Sola (NS) [Capítulo 1]

Mientras caminaba hacia el despacho de la hokage las duras palabras que mi padre había soltado retumbaban en mis oídos, no podía evitarlo, mi rostro frío y lúgubre se mantenía en alto, observando sin sentimiento alguno las personas con las que me cruzaba en el camino.

¿Cómo podía hacerme esto?

Esa pregunta taladraba mi cabeza insistentemente, no bastaban las insistentes torturas que tenía que soportar día tras día, las cuales forjaron este mal y despreciable carácter, sino que tendría que unirme a cualquier grupo que a Tsunade le pareciese adecuado para así parar de acercar sospechas hacia nosotros, era extraño que una niña nunca haya sido entrenada, pero que sepa luchar, y que haga misiones completamente sola, ¿no?

Cansada.

Eso es lo que estaba, de tener que soportar la vida que me había tocado, debajo de la ropa, ocultas para cualquier persona, se encontraban decenas de vendas, tapando las heridas provocadas hace unos días por el mero hecho de que mi padre quería divertirse un rato, él no quería una hija o hijo, él quería un arma, y eso es en lo que llevaba trabajando año tras año, apreté mi puño con fuerza sin parar de caminar, no lo hacía por el insistente dolor que atravesaba mi cuerpo, eso ya era una costumbre, sino por tener que realizar misiones al lado de otras personas, no aguantaba a la gente, todo el mundo con esas estúpidas sonrisas en la cara, alejados de preocupaciones, y yo así, con ganas de morirme día tras día.

Suspiré con estrés, a saber con qué clase de personas me tocaba hacer equipo, espero que empiecen a odiarme y así podría estar más tranquila, sin tener que soportar banales charlas, carentes de sentido alguno.

Como había querido mi padre, a estas alturas, solo era un arma, sin sentimientos, sin nada, solo con un gran vacío que se extendía día tras día en mi marchito corazón.

Alejé aquellos pensamientos que habían provocado que en mi rostro se colocase una pequeña mueca de asco, sustituyéndola por mi característica expresión fría.

Odiaba a mi padre, y eso nunca cambiaría.

En ese momento me encontraba delante de la puerta del despacho de la hokage, se podían escuchar distintas voces desde dentro, la de Tsunade y una bastante alterada y con un tono, a mi parecer, irritante.

Mi padre me había dicho que fuese a esa hora, ya que había avisado a la hokage de la razón por la que iba, sí, para conocer a mi equipo.

Como esa maldita voz pertenezca a mi nuevo grupo preferiría morir.

Peté con desgana en la puerta y cuando escuché un simple 'Pase' de parte de la hokage puse mi mano en el pomo, con unas ganas carentes de entrar.
Después de un par de segundos abrí la puerta, entré y la cerré tras de mí.

La hokage se me quedó mirando, analizándome, nunca me había visto en persona, paseé mi mirada sobre mis compañeros, un rubio con ojos azules y unas extrañas marcas como si fuese un gato, sería el jinchuriki, un chico de cabello y ojos negros con una especie de camiseta que le llegaba por arriba del ombligo y, el que supongo que será el maestro, por su edad, un señor con un extraño pelo gris y un ojo tapado por su banda, ¿lo habrá perdido?

Mis pensamientos se vieron interrumpidos por el rubio el cuál se había acercado hacia mí con una amplia sonrisa, ¿por qué sonreía? Fruncí el ceño, ¿por qué se acercaba tanto?

-¡Hola! Soy Naruto Uzumaki - extendió su mano, supongo que para que se la estrechase, mas decidí simplemente ignorarle, rodando con lentitud mis ojos 'serán unos meses largos' pensé con cansancio.

El rubio... ¿Naruto? Frunció el ceño y me apuntó con un dedo, sin llegar a borrar su sonrisa, pero esta vez poniéndole un toque desafiante.

-No te vas a librar tan fácil de mí- Dejó caer su mano y se encogió de hombros sin borrar esa maldita expresión de alegría.

- Me caes mal gato bocazas- dije tajantemente, suspiré y me crucé de brazos con tranquilidad.

-¿¡QUE HAS DICHO!?- cerró el puño y frunció el ceño, ¿cuántas arrugas se le pueden formar en el entrecejo? Creo que tiene cinco, eso debe ser un nuevo récord.
Creo que sigue hablando, pero solo me puedo fijar en las arrugas que se le formaron, que pesado es, a ver si me traga la tierra o algo.

-¡NARUTO CÁLLATE!- Tsunade gritó a la vez que golpeaba con fuerza la mesa, casi me da un infarto, realmente no me lo esperaba, mantuve mi mirada fría en todo momento, observando como el rubio se callaba en un abrir y cerrar de ojos.

-Bueno, estos son Kakashi, Sai y Naruto, tus nuevos compañeros- dijo la hokage sosteniendo una sonrisa intranquila en su cara y observando fijamente al rubio para que se estuviese quieto.

Ahora que me fijo Naruto y Sai deben tener 16 años, como yo.

Todos me sonrieron, gesto que no correspondí.
Volví a suspirar, van a ser unos meses muy largos, demasiado largos y todo por culpa del rubio despeinado, los demás parecían más tranquilos y soportables, seguro que me acaban ignorando, algo que deseo.

Hola, se ve muy interensate tu historia. Me ha gustado el trama en cuento a la personalidad de sakura. Pobre debió sufrir mucho, bueno aun sigue sufriendo por su padre
Espero el próximo capitulo.

Hola, se ve muy interensate tu historia. Me ha gustado el trama en cuento a la personalidad der sakura. Pobre debió sufrir mucho, bueno aun sigue sufriendo por su padre
Espero el próximo capitulo.

Buenas, se ve muy interesante la historia, una Sakura con la actitud de Sasuke jejeje. Espero continuación. Se despide NaruSannin. Adiós y éxitos.

muy buena la historia, espero conti saludos