugar.
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Él se detuvo en un lugar que ella no reconoció, no era la casa del rubio, ni el departamento de ella. Sakura se bajó, observó el lugar mientras se deshacía de su casco. Él hizo lo mismo. La tomó de la mano y comenzaron a subir las escaleras, habían 5 puertas a lo largo del pasillo, él se dirigió a la segunda, sacó de su bolsillo un juego de llaves y abrió la puerta; entraron al lugar, él cerró la puerta y clavó sus ojos en la chica, quien mantenía los suyos puestos en él.
-Bonita manera de conocer tu apartamento, ¿No?-intentó sonreír, lo hizo a medias.
-Ven acá-la jaló y la envolvió en sus brazos. ¿Un buen tranquilizante? Un abrazo de aquel chico, era como si la hiciera sentir mejor con sólo atraparla en sus brazos, como si tomara todo lo que sentía y lo enviaba lejos sólo por unos instantes, segundos, pero esos segundos valían oro.
-Soy una niñita ¿Te das cuenta?-lo observó a los ojos-Salí corriendo-
-A veces, es bueno escapar por un rato, hasta estar lo suficientemente armado de valor para enfrentar nuestros miedos-y ahí estaba el Naruto maduro, en perfecta combinación con su opuesto, apareciendo en el momento indicado.
-¿Y si no lo logro enfrentarlo?-su voz sonaba tan apagada como lo estaba su cara, como si un tren le hubiera pasado por encima, un tren de recuerdos y lágrimas, de pasado, de cosas que mantenía en algún lugar de su mente pero que prefería no recordar.
-Lo harás…-la besó en la frente-Estaré ahí cuando lo hagas-la jaló hasta el sofá, se sentaron.
-Tenía terror de que esto algún día llegara a pasar, pero me refugiaba en la idea de que… si no le había importado antes, las cosas no cambiarían-mantenía su mirada en el piso. No podría quedarse callada, no con él, porque era justamente con él con quién quería hablar, con quién quería estar, con nadie más.
-No sólo las cosas cambian, las personas también-la chica se recostó en el hombro de él. Las lágrimas ya no estaban, lo que tenía que llorar, lo había llorado; ahora, era el tiempo correcto para expresar todo aquello que sentía en forma de palabras. Compartirlo.
-Cambios… a veces, se dan demasiado tarde-susurró
-Así es-la besó en el pelo.
-Ya te he dicho lo mucho que adoro a tus papás. Kushina es como mi segunda mamá… y Minato es lo más parecido a un padre-
-Estoy seguro de que ellos te consideran una hija-sonrió levemente-Es probable que si tuvieran que elegir entre tú y yo, se quedarían contigo-no pudo evitar sonreír. Lo rodeó con sus brazos.
-No necesito de él… tengo todo lo que quiero, lo que necesito-lo observó-¿Por qué tengo que escucharlo? Si él se fue sin decir nada-
-No lo necesitaste antes, no lo necesitas ahora. Lo sé. Pero, no sólo se trata de escuchar lo que él tiene qué decir, es más importante lo que tú tienes guardado para él-
-No sé si pueda siquiera verlo a la cara-
-No es nada fácil. Fácil es decirlo, más fácil es que yo lo diga… pero yo no formo parte de esto, tú eres la que vive esto, yo trato de entenderte, de ayudarte. Sólo digo que… todo esto que sientes, él merece que se lo digas, que saques todo eso que llevas acumulando tanto tiempo, tantas preguntas. Si él quiere ser escuchado, bien, pero deberá escucharte a ti-ella lo observó.
-Lo sé… tengo muchas cosas qué decir. Pero no sé cuándo me atreva a enfrentarme a todo esto…-
-Tendrá que esperar, tú esperaste 18 años para verle la cara-frunció el ceño.
-Mamá…-susurró-Ella…-
-¿Quieres que te lleve de vuelta a tu casa?-ella negó con la cabeza rápidamente.
-No… es que…-trataba de explicar.
-Está bien, nos quedaremos acá-ella asintió-Le avisaré a mamá que no iré a casa ¿Quieres un té? La verdad no sé cómo hacerlo pero…-sonrió-No debe ser tan difícil-
-Mejor yo hago el té y tú… llamas a Kushina-él la besó en la mejilla, un beso que duró prolongados segundos y que le sacó una sonrisa a la chica. Por un momento aquella mezcla de emociones pareció desvanecerse dándole espacio a una sonrisa provocada por él, una pequeña luz entre nubes grises. ¿Qué pasaba por la mente de ella? Pues, era difícil que describir, era un conjunto de muchísimas cosas, unidas entre sí. Sabía que no podría esconderse por mucho tiempo, él la buscaría y trataría de hacerse escuchar, en un principio la chica anuló por completo tal posibilidad, desechó la idea de tener que cruzar alguna palabra con él; pero luego, las palabras de Naruto se colaron en su cabeza, podría ser mejor decirle todo lo que sentía que simplemente huir y guardárselo para ella. No sería fácil, pero ella no era de las que huía de sus problemas, debería confrontar la verdad, confrontarlo a él y confrontarse a sí misma.
No regresaría a su casa aún, tal vez no necesitaba estar sola, más bien necesitaba estar con Naruto, como si el hablar con él no sólo le ayudara a distraerse un poco, sino que simultáneamente le hiciera pensar de manera más clara, poder despejarse lo suficiente como para tomar las decisiones correctas; él le decía lo que pensaba, escuchar el lado maduro de Naruto le ayudaba a pensar de mejor forma y el lado inmaduro la hacía sonreír. No pedía más. No necesitaba más.
Tardó un buen rato hablando con Kushina, una madre preocupada resulta bastante amenazadora y en el caso de Kushina la situación era aún peor. Le había lanzado una pregunta tras otra, aquella llamada tenía más pinta de interrogatorio. Luego de una buena charla familiar entre aquel par, el rubio al fin logró convencerla de que todo estaba bien, no sin antes prometerle mantenerla informada de todo lo que pasara; aunque, ella sabía de antemano que tendría que estar llamándolo, Naruto no era muy bueno con esas cosas, él prefería un:”Estamos bien, adiós” y con un “Cuida a Maximus” para el final. No era que le costara hablar, él prefería hacerlo personalmente y más aún cuando se trataba de Sakura, no le gustaba andar contando todo sobre ella, consideraba que algunas cosas debían saberlas sólo ellos y al carajo el mundo.
Entró a la cocina y ella ya saboreaba del té, una taza lo esperaba, no le iba a decir que no, ahora parecía que él necesitaba más el té que ella, escuchar el discurso de Kushina era agotador.
-¿Todo bien con tu mamá?-él meneó la cabeza. Luego la observó.
-Sí, sí…-suspiró-Ya la conoces, estaba algo preocupada. Con algo me refiero a que sólo le faltó ofrecerse para venir a dormir con nosotros y contarte una historia antes de dormir-Sakura sonrió apenas.
-¡Que día!-susurró, dio un largo suspiro.
-Lo sé guapa-le dijo suavemente-¿Te quedarás conmigo mañana?-sonrió.
-Necesito ropa…-
-No. De hecho no la necesitas, a mí no me molesta en absoluto-ella lo despeinó, aún más.
-Necesitabas decirlo ¿Cierto?-sonrió, no podía evitarlo.
-Te hice sonreír, eso es bueno-
-Eres bueno haciendo eso-
-Mañana iremos por algo de ropa a tu departamento… ¿Bien?-ella asintió.
No dijeron más, no había mucho qué decir. Fueron al cuarto, la chica llevaba puesto un short por lo que él sólo tuvo que buscar la camiseta que le quedara más pequeña y ella dormiría más cómoda. Ella se dejó ver en su enorme pijama, él rió.
-¡GUAPA!-la chica sonrió. Se acercó hasta él.
-No tienes idea de cuánto te agradezco todo-él la observó dulcemente. La chica lo tomó de la mano, se acostó en la cama, no sin antes hacer que él la acompañara. Se cobijaron y la chica apoyó su cabeza en el pecho del rubio-GRACIAS-dijo de nuevo. Se acercó a los labios del rubio y le dio un beso lleno de agradecimiento. El rubio la abrazó y ella se aferró a él como si se tratara de la rosa de peluche que siempre la acompañaba en sus sueños, aunque, estaba más que claro que él era mucho mejor, no todos los días se tiene a un hermoso chico abrazándote hasta quedar dormida, tenía suerte, y él no se quejaba, estaba dispuesto a servir de almohada, no se podía quejar teniendo a la chica que lo enloquecía aferrada por completo a él, eso nunca.
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No había dormido del todo bien, a eso había que agregarle que entraba temprano a trabajar y con su estado de ánimo el día sería eterno. Trató inútilmente de evitar a toda costa que aquello pasara, pero sus intentos fueron en vano y todo estalló de un solo golpe. Descubrió que no siempre podría proteger a Sakura, no podía aislarla en una burbuja donde nada la dañara, también descubrió la madurez de su hija, tenía mucha suerte y sabía que de verdad ella necesitaba algo de tiempo y que cuando estuviera lista, confrontaría todo. Sakura era fuerte, mucho más que su madre.
Un auto estacionado fue la señal de que él insistiría una y otra vez y ahí estaba, con sus ojos fijamente colocados en ella. Advirtiéndole que tendrían que hablar, que no podía evitarlo, se acercó un poco, no demasiado, apenas para que las palabras se escucharan con claridad.
-Lamento que las cosas pasaran así… pero ya no podía más-susurró.
-Ella no está aquí-él parpadeó sorprendido.
-¿Qué? Dios, no quise…-explicaba.
-Ella hablará contigo-él abrió los ojos como platos-Para tu suerte es una chica increíble, valiente, no como yo… podrá enfrentarte, no como yo…-
-Yo…-intentó acercarse.
-Debo irme-fue lo último que dijo, se alejó. La observó hasta donde pudo y luego lanzó un suspiro al aire. Y se fue, esperaría lo que tuviera que esperar pero, por nada del mundo iba a dejar que otra vez sus miedos dañaran a la gente importante para él.
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La respiración de Naruto chocaba suavemente con su cuello, las manos del rubio la envolvían. Sonrió. Él abrió los ojos y le dio los buenos días en forma de un pequeño beso en la mejilla.
-Voy a…-susurró-Hacer el desayuno-
-¿Tú?-dijo incrédula. Él se levantó.
-Lo dices como si fuera imposible-
-Olvidé que eras chef-él la observó serio, luego salió de la habitación. Después de unos minutos ella se apareció en la cocina. Un tazón con cereal y leche la esperaban. Ella se sentó y luego lo observó-Debiste esforzarte mucho, se ve delicioso-
-Bueno, me costó un poco encontrar la leche-sonrió-¿Estás… bien?-
-Lo estoy-
-Bien. Iremos por algo de ropa a tu apartamento y… tengo que llevarte a casa o mamá me asesinará, quiere ver que estés bien, como si pudieras estar mal conmigo…-ella sonrió-Entonces, este es el plan, vamos a tu departamento, luego a casa, nos duchamos…-sonrió de lado-Pasamos el resto de día con mamá y luego, tal vez quieras volver a tu casa-
-No sé si…-
-No te preocupes, no nos ducharemos juntos-se burló.
-No hablaba de eso, idiota…-él comenzó a reír-Me refiero a ir a casa…-
-Lo sé. Espera un momento… Así que querías ducharte conmigo… ¿Eh?-ella rodó los ojos.
-Suficiente, Naruto-dijo seria. Él seguía sonriendo.
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Pasar el día con Kushina había sido sin duda la mejor elección. La pelirroja conocía de cerca la historia, sus personajes, todo. Sakura podía hablar con ella con total confianza, sabiendo de antemano que la pelirroja no la cuestionaría, sino que la escucharía sin cansarse; Kushina entendía esa necesidad de Sakura de algo de tiempo, de un respiro suficiente para acomodar de manera correcta sus ideas y afrontar la verdad. No trataba de mostrarle lo que debía hacer, simplemente le ayudaba a encontrar lo que ella quería hacer, lo que necesitaba en ese momento. Naruto las dejó solas, se quedó con Jiraiya, hablando de cualquier otra cosa, después de todo, sabía que su mamá ayudaría bastante.
En la noche, luego de despedirse, regresaron a la guarida del rubio, sin nada claro aún, sin saber si Sakura iría o no a su casa, ella estaba algo callada, como si repasara todo en su cabeza.
Subían las escaleras, Sakura divisó a una chica bastante alta, con un cuerpo espectacular, cabello rubio y ojos azules, usando un short que apenas y cubría lo necesario y una blusa bastante escotada. La chica esperaba en la puerta del departamento del rubio. Sakura lo tomó fuertemente de la mano, él sonrió, observó la chica y entendió por completo la actitud de su novia.
-¡Hola!-saludó la rubia. Sin siquiera observar a Sakura, sus ojos se posaban en una sola cosa: Naruto.
-Hey…-dijo Naruto.
-¿Tú eres…?-frunció el ceño Sakura.
-Soy su vecina. Bienvenidos-se comió con la vista a Naruto-Ustedes son… ¿Hermanos?-sonrió. Sakura la observó, ¿Estaba bromeando? ¿Hermanos? ¿Necesitaba un cartel que dijera que ese era SU NOVIO?
-No, nada de eso. Ella es mi novia-dijo el rubio tranquilamente.
-Es que nos parecemos tanto guapo-bufó Sakura con una buena dosis de sarcasmo.
-Ahhh… ya veo-susurró-Bueno, un gusto conocerlos. Sólo quería darles la bienvenida, cualquier cosa que necesiten, vivo en el apartamento de al lado-les sonrió y se fue caminando como si estuviera en una pasarela. Sakura la observó mientras maldecía en voz baja.
-¿Hermanos? ¡Dios!-rodó los ojos. La observó totalmente divertido, cerrando la puerta-Como detesto cuando…-los brazos del rubio la abrazaron por detrás-Cuando…-se recuperó del trance mental-Como la detesto-dijo al fin-Te devoró enterito una y otra vez…-gruñó.
-¿Celosa?-sonrió de lado besándola en el cuello.
-¿Qué clase de pregunta es esa, Naruto? creí haber sido bastante clara-él rió.
-Cuando te pones así…-le susurró al oído. Ella sonrió-Me encanta-la chica se estremeció.
-¿Así cómo?-
-Amargada, malhumorada, gruñona, odiosa, celosa, molesta, histérica…-ella se separó.
-¿Algo más?-él sonrió. Estaba teniendo una de esas peleas estúpidas con él y se había olvidado por completo de todo lo que pasaba por su cabeza. La jaló y la abrazó fuertemente.
-Te amo…-susurró al oído de la chica. Si antes ella se había olvidado de todo, cuando ese rubio dijo esas dos pequeñas palabras, todo lo demás dejó de existir para ella. No era común que Naruto se lo dijera, no porque no lo sintiera, sino porque era de esos que prefería demostrarlo en cada acción, así lo veía él y a ella le encantaba que fuera así, pero eso precisamente hacía que cada “Te amo” que saliera de los labios de ese chico fuera único. Lo decía en el momento justo, cuando ella menos lo esperaba y cuando más lo necesitaba.
-Yo te…-el timbre hizo que Sakura maldijera para sus adentros. Se separó de él y se acercó a la puerta, Naruto la siguió. Cuando vio de nuevo a esa chica, no se sintió muy contenta.
-Lamento molestarlos…-sonrió-Deben de pensar que su vecina es algo rara. Pero, todos acá organizamos una fiesta cada semana, donde todos asisten… y bueno, tomando en cuenta que son nuevos podrían darse una vuelta por mi apartamento y divertirse un rato y conocer a los demás vecinos…-Sakura permanecía seria-No creo que tengan muchas cosas que hacer…-observó a Naruto-Así que… si se deciden, los esperamos en el departamento de al lado y si no… pues, que disfruten la película-dijo un tanto burlona observando a Sakura. La pelirosa sonrió.
-Gracias por la invitación-dijo Sakura-Iré a hacer las palomitas, se apartó de la puerta. Naruto observó a la chica.
-Bueno, una película nos espera. Nos vemos-cerró la puerta y observó a Sakura sentada en el sofá cambiando una y otra vez de canal. Él se sentó junto a la chica que seguía con su vista en la pantalla.
Nayara222- Novato
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C.R.
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Re: Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
Lo mejor de este capítulo es sin duda, el título! :¨) confieso que dudé en publicarlo D:, pero acá estoy! a todos esos que se toman el tiempo para comentar, GRACIAS infinitas, como siempre!
- Spoiler:
- ¡Afasghfdsghvdhdbvjd!
-¿Te parezco abu…?-los labios del rubio en su cuello la hicieron detenerse-Abu…-balbuceó-Dios… ‘deja de…-él seguía totalmente entretenido comiéndose a besos el cuello de la chica-No…-él sonrió, formando un camino de besos desde el cuello hasta quedar realmente cerca de los labios de la chica, ella sonreía inevitablemente.
-¿No?-permaneció ahí, con sólo unos centímetros separándolo de los labios de ella.
-Sí…-ella terminó con la distancia, él cedió encantado. La guerra de besos dio comienzo, no transcurrió mucho tiempo para que él estuviera cuidadosamente colocado encima de ella devorándole los labios y ella, con sus piernas lo mantuviera atrapado, alejando toda posibilidad de que él se escapara aunque, claro está que lo que menos quería el rubio era separarse de ella.
-Sí-dijo separándose un poco, cruzando su mirada con la de ella-Siempre he dicho que la vista acá es excelente-sonrió de lado.
-Acá también-lo jaló de la camiseta, atrapándolo con un beso, terminando con una mordida en el labio inferior del chico que lo hizo estremecer y sonreír ampliamente. No fue mucho tiempo el que los labios de ambos lograron permanecer separados, Sakura lo sujetaba de la camiseta, él se detuvo por un momento, la observó sonriente, provocando una sonrisa en el rostro de ella. El rubio se dirigió al cuello de la chica, besando cada centímetro de piel, logrando que la respiración de ella comenzara a acelerarse con cada beso. La chica lo liberó de sus piernas, él se levantó, se sentó en el sofá, y la tomó, maniobrando ágilmente a su chica hasta colocarla sentada encima suyo, ella atrapó con sus piernas las caderas del rubio y él, posó sus manos en la espalda de la pelirosa, recorriéndola una y otra vez, levantando de vez en cuando sólo un poco la blusa de la chica, haciendo que con cada caricia ella se derritiera.
-Creo que no hay nada en la tele…-dijo ella con una pequeña sonrisa, aprovechando el momento en que tomaba algo de aire. Él hizo lo mismo, alargando su mano para tomar el control remoto y apagar la televisión, ya desde hace algún rato le habían dejado de prestar atención a ésta y… a todo.
-Al carajo la televisión-susurró-¿Qué tal si hacemos una fiesta tú y yo?-no le quitaba los ojos de encima-Para conocernos-le obsequió un pequeño beso en los labios. Ella cruzó sus brazos alrededor del rubio.
-Soy Sakura-dijo en un susurro, apenas audible para él; permaneciendo muy cerca de los labios del rubio.
-Soy Naruto y la verdad, no es por asustarte pero te quiero comer la boca-ella sonrió, lo besó de nuevo, ambos tenían algo claro, no irían a ninguna fiesta, no saldrían de ahí y, nadie los iba a interrumpir esta vez-¿Puedo mostrarte mi habitación?-susurró dejando sus manos quietas en la cintura de la chica, poniendo una cara que a ella le robó una sonrisa.
-Suena excelente. ¿Qué mejor manera de conocernos?-Sonrieron al mismo tiempo, él le obsequió un beso en la mejilla, para luego levantarse, con ella aferrada mediante sus piernas a las caderas del rubio. El camino a la habitación del chico, era acompañado por besos y más besos, Naruto debía abrir de vez en cuando los ojos, para evitar que su fabulosa distracción acabara logrando que ambos cayeran en el momento menos apropiado; a pesar de su intento por no botar nada, un par de jarrones pagaron el precio de la diversión de la pareja, pero lejos de alarmarse, sus risas podían ser escuchadas, seguramente, por todos los vecinos.
Abrió la puerta, y llevó a la pelirosa hasta la cama, donde la acomodó con cuidado y al mismo tiempo él, se acomodó encima de la chica, quien le facilitó el trabajo abriendo sus piernas, formando el espacio perfecto para que él estuviera más que cómodo, claro está que el ojiazul estaría cómodo de todos modos, más cómodo no podía estar, la tenía a ella.
Intercambiaron un par de miradas, tan intensas como los besos que justo acababan de quemarles los labios, ella se dio cuenta de que no quería otra cosa más en el mundo que poder dejarse llevar y dejar de luchar contra algo que sería inevitable, tenía miedo, claro está, pero era más fuerte el amor que sentía por ese rubio, lo deseaba tanto y entonces ¿Por qué resistirse? Ya lo había hecho durante mucho tiempo y ya no quería seguir haciéndolo. Quería perder la cabeza, con él, aquella noche y muchísimas noches más.
No tardaron demasiado en unir nuevamente sus labios, ella se aferraba al cuello del rubio mientras que él acariciaba la cintura de la chica por debajo de la blusa; las respiraciones de ambos, tan intensas como los mismos besos que intercambiaban se unían formando una nueva.
-¿Ya te he dicho que amo besarte en el cuello?-dijo con voz ronca, dirigiendo sus labios al cuello de la chica, donde repartía besos. Conocía perfectamente como hacer que cada centímetro de la piel de ella se estremeciera por completo y el cuello, era la debilidad de Sakura y él lo sabía a la perfección; la mayoría de veces era común escuchar a la pelirosa diciéndole que dejara de hacerlo, pero, no porque no le gustara, se podría decir que era más bien porque le gustaba demasiado y él sabía cómo sacarle provecho. Ella mantenía los ojos cerrados y sonreía cada vez que sentía el contacto de los labios del chico con su piel, no le diría que se detuviera, ¿Quién lo haría?
-Dios…-susurró la chica, lo sujetó de la camiseta logrando que el rubio dejara de divertirse con el cuello de la pelirosa y se dirigiera a sus labios, donde lo recibió con un beso que lo hizo olvidarse de lo que estaba haciendo segundos antes. Permaneció por unos segundos ahí, viéndola a los ojos, viéndola a los labios. Ojos, labios, ojos, labios.
Sakura decidió devolverle el favor a su novio y dirigió su rostro al cuello del rubio, el primer roce de los labios de su chica con los de su piel lo hizo estremecer, sonreía de lado cada vez que sentía como ella le besaba sin piedad, lo hacía tocar el cielo con cada beso. La tomó de la barbilla haciendo que los labios de ambos volvieran a unirse.
-Soy yo… o hace calor-ella sonrió.
-Tal vez…-decía entre besos-Deberías quitarte la camiseta-él volvió a besarla-No sé, creo que es una buena forma de refrescarte-
-Necesito ayuda…-se separó, ella hizo que el chico se acostara y ahora Sakura era la que permanecía arriba, Naruto intentó levantarse para poder besarla, ella lo empujó divertida haciendo que se recostara nuevamente, él frunció el ceño-Hey…-protestó. Ella rió. No fue difícil para él levantarse, después de todo tenía mucha fuerza y aunque ella fuera una chica fuerte no podría detenerlo. El rubio quedó sentado y ella sentada encima de él. Se observaron como para declararse la guerra de besos y que comenzara la batalla, sin que ninguno de los dos quisiera detenerse a menos de que fuera cuestión de vida o muerte como lo era el hecho de que, de vez en cuando necesitaban algo de aire para no morir.
Ella se aferraba al cuello del chico mientras que él le acariciaba la espalda levantándole la blusa, logrando que la piel de ella se erizara cada vez que sentía las manos del rubio recorriéndola de arriba abajo, de un lado a otro, una y otra vez. El rubio se detuvo, observándola a los ojos -¿Estás segura…?-susurró agitado. Ella le respondió con tremendo beso, siendo esa, sin lugar a dudas, la mejor de todas las respuestas.
-No te detengas…-dijo también agitada. Colocó con muchísimo nerviosismo sus manos en la parte baja de la camiseta del chico, comenzando a levantarla lentamente, se separaron, él le ayudó con la tarea, levantando los brazos para que la prenda desapareciera lo más rápido posible, Sakura se deshizo de la camiseta lanzándola a cualquier punto de la habitación, eso no le importaba, puso sus ojos en él, para ella no era un secreto el deleite visual que resultaba ser el torso desnudo de su novio, afortunadamente lo había visto muchas veces, pero aún así, no se cansaba de observarlo, era simplemente perfecto y para la felicidad de esa chica, lo tenía todo para ella. La apegó a él, besándola de nuevo incansablemente, mientras ella se aventuraba a recorrerle la espalda al rubio, él comenzó a levantarle la blusa, Sakura no perdió oportunidad de ayudarle, cuando tuvo la prenda en sus manos la arrojó lejos y clavó su mirada en lo que realmente era importante, ella. La observó detenidamente, como si por nada del mundo quisiera perderse ningún detalle de ella y así era, para Naruto resultaba difícil que entre más conociera a esa chica más le encantara; tener al descubierto las curvas de su novia le fascinaba, recorrer esas curvas, le fascinaba aún más. Ella se sonrojó ante la mirada de su novio, él sonrió para luego formar un camino de besos desde el hombro de ella hasta su cuello, para llegar al oído y susurrar un “Jodidamente hermosa” con voz ronca que hizo que ella sonriera idiotizada.
La acomodó nuevamente acostada en la cama; mientras se besaban ella se aventuró en el abdomen del rubio, dibujando con sus dedos los marcados abdominales del chico, él tampoco perdía oportunidad de darle una buena dosis de caricias, recorrerla era increíble, no iba a desaprovechar la ocasión. Y entonces, se detuvo, irguiendo levemente su cuerpo, ella lo observó fascinada.
-¿Cómo es que me gustas tanto?-ella sonrió. Los dos respiraban agitadamente, no podrían detenerse, no querían hacerlo, le dedicó una mirada juguetona que la hizo ruborizar-¿Es brujería o algo?-comenzó a jugar con el tirante del sostén de la chica, dejándolo caer sobre su hombro. Sakura sonrió, sin quitarle la vista al rubio, quien comenzaba a recorrer con su dedo índice desde los labios de la chica hasta su ombligo, ella se estremeció. Jugó con el ombligo de la pelirosa sin dejar de sonreír en ningún momento-Me gusta tu ombligo-ella mordía sus labios y a veces, sonreía sin poder evitarlo. Lo que sentían en aquel momento no tenía comparación, no había nada, nadie más, sólo ellos dos, olvidándose de todo y de todos.
Le regaló un beso en los labios para luego dirigirse al estómago, donde besó cada centímetro de piel, sin piedad ni restricción, ella usaba sus manos acariciando el cabello del chico, él sonreía de lado, subió repartiendo besos hasta el sostén de la chica, ella emitió placer puro en forma de un gemido que desenfrenó a su vez el placer en el chico.
La tomó de las piernas, y la acomodó de nuevo encima suyo, Sakura no se quejaba, mantenía sus manos en el pecho del chico, Naruto la apegó a él, recorriendo con sus manos y completamente fascinado las piernas de Sakura, en todo ese tiempo no se habían cansado de besarse y no lo harían, cada beso era diferente.
Las manos de él pasaron ahora a la espalda de la chica, luchando casi desesperadas por lograr quitarle el sostén, ella sonreía cuando tenía oportunidad. Cuando al fin el rubio venció a su enemigo, el sujetador de la chica, éste fue a dar a una esquina de la habitación. Ella le devoraba el cuello al rubio mientras él le hacía lo mismo al hombro de la pelirosa y, le acariciaba placenteramente el torso completamente desnudo, de un lado a otro, cada caricia encendía una nueva sensación y lograba que la pareja no dejara de moverse, ninguno de los dos permanecía quieto, no podían estar de esa forma, tenía mucho que expresar en cada movimiento.
Una habitación llena de un intenso placer, un par de locos enamorados en una guerra de besos y caricias, explorándose el uno al otro, provocándose infinidad de placenteras sensaciones que los hacía llegar al éxtasis. No deseaban estar en otro lugar, ni con nadie más, sólo deseaban tenerse el uno al otro y nada más importaba.
Ella se dejó caer nuevamente en la cama, rodeando con sus piernas la cadera del rubio, apegándolo más a su cuerpo. Naruto la observó de nuevo, esa chica lo hacía enloquecer, con cada parte de su cuerpo, la deseaba tanto… que no le importaría si hubiera tenido que esperar más para poder amarla sin control alguno, porque, esperaría lo que fuera necesario, no había otra chica a la que quisiera comer a besos, no desde que ella le había cambiado la vida.
Se observaron unos segundos, como si lo que sentían en aquel momento sólo podía ser expresado a través de miradas, o, las palabras en este caso salieran sobrando. Él bajó su rostro hasta llegar a uno de los pechos de la chica, ella acariciaba el cabello de su novio, Naruto recorrió el seno de la pelirosa con sus labios, como si lo dibujara a punta de besos, para nada inocentes claro; una de sus manos la mantenía ocupada en el otro pecho, al que acariciaba y masajeaba una y otra vez, provocando que la chica se retorciera de placer, como nunca antes se había imaginado.
-Ahhh-susurró ella irguiéndose levemente. Él chico volvió a los labios de su novia y ella bajó con nerviosismo sus manos hasta llegar al botón del pantalón del rubio, él le ayudó a deshacerse de éste, y ahí estaba, en bóxers cuidadosamente acomodado encima de ella mientras cada caricia, cada beso que le daba a esa chica la hacía sentir cosas que nunca había sentido antes pero que no deseaba sentir con nadie más que con él. El placer los inundaba en cada movimiento, cada roce los elevaba, cada susurro, cada gemido, por más leve que fuese era nada más y nada menos que placer, amor demostrado en cada acción. Se separó un poco de la chica para que ella se quitara el short, él se divirtió recorriendo con sus manos las hermosas piernas de ella, el roce entre ambas entrepiernas era electrizante, totalmente excitante. Ya no había manera de detenerse y lo sabían pero, ¿Quién querría detenerse? No querían nada más que estar juntos, de convertirse en uno solo.
Luego de otra ronda de besos y caricias entre ese par, se detuvieron por unos instantes, produciendo otro nuevo intercambio de miradas, Naruto comenzó a jugar con el borde de lo que quedaba de ropa interior de ella, sonriendo de una manera indescriptible, haciendo que ella se agitara con sólo sentir los dedos de su novio jugando con la única prenda que le quedaba, era casi desesperante la manera en que él bajaba parte de los restos de ropa de la chica y luego, la volvía a subir.
La besó en la frente, un beso dulce en medio de un mar de besos increíblemente intensos.
-Amargada-dijo agitado. Ella sonrió, volvieron a unir sus labios mientras juntos quitaban el bóxer del rubio, el sonrojo en el rostro de la chica era cubierto por el rostro de Naruto que la devoraba a besos. Sonrieron. Él se separó para buscar en su billetera algo realmente importante, protección, tampoco podía dejar que el placer lo hiciera olvidarse de algo como eso. No tardó mucho en estar nuevamente perdido en los labios de la chica, bajando apenas un poco la última prenda que les quedaba por desechar. Entre un forcejeo algo incómodo al fin no había más que piel entre ese par. Naruto respiraba entrecortadamente, la miró, ella asintió-¿L-lista?-la chica cruzó sus brazos alrededor del cuello del chico, acomodó sus piernas, cerró con fuerza los ojos, no era un secreto que le dolería, pero bueno, valdría la pena.
-Lista-susurró.
Él se posicionó, trató de hacerlo lo más cuidadosamente posible, controlándose, quería que ella recordara aquella noche como algo realmente especial, no que todo lo que habían sentido hasta el momento se fuera al carajo. Un quejido de dolor y las uñas de su chica clavadas en su espalda anunciaron la penetración, se quedó quieto, un momento, como para atenuar el dolor y además para que la chica se acostumbrara a tenerlo dentro de sí. Cuando Sakura estuvo lo suficientemente tranquila, él comenzó a embestirla suavemente, ella se aferraba al chico aún con los ojos cerrados.
Con cada embestida, el dolor iba desapareciendo, dando paso a un placer incomparable con ninguna sensación antes vivida por ella, quejidos de dolor fueron cambiados por gemidos de encanto, placer; como nunca antes.
El placer escapaba en cada movimiento, cada gesto, cada susurro, en su respiración, en todo. Y lo que había comenzado genial, había terminado aún mejor; totalmente rendido, cayó sobre ella, estaban envueltos en sudor, con una sonrisa en el rostro de ambos que no podía ser pagada con todo el dinero del mundo, no tenía precio.
-Te amo-susurraron al mismo tiempo, aún agitados. Él ocultó su rostro en el cuello de la chica, ella lo atrapó con sus brazos.
Nunca había tratado de ocultar lo mucho que se divertía meses atrás, teniendo aventuras con chicas, aventuras de fin de semana. No podía mentir y decir que no la había pasado bien, porque eso le resultaba realmente hipócrita, pero, ahora, tenía a Sakura y esa diversión ya no lo era todo, ahora su todo tenía nombre y apellido y bueno, la diversión la tendría con ella ¿Qué más podía pedir?. Lo había atrapado por completo y él no se resistiría, sexo podía encontrar en muchas partes, y la pasaría muy bien, de eso no hay duda, pero sexo y amor, esa era la combinación perfecta y ya había encontrado con quien hacerla realidad.
Y ella, de sus labios habían surgido sonidos inimaginables, cada caricia, mordida, beso, todo lo que él hacía simplemente la enloquecía. Luego de una sorpresa para nada linda, aquella noche había sido sin duda, la mejor de ella, la mejor de él y la primera de muchas excelentes noches para ese par de locos.
Habían pasado por muchísimas cosas, pero lo que estaba más que claro es que ese par habían construido una relación más que valiosa y muy difícil de encontrar; ¿Quién lo diría? ¿Quién diría que Sakura atraparía al inmaduro de Naruto? ¿Inmaduro? Bueno, el punto es que es que cuando Naruto y Sakura estaban juntos enloquecían, y el resto del mundo se iba al carajo, así funcionaban esos dos, se complementaban perfectamente.
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Naruto aún estaba dormido, ella cubría parte del estómago del rubio, con una de sus piernas, mientras que apoyaba su cabeza en el pecho del chico. Él la envolvía, con una de sus manos. Cuando ambos despertaron, ella lo observó sonriente, se levantó, sentándose encima del chico, que sonrió encantado, la pelirosa lo besó en los labios.
-Buenos días-
-Hola, guapa. Ese ha sido sin duda, el mejor “Buenos días” de toda mi vida-ella sonrió. Luego se levantó de encima de su novio.
-¿Podrías ayudarme a buscar mi blusa?-ella se asomó debajo de la cama, pero sólo encontró la camiseta de Naruto.
-¿Blusa, para qué?-el rubio se puso el pantalón. Ella lo observó seria.
-No lo sé, tal vez para no andar en ropa interior por todo tu departamento-él comenzó a reír.
-No tengo nada en contra de eso. A mí me gusta-la observó- Además, no tengo que decir que te ves mucho mejor sin ropa ¿O sí?-al rostro de la chica vino una enorme sonrisa, acompañada por un evidente sonrojo. El rubio sonrió.
-Será mejor que me dé una ducha-dijo aún sonrojada.
-¿Puedo…?-ella lo aniquiló con la mirada, Naruto no pudo evitar reír. La siguió con la mirada hasta que la perdió por completo de vista-¿Eso fue un “otro día”?-Sakura sonrió.
No era complicado describir como se sentía aquella chica, la mejor palabra para hacerlo era: feliz; cuando salió del baño, lo primero que se le ocurrió fue que su novio estaría en la cocina, eso era lo más probable tomando en cuenta que se trataba de Naruto y él y la comida tenían una relación estrechamente fuerte y sí, ella tenía razón. Abrió la puerta solamente un poco para poder observar al rubio de espaldas, sin camiseta, lo cual ya era muy bueno.
-¿Te estás burlando de mí? Claro que sé usar el tostador, ¿Qué clase de subnormal crees que soy?-Sakura sonrió, se acercó hasta el rubio y lo abrazó por detrás, colocándose de puntillas y rodeándolo con los brazos, él sonrió encantado-Mamá… no voy a quemar la cocina, ¿Tan mal cocinero crees que soy? ¿Eh? Mamá, eso fue hace mucho, he madurado, también en la parte culinaria, he dejado salir el chef que llevo dentro… -Sakura lo besó en la espalda, él se estremeció-Bien, bien. Mamá, claro que lo haré con cuidado, sí, sí, está bien, sí, bueno, sí, bien. También te quiero-puso el celular en su bolsillo-Voy a hacerte desayuno-sonrió.
-¿Necesitas ayuda?-el rubio se volteó, la tomó de la cintura y la alzó, sentándola en el mueble donde tenía todas las cosas acomodadas.
-No, sonaba fácil. Creo que puedo con esto-ella lo observaba atenta mientras él parecía analizar todo lo que tenía en frente, sin saber por dónde empezar-Sí, hoy no desayunaremos cereal-
-¿Seguro que no quieres que te ayude?-
-No, puedo solo-sonrió.
Ver a Naruto cocinar resultaba más que divertido, los gestos que el chico hacía cuando cocinaba eran indescriptibles, trataba de no parecer confundido, pero lo cierto es que sus expresiones lo delataban. Luego de mucho esfuerzo por parte del rubio, ambos estaban sentados, él la observaba más que atento, esperando a que su novia probara.
-¿No vas a comer?-dijo ella.
-Quiero que lo pruebes primero, así sabré si lo hice bien y además, prevendré algún tipo de envenenamiento-ella se puso seria.
-¡Que gracioso!-rodó los ojos y comenzó a comer, él la observó intrigado, el rostro de su chica era una mezcla entre asco y… más asco.
-¿Tan mal está?-dijo frustrado, ella comenzó a reír.
-¡No! Está delicioso-
-¡Dios, Sakura! Con eso no se juega…. Por otro lado, ¿Dijiste delicioso?-sonrió.
-Bueno, mejor que el cereal, sí-
-Algo es algo-
-¡Es broma! Gracias por el desayuno-
Y así básicamente pasó el desayuno, entre bromas, risas y más risas. Sakura estaba en el sofá, Naruto se estaba duchando, el celular de la chica la hizo despertar de su repaso de la noche anterior.
-¿Hola?-dijo “algo” distraída.
-Saku…-la chica se puso de pie.
-¿Mamá?-susurró-¿Cómo… estás?-y ahí estaba la pelirosa, recordando que no vivía en otra dimensión llamada: Naruto; recordando que acababa de conocer a su papá, recordando todo.
-Bien…-dijo suavemente, aunque, Sakura podía descifrar esas palabras y darse cuenta de que las cosas no eran así-¿Cómo estás tú?-
-Yo… creo que… bien-dijo con un nudo en la garganta.
-Bueno… yo… sólo…-hizo una pausa y a Sakura el corazón se le hizo un puño-Linda… quería saber si estabas bien-
-Mamá… tú-susurró.
-Yo estoy bien-sonrió.
-Mamá… yo…-
-Saku, todo está bien. Tal vez no debí haber llamado-susurró-Llamo luego-colgó y Sakura recordó que no vivía en un universo paralelo llamado: Naruto. Permaneció ahí, de pie, como si repasara todo lo que le había ocurrido, totalmente distraída hasta que sintió cómo los brazos de Naruto la rodeaban por detrás y el rubio le clavaba un enorme beso en la mejilla.
-¿Todo bien?-susurró el chico.
-Acabo de hablar con mamá-suspiró.
-¿Qué te dijo?-se separó, colocándose frente a la pelirosa.
-No mucho. Que estaba bien, que todo estaba bien… pero nada está bien, mucho menos ella-lo observó-Tal vez estoy siendo una egoísta-
-¿Tú egoísta? Y yo poeta. Necesitabas…-
-Necesitaba estar sola-lo interrumpió-O más bien, contigo-sonrió-No pienses que me estoy arrepintiendo-
-Suena a arrepentimiento… ¿Hice algo mal?-dijo totalmente frustrado, provocando una sonrisa en el rostro de ella.
-¡NO!-replicó-No podía ser mejor, eres increíble y todo esto, lo necesitaba, te necesitaba, como siempre. Pero, no puedo quedarme contigo para toda la vida, huyendo de todo-
-La verdad, tu mamá no podría tener mejor hija, ni yo, mejor novia. Supongo que también puedo llegar a ser algo egoísta, tú no… tu mamá te necesita, más que nadie-
-Ella no tiene a un Naruto que la haga sonreír-él sonrió.
-Y que además la lleve en motocicleta-ella lo abrazó fuertemente. Decidieron que lo mejor sería que se fueran de inmediato, y que Sakura pudiera sorprender a su mamá.
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Cuando al fin estuvieron frente a la puerta de la casa de la chica, ella lo observó.
-No me canso de decir: GRACIAS-dijo ella acercándose al chico.
-Deberías comenzar a cansarte, no hace falta que agradezcas, guapa-ella sonrió-Si necesitas algo, lo que sea, sólo debes llamarme-ella asintió.
-Te amo-susurró ella, para luego besarlo en los labios, la sonrisa del rubio se hizo presente incluso en pleno beso. Imborrable.
-Y yo a ti, está claro que más-
-No creo que puedas probarlo-
-Por supuesto, un ejemplo es que dejo que me hagas esto-señaló su cuello y los ojos de Sakura se abrieron como platos.
-Dios… ¿Cómo es que no lo vi antes?-
-No lo sé, si parece que un OVNI aterrizó en mi cuello-se burló.
-Yo… bueno… es que….-
-Sí, muy claro, guapa-rió-Debo irme-la besó en la frente-Llamaré más tarde, así que no llores ni nada de eso-ella sonrió, luego él se alejó. Entró para descubrir que su mamá no estaba, dedujo que estaba trabajando, así que comenzó a preparar algo para comer.
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Caminaban de la mano, mientras tenían una de esas discusiones típicas de ellos.
-De verdad, Itachi es detestable-dijo el pelinegro.
-No creo que sea tan malo-sonrió ella.
-Cuando lo conozcas… no, mejor no-dijo serio.
-¿Por qué no?-
-Porque es un pervertido-levantó una de sus cejas.
-¡Jajaja!-comenzó a reír-No puedo creerlo. Me agrada tu hermano-
-No lo conoces, Hinata-dijo aburrido.
-¿Y?-
-¿Bromeas?-se detuvo.
-¡No!-dijo seria.
-¿Drogas?-levantó una de sus cejas.
-¿Chiste?-dijo ella sonriente.
Gaara estaba parecía tan distraído, como si nada pudiera sacarlo de sus pensamientos, hasta que los observó, y todo lo que tenía en su mente desapareció para darle lugar a la imagen de Hinata caminando con aquel tipo y.. Gaara se sintió realmente mal. Se acercó, y ellos jamás lo habrían notado, de no ser porque él se interpuso en su camino y sí, la expresión de sorpresa y temor en el rostro de Hinata era increíble. Sasuke observó al pelirrojo con bastante desprecio.
-¿Se te perdió algo?-dijo el Uchiha.
-Gaara…-dijo Hinata-Creo que…-
-¿Qué crees?-dijo el pelirrojo interrumpiéndola-Ahora entiendo todo-Sasuke frunció el ceño.
-¿Qué demonios quieres?-
-No sé si no te has dado cuenta, pero mi problema es con ella-la observó.
-Sólo déjala en paz, ¿Quieres?-
-Gaara, no te atre…-
-¿Le contaste a tu novio tu jueguito?-Sasuke observó extrañado a Hinata.
-¿Cuál jueguito?-dijo el pelinegro-¿De qué habla este tipo, Hinata?-
-¡De nada! Gaara ya se tiene que ir-
-Claro pero antes, amigo, me refiero a que mientras un día tú la llevabas a comer helado, el otro día, ella tenía sexo conmigo-Sasuke soltó la mano de Hinata, ella cerró los ojos.
-¿Hinata…?-dijo Sasuke.
-Puedo explicarlo-dijo ella.
-¿Explicar qué?-gruñó Gaara-Que nos viste la cara a ambos, que tratabas de decidir cuál te gustaba más… ¿Cuál es tu maravillosa explicación?-frunció el ceño.
-¿Tú…?-dijo Sasuke totalmente decepcionado-Soy un idiota, ¿Cómo pudiste?-
-Sasuke… yo….-dijo ella. El pelinegro se fue lo más rápido que pudo, Gaara no tardó mucho en irse, no tenía nada qué hacer ahí. Y Hinata, quedó completamente sola, sin nada qué decir, quedando sin nada, en un abrir y cerrar de ojos. Había jugado con fuego y se había quemado.
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Abrió la puerta y se encontró con su hija sentada tranquilamente en el sofá, Sakura se levantó en cuanto la vio entrar y la señora Haruno sonrió inevitablemente.
-Sakura, ¿Qué haces aquí?-se acercó rápidamente.
-Pensé que era mejor estar juntas-sonrió y abrazó lo más fuerte que pudo a su mamá.
-¡Lo lamento, tanto!-
-No digas tonterías, mamá-susurró-Debemos estar juntas-
-¿Todo está bien, con Naruto?-la observó preocupada.
-Todo está perfecto-sonrió.
-Menos mal-susurró-¿Vas a…?-
-Hablaré con él, eso está decidido, tengo mucho qué decir también-
-Lo sé-suspiró-Eres realmente fuerte, mucho más que yo-
-No lo creo-suspiró-Preparé algo de comer ¿Tienes hambre?-la señora asintió-Todo va a estar bien mamá, ya verás-
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Cuando el rubio entró a la casa, sus padres y su abuelo lo observaban llenos de curiosidad. Él tomó un respiro.
-¿Pasa algo?-levantó una de sus cejas.
-¡Guapo!-Kushina se levantó, llegó hasta el rubio y lo abrazó realmente fuerte, como si llevara meses sin verlo.
-Mamá-suplicó-No respiro-ella lo soltó y le dio un gran beso en la mejilla.
-¿Estás bien?-lo analizó de arriba abajo.
-Sí mamá. ¿Tú lo estás?-
-¡Claro!-lo sujetó y comenzó a jalarlo. Minato sonrió.
-Pensé que no volvías-bromeó el rubio mayor-Comenzabas a hacer falta-Naruto sonrió.
-Sí, hasta tus bromas hacen falta, mocoso-sonrió Jiraiya.
-¡Lo sabía! Y tengo nuevos chistes-
-Ahora no, Naruto… Mejor mañana-dijo Minato, Naruto sonrió.
-Lo siento, primero hablará conmigo-la pelirroja comenzaba a jalar a Naruto hacia la cocina.
-¿Hablar?-dijo confundido.
-¡Exacto!-Minato y Jiraiya únicamente se encogieron de hombros.
-¿Y Sakura?-disparó Kushina.
-Con su mamá-respondió tranquilamente-Acabo de llevarla-la pelirroja suspiró llena de alivio.
-¡Que bien!-sonrió-¿Cómo estaba ella?-
-Es… realmente madura, es increíble-Kushina sonrió.
-Pero qué tenemos acá… ¿Por qué no eres así de lindo siempre?-se burló.
-Porque no eres Sakura-Kushina lo golpeó en el brazo-¡Ouch!-se quejó.
-Haré como que no escuché eso y como que no vi el enorme moretón que tienes en el cuello-él sonrió.
-¿Moretón? De seguro fue…-
-¿Maximus?-dijo ella.
-Él es muy cariñoso y yo soy muy comestible-sonrió.
-Espero que no hayas dejado así a Sakura o su mamá va a matarte-él rió.
-No… yo no hago esas cosas-dijo serio.
-¿Ramen?-dijo ella sonriente, él asintió-Bien, pero tienes mucho que contarme-gritó eufórica, él rodó los ojos, no había manera de escapar ante el interrogatorio de su madre.
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Ya en la noche, Sakura se ponía algo cómodo para dormir, hasta que algo, en la parte baja de su estómago llamó su atención. Una linda marca morada adornaba la piel de la chica, ella sonrió.
-¡Naruto!-susurró.
Nayara222- Novato
- Mensajes : 25
C.R.
0
Re: Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
por fin!!!!!...me encantó . No había comentado antes pero TU FIC ME FASCINA!!!!! espero conti pronto!!!
ah! gracias por escribir tan maravillosamente!!!
ah! gracias por escribir tan maravillosamente!!!
ponchicata- Novato
- Mensajes : 11
Edad : 31
Chile
0
Re: Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
puff que calor!!!
paso lo que tenia que pasar, Naruto y Sakura se la pasaban demostrando su amor, pero que forma mas bella de demostrarlo, fue bastante descriptiva esa parte(), pero no se puede vivir por siempre en la nubes y cada quien a su vida, desafortunadamente para Sakura no es tan grata su realidad con el asunto de la aparición de su progenitor, afortunadamente tiene a Naruto a su lado.
por fin se termino el jueguito de Hinata y perdió a los dos, pero que esperaba, se ha cansado de cometer errores y no aprende, así no se puede.
y aunque la espera fue larga, valió la pena, muy buen capitulo y espero la conti y ojala que no se tarde tanto en llegar
paso lo que tenia que pasar, Naruto y Sakura se la pasaban demostrando su amor, pero que forma mas bella de demostrarlo, fue bastante descriptiva esa parte(), pero no se puede vivir por siempre en la nubes y cada quien a su vida, desafortunadamente para Sakura no es tan grata su realidad con el asunto de la aparición de su progenitor, afortunadamente tiene a Naruto a su lado.
por fin se termino el jueguito de Hinata y perdió a los dos, pero que esperaba, se ha cansado de cometer errores y no aprende, así no se puede.
y aunque la espera fue larga, valió la pena, muy buen capitulo y espero la conti y ojala que no se tarde tanto en llegar
Última edición por Vizard el Sáb Ene 12, 2013 4:55 pm, editado 1 vez
Leon- Sennin
- Mensajes : 1085
45825
Posesiones :
Re: Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
¡¡KYAAAAA!!¡¡ME ENCANTAAAAAA!!-Súper emocionada-
¡Oh mi Dios!Ellos…Ellos…¡Kyaaaa!¡Estoy que salto de la emoción!
Por fin se demostraron su amor en todas sus formas habidas y por haber.
Hinata ya no tiene remedio,ahora se quedó sola,soledosa y solitaria por comenter tantas burradas.
Naru-kun le dejó una marca a Saku-Chan y viceversa,esos dos sí que se lucieron. xDD
Espero La Conti Ansiosa
Saludos,besos y abrazos.
¡Oh mi Dios!Ellos…Ellos…¡Kyaaaa!¡Estoy que salto de la emoción!
Por fin se demostraron su amor en todas sus formas habidas y por haber.
Hinata ya no tiene remedio,ahora se quedó sola,soledosa y solitaria por comenter tantas burradas.
Naru-kun le dejó una marca a Saku-Chan y viceversa,esos dos sí que se lucieron. xDD
Espero La Conti Ansiosa
Saludos,besos y abrazos.
NaruSaku-12- Sannin
- Mensajes : 811
Edad : 31
Uhm ~ Con Naru-kun en el inframundo visitando a Jiraiya y Mina&Kushi
4394
Posesiones :
Re: Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
yei esto ay que celebrarlo jejejjeje y si es marcas se dejan de a dos jejejje
moi-06yoyo- Sennin
- Mensajes : 1677
Edad : 33
cuarto de sakura en su cama con ella
102064
Re: Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
¡¡ hola !! soy nueva en este foro y sigo tu historia desde que la publicabas en el foro anterior .. ¡Me E-N-C-A-N-T-A ! [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]ellos... simplemente es una relacion de lo mas hermosa, se tienen mucha confianza y pues con lo ultimo estan mas unidos que nunca...
pon la continuacion pronto y GRACIAS por escribir una historia tan maravillosa [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen].
cuidate.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
pon la continuacion pronto y GRACIAS por escribir una historia tan maravillosa [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen].
cuidate.
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lagen-04- Aprendiz
- Mensajes : 55
Edad : 28
en muy muy lejano !!!
0
Re: Hay amores [C] [+18] [Actualizado 20/08/13]
GeniaGenial!! *---* Que pervertida soy u.u
en fin, como siempre muy bueno!!!
Espero la conti ^^
Saludo~~
en fin, como siempre muy bueno!!!
Espero la conti ^^
Saludo~~
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