La Mejor Medicina [+16] 31/12/13

 Capitulo 2


Había pasado un día desde mi llegada al… “hospital”. Pero, para mi suerte, mi pierna dolía mucho, lo que significaba que podría quedarme más tiempo en aquél lugar tan interesante. Pero desde mi regreso, nunca había podido ubicar a la pelirosa. Creo que no exageraban con lo de “Más Solicitada”. Me pregunto cuántos hombres más hay en ese lugar…


Apreté suavemente el botón, esta vez, sin excusa. Simplemente iba a decirle la verdad a quien sea que viniera. Tenía hambre. Esperé un minuto pero nadie vino. Así que lo toqué otra vez. Y otra vez. Y otra más. Hasta que la puerta se abrió de golpe y una rubia exasperada entró literalmente balanceándose con tres bandejas.


¡Lamento el retraso señor! – dijo esta. En lo primero que me fije, por supuesto, fue en su cuerpo. Era alta y tenía piernas preferentemente largas, con una delantera neutral y una “retaguardia” de igual tamaño. A pesar de eso era bastante atractiva, y, por lo que me habían contado, debía ser Ino –


Depositó una de las bandejas sobre la mesa a mi lado y luego le quitó la cobertura de vidrio a los diferentes platillos.
No hay problema preciosa - le dije guiñándole un ojo mientras me enderezaba. Ella soltó una pequeña risita y luego me observó seductoramente –


Pues, si quiere, podría quedarme un rato a hacerle compañía... – Me dijo mientras se sentaba en la camilla y cruzaba sus piernas bronceadas. Era atractiva, vaya que sí –


Le devolví la mirada coqueto, pero por alguna razón sentí la desilusión recorrerme las venas al ver esos ojos grisáceos mirarme impacientes. Relajé un poco los parpados y luego dirigí la vista hacia el plato de comida.


No, estoy bie… ¿? – me sorprendí a mi mismo cuando pronuncié las palabras indicándole a la muchacha que se fuera, lo cual obedeció con un suspiro tomando las otras bandejas. ¿¡Porque rayos le había dicho que se fuera!? ¿Qué le pasaba a mi inconsciente esos días? –


Me relajé un poco mientras dejaba de lado lo sucedido y tomaba los cubiertos. Había un plato de fideos que se veían bastante tentadores. Esperemos que la comida sea tan buena como el servicio.


Y así fue. Toda una delicia. Pero algo me perturbaba y era que no era cualquier plato de fideos. Era nada más ni nada menos que “Ramen”. Un platillo que tiene algo bastante particular, y es que, mi nombre es uno de sus ingredientes. ¿Lo habrían hecho apropósito? No lo creo… tal vez estaba un tanto paranoico. Y es que, no estaba muy acostumbrado que digamos a estar en un lugar por mucho tiempo. Soy un hombre de negocios.


Terminé de comer y luego toqué el botón para que se llevaran los platos. Presté atención a la puerta y unos minutos más tarde, una mujer de cabellos negros y cortos entró suavemente. La examiné un poco y me di cuenta de varias cosas. Primero que todo, parecía un tanto mayor que las demás. Por lo menos unos tres o cuatro años más. Luego, me di cuenta de que no tenía el mismo uniforme blanco y apretado que las demás. Usaba un uniforme negro, un poco más largo y holgado. Y por último, las descripciones que me habían dado no coincidían con esta chica.


¿En qué puedo ayudarlo?- me preguntó con semblante neutro. Estaba parada derecha y me miraba sin ninguna expresión –


Etto… ¿Podría llevarse los platos por favor? – ella solo asintió y obedeció a mi pedido. Vaya, que aburrido… necesitaba un poco de diversión, y rápido –


Suspiré cansado y tomé la tableta. Me conecté y me encontré con Sasuke y Neji hablando de cosas triviales.


Hola Naruto – me dijo Neji animadamente –


Hola Dobe – ¿Dobe? ¿A qué se debe eso? –


Hola Neji y… Teme – me tardó unos segundos pensar un apodo para molestar a Sasuke pero lo conseguí, y funcionó a la perfección –


Hmp – respondió Sasuke con un bufido –


¿En qué andas? – me preguntó Neji –


Oh, nada. Acabo de terminar de comer… ¿Ustedes? –


Hablamos. – dijo Sasuke desinteresado –


Ya me di cuenta – respondí – Oigan, ¿puedo preguntar algo con respecto a las enfermeras? –


Claro – dijo Neji - ¿Qué sucede? –


Hoy… vino una… distinta –


¿Distinta? ¿Qué significa eso? – preguntó Sasuke. Oh claro, ahora si está interesado –


Sí, eso ¿Cómo era? – Me preguntó Neji antes de que pudiera contestar -


Pues… en pocas palabras, era alta, delgada y un tanto mayor. Tenía cabello negro y corto y ojos del mismo color. Ah, y también llevaba uniforme distinto – les resumí encogiéndome de hombros –


… -


No tengo idea. – dijo Sasuke cortante – Como sea… oh – Sasuke cortó la llamada dejándonos a Neji y a mi solos repentinamente –


¿Qué paso? – preguntó Neji –


Ni idea… oye, ¿porque tu habitación es mejor que la mía? – Pregunte un tanto frustrado mientras me fijaba en su pantalla detalladamente –


Un milímetro de segundo después, Neji se estaba ahogando en su propia risa. La cual por cierto, tenía ese toque masculino que me recordaba a mi padre, por alguna razón desconocida. Como sea, al cabo de unos minutos, se limpió las lágrimas y se acomodó un poco.


Tu… ¿Sabes quién soy? – preguntó aguantando una risita –


Etto…. ¿Tendría que? – pregunté confuso. No sabía si era alguna clase de acertijo o algo parecido, pero estaba confundido al máximo –


Pues, un poco, si – dijo haciendo sonar su espalda contra la pared detrás de su cama –


Me quedé más confundido que antes, pero en cuanto iba a preguntar, una pequeña ventana de aviso apareció, informándonos que Sasuke se había unido al chat. Unos segundos después, su rostro apareció en mi pantalla. Estaba despeinado y desarreglado, no como antes, lo cual me llamó un poco la atención. Pero, seguía teniendo esa media sonrisa de idiota arrogante la cual me irritaba un poco.


Hola muchachos – dijo relajadamente estirando los brazos –


Sasuke… ¿Dónde estabas? – preguntó Neji centrando toda su atención en el azabache -


Hn. Digamos que tuve un poco de… diversión – dijo agrandando su sonrisa mostrando un poco sus dientes blancos como la nieve –
Oh… - fue lo único que dije mientras tomaba el vaso de agua a mi lado y tomaba un largo sorbo –


Con… ¿Con quién? – preguntó Neji pícaro –


Ah pues, ¿con quien más que con Sakura? – dijo con ironía. Me hice a un lado de la cámara y luego escupí un poco del agua que se revolvía en mi boca –


Sakura. Recapacité el nombre que había pronunciado por unos momentos hasta que me di cuenta de que, probablemente había manoseado por todas partes a la pelirosa. Un extraño sentimiento me recorrió como una corriente eléctrica de pies a cabeza, al tiempo que me daban ganas de ir a donde Sasuke y arrancarle la cabeza lentamente… pero, ¿Por qué? ¿Por qué quería hacer eso, si era más que obvio que, ese era su trabajo y se debía de haber entregado de distintas maneras a muchos hombres más? ¿Por qué esa rabia incontrolable se adueñaba de mí y me volvía loco al oír su nombre saliendo de los labios de otro hombre que no sea yo con tanto placer?


Y… ¿Q-que hicieron? – pregunté inconscientemente intentando esconder el remolino de sentimientos que viajaba por mi cuerpo –


Bueno, es curioso que lo preguntes dobe… - dijo sin soltar su tono arrogante, siempre presente – Pero, nada raro, disfrute su trasero un poco y, sus gemidos inconscientes… - murmuró como hipnotizado –


Me hirvió la sangre a más no poder hasta que Neji replicó.


O sea que, ¿Simplemente la tomaste por sorpresa? – preguntó Neji curioso. En ese intante me quedé helado esperando una respuesta –


Más o menos… - admitió Sasuke –


Realmente me relajé al oír eso, aunque igualmente seguía molestándome que le hubiera agarrado el trasero… vaya, no puedo hacer más que regañar entre dientes eso, estoy realmente mal. Sera que estoy… ¿Enamora…? No.


Simplemente no es posible. Yo, Naruto Namikaze Uzumaki, enamorado. Pf, vaya, estoy olvidando quien soy… necesito retomar el trabajo cuando antes, aunque ahora no me agrade tanto la idea…


Ya veo – dijo Neji sacándome de mi trance – Retomando la conversación anterior… Naruto, ¿Quién eres tú? –


Pues, eso era algo fácil de responder. Aunque, por más extraño que suene, dudé un momento. ¿Qué me pasaba estos días? Dios, debía estar muy estresado.


Bueno, si quieres saber… Mi nombre completo es Naruto Namikaze Uzumaki, soy un empresario proveniente de Nueva York, millonario gracias a mis múltiples comercios con la “K.M.C”, actualmente dueño de la conocida franquicia de artefactos de lucha y equipos de guerra “Suna” – dije con un toque de superioridad –


Pero, su reacción no fue la que esperaba. Es más, pude notar como los dos aguantaban la risa y disimulaban mirando al suelo.


¿Qué? ¿Qué sucede? – pregunté confundido –


Veo que… no nos conoces – dijo Sasuke retomando su postura – Mi nombre es Sasuke Uchiha… ¿Conoces el Estadio Internacional de Yokohama? – me preguntó volviendo a aguantar una risita –


Pues, claro. ¿Qué no es el lugar donde se enfrentaron los Yamaha y los Senju el año pasado? ¿Qué hay con eso? – respondí, sin entender absolutamente nada –


Exacto. La cosa es, que yo soy el dueño. De eso y de los hoteles “Mikoto”, los cuales se encuentran actualmente por todo el continente, con un total de 65 establecimientos en total – me dijo como si nada –


Me quedé perplejo. Comparado con el, yo era un simple hombre con un poco de dinero. El debía ser un multimillonario… Pero, que estoy diciendo… ¡Me importa un comino que sea dueño de todo eso, no puede hacerse el engreído solo por eso! ¡Y menos conmigo!


Oh. Interesante – respondí intentando ocultar mi sorpresa - ¿Y supongo que tu…? – dije dirigiéndome a Neji con desinterés fingido –


Pues, mi nombre es Neji Hyuga, soy el asistente de comercio de Inuwaki. Company – dijo con una pequeña sonrisa. Me quedé perplejo. Esa era, más o menos, la compañía más grande de todo Japón –


E-etto… muy bien… - dije, sin poder ocultar mi expresión sorpresiva – Y… ¿Saben dónde está Kiba? – pregunté intentando cambiar de tema. Ya me estaba poniendo nervioso –


Ah. No lo sé… - dijo Neji mirando a su alrededor - ¿Por qué preguntas? –


N-necesitaba decirle algo… como sea, luego me conectaré chicos. Adios – dije rápidamente mientras me desconectaba y dejaba a un lado la tableta –


Realmente me sentía raro. Como… inferior. Aunque, realmente lo era. No, no, no. Argh, necesitaba un buen descanso.