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Más Allá del cielo y del mar [+18][Capitulo 7: Odiar o amar -Parte 1-][25/10/2016]
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NaruSaku v2.0 :: :: Fan Fic
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Más Allá del cielo y del mar [+18][Capitulo 7: Odiar o amar -Parte 1-][25/10/2016]
Buenas noches, días o tardes gente del foro, quizás algunos ya me conozcan por el fic de Promesas Retomadas, bueno lo que hoy me trae de nuevo a crear un nuevo tema es que voy a presentar les un nuevo fic en el cual trabajare más lentamente pero comprometido con este mi segundo "hijo" jeje. Lo único que necesito es que me digan aquellos que gusten leer este nuevo fic si quieren que lo continué o no, enserio su opinión es importante y me honraría mucho poder escucharla, respecto al fic, quizás ya allá muchos de esta temática o quizás no, no estoy muy seguro, el tema base del fic es: piratas. Si quizás digan que son aburridos o que se yo, pero se me ocurrió de la nada y creo que sería bueno alimentar esta idea en un mundo alterno al ninja.
Declaración: Los personajes que aquí se presentaran son propiedad de Masashi Kishimoto yo solo los tomo para el desarrollo de esta historia.
Parejas: principales [NaruSaku] posible secundaria [NaruIno]
Bueno espero sus comentarios al respecto sobre seguir o no esta historia y sin más les dejo esta introducción del fic:
Mas alla del cielo y el mar
Capitulo Introductorio: Capturado
Mi padre siempre dice que el mar tiene la habilidad de conocer los deseos de nuestro corazón y que nos lleva a ellos tarde o temprano en forma de una tranquilidad completa o en la peor tormenta pero al final siempre estaremos ante esos deseos que nos planteamos y queremos...
Mi nombre es Naruto Namikaze, soy un simple pescador, tengo 22 años de edad, de complexión delgada, pelo rubio, ojos azules y 3 marcas en cada mejilla que me hacen notar de inmediato, toda mi vida he vivido en un pequeño pueblo pesquero llamado Konoha en Inglaterra, tengo dos hermanos menores llamados Karin y Gaara. Karin es un año menor que yo mientras Gaara es el más pequeño de todos con 17 años apenas. Para lastima de la gente de este pueblo siempre es asaltado y saqueado por bandidos y piratas pero aun así nuestra gente siempre surge con buen ánimo de seguir adelante sin importar las asperezas del camino que como pescadores tenemos que recorrer. Estamos en plena "era" pirata así que se darán cuenta que esto es un poco peligroso, más que nada vivir en un lugar que como patio tiene al gran mar no jejeje. Mi historia comienza el día que fui capturado como rehén para venderme como esclavo en el mercado negro de la recién conquistada América, creía que me matarían o desollarían vivo pero no fue así, mis hermanos y padres han de creer que estoy muerto pues ya tengo desaparecido casi 2 semanas, aun recuerdo con tristeza ese día que me capturaron:
-------------
Un Naruto atareado estaba desenredando las redes de pesca de su padre en el puerto familiar, el cual estaba muy alejado del pueblo.
-Rayos esta anocheciendo y yo aquí aun, espero que mamá no me regañe por llegar tan tarde- decía Naruto preocupado.
Después de batallar bastante con las redes se encamino con cuidado a un pequeño cuarto de madera que le serbia a la familia para guardar toda la instrumentaría de pesca, redes, cañas de pesca, anzuelos, señuelos, etc. Naruto ya estaba muy agotado con todo el trabajo que tenía que realizar aun, hambriento y sudoroso continuo haciendo su labor que consistía en lavar las canastas en donde se vertía el pescado que atrapaban después de un laborioso día en alta mar pescando. Como era el mayor tenía que ayudar lo mas que podía a su padre Minato Namikaze un hombre amable y uno de los mejores a la hora de pescar, su hijo Naruto había heredado esa arte pesquera de su padre. Su madre una hermosa pelirroja llamada Kushina Uzumaki que su padre conoció en un viaje en barco allá por su juventud, la bella mujer pertenecía aun extracto social mucho más alto que del que pertenecía Minato pero durante ese viaje la joven doncella se enamoro perdidamente de ese joven humilde y bueno, causando la huida de ambos amantes y empezar una vida juntos donde fueron concebidos por su amor 3 hijos uno rubio, una pelirroja y un pelirrojo todos traídos al mundo con todo el cariño que sus padres les tenían.
-Bien por fin acabe… ¡Fuuu…! jajajaja- el joven pescador reía contento porque por fin terminaba sus deberes en aquel desolado lugar.
El rubio salió de la cabaña junto con 2 canastas grandes arrebozar de pescado fresco que había pescado durante la tarde de ese día, feliz comenzó a caminar por la blanca arena de la playa. Hacia una luna hermosa que hacia brillar el agua que de manera tranquila y pausada chocaba contra la costa. El chico no pudo no evitar admirar el paisaje nocturno que ya hacia frente a él, con cuidado de no tirar las canastas con el pescado las dejo sobre el suelo y se sentó en la arena para ver un poco aquel bello espectáculo de la luz de la luna llena chocando y reflejándose en las aguas cristalinas del mar.
-*suspiro*- Como quisiera poder ver este bello paisaje junto a una linda chica… No puedo negar que tengo una que otra admiradora en el pueblo pero ninguna me llama la atención, son muy superficiales… Lo único que quieren es el dinero de mi familia- decía el rubio con desanimo, puesto que aun que no eran ricos el pescado que vendían les permitía vivir bien. Y como las personas estaban muy necesitadas no dudaban en usas a sus propias hijas como anzuelo para capturar algún pez gordo.
-Aun que Hinata es una linda chica… Pero muy tímida, no es mi tipo... Mmm… Aun que su padre a intentado acercarse al mío con intenciones de comprometernos… No cabe duda que ese señor quiere fusionar las fortunas de nuestras familias jajaja- volvió hablar el rubio mientras miraba la luna llena.
De repente el chico sintiéndose observado juro su mirada hacia un costado, encontrándose con varios sujetos que lo miraban de lejos.
-¿Quiénes son esos tipos? y ¿qué hacen aquí tan tarde?- se pregunto así mismo el rubio mientras se levantaba.
Los sujetos comenzaron acercarse mas y mas al rubio que comenzó a sentir un escalofrió por su medula espinal puesto que al estar más cerca esos tipos pudo ver claramente sus ropas… Eran piratas.
Como pudo comenzó a correr cosa que los sujetos también comenzaron hacer iniciando una persecución. Era bien sabido que los piratas por esas épocas raptaban a todo adulto joven sano para venderlos como esclavos en el mercado negro que recientemente comenzaba a emerger al otro lado del gran océano, mas presamente por la conquistada América que necesitaba mucha mano de obra para las 13 colonias inglesas que se habían asentado hay.
La sangre drenaba con rapidez cada poro de Naruto el cual seguía corriendo con desesperación mientras sus atacantes le perseguían de cerca.
-Que suerte tenemos de habernos encontrado a este pescador solo y a estas horas- dijo uno de ellos.
-Si jeje, la capitana se pondrá muy feliz al saber que por fin hemos podido completar el pedido de esclavo para la nueva Inglaterra… Pero antes debemos atrapar a este desgraciado y entregárselo a Sasuke el tuerto- respondió el otro un tanto agotado por estar corriendo.
Después de correr durante un buen rato Naruto llego junto a un descampado, ya no había salida así que era aventarse por el precipicio hacia las rocas puntiagudas que le esperaban en el fondo o enfrentar a los piratas que lo perseguían. Los aludidos hicieron acto de presencia, mientras tranquilamente se acercaban al rubio que estaba muerto de miedo.
-"¡Mierda…! Tengo que enfrentarlos… Tengo que hacerlo"- pensó el chico mientras se ponía en posición de ataque.
Al fin cuando los 2 piratas estaban cerca de Naruto, este pudo ver a un hombre joven rubio con una cola de caballo mientras el otro era pelirrojo y joven al igual que su hermano Gaara, fue cuando uno de ellos hablo.
-Oiga señor Sasori, ¿no cree que ya deberíamos atraparlo…? Los chicos han de estar desesperado en la taberna-
-Sí, tienes razón Deidara-
Así que esos dos tipos se llamaban Sasori y Deidara, pensó el rubio. En eso Deidara se lanzo hacia el chico rubio, el cual le dio un fuerte golpe en la quijada que lo hizo retroceder varios pasos.
-¡Maldita sabandija…! ¡¿Cómo te atreves a pegarle al gran pirata Deidara?!- parecía molesto el pirata rubio.
-Si creen que me voy a dejas atrapar tan fácil por un par de piratas mediocres… ¡Ni lo sueñen!- dijo determinante el rubio.
-Eso dilo para ti, niño- se escucho decir otro pirata que hacia acto de presencia.
Era alto y tenían la piel costrosa, parecía un pez tenía una mirada aguda y dientes de sierra.
-¡Deidara…! ¡Sasori…! ¡Atrapen de una buena vez a esa lombriz!- ordeno el pirata que con anterioridad había aparecido.
Sasori se abalanzo sobre el rubio, que muy a duras penas pudo quitarse de en medio haciendo que el pelirrojo se fuera de paso, Deidara volvió arremeter envistiendo a Naruto y haciéndolo retroceder un poco, el rubio atacado respondió con varios codazos en la espalda de Deidara haciendo que este perdiera fuerza y permitiendo a Naruto darle un rodillazo en la cara, haciendo caer inconsciente a Deidara que sangraba de la nariz por efecto de ese último golpe del rubio. Sasori se reincorporo rápidamente corriendo furioso mientras sostenía una espada de madera, lo querían vivió después de todo.
-¡¡¡Maldito hijo de…!!! ¡¡No sabes con quien te mentes!!- corría frenéticamente un furioso Sasori hacia un desesperado Naruto.
Naruto solo tenía tiempo para esquivas las estocada que Sasori le intentaba asestar con fuerza, el otro pirata solo miraba encantado la pelea, sonreía despreocupadamente como si hubiese descubierto algo interesante. Por fin Sasori consiguió golpear en la cara a Naruto causándole un corte en su ceja izquierda, desorientado solo pudo hacer un esquive mas antes de recibir otro golpe en la espalda, gritando de dolor por lo fuerte del golpe.
-¡¡¡AAAAAAHHH!!!- grito Naruto al sentir la fuerza del impacto en su columna.
Callo de rodillas en el suelo, como pudo comenzó a levantarse y miro con extremo enojo al causante del dolor que lo invadió hacia apenas segundos atrás.
-"No puedo dejas que estos apestosos piratas me capturen o maten… Mi familia, mis amigos… ¡No lo permitiré!"- pensó el chico mientras con dificultad se volvió a poner en guardia.
-¡Ríndete estúpido, jamás podrás contra mi…! ¡JAJAJA!- reían el bellaco causando aun mas enojo en el rubio, que no dejaba de sangrar del corte que tenía en la ceja.
-¡No puedo perder…! ¡Mi familia me…! ¡¡¡ESPERAAA!!!- grito Naruto furioso que comenzó a correr lo mas rápido que podía, puesto que sentía aun ese fuerte dolor en su espalda por el golpe que le había dado Sasori.
El pelirrojo al abrir los ojos que tenía cerrados por las carcajadas que daba, se vio en un aprieto. Naruto con sus últimos alientos le dio un derechazo terrible en el estomago dejándolo automáticamente sin aire y sin conciencia. El otro pirata miraba como Sasori caía al suelo arrodillado mientras se podía ver claramente en su rostro una mueca de dolor agónico.
-Tal parece que te he subestimado, lombriz… jeje- dijo el pirata que aun quedaba.
-¡No me importa lo que tu pienses, pirata de mierda…! ¡Ya solo quedas tú!- dijo Naruto mientras se tocaba la zona de su espalda adolorido.
-Sabandija patética… ¡¿Sabes con quien estás hablando?!- respondió el pirata un poco colérico por los insultos del rubio.
-¡No sé y no me importa…!-
-*gruñendo*- ¡Te voy enseñar a respetar a un pirata, mocoso!-
Después de eso el pirata que aun quedaba se lanzo al ataque, Naruto al estar todavía muy tocado por la pelea con los dos anteriores solo pudo hacerse a un lado del toro que lo quería envestir, pero este al pasar a un lado del rubio, no cayó en la misma trampa en la que había caído Sasori, lo tomo de un brazo y lo azoto de golpe en el suelo, provocando que el rubio escupiera sangre por el descomunal dolor que sintió al impactar el suelo, el pirata solo reía mientras golpeaba el estomago de Naruto que ya no podía defenderse más. Estaba completamente molido por culpa de los golpes que Sasori le había dado con anterioridad, lentamente el chico fue perdiendo la conciencia creyendo que moriría…
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Lentamente fue abriendo los ojos, estaba en un lugar con poca luz y se sentía húmedo, le dolía todo el cuerpo, para su suerte no tenía ningún hueso roto. De repente un ruido atrajo su intención, más preciso el chapoteo de lo que parecía era agua, con dificultad giro la cabeza hacia un lado de donde estaba, encontrándose con una bella rubia de ojos celestes que exprimía un trapo con agua, el rubio no decía nada, solo miraba como la chica poso ese mismo trapo sobre el cuerpo del maltrecho Naruto que comenzó a masajear las zonas donde había cortes y moretones… Al parecer le estaba curando.
-¿Do… Donde… Estoy?- pregunto casi en susurro Naruto mientras intentaba pararse.
La rubia no respondía, solo seguía la tarea en la que estaba enfrascada. Naruto al sentir su cuerpo pesado, desmoronado no intento más moverse puesto que le estaba doliendo a horrores. La rubia alejo el trapo de su cuerpo y comenzó a mojarlo nuevamente dentro de una pequeña cubeta con agua tibia.
-¿Quién eres…? - volvió a preguntar el chico sin recibir respuesta.
En eso alguien llego a la puerta del aparente cuarto en donde estaban, era un hombre alto, de piel blanca, parecía tener más o menos la misma edad de Naruto también se pudo notar una cicatriz en su ojo izquierdo la cual se le notaba por debajo de un parche que tenia cubriendo esa vieja herida de batalla.
-¿Ya despertó Ino?- pregunto el hombre misterioso con frialdad.
-Si… Sasuke- respondió de manera corta la chica que comenzó a ponerse nerviosa por la presencia de aquel hombre de pelo oscuro.
-Me alegra… Una vez que pueda caminar mandare a alguien para que se lo lleve a las jaulas- decía ese hombre llamado Sasuke mientras se retiraba de la puerta.
Naruto no entendía nada, estaba desconcertado. Al parecer aquel pirata que le había dado una paliza lo llevo para que lo curaran pero aun así no sabía dónde estaba y ni quiénes eran esas personas, se sentía solo, triste, con miedo y desesperación. Pues todo indicaba que había sido capturado por aquellos piratas que lo habían encontrado.
-"Mamá… Papá… Gaara… Karin… Perdónenme no voy a poder volver a casa"- pensaba el chico
triste mientras mirando al techo comenzando a derramar lagrimas por sus dos ojos azules. La chica lo miro llorar en silencio se sentía mal al ver el sufrir de ese pobre chico que la noche anterior le habían traído casi muerto. Ella no tenía la culpa de ser la curandera de esos granujas piratas, así era… Desde que conoció a la furia roja, así apodaban a la capitana de esos barbaros que era igual o hasta más cruel con todos los pobres hombres que capturaban sus vasallos para venderlos en condición de esclavos.
-"Furia roja… ¿Por que eres así de cruel?"- pensaba la rubia con tristeza. Recordando como la furia roja había sido alguien muy distinta en el pasado.
-¿Y bien… Me vas… A decir quién… Eres?- dijo con dificultad en chico que miraba hacia el techo.
-Mi nombre es… I-Ino y soy la curandera... De los piratas- por fin respondió la mujer de largo cabello rubio.
-Mucho gusto… Ino… ¿Por favor dime dónde estoy?- eso ultimo lo dijo Naruto casi como suplicando que le dijeran en donde estaba.
-Estamos en una playa solitaria… Sirve de… Campamento para los piratas- sin dar muchos detalles la chica hablo.
-Así que después de todo… Si me capturaron eh?- se escuchaba un claro desconsuelo en la
voz de aquel hombre rubio que ya hacia sobre aquella cama completamente golpeado.
Ino no sabía que decir, estaba muy mal al ver la tristeza de aquel chico que ni si quiera conocía y aun así sus "camaradas" ya le había arrebatado lo que todo hombre quiere: libertad.
-Descansa tu cuerpo está muy mal aun- dijo la chica parándose y cubriéndolo con una pequeña manta desgastada.
La rubia comenzó alejarse pero una voz llamo su atención.
-Mi nombre es Naruto… - decía el chico mirando el techo aun.
-Mucho gusto… Naruto- respondió Ino mientras salía definitivamente de la habitación.
El rubio continuo quieto en la cama, no podía dormir aun que la habitación en donde estaba comenzaba a tornarse más y más oscura suponiendo que la noche estaba llegando, pensando en su familia en sus hermanos… Si algo era seguro seria que una vez mejor intentaría escapar… Quería volver a esa casa donde lo esperaba un padre agradable y bueno, una madre regañona pero gentil y dulce, una hermana gritona e histérica y un hermano serio pero comprensivo… Quería volver a su hogar. Ya era muy noche cuando un apaleado Naruto comenzó a entrar en el mundo de los sueños, antes de quedar completamente dormido escucho como la puerta de aquella habitación se abría y entraba alguien, con la poca conciencia que le quedaba intento ver quien era pero solo sintió una mano cálida y suave en su frente quedando completamente dormido.
-Duerme… Naruto- fue lo único que alcanzo a escuchar Naruto mientras se rendía completamente al sueño.
Ya había pasado una semana desde que había capturado al rubio, su cuerpo ya estaba completamente recuperado de las lesiones que aquellos piratas le había hecho, atado a la cama se encontraba pues se notaba que los muy desgraciados sabia que el chico intentaría huir no mas se comenzara a sentir mejor. Ino y él habían entablado una pequeña amistad durante esos días, gracias a esto el pobre chico olvidaba el infierno que estaba viviendo y que viviría, el rubio no entendía como la chica siendo tan joven, atractiva y bella no era una especie de esclava sexual para los piratas, quizás se debía a que ella era la que los curaba cuando alguno de ellos resultaba herido y más aun no sabía por qué cada que él la miraba a los ojos la pobre sufría un aumento de colores en su rostro. A él nunca se le había dado bien entender el lenguaje corporal de las mujeres, así que no le tomaba importancia.
-Vengo por el esclavo- dijo un pirata alto con una especie de mascara en su rostro.
-Kakusu… Naruto aun está muy mal, no puedes llevártelo aun- argumento Ino mirando aquel extraño hombre.
-¿No me digas que esa cucaracha te gusta…? ¡JAJAJA!- reía abiertamente el pirata con nombre Kakusu.
-¡No me gusta…! Es solo que su cuerpo aun está muy débil, aun ni si quiera puede ponerse en pie- volvió a lanzar otro argumento la rubia pero al parecer Kakusu no estaba dispuesto a esperar.
-A mi no me importa que no se pueda levantarse… Furia roja ha ordenado que juntemos a prisioneros para presentárselos y evaluar a los esclavos para ver si nos pagaran bien por ellos…. ¡Así que quítate, si no quieres morir!-
Acto seguido el engreído pirata entro a la habitación donde Naruto estaba empotrado en aquella cama. Comenzó a desatar los amarres de los pies y luego de las manos, con una pistola antigua ordeno que se pusiera de pie, lo que el rubio pudo conseguirlo pero con muchísima dificultad.
-¡Camina!- ordeno Kakusu a Naruto que aun tenía las piernas entumidas.
Como fue pudiendo Naruto salió del cuarto chichando directo con los rayos brillantes el sol, cegándose por unos instantes lo que provoco que se detuviera desorientado.
-¡¿Te he dicho que pares…?! ¡¡¡Camina he dicho!!!- recrimino Kakusu empujando y tirando a la arena a Naruto que a duras penas volvió a levantarse de donde estaba.
-Kakusu… Por favor deja de maltratarle- pedía Ino con su rostro triste.
-¡No me importa lo que tú quieras mujer…! ¡Solo porque tienes la protección de la capitana si no ya te hubiese revocado en esa cama de ahí como la zorra que eres!- decía engreído Kakusu mientras seguía empujando aun perdido y débil Naruto.
-No te preocupes Ino… Gracias por cuidarme y curarme- dijo Naruto con una sonrisa mientras se alejaba junto con el pirata.
-"Naruto… Por favor no te mueras"- pensó Ino intentando no llorar por la suerte de su nuevo amigo.
Al llegar a la horilla de la playa, Kakusu hizo una señal a otro pirata que estaba navegando en un bote hacia la orilla, una vez que el bote toco tierra, Kakusu volvió a empujar a Naruto para que subiera seguido después por él.
-¿Qué hay Hidan?- pregunto Kakusu al otro hombre que parecía ser una amigo.
-¿Que tal Kakusu…? ¿Quién es este?- decía el sujeto de pelo blanco mirando a Naruto.
-Un nuevo prisionero para el cargamento de esclavos que se venderán a las colonias de nueva Inglaterra-
-Ya veo… Como se ve la furia roja le ha estado agarrando el gusto al mercado de esclavos-
-Si, a la muy avariciosa le encanta el dinero como a mi jaja-
-Amigo… Yo que tu no me metería con esa mujer frígida-
-¿Por qué no Hidan…? Es solo una hembra mas, esperando su buen pedazo de carne jeje-
-Te lo digo por lo que le paso a Zetzu el pálido… Se dice que le mocho la hombria por qué no la supo satisfacer y después hizo que se la comiera… ¡Jesús todo poderoso me libre de vivir ese martirio!-
-Ah… Ya vas a empezar con tus cosas religiosas-
Naruto solo escuchaba como eso 2 hablaban sobre "el" capitán de los piratas que al parecer más bien era "ella". Después de un rato mas de navegar por fin comenzaron a ver a lo lejos un gran barco de madera con doble vela, una vez cerca dieron una señal y desde la parte alta del barco comenzó a bajar una cuerda gruesa que Kakusu amarro a la cintura de Naruto una vez sujeta el chico se asusto al sentir un fuerte tirón hacia arriba que por efecto lo estaba alzando como aun costar de semilla. Una vez que estaba cerca de la cubierta fue tomado con fuerza para poder subir definitivamente, este fue sujeto por otro hombre que tenía el pelo naranja y una extraña mirada.
-¡Konan…! Lleva a este a las jaulas… - dijo el peli naranja haciendo que se acercara una mujer muy atractiva con el pelo azul pálido.
-Si como digas Yaiko… No me gusta que me grites, estúpido- replico la mujer tomando a Naruto de un lazo amarrado a sus manos.
-¿Pero bien que te gusta en la cama verdad, Konan?-
Todos los presentes hay comenzaron a reír mientras la mujer intentaba apuñalar al que según la perspectiva del rubio era su pareja.
-¡¡Vamos, no tenemos todo el día!!- dijo la peli azul jalando a Naruto hacia la bodega del barco.
Una vez hay Naruto no pudo no evitar sentir rabia y terror a la vez que miraba como todo el interior del barco estaba repleto de prisioneros y esclavos, Konan abrió la puerta de una de las jaulas y tomando a Naruto de una mano lo estampo de lleno dentro de una de ellas junto a otros más que solo miraban con terror a la mujer.
-¡¡¡Por favor déjenme ir!!!- grito Naruto al ver a esa mujer alejarse.
-Estas muy mal de la cabeza, mediocre jajajaja- se iba riendo la mujer.
Una vez que esa mujer se había retirado por completo, Naruto comenzó a observar a sus alrededores encontrándose con docenas de personas que atravesaban su misma situación. Uno de los que estaban mas próximas al rubio se acerco.
-Hola… - saludo de manera amable.
El rubio solo vio quien le saludaba, era un hombre alto, piel morena y tenía un característico peinado que se asemejaba a una piña.
-Hola… Soy Naruto-
-Yo soy Shikamaru… ¿Donde te atraparon?-
-Eh…? Cerca de Konoha, mi pueblo natal-
-A mí en Suna junto con el- Shikamaru señalo a un joven de no más de 20 años con una piel muy blanca y pálida.
-Soy Sai… Mucho gusto- saludo el chico de pelo negro.
La conversación era triste, decaída… En fin que charla saldría de una situación así.
-¿Como fue…?- volvió a preguntar Shikamaru.
-¿Qué? ¿Cómo fue? ¿Qué?- pregunto el chico rubio sin entender.
-Digo ¿cómo fue que te atraparon estos desgraciados?- se escucho enojo en la voz del peli negro.
-Bueno fue una semana atrás… Yo venía de pescar cuando me tope con ellos, pelee, intente huir pero al final me capturaron… -
-A mí y Sai no asaltaron por el camino… Pero al ver que éramos según sus estándares "buenos ejemplares" pues nos golpearon y terminamos aquí… Lo nuestro fue hace casi un mes-
La plática se alargo durante un buen tiempo, hablaron un poco de la familia que tenían, amigos y conocidos además de otros temas para distraerse un poco. Ya era de noche cuando se acomodaron en el frio piso de madera e intentaron dormir cosa que les era imposible por la situación y las circunstancias. ¿Cómo iba a salir de ahí Naruto?, de que lo iba a intentar lo iba a intentar.
Declaración: Los personajes que aquí se presentaran son propiedad de Masashi Kishimoto yo solo los tomo para el desarrollo de esta historia.
Parejas: principales [NaruSaku] posible secundaria [NaruIno]
Bueno espero sus comentarios al respecto sobre seguir o no esta historia y sin más les dejo esta introducción del fic:
Mas alla del cielo y el mar
Capitulo Introductorio: Capturado
Mi padre siempre dice que el mar tiene la habilidad de conocer los deseos de nuestro corazón y que nos lleva a ellos tarde o temprano en forma de una tranquilidad completa o en la peor tormenta pero al final siempre estaremos ante esos deseos que nos planteamos y queremos...
Mi nombre es Naruto Namikaze, soy un simple pescador, tengo 22 años de edad, de complexión delgada, pelo rubio, ojos azules y 3 marcas en cada mejilla que me hacen notar de inmediato, toda mi vida he vivido en un pequeño pueblo pesquero llamado Konoha en Inglaterra, tengo dos hermanos menores llamados Karin y Gaara. Karin es un año menor que yo mientras Gaara es el más pequeño de todos con 17 años apenas. Para lastima de la gente de este pueblo siempre es asaltado y saqueado por bandidos y piratas pero aun así nuestra gente siempre surge con buen ánimo de seguir adelante sin importar las asperezas del camino que como pescadores tenemos que recorrer. Estamos en plena "era" pirata así que se darán cuenta que esto es un poco peligroso, más que nada vivir en un lugar que como patio tiene al gran mar no jejeje. Mi historia comienza el día que fui capturado como rehén para venderme como esclavo en el mercado negro de la recién conquistada América, creía que me matarían o desollarían vivo pero no fue así, mis hermanos y padres han de creer que estoy muerto pues ya tengo desaparecido casi 2 semanas, aun recuerdo con tristeza ese día que me capturaron:
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Un Naruto atareado estaba desenredando las redes de pesca de su padre en el puerto familiar, el cual estaba muy alejado del pueblo.
-Rayos esta anocheciendo y yo aquí aun, espero que mamá no me regañe por llegar tan tarde- decía Naruto preocupado.
Después de batallar bastante con las redes se encamino con cuidado a un pequeño cuarto de madera que le serbia a la familia para guardar toda la instrumentaría de pesca, redes, cañas de pesca, anzuelos, señuelos, etc. Naruto ya estaba muy agotado con todo el trabajo que tenía que realizar aun, hambriento y sudoroso continuo haciendo su labor que consistía en lavar las canastas en donde se vertía el pescado que atrapaban después de un laborioso día en alta mar pescando. Como era el mayor tenía que ayudar lo mas que podía a su padre Minato Namikaze un hombre amable y uno de los mejores a la hora de pescar, su hijo Naruto había heredado esa arte pesquera de su padre. Su madre una hermosa pelirroja llamada Kushina Uzumaki que su padre conoció en un viaje en barco allá por su juventud, la bella mujer pertenecía aun extracto social mucho más alto que del que pertenecía Minato pero durante ese viaje la joven doncella se enamoro perdidamente de ese joven humilde y bueno, causando la huida de ambos amantes y empezar una vida juntos donde fueron concebidos por su amor 3 hijos uno rubio, una pelirroja y un pelirrojo todos traídos al mundo con todo el cariño que sus padres les tenían.
-Bien por fin acabe… ¡Fuuu…! jajajaja- el joven pescador reía contento porque por fin terminaba sus deberes en aquel desolado lugar.
El rubio salió de la cabaña junto con 2 canastas grandes arrebozar de pescado fresco que había pescado durante la tarde de ese día, feliz comenzó a caminar por la blanca arena de la playa. Hacia una luna hermosa que hacia brillar el agua que de manera tranquila y pausada chocaba contra la costa. El chico no pudo no evitar admirar el paisaje nocturno que ya hacia frente a él, con cuidado de no tirar las canastas con el pescado las dejo sobre el suelo y se sentó en la arena para ver un poco aquel bello espectáculo de la luz de la luna llena chocando y reflejándose en las aguas cristalinas del mar.
-*suspiro*- Como quisiera poder ver este bello paisaje junto a una linda chica… No puedo negar que tengo una que otra admiradora en el pueblo pero ninguna me llama la atención, son muy superficiales… Lo único que quieren es el dinero de mi familia- decía el rubio con desanimo, puesto que aun que no eran ricos el pescado que vendían les permitía vivir bien. Y como las personas estaban muy necesitadas no dudaban en usas a sus propias hijas como anzuelo para capturar algún pez gordo.
-Aun que Hinata es una linda chica… Pero muy tímida, no es mi tipo... Mmm… Aun que su padre a intentado acercarse al mío con intenciones de comprometernos… No cabe duda que ese señor quiere fusionar las fortunas de nuestras familias jajaja- volvió hablar el rubio mientras miraba la luna llena.
De repente el chico sintiéndose observado juro su mirada hacia un costado, encontrándose con varios sujetos que lo miraban de lejos.
-¿Quiénes son esos tipos? y ¿qué hacen aquí tan tarde?- se pregunto así mismo el rubio mientras se levantaba.
Los sujetos comenzaron acercarse mas y mas al rubio que comenzó a sentir un escalofrió por su medula espinal puesto que al estar más cerca esos tipos pudo ver claramente sus ropas… Eran piratas.
Como pudo comenzó a correr cosa que los sujetos también comenzaron hacer iniciando una persecución. Era bien sabido que los piratas por esas épocas raptaban a todo adulto joven sano para venderlos como esclavos en el mercado negro que recientemente comenzaba a emerger al otro lado del gran océano, mas presamente por la conquistada América que necesitaba mucha mano de obra para las 13 colonias inglesas que se habían asentado hay.
La sangre drenaba con rapidez cada poro de Naruto el cual seguía corriendo con desesperación mientras sus atacantes le perseguían de cerca.
-Que suerte tenemos de habernos encontrado a este pescador solo y a estas horas- dijo uno de ellos.
-Si jeje, la capitana se pondrá muy feliz al saber que por fin hemos podido completar el pedido de esclavo para la nueva Inglaterra… Pero antes debemos atrapar a este desgraciado y entregárselo a Sasuke el tuerto- respondió el otro un tanto agotado por estar corriendo.
Después de correr durante un buen rato Naruto llego junto a un descampado, ya no había salida así que era aventarse por el precipicio hacia las rocas puntiagudas que le esperaban en el fondo o enfrentar a los piratas que lo perseguían. Los aludidos hicieron acto de presencia, mientras tranquilamente se acercaban al rubio que estaba muerto de miedo.
-"¡Mierda…! Tengo que enfrentarlos… Tengo que hacerlo"- pensó el chico mientras se ponía en posición de ataque.
Al fin cuando los 2 piratas estaban cerca de Naruto, este pudo ver a un hombre joven rubio con una cola de caballo mientras el otro era pelirrojo y joven al igual que su hermano Gaara, fue cuando uno de ellos hablo.
-Oiga señor Sasori, ¿no cree que ya deberíamos atraparlo…? Los chicos han de estar desesperado en la taberna-
-Sí, tienes razón Deidara-
Así que esos dos tipos se llamaban Sasori y Deidara, pensó el rubio. En eso Deidara se lanzo hacia el chico rubio, el cual le dio un fuerte golpe en la quijada que lo hizo retroceder varios pasos.
-¡Maldita sabandija…! ¡¿Cómo te atreves a pegarle al gran pirata Deidara?!- parecía molesto el pirata rubio.
-Si creen que me voy a dejas atrapar tan fácil por un par de piratas mediocres… ¡Ni lo sueñen!- dijo determinante el rubio.
-Eso dilo para ti, niño- se escucho decir otro pirata que hacia acto de presencia.
Era alto y tenían la piel costrosa, parecía un pez tenía una mirada aguda y dientes de sierra.
-¡Deidara…! ¡Sasori…! ¡Atrapen de una buena vez a esa lombriz!- ordeno el pirata que con anterioridad había aparecido.
Sasori se abalanzo sobre el rubio, que muy a duras penas pudo quitarse de en medio haciendo que el pelirrojo se fuera de paso, Deidara volvió arremeter envistiendo a Naruto y haciéndolo retroceder un poco, el rubio atacado respondió con varios codazos en la espalda de Deidara haciendo que este perdiera fuerza y permitiendo a Naruto darle un rodillazo en la cara, haciendo caer inconsciente a Deidara que sangraba de la nariz por efecto de ese último golpe del rubio. Sasori se reincorporo rápidamente corriendo furioso mientras sostenía una espada de madera, lo querían vivió después de todo.
-¡¡¡Maldito hijo de…!!! ¡¡No sabes con quien te mentes!!- corría frenéticamente un furioso Sasori hacia un desesperado Naruto.
Naruto solo tenía tiempo para esquivas las estocada que Sasori le intentaba asestar con fuerza, el otro pirata solo miraba encantado la pelea, sonreía despreocupadamente como si hubiese descubierto algo interesante. Por fin Sasori consiguió golpear en la cara a Naruto causándole un corte en su ceja izquierda, desorientado solo pudo hacer un esquive mas antes de recibir otro golpe en la espalda, gritando de dolor por lo fuerte del golpe.
-¡¡¡AAAAAAHHH!!!- grito Naruto al sentir la fuerza del impacto en su columna.
Callo de rodillas en el suelo, como pudo comenzó a levantarse y miro con extremo enojo al causante del dolor que lo invadió hacia apenas segundos atrás.
-"No puedo dejas que estos apestosos piratas me capturen o maten… Mi familia, mis amigos… ¡No lo permitiré!"- pensó el chico mientras con dificultad se volvió a poner en guardia.
-¡Ríndete estúpido, jamás podrás contra mi…! ¡JAJAJA!- reían el bellaco causando aun mas enojo en el rubio, que no dejaba de sangrar del corte que tenía en la ceja.
-¡No puedo perder…! ¡Mi familia me…! ¡¡¡ESPERAAA!!!- grito Naruto furioso que comenzó a correr lo mas rápido que podía, puesto que sentía aun ese fuerte dolor en su espalda por el golpe que le había dado Sasori.
El pelirrojo al abrir los ojos que tenía cerrados por las carcajadas que daba, se vio en un aprieto. Naruto con sus últimos alientos le dio un derechazo terrible en el estomago dejándolo automáticamente sin aire y sin conciencia. El otro pirata miraba como Sasori caía al suelo arrodillado mientras se podía ver claramente en su rostro una mueca de dolor agónico.
-Tal parece que te he subestimado, lombriz… jeje- dijo el pirata que aun quedaba.
-¡No me importa lo que tu pienses, pirata de mierda…! ¡Ya solo quedas tú!- dijo Naruto mientras se tocaba la zona de su espalda adolorido.
-Sabandija patética… ¡¿Sabes con quien estás hablando?!- respondió el pirata un poco colérico por los insultos del rubio.
-¡No sé y no me importa…!-
-*gruñendo*- ¡Te voy enseñar a respetar a un pirata, mocoso!-
Después de eso el pirata que aun quedaba se lanzo al ataque, Naruto al estar todavía muy tocado por la pelea con los dos anteriores solo pudo hacerse a un lado del toro que lo quería envestir, pero este al pasar a un lado del rubio, no cayó en la misma trampa en la que había caído Sasori, lo tomo de un brazo y lo azoto de golpe en el suelo, provocando que el rubio escupiera sangre por el descomunal dolor que sintió al impactar el suelo, el pirata solo reía mientras golpeaba el estomago de Naruto que ya no podía defenderse más. Estaba completamente molido por culpa de los golpes que Sasori le había dado con anterioridad, lentamente el chico fue perdiendo la conciencia creyendo que moriría…
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Lentamente fue abriendo los ojos, estaba en un lugar con poca luz y se sentía húmedo, le dolía todo el cuerpo, para su suerte no tenía ningún hueso roto. De repente un ruido atrajo su intención, más preciso el chapoteo de lo que parecía era agua, con dificultad giro la cabeza hacia un lado de donde estaba, encontrándose con una bella rubia de ojos celestes que exprimía un trapo con agua, el rubio no decía nada, solo miraba como la chica poso ese mismo trapo sobre el cuerpo del maltrecho Naruto que comenzó a masajear las zonas donde había cortes y moretones… Al parecer le estaba curando.
-¿Do… Donde… Estoy?- pregunto casi en susurro Naruto mientras intentaba pararse.
La rubia no respondía, solo seguía la tarea en la que estaba enfrascada. Naruto al sentir su cuerpo pesado, desmoronado no intento más moverse puesto que le estaba doliendo a horrores. La rubia alejo el trapo de su cuerpo y comenzó a mojarlo nuevamente dentro de una pequeña cubeta con agua tibia.
-¿Quién eres…? - volvió a preguntar el chico sin recibir respuesta.
En eso alguien llego a la puerta del aparente cuarto en donde estaban, era un hombre alto, de piel blanca, parecía tener más o menos la misma edad de Naruto también se pudo notar una cicatriz en su ojo izquierdo la cual se le notaba por debajo de un parche que tenia cubriendo esa vieja herida de batalla.
-¿Ya despertó Ino?- pregunto el hombre misterioso con frialdad.
-Si… Sasuke- respondió de manera corta la chica que comenzó a ponerse nerviosa por la presencia de aquel hombre de pelo oscuro.
-Me alegra… Una vez que pueda caminar mandare a alguien para que se lo lleve a las jaulas- decía ese hombre llamado Sasuke mientras se retiraba de la puerta.
Naruto no entendía nada, estaba desconcertado. Al parecer aquel pirata que le había dado una paliza lo llevo para que lo curaran pero aun así no sabía dónde estaba y ni quiénes eran esas personas, se sentía solo, triste, con miedo y desesperación. Pues todo indicaba que había sido capturado por aquellos piratas que lo habían encontrado.
-"Mamá… Papá… Gaara… Karin… Perdónenme no voy a poder volver a casa"- pensaba el chico
triste mientras mirando al techo comenzando a derramar lagrimas por sus dos ojos azules. La chica lo miro llorar en silencio se sentía mal al ver el sufrir de ese pobre chico que la noche anterior le habían traído casi muerto. Ella no tenía la culpa de ser la curandera de esos granujas piratas, así era… Desde que conoció a la furia roja, así apodaban a la capitana de esos barbaros que era igual o hasta más cruel con todos los pobres hombres que capturaban sus vasallos para venderlos en condición de esclavos.
-"Furia roja… ¿Por que eres así de cruel?"- pensaba la rubia con tristeza. Recordando como la furia roja había sido alguien muy distinta en el pasado.
-¿Y bien… Me vas… A decir quién… Eres?- dijo con dificultad en chico que miraba hacia el techo.
-Mi nombre es… I-Ino y soy la curandera... De los piratas- por fin respondió la mujer de largo cabello rubio.
-Mucho gusto… Ino… ¿Por favor dime dónde estoy?- eso ultimo lo dijo Naruto casi como suplicando que le dijeran en donde estaba.
-Estamos en una playa solitaria… Sirve de… Campamento para los piratas- sin dar muchos detalles la chica hablo.
-Así que después de todo… Si me capturaron eh?- se escuchaba un claro desconsuelo en la
voz de aquel hombre rubio que ya hacia sobre aquella cama completamente golpeado.
Ino no sabía que decir, estaba muy mal al ver la tristeza de aquel chico que ni si quiera conocía y aun así sus "camaradas" ya le había arrebatado lo que todo hombre quiere: libertad.
-Descansa tu cuerpo está muy mal aun- dijo la chica parándose y cubriéndolo con una pequeña manta desgastada.
La rubia comenzó alejarse pero una voz llamo su atención.
-Mi nombre es Naruto… - decía el chico mirando el techo aun.
-Mucho gusto… Naruto- respondió Ino mientras salía definitivamente de la habitación.
El rubio continuo quieto en la cama, no podía dormir aun que la habitación en donde estaba comenzaba a tornarse más y más oscura suponiendo que la noche estaba llegando, pensando en su familia en sus hermanos… Si algo era seguro seria que una vez mejor intentaría escapar… Quería volver a esa casa donde lo esperaba un padre agradable y bueno, una madre regañona pero gentil y dulce, una hermana gritona e histérica y un hermano serio pero comprensivo… Quería volver a su hogar. Ya era muy noche cuando un apaleado Naruto comenzó a entrar en el mundo de los sueños, antes de quedar completamente dormido escucho como la puerta de aquella habitación se abría y entraba alguien, con la poca conciencia que le quedaba intento ver quien era pero solo sintió una mano cálida y suave en su frente quedando completamente dormido.
-Duerme… Naruto- fue lo único que alcanzo a escuchar Naruto mientras se rendía completamente al sueño.
Ya había pasado una semana desde que había capturado al rubio, su cuerpo ya estaba completamente recuperado de las lesiones que aquellos piratas le había hecho, atado a la cama se encontraba pues se notaba que los muy desgraciados sabia que el chico intentaría huir no mas se comenzara a sentir mejor. Ino y él habían entablado una pequeña amistad durante esos días, gracias a esto el pobre chico olvidaba el infierno que estaba viviendo y que viviría, el rubio no entendía como la chica siendo tan joven, atractiva y bella no era una especie de esclava sexual para los piratas, quizás se debía a que ella era la que los curaba cuando alguno de ellos resultaba herido y más aun no sabía por qué cada que él la miraba a los ojos la pobre sufría un aumento de colores en su rostro. A él nunca se le había dado bien entender el lenguaje corporal de las mujeres, así que no le tomaba importancia.
-Vengo por el esclavo- dijo un pirata alto con una especie de mascara en su rostro.
-Kakusu… Naruto aun está muy mal, no puedes llevártelo aun- argumento Ino mirando aquel extraño hombre.
-¿No me digas que esa cucaracha te gusta…? ¡JAJAJA!- reía abiertamente el pirata con nombre Kakusu.
-¡No me gusta…! Es solo que su cuerpo aun está muy débil, aun ni si quiera puede ponerse en pie- volvió a lanzar otro argumento la rubia pero al parecer Kakusu no estaba dispuesto a esperar.
-A mi no me importa que no se pueda levantarse… Furia roja ha ordenado que juntemos a prisioneros para presentárselos y evaluar a los esclavos para ver si nos pagaran bien por ellos…. ¡Así que quítate, si no quieres morir!-
Acto seguido el engreído pirata entro a la habitación donde Naruto estaba empotrado en aquella cama. Comenzó a desatar los amarres de los pies y luego de las manos, con una pistola antigua ordeno que se pusiera de pie, lo que el rubio pudo conseguirlo pero con muchísima dificultad.
-¡Camina!- ordeno Kakusu a Naruto que aun tenía las piernas entumidas.
Como fue pudiendo Naruto salió del cuarto chichando directo con los rayos brillantes el sol, cegándose por unos instantes lo que provoco que se detuviera desorientado.
-¡¿Te he dicho que pares…?! ¡¡¡Camina he dicho!!!- recrimino Kakusu empujando y tirando a la arena a Naruto que a duras penas volvió a levantarse de donde estaba.
-Kakusu… Por favor deja de maltratarle- pedía Ino con su rostro triste.
-¡No me importa lo que tú quieras mujer…! ¡Solo porque tienes la protección de la capitana si no ya te hubiese revocado en esa cama de ahí como la zorra que eres!- decía engreído Kakusu mientras seguía empujando aun perdido y débil Naruto.
-No te preocupes Ino… Gracias por cuidarme y curarme- dijo Naruto con una sonrisa mientras se alejaba junto con el pirata.
-"Naruto… Por favor no te mueras"- pensó Ino intentando no llorar por la suerte de su nuevo amigo.
Al llegar a la horilla de la playa, Kakusu hizo una señal a otro pirata que estaba navegando en un bote hacia la orilla, una vez que el bote toco tierra, Kakusu volvió a empujar a Naruto para que subiera seguido después por él.
-¿Qué hay Hidan?- pregunto Kakusu al otro hombre que parecía ser una amigo.
-¿Que tal Kakusu…? ¿Quién es este?- decía el sujeto de pelo blanco mirando a Naruto.
-Un nuevo prisionero para el cargamento de esclavos que se venderán a las colonias de nueva Inglaterra-
-Ya veo… Como se ve la furia roja le ha estado agarrando el gusto al mercado de esclavos-
-Si, a la muy avariciosa le encanta el dinero como a mi jaja-
-Amigo… Yo que tu no me metería con esa mujer frígida-
-¿Por qué no Hidan…? Es solo una hembra mas, esperando su buen pedazo de carne jeje-
-Te lo digo por lo que le paso a Zetzu el pálido… Se dice que le mocho la hombria por qué no la supo satisfacer y después hizo que se la comiera… ¡Jesús todo poderoso me libre de vivir ese martirio!-
-Ah… Ya vas a empezar con tus cosas religiosas-
Naruto solo escuchaba como eso 2 hablaban sobre "el" capitán de los piratas que al parecer más bien era "ella". Después de un rato mas de navegar por fin comenzaron a ver a lo lejos un gran barco de madera con doble vela, una vez cerca dieron una señal y desde la parte alta del barco comenzó a bajar una cuerda gruesa que Kakusu amarro a la cintura de Naruto una vez sujeta el chico se asusto al sentir un fuerte tirón hacia arriba que por efecto lo estaba alzando como aun costar de semilla. Una vez que estaba cerca de la cubierta fue tomado con fuerza para poder subir definitivamente, este fue sujeto por otro hombre que tenía el pelo naranja y una extraña mirada.
-¡Konan…! Lleva a este a las jaulas… - dijo el peli naranja haciendo que se acercara una mujer muy atractiva con el pelo azul pálido.
-Si como digas Yaiko… No me gusta que me grites, estúpido- replico la mujer tomando a Naruto de un lazo amarrado a sus manos.
-¿Pero bien que te gusta en la cama verdad, Konan?-
Todos los presentes hay comenzaron a reír mientras la mujer intentaba apuñalar al que según la perspectiva del rubio era su pareja.
-¡¡Vamos, no tenemos todo el día!!- dijo la peli azul jalando a Naruto hacia la bodega del barco.
Una vez hay Naruto no pudo no evitar sentir rabia y terror a la vez que miraba como todo el interior del barco estaba repleto de prisioneros y esclavos, Konan abrió la puerta de una de las jaulas y tomando a Naruto de una mano lo estampo de lleno dentro de una de ellas junto a otros más que solo miraban con terror a la mujer.
-¡¡¡Por favor déjenme ir!!!- grito Naruto al ver a esa mujer alejarse.
-Estas muy mal de la cabeza, mediocre jajajaja- se iba riendo la mujer.
Una vez que esa mujer se había retirado por completo, Naruto comenzó a observar a sus alrededores encontrándose con docenas de personas que atravesaban su misma situación. Uno de los que estaban mas próximas al rubio se acerco.
-Hola… - saludo de manera amable.
El rubio solo vio quien le saludaba, era un hombre alto, piel morena y tenía un característico peinado que se asemejaba a una piña.
-Hola… Soy Naruto-
-Yo soy Shikamaru… ¿Donde te atraparon?-
-Eh…? Cerca de Konoha, mi pueblo natal-
-A mí en Suna junto con el- Shikamaru señalo a un joven de no más de 20 años con una piel muy blanca y pálida.
-Soy Sai… Mucho gusto- saludo el chico de pelo negro.
La conversación era triste, decaída… En fin que charla saldría de una situación así.
-¿Como fue…?- volvió a preguntar Shikamaru.
-¿Qué? ¿Cómo fue? ¿Qué?- pregunto el chico rubio sin entender.
-Digo ¿cómo fue que te atraparon estos desgraciados?- se escucho enojo en la voz del peli negro.
-Bueno fue una semana atrás… Yo venía de pescar cuando me tope con ellos, pelee, intente huir pero al final me capturaron… -
-A mí y Sai no asaltaron por el camino… Pero al ver que éramos según sus estándares "buenos ejemplares" pues nos golpearon y terminamos aquí… Lo nuestro fue hace casi un mes-
La plática se alargo durante un buen tiempo, hablaron un poco de la familia que tenían, amigos y conocidos además de otros temas para distraerse un poco. Ya era de noche cuando se acomodaron en el frio piso de madera e intentaron dormir cosa que les era imposible por la situación y las circunstancias. ¿Cómo iba a salir de ahí Naruto?, de que lo iba a intentar lo iba a intentar.
Última edición por NaruSannin el Mar Oct 25, 2016 5:00 pm, editado 9 veces
NaruSannin- Genin
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Re: Más Allá del cielo y del mar [+18][Capitulo 7: Odiar o amar -Parte 1-][25/10/2016]
hola muy interesante esta bueno, lo hubieras hecho de naruto como capitán y sakura la secuestrada pero esta muy chevere espero contii
Re: Más Allá del cielo y del mar [+18][Capitulo 7: Odiar o amar -Parte 1-][25/10/2016]
Hola narusanni jajja me encanto esta chula esta historia...esa sakura como capitana que es obvio que es Furia Roja se ve que sera candelaaa!! Muero por leer cuando salga...si te soy sincera, no me gustan los tríos amoroso pero al desarrollarse mejor la historia veremos que pasa ^_^ te apoyo sigue la
CerezoIntenso- Chunnin
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Re: Más Allá del cielo y del mar [+18][Capitulo 7: Odiar o amar -Parte 1-][25/10/2016]
NaruSannin la trama esta interesante, no veo la hora por leerla, ve adelante y escribela te aseguro que mas de uno ya la espera con ansias, un saludo y sigue con el buen trabajo
kuramaizanagi- Aprendiz
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Mas allá del cielo y el mar [+18][Capitulo 1: La Furia Roja][10/05/2016]
Buenas foro, primer que nada ¡feliz día de las madres! a petición de alexad_uzumaki, Cerezointenso y Kuramaizanagi e decidido de una vez subir el siguiente capitulo de este fic, de antemano me disculpo por lo vulgar que puede llegar a ser el fic en algunas partes, es solo que considerando la temática que estoy desarrollando es necesario un poco de lenguaje altisonante y ese tipo de cosas. Si no es de su agrado haganmelo saber para corregir esto en futuros capítulos sin mas les dejo y lean para ver que les parece. El cap 16 de Promesas Retomadas lo subiré en un rato mas así que por de mientras les dejo este "aperitivo" jeje. Adiós y cuídense.
Capitulo 1: La Furia Foja
Lentamente Naruto despertaba de su sueño tan incomodo, casi no había dormido durante la noche pues estaba ideando una manera de escapar de ese maldito barco pirata, para completar el contexto estaba todo apretujada por la cantidad de hombres que habían en esa jaula, él fue uno de los primeros en despertar pero poca fue su paz cuando sintió un frio capaz de congelar los huesos, titiritando por lo que parecía era agua congelada levanto la vista encontrándose con la misma mujer del día anterior, esa chica llamada Konan junto al hombre de pelo naranja con nombre Yaiko, ambos sonreían con malicia mientras lanzaban cubeta das de agua helada o hirviendo según la que tomaran del suelo que estaban alineadas esperando ser regadas por las celdas de ese barco. Muchos de los ahí presentes chillaban, lloraban e inclusive gritaban por las horribles sensaciones que esos dos estados extremos del agua que les arrojaban causaban en sus mal habidos cuerpos.
-¡JAJAJAJA! ¡Levántense escorias!- decía con esmero la mujer mientras en sus manos sostenía otra cubeta con agua.
-¡¡¡Por favor paren!!!- gritaba suplicante uno de los tantos prisioneros que esas maltrechas entrañas del barco albergaba.
-¡¿Y perderme la diversión de ver tu cara llorar….?! ¡Ni de broma! ¡jajajaja!- se carcajeaba a todo pulmón Yaiko lanzando otra cubeta da de agua caliente al pobre rehén que lloraba implorando algo de clemente compasión.
Naruto solo se cubría con sus manos como podía, lo cierto era que no se sentía mal por el agua, pues ya se comenzaba a acostumbrar al frio que esta tenía y para su suerte no le había tocado ser empapado con una de las cubetas que portaba agua hirviente. Después de que los dos piratas se aseguraron de haber mojado a todos los presos de la jaula de Naruto se encaminaron hacia las demás para seguir su tarea, al parecer era su manera de "bañar" a los pobres desgraciados que caían en las manos de los hombre de la furia roja.
Pasado un rato de que los piratas se fueran, Naruto estaba en una esquina de su jaula intentando pensar como diantres salir de ahí era consciente del peligro que viviría si llegara a salir de ese mugroso y terrible lugar. Pero tenía que intentarlo por él, sus amigos pero sobre todo por su familia. A un se escuchaban gaviotas desde fuera del barco, lo cual le daba a entender al rubio que estaban cerca de la costa, una razón más para intentar huir. En eso Shikamaru se acerco a su compañero "impuesto" de celda.
-¿Estás bien Naruto?-
-Eh…? ¡Si…! Si estoy bien- respondió sin ganas el rubio.
-¿Estás seguro…? Te noto raro-
-No te preocupes Shikamaru… Es solo que estoy intentando encontrar una forma de escapar de esta pocilga-
-Mmm… ¿Intentaras escapar?-
-Si… Mi familia me espera- el chico rubio estaba decidió a irse de ahí y volver al lado de sus padres y hermanos.
-Pues te deseo suerte… - dijo pesimista el pelinegro.
-¿Por qué lo dices de esa manera?-
-Por que yo también lo he intentado, varias veces, pero siempre termino casi muerto por las golpizas que me dan esos malditos piratas… Después Ino viene a curarme y el ciclo se repite-
-¿Conoces a Ino?-
-Si… Ella cura a todo hombre que este mal herido o lastimado… Tanto a los piratas como a nosotros-
-Bueno sin cambiar de tema… ¿Podrías ayudarme a idear un plan?-
-Naruto… Es imposible escapar… -
-¡Tú que sabes…! ¡Medición mi familia, mis padres, mis hermanos…! ¡Todos deben estar preocupados por mi!- respondió con rabia Naruto al ver que no contaría con su nuevo amigo.
-Créeme que se lo que sientes Naruto- intento decir de manera serena Shikamaru.
-¡No, no sabes nada!-
-¡¡Claro que se, tengo un maldito mes que no veo a mi esposa ni a mi hijo!!- respondió el pelinegro saliéndose de su "inquebrantable" seriedad.
Naruto al ver que había hecho mal al decir aquello agacho la cabeza, el mismo sabía que no debía hablar así pero los nervios, el miedo, la ansiedad y la frustración estaban jugando con el haciéndolo desquiciarse muy rápido.
-Perdón Shikamaru… No sabía que tenías una esposa y un hijo- se excuso el pobre al ver la cara de tristeza de su amigo.
-Nos casamos hace un año… Mi hijo había nacido una semana antes de que me capturara… No pude hacer nada para evitar que estos ¡malditos hijos de…! Me alejaran de mis seres queridos- golpeo lo más fuerte que pudo la madera del barco, causando que los que estaban alrededor voltearan para ver que había pasado.
-¿Como… Se llaman?- pregunto cauteloso el rubio al ver el ánimo de un Shikamaru que se contenía para no llorar.
-Mi esposa se lla-llama Temari y mi hijo… Shikadai… - el pobre estaba intentando tranquilizarse pero no podía por que tenía muy vivas esas imágenes de su esposa y su hijo en su mente.
En eso bajaron por las escaleras 3 piratas que sin más comenzaron abrir las jaulas aledañas a la de Naruto y sus compañeros Shikamaru y Sai.
-¡Anda levántate bellaco…! ¿O quieres que furia roja te descuartice…? jejeje- decía uno de ellos, aun pobre sujeto que estaba tirado en el piso, al pirata claramente se le miro un pelo rojo como el fuego.
Entre empujones y aventones los piratas fueron formando a los hombres que estaban en una jaula al lado de donde estaban Naruto y compañía. Después de amararlos unos con otros de las manos y pies ordenaron a que comenzaran a caminar para salir de las bodegas. Naruto solo miraba sin entender el por qué de la maniobra de los piratas.
-¿Que están haciendo?- pregunto incrédulo Naruto.
-Al parecer la capitana ordeno ver a los prisioneros- respondió Shikamaru sin ganas.
-¿Para qué nos quiere ver?-
-Según he escuchado… Nos "evalúa" para ver si pagaran bien o mal por nosotros-
-"¡Maldita!"- pensó Naruto un tanto molesto por esa mujer pirata que apodaban "furia roja".
Después de un rato los mismos piratas acompañados de los hombres que se había llevado volvieron y desamarrándolos los entraron a la fuerza dentro de la jaula, eso un cuarto bajo hacia las jaulas, mirando a Naruto directamente le comunico algo al pirata pelirrojo y este solo sonrió mirando hacia el suelo, con cuidado se encamino a la jaula de Naruto y la abrió, todos los que estaban alrededor del rubio miraban como los piratas comenzaban a alinearlos tal y como lo hicieron con los otros hombres que se habían llevado y traído como si fuesen solo una especie de "ganado" humano.
-Muy bien caminen y no abra problemas- dijo el pelirrojo acompañado por el pirata que el día anterior Naruto había conocido como Hidan.
Como no queriendo obedecer Naruto comenzó a caminar de mala manera, cosa que a Hidan y su compañero notaron. Justo cuando el rubio iba pasando a un lado de ellos el pelirrojo puso un pie haciendo caer al rubio al duro piso.
-¡Perdón, Solecito no te vi…! ¡QUE GEY ME ESCUCHE! ¡JAJAJAJAJA!- reían a pulmón abierto los granujas mientras con ayuda de Shikamaru el rubio se volvía a poner de pie.
Una vez fuera, sobre la cubierta de aquel gran barco se pudo ver al menos 10 piratas que miraban de manera cruel a Naruto y los demás. En eso alguien conocido por el rubio se acercaba hacia Hidan.
-Hidan… Ve a avisar a la capitana que ya puede salir para ver a estos apestosos- ordeno superior el mismo hombre que había visto aquella vez cuando despertó en aquella cabaña siendo curado por Ino. Al parecer era la mano derecha de la furia roja: Sasuke el tuerto, el apodo era claro puesto que le faltaba un ojo que tenia cubierto por un parche.
El peliblanco obedeció en seguida las órdenes de su superior y se encamino a los camarotes del barco. Sasuke por su lado solo miraba a Naruto con extrema desconfianza cosa que el rubio también hacia, ninguno de los dos cedía a la mirada del otro cosa que comenzó a irritar al pirata altanero, una vez sintiéndose completamente furioso con Naruto camino hasta quedar frente a él y sin más le dio un golpe en seco en el estomago haciéndolo hincarse en el suelo de madera con una cara de molestia y dolor.
-¡Eso es para que aprendas a bajar la mirada ante alguien superior! ¡Escoria!- dijo de manera prepotente el azabache con una sonrisa de lado.
-*tos*tos*tos*… ¡¿Qué demonios te pasa imbécil?!- recrimino Naruto cuando pudo recuperar algo de aliento. Sasuke no podía creer lo que escuchaba, alguien que llamaba imbécil a Sasuke el tuerto no podía seguir vivo, sin más saco su espada y la comenzó a blandir como preparándola para atravesar carne y huesos. Tomo a Naruto del cuello y lo obligo a verlo, todos los demás que estaban ahí estaban expectantes del espectáculo de cortes y decapitación que ese pobre chico rubio sufriría a continuación.
-¡¿QUE CARAJOS ME DIJISTE, IDIOTA?!- respondió Sasuke con una cara de terror, aun así Naruto no se intimido ante las amenazantes palabras y miradas de aquel hombre de ojos negros. Este con cuidado lo voltio a ver con tranquilidad e hizo algo impensable, imposible… Completamente fuera de sí…
-*escupida*… ¡Te dije imbécil!- todos tenían la quijada rota por las expresiones que sus rostros tenían, tanto los prisioneros como los demás piratas que miraban como Sasuke tenía una enorme escupida en el rostro, así se quedo por unos instantes antes de reaccionar con extrema ira ante el acto del chico que aun sostenía por el cuello.
Ciego de ira y de humillación Sasuke arrojo con fuerza a Naruto al suelo, el cual cerró los ojos por un momento al ver la espada afilada del pirata que había escupido. Con rapidez la misma espada se comenzó a levantar y acto seguido se dirigía al cuello de rubio que solo miraba el temible filo del arma que acabaría con su vida.
-¡¡¡MUERE DESGRACIADO…!!!- grito completamente fuera de si Sasuke pero antes de que el filo alcanzara su cometida alguien le hablo al pirata que hizo que detuviera su arma al instante.
-¡¡¡SASUKE… !!!- la voz se escucho femenina, completamente autoritaria mucho más que la misma del pirata que estuvo apunto de decapitar a un valioso rehén, por fin aparecía la furia roja… A un que siendo sinceros le hubiese quedado mejor la furia rosa por su cabello.
-¡Sa-Sakura…! ¿Acaso no escuchaste lo que me dijo? ¡Esta pulga maloliente merece la muerte!- dijo intentando convencer a su capitana de dejarlo matar al rubio que no dejaba de ver aquella mujer.
-"Serás mala… Pero que hermosa eres"- pensó Naruto mirándola entre agradecido y sorprendido por la superioridad que esa chica irradiaba, por eso era la capitana después de todo.
La furia roja o la capitana Sakura se acerco a Sasuke de una manera sumamente erótica, cautivando a todos los presentes, el frio pirata no pudo evitar no sentirse nervioso por la actitud de la mujer de cabellera rosa y ojos verde intenso. Una vez cerca lo beso con sensualidad mientras apretaba brutalmente la hombría del hombre que comenzó a retorcerse del dolor, la chica solo lo miraba de manera arrogante y con una sínica sonrisa.
-Uchiha… Yo para ti soy furia roja… No Sakura… ¿Entiendes, hombrecillo infértil?- decía mientras apretaba mas y mas las partes intimas de Sasuke que gritaba y chillaba de dolor.
-¡S-s-s-…! ¡SIIIII!- fue lo único que la agonía del dolor le permitió decir, Sakura al escuchar aquello le soltó instantáneamente.
El Uchiha retrocedió varios pasos hacia atrás mientras continuaba aullando como un perro por el dolor que la furia roja le había hecho experimentar, callo de rodillas al suelo y llorando agachaba la cabeza, odiaba que esa mujer lo humillara si, pero tarde o temprano se vengaría de todas juntas y donde le mas le doliera a la peli rosa.
Nadie se atrevía hablar o decir algo, ella los miraba con ojos amenazantes, sabían que si su capitana escuchaba alguna risa estúpida les costaría la vida o ser castrados por ella misma. La razón era desconocida pero era bien sabido que esa mujer de ojos jade tenía un profundo y corrupto odio a los hombres y en especial al "amigo" de estos.
Naruto junto a los demás reos miraba sorprendido la autoridad que la mujer esa tenia, sin saberlo estaba impactado por aquella fémina. Esta voltio a verlo al sentirse observada, fue cuando el rubio comenzó a sentirse perdido de verdad, con lentitud se acercaba hacia lo que los demás miraban como la nueva "presa" de su temible capitana.
Al estar cerca esta solo le sonrió antes de darle sonoro golpazo en su entrepierna, cosa que Naruto anticipo al ver como había tratado a Sasuke como pudo bloqueo el golpe con sus manos haciendo enfadar a la mujer.
-Lo siento pero no me voy dejar a golpear por una mujer- dijo el rubio mirándola serio.
-Que estúpido no necesito golpearte- respondió la chica
El rubio se extraño al escuchar aquello de la mujer, pero no tuvo tiempo para entender la situación puesto que este de un momento a otro comenzó a ser golpeado salvajemente por varios de los piratas que estaban ahí.
-Solo no lo maten… jajaja… Kakuzu llama a Ino- decía la capitana mientras se volvía a retirar a su camarote.
-¡Si…! ¡En seguida!-
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De nueva cuenta Naruto se encontraba en un cuarto aislado del barco junto a Ino que lo curaba mientras intentaba no llorar, se le partió el alma cuando le llamaron para decirle que curara aun prisionero, ella supuso que tal vez era Shikamaru con algún intento de huida o Kiba otro que también había intentado escapar con anterioridad y que se había llevado golpizas legendarias por parte de los lacayos de "lady Sakura" pero cuando escucho que era al nuevo al que tenía que curar corrió como nunca hacia el cuarto donde le dejaban a los pobres despojos que golpeaban. Al abrir la puerta pudo ver a un Naruto completamente inconsciente con golpes, cortes, contusiones severas por todo el cuerpo, no entendía como había pasado pero paso y mucho menos como podía estar aun vivo después de semejante golpiza.
-¿I-Ino…?- pregunto el rubio que comenzaba volver a tener conciencia.
-No hables Naruto… ¡Esos infelices te dejaron hecho añicos!- dijo la rubia mientras ponía extractos de hierbas para bajar la hinchazón de las heridas que tenía el pobre chico.
Ino no sabía por qué pero las ganas de abrazas a ese chico la inundaban al igual que las ganas de llorar, sentía conocerlo de toda la vida, sentía algo en su corazón, algo que lo hacía palpitar con fuerza cuando él sonreía feliz, ese sentimiento había nacido desde que comenzó a entablar amistad con el chico rubio. Continúo sanando las zonas afectadas y vendando otras más que ya estaban curadas y necesitaba cubrir con vendajes para que no se infectaran los cortes que tenia. Toda la noche estuvo cuidando a Naruto que dormía serenamente sin querer ella también se comenzó a quedar dormida sobre el pecho de él que gracias a dios ya tenía una respiración más pausada y tranquila.
Al día siguiente, el tambaleo del barco comenzó a despertar a Ino que no supo ni en qué momento se había quedado dormida, con cuidado levanto la vista para ver a quien cuidaba y se encontró con la cara de Naruto que aun dormía, los moretones y chichones que su rostro presentaba ya no eran tan notorios gracias a los cuidados de la "doctora" Ino el resto del cuerpo del rubio también gozaba de una notoria recuperación gracias a los extractos y ungüentos de la señorita.
-"Naruto… "- pensaba la rubia mientras miraba como este comenzaba a despertarse por efecto del tambaleo del barco.
-¿Estoy muerto?- pregunto Naruto abriendo los ojos.
-¡Gracias a dios no, Naruto!- respondió contenta Ino al ver a su amigo intentado bromear.
-Me alegro… Mi plan va bien- respondió el chico dejando a una Ino sin entender.
-¿Qué plan?-
-Uno para largarme de aquí, Ino-
-¿Entonces tu planeaste que te golpearan?- pregunto incrédula la chica.
-Si… Pero lo hice para tener un poco de tiempo a solas en lo que planeaba como escapar-
Ino se sentía una completa estúpida, estuvo a punto de llorar como nunca por un imbécil cabeza hueca que había planeado que lo golpearan, no se reprimió y le dio un puñetazo en la cabeza cosa que a Naruto le extraño enormemente.
-¡AAAH…! ¡¿Por qué me pegas Ino?!-
-¡Por idiota, creí que te morirás!- ya no podía contener la lagrimas que se abultaban alrededor de sus ojos color celeste.
-Perdóname Ino, es que tengo que idear algo para salir de aquí- decía convencido Naruto.
-Bueno pero no tenias que exponerte así… Y mucho menos ante furia roja-
-Es cierto… ¿Quién es ella?- pregunto curioso él rubio.
-Ella es la capitana de esta embarcación, es muy temida en Inglaterra-
-¿Siempre ha sido pirata?-
-No… - se notaba nostalgia y tristeza en el "no" que Ino le había dado a Naruto.
-¿Entonces qué paso…? Es muy bella y me extraña que una chica de casi de mi edad sea capitana de una banda de piratas odiosos y costrosos-
-No lo sé Naruto… Ella y yo nos conocemos desde niñas, siempre fue alguien tímida y asustadiza al principio pero después cuando yo le comencé a infundir valor se convirtió en alguien más amigable y llevadera… En alguien a quien podía llamar amiga… - Ino recordaba las mañanas y tardes de su infancia donde ella y Sakura jugaban en las playas de su pueblo, como reía y corrían felices.
-Pero después hace casi 6 años paso algo de lo que no estoy consciente, algo que la hizo cambiar haciéndola convertirse en la persona que es… Vil, cruel, sádica inclusive… Yo como su amiga intente hacerla ver que estaba mal lo que comenzaba hacer… Pero no pude convencerla, así que me convertí en la curandera de la tripulación que fue formando para no alejarme de ella y cuidarla… Pero ella ya no es la misma -*llorando*-
Naruto no pudo evitar sentir lástima al ver aquella pobre chica rubia triste y llorosa, quiso abrazarla pero su cuerpo estaba completamente fuera de sí, no podía moverse por lo entumido y adolorido que estaba por la paliza dada.
-"¿Que te paso furia roja?"- pensaba el rubio mientras como podía intentaban consolar a Ino que estaba a un lado de él sobre una silla llorando desconsolada por la actitud de su vieja amiga.
Pasados unos días Naruto ya se sentía mejor, ya podía moverse y levantarse de la cama pero aun era muy pronto para que las fuerzas le volvieran a las piernas las cuales recibieron mas daño que el resto de su cuerpo, Ino no estaba en la habitación puesto que había ido por hierbas y agua dulce a su cuarto, como pudo Naruto se comenzó a levantar de la cama, al un estar débil la caída no se hizo esperar encontrándose con el crujir y dureza del fio piso de madera.
-Auch! Debo tener cuidado… Ah!- decía un adolorido Naruto mientras intentaba volver a ponerse en pie.
Pero él chico no sabía que estaba siendo observado al levantar la vista no pudo evitar sentirse congelado e intimidado en el lugar en donde estaba puesto que frente a él estaba furia roja que lo miraba detenidamente.
-Eres muy persistente… Debo decir- Sakura sonreía con malicia viendo el cuerpo del pobre chico.
-Que se puede decir… jeje… Tengo una familia que me espera- dijo el tono de burla Naruto, cosa que no le agrado a la capitana engreída.
-Pues déjame decirte que esa familia tuya me importa un bledo-
-Mire furia roja… ¡No! furia rosa… -
La capitana comenzaba a molestarse, si era preciso ella misma acabaría con la vida de aquel que estaba frente a ella.
-No sé porque tiene tanto coraje a nosotros los hombres pero solo una cosa le voy a decir sin pelos en la lengua… ¡No me asusta!-
La chica se encamino hacia él y lo sujeto del cuello con sus dos manos, hacía rato que se cegó por el enojo que ese chico causaba en ella, comenzó ahorcarlo y Naruto no podía defenderse, comenzaba a sentir la falta de aire a su alrededor.
-¡¿Quieres morir?!¡Maldito ser patético!- arremetía con más fuerza el apretón mortal que la chica estaba dándole al prisionero.
En eso Ino entraba a la habitación mirando instantáneamente como Sakura estaba sobre Naruto asfixiándolo sin importarle lo que traía entre las manos corrió hacia Sakura a la cual retiro como pudo de Naruto que tocia desenfrenadamente mientras recuperaba sus preciadas bocanadas de aire.
-¡¡¡Ino suéltame!!!- exigió Sakura deshaciéndose le las manos de Ino sobre su cuerpo.
-¡Sakura por favor detente!- pidió la pobre chica.
-Sabes que no me gusta que me llamen Sakura… ¡Si lo vuelves a decir yo misma te voy aventar por la borda!- Sakura se retiraba completamente furiosa por el arrebato de su "ex" amiga en salvar a Naruto de morir a merced de la capitana loca.
-¿Estás bien Naruto?- pregunto la chica ayudando a levantar a su amigo.
-*tos*- Si… Mmm…! -*tos*- Si no hubieses llegado de seguro me mata-
-Gracias a dios- respondió contenta al ver que Naruto estaba bien.
-"Juro que me largare de este maldito barco"- decía Naruto recordando a Sakura ahorcándole.
+++++++++++++++++++++++++++
En el camarote de la capitana, ya hacia esta sentada en la cama mientras lloraba de ira, no sabía porque ese tipo la ponía tan molesta como a la vez de una manera lasciva y perversa la excitaba. Ni si quiera ella misma sabia el por qué de esas actitudes, pero si algo sabia era que debía hacer sufrir a ese sujeto para hacer decaer su moral y su voluntad.
-Tengo que hacer que ese atrevido se arrepienta de lo que me dijo… "No me asustas…" Ya veremos cuando a diario te torture y te trate como a un perro sarnoso, escoria… No puedo caer ante estos instintos que él hace despertar en mi… ¡Yo odio a los hombres, los odio con todo mi corazón…! ¡El cual está podrido por ese mismo odio!- decía desquiciada la capitana.
Y la pregunta seguía en el aire, ¿por qué los odiaba tanto? ¿Alguna violación? era improbable por el carácter de la chica ¿Entonces qué? ¿Qué era eso? que dijo Ino que ocurrió 6 años atrás, eso que hizo cambiar a furia roja de una chica normal y dulce a una cruel y vil pirata… Pero también estaba el factor de Naruto, desde que lo miro le intereso el chico más que nada por esa voluntad y ese coraje para no decaer ante las amenazas de los piratas y de ella misma, lo cual la hacía enfurecer a tal grado que estuvo a punto de matarlo sabiendo de que era un buen "espécimen" para vender en el mercado de esclavo pero aun así no podía arrancar de su cabeza ese cuerpo desnudo del chico que miro el día que Ino lo curaba… Se estaba planteando seriamente convertir a Naruto en su esclavo sexual. Pero después recordaba que ese no era un castigo, era un privilegio acostarse con una de las piratas más bellas y hermosas de los 7 mares. Porque aun que no contara con el físico de Ino, ella también era muy atractiva corporalmente hablando pero no aun no había encontrado a un hombre capaz de hacerla sentirse una verdadera mujer y no solo una arrogante y prepotente capitana de un puñado de cerdos y apestosos piratas. Con esas palabras se fue a dormir, ya sabía lo que tenía que hacer: hacer sufrir al rubio, por castigo y venganza.
+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Volvía a ser de día en el barco donde el martirio de rubio apenas comenzaría, la noche anterior de nuevo había sido trasladado a su jaula donde Shikamaru le interrogo por lo que había pasado unos días atrás cuando los presentaron a la furia roja.
-¿Y que planeas hacer para escapar, amigo?- pregunto Shikamaru.
-Ya pensé en algo, solo que necesito tiempo para prepararlo todo- respondió Naruto casi en susurro.
-¿Y de que tratara el plan?-
-Bueno después te lo contare-
Yaiko y Konan se acercaba a la jaula de Naruto, el cual lo miro sin entender, el peli naranja solo abrió la puerta y camino hacia Naruto que estaba sentado en el suelo.
-¡Levántate, furia roja quiere verte!- dijo superior el pirata.
Naruto fue fuertemente levantado por Yaiko y le amaro rápidamente las manos para que no intentara nada, Konan solo miraba desde fuera, una vez asegurado el chico Yaiko lo saco de la jaula a base de empujones y jalones, mientras caminaban por la borda pudo ver como los demás piratas le miraban con coraje, envidia como si supieran algo que el no. Una vez en el camarote de la capitana, Yaiko lo desato y lo empujo hacia dentro antes de cerrar la puerta este hablo por última vez.
-No se te ocurra pasarte de listo bellaco- acto seguido cerró la puerta detrás de sí.
Era una habitación grande y lujosa, propia de todo capitán de piratas que tuviera respeto y fortuna, Sakura le esperaba sentada en una silla a un costado de la habitación junto a ella estaba Sasuke que lo miraba con odio y una sed de venganza por lo que le había hecho días atrás. ¿Qué tramaba la furia roja con Naruto? lo cierto era que el chico comenzaba a creer que hay sufriría antes de poder escapar.
Capitulo 1: La Furia Foja
Lentamente Naruto despertaba de su sueño tan incomodo, casi no había dormido durante la noche pues estaba ideando una manera de escapar de ese maldito barco pirata, para completar el contexto estaba todo apretujada por la cantidad de hombres que habían en esa jaula, él fue uno de los primeros en despertar pero poca fue su paz cuando sintió un frio capaz de congelar los huesos, titiritando por lo que parecía era agua congelada levanto la vista encontrándose con la misma mujer del día anterior, esa chica llamada Konan junto al hombre de pelo naranja con nombre Yaiko, ambos sonreían con malicia mientras lanzaban cubeta das de agua helada o hirviendo según la que tomaran del suelo que estaban alineadas esperando ser regadas por las celdas de ese barco. Muchos de los ahí presentes chillaban, lloraban e inclusive gritaban por las horribles sensaciones que esos dos estados extremos del agua que les arrojaban causaban en sus mal habidos cuerpos.
-¡JAJAJAJA! ¡Levántense escorias!- decía con esmero la mujer mientras en sus manos sostenía otra cubeta con agua.
-¡¡¡Por favor paren!!!- gritaba suplicante uno de los tantos prisioneros que esas maltrechas entrañas del barco albergaba.
-¡¿Y perderme la diversión de ver tu cara llorar….?! ¡Ni de broma! ¡jajajaja!- se carcajeaba a todo pulmón Yaiko lanzando otra cubeta da de agua caliente al pobre rehén que lloraba implorando algo de clemente compasión.
Naruto solo se cubría con sus manos como podía, lo cierto era que no se sentía mal por el agua, pues ya se comenzaba a acostumbrar al frio que esta tenía y para su suerte no le había tocado ser empapado con una de las cubetas que portaba agua hirviente. Después de que los dos piratas se aseguraron de haber mojado a todos los presos de la jaula de Naruto se encaminaron hacia las demás para seguir su tarea, al parecer era su manera de "bañar" a los pobres desgraciados que caían en las manos de los hombre de la furia roja.
Pasado un rato de que los piratas se fueran, Naruto estaba en una esquina de su jaula intentando pensar como diantres salir de ahí era consciente del peligro que viviría si llegara a salir de ese mugroso y terrible lugar. Pero tenía que intentarlo por él, sus amigos pero sobre todo por su familia. A un se escuchaban gaviotas desde fuera del barco, lo cual le daba a entender al rubio que estaban cerca de la costa, una razón más para intentar huir. En eso Shikamaru se acerco a su compañero "impuesto" de celda.
-¿Estás bien Naruto?-
-Eh…? ¡Si…! Si estoy bien- respondió sin ganas el rubio.
-¿Estás seguro…? Te noto raro-
-No te preocupes Shikamaru… Es solo que estoy intentando encontrar una forma de escapar de esta pocilga-
-Mmm… ¿Intentaras escapar?-
-Si… Mi familia me espera- el chico rubio estaba decidió a irse de ahí y volver al lado de sus padres y hermanos.
-Pues te deseo suerte… - dijo pesimista el pelinegro.
-¿Por qué lo dices de esa manera?-
-Por que yo también lo he intentado, varias veces, pero siempre termino casi muerto por las golpizas que me dan esos malditos piratas… Después Ino viene a curarme y el ciclo se repite-
-¿Conoces a Ino?-
-Si… Ella cura a todo hombre que este mal herido o lastimado… Tanto a los piratas como a nosotros-
-Bueno sin cambiar de tema… ¿Podrías ayudarme a idear un plan?-
-Naruto… Es imposible escapar… -
-¡Tú que sabes…! ¡Medición mi familia, mis padres, mis hermanos…! ¡Todos deben estar preocupados por mi!- respondió con rabia Naruto al ver que no contaría con su nuevo amigo.
-Créeme que se lo que sientes Naruto- intento decir de manera serena Shikamaru.
-¡No, no sabes nada!-
-¡¡Claro que se, tengo un maldito mes que no veo a mi esposa ni a mi hijo!!- respondió el pelinegro saliéndose de su "inquebrantable" seriedad.
Naruto al ver que había hecho mal al decir aquello agacho la cabeza, el mismo sabía que no debía hablar así pero los nervios, el miedo, la ansiedad y la frustración estaban jugando con el haciéndolo desquiciarse muy rápido.
-Perdón Shikamaru… No sabía que tenías una esposa y un hijo- se excuso el pobre al ver la cara de tristeza de su amigo.
-Nos casamos hace un año… Mi hijo había nacido una semana antes de que me capturara… No pude hacer nada para evitar que estos ¡malditos hijos de…! Me alejaran de mis seres queridos- golpeo lo más fuerte que pudo la madera del barco, causando que los que estaban alrededor voltearan para ver que había pasado.
-¿Como… Se llaman?- pregunto cauteloso el rubio al ver el ánimo de un Shikamaru que se contenía para no llorar.
-Mi esposa se lla-llama Temari y mi hijo… Shikadai… - el pobre estaba intentando tranquilizarse pero no podía por que tenía muy vivas esas imágenes de su esposa y su hijo en su mente.
En eso bajaron por las escaleras 3 piratas que sin más comenzaron abrir las jaulas aledañas a la de Naruto y sus compañeros Shikamaru y Sai.
-¡Anda levántate bellaco…! ¿O quieres que furia roja te descuartice…? jejeje- decía uno de ellos, aun pobre sujeto que estaba tirado en el piso, al pirata claramente se le miro un pelo rojo como el fuego.
Entre empujones y aventones los piratas fueron formando a los hombres que estaban en una jaula al lado de donde estaban Naruto y compañía. Después de amararlos unos con otros de las manos y pies ordenaron a que comenzaran a caminar para salir de las bodegas. Naruto solo miraba sin entender el por qué de la maniobra de los piratas.
-¿Que están haciendo?- pregunto incrédulo Naruto.
-Al parecer la capitana ordeno ver a los prisioneros- respondió Shikamaru sin ganas.
-¿Para qué nos quiere ver?-
-Según he escuchado… Nos "evalúa" para ver si pagaran bien o mal por nosotros-
-"¡Maldita!"- pensó Naruto un tanto molesto por esa mujer pirata que apodaban "furia roja".
Después de un rato los mismos piratas acompañados de los hombres que se había llevado volvieron y desamarrándolos los entraron a la fuerza dentro de la jaula, eso un cuarto bajo hacia las jaulas, mirando a Naruto directamente le comunico algo al pirata pelirrojo y este solo sonrió mirando hacia el suelo, con cuidado se encamino a la jaula de Naruto y la abrió, todos los que estaban alrededor del rubio miraban como los piratas comenzaban a alinearlos tal y como lo hicieron con los otros hombres que se habían llevado y traído como si fuesen solo una especie de "ganado" humano.
-Muy bien caminen y no abra problemas- dijo el pelirrojo acompañado por el pirata que el día anterior Naruto había conocido como Hidan.
Como no queriendo obedecer Naruto comenzó a caminar de mala manera, cosa que a Hidan y su compañero notaron. Justo cuando el rubio iba pasando a un lado de ellos el pelirrojo puso un pie haciendo caer al rubio al duro piso.
-¡Perdón, Solecito no te vi…! ¡QUE GEY ME ESCUCHE! ¡JAJAJAJAJA!- reían a pulmón abierto los granujas mientras con ayuda de Shikamaru el rubio se volvía a poner de pie.
Una vez fuera, sobre la cubierta de aquel gran barco se pudo ver al menos 10 piratas que miraban de manera cruel a Naruto y los demás. En eso alguien conocido por el rubio se acercaba hacia Hidan.
-Hidan… Ve a avisar a la capitana que ya puede salir para ver a estos apestosos- ordeno superior el mismo hombre que había visto aquella vez cuando despertó en aquella cabaña siendo curado por Ino. Al parecer era la mano derecha de la furia roja: Sasuke el tuerto, el apodo era claro puesto que le faltaba un ojo que tenia cubierto por un parche.
El peliblanco obedeció en seguida las órdenes de su superior y se encamino a los camarotes del barco. Sasuke por su lado solo miraba a Naruto con extrema desconfianza cosa que el rubio también hacia, ninguno de los dos cedía a la mirada del otro cosa que comenzó a irritar al pirata altanero, una vez sintiéndose completamente furioso con Naruto camino hasta quedar frente a él y sin más le dio un golpe en seco en el estomago haciéndolo hincarse en el suelo de madera con una cara de molestia y dolor.
-¡Eso es para que aprendas a bajar la mirada ante alguien superior! ¡Escoria!- dijo de manera prepotente el azabache con una sonrisa de lado.
-*tos*tos*tos*… ¡¿Qué demonios te pasa imbécil?!- recrimino Naruto cuando pudo recuperar algo de aliento. Sasuke no podía creer lo que escuchaba, alguien que llamaba imbécil a Sasuke el tuerto no podía seguir vivo, sin más saco su espada y la comenzó a blandir como preparándola para atravesar carne y huesos. Tomo a Naruto del cuello y lo obligo a verlo, todos los demás que estaban ahí estaban expectantes del espectáculo de cortes y decapitación que ese pobre chico rubio sufriría a continuación.
-¡¿QUE CARAJOS ME DIJISTE, IDIOTA?!- respondió Sasuke con una cara de terror, aun así Naruto no se intimido ante las amenazantes palabras y miradas de aquel hombre de ojos negros. Este con cuidado lo voltio a ver con tranquilidad e hizo algo impensable, imposible… Completamente fuera de sí…
-*escupida*… ¡Te dije imbécil!- todos tenían la quijada rota por las expresiones que sus rostros tenían, tanto los prisioneros como los demás piratas que miraban como Sasuke tenía una enorme escupida en el rostro, así se quedo por unos instantes antes de reaccionar con extrema ira ante el acto del chico que aun sostenía por el cuello.
Ciego de ira y de humillación Sasuke arrojo con fuerza a Naruto al suelo, el cual cerró los ojos por un momento al ver la espada afilada del pirata que había escupido. Con rapidez la misma espada se comenzó a levantar y acto seguido se dirigía al cuello de rubio que solo miraba el temible filo del arma que acabaría con su vida.
-¡¡¡MUERE DESGRACIADO…!!!- grito completamente fuera de si Sasuke pero antes de que el filo alcanzara su cometida alguien le hablo al pirata que hizo que detuviera su arma al instante.
-¡¡¡SASUKE… !!!- la voz se escucho femenina, completamente autoritaria mucho más que la misma del pirata que estuvo apunto de decapitar a un valioso rehén, por fin aparecía la furia roja… A un que siendo sinceros le hubiese quedado mejor la furia rosa por su cabello.
-¡Sa-Sakura…! ¿Acaso no escuchaste lo que me dijo? ¡Esta pulga maloliente merece la muerte!- dijo intentando convencer a su capitana de dejarlo matar al rubio que no dejaba de ver aquella mujer.
-"Serás mala… Pero que hermosa eres"- pensó Naruto mirándola entre agradecido y sorprendido por la superioridad que esa chica irradiaba, por eso era la capitana después de todo.
La furia roja o la capitana Sakura se acerco a Sasuke de una manera sumamente erótica, cautivando a todos los presentes, el frio pirata no pudo evitar no sentirse nervioso por la actitud de la mujer de cabellera rosa y ojos verde intenso. Una vez cerca lo beso con sensualidad mientras apretaba brutalmente la hombría del hombre que comenzó a retorcerse del dolor, la chica solo lo miraba de manera arrogante y con una sínica sonrisa.
-Uchiha… Yo para ti soy furia roja… No Sakura… ¿Entiendes, hombrecillo infértil?- decía mientras apretaba mas y mas las partes intimas de Sasuke que gritaba y chillaba de dolor.
-¡S-s-s-…! ¡SIIIII!- fue lo único que la agonía del dolor le permitió decir, Sakura al escuchar aquello le soltó instantáneamente.
El Uchiha retrocedió varios pasos hacia atrás mientras continuaba aullando como un perro por el dolor que la furia roja le había hecho experimentar, callo de rodillas al suelo y llorando agachaba la cabeza, odiaba que esa mujer lo humillara si, pero tarde o temprano se vengaría de todas juntas y donde le mas le doliera a la peli rosa.
Nadie se atrevía hablar o decir algo, ella los miraba con ojos amenazantes, sabían que si su capitana escuchaba alguna risa estúpida les costaría la vida o ser castrados por ella misma. La razón era desconocida pero era bien sabido que esa mujer de ojos jade tenía un profundo y corrupto odio a los hombres y en especial al "amigo" de estos.
Naruto junto a los demás reos miraba sorprendido la autoridad que la mujer esa tenia, sin saberlo estaba impactado por aquella fémina. Esta voltio a verlo al sentirse observada, fue cuando el rubio comenzó a sentirse perdido de verdad, con lentitud se acercaba hacia lo que los demás miraban como la nueva "presa" de su temible capitana.
Al estar cerca esta solo le sonrió antes de darle sonoro golpazo en su entrepierna, cosa que Naruto anticipo al ver como había tratado a Sasuke como pudo bloqueo el golpe con sus manos haciendo enfadar a la mujer.
-Lo siento pero no me voy dejar a golpear por una mujer- dijo el rubio mirándola serio.
-Que estúpido no necesito golpearte- respondió la chica
El rubio se extraño al escuchar aquello de la mujer, pero no tuvo tiempo para entender la situación puesto que este de un momento a otro comenzó a ser golpeado salvajemente por varios de los piratas que estaban ahí.
-Solo no lo maten… jajaja… Kakuzu llama a Ino- decía la capitana mientras se volvía a retirar a su camarote.
-¡Si…! ¡En seguida!-
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
De nueva cuenta Naruto se encontraba en un cuarto aislado del barco junto a Ino que lo curaba mientras intentaba no llorar, se le partió el alma cuando le llamaron para decirle que curara aun prisionero, ella supuso que tal vez era Shikamaru con algún intento de huida o Kiba otro que también había intentado escapar con anterioridad y que se había llevado golpizas legendarias por parte de los lacayos de "lady Sakura" pero cuando escucho que era al nuevo al que tenía que curar corrió como nunca hacia el cuarto donde le dejaban a los pobres despojos que golpeaban. Al abrir la puerta pudo ver a un Naruto completamente inconsciente con golpes, cortes, contusiones severas por todo el cuerpo, no entendía como había pasado pero paso y mucho menos como podía estar aun vivo después de semejante golpiza.
-¿I-Ino…?- pregunto el rubio que comenzaba volver a tener conciencia.
-No hables Naruto… ¡Esos infelices te dejaron hecho añicos!- dijo la rubia mientras ponía extractos de hierbas para bajar la hinchazón de las heridas que tenía el pobre chico.
Ino no sabía por qué pero las ganas de abrazas a ese chico la inundaban al igual que las ganas de llorar, sentía conocerlo de toda la vida, sentía algo en su corazón, algo que lo hacía palpitar con fuerza cuando él sonreía feliz, ese sentimiento había nacido desde que comenzó a entablar amistad con el chico rubio. Continúo sanando las zonas afectadas y vendando otras más que ya estaban curadas y necesitaba cubrir con vendajes para que no se infectaran los cortes que tenia. Toda la noche estuvo cuidando a Naruto que dormía serenamente sin querer ella también se comenzó a quedar dormida sobre el pecho de él que gracias a dios ya tenía una respiración más pausada y tranquila.
Al día siguiente, el tambaleo del barco comenzó a despertar a Ino que no supo ni en qué momento se había quedado dormida, con cuidado levanto la vista para ver a quien cuidaba y se encontró con la cara de Naruto que aun dormía, los moretones y chichones que su rostro presentaba ya no eran tan notorios gracias a los cuidados de la "doctora" Ino el resto del cuerpo del rubio también gozaba de una notoria recuperación gracias a los extractos y ungüentos de la señorita.
-"Naruto… "- pensaba la rubia mientras miraba como este comenzaba a despertarse por efecto del tambaleo del barco.
-¿Estoy muerto?- pregunto Naruto abriendo los ojos.
-¡Gracias a dios no, Naruto!- respondió contenta Ino al ver a su amigo intentado bromear.
-Me alegro… Mi plan va bien- respondió el chico dejando a una Ino sin entender.
-¿Qué plan?-
-Uno para largarme de aquí, Ino-
-¿Entonces tu planeaste que te golpearan?- pregunto incrédula la chica.
-Si… Pero lo hice para tener un poco de tiempo a solas en lo que planeaba como escapar-
Ino se sentía una completa estúpida, estuvo a punto de llorar como nunca por un imbécil cabeza hueca que había planeado que lo golpearan, no se reprimió y le dio un puñetazo en la cabeza cosa que a Naruto le extraño enormemente.
-¡AAAH…! ¡¿Por qué me pegas Ino?!-
-¡Por idiota, creí que te morirás!- ya no podía contener la lagrimas que se abultaban alrededor de sus ojos color celeste.
-Perdóname Ino, es que tengo que idear algo para salir de aquí- decía convencido Naruto.
-Bueno pero no tenias que exponerte así… Y mucho menos ante furia roja-
-Es cierto… ¿Quién es ella?- pregunto curioso él rubio.
-Ella es la capitana de esta embarcación, es muy temida en Inglaterra-
-¿Siempre ha sido pirata?-
-No… - se notaba nostalgia y tristeza en el "no" que Ino le había dado a Naruto.
-¿Entonces qué paso…? Es muy bella y me extraña que una chica de casi de mi edad sea capitana de una banda de piratas odiosos y costrosos-
-No lo sé Naruto… Ella y yo nos conocemos desde niñas, siempre fue alguien tímida y asustadiza al principio pero después cuando yo le comencé a infundir valor se convirtió en alguien más amigable y llevadera… En alguien a quien podía llamar amiga… - Ino recordaba las mañanas y tardes de su infancia donde ella y Sakura jugaban en las playas de su pueblo, como reía y corrían felices.
-Pero después hace casi 6 años paso algo de lo que no estoy consciente, algo que la hizo cambiar haciéndola convertirse en la persona que es… Vil, cruel, sádica inclusive… Yo como su amiga intente hacerla ver que estaba mal lo que comenzaba hacer… Pero no pude convencerla, así que me convertí en la curandera de la tripulación que fue formando para no alejarme de ella y cuidarla… Pero ella ya no es la misma -*llorando*-
Naruto no pudo evitar sentir lástima al ver aquella pobre chica rubia triste y llorosa, quiso abrazarla pero su cuerpo estaba completamente fuera de sí, no podía moverse por lo entumido y adolorido que estaba por la paliza dada.
-"¿Que te paso furia roja?"- pensaba el rubio mientras como podía intentaban consolar a Ino que estaba a un lado de él sobre una silla llorando desconsolada por la actitud de su vieja amiga.
Pasados unos días Naruto ya se sentía mejor, ya podía moverse y levantarse de la cama pero aun era muy pronto para que las fuerzas le volvieran a las piernas las cuales recibieron mas daño que el resto de su cuerpo, Ino no estaba en la habitación puesto que había ido por hierbas y agua dulce a su cuarto, como pudo Naruto se comenzó a levantar de la cama, al un estar débil la caída no se hizo esperar encontrándose con el crujir y dureza del fio piso de madera.
-Auch! Debo tener cuidado… Ah!- decía un adolorido Naruto mientras intentaba volver a ponerse en pie.
Pero él chico no sabía que estaba siendo observado al levantar la vista no pudo evitar sentirse congelado e intimidado en el lugar en donde estaba puesto que frente a él estaba furia roja que lo miraba detenidamente.
-Eres muy persistente… Debo decir- Sakura sonreía con malicia viendo el cuerpo del pobre chico.
-Que se puede decir… jeje… Tengo una familia que me espera- dijo el tono de burla Naruto, cosa que no le agrado a la capitana engreída.
-Pues déjame decirte que esa familia tuya me importa un bledo-
-Mire furia roja… ¡No! furia rosa… -
La capitana comenzaba a molestarse, si era preciso ella misma acabaría con la vida de aquel que estaba frente a ella.
-No sé porque tiene tanto coraje a nosotros los hombres pero solo una cosa le voy a decir sin pelos en la lengua… ¡No me asusta!-
La chica se encamino hacia él y lo sujeto del cuello con sus dos manos, hacía rato que se cegó por el enojo que ese chico causaba en ella, comenzó ahorcarlo y Naruto no podía defenderse, comenzaba a sentir la falta de aire a su alrededor.
-¡¿Quieres morir?!¡Maldito ser patético!- arremetía con más fuerza el apretón mortal que la chica estaba dándole al prisionero.
En eso Ino entraba a la habitación mirando instantáneamente como Sakura estaba sobre Naruto asfixiándolo sin importarle lo que traía entre las manos corrió hacia Sakura a la cual retiro como pudo de Naruto que tocia desenfrenadamente mientras recuperaba sus preciadas bocanadas de aire.
-¡¡¡Ino suéltame!!!- exigió Sakura deshaciéndose le las manos de Ino sobre su cuerpo.
-¡Sakura por favor detente!- pidió la pobre chica.
-Sabes que no me gusta que me llamen Sakura… ¡Si lo vuelves a decir yo misma te voy aventar por la borda!- Sakura se retiraba completamente furiosa por el arrebato de su "ex" amiga en salvar a Naruto de morir a merced de la capitana loca.
-¿Estás bien Naruto?- pregunto la chica ayudando a levantar a su amigo.
-*tos*- Si… Mmm…! -*tos*- Si no hubieses llegado de seguro me mata-
-Gracias a dios- respondió contenta al ver que Naruto estaba bien.
-"Juro que me largare de este maldito barco"- decía Naruto recordando a Sakura ahorcándole.
+++++++++++++++++++++++++++
En el camarote de la capitana, ya hacia esta sentada en la cama mientras lloraba de ira, no sabía porque ese tipo la ponía tan molesta como a la vez de una manera lasciva y perversa la excitaba. Ni si quiera ella misma sabia el por qué de esas actitudes, pero si algo sabia era que debía hacer sufrir a ese sujeto para hacer decaer su moral y su voluntad.
-Tengo que hacer que ese atrevido se arrepienta de lo que me dijo… "No me asustas…" Ya veremos cuando a diario te torture y te trate como a un perro sarnoso, escoria… No puedo caer ante estos instintos que él hace despertar en mi… ¡Yo odio a los hombres, los odio con todo mi corazón…! ¡El cual está podrido por ese mismo odio!- decía desquiciada la capitana.
Y la pregunta seguía en el aire, ¿por qué los odiaba tanto? ¿Alguna violación? era improbable por el carácter de la chica ¿Entonces qué? ¿Qué era eso? que dijo Ino que ocurrió 6 años atrás, eso que hizo cambiar a furia roja de una chica normal y dulce a una cruel y vil pirata… Pero también estaba el factor de Naruto, desde que lo miro le intereso el chico más que nada por esa voluntad y ese coraje para no decaer ante las amenazas de los piratas y de ella misma, lo cual la hacía enfurecer a tal grado que estuvo a punto de matarlo sabiendo de que era un buen "espécimen" para vender en el mercado de esclavo pero aun así no podía arrancar de su cabeza ese cuerpo desnudo del chico que miro el día que Ino lo curaba… Se estaba planteando seriamente convertir a Naruto en su esclavo sexual. Pero después recordaba que ese no era un castigo, era un privilegio acostarse con una de las piratas más bellas y hermosas de los 7 mares. Porque aun que no contara con el físico de Ino, ella también era muy atractiva corporalmente hablando pero no aun no había encontrado a un hombre capaz de hacerla sentirse una verdadera mujer y no solo una arrogante y prepotente capitana de un puñado de cerdos y apestosos piratas. Con esas palabras se fue a dormir, ya sabía lo que tenía que hacer: hacer sufrir al rubio, por castigo y venganza.
+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Volvía a ser de día en el barco donde el martirio de rubio apenas comenzaría, la noche anterior de nuevo había sido trasladado a su jaula donde Shikamaru le interrogo por lo que había pasado unos días atrás cuando los presentaron a la furia roja.
-¿Y que planeas hacer para escapar, amigo?- pregunto Shikamaru.
-Ya pensé en algo, solo que necesito tiempo para prepararlo todo- respondió Naruto casi en susurro.
-¿Y de que tratara el plan?-
-Bueno después te lo contare-
Yaiko y Konan se acercaba a la jaula de Naruto, el cual lo miro sin entender, el peli naranja solo abrió la puerta y camino hacia Naruto que estaba sentado en el suelo.
-¡Levántate, furia roja quiere verte!- dijo superior el pirata.
Naruto fue fuertemente levantado por Yaiko y le amaro rápidamente las manos para que no intentara nada, Konan solo miraba desde fuera, una vez asegurado el chico Yaiko lo saco de la jaula a base de empujones y jalones, mientras caminaban por la borda pudo ver como los demás piratas le miraban con coraje, envidia como si supieran algo que el no. Una vez en el camarote de la capitana, Yaiko lo desato y lo empujo hacia dentro antes de cerrar la puerta este hablo por última vez.
-No se te ocurra pasarte de listo bellaco- acto seguido cerró la puerta detrás de sí.
Era una habitación grande y lujosa, propia de todo capitán de piratas que tuviera respeto y fortuna, Sakura le esperaba sentada en una silla a un costado de la habitación junto a ella estaba Sasuke que lo miraba con odio y una sed de venganza por lo que le había hecho días atrás. ¿Qué tramaba la furia roja con Naruto? lo cierto era que el chico comenzaba a creer que hay sufriría antes de poder escapar.
NaruSannin- Genin
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Re: Más Allá del cielo y del mar [+18][Capitulo 7: Odiar o amar -Parte 1-][25/10/2016]
estas fueron mis reacciones jajajaja esta buenisima la historia...muero de curiosidad por saber cual es ese oscuro secreto que guarda sakura para llegar a ser tan despiadada. Espero el próximo capi con ansias
CerezoIntenso- Chunnin
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Mas allá del cielo y el mar [+18][Capitulo 2: Sentencia y castigo][14/05/2016]
Aquí les traigo el cap 2 de este fic que no sera tan largo como el otro que llevo... Quizás de entre 10 a 14 cap aun no se, tal vez sean mas o menos según cuanto jugo le exprima a este tema de amor entre una pirata y un pescador jaja. Bueno sin mas les dejo el cap. Saludos y nos leemos luego.
Capitulo 2: Sentencia y castigo
Narra Naruto:
No sabía cómo demonios me había metido en este maldito embrollo. ¿O si sabía…? El caso fue que no sabía cómo reaccionar o que hacer pues estaba atado de pies y manos sobre la cama de esa demente chica Sakura… O como la llaman sus subordinados "furia roja". Ese pirata al que había escupido la cara días atrás y por el cual me lleve aquella estúpida golpiza, me miraba con odio, con una sed de venganza que me llegaba hasta lo más profundo de mi convaleciente ser y ustedes dirán ¿Qué hacia amarado a la cama de la capitana? pues simple al entrar a la habitación, mire como ella junto a ese que se hacía llamar Sasuke me esperaba en una esquina del extenso cuarto, apenas iba a replicar cuando sentí un puño en mi cara, el cual le pertenecía al mencionado en cuestión, me desplome sin recordar nada más y una vez que desperté para mi desgracia estaba en esta condición tan vulnerable. Sakura me miraba con una mirada que en mi estado actual no puedo describir ciertamente, ¿Ira? ¿Coraje? ¿Frustración? ¿Deseo? no sabía qué diantres trasmitan sus ojos en aquella misterioso mirada que me lanzaba y me perforaba como si de una espada se tratase. Mi mirada instintivamente busco después la de aquel hombre que entre sus manos sostenía lo que parecía un látigo… ¿Me iba a torturar? ¿Solo porque tuve los pantalones para no caer rendido en sus amenazas?... ¡No! ¡Naruto Namikaze jamás suplicara…! Aun que eso me arranque la vida.
-jeje ¿Ya estás listo, escoria?- me dijo con una sonrisa ladina aquel desgraciado, me pregunto ¿cuánto se puede llegar a odiar a alguien en tan solo una semana?
-¿Para qué?- respondí temeroso, muy dentro de mí sabía muy bien para qué.
El azabache solo sonrió sin respondiera y fue cuando salto aquel temible utensilio de tortura, ósea el látigo.
-Muy bien Sasuke, puedes empezar cuando quieras- hora hablaba aquella mujer de cabellos rosas, aquella que me intento matar con sus propias manos apenas el día anterior en el cuarto que usaban para que Ino curara a los heridos y golpeados como yo.
La sentencia y el castigo estaban impuestos, dicha sentencia era sufrir y el castigo la tortura. El pirata tomo con fuerza el látigo y comenzó a azotar sin piedad mi estomago y pecho por sobre mi camisa desgastada, las heridas no se hicieron esperar pero tal parecer que la mujer había puesto debajo de mi cuerpo tapetes hechos de madera y tela para evitar que su preciada cama se manchara con mi sangre. Chillaba, lloraba, Sollozaba, gritaba de dolor, los azotes seguían y seguían, quería que pararan pero la fuerza de estos solo aumentaba mas y mas.
-¡AAAAAH…! ¡AAAAAAAH…! ¡AAAAAAAHHHHH!- ya no podía mas, mis ojos comenzaron a llorar por su propia cuenta. ¿Porque me trataban así? ¿Que había hecho yo para merecer el castigo de estos bárbaros?.
La tortura seguía y solo podía escuchar las risas del pirata ejecutor de mi agonizante dolor. La chica, Sakura no decía nada solo miraba como sufría, eso es lo que quería la muy…
-¡Sasuke… Detente!- ordeno por fin la capitana acabando con mi martirio.
Con lentitud se acerco a mi rostro y me tomo por las mejillas alzándome un poco para que la viera.
-¿Y bien, vas a seguir haciéndola de valientito?- la arrogancia era presente en su voz… Esa voz que me incitaba a morir.
-Ya… Le dije que… No me asusta- no podía, simplemente no tenía fuerzas para hablar.
Fue cuando con fuerza me volvió a estampar en contra de la cama, miro con ira a Sasuke y le arrebato aquel látigo.
-¡Largo!- chillo completamente molesta con su "mano derecha"
El azabache solo me lanzo una mirada amenazante y salió con prisa de los aposentos de la peli rosa, la cual me miraba con coraje, ira, odio, rencor y no sabría decir que mas emociones negativas hacia mi persona. Ella me volvió a mirar con recelo, no sabía que iba hacer a continuación, ¿seguirá torturándome o me dejaría ir…? Que equivocado estaba.
Con rapidez y firmeza arranco mi camisa dejando al descubierto las heridas causadas por los azotes, no sabía tramaba solo supe que ella se encamino hacia mis pies y comenzó a desamarrarme, lamentablemente estaba muy débil y asustado como para intentar escapar de esa mujer que podría jurar estaba loca. Pero también debo decir que me comenzó a gustar esa sensación de sentirme sometido por una mujer, ¿acaso estoy pidiendo el juicio? si señores lo estoy perdiendo, pero volviendo a mi narrativa una vez libre de los pies se aproximo hacia mis muñecas y también empezó a desatarlas una vez completamente libre inundado por la sensación de libertad intente levantarme pero una suave mano me detuvo en mi cometida, era ella que me miraba de nuevo con una mirada misteriosa y profunda, con cuidado me recostó en aquella cama y me miro un poco mas antes de que saliera del camarote y me encerrara a dentro. ¿Qué demonios le pasaba a esa chica? primero casi me mata, después me tortura y a hora hasta en cierto modo es amable conmigo. Estaba completamente perdido por su actitud…
Narración Normal:
Naruto estaba con una expresión de "¿qué demonios acabo de imaginarme?" porque al parecer había sido una treta de su estrazada mente. Con lentitud miro hacia donde ya hacia Sakura junto Sasuke, fue cuando la peli rosa el llamo.
-¡Ven!- dijo a secas
Naruto un poco nervioso se encamino hasta quedar frente a la capitana y su mano derecha que solo lo miraba inexpresivo. Una vez frente a frente ella se paró de su silla tomando unas cadenas que estaban a su lado.
-Sasuke cierra la puerta a tu salida- Sasuke miro sin entender a su capitana que miraba lujuriosa el cuerpo de Naruto que estaba igual que el azabache, ósea, que tampoco entendía.
-Pe… - intento replicar el hombre pero fue fuertemente interrumpido.
-¡¿Quieres que vuelva a apretar esas insignificantes cosas que tienes?!- dijo Sakura mirando al chico de ojos negros con ira. Naruto quería morirse de la risa pero como pudo se controlo.
-"¡Maldita, como te aborrezco… estúpida zorra rosa!"- pensaba Sasuke mientras salía de la habitación. Naruto comenzaba a ponerse nervioso al ver que Sakura se tocaba la pierna sin parar.
-¿A hora si vas a intentar matarme?- pregunto un ingenio Naruto mientras la miraba atento.
-Como veo no empezamos bien… ¿Naruto?-
-¡¿Qué?! ¡¿Cómo sabes mi nombre?!-
-Ino me lo dijo… Tonto-
Naruto estaba perplejo, ella, Sakura, la capitana, la furia roja, ella la que semanas atrás le había privado de su libertad y días atrás había ordenado que le dieran una paliza a hora se portaba como decía Ino que lo hacía 6 años atrás, algo estaba pasando, o al menos eso quería creer el chico.
-¿Qué estas tramando?-
-¿Yo…? Nada claro… ¿Es acaso que no puedo ser amable con uno de mis prisioneros...? "Te enamorare Naruto y una vez que estés en mi poder como el vil hombre que eres te are sufrir con mis desprecios e insultos… Esa es la mejor sentencia y castigo para un hombre orgulloso como tú jeje"-
-"¿Acaso esta, está mal de la cabeza…? Está tramando algo, lo siento, siento que si trama algo"- pensó el chico sin dejar de verla.
La chica solo le miraba de arriba hacia abajo, especialmente una parte de su anatomía le llamaba la atención, pero rápidamente desapartaba las miradas para que el rubio que estaba parado frente a ella con los pies y manos atadas no las notara.
-¿Y dime de dónde eres… Naruto?- pregunto ella mientras que se sentaba de nuevo en su silla.
El sin fiarse aun la miro con cierta desconfianza, cosa que a ella le molesto. Con cuidado se quito su sombrero pirata dejándolo sobre una mesa cercana a la silla y fregó con delicadeza su gran melena rosada la cual tenía a Naruto cautivado… ¿Lo estaba seduciendo?
-"Ya te tengo, hombrecito"- la chica sonrió al ver que su cometida estaba comenzando a dar resultados.
-"Que hermosa eres… Quisiera…"- el chico solo tenía ese "sucio" pensamiento en su cabeza.
-¿Me vas a decir de dónde eres?-
-Soy de Konoha, Inglaterra-
-Oh…! Si conozco ese pueblo… "Hay vive aquella mujer que mi madre me contaba la había ayudado mucho cuando estaba embarazada de mi… ¿Como me dijo que se llamaba? Tsunami o Khuzima… ¡puf da igual!"- pensaba Sakura que por un momento se perdió en esos pensamientos y recuerdos de infancia.
-"No sé por qué ella me recuerda un poco a la pobre señora Mebuki…"- pensaba también el rubio mirando las expresiones de la bella pirata.
Antes de que Sakura lanzara otra pregunta al oji azul, alguien toco a la puerta.
-Señora capitana… Ya hemos llegado al puerto de Kiri- dijo una voz masculina desde el pasillo de los camarotes.
Sakura se levanto de golpe y se encamino a la puerta la cual la abrió mirando quien era el que hablaba encontrándose con Yaiko.
-Muy bien dile a Kisame que prepare a los reos creo que venderemos unos aquí… -
En ese momento a Naruto se le helo la sangre, instintivamente pensó en que él iba a ser vendido como ganado al mejor postor. Yaiko entro detrás de Sakura y dándole un golpe leve a Naruto hizo que este reaccionara de sus impresiones.
-Anda levántate, te llevare de nuevo a donde perteneces jaja- decía Yaiko mientras Naruto se volvía a poner de pie.
-¿A mí, también me va a vender?- pregunto el rubio temeroso mirando a Sakura.
-No, a ti no… Solo venderemos a unos 20 de los más fuertes y resistentes… Yo para ti tengo planes distintos… jajaja. Yaiko llévalo a su jaula- decía Sakura risueña, adoraba hacer que los hombres se aterraran.
Después de eso Yaiko encamino a Naruto a la bodega y posteriormente a su jaula donde para suerte de el también estaban Shikamaru y Sai que al parecer se habían salvado de ser vendidos además también estaba ese otro chico llamado Kiba y otros 5 hombres cualquiera. La mayoría había desaparecido o habían sido llevado a ser "vendidos" Naruto no entendía como era posible que existiera una mujer tan cruel y despiadada como furia roja o como se llamaba realmente: Sakura, pero a la vez estaba mas confundido con esta por la radical forma de comportamiento que la chica había tenido. Pues prácticamente de quererlo matar paso a querer ser "amiga" de él, o al menos eso creía el chico ingenuo que era Naruto, inclusive su mente le había jugado una brutal broma con aquella ilusión suya al entrar al cuarto de la mujer de cabellera rosa. Al entrar a la jaula Yaiko le dio un empujón con su perna haciendo que el rubio chocara con la "pared" de madera dentro de la jaula, se quejo de dolor haciendo que el peli naranja comenzara a reírse mientras salía de ahí.
-¿Estás bien Naruto?- pregunto Sai acercándose a su nuevo amigo.
-Si Sai, gracias por preocuparte- respondía el rubio mientras se tocaba con una de sus manos la cabeza en señal de dolor.
-¿Que quería la furia roja?- a hora fue Shikamaru el que preguntaba.
-Pues siendo sincero, no se-
-¿A que te refieres con que "no se"?- cuestiono Shikamaru sin entender.
-Bueno verán, para empezar una loca ilusión me golpeo cuando entre a la habitación de la chica-
-¿Qué? ¿Cómo que ilusión?- pregunto Sai con interés. Naruto les miraba pensativo sabía si les debía contar o no.
-De repente yo ya hacia tendido sobre la cama de la capitana con los pies y las manos atadas a cada esquina…-
En eso Sai interrumpió de manera picara y burlona.
-Al parecer a este le encantaría "probar" a la capitana jajaja-
-¡Cállate Sai, no es lo que están pensando!- eso lo dijo con vergüenza y enojo el rubio.
-Bueno, bueno… No te molestes Naruto, Sai puede llegar a ser ¿cómo lo digo…? -*suspiro*-
-¿Atolondrado? ¿Boquiflojo?- pregunto Naruto riéndose de Sai que le miraba con un enfado cómico.
-No… Este… Sai puede llegar hacer muy problemático- decía muy apagado Shikamaru, Naruto solo reía por la forma de tomarse las cosas de Shikamaru.
-Bueno retomando lo que les estaba platicando, estaba en esa posición sobre la cama esa cuando ese tipo, al que Sakura llamo Sasuke, me comenzó a azotar el pecho y mi estomago-
-¿Entonces te imaginaste que te estaban torturando sobre una cama…? Amigo, a lo mejor eres masoquista, digo usar una cama para ese fin… Mmm… Que problemática vida tenemos en este lugar de muerte-
-A un que les parezca raro y absurdo, les estos contando la verdad de esa ilusión-
-Bueno no me sorprendería que este amigo comenzara a tener sueños húmedos con furia roja- volvio a decir Sai picando a Naruto.
-¡¿Y sigues con eso…?!- pregunto molesto Naruto.
-Ya, ya cálmense… Sai solo está jugando Naruto, a un que lo mires con esa cara de muerto y esa palidez digna de nada interesante, tiene su sentido del humor el muchacho jeje- hablaba Shikamaru para disminuir la tención dentro de aquella jaula.
-Bueno Naruto y nos contaras ¿de qué hablaron la furia roja y tu después de esa imaginación tan activa?- dijo Sai llamando la intención del rubio.
-A sí, bueno, no hablamos mucho la verdad… Es muy rara, hace casi una semana atrás intento matarme y a hora hasta me llamo por mi nombre y me pregunto de donde era- dijo Naruto rascándose la nuca en señal de no entender el comportamiento de la capitana.
-¿Y no se te hace raro?-
-¡Claro que si Shikamaru! pero no tengo ni idea de cómo averiguar que trama, claro encerrado aquí cuando voy a saber algo-
-¿Y después que?- cuestiono Shikamaru aun queriendo saber más sobre el cambio de actitud de la capitana peli rosa.
-Nada, llego ese pirata peli naranja llamo Yaiko y me volvió a traer aquí-
Ya era de noche en el barco de la furia roja, esta estaba tendida sobre su cama durmiendo, pero como muchos pensarían que lo estaría haciendo cómoda y relajada. Esta se estaba agitando sobre las sabanas, temblaba, sudaba estaba muy claro que estaba teniendo una terrible pesadilla, tal vez por la crueldad que tenia con sus prisioneros o por alguna cosa del pasado.
-¡No papá! ¡Noooo !-
Con ese grito se despertó de golpe, sudando y jadeando se quedo en aquella posición sobre aquella cama. Miro a su lado como queriendo encontrar a algo o a alguien, al verse completamente sola en la penumbra de su cuarto se dejo caer de nuevo sobre la almohada.
-¡Maldición de nuevo esa estúpida pesadilla! No sé por qué demonios desde que ese rubio apareció la he vuelto a tener recurrentemente- se cuestionaba internamente la chica, con cuidado de no caer se levanto de la cama y se guio hasta un pequeño cuartito que tenia tal vez la función de baño, al llegar encendió las velas del lugar para alumbrarse y acto seguido se mojo el rostro con un cubo de agua que ya hacia hay frente a un espejo, en eso las imágenes le golpearon su subconsciente, al parecer eran las imágenes de la pesadilla que recién había tenido por la reacción casi instantánea que tenia la chica, de nuevo temblaba, comenzó a tener miedo… Si miedo, pero ese tipo de miedo que te asecha, que te deja paralizado por el terror que hiela tus músculos, sangre y huesos, seguía mirando el espejo, pero el reflejo no era el de ella, si no el de un hombre que ella conocía muy bien, este parecía un poco mayor con el pelo rosa opaco y canoso… Era el padre de Sakura. Está recobrando un poco de su movilidad retrocede varios paso hacia atrás hasta chocar con la madera, llorando de miedo, no se sabe porque ese rostro la pone así, anhela ser protegida, abrasada pues se siente a merced de aquel que desde el espejo la mira serio sin decir nada.
-Hija… - se escucha una voz siniestra y fantasmagórica que aterra aun más a Sakura
Como puede toma una silla y la estampa de lleno en aquel espejo causando inevitablemente que este se rompa en cientos de fragmentos que va a dar al piso a los pies de Sakura que aun en ese estado tan catatónico lo único que hace es sollozar mientras llora a mares, perdida, rendida, sale de ese cuarto al que quizás jamás volverá a entrar en el tiempo que le quede de vida. Volvía a amanecer, la chica y apenas había vuelto a dormir sentada sobre la cama miraba con terror el cuarto que durante la noche anterior había sido el epicentro de ese terror que a hora ella sentía, tal parece que la furia roja, aquella mujer despiadada y sádica había desaparecido dejando a una mujer común que sufría y lloraba pero sobre todo a una mujer que temía. Se levanto y con cuidado se comenzó a vestir con su clásico pantalón de cuero cernido a sus piernas y caderas, una camisa holgada con el frente y por la espalda de color blanco mientras las mangas era negras, su sombrero que era una fiel copia de los sombreros pirata más famosos que hasta una pluma de colores tenia a un costado una vez lista puso su mejor cara de pirata malvado y salió a comenzar a dar órdenes como de costumbre.
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En la residencia Namikaze, en el pueblo de Konoha, una madre lloraba a su hijo perdido, ya tenía casi 3 semanas desde su desaparición y la familia prácticamente lo había buscado por todas partes, en el puerto familiar, en el mar, en las cercanías del pueblo, en todos los lugares posibles. Minato consolaba a su esposa que durante todo ese tiempo no paraba de llorar y no comía ni dormía, estaba muy afectada por la desaparición de su hijito rubio.
-Kushina se fuerte mi amor… A Naruto no le gustaría verte así- decía Minato en un triste y pobre intento de detener aquellas lagrimas maternales que surcaban sus mejillas, junto a ellos estaba su hija Karin que también estaba muy mal por la repentina desaparición de su hermano mayor.
La Uzumaki mayor no reaccionaba, estaba completamente ida, por el dolor de su hijo que aun que ya lo suficientemente grande como para llamarlo "mi niño" ella siempre lo trataba como si fuese todo un bebé, pero no lo hacía para molestarlo, lo hacía por ese instinto maternal que la pobre mujer tenía, ese mismo instinto que en esos momentos estaba fracturado y herido.
-Mamá… Mi hermano Naruto aparecerá, ten fe… Madre- pedía y rogaba Karin que con cuidado sostenía las manos de su madre entre las suyas, dándole su apoyo a la situación que se estaba viviendo en ese hogar que en antaño fue feliz.
Kushina se levanto sin ver a su esposo y a su hija, con cuidado camino hasta quedar frente a un gran ventanal que la casa tenia… Con tristeza miraba el mar, ese lugar que por alguna razón sentía que se había llevado a su hijo, si luz, su retoño…
-Hijo… Si estás vivo aun, vuelve, tu madre te lo ruega…. ¡VUELVE…! Por favor, mi niño… As lo que tu familia te espera-
Kushina estaba destrozada, desde que se entero que solo habían hallado las canastas con pescado que Naruto solía llevar a su casa comenzó su martirio, su luto indefinido, era su consentido pero no por eso no le hacía caso a sus otros 2 hijos, era solo que Naruto tenía un lugar aun mas especial en su corazón de madre por ser su primer hijo, por ser la prueba más real y solida de que el amor existía entre ella y Minato… Porque el amor de madre, era… Incondicional.
-¡Minato!- llamo su esposa volteando a verlo.
-Si mi amor ¿qué pasa?- respondió el hombre por no entender la reciente actitud de su esposa.
-¡Tenemos que pedir a ayuda a la guardia privada!- dijo ella con una leve sonrisa en su rostro triste.
-¡¿Qué?! Pero… -
-¡No hay tiempo, nuestro niño nos necesita…! - exclamo ella sorprendiendo a su esposo y a su hija.
-Pero… Sabes que la guardia privada cobra muchísimo dinero por estos casos… En nuestro estado actual no creo que podamos pa… -
Kushina se acerco a su marido que se cayó de golpe puesto que esta lo miraba con enojo y con su gran melena roja elevándose en el aire como si estuviese viva. Minato sabía que cuando eso pasaba su esposa estaba furiosa. Ella, Kushina Uzumaki, la mujer que realmente se merecía el apodo que tenía Sakura.
-¡Nuestro hijo nos necesita y tú no te preocupas lo suficiente!-
-No es que no me preocupe es que ¿de dónde vamos a sacar el dinero para pagar una operación de búsqueda y rescate…? Sabes que la guardia privada cobra por esas operaciones casi 100,000 libras, libras que no tenemos-
-No las tendremos aun… ¡Pero yo si se como las tendremos!- eso intrigo a los presentes.
-Mujer, no querrás decir que se vas a ir a… -
-Si… Lo tengo que hacer por mi hijo, por mi Naruto-
-Pero es que ya han pasado tantos años, no creo que la señora Mito se alegre mucho de verte- dijo Minato nervioso al recordar a sus suegros.
-¡Pero mi padre Hashirama si!-
Eso era cierto el padre de Kushina, era más y nada menos que Hashirama Senju un político importantísimo en Inglaterra y actual primer ministro. Con respecto a eso, Kushina tenía 2 hermanas llamadas Tsunade y Nami, siendo Tsunade la mayor de la familia Senju Uzumaki y Nami la segunda de las 3 hermanas. Kushina al haberse ido con Manato, Mito se molesto bastante desheredándola completamente y evitando un acercamiento entre madre e hija. Hashirama era un caso muy distinto, el buen hombre que era, había evitado que le guardara algún rencor a su hijita o como él la llamaba "su tomatito vengador" por los berrinches de esta cuando era pequeña y "tomatito" por su cabello rojo como el mismo fuego. Era la consentida por ser la menor y desde que se fue él la extrañaba muchísimo por ser muy unidos.
-Además… - dijo la mujer haciendo que su esposo la mirase de nuevo.
-He estado en contacto con Nami desde hace mucho… Dice que nuestro padre me extraña y que ansia verme a mí y a sus nietos-
Manato rodo los ojos, estaba resignado, no conocía a ninguna otra mujer que se saliera con la suya como su esposa lo hacía. Karin que también estaba presente aun no entendía de lo que sus padres discutían. Hasta que algo hizo corto circuito en su cerebro semi-adulto.
-¿Mi abuelo…?- dijo con sorpresa.
-Si hija… ¿Quieres conocer al tu abuelo…? O mejor dicho al primer ministro Ingles-
-¡¡¡Claro que si mamá…!!! ¡Siempre he querido conocer a esa parte de mi familia que es de la realeza…! ¡Después yo, si, si! ¡kyaaaaaa!-
Karin daba saltos de alegría por toda la casa, desde muy pequeños sus padres les habían dicho que eran nietos de personas muy pero muy importantes como lo eran Mito Uzumaki y Hashirama Senju… La Uzumaki menor estaba feliz porque al fin iba a estar entre la gente de su misma "cate" -[regionalismo propio de: categoría]-. No es que no le gustase vivir en Konoha como una familia pesquera, pero es que siempre le llamo la atención esa vida que su madre tenía antes de que se escapara con su padre de aquel barco cuando ambos tenían pocas primaveras, a hora ya solo faltaba que el chico menor llegara de trabajar para darle la noticia, ósea, Gaara.
-Muy bien Kushina, solo espero que sepas lo que haces- dijo ya resignado el pobre hombre.
-¡Claro que se mi amor…! ¡Ya ves mi padre nos ayudara a encontrar a Naruto!- respondía entusiasta la mujer que había dejado de llorar por su hijo perdido.
-¿Y que planeas hacer…? ¿Llegar y tocar la puerta así no más?-
-Por supuesto que no Minato, como mi padre es un hombre muy ocupado primer hablare con mi madre… Solo espero que no me niegue la ayuda- decía Kushina recordando lo exigente y refinada que podía llegar a ser su madre.
-Si… A un recuerdo como me insultaba y humillaba cuando yo comencé a cortejarte-
-¿Y no crees que tú no puedes hablar con el señor Jiraiya…? Después de todo el es padrino de Naruto-
-Sí creo que hablare con el… Veré si puedo hacer que nos ayude al menos un poco-
Ambos esposos se abrazaron después de esa conversación, Kushina había infundado nuevamente ese espíritu de lucha que tenía la familia, familia que se desmorono al saber que uno de sus miembros estaba desaparecido, misma que había vuelto a creer y tener fuerzas para buscar y encontrar a ese integrante que los necesitaba. Sin duda Naruto tenía una familia muy unida y fuerte, pero ¿cómo sería ese rencuentro entre hija y padres en busca de pedir esa ayuda tan necesitada en el camino de recuperar a su hijo perdido? Eso estaba por descubrirse más temprano que tarde.
Capitulo 2: Sentencia y castigo
Narra Naruto:
No sabía cómo demonios me había metido en este maldito embrollo. ¿O si sabía…? El caso fue que no sabía cómo reaccionar o que hacer pues estaba atado de pies y manos sobre la cama de esa demente chica Sakura… O como la llaman sus subordinados "furia roja". Ese pirata al que había escupido la cara días atrás y por el cual me lleve aquella estúpida golpiza, me miraba con odio, con una sed de venganza que me llegaba hasta lo más profundo de mi convaleciente ser y ustedes dirán ¿Qué hacia amarado a la cama de la capitana? pues simple al entrar a la habitación, mire como ella junto a ese que se hacía llamar Sasuke me esperaba en una esquina del extenso cuarto, apenas iba a replicar cuando sentí un puño en mi cara, el cual le pertenecía al mencionado en cuestión, me desplome sin recordar nada más y una vez que desperté para mi desgracia estaba en esta condición tan vulnerable. Sakura me miraba con una mirada que en mi estado actual no puedo describir ciertamente, ¿Ira? ¿Coraje? ¿Frustración? ¿Deseo? no sabía qué diantres trasmitan sus ojos en aquella misterioso mirada que me lanzaba y me perforaba como si de una espada se tratase. Mi mirada instintivamente busco después la de aquel hombre que entre sus manos sostenía lo que parecía un látigo… ¿Me iba a torturar? ¿Solo porque tuve los pantalones para no caer rendido en sus amenazas?... ¡No! ¡Naruto Namikaze jamás suplicara…! Aun que eso me arranque la vida.
-jeje ¿Ya estás listo, escoria?- me dijo con una sonrisa ladina aquel desgraciado, me pregunto ¿cuánto se puede llegar a odiar a alguien en tan solo una semana?
-¿Para qué?- respondí temeroso, muy dentro de mí sabía muy bien para qué.
El azabache solo sonrió sin respondiera y fue cuando salto aquel temible utensilio de tortura, ósea el látigo.
-Muy bien Sasuke, puedes empezar cuando quieras- hora hablaba aquella mujer de cabellos rosas, aquella que me intento matar con sus propias manos apenas el día anterior en el cuarto que usaban para que Ino curara a los heridos y golpeados como yo.
La sentencia y el castigo estaban impuestos, dicha sentencia era sufrir y el castigo la tortura. El pirata tomo con fuerza el látigo y comenzó a azotar sin piedad mi estomago y pecho por sobre mi camisa desgastada, las heridas no se hicieron esperar pero tal parecer que la mujer había puesto debajo de mi cuerpo tapetes hechos de madera y tela para evitar que su preciada cama se manchara con mi sangre. Chillaba, lloraba, Sollozaba, gritaba de dolor, los azotes seguían y seguían, quería que pararan pero la fuerza de estos solo aumentaba mas y mas.
-¡AAAAAH…! ¡AAAAAAAH…! ¡AAAAAAAHHHHH!- ya no podía mas, mis ojos comenzaron a llorar por su propia cuenta. ¿Porque me trataban así? ¿Que había hecho yo para merecer el castigo de estos bárbaros?.
La tortura seguía y solo podía escuchar las risas del pirata ejecutor de mi agonizante dolor. La chica, Sakura no decía nada solo miraba como sufría, eso es lo que quería la muy…
-¡Sasuke… Detente!- ordeno por fin la capitana acabando con mi martirio.
Con lentitud se acerco a mi rostro y me tomo por las mejillas alzándome un poco para que la viera.
-¿Y bien, vas a seguir haciéndola de valientito?- la arrogancia era presente en su voz… Esa voz que me incitaba a morir.
-Ya… Le dije que… No me asusta- no podía, simplemente no tenía fuerzas para hablar.
Fue cuando con fuerza me volvió a estampar en contra de la cama, miro con ira a Sasuke y le arrebato aquel látigo.
-¡Largo!- chillo completamente molesta con su "mano derecha"
El azabache solo me lanzo una mirada amenazante y salió con prisa de los aposentos de la peli rosa, la cual me miraba con coraje, ira, odio, rencor y no sabría decir que mas emociones negativas hacia mi persona. Ella me volvió a mirar con recelo, no sabía que iba hacer a continuación, ¿seguirá torturándome o me dejaría ir…? Que equivocado estaba.
Con rapidez y firmeza arranco mi camisa dejando al descubierto las heridas causadas por los azotes, no sabía tramaba solo supe que ella se encamino hacia mis pies y comenzó a desamarrarme, lamentablemente estaba muy débil y asustado como para intentar escapar de esa mujer que podría jurar estaba loca. Pero también debo decir que me comenzó a gustar esa sensación de sentirme sometido por una mujer, ¿acaso estoy pidiendo el juicio? si señores lo estoy perdiendo, pero volviendo a mi narrativa una vez libre de los pies se aproximo hacia mis muñecas y también empezó a desatarlas una vez completamente libre inundado por la sensación de libertad intente levantarme pero una suave mano me detuvo en mi cometida, era ella que me miraba de nuevo con una mirada misteriosa y profunda, con cuidado me recostó en aquella cama y me miro un poco mas antes de que saliera del camarote y me encerrara a dentro. ¿Qué demonios le pasaba a esa chica? primero casi me mata, después me tortura y a hora hasta en cierto modo es amable conmigo. Estaba completamente perdido por su actitud…
Narración Normal:
Naruto estaba con una expresión de "¿qué demonios acabo de imaginarme?" porque al parecer había sido una treta de su estrazada mente. Con lentitud miro hacia donde ya hacia Sakura junto Sasuke, fue cuando la peli rosa el llamo.
-¡Ven!- dijo a secas
Naruto un poco nervioso se encamino hasta quedar frente a la capitana y su mano derecha que solo lo miraba inexpresivo. Una vez frente a frente ella se paró de su silla tomando unas cadenas que estaban a su lado.
-Sasuke cierra la puerta a tu salida- Sasuke miro sin entender a su capitana que miraba lujuriosa el cuerpo de Naruto que estaba igual que el azabache, ósea, que tampoco entendía.
-Pe… - intento replicar el hombre pero fue fuertemente interrumpido.
-¡¿Quieres que vuelva a apretar esas insignificantes cosas que tienes?!- dijo Sakura mirando al chico de ojos negros con ira. Naruto quería morirse de la risa pero como pudo se controlo.
-"¡Maldita, como te aborrezco… estúpida zorra rosa!"- pensaba Sasuke mientras salía de la habitación. Naruto comenzaba a ponerse nervioso al ver que Sakura se tocaba la pierna sin parar.
-¿A hora si vas a intentar matarme?- pregunto un ingenio Naruto mientras la miraba atento.
-Como veo no empezamos bien… ¿Naruto?-
-¡¿Qué?! ¡¿Cómo sabes mi nombre?!-
-Ino me lo dijo… Tonto-
Naruto estaba perplejo, ella, Sakura, la capitana, la furia roja, ella la que semanas atrás le había privado de su libertad y días atrás había ordenado que le dieran una paliza a hora se portaba como decía Ino que lo hacía 6 años atrás, algo estaba pasando, o al menos eso quería creer el chico.
-¿Qué estas tramando?-
-¿Yo…? Nada claro… ¿Es acaso que no puedo ser amable con uno de mis prisioneros...? "Te enamorare Naruto y una vez que estés en mi poder como el vil hombre que eres te are sufrir con mis desprecios e insultos… Esa es la mejor sentencia y castigo para un hombre orgulloso como tú jeje"-
-"¿Acaso esta, está mal de la cabeza…? Está tramando algo, lo siento, siento que si trama algo"- pensó el chico sin dejar de verla.
La chica solo le miraba de arriba hacia abajo, especialmente una parte de su anatomía le llamaba la atención, pero rápidamente desapartaba las miradas para que el rubio que estaba parado frente a ella con los pies y manos atadas no las notara.
-¿Y dime de dónde eres… Naruto?- pregunto ella mientras que se sentaba de nuevo en su silla.
El sin fiarse aun la miro con cierta desconfianza, cosa que a ella le molesto. Con cuidado se quito su sombrero pirata dejándolo sobre una mesa cercana a la silla y fregó con delicadeza su gran melena rosada la cual tenía a Naruto cautivado… ¿Lo estaba seduciendo?
-"Ya te tengo, hombrecito"- la chica sonrió al ver que su cometida estaba comenzando a dar resultados.
-"Que hermosa eres… Quisiera…"- el chico solo tenía ese "sucio" pensamiento en su cabeza.
-¿Me vas a decir de dónde eres?-
-Soy de Konoha, Inglaterra-
-Oh…! Si conozco ese pueblo… "Hay vive aquella mujer que mi madre me contaba la había ayudado mucho cuando estaba embarazada de mi… ¿Como me dijo que se llamaba? Tsunami o Khuzima… ¡puf da igual!"- pensaba Sakura que por un momento se perdió en esos pensamientos y recuerdos de infancia.
-"No sé por qué ella me recuerda un poco a la pobre señora Mebuki…"- pensaba también el rubio mirando las expresiones de la bella pirata.
Antes de que Sakura lanzara otra pregunta al oji azul, alguien toco a la puerta.
-Señora capitana… Ya hemos llegado al puerto de Kiri- dijo una voz masculina desde el pasillo de los camarotes.
Sakura se levanto de golpe y se encamino a la puerta la cual la abrió mirando quien era el que hablaba encontrándose con Yaiko.
-Muy bien dile a Kisame que prepare a los reos creo que venderemos unos aquí… -
En ese momento a Naruto se le helo la sangre, instintivamente pensó en que él iba a ser vendido como ganado al mejor postor. Yaiko entro detrás de Sakura y dándole un golpe leve a Naruto hizo que este reaccionara de sus impresiones.
-Anda levántate, te llevare de nuevo a donde perteneces jaja- decía Yaiko mientras Naruto se volvía a poner de pie.
-¿A mí, también me va a vender?- pregunto el rubio temeroso mirando a Sakura.
-No, a ti no… Solo venderemos a unos 20 de los más fuertes y resistentes… Yo para ti tengo planes distintos… jajaja. Yaiko llévalo a su jaula- decía Sakura risueña, adoraba hacer que los hombres se aterraran.
Después de eso Yaiko encamino a Naruto a la bodega y posteriormente a su jaula donde para suerte de el también estaban Shikamaru y Sai que al parecer se habían salvado de ser vendidos además también estaba ese otro chico llamado Kiba y otros 5 hombres cualquiera. La mayoría había desaparecido o habían sido llevado a ser "vendidos" Naruto no entendía como era posible que existiera una mujer tan cruel y despiadada como furia roja o como se llamaba realmente: Sakura, pero a la vez estaba mas confundido con esta por la radical forma de comportamiento que la chica había tenido. Pues prácticamente de quererlo matar paso a querer ser "amiga" de él, o al menos eso creía el chico ingenuo que era Naruto, inclusive su mente le había jugado una brutal broma con aquella ilusión suya al entrar al cuarto de la mujer de cabellera rosa. Al entrar a la jaula Yaiko le dio un empujón con su perna haciendo que el rubio chocara con la "pared" de madera dentro de la jaula, se quejo de dolor haciendo que el peli naranja comenzara a reírse mientras salía de ahí.
-¿Estás bien Naruto?- pregunto Sai acercándose a su nuevo amigo.
-Si Sai, gracias por preocuparte- respondía el rubio mientras se tocaba con una de sus manos la cabeza en señal de dolor.
-¿Que quería la furia roja?- a hora fue Shikamaru el que preguntaba.
-Pues siendo sincero, no se-
-¿A que te refieres con que "no se"?- cuestiono Shikamaru sin entender.
-Bueno verán, para empezar una loca ilusión me golpeo cuando entre a la habitación de la chica-
-¿Qué? ¿Cómo que ilusión?- pregunto Sai con interés. Naruto les miraba pensativo sabía si les debía contar o no.
-De repente yo ya hacia tendido sobre la cama de la capitana con los pies y las manos atadas a cada esquina…-
En eso Sai interrumpió de manera picara y burlona.
-Al parecer a este le encantaría "probar" a la capitana jajaja-
-¡Cállate Sai, no es lo que están pensando!- eso lo dijo con vergüenza y enojo el rubio.
-Bueno, bueno… No te molestes Naruto, Sai puede llegar a ser ¿cómo lo digo…? -*suspiro*-
-¿Atolondrado? ¿Boquiflojo?- pregunto Naruto riéndose de Sai que le miraba con un enfado cómico.
-No… Este… Sai puede llegar hacer muy problemático- decía muy apagado Shikamaru, Naruto solo reía por la forma de tomarse las cosas de Shikamaru.
-Bueno retomando lo que les estaba platicando, estaba en esa posición sobre la cama esa cuando ese tipo, al que Sakura llamo Sasuke, me comenzó a azotar el pecho y mi estomago-
-¿Entonces te imaginaste que te estaban torturando sobre una cama…? Amigo, a lo mejor eres masoquista, digo usar una cama para ese fin… Mmm… Que problemática vida tenemos en este lugar de muerte-
-A un que les parezca raro y absurdo, les estos contando la verdad de esa ilusión-
-Bueno no me sorprendería que este amigo comenzara a tener sueños húmedos con furia roja- volvio a decir Sai picando a Naruto.
-¡¿Y sigues con eso…?!- pregunto molesto Naruto.
-Ya, ya cálmense… Sai solo está jugando Naruto, a un que lo mires con esa cara de muerto y esa palidez digna de nada interesante, tiene su sentido del humor el muchacho jeje- hablaba Shikamaru para disminuir la tención dentro de aquella jaula.
-Bueno Naruto y nos contaras ¿de qué hablaron la furia roja y tu después de esa imaginación tan activa?- dijo Sai llamando la intención del rubio.
-A sí, bueno, no hablamos mucho la verdad… Es muy rara, hace casi una semana atrás intento matarme y a hora hasta me llamo por mi nombre y me pregunto de donde era- dijo Naruto rascándose la nuca en señal de no entender el comportamiento de la capitana.
-¿Y no se te hace raro?-
-¡Claro que si Shikamaru! pero no tengo ni idea de cómo averiguar que trama, claro encerrado aquí cuando voy a saber algo-
-¿Y después que?- cuestiono Shikamaru aun queriendo saber más sobre el cambio de actitud de la capitana peli rosa.
-Nada, llego ese pirata peli naranja llamo Yaiko y me volvió a traer aquí-
Ya era de noche en el barco de la furia roja, esta estaba tendida sobre su cama durmiendo, pero como muchos pensarían que lo estaría haciendo cómoda y relajada. Esta se estaba agitando sobre las sabanas, temblaba, sudaba estaba muy claro que estaba teniendo una terrible pesadilla, tal vez por la crueldad que tenia con sus prisioneros o por alguna cosa del pasado.
-¡No papá! ¡Noooo !-
Con ese grito se despertó de golpe, sudando y jadeando se quedo en aquella posición sobre aquella cama. Miro a su lado como queriendo encontrar a algo o a alguien, al verse completamente sola en la penumbra de su cuarto se dejo caer de nuevo sobre la almohada.
-¡Maldición de nuevo esa estúpida pesadilla! No sé por qué demonios desde que ese rubio apareció la he vuelto a tener recurrentemente- se cuestionaba internamente la chica, con cuidado de no caer se levanto de la cama y se guio hasta un pequeño cuartito que tenia tal vez la función de baño, al llegar encendió las velas del lugar para alumbrarse y acto seguido se mojo el rostro con un cubo de agua que ya hacia hay frente a un espejo, en eso las imágenes le golpearon su subconsciente, al parecer eran las imágenes de la pesadilla que recién había tenido por la reacción casi instantánea que tenia la chica, de nuevo temblaba, comenzó a tener miedo… Si miedo, pero ese tipo de miedo que te asecha, que te deja paralizado por el terror que hiela tus músculos, sangre y huesos, seguía mirando el espejo, pero el reflejo no era el de ella, si no el de un hombre que ella conocía muy bien, este parecía un poco mayor con el pelo rosa opaco y canoso… Era el padre de Sakura. Está recobrando un poco de su movilidad retrocede varios paso hacia atrás hasta chocar con la madera, llorando de miedo, no se sabe porque ese rostro la pone así, anhela ser protegida, abrasada pues se siente a merced de aquel que desde el espejo la mira serio sin decir nada.
-Hija… - se escucha una voz siniestra y fantasmagórica que aterra aun más a Sakura
Como puede toma una silla y la estampa de lleno en aquel espejo causando inevitablemente que este se rompa en cientos de fragmentos que va a dar al piso a los pies de Sakura que aun en ese estado tan catatónico lo único que hace es sollozar mientras llora a mares, perdida, rendida, sale de ese cuarto al que quizás jamás volverá a entrar en el tiempo que le quede de vida. Volvía a amanecer, la chica y apenas había vuelto a dormir sentada sobre la cama miraba con terror el cuarto que durante la noche anterior había sido el epicentro de ese terror que a hora ella sentía, tal parece que la furia roja, aquella mujer despiadada y sádica había desaparecido dejando a una mujer común que sufría y lloraba pero sobre todo a una mujer que temía. Se levanto y con cuidado se comenzó a vestir con su clásico pantalón de cuero cernido a sus piernas y caderas, una camisa holgada con el frente y por la espalda de color blanco mientras las mangas era negras, su sombrero que era una fiel copia de los sombreros pirata más famosos que hasta una pluma de colores tenia a un costado una vez lista puso su mejor cara de pirata malvado y salió a comenzar a dar órdenes como de costumbre.
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En la residencia Namikaze, en el pueblo de Konoha, una madre lloraba a su hijo perdido, ya tenía casi 3 semanas desde su desaparición y la familia prácticamente lo había buscado por todas partes, en el puerto familiar, en el mar, en las cercanías del pueblo, en todos los lugares posibles. Minato consolaba a su esposa que durante todo ese tiempo no paraba de llorar y no comía ni dormía, estaba muy afectada por la desaparición de su hijito rubio.
-Kushina se fuerte mi amor… A Naruto no le gustaría verte así- decía Minato en un triste y pobre intento de detener aquellas lagrimas maternales que surcaban sus mejillas, junto a ellos estaba su hija Karin que también estaba muy mal por la repentina desaparición de su hermano mayor.
La Uzumaki mayor no reaccionaba, estaba completamente ida, por el dolor de su hijo que aun que ya lo suficientemente grande como para llamarlo "mi niño" ella siempre lo trataba como si fuese todo un bebé, pero no lo hacía para molestarlo, lo hacía por ese instinto maternal que la pobre mujer tenía, ese mismo instinto que en esos momentos estaba fracturado y herido.
-Mamá… Mi hermano Naruto aparecerá, ten fe… Madre- pedía y rogaba Karin que con cuidado sostenía las manos de su madre entre las suyas, dándole su apoyo a la situación que se estaba viviendo en ese hogar que en antaño fue feliz.
Kushina se levanto sin ver a su esposo y a su hija, con cuidado camino hasta quedar frente a un gran ventanal que la casa tenia… Con tristeza miraba el mar, ese lugar que por alguna razón sentía que se había llevado a su hijo, si luz, su retoño…
-Hijo… Si estás vivo aun, vuelve, tu madre te lo ruega…. ¡VUELVE…! Por favor, mi niño… As lo que tu familia te espera-
Kushina estaba destrozada, desde que se entero que solo habían hallado las canastas con pescado que Naruto solía llevar a su casa comenzó su martirio, su luto indefinido, era su consentido pero no por eso no le hacía caso a sus otros 2 hijos, era solo que Naruto tenía un lugar aun mas especial en su corazón de madre por ser su primer hijo, por ser la prueba más real y solida de que el amor existía entre ella y Minato… Porque el amor de madre, era… Incondicional.
-¡Minato!- llamo su esposa volteando a verlo.
-Si mi amor ¿qué pasa?- respondió el hombre por no entender la reciente actitud de su esposa.
-¡Tenemos que pedir a ayuda a la guardia privada!- dijo ella con una leve sonrisa en su rostro triste.
-¡¿Qué?! Pero… -
-¡No hay tiempo, nuestro niño nos necesita…! - exclamo ella sorprendiendo a su esposo y a su hija.
-Pero… Sabes que la guardia privada cobra muchísimo dinero por estos casos… En nuestro estado actual no creo que podamos pa… -
Kushina se acerco a su marido que se cayó de golpe puesto que esta lo miraba con enojo y con su gran melena roja elevándose en el aire como si estuviese viva. Minato sabía que cuando eso pasaba su esposa estaba furiosa. Ella, Kushina Uzumaki, la mujer que realmente se merecía el apodo que tenía Sakura.
-¡Nuestro hijo nos necesita y tú no te preocupas lo suficiente!-
-No es que no me preocupe es que ¿de dónde vamos a sacar el dinero para pagar una operación de búsqueda y rescate…? Sabes que la guardia privada cobra por esas operaciones casi 100,000 libras, libras que no tenemos-
-No las tendremos aun… ¡Pero yo si se como las tendremos!- eso intrigo a los presentes.
-Mujer, no querrás decir que se vas a ir a… -
-Si… Lo tengo que hacer por mi hijo, por mi Naruto-
-Pero es que ya han pasado tantos años, no creo que la señora Mito se alegre mucho de verte- dijo Minato nervioso al recordar a sus suegros.
-¡Pero mi padre Hashirama si!-
Eso era cierto el padre de Kushina, era más y nada menos que Hashirama Senju un político importantísimo en Inglaterra y actual primer ministro. Con respecto a eso, Kushina tenía 2 hermanas llamadas Tsunade y Nami, siendo Tsunade la mayor de la familia Senju Uzumaki y Nami la segunda de las 3 hermanas. Kushina al haberse ido con Manato, Mito se molesto bastante desheredándola completamente y evitando un acercamiento entre madre e hija. Hashirama era un caso muy distinto, el buen hombre que era, había evitado que le guardara algún rencor a su hijita o como él la llamaba "su tomatito vengador" por los berrinches de esta cuando era pequeña y "tomatito" por su cabello rojo como el mismo fuego. Era la consentida por ser la menor y desde que se fue él la extrañaba muchísimo por ser muy unidos.
-Además… - dijo la mujer haciendo que su esposo la mirase de nuevo.
-He estado en contacto con Nami desde hace mucho… Dice que nuestro padre me extraña y que ansia verme a mí y a sus nietos-
Manato rodo los ojos, estaba resignado, no conocía a ninguna otra mujer que se saliera con la suya como su esposa lo hacía. Karin que también estaba presente aun no entendía de lo que sus padres discutían. Hasta que algo hizo corto circuito en su cerebro semi-adulto.
-¿Mi abuelo…?- dijo con sorpresa.
-Si hija… ¿Quieres conocer al tu abuelo…? O mejor dicho al primer ministro Ingles-
-¡¡¡Claro que si mamá…!!! ¡Siempre he querido conocer a esa parte de mi familia que es de la realeza…! ¡Después yo, si, si! ¡kyaaaaaa!-
Karin daba saltos de alegría por toda la casa, desde muy pequeños sus padres les habían dicho que eran nietos de personas muy pero muy importantes como lo eran Mito Uzumaki y Hashirama Senju… La Uzumaki menor estaba feliz porque al fin iba a estar entre la gente de su misma "cate" -[regionalismo propio de: categoría]-. No es que no le gustase vivir en Konoha como una familia pesquera, pero es que siempre le llamo la atención esa vida que su madre tenía antes de que se escapara con su padre de aquel barco cuando ambos tenían pocas primaveras, a hora ya solo faltaba que el chico menor llegara de trabajar para darle la noticia, ósea, Gaara.
-Muy bien Kushina, solo espero que sepas lo que haces- dijo ya resignado el pobre hombre.
-¡Claro que se mi amor…! ¡Ya ves mi padre nos ayudara a encontrar a Naruto!- respondía entusiasta la mujer que había dejado de llorar por su hijo perdido.
-¿Y que planeas hacer…? ¿Llegar y tocar la puerta así no más?-
-Por supuesto que no Minato, como mi padre es un hombre muy ocupado primer hablare con mi madre… Solo espero que no me niegue la ayuda- decía Kushina recordando lo exigente y refinada que podía llegar a ser su madre.
-Si… A un recuerdo como me insultaba y humillaba cuando yo comencé a cortejarte-
-¿Y no crees que tú no puedes hablar con el señor Jiraiya…? Después de todo el es padrino de Naruto-
-Sí creo que hablare con el… Veré si puedo hacer que nos ayude al menos un poco-
Ambos esposos se abrazaron después de esa conversación, Kushina había infundado nuevamente ese espíritu de lucha que tenía la familia, familia que se desmorono al saber que uno de sus miembros estaba desaparecido, misma que había vuelto a creer y tener fuerzas para buscar y encontrar a ese integrante que los necesitaba. Sin duda Naruto tenía una familia muy unida y fuerte, pero ¿cómo sería ese rencuentro entre hija y padres en busca de pedir esa ayuda tan necesitada en el camino de recuperar a su hijo perdido? Eso estaba por descubrirse más temprano que tarde.
NaruSannin- Genin
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Re: Más Allá del cielo y del mar [+18][Capitulo 7: Odiar o amar -Parte 1-][25/10/2016]
Wooo! Me dejaste sorprendida con lo de sakura, se nota que ha sufrido y que ese pasado de ella la marco y la dejó aterrada...ya quiero saber mas y sobretodo porque su plan es enamorar al guapo rubioo jujuju me huele que se terminara enamorando ella también. Espero la conti!
CerezoIntenso- Chunnin
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Re: Más Allá del cielo y del mar [+18][Capitulo 7: Odiar o amar -Parte 1-][25/10/2016]
bueno esta super que emocionante ese reencuentro familiar espero emoción en el próximo capitulo
Mas allá del cielo y el mar [+18][Capitulo 3: El amor de una madre][17/05/2016]
Aquí con el tercer capitulo. Espero les guste las cosas comienza a ponerse interesantes, bueno al menos esa es mi opinión jeje. Saludos y hasta pronto.
Capitulo 3: El amor de una madre
Narra Kushina:
Estaba muy nerviosa, demasiado para ser sincera, puesto que ya tenía más 19 años que no miraba mis padres. Cuando me escape con Minato apenas y tenía 17 años, toda una polluela jaja. Pero bueno no es momento de reír, mi hijo Naruto necesita la ayuda de la guardia privada, esa que se encarga de operaciones anti-piratas y anti-secuestros.
Iba en aquel carro de madera jalado por dos caballos junto a mis dos hijos menores, Karin con 21 años y Gaara con 17. Este último era muy serio comparándolo con Naruto que era más extrovertido y escandaloso, mi hija Karin… Bueno que puedo decir de ella, a decir verdad se parece mucho a mi de joven, enojona, histérica y muy coqueta con los chicos que le gustan tal como yo lo era con su padre Minato, el camino fue largo puesto que teníamos que viajar hasta Londres puesto que mi padre al ser el actual primer ministro no podía salir mucho de la capital de Inglaterra y mi madre… Como siempre en sus "campañas" de caridad y eventos culturales así como de arte… Era toda una dama de la realeza puesto que mi linaje, ósea, el Uzumaki era uno de los más respetados de las islas británicas y no se diga el de mi padre, conocido en casi todo el mundo conocido.
Llegamos al centro de la concurrida ciudad londinense, mis hijos o más bien Karin estaba encantada… Todo el trayecto se la paso "bla bla esto y bla bla lo otro" toda una chiquilla fascinada por la cuidad mientras que Gaara como siempre solo callado y mirando por la ventanilla del carruaje. En jinete que dirigía a los caballos se detuvo en donde le indique, en un enorme portón negro con toque dorados en las esquinas. La mansión esta exactamente igual que como la recordaba, en el patio se podían ver a varios empleados regando y arreglando las plantas y los jardines en general. Con cuidado baje del carro junto a mis hijos que no tardaron en impresionarse por la imponente estructura arquitectónica que estaba frente a ellos, yo solo reía al ver la cara que había puesto Gaara porque siempre era serio y era raro verlo así de sorprendido.
-¡Wooo…! ¡¿Enserio viviste aquí mamá?!- me pregunto Karin sin dejar de ver la gran casa.
-Si hija… Durante 17 años de mi vida, viví aquí junto a tus tías y tus abuelos- respondí con una sonrisa a mi hija.
En eso un señor ya de edad avanzada se acerco al portón, el pobre se miraba como sin ganas de caminar puesto que a duras penas andaba. Iba con la cabeza agachada así que no lo reconocí… ¿Tal vez mis padres contrataron a nuevo personal? eso si no lo sabía con exactitud.
-Buen día… Señoritas y caballero… ¿Qué les trae a la residencia del primer ministro de In… - fue cuando reconocí aquel viejecillo y el también me reconoció al instante y por eso se había callado de repente.
-¿Joven Kushina?- me pregunto con un semblante sorprendido y feliz a la vez.
-¿Viejito Sarutobi?- a hora era yo la que preguntaba en el mismo estado de shock y alegría.
Sin pensarlo abrase con todas mis fuerzas aquel viejito simpático, él era, él mayordomo de mayor confianza de la familia puesto que varias generaciones de Sarutobi's habían servido a la dinastía de mi padre, es decir, a los Senju. El me recibió con la misma felicidad y entusiasmo.
-¡Joven Kushina…! ¡¿Co-Como a estada…?! ¡Nunca creí que la volvería a ver!-
-Bueno veras viejito, es que he venido por un tema muy delicado- dije poniéndome seria y un poco triste al recordar a mi Naruto.
-Oh… Ya veo… ¿Y esta hermosa señorita y el apuesto jovencito? ¿Quiénes son?- volvió a preguntar Sarutobi mirando a mis hijos.
-Vera… Son mis… Hijos- apenas dije a secas.
-¡¿Qué…?! ¡¿Entonces se caso?!-
-Si viejito Sarutobi- asentí a su pregunta.
-Mucho gusto, yo soy Hiruzen Sarutobi, mayordomo mayor de la mansión Senju- dijo el viejito haciendo una reverencia a mis hijos que se exaltaron por las formalidades.
-Mucho gusto señor Sarutobi… Yo me llamo Karin- -Y yo Gaara- respondieron cada uno de mis hijos también con una reverencia.
-Me alegra conocerles… Señorita Karin y jovencito Gaara-
-Viejito Sarutobi- llame con delicadeza al mayordomo.
-Si dígame joven Kushina… ¿En qué puedo servirle?-
-Bueno veras, ¿de casualidad están mis padres…? Me gustaría verlos-
-Solo lady-Mito... Lord Hashirama partió al palacio real hoy por la mañana-
Me lo temía, tenía que enfrentar sola a mi madre… Creo que esto es un suicidio, pero uno que vale la pena.
-"Ya que… Se fuerte Kushina, por Naruto ¡Vamos!"- me estaba dando ánimos internamente.
-¡Entren, entren…! ¡Por favor, la hija menor del señor Hashirama y sus nietos no pueden estar a afuera!- decía Sarutobi tomando mis maletas mientras también mi hijo Gaara ayudaba con el equipaje suyo y el de su hermana.
-Hermanito por favor se mas rápido… Ya quiero ver como es la mansión por dentro- decía mi hija Karin riendo y saltando feliz por la "vida" que le esperaba dentro de aquella mansión.
-¡Puf…! Claro ya como tú no estás cargando más de 10 maletas te es fácil decirlo… - el pobre de Gaara llevaba más de 10 maletas de equipaje sobre su cuerpo apenas venia el pobre jeje.
Mientras caminábamos por los extensos jardines del patio, note como casi todos los empleados que estaban atendiendo dichos jardines no dejaban de verme ni a mis hijos. Debo confesar que me sentía un poco nerviosa… ¡No...! Un montón seria la palabra correcta para describir mi estado actual. Cuando por fin llegamos a la puerta de la mansión, mi respiración comenzó a dificultarse… ¡Dios se que no soy muy devota…! ¡Pero si me ayudas te comprare mil velas!. Ok mala idea jeje. Por fin entramos a la casa, estaba tal y como la recordaba un salón extenso con un pasillo directo al patio trasero dos escaleras de marmol a los costados para subir al segundo y tercer piso. A la izquierda se encontraba una sala de descanso y a la derecha el gran comedor de la familia… Ejem… Pero bueno si soy sincera, no sé que me espera cuando vea a mi madre y mucho menos cuando le cuente mi situación actual y la de mi hijo Naruto.
Narración Normal:
Kushina y sus hijos acompañados del viejo sirviente llegaban al gran salón de descanso de la mansión. El buen mozo dejo las maletas de Kushina en una esquina y se encamino a ayudar al pobre de Gaara que apenas podía seguir sosteniendo la montaña de maletas que Karin le había dejado al muy tonto.
-¡Si, si esta mansión esta súper…! - decía entusiasmada Karin.
-Me alegra saber que la casa donde viví sea de tu agrado hija-
-Mamá como se te ocurrió dejar todo esto por Papá- Karin se tapo la boca al escuchar lo que ella misma en un impulso dijo. Kushina la miro molesta, ella amaba más que nada a Minato y no por ser de la más grande alcurnia de Inglaterra iba a hacer a un lado al amor de su vida.
-Como siempre metiendo la pata… ¡Hum…!- dijo Gaara con desgano en su voz mientras se sentaba en unos de los sillones de la extensa habitación.
-Hija… No todo es lujo y dinero… Eso me lo enseño tu abuelo y me lo confirmo tu padre cuando formamos una familia- fue lo único que atino a decir la Uzumaki mayor.
-Lo-lo siento mamá… Perdóname, por favor… No quise ofender a mi papá-se disculpo temerosa la pelirroja menor acercándose a su madre que estaba parada en el centro de la gran sala.
-Está bien hija… Entiendo que tú hubieses querido nacer en esta vida de lujos y comodidad pero… Si eso hubiera pasado tú tal vez no serias la misma chica que eres-
-Bueno… Me retiro joven Kushina… Si quiere ver a su madre, la señora Mito está en el patio trasero conversando con sus amigas- dijo el viejo Sarutobi guiándose a la puerta.
-Creo que ha llegado la hora de que conozcan a la abuela jeje- Kushina reía nerviosa. Lo cierto era que tenia miedo del como reaccionaria su madre al verla después de tanto tiempo.
Con tranquilidad salió de la sala de descanso y comenzó a caminar a paso lento hacia el jardín trasero de la mansión, donde ella también recordaba cómo le encantaba a su madre conversar con sus amistades bebiendo el té… Algo muy ingles si se puede decir… Les había dicho a sus hijos que la esperaran en la sala de descanso puesto que la Uzumaki era precavida conociendo el genio que su progenitora podía llegar a tener… Tal vez y solo tal vez por eso ella misma era así de enojona y regañona cuando se comenzaba a molestar. Con miedo y un nudo en la garganta evidente llego a la puerta que daba hacia el jardín, fue cuando escucho risas y voces que inmediatamente Kushina supuso eran de su madre y amigas.
-¡Muy graciosa Mito…! ¡Muy graciosa!- se escuchaba una voz familiar para Kushina que seguía en la puerta puesto que no se atrevía a abrirla aun.
-Perdóname Natsumi no fue mi intención mancharte el vestido con café- respondía otra voz que Kushina reconoció como la voz de su madre, Mito Uzumaki de Senju.
-Sabes cuánto le consto este vestido a mi esposo, Mito… 50,000 libras… ¿Oyes? 50,000 ni más ni menos-
-No te pongas de presumida a hora Natsumi… El vestido que mi esposo Hashirama me compro para el baile real de esta noche le costó la cuantiosa y modesta cantidad de 150,000 libras además de que fue comprado directamente al diseñador alemán Niccole Soviet- presumía la mujer esposa del primer ministro.
-"No has cambiado nada madre, siempre tan arrogante y presumida con tus amigas"- pensó Kushina desde la puerta.
-¡Ay que envidia me das Mito…! ¿Qué más se puede pedir no…? Esposa del primer ministro que además sigue igual de joven y guapo… Tú heredera de la dinastía Uzumaki y con 2 hermosas hijas ya casadas… El único inconveniente es que tu hija menor Kushina se haya ido con aquel mugriento pescador en vez de casarse con el duque Madara… Nunca entenderé que le miro a ese despojo… ¿Tal vez era buen amante?- se escucho a otra voz mas, Kushina estaba roja de la rabia ¿cómo podían decir le eso a su esposo? el cual era un buen hombre y trabajador.
-¡Cállate Yuri…! ¡No me recuerdes a esa malagradecida…!- respondía Mito con un evidente enojo hacia Kushina.
-¿Aun estas muy molesta no es así Mito?- pregunto Natsumi olvidando el asunto de los vestidos.
-¡Claro que aun estoy muy molesta…! Nunca dejare de estarlo… Como estarías tu si tu hija primero ayuda a una estúpida sirvienta embarazada, después rechaza ante todas tus amistades una sortija preciosa de matrimonio del mismísimo duque y conde Madara Uchiha y al final se escapa con un inútil pensador que tal vez conoció en un revolcón sobre una cama de un barco… ¡¡¡Dios claro que estoy molesta!!!-
En eso Kushina ya no aguantando más el coraje que le daba que su propia madre hablara así de ella, salió disparada por la puerta. Todas las mujeres que en ese instante sorbían de sus tasas desparramaran todo lo que ya tenían en sus bocas al ver quien estaba parada frente a ellas.
-¡¡¡MADRE!!!- grito furiosa Kushina mientras Mito se ahogaba por la impresión.
-*tos*tos*tos*- ¡¡¡Kushina…!!! -*tos*tos*- respondió Mito parándose de golpe.
-¡¡¡¿Qué haces aquí?!!!- volvió a decir la señora Senju cuando se sintió mejor.
-¡Viene a verte a ti y a mi padre!-
-¡¡¡Si buscas perdón, no lo encontraras aquí…!!!- dijo Mito tirando los cubiertos de la mesa, las demás "damas" solo miraba calladas e espectáculo de gritos entre hija y madre.
-¡¡¡No necesito tu perdón mamá!!!-
-¡¡¡¿Entonces para qué demonios tienes el cinismo de presentarte aquí?!!!-
-¡Necesito hablar contigo…!- dijo un poco más calmada Kushina a su madre que se comenzaba a tranquilizar también.
-¡¿Sobre qué?!-
-¡En privado!- respondió Kushina mirando a las amigas de su madre, o más bien mirando las urracas amigas de su madre urraca.
-Vaya, vaya la señorita primero se presenta como si nada y después exige hablar con Mito en privado jaja- dijo burlona Yuri.
-A usted no le necesito dar explicaciones… ¡Falsa aristócrata!- respondió la pelirroja a la burla de la condesa Yuri.
-¡¡¡Basta!!!- dijo alguien a quien Kushina y Mito reconociendo inmediatamente.
La pelirroja menor se giro inmediatamente para ver quien había gritado aun que ya tenía una ligera sospecha. Al voltear completamente se pudo ver a un hombre alto con el pelo negro atado a una coleta, sus ojos eran de color marrón oscuro y vestía un portentoso traje de caballero, su cuerpo rebelaba que probablemente tenía una edad entre 45 a 55 años de edad aun que su rostro parecía el de un hombre de 30 años puesto que era muy apuesto.
-¡¡¡PAPÁ!!!- grito Kushina sin evitar no aventarse a los brazos de su padre, en efecto aquel hombre era Hashirama Senju que volvía de una junta en el palacio real del gobierno Ingles. Entre risas y llanto el hombre recibió con gusto a su niña, a su pelirroja consentida.
-¡¡Hija… Y ese milagro!!- decía risueño Hashirama que aun tenia abrazada a su hija ante las miradas mudas y perplejas de su esposa y amistades.
Una vez que Kushina se controlo un poco se separo un poco de su padre para poder verlo.
-¡Papá perdóname por haberme ido!-
-Ya, ya no pasa nada hija… Al fin de cuentas me alegra ver que sigues igual de hermosa y radiante… También me alegra que hayas vuelto-
-Tengo que hablar con ustedes… De eso estaba hablado con mi mamá cuando llegaste- dijo un poco seria la Uzumaki menor.
-¿A gritos…? jajaja- respondió feliz el hombre.
-¡Hashirama…! ¿No estarás pensando en perdonar a esta niña…? ¿Verdad?- Mito miraba con inseguridad a su esposo que no había dejado de sonreír desde que miro a su hija.
-Vamos adentro… Aquí no es lugar para hablar- dijo Hashirama tomando a Kushina de la mano para entrar a la mansión.
-¡Hashirama!- volvió a decir Mito al ver que su esposo no le había hecho caso.
-¡Mito! ¡Ya te dije que hablaremos a dentro!- respondió con autoridad el Senju.
Con lentitud Hashirama y Kushina entraban a la mansión. Mito resignado se despidió de sus amigas y también se encamino hacia dentro. Sabía que su esposo era dulce y bueno pero cuando se le llegaba a desobedecer solía ser más serio y frio que un tempano de hielo.
-Papá no viene sola, hay algunas personas a las cuales debes conocer- decía Kushina contenta.
-Tu esposo e mis nietos- respondió optimista el hombre mientras seguía caminando a un lado de su adorada hija.
-Solo a tus nietos… -
-Oh… que bien ¿cuántos nietos tengo?-
- 3, papá-
-¡Ja…! ¡3 nietos…! ¡Ya me muero por conocerlos!-
-Están esperando en la sala de descanso- señalo Kushina hacia la puerta de esta.
Hashirama con alegría abría la puerta encontrándose con una linda chica pelirroja y un chico pelirrojo ambos sentados en los sillones de la habitación, Kushina entro luego de su padre y miro a sus hijos para que se levantaran de sus asientos.
-Karin, Gaara… Este es su abuelo… Hashirama Senju- dijo Kushina un poco triste al ver la falta de ese tercer nieto.
-Hola abuelito- -Abuelo- dijeron los dos jóvenes acercándose a su abuelo.
-¡Mucho gusto chicos! ¡Jajajaja! ¡No saben la alegría que siento el poder por fin conocerlos!- Hashirama abrazaba con mucha efusividad a sus recién conocidos nietos.
-¡A nosotros también nos alegra conocerte al fin abuelito!- decía contenta Karin mientras se aferraba a aquel hombre con cariño.
-Un momento… ¿Dónde está mi tercer nieto…? ¿Qué no dijiste que eran 3, Kushina?-
El semblante de los presentes se ensombreció de repente, eso fue lo que le dijo a Hashirama que algo grave pasaba.
-Papá… De eso era de lo que teníamos que hablar- dijo temerosa la mujer mientras que con ayuda de su hija Karin se sentaba.
-¿Qué pasa?-
-Veras papá la razón por la cual hoy tengo la cara para venir hasta aquí es que mi hijo mayor… Naruto, tu nieto… Desapareció… -*llorando*-
-¿Que…? ¿Un nieto mío a desaparecido?- el Senju estaba sin entender hace un momento estaba feliz de volver a ver a su hija y a hora no sabía qué demonios había pasado.
-Papá… Vengo a pedirte ayuda para encontrar a mi bebé… ¡Por favor!- comenzó a pedir Kushina con los ojos llorosos y dando signos claros de dolor y sufrimiento materno.
En eso Mito entraba a la sala encontrándose a Hashirama mudo y a Kushina llorando siendo consolada por sus hijos.
-¿Cómo…? ¿Como paso?- pregunto Hashirama intentando asimilar lo que estaba pasando.
-Naruto acostumbraba ir a pescar al puerto de la familia todos los viernes por la tarde… Siempre llegaba con varias canastas llenas de pescado fresco para vender el sábado por la mañana en el mercado de Konoha… Pero esa noche… No… ¡¡¡No regreso!!!- Kushina lloraba al recordar como su esposo Minato le llego con la noticia esa misma noche en que él y Gaara fueron a buscar al rubio al puerto y solo encontraron las canastas abandonadas en la arena y un pobre pero visible rastro de pisadas en forma de que alguien fue perseguido. Minato y su hijo siguieron dicho rastro hasta encontrarse en un lugar cerca del acantilado, un lugar en el cual parecía que había sucedido una pelea.
Mito solo escuchaba, su instinto maternal comenzaba amenazar esa positura de mujer fuerte y que no se dejaba amedrentar por lloriqueos o suplicas. Hashirama se levanto del sillón en donde estaba, miraba hacia todas los lados del lugar como queriendo encontrar algo, poso su mirada por unos instantes en Kushina y luego en Mito que miraba desde la puerta.
-¡¡¡Sarutobi!!!- grito superior el hombre asiendo que Kushina levantara la vista para ver a su padre.
El viejo mozo se hizo presente desde la puerta en la cual Mito se quitaba para dejar entrar al sirviente.
-¿Si señor que desea?-
-Quiero que envíes una carta urgente al cuartel de la guardia privada… Informales que deseo reunirme lo más rápido posible con su superior… ¡Óbito Uchiha!-
-¡Si señor…! ¿Algo más?-
-También quiero que lleves a mi hija Kushina y a mis nietos a sus cuartos… Dile a Kurenai que prepare la tina de para mi hija, debe estar cansada por el viaje-
-Enseguida señor, solo déjeme ir por mi hijo Asuma para que me ayude con las maletas de la joven Kushina y sus hijos-
-Muy bien-
Después de eso el Sarutobi salió de la sala, Mito estaba callada puesto que no sabía si interferir o no.
-Papá no es necesario… -dijo Kushina parándose de nuevo.
-Claro que lo es, ya verás encontraremos a mi nieto Naruto… Te juro que lo encontraremos… - respondía Hashirama abrazando a su hija que seguía llorosa.
-Eeh… ¡Gracias papá…! ¡Gracias!- Kushina se aferraba más y más al abrazo protector de su padre. Este no estaba dispuesto a dejarla sola en un momento tan crucial y malo en la vida de su hija menor Kushina Senju Uzumaki
-Bueno deben descansar, mañana será un día largo… Mañana veremos al capitán Óbito Uchiha actual comandante de la guardia privada-
-Tienes razón padre… Hijos vamos- decía Kushina junto a sus hijos que pasaron de largo a su madre y abuela.
-¿Por qué?- pregunto Mito al quedarse sola con su esposo.
-¿Por qué? ¿Qué?-
-Por que la perdonaste tan fácil, Hashirama-
-¡Porque es nuestra hija carajo!-
-¡Eso no la justifica!-
-¡¿Entonces solo por que se rebeló a lo que tu querías…?! ¡Solo por querer formar su propia vida la condenas!-
-¡No lo entiendes…! ¡Fuimos el as me reír de Inglaterra…! ¡Si Kushina se hubiese casado con Madara tendrías mas peso en la corona del que tienes actualmente!-
-¡Si a costa de la infelicidad de mi hija podía llegar a ser alguien más poderoso…! ¡¡¡Preferiría mil veces haber nacido pobre pero feliz que rico e infeliz!!!-
-¡¡¡A hora hasta la vas a defender…!!! ¡¡¡Y para acabar vas ayudar a ese bastardo!!!-
-¡¡¡Ese "bastardo" es tu nieto…!!! ¡¡¡Es NUESTRO nieto…!!! ¡¡¡Y los voy ayudar te guste o no!!!- decía Hashirama azotando la puerta, estaba furioso. No iba a permitir que Mito lo volviera a engañar y a separar de su hija Kushina y de sus recién conocidos nietos. Nunca volvería a perder a su "tomatito vengador".
Al igual que como su nieto Naruto jamás retiraba sus promesas el Senju jamás retiraría la suya de buscar y encontrar a Naruto. ¿Qué tramaban con la guardia privada?¿Podrán encontrar a Naruto? y este ¿Podrá escapar de la furia roja antes de caer ante sus "encantos"...? Esas eran las preguntas que cualquier interesado en el tema se hacía.
Proximo Capitulo: Saboreando la venganza.
Capitulo 3: El amor de una madre
Narra Kushina:
Estaba muy nerviosa, demasiado para ser sincera, puesto que ya tenía más 19 años que no miraba mis padres. Cuando me escape con Minato apenas y tenía 17 años, toda una polluela jaja. Pero bueno no es momento de reír, mi hijo Naruto necesita la ayuda de la guardia privada, esa que se encarga de operaciones anti-piratas y anti-secuestros.
Iba en aquel carro de madera jalado por dos caballos junto a mis dos hijos menores, Karin con 21 años y Gaara con 17. Este último era muy serio comparándolo con Naruto que era más extrovertido y escandaloso, mi hija Karin… Bueno que puedo decir de ella, a decir verdad se parece mucho a mi de joven, enojona, histérica y muy coqueta con los chicos que le gustan tal como yo lo era con su padre Minato, el camino fue largo puesto que teníamos que viajar hasta Londres puesto que mi padre al ser el actual primer ministro no podía salir mucho de la capital de Inglaterra y mi madre… Como siempre en sus "campañas" de caridad y eventos culturales así como de arte… Era toda una dama de la realeza puesto que mi linaje, ósea, el Uzumaki era uno de los más respetados de las islas británicas y no se diga el de mi padre, conocido en casi todo el mundo conocido.
Llegamos al centro de la concurrida ciudad londinense, mis hijos o más bien Karin estaba encantada… Todo el trayecto se la paso "bla bla esto y bla bla lo otro" toda una chiquilla fascinada por la cuidad mientras que Gaara como siempre solo callado y mirando por la ventanilla del carruaje. En jinete que dirigía a los caballos se detuvo en donde le indique, en un enorme portón negro con toque dorados en las esquinas. La mansión esta exactamente igual que como la recordaba, en el patio se podían ver a varios empleados regando y arreglando las plantas y los jardines en general. Con cuidado baje del carro junto a mis hijos que no tardaron en impresionarse por la imponente estructura arquitectónica que estaba frente a ellos, yo solo reía al ver la cara que había puesto Gaara porque siempre era serio y era raro verlo así de sorprendido.
-¡Wooo…! ¡¿Enserio viviste aquí mamá?!- me pregunto Karin sin dejar de ver la gran casa.
-Si hija… Durante 17 años de mi vida, viví aquí junto a tus tías y tus abuelos- respondí con una sonrisa a mi hija.
En eso un señor ya de edad avanzada se acerco al portón, el pobre se miraba como sin ganas de caminar puesto que a duras penas andaba. Iba con la cabeza agachada así que no lo reconocí… ¿Tal vez mis padres contrataron a nuevo personal? eso si no lo sabía con exactitud.
-Buen día… Señoritas y caballero… ¿Qué les trae a la residencia del primer ministro de In… - fue cuando reconocí aquel viejecillo y el también me reconoció al instante y por eso se había callado de repente.
-¿Joven Kushina?- me pregunto con un semblante sorprendido y feliz a la vez.
-¿Viejito Sarutobi?- a hora era yo la que preguntaba en el mismo estado de shock y alegría.
Sin pensarlo abrase con todas mis fuerzas aquel viejito simpático, él era, él mayordomo de mayor confianza de la familia puesto que varias generaciones de Sarutobi's habían servido a la dinastía de mi padre, es decir, a los Senju. El me recibió con la misma felicidad y entusiasmo.
-¡Joven Kushina…! ¡¿Co-Como a estada…?! ¡Nunca creí que la volvería a ver!-
-Bueno veras viejito, es que he venido por un tema muy delicado- dije poniéndome seria y un poco triste al recordar a mi Naruto.
-Oh… Ya veo… ¿Y esta hermosa señorita y el apuesto jovencito? ¿Quiénes son?- volvió a preguntar Sarutobi mirando a mis hijos.
-Vera… Son mis… Hijos- apenas dije a secas.
-¡¿Qué…?! ¡¿Entonces se caso?!-
-Si viejito Sarutobi- asentí a su pregunta.
-Mucho gusto, yo soy Hiruzen Sarutobi, mayordomo mayor de la mansión Senju- dijo el viejito haciendo una reverencia a mis hijos que se exaltaron por las formalidades.
-Mucho gusto señor Sarutobi… Yo me llamo Karin- -Y yo Gaara- respondieron cada uno de mis hijos también con una reverencia.
-Me alegra conocerles… Señorita Karin y jovencito Gaara-
-Viejito Sarutobi- llame con delicadeza al mayordomo.
-Si dígame joven Kushina… ¿En qué puedo servirle?-
-Bueno veras, ¿de casualidad están mis padres…? Me gustaría verlos-
-Solo lady-Mito... Lord Hashirama partió al palacio real hoy por la mañana-
Me lo temía, tenía que enfrentar sola a mi madre… Creo que esto es un suicidio, pero uno que vale la pena.
-"Ya que… Se fuerte Kushina, por Naruto ¡Vamos!"- me estaba dando ánimos internamente.
-¡Entren, entren…! ¡Por favor, la hija menor del señor Hashirama y sus nietos no pueden estar a afuera!- decía Sarutobi tomando mis maletas mientras también mi hijo Gaara ayudaba con el equipaje suyo y el de su hermana.
-Hermanito por favor se mas rápido… Ya quiero ver como es la mansión por dentro- decía mi hija Karin riendo y saltando feliz por la "vida" que le esperaba dentro de aquella mansión.
-¡Puf…! Claro ya como tú no estás cargando más de 10 maletas te es fácil decirlo… - el pobre de Gaara llevaba más de 10 maletas de equipaje sobre su cuerpo apenas venia el pobre jeje.
Mientras caminábamos por los extensos jardines del patio, note como casi todos los empleados que estaban atendiendo dichos jardines no dejaban de verme ni a mis hijos. Debo confesar que me sentía un poco nerviosa… ¡No...! Un montón seria la palabra correcta para describir mi estado actual. Cuando por fin llegamos a la puerta de la mansión, mi respiración comenzó a dificultarse… ¡Dios se que no soy muy devota…! ¡Pero si me ayudas te comprare mil velas!. Ok mala idea jeje. Por fin entramos a la casa, estaba tal y como la recordaba un salón extenso con un pasillo directo al patio trasero dos escaleras de marmol a los costados para subir al segundo y tercer piso. A la izquierda se encontraba una sala de descanso y a la derecha el gran comedor de la familia… Ejem… Pero bueno si soy sincera, no sé que me espera cuando vea a mi madre y mucho menos cuando le cuente mi situación actual y la de mi hijo Naruto.
Narración Normal:
Kushina y sus hijos acompañados del viejo sirviente llegaban al gran salón de descanso de la mansión. El buen mozo dejo las maletas de Kushina en una esquina y se encamino a ayudar al pobre de Gaara que apenas podía seguir sosteniendo la montaña de maletas que Karin le había dejado al muy tonto.
-¡Si, si esta mansión esta súper…! - decía entusiasmada Karin.
-Me alegra saber que la casa donde viví sea de tu agrado hija-
-Mamá como se te ocurrió dejar todo esto por Papá- Karin se tapo la boca al escuchar lo que ella misma en un impulso dijo. Kushina la miro molesta, ella amaba más que nada a Minato y no por ser de la más grande alcurnia de Inglaterra iba a hacer a un lado al amor de su vida.
-Como siempre metiendo la pata… ¡Hum…!- dijo Gaara con desgano en su voz mientras se sentaba en unos de los sillones de la extensa habitación.
-Hija… No todo es lujo y dinero… Eso me lo enseño tu abuelo y me lo confirmo tu padre cuando formamos una familia- fue lo único que atino a decir la Uzumaki mayor.
-Lo-lo siento mamá… Perdóname, por favor… No quise ofender a mi papá-se disculpo temerosa la pelirroja menor acercándose a su madre que estaba parada en el centro de la gran sala.
-Está bien hija… Entiendo que tú hubieses querido nacer en esta vida de lujos y comodidad pero… Si eso hubiera pasado tú tal vez no serias la misma chica que eres-
-Bueno… Me retiro joven Kushina… Si quiere ver a su madre, la señora Mito está en el patio trasero conversando con sus amigas- dijo el viejo Sarutobi guiándose a la puerta.
-Creo que ha llegado la hora de que conozcan a la abuela jeje- Kushina reía nerviosa. Lo cierto era que tenia miedo del como reaccionaria su madre al verla después de tanto tiempo.
Con tranquilidad salió de la sala de descanso y comenzó a caminar a paso lento hacia el jardín trasero de la mansión, donde ella también recordaba cómo le encantaba a su madre conversar con sus amistades bebiendo el té… Algo muy ingles si se puede decir… Les había dicho a sus hijos que la esperaran en la sala de descanso puesto que la Uzumaki era precavida conociendo el genio que su progenitora podía llegar a tener… Tal vez y solo tal vez por eso ella misma era así de enojona y regañona cuando se comenzaba a molestar. Con miedo y un nudo en la garganta evidente llego a la puerta que daba hacia el jardín, fue cuando escucho risas y voces que inmediatamente Kushina supuso eran de su madre y amigas.
-¡Muy graciosa Mito…! ¡Muy graciosa!- se escuchaba una voz familiar para Kushina que seguía en la puerta puesto que no se atrevía a abrirla aun.
-Perdóname Natsumi no fue mi intención mancharte el vestido con café- respondía otra voz que Kushina reconoció como la voz de su madre, Mito Uzumaki de Senju.
-Sabes cuánto le consto este vestido a mi esposo, Mito… 50,000 libras… ¿Oyes? 50,000 ni más ni menos-
-No te pongas de presumida a hora Natsumi… El vestido que mi esposo Hashirama me compro para el baile real de esta noche le costó la cuantiosa y modesta cantidad de 150,000 libras además de que fue comprado directamente al diseñador alemán Niccole Soviet- presumía la mujer esposa del primer ministro.
-"No has cambiado nada madre, siempre tan arrogante y presumida con tus amigas"- pensó Kushina desde la puerta.
-¡Ay que envidia me das Mito…! ¿Qué más se puede pedir no…? Esposa del primer ministro que además sigue igual de joven y guapo… Tú heredera de la dinastía Uzumaki y con 2 hermosas hijas ya casadas… El único inconveniente es que tu hija menor Kushina se haya ido con aquel mugriento pescador en vez de casarse con el duque Madara… Nunca entenderé que le miro a ese despojo… ¿Tal vez era buen amante?- se escucho a otra voz mas, Kushina estaba roja de la rabia ¿cómo podían decir le eso a su esposo? el cual era un buen hombre y trabajador.
-¡Cállate Yuri…! ¡No me recuerdes a esa malagradecida…!- respondía Mito con un evidente enojo hacia Kushina.
-¿Aun estas muy molesta no es así Mito?- pregunto Natsumi olvidando el asunto de los vestidos.
-¡Claro que aun estoy muy molesta…! Nunca dejare de estarlo… Como estarías tu si tu hija primero ayuda a una estúpida sirvienta embarazada, después rechaza ante todas tus amistades una sortija preciosa de matrimonio del mismísimo duque y conde Madara Uchiha y al final se escapa con un inútil pensador que tal vez conoció en un revolcón sobre una cama de un barco… ¡¡¡Dios claro que estoy molesta!!!-
En eso Kushina ya no aguantando más el coraje que le daba que su propia madre hablara así de ella, salió disparada por la puerta. Todas las mujeres que en ese instante sorbían de sus tasas desparramaran todo lo que ya tenían en sus bocas al ver quien estaba parada frente a ellas.
-¡¡¡MADRE!!!- grito furiosa Kushina mientras Mito se ahogaba por la impresión.
-*tos*tos*tos*- ¡¡¡Kushina…!!! -*tos*tos*- respondió Mito parándose de golpe.
-¡¡¡¿Qué haces aquí?!!!- volvió a decir la señora Senju cuando se sintió mejor.
-¡Viene a verte a ti y a mi padre!-
-¡¡¡Si buscas perdón, no lo encontraras aquí…!!!- dijo Mito tirando los cubiertos de la mesa, las demás "damas" solo miraba calladas e espectáculo de gritos entre hija y madre.
-¡¡¡No necesito tu perdón mamá!!!-
-¡¡¡¿Entonces para qué demonios tienes el cinismo de presentarte aquí?!!!-
-¡Necesito hablar contigo…!- dijo un poco más calmada Kushina a su madre que se comenzaba a tranquilizar también.
-¡¿Sobre qué?!-
-¡En privado!- respondió Kushina mirando a las amigas de su madre, o más bien mirando las urracas amigas de su madre urraca.
-Vaya, vaya la señorita primero se presenta como si nada y después exige hablar con Mito en privado jaja- dijo burlona Yuri.
-A usted no le necesito dar explicaciones… ¡Falsa aristócrata!- respondió la pelirroja a la burla de la condesa Yuri.
-¡¡¡Basta!!!- dijo alguien a quien Kushina y Mito reconociendo inmediatamente.
La pelirroja menor se giro inmediatamente para ver quien había gritado aun que ya tenía una ligera sospecha. Al voltear completamente se pudo ver a un hombre alto con el pelo negro atado a una coleta, sus ojos eran de color marrón oscuro y vestía un portentoso traje de caballero, su cuerpo rebelaba que probablemente tenía una edad entre 45 a 55 años de edad aun que su rostro parecía el de un hombre de 30 años puesto que era muy apuesto.
-¡¡¡PAPÁ!!!- grito Kushina sin evitar no aventarse a los brazos de su padre, en efecto aquel hombre era Hashirama Senju que volvía de una junta en el palacio real del gobierno Ingles. Entre risas y llanto el hombre recibió con gusto a su niña, a su pelirroja consentida.
-¡¡Hija… Y ese milagro!!- decía risueño Hashirama que aun tenia abrazada a su hija ante las miradas mudas y perplejas de su esposa y amistades.
Una vez que Kushina se controlo un poco se separo un poco de su padre para poder verlo.
-¡Papá perdóname por haberme ido!-
-Ya, ya no pasa nada hija… Al fin de cuentas me alegra ver que sigues igual de hermosa y radiante… También me alegra que hayas vuelto-
-Tengo que hablar con ustedes… De eso estaba hablado con mi mamá cuando llegaste- dijo un poco seria la Uzumaki menor.
-¿A gritos…? jajaja- respondió feliz el hombre.
-¡Hashirama…! ¿No estarás pensando en perdonar a esta niña…? ¿Verdad?- Mito miraba con inseguridad a su esposo que no había dejado de sonreír desde que miro a su hija.
-Vamos adentro… Aquí no es lugar para hablar- dijo Hashirama tomando a Kushina de la mano para entrar a la mansión.
-¡Hashirama!- volvió a decir Mito al ver que su esposo no le había hecho caso.
-¡Mito! ¡Ya te dije que hablaremos a dentro!- respondió con autoridad el Senju.
Con lentitud Hashirama y Kushina entraban a la mansión. Mito resignado se despidió de sus amigas y también se encamino hacia dentro. Sabía que su esposo era dulce y bueno pero cuando se le llegaba a desobedecer solía ser más serio y frio que un tempano de hielo.
-Papá no viene sola, hay algunas personas a las cuales debes conocer- decía Kushina contenta.
-Tu esposo e mis nietos- respondió optimista el hombre mientras seguía caminando a un lado de su adorada hija.
-Solo a tus nietos… -
-Oh… que bien ¿cuántos nietos tengo?-
- 3, papá-
-¡Ja…! ¡3 nietos…! ¡Ya me muero por conocerlos!-
-Están esperando en la sala de descanso- señalo Kushina hacia la puerta de esta.
Hashirama con alegría abría la puerta encontrándose con una linda chica pelirroja y un chico pelirrojo ambos sentados en los sillones de la habitación, Kushina entro luego de su padre y miro a sus hijos para que se levantaran de sus asientos.
-Karin, Gaara… Este es su abuelo… Hashirama Senju- dijo Kushina un poco triste al ver la falta de ese tercer nieto.
-Hola abuelito- -Abuelo- dijeron los dos jóvenes acercándose a su abuelo.
-¡Mucho gusto chicos! ¡Jajajaja! ¡No saben la alegría que siento el poder por fin conocerlos!- Hashirama abrazaba con mucha efusividad a sus recién conocidos nietos.
-¡A nosotros también nos alegra conocerte al fin abuelito!- decía contenta Karin mientras se aferraba a aquel hombre con cariño.
-Un momento… ¿Dónde está mi tercer nieto…? ¿Qué no dijiste que eran 3, Kushina?-
El semblante de los presentes se ensombreció de repente, eso fue lo que le dijo a Hashirama que algo grave pasaba.
-Papá… De eso era de lo que teníamos que hablar- dijo temerosa la mujer mientras que con ayuda de su hija Karin se sentaba.
-¿Qué pasa?-
-Veras papá la razón por la cual hoy tengo la cara para venir hasta aquí es que mi hijo mayor… Naruto, tu nieto… Desapareció… -*llorando*-
-¿Que…? ¿Un nieto mío a desaparecido?- el Senju estaba sin entender hace un momento estaba feliz de volver a ver a su hija y a hora no sabía qué demonios había pasado.
-Papá… Vengo a pedirte ayuda para encontrar a mi bebé… ¡Por favor!- comenzó a pedir Kushina con los ojos llorosos y dando signos claros de dolor y sufrimiento materno.
En eso Mito entraba a la sala encontrándose a Hashirama mudo y a Kushina llorando siendo consolada por sus hijos.
-¿Cómo…? ¿Como paso?- pregunto Hashirama intentando asimilar lo que estaba pasando.
-Naruto acostumbraba ir a pescar al puerto de la familia todos los viernes por la tarde… Siempre llegaba con varias canastas llenas de pescado fresco para vender el sábado por la mañana en el mercado de Konoha… Pero esa noche… No… ¡¡¡No regreso!!!- Kushina lloraba al recordar como su esposo Minato le llego con la noticia esa misma noche en que él y Gaara fueron a buscar al rubio al puerto y solo encontraron las canastas abandonadas en la arena y un pobre pero visible rastro de pisadas en forma de que alguien fue perseguido. Minato y su hijo siguieron dicho rastro hasta encontrarse en un lugar cerca del acantilado, un lugar en el cual parecía que había sucedido una pelea.
Mito solo escuchaba, su instinto maternal comenzaba amenazar esa positura de mujer fuerte y que no se dejaba amedrentar por lloriqueos o suplicas. Hashirama se levanto del sillón en donde estaba, miraba hacia todas los lados del lugar como queriendo encontrar algo, poso su mirada por unos instantes en Kushina y luego en Mito que miraba desde la puerta.
-¡¡¡Sarutobi!!!- grito superior el hombre asiendo que Kushina levantara la vista para ver a su padre.
El viejo mozo se hizo presente desde la puerta en la cual Mito se quitaba para dejar entrar al sirviente.
-¿Si señor que desea?-
-Quiero que envíes una carta urgente al cuartel de la guardia privada… Informales que deseo reunirme lo más rápido posible con su superior… ¡Óbito Uchiha!-
-¡Si señor…! ¿Algo más?-
-También quiero que lleves a mi hija Kushina y a mis nietos a sus cuartos… Dile a Kurenai que prepare la tina de para mi hija, debe estar cansada por el viaje-
-Enseguida señor, solo déjeme ir por mi hijo Asuma para que me ayude con las maletas de la joven Kushina y sus hijos-
-Muy bien-
Después de eso el Sarutobi salió de la sala, Mito estaba callada puesto que no sabía si interferir o no.
-Papá no es necesario… -dijo Kushina parándose de nuevo.
-Claro que lo es, ya verás encontraremos a mi nieto Naruto… Te juro que lo encontraremos… - respondía Hashirama abrazando a su hija que seguía llorosa.
-Eeh… ¡Gracias papá…! ¡Gracias!- Kushina se aferraba más y más al abrazo protector de su padre. Este no estaba dispuesto a dejarla sola en un momento tan crucial y malo en la vida de su hija menor Kushina Senju Uzumaki
-Bueno deben descansar, mañana será un día largo… Mañana veremos al capitán Óbito Uchiha actual comandante de la guardia privada-
-Tienes razón padre… Hijos vamos- decía Kushina junto a sus hijos que pasaron de largo a su madre y abuela.
-¿Por qué?- pregunto Mito al quedarse sola con su esposo.
-¿Por qué? ¿Qué?-
-Por que la perdonaste tan fácil, Hashirama-
-¡Porque es nuestra hija carajo!-
-¡Eso no la justifica!-
-¡¿Entonces solo por que se rebeló a lo que tu querías…?! ¡Solo por querer formar su propia vida la condenas!-
-¡No lo entiendes…! ¡Fuimos el as me reír de Inglaterra…! ¡Si Kushina se hubiese casado con Madara tendrías mas peso en la corona del que tienes actualmente!-
-¡Si a costa de la infelicidad de mi hija podía llegar a ser alguien más poderoso…! ¡¡¡Preferiría mil veces haber nacido pobre pero feliz que rico e infeliz!!!-
-¡¡¡A hora hasta la vas a defender…!!! ¡¡¡Y para acabar vas ayudar a ese bastardo!!!-
-¡¡¡Ese "bastardo" es tu nieto…!!! ¡¡¡Es NUESTRO nieto…!!! ¡¡¡Y los voy ayudar te guste o no!!!- decía Hashirama azotando la puerta, estaba furioso. No iba a permitir que Mito lo volviera a engañar y a separar de su hija Kushina y de sus recién conocidos nietos. Nunca volvería a perder a su "tomatito vengador".
Al igual que como su nieto Naruto jamás retiraba sus promesas el Senju jamás retiraría la suya de buscar y encontrar a Naruto. ¿Qué tramaban con la guardia privada?¿Podrán encontrar a Naruto? y este ¿Podrá escapar de la furia roja antes de caer ante sus "encantos"...? Esas eran las preguntas que cualquier interesado en el tema se hacía.
Proximo Capitulo: Saboreando la venganza.
NaruSannin- Genin
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Re: Más Allá del cielo y del mar [+18][Capitulo 7: Odiar o amar -Parte 1-][25/10/2016]
Esta cool!! Me encanto. Esa mito si es malaaa iiisf!! Prejuicios a a morir, el siguiente va a estar supeer...esa venganzaaa e.e jeje espero la conti
CerezoIntenso- Chunnin
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Re: Más Allá del cielo y del mar [+18][Capitulo 7: Odiar o amar -Parte 1-][25/10/2016]
Esta genial, tarde un ratito en leerlo pero no me arrepiento de nada.
El tema es curioso pero te deja picado con cada capitulo.
Espero el siguiente capitulo entusiasmada.
El tema es curioso pero te deja picado con cada capitulo.
Espero el siguiente capitulo entusiasmada.
Mas allá del cielo y el mar [+18][Capitulo 4: Saboreando la venganza][23/05/2016]
Aquí con la cuarta actualización de este fic, gracias por los comentarios, que aun son pocos me motivan a seguir. De una vez aviso que el final y epilogo de mi otro fic, lo subiré en esta semana solo no se cuando, la razón, es que quisiera aventajar algunos caps, el otro fic que recién empece. Sin mas les dejo el cap y las ganas de matar jeje. Adiós y cuídense.
Capitulo 4: Saboreando la venganza
Un nuevo día nacía en la mansión de los Senju. Kushina y su hija compartieron habitación mientras su hermano Gaara dormía en otra alejada a la que su madre y hermana habitaron. La sirvienta Kurenai serbia el desayuno en el comedor, Mito y Hashirama ya estaban desayunando en silencio desde la discusión que habían sostenido el día anterior no se dirigían la palabra. En eso apareció Karin con su pijama aun puesta, puesto que aun no sabía los "modales" de los ricos.
-Buenos días hija… Ven siéntate a mi lado- decía Hashirama mirando a su nieta.
-Si, gra-gracias abuelito- sentándose en una silla a un costado del ministro.
-¿Y dime…? ¿Como es mi otro nieto, Naruto?- pregunto curioso el hombre que seguía desayunando.
-Bu-bueno, Naruto es un tonto… - dijo burlona la chica.
-"A igual que su estúpido padre"- pensó Mito escuchando lo que Hashirama y su nieta charlaban.
-Pero también es alguien muy bueno… Y es un gran hermano… - se escuchaba estima y respeto en la voz de la pelirroja.
-Ya veo… -*suspiro*- hija… ¿cuántos años tienes tú y tus hermanos?-
-¿Cuantos años…? bueno yo tengo 21, Naruto 22 y Gaara es el menor… El tiene 17 apenas-
-Parece que a la señorita se le olvido cambiarse antes de bajar- dijo disimuladamente Mito mirando a Karin.
-Lo-lo siento abuelita…- la chica bajo la cabeza en señal de tristeza por la desaprobación de su abuela.
-Por favor no me llames "abuelita"… Para ti soy lady-Mito-
-Mito, no empieces por favor- Hashirama miraba un poco molesto por la prepotencia y cinismo que su esposa.
-Buenos días papá- entraba Kushina con su hijo Gaara -Madre…- eso último lo dijo la Uzumaki con desgano.
-Buenos días hija, ¿cómo has dormido…? ¿Bien?- respondía Hashirama recibiendo un beso en la mejilla por parte de su hija.
-Bien papá, gracias-
-Me alegro… ¿Y tu Gaara? ¿Cómo dormiste?-
-Bien también abuelo, gracias-
Después de un silencio incomodo y sepulcral en el comedor. Mito de mala manera se retiro del sitio. Hashirama al ver el mal gesto de su esposa solo suspiro y cerrando los ojos decía "Mito… ¿Por qué cambiaste tanto". Valla a saber qué fue lo que paso para que la señora Senju fuese a si de esquiva y altanera con las personas. Después de charlar un poco sobre la vida de Kushina en Konoha y seguir desayunando, decidieron ir al cuartel de la guardia privada para contratarles y que empezaran a buscar a Naruto.
-Muy bien hijos… El abuelo y yo iremos a ver a unos hombres muy importantes, así que por favor compórtense y no hagan nada que haga enojar a su abuela- decía Kushina despidiéndose de sus hijos frente aquel gran portón de la mansión.
-No te preocupes mamá Gaara y nos portaremos bien, ya estamos grandes para saber eso- Karin respondía con cierto enfado cómico por las indicaciones de su madre.
-En todos modos. Repetirles no hace ningún daño-
Luego de eso, la pelirroja mayor se subió al carruaje que le esperaba ya con Hashirama dentro. Con la mano en una de las ventanillas Kushina se despedía de sus hijos que hacían lo mismo. El viaje hacia el cuartel de la guarida no fue tan largo como la Uzumaki hubiese pensado, no habían ni pasado 40 minutos ya cuando las grandes murallas de piedra se miraban en ese cuartel que parecía una autentica fortaleza.
-Buenos días lord Hashirama, nuestro comandante les espera- un hombre de cabello canoso que vigilaba la puesta les abrió para que el carruaje pudiese pasar y acceder al patio de ese lugar. Ya una vez dentro Kushina no pudo no ver la grandeza de los muros y las puertas medievales que estaban por doquier.
-¿Papá, de verdad crees que acepten?-
-Claro hija, además el comandante Óbito es un conocido mío-
-¿Y quién ese comandante Óbito?-
-Bueno es uno de los hombres más importantes de la dinastía Uchiha… El heredo el comando cuando el hermano menor de Itachi Uchiha desapareció y como su padre Fukasaku no quería saber nada sobre la desaparición de uno de sus herederos pues decidió que el sucesor fuese Óbito en lugar de Itachi, para que este último se hiciese cargo de la familia-
En eso un sondado que vestía en característico uniforme de la guardia se acerco a la pareja de familiares.
-Buenos días, lord primer ministro, señorita- el hombre tenía una mirada perdida entre las curvas de Kushina Senju de Namikaze.
-Buen día, John… ¿Esta el comandante?- Hashirama hizo la pregunta no por que no supiera ya que si estaba, si no que la hizo por simple cortesía.
-Sí mi lord, les espera-
-Bien en ese caso, vamos Kushina-
-¿No desea que se les escolte, su señoría?- pregunto aquel individuo sin quitarles la mirada de encima.
-No gracias, al fin y al cabo sé dónde queda su despacho-
Después de eso, Hashirama y Kushina entraron al pequeño pero imponente castillo, deambularon un poco antes de llegar a su destino. Una gran puerta hecha de hierro era ese destino, con respeto y cortesía Hashirama toco para que se les diese el permiso de entrar.
-¡Adelante!- se escucho desde dentro de aquel cuarto.
Tal y como se les pidió Hashirama abrió la puerta con su hija detrás de él, el hombre sonreía como si visitara a un viejo amigo, se encamino al escritorio de madera y le brindo un saludo a que otro hombre que se levanto y estrecho con cariño y respeto el abrazo dado por el ministro ingles. Kushina solo miraba desde la puerta. Aquel hombre llevaba una armadura completa con los colores de la guardia rojo en su coraza y azul oscuro en sus guanteletes y pantalones tachados y claro, tal y como se esperaría de esas épocas una muy afilada espada descansaba en la cintura del peli negro.
-Recibí su carta, mi señor- decía Óbito terminando el abrazo con Hashirama.
-Bueno antes de entrar en detalles, te presento a mi hija… Kushina-
La mencionada camino hasta quedar a un lado de su padre, Óbito observo de la cabeza hasta los pies aquella pelirroja que se había acercado.
-Muy gusto, soy Kushina Senju de Namikaze- dijo sonriendo la mujer.
-El gusto es mío, hermosa señora- respondió Óbito haciendo una reverencia dando a exhibir todo el porte y educación que los hombres de la familia Uchiha tenían.
-Gracias por el cumplido- Kushina se había apenado un poco por lo galante de aquel muchacho.
-Bueno siéntense, siéntense- Óbito les indicaba dos sillas de madera que descansaban esperando a quienes las usarían en unos instantes. Una vez sentados daba comienzo a la plática por la cual Kushina había ido a Londres desde un principio.
-¿Y bien que desea su excelencia?- preguntaba Óbito haciendo que Kushina y Hashirama cambiaran sus caras de unas relajadas a unas muy serias, dándole a entender al Uchiha que algo grave estaba pasando.
-Veras -*suspiro*- Tengo un favor que pedirte, Óbito- empezó diciendo Hashirama.
-Por su puesto ¿y ese "favor" que vendría a ser…?-
-Pues veras necesitamos que emprendan una "operación alba"-
-¡¿Qué?! ¡¿A caso la señora Mito ha desaparecido?!- pregunto un poco apresurado el hombre.
-No, Mito no, pero uno de mis nietos si- respondió finalmente el hombre.
-¿Uno de sus nietos…?-
-Si… -
-Según se lady-Nami, no puede tener hijos y lady-Tsunade no está casada-
-Es un hijo mío- intervino Kushina.
-¿Mmm…? Ya veo… "Así que esta es la mujer con la que mi tío Madara se iba a casar…"- pensaba el Uchiha al recordar las platicas con su tío Madara Uchiha.
-Sí, eso es precisamente lo que te iba decir- término de hablar Hashirama, con una voz seria y preocupada.
-*suspiro*- Bien, mi lord, sabrá que ese tipo de operaciones de búsqueda y rescate valen muchísimo dinero… Y más si eso implica: Piratas- Óbito se levanto de su escritorio y dirigiéndose hacia la pared de atrás buscaba algo, más preciso un pequeño morral que colgaba de dicha pared, el pelinegro tomo aquel morral y saco de este unos papeles que les tendió a Hashirama y Kushina que con cautela los tomaban.
-Ya sabes que el dinero no es problema… Tengo tanto como los mismísimos reyes de Inglaterra a los cuales sirvo-
-Ya lo sé señor, solo digo- el Uchiha decía aquello mientras volvía a tomas asiento.
-¡¿Qué es esto…?!- pregunto Kushina al ver los rostros de varias personas entre aquellos papeles que Óbito les había dado con anterioridad.
-Son la lista de los piratas más buscado en Inglaterra y en Europa- respondió Hashirama mirando fijamente a su hija.
-¿Pero que hace esta chica en tan infame lista?- volvía a cuestionar la pelirroja al ver la cara de una hermosa mujer plasmada en un trozo de papel arrugado.
-Ella, como sus hombres le llama, la furia roja, es una de las piratas más buscada en Europa… Asesinatos, asedios, extorción, secuestro, esclavismo ilegal, etc. Créame mi señora que esta chica no es ninguna santa… Ofrecen una recompensa de nada más y nada menos de 500,000 libras por información para su captura… Esa chica será hermosa pero también es malvada, muy malvada- se le miraba la cara muy seria a Óbito, era evidente la cara de desprecio que puso el Uchiha cuando salió a la luz el tema de la furia roja o Sakura siendo este el nombre real de la vil pirata peli rosa.
-Es que aun así… Ella… Ella me recuerda a… -
-Hija déjalo, es solo una pirata, a hora debemos concentrarnos en encontrar el paradero de Naruto- respondía Hashirama interrumpiendo a su hija.
-Tienes razón padre, perdón… "Aun que a hora no puedo dejar de pensar en la hija perdida de Mebuki… ¿Sera qué…?"- Kushina había quedado muy pensativa con aquel retrato hablado de furia roja… ¿Qué habrá descubierto la Uzumaki?.
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Naruto estaba tumbado sobre la fría madera de su jaula, aun no estaban listos por "preparativos" para fugarse. La jaula en donde estaba, estaba prácticamente vacía puesto que Sakura había ordenado que lo aislaran por completo de los demás prisioneros, el rubio aun no entendía por que la furia roja había hecho con él, el día anterior a ese había comido con ella en su camarote, tristemente él pobre reo no sabía que tramaba esa mujer. Pero eso sí, debía estar al pendiente de lo que tramara o hiciera… Ino había ido a visitarlo durante la mañana, platicaron un rato hasta que Sakura la ordeno que la sacaran de las bodegas en donde estaba la jaula del chico. Desde ese momento no había pasado nada relativamente interesante en aquel barco, solo se escuchaban las olas golpear los costados del barco, el crujir de su madera y una que otra ocasión que los piratas entonaban para alegrar la travesía. En otro lugar de este sin embargo se estaba llevando a cabo una reunión "secreta" entre varios de aquellos piratas.
-Muy bien, Sasuke… Solo espero que tu dichoso plan resulte o si no…- decía un tipo de tez blanco con el pelo del mismo color, portaba una gran espada en su espalda.
-No te preocupes Suigetsu… Todo está calculado… Una vez que esa zorra entre a su camarote la sorprenderé con un golpe en la nuca para dejarla inconsciente, mientras lo está la amarrare a la cama y una vez hay… Bueno mi venganza comenzara… Una vez que me allá satisfecho con su cuerpo la matare con mis propias manos y después reclamare ser el nuevo capitán además ustedes serán mis "oficiales" así que no temas, nadie va a escuchar los gritos de esa estúpida, estuve deseando tanto esto que me parece un sueño, un cruel y hermoso sueño…. ¡Jajajaja…! Ya quiero saborear su cuerpo y mi venganza-
Al parecer en ese sitio se estaba ideando una conspiración vengativa en contra de Sakura. Y el líder de esa conspiración no era otro que su propia mano derecha, Sasuke Uchiha conocido como el tuerto.
-Bien, bien, ¿Entonces yo me quedo en la cubierta junto a Juugo para distraer a los demás? ¿Verdad?- preguntaba Suigetsu mirando a otro de hombre de pelo naranja y complexión robusta.
-Si… Tú y Juugo, les distraerán como puedan, dándome el tiempo necesario para cumplir con mi misión-
Los granujas salieron del escondrijo donde habían ideado el plan, era hora de ejecutarlo, era hora de vengarse, era hora de saborear la revancha. Sakura estaba mirando el mar mientras que sus hombres cantaban y hacían la limpieza de la cubierta y la proa. Entre los canticos de los marinos, Suigetsu se acercaba a la capitana, que de uno momento empezó hablar con Yaiko.
-Yaiko… Ve por Naruto Uzumaki, quiero hablar de nuevo con él… "Maldición esto se me está saliendo de las manos"- pensaba la chica haciendo referencia a algo desconocido pero latente.
-Si capitana como ordene- decía el peli naranja alejándose de la chica.
En eso Suigetsu hablo.
-Señora capitana… Sasuke, le quiere ver, tiene algo importante que decirle- el hombre con temor pronuncio aquellas palabras.
-Dile a Sasuke que no tengo tiempo para él… -
La peli rosa se comenzó a alejar rumbo a los camarotes, Suigetsu sonrió de mala manera al ver eso.
-No importa… Sasuke te dará tu merecido- sonreía de manera cruel el peli blanco.
Mismos instantes: Jaula de Naruto
Yaiko acompañado de su "mujer" Konan llegaban a la puerta de la celda donde estaba cautivo el rubio. El chico al verlos supuso que otra vez, la furia roja o Sakura otra vez quería verlo, cosa que lo comenzaba a fastidiar por el por qué de tanta amabilidad.
-Anda, levántate… La capitana quiere verte- decía Yaiko empujando al rubio que se levantaba con lentitud.
Mismos instantes: Camarote de Sakura
Sasuke estaba detrás de la puerta, esperando a su presa, ya saborea va su piel. Ya quería poseerla para después arrebatarle la vida con sus manos. Esa era su revancha por todas las veces que le humillo y piso desde que se unió a ella. Ya quería estar… Saboreando la venganza. Sakura entraba a su cuarto sin siquiera percatarse del peligro que la asechaba, cuando menos quiso cayó al suelo sin conciencia, el Uchiha le había golpeado la cabeza para desmayarla.
-Muy bien, no tengo mucho tiempo… Quiero que estés despierta para que sientas mis besos, carias y como te tomo… "Furia roja" a partir de hoy te conocerán como la "Zorra roja…" jeje- Sasuke la levanto del suelo y la condujo a la cama en la cual la tendió y comenzó a maniatarla de todas y cada una de sus extremidades. Con suma rapidez desgarro sus ropas dejando a la pobre chica solo con un camisón blanco y sus ropas íntimas.
Mismos instantes: Fuera del camarote de Sakura
A fuera de la habitación llegaban Yaiko y Konan junto a Naruto. El pirata toco una y otra vez la puerta sin recibir respuesta, comenzaba a desesperarse cuando de repente apareció Deidara por el pasillo.
-¡¡¡Rápido se están perdiendo la pelea!!!- gritaba emocionado el pirata rubio.
-¡¿Pelea?!- preguntaba animada Konan.
-¡Si, Suigetsu y Juugo se están peleando…! ¡Vamos!- Deidara se giro y corriendo salió de ahí.
-Vamos, Yaiko… Quiero ver pelear a ese par de idiotas-
-No podemos Konan, no al menos hasta que la capitana abra la puerta para dejarle a este-
-Está bien, pero olvídate de hacer el amor hoy- decía la pirata haciendo un puchero. Naruto quería hacer carcajearse pero sabía que le constaría otra paliza si lo hacía.
-*suspiro*- De acuerdo, haber…- el hombre comenzó a ver de dónde "amarraba" al rubio.
-¡Mira aquí!- decía Konan señalando un par de huecos en la pared que sobre salían de entre la madera. El hombre obediente paso la soga por el agujero que creaban esos huecos y la amarro con firmeza, voltio a ver a Naruto y con una voz amenazante hablo.
-Si te desatas… Morirás aquí perro sarnoso-
Dicho esto los dos piratas salieron rápidamente del lugar para ver el espectáculo de la pelea.
Mismos instantes: Dentro del camarote de Sakura
-Tal parece que Juugo y Suigetsu empezaron con el espectáculo… Bueno yo también-
Sasuke comenzó a besar el cuello de Sakura que comenzaba a despertarse de su inconsciencia.
-¿Sasuke? ¿Qué demonios está pasando…?- decía muy apenas la chica abriendo los ojos con lentitud.
La mujer al sentir a alguien encima de ella y los besos que este le estaba dando además de que con una mano estaba acariciando sobre la tela la intimidad de la muchacha que inmediatamente supo lo que pasaba. Quiso moverse pero no pudo, fue cuando sintió las ataduras en sus manos y pies, con horror miraba quien estaba besándola y tocándola con extrema brusquedad.
-Sasuke… ¡¿Que estás haciendo?!- preguntaba alterada la peli rosa que intentaba liberarse en vano.
El azabache no respondía solo seguía acariciando y besando, quería impregnar su aroma y sus labios en el cuerpo de su víctima, como un último recuerdo de lo que ese día estaba seguro de hacer.
-Cállate, nadie te escuchara estúpida- por fin hablaba el maldito que sonreía de manera burlona y sínica.
-¡¡¡Suéltame!!! ¡¡¡Te exijo que me sueltes, Uchiha!!!-
-¡¡¡Que te calles, he dicho!!!- eso ultimo lo dijo el Uchiha propinándole una tremenda bofetada a la chica que comenzaba a llorar de miedo.
Sasuke comenzó a retirar de su cuerpo la ropa lo cual no ayudaba a calmar a la mujer que ya hacia amarrada sobre la cama, lloraba, intentaba hacer entrar en razón aquel hombre, el cual ya estaba poseído por la venganza, esa que había planeado de muchas veces y de diferentes formas… Pero se dijo, pudiendo humillarla de la manera más vil y retorcida posible, simple: tomándola a la fuerza y después asesinarla. Esa según él sería la venganza perfecta en contra de alguien como Sakura que decía odiar a los hombres. Fuera de la habitación Naruto escucho los gritos pero al estar atado y creyendo que estaban teniendo sexo la capitana y su mano derecha no le tomo mucha importancia no hasta que siguió escuchando.
-¡¡¡Por favor, Sasuke no lo hagas!!!- Sakura suplicaba entre las lágrimas que recorrían sus mejillas que ardían de rabia y odio al sentirse así de vulnerable.
-Jeje… ¡Suplica, suplica…! ¡Como la zorrita que eres!-
El Uchiha al sentirse completamente "urgido" desgarro de un tajo las únicas prendas que le quedaban a la peli rosa que estaba horrorizada, lo cual provoco que los recuerdos más crueles y despreciables de su historia se avivaran como el fuego lo hace en pasto seco. Su padre, una cama, una botella rota con sangre, sus ropas desgarradas, ella llorando, el desorden inminente en aquel cuarto maltrecho… Esas fueron las imágenes que cobraban vida en la cabeza de Sakura que empezó a gritar con un miedo puro.
-¡¡¡NO!!! ¡¡¡POR FAVOR NO!!!-
Naruto comenzaba alarmarse, era claro que algo malo estaba pasando en aquella habitación. Como pudo llego junto a la puerta y comenzó a jalar el lazo que le sujetaba los nudillos para poderlo romper, pero este no cedía tan fácil, mientras tanto a dentro los gritos seguían.
-¡¡¡ALEJATE!!! -*llorando*- ¡¡¡NO, PAPA!!!-
Sasuke se detuvo por unos instantes para ver a la peli rosa que estaba completamente sumida en el terror y el declive de su autoestima. Sonrió la escoria al escuchar lo que la aterrada capitana acababa de decir.
-Así que tu padre quiso convertirte en su mujer… No me sorprende, con este cuerpo, yo también estaría dispuesto a cometer incesto con mi propia hija- Sasuke reanudaba con descaro el acto que había dejado de hacer.
Naruto estaba desesperado, aun que Sakura había demostrado ser cruel y muy decidida. Ella era una mujer y como todo un caballero, sabia que una mujer necesitaba ser protegida cuando lo necesitara. Además algo dentro de él lo incitaba a protegerla, algo que aun no descifraba.
-¡Por fin he rompió este estúpido lazo!- decía Naruto que al fin había logrado liberar sus manos del yugo de aquellos amarres, con rapidez se desato los pies y con fuerza pateo la puerta del camarote tumbándola por la fuerza de la patada, con rabia se dirigió a Sasuke que se impresiono por el portazo y lo tomo de los hombros alejándolo de ella.
-¡¡¡SUELTALA MALDITO COBARDE!!!-
El rubio lo arrojo al piso, Sasuke solo tenía encima su ropa interior así que en teoría estaba en desventaja hasta que tomo su espada que estaba en su alcance, Naruto como podía rápidamente pudo liberar a Sakura de una de sus manos pero fue interrumpido por el Uchiha que le había intentado dar con la espada por la espalda, como todo un cobarde.
-¡¡¡Aquí te mueres maldito entrometido!!!- Sasuke miraba con odio asesino al rubio que estaba al pendiente de algún movimiento por parte de su rival.
-¡¡¡Vemos si eres tan hombre, maldito violador!!!-
¿Qué pasara con Naruto? ¿Podrá vencer a Sasuke? Si algo es seguro es que el duelo comenzaba. Y mas importante aun ¿que pasara con Sakura?
Próximo Capitulo: De la oscuridad a la luz
Capitulo 4: Saboreando la venganza
Un nuevo día nacía en la mansión de los Senju. Kushina y su hija compartieron habitación mientras su hermano Gaara dormía en otra alejada a la que su madre y hermana habitaron. La sirvienta Kurenai serbia el desayuno en el comedor, Mito y Hashirama ya estaban desayunando en silencio desde la discusión que habían sostenido el día anterior no se dirigían la palabra. En eso apareció Karin con su pijama aun puesta, puesto que aun no sabía los "modales" de los ricos.
-Buenos días hija… Ven siéntate a mi lado- decía Hashirama mirando a su nieta.
-Si, gra-gracias abuelito- sentándose en una silla a un costado del ministro.
-¿Y dime…? ¿Como es mi otro nieto, Naruto?- pregunto curioso el hombre que seguía desayunando.
-Bu-bueno, Naruto es un tonto… - dijo burlona la chica.
-"A igual que su estúpido padre"- pensó Mito escuchando lo que Hashirama y su nieta charlaban.
-Pero también es alguien muy bueno… Y es un gran hermano… - se escuchaba estima y respeto en la voz de la pelirroja.
-Ya veo… -*suspiro*- hija… ¿cuántos años tienes tú y tus hermanos?-
-¿Cuantos años…? bueno yo tengo 21, Naruto 22 y Gaara es el menor… El tiene 17 apenas-
-Parece que a la señorita se le olvido cambiarse antes de bajar- dijo disimuladamente Mito mirando a Karin.
-Lo-lo siento abuelita…- la chica bajo la cabeza en señal de tristeza por la desaprobación de su abuela.
-Por favor no me llames "abuelita"… Para ti soy lady-Mito-
-Mito, no empieces por favor- Hashirama miraba un poco molesto por la prepotencia y cinismo que su esposa.
-Buenos días papá- entraba Kushina con su hijo Gaara -Madre…- eso último lo dijo la Uzumaki con desgano.
-Buenos días hija, ¿cómo has dormido…? ¿Bien?- respondía Hashirama recibiendo un beso en la mejilla por parte de su hija.
-Bien papá, gracias-
-Me alegro… ¿Y tu Gaara? ¿Cómo dormiste?-
-Bien también abuelo, gracias-
Después de un silencio incomodo y sepulcral en el comedor. Mito de mala manera se retiro del sitio. Hashirama al ver el mal gesto de su esposa solo suspiro y cerrando los ojos decía "Mito… ¿Por qué cambiaste tanto". Valla a saber qué fue lo que paso para que la señora Senju fuese a si de esquiva y altanera con las personas. Después de charlar un poco sobre la vida de Kushina en Konoha y seguir desayunando, decidieron ir al cuartel de la guardia privada para contratarles y que empezaran a buscar a Naruto.
-Muy bien hijos… El abuelo y yo iremos a ver a unos hombres muy importantes, así que por favor compórtense y no hagan nada que haga enojar a su abuela- decía Kushina despidiéndose de sus hijos frente aquel gran portón de la mansión.
-No te preocupes mamá Gaara y nos portaremos bien, ya estamos grandes para saber eso- Karin respondía con cierto enfado cómico por las indicaciones de su madre.
-En todos modos. Repetirles no hace ningún daño-
Luego de eso, la pelirroja mayor se subió al carruaje que le esperaba ya con Hashirama dentro. Con la mano en una de las ventanillas Kushina se despedía de sus hijos que hacían lo mismo. El viaje hacia el cuartel de la guarida no fue tan largo como la Uzumaki hubiese pensado, no habían ni pasado 40 minutos ya cuando las grandes murallas de piedra se miraban en ese cuartel que parecía una autentica fortaleza.
-Buenos días lord Hashirama, nuestro comandante les espera- un hombre de cabello canoso que vigilaba la puesta les abrió para que el carruaje pudiese pasar y acceder al patio de ese lugar. Ya una vez dentro Kushina no pudo no ver la grandeza de los muros y las puertas medievales que estaban por doquier.
-¿Papá, de verdad crees que acepten?-
-Claro hija, además el comandante Óbito es un conocido mío-
-¿Y quién ese comandante Óbito?-
-Bueno es uno de los hombres más importantes de la dinastía Uchiha… El heredo el comando cuando el hermano menor de Itachi Uchiha desapareció y como su padre Fukasaku no quería saber nada sobre la desaparición de uno de sus herederos pues decidió que el sucesor fuese Óbito en lugar de Itachi, para que este último se hiciese cargo de la familia-
En eso un sondado que vestía en característico uniforme de la guardia se acerco a la pareja de familiares.
-Buenos días, lord primer ministro, señorita- el hombre tenía una mirada perdida entre las curvas de Kushina Senju de Namikaze.
-Buen día, John… ¿Esta el comandante?- Hashirama hizo la pregunta no por que no supiera ya que si estaba, si no que la hizo por simple cortesía.
-Sí mi lord, les espera-
-Bien en ese caso, vamos Kushina-
-¿No desea que se les escolte, su señoría?- pregunto aquel individuo sin quitarles la mirada de encima.
-No gracias, al fin y al cabo sé dónde queda su despacho-
Después de eso, Hashirama y Kushina entraron al pequeño pero imponente castillo, deambularon un poco antes de llegar a su destino. Una gran puerta hecha de hierro era ese destino, con respeto y cortesía Hashirama toco para que se les diese el permiso de entrar.
-¡Adelante!- se escucho desde dentro de aquel cuarto.
Tal y como se les pidió Hashirama abrió la puerta con su hija detrás de él, el hombre sonreía como si visitara a un viejo amigo, se encamino al escritorio de madera y le brindo un saludo a que otro hombre que se levanto y estrecho con cariño y respeto el abrazo dado por el ministro ingles. Kushina solo miraba desde la puerta. Aquel hombre llevaba una armadura completa con los colores de la guardia rojo en su coraza y azul oscuro en sus guanteletes y pantalones tachados y claro, tal y como se esperaría de esas épocas una muy afilada espada descansaba en la cintura del peli negro.
-Recibí su carta, mi señor- decía Óbito terminando el abrazo con Hashirama.
-Bueno antes de entrar en detalles, te presento a mi hija… Kushina-
La mencionada camino hasta quedar a un lado de su padre, Óbito observo de la cabeza hasta los pies aquella pelirroja que se había acercado.
-Muy gusto, soy Kushina Senju de Namikaze- dijo sonriendo la mujer.
-El gusto es mío, hermosa señora- respondió Óbito haciendo una reverencia dando a exhibir todo el porte y educación que los hombres de la familia Uchiha tenían.
-Gracias por el cumplido- Kushina se había apenado un poco por lo galante de aquel muchacho.
-Bueno siéntense, siéntense- Óbito les indicaba dos sillas de madera que descansaban esperando a quienes las usarían en unos instantes. Una vez sentados daba comienzo a la plática por la cual Kushina había ido a Londres desde un principio.
-¿Y bien que desea su excelencia?- preguntaba Óbito haciendo que Kushina y Hashirama cambiaran sus caras de unas relajadas a unas muy serias, dándole a entender al Uchiha que algo grave estaba pasando.
-Veras -*suspiro*- Tengo un favor que pedirte, Óbito- empezó diciendo Hashirama.
-Por su puesto ¿y ese "favor" que vendría a ser…?-
-Pues veras necesitamos que emprendan una "operación alba"-
-¡¿Qué?! ¡¿A caso la señora Mito ha desaparecido?!- pregunto un poco apresurado el hombre.
-No, Mito no, pero uno de mis nietos si- respondió finalmente el hombre.
-¿Uno de sus nietos…?-
-Si… -
-Según se lady-Nami, no puede tener hijos y lady-Tsunade no está casada-
-Es un hijo mío- intervino Kushina.
-¿Mmm…? Ya veo… "Así que esta es la mujer con la que mi tío Madara se iba a casar…"- pensaba el Uchiha al recordar las platicas con su tío Madara Uchiha.
-Sí, eso es precisamente lo que te iba decir- término de hablar Hashirama, con una voz seria y preocupada.
-*suspiro*- Bien, mi lord, sabrá que ese tipo de operaciones de búsqueda y rescate valen muchísimo dinero… Y más si eso implica: Piratas- Óbito se levanto de su escritorio y dirigiéndose hacia la pared de atrás buscaba algo, más preciso un pequeño morral que colgaba de dicha pared, el pelinegro tomo aquel morral y saco de este unos papeles que les tendió a Hashirama y Kushina que con cautela los tomaban.
-Ya sabes que el dinero no es problema… Tengo tanto como los mismísimos reyes de Inglaterra a los cuales sirvo-
-Ya lo sé señor, solo digo- el Uchiha decía aquello mientras volvía a tomas asiento.
-¡¿Qué es esto…?!- pregunto Kushina al ver los rostros de varias personas entre aquellos papeles que Óbito les había dado con anterioridad.
-Son la lista de los piratas más buscado en Inglaterra y en Europa- respondió Hashirama mirando fijamente a su hija.
-¿Pero que hace esta chica en tan infame lista?- volvía a cuestionar la pelirroja al ver la cara de una hermosa mujer plasmada en un trozo de papel arrugado.
-Ella, como sus hombres le llama, la furia roja, es una de las piratas más buscada en Europa… Asesinatos, asedios, extorción, secuestro, esclavismo ilegal, etc. Créame mi señora que esta chica no es ninguna santa… Ofrecen una recompensa de nada más y nada menos de 500,000 libras por información para su captura… Esa chica será hermosa pero también es malvada, muy malvada- se le miraba la cara muy seria a Óbito, era evidente la cara de desprecio que puso el Uchiha cuando salió a la luz el tema de la furia roja o Sakura siendo este el nombre real de la vil pirata peli rosa.
-Es que aun así… Ella… Ella me recuerda a… -
-Hija déjalo, es solo una pirata, a hora debemos concentrarnos en encontrar el paradero de Naruto- respondía Hashirama interrumpiendo a su hija.
-Tienes razón padre, perdón… "Aun que a hora no puedo dejar de pensar en la hija perdida de Mebuki… ¿Sera qué…?"- Kushina había quedado muy pensativa con aquel retrato hablado de furia roja… ¿Qué habrá descubierto la Uzumaki?.
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Naruto estaba tumbado sobre la fría madera de su jaula, aun no estaban listos por "preparativos" para fugarse. La jaula en donde estaba, estaba prácticamente vacía puesto que Sakura había ordenado que lo aislaran por completo de los demás prisioneros, el rubio aun no entendía por que la furia roja había hecho con él, el día anterior a ese había comido con ella en su camarote, tristemente él pobre reo no sabía que tramaba esa mujer. Pero eso sí, debía estar al pendiente de lo que tramara o hiciera… Ino había ido a visitarlo durante la mañana, platicaron un rato hasta que Sakura la ordeno que la sacaran de las bodegas en donde estaba la jaula del chico. Desde ese momento no había pasado nada relativamente interesante en aquel barco, solo se escuchaban las olas golpear los costados del barco, el crujir de su madera y una que otra ocasión que los piratas entonaban para alegrar la travesía. En otro lugar de este sin embargo se estaba llevando a cabo una reunión "secreta" entre varios de aquellos piratas.
-Muy bien, Sasuke… Solo espero que tu dichoso plan resulte o si no…- decía un tipo de tez blanco con el pelo del mismo color, portaba una gran espada en su espalda.
-No te preocupes Suigetsu… Todo está calculado… Una vez que esa zorra entre a su camarote la sorprenderé con un golpe en la nuca para dejarla inconsciente, mientras lo está la amarrare a la cama y una vez hay… Bueno mi venganza comenzara… Una vez que me allá satisfecho con su cuerpo la matare con mis propias manos y después reclamare ser el nuevo capitán además ustedes serán mis "oficiales" así que no temas, nadie va a escuchar los gritos de esa estúpida, estuve deseando tanto esto que me parece un sueño, un cruel y hermoso sueño…. ¡Jajajaja…! Ya quiero saborear su cuerpo y mi venganza-
Al parecer en ese sitio se estaba ideando una conspiración vengativa en contra de Sakura. Y el líder de esa conspiración no era otro que su propia mano derecha, Sasuke Uchiha conocido como el tuerto.
-Bien, bien, ¿Entonces yo me quedo en la cubierta junto a Juugo para distraer a los demás? ¿Verdad?- preguntaba Suigetsu mirando a otro de hombre de pelo naranja y complexión robusta.
-Si… Tú y Juugo, les distraerán como puedan, dándome el tiempo necesario para cumplir con mi misión-
Los granujas salieron del escondrijo donde habían ideado el plan, era hora de ejecutarlo, era hora de vengarse, era hora de saborear la revancha. Sakura estaba mirando el mar mientras que sus hombres cantaban y hacían la limpieza de la cubierta y la proa. Entre los canticos de los marinos, Suigetsu se acercaba a la capitana, que de uno momento empezó hablar con Yaiko.
-Yaiko… Ve por Naruto Uzumaki, quiero hablar de nuevo con él… "Maldición esto se me está saliendo de las manos"- pensaba la chica haciendo referencia a algo desconocido pero latente.
-Si capitana como ordene- decía el peli naranja alejándose de la chica.
En eso Suigetsu hablo.
-Señora capitana… Sasuke, le quiere ver, tiene algo importante que decirle- el hombre con temor pronuncio aquellas palabras.
-Dile a Sasuke que no tengo tiempo para él… -
La peli rosa se comenzó a alejar rumbo a los camarotes, Suigetsu sonrió de mala manera al ver eso.
-No importa… Sasuke te dará tu merecido- sonreía de manera cruel el peli blanco.
Mismos instantes: Jaula de Naruto
Yaiko acompañado de su "mujer" Konan llegaban a la puerta de la celda donde estaba cautivo el rubio. El chico al verlos supuso que otra vez, la furia roja o Sakura otra vez quería verlo, cosa que lo comenzaba a fastidiar por el por qué de tanta amabilidad.
-Anda, levántate… La capitana quiere verte- decía Yaiko empujando al rubio que se levantaba con lentitud.
Mismos instantes: Camarote de Sakura
Sasuke estaba detrás de la puerta, esperando a su presa, ya saborea va su piel. Ya quería poseerla para después arrebatarle la vida con sus manos. Esa era su revancha por todas las veces que le humillo y piso desde que se unió a ella. Ya quería estar… Saboreando la venganza. Sakura entraba a su cuarto sin siquiera percatarse del peligro que la asechaba, cuando menos quiso cayó al suelo sin conciencia, el Uchiha le había golpeado la cabeza para desmayarla.
-Muy bien, no tengo mucho tiempo… Quiero que estés despierta para que sientas mis besos, carias y como te tomo… "Furia roja" a partir de hoy te conocerán como la "Zorra roja…" jeje- Sasuke la levanto del suelo y la condujo a la cama en la cual la tendió y comenzó a maniatarla de todas y cada una de sus extremidades. Con suma rapidez desgarro sus ropas dejando a la pobre chica solo con un camisón blanco y sus ropas íntimas.
Mismos instantes: Fuera del camarote de Sakura
A fuera de la habitación llegaban Yaiko y Konan junto a Naruto. El pirata toco una y otra vez la puerta sin recibir respuesta, comenzaba a desesperarse cuando de repente apareció Deidara por el pasillo.
-¡¡¡Rápido se están perdiendo la pelea!!!- gritaba emocionado el pirata rubio.
-¡¿Pelea?!- preguntaba animada Konan.
-¡Si, Suigetsu y Juugo se están peleando…! ¡Vamos!- Deidara se giro y corriendo salió de ahí.
-Vamos, Yaiko… Quiero ver pelear a ese par de idiotas-
-No podemos Konan, no al menos hasta que la capitana abra la puerta para dejarle a este-
-Está bien, pero olvídate de hacer el amor hoy- decía la pirata haciendo un puchero. Naruto quería hacer carcajearse pero sabía que le constaría otra paliza si lo hacía.
-*suspiro*- De acuerdo, haber…- el hombre comenzó a ver de dónde "amarraba" al rubio.
-¡Mira aquí!- decía Konan señalando un par de huecos en la pared que sobre salían de entre la madera. El hombre obediente paso la soga por el agujero que creaban esos huecos y la amarro con firmeza, voltio a ver a Naruto y con una voz amenazante hablo.
-Si te desatas… Morirás aquí perro sarnoso-
Dicho esto los dos piratas salieron rápidamente del lugar para ver el espectáculo de la pelea.
Mismos instantes: Dentro del camarote de Sakura
-Tal parece que Juugo y Suigetsu empezaron con el espectáculo… Bueno yo también-
Sasuke comenzó a besar el cuello de Sakura que comenzaba a despertarse de su inconsciencia.
-¿Sasuke? ¿Qué demonios está pasando…?- decía muy apenas la chica abriendo los ojos con lentitud.
La mujer al sentir a alguien encima de ella y los besos que este le estaba dando además de que con una mano estaba acariciando sobre la tela la intimidad de la muchacha que inmediatamente supo lo que pasaba. Quiso moverse pero no pudo, fue cuando sintió las ataduras en sus manos y pies, con horror miraba quien estaba besándola y tocándola con extrema brusquedad.
-Sasuke… ¡¿Que estás haciendo?!- preguntaba alterada la peli rosa que intentaba liberarse en vano.
El azabache no respondía solo seguía acariciando y besando, quería impregnar su aroma y sus labios en el cuerpo de su víctima, como un último recuerdo de lo que ese día estaba seguro de hacer.
-Cállate, nadie te escuchara estúpida- por fin hablaba el maldito que sonreía de manera burlona y sínica.
-¡¡¡Suéltame!!! ¡¡¡Te exijo que me sueltes, Uchiha!!!-
-¡¡¡Que te calles, he dicho!!!- eso ultimo lo dijo el Uchiha propinándole una tremenda bofetada a la chica que comenzaba a llorar de miedo.
Sasuke comenzó a retirar de su cuerpo la ropa lo cual no ayudaba a calmar a la mujer que ya hacia amarrada sobre la cama, lloraba, intentaba hacer entrar en razón aquel hombre, el cual ya estaba poseído por la venganza, esa que había planeado de muchas veces y de diferentes formas… Pero se dijo, pudiendo humillarla de la manera más vil y retorcida posible, simple: tomándola a la fuerza y después asesinarla. Esa según él sería la venganza perfecta en contra de alguien como Sakura que decía odiar a los hombres. Fuera de la habitación Naruto escucho los gritos pero al estar atado y creyendo que estaban teniendo sexo la capitana y su mano derecha no le tomo mucha importancia no hasta que siguió escuchando.
-¡¡¡Por favor, Sasuke no lo hagas!!!- Sakura suplicaba entre las lágrimas que recorrían sus mejillas que ardían de rabia y odio al sentirse así de vulnerable.
-Jeje… ¡Suplica, suplica…! ¡Como la zorrita que eres!-
El Uchiha al sentirse completamente "urgido" desgarro de un tajo las únicas prendas que le quedaban a la peli rosa que estaba horrorizada, lo cual provoco que los recuerdos más crueles y despreciables de su historia se avivaran como el fuego lo hace en pasto seco. Su padre, una cama, una botella rota con sangre, sus ropas desgarradas, ella llorando, el desorden inminente en aquel cuarto maltrecho… Esas fueron las imágenes que cobraban vida en la cabeza de Sakura que empezó a gritar con un miedo puro.
-¡¡¡NO!!! ¡¡¡POR FAVOR NO!!!-
Naruto comenzaba alarmarse, era claro que algo malo estaba pasando en aquella habitación. Como pudo llego junto a la puerta y comenzó a jalar el lazo que le sujetaba los nudillos para poderlo romper, pero este no cedía tan fácil, mientras tanto a dentro los gritos seguían.
-¡¡¡ALEJATE!!! -*llorando*- ¡¡¡NO, PAPA!!!-
Sasuke se detuvo por unos instantes para ver a la peli rosa que estaba completamente sumida en el terror y el declive de su autoestima. Sonrió la escoria al escuchar lo que la aterrada capitana acababa de decir.
-Así que tu padre quiso convertirte en su mujer… No me sorprende, con este cuerpo, yo también estaría dispuesto a cometer incesto con mi propia hija- Sasuke reanudaba con descaro el acto que había dejado de hacer.
Naruto estaba desesperado, aun que Sakura había demostrado ser cruel y muy decidida. Ella era una mujer y como todo un caballero, sabia que una mujer necesitaba ser protegida cuando lo necesitara. Además algo dentro de él lo incitaba a protegerla, algo que aun no descifraba.
-¡Por fin he rompió este estúpido lazo!- decía Naruto que al fin había logrado liberar sus manos del yugo de aquellos amarres, con rapidez se desato los pies y con fuerza pateo la puerta del camarote tumbándola por la fuerza de la patada, con rabia se dirigió a Sasuke que se impresiono por el portazo y lo tomo de los hombros alejándolo de ella.
-¡¡¡SUELTALA MALDITO COBARDE!!!-
El rubio lo arrojo al piso, Sasuke solo tenía encima su ropa interior así que en teoría estaba en desventaja hasta que tomo su espada que estaba en su alcance, Naruto como podía rápidamente pudo liberar a Sakura de una de sus manos pero fue interrumpido por el Uchiha que le había intentado dar con la espada por la espalda, como todo un cobarde.
-¡¡¡Aquí te mueres maldito entrometido!!!- Sasuke miraba con odio asesino al rubio que estaba al pendiente de algún movimiento por parte de su rival.
-¡¡¡Vemos si eres tan hombre, maldito violador!!!-
¿Qué pasara con Naruto? ¿Podrá vencer a Sasuke? Si algo es seguro es que el duelo comenzaba. Y mas importante aun ¿que pasara con Sakura?
Próximo Capitulo: De la oscuridad a la luz
NaruSannin- Genin
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Re: Más Allá del cielo y del mar [+18][Capitulo 7: Odiar o amar -Parte 1-][25/10/2016]
¡¡¡OH POR DIOOOS!!! que fuerteee escenaaa, pobre sakura tal parece que su padre la intento violar sasuke es un hijo de... que naruto le de hasta en ma$@+!! jajaja se lo merece por hacer lo que iba hacer. La verdad estoy atando cabos a los datos que estan apareciendo en cada capi. Kushina mencionó la hija desaparecida de mebuki! o sea, que sakura se escapo es lo mas lógico, el odio hacia los hombres y en especial a sus "Amiguitos" y lo último que fue el recuerdo de ella. Espero la conti
CerezoIntenso- Chunnin
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Re: Más Allá del cielo y del mar [+18][Capitulo 7: Odiar o amar -Parte 1-][25/10/2016]
increible, naruto dale hasta la medula a sasuke-gay espero conti
Mas allá del cielo y el mar [+18][Capitulo 5: De la oscuridad a la luz][27/05/2016]
Este cap es un poco fuerte o al menos yo lo siento así, puesto que me costo hacerlo, considerando que personalmente me considero una persona "sensible" en los temas que este capitulo abarca. Bueno sin mas les dejo este quinto episodio de este fic. Adiós y cuídense.
Capitulo 5: De la oscuridad a la luz
-¡¡¡Nunca creí que un "hombre" como tú fuera tan cobarde como para atreverse a violar a una mujer!!!-
-¡¡¡Cállate la maldita boca…!!! ¡¿Como osas interrumpir mi venganza?!-
-¡¿Venganza…?! ¡Eso, no es venganza, es una por quería que solo los peores seres humanos harían!-
La discusión seguía, ambos rivales a la espera del movimiento del otro. Mientras que Sakura estaba aun llorando, sumida en el más profundo caos y miedo, como pudo se desato sus demás extremidades y como temiendo que un maldito canalla volviera a intentar hacerle algo, se acorralo así misma en la esquina más alejada de aquella cama de la cual con sus sabanas se cubría su cuerpo que presentaba arañazos, moretones y la asquerosa saliva de aquel que estaba a punto de violarla.
-Na-Na-Na… Naruto… -*sollozo*sollozo*- la chica susurraba el nombre del hombre que la había salvado de su depredador. Quería ser protegida tal y como aquella funesta ocasión lo necesito con todo su corazón.
-----[Flash Back 1]------
Fragmento de la Infancia de Sakura: Suna, al oeste de Konoha, 203 kilómetros de Inglaterra.
Una sonriente niñita de 7 años de edad jugaba en la playa junto a sus amigas de la infancia de entre las cuales resaltaba Ino la cual fue y era su única y mejor amiga, casi su hermana.
-¡Sakura!- gritaba contenta la rubia ayudaba a su amiga a construir un castillo de arena.
-Ino… Cuando sea grande, seré una princesa y tendré un castillo de verdad… ¡Y me casare con un príncipe…! ¡Como en los cuentos que mi mami me cuenta!- decía la pequeña peli rosa sonriendo mientras acomodaba mas y mas arena para su castillo.
-jajaja Boba… ¡No puedes ser princesa!- le respondía la pequeña Ino con un pequeño puño de arena en sus manos.
-¿Por qué no…? ¡Mi mami dice que soy una princesa!-
-Debes de haber nacidos en un castillo, tus papás deben de ser reyes para que tú seas una princesa-
-¡Soy una princesa!-
-¡No lo eres!-
-¡Que sí, soy!-
-¡Que no!-
Las pequeñas comenzaron a discutir mientras a la distancia dos mujeres las observaban.
-¿L a pequeñita peli rosa es tu hija…? Mebuki- pregunto una de las mujeres.
-Sí, señora Kushina… No sabe cuánto le agradezco el apoyo que nos ha dado… A mí y a mi niña-
-No es nada, sabes que siempre te he considerado como una hermana no… Además sin ti nunca hubiera conocido a Minato en aquel barco-
-Es verdad, mi señora… ¿Como esta su familia?- preguntaba la mujer que por nombre tenia Mebuki
-Bien, gracias a dios… Naruto ya tiene 6 años, es todo un diablito no se queda quito… Mi pequeña Karin se la pasa peleando con el jeje… Y mi Gaara, el ha estado muy enfermito, Minato ha estado consiguiendo dinero para poder curar a nuestro niño y que no se nos muera-
-Ya verá señora, su pequeño estará bien… -
-Dios te oiga Mebuki, dios te oiga-
-Bueno venga, déjeme presentarle a mi niña, sin usted ella no estaría en este mundo-
Luego de ese comentario por parte de Mebuki, las dos adultas caminaron hasta llegar junto a las dos pequeñas que seguían jugando en la arena y que había dejado de pelear por el tema de las princesas.
-Sakura…- su madre le llamo, haciendo que la niñita de ojos verdes volteara emocionada hacia el lugar de donde provenía aquella voz tan hermosa y que desprendía la confianza y seguridad que solo la voz maternal tenia.
-¡Mami, mami!-
Sakura corrió feliz a los brazos de su madre que la recibió con mucho afecto.
-Mami, dile a Ino que si soy una princesa- la pequeña hizo una mueca graciosa lo que provoco unas cuantas risas entre las mujeres.
-Las dos son una hermosas y preciosas princesas- decía Kushina mirando a la encantadora hija de su amiga Mebuki.
-¿Y usted quién es?- preguntaba curiosa la peli rosa al ver a la simpática pelirroja.
-¡Mucho gusto! Mi nombre es Kushina… Pero si gustas solo llámame Kushi… jeje-
La pequeña peli rosa comenzó a examinar a la mujer en cuestión.
-¡Hola señora Kushi!- saludaba Ino que al parecer ya conocía a la madre de Naruto.
-Hola Ino… ¿Como esta tu papá?- pregunto la Uzumaki agachándose para quedar a la misma altura que la niña rubia.
-Bien, gracias, solo que seguimos por mi mamita-
-Lo sé, lo sé, tan pequeña y ya perdiste a tu madre… Pero sabes que…- Kushina intentaba animar a la niña que empezaba a entristecerse.
-¿Qué?-
-Ella siempre va estar para ti… Desde el cielo te mira y te cuida…-
-¿De verdad?-
-Así es… -*abrazo*-
La oji azul y Kushina se abrazaron para reconfortarse mutuamente. Mebuki y Sakura solo miraba la fraternal muestra de cariño y apoyo.
-¡Gracias, señora Kushina!- la pequeña Ino se alejo de la señora Namikaze.
-¿Y como está Kizashi?- pregunto Kushina a su amiga que seguía teniendo entre sus brazos a su hija peli rosa.
-Muy mal… Cada vez está peor… No deja de beber y fumar tabaco… Incluso me amenazo con llevarse a mi hija si seguía insistiéndole para que dejara su gusto por el aguardiente y el tabaco- decía desconsolada la mujer, por culpa de las adicciones de su esposo.
-Muy mal… ¡Muy mal que lo hace!- Kushina se molesto un poco con el esposo de Mebuki y padre de Sakura que desde que su hermano murió en la conquista de América, el hombre se escondió en la bebida para no pensar en su familia y en especial con ese hermano muerto.
-¿Mami?- llamo Sakura su madre.
-¿Si hija? ¿Qué quieres?-
-¿Me ayudas a construir un castillo de arena?-
-jeje ¡Claro que sí, mi tesoro!-
Mebuki bajo a su hija de nuevo a la arena, en la cual la mujer rubia se poso de rodillas sobre esta para ayudar a su princesa a hacer el tan anhelado y ansiado castillo. Kushina miraba con ternura a las dos niñas (Sakura e Ino) junto a Mebuki. La mujer pelirroja había estado en una situación similar con sus hijos Naruto y Karin en una de las playas de su pueblo, ósea, Konoha.
-Sabes… -dijo la Uzumaki llamando a Sakura, la cual tímida levanto la mirada para ver a la mujer de intensos cabellos rojos.
-¿Eh?-
-Tú y mi hijo Naruto… Serian muy buenos amigos, Sakura- eso lo terminaba de decir Kushina con una reluciente y despampanante sonrisa.
Sakura también sonreía al igual que Mebuki e Ino que rápidamente se contagiaron de la buena "vibra" de Kushina que también se unía al equipo de construcción de castillos de arena para princesas.
-----[Fin Flash Back 1]------
Una, dos, tres fueron los intentos de Sasuke por darle con su mortífera espada, aun rubio Naruto que esquivaba con dificultad dichas estocadas vengativas y cargada de una sed de muerte y sangre.
-*jadeo*- ¡Pelea como los hombres, maldita escoria!- Naruto hablaba mientras esquivaba estocada, tras estocada de un Sasuke que comenzaba a desesperarse por que aun no había cumplido su cometida de matar al rubio y a Sakura.
-¡¡¡Cállate!!!-
Sasuke gritaba lleno de ira roñosa y visceral, los gritos de pelea se seguía escuchando en la cubierta donde muy seguro seguirían dando espectáculo y distracción Juugo y Suigetsu. Sakura seguía igual recordando fragmentos de su vida, felices y tristes, alegres y asquerosos… Solo anhelando la protección tan querida y necesitada.
Naruto fue arrinconada contra la pared de madera aun lado de la cama de una aterrorizada y paralizada Sakura que solo miraba de entre las sabanas, el hambre de venganza que el Uchiha expedía, en un arrebato de ira pura el Uchiha estaba seguro de firmar la sentencia de muerte del Uzumaki, lo cual lo llevo a arremeter con todo y con espada por delante corrió hacia Naruto que estaba "entre la espada y la pared" tan y como el dicho popular lo dictaba. Pero Sasuke no se espero un movimiento a última hora de él rubio, dándole una patada en la cara con uno de sus pies descalzos lo cual desequilibro al azabache dándole tiempo de sobra al rubio para hacer que su rival a muerte tirara la espada, el hábil hombre de ojos azules comenzó azotar el abdomen de Sasuke que gemía de molestia y dolor por los golpes que sentía, pero tomo las fuerzas suficientes para asestar un codazo en la espalda del chico rubio, ni uno ni el otro, se rendían, intercambiaban golpes en la cara, en el estomago, las piernas también recibían su justa dosis de dolor mordaz por la golpiza que esos dos se estaban dando el uno al otro.
-¡¡Morirás maldito perro entremetido!!- Sasuke escupía sangre por la boca por los golpes que Naruto le había dado en la cara.
-¡¡No, si antes yo te dejo como dios Cristo…!!- respondía Naruto con ardor puesto que no estaba en mejores condiciones que el Uchiha.
-----[Flash Back 2]------
Sakura y Mebuki se despedían de Ino y de su padre, puesto que este último había recibido una oportunidad de trabajo en el muy famoso invernadero y vivero de Konoha.
-Adiós amiga- decía la pequeña Ino abrazando a Sakura que no paraba de llorar.
-Snif… Adiós… Ino-
-No seas llorona, te escribiré cartas… Además mi papá me prometió que vendríamos una vez al mes para visitar a mis abuelitos y a ti-
-¿De verdad, vendrás a visitarme…? Snif… Snif…-
-¡Por supuesto que si…!-
-Ino, es hora de irnos- dijo el padre de Ino, llamándola.
-Si papá…- la rubia le dio un último abrazo a Sakura antes de despedirse de Mebuki y se subió a la carreta donde ya su padre tenía el equipaje para su viaje.
Las pequeñas se despedían con tristeza, después de todo eran amigas incondicionales, muy incondicionales.
-----[Fin Flash Back 2]------
La sangre cubría alguna que otra cosa de la habitación de Sakura, Naruto estaba encima del Uchiha que sufría las consecuencias de su cobarde acto, estaba siendo terriblemente golpeado en la cara.
-¡Toma esto! -*puñetazo*- ¡Y esto! -*puñetazo*- Naruto tenía los nudillos al rojo vivo por la cantidad de sangre que Sasuke soltaba por su nariz y la boca. Pero aun así seguía recio a perder, como pudo revirtió la posición y comenzó a ahorcar al rubio que apretaba y enseñaba los dientes en señal de la falta de aire que su cuerpo estaba viviendo…
-¡Mu…! ggrr… ¡¡¡Erete!!!- el Uchiha gruñía mientras apretaba mas y mas el agarre hacia el cuello de su "victima" que estaba apretando con todas sus fuerzas las manos de su agresor que no quería ceder al igual que él. Por fin el rubio con las suficientes fuerzas deshizo el agarre salvaje que Sasuke tenía sobre su cuello aventándolo hacia atrás y tumbándolo seguidamente. Era un forcejeo por saber quién sería el que moriría o viviría uno por la venganza y el otro por proteger a alguien de esa venganza.
-"¡NO! ¡PAPÁ…! ¡POR FAVOR PARA! ¡SOY TU HIJA…! ¡NO PUEDES HACERME ESTO!"- Sakura recordaba con un terror inmenso aquella vez que por poco era víctima de una violación a manos de su propio padre.
-----[Flash Back 3]------
Sakura ya era una joven de 17 años, my hermosa, su amiga Ino ya había regresado con su padre ya hacia unos meses atrás, puesto que el vivero tuvo que cerrar por falta de financiamiento. Las dos chicas sin lugar a dudas eran de las mujeres más cotizadas en Suna, curiosamente como se pensaría ellas no conocían a Shikamaru o a Sai siendo que ese lugar era un gran puerto aduanal que por ende atrajo el desarrollo rápido a la zona y por consecuencia el crecimiento de la población así como las extensiones de la recientemente crecida ciudad portuaria.
-¡Sakura…! Vamos a la playa un rato- decía Ino a su amiga que se había vuelto un poco introvertida por los problemas que constantemente estaban teniendo sus padres, riñas, peleas incluso su padre había llegado a golpear a Mebuki en más de una ocasión.
-¡Haay! ¡Como enfadas Ino!- replicaba la chica peli rosa al sentirse acosada por su amiga rubia.
-Hay que celebrar que "la furia rosa" pronto conocerá al hijo mayor de los Namikaze- Ino sonaba picara y burlesca, haciendo que Sakura se ruborizara.
-¡Cállate! ¡Tonta! ¡¿Por qué voy a celebrar que voy a conocer a un chico?!-
-Porque desde que la señora Kushina te platico como era él, te la pasas suspirando y esperando a que la familia Namikaze venga de visita para conocerlo en persona jiji- seguía burlándose la chica de mirada celeste.
-¡Estás loca…! Pero… Está bien, lo admito tengo curiosidad por saber cómo es ese chico Naruto… Pero no por eso voy a estar tal y como tú me describes… Cerdoñia-
-Tsk… Ya vas a empezar con tus apodos… -
-jejeje- Sakura reía al ver que los apodos que le tenía a Ino había cumplido su objetivo: fastidiarla.
-Bueno ya es tarde, creo que debo irme a casa, antes de que papá se ponga histérico… y mas con lo de los piratas que andan muy activos por la costa en estas semanas- decía Ino parándose del asiento en donde estaba las dos señoritas.
-Tienes razón, Ino, yo también ya me voy… Ya es tarde, mamá debe estar preocupada-
Las dos mujeres se dieron un último abrazo y después de despedirse cálidamente, ambas partieron rumbo a sus casas. La peli rosa iba tan pedida en las palabras de Ino que no se había percatado que ya había llegado a su casa, pero fue cuando un sonido la distrajo sonaba como platos de barro que chocaban contra el suelo haciendo que estos inevitablemente se rompieran.
-¡Mamá!- dijo apresurada Sakura que entraba lo más rápido que podía a la casa de madera.
Al entrar miro como su padre golpeaba salvajemente a su esposa, mientras que estas solo estaba quieta en el suelo intentando en vano cubrirse con manos. Sakura sin pensarlo se arrojo en contra de su padre para intentar quitárselo de encima a una muy golpeada Mebuki.
-¡¡¡Papá!!! ¡¡¡Déjala!!!- gritaba Sakura en un intento de evitar que Kizashi siguiese golpeando de manera cobarde y déspota a su esposa que ya hacia tirada en el suelo producto que la brutal paliza que estaba recibiendo. El hombre estaba borracho así que era un poco entendible su estado pero eso nunca justificaría las salvajadas que casi siempre le hacía a su esposa.
-¡¡¡Su-Suéltame, maldita ramera…!!!-
Kizashi cegado por la ira y la aguardiente que había ingerido en la taberna del pueblo, aventó a Sakura contra la pared, causando que esta quedara desorientada brevemente.
-¡¿Así que te gusta que sea brusco contigo, Sakura?!- Kizashi se acerco a su hija y la tomo con fuerza de unos de sus brazos, la comenzó arrastrar por la casa hasta llega una habitación de la misma, con fuerza y urgencia la arrojo a la cama y comenzó a desgarrar las ropas de esta, con pericia y ceguera. Sakura un afectada por el golpe, empezaba a sollozar sin entender la rapidez y el por qué de los actos que estaba viviendo. El desgraciado aun sostenía en una de sus manos una botella de vidrio medio rota por los golpes que le había dado a Mebuki con esta.
-¡¡¡PAPA…!!! ¡¡SUELTAME!!- Sakura comenzaba a ser víctima del pánico.
-Ni en tus sueños querida, mía -*risa*- Vaya, vaya… Con que razón todos los escuincles del pueblo quieren meterse contigo entre las sabanas de una cama- el hombre apreciaba con lujuria el cuerpo de su hija que se retorcía para zafarse del agarre que este estaba ejerciendo sobre ella para evitar que escapara.
Kizashi fuera de sí en su plenitud acerco sus sucios labios a los de su hija que no entendía como su padre podía llegar a los extremos de querer violar a su propia hija… ¡Su propia hija!
-*llanto*- ¡¡¡NO!!! ¡¡¡DETENTE POR FAVOR…!!! ¡¡¡TE LO RUEGO!!! -*llanto*-
-*risa*- ¡Hoy dejaras de ser una niña para convertirte en mi mujer, Sakura! -*risa*-
Cada prenda de la peli rosa era arrancada con impetuosa intranquilidad de su cuerpo, la chica estaba temblando, estaba perdida, en su cabeza estaban en ese mismo momento una confrontación el odio, el dolor, el temor, la ira y demás emociones que pudiese sentir en esos asfixiantes momentos.
-¡¡¡Kizashi!!! ¡¡¡Suéltala!!!- Mebuki aun con pocas fuerzas arremetió en contra de su marido que besuqueaba de manera lasciva el cuello y rostro de Sakura que seguía llorando sin parar y completamente a merced de aquel que era su padre y su verdugo en esos momentos.
-¡Suelta…! ¡¡¡Me arruinas el momento, estúpida!!!- el hombre de cabellera rosada canosa soltó a Sakura para encarar a su esposa, a la cual en un nuevo arrebato de ira, le propino un tremendo puñetazo en la cara dejando inconsciente a la pobre mujer, Sakura aprovechando el descuido de su asqueroso padre, tomo la botella que este dejo en el suelo y con ira la quiebro dejando ver un arma letal con la cual deseaba matar, en efecto, con alevosía la peli rosa comenzó a apuñalar por la espalda a Kizashi, cayó al suelo desangrado pero la chica al sentirse completamente furiosa y llena de ira, continuo arremetiendo el tan mortal vidrio que sostenía en contra de la persona que era y fue su padre. No se detuvo hasta que se canso, tiro el objeto con el cual acababa de cometer el parricidio y en una esquina de aquel cuarto en el cual había matado por primera vez, siguió llorando mientras miraba el cuerpo inerte de su potencial violador, su madre también seguía inconsciente, sin aparente vida.
La chica salía de la casa con la mirada perdida, sus ropas estaban ensangrentadas y desgarradas por el ataque que había dado y recibido, se abrazaba a sí misma, buscaba con la mirada hacia donde correr, hacia donde huir de esa pesadilla que había comenzada desde que había llegado a su casa, esa en la cual ella ya no estaba dispuesta a quedarse un minuto o un segundo más. Recordaba con nauseas y asco las manos callosas de su padre. Explorando con descaro el cuerpo de la misma mujer a la que él había engendrado 17 años atrás. Ese día había muerto Sakura, conocida por sus amistades como la "furia rosa" ese día había nacido Sakura la "furia roja" solo para vengarse y repudiar a los hombres… Una mujer con el corazón tan frio que pareciera de roca, una roca que había sufrido el peor castigo de la vida… El castigo, de dejar la luz y entrar en la oscuridad del odio y la ira.
-----[Fin Flash Back 3]------
Naruto seguía golpeando el abdomen de Sasuke que ya se notaba estaba más mellado que su rival rubio. No fue hasta que este gracias a sus reflejos que pudo golpear consecutivamente la cara de Sasuke que lo aventó de nuevo a la pared causando que se diera en ella y callera al suelo desplomado e inconsciente. Haciendo así que Naruto por fin ganara su pelea contra el miserable pirata violador. Con el rostro lleno de moretones y heridas abiertas por el combate que había tenido, giro su miraba hacia Sakura que lo miraba fijamente como temiendo que a hora él fuera quien quisiera hacerle daño.
-¿Estás bien?- pregunto el rubio con cautela al ver el estado catatónico de la pobre capitana.
-¡¡¡Aléjate!!!- grito ella con un claro terror en su voz que se hacía presente en aquellas palabras que había evocado.
-Está bien… Iré a llamar a tus hombres para que vengar por este miserable-
Naruto se encamino a la puerta del camarote pero antes de que pudiera salir una suave y tersa mano que le erizo la piel le detuvo.
-Por favor… No te… Vallas- pidió ella, Sakura, la misma que había gritado aterrada hacia unos instantes que se alejara de ella.
Naruto volviendo a obedecer las "ordenes" de la frágil capitana se encamino a ella y con ternura la cubrió entre sus brazos.
-Shhh… Shhh… Aquí estoy, ese maldito nunca volverá a intentar algo contigo- decía Naruto abrazando a Sakura que lloraba desconsolada en el pecho de este. Sin saberlo ella se comenzaba a sentir segura y tranquila entre esos brazos que anhelantes de ayuda y ternura la estrujaban más y más intentando alejarla de todo mal y peligro.
-Perdóname… Snif… -
-Shhh… Calla… No es momento para pedir perdón… Solo deja que tu corazón llore y se desahogue-
El rubio la aferraba más a su cuerpo, no quería dejarla ir, tan frágil, tan vulnerable, tan desprotegida. Sentía como su corazón latía con fuerza pero no era por la intensa pelea que se le agitaba así el corazón, era por otra cosa, era tal vez por tener a Sakura tan cerca de él y en ese estado tan malo. No sabía porque, pero lo sabía, a partir de ese día quería seguir a su lado y protegerla de todos y de todo.
-"No sé porque estoy así… Pero lo único que quiero y se, es que… ¡Yo quiero protegerte, furia roja!"-
Naruto pensaba incansablemente en eso, quería protegerla, no sabía por qué pero así lo sentía, tanto su mente como su corazón se lo decían, el quería sacar a Sakura de esa oscuridad en la que estaba y el primer paso para ello era estando cerca de ella… Pero… ¿Lo lograra?
Próximo capitulo: La operación Alba ¡inicia!
Capitulo 5: De la oscuridad a la luz
-¡¡¡Nunca creí que un "hombre" como tú fuera tan cobarde como para atreverse a violar a una mujer!!!-
-¡¡¡Cállate la maldita boca…!!! ¡¿Como osas interrumpir mi venganza?!-
-¡¿Venganza…?! ¡Eso, no es venganza, es una por quería que solo los peores seres humanos harían!-
La discusión seguía, ambos rivales a la espera del movimiento del otro. Mientras que Sakura estaba aun llorando, sumida en el más profundo caos y miedo, como pudo se desato sus demás extremidades y como temiendo que un maldito canalla volviera a intentar hacerle algo, se acorralo así misma en la esquina más alejada de aquella cama de la cual con sus sabanas se cubría su cuerpo que presentaba arañazos, moretones y la asquerosa saliva de aquel que estaba a punto de violarla.
-Na-Na-Na… Naruto… -*sollozo*sollozo*- la chica susurraba el nombre del hombre que la había salvado de su depredador. Quería ser protegida tal y como aquella funesta ocasión lo necesito con todo su corazón.
-----[Flash Back 1]------
Fragmento de la Infancia de Sakura: Suna, al oeste de Konoha, 203 kilómetros de Inglaterra.
Una sonriente niñita de 7 años de edad jugaba en la playa junto a sus amigas de la infancia de entre las cuales resaltaba Ino la cual fue y era su única y mejor amiga, casi su hermana.
-¡Sakura!- gritaba contenta la rubia ayudaba a su amiga a construir un castillo de arena.
-Ino… Cuando sea grande, seré una princesa y tendré un castillo de verdad… ¡Y me casare con un príncipe…! ¡Como en los cuentos que mi mami me cuenta!- decía la pequeña peli rosa sonriendo mientras acomodaba mas y mas arena para su castillo.
-jajaja Boba… ¡No puedes ser princesa!- le respondía la pequeña Ino con un pequeño puño de arena en sus manos.
-¿Por qué no…? ¡Mi mami dice que soy una princesa!-
-Debes de haber nacidos en un castillo, tus papás deben de ser reyes para que tú seas una princesa-
-¡Soy una princesa!-
-¡No lo eres!-
-¡Que sí, soy!-
-¡Que no!-
Las pequeñas comenzaron a discutir mientras a la distancia dos mujeres las observaban.
-¿L a pequeñita peli rosa es tu hija…? Mebuki- pregunto una de las mujeres.
-Sí, señora Kushina… No sabe cuánto le agradezco el apoyo que nos ha dado… A mí y a mi niña-
-No es nada, sabes que siempre te he considerado como una hermana no… Además sin ti nunca hubiera conocido a Minato en aquel barco-
-Es verdad, mi señora… ¿Como esta su familia?- preguntaba la mujer que por nombre tenia Mebuki
-Bien, gracias a dios… Naruto ya tiene 6 años, es todo un diablito no se queda quito… Mi pequeña Karin se la pasa peleando con el jeje… Y mi Gaara, el ha estado muy enfermito, Minato ha estado consiguiendo dinero para poder curar a nuestro niño y que no se nos muera-
-Ya verá señora, su pequeño estará bien… -
-Dios te oiga Mebuki, dios te oiga-
-Bueno venga, déjeme presentarle a mi niña, sin usted ella no estaría en este mundo-
Luego de ese comentario por parte de Mebuki, las dos adultas caminaron hasta llegar junto a las dos pequeñas que seguían jugando en la arena y que había dejado de pelear por el tema de las princesas.
-Sakura…- su madre le llamo, haciendo que la niñita de ojos verdes volteara emocionada hacia el lugar de donde provenía aquella voz tan hermosa y que desprendía la confianza y seguridad que solo la voz maternal tenia.
-¡Mami, mami!-
Sakura corrió feliz a los brazos de su madre que la recibió con mucho afecto.
-Mami, dile a Ino que si soy una princesa- la pequeña hizo una mueca graciosa lo que provoco unas cuantas risas entre las mujeres.
-Las dos son una hermosas y preciosas princesas- decía Kushina mirando a la encantadora hija de su amiga Mebuki.
-¿Y usted quién es?- preguntaba curiosa la peli rosa al ver a la simpática pelirroja.
-¡Mucho gusto! Mi nombre es Kushina… Pero si gustas solo llámame Kushi… jeje-
La pequeña peli rosa comenzó a examinar a la mujer en cuestión.
-¡Hola señora Kushi!- saludaba Ino que al parecer ya conocía a la madre de Naruto.
-Hola Ino… ¿Como esta tu papá?- pregunto la Uzumaki agachándose para quedar a la misma altura que la niña rubia.
-Bien, gracias, solo que seguimos por mi mamita-
-Lo sé, lo sé, tan pequeña y ya perdiste a tu madre… Pero sabes que…- Kushina intentaba animar a la niña que empezaba a entristecerse.
-¿Qué?-
-Ella siempre va estar para ti… Desde el cielo te mira y te cuida…-
-¿De verdad?-
-Así es… -*abrazo*-
La oji azul y Kushina se abrazaron para reconfortarse mutuamente. Mebuki y Sakura solo miraba la fraternal muestra de cariño y apoyo.
-¡Gracias, señora Kushina!- la pequeña Ino se alejo de la señora Namikaze.
-¿Y como está Kizashi?- pregunto Kushina a su amiga que seguía teniendo entre sus brazos a su hija peli rosa.
-Muy mal… Cada vez está peor… No deja de beber y fumar tabaco… Incluso me amenazo con llevarse a mi hija si seguía insistiéndole para que dejara su gusto por el aguardiente y el tabaco- decía desconsolada la mujer, por culpa de las adicciones de su esposo.
-Muy mal… ¡Muy mal que lo hace!- Kushina se molesto un poco con el esposo de Mebuki y padre de Sakura que desde que su hermano murió en la conquista de América, el hombre se escondió en la bebida para no pensar en su familia y en especial con ese hermano muerto.
-¿Mami?- llamo Sakura su madre.
-¿Si hija? ¿Qué quieres?-
-¿Me ayudas a construir un castillo de arena?-
-jeje ¡Claro que sí, mi tesoro!-
Mebuki bajo a su hija de nuevo a la arena, en la cual la mujer rubia se poso de rodillas sobre esta para ayudar a su princesa a hacer el tan anhelado y ansiado castillo. Kushina miraba con ternura a las dos niñas (Sakura e Ino) junto a Mebuki. La mujer pelirroja había estado en una situación similar con sus hijos Naruto y Karin en una de las playas de su pueblo, ósea, Konoha.
-Sabes… -dijo la Uzumaki llamando a Sakura, la cual tímida levanto la mirada para ver a la mujer de intensos cabellos rojos.
-¿Eh?-
-Tú y mi hijo Naruto… Serian muy buenos amigos, Sakura- eso lo terminaba de decir Kushina con una reluciente y despampanante sonrisa.
Sakura también sonreía al igual que Mebuki e Ino que rápidamente se contagiaron de la buena "vibra" de Kushina que también se unía al equipo de construcción de castillos de arena para princesas.
-----[Fin Flash Back 1]------
Una, dos, tres fueron los intentos de Sasuke por darle con su mortífera espada, aun rubio Naruto que esquivaba con dificultad dichas estocadas vengativas y cargada de una sed de muerte y sangre.
-*jadeo*- ¡Pelea como los hombres, maldita escoria!- Naruto hablaba mientras esquivaba estocada, tras estocada de un Sasuke que comenzaba a desesperarse por que aun no había cumplido su cometida de matar al rubio y a Sakura.
-¡¡¡Cállate!!!-
Sasuke gritaba lleno de ira roñosa y visceral, los gritos de pelea se seguía escuchando en la cubierta donde muy seguro seguirían dando espectáculo y distracción Juugo y Suigetsu. Sakura seguía igual recordando fragmentos de su vida, felices y tristes, alegres y asquerosos… Solo anhelando la protección tan querida y necesitada.
Naruto fue arrinconada contra la pared de madera aun lado de la cama de una aterrorizada y paralizada Sakura que solo miraba de entre las sabanas, el hambre de venganza que el Uchiha expedía, en un arrebato de ira pura el Uchiha estaba seguro de firmar la sentencia de muerte del Uzumaki, lo cual lo llevo a arremeter con todo y con espada por delante corrió hacia Naruto que estaba "entre la espada y la pared" tan y como el dicho popular lo dictaba. Pero Sasuke no se espero un movimiento a última hora de él rubio, dándole una patada en la cara con uno de sus pies descalzos lo cual desequilibro al azabache dándole tiempo de sobra al rubio para hacer que su rival a muerte tirara la espada, el hábil hombre de ojos azules comenzó azotar el abdomen de Sasuke que gemía de molestia y dolor por los golpes que sentía, pero tomo las fuerzas suficientes para asestar un codazo en la espalda del chico rubio, ni uno ni el otro, se rendían, intercambiaban golpes en la cara, en el estomago, las piernas también recibían su justa dosis de dolor mordaz por la golpiza que esos dos se estaban dando el uno al otro.
-¡¡Morirás maldito perro entremetido!!- Sasuke escupía sangre por la boca por los golpes que Naruto le había dado en la cara.
-¡¡No, si antes yo te dejo como dios Cristo…!!- respondía Naruto con ardor puesto que no estaba en mejores condiciones que el Uchiha.
-----[Flash Back 2]------
Sakura y Mebuki se despedían de Ino y de su padre, puesto que este último había recibido una oportunidad de trabajo en el muy famoso invernadero y vivero de Konoha.
-Adiós amiga- decía la pequeña Ino abrazando a Sakura que no paraba de llorar.
-Snif… Adiós… Ino-
-No seas llorona, te escribiré cartas… Además mi papá me prometió que vendríamos una vez al mes para visitar a mis abuelitos y a ti-
-¿De verdad, vendrás a visitarme…? Snif… Snif…-
-¡Por supuesto que si…!-
-Ino, es hora de irnos- dijo el padre de Ino, llamándola.
-Si papá…- la rubia le dio un último abrazo a Sakura antes de despedirse de Mebuki y se subió a la carreta donde ya su padre tenía el equipaje para su viaje.
Las pequeñas se despedían con tristeza, después de todo eran amigas incondicionales, muy incondicionales.
-----[Fin Flash Back 2]------
La sangre cubría alguna que otra cosa de la habitación de Sakura, Naruto estaba encima del Uchiha que sufría las consecuencias de su cobarde acto, estaba siendo terriblemente golpeado en la cara.
-¡Toma esto! -*puñetazo*- ¡Y esto! -*puñetazo*- Naruto tenía los nudillos al rojo vivo por la cantidad de sangre que Sasuke soltaba por su nariz y la boca. Pero aun así seguía recio a perder, como pudo revirtió la posición y comenzó a ahorcar al rubio que apretaba y enseñaba los dientes en señal de la falta de aire que su cuerpo estaba viviendo…
-¡Mu…! ggrr… ¡¡¡Erete!!!- el Uchiha gruñía mientras apretaba mas y mas el agarre hacia el cuello de su "victima" que estaba apretando con todas sus fuerzas las manos de su agresor que no quería ceder al igual que él. Por fin el rubio con las suficientes fuerzas deshizo el agarre salvaje que Sasuke tenía sobre su cuello aventándolo hacia atrás y tumbándolo seguidamente. Era un forcejeo por saber quién sería el que moriría o viviría uno por la venganza y el otro por proteger a alguien de esa venganza.
-"¡NO! ¡PAPÁ…! ¡POR FAVOR PARA! ¡SOY TU HIJA…! ¡NO PUEDES HACERME ESTO!"- Sakura recordaba con un terror inmenso aquella vez que por poco era víctima de una violación a manos de su propio padre.
-----[Flash Back 3]------
Sakura ya era una joven de 17 años, my hermosa, su amiga Ino ya había regresado con su padre ya hacia unos meses atrás, puesto que el vivero tuvo que cerrar por falta de financiamiento. Las dos chicas sin lugar a dudas eran de las mujeres más cotizadas en Suna, curiosamente como se pensaría ellas no conocían a Shikamaru o a Sai siendo que ese lugar era un gran puerto aduanal que por ende atrajo el desarrollo rápido a la zona y por consecuencia el crecimiento de la población así como las extensiones de la recientemente crecida ciudad portuaria.
-¡Sakura…! Vamos a la playa un rato- decía Ino a su amiga que se había vuelto un poco introvertida por los problemas que constantemente estaban teniendo sus padres, riñas, peleas incluso su padre había llegado a golpear a Mebuki en más de una ocasión.
-¡Haay! ¡Como enfadas Ino!- replicaba la chica peli rosa al sentirse acosada por su amiga rubia.
-Hay que celebrar que "la furia rosa" pronto conocerá al hijo mayor de los Namikaze- Ino sonaba picara y burlesca, haciendo que Sakura se ruborizara.
-¡Cállate! ¡Tonta! ¡¿Por qué voy a celebrar que voy a conocer a un chico?!-
-Porque desde que la señora Kushina te platico como era él, te la pasas suspirando y esperando a que la familia Namikaze venga de visita para conocerlo en persona jiji- seguía burlándose la chica de mirada celeste.
-¡Estás loca…! Pero… Está bien, lo admito tengo curiosidad por saber cómo es ese chico Naruto… Pero no por eso voy a estar tal y como tú me describes… Cerdoñia-
-Tsk… Ya vas a empezar con tus apodos… -
-jejeje- Sakura reía al ver que los apodos que le tenía a Ino había cumplido su objetivo: fastidiarla.
-Bueno ya es tarde, creo que debo irme a casa, antes de que papá se ponga histérico… y mas con lo de los piratas que andan muy activos por la costa en estas semanas- decía Ino parándose del asiento en donde estaba las dos señoritas.
-Tienes razón, Ino, yo también ya me voy… Ya es tarde, mamá debe estar preocupada-
Las dos mujeres se dieron un último abrazo y después de despedirse cálidamente, ambas partieron rumbo a sus casas. La peli rosa iba tan pedida en las palabras de Ino que no se había percatado que ya había llegado a su casa, pero fue cuando un sonido la distrajo sonaba como platos de barro que chocaban contra el suelo haciendo que estos inevitablemente se rompieran.
-¡Mamá!- dijo apresurada Sakura que entraba lo más rápido que podía a la casa de madera.
Al entrar miro como su padre golpeaba salvajemente a su esposa, mientras que estas solo estaba quieta en el suelo intentando en vano cubrirse con manos. Sakura sin pensarlo se arrojo en contra de su padre para intentar quitárselo de encima a una muy golpeada Mebuki.
-¡¡¡Papá!!! ¡¡¡Déjala!!!- gritaba Sakura en un intento de evitar que Kizashi siguiese golpeando de manera cobarde y déspota a su esposa que ya hacia tirada en el suelo producto que la brutal paliza que estaba recibiendo. El hombre estaba borracho así que era un poco entendible su estado pero eso nunca justificaría las salvajadas que casi siempre le hacía a su esposa.
-¡¡¡Su-Suéltame, maldita ramera…!!!-
Kizashi cegado por la ira y la aguardiente que había ingerido en la taberna del pueblo, aventó a Sakura contra la pared, causando que esta quedara desorientada brevemente.
-¡¿Así que te gusta que sea brusco contigo, Sakura?!- Kizashi se acerco a su hija y la tomo con fuerza de unos de sus brazos, la comenzó arrastrar por la casa hasta llega una habitación de la misma, con fuerza y urgencia la arrojo a la cama y comenzó a desgarrar las ropas de esta, con pericia y ceguera. Sakura un afectada por el golpe, empezaba a sollozar sin entender la rapidez y el por qué de los actos que estaba viviendo. El desgraciado aun sostenía en una de sus manos una botella de vidrio medio rota por los golpes que le había dado a Mebuki con esta.
-¡¡¡PAPA…!!! ¡¡SUELTAME!!- Sakura comenzaba a ser víctima del pánico.
-Ni en tus sueños querida, mía -*risa*- Vaya, vaya… Con que razón todos los escuincles del pueblo quieren meterse contigo entre las sabanas de una cama- el hombre apreciaba con lujuria el cuerpo de su hija que se retorcía para zafarse del agarre que este estaba ejerciendo sobre ella para evitar que escapara.
Kizashi fuera de sí en su plenitud acerco sus sucios labios a los de su hija que no entendía como su padre podía llegar a los extremos de querer violar a su propia hija… ¡Su propia hija!
-*llanto*- ¡¡¡NO!!! ¡¡¡DETENTE POR FAVOR…!!! ¡¡¡TE LO RUEGO!!! -*llanto*-
-*risa*- ¡Hoy dejaras de ser una niña para convertirte en mi mujer, Sakura! -*risa*-
Cada prenda de la peli rosa era arrancada con impetuosa intranquilidad de su cuerpo, la chica estaba temblando, estaba perdida, en su cabeza estaban en ese mismo momento una confrontación el odio, el dolor, el temor, la ira y demás emociones que pudiese sentir en esos asfixiantes momentos.
-¡¡¡Kizashi!!! ¡¡¡Suéltala!!!- Mebuki aun con pocas fuerzas arremetió en contra de su marido que besuqueaba de manera lasciva el cuello y rostro de Sakura que seguía llorando sin parar y completamente a merced de aquel que era su padre y su verdugo en esos momentos.
-¡Suelta…! ¡¡¡Me arruinas el momento, estúpida!!!- el hombre de cabellera rosada canosa soltó a Sakura para encarar a su esposa, a la cual en un nuevo arrebato de ira, le propino un tremendo puñetazo en la cara dejando inconsciente a la pobre mujer, Sakura aprovechando el descuido de su asqueroso padre, tomo la botella que este dejo en el suelo y con ira la quiebro dejando ver un arma letal con la cual deseaba matar, en efecto, con alevosía la peli rosa comenzó a apuñalar por la espalda a Kizashi, cayó al suelo desangrado pero la chica al sentirse completamente furiosa y llena de ira, continuo arremetiendo el tan mortal vidrio que sostenía en contra de la persona que era y fue su padre. No se detuvo hasta que se canso, tiro el objeto con el cual acababa de cometer el parricidio y en una esquina de aquel cuarto en el cual había matado por primera vez, siguió llorando mientras miraba el cuerpo inerte de su potencial violador, su madre también seguía inconsciente, sin aparente vida.
La chica salía de la casa con la mirada perdida, sus ropas estaban ensangrentadas y desgarradas por el ataque que había dado y recibido, se abrazaba a sí misma, buscaba con la mirada hacia donde correr, hacia donde huir de esa pesadilla que había comenzada desde que había llegado a su casa, esa en la cual ella ya no estaba dispuesta a quedarse un minuto o un segundo más. Recordaba con nauseas y asco las manos callosas de su padre. Explorando con descaro el cuerpo de la misma mujer a la que él había engendrado 17 años atrás. Ese día había muerto Sakura, conocida por sus amistades como la "furia rosa" ese día había nacido Sakura la "furia roja" solo para vengarse y repudiar a los hombres… Una mujer con el corazón tan frio que pareciera de roca, una roca que había sufrido el peor castigo de la vida… El castigo, de dejar la luz y entrar en la oscuridad del odio y la ira.
-----[Fin Flash Back 3]------
Naruto seguía golpeando el abdomen de Sasuke que ya se notaba estaba más mellado que su rival rubio. No fue hasta que este gracias a sus reflejos que pudo golpear consecutivamente la cara de Sasuke que lo aventó de nuevo a la pared causando que se diera en ella y callera al suelo desplomado e inconsciente. Haciendo así que Naruto por fin ganara su pelea contra el miserable pirata violador. Con el rostro lleno de moretones y heridas abiertas por el combate que había tenido, giro su miraba hacia Sakura que lo miraba fijamente como temiendo que a hora él fuera quien quisiera hacerle daño.
-¿Estás bien?- pregunto el rubio con cautela al ver el estado catatónico de la pobre capitana.
-¡¡¡Aléjate!!!- grito ella con un claro terror en su voz que se hacía presente en aquellas palabras que había evocado.
-Está bien… Iré a llamar a tus hombres para que vengar por este miserable-
Naruto se encamino a la puerta del camarote pero antes de que pudiera salir una suave y tersa mano que le erizo la piel le detuvo.
-Por favor… No te… Vallas- pidió ella, Sakura, la misma que había gritado aterrada hacia unos instantes que se alejara de ella.
Naruto volviendo a obedecer las "ordenes" de la frágil capitana se encamino a ella y con ternura la cubrió entre sus brazos.
-Shhh… Shhh… Aquí estoy, ese maldito nunca volverá a intentar algo contigo- decía Naruto abrazando a Sakura que lloraba desconsolada en el pecho de este. Sin saberlo ella se comenzaba a sentir segura y tranquila entre esos brazos que anhelantes de ayuda y ternura la estrujaban más y más intentando alejarla de todo mal y peligro.
-Perdóname… Snif… -
-Shhh… Calla… No es momento para pedir perdón… Solo deja que tu corazón llore y se desahogue-
El rubio la aferraba más a su cuerpo, no quería dejarla ir, tan frágil, tan vulnerable, tan desprotegida. Sentía como su corazón latía con fuerza pero no era por la intensa pelea que se le agitaba así el corazón, era por otra cosa, era tal vez por tener a Sakura tan cerca de él y en ese estado tan malo. No sabía porque, pero lo sabía, a partir de ese día quería seguir a su lado y protegerla de todos y de todo.
-"No sé porque estoy así… Pero lo único que quiero y se, es que… ¡Yo quiero protegerte, furia roja!"-
Naruto pensaba incansablemente en eso, quería protegerla, no sabía por qué pero así lo sentía, tanto su mente como su corazón se lo decían, el quería sacar a Sakura de esa oscuridad en la que estaba y el primer paso para ello era estando cerca de ella… Pero… ¿Lo lograra?
Próximo capitulo: La operación Alba ¡inicia!
NaruSannin- Genin
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Re: Más Allá del cielo y del mar [+18][Capitulo 7: Odiar o amar -Parte 1-][25/10/2016]
El final es tan hermoso y tubos mucha accion, es muy triste lo que le paso a sakura pero el corazón se cura con amor, espero el siguiente capitulo con entusiasmada.
Re: Más Allá del cielo y del mar [+18][Capitulo 7: Odiar o amar -Parte 1-][25/10/2016]
Que hermoso final para el capi... Pobre sakura T.T espero y naruto logre sacar todo el dolor y odio que siente y llenarlo de puro amor...espero la contó pronto! Besos*
CerezoIntenso- Chunnin
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Re: Más Allá del cielo y del mar [+18][Capitulo 7: Odiar o amar -Parte 1-][25/10/2016]
excelente capitulo, ya me imagino lo que le ara sakura a sasuke cuando ella se recupere no la tendrá fácil sasuke le dieron una paliza y me aguanto lo que le ara sakura jajajajajajajajajajajajajajajaja espero conti
Más allá del cielo y del mar[+18][Capitulo 6: La operación alba ¡Inicia!][05/08/2016]
Hola tal vez ni se acuerdan de este fic, lo bueno es que aun no me han cerrado jeje. Pero bueno por estar ocupado con los otros desplace a este, pero intentare terminarlo lo más rápido que pueda para que no corra riesgo de ser cerrado. Bueno sin añadir gran cosa, disfruten del cap, hasta pronto y adiós.
Capitulo 6: La operación alba ¡Inicia!
Sakura seguía llorando entre los brazos de Naruto que la aferraba con fuerza en contra de su pecho, Sasuke como se esperaba aun estaba inconsciente y cubierto de sangre producto de la paliza que había recibido por un furioso rubio. Fuera del camarote regresaban Yaiko y Konan después de ver como ese tal Juugo dejo en muy mal estado a Suigetsu a las primeras de cambio, no cabe decir que se sorprendieron muchísimo al ver que el rubio prisionero que dejaron en el pasillo no estaba y mas sorpresivo era el hecho de ver la puerta del camarote de la capitana tirada, con rapidez y demencia entraron al cuarto encontrándose la escena descrita momentos atrás: Una Sakura llorosa siendo abrazada por el rubio y un Sasuke sin conciencia cubierto de sangre además sin ropa de la cual solo tenía su ropa interior.
-¡Capitana…! ¡¿Qué paso aquí?!- pregunto Yaiko al ver la situación que claramente se había presentado en aquel cuarto.
-¿Que paso aquí…? ¡Te voy a decir que paso…! ¡Ese hijo de puta por poco y lastima a su capitana…! ¡Eso paso!- respondió alterado el rubio, no quería que nadie se acercara a Sakura por su seguridad de ella y la de quien se atreviera hacerle daño.
-No puede ser… -Yaiko miraba sin entender a Sasuke tendido en el suelo de madera -¡Este canalla!- después de decir aquello el hombre de pelo naranja salió dejando a Konan en el lugar.
-Gra-gracias- dijo muy apenada la pirata.
-¿Eh?-
-Lo que pasa es que Sakura es como una hermana para mí… Me ayudo mucho cuando comenzaba en esto de los piratas… Y además supongo que desde hoy ya no serás un prisionero- volvió a decir la chica de pelo azul con una sonrisa sincera.
-Vamos… Nagato ayúdame- Yaiko volvió junto a otro pirata, el cual al parecer le ayudaría a llevarse a Sasuke de ahí.
-Por favor quiero estar sola…-
Sakura por fin hablaba limpiándose las lagrimas de sus ojos miro con tristeza a sus hombres y después con una clara cara de asco miro al cretino que estuvo a punto de violarla. No obstante con una mirada completamente opuesta miro al chico que la había salvado.
-Solo… Quédate tu… ¿Si?- la chica volvía a ver al inconsciente violador -Y tu, cuando te despiertes de espera una muerte dolorosa… ¡Maldito!-
-S… Si- el rubio respondió perdido en la mirada triste y llorosa de Sakura.
Los dos hombres obedecieron las ordenes de la peli rosa, que seguía abrazada de Naruto el cual ya un poco más controlado se comenzaba apenar por la chica, más que nada por él como estaban. Una vez solos Naruto se libero de los brazos de la chica y con vergüenza clara en el rostro se giro, puesto que la pobre mujer de cabellos rosas estaba completamente desnuda, bueno las sabanas le tapaban su frágil cuerpo pero eso no quitaba el hecho de que el rubio notara su desnudes cuando la libero.
-Creo… Creo que te debo una disculpa, Naruto- dijo Sakura cubriéndose aun más su cuerpo con las sabanas de la cama.
-¿Por qué?- el chico no entendía el por qué de aquella disculpa por parte de la oji jade.
-En primer lugar por haberte secuestrado, en segunda por haberte tratado como a un perro y tercera por… Por no haber sido mejor persona contigo-
-Es verdad que debería odiarte…-
-Y no te culpo si lo haces- Sakura interrumpió al chico.
-Pero… No puedo hacerlo… No sé porque siento que tú y yo nos conocemos de alguna parte-
-¿A sí?-
-No importa a hora lo que realmente importa es que tu estés bien… ¿Ese desgraciado te alcanzo hacer algo, te lastimo?-
-No, gracias a ti, no consiguió lo que quería…-
-Al igual que no lo consiguió tu… ¿Padre?-
La chica se quedo pasmada al escuchar al rubio que al parecer había escuchado lo que decía la pobre entre gritos.
-Me… ¿Me escuchaste?-
-*suspiro*- Lo hice sin querer, lo siento… Al parecer has sufrido mucho-
La peli rosa retornaba en llanto pero fue calmada al sentirse rodeada de nuevo entre los brazos de aquel chico que la protegió del mal y de una tragedia mayúscula.
-Shhh… Shhh… Tranquila… No dejare que nadie te lastime, te lo prometo, de por vida, de veras-
-Gra-gra-gracias, por per-per-donarme-
El abrazo que compartían estaba lleno de seguridad y confort para la chica pero para el chico tenerla tan cerca aceleraba su ritmo cardiaco, se apenaba y ruborizaba además se le había metido en la cabeza los labios rosas de la chica que por alguna razón y solo una al estar cerca de ella se sentía temeroso pero a la vez feliz, raramente feliz.
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Óbito ya hacia frente a un hombre de largo pelo negro y con un atuendo muy portentoso además en uno de sus dedos se dejaba ver un caro anillo de oro y rubí con el característico emblema de la familia Uchiha.
-¿Así que, Hashirama y su adorada hija perdida fueron a verte?- pregunto aquel hombre parándose de donde estaba sentado.
-Tal y como le he dicho tío Madara… Al parecer intentan buscar al nieto de Hashirama y muy probamente su heredero-
-¿Qué opinas, tu?- pregunto Madara a Óbito que le miraba atentamente.
-¿Qué, que opino…? Bueno considerando el creciente mercado de esclavos estoy seguro que fue raptado por piratas-
-¿Piensas en alguien en concreto?- volvió a interrogar Madara con una maliciosa sonrisa.
-Si… En esa perra de Sakura- Óbito desprendió de repente ira, rabia, rencor al nombrar aquel nombre, al parecer él y furia roja ya se habían conocido y por la forma en que el Uchiha la nombro no estaba en una alta estima por parte de este.
-¿Aun le guardas rencor a esa chica, Óbito?-
-Nunca olvidare lo que me hizo… ¡Lo que nos hizo a los Uchiha!-
-No olvides que gracias a ella, estás en tu puesto actual… Además gracias a la "desaparición" de mi muy adorado sobrino Sasuke yo puedo hacer lo que quiera con Itachi y Fugaku, ambos padre e hijo son unos idiotas…-
-Pero se olvida de la traición que nos hizo primero me embauco a mí, me enamoro para después apuñalarme… Y luego ínsito a Sasuke para que nos traicionara… ¡Lo único que quiero es vengarme de esa cualquiera!-
-Todas las infames y desgraciadas desgracias de la familia Uchiha son por ella ¿verdad? jajaja- Madara reía descaradamente.
-No se burle tío… Bien sabe que mi ira está justificada… ¡Nos engaño, robo y después causo que uno de nosotros se largara con ella!-
-Calma, calma, Óbito… Pronto podrás vengarte, claro cuando la encuentres jeje… Mejor cuéntame… ¿Cómo está la adorable Kushina?- Madara hacia aquella pregunta mientras en una copa se serbia un poco de whisky seco.
-¿Por qué pregunta, tío Madara…? ¿Creí que ya no le interesaba esa mujer?-
-Quiero saber si sigue igual de hermosa y vivas del mismo modo en que la recuerdo-
-Pues siéndole sincero, sigue siendo una mujer muy hermosa la verdad…-
-Me alegra escuchar eso… Aun recuerdo el ridículo que me hizo pasar… -*suspiro*- Pero bueno es imposible estar molesto con una mujer así, tan terca, con un carácter digno de una guerrera… Creo que iré a visitar a mi amigo Hashirama para verla otra vez-
-Aun… ¿Aun siente algo por ella?-
-No… Lo único que deseo es hacerla mía… Humillarla al igual que lo hizo conmigo cuando me rechazo en matrimonio… Humillarla de la misma manera cuando me entere que me rechazo por un vulgar y mugroso pescador… ¡A mí! ¡A Madara Uchiha…!-
Por la ira que el peli negro comenzó a sentir lanzo la copa hacia el piso la cual inevitablemente se rompió en pedazos por el contacto con el duro piso de piedra.
-Cálmese por favor- hasta Óbito se ponía un poco incomodo al ver que su tío se enfadaba.
-Bien, no importa… ¿Dime, aceptaste el contrato de búsqueda de ese chico llamado, Naruto?-
-Si… Por el precio de 500,000 libras se buscara y rescatara a Naruto Namikaze Uzumaki, heredero de las dinastías Senju y Uzumaki-
-¿Le has cobrado a Hashirama tan poco?-
-Lo hice porque le debemos mucho… ¿A caso no lo recuerda?-
-Sí, sí, él le dio la mano a la familia cuando estábamos al borde de la quiebra… O mejor dicho cuando ustedes estaban en esa situación jaja-
-"A veces me pregunto por qué mi tío es tan mezquino y déspota… Luego me acuerdo de sus desamores y fracasos y se me pasa"- pensó Óbito mirando de medio lado a Madara.
-¿Cuando zarpan?- decía Madara volviendo a servirse whisky en una nueva copa.
-En unas horas… Me disculpa pero tengo que pedirle a al periódico local que comience a dar circulación a los carteles con el rostro del desaparecido… Después le seguiré informando tío-
Después de esas últimas palabras por parte de Óbito este se dedico a salir de la habitación de donde estaba, con el semblante un poco decaído emprendió la caminata hacia donde le había dicho a Madara el cual se quedo bebiendo de su copa.
-"Pronto Kushina… Pronto sabrás lo que es haberme despreciado… Y tus hijos también lo sabrán"- Madara pensaba de una manera tan vengativa que se daba por hecho que algo pasaría y lamentablemente algo muy malo.
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Karin y Gaara estaban sentados en el pasto de uno de los grandes jardines de la mansión de su abuelo. Mito los observaba desde lo lejos, pensando, analizando la situación que se le había presentado.
-"Dios santo… ¿Cómo pudo Hashirama poder recibir a esta gentuza…? Aun que por sus venas corre sangre Uzumaki, pero eso no quiere decir que lo sean"- Mito tenía una manera de pensar muy de acuerdo a las altas esferas de la clase social inglesa, es decir, un pensamiento lleno de perjuicios y supuesta superioridad ante las personas de inferior nivel. En cambio Hashirama era completamente distinto, era una persona amable, diligente, cortes, honrado pero sobre todo era alguien que tenía como creencia que el ocupaba el lugar en donde estaba por la ayuda y apoyo de los demás y eso incluía a sus mozos y trabajadores. Para el no existían las clases sociales, por algo se desenvolvía de una manera asombrosa en la corte inglesa.
Hashirama salía de la gran mansión, con alegría radiante en su rostro observo a su nietos, esos nietos que por asares del destino no pudo ver crecer y estar ahí para ellos, pero eso iba a cambiar pues a hora el mismo destino le brindaba la oportunidad de estar con ellos y su tan adorada hija Kushina, el hombre estaba perdido en sus pensamientos cuando alguien llego aceleradamente.
-¡¿Dónde está?!- decía una mujer alta, de mirada café y un largo y sedoso cabello rubio.
Hashirama voltio a verla rápidamente identificándola, era su hija mayor: Tsunade Senju. Ambos se abrazaron mientras reían, ella se separo rápidamente de él para verle de nuevo.
-¡Papá dime que es verdad, por dios, dime que Kushina ha vuelto por favor!- Tsunade estaba muy emocionada de ver a su hermana menor, su adoración, su pequeña Kushi como ella le decía de cariño.
-¡Jajajaja! ¡Claro que volvió!- Hashirama respondía radiante a las exigencias de su hija mayor.
-¡Entonces dime! ¡¿Dónde está?! ¡¿Dónde está papá, quiero verla?!- Tsunade sonaba muy emocionada y feliz además de posiblemente eufórica, sin perder tiempo entro a la mansión a buscar a su hermana. Hashirama por su parte reía al ver esa escena tan adorable y con tanto sabor a familia, después miro a su nietos que se quedaron observando hacia el por la curiosidad de saber quién era esa mujer que llego casi gritando. Con lentitud camino hacia ellos que lo miraron sin entender por qué su abuelo sonreía felizmente.
-¿Que pasa abuelo?- pregunto Gaara al ver en ese estado de ánimo a su abuelo.
-*sonriendo*-Vengan quiero que conozcan a alguien-*sonriendo*- respondía animado el hombre de pelo negro.
-¿A quién?- a hora era Karin la curiosa
-A su tía Tsunade… jajaja-
Karin se emociono por la noticia mientras que Gaara, bueno, seguía siendo Gaara serio. Haciendo casi a su abuelo los dos chicos comenzaron a caminar siguiendo a Hashirama rumbo a la mansión.
Mientras tanto dentro Tsunade subía las escaleras lo mas rápido que el vestido largo que traía se lo permitiera el por qué, obviamente porque no quería caerse. Una vez en el segundo piso acelero el paso llegado a lo que fue en su tiempo la habitación de Kushina abriéndola de golpe, encontrándose con Kushina que se cepillaba su largo pelo rojo frente al tocador, ambas hermanas se miraron de arriba hacia abajo y en menos de lo que cantaba un gallo ya estaba abrazadas en un rotundo rodeo fraternal.
-¡No puede ser, si, eres tú, mi hermanita!- decía Tsunade abrazando fuertemente a Kushina que le respondía de la misma forma afectiva.
-También me alegra enormemente verte a ti, hermana- Kushina también hablaba con alegría y jubilo en su voz.
Después de unos instantes se separaron y con una enorme sonrisa la primera en hablar fue la hermana mayor, ósea, Tsunade.
-Tienes que contarme… ¿Dónde has estado? ¿Qué has hecho? ¿Con quién te fuiste de aquel barco? ¿Estás casada?¿Tienes hijos?- Tsunade estaba completamente perdida en realizarle un interrogatorio completo a su hermana.
-Mmm… Tsunade- Kushina hablo como pudo ante las preguntas de su hermana.
-¿Si…?-
-Tranquila, te lo contare todo cuando mires a…- la pelirroja no pudo terminar por que por la puerta entraban Hashirama junto a Gaara y Karin. Tsunade volteaba para mirar a su padre al lado de quienes eran sus sobrinos -Mi hijos, hermana- terminaba de decir Kushina con una sonrisa sincera.
-E… ¡¿Ellos son… Son tus hijos?!- dijo sorprendida la mujer mirando a los dos pelirrojos.
-Hola, tía…- dijo tímidamente Karin mirando la reacción de Tsunade que los miraba con su boca semi abierta por la impresión.
Tsunade se abalanzo en contra de sus sobrinos abrazándolos a los dos entre sus brazos, entre quejas por Gaara por lo apretado que estaba hasta llanto y alegría por parte de Karin conformaron el abrazo entre la tía y sus sobrinos, la alegría rebosaba en aquella habitación cuando un mozo de la casa irrumpió, tocando la puerta para no interrumpir al entrar.
-Disculpe la molestia, señor, pero el señor Óbito le ha enviado esta carta- decía el mozo fuera de la puerta la cual inmediatamente atendió Hashirama.
-Perdónenme, a hora vuelvo- decía el Senju saliendo de la habitación y tomando en recado que el mozo traía -Gracias, John puedes retirarte- decía mirando a su mozo.
-Gracias, señor- respondía este retirándose.
Hashirama abría el sobre con impaciencia pues intuía que decía algo importante, una vez fuera comenzó a leer.
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Carta de Óbito:
--Espero que goce de buena salud y ánimo, señor Hashirama, se preguntara porque le envió esta carta, la razón es para comunicarle que la operación alba a iniciado ya, haciéndome a la mar junto un escuadrón de regimiento de más de 200 hombres en 3 grandes barcos de tipo A también le comunico de manera gratificante que los anuncios han comenzado a circular en la capital y toda Inglaterra para dar con el paradero de su nieto, Naruto Namikaze Uzumaki, heredero de las dinastías Senju y Uzumaki. Como punto final de esta carta le informo que hare todo lo necesario para encontrar, rescatar y regresar con la mayor seguridad y salvedad a su nieto. Le deseo un buen día y siempre al pendiente de novedades--
Comandante supremo de la guardia privada de Inglaterra: Óbito Uchiha. Al día 04 de septiembre de 1581.
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-Así que ya empezó, gracias Óbito- Hashirama respiraba más tranquilo al leer que ya se había empezado la empresa de localizar, encontrar y salvar a su nieto, Naruto. Fue cuando alguien llamo a la puerta de la mansión, la cual rápidamente atendía una sirvienta.
-¿Buenos días, se encuentra el señor Hashirama?- decía una voz conocida para el hombre mencionado pues estaba bajando las escaleras para ver quién era.
-Que sorpresa, señor Madara ¿Para qué decía ver al señor Hashirama?- pregunto la sirvienta con respeto y cortesía.
-Gracia Lilian, yo atiendo al señor- decía Hashirama mirando a Madara.
-Sí, señor como ordene, con permiso- la sirvienta se retiraba rápidamente mientras Hashirama se acercaba a Madara.
-Es un gusto tenerlo en mi casa- decía cortésmente Hashirama.
-No, el gusto es mío, poder visitarle a usted…-
En eso Kushina y Tsunade además de Gaara y Karin bajaban por las escaleras encontrándose con los dos hombres conversar más abajo.
-jajajaja Papá podrías…- Kushina se quedo helada al ver a Madara, a ese mismo hombre que había rechazado hacia años.
-Así que los rumores eran ciertos- comento Madara con una sonrisa sínica.
-¿Rumores?- pregunto sin entender Hashirama.
-Que la bella y tierna Kushina había vuelto- termino de hablar Madara.
-Sí, volví y… -Kushina no sabía que decir, pues sin explicarlo se había quedado sin palabras al verlo.
-Me alegro por la familia, sobre todo por usted Hashirama, tengo entendido que eran muy unidos antes de… Ejem…-
-¡Sí, sí, muy unidos!- Tsunade hablo apresuradamente para aliviar tensiones las cuales estaban siendo claramente provocadas por el Uchiha.
En eso Mito entraba a la casa, topándose con la "reunión" entre sus dos hijas, su esposa y el recién llegado.
-¡Que gusto, señor Madara…!- Mito caminaba deprisa para brindarle un abrazo de bienvenida al mencionado, el cual respondió de la misma forma -¿Qué lo trae a nuestra casa?- Mito pregunto dejando de abrazar al hombre de peli largo.
-Bueno, vine a ver a su esposo, querida señora Mito pero al parecer me tope con personas conocidas- respondía a secas Madara que no dejaba de ver a Kushina la cual se sentía incomoda por la mirada de este.
-¡Oooh Si, mi hija! ¡Mi tan adorada hija ha vuelto, veras que estoy rebosante de alegría y felicidad!- el descaro y cinismo de las palabras de Mito desconcertaron a Kushina y molestaron mucho a Hashirama que la miro muy molesto.
-Se puede ver, con esa radiante sonrisa que tiene mi señora… "Estúpida vieja, quien te la puede creer"-*sonrisa*- Madara decía algo totalmente distinto a lo que pensaba, muestra de que tramaba algo.
-Bueno, pasa, pasa, estás en tu casa, Madara… Venga vamos al comedor- Mito tomo del brazo a Madara que se dejo guiar hasta el vasto comedor de la familia, rápidamente ordeno a los mozos y sirvientas que prepararan un pequeño aperitivo para comer y charlar. Mito caminaba hacia la cocina para ver cómo iba la preparación de los alimentos cuando fue interceptada por Hashirama.
-¿Que pretendes, Mito?- fue lo único que dijo el hombre mirando por encima de su hombro a su esposa.
-¿Qué? ¿A qué te refieres?- respondía la peli roja dando a entender que no había entendido la pregunta de su esposo.
-No me creas tonto… Primero te enfureces con la huida de Kushina, después ella vuelve y la sigues repudiando y a hora solo se presenta Madara en la casa y Kushina vuelve a ser tu adoración…- Hashirama hablaba un poco forzado pues se le había formado un nudo en la garganta por recordar viejos tiempos con su familia.
-Bu… Bueno, me di cuenta que…-
-¡No me digas mentiras, Mito!- Hashirama no la dejo terminar.
-No son mentiras, Hashirama-
-¿Que nos paso, Mito?-
-¿Qué?-
-¿Recuerdas la primera vez que nos vimos…? Nuestros padres habían arreglado un contrato de matrimonio entre tú y yo, éramos dos desconocidos intentando conocerse- Hashirama recordaba esa escena de pasado.
-El señor Madara nos espera- Mito quiso regresarse al comedor pero Hashirama se puso en medio del camino para impedir que esta continuara su aparente huida.
-No, Mito hoy no te escaparas, tal y como lo haces cada que toco el tema… Al principio, solo éramos esposos por ese contrato pero después, después nació el amor entre nosotros- Hashirama hablaba de espaldas a su esposa la cual solo se quedo quieta escuchando a su esposo.
-¿Amor?- Mito dijo aquella palabra en un leve susurro el cual no fue escuchado por el Senju.
-Luego llego Tsunade, Nami… Éramos felices y que decir cuando llego nuestra pequeña pelirroja, pero todo cambio aquel día…- el hombre miraba de nuevo a su esposa, como intentando encararla -¿Qué paso para que cambiaras tanto, Mito? ¿Qué paso entre tú, Kushina e Inari para que dejaras de ser aquella madre amorosa y protectora que eras? ¡¿Qué paso?!-
Mito se quedo muda, pues claramente había pasado algo que la hizo cambiar según Hashirama pero ese algo sería malo o bueno. Aparentemente Kushina también había tenido algo que ver, para que su madre cambiara… ¿Quién sería Inari? y ¿Qué tramaba Madara? Estas preguntas solo empeoraban la situación respecto a Naruto y su desalación, eso era lo único claro en esta historia, pero tampoco había que olvidar que la operación alba había comenzado.
Próximo capitulo: Odiar o amar
Capitulo 6: La operación alba ¡Inicia!
Sakura seguía llorando entre los brazos de Naruto que la aferraba con fuerza en contra de su pecho, Sasuke como se esperaba aun estaba inconsciente y cubierto de sangre producto de la paliza que había recibido por un furioso rubio. Fuera del camarote regresaban Yaiko y Konan después de ver como ese tal Juugo dejo en muy mal estado a Suigetsu a las primeras de cambio, no cabe decir que se sorprendieron muchísimo al ver que el rubio prisionero que dejaron en el pasillo no estaba y mas sorpresivo era el hecho de ver la puerta del camarote de la capitana tirada, con rapidez y demencia entraron al cuarto encontrándose la escena descrita momentos atrás: Una Sakura llorosa siendo abrazada por el rubio y un Sasuke sin conciencia cubierto de sangre además sin ropa de la cual solo tenía su ropa interior.
-¡Capitana…! ¡¿Qué paso aquí?!- pregunto Yaiko al ver la situación que claramente se había presentado en aquel cuarto.
-¿Que paso aquí…? ¡Te voy a decir que paso…! ¡Ese hijo de puta por poco y lastima a su capitana…! ¡Eso paso!- respondió alterado el rubio, no quería que nadie se acercara a Sakura por su seguridad de ella y la de quien se atreviera hacerle daño.
-No puede ser… -Yaiko miraba sin entender a Sasuke tendido en el suelo de madera -¡Este canalla!- después de decir aquello el hombre de pelo naranja salió dejando a Konan en el lugar.
-Gra-gracias- dijo muy apenada la pirata.
-¿Eh?-
-Lo que pasa es que Sakura es como una hermana para mí… Me ayudo mucho cuando comenzaba en esto de los piratas… Y además supongo que desde hoy ya no serás un prisionero- volvió a decir la chica de pelo azul con una sonrisa sincera.
-Vamos… Nagato ayúdame- Yaiko volvió junto a otro pirata, el cual al parecer le ayudaría a llevarse a Sasuke de ahí.
-Por favor quiero estar sola…-
Sakura por fin hablaba limpiándose las lagrimas de sus ojos miro con tristeza a sus hombres y después con una clara cara de asco miro al cretino que estuvo a punto de violarla. No obstante con una mirada completamente opuesta miro al chico que la había salvado.
-Solo… Quédate tu… ¿Si?- la chica volvía a ver al inconsciente violador -Y tu, cuando te despiertes de espera una muerte dolorosa… ¡Maldito!-
-S… Si- el rubio respondió perdido en la mirada triste y llorosa de Sakura.
Los dos hombres obedecieron las ordenes de la peli rosa, que seguía abrazada de Naruto el cual ya un poco más controlado se comenzaba apenar por la chica, más que nada por él como estaban. Una vez solos Naruto se libero de los brazos de la chica y con vergüenza clara en el rostro se giro, puesto que la pobre mujer de cabellos rosas estaba completamente desnuda, bueno las sabanas le tapaban su frágil cuerpo pero eso no quitaba el hecho de que el rubio notara su desnudes cuando la libero.
-Creo… Creo que te debo una disculpa, Naruto- dijo Sakura cubriéndose aun más su cuerpo con las sabanas de la cama.
-¿Por qué?- el chico no entendía el por qué de aquella disculpa por parte de la oji jade.
-En primer lugar por haberte secuestrado, en segunda por haberte tratado como a un perro y tercera por… Por no haber sido mejor persona contigo-
-Es verdad que debería odiarte…-
-Y no te culpo si lo haces- Sakura interrumpió al chico.
-Pero… No puedo hacerlo… No sé porque siento que tú y yo nos conocemos de alguna parte-
-¿A sí?-
-No importa a hora lo que realmente importa es que tu estés bien… ¿Ese desgraciado te alcanzo hacer algo, te lastimo?-
-No, gracias a ti, no consiguió lo que quería…-
-Al igual que no lo consiguió tu… ¿Padre?-
La chica se quedo pasmada al escuchar al rubio que al parecer había escuchado lo que decía la pobre entre gritos.
-Me… ¿Me escuchaste?-
-*suspiro*- Lo hice sin querer, lo siento… Al parecer has sufrido mucho-
La peli rosa retornaba en llanto pero fue calmada al sentirse rodeada de nuevo entre los brazos de aquel chico que la protegió del mal y de una tragedia mayúscula.
-Shhh… Shhh… Tranquila… No dejare que nadie te lastime, te lo prometo, de por vida, de veras-
-Gra-gra-gracias, por per-per-donarme-
El abrazo que compartían estaba lleno de seguridad y confort para la chica pero para el chico tenerla tan cerca aceleraba su ritmo cardiaco, se apenaba y ruborizaba además se le había metido en la cabeza los labios rosas de la chica que por alguna razón y solo una al estar cerca de ella se sentía temeroso pero a la vez feliz, raramente feliz.
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Óbito ya hacia frente a un hombre de largo pelo negro y con un atuendo muy portentoso además en uno de sus dedos se dejaba ver un caro anillo de oro y rubí con el característico emblema de la familia Uchiha.
-¿Así que, Hashirama y su adorada hija perdida fueron a verte?- pregunto aquel hombre parándose de donde estaba sentado.
-Tal y como le he dicho tío Madara… Al parecer intentan buscar al nieto de Hashirama y muy probamente su heredero-
-¿Qué opinas, tu?- pregunto Madara a Óbito que le miraba atentamente.
-¿Qué, que opino…? Bueno considerando el creciente mercado de esclavos estoy seguro que fue raptado por piratas-
-¿Piensas en alguien en concreto?- volvió a interrogar Madara con una maliciosa sonrisa.
-Si… En esa perra de Sakura- Óbito desprendió de repente ira, rabia, rencor al nombrar aquel nombre, al parecer él y furia roja ya se habían conocido y por la forma en que el Uchiha la nombro no estaba en una alta estima por parte de este.
-¿Aun le guardas rencor a esa chica, Óbito?-
-Nunca olvidare lo que me hizo… ¡Lo que nos hizo a los Uchiha!-
-No olvides que gracias a ella, estás en tu puesto actual… Además gracias a la "desaparición" de mi muy adorado sobrino Sasuke yo puedo hacer lo que quiera con Itachi y Fugaku, ambos padre e hijo son unos idiotas…-
-Pero se olvida de la traición que nos hizo primero me embauco a mí, me enamoro para después apuñalarme… Y luego ínsito a Sasuke para que nos traicionara… ¡Lo único que quiero es vengarme de esa cualquiera!-
-Todas las infames y desgraciadas desgracias de la familia Uchiha son por ella ¿verdad? jajaja- Madara reía descaradamente.
-No se burle tío… Bien sabe que mi ira está justificada… ¡Nos engaño, robo y después causo que uno de nosotros se largara con ella!-
-Calma, calma, Óbito… Pronto podrás vengarte, claro cuando la encuentres jeje… Mejor cuéntame… ¿Cómo está la adorable Kushina?- Madara hacia aquella pregunta mientras en una copa se serbia un poco de whisky seco.
-¿Por qué pregunta, tío Madara…? ¿Creí que ya no le interesaba esa mujer?-
-Quiero saber si sigue igual de hermosa y vivas del mismo modo en que la recuerdo-
-Pues siéndole sincero, sigue siendo una mujer muy hermosa la verdad…-
-Me alegra escuchar eso… Aun recuerdo el ridículo que me hizo pasar… -*suspiro*- Pero bueno es imposible estar molesto con una mujer así, tan terca, con un carácter digno de una guerrera… Creo que iré a visitar a mi amigo Hashirama para verla otra vez-
-Aun… ¿Aun siente algo por ella?-
-No… Lo único que deseo es hacerla mía… Humillarla al igual que lo hizo conmigo cuando me rechazo en matrimonio… Humillarla de la misma manera cuando me entere que me rechazo por un vulgar y mugroso pescador… ¡A mí! ¡A Madara Uchiha…!-
Por la ira que el peli negro comenzó a sentir lanzo la copa hacia el piso la cual inevitablemente se rompió en pedazos por el contacto con el duro piso de piedra.
-Cálmese por favor- hasta Óbito se ponía un poco incomodo al ver que su tío se enfadaba.
-Bien, no importa… ¿Dime, aceptaste el contrato de búsqueda de ese chico llamado, Naruto?-
-Si… Por el precio de 500,000 libras se buscara y rescatara a Naruto Namikaze Uzumaki, heredero de las dinastías Senju y Uzumaki-
-¿Le has cobrado a Hashirama tan poco?-
-Lo hice porque le debemos mucho… ¿A caso no lo recuerda?-
-Sí, sí, él le dio la mano a la familia cuando estábamos al borde de la quiebra… O mejor dicho cuando ustedes estaban en esa situación jaja-
-"A veces me pregunto por qué mi tío es tan mezquino y déspota… Luego me acuerdo de sus desamores y fracasos y se me pasa"- pensó Óbito mirando de medio lado a Madara.
-¿Cuando zarpan?- decía Madara volviendo a servirse whisky en una nueva copa.
-En unas horas… Me disculpa pero tengo que pedirle a al periódico local que comience a dar circulación a los carteles con el rostro del desaparecido… Después le seguiré informando tío-
Después de esas últimas palabras por parte de Óbito este se dedico a salir de la habitación de donde estaba, con el semblante un poco decaído emprendió la caminata hacia donde le había dicho a Madara el cual se quedo bebiendo de su copa.
-"Pronto Kushina… Pronto sabrás lo que es haberme despreciado… Y tus hijos también lo sabrán"- Madara pensaba de una manera tan vengativa que se daba por hecho que algo pasaría y lamentablemente algo muy malo.
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Karin y Gaara estaban sentados en el pasto de uno de los grandes jardines de la mansión de su abuelo. Mito los observaba desde lo lejos, pensando, analizando la situación que se le había presentado.
-"Dios santo… ¿Cómo pudo Hashirama poder recibir a esta gentuza…? Aun que por sus venas corre sangre Uzumaki, pero eso no quiere decir que lo sean"- Mito tenía una manera de pensar muy de acuerdo a las altas esferas de la clase social inglesa, es decir, un pensamiento lleno de perjuicios y supuesta superioridad ante las personas de inferior nivel. En cambio Hashirama era completamente distinto, era una persona amable, diligente, cortes, honrado pero sobre todo era alguien que tenía como creencia que el ocupaba el lugar en donde estaba por la ayuda y apoyo de los demás y eso incluía a sus mozos y trabajadores. Para el no existían las clases sociales, por algo se desenvolvía de una manera asombrosa en la corte inglesa.
Hashirama salía de la gran mansión, con alegría radiante en su rostro observo a su nietos, esos nietos que por asares del destino no pudo ver crecer y estar ahí para ellos, pero eso iba a cambiar pues a hora el mismo destino le brindaba la oportunidad de estar con ellos y su tan adorada hija Kushina, el hombre estaba perdido en sus pensamientos cuando alguien llego aceleradamente.
-¡¿Dónde está?!- decía una mujer alta, de mirada café y un largo y sedoso cabello rubio.
Hashirama voltio a verla rápidamente identificándola, era su hija mayor: Tsunade Senju. Ambos se abrazaron mientras reían, ella se separo rápidamente de él para verle de nuevo.
-¡Papá dime que es verdad, por dios, dime que Kushina ha vuelto por favor!- Tsunade estaba muy emocionada de ver a su hermana menor, su adoración, su pequeña Kushi como ella le decía de cariño.
-¡Jajajaja! ¡Claro que volvió!- Hashirama respondía radiante a las exigencias de su hija mayor.
-¡Entonces dime! ¡¿Dónde está?! ¡¿Dónde está papá, quiero verla?!- Tsunade sonaba muy emocionada y feliz además de posiblemente eufórica, sin perder tiempo entro a la mansión a buscar a su hermana. Hashirama por su parte reía al ver esa escena tan adorable y con tanto sabor a familia, después miro a su nietos que se quedaron observando hacia el por la curiosidad de saber quién era esa mujer que llego casi gritando. Con lentitud camino hacia ellos que lo miraron sin entender por qué su abuelo sonreía felizmente.
-¿Que pasa abuelo?- pregunto Gaara al ver en ese estado de ánimo a su abuelo.
-*sonriendo*-Vengan quiero que conozcan a alguien-*sonriendo*- respondía animado el hombre de pelo negro.
-¿A quién?- a hora era Karin la curiosa
-A su tía Tsunade… jajaja-
Karin se emociono por la noticia mientras que Gaara, bueno, seguía siendo Gaara serio. Haciendo casi a su abuelo los dos chicos comenzaron a caminar siguiendo a Hashirama rumbo a la mansión.
Mientras tanto dentro Tsunade subía las escaleras lo mas rápido que el vestido largo que traía se lo permitiera el por qué, obviamente porque no quería caerse. Una vez en el segundo piso acelero el paso llegado a lo que fue en su tiempo la habitación de Kushina abriéndola de golpe, encontrándose con Kushina que se cepillaba su largo pelo rojo frente al tocador, ambas hermanas se miraron de arriba hacia abajo y en menos de lo que cantaba un gallo ya estaba abrazadas en un rotundo rodeo fraternal.
-¡No puede ser, si, eres tú, mi hermanita!- decía Tsunade abrazando fuertemente a Kushina que le respondía de la misma forma afectiva.
-También me alegra enormemente verte a ti, hermana- Kushina también hablaba con alegría y jubilo en su voz.
Después de unos instantes se separaron y con una enorme sonrisa la primera en hablar fue la hermana mayor, ósea, Tsunade.
-Tienes que contarme… ¿Dónde has estado? ¿Qué has hecho? ¿Con quién te fuiste de aquel barco? ¿Estás casada?¿Tienes hijos?- Tsunade estaba completamente perdida en realizarle un interrogatorio completo a su hermana.
-Mmm… Tsunade- Kushina hablo como pudo ante las preguntas de su hermana.
-¿Si…?-
-Tranquila, te lo contare todo cuando mires a…- la pelirroja no pudo terminar por que por la puerta entraban Hashirama junto a Gaara y Karin. Tsunade volteaba para mirar a su padre al lado de quienes eran sus sobrinos -Mi hijos, hermana- terminaba de decir Kushina con una sonrisa sincera.
-E… ¡¿Ellos son… Son tus hijos?!- dijo sorprendida la mujer mirando a los dos pelirrojos.
-Hola, tía…- dijo tímidamente Karin mirando la reacción de Tsunade que los miraba con su boca semi abierta por la impresión.
Tsunade se abalanzo en contra de sus sobrinos abrazándolos a los dos entre sus brazos, entre quejas por Gaara por lo apretado que estaba hasta llanto y alegría por parte de Karin conformaron el abrazo entre la tía y sus sobrinos, la alegría rebosaba en aquella habitación cuando un mozo de la casa irrumpió, tocando la puerta para no interrumpir al entrar.
-Disculpe la molestia, señor, pero el señor Óbito le ha enviado esta carta- decía el mozo fuera de la puerta la cual inmediatamente atendió Hashirama.
-Perdónenme, a hora vuelvo- decía el Senju saliendo de la habitación y tomando en recado que el mozo traía -Gracias, John puedes retirarte- decía mirando a su mozo.
-Gracias, señor- respondía este retirándose.
Hashirama abría el sobre con impaciencia pues intuía que decía algo importante, una vez fuera comenzó a leer.
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Carta de Óbito:
--Espero que goce de buena salud y ánimo, señor Hashirama, se preguntara porque le envió esta carta, la razón es para comunicarle que la operación alba a iniciado ya, haciéndome a la mar junto un escuadrón de regimiento de más de 200 hombres en 3 grandes barcos de tipo A también le comunico de manera gratificante que los anuncios han comenzado a circular en la capital y toda Inglaterra para dar con el paradero de su nieto, Naruto Namikaze Uzumaki, heredero de las dinastías Senju y Uzumaki. Como punto final de esta carta le informo que hare todo lo necesario para encontrar, rescatar y regresar con la mayor seguridad y salvedad a su nieto. Le deseo un buen día y siempre al pendiente de novedades--
Comandante supremo de la guardia privada de Inglaterra: Óbito Uchiha. Al día 04 de septiembre de 1581.
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-Así que ya empezó, gracias Óbito- Hashirama respiraba más tranquilo al leer que ya se había empezado la empresa de localizar, encontrar y salvar a su nieto, Naruto. Fue cuando alguien llamo a la puerta de la mansión, la cual rápidamente atendía una sirvienta.
-¿Buenos días, se encuentra el señor Hashirama?- decía una voz conocida para el hombre mencionado pues estaba bajando las escaleras para ver quién era.
-Que sorpresa, señor Madara ¿Para qué decía ver al señor Hashirama?- pregunto la sirvienta con respeto y cortesía.
-Gracia Lilian, yo atiendo al señor- decía Hashirama mirando a Madara.
-Sí, señor como ordene, con permiso- la sirvienta se retiraba rápidamente mientras Hashirama se acercaba a Madara.
-Es un gusto tenerlo en mi casa- decía cortésmente Hashirama.
-No, el gusto es mío, poder visitarle a usted…-
En eso Kushina y Tsunade además de Gaara y Karin bajaban por las escaleras encontrándose con los dos hombres conversar más abajo.
-jajajaja Papá podrías…- Kushina se quedo helada al ver a Madara, a ese mismo hombre que había rechazado hacia años.
-Así que los rumores eran ciertos- comento Madara con una sonrisa sínica.
-¿Rumores?- pregunto sin entender Hashirama.
-Que la bella y tierna Kushina había vuelto- termino de hablar Madara.
-Sí, volví y… -Kushina no sabía que decir, pues sin explicarlo se había quedado sin palabras al verlo.
-Me alegro por la familia, sobre todo por usted Hashirama, tengo entendido que eran muy unidos antes de… Ejem…-
-¡Sí, sí, muy unidos!- Tsunade hablo apresuradamente para aliviar tensiones las cuales estaban siendo claramente provocadas por el Uchiha.
En eso Mito entraba a la casa, topándose con la "reunión" entre sus dos hijas, su esposa y el recién llegado.
-¡Que gusto, señor Madara…!- Mito caminaba deprisa para brindarle un abrazo de bienvenida al mencionado, el cual respondió de la misma forma -¿Qué lo trae a nuestra casa?- Mito pregunto dejando de abrazar al hombre de peli largo.
-Bueno, vine a ver a su esposo, querida señora Mito pero al parecer me tope con personas conocidas- respondía a secas Madara que no dejaba de ver a Kushina la cual se sentía incomoda por la mirada de este.
-¡Oooh Si, mi hija! ¡Mi tan adorada hija ha vuelto, veras que estoy rebosante de alegría y felicidad!- el descaro y cinismo de las palabras de Mito desconcertaron a Kushina y molestaron mucho a Hashirama que la miro muy molesto.
-Se puede ver, con esa radiante sonrisa que tiene mi señora… "Estúpida vieja, quien te la puede creer"-*sonrisa*- Madara decía algo totalmente distinto a lo que pensaba, muestra de que tramaba algo.
-Bueno, pasa, pasa, estás en tu casa, Madara… Venga vamos al comedor- Mito tomo del brazo a Madara que se dejo guiar hasta el vasto comedor de la familia, rápidamente ordeno a los mozos y sirvientas que prepararan un pequeño aperitivo para comer y charlar. Mito caminaba hacia la cocina para ver cómo iba la preparación de los alimentos cuando fue interceptada por Hashirama.
-¿Que pretendes, Mito?- fue lo único que dijo el hombre mirando por encima de su hombro a su esposa.
-¿Qué? ¿A qué te refieres?- respondía la peli roja dando a entender que no había entendido la pregunta de su esposo.
-No me creas tonto… Primero te enfureces con la huida de Kushina, después ella vuelve y la sigues repudiando y a hora solo se presenta Madara en la casa y Kushina vuelve a ser tu adoración…- Hashirama hablaba un poco forzado pues se le había formado un nudo en la garganta por recordar viejos tiempos con su familia.
-Bu… Bueno, me di cuenta que…-
-¡No me digas mentiras, Mito!- Hashirama no la dejo terminar.
-No son mentiras, Hashirama-
-¿Que nos paso, Mito?-
-¿Qué?-
-¿Recuerdas la primera vez que nos vimos…? Nuestros padres habían arreglado un contrato de matrimonio entre tú y yo, éramos dos desconocidos intentando conocerse- Hashirama recordaba esa escena de pasado.
-El señor Madara nos espera- Mito quiso regresarse al comedor pero Hashirama se puso en medio del camino para impedir que esta continuara su aparente huida.
-No, Mito hoy no te escaparas, tal y como lo haces cada que toco el tema… Al principio, solo éramos esposos por ese contrato pero después, después nació el amor entre nosotros- Hashirama hablaba de espaldas a su esposa la cual solo se quedo quieta escuchando a su esposo.
-¿Amor?- Mito dijo aquella palabra en un leve susurro el cual no fue escuchado por el Senju.
-Luego llego Tsunade, Nami… Éramos felices y que decir cuando llego nuestra pequeña pelirroja, pero todo cambio aquel día…- el hombre miraba de nuevo a su esposa, como intentando encararla -¿Qué paso para que cambiaras tanto, Mito? ¿Qué paso entre tú, Kushina e Inari para que dejaras de ser aquella madre amorosa y protectora que eras? ¡¿Qué paso?!-
Mito se quedo muda, pues claramente había pasado algo que la hizo cambiar según Hashirama pero ese algo sería malo o bueno. Aparentemente Kushina también había tenido algo que ver, para que su madre cambiara… ¿Quién sería Inari? y ¿Qué tramaba Madara? Estas preguntas solo empeoraban la situación respecto a Naruto y su desalación, eso era lo único claro en esta historia, pero tampoco había que olvidar que la operación alba había comenzado.
Próximo capitulo: Odiar o amar
NaruSannin- Genin
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Re: Más Allá del cielo y del mar [+18][Capitulo 7: Odiar o amar -Parte 1-][25/10/2016]
bueno esta interesante espero con amigo
Re: Más Allá del cielo y del mar [+18][Capitulo 7: Odiar o amar -Parte 1-][25/10/2016]
¡Por fiin! Naru no sabes cuanto había estado esperando este capi jejje esta buenisima. Que lindo naruto protegiendo a saku y bueno ella pidiéndole perdón. ¡que lindo! Me dio mucha risa lo de odito jaja sonó como a la rana Rene... Espero el próximo capi.
CerezoIntenso- Chunnin
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Más Allá del cielo y del mar [+18][Capitulo 7: Odiar o amar -Parte 1-][25/10/2016]
Buenas gente del foro, tal vez ya no se acuerden de este servidor y de de este fic, pero bueno cumpliendo mi deber de seguir la historia y evitar que me cierren el fic ademas de satisfacer el antojito de un poco de este fic, más que nada para quien lo siga que espero que al menos alguien lo siga (por favor). Bueno en fin, sin más les dejo esta primer parte e intentare ponerme al corriente lo mas antes posible, por que bueno ya saben, la eterna excusa (la Uni) nunca falla, así que pues a qui tienen la primer parte de este cap. Adiós y hasta pronto.
Capitulo 7: Odiar o amar [Primera Parte]
Anochecer: 5 de Abril de 1550, 7:40 p.m
Ese anochecer una gran tormenta azotaba la capital Inglesa, grandes chorros de agua descendían desde los cielos anunciando un posible y tan temido diluvio tal y como las viejas escrituras rezaban.
En la mansión Senju la lluvia también se hacía presente, más no para los menores de la familia, específicamente para Kushina Uzumaki y su pequeño y juguetón hermano Inari Uzumaki, los cuales estaban jugando como ya era costumbre en una de las tantas habitaciones de la gran casa familiar.
-¡Jajaja! ¡Hermana! ¡Jajaja! ¡Para!- Inari reía inocentemente al recibir una tanda de cosquillas en las plantas de los pies por parte de la niña pelirroja que tenia por hermana.
-El pequeño Senju tiene coquillas jejeje- Kushina continuaba con sus jugarretas mientras el pequeño se retorcía y reía sin parar por efecto de dicho acto de la chica.
El pequeño por fin se zafo del agarre de su hermana comenzando una pequeña pero muy divertida persecución entre Inari y Kushina que intentaba darle caza al pequeño. Las risas y aventones amistosos no se hacían esperar y en la puerta entre cerrada de aquel cuarto una sonriente y enternecida madre miraba a sus dos pequeños jugar y ser felices. Mito miraba con tanto amor y cariño la escena que se pensaría que aquella mujer era otra totalmente distinta a lo que en la actualidad era.
-Mis niños…- dijo en un susurro para no ser escuchada por los niños que seguían su juego.
-¿Señora? disculpe-
Una empleada de la casa se acerco a Mito que la miro de manera reprobatoria por haberla interrumpido en su labor maternal: el vigilar a sus hijos. Con un sobre en la mano la moza volvió a hablar -El señor Hashirama le envió esta carta, acaba de llegar pues la trajo el emisario real de la corte- dijo apenada la sirvienta mientras le mostraba a la pelirroja aquel sobre con la carta de su marido.
-*suspiro*-Esta bien Catherine, puedes irte- Mito respondía alejándose de la puerta y tomando el sobre con su mano derecha, mientras la sirvienta se alejaba y esta habría el sobre para ver las palabras que su esposo le escribió voltio hacia atrás como queriendo regresar y seguir viendo a sus hijos jugar pero no tenía por qué preocuparse al fin de cuentas estaban en su casa, en su refugio, en su hogar…
-"Querida Mito, te envió esta carta para avisarte que llegare tarde a la cena de hoy, espero que me entiendas, una emergencia con la burguesía de la cual somos parte me impide regresar a casa, pero no te preocupes estaré de vuelta antes de media noche o mucho antes si mis superiores así me lo permiten, dales un beso de las buenas noches a nuestros dos pelirrojos de mi parte, siempre tuyo: Hashirama Senju"- Mito leyó con cansancio las letras de aquel papel, cuantas veces atrás Hashirama había hecho lo mismo, cuantas veces la hermosa mujer de uno de los hombres más poderosos de Inglaterra se debía quedar sola y esperando su esposo, pero no por obligación, no, si no mejor dicho lo esperaría por amor, un amor puro y genuino que nació en ellos con la convivencia y no por el contrato de matrimonio que los unió.
Así el anochecer se apoderaba de Inglaterra completamente, la lluvia seguía mojando y corriendo en pequeños arroyos por lo largo y ancho de las calles empedradas de la capital.
-¿Hermana?- Inari llamo a su pelirroja hermana que miraba el techo de su cuarto, ya hacía rato que habían dejado de jugar.
-¿Mmm?- fue lo único que respondió la pequeña niña a su hermano que hacía lo mismo que ella.
-Tengo ganas de jugar a las escondidas-
-Ya sabes que mamá y papá no nos dejan jugar a las escondidas aquí adentro y ya es demasiado tarde para salir-
-Pero…-
-Nada ¿Recuerdas la última vez que quisimos jugar a las escondidas aquí dentro?-
Kushina pregunto a su hermano que se quedo pensando la pregunta y después su respuesta.
-Rom… Rompí el florero de jade que a mamá le encantaba- dijo un poco triste el pequeño al recordar la travesura que había hecho solo por querer jugar a las escondidas con su hermana.
-Exacto y por eso…- Kushina se levanto de la cama, pues ella y su hermano estaban encima de esta mirando el antes mencionado techo de la habitación. Inari por su parte no entendió el repentino acto de la chica, que le miraba risueña -Vamos a ir al granero, hay si podremos jugar a las escondidas hasta que papá vuelva- dijo finalmente Kushina.
-¿Pero… No está lloviendo? Dudo mucho que mamá quiera que salgamos a hora-
El chico era un poco ingenuo, pues Kushina no tenía intenciones decirle a Mito que los dejara salir a jugar.
-Tonto, por eso no le vamos a decir nada- recrimino la pelirroja al ver las tonterías que el pequeño Senju decía.
-Pero…-
-¿Quiere o no jugar?-
Kushina se cruzo de brazos al hacer esa pregunta, con el mentó levantado y una pose muy orgullosa y firme se giro para darle la espalda al pequeño.
-¡Si, si quiero!- dijo seguro de si, Inari.
-Muy bien, en ese caso…- La pelirroja se acerco a su hermano y comenzó a murmurarle algo al oído, presumiblemente el plan para poder salir y llegar al granero de la finca.
-Espera ¿Si es seguro ir al granero lloviendo?- pregunto el pequeño con su carita preocupada.
-¡Ahí! Ya te dije que si quieres jugar vamos si no pues quédate aquí- Kushina replico ante la preocupación de su hermano pequeño.
-Está bien pero sin nos regañan yo voy a decir que tuviste la idea y la culpa-
-Claro como tú eres el consentido de mamá-
-Sí y tú la consentida de papá-
Luego de un rato Kushina volvió a murmurarle algunas cosas al oído de Inari, este que escuchaba con mucha atención lo que harían para poder llegar al granero. Mientras tanto en el comedor familiar Mito miraba la ventana desde una pequeña silla que había acercado a esta para ver el patio de su casa, estaba muy aburrida sin Nami o Tsunade por ahí los días se volvieron muy monótonos para la señora Senju aun cuando tenía a sus dos pequeños hijos hay, especialmente Inari que se había convertido en el hijo más querido de la mujer, pues que había sido el único varón que había podido tener después de ya cuatro embarazos de los cuales habían resultado ser mujeres todas.
-Señora- llamo una de las sirvientas de la familia.
Mito se paro y se giro en dirección a la mujer que le miro seria pero a la vez tranquila.
-La cena esta lista… ¿Quiere que sirvamos ya o hasta que llegue el señor Hashirama?- la educada moza pregunto.
-Gracias Brenda, creo que esperare hasta que mi esposo vuelva-
-Como quiera mi señora, otra cosa ¿Quiere que les avise a los niños o no?-
-No será necesario, cuando Hashirama vuelva lo más seguro que hará será correr al cuanto donde juegan los niños y los traerá en sus hombros, así que no, déjalos jugar un poco más-
Dicho eso por parte de Mito la sirvienta se giro y se comenzó a retirar del comedor Mito por su parte volvió a ver la ventana y las interminables gotas de lluvia que caían del otro lado. A pocos metros de hay más exactamente en la entrada al comedor una pequeña pelirroja de no más de 9 años vigilaba a su madre mientras otro pequeño de unos 6 o 7 años se movía a "gatas" de un extremo de la entrada a otro.
-Muy bien ya esta, mamá está mirando la ventana así que no nos mirara si pasamos por debajo de esta, ten- Kushina le tendió una pequeña manta a su hermano para que se cubrirá del agua que caía sin cesar gracias a la lluvia de ese día.
Con mucho cuidado de no hacer tanto ruido Kushina alcanzo el cerrojo de la puerta y con una máxima lentitud lo comenzó abrir, cuidando constantemente sus espaldas para ver si su madre venia comenzó abrir la gran puerta de madera de roble lacado una vez lo suficientemente abierta ella también se cubrió con una manta que también traía y con cuidado salió acompañada de su hermano ya que los dos traviesos niños estaban totalmente afuera Kushina finiquito la primer parte de su andanza cerrando la puerta con cuidado pero al parecer no calculo bien la fuerza para cerrar que al final hizo azotar un poco esta alertando a Mito que aun se encontraba en aquella posición mirando la ventana, los dos chicos corrieron rápidamente para evitar ser vistos por su madre o por alguna otra persona que anduviera por ahí.
-¿Hashirama?- Se escucho desde dentro decir a Mito, pues al escuchar el cierre de la puerta lógicamente la mujer de cabellos rojos pensó que su marido ya había llegado -¿Mi amor, eres tu…? ¿Eh?- Mito se volvió a escuchar, dentro la mujer miro con extrañeza el hecho de ver que no era nadie, con una expresión confundida miro hacia los lados queriendo encontrar en algún rincón de la casa a su esposo pero al verse convencida de que no había sido nada ni nadie se volvieron a escuchar los pasos de la mujer indicando que había dejado de buscar en aquel sitio de la casa.
++++++++++++++++++++++++
Fuera los niños respiraba con tranquilidad pues por poco y los descubrían, con cuidado de no caerse comenzaron a caminar, la noche ya casi había engullido todo rastro de luz, pero para su suerte Kushina comenzó a ver a una distancia media de donde se encontraban varios candiles que anunciaba la entrada al granero, pues este estaba prácticamente al lado de la gran casa, con apuro y desenfreno la chiquilla tomo de la mano a su hermano y comenzaron a correr desesperadamente intentando llegar lo antes posible pues las mantas que los cubrían comenzaban a empaparse por toda la lluvia que acaparaban varios segundos después de comenzar a correr por fin los dos llegaban a su destino: el granero.
-Bien ya llegamos- dijo Kushina retirando la tranca de la puerta y abriéndola.
-Es oscuro- fue lo único que respondió Inari al ver que no salía ninguna luz de dentro del granero.
-No seas miedoso, mira hay candiles por todo el granero vamos- Kushina entro despacio, mirando con mucha atención todo lo que a su alrededor había, no era la primera vez que estaba en el granero pero por alguna extraña razón le gustaba curiosear cuando estaba en el, Inari por su parte entro con un poco de miedo pues el pequeño le temía a la oscuridad y considerando que aquel lugar no estaba ni remotamente igual de iluminado que su cuarto cuando se iba a dormir obviamente sentía un poco de miedo estar ahí.
-¿Estás segura de que esto a sido una buena idea?- Inari pregunto atemorizado por la poca luz que había hay.
-No te quejes, fuiste tú el que quería jugar a las escondas- respondió Kushina sacudiendo su largo cabello rojo para espabilar las pocas gotas de agua que le cayeron encima.
Después de esto los niños comenzaron a organizarse para empezar a jugar, pues tenían pensado regresar a la casa en cuanto escucharan llegar el carruaje de su padre.
La penumbra dominaba completamente la residencia Senju Uzumaki, Mito estaba leyendo tranquilamente un pequeño escrito de una de sus amigas que se encontraba viajando junto a su esposo al otro lado de mar o mejor dicho en nueva Inglaterra.
-“Ojala estuvieras aquí Mito, mi esposo, Frank es un autentico descubridor además ayer convivimos con unos nativos, unos piojosos pero muy graciosos jeje unos bufones en pocas palabras… También mi esposo dice que pronto necesitara la presencia de lord Hashirama y del rey en estas tierras, así que muy pronto te volveré a ver amiga querida, adiós y les mando un saludo a los pequeños, tu amiga Isabel de Counrad” -*suspiro*- Nunca entenderé porque te gusta ser tan extravagante, Isabel jeje- dijo Mito dejando la carta sobre una mesita de su cuarto mientras reía levemente para después levantarse y salir de su habitación, por un breve y fugas momento quiso acercarse al cuarto en donde estaban supuestamente los niños pero al final no lo hizo por creer erróneamente que tal vez estaban durmiendo al estar cansados por jugar toda la tarde, siguió su camino hasta bajar las escaleras y prosiguió hasta adentrarse en un pequeño salón con unos estantes y un escritorio al fondo, tal vez la oficina hogareña de Hashirama.
+++++++++++++++++++++++
Dentro del granero Kushina contaba mientras Inari se encendía entre los montones de paja y costales de semillas, una vez que la pequeña pelirroja término de contar se retiro de donde estaba y comenzó a buscar a su hermano escurridizo.
-¿Donde estas, Inari?- se pregunto a sí misma la chica caminando cautelosa entre los montones de paja.
Por su parte Inari estaba escondido en una esquina oscura del lugar, frente a él había un gran montón de paja seca y también a su lado varios costales con semilla de trigo algo que le proporcionaba una gran cobertura para no ser encontrado tan fácil por su hermana, al otro lado del granero como ya era costumbre en las viejas construcciones agrícolas inglesas se encontraba el establo cuyos animales ya hacia un rato que estaba un poco inquietos por los sonidos que provenían del granero, puesto que es bien sabido que un caballo puede asustarse con mucha facilidad pero los niños estaban exentos de lo que eso representaba…
-Jijiji- una pequeña risita se escucho a un costado de donde caminaba Kushina, esta rápidamente voltio y se encamino con paso lento hacia donde provenía aquella risilla conocida una vez al llegar hasta donde estaban los costales de semilla miro con gracia como un pequeño bulto oscuro estaba quieto, tal vez pensando que así la despistaría pero no.
-¡Te encontré!- grito triunfal la niña saltando encima de aquel bulto que rápidamente dejo de serlo.
-jajajajaja… ¡Basta!- en efecto era Inari que sufría otro ataque de cosquillas por parte de su hermana mayor.
Pocos momentos después Kushina levanto de la paja a su hermano y lo sacudió pues por todo aquel movimiento había quedado el pobre como un pequeño espantapájaros por toda la paja que se le pego a la ropa.
-Muy bien a hora te toca a ti- volvía a hablar Kushina con superioridad.
-Está bien, está bien, pero solo esta ultima vez, ya me quiero ir-Inari respondía volteando hacia los lados, estaba claro que se sentían nervioso en un entorno así de sombrío.
-Como quieras miedoso, vamos a contar- dijo risueña Kushina mientras empujaba a su hermano al lugar en donde ella con anterioridad había contado.
Inari se puso de frente a una de las bases que sostenían el techo del granero y comenzó a contar, mientras tanto Kushina comenzó a adentrarse un poco más dentro del granero, claro busco algunas zonas oscuras para poderse esconder bien pero también para que a su hermano le costara mas por su condición de temor a la oscuridad.
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Mito ya se encontraba desesperada, Hashirama aun no volvía y ella quiera esperarlo para cenar en familia pero tal parece que esa noche no cenarían en familia, resignada salió de la oficina de su esposo pues había estado leyendo uno de los tantos libros que su esposo tenía en aquel lugar, camino hasta llegar a las escaleras del segundo piso y con apuro comenzó a subirlas escalón por escalón, una vez en el segundo piso camino decidida hasta el cuarto de los niños y con lentitud abrió la puerta, inmediatamente vio el cuarto en penumbras algo que la extraño mucho conociendo el miedo de su pequeño, se giro y volvió a salir al pasillo a hora buscaría alguna vela o algo que le sirviera como fuente de luz.
-Estos niños…- dijo para ella misma mientras tomaba con cuidado una de las velas que estaban estratégicamente puestas por el pasillo para iluminar la casa.
Volvió a caminar hasta el cuarto y ahora si podía ver mejor el interior de este, un extraño y repentino presentimiento llamo a la puerta de su corazón maternal al ver las sabanas de la cama solas, vacías, sin nadie en ellas. Con inconsciencia tomaba las sabanas y las aventaba fuera de la cama, como intentando encontrarlos hay pero no estaban, desesperada salió del cuarto y lo cerró con fuerza.
-¡Brenda los niños no están!- Mito grito tan fuerte que se escucho por toda la casa.
La sirvienta acudió inmediatamente al llamado de su patrona.
-¡¿Que sucede señora?!- pregunto la sirvienta solamente por costumbre y cortesía aun que por el grito de su jefa claramente ya sabía lo que pasaba.
-¡Los niños! ¡Los niños no están!- repitió con euforia Mito pues la desesperación comenzaba hacer de las suyas.
-¡Pero…! ¡Pero si en la tarde estaban aquí en su cuarto! ¡Jugando!- la moza también empezaba a alterarse.
Mito estaba impaciente, sin esperar a nada bajo rápidamente las escaleras y comenzó a buscar en el primer piso, cuartos, salones, la oficina de Hashirama y por supuesto el comedor, la servidumbre que aun estaba activa también se acomidió rápidamente a ayudar, entre ellos el mayordomo de la casa, Sarutobi, que con una preocupación genuina miraba la desesperación en que Mito estaba sumida.
++++++++++++++++++++++
Inari terminaba de contar, los truenos y la lluvia que pareciera que no se quitaría en toda la noche no escuchaba ni el ni su hermana el alboroto que se había formado en la casa grande por sus aparentes desapariciones así que los pequeños estaban completamente ajenos aquel drama de su madre por encontrarlos.
El pequeño caminaba con precaución entre los montones de paja, el pobre no quería acercarse tanto a las zonas más oscuras del granero debido aquel terror que sentía hacia la oscuridad, para su mala suerte su hermana estaba escondida en uno de esos lugares oscuros pero claro en no lo sabia
-¿Donde estas, Kushina?- Inari llamo a su hermana, pero por razones obvias esta no contesto, en su lugar la pequeña pelirroja intentaba aguantar las ganas de reír desde su escondite.
Como fuese el pequeño continuo su búsqueda sin mucho éxito, pasado un rato de estar mirando hacia todos lados y no encontrar a su hermana decidió quedarse quieto y pensar, pensar donde podría estar Kushina. No fue hasta que un fuerte estruendo se escucho fuera del granero que tanto él como Kushina gritaron aterrorizados por aquel tan fuerte sonido, había sido un rayo, un rayo que impacto de lleno en el establo que estaba a un lado pero también había afectado parte del granero en especial un poste que estaba a un lado de este haciéndolo caer y bloqueado parcialmente la puerta. Los caballos estaban asustados, comenzaron a relinchar completamente, uno de estos estaba muerto pues al parecer el rayo lo había alcanzado pero no solo eso, si no que había iniciado un pequeño fuego que rápidamente comenzó a propagarse hacia dentro del granero en donde estaban los niños.
-¡Hermana!-*llanto*- Inari comenzó a gritar mientras lloraba a hora si estaba completamente asustado.
Kushina reacciono rápidamente, salió de donde estaba y corrió hacia Inari que no paraba de llorar.
-Tranquilo, aquí estoy, vámonos- dijo Kushina intentando sonar serena cosa que no lo estaba pero al ser mayor que su hermano quiso mostrarse fuerte para que este también retomara un poco de confianza.
Fuera del granero varios empleados estaban intentado calmar los caballos que corrías por todas partes, estos al estar tan ocupados con estos animales no escuchaban el llanto del niño que se encontraba dentro junto a su hermana. Como podían intentaban llegar a la puerta, las llamas comenzaba a engullir todo dentro del granero, ya varias pilas de paja empezaban a arder en llamas lo que causo que una cantidad inusitada de humo llenara el espacio dejando poca cantidad de oxigeno.
-¡¡AUXILIO!!- los niños gritaba frente a la puerta, están no quería abrir pues había sido bloqueada por aquel poste de madera que cayó frente a esta.
Uno de los mozos que ayudaba a controlar a los caballos escucho los gritos, desesperado se acerco a escuchar mejor y en efecto los gritos desesperados de los pequeños se escuchaba, el hombre al estar completamente seguro de aquello rápidamente intento mover el poste de madera, pero este era lamentablemente muy pesado para una sola persona, fue cuando con rapidez y temor corrió tan rápido como podía hacia la cada gran en la cual Mito continuaba buscando a los niños en vano.
-¡Señora!- llamo el sirviente.
Mito no escuchaba, estaba dando vueltas por toda la casa en la búsqueda de sus hijos.
-¡Señora! ¡El granero se quema…! ¡Y parece que los niños están dentro!-
Esa última frase resonó con fuerza dentro de la cabeza y el corazón de la hermosa mujer, con unas cuantas lagrimas en los ojos se giro y miro al empleado, todos miraron con temor y preocupados la reacción de la señora Senju.
-¡¡¡¿QUE?!!!-
Continuara…
Avances:
-¡MIS NIÑOS!- grito Mito completamente presa y víctima del pánico.
-¡¡¡TU LO MATASTE… INARIIII!!!- Mito no se desapartaba de su hijo mientras lloraba sin consuelo aparente.
-¡¿Que está pasando?!- decía alterado Hashirama al ver las llamas del granero alzarse en el cielo nocturno y lluvioso.
-"Creo que me estoy enamorando de ella"- pensó Naruto mientras se recostaba en su "nueva" cama.
Capitulo 7: Odiar o amar [Primera Parte]
Anochecer: 5 de Abril de 1550, 7:40 p.m
Ese anochecer una gran tormenta azotaba la capital Inglesa, grandes chorros de agua descendían desde los cielos anunciando un posible y tan temido diluvio tal y como las viejas escrituras rezaban.
En la mansión Senju la lluvia también se hacía presente, más no para los menores de la familia, específicamente para Kushina Uzumaki y su pequeño y juguetón hermano Inari Uzumaki, los cuales estaban jugando como ya era costumbre en una de las tantas habitaciones de la gran casa familiar.
-¡Jajaja! ¡Hermana! ¡Jajaja! ¡Para!- Inari reía inocentemente al recibir una tanda de cosquillas en las plantas de los pies por parte de la niña pelirroja que tenia por hermana.
-El pequeño Senju tiene coquillas jejeje- Kushina continuaba con sus jugarretas mientras el pequeño se retorcía y reía sin parar por efecto de dicho acto de la chica.
El pequeño por fin se zafo del agarre de su hermana comenzando una pequeña pero muy divertida persecución entre Inari y Kushina que intentaba darle caza al pequeño. Las risas y aventones amistosos no se hacían esperar y en la puerta entre cerrada de aquel cuarto una sonriente y enternecida madre miraba a sus dos pequeños jugar y ser felices. Mito miraba con tanto amor y cariño la escena que se pensaría que aquella mujer era otra totalmente distinta a lo que en la actualidad era.
-Mis niños…- dijo en un susurro para no ser escuchada por los niños que seguían su juego.
-¿Señora? disculpe-
Una empleada de la casa se acerco a Mito que la miro de manera reprobatoria por haberla interrumpido en su labor maternal: el vigilar a sus hijos. Con un sobre en la mano la moza volvió a hablar -El señor Hashirama le envió esta carta, acaba de llegar pues la trajo el emisario real de la corte- dijo apenada la sirvienta mientras le mostraba a la pelirroja aquel sobre con la carta de su marido.
-*suspiro*-Esta bien Catherine, puedes irte- Mito respondía alejándose de la puerta y tomando el sobre con su mano derecha, mientras la sirvienta se alejaba y esta habría el sobre para ver las palabras que su esposo le escribió voltio hacia atrás como queriendo regresar y seguir viendo a sus hijos jugar pero no tenía por qué preocuparse al fin de cuentas estaban en su casa, en su refugio, en su hogar…
-"Querida Mito, te envió esta carta para avisarte que llegare tarde a la cena de hoy, espero que me entiendas, una emergencia con la burguesía de la cual somos parte me impide regresar a casa, pero no te preocupes estaré de vuelta antes de media noche o mucho antes si mis superiores así me lo permiten, dales un beso de las buenas noches a nuestros dos pelirrojos de mi parte, siempre tuyo: Hashirama Senju"- Mito leyó con cansancio las letras de aquel papel, cuantas veces atrás Hashirama había hecho lo mismo, cuantas veces la hermosa mujer de uno de los hombres más poderosos de Inglaterra se debía quedar sola y esperando su esposo, pero no por obligación, no, si no mejor dicho lo esperaría por amor, un amor puro y genuino que nació en ellos con la convivencia y no por el contrato de matrimonio que los unió.
Así el anochecer se apoderaba de Inglaterra completamente, la lluvia seguía mojando y corriendo en pequeños arroyos por lo largo y ancho de las calles empedradas de la capital.
-¿Hermana?- Inari llamo a su pelirroja hermana que miraba el techo de su cuarto, ya hacía rato que habían dejado de jugar.
-¿Mmm?- fue lo único que respondió la pequeña niña a su hermano que hacía lo mismo que ella.
-Tengo ganas de jugar a las escondidas-
-Ya sabes que mamá y papá no nos dejan jugar a las escondidas aquí adentro y ya es demasiado tarde para salir-
-Pero…-
-Nada ¿Recuerdas la última vez que quisimos jugar a las escondidas aquí dentro?-
Kushina pregunto a su hermano que se quedo pensando la pregunta y después su respuesta.
-Rom… Rompí el florero de jade que a mamá le encantaba- dijo un poco triste el pequeño al recordar la travesura que había hecho solo por querer jugar a las escondidas con su hermana.
-Exacto y por eso…- Kushina se levanto de la cama, pues ella y su hermano estaban encima de esta mirando el antes mencionado techo de la habitación. Inari por su parte no entendió el repentino acto de la chica, que le miraba risueña -Vamos a ir al granero, hay si podremos jugar a las escondidas hasta que papá vuelva- dijo finalmente Kushina.
-¿Pero… No está lloviendo? Dudo mucho que mamá quiera que salgamos a hora-
El chico era un poco ingenuo, pues Kushina no tenía intenciones decirle a Mito que los dejara salir a jugar.
-Tonto, por eso no le vamos a decir nada- recrimino la pelirroja al ver las tonterías que el pequeño Senju decía.
-Pero…-
-¿Quiere o no jugar?-
Kushina se cruzo de brazos al hacer esa pregunta, con el mentó levantado y una pose muy orgullosa y firme se giro para darle la espalda al pequeño.
-¡Si, si quiero!- dijo seguro de si, Inari.
-Muy bien, en ese caso…- La pelirroja se acerco a su hermano y comenzó a murmurarle algo al oído, presumiblemente el plan para poder salir y llegar al granero de la finca.
-Espera ¿Si es seguro ir al granero lloviendo?- pregunto el pequeño con su carita preocupada.
-¡Ahí! Ya te dije que si quieres jugar vamos si no pues quédate aquí- Kushina replico ante la preocupación de su hermano pequeño.
-Está bien pero sin nos regañan yo voy a decir que tuviste la idea y la culpa-
-Claro como tú eres el consentido de mamá-
-Sí y tú la consentida de papá-
Luego de un rato Kushina volvió a murmurarle algunas cosas al oído de Inari, este que escuchaba con mucha atención lo que harían para poder llegar al granero. Mientras tanto en el comedor familiar Mito miraba la ventana desde una pequeña silla que había acercado a esta para ver el patio de su casa, estaba muy aburrida sin Nami o Tsunade por ahí los días se volvieron muy monótonos para la señora Senju aun cuando tenía a sus dos pequeños hijos hay, especialmente Inari que se había convertido en el hijo más querido de la mujer, pues que había sido el único varón que había podido tener después de ya cuatro embarazos de los cuales habían resultado ser mujeres todas.
-Señora- llamo una de las sirvientas de la familia.
Mito se paro y se giro en dirección a la mujer que le miro seria pero a la vez tranquila.
-La cena esta lista… ¿Quiere que sirvamos ya o hasta que llegue el señor Hashirama?- la educada moza pregunto.
-Gracias Brenda, creo que esperare hasta que mi esposo vuelva-
-Como quiera mi señora, otra cosa ¿Quiere que les avise a los niños o no?-
-No será necesario, cuando Hashirama vuelva lo más seguro que hará será correr al cuanto donde juegan los niños y los traerá en sus hombros, así que no, déjalos jugar un poco más-
Dicho eso por parte de Mito la sirvienta se giro y se comenzó a retirar del comedor Mito por su parte volvió a ver la ventana y las interminables gotas de lluvia que caían del otro lado. A pocos metros de hay más exactamente en la entrada al comedor una pequeña pelirroja de no más de 9 años vigilaba a su madre mientras otro pequeño de unos 6 o 7 años se movía a "gatas" de un extremo de la entrada a otro.
-Muy bien ya esta, mamá está mirando la ventana así que no nos mirara si pasamos por debajo de esta, ten- Kushina le tendió una pequeña manta a su hermano para que se cubrirá del agua que caía sin cesar gracias a la lluvia de ese día.
Con mucho cuidado de no hacer tanto ruido Kushina alcanzo el cerrojo de la puerta y con una máxima lentitud lo comenzó abrir, cuidando constantemente sus espaldas para ver si su madre venia comenzó abrir la gran puerta de madera de roble lacado una vez lo suficientemente abierta ella también se cubrió con una manta que también traía y con cuidado salió acompañada de su hermano ya que los dos traviesos niños estaban totalmente afuera Kushina finiquito la primer parte de su andanza cerrando la puerta con cuidado pero al parecer no calculo bien la fuerza para cerrar que al final hizo azotar un poco esta alertando a Mito que aun se encontraba en aquella posición mirando la ventana, los dos chicos corrieron rápidamente para evitar ser vistos por su madre o por alguna otra persona que anduviera por ahí.
-¿Hashirama?- Se escucho desde dentro decir a Mito, pues al escuchar el cierre de la puerta lógicamente la mujer de cabellos rojos pensó que su marido ya había llegado -¿Mi amor, eres tu…? ¿Eh?- Mito se volvió a escuchar, dentro la mujer miro con extrañeza el hecho de ver que no era nadie, con una expresión confundida miro hacia los lados queriendo encontrar en algún rincón de la casa a su esposo pero al verse convencida de que no había sido nada ni nadie se volvieron a escuchar los pasos de la mujer indicando que había dejado de buscar en aquel sitio de la casa.
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Fuera los niños respiraba con tranquilidad pues por poco y los descubrían, con cuidado de no caerse comenzaron a caminar, la noche ya casi había engullido todo rastro de luz, pero para su suerte Kushina comenzó a ver a una distancia media de donde se encontraban varios candiles que anunciaba la entrada al granero, pues este estaba prácticamente al lado de la gran casa, con apuro y desenfreno la chiquilla tomo de la mano a su hermano y comenzaron a correr desesperadamente intentando llegar lo antes posible pues las mantas que los cubrían comenzaban a empaparse por toda la lluvia que acaparaban varios segundos después de comenzar a correr por fin los dos llegaban a su destino: el granero.
-Bien ya llegamos- dijo Kushina retirando la tranca de la puerta y abriéndola.
-Es oscuro- fue lo único que respondió Inari al ver que no salía ninguna luz de dentro del granero.
-No seas miedoso, mira hay candiles por todo el granero vamos- Kushina entro despacio, mirando con mucha atención todo lo que a su alrededor había, no era la primera vez que estaba en el granero pero por alguna extraña razón le gustaba curiosear cuando estaba en el, Inari por su parte entro con un poco de miedo pues el pequeño le temía a la oscuridad y considerando que aquel lugar no estaba ni remotamente igual de iluminado que su cuarto cuando se iba a dormir obviamente sentía un poco de miedo estar ahí.
-¿Estás segura de que esto a sido una buena idea?- Inari pregunto atemorizado por la poca luz que había hay.
-No te quejes, fuiste tú el que quería jugar a las escondas- respondió Kushina sacudiendo su largo cabello rojo para espabilar las pocas gotas de agua que le cayeron encima.
Después de esto los niños comenzaron a organizarse para empezar a jugar, pues tenían pensado regresar a la casa en cuanto escucharan llegar el carruaje de su padre.
La penumbra dominaba completamente la residencia Senju Uzumaki, Mito estaba leyendo tranquilamente un pequeño escrito de una de sus amigas que se encontraba viajando junto a su esposo al otro lado de mar o mejor dicho en nueva Inglaterra.
-“Ojala estuvieras aquí Mito, mi esposo, Frank es un autentico descubridor además ayer convivimos con unos nativos, unos piojosos pero muy graciosos jeje unos bufones en pocas palabras… También mi esposo dice que pronto necesitara la presencia de lord Hashirama y del rey en estas tierras, así que muy pronto te volveré a ver amiga querida, adiós y les mando un saludo a los pequeños, tu amiga Isabel de Counrad” -*suspiro*- Nunca entenderé porque te gusta ser tan extravagante, Isabel jeje- dijo Mito dejando la carta sobre una mesita de su cuarto mientras reía levemente para después levantarse y salir de su habitación, por un breve y fugas momento quiso acercarse al cuarto en donde estaban supuestamente los niños pero al final no lo hizo por creer erróneamente que tal vez estaban durmiendo al estar cansados por jugar toda la tarde, siguió su camino hasta bajar las escaleras y prosiguió hasta adentrarse en un pequeño salón con unos estantes y un escritorio al fondo, tal vez la oficina hogareña de Hashirama.
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Dentro del granero Kushina contaba mientras Inari se encendía entre los montones de paja y costales de semillas, una vez que la pequeña pelirroja término de contar se retiro de donde estaba y comenzó a buscar a su hermano escurridizo.
-¿Donde estas, Inari?- se pregunto a sí misma la chica caminando cautelosa entre los montones de paja.
Por su parte Inari estaba escondido en una esquina oscura del lugar, frente a él había un gran montón de paja seca y también a su lado varios costales con semilla de trigo algo que le proporcionaba una gran cobertura para no ser encontrado tan fácil por su hermana, al otro lado del granero como ya era costumbre en las viejas construcciones agrícolas inglesas se encontraba el establo cuyos animales ya hacia un rato que estaba un poco inquietos por los sonidos que provenían del granero, puesto que es bien sabido que un caballo puede asustarse con mucha facilidad pero los niños estaban exentos de lo que eso representaba…
-Jijiji- una pequeña risita se escucho a un costado de donde caminaba Kushina, esta rápidamente voltio y se encamino con paso lento hacia donde provenía aquella risilla conocida una vez al llegar hasta donde estaban los costales de semilla miro con gracia como un pequeño bulto oscuro estaba quieto, tal vez pensando que así la despistaría pero no.
-¡Te encontré!- grito triunfal la niña saltando encima de aquel bulto que rápidamente dejo de serlo.
-jajajajaja… ¡Basta!- en efecto era Inari que sufría otro ataque de cosquillas por parte de su hermana mayor.
Pocos momentos después Kushina levanto de la paja a su hermano y lo sacudió pues por todo aquel movimiento había quedado el pobre como un pequeño espantapájaros por toda la paja que se le pego a la ropa.
-Muy bien a hora te toca a ti- volvía a hablar Kushina con superioridad.
-Está bien, está bien, pero solo esta ultima vez, ya me quiero ir-Inari respondía volteando hacia los lados, estaba claro que se sentían nervioso en un entorno así de sombrío.
-Como quieras miedoso, vamos a contar- dijo risueña Kushina mientras empujaba a su hermano al lugar en donde ella con anterioridad había contado.
Inari se puso de frente a una de las bases que sostenían el techo del granero y comenzó a contar, mientras tanto Kushina comenzó a adentrarse un poco más dentro del granero, claro busco algunas zonas oscuras para poderse esconder bien pero también para que a su hermano le costara mas por su condición de temor a la oscuridad.
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Mito ya se encontraba desesperada, Hashirama aun no volvía y ella quiera esperarlo para cenar en familia pero tal parece que esa noche no cenarían en familia, resignada salió de la oficina de su esposo pues había estado leyendo uno de los tantos libros que su esposo tenía en aquel lugar, camino hasta llegar a las escaleras del segundo piso y con apuro comenzó a subirlas escalón por escalón, una vez en el segundo piso camino decidida hasta el cuarto de los niños y con lentitud abrió la puerta, inmediatamente vio el cuarto en penumbras algo que la extraño mucho conociendo el miedo de su pequeño, se giro y volvió a salir al pasillo a hora buscaría alguna vela o algo que le sirviera como fuente de luz.
-Estos niños…- dijo para ella misma mientras tomaba con cuidado una de las velas que estaban estratégicamente puestas por el pasillo para iluminar la casa.
Volvió a caminar hasta el cuarto y ahora si podía ver mejor el interior de este, un extraño y repentino presentimiento llamo a la puerta de su corazón maternal al ver las sabanas de la cama solas, vacías, sin nadie en ellas. Con inconsciencia tomaba las sabanas y las aventaba fuera de la cama, como intentando encontrarlos hay pero no estaban, desesperada salió del cuarto y lo cerró con fuerza.
-¡Brenda los niños no están!- Mito grito tan fuerte que se escucho por toda la casa.
La sirvienta acudió inmediatamente al llamado de su patrona.
-¡¿Que sucede señora?!- pregunto la sirvienta solamente por costumbre y cortesía aun que por el grito de su jefa claramente ya sabía lo que pasaba.
-¡Los niños! ¡Los niños no están!- repitió con euforia Mito pues la desesperación comenzaba hacer de las suyas.
-¡Pero…! ¡Pero si en la tarde estaban aquí en su cuarto! ¡Jugando!- la moza también empezaba a alterarse.
Mito estaba impaciente, sin esperar a nada bajo rápidamente las escaleras y comenzó a buscar en el primer piso, cuartos, salones, la oficina de Hashirama y por supuesto el comedor, la servidumbre que aun estaba activa también se acomidió rápidamente a ayudar, entre ellos el mayordomo de la casa, Sarutobi, que con una preocupación genuina miraba la desesperación en que Mito estaba sumida.
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Inari terminaba de contar, los truenos y la lluvia que pareciera que no se quitaría en toda la noche no escuchaba ni el ni su hermana el alboroto que se había formado en la casa grande por sus aparentes desapariciones así que los pequeños estaban completamente ajenos aquel drama de su madre por encontrarlos.
El pequeño caminaba con precaución entre los montones de paja, el pobre no quería acercarse tanto a las zonas más oscuras del granero debido aquel terror que sentía hacia la oscuridad, para su mala suerte su hermana estaba escondida en uno de esos lugares oscuros pero claro en no lo sabia
-¿Donde estas, Kushina?- Inari llamo a su hermana, pero por razones obvias esta no contesto, en su lugar la pequeña pelirroja intentaba aguantar las ganas de reír desde su escondite.
Como fuese el pequeño continuo su búsqueda sin mucho éxito, pasado un rato de estar mirando hacia todos lados y no encontrar a su hermana decidió quedarse quieto y pensar, pensar donde podría estar Kushina. No fue hasta que un fuerte estruendo se escucho fuera del granero que tanto él como Kushina gritaron aterrorizados por aquel tan fuerte sonido, había sido un rayo, un rayo que impacto de lleno en el establo que estaba a un lado pero también había afectado parte del granero en especial un poste que estaba a un lado de este haciéndolo caer y bloqueado parcialmente la puerta. Los caballos estaban asustados, comenzaron a relinchar completamente, uno de estos estaba muerto pues al parecer el rayo lo había alcanzado pero no solo eso, si no que había iniciado un pequeño fuego que rápidamente comenzó a propagarse hacia dentro del granero en donde estaban los niños.
-¡Hermana!-*llanto*- Inari comenzó a gritar mientras lloraba a hora si estaba completamente asustado.
Kushina reacciono rápidamente, salió de donde estaba y corrió hacia Inari que no paraba de llorar.
-Tranquilo, aquí estoy, vámonos- dijo Kushina intentando sonar serena cosa que no lo estaba pero al ser mayor que su hermano quiso mostrarse fuerte para que este también retomara un poco de confianza.
Fuera del granero varios empleados estaban intentado calmar los caballos que corrías por todas partes, estos al estar tan ocupados con estos animales no escuchaban el llanto del niño que se encontraba dentro junto a su hermana. Como podían intentaban llegar a la puerta, las llamas comenzaba a engullir todo dentro del granero, ya varias pilas de paja empezaban a arder en llamas lo que causo que una cantidad inusitada de humo llenara el espacio dejando poca cantidad de oxigeno.
-¡¡AUXILIO!!- los niños gritaba frente a la puerta, están no quería abrir pues había sido bloqueada por aquel poste de madera que cayó frente a esta.
Uno de los mozos que ayudaba a controlar a los caballos escucho los gritos, desesperado se acerco a escuchar mejor y en efecto los gritos desesperados de los pequeños se escuchaba, el hombre al estar completamente seguro de aquello rápidamente intento mover el poste de madera, pero este era lamentablemente muy pesado para una sola persona, fue cuando con rapidez y temor corrió tan rápido como podía hacia la cada gran en la cual Mito continuaba buscando a los niños en vano.
-¡Señora!- llamo el sirviente.
Mito no escuchaba, estaba dando vueltas por toda la casa en la búsqueda de sus hijos.
-¡Señora! ¡El granero se quema…! ¡Y parece que los niños están dentro!-
Esa última frase resonó con fuerza dentro de la cabeza y el corazón de la hermosa mujer, con unas cuantas lagrimas en los ojos se giro y miro al empleado, todos miraron con temor y preocupados la reacción de la señora Senju.
-¡¡¡¿QUE?!!!-
Continuara…
Avances:
-¡MIS NIÑOS!- grito Mito completamente presa y víctima del pánico.
-¡¡¡TU LO MATASTE… INARIIII!!!- Mito no se desapartaba de su hijo mientras lloraba sin consuelo aparente.
-¡¿Que está pasando?!- decía alterado Hashirama al ver las llamas del granero alzarse en el cielo nocturno y lluvioso.
-"Creo que me estoy enamorando de ella"- pensó Naruto mientras se recostaba en su "nueva" cama.
NaruSannin- Genin
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Perdido en los pensamientos de mi vida
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Re: Más Allá del cielo y del mar [+18][Capitulo 7: Odiar o amar -Parte 1-][25/10/2016]
¡¡Oh Por Dioosss!! Esto si que esta bomba. Que traviesos, y sin saber que a través de esas travesuras se produciría la peor tragedia... Ese pensamiento de naruto me deja pensativa o.o jeje espero pronto la segunda parte, naru sannin. Saludos
CerezoIntenso- Chunnin
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Edad : 28
Venezuela
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