La Gira [+16] [Capitulo 20] [14/04/15]

Su sedosa cabellera rubia se movía levemente por el viento, mientras saltaba de un árbol a otro apresurado, “Hoy es, ¡hoy será el gran día!”  Pensó decidido, mirando la hermosa rosa que sostenía en su mano, “Si definitivamente, hoy se lo diré...” su mirada se mantuvo en cada detalle de la rosa, desde el tallo hasta las finas hojas color esmeralda que se mantenían vivas y brillantes dándole un toque elegante, suspiro con angustia y temor, después de todo… hoy se le confesaría a la chica que siempre ha amado.

Esa chica que cada día le quitaba un suspiro de vida, que con sus hermosos ojos color jade lo mantenían activo todos los días elevando su esperanza aun cuando esta no estuviera, cuando su corto, pero perfecto cabello rosado se movía al compás de sus pasos cautivándolo, que con cada golpe o regaño que ella le daba lo hacía sonreír pues así sabía que no se olvidaba de el aunque le pareciera algo estúpido y tonto, pero que también gracias a esa sonrisa cautivadora y protectora que le regalaba cada mañana desde que la conoció le regalaba un día más de vida, todo eso en una sola mujer y solo en una…

--Sakura-chan….

Cuando llego a su destino bajo del árbol de un salto quedando enfrente de la casa donde daría el gran paso, uno que podría ser el último, acomodo su camiseta blanca y sacudió un poco sus pantalones cayéndose unas cuantas hojas de este, tomo un poco de aire y ladeando un poco la cabeza, rasco ligeramente su mejilla algo confundido, ¿Cómo debía confesarse?, era nuevo en ese tipo de cosas del amor, pero ahora que la guerra había acabado, Sasuke había regresado a la aldea después de la batalla contra Kaguya, ambos lastimados y Sakura acercándose hacia los dos con lágrimas en sus ojos, Naruto al verla sonrió satisfactorio pues no había salido lastimada y eso lo animaba un poco al saber la escena que pronto ocurriría.

Sakura corriendo hacia Sasuke, sujetando su cuerpo con fuerza mientras lloraba, para después el calmarla y ella sonriéndole tiernamente acercando sus labios hacia los de él, para después…..

Sacudió su cabeza ante ese pensamiento, miro de nuevo hacia el frente y para sorpresa del rubio, Sakura estaba enfrente suyo ocultando su rostro entre su cabello, Naruto que estaba sentado en el suelo, intento levantarse con esfuerzo pero ella no lo dejo cuando de pronto… lo abrazo. Y con bastante fuerza, tanto que ya lo estaba dejando sin respiración, ella al notarlo se separó preocupada, para después regañarlo diciéndole cosas como “¿¡Eres un idiota!? ¡Casi mueres!, nunca lo vuelvas hacer Uzumaki, ¡me oíste!” y “¿Qué haría yo si te mueres?, lo has pensado…. Estaría sola…”  Sorprendido por el actuar de la peli rosa, lo único que pudo hacer fue responder con una débil y cansada sonrisa, cayendo así al suelo.
Tiempo después, Sakura y él salían mucho, tanto que ya se consideraban los “mejores amigos inseparables”, comían juntos, jugaban, se reunían en las noches para comer juntos como en una pijamada y una que otra vez, Sasuke se unía a ellos causando celos en el rubio en un par de ocasiones, aun así se llevaban muy bien. Pasando los días el viejo equipo de Sasuke “Taka” llego a la aldea entregándose, las autoridades de Konoha lo juzgaron culpables y como al pelinegro, les pusieron sentencia a encarcelamiento confinado, Karin vieja integrante y aun chica enamorada de Sasuke, se opuso al arresto hasta que a Naruto se le hizo una idea que beneficiaría a todos, a todos, excepto a Sasuke. El acuerdo fue en que ella tendría visita pero solo por parte del pelinegro todos los días, sin excepción. Gracias a ese acuerdo a los pocos meses la pelirroja cambio su actitud y fue una de las primeras en salir bajo condición, consiguiendo que Sasuke se fijara en ella aun cuando el aseguraba que no tenía atracción hacia Karin.  

Regresando al presente… Naruto aún seguía con su problema principal… Sakura. Ahora que su amigo salía con Karin, Sakura regreso a sus labores en el hospital, y él, a las pocas misiones que le encargaba Tsunade de en vez en cuando, aun así no se le hacían fácil, por sus “fans” que había conseguido después de la guerra, ahora era el chico más codiciado de las 5 naciones ninja, tanto Sakura como él, habían sufrido las típicas batallas entra bandas de chicas de la aldea, Ino también se había unido a la contienda por el amor del rubio pero después de un tiempo, ella empezó a salir con Sai, siendo ahora novios oficiales, por otra parte Sakura era la más buscada pues el rubio pasaba todo el día junto a ella, y ya no era nada sencillo salir de su casa sin ser señalada por todas las chicas. A un así su amistad jamás cambio por eso, sino al contrario los unió más, causando que Naruto se enamorara más y más de la peli rosa.

--Vamos Naruto eres un hombre o una niñita asustada—Escucho en su interior.

--¡Por supuesto que soy un hombre!

--¿Entonces?, solo toca la maldita puerta y pídele que se aparee contigo—Dijo de manera natural.

--¿¡P-Pero que dices!? Así no son las cosas, Kurama— Respondió con una gota en su frente.

Afuera de su mente, Naruto observo detenidamente la puerta de madera, estaba nervioso muy nervioso, lentamente elevo su mano y con un toque suave en la puerta, espero, pasos se escuchaban en el interior, esos pasos acercándose lo ponían más nervioso y asustado a ser rechazado.

Antes de que llegaran a la puerta, un anbu apareció a un lado de él, asustándolo.

--Naruto-sama—Hablo el anbu educadamente—Tsunade-sama lo llama, ahora.

--¿Qué? ¿Ahora?, no puede esperar solo unos minutos ahora estoy….

--Lo siento—Interrumpió el anbu—Lo necesita ahora mismo en su oficina—Dicho esto, desapareció en una bola de humo, dejando a Naruto confundido y molesto.

--Mierda….

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Con su cabello levemente mojado cubierto por una toalla, buscaba por toda su habitación, arrojando toneladas de ropa de un lado a otro sin importarle que o quien quedara enterado, se acercó a su armario y de ahí saco una blusa rosa y de la montaña de ropa saco un short blanco pequeño, justo para la ocasión pues en plena primavera el sol en Konoha era horrible, y para Sakura, el calor no era su mejor aliado, cansada, se quitó la toalla lanzándola lo más lejos posible perdiéndose por el mar de ropa, aventándose en su cama perfectamente blanda, hoy era otro día normal para ella o al menos, eso creía.

Hasta que un quejido la hizo mirar a la puerta de su habitación encontrándose con una graciosa imagen de su padre con bastante ropa cubriendo su rostro y parte de su cuerpo mientras se mantenía con los brazos cruzados, ella no pudo contener una carcajada.

--Lo siento papá—Se disculpó, tapando su boca—No sabía que estabas…

--Si, si, tocan en la puerta, abre por favor, lo iba a ser yo pero primero debo quitarme toda esta ropa que llevo de más—Elevo una ceja con una sonrisa.

Sakura correspondió la sonrisa y rápidamente salió de su habitación dándole un rápido beso en la mejilla a su padre, acto seguido, bajo las escaleras hasta llegar a la puerta para después abrir.

--¿Hola?—Pregunto al ver que no había nadie—Debió haber sido otra “fan” haciéndome sus bromitas—Sakura suspiro con intención de volver a dentro pero algo llamo su atención, bajo su vista y en el suelo, enfrente de su puerta, se encontraba una hermosa rosa color rojo, extrañada agarro la rosa y volteo a ambos lados, sin encontrarse a alguien, el olor de la rosa se le hacía muy familiar, era reconfortante y abrumador, sin encontrar al dueño de la rosa regreso adentro topándose con su papá que bajaba de las escaleras.

--¿Quién era hija?

--No lose, pero dejo esto—Le mostro la rosa—Lamentablemente no descubrí quien la había dejado.

--Oh… no.

--¿Qué?, ¿Qué sucede?—Pregunto preocupada la peli rosa al ver el rostro molesto y preocupado de su padre.

--Esos malditos adolescentes... ¡Me quieren quitar a mi hija!—Grito con lágrimas en los ojos.

--¿¡Pero qué dices!?....¡Papá!

Continuara....

Después de su intento fallido de confesarse, no tuvo otra opción que dejar la rosa en el suelo y desaparecer con un sentimiento floreciendo tan rápido como el rayo, enojo.

De un momento a otro, ya estaba en la entrada de la torre hokage, decaído, entro hasta llegar a la puerta de donde un toque suave, entro, encontrándose a Tsunade con una botella de sake en sus manos mientras que con la otra firmaba papeles a lo bestia, al parecer ya estaba ebria, Naruto con una gota en su frente, entro a la oficina, Tsunade al verlo, lanzo la botella hacia él con una fuerza brutal como para matarlo, solo que gracias a la agilidad de el rubio pudo esquivar la botella con facilidad.

--¿Por qué esta borracha esta vez?—Pregunto Naruto, al ver a Shizune entrar a la oficina.

--Esta estresada con todo lo de la alianza shinobi y ahora con la gira que se llevara a cabo.

--¿Gira?—Pregunto, levantando unos papeles.--¿Qué gira?

Antes de que la castaña pudiera contestar, Tsunade se levantó de su escritorio tambaleándose, apenas manteniéndose en pie, intento caminar pero tropezó, Naruto ágilmente se acercó pasando un brazo por su espalda y el otro sujetando su mano evitando que cayera al suelo, segundos después, miles de anbu estaban en la oficina, entre todos ellos estaba Sasuke. El rubio sonrió con gracia.

--¿Ahora qué hiciste dobe?—Dijo Sasuke elevando una ceja.

--¡No fui yo!—Expreso con un puchero, el pelinegro bufo molesto despareciendo con todos los anbu— Valla que son lentos…

--Naruto-kun, puedes dejar a Tsunade en el sofá por favor—Pidió Shizune, indicando el sofá de la esquina—Parece que mucho sake le causo sueño.

Se acercó al sofá lentamente dejándola recostada, la miro por unos minutos y pensó “¿Algún día seré así?, espero que no” soltó una risa y volteo para seguir ayudando a Shizune, ya cuando acabaron de recoger todo, le pregunto a Shizune lo que tenía en su cabeza navegando desde que llego.

--¿De qué gira hablaba?

--¿Eh?—Giro, quedando de frente--¡Oh eso!, yo no…

--Esa gira es para ti, Naruto.

Ambos sorprendidos voltearon hacia la voz topándose con Tsunade que estaba sentada en el sofá con otra botella de sake en sus manos, se le veía muy tranquila, algo sonrojada por el efecto de sake que aún no pasaba. Su vista estaba dirigida a la nada, su rostro estaba neutral, Naruto aun sorprendido miro la botella que traía en sus manos y frunció el ceño.

--¿¡Cómo diablos hace eso!?

La rubia giro su vista a él y sonrió levemente mostrando la botella con satisfacción, Shizune golpeo su rostro con su palma, era imposible tratar con la hokage, así que sin decir nada más, salió de la oficina dejándolos solos, el rubio suspiro metiendo ambas manos a sus bolsillos recargándose en el escritorio, hoy no estaba de humor para bromas y menos con Tsunade, que le había quitado la oportunidad de conseguir decir sus sentimientos hacia Sakura.

--Me pregunto si… Le habrá gustado la rosa…—Pensó mirando por la ventana.

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En una sala de emergencia, Ino la mejor amiga de Sakura, operaba a un ninja que se había lastimado en uno de los entrenamientos de Sasuke, a veces se preguntaba ¿Cómo Sasuke había llegado a ser el jefe de los anbu?, y lo más impresionante, en tan solo un par de meses o al menos desde que salió de prisión gracias a la ayuda de Naruto.

--Naruto….

Hoy en todo el día no había tenido la oportunidad de verlo o hablar con él, ni siquiera lo había visto en su puesto favorito de ramen, el cual era extraño ya que normalmente siempre se la pasaba comiendo en ese lugar, ella lo regañaba por eso, siempre le decía que comiera frutas y verduras para que se mantuviera sano, pero parecía que hablara con la pared, porque al día siguiente, él era el primer cliente en comprar ramen. Lo único que podía hacer era rezar porque algún día eso no le afectara a su cuerpo o lo enfermara.

--Oye frentona, despierta—Escucho a su derecha, asustada giro topándose con Ino que la miraba con una sonrisa maliciosa—No estarás pensando en Naruto, ¿o sí?

Sin decir nada, se sonrojo notablemente haciéndole competencia a un tomate, la sonrisa de Ino creció más al saber que había dado en el clavo, Sakura siempre se decía ¿Cómo Ino descubría todo?, era como si pudiera entrar en su mente y descubrir lo que pensaba, lo cual era algo estúpido, porque Ino si podía hacer eso, más nunca pudo con Sakura. Lo había intentado una vez en los exámenes chunnin pero gracias a su otra Sakura (iner) que estaba en su mente, Ino no pudo controlarla y así acabaron empatando siendo las dos descalificadas.

--¿Yo? ¿Pensando en el baka de Naruto? No claro que no, es una tontería—Giro sobre sus talones y camino hasta su oficina saliendo de la sala de emergencia, Ino al verla le dio las herramientas de operar a un médico que estaba cerca y salió de la sala persiguiéndola.

--Vamos Sakura, a mí no me puedes engañar, tal vez al idiota de Kiba sí, pero a mí, ¡Jamás!—Aseguro sentándose en una silla— ¿Hoy lo has visto?

--No… pero eso no me importa en lo absoluto, es su vida, él puede hacer lo que se le dé la gana, él no me interesa en nada—Dijo cruzándose de brazos, molesta.

Un sonido en la puerta las hizo voltear, Sakura al voltear se topó con unos ojos azules color cielo viéndola intensamente, su corazón latió tan rápido que sintió que salía de su pecho como una bala, su rostro se tornó color rojo nuevamente y su cuerpo se tensó, Ino solo se quedó ahí, mirando a ambos tan rápido como podía, mientras tanto, Naruto solo se recargaba en el marco de la puerta con sus brazos cruzados.

--Entonces, si puedo hacer lo que yo quiera, no te importara que me valla de gira durante un año ¿Verdad?, Sakura-chan—Pregunto con algo de dolor en sus palabras.

Ambas miraron sorprendidas al rubio, que sonrió forzadamente mientras se iba, Ino fue la primera en reaccionar y al ver que Sakura no movía ningún musculo, se levantó de la silla y se acercó hasta que dar en frente, paso sus manos por sus ojos a ver si así reaccionaba, pero no pasó nada, quedándose sin tiempo y sin opciones, una idea surgió y posando sus manos en ambos hombros la zarandeo como nunca lo había hecho en su vida pues en esta ocasión era de vida o muerte o al menos, para Ino, amor o estupidez.

--¡Frentona reacciona!—Grito dándole una bofetada, Sakura al sentir el contacto por pura inercia regreso el golpe dejando a Ino con la boca abierta—¿¡Que pasa contigo!? ¡Sabes lo que me tarde en dejarme la piel así de suave!

--¡Cállate cerda!, ¿A Dónde se fue Naruto?—Pregunto quitándose la bata.

--No lose, tú te quedaste en shock al escuchar que Naruto se iría por un año, y ya no tuve tiempo para saber por dónde se había ido.

--Naruto, ¿Se ira de la aldea? ¡Imposible!

Empujando a un lado a todos los que se les atravesaba, Sakura se hizo paso entre toda la multitud del hospital, le pregunto a todos los pacientes, enfermeros o personas que pasaban por el paradero de Naruto, pero nadie le respondió pues no lo sabían, solo una enfermera que le indico que después de salir de su oficina se había marchado despareciendo en medio hospital con un rayo de luz amarillo, Sakura golpeo su frente mentalmente, se sentía la peor persona en el mundo, le había dicho que no le importaba su mejor amigo, compañero, confidente, su todo, y gracias a ello, él se había molestado y no lo culpa, pues ella también pensaba lo mismo de sí misma, pero lo que Naruto le había dicho en el hospital la mantenía con una duda enorme y frustrante.

--Naruto…. ¿Se va?—Pensó con tristeza.

Continuara...

Su mirada estaba vacía, tanto por dentro como por afuera, su sonrisa se había desvanecido como el cielo que ya empezaba lentamente a nublarse tapando los pequeños rayos de sol que atravesaban la aldea, su caminata era lenta y algo torpe, su vista no estaba dirigida en el camino, y sus sentidos se habían apagado lenta y dolorosamente, después de la palabras de Sakura en el hospital, Naruto había sentido un gran hueco en su corazón, en ese instante quería llorar, reclamarle por lo que había dicho, decirle que a él si le importaba ella…. Que estaba  enamorado de ella.
Pero todo se hundió en tan solo unas cuantas palabras, y lo peor, es que Sakura no había hecho nada por detenerlo o decirle que todo era un error, que todo lo que había dicho no era enserio, que todo… era un simple fantasía. Pero no, todo lo que imagino, todas las posibles opciones de seguir con su vida normalmente, sin haber escuchado a Sakura, solo eran una farsa que jamás se podrían borrar.
Llego al campo de entrenamiento donde había sido su primera prueba en equipo junto con Sasuke y Sakura, camino hasta los 3 troncos que se encontraban en el lugar concentrándose en el tronco de en medio, donde él estuvo amarrado por haber perdido la prueba, poso su mano en el tronco mientras cerraba los ojos recordando los momentos que había pasado en ese lugar, soltó una risita al recordar el reencuentro del equipo 7, exceptuando a Sasuke, cuando hicieron de nuevo la prueba de los cascabeles y esta vez gracias al trabajo en equipo, lograron completar la prueba con éxito. Duro unos minutos con sus ojos cerrados hasta que Kurama hablo rompiendo el momento que tenía.

--Chico, sé que esto te duele, pero si te sirve de consuelo…--Sonrió—Puedes invocarme y yo complacido me desharé de esa mocosa por ti.

--Kurama, siempre fuiste muy malo aconsejando...—Susurro mientras sonreía—Y además, si te deshicieras de ella, tu y yo moriríamos—Kurama abrió los ojos sorprendido, Naruto al verlo, continuo—Sakura-chan es la única razón por la que sigo en pie… Sin ella, no sé lo que haría, y la verdad no me importaría mucho que estuviera con alguien más, mientras que ella sea feliz, yo soy feliz.

--Valla…--Susurro Kurama—En verdad eres un chico estúpido…

--Si, lo sé.

Sin prestar mucha atención, un anbu apareció a su lado, Naruto sin abrir sus ojos hablo.

--No esperaba a que me encontraras tan rápido.

--Dobe, tú y yo estamos conectados. En cualquier lugar donde estés, yo te encontrare—Comento Sasuke, mientras se quitaba la máscara—Tsunade te quiere ver ahora, necesita tu respuesta, recuerda que si aceptas, no volverás a la aldea hasta dentro de un año.

--Lose…

Ambos de un rápido movimiento desaparecieron del lugar, llegando a la torre hokage, apareciendo justamente frente a Tsunade que al verlos, sonrió, pues nunca se imaginó que viviría tanto como para ver la paz que justamente Jiraiya buscaba, y toda esta paz gracias a sus discípulos, Sasuke por parte de Orochimaru, Sakura por parte de ella y por ultimo Naruto, que gracias a las enseñanzas de Jiraiya, él había logrado ser un hombre hecho y derecho, claro que con algunos defectos que había heredado, pero aun así nunca se desvió de su camino ninja, ya a sus 19 años, habían madurado bastante  siendo tan jóvenes convirtiéndose en los nuevos sennin.

--Naruto—Lo llamo—Necesito tu decisión, sé que la que tomes, será la correcta.

--Acepto Oba-chan, acepto esa gira por las naciones.

Todos miraron sorprendidos al rubio, que este solo miraba a Tsunade con una sonrisa, pero lo que no había notado es que en la puerta de la oficina, se encontraba Sakura que había llegado unos minutos antes. Su corazón se estrujo de manera impresionante, lagrimas no tardaron en aparecer, Sasuke volteo ligeramente sin llamar mucho la atención, y la vio… Con ambas manos tratando de ahogar un sonido o quejido mientras las lágrimas aparecían de forma sorpresiva, al lado de Sakura apareció un clon del pelinegro, alejándola de la habitación tan rápido como podía para que no lo notara Naruto.

--Tsunade-sama, ¿Puedo retirarme?—Pregunto Sasuke volviendo a ponerse la máscara, Tsunade a un saliendo de la impresión asintió, Sasuke se dio media vuelta y camino a un lado de Naruto.

--Cuídala bien. –Susurro Naruto.

--….

No hizo ningún movimiento ni hablo, solo se fue del lugar dejando a Naruto con una tristeza en su corazón, él sabía que Sakura había escuchado todo, hasta cuando Sasuke la saco del lugar, mentalmente agradeció eso, ya que no quería verla llorar, eso destrozaría todo su ser y más por que prometió que siempre la cuidaría, no importara como, siempre la protegería, y ahora eso ya no sería posible.

--Y… ¿Cuándo me iré?—Pregunto tratando de volver al tema—Digo, estaré afuera un año.

--Eh… te irás hoy mismo, pero antes, tendrás que llevarte a acompañantes contigo, esta gira es para que visites a todas las personas de las cinco naciones ninja, y necesitaras protección.

--Bien ¿Cuándo los escogeré?

--Oh no, yo los escogeré, y a quien elija se irá contigo. Sin excepción.

La miro por segundos tal vez minutos, pero no quito su vista de la rubia en ningún momento, quería encontrar la trampa de todo esto, la broma escondida. Finalmente frunció el ceño ladeando un poco la cabeza mientras cruzaba sus brazos.

--Siento, que esto será un chantaje hacia Sakura…

--No lo sientas, créelo, porque a la primera que le voy a pedir eso, será a ella—Afirmo autoritariamente, Naruto bufo con una sonrisa burlona.

--No me esperaba menos de ti, Oba-chan

--¡Por eso soy la hokage!—Restregó con orgullo.

Naruto subió sus manos hasta su nuca y salió de la oficina hasta llegar a las afueras de la torre, ya afuera lanzo un largo suspiro, y estiro sus brazos para que recorriera sangre, tenía muchas cosas por hacer en tan poco tiempo, así que sin perder más de su valioso tiempo se marchó directo hacia su casa.

Por el camino, se topó con un rasengan dirigido a él a máxima velocidad, Naruto no le prestó atención y con tan solo una mano, sujeto la el brazo de la persona que lo quería atacar y lo tele transporto hacia otro lugar donde segundos después se escuchó una gran explosión, él sonrió satisfecho.

--Muy bien hecho, Konohamaru—Susurro sin quitar su sonrisa, llegando finalmente a su hogar—No me esperaba menos de mi discípulo.

Unas horas más tarde, en la azotea de la torre hokage se encontraban Naruto y Tsunade junto con Shizune y Konohamaru, él rubio se acercó a la barandilla y observo que casi toda la aldea estaba para despedirse de él, por un momento se sintió feliz, pues al fin había logrado lo que quería, excepto lo de hokage, pues eso sería al regresar de su gira, miles de aldeanos, ninjas y personas de aldeas cercanas estaban saludándolo, enviándole besos, entre muchas otras cosas, Konohamaru ya a la edad de 16 años, estaba a su lado hablando de cosas variadas, unos segundos después, Tsunade se acercó a la barandilla y todos guardaron silencio respetuosamente.

--Hoy, estamos reunidos para despedir al gran héroe de la cuarta gran guerra ninja, en donde gracias al esfuerzo y sacrificio de todos, conseguimos la paz que tanto deseábamos, y ahora nuestro héroe ira a las otras naciones para transmitir sus momentos con los demás kages, esperemos y le deseamos que todo vaya bien en este largo viaje de un año, y esperamos que a tu regreso, aceptes… el puesto de hokage que estará esperándote aquí.

Todos los aldeanos empezaron a chiflar, aplaudir o a gritar el nombre de Naruto en coro, la hokage lentamente se retiró de la barandilla dándole paso a Naruto, él un poco nervioso se acercó ganándose la ovación de todos los presentes.

--Eto…--Rasco ligeramente su mejilla—No soy muy bueno con esto de los discursos, pero quiero decir que no solo fui yo el que acabo con esta guerra, sino fuimos todos como alianza, eh aprendido mucho estos últimos años y se perfectamente que no me gustaría estar en otra aldea que no fuera mi hogar, Konoha. Sé que también otras personas necesitan la ayuda de alguien y sé que no soy un dios o algo parecido pero are lo que tenga a mi mano, para ayudar en lo que pueda, así como todos nos ayudamos cuando estuvimos en la guerra, perdimos a mucha gente, padres, hermanos, hermanas, conocidos y sé que es doloroso, sé que no tuve padres que cuidaran de mi cuando era pequeño, pero también perdí personas cercanas a mí—Volteo mirando al cielo con una sonrisa nostálgica—Perdí a un amigo, un amigo que sé que no podre recuperar…. Pero… Yo sé que me está viendo desde allá arriba con una sonrisa, será un largo año sin Konoha. Valla que extrañare este lugar y a todos ustedes, solo puedo decir que, este es mi nuevo camino ninja, y jamás lo dejare, gracias, Konoha.

Un silencio invadió la plaza, todos estaban sorprendidos y expectantes a las palabras del rubio, entre todo ese silencio un aldeano empezó  aplaudir seguido por otros y luego por todos, llenando la plaza con aplausos y chiflidos, Tsunade se acercó y toco su hombro ganándose la mirada de él.

--Serás un gran hokage…

--No tanto como tú—Dijo sonriendo, para después ser abrazado fuertemente por la rubia, al principio se sorprendió, pero poco a poco acepto el gesto abrazándola—Nos vemos en un año… –Susurro.

--Claro, sexto hokage—Respondió con melancolía.

Continuara....

En las puertas de Konoha se encontraba Naruto que ahora vestía diferente a su normal vestimenta, pues esta vez llevaba un pantalón negro en su totalidad solo una que otra parte con llamas rojas decorándolo,  su chamarra negra con naranja la había cambiado a una negra con rojo con varios detalles blancos en las mangas, su banda y su equipo ninja seguían siendo iguales.

Estaba preparando todo para el largo viaje, Tsunade le había dado instrucciones, su primer destino era Suna, donde lo recibiría Gaara. Ahí se tendría que hospedar al menos unas 2 semanas, después, los hermanos del pelirrojo le darían instrucciones para su siguiente destino, en este viaje no iría solo, ya que aun con la paz que se había presentado en las últimos meses, aun habían desertores sueltos.

--Parece que ya estás listo—Escucho a sus espaldas.

--Sí, estoy listo Oba-chan, ¿Quiénes serán mis acompañantes?—Pregunto sujetando una mochila negra.

--Bien, pues a eso vamos, tu primer protector será: Sai—Cuando termino la última frase apareció Sai, con una sonrisa menos falsa que la primera vez que lo había conocido, al parecer Ino había hecho un efecto positivo en él—El segundo será, Kiba seguido por Hinata y Shino—Los tres aparecieron formándose a un lado de Sai—Los siguientes son, Rock Lee junto con Tenten, después de ahí son….

--Espera, no me digas—Interrumpió—Ino, Shikamaru y…. Chouji.

--Exacto, y por último…

--Sakura-chan, ¿No es así?

Tsunade sonrió de un lado sin dirigirle la mirada pues estaba viendo hacia el frente, Naruto siguió la mirada de la hokage y ahí los vio…. Su antiguo equipo.

Como si fuera en cámara lenta, los miro uno por uno, primero a Sakura, ella venía con su equipo ninja solo que ahora llevaba una mochila para sus cosas como Sasuke, que caminaba tranquilamente con sus manos en los bolsillos y junto a ellos, se encontraba Kakashi, leyendo uno de esos libros que tanto le gustaban, los tres llegaron hasta ellos formándose con los demás, dando un total de 13 protectores (contando a Akamaru), Tsunade los despidió a todos y así empezó su largo viaje.

Poco a poco se adentraron al bosque sin ningún previsto, Naruto caminaba a un lado de Sasuke mientras que los demás se adelantaban, el pelinegro lo observo detenidamente sin dejar de caminar, Naruto al percibir la mirada de su compañero, se giró y lo miro de la misma forma solo que un poco confuso.

--¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?—Pregunto.

--No, no tienes nada, más que la misma cara de dobe—Respondió con una sonrisa burlona—Pensé que al fin me desharía de ti en este viaje—Agrego lanzando un suspiro.

--Yo también pensé lo mismo…. Pero no todo es color de….

Cayo repentinamente dejando la frase incompleta en el aire, pues al frente de ellos estaba su compañera de equipo, Sakura caminando junto con su maestro, Naruto la miro un par de segundos, para después desviar la mirada hacia el otro lado, Sasuke al ver esto rodo los ojos.

--¿Pero no todo es color de….?—Hablo con serenidad—Termina la frase.

--Em… yo creo que después te diré, ya se me olvido—Sonrió torpemente rascando su cabeza—Kakashi-sensei, ¿Cuánto llevamos caminando?—El peli plata volteo un poco su cabeza.

--No te preocupes Naruto, en un momento descansaremos—Dijo regresando la vista al libro que tenía en su mano.

Unos 30 minutos después, Naruto se arrastraba de una manera graciosa por el suelo, sus compañeros lo miraban con una gota en la cabeza pues se preguntaban “¿Cómo es que él, era el héroe de la cuarta gran guerra?”,  Kakashi se detuvo al fin dando una señal para que descansaran, el rubio sonrió ampliamente.

--Mañana seguiremos, por ahora descansen y armen el campamento—Dijo esto último despareciendo en una bola de humo.

Todos desempacaron y armaron sus tiendas, unos minutos después Rock Lee con ayuda de Chouji y Kiba recolectaron leña para el fuego, Sai por su parte fue a pescar consiguiendo una buena docena de pescados ganándose una felicitación por todos sus compañeros que cada uno se fue acomodando alrededor de la fogata.

--¡Estoy exhausta!—Bufo Ino, sentándose a un lado de Sai--¿Qué les parece si contamos unas historias de horror?—Sugirió con malicia.

--Me parece bien—Dijo Sai con una sonrisa.

--N-No, c-creo que sea u-una buena idea—Interrumpió Naruto temblando.

Sakura volteo a verlo, se veía bastante asustado y eso que aún no comenzaban, Ino soltó una carcajada ganándose la mirada de todos.

--No puedo creer que el gran héroe de la guerra, que derroto a Kaguya la gran shinobi de todo el mundo, le asuste unas cuantas historias de terror—Se burló, el rubio giro su vista con un puchero causando que todos soltaran unas risas contagiándolo.

Así se pasó rápida la noche entre bromas y risas, entre un periodo de la velada, Naruto miro a todos con una sonrisa radiante, pues ya se le había olvidado de cómo era estar en paz junto con sus amigos, ya que después de la guerra todos se separaron para ayudar a las demás aldeas destruidas por la guerra.

Al día siguiente, ya estaban de nuevo en marcha a Suna, donde se encontrarían con los hermanos del Kazekage. Temari y Kankuro.

Ya estaban entrando al desierto poco a poco dejando el gran bosque a un lado, el rubio que venía hablando tranquilamente con Kiba, se percató de que Sakura se encontraba muy atrás del grupo, se le veía pensativa e insegura, ¿Pero de qué?, frunció el ceño ligeramente, quiso acercarse a ella y dejar a Kiba, pero todavía recordaba lo que había pasado en el hospital, así que con el dolor de su corazón siguió platicando con Kiba.

--Hasta que llegan, ya estaba cansado de esperar—Hablo Kankuro acercándose al grupo junto con su hermana.

--Lamentamos la tardanza, tuvimos unos retrasos por el camino—Contesto Kakashi mirando a Naruto que solo rascaba su mejilla con una sonrisa graciosa.

--Está bien, vamos, Gaara está ansioso por verlos—La rubia de dos coletas giro sobre sus talones y emprendió el camino hacia la torre seguida por los de Konoha y Kankuro.

Por el camino, todos los aldeanos no podían evitar mirar a Naruto y a sus amigos, cuando de repente un grupo de chicas se acercaron a él, pidiéndole autógrafos y besos, Sakura al ver esa imagen apretó los puños conteniendo las ganas de ir hacia ese lugar y… ¡Arrancarles la cabeza a cada una!, lenta y dolorosamente, tratando de mantenerse en calma, se acercó a Kakashi y sugirió que ya era hora de irse, el peli plata asintió y saco al rubio entre la bola de fans, llegando finalmente a la torre.

--Mira cómo te dejaron—Señalo Rock Lee a su compañero que estaba lleno de marcas de besos por toda la cara— ¡Qué suerte!, yo quisiera ser como tú y recibir todo ese afecto.

--Yo quisiera recibirlo por otra persona—Susurro mirando disimuladamente a Sakura.

Llegaron  unos minutos después a la oficina de Gaara, al entrar lo primero que vieron fue un enorme escritorio de arena lleno de papeles y documentos, y en la silla, estaba un peli rojo firmando unos papeles, Naruto al verlo sonrió.

--¡Hola Gaara!—Saludo muy animado.

--Naruto…—Dijo Gaara mirándolo—Que bueno que llegaron, ya extrañaba a los de Konoha—Dijo esta vez mirando al grupo con una sonrisa.

--Muchas gracias Gaara, nosotros también ya extrañábamos este lugar—Hablo Sakura amablemente.

--Tsunade-sama te conto….

--Si, lose, es por la gira de Naruto—Interrumpió Gaara—Sera un honor tener al héroe de la guerra en Suna por unos días.

Todos sonrieron excepto el rubio que solo lo miraba con el ceño fruncido, Kakashi se dio cuenta de su expresión y se acercó a él posando una mano en su hombro.

--¿Qué te pasa?—Pregunto.

--Ya les eh dicho que yo no soy solo el héroe…—Giro sobre sus talones y camino entre todos hasta llegar a la esquina de la habitación donde se encontraba Sasuke recargado en la pared con sus ojos cerrados, este al ver a Naruto acercase lo miro con duda—Sasuke, también es el héroe de esta guerra, sin su ayuda no hubiéramos ganado.

Sasuke lo observo con su rostro serio, pero tranquilo, mientras los demás lo miraban impresionados, el Uzumaki se giró viendo a todos con una radiante sonrisa sujetando a Sasuke por el cuello.

--Muy bien, entonces…—Hablo Kankuro ganándose la mirada de todos los presentes—Les mostrare donde se hospedaran.

--Ustedes adelántense yo y Shikamaru, hablaremos con Gaara—Dijo Kakashi.

Así todos salieron de la torre, para después llegar a una gran mansión echa de arena, ya en el lugar Temari se llevó a las mujeres dándoles una habitación muy grande para todas, Sakura se quedó en shock al ver lo grande que era, Ino rápidamente corrió a una cama junto a Tenten para ver quien la obtenía y Hinata se acercó a una de las camas y tranquilamente empezó a desempacar sus cosas.

--Espero que les guste, Gaara tuvo que arreglar un poco la casa para que estuvieran cómodas—Dijo Temari recargándose en el marco de la puerta.

--¿Casa?

--Esta es la casa que construyo Gaara.

Mientras tanto en el cuarto de los chicos, Naruto y Kiba luchaban a muerte por la cama que estaba a un lado de la ventana, Sasuke rápidamente apareció a un lado de ellos dándoles un golpe a cada uno, causándoles que un chipote saliera de sus cabezas.

--¡Eso dolió teme!—Chillo sobándose la cabeza.

--¡¿Estás loco?! ¡Casi partías mi cabeza en dos!—Se quejó Kiba.

--No llevamos ni cinco minutos en este lugar y ustedes ya se están matando.

--¡Qué les parece si mejor peleamos afuera por la cama!—Sugirió Rock Lee con energía, todos asintieron y salieron al patio trasero, Sasuke rodo sus ojos.

--¿Ellos son así todos los días?—Pregunto Kankuro con una gota en su cabeza.

--Si...--Suspiro--Bienvenido a mi mundo.

Continuara...

En las afueras de Konoha, para ser más precisos, en el campo de entrenamiento 7, una sombra se acercaba lentamente entre los árboles hasta detenerse en medio del lugar, mostrándose. Era un encapuchado con una máscara completamente blanca que esta solo mostraba los hoyos de sus ojos.

--Malditos… todos son unos malditos…--Apretó fuertemente sus puños—Me vengare de todos… empezando por Konoha…

De un momento a otro, el enmascarado desapareció dejando solo una ráfaga de viento, moviendo las hojas de los árboles.

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Sus manos temblaban de preocupación, se acomodó un poco el cabello para intentar calmarse, desde hace unos días Sakura había querido hablar con Naruto sobre lo que paso, pero en cada intento algo tenía que interferir en sus planes, y el Uzumaki cada día que pasaba, se alejaba más de ella, como si no la conociera, en un momento de desesperación pidió la ayuda de Ino, ella acepto encantada con la condición de que le contara todo lo que sucediera en la plática, Sakura tuvo que acceder forzosamente.

--Frentona, Naruto llegara en unos momentos será mejor que te prepares para lo que viene—Dijo Ino entrando en la habitación.

--¿Cómo lograste que Naruto accediera hablar conmigo?

--No lo logre—Contesto riendo nerviosamente—Le dije que si me ayudaba con unas cosas en la habitación—Sakura se cruzó de brazos— ¡Al menos lo traje para ti!—Se defendió—Recuerda que tendrás que decirme todo lo que paso, con lujo de detalle.

La peli rosa asintió para que después, Ino saliera rápidamente de la habitación volviendo a poner nerviosa a Sakura, unos segundos después la puerta se abrió lentamente apareciendo por esta Naruto que hoy vestía con una camisa naranja con unos pantalones negros y sus sandalias ninjas.

--¿Ino?, ¿Estás aquí?—Abrió un poco más la puerta, topándose con los ojos jade de Sakura, él al verla se sorprendió pero después su expresión cambio a una neutral--¿Has visto a Ino?

--N-Necesito hablar contigo—Tartamudeo sorprendiéndose a sí misma, jamás se había sentido así cuando hablaba con Naruto.

--Sakura, no tenemos nada de qué hablar, tú me dejaste muy en claro que no te importaba lo que yo hiciera y yo…

--¡Eso no es cierto!—Lo corto—Eso no fue lo que quise decir…  

--¡Ah, no!—Dijo con burla--¿Entonces qué quisiste decir cuando dijiste que no te importaba lo que yo hiciera con mi vida y que yo a ti no te importaba?, ¿Eso también me vas a decir que es una equivocación?

Sakura lo miro con impotencia, no podía negar el haber dicho todas esas cosas sobre él, ella sabía que había metido la pata, Naruto esperaba impaciente con sus brazos cruzados mientras fruncía el ceño, en lo más fondo de su ser se sentía triste y decepcionado, por un lado no quería tratarla de esa manera, pero por otro lado no podía perdonarla tan fácil, él se había sacrificado mucho por ella, literalmente. Y, al escucharla decirle todas esas cosas, lo hizo pensar en que tal vez…. Solo tal vez…. Debería alejarse de ella.

--Naruto, yo… lo siento por lo que dije ese día…-- Bajo su cabeza ocultando sus ojos—No quiero que estés molesto, y perdamos nuestra amistad por mi error.

Se lo pensó por unos segundos, pero al verla con su rostro oculto entre su cabello y su voz intentando quebrarse al punto de llorar, lo hizo volver a su estado de preocupación.

Se acercó a ella y levanto su mentón mirando sus hermosos ojos jade con un brillo opaco, se veía que estaba arrepentida por lo que había hecho, Sakura se sonrojo levemente por el tacto y el acercamiento de sus rostros, si seguían así, no sabría lo que pasaría después.

--Sakura-chan…--Dijo tratando de hacer una sonrisa—No me moleste contigo—Suspiro—Yo… solo que… me dolió que lo hayas dicho a mis espaldas y peor, que estuvieras molesta.

--Y-Yo….—No sabía que decir, aún seguía sonrojada por el momento, Naruto elevo una ceja.

--Oye Sakura-chan…. ¿Por qué estás tan roja? ¿Te sientes bien?

Rápidamente se dio vuelta evitando así la mirada del rubio que cada vez la ponía más nerviosa, sin saber el porqué, Naruto quiso acercarse pero lo detuvo.

--¡Estoy bien!, solo estoy cansada—Dijo nerviosa.

-- Está bien, bueno, entonces…. estamos bien, ¿verdad?

--Sí, claro, si tú quieres—Dijo tocándose el rostro, estaba caliente.

--Pero claro que quiero Sakura-chan, no podría vivir sin tus golpes cada mañana—Naruto soltó una risa, volviendo poco a poco esa tranquilidad que le hacía falta.

--¡Baka!—Grito golpeando su cabeza.

El rubio cayó al suelo agrietándolo para después convertirse en un gran poso, pasaron unos segundos y la habitación se vio rodeada por todos sus amigos que entraron preocupados por el ruido que se había escuchado, Sakura se sonrojo mucho más de lo que ya estaba.

--¿¡Están todos bien!?—Dijo rápidamente Rock Lee al entrar al cuarto.

--¿Qué paso en este lugar? Y… ¿¡Que le paso a tu rostro!? Está más rojo que un tomate—Esta vez hablo Tenten apuntando a Sakura que intentaba ocultar su notable sonrojo.

Todos giraron su vista al gran cráter en el suelo, al fondo de este, estaba Naruto enterrado, la primera en preocuparse fue Hinata que con ayuda de Kiba lo sacaron del hoyo, Sasuke se alejó del grupo junto con Shikamaru que solo susurraba “Que problemáticos son”.

--¿Estás bien, Naruto-kun?—El respondió con una sonrisa vaga.

--Parece que el golpe lo dejo más estúpido.

--¡Kiba!—Lo regaño Tenten—¿Que no vez que al pobre lo estrellaron contra el suelo?, y tú todavía le dices cosas.

Ino miraba la escena con diversión, Chouji ayudo a Naruto a levantarse con ayuda de Rock Lee para después salir de la habitación junto con Tenten, dejando solo a Hinata, Kiba, Ino, Sakura y a un  muy aturdido rubio en la habitación.

--Naruto-kun estas sangrando—Dijo Hinata tocando una herida en su cabeza—Ven, vamos a curar esa herida.

Sakura iba a reclamar, pero antes de que pudiera hacer algo, Ino la detuvo negando con su cabeza, ella la miro con enojo, Kiba ayudo a Hinata llevándose a Naruto a la cocina de la casa, dejándolas a solas, ya cuando salieron de la habitación la peli rosa exploto.

--¿¡Por qué me detuviste cerda!?—Se quejó Sakura--¡Por tu culpa, Naruto estará con Hinata y no conmigo!, ¿Que no vez que yo soy médico? Yo pude a verlo cuidado, y ahora ella lo estará cuidando todo el maldito día.

La rubia soltó una carcajada y se recostó en la cama, Sakura la miro con sospecha.

--Ese baka te trae loca ¿Verdad frentona?—Susurro estirando ambos brazos.

--¿De qué hablas?, Naruto y yo solo somos…. —Su rostro se tornó de nuevo rojo causando que Ino se empezara a reír--¡Deja de reírte! No es gracioso.

--¡Oh vamos Sakurita!, solo es un poco de humor, ahora que te gusta Naruto, no sabemos si él sigue enamorado de ti, qué ironía ¿No lo crees?—Se levantó de la cama con una sonrisa pícara—Me pregunto si… ¿Crees que a Naruto le gusten las rubias?

--¡Ino!
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En la planta baja más específico en la cocina, Hinata le estaba vendando la cabeza a Naruto cuidadosamente mientras que Kiba había regresado con Sakura e Ino, ya cuando finalmente acabo de vendarle la cabeza, el rubio se levantó de la silla tocando levemente el lugar donde fue su herida.

--Hinata, muchas gracias, no tenías por qué hacerlo, deberás.

--Yo lo hago con mucho gusto Naruto-kun, además no me gusta verte herido—Él le regalo una sonrisa, para después abrazarla, causando que ella se sonrojara.

--No sé qué haría sin ti, gracias por estar conmigo…

Se alejó un poco y soltó una risita al verla en shock, se le había olvidado que siempre se sonrojaba cuando él la tocaba.

--Bueno—Añadió—Me tengo que ir, quiero ver si Sakura-chan está bien—Dijo esto último regresando a la habitación, cuando llego se topó con la imagen de Sakura golpeando una pared e Ino tratando de detenerla, mientras Kiba ya hacia tirado en el piso con un gran chipote en su cabeza

—Pero… ¿Qué paso aquí?

--¡Naruto!—Grito avergonzada--¿Q-Que haces aquí?

Antes de que pudiera contestar, Kakashi apareció en medio de la habitación, todos notaron que se le veía preocupado.

--Chicos…. –Kakashi los miro con seriedad—La aldea fue atacada…

Naruto lo miro con asombro siendo el primero en reaccionar.

--Dijiste... ¿Atacada?

Continuara... El proximo capitulo sera ¡más largo!

Pequeño adelanto:
--¡¿Pero qué estás haciendo aquí?!

--Yo no dejare sola a la aldea mientras Naruto no está ¡Yo la protegeré con mi vida!—Aseguro apuntando a su corazón—Así que esta vez, peleare.

Gai, sin ninguna forma de razonar con Konohamaru, suspiro y se puso a su lado, colocándose de nuevo en ataque.

--Espero que no me vallas a estorbar, chaval—Le dijo mirando al hombre sacar dos kunai.

--Eso debería decirle yo a usted, Cejotas-senpai.

El viento soplaba con fuerza lanzando ráfagas frías y cortantes que golpeaban su rostro causándole pequeñas descargas, sus manos destrozadas por la fuerza que utilizo, mientras su rostro expresaba cansancio, frustración, pero lo que más demostraba, era furia, furia a la persona que se acentuaba en frente de ella.

--¿Eso es todo lo que tienes, Tsunade?.... Que desperdicio—Hablo un hombre enmascarado, que debajo de esta mostraba una sonrisa burlona.

--Kuso… mi brazo—La rubia se levantó poco a poco sujetando su brazo dislocado.

Estaba en problemas, el hombre que estaba delante de ella, se veía perfecto, sin ningún rasguño o golpe, mientras que por otro lado, Tsunade ya había acabado con medio cuerpo destrozado y se estaba quedando rápidamente sin chakra. Pronto aparecieron ninjas de Konoha sirviendo de barrera para la rubia, entre todos, salió Gai tronando sus nudillos, listo para el combate.

--Usted descanse Tsunade-sama—Giro su cuello haciéndolo tronar--¡Yo me encargare de este payaso!

--Maito Gay o ¿Me equivoco?—Pregunto el enmascarado—Líder del equipo Gai, tus integrantes son Tenten y Rock Lee, un integrante de tu equipo murió en la cuarta guerra, y eres la bestia verde de Konoha o como ahora te dicen, la bestia azul. Tu casi morías en la guerra, solo que con ayuda de Naruto sobreviviste, haz abierto las ocho puertas internas—Dijo rápidamente.

Lo miraron sorprendidos, en tan solo unos segundos había dicho cosas de Gai, como si lo conociera de años atrás, el hombre cambio a una posición de ataque, Gai solo sonrió satisfecho ante las miradas de los shinobis.

--Parece que sabes mucho de mí—Dijo con interés—Me encantara con mucho gusto arrancarte esa mascara de tu rostro…

El enmascarado ladeo su cabeza. Entonces...

Ambos al mismo tiempo, saltaron contra el otro, causando una gran bola de humo expandirse por el lugar dejando inmóviles a todos.
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--Espera, estás diciendo, ¿Atacada?—Pregunto ingenuo--¡Es imposible!

Naruto miraba con duda lo que les decía su sensei, pero…. ¿Si era verdad?, pues estaban en paz con las demás naciones, como justo ahora que todo empezaba a cambiar para bien, alguien intentaba destruir la paz que tanto les había costado conseguir. La peli rosa se acercó a Kakashi.

--¿Cómo sabe eso?

--Por Tsunade-sama…. Tenemos que volver a la aldea lo más rápido posible

--¡Sí!, le avisare a Gaara…

--No, Tsunade me informo que no contáramos nada de esto—Kakashi se acercó a la ventana de la habitación—Solo me llevare a unos cuantos como apoyo para la aldea, Naruto, tú te quedaras y seguirás con las visitas a las demás aldeas.

Se cruzó de brazos molesto, no estaba para nada de acuerdo al plan de su sensei, así que sin más se giró sobre sí mismo y camino a la puerta, Sakura al verlo corrió detrás de él, saliendo de la habitación.

--¿Qué te pasa?—El aludido se giró aun con su ceño fruncido.

--Y todavía preguntas…. Sakura-chan, estamos de nuevo hundidos en una guerra.

--Naruto, no es una guerra….

--¡¿No?! Entonces ¿Dime que es? ¡Vamos! te reto, ¿Dime en que nos estamos metiendo esta vez?—Dijo con ironía, Sakura al verlo se enfureció dándole una fuerte bofetada sorprendiéndolo.

--¡Que rayos pasa contigo! Sé que estamos de nuevo bajo ataque, pero… esta vez estamos todos unidos.

La kunoichi se volteo y camino de nuevo a la habitación. Naruto se quedó observando cómo se iba, pero antes de que entrara la tomo de la mano y la atrajo hacia él, dándole un abrazo sorpresivo para ella, al principio se sonrojo con fuerza, no podía creer lo que estaba pasando.

--Lo siento, Sakura-chan… Solo que todo esto me esta volviendo loco—Susurro, regalándole a la peli rosa una extraña sensación de alegría y sorpresa.--¿Me perdonas?

--Claro que te perdono baka—Dijo ocultando una sonrisa.

--¡Ejem!, si se van a besar, háganlo de una vez.

Ambos voltearon aun abrazados topándose con Ino cruzada de brazos con una cara picara, Sakura fue la primera en romper el lazo, dejando a un triste y llorón Naruto, Ino les aviso que los necesitaban de nuevo en la habitación, ambos asintieron y se fueron, cuando entraron a la habitación se encontraron con todos sus compañeros de generación.

--Muy bien, parece que ya están todos—Dijo Kakashi—Los reuní para saber a quién me llevare a la aldea, lo estuve hablando con Shikamaru y Sasuke, y nuestra decisión fue, que me llevaría a: Kiba con Akamaru, a Shino, Sai, Chouji, a Tenten y por último--Elevo su vista--Sakura.

--¿Qué?—Dijeron Naruto y Sakura al mismo tiempo.

--Lo que escucharon, Shikamaru, Sasuke y los demás se quedaran con Naruto por si otra cosa pasa—Todos asintieron, excepto el NaruSaku que los miraban con desaprobación—Preparen sus cosas, nos marchamos en cinco minutos.

Pasaron los minutos  dichos y ya todos estaban en la entrada de Suna, Sakura se despidió de Ino y de los demás, hasta llegar a un lado de Naruto que miraba con tristeza a su compañera, ella le regalo una cálida sonrisa diciéndole que todo estaría bien, él lo único que pudo hacer fue devolverle débilmente el gesto, para después abrazarse con fuerza.

--No te preocupes por mi Naruto, estaré bien—Dijo con confianza—Tu solo preocúpate por las demás visitas, si acabamos rápido, regresaremos lo antes posible.

--Pero...—Cayó un momento—Está bien.

--¡Es hora!, vámonos.

Así emprendieron su camino de regreso a Konoha, Naruto los miraba alejarse hasta perderse por el desierto, Sasuke se acercó a él apoyando su mano en el hombro de él dándole de alguna manera, confianza, él se giró y le dedico una sonrisa débil, Shikamaru hablo.

--Nosotros deberíamos regresar también, Gaara sospechara si nos quedamos mucho tiempo afuera.

El rubio y sus compañeros regresaron lentamente, hasta llegar a un pequeño restaurante de fideos, y otras cosas particulares, los tres entraron y se sentaron en una de las mesas, una joven se acercó a ellos.

--¿Les puedo ofrecer algo?

--Yo quiero unas bolas de arroz, ¿Sasuke?

--Lo mismo,  y tu dobe…. ¿Dobe?—Pregunto de nuevo al ver a su amigo mirando a la nada.

--¿Eh?, ¡Ah! Yo quiero…. ¡Un tazón de ramen!—Dijo tratando de animarse, hace mucho tiempo que el Uzumaki no había probado un bocado de su delicioso platillo.

--Lo siento, pero aquí no servimos ramen.

Naruto miro por un momento a la chica que tenía en frente y después a sus dos compañeros que ambos reaccionaron ante su gesto asustado.

Y de un momento a otro…

--¡Quiero volver a Konoha!—Dijo a la vez que trataba de salir del local siendo impedido por sus dos compañeros--¡Suéltenme!, ¡Ramen espérame, ahí voy!
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--¡Konoha Dai Senpuu! (Gran remolino de la hoja)

Un gran remolino apareció golpeando al hombre lanzándolo lejos, estrellándolo contra una torre que en pocos segundos se fue derrumbando. Niños, hombres y mujeres corrían por toda la aldea tratando de encontrar un refugio para ellos o para sus familias, la batalla que se llevaba a cabo en Konoha era de proporciones épicas, pues en tan solo una hora, media aldea estaba ya destruida.

Regresando a la batalla, el hombre enmascarado salió entre las ruinas de la torre sacudiéndose, Gai lo miro impresionado, pero después sonrió.

--Me sorprende que aguantes mucho contra ¡El gran Gai!—Se apuntó con su dedo, haciendo una pose fanfarrona.

El hombre no dijo nada y se volvió a lanzar contra él, lanzando puños que fácilmente esquivaba, en uno de esos golpes el hombre enmascarado saco un kunai con un explosivo en el soltándolo en medio de los dos, Gai intento escapar pero antes de que pudiera. Lo sujeto del brazo atrayéndolo junto a él a la gran explosión, en medio de todo el humo, dos formas salieron disparadas de este, uno impactándose contra el suelo mientras que el otro, se mantenía de pie.

--¿Qué fue lo que paso?—Pregunto Iruka, viendo desde el otro lado de la aldea la gran capa de humo.

--Iruka-sensei, ¡Tenemos que ayudar!—Dijo Konohamaru decidido.

--¡No!, Tsunade-sama no pudo contra él y yo no creo que….

--Lo siento sensei, pero ya estoy algo grande como para quedarme aquí sin hacer nada.

Dicho esto rápidamente se fue directo al campo de batalla, Iruka no pudo hacer nada como sus compañeros que seguían ayudando a los heridos.

--¡Eres idiota Gai! ¡Te dije claramente que lo sacaras de Konoha!—Grito Tsunade, mientras se recuperaba--¡Acabaras destruyendo tú solo la aldea!

--No se preocupe, si yo la destruyo, ¡Yo la reconstruiré!—Respondió viendo hacia el frente—El maldito intento matarme con la explosión—Pensó mirando como el hombre se volvía a levantar sin ningún rasguño.

--Excelente entrenamiento…..—Hablo con gracia--¿Comenzamos?

Gai asintió, y de nuevo se lanzaron el uno contra el otro, chocando de nuevo en ataques cuerpo a cuerpo, el hombre saco de su bolsillo otro kunai, usándolo esta vez como arma tratando de darle en el estómago.

Gai al notarlo también saco uno de su equipo de herramientas, evitando que lo cortara, intento atravesarlo por la cabeza pero este se agacho esquivándolo y golpeándolo en sus pies para que cayera, quiso darle el golpe final atravesándole el corazón pero antes, un rasengan lo impacto de lleno en su espalda mandándolo a volar por los aires, Gai se levantó rápidamente y miro a su “salvador”

--¡¿Pero qué estás haciendo aquí?!

--Yo no dejare sola a la aldea mientras Naruto no está ¡Yo la protegeré con mi vida!—Aseguro apuntando a su corazón—Así que esta vez, peleare.

Gai, sin ninguna forma de razonar con Konohamaru, suspiro y se puso a su lado, colocándose de nuevo en ataque.

--Espero que no me vallas a estorbar, chaval—Le dijo mirando al hombre sacar dos kunai.

--Eso debería decirle yo a usted, Cejotas-senpai.

El misterioso hombre se acercó a ambos golpeándolos en el estómago, Gai lo resistió y se lanzó contra él, golpeándolo nuevamente. Konohamaru se acercó a ambos lanzando un kunai al cuerpo del encapuchado, Gai al ver el kunai sujeto al hombre de ambos brazos y lo giro justo en dirección al kunai, antes de que hiciera contacto con su cuerpo desapareció en un destello rojo y apareció a un lado de Konohamaru, haciendo una secuencia de sellos.

--¡Shouton, suishou do! (Elemento cristal, daga de cristal)

Una daga atravesó el pecho del castaño, pero este desapareció. Gai casi se le paraba el corazón al verlo atravesado por el cristal, pero respiro tranquilo al saber que era solo un clon el que había sido atravesado, Konohamaru apareció desde el cielo con otro clon haciendo el rasengan directo hacia él, segundos después, una explosión sacudió todo el lugar agrietando el suelo.

--¡Maldición!, se ha escapado.

--Niño, no lo haces nada mal, pero eso no te será suficiente para matarme.

Gai, miro la escena con asombro, y después miro al hombre, lentamente se quitó de su cadera las pesas que llevaba puestas al igual que en sus piernas dejándolas caer al suelo, cruzo ambos brazos a la altura de la cabeza apareciéndose una aura verde formándose en energía, que se acumuló hasta explotar, Gai descruzo los brazos y su rostro había cambiado, estaba rojo y sus ojos se tornaron blancos, mientras su pelo se movía de un lado a otro por una especie de energía.

--Prepárate. ¡Quinta puerta, puerta del límite, abierta!

Un poderoso chakra apareció en su cuerpo, este era de color verde nuevamente.
Rápidamente Gai se movió de lugar llegando hasta donde estaba el hombre golpeándolo varias veces por todo su cuerpo, convirtiéndose en un vendaval de golpes. De un golpe en la barbilla lo lanzo al cielo, pero eso no acabo ahí, pues Gai salto hasta alcanzarlo para seguir golpeándolo pero esta vez, en el aire, Konohamaru desde la tierra los veía impresionado.

--¡Cejotas-sensei!, ¡Es muy poderoso!

--¡Mierda!—Grito el hombre escupiendo sangre de su boca.

--¡Acabare con esto de una vez por todas!—Dijo Gai--¡Konoha Gouriki senpuu! (Torbellino poderoso de la hoja)

Gai empezó a girar atrayendo al hombre en un gran torbellino, causándole varios golpes graves a su cuerpo y rasgando su ropa, termino su técnica golpeándolo de un patada en el estómago impactándolo fuertemente contra el concreto. Gai cayó al suelo exhausto, con heridas en sus brazos.

--¡¿Está bien?!—Grito Konohamaru llegando hasta él--¡Esta herido! tiene que ir al hospital ahora.

--No, estoy bien, solo necesito descansar un poco, no te preocupes.

Se levantó con dificultad, su respiración estaba agitada y su vista se iba, hasta que un sonido del otro lado los hizo voltear, llevándose una muy mala sorpresa para ambos.

--Eso estuvo muy bien, pero ya me aburrí, creo que acabare de una vez con ustedes—El hombre hizo rápidamente con sus manos unos sellos-- Kesshou, Kyodai rokkaku shuriken (Cristal, shuriken gigante de 6 picos)

En su mano apareció un shuriken gigante, se acercó lentamente hacia ellos, Konohamaru se puso enfrente de Gai protegiéndolo, el hombre soltó una carcajada y siguió su camino hasta estar a unos pocos metros de ellos, Konohamaru en un acto desesperado se abalanzo contra él, pero algo no estaba bien, pues cuando se lanzó, lo traspaso impresionando a ambos, más a Gai.

--Esa técnica…. Imposible…. ¡Tú!

--¡Muere!—Grito a la vez que lanzaba la shuriken contra el cuerpo tendido de Gai.

Él sin poder usar sus manos o piernas, solo cerró sus ojos esperando el golpe, pero este nunca llego, abrió lentamente los ojos y enfrente de él, estaban Kakashi, junto con Sakura, Kiba, Shino, Chouji, Sai y Tenten, el peli plata se había interpuesto entre su cuerpo y el shuriken.

--Llegas tarde Kakashi, pensé que te habías acobardado—Dijo Gai sonriendo.

--Lo siento, una viejita necesitaba nuestra ayuda y…

--¡Oh, vamos!—Lo interrumpió— ¡Aun mientes en estas situaciones!—Kakashi solo sonrió.

--Oigan, despierten, estamos en medio de una batalla—Hablo Kiba.

Todos miraron al hombre que tenían en frente, aun sin ningún rasguño, Gai escupió un poco de sangre y lo miro mal con un puchero.

--Y todo el esfuerzo que hice para nada.

--Esto es una desventaja para mí, ¿no lo creen?, que tal si emparejamos las cosas un poco…

El encapuchado estiro ambos brazos y de un ágil movimiento varias sombras aparecieron a su lado, todos miraron un poco más y se percataron que todos estaban vestidos igual que el hombre, con capucha y una máscara, solo que esta era diferente a la del hombre, estas eran negras.

--Ahora—Añadió—Que empiece la verdadera batalla.

Continuara...

En Suna se llevaba a cabo la ceremonia para presentar a Naruto “El héroe de la guerra”, toda la gente se empezaba a juntar en la plaza principal de Suna enfrente de la torre del Kazekage, adentro de esta, Sasuke, Shikamaru, Ino, Hinata y Rock Lee, se encontraban apoyando a Naruto mientras que él se mantenía nervioso y no era por el discurso que tendría que darle a todos los habitantes, sino por la aldea, sus amigos y sobre todo, por Sakura.

--No entiendo porque hacen tanto escándalo por ti—Hablo Kurama desde el interior de Naruto.

--Lose, pero no tengo otra opción—Contesto desanimado.

--Tal vez si la tienes…. o tal vez no.

--¿A qué te refieres?

--Valla que eres estúpido, haz un clon de sombras que ocupe tu lugar y ve a la aldea…

Naruto abrió los ojos sorprendido, ¡Era cierto!, se dijo a sí mismo, con estar pensando en sus compañeros se le había olvidado sus clones, después de agradecer enormemente a Kurama, Naruto salió de su trance, encontrándose cara a cara con Hinata, Naruto al verla se asustó.

--¡Ahh!—Grito apartándose, la Hyuga lo vio extrañada— ¡Hinata! Que buen susto me diste.

--¿Susto? Bueno no importa, Naruto-kun, es hora de que salgas—Dijo amablemente, el rubio sudo frio--¿Pasa algo?

--¿¡Que!? ¡No! Nada, solo diles que en un momento voy, tengo que….—Miro a todas direcciones buscando una escapatoria posible--¡El baño! Digo, necesito ir al baño.

--E-Está bien pero no tardes—Hinata se giró y camino hasta la puerta de la terraza.

Naruto suspiro mientras hacía unos sellos con sus manos.

--Kage bunshin no jutsu (Técnica clones de sombra)—Aun lado apareció un Naruto idéntico--Ya sabes que hacer.

El clon asintió mientras el verdadero desaparecía en un rayo amarillo, llegando al desierto donde estiro ambos brazos y empezó su camino hasta la aldea, pero solo pudo dar unos cuantos pasos cuando de pronto sintió un peso encima, causando que cayera al suelo con Sasuke arriba de él.

--¿A dónde crees que vas dobe?—Dijo seriamente el pelinegro.

--¿Y a dónde crees tú qué voy?—Contesto con obviedad— ¡Ayudare a Konoha! ¡Y tú no me….

--No te lo impediré—El rubio lo miro con una ceja levantada—Porque iré contigo.

El pelinegro se levantó para después ayudar a Naruto, ambos se miraron a los ojos por segundos, ya después el Uzumaki sonrió, emprendiendo su camino nuevamente.
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En Konoha por todos lados se escuchaban las armas golpear unas contra otras, técnicas de un lado a otro, entre todo eso, estaba Sakura ayudando a la hokage, junto a ellas, Kakashi luchando contra un encapuchado.

--Gracias Sakura—Agradeció Tsunade levantándose mientras tronaba sus nudillos—Ahora, será mejor acabar con esto, antes de que otra aldea se entere.

Sakura la vio con sospecha, pero Tsunade no le tomo importancia al menos no por ahora, se echó andar ayudando a Kakashi contra uno de ellos, la rubia con su puño, impacto el rostro de uno en el suelo, para después correr a ayudar a los demás.

Mientras del otro lado, Kiba junto con Akamaru, peleaban con otro que se veía muy confiado y fuerte.

--¡Vamos Akamaru!—Su canino amigo ladro en forma de respuesta.

El hombre sonrió bajo la máscara acercándose peligrosamente a ellos, siendo Akamaru el primero en contraatacar, pues lo mordió de un brazo y arriba de él, entro Kiba dándole una patada en el rostro, haciéndolo retroceder unos metros, el Inuzuka lanzo una mirada amenazante con una sonrisa.

--¡Akamaru!—Lo llamo Kiba, el gran can se puso a un lado de Kiba convirtiéndose en su dueño, ambos se colocaron sobre cuatro patas--¡Gatsuga! (Ataque de doble colmillo)

Los dos se lanzaron girando a una velocidad extraordinaria haciendo dos torbellinos, que rápidamente atraparon al encapuchado lastimándolo para después lanzarlo contra el suelo a un siendo atacado por los dos torbellinos. Ya cuando pararon Akamaru regreso a su estado normal mientras Kiba alardeaba de los poderosos que eran.

--¡Viste eso Naruto!—Grito como si estuviera ahí--¡Ahora, quien es el héroe de Konoha!

Entre todo el humo, apareció de nuevo el mismo hombre solo que esta vez se veía enojado, sin ningún rasguño o mancha, ¡Nada! Estaba completo.

Kiba, volvió a su posición seria, se giró un poco a Akamaru. Él solo ladro, el hombre movió sus hombros de un lado a otro y después su cabeza, haciéndola tronar.

--¿Continuamos?—Pregunto con burla.

--¡Hmp! Claro, continua.  

Sai, por otro lado estaba ayudando a Chouji que peleaba con 2 hombres, el pelinegro se acercó por arriba, saco un largo pergamino y empezó a dibujar lo más rápido que podía sacando de este 2 grandes leones de tinta que dé un salto llegaron a donde estaba los encapuchados tomándolos de la cintura.

--Gracias Sai—Agradeció Akimichi.

--No es nada—Dijo dándole una sonrisa, de pronto una explosión se escuchó provocando que ambos voltearan al sonido, los encapuchados se habían liberado.

El pelinegro saco una espada de su espalda y se fue contra uno de ellos mientras Chouji se encargaba del otro, ambos eran muy buenos en pelea, en una de esas, uno de los hombres saco una espada tratando de golpear a Chouji, Sai al verlo, lo empujó hacia un lado esquivándolo dándole tiempo a Chouji para hacer su técnica.

--¡Chou Harite! (Súper palmas)

Sus manos se expandieron creciendo a un gran tamaño, gracias a eso, Chouji pudo tomar al hombre que tenía la espada y golpearlo contra el otro, pero lo que no percataron es que uno de ellos era un clon, cuando el cuerpo del hombre choco contra su compañero este exploto, apareciendo atrás de ellos, ambos sin tiempo para voltear lo único que pudieron hacer fue cruzarse de brazos, entonces escucharon un sonido de un pergamino abriéndose.

--¡Souryuu tensakai! (Destrucción dispersa de dragones dobles)

Ambos bajaron lentamente sus brazos encontrándose en una densa capa de humo blanco, entre todo ese humo apareció una figura que se acercaba lentamente a ellos, los shinobis sacaron un kunai listos para atacar al enemigo que poco a poco se acercaba, ya cuando estuvo lo suficientemente cerca ambos dieron un suspiro de alivio, pues era su compañera.

--¡Tenten!—Dijo con alivio Chouji.

--¿Qué hacen ahí temblando como señoritas?—Pregunto sujetando dos pergaminos pequeños en sus manos--¡Estamos en ataque! ¡A pelear!

--¡H-Hai!—Dijeron al unisón.

Del otro lado de la aldea, Sakura se encontraba en graves problemas, su cuerpo estaba al límite y sus manos estaban destrozadas, además de que su chakra había disminuido extrañamente, sin saber el motivo. Aun con 4 hombres rodeándola, no perdió tiempo y golpeo a uno lanzándolo a unos cuantos metros, sin causarle daño alguno.


--Mierda, a este paso yo….— Susurro sujetando su estómago al recibir un fuerte golpe, fracturando algunas costillas.

--Antes de que mueras—Hablo uno de los hombres colocándosele al frente de Sakura para después voltearse a sus otros compañeros—Quiero decir que fue un placer pelear con ustedes chicos.  

La peli rosa lo miro confusa, y el hombre de un golpe, levanto polvo por todo lugar escondiéndose entre el, Sakura no sabía lo que pasaba solo escuchaba gritos de los encapuchados y ruidos de ¿Madera?, Antes de que pudiera darse cuenta, el hombre que hablo ya estaba a su lado cargándola, ella al darse cuenta, junto fuerza en su puño y lo golpeo en la cabeza haciendo que ambos cayeran al suelo.

--¡¿Quién eres?!—Grito al levantarse juntando nuevamente chakra en su puño.

--¡Duele!—Se quejó sujetando su cabeza—Deberías ser más amable con quién te ha salvado la vida, tomando en cuenta que tú me mataste…

La kunoichi para en seco mirando de forma confusa al hombre, él sonrió bajo la máscara y se levantó sacudiendo su ropa, lentamente levanto las manos y se acercó a ella.

--No me golpes, soy aliado—Dijo con extrema cautela—Te voy a sacar de aquí lo más rápido posible, no tenemos mucho tiempo—Susurro calmadamente.

--¿De qué hablas? ¿No tenemos tiempo de que?—Pregunto un poco más calmada--¿Quién demonios eres?

Suspiro y tomo la mano de Sakura llevándola a las afueras de Konoha por la parte Sur, sin ser detectados por los demás enemigos, por el camino se toparon con Konohamaru que se le veía muy lastimado.

--¡Konohamaru!—Grito la peli rosa acercándose a él, siendo perseguida por el hombre—Estas muy herido, déjame curarte.

--Sakura…--La llamo el hombre, sorprendiéndola, ¿Cómo sabia su nombre?—Se nos acaba el tiempo, hay que irnos—Sakura lo ignoro mientras seguía curando las heridas del joven shinobi.

--S-Sakura—Tartamudeo Konohamaru—C-Cuidado un hombre de esos está detrás de ti—Dijo débilmente.

--No te preocupes, es un aliado—Dijo aun no creyente de sus palabras—Tus heridas son muy inestables, tengo que llevarte al hospital.

El hombre agarro del hombro a Sakura negando, ella frunció el ceño y aparto la mano de un manotazo, como pudo intento levantar a Konohamaru, ya no era tan fácil como antes pues ahora ya no era un niño, él suspiro derrotado y cargo a Konohamaru, Sakura se le quedo viendo preocupada.

--Nos lo llevaremos… yo me encargare después de sus heridas.

No muy convencida, asintió y se dispusieron a salir de la aldea adentrándose al bosque, dejando a los demás atrás, Sakura sabía que estaba cometiendo un error, pero sí lo era, se encargaría de resolverlo con sus propias manos.

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Ambos shinobis estaba ya muy cerca de la aldea, Naruto antes de llegar dejo a dos clones acumulando energía para el modo sabio, ya cuando llegaron, se sorprendieron al ver a Konoha, ¡Intacta! Sin ningún daño o desastre, todo estaba muy tranquilo, ambos sin creer lo que veían caminaron a paso lento pero con cautela tomando en cuenta que algo no estaba bien.

--Sasuke…

--Lose, algo está pasando aquí.

Llegaron a las puertas de Konoha, topándose con Iruka que estaba con los guardias, rápidamente Naruto se acercó hasta él, saludándolo de una manera que no pareciera sospechosa.

--¡Hola Iruka-sensei!—Dijo Naruto, el aludido volteo y le dio una sonrisa como respuesta, para después irse sin más—Si, algo aquí no está bien.

Continuara...