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La skin ha sido codificada y maquetada por Odxy para el foro NaruSaku. Las imágenes usadas no nos pertenecen, han sido realizadas por diversos artistas y las diseñadoras solo las han editado. Agradecimientos a todo el grupo de diseño por las nuevas imágenes utilizadas. También a LaufeysonSister y Pyrite Wolf de OSC porque sin sus tutoriales la mitad de las cosas que se han hecho en este foro no habrían sido posible.
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NaruSaku v2.0 :: :: Fan Fic :: FF Cerrados
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Namikaze Boys (+18)
- Prologo:
- PROLOGO
Ser la chica buena no es tan bueno como pretende ser. Sakura Haruno se ha
cansado de jugar esa parte para complacer a sus padres, y para ser digna
del príncipe azul de la ciudad, Sasuke Namikaze. Tal vez por eso ella se
permitió pasar el tiempo con el primo de Sasuke, Naruto, mientras él está fuera en
un campamento de verano con su familia. Naruto no tiene nada que ver con su novio
perfecto. Él es el más sexy hombre que ha visto, peligroso de formas que sólo había
soñado, y el chico del cual debe permanecer alejada.
Naruto nunca envidió a Sasuke por sus amorosos padres, su casa grande y bonita, o
su posición de mariscal de campo. Él lo quiere como un hermano. Razón por la
cual ha intentado todo lo posible para mantener su distancia de la novia de
Sasuke. Incluso si él la ha amado desde la edad de cinco años,Sakura es la chica
de Sasuke, por lo tanto, está fuera de los límites. Sin embargo, cuando Sasuke se
va en el verano, Sakura, la chica por la que Naruto movería cielo y tierra , decide que
quiere meterse en problemas. Apuñalando a la única persona que siempre lo
aceptó y lo apoyó en la espalda, es el costo para tener a Sakura Haruno en sus brazos.
¿Es que vale la pena perder su primo por ella?...Demonios, sí.
- Capitulo 1:
- Capitulo 1
Hace diez años…
—¿Has notado algo diferente en Sak? —preguntó mi primo Sasuke mientras se trepaba al árbol para sentarse junto a mí en nuestra rama favorita con vista al lago.
Me encogí de hombros no muy seguro de cómo responderle. Obviamente, últimamente he notado cosas sobre Sak. Como la forma en la que sus ojos tienden a brillar cuando ríe y que bonitas lucen sus piernas cuando usa shorts. Pero de ninguna manera voy a confesarle esas cosas a Sasuke. Le diría a Sak y ambos se morirían de la risa.
—No —respondí, sin mirar a Sasuke por miedo a que pudiera ver la mentira en mí cara.
—Escuché a mamá hablando con papá el otro día, hablando de cómo tú y yo empezaremos a ver a Sak diferente muy pronto. Ella dijo que Sak se estaba convirtiendo en una belleza y que las cosas entre nosotros tres empezarían a cambiar.
—No quiero que eso suceda —dijo Sasuke con voz preocupada. No podía mirarlo, en lugar de eso, mantuve mis ojos en el lago.
—Yo no me preocuparía por eso, Sak es Sak. Claro que ella siempre ha sido bonita, creo, pero eso no es importante. Ella puede trepar un árbol más rápido que cualquiera de nosotros, se prepara su carnada al pescar y sabe llenar globos con agua como una profesional. Eso no cambiará. —Miré furtivamente a Sasuke, mi discurso sonó muy convincente, incluso a mis oídos.
Sasuke sonrío y asintió.
—Tienes razón, ¿A quién le importa que tenga el cabello como algún tipo de princesa de las hadas? Es Sak. Hablando de globos de agua, podrían dejar de escabullirse por la noche y lanzarlos a los coches justo fuera de mi casa, mis padres los van a descubrir algún día y yo no podré ayudarlos.
Sonreí al pensar en Sak cubriéndose la boca para silenciar sus risitas furtivas ayer por la noche, cuando nos colamos aquí para llenar los globos. A esa chica le encantaba romper las reglas tanto como a mí.
—Escuché mi nombre. Será mejor que ustedes dos no se estén burlando de mí debido a este estúpido sostén que mi mamá me hizo usar. Estoy harta de las bromas. Les romperé la nariz a los dos si no paran.
La voz de Sak me sobresaltó. Estaba de pie en la parte inferior del árbol, con un cubo de grillos en una mano y una caña de pescar en la otra.
—¿Vamos a pescar o se van a quedar ahí mirándome como si me hubiera crecido otra cabeza?
Última edición por Feñi-chan el Sáb Jul 27, 2013 11:27 am, editado 4 veces
Feñi-chan- Novato
- Mensajes : 10
Edad : 30
0
Re: Namikaze Boys (+18)
Iré subiendo un capitulo diario, espero les guste la historia yo personalmente la ame
Última edición por Feñi-chan el Sáb Jul 27, 2013 11:59 am, editado 2 veces
Feñi-chan- Novato
- Mensajes : 10
Edad : 30
0
Re: Namikaze Boys (+18)
ooooooo me encantaaa a qui una lectoraaa esperooo queee subas la contii pronnto me ha gustado mucho el prologo y el capi esta muy interesante,hana se reportara en cada capi sube la conti pronto besos saludos ja ne!!
Hana-Sakura- Aprendiz
- Mensajes : 86
Edad : 30
perdida en el camino de la vida...
0
Capitulo 2
Hey, hoy les traigo el segundo capitulo de esta historia, dedico este capitulo especialmente a Hana-Chan, mi única lectora, Nos leemos
- Capitulo 2:
- Capitulo 2
Sakura
¿Por qué no podía haber llegado a casa sin verlos? No estaba de humor para jugar a la maldita buena samaritana para Naruto y su novia barata. A pesar de que no estaba aquí, Sasuke habría esperado que me detuviera. Con un gemido de frustración, desaceleré y me detuve junto a Naruto, quien había puesto cierta distancia entre él y su vomitiva novia. Al parecer vomitar no era una llamada de apareamiento para él.
—¿Dónde está estacionada tu camioneta, Naruto? —le pregunté en el tono más molesto que pude reunir.
Él me lanzó esa estúpida sonrisa sexy que sabía hacía a todas las mujeres de la ciudad derretirse a sus pies. Me gustaría creer que era inmune, después de todos esos años, pero no era así. Ser inmune al chico malo de la ciudad era imposible.
—No me digas que la perfecta pequeña Sakura Haruno se va a ofrecer a ayudarme —dijo, arrastrando las palabras e inclinándose para mirar a través de mi ventana abierta.
—Sasuke está fuera de la ciudad así que el privilegio recae en mí. Él no te permitiría conducir a casa borracho y tampoco lo hare yo.
Se rió entre dientes, enviando un escalofrío de placer por mi espina dorsal. Dios.
Incluso su risa era sexy.
—Gracias hermosa, pero puedo manejar esto. Una vez que Karin deje de vomitar voy a ponerla en mi camioneta. Puedo conducir las tres millas a su casa. Puedes irte ahora. ¿No tienes un estudio de la Biblia en algún lugar en el que debas estar?
Discutir con él era inútil. Sólo empezaría a tirar más comentarios sarcásticos hasta que me hubiera vuelto tan loca que no pudiera ver bien. Apreté el acelerador y doblé en el estacionamiento. Como si fuera capaz de dejarlo y permitirle conducir a casa bebido. Me podría enfurecer con un guiño de sus ojos y yo trabajé realmente duro en ser amable con todos. Examiné los coches estacionados buscando su vieja camioneta Chevrolet negra. Una vez que la vi, caminé hacia él y le tendí la mano.
—Me puedes dar las llaves de tu camioneta o puedo excavar por ellas. ¿Qué va a ser Naruto? ¿Quieres que busque en tus bolsillos?
Una sonrisa torcida tocó su cara.
—Para ser realista, creo que sólo puedo disfrutar si buscas en mis bolsillos Sak.
¿Por qué no vamos con la opción número dos?
El calor subió por mi cuello y manchas de color en mis mejillas. No necesitaba un espejo para saber que estaba sonrojada como una idiota. Naruto nunca hizo comentarios sugestivos o incluso flirteó conmigo. Resulté ser la única chica razonablemente atractiva en la escuela que ignoró por completo.
—No te atrevas a tocarlo, perra estúpida. Las llaves están en el encendido de la camioneta.
Karin la amiga con derechos de Naruto, levantó la cabeza arrojando su cabello castaño oscuro por encima del hombro y gruñendo hacia mí. Sus ojos Cafés inyectados en sangre y llenos de odio me miraban como si me atreviera a tocar lo que era suyo.
Yo no le respondí ni miré hacia Naruto. En su lugar, di la vuelta y me dirigí a su camioneta recordándome que estaba haciendo esto por Sasuke.
—Entonces vamos y entren en la camioneta —les grité a los dos antes de deslizarme en el asiento del conductor.
Fue muy difícil no enfocarse en el hecho de que esta era la primera vez que estaba en la camioneta de Naruto. Después de las incontables noches que pasé tirada en mi techo con él, hablando sobre el día que nos dieran nuestras licencias de conducir y todos los sitios a los que íbamos a ir, aquí estaba, justo ahora a los diecisiete años, sentada en su camioneta.
Naruto levantó a Karin y la depositó en la parte de atrás.
—Acuéstate a menos que te sientas enferma de nuevo, entonces asegúrate de vomitar por el lado —le espetó al abrir la puerta del conductor.
—Salta fuera princesa. Ella está a punto de desmayarse, no le importará si estoy conduciendo.
Me aferré al volante, tensa.
—No te voy a permitir conducir. Estás arrastrando las palabras. No es necesario que conduzcas.
Abrió su boca para discutir, luego murmuró algo que sonaba como una maldición antes de golpear la puerta y caminar alrededor de la parte delantera de la camioneta para entrar en el lado del pasajero. Él no dijo nada y yo no lo miré. Sin
Sasuke alrededor, Naruto me ponía nerviosa.
—Estoy cansado de discutir con mujeres esta noche. Esa es la razón por la que te dejo conducir —murmuró sin articular mal esta vez.
No era de extrañar que pudiera controlar la torpeza. El chico había estado emborrachándose antes de que la mayoría de los chicos de nuestra edad hubiesen probado su primera cerveza. Cuando un chico tenía una cara como la de Naruto, las chicas mayores lo notaban. Él había sido invitado a fiestas en el campo mucho antes que el resto de nosotros.
Me las arreglé para encogerme de hombros.
—No tendrías que discutir conmigo si no bebieras tanto.
Él dejó escapar una risa dura.
—De verdad eres la perfecta hija pequeña del predicador ¿no Sak? Érase una vez… tú eras la más divertida, antes de que empezaras a besuquearte con Sasuke, nosotros solíamos pasar buenos momentos juntos.
Él me miraba por una reacción. Sabiendo que sus ojos estaban en mí, hacía difícil concentrarse en la conducción.
—Tú fuiste mi pareja en el crimen Sak. Sasuke era el chico bueno. Pero nosotros dos, nosotros éramos los alborotadores, ¿Qué pasó?
¿Cómo responder a eso? Nadie conoce a la niña que solía robar goma de mascar del Quick Stop o secuestrar al chico de los periódicos para atarlo así podría tener todos sus periódicos y sumergirlos en pintura azul, antes de dejarlos en los escalones de las casas. Nadie conocía a la chica que escapó de su casa a las dos de la mañana para ir a lanzar metros de papel higiénico y globos de agua a los coches desde detrás de los arbustos. Nadie se creería que había hecho esas cosas si les dijera… nadie excepto Naruto.
—Crecí —respondí finalmente.
—Tú cambiaste completamente Sak.
—Éramos niños, Naruto. Sí, tú y yo nos metíamos en problemas y Sasuke nos sacaba del apuro, pero éramos sólo niños. Soy diferente ahora.
Por un momento, él no respondió. Se removió en su asiento y sabía que su mirada ya no estaba enfocada en mí.
Nunca habíamos tenido esta conversación antes. Incluso si se sentía incómodo, yo sabía que era necesario. Sasuke siempre se interponía en el camino de Naruto y yo reparando nuestros muros. Muros que se derrumbaron y nunca supe por qué. Un día él era Naruto, mi mejor amigo. El día siguiente, él sólo era el primo de mi novio.
—Echo de menos a esa chica, ya sabes. Ella era emocionante. Sabía cómo divertirse.
La pequeña hija perfecta del predicador que tomó su lugar apesta.
Sus palabras me hieren. Tal vez porque venían de él o tal vez porque entendía lo que estaba diciendo. No fue como si nunca hubiera pensado en esa chica. Lo odiaba por hacerme extrañarla también. He trabajado muy duro para mantenerla encerrada, lejos. Tener a alguien que realmente la quiere suelta hace mucho más difícil mantenerla bajo control.
—Prefiero ser hija de un predicador a una prostituta borracha que vomita en sí misma —solté antes de poder detenerme.
Una risa baja me sorprendió y miré como Naruto se hundió lo suficientemente bajo en su asiento para que su cabeza descansara en el cuero gastado en lugar de la dura ventana detrás de él.
—Supongo que no eres completamente perfecta. Sasuke nunca llama a alguien un nombre. ¿Sabe él que usas la palabra puta?
Esta vez agarré el volante con tanta fuerza que mis nudillos se volvieron blancos.
Él estaba tratando de hacerme enfadar y estaba haciendo un trabajo fabuloso. No tenía respuesta a su pregunta. La verdad es que Sasuke se sorprendería de que hubiera llamado a alguien puta. Especialmente a la novia de su primo.
—Relájate Sak, no es como si yo fuera a decirle. He estado guardando tus secretos por años. Me gusta saber que mi Sak todavía está ahí en alguna parte, debajo de esa fachada perfecta.
Yo me negué a verlo. Esta conversación fue a parar a un lugar al que no quería que fuera.
—Nadie es perfecto. Yo no pretendo serlo.
Lo que era mentira y ambos lo sabíamos. Sasuke era perfecto y he trabajado duro para ser digna de él. Todo el pueblo sabía que me quedaba corta con la brillante reputación de Sasuke.
Naruto soltó una corta y dura carcajada.
—Sí, Sak, tú pretendes serlo.
Entré en el camino de Karin. Naruto no se movió.
—Ella se desmayó. Vas a tener que ayudarla. —Le susurré asustada de que él oyera el dolor en mi voz.
—¿Quieres que ayude a una prostituta vomitona? —preguntó con tono divertido.
Suspiré y finalmente miré hacia él. Me recordaba a un ángel caído con la luz de la luna arrojando un resplandor en su pelo rubio besado por el sol. Sus párpados eran más pesados que de costumbre y sus espesas pestañas casi ocultaban el color
Azul debajo.
—Ella es tu novia, ayúdala. —Logré sonar enfadada.
Cuando me permitía estudiar a Naruto así de cerca, era duro tener una discusión con él. Todavía podía ver al niño que una vez había pensado en colgarse de la luna, mirándome. Nuestro pasado siempre estaría allí impidiéndonos estar realmente cerca de nuevo.
—Gracias por recordármelo —dijo alcanzando la manilla de la puerta sin romper el contacto visual conmigo.
Dejé caer la mirada para estudiar mis manos dobladas en mi regazo. Karin andaba a tientas en la parte trasera de la camioneta haciendo que se agitara suavemente, recordándonos que estaba allí. Después de unos momentos más en silencio, él por fin abrió la puerta. Naruto llevó el cuerpo inerte de Karin a la puerta y llamó. Se abrió y entró.
Me preguntaba quién abrió la puerta. ¿Fue la madre de Karin? ¿Le preocupaba que su hija estuviera desmayada borracha? ¿Estaba dejando a Naruto llevarla a su habitación? ¿Naruto se quedaría con ella? ¿Gatearía en su cama con ella y caería dormido? Reapareció en la puerta antes de que mi imaginación se dejara llevar demasiado lejos. Una vez que estaba de vuelta en el interior de la camioneta la manipulé y la dirigí hacia el parque de remolques donde vivía.
—Así que dime Sak, ¿es tu insistencia de llevar a casa al borracho y a su novia prostituta, porque eres la perpetua chica buena que ayuda a todo el mundo?
Porque yo sé que no te gusto mucho, así que tengo curiosidad de por qué quieres asegurarte de que llegue a casa a salvo.
—Naruto, eres mi amigo. Por supuesto que me gustas. Hemos sido amigos desde que teníamos cinco años. Claro, ya no pasamos más el rato o vamos a aterrorizar a los vecinos juntos, pero todavía me preocupo por ti.
—¿Desde cuándo?
—¿Desde cuándo qué?
—¿Desde cuándo te preocupas por mí?
—Esa es una pregunta estúpida Naruto. Tú sabes que yo siempre he cuidado de ti. —Le contesté. A pesar de que sabía que él no dejaría una respuesta tan vaga pasar.
La verdad es que ya nunca hablaba con él, Karin estaba normalmente envuelta alrededor de alguna parte de su cuerpo y cuando me hablaba era siempre para hacer algún comentario sarcástico.
—Casi no reconoces mi existencia —respondió.
—Eso no es cierto.
Se rió entre dientes.
—Nos sentamos uno al lado del otro en historia todo el año y tú casi nunca volteabas a verme. En el almuerzo no me miras y me siento en la misma mesa que tú. Estamos en el campo después de los partidos cada fin de semana y si alguna vez diriges tu superior mirada en mi dirección es normalmente con una expresión de asco. Por lo tanto, estoy un poco sorprendido de que todavía me consideres un amigo.
Los grandes árboles de roble señalaban la vuelta en el parque de caravanas en el que Naruto había vivido toda la vida. La rica belleza de los paisajes del sur por el camino de grava era engañosa. Una vez que pasé los grandes árboles, el paisaje cambió drásticamente: resistentes caravanas con coches viejos en bloques y juguetes maltratados dispersos por el patio, más de una ventana estaba cubierta por madera o plástico. No me asombré de lo que me rodeaba. Incluso el hombre sentado en su porche a unos pasos, en nada más que su ropa interior y un cigarrillo colgando de su boca no me sorprendió. Conocía este parque de caravanas bien, era una parte de mi infancia. Llegué a una parada enfrente del remolque de Naruto.
Sería más fácil creer que era el alcohol hablando, pero yo sabía que no lo era. No habíamos estado a solas en más de cuatro años. Desde el momento en el que me convertí en la novia de Sasuke, nuestra relación había cambiado. Tomé una respiración profunda, después volví a mirar a Naruto.
—Nunca hablo en clases, a nadie más que al profesor. Tú nunca me hablas en el almuerzo así que no hay razón para mirar en tu dirección, atraer tu atención lleva a que te burles de mí. Y en el campo, no te estoy mirando con desprecio. Estoy mirando a Karin con disgusto. En verdad podrías hacerlo mucho mejor que ella.
—Me paré antes de decir algo estúpido.
Él inclinó la cabeza hacia un lado como si me estudiara.
—No te gusta mucho Karin ¿no? No tienes que preocuparte sobre su ligue con
Sasuke. Él sabe lo que tiene y no va a estropearlo. Karin no puede competir contigo.
¿Karin sentía algo por Sasuke? Ella era normalmente apabullante con Naruto.
Nunca me había dado cuenta de que le gustara Sasuke. Sabía que tuvieron algo en séptimo grado de un par de semanas pero eso fue en la escuela secundaria. En realidad no cuenta. Además estaba con Naruto. ¿Por qué iba a estar interesada en alguien más?
—Yo no sabía que le gustaba Sasuke —respondí, todavía no segura de sí lo creía. Sasuke no era su tipo.
—Pareces sorprendida —dijo Naruto
—Bueno, lo estoy en realidad. Quiero decir, ella te tiene. ¿Por qué quiere a Sasuke?
Una sonrisa de satisfacción apareció en sus labios haciendo que sus ojos color azul se encendieran. No había querido decir algo que él pudiera malinterpretar de la forma en la que, obviamente, lo estaba haciendo. Alargó la mano hacia la manija de la puerta antes de detenerse y mirar hacia mí.
—No sabía que mis bromas te molestaban Sak. Pararé.
Eso no había sido lo que esperaba que dijera. Incapaz de pensar en una respuesta me senté allí sosteniendo su mirada.
—Voy a cambiar tu coche de nuevo antes de que tus padres vean mi camioneta en tu casa por la mañana.
Salió de la camioneta y lo vi caminar hacia la puerta de su remolque con uno de los más sexys pavoneos conocidos por el hombre.
Naruto y yo necesitábamos tener esta charla, incluso si mi imaginación se va a enloquecer con él por un tiempo. Mi atracción secreta por el chico malo de la ciudad tenía que permanecer oculta.
A la mañana siguiente encontré mi coche estacionado en el camino de entrada como había prometido, con una nota entre los limpia parabrisas. Llegué a ella y una pequeña sonrisa tocó mis labios.
“Gracias por lo de anoche, te he echado de menos”, él había firmado simplemente
con “N”.
Última edición por Feñi-chan el Sáb Jul 27, 2013 11:50 am, editado 1 vez
Feñi-chan- Novato
- Mensajes : 10
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Re: Namikaze Boys (+18)
Definitivamente tienes una nueva lectora ,
Me enamore tu historia ,
y me encanta la idea de un Naruto malo con una novia prostituta y una Sakura que parece perfecta con un novio perfecto
ademas ojala que Sakura nunca hubiera cambiado así de seguro estaría con Naruto aunque es buena fingiendo que no siente nada por el,
tambien a Naruto parece que en verdad quiere y también la extraña pero lastima que es novia de su primo
Espero que pronto subas el siguiente capitulo
Me enamore tu historia ,
y me encanta la idea de un Naruto malo con una novia prostituta y una Sakura que parece perfecta con un novio perfecto
ademas ojala que Sakura nunca hubiera cambiado así de seguro estaría con Naruto aunque es buena fingiendo que no siente nada por el,
tambien a Naruto parece que en verdad quiere y también la extraña pero lastima que es novia de su primo
Espero que pronto subas el siguiente capitulo
mio-chan- Sannin
- Mensajes : 833
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Re: Namikaze Boys (+18)
aqui Hana XD me ha encantadoooo el capi y mas porque me lo dedicaste es broma, me gusto el capi estubo muy interesante ademas de que sakura es la chica perfec y naruto el bad boy del pueblo espero la conti besosss saludos ja ne
Hana-Sakura- Aprendiz
- Mensajes : 86
Edad : 30
perdida en el camino de la vida...
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Re: Namikaze Boys (+18)
Hola chicos, aquí traigo los capítulos respectivos de hoy y mañana, espero les guste
- Capitulo 3:
- Sakura
Sakura,
Hola bebé. Lamento estar respondiendo el email después de tanto tiempo. Nuestro internet aquí no es realmente bueno y el servicio 3G es inexistente así que mi teléfono es inútil. Te extraño muchísimo. Pienso en ti todo el día y me pregunto qué estarás haciendo. Pasamos la mayor parte del tiempo explorando. El camino que tomamos ayer nos llevó a una cascada increíble. Cinco millas cuesta arriba y después del calor, el agua fría de las cataratas se sentía genial. Sigo deseando que estuvieras aquí. Es seguro decirte que mi futuro no está en la pesca. Apesto en ello. Inari me patea el trasero. Ayer me dijo que necesitaba resistir en el fútbol. LOL. Estoy disfrutando el tiempo que paso con él. Gracias por entender lo mucho que necesitaba hacer esto. Él me necesita. Su hermano mayor se irá en un año y yo estaré a una llamada de distancia pero no estaré ahí para ver su práctica de fútbol o ayudarlo con su primer flechazo. Intento compartir todo lo que sé con él. Te amo mucho Sakura Haruno. Soy el tipo más afortunado del mundo,
Sasuke.
Sasuke,
Me imaginé que el retraso en tu respuesta se debía a problemas de internet. La conexión arriba en la montaña no puede ser tan buena. Al menos no en una cabaña excluida como en la que están. Te extraño también. Qué bien que estés pasándola con Inari como hermano mayor. Sé lo mucho que significa para él. En tanto a mí, he estado trabajando en la iglesia un poco. No tengo mucho que hacer contigo fuera. No he ido al campo los fines de semana.
La mayor parte del tiempo limpio la iglesia y luego alquilo una película. Ino y Shikamaru están juntos oficialmente. Cuando ella no está trabajando está con él. Así que, eso me deja sin nadie. Estoy acostumbrada a pasar todo mi tiempo contigo. Dale a Inari un abrazo de mi parte. Cuento los días que faltan para ver tu cara de nuevo. Te amo montones,
Sakura.
Me quedé viendo la pantalla de la computadora después de haberle dado clic en enviar. El motivo por el que no mencioné a Naruto me molestó un poco. Empecé a decirle sobre el aventón que les di a Naruto y Karin a casa. Ya nunca hablamos realmente sobre Naruto. Sasuke a veces lo hace cuando está preocupado por él. Casi toda su vida ha cuidado de Naruto. Naruto era el hijo del hermano Namikaze que vivió una vida salvaje hasta el día en el que chocó su motocicleta con un tráiler. Naruto estaba en primer grado cuando eso pasó. Recuerdo sus ojos rojos después de haber llorado por meses. Se había escapado de su caravana y venido a mi casa en mitad de la noche. Yo había salido por mi ventana y nos habíamos sentado en mi techo por horas pensando en cosas que podríamos hacer para hacerle sentir mejor. Normalmente esas ideas nos llevaban a meternos en problemas de los que Sasuke nos tenía que sacar.
Sasuke era el hijo del buen hermano Namikaze. El padre de Sasuke es el mayor de los dos hermanos Namikaze. Fue a la escuela de leyes e hizo una fortuna defendiendo el caso Senju contra compañías aseguradoras. El pueblo amaba a Minato Namikaze y a su hermosa, devota, miembro de ligas menores de tenis, esposa Mikoto Namikaze y por supuesto, a su talentoso hijo mayor.
Este pueblo no era grande y como en todo pequeño pueblo sureño, todo el mundo sabía sobre la vida del vecino. Su pasado era de saber común. El pasado de sus padres no era ningún secreto. No tenías secretos en Grove, Alabama. No era posible, bueno, tal vez en el campo. En las oscuras sombras que rodeaban el campo abierto donde los chicos Sabaku celebraban sus famosas fiestas. Estoy segura que ahí debe de haber muchos secretos. Era el único lugar donde las señoras mayores no podían observarte desde sus porches y los únicos ojos alrededor estaban ocupados en sus asuntos como para notar los tuyos.
En lugar de quedarme en casa con mi cara pegada a un libro, fui a visitar al asilo a la bisabuela de Sasuke y Naruto y ofrecerme voluntaria para lavar los trastes en la cocina. Esto me llevaba toda la mañana.
Mi abuela acababa de regresar de su viaje a Savannah para visitar a su hermana así que pasé por su casa después, para verla.
Siempre la extrañaba mucho cuando se iba. En el instante en el que la puerta de mi coche se cerró, la puerta delantera de su casa se abrió y ella salió con una gran sonrisa sosteniendo un vaso alto de té helado dulce. Su pelo rubio plateado apenas le llegaba a los hombros y me mordí el labio para evitar devolverle la sonrisa. Tuvimos una discusión antes de que se fuera sobre el hecho de que ella necesitaba cortar su cabello. Se estaba volviendo demasiado largo para alguien de su edad. Se lo dije y ella hizo como si no pudiera entender de qué estaba hablando. Supongo que cambió de opinión. El guiño que me dedicó me dijo que ella sabía lo que estaba pensando.
—Bien, miren quién ha decidido venir a visitar a su abuela. Estaba empezando a preguntarme si en estos días todavía se requería una invitación escrita. —Bromeó ella.
Me reí y subí las escaleras para abrazarla.
—Apenas llegaste ayer. —Le recordé.
Ella olió mi camiseta y volteó para verme.
—Huele a que alguien se pasó por el asilo para ver a la abuela de su novio antes de venir a ver a la suya.
—¡Oh! para eso. Estaba haciendo tiempo para dejarte dormir un poco más. Sé que viajar te agota.
Ella tomó mi mano y me llevó a sentarme a su lado en la mecedora del porche. Los diamantes en sus dedos brillaban con la luz del sol. El vaso frío que sostenía se presionaba contra mis manos.
—Aquí, bebe esto. Lo vertí tan pronto como vi ese pequeño coche estacionarse enfrente.
Aquí me podía relajar. Era mi abue, ella no esperaba que yo fuera perfecta. Ella sólo quería que yo fuera feliz.
—Así que, ¿Has hablado con ese novio tuyo desde que se fue o has estado divirtiéndote con otro chico mientras está fuera?
Me atraganté con el té y empecé a toser mientras negaba con la cabeza. ¿Cómo se enteraba ella de lo que estaba pasando cuando nadie más sabía?
—Bien ¿Quién es él? Ha hecho que me salpiques té en el regazo. Por lo menos quiero un nombre y algunos detalles.
Sacudiendo mi cabeza volteé hacia ella para poder encontrarme con sus ojos.
—No hay nadie. Me atraganté con mi té porque tú me hiciste una pregunta impensable. ¿Por qué engañaría a Sasuke? Él es perfecto abue.
Dio un suspiro largo y palmeó mi pierna
—No hay hombre perfecto, mi niña. Ninguno. Ni siquiera tu padre, aunque él piense que lo es.
Ella siempre bromeaba sobre papi siendo un predicador. Había sido un “pequeño demonio” cuando creció, según ella. Cuando ella me contaba historias sobre él de niño, sus ojos brillaban. Algunas veces podría jurar que ella extrañaba la clase de persona que su hijo solía ser.
—Sasuke es tan perfecto como cualquiera.
—Bueno eso no lo sé, pasé por la casa de los Inuzuka y su primo Naruto estaba cortando su pasto. —Ella hizo una pausa y sacudió su cabeza con una gran sonrisa sobre su rostro
—Niña, no hay chico en este pueblo que pueda compararse con Naruto sin camiseta.
—¡ABUE! —Le di un manotazo, horrorizada de que mi abuela haya admirado a Naruto sin camiseta.
Ella se atragantó.
—¡¿Qué?! Soy vieja Sakura, no ciega.
Sólo podía imaginarme como debía de verse Naruto sin camiseta y sudoroso. Casi me desmayo la semana pasada cuando pasé por la casa de los Hyuuga y él había estado cortando su pasto sin la camiseta puesta. Fue duro tratar de no verlo. Me dije a mi misma que sólo estaba examinando el tatuaje en sus costillas, pero sabía que no era cierto.
—No soy la única señora mayor que lo ha notado. Sólo la única capaz de admitirlo.
Las otras sólo contratan al chico para que corte su césped y poder sentarse en su ventana a espiar.
Por eso amaba a mi abue. Estar con ella siempre me hacía reír. Ella tomaba la vida cómo era. No pretendía. Ella era abue.
—No sé cómo se ve Naruto sin camiseta —dije, lo cual era mentira—. Lo que sí sé es que él no es más que problemas.
Abue hizo un sonido desaprobatorio con la lengua y utilizó su pie para darnos un buen empujón.
—Los problemas pueden ser divertidos. Es la rigidez y la rutina lo que hace la vida tediosa y aburrida. Eres joven Sakura. No estoy diciendo que vayas por ahí y arruines tu vida, sólo que cierta emoción es buena para el alma.
Una imagen de Naruto sentado, mirándome a través de sus largas y rizadas pestañas en el asiento de al lado de su camioneta la noche anterior hizo que mi pulso se disparara. Él era más que una pequeña diversión, era letal.
—Basta de chicos, tengo uno y no estoy disponible. ¿Cómo estuvo tu viaje?
Abue sonrió y cruzó sus piernas. Una sandalia negra de plataforma colgaba de sus dedos de los pies pintados de rosa. Era difícil creer que era la estricta madre de mi padre.
—Visitamos. Bebimos whisky. Fuimos a algunos shows en el teatro. —Sonaba como el viaje usual a tía Tsunade.
—¿Viste a papi en la mañana? —Ella suspiro teatralmente.
—Sí y por supuesto el rezó por mi alma. El chico no tiene sentido de la aventura.
Sonreí dentro de mi vaso de té. Abue era muy divertida.
En el momento en el que me paré en mi habitación para cambiarme la ropa, que olía a espray desinfectante y a gente vieja, mi teléfono sonó avisando que tenía un mensaje nuevo. Era de Naruto: “Encuéntrame en el hoyo”.
El hoyo era el pequeño lago en la parte lejana de la propiedad de Sasuke. Tragué y empecé a escribir: “No”, pero en vez de eso escribí: “Estaré ahí en 15”.
Me quedé congelada por lo que había hecho, pero no lo corregí. En vez de eso me quedé sentada viendo la pantalla del teléfono hasta que contestó: “Usa traje de baño”.
No respondí. Mi corazón latía ruidosamente en mi pecho y no me permitía pensar correctamente. Hice la única cosa que sabía hacer. Dejé que la niña mala saliera sólo un poco. El bikini rojo que compré para que Sasuke me viera con él, pero que nunca usé por miedo a que él lo desaprobara, salió hacia mí desde mi armario. En pocos minutos me las arreglé para meterme en él y en unos shorts.
- Capitulo 4:
- Naruto
Si me hubiera tomado el tiempo alguna vez de preguntarme acerca de mi alma siendo tan negra como parecía este pueblo, sabría en el preciso momento en que Sakura salió de su pequeño Jetta blanco, viéndose como un ángel del Paraíso que mi alma estaba condenada al infierno. Cuando envié el mensaje diciéndole que nos viéramos era para recordarme cuan intocable era ella. Pensé que viendo su “no” por respuesta habría sido el “despierta” que necesitaba para dejar de obsesionarme con ella. En vez de eso ella aceptó y el pulso de mi estúpido y negro corazón se disparó al verla. Vi el titubeo de sus pies cuando sus bonitos ojos verdes se encontraron con los míos. Lo que más quería era caminar hacia ella y asegurarle que iba a ser bueno. Sólo hablar con ella y ver la forma en la que sus ojos lucen cuando se ríe o la manera en que se muerde el labio cuando está nerviosa. Pero no podía hacer lo que deseaba. Ella no era mía. No ha sido mía por un largo tiempo.
Ella no debería estar aquí y yo no debería habérselo pedido. Así que en vez de aclararle las cosas como quería, seguí apoyado contra el árbol viéndome como el demonio y esperando que ella se volviera y echara a correr.
Ella comenzó a caminar hacia mí y sus perfectos y blancos dientes atraparon su labio inferior entre ellos. Varias veces he tenido fantasías sobre esos labios. Ella apenas había cubierto sus largas y pálidas piernas con unos shorts que me hicieron querer ir a la iglesia este sábado sólo para agradecerle a Dios por haberla creado.
—¡Oye! —dijo ella, ruborizándose.
Demonios, ella era fantástica. Nunca he envidiado nada que tuviera Sasuke. Lo quería como a un hermano, era la única familia que verdaderamente amaba.
Cuando él destacó yo silenciosamente le eché porras. Él estuvo ahí a mi lado a través de una dura niñez, rogándole a sus padres que me dejaran dormir en su casa las noches en las que estaba demasiado asustado para volver al oscuro y vacío tráiler. Él siempre ha tenido lo que yo no: los padres perfectos, hogar, una vida, pero nada de eso importaba porque yo tenía a Sakura. Seguro, los tres éramos amigos, pero Sakura siempre fue mía. Ella siempre fue mi aliada, la persona a la que le he contado todos mis sueños y miedos, mi alma gemela. Después, como todo en la perfecta vida de Sasuke, obtuvo a mi chica. La única cosa que podía llamar “mía” se convirtió en “de él”.
—Viniste —dije, finalmente. Su rubor se profundizó.
—Sí, aunque no estoy segura por qué.
—Yo tampoco —respondí, ya que estábamos siendo honestos.
Ella dio un gran respiro, y puso sus manos en sus caderas. Una pose innecesaria para ella cuando un bikini era la única cosa que cubría su maravillosa delantera. La vista era demasiado estimulante para lo que necesitaba así que aparté la mirada de su escote.
—Mira Naruto, estoy aburrida y sola sin Sasuke. Ino está trabajando de mesara en Hanks con Shikamaru. Pienso que me gustaría que fuéramos… amigos. Fuiste mi mejor amigo durante ocho años de mi vida. Me gustaría volver a eso.
—Ok —dije, agarrando mi camiseta y pasándomela sobre la cabeza para quitármela—. Nademos.
No volteé para ver si ella salía de esos diminutos shorts. Parte de mí quería observarla quitárselos pero la otra parte sabía que mi corazón no se las arreglaría al verla salir de aquella cosa. Mi corazón podrá ser negro pero aún podía sufrir un ataque.
Corrí y alcancé la cuerda colgante y por un momento fui un niño de nuevo volando sobre el lago. Cuando mi cabeza emergió, volteé hacia la orilla con la esperanza de echar un vistazo. Los shorts se habían ido y Sakura estaba caminando hacia la cuerda. Esta no era la primera vez que la veía en un bikini pero era la primera vez que me había permitido a mí mismo disfrutar de la vista.
Mi corazón empezó a golpear contra mi pecho pero no pude quitarle la mirada de encima mientras agarraba la cuerda y se balanceaba sobre el agua y después daba una voltereta perfecta. Me tomó tres largas tardes enseñarle como tirarse de la cuerda y aterrizar suavemente en el agua. Ella tenía ocho años y estaba empeñada en hacer todo lo que Sasuke y yo hacíamos.
La cabeza de Sakura salió del agua y se inclinó hacia atrás mientras sus manos acomodaban sus lisos cabellos húmedos fuera de su rostro.
—No está tan fría como esperaba —dijo, con una sonrisa de triunfo.
—Hoy estamos a 96° y subiendo, antes de que acabe el mes esto se sentirá como el agua de una bañera. —Hice el esfuerzo de no parecer hipnotizado por la forma en la que sus largas pestañas se acomodaban en picos por el agua.
—Sí, lo recuerdo. He pasado tantos veranos como tú en este lago —dijo, como tratando de recordarnos a ambos en el lago de quien estábamos nadando en este momento. Quería que se sintiera cómoda conmigo. Si hablar de Sasuke ayudaba, hablaría sobre él. Además, no estaría de más que recordara a quién pertenecía ella.
—Punto para ti. Lo lamento, esta nueva Sakura no encaja con la Sak que conocí una vez. Generalmente olvido que la novia perfecta de Sasuke es la misma chica que empezaba peleas conmigo en el lodo de la orilla.
—Me gustaría que dejaras de actuar como si yo fuera una persona diferente, Naruto. Crecí pero aún soy la misma chica. Además tú también has cambiado. El antiguo Naruto no me hubiera ignorado completamente porque estaba muy ocupado besuqueándose con su noviecita como para notar mi existencia.
—No, pero el antiguo Naruto no era sexy —repliqué con un guiño y le lancé agua a la cara. Su risa familiar hizo que mi pecho doliera un poco.
—Punto para ti. Supongo que tener a alguien como Karin encima de ti distrae un poco. Puedo ver el rango dónde se ubica una vieja amiga debajo de echar un polvo.
Si hubiera sabido que Sakura quería mi atención en algún momento, hubiera hecho a Karin a un lado y le hubiera dedicado mi completa atención. Pero la mayoría del tiempo ella estaba enredada en los brazos de Sasuke y yo necesitaba la distracción que Karin me proporcionaba.
—Karin no es tan modesta —respondí, dejándola sentir culpable.
El hoyuelo con el que siempre he estado fascinado desde el día en el que conocí a
Sakura apareció mientras ella me dedicaba una gran sonrisa.
—Karin no conoce la definición de la palabra modestia. Ahora que, la palabra vulgar, estoy muy segura de que tiene su definición en la punta de la legua.
¿Eran mis deseos hablando o sonaba algo celosa de Karin?
—Karin no es tan mala, sólo persigue lo que quiere —dije, esperando probar la reacción de Sakura. Una expresión de molestia apareció en su rostro y se puso rígida. No pude contener la sonrisa que se formó en mis labios. Me gustaba el hecho de que le molestara que yo defendiera a Karin.
—Tienes mal gusto en mujeres Naruto Namikaze —dijo.
La miré nadar hacia el muelle y salir para sentarse en la orilla, dándome la extremadamente placentera vista de su poco cubierto trasero. Me tomó algunos minutos recordar de qué habíamos estado hablando. El cuerpo mojado de Sakura era lo único en lo que mi mente parecía enfocada. Sacudí mi cabeza para aclarar mis pensamientos y recordé su comentario sobre mi mal gusto en mujeres.
—Supongo que Sasuke tiene mejor gusto, ¿no? —le pregunté y nadé hacia ella.
Ella frunció el ceño y mordió su labio inferior. Esa no era la reacción que estaba esperando. Quería hacerla reír.
—Tal vez porque yo no lo enredo en público pero los dos sabemos que él lo puede hacer mejor.
¿Qué demonios significaba eso?
—Eso crees tú. —Me las arreglé para sonar casual.
Ella miró hacia mí con una pequeña sonrisa triste. El sol de la tarde estada justo al lado de ella, ocasionando que los largos mechones rosas que rodeaban su cabeza empezaran a brillar levemente. El efecto la hizo parecer el ángel que aparentaba ser. Intocable a menos de que fueras el perfecto Sasuke Namikaze.
—No soy ciega, Naruto. No digo que yo piense que soy fea. Sé que soy pasablemente linda. Tengo un buen cabello y mi complexión no es mala. No tengo grandes ojos azules o largas pestañas pero mis ojos no están mal. No soy emocionante o llamativa. Sasuke es perfecto. Algunas veces es difícil creer que me quiera.
Me alejé de ella temeroso de que la expresión incrédula de mi rostro dijera más de lo que ella necesitaba saber. Quería decirle como sus ojos verdes hacían que los chicos la quisieran defender o la manera en la que sus dulces labios rosas eran hipnotizantes; o cómo ese simple hoyuelo causaba que mi pulso se disparara.
Quería puntualizar como esas largas y blancas piernas causaban que los chicos enloquecieran y que cuando usaba esas ajustadas blusas combatía contra la urgencia de taparla para que ningún tipo que la viera quisiera ir a casa para hacerse una paja con su imagen en la cabeza. Pero no podía decir ninguna de esas cosas. Forzando mi expresión para verse casual, la miré.
—No creo que te des el crédito que mereces. Sasuke no te eligió por la manera en la que te ves. —Eso era todo lo que necesitaba decir.
Ella suspiró y miró sus manos. Tuve que volver mi cabeza antes de que mis ojos empezaran a avanzar más allá de su escote.
—No soy siempre buena. De verdad me esfuerzo en serlo. Quiero ser digna de Sasuke, de verdad, pero es como si esta otra yo dentro de mí tratara de salir. La combato pero no soy buena en ello todo el tiempo. Sasuke tiene que mantenerme a raya .
¿Mantenerla a raya? Me obligué a mí mismo a relajar mis manos que se habían convertido en puños. ¿Sasuke la había hecho pensar que había algo mal en ella?
Seguro que él no sabía que ella se sentía de esta manera.
—Sak, no has sido más que perfecta desde que decidiste madurar. Seguro, tú acostumbrabas ayudarme a poner ranas en los buzones de la gente, pero esa niña se ha ido. Querías ser perfecta y lo has logrado.
Ella rió amargamente. Me permití verla. El hoyuelo estaba ahí mientras ella veía hacia el agua.
—Si tú supieras. —Fue todo lo que dijo.
—Dime. —Las palabras salieron de mi boca antes de que pudiera detenerlas.
—¿Por qué?
—Porque me gustaría saber que no eres tan perfecta. Me gustaría saber que la chica
que alguna vez conocí sigue aún ahí por alguna parte.
Ella volvió a reír y apoyó su cabeza sobre sus rodillas.
—De ninguna manera voy a admitir mis errores contigo. Considerando que la mayoría de ellos están en mi cabeza y nunca los he resuelto.
—No te pido que me reveles todos tus oscuros secretos, Sak. Sólo quiero saber qué es lo que pudiste haber hecho tan mal para que creas que Sasuke tiene que ser estricto contigo.
Sus mejillas se volvieron rosas pero ella mantuvo la mirada donde estaba. Después de unos minutos de silencio me paré y me estiré.
—Está bien. En realidad no necesito que me digas que a veces olvidas ir al asilo cada semana. —Empecé a caminar enojado conmigo mismo por sonar como idiota.
—Esas son cosas que Sasuke tiene que ayudarme a recordar… pero en realidad no me refería a eso.
Ella lo dijo tan bajo que casi no la escucho. Me detuve y volteé hacia ella. Ella me miraba fijamente a través de sus pestañas mojadas.
—Soy como cualquier chica adolescente. Envidio a Karin porque ella puede ser quien quiere ser. Yo no. Pero no es culpa de Sasuke. Nunca he sido capaz de oponerme a esos impulsos. Mis padres esperan que sea buena.
—¿Quieres ser como Karin? —dije, con horror.
Ella se rió y sacudió la cabeza.
—No exactamente. No deseo vomitar en mi misma, y ser cargada dentro de mí casa, ebria… o ser conocida como una zorra. Pero por una vez me gustaría saber qué se siente dar más que un beso. Ser tocada. —Ella paró y volvió su mirada hacia el agua—. Tal vez sólo para saber cómo se siente la excitación de salir a escondidas de mi casa o saber que se siente ser querida por alguien tan desesperadamente que no se pueda controlar al besarme. Tal vez, sólo sentirse deseada. —Ella paró de nuevo y puso sus manos sobre su cara—. Por favor olvida todo lo que dije.
Dejó que sus manos cayeran de su rostro y volvió su mirada culpable hacia mí. La expresión vacía en sus ojos estaba matándome. Quería asegurarle que nada estaba mal con ella. Quería prometerle que le demostraría exactamente cuan loco me traía. Ella se quedó parada.
—Así que ya conoces mis secretos, Naruto. Así como en los viejos tiempos. Creo que eso nos hace amigos de nuevo ¿eh? —La sonrisa en sus labios tembló.
—Sí, lo hace.
Feñi-chan- Novato
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Re: Namikaze Boys (+18)
uhhhh 2 cap por uno jejeje me gusto en especial el capi 4 donde porfin hubo un asercamiento despues de un largo tiempo,espero que continues prontooo saludos besos ja ne
Hana-Sakura- Aprendiz
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perdida en el camino de la vida...
0
Re: Namikaze Boys (+18)
Wow Excelente Fic Me esta Gustando Muchisimo
Por curiosidad sabes como se llama el Libro Original??
Me tento añadirlo a mi Colleccion
Espero Conti
Por curiosidad sabes como se llama el Libro Original??
Me tento añadirlo a mi Colleccion
Espero Conti
Re: Namikaze Boys (+18)
Muy buen fic sinceramente me gusto espero conti
Kurama_Uzumaki- Genin
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en un cuarto de mi casa
0
Re: Namikaze Boys (+18)
*0* excelente fic, me gusto la sinceridad de la abuela
de Sakura, "es anciana pero no ciega" xD cualquiera pagaria por verle desnudo
por un rato c= Y la verdad es que toda chica, al creer que tiene el nocio
"Perfecto" hace cualquier cosa por ser igual y agradarle mas, yo entiendo a Sakura.
pero ser lo que no eres o tratar de serlo es aburrido. Continualo pronto
Ya queremos leer la pasión que se esconde entre los dos *-*.
seré una nueva lectora de tu fic, sin dudarlo!
de Sakura, "es anciana pero no ciega" xD cualquiera pagaria por verle desnudo
por un rato c= Y la verdad es que toda chica, al creer que tiene el nocio
"Perfecto" hace cualquier cosa por ser igual y agradarle mas, yo entiendo a Sakura.
pero ser lo que no eres o tratar de serlo es aburrido. Continualo pronto
Ya queremos leer la pasión que se esconde entre los dos *-*.
seré una nueva lectora de tu fic, sin dudarlo!
_Haruhi_- Aprendiz
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Re: Namikaze Boys (+18)
Hey chicos, hoy les traigo uno de mis capítulos favoritos, no pude esperar a subirlo el lunes porque a partir de aquí señores, empieza la diversión . El libro original se llama Vincent Boys
- Capitulo 5:
- Sakura
Observé como la minivan de mis padres salía de la calzada antes de levantar el teléfono y enviarle un mensaje a Naruto.
“¿Te gustaría venir a ver una película en mi casa?”
Mi corazón empezó a latir fuertemente en mi pecho.
“¿Y tus padres?” Respondió inmediatamente.
“Estarán fuera por dos noches”
Mi padre llevaba a mamá a Birmingham por su aniversario.
Mi celular sonó asustándome, tanto que lo tiré. Luché por recogerlo, estaba preocupada de que quizá fuera Sasuke. Nunca sería capaz de ocultar el sentimiento de culpa en mi voz si tuviera que hablar con él. Era Naruto.
―Hola ―dije al teléfono.
―Dejaré mi camioneta en el parque y caminare a tu casa a través del bosque. Deja la puerta trasera abierta.
Él no quería que nadie viera su camioneta aquí. Sabía que era por mi beneficio.
Probablemente lo mejor era que él no se estacionara frente a mi casa. Él sólo era mi amigo pero… seguía siendo un chico. Un chico malo. Sakura Haruno no traería chicos a casa mientras sus padres están fuera de la ciudad.
―Está bien, si es lo que quieres hacer.
―Así es. ―Su profunda voz me hizo temblar por dentro.
―Entonces, nos vemos pronto ―respondí.
―Sí ―dijo antes de colgar.
Me quedé viendo mi celular en la palma de mi mano intentando averiguar por qué lo había invitado a venir. Esta no podría ser una buena idea. Tiré mi celular en la cama y me dirigí a la ducha. No quería pensar en la regla que estaba rompiendo.
Eso no podía ser malo. Tan sólo era una pequeña regla, comparándola con las reglas en general. Me refiero que había reglas más grandes que podría romper.
Además necesitaba romper alguna regla antes de volverme loca.
Una luz iluminó la puerta trasera lo cual provocó que mariposas revolotearan frenéticamente en mi estómago. Escuché como se abría y cerraba el pestillo de la puerta. Rápidamente me deslicé en un vestido blanco de verano después de probar varios conjuntos informales, tenía que decidir por el que me hiciera lucir mejor. El vestido era corto con tirantes por lo que parecía lo suficientemente casual para una noche de películas, creo… daba igual. Estudié mis pies descalzos. Acababa de pintar mis uñas de los pies con un esmalte rosa caramelo y decidí quedarme sin zapatos. Incluso era más casual.
Me dirigí a la sala para saludar a mi invitado. Dejé de respirar cuando vi a Naruto parado en la cocina. El color anaranjado siempre lucía bien en él, pero verlo parado en mi cocina en una ajustada camiseta anaranjada y unos pantalones para montar me hizo marearme. Me di cuenta de que había dejado de respirar.
―Hey. ―Me las arreglé mentalmente para que sonara lo más casual posible.
El asintió con la cabeza y me dirigió una pequeña sonrisa antes de caminar hacia la nevera y abrirla.
―Tengo sed. ¿Puedo tomar una coca? ―preguntó sin voltear a verme.
―Um claro, seguro. También ordené pizza. Debería llegar en unos minutos. Por si tienes hambre.
Cerró la puerta del refrigerador y abrió la lata de coca-cola que tenía en la mano, luego tomó un trago.
―Siempre tengo hambre ―respondió.
―Bien. ―No sabía que más decir.
Yo había invitado a Naruto a ver una película en mi casa. Ahora él estaba aquí, todo lo que decía sonaba a gloria y yo no sabía que decir. Caminó hacía mi sonriendo.
―Relájate Sak, sólo soy yo. ―Señaló con la cabeza en dirección a la sala de estar― Ahora vamos a ver qué tipo de películas tienes.
Tragué nerviosamente, di media vuelta y lo seguí al salón. Esta era una mala idea. Estaba actuando como una idiota. Así no es cómo actúan los amigos. Si quería ser su amiga tenía que empezar a actuar como tal, no como una loca enamorada.
―Alquilé dos películas en Redbox. Si no te gusta ninguna puedes tomar alguna de las que tengo en mi habitación, pero te advierto que la mayoría son comedias románticas. Las que alquilé probablemente sean más de tu estilo.
Me mantuve alejada de él porque mis mejillas estaban calientes y odiaba la idea de que él me viera sonrojarme. Estaba siendo muy tonta. Alcancé las películas de acción que había alquilado y me giré para sentarme, cuando él se movió detrás de mí, me congelé. Mi cuerpo se puso en alerta máxima y tomé grandes bocanadas de aire.
―Déjame ver ―susurró en mi oído.
Colocó sus brazos a mí alrededor y me quito las películas de las manos. Cuando nuestras manos se rozaron, contuve la respiración. Por un segundo se detuvo en esa posición, luego se alejó rápidamente. Mi alocado comportamiento lo hizo sentir incómodo.
―Buena elección. He estado esperando para verlas, pero Karin y yo no acostumbramos ver películas.
El nombre de Karin sonó como una advertencia para mí.
Me giré sobre la punta de mis pies.
―Bien, elige una y ponla. Voy a buscar el dinero antes de que llegue la pizza.
Pero primero iría a echarme agua en la cara y calmarme. No esperé por su respuesta y abandoné la habitación.
El timbré sonó mientras sacaba dinero de mi cartera. El repartidor probablemente sea alguien de la escuela. Naruto atendiendo la puerta no parecía ser la mejor idea.
Corrí fuera de mi habitación y me topé cara a cara con Naruto. Para ser más exactos, cara con pecho. Un pecho que olía realmente bien. Cerré mis ojos y respire profundamente.
―Esperaré aquí mientras tú pagas ―dijo en un susurro.
Asentí con la cabeza y pasé alrededor de él. En el momento en que abrí la puerta me sentí aliviada de que Naruto se escondiera. Era Sai un jugador del equipo de fútbol.
―¿Qué tal todo, Sakura? ―preguntó Sai con una gran sonrisa.
―Um, bien, gracias.
―Yo creo que extrañas a Sasuke.
―Sí, lo hago ―respondí asintiendo y depositando el dinero en su mano―. Gracias, quédate con el cambio.
Su sonrisa se hizo más grande.
―Genial, gracias Sakura. Nos vemos.
Le devolví la sonrisa y cerré la puerta. Naruto dio un paso y entró al recibidor.
―Eso huele bien.
Yo pensaba lo mismo, pero no creía poder comer nada. Naruto tomó la caja de mis manos, se acercó al sofá y colocó la caja en la mesa para el café.
―Traeré algunos platos desechables.
El comenzó a abrir la caja.
―No es necesario que traigas uno para mí, aunque una servilleta no me vendría mal.
Naruto se las arregló para comerse la mayor parte de la pizza antes de que yo lograra tragar un pedazo. Estaba contenta de que él no se sintiera incómodo por mi tonto comportamiento. Se reclinó en el sofá con los ojos en la película, después de frotar sus manos con la servilleta. Dejé mi plato sobre unos ejemplares de Garden & Gun que mi padre había comprado que estaban encima de la mesa del café.
―Te dejé dos pedazos más de pizza. No puedes estar llena.
Volteé a verlo.
―Quieres decir que no has dejado de comer porque estabas lleno.
―No, sólo estaba siendo considerado. Nunca me lleno ―dijo, negando con la cabeza.
Me recosté en el sofá.
―Come todo lo que quieras, yo estoy llena.
En lugar de inclinarse para coger otra rebanada, como yo creí que haría, puso toda su atención en mí.
―¿Por qué me invitaste esta noche, Sak?
Mi cara palideció. ¿Por qué lo había invitado? Responder esa pregunta no era algo fácil.
Desde que él atravesó la puerta, he estado actuando ridículamente. Con Sasuke nunca me faltaban las palabras. Naruto me afectaba. Ahora, él se estaba aburriendo a muerte con la hija del pastor mientras podría estar gastando su tiempo con su sensual y ardiente novia haciendo cosas de las que ni siquiera he oído hablar. Yo le estaba privando de una noche emocionante. La idea de que él probablemente vino a mi casa para hacerme compañía en lo que su primo estaba fuera del pueblo, me hizo sentir fatal. Él estaba haciendo una obra de caridad y yo no podía hablar de algo más interesante. Bueno, al menos le di de comer.
―Lo siento. Creo que no quería estar sola. Puedes irte. Sé que esto debe ser aburrido comparado con lo que acostumbras a hacer. ―Me las arreglé para mostrarle una pequeña sonrisa.
Frunció el ceño y apoyó los codos sobre sus rodillas, pero no aparto su mirada de mí.
―Estar contigo no es aburrido. Es sólo que luces incómoda. Si quieres que me vaya, lo haré. Tengo la sensación de que estás pensando que tengo otras cosas que hacer.
Suspiré y le dirigí una pequeña sonrisa.
―No, quiero que te quedes. Nunca he traído a casa otro chico aparte de Sasuke y eso sólo cuando mis padres están aquí. Estoy nerviosa. No es que yo no te quiera aquí.
―¿Por qué te hago sentir nerviosa? ―preguntó mirándome.
―No lo sé ―respondí honestamente.
―Mmm, creo que te equivocas ―me contradijo sonriendo.
―¿Qué?
―Tú has tenido otros chicos aquí. Yo venía aquí muy seguido. Tu habitación luce igual.
Sonreí. Tenía razón. Sólo necesitaba recordar que éste era el mismo muchacho que solía tirarse en la cama conmigo y ver películas.
Cerró el espacio que había entre nosotros y se relajó recargando su brazo en el respaldo del sofá.
―No muerdo, sólo soy yo Sak. Lo prometo. Ven aquí y veamos la película.
Estudié el espacio entre sus brazos y la idea de acurrucarse contra él era muy tentadora. Pero no creí que él tuviera eso en mente. Así que en lugar de eso, me recosté en el sofá con cuidado de no tocarlo. Su mano no vino y me atrajo contra él.
Se mantuvo en su lado del sofá y me sentí decepcionada.
―Relájate y ve la película ―dijo, con una voz suave que nunca había escuchado en él. Eso me hizo sentir segura.
El brazo de Naruto terminó por caer en mis hombros. Distraídamente comenzó a trazar pequeños círculos en la parte superior de mi brazo. Era como si pequeñas cargas eléctricas fueran zumbando a través de mi cuerpo. Tenía la esperanza de que no se diera cuenta que respiraba con dificultad. Cerré los ojos y fantaseé acerca de meter mis manos bajo su camiseta y tocar su suave piel y cubrir sus firmes abdominales. Lo miré a través de mis pestañas y vi que toda su atención estaba puesta en la película. No tenía idea de lo loca que me ponía. Poco a poco me acerqué a él, hasta que mi cabeza estuvo en el hueco de sus brazos. El olor a jabón Irish Spring y aire libre llenó mis sentidos. Sasuke siempre olía a colina. Me gusta el jabón. Giré la cabeza lo suficiente para poder olerlo mejor. Su brazo ligeramente apretado a mí alrededor. Él no insinuó nada con eso, pero me sentí tan bien. Giré mi cuerpo hacía él y cerré los ojos. Dejé volar mi imaginación y me pregunté cómo se sentiría sin esa molesta camiseta cubriéndole el torso.
―Sak. ―La voz de Naruto interrumpió mis fantasías.
―Hmm… ―Me las arreglé para responder sin que mi mano tocara sus abdominales.
―¿Qué estés haciendo? ―Su voz no sonaba bien. Había un tono de pánico que me trajo de vuelta a la realidad. Ahogué un grito cuando me di cuenta de que había subido la pierna sobre el muslo de Naruto. El dobladillo de mí vestido de verano apenas cubría mis bragas. Para empeorarlo más, mi mano se había hundido bajo su camiseta anaranjada y sentía su piel suave y cálida. El horror se apoderó de mí haciéndome quitar la mano de su camiseta y sentarme.
―¡Oh Dios mío! ―exclamé―. Lo siento… yo no estaba… lo siento. ―No podía mirarlo a los ojos. ¡No después de haber estado sobre él! En cambio, hice lo único que podía pensar: corrí a mi habitación.
Empujé la puerta lo suficientemente fuerte para que se cerrara de un golpe, pero el fuerte crujido nunca llegó.
―Sak, espera. ―La voz de Naruto hizo que me encogiera. ¡OH DIOS! ¿Por qué tuvo que seguirme? ¿No pudo sólo haberse ido? No podía voltear a verlo.
―Lo siento… sólo vete, está bien.
Me crucé de brazos y miré fijamente por la ventana esperando a que él se fuera.
Sus brazos me abrazaron por detrás y yo gemí por la humillación, eso sólo empeoró las cosas. Él sólo trataba de reconfortarme.
―No sé qué está pasando en esa cabeza tuya, pero por la forma en que actuaste me imagino que es bastante malo. ―El recargó su cabeza en mi hombro―. Tú quieres que me vaya y lo haré. Pero antes quiero que entiendas algo.
Tenía un gran nudo en la garganta y contenía las lágrimas en mis ojos. Responder me era imposible
―Yo inicié lo que sucedió allí. No tú. No estaba preparado para esa reacción. Pensé que tú me empujarías lejos, no… acercarte más. ―Paró de hablar y su respiración era cálida en mi cuello, sus labios tocaron mis hombros desnudos. Me estremecí y sus manos recorrieron mis brazos hasta cubrirlos―. No debería tocarte, pero no puedo detenerme ―murmuró de nuevo en mi oído.
Yo quería contradecirlo. No era su culpa. Quería decirle que yo fui la que se dejó llevar. Pero no podía manejar nada más que un leve lloriqueo.
―No puedo hacer esto Sak. Dios lo sabe, quiero pero no puedo. ―Y después se fue.
Me giré para verlo atravesar la puerta. Quería llamarlo para que regresara más que nada en el mundo, pero no lo hice.
Feñi-chan- Novato
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Re: Namikaze Boys (+18)
Oooo eso me Gusto lo de Empieza la Diversion
No puedo esperar ala Conti
Me esta Gustando bastante el Fic ,
El concepto es Interesante
No puedo esperar ala Conti
Me esta Gustando bastante el Fic ,
El concepto es Interesante
Re: Namikaze Boys (+18)
Sakura ya esta muy confundida
y naruto mas por no saber nada
y sasuke yo creo que se esta dando un rebolcon a alguna zorra por aya
y naruto mas por no saber nada
y sasuke yo creo que se esta dando un rebolcon a alguna zorra por aya
Kurama_Uzumaki- Genin
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en un cuarto de mi casa
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Re: Namikaze Boys (+18)
No inventes, cómo eres capaz de dejarlo así!
Sakura... de verdad que rebaso sus limites. Buen capitulo
ya esta a un paso mas de traicionar a Sasuke xD Esperemos
que se ponga mejor!
Sakura... de verdad que rebaso sus limites. Buen capitulo
ya esta a un paso mas de traicionar a Sasuke xD Esperemos
que se ponga mejor!
_Haruhi_- Aprendiz
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Re: Namikaze Boys (+18)
Hola, me ha encantado el fic. ¡Escribes genial!
La trama es realmente interesante y absorbente. Además, no he visto faltas de ortografía <33
Espero la conti pronto. Nos leemos.
La trama es realmente interesante y absorbente. Además, no he visto faltas de ortografía <33
Espero la conti pronto. Nos leemos.
Ia Shael- Novato
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Re: Namikaze Boys (+18)
AAHHH no tengo perdón por no haber comentado en el capitulo 3 y 4 pero por favor gomen nasai gomen nasai gomen nasai gomen nasai 100 gomen nasai (mas tarde) espero que si me hayas perdonado
y sobre los capítulos:
al parecer Naruto quiere a Sakura pero desgraciadamente es novia de Sasuke, y el es novio de Karin aunque pienso que debería dejarla
y Sakura también se siente atraída por Naruto pero no lo quiere admitir y ella quiere ser la chica perfecta de Sasuke y también la que sus papas quieren, espero que pronto se de cuenta de que Naruto es su alma gemela
Espero el próximo capitulo
y sobre los capítulos:
al parecer Naruto quiere a Sakura pero desgraciadamente es novia de Sasuke, y el es novio de Karin aunque pienso que debería dejarla
y Sakura también se siente atraída por Naruto pero no lo quiere admitir y ella quiere ser la chica perfecta de Sasuke y también la que sus papas quieren, espero que pronto se de cuenta de que Naruto es su alma gemela
Espero el próximo capitulo
mio-chan- Sannin
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Re: Namikaze Boys (+18)
Hey chicos!! aquí les traigo la conti después de un tiempo de abandono por culpa de mi compu ... Espero les guste, Nos leemos
- Capitulo 6:
- La alerta de mensaje de texto me despertó. Me froté los ojos y traté de enfocar antes de alcanzar mi teléfono. El mensaje era de Naruto.
“Buenos días”.
El shock de ver su nombre en mi teléfono tan temprano, me hizo sentarme rápidamente y después me dejé caer contra la almohada en cuanto lo sucedido la noche anterior vino a mi mente. Casi podía sentir los labios de Naruto en mi hombro y sentí un escalofrío bajo las sabanas.
“Cuando despiertes, llámame”, apareció en mi pantalla.
Debí haberlo ignorado. Debí ignorar el mensaje y pretender que anoche no había pasado nada, pero el recuerdo de su aliento en mi oído y sus manos acariciando mis brazos tiraron todas mis buenas intenciones por la ventana.
“Ya estoy despierta”, contesté al mensaje.
En menos de un minuto mi teléfono sonó, tenía que tomar una decisión rápido.
Podía ignorar su llamada y salvarnos a ambos de futuros problemas o contestar y olvidarme de las consecuencias.
—Hola.
—Hey.
Su voz me alegró y al instante contesté.
—Oye, sobre anoche —comencé.
—Quiero verte hoy —me interrumpió.
Mi corazón saltó y sonreí hacia el techo. Él quería verme.
—Está bien —respondí rápidamente.
—¿Te importaría venir aquí?
—¿A tu casa? —pregunté.
—Sí, necesito hacer algunas cosas que mi mamá quiere ¿Por qué no vienes a hacerme algo de compañía?
Me senté en la cama sonriendo como una idiota.
—Estaré ahí en 30 minutos ¿ya desayunaste?
—No, todavía no.
—Yo llevo el desayuno entonces —contesté.
—Suena bien.
—Bueno, nos vemos.
Él dudó un minuto y luego dijo:
—Nos vemos pronto.
Mi corazón iba a toda velocidad y con un salto me dirigí a la cocina a hacer algunos bizcochos antes de bañarme.
Naruto
Tomé mi teléfono por décima vez para llamar y cancelar, cuando vi el Jetta de
Sakura girar por el sendero de grava, genial. Exitosamente luché contra todas mis buenas intenciones lo suficiente para que ella llegara aquí. Esto estaba mal. Lastimar personas no es algo con lo que tenga problemas ¿pero lastimar a Sasuke?
Eso no estaba en discusión.
Sakura salió de su coche, usando otro pequeño vestido y cargando un plato de comida. Observé el balanceo de su cadera bajo la delgada tela hasta que llegó a mí, las comisuras de su boca formaron una pequeña y tímida sonrisa, decidí que no me importaba si yo estaba jugando sucio. Sasuke no estaba aquí y yo no veía como me podía ayudar, el debió de haber mantenido su trasero en casa.
—Hice bocadillos de salchicha —dijo ella mientras se acercaba a la puerta.
—Yum, me muero de hambre —contesté, manteniendo la puerta abierta para que pasara, una brisa alborotó su cabello mientras pasaba junto a mí, ¿Por qué tiene que oler tan bien? Cerré la puerta y me giré para beberme el aroma.
Anoche cuando la dejé había ido derechito con Karin. Recordándome a mí mismo quien era, había sido muy importante, Karin se había mostrado bastante dispuesta pero mi cuerpo parecía no olvidar lo bien que se sentía el cuerpo de Sakura acurrucado contra mí.
—No creí que me fueras a llamar —dijo ella suavemente, mientras estudiaba el plato de bocadillos que ella sostenía. Debí de haber tenido un momento de debilidad esta mañana cuando desperté de un sueño increíblemente bueno, que ella protagonizó. Todo en lo que pensaba, era en estar cerca de ella de nuevo.
—Detesto la manera en la que las cosas se dieron ayer.
Ella se sonrojó y me miró.
—Siento mucho la manera en la que actúe.
Demonios, demonios, demonios, no me iba a ser posible resistirme a ella y empujando a Sasuke al oscuro y profundo olvido de mi mente caminé hacia ella, tomé el plato de bocadillos y los dejé sobre el mostrador.
—Te dije anoche que yo lo empecé, debería ser yo quien se disculpara.
Ella dejó salir una pequeña risa y se quedó mirando sus pies.
—No, recuerdo claramente que fue mi pierna la que se subió en tu regazo y mi mano la que estaba sobre tu camiseta. Tú me habías dejado de tocar por completo.
Gracias por tratar de quitarme la culpa, pero yo estaba allí Naruto.
Puse mis brazos alrededor de su cintura y la traje hacia mí. Ahora mismo, no me importa a quien le pertenece. Yo la deseaba y no podía ver más allá de mi necesidad.
—Mírame —le susurré y mi dedo se deslizó debajo de su barbilla, inclinando su cara para que pudiera ver sus ojos.
—La única razón por la que no te agarré y te puse sobre mí anoche fue porque por primera vez en mi vida quiero algo que pertenece a la única persona que amo.
Empecé a tocarte anoche porque no podía mantener las manos apartadas de ti.
Pensé que si podía tocarte un poco, sería capaz de manejarlo. Pero entonces no reaccionaste de la manera que yo esperaba. —Me detuve y cerré los ojos. Dejar la mirada fija en ella mientras hablaba de su reacción a mi contacto, era difícil.
Esos enormes e inocentes ojos verdes absorbiendo cada palabra que salía de mi boca ¡Dios! ella era perfecta.
—Y mis buenas intenciones fueron desvaneciéndose rápidamente, si hubieras seguido tocándome sólo unos pocos segundos, me hubiera perdido. Yo estaba colgando de un hilo, un hilo muy delgado.
Ella dio un paso atrás de mi abrazo e hizo una pequeña mueca.
—Bueno, gracias por decir eso. —Ella se dio la vuelta, caminó hacia el mostrador y comenzó a quitar el plástico de la charola.
—Ambos lo amamos, ninguno quiere lastimarlo, pero… nos atraemos. Tenemos una historia entre los tres. Los últimos años sólo hemos sido Sasuke y yo. No quería que fuera del modo que pasó y creo que todos podemos ser amigos, prometo mantener mis manos en su lugar y tu prometerás lo mismo.
Me miró por encima del hombro y se movió para poner los bocadillos en unos platos que encontró en el escurridor. Diciéndole que haría cualquier cosa que pidiera, no era mi mejor movimiento. Asentí y fui a sacar vasos y jugo de naranja para que pudiéramos desayunar juntos, tal como solíamos hacer.
—¡DETENTE, NARUTO! —chilló Sakura mientras corría a un lado de la camioneta lejos de la manguera de agua que había dirigido en su dirección.
—Pero tienes jabón en los brazos, sólo estoy tratando de quitártelo —repliqué, su risa apretó algo dentro de mí y me forcé a no pensar en ello.
—Seguro que sí, empapándome, prefiero mis brazos jabonosos, muchas gracias.
—Vamos Sak sólo estaba tratando de ayudar, prometo no hacerlo de nuevo, además ni siquiera estas usando una blusa blanca, no tengo razón para mojarte.
Ella caminó al frente de mi camioneta con cautela, no se fiaba de mí, solté la manguera y levanté ambas manos.
—Ves, lo prometo —le aseguré.
Ella hizo de lado la cabeza y se mordió el labio inferior
—Hmmm, de acuerdo.
La miré acercarse lentamente a la cubeta de agua jabonosa para tomar la esponja que se le había caído. Antes de que pudiera responder me lanzó una húmeda y jabonosa esponja a la cara y se rió antes de dar la vuelta y correr de vuelta al otro lado de la camioneta.
—Tú lo pediste —le grité y me fui por el lado opuesto para atraparla.
—Lo siento —gritó entre risas.
—Muy tarde para disculparte cariño, te atraparé.
—Naruto ¡lo prometo! Por favor, no me la lances. —Se agachó en la parte trasera de la camioneta.
—Bueno ¿acaso no es dulce? —La voz de Karin me tomó por sorpresa, dejé de perseguir a Sakura y tiré la esponja mojada en la cubeta antes de girarme a mirar a
Karin, apoyada contra el Camaro rojo manzana de su mamá. Su mirada furiosa se dirigió hacia Sakura, giré a verla, parada junto a la cabina de mi camioneta, sosteniendo una esponja húmeda mientras estudiaba nerviosamente a Sakura.
La comparación entre ellas era como el día y la noche. Donde Karin encajaba en este descuidado aparcadero, Sakura se veía totalmente fuera de lugar. El viejo Matsumoto salía por su puerta frontal con una cerveza en la mano, gritándole a su esposa antes de azotar la puerta. Todo a mí alrededor dejaba de existir cuando estaba con Sakura, no era de sorprender que no me hubiera dado cuenta de la llegada de Karin, cuando volví a ella le di una mirada de advertencia.
—No te escuché llegar.
Ella levantó las cejas y dirigió la furiosa mirada hacia mí. Ya sabía por qué había venido, la pequeña apretada minifalda y la blusa de cuello halter que apenas cubría sus pechos, significaba que ella venia en busca de acción.
—Te diviertes demasiado como para darte cuenta de algo más que no sea ella.
¡Demonios! Esto no era bueno, Sakura era la única persona por la que Karin se sentía amenazada, no importaba lo linda que siempre se había portado Sakura,
Karin la odiaba y encontrarla mojada en agua jabonosa con un pequeño y delgado vestido, lavando mi camioneta no se veía muy inocente que digamos. Sakura se veía endemoniadamente sexy, toda mojada y jabonosa, un hecho que sabía no pasaría desapercibido por Karin, le hubiera encantado ver a Sakura estrellarse y después quemarse, necesitaba decir algo pero no podía pensar qué.
—Hola Karin, se me ha hecho tarde para irme, me alegra que hayas llegado para tomar mi lugar —dijo Sakura rompiendo el tenso silencio.
Vi la preocupación en sus labios fruncidos, si empujar a Karin en el Camaro y forzarla a irse la hiciera sonreír y reír de nuevo, lo haría. Sus ojos se encontraron con los míos y me regaló una brillante sonrisa, de esas que ella suele regalarme, del tipo forzado, no a las que me había acostumbrado estos últimos días.
—Sasuke se enterará que vine a ver como estabas y te entretuve en su ausencia tal como pidió. Parece que tienes a alguien que no dudará mucho en acelerarte —dijo mirándome, luego volvió su atención hacia Karin y le regaló la misma sonrisa forzada.
—Diviértanse ustedes dos —se despidió de Karin—. Nos vemos luego.
Miré como Sak caminaba hacia su auto y se metía en él toda mojada, quería correr tras ella y rogarle que no se fuera pero sabía que era el modo de salvar nuestros traseros con Sasuke. No había sido capaz de pensar qué decir y le había dejado toda la explicación a ella.
—Me parece difícil de creer que Sasuke le haya pedido que viniera a tener una pelea de agua jabonosa contigo —dijo Karin caminando hacia mí.
— ¡Cállate! —le contesté y fui a levantar la manguera para terminar de enjuagar mi camioneta.
—La odio Naruto, lo sabes y si necesita ser niñera de alguien más que lo sea pero ella no es de tu interés.
—No me digas con quien puedo y no puedo pasar tiempo Karin.
—¡Demonios! Claro que lo haré, la última vez que supe las cosas estaban en su lugar, tú eres mío. No te quiero cerca de ella, mantente de una puta vez lejos de ella o le diré a Sasuke lo amigables que estaban cuando llegué ¡No soy ciega Naruto! Vi el modo en que la mirabas, ella bien podría haber estado desnuda.
Levanté mi cabeza y la miré.
—Nadie me amenaza Karin, lo sabes muy bien, no te equivoques.
—Así que tú puedes manosear a la novia de tu primo y yo me tengo que sentar y verlo.
—¡No la estaba manoseando! Estábamos lavando mi camioneta, somos amigos
Karin, ella siempre ha sido mi mejor amiga, nuestra amistad no es un problema y
Sasuke está bien con eso. Sakura es muy buena para mí, ella lo sabe, yo lo sé,
Sasuke lo sabe y tú deberías saberlo.
Karin no dijo nada, comencé a enjuagar la camioneta esperando que la conversación terminara.
—Pero te gusta.
No sonó como pregunta, era más bien una declaración.
—Sí Karin, ella es la novia de mi primo, es linda y amable, todo lo que nosotros no somos, a todo el mundo le agrada, a todos menos a ti.
—Me refiero a que te agrada, de que te gusta. La manera en que la miras, tú la quieres.
Había un millón de cosas que yo quería decir pero decir cualquiera de ellas hubiera sido mi peor movimiento, mantener la boca de Karin cerrada era lo más importante.
—Ella es la chica de Sasuke.
- Capitulo 7:
- Sakura
—¡Oh, vamos, será divertido! —me aseguró Ino por enésima vez.
Fruncí el ceño a su espalda mientras ella bajaba del coche. De alguna manera se las había arreglado para arrastrarme al campo de Sabaku. Cuando me pidió salir con ella esta noche había pensado que se refería a ver una peli y quizás ir de compras. No había pensado que se referiría a llevarme al campo.
Dejé de hacer aburridos agujeros en su espalda y eché un vistazo al camión estacionado de Naruto. No había sabido nada de él desde que lo había dejado con Karin en su caravana. Al principio esperaba un mensaje de texto o una llamada, pero después de veinticuatro horas me di cuenta de que no tendría noticias de él. Karin no parecía muy contenta con mi presencia allí. Debería haber previsto esta reacción.
—Vamos Sakura. —Ino abrió mi puerta y me sonrió. Su cabello rubio largo y liso rebotaba mientras agitaba su brazo hacia el campo—. Hay una vida fuera de Sasuke Namikaze. Te prometo que la hay —bromeó mientras se ajustaba las gafas que se le habían deslizado por la nariz. Sólo Ino podía hacer que las gafas parecieran chic.
—Lo sé. —No tenía idea de lo consciente que estaba de eso—. Pero llegar al campo sin Sasuke parece no tener sentido. Me refiero a que Shikamaru estará aquí pronto y seré la tercera rueda.
—Tonterías. Shikamaru estará al tanto de nuestros datos. —Ella me dedicó una sonrisa y tiró de mí hacia el claro.
La hoguera y la música estaban ya bombeando. El olor de la madera de nogal quemada llenaba el aire nocturno. Los diferentes grupos se reunieron en torno a la iluminación del claro, mientras que algunas parejas ya estaban haciendo su camino hacia la intimidad de las sombras en interior de los árboles.
Yo caminaba junto a Ino escuchando su charla continua sobre el nuevo camión que Shikamaru había comprado. Había estado intentando con tanto esfuerzo ignorar lo que me rodeaba y a todo el mundo a mi alrededor, que me tomó por sorpresa cuando Hidan se sentó en un tronco y me atrajo a su lado.
—Miren a quién saqué de su escondite —anunció Ino al grupo.
—Sakura Vive —dijo Kankuro Sabaku desde el otro lado del fuego y trató de pavonearse ante nosotras. Su consumo de alcohol sin embargo lo hizo parecer más bien un mal paso de baile.
—Perderse esa cara bonita por aquí —dijo Kankuro en broma con un gesto para que Ino se moviera y así pudiera tomar su lugar junto a mí—. No veo cómo es eso. Tú sólo vienes por aquí cuando está Sasu. ¿No hay amor para mí? —Él se inclinó hacia mí y me miró de reojo.
Podía oler la cerveza en su aliento y sabía que ya había consumido una copa de más. Esta era una típica reacción de Kankuro a la bebida. Él coqueteaba con todo el mundo.
—Esto es un tipo de lugar para parejas y mi otra mitad no está cerca. —Forcé una sonrisa en mis labios para permanecer en el lugar. Él pasó el brazo alrededor de mi cintura y me acercó a su lado.
—Puedo arreglar eso para ti, dulce corazón. Voy a deshacerme de esa perra con la que estoy si me prometes que me seguirás hacia aquellos árboles.
Eché un vistazo a Ino buscando su ayuda y todo lo que conseguí fue una salvaje expresión de pánico de sus ojos. Ella comenzó a escanear la multitud. Sabía que estaba buscando a Shikamaru para que acudiera al rescate.
—Hum, está bien Kankuro —le dije y comenzó a ponerse de pie. Yo no fui lo suficientemente rápida porque él tenía las dos manos en mi cintura y tiraba de mí hacia su regazo antes de que pudiera escapar. Mi corazón latía y luché contra el impulso de gritar.
—Deja que Kankuro se vaya. Si Sasuke se entera de esto te va a matar. —La demanda de Ino cayó en oídos sordos. Kankuro se rió entre dientes y pasó su mano por mi pierna. Le di una bofetada y luché para levantarme de nuevo.
—Sasuke no está aquí —dijo sosteniéndome firmemente en el lugar.
—Hombre Kankuro, déjala ir —exclamó Sai mientras trotaba hacia nosotros.
Por suerte, la voz de Kankuro había llamado la atención de Sai. Estiró la mano para tomar la mía y me levantó.
Kankuro se echó a reír.
—Sólo me estaba divirtiendo un poco. Ella es la única pieza de culo respingón que no he tenido nunca en esta ciudad. Sasuke la mantiene toda para sí mismo.
Sai me apretó la mano.
—El único culo por el que tienes que estar preocupado es el tuyo. Una vez que Sasuke se entere de esto te va a dar una buena paliza cuando te agarre.
Kankuro se puso de pie y se tambaleó un poco demostrando lo mucho que había bebido.
—¡Ah! yo sólo me estaba divirtiendo un poco. No le hice daño. Toda esa dulce belleza virgen está todavía en su lugar. Vete ahora y corre pequeña hija de predicador —exclamó Kankuro mientras yo gateaba de nuevo hacia el coche de Ino. No me giré para comprobar si ella me estaba siguiendo. Sólo sabía que tenía que escapar.
Llegué a su coche y tiré de la manija sólo para encontrarlo cerrado. Las lágrimas que había estado reteniendo corrían por mi cara. Tomé una bocanada profunda de aire dejando que el resto de las lágrimas cayeran libres. Por qué el comportamiento de Kankuro me sentó tan mal, no estaba segura. No era como si realmente me hubiera hecho daño. Mi estómago dio un vuelco y apreté las dos manos contra él rezando para no enfermar. Sasuke había sido mi escudo durante tanto tiempo que no sabía cómo reaccionar ante situaciones como esa. Odiaba ser tan ingenua.
La Sakura mala hubiera sabido qué hacer. Se me escapó un sollozo y apoyé la frente contra la ventana fría de la puerta del coche. Dos brazos se deslizaron alrededor de mi cintura y me empecé a girar cuando el olor del jabón Irish
Spring llegó a mi nariz.
—Soy yo. Ahora estás a salvo. —Con el sonido de la voz de Naruto se me escapó un sollozo y me di la vuelta para arrojarme en sus brazos.
—Lo siento, no estaba allí. Llegué demasiado tarde. Pero te juro que
Kankuro Sabaku nunca se acercará a ti otra vez. —Sus palabras me hicieron llorar más fuerte y me aferré a su camiseta enterrando mi cabeza en su pecho.
—Shhh está bien Sak. Déjame llevarte al camión antes de que alguien venga en busca de cualquiera de nosotros —me susurró al oído.
Dejé que me llevara a su camioneta y me pusiera en el interior.
—Le dije a Ino que cuidaré de ti —dijo mientras se metía en la camioneta. Me sequé la cara y asentí con la cabeza.
—Gracias. Yo le dije que venir aquí era una mala idea. Este no es lugar para mujeres solteras. —Traté de hacer que mi voz sonara clara pero no pude.
Naruto subió al camión, luego se inclinó y abrió la guantera. Fue entonces cuando me di cuenta de la sangre que cubría sus nudillos. Jadeando le cogí la mano.
—¡Oh Dios Mío!
Una risa baja vibró en su pecho mientras tomaba el trapo que había sacado de la guantera y se limpiaba la sangre de la mano.
—No es mi sangre Sak —me tranquilizó. Poco a poco solté su muñeca y le dejé terminar la limpieza de lo que supuse era la sangre de Kankuro—. Como ya he dicho, Kankuro no se acercará a ti otra vez.
Asentí con la cabeza. No estaba segura de lo que tenía que decir. Nunca había tenido a alguien que peleara por mí antes. Era una sensación extraña. El calor corriendo por encima de mí mientras miraba los nudillos un poco raspados de Naruto quedar limpios fue sorprendente. Al parecer, me gustaba la idea de él partiéndole la cara a Kankuro.
—Siento no haberte llamado —me dijo.
Arranqué la mirada de la mano de Naruto y lo miré a los ojos. La expresión de preocupación en ellos tiró de mi corazón.
—No tienes que pedir disculpas. No tengo ninguna razón para esperar que me llames. Sólo espero que el venir aquí no cause problemas entre tú y Karin.
Vale, era una mentira, pero él no lo sabía.
—No importa lo que ella diga. Tomo mis propias decisiones.
Quería preguntarle qué quería decir con ese comentario, pero no dije nada.
—¿Quieres ir a casa ahora? —me preguntó.
No quería ir si me podía quedar con él, pero la verdad sólo causaría más problemas.
—Hum, bueno, no tengo adonde ir.
Naruto me miró y una sonrisa pícara salió de sus labios. No podía dejar de sonreír en respuesta.
—¿Qué tal una partida de billar?
—¿Billar?
—Sí, billar. Hay un pequeño lugar fuera de los límites de la ciudad donde voy a jugar al billar.
Asentí con la cabeza poco a poco antes de admitir:
—No sé cómo jugar al billar.
Él hizo una mueca.
—Estaba esperando que dijeras eso.
Naruto entró en el pequeño estacionamiento de grava de un bar. Motos, golpeados camiones viejos y algunos antiguos modelos de coches deportivos llenaban el limitado espacio.
Miré por encima de Naruto.
—Este es un bar.
Él se rió y se inclinó sobre mí para abrir la puerta del camión.
—Sí princesa, lo es. La cerveza y el billar van de la mano. ¿A dónde creías que íbamos?
Esto sonaba como una mala idea. En realidad, sabía que era una mala idea. Dudé mientras Naruto se bajaba del camión. Dio la vuelta y se detuvo en mi puerta tendiéndome la mano.
—Vamos Sak. Te prometo que nadie de aquí te va a morder.
Tragué saliva nerviosamente y metí mi mano en la suya. Quería vivir un poco y esto era sin duda vivir un poco.
—Vamos a hacerlo —le dije sonriéndole.
Me apretó la mano antes de llevarme dentro.
Una banda tocaba una versión muy mala de Sweet Home Alabama en un escenario pequeño mientras entrábamos. El humo de cigarrillo, la cerveza y perfume barato se combinaron para hacer un olor desagradable. Luché contra la urgencia de cubrir mi nariz. Los hombres grasientos con estómagos que colgaban sobre sus pantalones vaqueros, tatuajes en los brazos y malas mujeres que buscaban posada en sus brazos o en contra de ellos mientras bailaban, llenaban el lugar. Naruto soltó mi mano y me pasó el brazo alrededor de la cintura.
Inclinó la cabeza hacia abajo y me susurró:
—Tengo que mostrar posesión aquí con el fin de mantener a los demás lejos de ti.
No tenía ninguna queja, así que asentí con la cabeza y me apreté contra él.
—¿No van a echarnos? Somos menores de edad.
Naruto se echó a reír y me llevó a una mesa de billar vacía.
—Nop. —Le echó un vistazo más al bar y le dio a alguien una leve inclinación de cabeza, luego agarró dos palos de billar y me entregó uno.
—Ahora es el momento en que te enseño a jugar billar.
El brillo maligno en sus ojos me hizo querer estar de acuerdo con todo lo que pidiera.
—Naruto, ¿qué haces trayendo a la hija del predicador aquí? —preguntó una señora con el pelo largo y rojo mientras ponía una cerveza delante de él.
Ella volvió su mirada hacia mí y vi unos familiares ojos grises que me miraban con preocupación. Esta era Kushina Namikaze, la madre de Naruto. Había visto atisbos de ella cuando había aparecido en contadas ocasiones para recoger a
Naruto de donde Sasuke. Pero en realidad nunca había hablado con ella. Era hermosa, incluso con todo el maquillaje espeso y la ropa barata.
—Mamá ¿Recuerdas a Sakura? —dijo Naruto antes de tomar un trago de su cerveza.
Le sonreí a pesar de que me estaba estudiando como si fuera un extraño animal en el zoológico.
—Hola, señora Namikaze. Es bueno verla de nuevo.
Ella ladeó la cabeza y un mechón de pelo largo cayó sobre su hombro.
—¿Desde cuándo la dulce novia de Sasuke empezó a frecuentar un bar en los barrios bajos?
Me tensé y le eché un vistazo a Naruto.
—Mamá es suficiente. Sakura y yo somos amigos. Lo hemos sido durante la mayor parte de nuestra vida. Le hago compañía mientras Sasuke está fuera de la ciudad
Kushina me miró de arriba abajo antes de volverse hacia Naruto y sacudió la cabeza.
—Sí, eso es lo que quieres decirte a ti mismo hijo, pero no eres estúpido y por su bien espero que ella no lo sea tampoco. —Luego tocó la mejilla de Naruto con la mano y se volvió para caminar de regreso a la barra.
—Trae una Coca-Cola para Sak —le gritó. Ella levantó la mano en el aire y movió sus uñas como una forma de reconocimiento.
—Lo siento por ella, pero no es una gran fan de los padres de Sasuke y cualquier cosa relacionada con ellos es inmediatamente cuestionable. Ella se va a relajar después de que te conozca.
No estaba segura de ser lo suficientemente valiente como para conocer a Kushina
Namikaze. Me recordaba a una versión para adultos de Karin. En lugar de compartir esos pensamientos, me limité a asentir. Naruto sonrió y se acercó por detrás de mí.
—Ahora, para tu primera lección de billar. Vamos a hacer una serie de rondas de práctica antes de que realmente juguemos. —Naruto dirigió su palo hacia abajo y asintió con la cabeza al que estaba en mi mano—. Vas a golpear la bola blanca hacia las otras bolas y romperlas —explicó.
Tomé el palo, me incliné sobre la mesa y traté de recordar todas las veces que había visto a la gente jugar al billar en la televisión. Antes de que pudiera pensar demasiado, el cuerpo de Naruto se cerró detrás de mí. Su mano cubría la mía haciendo que me mareara. Me tomó un segundo recordar respirar.
—Esta es la parte que he estado esperando —murmuró en mi oído mientras ajustaba mis manos en el palo. El calor de su cuerpo me daba ganas de acurrucarme contra él. Traté de mantener la concentración, pero podía sentir su aliento cálido en mi oído y su cadera estaba tocando mi trasero. Su pecho apenas rozaba mi espalda.
—Estás temblando, Sak —susurró.
No sabía cómo responder. No podía echarle la culpa a tener frío. Estaba en el interior de un bar demasiado caliente en el medio del verano.
—Ahora, estás lista para hacer el tiro.
Su voz envió escalofríos a mi cuerpo y temía que si asentía con la cabeza mirando hacia él me tiraría en sus brazos. En cambio, dejé que me guiara para hacer el tiro. Un montón de pelotas de colores rodaron sobre la mesa, pero me parecía que no podía concentrarme.
—Buen trabajo, tenemos que decidir qué pelota queremos que se hunda y preparar tu siguiente tiro.
Cerré los ojos y respiré estabilizándome mientras él se ponía de pie y salía de la proximidad de mi cuerpo. Me enderecé, rezando porque mis rodillas no cedieran bajo mi peso.
La mirada de Naruto hizo que mis mejillas se sonrojaran. Una sonrisa de satisfacción apareció en sus labios y de repente quería saber cómo se sentirían sus labios presionado contra los míos. No podía apartar mis ojos de ellos. Incluso cuando su sonrisa se desvaneció seguí mirando a su boca.
—Vas a tener que dejar de hacer eso, Sak —susurró Naruto con voz ronca y redujo el espacio entre nosotros, presionando su cuerpo contra el mío. Me las arreglé para sacudir mi fascinación por sus labios y lo miré a los ojos. Miraba hacia mí con un brillo hambriento que no estaba acostumbrada a ver. Pero me gustó. Me gustó mucho.
—Sak, estoy esforzándome mucho para ser bueno. Ser bueno no es lo mío, pero Sasuke es importante para mí. Por favor, recuerda que tengo mis límites y que estudies mi boca como si quisieras un trozo me pone peligrosamente cerca del borde de esos límites.
Tragué saliva nerviosamente asintiendo con la cabeza. No podía hablar por el momento porque estaba bastante segura de que le pediría que siguiera adelante con lo que él podría estar considerando.
Dejé escapar un suspiro de frustración y luego me di la vuelta para hacer frente a la mesa de billar.
—Ahora, de vuelta a los negocios. Parece que las de color tienen mejor sistema así que tú puedes ser color y yo seré rayas. Tu bola roja está en el mejor lugar. La tienes casi en el bolsillo para meterla en la esquina de allá, y la bola blanca está muy cerca de ella. Así que vuelve a tu posición.
Me las arreglé para mantenerme enfocada en lo que él me estaba diciendo hasta que se trasladó una vez más detrás de mí para corregir la forma en que estaba sujetando el palo.
—Lenta y fácil Sak.
Tomé una respiración profunda y estabilizadora y golpeé la bola blanca. Le di directamente a la bola roja y la bola roja se hundió en el agujero.
—¡Lo hice! —chillé y giré a mi alrededor tirando mis brazos alrededor del cuello de Naruto. No fue hasta que sus brazos me rodearon y dio un tufillo muy sabroso del olor de su jabón que me di cuenta de que esto no había sido un acierto.
—Sí, lo hiciste —dijo riéndose, luego besó la parte superior de mi cabeza.
Me obligué a soltar mis manos y a dar un paso atrás lejos de él.
—Bien, ¿Ahora a cuál le doy? —pregunté sonriendo hacia él como si mi corazón no latiese a toda velocidad en mi pecho por su abrazo.
Él estudió la mesa y asintió con la cabeza.
—La azul está en un buen lugar.
Dos juegos después logré encontrarle el truco al juego. Naruto resultó estar muy entretenido mirando la mesa de juego.
Nunca me había dado cuenta de que un hombre inclinado sobre una mesa de billar pudiera ser tan sexy, pero después de ver a Naruto había decidido que este era un juego sexy. Aparte del hecho de que inclinó su cuerpo alto y musculoso sobre la mesa y una pequeña mueca aparecía entre sus ojos cuando se concentraba, lo que me daba más ganas de besarlo, él también hizo toda una inclinación de cadera apoyada en la mesa mientras me esperaba para tomar una foto como si estuviera modelando para una revista.
—No puedo decidir si me gusta la Sak que necesitaba mi ayuda o la Sak que lo tiene bajo control. Por un lado puedo llegar a tocarte y salirme con la mía. Pero por otro puedo llegar a ver cómo te inclinas sobre la mesa y tengo que decir que es una vista muy caliente para mí.
Mantuve mi mirada en la mesa en lugar de mirarlo a los ojos. Al oírle llamarme caliente me dieron ganas de sonreír como una idiota. No quería que tuviese la oportunidad de ver mi reacción a sus palabras.
—Se está haciendo tarde. ¿Estás lista para marcharte? —preguntó Naruto.
Me acerqué a él y le entregué el palo de billar.
—Probablemente debería irme —le contesté.
Él asintió con la cabeza, tomó los palos y los guardó. Miré hacia abajo a la única cerveza que había bebido durante la noche y me di cuenta de que estaba siendo cuidadoso por mí.
—Veo que miras la cerveza, si quieres comprueba que todavía está por la mitad.
Sonriendo negué con la cabeza.
—Te creo.
Tomó mi mano y me condujo hacia la salida.
—Nos vemos mamá —gritó al pasar al lado de su madre, que llevaba una bandeja llena de jarras de cerveza.
Su mirada se movió de él a mí. Ella sonrió recordándome a Naruto.
—Muy bien, tengan cuidado en el camino a casa —respondió ella.
No me esperaba ese tipo de respuesta de Kushina Namikaze. No parecía ser el tipo de madre que diría que tuviera cuidado, sobre todo porque le sirvió cerveza a su hijo.
La mano de Naruto se deslizó alrededor de mi cintura y me acercó hacia él de nuevo.
—Estás para hacerte mirar por parte de algunos hombres borrachos. Sólo intento mantenerlos alejados —dijo en voz baja a medida que salíamos a la calle.
Decirle que no me importaba estar pegada a su lado, no parecía una buena idea, así que mantuve la boca cerrada.
Una vez que nos abrochamos el cinturón, estudié el camino hasta el bar donde había pasado el último par de horas. No era tan temible como había pensado que un bar sería. Después de que había empezado a jugar al billar, me había olvidado de todos los demás en el lugar.
Naruto sacó su camión a la carretera de dos carriles que conducía a la ciudad. Las luces del estacionamiento se desvanecieron en la distancia mientras nos dirigíamos más lejos del bar y más cerca de mi casa. No estaba dispuesta a ir a casa todavía. Esta noche había sido la más divertida que jamás había tenido en una cita. Aunque no fue una cita realmente. Me reía cuando estaba con Naruto, mucho más que lo que he hecho en cualquier otro momento. Me había olvidado lo divertido que era Naruto. Tal vez por eso siempre lo elegía para escabullirme con él cuando era niña. Sasuke siempre nos mantenía a raya y yo lo amaba, pero Naruto siempre me llevaba a la emoción.
—Gracias por esta noche. Realmente me divertí.
—Me di cuenta. Me gustó ver que te divertías. Eres increíble cuando dejas que el muro a tu alrededor caiga.
—¿Muro? —le pregunté girándome para encararlo.
Él no dijo nada al principio. Pero mantuve los ojos fijos en él, esperando.
—Tu pared perfecta. La que mantienes para que todo el mundo vea. La que usas para ocultar a la chica que conozco por debajo. La chica que quiere reír y divertirse. Perfecto no es divertido Sak.
Dejé a la niña mala con Naruto, porque sabía que él no la iba a rechazar o reprender. Él sabía que una parte de mí no se presentaba a nadie más. Claro que Abue siempre me animó a tomar mis propias decisiones y aceptar mi verdadero yo, pero aún se conserva la parte realmente mala de mí oculta, incluso para ella. Quería discutir con él y tirar de la pared en mí para bloquear su visión interior, pero no pude. Lo necesitaba para poder ser yo. Nadie más que Abue alguna vez me dejó estirarme y extender mis alas. Naruto siempre había sido la única persona que me aceptaba como soy.
Asentí con la cabeza y fijé los ojos de nuevo en la carretera de delante de nosotros.
—No puedo ser esa chica todo el tiempo. Mis padres, Sasuke, la gente en esta ciudad, todos esperan a la buena chica. No puedo hacerles ver este lado de mí. Pero se siente tan bien dejarla suelta. Aunque sólo sea por un poco de tiempo. Así que, gracias.
No miré hacia atrás para ver su reacción, no era necesario. Su mano buscó la mía y la sostuvo. No eran necesarias las palabras porque él lo entendía.
Feñi-chan- Novato
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Re: Namikaze Boys (+18)
Vaya me encanta tu fic y la parte en la que llego karin yo la hubiera agarrado a cubetasos y quemarla y ocultar el cadaver. Ok talvez no lo utimo pero si la hubiera mandado a volar.
Quiero conti ya la espero
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Kurama_Uzumaki- Genin
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Re: Namikaze Boys (+18)
*0* excelentes capitulos !!
Esa Karin... de verdad que inoportuna fue..
Me encanto lo del billar, quién piensa en Sasuke, cuando Naruto esta cerca?? Nadie!!
Además, como dijo Miroku (inuyasha): "Por qué hacer infeliz a uno, cuando puede hacer felices a los dos??" (En el caso de Sakura :p)
¬¬ Cosa extraña ver a Kushina en un bar... además le dijo a su hijo "cuídense"
yo digo que lo dijo por qué sabe como es su pequeño bribon .. osea bien coqueto
Excelente!!
Continúalo pronto
Esa Karin... de verdad que inoportuna fue..
Me encanto lo del billar, quién piensa en Sasuke, cuando Naruto esta cerca?? Nadie!!
Además, como dijo Miroku (inuyasha): "Por qué hacer infeliz a uno, cuando puede hacer felices a los dos??" (En el caso de Sakura :p)
¬¬ Cosa extraña ver a Kushina en un bar... además le dijo a su hijo "cuídense"
yo digo que lo dijo por qué sabe como es su pequeño bribon .. osea bien coqueto
Excelente!!
Continúalo pronto
_Haruhi_- Aprendiz
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Re: Namikaze Boys (+18)
Wow me encanto la parte donde estaban lavando
el carro, lastima que Karin tuvo que llegar y
arruinar la diversión,
y también cuando estaban en el billar, Sakura
cada vez se esta sintiendo mas atraída hacia
Naruto, debería dejar de una vez a Sasuke y estar
con Naruto
Espero que pronto subas el siguiente capitulo
el carro, lastima que Karin tuvo que llegar y
arruinar la diversión,
y también cuando estaban en el billar, Sakura
cada vez se esta sintiendo mas atraída hacia
Naruto, debería dejar de una vez a Sasuke y estar
con Naruto
Espero que pronto subas el siguiente capitulo
mio-chan- Sannin
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Re: Namikaze Boys (+18)
Nueva lectora... Esta muy bueno tu fan fic y me encanta en la forma en la que te expresas...
Sakura debería dejar de actuar como otra persona solo por querer satisfacer las expectativas de los demás por suerte tiene a su abu y a Naruto para que pueda actuar como ella misma....
Naruto como chico malo me fascina y la forma en que muestra sus sentimientos a Saku..
Espero con ancias la contiiiiii
Sakura debería dejar de actuar como otra persona solo por querer satisfacer las expectativas de los demás por suerte tiene a su abu y a Naruto para que pueda actuar como ella misma....
Naruto como chico malo me fascina y la forma en que muestra sus sentimientos a Saku..
Espero con ancias la contiiiiii
sakuraforever_24- Chunnin
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Re: Namikaze Boys (+18)
Aloha gente, les traigo otro capi de esta emocionante historia, espero que lo disfruten tanto como yo. Nos leemos !
- Capitulo 8:
- Sakura
Me desperté para encontrar a mamá sentada en el borde de la cama. Aun cuando mi visión todavía era borrosa por dormir, era difícil no ver sus ojos rojo sangre y los círculos negros debajo.
—Mamá —pregunté, deseando alcanzarla y consolarla. La niña dentro de mí estaba aterrorizada de ver a mi mamá tan obviamente triste.
—Buenos días, corazón. Lamento si te desperté pero quería hablar contigo antes de que papá regrese a casa.
Inmediatamente mi estómago se desplomó.
—Sakura, cariño, la abuela ha fallecido.
Todos los otros pensamientos abandonaron mi mente.
—¿Qué?
Mamá soltó un pequeño sollozo y tomó una de mis manos. Su pequeño apretón no me consoló.
—Anoche la abuela se fue a dormir. Cuando papá llego esta mañana para asegurar su calentador de agua antes de que fuera a la iglesia, la encontró en la cama. Fue un infarto.
Sacudí mi cabeza sin creer lo que mamá me estaba diciendo. Todavía tengo que estar soñando. Esto no puede estar pasando. Tenía planes con la abuela. Hay tantas cosas que todavía tenemos que hacer.
—Cariño, sé que eras cercana a la abuela. Esto es difícil para todos, pero sé que especialmente para ti. Está bien si lloras, estoy aquí y te sostendré.
Nunca había pensado que mi abue moriría. Ella era una parte de mi vida. Mi escape del mundo en el que vivía diariamente. Ella me entendía de una manera en que mis padres nunca harían. Mi abue no esperaba que fuera perfecta, como hacían mis padres y Sasuke. Estando con ella era libre. Era como cuando estaba con Naruto. Podía ser yo misma y sabía que me amaba. Un vacío se asentó dentro de mí mientras lágrimas resbalaban por mi cara. Todavía la necesitaba. ¿Cómo pudo irse? Acababa de verla. Me dijo que nadie podía ser tan perfecto como Naruto sin camiseta. Nos reímos juntas. Acababa de tener su pedicura.
¿Cómo puede estar muerta? No estaba preparada para morir. Las uñas de sus pies eran rosa brillante. Estaba preparada para tener algo de diversión. Teníamos planes para ir a ver películas juntas.
Los brazos de mamá me envolvieron en un abrazo. Toda mi vida había encontrado consuelo en sus brazos pero ahora sólo me sentía entumecida. Mi abue no estaría aquí para el día de mi boda. Nunca tomaríamos juntas aquel crucero o iríamos a bucear a las Bahamas. No estaría aquí para, algún día, hacerles galletas a mis hijos.
¿Dónde encontraría un escape de la presión de mi vida? ¿Cómo podría vivir sin ella?
Sakura,
De nuevo, siento los retrasos de mis correos electrónicos. Después de un día entero de senderismo, choqué cuando regresaba a la cabina. Estoy combatiendo el cansancio, por eso puedo escribirte.
Hoy Inari y yo tomamos un sendero que mi madre no quería probar, entonces papá se quedó con ella. Era realmente empinado en algunas zonas. Era genial. La vista a la que finalmente llegamos era impresionante y Inari vio a su primer oso negro. Creo que le tomó una docena de fotos.
Pelea hasta el final. Tu aburrimiento está a mitad de camino. Estaré en casa en veinte días.
Te amo,
Sasuke.
Sasuke,
Hey...
No quería decirle por la pantalla de la computadora que mi abue había muerto. No podía decirle sobre lavar el auto con Naruto o jugar al billar en el bar. Mi visión estaba nublada por llorar y tomarla con la computadora era la última cosa que quería hacer. Borré mi respuesta, agarré mi monedero y me dirigí al coche. Podía mentirme a mí misma y decir que no sabía a donde iba, que sólo necesitaba alejarme y conducir. Pero en el fondo sabía exactamente a donde iba.
Estacioné mi Jetta afuera del granero de los Nara. Naruto no estaba en casa, pero su madre le echó un vistazo a mi cara afligida y me dijo dónde podía encontrarlo.
Escuché el tractor antes de verlo. Mis pies empezaron a caminar siguiendo el sonido. Necesitaba que alguien me ayudara a olvidar la horrible verdad. No necesitaba un estúpido correo electrónico contándome sobre cataratas y osos.
Necesitaba a alguien aquí y la primera persona que vino a mi mente fue Naruto. Él no me diría que todo estaba bien. Él no trataría de calmarme como a un niño. Lo necesitaba.
En el minuto en que me vio caminando a través del campo, paró el tractor. Sus ojos se posaron en mí y empecé a correr. Podía sentir la humedad en mi cara por las lágrimas mientras corría hacia él. Bajó de un salto justo antes de que lo alcanzara.
Naruto me atrapó cuando me arrojé en sus brazos. Las lágrimas silenciosas se transformaron en sollozos por primera vez desde que mi mamá me había dicho que mi abue murió. Él no me preguntó. Sabía que no lo haría. Esperaría hasta que estuviera lista.
Naruto
Atraje a Sakura a mi regazo mientras me sentaba debajo de un viejo roble. Sus brazos apretaban mi cuello mientras sollozaba lastimosamente contra mi pecho.
Estaba asustado de preguntar qué estaba mal. En cambio, la sostuve y esperé. Mi pecho dolía tanto con cada sollozo que era complicado respirar hondo. Sentarse aquí esperando que se calme lo suficiente para decirme a quién tenía que darle una paliza por hacerla llorar, no era fácil. Un sollozo sacudió su cuerpo y la acuné con más fuerza contra mí. Mi corazón se contraía con cada estremecimiento de su cuerpo. Incluso cuando éramos pequeños no me gustaba verla triste. La única vez que un chico hirió sus sentimientos en el patio de juegos reaccioné empujando la cara del chico en la tierra. Estuve dos días suspendido, pero valió la pena. Nadie la molestó de nuevo. Ellos lo sabían mejor.
Sus sollozos poco a poco comenzaron a disminuir a pequeños lloriqueos. Miré fijamente como levantaba la cabeza de mi pecho sudoroso. Sus grandes ojos verdes me miraron y mi pecho palpitó por la estrechez. Si alguien la lastimó, lo mataría. Si Sasuke causó esto, lo pagaría. Primo o no, nadie tiene permitido hacer a Sakura llorar.
—Anoche mi abue tuvo un ataque al corazón —susurró.
No esperaba eso.
—Lo siento, bebé.
—Sólo sostenme —contestó.
La sostendría por siempre si pudiera.
Con cuidado quité el pelo atrapado en su cara por las lágrimas y lo metí detrás de sus orejas. Ella miró hacia abajo y se tensó cuando, finalmente, se dio cuenta que me faltaba la camiseta. Mi pecho estaba empapado no sólo con sudor, sino con sus lágrimas. Empecé a decir algo pero las palabras se quedaron atrapadas en mi garganta cuando su mano se movió por mi pecho y suavemente comenzó a borrar las gotas de humedad.
Dejé de respirar. Sabía que estaba mal dejarla hacer eso, pero no podía importarme menos. Se movió en mi regazo hasta que se sentó a horcajadas sobre mí. Dejé a mis manos caer sobre su cintura mientras continuaba tocando mi pecho. Mi corazón empezó a golpear contra mis costillas con tanta fuerza, que sabía que ella podía sentirlo. Necesitaba parar esto.
—Naruto —dijo.
Dejé de mirar sus manos sobre mi pecho y miré fijamente su cara. Había una pregunta en sus ojos, podía verlo.
—Sí —dije con voz estrangulada.
Sus manos me dejaron y tomé una respiración profunda para aliviar mis pulmones privados de oxígeno, suspiré cuando me di cuenta que había dejado de volverme loco con sus inocentes caricias. Un aliento profundo se atoró en mi garganta cuando la parte de arriba salió. Sin apartar los ojos de mí, dejó caer su pequeño top en la hierba a su lado. Había pensado que nada podría ser más sexi que Sakura en bikini, estaba equivocado. Sakura en un sostén de encaje blanco era, de lejos, la cosa más sexi que jamás había visto.
—Sak, bebé, ¿qué estás haciendo? —le pregunté en un susurro ronco. Traté de forzarme a levantar la vista y mirar su cara para saber en qué estaba pensando pero no podía dejar de ver de sus pechos.
—Tócame —susurró. El hecho de que era la chica de Sasuke parecía no importar más. No podía decirle que no. Demonios, no podía decirle que no.
Tracé una línea desde su clavícula hasta la cima de su escote. Ella jadeó en voz alta y se dejó caer en mi regazo aplicando presión a mi pene. Iba a enviarme en un loco frenesí si lo mantenía. Como si pudiera leer mis pensamientos y quisiera ponerme a prueba, movió su trasero en mi regazo.
—Oh, maldita sea —gemí antes de tomar su cara y atraer su boca a la mía. En el momento en que mi boca tocó la suya, mi mundo empezó a girar. No podía tener suficiente. Le quité el sostén y tenía mis manos llenas en minutos.
El fuerte gemido de placer que escapó de su boca casi me envió por el borde.
Perdí mi virginidad a los trece y ha habido muchas chicas desde entonces pero nada me preparó para este sentimiento. Sakura envolvió sus brazos alrededor de mi cuello y presionó su pecho desnudo contra el mío haciéndome estremecer por primera vez en mi vida. Besé un camino desde su boca hasta su oído, luego hacia abajo a su cuello. Había cruzado la línea besándola y tocándola. Necesitaba parar esto.
—Por favor, Naruto —suplicó y se sentó sobre sus rodillas ofreciendo sus pezones duros y rosados a mi boca increíblemente ansiosa.
Yo era débil y estaba más encendido de lo que había estado en toda mi vida.
Alrededor de una hora después, la sostuve mientras se sentaba acurrucada sobre mi regazo. Estaba esperando que el terror de lo que había hecho se arrastrara sobre mí. Sin embargo, tener a Sakura en mis brazos no ayudaba a trabajar en el remordimiento que debería sentir. En cambio, finalmente, me sentí vivo.
Sakura
Abrí la puerta del auto y miré hacia Naruto. Mi corazón latía salvajemente ante su visión. Quería ir todo el camino, pero él me detuvo. Una sonrisa tiró de mis labios porque yo sabía que no me había parado porque estuviera mal. O porque no quería. Había parado solamente porque no teníamos protección. Naruto había estado tan loco como yo. Me había mirado con esos hermosos ojos azules sin seguir escondiendo sus sentimientos.
—¿Puedes salir esta noche? —me preguntó mientras daba un paso hacia mí, lo suficientemente cerca para tocar mi cintura. La piel donde su mano rozó, se estremeció con anticipación.
—Sí, aunque será tarde. Tengo que ir a lo de mi abue. La gente estará trayendo comida y todas esas cosas. Necesitaré verte para animarme. Hazme olvidar. Me escurriré por mi ventana si tengo que hacerlo.
Se acercó más y lo miré bajar su boca hacia la mía. Justo como antes la tierra cayó a mis pies con el roce de sus labios. Me aferré a sus hombros asustada de caer si me soltaba. Rompió el beso y movió su boca hasta mi oído. Me estremecí y me acerqué más.
—Mándame un mensaje de texto cuando estés lista y te encontraré en el parque detrás de tu casa —susurró, luego retrocedió.
Me agarré de la puerta como apoyo antes de asentir y entrar a mi auto.
—¿A dónde te escapaste anoche? —me susurró Ino mientras se dejaba caer en el escalón a mi lado.
Había decidido esconderme en las escaleras una vez que la casa de mi abue se llenó de personas. Me estaban sofocando. Ino estaba aquí con su madre y yo lo apreciaba, pero no estaba de humor para hablar. Estudié su expresión para ver si tenía alguna idea de que Naruto me había llevado a jugar al billar antes de llevarme a casa. Le envié un mensaje de texto para hacerle saber que volvía a casa porque me dolía la cabeza y lo dejé ahí.
—Naruto se ofreció a llevarme a casa, entonces me fui. No estaba de humor para pasar el rato después de lo de Kankuro.
Ella se inclinó hacia mí, golpeándome con su hombro.
—Niña, tendrías que haber visto el caos sangriento que Naruto hizo en la cara de Kankuro. Él lo golpeó. Estaba enfadado.
Rodé mis ojos ante sus palabras, escondiendo la emoción que sentí de tener a Naruto posesivo conmigo.
—No ruedes los ojos. No tienes idea de lo enfadado que estaba, golpeando la cara de Kankuro. Le advirtió que lo mataría si volvía a mirar en tu dirección.
Abrí mi boca para responder cuando el olor del intenso perfume de una mujer mayor flotó sobre mí.
—Sakura, cariño, lo siento. —La señora Ichiru, una de las mujeres de la iglesia que mi abue siempre decía que necesitaba usar más maquillaje para cubrir sus ojeras y menos perfume porque estaba contaminando la atmósfera, se paró enfrente de mí y extendió sus manos.
Todos querían abrazarme como si un abrazo fuera a hacerme sentir mejor. El hábito de la señora Ichiru de bañarse en perfume barato me causaba dolor de cabeza. Entonces, le di una palmadita en la mano con torpeza esperando que no la agarrara y me acercara hasta sus brazos. Podía ver el pañuelo de papel usado que tenía agarrado y estaba horrorizada de tener que tocarlo o que me tocara.
—Gracias señora Ichiru —respondí.
Ella esnifó y tocó sus ojos con el pañuelo.
—Es tan difícil de creer. Me refiero a que estuvo en la reunión auxiliar de señoras el lunes. Es horrible, sólo horrible.
No necesitaba esto. Por qué la gente pensaba que quería escuchar sobre la última vez que vieron a mi abuela estaba más allá de mí. Estaba tratando de olvidar.
Quería fingir que mi abuela y yo íbamos a acurrucarnos juntas en la hamaca cuando todos se fueran y hablaríamos de cosas graciosas que vimos o alguien dijo.
No necesitaba los detalles de la última vez que cada uno de aquí vio a mi abuela viva.
—Gracias Señora Ichiru. Sakura está llevando las cosas lo mejor que puede. Ella aprecia sus palabras pero no está lista para hablar de eso todavía. —Las palabras de Ino eran perfectas. La señora Ichiru me envió una última mirada triste y cabeceó antes de dirigirse hacia alguien con quien pudiera hablar.
—Gracias —dije inclinándome hacia Ino.
Ella envolvió mis hombros con su brazo.
—Para eso están los amigos.
Asentí y apoyé mi cabeza sobre su hombro. La extrañaría este año en la escuela.
Nunca tuve demasiadas amigas. Crecí con los chicos Namikaze como mis dos mejores amigos. No era buena relacionándome con chicas. Ino había sido mi primera amiga, en mi primer año. Había sido estudiante de segundo y me tomó bajo sus alas.
—¿Qué voy a hacer este año sin ti?
—Tienes un príncipe encantador. Lo harás bien. Además, sólo estaré a una llamada de distancia. —Las lágrimas ardían en mis ojos. Había perdido a mi abue y ahora perdería a Ino. Mi mundo estaba cambiando tan rápido. Realmente necesitaba a
Naruto ahora. Él le daría sentido a todo. Me escucharía quejarme y sentirme miserable y no intentaría hacerme mirar el lado positivo. Envuelta en sus brazos era donde quería estar. No aquí con un montón de gente en la casa de mi abuela y con una cocina llena de guisos y pasteles.
—Voy a ver una película con Ino —dije tan pronto como entré en la casa.
El último de los visitantes en la casa de mi abuela finalmente se había ido dejándonos más comida de la que podríamos comer en un año. Puse la cacerola con patatas dulces que tenía en las manos en el bar y me di la vuelta para mirar a mis padres.
—¿Irás a ver una película tan tarde? —me preguntó papá frunciendo el ceño mientras colocaba varias tartas que había llevado al interior.
—Es una función de media noche para películas de vampiros o algo así. Ella no quiere ir sola y yo necesito alejar mi mente de las cosas.
Mi mamá que parecía estar mejor esta noche que en la mañana, sonrió.
Parecía complacida de que no estuviera planeando acostarme en la cama y llorar.
Me pregunto cómo se sentiría si supiera que en cambio estaba planeando ir a los brazos del chico más malo de la ciudad y llorar en ellos. No podía preocuparme por lo que ella o papá pensarían. Quedarme aquí mirando los ojos tristes de papá y la sonrisa indecisa de mamá sólo me causaría más dolor. Cuando estaba con Naruto podía olvidar por un momento.
—Está bien. Sal y diviértete un poco. Has estado mucho tiempo sola desde que Sasuke se fue. No es bueno estar sola todo el tiempo. —Me animó mamá. Papá no parecía ser capaz de decir mucho por hoy. Mirarlo me causaba un dolor que me abría el pecho y yo estaba intentando aguantar. Le eché un vistazo a mamá.
—Lo sé. Sólo necesitaba acostumbrarme a Sasuke fuera. No me había dado cuenta cuanto tiempo pasaba con él hasta que se fue.
A mamá le gustó mi respuesta. Ella amaba a Sasuke pero siempre me recordaba que no era una buena idea una relación tan seria a esta edad. Todavía tenía la universidad por delante. La culpa de lo que estaba haciendo con Naruto disminuyó más cuando miré a mamá con una sonrisa. Le estaba mintiendo sobre con quien estaba y lo que estaría haciendo pero indirectamente estaba haciendo lo que ella quería.
Normalmente papá me diría que tuviera cuidado y que estuviera en casa a las once. Hoy, siguió en silencio. Perdido en su propio mundo de dolor. Les dirigí una última sonrisa y me encaminé hacia la puerta.
Feñi-chan- Novato
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Edad : 30
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Re: Namikaze Boys (+18)
waaaaaaaaaaaaaaaa me habia perdido tantos capiss me da el mimisqui!!! pero bueno ya me puse al dia y OMG!! que cosas estan pasando entre estos chicoss!!! naruto y sakura que conbinacion de chico malo y la buena del pueblo espero con ancias la conti!!! saludos besos ja ne!!
Hana-Sakura- Aprendiz
- Mensajes : 86
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perdida en el camino de la vida...
0
Re: Namikaze Boys (+18)
Pobre de Sakura, perdió a la única persona que no quería que ella fuera perfecta (ademas de Naruto)
aunque que bien que eso hizo que la uniera mas a Naruto, hasta se besaron
ahora Naruto podrá contentar a Sakura cada vez que se deprima por su abuela
Espero que prontos subas el siguiente capitulo
aunque que bien que eso hizo que la uniera mas a Naruto, hasta se besaron
ahora Naruto podrá contentar a Sakura cada vez que se deprima por su abuela
Espero que prontos subas el siguiente capitulo
mio-chan- Sannin
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