Jugando con fuego. Capítulo 9 -Epílogo- (21/12/12)

CAPÍTULO 4: ESTÁS MUY RARA

Durante el camino de regreso ambos permanecieron callados y tensos.

Sakura se sentía fatal. Le daba muchísima vergüenza mirar a Naruto a la cara siquiera. ¿Había sido un error tratar de forzar las cosas? ¿Por qué él le había dicho que no quería un masaje? ¿Acaso había sido demasiado atrevida? Quizá no le gustaban las chicas tan lanzadas… ¿O sería que ella no sabía insinuarse y había hecho algo mal? “Lo que pasa es que yo no valgo para estas cosas….” pensaba desanimada “no tengo la cara dura de Ino, ni su seguridad… y ahora es posible que hasta haya estropeado nuestra amistad… seguro que a partir de ahora se sentirá incómodo conmigo…qué desastre”.

Naruto mientras tanto se devanaba los sesos desesperadamente buscando algo que decir para arreglar aquella metida de pata tan brutal, pero no se le ocurría absolutamente nada. “¿Por qué siempre me pasan estas cosas? En temas delicados, cada vez que abro la boca lo echo todo a perder. ¡Si es que lo mío no es pensar!” se lamentaba para sus adentros. Estaba cabreadísimo consigo mismo. Mira que desaprovechar una ocasión así…probablemente Sakura ya nunca volvería a mostrarse tan…receptiva. Aquél día había sido la primera vez que la había visto con aquella actitud provocadora y gracias a su torpeza seguro que sería la última.

En eso llegaron al punto donde supuestamente se separaban sus caminos. Naruto se dio por vencido. No sabía qué decir para hacer desaparecer la tensión con ella. “Hay que saber perder” pensó con un suspiro.
- Nos vemos, Sakura-chan… - murmuró en un tono casi inaudible y ya girándose en dirección a su casa.
- ¡No, Naruto, espera…! - dijo ella precipitadamente. “¡Tenemos que llegar juntos o se echará a perder la sorpresa!” pensó agobiada. No podía dejar que se fuera solo. Pero qué podía decir sin que sonara extraño…
El chico se giró hacia ella con un interrogante en la mirada.
- Yo…eh… - titubeaba Sakura tratando de inventarse algo. Se le daba muy mal mentir - ¡Acabo de acordarme de que me olvidé una cosa en tu casa esta mañana!
- ¿Ah, sí? ¿Qué se te ha olvidado?
- Etto…. Ehmmm…. – “¡Piensa, Sakura, piensa!” – Pues… ¡Tu regalo! – dijo finalmente con una sonrisa forzada.
Naruto estaba gratamente sorpendido. Sonrió también.
- Sakura-chan…no hacía falta…ya he tenido un cumpleaños fantástico gracias a todos…
- Bueno... eso está bien, pero yo quería regalarte algo personalmente. Para que fuera especial.¡Solo se cumplen dieciocho una vez!
- Jo…pues muchas gracias… - respondió él de corazón rascándose la cabeza.
“Pues sí que se ha preocupado por tener un detalle conmigo…está de un raro…” La miró un momento. Ella continuaba con su tensa sonrisa en la cara. “Está nerviosa. Aquí hay algo extraño” pensó. “¿Por qué tomarse tantas molestias? ¿y por qué tiene esa actitud conmigo hoy…?” Enarcó las cejas cuando se le ocurrió un motivo de repente. “¿Y si es porque le gusto?” pensó. ”No, no, no…eso seguro que no…”. Volvió a mirarla y reflexionó un instante. “Pero eso explicaría lo de hoy en la playa”. Tragó saliva. No se lo quería creer.

A Sakura el silencio de Naruto aún la estaba poniendo más nerviosa. “Creo que sospecha algo…” pensó.

- Sakura-chan – empezó él finalmente – Te agradezco muchísimo el regalo, sea lo que sea. Aunque no me guste, no lo despreciaré. Me hace mucha ilusión que hayas pensado en mí. – levantó la mirada hacia ella. – De verdad. – había una expresión seria en sus ojos.
Sakura suspiró de alivio. “Vale, la sorpresa sigue adelante” pensó.
- ¡Pues vamos! – dijo intentando parecer natural.
Siguieron caminando en silencio. Naruto seguía pensando que había algo que no cuadraba.
- Ahora que lo pienso… si no te apetece no hace falta que vengas conmigo, Sakura. Puedo abrir un regalo yo solo, ya soy mayorcito,jeje.
- Ah…pero es que… verás…para que el regalo funcione tengo que estar yo presente. – dijo Sakura. “Después de todo lo que me lo he currado, por nada del mundo me perdería su cara cuando abra la puerta del piso” pensó para sí.
Esa respuesta ya le pareció al rubio de lo más extraña. “¿Será una excusa?” pensó. “Igual lo que quiere es venir conmigo... Nah...”. Tragó saliva al volver a la idea de que pudiera estar interesada en él. “¿Y si quiere que estemos a solas pero le da vergüenza insinuarse de nuevo?”. Se le aceleró un poco el corazón al sentir que le encontraba algo de lógica a todo aquello. Estaba empezando a ponerse realmente nervioso.

Al girar la esquina de casa de Naruto, Sakura de repente pegó un grito:
- ¡¡Mira eso!!
- ¿El qué?
- ¡Eso!¡Ahí! ¿¡No lo has visto!? – seguía gritando ella mientras señalaba a lo lejos.
- Yo no he visto nada…¿Qué era?
- Ah, bueno…me lo habrá parecido, jeje – dijo ella como si tal cosa.
“Está rara, pero rara de cojones” pensó el rubio. No podía saber que ella estaba avisando así a los demás de que ya llegaban. Al escuchar la señal, dentro del piso un montón de gente empezó a apagar luces y esconderse sigilosamente. Al poco, los dos se encontraban frente al apartamento. Naruto giró la llave y abrió la puerta unos pocos centímetros, pero se quedó inmóvil con el ceño fruncido, como intentando decidir algo complejo.

- Sakura-chan…- dijo mirándola a los ojos con preocupación – sé que estás mintiéndome.
La chica se quedó con la boca abierta.
- ¿Cómo lo sabes? – preguntó con sorpresa
- Es que te conozco bien – respondió él. - ¿Sabes lo que creo? Que no hay ningún regalo ahí dentro y que quieres entrar por otro motivo.
- ¿Y qué motivo podría ser? –preguntó ella con cautela después de un instante de silencio. Todo el mundo debía estar escuchándoles. Naruto se la quedó mirando largamente.
- Si de verdad quieres que lo diga en voz alta…bueno… a ver… - carraspeó. No le resultaba fácil. Respiró hondo y decidió soltarlo todo del tirón y que pasara lo que tuviera que pasar.
- Sabes de sobra cuánto me gustas, Sakura. Estoy loco por ti desde que éramos críos. Lo sabes tú, y lo sabe todo el mundo. – dijo con la vista clavada en el suelo - Y después de lo que ha pasado hoy en la playa...estoy hecho un lío. No sé si solo estabas provocándome por diversión o es que realmente yo te gusto. Lo único que tengo claro es que tienes intención de pasar. Y antes de entrar quiero que lo pienses bien, porque si solo estás jugando preferiría que no lo hicieras, pero si no…- levantó sus ojos azules hacia ella - quiero que sepas que estar contigo es una de las cosas que más deseo en este mundo.
Sakura se había quedado petrificada. No fue capaz de responder ni de moverse. Menudo momento había elegido el tío para una confesión de ese calibre. Sus manos comenzaron a temblar y Naruto al ver su reacción no quiso presionarla. Quizás al hablar tan abiertamente la había hecho sentir incómoda.

- No hace falta que respondas, Sakura…simplemente voy a dejarte la puerta abierta. Piénsalo, y luego haz lo que quieras – dijo Naruto en tono grave empujando el pomo y pasando adentro. Sus ojos no daban crédito cuando encendió la luz y un montón de gente corrió hacia él gritando:

- ¡¡¡SORPRESAAAAAA!!!

CAPÍTULO 5: EMPIEZA LA FIESTA

- ¡Porque es un muchacho excelente, porque es un muchacho excelente….! – cantaba todo el mundo con una sonrisa. - ¡Porque es un muchacho excelenteeeeeeeeee….!

Naruto se quería morir.

- ¡Y sieeeeempreeee lo seraaaá! – bramaron los invitados a coro. Luego hubo muchos aplausos y silbidos. Un montón de ojos observaban a Naruto esperando que hiciera algo, pero el rubio no se podía mover. Intentaba asimilar lo que pasaba mientras hacía esfuerzos por sonreír o algo así. La expresión de su cara no era exactamente la que Sakura se había imaginado cuando preparó la fiesta. “Así que era por esto.” Pensó el pobre chico intentando que no se notara su frustración “Sakura no quería traerme aquí para intimar conmigo, sino por esta fiesta sorpresa…madre mía…y yo voy y me declaro....¡¡joder, si es que no doy una!!”.

La pelirrosa se había escabullido entre la multitud agarrando a Ino de la mano.
- Por favor, dime que no lo habeís oído…. – le dijo con mirada suplicante.
- Alto y claro, querida. – tuvo que reconocer la rubia. – Quizás no todo el mundo, pero desde donde yo estaba no hemos perdido detalle.
Sakura se tapó la cara con ambas manos.
- ¿Y quiénes estaban cerca de ti? – peguntó - ¿había mucha gente?
- Veamos…además de mí estaba Hinata, Lee, Sai, Ten-ten, Shikamaru….también Neji, Kiba….y creo que…
- ¡Oh, cállate! – gritó Sakura sintiendo que se ponía colorada de la vergüenza.
- Pero si no pasa nada, mujer…¡ha sido de lo más romántico! ¡Qué bonito! “estoy loco por ti desde que éramos críos” – dijo imitando la voz de Naruto – Si a mí me dicen algo así me desmayo de la emoción….de acuerdo que no era el mejor momento…¡pero ahora solo tienes que hablar a solas con él y decirle lo que sientes!
- Ah, ¿sí? – replicó Sakura con el ceño fruncido - ¿ y puedes decirme qué es lo que siento, ya que eres tan lista? Si no te hubiese escuchado todo esto no…
- Ey, ey… a mi no me culpes, bonita – respondió Ino a la defensiva - que nadie te ha puesto una pistola en la cabeza. Te has insinuado porque te ha apetecido. ¿Es que te arrepientes?
- No es eso…
- ¿Entonces no?
- No…creo que no.
- ¡Bien! Entonces qué vas a hacer?
- Creo que lo primero sería pedirle disculpas por mentirle….no quiero que se sienta engañado…- dijo Sakura después de pensarlo un rato. Echó un vistazo rápido Naruto. La multitud le rodeaba dándole abrazos y palmaditas en la espalda. Todo el mundo parecía esforzarse por ignorar lo que había oído hacía un segundo.
- ¡Chicas! ¿Por qué esas caras tan serias? – preguntó Lee dirigiéndose a ellas. También él trataba de disipar la tensión. - ¡Esto es una fiesta!
- ¡Eso es! – dijo Ino levantándose muy animada. - ¡Vamos a divertirnos mucho esta noche! – agarró a Sakura de ambas manos y la obligó a levantarse. - ¡No ha ocurrido ninguna tragedia! – le dijo guiñando un ojo. - ¡Venga Sakurita! ¡Al concurso de karaoke!
- ¿¡Qué!? ¡Si yo canto fatal!
- Pues fue idea tuya guapa… - reía Ino mientras la arrastraba por la habitación. –Así se te pasa la tontería. Vamos, yo te acompaño, cantemos chicos contra chicas. – Seleccionó una canción en la videoconsola y le pasó un micro. (Sí, es verdad, no hay electricidad en el mundo ninja. Me la pela. Es mi historia y me la invento como me da la gana XP. ¿Acaso alguien se imagina una fiesta sin música??? )

Cuando empezaron a cantar “In your Eyes”, el ambiente por fin comenzó a animarse.

https://www.youtube.com/watch?v=OjETibEMbJY

Al poco rato todo el mundo charlaba y se divertía. Algunos cantaban, otros hacían cola para tirarle a Naruto de las orejas y darle sus regalos, Shikamaru se metía con Chouji que estaba acabando con toda la comida, en fin, lo pasaban bien.

A Ino le pareció que sonaba el timbre pero con tanto jaleo no se oía bien. Se acercó a la puerta para comprobar por si acaso, y al abrir se encontró con la Hokage.
-¡Tsunade-sama! ¡Qué sorpresa! ¿Vienes a la fiesta?
- Ja,ja,ja… ¿no crees que estoy un poco vieja para estos guateques juveniles? No…Sakura me contó lo del cumpleaños, solo pasaba a darle a Naruto un par de botellas de sake.
- ¿Sake? – repitió Ino con incredulidad. – Pero Tsunade…
- Bueno, cumple dieciocho,¿no? ¡Ya es un hombre! Además, este regalo es que le hubiera hecho Yiraiya… - respondió ella con una nota de melancolía en la voz - Una botella es de mi parte, dile que la otra es de él. ¡Que no las desperdicie! – dijo sacando el sake de una bolsa y pasándoselo a Ino. La rubia se percató de que traía varias botellas más.
- Jolín maestra…¿no es mucho sake para ti sola?
- Ja, ja… claro…esto es mucho incluso para mí. Voy de camino a una reunión con capitanes y ya sabes…son taaaaaan aburridas – dijo con una media sonrisa. – Voy a animarles un poco. – Guiñó un ojo y se fue sin darle tiempo a Ino de invitarla a pasar.

Cerró la puerta y se abrió paso entre la multitud hasta llegar a la mesa. No había nadie cerca porque Chouji ya había acabado con toda la comida. Dejó las botellas y miró adonde Naruto. Estaba rodeadísimo de gente. “Bueno” pensó “se lo diré más tarde”. Y luego miró la gran cuba donde habían preparado la limonada. Una sonrisa malvada asomó a su rostro. “Con una botella Naruto tiene de sobra. Sería muy egoísta no compartir la otra con sus amigos”. Y mirando al techo como si nada vació una botella entera en el hasta entonces incocente zumo de limón. “Y ahora destruyamos las pruebas del delito…” pensó dirigiéndose a la cocina y tirando la botella a la basura. “Aquí también se va a animar la fiesta un poco…”

CAPÍTULO 4 : (II)

Sakura al cabo de un rato ya no se sentía incómoda. Había tanta gente rondando por la casa que no había tenido ocasión ni de cruzar una palabra con Naruto, y al final hasta se le habían quitado las ganas de sacar de nuevo “el tema”. Con todo el mundo demandando su atención, el rubio parecía divertirse de lo lindo y ella no quería estropearle más la fiesta, así que se dedicó a intentar pasarlo lo mejor posible ella también. Ino tenía razón, no había sucedido ninguna tragedia en realidad. Se sirvió un vaso de limonada y buscó a su loca amiga con la vista. Sonrió al comprobar que andaba detrás de Shikamaru para variar. Le estaba ofreciendo un trago con mirada inocente mientras charlaba y reía con él. Sakura deseó por un momento tener su desparpajo. “Cada uno es como es…” pensó suspirando y dando un sorbo a su vaso. “¿Hum?¿No tiene un sabor un poco raro?”. Volvió a probar. “Sí… sí que está raro. Pero está bueno…”.

- ¡Sakura! ¡No te puedes perder esto! – la llamó a gritos Ten-Ten. Se acercó al grupo donde ella estaba. Alguien le había regalado a Naruto un disfraz de hawaiano y le habían obligado a ponérselo al completo. No pudo evitar una carcajada cuando lo vio con la faldita de paja, camisa de flores y una guirnalda en la cabeza…llevaba hasta el ukelele y todo.

- ¡Que baile!¡Que baile! – le pedían los demás muertos de risa.
Naruto movía las manitas a los lados con todo su empeño.
- ¡Mueve esas caderas! – coreaba Lee limpiándose un lagrimón.
El rubio se quedó un poco parado cuando vió que Sakura le estaba mirando.
- Estás hecho un payaso… - dijo divertida la pelirrosa. Naruto se encogió de hombros con una sonrisa y siguió a lo suyo, entreteniendo a sus fans.

Kiba tenía la garganta seca de tanto reír y se acercó a por un poco de limonada para refrescarse. En eso se dio cuenta de que Hinata estaba sentada sola en un rincón, con aspecto de que en cualquier momento iba a echarse a llorar. Se acercó a ella extrañado.

- Ey, ¿por qué esa cara tan larga? ¿Algo va mal?
Hinata esquivó su mirada y no contestó, así que Kiba se sentó a su lado.
- ¿Cómo es que estás tan triste? Deberías ir a ver bailar a Naruto, seguro que se te pasa cualquier pena enseguida – dijo por intentar animarla. Ella miró al rubio en cuestión y se le llenaron los ojos de lágrimas.
- Oh…así que es eso… - comprendió de repente él. – Es por lo que ha dicho antes, ¿no? Lo que le ha dicho a Sakura…
La chica asintió ligeramente con la cabeza.
- Tampoco puedes hundirte por eso…qué le vamos a hacer… - trató de consolarla sin éxito. Se quedaron un rato en silencio.
- ¿Tú lo sabías, Kiba? – preguntó ella finalmente.
- ¿Lo que Naruto siente? Bueno, hoy es la primera vez que lo ha dicho en voz alta, pero todos lo notábamos…era bastante evidente.
- Entonces yo soy la única tonta que no se había dado cuenta… - murmuró Hinata dejando correr una solitaria lágrima por su mejilla.
- Lo tuyo es diferente, mujer. No es que seas tonta. Lo que pasa es que tú le quieres y le miras de una forma distinta a como lo hacemos los demás… - dijo con cierta nota de dolor al ver como empezaba a sollozar. – Por eso te cuesta tanto ver lo que él siente. Pero no estés triste. Si no se ha fijado nunca en ti es que todavía es más tonto de lo que la gente cree.
Hinata le miró agradecida.
- Lo digo en serio. – Continuó con dulzura – Eres una chica estupenda. Pero un idiota como él no se da cuenta de las cosas hasta que no las tiene justo delante… - dijo
ofreciéndole el vaso. Hinata dio gran sorbo para ahogar el llanto.
- Cómo va a fijarse en mí…- se lamentaba – si nunca me atrevo ni a hablar cuando estoy cerca de él…
- Eso solamente es por tu falta de seguridad – contestó Kiba. – Si te lo propusieras, cualquier chico se fijaría en ti. Pero siempre andas escondiéndote…y no entiendo por qué. No tienes nada de qué avergonzarte. Más bien al contrario.
- ¿De verdad? – levantó la vista hacia él con algo más de entusiasmo.
- Ya lo creo… - dijo él sonriéndole cálidamente.

Hinata no se fijó en la sonrisa de Kiba. Miraba a Naruto como dándole vueltas a una nueva idea en su cabeza. Empezaba a encontrarse un poco aturdida, pero probablemente eso era por la medicación para la alergia, que siempre le daba sueño. Kiba se mordió el labio inferior con fastidio. Definitivamente, la chica tampoco era un lince a la hora de pillar indirectas. “Por lo menos he conseguido que deje de llorar.” Pensó levantándose a por otro trago.

El grupo de Naruto mientras tanto estaba bebiendo y jugando por equipos a la mímica, chicos contra chicas una vez más.
- Ey, ven aquí Lee, intenta que adivinen esto… - dijo Sakura acercándose a su oído. Susurró algo que hizo que Lee levantara las cejas.
- ¿Queeee? Sakura san, ¿Cómo voy a hacer eso?
- ¡Pero si es muy fácil! ¡Venga, os doy una pista: es un animal!
Lee comenzó a hacer movimientos de lo más extraños. Primero dio saltitos pequeños encorvado con los pies juntos.
- ¡Un pájaro! – gritó Naruto.
- ¡Noooo! – dijo Sakura - ¡Lee, ese animal no camina así!
Lee se tumbó en el suelo y empezó a arrastarse y llevarse las manos a la boca haciendo ruidos raros.
- ¿Una serpiente? – preguntó Neji completamente descolocado.
- ¿Un gusano? – intentó Sai con cara de asco.
Ten-Ten le preguntó al oído a Sakura qué carajo le había dicho a Lee.
- Es una gamba…- respondió ella entre risas - No lo adivinarán jamás…

Y siguieron divirtiéndose bastante rato a costa de la bestia verde de Konoha mientras se esforzaba al máximo en poner cara de gamba y hacer sonidos de gamba subido a una silla. Finalmente se apiadaron de él y cuando les dijeron a los chicos la respuesta estallaron en carcajadas también. Lee acabó un poco harto de todos ellos y se fue solo a beber algo.

- Qué mal perder tienes… - le dijo Ten-Ten cuando se marchaba.
- No seas cruel, que lo habeis puesto imposible… - replicó Naruto mientras se quitaba el disfraz.
- A mí no me mires, ha sido idea de ésta… - dijo escabulléndose y señalando a Sakura que estaba a su lado. Sus miradas se encontraron otra vez.
- Vaya…- murmuró el rubio como para sí y observandola detenidamente – Hoy estoy descubriendo que puedes ser bastante mala, Sakura-chan. – le dijo en tono serio y cargado de segunda intención mientras clavaba sus ojos en ella. Aunque Naruto no lo sabía, el alcohol empezaba a hacer su efecto. Sakura se sonrojó pero le sostuvo la mirada.
- Yo no he hecho nada malo. - respondió.
Se acercó más a ella para que los demás no pudieran escucharles.
- ¿No? ¿Y lo de insinuarte cuando estábamos en la playa para tenerme entretenido? – le susurró al oído, haciendo que a Sakura se le pusiese la carne de gallína. - ¿No te parece cruel hacer que me cree expectativas contigo solo para ganar tiempo? – preguntó con un deje amargo en la voz.
- E…eso no es…cierto – respondió la muchacha temblándole un poco todo el cuerpo. Le tenía casi pegado a ella, respirando en su nuca. – Naruto, yo tenía que entretenerte, eso es verdad, pero…todo lo demás lo he hecho porque estaba…a gusto contigo… no era para engañarte…no era falso…
Él se separó unos centímetros de ella y la miró de nuevo a los ojos como buscando en ellos alguna señal que le indicara si aquello era otra excusa o si Sakura estaba diciendo la verdad. Parte de su actitud dura parecía haberse disipado.
- ¿Entonces te gusto? – preguntó con un aire mucho más vulnerable.
Sakura sostuvo su verde mirada hacia él en silencio. Quería decir que sí, y al mismo tiempo no quería engañarle. La verdad sin paños calientes era que todavía no estaba segura. Y eso era algo terriblemente difícil de decir.

- Naruto, no lo sé…

El chico bajó la vista al suelo y asintió un par de veces despacio con la cabeza.
- Gracias por ser tan sincera. – respondió finalmente– Al fin y al cabo, un “no lo sé” es una buena noticia.
- ¿Tú crees?
- ¡Claro! – dijo él sonriéndole y acercándose de nuevo a su oído - Significa que aún tengo posibilidades de conquistarte. – le susurró.
Sakura sonrió también sintiendo que le temblaban las rodillas. Estaba un poco mareada y tenía calor.
- ¿Estás bien?¿Quieres algo de beber? – le preguntó Naruto al verla así.
- Sí… algo frío, ¿vale?
- Marchando.

Cuando iba de camino a la mesa de los refrescos, fue interceptado por Sai.
- ¿¿Porqué te has quitado el disfraz?? ¡Si estás mucho mejor con él! – dijo intentando colocarle la falda otra vez. Empezaba a estar borracho también.
- Tío, es que me da calor…- mintió el rubio.
- ¡Pero es de mala educación despreciar un regalo! ¿Verdad Sakura-san?
Sakura sonrió divertidísima.
- Cierto…
Naruto dejó que le colocaran todo otra vez con cara de resignación. “Maldito Sai…” pensaba “¿Cómo voy a conquistar a nadie llevando falda?“

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