No me olvides, por favor ya no... V 10/03/15 +16

Título: No me olvides. Por favor ya no.
Autora: Akatsuna Mary
Clasificación: Todo público.
Resumen: No le importaba realizar las mismas acciones todos los días, porque sabía que al día siguiente ella lo olvidaría.
Género: Drama, romance.
Advertencias: Au, oc, ooc.
Publicaciones: MSS, FF.ES Y aquí
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, si no al Mangaka Masashi Kishimoto, la historia es de mí total autoría.




Como cada mañana él salía de su pequeño despacho con un hermoso ramo de rosas rojas y blancas, caminaba despreocupado, con la mirada perdida en la nada, con los ánimos bajos, y la tristeza que lo invadía de pies a cabeza.

Era muy popular entre las mujeres, ¿cómo no serlo al ser tan atractivo y caballeroso? A pesar de ello ninguna le interesaba, por más bonita que se vistieran o los grandes dotes que sobresalían, no le encontraba atractivo alguno.

Sus orbes azules inexpresivos, reflejaban el vacío infernal que sentía. Acomodó la pequeña bufanda para cubrir su boca, se colocó los guantes negros, un pequeño gorro de lana, cerró por completo el cierre del chaleco y siguió andando.

La nieve caía engrandes proporciones, las acercas cubiertas por las mismas le impedían continuar, tuvo que hacer un gran esfuerzo para llegar a la hermosa casa de madera reluciente, un manto blanco cubría el tejado, un jardín enterrado, arboles pelados, pero con sutil gracia, sonrió melancólicamente por debajo de la tela al verla jugar en la nieve con su pequeño perrito Kioko, el cual le obsequio al cumplir un año de noviazgo. Elevó la mano en el aire y la llamó con suavidad, ella giró levemente para contemplarlo parado allí en medio del frío como sí nada


— ¿Quién es usted, señor? —cuestionó entre miedosa y curiosa la hermosa mujer de ojos jade tan brillantes como el sol.

—Mi nombre es Uzumaki Naruto  y eh venido a verte Sakura...



No le importaba realizar las mismas acciones todos los días, porque sabía que al siguiente día ella lo olvidaría.


Como en cada invierno una enorme capa de nieve blanquecina, cubría las calles de Kentucky, los arboles carentes de hojas y ramas secas le daban un toque  singular al lugar. En una hermosa casa de madera de tres pisos, en éste último se encontraba durmiendo plácidamente, un joven de cabello rubios rebelde, orbes azulinos,  tés pálida, y un cuerpo codiciado por millones de mujeres, él, Uzumaki Naruto, soñaba como todos los días con esa mujer de cabellera rosada, un sueño único en el que ella por fin lo recordara, pero no era así, lamentablemente los sueños son deseos del subconsciente, cosas que tal vez nunca sucedan.

Abrió con lentitud sus posos zafiros, talló con ambas manos sus ojos, soltó un bostezo y miró el enorme ventanal empañado por el frío, se levantó con pesadez de su cómoda cama y por un momento creyó congelarse. Se colocó las pantuflas blancas, una bata, y se adentró al  baño de color azul marino. Tras una larga ducha de una hora, salió del enorme compartimento puesto que debía apresurarse, se vistió con un pantalón de jean azules, polera negra, una camiseta del mismo color, una campera acolchonada de color gris, tenis de un escarlata, cogió las llaves del coche, el móvil,  marchándose  a toda prisa a su casa. Sabía que dentro de unos minutos ella saldría de su hogar para ir a correr.

Odiaba eso, ella se despertaba a las 04:30 a.m. para ir a correr y él; como todo buen novio que era o que fue, la seguía incondicionalmente a donde fuera. Tras pasar por unas cuadras oscuras y horribles, estacionó su automóvil último modelo enfrente de una casa humilde, le entregó las llaves a una mujer, sacó un bolso y se marchó del lugar a los trotes. Entonces la vio, ella corría tan encantadoramente que parecía un ángel, su cabello amarrado en una cola alta, un conjunto deportivo gris y tenis blancos, con los auriculares en las orejas, de seguro escuchaba Aventura o tal vez Camila,, sonrío con dulzura y la siguió sin que ella se percatara de su presencia.

Le fue un poco difícil ya que ella giraba levemente el rostro para observa el entornó tan encantador. Se escondió detrás de un farol, un buzón, un carro y un tacho de basura. No le importaba seguirla, era su pasatiempo favorito, ya que sólo podía pasar ese corto tiempo a su lado, el trabajo y estudio le impedía darse el lujo pasar todo un día a su lado.

El frío invernal de esa mañana le taladraba los huesos, no lograba entender como ella podía hacer algo como eso en pleno invierno. Frotó con entusiasmo sus manos congeladas, exhaló más de mil veces, ya que comenzaba a faltarle el aire, no era del tipo atlético y musculoso, no, simplemente un hombre común y corriente, con una gran herencia, cuerpo envidiable y todo un caballero, ella todo lo contrario a él. Sakura siempre fue una niña buena, amorosa, tierna, cariñosa, a veces berrinchuda y terca, pero no tenía los recursos suficientes para darse los lujos que tanto deseaba. Ella, al igual que su madre, eran pobres, con el trabajo de medio tiempo que realizaba, pagaba el agua, gas, comida y escasa ropa. Se odiaba a sí mismo por no poder ayudarla y darle todo el confort que ambas merecían. Trató incontables veces de ayudar a esas mujeres, pero Tsunade se negaba a recibir dinero de alguien que ahora no recordaba.

Al cabo de dos horas corriendo por plena ciudad, se detuvieron en un hermoso parque con banquillos grisáceos, y un enorme estanque congelado, ella contemplaba con tristeza el lugar, siempre quiso patinar, pero los patines costaban demasiado y no pudo costearlos. Él supo que era el momento de actuar, hizo su mágica aparición, caminó tranquilamente hasta ella, la observó por unos instantes y sonrió como era tan común en él.

Abrió la enorme bolsa que pendía en su hombro izquierdo, introdujo ambas manos y sacó unos patines blancos, miró nuevamente a la mujer y habló.

— ¿Te gustaría patinar conmigo? —preguntó un tanto nervioso, pues sabía que ella negaría como todas las veces, pero trataría de que éste día fuera diferente.
— ¿Puedo? —Extendió las manos suspendiéndolas en el aire, miraba embelesada los bellos patines, realmente sentía un deseo inmenso por cruzar el hielo.
—Claro, toma. —Entregó ambos patines en mano de la doncella, por fin, luego de dos años, podría volver a estar con ella en esa enorme cobertura de hielo, que parecía tan frágil, pero al mismo tiempo era resistente.

Ella cogió el par, descalzó sus pies y con delicadeza ató cada uno, vio al muchacho de hace unos instantes, él también llevaba unos patines sólo que era negros. Se quedó hipnotizado enfrente de esos orbes tan azulinos y vacíos, esa simple conexión visual transmitió un sentimiento ajeno a ella, algo que no deseaba recordar, algo que no necesita volver a vivir. Sintió como sus mejillas ardían drásticamente, entonces apartó la vista al lago, no supo por qué, pero el simple hecho de tenerlo tan cerca, le provocaba una extraña sensación. Él mordió su labio inferior para contenerse y no decir nada de lo pensaba, la extrañaba, es más, la necesitaba consigo en todo momento, estaba harto de despertar en esa enorme casa solo, y recordar que alguna vez ella durmió en el mismo cuarto. La necesitaba con gran desesperación, pero no debía apresurar las cosas, meneó la cabeza para quitarse la imagen de ese día, suspiró resignado y tomó con suavidad la pequeña mano de ella, se dirigieron al estanque y como si fueran dos profesionales se movían por doquier, dando piruetas, saltos, figuras, una que otra vez se escapaban risas y las inevitables miradas de él hacía el pequeño cuerpo de su amada.

En un simple descuido terminaron chocando frente a frente, ella cayó sobre el cuerpo de él, su rostros quebrador a milésimas del otro, no podía faltar ese sonrojo tan aniñado y sutil que era tan típico en ella. Levantó la mano casi por inercia para quitar algunos mechones que impedían verle mejor, una sonrisa arrogante se dibujó en los rosados labios del moreno, la única mano libre que le quedaba la depositó en su diminuta cintura.

—Te ves muy bonita cuando te ruborizas —susurró tan débilmente, pero aun así pudo oírlo, lo cual provocó que ese simple sonrojo aumentara. Formó una pequeña mueca de confusión, apenas lo conocía y él la piropeaba, inconscientemente dejó escapar una risa inocente y él no pudo evitar no verle, se acercaba peligrosamente a sus labios brillosos hasta percibir un simple rose que estremecer sus cuerpos, anhelaba ese contacto, lo necesitaba con desesperación, pero ella siempre terminaba de matar sus esperanzas, apartándolo con brusquedad, llamándolo pervertido o tal vez degenerado, pero no le inmutaba en lo más mínimo,  porque sabía que al siguiente día lo olvidaría, sonrió inconscientemente al verla gritarle millones de cosas, siempre fue así, una niña, la niña de sus ojos.

Se levantó rápidamente del hielo y agarró entre sus frías manos el rostro tan pálido de ella, y la besó con tanta pasión comprimida por años, meses, días, semanas, horas, minutos y segundos, sus manos la oprimían contra su cuerpo. No quería dejarla escapar de sus brazos, no de nuevo, una mano en la nuca y otra en la espalda le impedía  escabullirse de él, una parte de su ser le impedía cortar ese beso lleno de amor, en cambio otro,  tal vez la razón, actuaba en su contra, pidiéndole que se alejara de él.

La falta de aire rompió ese gesto y sólo se quedaron observando por cuarta vez en el día, inconscientemente, Uzumaki,  comenzó a llorar y se aferró al cuerpo de la universitaria sorprendiéndola, está no hizo nada solo se dejó abrazar y escuchar la misma frase una y otra vez.

—Lo siento Sakura...




En una cafetería burguesa, ambos tomaban una bebida caliente, la necesitaban, sus cuerpos entumidos por el frío y los recuerdos de lo que pasó golpeaban la mente de la muchacha, que sin decir nada tomaba el chocolate caliente, miraba por la ventanilla del lugar como las personas emprendía el viaje a sus respectivos trabajos, la mayoría no tenía tiempo para divertirse o pasar un momento en familia. De cierta forma los envidiaba, con sus trajes negros o azules y los típicos maletines en dirección a empresas o viajes al extranjero, dedicando todo su tiempo para llevar la comida a la mesa y dar una vida digna a sus familias, si es que las tenía, ¿por qué ella no pudo conseguir un empleo?, ¿por qué su madre la miraba con compasión?, ¿y él?, ¿quién era él? Sorbió nuevamente de la taza rosada, volteó el rostro para darse cuenta de que él la observaba detenidamente.

— ¿Sucede algo malo? —cuestionó jugando con sus dedos, sin dejar de mirarle, le gustaba fijar sus orbes verdes en los de él, sin saber porque le provocaba una sensación de tranquilidad, seguridad y confianza.

—No es nada, es sólo que te vez muy linda con el cabello suelto —respondió con una simple sonrisa, tomó un poco del café amargo, que reposaba enfrente suyo, vio el reloj que pendía sobre la pared, "05:45 a.m., debo de irme" pensó antes de hacerle unas señas al mozo, quien se acercó a ellos, depositando en la mesecilla la cuenta. Pagó, se levantó de la silla, trataba de hablar pero el nudo que sentía le impedía emanar algún sonido. ¿Por qué era tan difícil decirle eso?  ¿Cuánto tiempo pasaría para que ella lo reconociera?, ¿acaso no se daba cuenta de que moría sin ella y sus caprichos? Suspiró con fastidio  tras dialogar con su pequeño amigo interno.

— ¿Podríamos vernos en la noche? —inquirió con la esperanza de recibir una respuesta favorable, en todo ese tiempo siempre lo rechazó, pero esta vez estaba casi seguro de que aceptaría. La vio dudar y jugar con sus manos cual niña, como ella cerraba los ojos y  los apretaba con tal fuerza, que juraría se saldrían de su bella cara.

—Está bien, supongo que no pasara nada malo ¿A las 22:00 p.m. te parece bien?

—Me parece perfecto, entonces nos vemos a esa hora, Sakura —depositó un beso en la mano de ella y se marchó del lugar feliz, tal vez demasiado, por primera vez en años ella aceptó su invitación, ¿pero adonde la llevaría?  ¿a comer o bailar? No definitivamente a cenar, ella detestaba el baile, le parecía algo innecesario estar entre un tumulto de personas golpeándose por el simple hecho de querer un lugar en la diminuta pista, para llamar la atención de un hombre.

Debía alistarse, faltaría a la universidad el día de hoy, compraría un ramo de rosas como las que tanto la volvían loca, el osito que vio en la vitrina la semana pasada e irían al mejor restaurante de todos "Gold flower" miró el reloj de mano, sólo faltaban un par de horas, no podía esperar a que marcara la hora indicada, sonrió por milésima vez en la mañana y se dirigió a la empresa familiar "Uzumaki corp."






La noche llegó tan rápidamente como él lo deseaba, estaba a tan sólo unas casas de ella, vestía un traje negro, camisa blanca y corbata roja, zapatos lustrosos e impecables, en el asiento del copiloto los regalos para su amada novia y el corazón que latía tan desenfrenadamente. Luego de tres minutos llegó a su destino, estaciono el coche, camino hasta la puerta un tanto desecha y golpeó con los nudillos la misma, pero nadie salió para recibirlo. Trató más de diez veces, aun así ella no aparecía. Antes de que pudiera tomar el pomo, la portezuela se abrió dejando verla, sus orbes entre abiertos, el cabello suelto  y revuelto, la ropa arrugada y algunos restos de lágrimas en las mejillas. Soltó un bostezo y lo miró fijamente, por un instante se asustó, dió dos pasos hacía atrás escondiéndose tras la puerta.

— ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?...

Como si fuera un balde de agua fría, cayó sobre sí, destruyendo todas las esperanzas que creó en el día, mordió su labio inferior, apretó los puños con ira, frunció el entrecejo, sus posos azulinos comenzaban a humedecerse y lo único que pudo expresar fue.

— ¿Por qué?...


Espero les haya gustado, es corto, pero de verdad, espero que a alguien le interese y comente c:

Los veré.

Creo ._.

Matta nee c:

[size=32]Lo leí, lo leí y sin pensarlo, no pude negarme a tu petición; me encanta la idea que tiene tu historia, punto.[/size]
[size=32]Y definitivamente la esperaré con ansias desde ahora.[/size]
[size=32]Esa originalidad y narración no se encuentran fácilmente.[/size]
[size=32] Por favor no dejes de escribir y espero tu siguiente actualización.[/size]
[size=32] ¡Saludos!
[/size]

Es una idea original, aunque un poco confusa por la razón de que Sakura olvida todo, tal vez la sabremos más adelante, sentí pena por Naruto, pobresillo.

Me gusta tu forma de narrar, espero el próximo capitulo

Suerte n.n

Me gusto tu fic, la originalidad, la narración y la descripción son de lo mejor, aunque la historia es un poco confusa como tal.......aun así la idea la de un plus de autenticidad muy dificil de encontrar.

En pocas palabras, me gusto mucho tu historia, un saludo, nos vemos.

P.D: Esa enfermedad que tiene sakura ya la habia visto antes, pero no recuerdo como se llamaba XD.......pero si se que eso es muy malo, en especial para alguien como naruto que sufre demasiado por un problema que no esta en sus manos.

nueva lectora
me gusta tu historia, ademas de que por que saku no recordara nada y pobre naru tener que soportar que ella no lo recuerde, eso se llama amor
bueno cont. porfis

es muy interensente, me dejo con el sabor de querer saber mas quiero conti!

Hola, muchas gracias por leer, realmente no me esperé tantos comentarios, verán, nunca me consideré buena, así que el hecho de que ustedes hayan comentado me hacen sentir que hice algo bien c:

Lo que está centrado son recuerdos c:

Agradecimientos:

Oni: Muchas gracias por ser la primera en comentar, muchas gracias por esperar y me hace feliz saber que te gustó mi fic. ¿Original? Omg, nunca pensé que pudiese decirle así a algo que escribo. Muchas gracias por darle una oportunidad y espero te guste el capítulo c:

Kata Haruno: Hola, muchas gracias por darle una oportunidad a mi fic, no sé si será original, pero gracias por decirlo c:, sí, es confuso pero porque no podía poner todo de golpe, sino se revelaría rápido porqué es así c: espero te guste el capítulo c:

Leon: Hola, muchas gracias por comentar aquí, mi otro fic y los one que público, de verdad, me hace feliz saber que te gustan xD, sí, lo sé, son sentimientos de dolor, pero ya verás que hay mucho amor de por medio c:, sí, es confuso pero tiene su explicación, seda al final xD Espero te guste el capítulo c:

Shinseina Uzumaki: Hola, muchas gracias por leer el fic. Gracias, no pensé que fuera original como tampoco la narración, me hace feliz saber eso c: sí, es confuso pero no puedo decirles por qué muy pronto. Seguramente la has visto, hay muchas similares, pero esta es diferente c: espero el capítulo te agrade c:

Mairys-chan: Hola, muchas gracias por leer el fic c: sí, así es, eso se llama amor, yo quisiera alguien así xD, espero el capítulo te agrade y gracias por pasar c:

Zuni Haruno: Hola, muchas gracias por darle una oportunidad a mí historia, gracias, no te imaginas lo feliz que me hace saber que quieres leer más c: espero te agrade la continuación c:

Anónimos: A ustedes lectores que se mantienen en el anonimato les agradezco el que lean, de verdad c:












Me desperté a las 05:30 a.m. El día de hoy no podría acompañar a Sakura en su típico recorrido, puesto que he perdido un examen muy importante ayer por ir tras de ella. Me duché, cambié de ropa y desayuné algo ligero, no debía demorarme demasiado.

Salí de casa a las 05:50 a.m. Con las llaves del coche en mano, me fui al trabajo, me tomaría dos largas horas de trayecto, la autopista siempre está congestionada. Me detuve en un puente, los autos enfrente mío no se movían un milímetro, decidí observar por la ventanilla; el cielo oscurecido, un poco de neblina, el agua congelada y la nieve que caía en pequeños copos me hizo darme cuenta de que es otro invierno sin ella.

Cerré por un momento los ojos y creí volver a ver esas imágenes en mí cabeza merodeando, haciendo que la culpa crezca cada vez más, porque lo supe desde el primer momento... Fue mí culpa.

Abrí con desgano mis orbes azules, el tráfico no avanzaría hasta las 06:20 a.m, dejé que mi cabeza reposara en mis brazos estirados, apreté con fuerza el manubrio, fruncí el entre cejo. No quería volver a recordarlo, no deseaba repetir la misma escena en mi memoria, pero fue imposible; todo se volvió negro y como si fuera una película todo comenzó...









El sonido de la bocina me despertó exaltado, eran los conductores quienes fastidiados me gritaban incontables estupideces, puse en marcha el coche; meneé la cabeza y sequé con la manga el sudor tan frio que recorría mi rostro.

Odiaba recordar esas cosas, llegué al trabajo veinte minutos más tarde, por suerte al ser el jefe no podían despedirme. Subí al último pisó del lujoso edificio con el símbolo de un espiral y las palabras "Uzumaki S.A" entré a una oficina en donde no se puede tener intimidad, puesto que la paredes son de cristal.

Suspiré con fuerza, casi me quedo sin aire, dejé caer mi cuerpo en la acolchonada silla, y me dedique a ver por el ventanal la ciudad cubierta de nieve. Apoyé el codo al lado de la silla y la cabeza en la mano.

No sé ni porque vengo aquí, nunca tengo que hacer algo, sólo corroborar unas simples cuentas que bien podría hacerlas en casa. Cerré nuevamente mis ojos y como si fuera un libro recordé cada cosa...







Desperté asustado, odiaba ese sueño. Me acomodé en la silla, tomé algunos papeles y comencé a revisarlos. Después de todo necesito llegar temprano a casa...

Una pregunta, se percataron de ¿los? A poco no le quedo una duda de porque los y no las.
Bueno, ése fue el capítulo.
Espero que les haya gustado.
También quisiera invitarlos a leer un fic llamado “Mi amante” es mío, pero no es como el resto, no, es mucho más original c:
Aquí el link:
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Matta nee c:

Hola, después de mucho regresé xD

Perdón, me han pasado cosas muy malas y tristes, por ello no podía entrar, pero ahora terminaré el fanfic y subiré otros mejores c:


León: muchas gracias por comentar, lámento la demora, la verdad sin ti no podría seguir el fic. Tienes razón, esas cosas pasan y no es culpa de nadie, pero a veces uno lo siente así. Me alegro que un poco del misterio se haya esfumado, espero y te agrade lo que sigue c:








El día de hoy no debo asistir al trabajo, por lo qué he decidido quedarme en casa. No siento deseos de salir al exterior, el frio infernal, que se siente en el ambiente; me quita la idea de hacerlo.

Tomé un poco de café y me decidí a ver por el enorme ventanal de la sala. Dentro de poco Sakura pasaría enfrente de casa: haría el típico recorrido matutino. Suspiré y observé como mi aliento se
mezclaba con el vapor que emanabá de la taza violeta.

La extrañaba demasiado, pero lamentablemente hoy no pude salir tras ella como la mayoría de las veces. No: mi madre no pudo quedarse en casa éste día y no tuve otra opción. Miré el relój de mano que marcaba las "05:30": perfecto en unos
segundos pasaría por aquí y yo sentado en el estúpido sillón, para mirarla: como si fuera un pervertido.


Y así fue: ella pasó por la vereda cubierta por toneladas de nieve, con los audífonos colocados y un conjunto deportivo negro.

Simplemente bella, pensé para mí. No pude evitar verle como un idiota. Embobado por su singular femineidad.

Ella se quedó parada por varios minutos frente a la casa. Extendía la mano en el aire y daba pequeños brincos: no erabuena señal ¿Recordó algo? ¿o simplemente quería algo? Al ver como
ella seguía allí, decidí salir para ayudarla.

Dejé la taza sobre la pequeña mesita de café, tomé mi chaqueta de cuero y me cubrí con una bufanda bordo el rostro. Gire el picaporte y emprendí la caminata hasta ella. A veces odiaba mi
hogar, es demasiado grande para mí, además el enorme pasillo de piedra caliza y las plantas muertas al lado del mismo le daban un
toque fúnebre. Al llegar a la puerta la abrí sin titubear, ella se quedó observándome estupefacta, . Quizá pensó que iba a lastimarla. Tosí levemente para aclarar mi voz.


— ¿Se le ofrece algo, señorita? —Genial seguro soné como un viejo. Otra nota para mi cerebro, no hablar de ésa manera.

—U... un paja... pajarito —Señaló con el dedo anular el tejado y seguí con mis ojos el lugar indicado, en efecto allí reposaba una pequeña ave—. Está herido.

— ¿Quieres qué lo baje? —pregunté. Era obvio que sí, Sakura se caracteriza no sólo por su singular belleza, sino por el corazón enorme que posee, siempre ayuda al que lo necesita y ésta no es
una excepción.

—Por favor —susurró dulcemente. Noté como sus mejillas se teñían de carmín, se mordía el labio inferior y jugaba con sus manos como una niña. Maldita sea ¿por qué es tan difícil concentrarme? ¿por qué no puedo contárselo todo? La necesito a
mi lado: siento que muero sin ella.



Asentí con la cabeza y comencé a trepar por el árbol de contextura extraña, era viejo, más que la casa. Subí hasta la rama más alta, me arrastré, estando en la punta: extendí mi mano para tocar al pequeño animal. Parecía muerto, estaba un poco
frio y creo que no duraría mucho. Sí ése animal moría en manos de mi amada, lloraría horas. Al tenerlo en la mano, di un saltó y caí
sobre un enorme montaña de nieve. Pasó mucho tiempo desde que salte así.

Me levanté de los restos de nieve y le entregué el pequeño pájaro de un extraño color. Ella lo tomó con delicadeza.


—Muchas gracias señor... —¿Señor? Tenemos la misma edad. Tks, chasqueé la lengua en señal de negación. Por dios cuanto ansio tenerla entre mis brazos de nuevo.

—Uzumaki Naruto —cogí su pequeña mano cubierta por guantes grisáceos y deposité un simple beso en ella. Si supiera que deseo más que eso.

—Ha...Haruno Saku... Sakura —tartamudeó. Aún mantenía ese rubor tan sutíl, pero angelical. Solté su mano, cuando escuché un disparo cercano.

—Creo qué debo irme, se lo agradezco Uzumaki-sama. —Hizo una pequeña reverencia y otro disparo se oyó.

—Debería quedarse hasta que pase el altercado —ofrecí, temo que algo malo le sucedía al marcharse. Es la primera vez en años qué ése sonido se presenta.

—Está bien...



Aceptó al ver como una pandilla se acerca por las calles y detrás de ellos la policía. Entramos a la mansión rápidamente.

Cerré con cerrojo la portezuela y coloqué la alarma.
Oh Sakura, mi amada Sakura ¿hace cuánto no estamos así? ¿por qué tuvo qué pasar algo tan absurdo para estar contigo? Suspiré fastidiado y a la vez agradecido. Indiqué con un simple gesto que
se sentara en el sofá, ella obedeció sin quitar la vista del pájaro.


— ¿Tienes vendas y una tablilla? —inquirió suavemente, mientras sus manos  tocaban con delicadeza al ave.

—Vendas sí, tablilla creo que no, pero puedes ponerle un palillo de helado, eso servirá. —Ella más qué nadie sabe de primeros auxilios.

Caminé hasta el baño del segundo piso, saqué el botiquín y bajé a la sala. Le entregué lo pedido y ella lo aceptó. Con cuidado aplicólas vendas a sus alas y torso dañado. Entablilló uno de sus pequeños pies y el ala izquierda.


— ¿Quieres ponerlo sobre algo?

—Sí, pero no quiero molestarle demasiado Uzumaki-sama —sonrió un poco incomoda. Negé con la cabeza, tomé un cojín del sillón
contrarío y se lo entregué. Nuevamente subí los peldaños, entré a mi habitación, agarré una manta un poco vieja para regresar al mismo lugar.

—Cúbrelo con eso, seguro recupera el calor corporal. —Deposité
en sus manos el arapo, ella frunció las cejas y aceptó.  Retomé mi lugar en uno de los tantos sillones—. Am... Digo, Sakura ¿qué
hacías despierta a esta hora? —Maldita sea, casi la llamé amor, no se como Sasuke puede aceptar la enfermedad que su cuñada tiene y no darle importancia. ¿Acaso no tiene corazón?
¿por qué no puedo parecerme a él? ¿estaría mejor sí no sintiera nada?

—He salido a correr, pero me detuve al ver al pajarito, creo que nadie lo notó y no quiero que muera —se mordió el labio inferior,
apretó la parte baja de su campera y agachó la mirada. ¿Aún no superas esa perdida no es así, amor?

—Es muy noble de tu parte eso, Sakura —afirmé un poco tosco. Otro disparo se escuchó un poco más cerca. Tks, malditos ladrones—. Has de tener hambre ¿se te ofrece algo?

—No quiero molestarlo más Uzumaki-sama, creo que ya hizo demasiado por mi y el ave —me dijo apretando su boca colorida.



No me esperaba menos de ti. Sonreí con arrogancia al oírte, te quedaste contemplándome por una milésima de segundo, nuevamente ese colorido rojo te favoreció.



—Descuida, no es molestia ¿gustas un chocolate caliente con panqueques? —Ella levantó su perfecto rostro y me miró atónita !já¡ ciertamente no se esperaba eso. Reí por lo bajo ante su
expresión. Asintió y fui directo a la cocina. Cabe destacar que no soy un experto cocinero, pero me defiendo.

Pasó, quizá más de diez minutos hasta regresar a su lado, dejé frente a ella el plato y la taza. Con cuidado y gracia comió el contenido. El ruido de los disparos no cesaba, seguramente una
balacera se está armando.

Entonces lo comprendí, es una señal, ella y yo estamos destinados a estar juntos. Ése altercado me permitió tenerla en casa de nuevo, en donde todo comenzó, para luego acabar. Tal vez pueda tener una cena romántica con ella y robarle un beso en un descuido. Sólo con eso puedo conformarme por ahora.

Después de todo, estaríamos atrapados en casa todo el día...

Lo siento, sakura...




El  próximo será más emocionante x3

Matta nee c:

sigue sigue sigue, no pares de escribir, tu fic cada vez esta mas interesante!!

Genial este fic con el de mi amante, aunque hasta el momento si calificara los 2 fic le doy un 10/10 al de "mi amante" y 9/10 a este, pero como dije hasta el momento.

Yo personalmente no me trato de volver un ocho con las dudas que deja el autor, le pongo atención y después espero la aclaración. Pero bueno cabe decir que me sorprendió el que Sasuke sea ¿Hermano de Naruto?

Bueno a esperar la continuación, me encantan las 2 historias, hasta el momento gana el otro fic (Pobre William:c ¡Maldito Dimitri!)

gua gua me encanto nose como explicarlo pero me hipnotizo sigue porfa cada vez se pone mas interesante SAludos ejeje

Muy bueno!
Aun no supera esa perdida? Se refiere a su madre? O a alguien mas? Hmm, ya veremos. Sigue con el fic, lo haces muy bien.
Un saludo. ByBye

Hola, regresé despues de mucho tiempo, perdón . Tuve muchos problemas pero muchas gracias por comentar, me han hecho muy feliz c:


Agradecimientos:

Zuni Haruno: valla, gracias por comentar, la verdad no pensé que te ahradara tanto el fic c: espero que el capítulo te guste x3

Maykel24: Hola y gracias por darle una oportunidad al fic c: bueno, sí la verdad gracias por leer ambos c: y por darle un puntaje xD bueno, no, no es el hermano, Naru dio un ekemplo diciendo que : no puedo entender como.Sasuke puede tratar así a su nuera. Osea, sólo es su amigo y de sierta forma, en ocaciones, él desea actuar como Sas. Espero haberte respondido c: si tienes otra duda, pregunta c:

Sí, pobre Will.D:

Miu miu: hola, gracias por comentar, no sabes lo feliz que me hace saber que es de tu agrado. Espero que el capítulo te guste c:


Taicho-sama: Hola, gracias por comentar c:

Sobre las preguntas, sólo te diré que no es sólo la perdida de ella, si no de alguien más ewe. Espero ye agrade el capítulo x3

****No me olvides, por favor, ya no...****
~~~~Capítulo Cuatro~~~~
<<< By: Akatsuna Mary>>>

~*~*~Por favor no te duermas, no quiero que me olvides, no de nuevo...~*~*~

Y ahí estábamos: sentados enfrente del otro sin decir nada. Ella agachaba el rostro para evitar verme y no pude dejar de observarla detalladamente, ¿cuándo recuperaría la memoria?
¿por qué tardaba tanto? ¿me perdonaría? ¿volvería conmigo?


No lo sabía, pero estaba claro que no ganaría nada estando así.

Apoyé mi cabeza sobre la palma de mi mano, suspiré y miré de soslayo el reloj *06:03* aún se oían los disparos y eso parecía afectarle, ya que tapaba sus oídos con las manos: por primera
vez en mi vida me sentí un inútil, de alguna manera ella sufría y yo no puedo ayudarle. No dejo de estudiar cada expresión que forma su rostro, no le resto importancia a ninguna mueca o a
sus ojos que reflejan dolor y tal vez ¿vacío? ¿estaría mal si quisiera hablar con ella? ¿si pregunto sobre su madre o ella? ¿estaría mal si..?

Me mordí el labio inferior para evitar pronunciar su nombre, no quería que ella pensara que la acosaba o algo por el estilo: pero me resultaba difícil y es que hace tanto tiempo que no está cerca de mí, que me siento feliz por el simple hecho de estár frente a mí. Aunque ignore quién soy o quién fui para ella.


El pajarillo se mueve y ella reacciona tomándolo entre sus delgadas manos, sonriendo con torpeza, pero feliz de ver que está bien. Lo inspecciona con la mirada con cautela: supongo que conserva sus conocimientos sobre médicina o eso creo.

Por un instante fija sus dulces orbes esmeraldas en mí, noto un leve rubor; <<< sólo es el frío >>> me digo a mi mismo, ella no se fijaría en mí: no ahora...

¿Podría ser mi imaginación o ella es más inocente de lo que recuerdo? Siempre tuvo esa manía de ayudar a los necesitados, en un principio pensé que era para llamar la atención, luego comprendí que simplemente es su forma de actuar. ¿Ella me odiaría? ¿me despreciaría por lo qué pasó?

Ella suspiraba a cada instante, tal vez por lo aburrido que es estar conmigo, pero siempre fue así y ella lo sabe o por lo menos lo supo cuándo éramos pareja.

Me levanté y encendí la TV, supongo que así ella estará mejor.

En efecto ella se concentró en la pantalla del plasma mientras la observaba con melancolía. ¿Hasta cuándo estaremos así? Suspiré pesadamente, regresé mi lugar sin dejar de mirarla.

Quizá, cualquiera que me viera de ésa forma diría que no tiene sentido lo que hago, pero para mí lo es. Ella era la única que me importaba en el mundo, y tal vez esté loco: pero es de amor ¿El qué ama realmente no es así? Lucha por lo que más quiere
hasta conseguirlo, pues yo soy así: apesar de lo miles de diagnósticos que le dieron los médicos, no pierdo la esperanza de que algún día me recuerde.

Les sorprenderá; pero en ocasiones lo hace, recuerda quién soy y lo que somos, aunque sólo dura hasta la medía noche. Extraño ¿no? Sólo pocas veces me recuerda y llora, se devasta entre mis brazos, dolida; me pide perdón. Perdón por lo qué
pasó, por no recordarme, por no estar conmigo y me duele. El corazón se me estruja, me siento inmune e inútil. Impotente ¿por qué no podía hacer nada para ayudarla? Me odiaba a mi mismo y al mundo que nos rodeaba, ¿por qué ella? ¿por qué yo?
¿por qué nosotros?

Recosté mi cabeza sobre el respaldó del sofá, cerré los ojos y dejé que mi mente divagara en los recuerdos de años anteriores. Cuando nos conocimos, cuando se volvió importante pará mí, cuándo...







— ¿Ah, qué? —Salí de mi ensimismacion al oír su bella voz.

— ¿Está bien? ¿le sucede algo? —anclé mi vista en ella, pude notar la preocupación en sus ojos verdes.

—Sí, lo siento, es sólo que estoy algo distraído —le sonreí y ella devolvió mi gesto. Agradecí internamente al o los sujetos que hicieron un alboroto con las pistolas. Gracias a ellos estoy
pasando tiempo con ella, con el amor de mi vida, con la persona que...



—Oh, ya veo.

— ¿Se te ofrece algo?

—Ah, sí, esto, yo. —Comenzó a jugar con sus dedos, como lo hacía usualmente cada vez que se ponía nerviosa o debía preguntar algo vergonzoso. Agachó la mirada y sus mejillas se tornaron rojizas.



Y nuevamente me perdí en uno de mis recuerdos...






— ¿Y? ¿puedo? —cuestionó tímidamente, ocultando su mirada entre sus suaves cabellos rosáceos. ¿Pero qué diablos? ¿qué fue lo qué me dijo? Mierda, yo y mí estúpidas perdidas en lo profundo de los recuerdos.

— ¿Ah? Disculpa, no te oí.

— ¿Qué sí puedo comer algo? Es que no he desayunado —balbuceó con vergüenza.

—Claro, deja te preparo algo ¿te parecen unos waflees y un jugo? —Sabía que asentiría, que diría que sí, porque al no tenerla conmigo después de tanto tiempo me memoricé cada cosa que les agradara, lo que odiaba e incluso los incontables
nombres de sus mascotas; ex-novios, trabajos de medio tiempo y lo que deseaba ser desdé niña.

—Sí, por favor. —Noté, un brillo especial en sus orbes jade, ¿puede ser qué...? No respondí, sólo caminé a la cocina y busqué las cosas para preparar su desayunó, aunque ya pasó la
hora del mismo. No me tomó mucho hacerlo, sólo fueron diez minutos. Regresé a la sala con una bandeja, me acerqué a ella, y se la entregué.

Comió tranquilamente, debes en cuando me veía y yo, torcía los labios en una mueca, que aparentaba una sonrisa, pero no lo era: me sentía vacío y triste, últimamente todo andaba mal, el estar sin ella lo empeoraba. Al terminar dejó la bandeja a su
lado y está vez pude percibir restos de lágrimas que resbalaban por sus mejillas.

¿Será qué...? Parpadeé incontables veces e incluso refregué mis ojos, pero obtuve el mismo resultado, ella lloraba. El corazón medió un brincó, entonces ella...




—Lo siento Naruto-kun —sus orbes empañados, derramaban incontables gotas saladas, por Dios, lo era: me recordó, ella sabe quién soy de nuevo—, ¿Por qué será qué lloro cuándo pasa esto? —sonrió con tristeza y me dolió verlas de ésa forma, sentí
una oleada de frío recorrer mi espalda hasta llegar a la nuca, erizandome la pie. Oh Sakura, mi querida Sakura cuanto lo siento—. ¿Por qué todo tiene qué ser así? ¿habré sido una mala
persona en mi vida pasada? Perdoname, sé que la debes estar pasando mal y más aún con lo tienes en las manos pero sólo quiero que sepas que a pesar de todo siempre estaré contigo.

—Sakura...



En menos de dos segundos me encontraba abrazándola, acurrucandola contra mi pecho, consolando su llanto y amargura, ella jamás pude haber sido algo así. Ella es diferente, lo sé, no merece sufrir, ni si quiera merece lo que le está
pasando.

Me sentí débil, impotente, me uní a su llanto, compartiendo con ella el dolor que sentíamos, oh Sakura, mi amada Sakura ¿sabes por lo qué pasarás ahora? ¿sabes que al final del día me
olvidarás? ¿sabes qué...?

Pasamos horas, abrazados entre lágrimas cristalinos, sueños destruidos y contando las osás que ella no sabía, más bien que veía a diario pero no lograba encajarla en su mundo. Ése pequeño pedazo de la realidad, entre incongruencias y
torpezas, entre felicidad y tristeza, entre amor y el olvido.

Entre...

Nuestros llantos se acallaron luego de largas horas, fueron remplazados por sollozos y luego risas, preparé su almuerzo, se quedó conmigo por el resto del día, éramos felices de nuevo, pero lo malo fue que ya estaba anocheciendo y ella se estaba
quedando dormida sobre mis piernas. La película que veíamos es aburrida y supongo que no ayudaba en nada.

¿Qué puedo hacer? Volteé mi rostro al reloj *23:25 p.m* soy la persona más torpe del mundo, la hora, ya casi erá el tiempo estipulado. Comencé a preocuparme, no nos quedaba mucho
tiempo, sólo escasos minutos, ella me sonrió y creo que será la última vez que la vea de ésa forma.



—No te preocupes, sé que pronto podrán encontrar una cura. Pero por ahora quiero pasar contigo lo que quedá de la noche. —Acarició suavemente mi mejilla—. Pase lo que pase quiero que
sepas que te amo y que no debes dudar de ello, fue una tardamuy bonita, creo que nos hizo bien estar juntos el día de hoy. Incluso pude hablar con mamá y decirle que nada fue su culpa,que no la odio como ella piensa —sus orbes volvieron a inundarse—, que fue una madre muy buena, y que le agradezco
mucho lo que hace por mí, por ti... —Rompió en llanto y se aferró a mí, ocultando su bello rostro en mi cuello, ¿cuánto tiempo? ¿cuánto tiempo tardará?—. Lo lamento, Naruto-kun...

Unió sus labios con los míos, instintivamente correspondí a su gesto, tal vez sea la última vez que pueda probar sus labios tan dulces, tal vez sea la última vez que estemos así, tal vez sea la
última vez de...

Y nuevamente nos quedamos ahí, demostrando todo lo que sentíamos mediante ése beso, como sí fuera la última vez. Como si el mundo se acabara después, como si...


Los últimos minutos nos acechaban, ella se encontraba adormilada entre mis brazos, bostezaba y sonreía. Sólo nos quedaban escasos minutos y ella comenzaba a cerrar sus bellos y brillosos ojos esmeralda: se iría de mi vida de nuevo.



—Sakura, no —tragué saliva, se que sonará egoísta, pero no quería que me olvidara otra vez, no deseaba quedar en el más profundo y doloroso recuerdo de su mente. Sellado por ese suceso inevitable, del cuál soy culpable. Acaricié con suavidad sus cabellos—. No te duermas por favor, no quiero que vuelvas a olvidarme.

—Trataré de no hacerlo, pero debes hablarme.

—Muy bien. ¿Quieres qué hablemos del pasado?

—Me gustaría, pero también quiero saber más sobre lo que está pasando.

—Tu madre fue hospitalizada hace unas semanas, no lo sabías por el recorrido en el que quedaste marcada —susurré—, ella tuvo un pre-infarto, casi no sobre vive pero lo logró, le ayudé con los gastos anónimamente, ella aún se niega a recibir dinero
de mi parte. —Hice una pausa—. Tus amigas me preguntan por ti muy seguido, la última me mandó un mensaje hace unas horas, creo que era Karin o Ino. Los médicos piensan que estos repentinos recuerdos que tienen pueden ser algo malo y que
sea definitivo la perdida de memoria, aunque otros dicen que es buena señal. —Aparté algunos mechones de sus cabellos, ella empezaba a dormirse, no quedaba mucho tiempo.

— ¿De verdad? Mi madre siempre fue así. Espero no se equivoquen y pueda volver a ser yo —habló apenás audible— ¿Qué más?

—Em, he ganado un mayor reconocimiento del que tenía. El hermano de Sasuke tuvo otro hijo, me envía fotos muy seguidos, me pregunta cusndo iremos a verlo.

— ¿Qué le dijiste? —preguntó a punto de dormirse.

—Que iríamos pronto, cuándo arregláramos un pequeño percance que tenemos, ¿sabes una cosa? —Ella negó con la cabeza con gran lentitud—. Han pasado millones de cosas en estos últimos años, cosas buenas y malas, pero hay algo que supongo aún no recuerdas y quiero que sepas qué...

No continué, ella se había dormido, sonreí como en un principio; con melancolía, ahora pasaría mucho tiempo hasta regresar a lo mismo. Besé por última vez sus labios y llamé a su madre.

—Ella se durmió —musité dolido, sentía unos
inmensos deseos de llorar y mi voz comenzaba a quebrarse de nuevo—, la llevaré pronto.

—Lo siento, Naruto...









Tadá
Ese fue el capi xD
Espero les haya gustado.

Matta nee c:

Que capitulo tan revelador en algunos aspectos, ya que nos damos cuenta que hay 2 posibilidades una que recuerdo o la otra que olvide totalmente a naruto.

La primera vez que se vieron se ve que Naruto no fue dulce con ella :v

Bueno aunque quedan cosas por conocer y ver como fluye la cosa entre estos 2, que va y viene.

¿Que sera lo que le iba a decir Naruto? a esperar para saber que era.

Gran capitulo.

TTnTT wua es realmente hermosos en verdad me hizo llorar un amor que puede que quede en el olvido eso es realmente mal .....pero me encanto me gustan tus trabajos que haces jejej n_n Saludos!!! -se va cantando- conti....conti.... porfis...

Sabes, tu historia me recordó a una película que vi hace ya tiempo "Como si fuera la primera vez" Muy emotiva, graciosa y melancólica, y al leer tu historia me hizo recordarla, uno que otro fragmento me la recuerdan bastante D: ¿Te basaste en esa historia? Es solo una pregunta xD
¡Ah! y por cierto, la enfermedad por la que pasa Sakura es perdida de la memoria a corto plazo ¿No es así? Creo que es así como se llamaba (? 

Me gusto mucho como narras y... Por dios, muy triste por lo que tiene que pasar Naruto todos los días, tener que volver a enamorar a su amada o tan siquiera pasar unos minutos con ella hasta la anochecer y volver al principio cada mañana. Ese si es un hombre que sabe amar a una mujer pase lo que pase y estar a su lado sin importar el que

Espero la continuación, nos vemos

Fue muy lindo.
El capitulo me gusto muchisimo, al principio la tristesa y el vacio de Naruto, despues el regreso temporal de los recuerdos hizo que me emocionara! Pero.... Parece sacado del cuento de la Cenicienta, a la medianoche acaba la magia, que triste.
No importa que tardes muhcho en subir los caps, si no he muerto los leere ^^
PD: Perdon por no comentar antes, estaba ocupado.

snif snif hermoso como siempre, eres una gran escritora, tu fic me encanta, la melancolia por la que atraviesa Naruto y la tristeza de Sakura de verdad todo es muy emotivo, espero la conti muy pronto

Hola, cómo.están? c:

Espero que bien, la verdad, perdón por no pasar antes, pero me quedé son.crédito y ya ven xD hasta ahora me paso u.u

Les tengo.dos noticias, el fic ya termina, y me quedo sin crédito D:

Estoy en el.cel.así que me cuesta escribir, perdón no poder agradecerles como.se debe pero lo haré por mp.c: a cada uno.de ustedes c:


Ahora respondo comentarios:


Vane Evans: No, en realidad una amiga tenía un.fic sobre esa enfermedad y le pedí permiso a ella para poder hacer el mío y que no sea plagio..espero haber respondido tus dudas c:









[/i]

[i]—Nee Naruto-kun, necesito decirte algo —habló de manera triste y lo supe: algo había salido mal, ¿pero qué?— ¿Podrías voltear? —Lo hice,
dejé los papeles en la mesa y giré la silla quedando frente a ella, pude notar en sus hermosos ojos la amargura que la invadía.

— ¿Sucede algo malo? —pregunté lo obvio y es qué ella me respondería lo típico... Que desaprobó de nuevo el curso de cocina, ella es la mujer más
linda del mundo: cariñosa y comprensiva en fin, es perfecta, lo malo es que es terrible cocinando. Recuerdo una vez en la que me preparó un salmón
acompañado por una ensalada César y terminé en el hospital por intoxicación. Aún así la amaba y por ello *más que nada por mi salud y bienestar* le pagué el curso.

—Sí, bueno cre, para mí lo es. —Esperé que ella continuara, pero no lo hizo, enmudeció mientras ocultaba sus ojos con el flequillo. ¿Tan grave era
el asunto?

—Dime, dime que es, tus problemas también son míos, ¿qué pasó? —Levantó la mirada, mordió su labio inferior, levemente ruborizada y se veía
tan bella sin ningún tipo de maquillaje. Ok, me salí del tema pero ¿y qué? Cuándo uno está enamorado se desconcentra de todo.

—Yo, bueno yo, verás el día de hoy conocí a un... —Mi mente se alteró, ¿a
un qué? ¿un chico? ¿otro hombre? ¿a eso venía todo? ¿me dejaría? Mierda, debo hacer algo, no puedo perderla, no a ella, no ahora...

— ¿Vas a dejarme? —solté de repente histérico y preocupado, noté como sus orbes se abrían enormemente. Lo sabía, eso era, me abandonaría ¿qué hice mal? De repente se rió y posó su mano en mi mejilla.

—Claro que no, tonto. —Y sentí como el alma me regresaba al cuerpo, pero más que nada un alivio instantáneo siguió en mí, tomé su mano entre las
mías y sonreí, por Dios; casi me muero— ¿Por qué pensabas eso? —Se sentó en mis piernas y con su única mano me quitó los lentes.

—Humm. Dijiste "Un" y "mí problema", por ello pensé que tú, tal vez querrías irte con otro. —Apoyé mi cabeza en su pecho, pude inhalar su fragancia a
flores silvestres que emanaba su cuerpo, tan natural como ella. Cerré los ojos al sentir su mano acariciar mis cabellos, la rodeé por la cintura. Oh sí, después de ése horrible pensamiento, esto es lo mejor cosa para olvidar.

—Pues no es eso, lo que sucedió fue que conocí a una chica el día de hoy —enfatizó "una" y nuevamente rió por mi estupidez—. Se llama Yamanaka Ino ¿sabes? Ella se negó a darle un baño a una anciana, dijo que le daba asco el sólo verla, así que se fue. —No entendí, ¿cuál era el problema?—. Fui a buscarla porque quería ayudarla a pasar la prueba, ella regresó, se disculpó; pero el maestro se molestó conmigo —dejó escapar un suspiró—, me dijo que me bajaría la nota, o me la reduciría a la mitad.

—No puede hacer eso —fruncí el ceño, era ilógico que hiciera algo así—. Si bien es cierto que puede "meterte la goma" no puede falsificar tus notas, mucho menos rebajarla a la mitad —beso su hombro— ¿Por qué lo hará?

—Por haber traído a una loca, irrespetuosa y mal educada a clases, dijo que no debí hacerlo, pero no me arrepiento, aunque me cueste la mitad de mi nota. No me interesa. —Apoyó su mentón en mi cabeza—. Hice una amiga y no me juzga por ser pobre, es más dice que le agrado mucho —escuché su dulce risa.

—Pues vamos a tener que hablar con ese sujeto. ¿Está a la tarde? —besé la comisura de sus labios, ella es tan inocente, tan pequeña, tan infantíl. Aún así no me importa, la beso por completo; introduciendo mi lengua en su cavidad, explorando cada parte de ella, disfrutando su sabor tan dulce.

—Sí, tengo clases dentro de una hora, por eso vine a decírtelo, me iré ahora. —Y no se lo permití, la atraje a mi cuerpo—. Debo irme Naruto-kun, llegaré tarde...

—Te llevo. —Se quedó sin escusa alguna, no podía negarse, pasa vamos poco tiempo juntos debido a mi trabajo, la solté y tomé las llaves de la mesa.

—Arigato, Naruto-kun... Te amo.


Naruto Naruto, Naruto...

Desperté sobre saltado en la mesa de la oficina. Tks, otra vez me quedé dormido en pleno trabajo. Rápidamente tomé mi típica posición sería, rígida y frívola, mientras lo miraba a él: mi estúpido mejor amigo.

—Valla, Done, pero pareces un muerto viviente, ¿no dormiste bien anoche? ¿u otra vez la seguiste? —interrogó el idiota entre risas—, recuperas fácilmente la compostura pero no tedas cuenta de la marca que tienes en la mejilla. Pero sí es tu firma, así que ya eres marca registrada, ¿estás en venta? Porque sí es así, Deidara está interesado en ti. ¿Cuánto cuestas? —Apreté los puños con ira, odiaba sus tontos comentarios sin sentidos, más bien su pésimo sentido del humor.

—Sí tanto quiere un hombre, ve tú —hice una pausa y quité la tinta de mi cara—, ups, cierto, no eres hombre, eres un vulgar y patético pez que mutó por error y se convirtió en una criatura infernal. —Vi como se quedaba callado. Punto para Naruto.

—Tuché. Bien, Dobe, pongámonos serios. —Tomó asiento delante de mí—. Acaba de llamarte de nuevo. Quiere saber a que hora regresas y si ella ira contigo. ¿Qué le digo? —¿Por qué siempre era lo mismo en éste día? ¿aún no lo comprendía? Aunque no tenía la culpa, lo sabía: era mi mera culpa.

—Dile que iré dentro de dos horas y ella no vendrá, que no puede, inventale cualquier cosa, que está enferma o indispuesta. Yo que sé —suspiré—. Estoy harto de todo.

—No sabes como te conpadezco, no es más que eso —sentí su aguda mirada puesta en mí—, es más bien orgullo y admiración. Después de lo que pasó y como terminó todo, tú aún sigues con la esperanza de que todo mejore.—Me dedicó una mirada llena de melancolía—. Ha de ser difícil todo, por eso es que no duermes bien. ¿Cómo ha estado? ¿cuánto tiempo pasó? —Nuestra amistad es extraña, es rivalidad/amistad, más que nada rivalidad, pero debo admitir que Kisame es un muy buen compañero. Siempre sabe que decirme. Y fue el primero que me apoyó en todo éste tiempo. Ni sí quiera mi familia me ayudó tanto como él. Sólo Nawaki, su esposa y él.

—Cuatro años y tres meses, está un poco mejor o eso creo. Los Doctores se dieron por vencidos, no tiene cura. Nunca recordará nada, esos pequeños recuerdos de sólo un día se extinguirán dentro de poco y su vida seguirá normalmente. —Giré el rostro al lado contrarío, me costaba decir todo, pero también quería desahogarme.

— ¿Normalmente? ¿cómo es eso posible? ¿qué no se quedó atorada en un día especifico? —Tenía razón, ni yo lo entendí en ese momento, pero luego lo explicó de una manera tan cruda que lo vi con claridad.

—Ella perderá la memoria por completo, su mente borrará cada recuerdo desde que tiene memoria, y comenzará a funcionar como la de un bebé —sonreí con amargura—, es como si volviera a nacer, sólo que empezará a acumular recuerdos después de que la pierda por completo. —Una lágrima resvaló por mi mejilla—. Dijo que lo mejor que podía hacer era dejarla seguir con su vida, que no la buscara más, que no tenía sentido seguir con ello. Era lo mejor, que yo no esté en su vida, ya que podría hacerle mal el verme. Que sentiría una sensación extraña al observarme y que eso la conduciría a la locura y por ende al suicidio —terminé de relatarle, y rompí en llanto sobre la mesa, escondiendo mi cara entre los brazos. Soltando sollozos de dolor y amargura. Me dolía saber que jamás podría volver a verla, que por su bien debía alejarme de ella. Pero aunque lo sabía no podía. La amaba, no: la amo más que a nada en el mundo y no puedo seguir viviendo sin ella. La necesito conmigo. La amo...

—Dobe, eso es —se quedó pensando tal vez una repuesta. Escuché como dudaba en hablar y se tragaba las palabras. Ni si quiera él podía decir algo bueno en un momento como éste. Me sentí como un niño pequeño: llorando desesperada mente sin saber que hacer, a quién recurrir o como reacciona. Y al mismo tiempo, supe que soy la persona más desdichada del mundo, con una familia carente de amor, de comprensión o compasión. Y Sí, la única persona que realmente llegó a amarme fue ella, Sakura—. Sé que suena horrible, como también sé que no podrás olvidarla o que no aceptas lo que sucede, pero debes hacerlo Naruto. Has estado mucho tiempo así, no puedes seguir entre recuerdos, debes aprender a vivir sin ella, debes aprender a olvidarla, debes dejar de amarla... —Sentí una fuerte punzada en mi corazón, no podía, no podía dejar de amarla, nunca lo haría, poco a poco comenzaba a hipér ventilarme. No después de lo que pasó, cuando casi la perdí, en el día en casi maté a un sujeto por ella. Por amor...

De repente todo se volvió gris, no podía respirar lo único que oía era su voz, que comenzaba a parecer la de ella...



—!!Naruto, Naruto, Naruto¡¡




Y lo recordé, recordé al tipo que llegué a odiar por haberse quedado con ella, creí verlo en Kisame, incluso escuché su chillona voz, era él... Akasuna no Sasori...

Muchas personas la juzgaban por ser de clase baja y sólo pocas la aceptaban, al igual que mis padres, ellos se negaron a aceptarla y terminó conmigo, para probarle a ellos que no estaba conmigo por interés, aún así seguían con lo mismo, busqué millones de formas para que volviera conmigo, pero fue en vano: no lo logré. Al cavo de seis meses mis progenitores concurrieron a su hogar pidiéndole disculpas por lo ocurrido, pero no volvimos. No quería estar conmigo, ya que sentía que ellos no lo decían en serio y la odiaban.

Hasta que se me ocurrió una locura, fui a su casa con un camión de flores, les dí la orden para colocarlas en la calle en forma de pregunta y corazón. Contraté a su grupo de música favorito y comencé a gritar su nombre como imbecíl, llamando la atención de todas las personas, seguramente pensaban que era un drogadicto u alcohólico y es que mi apariencia no era la mejor, llevaba unos vaqueros desgastados, camisa desarreglada, zapatillas empolvadas y los ojos rojos de tanto llorar. De vez en cuándo me tambaleaba y agarraba la cabeza entre las locuras que pensaban por mi mente. Hace poco me he enterado de que comenzó a salir con alguien y eso me partió el corazón, era un pelirrojo amigo suyo, de clase alta como yo. Y fue ahí que empezó mi calvario, falté a la empresa y me dediqué a seguirlos en sus citas, él la observaba, besaba e incluso en ocasiones la acariciaba y ella no se lo impedía.

Perdí la noción del tiempo y la poca cordura que me quedaba, estaba decidido, iba a recuperarla sea como sea, no podía permitir que un ser como él se quedara con ella.



—¡¡Sakura, Sakura, Sakura!! —vociferaba a todo pulmón y por fin ella salió de su pequeña casa, cubierta por una bata y acompañada por él.

—Naruto-kun —escuchar su voz me hizo feliz, pude verla de nuevo: él estaba ahí.

— ¿Qué haces aquí? —Fue como si me lanzaran un balde de agua fría, ese tipejo la rodeaba por la cintura y besaba posesivamente lo que era mío. No respondí, pero tampoco me contuve y me abalanza sobre él, empezando así una pelea.

Escuché sus desgarradores gritos mientras lo golpeaba, sonreía por dentro, era feliz, tal vez así ella volvería conmigo. Él no se quedaba atrás, devolvía cada golpe con gran fuerza, a veces perdía el aire. Sentí como sus brazos se aferraban a mi pecho y reaccioné, dejé de golpearlo, él estaba mal. Miré mis puños ensangrentados, mierda casi lo mato, nunca me pasó algo así. Bueno, en realidad cuándo era un adolescente, ya ni si quiera recordaba lo que es golpear, ni como la adrenalina corría por mi cuerpo. Él se levantó y corrió a su auto, se subió y se perdió de mi vista. Nos quedamos solos, las personas que me acompañaban se fueron, instintivamente me aferré a ella, pidiéndole que volviera conmigo.

—Tenemos que hablar. —Se separó de mí y caminó a su choza, de inmediato la seguí y no esperé más, ¿por qué iba a hacerlo? Ya la había esperado por más de dos años, y si él podía yo también, la acorralé entré la pared de la cocina y mi cuerpo, la besé con desesperación y necesidad, la necesitaba más que a nada en el mundo, mis manos recorrieron su perfecto cuerpo de muñeca y terminamos en su cuarto, en su cama, ella debajo de mí, clavando sus uñas en mi espalda y yo, brindándole todo el placer posible con cada envestida. Todo aquéllo fue magnifico, algo especial e inigualable. Cuando todo hubo terminado, oculté mi rostro en su cuello y me dediqué a oír su voz.


—Te amo, Sakura —pronuncié con dificultad, con una sonrisa estúpida en mi cara, era feliz, el hombre más feliz del mundo.

—Yo también, Naruto-kun —habló entrecortadamente, deslizando su mano por mi rostro, brindándome todo su afecto con esa simple caricia.

Sentí como el corazón me latía frenéticamente, ella era mía, definitivamente lo era y nadie podría separarme de ella de nuevo. No después de esto.



—Cásate conmigo, por favor...

Abrí los ojos con pesadez, la luz de la habitación me lastimaba las pupilas, giré levemente la cabeza y medí cuenta de que es mi oficina. Noté a Kisame sentado en el otro sofá pequeño y yo en el largo, recostado, cubierto por su chaqueta. Bufé molesto, con el frío que hace en esta época, él quiere hacerse el santo. Me levanté y lo tapé con su saco. Luego de eso me senté en mi silla.

Y pasó otro año más, un año más sin ella y cómo todo, nada tenía sentido, las cosas seguían su curso natural; ella no recuperaba la memoria, yo trabaja doce horas diarias, su madre empeoraba y...

Mientras frotaba mis manos por lo entumecidas que estaban, me dediqué a mirar por el ventanal de la empresa, apoyando la cabeza en el respaldo de la silla, ¿qué es lo que sentiría ella el día de hoy? ¿cómo raciocinaría al saber que pasó otro año? ¿qué justamente es navidad? ¿qué...?

Suspiré de frustración y completa molestia, formando una pequeña nube de humo, me irritaba el no estar con ella en estos momentos, en los que me necesitaba, en que su cabeza le dolería, se arrojaría al suelo y gritaría que todo es una mentira. Y llegué a odiar la vida misma, a las personas e incluso a mí. Giré la silla a modo de que quedé aprisionado entre la mesa, tomé una pluma y me dediqué a firmar los papeles rutinarios.

Mi mente divagaba entre los recuerdos de nuestra vida y es qué cada instante vivido con ella fue magnifico, no, más que eso fue inigualable; nunca hubo otro día así, todo era perfecto y aunque no lo fuera: ella lo hacía parecer de tal manera.

No comprendía los enigmas de la vida, ni las cosas por la que pasavamos, pero supongo que es una prueba, una de ésas que ponen para saber si son el uno para el otro. Pero lo sé, sé qué ella es para mí, de igual manera yo soy para ella. Escuché un golpe en la entrada y observé a la persona que entraba. Erá él... ¿qué hacía aquí? ¿quién lo trajo?

— ¿Qué haces aquí? —inquirí preocupado, ¿Cómo se le ocurría venir hasta aquí ha estás horas?

—Ya es tarde y no regresabas, quise venir por ti —respondió casi frivolamente.

—Tienes razón, hay que ir a casa. Deja, despierto a Kisame y nos vamos. —Le arrojé la pluma y cayó en su cabeza, él despertó sobresaltado y me miró sonriente—. Es hora de ir a casa, no es necesario que te quedes aquí.

Con ésas palabras nos fuimos, el trayecto me pareció eterno y doloroso, como cada vez que pasabas por su pequeña casa. No dijimos nada, sólo nos dedicamos a mirar el mismo lugar, tanto él como yo conocíamos nuestro destino.

Llegamos a nuestro hogar, introduje las llaves en la cerradura y con pesadez: entré, no me esperaba nadie, ni si quiera ella. Dejé la chaqueta y el maletín en la mesa y caminé a la sala, pero lo que vi me dejó petrificado.

Era ella, ella estaba ahí, parada en medio del lugar, sonrojada, sonriéndome y extendiendo sus manos hasta mí. Las tomé y la atraje por completo a mí, no pude evitarlo, terminé llorando, pero ella me consolaba con sus palabras.

—Todo estará bien, te lo prometo. —Tomó entre sus delgadas manos mi rostro—. Feliz navidad...


Y lo único que voy a decirles es que todo terminó como en el recuerdo, sólo que está vez fue en lo que alguna vez fue nuestro cuarto, nuestra cama, nuestra casa. Y rogué en cada instante que ella no me olvidara, no de nuevo y no está vez, porque no le permitiría marcharse otra vez...


Aclaraciones:

Meter la goma: Hacer trampa.

Sí bien dije que ella dentro de un tiempo no podía recordarlo, es cierto, en algunos casos sucede que la persona que padece está enfermedad puede llegar a un punto, en que por un shock muy fuerte su memoria es borrada o bloqueada por completo.También dije que podía llevarla al suicidio, ahí me refería a la paranoia, en muchos casos las personas llegan a sentirse perseguidas u observadas, por ello se encierran dentro de sus casas y no salen, no comen, no socializan y terminan por enloquecer, en el peor de los casos recurren al suicidio.



Nos vemos pronto con el final ewe

Ya el final? Una historia cortita, pero agradable y algo triste, espero el cspitulo final para dejar mi opinión! Un saludo

Wooo me encanto quiero la continuacion....
pobre de naruto TTnTT y sakura..
queriendo recordar algo que fue hermoso...
mi kokoro si que dolio...
Saludos espero la conti....................

¡Hola! Primero, gracias por responder mis dudas xD

Y segundo: me gusto mucho tu historia, lastima que ya este llegando a su final, Espero la continuación ansiosa para ver como acaba esta increíble historia!

¡Saludos! ^^/

me hiciste llorar que triste que todo este llegando a su final espero que todo salga bien para Sakura Y Naruto y q nos aclares como fue que Saku termino perdiendo la memoria! Creo que de nuevo esta de mas decir que amo tu historia, tiene una trama muy hermosa!! Eres una escritora muy buena! Espero la continuacion muy pronto