¡¿Compañeros de piso?! [+18][C] (Capitulo 10) 28/12/2013

Naruto corría por toda la casa, intentando escapar de la furia de Sakura como sea, saltando por encima de las sillas, el sofá, la encimera de la cocina.

—¡Naruto! ¡Vuelve aquí!—gritaba Sakura detrás suyo.

—¿Estas loca? No quiero morir.

—Naruto, ven aquí y ¡déjame pegarte!—exigió ella.

Sasuke miraba la escena aburrido, ya llevaban veinte minutos corriendo. Tenía que admitir que el rubio era muy rápido, casi como la velocidad de la luz.

—Sakura—la llamó Sasuke la atención y los dos se detuvieron.

—¿Qué demonios quieres con ella, afeminado?—preguntó el rubio enfadado.

—¿A quién le estas llamando tú afeminado?—le gritó Sasuke con venas en la frente.

—A ti, ¿ves a alguien más por aquí, idiota?—le preguntó con sarcasmo mientras le sacaba su lengua.

—¿Quieres pelea?—le retó Sasuke acercándose a él.

—Cuando quieras—aceptó Naruto.

Sasuke fue el primero en lanzar un puñetazo directo al estómago de el rubio pero Naruto lo esquivo con facilidad, y sin siquiera dejarlo reaccionar, Naruto agarró el mismo brazo y le hizo una llave haciendo que su brazo se doblara hacía atrás, a Sasuke le costó lo suyo pero logró soltarse, desequilibrando así a Naruto y consiguiendo acertarle con el puño en la cara.

—Pegas como una nena—dijo Naruto tocándose con los nudillos la zona del golpe—Esta vez no me contendré.

—Aquí te espero, rubiales—le provocó Sasuke.

Dicho esto los dos se lanzaron uno encima del otro dando comienzo a un feroz combate cuerpo a cuerpo. Por otro lado Sakura se sentó en el sofá y sacó su móvil, aprovechó la pelea para ojear un poco su whatsapp tranquilamente, no paraba de teclear, aunque alguna que otra vez, levantaba la cabeza para ver quien iba ganando, los dos estaban muy igualados, cuando los vio no pudo evitar reír, llamando la atención de los chicos, quienes se detuvieron de repente y la miraron con una ceja levantada.

—Oye—la llamó Naruto extrañado—A todo esto...¿No nos vas a detener? Ya sabes, quiero decir... gritar, suplicar e intentar interferir para que paremos y esas cosas, es lo típico que harían las chicas, en una situación como esta.

—Sí, pero yo no soy como las demás chicas, a mí no me interesa vuestra estúpida pelea, por mi como si os matáis aquí mismo—aclaró indiferente.

—Qué fría—dijeron los dos al unísono,

—Oye, afeminado—lo llamó Naruto.

—¿Qué demonios quieres?

—Jaja, ¡qué idiota! Acabas de aceptar que eres afeminado—Naruto se echó al suelo del ataque de risa que le dio.

—Naruto ya es suficiente—soltó Sakura desde el sofá—Sasuke ya sabes a que has venido aquí, así que por favor quiero me digas todo lo que sabes—le pidió Sakura, muy seria.

Sasuke asintió y recorrió la distancia que lo separaba del sofá, pretendió sentarse al lado de Sakura, pero fue interceptado por Naruto.

—¿A dónde te crees que vas? Aquí me voy a sentar yo, pringado—aclaró Naruto señalando el lugar al lado de Sakura, para luego sentarse.

Sasuke solo rodó los ojos y se sentó al lado de Naruto, lo más alejado posible.
—De acuerdo, iré directamente al grano—dijo aclarándose la garganta—El caso de tus padres fue archivado en el mismo mes, alegando que fue solo un accidente pero... el día del accidente, tus padres se dirigían a reunirse con la empresa Whiteflash (WF), pero en realidad WF todavía no conocía la existencia de Crimsonsource (COS), lo que me lleva a sospechar que el accidente fue provocado, me explicaré, es imposible que WF hubiera pedido una cita con COS sin saber de su existencia así que alguien más tuvo que marcar esa cita inexistente que los obligara a salir de casa esa noche, quiero preguntarte una cosa, ¿conoces a alguien que quisiera quitarse de en medio a tus padres?

—Pues...ahora mismo no lo recuerdo—contestó Sakura con una mano en la cabeza—Aunque... hace un par de años, COS no era tan conocida como ahora, así que a mi padre se le ocurrió unirse a una empresa llamada Coralherd (CD).

—¿Y que pasó?—preguntó Naruto, no sabía por que pero aquel tema le interesaba bastante.

—El jefe de la empresa, el sr. Yakushi solo puso un condición: que yo me casará con su hijo.

—Y... ¿El hijo ya te conocía?—preguntó Sasuke.

—Al principio no, pero un día a mi madre se le ocurrió la brillante idea de invitarlo a comer—contestó ella con una mueca.

—Eso quiere decir que no te gustó—dijo Sasuke.—Bueno, físicamente era muy atractivo, pero no era mi tipo, así que resumiendo... rechacé la oferta amablemente, pero ni a él ni a su padre le hizo ninguna gracia aunque a mi me dio completamente igual.

—Ese es un dato curioso—comentó Sasuke—¿sabes si CD ha tenido algún tipo de relación con WF?

—La verdad es que no tengo ni idea, mi padre solo me enseño como llevar la empresa, no me comentó nada más sobre este tipo de tema.

—Entonces lo mejor es que investigue yo por mi parte—dijo Sasuke levantándose del sofá—si averiguo algo más, te haré saber, ya es hora de que me vaya—dijo haciendo una reverencia a Sakura junto con una sonrisa coqueta, y se dirigió a la puerta para irse, pero no sin antes lanzar una mirada de superioridad a Naruto.

—Sakura—la llamó Naruto.

—¿Qué pasa?

—No es asunto mío pero... cuanto más lejos estés de Sasuke mejor será para ti—dijo Naruto muy serio.

—¿Por qué dices eso?

—Oh vamos Sakura, ¡no me jodas! Estoy seguro que tu también te diste cuenta de las miradas y sonrisas que te lanza el muy capullo, es repugnante—explicó Naruto alterado.

—¡Je! En verdad eres idiota—dijo sonriendo de medio lado—Creo que ya te lo dije y sino es así ya deberías haberte dado cuenta—pronunció mirando directamente a Naruto a los ojos, y por un instante Naruto se sintió intimidado, la mirada de Sakura era demasiado profunda—Sasuke no me interesa en absoluto, lo único que quiero es saber lo que les ocurrió en realidad a mis padres.

—No te creo—dijo Naruto dudoso.

—Entonces no es mi problema—contestó ella molesta—Además no entiendo el porque de tus celos.

—No son celos—gritó sonrojado—es solo que me preocupas.

—Estaré bien—contestó ella en un suspiro.

—Escucha, te dije que te protegería, ¿no?

—Sí, y te lo agradezco pero...

—No puedo protegerte si no estas a mi lado, y me fastidia que te alejes de mi para irte con ese tipo- dijo este con una mueca y Sakura empezó a reír a carcajadas—¿Qué te hace tanta gracia?

—Acabo de acordarme de un consejo que me dieron hace unos días...”Sakura, eres demasiado malhumorada, deberías salir más”—repitió  intentando imitar la voz de Naruto—Y ahora vas y te quejas de que salgo.

—No me molesta que salgas, si no con quién.

—Ya, ya... y se puede saber..¿por qué de repente me celas tanto?

—Por que eres idiota y no sabes cuidarte, al final seguro que te acabas metiendo en un lio.

—Escucha—habló levantándose del sofá—Te agradezco que te preocupes por mi pero ya soy mayorcita como para tomar mis propias decisiones, y en este caso, necesito la ayuda de Sasuke—dijo sin mirar a Naruto.

—Sakura, ¿por qué demonios tienes que ser tan cabezota?—preguntó con cansancio.

—Por que son mis padres...Naruto, y después de saber esto, simplemente no puedo seguir ignorando este hecho, no puedo vivir... sabiendo que si la teoría de Sasuke es correcta, los asesinos de mis padres, seguirían ahí fuera.

—¿Si es cierto... buscarás venganza?—preguntó Naruto mirando la espalda de Sakura.

—En ese caso, no sería venganza, sino justicia—soltó ella esta vez dándose la vuelta y mirándolo a los ojos con determinación.

—Buff—suspiró—En ese caso, no tengo otra opción, ¡yo también te ayudaré!—dijo con energía.

—Gracias...creo.

—Oye, ¿qué es ese tono de desconfianza?—preguntó Naruto con un tic en el ojo.

—Pues que no se en que podrías ayudar tú, eres tan inútil...

—¡Mira quién fue hablar!—iba a reprocharle más cuando la imagen de un pequeño sobre pasó por su memoria—Por cierto, Sakura—la llamó la atención y del bolsillo de su pantalón sacó un pequeño sobre blanco y se lo entregó.

—¿Qué es?

—Es el dinero del alquiler de este mes; el dinero de la luz, el gas, electricidad, etc, te lo daré cuando nos lleguen las facturas.

—De acuerdo, pero tengo curiosidad, si no trabajas...¿cómo puedes pagarme?

—Tengo a alguien que me ayuda.

—¡Naruto!—lo llamó Sakura en tono acusador—¡No me digas que te aprovechas de alguna pobre chica para que te mantenga!

—¡¿Qué?! ¡¿Por quién me tomas?! ¡Si hiciera eso, no me podría considerar un hombre!.

—Pues encuentra un trabajo—dijo Sakura neutral.

—Lo sé, pero..¿de qué podría trabajar?—preguntó dubitativo.

—¿No has estudiado ningún tipo de carrera?

—Fui a la universidad, pero no la llegué a terminar.

—¿Y se puede saber por qué?

—Problemas de faldas—contestó Naruto riendo

—No tienes remedio—reconoció Sakura—¡Oye! Pareces estar en forma, quizás podrías trabajar con algo relacionado al ejercicio físico.

—¿Cómo cargar cajas o mudanzas y eso? Paso—contestó desinteresado.

—No, tal vez...¡ya sé! ¿eres bueno defendiéndote no? Al gimnasio que voy, creo que buscaban un profesor de defensa personal para mujeres.

—¿Para mujeres, eh?

—Solo has escuchado esa parte, ¿cierto?—preguntó ella con una gotita en la cabeza.

—Esta bien, ¡acepto!

—Genial entonces—contestó con una sonrisa.

—Pero hay algo que no entiendo, llevo una semana aquí y nunca te he visto ir al gimnasio.

—Es porque hace dos semanas que no voy—se excusó ella.

—Eres una vaga.

—¡Es porque estoy muy ocupada últimamente!

—Excusas, excusas.

—De todos modos, no entiendo porque te estoy dando explicaciones.

—Es porque tengo mucho carisma y se me coge confianza muy rápido—dijo él orgulloso.

—Si..ya...A todo esto..., ¿qué hora es?—preguntó ella pasando de él.

—Las 5—la contestó mirando al reloj de su muñeca.

—Pero...¡SI ESE RELOJ ESTA PINTADO!—le gritó tan fuerte que hasta le dolió la garganta.

—Jeje eres demasiado malhumorada Sakurita.

—¡¿Y quién demonios tiene la culpa?!

—¡Sakura!—la llamó trastornado—¡La compra! ¡Tenemos que hacer la compra!

—Era por eso que te preguntaba la hora—dijo ella con una gotita en la cabeza.

—Entonces...¿Qué hora es?

—Las 6 y media—confirmó ella mirando a la hora en su móvil.

—¡Qué bien!—soltó aliviado—Nos da tiempo de sobra, el supermercado no cierra hasta las 10.

—Entonces me tomaré una ducha rápida antes—anunció ella antes de caminar a su cuarto, topándose así con la muñeca de Naruto, y la recogió del suelo. Naruto por su parte descansaba tumbado en el sofá con los ojos cerrados, Sakura se acercó a él con pasos lentos.

—Naruto—lo llamó canturreando.

—¿Qué pasa?—preguntó desinteresado en la misma postura.

—Me estaba preguntando...¡¿ en qué demonios estabas pensando cuando le pusiste mi ropa a esta muñeca?!—le gritó y Naruto se levantó asustado del sofá.

—¡Ah! Eso...jeje en realidad no pensaba en nada, además, solo tengo esa muñeca por que unos amigos cabrones que tengo, me la regalaron por mi cumpleaños para hacer la broma, en realidad nunca la he usado o nada por estilo—se excusó nervioso rascándose la cabeza.

—Jejeje ¿entonces por que la has traído?

—No la he traído, vino de acoplada cuando me trajeron mis cosas.

—¡Eres un pervertido mentiroso!—le gritó Sakura temblando de los nervios.

—¡Oye, que es verdad!—se defendió él.

—Yo te daré... una buena razón para que no vuelvas a tocar una muñeca de estas—dijo Sakura con malicia.

—¿Qué clase de..?—no pudo continuar, cayó brutalmente en el suelo con las manos cubriendo sus partes, Sakura le pegó sin piedad en los testículos.

—Así aprenderás—dijo ella con una sonrisa, viendo a Naruto retorcerse en el suelo—Tal vez me he pasado—se dijo mentalmente y se encerró en el baño para ducharse.

—T-t-tu ere- eres un- una—ni siquiera podía articular palabra—¡Qué sepas que la ropa le quedaba mejor a la muñeca que a ti!

—No me has visto en ropa interior, idiota—dijo ella asomando solo su cara por la puerta.

—¡Porque no quiero traumatizarme!

—Déjate de chorradas y arréglate bien que en cuanto acabe de ducharme y vestirme, nos vamos.

—Ya ya— él dijo sin interés levantándose del suelo.

—Naruto deja esto por ahí encima, por favor—pidió sacando su brazo por la puerta con su móvil en la mano.

—Desde luego...—comentó cogiendo el móvil de su mano.

—Gracias—agradeció y cerró la puerta.

Naruto dejó el móvil encima de la encimera de la cocina, y comenzó a andar para volver a su habitación, pero se detuvo a un cm de su puerta, y volteó su cabeza rápidamente al celular de Sakura, no dudó ni un segundo en volver a por el rosado celular—No creo que se de cuente si cotilleo un poco, ¿no?—preguntó con una enorme sonrisa zorruna.

Naruto se sentó en el sofá y comenzó a cotillear él móvil—mmm... ¿por dónde empiezo? A ver los mensajes—se decía mentalmente—Qué raro, solo tiene 3—se dijo extrañado—¡Ah claro! Qué idiota, ahora ya no se mandan mensajes, a ver sus whatsapps—dijo tocando la aplicación (NA: Es un iphone 5)—¡¿3.000 whatsapps con Ino?! ¡Menudas viciadas! a ver que dicen; mañana de compras blah blah blah, mira que chico más lindo blah blah blah, que conversaciones más aburridas—se quejó Naruto—Veamos...¿TenTen? ¿Temari? ¿Shizune? ¿Matsuri? ¿Tsume? Vaya tiene muchas amigas chicas, espera; ¡¿5.OOO Whatsapps con Sai?! ¡No me lo creo! ¿Quién narices es Sai? ¡AHH ya recuerdo! Aquel chico raro que mencionó Sakura..pero ¿por qué tiene tantos whats con él? Incluso más que con Ino, a ver que dice el más reciente: Sakura siento mucho lo de hoy en la oficina, tendría que haberme asegurado de que estabais saliendo antes de decírselo a todos—leyó Naruto en alto—¿Qué? ¿saliendo? ¿con quién? No entiendo nada—A Naruto le vinieron millones de ideas descabelladas a la cabeza, volvió en sí cuando escuchó el pestillo de la puerta abrir y el pomo comenzar a girar, en un abrir y cerrar de ojos cerró la aplicación y dejó el móvil encima de la encimera y corrió a tumbarse en el sofá.

Sakura salió del baño envuelta en un diminuta toalla, que dejaba ver una parte de sus pechos y sus largas piernas nívea.

—¡Naruto! ¡¿Todavía sigues así?!—le reprochó y Naruto que le estaba dando la espaldas volteó la cabeza, al verla empezó a sentir mucho calor, su mirada recorría cada parte de su cuerpo, Sakura lo miró con cara de no entender al ver como la miraba de arriba a abajo impresionado, tenía los ojos clavados en ella, parecía hipnotizado, así que Sakura se miró a sí misma y al darse cuenta de su error... —¡Pervertido!—gritó sonrojada y enseguida se refugió en su habitación.

—¡No es mi culpa que seas tan despistada!—le gritó él—¡Esa idiota!¡Cómo se le ocurre salir así! Mira lo que ha conseguido—se quejó por lo bajo mirando a su miembro erecto a través del pantalón—¡Mierda! Se nota demasiado, tendré que ducharme con agua fría.. y todo por culpa de esa descerebrada.

Naruto se levantó y caminó hasta la ducha, se duchó con agua fría y corrió a su cuarto a vestirse.

20 minutos después...

—¿Todavía no estas lista?—gritó desde el sofá—No entiendo por que las mujeres tardan tanto en arreglarse.

—Ya casi estoy, pesado—gritó desde su cuarto.

—Solo vamos al supermercado, no a una fiesta.

—Hay que estar guapa, siempre—explicó Sakura saliendo de su cuarto.

—Entonces pobre de ti—bromeó Naruto.

—¡Jajaja! Eres tan gracioso, payaso—comentó Sakura con ironía.

—Sí, pero este payaso no esta disponible en tu circo.

—No te quiero en mi circo de todas formas, vamos—le dijo arrastrándole de la camisa.

Naruto arrastraba los pies hacia el supermercado, de mientras miraba el suave meneo de las caderas de Sakura.

—¿Qué estas mirando?—preguntó ella volteando y alzando una ceja.

—Nada-dijo indiferente—Solo me preguntaba por que demonios tengo que acompañarte.

—¿Cómo que por qué? No tengo coche, hay muchas cosas que comprar y  no pienso cargarlas yo sola mientras tú estas tumbado tranquilamente en el sofá—respondió cabreada.

—¿Y por qué no llamas a Sasuke para que te ayude?—preguntó con ironía.

—¿Ya estas con eso otra vez? Al final va a ser a ti a quien le guste Sasuke—bromeó Sakura y Naruto enrojeció.

—¡No digas eso ni en broma!—gritó Naruto sonrojado—A mi me van las mujeres, sin duda.

—Además, tendrás que acostumbrarte a la presencia de Sasuke, estoy segura de que vendrá a menudo a casa.

—¿A casa? ¡Ni hablar! ¡No puedo soportarlo ni un minuto más!—se sobresaltó Naruto.

—Sobrevivirás...

—Yo sí, él no-—comentó Naruto con una sonrisa de medio lado en la cara  y Sakura rió.

—¿Y entonces que sugieres que haga?

—¡Por fin entras en razón!—dijo Naruto emocionado con una sonrisa—Había pensado en que por ti, haría un GRAN sacrificio y haría de intermediario.

—¿Intermediario?—preguntó ella sin entender.

—Sí, todo lo que Sasuke te tenga que decir, que me lo diga a mí y yo te lo transmito.

—Pero... no lo entiendo, si tanto te molesta Sasuke, ¿por qué querrías hacer esto? Quiero decir, tendrías que pasar más tiempo con él.

—Sí, odio a Sasuke por muchas cosas, solo su existencia me molestia, pero me molesta aún más cuando se acerca a ti—confesó Naruto, serio.

—¡Qué tonto eres!—exclamó Sakura riendo—Ni que fuera a comerme.

—Estoy seguro que quiere comerte Sakura, pero no de la forma en la que tu piensas—comentó Naruto

—¿A qué te refieres?

—Qué inocente eres—pensó él—No es nada.

Después de esta pequeña conversación, los dos recorrieron lo que quedaba del camino en silencio hasta parar en seco en el supermercado, cruzaron las puertas correderas y cogieron un carrito.

—¿Qué vamos a comprar?—preguntó Naruto llevando el carrito y mirando las diferentes secciones.

—Lo primero, comida, luego geles de ducha y otras cosas—respondió ella avanzando delante de él.

—Qué divertido—comentó Naruto con sarcasmo y aburrimiento.

Naruto estaba tan sumido en su mundo que no se dio cuenta el momento en el que se separó de Sakura, ni cuando chocó su carrito con el de otras dos personas.

—¡Mira por donde vas!—se quejó Naruto.

—L-l- lo siento—se disculpó una peliazul.

—¿Naruto?—lo llamó la acompañante.

—¡¿Shion?!—exclamó Naruto asustado.

—¿Hinata?—dijo Sakura mientras se acercaba por detrás de Naruto—¡Hinata! ¿Qué estas haciendo aquí?—le preguntó animada.

—¡¿Sakura-san?!—dijo sorprendida pero enseguida casi dio un salto de alegría—Pues he venido a...—ni siquiera pudo contestar.

—¡Naruto! ¡Te he buscado por todas partes! ¿Por donde andabas? ¡Eres un idiota! No me volviste a llamar—le recriminó Shion a Naruto mientras se aferraba a su brazo con lágrimas en los ojos—¿Por qué no me llamaste? ¿Dónde demonios estuviste? ¿Qué estas haciendo aquí?—Shion comenzó a bombardearle con preguntas, Naruto ya estaba muy agobiado así que no dudo de soltarse de su agarré y rodear con sus brazos a Sakura—Si me sigues el rollo haré lo que sea—suplicó él en un susurro a Sakura y luego miró a Shion con una mirada penetrante—Por favor no vuelvas a hacer eso Shion y menos delante de mi novia.

—¡¿Novia?!—preguntaron al unísono Hinata y Shion, Sakura se convirtió en piedra por un instante, y Naruto le dio un suave codazo para que reaccionara.

—S-sí, y por tu bien, espero que no vuelvas a tocar de esa manena a mi chico, bueno ni de esa manera ni de ninguna otra—actuó Sakura con perfección fingiendo enfado y matando a Shion con la mirada.

—¿Tu chico? ¡Ja! No me lo creo, Naruto no tiene tan mal gusto como para fijarse en una tabla como tú, ¿y ese pelo? ¡por favor! ósea ¿rosa? ¿en qué cojones pensabas cuando te lo teñiste de ese color?—escupió Shion y a Sakura enseguida se le hinchó la vena.

—Chicas, chicas, no hace falta que se peleen por mí—dijo Naruto con orgullo.

—¡Cállate!—gritaron las dos al unísono y Naruto retrocedió con miedo.

—Las mujeres sí que dan miedo cuando quieren—pensó mirando a las dos.

—Chi-chi-cas por favor cálmense—pidió Hinata con nerviosismo.

—Lo siento Hinata pero esto ya es personal—pensó Sakura enfadada—Escucha bien rubia de bote, a diferencia de tí mi pelo es TOTALMENTE natural, y estoy muy orgullosa por tenerlo... pasaré por alto tu osadía por agarrarte a MI novio, llamarme plana y demás , ahora solo te diré que si eres mujer y tienes ovarios..¡atrévete a repetirlo!—gritó Sakura.

—Por supuesto que los tengo y no me das ningún miedo—gritó ella de la misma forma, y se acercó a Naruto a una velocidad increíble besándolo con todas sus fuerzas.

Sakura miró la escena shockeada, Shion seguía “besando” a Naruto. Y aunque este intentaba con todas sus fuerzas apartar a Shion no podía porque esta—ahora—después de besarlo le mordía el labio inferior para que no se soltara.

—¡¿Le ha correspondido?!—preguntó Hinata escandalizada haciendo que Sakura saliera del trance.

—¡Je! Prepárate bien rubia de bote, ¡por que pienso hacerte una cara nueva!—gritó Sakura crujiendo sus dedos antes de lanzarse encima de la rubia.