Yo domino, pero luego estaré bajo de ti.[+18] 09-05-14 [2/2]

Me acerco con suavidad a Naruto y sin que se de cuenta le inyecto una sustancia que haga que sus movimientos sean débiles, lo agarro y lo coloco sobre la cama con suma suavidad. Tomo de la mesa de noche unos pañuelos de seda y amarro sus manos a la cabecera de la cama, para luego ir acariciando sus brazos admirando y tanteando cada musculo. Bajo mis manos aun acariciándolo, para abrir su camisa y besar sus pectorales para luego lamer su abdomen. Sigo bajando y como aun seguía atontado por la sustancia, le desabrocho lentamente el pantalón y quitándole la correa.

Le bajo el cierre al pantalón, para quitarle el pantalón sin quitarle el bóxer, al llegar a los pies, le quito rápidamente los zapatos y amarro sus pies a la cama con los pañuelos de seda como hice anteriormente con sus manos.

Suspiro al ver como estaba un poco sonrojado, me desnudo con rapidez y me siento en su abdomen con suavidad, moviendo un poco mis caderas para que su entrepierna cubierta por el bóxer rozara la mía. Me acerco a sus labios para besarlo pero él se niega, moviendo su cabeza de un lado a otro, al ver esa reacción me acerco mas mordiéndole con lentitud la oreja, lamiendo su lóbulo con ternura, mientras que mis manos traviesas comienzan a acariciar sus brazos amarrados.

Acaricio cada musculo viendo como él suda y su entrepierna se endurecía, sigo moviendo mi cadera pero esta vez paso a besar su cuello, lamerlo y mordisquearlo, dejándole algunas huellas, para después con una de mis manos bajarla hasta su pecho y acariciar su pectoral izquierdo para acariciar su tetilla con suavidad, mis besos siguen bajando de su cuello al inicio de su pecho, lamiendo en círculos para llegar a su pectoral derecho mientras escucho como la respiración de Naru se acelera, muerdo con suavidad su tetilla derecha y le doy un pellizco a la izquierda con mis dedos.

Al realizar eso, el gime de placer y un poco de dolor, sonrío de medio lado e intercambio la situación, ahora estaba succionando la tetilla izquierda y acariciaba la derecha con mis dedos. Pero ahora mi mano izquierda bajaba por su abdomen para acariciar la punta de su miembro que se salia del bóxer por el tamaño que tenia, lo acaricio con mi pulgar en círculos un poco rápido al sentir el líquido pre-seminal que soltaba.

Voy bajando mas pero sin dejar de tocar la punta de su miembro, lamo su abdomen y meto mi lengua en su ombligo, lamiendo con fuerza para luego levantar la mirada y contemplar sus gestos, como suspiraba y gemía con suavidad, coloco mis manos en el elástico de su bóxer y el niega con su cabeza, susurrándome suavemente “No... No lo hagas... Sakura-chan”. Sonrío por la ternura, pero sin embargo no le hago caso y bajo su bóxer dejando al descubierto su miembro erecto y sus testículos, se los bajo hasta los tobillos sin dejar de admirar el tamaño de su zona intima.

Me siento entre sus piernas y agacho mi cabeza un poco para soplar su miembro haciendo que él gimiera con fuerza, veo como sigue saliendo liquido por la punta, me acerco mas y lo lamo para sentir una gran descarga de semen en mi rostro, acompañado por un grito de placer que daba mi rubio.

Lamo un poco de ese semen, pero lo demás se escurre por mi cuerpo y el de él, noto como su miembro estaba semi-erecto, sonrío y le digo “Sabes... Te lo pondré de nuevo como roca... Porque quiero sentirte”, mientras se lo decía, con mis manos lo iba masturbando suavemente pero acerco mis labios a la punta y comienzo a succionarlo.

Al succionar su miembro se siente como vibra un poco y va tomando su rigidez poco a poco, dejo de masturbarlo pero introduzco en mi boca todo su miembro viril, succionando con fuerza y viendo como el arqueaba su espalda tratando de romper los pañuelos de seda.

Succiono y bajo, subo y bajo repetidas veces mi cabeza hasta sentir como su miembro ya estaba de nuevo rígido, lo saco de mi boca lamiendo entre la punta y lo largo de este. Me siento en su abdomen nuevamente y tomo su miembro con mis manos, haciendo que la punta se rozara con la entrada de mi intimidad humedecida, me acerco y le doy un beso suave en los labios para luego susurrarle al oído “¿Quieres... Qué lo meta?”, él gime haciendo que suspire de excitación y me responde con voz ronca y débil “Si... Quiero... Tenerte”. Gimo al escuchar su respuesta, lo coloco más en mi entrada y acaricio mi clítoris un poco, para luego ir bajando mi cadera suavemente para que su miembro entrara en mi intimidad, soltando un gemido largo mientras sentía la presión dentro de mi, abriendo cada vez más mis piernas hasta que se introduce por completo y Naruto suelta otro gemido. Me quedo en esa posición un momento, teniendo un poco mi vista nublada pero contemplo como él respiraba con dificultad.

Al notar como me acostumbro por el tamaño de su miembro, comienzo a mover mis caderas de arriba hacia abajo lentamente, disfrutando como se deslizaba dentro de mi su virilidad, noto como él lo disfruta y aumento mis movimientos de cadera, haciendo que nuestros cuerpos estén bañados de sudor. Al pasar los minutos aún seguía con los movimientos, pero siento como él comienza a mover también su cadera contra la mía, provocando que la punta de su miembro roce mi útero, ocasionando un placer inmenso en mi interior.

Siguen pasando los minutos y los dos seguíamos moviéndonos al mismo ritmo, mientras me agacho un poco y comienzo a acariciarle los brazos, el cabello, el pecho y besándolo con pasión. Luego siento como sus embestidas toman mayor fuerza y mi intimidad la aprieto un poco, sabiendo que el momento estaba a punto de terminar, sigo moviéndome con fuerza y rapidez así como él lo estaba haciendo, hasta que en una de las embestidas me detengo haciendo presión hacia abajo apretando mucho mis paredes vaginales, mientras me corría y él eyaculaba en mi interior, llenando mi útero de su semen espeso y caliente. Cuando termina de correrse, me acuesto a su lado y débilmente le quito los pañuelos de seda, para  luego él se acerca a mi oído y me susurra “Me las pagaras...”, con voz ronca y una sonrisa, haciendo que me sonrojara y mi corazón latiera con fuerza, sin dejar que pensara la situación comenzamos el otro round pero esta vez... Yo abajo de él.

Pobre Naruto, fue obligado a soportar semejante tortura. Jaja un juego muy erótico sin lugar a dudas, Sakura fue la que mando, pero existe la revancha y Naruto va con todo.

  

Estaba en la cama, cansado, agotado, de tantas corridas... Pero aún tenía fuerza para otra, y se la daré dentro de ella, hasta el fondo. Me acerco a su oído susurrándole con mucha lujuria “Me las pagaras”, mi voz estaba ronca y una sonrisa... Producto que ya estaba duro de nuevo por verla bañada en sudor. La tomo de las caderas y la atraigo a mi, la pongo debajo de mi y lanzo los pantalones lejos. Comienzo besándola con ternura los labios mientras mis manos acariciaban su cadera, fina y suave como me encanta de ella, piel blanca y tersa.

Nuestros besos se vuelven mas salvajes, pero mientras que hacia eso tomo una cadena sin que se diera cuenta, subo sus brazos sobre su cabeza intensificando el beso para luego amarrarle las muñecas con la cadena. Me separo con suavidad pero un hilo de saliva aún unía nuestros labios, lo lamo y me quedo mirándola, sonrojada e indefensa, con la mirada perdida y de nuevo excitada... Volviéndome loco, ya que percibo el olor de sus fluidos, dulces y exquisitos.

Acerco una de mis manos a su axila, acariciándola con suavidad y ella da un gemido entre risas, pasando ahora mi mano a su seno, lo acaricio un poco pero luego con mi dedo recorro su aureola, pellizcando su pezón y jalando esté. Al ver como se ponía rígido, acerco mi boca a el, sacando mi lengua y lamiendo su seno sin tocar su pezón, para luego apoderarme de el y chuparlo lentamente, lamiéndolo, succionando, lento y rápido, fuerte y suave. Con mi otra mano voy acariciando su otro seno, masajeando con suavidad al sentido de las agujas del reloj y al contrario, aunque ella diga que son pequeñas, son perfectas para mi mano. Aprieto su seno y al otro muerdo su pezón, haciendo que ella soltara un grito de placer, me inclino un poco haciendo que mi miembro erecto quedara sobre su vientre, comenzando a acariciarlo en esa roza y mi punta rozara su ombligo. Luego de unos minutos escucho como gime más fuerte, bajo mi otra mano hasta tu entrada vaginal, acaricio su clítoris hinchado por tanta excitación y siento la humedad. Suspiro, tratando de controlarme hasta que aprieto con las yemas de mis dedos su clítoris provocando que ella se corriera, esto hizo que soltara un gruñido un poco fuerte.

Levando mi mirada observando sus ojos color esmeralda, desorbitados, sin mirar un punto fijo y suspirando con rapidez haciendo que mis ojos se posaran en sus senos cubiertos de rojo por mi culpa, doy una sonrisa y aprieto la parte baja de mi miembro para aún no correrme. Bajo mi mirada para ver su intimidad, cubierta por sus vellos rosados y sus flujos... Lamo mis labios, me agacho y doy una lamida sobre los vellos. ¡Dios! Que delicia... Pero al yo hacer eso, ella da un suspiro. Sonrío, diciendo para mi mismo que la haré correrse de nuevo, hasta hacer temblar sus piernas... Será el mayor orgasmo de su vida.

Con mis manos abro más sus piernas y las coloco en mis hombros, introduzco uno de mis dedos en su intimidad y al sacarlo sale cubierto de su líquido pegajoso, lo lamo y suspiro, delicia pura... Dulce y salado al mismo tiempo. Ahora abro sus labios vaginales, viendo a la perfección por dentro su agujero, su clítoris, sus labios y más de ese néctar que me encanta; lamo de arriba hacia abajo, succionando su clítoris, metiendo la lengua lo mas al fondo que podía mientras ella gemía y me decía “Más... Más... Naru... Ahhh”. Metía dos dedos dentro de su vagina, los sacaba y metía, mientras que chupaba y mordisqueaba su clítoris con entusiasmo, voy bajando mis lamidas hasta llegar a su ano, en donde con mi dedo lo voy estimulando un poco. Meto la punta de mi dedo y noto como lo presiona, haciendo también presión en los dedos que tengo dentro de su vagina. Gruño y lamo de nuevo su clítoris e introduzco mi dedo en su ano, mientras ella grita por la excitación, provocando que se corriera de nuevo, lamo con rapidez sus jugos sin dejar que nada se me escapara, succionando y lamiendo más rápido, hasta dejar su zona solamente con un poco de mi saliva.

Saco mis dedos de tus agujeros, pero doy unas lamidas a su ano. Luego me separo para ahora colocar la punta de mi miembro en su entrada vaginal, doy una fuerte embestida, metiéndosela hasta el fondo y mis testículos chocaran con sus nalgas, acomodo mejor sus piernas en mis hombros y comienzo el va y ven de mis caderas, penetrándola con fuerza y rapidez, pero luego lento y suave cuando estaba a punto de ella correrse, con una sonrisa malévola sigo dándole duro mientras chupaba sus senos. Paso rápidamente de estarla penetrando a follarle los senos con mi pene, apretándolos y moviéndome con rapidez para que la punta de mi pene se metiera en su boca, cuando pasaba esto ella chupaba con fuerza y lo soltaba.

Después de unos minutos volví a penetrarla por su vagina, metiendo y sacando mi pene de ella. Gemía como si estuviera poseída, haciendo que cada vez me excitara y le diera con más fuerza, pero ya estaba a punto de correrme, así que sus piernas las pose uno de mis hombros, apretándolas y alzándolas un poco para que fuera apretado, podía sentir su útero y como me apretaba el miembro. Le di unas dos, tres, cuatro, cinco estocadas hasta que me quede inmóvil pero hundiendo lo más que podía mi pene dentro de ella mientras eyaculaba mi semen espeso y caliente, era tanto que salia un poco su cavidad. Al sacarlo de allí mi pene, aún lo sentía semi-duro... Así que decidí que era hora del siguiente paso.

Como ella se encontraba cansada no podía moverse mucho, veía como sus piernas temblaban. La gire con suavidad, coloque una almohada debajo de su vientre y le quite la cadena dejándole los brazos a los lados. Al colocarle la almohada debajo de su vientre, provocaba que su cadera se levantara y dejara a mi vista sus enormes nalgas que me encantan, como tenía un poco las piernas abiertas, también podía observar un poco su ano y como mi semen caía por su vagina. Le acaricie la espalda con la yema de mis dedos, se la bese toda con suavidad provocando de nuevo suspiros en ella. Con mis dedos, los unto un poco del semen y se lo voy colocando en la entrada de su ano, al rededor y dentro de esté, para que no le doliera tanto; cuando veo que está lo suficientemente lubricado pongo mi pene en la entrada.

Froto con suavidad su entrada con la punta, lentamente hasta que se introduce la punta y ella gime, aquí se siente más apretado... Y eso que solo he metido la punta, sigo metiendo con suavidad mi pene dentro de su ano y noto como me va aprendo con fuerza el miembro, gruño y de a pocos la termino de meter. Suelto un suspiro largo, que apretado es... Pero esto hace que mi pene se ponga más duro, ahora tengo mas deseos de cogerla con fuerza. Comienzo a moverme al sentir como Saku afloja su ano, lentamente muevo mi cadera en círculos, metiendo y sacándolo de su ano. Es sorprendente esta experiencia... Es muy excitante como este agujero de ella me chupa y se traga todo mi pene.

Aumento la velocidad de mis embestidas mientras que lo que se escucha en la habitación son nuestros gemidos, le doy unas nalgadas para que estén rojas, me agacho y le muerdo una con suavidad, haciendo que ella gritara. Sigo dándole duro y fuerte como ella me lo pide a gritos, pongo mis manos en sus senos y los aprieto atrayéndola más a mi cuerpo, metiéndoselo hasta el fondo. Bajo una de mis manos y mientras la sigo penetrando, la ando masturbando por su vagina metiéndole mis dedos lo más al fondo que podía, sintiendo sus fluidos y mi semen mezclados, saco mis dedos y se los pongo cerca de su boca, ella la abre y se chupa mis dedos, ¡Kusoooo! Esto me hace explotar, sigo follándole el ano pero ya no aguantaba más, cada vez me apretaba más y más, tomo sus brazos colocándolos hacia atrás para que se pegara más de mi, dándole con fuerza en la penetración y me corro pero no dejo de penetrarla hasta que deja de salir semen, además de que mi pene deja de estar duro. Lo saco y me acuesto a su lado, respirando con fuerza.

Le acaricio la espalda, la atraigo a mi y coloco la sabana sobre nosotros, me acerco a su oído y le susurro con suavidad “Esto es para que te des cuenta, que yo... Soy el que domino”. Ella asiente y le beso con ternura, para quedarnos dormidos y satisfechos de nuestro acto carnal, que seguramente mañana... Lo repetiremos, pero usare la fusta que tengo debajo de la cama.

Uff que calor! Vaya escenas, que pasión, que erotismo y que lujuria y por supuesto que entrega, total y plena, no importa quien mande, los dos salen ganando.