¡¿Compañeros de piso?! [+18][C] (Capitulo 10) 28/12/2013

Sakura observó anonadada, no conseguía comprender como los ojos de aquella chica podían  transmitir tantas emociones a la vez, sus ojos estaban llenos de deseo, ternura, felicidad... pero también llenos de desesperación e incluso...miedo. Por las mejillas de aquella chica rubia caían lágrimas desbordantes que parecían de amargura y su aliento agitado, ¡dios! ¡Casi podía sentir su desesperación! Y entonces se planteó...

—¿Acaso es posible amar tanto a una persona hasta el punto de reflejar ese amor con un simple beso?—se cuestionó con tristeza mirando a aquella pareja—¿Por qué me pregunto esto si ya conozco la respuesta? Es mas... ya se lo que se siente—sus ojos enrojecieron de la ira que nunca pensó que volvería a sentir—¡todo ese amor se puede perder por culpa de la traición!—gritó y se desplomó en el suelo cuando sus rodillas le fallaron, cayó sentada y dejó su bolso en el suelo, sus piernas desparramadas temblaban un poco , estaba abatida, sus ojos se volvieron vidriosos, la primera lágrima no tardó en mojar sus rosadas mejillas, apoyó su mano izquierda en el suelo y agachó la cabeza con lentitud, con la derecha tapó su boca para que no la oyeran sollozar, su visión se volvía borrosa, y los ojos le empezaron a arder. Por supuesto que todos se alarmaron al verla de aquella manera.

—¡Sakura!—gritó desesperado el rubio deshaciéndose del agarre y alejando a Shion con brusquedad—¡Sakura! ¿Qué te pasa?—corrió a socorrerla e intentó tocarla.

—¡NO LA TOQUES!—el grito de Hinata fue desgarrador, y antes de que se acercara a Sakura lo empujó con todas sus fuerzas, haciéndolo retroceder—¡No te atrevas a tocarla!—volvió a gritar y se agachó a la altura de Sakura y acarició su espalda—¡¿De quién crees que es la maldita culpa de que este así?! ¿No se supone que eres su novio? ¡¿Por qué demonios has dejado que te besara?!

—Yo..yo..¡no ha sido culpa mía!¡se lanzó encima mío!—se defendió Naruto harto de que lo culpara.

—¡Todos los hombres sois iguales!¡No valéis nada!¡Sois unos malditos traidores!

—Escúchame bien, feminazi—rugió él con desprecio—Esto no tiene nada que ver contigo, esto es entre Sakura y yo, ¡así que no te metas!

—Ya bas...ta...—susurró Sakura con la voz entrecortada y se levantó con dificultad del suelo, retirando suavemente la mano de Hinata de su espalda—Ya he tenido suficiente—intentó que su tono reflejara dureza pero falló, recogió su bolso y caminó lentamente ante la mirada atenta de todos, fue lo último que pronunció antes de salir por la puerta del supermercado acompañada de Hinata.

—¿Pero que...? ¡¿pero qué demonios acaba de pasar?—preguntó Naruto exasperado revolviéndose el pelo.

—Naruto, olvídate de ella, ¡me tienes a mí!—Shion tenía un tono suplicante, en verdad sus ojos podían reflejar su desesperación—por favor, dame una oportunidad, ¡quédate conmigo!

—¿Has olvidado lo que te dije Shion?—preguntó Naruto con frialdad.

—¡No! Se que me avisaste pero..

—Te avisé que no te enamoraras de mi, lo nuestro solo fue una aventura, te lo dije claramente.

—¡Lo sé! Lo entiendo, de verdad que sí..pero yo... realmente, ¡te amo Naruto! Te amo y se que puedo hacerte feliz, solo dame una oportunidad, ¡te lo suplico!

—Jajaja—Naruto rió irónicamente—¿Hacerme feliz? ¿Tú? ¿Pero en que mundo vives? Tu jamás podrías hacerme feliz—le contestó seriamente y se dio la vuelta para irse.

—¡Entonces cambiaré!—gritó ella y él paro en seco—Cambiaré ¡te lo juro! Me vestiré como quieras, me peinaré como quieras, ¡haré lo que quieras, incluso puedo decir lo que tu me pidas! Pero por favor. ¡quédate conmigo!—suplicó ella llorando.

—Escucha Shion—dijo él mientras se acercaba a ella y posó la mano derecha en su hombro—Por favor no vuelvas a hacer eso—pidió el con delicadeza—¿De verdad estas dispuesta a convertirte en una marioneta solo para estar conmigo?—ella asintió—¿Realmente es lo que deseas?—volvió a repetir y Shion dudó un poco—Yo sé que no, tu no eres así ni lo quieres ser... que yo no sepa apreciarte como te mereces no significa que dejes de ser como eres para agradarme, bueno ni a mi ni a nadie, tu vales mucho Shion te lo aseguro, además que eres perfecta—dijo esto con un guiño.

—Si soy perfecta, ¿por qué no quieres estar conmigo?

—Eres perfecta, pero no eres para mi.

—¿Y quién es perfecta para ti?

—Bueno... creo que no hay nadie para mi, supongo que soy demasiado egoísta para querer a alguien más que no sea yo.

—¿Y que pasa con la chica de pelo rosa? Dijiste que era tu novia—preguntó con un mohín, pensar que también jugaba con aquella chica le molestaba aunque no sabía porque.

—Mentí y ella me siguió el rollo, esa chica no es más que cualquier otra para mi—aclaró.

—No lo entiendo... parecía que te importaba, sobre todo cuando vi tu cara de preocupación al verla llorar.

—Eso es porque... bueno supongo que fue por la promesa que le dije y lo que me prometí—soltó en un suspiro.

—¿Qué le dijiste?

—Le dije que la protegería si algo ocurría y aunque no se lo prometí, me hice la promesa a mi mismo de que lo haría.

—Jajajaja—Shion empezó a reír de forma descontrolada.

—¿Qué te hace tanta gracia?—preguntó divertido Naruto.

—Eres tan idiota que ni si quiera te has dado cuenta, si has prometido protegerla, ya no es una chica cualquiera, ahora es tu “protegida”.

—Ahora que lo dices... sí, es algo así—dijo con una sonrisa.

—Pues se te da fatal protegerla, ahora mismo ni si quiera sabes donde esta.

—Dije que la protegería no que sería su niñera ¬¬

—Eres de lo que no hay—dijo riendo.

—¿Acaso lo dudabas?—preguntó orgulloso.

—Creo que ya he tenido suficiente por hoy—dijo Shion con cansancio—Será mejor que me vaya a casa—dijo esto y le beso en la mejilla derecha—Nos volveremos a ver—se despidió de él y se alejó a paso lento.

—Shion—la llamó y ella volteó a verlo—Me alegra que vuelvas a ser tu—dijo con una sonrisa.

—Yo también—susurró y se dio la vuelta para irse.

—Bueno...¿qué demonios hago yo ahora?—se preguntó—Mmm... ¡la compra!

Naruto se acercó al carrito y caminó por las distintas secciones a buscar comida.

Mientras tanto...

—Ya hemos llegado, Sakura-san—dijo tímidamente la peliazul abriendo la puerta de su casa.

—Gracias por acogerme Hinata—Sakura sonrió pero todavía con un deje de tristeza.

—No hay de qué—contestó con ilusión

—Tu casa es muy acogedora Hinata—decía esta mientras observaba el recibidor de la casa y la sala, era un salón mediano tirando a pequeño, con un sofá rojo bastante llamativo de tres piezas en el centro, en la posición perfecta para ver la televisión negra de 42 pulgadas que había enfrente, detrás del sofá había una enorme mesa de madera, a la izquierda de esta varias estanterías repletas de libros, a la derecha una mesilla de madera de roble y encima de esta un ordenador de mesa blanco.

—Para mi sola esta bien—dijo Hinata con una sonrisa, y haciendo señas para que Sakura se sentará en el sofá—¿Quieres tomar algo?

—Creo que no, gracias.

—¿Seguro? Tengo un sake del mejor—comentó Hinata con una sonrisa maliciosa.

—Bueno..¿por qué no? Sí, bebamos un poco—aceptó Sakura con una sonrisa.

—Ahora mismo vuelvo—comunicó y corrió a su habitación—Ya verás que borrachera te vas a pillar, Sakurita mía—pensó para si con malicia cogiendo la botella especial de su cajón, paso por la cocina y cogió dos vasos pequeños de cristal y volvió al salón—Ya he vuelto—gritó con alegría mirando a Sakura—Sakura-san es imposible que no te emborraches con este sake.

—Jajaja creo que no me conoces Hinata, yo soy la mejor para aguantar la bebida—se aludió orgullosa.

—Con este sake lo dudo mucho—comentó sirviendo para las dos—Este sake esta hecho por la empresa de mi familia.

—¿Tu familia?—preguntó confusa.

—Sí, mi primo Neji esta a cargo de la empresa de mis padres, son las mejores productoras de sake, ya llevan funcionando más de 30 años—aclaró Hinata.

—Vaya...no tenía ni idea—decía Sakura emocionada como una niña pequeña—¿Y por que trabajas para mi, Hinata? Podrías trabajar en tu propia empresa—cuestionó Sakura con una mueca, y bebió el primer vaso de sake de un trago.

—Para estar más cerca de ti—pensó sonrojada—asuntos...personales..

—Espero que me los cuentes algún día—comentó Sakura inocente y se sirvió la segunda copa—¿No bebes Hinata?—preguntó dudosa al ver que Hinata ni había tocado su vaso.

—Ha-ha-¡hai!—gritó con ánimo y bebió de un trago el primer vaso.


25 copas después...

—¡Sakura-san!¡Sakura-san!—Hinata llamaba a Sakura y la zarandeaba para que reaccionara.

—¿Hi-hinata? ¿Qué me ha pasado?—preguntó Sakura levantándose del suelo.

—Te caíste, boba o mejor dicho te tiraste—dijo Hinata con una sonrisa y sentándose en el sofá con Sakura—Llevas 20 minutos inconsciente.

—¿Me tiré? Ahhh ya recuerdo—dijo Sakura tocándose la frente.




—¡Hinata! ¡Hinata! Mírame estoy flotando—gritaba Sakura con alegría, se notaba que estaba pasada de copas.

—¡Por favor Sakura-san! Bájese de la mesa, se puede hacer daño—pedía Hinata con preocupación.

—¿Mesa? ¿Qué dices Hinata? Mírame ¡puedo volaaaaaar!—se lanzó al vacío con los brazos al aire.




—Realmente soy estúpida—se insultó Sakura riendo.

—No digas eso Sakura-san—pidió de la misma forma—Mmm Sakura-san—la llamó tímida Hinata y Sakura la miró interrogante—¿Qué te pasó en el supermercado? Jamás te había visto tan abatida.

—No fue nada Hinata, solo me di cuenta de lo sola que estoy—mintió Sakura.

—¿Sola? ¡Sakura-san no diga eso! Esta rodeada de gente que la quiere—la regañó Hinata.

—Te equivocas Hinata, no tengo a nadie—comentó fría Sakura.

—¿Qué hay de mi?—Hinata se sintió ofendida.

—Aparte de ti, nadie—dijo ella con seriedad y Hinata iba a protestar—¡Esta bien! Hagamos un recuento, mi madre y mi padre están muertos, mi tía se largó hace años y desde entonces no tengo noticias de ella, Ino esta prometida y pronto se va a casar, por lo tanto esta tan liada que ya no tiene tiempo suficiente para mi, Temari se alistó en el ejército y a saber por donde andará, Tenten me llamó el otro día para decirme que después de tanto esfuerzo y trabajo duro se ha convertido en la campeona mundial de Taekwoondo y que iba a viajar ahora por todo el mundo (me alegro por ella), de Sai no quiero ni hablar, Rock Lee conoció a una chica y ha rehecho su vida por ahí (y eso que supuestamente estaba perdidamente enamorado de mi) pero no me afecta, sigamos, de Gaara no tengo noticias y de Sasori y Deidara tampoco, a ver...¿quién me queda?—dijo con una mano en la barbilla—ahhh sí y no te olvides de Naruto, ese idiota, infantil, egocéntrico mujeriego, payaso y patán no se puede ni mencionar, me deja sola en los peores momentos, sí, creo que no me olvido de nadie.

—¿Y que pasó con aquel hombre de pelo blanco? ¿Cómo se llamaba? ¡Ah si! Kakas-

—No pronuncies su nombre, por favor—dijo Sakura con amargura y notablemente molesta, solo su nombre hacía que su sangre hirviera.

—Pero Sakura-san..

—No quiero saber nada de ese hombre, no me importa lo que haga o deje de hacer, por mi como si esta muerto—dijo Sakura con frialdad.

—Sakura-san...qui-quizás si me lo cuentas puedo aunque sea aliviar tu dolor, por favor permite que comparta tu dolor—pidió Hinata con la mano en el corazón.

—Hinata...—susurró—Como ya sabrás, porque lo sabe todo el mundo que me conozca un poco, existió un hombre que llegó a ser todo para mi...—suspiró—Todo empezó el día de mi cumpleaños, yo acababa de cumplir mis 18, así que Ino y las chicas me llamaron para celebrarlo, yo no tenía ganas de hacer nada pero acabé cediendo cuando Temari me agarró de los pelos—dejando de lado ese tema—ese día fuimos a un bar que acababan de inaugurar, bebimos, bailamos, reímos, nos emborrachamos, todas nos lo pasamos genial, pero todo eso fue demasiado para mi vejiga así que me separé de las chicas y corrí al baño, por despiste mío acabe entrando en el baño de caballeros, y ahí fue donde lo conocí...—Si me permite decirlo caballero es usted el hombre más guapo que he visto en mi vida—me dijo con una sonrisa traviesa y yo por supuesto me sonrojé, yo me disculpé y me fui disparada al baño de damas, hice mis necesidades y me lavé la cara para ver si se me pasaba un poco el efecto del alcohol y cuando volví, lo vi, él estaba allí, en la barra de aquel bar, cruzado de piernas elegantemente con su traje de seda, curiosamente una luz lo iluminaba más que a nadie en aquella sala, no pude resistir y me acerqué a la barra y pedí otra copa de whisky—ese va por mi cuenta—me dijo guiñándome el ojo—no es necesario tengo suficiente dinero—le contesté con arrogancia—el rió con una carcajada que parecía la de un ángel, por supuesto yo no soy una chica fácil, así que estuvimos hablando un buen rato y luego nos dimos el número—es todo un caballero, es prácticamente perfecto—pensé en aquella ocasión—no sabia cuán equivocada estaba, comenzamos a salir después de que me llamara una tarde, primero tomamos un café, y luego al cine, playa, museos, tuvimos todo tipo de citas... pero eso solo duró 2 meses, realmente sentí que no encontraría a nadie mejor que él—era imposible—me dije, así que lo hice, me entregué a él en cuerpo...y en alma, le dije que lo amaba con todas mis fuerzas y dormí en su casa aquella noche, cuando desperté pasé la mano por la cama esperando encontrarme su cuerpo pero.. en aquella cama no había nadie, me levanté asustada de la cama— quizás esta en la cocina—me dije intentando tranquilizarme— esperando con todas mis fuerzas que así fuera pero no, lo busqué por todas partes, lo llamé al móvil durante horas y no me contestó, me fui de su casa y volví a la mía—tal vez le ha pasado algo malo—me dije preocupada, ¡je! Pobre idiota...—al día siguiente lo volví a llamar pero en aquella  grabación decía que aquel número ya no existía.

Sakura hizo una pausa y cogió una bocanada de aire.

Desde aquel día lloré durante horas, días, semanas e incluso hasta un mes entero, mis amigas y mis padres se preocuparon por mi salud, dejé de comer, de salir, incluso de hablar, caí en depresión, aquel hombre al que tanto había amado desapareció de mi vida sin dejar ni siquiera una nota, sin siquiera despedirse, se acostó conmigo y me dejó tirada al día siguiente, ¿cómo pudo ser tan cruel? ¿Por qué lo hizo? Eso ya no importa, ya es pasado pero... Fui y soy fuerte, conseguí superarlo o eso creí, 2 meses después volví a sonreír, salía con mis amigas, vivía feliz con mi familia, todo volvió a la normalidad pero...un día cualquiera él volvió, y con toda la cara del mundo tocó en mi puerta y osó hablarme, se atrevió a mirarme a la  cara pero yo a él no, así que cerré la puerta en su cara.

—Sakura-san...—Hinata no sabía ni que decir.

Ahí no acabó todo, no se rindió y comenzó a seguirme, a donde quiera que iba, me seguía, pero yo no soy una cobarde, así que decidí hacerle frente y él dio una excusa estúpida, me miró a la cara, se atrevió a mirarme a la cara y…a mentirme, me pidió perdón y me contó que se asustó demasiado cuando le dije que lo amaba, ¿acaso amar a una persona era tan malo? Después de eso me sonrió y se atrevió a mentirme…una vez más…diciendo que él también me amaba, me miró a los ojos y...y...yo...volví a caer en su juego, volvimos a salir, como la primera vez, volví a ilusionarme, volví a confiar en sus palabras, en sus mentiras, me moría por él pero lo único que él hizo... fue aprovecharse, yo le daba placer y él me ilusionaba con palabras bonitas, de eso es de lo que trataba nuestra relación—fui demasiado inocente—pero después de tres meses de nuestra reconciliación, tuve que quitarme la venda de los ojos y ver la realidad. Aquel día decidí darle una sorpresa por su cumpleaños, pero me temo que fui yo la sorprendida, él siempre viajaba bastante y me decepcionó mucho saber que el día de su cumpleaños también tendría que estar fuera así que un día antes de su viaje—recuerdo como si fuera hoy—la emoción que sentía al preparar lo que para mí era la mejor cena romántica del mundo, compré muchas velas, cociné un banquete, me puse lo que más le gustaba, incluso limpié la casa entera, y todo lo hice con mucho amor, lo esperé a oscuras en su casa. Me agaché a esconderme rápidamente al escuchar lo que yo pensé que eran sus pasos pero acompañado de eso también escuché muchas risas y el sonido de la cerradura abriéndose, él entró, pero por supuesto no vino solo, todavía recuerdo los besos que se daban apasionadamente mientras aún estaban en movimiento y eso sin siquiera llegar a la cama, se desnudaban con pasión, hasta que se percató de mi presencia, dio una especie de salto y se separó de ella—¿Qué demonios?—dije como pude—la conocía, por supuesto que la conocía, cuantas veces no había ido a llevarle el almuerzo y me cruzaba con ella, su secretaria personal, su mano derecha, su íntima prostituta, todavía recuerdo...aquel pelo color fuego—¡Hijo de puta!—le grité y todo los platos de comida, bebidas y detalles que preparé con amor, se los lancé a la cara con todo mi odio—¡¿por qué?! ¡Solo dime por qué! ¿No era lo suficiente para ti?—mi ira descontrolada se avivaba cada vez más—pero al parecer romper mi corazón y tirarlo a la basura no fue suficiente para él, tuvo que acabar con todo mi ser cuando se atrevió a decirme—Ya basta, ya he tenido suficiente de tus tonterías, solo te usé, no significaste nada para mi, incluso más de una vez llegaste a repugnarme cuando me llamabas, no eres nada, jamás he sentido nada por ti, todo lo que te dije no fue más que un juego, y fue demasiado...fácil, creí que me darías más guerra, pero ya descubrí que no eres más que una perra, así que lárgate—me dijo con toda la frialdad que puede haber en una persona—no puedo describir lo que sentí en aquel momento, me había utilizado, humillado y roto el corazón, pero si algo no iba permitir era que me viera llorar, salí de allí como pude, pero no volví a casa, no podía, o no tenía fuerzas, me quedé alojada una semana en un hotel, sin avisar a nadie donde estaba, solo quería...desaparecer, desde entonces no lo volví a ver... ¡pero bueno, mírame ahora! ¿Hinata? No Hinata por favor no llores, eso fue hace mucho tiempo, ya es cosa del pasado, lo he superado—intentó tranquilizar a la Hyuga.

—¡Sakura-san!—gritó y se lanzó a los brazos de Sakura a llorar—¿Co-como pudo ser..tan cruel?—preguntaba entre sollozos.

—No lo sé..

—Sakura-san—la llamó recuperándose—¡olvidemos a los hombres!

—Bueno..jeje Hinata, no creo que sea para tan—Hinata la cortó uniendo sus labios en un tímido y tierno beso.

—Sakura-san—la llamó sonrojada—estoy enamorada de ti—confesó.

Sakura por si no estaba de piedra antes ahora ya estaba en coma, necesitaba analizar toda la información.

—Yo..yo...yo...yo yo yo yo yo—Sakura no estaba en este mundo, su mente viajaba muy lejos—Creo que he bebido demasiado y me ha dado un chungo, ¡si! Eso va a ser, bueno Hinata me he imaginado una cosa rara jaja por un momento mi mente me jugó una mala pasada y me pareció sentir que me besabas, ¡si! Nada a pasado ¿verdad? Pero aún así me siento incomoda después de imaginarme semejante tontería, así que lo mejor será que me vaya,¡si! Bueno ya nos veremos algún día jeje, ¡oh dios mío! Creo que definitivamente dejaré de beber—Sakura decía todo esto muy rápidamente como si estuviera loca, recogió su bolso y salió pitando de la casa de Hinata.

Sakura caminaba sin rumbo por las calles, tenía la mirada perdida, después de revelar la historia más impactante que había tenido en la vida, la única persona que creía que le quedaba, la había besado..¡una chica la había besado y encima estaba enamorada de ella!

—Necesito otro trago—se dijo en voz alta y entró en el primer bar que encontró abierto, se acercó a la barra y pidió su primer trago, escuchó su teléfono sonar una y otra vez, pero no se inmutó, no tenía ganas de hablar con nadie.

—Esa niña caprichosa—se quejó Naruto mientras llamaba por enésima vez al móvil.

—¿Diga?—la voz masculina al otro lado hizo que Naruto arqueara la ceja.

—¿Qué demonios haces con el móvil de Sakura?—preguntó con voz de ultratumba Naruto.

—Ah seguro que es la chica de pelo rosa, ¿verdad?

—¡Por supuesto que lo es! ¿Dónde demonios esta Sakura?—preguntó furioso.

—Tranquilízate amigo, la chica esta dormida a mi lado.

—¡¿Qué?!—Naruto se imaginó a Sakura aguantando las embestidas de un tipo cualquiera y que ahora estaba en su cama dormida y casi le sale el corazón por la boca—¡DIME DÓNDE ESTA ELLA!—gritó con todas sus fuerzas y el tipo al teléfono tembló.

—Tranquilo que no es lo que estas pensando, compañero, tu novia vino a mi bar y tomó demasiado, la pobre no se puede ni levantar, he tenido que cargarla afuera porque ya tenía que cerrar, cogí su móvil para llamar a alguien que la viniera a buscar—explicó el hombre y Naruto volvió a respirar tranquilo.

—De acuerdo, dime dónde esta que iré a buscarla—pidió Naruto y el hombre le dio la dirección—¡Voy para allá!—dijo antes de colgar—Esa idiota, no sabe más que meterse en problemas—dijo suspirando y saliendo por la puerta.

Naruto tardó aproximadamente 15 minutos en llegar a su destino. Él le había dicho que lo esperaría en el parque, Naruto buscó a la joven y al hombre con la mirada y los vio a los dos en un banco, y se acercó.

—Tú debes ser el chico del teléfono—lo saludó el hombre con una sonrisa.

—Sí—contestó desinteresado mirando a Sakura quien dormía plácidamente en la piernas de aquel sujeto, por puro impulso el rubio la separó de él y la sentó en el banco—Ey, Sakura, despierta—la llamaba pero ella no despertaba—ni modo tendré que cargarla—se dijo a si mismo y la levantó y la “enganchó” a su espalda.

—Buena suerte con tu novia muchacho, cuídala bien, es una buena chica—dijo el hombre con amabilidad y calidez.

—Lo haré, gracias por cuidarla—agradeció Naruto despidiéndose de él.

—Hasta pronto—el hombre se perdió en la oscuridad de la noche.

—Desde luego.. no haces más que darme problemas—la regañó por lo bajo girando un poco su cuello hacia su hombro, se veía muy tranquila.

—Ya verás cuando te despiertes.