BAILANDO EN LA ETERNIDAD TP- CAP 2/2 15/09/12

bueno queridos lectores, esta idea me surgio hace tiempo y hasta no escribirla mi cerebro no pararia de proyectarla. asi que me decidi, y en honor de esta semana de dulsura, coloco una extraña historia de amor que sorprendera por la forma en que el narusaku se establece.

por supuesto quiero dedicar este fic a todas las chicas en este foro y en especial a mi amiga Miyuki que tuvo la amabilidad de prestarme el nombre para este personaje que aparecera ante ustedes.

espero comentarios, buenos o malos, y solo me queda advertirles que creé este universo de naruto con dioses interviniendo y demas.
espero que lo disfruten.

un abrazo




BAILANDO EN LA ETERNIDAD


Cuando Ridokou falleció, había construido un mundo nuevo de la nada. Sus herederos vagarían por las tierras extensas derramando su prole, y la eterna esperanza reflejada en una profecía. 9 demonios donde tan solo había uno. Dos herencias de sangre, los Uchiha y los Senju. Donde solo hubo un padre.

Las fuerzas de la materia y el espíritu dieron origen a los dioses. ¿Qué son esos seres eternos y poderosos? Nada menos que concentraciones inmensas de chakra, reunidas de la naturaleza y obteniendo formas en los sentimientos y pensamientos del hombre. Fue el corazón de los humanos el que creo a los dioses. En ellos, habitan los antiguos conocimientos y el inmenso poder.

Ocultos en la tierra, vagando etéreos y alimentándose de la vida. Surgieron Miyuki, diosa de luz y Arminius señor de la oscuridad. Aquellos que los humanos llaman “bien” o “mal”, esos eran Miyuki y Arminius. Poderosos, inmortales, destinados por equilibrio a combatir eternamente en su afán de superar al otro.

Arminius era muy fuerte. Alimentado del rencor, el miedo y el odio en la tierra podía prosperar en las más sangrientas guerras. Miyuki, dueña de una eterna compasión y amor, protegía al hombre de las garras del señor oscuro que siempre buscaba exterminarlo.

A través del amor y los instintos el hombre se multiplicaba. A través de la guerra y el odio se autodestruía. Pero tanto absorber poder de los mortales, provocaron en los dioses reacciones tan humanas como la vida misma. Estaban solos, en la inmensidad del tiempo y espacio. Eso hizo que Arminius, particularmente reacio mostrarse al hombre, intentara paliar su soledad entre las mujeres mortales. Eso trajo toda clase de desgracias al mundo por que el señor oscuro solo podía engendrar maldad. Monstruos, hombres con el corazón tan negro que por sí solos llevaban a las desgracias más terribles.

Fue entonces cuando se conocieron. Era una época funesta en la tierra. La tercera guerra ninja no detenía su curso y el mundo era puro caos. Miyuki no podía torcer el corazón del hombre, más fácilmente dispuesto al mal. Y entonces, se sacrifico por la humanidad. Compartió su esencia divina con una mortal. Una mujer virgen, en una aldea cualquiera. La cual dio a luz sin conocer varón. Ese niño, fue Minato Namikase. Miyuki envió a su campeón a la tierra aun sabiendo que si el bien perdía su batalla contra el mal…..ella desaparecería diluida en el viento.

Arminius observo que el bien se debilitaba y genero guerras y odio como nunca se había visto. Pero Minato Namikase, en edad adulta ya, término con la guerra. Fue proclamado Yondaime Hokage y acabo con las influencias de Arminius….al menos por algunos años.


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Años después, el destino actuó misteriosamente. Cuando Uchiha Madara libero al Kyuubi para destruir Konoha, Arminius y Miyuki se conocieron….cara a cara….en los bosques del país de fuego. Dicen los escritos que el señor oscuro tembló de emoción al verla. Un cuerpo perfecto, envuelta en una Yukata blanca como la nieve. Caminaba graciosa y elegante como si flotara. Sin emitir más sublime sonido que el de su armónica respiración. Cabellos negros como la noche, largos y lacios dejándose ver cual cascada detrás de sus hombros, hasta la cintura….fina y estética, simplemente encantadora. Ojos miel, boca roja que invitaba a la fantasía.

-detente -le susurro Miyuki- deja a los humanos seguir su camino.

Arminius no la escuchó, solo le sonrió complacido de que sus ojos pudieran admirar tal belleza.

-mi señor…-murmuro la mujer apenada- pídame lo que quiera…


Arminius solo asintió, poseído por un extraño latido demente de su corazón, dejo el destino de Konoha a los humanos. Minato derroto al Kyuubi, frustrando los planes de Madara encerró al demonio en el cuerpo de su hijo entregando su propia existencia, como pago por la osadía.

Arminius debió matar a ese niño, o debió incentivar al demonio en su interior para que lo asesinara. Pero en esos años, el señor oscuro estaba mirando hacia otro lado. Atrapado por la fascinación de la encantadora Miyuki, se dedico a visitarla en su templo en las montañas nevadas. La bella diosa recibía sus visitas con timidez y amable consideración. Se conocieron, compartieron mucho tiempo juntos y cierto día Arminius le pidió matrimonio.

Ella se negó, porque consideraba que por más atractivo que fuera, nada podía cambiar entre ellos siendo el bien luchando contra el mal. Pero el oscuro dios le recordó que ella debía una promesa. Miyuki había detenido al hombre para salvar a Konoha. Así que días después, se caso con él. La diosa no quiso admitir que ceder ante el hombre, había sido mas designio de su corazón que de esa tonta promesa.

Dos rivales eternos, el bien y el mal bailando una danza eterna de pasiones mortales en un templo de nieve. Así fue durante largos años. Arminius no comprendía el amor, su mente lógica no pudo jamás comprenderlo. Miyuki era su opuesto ideal. Dulce, sensible y buena. Carente de enojos, no importando lo tonto y desconsiderado que su esposo fuera.

Pero entendía su necesidad de ella, comprendía que la sonrisa de Miyuki, el candor de sus acciones, la pasión de su cuerpo en las noches. Era el único incentivo de Arminius, para seguir existiendo. ¿Qué extraña es la naturaleza no? ¿Cómo un hombre y una mujer que se quieren, pueden al mismo tiempo enfrentarse eternamente?

Los años pasaron, Arminius seguía haciendo lo que su naturaleza le dictaba, generar guerras, odio y muertes. Miyuki no podía enfrentarlo, cada vez más débil se encontraba por la falta de amor en la tierra. Y la cuarta guerra ninja daba inicio. El amor, la amistad y los buenos sentimientos se extinguían con el avance irremediable de los Zetzu blancos. La muerte ganaba terreno en el mundo, Arminius estaba venciendo.


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Cierta mañana Miyuki observaba el paisaje nevado desde el ventanal de su cuarto. Arminius la observo melancólica y débil. El gustaba de los calores en el clima, pero por su esposa vivía en una montaña siempre nevada. Era el….quien siempre buscaba confortarla y complacerla, le dedicaba toda su atención, porque la mujer se veía muy débil y enferma.

-¿Qué ocurre en la mente de mi señora? –Susurro el hombre abrazándola por la espalda- hace días que te veo triste. ¿Tu marido nada puede hacer por ti?

-mi querido, -dijo la morocha girando y abrazándolo del cuello- es...solo…cuestión de tiempo.

-¿Qué…quieres decir? –confundido

-la guerra cruda en las afueras, está por terminar, -respondió Miyuki sonriendo triste- temo por los humanos que esta vez…tu eres el vencedor.

-deben desaparecer, -dijo Arminius separándose de su esposa ofuscado- sus corazones son fáciles de corromper. Son criaturas viles y perversas. La guerra…..es solo una excusa que el hombre encontró para mostrar su naturaleza verdadera.

-¿y el amor? –pregunto la mujer tratando de cambiar el pensamiento de su marido

-sobrevalorado, -gruño el hombre caminando por la habitación- similar a ingerir grandes cantidades de dulces y la excusa para fornicar de los hombres.


Miyuki negó decepcionada, los años pasaban y su esposo no comprendía lo realmente importante. La mujer se sentó en el marco del ventanal y estirando su palma jugueteó con los copos de nieve cayendo en el exterior. Miro a su esposo y vio lo que era. 1,80 de físico perfecto. Un guerrero invencible. Cabello castaño y ojos verdes que destellaban cuando él se enfurecía.

Solo con ella se permitía ser cortés y amable. Solo a ella perdonaría un error o agravio. Porque con los humanos….era despiadado. Carente de compasión o bondad.

Miyuki se había enfrentado a él para detenerlo durante años, se había casado con él para intentar que comprendiera el amor. El tiempo paso y las necesidades físicas, aunque satisfactorias para ambos, no le alcanzaron a Miyuki para enamorarlo. Arminius no la amaba, Arminius no dejaba de atentar contra los humanos. Arminius….la estaba matando sin saberlo.

-Naruto Uzumaki…-susurro Miyuki cerrando los ojos apenada- el….aun tiene esperanza.

-menudo campeón elegiste –gruño el señor oscuro- morirá en manos de Madara, dentro de 4 días.


Ambos se miraron, en 4 días Madara entraría con sus tropas al campamento de la alianza. Sería una masacre, Madara ganaría la guerra.

-entonces….creo que le cumpliré, -suspiro la diosa- su más grande deseo.

-¿deseo? –Sonrió Arminius- linda….tú no puedes salir del templo. Estas débil, y no me dices porque.

Miyuki sonrió, nunca le dijo a su esposo que su esencia divina se la había otorgado a esa mujer Namikase. Al bendecir a Minato, había atado su existencia….a la vida de los hombres.

-¿Qué deseo? –Pregunto Arminius intrigado- ¿Cuál es el último deseo de Uzumaki Naruto?

-ese mortal desea, -susurro Miyuki sonriente- que la mujer que siempre ha amado le corresponda. Aunque sea…una sola vez.


Arminius elevo una ceja extrañado. Nunca le asigno demasiado a ese sentimiento llamado amor. El solo lo relacionaba con “necesidad de compañía”. Pero su esposa decía que había algo más. Así que se acerco a una fuente de piedra en un rincón del cuarto. El agua cristalina en ella le permitía explorar la vida de un mortal. Sus sentimientos, su corazón, sus pensamientos.

Arminius sonrió complacido, Naruto había tenido una vida miserable desde que nació. Muerte, dolor, rencor y el Kyuubi en su cuerpo. Extraño era….que debería ser campeón del mal……no su más fiero contrincante. Aun así, Arminius no se detuvo en detalles, solo sabía que en 4 días el mundo como se conocía…dejaría de existir.

Rato después, el señor oscuro se fue del cuarto ofuscado. No comprendía como Sakura Haruno, esa mortal tonta e infantil, no había correspondido a los constantes sacrificios de Naruto.

Miyuki se encerró en la habitación para concentrar sus últimas fuerzas en reunir a la pareja. Luego de casi un día, se recostó exhausta sin haberlo conseguido. Naruto parecía haber perdido las esperanzas. La chica pelirosa, no tenía el valor para confesarle sus sentimientos, y ambos….morirían en pocos días.


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A falta de dos días para el final de la guerra. Arminius se encontraba solitario en el comedor. Su enorme sillón de ébano y marfil lo cobijaba pensativo. Hacia girar en círculos su copa preferida y el vino rojo bailaba a un ritmo pausado. Los verdes orbes del dios estaban clavados en una pared mientras pensaba.

Dos días han pasado desde que vio el interior de ese humano. Se sentía molesto con la tal “Sakura”. ¿Por qué le correspondía a ese hombre? ¿Por qué, después de arriesgarlo todo por ella no obtenía nada el tal Naruto?
Su esposa Miyuki le hablaba de amor. ¿Eso era amor? ¡¿Sufrir por nada?! El dios se sintió tentado a bajar el mismo, a quebrarle el cuello a esa mujer. Pero no podía intervenir directamente, porque sería perder sus poderes como dios. Intervenir entre mortales, lo hacían transformarse en mortal. Así que se limito a reír perverso al imaginarla rogando piedad entre varios Zetzu asesinos. Cuando se dio cuenta lo que había entretenido su mente ese día, se pregunto ¿Por qué me importa tanto?


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En el campamento de la alianza Shinobi. Una reunión de los generales se vivía en el más amplio pesimismo. Día a día, hombres y mujeres pagaban con su vida el costo de la guerra. Los Zetzu se multiplicaban aquí y allá. La derrota, era cada vez más segura. Pero una estrategia surgió en la adversidad, retirarían las defensas del frente simulando debilidad, y todos los restos de la alianza ninja caerían en un feroz contraataque sobre el ejército de Madara, justo cuando tomaran el campamento. Si lograban esa victoria, la moral del ejército ninja se elevaría y habría esperanzas. Naruto y Killer Bee liderarían la ofensiva. Con todo el poder de sus biju, ellos eran la última esperanza.


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El día había llegado, el destino seria sentenciado al fin. Unas horas antes de la batalla definitiva, Arminius encontró a su esposa llorando en el suelo. Asustado y nervioso la levanto en brazos conduciéndola a la cama.

-¡Miyuki! –Grito el hombre -¡¿linda que te ocurre?!

Ella le sonrió suavemente y acariciando su rostro susurro:

-¿aun….no lo descubres…eh?

-¿descubrir? –Contesto sin entender- ¿de qué hablas?

-hace mucho años…-sonrió débil la mujer- le di mi esencia divina a un mortal…! Cof Cof!.....mi existencia de diluye cuando el bien en el corazón del hombre se extingue. Ganaras la guerra….!Cof Cof! Pero yo……no estaré aquí.

La diosa de luz no observo ningún gesto en su esposo. Lo que estuviera pensando, no lo trasmitía a su rostro sin dudas. Se resigno a desaparecer, y ni un beso del hombre que amaba recibió.


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Arminius Salió del cuarto y en silencio abandono el templo. Debía estar lleno de placer al comprobar su inminente victoria. ¡Al fin había vencido! Una era de oscuridad se concretaría y…..y….

Comenzó a destellar furia, como si el fuego de una batalla lo quemara desde adentro. Extendió la palma derecha y esferas de chakra negro demolieron media montaña. ¡Quería luchar! ¡Quería matar! Sin darse cuenta pequeñas gotas saladas escaparon por sus ojos. Sentía la horrible sensación de estar derrotado. Como el guerrero cuando debe dejar su espada en tierra admitiendo que el rival lo ha superado.

Luego de horas y horas de gritar, presa de la rabia su miserable destino, el señor oscuro volvió al templo. Su siempre impecable kimono negro estaba cubierto de polvo y desgarrado por sus propias manos.

-me has humillado esposa mía, -dijo a su soledad- me has encadenado con esos grilletes a los que llamas amor. Ojala la humanidad, valga todo el amor que tu les tienes…..y que a mi….me niegas.

Arminius entro a un cuarto atravesando la pared como fantasma. En ese lugar, viejas armas lo aguardaban expectantes. Miyuki no lo amaba, la mente del guerrero se remonto al momento que se conocieron. Razono, que ella solo se había casado con él, para esclavizarlo. No pudo vencerlo con poder, así que con sentimientos humanos, con esa farsa llamada amor, lo derroto.

Mientras se ponía su kimono de batalla, mientras tomaba sus armas sedientas de sangre, Arminius maldijo nuevamente a su corazón que ya no le obedecía. Que solo a Miyuki ese latido en su pecho rendía tributo. Verla morir, era una opción que jamás Arminius se atrevería a tomar.

-no me quedare solo Miyuki –susurro al oscuro cuarto- este día……Arminius “señor de la oscuridad” librara su última batalla.


Salió del templo luego de dejar un beso…y algo más en el cuerpo de su esposa dormida. La batalla definitiva de la cuarta guerra empezaría en pocas horas. Arminius transformó su cuerpo en humo negro y volando como un cometa surco los cielos hacia su objetivo.

-Naruto Uzumaki –pensó el dios- hasta el final de tu existencia lucharas por la mujer que no te quiere. Permíteme luchar a tu lado, codo a codo, por la misma razón estúpida.


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En el campamento de la alianza, los Zetzu se acercaban y Sakura junto a Naruto le susurro:

-estaré a tu lado, lucharemos hasta el fin.

-no te necesito aquí, sino a salvo, para poder luchar con todo mi poder.

-¡¿Crees que me alejare de ti?! –Grito nerviosa- ¡¿Para que puedas suicidarte sin culpas contra ellos?!

-¡que más da! –Respondió cabreado- ¡si tú vuelves a casa y luego tendrás paz y felicidad!

-¡Baka! –Gruño Sakura- no tendré nada si tú te mueres. ¡Por que te amo!


Naruto…..así como toda la división que los rodeaba se quedaron con la boca abierta. Pero el rostro del rubio emitieron un gesto claro de no creer. Al fin y al cabo esto era igual que la confesión falsa bajo la nieve y……
Sakura lo tomo por el cuello y le dio un apasionado beso en los labios lleno de fuego. Todos se quedaron estupefactos y rieron satisfechos. Al menos alguien estaría contento antes de la batalla.

-¡Sakura! –Grito Tsunade desde la retaguardia- ¡deja los mimos para después y ven aquí a ayudarme!!

La chica sonrió y salto por sobre las tropas del frente para ir por su maestra.

-felicidades Naruto- susurro Kakashi -¿no se te ocurra morir justo ahora eh?

El rubio sonrió tonto y feliz al responder:

-Ha……Hai –sonriente


Una hora después la batalla estaba en su clímax. En los flancos, una marea de Zetzu enfrentaban a los Shinobi de la alianza. En el centro, Uchiha Madara, Kabuto y Sasuke combatían a Bee y Naruto. Había igualdad pero las criaturas ganaban terreno siendo inmensamente numerosas hasta que….

Como un meteoro negro, Arminius se estrello entre los Zetzu del flanco izquierdo, y las fuerzas de la alianza. Bajar a la tierra, irrumpir físicamente en el mundo del hombre hacían al dios tan mortal como cualquiera. Podía ser herido, podía incluso morir. Había roto las reglas divinas de jamás intervenir directamente y no le importaba, ya nada sin Miyuki le importaba.

-mátenlo- bramaron los Zetzu señalando al guerrero oscuro.


Arminius tenía una espada negra en su espalda y un látigo oscuro en su cintura. Los Zetzu lo atacaron con varias técnicas de agua y tierra lo atacaron, con la palma extendida las desvió sin problemas. Una fuerza invisible le sirvió como escudo, aunque algunos trozos de roca le pasaron bien cerca del cuerpo.

-¡Atacan al señor oscuro! –Bramo con voz cavernosa Arminius- ¡Criaturas estúpidas!


Una esfera negra se forma en sus manos y creció hasta el tamaño de un Oodama Rasengan.

-¡el ojo de la perdición! –grito Arminius lanzando la esfera al centro de las criaturas.


Algunas eludieron el ataque que en lugar de explotar como parecía, se quedo inmóvil, flotando entre los Zetzu. Algunos rieron creyendo el fallo del ataque y de repente unos hilos negros surgieron de la esfera que comenzó a tragarse uno a uno a todas las criaturas. Eran atrapadas, maniatadas y absorbidas por el vórtice negro sin que pudieran evitarlo. En 15 minutos el campo quedo libre de Zetzu.

Mifune dirigía ese flanco y ordeno reforzar el otro sector porque allí, la guerra se había terminado. Arminius se movió hacia el centro en busca de exterminar a Madara y Kabuto. Sin ellos, las criaturas sin cerebro no tendrían oportunidad. Un equipo médico lo interceptó aun guardando las distancias.

-¿señor….se encuentra bien? –dijo uno de ninja médicos

Arminius lo miro de reojo y asintió tranquilamente. Tenía que controlar sus ganas de matar. Cada humano era importante para mantener viva a Miyuki.

-está herido…-susurro una joven pelirosa- en su mano.

Arminius se miro el puño izquierdo y tenía un corte profundo, algunas rocas afiladas que lo rozaron al comienzo seguramente. Sakura se acerco temerosa de los terribles ojos de crueldad. Pero ese hombre los había ayudado, así que no podía ser enemigo ¿o sí?

-gracias señor...-dijo la chica curando la herida- sin usted…..tal vez….

-estarían muertos, -completo con ciertos disgusto el castaño- y yo hubiera vencido.


Sakura no entendió pero emitió un suave chakra y cerro la herida del extraño. Arminius la miro con disgusto al recordar todo lo vivido por Naruto y lo mucho que se parecía esa pareja a su propia relación junto a Miyuki. Necesidad no correspondida. Pero el señor oscuro suspiro al recordar el por qué estaba en ese lugar, al fin y al cabo, no lo podía negar.

-espero que seas digna de esto, -dijo con rudeza el hombre- el ser más hermoso de la existencia, así lo creé.

-señor…..yo…-confundida

-si alguna vez sueñas con una princesa vestida de blanco, una dama bella como ninguna. –Alejándose- dile que su esposo Arminius la ama como a nada en esta tierra. –Media sonrisa- adiós….Sakura Haruno.


La chica se aferro con ambos brazos el pecho como si esas palabras fueran sentencia. Como si ese hombre la condenara por crímenes que no comprendía. Pero al verlo alejarse corriendo a la batalla en el frente, tuvo que desear que sobreviviera. Aunque le daba miedo, esa sensación de querer que nada le ocurra la rondaba sin cesar.


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La cruenta batalla llegaba a su final. Naruto, débil y consumido oponía dura resistencia a Madara. Killer Bee había liquidado a Kabuto, pero Sasuke y su terrible Sharingan lo habían sometido. La abeja asesina cayo inconsciente y cuando el Uchiha le estaba a punto de enterrar su Katana en el pecho….

-Eres demasiado idiota para querer hacer eso. –desviando el arma con su espada.

-¿Quién eres? –gruño Sasuke fijando sus ojos en el castaño

-tu peor pesadilla, -señalo siniestro Arminius

-¿Pesadilla? –Arrogante- te mostrare el significado de eso ¡TSUKUYOMI!

Un cementerio de cruces apareció rodeando al castaño que sujeto sobre una gran cruz estaba inmóvil. Sasuke estiro su Katana para acabarlo rápido, no quería distracciones en su objetivo de acabar con Naruto.

-¿Qué te parece mi pesadilla? –hiriendo en el vientre a Arminius

-serio y sin gestos de dolor- se parece a un sueño romántico que tuve. –sonriendo arrogante

Sasuke se cabreo mas y le clavaria la espada en el corazón cuando….

-cambiemos el paisaje Uchiha….-susurro Arminius divertido y perverso

El mundo de la ilusión comenzó a cambiar y todas las victimas de Sasuke aparecieron como fantasmas pululantes rodeándolo. Sasuke trato de salir de la ilusión pero lo atraparon y encadenaron a una cruz mientras era golpeado salvajemente. Arminius, ya suelto y de brazos cruzados observaba la escena a un costado.

-¡¿Qué me hiciste maldito?! –gruño el pelinegro

-el “ojo de la purificación” –señalo severo- ¿en serio creíste que

Arminius... ”Señor de la oscuridad” caería con ese patético Genjutsu? Enfrenta tu castigo Uchiha, y veremos si mereces……”redención”

Arminius desapareció de los ojos de Sasuke en la ilusión y el pelinegro estaba indefenso ante sus víctimas. Apareció frente a el Itachi, y señalo neutro:

-arrepiéntete de tus pecados….hermano –concluyo siniestro

En el mundo real Sasuke cayo inconsciente. Sufriría un tormento mental durante horas…y tal vez…limpiaría su alma corrupta.

Arminius se acerco respirando pesado, se debilitaba rápido y seguro. Dependía del mal en el mundo, y la gran mayoría de este estaba siendo erradicado por el mismo. Liquidar a Uchiha Madara….seria quedar sin poderes….seria estar demasiado vulnerable y probablemente…..desaparecer.


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Mientras tanto Madara intercambio golpes con Naruto y de una patada lo lanzo lejos. El rubio cayó al suelo y el Uchiha bramo:

-¡Es tu fin! –KATON, GRAN DRAGON DE FUEGO! –haciendo sellos

Naruto no se ponía de pie y la técnica le impactaría cuando…..

-¡Escudo de la corrupción! –grito Arminius creando un escudo de chakra negro entre Naruto y el ataque.

El dragón fue rechazado, pero el señor oscuro recibió quemaduras en sus brazos. Su poder se acababa, el jutsu no había sido lo suficiente para detener la técnica por completo.

-su brazo izquierdo quedo inútil –pensó Madara- se debilita, aun sin usar técnicas ¿Quién es este sujeto?

-maldición, -pensó Arminius- Madara era mi campeón…y ahora hasta puede matarme “ironías de la existencia” je je

-no sé quién eres pero gracias –susurro Naruto acercándose al castaño- será mejor que me lo dejes a mi porque….

-estás haciendo un esplendido trabajo perdiendo tu solo –indico burlesco Arminius- pero tranquilo que no pienso permitirlo.


Arminius desenrolló su látigo negro brillante y se lo lanzo a Madara pese a la distancia larga que los separaba. El arma se estiro y estiro hasta que el sorprendido Uchiha tuvo que absorberse para evitar el golpe. Tamaña fue su sorpresa al sentir el látigo enrollándose en su cuerpo como su aun estuviera solido.

-AAAAHHH- sintiendo un gran dolor- ¿Qué me…como?

-¡Látigo negro de oscuridad! –Bramo Arminius- ahora tienes un pie en el infierno.

Naruto creó un Rasengan y aprovechando que Madara parecía capturado, se lanzo contra él. El Uchiha decidió que acabaría con todos de una sola vez. Sobrecargo su cuerpo con el poder de los biju que tenia sellados en sí mismo, (los 7 restantes) y cuando iba a explotar matando a todos en el campo de batalla……

El señor oscuro utilizo su extraña espada para enterrársela en el pecho, en su propio pecho. La espada negra brillo y Madara sufrió idéntica herida en su cuerpo. Cayó muerto el primero de los Uchiha con una mortal sorpresa escapando a través de los ojos.
Naruto noto a Arminius caído y a su arma hiriéndolo, entonces se acerco a él.

-¿Qué paso? –Dijo Naruto incrédulo- ¡¿Por qué?! ¿Madara….el…..como murió?

-mi látigo sirve para trasferir el daño… usualmente con mis poderes al máximo…soy invulnerable pero….

-¡Pero yo iba a detenerlo! –Grito irritado Naruto- no hacía falta que….

-estaba intangible, -le respondió Arminius- solo ligue su alma con mi látigo. Pero intentaba explotar el chakra de los biju…..y matarlos a todos.

Naruto entendió el sacrificio, pero aun no comprendía el por qué de ese extraño llegando a la batalla de la nada y ayudando a ganar la guerra. Sakura y varios Shinobi se acercaron corriendo. La batalla había terminado. El mal había sido derrotado, y sin saberlo….estaba herido y muriendo frente a ellos.

-¿Cómo te llamas? –decía Naruto apenado

-eres…increíble –sonrió Arminius- te preocupas por mi y no me conoces. –Mirando lejos- entiendo ahora, porque ella te quiere tanto –débilmente

Sakura y Shizune intentaban curarlo, pero enseguida notaron que la vida se le escapaban a pasos gigantes….solo su enorme fortaleza física le otorgaba esos minutos de mas. Pero a pesar de todos los jutsu médicos….su destino parecía sellado.



Fin del capítulo.

BAILANDO EN LA ENTERNIDAD PARTE 2



En el templo de la nieve, Miyuki despertó exaltada, el sueño parecía haberla renovado. Sonrió alegre por esta inesperada dosis de energía y salió presurosa al comedor. Tenía que arreglar las cosas con Arminius. No le gustaba verlo disgustado o furioso. Se pregunto: ¿Qué ocurría? ¿Acaso el milagro de los humanos ganando esa batalla?

Se asomo por un ventanal y el cielo limpio le sonreía divertido. La misma naturaleza estaba feliz, pacifica, carente de corrupción.

-¿mi señor? –lo llamo dulcemente por la biblioteca- ¿Mi señor, donde se encuentra? –consulto en la sala de armas.


Miró profundamente en ese lugar y la espada preferida del dios no se encontraba.

-mi señor…..-susurro con un nudo en la garganta- ¿Dónde….esta?

Lo buscó incansablemente, por cada rincón del gran templo. Reviso las zonas de derrumbes, los bosques verdes al pie de la montaña. Su esposo no estaba, su esposo no le respondía. Miyuki paseo por el bosque, los ciervos y pájaros la rodeaban como de costumbre. Nunca se acercaban cuando Arminius la acompañaba en sus paseos, nunca la naturaleza estaba calma con el cerca. La señora de luz camino por un sendero, los arboles y flores crecían alegres para ella. Se sentía muy poderosa, llena de energía como en los tiempos de antaño.

Las horas pasaron…..y su impaciencia aumento al extremo. Arminius no estaba con ella, no estaba junto a ella. Tal vez……algo no estaba bien. La noche llego y Miyuki caminaba el comedor de lado a lado. Rastreando con su chakra revisaba cada rincón de la tierra en busca del señor oscuro. Sus buenos pensamientos estaban tapados por la preocupación. De pronto un mal presentimiento, su espada……el filo iracundo de batalla propiedad de Arminius, recordó hace tiempo y su cuerpo se estremeció:



Flash back:

-mi querido…-sonriendo- ¿Qué tiene esa espada que tanto te agrada?

-es la espada negra de ejecución, -contesto el castaño- mi sangre….le da su poder divino.

-¿Qué poder? –pregunto intrigada

-tu sabes que los dioses tienen su inmortalidad, -argumento el castaño- y también su conexión natural a la tierra desde donde obtienen sus poderes.

-Miyuki solo asintió- esta espada corta la conexión de cualquier ser….con la fuente de su poder.

-Podrías incluso matar a un dios con eso. -asintiendo- por supuesto que al usarla…..yo mismo sufro su poder. Es por eso que no la usaría contra un dios…por que también a mi…..me mataría.

Fin del flash back:


Entonces lo supo….si esa espada no estaba, si ella se había recuperando por que las fuerzas del mal retrocedían….

-¿Acaso el…? -Dijo nerviosa- no….es imposible. ¡NOOO!

Corrió a su cuarto y en la fuente de videncia sondeo la batalla. Se horrorizo al ver caer a su esposo y matar al ejército que le daba su poder. Era como un suicidio…...

Luego vio el ataque de Naruto y como Arminius se enterró la espada a propósito para acabar con Madara. Lo hizo para salvar a los humanos…..lo hizo por ella.


-Oh Kami…..-lloro Miyuki- ¿Qué te hice mi amor? ¿Qué te obligue a hacer?


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En una tienda del campamento de la alianza. Arminius yacía recostado y Sakura lo atendía. Era imposible, desde el punto de vista médico que ese hombre aun estuviera respirando. Su corazón no existía, con la herida en el pecho. Sakura se lo hizo saber y Arminius respondió que su corazón estaba seguro con su esposa.

-Arminius-sama…… ¿Qué quiere decir? –susurro Sakura confundida

-no lo creerás….pero me divertiré explicándolo –sonrió perverso- son Arminius “señor de la oscuridad” y estoy casado con la señora de la luz, Miyuki. Básicamente, yo soy el mal y ella el bien.

Sakura negó con la cabeza, palpo la frente del hombre creyéndolo con fiebre y delirios.

-no importa si no me crees…-dijo serio- solo te pido…que guardes mi espada y se la entregues a Miyuki, cuando venga hacia ti.

-su espada….-susurro ella entendiendo el honor del guerrero- de acuerdo….pero como sabré quien es…?

Arminius estiro un dedo y tocando la frente de Sakura le trasmitió una imagen. Una hermosa mujer caminando en un bosque y riendo. Sakura cabeceo sin creer lo visto.

-ahora….lo sabes, -gruño el- y por cierto…..espero que puedas….experimentar eso que llaman “amor”, con el tal Naruto Uzumaki.


Sakura enrojeció ¿Cómo lo sabía? Era raro ese hombre……oscuro y muy raro.

-tendré que creerle que es un dios, no ha muerto por las heridas –señalo Sakura sentándose en una silla junto a la cama.

-moriré pronto….!Cof Cof! No te preocupes –aseguro Arminius- cuando tus compañeros destruyan la base de los Zetzu….el mal que me alimenta se habrá ido y…….-débilmente- yo también.


Arminius cerró los ojos pesadamente, en ese momento Ino se asomo por la tienda sonriendo y haciéndole señas a Sakura la hizo salir para hablarle. Le informo que la base Akatsuki había explotado y la guerra había terminado.

Todos los Shinobi reían y festejaban en las afueras de un campamento iluminado de fogatas bien alimentadas. Pero Sakura aun contenta por las noticias, apretó con fuerza la empuñadura de la espada negra y miro al interior de la tienda. Poco tiempo le quedaba al guerrero, y ella lo acompañaría hasta el final.


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En el templo, Miyuki tomo su bastón blanco y salió presurosa por su esposo. Sentía un dolor tan profundo en el pecho como jamás había experimentado. Sentía rabia, pero la confundía con dolor al no haberla sentido nunca antes. Deseos de destruir que la embargaban, también le producían temor.


Palpó su pecho y recorrió con chakra la zona. Entonces lo supo….una esencia inmortal nueva…ella volvía a estar protegida por su divinidad. Había recuperado su poder…..o mejor dicho….ahora tenía el poder de Arminius en su cuerpo. Saliendo del templo se trasformo en bruma blanca y salió volando como meteoro. En la noche viajo a toda velocidad…..tenía que llegar a tiempo, Arminius no debía morir…..el….no podía morir y dejarla sola.



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Varias horas después, Naruto y los Kage festejaban con los generales la gran victoria. Habría promesas de paz y buena voluntad rondando el ambiente. Alegría, felicidad, hasta los más serios y sanguinarios festejaban contentos abrazados unos con otros. El rencor y el mal en sus corazones se habían evaporado.

Estaban…..digamos….”infectados de bondad”


Sakura sonreía como tonta junto al moribundo, se reprochaba mentalmente que no debiera estar así, era como burlarse del herido. Pero el hombre la observaba de reojo y complacido razonaba que Miyuki estaba a salvo. Lo había logrado…..desaparecería el sí, pero ella estaría a salvo.


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Una estela blanca cayó al centro del campamento. Los Shinobi que vieron a la mujer aparecer entre el humo solo rieron sin problemas. Si no era un Zetzu o un muerto…era una amiga.

Naruto llego a la tienda de Arminius gritando feliz:

-¡Sakura-chan! Termino todo al fin, festejemos de una vez.

-¡Naruto! –sonriendo- espera Ja ja ja….yo tengo que…..


Naruto la abrazo por la cintura y giraron como bailando. Se besaron, y abrazados como estaban olvidaron al mundo alrededor. Arminius solo observo evocando los momentos con Miyuki, y le pareció que ellos lo disfrutaban más. Tal vez…lo merecían más también

El sueño eterno lo asalto finalmente…..y recordando el rostro de su amada, se dejo arrastrar a la muerte sin oponer más resistencia. El hombre tendido en la cama exhalo su último suspiro, Arminius “señor de la oscuridad”……había muerto.


Naruto y Sakura detuvieron su danza al notar la pérdida del hombre. Sintieron pesar por él, no lo conocían, pero había salvado al mundo de Madara. Murió como todo un guerrero, murió por la paz. En esos pensamientos estaban cuando Naruto le cubrió con una sábana blanca. Seria enterrado como lo que fue, un héroe.


Una mujer entra a la tienda, Naruto y Sakura ven en los ojos miel terrible dolor. Sakura tomo del brazo al rubio y susurrándole quien era esa mujer, lo aparto del cadáver cubierto. Miyuki avanzo lentamente, cada paso le duele en el cuerpo. Como dagas al pecho son esos pasos hacia la cama. Con su mano izquierda levantó la sabana apartándola y…….

El mundo se derrumbo para Miyuki, esa sonrisa última pensando en ella destrozo el corazón de la señora de la luz. Su esposo había sacrificado sus poderes y su vida por salvarla. Le había demostrado con acciones que aunque no creyera en el amor, lo sentía realmente. Arminius la había amado, Arminius siempre la amaría.

-Miyuki-sama verdad? –Pregunto Sakura- su esposo me pidió que…..

Sakura tenía un nudo en la garganta como si tuviera que herir a la amiga más querida con esas palabras. Cosa extraña por que jamás antes la había visto. Estiro su brazo y le dejo la espada cerca de la cama, no se atrevió a acercarse demasiado, le pareció que tocar a esa mujer era como profanar algo sagrado. Como un pecado irreparable.

Naruto y Sakura la vieron darle un beso en los labios al hombre dormido y llorar en silencio, tan deprimente como las tardes de lluvia en soledad.

-fue un hombre muy valiente..-señalo Naruto- me dio pena –sonriendo- su…..

-silencio…-le cayó Miyuki- están embargados de felicidad. No mientan al decir que les apena….cuando estallan por dentro de risas.


Ambos bajaron la cabeza avergonzados, no podían evitarlo. Eran como niños en navidad y aunque no comprendieran el por qué, no podían remediarlo tampoco. Miyuki sabía que no era culpa de los mortales. El mal no estaba y eso los desequilibraba emocionalmente. Estaban embargados de felicidad y amor. No podían resistirlo.

La diosa de luz puso su mano en el pecho del cadáver y tomando la espada creó una luz tan intensa que no los dejo ver a los Shinobi. Cuando la luz desapareció, Miyuki y Arminius ya no estaban.



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Los 6 meses siguientes en la tierra fueron extraños. Embriagados de bondad los humanos tuvieron gestos impropios de mortales y se pensó incluso en terminar definitivamente con el sistema Shinobi. Poco a poco se fueron equilibrando las emociones y si bien la bondad dominaba…..ya no era al extremo de lo antinatural.

Pero el clima era otro asunto. Una intensa nevada cubrió lo países y durante esos pasados meses no se detuvo. Nieve y lluvia contaste causaban estragos en las aldeas y sus cultivos. Mucha gente sufriría por el hambre si no se detenían las tempestades. Nadie sabía el por qué este fenómeno.

En el templo de las montañas, la diosa de la luz ha llorado y sufrido desde la guerra. Ironía podía llamarse que el evento más feliz de su vida, la paz en la tierra, ahora le importaba poco y nada. Sufría en las noches cuando en la gran cama estaba sola. Lloraba bajo la nieve eterna pensando tan solo en el. Podía escuchar en su mente, los ruegos a Kami-sama por el fin de las tormentas. Los mortales sufrían si, tal como Miyuki lo hacía.

Kami-sama era el señor de los dioses, un ente neutral que jamás intervenía, ni siquiera entre las mismas deidades inferiores a él. Miyuki lloraba porque sentía culpa, le había negado a su esposo las peticiones de hijos. Ella no le daría hijos por que no deseaba engendrar maldad. Anteriores experiencias de Arminius no habían sido más que desgracias.

Pero Arminius tan solo quería a una familia, y ella se lo negó. Así se flagelaba días enteros, como si esto le devolviera algo de ese nombre. Pero lo cierto era……que nada se lo devolvería.


Casi llegando al año de concluir la guerra y con los mismos dilemas. Nieve torrencial y desastres naturales. Miyuki, su corazón desgarrado, estaba destruyendo lo que tanto sacrifico para proteger. La diosa solía tocar el arpa celestial y lloraba recordando a su marido mirándola embelesado. Quería morir, quería dejar de existir, quería ir…..adonde estuviera él.

Desesperada, inconsciente, débil, corrió al cuarto cerrado al que jamás entro el último año. Saco la espada que se prometió no usar, la divina espada de ejecución y lastimando su dedo adorno su filo con la esencia que guardaba de Arminius. El brillo del filo se hizo intenso y ella se lo enterró en un violento movimiento, en un impulso salvaje.


Cayó de rodillas, sin importarle nada. Sus bellos ojos miel se apagaron en un suspiro deprimente. Miyuki, señora de la luz había destruido su eterno valor por la vida. El mal había salvado por amor al mundo, el bien por amor lo estaba destruyendo. Equilibrio, balanza divina y natural.


-allí voy mi querido –fue su último pensamiento al caer


Miyuki uso esa espada por que solo ella podía destruirla. Solo ella, podía darle el destino mismo de su amado. Así que tal vez……volvería a verlo.

Dicen que Kami-sama nunca interviene, nunca rompe esquemas ni corrige cosas. Es neutral, es el observador imparcial de la existencia. ¿Nunca interviene? ¿Aunque la causa fuera justa? ¿Aunque el motivo fuera hermoso? ¿Aunque el mal amara al bien al punto de morir por ella? ¿Y si el bien se autodestruyera tan solo por la posibilidad de verlo?

El templo de las nieves se derrumbo, sin Miyuki ese templo se hizo un montón de escombros, se hizo trizas como el sueño de dos dioses amando como humanos, bailando juntos eternamente.

Kami-sama no intervino, Miyuki……señora de la luz…….había muerto.


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Pasaron 10 años en la tierra:


El clima retorno a su cauce natural, al igual que el corazón de los humanos. Un nuevo Hokage, Naruto Uzumaki dirige los destinos de Konoha. Está casado el hombre con la bellísima Sakura Uzumaki. Tienen dos hijos y uno más en espera. Una época de alianzas y paz se había forjado después de la guerra. Pero el Hokage se prevenía de todo. Siempre existiría el hombre en busca de guerras y sufrimientos.

Sakura, con una bella panza de 6 meses, aun dirige las clases de los ninja médicos en el hospital. Pero suele escaparse, de tanto en tanto, al patio de juegos en la plaza central. Le agrada comer un helado golosa, sonreír y ver a los niños jugar. Además……de vez en cuando…..su “cliente” preferido del hospital le hace compañía.

-Sakura-sama –dijo un niño castaño acercándose- ¿escapando de la tiranía de la vieja Tsunade?

-Arminius, -le reprendió tierna- sabes que no le gusta que llamen así. A propósito….¿como van tus estudios?

-como siempre –le sonrió el niño sentándose al lado en banco

-¿Ósea que mal? –contradijo divertida

-¡Sakura-sama! –Avergonzado- usted no confía en mí. –haciendo puchero

-Ja ja ja pues te veo golpeándote con niños a cada rato…..¿que quieres que piense?

-esos Bakas me molestan porque soy huérfano –de brazos cruzados- por eso les rompo la nariz –sonriendo orgulloso- soy bueno luchando.


Sakura acaricio la cabeza del niño y sonriendo recordó que tan solo era un tierno bebe al encontrarlo en los bosques de país del fuego. Llorando a moco tendido y lleno de vida. Ella lo encontró, y al rescatarlo, se hizo acreedora de darle nombre. Fue en esos días que durante una semana soñó con aquel guerrero muerto hace años y por lo tanto….Arminius sería el nombre del niño rescatado en el bosque por Sakura.

-oye Armi…. –susurro tierna Sakura- acaso alguna niña…..-traviesa- ¿te gusta?


Los ojos del niño, de un verde intenso se abrieron grandes, y su rostro adquirió el color de los tomates maduros.

-No… ¡¿Pe…pero que dice Sakura-sama?! –se quejo el niño desviando la vista

La pelirosa sonrió, sabía lo que había visto hace días. El niño parco y revoltoso tenía una debilidad. Una preciosa niña de cabellos negros y ojos miel……llamada…..

-¡Miyuki-chan! –Grito contento Arminius- ven con nosotros. -llamándola con la mano


Ella se acerco tímida, con ambas manos frente a sí, hizo una elegante reverencia.

-Sakura-sama, –susurro dulce- que honor. –sonriendo

-Miyuki….-indico la pelirosa- no seas tan formal, ven…..siéntate con tu novio que…..

-¡Pero que dice! –gritaron ambos niños, haciendo estallar a Sakura en risas- ¡Somos amigos nada más! –se quejaron rojos como granas.


Sakura lo veía y la imagen de antaño en esa tienda de la guerra se le repetía en la mente. Tanta casualidad, era inconcebible. Veía a Miyuki sacar un blanco pañuelo y limpiar el rostro de Arminius retándolo cariñosamente sobre sus contantes peleas.

En niño hacia puchero dejándose limpiar, pero se le notaba en los ojos alegría por las atenciones de su amiga.

-vamos a jugar al bosque Miyu-chan –sugirió sonriente Arminius- me agrada ver a los pajaritos comiendo de tu mano ¿Cómo lo hacen? ¿Cómo logras que los animales se te acerquen?

-no lo sé…-sonrió humilde- pero cuando estoy contigo no se acercan –dijo pacíficamente- creo que tu no les agradas ji ji ji

-¡poco me importa! –Grito ofuscado el castaño- (a mí solo me interesa que tú me quieras) Jum –de brazos cruzados.

Un destello dorado y Naruto envuelto en la capa y sombrero ceremonial apareció.

-¡Sakura-chan!....-mirando a los niños- Nee….hola chicos –rascándose la cabeza

-buen día Hokage-sama –respondieron ambos niños

Arminius y Naruto se miraron fijamente, ceño fruncido y concentrados como estudiándose.

-Hokage-sama –dijo con gesto serio Arminius- ¿podría hablar a solas con usted?

-¡Por supuesto! –Nervioso- ven Arminius, te comprare un helado y hablaremos. Je je

Miyuki se cruzo de brazos y sonrió divertida. Ese gesto travieso que Arminius adoptaba cuando estaba a punto de hacer una travesura, le agradaba. Sakura en tanto miro a la niña como seguían a los dos alejarse y le susurro:

-el te gusta, ¿cierto?

-Aay si –suspiró sin darse cuenta Miyuki- eh?....digo no…..-nerviosa- no….se.

-ja ja ja, Miyu-chan no te preocupes. Estoy segura que ese chico…..esta muy enamorado de ti.

-¿Lo….cree? –Susurro sonrojada- ¡No!......solo somos amigos y…..(ojala fuera cierto)



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Mientras tanto, Arminius atendía sus asuntos con Naruto.

-gracias por el helado viejo –sonriendo- pero además necesito dinero.

-¡Deja de decirme viejo! -Cabreado- Y no te daré más dinero ¡¿entendido?!. ¿Para qué necesitarías? ¿Tienes los cupones de ramen no?

-¡no puedo invitar ramen a…….a……-sonrojado

-Ju ju ju –respondió travieso Naruto- así que…..”Miyuki-chan” eh?

-¡no te metas en mis asuntos viejo! –Gruño avergonzado- solo dame el dinero que necesito y ya…..-perverso- porque si no…..

-sino qué? –dijo despreocupado

-le diré a Sakura-sama…..-gesto perverso- la identidad de nuevo escritor de las novelas ICHA ICHA que están surgiendo los últimos años.

Naruto trago duro, si Sakura se enteraba que él era quien los escribía, fijo y tendría que mudarse de país. Para colmo el estado de gestación de la mujer, enloquecía sus hormonas brutalizando sus puñetazos. Naruto guardo silencio y buscaba como escapar cuando….

-¿Qué me dices? –Susurro Arminius- “Ero-Kage”


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Minutos después Sakura y Miyuki vieron pasar corriendo a Arminius riendo a más no poder, seguido por Naruto enfurecido como nunca. Las mujeres se quedaron sentadas en el banco de plaza sin moverse y….

-Sakura-sama….-susurro Miyuki- ¿me enseñaría a lidiar con un niño tonto e hiperactivo?

-puedo hacerlo….-le sonrió la rosa- tengo experiencia en ese caso. –Viendo la carrera a lo lejos- Será mejor que aprendas también jutsu médicos –suspirando- presiento que Arminius necesitara quien lo cure.

-Hai… Sakura-sensei –gotita en la cara


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Unas horas después, los niños salieron por el bosque a pasear. Miyuki iba junto a Arminius sonrojada y mirándolo de reojo.

-¿conseguiste el dinero de Hokage-sama? –susurro divertida la chica

-Hai, -sonrojado- (¿Cómo lo supo?) me dio….algo sí.

-seguro lo chantajeaste, –apunto seria Miyuki- Armi…..-le regaño dulcemente

-pero me agrada mucho –haciendo puchero- tengo talento para el mal –carita de inocente- ¿crees que soy…..malo por naturaleza?

-no lo sé….-confundida- conmigo nunca has sido “malo”.

-por que a ti…..-tragando duro-…..me agradas…!Eres mi amiga! –caminando más rápido para que ella no le viera el rostro sonrojado.

Sakura le había indicado algunos consejos, la niña recordó algo sonrojada así que se “arriesgo”. Se acerco rápido para igualarse al chico, y caminando junto a él le tomo con su mano, la mano del castaño.

Arminius comenzó a temblar, se le atragantaron las palabras y duro como tabla siguió caminando sin soltarse la mano. Ella sonrió dulcemente al comprobar que su amigo no la soltaba.

Caminaron por el bosque…..juntos…..como si por alguna razón se conocieran desde siempre. Tan solo 9 años tenían, pero al mirarse a los ojos…..parecían perderse y mezclarse con el otro desde el comienzo del mundo.

Un anciano pescador sentado frente al lago, rodeado de bosques, tocaba un instrumento de cuerda. Un arpa concretamente, y los niños escuchando esa música, y sin decirse nada en el proceso…..miraron a los ojos y comenzaron a bailar abrazados.

¿Kami-sama jamás interviene? Tal vez……pero alguien tiene que tocar la música para que las parejas bailen ¿verdad?



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Mientras el hombre exista sobre la tierra, su corazón será capaz de bondad y maldad. Ahora tendrás otros nombres, ya no mas Arminius y Miyuki. Pero en la balanza del universo, bien y mal se pesan…..equilibrándose.


Como un baile interminable de a dos, como dos dioses bailando en un templo, o dos niños bailando en un bosque. Eternos, necesarios, imprescindibles.


Bien y mal……bailando en la eternidad.




fin de la historia.... gracias por comentar.

me gusto este shot

genial como siempre...
una historia conmovedora...

una historia realizada por el dia de los enamorados, me parecio linda y al mismo tiempo me dio flojera inventar otros nombres XD.


saludos y gracias por los comentarios

Sublime, muy buen shot, me encantó, eres uno de mis autores favoritos de este foro, he leído varias historias tuyas y me parece grandiosa la forma en que escribes y este shot no fue la excepción, sigue así, muchas felicidades!!!!!...

Increible...
Me ha dejado helada o.o
Entonces si la amaba pero a su manera, al menos no murieron y siguen juntos
Eso me alegra tanto n.n
Entonces kami-sama si interfiere jijiji
El bien y el mal se aman mucho c:
Espero ver mas historias tuyas

Es de las historias mas hermosas que e leído en mi vida.
Te asen pasar desde miedo, al amor, al dolor y a la esperanza en un segundo.
toda tu historia me tubo tan impresionada que me dejaste con un nudo en la garganta.
Me encantan tus historias tanto por que siempre tienen algo que se arraiga en el corazón.

Quiero seguir leyendo mas trabajos tuyos.
Gracias por darme momentos así.